LOS ARCHIVOS DEL HORROR QUE SÍ ESTABAN
El
negacionismo de cualquier aniquilamiento colectivo,
premeditado y organizado sólo puede sostenerse en la medida en que
no hay pruebas. La documentación y los testimonios son su derrota.
No cualquier derrota: la definitiva.
Porque el negacionismo de los aberrantes
crímenes que perduran con sus consecuencias en el tiempo y cuyo
perjuicio permanece -crímenes de lesa humanidad- precisa aniquilar no solo los crímenes, sino también su registro. Sea los cometidos en Ruanda, en Cambodia, en la ex Yugoslavia o en América Latina.
Ante la mirada esquiva de los que no sabían nada; ante los que
reiteradamente respondieron ‘no fue tan así’; ante los que dijeron y
dicen que no hubo un plan sistemático y organizado; ante quienes afirman
sin inmutarse que ‘ya fue y no hay que remover el pasado’, y sobre todo
ante quienes usan sus investiduras y su poder mediático para bastardear
la memoria con una ignorancia falsa y orquestada, emergen las pruebas.
Los organismos de defensa de los derechos humanos han insistido
durante décadas por la apertura de los archivos militares y de las
fuerzas de seguridad en la Argentina; de los archivos de los organismos
de Inteligencia en la Argentina, así como los de la Iglesia Católica y
los de otras confesiones. Porque sí hay registros de lo ocurrido desde
1975 a 1983, sí se sabía.
El Vaticano y Estados Unidos
abrieron la tapa del infierno, guardado durante décadas. Muy
probablemente guardado el tiempo suficiente para que los delincuentes y
genocidas tengan al menos la edad para poder zafar de la cárcel, o
cumplirla en su domicilio. Esa es una conjetura.
La entrega de un inmenso archivo por parte de Estados Unidos a la
Argentina el 12 de abril de 2019 no solo exige un agradecimiento a los
Organismos que solicitaron incansablemente la información, sino también a
los investigadores y archivistas del National Security Archive,
que solicitaron su desclasificación y trabajaron con esta documentación
durante muchísimo tiempo. Entre ellos los estudiantes de la Universidad
aledaña a Washington: el College of William and Mary del estado de Virginia, una universidad pública, la segunda más antigua de los Estados Unidos.
Esos alumnos forman parte de la cátedra de Silvia Tandeciarz,
argentina, Doctora en letras por la Duke University, especialista en
estudios culturales argentinos y del Cono Sur, y en estudios sobre la
memoria pos-dictadura.
En diálogo con www.purochamuyo.com / Cuadernos de Crisis desde Washington, la profesora Silvia Tandeciarz explicó algunos detalles de este proceso:
- ¿Cómo se estableció el vínculo entre el NSA y la Universidad así como con tu cátedra?
“En marzo del 2008,
gracias a una beca de mi universidad (el College of William &
Mary), pude llevar a un grupo de alumnos de William & Mary, junto
con jóvenes argentinos seleccionados por la Comisión Provincial por la Memoria
(con la que tenemos un programa de estudio en el extranjero enfocado en
derechos humanos), a Washington DC. Pasamos una semana juntos
explorando el tema de ‘memoria y derechos humanos’ y visitamos por
primera vez el National Security Archive. Tuvimos la suerte de reunirnos con Carlos Osorio,
que compartió con nosotros el trabajo del Archivo y como él quedó
impresionado por los jóvenes, iniciamos la colaboración el año siguiente
(2009), incluyendo también a mi colega, Betsy Konefal
(historiadora). El primer semestre trabajó Betsy con una alumna y con
Carlos, para ver cómo podía funcionar la cosa; Carlos estaba recibiendo
cartas de jueces y fiscales que pedían información relacionada a los
juicios que se estaban llevando a cabo, y la profesora Betsy Konefal y
esta primera alumna lo ayudaron con esto. El semestre siguiente ofrecí
yo una clase, ya más formal, con diez alumnos. Decidimos colaborar en un
Briefing Book sobre el caso de Jacobo Timerman y, ya que teníamos
alumnos de la Universidad William & Mary haciendo pasantías en el
archivo de la DIPBA, aprovechamos la ocasión para reunir a las tres
instituciones y publicar algo conjuntamente. Los resultados pueden
verse en este link: http://nsaproject.blogs.wm. edu/project-argentina/ timmerman-briefing-book- project/
Desde
entonces, una década, hemos seguido trabajando con Carlos,
escogiendo y guiando a los alumnos (que reciben créditos
universitarios por su trabajo en la pasantía) en los distintos
proyectos identificados. Betsy y yo escribimos un artículo en el que
discutimos los aportes de los archivos, ella tomando el caso de
Guatemala y yo el de Argentina”.
- ¿Cómo has vivido el proceso de lectura del horror y durante cuánto tiempo estuviste en contacto con todo este material?
“Para
los alumnos es fundamental poder aprender a contextualizar las
historias que empiezan a descubrir en los documentos desclasificados
y a trabar con la tecnología del NSA que facilita la investigación.
Todos juntos trabajamos con la selección de documentos para incluir
en los Briefing Books que eventualmente publicamos.
Mi
area de investigación es la producción cultural sobre la dictadura;
he estado trabajando el tema de memoria pos-dictadura por muchos
años. Pero como siempre me enfoqué en productos culturales,
entender la historia desde los documentos desclasificados fue toda
una revelación. Realmente me ayudaron a ver matices que pocas veces
aparecían en el arte, la fotografía, la literatura, el cine, los
sitios de memoria, simplemente por el cambio radical en perspectiva”.
- ¿Qué entienden y opinan los norteamericanos que ven este material, en tanto plan sistemático de represión y exterminio durante años?
“Creo
que generalizar sobre lo que opinan los norteamericanos sobre el tema
es peligroso: he notado que a mis estudiantes les cuesta mucho
asimilarlo, especialmente porque no están acostumbrados a asociar al terrorismo con el estado.
El reto pedagógico es que no vean la represión que se vivió en la
Argentina como algo ajeno, que no podría ocurrir aquí, y que aprendan a
verse a sí mismos como sujetos implicados, y compromentidos con la
defensa de los derechos humanos. Muchos conectan el caso argentino con
la violación sistemática de derechos humanos que experimentan
poblaciones vulnerables en EE.UU. hoy”.
Tal como lo consigna el NSA, vamos a
nombrar a Johanna Weech, Arianna Asfari, Emily Jackson, Pedro Ramos,
Isabella Dickens-Bowman, que trabajaron en los archivos durante 2018, y a
Johanna Weech, Lauren Bauer, Grayson Cox, Emily Kate Earls, Brianna
Ferebee, Molly Keck y Megan Leu, que los abordaron en este último tramo,
hasta abril 2019.
En su publicación, el NSA - National Security Archive, afirma:
el proyecto de desclasificación ha producido una hoja de ruta histórica que muestra qué y cuándo las Agencias de Seguridad nacional y los encargados de formular políticas de los EE.UU. conocían los abusos contra los derechos humanos en Argentina, y las acciones que tomaron, o no tomaron, en respuesta a la información detallada sobre la represión interna e internacional del régimen militar.
estos registros fueron generados predominantemente por la comunidad de inteligencia, y parecen estar menos redactados que las desclasificaciones anteriores.
los documentos de Argentina bien pueden desempeñar un papel de evidencia en futuros casos judiciales de derechos humanos.
Los documentos nombran los nombres de los perpetradores, tal como se identifican por las fuentes de información en los registros, además de proporcionar detalles específicos y desgarradores sobre sus innumerables violaciones de los derechos humanos y sus víctimas.
Un protagonista de esta documentación es el agregado legal de la Oficina en Buenos Aires, Robert S. Scherrer , quien se hizo famoso por ser el investigador principal del asesinato del ex embajador del gobierno de Salvador Allende, Orlando Letelier y su colega, Ronni Karpen Moffit, producto del coche-bomba que estalló en septiembre de 1976 en Washington.
Los documentos de Argentina incluyen cientos de informes y cables detallados del FBI redactados por Scherrer, quien apenas 8 días después del atentado a Letelier escribió el famoso cable “Chilbom”, en el que sugirió que el responsable era el dictador chileno Augusto Pinochet y la policía secreta de Chile, DINA.
Scherrer sugería que ese crimen formaba parte de la misión "fase tres" de la Operación Cóndor. Ese cable ahora ha sido desclasificado por completo, identificando a la fuente de Scherrer como un agente de la Secretaría de Inteligencia del Estado, SIDE.
Pero Scherrer también informó sobre las objeciones que interpusieron sus fuentes en Argentina a partir del énfasis de la administración Carter en el tema derechos humanos, y los obstáculos que se le habían creado a él por "el problema de los derechos humanos" para recopilar información y mantener enlaces de inteligencia.
"Varios contactos militares argentinos han informado en privado que sospechan que la CIA - Agencia Central de Inteligencia proporcionó información al Departamento de Estado acerca de los métodos utilizados en Argentina para reprimir a los terroristas, que sin duda fueron severos", señaló Scherrer en un informe del 15 de junio de 1977.
Este documento del FBI, Memorándum sobre “Roberto Quieto”, para el Embajador del Agregado Legal, Secreto, 9 de enero de 1976
Este memorándum del FBI de dos páginas tiene un tramo
completamente eliminado de lo que el Agregado legal Robert Scherrer
presentó al embajador estadounidense Robert Hill. Probablemente contiene
información sobre la captura y desaparición de Roberto Quieto, líder
montonero desaparecido antes del golpe, en diciembre de 1975. Un par de
cables liberados por el Departamento de Estado en 2002 explican la
detención de Quieto por las fuerzas de seguridad argentinas, pero ningún
documento publicado hasta ahora ofrece una pista sobre su posible
destino. Este es uno de los documentos entre los tres con más partes
eliminadas que el FBI entregó a los fiscales argentinos en 2002. La
desclasificación de 2019 debería revelar la información actualmente
escindida de este cable y otros cables relacionados con el caso.
Cable para el Director del FBI de Agregado Legal, “Actividades Terroristas Argentinas”, Secreto, 11 de agosto de 1976
El Agregado legal Scherrer informa que "...aproximadamente a
la 1:30 AM del 11 de agosto de 1976 ...unidades del Servicio de
Inteligencia del Ejército Argentino que operan con la Policía Provincial
de Buenos Aires ...allanaron un apartamento en La Lucila, Buenos Aires,
y arrestaron a una mujer ocupante del primer piso, cuyos padres residen
en el mismo edificio de apartamentos en el sexto piso...las fuerzas de
seguridad se retiraron del área aproximadamente a las 4:00 AM después de
haber cumplido su misión ”.
Según los testimonios del padre y la hermana de Selma Ocampo,
ella y una amiga, Inés Nocetti, estaban dormidas cuando, alrededor de
las dos de la madrugada, hombres vestidos de civil y uniformes rodeaban
la manzana. Selma resistió el arresto. En el apartamento vecino, un
oficial de la Marina argentina se negó a abrirles la puerta y llamó a un
destacamento de seguridad. La policía Bonaerense y los agentes de
inteligencia del Ejército también intentaron entrar al apartamento de
los padres de Ocampo, pero también se negaron. Finalmente entraron por
la fuerza al departamento de Selma Ocampo, pero el personal de seguridad
llamado por el oficial de la Marina llegó y, en la confusión, se
involucró en un tiroteo con los agentes de la redada antes de que
pudieran identificarse y cesar el fuego. Selma Ocampo e Inés Nocetti
desaparecieron en este incidente y fueron asesinadas por las fuerzas de
seguridad argentinas.
Este documento: FBI, cable, "ERP" 17 de septiembre de 1976
Este cable desclasificado del FBI, de Robert Scherrer al
embajador Hill, cita información de una fuente confidencial que arroja
luz sobre una reciente operación de seguridad informada por los medios
de comunicación de Buenos Aires. La fuente reveló que la Policía Federal
de Argentina, junto con el SIDE, allanó una casa del ERP en Buenos
Aires el 14 de septiembre de 1976. "Dos miembros de ERP fueron
asesinados y tres presos fueron tomados, uno de ellos una mujer con un
embarazo avanzado". La mujer embarazada intentó escapar del apartamento
del sexto piso por los balcones pero "fue detenida en la calle." El
cable termina advirtiendo que "La información anterior no debe
discutirse con ningún funcionario extranjero, incluidos los del gobierno
argentino".
La mujer detenida tenía un embarazo de nueve meses: Ana María
del Carmen Pérez de Gaya, miembro del ERP cuyo nombre de guerra era
"Vicky". Fue llevada al centro de detención clandestino Automotores
Orletti y desapareció. Sus restos, y los de su hijo por nacer, fueron
descubiertos más tarde en un tambor lleno de cemento.
Desclasificación 2019
Este documento: Informe del FBI, "Gwenda Mae Loken, también conocida como Gwen Loken", 12 de mayo de 1975.
Este archivo del FBI arroja luz sobre Gwen Loken, una
ciudadana estadounidense que fue detenida y torturada por las fuerzas de
seguridad argentinas en abril de 1976. El documento indica que el FBI
la vigilaba por sus actividades como parte de la Socialist Youth
Alliance - Alianza de Jóvenes Socialistas, y esa información sobre su
ingreso a Argentina puede haber sido compartido con las fuerzas de
seguridad antes de su arresto.
Este documento: FBI Cable, "Muerte reciente del líder de Montonero Marcos Osatinsky en Córdoba", Secreto, 26 de agosto de 1975.
En este cable Robert S. Scherrer, informa sobre la detención y
ejecución del líder de los Montoneros, Marcos Osatinsky. Según un
informe secreto del FBI, Osatinsky fue arrestado por las fuerzas de
seguridad del gobernador provincial Raúl Lacabanne y fue torturado tan
severamente que se tomó la decisión de ejecutarlo. Luego, las
autoridades organizaron su muerte para que pareciera que había sido
asesinado durante un operativo de la fuerza para rescatar a unos
policías que los Montoneros supuestamente habían tomado como rehenes.
Para ocultar la evidencia de sus abusos, el personal de seguridad de
Lacabanne fue tan lejos como para secuestrar el coche fúnebre que
transportaba el cuerpo de Osatinsky de Córdoba a Tucumán. "El propósito
de robar su cuerpo era evitar que el cuerpo fuera sometido a una
autopsia, lo que claramente habría demostrado que había sido torturado",
informó Scherrer. "Es dudoso que el cuerpo de Osatinsky aparezca alguna
vez".
Este
documento. Memorándum de la CIA, “Operación Cóndor - Cooperación
regional entre los servicios de inteligencia latinoamericanos contra el
terrorismo”, Secreto, 24 de julio de 1976.
En este memorando, Raymond A. Warren, Jefe de la División de
América Latina de la CIA, enviado al Director Adjunto de la Central de
Inteligencia expresa su preocupación de que los países que integran el
plan "Condor" están organizando escuadrones con el propósito específico
de "liquidar a los principales líderes terroristas de América Latina".
"Warren pregunta" qué acción podría tomar la Agencia para prevenir
efectivamente actividades ilegales de este tipo ".
Este
Memorándum conjunto de la CIA / Departamento de Estado, "Reunión en el
Departamento de Estado para discutir la Operación Cóndor", Secreto, 13
de agosto de 1976.
Este memo relata la reunión entre, entre otros participantes,
de Hewson Ryan, el Subsecretario Adjunto para Asuntos Interamericanos,
James Gardner, jefe de la Oficina de Inteligencia e Investigación del
Departamento de Estado, y Robert Zimmerman de la Oficina para América
Latina. "Ryan abrió la reunión al afirmar que las implicaciones de
'Cóndor' en el campo de los derechos humanos habían llegado al punto en
que el gobierno de los Estados Unidos requería alguna acción"
Este documento . Cable del FBI, "[Condor: Chilbom]" Secreto, 28 de septiembre de 1976.
El agregado legal de la Oficina en Buenos Aires, Robert S.
Scherrer, redactó su famoso cable "Chilbom" ocho días después del
asesinato de Orlando Letelier. Este cable sugiere que el asesinato fue
parte de una misión "fase tres" de la Operación Cóndor. El cable ahora
ha sido desclasificado por completo sin identificarlo, identificando a
la fuente de Scherrer como agente en el servicio de inteligencia
presidencial de Argentina, la Secretaría de Inteligencia del Estado,
SIDE.
Este
documento: Memorando del FBI, “[Secuestro y asesinato de Jesus Cejas
Arias y Cresencio Galanena Hernandez]”, para el Embajador del Agregado
Legal, Secreto / Ojos Solamente, 19 de octubre de 1976.
Scherrer informa que los dos cuerpos del personal diplomático
cubano "fueron cementados en un gran tambor de almacenamiento y
arrojados al Río Lujan". La fuente de Scherrer estima que "Debido a que
Cejas y Galanena habían estado sumergidas en el agua durante un período
de tiempo tan considerable ... es es dudoso que se identifiquen ”. Los
restos fueron identificados en 2012 a través del ADN por el Equipo
Argentino de Antropología Forense.
Este
documento: Cable de la CIA, “Argentina: crítica [sobre] política blanda
hacia la subversión”, Secreto, 3 de diciembre de 1976.
La CIA informa que los poderosos comandantes militares, como
el jefe del general Guillermo Suárez Mason del Primer Cuerpo del
Ejército, el comandante del infame "Campo de Mayo", el general Santiago
Omar Riveros, junto con el jefe de la Policía de la Provincia de Buenos
Aires, todos estuvieron de acuerdo en "que es hora de dejar de ser tan
benévolos con los terroristas en el país y comenzar una guerra total
contra ellos". El jefe de la Bonaerense, Ramón Camps, afirma que
comenzará de inmediato una postura más dura y que "hasta nuevo aviso, no
quería prisioneros para interrogarlos, solo cadáveres". El informe de
la CIA señala que aunque algunas acciones recientes en la región de La
Plata contra los subversivos han sido legítimas , "otras han sido
fabricados ... diseñados para explicar el asesinato de prisioneros".
Este
documento: Informe de la CIA, Acuerdo de los países Cóndor´, mayo de
1976 para formar una unidad para operar contra izquierdistas en Francia,
Secreto, 16 de febrero de 1977.
Este informe de inteligencia de la CIA cuenta cómo, a fines
de mayo de 1976, los jefes de la policía secreta de los regímenes
militares del Cono Sur se reunieron en una cumbre clandestina del
"Cóndor" en Santiago, Chile, para crear una "nueva unidad, que recibió
el nombre en clave 'Teseo , ''en referencia a Teseo, el mítico Rey
griego de los atenienses y asesino heroico del Minotauro entre otros
enemigos. La misión de Teseo era realizar ataques físicos contra
objetivos subversivos" en el extranjero, particularmente militantes de
izquierda latinoamericanos en Europa.
Este
documento: Informe del FBI, “U.S. Crítica de Argentina por supuestas
violaciones de derechos humanos”, Secreto, 15 de junio de 1977.
En este informe al Director del FBI, Scherrer informa sobre
las objeciones de sus fuentes al nuevo énfasis de la administración de
Carter en los derechos humanos y los obstáculos creados por el "problema
de los derechos humanos" para recopilar información y mantener enlaces
de inteligencia. "Por esta razón, se ha puesto de manifiesto que los
funcionarios del gobierno argentino en Buenos Aires están siendo
extremadamente cautelosos, a fin de no divulgar información que podría
ser perjudicial para la Argentina en el área de derechos humanos".
Scherrer informó que había "logrado con éxito". evitar la falta de
cooperación por parte de sus contactos debido al problema de los
derechos humanos al señalar que él representa al FBI y que sus deberes
no incluyen la recopilación de información sobre los derechos humanos en
Argentina ”.
Este
documento: Informe de información de inteligencia de la CIA, texto del
acuerdo de los países del plan Cóndor que reglamentan sus metas
subversivas, 16 de agosto de 1977.
La CIA obtuvo el "texto del acuerdo de los países integrantes
del Plan Cóndor que regulan sus operaciones contra objetivos
subversivos", un documento de planificación integral sobre
financiamiento, personal, logística, capacitación y selección de
objetivos que revela los detalles banales y dramáticos de la
organización e implementación de Condor ". Operaciones del escuadrón de
la muerte de Teseo. La base de operaciones “Teseo” se ubicaría “en
Condor 1 (Argentina)”. Se esperaba que cada país miembro donara U$S
10,000 para compensar los costos operativos; y las cuotas de U$S 200 se
pagarían "antes del 30 de cada mes" para los gastos de mantenimiento del
centro de operaciones. Los gastos de los agentes en misiones de
asesinato en el extranjero se estimaron en U$S 3,500 por persona durante
diez días, "con un primer tiempo adicional de U$S 1000 para la
asignación de ropa".
Este
documento: Memorándum de la CIA, "Posibles ramificaciones políticas y de
seguridad de la Operación Cóndor", Secreto, 17 de agosto de 1976.
Esta nota desclasificada de la CIA escrita por el jefe de la
División del Hemisferio Occidental de la CIA, William Broe, revela que a
la CIA le preocupaba que tales operaciones tuvieran "repercusiones"
para sus propias relaciones con los servicios de inteligencia de Cóndor,
así como los servicios de inteligencia de Europa occidental.
Este
documento: Cable de información de inteligencia de la CIA, “Secuestro y
asesinato del embajador argentino en Venezuela por un grupo asociado con
la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) sin conocimiento
paralelo o autorización,” Secreto / Exclusivo para, 8 de septiembre de
1977.
Este cable de inteligencia de la CIA revela que los agentes
de la SIDE también desaparecieron y asesinaron al propio embajador de
Argentina en Venezuela, Héctor Hidalgo Sola, en julio de 1977. Las
fuentes de la CIA lo describieron como una operación deshonesta "para
exigir dinero de su familia". El equipo de la SIDE fue dirigido por
"Aníbal Gordon ”, pero también incluyó al yerno del ex director de SIDE,
Otto Paladino, según fuentes de la CIA.
Este
documento: Cable de información de inteligencia de la CIA, "Visita de
representantes de los servicios de inteligencia de Alemania Occidental,
Francia y el Reino Unido a Argentina para discutir métodos para el
establecimiento de una organización anti-subversiva similar a Condor",
Secreto, 7 de abril de 1978.
La CIA informa aquí que sus contrapartes europeas "creían que
era mejor si reunían sus recursos de inteligencia en una organización
cooperativa como el Plan Condor" para combatir mejor la amenaza del
terrorismo en el continente europeo y habían visitado Buenos Aires en
septiembre de 1977 para obtener más información. sobre “los aspectos de
gestión, administrativos y técnicos relacionados con el Cóndor”.
Este documento: Cable del Departamento de Estado, "Resumen de Derechos Humanos", Confidencial, 21 de julio de 1978.
Este resumen del Departamento de Estado de violaciones de
derechos humanos en Argentina cita la tortura de un psicólogo, confinado
a una silla de ruedas debido a la polio, que fue "interrogado con
picana eléctrica con el único propósito de obtener información sobre uno
de sus pacientes. El mismo informe reveló que los militares argentinos
utilizaron inyecciones de un potente anestésico, Ketalar, en las
víctimas capturadas, que luego fueron "eliminadas en los ríos o en el
océano".
Este documento: Informe de la CIA, "[Informe sobre la Junta Coordinación Revolucionaria (JCR)]" Secreto, 25 de julio de 1978
Este informe describe a la Junta de Coordinación
Revolucionaria [JCR] como "una organización paraguas para coordinar las
operaciones regionales" de los grupos de liberación, que pasó del apoyo a
la acción de la guerrilla a realizar operaciones de propaganda en
Europa.
Este
documento: Cable de la CIA, “Argentina / Brasil: Muerte del líder de
Montonero Norberto Habegger,” Secreto / Exclusivo para, 12 de abril de
1979.
Norberto Habbeger desapareció en Brasil en 1978 y no se supo
más de él. Este cable de la CIA revela que "fue ejecutado a fines de
noviembre o principios de diciembre de 1978 por orden del Jefe de la
sección de contrainteligencia del Servicio de Inteligencia del Ejército
Argentino (SIE)".
Este
documento: Cable de la CIA, “Argentina: interrogatorio y asesinato de al
menos nueve subversivos”, Secreto / Exclusivo para el 21 de mayo de
1983.
Este escalofriante documento informa que, solo unos meses
antes de la transición a la presidencia democrática de Raúl Alfonsín a
fines de 1983, el aparato de seguridad continuó con su programa de
asesinatos.
Utilizando eufemismos para la tortura, el informe dice: “A
principios de abril ... seis o siete fueron detenidos y ampliamente
interrogados. Luego fueron asesinados". Dice que la información obtenida
en esa operación" llevó a la captura de Raúl Yaeger ... [después de que
fue interrogado, fue asesinado en falso tiroteo, en Córdoba el 30 de
abril ".
Este
documento: Informe de la CIA, "Antecedentes de la desaparición en agosto
de 1976 de dos hombres de seguridad de la Embajada de Cuba", Secreto,
27 de julio de 1985.
Este informe de la CIA dice que Jesús Cejas Arias y Cresencio
Galanena Hernández, dos miembros de la Embajada de Cuba secuestrados,
torturados y ejecutados por agentes de la SIDE, fueron “torturados en el
centro de detención durante cuarenta y ocho horas. Luego fueron
asesinados y sus cuerpos arrojados en el río Paraná. "La CIA identificó a
uno de los agentes de la SIDE por su alias,"Anibal Gordon".
Ahí están las pruebas. Los genocidas deben cumplir sus condenas en cárcel común.
Documentos desclasificados por EE.UU. revelan que Argentina era la sede principal del Plan Cóndor
Publicado: 15 abr 2019 16:48 GMT | Última actualización: 15 abr 2019 18:48 GMT - RT
La operación, organizada desde el país
norteamericano y llevada a cabo por los Gobiernos militares de
Sudamérica, tenía como objetivo acabar con los opositores políticos.
La reciente entrega
de archivos desclasificados sobre la última dictadura argentina revela
que Buenos Aires funcionó como sede regional del Plan Cóndor, un sistema
continental organizado desde EE.UU. y llevado a cabo por los Gobiernos
militares de Sudamérica que se caracterizó por el exterminio y las desapariciones forzadas de opositores políticos.
Desde las oficinas de Inteligencia estadounidenses afirman que nunca antes se había entregado un volumen de archivos tan grande a otro país: son 49.000 páginas que ya están en manos de las autoridades argentinas y se espera que ayuden a conocer más información sobre los tiempos del terrorismo de Estado. Solo en ese país del Cono Sur, los organismos de derechos humanos calculan que desaparecieron 30.000 personas entre 1976 y 1983, y muchas familias todavía no localizaron los restos de sus seres queridos o no saben cómo fueron asesinados.
La divulgación es histórica porque deja en evidencia el trasfondo burocrático de las dictaduras de Chile, Paraguay, Bolivia, Brasil, Uruguay y Argentina, donde funcionaba una central administrativa que organizaba los crímenes de lesa humanidad. En los papeles, Washington se refería al Plan Cóndor como 'Operación Teseo', aunque también hablaba de 'Cóndor 1' cuando mencionaba a Buenos Aires. Allí, los delegados de los Gobiernos de facto se reunían para coordinar los operativos de los grupos de tareas, es decir, unidades al servicio de las dictaduras para secuestrar o atacar a blancos definidos.
En
las reuniones se discutía sobre el costo político de las operaciones y
cuáles eran los mejores momentos para concretarlas. Si no había
consenso, se libraban actas para cada país participante, pero si había
acuerdo sobre las víctimas escogidas, comenzaban los operativos de las
violaciones a los derechos humanos en la región, con el aval de la Casa
Blanca. En concreto, los archivos reflejan que aquellos países
latinoamericanos firmaron un acuerdo de cooperación para implementar "operaciones contra blancos subversivos". Brasil y Bolivia, que también eran gobernados por dictaduras, participaban con menos intensidad en el entramado continental.
Una vez que el Centro de Operaciones escogía a los destinatarios de sus planes, los servicios locales de Inteligencia tenían la misión de identificarlos, localizarlos, seguirlos, informar a la base argentina y luego retirarse. Solo un miembro del equipo de Inteligencia estaba autorizado a comunicarse con el Centro.
Acto seguido, los equipos de operaciones tenían que "ejecutar al blanco" manteniendo tres pasos fundamentales: "A, interceptar el blanco, B, cumplir la operación y, C, escapar".
Desde las oficinas de Inteligencia estadounidenses afirman que nunca antes se había entregado un volumen de archivos tan grande a otro país: son 49.000 páginas que ya están en manos de las autoridades argentinas y se espera que ayuden a conocer más información sobre los tiempos del terrorismo de Estado. Solo en ese país del Cono Sur, los organismos de derechos humanos calculan que desaparecieron 30.000 personas entre 1976 y 1983, y muchas familias todavía no localizaron los restos de sus seres queridos o no saben cómo fueron asesinados.
La divulgación es histórica porque deja en evidencia el trasfondo burocrático de las dictaduras de Chile, Paraguay, Bolivia, Brasil, Uruguay y Argentina, donde funcionaba una central administrativa que organizaba los crímenes de lesa humanidad. En los papeles, Washington se refería al Plan Cóndor como 'Operación Teseo', aunque también hablaba de 'Cóndor 1' cuando mencionaba a Buenos Aires. Allí, los delegados de los Gobiernos de facto se reunían para coordinar los operativos de los grupos de tareas, es decir, unidades al servicio de las dictaduras para secuestrar o atacar a blancos definidos.
La organización
El Centro de Operaciones localizado en Argentina funcionaba de 9:30 a 12:30, tenía un descanso de dos horas, y continuaba sus funciones de 14:30 a 19:30 (hora local). Estaba conformado por agentes de los servicios de Inteligencia sudamericanos, y cada país enviaba un mínimo de cuatro miembros. Así, cada una de las dictaduras participantes se comprometió a colocar 10.000 dólares en el Centro al comienzo del Plan Cóndor y debían sumar una cifra similar al final de cada operativo criminal, en un plazo no mayor a los 15 días. Además, para el funcionamiento de la sede añadían un monto mensual simbólico de 200 dólares.- El sueldo de los grupos de tareas
- Definición de blancos
Una vez que el Centro de Operaciones escogía a los destinatarios de sus planes, los servicios locales de Inteligencia tenían la misión de identificarlos, localizarlos, seguirlos, informar a la base argentina y luego retirarse. Solo un miembro del equipo de Inteligencia estaba autorizado a comunicarse con el Centro.
Acto seguido, los equipos de operaciones tenían que "ejecutar al blanco" manteniendo tres pasos fundamentales: "A, interceptar el blanco, B, cumplir la operación y, C, escapar".
URUGUAY
Montevideo, 18 abril, 2019
Documento de EEUU comprueba el asesinato de Gerardo Gatti y León Duarte
Además,
el documento contiene los nombres de otros 20 integrantes del Partido
por la Victoria del Pueblo (PVP) en Buenos Aires, junto a la indicación
“tal como se trata a todos los prisioneros en la Argentina, el plan para
esta gente es que van a ser asesinadas”.
El
director del proyecto Cono Sur del Archivo de Seguridad Nacional de la
Universidad George Washington, Carlos Osorio, dijo que en breve se dará a
conocer un documento desclasificado que ratifica la participación de la
policía federal argentina, la SIDE argentina y el SID uruguayo en el
asesinato de Gerardo Gatti y León Duarte (desaparecidos) y el secuestro
de 20 integrantes del Partido por la Victoria del Pueblo (PVP) en Buenos
Aires y su traslado a Uruguay.
Osorio detalló en una entrevista con el programa Latitudes de Radio Uruguay que en el documento, fechado el 26 de julio de 1976, se confirma la coordinación con la CIA y el departamento de Estado de los Estados Unidos. Se dan nombres de los prisioneros y agrega “tal como se trata a todos los prisioneros en la Argentina, el plan para esta gente es que van a ser asesinadas”.
Por otra parte, el documento hace referencia al senador Zelmar Michelini y está fechado días antes de su asesinato. Sobre este punto, Osorio dijo que habrá que estudiar cómo estas personas lograron volver a Uruguay.
De acuerdo a las palabras de Osorio, en el documento sobre Uruguay no figuran nombres propios de los militares y policías implicados sino los nombres de las instituciones que participan tanto de Argentina como de Uruguay.
El documento relata que son 30 los prisioneros uruguayos del PVP en la operación, pero son 24 los sobrevivientes que son trasladados en julio a Uruguay, y además, indica que estos mismos 30 prisioneros aparecen en un documento que redacta el departamento de Estado norteamericano en el que señalan que los asesinatos no son aceptables.
En un párrafo en el cual se dirigen a Argentina, se puede leer: “sabemos que están implicados en la operación Cóndor, la coordinación de seguridad es natural entre países (…) en particular ustedes tienen que garantizar la sobrevivencia de 30 uruguayos”,
Una nota del secretario de Estado Henry Kissinger con fecha del 17 de setiembre de 1976, deja claro que este procedimiento fue detenido, por lo que las personas de la segunda redada de uruguayos en setiembre de 1976 seguramente fueron asesinadas.
Duarte y Gatti fueron fundadores de la Convención Nacional de Trabajadores (CNT) en 1966 y como tales participaron de la dirección de la huelga general de junio de 1973 contra el golpe de Estado.
Osorio detalló en una entrevista con el programa Latitudes de Radio Uruguay que en el documento, fechado el 26 de julio de 1976, se confirma la coordinación con la CIA y el departamento de Estado de los Estados Unidos. Se dan nombres de los prisioneros y agrega “tal como se trata a todos los prisioneros en la Argentina, el plan para esta gente es que van a ser asesinadas”.
Por otra parte, el documento hace referencia al senador Zelmar Michelini y está fechado días antes de su asesinato. Sobre este punto, Osorio dijo que habrá que estudiar cómo estas personas lograron volver a Uruguay.
De acuerdo a las palabras de Osorio, en el documento sobre Uruguay no figuran nombres propios de los militares y policías implicados sino los nombres de las instituciones que participan tanto de Argentina como de Uruguay.
El documento relata que son 30 los prisioneros uruguayos del PVP en la operación, pero son 24 los sobrevivientes que son trasladados en julio a Uruguay, y además, indica que estos mismos 30 prisioneros aparecen en un documento que redacta el departamento de Estado norteamericano en el que señalan que los asesinatos no son aceptables.
En un párrafo en el cual se dirigen a Argentina, se puede leer: “sabemos que están implicados en la operación Cóndor, la coordinación de seguridad es natural entre países (…) en particular ustedes tienen que garantizar la sobrevivencia de 30 uruguayos”,
Una nota del secretario de Estado Henry Kissinger con fecha del 17 de setiembre de 1976, deja claro que este procedimiento fue detenido, por lo que las personas de la segunda redada de uruguayos en setiembre de 1976 seguramente fueron asesinadas.
Duarte y Gatti fueron fundadores de la Convención Nacional de Trabajadores (CNT) en 1966 y como tales participaron de la dirección de la huelga general de junio de 1973 contra el golpe de Estado.
Documentos desclasificados confirman coordinación represiva en asesinatos de Gatti y Duarte
El director del proyecto Cono Sur del Archivo de Seguridad Nacional de la Universidad George Washington, Carlos Osorio, informó que según documentos desclasificados de los Estados Unidos, la Secretaría de Inteligencia del Estado (SIDE) de Argentina y el Servicio de Información de Defensa (SID) de Uruguay participaron en los asesinatos de Zelmar Michelini, Gerardo Gatti y León Duarte y en el secuestro de 30 integrantes del Partido por la Victoria del Pueblo (PVP) en Buenos Aires y su posterior traslado a Uruguay.
COORDINACIÓN REPRESIVA
17 de abril de 2019, 21:49hs - LR21
El pasado sábado 13 de abril, Estados Unidos entregó a Argentina la última tanda de documentos secretos desclasificados sobre la dictadura cívico-militar que comenzó 1976, en los que se revelan detalles del Plan Cóndor de coordinación represiva de los gobiernos dictatoriales del Cono Sur.
En el documento se incluye material aportado por el Departamento de Estado y agencias de seguridad e inteligencia, tales como el FBI y la CIA.
Se indica que la Policía secreta de las seis dictaduras del Cono Sur (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay) se reunieron en mayo de 1976 en Santiago de Chile para crear una “nueva unidad destinada a exterminar a los izquierdistas en Europa y países de Latinoamérica”. Dicha unidad fue denominada “Teseo”.
Además, se indica que ambas secretarías coordinaron el asesinato de Rafael Michelini, Gerardo Gatti y León Duarte.
También se expresa que una de las personas capturadas fue Margarita Michelini, hija de Zelmar Michelini.
El pasado sábado 13 de abril, Estados Unidos entregó a Argentina la última tanda de documentos secretos desclasificados sobre la dictadura cívico-militar que comenzó 1976, en los que se revelan detalles del Plan Cóndor de coordinación represiva de los gobiernos dictatoriales del Cono Sur.
En el documento se incluye material aportado por el Departamento de Estado y agencias de seguridad e inteligencia, tales como el FBI y la CIA.
Se indica que la Policía secreta de las seis dictaduras del Cono Sur (Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay) se reunieron en mayo de 1976 en Santiago de Chile para crear una “nueva unidad destinada a exterminar a los izquierdistas en Europa y países de Latinoamérica”. Dicha unidad fue denominada “Teseo”.
Asesinatos
Entretanto, en las últimas horas el director del proyecto Cono Sur del Archivo de Seguridad Nacional de la Universidad George Washington, Carlos Osorio, dijo al programa Latitudes de radio Uruguay que en los próximos días se publicará un documento fechado el 26 de julio de 1976 en el cual se expresa que la Policía Federal Argentina en coordinación con el SIDE argentina y el SID de Uruguay arrestaron a 30 uruguayos miembros del PVP, de los cuales 24 sobrevivieron y fueron trasladados a Uruguay.Además, se indica que ambas secretarías coordinaron el asesinato de Rafael Michelini, Gerardo Gatti y León Duarte.
También se expresa que una de las personas capturadas fue Margarita Michelini, hija de Zelmar Michelini.