Se iniciará una investigación sobre el extremismo y la supremacía blanca en el Ejército de EE.UU. tras los disturbios en el Capitolio
La Oficina del Inspector General del Departamento de Defensa de EE.UU. anunció que este enero planea comenzar una evaluación de políticas y programas destinados a eliminar el "extremismo ideológico dentro de las Fuerzas Armadas" del país.
"Nuestro objetivo es determinar en qué medida el Departamento de Defensa y los Servicios Militares han implementado políticas y procedimientos que prohíben la defensa activa y la participación activa relacionada con supremacistas, extremistas o doctrinas, ideologías o causas de pandillas criminales por parte del personal militar en servicio activo", reza un comunicado publicado en el sitio web de la oficina.
Desde el Pentágono agregaron que "no hay lugar en el Departamento de Defensa para quienes defienden puntos de vista extremistas".
"A raíz del asedio del Capitolio de los Estados Unidos el 6 de enero, los funcionarios del Departamento de Defensa volvieron a enfatizar que el departamento tiene tolerancia cero para los miembros del servicio o empleados involucrados en el extremismo, la supremacía blanca o que pertenezcan a organizaciones que buscan revocar la Constitución de Estados Unidos", prosigue el texto.
Gary Reed, director de inteligencia de defensa y contrainteligencia, aplicación de la ley y seguridad, indicó que "se está haciendo todo lo posible para eliminar el extremismo en el Departamento de Defensa", ya que "no se tolera el extremismo de ningún tipo" en la institución militar.
Se destaca que algunos de los manifestantes que irrumpieron en el Capitolio el 6 de enero eran veteranos de guerra y que también pudo haber miembros en servicio activo entre la multitud. Reed aseguró que el Pentágono trabaja "muy de cerca con el FBI para identificar a cualquier personal militar actual o retirado involucrado en comportamientos extremistas domésticos".
Por su parte, el secretario interino de Defensa, Chris Miller, ordenó una revisión de todas las políticas, leyes o reglamentos relacionados con la participación de militares en organizaciones extremistas.
El asalto de la semana pasada al Congreso estadounidense dejó un saldo de cinco personas muertas, entre ellas Ashli Babbitt, una veterana de la Fuerza Aérea con 14 años de servicio, quien recibió un disparo en el pecho.
Apartan a 12 miembros de la Guardia Nacional de la investidura de Biden por supuestos lazos con el extremismo
Doce miembros de la Guardia Nacional del Ejército de EE.UU. han sido apartados del operativo que garantizará la seguridad durante la toma de posesión de Joe Biden este 20 de enero, después de que una investigación descubriera que mantienen vínculos con grupos de extrema derecha o que publicaron opiniones extremistas en línea, informa AP citando fuentes militares y de inteligencia familiarizadas con el asunto.
Las fuentes —un alto cargo de inteligencia y un oficial del Ejército— no precisaron a qué supuesto grupo marginal pertenecían los efectivos ni en qué unidad servían. Por otro lado, indicaron que no se detectó ninguna amenaza para el presidente electo.
"Debido a la seguridad operativa, no discutimos el proceso ni el resultado del proceso de investigación de los miembros militares que apoyan la investidura", comunicó, por su parte, el Servicio Secreto.
Preparativos de seguridad sin precedentes
El Pentágono ha estado investigando a los 25.000 miembros de la Guardia Nacional que han sido enviados a Washington para reforzar la seguridad de la investidura. Según AP, los representantes de defensa de EE.UU. estaban preocupados ante un posible ataque interno u otra amenaza de los miembros del servicio, después de que el pasado 6 de enero una multitud de partidarios de de Donald Trump asaltaran el Capitolio.
La noticia de los 12 miembros de la Guardia Nacional retirados de la misión se conoce el mismo que el Departamento de Justicia informó que los arrestos derivados del asalto superaron los 100. Tras la violencia del 6 de enero, que costó la vida a cinco personas, se reforzaron los preparativos de seguridad hasta un nivel sin precedentes en vísperas de la ceremonia del miércoles.
Dos oficiales de la Policía del Capitolio fueron suspendidos y al menos otros 10 están bajo investigación por su supuesto papel en el asalto
Dos oficiales de la Policía del Capitolio de EE.UU. fueron suspendidos y al menos 10 más están siendo investigados por presunta mala conducta durante los disturbios del pasado 6 de enero, comunicó este lunes el congresista demócrata Tim Ryan, informa la CNN.
Uno de los agentes despedidos se hizo un selfi con uno de los asaltantes, mientras otro se puso una gorra con el eslogan 'Make America Great Again' ('Hagamos a EE.UU. grande otra vez') y hasta guió a la turba por el Capitolio, afirmó el representante demócrata del estado de Ohio, quien preside uno de los comités que supervisan a la Policía del Capitolio, sin revelar la identidad de los involucrados.
El congresista no detalló cuántos oficiales más están siendo investigados, pero confirmó que son entre 10 y 15, tampoco explicó por qué están bajo investigación, excepto que fue por su comportamiento durante los disturbios.
Entre tanto, un asistente de la Cámara dijo que hay unos 17 agentes bajo investigación con relación a ocho casos por la irrupción en el Capitolio.
"El punto principal es que la Policía del Capitolio está buscando a todos los involucrados que podrían haber ayudado en un nivel grande o pequeño" al asalto, afirmó Ryan, citado por NBC News.
El asalto de la semana pasada al Congreso estadounidense dejó cinco personas muertas, entre ellas Ashli Babbitt, una veterana de la Fuerza Aérea con 14 años de servicio, quien recibió un disparo en el pecho; así como Brian Sicknick, un oficial de la Policía del Capitolio.
Aunque la sesión del Congreso tuvo que ser suspendida, horas después se retomó y fue ratificada la victoria de Biden, quien recibió 306 de los 538 votos electorales, mientras que Trump obtuvo 232.
La insurrección en el edificio del Congreso pone de relieve la creciente radicalización de los agentes de policía blancos de derecha
Al
menos 28 agentes de las fuerzas de seguridad provenientes de todo
Estados Unidos participaron en el acto del 6 de enero organizado por
Trump en Washington que desembocó en el ataque al edificio del Congreso
de Estados Unidos. Algunos de ellos llegaron incluso a jactarse en las
redes sociales de haber participado en el motín que dejó un saldo de
cinco personas muertas. Albert Samaha, periodista de investigación del
medio BuzzFeed News, dice que el hecho de que en la insurrección hayan
participado agentes de policía que estaban fuera de servicio refleja un
problema creciente de radicalización de derecha en las filas policiales,
problema que, según afirman los agentes negros, los altos mandos no han
abordado. Samaha dice que, si bien “la ideología supremacista blanca en
las fuerzas de seguridad es tan antigua como las fuerzas de seguridad
en Estados Unidos”, hubo un marcado cambio en el tono y las actitudes
entre los agentes de policía luego del levantamiento de Ferguson en 2014
contra la brutalidad policial. Samaha afirma que el fuerte apoyo de
Donald Trump a la policía frente a las denuncias de faltas graves y
violencia sistémica les dio a los agentes una nueva licencia para
expresar opiniones fanáticas y extremistas. “Algo se corrió y, de
repente, esas opiniones se volvieron aceptables en los vestidores”,
dice.
Para ampliar esta información, vea (en inglés) la conversación que mantuvimos con Albert Samaha.
Fiscales afirman que algunos de los involucrados en el asalto al Capitolio tenían la intención de "capturar y asesinar a funcionarios electos"
Los fiscales federales estadounidenses afirmaron este jueves que algunos de los involucrados en el asalto al Capitolio del pasado miércoles tenían la intención de "capturar y asesinar a funcionarios electos", recoge Reuters.
Estas declaraciones fueron presentadas en un expediente judicial que solicita la detención de Jacob Chansley, fotografiado con pieles y cuernos mientras se encontraba en el escritorio del vicepresidente Mike Pence en el Senado.
De acuerdo con este documento, Chansley, que debe comparecer ante un tribunal federal el viernes, dejó una nota para Pence con la advertencia: "Es solo cuestión de tiempo, la justicia está llegando". "Hay pruebas sólidas, incluidas las propias palabras y acciones de Chansley en el Capitolio, que respaldan que la intención de los alborotadores del Capitolio era capturar y asesinar a funcionarios electos del Gobierno de EE.UU.", declararon los fiscales.
Chansley enfrenta cargos que "involucran la participación activa en una insurrección que intentaba derrocar violentamente al Gobierno de EE.UU.". Los fiscales sugieren que el hombre de Arizona sufre de abuso de drogas, una enfermedad mental y además presenta "un grave riesgo de fuga". "Chansley ha hablado abiertamente sobre su creencia de que es un extraterrestre, un ser superior, y que está aquí en la Tierra para ascender a otra realidad", escribieron.
Previamente, Chansley solicitó al mandatario saliente Donald Trump que le conceda el perdón presidencial.
Por otra parte, los fiscales advirtieron también que la "insurrección aún está en curso" mientras las fuerzas del orden se preparan para más manifestaciones antes del día de investidura de Biden el próximo 20 de enero.
Entre tanto, el periódico The New York Times informó que el FBI está investigando a 37 personas en relación con el asesinato del policía Brian Sicknick, quien falleció un día después de interactuar físicamente con la multitud que asaltó el Capitolio.
Asalto al Capitolio
El 6 de enero, partidarios de Donald Trump irrumpieron a la fuerza en el edificio del Capitolio de EE.UU. en Washington, lo que llevó a la suspensión de la sesión bicameral del Congreso para contar y ratificar los votos electorales que debían dar oficialmente la victoria presidencial a Joe Biden. Los líderes del Congreso fueron evacuados a consecuencia de los disturbios. Como resultado del asalto murieron cinco personas, incluido un oficial de Policía.
Cuando se restableció el orden, la Cámara de Representantes y el Senado ratificaron la victoria de Biden.
La ciudad de San Francisco declara a la Asociación del Rifle de EE.UU. como una organización de "terrorismo doméstico"
La Junta de Supervisores de la ciudad de San Francisco, en el norte de California, EE.UU., aprobó por unanimidad una resolución que declara a la Asociación Nacional del Rifle (NRA) como una organización de "terrorismo doméstico" y pide a otros municipios a seguir su ejemplo.
La medida aprobada el martes, según The Washington Post, califica a la NRA como una organización de "terrorismo doméstico" por incitar a los propietarios de las armas a actos de violencia, desinformar y difundir la posesión y el uso de ellas.
"Todos los países tienen personas violentas y con odio, pero solo en Estados Unidos les damos acceso inmediato a armas de asalto y de gran capacidad gracias, en gran parte, a la influencia de la Asociación Nacional del Rifle", se lee en el texto de la resolución, recogido por The Hill.
"La NRA conspira para limitar la investigación sobre la violencia armada y restringir el intercambio de datos sobre esta", dijo la supervisora Catherine Stefani al presentar la resolución que, apunta el medio especializado, no tiene peso legal.
"Lo más importante, (la NRA) trata de bloquear cada pieza de legislación sensata para la prevención de la violencia armada propuesta en cualquier nivel, sea local, estatal o federal", agregó Stefani.
La NRA emprendió una campaña de defensa a través de Twitter calificando la resolución como "un asalto imprudente contra una organización respetuosa de la ley", y "un truco" para distraer la atención.
La votación se dio tres días después que un hombre matara a 7 personas en Odessa, en Texas, y a un mes del tiroteo que dejó 22 muertos en una tienda de la cadena Walmart en El Paso. Además, se cuentan las víctimas de la reciente masacre en la ciudad de Dayton (Ohio), que dejó al menos nueve muertos y decenas de heridos, y el terror por un tiroteo mortal que tuvo lugar en Chicago.
Apenas el pasado 21 de agosto, medios estadounidenses informaron que el presidente Donald Trump descarta introducir verificaciones universales para endurecer el control de armas, pese a la serie de tiroteos registrados en el último mes.
Los ataques de El Paso y Dayton se encuentran entre los tres tiroteos más mortíferos en EE.UU. en lo que va de 2019.
Hasta el 5 de agosto, en 2019 se habían registrado más tiroteos masivos que días transcurridos: 251 ataques en 216 días, de acuerdo con datos de la organización sin fines de lucro Gun Violence Archive.
Captan a un aliado de Trump portando unas notas en las que sugeriría aplicar "la ley marcial si es necesario" durante una visita a la Casa Blanca
Mike Lindell, director ejecutivo de la compañía My Pillow y uno de los aliados del presidente estadounidense, Donald Trump, acudió este viernes a una reunión en la Casa Blanca con unas hojas en las que se mencionaba la posibilidad de imponer "la ley marcial si es necesario". El contenido de los documentos fue captado por un fotógrafo del Washington Post.
En la foto no se puede ver todo el texto de una de las notas, pero algunas frases son visibles. "La Ley de Insurrección [una legislación de 1807 que permite al presidente usar al Ejército para la aplicación de la ley nacional] ahora como resultado del asalto" y "la ley marcial si es necesario", se lee en una hoja.
Asimismo, una frase, presuntamente, recomienda nombrar a Kash Patel, que actualmente se desempeña como jefe de Estado Mayor en el Departamento de Defensa, director interino de la CIA.
Independent recoge que la noticia se produce después de que en diciembre pasado Lindell publicara en su cuenta de Twitter el llamamiento a imponer la ley marcial en 7 estados clave en los que Joe Biden ganó las presidenciales.
"¡Donald Trump, por favor, imponga la ley marcial en estos 7 estados y consiga las máquinas/papeletas!", escribió en el mensaje, en el que también atacó al gobernador de Arizona, Doug Ducey, y al gobernador de Georgia, Brian Kemp, acusando a este último de ser "corrupto".
Sin embargo, el tuit fue eliminado una hora después de su publicación.
"Todas las opciones sobre la mesa": La Justicia de EE.UU. podría acusar de sedición e insurrección a los atacantes del Capitolio
Más de 90 personas han sido arrestadas en relación con los desmanes producidos este miércoles en el Capitolio de EE.UU., y algunas podrían enfrentar cargos por disturbios, insurrección y conspiración sediciosa, según dijeron este jueves funcionarios del Departamento de Justicia.
Por ahora, los cargos contra los involucrados apuntan a "acceso no autorizado y robo de propiedad", pero "todas las opciones están sobre la mesa", incluyendo acusaciones por disturbios, conspiración sediciosa e insurrección, señaló el fiscal federal interino del Distrito de Columbia, Michael Sherwin, durante una rueda de prensa.
Hasta el momento se han presentado cargos contra unas 40 personas. Uno de los detenidos portaba "un arma automática de estilo militar y 11 cócteles molotov".
Sherwin añadió que durante los actos de violencia fueron robados algunos dispositivos electrónicos de las oficinas de los senadores, lo que podría poner en peligro la seguridad nacional, recoge Reuters.
"Eso podría tener implicaciones potenciales para la seguridad nacional", aseguró, aunque admitió que, si hubo un daño, de momento "no sabemos el alcance".
Por su parte, el fiscal general interino, Jeffrey Rosen, calificó en un comunicado el asalto al Capitolio como un "ataque al Gobierno y al Estado de derecho", y prometió que cada uno de los involucrados "enfrentará todas las consecuencias de sus acciones".
Cientos de partidarios del presidente saliente, Donald Trump, traspasaron el miércoles el perímetro exterior del Capitolio y algunos de ellos lograron irrumpir en el edificio.
El asalto a la sede legislativa tuvo como objetivo interrumpir el conteo de votos electorales para certificar el triunfo de Joe Biden en los comicios presidenciales de noviembre, e insistir en un presunto fraude en esas elecciones. Los disturbios han dejado cuatro personas fallecidas.
Donald Trump será acusado de “incitación a la insurrección” en el ‘impeachment’
Mike Pence y Donald Trump. Foto tomada de CNN.
Los demócratas del Congreso comienzan su campaña para obligar al presidente Donald Trump a dejar el cargo esta semana, y se espera una votación en la Cámara sobre los artículos de juicio político para el miércoles que podrían convertirlo en el único presidente en la historia de Estados Unidos en ser acusado dos veces.
“Es importante que actuemos, y es importante que actuemos de una manera muy seria y deliberativa” , dijo a CNN el lunes el representante Jim McGovern, presidente del Comité de Reglas. “Esperamos esto en el piso el miércoles. Y espero que pase”.
Miles de partidarios de Trump irrumpieron en el Capitolio la semana pasada, dispersando a los legisladores que estaban certificando la victoria electoral del presidente electo demócrata Joe Biden, en un desgarrador asalto al centro de la democracia estadounidense que dejó cinco muertos.
La violencia se produjo después de que Trump instó a sus partidarios a marchar hacia el Capitolio en un mitin donde repitió afirmaciones falsas de que su contundente derrota electoral era ilegítima. La presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, muchos de sus compañeros demócratas y un puñado de republicanos dicen que no se debe confiar en que Trump cumpla su mandato, que finaliza el 20 de enero.
“Al proteger nuestra Constitución y nuestra Democracia, actuaremos con urgencia, porque este presidente representa una amenaza inminente para ambos”, escribió Pelosi a sus compañeros demócratas de la Cámara el domingo.
Decenas de personas que atacaron a agentes de policía, robaron computadoras y rompieron ventanas en el Capitolio fueron arrestadas por su papel en la violencia y los funcionarios abrieron 25 investigaciones de terrorismo doméstico.
Trump reconoció que una nueva administración asumiría el cargo el 20 de enero en una declaración en video después del ataque, pero no ha aparecido en público. Twitter y Facebook han suspendido sus cuentas, citando el riesgo de que incite a la violencia.
Cuando la Cámara se reúna a las 11 am (1600 GMT) del lunes, los legisladores presentarán una resolución pidiendo al vicepresidente Mike Pence que invoque la 25a Enmienda de la Constitución de los Estados Unidos, nunca utilizada, que permite al vicepresidente y al gabinete destituir a un presidente, considerado no apto para realizar el trabajo. Se espera una votación registrada el martes.
McGovern dijo que esperaba que los legisladores republicanos se opusieran a la solicitud de invocar la Enmienda 25 de la Constitución para destituir a Trump. En ese caso, dijo, su comité proporcionará una regla para llevar esa legislación a la Cámara para su votación y, 24 horas después, el comité presentará otra resolución para tratar el juicio político.
“Lo que hizo este presidente es inconcebible, y debe rendir cuentas”, dijo McGovern.
Pence estaba en el Capitolio junto con su familia cuando los partidarios de Trump atacaron, y él y Trump actualmente no están hablando. Pero los republicanos han mostrado poco interés en invocar la 25ª Enmienda. La oficina de Pence no respondió a las preguntas sobre el tema. Una fuente dijo la semana pasada que se oponía a la idea.
Posible cargo de insurrección
La presidenta de la Cámara Baja, Nancy Pelosi. Foto: El País.
Si Pence no actúa, Pelosi dijo que la Cámara podría votar para acusar a Trump por un solo cargo de insurrección. Los asesores del líder republicano de la Cámara de Representantes, Kevin McCarthy, que votó en contra de reconocer la victoria de Biden, no respondieron a una solicitud de comentarios.
Los demócratas de la Cámara de Representantes acusaron a Trump en diciembre de 2019 por presionar a Ucrania para que investigara a Biden, pero el Senado controlado por los republicanos votó para no condenarlo.
El último esfuerzo de los demócratas para expulsar a Trump también enfrenta grandes probabilidades de éxito sin el apoyo bipartidista. Hasta ahora, sólo cuatro legisladores republicanos han dicho públicamente que Trump no debería cumplir los nueve días restantes de su mandato.
Los legisladores que redactaron el cargo de juicio político dicen que han contado con el apoyo de al menos 200 de los 222 demócratas de la cámara, lo que indica fuertes probabilidades de aprobación. Hasta ahora, Biden no ha intervenido en el juicio político, diciendo que es un asunto del Congreso.
Incluso si la Cámara destituye a Trump por segunda vez, el Senado no se hará cargo de los cargos hasta el 19 de enero como mínimo, el último día completo de Trump en el cargo.
Un juicio político ataría al Senado durante las primeras semanas en el cargo de Biden, evitando que el nuevo presidente instale secretarios de gabinete y actúe sobre prioridades como el alivio del coronavirus.
El representante Jim Clyburn, el demócrata No. 3 de la Cámara, sugirió que su cámara podría evitar ese problema esperando varios meses para enviar el cargo de juicio político al Senado.
Trump ya habría desaparecido para entonces, pero una condena podría llevarlo a que se le impida postularse para presidente nuevamente en 2024.
Los votos también obligarían a los republicanos de Trump a defender nuevamente su comportamiento.
Varias corporaciones estadounidenses prominentes, incluidas Marriott International Inc y JPMorgan Chase & Co, han dicho que suspenderán las donaciones a los casi 150 republicanos que votaron en contra de certificar la victoria de Biden, y más están considerando ese paso.
Washington permanece en alerta máxima antes de la investidura de Biden. El evento tradicionalmente atrae a cientos de miles de visitantes a la ciudad, pero se ha reducido drásticamente debido a la furiosa pandemia de COVID-19.
El líder demócrata del Senado, Chuck Schumer, quien se convertirá en líder de la mayoría después de que Biden y la vicepresidenta electa Kamala Harris sean investidos y los dos nuevos senadores demócratas de Georgia estén sentados, dijo el domingo que la amenaza de los grupos extremistas violentos sigue siendo alta.
(Con información de Reuters)
Un nuevo video desde el interior del Capitolio muestra cómo asaltantes rebuscan entre documentos de legisladores y se sientan en la silla de Pence
El diario The New Yorker publicó este domingo un video que muestra lo ocurrido dentro del Capitolio el 6 de enero, cuando la sede del Congreso estadounidense fue asaltada por seguidores de Donald Trump.
Al principio de la grabación, de más de 12 minutos, hecha por el corresponsal de guerra Luke Mogelson, se puede ver cómo la multitud de manifestantes irrumpió en el Capitolio no solo a través de las puertas, sino también por ventanas rotas. "Son superados en número", exclamó uno de los asaltantes, dirigiéndose a un grupo de policías que trató de contener a la multitud en un pasillo. El desconocido gritó que "un millón" de manifestantes está allá afuera y "están escuchando a Trump". Los uniformados retrocedieron y permitieron que los alborotadores llegaran a una escalera, a lo que uno de los intrusos afirmó: "¡Los queremos, chicos! ¡Tómenlo con calma!".
En otro momento, la multitud fue grabada correando "¡Traición!" y otro fragmento muestra la llegada de un grupo al Senado. "¡Toc-toc! ¡Estamos aquí!", se puede escuchar a un hombre, mientras que algunas personas, al encontrar la sala vacía, preguntan sobre el paradero de los legisladores.
Numerosos asaltantes rebuscaron entre los documentos de los legisladores, se tomaron fotos y uno afirmó que debía haber algo que pudieran usar "contra estos cabrones".
En el video se puede observar también a Jacob Anthony Chansley, alias 'Jake Angeli' o 'QAnon Shaman', cuya imagen dio la vuelta al mundo tras aparecer en las imágenes del asalto vistiendo un atuendo con cuernos y pieles. El 'vikingo' estaba gritando algo incomprensible y luego se dirigió a la silla del presidente de la Cámara Alta del Congreso, Mike Pence. "Voy a sentarme en esta silla porque Mike Pence es un maldito traidor", dijo y luego pidió a otra persona que le tomara una foto. Al menos un asaltante más fue grabado sentado en esa silla.
Las acciones fueron observadas por un policía, que durante la aparición de Chansley preguntó "si hay alguna posibilidad" de lograr que abandonaran el Senado y luego repitió su petición para que salieran de la sala. Los manifestantes iban a irse cuando Chansley decidió escribir en un documento en la mesa que "¡Es solo cuestión de tiempo[,] la justicia está llegando!".
A continuación, el 'vikingo' pronunció por megáfono "una oración". "Gracias, padre celestial, por ser la inspiración necesaria a estos oficiales policiales para permitirnos [el acceso a] el edificio, permitirnos ejercer nuestros derechos, permitirnos enviar un mensaje a todos los tiranos, comunistas y globalistas", declaró.
La irrupción de partidarios de Donald Trump
a la fuerza al edificio del Capitolio de EE.UU. en Washington, llevó a
la suspensión de la sesión bicameral del Congreso para contar y
ratificar los votos electorales, que debían dar oficialmente la victoria
presidencial a Joe Biden. Los líderes del Congreso fueron evacuados a consecuencia de los disturbios. Como resultado del asalto murieron cinco personas, incluido un oficial de Policía.
Ataque al Capitolio:
Investigan a una mujer que intentó vender la computadora de Pelosi a espías rusos
Una joven de 22 años está siendo investigada por haber intentado vender a los servicios de espionaje rusos una computadora portátil de la presidenta de la Cámara de Representantes, la demócrata Nancy Pelosi, robada durante el asalto al Congreso de Estados Unidos el 6 de enero.
Según la acusación, Riley June Williams, residente de Pensilvania, estaba entre la muchedumbre que invadió el edificio del Capitolio. Basándose en varias fotos y videos de los caóticos disturbios, un agente del FBI aseguró que la mujer fue vista cerca de la oficina de Pelosi. El lunes por la noche, autoridades federales detuvieron a la mujer, de acuerdo al Washington Post.
Un testigo interrogado por las autoridades estadounidenses, identificado en el documento judicial solo como W1, afirmó haber visto otros videos en los que Riley Williams se llevaba una computadora (o un disco duro) de la oficina de Pelosi.
Ese mismo testigo, que afirmó ser "la expareja sentimental" de la mujer, alegó que ella planeaba enviar la computadora portátil a un amigo en Rusia para venderla a la agencia de inteligencia extranjera SVR.
Esa venta "fracasó por razones desconocidas, y Williams todavía tiene el dispositivo informático o lo destruyó", señala la declaración jurada.
La acusación, presentada el domingo por la noche en el Tribunal de Distrito de Estados Unidos en Washington, hasta ahora solo inculpa a Riley Williams por "entrada violenta y conducta desordenada en terrenos del Capitolio", pero no por robo.
La oficina del fiscal federal de Washington se negó a dar más detalles en lo inmediato.
Arrestan al 'vikingo' que irrumpió en el Capitolio durante los disturbios en Washington
La Corte Federal del Distrito de Columbia presentó cargos este sábado contra Jacob Chansley, un partidario del presidente Donald Trump, más conocido por su apodo Jake Angeli, en relación con su irrupción en el Capitolio de EE.UU. este miércoles junto con otros manifestantes, según informa un comunicado del Departamento de Justicia. Actualmente, el hombre procedente del estado de Arizona permanece bajo custodia.
A Chansley se le imputa ingresar y permanecer a sabiendas en el territorio del Congreso sin autoridad legal, al igual que penetrar violentamente en la sede legislativa, alterando así el orden público.
Chansley se hizo famoso tras difundirse en los medios fotografías en las que parece un vikingo, ya que está vestido con cuernos, pieles de oso, y su rostro pintado de rojo, blanco y azul. Además, ingresó al Capitolio portando una lanza con una bandera estadounidense atada justo debajo de la hoja
Multitud de dimisiones en el entorno de Trump tras su tibieza con los asaltantes del Capitolio
A las pocas horas de reiniciarse la votación en la Sala de Representantes, hasta cuatro cargos de su equipo presentaron dimisiones.
Washington
07/01/2021 04:44 efe - PÚBLICOTres veteranas del equipo del presidente Donald Trump en la Casa Blanca y la Secretaria de Transporte del Gobierno presentaron este miércoles su dimisión inmediata después del asalto al Capitolio por simpatizantes del mandatario, en el que murió una de las manifestantes.
La viceportavoz de la Casa Blanca, Sarah Matthews, presentó su renuncia debido al asalto al Capitolio protagonizado por manifestantes que apoyaban a Trump en su intento de detener la certificación del triunfo electoral en noviembre del demócrata Joe Biden, que cumplió todas las garantías electorales, pero que el presidente acusa de ser una victoria fraudulenta.
"Como alguien que ha trabajado en los pasillos del Congreso, estaba profundamente traumatizada por lo que vi hoy. Abandono mi rol de manera inmediata. Nuestro país necesita una transición del poder pacífica", indicó Matthews, una veterana del equipo de Trump.
La jefa de gabinete de la primera dama, Melania Trump, Stephanie Grisham, quien lleva vinculada al equipo de Trump desde 2015 y llegó a ser jefa de prensa de la Casa Blanca, anunció este miércoles también que renuncia a su puesto.
"Ha sido un honor servir a mi país en la Casa Blanca. Estoy muy orgullosa de haber sido parte de la misión de la Primera Dama Melania Trump para ayudar a los niños y estoy muy orgullosa de los logros de esta Administración", indicó Grisham.
La jefa de eventos sociales de la Casa Blanca, Anna Cristina Niceta, quien también está bajo la responsabilidad de la primera dama, se unió a las dimisiones tras tres años como parte del equipo de los Trump.
La última en sumarse ha sido la secretaria de Transporte de Estados Unidos, Elaine Chao, la primera dimisión del Gabinete Trump.
Chao, quien está casada con el líder de la mayoría republicana en el Senado, Mitch McConnell, es el primer miembro del gabinete presidencial que dimite apenas a dos semanas de que Trump concluya su mandato tras la convulsa jornada de este miércoles en Washington, que dejó cuatro muertos
También ha dimitido el número dos de Trump y consejero adjunto a la Seguridad Nacional de la Casa Blanca, Matt Pottinger, según ha confirmado CNN esta madrugada.
Próximas dimisiones
Se espera que otros miembros del equipo de Trump renuncien y pongan en evidencia así la gravedad de lo sucedido en la sede del Legislativo, algo que el presidente no ha condenado y que ha llegado hasta a justificar.
Entre quienes están pensando en renunciar están el asesor de Seguridad Nacional de Trump, Robert O'Brien; y el vicejefe de gabinete de la Casa Blanca, Chris Liddell, según varios medios.
Centenares de manifestantes asediaron el Capitolio cuando comenzó el proceso por el que se debe certificar la victoria de Biden en las elecciones de noviembre, normalmente un trámite burocrático que no levanta ninguna expectación.
Trump animó las concentraciones de este miércoles en Washington y arengó a la multitud justo antes de que asaltaran de manera violenta la sede del poder Legislativo, obligaran a evacuar ambas cámaras reunidas y crearan un caos violento que acabó con una simpatizante de Trump muerta de un tiro.
"No se atrevan a llamarlos manifestantes": Biden califica como "terroristas domésticos" a quienes irrumpieron en el Capitolio
Tras los fuertes disturbios que terminaron con la vida de cuatro personas y dejaron varios heridos, el presidente electo de EE.UU., Joe Biden, calificó a las personas que irrumpieron ayer en el Capitolio como "terroristas domésticos" y pidió a todos que "no se atrevan a llamarlos manifestantes".
Además, aseguró que quienes participaron en las violentas protestas actuaron inspirados en el "desprecio por la ley" de su adversario, Donald Trump.
"No eran manifestantes, no se atrevan a llamarlos manifestantes. Eran una turba alborotada, insurrectos, terroristas domésticos. Es así de básico, así de simple", señaló Biden durante un evento en la ciudad de Wilmington, Delaware, donde presentó a sus nominados para dirigir el Departamento de Justicia.
Declaraciones contra Trump
Asimismo, el nuevo mandatario criticó al presidente saliente por jugar un papel en el "caos" que este miércoles desataron miles de sus partidarios que alegaban fraude electoral, y cuyos desmanes provocaron la suspensión temporal de la sesión conjunta del Congreso para certificar la victoria de Biden.
"Durante cuatro años hemos tenido un presidente que ha dejado claro su desprecio por nuestra democracia, nuestra Constitución y el estado de derecho en todo lo que ha hecho", agregó el próximo inquilino de la Casa Blanca.
Por su parte, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, quien pidió que se impugnara a Trump y que se despidiera al jefe de la Policía del Capitolio por su manejo de los disturbios, se hizo eco de los comentarios de Biden al llamar "terroristas" a los participantes en la irrupción.
"El presidente incitó a una insurrección armada contra EE.UU.", afirmó Pelosi. Mientras tanto, varios miembros del personal y funcionarios de la actual Administración han renunciado tras los disturbios en la sede legislativa.
Reportan una amenaza de bomba en la Corte Suprema de los EE.UU.
Las Corte Suprema de EE.UU. ha recibido una amenaza de bomba este miércoles en medio de fuertes controles de seguridad en varias áreas de Washington D. C. a propósito de la investidura del presidente electo Joe Biden, informan medios locales.
Inicialmente, hubo reportes de que el edificio había sido evacuado. No obstante, un oficial de información pública de la institución aclaró que no se ha tomado este tipo de acciones. Mientras tanto, se informa sobre un gran número de miembros de la Guardia Nacional alrededor de las instalaciones.
El FBI alerta de protestas armadas frente a los 50 capitolios estatales antes de la toma de posesión de Biden
El Buró Federal de Investigaciones (FBI, por sus siglas en inglés) informó que se están planificando protestas armadas frente a los 50 capitolios de los estados de EE.UU., entre el 16 y el 20 de enero, previo a la toma de posesión de Joe Biden como mandatario estadounidense.
La información fue publicada por Aaron Katersky, reportero de ABC News, quien habría tenido acceso al boletín del FBI. Según el periodista, además de esas acciones, se están organizando otras manifestaciones ante el Capitolio Nacional, del 17 al 20 de enero.
Estas actividades serían más fuertes que las del pasado 6 de enero, cuando simpatizantes del presidente estadounidense, Donald Trump, irrumpieron violentamente en la sede del Congreso en Washington mientras se llevaba a cabo el conteo de los votos electorales para confirmar el triunfo de Biden en los comicios presidenciales.
De acuerdo con la información que ha obtenido el FBI, un grupo armado, que ya fue identificado, planea un "gran levantamiento" en caso de que Trump sea destituido, mediante la invocación de la 25.ª enmienda de la Constitución estadounidense.
También están llamando a asaltar los juzgados y edificios administrativos de los gobiernos estatales, locales y federales si se concreta esa destitución.
Justo este lunes, los demócratas de la Cámara de Representantes de EE.UU. presentaron un artículo para someter a juicio político, el llamado 'impeachment', a Trump, a quien acusan de "incitación a la insurrección" por su papel en los disturbios de la semana pasada en el Capitolio.
El saldo del asalto del 6 de enero
El asalto al Congreso estadounidense la semana pasada dejó cinco personas muertas, entre ellas Ashli Babbitt, una veterana de la Fuerza Aérea con 14 años de servicio, quien recibió un disparo en el pecho; así como Brian Sicknick, un oficial de la Policía del Capitolio.
Aunque la sesión del Congreso tuvo que ser suspendida, horas después se retomó y fue ratificada la victoria de Biden, quien recibió 306 de los 538 votos electorales; mientras, Trump alcanzó 232.
Alambre de púas alrededor del Capitolio, ventanas tapiadas y Guardia Nacional armada: Washington se prepara para la toma de posesión de Biden
Después del violento asalto al Capitolio del pasado 6 de enero, cuando partidarios de Donald Trump intentaron obstaculizar la certificación del voto del Colegio Electoral a favor de Joe Biden por parte del Congreso, las autoridades federales y locales están tomando precauciones antes de la toma de posesión del futuro presidente de EE.UU.
En este contexto, el FBI advirtió que para los días previos a la investidura, que está programada para el 20 de enero, se están planificando protestas armadas de violentos partidarios de Trump en las 50 capitales estatales del país, incluida Washington.
Como consecuencia, las cercas instaladas anteriormente alrededor de la sede del Congreso estadounidense desde este miércoles están siendo fortificadas con alambre de púas a lo largo de todo su perímetro.
El edificio The Hall of States, que se localiza cerca del Capitolio y alberga oficinas de redes de noticias como AP, Fox o NBC, entre otras compañías, fue tapiado este jueves como precaución ante posibles destrozos, mientras que los logotipos de los canales fueron cubiertos con bolsas negras de plástico.
El acceso al centro de la ciudad está cortado para el transporte y la zona está patrullada por tropas de la Guardia Nacional. Este jueves, las autoridades informaron que se desplegarán un total de 26.000 efectivos de este cuerpo militar, que ya están llegando a Washington para ayudar a las fuerzas del orden en las tareas de seguridad.
Así, miembros de la Guardia Nacional Aérea de Illinois del 182.º Escuadrón de las Fuerzas de Seguridad abordaron este jueves un avión Hércules C-130 con destino a Washington. La aeronave fue asimismo cargada con grandes contenedores con equipos.
Al juzgar por las imágenes, los efectivos de esta unidad están armados. Anteriormente, se reportó que funcionarios del Departamento de Defensa habían estado sopesando la posibilidad de que los elementos de la Guardia Nacional movilizados portaran armas de fuego. Luego, The New York Times, con referencia a una decisión del secretario del Ejército de EE.UU., Ryan McCarthy, publicó que las tropas que estarán protegiendo el Capitolio el día de la investidura estarán armadas.
EEUU: el miedo a otro brote de violencia política blinda el Capitolio para la investidura de Joe Biden
20.000 miembros de la Guardia Nacional se han desplegado en Washington en los días previos y durante la toma de posesión del presidente electo para evitar nuevos disturbios.
Madrid
19/01/2021 19:19 - PÚBLICO-
Paul Christian Gordon/ Europa press
Miedo a otro brote de violencia política en el Capitolio
Tras el asalto al Capitolio, se ha reforzado la seguridad con 20.000 miembros de la Guardia Nacional en los días previos y durante la investidura el 20 de enero del presidente electo, Joe Biden, en Washington.
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Reuters
El centro de la capital estadounidense está prácticamente militarizado
El equipo del presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden, ha reconocido en las últimas horas sentir cierta "preocupación" de cara a la investidura del nuevo jefe de la Casa Blanca este miércoles, aunque ha asegurado también estar trabajando para estar preparado de cara a "cualquier tipo de escenario".
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Michael Brochstein/ Europa Press
Por seguridad no se realizará el desfile que recorre la Avenida Pennsylvania
Se realizará es una escolta oficial con algunos de los representantes de cada una de las ramas del ejército estadounidense
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Brian Feinzimer/ Europa press
Han extremado la precaución con distintas fuerzas de seguridad
Los miembros del equipo canino de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI) también harán patrulla los días previos y durante la investidura.
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Carol Guzy/Europa press
Durante varios días el Capitolio estará rodeado
Las tropas de la Guardia Nacional descansan dentro del Capitolio de los Estados Unidos mientras protegen el edificio antes de la próxima toma de posesión del presidente electo, Joe Biden.
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Brendan McDermid/ Reuters
El despliegue militar se ha convertido en un espectáculo
Viandantes y turistas pasean por las inmediaciones del Capitolio para observar la capacidad militar extendida. Algunos incluso se atreven a pedir una foto.
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Carlos Barria/ Reuters
La alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, ha pedido no acudir a Explanada Nacional
los organizadores han ocupado ese espacio, donde tradicionalmente se realizan masivas concentraciones, con 200.000 banderas de Estados Unidos.
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Eduardo Muñoz/Reuters
24 horas de vigilancia
Los miembros de la Guardia Nacional reciben instrucciones mientras otros montan guardia cerca de la Casa Blanca antes que el presidente electo de Estados Unidos, Joe Biden.
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Se esperan disturbios
Las tropas de la Guardia Nacional reciben armas y municiones fuera del edificio del Capitolio de los Estados Unidos mientras se espera que los partidarios del presidente de los Estados Unidos, Donad Trump.
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Andrew Kelly/Reuters
El equipo de Biden asegura estar preparado para "cualquier tipo de escenario"
20.000 efectivos de la Guardia Nacional han sido ya desplegados en Washington y varias calles en torno al Capitolio han sido ya cerradas.
Refuerzan seguridad en Washington para toma de posesión de Biden
Miembros de la Guardia Nacional en Washington (EE.UU.), 15 de enero de 2021. Foto: Joshua Roberts / Reuters. Capitolio, Disturbios
El Servicio Secreto de Estados Unidos anunció que delimitará en Washington unas áreas que denominó como "Zona Verde" y "Zona Roja" como parte de las precauciones de seguridad ante la toma de posesión de Joe Biden, luego que la semana pasada partidarios de Donald Trump asaltaran el Capitolio.
Las nuevas zonas abarcan áreas cercanas a la Casa Blanca, el monumento a Lincoln, el Capitolio y el National Mall, donde la multitud suele reunirse para ver la investidura en grandes pantallas.
La Zona Verde incluye calles, estaciones de metro y partes de la capital a las que solo pueden acceder los vecinos. "El tráfico de vehículos está restringido a los residentes o negocios dentro del área restringida y el personal de la Guardia Nacional ayudará a verificar el tráfico que accede a la Zona Verde", explicó el Servicio Secreto.
La Zona Verde rodea la Zona Roja, un área que estará cerrada a todo el tráfico, con la excepción de los vehículos autorizados.
Las medidas estarán en vigor a partir de este fin de semana y hasta el 21 de enero. La toma de posesión de Biden está prevista para el 20 de enero.
Por su parte, la alcaldesa de Washington, Muriel Bowser, advirtió el pasado viernes que la ciudad tendrá que mantener una mayor seguridad incluso después de la investidura de Biden.
Entre tanto, algunos usuarios compararon la Zone Verde de Washington con la Zona Verde de Bagdad, un complejo fuertemente fortificado que alberga edificios gubernamentales en la capital iraquí.
"El Servicio Secreto es honesto al llamar 'Zona Verde' a la parte más fuertemente fortificada de DC. Tal vez para el miércoles sea simplemente un 'Mini Bagdad' para máxima ironía", escribió el periodista Michael Tracey.
Previamente, el FBI advirtió que para los días previos a la investidura se están planificando protestas armadas de partidarios violentos de Trump en las 50 capitales estatales del país, incluida Washington. Un total de 26.000 efectivos de la Guardia Nacional se desplegarán en Washington para ayudar a las fuerzas del orden en las tareas de seguridad.
(Con información de RT Internacional)
El Imperio bajo amenaza
Las fuerzas de extrema derecha partidarias de Trump asaltaron el Capitolio el 6 de enero de 2021. Foto: Reuters
Se han pasado la vida hablándonos de la amenaza soviética o rusa, del peligro chino, de los terroristas árabes y hasta de los extraterrestres. La narrativa del imperio estadounidense para justificar su enorme gasto militar, y no pocas de sus guerras, se ha construido alrededor del peligro que viene de afuera.
Pero, desde la reciente contienda electoral -con su pesada carga de divisionismo e improperios- y, especialmente, desde el inaudito asalto al Capitolio de Washington el pasado 6 de enero, los Estados Unidos han empezado a tener miedo de sí mismos.
Más de 25 000 soldados de la Guardia Nacional tienen tomada la capital estadounidense desde los días previos a la ceremonia de asunción presidencial del 20 de enero; todos los 50 capitolios estatales tienen su seguridad reforzada; edificios federales, residencias de legisladores y negocios están bajo custodia preventiva; los medios de comunicación transmiten una y otra vez imágenes de militarización y zozobra en el país más poderoso del mundo.
Nunca antes una asunción presidencial estadounidense tuvo tal grado de incertidumbre y amenazas.
Injusticia Social en la esencia profunda
Estados Unidos es el país desarrollado con mayor índice de desigualdad. Foto: Getty Images.
La sociedad estadounidense es cada vez más fiel reflejo de las pronunciadas diferencias económicas y los agudos problemas sociales de ese país.
Una nación donde la familia blanca promedio tiene ingresos netos por más de $181 440, mientras una familia negra media sólo alcanza $20 730, según estadísticas del Survey of Consumer Finances (SCF) de la Reserva Federal, al cierre de 2019. Un país donde las familias con patrimonios superiores a 1 millón de dólares poseen el 79,2% de todo el patrimonio familiar del país; mientras, la mitad inferior de las familias estadounidenses sólo poseen el 1,5% de las riquezas. Son el fruto de décadas de políticas económicas neoliberales.
La administración Trump, cuyas campañas electorales se afianzaron en los sectores blancos empobrecidos, no hizo más que acrecentar esas diferencias de clases. Según Noam Chomsky: “Es difícil encontrar un presidente estadounidense que se haya dedicado más a enriquecer y empoderar a los ultrarricos y al sector empresarial”.
La profundamente injusta distribución de la riqueza y los sentimientos de odio acumulados y acrecentados en la sociedad estadounidense son la verdadera amenaza para ese país. El propio Noam Chomsky advertía recientemente de las posibilidades de una guerra civil.
Conspiraciones, Chamanes y Milicias Armadas
Seguidores de Trump vagan bajo la Rotonda del Capitolio después de invadir el edificio. Foto: AFP
Las profundas inequidades son caldo de cultivo del resentimiento y la animadversión. Notorio ha sido, en las últimas décadas, el crecimiento en Estados Unidos del pensamiento de extrema derecha, xenófobo, supremacista y cuasi fascista, que ve en el mundo externo y las élites liberales a los causantes de los infortunios del imperio.
Es el empuje corrosivo de esas fuerzas, y no al revés, lo que llevó a un tipo despreciable, misógino, racista y excluyente como Trump a la presidencia de los Estados Unidos. Y hoy son el sostén de sus teorías de “fraude” electoral y de sus llamados a la rebelión.
De esas entrañas perversas han nacido más de 1 600 milicias armadas que atemorizan en diversas ciudades de la Unión. De ahí han crecido los autores de hechos violentos en la reciente historia de EE. UU. como el atentado de Oklahoma.
En esta foto de archivo tomada el 30 de abril de 2020 manifestantes armados participan en un "American Patriot Rally" en las escaleras del Capitolio del Estado de Michigan, exigiendo la reapertura de los negocios. Foto: AFP
De tan retrogradas ideas proviene el movimiento QAnon y su excéntrico chamán Jacob Chansley (conocido como Jake Angeli), quien con su atuendo de guerrero sioux se convirtió en la imagen del intempestivo asalto al Capitolio de Washington. También germinaron de allí personajes del 6 de enero como el que enarbolaba con fervor dentro del edificio congresional la bandera confederada de las fuerzas racistas del sur, o el que vestía una sudadera en la que se leía “Camp Auschwitz”.
Son símbolos del odio, el fanatismo y la intolerancia que han sido alentados por Trump y su administración. “Trump es un racista que azuza el racismo en este país. Y no sólo ofende nuestras sensibilidades, sino que fundamentalmente cambia el carácter de este país y lo lleva a la violencia”, había advertido el excandidato presidencial Beto O´Rourke.
Un partidario del presidente Donald Trump lleva una bandera de batalla confederada en el segundo piso del Capitolio de los Estados Unidos cerca de la entrada del Senado. Foto: Reuters
En el 2019 fueron contabilizados 7 314 delitos de odio en Estados Unidos, el doble de los registrados el año anterior según datos ofrecidos por el FBI; buena parte de ellos fueron perpetrados por supremacistas blancos
A marchar hasta el Capitolio llamó el anaranjado presidente poco antes de que ocurrieran los inéditos sucesos de inicios de año. Es difícil separar el incendiario discurso que dio a sus seguidores fuera de la Casa Blanca de los incidentes que se produjeron minutos después. El Presidente describió a las elecciones como un “atroz asalto a la democracia”. “Vamos a tener que luchar mucho más duro”, dijo, y llamó a la muchedumbre que gritaba enardecida a “caminar hasta el Capitolio”.
Los fiscales que investigan los hechos afirman que “la intención de los alborotadores era capturar y asesinar a funcionarios electos del gobierno de Estados Unidos” (léase Congresistas). Hasta el Vicepresidente Pence parecía ser un objetivo de la ira Trumpista aquel 6 de enero. En el estrado donde había estado minutos antes, el chamán Chansley dejó una nota directa: “Es sólo cuestión de tiempo, la justicia está llegando”
Fuerzas extremistas y fundamentalistas diversas asaltaron el Capitolio el 6 de enero de 2021. Foto: AFP
El miedo por dentro
En pocas horas será la asunción presidencial de Biden. Ni por asomo se verán las imágenes de la millonaria concentración que reunió allí Barack Obama el día inaugural de su gobierno. Ni la COVID-19 ni las amenazas de violencia permitirán siquiera aproximarse a aquellas icónicas imágenes.
El emblemático “National Mall”, una enorme explanada que va desde el Monumento a Lincoln hasta el Capitolio, estará cerrado al público. Allí es donde cientos de miles de estadounidenses se congregan tradicionalmente para saludar a su nuevo presidente. Esta vez, estará cubierto de un mar de 200 mil banderas de las barras y las estrellas
La situación es tan intensa y caótica, que el FBI ha estado revisando escrutadoramente a todos los componentes de las tropas de la Guardia Nacional que participan en el operativo de seguridad de la toma presidencial de Joe Biden.
La Guardia Nacional tiene tomado el Capitolio desde hace una semana. Foto: Reuters
Las autoridades temen la posibilidad de un ataque interno, luego de que en los disturbios de inicio de año participaran exmilitares, policías fuera de servicio, oficiales del ejército y reservistas según se ha constatado; entre ellos Ashli Babbitt, una veterana de la Fuerza Aérea, participante en las guerras de Afganistán e Iraq, quien murió de un disparo cuando intentaba forzar su ingreso a la Cámara de Representantes.
Tales hechos sacaron a la luz una amenaza que desde hace tiempo
advierten algunos expertos: la presencia del extremismo, y los
supremacistas blancos entre las fuerzas de seguridad estadounidenses.
“Desde hace tiempo que los supremacistas se esfuerzan por reclutar e
infiltrar entre los policías, los militares y los socorristas”, señaló a
la prensa Christian Picciolini, un exsupremacista
reconvertido.
En el 2006, el FBI publicó un informe sobre la infiltración de grupos supremacistas blancos entre los agentes de la ley y en el 2009 el Departamento de Seguridad Interna emitió una advertencia sobre el tema.
Ni la “amenaza socialista”, ni el “enemigo externo”, ni los “terroristas árabes” son el dolor de cabeza hoy de los Estados Unidos. Es el peligro interno de las fuerzas extremistas y fanáticas que han florecido de un sistema corrupto y avasallador, donde el capital manda sobre los seres humanos. Washington se blinda; el establishment imperial luce realmente preocupado, mientras el mundo mira con estupor y cierta sorna al guapetón del barrio.
Esperemos que Joe Biden asuma este 20 de enero en tranquilidad e inicie un período menos oscuro para EE.UU. que estos cuatro años que terminan. Pero la huella divisiva y fanática del trumpismo no se irá con el viaje del expresidente hacia su fastuosa residencia en la Florida, ni el peligro del supremacismo blanco dejará de estar presente.
(Publicado originalmente en Al Mayadeen / Ampliado y actualizado para Cubadebate)
EE.UU.: El pernicioso legado militar de Trump. De las guerras eternas a las guerras cataclísmicas
En el tema militar lo más probable es que se recuerde a Donald Trump por su insistencia en poner fin a la participación de Estados Unidos en las «guerras eternas» del siglo XXI: las infructuosas, implacables y devastadoras campañas militares emprendidas por los presidentes Bush y Obama en Afganistán, Irak, Siria y Somalia.
Después de todo, como candidato, Trump se comprometió a traer las tropas estadounidenses a casa desde esas temidas zonas de guerra y, en sus últimos días en el cargo, ha prometido hacer al menos la mayor parte del camino hacia ese objetivo. La obsesión del presidente por este tema (y la oposición de sus propios generales y otros funcionarios sobre el tema) ha generado una gran cantidad de cobertura mediática y le ha hecho ser querido por sus partidarios aislacionistas. Sin embargo, por muy interesante que sea, esta focalización en las retiradas tardías de tropas de Trump oscurece un aspecto mucho más significativo de su legado militar: la conversión del ejército estadounidense de una fuerza antiterrorista global en una diseñada para luchar en una guerra total, cataclísmica y potencialmente nuclear con China y / o Rusia.
La gente rara vez se da cuenta de que el enfoque de Trump hacia la política militar siempre ha sido de dos caras. Incluso cuando denunció repetidamente el fracaso de sus predecesores en abandonar esas interminables guerras de contrainsurgencia, lamentó su presunto descuido de las fuerzas armadas regulares de Estados Unidos y prometió gastar lo que fuera necesario para «restaurar» su fuerza de combate. «En una administración Trump», declaró en un discurso de campaña de septiembre de 2016 sobre seguridad nacional, las prioridades militares de Estados Unidos se revertirían, con una retirada de las «guerras interminables en las que estamos atrapados ahora» y la restauración de «nuestra incuestionable fuerza militar».
Una vez en el cargo, actuó para llevar a cabo esa misma agenda, dando instrucciones a sus representantes, una sucesión de asesores de seguridad nacional y secretarios de defensa, para que comenzaran las retiradas de tropas estadounidenses de Irak y Afganistán (aunque acordó por un tiempo aumentar los niveles de tropas en Afganistán), presentando a la vez presupuestos de defensa cada vez mayores. Los gastos anuales del Pentágono aumentaron cada año entre 2016 y 2020, pasando de 580 mil millones de dólares al comienzo de su administración a 713 mil millones al final, con gran parte de ese incremento dirigido a la adquisición de armamento avanzado. Se incorporaron miles de millones adicionales al presupuesto del Departamento de Energía para la adquisición de nuevas armas nucleares y la «modernización» a gran escala del arsenal nuclear del país.
Sin embargo, mucho más importante que ese aumento en el gasto en armas fue el cambio de estrategia que lo acompañó. La postura militar que el presidente Trump heredó de la administración Obama se centró en luchar la Guerra Global contra el Terrorismo (Global War on Terror-GWOT), una lucha agotadora e interminable para identificar, rastrear y destruir a los fanáticos antioccidentales en áreas remotas de Asia, África y Medio Oriente. La postura que está legando a Joe Biden se centra casi por completo en derrotar a China y Rusia en futuros conflictos de «alto nivel» librados directamente contra esos dos países, combates que sin duda involucrarían armas convencionales de alta tecnología a una escala asombrosa y que fácilmente podrían desencadenar una guerra nuclear.
De la GWOT a la GPC (Great Power Competition)
Es imposible exagerar la importancia del cambio del Pentágono de una estrategia dirigida a luchar contra bandas relativamente pequeñas de militantes a una dirigida a luchar contra las fuerzas militares de China y Rusia en las periferias de Eurasia.
La primera implica el despliegue de tropas dispersas de infantería y unidades de las Fuerzas de Operaciones Especiales respaldadas por aviones de patrulla y drones armados con misiles; la otra prevé la implicación de múltiples portaaviones, escuadrones de combate, bombarderos con capacidad nuclear y divisiones blindadas. De manera similar, en los años de GWOT, generalmente se asumió que las tropas estadounidenses se enfrentarían a adversarios en gran parte armados con armas de infantería ligera y bombas caseras, y no, como en cualquier guerra futura con China o Rusia, a un enemigo equipado con tanques, aviones, misiles avanzados, barcos y una gama completa de municiones nucleares.
Este cambio de perspectiva del contraterrorismo a lo que, en estos años, se conoce en Washington como «Great Power Competition -Competición de grandes potencias» o GPC, se articuló oficialmente por primera vez en la Estrategia de Seguridad Nacional del Pentágono de febrero de 2018. «El desafío central para la prosperidad y la seguridad de Estados Unidos», insistió,»es el resurgimiento de una competencia estratégica a largo plazo contra lo clasificado por la Estrategia de Seguridad Nacional como potencias revisionistas», una fórmula para designar a China y a Rusia. (El documento utilizó unas raras cursivas para subrayar la importancia de esta terminología).
Para el Departamento de Defensa y los servicios militares, esto significó solo una cosa: a partir de ese momento, gran parte de lo que hicieran estaría dirigido a prepararse para luchar y derrotar a China y / o Rusia en un conflicto de alta intensidad. Como dijo el secretario de Defensa Jim Mattis al Comité de Servicios Armados del Senado en abril, «la Estrategia de Defensa Nacional 2018 proporciona una dirección estratégica clara para que el ejército de Estados Unidos recupere una era de objetivos estratégicos … Aunque el Departamento continúa prosiguiendo la campaña contra los terroristas , la competencia estratégica a largo plazo, no el terrorismo, es ahora el enfoque principal de la seguridad nacional de Estados Unidos».
Siendo este el caso, agregó Mattis, las fuerzas armadas de Estados Unidos tendrían que ser completamente reequipadas con nuevas armas destinadas al combate de alta intensidad contra adversarios bien armados. «Nuestras fuerzas armadas siguen siendo competentes, pero nuestra ventaja competitiva se ha erosionado en todos los dominios de la guerra», señaló. «La combinación de la evolución rápida de la tecnología [y] el impacto negativo en la preparación militar resultante del período de combate continuo más largo en la historia de nuestra nación [ha] creado un ejército sobrecargado y con recursos insuficientes». En respuesta, debemos «acelerar los programas de modernización en un esfuerzo sostenido para consolidar nuestra ventaja competitiva».
En ese mismo testimonio, Mattis expuso las prioridades de adquisiciones que desde entonces han regido la planificación mientras el ejército busca «consolidar» su ventaja competitiva. Primero viene la «modernización» de las capacidades de armas nucleares de la nación, incluidos sus sistemas de mando, control y comunicaciones nucleares; luego, la expansión de la Marina a través de la adquisición de un número asombroso de buques de superficie y submarinos adicionales, junto con la modernización de la Fuerza Aérea, mediante la adquisición acelerada de aviones de combate avanzados; finalmente, para garantizar la superioridad militar del país en las próximas décadas, se incrementó enormemente la inversión en tecnologías emergentes como inteligencia artificial , robótica , hipersónica y ciberguerra.
Estas prioridades ya han sido integradas en el presupuesto militar y rigen la planificación del Pentágono. En febrero pasado, al presentar su proyecto de presupuesto para el año fiscal (AF) 2021, por ejemplo, el Departamento de Defensa afirmó : «El presupuesto del AF 2021 apoya la implementación irreversible de la Estrategia de Defensa Nacional (NDS), que orienta la toma de decisiones del Departamento en la redefinición de las prioridades de los recursos y el desplazamiento de las inversiones a fin de preparar un futuro combate potencial de alto nivel”. Esta visión de pesadilla, en otras palabras, es el futuro militar que el presidente Trump dejará a la administración Biden.
La Marina a la cabeza
Desde el principio, Donald Trump ha puesto el acento en la expansión de la Marina como un objetivo primordial. «Cuando Ronald Reagan dejó el cargo, nuestra Armada tenía 592 navíos … Hoy, la Armada tiene solo 276 navíos», lamentó en ese discurso de campaña de 2016. Una de sus primeras prioridades como presidente, afirmó, sería recuperar su fuerza. «Construiremos una Marina de 350 buques de superficie y submarinos», prometió. Una vez en el cargo, la «Marina de 350 buques» (luego aumentada a 355 buques) se convirtió en un mantra.
Al poner el acento en una gran flota, Trump ha sido influenciado hasta cierto punto por el puro espectáculo de los grandes buques de guerra modernos, especialmente los portaaviones con sus decenas de aviones de combate. «Nuestros portaaviones son la pieza central del poderío militar estadounidense en el extranjero», insistió mientras visitaba el portaaviones casi terminado, el USS Gerald R. Ford, en marzo de 2017. «Hoy estamos aquí en un terreno de cuatro acres y medio de poder de combate y territorio soberano de Estados Unidos, como no hay otro … no hay competencia frente a este navío «.
Como era de esperar, los altos funcionarios del Pentágono abrazaron la visión de la gran Marina del presidente con un entusiasmo manifiesto. La razón: ven a China como su adversario número uno y creen que cualquier conflicto futuro con ese país se librará en gran medida desde el Océano Pacífico y los mares cercanos, siendo esa la única forma práctica de concentrar el poder de fuego de Estados Unidos contra las cada vez más reforzadas defensas costeras de China. .
El entonces secretario de Defensa Mark T. Esper expresó bien esta perspectiva cuando, en septiembre, consideró a Pekín el «principal competidor estratégico» del Pentágono y la región del Indo-Pacífico su «teatro prioritario» en la planificación de guerras futuras. Las aguas de esa región, sugirió, representan «el epicentro de la competencia de las grandes potencias con China» y, por lo tanto, fueron testigos de un comportamiento cada vez más provocador por parte de las unidades aéreas y navales chinas. Ante tal actividad desestabilizadora, «los Estados Unidos deben estar listos para disuadir los conflictos y, si es necesario, luchar y ganar en el mar».
En ese discurso, Esper dejó claro que la Marina de los Estados Unidos sigue siendo muy superior a su contraparte china. No obstante, afirmó, «Debemos mantenernos a la vanguardia; debemos mantener nuestra superioridad; y seguiremos construyendo barcos modernos para asegurarnos de seguir siendo la mejor marina del mundo».
Aunque Trump despidió a Esper el 9 de noviembre por, entre otras cosas, resistirse a las demandas de la Casa Blanca de acelerar la retirada de las tropas estadounidenses de Irak y Afganistán, el enfoque del exsecretario de Defensa de luchar contra China desde el Pacífico y los mares adyacentes sigue estando profundamente arraigado en el pensamiento estratégico del Pentágono y será un legado de los años de Trump. En apoyo de tal política, ya se han comprometido miles de millones de dólares para la construcción de nuevos barcos de superficie y submarinos, lo que garantiza que ese legado persistirá durante años, incluso decenios.
Haz como Patton: golpea profundo, golpea fuerte
Trump dijo poco sobre lo que se debería hacer respecto a las fuerzas terrestres estadounidenses durante la campaña de 2016, excepto para indicar que las quería aún más grandes y mejor equipadas. Lo que sí hizo, sin embargo, fue hablar de su admiración por los generales del Ejército de la Segunda Guerra Mundial conocidos por sus tácticas de batalla agresivas. «Era fanático de Douglas MacArthur. Era fanático de George Patton», le dijo a Maggie Haberman y David Sanger del New York Times en marzo. «Si tuviéramos a Douglas MacArthur hoy o si tuviéramos a George Patton hoy y si tuviéramos un presidente que les permitiera hacer lo suyo, no tendrías a ISIS (el Estado Islámico), ¿okay?»
El respeto de Trump por el general Patton ha demostrado ser especialmente sugerente en una nueva era de competencia entre grandes potencias, mientras las fuerzas estadounidenses y de la OTAN se preparan nuevamente para enfrentarse a ejércitos terrestres bien equipados en el continente europeo, tal como lo hicieron durante la Segunda Guerra Mundial. En aquel entonces, fue al cuerpo de tanques de la Alemania nazi al que los propios tanques de Patton se enfrentaron en el frente occidental. Hoy, las fuerzas de Estados Unidos y la OTAN se enfrentan a los ejércitos mejor equipados de Rusia en Europa del Este a lo largo de una línea que se extiende desde las repúblicas bálticas y Polonia en el norte hasta Rumania en el sur. Si estallara una guerra con Rusia, es probable que gran parte de los combates ocurrieran a lo largo de esta línea, con unidades de la fuerza principal de ambos lados involucrados en combates frontales de alta intensidad.
Desde que terminó la Guerra Fría en 1991 con la implosión de la Unión Soviética, los estrategas estadounidenses habían dedicado poca atención al combate terrestre de alta intensidad contra un adversario bien equipado en Europa. Ahora, con el aumento de las tensiones Este-Oeste y las fuerzas estadounidenses confrontadas nuevamente a enemigos potenciales bien armados en lo que parece cada vez más una versión militar de la Guerra Fría, ese problema está recibiendo mucha más atención.
Esta vez, sin embargo, las fuerzas estadounidenses se enfrentan a un entorno de combate muy diferente. En los años de la Guerra Fría, los estrategas occidentales generalmente imaginaron una competencia de fuerza bruta en la que nuestros tanques y artillería lucharían contra los suyos a lo largo de cientos de kilómetros de líneas del frente hasta que un bando u otro se agotara por completo y no tuviera más remedio que pedir la paz (o provocar una catástrofe nuclear global).
Los estrategas de hoy, sin embargo, imaginan una guerra mucho más multidimensional (o «multidominio») que se extiende al aire y también a las zonas de retaguardia, así como al espacio y al ciberespacio. En un entorno así, han llegado a creer que el vencedor tendrá que actuar con rapidez, dando golpes paralizantes a lo que llaman las capacidades C3I del enemigo (comando, control, comunicaciones e inteligencia) en cuestión de días, o incluso horas. Solo entonces las poderosas unidades blindadas podrían atacar profundamente el territorio enemigo y, al estilo de Patton, asegurar una derrota rusa.
El ejército de Estados Unidos ha etiquetado esta estrategia como «all-domain warfare -guerra de todos los dominios» y supone que Estados Unidos de hecho dominarán el espacio, el ciberespacio, el espacio aéreo y el espectro electromagnético. En una futura confrontación con las fuerzas rusas en Europa, según establece la doctrina, el poder aéreo estadounidense buscaría el control del espacio aéreo sobre el campo de batalla, mientras usa misiles guiados para destruir los sistemas de radar rusos, las baterías de misiles y sus instalaciones C3I. El Ejército de tierra llevaría a cabo ataques similares utilizando una nueva generación de sistemas de artillería de largo alcance y misiles balísticos. Solo cuando las capacidades defensivas de Rusia se degradaran por completo, ese Ejército continuaría con un asalto terrestre, al estilo de Patton.
Esté preparado para luchar con armas nucleares
Como imaginan los estrategas de alto nivel del Pentágono, es probable que cualquier conflicto futuro con China o Rusia implique un combate intenso y total en tierra, mar y aire destinado a destruir la infraestructura militar crítica de un enemigo en las primeras horas o, como mucho, días de batalla, abriendo el camino para una rápida invasión estadounidense del territorio enemigo. Esto parece una estrategia ganadora, pero solo si posee todas las ventajas en armamento y tecnología. Si no, ¿entonces qué? Este es el dilema que enfrentan los estrategas chinos y rusos cuyas fuerzas no están a la altura de las estadounidenses. Si bien su propia planificación de guerra sigue siendo, hasta la fecha, un misterio, es difícil no imaginar que los equivalentes chinos y rusos del alto mando del Pentágono reflexionen sobre la posibilidad de una respuesta nuclear a cualquier asalto estadounidense contra sus ejércitos y sus territorios.
El examen de la literatura militar rusa disponible ha llevado a algunos analistas occidentales a concluir que Rusia de hecho está aumentando su dependencia de las armas nucleares «tácticas» para aniquilar a las fuerzas superiores de Estados Unidos / OTAN antes de que se pueda montar una invasión de su país (como en el siglo precedente, las fuerzas estadounidenses se basaron en ese armamento para evitar una posible invasión soviética de Europa occidental). De hecho, analistas militares rusos han publicado artículos que exploran esa opción, a veces descrita con la expresión «escalar para desescalar» (un nombre inapropiado si alguna vez hubo uno), aunque oficiales militares rusos nunca han discutido abiertamente tales tácticas. Aún así, la administración Trump ha citado esa literatura no oficial como evidencia de los planes rusos de emplear armas nucleares tácticas en una futura confrontación Este-Oeste y la ha utilizado para justificar la adquisición de nuevas armas estadounidenses de este tipo.
«La estrategia y doctrina rusas… evalúan erróneamente que la amenaza de una escalada nuclear o el primer uso real de armas nucleares serviría para ‘desescalar’ un conflicto en términos favorables para Rusia», afirma la Nuclear Posture Review (Revisión de la Postura Nuclear) de 2018 de la administración . «Para corregir cualquier percepción errónea rusa de la ventaja … el presidente debe tener una gama de opciones [nucleares] limitadas y graduadas, incluida una variedad de medios de lanzamiento y fuerza explosiva equivalente». En apoyo de tal política, esa revisión pidió la introducción de dos nuevos tipos de municiones nucleares: una ojiva de «bajo rendimiento» (lo que significa que podría, por ejemplo, pulverizar el Bajo Manhattan sin destruir toda la ciudad de Nueva York) para un misil balístico Trident lanzado desde un submarino y un nuevo misil de crucero con armas nucleares lanzado desde el mar .
Como en muchos de los desarrollos descritos anteriormente, esta iniciativa de Trump resultará difícil de revertir en los años de Biden. Después de todo, las primeras ojivas de bajo rendimiento W76-2 ya salieron de las líneas de montaje, se instalaron en misiles y ahora están desplegadas en los submarinos Trident en el mar. Es de suponer que éstos podrían ser retirados del servicio y desmantelados, pero esto rara vez ha ocurrido en la historia militar reciente y, para hacerlo, un nuevo presidente tendría que ir en contra de su propio alto mando militar. Aún más difícil sería negar el fundamento estratégico detrás de su despliegue. Durante los años de Trump, la idea de que las armas nucleares podrían usarse como armas de guerra ordinarias en futuros conflictos entre grandes potencias se ha arraigado profundamente en el pensamiento del Pentágono y borrarla no será una tarea fácil.
En medio de las discusiones sobre la retirada de las fuerzas estadounidenses de Afganistán, Irak, Siria y Somalia, en medio de los despidos y reemplazos repentinos de líderes civiles en el Pentágono, el legado más significativo de Donald Trump, el que podría conducir no a más guerras eternas, sino a un desastre eterno — ha pasado casi desapercibido en los medios de comunicación y en los círculos políticos de Washington.
Las y los partidarios de la nueva administración e incluso las y los miembros del círculo inmediato de Biden (aunque no se trate de sus nombramientos reales para los puestos de seguridad nacional) han presentado algunas ideas conmovedoras sobre la transformación de la política militar estadounidense, incluida la reducción del papel que juega la fuerza militar en las relaciones exteriores de Estados Unidos y la redistribución de algunos fondos militares para otros fines, como luchar contra Covid-19.
Tales ideas son bienvenidas, pero la principal prioridad del presidente Biden en el área militar debe ser centrarse en el verdadero legado militar de Trump, el que nos ha puesto en dirección a una guerra con China y Rusia, y hacer todo lo que esté a su alcance para guiarnos en una dirección más segura y prudente. De lo contrario, la expresión «guerra eterna» podría adquirir un significado nuevo y mucho más sombrío.
Michael T. Klare es profesor sobre estudios de paz y seguridad mundial en el Hampshire College en Amherst, Massachusetts. Su libro más reciente es «The Race for What’s Left: The Global Scramble for the World’s Last Resources (La carrera por lo que queda: la lucha mundial por los últimos recursos del mundo) » (2012).
7/12/2020
https://www.commondreams.org/
Traducción: Faustino Eguberri para viento sur
COFE apuesta a la rendición de cuentas para revertir la rebaja salarial
COFE: «Las medidas que el gobierno toma son para favorecer al gran capital»
El ajuste salarial para los funcionarios de la Administración Central, presentado por el gobierno y algunos operadores como un aumento, constituye una importante reducción salarial ya que los trabajadores perderán un 5% de salario en el primer año.
“Este 5% (de pérdida salarial) le genera un ahorro de unos 200 millones de dólares por año al Poder Ejecutivo”, afirmó el dirigente de la Confederación de Organizaciones de Funcionarios del Estado (COFE), Joselo López. Al analizar el ajuste salarial, contenido en el artículo 4 de la Ley de Presupuesto, que en los hechos determina una pérdida de 5%, López dijo a Caras y Caretas que este porcentaje “le genera un ahorro de unos 200 millones de dólares por año al Poder Ejecutivo. Una cifra importante a la que hay que sumarle el ahorro por puestos de trabajo” que se siguen reduciendo en todo el Estado.
¿Cómo define COFE este ajuste salarial, que en los hechos es una reducción que contradice las promesas del Poder Ejecutivo?
Por supuesto que nosotros no estamos de acuerdo con la resolución del
Poder Ejecutivo respecto a cómo quedó establecido en el Presupuesto el
ajuste de los sueldos de los trabajadores del Estado. El tema es que
ahora esto no se puede modificar a no ser por otra ley presupuestal que
en este caso es la Rendición de Cuentas. Por lo tanto esto se va a
volver a discutir por allá por los meses de abril o mayo porque en junio
tiene que elevarse un nuevo proyecto de Rendición de Cuentas al
Parlamento. Es la oportunidad de modificar eso porque cuando se trata
del presupuesto solo lo puede modificar otra ley de Presupuesto. Y la
próxima es la Rendición de Cuentas.
Igualmente esto es como la crónica de una muerte anunciada. Esto es una
confirmación de que el Poder Ejecutivo establece una reducción de los
salarios públicos en el entorno del 5%, ya en el primer año, que se
puede ir acentuando en otros años subsiguientes si no logramos revertir
ese artículo en la Rendición de Cuentas.
¿El gobierno no cumple sus promesas entonces?
Exactamente. Eso nosotros lo denunciamos cuando estábamos en plena
negociación. Hubo una instancia de intercambio que tuvimos con el
presidente de la República. A fin de año, antes de que se votara la Ley
de Presupuesto. Fue en la ciudad de San Carlos, en la asunción del
alcalde. En una movilización nos cruzamos con el presidente y lo que le
dijimos fue eso. “Vos dijiste que no iba a haber perdida del salario
real y acá se está consagrando una pérdida del salario real”, le
recordamos. Y él ahí nos derivó con (el secretario de la Presidencia)
Álvaro Delgado. Tuvimos algunas instancias con él, con otros integrantes
del Poder Ejecutivo. Varios de ellos estaban proclives a firmar un
convenio que permitiera que en los últimos tres años recuperar salario.
Es importante remarcar que estábamos dispuestos a perder salario en los
dos primeros años ya que entendíamos que hay otros trabajadores, sobre
todo en el sector privado, que están pasando por situaciones más
complejas que los trabajadores estatales. Por lo tanto nosotros
entendíamos eso, estábamos dispuesto a asumir una pérdida salarial en
los dos primeros años, siempre y cuando se cumpliera el compromiso del
presidente de la República de que al fin del período del gobierno íbamos
a tener el mismo poder adquisitivo que al principio. Eso estábamos
dispuestos a asumirlo, pero lamentablemente en el Poder Ejecutivo primó
la línea dura del equipo económico y allí se termina estableciendo que
hay una clara pérdida salarial que si no se modifica en la Rendición de
Cuentas el artículo 4 de la actual Ley de Presupuesto, esa primera
perdida de un 5% que vamos a tener este años\ se puede ir acentuando año
tras año.
O sea que pueden llegar al final del período con menos salario.
Sí. Ya se arranca con un 5% pero se puede ir acentuando y la pérdida
puede llegar a ser de más del 7%. Sin contar otras cosas, porque a la
pérdida del 5% que vamos a tener en febrero cuando cobremos el sueldo de
enero hay que sumarle el aumento de las tarifas públicas. O sea que
vamos a tener menos poder adquisitivo, menos salario y vamos a tener que
pagar más de tarifas públicas. Con la complicación de que a muchos
trabajadores del Estado se los obligó a hacer teletrabajo, están
trabajando en su casa y la tarifa que más aumentó fue la de internet. O
sea que van a tener que pagar para trabajar.
¿El Poder Ejecutivo les ha dado alguna explicación?
Directamente tratan de disfrazarlo de muchas maneras, pero lo que está
claro acá es que el Poder Ejecutivo lo que busca es equilibrar las
cuentas públicas a costa de los trabajadores del Estado. Según los
cálculos que nos han transmitido los expertos en economía que tenemos en
COFE, este 5% le genera un ahorro de unos 200 millones de dólares por
año al Poder Ejecutivo. Una cifra importante a la que hay que sumarle el
ahorro por puestos de trabajo, y pese a que el gobierno no lo admite,
siguen reduciéndose por dos vías: por la no renovación de contratos en
diferentes organismos y por el no llenado de vacantes como establece el
decreto 90.
O sea que la principal fuente de financiación para las cuentas públicas
somos los trabajadores estatales con puestos de trabajo y el salario, y
la reducción de políticas sociales que claramente el gobierno está
afectando.
Contradice sus promesas.
Totalmente. El gobierno, básicamente, centró su campaña prometiendo por
un lado que no iba a aumentar impuestos, para beneficiar al gran
capital, y por otro lado que no iba a haber pérdida de poder adquisitivo
en el salario real. Por una parte se está cumpliendo a rajatabla, con
el gran capital. Porque todas las medidas que el gobierno toma son para
favorecer al gran capital. Por ejemplo este beneficio que se le dio a
las empresas de no pagar los salarios vacacionales o las licencias de
los trabajadores cuando salen de licencia. Eso es un beneficio para el
gran capital.
O a los trabajadores que se les manda hacer teletrabajo se les aumenta
por encima de la media la tarifa de internet, pero a los grandes
terratenientes se les mantiene el precio del gasoil. Acá hay
definiciones del Poder Ejecutivo que son para beneficiar al gran capital
en detrimento del trabajo.
¿COFE está en condiciones de hacer algo para revertir esta situación?
El momento para poder modificarla es la Rendición de Cuentas. Ahora hay
que tener en cuenta la situación sanitaria. Estamos en un momento en que
mucha gente se toma vacaciones, pero sobre todo por la pandemia y por
los números que, sobre todo en la capital, están bastante complejos. Por
lo tanto es difícil tomar algunas acciones. De todas maneras estamos
centrados en dos grandes cuestiones: una es ir preparando los motores
para la movilización a partir de fines de abril cuando ya se esté
discutiendo la Rendición de Cuentas.
La otra línea de trabajo que estamos desarrollando es la juntada de
firmas para derogar 135 artículos de la Ley de Urgente Consideración
(LUC). Eso para nosotros es una línea de trabajo que nos permite por un
lado cumplir con el objetivo de juntar las firmas y por otro lado ir
organizando los diferentes sindicatos para estar listos cuando haya que
movilizarse.
COFE rechaza aumento de tarifas públicas del gobierno
La Confederación de Organizaciones de Funcionarios del Estado (COFE) rechazó los aumentos de tarifas públicas planteados por el gobierno por considerar que se trata de un "impuesto encubierto", que provoca una pérdida significativa de poder adquisitivo de la población "y que profundiza el ajuste fiscal que se está aplicando en nuestro país desde el 11 de marzo de 2020".
Para COFE, la decisión del gobierno se sustenta en la visión de "bajar el déficit fiscal sobre la base de rebajar el salario, reducir los puestos de trabajo ambas acciones tanto en lo privado como en lo público y aumentar las tarifas de los servicios públicos".
Por otra parte, COFE fustiga el incumplimiento del Presidente de la República de su propio compromiso realizado durante la campaña electoral en relación a no aumentar las tarifas públicas. "Nuevamente el Presidente de la República, Dr. Luis Lacalle Pou, incumple el compromiso asumido durante la campaña electoral. Se comprometió a no subir las tarifas públicas y las subió. Se comprometió a mantener el salario real pero el salario se rebajó.
Por todo lo anteriormente señalado rechazamos estas medidas. Es absolutamente inadecuado utilizar las tarifas como un impuesto encubierto, para cumplir los objetivos de un ajuste fiscal que en las actuales condiciones son absolutamente inaceptables. Por el contrario, el gobierno debería apoyar a los sectores más vulnerables de la sociedad que hoy sufren los efectos económicos y sanitarios de esta crisis, subvencionando estas tarifas", señala.
Texto completo del comunicado
Ante el comunicado del Poder Ejecutivo fijando un importante aumento de las tarifas de las empresas públicas, COFE rechaza enfáticamente dichas medidas y declara:
1.- Este aumento de tarifas es el segundo aumento en menos de un año. Recordamos que el 1 de abril de 2020 el aumento fue en OSE del 10,7%, en UTE 10,5% y Antel 9,78 %.
- El aumento tarifario, funciona como un impuesto encubierto, que provoca una pérdida significativa de poder adquisitivo de la población y que profundiza el ajuste fiscal que se está aplicando en nuestro país desde el 11 de marzo de 2020 (Decreto 090/2020) y materializado con mayor énfasis en la Ley de Presupuesto Quinquenal (Ley 19.924)
- La Ley de Presupuesto consagra una rebaja salarial permanente y significativa para los trabajadores públicos. El ajuste de salario en enero de 2021 será de aproximadamente un 4 %. Si la inflación del año cierra en el entorno de un 9 % se producirá una pérdida del salario del 5 %.
- También los trabajadores del sector privado tendrán ajustes menores que la inflación y lo mismo sucederá con las jubilaciones y pensiones de nuestro país.
- El nuevo aumento de las tarifas en todos los casos es superior al ajuste salarial así como también supera la inflación acumulada desde abril a diciembre. En efecto: la gasolina sube 6,19%, el supergás 6,9%, la electricidad 5%, el agua 6,5%, los celulares 6,3% y los servicios de internet 9,5%.
- En 9 meses la UTE subió más de un 16 %, la OSE un 17,8%, los celulares un 16,7 % y el internet un 20,2 %.
- Los servicios públicos son fundamentales para la población, pero en medio de la emergencia sanitaria su consumo se hace imprescindible.
- El gobierno fija las tarifas públicas y es el responsable de aumentar el costo de vida de los uruguayos, en una situación de emergencia sanitaria, con decenas de miles de uruguayos desempleados, con cientos de ollas populares y merenderos en todo el país, con una rebaja salarial para el conjunto de los trabajadores así como también para jubilados y pensionistas.
9- Esta decisión del Gobierno se sustenta en la visión de bajar el déficit fiscal sobre la base de rebajar el salario, reducir los puestos de trabajo ambas acciones tanto en lo privado como en lo público y aumentar las tarifas de los servicios públicos.
- Nuevamente el Presidente de la República, Dr. Luis Lacalle Pou, incumple el compromiso asumido durante la campaña electoral. Se comprometió a no subir las tarifas públicas y las subió. Se comprometió a mantener el salario real pero el salario se rebajó.
Por todo lo anteriormente señalado rechazamos estas medidas. Es absolutamente inadecuado utilizar las tarifas como un impuesto encubierto, para cumplir los objetivos de un ajuste fiscal que en las actuales condiciones son absolutamente inaceptables.
Por el contrario, el gobierno debería apoyar a los sectores más vulnerables de la sociedad que hoy sufren los efectos económicos y sanitarios de esta crisis, subvencionando estas tarifas.
Consejo Directivo Nacional
COFE
FUS rechazó dichos “injustificados” e “imprudentes” del ministro de Salud
La Federación Uruguaya de la Salud (FUS) rechazó las declaraciones del ministro de Salud, quien intentó responsabilizar al movimiento sindical y las organizaciones sociales por el aumento exponencial de casis de COVID-19 en Uruguay. Para la FUS, los dichos del ministro Daniel Salinas en el Parlamento fueron “imprudentes” e “injustificados”.
El presidente de la FUS, Jorge Bermúdez, señaló que “si hoy el gobierno y el Ministerio de Salud Pública en particular, no pueden contener el aumento de los casos, el aumento de la curva de la pandemia no la puede aplanar o las vacunas todavía no están, es una responsabilidad del Poder Ejecutivo y del gobierno”.
Bermúdez recordó que “cada acción de masas que hemos realizado la hemos informado al Ministerio de Salud Pública, con un protocolo sanitario acorde al mismo”.
En este contexto, la FUS emitió un comunicado a la opinión pública en la que manifestó su “profundo rechazo ante las declaraciones injustificadas donde se culpa al movimiento sindical al movimiento social y en especial a nuestra Federación por el aumento de los contagios en nuestro país, esta acusación no cuenta con evidencia científica que la respalde, no alcanza únicamente con responsabilizar a la gente por el incremento de los casos, comprendemos que el Ministro no tenga respuestas ante el incremento exponencial de contagios, pero una afirmación tan imprudente nos genera dudas acerca de cuál es el verdadero propósito de la misma”.
La FUS señala que los informes del GACH “nada dicen de que las manifestaciones hayan sido un factor de profundización de la circulación comunitaria del virus, la falta de fundamento en este tipo de apreciaciones no serían de recibo si no hubieran sido realizadas por el propio Ministro de Salud Pública, declaraciones sin justificación que solamente fueron respaldadas por su sector político. Nos encontramos ante una situación de emergencia sanitaria, social y política sin precedentes, el Ministro debe asumir su rol en esta crisis, para esto se necesita de una rectoría fuerte con liderazgo en sus funciones, asumir posicionamientos ideológicos para trasladar la responsabilidad al movimiento social y sindical habla a las claras de la miopía política del partido que él integra”.
Para la Federación Uruguaya de la Salud, “la población necesita señales claras, las políticas de prevención están dejando los guarismos de infectados ya conocidos, creemos necesario que el MSP cumpla con lo que es su obligación y comunique de forma precisa cuál va a ser la hoja de ruta que va a seguir nuestro país para salir de esta crisis sanitaria, cómo será el plan de vacunación, las prioridades en las poblaciones de riesgo y las vacunas que se utilizarán para inmunizar a los uruguayos, en este ámbito es que queremos un Ministerio de Salud Pública sólido en la toma de decisiones que son de su competencia. Nuestra responsabilidad es cuidar la salud de la gente, para ello debemos contar con todas las garantías necesarias y acordadas para poder cumplir con nuestro trabajo: que las empresas respeten el protocolo de seguridad para los trabajadores de la salud para evitar contagios que debiliten al equipo de salud, que se respete la certificación –aislamiento- COVID para que aquellos trabajadores que están cursando cuarentena no sufran el descuento de los tres primeros días, han sido infructuosas hasta el momento estas gestiones ante el MSP y la JUNASA”.
Por tanto, “los trabajadores de la salud que trabajamos en las distintas áreas asistenciales combatiendo al Covid-19 redoblamos día a día nuestro compromiso con la salud de nuestra gente, por eso solicitamos del Ministro de Salud Pública Dr. Daniel Salinas que asuma su responsabilidad y su deber que debe ser la de velar por el bienestar de todas y todos los uruguayos sin importar a qué organización o partido representan”.
"No vamos a dejar a nadie sin un plato de comida"
Como cada martes, decenas de referentes de ollas populares del Cerro se reúnen en un plenario de la «Red de apoyo a ollas y merenderos solidarios del Cerro por autonomía y vida digna», que opera como coordinadora y que funciona como espacio de intercambio de inquietudes, preocupaciones y también, como un ámbito natural donde se comparte la solidaridad. La coordinadora es el espacio en el que se gestionan las donaciones de alimentos para el barrio y allí se busca optimizar los recursos y apuntalar a todas las ollas, para que ninguna quede atrás. Se trata de unas 30 ollas pero esa cifra oscila de acuerdo al mes y las posibilidades materiales. Ellos dicen que se sienten acompañados y por más dificultades que haya, no están solos. En ocasiones, reciben la visita de pequeños comerciantes, vecinos, integrantes del municipio o de la Intendencia y de la Universidad de la República. Siempre hay alguien que aparece por primera vez y trata de sumar. El movimiento sindical en su conjunto participa y colabora con la red a través del zonal oeste del PIT-CNT desde el surgimiento de las ollas. Asimismo y como parte del entramado social solidario se destaca la iniciativa Oeste Social que viene trabajando en nueve comisiones -cultura, asentamientos, industria y trabajo, entre otras- que también tiene una brigada solidaria y desde allí, vecinos y vecinas de la zona realizan sus aportes y propuestas de manera organizada.
Las y los referentes de las ollas del Cerro se juntan a cielo abierto, entre árboles y hamacas de hierro, de las de antes, en un espacio verde hermoso del barrio. Allí corretean y juegan las hijas y los hijos de las familias que se juntan a tejer solidaridad y futuro para que nadie se quede sin comer. La crisis pegó duro. Y a las ollas cada día llega más gente. Pero para algunas ollas, el día a día se está tornando cada vez más duro. No está fácil dicen. Ellos y ellas, jóvenes y más veteranos, madres jefas de hogar, jubilados y jubiladas conversan sin vueltas. Plantean sus asuntos de manera frontal en una instancia que aprovechan al máximo para solucionar los problemas del día a día. Saben que cuando llegan los medios de comunicación a una olla se genera un efecto inmediato de solidaridad puntual con esa olla. No así con el resto. «Un día viene la televisión a una olla y la solidaridad explota. Nos llega de todo de gente que quiere colaborar. Pero a cuatro cuadras hay otra olla que no tiene ni carne, ni gallinas ni casi nada. Por eso nos juntamos y creemos que tenemos que actuar como coordinadora, pa que naides quede atrás».
Hugo Leivas es un militante social del Cerro, del barrio y de tantas vueltas de la vida, referente de la olla Faustino «Chimango» Rodríguez que está ubicada en la esquina de Bulgaria y Carlos María Ramírez y funciona los lunes y jueves. Hugo cocina y come en esa olla. La crisis lo dejó sin trabajo. Dice que en las ollas del Cerro cada vez hay más gente. Y que se está complicando. En la olla Faustino «Chimango» Rodríguez, cada vez hay más y más gente. «Duele cuando ves llegar a gente con vergüenza. Hay vecinos o vecinas que llegan mirando el suelo, con vergüenza porque recién se quedaron sin trabajo y les duele tener que ir a pedir comida a la olla y retirar la vianda. Eso es tremendo".
Hugo le dijo al Portal del PIT-CNT que las ollas del Cerro van a redoblar el esfuerzo para atender las necesidades de las familias del barrio. "Pero nosotros aspiramos a que las ollas no existan. Que nadie en esta tierra tenga que ir a una olla a comer, pero lamentablemente vemos que esto lejos de terminarse, va a continuar, está empeorando. Y cuando se nos venga el invierno la cosa va a estar muy difícil hermano, muy difícil".
En la red de ollas del Cerro, se escucha a quien quiera hablar. Si alguien tiene algo para decir, pide la palabra y plantea su inquietud. En general, se va al punto, sin mucha vuelta. Pero de todos modos, por las dudas y para evitar que los intercambios se vayan por las ramas, un vecino planteó este martes en el primer plenario luego del receso de las fiestas, una moción para que cada orador tenga solo cinco minutos. "Que hable el que quiera, diga su planteo y votamos. Y listo".
Camilo Clavijo nació en la calle Continuación Austria y se crió en el Cerro. Es padre de tres hijos, militante social y tiene trabajo. Hijo de padre marino mercante -al que de chico por su trabajo vio poco- y de madre ama de casa, que fue la que apuntaló la crianza y los cuidados de la familia. "El Cerro es mi vida", dice con orgullo. Le duele ver el hambre de los demás. Especialmente, de la gente del barrio. "Eso duele en el alma, es horrible". Camilo dice que tal vez haya quienes desde las alturas del poder vean las ollas por televisión y crean que allí hay algo «pintoresco», hasta «simpático». Depende de los cristales con los que miren y la altura que los separe de la realidad de los de abajo, agrega. "Si los medios o los gobernantes romantizan la pobreza y las ollas es porque no vienen acá a vivirlo, no ven a los gurises descalzos y que sus padres no tienen pa darles de comer. Que se dejen de cuentos. Y al que no le duela eso que le está pasando a miles de compatriotas es porque no tiene sangre en las venas, no tiene nada. Tendrá cargos, tendrá poder, pero no tiene alma".
Camilo hablará con sus compañeros y compañeras de la red de ollas del Cerro para gestionar la visita de ministros y del propio presidente de la República. Por ahora es una idea y una aspiración a concretar. "Que bajen acá, a ver la pura y cruda realidad que ellos están abonando con las políticas de ajuste. Que vengan a ver la realidad con sus propios ojos y no a través de la televisión con una escenografía montada como en los ámbitos que se mueven. Acá está la realidad del que vive y lucha".
#YoFirmo: Desbordando barrios
Bajo la sombra de un Timbó, en la plazoleta ubicada en la intersección de caminos Casavalle y Coronel Raíz, una familia instaló un gazebo para juntar firmas contra 135 artículos de la LUC. Por más enero que transcurra, la populosa esquina del barrio Peñarol continúa con su natural ritmo de siempre. No hay mucha diferencia entre lo que se vive durante el año y los días de verano. Zona de gente de trabajo, repleta de matices y colores por dentro y por fuera, en paredes y marquesinas de nuevos y viejos comercios del barrio.
A media mañana de un día de enero, el gazebo era una fiesta. Mercedes y sus hijos no daban abasto. Casi sin respiro, una tras otra las papeletas se iban llenando de firmas y huellas digitales. Y luego, muchos, muchas, cumplían con el ritual de la selfie de rigor para las redes sociales y para que las amigas y amigos del Facebook estén al tanto del orgullo de cada firmante.
Entre fotos y tapabocas y choque de puños y huellas digitales, las charlas, en distintas oportunidades terminan en reclamos ante la «insensibilidad» del gobierno «que no hace nada por la gente» pero al mismo tiempo, «se pasa dando cadenas de televisión donde no dice nada para el pueblo». Esos reclamos son parte del descontento de vecinos y vecinas que viven el día a día con la angustia de no saber cómo llegar a fin de mes, en un contexto de crisis económica, sanitaria, social y laboral, «mientras el gobierno nos sube las tarifas en plena pandemia».
Mercedes Romero es la responsable del gazebo instalado en Casavalle y Coronel Raíz que cuenta con el respaldo y apoyo del PIT-CNT, FUCVAM, SUTEL, FANCAP y Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos. Algunos aportan banderas y otros llevan elementos básicos como lapiceras, papeletas, almohadillas o agua mineral. Todos arriman algo.
Mercedes es Doctora en Derecho y Ciencias Sociales, es militante social y política, mujer de izquierda, vecina de barrio, mamá de Mateo y Josefina y además es la presidenta de la ONG H2O, que desarrolla su actividad en Santa Catalina, con convenios de limpieza para jóvenes en situación de vulnerabilidad social.
Mercedes nunca está sola. La mañana que la visitó el Portal del PIT-CNT se encontraban sus hijos Mateo y Josefina a su lado, colaborando con las firmas, distribuyendo alcohol en gel para las manos o también sacando fotos con sus celulares y grabando pequeñas historias para Instagram, para compartir su mirada de esta historia. Pero a cada rato se les arriman amigos y amigas de la familia, compañeras y compañeros de estudio de sus hijos y hasta el novio de la hija va a dar una mano.
"Acá estamos en familia y todo el tiempo vienen familias a firmar. Viene una señora, y te dice, ya le aviso a mi marido y a mis hijos y al rato caen todos. Es divino ver cómo se entusiasman cuando saben que nos instalamos acá".
Una de las particularidades visibles es la presencia de jóvenes en el gazebo. "Algunos amigos y amigas de mis hijos tienen credencial y están haciendo sus primeras armas en esto de la militancia social y comprometerse con los temas que les afectan, preguntan, leen, y después son ellos mismos los vienen y charlan con la gente del barrio".
Para Mercedes, la inmensa mayoría de la gente que llega a firmar cuestiona los aspectos generales de la LUC. "Es una ley que consideramos represiva, regresiva, concentradora de poder, que pretende establecer más de 37 cambios en la legislación actual y que afecta los derechos y las garantías individuales. Y por si fuera poco, pone en jaque a las empresa públicas y la soberanía del Estado, entre otras cosas que te podría mencionar como el gatillo fácil que es inconcebible".
Dudas
Según explicó Mercedes Romero, algunos vecinos y vecinas consultan y quieren saber por qué no se interpuso un recurso contra toda la LUC. "Nosotros les explicamos las diferencias entre ir contra toda la ley o una cantidad de artículos. También nos preguntan cuál es la diferencia entre derogar y anular los 135 artículos, y allí les informamos que anular significa que la ley nunca existió para esos artículos por lo que no llegó a desplegar efectos, pero derogar supone que eso comienza a partir que se logre concretar la derogación pero todos los efectos que desplegó esa ley van a quedar vigentes y nosotros creemos que es importante que la gente lo pueda diferenciar y comprender".
Mercedes contó al Portal que también mucha gente consulta quién o quiénes están detrás de la iniciativa. "Hay gente que pregunta si es algo de un partido político, si es un tema de oposición y gobierno y nosotros les explicamos que es una iniciativa de organizaciones sociales, de la Intersocial, del movimiento sindical, de muchísimos colectivos y también de gente que tiene su pertenencia o militancia partidaria. Pero eso no es excluyente de nada".
El vecino y la represión
En una de las jornadas de recolección de firmas desarrolladas en el gazebo, un vecino del barrio se arrimó a charlar y dijo que él estaba de acuerdo con la nueva mirada punitivista que aplica el gobierno, especialmente hacia los jóvenes «que son los que hacen lío». Mercedes le contó al Portal que este vecino, aseguró que compartía la represión hacia los adolescentes o jóvenes "porque dice que muchas veces no respetan a los mayores, ni a los trabajadores que necesitan descansar y los jóvenes se quedan hasta la madrugada «haciendo ruido». Lo dijo convencido, porque así lo piensa y esas son cosas que tenemos que charlar como lo hicimos con este vecino del barrio. Por cosas como éstas, creo que tenemos una gran oportunidad de hablar civilizadamente, charlar y conversar con la gente sobre el país que queremos".
En su condición de doctora en Derecho y defensora de las garantías constitucionales, Romero advirtió además que "se deben respetar las garantías individuales para toda la población" y que "todos y todas tenemos que tener garantizados los derechos humanos".
Mercedes es tan abogada como militante social, madre, amiga y apasionada de la política. Ella es todo eso. Y también es una gran defensora del futuro. "Sin lucha, sin organización permanente y sostenida, no podemos construir nuestro presente y el futuro. El presente siempre es de lucha y así hay que entenderlo. Por eso estamos acá".
Hijes
Josefina y Mateo son tímidos, exageradamente tímidos ante cualquier intento de entrevista o charla frente a un micrófono desconocido. Sin embargo, son vehementes en sus convicciones.
Josefina no firma porque con 16 años aún no pudo tramitar la credencial cívica. "Estoy acá porque desde que tengo memoria acompaño a mi madre en su militancia. Y estoy en el gazebo porque creo que hay que defender los derechos". Para ella, toda la LUC tiene una mirada sospechosa hacia los jóvenes. "También estoy acá acompañando a mi mamá por eso, no solamente porque siempre la voy a apoyar sino porque hay cosas que no me gustan de esta LUC y si puedo hacer algo y charlar acá, lo haré".
Mateo sí firmó porque tiene 22 años. Está culminando sus estudios de carpintería en la UTU. No comparte la mayoría de los artículos de la LUC y eso lo habla con sus amigos y con la gente del barrio. Es otro puntal de la familia. "Siempre estuve al lado de mi madre y más allá que te reitero, no comparto muchos de los artículos porque son regresivos y prejuiciosos especialmente hacia los jóvenes, también estoy acá para darle fuerza a mi mamá".
Cerrito presente
Rúben Ibáñez es un vecino referente del Cerrito de la Victoria. Fue mecánico tornero durante casi toda su vida hasta que se jubiló y ahora es un militante incansable. El día que el Portal del PIT-CNT llegó al gazebo de Casavalle y Coronel Raíz, Rúben andaba de visita por allí.
"Estoy acá porque siento que es el lugar donde tengo que estar. Hoy en este puesto amigo, pero ando de casa en casa, de familia en familia. Estoy acá porque es un lugar de lucha, un espacio en el que defendemos nuestros derechos". Para Ibáñez, esta ley "es como un viaje en el túnel del tiempo, nos lleva 30 años hacia atrás y por eso tenemos que afrontar esta recolección de firmas por el presente pero especialmente por el futuro".
Desde su perspectiva, "esta ley acota los derechos de las personas, nos restringe las libertades individuales, sindicales y de la sociedad toda".
Por ello, remarca que está donde siente que tiene que estar. "Creo absolutamente en que es necesario lo que estamos haciendo, es imprescindible que seamos cada día más los militantes que salgamos a las calles y barrios a recolectar firmas por nuestro futuro". Asimismo, Rúben está convencido que es fundamental que la gente se informe. "Los artículos son números fríos, hay algo difuso ahí en esa nebulosa del articulado, y creo que eso fue hecho así deliberadamente y no de manera casual, para que la gente se pierda entre números y artículos y no conozca qué derechos le están cercenando. Y no profundice en los aspectos retrógrados de la LUC. Y una de las tareas que tenemos los que estamos levantando firmas es informarnos bien para poder transmitir a los vecinos información de calidad sobre esta ley nefasta".
Para Ibáñez, es importante aclarar una y otra vez con los vecinos y vecinas que no se trata de un asunto partidario. "Acá hay una iniciativa social, de organizaciones sociales y el movimiento obrero. Con apoyos políticos y todos los que quieran sumarse. Nos debería preocupar a todos y todas y deberíamos involucrarnos ciudadanos y ciudadanas de todos los ámbitos y pertenencias. Sin distinciones. Acá somos lo que somos. No hay trampas. No hay nada más que una movida social muy fuerte que sale en defensa de la gente para que el pueblo viva mejor y no le recorten sus derechos y la calidad de vida. Y esta ley claramente va a disminuir nuestra calidad de vida y de la democracia. Yo tengo hijos y nietos y salgo a los barrios a juntar firmas también por el futuro de ellos".
Rúben sale cada mañana a recorrer el Cerrito de la Victoria -su barrio- a charlar puerta a puerta. Algunas veces va hasta la sede del PIT-CNT a buscar más papeletas, y vuelve al barrio. Y ya tiene sus propias «burbujas de firmas», en las que entrega papeletas para que sean completadas en los distintos entornos de familias, vecinos, amigos y comerciantes. Rúben dice que en el Cerrito no va a quedar una casa sin visitar. Y que serán un montón de firmas las que arrimará el barrio a la campaña.
El objetivo está claro. Y la meta segura. "Llegamos, tenemos que ser mejores con la información, pero llegaremos. Que no les quepa duda que vamos a llegar".
Periódico militar Nación tilda de “tibio” a Lacalle Pou y asegura que ha hecho “poca cosa” hasta ahora
El mandatario es cuestionado por sus reuniones con Tabaré Vázquez y Carolina Cosse, y por no remover al fiscal de Corte.
La “tibieza” de la derecha latinoamericana es un “denominador común de la región” y el “principal motivo de su fracaso”, asegura la periodista y licenciada en Ciencia Política argentina María Zaldívar, en un artículo que publicó en La Gaceta de la Iberosfera y que es reproducido por la publicación Nación, que se distribuye entre los socios de la Cooperativa de Ahorro y Crédito de Oficiales de las Fuerzas Armadas.
Según dice Zaldívar, Mauricio Macri en Argentina, Sebastián Piñera en Chile, el corto período de Jeanine Áñez en Bolivia, Iván Duque en Colombia y “me adelanto a afirmar que Luis Lacalle Pou en Uruguay, son la expresión política de un diagnóstico equivocado respecto de la ferocidad de las fuerzas ideológicas que el mundo enfrenta”. Para la autora, en estos casos el “mal juicio” de los mandatarios y ex mandatarios deriva “inexorablemente, en una elección errada de los caminos para enfrentarlas”.
La autora considera que “su tic universalmente amigable del ‘centrismo’ los hace derrapar hacia una actitud paciente y complaciente con lo inaceptable, de la cual la izquierda se aprovecha”. Se trata, agrega, de “nuevos ‘moderados’” que “no entendieron el espíritu del reclamo popular”: “La gente estaba harta de la calesita de caras que durante décadas jugaron el juego de la silla alrededor de distintos cargos públicos. Se cansaron de ellos, siempre los mismos, de su ineficiencia y de su complicidad con un sistema que solo beneficia a la burocracia a la que pertenecen, naturalmente; pero no los querían menos firmes, no los querían blandos, laxos, dóciles ni maleables. No les gusta verlos retroceder ante el avance del autoritarismo y la violencia marxista, ni dudar, bajar la voz o agachar la cabeza cuando hay que imponerse airadamente para defender los valores de la vida y de la democracia liberal”.
Si bien la autora considera que es posible un debate “entre diferentes” cuando entre ambas partes existe “predisposición al diálogo y al entendimiento del otro”, esa actitud no puede ejercerse con la izquierda, porque es “el opuesto a la democracia”, ya que es “intolerante y esencialmente autoritaria”. “No concede, impone; no colabora, resta. La izquierda no escucha, no negocia, no concede. La izquierda toma y arrasa”, considera. Según sostuvo, “intentar el diálogo con los sectores radicalizados de la política es un juego de cartas entre dos con distintas reglas o, mejor dicho, con reglas para uno solo”.
Al finalizar su columna, Zaldívar se refiere a la Carta de Madrid, un documento impulsado por el líder del partido ultraderechista español Vox, Santiago Abascal, que denuncia que el avance del comunismo en el mundo supone una “seria amenaza” para el “desarrollo” y la “prosperidad” de la “Iberosfera”, la denominación que usa este político español para referirse a España y toda América.
Las preguntas para el presidente
Otra publicación de Nación, esta vez escrita por César Fontana, cuestiona al actual gobierno por haber hecho “poca cosa” sobre temas “extrapandemia”, aunque asegura que “en temas judiciales-penales poco se puede hacer mientras exista una Fiscalía General cuyo titular tenga quizás más poder que un ministro de la Suprema Corte de Justicia y al cual el señor presidente y/o su Partido no quiere enfrentar”.
Fontana, no obstante, se pregunta “en qué han quedado las mentadas auditorías” e ironiza con que “algo de ello se habló antes de las elecciones”. También se pregunta qué fue de la gestión para sacar a los “comunicadores ‘compañeros’”, en referencia a periodistas supuestamente afines al gobierno anterior, aunque destaca que el único aporte en este punto fue “una pequeña ‒aunque loable‒ gestión del Sr. [Gerardo] Sotelo”. “Ah, pero esos comunicadores compañeros trabajan en empresas privadas, no se les puede tocar, dirán algunos. Caramba, caramba, el día de los inocentes es el 28 de diciembre. Hay maneras y maneras, y que conste que no estoy proponiendo ilegalidad alguna”, sugirió.
Fontana también cuestiona a Lacalle Pou por reunirse con el ex presidente ya fallecido Tabaré Vázquez. “A mí me gustaría saber qué hablaron el señor presidente con el ex del Prado un día que llegó de una visita a Rivera y prestamente, se observaba por sus ropas, rumbeó para la casa de la calle Buschental. ¿Qué pasaba? ¿Nos querían invadir los ‘sin tierra’? Nunca lo sabremos”.
Al autor tampoco le pasaron desapercibidos sus diálogos con la intendenta de Montevideo, Carolina Cosse. “¿Qué va a hablar de la pandemia con la Ing. Cosse? ¿Acaso no sabe, su gente no le ha dicho lo que es vox populi, que el FA ha boicoteado todas y cada una de las medidas sanitarias propuestas por el Ministerio de Salud Pública y el comité de científicos?”, finaliza.