VENEZUELA
CC BY 2.0 / US Military / Corey Hook
16:53 14.02.2019 (actualizada a las 17:46 14.02.2019) SPUTNIK NEWS
Cuba alerta sobre el movimiento de fuerzas militares de EE.UU. a países del Caribe
Publicado: 14 feb 2019 15:10 GMT | Última actualización: 14 feb 2019 16:46 GMT - RT
En un comunicado, La Habana pide a la
comunidad internacional movilizarse ante "una aventura militar
disfrazada de 'intervención humanitaria'".
El Gobierno de Cuba ha denunciado, a través de un comunicado,
el movimiento de fuerzas de operaciones especiales de EE.UU. hacia
aeropuertos de Puerto Rico, República Dominicana y el Caribe,
"seguramente sin el conocimiento de los gobiernos de esas naciones".
Según el documento, entre el 6 y el 10 de febrero se realizaron vuelos de aviones de transporte militar hacia el Aeropuerto Rafael Miranda, en Puerto Rico; la Base Aérea de San Isidro, en República Dominicana, y hacia otras islas caribeñas con bases militares estadounidenses donde operan fuerzas de operaciones especiales y de la Infantería de Marina "que se utilizan para acciones encubiertas, incluso contra líderes de otros países".
De esta manera, el Gobierno cubano pide a la comunidad internacional "movilizarse para impedir que se consume"
una "aventura militar disfrazada de 'intervención humanitaria'" en
Venezuela, ante "la escalada de presiones y acciones" de Washington.
Por otra parte, el dirigente del partido derechista Voluntad Popular, Lester Toledo, quien coordina la logística de la "ayuda humanitaria" solicitada por el diputado Juan Guaidó, publicó en su cuenta de Twitter un comunicado emitido por el Gobierno puertorriqueño donde se informa que la carga con insumos que salió de ese estado asociado arribó a Bogotá, capital colombiana.
Publicado el 14 feb. 2019
https://youtu.be/2S9tlfay-HQSegún el documento, entre el 6 y el 10 de febrero se realizaron vuelos de aviones de transporte militar hacia el Aeropuerto Rafael Miranda, en Puerto Rico; la Base Aérea de San Isidro, en República Dominicana, y hacia otras islas caribeñas con bases militares estadounidenses donde operan fuerzas de operaciones especiales y de la Infantería de Marina "que se utilizan para acciones encubiertas, incluso contra líderes de otros países".
La supuesta ayuda humanitaria de EE.UU.
El pasado miércoles, el presidente estadounidense, Donald Trump, manifestó durante una reunión con su par colombiano, Iván Duque, que Nicolás Maduro "debe dejar que la ayuda [humanitaria] entre en el país", y consideró que el gobernante venezolano "está cometiendo un terrible error al no permitir que eso suceda". Además, Trump reafirmó que estudia "todas las opciones" sobre la "crisis en Venezuela".Por otra parte, el dirigente del partido derechista Voluntad Popular, Lester Toledo, quien coordina la logística de la "ayuda humanitaria" solicitada por el diputado Juan Guaidó, publicó en su cuenta de Twitter un comunicado emitido por el Gobierno puertorriqueño donde se informa que la carga con insumos que salió de ese estado asociado arribó a Bogotá, capital colombiana.
- La crisis política de Venezuela estalló el pasado 23 de enero, después de que Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional —que se encuentra en desacato desde 2016 y cuyos actos son nulos, según varias sentencias del Tribunal Supremo de Justicia venezolano—, se autoproclamara "presidente encargado" de su país y fuera reconocido como tal por EE.UU. y otras naciones latinoamericanas y europeas.
- El diputado opositor ha manifestado que la entrada de "ayuda humanitaria" a su país es uno de sus principales objetivos, a pesar de la oposición del Gobierno venezolano, que considera que es un "plan de EE.UU." para llevar a cabo una intervención militar contra el país sudamericano.
- Guaidó anunció que el próximo 23 de febrero ingresará la "ayuda humanitaria" a Venezuela, que hasta el momento se acopia en Cúcuta, en el departamento del Norte de Santander (Colombia), y en el estado de Roraima (Brasil).
EE.UU.: ‘Duelo’ entre congresista y representante de Trump para Venezuela
Moscú cree que Washington "ya ha tomado una decisión sobre la intervención en Venezuela"
Publicado: 7 feb 2019 13:26 GMT | Última actualización: 7 feb 2019 16:09 GMT - RT
EE.UU. está preparando "un escenario de una
invasión militar en toda regla" del país caribeño, denuncia la
Cancillería rusa.
Las
declaraciones de EE.UU. sobre la posibilidad de "una invasión militar
directa" de Venezuela violan la Carta de las Naciones Unidas, ha
afirmado este jueves la portavoz del Ministerio de Exteriores de Rusia, María Zajárova.
"Desde Washington siguen llegando señales sobre la posibilidad de usar el escenario de la fuerza para derrocar a las autoridades legítimas, incluso a través de la intervención militar directa", aseguró Zajárova, recordando que la Casa Blanca habla "abiertamente" de estas opciones.
"Me
gustaría recordar que este tipo de declaraciones provenientes de los
funcionarios estadounidenses son una violación directa del artículo de
la Carta de la ONU que requiere que todos los miembros de la
organización se abstengan en sus relaciones internacionales de la
amenaza de la fuerza o de su uso", ha enfatizado la vocera.
En este sentido, Zajárova citó informaciones que indican que en el área fronteriza con Venezuela, que fue visitada recientemente por militares estadounidenses de alto rango, se despliega un puesto de mando unificado para la llamada "operación humanitaria o, si llamamos las cosas por su nombre, simplemente una intervención humanitaria", recalcó.
"Dicen que los venezolanos viven mal con este Gobierno. ¡Pues no impongan sanciones! Dejen que el Estado viva y se desarrolle, y resuelva por sí mismo sus propios problemas, no los agraven" María Zajárova, portavoz de la Cancillería rusa La vocera también señaló que, últimamente, las delegaciones militares estadounidenses han estado visitando activamente la región bajo el pretexto de "salvar" a los venezolanos y "devolver" la democracia a este país.
Así las cosas, "uno involuntariamente llega a una conclusión, obvia en esta situación, de que la decisión de usar la fuerza ya ha sido tomada en Washington, y que todo lo demás no es más que una operación de encubrimiento", subrayó la portavoz de la Cancillería.
"Dicen que los venezolanos viven mal con este Gobierno. ¡Pues no impongan sanciones! Dejen que el Estado viva y se desarrolle, y resuelva por sí mismo sus propios problemas, no los agraven", sentenció Zajárova.
"Desde Washington siguen llegando señales sobre la posibilidad de usar el escenario de la fuerza para derrocar a las autoridades legítimas, incluso a través de la intervención militar directa", aseguró Zajárova, recordando que la Casa Blanca habla "abiertamente" de estas opciones.
"Intervención humanitaria"
La diplomática rusa asevera que Washington está trabajando en varios ámbitos, incluido el logístico, para preparar el escenario de "un cambio de poder forzoso en Venezuela".En este sentido, Zajárova citó informaciones que indican que en el área fronteriza con Venezuela, que fue visitada recientemente por militares estadounidenses de alto rango, se despliega un puesto de mando unificado para la llamada "operación humanitaria o, si llamamos las cosas por su nombre, simplemente una intervención humanitaria", recalcó.
"Dicen que los venezolanos viven mal con este Gobierno. ¡Pues no impongan sanciones! Dejen que el Estado viva y se desarrolle, y resuelva por sí mismo sus propios problemas, no los agraven" María Zajárova, portavoz de la Cancillería rusa La vocera también señaló que, últimamente, las delegaciones militares estadounidenses han estado visitando activamente la región bajo el pretexto de "salvar" a los venezolanos y "devolver" la democracia a este país.
Así las cosas, "uno involuntariamente llega a una conclusión, obvia en esta situación, de que la decisión de usar la fuerza ya ha sido tomada en Washington, y que todo lo demás no es más que una operación de encubrimiento", subrayó la portavoz de la Cancillería.
"El colmo del cinismo"
Según la diplomática, el hecho de que EE.UU. imponga ayuda humanitaria internacional a Caracas mientras se introducen sanciones "draconianas" que, sencillamente, "bloquean la economía venezolana" y "golpean directamente" al pueblo venezolano, es "el colmo del cinismo"."Dicen que los venezolanos viven mal con este Gobierno. ¡Pues no impongan sanciones! Dejen que el Estado viva y se desarrolle, y resuelva por sí mismo sus propios problemas, no los agraven", sentenció Zajárova.
- La crisis política de Venezuela estalló después de que Juan Guaidó, presidente de la Asamblea Nacional —que se encuentra en desacato desde 2016 y cuyos actos son nulos, según varias sentencias del Tribunal Supremo de Justicia venezolano—, se autoproclamara "presidente encargado" de su país y fuera reconocido como tal por EE.UU. y otras naciones latinoamericanas y europeas.
- El presidente estadounidense, Donald Trump, llegó a decir que la intervención militar en Venezuela era una "opción" para resolver la situación que viva la nación latinoamericana.
- Por su parte, Caracas denunció que la oposición venezolana encabeza "un golpe de Estado" con el respaldo de EE.UU., y acusó a Washington de llevar a cabo "guerras injustas", así como de "arrasar con poblaciones civiles inocentes" y "bloquear economías".
Después de Venezuela, ¿Cuba?
por Peter Kornbluh
LA HAINE -
12/02/2019
EEUU espera ver caer cada esquina del triángulo: en La Habana, en Caracas, en Managua
Foto: En Brasil, partidarios del presidente Nicolás Maduro se manifiestan ante el consulado venezolano en Sao Paulo.
En noviembre pasado, pocos días después de las elecciones intermedias en EEUU, el consejero nacional de Seguridad, John Bolton, viajó al bastión anticastrista de Miami para dar su discurso sobre la troika de la tiranía: un ataque retrógrado, estilo guerra fría, contra Cuba, Venezuela y Nicaragua. La troika se derrumbará, predijo Bolton con audacia. Sabemos que le aguarda el día de rendir cuentas. EEUU espera ver caer cada esquina del triángulo: en La Habana, en Caracas, en Managua.
En su momento, pocos percibieron en el discurso algo más que un posicionamiento político para atraer el voto de la derecha en Florida. Visto en retrospectiva, en cambio, lo que hizo Bolton fue anunciar la determinación del gobierno de restaurar la hegemonía estadounidense en América Latina. Está claro que promover el mantra de Trump, Hacer grande a EEUU otra vez (MAGA, por sus siglas en inglés), requiere ejercitar el músculo intervencionista en Venezuela y reafirmar la voluntad de Washington en la región.
Pero, mientras EEUU suma esfuerzos para derrocar el gobierno del presidente Nicolás Maduro, presenciamos lo que el Miami Herald ha llamado la cubanización de la política hacia Venezuela. En una grave distorsión de la historia, funcionarios estadounidenses acusan al gobierno cubano de ser el verdadero imperialista del hemisferio occidental y aseguran que ha llegado el momento de liberar a Venezuela de Cuba, según el vicepresidente Mike Pence. Expulsar a Maduro del poder sin duda envalentonaría a quienes favorecen el cambio de régimen en otras partes de la región. De hecho, el juego final del gobierno parece ser Cuba, la nación isleña que ha desafiado el poderío hemisférico de Washington desde el triunfo antimperialista de la revolución encabezada por Fidel Castro hace 60 años.
***
La crisis en Venezuela ha aportado el fruto maduro, en palabras del periodista Jon Lee Anderson, y creado la oportunidad para resucitar la era remota de la diplomacia de las cañoneras, cuando Washington podía dictar el destino de los gobiernos latinoamericanos. En el pasado, la mayoría de las naciones latinoamericanas se habrían opuesto a la intervención imperial de Washington, como hicieron en 2002 con fuerza México y otros países, cuando el gobierno de George W. Bush apoyó en un principio un intento de golpe de Estado contra Hugo Chávez que tuvo corta duración.
Sin embargo, Trump ha tenido el cambio de régimen en Venezuela en su agenda política desde el inicio de su presidencia, como un paso hacia el cumplimiento de su promesa de campaña de poner fin al acuerdo que hizo Obama con Raúl Castro para una histórica coexistencia pacífica con Cuba. Apenas en su segundo día en la Casa Blanca, Trump pidió un informe sobre Venezuela, declaró en fecha reciente un antiguo funcionario del gobierno al Wall Street Journal, para explorar cómo dar marcha atrás a las políticas de la era de Obama hacia Cuba. Entre las opciones para deshacerse de Maduro y terminar con la alianza Venezuela-Cuba estaban cortar los miles de millones de dólares que EEUU paga al país sudamericano por importaciones petroleras, importante y efectiva sanción que el gobierno de Trump impuso hace poco.
En su discurso en Miami, Bolton anunció sanciones adicionales contra Cuba, y prometió que vendrá todavía más. De hecho, como parte de lo que funcionarios estadounidenses describen como un enfoque más amplio y agresivo en la región, se filtran detalles a los medios sobre próximas medidas para revertir la política de la era Obama de una participación positiva con La Habana.
Una de las primeras es volver a clasificar a Cuba como patrocinadora del terrorismo internacional. En 1982, entre las sangrientas campañas estadounidenses de contrainsurgencia en Centroamérica, el gobierno de Ronald Reagan colocó a Cuba en la lista del Departamento de Estado de estados patrocinadores del terrorismo, esfuerzo flagrante por presentar el apoyo de La Habana a la revolución nicaragüense como un apoyo al terrorismo internacional. Pese a la falta de cualquier prueba de que Cuba respaldaba el terrorismo y a la abundante evidencia de que en cambio era blanco de tales actividades, un gobierno tras otro mantuvo a Cuba en la lista. Por fin Obama la retiró en 2015, como parte de las negociaciones para restaurar vínculos diplomáticos normales. Funcionarios estadounidenses han indicado que pueden citar la alianza de Cuba con el gobierno venezolano para justificar esta reinserción.
En las próximas semanas, la Casa Blanca también planea anunciar que los estadounidenses pueden presentar demandas en tribunales de su país para recuperar bienes en Cuba que fueron expropiados después de la revolución, norma punitiva contenida en la Ley Helms-Burton de 1996, que todos los presidentes estadounidenses de Clinton en adelante han desechado para evitar el caos de litigar contra empresas de naciones aliadas que tienen inversiones en Cuba.
Ambos cambios de políticas detendrán inversiones extranjeras que mucha falta hacen en Cuba, entre ellas de firmas mexicanas que probablemente han invertido en propiedades que ahora podrían entrar en disputa.La economía se pondrá mucho peor de lo que ya está debido a la crisis en Venezuela, declaró un agregado comercial europeo en La Habana a la agencia Reuters esta semana, y las nuevas amenazas de Trump ya están alejando a algunas empresas.
Sin embargo, en lo inmediato la reinserción de Cuba en la lista de estados terroristas amedrentará a los turistas estadounidenses, cuyos dólares son esenciales para el crecimiento del incipiente sector privado cubano. En la Oficina de Control de Activos en el Extranjero del Departamento del Tesoro, que supervisa y aplica las reglamentaciones sobre los viajes a Cuba, los funcionarios han dado fuertes indicios de que pronto se anunciarán nuevas restricciones a los viajeros.
De interés mucho más inmediato para los cubanos, y para la comunidad latinoamericana, es la amenaza del gobierno de Trump de una intervención abierta en Venezuela, y el potencial efecto de derrame que tendría en su cada vez más agresiva política hacia Cuba. En público y en privado, Trump ha planteado en repetidas ocasiones la opción de enviar a los marines a derrocar a Maduro. En una conferencia de prensa el 28 de enero, Bolton llevaba un papel amarillo con las palabras 5000 efectivos a Colombia que los periodistas pudieron ver… y reportar. Nicolás Maduro haría bien en no poner a prueba la resolución de EEUU, amenazó dos días después el vicepresidente Pence. Venezuela merece ser libre, gritó ante un público favorable a la intervención, que coreaba Iu-es-ey, Iu-es-ey [USA]. Y en la Casa Blanca, con este presidente, prometió, ¡siempre será que viva Cuba libre! (en español muy pobre).
Tales amenazas podrían ser fanfarronadas, pero detrás de un presidente que se precia de ser un prepotente bravucón hay un equipo curtido en cambios de régimen: el senador Marcos Rubio, que ahora actúa como secretario de Estado en la sombra para América Latina y para quien revertir la revolución cubana es alta prioridad; Mauricio Claver-Carona, el principal cabildero cubano-estadounidense de línea dura contra la política de participación de Obama y actual asistente especial del presidente, así como presidente y director de la división de asuntos del hemisferio occidental del Consejo Nacional de Seguridad; Elliott Abrams, secretario auxiliar de Estado en tiempos de Reagan y tristemente célebre por propiciar y encubrir crímenes de lesa humanidad en El Salvador y Guatemala, y convicto (pero perdonado) por crímenes relacionados con el escándalo Irán-contras, y Bolton, quien como embajador de George W Bush en Naciones Unidas diseminó el infundio de que los programas cubanos de investigación médica eran una pantalla para la producción de armas biológicas.
Este grupo formidable tiene una obsesión como la del Capitán Ahab con el cambio de régimen en Cuba, de acuerdo con Benjamin Gedan, ex funcionario de la Agencia Nacional de Seguridad. Para Bolton y compañía, Cuba es la ballena blanca de la política exterior.
He dejado en claro que EEUU no tiene la capacidad ni la intención de imponer el cambio en Cuba, declaró el ex presidente Obama durante su histórico discurso en el Gran Teatro Alicia Alonso de La Habana, en marzo de 2016. Quiero que sepan, reiteró, mirando a través del auditorio al entonces presidente Raúl Castro, que mi visita aquí demuestra que no necesitan temer una amenaza de EEUU.
Apenas tres años después, esas seguridades ya no son válidas [si es que alguna vez lo fueron].
Traducción: Jorge Anaya para La Jornada. Extractado por La Haine.
En noviembre pasado, pocos días después de las elecciones intermedias en EEUU, el consejero nacional de Seguridad, John Bolton, viajó al bastión anticastrista de Miami para dar su discurso sobre la troika de la tiranía: un ataque retrógrado, estilo guerra fría, contra Cuba, Venezuela y Nicaragua. La troika se derrumbará, predijo Bolton con audacia. Sabemos que le aguarda el día de rendir cuentas. EEUU espera ver caer cada esquina del triángulo: en La Habana, en Caracas, en Managua.
En su momento, pocos percibieron en el discurso algo más que un posicionamiento político para atraer el voto de la derecha en Florida. Visto en retrospectiva, en cambio, lo que hizo Bolton fue anunciar la determinación del gobierno de restaurar la hegemonía estadounidense en América Latina. Está claro que promover el mantra de Trump, Hacer grande a EEUU otra vez (MAGA, por sus siglas en inglés), requiere ejercitar el músculo intervencionista en Venezuela y reafirmar la voluntad de Washington en la región.
Pero, mientras EEUU suma esfuerzos para derrocar el gobierno del presidente Nicolás Maduro, presenciamos lo que el Miami Herald ha llamado la cubanización de la política hacia Venezuela. En una grave distorsión de la historia, funcionarios estadounidenses acusan al gobierno cubano de ser el verdadero imperialista del hemisferio occidental y aseguran que ha llegado el momento de liberar a Venezuela de Cuba, según el vicepresidente Mike Pence. Expulsar a Maduro del poder sin duda envalentonaría a quienes favorecen el cambio de régimen en otras partes de la región. De hecho, el juego final del gobierno parece ser Cuba, la nación isleña que ha desafiado el poderío hemisférico de Washington desde el triunfo antimperialista de la revolución encabezada por Fidel Castro hace 60 años.
***
La crisis en Venezuela ha aportado el fruto maduro, en palabras del periodista Jon Lee Anderson, y creado la oportunidad para resucitar la era remota de la diplomacia de las cañoneras, cuando Washington podía dictar el destino de los gobiernos latinoamericanos. En el pasado, la mayoría de las naciones latinoamericanas se habrían opuesto a la intervención imperial de Washington, como hicieron en 2002 con fuerza México y otros países, cuando el gobierno de George W. Bush apoyó en un principio un intento de golpe de Estado contra Hugo Chávez que tuvo corta duración.
Sin embargo, Trump ha tenido el cambio de régimen en Venezuela en su agenda política desde el inicio de su presidencia, como un paso hacia el cumplimiento de su promesa de campaña de poner fin al acuerdo que hizo Obama con Raúl Castro para una histórica coexistencia pacífica con Cuba. Apenas en su segundo día en la Casa Blanca, Trump pidió un informe sobre Venezuela, declaró en fecha reciente un antiguo funcionario del gobierno al Wall Street Journal, para explorar cómo dar marcha atrás a las políticas de la era de Obama hacia Cuba. Entre las opciones para deshacerse de Maduro y terminar con la alianza Venezuela-Cuba estaban cortar los miles de millones de dólares que EEUU paga al país sudamericano por importaciones petroleras, importante y efectiva sanción que el gobierno de Trump impuso hace poco.
En su discurso en Miami, Bolton anunció sanciones adicionales contra Cuba, y prometió que vendrá todavía más. De hecho, como parte de lo que funcionarios estadounidenses describen como un enfoque más amplio y agresivo en la región, se filtran detalles a los medios sobre próximas medidas para revertir la política de la era Obama de una participación positiva con La Habana.
Una de las primeras es volver a clasificar a Cuba como patrocinadora del terrorismo internacional. En 1982, entre las sangrientas campañas estadounidenses de contrainsurgencia en Centroamérica, el gobierno de Ronald Reagan colocó a Cuba en la lista del Departamento de Estado de estados patrocinadores del terrorismo, esfuerzo flagrante por presentar el apoyo de La Habana a la revolución nicaragüense como un apoyo al terrorismo internacional. Pese a la falta de cualquier prueba de que Cuba respaldaba el terrorismo y a la abundante evidencia de que en cambio era blanco de tales actividades, un gobierno tras otro mantuvo a Cuba en la lista. Por fin Obama la retiró en 2015, como parte de las negociaciones para restaurar vínculos diplomáticos normales. Funcionarios estadounidenses han indicado que pueden citar la alianza de Cuba con el gobierno venezolano para justificar esta reinserción.
En las próximas semanas, la Casa Blanca también planea anunciar que los estadounidenses pueden presentar demandas en tribunales de su país para recuperar bienes en Cuba que fueron expropiados después de la revolución, norma punitiva contenida en la Ley Helms-Burton de 1996, que todos los presidentes estadounidenses de Clinton en adelante han desechado para evitar el caos de litigar contra empresas de naciones aliadas que tienen inversiones en Cuba.
Ambos cambios de políticas detendrán inversiones extranjeras que mucha falta hacen en Cuba, entre ellas de firmas mexicanas que probablemente han invertido en propiedades que ahora podrían entrar en disputa.La economía se pondrá mucho peor de lo que ya está debido a la crisis en Venezuela, declaró un agregado comercial europeo en La Habana a la agencia Reuters esta semana, y las nuevas amenazas de Trump ya están alejando a algunas empresas.
Sin embargo, en lo inmediato la reinserción de Cuba en la lista de estados terroristas amedrentará a los turistas estadounidenses, cuyos dólares son esenciales para el crecimiento del incipiente sector privado cubano. En la Oficina de Control de Activos en el Extranjero del Departamento del Tesoro, que supervisa y aplica las reglamentaciones sobre los viajes a Cuba, los funcionarios han dado fuertes indicios de que pronto se anunciarán nuevas restricciones a los viajeros.
De interés mucho más inmediato para los cubanos, y para la comunidad latinoamericana, es la amenaza del gobierno de Trump de una intervención abierta en Venezuela, y el potencial efecto de derrame que tendría en su cada vez más agresiva política hacia Cuba. En público y en privado, Trump ha planteado en repetidas ocasiones la opción de enviar a los marines a derrocar a Maduro. En una conferencia de prensa el 28 de enero, Bolton llevaba un papel amarillo con las palabras 5000 efectivos a Colombia que los periodistas pudieron ver… y reportar. Nicolás Maduro haría bien en no poner a prueba la resolución de EEUU, amenazó dos días después el vicepresidente Pence. Venezuela merece ser libre, gritó ante un público favorable a la intervención, que coreaba Iu-es-ey, Iu-es-ey [USA]. Y en la Casa Blanca, con este presidente, prometió, ¡siempre será que viva Cuba libre! (en español muy pobre).
Tales amenazas podrían ser fanfarronadas, pero detrás de un presidente que se precia de ser un prepotente bravucón hay un equipo curtido en cambios de régimen: el senador Marcos Rubio, que ahora actúa como secretario de Estado en la sombra para América Latina y para quien revertir la revolución cubana es alta prioridad; Mauricio Claver-Carona, el principal cabildero cubano-estadounidense de línea dura contra la política de participación de Obama y actual asistente especial del presidente, así como presidente y director de la división de asuntos del hemisferio occidental del Consejo Nacional de Seguridad; Elliott Abrams, secretario auxiliar de Estado en tiempos de Reagan y tristemente célebre por propiciar y encubrir crímenes de lesa humanidad en El Salvador y Guatemala, y convicto (pero perdonado) por crímenes relacionados con el escándalo Irán-contras, y Bolton, quien como embajador de George W Bush en Naciones Unidas diseminó el infundio de que los programas cubanos de investigación médica eran una pantalla para la producción de armas biológicas.
Este grupo formidable tiene una obsesión como la del Capitán Ahab con el cambio de régimen en Cuba, de acuerdo con Benjamin Gedan, ex funcionario de la Agencia Nacional de Seguridad. Para Bolton y compañía, Cuba es la ballena blanca de la política exterior.
He dejado en claro que EEUU no tiene la capacidad ni la intención de imponer el cambio en Cuba, declaró el ex presidente Obama durante su histórico discurso en el Gran Teatro Alicia Alonso de La Habana, en marzo de 2016. Quiero que sepan, reiteró, mirando a través del auditorio al entonces presidente Raúl Castro, que mi visita aquí demuestra que no necesitan temer una amenaza de EEUU.
Apenas tres años después, esas seguridades ya no son válidas [si es que alguna vez lo fueron].
Traducción: Jorge Anaya para La Jornada. Extractado por La Haine.
Noam Chomsky explica que las “ayudas humanitarias” esconden un acto agresivo
Para el filósofo Noam Chomsky, el concepto de ayuda humanitaria es
casi todo un acto agresivo realizado por cualquier potencia que, desde
el punto de vista del agresor es una ayuda humanitaria, pero no desde el
punto de vista de las víctimas.
Según el también lingüista y politólogo, Estados Unidos (EE.UU.) lo reconoce públicamente y se entiende en el terreno del imperio tradicional. Así se desprende de un trabajo especial del portal de Cuba Debate.
En ese periodo las Fuerzas de Albania cometieron ataques terroristas en territorio serbio para provocar una respuesta de su Gobierno que le sirviera como justificación a la OTAN (alianza militar intergubernamental Organización del Tratado del Atlántico Norte ), para entrar al país, es decir, una intervención de EE.UU.
Las pérdidas estimadas fueron altas en ambos lados: dos mil víctimas. Cuando asumieron la invasión, el general estadounidense a cargo, Wesley Clark, le informó a Washington que el resultado del ataque de EE.UU. intensificaría las atrocidades, porque Serbia no era capaz de responder militarmente bombardeando a los EE.UU., Serbia respondió por tierra, expulsando de Kosovo a los albaneses terroristas, justo después del bombardeo norteamericano.
Pero la gran cobertura mediática fue la de Slobodan Milošević (expresidente serbio) llevado a la Corte Penal Internacional por una acusación sobre crímenes masivos, todos con una sola excepción, fue después del bombardeo que ejecutó Estados Unidos contra su población.
Todo lo narrado anteriormente fue una intervención humanitaria, apuntó Chomsky.
Según el también lingüista y politólogo, Estados Unidos (EE.UU.) lo reconoce públicamente y se entiende en el terreno del imperio tradicional. Así se desprende de un trabajo especial del portal de Cuba Debate.
Bombardeo a Serbia en 1999
Este se constituye como, el primer ejemplo de ayuda humanitaria.En ese periodo las Fuerzas de Albania cometieron ataques terroristas en territorio serbio para provocar una respuesta de su Gobierno que le sirviera como justificación a la OTAN (alianza militar intergubernamental Organización del Tratado del Atlántico Norte ), para entrar al país, es decir, una intervención de EE.UU.
Las pérdidas estimadas fueron altas en ambos lados: dos mil víctimas. Cuando asumieron la invasión, el general estadounidense a cargo, Wesley Clark, le informó a Washington que el resultado del ataque de EE.UU. intensificaría las atrocidades, porque Serbia no era capaz de responder militarmente bombardeando a los EE.UU., Serbia respondió por tierra, expulsando de Kosovo a los albaneses terroristas, justo después del bombardeo norteamericano.
Pero la gran cobertura mediática fue la de Slobodan Milošević (expresidente serbio) llevado a la Corte Penal Internacional por una acusación sobre crímenes masivos, todos con una sola excepción, fue después del bombardeo que ejecutó Estados Unidos contra su población.
Todo lo narrado anteriormente fue una intervención humanitaria, apuntó Chomsky.
La intervención militar de Estados Unidos en Serbia provocó miles de muertes. (Foto: Archivo)
Se utiliza para asegurarse de que los gobiernos no repriman a sus propias poblaciones.
No obstante, el activista estadounidense explicó que hubo otra comisión, presidida por el exprimer ministro australiano Garreth Evans, que debatió sobre la “responsabilidad de proteger”, muy parecida a la versión de la ONU, pero con una diferencia, “que así el Consejo de Seguridad no esté de acuerdo en autorizar una intervención, agrupamientos regionales pueden intervenir a la fuerza por su cuenta, ¿qué agrupamiento regional es capaz de una intervención? Hay uno solo y se llama OTAN”.
La “responsabilidad de proteger” es legal porque la Asamblea General de la ONU lo autorizó, pero lo que rige actualmente es la versión autorizada de Evans, un buen ejemplo de cómo funciona una propaganda en un sistema poderoso, agrega Chomsky y que además se puede ver en los medios de comunicación.
La intervención militar de Estados Unidos en Serbia provocó miles de muertes. Foto Archivo.
Una resolución de la ONU en 2011 hizo un llamado a la creación de una zona de exclusión aérea en Libia, a excepción de aquellos cuyos fines sean “humanitarios”, que pasó a términos diplomáticos para solucionar el problema, y que Muamar Gadafi aceptó, declarando un cese el fuego contra fuerzas opositoras a su Gobierno.
Finalmente Washington optó por apoyar una resolución mucho más amplia que la de la simple zona de exclusión aérea, y apostó por una ocupación militar del país.
“Reino Unido, Francia y Estados Unidos se convirtieron en la fuerza aérea de la oposición. Uno de sus ataques terminó sepultando a Gadafi y matando a 10 mil personas, dejó a Libia en lo que es hoy día, en manos de milicias”, rememoró Noam Chomsky.
A partir de ese momento, hubo un gran flujo de yihadistas armados en Asia occidental y África occidental, lo que se convirtió en la fuente principal de terrorismo radical en el mundo, “una consecuencia de la mal llamada intervención humanitaria en Libia”.
Por otra parte Chomsky también explicó que la sociedad debe repensar lo que significa el poder. Estados Unidos, a su parecer, sigue siendo supremo. Su poder es dañino, pero desde el punto de vista de la oligarquía, ese poder les da todo lo que piden, asevera el filósofo.
Además sólo en términos militares, esta nación maneja el 25 por ciento de la economía mundial, y también está mucho más avanzado en tecnología que el resto del mundo.
Agrega que pese a que la economía estadounidense haya estado en declive, sería un error pensar en que han perdido su dominio.
“La multinacionales estadounidenses son dueñas de la mitad del mundo, están integradas con el Estado, tienen todos los sectores: industria, venta, comercio, finanzas”.
Explica que desde su elección como presidente, no sólo es Trump quien representa el peligro, sino el liderazgo republicano completo, que niegan el fenómeno del calentamiento global, por mencionar apenas un problema.
“El partido republicano es una de las organizaciones más peligrosas en la historia de la humanidad, suena escandaloso, pero pensemos al respecto por un momento, Hitler no quería destruir el futuro de la existencia humana, nadie tenía la intención”, agregó que, no son personas ignorantes ni fundamentalistas religiosos, sino las mejores educadas y apoyadas del mundo, quienes ponen a la sociedad en peligro.
Según Chomsky, para finalizar aseveró que las políticas más peligrosas apenas se discuten, son amenazas existenciales que enfrentamos, esta generación tiene que decidir si la existencia humana continuará, no es un chiste, es el calentamiento global o una guerra nuclear y las acciones de Trump empeoran ambas. /BG
En declaraciones en el inicio de una audiencia parlamentaria sobre la situación política en Venezuela, Engel desarrolló su postura, afirmando que es “el Congreso el que decide cuándo, dónde y cómo se utiliza el Ejército de los Estados Unidos en todo el mundo”.
El congresista estadounidense, del mismo modo, alertó de las posibles repercusiones de las nuevas sanciones estadounidenses sobre el pueblo venezolano.
De este modo, se refería a las sanciones que anunció EE.UU. a finales
de enero contra la compañía estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) —las
cuales incluyen la congelación de activos por 7000 millones de dólares y
el bloqueo de todos los pagos que emitan empresas estadounidenses
cuando compren petróleo venezolano—, medida por la cual, el país
suramericano ha perdido 350 mil millones de dólares
en la producción de bienes, según una investigación de Unidad de
Debates Económicos del Centro Estratégico Latinoamericano de Geopolítica
(Celag).
Las amenazas de Trump para recurrir a una intervención militar en Venezuela para derrocar a Nicolás Maduro han ido en aumento, en medio de las recientes turbulencias políticas en el país caribeño provocadas luego de la autoproclamación de Juan Guadió, presidente de la Asamblea Nacional (AN) —de mayoría opositora y declarada en desacato en 2016— como “presidente interino”, acto que recibió de inmediato el apoyo de EE.UU.
Caracas ha denunciado en reiteradas ocasiones que la postura de
Washington lleva “oculto” el “deseo de apoderarse de los ricos recursos
naturales de Venezuela”.
Los dirigentes venezolanos, asimismo, sostienen que la Casa Blanca planea crear un nuevo escenario de inestabilidad en Latinoamérica, tal y como propició en su día en Libia, Irak y Siria, con la meta de conseguir sus propios réditos financieros.
Por su parte, Guaidó no ha descartado una intervención militar de una fuerza extranjera en Venezuela para derrocar a Maduro.
No obstante, varios miembros del Congreso de EE.UU. han criticado la supuesta intención del líder opositor venezolano para autorizar una invasión por parte de EE.UU., recordándole que no tiene facultad alguna al respecto
tqi/ktg/mkh/mjs
¿Son legales las intervenciones por ayudas humanitarias?
Con respecto a la legalidad de las intervenciones para llevar “ayudar humanitaria”, la Asamblea General de las Naciones Unidas, tiene una resolución sobre la responsabilidad de proteger, que dice explícitamente que no puede ejecutarse un acto no militar a menos que esté autorizado por el Consejo de Seguridad de la ONU.Se utiliza para asegurarse de que los gobiernos no repriman a sus propias poblaciones.
No obstante, el activista estadounidense explicó que hubo otra comisión, presidida por el exprimer ministro australiano Garreth Evans, que debatió sobre la “responsabilidad de proteger”, muy parecida a la versión de la ONU, pero con una diferencia, “que así el Consejo de Seguridad no esté de acuerdo en autorizar una intervención, agrupamientos regionales pueden intervenir a la fuerza por su cuenta, ¿qué agrupamiento regional es capaz de una intervención? Hay uno solo y se llama OTAN”.
La “responsabilidad de proteger” es legal porque la Asamblea General de la ONU lo autorizó, pero lo que rige actualmente es la versión autorizada de Evans, un buen ejemplo de cómo funciona una propaganda en un sistema poderoso, agrega Chomsky y que además se puede ver en los medios de comunicación.
Otro ejemplo de ayuda humanitaria: El bombardeo a Libia en 2011
La intervención militar de Estados Unidos en Serbia provocó miles de muertes. Foto Archivo.
Una resolución de la ONU en 2011 hizo un llamado a la creación de una zona de exclusión aérea en Libia, a excepción de aquellos cuyos fines sean “humanitarios”, que pasó a términos diplomáticos para solucionar el problema, y que Muamar Gadafi aceptó, declarando un cese el fuego contra fuerzas opositoras a su Gobierno.
Finalmente Washington optó por apoyar una resolución mucho más amplia que la de la simple zona de exclusión aérea, y apostó por una ocupación militar del país.
“Reino Unido, Francia y Estados Unidos se convirtieron en la fuerza aérea de la oposición. Uno de sus ataques terminó sepultando a Gadafi y matando a 10 mil personas, dejó a Libia en lo que es hoy día, en manos de milicias”, rememoró Noam Chomsky.
A partir de ese momento, hubo un gran flujo de yihadistas armados en Asia occidental y África occidental, lo que se convirtió en la fuente principal de terrorismo radical en el mundo, “una consecuencia de la mal llamada intervención humanitaria en Libia”.
El poder de EE.UU. ahora, con Donald Trump como presidente
Por otra parte Chomsky también explicó que la sociedad debe repensar lo que significa el poder. Estados Unidos, a su parecer, sigue siendo supremo. Su poder es dañino, pero desde el punto de vista de la oligarquía, ese poder les da todo lo que piden, asevera el filósofo.
Además sólo en términos militares, esta nación maneja el 25 por ciento de la economía mundial, y también está mucho más avanzado en tecnología que el resto del mundo.
Agrega que pese a que la economía estadounidense haya estado en declive, sería un error pensar en que han perdido su dominio.
“La multinacionales estadounidenses son dueñas de la mitad del mundo, están integradas con el Estado, tienen todos los sectores: industria, venta, comercio, finanzas”.
Explica que desde su elección como presidente, no sólo es Trump quien representa el peligro, sino el liderazgo republicano completo, que niegan el fenómeno del calentamiento global, por mencionar apenas un problema.
“El partido republicano es una de las organizaciones más peligrosas en la historia de la humanidad, suena escandaloso, pero pensemos al respecto por un momento, Hitler no quería destruir el futuro de la existencia humana, nadie tenía la intención”, agregó que, no son personas ignorantes ni fundamentalistas religiosos, sino las mejores educadas y apoyadas del mundo, quienes ponen a la sociedad en peligro.
Según Chomsky, para finalizar aseveró que las políticas más peligrosas apenas se discuten, son amenazas existenciales que enfrentamos, esta generación tiene que decidir si la existencia humana continuará, no es un chiste, es el calentamiento global o una guerra nuclear y las acciones de Trump empeoran ambas. /BG
Maduro: "Han armado todo esto con el objetivo de apropiarse del petróleo, no quieren elecciones"
Publicado: 8 feb 2019 16:06 GMT | Última actualización: 8 feb 2019 19:29 GMT - RT
El presidente venezolano también calificó la
ayuda humanitaria ofrecida al país como un "show" que está tratando de
vulnerar "la soberanía nacional".
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro,
aseguró este viernes que la oposición "no quiere elecciones". "Si
dijéramos que vamos a elecciones en 30 días, inventarían excusas para no
participar", dijo el mandatario en una rueda de prensa a medios
internacionales desde el Palacio de Miraflores, en Caracas.
Maduro recordó que en 2017, durante la ronda de conversaciones entre el Gobierno y la oposición, esta pidió que hubiera adelanto de comicios, pero cuando fueron convocados, no se presentó. "Las elecciones del 20 de mayo de 2018 se hicieron bajo un acuerdo de garantías firmado en República Dominicana", subrayó.
"Han armado todo esto con el objetivo de apropiarse del petróleo, no quieren elecciones", enfatizó el presidente, que aseguró que "quieren imponer en Venezuela a un (Augusto) Pinochet".
Además, Maduro denunció que la oposición está faltando a la propia Carta Magna debido a que el artículo 233 que invocan los obliga a convocar a elecciones en 30 días, sin embargo, han afirmado que "se van a tomar 12 meses".
El jefe de Estado también señaló que en 2013, tras la muerte de Hugo Chávez, él fue "presidente encargado" y llamó a las urnas para elegir un nuevo mandatario, como lo establece la Constitució
"No nos van a bloquear la industria petrolera. Saldremos adelante, suficiente mercado habrá". Nicolás Maduro, presidente de Venezuela. Con referencia a las medidas coercitivas sobre los activos de la estatal petrolera PDVSA, expresó que su Gobierno tiene "plan B, C y D, E, F, H y omega" sobre la comercialización de crudo a otros países.
"No nos van a bloquear la industria petrolera. Saldremos adelante, suficiente mercado habrá", indicó con referencia al plazo, que culmina el 28 de abril y fue fijado por el Departamento del Tesoro de EE.UU. para que los estadounidenses y empresas extranjeras comercien con PDVSA y no sean afectados por potenciales sanciones.
"Si quieren ayudar a Venezuela, liberen el dinero que nos tienen bloqueado", dijo en relación a la supuesta asistencia que EE.UU. ha intentado enviar a través de Colombia. Y planteó que esa ayuda se la den al pueblo del Estado colombiano de Cúcuta que sufre preocupantes condiciones sociales y económicas.
Cabe recordar que en esa región colombiana, ubicada en frontera con Venezuela, llegó un envío de ayuda humanitaria, previamente solicitado por el diputado opositor Juan Guaidó para atender a la población venezolana.
Caracas ha denunciado que esta política es un "espectáculo" que forma parte de plan de EE.UU. para justificar una "intervención extranjera", y avanzar en su intento de deponer al presidente.
"Estamos en la disposición inmediata de acompañar cualquier acción que vaya en camino de la diplomacia, el diálogo y encuentro entre venezolanos". Nicolás Maduro, presidente de Venezuela. En enero pasado, Washington anunció el envío de ayuda por un monto de más de 20 millones de dólares, lo que constituye la milésima parte del dinero que el país sudamericano perdió el año pasado, producto de las medidas unilaterales y coercitivas aplicadas por la Casa Blanca.
"Estamos en la disposición inmediata de acompañar cualquier acción que vaya en camino de la diplomacia, el diálogo y encuentro entre venezolanos", expresó el mandatario suramericano.
De igual modo, afirmó que estaba dispuesto a sentarse con representantes del 'Grupo de Contacto Internacional', creado por la Unión Europea, que también emitió una declaración desde Montevideo, donde pedía establecer las garantías necesarias para un "proceso electoral creíble en el menor tiempo posible" y "permitir la entrega urgente de asistencia de acuerdo con los principios internacionales de ayuda humanitaria".
"No estamos de acuerdo con el contenido del documento del 'Grupo de Contacto Internacional' pero estoy dispuesto a recibir a cualquier enviado y establecer conversaciones". "Ojalá sirva para que escuchen a Venezuela".
En este sentido, catalogó la declaración final del grupo de la UE como "parcializada" e "ideologizada" y consideró que diálogo "no puede ser para imponer condiciones".
Maduro recordó que en 2017, durante la ronda de conversaciones entre el Gobierno y la oposición, esta pidió que hubiera adelanto de comicios, pero cuando fueron convocados, no se presentó. "Las elecciones del 20 de mayo de 2018 se hicieron bajo un acuerdo de garantías firmado en República Dominicana", subrayó.
"Han armado todo esto con el objetivo de apropiarse del petróleo, no quieren elecciones", enfatizó el presidente, que aseguró que "quieren imponer en Venezuela a un (Augusto) Pinochet".
Además, Maduro denunció que la oposición está faltando a la propia Carta Magna debido a que el artículo 233 que invocan los obliga a convocar a elecciones en 30 días, sin embargo, han afirmado que "se van a tomar 12 meses".
El jefe de Estado también señaló que en 2013, tras la muerte de Hugo Chávez, él fue "presidente encargado" y llamó a las urnas para elegir un nuevo mandatario, como lo establece la Constitució
Producción de oro y petróleo
Por otro lado, el presidente venezolano anunció que su país triplicará la producción de oro en el primer semestre de este año. "Tenemos un modelo sustentable de desarrollo de minería que va muy bien", agregó."No nos van a bloquear la industria petrolera. Saldremos adelante, suficiente mercado habrá". Nicolás Maduro, presidente de Venezuela. Con referencia a las medidas coercitivas sobre los activos de la estatal petrolera PDVSA, expresó que su Gobierno tiene "plan B, C y D, E, F, H y omega" sobre la comercialización de crudo a otros países.
"No nos van a bloquear la industria petrolera. Saldremos adelante, suficiente mercado habrá", indicó con referencia al plazo, que culmina el 28 de abril y fue fijado por el Departamento del Tesoro de EE.UU. para que los estadounidenses y empresas extranjeras comercien con PDVSA y no sean afectados por potenciales sanciones.
Ayuda humanitaria
El jefe de Estado también afirmó que "la soberanía nacional está tratando de ser vulnerada con un show llamado operación humanitaria"."Si quieren ayudar a Venezuela, liberen el dinero que nos tienen bloqueado", dijo en relación a la supuesta asistencia que EE.UU. ha intentado enviar a través de Colombia. Y planteó que esa ayuda se la den al pueblo del Estado colombiano de Cúcuta que sufre preocupantes condiciones sociales y económicas.
Cabe recordar que en esa región colombiana, ubicada en frontera con Venezuela, llegó un envío de ayuda humanitaria, previamente solicitado por el diputado opositor Juan Guaidó para atender a la población venezolana.
Caracas ha denunciado que esta política es un "espectáculo" que forma parte de plan de EE.UU. para justificar una "intervención extranjera", y avanzar en su intento de deponer al presidente.
"Estamos en la disposición inmediata de acompañar cualquier acción que vaya en camino de la diplomacia, el diálogo y encuentro entre venezolanos". Nicolás Maduro, presidente de Venezuela. En enero pasado, Washington anunció el envío de ayuda por un monto de más de 20 millones de dólares, lo que constituye la milésima parte del dinero que el país sudamericano perdió el año pasado, producto de las medidas unilaterales y coercitivas aplicadas por la Casa Blanca.
Disposición al diálogo
Maduro manifestó que su país suscribe y se incorpora a los mecanismos diplomáticos de diálogo propuestos por México, Uruguay, Bolivia y la Comunidad de Países el Caribe (Caricom), que se reunieron el pasado jueves en Montevideo, capital de Uruguay."Estamos en la disposición inmediata de acompañar cualquier acción que vaya en camino de la diplomacia, el diálogo y encuentro entre venezolanos", expresó el mandatario suramericano.
De igual modo, afirmó que estaba dispuesto a sentarse con representantes del 'Grupo de Contacto Internacional', creado por la Unión Europea, que también emitió una declaración desde Montevideo, donde pedía establecer las garantías necesarias para un "proceso electoral creíble en el menor tiempo posible" y "permitir la entrega urgente de asistencia de acuerdo con los principios internacionales de ayuda humanitaria".
"No estamos de acuerdo con el contenido del documento del 'Grupo de Contacto Internacional' pero estoy dispuesto a recibir a cualquier enviado y establecer conversaciones". "Ojalá sirva para que escuchen a Venezuela".
En este sentido, catalogó la declaración final del grupo de la UE como "parcializada" e "ideologizada" y consideró que diálogo "no puede ser para imponer condiciones".
“Congreso de EEUU no autorizará intervención militar en Venezuela”
Un
diputado de EE.UU. asegura que el Congreso no autorizará una
intervención militar en Venezuela como ya planteó el presidente Donald
Trump.
“Me preocupan los comentarios del presidente insinuando que la intervención militar sigue siendo una opción.
Quiero dejar en claro a nuestros testigos y a cualquier otra persona
que esté observando: la intervención militar de Estados Unidos no es una
opción”, sostuvo el miércoles el presidente de la Comisión de Asuntos
Exteriores de la Cámara de Representantes de EE.UU., Eliot Engel.En declaraciones en el inicio de una audiencia parlamentaria sobre la situación política en Venezuela, Engel desarrolló su postura, afirmando que es “el Congreso el que decide cuándo, dónde y cómo se utiliza el Ejército de los Estados Unidos en todo el mundo”.
El congresista estadounidense, del mismo modo, alertó de las posibles repercusiones de las nuevas sanciones estadounidenses sobre el pueblo venezolano.
Me preocupan los comentarios del presidente insinuando que la intervención militar sigue siendo una opción. Quiero dejar en claro a nuestros testigos y a cualquier otra persona que esté observando: la intervención militar de Estados Unidos no es una opción”, sostiene el presidente de la Comisión de Asuntos Exteriores de la Cámara de Representantes de EE.UU., Eliot Engel.
Las amenazas de Trump para recurrir a una intervención militar en Venezuela para derrocar a Nicolás Maduro han ido en aumento, en medio de las recientes turbulencias políticas en el país caribeño provocadas luego de la autoproclamación de Juan Guadió, presidente de la Asamblea Nacional (AN) —de mayoría opositora y declarada en desacato en 2016— como “presidente interino”, acto que recibió de inmediato el apoyo de EE.UU.
Los dirigentes venezolanos, asimismo, sostienen que la Casa Blanca planea crear un nuevo escenario de inestabilidad en Latinoamérica, tal y como propició en su día en Libia, Irak y Siria, con la meta de conseguir sus propios réditos financieros.
- Maduro denuncia “locura guerrerista” de EEUU contra Venezuela
-
Cabello alerta de “guerra irregular” si Venezuela es “invadida”
Por su parte, Guaidó no ha descartado una intervención militar de una fuerza extranjera en Venezuela para derrocar a Maduro.
No obstante, varios miembros del Congreso de EE.UU. han criticado la supuesta intención del líder opositor venezolano para autorizar una invasión por parte de EE.UU., recordándole que no tiene facultad alguna al respecto
tqi/ktg/mkh/mjs
Irrumpen en el Congreso de EEUU: ‘Quiten las manos de Venezuela’
La Cámara de Representantes de EE.UU. (Cámara Baja del
Congreso) ha discutido este miércoles la situación en Venezuela en una
audiencia que llevaba por título “Venezuela en la encrucijada”.
En el evento, tres activistas de la organización pacifista estadounidense Code Pink, que se opone a las guerras y al militarismo de EE.UU. en el mundo, han interrumpido el discurso del nuevo enviado especial del presidente estadounidense, Donald Trump, para Venezuela, Elliott Abrams, para después ser detenidos por la Policía.
Abrams, además de no rechazar si existen o no planes por parte de Washington para que se produzca una intervención militar en Venezuela, ha hecho referencia a la supuesta ayuda humanitaria de su país a la nación caribeña, rechazada por el presidente venezolano, Nicolás Maduro, por ser, según el mandatario latinoamericano, parte de un golpe de Estado y un pretexto para una invasión extranjera.
“No debemos ir por el camino de la guerra”, ha dicho la codirectora nacional de la organización pacifista, Ariel Gold, para después pedir a Abrams que promueva las negociaciones para alcanzar la paz en Venezuela y “no un golpe de Estado orquestado por EE.UU.”
“En lugar de exacerbar las tensiones, Estados Unidos debería apoyar los esfuerzos de México, Venezuela y el Vaticano para mediar en la crisis”, ha añadido. La tercera manifestante, Juliana Bardet, vestía una camiseta roja en la que se leía en inglés la consigna: “Quiten las manos de Venezuela”.
A su vez, algunos representantes presentes en la reunión han criticado la postura de Maduro y aludido a la supuesta ayuda de EE.UU. un día después de que el propio Guaidó, que pidió la ayuda, asegurara que entrará al país el próximo 23 de febrero.
El canciller venezolano, Jorge Arreaza, ha reaccionado este mismo miércoles a la interrupción en el Congreso a través de su cuenta en Twitter. En la misma ha dicho, que este acto de protesta constituye una “nueva muestra de rechazo” a la agresión de la Administración de Trump contra el pueblo de Venezuela.
mtk/anz/nlr/rba
En el evento, tres activistas de la organización pacifista estadounidense Code Pink, que se opone a las guerras y al militarismo de EE.UU. en el mundo, han interrumpido el discurso del nuevo enviado especial del presidente estadounidense, Donald Trump, para Venezuela, Elliott Abrams, para después ser detenidos por la Policía.
Abrams, además de no rechazar si existen o no planes por parte de Washington para que se produzca una intervención militar en Venezuela, ha hecho referencia a la supuesta ayuda humanitaria de su país a la nación caribeña, rechazada por el presidente venezolano, Nicolás Maduro, por ser, según el mandatario latinoamericano, parte de un golpe de Estado y un pretexto para una invasión extranjera.
“No debemos ir por el camino de la guerra”, ha dicho la codirectora nacional de la organización pacifista, Ariel Gold, para después pedir a Abrams que promueva las negociaciones para alcanzar la paz en Venezuela y “no un golpe de Estado orquestado por EE.UU.”
En lugar de exacerbar las tensiones, Estados Unidos debería apoyar los esfuerzos de México, Venezuela y el Vaticano para mediar en la crisis”, ha dicho Caroline Debnam, una de las manifestantes, en el Congreso de EE.UU.Caroline Debnam, una de las manifestantes, ha interrumpido, por su parte, la audiencia para aseverar que respaldar la autoproclamación de Juan Guaidó, jefe de la Asamblea Nacional (AN) venezolana —de mayoría opositora y declarada en desacato en 2016— como presidente interino del país es “ilegal” e “irresponsable”, y conducirá a una guerra civil.
“En lugar de exacerbar las tensiones, Estados Unidos debería apoyar los esfuerzos de México, Venezuela y el Vaticano para mediar en la crisis”, ha añadido. La tercera manifestante, Juliana Bardet, vestía una camiseta roja en la que se leía en inglés la consigna: “Quiten las manos de Venezuela”.
A su vez, algunos representantes presentes en la reunión han criticado la postura de Maduro y aludido a la supuesta ayuda de EE.UU. un día después de que el propio Guaidó, que pidió la ayuda, asegurara que entrará al país el próximo 23 de febrero.
El canciller venezolano, Jorge Arreaza, ha reaccionado este mismo miércoles a la interrupción en el Congreso a través de su cuenta en Twitter. En la misma ha dicho, que este acto de protesta constituye una “nueva muestra de rechazo” a la agresión de la Administración de Trump contra el pueblo de Venezuela.
mtk/anz/nlr/rba
Fuera de "nuestro hemisferio" o Venezuela pagará el precio: Un senador de EE.UU. advierte a Rusia
Publicado: 13 feb 2019 20:42 GMT - RT
Por su parte, Moscú indicó a Washington que
no cometa injerencias en los asuntos internos de ese país sudamericano.
El
presidente del Comité de Servicios Armados del Senado estadounidense,
el republicano James Inhofe, especuló con la opción de que Estados
Unidos tenga que intervenir en Venezuela si Rusia se atreve a establecer
una base militar en "su hemisferio".
"Creo que podría suceder. Hay un tipo ahí que está matando a todo el mundo. Podría establecer una base, que Rusia tendría en nuestro hemisferio y, si eso sucede, es posible que tengamos que intervenir con tropas y responder", aseguró ese legislador el pasado 12 de febrero, informa The Hill.
Después de la autoproclamación del líder de la oposición venezolana, Juan Guaidó, Rusia expresó su apoyo al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. De hecho, Moscú mantiene "un contacto constante" con ese mandatario, pero Caracas no ha solicitado asistencia militar, según aclaró el director del departamento de América Latina del Ministerio de Exteriores ruso, Alexánder Schetinin, a principios de esta semana.
Mientras que el presidente de EE.UU., Donald Trump, y su asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, mantienen que cualquier opción relacionada con ese país latinoamericano está "sobre la mesa", Inhofe no excluyó que el mandatario pueda iniciar una operación militar en Venezuela sin la autorización del Congreso norteamericano.
El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, ya indicó a su homólogo de EE.UU., Mike Pompeo, que su país no cometa injerencias en los asuntos internos de Venezuela, "incluido el uso de la fuerza, con el que Washington amenaza a Caracas en violación del derecho internacional".
EE.UU. dispone de unas 800 bases militares en más de 70 países del mundo y se encuentra presente en todos los continentes.
"Creo que podría suceder. Hay un tipo ahí que está matando a todo el mundo. Podría establecer una base, que Rusia tendría en nuestro hemisferio y, si eso sucede, es posible que tengamos que intervenir con tropas y responder", aseguró ese legislador el pasado 12 de febrero, informa The Hill.
Después de la autoproclamación del líder de la oposición venezolana, Juan Guaidó, Rusia expresó su apoyo al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro. De hecho, Moscú mantiene "un contacto constante" con ese mandatario, pero Caracas no ha solicitado asistencia militar, según aclaró el director del departamento de América Latina del Ministerio de Exteriores ruso, Alexánder Schetinin, a principios de esta semana.
Mientras que el presidente de EE.UU., Donald Trump, y su asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, mantienen que cualquier opción relacionada con ese país latinoamericano está "sobre la mesa", Inhofe no excluyó que el mandatario pueda iniciar una operación militar en Venezuela sin la autorización del Congreso norteamericano.
El ministro de Exteriores de Rusia, Serguéi Lavrov, ya indicó a su homólogo de EE.UU., Mike Pompeo, que su país no cometa injerencias en los asuntos internos de Venezuela, "incluido el uso de la fuerza, con el que Washington amenaza a Caracas en violación del derecho internacional".
EE.UU. dispone de unas 800 bases militares en más de 70 países del mundo y se encuentra presente en todos los continentes.
Cooperación militar Rusia-Venezuela: un dolor de cabeza para EEUU
Las operaciones militares
orquestadas por Estados Unidos en Afganistán, Irak o Siria en los
albores del siglo en curso le ha dejado no sólo altos costes económicos y
logísticos, sino también políticos, en cuanto a la sensación de derrota
que muestra la potencia mundial ante el resto del mundo y la progresiva
mirada de los países árabes a las potencias euroasiáticas.
Por el contrario, derrocar gobiernos considerados obstáculos para la seguridad hemisférica ha requerido menores operaciones técnico-militares por parte del Comando Sur y se logran encapsular en el sitio objetivo.
Considerado su patio trasero, los países del sur a los que Estados Unidos consigue tener acceso sin restricción (luego de regresar a la Doctrina Monroe como política exterior) se convierten en plataformas para instalar bases militares que protegen el área de influencia alcanzada. Colombia es el mejor ejemplo, pero no se dejan de nombrar Perú, Paraguay, Panamá, y próximamente Ecuador.
Si se observan las recientes amenazas militares contra Venezuela bajo el prisma geopolítico, puede interpretarse como la búsqueda de un frente mucho más seguro que Irán o Corea del Norte, en la carrera por demostrar fuerza que la considerada hegemonía norteamericana debe hacerle al mundo multipolar emergente.
Desde la instalación del gobierno paralelo ilegítimo presidido por Juan Guaidó, los anuncios de una escalada del conflicto con participación militar estadounidense no cesan en los comunicados del presidente Donald Trump y sus funcionarios más próximos, sin que esta se cristalice en los hechos.
Pero al mismo tiempo que ocurre esto, Estados Unidos ha hecho esfuerzos en desarrollar un plan que se centra en erosionar la unidad de la Fuerza Armada Nacional Boli variana (FANB) con el fin de crear las
condiciones ideales para ingresar más cómodamente al territorio
venezolano. La campaña, que se maneja entre el desprestigio, chantajes
en forma de amnistía, llamados públicos a la insurrección y penetración
de facciones para ejecutar operaciones de desestabilización, busca un
punto de quiebre entre los principales componentes militares.
Es lo que se observa si se hace un recuento tanto de las operaciones encubiertas para empujar la agenda de golpe, desmantelada en 2018, así como las concurrentes invitaciones públicas a desconocer al gobierno legítimo del presidente Nicolás Maduro, por parte del Departamento de Estado norteamericano hacia la FANB.
¿Por qué el país con mayores gastos militares en el mundo se toma
estas previsiones antes de ir a una confrontación directa contra una
nación que supuestamente tiene limitadas capacidades para defenderse?
A partir de allí, se establecieron relaciones bilaterales con Rusia para dotarse de rifles, tanques, vehículos, aviones de combate, buques de guerra, helicópteros de transporte y sistemas de misiles antiaéreos, vanguardia tecno-militar por encima de la tecnología anglo.
De estos últimos, se conformó un sistema de defensa aéreo escalonado de largo, mediano y corto alcance, como lo detalla Rubén Castillo en una investigación anterior para Misión Verdad. Está conformado por cañones antiaéreos ZU-23, misiles portátiles Iglas-S, sistemas antiaéreo Pechora 2M y sistemas de misiles móviles Buk-M2E.
Para cerrar este bloque de defensa, está el sistema antiaéreo móvil S-300VM. El arma más sofisticada para desactivar misiles aéreos en la región latinoamericana, adquirida por el gobierno nacional en 2013. Basta mencionar que Colombia, país que se ha equipado militarmente con asesoría estadounidense, no cuenta con una defensa antiaérea similar.
En relación a la capacidad de ataque, Rusia suministró los famosos aviones Sukhoi 30-C y 50 de cuarta generación, que forman parte de la fuerza aérea nacional. Este avión de combate es considerado el más avanzado de su clase, incluyendo a los caza estadounidenses.
El giro geopolítico que dio Venezuela lo llevó a profundizar la cooperación militar con Rusia en otros eslabones de la producción de armamentos, apuntando a la transferencia de tecnologías y a la capacitación técnica de personal venezolano. En 2006 se firmó un acuerdo para construir un centro de mantenimiento y reparación de helicópteros rusos, culminado en 2013.
Además, el ministro de Defensa Vladimir Padrino López anunció que la fábrica de Kalashnikov, acuerdo iniciado en el mismo año y reanudado en 2016, será inaugurada este año. En sus instalaciones, se fabricarán los modelos 103 y 104 de los rifles de asalto AK, además de las municiones.
Recientemente, el presidente Nicolás Maduro dijo en una entrevista a la agencia Sputnik que a Venezuela llega el equipamiento más moderno del mundo, en referencia a las cooperaciones militares permanentes con el gobierno de Vladimir Putin.
Esta lista de equipamiento, de lejos más avanzado que el de las naciones de la región de Medio Oriente enfrentadas a Estados Unidos, es solo el aspecto técnico de la FANB. Para completar el dato, habría que reconocer la integración de 1 millón 600 mil civiles a la Milicia Nacional Bolivariana, por ejemplo, como el componente humano vital para la defensa integral del territorio.
Asimismo, la inserción del armamento ruso en la doctrina militar bolivariana para enfrentar cada posible escenario de intervención militar es clave a la hora de un escenario caliente y en búsqueda de la defensa territorial y poblacional del país.
El año 2018, cargado de múltiples operaciones contra el Estado venezolano, con el intento de magnicidio como el punto cumbre, tuvo también un mayor acercamiento con la Federación Rusa en función de disuadir a Washington en la profundización del asedio al país.
Para principios de diciembre pasado se realizaron maniobras conjuntas con los "Cisnes Blancos", bombarderos supersónicos de la extinta Unión Soviética, con el motivo de intercambiar experiencias entre ambas aviaciones. Junto con estos aviones Tupolev 160, arribó la delegación rusa, compuesta por un centenar de efectivos militares.
El Kremlin, agente determinante para desescalar el conflicto bélico en Siria, venía de contrarrestar las agresiones de Ucrania en el Mar de Azov para provocar un conflicto naval, movimiento que fue respaldado por Estados Unidos y sus aliados otanistas.
La propaganda anti-rusa concibió estas acciones conjuntas como un "malgasto de fondos públicos", en palabras del secretario de Estado Mike Pompeo. Lo cierto es que la maniobra mandó un sólido mensaje de condena a cualquier intento de cambiar la situación política en Venezuela.
La actividad fue precedida por un encuentro del ministro Vladimir Padrino con su homólogo ruso Serguéi Shoigú, en el marco de un viaje oficial hecho por el presidente Nicolás Maduro a los rusos. Allí se firmaron acuerdos en materia energética, comercial, de telecomunicaciones y armamentistas.
El grado de compromiso se manifiesta ahora que abiertamente lanzadas
las amenazas de intervención militar contra Venezuela, Rusia participó
como actor diplomático para acusar la intromisión estadounidense en los
asuntos internos del país en la reunión del Consejo de Seguridad de la ONU, desarrollada a finales de enero.
Los subsecuentes denuncias por parte de la Cancillería rusa, sobre las "determinaciones que muestra Washington en dividir el ejército venezolano y derrocar el gobierno constitucional de Venezuela", ratifica la cohesión de las relaciones diplomáticas en momentos en que las acciones estadounidenses se muestran desmedidas y violentas.
El Estado venezolano, entendiendo que la guerra no se reduce al enfrentamiento armado, desarrolló una consecuente estrategia multipolar en su política exterior incluyendo a factores pesados del bloque euroasiático que hoy muestra resultados ante la intensificación de las agresiones extranjeras.
Por el contrario, derrocar gobiernos considerados obstáculos para la seguridad hemisférica ha requerido menores operaciones técnico-militares por parte del Comando Sur y se logran encapsular en el sitio objetivo.
Considerado su patio trasero, los países del sur a los que Estados Unidos consigue tener acceso sin restricción (luego de regresar a la Doctrina Monroe como política exterior) se convierten en plataformas para instalar bases militares que protegen el área de influencia alcanzada. Colombia es el mejor ejemplo, pero no se dejan de nombrar Perú, Paraguay, Panamá, y próximamente Ecuador.
Si se observan las recientes amenazas militares contra Venezuela bajo el prisma geopolítico, puede interpretarse como la búsqueda de un frente mucho más seguro que Irán o Corea del Norte, en la carrera por demostrar fuerza que la considerada hegemonía norteamericana debe hacerle al mundo multipolar emergente.
Desde la instalación del gobierno paralelo ilegítimo presidido por Juan Guaidó, los anuncios de una escalada del conflicto con participación militar estadounidense no cesan en los comunicados del presidente Donald Trump y sus funcionarios más próximos, sin que esta se cristalice en los hechos.
Pero al mismo tiempo que ocurre esto, Estados Unidos ha hecho esfuerzos en desarrollar un plan que se centra en erosionar la unidad de la Fuerza Armada Nacional Boli
Es lo que se observa si se hace un recuento tanto de las operaciones encubiertas para empujar la agenda de golpe, desmantelada en 2018, así como las concurrentes invitaciones públicas a desconocer al gobierno legítimo del presidente Nicolás Maduro, por parte del Departamento de Estado norteamericano hacia la FANB.
Principales equipos militares rusos para el apresto operacional venezolano
Desde la llegada de Hugo Chávez al poder, Venezuela ha destinado parte de su gasto público a una acertada inversión en el sector de defensa por vías alternas a la industria militar estadounidense, después de que en 2006 Washington le negara la adquisición de antiguos aviones caza-bombarderos F16.A partir de allí, se establecieron relaciones bilaterales con Rusia para dotarse de rifles, tanques, vehículos, aviones de combate, buques de guerra, helicópteros de transporte y sistemas de misiles antiaéreos, vanguardia tecno-militar por encima de la tecnología anglo.
De estos últimos, se conformó un sistema de defensa aéreo escalonado de largo, mediano y corto alcance, como lo detalla Rubén Castillo en una investigación anterior para Misión Verdad. Está conformado por cañones antiaéreos ZU-23, misiles portátiles Iglas-S, sistemas antiaéreo Pechora 2M y sistemas de misiles móviles Buk-M2E.
Para cerrar este bloque de defensa, está el sistema antiaéreo móvil S-300VM. El arma más sofisticada para desactivar misiles aéreos en la región latinoamericana, adquirida por el gobierno nacional en 2013. Basta mencionar que Colombia, país que se ha equipado militarmente con asesoría estadounidense, no cuenta con una defensa antiaérea similar.
En relación a la capacidad de ataque, Rusia suministró los famosos aviones Sukhoi 30-C y 50 de cuarta generación, que forman parte de la fuerza aérea nacional. Este avión de combate es considerado el más avanzado de su clase, incluyendo a los caza estadounidenses.
El giro geopolítico que dio Venezuela lo llevó a profundizar la cooperación militar con Rusia en otros eslabones de la producción de armamentos, apuntando a la transferencia de tecnologías y a la capacitación técnica de personal venezolano. En 2006 se firmó un acuerdo para construir un centro de mantenimiento y reparación de helicópteros rusos, culminado en 2013.
Además, el ministro de Defensa Vladimir Padrino López anunció que la fábrica de Kalashnikov, acuerdo iniciado en el mismo año y reanudado en 2016, será inaugurada este año. En sus instalaciones, se fabricarán los modelos 103 y 104 de los rifles de asalto AK, además de las municiones.
Recientemente, el presidente Nicolás Maduro dijo en una entrevista a la agencia Sputnik que a Venezuela llega el equipamiento más moderno del mundo, en referencia a las cooperaciones militares permanentes con el gobierno de Vladimir Putin.
Esta lista de equipamiento, de lejos más avanzado que el de las naciones de la región de Medio Oriente enfrentadas a Estados Unidos, es solo el aspecto técnico de la FANB. Para completar el dato, habría que reconocer la integración de 1 millón 600 mil civiles a la Milicia Nacional Bolivariana, por ejemplo, como el componente humano vital para la defensa integral del territorio.
Asimismo, la inserción del armamento ruso en la doctrina militar bolivariana para enfrentar cada posible escenario de intervención militar es clave a la hora de un escenario caliente y en búsqueda de la defensa territorial y poblacional del país.
Claves geopolíticas de los acuerdos bilaterales militares
Las alianzas forjadas por ambas naciones no se limitan a acuerdos comerciales para la compra-venta de equipos de defensa. Los países realizan actividades sobre los principios de la no intervención extranjera. La dinámica ruso-venezolana construida está muy alejada de la formación de colonias militares que Estados Unidos coordina en países subordinados.El año 2018, cargado de múltiples operaciones contra el Estado venezolano, con el intento de magnicidio como el punto cumbre, tuvo también un mayor acercamiento con la Federación Rusa en función de disuadir a Washington en la profundización del asedio al país.
Para principios de diciembre pasado se realizaron maniobras conjuntas con los "Cisnes Blancos", bombarderos supersónicos de la extinta Unión Soviética, con el motivo de intercambiar experiencias entre ambas aviaciones. Junto con estos aviones Tupolev 160, arribó la delegación rusa, compuesta por un centenar de efectivos militares.
El Kremlin, agente determinante para desescalar el conflicto bélico en Siria, venía de contrarrestar las agresiones de Ucrania en el Mar de Azov para provocar un conflicto naval, movimiento que fue respaldado por Estados Unidos y sus aliados otanistas.
La propaganda anti-rusa concibió estas acciones conjuntas como un "malgasto de fondos públicos", en palabras del secretario de Estado Mike Pompeo. Lo cierto es que la maniobra mandó un sólido mensaje de condena a cualquier intento de cambiar la situación política en Venezuela.
La actividad fue precedida por un encuentro del ministro Vladimir Padrino con su homólogo ruso Serguéi Shoigú, en el marco de un viaje oficial hecho por el presidente Nicolás Maduro a los rusos. Allí se firmaron acuerdos en materia energética, comercial, de telecomunicaciones y armamentistas.
Los subsecuentes denuncias por parte de la Cancillería rusa, sobre las "determinaciones que muestra Washington en dividir el ejército venezolano y derrocar el gobierno constitucional de Venezuela", ratifica la cohesión de las relaciones diplomáticas en momentos en que las acciones estadounidenses se muestran desmedidas y violentas.
El Estado venezolano, entendiendo que la guerra no se reduce al enfrentamiento armado, desarrolló una consecuente estrategia multipolar en su política exterior incluyendo a factores pesados del bloque euroasiático que hoy muestra resultados ante la intensificación de las agresiones extranjeras.
Somos un grupo de periodistas e investigadores independientes
dedicados a estudiar la guerra contra Venezuela y el conflicto global.
Nuestro contenido es totalmente libre. si deseas contribuir con nuestro
trabajo puedes hacerlo aquí ←
"Lágrimas de cocodrilo": El Pentágono busca arrastrar hacia una guerra y "enterrar en deudas" al pueblo de EE.UU.
Publicado: 8 feb 2019 23:12 GMT - RT
Un analista estima que las autoridades
estadounidenses emplean "amenazas falsas" para aumentar un gasto militar
que podría llevar a su país a la bancarrota.
Un
reciente informe del Pentágono sobre la logística del Ejército de
Estados Unidos pone de relieve que Washington "continúa la marcha desde
una nueva Guerra Fría hacia una caliente", advierte Jim
W. Dean, columnista estadounidense y editor del portal Veterans Today,
quien estima que las excesivas exigencias del Departamento de Defensa
norteamericano llevan a su país a la bancarrota.
Ese documento de la Junta de Ciencia de la Defensa de EE.UU., titulado 'Grupo de trabajo sobre logística de supervivencia', alerta sobre una crisis de logística militar causada por la financiación que se destina a otras materias y asevera que dificultaría la lucha en una posible guerra mundial contra "un adversario estratégico".
Sin embargo, lo que no menciona ese documento es que EE.UU. ya gasta "miles de millones de dólares en aventuras militares fallidas y sin salida en Oriente Medio, que han dejado una gran estela de destrucción a su paso", enfatiza este analista.
En este sentido, explica que los tres principales "cocos" para Washington —China, Rusia e Irán— están "totalmente comprometidos en su defensa contra la creciente amenaza" que representa Washington, "con su enorme Armada, potencia aérea y la mayor flota aérea de logística del planeta". Sin embargo, el Ejército de EE.UU. hace pasar esa "acumulación defensiva" de Moscú y Pekín como una ofensiva.
Además, tanto Rusia y China llevan dos décadas "construyendo sus economías domésticas", algo que "les funcionó bien" y cuyo éxito podría haberles convertido en "objetivos" de EE.UU.
Al mismo tiempo, este redactor constata que muchos de los veteranos de Vietnam "que aún no han muerto por el Agente Naranja" ven esta línea de actuación como "una preparación para abusar de otra generación de estadounidenses con guerras de amenazas falsas".
A este respecto, advierte que los partidos republicano y demócrata promueven la rusofobia y la sinofobia en el Congreso de EE.UU. y que Washington estaría dispuesto a usar a Europa del Este "como carne de cañón prescindible en la próxima guerra continental" —tal vez para "ser sacrificada para desgastar las defensas occidentales rusas"— o a "enviar a los estadounidenses a morir por Israel en Oriente Medio y culpar de todo" a Irán, un país que "no ha invadido a nadie en 1.000 años".
Ese documento de la Junta de Ciencia de la Defensa de EE.UU., titulado 'Grupo de trabajo sobre logística de supervivencia', alerta sobre una crisis de logística militar causada por la financiación que se destina a otras materias y asevera que dificultaría la lucha en una posible guerra mundial contra "un adversario estratégico".
Sin embargo, lo que no menciona ese documento es que EE.UU. ya gasta "miles de millones de dólares en aventuras militares fallidas y sin salida en Oriente Medio, que han dejado una gran estela de destrucción a su paso", enfatiza este analista.
¿Defenderse de quién?
Por otro lado, Dean opina que ninguna nación tiene capacidad para atacar a Europa o a EE.UU., que cuenta con más de 700 bases por el mundo, un gasto militar es superior al de todos los demás países juntos y aliados de la OTAN que "avanzan hacia las fronteras de Rusia y China para poder amenazar con un rápido primer ataque". De hecho, este columnista se pregunta: "¿De quién en el mundo necesita defenderse Occidente? ¿Rusia? ¿China? ¿O tal vez los iraníes y los sirios?".En este sentido, explica que los tres principales "cocos" para Washington —China, Rusia e Irán— están "totalmente comprometidos en su defensa contra la creciente amenaza" que representa Washington, "con su enorme Armada, potencia aérea y la mayor flota aérea de logística del planeta". Sin embargo, el Ejército de EE.UU. hace pasar esa "acumulación defensiva" de Moscú y Pekín como una ofensiva.
Además, tanto Rusia y China llevan dos décadas "construyendo sus economías domésticas", algo que "les funcionó bien" y cuyo éxito podría haberles convertido en "objetivos" de EE.UU.
"Lágrimas de cocodrilo"
Por todo ello, Jim W. Dean estima que el informe del Pentágono son "lágrimas de cocodrilo" para asustar al pueblo estadounidense con "amenazas fabricadas" y que "se entierre en más deudas", una maniobra que achaca al "Estado profundo".Al mismo tiempo, este redactor constata que muchos de los veteranos de Vietnam "que aún no han muerto por el Agente Naranja" ven esta línea de actuación como "una preparación para abusar de otra generación de estadounidenses con guerras de amenazas falsas".
A este respecto, advierte que los partidos republicano y demócrata promueven la rusofobia y la sinofobia en el Congreso de EE.UU. y que Washington estaría dispuesto a usar a Europa del Este "como carne de cañón prescindible en la próxima guerra continental" —tal vez para "ser sacrificada para desgastar las defensas occidentales rusas"— o a "enviar a los estadounidenses a morir por Israel en Oriente Medio y culpar de todo" a Irán, un país que "no ha invadido a nadie en 1.000 años".