domingo, 1 de noviembre de 2020

CHILE: Plebiscito histórico: Chile aprobó por aplastante mayoría cambiar la Constitución de Pinochet // Arrasa el "Apruebo" (obtuvo el 78,27%): la mayoría de los chilenos está a favor de una nueva Constitución, según el escrutinio definitivo // Con la palabra "Renace" como telón de fondo Plaza Baquedano se transforma en una fiesta colectiva tras aplastante victoria del Apruebo // Miles de personas a lo largo del país repletan las calles para celebrar el triunfo // Plebiscito: Victoria popular y descalabro de la clase política By Juan Pablo Cárdenas S.// JÓVENES CHILENOS: ¡NO SUELTEN EL TIMÓN! Autor: MANUEL CABIESES DONOSO // Chile y la insurrección constituyente // Renace la soberanía popular // La lucha sigue, no termina este domingo // Inicia transición hacia la democracia en Chile Por: Atilio Borón // Editorial Mapuexpress: Apoyamos el Proceso Constituyente del Pueblo de Chile e invitamos a trabajar por la propia Constitución Mapuche

 

Plebiscito histórico

Chile aprobó por aplastante mayoría cambiar la Constitución de Pinochet

Titulares de la prensa mundial reflejan la indiscutible decisión de la mayoría de los chilenos, de hacer una nueva Constitución que deje atrás la de la dictadura.

Por Félix Eduardo Gutiérrez

Publicado en EL CIUDADANO

«Un triunfo de la ciudadanía y la democracia». De esta manera calificó el presidente derechista chileno Sebastián Piñera, lo sucedido este domingo en el país suramericano, donde, con casi el 100% de los votos escrutados, los ciudadanos decidieron por un rotundo 78% reemplazar la actual Constitución, redactada durante el régimen militar de Augusto Pinochet (1973-1990).

De esta manera reflejó el portal de BBC Mundo el histórico plebiscito de este domingo en Chile. Indicó que en la primera de las dos preguntas planteadas en el plebiscito, «¿Quiere usted una Nueva Constitución?», el Apruebo ganó por 5.885.721 votos (78,27%) frente a 1.633.932 votos (21,73%) del Rechazo.

En la segunda interrogante, «¿Qué tipo de órgano debiera redactar la Nueva Constitución?», los chilenos optaron por una convención constitucional; Y escogieron una convención constituyente, que estará formada por 155 ciudadanos elegidos en su totalidad por voto popular.

Y tendrá una característica inédita en el mundo: estará compuesta por la misma cantidad de hombres y de mujeres. La paridad de género está garantizada. También habrá una cuota para los pueblos indígenas, pero ésta aún no ha sido especificada.

Histórico" y "Fin al capítulo de la dictadura": Medios internacionales  destacan Plebiscito en Chile | Emol.com
La participación fue superior al 50%, pese a las restricciones por la pandemia de Covid-19. Con esa cifra se sitúa como la elección con mayor cantidad de votantes desde el regreso de la democracia. Foto: El Mercurio.

La opción derrotada fue la convención mixta constitucional, que hubiese sido integrada por una mezcla equilibrada de miembros elegidos popularmente y parlamentarios en ejercicio.

En cuanto al voto en el extranjero, el apoyo a la redacción de una nueva Carta Magna sobrepasaba el 80% con más del 95% de los votos escrutados.

La participación fue superior al 50%, pese a las restricciones por la pandemia de Covid-19. Con esa cifra se sitúa como la elección con mayor cantidad de votantes desde el regreso de la democracia.

«Hoy hemos demostrado nuevamente la naturaleza democrática, participativa y pacífica del espíritu de los chilenos y del alma de las naciones honrando nuestra tradición de república», afirmó Piñera.

Chile Plebiscito 2020 | Sebastián Piñera tras plebiscito: “Es tiempo de  sanar las heridas del pasado” | fecha votación 25 de octubre | nueva  constitución | NNDC | MUNDO | GESTIÓN
«Hasta ahora la Constitución nos ha dividido. A partir de hoy, todos debemos colaborar para que la Nueva Constitución sea el gran marco de unidad, de estabilidad y de futuro», dijo Piñera.

«Este plebiscito no es el fin. Es el comienzo de un camino,que juntos deberemos recorrer para acordar una NuevaConstitución para Chile», añadió.

«Hasta ahora la Constitución nos ha dividido. A partir de hoy, todos debemos colaborar para que la Nueva Constitución sea el gran marco de unidad, de estabilidad y de futuro», agregó.

«No es un resultado que nos pueda tener contentos», admitió por su parte el senador de la UDI Juan Antonio Coloma, cuya formación se decantó por el Rechazo.

Titulares del plebiscito chileno en el mundo

¿Cómo reseñaron medios de otros países este evento histórico? “Una abrumadora mayoría de chilenos aprueba enterrar la Constitución de Pinochet”, tituló diario El País de España.

Histórica votación en Chile! El plebiscito logra la participación electoral  más alta en los últimos 8 años
Con el 99,3% escrutado, los que votaron a favor del cambio ha sido aplastante: 78,3%, contra el 21,7% de aquellos que han rechazado la idea. Foto: Semana.com.

Señala que Chile “ha optado este domingo por superar la herencia más pesada de Augusto Pinochet, la Constitución vigente.

La ciudadanía ha aceptado iniciar un proceso para redactar una nueva ley fundamental y tratar de encauzar, así, el descontento que explotó en forma de protesta y violencia hace justo un año, en octubre de 2019.

Con el 99,3% escrutado, los que votaron a favor del cambio ha sido aplastante: 78,3%, contra el 21,7% de aquellos que han rechazado la idea. La participación, clave para dar legitimidad a la consulta, ha alcanzado el 50%, acorde con la media desde que el voto es voluntario (a partir de 2012)”.

“Chile da la bienvenida al camino de una nueva constitución”, tituló CNN de los EE.UU. Indicó que “el presidente de Chile, Sebastian Piñera, elogió los resultados de un referendo nacional celebrado el domingo para desechar la constitución de la era de la dictadura y lo catalogó como un “triunfo” para la democracia.

Normalidad y alta participación marcan las primeras horas del Plebiscito de  Chile - Infobae
El país debe volver a las urnas el 11 de abril de 2021 para elegir directamente a los miembros de la convención constituyente. Foto: Infobae.

Los resultados preliminares muestran que los chilenos apoyaron de manera contundente la redacción de una nueva constitución. Con más del 99 por ciento de los votos contados, más del 78 por ciento votó a favor de la medida, según el servicio electoral de Chile”.

 “Arrasa el ‘Apruebo’: la mayoría de los chilenos está a favor de una nueva Constitución”, tituló RT y reseñó que “la inmensa mayoría de los chilenos aprobó que se redacte una nueva Constitución, que sustituirá a la que rige actualmente y que fue una herencia de la dictadura de Augusto Pinochet, revelaron los datos oficiales del Servicio Electoral”.

Con base en el escrutinio del 99,83% de las mesas, el «Apruebo» obtuvo el 78,27%, y el «Rechazo», el 21,73%. Además de decidir si querían o no una nueva Constitución, 14.8 millones de chilenos también estaban convocados a definir si, en caso de ganar el «Apruebo», la nueva Carta Magna debía ser redactada por una Convención Constituyente integrada por 155 ciudadanos, o por Convención Mixta formada por 86 miembros del Parlamento y 86 ciudadanos electos especialmente para este nuevo órgano”.

 ¿Qué sucederá ahora?

El país debe volver a las urnas el 11 de abril de 2021 para elegir directamente a los miembros de la convención constituyente, indicó BBC Mundo.

Precisó que elegirán a 155 miembros repartidos equitativamente entre hombres y mujeres, con un número de escaños reservados para los pueblos indígenas.

Plebiscito histórico: Chile aprueba por abrumadora mayoría cambiar la  Constitución de Pinochet: ¿qué pasa ahora y por qué es un hito mundial? -  BBC News Mundo
De ser aprobada en el referéndum final, la nueva ley fundamental entrará en vigor de inmediato y derogará automáticamente la anterior. Foto: BBC.com.

La convención que redacte la nueva Carta Magna se constituirá en mayo de 2021.

El texto final se someterá luego a la ratificación del pueblo en lo que se ha llamado «plebiscito de salida» o ratificatorio, que será por voto obligatorio.

Observadores señalan que para estas etapas posteriores se debe garantizar que todos los ciudadanos puedan ejercer el derecho a voto, estén contagiadas de covid-19 o no.

De ser aprobada en el referéndum final, la nueva ley fundamental entrará en vigor de inmediato y derogará automáticamente la anterior.

Este órgano constituyente tendrá la labor de redactar el texto que reemplazará a la Constitución de 1980, que buena parte de la sociedad considera ilegítima.

Entre los principales temas que abordará el órgano constituyente están la desigualdad y las reformas sociales, reclamos de las pasadas protestas que fueron el detonante para se realizara este plebiscito.

Aunque se trabajará sobre una «hoja en blanco», solo se incluirán las normas aprobadas por 2/3 partes de los integrantes de la constituyente.

Otras noticias de interés:

https://www.elciudadano.com/especiales/proceso-constituyente/con-90-de-las-mesas-escrutadas-el-apruebo-obtiene-78-y-el-rechazo-21/10/25/


Arrasa el "Apruebo": la mayoría de los chilenos está a favor de una nueva Constitución, según el escrutinio definitivo

Publicado: 25 oct 2020 23:48 GMT - RT
Después de una jornada electoral de 12 horas, también gana la propuesta de que una Convención Constitucional redacte la Carta Magna.

Simpatizantes del "Apruebo" en Valparaíso, Chile, el 25 de octubre de 2020Foto: Rodrigo Garrido / Reuters

La inmensa mayoría de los chilenos aprobó que se redacte una nueva Constitución, que sustituirá a la que rige actualmente y que fue una herencia de la dictadura de Augusto Pinochet, revelaron los datos oficiales del Servicio Electoral.

Con base en el escrutinio del 99,83% de las mesas, el "Apruebo" obtuvo el 78,27%, y el "Rechazo", el 21,73%.

Además de decidir si querían o no una nueva Constitución, 14.8 millones de chilenos también estaban convocados a definir si, en caso de ganar el "Apruebo", la nueva Carta Magna debía ser redactada por una Convención Constituyente integrada por 155 ciudadanos, o por Convención Mixta formada por 86 miembros del Parlamento y 86 ciudadanos electos especialmente para este nuevo órgano.

Según los primeros resultados, el 79,05% apoyó una Convención Constitucional, por los que sus integrantes serán elegidos por el voto popular el 11 de abril del próximo año. Este nuevo órgano, deberá tener paridad entre varones y mujeres y cupos especiales para pueblos originarios.

Los festejos de las miles de personas que colmaron Plaza Italia, en el centro de Santiago, y que fue rebautizada como Plaza Dignidad por los manifestantes que iniciaron la revuelta de Chile el año pasado, comenzaron en cuanto se dieron a conocer los primeros resultados.

Postales

La jornada democrática, que se realizó sin incidentes, estuvo cargada de postales emotivas, como un joven que aseguró que votaba "por todos los que perdieron sus ojos" en las represiones del año pasado a manos de Carabineros, o la adolescente que, por tener 17 años, todavía no podía votar pero se dedicó a regalar lápices a quienes hiciera falta para que sufragaran por ella.

Las largas filas que se formaron en los consulados chilenos alrededor del mundo sorprendieron por su inédita masividad y emocionaron por los festejos que estallaron en cuanto se reportaban los resultados masivos en favor del "Apruebo".

En Santiago, un funcionario de una mesa electoral les agradeció a los jóvenes estudiantes que comenzaron la revuelta social en 2019 porque, gracias a sus movilizaciones, gracias a que se saltaron los torniquetes para protestar por el alza del precio del boleto del metro, lograron que se hiciera este plebiscito que cambiará la historia de Chile.

Una mujer fue contundente cuando la entrevistaron afuera de la casilla y le preguntaron cuánto había esperado para votar a lo largo del día. "30 años", aclaró en referencia a las décadas en que siguió vigente una Constitución emitida durante la dictadura a pesar de que se había recuperado la democracia.

"Cuando cambie la Constitución, recién ahí habrá muerto Pinochet", rezaba una cartulina colocada en la Plaza Dignidad, mientras que una multitud de jóvenes presumió una larga manta dirigida al fallecido dictador: "borrar tu legado será nuestro legado".

Otra votante de plano se lanzó a llorar cuando le preguntaron qué esperaba del plebiscito.

"Espero un país mejor, por eso estoy votando, quizá yo no vea ningún cambio pero estoy feliz de venir a votar, ojalá mucha gente como yo pueda gritar que hasta aquí llegamos, que basta de abusos de poder, espero un país para los mapuches como yo, que seamos respetados. Gracias por este tremendo ejemplo de lucha que hicieron esos jovencitos, gracias por habernos abierto los ojos", dijo en un video que se viralizó.

En el contexto de la votación, el antropólogo Pablo Lagos Vigueras destacó el nivel de participación de los chilenos. "Hemos visto que muchas personas han votado, no como en las elecciones presidenciales o de senadores, o de diputados anteriores. Mucha gente joven también ha votado", dijo, agregando que esta participación indica que la sociedad tiene interés por la política.


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El Apruebo arrasa con más del 78% de los votos y abre la puerta a una nueva etapa política en Chile

By Paul Walder 25 octubre, 2020 


Una Plaza Dignidad llena anoche a las 23:00 horas.

Los resultados del plebiscito constitucional han superado todos los pronósticos y abren a estas horas enormes expectativas. Si bien la opción Apruebo se preveía inicialmente ganadora en una proporción en torno al 60 y 70 por ciento, a la hora que se escriben estas líneas los datos oficiales apuntan a casi un 80% por ciento de votos a favor del Apruebo y un escaso 20 por ciento para el Rechazo.

El arrasador resultado ha generado un jolgorio no observado en Chile tras una elección ni parlamentaria ni presidencial. La Plaza Dignidad, el centro de las protestas desde octubre pasado, ha vuelto a llenarse de alegría e ilusiones. Decenas de miles celebraban anoche por el triunfo del Apruebo, el que abre un proceso para la elaboración no solo de una nueva constitución sino para la desinstalación de todo el andamiaje neoliberal que apuntala la constitución levantada por la dictadura cívico militar. Aún más, debiera abrir las puertas a la reformulación del estado chileno, desde uno unitario a una plurinacional, que tiene urgencia, y hacia una discusión de la institucionalidad, gran parte de ella instalada para favorecer al gran capital.

La enorme magnitud del apoyo al cambio constitucional refuerza a la ciudadanía y a las organizaciones sociales. Porque este triunfo es del pueblo y ningún político podrá arrogárselo. Tras meses de lucha en las calles, con 31 muertos, miles de heridos y mutilados el resultado del plebiscito no solo supera todas las proyecciones de las elites y la clase política, sino que le entrega a la ciudadanía la fuerza suficiente para empujar el proceso y lograr presencia y protagonismo en la nueva constitución. Borrar la letra chica de este proceso y avanzar hacia una verdadera asamblea constituyente.

El presidente Sebastián Piñera nuevamente ha expresado su ceguera política ante este proceso. En un breve discurso intenta apropiarse de manera absurda el éxito del plebiscito, en circunstancias que todo el país levantaba en esos momentos cánticos en su repudio. “Piñera, CTM, asesino igual que Pinochet” no solo se cantaba en esas horas en la Plaza Dignidad sino en otras muchas de todo el país. Una alocución, inútil, innecesaria, que complica la escena de corto plazo con un mandatario tan torpe como él.

Algunos resultados vistos de forma parcial expresan con una claridad palmaria la realidad de Chile. La cruda realidad de la desigualdad. Vergüenza da ver los resultados electorales de las comunas de mayores ingresos y riqueza de Santiago. A estas horas, solo La Dehesa, Las Condes y Vitacura registraban abiertos triunfos para el Rechazo, los que transparentan la extrema concentración de la riqueza como legado militar, expresado en la constitución actual, a este puñado de privilegiados civiles. A través de este reverso en votación esta zona, como territorio político delimitado por cercas eléctricas y guardias de seguridad, le comunica al país de manera torpe y también ingenua dónde están los que frenan las demandas sociales. El llamado barrio alto de Santiago es negación, agujero negro, un quiste para los proceso sociales y la identidad nacional, que es sin duda la identidad del pueblo.

Por Paul Walder


Con la palabra "Renace" como telón de fondo Plaza Baquedano se transforma en una fiesta colectiva tras aplastante victoria del Apruebo

por 25 octubre, 2020

Con la palabra
La emblemática plaza renombrada en 2019 como De la Dignidad fue el escenario para que miles de personas, desde incluso antes de tener una certeza, celebraran a todo pulmón el primer paso para escribir una nueva Constitución en Chile. Con una clara señal proyectada en lo alto de la Torre Telefónica, y en el mismo lugar donde hace un año se juntó más de un millón de personas para dar la señal política más potente desde el NO, adherentes de la opción ganadora vitorearon, otra vez en masa, el desenlace de un acuerdo que comenzó a gestarse el 15 de noviembre y que fue concebido en respuesta al estallido social de octubre.

Poco antes del cierre de mesas, a eso de las 20 horas de este domingo, un grupo in crescendo de manifestantes comenzó a llegar hasta la Plaza Baquedano en Santiago para manifestarse y celebrar –anticipadamente, en ese minuto– una amplia victoria en el plebiscito por una nueva Constitución.

Transcurridas las horas, entre cacerolas y fuegos artificiales, y con una seguidilla de cómputos que mostraban desde temprano una amplia distancia entre las preferencias, la opción del Apruebo y la Convención Constituyente arrasó y la gente comenzó a llegar –con mayor razón– al epicentro de las protestas para festejar, esta vez, el desenlace del proceso acordado el 15 de noviembre del año pasado.

Recordemos que el acuerdo político para abrir la puerta a una nueva Constitución surgió tras la ola de protestas en 2019, a veces violentas, y originadas en reclamos que van desde críticas al sistema capitalista hasta mejorar condiciones en salud y educación.

"Este plebiscito no es el fin. Es el comienzo de un camino, que juntos deberemos recorrer para acordar una Nueva Constitución para Chile", dijo el presidente Sebastián Piñera en un discurso tras conocerse el triunfo del Apruebo.

"Hasta ahora la Constitución nos ha dividido. A partir de hoy, todos debemos colaborar para que la Nueva Constitución sea el gran marco de unidad, de estabilidad y de futuro", agregó.

Esta será la primera vez en la historia de Chile en que la Constitución será redactada por una asamblea completamente elegida.

Según los datos del Servel, con un 90,78% de las mesas escrutadas, la opción a favor de una nueva Carta Magna obtenía un 78,24% de los votos, mientras que el Rechazo lograba un 21,76%. Además, la opción Convención Constitucional superó con creces a la Convención Mixta y registró un 79,2% de los votos versus 20,76% respectivamente.

Chile no solo despertó, sino que habló fuerte y claro, cantando e iluminando el cielo con punteros láser. Mientras una proyección con la palabra "Renace" iluminaba un edificio frente a la "Plaza de la Dignidad", como la llaman los manifestantes.

Cabe mencionar que desde el Ministerio del Interior precisaron esta semana que, de manera excepcional y debido a la jornada electoral, el toque de queda comenzará a las 01:00 hrs. de la madrugada del lunes 26 de octubre.


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Plebiscito: Victoria popular y descalabro de la clase política

By 26 octubre, 2020


Por lo mismo es que el pueblo no debe descuidarse. Deberá permanecer en las calles para impedir que nuevos conciliábulos cupulares intenten torcer la voluntad soberana, exigiendo durante los dos años que siguen la materialización de las reformas educacionales, previsionales y otras que han sido constantemente burladas por La Moneda.

Chile abrió una nueva página de su historia el 18 de octubre del año pasado. Cuando un contundente estallido social se verificó a lo largo de todo su territorio, exigiendo el fin de la Constitución Pinochetista y el modelo económico y social impuesto por la Dictadura, como extendido por todos los gobiernos que la sucedieron. Treinta años de espera para que por fin la clase política fuera forzada a escuchar al pueblo, como allanarse a convocar a un plebiscito destinado a aquietar los encendidos ánimos de la población y salvar la institucionalidad a punto de precipitarse por las demandas democráticas, la exigencia de un régimen de equidad social y respeto a los Derechos Humanos  conculcados sistemáticamente por la larga era neoliberal que hoy da inequívocos síntomas de extinción.

Sabemos, sin embargo, que fue el obligado confinamiento a causa del Coronavirus el que ocasionó el repliegue de la protesta masiva, pero ahora estamos seguros que son muchos más los que han comprobado la horrible desigualdad nacional, el cúmulo de discriminaciones y la certeza de que eran muchos millones más los pobres e indigentes en nuestro país. Explotados por los poderes del Estado,  la concentración escandalosa de la riqueza y el periodismo abyecto. De esta forma es que en el miedo a ser derribados, de la noche a la mañana,  el Ejecutivo y el Parlamento convinieron la consulta ciudadana que acaba de realizarse y cuyos resultados no alcanzaron a imaginar reaalmente.

El único ganador efectivo es el pueblo que concurrió a las urnas venciendo los temores propios de la pandemia y la horrible represión descargada contra los jóvenes, los trabajadores y todos los hombres y mujeres concertados sin la tutela de los partidos políticos y los demás intereses fácticos.

Los escrutinios de este proceso electoral nos señalan que casi el ochenta por ciento de los ciudadanos quiere una nueva Carta Magna redactada únicamente por representantes elegidos por el pueblo, esto es  sin presencia e intermediación alguna  de las autoridades todavía en ejercicio. Los que propusieron, incluso, un mecanismo como la convención mixta en el ánimo de mitigar el ejercicio de la soberanía popular, así como para evitar aquellos acuerdos macizos en pro de un régimen institucional en dirección a una democracia participativa, la recuperación de nuestras riquezas naturales y empresas estratégicas. Además de una reforma drástica de nuestro sistema económico que signifique  convertir al Estado en agente y garante principal del crecimiento y el bienestar de todos los chilenos.

Ganaron, por cierto,  en esta jornada cívica los trabajadores, los jóvenes, los pensionados y todos los que han sembrado por tanto tiempo la necesidad de proteger nuestros ecosistemas, ponerle freno a la economía consumista y advertirnos de la codicia y corrupción del gran empresariado.

El único ganador efectivo es el pueblo que concurrió a las urnas venciendo los temores propios de la pandemia y la horrible represión descargada contra los jóvenes, los trabajadores y todos los hombres y mujeres concertados sin la tutela de los partidos políticos y los demás intereses fácticos. Ganaron, por cierto,  en esta jornada cívica los trabajadores, los jóvenes, los pensionados y todos los que han sembrado por tanto tiempo la necesidad de proteger nuestros ecosistemas, ponerle freno a la economía consumista y advertirnos de la codicia y corrupción del gran empresariado. Es decir, de ese puñado de multimillonarios que tiene cooptado a los gobernantes y legisladores dejados seducir por los grandes capitales nacionales y foráneos. Ciertamente, empoderados en nuestros yacimientos mineros,  la actividad pesquera y forestal, como en aquellos servicios públicos tan estratégicos como el suministro del agua potable, la producción de energía, las concesiones viales y la banca. Porque lo que ya no tiene Chile a causa del Régimen Militar y de todos los  gobiernos que  le sucedieron es soberanía alguna en las altas cumbres, en el mar, en sus valles y manantiales.

Ni siquiera con toda la cobertura que la prensa uniformada le dio a las cúpulas políticas, éstas lograron obtener algún dividendo electoral, teniendo que rumiar la noche del domingo su completa frustración. Atónitas todas ante los resultados,  salvo, por supuesto, un cínico Sebastián Piñera,  que tuvo la desvergüenza de incluir a su gobierno como uno de los ganadores del Plebiscito.

Perdieron, también, los partidos políticos coludidos de derecha a izquierda para beneficiarse de los altos estipendios que dispone el mal llamado servicio público, cuyas cifras superan  el ingreso de los legisladores norteamericanos y europeos. De allí que en las masivas celebraciones de la victoria del domingo siguieran ausentes las banderas, pabellones y otros distintivos, mientras de desplegaba con entusiasmo el pabellón nacional,  la bandera mapuche y los emblemas de las más diversas organizaciones sociales, artísticas y culturales. Qué triste fue comprobar en estos meses la falta de coherencia ideológica de las colectividades partidistas, así como la extrema deserción de sus militantes y simpatizantes.

Ni siquiera con toda la cobertura que la prensa uniformada le dio a las cúpulas políticas, éstas lograron obtener algún dividendo electoral, teniendo que rumiar la noche del domingo su completa frustración. Atónitas todas ante los resultados,  salvo, por supuesto, un cínico Sebastián Piñera,  que tuvo la desvergüenza de incluir a su gobierno como uno de los ganadores del Plebiscito. Postura que incluso avergonzó a los propios ministros que lo acompañaban muy bien parapetados sus rostros tras las mascarillas sanitarias que su Presidente echó al bolsillo. Desparpajo que también tuvo la presidenta de la UDI que se atribuyó como apoyo a su partido ese 20 por ciento que quiso darle continuidad a la Constitución de 1980, en el que también concurrieron otros sectores de la ultraderecha.

Por lo mismo es que el pueblo no debe descuidarse. Deberá permanecer en las calles para impedir que nuevos conciliábulos cupulares intenten torcer la voluntad soberana, exigiendo durante los dos años que siguen la materialización de las reformas educacionales, previsionales y otras que han sido constantemente burladas por La Moneda.

En cualquier democracia seria y real, este descalabro electoral ya tendría a gobernantes y parlamentarios desalojados del poder.  Sin embargo aquí, cuando todavía no se cerraban todas las urnas,  los derrotados ya sacaban cuentas alegres de lo que serían los próximos comicios para elegir gobernadores, integrar la Comisión redactora de la nueva Constitución y aquel nuevo plebiscito con el cual la Carta Magna será refrendada por el voto ciudadano.

Por lo mismo es que el pueblo no debe descuidarse. Deberá permanecer en las calles para impedir que nuevos conciliábulos cupulares intenten torcer la voluntad soberana, exigiendo durante los dos años que siguen la materialización de las reformas educacionales, previsionales y otras que han sido constantemente burladas por La Moneda.  Es evidente que solo la masiva expresión callejera puede obtener los cambios radicales que necesita nuestra convivencia política y social, además de ejercer la justa presión a los miembros de la Constituyente, susceptibles de ser engañados, sobornados y amenazados, como lo han sido antes los diputados y senadores,  con las honrosas excepciones que confirman la transversal corrupción política.

La victoria debe ser atribuida a las viejas y nuevas generaciones de chilenos dignos y valerosos. A quienes perdieron sus vidas o quedaron mutilados con la represión policial y militar, es decir por los cancerberos del que llaman “estado de derecho”. El pueblo debe exigir con fuerza, ahora,  la liberación de los centenares de presos políticos  imputados por  los Tribunales. Asimismo como las demandas de la Araucanía deben ser respaldadas por todo el pueblo discriminado y abusado a lo largo del país.

Una revisión simple de los resultados nos indica quiénes son y dónde viven los que se oponen a la justicia social y ejercen sus arrogantes privilegios. Pero con esta victoria popular del pueblo unido y movilizado todos debemos  proponernos conquistar a esa mitad de chilenos que se resiste a votar, que marcó de nuevo una altísima abstención electoral, aunque esta vez la misma Pandemia, la extrema marginación social y otras causas explican más plenamente su decisión de no acercarse a los lugares de votación. Asumiendo que las trampas impuestas por los gobernantes y legisladores a muchos los ha llevado a desconfiar de la vía electoral y optar por otras formas de lucha. Aunque sabemos que concuerdan con los anhelos ampliamente mayoritarios en la población chilena. 

Por Juan Pablo Cárdenas

Premio Nacional de Periodismo

Diario y Radio U Chile

Primeros cómputos del Servel advierten que el “Apruebo” se impone por un 87% en el extranjero

Desde el organismo, también indicaron que a las 21:30 hora podrían dar a conocer el resultado que marque la tendencia.


Domingo 25 de octubre 2020 20:25 hrs.

votacion chile

Pasadas las 20:00 horas de este domingo, el Servicio Electoral de Chile dio a conocer los primeros resultados respecto de la votación efectuada en el extranjero.

Con el 33,33 por ciento de las mesas escrutadas, el organismo informó que la opción “Apruebo” se impuso con un 86, 59 por ciento. Respecto del “Rechazo”, la alternativa alcanzó sólo un 13, 44 por ciento.

En tanto, la “Convención Mixta” recibió un 13, 89 por ciento, mientras la “Convención Constitucional” fue elegida con un 86, 11 por ciento. 

Desde el organismo, también indicaron que a las 21:30 hora podrían dar a conocer el resultado que marque la tendencia.


Fiesta en Plaza Dignidad: Una marea celebra el triunfo del Apruebo

En Plaza Dignidad se proyectó la palabra “Renace” en la Torre Telefónica en clara alusión a la decisión del pueblo chileno de escribir una nueva Constitución.
Publicado en EL CIUDADANO

Un clima de fiesta se vive en la Plaza Dignidad, donde miles celebran  los primeros resultados entregados por el Servel en el Plebiscito 2020 que otorgan una amplia victoria a las opciones «Apruebo» y «Convención Constitucional».

Además del clima de celebración y los fuegos artificiales, se proyectó la palabra “Renace” en la Torre Telefónica en clara alusión a la decisión del pueblo chileno de escribir una nueva Constitución que sustituirá a la de 1980, heredada de la dictadura militar de Augusto Pinochet.

También se colgó un cartel que reza: «Plaza de la Dignidad, no olvidamos, 1973″ , en referencia al año del golpe de estado que derrocó a Salvador Allende, y al nombre con que la plaza fue rebautizada en medio del estallido social iniciado en octubre de 2019.

Con cacerolazos y banderas, un mar de ciudadanos desafió el gran cerco policial para celebrar en el emblemático lugar de la capital, que se convirtió en símbolo de la lucha por un país digno.

Durante la fiesta, miles de voces corean al unísono los míticos “Chile despertó” y “El pueblo unido jamás será vencido”, convertidos en lemas de la revuelta popular.

Aquí se gestó el llamado más político de todos: que la dignidad se haga costumbre. Esto que estamos viviendo hoy es gracias a los jóvenes y por eso hemos venido a celebrarlo, dijo a la agencia Efe Atenea Ramírez, de 68 años, quien acudió esta noche a la Plaza Dignidad.

Estoy acá para celebrar el triunfo del pueblo, que por primera vez podrá escribir una Constitución democrática ejerciendo su soberanía. Este es el comienzo de un nuevo Chile donde se respeten los derechos sociales”, expresó Carlos Fuentealba, de 54 años.

Antes de conocerse los resultados, los carabineros habían intentado intentado dispersar un grupo mientras intentaba colgar una bandera , pero cuando los uniformados se acercaron fueron rechazados por los manifestantes.

Aunque la policía respondió con carros hidrantes y el «zorrillo», no pudieron dispersar la manifestación que sigue creciendo.


Miles de personas a lo largo del país repletan las calles para celebrar el triunfo del Apruebo en el plebiscito

por 25 octubre, 2020

Miles de personas a lo largo del país repletan las calles para celebrar el triunfo del Apruebo en el plebiscito

Crédito: ATON

En Santiago las celebraciones, cómo no, fueron en Plaza Baquedano. También se repitieron en Valparaíso, Curicó, Concepción y Punta Arenas, entre otras.

Las opciones del Apruebo y la Convención Constituyente arrasaron en el Plebiscito 2020, por lo que la gente comenzó a llegar a los principales puntos neurálgicos de las ciudades para festejar este proceso que terminará con una Nueva Constitución.

En Santiago, cómo no, las celebraciones fueron en Plaza Baquedano. Fuegos artificiales y más de mil personas repletaron el sector.

También hubo festejos en Pedro Aguirre Cerda.

En Valparaíso, las celebraciones fueron en Plaza Victoria.

En Curicó.

En Concepción.


NUEVA CONSTITUCIÓN: LLAVE MAESTRA DEL CAMBIO

Autor: MANUEL CABIESES DONOSO

BLOG PUNTO FINAL

Si queremos que el plebiscito se convierta en una victoria histórica de la democracia, las opciones Apruebo y Convención Constitucional tienen que recibir una mayoría abrumadora de votos, millones de votos, una marejada de voluntades ciudadanas.

Un triunfo debilucho o raquítico permitiría que la oligarquía y su sirviente, la casta política, mediante el mecanismo de los 2 tercios, hagan abortar este primer paso hacia una auténtica democracia después de 47 años de monarquía oligárquica.

El pueblo ha debido aceptar esta forma humillante de acercarse al objetivo de una Constitución democrática. Prácticamente desde 1973, cuando la traición de las fuerzas armadas dio comienzo al largo período de terrorismo de estado, la lucha por una Asamblea Constituyente se levantó como una salida pacífica al espanto. La Resistencia Popular –que empuñó las armas para conquistar la libertad- se volcó en lo político a la demanda de una Asamblea Constituyente que elaborara una nueva Constitución. Una vía democrática –la única posible- que armonizara los intereses políticos y sociales de una inmensa mayoría de chilenos. La historia, sin embargo, no se escribió como pretendíamos. La sangre de nuestros héroes y mártires, sin embargo, no se derramó en vano. Siguió hirviendo una rebeldía que se ha extendido en el tiempo y que convoca a sellar con una victoria aplastante el Apruebo y la Convención Constitucional en el plebiscito.

Esa victoria es lo fundamental en este instante. Pongamos el acento de hoy en eso. Que nada impida el trabajo de hormigas para el domingo 25 una masa impresionante acuda a votar. Son más de 14 millones los electores habilitados que pueden abrir un nuevo destino para Chile. En la última elección presidencial (2017) votaron poco más de 7 millones, 49,02% del padrón electoral. Esta vez hay que superar los 8 millones de votos para que el plebiscito tenga la legitimidad indiscutible que requiere. No basta que el Apruebo y la Convención Constitucional consigan poco más del 50%. Necesitamos una victoria con la fuerza de una salida de mar para que sea respetada por los bastiones financieros, civiles y militares del conservadurismo.

No es tarea fácil, ninguna lucha democrática y de justicia social ha sido fácil. Sobre el resultado del plebiscito pesan el abstencionismo -que en las elecciones municipales ha alcanzado al 70%-; el temor al contagio de la pandemia; el repudio a los partidos políticos que aparecen como padrinos y administradores del plebiscito; la campaña por el Rechazo y Convención Mixta de la extrema derecha; y el temor que sienten sectores del pequeño y mediano empresariado por la violencia sin brújula -de sospechoso origen en muchos casos- que han sido víctimas iglesias católicas, servicios de transporte público y pequeños negocios privados.

El mal llamado “estallido social” -un “estallido” que se prolonga por más de un año-, revela que Chile vive una larvada insurrección social. Casi lo cotidiano ha sido desde octubre del 2019 la protesta callejera, desde ataques con piedras y fuegos artificiales a comisarías policiales, barricadas de fuego o saqueos de supermercados, farmacias y hasta de modestos quioscos de venta de cigarrillos y caramelos.

La persistencia del “estallido” aviva sin cesar la caldera de la protesta. Pero a la vez espanta a sectores sociales como los movilizados el 25 de octubre del 2019 que hicieron posible la marcha del millón 200 mil personas en Santiago, incluyendo manifestaciones en las comunas del barrio alto y frente a la Escuela Militar. Se calcula que ese día marcharon pacíficamente más de 6 millones de personas protestando contra la desigualdad y los abusos y exigiendo una Asamblea Constituyente.

Hay que intentar revivir ese espíritu en el plebiscito del domingo. Por desgracia la casta política, que en marzo negoció este remedo de Asamblea Constituyente, una formidable trampa que es necesario neutralizar desde dentro, ha empleado el tiempo en querellas menores. Apoyada por la maquinaria publicitaria que la oligarquía pone a su disposición, ha relegado el quehacer político al claustro viciado del Parlamento, renunciando al papel de voz de la calle que en teoría corresponde a los partidos políticos. Trifulcas que evidencian la descomposición de una mayoría “opositora” incapaz hasta de elegir la mesa de la Cámara de Diputados; relumbrones de bengalas de prematuras candidaturas presidenciales –14 por el momento-; acusaciones constitucionales que no resuelven nada; disputas de hegemonía al interior de los partidos, etc., han hecho lo posible para distraer al pueblo de su objetivo fundamental: ganar el plebiscito del domingo.

Pero nada de eso debe perturbarnos. Hagamos caso omiso de todo lo secundario. Hoy lo importante es ganar el Apruebo y la Convención Constitucional. No nos involucremos en reyertas de grupos políticos en vías de extinción. Todas nuestras energías deben volcarse a un solo objetivo: obtener una victoria aplastante en el plebiscito.

El lunes, además de celebrar el triunfo, empecemos a cargar las baterías para que el 11 de abril elijamos a los hombres y mujeres que mejor representen la fuerza del cambio en la Constituyente.

MANUEL CABIESES DONOSO

22 de octubre, 2020


JÓVENES CHILENOS: ¡NO SUELTEN EL TIMÓN!

Autor: MANUEL CABIESES DONOSO


BLOG PUNTO FINAL
27 de octubre 2020

El honor de encabezar el arrasador triunfo del Apruebo y Convención Constitucional, hay que atribuirlo a los jóvenes, tanto a los de edad como a los de espíritu. Fue decisiva la participación masiva de jóvenes que votaban por primera vez, y de los viejos robles que desafiaron la pandemia (más de 500 mil contagiados y 14 mil muertos en el país) para expresar su voluntad. Además -esto es muy importante-: el 78,27% que apoyó el Apruebo y el 78,99% la Convención Constituyente, son cifras que tienen un marcado ingrediente de clase. En las comunas donde la clase trabajadora tiene importante incidencia, ambas preferencias del plebiscito alcanzaron rangos elevados. Sobre el 80 y casi el 90% en algunos casos. Son notables los resultados en regiones del norte, de larga tradición sindical y política, y también en áreas rurales conocidas por su conservadurismo. En Chiloé, por ejemplo, tradicional bastión de la derecha, el Apruebo ganó hasta en el campo.

En solo tres comunas del país, Las Condes, Vitacura y Lo Barnechea, en la Región Metropolitana, trincheras de las élites, ganaron el Rechazo y la Convención Mixta. A nivel nacional ambas opciones lograron 21,73% y 21,01%, respectivamente.

Antes de abandonar la numerología política -entretenimiento habitual de analistas con patente-, habría que considerar algunas situaciones que van a pesar en el cuadro político.

Una es la participación electoral. Aun cuando es la más grande de la historia, como destacara el director del Registro Electoral, ese desborde cívico alcanzó sólo al 50,9%. Votaron 7.562.173 hombres y mujeres. Sin embargo, el padrón alcanza casi a 15 millones de electores. Parte de la abstención se puede explicar por diversos motivos. El temor a la pandemia, por ejemplo. Sin embargo hay una importante cifra de la abstención que no vota por desconfianza y rechazo a los partidos cuyo desprestigio teje telarañas en los rincones de las instituciones. Hay aquí, entonces, una importante tarea que acometer en estos meses: debatir los contenidos de la nueva Constitución y promover los candidatos independientes que en abril del 2021 conformarán la Convención Constitucional. Los candidatos que surjan desde la base, comprometidos sin ambigüedades con la voluntad de cambio, darán origen a una Constitución de origen democrático, la primera en nuestra historia.

Otra situación a considerar es la fuerza que aun conserva el reducto conservador. El 21,73% que alcanzó el Rechazo y el 21,01% la Convención Mixta, no son datos a ignorar para una estrategia destinada a reencauzar al país por una senda democrática. Desde los años 90 la derecha retiene cerca del 40% electoral. En el plebiscito se dividió y una porción de la clientela derechista votó Apruebo y Convención Constituyente. Se trata de una derecha consciente de lo insostenible que resulta la crisis de las instituciones de la dictadura. Pero ese 20% de Rechazo representa una derecha recalcitrante, poderosa en lo financiero, político y militar, y –como siempre- dispuesta a todo. Las fuerzas del cambio tendrán que poner atención a los movimientos de esa derecha que no ha vacilado en derramar sangre del pueblo cuando sintió amenazados sus intereses. Y una nueva Constitución democrática, junto con las instituciones y leyes que de ella surgirán, constituyen la peor amenaza para la ultra derecha, el militarismo y los mercaderes de la Bolsa de Comercio.

El domingo 25 comenzamos a cavar la sepultura de la Constitución pinochetista y del modelo de economía de mercado. No obstante, estamos en la fase inicial de un largo proceso. Si tenemos éxito, no solo nos dotaremos de una Constitución democrática y sepultaremos al neoliberalismo. Ese proceso de lucha ideológica y propuestas programáticas, permitirá articular un amplio movimiento político-social que conducirá al país en los próximos años. Los jóvenes de hoy deben preparar para gobernar.

Esa es una responsabilidad histórica de la juventud chilena. Su caudalosa participación en el plebiscito -en especial de la juventud de las comunas populares- es una clara señal de aceptación de esa responsabilidad.

La votación de Convención Constituyente, incluso, superó la del Rechazo. Es otra advertencia a la casta política para que no persevere en su intento de cocinar la nueva Constitución en el fogón de la corrupción.

Construir el necesario movimiento político-social que destierre sectarismos, requerirá una etapa difícil –y en ciertos casos dolorosa- para cortar amarras con el pasado, actualizar doctrinas y cambiar métodos de organización y lucha.

Para cumplir esas tareas está justamente la juventud. Ella nace para cambiar lo que hoy estorba el paso del progreso. La juventud chilena cuenta con decenas de héroes cuyas luchas servirán de ejemplo a la actual generación. Sobre todo será la experiencia de sus luchas la que abrirá paso al futuro del país. Los próximos años nos dirán si la juventud del siglo XXI estuvo a la altura de su misión histórica.

MANUEL CABIESES DONOSO
26 de octubre, 2020.


Chile y la insurrección constituyente

por Auxiliadora Honorato
LA HAINE - 29/10/2020

El pueblo chileno, ante los nuevos desafíos que abre la victoria democrática, no aceptará una caricatura de proceso constituyente

Prácticamente un año después de que el estallido social inundara las calles de Chile, el pueblo chileno inicia con decisión su camino constituyente. El abrumador resultado del referéndum de ayer no deja margen a ninguna duda. Y es que las caceroladas, las marchas, las movilizaciones, los paros, todo ello era y es un magma profundamente democrático, desbordante, que pone de manifiesto la desconexión de la institucionalidad concreta actual chilena con el sentir popular.

Este estallido social llevó a una caduca institucionalidad a reconocerse pasado y a fijar una fecha para un trascendental referéndum, en el que Chile pudiera pronunciarse sobre dos preguntas claves: la primera si está o no de acuerdo en aprobar una nueva Constitución, y la segunda relativa al tipo de órgano encargado de redactar, en su caso, la nueva Constitución: una Convención mixta (mitad de representantes electos y la otra mitad designados de entre actuales parlamentarios y parlamentarias) o una Convención Constitucional, donde todos los miembros serían electos y electas para ese efecto.

Esta institucionalidad actual es hoy más pasado que nunca ya que, aunque todas las encuestas auguraban al “Apruebo” un alto porcentaje de votos, la incógnita era conocer cuánto más sería esa diferencia, pero muy especialmente cuál iba a ser la respuesta a la crucial segunda pregunta: la posibilidad de elegir una Convención mixta, se acariciaba por parte del statu quo, como una suerte de “tercera vía” que huyese de un proceso de separación con la institucionalidad presente.

Tanto en una como en otra pregunta, la respuesta del pueblo chileno ha sido lapidaria: con casi un 100% de escrutinio, el “Apruebo” ganó por 5.885.721 votos (78,27%) frente a 1.633.932 votos (21,73%) del “Rechazo”, y un 78,95%, apostó por una Convención Constitucional. El pueblo chileno no quiere rescatar nada de su pasado institucional y ha certificado su liberación de la institucionalidad presente para abrir un nuevo tiempo, un tiempo en el que construir un Chile para todas y todos.

En todo este año, hemos asistido al choque de dos movimientos tectónicos encontrados, que con toda probabilidad continuarán enfrentándose, incluso recrudeciendo sus posiciones en los meses venideros. Por un lado, estaría el intento de la caduca institucionalidad por controlar, perseguir, someter, o encauzar, el magma constituyente. Por otro, y enfrentado a esta institucionalidad-pasado, estaría el claro empuje del movimiento popular, que ha hecho posible que por primera vez en la historia de Chile el pueblo participe y se pronuncie sobre un proceso constituyente; nunca, en ninguna de sus anteriores tres constituciones, esto había pasado.

La próxima cita histórica será el 11 de abril del próximo año, cuando se elegirán a las personas que conformarán esa Convención Constitucional, que será el primer órgano constituyente paritario en la historia de la humanidad; el logro de la equidad de género en la composición de la Convención es reflejo ya del nuevo Chile y de cómo el nuevo constitucionalismo latinoamericano se actualiza y se deja alcanzar por la ola feminista que empuja a configurar, como no puede ser de otra manera, realidades político-institucionales más democráticas.

Este movimiento tectónico popular tendrá sobre sus espaldas el sofocar los embates que la vieja institucionalidad siga lanzando contra el proceso constituyente, un proceso vital para conseguir que el pueblo chileno pueda verse representado e incluido en su propia institucionalidad, sacudiéndose por fin la Constitución Política de la República de Chile, un texto atravesado por una ilegitimidad de origen. Se aprobó el 8 de agosto de 1980 en plena dictadura militar y, aunque fue sometido a múltiples modificaciones desde entonces, tratando de camuflar su origen autoritario y antidemocrático, no es difícil encontrar rastros que, de algún modo u otro, pueden sorprender en el texto que hoy está en vigor (siendo, además, un texto incapaz de abordar las problemáticas y desafíos actuales).

En cualquier caso, esta lucha de placas tectónicas es lo que caracteriza precisamente un proceso constituyente: lo nuevo que no acaba de nacer frente a lo viejo que no acaba de morir; y este será el escenario en el que se juegue a partir de hoy. Podemos, incluso, dibujar tres escenarios de pugna a los que con mucha probabilidad asistiremos en este convulso terreno de juego:

- La batalla por la legitimidad.
Los miembros de la Convención serán elegidos por el mismo procedimiento previsto para la elección de las diputadas y diputados ordinarios, por lo que resulta difícil justificar que tengan menos legitimación que los congresistas y senadores actuales. Si el procedimiento electoral se orienta a trasladar la soberanía del cuerpo electoral a las cámaras, eso mismo sucederá con la Convención que, recordemos, será una legitimación más reciente que la que ostentan los actuales parlamentarios y parlamentarias, y en la naturaleza de los procedimientos electorales está la idea de que la legitimación más reciente sustituye a la anterior. Convivirán peligrosamente en este tiempo, por tanto, dos legitimidades distintas y, posiblemente, enfrentadas.

- La relación con el ordenamiento vigente.
Los miembros de la Convención estarán a un mismo tiempo sujetos al régimen jurídico actual y sus tribunales, y diseñando el futuro régimen constitucional. Esta dualidad, fácil de explicar en términos teóricos, planteará sin duda problemas sustantivos a la hora de funcionar. Así, por ejemplo, la peligrosa posibilidad de modificar en cualquier momento las normas constitucionales que regulan las funciones de la Convención permite imaginar que, incluso, exista la tentación de cambiar las normas de funcionamiento una vez empezados sus trabajos.

- El Parlamento como contrapoder.
A medida que avancen los trabajos de la Convención, el Congreso y el Senado actuales tendrán, sin duda, la tentación de reaccionar continuamente a las problemáticas planteadas en la Convención. La posibilidad de que se fragüen acuerdos políticos o se aprueben piezas de legislación destinadas a neutralizar una u otra opción de la Convención augura una situación en la que no concurrirán la calma y la libertad necesarias para la aprobación de la nueva Constitución

Es difícil imaginar cuál será el resultado de esta situación, pero lo que parece seguro es que el pueblo chileno, ese movimiento tectónico popular, ha dado sobradas muestras de que no va a aceptar una caricatura de proceso constituyente; este magma popular urge a “recuperar el origen radical-democrático del constitucionalismo jacobino, dotándolo de mecanismos actuales que pueden hacerlo más útil en la identidad entre voluntad popular y constitución”[1], abordando desde la radicalidad democrática la construcción de un texto en el que queden reflejadas las diferentes identidades, etnias, sensibilidades o cosmovisiones del actual Chile.

Todos los atajos que se quieran tomar, todas las caricaturas del proceso que se intenten poner en pie fracasarán, y tan solo será cuestión de tiempo que la fuerza popular sea capaz de canalizarse hacia la construcción de la nueva institucionalidad, de ese nuevo Chile en el que se pueda reflejar y reconocer todo un esperanzado pueblo.

[1] Martínez, R. y Viciano, R., “Aspectos generales del nuevo constitucionalismo latinoamericano”.

www.celag.org


Renace la soberanía popular

Será la presión social ejercida en las calles y todos los espacios de organización la que asegurará que el Pueblo vuelva a ser el soberano


EL CIUDADANO (CHILE)

Por lbuitrarcia

Foto: Anahí Saa

Este 25 de octubre de 2020 ha sido un día de aquellos que quedan tatuados con fuego en lo más profundo del corazón y que desde allí viaja por las venas y arterias recorriendo nuestra humanidad por completo para estremecernos y luego alojarse en un rincón especial y único de nuestro cerebro donde permanecerá por siempre. Desde ese lugar podrá volver porque forma parte de nuestra conciencia, no solo individual, perdurará vivo en la conciencia colectiva del pueblo que unido y en lucha supo levantarse con todas las fuerzas de la historia para conquistar su dignidad y transformar la sociedad removiendo los cimientos que a balas, torturas y sangre impusieron los que solo creen en la propiedad y no en la solidaridad.

Así como el 5 de octubre de 1988 quedó grabado en nuestra memoria cuando vivimos el triunfo popular al derrocar al tirano, hoy damos un nuevo y fundamental paso para la conquista de la verdadera soberanía.

Recordamos con singular emoción asistir a la marcha y acto de cierre de la campaña del “No” hace 32 años atrás. Ese 1 de octubre de 1988 quedamos alucinados no solo con la interminable masa de personas que se congregaron y colmaron la carretera Panamericana en Santiago si no con la fuerza, alegría, energía y esperanza de esas personas. Más de un millón de individualidades nos dimos cita ese día para dar vida, representar y conformar un sujeto social único y poderoso en rebeldía llamado Pueblo. Aquel Pueblo que una vez más había sido vejado hasta la ignominia de las formas más cruentas e inimaginables daba un paso adelante hacia la libertad. Luego celebramos alegres el triunfo del No en las calles de todo el país creyendo que habíamos derrotado la dictadura. Pero el plan estaba muy bien orquestado y el modelo de la dictadura se perpetuó, disfrazada de democracia, alternancia y gobernabilidad.

Tardamos más de lo que hubiésemos querido en darnos cuenta del engaño y traición de quienes prometieron la alegría pero no hicieron otra cosa que comulgar con el modelo de sociedad impuesto sobre el exterminio, provocando un daño profundo a nivel cultural que transmutó por años al Pueblo en consumidores. Pero, de la mano de los estudiantes y su “levadura”, se fraguó el despertar desde la segunda mitad de los noventa para ir tomando fuerza, paso a paso, año a año, hasta el glorioso estallido social del 18 de Octubre de 2019, concitando el apoyo transversal de la sociedad que dijo basta y se reunió en la que se cataloga como la marcha más grande de la historia de Chile, que congregó a más de un millón doscientas mil personas en la Alameda el 25 de Octubre de 2019. También estuvimos ahí ese día, cuando el sujeto social del que formamos parte se hizo carne nuevamente.

 Podemos decir con toda razón que el acuerdo político que pretendió zanjar el descontento mediante este plebiscito es espurio, mas, no les pertenece. Esta es una legítima victoria del Pueblo (los pueblos) conquistada en las calles, en la lucha, en la primera línea. Triunfo que se yergue como un hito fundamental en el proceso de transformación social que vivimos. No es un fin en sí mismo. Ahora comienza la tarea de construir la sociedad solidaria y justa que el pueblo de Chile merece y que esperanzados, conquistaremos a como de lugar. Más allá de que el órgano redactor de la nueva carta fundamental no sea una asamblea constituyente como venimos exigiendo hace décadas, somos los pueblos, la ciudadanía, quienes construiremos el nuevo contrato social con las herramientas de la organización social y la lucha popular. Es demasiado importante lo que está en juego para delegarlo en representantes elegidos bajo las lógicas del viciado sistema político aún imperante. Será la presión social ejercida en las calles y todos los espacios de organización la que asegurará que el Pueblo vuelva a ser el soberano que determine la sociedad en la que queremos y merecemos vivir. No podemos permitir que una vez más seamos engañados y que, mediante artilugios retóricos disfrazados de igualdad, se cree una Constitución que pretenda mantener en el fondo, el mismo modelo social que hemos sufrido desde que el 11 de septiembre de 1973 (y desde mucho antes) se quebrara la democracia en esta larga y angosta faja de injusticias.

Para que ello ocurra, debemos fortalecer la organización popular desde la base, los comedores populares, las asambleas barriales, y todos los mecanismos que en el cara a cara vayan fortaleciendo nuestra inquebrantable unidad como pueblo.

 Debemos imponer al sistema de partidos a que abra las puertas de las listas de candidatos a la constituyente a los movimientos sociales que han luchado contra el neoliberalismo y en defensa de sus comunidades y territorios. 

Como ciudadanía tenemos que instalar un programa mínimo, un mandato popular, que deba ser acatado por los convencionalistas que deben ser portadores y obedientes al mismo, y estar preparados para presionar a la Convención Constituyente para que redacte una constitución que sea reflejo de la voluntad popular y que devuelva el poder a las comunidades y despoje de él a la clase política y a la oligarquía.


RADIO PRIMERO DE MAYO 106.5 FM

domingo, 25 de octubre de 2020

Hoy se acabó la "transición". Lo que NO hicieron los partidos políticos en 30 años lo lograron unos cabros estudiantes saltando unos torniquetes.

Por las y los: mutilados, asesinados, presos, golpeados y maltratados por tantos años en Chile.

En Memoria a Salvador Allende


RADIO PRIMERO DE MAYO 106.5 FM

domingo, 25 de octubre de 2020

Gustavo Gatica llegó al colegio Andalien de Colina para ejercer su derecho a voto, un icono de la dignidad.

Uno de lo jóvenes íconos de la lucha contra el poder y la represión de un pueblo. Gustavo Gatica ejerciendo su voto y su voluntad, todo un luchador. Gracias a él y a todos los que han entregado más que muchos de nosotros por cambiar éste país


RADIO PRIMERO DE MAYO 106.5 FM

domingo, 25 de octubre de 2020

Comunicado Público Radio 1ero de Mayo

Somos un medio de comunicación es Popular y comunitario, inserto en la Población La Victoria y hemos cumplido 25 años de trabajo libre y comprometido con las luchas de nuestros pueblos.

Durante años hemos dado cuenta de las situaciones de represión y desigualdad en las cuales estamos insertxs y que hemos sido un medio para la visualización de las múltiples voces que durante todos los años de “adormecimiento social” estuvieron gritando con fuerza la necesidad de este despertar, por lo que recibimos con júbilo la Revuelta en nuestras vidas.

Como Medio popular hemos experimentado en varias ocasiones, la violencia de grupos de civiles declarado “patriotas”, quienes, a través de amenazas de muerte, por traición a la patria escrita en panfletos, llamadas telefónicas anónimas a hogares y trabajos de compañeros radiales, han querido silenciar nuestra voz.

Como comunicadores Populares, con larga trayectoria en la tarea de informar y contrainformar, sabemos que nuestras tareas no están exentas de riesgo, dado que este sistema y este estado utilizarán toda la fuerza disponible para intentar silenciar la verdad de lo que ocurre en nuestro territorio.

Hoy además queremos visibilizar con el corazón apretado al igual que nuestros puños, el dolor que nos provoca el asesinato de Aníbal Villarroel, y los demás jóvenes heridos en nuestra Población La Victoria, a manos de la policía, quien bajo la lógica del enemigo interno dispara. Pero sabemos claramente que ellos obedecen a una lógica de aniquilamiento hacia todo aquel que se alce utilizando la protesta social para manifestar su descontento, de paso invisibilizan el dolor de cientos de personas que se han visto violentados en sus derechos fundamentales. Vemos con impotencia que vale más algo material que la vida de los nuestros.

De paso es necesario mencionar también que reivindicamos a todo aquel que trabaje a pulso en su comunidad por lograr una vida mejor, excluyendo también a todos aquellos que quieran utilizar, desinformar y aprovecharse de los tristes acontecimientos ocurridos en Nuestra Población, para sacar provecho personal o político.

No lograrán acallar nuestras voces, caminaremos como desde hace 25 años por el camino de la Rebeldía, la Libertad y la Autogestión.

¡A no soltar las calles! ¡Libertad a los presos políticos de Ayer y Hoy!

Equipo Radial de Radio Primero de Mayo 106.5 FM

miércoles, 21 de octubre de 2020

Declaración de las organizaciones de la Población La Victoria, ante los hechos ocurridos la noche del 18 de octubre, en la conmemoración del primer aniversario de la Revuelta Popular.

Desigualdad, rebelión popular y violencia: cómo llega Chile al histórico plebiscito por la reforma de la Constitución

Publicado: 22 oct 2020 20:57 GMT - RT
Tras más de un año de protestas contra el Gobierno, la ciudadanía decidirá si deja atrás la Carta Magna heredada de la dictadura de Augusto Pinochet.

Desigualdad, rebelión popular y violencia: cómo llega Chile al histórico plebiscito por la reforma de la Constitución
Un manifestante ondea una bandera durante una protesta contra el gobierno de Chile en Santiago, el 29 de noviembre de 2019.Goran Tomasevic / Reuters

Chile se prepara para votar el próximo 25 de octubre si quiere o no modificar la Constitución Nacional vigente, creada en 1980 durante la dictadura cívico militar que encabezó Augusto Pinochet (1973-1990).

La población chilena fue convocada a la consulta popular tras el estallido social, iniciado en octubre de 2019, cuando buena parte de la ciudadanía decidió acompañar las manifestaciones contra la creciente desigualdad en el país, la falta de acceso a servicios básicos y el endeudamiento de las familias. Durante las protestas se registraron más de 30 muertos, así como miles de detenidos, violaciones a mujeres y heridos de gravedad por el accionar de Carabineros —la policía local— y las fuerzas militares, que el Gobierno de Sebastián Piñera sacó a la calle para reprimir, luego de que el presidente declarara el estado de emergencia y se refiriera al conflicto como una "guerra".

El 15 de noviembre de 2019, en medio de una fuerte tensión política, el oficialismo y los espacios de oposición firmaron el 'Acuerdo por la Paz Social y la Nueva Constitución', que establecía las condiciones para dar pie al referéndum constitucional. Esto no pudo frenar la escalada de protestas ni la desmedida violencia con la que respondió La Moneda, cuya responsabilidad por los excesos ha sido denunciada por organismos de derechos humanos, tanto del ámbito local como internacional. 

La Fiscalía investiga más de 5.558 denuncias de presuntas víctimas de violencia institucional.

Un manifestante es arrestado por la policía antidisturbios en Santiago, el 25 de septiembre de 2020.Martin Bernetti / AFP

Cómo será la votación

Más de 14 millones de ciudadanos están habilitados para participar del plebiscito, aunque se espera una participación cercana al 60 % debido a la pandemia. Cumpliendo un estricto protocolo sanitario, los chilenos deberán responder, por medio del voto popular, si aprueban o rechazan la elaboración de una nueva Carta Magna. Además de la pregunta principal, los votantes decidirán qué órgano debería redactar la nueva Constitución, en caso de imponerse el sí. Esto habrá que hacerlo sin importar cuál sea la posición del elector respecto a la consulta anterior. 

Hay dos alternativas posibles: 

  • Por medio de una Convención constituyente, integrada por 155 ciudadanos especialmente elegidos para llevar adelante la tarea. La misma sería disuelta una vez desarrollada la nueva Constitución. Este mecanismo tiene mayor apoyo de la oposición, ya que se prevé que será más participativo. 
  • Mediante una Convención mixta de 172 miembros, integrada en un 50 % por parlamentarios en actividad y otro 50 % por ciudadanos electos para este fin. 

Origen del conflicto social 

El 18 de octubre de 2019, organizaciones estudiantiles e independientes se manifestaron en Santiago, la capital de Chile, para protestar contra el aumento de la tarifa del Metro, que el Gobierno de Sebastián Piñera quiso subir de 800 a 830 pesos (1,04 dólares). 

Ya en los días previos, miles de jóvenes organizaban evasiones masivas para no pagar la tarifa del transporte, en rechazo a la suba. Pero durante la jornada del 18 de octubre, la presencia policial en las estaciones generó una puja que se tornó cada vez más violenta, con incidentes, ataques incendiarios y varios heridos.

Para el día siguiente, la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech) llamó a una jornada de "protesta nacional". A partir de allí, la cantidad de participantes de las protestas creció, y se sumaron otros actores, como espacios gremiales, organizaciones civiles y políticas, independientes, entre otros. 

Ante la creciente tensión, el presidente Piñera anunció la suspensión del aumento del boleto, pero a esa altura la decisión ya era anecdótica: el reclamo original había sido el disparador de muchas otras demandas

El presidente de Chile, Sebastián Piñera, en el palacio presidencial de La Moneda, en Santiago, el 13 de octubre de 2020.Claudio Reyes / AFP

Desenmarcarando al 'país ejemplo'

Con un crecimiento anual del PBI de 4 % en 2018, Chile se exhibía ante el mundo como el país más próspero de Latinoamérica, un lugar más que propicio para las inversiones extranjeras y con una democracia consolidada y sin traspiés de ninguna índole. También era destacable su reducción de la pobreza, tras haber sacado de esa condición a 4 millones de personas desde el final de la dictadura, en 1990. 

Lo que no se decía de Chile era que los beneficios de ese crecimiento solo llegaban a unos pocos privilegiados, mientras que el resto de la población debía lidiar con el endeudamiento, los bajos salarios, el alto costo de vida y una escasa movilidad social.  

El restrictivo sistema educativo chileno, la falta de acceso a la salud, la privatización del agua y las magras pensiones, entre otras cosas, fueron el caldo de cultivo de un descontento que se mantuvo acallado durante 30 años

Una élite política desconectada de la sociedad

El domingo pasado miles de manifestantes se congregaron en la Plaza Italia (rebautizada por los movimientos sociales 'Plaza Dignidad'), en el centro de Santiago, para conmemorar el primer año del inicio de las revueltas. Los festejos se vieron empañados por nuevos actos de violencia, quema de iglesias, heridos y detenidos. 

A días del referéndum constitucional, y sin haber podido todavía calmar los ánimos en las calles, cabe preguntarse por qué se ha llegado a esta instancia teniendo que lamentar 12 meses de violencia, abusos policiales, muertos y heridos, y no por la vía institucional, mediante el trabajo de los parlamentarios. 

Para Sergio España, Magíster en Ciencia Política y director de la consultora Subjetiva, en buena medida tiene que ver con la poca capacidad del sistema político de Chile de introducir reformas, debido a que la Constitución de la dictadura establece cuórums muy altos que se requieren para modificar la Carta Fundamental o una ley, aún con las reformas que se introdujeron en 2005 durante la presidencia de Ricardo Lagos, quien tras los cambios la definió como "la Constitución democrática". 

Ante la falta de cambios, la bronca de las clases populares se alimentó de otros combustibles: "Hay varios aspectos que se fueron acumulando en esta especie de caldera social que nos tomó a todos bastante desprevenidos", dice el especialista en diálogo con RT. 

Sergio España, Magíster en Ciencia Política
Sergio España, Magíster en Ciencia Política
La gente lo que quería era ser escuchada. Y justamente la negación durante tanto tiempo ha hecho que la explosión sea más fuerte.

"En Chile -apunta España- hay una élite política, económica, empresarial, que está bastante desconectada de lo que estaba pasando a nivel social. Parte de esta élite ha expresado muchas frases muy desafortunadas antes y después del estallido social, echando más pólvora al conflicto".

Acaso una de las más elocuentes sea la que emitió la primera dama, Cecilia Morel, y que circuló a través de WhatsApp apenas iniciadas las revueltas: "Vamos a tener que disminuir nuestros privilegios y compartir con los demás", confesaba la esposa del presidente a una amiga, en un audio de la red social. Morel también definía la situación de protestas en Chile como "una invasión extranjera, alienígena". 

Según refiere España, esto se explica en el marco de un país dividido, estratificado socialmente a niveles más altos que otros de una región ya caracterizada por la desigualdad.

Hay una proporción de la ciudadanía que aspira quizás no a una transformación radical de un modelo económico, sino a que los beneficios sean más compartidos.

"La gente lo que quería era ser escuchada. Y justamente la negación durante tanto tiempo ha hecho que la explosión sea más fuerte. Creo que la derecha ha cometido muchos errores, y que el costo de esos errores hoy en día son muy altos, porque muchas de estas reformas a lo mejor se hubieran podido llevar a cabo antes, de otra manera", señala el especialista, aunque considera que el déficit de la clase política en Chile no es un problema de izquierda o derecha. Atañe a todos. 

España también observa cierto maniqueísmo al presentar los políticos esta cuestión como una cosa de blanco o negro. "Hay una proporción de la ciudadanía que aspira quizás no a una transformación radical de un modelo económico, sino a que los beneficios sean más compartidos", advierte.

Y agrega: "Estamos encerrados entre la defensa acérrima del modelo y su destrucción total. Pero por el medio está el ancho camino de muchas personas que, fundamentalmente, lo que quieren es una distribución mejor de los beneficios de este mismo sistema económico. Y esto ocurre porque las brechas que existen respecto de los más ricos de este país son insultantes". 

¿Qué cambios traería la nueva Constitución?

La consultora Subjetiva, que dirige el también periodista Sergio España, trabaja en un proyecto de opinión pública que durará dos años, lo que se estima que se extenderá el proceso constituyente, sobre participación ciudadana en el proceso constitucional. 

Según se desprende de los primeros datos, hay una expectativa muy alta, aunque bastante contenida por el problema de la pandemia, sobre lo que va a pasar el 25 de octubre.

Incendios, saqueos y varios enfrentamientos en las manifestaciones por el aniversario del estallido social en Chile (VIDEOS, FOTOS)

Pero lo interesante es el camino que se abriría después. Si se aprueba el proyecto, habrá una elección de constituyentes en abril, donde se podría lograr una representación ciudadana más inclusiva de sectores hasta ahora relegados de la vida política, por medio del sufragio popular. Dice España que esto ha elevado bastante la efervescencia, no tanto en la calle pero sí en las redes sociales y las conversaciones cotidianas.  

Es que, con la nueva Constitución, se está buscando una mejor distribución del poder en muchos aspectos. "Por un lado, poner fin a un sistema muy presidencialista, ya que el Ejecutivo tiene muchas facultades que el Parlamento no, y eso genera mucha presión. También Chile es un país muy centralizado en la capital, en detrimento del resto de las regiones. Y existe un abuso permanente de las empresas en contra de los consumidores, así como una concentración en pocas manos de los recursos naturales", analiza el entrevistado. 

Existe sin embargo una porción de la población que votará por el rechazo. Consultado sobre las razones que llevan a estos chilenos a inclinarse por la negativa ante la propuesta, responde España: "Yo creo que lo que tiene es temor. Temor a una incertidumbre política, a una afectación de la economía en los dos años de deliberación que siguen. Más teniendo en cuenta la incertidumbre que plantea esta pandemia. Y eso obviamente a personas de mayor edad y de mayores recursos las afecta". 

No obstante, la respuesta final sobre el futuro político de Chile la darán sus propios ciudadanos el domingo en las urnas. 

Emmanuel Gentile


Resultados del plebiscito

El futuro está en el Buen Vivir

Por | 29/10/2020 | REBELIÓN

Fuentes: Rebelión

Chile optó abrumadoramente por el cambio. Pero esto no es una casualidad y mucho menos el resultado de una deliberada decisión de la actual casta política. Más bien este cambio se ha gestado en las periferias del poder y en el anonimato de millones de ciudadanos hastiados del abuso, la desigualdad y la exclusión y, sobre todo, de un Estado de derecho que siempre favorece a los privilegiados”. Con esta declaración comienza la conversación con Diego Ancalao, Presidente del Partido por el Buen Vivir (en formación).

El pasado 4 de septiembre el Servicio Electoral (SERVEL) dispuso la publicación en su sitio electrónico institucional y con ello, dio inicio al proceso de recolección de firmas para constituir el partido político POR EL BUEN VIVIR. Este nuevo partido, se inspira en la filosofía, cultura y principios que rigen a muchos pueblos originarios del mundo y algunos de América Latina. Así, el pueblo kichwa lo define como “Sumak Kawsay”, el pueblo aymara como “Suma Qamaña, y el pueblo mapuche como “Kume Mongen”.

El “Manifiesto por el Buen Vivir. Un modelo integral y holístico de desarrollo, que invita a la acción política” al que tuvo acceso El Mostrador, responde a una nueva manera de hacer política en concordancia con los saberes y las prácticas de la sabiduría de los pueblos originarios. Se elaboró de manera silenciosa escuchando a la gente en todo el territorio. “Es posible recoger el sentido común de las personas y en este Manifiesto, está plasmada la buena noticia que anhelamos y el camino de hermandad que invitamos a transitar en esta nueva etapa que comienza post aprobación para la elaboración de una nueva Constitución a través de una Convención Constituyente”, agregó Ancalao.

El “Manifiesto” trata de un nuevo modelo de desarrollo, que busca la construcción de una alternativa que se haga cargo de las aspiraciones y sueños de las grandes mayorías excluidas del país y, afirma que, “…Esto que hoy llamamos buen vivir, es el resultado de miles de años de sabiduría aplicada, concentrada en la experiencia práctica de pueblos que aprendieron un estilo de vida que busca la armonía de la persona consigo misma (subjetividad), con los demás (convivencia) y con la naturaleza (vínculo con la creación y el cosmos).

El buen vivir nace como una práctica que luego se conceptualiza y se convierte en un sistema de relaciones humanas, que nos muestra que es posible que una comunidad adopte conductas protectoras de los derechos individuales y colectivos que promuevan el respeto a la dignidad inherente a las personas, la convivencia pacífica, la plena adhesión a los acuerdos alcanzados, la justa repartición de los recursos disponibles para que a nadie le falte lo esencial, el cuidado irrestricto de la naturaleza y el libre ejercicio de la autonomía individual, dentro de los límites que aconseja el bien común”.

En Chile existe un desconocimiento de la forma de organización de los pueblos originarios porque lo que se enseña en las escuelas es que el proceso de colonización fue una “acción civilizatoria” de estas primeras naciones. Diego Ancalao, también Presidente de la Fundación para el Desarrollo y Liderazgo Indígena (ILDIICHILE) agrega que: “Se desconoce el Az Mapu, que desde el área jurídica occidental se homologa al derecho o justicia propia en el marco del pluralismo jurídico. Refiere a la esencia de la tierra, al equilibrio natural del mundo mapuche, comprendido como un todo integrado por lo físico e inmaterial. Constituye un código de ética y comportamiento respecto de la naturaleza y toda la esencia del ser”.

“El manifiesto es la base para la elaboración de nuestro proyecto político y en unos días lo compartiremos a través de redes sociales para masificar el dialogo tendiente a nutrir nuestra acción política porque estamos convencidos que debemos responder a la esperanza surgida por la abrumadora victoria del domingo pasado”, concluyó Diego Ancalao.

El Manifiesto puede encontrarse en el link: https://www.ildii.cl/manifiesto-por-el-buen-vivir/, donde es posible conocerlo íntegramente, además suscribir su contenido que está en constante construcción.


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La lucha sigue, no termina este domingo

By Guillermo Correa Camiroaga 24 octubre, 2020

Hay un dicho popular muy conocido que dice “la suerte está echada” y calza perfectamente con la toma de posición de vastos sectores del movimiento popular rebelde de aceptar el itinerario constitucional propuesto desde el bloque en el poder  junto a toda la clase política institucional, participando en el Plebiscito del próximo domingo 25, y votando por la opción apruebo.

Es muy difícil cuantificar la cantidad de compañeros y compañeros que han tomado esta opción por convicción política y cuántos lo han hecho debido a la inmensa presión generada desde su entorno inmediato, sea familiar, del colectivo u orgánica en donde participan, del sector o la comunidad en donde desenvuelven su quehacer cotidiano, etcétera.

En general los seres humanos somos sujetos colectivos que nos interesa ser bien recibidos en los grupos humanos en los que participamos y muchas veces encauzamos nuestros comportamientos a contrapelo con lo que realmente creemos correcto realizar, por la necesidad de ser aceptados y no sentirnos excluidos de procesos en donde, además, la euforia colectiva por participar y ganar terminan señalando como la “oveja negra del rebaño” a quienes plantean una opción distinta.

Pero, pasada la alegría inicial del triunfo electoral momentáneo, los problemas cotidianos volverán a ser el estímulo para reencontrarse con quienes tomaron una opción diferente, continuando a transitar juntos en la práctica concreta para buscar soluciones colectivas y luchar por la conquista y defensa de derechos conculcados durante muchísimos años.

Por mucho que la institucionalidad y los aparatos represivos del sistema de dominación hayan querido encauzar, engatusar y doblegar al pueblo que se rebeló en contra de los abusos e injusticias, las chilenas y chilenos despertaron el 18 de octubre del 2019 llenos de dignidad, iniciando un camino de liberación para construir la soberanía popular y  – vaivenes y desencuentros coyunturales más o menos – este seguirá adelante por largo, difícil y complejo que sea.

Guillermo Correa Camiroaga

Valparaíso 23 octubre 2020


Carabineros de Chile vuelven a reprimir una protesta en Santiago y detienen a 20 manifestantes

Publicado: 31 oct 2020 01:00 GMT- RT
La zona de Plaza Baquedano estuvo militarizada desde temprano y se registraron incidentes.

Carabineros de Chile vuelven a reprimir una protesta en Santiago y detienen a 20 manifestantes
Un vehículo de la policía antidisturbios se incendia durante una protesta contra el gobierno de Chile, en Santiago, el 30 de octubre de 2020.Iván Alvarado / Reuters

Este viernes cientos de chilenos volvieron a concentrarse en una nueva protesta contra el Gobierno en las inmediaciones de la Plaza Baquedano, en la ciudad de Santiago, capital del país.

Tras una serie de enfrentamientos e incidentes entre manifestantes y efectivos de Carabineros, la policía de Chile, reportó oficialmente al menos 20 detenidos, en otra jornada violenta en la que los efectivos volvieron a rodear la zona para evitar la concentración en la renombrada 'Plaza Dignidad', epicentro del estallido social iniciado en octubre del año pasado.

Con gases lacrimógenos y carros hidrantes, los uniformados de la Policía Antidisturbios intentaron en todo momento impedir que se desarrollara la protesta en la zona, donde se emplaza el monumento al General Manuel Baquedano. 

Por su parte, los participantes de la protesta se desplegaron por el área mencionada con pancartas y cánticos para presentar sus demandas a favor de profundas reformas sociales en el país latinoamericano, y para denunciar los abusos policiales en el marco del conflicto social. 

Esta nueva jornada de expresiones antigubernamentales tuvo lugar cuando se cumplen cinco días del plebiscito constitucional, en el que el 78,27 % de los chilenos votaron en favor del "Apruebo" a la iniciativa de crear una nueva Carta Magna, que reemplace a la heredada de la dictadura de Augusto Pinochet, aún vigente. 

De esa manera, cuando se cumple un año del estallido social, se abre un proceso de reforma constitucional que durará al menos dos años, y que continuará en abril de 2021, con la elección, por medio del voto, de una Convención encargada de redactar la nueva Constitución.


Inicia transición hacia la democracia en Chile

Por: Atilio Borón
26 octubre 2020 | CUBADEBATE

“Chile limita al centro de la injusticia”, cantaba Violeta Parra. Foto: AFP.

Chile se enfrentó este domingo ante un desafío histórico por lo inédito: su pueblo fue consultado por primera vez en sus anales si quería o no una nueva Constitución y, en caso de que la respuesta afirmativa fuese mayoritaria, qué clase de órgano debería ser el encargado de redactar la nueva Carta Magna.

Había dos alternativas: o bien una “Convención Constitucional” compuesta por 155 personas exclusivamente electas con este fin y que una vez finalizado el proceso deberá disolverse o, en caso contrario, una “Convención Mixta” conformada por 172 integrantes, un 50% parlamentarios y el 50% restante por ciudadanos también electos con este único fin.

Esta consulta no fue una concesión graciosa de la casta política post-pinochetista, sino el corolario de un largo proceso de luchas populares que alcanzaron su apogeo en las jornadas que tuvieron lugar a partir del 18 de octubre del 2019. Estas dieron por tierra con la fantasiosa imagen del “modelo chileno”, ese supuestamente virtuoso paradigma de la transición democrática y del éxito económico publicitado sin escrúpulos y sin pausa por los intereses dominantes y el imperio.

Las protestas desbarataron en un furioso abrir y cerrar de ojos la espesa telaraña de mentiras oficiales dejando al descubierto un país con uno de los mayores índices de desigualdad económica del mundo, con los hogares más endeudados de Latinoamérica y el Caribe, con un sistema previsional que durante más de cuarenta años estafó a jubilados y pensionados, y un país en el cual, según lo demuestra una investigación, las mujeres que nacen en las comunas populares del Gran Santiago tienen una esperanza de vida 18 años menor que las que tienen la suerte de nacer en Providencia, Vitacura o Las Condes.

“Chile limita al centro de la injusticia”, cantaba Violeta Parra a mediados de los sesentas, en una época en donde aquella no había llegado a los extremos inimaginables que alcanzara gracias al pinochetismo y sus sucesores.

Las resistencias y luchas nunca cejaron, y alcanzaron una inercia acumulativa que produjo el estallido social de octubre. Del subsuelo profundo de Chile irrumpió la verdad que el dictador y los protagonistas de la fallida “transición democrática” trataron de ocultar.

Nadie fue más elocuente que la esposa del presidente Sebastián Piñera para describir lo que ocurría en el país cuando, angustiada, le confesó a una amiga que “estamos absolutamente sobrepasados, es como una invasión extranjera, alienígena.”

Su reacción es comprensible: esos rostros crispados y hartos de tanta opresión e injusticia, esos cuerpos que se oponían heroicamente a los criminales disparos de las fuerzas de seguridad habían sido invisibilizados durante casi medio siglo y para la cultura dominante eran “alienígenas”, un amenazante populacho que venía a perturbar la confortable existencia de los dueños del país y sus riquezas. Y después de los resultados del plebiscito parece que los “invasores” no quieren regresar al pasado.

Quieren construir un nuevo orden constitucional que les devuelva los derechos que les fueran conculcados apelando a mañosas trapisondas y a las malas artes de la propaganda política perversamente administradas por el sicariato mediático, con El Mercurio a la cabeza.

El resultado del plebiscito es categórico e inapelable. Tras un parto durísimo, la sociedad chilena reinicia su transición hacia la democracia. La nueva Constitución deberá desmontar el complejo y tramposo entramado de privilegios y enclaves autoritarios establecidos a lo largo de medio siglo y, para ello, será indispensable que las masas mantengan su presencia en calles y plazas.

Su desmovilización o su repliegue al quietismo anterior a los eventos de octubre serían fatales. La redacción de una nueva Constitución, un delicado trabajo de relojería, será apenas el primer paso de la larga marcha que se inicia para que Chile se reencuentre con la democracia, brutalmente tronchada por el golpe de 1973 y solo reconstruida en sus apariencias externas en los largos treinta años de gobiernos de la derecha de viejo y nuevo cuño. ¡Salud Chile, toda Latinoamérica te abraza con alegría y esperanza!

(Tomado de Página 12)


Editorial Mapuexpress: Apoyamos el Proceso Constituyente del Pueblo de Chile e invitamos a trabajar por la propia Constitución Mapuche

05/10/2020 - MAPUEXPRESS

  • Apoyamos la lucha del pueblo chileno que el 18 de octubre inició un proceso para cambiar la constitución civico-militar de Pinochet y el injusto y corrupto modelo económico defendido por todos los gobiernos estos últimos 30 años.
  • A pesar de las trampas y bloqueos impuestas por la clase política la noche del 15 de noviembre y la Ley 21.200, invitamos a votar Apruebo en este plebiscito, marcar Convención Constitucional y a avanzar a una verdadera Asamblea Constituyente donde se reflejen las demandas políticas sociales y también la defensa de la naturaleza.
  • Valoramos las críticas de nuestras hermanas y hermanos Mapuche y chilenos/as a este proceso constitucional y apoyamos la continuidad de la lucha por la autodeterminación de los Pueblos.
  • Invitamos a nuestras lagmien, peñi y wenuy a trabajar por una Constitución Nacional del Pueblo Mapuche, donde el Itrofil Mogen, los ecosistemas espirituales, la Ñuke Mapu, de la que formamos parte, sea la base toda la discusión.

Editorial Colectivo Mapuexpress
05 de octubre de 2020


En Chile se está desarrollando un nuevo proceso Constituyente para que sus habitantes decidamos cómo vivir en las próximas décadas. Una Carta Magna, la de 1980, impuesta por la criminal dictadura cívico militar de Pinochet, rige a las y los chilenos, al pueblo Mapuche y demás pueblos originarios presentes en estos territorios y además a los nuevos/as habitantes de estos territorios, la ciudadanía migrante.

Hay que celebrar a los movimientos sociales, a los/as estudiantes secundarios/as y universitarios/as, a las mujeres y familias, por presionar y presionar para exigir cambios estructurales y una nueva Constitución. A pesar de todas las trampas que tiene este proceso constituyente, muñequeado de manera ladina por la corrupta clase política chilena, es la primera vez en la historia de la república chilena que la ciudadanía puede participar, en diversos grados, en la elaboración de una Carta Magna propia.

Este proceso se inicia con la rebelión pacífica iniciada el 18 de octubre de 2019, cuando los/as estudiantes secundarios/as y diversos movimientos sociales, exigieron dignidad, y una serie de demandas contra el modelo neoliberal, incluidas el rechazo a las desigualdades económicas, la corrupción, el terrorismo de Estado, y el lucro en educación, salud y pensiones. Desde esa fecha, la masiva protesta social fue cruelmente reprimida por agentes policiales y militares del Estado, lo que significó asesinatos, torturas, mutilaciones, desapariciones y prisión política. Antes, en 2005 y 2011, estudiantes secundarios/as y universitarios/as, también presionaron al gobierno para cambiar las leyes y normas centrales que nos rigen.

En este proceso constituyente, existen claros bloqueos y trampas impuestas por la clase política que la noche del 15 de noviembre actuó desesperada, pero ladinamente, para apaciguar las masivas y permanentes manifestaciones populares. El acuerdo político generado esa madrugada y luego en la Ley 21.200, que ordenó como será este proceso constituyente, son los carriles que rigen todo este procedimiento. Altos quórum de decisión (dos tercios), eliminación de plebiscitos temáticos, candidatos sólo de partidos políticos, inexistencia de la participación de los pueblos indígenas, nula equidad de género y advertencia de no revisar los tratados internacionales suscritos por Chile, es la abusiva forma de invitar a participar.

Sabemos la relevancia de participar en este plebiscito y luego en la Convención Constitucional para poner en discusión los temas de interés del Pueblo Mapuche y apoyar las demandas de la ciudadanía chilena en diversos ámbitos. Debemos exigir cambios políticos estructurales, económicos y sociales y sostener demandas en temas de plurinacionalidad, reconocimiento jurisdiccional, descolonización, plurilingüismo, participación política, y por supuesto una educación laica, gratuita y de calidad. A esto se debe agregar el acceso universal a Salud, Vivienda, Pensiones y servicios básicos, como agua potable, electricidad e internet. Y por supuesto la protección de la naturaleza y la defensa de los derechos humanos donde se contemple no más impunidad.

Desde Mapuexpress además invitamos a defender y hacer avanzar los derechos a la libertad de expresión, de información, de investigación y difusión, elementos claves en estos tiempos de comunicación digital, pero que son la base de nuestro modelo de comunicación Mapuche, la red de werkenes de nuestras comunidades, familias y organizaciones, expresada en el modelo de “Werkenización de las Comunicaciones”.

No es la primera vez que comunidades y organizaciones Mapuche se enfrentan a un proceso de conversación nacional donde se analizará y se establecerán las condiciones y reglas que regirán la vida política y social de nuestras sociedades. A modo de ejemplo, en 500 años, son numerosos los parlamentos que se han registrado desde la invasión europea a estas latitudes. Hay textos legales e históricos de la relación del Pueblo Mapuche con la corona española, como también con la naciente República de Chile, que generan un piso de jurisprudencia histórica e internacional respecto a cómo estos gobiernos se comprometieron a respetar la soberanía y autodeterminación Mapuche, la propiedad de la tierra y la potestad territorial, entre otros acuerdos.

Los Tratados de las Canoas (1793), Tapihue (1825), Tantauco (1826), Negrete (1803), entre muchos otros, deben seguir siendo la base para que comunidades, organizaciones rurales y urbanas,  y representantes de la política, la academia, las organizaciones sociales, entre otras, se presenten a dialogar en este proceso constituyente.

La historia política y diplomática Mapuche no se inicia en 1810, y por tanto, la discusión sobre una nueva Constitución en Chile, para el Pueblo Mapuche debe ampliarse en el tiempo, pero también en cuanto a espacio y visión de mundo.

Los Tratados con la Corona Española y con la República de Chile deben tenerse presente como base para estos procesos, pero a esto se le debe agregar la necesidad y deber de la revitalización, fortalecimiento y desarrollo de nuestro Admapu, dimensión de esperanza y desafío de un Buen Vivir para este siglo 21, hiper tecnologizado, globalizado y con una grave crisis ambiental y sanitaria en el planeta. Por eso creemos en la relevancia de la cosmovisión Mapuche para vivir estos difíciles tiempos, al ser las personas en el mundo mapuche, parte de los ecosistemas espirituales, de la naturaleza, del itrofil Mogen.

Reconocemos y valoramos que en el pueblo Mapuche hay voces que señalan que este proceso constituyente en Chile es una nueva farsa. Los argumentos que tienen son validos y son parte de la diversidad política que existe en Wallmapu. Sus argumentos además se basan en ir construyendo autonomía e independencia en nuestras comunidades. Esta postura no es incompatible, creemos, con lo que está ocurriendo en Chile y con las demandas que Mapuexpress ha mantenido de manera permanente respecto a la libre determinación y defensa de los derechos colectivos de los Pueblos Indígenas, pero también el compromiso de apoyar las luchas por la emancipación y autodeterminación de todos los pueblos.

Desde el proceso iniciado el 18 de octubre, que rechazó los 30 años de administración del modelo político y económico implantado por la dictadura cívico militar, Mapuexpress ha apoyado y apoya el cambio de la constitución pinochetista en Chile. Invitamos a participar y a avanzar desde una Convención Constitucional a una Asamblea Constituyente rechazando los sucios juegos de la clase política.

De igual forma llamamos al Pueblo Mapuche a continuar la lucha permanente desde las comunidades, organizaciones y familias por nuestra autodeterminación política y defensa de nuestros derechos colectivos en los ámbitos, sociales, culturales económicos y políticos, y la necesidad urgente de defender la naturaleza, la ñuke mapu, nuestros ecosistemas espirituales.

De esta misma forma, nos preguntamos: ¿A qué le teme la ultra derecha, los grupos patrióticos-nacionalistas, supremacistas y pro-dictadura con el rechazo en este plebiscito? ¿Temen que se vean afectados sus intereses políticos-económicos? ¿Temen que se desestabilice su poder y privilegios, explotación y saqueo? Vemos, con malestar, cómo estas organizaciones- que abogan paradójicamente por la paz pero promueven intencionadamente a la violencia- han recurrido a actos desesperados e insólitos en su campaña publicitaria, entre ellos: la utilización del miedo religioso, la discriminación contra la diversidad de las identidades sexuales, la insólita y vergonzosa apropiación de la canción del luchador social y músico Víctor Jara, la ilegal utilización de logos de cuestionadas instituciones y la apropiación de imágenes del estallido social para su campaña, entre otros. Es decir, han recurrido a un sin fin de actos exasperados, entre ellos, el fomento de los discursos de odio, para mantener vivo todo su legado de la dictadura en Chile y Wallmapu.

A 20 días del Plebiscito Constituyente, creemos, además, que es totalmente posible y debería ser un deber utilizar este proceso constituyente como un ejercicio para pensar y trabajar en la elaboración de una propia Constitución Política del Pueblo Mapuche. Hay varios pueblos, incluidos los que por diversas razones no tienen Estado, que tienen su propia Constitución. A esto se suma que en el Pueblo Mapuche hay experiencia de nuestras y nuestros Kimche, de nuestras comunidades, de nuestros/as estudiantes y académicos/as, y de una lucha política de siglos y especialmente en las últimas décadas de trabajo de resistencia en diversos temas, que permiten enfrentar un proceso constituyente en el Wallmapu. La creación de la Ley Indígena (19.253), con malos y buenos resultados, y la creación de la Ley Lafkenche (20.249) son ejemplos claros en que Peñi ka lagmien, trabajaron en legislación con diferentes sectores de la clase política, jurídica y parlamentaria de Chile. A esto se suma el intenso trabajo realizado en foros internacionales y por supuesto en el constante diálogo político local, regional y nacional que ocurre a diario en nuestros territorios.

Desde Mapuexpress, Pu Peñi, Pu Lagmien, ka Wenuy, llamamos a apoyar este proceso Constituyente, pero también llamamos a un Pewma Constituyente, para luego pensar y trabajar por nuestra futura Constitución Mapuche.

Compartimos este nuevo camino, en el que iremos a votar por una Convención Constitucional, sabiendo que el fondo de los problemas no radica únicamente en una constitución sino en el modelo colonial-patriarcal-capitalista-neoliberal que nos rige. Instamos a repudiar y denunciar toda forma la represión policial-militar que podría ocurrir en este período. Sabemos que como Pueblo Mapuche defenderemos nuestra independencia política, autodeterminación y soberanía, y lucharemos por salvaguardar los derechos colectivos de los Pueblos Indígenas y de cada Mapuche.


Opinión de la Comunidad de Historia Mapuche ante la coyuntura electoral y el horizonte libredeterminista

24/10/2020 - MAPUEXPRESS
  1. Eliminar una constitución que no sólo nos negó, sino que aplicó en contra nuestra el terrorismo de estado, privatizó y mercantilizó la vida, dañó y sigue maltratando a nuestros territorios, es un imperativo político y ético. También por los que lucharon y cayeron en dictadura y bajo los gobiernos posteriores que solo profundizaron su modelo, manteniendo una política de criminalización de nuestras justas demandas y resistencias a su voraz economía neoliberal. Desde esta memoria, saludamos y valoramos el “estallido social” de los pueblos de Chile que el 25 de octubre acudirán a un plebiscito para refrendar electoralmente su repudio a la Constitución de la dictadura cívico militar pinochetista.
  2. La opción electoral de la derecha política, económica y militar (también de sus aliados sociales, políticos y religiosos) cierra filas tras un proyecto centrado en un Chile monocultural, un estado nación erigido el siglo XIX a partir del genocidio de nuestros pueblos. Si bien esta próxima contienda electoral la tienen perdida, buscarán asegurarse el tercio en las elecciones de constituyentes de abril 2021 para obstaculizar -bajo la lógica de los dos tercios- cualquier cambio que ponga en riesgo su modelo. Éstos no han tenido empacho en querer discontinuar el convenio 169, las leyes de espacios marítimos costeros de los pueblos originarios, destrabar la ley indígena en materia de arriendos y ventas de tierras, para así entregarnos al capital inmobiliario, minero, energético, acuícola, etc., mientras nos reconvierten en proveedores de servicios a esas mismas empresas o como material para el turismo y extractivismos de todo tipo.
  3. Consecuente con la necesidad de combinar las estrategias existentes en el movimiento mapuche y que dialoguen sus liderazgos, es que consideramos que no debemos desmovilizarnos, ni perder de vista el objetivo histórico y estratégico de la autodeterminación que tenemos como derecho, del cual nuestros antepasados ni las actuales generaciones han renunciado. La posibilidad de escaños reservados en una convención constitucional, si bien se concibe en los marcos de las democracias liberales y hace sentido a miembros de los pueblos indígenas (dejándonos en la condición de una minoría política y étnica), es un piso mínimo que abre un espacio de participación, aunque no resuelve nuestros derechos políticos, ni siquiera está en nuestras posibilidades optar por esta vía como hemos podido apreciar al quedar en nada esta iniciativa. La consulta previa libre e informada es un derecho que se debe aplicar y ejercer, para privilegiar la participación indígena, libre de clientelismos y suplantaciones de nuestra voluntad por parte de los partidos políticos.
  4. La mesa de unidad social (una de las expresiones del mundo chileno) ha hecho suya la causa política indígena incluyendo la de los escaños reservados y en caso lo frustre el tercio de la derecha, se han planteado promover una asamblea constituyente plurinacional paralela que permita controlar la negociación y a los representantes en la convención constitucional. Creemos que, en la línea de un proceso constituyente mapuche que vienen anunciando y trabajando otras expresiones de nuestro movimiento, ideas como éstas permiten promover alianzas entre pueblos centrados en sus territorios y autodeterminación, determinando el carácter de lo plurinacional para no dejarlo en un puro reconocimiento. Así como otros pueblos en el mundo se autoconvocan en referéndum (instancias de consulta previa libre e informada), y estando cercano hitos de memoria política como los parlamentos que la república hizo con el Pueblo mapuche, es que una constituyente paralela, complementaria o exclusiva de nuestro pueblo debiera superar la condición de minoría política en que nos deja un proceso de cambio constitucional estado céntrico, sujeto a la voluntad y chantaje de una etnoclase oligarca deslegitimada.
  5. Los derechos indígenas en el actual contexto reclaman nuestra participación directa, desde lo comunitario, centrado en los territorios, imbricado con el medio ambiente, es decir, desde una ecología fundamental contraria al modelo de ciudadanía liberal que promovieron todas las constituciones hasta la fecha, las que negándonos abiertamente reprodujeron una práctica en la que lo indígena se intermedia, se representa, se interpreta, se filtra, se contiene, se tutela, se reprime, se encarcela, se mata. Es importante mirar crítica y propositivamente el momento que se transita, promoviendo la unidad entre las diversas expresiones de nuestro Pueblo, valorando y reforzando los esfuerzos por buscar salidas a la situación colonial histórica y actual sin abandonar la única práctica que ha dado resultado, nuestra movilización, descolonizadora tras un horizonte libredeterminista.

Comunidad de Historia Mapuche

Centro de Estudios e investigación mapuche

Octubre, 2020


Organizaciones exigen a Parlamentarios representación indígena en Proceso Constituyente: «No estamos pidiendo por favor si no exigiendo un derecho»

14/10/2020

14/10/2020.- Por Mapuexpress. Imagen: Frontera Norte.- El domingo 12 de octubre -día reconocido por la oficialidad como “Encuentro de Dos Mundos”, y para los Pueblos Indígenas, como un día de conmemoración por el genocidio, usurpación y saqueo llevado a cabo contra el mundo indígena desde la Colonización a la actualidad- se realizó una reunión virtual  dada la Pandemia, entre organizaciones indígenas y representantes de los partidos políticos en Chile, con el fin de exigir escaños reservados para los Pueblos Indígenas en el proceso constituyente que se iniciará con el plebiscito este 25 de octubre.

Así, más de 40 organizaciones indígenas de diversos territorios, denunciaron en una carta pública, que el trámite legislativo sobre escaños reservados a Pueblos Originarios “sigue entrampado en la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento del Senado, demostrando absoluta falta de voluntad para avanzar y resolver este tema”.

La demanda de la representación indígena, señalaron, ha sido demorada por la nula voluntad política en una deuda histórica sobre la participación política y efectiva de los Pueblos Indígenas.

Intervenciones

La alcaldesa Ramona Reyes Painequeo señaló: “Las demandas están bastante claras, estamos en una época sensible para la historia de nuestras familias y antepasados. Como mujer mapuche, hacemos el llamado a trabajar esto con urgencia, no estamos pidiendo por favor si no exigiendo un derecho. Es esta la oportunidad de que Chile reivindique en algo la historia de desastre que tiene con los Pueblos Originarios.  Las mujeres indígenas estamos presentes en todas las luchas. Pedimos participación de al menos un/una representante por cada uno de los pueblos y que sean votos por autodeterminación”.

Galvarino Reiman, señaló: “Los pueblos indígenas no están en la constitución y se niega el derecho a la pre existencia como pueblos, no entendemos cómo toda la clase política de Chile no tiene considerado de forma fidedigna la participación de los Pueblos indígenas. Hemos planteado la reserva de escaños reservados para Mapuche, aparecemos en los spot (de campaña publicitaria para el Apruebo), sin embargo, no estamos invitados a la mesa para elaborar la nueva constitución, eso me habla de contradicción. Al no considerar los escaños para Mapuche, lo único que hace la clase política es no avanzar. Queremos zanjar esta situación y resolver este problema”.

Cecilia Flores en representación del Pueblo Likan Antai,  señaló: “Queremos saber por qué los partidos políticos no han avanzado, pese a que la sociedad civil ha apoyado el reconocimiento a nuestra existencia, de nuestros derechos. Estamos ad portas de una elección en la que no sabemos cómo vamos a ser incorporados, queremos saber cómo, cuantos participaremos, esto tiene relación con la autonomía que tenemos los Pueblos Indígenas. Necesitamos cupos y tiene que ser resuelto antes del 25 de octubre. El emplazamiento es hacia los líderes políticos para que se pronuncien, para que señalen por qué no han resuelto estas demandas que tenemos los pueblos indígenas, y que pasen del dicho al hecho ya que hablan de respeto, incorporación, de aprobar y apoyar, sin embargo nosotros queremos ver hechos concretos ya que es un demanda que tenemos a nivel nacional”.

Por su parte, José Millalen, historiador y consejero de la Conadi señaló: “Hemos transitado por una vía en la que podamos salir en el mediano y largo plazo de este clima de confrontación y violencia . Hoy se abre una posibilidad histórica que no podemos desaprovecharla, de poder canalizar por una vía civilizada donde se pueda considerar en el pacto social y político donde los pueblos indígenas puedan estar reconocidos de forma propia. Los partidos indígenas tienen mecanismo de participación, pero vemos como los pueblos indígenas no nos vemos reconocidos en sus políticas. Es necesario que la voz propia esté representada. En el marco de la humanidad, somos todos hermanos, espero que se comprenda que sí se pueda hacer”.

Adolfo Millabur , Alcalde de Tirúa, preguntó a los representantes de Partidos: “¿Por qué no se ha resuelto el tema de los escaños reservados a pocos días de un plebiscito? ¿Cuál es la dificultad que han tenido para no resolverlo?  ¿Le parece razonable a Chile el llamar a un nuevo plebiscito y no tener resuelta nuestra participación? ¿Cuáles son los caminos que ven ustedes para resolver el tema? Llama la atención que, en este país – y aquí no se salva nadie que represente partidos políticos- que no esté resuelto el tema. Para mí es normal aun así ya que siempre ha habido exclusión para los Pueblos Indígenas, en 1828 hubo un gran debate donde se discutía si se incluían o no a los Mapuche. Ahí ganó la opción de que no había que incluir si no que invadir. Normalmente se dejan afuera a los Pueblos Originarios, es de costumbre la exclusión. Nosotros tenemos la autoridad legítima. Me parce poco presentable que ante un proceso democrático de un plebiscito no haya resolución, me resulta agresivo, violento, poco respetuoso con los pueblos originarios esta exclusión.  La wenufoye que estuvo en la plaza de dignidad no se ve reflejada hoy en la actualidad, por ello hay que resarcir la conducta histórica y que los partidos puedan comprometer resolver esto antes del 25 de octubre”.

Asimismo, Felipe Rivera, representante Chango señaló: “Es transversal de que estamos llegando tarde a cómo estamos otorgando participación a los pueblos originarios y que la constitución no lo estipula. A menos de 14 días del plebiscito, sin embargo, el soporte jurídico político no existe ya que se ha dilatado la discusión dando lugar a dudas y desconfianzas del proceso que se ha gestado desde la ciudadanía y no desde las cúpulas. Hoy estamos conversando de llegar a un acuerdo para incluir a los Pueblos Indígenas en una carta fundamental. Sin embargo, hay algunos pueblos que no están reconocidos como los Selknam y Chango.  Todas las políticas públicas se toman en base a un censo de 2017, no tenemos certeza de participación, no tenemos inscripción en Conadi, estamos conversando para un reconocimiento de Pueblos que no están en la Legislación. Por eso hay particularidades que deben considerarse en cómo estarían representados los Pueblos indígenas en una nueva constitución”. 

Hector White, de  Horno Pirén señaló : “Lamentablemente no estamos considerados en este debate, queremos hechos reales. Los pueblos originarios estamos para aportar, debemos ser incluidos y tener participación en la nueva constitución”.

La abogada especializada en Derechos Humanos, Lorena Fríes señaló: “Estamos comprometidos con la participación de los pueblos indígenas no solo para legitimidad si no que constituye un estándar mínimo de derechos humanos”.

Elizabeth Coña , vocera del Partido Regionalista Independiente, señaló: “Estamos apoyando las mociones planteadas por las organizaciones Mapuche y los Pueblos Originarios en general, acá hay un tema de falta de voluntad política por parte de ambos sectores, llevamos años con gobiernos de izquierda y jamás han tenido voluntad de reconocimientos hacia los pueblos originarios, llevamos años peleando el reconocimiento constitucional. En este minuto no debiéramos estar peleando los escaños reservados. Hay una falta de compromiso de todos los políticos. Estamos luchando por un reconocimiento histórico”.

Luego, Nivaldo Piñaleo comentó: “Vengo de un lugar donde nuestras aguas,  nuestras tierras están privatizadas, y los recursos naturales pasan del Estado para entregárselos a los privados.  Somos de las comunas más pobres y además las empresas tributan en Santiago. Estamos en la marginalidad, haciendo patria en la frontera.  Necesitamos que nuestros derechos se validen y no se cuestionen ¿Por qué tienen tanto miedo de que los indígenas estén en el poder? Nuestras intenciones son defender nuestro kimun, nuestra historia, para que nuestra riqueza histórica y nuestros hijos sean orgullosos el día de mañana, hay un encargo que nos dejaron nuestros ancestros, de defender nuestros recursos naturales, nuestro mogen.  Estamos convencidos que nuestra identidad, y nuestra riqueza cultural van a permanecer de por vida y que estaremos como territorio defendiéndolas. El día de mañana no estaremos pidiendo por favor la representación es espacios políticos, seguiremos luchando como así lo hemos hecho”.

Manuel Rauque por su parte, expresó: “Estamos preocupado porque las demandas como Pueblos Originarios son muchas, no tenemos acceso a salud, vivienda, educación en forma expedita si no en último grado, hay marginación exclusión desde que se instaura la república de España y luego se agudiza con la república de Chile. Estamos marginados por los intereses del Estado y los recursos los tenemos las comunidades. Cuando quieren hacer una intervención de una empresa las leyes son rápidas, pero cuando se trata del respeto a nustros derechos son lentas.  Tenemos una demanda histórica de más de 400 años que Chile no ha solucionado”.

Finalmente, Huenulef Millao,señaló: “Estamos en un cambio de época, cambio de sociedad, hablamos de un momento trascendental. Cada pueblo tiene sus propios mecanismos de participación para sus militantes. Las características de los pueblos son profundamente filosóficas, espirituales y culturales. Por el hecho de ser diversos ya tenemos costos políticos”.

Para más información sobre Proceso Constituyente: Editorial Mapuexpress: Apoyamos el Proceso Constituyente del Pueblo de Chile e invitamos a trabajar por la propia Constitución Mapuche