miércoles, 4 de abril de 2018

Martin Luther King: Cincuenta años no asesinan un sueño // Martin Luther King, Jr. "Tengo un sueño" DISCURSO EN WASHINGTON, D.C. (28 de agosto de 1963) // Resurrección Por: David Brooks // Asesinato de Martin Luther King, Jr. (en Memphis, Tennessee el 4 de abril de 1968.) // El último discurso de Martin Luther King resucita la lucha por la igualdad cincuenta años después // Centro Martin Luther King Jr: 30 años tejiendo redes por Cuba // Discurso del Dr. Martin Luther King de 1964 "La discriminación racial debe ser extirpada de la sociedad estadounidense y de todas las sociedades" // URUGUAY: Trabajadores de Ancap paralizan el viernes refinería de La Teja // Enfoques represivos para problemas sociales

Martin Luther King: Cincuenta años no asesinan un sueño

| CUBADEBATE
Martin Luther King Jr., ejemplar defensor de los derechos civiles. Foto: Internet
El discurso por el que hoy es recordado el activista estadounidense, Martin Luther King, se tituló: “Tengo un sueño (I have a dream)”. Las tres palabras se volvieron un hito. Cientos de políticos y presidentes de todo el mundo han usado esa misma frase en eventos públicos. Pero ninguna ha sido tan poderosa como la que protagonizó Luther King el 28 de agosto de 1963, en las escaleras del Monumento a Lincoln en Washington. Sin embargo, el pasado sábado 24 de marzo, la historia de esta frase comenzó un capítulo completamente nuevo.
Yolanda Renee King, nieta del líder del movimiento de los derechos civiles en Estados Unidos, repitió las palabras de su abuelo muy cerca de donde él mismo las enunció por vez primera, hace 55 años. Con solo nueve años de edad, Yolanda subió a la tarima con la seguridad de una líder que conoce el legado que le antecede y el poder de las palabras.
Yolanda Renee King, nieta de Martin Luther King Jr., habla en “La Marcha por Nuestras Vidas” en apoyo al control de armas. Foto: Andrew Harnik/ AP
“Mi abuelo tenía el sueño de que sus cuatro pequeños hijos no fueran juzgados por el color de su piel, sino por el contenido de su carácter”, dijo la pequeña King, evocando exactamente la misma frase que utilizó el Dr. King en en 1963.
“Yo tengo un sueño en el que ya tuvimos suficiente y en el que este mundo sea uno libre de armas. Punto”, exclamó la pequeña. 
El reflejo de Martin Luther King se advierte en Yolanda, en la denuncia de su voz contra las armas; en los puños en alto de la gente, en las víctimas de crímenes raciales que han gritado su denuncia, en los vilipendiados de la felicidad que han dicho “basta.
La muerte invita al pueblo a salir a las calles. La tristeza se contagia, pero se vuelve escudo y arma de combate. La injusticia continúa medio siglo después, pero cincuenta años no asesinan un sueño.
(Con información de El Espectador/Cubadebate)

Martin Luther King, Jr.

"Tengo un sueño"

DISCURSO EN WASHINGTON, D.C.


Pronunciado: El 28 de agosto de 1963 delante del monumento a Abraham Lincoln en Washington, DC, durante una histórica manifestación de más de 200,000 en pro de los derechos civiles para los negros en los EE.UU.
Versión al castellano: No consta.
Versión digital: Wikisource en Español, 2006.
Esta edición: Marxists Internet Archive, septiembre de  2006.
Derechos: El contenido está disponible bajo los términos de la GNU Free Documentation License.

Estoy orgulloso de reunirme con ustedes hoy, en la que será ante la historia la mayor manifestación por la libertad en la historia de nuestro país.
Hace cien años, un gran estadounidense, cuya simbólica sombra nos cobija hoy, firmó la Proclama de la emancipación. Este trascendental decreto significó como un gran rayo de luz y de esperanza para millones de esclavos negros, chamuscados en las llamas de una marchita injusticia. Llegó como un precioso amanecer al final de una larga noche de cautiverio. Pero, cien años después, el negro aún no es libre; cien años después, la vida del negro es aún tristemente lacerada por las esposas de la segregación y las cadenas de la discriminación; cien años después, el negro vive en una isla solitaria en medio de un inmenso océano de prosperidad material; cien años después, el negro todavía languidece en las esquinas de la sociedad estadounidense y se encuentra desterrado en su propia tierra.
Por eso, hoy hemos venido aquí a dramatizar una condición vergonzosa. En cierto sentido, hemos venido a la capital de nuestro país, a cobrar un cheque. Cuando los arquitectos de nuestra república escribieron las magníficas palabras de la Constitución y de la Declaración de Independencia, firmaron un pagaré del que todo estadounidense habría de ser heredero. Este documento era la promesa de que a todos los hombres, les serían garantizados los inalienables derechos a la vida, la libertad y la búsqueda de la felicidad.
Es obvio hoy en día, que Estados Unidos ha incumplido ese pagaré en lo que concierne a sus ciudadanos negros. En lugar de honrar esta sagrada obligación, Estados Unidos ha dado a los negros un cheque sin fondos; un cheque que ha sido devuelto con el sello de "fondos insuficientes". Pero nos rehusamos a creer que el Banco de la Justicia haya quebrado. Rehusamos creer que no haya suficientes fondos en las grandes bóvedas de la oportunidad de este país. Por eso hemos venido a cobrar este cheque; el cheque que nos colmará de las riquezas de la libertad y de la seguridad de justicia.
También hemos venido a este lugar sagrado, para recordar a Estados Unidos de América la urgencia impetuosa del ahora. Este no es el momento de tener el lujo de enfriarse o de tomar tranquilizantes de gradualismo. Ahora es el momento de hacer realidad las promesas de democracia. Ahora es el momento de salir del oscuro y desolado valle de la segregación hacia el camino soleado de la justicia racial. Ahora es el momento de hacer de la justicia una realidad para todos los hijos de Dios. Ahora es el momento de sacar a nuestro país de las arenas movedizas de la injusticia racial hacia la roca sólida de la hermandad.
Sería fatal para la nación pasar por alto la urgencia del momento y no darle la importancia a la decisión de los negros. Este verano, ardiente por el legítimo descontento de los negros, no pasará hasta que no haya un otoño vigorizante de libertad e igualdad.
1963 no es un fin, sino el principio. Y quienes tenían la esperanza de que los negros necesitaban desahogarse y ya se sentirá contentos, tendrán un rudo despertar si el país retorna a lo mismo de siempre. No habrá ni descanso ni tranquilidad en Estados Unidos hasta que a los negros se les garanticen sus derechos de ciudadanía. Los remolinos de la rebelión continuarán sacudiendo los cimientos de nuestra nación hasta que surja el esplendoroso día de la justicia. Pero hay algo que debo decir a mi gente que aguarda en el cálido umbral que conduce al palacio de la justicia. Debemos evitar cometer actos injustos en el proceso de obtener el lugar que por derecho nos corresponde. No busquemos satisfacer nuestra sed de libertad bebiendo de la copa de la amargura y el odio. Debemos conducir para siempre nuestra lucha por el camino elevado de la dignidad y la disciplina. No debemos permitir que nuestra protesta creativa degenere en violencia física. Una y otra vez debemos elevarnos a las majestuosas alturas donde se encuentre la fuerza física con la fuerza del alma. La maravillosa nueva militancia que ha envuelto a la comunidad negra, no debe conducirnos a la desconfianza de toda la gente blanca, porque muchos de nuestros hermanos blancos, como lo evidencia su presencia aquí hoy, han llegado a comprender que su destino está unido al nuestro y su libertad está inextricablemente ligada a la nuestra. No podemos caminar solos. Y al hablar, debemos hacer la promesa de marchar siempre hacia adelante. No podemos volver atrás.
Hay quienes preguntan a los partidarios de los derechos civiles, "¿Cuándo quedarán satisfechos?"
Nunca podremos quedar satisfechos mientras nuestros cuerpos, fatigados de tanto viajar, no puedan alojarse en los moteles de las carreteras y en los hoteles de las ciudades. No podremos quedar satisfechos, mientras los negros sólo podamos trasladarnos de un gueto pequeño a un gueto más grande. Nunca podremos quedar satisfechos, mientras un negro de Misisipí no pueda votar y un negro de Nueva York considere que no hay por qué votar. No, no; no estamos satisfechos y no quedaremos satisfechos hasta que "la justicia ruede como el agua y la rectitud como una poderosa corriente".
Sé que algunos de ustedes han venido hasta aquí debido a grandes pruebas y tribulaciones. Algunos han llegado recién salidos de angostas celdas. Algunos de ustedes han llegado de sitios donde en su búsqueda de la libertad, han sido golpeados por las tormentas de la persecución y derribados por los vientos de la brutalidad policíaca. Ustedes son los veteranos del sufrimiento creativo. Continúen trabajando con la convicción de que el sufrimiento que no es merecido, es emancipador.
Regresen a Misisipí, regresen a Alabama, regresen a Georgia, regresen a Louisiana, regresen a los barrios bajos y a los guetos de nuestras ciudades del Norte, sabiendo que de alguna manera esta situación puede y será cambiada. No nos revolquemos en el valle de la desesperanza.
Hoy les digo a ustedes, amigos míos, que a pesar de las dificultades del momento, yo aún tengo un sueño. Es un sueño profundamente arraigado en el sueño "americano".
Sueño que un día esta nación se levantará y vivirá el verdadero significado de su credo: "Afirmamos que estas verdades son evidentes: que todos los hombres son creados iguales".
Sueño que un día, en las rojas colinas de Georgia, los hijos de los antiguos esclavos y los hijos de los antiguos dueños de esclavos, se puedan sentar juntos a la mesa de la hermandad.
Sueño que un día, incluso el estado de Misisipí, un estado que se sofoca con el calor de la injusticia y de la opresión, se convertirá en un oasis de libertad y justicia.
Sueño que mis cuatro hijos vivirán un día en un país en el cual no serán juzgados por el color de su piel, sino por los rasgos de su personalidad.
¡Hoy tengo un sueño!
Sueño que un día, el estado de Alabama cuyo gobernador escupe frases de interposición entre las razas y anulación de los negros, se convierta en un sitio donde los niños y niñas negras, puedan unir sus manos con las de los niños y niñas blancas y caminar unidos, como hermanos y hermanas.
¡Hoy tengo un sueño!
Sueño que algún día los valles serán cumbres, y las colinas y montañas serán llanos, los sitios más escarpados serán nivelados y los torcidos serán enderezados, y la gloria de Dios será revelada, y se unirá todo el género humano.
Esta es nuestra esperanza. Esta es la fe con la cual regreso al Sur. Con esta fe podremos esculpir de la montaña de la desesperanza una piedra de esperanza. Con esta fe podremos trasformar el sonido discordante de nuestra nación, en una hermosa sinfonía de fraternidad. Con esta fe podremos trabajar juntos, rezar juntos, luchar juntos, ir a la cárcel juntos, defender la libertad juntos, sabiendo que algún día seremos libres.
Ese será el día cuando todos los hijos de Dios podrán cantar el himno con un nuevo significado, "Mi país es tuyo. Dulce tierra de libertad, a tí te canto. Tierra de libertad donde mis antesecores murieron, tierra orgullo de los peregrinos, de cada costado de la montaña, que repique la libertad". Y si Estados Unidos ha de ser grande, esto tendrá que hacerse realidad.
Por eso, ¡que repique la libertad desde la cúspide de los montes prodigiosos de Nueva Hampshire! ¡Que repique la libertad desde las poderosas montañas de Nueva York! ¡Que repique la libertad desde las alturas de las Alleghenies de Pensilvania! ¡Que repique la libertad desde las Rocosas cubiertas de nieve en Colorado! ¡Que repique la libertad desde las sinuosas pendientes de California! Pero no sólo eso: ! ¡Que repique la libertad desde la Montaña de Piedra de Georgia! ¡Que repique la libertad desde la Montaña Lookout de Tennesse! ¡Que repique la libertad desde cada pequeña colina y montaña de Misisipí! "De cada costado de la montaña, que repique la libertad".
Cuando repique la libertad y la dejemos repicar en cada aldea y en cada caserío, en cada estado y en cada ciudad, podremos acelerar la llegada del día cuando todos los hijos de Dios, negros y blancos, judíos y cristianos, protestantes y católicos, puedan unir sus manos y cantar las palabras del viejo espiritual negro: "¡Libres al fin! ¡Libres al fin! Gracias a Dios omnipotente, ¡somos libres al fin!"

Resurrección

Por: David Brooks
David Brooks




Periodista mexicano, corresponsal del diario La Jornada en los Estados Unidos.
Publicado en: American Curios
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El reverendo Martin Luther King Jr, durante la Marcha sobre Washington por el Trabajo y la Libertad, una gran manifestación que tuvo lugar el 28 de agosto de 1963, donde pronunció su histórico discurso Tengo un sueño. Foto: AFP.
El reverendo Martin Luther King Jr fue asesinado hace 50 años (4 de abril) en Memphis, marcando el momento más sangriento de lo que sería un 1968 que sacudió a Estados Unidos y varias partes del mundo. Medio siglo después, este país se encuentra en medio de una ola reaccionaria que ha elevado a un supremacista blanco respaldado por el Ku Klux Klan a la presidencia, casi como para burlarse del famoso sueño de King.
Pero vale recordar que King, cuando fue asesinado, ya no era sólo el hombre con un sueño de igualdad racial, sino un Premio Nobel y autoridad moral internacional que se había atrevido en sus últimos años a cuestionar y condenar el sistema económico e imperial de su país, incluida la guerra contra Vietnam.
King fue a Memphis, en el estado sureño de Tenesi, a brindar su apoyo a una huelga sindical de basureros en nombre de la justicia económica y social. Al mismo tiempo estaba organizando una movilización nacional denominada Campaña de los Pobres (Poor People’s Campaign) para exigir derechos económicos para los menos favorecidos de todos las razas y colores, o sea, un cambio fundamental del sistema capitalista estadunidense.
En los ritos y festejos oficiales que se le rinden cada año a King se recuerda su famoso discurso de Tengo un sueño que pronunció en 1963, pero casi nunca se menciona el mensaje radical a finales de su vida.
En 1967, King declaró ante una organización de derechos civiles: el movimiento tiene que abordar la cuestión de una restructuración de toda la sociedad estadunidense, y agregó que hacerlo implicaba llegar a ver que el problema del racismo, el de la explotación económica y el de la guerra están todos ligados. Son maldades que están interrelacionadas. En torno al asunto de injusticia económica, no lo limitaba a un asunto racial: Seamos insatisfechos hasta que los muros trágicos que separan la ciudad externa de riqueza y confort de la ciudad interna de pobreza y desesperanza sean destruidos por los arietes de las fuerzas de la justicia.
Unos meses antes comentó en una reunión de una organización de derechos civiles:
“Creo que es necesario darnos cuenta de que hemos pasado de una era de derechos civiles a la era de los derechos humanos (…) vemos que tiene que haber una redistribución radical de poder económico y político…”
Cincuenta años después, a pesar de grandes cambios en las leyes y normas del país en torno al racismo institucional coronado con la elección del primer presidente afroestadunidense y lo que eso implica en un país fundado sobre las espaldas de esclavos, en esencia pareciera que poco ha cambiado.
Una encuesta de AP/NORC la semana pasada registró que sólo uno de cada 10 afroestadunidenses opinan que Estados Unidos ha logrado cumplir con las metas del movimiento de derechos civiles de hace medio siglo (35 por ciento de blancos creen que sí) y eso después de dos turnos de un presidente afroestadunidense.
Martin Luther King recibe el Premio Nobel de la Paz en Oslo en 1964. Foto: Keystone/ Getty Images.
Cincuenta años después, nuevas generaciones continúan con esa lucha contra la desigualdad económica, que ha llegado a un nivel récord en casi un siglo, donde 1 por ciento de las familias más ricas controlan casi dos veces la riqueza de 90 por ciento de los de abajo.
Cincuenta años después incidentes de la violencia oficial provocan furia, y la impunidad prevalece igual que antes, y los indicadores de segregación y racismo se multiplican junto con, y parte de, las polícicas oficiales antimigrantes. Ni hablar del militarismo en un país que ha estado en sus guerras más largas de su historia buscando olvidar Vietnam.
Pero ante ello, 50 años después, se escuchan los ecos de King por todo el país.
Los maestros en Oklahoma comenzarán una huelga este lunes, siguiendo el ejemplo triunfante de sus compañeros en West Virginia, exigiendo no sólo un salario digno y respeto a su trabajo –como hace 50 años en Memphis– sino también inversión mayor en la educación pública, sobre todo para servir a los pobres y las minorías; sus contrapartes en Kentucky (donde los maestros se declararon enfermos cerrando escuelas en 26 condados el viernes pasado), Arizona y Wisconsin se están manifestado, ocupando capitolios y realizando acciones de brazos caídos con demandas similares de incremento salarial y condiciones de trabajo como defensa de la educación pública.
El reverendo afroestadunidense William Barber, famoso por su movimiento de Lunes Morales en Carolina del Norte, en 2013, que batalló contra iniciativas estatales para reducir gasto en educación y salud, así como anular algunos derechos electorales, está resucitando la Poor People’s Campaign de King esta primavera, y declarando, como su antecesor, que esto es un asunto moral.
El nuevo movimiento de derechos civiles Black Lives Matter continúa vinculando la violencia policiaca contra afroestadunidenses con un sistema diseñado para marginar y criminalizar a minorías.
El nuevo movimiento estudiantil contra la violencia de las armas de fuego está vinculando la agenda derechista de armas con un sistema de violencia generalizada tanto en suburbios ricos como en las calles de zonas marginadas de las grandes urbes, creando nuevas alianzas entre los que sufren las consecuencias.
Los dreamers también describen la persecución de comunidades inmigrantes como parte de políticas racistas contra los más vulnerables, y entienden que es parte de una violencia sistémica, y con ello están naciendo alianzas con los estudiantes y Black Lives Matter.
Mientras lo más retrógrada de este país grita histéricamente que desea recuperar la grandeza de “nuestra América” otra vez –esa nostalgia de un país blanco sin derechos para las mujeres, las minorías y nuevos inmigrantes, y que impone su voluntad sobre el mundo– se asustan ante los ecos cada vez más fuertes y presentes del profeta King, entre otros seres que representan lo más noble de este pueblo.
Con eso, ya no se marca un aniversario de una muerte, sino, tal vez, la de una resurrección.
(Tomado de La Jornada)

¿Qué fue de aquel sueño? 49 años del asesinato de Martin Luther King 

El 4 de abril de 1968 una bala acabó en Memphis (Tennessee) con la vida del hombre que dijo ante 250.00 personas en Washington: "Yo tengo un sueño"
El reverendo y Premio Nobel de la Paz Martin Luther King .
El reverendo y Premio Nobel de la Paz Martin Luther King .
El 4 de abril de 1968 una bala acabó en Memphis (Tennessee) con la vida del hombre que dijo ante 250.00 personas en Washington: "Yo tengo un sueño, que un día en las coloradas colinas de Georgia los hijos de los ex esclavos y los hijos de los ex propietarios de esclavos serán capaces de sentarse juntos en la mesa de la hermandad". Se llamaba Martin Luther King Jr.
Hubo disturbios en más de 100 ciudades, que dejaron más de 40 muertos, tras el asesinato del reverendo que había luchado junto a Rosa Parks para que las personas negras pudieran sentarse en los autobuses de Montgomery (Alabama). El presidente Lyndon B. Johnson ordenó que el 7 de abril fuese un día de luto nacional por un hombre que había sido detenido y hasta encarcelado en varias ocasiones por luchar contra la discriminación racial.
La intolerancia, el FBI y las agresiones del KKK no pudieron detener a Martin Luther King Jr, al líder del movimiento por los derechos civiles, al activista de las luchas de Birmingham y Selma, al reverendo que peleó contra la desigualdad y la guerra de Vietnam... Fue una bala cobarde desde el otro lado de la calle.

Asesinato de Martin Luther King, Jr.

Martin Luther King Jr en 1964.
Martin Luther King Jr. fue asesinado en Memphis, Tennessee el 4 de abril de 1968. / WIKIPEDIA

Trasfondo

El Motel Lorraine, donde King fue asesinado, actualmente es el Museo Nacional de Derechos Civiles.
A finales de marzo de 1968, para apoyar a los trabajadores afro-descendientes de los sanitarios públicos, 12 de marzo para lograr aumentar el sueldo de los afroamericanos y lograr un mejor trato. (Por ejemplo, los trabajadores afro-estadounidenses, a diferencia de los blancos, no se les pagaba cuando eran enviados a sus casas debido al mal tiempo.)123
El 3 de abril, King regresó a Memphis y se dirigió a un conjunto de personas, dando el discurso titulado "I've been to the Mountaintop" ("He ido a la cima de la montaña", en español) en Mason Temple (Church of God in Christ, Inc.-World Headquarters). El avión de King se retrasó debido a que se hicieron amenazas de bombas en contra de él.4​ En uno de sus últimos discursos antes de su asesinato, en referencia a la amenaza de bomba, King dijo lo siguiente:
Entonces llegué a Memphis. Y algunos empezaron a decir amenazas.... o a hablar sobre las amenazas que circulaban. ¿Qué me ocurriría por parte de algunos de nuestros hermanos blancos insanos?
Bien, no sé lo que ocurrirá. Tenemos unos días difíciles por delante. Pero ahora no me preocupa a mí. Porque yo he ido a la cima de la montaña [aplausos]. Y no me importa. Como cualquiera, me gustaría vivir una vida larga. La longevidad tiene su lugar. Pero no me preocupa eso ahora. Solo quiero realizar la voluntad de Dios. Y Él me ha permitido llegar a la cima de la montaña. Y he mirado desde allí. Y he visto la tierra prometida. Puede que no llegue allí con ustedes. Pero quiero que esta noche sepan, que nosotros, como pueblo, llegaremos a la tierra prometida [aplausos]. Estoy feliz esta noche. Nada me preocupa. No le temo a ningún hombre. ¡Mis ojos han visto la gloria de la venida del Señor!5

Martin Luther King es abatido de un tiro en la cabeza por un francotirador mientras saluda a sus seguidores desde el balcón del motel Lorraine, acompañado por sus colaboradores entre los que se encuentra el reverendo Jesse Jackson. King, galardonado con el Premio Nobel de la Paz cuatro años antes por su labor en favor de la igualdad racial y los derechos civiles, tenía 39 años de edad. El atentado provoca estupefacción en la nación y es el inicio de graves desórdenes e incendios que se extienden a otros estados, lo que arroja un resultado de cerca de 50 muertos.
King fue hospedado en el cuarto 306 del Motel Lorraine, propiedad de Walter Bailey, en Memphis. El Reverendo Ralph Abernathy, un cercano amigo y colega de King que estuvo presente en el asesinato, juró bajo juramento ante el Comité Selecto de la Cámara sobre Asesinatos que King y sus cercanos se hospedaron en el cuarto 306 en el Motel Lorraine conocido como el "King-Abernathy suite."6
De acuerdo al biógrafo Taylor Branch, la autopsia de King reveló que si bien él tenía 39 años de edad, su corazón era el de una persona de 60 años, evidenciando con ello el estrés que soportó durante 13 años en el movimiento de derechos civiles.7
Después del asesinato la ciudad logró llegar rápidamente a un acuerdo favorable para terminar la huelga.89

El último discurso de Martin Luther King resucita la lucha por la igualdad cincuenta años después

Visitantes se concentran en el exterior del motel Lorraine y del Museo Nacional de Derechos Civiles durante la celebración del 50 aniversario del asesinato de Martin Luther King. Rick Musacchio / EFE

EFE 04.04.2018 - 09:13h  - PUBLICADO EN 20 MINUTOS.es

Se cumple medio siglo del asesinato del líder afroamericano.

Sus hijos recuerdan en un acto en su honor que la igualdad racial en EE UU aún está pendiente.

Todo el mundo recuerda "el sueño" de Martin Luther King, pero no son tantos lo que reconocen "la cima de la montaña", ese último gran discurso que dio en Memphis la víspera de su asesinato y en el que profetizaba sin miedo su propia muerte, sin saberla tan cercana. "Me gustaría vivir una larga vida, pero eso no me preocupa ahora. Solo quiero hacer la voluntad de Dios. Él me ha permitido llegar a la cima de la montaña. He mirado desde allí y he visto la tierra prometida. Pero es posible que no llegue allí con vosotros", dijo horas antes de recibir un balazo letal.

La iglesia Mason Temple, escenario de su último mensaje al mundo, se vistió en la noche de este martes de su recuerdo y de sus palabras para homenajear al líder afroamericano, con una ceremonia en la que aquellos jóvenes basureros que protagonizaron las huelgas previas a su magnicidio llenaron la sala de aplausos y nostalgia. Con el entusiasmo de la música góspel, y numerosas intervenciones de activistas y líderes de derechos civiles, el espíritu movilizador del Premio Nobel (1964) inundó de nuevo el templo como lo hizo hace medio siglo. Los hijos del pastor, Martin Luther King III y Bernice King, fueron protagonistas desde el mismo púlpito que usó su padre para dar su último sermón, y lo hicieron recordando que la tarea por la igualdad racial en Estados Unidos aún está pendiente. "Estáis mirando a dos niños que perdieron a su padre", comenzó ante la audiencia la hija pequeña del líder de los derechos civiles, quien siguió los pasos de su progenitor como activista y pastora eclesiástica. Bernice consideró que el título del último discurso de su padre podría haber sido "Estados Unidos puede irse al infierno", y advirtió que aún hoy está en ese precipicio.

La activista, quien apenas tenía cinco años cuando asesinaron a su padre, aseguró que el país ha fallado en abordar lo que King consideraba los mayores demonios de la sociedad estadounidense, el racismo, la pobreza y el militarismo. "El militarismo nos ha robado los recursos necesarios para manejar las discrepancias sociales en nuestra nación. Así que estoy aquí, 50 años después, para decir que es hora de que Estados Unidos se arrepienta, o puede que aún acabe en el infierno", reiteró desde el púlpito. Su hermano Martin también hizo un alegato contra el desfallecimiento y pidió a la comunidad afroamericana que no desfallezca en su lucha por reducir sus altas tasas de pobreza, la violencia y la discriminación. "No se cansen, de ninguna manera. ¿Por qué? Porque hemos llegado demasiado lejos si miramos desde dónde comenzamos. Nadie dijo que nuestros caminos fueran a ser fáciles, pero lo sé, lo sé, sé que nuestro Dios no nos trajo hasta aquí para abandonarnos", añadió.

Lee Saunders, presidente de uno de los mayores sindicatos del país, alertó de que el camino hacia esa tierra prometida que mencionó King en su último discurso de esperanza puede ser tortuoso y lleno de traición. "Cuando las comunidades de color son desproporcionadamente pobres, cuando las comunidades negras son desproporcionadamente dañadas por el encarcelamiento masivo, ¿hemos llegado a la tierra prometida?", preguntó. "(Es por eso) que esto no es solo una solo una conmemoración. Es un llamamiento a la acción. Un llamamiento para llegar a esa tierra prometida" por la que tanto luchó el doctor King, insistió.

Además de ese renovado aire de lucha, que se verá reflejado en la convocatoria de nuevas marchas por los derechos de las minorías el próximo mes de mayo, también hubo quien recordó la influencia de King en quienes después serían otros grandes líderes sociales. Fue el caso de Paul Chávez, el hijo mayor del activista latino César Chávez, quien durante años peleó por los derechos de los agricultores en California. "Uno de los mayores beneficiarios del trabajo de King fue mi padre. Todo esto se entretejió en el movimiento de los trabajadores agrícolas por la justicia. Al igual que con el Dr. King, la no violencia era un problema moral para mi padre. Sabía que los trabajadores agrícolas, como los trabajadores de saneamiento, estaban luchando por algo más que unos salarios más altos. Estaban luchando por respeto", afirmó.

Ver más en: https://www.20minutos.es/noticia/3304188/0/ultimo-discurso-martin-luther-king-resucita-lucha-igualdad-cincuenta-anos/#xtor=AD-15&xts=467263


Centro Martin Luther King Jr: 30 años tejiendo redes por Cuba

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El Centro Martin Luther King cumple 30 años de fundado.
El Centro Martin Luther King cumple 30 años de fundado.
El Centro Martin Luther King Jr. (CMLK) arriba hoy a sus 30 años de fundado. A la luz de tres décadas de historia, mucho podría escribirse sobre el trabajo sostenido desde que los pastores Raúl Suárez y Clara Rodés pusieran su primera piedra en el pueblo capitalino de Marianao: los proyectos en la comunidad de Pogolotti, la formación de educadores populares a lo largo de toda la isla, la solidaridad con procesos democráticos en América Latina o los constantes lazos que se han tendido entre los pueblos de Cuba y Estados Unidos… Con sus raíces en una localidad habanera, lo cierto es que el centro ha logrado expandir sus semillas y hoy mira al futuro con sueños de seguir creciendo.
Para homenajear este aniversario, Cubadebate conversa con varios miembros de la familia del CMLK, quienes comparten cuánto hacen a diario por su localidad, por Cuba y por la región, gracias a los aprendizajes y el acompañamiento de esta asociación macroecuménica.

El momento fundacional

El Comandante en Jefe Fidel Castro, junto al reverendo Raúl Suárez. Foto: Cortesía CMLK.
El Comandante en Jefe Fidel Castro, junto al reverendo Raúl Suárez. Foto: Cortesía CMLK.
Al recordar algunos de los momentos decisivos en la historia del Centro Martin Luther King Jr., el reverendo Raúl Suárez evoca un encuentro del que formó parte el 14 de noviembre de 1984, en el que participaron el Comandante en Jefe Fidel Castro y 14 líderes ecuménicos. En ese entonces, se plantaría la primera semilla que luego tendría por fruto el CMLK.
“Tuvimos un conversatorio donde le entregamos a Fidel un documento donde expresábamos nuestra identidad con el proceso revolucionario socialista, y señalábamos  ciertos problemas de incomprensión que, por creencias religiosas, persistían en el país, así como la necesidad de que la iglesia tuviera un espacio más activo en la sociedad”, rememora Suárez.
En ese contexto, explica el Reverendo que ninguna iglesia en la isla desarrollaba proyectos comunitarios; mientras que muchos hombres de fe soñaban con sacar a la iglesia de las paredes de sus templos e incidir en la sociedad de un modo más activo.
“Queríamos expresar nuestro cariño, amor y solidaridad con el pueblo y sentíamos que eso lo podíamos hacer desde una perspectiva cristiana, pero, al mismo tiempo, revolucionaria y socialista. Eso fue bien comprendido por Fidel, y al final del encuentro surgió el compromiso mutuo de que nosotros trabajaríamos al interior de las iglesias para que se entendiera lo que la Revolución estaba haciendo; mientras que él haría lo mismo en el seno del Partido, el gobierno y el Estado”, agrega Suárez.
“La idea nuestra con más tarde crear el Centro fue precisamente fundar una organización de inspiración cristiana que no fuera necesariamente una iglesia: una organización de la iglesia, para la iglesia, pero esencialmente para nuestros testimonios en la sociedad”, recuerda, al asegurar que el líder de la Revolución cubana había posibilitado que se dieran pasos más concretos con relación al mejoramiento de las relaciones Iglesia- Estado.
Así, en 1985 fue colocada la primera piedra del Centro Martin Luther King Jr. en Marianao, y en 1987, fue finalmente inaugurado. “Ese fue un momento decisivo no solamente para nosotros, sino para la historia del movimiento ecuménico cubano y para el país, porque a partir de ahí abrieron muchísimos centros como el nuestro en toda la isla”.

Con el corazón en Pogolotti

Integrantes de la comunidad de Pogolotti, en una feria organizada por el CMLK. Foto: Cortesía del CMLK
Integrantes de la comunidad de Pogolotti, en una feria organizada por el CMLK. Foto: Cortesía del CMLK
En la calle 53, entre 96 y 98, está ubicado el Centro Martin Luther King Jr., bien cerca de la conocida esquina de 100 y 51, y donde la vida del municipio capitalino Marianao fluye sin detenerse. Para el miembro fundador del CMLK, Félix Yanes Suárez, uno de los grandes retos que acompañó a esta asociación desde su nacimiento fue el hecho de salir de la iglesia, y comenzar a trabajar  por la comunidad donde estaba enclavada.
“Esto es algo  central en nuestro trabajo. No solo buscar alianzas con personas que provienen de la iglesia, sino con aquellos que no profesan lealtades religiosas”.
Suárez relata que los primeros proyectos que surgieron tuvieron por centro al barrio de Pogolotti. “Al principio eran muy sencillos, fundamentalmente arreglando aceras, pero el gran vuelco con esta comunidad y otras de Marianao llegó con la tormenta del siglo en el 93”.
Fue en ese entonces cuando el CMLK se lanzó a buscar recursos para contribuir con la reparación de viviendas en el municipio. “Así comenzaron este tipo de proyectos, que muy  pronto desbordaron Marianao, siguieron en otras localidades de la capital, y luego también saltaron hacia otras provincias, con la perspectiva de promover la participación; es decir, que las personas no fueran simples beneficiarios, sino que ellos también se convirtieran en sujetos de cambio dentro de su entorno”, comenta a Cubadebate Yanes.
“Cuando hablamos de Pogolotti para nosotros siempre tendrá ese simbolismo, es el útero, el lugar donde vivimos, y donde empezamos con todos nuestros proyectos”, asegura.

Cuando las iglesias salen de sus templos

Miembros de la Red Ecuménica Fe por Cuba en un Encuentro Nacional. Foto: Cortesía CMLK.
Miembros de la Red Ecuménica Fe por Cuba en un Encuentro Nacional. Foto: Cortesía CMLK.
Los resultados de trabajo del CMLK no se han quedado en esta localidad habanera. Al indagar sobre algunas de las tantas experiencias interesantes que se llevan a cabo en el país gracias a su acompañamiento, conocimos del trabajo de dos iglesias, la de Taguasco, en Sancti Spíritus, y la de los Palos, en Mayabeque, que gracias a las herramientas de la educación popular han transformado su relación con la comunidad.
“Nuestra iglesia antes tenía un servicio hacia la comunidad, pero era más asistencialista. Con esta nueva metodología aprendida en el CMLK comenzamos a tener una visión más crítica, y empezamos a trabajar con las personas para que ellos se convirtieran en sujetos capaces de cambiar su realidad”, explica Anays Noda Linares, líder de la iglesia de Los Palos.
Así, de experiencias como la formación a instructores de arte, trabajadores sociales, profesores, psicólogos, y el acompañamiento a mujeres que eran violentadas, surgió lo que hoy en esa comunidad de Mayabeque se conoce como Centro Comunitario.
“Nos reunimos como iglesia, y nos dimos cuenta de que había gente que quería seguir haciendo y que teníamos las herramientas. Comenzamos entonces este Centro Comunitario como un servicio que debía salirse de las puertas de la iglesia, para apoyar a líderes formales en la comunidad como delegados, quienes necesitan de  la educación popular para poder desarrollarse en su medio”, comenta Anays a Cubadebate.
En la actualidad, el Centro cuenta con tres ámbitos de actuación: el acompañamiento y formación a delegados; la preparación de niños, adolescentes y jóvenes; y el sociocultural, donde se potencian los dones artísticos de la comunidad.
Igualmente, desde Sancti Spíritus, es similar la experiencia de la iglesia de Taguasco.
“Gracias a la formación que el Centro nos ha brindado se ha creado un grupo de  líderes muy fuerte, que ha permitido que nuestra iglesia no cierre sus puertas a pesar de que no cuenta actualmente con un pastor”, asegura una joven pareja de miembros de la Red Ecuménica Fe por Cuba, la joven socióloga Roselid Morales González y el informático Adonys López Gómez.
La joven socióloga Roselid Morales González y el informático Adonys López Gómez. Foto: María del Carmen Ramón/ Cubadebate.
La joven socióloga Roselid Morales González y el informático Adonys López Gómez. Foto: María del Carmen Ramón/ Cubadebate.
“La base del trabajo que nosotros utilizamos en la iglesia es la de la educación popular. Nos organizamos  a partir de grupos de jóvenes, mujeres, niños, y esa fraternidad  funciona para llevar a cabo nuestro funcionamiento”, aclara Roselid.
“Defendemos la concepción de que las personas no tienen que ir a la iglesia para que ella los asista, sino que la iglesia tiene que ir a las personas y romper esas barreras  que creamos nosotros mismos”, agrega.
Así, en Taguasco han nacido proyectos tan diversos como uno de costura, otro que brinda alimentación durante la semana a personas de la tercera edad, y un proyecto de lavado para dar servicios gratuitos a ancianos; así como al resto de la población por un precio muy módico.

De la comunidad a la formación de delegados del Poder Popular

Una de las experiencias más interesantes del CMLK en los últimos años tiene que ver con el acompañamiento a la formación de delegados del Poder Popular. En diálogo con Andrea Marta del Sol, especialista principal del Taller de Transformación del Barrio Alamar Este, y miembro de la coordinación de la red de educadores populares del territorio Habana, conocimos que, desde 2007, nació en el gobierno municipal de Habana del Este la idea de crear un espacio dentro de la Asamblea Municipal para la capacitación de delegados, a partir de la metodología de la educación popular.
“Así surgió un espacio que muchos conocen como la Escuela de Delegados de Habana del Este, que después fue mucho más que eso,  porque por ahí han pasado directivos y especialistas de distintas entidades municipales”, cuenta Andrea Marta.
Según explica, desde este núcleo se forman hoy delegados, líderes comunitarios y personas que trabajan en  proyectos vinculados al gobierno, como funcionarios de la Asamblea Municipal y del Consejo de la Administración.
“Tenemos  el orgullo de decir que la metodología nos ha servido  para movilizar y promover una participación activa, consciente y crítica en el trabajo de los delegados. El trabajo  de la red de educadores populares y su metodología están bastante legitimados. De hecho, hay muchos delegados y delegadas que ya no conciben un espacio si ellos no sienten que se está haciendo desde esa propuesta  formativa”, asegura Andrea Marta, quien también asumió la responsabilidad de ser delegada al Poder Popular durante el duodécimo mandato.
“Haciendo un análisis de esa etapa, puedo decir que fui la delegada que fui porque primero me formé como educadora popular. Recuerdo que tenía una electora que decía: “yo quiero que mi delegada se mantenga, porque es una delegada que dialoga”. Creo que esa cultura del diálogo es algo que también esta metodología nos ayuda a potenciar”.

Llegan las semillas a la educación superior cubana

Hasta la Universidad de Guantánamo han llegado también las huellas de 30 años de trabajo del Centro Martin Luther King Jr. En esta provincia fue fundada la primera Cátedra de Educación Popular que existe en el país, liderada por un  grupo de más de 25 profesores formados por el CMLK.
Perteneciente a la dirección de extensión universitaria de ese centro de altos estudios, desde la cátedra los profesores trabajan en coordinación con la FEU y la UJC, quienes se unen para llevar a cabo diversas acciones.
“La idea de la cátedra no es verla como encerrada en las paredes universitarias, sino como una red  que es más amplia y diversa y tiene actores sociales que se unen en alianzas de trabajo y propósitos”, dice Sandra de la Caridad Prieto, coordinadora de la Cátedra Paulo Freyre en la Universidad de Guantánamo.
“Este trabajo es muy importante porque muchas veces la educación popular se ve como que no tiene sustento suficiente, y que no es necesaria. La gente todavía no entiende bien qué es lo que le aporta la educación popular a la sociedad cubana y desde las universidades también”, considera esta profesora, para quien su vida tuvo antes y un después de formarse en el CMLK.

Solidaridad en América Latina

Como parte del trabajo de la Red de Educadores Populares, desde hace varios años se acompañan procesos de formación en América Latina. “Nuestro centro ya no es municipal, sino nacional y también internacional, por todo lo que estamos haciendo en El Salvador, Venezuela, Argentina, Brasil”, dijo a Cubadebate Raúl Suárez.
Un integrante de la familia del CMLK saluda al Papa Francisco, durante el Foro Social Mundial. Foto: Cortesía del CMLK
Un integrante de la familia del CMLK saluda al Papa Francisco, durante el Foro Social Mundial. Foto: Cortesía del CMLK
Según explica Llanisca Lugo, miembro del equipo de comunicación y solidaridad para la incidencia del CMLK, el centro  y las redes se han vinculado en los últimos años a acompañar movimientos en resistencia,  marchas, luchas muy concretas contra la criminalización y el libre comercio, mientras que igualmente varios cubanos han podido conocer de cerca qué significa el cooperativismo en América Latina. “Quizás ALBA Movimiento es de los referentes más sólidos, una articulación construida con movimientos de base de más de países de la región”, precisa.
Con esta misión sobre sus hombros llegó en 2015 la socióloga santiaguera Marilin Peña Pérez a El Salvador, para acompañar durante 18 meses al Frente Farabundo  Martí para la Liberación Nacional.
Con la llegada de Salvador Sánchez Cerén a la presidencia del país, el CMLK llegó a esa nación para integrar una Secretaria de Educación Política Ideológica, y acompañar el aprendizaje de formadores que pudieran desplegarse por todo El Salvador, para acompañar la labor de gobierno.
“Primero se ayudaron a diagnosticar las necesidades de demanda formativa, se formaron educadores y luego tuvimos la tarea  de consolidar un equipo de formadores integrado por unas cuarenta personas; así como estructurar un sistema de formación para el Frente que llegara desde el nivel nacional hasta los núcleos de base”, argumenta Marilin Peña.
“Fue un proceso súper interesante. A finales de 2015 ellos realizaron el primer Congreso del Partido funcionando desde estas lógicas, y asumieron como metodología de formación política de su partido la educación popular. Así lo declararon en su Congreso, y apareció en sus estatutos  que la educación popular sería el instrumento de formación de su militancia”, asegura esta santiaguera a nuestra página.

Acercando a los pueblos de Cuba y EEUU

Recibimiento de la V Caravana de Pastores por la Paz, en 1996, con la presencia del líder de la Revolución, Fidel Castro. Foto: Cortesía CMLK.
Recibimiento de la V Caravana de Pastores por la Paz, en 1996, con la presencia del líder de la Revolución, Fidel Castro. Foto: Cortesía CMLK.
Una de las imágenes que mejor guardan en su memoria los habitantes de Pogolotti en relación con el CMLK son las caravanas de Pastores por la Paz llevando solidaridad a Cuba y tomando por escenario el pueblo de Marianao. Desde los inicios mismos del centro, se han tendido invaluables puentes entre los pueblos de Cuba y Estados Unidos, incluso en momentos donde no se soñaba con una normalización de relaciones.
“El Centro siempre tuvo  relaciones con iglesias que unían comunidades en los Estados Unidos. La época de las visitas de Pastores por la Paz fue de las más visibles, pero desde antes ya se venían tejiendo lazos”, explicó Llanisca Lugo González.
Según asegura Lugo, con las licencias people to people en la actualidad se han multiplicado las visitas de estadounidenses al Centro, y cuando se realizan evaluaciones las personas aseguran haber conocido una Cuba de la que no tenían idea.
“Ello ha tenido una contribución pequeña en todo el esfuerzo que Cuba ha hecho por romper el Bloqueo estadounidense. Aquí estuvo Jimmy  Carter, aquí ha habido un esfuerzo grande  de acercar a los dos pueblos cuando  eso parecía imposible”, asevera Lugo.
Estas son parte de las huellas que ha dejado en Cuba el Centro Martin Luther King en 30 años de historia, un testimonio construido por sujetos populares comprometidos con el proyecto social cubano, quienes seguirán tejiendo redes por Cuba.

Fotos del Centro Martin Luther King y líderes de la Revolución


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Noticias Internacionales Independientes
Inédita grabación de un discurso del Dr. Martin Luther King de 1964
"La discriminación racial debe ser extirpada de la sociedad estadounidense y de todas las sociedades"

Democracy Now!
19-01-2018
En un informe exclusivo de Democracy Now! y del archivo de Pacifica Radio, emitimos la grabación de un discurso del Dr. Martin Luther King, recientemente encontrada. El 7 de diciembre de 1964, días antes de recibir el Premio Nobel de la Paz en Oslo, King dio un importante discurso en Londres sobre la segregación, la lucha por los derechos civiles y su apoyo a Nelson Mandela y la lucha contra el apartheid en Sudáfrica. El discurso fue grabado por Saul Bernstein, corresponsal europeo de Pacifica Radio. La grabación de Bernstein fue encontrada recientemente por Brian DeShazor, director del archivo de Pacifica Radio.
Esta transcripción es un borrador que puede estar sujeto a cambios.
AMY GOODMAN: Hoy es feriado nacional en honor a Martin Luther King. Nacido el 15 de enero de 1929, asesinado el 4 de abril de 1968, en el Motel Lorraine de Memphis, Tennessee. Tenía solo 39 años. Si bien se lo recuerda principalmente como dirigente de la lucha por los derechos civiles, Martin Luther King también luchó por la gente pobre, organizando la Campaña de los Pobres, para promover cuestiones vinculadas con la justicia económica. Martin Luther King también fue un crítico feroz de la política exterior estadounidense y la Guerra de Vietnam.
En 1964 Martin Luther King se convirtió en la persona más joven en obtener el Premio Nobel de la Paz. Días antes de recibir ese premio en Oslo, Noruega, el Dr. King viajó a Londres. Allí, el 7 de diciembre de 1964, auspiciado por el grupo británico Acción Cristiana, pronunció un discurso sobre la lucha por los derechos civiles en los Estados Unidos y el movimiento contra el apartheid en Sudáfrica. El discurso fue grabado por Saúl Bernstein, que trabajaba como corresponsal europeo de Pacifica Radio. La grabación de Bernstein fue encontrada recientemente por Brian DeShazor, director del archivo de Pacifica Radio. Este es el discurso del Dr. Martin Luther King Jr.
REV . MARTIN LUTHER KING: Quiero hablarles principalmente de nuestra lucha en Estados Unidos y, antes de volver a mi asiento, hablar también de algunas de las luchas más grandes que hay en el mundo y de algunas de las luchas más difíciles que tienen lugar en lugares como Sudáfrica. Pero hay una pregunta urgente y conmovedora en los labios de la gente de nuestro país y de todo el mundo. La escucho casi donde quiera que vaya y en casi todas las ruedas de prensa. La pregunta es si estamos logrando realmente avanzar en la lucha para que haya una verdadera justicia racial en Estados Unidos. Y cada vez que trato de responder a esa pregunta, trato de evitar, por un lado, responder con un pesimismo exagerado; y por el otro, responder con un optimismo superficial. Y trato de incorporar o desarrollar lo que yo considero una posición realista, reconociendo que en los últimos años hemos logrado muchos avances significativos en la lucha por la justicia racial, pero también admitiendo que todavía nos quedan muchas cosas por hacer y muchos retos que asumir para poder resolver el problema. Y quisiera que, esta noche, esa posición realista sea la base para nuestro pensamiento conjunto, en el abordaje de este problema en Estados Unidos.
Hemos recorrido un camino muy largo, pero nos queda aún un camino muy largo por recorrer para poder resolver el problema. Seamos conscientes, en primer lugar, del largo camino recorrido. Y me gustaría decir al respecto que el negro, en sí mismo, ha recorrido un camino muy largo en la reconsideración de su propio valor intrínseco. Ahora bien, para poder ilustrar esto es necesario hacer un poco de historia. Los primeros esclavos negros desembarcaron en las costas de América en el año 1619. Los llevaron hasta allí desde el suelo africano. A diferencia de los padres peregrinos que desembarcaron en Plymouth un año después, ellos fueron llevados contra su voluntad. Y durante la esclavitud, el negro fue tratado de manera muy inhumana. Era una cosa para utilizar y no una persona a ser respetada. Hay un veredicto de la Corte Suprema de Estados Unidos del año 1857, conocido como el fallo Dred Scott, que ilustra bien esta idea y la situación que existía en ese momento. Este fallo de la Corte Suprema de Estados Unidos decía, en esencia, que el negro no es considerado ciudadano de Estados Unidos, sino simplemente propiedad de su dueño y, como tal, está sujeto a su mandato. Y luego decía que el negro no tiene ningún derecho que el hombre blanco esté obligado a respetar. Esta es la idea que prevaleció durante los días de la esclavitud. Cuando la esclavitud creció, se volvió necesario encontrar algún tipo de justificación. O sea, parece ser una verdad de la vida que los seres humanos terminan buscando siempre un argumento racional, aunque sea pobre, para sostener sus malas acciones, revistiendo un mal evidente con las hermosas vestiduras de la justicia. Y eso es exactamente lo que sucedió en el tiempo de la esclavitud. Hubo quien incluso hizo un mal uso de la Biblia y la religión buscando justificar la esclavitud y cristalizar los modelos dominantes. Entonces se argumentó, desde algunos púlpitos, que el negro era inferior por naturaleza, por la maldición de Noé sobre los hijos de Cam. Y la máxima del apóstol Pablo se convirtió en consigna: “Siervos, sed obedientes a vuestro señor”.
Y supongo que algún hermano habrá leído la lógica del gran filósofo Aristóteles. Bueno, Aristóteles tuvo mucho peso en la creación de lo que hoy en filosofía se conoce como la lógica formal. Y en la lógica formal hay una gran palabra, conocida como silogismo, que es algo que contiene una premisa mayor, una premisa menor y una conclusión. Así que este hermano decidió argumentar a favor de la inferioridad del negro usando la estructura del silogismo aristotélico. Decía que todos los hombres están hechos a imagen de Dios; esta era la premisa mayor. Luego venía la premisa menor: Dios, como todo el mundo sabe, no es negro. Por lo tanto, el negro no es un hombre. Ese fue el tipo de razonamiento que prevaleció. Al vivir en situación de esclavitud y luego, más adelante, de segregación, mucha gente negra perdió la fe en sí misma. Mucha gente llegó a sentir que tal vez era menos que humana. Mucha gente llegó a sentirse inferior. Esto, me parece, es la mayor tragedia que tiene la esclavitud, la mayor tragedia que tiene la segregación, no es sólo su efecto físico sobre las personas, sino su efecto psicológico. Marca el alma tanto del segregado, como la del segregador. Otorga al segregador un falso sentimiento de superioridad, dejando al segregado con un falso sentimiento de inferioridad. Esto fue exactamente lo que sucedió. Y luego, algo pasó con el negro. Las circunstancias hicieron posible y necesario que viajara más; la llegada del automóvil, la agitación creada por las dos guerras mundiales, la Gran Depresión. Entonces, su vida en las plantaciones rurales poco a poco dio paso a una vida industrial urbana. Su actividad económica fue aumentando gradualmente con el desarrollo de la industria, el crecimiento de los sindicatos y el mayor acceso a la educación. E incluso su actividad cultural fue aumentando paulatinamente, con la disminución sostenida del analfabetismo devastador. Todas estas fuerzas se conjugaron para hacer que el negro de Estados Unidos se mirara a sí mismo con nuevos ojos.
Por todas partes, masivamente, la gente negra comenzó a revalorizarse a sí misma. Y al mismo tiempo, sucedió algo más: el negro de Estados Unidos puso sus ojos y su mente en África, y se dio cuenta del magnífico drama que significaba la independencia en el marco de la historia africana.
Y observar los acontecimientos y darse cuenta de lo que estaba sucediendo, ver lo que estaban haciendo sus hermanos y hermanas negras de África, le dio un nuevo sentimiento de dignidad en Estados Unidos y un nuevo sentimiento de autoestima. El negro pudo sentir que era alguien. Su religión le hizo saber que Dios ama a todos sus hijos y que todos los hombres están hechos a su imagen. Y que lo esencial en un hombre no es su particularidad, sino sus cimientos, no la textura de su cabello o el color de su piel, sino su eterna dignidad y valía. Y así el negro de Estados Unidos pudo gritar sin pensarlo las palabras del elocuente poeta: “La expresión de la naturaleza no puede excluir el cabello motudo y la complexión negra. El color de piel puede variar pero el afecto mora en negros y blancos por igual”, y: “Si yo pudiese alcanzar de polo a polo o abarcar el océano con mis brazos, pediría que se me midiese por mi alma; la mente es la medida del hombre”. Y con este nuevo sentimiento de dignidad y este nuevo sentimiento de autoestima, nació un nuevo negro, con una nueva determinación de sufrir, luchar, sacrificarse e incluso morir si era necesario, para poder ser libre. Y esto muestra el larguísimo camino que hemos recorrido desde 1619. Pero si hemos de atenernos a los hechos, es importante decir que no sólo el negro ha podido reconsiderar su propio valor intrínseco, sino que toda la nación ha recorrido un largo camino en la ampliación de los derechos civiles.
Quisiera mencionar algunas de las cosas que han sucedido en nuestro país con respecto a esto. Hace cincuenta años, e incluso hace 25, no pasaba un año sin que grandes cantidades de negros fueran brutalmente linchados por alguna turba violenta. Afortunadamente, los linchamientos han cesado casi completamente en la actualidad. Si volviéramos al principio del siglo, veríamos que en el Sur de Estados Unidos había muy pocos negros registrados para votar. En 1948, ese número había crecido a cerca de 750.000; en 1960, ya eran 1.200.000. Y para las elecciones presidenciales que tuvieron lugar hace unas semanas, ese número había llegado a más de dos millones. Llegamos a las elecciones con más de dos millones de negros registrados para votar en el Sur. Esto significa que el movimiento de derechos civiles, trabajando duramente, logró que más de 800.000 negros se registraran como votantes en los últimos tres años. Esto muestra todo lo que hemos avanzado.
Después, sobre la cuestión de la justicia económica, vemos que aún queda mucho por hacer, pero al menos podemos decir que sí se han logrado algunos avances. El salario promedio del empleado negro actual en Estados Unidos es 10 veces más alto que hace 12 años. Y el ingreso nacional de la población negra está ahora sobrepasando los 28 mil millones de dólares por año, lo que en total supera todas las exportaciones de Estados Unidos y es más que el presupuesto nacional de Canadá. Esto muestra que algo hemos progresado en este aspecto. Pero sobre todas las cosas, hemos notado —y seguro habrán leído mucho sobre esto aquí y en todo el mundo— una disminución paulatina, e incluso la desaparición, del sistema de segregación racial. Ahora bien, la historia oficial de la segregación racial comenzó en 1896. Mucha gente cree que la segregación racial existía en Estados Unidos hace mucho, mucho tiempo. Pero lo cierto es que era un fenómeno relativamente reciente en nuestro país, que lleva poco más de 60 años. Y se inició, a nivel jurídico, con una decisión conocida como el dictamen del caso Plessy contra Ferguson, que básicamente decía que podía haber instalaciones separadas pero iguales, estableciendo la doctrina “separados pero iguales” como ley en nuestro territorio. Todos sabemos cuáles fueron los resultados de la antigua doctrina Plessy: hubo siempre una estricta aplicación de la parte de “separados”, sin la menor intención de cumplir con la parte de “iguales”. Y se terminó de sumergir al negro en el abismo de la explotación, donde experimentó la desolación agobiante de la injusticia. Y entonces, sucedió algo maravilloso. En 1954, la Corte Suprema de la Nación revisó la entidad jurídica de la segregación, declarándola constitucionalmente muerta el 17 de mayo de ese año. En esencia, dijo que la vieja doctrina Plessy debía ser eliminada, que las instalaciones separadas conllevan una desigualdad inherente y que segregar al niño en base a su raza es negar a ese niño igual protección ante la ley. Así que hemos visto muchos cambios a partir de esa trascendental decisión en 1954, que fue como una gran luz de esperanza para las millones de personas desheredadas de nuestro país. Entonces, sucedió otra cosa que alegró nuestros corazones. Es algo que sucedió este año. El año pasado, tras la lucha llevada a cabo en Birmingham, Alabama, el difunto presidente Kennedy se dio cuenta de que había una cuestión fundamental con la que nuestro país tenía que lidiar. Con un sentimiento de preocupación y con un sentimiento de urgencia, abordó el tema en un gran discurso, unos días antes… el mismo día, en realidad, en que se comenzaba a implementar la integración en la Universidad de Alabama. Y el gobernador Wallace se interpuso en la puerta, tratando de impedir esa integración. Kennedy tuvo que federalizar la Guardia Nacional ese día. De pie ante la nación, dijo con elocuencia que el problema que enfrentamos en el ámbito de los derechos civiles no es solo político, ni es solo económico, sino que es, en el fondo, una cuestión moral. Algo tan antiguo como las Escrituras y tan moderno como la Constitución. La pregunta que hay que responder es si vamos a tratar a nuestros hermanos negros del modo en que nos gustaría que nos traten a nosotros. Y luego de ese gran discurso, enseguida encomendó al Congreso de la nación el proyecto de ley más completo sobre derechos civiles que haya sido presentado por un presidente de nuestro gran país.
Desafortunadamente, tras muchos meses de batalla, por un tiempo nos cansamos un poco de, bueno, que hay algunos hombres en nuestro país a quienes les gusta hablar mucho. Tal vez ustedes hayan leído algo sobre las tácticas dilatorias y saben que se empantanan en la parálisis del análisis, que hablan y hablan sin parar. Y querían debatir ese proyecto de ley hasta hacerlo morir. Pero el presidente Lyndon Johnson se puso a trabajar en el tema. Empezó a llamar a congresistas y senadores, se reunió día tras día con personas influyentes del país y dejó claro que esa ley tenía que aprobarse, no solo en homenaje al fallecido Presidente Kennedy, sino también como un homenaje a la grandeza del país y una expresión de su dedicación a hacer real el sueño americano.
Y el verano pasado llegó el gran día en que esa ley nació y fue firmada por el Sr. Johnson el día 2 de julio, convirtiéndose en ley en todo nuestro territorio. Así que ahora en Estados Unidos tenemos una ley de derechos civiles. Y me alegra informarles que, en líneas generales, esa ley se está aplicando en comunidades de todo el Sur. Hemos visto niveles sorprendentes de acatamiento, incluso en comunidades del estado de Mississippi. Y con lo que cuesta encontrar algo bien hecho en Mississippi, vemos que las cosas están mejorando.
AMY GOODMAN: Estamos escuchando a Martin Luther King, el 7 de diciembre de 1964 en Londres. Regresamos con el discurso después de la pausa.
[Pausa]
AMY GOODMAN: Esto es Democracy Now! democracynow.org. El informe de “Guerra y Paz”. Soy Amy Goodman. Seguimos con la emisión exclusiva de Democracy Now! de un discurso de Martin Luther King cuyo audio fue recientemente encontrado en los archivos de Pacifica Radio. Es del 7 de diciembre de 1964, en Londres. Pocos días después, Luther King recibió el Premio Nobel de la Paz en Oslo, Noruega.
REV . MARTIN LUTHER KING: No podemos olvidar que, precisamente este verano, tres activistas de derechos civiles fueron brutalmente asesinados cerca de Filadelfia, Mississippi. Todo esto nos deja en claro que no hemos alcanzado el nivel de hermandad, no hemos logrado la hermandad que necesitamos y que debe existir en nuestra nación. Todavía tenemos un largo camino por recorrer.
Mencioné el registro de votantes y el hecho de que hemos logrado registrar cerca de 800.000 nuevos votantes en los últimos dos o tres años, llegando a ser más de dos millones en la actualidad. Supongo que, al decirlo, eso suena como un verdadero progreso, y realmente es un avance. Pero permítanme contarles la otra cara de la moneda, que es el hecho de que hay más de 10 millones de personas negras que viven en el sur de Estados Unidos y que seis millones de las personas negras que viven en el Sur de Estados Unidos tienen edad para votar, y sin embargo, sólo dos millones están en el padrón. Esto significa que cuatro millones de personas aún no se han registrado para votar; no sólo por apatía, ni porque son complacientes —ese puede ser el motivo en algunos pocos casos— sino porque aún se siguen utilizando todo tipo de artimañas para evitar que los negros se registren en el padrón de votantes. Se realizan pruebas de alfabetización complejas, que casi nadie puede aprobar, ni siquiera teniendo un Doctorado en cualquier campo o una licenciatura en Derecho en las mejores facultades de Derecho del mundo. Y luego, en algunos de los condados del “cinturón negro” de Mississippi y Alabama, así como en otros lugares, existen represalias económicas contra la gente negra que busca registrarse y votar.
Además, hay gente que, de hecho, ha tenido que enfrentar la violencia física y hasta la muerte física. Esto muestra cuánto nos queda por hacer en este aspecto.
Mencionaba antes la justicia económica. Estoy seguro de que la cifra de 28 mil millones de dólares suena muy grande. Es un montón de dinero. Pero de todos modos, también debo mostrarles el otro lado de la moneda, para que mi descripción sea honesta. Es un hecho que el 42% de las familias negras de los Estados Unidos todavía gana menos de 2.000 dólares al año, mientras que sólo el 16% de las familias blancas gana menos de 2.000 dólares al año. El 21% de las familias negras de Estados Unidos gana menos de 1.000 dólares anuales, mientras que sólo el cinco% de las familias blancas gana menos de 1.000 dólares anuales. Y también vemos que el 88% de las familias negras de Estados Unidos gana menos de 5.000 dólares al año, mientras que sólo el 58% de las familias blancas gana menos de 5.000 dólares al año. De modo que podemos ver que todavía existe un gran abismo entre los poseedores, por así decirlo, y los desposeídos. Y para que Estados Unidos siga creciendo, progresando, desarrollándose y avanzando hacia la grandeza, este problema debe ser resuelto. Sin embargo, este problema económico se está agravando por la acción de muchas fuerzas que siguen vivas en nuestro mundo y en nuestra nación. Durante muchos años, se negó a la gente negra el acceso a oportunidades educativas adecuadas. Durante muchos años, se negó a la gente negra incluso el acceso a capacitación como aprendices. O sea que desde el trabajo y la industria muy menudo se discriminó a los negros. Y esto generó que el negro se viera limitado, en términos generales, a ser mano de obra no calificada o semi-calificada. Ahora, debido a los procesos de automatización e informatización, esos trabajos ahora están desapareciendo. Así que el negro que amanece en una ciudad como Detroit, en Michigan, sabe que es el 28% de la población y cerca del 72% de la población desempleada. Ahora, para hacer frente a este problema, nuestro gobierno federal tendrá que desarrollar importantes programas de reconversión laboral e importantes programas de obras públicas, para que la automatización sea una bendición, que es lo que debe ser en nuestra sociedad, y no una maldición. Y otra cosa, cuando pensamos en esta cuestión económica, debemos tener en cuenta que no existe nada más peligroso que construir una sociedad en la que haya un sector que siente que no tiene nada que aportar a la sociedad; nada más peligroso que construir una sociedad en la que hay gente que ve la vida como poco más que un largo y sombrío pasillo sin salida. Esa gente termina desesperada porque no tiene trabajo, porque no puede educar a sus hijos e hijas, porque no pueden vivir en una casa agradable, porque no puede acceder a un servicio de salud adecuado.
Siempre escuchamos diferentes explicaciones y diferentes mitos con respecto a la integración y por qué no se debería llevar a cabo. Quienes argumentan en contra de la integración suelen decir: “Bueno, si se implementa la integración en las escuelas públicas, por ejemplo, se va a hacer retroceder a la raza blanca una generación”. Y les gusta hablar del retraso cultural de la comunidad negra. Y luego dicen: “Bueno, además, los negros son delincuentes, en todas las ciudades tienen la tasa más alta de criminalidad que hay en Estados Unidos”. Y así, se argumenta hasta el infinito contra la implementación de la integración. Pero creo que hay una respuesta para eso, y es que si hay un retraso cultural en la comunidad negra —y ciertamente lo hay— se debe a la segregación y la discriminación. Se debe a los largos años de esclavitud y segregación. El comportamiento criminal no viene dado por la raza sino por el ambiente. La pobreza, la privación económica, el aislamiento social y todas estas cuestiones, engendran el crimen en cualquier grupo étnico. Y es maliciosa la lógica que utiliza los trágicos resultados de la segregación racial como argumento para justificar su continuidad. Es necesario revertirla. Y es necesario ver esta situación y hacer todo lo posible para hacer realidad la justicia económica en nuestra nación.
Mencioné antes que la segregación racial está desapareciendo en Estados Unidos, pero aún pervive. Hemos superado el tiempo de la segregación legal. Hemos terminado prácticamente con la segregación de derecho; a partir de la ley de derechos civiles, la decisión de la Corte Suprema y otras cuestiones, ya no puede haber leyes nacionales ni de un estado en particular que la avalen. Hemos superado los días en que el negro no podía sentarse en un comedor, excepto en algunas situaciones aisladas, o cuando el negro no podía registrarse en un hotel o en un motel. Estamos superando ese tiempo rápidamente. Pero está emergiendo otra forma de segregación. Está surgiendo a través de la discriminación en la vivienda, el desempleo y la segregación de hecho en las escuelas públicas. De modo que las condiciones de marginación existentes generan muchos problemas y una fuerte segregación de hecho, que tenemos que enfrentar día a día. Así que este es el problema que tenemos y es un problema con el que nos vemos obligados a lidiar. Y vamos a hacerlo con determinación. Estoy absolutamente convencido de que la segregación está en su lecho de muerte y también quienes la representan, tanto en Estados Unidos como en Londres, Inglaterra. El sistema está en su lecho de muerte. Todos sabemos, sin ninguna duda, que para que viva la democracia, en cualquier nación, la segregación debe morir. Y como vengo diciendo todo Estados Unidos, tenemos que poner fin a la segregación, no sólo porque va a mejorar nuestra imagen, porque sin duda mejorará nuestra imagen en el mundo. Tenemos que poner fin a la segregación, no sólo porque eso atraerá a la gente de Asia y de África, y esto sin duda será provechoso, es algo importante. Pero a fin de cuentas, la discriminación racial debe ser extirpada de la sociedad estadounidense, y de todas las sociedades, porque es moralmente incorrecta. Así que hay que ir con todo y elaborar fuertes programas de acción para librarnos de la segregación racial.
Ahora, me gustaría mencionar un par de ideas que circulan en nuestra sociedad —probablemente circulen también en la suya y en todas partes del mundo— que nos impiden implementar los programas de acción necesarios para terminar con la discriminación y la segregación. Una es lo que yo llamo el mito del tiempo. Hay individuos que sostienen que sólo el tiempo puede resolver el problema de la injusticia racial en Estados Unidos, en Sudáfrica o en cualquier otro lugar; hay que esperar la acción del tiempo. Y muy a menudo nos han dicho en Estados Unidos, a nosotros y a nuestros compañeros blancos: “Sean buenos, tengan paciencia y sigan rezando, que en 100 o 200 años el problema se resolverá”. El mito del tiempo es algo que escuchamos mucho, que siempre aparece. La única respuesta que tengo para ese mito es que el tiempo es neutral. Se puede utilizar de forma constructiva o destructiva. Y honestamente, debo decir que estoy convencido de que las fuerzas hostiles frecuentemente han sabido usar el tiempo de manera mucho más eficaz que las fuerzas constructivas. Y en esta generación, tal vez tengamos que lamentar no sólo las palabras mordaces y las acciones violentas de la gente mala, sino también el terrible silencio e indiferencia de la gente buena, que ha quedado sentada diciendo: “El tiempo lo resolverá”. Y en algún punto, es necesario reconocer que el progreso humano nunca llega rodando por los carriles de la inevitabilidad. Llega a través del esfuerzo incansable y el trabajo persistente de individuos dedicados que tienen la voluntad de colaborar con el trabajo de Dios. Y sin ese trabajo, el tiempo funciona como aliado de las fuerzas primitivas del estancamiento social. De modo que debemos ayudar al tiempo y darnos cuenta de que siempre es el momento adecuado para hacer lo correcto. Es muy fundamental y muy necesario.
Ahora bien, el otro mito que circula muchísimo en nuestro país, y seguramente también en otros países del mundo, es la idea de que estos problemas del ámbito de las relaciones humanas no se pueden resolver con leyes, que el problema de la vivienda, el problema del empleo y todos los otros problemas no se van a resolver con medidas legislativas; hay que cambiar desde el corazón. Hace poco hubo un candidato presidencial que habló muchísimo sobre esto. Y creo que el señor Goldwater creía sinceramente que no se puede cambiar nada por medio de las leyes, porque en el Senado votó en contra de todo, incluyendo la ley de derechos civiles. Y mientras recorría el país durante la campaña electoral dijo que no necesitamos leyes, que no es con legislación que hay que abordar este problema. Pero tuvo la amabilidad suficientemente de decir que es necesario un cambio en los corazones. Bueno, creo que podemos encontrar un punto intermedio con el hermano Goldwater sobre esto. Creo que tiene razón. Para poder resolver este problema, en Estados Unidos y en todo el mundo, llegará el día en que la gente deba sacarse los prejuicios del corazón. Soy el primero en decir que, para poder resolver los problemas que enfrenta la humanidad, cada persona blanca debe mirar profundamente en su interior, eliminar todos los prejuicios que tenga dentro y reconocer que es un deber tratar bien al negro, y a todos los pueblos de color en general, no sólo porque lo dice la ley sino porque es lo correcto y porque es lo natural. Estoy cien por ciento de acuerdo con esto. Y estoy seguro de que para poder resolver finalmente este problema, los hombres no sólo deberán obedecer lo que imponga la ley, sino que deberán alcanzar la elevada dignidad de obedecer aquello a lo que la ley no obliga.
Habiendo dicho esto, debo ir para el otro lado. Hasta aquí llega mi acuerdo con el señor Goldwater y otras personas que creen que no hay que sancionar ninguna ley. Quizás sea cierto que no se puede establecer la integración por ley, pero sí se puede prohibir la segregación. Quizás sea cierto que no se puede legislar la moral, pero sí se puede regular el comportamiento. Quizás sea cierto que no se puede cambiar con leyes la actitud del alma, pero sí se puede frenar al desalmado. Quizás sea cierto que la ley no puede obligar a alguien a quererme, pero puede impedir que me linche. Y creo que eso también es bastante importante.
AMY GOODMAN: Martin Luther King en Londres, el 7 de diciembre de 1964. Seguimos con el discurso después de la pausa.
REV. MARTIN LUTHER KING JR: Ahora bien, como ustedes saben, venimos llevando a cabo una fuerte lucha en Estados Unidos para lograr hacer efectiva la desegregación y luego, por fin, la integración. Y esa lucha se ha afianzado en un enfoque filosófico particular: la filosofía de la no violencia, la filosofía y el método de la resistencia no violenta. Y me gustaría decir unas palabras sobre esta metodología y esta filosofía que ha afianzado nuestra lucha. En primer lugar, quiero decir que sigo convencido de que la no violencia es el arma más potente que tienen los grupos oprimidos en su lucha por la libertad y la justicia. Tiene la capacidad de desarmar al oponente, dejando al descubierto sus defensas morales. Debilita su confianza y le trabaja la conciencia al mismo tiempo; no sabe cómo manejarla. O sea, si no te reprimen, maravilloso. Y si te reprimen, desarrollas el coraje silencioso de recibir golpes sin contraatacar. Si no te llevan preso, maravilloso. Nadie que esté en sus cabales quiere ir a la cárcel. Pero si te llevan preso, entras en la cárcel y transformas ese calabozo de vergüenza en un refugio de libertad y dignidad humanas. Incluso si te tratan de matar, desarrollas la convicción interna de que hay algo tan querido, tan valioso, tan eternamente verdadero, que merece la pena morir por ello. Y un hombre no haya descubierto algo por lo que está dispuesto a morir, no es digno de vivir. Esto es lo que plantea la disciplina de la no violencia. Y además, es una herramienta que da a las personas medios morales para luchar por fines morales. Históricamente ha habido un gran debate en torno a la cuestión de los fines y los medios. Desde el tiempo de los diálogos de Platón, hasta Maquiavelo y otros, hubo individuos que argumentaron que el fin justifica los medios. Pero realmente, la filosofía de la no violencia está diciendo que el fin ya existe en los medios. Los medios expresan el ideal en el desarrollo y en el final del proceso. Entonces, a través de historia, vemos que no se puede llegar a fines morales con medios inmorales. De alguna manera, debemos llegar a un punto en el que sintamos la necesidad de coherencia entre los fines y los medios, por así decirlo. Y esto es algo fundamental en la filosofía de la no violencia en su máxima expresión. Nos da una forma y un método de lucha que dice que se puede llegar a fines morales a través de medios morales. También dice que es posible luchar contra un sistema perverso e injusto con todas nuestras fuerzas y con todo nuestro corazón, e incluso odiar ese sistema injusto, y aun así mantener una actitud activa de buena voluntad y comprensión, e incluso amor, hacia quienes ejecutan este sistema malvado. Este es el aspecto más incomprendido de la no violencia. Aquí es donde quienes no quieren seguir el método de la no violencia nos tratan muy mal a quienes hablamos de amor. Pero yo aún sigo creyendo en esto, porque aún estoy convencido de que el amor es lo que hace que el mundo gire y que, de alguna manera, este tipo de amor puede ser una fuerza poderosa para el cambio social. No estoy hablando de un amor débil. Esto no tiene que ver con tonterías emocionales. No estoy hablando de un atributo sentimental. No estoy hablando de una actitud cariñosa. Sería absurdo que instara a la gente oprimida a amar a sus violentos opresores en un sentido afectivo. Nunca he aconsejado eso. Cuando Jesús dijo: “Amad a vuestros enemigos, me alegra que no dijera: “Sentid agrado por vuestros enemigos”. Hay gente por la que es bastante difícil sentir agrado. Pero el amor es mayor que el agrado. El amor es la buena voluntad comprensiva, creativa, redentora hacia todos los hombres. Los teólogos hablan de este tipo de amor con la palabra griega “ágape”, que es una especie de amor rebosante que no busca nada a cambio. Y cuando lo desarrollamos, nos eleva a la capacidad de amar a la persona que realiza malas acciones, aunque odiemos las acciones que la persona realiza. Y yo creo que esto es posible. Los psiquiatras nos dicen que el odio es una fuerza peligrosa, no sólo para quien recibe el odio, sino también para quien odia. Muchas de las cosas extrañas que suceden en el subconsciente, muchos de los conflictos internos, tienen sus raíces en el odio. Y por eso dicen: “Ama o muere”. Es por este motivo que Erich Fromm ha escrito un libro titulado “El arte de amar”, en el que sostiene que el amor es la fuerza suprema unificadora de la vida. Por eso, es maravilloso tener un método de lucha que nos permite enfrentar la segregación y enfrentar el colonialismo con todas nuestras fuerzas, pero sin odiar a los responsables de estos sistemas injustos. Y creo firmemente que es a través de esta poderosa acción no violenta, a través de este tipo amor organizado en acciones multitudinarias, que vamos a ser capaces de transformar las ruidosas discordias de nuestra nación y del mundo en una hermosa sinfonía de hermandad. Ciertamente, este es el gran desafío que tenemos ante nosotros. Creo que la no violencia puede funcionar, no sólo en la situación que existe en nuestro país, no sólo en el magnífico ejemplo que nos ha dado India, expresado en el maravilloso trabajo de Mohandas K. Gandhi, sino que también creo que puede funcionar de maneras y en circunstancias que no hemos visto ni usado hasta ahora.
Y en este contexto, me gustaría decir algo sobre Sudáfrica. Quisiera leer una declaración; la he escrito aquí, para estar seguro de decir todo lo que tengo en mente acerca de la situación de Sudáfrica, sin olvidar nada. Entiendo que esta noche hay gente sudafricana aquí, incluyendo personas involucradas en la larga lucha por la libertad que se sostiene allí. En nuestra lucha por la libertad y la justicia en Estados Unidos, también muy larga y difícil, sentimos una fuerte identificación con quienes llevan adelante la lucha por la libertad en Sudáfrica, que ha sido muchísimo más mortal. Sabemos que allí la gente africana y sus compañeros de otras razas, han luchado durante medio siglo para ganar su libertad con métodos no violentos. Honramos el liderazgo del Jefe Lutuli y sabemos que la respuesta a su lucha no violenta no fue más que un aumento de la violencia estatal, un aumento de la represión que culminó en la matanza de Sharpeville y todo lo sucedido desde entonces. Claramente, mucho de lo que sucede en Mississippi y Alabama hace acordar a la gente sudafricana de su propio país. Sin embargo, aun en Mississippi, nosotros podemos organizarnos para registrar votantes negros. Podemos hablar con la prensa. Podemos, en definitiva, organizar acciones no violentas con la gente. Pero en Sudáfrica, incluso la forma más leve de resistencia no violenta recibe años de prisión. Y a lo largo de los años, muchos líderes han sido prohibidos, silenciados y encarcelados. Podemos comprender que, en esa situación, hubo gente que por la desesperación decidió recurrir a otros métodos, como el sabotaje. Hoy en día, grandes líderes como Nelson Mandela y Robert Sobukwe, junto con otros cientos, se consumen en la cárcel de Robben Island. Frente a un Estado despiadado y fuertemente armado, que utiliza la tortura y formas sádicas de interrogatorio para destruir a los seres humanos, incluso llevando a algunos al suicidio, la oposición militante en Sudáfrica parece, de momento, estar silenciada. Las multitudes parecen estar contenidas, parecen, de momento, incapaces de terminar con la opresión. Hago hincapié en la palabra “parece” porque podemos imaginar qué emociones y planes deben estar bullendo bajo la calma apariencia de un Estado policial próspero. Sabemos qué emociones bullen en el resto de África y en el resto del mundo, de hecho. Los peligros de una guerra racial, son peligros sobre los que ya hemos tenido muchas e intensas advertencias.
Por esta situación, en la que a la gran mayoría del pueblo sudafricano se niega su humanidad, se niega su dignidad, se niega oportunidad, se niegan todos sus derechos humanos; por esta situación, en la que muchos de los mejores y más valientes sudafricanos están cumpliendo largas condenas en prisión, y algunos de ellos ya han sido ejecutados; por esta situación, nosotros, la gente de Estados Unidos y Gran Bretaña, tenemos una responsabilidad extraordinaria, ya que nosotros, a través de nuestras inversiones, a través del fracaso de nuestros gobiernos para tomar medidas firmes, somos culpables del fortalecimiento de la tiranía en Sudáfrica. Esta responsabilidad… esta responsabilidad nos presenta una oportunidad extraordinaria: la de unirnos en la única forma de la acción no violenta capaz de traer libertad y justicia a Sudáfrica, la acción a la que están llamando los líderes africanos, que consiste en un movimiento masivo para exigir sanciones económicas.
En un mundo que vive bajo la sombra terrible de las armas nucleares, ¿no reconocemos acaso la necesidad de perfeccionar el uso de las presiones económicas? ¿Por qué el comercio es considerado por todas las naciones y todas las ideologías como sagrado? ¿Por qué nuestro gobierno y el gobierno de ustedes en Gran Bretaña se niegan a intervenir ya mismo, como si esperaran que haya un baño de sangre en Sudáfrica —o una nueva Corea o Vietnam— para reconocer que existe la crisis? Si el Reino Unido y Estados Unidos decidieran mañana dejar de comprar productos sudafricanos, dejar de comprar el oro de Sudáfrica y bloquear su petróleo; si nuestros inversores y nuestros capitalistas retiraran su apoyo a la tiranía racial existente en el país, entonces el apartheid llegaría a su fin. Entonces, la mayoría de la gente sudafricana de todas las razas podría finalmente construir conjuntamente la sociedad que desea. De modo que este es el desafío al que se enfrentan las naciones del mundo. Y Dios quiera que logremos asumirlo y conformar ese gran movimiento creativo que busque generar un cambio y transformar ese pasado oscuro de inhumanidad del hombre sobre el hombre, en un futuro brillante de justicia, paz y buena voluntad.
Y permítanme decirles que el problema de la injusticia racial no se limita a ninguna nación en sí misma. Ahora sabemos que se trata de un problema que se extiende en todo el mundo. Y ustedes saben muy bien, aquí en Londres, aquí en Inglaterra, que hay miles y miles de personas de color que están migrando hacia aquí desde muchísimas tierras; desde el Caribe, desde Pakistán, desde India, desde África. Y tienen derecho a venir a esta gran tierra y tienen derecho a esperar encontrar justicia y democracia en este país. E Inglaterra deberá estar eternamente alerta. Porque si no, se creará el mismo tipo de guetos que tenemos en los Harlems de Estados Unidos. Surgirán los mismos problemas de injusticia, los mismos problemas de desigualdad en el trabajo. Y por eso les digo que el desafío de cada ciudadano de buena voluntad de esta nación es darlo todo por hacer real la democracia para toda la gente, para que toda la gente de esta tierra pueda vivir junta, para que todos los hombres sean capaces de vivir juntos como hermanos.
Se sabe que cada disciplina académica tiene ciertas palabras que rápidamente se convierten en estereotipos y clichés. Cada disciplina académica tiene su vocabulario técnico. La psicología moderna tiene una palabra que probablemente se esté utilizando ahora más que cualquier otra. Es la palabra “inadaptado”. Ustedes han escuchado esa palabra. Es el grito de alerta de la psicología infantil moderna. Y claro que todos queremos estar bien adaptados en nuestras vidas, queremos evitar personalidades neuróticas y esquizofrénicas. Pero esta noche debo decirles, amigos, para ir terminando, que hay algunas cosas de mi propio país y algunas cosas del mundo, frente a las que me enorgullece ser un inadaptado y llamo a todos los hombres de buena voluntad a ser unos inadaptados frente a esas cosas, hasta que la buena sociedad sea real. Debo decirles honestamente que no tengo ninguna intención de adaptarme a la segregación, a la discriminación, al colonialismo ni a este tipo de fuerzas. Debo decirles honestamente que no tengo ninguna intención de adaptarme a la intolerancia religiosa. Debo decirles honestamente que no tengo ninguna intención de adaptarme a condiciones económicas que roban las necesidades de muchos para dar lujos a unos pocos. Debo decirles esta noche, que no tengo ninguna intención de adaptarme a la locura del militarismo ni a los efectos contraproducentes de la violencia física, ya que mientras haya Sputniks y exploradores surcando el espacio exterior y misiles balísticos teledirigidos grabando autopistas de muerte en la estratosfera, ningún país ganará las guerras. Ya no se trata de elegir entre la violencia y la no violencia; se trata de elegir entre la no violencia o la no-existencia. Y la alternativa al desarme, la alternativa a la suspensión progresiva de pruebas nucleares, la alternativa al fortalecimiento de la ONU y, por su medio, el desarme en todo el mundo, bien puede llegar a ser una civilización sumergida en el abismo de la aniquilación. Tengan por seguro que nunca voy a adaptarme a la locura del militarismo.
Verán, muy posiblemente nuestro mundo esté necesitando en este momento una nueva organización, la Asociación Internacional para la promoción de la inadaptación creativa… hombres y mujeres… hombres y mujeres que sean tan inadaptados como el profeta Amós, que en medio de las injusticias de su época pudo gritar palabras cuyo eco sigue sonando a través de los siglos: “Corra el juicio como las aguas y la justicia como impetuoso arroyo”; tan inadaptados como el difunto Abraham Lincoln, el gran presidente de nuestra nación que tuvo la capacidad de ver que Estados Unidos no podía sobrevivir siendo mitad esclavo y mitad libre; tan inadaptados como Thomas Jefferson, que en una época increíblemente adaptada a la esclavitud, pudo registrar en las páginas de la historia palabras de proporciones cósmicas: “Sostenemos que estas verdades son evidentes en sí mismas: que todos los hombres son creados iguales, que su Creador los ha dotado de ciertos derechos inalienables, entre los cuales están la vida, la libertad y la búsqueda de felicidad”; tan inadaptados como Jesús de Nazaret, quien supo decir a los hombres y mujeres de su tiempo: “Quien a hierro mata, a hierro muere”. Y a través de tales inadaptaciones es que lograremos salir de la larga y sombría noche de la inhumanidad del hombre sobre el hombre y llegar al alba luminosa y brillante de la libertad y la justicia.
Quiero decirles que sigo creyendo que la humanidad estará a la altura de las circunstancias. A pesar de este tiempo oscuro, a pesar de las dificultades del presente, a pesar de esta época de tensión emocional en la que los problemas del mundo son gigantescos en su extensión y caóticos en su detalle, sigo teniendo fe en el futuro t sigo creyendo que podemos construir una sociedad fraternal y pacífica. Hay una canción que cantamos en nuestro movimiento, que tantas veces hemos cantado tomados de la mano de uno y otro lado de los barrotes de la prisión. Recuerdo momentos en que hemos estado en celdas hechas para 12 personas, en las que terminábamos siendo 15 o 20, y aun así encontrábamos la forma de levantar nuestras voces y cantar esa canción. Ayer por la tarde hice referencia a ella en mi prédica en la catedral de San Pablo. “Venceremos. Venceremos. En lo profundo de mi corazón, creo que venceremos”. Y creo que de alguna manera la humanidad vencerá y creo que las fuerzas del mal serán derrotadas. Creo esto porque Carlyle está en lo cierto: “Ninguna mentira vive para siempre”. Creo que venceremos porque William Cullen Bryant está en lo cierto: “La verdad, aplastada en la tierra, resurgirá”. Creo que venceremos porque James Russell Lowell está en lo cierto: “La verdad siempre al patíbulo, / la Injusticia siempre en el trono, / pero aquel patíbulo regula el futuro, / Y detrás del desconocido misterioso, Dios se erige en la sombra, velando aquello que le pertenece”.
Con esta fe, seremos capaces de hacer a un lado los consejos de la desesperanza y echar nueva luz en las oscuras cámaras del pesimismo. Con esta fe, seremos capaces de transformar esta elegía cósmica que pende sobre nosotros en un salmo creativo de paz y fraternidad. Con esta fe, seremos capaces de acelerar la llegada del día en que todos los niños de Dios —negros y blancos, judíos y gentiles, protestantes y católicos, hindúes y musulmanes, creyentes y ateos— podrán unir sus manos y cantar las palabras del viejo espiritual negro: “¡Libres al fin! ¡Libres al fin! Gracias a Dios todopoderoso, ¡somos libres al fin!”
Tenemos un camino muy largo por recorrer para poder resolver este problema, pero gracias a Dios, hemos logrado mucho. Hemos recorrido un largo camino. Quiero terminar citando las palabras de un viejo predicador negro y esclavo, cuya gramática y dicción no eran del todo correctas, pero las palabras que pronunciaba eran de gran profundidad simbólica: “Señor, no somos lo que queremos ser. No somos lo que deberíamos ser. No somos lo que vamos a ser. Pero, gracias a Dios, no somos lo que éramos”. Gracias.
AMY GOODMAN : Ese fue el discurso del Dr. Martin Luther King Jr. en la Iglesia del Temple de Londres, el 7 de diciembre de 1964. Tres días más tarde, recibiría el Premio Nobel de la Paz en Oslo, Noruega. El audio de este discurso fue encontrada recientemente por Brian DeShazor, director del archivo de Pacifica Radio. Para obtener una copia del programa de hoy y para saber cómo fue que se descubrió esta grabación única de Luther King, visiten nuestro sitio web democracynow.org. El sitio del archivo de Pacífica Radio es PacificaRadioArchives.org.
Traducido por Manuel Vargas y Esther Ortiz. Editado por Verónica Gelman y Democracy Now en Español.
Fuente: http://www.democracynow.org/es/2018/1/15/newly_discovered_1964_mlk_speech_on


URUGUAY

Trabajadores de Ancap paralizan el viernes refinería de La Teja

Afirman que se pretende privatizar la flota fluvial y la distribución de combustible.
Funcionarios de Ancap y del transporte marítimo manifestaron frente a la sede del organismo. Rechazan lo que consideran privatización de la flota naval del ente. (Foto: Verónica Caballero)
miércoles 4 de abril de 2018 - CARAS Y CARETAS
Con un paro el viernes en las instalaciones de la refinería de La Teja, la Federación de Funcionarios de Ancap (Fncap) iniciará una serie de movilizaciones en rechazo de lo que califican como privatización de la flota fluvial y el transporte de combustible .
Afirman que el ámbito negociador entre el gremio y la empresa “se agotó” y reclaman la creación de un espacio superior para lo que analizan solicitar una entrevista con el presidente Tabaré Vázquez.
Fancap se declaró el conflicto al comienzo de esta semana y realizó una movilización en el edificio sede del organismo interrumpiendo la conferencia de prensa en la que el directorio informaba sobre el balance anual.
Denuncian intentos de privatización de algunas áreas de la Administración Nacional de Combustibles, Alcohol y Portland (Ancap), así como la “liquidación” de la flota naval. Sostienen que detrás de esto se encuentran “una vez más los intereses privados, y lo que se intenta hacer es dejar de lado la flota propia que tiene Ancap para entregar la distribución a las empresas privadas. Contra eso estamos batallando y en defensa de una Ancap estatal y pública”, dijo el dirigente sindical Edwin Villero en declaraciones a la web del Pit-Cnt.
Los paros de Fancap se realizarán en distintas áreas del ente y serán a nivel nacional, con paros parciales en las distintas plantas. Se extenderán hasta el 16 de abril cuando se volverá a reunir la dirección nacional para evaluar el conflicto.
Villero indicó que si bien las instancias de diálogo no han encontrado el eco que esperaban los trabajadores, desde Fancap se insistirá en el diálogo como forma de encuentro. No obstante, el sindicato pretende un ámbito de negociación superior y para eso estiman solicitar una reunión con el presidente de la República, Tabaré Vázquez.
Uno de los puntos que moviliza a Fancap es la falta de mantenimiento y reparación del buque tanque Ancap IX cuyos certificados caducan el próximo 31 de mayo. Indican que desde el Instituto Cuesta Duarte se realizaron estudios y propuestas para optimizar los costos de reparación que reducen a un tercio el precio manejado inicialmente. “Ancap ha desechado la propuesta que realizamos los trabajadores junto con el Instituto Cuesta Duarte y como tenemos esa fecha límite del 31 de mayo es que iniciamos este plan de movilizaciones”, agregó.

Horas límite

Horas límite
PORTAL PIT-CNT
La Federación de Funcionario de Ancap (FANCAP) se declaró en conflicto y comenzó hoy una serie de movilizaciones que tendrán alcance nacional. El paro de hoy da inicio a distintas acciones en defensa de la flota fluvial en manos de Ancap y el transporte de combustible y que irán hasta el 16 de abril, fecha en la que se volverá a reunir la dirección nacional para evaluar la marcha del conflicto. Las próximas medidas serán a nivel nacional, con paros parciales en las distintas plantas de Ancap, que comenzarán el próximo viernes en La Teja y que incluirán desde la semana próxima paralizaciones en el resto del país. Si bien las instancias de diálogo no han encontrado el eco que esperaban los trabajadores, desde la Federación Ancap se insistirá en la vía del diálogo como forma de encuentro de soluciones. Empero, los trabajadores anunciaron que ahora pretenden un ámbito de negociación superior y que están decididos a solicitar una reunión con el presidente de la República, Tabaré Vázquez.
Según explicó al Portal Edwin Villero, dirigente de la Federación de Funcionarios de Ancap, los trabajadores entienden que el ámbito de negociación bipartito con Ancap “se agotó” por lo que ahora se entiende necesario generar un espacio de diálogo con la participación del MTSS, el directorio de la empresa y los trabajadores. Villero subrayó la importancia estratégica que representa para el país la distribución de combustible en el litoral.
Uno de los puntos que señala la Federación es la falta de mantenimiento y reparación del Buque Tanque Ancap Noveno cuyos certificados caducan el próximo 31 de mayo. Por su parte, desde el Instituto Cuesta Duarte se realizaron estudios y propuestas para optimizar los costos de reparación del barco que reduce a un tercio el precio que se había manejado inicialmente. “Ancap ha desechado la propuesta que realizamos los trabajadores junto con el Instituto Cuesta Duarte y como tenemos esa fecha límite del 31 de mayo es que hoy iniciamos este plan de movilizaciones” sostuvo el dirigente. Según explicó Villero, existen dos informes contradictorios: uno que sostiene que el barco tal como está no puede seguir navegando y otro que indica lo contrario, aunque claramente deberá tener los certificados que lo habiliten.

Y así fue

Los desencuentros entre la Federación Ancap y las autoridades tuvieron el pasado año momentos de tensión, especialmente cuando los trabajadores denunciaron el intento privatizador del servicio médico. “Entonces dijimos que se estaba operando en beneficio de una mutualista y hoy eso quedó claramente a la vista de todos. Un año después vemos lo que sucedió. Ahora hay una policlínica abierta por la Asociación Española con atención exclusiva para trabajadores activos y jubilados de Ancap y con valores muy inferiores a lo que paga cualquier socio normal en la mutualista, con enormes beneficios incluso para familiares y eso lo estamos pagando de las arcas de Ancap y nosotros estamos en contra de eso. Ahora en perspectiva todo se ve más claro a pesar que entonces ya lo denunciamos. Y bien o no nos entendían o no nos querían entender. Ahora denunciamos que detrás de la privatización y liquidación de nuestra flota naval están los interese privados; una vez más los intereses privados, y lo que se intenta hacer es dejar de lado la flota propia que tiene Ancap para entregar la distribución a las empresas privadas. Contra eso estamos batallando y en defensa de una Ancap estatal y pública” concluyó.

Enfoques represivos para problemas sociales



Se conoció en estos días la propuesta del ministro Bonomi para que los patrulleros cuenten con escopetas y balas de gomas para intervenir en distintas situaciones y su crítica a que los “delincuentes” esperen las sentencias en libertad como indica el nuevo Código Penal.

La propuesta del ministro se anunció luego de los incidentes que se dieron en Malvín Norte hace pocos días. En el medio de una persecución un joven murió y otro fue herido cuando los policías se enfrentaron a vecinos de la zona que tiraban piedras a los patrulleros. Hace pocas semanas en la misma zona jóvenes y vecinos habían protestado en Avenida Italia contra el accionar policial.

Aunque Bonomi ha señalado que no comparte la propuesta de ley presentada por el sindicato policial de “legítima defensa presunta” y se pronunció en contra de la intervención del ejército en asuntos de seguridad interna su enfoque en relación a la problemática de la “delincuencia” no puede superar una política represiva punitiva que criminaliza la pobreza.

En este sentido su pedido de que los “delincuentes” no esperen la sentencia en libertad es en definitiva un pedido de más cárcel y encierro.

En un país con la mayor cantidad de presos en relación a la población de América Latina, observado por los organismos de derechos humanos internacionales por las condiciones de reclusión y que sistematicamente ha endurecido penas en las últimas décadas la posición de Bonomi termina siendo una concesión a la derecha que pide más mano dura.

De la misma manera que los patrulleros vuelvan a contar con escopetas y los policías puedan usar balas de goma cae también en una “solución” represiva para problemas sociales.

Los jóvenes de los barrios populares están cansados de razzias, prepotencia policial, malos tratos, megaoperativos y gatillo fácil; cuando responden con piedras a la policía es porque intuyen que nada se puede esperar de las instituciones represivas del Estado.

No se trata como dice Bonomi de que ahora los pobres eligen integrar bandas de narcotraficantes; la fragmentación social es producto de un capitalismo que no tiene nada para ofrecer.
En todo caso la exclusión y la falta de oportunidades generan las condiciones para la delincuencia y ninguna política represiva es una solución, es siempre una forma de criminalizar la pobreza.

Hernán Yanes