domingo, 31 de enero de 2021

Trump no tomará cianuro por Boaventura de Sousa Santos // Joe Biden en la Casa Blanca: ninguna ilusión Por Atilio A. Borón // EEUU: La era Trump ha terminado. ¿Vuelta a 2015? // Noam Chomsky: Las 10 Estrategias de Manipulación Mediática // Muertes por covid-19 en EE.UU. ya superan a las bajas de EEUU en la 2.a Guerra Mundial // Biden: las muertes por covid-19 en EE.UU. podrían superar las 500.000 en febrero // Biden firma sus primeras acciones ejecutivas que deshacen políticas de Trump (freno a la construcción del muro y EE.UU. regresa a la OMS y al Acuerdo de París) // La Administración de Biden seguirá considerando a Jerusalén como capital de Israel // Biden afirma que EE.UU. mantendrá el apoyo a Guaidó en Venezuela // Cuando los derrotados en la Guerra de Secesión crearon el Ku Klux Klan // URUGUAY: Sunca prepara movilización para febrero // COFE rechaza aumento de tarifas públicas porque funciona como un impuesto encubierto

 

Espejos extraños

Trump no tomará cianuro

por Boaventura de Sousa Santos

12 enero, 2021 - PÚBLICO

El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, saluda antes de salir a West Point (Nueva York) desde la Casa Blanca, en Washington. REUTERS/Cheriss May
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, saluda antes de salir a West Point (Nueva York) desde la Casa Blanca, en Washington. REUTERS/Cheriss May

Traducción de Antoni Aguiló y José Luis Exeni Rodríguez

Trump no es Hitler, Estados Unidos no es la Alemania nazi, ningún ejército invasor está en camino a la Casa Blanca. A pesar de todo eso, no es posible evitar una comparación entre Trump en estos últimos días y los últimos días de Hitler. Hitler en su búnker, Trump en la Casa Blanca. Los dos, habiendo perdido el sentido de la realidad, dan órdenes que nadie cumple y, cuando son desobedecidos, declaran traiciones que alcanzan a los más próximos e incondicionales: Himmler, en el caso de Hitler; Mike Pence, en el caso de Trump. Así como Hitler se negó a creer que el Ejército Rojo soviético estaba a diez kilómetros del búnker, Trump se niega a reconocer que perdió las elecciones. Las comparaciones terminan aquí. A diferencia de Hitler, Trump no ve llegado su final político y mucho menos se retirará a su habitación para, junto a su esposa, Melania Trump, ingerir cianuro y, conforme el testamento, incinerar sus cuerpos fuera del búnker, es decir, en los jardines de la Casa Blanca. ¿Por qué no lo hace?

Al final de la guerra, Hitler se sintió aislado y profundamente desilusionado con los alemanes por no haber sabido estar a la altura del gran destino que les tenía reservado. Como diría Goebbels, también en el búnker: "El pueblo alemán eligió su destino y ahora sus pequeñas gargantas están siendo cortadas". Por el contrario, Trump tiene una base social de millones de estadounidenses y, entre los más fieles, se encuentran grupos de supremacistas blancos armados y dispuestos a seguir al líder, incluso si la orden es invadir y vandalizar la sede del Congreso. Y, lejos de ser pesimista respecto a ellos, Trump considera a sus seguidores los mejores estadounidenses y grandes patriotas, aquellos que harán "America great again". Hitler sabía que había llegado su fin y que su final político también sería su final físico. Lejos de eso, Trump cree que su lucha verdaderamente comienza ahora, porque solo ahora será convincentemente una lucha contra el sistema. Mientras que muchos millones de estadounidenses quieren pensar que el conflicto ha llegado a su fin, Trump y sus seguidores desean mostrar que ahora comenzará, y continuará hasta que Estados Unidos les sea devuelto. Joe Biden se equivoca cuando, al ver la vandalización del Congreso, afirma que eso no es Estados Unidos. Sí lo es, porque Estados Unidos es un país que no solo nació de un acto violento (la matanza de los indios), sino que fue a través de la violencia que se dio todo su progreso, traducido en victorias de las que el mundo tantas veces se sintió orgulloso, desde la propia unión de Estados "Unidos" (620.000 muertos en la guerra civil) hasta la luminosa conquista de los derechos civiles y políticos por parte de la población negra (numerosos linchamientos, asesinatos de líderes, siendo Martin Luther King. Jr. el más prominente), como sigue siendo el país donde fueron asesinados muchos de los mejores (según ellos) líderes políticos electos, desde Abraham Lincoln hasta John Kennedy. Y esta violencia ha dominado tanto la vida interna como toda su política imperial, sobre todo tras la Segunda Guerra Mundial. Que lo digan los latinoamericanos, Vietnam, los Balcanes, Irak, Libia, los palestinos, etcétera.

Joe Biden también se equivoca cuando dice que la pesadilla ha llegado a su fin y que ahora se reanudará el camino de la normalidad democrática. Por el contrario, Trump tiene razón al pensar que todo está empezando ahora. El problema es que él, contrariamente a lo que piensa, no controla lo que va a empezar y, por este motivo, los próximos años tanto pueden serle favorables, llevándolo de vuelta a la Casa Blanca, como pueden dictar su fin, un triste final. Como sistema político y social, Estados Unidos está en un momento de bifurcación, un momento característico de los sistemas alejados de los puntos de equilibrio, en los que cualquier pequeño cambio puede producir consecuencias desproporcionadas. Resulta, por tanto, aún más difícil de lo habitual predecir lo que sucederá. A continuación, identifico algunos de los factores que pueden causar cambios en una u otra dirección: desigualdad y fragmentación, primacía del derecho y Stacey Abrams.

Desigualdad y fragmentación. Desde la década de 1980, la desigualdad social ha ido en aumento, tanto que Estados Unidos es hoy el país más desigual del mundo. La mitad más pobre de la población tiene actualmente solo el 12% del rendimiento nacional, mientras que el 1% más rico tiene el 20% de ese rendimiento. En los últimos cuarenta años el neoliberalismo ha dictado el empobrecimiento de los trabajadores estadounidenses y destruyó las clases medias. En un país sin servicio público de salud y sin otras políticas sociales dignas de ese nombre, uno de cada cinco niños pasa hambre. En 2017, uno de cada diez jóvenes de entre 18 y 24 años (3,5 millones de personas) había pasado en los últimos doce meses por un período sin un lugar donde vivir (homelessness). Adoctrinados por la ideología del "milagro americano" de las oportunidades y viviendo en un sistema político cerrado que no permite imaginar alternativas al statu quo, la política de resentimiento, que la extrema derecha es experta en explotar, ha hecho que los estadounidenses victimizados por el sistema consideren que el origen de sus males estaba en otros grupos aún más victimizados que ellos: negros, latinos o inmigrantes en general.

Con la desigualdad social, aumentó la discriminación étnico-racial. Los cuerpos racializados son considerados inferiores por naturaleza; si nos hacen daño, no hay que discutir con ellos. Tienes que neutralizarlos, depositándolos en cárceles o matándolos. Estados Unidos tiene la tasa de encarcelamiento más alta del mundo (698 presos por cada 100.000 habitantes). Con menos del 5% de la población mundial, EE.UU. tiene el 25% de la población carcelaria. Los jóvenes negros tienen cinco veces más probabilidades que los jóvenes blancos de ser condenados a prisión. En estas condiciones, ¿es sorprendente que la apelación antisistema sea atractiva? Nótese que hay más de 300 milicias armadas de extrema derecha repartidas por todo el país, un número que ha aumentado desde la elección de Obama. Si no se hace nada en los próximos cuatro años para cambiar esta situación, Trump seguirá alimentando, y con razón, su obsesión por regresar a la Casa Blanca.

Primacía del derecho. Estados Unidos se ha convertido en el campeón mundial de la rule of law y de la law and order. Durante mucho tiempo, en ningún país se conocía el nombre de los jueces de la Corte Suprema, excepto en Estados Unidos. Los tribunales estadounidenses ejercieron la función de garantizar el cumplimiento de la Constitución con una independencia razonable. Hasta que ciertos sectores de las clases dominantes entendieron que los tribunales podían ponerse más activamente al servicio de sus intereses. Para ello, decidieron invertir mucho dinero en la formación de magistrados y en la elección o nombramiento de jueces para los tribunales superiores. Esta movilización política de la justicia tuvo una dimensión internacional cuando, especialmente después de la caída del Muro de Berlín, la CIA y el Departamento de Justicia comenzaron a invertir fuertemente en la formación de magistrados y en la modificación del derecho procesal (delación premiada) de los países bajo su influencia. Así surgió el Lawfare, una guerra jurídica, de la que la Operación Lava-Jato en Brasil es un ejemplo paradigmático. Trump cometió varios delitos federales y estatales, incluida la obstrucción de la justicia, el blanqueo de capitales, el financiamiento ilegal de campañas electorales y delitos electorales (el más reciente de los cuales fue un intento de alterar de manera fraudulenta los resultados de las elecciones de Georgia en enero de 2021). ¿Funcionará el sistema penal como solía hacerlo en el pasado? Si es así, Trump será condenado y probablemente irá preso. Si eso ocurre, su fin político estará cerca. De lo contrario, Trump trabajará su base, dentro o fuera del partido republicano, para regresar con fuerza en 2025.

Stacey Abrams. Esta excongresista negra es la gran responsable de la reciente elección de los dos senadores demócratas en el estado de Georgia, una victoria decisiva para dar a los demócratas la mayoría en el Senado y así permitir que Biden no sea objeto de obstrucción política permanente. ¿Cuál es el secreto de esta mujer? En el transcurso de diez años, ha tratado de articular políticamente a todas las minorías pobres de Georgia (negras, latinas y asiáticas), un estado donde el 57,8% de la población es blanca, un estado considerado racista y supremacista, donde tradicionalmente ganan los conservadores. Durante años, Abrams creó organizaciones para promover el registro electoral de las minorías pobres alienadas por el fatalismo de ver ganar siempre a los mismos opresores. Orientó el trabajo de base para fomentar la unidad entre los diferentes grupos sociales empobrecidos, tan a menudo separados por los prejuicios étnico-raciales que alimentan el poder de las clases dominantes. Después de diez años, y tras una carrera notable que podría haber alcanzado su auge con la nominación como vicepresidenta de Biden (en lo que fue relegada en favor de Kamala Harris, más conservadora y más cercana a los intereses de las grandes empresas de información y de comunicación de Silicon Valley), Abrams logra una victoria que puede liquidar la ambición de Trump de regresar al poder. El mismo día en que los vándalos rompían cristales y saqueaban el Capitolio, se festejaba en Georgia esta notable hazaña, una poderosa demostración de que el trabajo político que puede garantizar la supervivencia de las democracias liberales en estos tiempos difíciles no puede limitarse a votar cada cuatro años, y ni siquiera al trabajo en las comisiones parlamentarias por parte de los electos. Exige trabajo de base en lugares inhóspitos y muchas veces peligrosos donde viven las poblaciones empobrecidas, ofendidas y humilladas que, casi siempre con buenas razones, perdieron el interés y la esperanza en la democracia.

La obra de Stacey Abrams, multiplicada por los movimientos Black Lives Matter, Black Voters Matter y tantos otros, muchos de ellos inspirados en Bernie Sanders y "nuestra revolución" animada por él, puede devolver a la democracia estadounidense la dignidad que Trump puso en riesgo. Si es así, la mejor lección que los estadounidenses pueden aprender es que el mito del "excepcionalismo estadounidense" es solo eso, un mito. Estados Unidos es un país tan vulnerable como cualquier otro a las aventuras autoritarias. Su democracia es tan frágil como frágiles son los mecanismos que pueden evitar que los autócratas, los antidemócratas sean elegidos democráticamente. La diferencia entre ellos y los dictadores es que, mientras estos últimos comienzan por destruir la democracia para llegar al poder, los primeros usan la democracia para ser elegidos, pero luego se niegan a gobernar democráticamente y a abandonar democráticamente el poder. Desde la perspectiva de la ciudadanía, la diferencia no es muy grande.


Joe Biden en la Casa Blanca: ninguna ilusión

Por Atilio A. Borón
PÁGINA 12 -  21 de enero de 2021

Imagen: EFE

Puede parecer un consejo vano, pero hay que recordar el torrente de ilusorias expectativas que despertó el triunfo de Barack Obama en 2008. Reflejo de la profunda penetración del mensaje neocolonial, los cánticos triunfalistas que destacados intelectuales de la “progresía” europea y latinoamericana entonaran en vísperas de la inauguración de su mandato fueron rápidamente acallados ni bien el afro-americano puso manos a la obra (secundado por Joe Biden) y dedicó ingentes esfuerzos a salvar a los bancos de la “crisis de las hipotecas sub-prime” olvidándose de los millones que fueron estafados por aquellos. Dado que ya se escuchan, si bien con un tono aflautado, algunas letanías parecidas a las del 2008, parece oportuno recordar estos antecedentes para no caer en nuevas –y previsibles- frustraciones.

Biden llega a la Casa Blanca con un equipo étnicamente más heterogéneo que el de Donald Trump, casi en su totalidad conformado por varones blancos. Pero en todos los casos se trata de personas que más allá de su diversidad étnica y cultural están íntimamente ligadas al gran capital norteamericano. El Departamento de Estado será dirigido por Anthony Blinken, un halcón moderado, pero halcón al fin, que cree que su país tendría que haber fortalecido su presencia en Siria para evitar la llegada de Rusia. Blinken apoyó la invasión a Irak en 2003 y la intervención armada en Libia que culminó con la destrucción de ese país y el linchamiento de Muammar El Gadafi. Ha dicho que “la fuerza debe ser un complemento necesario de la diplomacia”, en línea con el pensamiento tradicional del establishment. Por lo tanto, a no confundirse.

El Jefe del Pentágono propuesto por Biden es un afro-descendiente, Lloyd Austin, un general de cuatro estrellas con 41 años de actividad en el Ejército y cuya ratificación en el Senado puede verse comprometida por dos razones. Primero porque la ley establece que ese cargo sólo lo puede ocupar un militar que haya abandonado el servicio por lo menos siete años antes, y Austin recién lo hizo en el 2016. Segundo, porque hasta fechas recientes era miembro del Directorio de Raytheon, uno de los gigantes del complejo militar-industrial, gran proveedor de las fuerzas armadas de EEUU. Además Austin, un hombre con buen olfato para los negocios, es también socio de un fondo de inversión dedicado a la compraventa de equipos militares. Pequeñas incompatibilidades, dirán los medios hegemónicos, siempre tan complacientes con lo que ocurre en Washington.

La segunda línea del Departamento de Estado tiene como figura estelar, en el cargo de subsecretaria para Asuntos Políticos, nada menos que a Victoria Nuland. Este personaje es un super-halcón que en la Plaza Euromaidan de Kiev alentó y repartió botellitas con agua y pastelitos a las hordas (similares a las que asolaron el Capitolio el 6 de enero en Washington) que sitiaban la casa de gobierno de Ucrania y, en febrero de 2014, derrocaron al legítimo gobierno de ese país. Una conversación telefónica entre el embajador de EEUU en Ucrania y Nuland, inesperadamente filtrada a la prensa, quedará para siempre en los anales de la historia diplomática porque cuando aquel le hizo saber que la Unión Europea no estaba muy de acuerdo con derrocar al gobierno de Víktor Yanukóvich la Nuland respondió con un seco “Fuck the European Union!” No está demás agregar que esta bella persona está casada con Robert Kagan, un ultraderechista autor de varios libros en donde exalta el Destino Manifiesto de Estados Unidos, defiende sin tapujos la ocupación israelí de Palestina y recrimina a los gobiernos europeos por su cobardía en acompañar a Estados Unidos en su cruzada civilizatoria universal. Todo queda en familia.

Por si lo anterior no fuera suficiente para disipar cualquier esperanza en relación al recambio presidencial en Estados Unidos termino con dos citas de un artículo que Joe Biden publicara en la revista Foreign Affairs.[i] Se titula “Por qué EEUU debe conducir nuevamente. Rescatando la política exterior después de Trump” y allí lanza un rabioso ataque en contra de Rusia y China. De la primera dice que la sociedad civil rusa resiste con valentía la opresión del “sistema autoritario y la cleptocracia de Vladimir Putin”. Sobre China, reafirma la necesidad de “endurecer nuestra política” hacia el gigante asiático. De lo contrario, asegura, China continuará “robando la tecnología y la propiedad intelectual” de nuestras empresas. [ii] 

Difícil que con personas como las que ha reclutado para los cargos clave de su administración y con una retórica como la que brota de su puño y letra el mundo pueda respirar tranquilo y confiar en que, ahora sin Trump, las tensiones del sistema internacional disminuirán significativamente.

[i] En Foreign Affairs, Marzo-Abril 2020, Volumen 99, Nº 2, pp. 64-76.

[ii] El periodista Rick Gladstone, en un artículo publicado en el New York Times del 7 de noviembre de 2020, después de su artículo en Foreign Affairs, asegura que Biden se refirió a Xi Jinping como “un matón”.


Sin Permiso: República y socialismo, también para el siglo XXI

EEUU: La era Trump ha terminado. ¿Vuelta a 2015?

Luke Savage

08/11/2020

Mientras la presidencia de Trump afortunadamente agoniza, Joe Biden y la dirección demócrata están esclavizados por la peligrosa ilusión de que pueden llevar al país de vuelta al mundo político de 2015, como si nada hubiera pasado. Están a punto de descubrir que han obtenido una victoria pírrica.

Incluso antes de que las cifras empezaran a parecer inesperadamente buenas para Donald Trump, supe que algo debía estar mal. La pista fue un cambio sutil pero real en las bromas de las noticias por cable, que en la madrugada del martes por la noche cambiaron su tono inicial de seguridad por una agitación visible. Joe Biden parecía con ventaja en al menos algunos de los lugares correctos, pero ¿dónde estaba la avalancha que tanto los analistas demócratas como los encuestadores habían previsto confiados? Misteriosamente ausentes las señales de la avalancha prometida, los sumos sacerdotes de las noticias por cable gradualmente parecieron optar por una respuesta. Claro, Trump podía ir por delante en estados clave del Medio Oeste, pero este era precisamente el resultado que todos habíamos anticipado. Después llegarían los votos por correo y lo probable es que fueran para Biden.

La narrativa tuvo eco no solo porque era lo que los espectadores anti- Trump querían escuchar, sino porque pronto resultaría ser cierta: el sábado por la mañana, Biden superó el umbral de 270 del colegio electoral necesario para ganar la presidencia gracias a que el recuento tardío de los votos por correo se inclinó decididamente a su favor. Sin embargo, el tono general en CNN a media noche de las elecciones parecía un esfuerzo desesperado por mantener la sensación de que todo iba según el plan. Con el polvo de la batalla finalmente asentado, hay una buena posibilidad de que esta narrativa se mantenga, no solo porque los partidarios liberales (y los consultores demócratas) lo defenderán, sino porque es lo que muchos observadores políticos y gente común hartos de Trump quieren creer desesperadamente.

Baste decir que esta elección nunca debería haber sido tan apretada y las cosas, por decirlo suavemente, no salieron según lo planeado. Aunque el recuento final aún está por llegar, Trump ha sumado millones de votos a su total de 2016. Si hubiera obtenido unos miles de votos más en un puñado de estados indecisos, ahora estaría camino de un segundo mandato. Esto es por no hablar del catastrófico resultado de los demócratas en las votaciones paralelas, en las que varios representantes republicanos en el Senado aplastaron a unos competidores llenos de dinero  en efectivo y aun siendo el partido mayoritario perdió escaños en la Cámara, solo dos años después de su gran victoria en 2018. Dicho y hecho, la semana de elecciones que comenzó con euforia sobre la perspectiva de que los demócratas consiguieran Texas y se asegurasen una mayoría cómoda en el Senado terminó sin resuello mientras todos nos tranquilizamos a nosotros mismos, y a los demás, asegurando que Biden llegaría a  cruzar el primero la línea de meta.

Cada resultado electoral debe ser evaluado en su contexto específico, y es ante todo la dinámica política más amplia de 2020 lo que hace que esta votación sea una victoria pírrica tanto para la campaña de Biden como para el Partido Demócrata. Trump nunca ha sido un presidente popular. Gran parte de los medios de comunicación de EEUU claramente apoyaban una victoria demócrata. A fines del mes pasado, un cuarto de millón de estadounidenses habían muerto por el coronavirus y millones más se hundieron en la pobreza. Y  a pesar de eso, en medio de las dificultades económicas generales y una pandemia que está causando estragos en las vidas y los medios de subsistencia en todo Estados Unidos, un presidente históricamente corrupto, odiado y plagado de escándalos ha recibido millones de votos más en su intento por ser reelegido. Si el virus nunca hubiera golpeado y la situación existente en enero se hubiera mantenido, con el índice de aprobación económica de Trump en niveles que ningún presidente había tenido en dos décadas, no cabe duda de que el ex presentador de televisión de The Apprentice hubiera aplastado al desventurado Biden en su camino hacia un segundo mandato.

En las próximas semanas podemos esperar una avalancha de excusas autosatisfechas, plagadas del mismo tono de tranquilidad defensiva que nos inundó la noche de las elecciones. Pero aunque finalmente se alcanzó el numero necesario de compromisarios en el colegio electoral, quedan muchas preguntas sin respuesta sobre la efectividad de la candidatura de Biden y la estrategia demócrata en general.

En primer lugar, la decisión de cortejar y poner en primer plano a los republicanos, que se exhibió sin cortapisas en la Convención Nacional Demócrata este verano, parece haber fracasado. Los glorificados inspectores de billeteras del Proyecto Lincoln pueden haber estafado con éxito a los liberales decenas de millones, pero sus anuncios no parecen haber sido más efectivos contra Trump que la farsa de campaña  en la retaguardia llevada a cabo por las élites conservadoras durante su ascenso inicial. Según una encuesta a boca de urna publicada por Edison Research, el 93 por ciento de los votantes republicanos finalmente respaldaron a Trump, una proporción aún mayor que en 2016. Hace solo unos pocos meses, se podía escuchar a Rahm Emanuel, el flautista de los suburbios de Applebee, llamando a estas elecciones el "año del republicano de Biden". Evidentemente no ha sido así.

A pesar de su visibilidad especial en este ciclo, la estrategia no fue un éxito, ya que los demócratas centristas están convencidos desde hace mucho tiempo que el país es tan intrínsecamente conservador que mimar a los votantes de derecha con apelaciones a la moderación es una genialidad maquiavélica en lugar de una capitulación ante la inercia post-reaganista. Al igual que en 2016, esa suposición parece haber dado pocos frutos. En todo el país, de hecho, las iniciativas electorales y las encuestas a boca de urna sugieren que los demócratas se colocaron a la derecha de la mayoría electoral en temas clave. Florida, el primer estado donde quedó claro que la avalancha prometida no se produciría, votó por un margen considerable a favor de aumentar su salario mínimo. Las iniciativas electorales para legalizar la marihuana, una idea a la que Biden se opone a pesar de su notable popularidad en los votantes de ambos partidos, fueron aprobadas en cinco estados. Incluso en una encuesta a pie de urna visiblemente sesgada, la cobertura médica universal obtuvo un rotundo apoyo del 72 por ciento, una encuesta encargada nada menos que por Fox News, que también identificó el respaldo de la mayoría a un control de armas más estricto, una reforma migratoria progresista y a los derechos reproductivos.

Aunque probablemente habrá una buena cantidad de revisionismo en las próximas semanas, los partidarios de la estrategia elegida por los demócratas predecían confiados hace solo unos días una avalancha como en 1972. “Esta puede ser la mayor avalancha en este país polarizado,” declaró el encuestador demócrata Stan Greenberg  al Daily Beast el 29 de octubre “Los resultados no van a ser apretados”, declaró James Carville en MSNBC . Aún más efusivo sobre las perspectivas demócratas, el New York Times predijo el 21 de octubre "una avalancha electoral enorme y poco común". Una vez más, los demócratas se apostaron muy convencidos la casa en una campaña centrista que obtendría, según ellos, una victoria de proporciones históricas. Una vez más, no logró los resultados prometidos, perdiendo por medio un número aterrador de votantes no blancos a favor del Partido Republicano.

Esto nos lleva al propio Biden, el candidato que se garantizó con rotundidad a los votantes demócratas en las primarias que era la opción segura y elegible contra Donald Trump. Numerosas voces de la izquierda (incluidas muchas en Jacobin) argumentaron decididamente que un programa popular y mayoritario dirigido a los no votantes tradicionales y que buscara dinamizar la base demócrata tradicional representaba la mejor opción, tanto para derrotar a Trump como para cambiar de rumbo después de décadas de retroceso liberal. Dado que esta teoría nunca pudo ser probada, no podemos saber con certeza si sus supuestos básicos eran correctos (aunque mi propia opinión sobre el tema no debería ser difícil de extrapolar).

Lo que sí sabemos es que el manual demócrata estándar se ha quedado corto más veces que las que ha tenido éxito. Dicho en términos más sencillos, solo ha habido dos presidentes demócratas en los últimos cuarenta años y el que tuvo más exito de los dos se postuló como un populista fuera del sistema y líder de un movimiento de masas que se comprometía a enfrentarse a Wall Street, reducir la participación de Estados Unidos en guerras extranjeras y cambiar el país. Biden, a pesar de su estrecha relación con Barack Obama, desempeñó un papel activo en el afianzamiento de la triangulación como modus operandi demócrata durante la década de 1980 y nunca quiso una campaña de ese tipo.

En contra del espíritu de 2008, el ex vicepresidente y pronto presidente electo se presentó en los términos más modestos: como una figura que atemperaría el caos y la anarquía de los últimos cuatro años y devolvería al país al equilibrio pre-2016. A  pesar de las páginas de opinión malgastadas en especulaciones absurdas sobre si defendería una ambiciosa agenda liberal, la propia retórica de Biden (y la estrategia de los donantes empresariales) siempre ha garantizado lo contrario. Más estado de ánimo que programa, su atractivo descansaba, y aún descansa, en la suposición errónea de que el trumpismo comienza y termina con la ocupación de la Casa Blanca por parte de Donald Trump: que un presidente de estilo más convencional y menos voluble basta para curar cualquier espasmo aleatorio que pueda haber causado temporalmente que una parte del electorado haya perdido el juicio.

Este enfoque conservador, con c pequeña, de liderazgo nacional implicaba inevitablemente evitar o marginar las grandes ideas políticas, incluso cuando un virus mortal invadía el cuerpo político. La opción pública, la supuesta alternativa pragmática de Biden a Medicare para todos, apenas recibió una mención en la campaña. Mientras los incendios forestales ardían con una ferocidad apocalíptica en la costa oeste, ofreció poco más que recitar el vacío mantra liberal de que el cambio climático es real, pero se distanció activamente del programa verde más ambicioso de la historia moderna. Incluso cuando los republicanos tomaron mortíferamente el poder en la Corte Suprema, Biden se cuidó mucho en su primer debate con Trump de hablar amablemente sobre la juez de extrema derecha nominada por el presidente y rechazó una reforma judicial.

Esto por no hablar de las debilidades personales de Biden como candidato, generalmente eludidas por unos comentaristas en su mayoría comprensivos que se contentan con enterrar o pasar por alto  historias o incidentes que podrían poner en peligro sus perspectivas para el futuro. Por lo tanto, incluso la tendencia de Biden  de mantener un perfil bajo y realizar una campaña absentista durante parte de septiembre no pareció provocar ninguna de las preguntas obvias e incluso obtuvo elogios ocasionales. El hecho de que el ex vicepresidente últimamente no se parezca en nada al hombre que debatió tan hábilmente con Paul Ryan en 2012 ha sido eliminado en gran medida de la narrativa oficial.

A pesar de la candidatura de Biden, los deslucidos resultados electorales de los demócratas no fueron inevitables, sino el producto de opciones y cálculos políticos libremente asumidos. Como era de esperar, figuras clave del partido y representantes de los medios ya están trabajando para echar la culpa a otros. La exsenadora Claire McCaskill aparentemente cree que los demócratas hablan en exceso sobre las armas, los derechos reproductivos, el matrimonio homosexual y "los derechos de los transexuales". Con una segunda vuelta para el Senado pendiente en Georgia, el portavoz de la mayoría demócrata de la Cámara, Jim Clyburn,  según se informa declaró en una convocatoria del grupo parlamentario, "[si] vamos a defender Medicare para todos, recortar fondos a la policía [y] una medicina socializada, no vamos a ganar". Nancy Pelosi también advierte a los demócratas que no giren hacia la izquierda. No hace falta decir que se trata de reacciones desconcertantes de personalidades cuya propia estrategia ha fracasado rotundamente a la hora de dar el resultado prometido. A medida que el polvo de la batalla electoral se asiente, inevitablemente seremos obsequiados con un creciente coro de voces de todo el establishment liberal que insistirá en que el único camino a seguir para los demócratas es una nociva mezcla de revanchismo económico y cultural. El centro liberal, siempre convencido de su propia sabia rectitud, paradójicamente descubre tener razón incluso en la derrota moral y táctica.

Este estado de cosas redundará lamentablemente en reforzar los peores instintos de Biden como viejo fetichista de los compromisos bipartidistas y la mediación entre élites. Suponiendo que los republicanos retengan el Senado, Estados Unidos estará dirigido por un gobierno de coalición de facto McConnell / Biden en un período de crecimiento de déficits y cada vez mas frecuentes llamamientos a la austeridad. Aquellos que rezaron por el destierro de Trump y el regreso a la era de Obama pueden, por lo tanto, estar consiguiendo lo que desean, aunque  lo consigan gracias a la magia negra y una pata de mono maldita: un presidente centrista, un Congreso dividido y un Senado obstruccionista. La vuelta a la normalidad, por fin.

Afortunadamente, la presidencia de Trump está a punto de sufrir la muerte patética y farfullante que tanto se merece, dejando tras de sí un legado de mentiras, recortes de impuestos pícaros y una crueldad innecesaria. Sin embargo, a pesar de la anarquía que indudablemente ha provocado, el tema final de la era Trump puede terminar siendo la continuidad más que la ruptura. Cuando superemos la farsa de las últimas semanas de Trump en el cargo, el panorama de la política estadounidense se parecerá mucho a una versión de principios de 2016 con un puñado de contrastes tanto brillantes como sombríos.

Si la semana pasada es un indicio, el cálculo estratégico subyacente en las direcciones de los dos partidos no promete muchos cambios más allá de la estética. Los demócratas vacilarán y ofrecerán concesiones, celebrando cada retirada como una victoria para el "incrementalismo". Mitch McConnell obstruirá y, cuando sea posible, hará las sangrías legislativas que solo él puede hacer. El osificado consenso post-2010 persistirá obstinadamente en la medida que las élites conserven su paralizante adicción a la triangulación y los vicios de la riqueza organizada.

Si el trumpismo una vez prometió romper en pedazos la normalidad política, el presidente Trump dejará el cargo como una criatura convencional del aparato conservador de principio a fin: sus malos modales y su personalidad desquiciada adornan en gran medida la agenda habitual del Partido Republicano de hostigamiento racista y redistribución ascendente a favor de los más ricos. Mientras tanto, los demócratas del establishment han acabado con la auténtica insurgencia, derrotando a Bernie Sanders y disciplinando a su propia base con una efectividad que sería encomiable si no fuera tan despreciable. Con Biden, el gran tranquilizador, listo para ocupar la Casa Blanca, el profundo y perdurable conservadurismo de los liberales más poderosos de Estados Unidos se hará más evidente.

Sin embargo, quedan verdaderos signos de esperanza. Animada por importantes victorias en el Congreso en Nueva York, Michigan, Minnesota y Missouri, la izquierda insurgente cuenta ahora con más cargos electos en sus filas que en cualquier otro momento de la historia moderna. Las históricas protestas de este verano contra la violencia policial, y el apoyo generalizado que recibieron, desmienten la idea de un país irremediablemente conservador, al igual que una gran cantidad de iniciativas electorales y encuestas a boca de urna que sugieren que persiste la necesidad de una alternativa a la mezquina feria bipartidista actual.

La presidencia de Trump está a punto de acabar. Para bien o para mal, la política llegó para quedarse.

miembro del comité de redacción de la revista Jacobin, EEUU.
Fuente: Traducción:
Enrique García

Las 10 Estrategias de Manipulación Mediática

Noam Chomsky: Las 10 Estrategias de Manipulación Mediática

La lista de Chomsky explica las 10 maneras de manipular a las masas

Por Despierta Publicado el 29 Ago, 2017

El lingüista Noam Chomsky elaboró la lista de las “10 Estrategias de Manipulación mediática” a través de los medios de comunicación de masas.

A continuación veremos en que consisten las 10 estrategias de manera detallada, cómo influyen a la hora de manipular las masas y en que se basan realmente.

1. La estrategia de la distracción. El elemento primordial del control social es la estrategia de la distracción que consiste en desviar la atención del público de los problemas importantes y de los cambios decididos por las elites políticas y económicas, mediante la técnica del diluvio o inundación de continuas distracciones y de informaciones insignificantes. La estrategia de la distracción es igualmente indispensable para impedir al público interesarse por los conocimientos esenciales, en el área de la ciencia, la economía, la psicología, la neurobiología y la cibernética. ”Mantener la Atención del público distraída, lejos de los verdaderos problemas sociales, cautivada por temas sin importancia real. Mantener al público ocupado, ocupado, ocupado, sin ningún tiempo para pensar; de vuelta a granja como los otros animales (cita del texto ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.

2. Crear problemas y después ofrecer soluciones. Este método también es llamado “problema-reacción-solución”. Se crea un problema, una “situación” prevista para causar cierta reacción en el público, a fin de que éste sea el mandante de las medidas que se desea hacer aceptar. Por ejemplo: dejar que se desenvuelva o se intensifique la violencia urbana, u organizar atentados sangrientos, a fin de que el público sea el demandante de leyes de seguridad y políticas en perjuicio de la libertad. O también: crear una crisis económica para hacer aceptar como un mal necesario el retroceso de los derechos sociales y el desmantelamiento de los servicios públicos.

3. La estrategia de la gradualidad. Para hacer que se acepte una medida inaceptable, basta aplicarla gradualmente, a cuentagotas, por años consecutivos. Es de esa manera que condiciones socioeconómicas radicalmente nuevas (neoliberalismo) fueron impuestas durante las décadas de 1980 y 1990: Estado mínimo, privatizaciones, precariedad, flexibilidad, desempleo en masa, salarios que ya no aseguran ingresos decentes, tantos cambios que hubieran provocado una revolución si hubiesen sido aplicadas de una sola vez.

4. La estrategia de diferir. Otra manera de hacer aceptar una decisión impopular es la de presentarla como “dolorosa y necesaria”, obteniendo la aceptación pública, en el momento, para una aplicación futura. Es más fácil aceptar un sacrificio futuro que un sacrificio inmediato. Primero, porque el esfuerzo no es empleado inmediatamente. Luego, porque el público, la masa, tiene siempre la tendencia a esperar ingenuamente que “todo irá mejorar mañana” y que el sacrificio exigido podrá ser evitado. Esto da más tiempo al público para acostumbrarse a la idea del cambio y de aceptarla con resignación cuando llegue el momento.

5. Dirigirse al público como criaturas de poca edad. La mayoría de la publicidad dirigida al gran público utiliza discurso, argumentos, personajes y entonación particularmente infantiles, muchas veces próximos a la debilidad, como si el espectador fuese una criatura de poca edad o un deficiente mental. Cuanto más se intente buscar engañar al espectador, más se tiende a adoptar un tono infantilizante. Por qué? “Si uno se dirige a una persona como si ella tuviese la edad de 12 años o menos, entonces, en razón de la sugestionabilidad, ella tenderá, con cierta probabilidad, a una respuesta o reacción también desprovista de un sentido crítico como la de una persona de 12 años o menos de edad (ver “Armas silenciosas para guerras tranquilas”)”.

6. Utilizar el aspecto emocional mucho más que la reflexión. Hacer uso del aspecto emocional es una técnica clásica para causar un corto circuito en el análisis racional, y finalmente al sentido critico de los individuos. Por otra parte, la utilización del registro emocional permite abrir la puerta de acceso al inconsciente para implantar o injertar ideas, deseos, miedos y temores, compulsiones, o inducir comportamientos…

7. Mantener al público en la ignorancia y la mediocridad. Hacer que el público sea incapaz de comprender las tecnologías y los métodos utilizados para su control y su esclavitud. “La calidad de la educación dada a las clases sociales inferiores debe ser la más pobre y mediocre posible, de forma que la distancia de la ignorancia que planea entre las clases inferiores y las clases sociales superiores sea y permanezca imposibles de alcanzar para las clases inferiores (ver ‘Armas silenciosas para guerras tranquilas)”.

8. Estimular al público a ser complaciente con la mediocridad. Promover al público a creer que es moda el hecho de ser estúpido, vulgar e inculto…

9. Reforzar la autoculpabilidad. Hacer creer al individuo que es solamente él el culpable por su propia desgracia, por causa de la insuficiencia de su inteligencia, de sus capacidades, o de sus esfuerzos. Así, en lugar de rebelarse contra el sistema económico, el individuo se autodesvalida y se culpa, lo que genera un estado depresivo, uno de cuyos efectos es la inhibición de su acción. Y, sin acción, no hay revolución!

10. Conocer a los individuos mejor de lo que ellos mismos se conocen. En el transcurso de los últimos 50 años, los avances acelerados de la ciencia han generado una creciente brecha entre los conocimientos del público y aquellos poseídas y utilizados por las elites dominantes. Gracias a la biología, la neurobiología y la psicología aplicada, el “sistema” ha disfrutado de un conocimiento avanzado del ser humano, tanto de forma física como psicológicamente. El sistema ha conseguido conocer mejor al individuo común de lo que él se conoce a sí mismo. Esto significa que, en la mayoría de los casos, el sistema ejerce un control mayor y un gran poder sobre los individuos, mayor que el de los individuos sobre sí mismos.


Las muertes por covid-19 en EE.UU. ya superan a las bajas que sufrió el país durante la Segunda Guerra Mundial

Publicado: 20 ene 2021 23:28 GMT - RT

Según datos de la Universidad Johns Hopkins, el país norteamericano suma un total de 405.599 decesos por coronavirus desde el inicio de la pandemia.
Washington, EE.UU.Carlos Barria / Reuters

Las muertes por coronavirus registradas en Estados Unidos desde el comienzo de la pandemia ya superan al total de bajas que sufrió el país durante los cuatro años de la Segunda Guerra Mundial. 

Según los últimos datos de la Universidad Johns Hopkins, para la madrugada de este jueves Estados Unidos contabiliza un total de 405.599 casos letales a causa del covid-19. 

Durante la Segunda Guerra Mundial las fuerzas estadounidenses perdieron un total de 405.399 soldados, 291.557 de los cuales fallecieron "en el campo de batalla", según el Departamento de Asuntos de Veteranos de EE.UU.


Joe Biden dice que las muertes por covid-19 en Estados Unidos podrían superar las 500.000 en febrero

Publicado: 21 ene 2021 19:58 GMT - RT

El nuevo presidente de EE.UU., Joe Biden, cree que las muertes causadas por el covid-19 en la nación superarán, probablemente, las 500.000 el próximo mes, según lo declaró durante un discurso pronunciado este jueves en la Casa Blanca.

"Permítanme ser muy claro, las cosas seguirán empeorando antes de mejorar", aseveró el mandatario. "Los casos seguirán aumentando. No nos metimos en este lío de la noche a la mañana", añadió.

Según el último recuento actualizado de la Universidad Johns Hopkins, la nueva enfermedad ya ha infectado a más de 24,5 millones de personas y ha causado 408.011 fallecimientos en el país norteamericano, la nación más azotada del mundo por la pandemia.


El flamante gobierno demócrata empieza a deshacerse de la herencia de Trump

Joe Biden firmó sus primeros decretos: un freno a la construcción del muro 

El nuevo mandatario ordenó para la construcción de la valla en la frontera con México. Determinó la vuelta al Acuerdo de París y emitió una orden ejecutiva para evitar la salida del país de la OMS. 

PÁGINA 12 -  20 de enero de 2021

El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó en su primer día de gobierno 17 decretos que revierten varias políticas de la gestión de Donald Trump. "Por el estado en el que la nación se encuentra, no hay tiempo que perder", aseguró Biden al pisar el Despacho Oval. En concreto, el mandatario demócrata determinó la vuelta de Estados Unidos al Acuerdo de París, principal instrumento multilateral de lucha contra el cambio climático, y emitió una orden ejecutiva para evitar la salida del país de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Además revocó la decisión de su predecesor de vedar los arribos de ciudadanos de Irán, Siria y otro cinco países de mayoría musulmana y ordenó frenar la construcción del muro en la frontera entre el país y México

El flamante mandatario estadounidense firmó este miércoles una orden ejecutiva para retornar al Acuerdo de París, un gesto que busca devolverle a Washington el liderazgo en la lucha contra el cambio climático. Estados Unidos se había retirado oficialmente de dicho acuerdo el cuatro de noviembre del año pasado, solo un día después de las elecciones. 

En otro de sus primeros actos como presidente, Biden detuvo el proceso que Trump inició oficialmente en julio del año pasado para sacar a Washington de la OMS, organismo al que también dejó de ayudar económicamente. El presidente demócrata firmó además un decreto que vuelve obligatorio el uso de mascarillas en los edificios federales como forma de evitar contagios de coronavirus.

Para paliar los efectos de la crisis económica inducida por la pandemia, Biden decretó la extensión de una moratoria contra los desalojos hasta el 31 de marzo, y un congelamiento de los préstamos estudiantiles federales hasta octubre.

En materia migratoria, el presidente anuló el decreto que prohíbe la entrada al país de ciudadanos de países mayoritariamente musulmanes y suspendió la construcción del muro en la frontera con México, financiado con el presupuesto del Pentágono.

Además, Biden cumplió la promesa de presentar en su primer día de mandato un amplio proyecto de ley de inmigración que incluye una vía a la ciudadanía para unos 11 millones de indocumentados en el país. La iniciativa, que deberá recibir al visto bueno de ambas cámaras legislativas dominadas por los demócratas, pretende administrar y proteger de "manera responsable" la frontera, mantener a "familias y comunidades seguras y administrar mejor la migración en todo el hemisferio", señaló el equipo de Biden a través de un comunicado.


Biden firma sus primeras acciones ejecutivas que deshacen políticas de Trump

20 enero 2021 |CUBADEBATE

Biden firma órdenes ejecutivas para deshacer políticas de Trump. Foto: EFE.

El nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, firmó hoy más de 10 órdenes ejecutivas para deshacer muchas de las políticas del exmandatario Donald Trump y encaminar acciones frente a la pandemia de COVID-19.

Las primeras órdenes ejecutivas van dirigidas a enfrentar la crisis generada por el nuevo coronavirus, evitar la salida de la nación norteña de la Organización Mundial de la Salud y volver al Acuerdo de París.

Otras buscan ofrecer apoyo a comunidades vulnerables en Estados Unidos, transformar las políticas migratorias y adoptar nuevas medidas económicas frente a la actual crisis sanitaria.

El nuevo mandatario ha ordenado el uso de mascarillas y el distanciamiento social en todos los edificios federales y en todos los terrenos del Gobierno federal. Biden también ha pedido a todos los estadounidenses que usen mascarilla durante los primeros 100 días de su mandato.

Las acciones ejecutivas de Biden también ponen fin a la prohibición de viajar a EE.UU. que Trump impuso a los ciudadanos de algunos países de mayoría musulmana.

Según manifestó a los periodistas en su primera aparición en la Oficina Oval, firmó acciones ejecutivas “audaces” para cumplir con sus promesas de campaña al pueblo norteamericano.

Vamos a necesitar legislación para muchas de estas medidas, pero no hay mejor momento para empezar que hoy, aseguró el recién juramentado presidente.

Biden proyecta adoptar 17 órdenes ejecutivas en sus primeras horas en el cargo, con el fin de desmantelar en el menor tiempo posible las acciones de su predecesor.

En su discurso en el acto de toma de posesión, el demócrata insistió en la necesidad de unir a Estados Unidos, superar las divisiones y buscar la paz. Ahora este país tiene mucho por hacer, mucho por reparar y por restaurar, recalcó.

Este es un momento de prueba, nos hemos enfrentado a grandes ataques a la democracia, a una pandemia, mayor inequidad, racismo sistémico, crisis ambiental..., dijo y prometió también reparar las alianzas del Gobierno estadounidense y sus relaciones con el mundo.

En total, la Administración Biden planea firmar 53 acciones ejecutivas durante los próximos 10 días en ámbitos como el clima, la economía, la sanidad y la inmigración, revirtiendo  directamente en muchos casos las políticas de Trump.

Guterres da la bienvenida al nuevo compromiso con la OMS

El secretario general de la ONU, António Guterres, acogió con satisfacción ambas iniciativas de Biden, luego de que la administración de Trump promoviera un proceso de alejamiento de las agencias y acuerdos del organismo multilateral.

Guterres da la bienvenida al nuevo compromiso declarado de Estados Unidos con la OMS, señaló su portavoz Stéphane Dujarric en un comunicado de prensa.

Ahora es el momento de la unidad y de que la comunidad internacional trabaje unida en solidaridad para detener la pandemia de COVID-19 y sus devastadoras consecuencias, agregó el vocero.

En tanto, por medio de su cuenta oficial en Twitter, el secretario general de la ONU expresó que daba una “calurosa bienvenida” a los pasos de Biden para que Estados Unidos vuelva a formar parte del Acuerdo de París, la hoja de ruta global para abordar la emergencia climática.

Desde su llegada al poder en 2017, Trump no cesó en sus ataques contra Naciones Unidas y sus agencias, de hecho, a muchas de ellas les recortó el financiamiento abruptamente y dejó varias entidades del organismo multilateral.

Bajo su mandato, Estados Unidos abandonó la OMS, se retiró de la Organización de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), y salió del Consejo de Derechos Humanos de la ONU.

Además, decidió la retirada de la nación norteña del Acuerdo de París sobre cambio climático, del Pacto mundial sobre migración, y del Acuerdo nuclear con Irán, firmado junto con Francia, Alemania, el Reino Unido, Rusia y China y apoyado por Naciones Unidas.

(Con información de Prensa Latina y RT)


EE.UU. regresa a la OMS y al Acuerdo de París: Biden firma sus primeras acciones ejecutivas (y revoca algunas de Trump)

Publicado: 20 ene 2021 22:15 GMT - RT
El mandatario ha firmado documentos sobre cuestiones que van desde la pandemia del coronavirus, al cambio climático, pasando por la inmigración y la desigualdad racial, entre otros asuntos.

EE.UU. regresa a la OMS y al Acuerdo de París: Biden firma sus primeras acciones ejecutivas (y revoca algunas de Trump)
Joe Biden firma órdenes ejecutivas en la Oficina Oval de la Casa Blanca en Washington (EE.UU.), el 20 de enero de 2021.Tom Brenner / Reuters

El nuevo presidente de EE.UU., Joe Biden, ha firmado este miércoles una quincena de acciones ejecutivas, que afectan a cuestiones como la pandemia del coronavirus, el cambio climático, la inmigración y la desigualdad racial, entre otros asuntos. Asimismo, las órdenes de Biden revocan algunas decisiones de su predecesor, Donald Trump.

Las acciones firmadas por Biden dan luz verde al proceso de reincorporación de EE.UU. al Acuerdo climático de París y a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y revocan el permiso presidencial otorgado al controvertido oleoducto Keystone XL.

Seguridad sin precedentes, dos maletines nucleares y ausencia de Trump: todos los detalles sobre la investidura de Biden

Por otro lado, el nuevo mandatario ha ordenado el uso de mascarillas y el distanciamiento social en todos los edificios federales y en todos los terrenos del Gobierno federal. Biden también ha pedido a todos los estadounidenses que usen mascarilla durante los primeros 100 días de su mandato. 

Otra de las órdenes anula una declaración de emergencia nacional que permitió desviar algunos fondos federales para construir el muro fronterizo con México.

Las acciones ejecutivas de Biden también ponen fin a la prohibición de viajar a EE.UU. que Trump impuso a los ciudadanos de algunos países de mayoría musulmana.

Además, el nuevo presidente ha ordenado preservar el programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), que otorga protección a los inmigrantes ilegales que llegaron a EE.UU. siendo niños.

"No hay mejor momento para empezar"

"No hay mejor momento para empezar que hoy", explicó el mandatario a los periodistas en la Oficina Oval, mientras comenzaba a firmar una serie de órdenes y memorandos. "Voy a empezar por cumplir las promesas que le hice al pueblo estadounidense", añadió.

En total, la Administración Biden planea firmar 53 acciones ejecutivas durante los próximos 10 días en ámbitos como el clima, la economía, la sanidad y la inmigración, revirtiendo  directamente en muchos casos las políticas de Trump.

Biden ha firmado estos documentos horas después de jurar su cargo como el 46.° presidente de EE.UU. "Hoy no celebramos el triunfo de un candidato, sino el triunfo de la democracia", señaló Biden en su primer discurso como jefe del Estado. Asimismo, aseguró que reparará las alianzas y su país se comprometerá de nuevo con el mundo.


La Administración de Biden seguirá considerando a Jerusalén como capital de Israel

Publicado: 19 ene 2021 23:57 GMT - RT

Antony Blinken, nominado por el presidente electo Joe Biden como secretario de Estado de EE.UU., ha afirmado este martes durante su intervención ante el Comité de Relaciones Exteriores del Senado, que Estados Unidos mantendrá su Embajada en Jerusalén y que seguirá considerando la ciudad como la capital de Israel, según Reuters.

El presidente saliente Donald Trump reconoció a Jerusalén como la capital de Israel a finales de 2017, después de que la la Embajada estadounidense fuera trasladada allí desde Tel Aviv


El futuro secretario de Estado de Biden afirma que EE.UU. mantendrá el apoyo a Guaidó en Venezuela

Publicado: 20 ene 2021 05:10 GMT - RT
En una audiencia ante el Senado, Antony Blinken consideró que Washington necesita una política más eficaz para "restaurar la democracia" en el país suramericano.

El futuro secretario de Estado de Biden afirma que EE.UU. mantendrá el apoyo a Guaidó en Venezuela
Opositor venezolano, Juan Guaidó en conferencia de prensa en Caracas. 5 de diciembre 2020Manaure Quintero / Reuters

Antony Blinken, nominado por la futura administración de Joe Biden como Secretario de Estado, afirmó este martes ante el Senado estadounidense que el gobierno entrante seguirá reconociendo al opositor Juan Guaidó como "presidente interino" de Venezuela, y al antiguo parlamento como la "única institución elegida democráticamente".

Durante su audiencia de confirmación en el Senado, el senador republicano Marco Rubio le consultó al futuro Secretario de Estado si apoyaba a Guaidó como "mandatario interino" del país suramericano, a lo que Blinken respondió que estaba "muy de acuerdo con respecto a la cantidad de pasos tomados hacia Venezuela en los últimos años", lo que incluía el espaldarazo al exdiputado para "aumentar la presión" contra el Gobierno de Nicolás Maduro. 

"¿Es su visión que nuestra postura hacia Venezuela debe cambiar en esencia, que ya no debemos reconocer a Guaidó y entrar en negociaciones con Maduro?", insistió Rubio. Y Blinken respondió: "No, no lo es".

Más temprano, el "enviado" de Guaidó en EE.UU., Carlos Vecchio, informó que había sido invitado a la toma de posesión de Biden, que tendrá lugar este 20 de enero.

Cambiar la estrategia

Blinken afirmó que a pesar de "todos los esfuerzos que EE.UU. ha hecho, obviamente no se ha obtenido el resultado deseado" en Venezuela, por lo que estimó que el gobierno de Biden deberá cambiar la estrategia.

"Necesitamos una política eficaz que pueda restaurar la democracia en Venezuela, comenzando con elecciones libres y justas", afirmó el futuro funcionario.

Entre sus planes, Blinken habló de "una mejor y más fuerte coordinación y cooperación con países afines", así como la evaluación de nuevas estrategias para "orientar más eficazmente las sanciones" e incrementar su impacto contra Venezuela.

Postura europea

En víspera de la toma de posesión de Biden, también hubo pronunciamientos en Europa con respecto a Venezuela. Este martes, el alto representante para la Política Exterior de la Unión Europea (UE), Josep Borrell, pidió la colaboración del nuevo inquilino de la Casa Blanca para encontrar una salida "pacífica e integradora" en la nación suramericana.

"Espero que podamos compartir los esfuerzos para promover una salida pacífica e integradora, que es lo que necesita Venezuela. Estaremos en contactocon la Administración norteamericana para trabajar políticamente con este fin", manifestó Borrell en un debate en el Parlamento Europeo.

Para Borrell, la única "salida duradera" a los problemas de Venezuela "será una que sea políticamente dialogada e integradora, pacífica, con la participación de todos los actores políticos de la sociedad civil".

La administración de Trump arreció la política de sanciones contra Caracas, especialmente contra el sector petrolero, y respaldó la autoproclamación de Guaidó para tratar de derrocar a Maduro. Sin embargo, dos años más tarde de que el exdiputado obtuviera el reconocimiento de Washington como supuesto "presidente interino", el mandatario venezolano sigue en el poder y, tras las elecciones legislativas del pasado 6 de diciembre, el chavismo recuperó la mayoría en el Parlamento.

 

FOTOS: Manifestaciones armadas frente a capitolios de varios estados de EE.UU.

Publicado: 18 ene 2021 05:41 GMT - RT
Todas las protestas fueron pacíficas.

FOTOS: Manifestaciones armadas frente a capitolios de varios estados de EE.UU.
Manifestantes armados frente el capitolio de Míchigan, Columbus, EE.UU., el 17 de enero de 2021.Albert Cesare/The Cincinnati Enquirer / AP

Manifestaciones armadas tuvieron lugar frente a capitolios de varios estados de EE.UU. el 17 de enero, tres días antes de la investidura del presidente electo del país, Joe Biden.

En la capital de Ohio, Columbus, se congregaron cerca de 50 personas. Cerca de la sede del poder estatal, el grupo se cruzó con una protesta contraria, en la que se veía una bandera del movimiento Black Lives Matter. No obstante, no hubo actos de violencia.

Columbus, OhioAlbert Cesare/The Cincinnati Enquirer / AP
Columbus, OhioJay LaPrete / AP

En Lansing (Míchigan), en una acción análoga, participaron alrededor de 20 personas. La manifestación tampoco resultó en actos violentos ni enfrentamientos con la Policía.

Lansing, MíchiganPaul Sancya / AP
Lansing, MíchiganRebecca Cook / Reuters

La protesta más grande, de unas 100 personas, tuvo lugar en la capital de Texas, Austin. También discurrió pacíficamente.

Un manifestante armado con un rifle, que se identificó como Ben Hawk, dijo a los periodistas que condena a los que irrumpieron en el Capitolio de EE.UU. el 6 de enero. "Todo lo que vinimos a hacer hoy fue discutir, reunirnos, establecer contactos y pasar el rato", dijo, citado por el New York Post.

Austin, TexasEric Gay / AP
Austin, TexasEric Gay / AP
Austin, TexasEric Gay / AP

Asimismo, una reunión de seguidores de Trump tuvo lugar en Salem, capital de Oregón. Allí, se congregaron cerca de una docena de personas. Se identificaron como miembros de 'Boogaloo Boys', movimiento antigubernamental de ultraderecha.

Salem, OregónNoah Berger / AP
Alisha Jucevic / Reuters
Alisha Jucevic / Reuters

La Asociación Nacional del Rifle de EE.UU. se declara en bancarrota

Publicado: 16 ene 2021 06:41 GMT - RT
Desea reincorporarse en Texas, para evitar lo que caracteriza como "el entorno político y regulatorio corrupto" de Nueva York, donde está registrada ahora.
La Asociación Nacional del Rifle de EE.UU. se declara en bancarrota
Imagen ilustrativa. Logotipo de la NRA.Joshua Roberts / Reuters

La Asociación Nacional del Rifle (NRA, por sus siglas en inglés), organización sin fines de lucro estadounidense que defiende el derecho de poseer armas, se declaró en bancarrota este viernes, informa Reuters.

La solicitud fue presentada en una corte de Dallas (Texas). La asociación, registrada ahora en Nueva York, desea reincorporarse en Texas, para evitar, lo que caracteriza, como "el entorno político y regulatorio corrupto" neoyorquino.

Previamente, la fiscal general de Nueva York, Letitia James, demandó a la NRA, afirmando que sus dirigentes practicaban la autonegociación y mala administración. Asimismo, acusó al grupo de violar las leyes del estado sobre organizaciones sin fines de lucro.

En una publicación en Twitter, James celebró el paso de la asociación, pero aseveró que no podrá evitar la responsabilidad.

"El estado financiero declarado por la NRA finalmente ha alcanzado su estado moral: en quiebra. Mientras revisamos su declaración de quiebra, no permitiremos que la NRA utilice esta o cualquier otra táctica para evadir la responsabilidad y la supervisión de mi oficina", escribió la fiscal.


En fotos, incrementan seguridad en el Capitolio de Estados Unidos

13 enero 2021 | CUBADEBATE

Tras el violento asedio al Capitolio de la semana pasada por parte de partidarios de Trump durante el recuento de los votos del Colegio Electoral, se enviaron tropas de la Guardia Nacional para asegurar la Cámara y el centro de Washington, D.C., mientras continúan las advertencias de posibles manifestaciones violentas.

Los miembros de la Guardia Nacional caminan por la rotonda del Capitolio de los Estados Unidos. Foto: Saul Loeb/AFP a través de Getty Images.

La representante Marjorie Taylor Greene extiende sus brazos mientras pasa por seguridad fuera de la Cámara de la Cámara. Foto: Andrew Caballero-Reynolds / AFP a través de Getty Images.

Las tropas descansan con sus armas apuntadas. Foto: Stefani Reynolds / Getty Images.

Los miembros de la Guardia Nacional descansan en el Centro de Visitantes del Capitolio. Foto: Saul Loeb / AFP a través de Getty Images.

El líder de la mayoría de la Cámara de Representantes, Steny Hoyer, pasa junto a miembros de la Guardia Nacional que duermen en los pasillos del Capitolio. Foto: Kent Nishimura / Los Angeles Times a través de Getty Images.

Tropas en la Rotonda del Capitolio. Foto: Glen Johnson / Axios.

Las tropas duermen en el Centro de Visitantes del Capitolio. Foto: Glen Johnson / Axios.

Armas distribuidas fuera del Capitolio. Foto: Stefani Reynolds / Getty Images.


Mayor distribución de armas. Foto: Stefani Reynolds / Getty Images.

(Tomado de Axios)


Cuando los derrotados en la Guerra de Secesión crearon el Ku Klux Klan

Por Fernando del Corro | 30/12/2020 | REBELIÓN
Fuentes: Radio Mitre

Fundado el 24 de diciembre de 1865, 155 años atrás, por veteranos confederados del Sur tras su derrota en la Guerra de Secesión por la que pretendieron separarse de los Estados Unidos de América, el Ku Klux Klan fue una organización anticatólica, anticomunista, antifeminista, antisemita, homofóbica, islamofóbica, racista, xenófoba y terrorista, en la que, en sus diversas etapas predominaron algunas de esas visiones.

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Desfile del Ku Klux Klan en Washington (1925)

Fue su fundador Nathan Bedford Forrest y Benjamín Franklin Butler el redactor del acta de principios. Si bien tuvo una corta vida formal ya que fue disuelto por el presidente republicano Hiram Ulysses S. Grant mediante el “Acta de Derechos Civiles” de 1871 esta propuesta supremacista blanca renació en otras oportunidades y en las más recientes hasta mostró sus simpatías por nazismo.

Durante su segunda etapa, creada por William Joseph Simmons, que duró entre 1915 y 1944, llegó a contar hasta con unos seis millones de seguidores en todo el país. La tercera se inició en 1946 poco después de concluida la Segunda Guerra Mundial. Tras su fundación en 1865 desarrolló prácticas terroristas que generaron el rechazo de las élites sureñas que aunque tuviesen coincidencias raciales veían en el Ku Klux Klan una justificación para la permanencia de las tropas norteñas en la región.

En su segunda versión, la de 1915, se trató de una organización ya con registros formales de sus miembros y con una estructura legalizada. En 1929 sufrió los efectos económicos de la Gran Depresión y al producirse la SGM las manifestaciones pronazis le generaron desprestigio. En 1940 una investigación de Stetson Kennedy hizo que las autoridades le quitaran su reconocimiento oficial. Actualmente, en esta tercera etapa, está conformado por pequeñas agrupaciones independientes entre sí que agrupan algunos miles de adherentes. Entre éstos algunos han sufrido condenas judiciales por los crímenes perpetrados. En la actualidad el KKK, muy desprestigiado, cuenta con el rechazo de los medios de comunicación masivos y de las conducciones gremiales, políticas y religiosas.

Tuvo el KKK una activa participación de mujeres particularmente durante la década de 1920 en temas educativos y morales pero sin abandonar lo relacionado con las cuestiones de clase, de etnia, género y religión aunque sin las formas violentas de los hombres. Funcionaban en todo el país pero su mayor presencia se observaba en los estados de Arkansas, Indiana, Ohio y Pennsylvania.

Los veteranos que dieron origen al KKK en 1865 fueron seis descendientes de escoceses de Pulaski, Tennessee. De allí viene el término Klan, por los grupos ancestrales de sus familias, cambiando la C de clan por la K. Disfrazados de fantasmas realizaban apariciones nocturnas por Pulaski que tanto asustaban como divertían. Después comenzaron a hostigar a los hace poco liberados esclavos.

Contrario al Partido Republicano impulsor del fin de la esclavitud el KKK recibió el apoyo de muchos demócratas que se le sumaron. Rápidamente se expandió por los restantes estados sureños y pasó a la extrema violencia como el asesinato del congresista James M. Hids, de Arkansas, el 22 de octubre de 1868. También fueron asesinados tres miembros de la Legislatura de Carolina del Sur, entre otras víctimas.

Por esos tiempos eran frecuentes los asaltos a los hogares de los afrodescendientes y las interrupciones de los actos religiosos de esa comunidad. En 1867 uno de sus líderes, el general George Gordon redactó una propuesta tendiente a organizar todos los grupos afines en la que se incluían preguntas a los interesados entre las que se encontraba la relacionada con su rechazo a la igualdad racial.

De acuerdo con sus propias confesiones solamente en una zona de Florida los afro asesinados por el KKK fueron más de 150 y algunos otros centenares en otros lugares de ese estado. Dado que muchos de ellos habían sido soldados de la Unión uno de los propósitos había sido el de robarles las armas. Según Gordon “si los negros nos quieren hacer la guerra, deben atenerse a las consecuencia”.

La justicia federal dictaminó en 1868 que el KKK era una “organización terrorista” y varios de sus integrantes fueron procesados mientras muchos huyeron de sus residenciales habituales, en particular de Carolina de Sur. No faltaban los que se asumían como miembros de la organización, sin serlo, a la hora de cometer delitos. Por otra parte el KKK se había convertido en una suerte de instrumento paramilitar del Partido Demócrata.

Todo ello hizo que pronto comenzase a desacreditarse. La historiadora Elaine Frantz Parnsos, señaló: “ Al desenmascarar al Klan, se reveló a una caótica multitud de grupos antinegros, granjeros pobres y resentidos, bandas guerrilleras, políticos demócratas desplazados, destiladores ilegales de whisky, jóvenes aburridos, sádicos, violadores, trabajadores blancos con miedo de la competencia negra, patrones tratando de aplicar una política laboral rígida, ladrones comunes, vecinos con antiguos conflictos e inclusive algunos esclavos liberados y algunos republicanos blancos que tenían intenciones criminales particulares. Al final, todo lo que tenían en común, además de ser abrumadoramente blancos en su mayoría, sureños y demócratas; era que todos se llamaban a sí mismos miembros del Klan”.

Forrest, quién ya carecía de todo control, en 1869 ordenó la disolución del KKK en razón de que “había sido desviado de sus originales y patrióticos propósitos, convirtiéndose en un grupo injurioso y dañino para la paz pública”. Para el historiador Stanley Horn, “hablando de forma general, el final del Klan fue más una desintegración localizada paulatina que un desbando formal y decisivo” y un medio de Georgia publicó en enero de 1870 que “la realidad del asunto no es que el Ku Klux Klan sea una banda de criminales organizados, sino que todos los criminales se autodenominan miembros del KKK”.

Así se llegó a su disolución legal ante la decisión del presidente Grant en 1871 para reaparecer algunas décadas más tarde, como se señalara con similares criterios, aunque agravados, como su apoyo al nazismo en tiempos en que su país enfrentaba al mismo durante la SGM. Una postura que aún hoy sostienen quienes forman parte de los diversos grupos que se dicen representar a esa organización creada, originariamente, como partidaria del esclavismo.

-Fernando Del Corro es periodista, historiador, docente en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Buenos Aires.

Fuente: https://marcelobonelli.cienradios.com/cuando-los-derrotados-en-la-guerra-de-secesion-crearon-el-ku-klux-klan/


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Guerra contra el 'terrorismo'

‘The Report’ y la (anti) propaganda de la CIA

Desde que se creó en 1947 la agencia ha promovido la tortura. En Hollywood hay dos tipos de películas sobre su labor: las laudatorias y las revisionistas

Joel Whitney (The Baffler) 12/02/2020

En enero de 2017, el presidente Trump brindó todo su apoyo a la falsa historia de la tortura que defiende la CIA. Apenas una semana después de su toma de posesión, el presidente declaró en ABC News : “He tenido conversaciones… con personas del máximo rango en los servicios de inteligencia y les he formulado la pregunta, ‘¿Funciona?, ¿la tortura funciona?’ y la respuesta fue ‘sí, totalmente’”. A lo que el presidente añadió: “Si [mis oficiales de inteligencia] realmente quieren hacerlo, entonces trabajaré para que puedan. Quiero hacer todo lo que esté dentro de los límites de lo que se pueda hacer legalmente. Pero, ¿personalmente creo que funciona? Sin lugar a dudas, yo creo que funciona”.

The Report relata la batalla por sacar a la luz lo que se hizo en nombre de los ciudadanos estadounidenses. Al igual que sucede con el cambio climático, la historia estadounidense de la esclavitud, las intervenciones militares en el extranjero, el apoyo brindado a dictadores de derechas por todo el mundo y otras esferas en las que tenemos mucha infamia que ocultar, nuestro acceso a la verdad sobre el programa de tortura posterior al 11-S dista de ser una conclusión conocida de antemano. Aunque se ha dicho que el presidente de reality show está reñido con la CIA, no cabe duda de que cuando se trata de la tortura y su eficacia, el presidente Trump está en total sintonía con la agencia. La persona que eligió como directora de la inteligencia central, Gina Haspel, desempeñó un papel protagónico en la utilización de centros clandestinos de detención, torturas y en el encubrimiento posterior a la destrucción de las grabaciones de los interrogatorios. Lo que está claro es que los agentes siguen intentando reescribir la historia del programa de tortura de la CIA, y que el trabajo que aparece en The Report no está ni mucho menos terminado.

<p>Fotograma de la película 'The Report'. </p>

Fotograma de la película 'The Report'. 

Scott Z. Burns

A finales de 2005, cuando el temor de encontrar armas de destrucción masiva en Irak estaba comenzando a disminuir, la senadora por California Dianne Feinstein se unió a un coro de voces demócratas para entonar un no-mea culpa y afirmar que habían sido víctimas de la manipulación republicana. Por eso, cuando dos años más tarde estalló el escándalo de las torturas, la senadora no iba a permitir que la engañaran de nuevo con tanta facilidad. En lugar de aceptar el abanico de racionalizaciones de la CIA para justificar la asfixia simulada, el confinamiento, las posiciones incómodas, la privación del sueño y las demás técnicas de interrogatorio reforzadas (EIT, por sus siglas en inglés) que se emplearon con los sospechosos que detuvo EE.UU. durante la guerra contra el terrorismo, Feinstein dio libertad a un antiguo y sobrio miembro del FBI, Daniel J. Jones, para que investigara las acciones de la CIA. El largometraje The Report (2019) narra la lucha de Feinstein y Jones para destapar lo que realmente sucedió antes de que el presidente Obama pusiera fin al programa de torturas con la orden ejecutiva que emitió dos días después de iniciar su primera legislatura; una historia que sigue estando en gran medida oculta.

Al contrario que La noche más oscuraThe Report es precisa y clara sobre la pregunta clave de si funcionó la tortura: no

Al contrario que La noche más oscura, la película de Kathryn Bigelow sobre la caza de Osama bin Laden que recibió una nominación al Oscar, The Report es precisa y clara sobre la pregunta clave de si funcionó la tortura: no. La importancia de la película reside, sin embargo, en el contundente relato de lo difícil que resultó (incluso para una veterana del Senado, que era quien encabezaba el comité de investigación sobre inteligencia) obtener una respuesta sincera a una pregunta sencilla: si la tortura permitió obtener beneficios que salvaron vidas, ¿cuáles fueron? 

El poder de la misma pluma que terminó con ese programa durante el gobierno de Obama se encuentra ahora en las manos enanas de un presidente al que se la pela la verdad sobre la tortura. En este sentido, The Report es un importante instrumento de corrección, aunque el equivalente impreso se esté vendiendo ahora como un cursi producto colateral.

The Report inicia con Jones, representado por un furioso Adam Driver, en una aparente situación problemática: le está confesando a un abogado que aunque no ha robado documentos de la CIA, sí que los ha reubicado. Su trabajo en este asunto había comenzado cuando el New York Times publicó que algunos altos funcionarios de la CIA habían destruido grabaciones de interrogatorios, y esto hacía pensar que querían encubrir algo. Como Jones tenía experiencia en la lucha antiterrorista con el FBI, recibió el encargo de investigar esas torturas y para que pudiera hacerlo le asignaron una SCIF (Oficina de información confidencial compartimentada) que, técnicamente, es una oficina exclusiva del Senado en el interior de un edificio secreto de la CIA. Sin embargo, cuando la controversia sobre las conclusiones de su informe llega a su punto más alto, sus anfitriones de la CIA allanan la oficina de forma ilegal.

Después del 11-S se establecieron centros clandestinos de detención y la CIA solicitó utilizar métodos de tortura antes incluso de que los presos estuvieran detenidos

La película alterna entre la casi actualidad (Jones aparece leyendo y explicando las pruebas documentales a Feinstein y al público) y el pasado reciente, a medida que Jones va descubriendo la sórdida historia en los memorándums de la CIA y reviviendo los días posteriores a los ataques terroristas del 11 de septiembre. Inmediatamente después de los ataques, se establecieron centros clandestinos de detención, explica, y la CIA solicitó utilizar métodos de tortura antes incluso de que los presos estuvieran detenidos; sin embargo, el secretario de Estado, Colin Powell, supuestamente nunca fue informado de nada. Mediante flashbacks, en unas escenas que establecen el ambiente taciturno del momento, se nos muestra una sala de reuniones de la CIA en la que el director de la inteligencia central, George Tenet, se esfuerza por salvar su reputación después del 11-S. Cuando el fiscal general del Estado, Eric Holder, inicia una investigación criminal sobre el programa de torturas de la CIA dos años después de que Jones comience su trabajo, los republicanos se retiran de la investigación del Senado; el equipo de Jones está destrozado y nadie relacionado con el programa de tortura volverá nunca a hablar con él.

Todo esto lo convierte en un cine particularmente difícil de dramatizar, aunque el director Scott Z. Burns consigue hacer avanzar la historia como una guerra burocrática tras el concentrado asombro y alarma de Driver. Una gran parte del trabajo real de Jones involucró, lógicamente, leer memorándums. Mientras las palabras clave de esos memos aparecen y desaparecen de la pantalla como formas difuminadas, Jones y su pequeño equipo elaboran perfiles de los detenidos y pegan fotos de sus retratos cariacontecidos en los muros de la oficina sin ventanas de la SCIF. Muchos de los flashback en tonos sepia giran en torno a diversos centros clandestinos de detención codificados con colores: centro de detención verde, centro de detención azul (aunque parece ser que no había ningún centro de detención sepia).

Rebuscando entre documentos, Jones descubre que fue Ali Soufan del FBI quien determinó la identidad del supuesto cerebro del 11-S, Khalid Sheikh Mohammed, y que lo hizo a la antigua, es decir, “estableciendo relaciones de confianza”. Pero en un flashback que se desarrolla en una oficina de la CIA, observamos como dos psicólogos contratados ad hoc, James Mitchell y Bruce Jessen, defienden la tortura. Los contratistas, que tienen una formación académica en terapia familiar e hipertensión, además de varios años en la Armada, muestran una presentación de PowerPoint en la que aparece el acrónimo mágico: SERE (Supervivencia, Evasión, Resistencia y Escape).

Eso es lo que “los mejores hombres” de Estados Unidos enseñan a los Seals [los equipos de mar, aire y tierra de la Armada de los Estados Unidos] y a los demás militantes adoctrinados que fabrican en masa: palabras resonantes y trucos mnemotécnicos. En el marco de una presentación frente a los señores de la inteligencia, Jessen y Mitchell prometen utilizar técnicas de “ingeniería inversa” para conseguir que los soldados desaprendan lo que se les enseña para resistir interrogatorios agresivos. Los promotores de la CIA hablan entre susurros de esta técnica y su mantra de “indefensión aprendida” y la describen como el “ingrediente especial” que abrirá los corazones, mentes y labios de los conspiradores terroristas que los sacrosantos guerreros nacionales están recolectando en el campo de batalla global. Para cualquiera que no sea un agente de la CIA desesperado por eliminar el papeleo posterior a cualquier crisis, el discurso de los psicólogos es claramente una sarta de mentiras.

Los mejores diálogos de la película hacen hincapié en el razonamiento moral fraudulento y estúpido de la CIA

Mientras Jones lee sobre esos charlatanes de feria en el presente de la película, los flashbacks muestran cómo se desarrollan los interrogatorios a oscuras, en pasajes subterráneos parecidos a cuevas: a un preso lo golpean; a otro le afeitan la barba, le rocían agua helada y lo dejan tirado y desnudo; otros presos están colgados en posiciones incómodas; a otros los obligan a sufrir la sensación de ahogo conocida como asfixia simulada; a otros les amenazan con entierros simulados o les encierran con bichos aterradores. (Estas escenas, junto con las de un asistente médico que se parece al garganta profunda del Watergate y que sorprende a Jones en un aparcamiento, son las partes que el director maneja de forma menos acertada). Después, los presos dejan de hablar o comienzan a mentir para evitar que les ahoguen o sufran graves traumatismos. Khalid Sheikh Mohammad sufre la asfixia simulada en 183 ocasiones, se nos cuenta, y esto da lugar a que Feinstein le pregunte a Jones, a mitad de la investigación: ¿por qué, si funciona, necesitas hacerlo 183 veces?

La alternancia entre la fantasía omnipotente de la CIA y la horrorizada verificación de datos de Jones es eficaz. El diálogo trepidante de una escena en la que la CIA sale expresando sus quejas sobre el informe de torturas antes de que se publique se acentúa con el contrapunto de las acotaciones y traducciones de Jones. Jones nos cuenta, justificándolo con el engañoso razonamiento legal de mediocres como John Yoo, que la CIA consideraba que su programa era legal si funcionaba. Esto significa que los directores de la CIA animaban a sus agentes a cometer actos ilegales y a seguir haciéndolo en secreto hasta que la confesión de un sospechoso convirtiera el crimen de guerra del interrogador en “legal”, y lo justificara de manera retroactiva. Si se reflexiona sobre esa lógica, es la misma que la de los juicios por brujería de Salem, libremente aplicada unos 320 años después.

Los mejores diálogos de la película hacen hincapié en el razonamiento moral fraudulento y estúpido de la CIA. Bernadette, una agente interpretada por Maura Tierney, sirve de contrapunto a la Maya que interpreta Jessica Chastain en La noche más oscura. Como hubo importantes pistas que se pasaron por alto antes del 11 de septiembre (el infame memo del 6 de agosto de 2001 aparece nombrado al principio de la película), la influencia de los psicólogos embusteros incrementa en esta segunda ocasión. Sin embargo, la agente se empieza a dar cuenta de la simplicidad de su farsa y se queja ante Jessen y Mitchell de que un preso supuestamente importante “mintió para que pararais”. Pero Mitchell la corrige sin alterarse: gracias a la asfixia simulada, “ahora sabemos que miente”. 

“Pensé que la idea era que nos ofreciera la verdad”, les contesta. 

Sí, escupe Jessen: “La verdad es que está mintiendo”. 

Hay dos tipos de películas de la CIA: las laudatorias y las revisionistas. Hace tiempo que Hollywood desempeña un papel importante en la propaganda bélica. Después de la II Guerra Mundial, se eligió a un amplísimo espectro de medios para una infiltración a gran escala en la que un ministerio de Cultura con tendencias anticomunistas repartió fondos secretos por todo el mundo. Como es lógico, había nexos. En Hollywood, la CIA tenía al menos un agente encubierto en uno de los estudios principales, Paramount Pictures. Este agente podía acabar con cualquier guión que no dejara a Estados Unidos en buen lugar, o conseguir que se reescribiera si su mensaje patriótico era rescatable. Además, la CIA trabajaba con varios estudios para fomentar una temática que denominaba “libertad militante”, otra expresión rimbombante, cuya intención era guiar a los realizadores durante la Guerra Fría. Iconos como John Wayne y John Ford se apuntaron y prometieron al ejército y al aparato de defensa que respetarían de forma explícita los objetivos de la “libertad militante” en toda representación que hicieran de Estados Unidos en unas películas que se veían por todo el mundo. 

La primera película producida por la CIA, una versión animada de Rebelión en la granja de George Orwell, se editó hasta llegar casi a la censura para hacer desaparecer la crítica mordaz de Orwell hacia las extralimitaciones del capitalismo. El futuro ladrón del Watergate, E. Howard Hunt, al comparar su trabajo con el de Walt Disney, describió en sus memorias como no solo censuró la película para impulsar los objetivos de la Guerra Fría, sino también para añadir bromas y un final feliz que pudiera competir con Disney. Como existía el riesgo de que los secretos a voces quedaran claramente al descubierto durante este período de profunda infiltración de los medios, la CIA aprendió a ocultar su espíritu reaccionario bajo un falso lustre de política de Nueva Izquierda, que terminaría afectando a su estética cinematográfica.

Entre 1967 y 1977 se alcanzó la cota máxima de revelación de estas conductas de la CIA, y la reputación de la agencia quedó empañada para siempre. Los esfuerzos que realizó por “encajonar” a la prensa se situaron, con razón, a la par de su altamente impopular participación (aunque se fuera revelando poco a poco) en golpes, asesinatos y escuadrones de la muerte en varios países en vías de desarrollo. En la década de 1970, las audiencias de los comités Church y Pike mostraron que era todo mucho peor de lo que sabía el ciudadano medio. El derroche destructivo de esta agencia antidemocrática se puso de manifiesto ante el contribuyente que, sin saberlo y sin poder opinar, lo había financiado. Y así es como nació el segundo tipo de películas sobre la CIA. Ahora había un nuevo héroe: el periodista que trabajaba para revelar secretos. El denunciante. Y el arquetipo de este modelo no fue un dibujito de Disney, sino un thriller político del estilo de Todos los hombres del presidente

El derroche destructivo de una agencia antidemocrática como la CIA se puso de manifiesto ante el contribuyente que, sin saberlo y sin poder opinar, lo había financiado

Cuando The Report aborda las preguntas de cómo y con qué grado de sinceridad (con o sin abundantes tachaduras) se hará público el informe de torturas, Burns corta hacia un fragmento de Jones mirando en la tele una noticia sobre La noche más oscura. Lo que hace que la película de Bigelow y el escritor Mark Boals sea excepcional es que los dos trabajaron con la CIA, siguiendo la tradición de la libertad militante de las películas de Ford y Wayne, aunque lo hicieran de forma encubierta y utilizaran el oscuro estilo de los thrillerspolíticos que marcaron la segunda ola de películas sobre la agencia. Los creadores de La noche más oscura, que trabajaron con la oficina de enlace que la CIA creó en la década de 1990, recompensaron a los agentes que realizaron labores de consultoría en la película con comidas caras y, en uno de los casos, con joyería falsa. El tono de la película hace justamente que te sientas sucio cuando la ves, pero no revela, lógicamente, que está tergiversando el pasado reciente. Puede que no exagere o simplifique el rol de Estados Unidos en el mundo, pero La noche más oscura debe justificar su postura ambivalente con la falacia de que la tortura funciona. Por este motivo, la Feinstein de verdad abandonó la sala de cine después de solo 15 minutos de metraje y declaró que las mentiras que se representaba en la película eran insultantes. 

Tras el comité Church, La noche más oscura no funcionaría como trabajo de propaganda de la CIA si primero no te convenciera de que está de tu lado. Te promete la verdad con su estilo y detallismo, y con su lealtad al plano del piso franco de Bin Laden. Puede que la película no parezca triunfal, pero, cuando la Maya de Chastain “atrapa” a Bin Laden, queda implícito que finalmente ella y nosotros podremos tener un poco de descanso y la libertad (aunque tampoco sea la libertad militante) ya no estará más en retirada. De forma paradójica, The Report, que muestra una alternativa que favorece al FBI, es en última instancia una película “revisionista” más sofisticada y con mayor exactitud histórica. Se podría decir que es antipropaganda. Aunque la antipropaganda sigue siendo propaganda, por supuesto, y si la visualizas de forma crítica, como tendría que ser, The Report afirma que fue una senadora que regaña a los jóvenes promotores del Green New Deal por presentar una petición para el futuro y un veterano del FBI quienes rescataron la verdad de la historia. 

En la representación que hace The Report del programa de tortura, mucha de la culpa se deposita en Mitchell y Jessen y su supuestamente novedosa reversión de las técnicas de resistencia a interrogatorios agresivos. Pero difuminar la diferencia entre ataque y defensa no es algo nuevo: durante la Guerra Fría, Estados Unidos empleó la tortura de manera generalizada. Mientras servía como boina verde en la guerra de Vietnam, el activista antibélico Donald Duncan recibió una formación en supuestas técnicas de tortura comunistas. Después de que el grupo de Duncan asistiera a una letanía de técnicas de este tipo, otro de los alumnos preguntó al sargento al mando por qué el nombre de la clase era medidas preventivas contra interrogatorios agresivos. Para mayor confusión, el sargento también le había dicho que no existían medidas preventivas para la mayoría de estas técnicas. “¿Está sugiriendo que utilicemos estos métodos [de tortura]?”, preguntó el estudiante. Como Duncan recuerda en sus memorias, The New Legions, el sargento “miró al suelo e hizo una pausa dramática. Cuando levantó la mirada, su cara apareció solemne pero sus ojos brillaban: ‘Nosotros no podemos decirte que lo hagas… Las Madres de América no nos darían su aprobación’. Y la clase rompió a reír”. 

Cuando la CIA se creó en 1947, promovió la tortura en los primeros escenarios donde actuó, uno de ellos fue Grecia. Allí, la agencia creó un equivalente griego de la CIA llamado KYP, que utilizaba la tortura para contrarrestar el apoyo a las izquierdas. Después del golpe que la CIA auspició en Irán en 1953, Estados Unidos creó una policía secreta para el sha que se llamó Savak y que torturaba a los iraníes de forma rutinaria. De igual modo, Estados Unidos envió agentes infiltrados desde Múnich hasta la URSS para participar en operaciones de sabotaje. Cuando se infiltraron en la operación agentes dobles, se torturaba a los sospechosos con regularidad. En Brasil, después de que la CIA derrocara al presidente de izquierdas João Goulart en 1964, los sospechosos de ser de izquierdas eran acorralados, se formaban escuadrones de la muerte y se torturaba y mataba a los sospechosos con el dinero de los contribuyentes estadounidenses. En Uruguay, el agente de contrainteligencia Philip Agee se enteró de que uno de sus agentes infiltrados en el cuerpo de policía estaba torturando a un preso cuyo nombre Agee le había proporcionado de forma involuntaria. Los gritos le persiguieron para siempre. 

En Brasil, después de que la CIA derrocara al presidente de izquierdas João Goulart en 1964, los sospechosos de ser de izquierdas eran acorralados, se formaban escuadrones de la muerte y se torturaba y mataba a los sospechosos

Durante la caza de Ernesto “Che” Guevara en Bolivia, la CIA envió a agentes cubanos en el exilio y estos torturaban a los sospechosos de colaborar con grupos de izquierda. Durante el gobierno de Reagan, al menos dos estadounidenses torturaron al general Ahmed Dlimi antes de que fuera asesinado en Marruecos en 1983. En Nicaragua, las contras torturaron de manera rutinaria a los sospechosos de pertenecer a grupos de izquierda. “A Rosa le cortaron los pechos”, se podía leer en un relato, “luego le rajaron el pecho y le sacaron el corazón”. En El Salvador en 1982, asesores del ejército de Estados Unidos se dedicaban a observar cómo sus aprendices torturaban a presos que habían sacado de forma aleatoria de sus camas mientras dormían. Les advertían de que sentir pena era contraproducente. En 1992, la contrainsurgencia de Guatemala, que había sido entrenada por Estados Unidos, capturó, torturó y asesinó al guerrillero de izquierdas Efrain Bámaca Velásquez. Este suceso se volvió un acontecimiento internacional cuando su mujer, la abogada estadounidense Jennifer Harbury, realizó huelgas de hambre para elevar una petición a la CIA. Y luego, en noviembre de 2001, el libio Ibn Shaykh al-Libi fue capturado en Afganistán y torturado en Egipto. Bajo presión, al-Libi le dijo a sus torturadores que Saddam Hussein estaba entrenando terroristas de Al Qaeda en la utilización de armas químicas. Al final, todo resultó ser falso. ¿El número de víctimas? Un millón de muertos más o menos. 

En enero de 2017, el presidente Trump brindó todo su apoyo a la falsa historia de la tortura que defiende la CIA. Apenas una semana después de su toma de posesión, el presidente declaró en ABC News : “He tenido conversaciones… con personas del máximo rango en los servicios de inteligencia y les he formulado la pregunta, ‘¿Funciona?, ¿la tortura funciona?’ y la respuesta fue ‘sí, totalmente’”. A lo que el presidente añadió: “Si [mis oficiales de inteligencia] realmente quieren hacerlo, entonces trabajaré para que puedan. Quiero hacer todo lo que esté dentro de los límites de lo que se pueda hacer legalmente. Pero, ¿personalmente creo que funciona? Sin lugar a dudas, yo creo que funciona”. 

The Report relata la batalla por sacar a la luz lo que se hizo en nombre de los ciudadanos estadounidenses. Al igual que sucede con el cambio climático, la historia estadounidense de la esclavitud, las intervenciones militares en el extranjero, el apoyo brindado a dictadores de derechas por todo el mundo y otras esferas en las que tenemos mucha infamia que ocultar, nuestro acceso a la verdad sobre el programa de tortura posterior al 11-S dista de ser una conclusión conocida de antemano. Aunque se ha dicho que el presidente de reality show está reñido con la CIA, no cabe duda de que cuando se trata de la tortura y su eficacia, el presidente Trump está en total sintonía con la agencia. La persona que eligió como directora de la inteligencia central, Gina Haspel, desempeñó un papel protagónico en la utilización de centros clandestinos de detención, torturas y en el encubrimiento posterior a la destrucción de las grabaciones de los interrogatorios. Lo que está claro es que los agentes siguen intentando reescribir la historia del programa de tortura de la CIA, y que el trabajo que aparece en The Report no está ni mucho menos terminado.

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Joel Whitney es  autor de Chivatos: cómo la CIA engañó a los mejores escritores del mundo, y cofundador de la revista Guernica. Sus escritos han aparecido en el New York TimesThe New Republic y en otras publicaciones. 

Traducción de Álvaro San José.

Este artículo fue publicado originalmente en The Baffler. 

Autor > Joel Whitney (The Baffler)


biden trump

EE.UU: Confrontación entre “globalistas” y  chauvinistas-neonazis… ¿que esperar de Biden¨?

Por narciso isa conde Publicado el 6 Ene, 2021

NOTA DE ENTRADA: Este artículo lo escribí y publiqué horas antes de la manifestación y toma “trumpista” del Capitolio, sede del Congreso de EE.UU.

Con ese hecho el neofascismo, acosado institucionalmente, adelanta la confrontación violenta extra-institucional y retoma la ofensiva, creando una situación que apunta hacia una quiebra del Estado en  el contexto de una pugna  de alta intensidad, que tiende a agravar la crisis interna y a dirimirla con alto niveles de violencia que dejan atrás la formalidad democrática-electoral que encubría un dominio oligárquico hoy fraccionado y la falsedad de la “gran democracia” estadounidense.



La decadencia de la hegemonía de de EE.UU a nivel internacional es cada vez más evidente y en tanto esa superpotencia es el centro del Imperialismo Occidental y de una civilización capitalista en crisis mayor, esa realidad marca una persistente tendencia a la decadencia de todo el sistema de dominación.

La crisis interna del Coloso del Norte -agravada en el contexto de la COVID 19 y del convulsivo y degradante proceso electoral de noviembre 2020- es inocultable.

Ambos fenómenos se retroalimentan y determinan una profunda fractura al interior de las elites capitalistas que han dominado ese imperio, el capital, el dinero, el país y gran parte del mundo; expresándose con fuertes estremecimientos y rupturas a lo interno (en el seno del Poder Federal y en los vínculos entre los Estados y la Unión) y con una declinación de su poderío a lo externo de su fronteras (Sistema Global Transnacional), que a su vez motiva una mayor agresividad contra quienes adversan sus ambiciones  y sus acciones por el control de las riquezas de la Madre Tierra.

Esto se presenta en el contexto de una voracidad, de un afán de concentración de riquezas y un despliegue de violencias irrefrenables, que desgarran cada vez más las entrañas de un poder estatal-empresarial irreconciliablemente dividido y que amenaza la estabilidad de EE.UU como suma de Estados, al mismo tiempo que erosiona la existencia del planeta y la vida de una gran parte de la humanidad.

Al daño a segundos y terceros se le agrega una pelea “a muerte” entre facciones con recetas opuestas para contrarrestar su inexorable decadencia como Imperio.

*         DOS FACCIONES PODEROSAS  FRACCIONAN LA UNIÓN.

La cuestión rebasa las diferencias tradicionales entre “demócratas” y “republicanos”. También rebasa el pleito Trump-Biden por la silla presidencial. En los hechos esa pugna le pasa por encima incluso al tema de quien se va y quien puede llegar a la Casa Blanca, y de cuan legítimas o tramposas son las votaciones de uno u otro bando.

Partidos y candidatos son instrumentos de dos facciones del gran capital, de corporaciones y estructuras más permanentes y con mayor raigambre económica, social, militar e ideológica.

Una gravita más en el Partido Demócrata y otra en el Republicano, pero las dos influyen en los dos partidos y actúan por cuenta propia en las instituciones electivas, en el poder corporativo empresarial, en el PENTAGONO, la CÍA y el Complejo Militar-Industrial-Financiero.

El general francés Dominique Delawarde, con vasta experiencia en la OTAN y actualmente dedicado al análisis del proceso estadounidense, describe así este nuevo fenómeno:

Desde el fracaso de Hillary Clinton en la elección presidencial de 2016, Estados Unidos se ha dividido profundamente en 2 bandos irreconciliables que se detestan y se han enfrascado en una lucha “a muerte”. Al contrario de lo que la gente cree en Francia o en Europa, esos dos bandos no son los bandos republicano y demócrata, que sólo son las partes visibles del iceberg. Los dos bandos a los que yo me refiero tienen dos concepciones opuestas del mundo: son los ‎‎«soberanistas» y los «globalistas». Los representantes de los «globalistas» los hallamos mayoritariamente entre los demócratas, pero también podemos encontrarlos, aunque en menor proporción, entre los republicanos.

El 24 de septiembre de 2019, desde la tribuna de la Asamblea General de la ONU, Donald Trump claramente escogió su bando, expresó su visión del mundo y declaró la guerra a los globalistas…” (Carta del general francés Delawarde ‎sobre la elección presidencial ‎estadounidense- Red Voltaire)

Ciertamente lo de “soberanistas”  y “globalistas” son calificativos demasiado bonitos para lo que representan unos y otros.

En verdad  los llamados “soberanistas” son una expresión facciosa del  «nacionalismo neonazi» estadounidense, que intenta, con enormes dificultades,  volcar partes del poder transnacional de ese país hacia el interior de sus fronteras, a contracorriente de la globalización neoliberal, esto es, de la mundialización del capital.

Que en ese tenor procura aglutinar y fanatizar amplios sectores con un discurso chauvinista, y contrarrestar a la vez el desempleo y el declive económico interno -en tanto perjudican  a la clase obrera blanca afectada por la crisis y desplazada por la masa multicolor de inmigrantes mal pagados- trasladando  parte de los capitales y empresas del exterior hacia el territorio estadounidense, enarbolando la declinante supremacía blanca, endureciendo el racismo y la xenofobia y fomentando todo lo conservador; sin abandonar practicas colonialistas y posiciones alcanzadas en determinadas redes transnacionales.

Los llamados “globalistas” son los gestores y grandes beneficiarios de un poder corporativo transnacional, que se coloca por encima de las naciones, que no tiene patria, que le  pasa por encima a los Estados “nacionales”; constituyéndose en un poder supranacional, que explota a la clase obrera y a los pueblos a escala internacional, que conquista territorio por la fuerza y saquea sus recursos.

Que usa e instrumentaliza a los Estado, al FMI, al BM, al G20 y demás mecanismos multilaterales y multinacionales, que maximiza ganancias al interior de EEUU y fuera de sus fronteras; precarizando los salarios de los trabajadores y trabajadoras y auspiciando la exclusión social y el desempleo sin importarle el color de su piel.

En esa facción, donde imperan una gran parte de las empresas de la industria informática, las grandes cadenas globales de medios de comunicación, las firmas aeroespaciales, farmacéuticas, mineras, los bancos globales, las industrias del complejo militar…se destacan personajes del espectro de los mega-millonarios como Bill Gates, Soros, Rockefeller, Musk,  y los dueños de Facebook, Amazon, Twitter…

A su poder global se le suma una fuerte influencia en el “Estado o Gobierno profundo” que manipula áreas importantes del Estado estadounidense.

*         LAS PERSPECTIVAS POST-ELECTORALES Y  EL DEVENIR DE LA CONFRONTACIÓN.

Ambas dinámicas conducen, a que sin dejar de ser ni una ni la otra cosa, los neofascistas sean más despóticos, menos tolerantes y más represivos hacia el interior de EEUU, y menos guerreristas hacia fuera, que los llamados “globalistas”. Y viceversa.

Obama y Clinton -sustentados por las grandes corporaciones globales- tiraron más bombas, e invadieron más países, mataron más personas en el mundo y retiraron menos tropas que Trump. Esto está registrado en cifras, lo que no disminuye en lo más mínimo  la perversidad de este último en múltiples aspectos.

Y hablando de elecciones los dos son tremendamente tramposos. Pero más allá de los votos populares y de los votos electorales dentro de un sistema profundamente antidemocrático, definidamente oligárquico (encubierto con un manto de cierta tolerancia), los llamado globalistas decidieron impedir a cualquier precio y sin el menor de los escrúpulos, la reelección de Trump, quien no precisamente por loco, pero si por neofascista, se ha erigido en líder de esa corriente y cabeza de una facción de poder que está decidida a explosionar el “establecimiento institucional” y hacerle la “guerra”; comenzando por desacreditar exitosamente el sistema electoral y el poder mediático estadounidense.

Biden fue el escogido para relevar a Trump, con 79 años, enfermo y con serias limitaciones físico-mentales. Pero eso es lo de menos, porque no será él, que en tan difíciles circunstancias, habrá de gobernar esa convulsionada Nación.

Las señales de la subida a la superficie de determinados componentes del “Estado Profundo” pro-globalista, no han tardado en aparecer.

La tercera parte del equipo de transición de Biden -encargado de temas cruciales- proviene del Complejo Militar Industrial.

 Tres estructuras de los llamados “tanques pensantes”: Centro Internacional de Estudios Estratégicos, Corporación Rand y Centro para una Nueva Seguridad Americana.

Cuatro de las principales fábricas de armas: General Dinamic, Ray Theon, Nort Trop Grumam y Lockeed Martin.

Es por eso que con el ascenso de Biden y de los “globalistas” hay que esperar una intensificación de la llamada “guerra global anti-terrorista”, con más capacidad para involucrar a la OTAN y a las potencias aliadas de Europa Occidental en esa perniciosa cruzada.

Habría que esperar más intervenciones agresivas en el Medio Oriente a favor de Israel (Líbano, Palestina, Yemen, Irak, Irán, Siria…) y también en las fronteras con Rusia, el Mar de China y Nuestra América; aunque posiblemente lo de Nuestra América no vaya militarmente  tanto contra Cuba, dado que los cohetes  cubanos llegan a la Florida. Pero vale el alerta respecto al empleo de otros recursos agresivos contra la revolución cubana y, sobre todo, respecto a Venezuela y otros procesos soberanos, donde EEUU podría desplegar nuevas modalidades de la guerra como componente de la política.

 A nivel interno los “globalistas” están presionados y podrían aflojar ciertas cuerdas dadas las características del electorado demócrata, especialmente en lo relativo al racismo, a la cuestión migratoria y a los programas sociales en el contexto de la actual de la pandemia con depresión económica.

 De todas maneras el régimen que presidirá formalmente Biden, aunque cuenta con la mayor parte del poder de facto a nivel transnacional y en el “Estado Profundo” de EE.UU, es más vulnerable  que los anteriores; dadas esa profunda fractura del poder permanente y del sistema institucional, y el alto nivel de acumulación de poder por el trumpismo neofascista en tiempos recientes.

 La nueva Administración tendrá que enfrentar no solo una pandemia en expansión y sin control, y una economía maltrecha, sido además una oposición dentro del sistema institucional y fuera de él, pugnando por erosionarlo aun más y sin reparos respeto a  los efectos que tienden a deslegitimarlo y a desarticularlo.

Al trumpismo, más fortalecido en términos reales y más agresivos que antes –bloqueado institucionalmente y acosado por los grandes medios- solo le queda hacer  uso de la parte del polo electoral y no electoral que representa para subvertir el orden y las circunstancias impuestas por los “globalistas”.

No faltan ya los que desde las filas del neofascismo declaran la necesidad de suspender la Constitución para evitar la “guerra civil”. El general  Michael Flynn, ex-consejero de Trump, está ente este ellos y ahora sus partidarios ocupan cargos relevantes en el Pentágono.

Los hay también que apuestan  al separatismo, desatancándose las fuerzas que en Texas y otros Estados se inclinan por la declarar su independencia de la Unión.

El fantasma de la secesión, siempre latente desde el poder federal constituido, reaparece amenazante en un país donde abundan las armas legalizadas en manos de civiles y está  consagrado su uso para detener imposiciones contrarias a los intereses colectivos, lo que se torna sumamente interpretativo; y donde, además, sus fuerzas militares regulares  y mercenarias lucen bastante divididas.

Ese cuadro indica claramente que ese pleito no termina con la toma de posesión de Biden y la retoma del poder institucional por los globalistas, sino que solo se está iniciando una fase más aguda de una confrontación, que en el mediano plazo, podría generar  acontecimientos desintegradores  parecidos a los que se escenificaron en la Unión Soviética a final del Siglo XX.

Una progresiva y cada vez más tumultuosa decadencia del “Imperio Americano”, que arrastra a sus aliados euro-occidentales, sigue en marcha, lo que habrá de abrirle mayores cauces a los procesos liberadores en su periferia dependiente.

 Por Narciso Isa Conde

(06-01-2021, Santo Domingo, RD)


Pelota de Trapo

De la revolución socialista al reseteo del capitalismo

Publicado: 22 Enero 2021

Por Alfredo Grande

(APe).- En estos tiempos que corren, mientras la mayoría de las personas apenas camina, el resto se mantiene quieto e incluso retrocede, se habla de la virtualidad. Mientras se insiste en la necesidad de un lenguaje inclusivo, como si la realidad sólo se formateara con palabras, el lenguaje encubridor sigue gozando de muy buena salud. La realidad virtual se opone a la realidad material, de la misma forma que la alucinación se opone a la percepción. La virtualidad es una construcción artificial para la cual necesitamos una tecnología sofisticada que produce estímulos visuales, auditivos y táctiles a través de una programación especialmente diseñada. Las redes sociales, los medios audiovisuales, el ya prehistórico photoshop, logran una zona de incertidumbre entre virtualidad y realidad. ¿Es o se hace? Ambas cosas. Sólo importa el cristal con que se mira.

Esta mezcla permanente de lo virtual y de la realidad genera un estado de perplejidad y de confusión. Cuando ya no se puede diferenciar virtualidad de realidad, la alienación absoluta no podrá ser modificada. Lo que por ahora tenemos es el soporte digital de los vínculos. Eso que llamamos zoom, meet, y el menos convocado jitsi. Confundir lo virtual con lo digital es comenzar el camino de ida hacia el “mundo feliz” de la programación artificial de la vida.

En muchos formularios hay que marcar la casilla donde dice “no soy un robot” Lo curioso es que la pregunta la hace un robot. Lo deseante está construido no desde el placer en y de los cuerpos, sino desde el diseño de algoritmos. Se entroniza como mantra encubridor a los “nativos digitales”. Paridos por computadoras y smart phone. Teléfonos inteligentes para personas cada vez menos inteligentes.

Gabriel Plata señala que “Los millennials, aquella generación que engloba a las personas nacidas entre 1980 y 2003, es comúnmente calificada como perezosa, poco preparada y sin aspiraciones. Basta sólo hacer una búsqueda sencilla en Google para darse cuenta de los estereotipos con los que cargan: al escribir “los millennials el buscador autocompletará con “la peor generación”.

Google se encarga de que nadie resista al archivo. Archivo que obviamente armó Google. Los chimentos del barrio fueron reemplazos por Netflix. El buey solo bien se conecta. Los vínculos sociales han sido reemplazados por la conectividad. Por lo tanto, sugiero hablar de soporte digital y no de virtualidad. Es una forma de sostener alguna forma de humanidad resistente. Usamos los soportes digitales, pero no reemplazamos la realidad con ellos.

Toda virtualidad es en primer y última instancia, reaccionaria. Encubre, caricaturiza, deforma, maquilla. Los efectos especiales han desbordado el territorio del cine y se han instalado cómodamente en el salón de la alta política. Es una actualización del “lo veo y no lo creo” Y es un acierto, porque lo que se ve no es perceptual sino una alucinación. Pero no individual. Lo he denominado el alucinatorio político social. Cuidar es dos metros y un barbijo. Más de un millón de niñes empobrecidos no es descuidar.

El paradigma de la virtualidad naturalizada es la publicidad. Que ha vuelto a los niveles de distorsión y frivolidad pre pandemia. El consumismo es delirante y alucinatorio. Y mucho más cuando se lo santifica como promotor de la economía. Podremos discutir sobre el realismo socialista y sus desvíos expresionistas y grotescos. Pero sigo pensado que es el ser social el que determina la conciencia. Pero cuando ese ser social se construye virtualmente, entonces la conciencia es conciencia alienada.

No ser tan de derecha como un fascista no es lo mismo que ser de izquierda. Ser menos feo que un monstruo no te convierte en lindo. Tener una jubilación por encima de la mínima no te convierte en rico. Ser más papista que el papa no te convierte en papa. Ser demócrata no te convierte en democrático, aunque hayas derrotado a un energúmeno de derechas.

Pero el sueño de la virtualidad también construye monstruos. Si bien parece una consigna precaria, insisto en que podemos usar el soporte digital para seguir imponiendo la realidad real, no la artificial. Lo que algunos designan como “la territorialidad”. Las y los originarios lo saben y lo padecen. No es el mundo según Disney, sino el mundo según Benetton. La territorialidad no antagoniza al soporte digital, pero enfrenta a todas las formas de virtualidad.

Según Carlos Julio Díaz Lotero: “El crecimiento inteligente no es otra cosa que la llamada ‘economía digital’, que ha tenido un desarrollo importante en el marco de la pandemia del COVID 19, algo muy cercano a parte de la “economía naranja”. La directora del FMI afirma que es necesario reducir la brecha en tecnologías digitales existente en el mundo, y aun dentro de los países. No obstante, si bien estas tecnologías son necesarias y es urgente garantizar la conectividad digital de los países y sectores sociales más pobres, éstos seguirán en el atraso sino se hacen fuertes inversiones en el desarrollo de energías más densas, en líneas ferroviarias, carreteras, túneles, distritos de riego, y otras infraestructuras básicas necesarias para el desarrollo de la economía productiva como son, entre otros, los sectores agropecuario y manufacturero de alto valor agregado. El “crecimiento más justo” se reduce a la “expansión de programas sociales” para administrar la pobreza mediante subsidios miserables y políticas asistenciales.

La ley de trabajo remoto se inscribe en esta lógica de la economía digital. En criollo básico: computadora o muerte. El 2021 nos encontrará conectados y dominados.

La grieta digital que tanto desvela a la presidenta del FMI, es un obstáculo para la dominación absoluta de la población mundial por una oligarquía computarizada, de plataformas y generadores de contenidos artificiales. Sumada al control total de tierras, aire y agua y al auge del extractivismo absoluto, la posmodernidad comienza a ser un recuerdo lejano.

Los terrores a la revolución socialista que alguna vez hizo temblar al gran capital, incluyendo a los que decían combatirlo, ha sido aplanado por la certeza del reseteo digital de la economía.

Todavía hay una humanidad que resiste y resistirá toda forma de virtualidad reaccionaria. Aunque como ya anticipara Henirk Ibsen en 1882, seremos considerados enemigos del pueblo.

Por eso, aunque sea autorreferencial, quiero compartir estas líneas: “Lo necesario ha sido capturado por el modo superyoico de producción de subjetividad. Lo que hace dos meses y medio, en mayo 2020, denominábamos: “la captura reaccionaria de la cuarentena”.

Intento, aunque pocas veces puedo lograrlo, no quedar capturado en las virtualidades reaccionarias de las arengas de los gerenciadores del Estado.

Edición: 4152


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URUGUAY

Sunca prepara movilización para febrero

«Estamos de acuerdo en que posiblemente no tendría que haber ningún tipo de movilización, pero de la otra parte, fundamentalmente del gobierno, no tendría que haber medidas que son antipopulares», dijo el presidente del Sunca.

Ultima actualización Ene 19, 2021 - LA REPÚBLICA uy

El Comité Ejecutivo Nacional del Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (Sunca) definió el jueves pasado realizar «una gran movilización» en febrero.

En un comunicado explican que el motivo es poner «en debate la necesidad de mantener la industria activa, así como una clara política de inversión pública si se sigue registrando caída de la inversión privada».

Además, afirman que las medidas adoptadas por el gobierno en relación al impacto sanitario, económico y social, que trae consigo la pandemia, fueron «insuficientes y erradas». «Expresión de esto son la incapacidad para diseñar e implementar un plan de vacunación, del que tanto se habla, pero no se da a conocer, el aumento de la desocupación, la suba de tarifas públicas, el aumento de productos de la canasta básica, la rebaja salarial para los trabajadores públicos, el aumento para las jubilaciones y pasividades por debajo de la inflación (primera vez en 15 años), etc.», dice el texto.

El presidente del Sunca, Daniel Diverio, explicó a Montevideo Portal que uno de los sectores que más está sufriendo la desocupación es el del peaje, donde «hay un anuncio de automatización». Si bien este no es nuevo, sí se estaba trabajando en una comisión para «la reconversión de las compañeras del peaje, para poder ubicarlas en otro lugar de trabajo», aseguró.

Sin embargo, «ese proceso se cortó ahora porque el gobierno entrante definió acelerar el proceso de automatización. La respuesta que tenemos hoy arriba de la mesa es que a muy corto plazo, tal vez en marzo, 350 compañeras del peaje, jefas de hogar muchas de ellas, van a tener como alternativa quedar desocupadas», afirmó Diverio.

Por tanto, explicó que la movilización tiene como fin «generar condiciones para que la mesa de negociación por el tema del peaje» funcione.

Ante las críticas del oficialismo por la realización de una movilización en momento de pandemia, aseguró que no será una marcha y que buscarán «alguna forma creativa» teniendo «claro el escenario que estamos viviendo».

«Estamos de acuerdo en que posiblemente no tendría que haber ningún tipo de movilización, pero de la otra parte, fundamentalmente del gobierno, no tendría que haber medidas que son antipopulares. Nos plantean que no nos movilicemos pero lo que hacen es acelerar un proceso que se venía discutiendo y dejan 350 compañeras sin laburo», dijo y agregó «se toman medidas antipopulares y se reclama que no se movilicen los trabajadores».


COFE rechaza aumento de tarifas públicas porque funciona como un impuesto encubierto

La Confederación de Organizaciones de Funcionarios del Estado (COFE) rechaza al aumento de tarifas públicas dispuesto por el Gobierno, porque funciona como un “impuesto encubierto, que provoca una pérdida significativa del poder adquisitivo de la población, para cumplir los objetivos de un ajuste fiscal”. El gremio de los trabajadores del sector público expresa además que “nuevamente el presidente de la República, Luis Lacalle Póu, incumple el compromiso asumido durante la campaña electoral de no subir las tarifas y mantener el salario real”.

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IMPUESTO ENCUBIERTO 30 de diciembre de 2020, 18:22hs - LR21

Este miércoles 30 de diciembre, COFE emitió un comunicado a través del cual manifiesta su absoluto rechazo al aumento de las tarifas públicas decretado por el Gobierno y que comenzará a regir a partir del próximo 1º de enero.

En su resolución, el sindicato de los funcionarios estatales remarca que el aumento es el segundo en menos de un año. Recuerda que el 1º de abril de 2020 el aumento en OSE fue del 10,7%, en UTE de 10,5% y en ANTEL de 9,78%.

COFE asegura que el aumento tarifario funciona como un “impuesto encubierto, que provoca una pérdida significativa del poder adquisitivo de la población y que profundiza el ajuste fiscal que se está aplicando en Uruguay desde el 11 de marzo de 2020 (decreto 090/2020) y materializado con mayor énfasis en la Ley número 19.924 de Presupuesto quinquenal.

Asimismo, el gremio indica que la Ley de Presupuesto consagra una “rebaja salarial permanente y significativa para los trabajadores públicos”, y señala que el ajuste de salario de enero de 2021 será de aproximadamente un 4%. “Si la inflación del año cierra en el entorno de un 9%, se producirá una pérdida del salario del 5%”.

Remarcan que los trabajadores del sector privado también tendrán ajustes menores que la inflación y lo mismo sucederá con las jubilaciones y pensiones.

El nuevo aumento de las tarifas, “en todos los casos es superior al ajuste salarial así como también supera la inflación acumulada desde abril a diciembre”. En efecto, la gasolina subirá 6,19%, el supergás 6,9%, la electricidad 5%, el agua 6,5%, los servicios de telefonía móvil 6,3% y los servicios de Internet 9,5%.

“En nueve meses, la UTE subió más de 16%, la OSE aumentó 17,8%, los celulares un 16,7%, e Internet subió 20,2%”, detalla COFE.

En tal sentido remarcan que “los servicios públicos son fundamentales para la población, pero en medio de la emergencia sanitaria su consumo se hace imprescindible”.

El Gobierno es responsable de aumentar el costo de vida

“El Gobierno fija las tarifas públicas y es el responsable de aumentar el costo de vida de los uruguayos, en una situación de emergencia sanitaria, con decenas de miles de uruguayos desempleados, con cientos de ollas populares y merenderos en todo el país, con una rebaja salarial para el conjunto de los trabajadores así como para jubilados y pensionistas”, expresa COFE en su comunicado.

Esta decisión del Gobierno se sustenta en la visión de “bajar el déficit fiscal sobre la base de rebajar el salario reducir los puestos de trabajo, ambas acciones tanto en lo privado como en los público, y aumentar las tarifas de los servicios públicos”.

“Nuevamente el presidente de la República, Luis Lacalle Pou, incumple el compromiso asumido durante la campaña electoral. Se comprometió a no subir las tarifas públicas y las subió. Se comprometió a mantener el salario real, pero el salario lo rebajó”, cuestiona el gremio.

Impuesto encubierto

Por todo ello, COFE rechaza tales medidas y asegura que es “absolutamente inadecuado utilizar las tarifas como un impuesto encubierto, para cumplir los objetivos de un ajuste fiscal que en las actuales condiciones son absolutamente inaceptables”.

Por el contrario, “el Gobierno debería apoyar a los sectores más vulnerables de la sociedad que hoy sufren los efectos económicos y sanitario de esta crisis, subvencionando las tarifas públicas”.

El gobierno resolvió aumentar todas las tarifas públicas a partir del 1º de enero

El Poder Ejecutivo informó que las naftas tendrán un aumento de 6,19%, y el supergás de 6,9%,…


Friopan: Exabruptos y envalentonamiento patronal

Lunes, 28 Diciembre 2020 17:2 - PORTAL PIT-CNT

Friopan: Exabruptos y envalentonamiento patronal

De manera abrupta y con mensajes temerarios por parte de los representantes de la empresa, culminó una instancia de negociación que se desarrollaba con la participación del Ministerio de Trabajo, el sindicato de Friopan y la patronal.

Según explicó al Portal del PIT-CNT Miguel Rosales, referente del Sindicato de Trabajadores de Friopan (STF) y delegado de la rama del sector panificadoras industriales, la instancia que se desarrolló este lunes 28 de diciembre fue convocada ante el envío al seguro de paro de la totalidad del personal y el incumplimiento patronal de los acuerdos establecidos por las partes a fines de noviembre.

“Mientras los trabajadores estamos en el seguro de paro la empresa Friopan continúa produciendo con personal tercerizado y gente incorporada de otras áreas”. Según el testimonio del sindicato, la empresa admitió ante las autoridades del MTSS que efectivamente esto es así y “de manera temeraria dijeron que ellos podían hacer lo que quisieran” y que incluso, “no tenían por qué respetar el acuerdo firmado con los trabajadores”.

El delegado y referente del sindicato de Friopan, informó al Portal de la central sindical que la empresa manifestó sin pudor en el marco de la negociación que “no quería trabajadores sindicalizados, ni quería más sindicato en su empresa” y se refirió a los trabajadores como “vagos” y “muertos de hambre”. Ante este panorama, la representante del MTSS dejó en claro que un planteo de tales características era inadmisible y “no correspondía” en un ámbito de negociación. “A la empresa eso no le movió un pelo y dijo que pensaban seguir adelante”, acotó Rosales. Para el sindicato, la postura de la empresa es un “atropello” al sindicato pero también al Ministerio de Trabajo y al Estado uruguayo como marco garante de la legislación vigente en materia laboral.

Así las cosas, la representante del MTSS, Marian Arakelian, decidió dar por finalizada la reunión y alertó que elevaría el contenido y el tono de los planteos de la empresa ante las autoridades superiores de la cartera de Trabajo.

Según relevó Rosales al Portal, la respuesta de Tania Fernández, hija de los propietarios de Friopan al planteo de funcionaria del MTSS fue: “haga lo que quiera”. El dirigente apuntó que mientras Fernández generó un clima absolutamente “hostil y envalentonado” y fue quien llevó adelante la postura de la empresa, en tanto el asesor jurídico de la empresa, doctor Fernando Pérez Tabó, decidió retirarse sin emitir juicio ni pronunciarse al respecto tan solo “pidiendo disculpas” antes de abandonar el recinto.

Próximos pasos

Al tomar conocimiento de esta situación, el secretario general del PIT-CNT, Marcelo Abdala, se contactó con jerarcas del MTSS y rápidamente quedó acordada una reunión del Director Nacional de Trabajo con una representación del Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT y del sindicato de Friopan. La instancia se desarrollará el miércoles 30 de diciembre a las 15 horas en la sede de la Dinatra.


Pasados de vivos

«Rancio pan»: crónica del despotismo de Friopan

Desde hace varios días el sindicato de la empresa y la Mesa Coordinadora del Pan, vienen denunciando los sucesivos incumplimientos y las actitudes avasallantes de los dueños de la empresa Friopan.

"Rancio pan": crónica del despotismo de Friopan
Por Rolando Arbesun 28 diciembre, 2020 - CARAS Y CARETAS

Si el sindicato de trabajadores de la empresa Friopan, fundado hace 15 años, hiciera públicas las historias de abusos y atropellos que dieron lugar a la formación del mismo, es muy probable que muchos no den crédito a lo que, en dicha empresa sucede.

Desde hace varios días el sindicato de la empresa y la Mesa Coordinadora del Pan, vienen denunciando los sucesivos incumplimientos y las actitudes avasallantes de los dueños de la empresa Friopan.

En comunicación con Caras y caretas Portal, Miguel Rosales, dirigente de la Mesa Coordinadora del Pan describió la situación por la que atraviesan los trabajadores, así como, las actitudes que, en esta jornada, mantuvieran directivos de la empresa en una instancia de negociación virtual en la que participaron los negociadores del ministerio de Trabajo.

En dicha instancia tripartita, la dueña de Friopan, Tania Fernández expresó su total desconocimientos a las normativas laborales vigentes y trató a los trabajadores como “muertos de hambre”.

No sólo insultó a los trabajadores, relata Rosales, sino que “le metió el gaucho al ministerio, aceptaron lo que habían denunciado los trabajadores de que la empresa estaba haciendo usufructo del seguro y que ellos seguirían trabajando de esta forma porque la empresa es de ellos”.

“Mandan a los trabajadores al seguro de paro y trabajan con otras personas a las que contratan o de otras áreas de la empresa, para suplir la actividad de aquellos que están en el seguro”, explicó el dirigente.

Aunque el ministerio en dicha instancia tripartita, le comunicó a la empresa que eso que intentan convalidar, no se puede hacer y la reacción de la empresa fue afirmar que “si lo iban a hacer, al tiempo que ratificaron que no cumplirían los acuerdos que han sido denunciados por los trabajadores y que no van a cumplir ningún acuerdo más”.

El ministerio de trabajo, agrega Rosales, señaló en la reunión que informarían a las autoridades y los representantes de la empresa, en la persona de Tania Fernández se negaron a seguir dialogando y trataron de “muertos de hambre a los trabajadores y adelante del ministerio la empresa dijo que no quería sindicatos en la misma, no queremos más sindicatos expresaron, que trabajen”.

Una vez más el ministerio recordó que esto violaba normas laborales vigentes y que por tanto se daría parte a las autoridades y la respuesta de Fernández fue “hagan lo que quieran, que ellos seguirían haciendo lo que quisieran porque la empresa era de ellos”.

Rosales detalló que en la reunión se contó con la presencia del abogado de la empresa Fernando Pérez Tabó, que al escuchar estas posiciones de Friopan abandonó la reunión excusándose con los representantes del ministerio de Trabajo.

Hace pocas horas, los representantes del ministerio de Trabajo se comunicaron con la organización sindical y les expresaron que estaban elevando un informe sobre los incumplimientos de la empresa, el uso indebido del usufructo del seguro de desempleo y el mal relacionamiento de la empresa con los trabajadores.

Ante esta situación, los trabajadores y la dirección del gremio, comenzarán una serie de asambleas Informativas donde plantearán esta vergonzosa actitud patronal al resto de las panificadoras.

Ya han sido contactados los dirigentes del Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT y el próximo 30 de diciembre tendrán una instancia de negociación con el director de Trabajo a pedido de los miembros del Secretariado.

En dicha reunión también estarían participando dirigentes de la central sindical en apoyo a las y los trabajadores del gremio.


Ec. Bruno Giometti (Cuesta Duarte): "Un nuevo golpe al salario y a los sectores populares"

Viernes, 22 Enero 2021 20:30 - PORTAL PIT-CNT

Ec. Bruno Giometti (Cuesta Duarte): &quot;Un nuevo golpe al salario y a los sectores populares&quot;

El Poder Ejecutivo resolvió ajustar el valor de la BPC (Base de Prestaciones y Contribuciones) por el porcentaje de aumento del Indice Medio de Salarios a noviembre, es decir 7,76% y no por el porcentaje de aumento de Indice de Precios al Consumo del año 2020 que fue 9,41% (criterio que se venía siguiendo hasta el año pasado).

Esto provoca que el valor de la BPC a partir del 1º de enero sea de $4.870. Si se hubiera seguido el criterio aplicado en años anteriores y el ajuste hubiera sido por el índice de inflación, la BPC hubiera pasado a tener un valor de $4.944.

Este cambio trae una serie de consecuencias que trataremos de analizar lo más claramente posible.

El impacto sobre los asalariados

Este cambio genera un incremento de la carga fiscal sobre la clase trabajadora. Se produce un incremento en las tasas efectivas de IRPF que pagan los trabajadores afectados por este impuesto, en comparación con la situación que tendrían si se hubiera aplicado el criterio utilizado hasta el año pasado. Todos los asalariados con ingresos superiores a $34.089 líquidos pagan más que si se hubiera aplicado el criterio de ajuste anterior.

A su vez, trabajadores que con el criterio utilizado anteriormente hubieran quedado por debajo del monto mínimo no imponible, con la nueva estructura de franjas pagarán IRPF. El mínimo no imponible del IRPF será $34.089 pesos por mes y no $34.611 que sería si se hubieran ajustado los valores por IPC). Es decir, un trabajador que gana $34.500 pesos líquidos por mes, con el criterio anterior no pagaría IRPF, ahora va a empezar a pagar. Un trabajador en ese rango de ingresos va a pagar un monto muy bajo, dado el diseño de dicho impuesto, que es progresivo; pero resulta ilustrativo de la visión del actual gobierno, que sea a trabajadores con ingresos para nada elevados, que se les exija un aporte mayor.

Esta medida se suma a la política salarial regresiva que viene llevando adelante el actual gobierno, donde se descarga el peso de la crisis económica y social sobre los asalariados públicos y privados.

Otra medida que lo que busca es ante todo recaudar

Resulta muy evidente que esta es una medida de carácter principalmente recaudatorio, que prioriza ante todo el tema fiscal, dejando otros aspectos macroeconómicos y sociales relevantes en segundo plano.

Esta medida afecta con la misma severidad a trabajadores de ingresos medios ubicados en las primeras franjas de pago de IRPF que a trabajadores de ingresos muy altos. Se busca recaudar pero no se distribuye la carga de forma más equitativa ni siquiera dentro de los asalariados, como hubiera sido una modificación de la estructura de tasas. Ni hablar que no toca ni a los ingresos de capital ni a la concentración de riqueza.

Si bien no puede conocerse con exactitud, una estimación gruesa nos muestra que este cambio podría provocar una recaudación incremental de alrededor de 3% o 4% en comparación con lo que sería si se hubiera aplicado el criterio utilizado hasta el año pasado y suponiendo que se mantiene incambiada la distribución de los asalariados en la escala general de ingresos. Como la disminución del empleo en 2020 se ubica en el entorno de esos guarismos (3% o 4%) e incide en el sentido contrario, el concepto al que podemos arribar es que básicamente lo que se busca con esta medida es sostener la recaudación de IRPF (compensar con una mayor carga fiscal la caída del empleo y por ende los aportantes de IRPF).

Se afecta a sectores vulnerables de la población

Alguien podría decir que esta medida, por más que no sea simpática, en realidad no afecta a los uruguayos más vulnerables, que ganan menos de $30.000 mensuales y por ende no están afectados por lo que suceda con el mínimo no imponible del IRPF o con las franjas de dicho impuesto.

No obstante, la BPC es una variable que no solamente se usa para ajustar las franjas y el mínimo no imponible del IRPF, sino que numerosas prestaciones que brinda el Estado están “atadas” a su valor. Es más, en la ley de Presupuesto recientemente aprobada por la coalición de gobierno, se establece que más prestaciones quedan indexadas al porcentaje de ajuste de la BPC, entre ellos el subsidio por enfermedad, el subsidio por desempleo y las asignaciones familiares. También se ajustan por BPC prestaciones como el monto del apoyo económico que se da a los participantes del programa de empleo Uruguay Trabaja; la jubilación especial para personas de más de 60 años que no llegan a generar el causal; la Pensión Especial Reparatoria (PER); la pensión a las víctimas de delitos violentos, etc.

Que estas partidas se ajusten por el porcentaje que ajusta la BPC y que dicho porcentaje sea inferior a la inflación, equivale a decir que todas estas prestaciones perderán poder de compra (o que perderán valor en términos reales) en comparación con el año pasado.

La medida y su contexto

Lo más complejo no es la medida en sí misma sino que se suma como perla a un collar de medidas que van todas en la misma dirección, básicamente:

1) Priorizar ante todo el tema fiscal e intentar recaudar más, lo que va en dirección contraria a lo que se viene haciendo en todo el mundo en el marco de la pandemia (medidas expansivas).

2) Descargar el peso del ajuste sobre los asalariados y en general sobre los sectores de ingresos fijos (trabajadores por cuenta propia, pequeños productores y comercios, jubilados, personas que reciben prestaciones del Estado) de forma de alterar la distribución social del ingreso de manera regresiva e impulsar la competitividad empresarial vía reducción de costos.

El IRPF es un impuesto que al sustituir al viejo IRP, hizo al sistema tributario más progresivo, no hay dudas. Pero eso no implica que cualquier ensanchamiento de la base de cobro de IRPF sea la mejor medida para mejorar la distribución del ingreso ni la más adecuada en todo momento. Si en el gobierno hubiera una vocación de justicia distributiva, podría haber alterado la estructura de tasas, aumentando las tasas de las franjas más altas en mayor medida que las de ingresos más bajos y modificando otros impuestos que pagan sectores más acaudalados de la población (por ejemplo que graven la riqueza acumulada). Muy al contrario, el gobierno demostró en la ley de presupuesto que no tiene problema en resignar recaudación fiscal cuando eso beneficia a los “malla oro” como por ejemplo en los cambios en los criterios de valuación de la base imponible del impuesto al patrimonio.

Además de ser una medida que no avanza en cuanto a distribuir de forma más justa el peso de la crisis, también es una medida muy peligrosa desde el punto de vista macroeconómico. Junto a las otras medidas salariales y de gasto tomadas por el gobierno se deteriora fuertemente el mercado interno y con eso se afectan las perspectivas de la propia recuperación económica.
En suma, una medida que va en la misma línea de las aplicadas hasta el momento por el gobierno, que busca recaudar a costa del pueblo uruguayo, hacer caer el peso del ajuste sobre los sectores populares y que se juega todos los boletos a una salida de la crisis liderada por los “malla oro” y con el “pelotón” cada vez más alejado o directamente por el camino.

Ec Bruno Giometti
Instituto Cuesta Duarte


Uruguay: La crisis económica entre nosotros

por Venancio Acosta
LA HAINE - 19/01/2021

La mano invisible

En 2020 cayó el salario real y se perdieron más de 60 mil puestos de trabajo, de los que, según CPA Ferrere, el año que viene sólo se recuperarán 20 mil. Hay más de 35 mil nuevos niños pobres, según cálculos de economistas de la Universidad de la República. Pero, mientras los datos confirman que todo sería peor de lo que esperaba el gobierno entre agosto y diciembre, se compraron más camionetas de alta gama que lo consignado en los mismos meses del año pasado.

En agosto, el gobierno estimó que se gastarían aproximadamente 768 millones de dólares para sostener a los cientos de miles de personas afectadas económicamente por las medidas para contener la pandemia.(1) Afirmó que pensaba dispensar 116 millones para atender las necesidades del Ministerio de Desarrollo Social, previó que 157 millones corresponderían a resignación fiscal y calculó que 396 millones serían destinados a cubrir el tendal de los seguros de paro. Además, proyectó gastar 49 millones en seguros de enfermedad, 40 en «compra [de] insumos» y 10 en otros gastos. Los gastos correrían por cuenta del Fondo Covid-19, (2 )creado en abril con anuencia de todos los partidos políticos. El Parlamento en pleno otorgó, ese mes, su aval para que el Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) informara de los gastos, en detalle, únicamente cuando finalice la emergencia sanitaria. De modo que, a la fecha, el gobierno sólo publica «datos globales», a pesar de la insistencia de la oposición, que apoyó la postergación de información, pero se muestra incisiva ante la opinión pública.

Hace una semana la ministra Azucena Arbeleche dijo, en conferencia de prensa, que, en realidad, en 2020 se gastaron 100 millones de dólares menos de lo estimado en agosto. Aunque sólo se dieron a conocer las cifras hasta noviembre, (3) según la ministra, en lugar de los 768 millones proyectados inicialmente, el gasto de 2020 fue de unos 625 millones. Adjudicó la diferencia a que las erogaciones destinadas a la seguridad social fueron menores a las estimadas. «Hicimos proyecciones más pesimistas, de más personas yendo al seguro de desempleo», valoró.

Pero aunque se gastó menos, «lamentablemente la pandemia no terminó», dijo la ministra. Y aseveró que el apoyo del Fondo Covid será «incondicional». En virtud de ello, no tuvo más remedio que hacer una segunda corrección a lo dicho en el pasado. Reconoció que -«como se continúa con los gastos y la situación extraordinaria de la pandemia»- el déficit fiscal proyectado para 2021 será mayor a lo previsto. Cuando se presentó la ley de presupuesto, en agosto, el gobierno había estimado cerrar el 2021 con 4,1 de déficit. «Lo estamos revisando», actualizó Arbeleche.

En agosto, a la hora de argumentar en favor de los recortes promovidos por la ley de presupuesto, hubo dos señales. Se aseguró a quienes reclamaban el apoyo estatal para los afectados económicos de la pandemia que los recursos iban a estar disponibles. Y se garantizó a los que esperaban que el gobierno no se apartara de su meta fiscal la reducción del déficit para 2021. Cinco meses después, hay dos rectificaciones. Se gastó menos de lo que se afirmó que se gastaría. Y se prometen más erogaciones, lo cual no garantiza las proyecciones de abatimiento del déficit en los niveles anunciados. El presupuesto, sin embargo, fue aprobado en setiembre. Junto con la Ley de Urgente Consideración, sancionada en julio, sentaron las bases de la política económica del gobierno de Luis Lacalle Pou. En tanto, la crisis económica comienza a mostrar los dientes. Mientras los afectados demandan cada vez más recursos del Estado, los socios económicos del gobierno insisten en restringir el gasto público.

Se acabó el empleo

Es cierto que los envíos al seguro de paro fueron menores en el segundo semestre del año. No parece ser evidente, empero, que ese factor justifique una desaceleración del auxilio económico. El Banco de Previsión Social fue el principal amortiguador del desplome del empleo durante este año. Según cifras del organismo, en los primeros meses del año, la cantidad de trabajadores amparados por el seguro rondaba los 45 mil. En marzo -cuando irrumpió el virus-, se registró un incremento histórico que alcanzó, de un zarpazo, a 118 mil beneficiarios. La cifra continuó subiendo hasta alcanzar un pico de casi 186 mil personas amparadas en mayo. Desde entonces, se fue desinflando mes a mes hasta llegar a noviembre con poco más de 76 mil beneficiarios. Un nivel muy por encima de los guarismos prepandémicos: en el mismo mes de 2019 había 42 mil trabajadores en esta situación. En 2019, el Instituto Cuesta Duarte calculaba que el 29 por ciento de los ocupados (más de 468 mil personas) recibía menos de 20 mil pesos por mes. «Muchos de estos trabajadores seguramente pasaron por el seguro por desempleo en estos meses y vieron reducidos sus ingresos en aproximadamente una tercera parte, que es el monto del beneficio», sostuvo en un documento reciente.

Enero de 2020 empezó con 1.444.870 trabajadores cotizantes en la seguridad social. En noviembre, sólo quedaban 1.385.355 puestos. Al igual que lo sucedido con el déficit fiscal, a mitad de año el gobierno hizo proyecciones del mercado de trabajo para 2021 bastante «optimistas», según la mayoría de los análisis independientes. Esta disonancia se fue consolidando hacia el final del año. La última encuesta de expectativas económicas del Banco Central, si bien auguraba una leve recuperación del empleo, se mantenía menos prometedora que las estadísticas oficiales: una tasa de empleo de 55 por ciento y una tasa de desempleo de 10,3. El Cuesta Duarte, en tanto, estimó un 54,2 por ciento de ocupación y un 10,7 de desempleo. Los economistas del movimiento sindical aseveraron que entre 2019 y 2020 se perdieron alrededor de 62.500 empleos. En diciembre, por ejemplo, en un evento virtual dirigido a empresarios, CPA Ferrere echó sombras sobre los cándidos números del gobierno. CPA proyecta una caída del 5,9 por ciento del PBI. (4) «Además de suponer que el PBI se recuperaría en 2021 y alcanzaría los niveles prepandemia, el presupuesto quinquenal afirmaba que el empleo en 2021 recuperaría los niveles de 2019. Con la información que tenemos hoy, nosotros creemos que eso no va a ocurrir», dijo Alfonso Capurro, gerente de la consultora.

Capurro recordó que de 2000 a 2003 el país perdió alrededor de 80 mil puestos de trabajo, de 2003 a 2014 se crearon 430 mil y de 2015 a 2019 se volvieron a perder más de 50 mil puestos. Las proyecciones de CPA indican que en 2020 se perdieron 60 mil puestos de trabajo más, de los cuales solamente se recuperarán 20 mil en 2021. «Pensamos que el empleo se va a estar recuperando más lento que la actividad económica», afirmó. Que la economía no se recuperará en 2021 es también una proyección del Centro de Investigaciones Económicas (CINVE), que prevé una caída del PBI mayor a 6,1 por ciento y estima un lento crecimiento de 2,3 por ciento en 2021 y de 2,2 en 2022. Es decir, no habrá -tampoco según el CINVE- una recuperación «en v». «Y lo que es más importante: dilata hasta 2023 la recuperación de los niveles de actividad económica de 2019», anotaba a fines de diciembre.

El Cuesta Duarte estimó una caída del 2,5 por ciento del salario real de los privados para 2020. Respecto de lo que sucederá este año, el documento de perspectivas del Cuesta Duarte tampoco es optimista y prevé un agravamiento de la desigualdad. Manifiesta: «En materia de ingresos salariales, durante 2021 el salario real volverá a caer. En el caso del sector privado, durante el primer semestre de 2021 la caída se atribuye a los convenios firmados en el marco del período puente. Lo que suceda en el segundo semestre dependerá en buena medida de los lineamientos salariales que proponga el Poder Ejecutivo para la ronda que inicia el 1 de julio. Pero difícilmente este convoque una ronda de negociación abierta a todos los grupos, como en el pasado. Más allá de los "correctivos" pactados en el marco de la octava ronda (que estimamos entre 1 y 2 por ciento), no prevemos que con la actual política salarial se propongan aumentos en julio de 2021, y es probable que la recuperación se postergue».

Nos vemos en junio

Los analistas privados se refieren a la próxima ronda de salarios (en julio de 2021) como un «punto crítico» de la agenda económica del gobierno. Para entonces, dicen, el Ejecutivo deberá decidir la «desindexación» de los salarios. Es decir, barrer con la sujeción de los salarios al aumento de los precios, lo cual garantiza que no haya pérdida del poder de compra, pero -según algunos economistas- es uno de los principales factores que explican el alza de la inflación. El gobierno llegará a negociar a la novena ronda con el mercado interno deprimido y con la economía de los trabajadores por el suelo.

«Parece difícil que Uruguay pueda cumplir ese objetivo de desinflacionar la economía si no modificamos definitivamente las cláusulas de indexación de los salarios», dijo a los socios de CPA el economista Alfonso Capurro en diciembre. Y aclaró: «Pero para poder desindexar salarios [...] la negociación necesita, a mediados del año que viene, señales claras sobre el proceso de desinflación [...]. Y eso seguramente requiere acciones más firmes del lado de la política monetaria». Es decir, requeriría una intervención del Banco Central para frenar el aumento de los precios, algo que el gobierno ha evitado en todos estos meses porque impactaría en el mercado interno.

Gabriel Oddone, otro de los economistas asistentes al evento, argumentó que el gobierno llegó con una política económica basada en tres mandatos: reducir la incertidumbre fiscal (garantizar que no habrá más impuestos), aumentar la competitividad (favorecer el abaratamiento de los «costos de producción») y reducir la inflación (que «dificulta» las decisiones empresariales a largo plazo). El gobierno no alteró su visión de que «el sector privado es el protagonista»; no obstante, según Oddone, algunos de los fenómenos económicos que acarreó la emergencia sanitaria provocan que ese norte «corra el riesgo de ser revisado». La principal distorsión del plan del gobierno tiene que ver -en palabras de Oddone- con su «economía política»: «Las resistencias que pueden generar algunos de estos cambios agravados por un escenario de mayor conflictividad social».

Al no ver mensajes con la contundencia esperada, algunos economistas del riñón ideológico del gobierno han plantado protestas. El economista Javier de Haedo vertió ayer a Búsqueda su insatisfacción con declaraciones como: «El eslogan electoral completo decía: "No vamos a subir los impuestos y vamos a bajar el déficit fiscal por la vía de ahorros de gasto". En este primer año, no se subieron los impuestos, pero la baja del déficit estructural fue insignificante», o como: «Mi diagnóstico es que no van a poder lograr la meta fiscal en el período sin subir los impuestos, claramente», o: «Pero todo el partido se juega con los consejos de salarios: si se vuelve a un modelo como en las últimas rondas del Frente, donde había indexación -aunque diferida-, sería una señal muy negativa en cuanto a la inflación esperable».

Secos y mojados

Mientras tanto, la cantidad de pobres aumenta. O al menos esa fue la conclusión a la que llegaron los investigadores del Instituto de Economía (IECON), de la Facultad de Ciencias Económicas y de Administración de la Universidad de la República, Mauricio de Rosa y Matías Brum, que estimaron la cifra de pobreza para el segundo trimestre de 2020.(5) Entonces, el país surcaba por las consecuencias más arduas del parate económico. Los investigadores idearon un método preciso para calcular la tasa de pobreza en tiempo real, tomando en cuenta la caída de los ingresos de los trabajadores formales, autónomos e informales.

De Rosa y Brum demostraron, con los datos de abril, mayo y junio, que hubo un aumento porcentual de 3,3 puntos en la tasa de pobreza del país (de 8,5 a 11,8). Lo cual implicaba que alrededor de 116 mil personas habían visto caer sus ingresos por debajo de la línea. A la vez, calcularon el monto teóricamente necesario que el gobierno debería invertir para evitar ese aumento: serían alrededor de 26,7 millones de dólares mensuales. Valoraron entonces que las políticas gubernamentales para abatir el aumento eran «modestas», puesto que sólo alcanzaban a reducir la tasa calculada en un 17,6 por ciento (o sea, en ausencia de políticas, habría 25 mil pobres más).

Los investigadores realizaron un ejercicio similar, para igual período de tiempo, tomando en cuenta esta vez el impacto económico sobre la pobreza infantil. A pesar del alto nivel de incertidumbre que afecta las mediciones económicas, concluyeron que algunos resultados del estudio «lucen evidentes y muy probablemente se sostengan con independencia de la evolución concreta de la crisis asociada a la pandemia de la covid-19. En particular, la pobreza en niños, niñas y adolescentes se incrementará por encima de la población general, en un porcentaje, al menos, 30 por ciento superior, profundizando así los problemas de infantilización de la pobreza que Uruguay arrastra desde la década de 1990».(6)

Los niveles de la pobreza infantil en Uruguay eran de 15,5 por ciento (144.560 afectados). Luego del shock económico de la pandemia, alcanzaría a más de 180 mil. «Podemos afirmar -concluyen los investigadores- que al menos una de cada tres personas que caigan bajo la línea de pobreza será menor de edad. Este problema se agudiza, en particular, en los grupos de menores de 6 años, donde se concentra el grueso del efecto estimado».

Claro que las sombras no cubren a todos por igual. Según datos de la Asociación del Comercio Automotor, en 2020 se compraron más de 36 mil vehículos cero quilómetro en el país. Si bien se registró una disminución global en relación con 2019, llamativamente en los meses de noviembre y diciembre se compraron 9.128 vehículos nuevos, una cifra mayor a lo comercializado durante los mismos meses de 2018 y 2019. Hilando fino, se puede ver que en el segundo semestre de 2020 se compraron más vehículos cero quilómetro pesados que en los dos años anteriores. Entre agosto y diciembre, se compraron más camionetas de alta gama SUV (sports utility vehicle)que lo consignado en los mismos meses de 2018 y 2019. Y entre setiembre y diciembre se compraron más camiones que en el mismo período de los dos años anteriores.

Según el informe de comercio exterior de Uruguay XXI para 2020, los tractores representaron el 13 por ciento de los vehículos importados, cuando ese porcentaje en 2019 había sido de 10 y en 2018 de 8 por ciento. En el mismo informe consta que la categoría «químicos para el agro» trepó al segundo lugar de las importaciones en 2020, cuando en los dos años anteriores no figuraba ni entre los diez bienes más importados en el país. No se dispone aún de datos de importación de herramientas para la producción agrícola durante 2020. Las cifras más actuales corresponden al índice de inversión de maquinaria agrícola, elaborado por la firma Carle y Andrioli, que en julio de 2020 indicaba que las importaciones de estos elementos se habían revitalizado súbitamente, presentando niveles sólo comparables (aunque por debajo) al último boom de las commodities.

En 2020, las exportaciones tuvieron una caída significativa (12,5 por ciento: la mayor en las últimas décadas). Según Búsqueda, sin embargo, el total de las 20 principales empresas exportadoras fuera de zonas francas colocó bienes en el exterior «por apenas 3 por ciento por debajo» de 2019, la mitad tuvo pérdidas en la facturación, dos mantuvieron las ganancias y el resto aumentó las ventas (entre ellas, siete firmas vinculadas a la industria frigorífica y la empresa SAMAN).(7) Las proyecciones de Uruguay XXI para 2021 son de un «crecimiento generalizado» de las exportaciones -jalonado por la recuperación de las economías asiáticas- en un porcentaje cercano al 7 por ciento,(8) equivalente a 8.600 millones de dólares. Seguramente no serán los únicos que liderarán el pelotón, pero, sobre ellos, las estadísticas suelen ser más discretas.

Notas

1. Mensaje presupuestal y exposición de motivos del proyecto de ley presupuestal 2020-2024.
2. Ley 19.874. Fondo integrado por utilidades del Banco República y de la Corporación Nacional para el Desarrollo (CND), impuesto emergencia sanitaria, donaciones en dinero de particulares o personas públicas no estatales, préstamos internacionales, entre otros.
3. Resultados del sector público a noviembre, MEF.
4. Ayer, el Banco Central estimó la caída en 5,8 por ciento.
5. «Too little but not too late: nowcasting poverty and cash transfers' incidence during covid-19's crisis», Matías Brum, Mauricio de Rosa, World Devolepment, 2020.
6. «Estimación del incremento de la pobreza infantil: efectos de la crisis de la covid-19 en el segundo trimestre de 2020 en Uruguay», Matías Brum, Mauricio de Rosa, 2020. Citado en: «Víctimas silenciosas y silenciadas», Luis Pedernera, Josefina da Costa, CND, diciembre de 2020.
7. Búsqueda, 14-I-20.
8. Informe anual de comercio exterior, 2020, Uruguay XXI.

Brecha


El huevo de la serpiente: el crecimiento de la pandemia antidemocrática en Uruguay

Por Garabed Arakelian | 30/12/2020 | REBELIÓN

Confieso que nunca he visto el famoso “Huevo de la serpiente” (1) pero, por lo que he leído acerca de ella no tendría cáscara sino una cobertura de consistencia gelatinosa que le brinda cierta opaca transparencia al punto que permite ver, o entrever, las formas y apreciar el volumen de lo que crece dentro de él.

Si hay quienes, sorprendidos, se preguntan qué relación tiene esto con la realidad basta con decirle que el huevo representa a la república. Vea entonces lo que viene creciendo dentro de ella. En un recipiente cerrado y con elementos diversos  todo lo que crece dentro de él lo hace en desmedro de otros componentes de los cuales se va nutriendo.

Es sencillo y se puede comprobar. Hay gente que lo ha demostrado con detalle y precisión y no vamos, en esta ocasión, a detenernos en ese aspecto.

Tomemos la Ley de Urgente Consideración -popularizada como LUC- su trámite de falsa urgencia debería haber merecido el rechazo inmediato por la sencilla razón de no  ser urgente y basarse en una mentira. Los contenidos de su articulado demuestran que no eran ni son para tratamiento urgente sino merecedores del debate y el análisis parlamentario.

Pero el Ejecutivo “metió pechera” con la mentira de la urgencia agregándole al procedimiento un contenido emocional de prepotencia y de agresividad cuya síntesis es: yo presento y exijo aprobación porque soy el gobierno. Y lo logró.

Para el Frente Amplio, enmendar ahora los votos cedidos anteriormente se vuelve difícil, pues hay legisladores frenteamplistas que insisten en que “hay cosas que se pueden aceptar e incluso mejorar” concluyendo que no hay razones válidas para rechazarlas.

El gobierno logró ahora otro triunfo al aprobar, sin apoyo del Frente, un reiterado artículo 38 que, según los estudiosos, es más peligroso por lo que no dice, pero se puede deducir, que por lo dicho expresamente.

Pero el objeto de esta nota es alertar cómo al socaire de la institucionalidad la pandemia antidemocrática va creciendo. Las experiencias europeas y las que nos rodean acá en la región, demuestran claramente cómo las fuerzas de la reacción van ocupando posiciones dentro de la organización constitucional y democrática de los distintos países.   

Son varios los mecanismos a los que se recurre para ir socavando los principios democráticos, y así lograr que la ciudadanía pierda confianza en ella. Por un lado la prepotencia como elemento marco de toda actividad, lo segundo la falsedad, la mentira o el embuste, sostenido y reiterado, lo otro es el desparpajo para meter mano en los derechos de los trabajadores y reducir  el nivel de vida de los mismos. No hay democracia que se mantenga sobre la mentira y la injusticia que es resultado de la desigualdad.

Como se dijo, disminuye la capacidad de sustento de gran parte de la población y crece el arrebato económico que realiza en su beneficio el sector burocrático y militar integrante del estado adueñado ahora de los mecanismos de gobierno.

Toda la vida de la sociedad en menos de un año ha sufrido un terrible retroceso y llama la atención que las respuestas, hasta ahora, sean tan educadas , finas y, sobre todo, retóricas.

Si la “casta” militar además de asegurarse impunidad en lo penal logró afianzar un status económico envidiable y contar con un sistema jubilatorio que cargado a las espaldas del pueblo tiene características de  represalia colonial , hay que admitir que lo hizo por vía legal y democrática. Al igual que su presencia abundante, generosa y exultante en todos los resquicios disponibles y en los  cargos gerenciales de la administración pública. El proceso no deja lugar a que se instale la duda: están ahí porque se les permitió.

Como se dice que el gobierno está en manos de una agencia de publicidad lo primero que se debe reconocer es la eficacia de  dicha agencia y su capacidad para imponer pensamientos y acciones. Indudable capacidad para adoctrinar a la masa ciudadana y a los políticos profesionales. En contraposición, por ahora existen solamente solitarios ejemplos de protesta y decisiones para hacer otras cosas.

Es bueno no bajar las miras, y recordar que cuando los dirigentes no se ponen a la cabeza de los movimientos, estos avanzan con la cabeza de aquellos. La pandemia militar afectará el desarrollo del país.

Nota:

1.- «El huevo de la serpiente» es una expresión que se popularizó a finales de los años 70 y principios de los 80 pero que aún suele ser utilizada en algunos espacios sociales a modo de alerta sobre inminentes peligros que se ciernen sobre una determinada sociedad. Tal nombre proviene del título de una película, estrenada en 1977 y ambientada en el Berlín de los años 20, del famoso director del cine sueco Ingmar Bergman.

Garabed Arakelian. Periodista, docente, analista uruguayo, asociado al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE)