Primero de enero 2019: a 60 años del triunfo de la Revolución Cubana
Fidel Castro: La Batalla de Guisa fue un símbolo de la experiencia adquirida por los combatientes y jefes rebeldes
Por:
Fidel Castro Ruz
Discurso pronunciado por el Comandante en Jefe Fidel
Castro Ruz en el Acto Central Conmemorativo del Aniversario 30 de la
Batalla de Guisa, efectuado el 29 de noviembre de 1988 en esa localidad
de Granma.
Compañeros y compañeras combatientes de la Columna número Uno José Martí.
Compañeros y compañeras de la Fuerzas Armadas Revolucionarias.
Compañeros y compañeras de las Milicias de Tropas Territoriales de Guisa y de Granma.
Compañeros y compañeras de Guisa, bayameses, compatriotas todos.
No somos los viejos rebeldes muy dados a las solemnidades y a las medallas, o mejor dicho a las condecoraciones, pero hay circunstancias en que no queda otra alternativa que hacerlo. Un día, por ejemplo, como éste, un día, también, de profundas e infinitas emociones. Les decía a algunos compañeros que en días como éstos no podemos ponernos a pestañar, porque lloramos.
Este año de 1988 se conmemoran importantes y decisivos acontecimientos de nuestra lucha revolucionaria en las montañas. Prácticamente no había un solo mes, casi podría decirse que no había un solo día del año 58 en que no ocurrieran acontecimientos importantes, dignos de recordarse. Es por ello que a pesar del inmenso trabajo que nos ocupa a todos en este año, cuando algunos compañeros nos recordaban que era el XXX aniversario de la batalla de Guisa, llegué a la convicción de que no podríamos hacer como otros tantos años y dejar de reunirnos aunque fuese una sola vez para conmemorar no la batalla de Guisa, sino todas las batallas que se libraron a lo largo de ese año, antes de Guisa y después de Guisa.
Fue el año en que se iniciaron y se crearon las columnas que fundaron otros frentes de guerra: el Segundo Frente, el Tercer Frente. El año en que prácticamente se crearon todos los demás frentes. Fue el año de la Huelga de Abril, en que nuestro pequeño ejército realizó tan denodados esfuerzos por apoyar la huelga. Fue el año de la gran y última ofensiva de las fuerzas de la tiranía contra la Sierra Maestra. Fue el año de la creación de numerosas columnas que marcharon,algunas de nuevo, y otras por primera vez, hacia otras zonas de operaciones, incluida la provincia Camagüey. Fue el año de la invasión y de las columnas invasoras, que después de recorrer en medio de condiciones naturales y militares muy difíciles, alrededor de 300 kilómetros, llegaron a la provincia Las Villas. Fue el año de la contraofensiva, fue el año de las batallas finales en cada uno de los frentes y de la ofensiva final también de aquella pequeña tropa de la Columna Uno, de donde salieron prácticamente todas las demás columnas que fundaron frentes guerrilleros y que siempre se nutría de personal nuevo.
Cuando trataba de imaginarme cuántos compañeros estuvieron en la Columna Uno a lo largo de los años de guerra y calculaba, me daba cuenta de que el número tenía que ser necesariamente elevado, no solo por todos los que habían participado del desembarco del Granma y los que participaron en las primeras semanas y meses de la reagrupación del movimiento guerrillero, de los que participaron en los combates hasta el Uvero y después del Uvero, y los que participaron en la ofensiva, porque al fin y al cabo varias fuerzas volvieron a reunirse en lo que podría llamarse el Primer Frente y constituimos de nuevo una sola tropa, incluso, con Camilo, que estaba por el llano y le pedimos que volviera de nuevo a la Sierra en aquellos días de la ofensiva.
Nos recordaban todos los que participaron en aquella ofensiva, los cientos y cientos de hombres que se armaron. Solo en aquella parte participaron más de mil hombres.
Desde los casi 300 con que se iniciaron los combates –realmente los combates se iniciaron con apenas 180 hombres y después aumentaron- a medida que fueron llegando fuerzas del Tercer Frente, las fuerzas que estaban al este del Turquino y la pequeña tropa de algunos decenas de hombres de Camilo. Al final se habían capturado más de 500 armas y cuando de nuevo se organizaron las columnas había más de mil hombres.
Pero recordaba, también en la etapa final, cuando nosotros salimos de la Sierra Maestra teníamos un pelotón de hombres que eran los que estaban allí, lo que pudiéramos llamar en la Comandancia de La Plata, mientras se llevaban a cabo los desplazamientos de las distintas columnas, mientras se libraba la batalla política contra las elecciones. Era un pelotón, y la columna se integra de nuevo con varios pelotones que estaba en distintos lugares, algunos, incluso, próximos a Manzanillo, y con ese primer pelotón y algunos otros que se sumaron, más mil reclutas desarmados, volvió a ponerse en marcha la Columna Uno.
Mil reclutas desarmados eran aproximadamente los que salieron de Minas del Frio detrás de aquel primer pelotón, hombres que al final, con las armas ocupadas en Palma Soriano, se habían armado absolutamente todos en un periodo no mayor de 40 días. Por tanto, no es extraño que hayan recibido medallas cientos y cientos de hombres de la Columna Uno -muchos de los cuales, por supuesto, participaron también en otras columnas y en otros frentes- sino que también queda un número importante todavía de compañeros por recibir esa medalla.
Pero en realidad, cuando la Columna Uno llega a Guisa -primero habíamos albergados la intención de capturar la compañía que quedaba como guarnición en Las Minas de Bueycito- mientras, nos acercábamos todavía con unos pocos pelotones, y creo que no hacían falta más, le habíamos pedido a uno de los pelotones que le cortaran la retirada a la compañía. Realmente se precipitaron tanto los soldados a medida que nos acercábamos, y habiéndose descuidado un poco el pelotón que tenía aquella misión, la compañía escapa antes de que llegáramos a ese punto. Nuestro objetivo principal era capturar las 100 armas de aquella compañía que estaba perdida.
Proseguimos la marcha, días después se incorporaron dos pelotones con un poco más de 50 armas y, por supuesto, inmediatamente armamos a un poco más de 50 reclutas.Cuando llegábamos aquí no era una tropa de veteranos, era fundamentalmente una tropa de reclutas con algunos cuadros experimentados como Coroneaux, por ejemplo, y otros compañeros. Coroneaux venía con su ya famosa ametralladora 50; gente nueva, compañeros que llevaban al ingeniero que era el encargado de las minas y los jefes de distintos pelotones muchos de ellos nuevos.
Cuando llegamos aquí contábamos con 180 hombres aproximadamente. En Bayamo teníamos el puesto de mando del ejército enemigo. En Bayamo teníamos las tropas más experimentadas del ejercito de Batista y calculábamos su número en alrededor de cinco mil hombres -entre las guarniciones destacadas en Bayamo y los alrededores-, aparte de la posibilidad de recibir refuerzos de Holguín y de otras direcciones.
Creo que lo más significativo de aquellos combates es que realmente una pequeña tropa de personal nuevo, que no tenía todavía experiencia en la guerra, con unos cuantos cuadros de alguna experiencia, inicia operaciones contra la fuerza principal del ejército de operaciones enemigo, disputándole un pueblo que estaba a 12 kilómetros de la Carretera Central, a muy pocos kilómetros del puesto de mando, que contaba no solo con artillería y con un grupo de tanques de los más poderosos de los que disponían, que nosotros llamábamos los tanques Sherman, creo que se llaman M-4, no sé qué nombre técnico tenían; tenían otros tanques medianos, pero no contaban solo con aquellos medios, sino con la aviación que era uno de los elementos más importantes de los que disponía el enemigo.
La carretera, como decía, era asfaltada y por primera vez nos íbamos a enfrentar con ese enemigo en una carretera asfaltada. Ya no eran los combates en lo más intrincado de la Sierra, no eran los combates donde se desarrolló la ofensiva: Santo Domingo, La Plata y todos aquellos puntos: La Magdalena, El Jigüe. Eran los combates en el territorio donde comenzaban los llanos y hasta donde llegaban las carreteras asfaltadas.
Cualquiera oye hablar de la batalla de Guisa, y dice, bueno, se deben haber enfrentado dos grandes ejércitos. Había un solo gran ejército, el ejército de Batista, y unos cuantos pelotones aglutinados en una pequeña fuerza rebelde; sin embargo, no tenemos dudas de que se podía hacer aquello, precisamente por toda la experiencia aprehendida en la Sierra, por todas las tácticas utilizadas durante la ofensiva y después de la ofensiva, y era cuestión de adaptarse a luchar en el llano.
Pero mientras el enemigo tenía tanques, cañones, unidades motorizadas y aviación, comunicaciones de todo tipo, nosotros no teníamos otros elementos de movimiento que nuestras piernas. Íbamos a pie todo, no teníamos otras comunicaciones que los mensajeros y no teníamos otras armas que los fusiles, en su mayor parte de cerrojo, algunas semiautomáticas, y algunas carabinas.
Nadie, posiblemente, haya podido suponer que con tan escasos medios se pudieran librar acciones de esta naturaleza contra una tropa poderosa, tan fuertemente armada. Pero no voy a hacer la historia de aquellos hechos, estoy tratando de sacar algunas lecciones -porque es bien conocida- y en días recientes, compañeros que han hecho investigaciones históricas, publicaron una síntesis que muchas personas quizás tuvieron oportunidad de leer. Lo interesante de esa narración histórica es que no se trabajó solo con los documentos que se pudieron conservar ¿Quién pensaba en aquellos momentos en guardar papeles? Solo algunas personas, la compañera Celia se ocupó de guardar y hacer copias de muchos de aquellos mensajes. ¡Tantos mensajes! Posiblemente toda la historia de la guerra estaría en los mensajes, pero, ¿Cuántos mensajes pudieron conservarse y cuántos realmente se perdieron?
Todo habría estado escrito porque todas nuestras comunicaciones eran a base de mensajes escritos, excepto en cierto momento cuando en la ofensiva contra la última ofensiva enemiga se utilizaron teléfonos en el firme de la Sierra Maestra, pero, un espacio limitado, y por corto tiempo.
Pues bien, los historiadores han tomado esos mensajes, los partes de guerra, todavía estoy tratando de averiguar cómo se produjo un error en el parte de guerra. Cuando ellos me pidieron que le hiciera, le echara una lectura al material, lógicamente esas son cosas que no se le olvida a nadie, las cosas que ha vivido,cada uno vivió las suyas, algunos como soldados en una escuadra, en una posición otros como jefes de escuadras, como jefes de pelotón, a mí me tocó vivir todas las incidencias de aquellas acciones desde la responsabilidadvque ostentaba en esos momentos y naturalmente que me acuerdo casi como si fuera ayer, de cada uno de los detalles -resulta que los combates del día 26 en el análisis histórico aparecían el 25, los combates en que atrapamos a uno de los batallones de refuerzo que venía con dos tanques, lo dejamos cercado en las inmediaciones, por la carretera que se dirige hacia Guisa, y aparecía el 25. Los historiadores se volvían locos explicando lo que pasó el 26 y lo que pasó el 27, parecía que aquel combate se había prolongado durante 70 horas. Yo les aseguraba que no, que si aquellos soldados heridos, maltrechos, desmoralizados, estaban unas horas más, tardan unas horas en rescatarlos, no los hubieran podido rescatar.
Y digo ¿Dónde está el parte de guerra? Y aparece el parte de guerra que se conserva de aquella época,y lo pude ver. Está escrito a máquina, evidentemente que yo había redactado el parte, como lo hacía siempre a mano, pero ya habíamos avanzado tanto, habíamos progresado tanto, que casi nos habíamos burocratizado, porque hasta alguien con una máquina de escribir se había tomado la molestia de pasar a máquina el parte escrito a mano.
Al enviarlo a Radio Rebelde yo doy el parte escrito a mano, y no escrito a máquina que es lo que se conserva, no el parte escrito a mano, y veo que efectivamente dice 25. El parte estaba revisado por mi y le había hecho pequeñas correcciones porque tenía muchas equivocaciones del mecanógrafo, y fui arreglando cosas, y así está el parte con la letra mía, arreglando cosas, pero el escrito a máquina, no el escrito a mano, porque a mí me extrañaba tanto que dijera el 25, porque en el mismo parte ese escrito a máquina se habla del 25 y después se habla del 27, como si el día 26 no hubiera pasado nada.
También en la investigación histórica alguien dijo que yo me había reunido con el capitán jefe de la guarnición de Guisa, que yo le había escrito. Sí, le escribí, pero no se reunió en ningún momento, pero a alguien le pareció; seguramente confundió otras reuniones, la reunión del jefe del batallón, que más de una vez se reunió, este no, este no salió del cuartel de Guisa. Hay que tener un gran cuidado en las investigaciones históricas porque realmente los compañeros que han hecho esa investigación histórica tienen una gran experiencia, ellos recuerdan cosas que nosotros no recordamos, porque ellos han ido punto por punto, casa por casa, siguen el itinerario, han hablado con cientos de personas, y claro, es lógico que uno no se pueda acordar durante 10 días en cada una de las casas en que estuvimos, pero sí todas las incidencias de aquellos combates de lo que se ha dado en llamar la Batalla de Guisa.
Había otro error -que yo tuve la oportunidad de explicarles a los compañeros- en que Pupo aparecía como que cayó prisionero el día 27. Realmente fue el día 30 en horas de la tarde cuando nosotros mandamos un pelotón a perseguir al ejército que se retiraba allí en la carretera. Al parecer, cuando yo creía que había salido el pelotón le pido a Pupo: “Alcanza el pelotón y avísale que marche con mucho cuidado, no vaya a ser que vayan a caer en una emboscada que debe estar colocada más adelante”.
Se había dado la orden de colocar una emboscada, pero realmente el mensajero salió antes que el pelotón, y después el problema era cómo le avisaban a Pupo que iba delante. Y mandamos gente detrás de Pupo, pero no tuvo tiempo para alcanzarlo y cayó prisionero. Cuando ya de noche creyó que iba a hablar con nuestra gente, estaba hablando con una compañía del ejército batistiano que se retiraba.
Todo eso ocurrió el día 30, pero digo que en realidad debemos colaborar y ayudar a los historiadores. Se nos puede reprochar a todos nosotros o a muchos de nosotros.
Todo eso ocurrió el día 30. Pero, digo que en el quehacer revolucionario de tantos años hayamos dedicado tan poco tiempo a lo que pudiéramos considerar la reconstrucción histórica. Para nosotros puede no haber tenido importancia igual que los mensajes y papeles, nadie se pone a pensar en la historia, nadie se pone a pensar en lo que se va a escribir sobre eso, y las cosas se hacen de una manera normal. Y nadie se pone a pensar en eso, pero después ocurre que las generaciones venideras tienen un enorme interés por conocer lo que pasó, y no hay dudas de que cada uno de nosotros, y me hago una autocrítica con esto, tiene la obligación, por lo menos, de tratar de reconstruir los acontecimientos históricos en que ha participado, para que la historia no se altere, para que la esencia de todo lo ocurrido se conforme tal como ocurrieron los hechos.
Digo que con nuestra colaboración los investigadores pueden hacer un trabajo todavía mejor, puesto que ellos han reunido montones de datos, y han entrevistado a cientos, por no decir miles de personas, y han hecho en realidad un magnífico trabajo.
Si aquel día 26 por la noche, que nos quedaban 15 proyectiles de mortero y una tropita de reserva con Calixto, que tenía 100 balas por hombre. Calixto se había reunido con nosotros la noche que llegamos aquí. Yo tengo que precisar con algunos compañeros más detalles, como tengo que precisar lo que ocurrió en el tanque, y exactamente con el tanque que atacó el cuartel del 28 al 29. Es decir, algunos de estos datos hay que precisarlos mejor, con la ayuda de compañeros que yo conozco. Pero aquel batallón estaba atrapado, completo, cayó con un fuego cruzado de tres direcciones. Del lado de allá estaba el compañero Puerta, en una posición que yo había escogido, y que le pedí que la fortificara.
Les pedimos a los compañeros que dejaran entrar al batallón, y después fue una batalla de los refuerzos que querían salvar al refuerzo. Eso fue el día 26. Los compañeros que defendían la posición más avanzada casi agotaron las balas. Y había dos alternativas: o enviar la pequeña reserva a las posiciones avanzadas, para tratar de que al otro día, es decir, el 27 que fue que llegaron los refuerzos, o tratar de rendir al batallón aquella noche. Y fue lo que intentamos hacer rápido.
Nosotros decíamos: liquidando este batallón, con las armas ocupadas aquí armamos como a 400 hombres, triplicamos la fuerza y no se sabe lo que pasa. En fin, hicimos, se le agotaron las balas a la reserva y al otro día se combatió durante todo el día 27 sin balas, casi, con muy pocas balas. Hasta que al anochecer ellos lograron -con los tanques grandes, los tanques pesados, llegar hasta donde estaba el batallón cercano, hacer una pequeña brecha y escapar por allí, con la ayuda de los tanques. Arrastraron uno de los tanques, el otro no pudieron arrastrarlo, lo capturamos nosotros. Pero esa misma noche ocupamos 25 mil balas, volvimos a tener balas.
Es decir, ahora viendo y yo nunca había leído esas comunicaciones que recogieron los historiadores, se ve que la situación era verdaderamente desesperada y ahí están los datos incluso de las bombas que tiraron, de las balas que gastaron, los roquet, etc. De haberlo sabido, bueno, creo que el susto que pasan es más grande todavía.
Nosotros le dábamos importancia a aquel combate, sabíamos que se había vuelto decisivo, pero no podíamos imaginarnos hasta qué punto la situación era desesperada en el otro lado. Así que pudo ser mucho peor, sobre todo, si aquel día capturamos el batallón cercado. Y el último día, realmente, ellos venían en todas direcciones. Nosotros estábamos en un saliente, el enemigo podía intentar envolvernos, teníamos que mantener vigilancia. El enemigo tenía fuerza suficiente para envolvernos totalmente.
Y nosotros decidimos qué iba a pasar el 30.Sabíamos que la loma que había defendido Coroneaux era la que había impedido el paso de los tanques, porque frente a la loma la carretera estaba minada. Los tanques no podían pasar porque volaban, la infantería no podía quitar las minas porque caía bajo nuestro fuego. Por eso es que con fusiles y minas no dejaban pasar los tanques.
Yo dije, van a tratar de cercar la loma, la van a tratar de cercar, y, efectivamente, esa fue la orden que le dieron; pero no la cumplieron, y, realmente, habíamos preparado unas trampas mortales al oeste de las lomas que había defendido Coroneaux. Y por aquí por el este, llegó una tropa enemiga; había una sola escuadra en esa dirección, y entró. Eso no habría sido problema, porque mientras más entraban, más capturábamos.
Pero el día 29 por la noche sacamos la tropa de fuerza para fortalecer el centro de nuestras posiciones, y quedó un cuadrante, sin tropa, fue por ahí donde el 30, sin que pudieran pasar los refuerzos el día 30, escaparon, los que estaban y los que llegaron.
Creo que fue correcta la decisión que tomamos, fue prudente, fue sabia, porque por comprometidas que fueran las acciones, por temerarias, por audaces que pudieran parecer, siempre teníamos estudiadas todas las variantes, qué hacer, para no ser envueltos, para no ser sorprendidos, para garantizar la seguridad de la tropa, y en aquel momento lo que hicimos al sacar la fuerza, el pelotón de Puerta, del noreste de Guisa, y situarla aquí al oeste fue correcto. Si fuera hoy habría que hacer exactamente lo mismo.
Porque era el tipo de operaciones que correspondía, y, realmente, adivinamos el plan que tenía el enemigo. Y aunque entró una tropa, no pudo entrar el refuerzo, y aquella trató de escapar; si realmente hubiera habido un pelotón allí, no pueden escapar, porque creo, según los historiadores, que se fueron con familia y se llevaron de todo, unos pocos tiros y se rinden los que entraron y los otros.
Eso es lo que recordábamos, las lecciones que pueden sacarse de aquellos acontecimientos. Desde luego, ¿tienen alguna utilidad esas lecciones? Sí, tienen una utilidad enorme, porque enseñan lo que puede el hombre, lo que puede el revolucionario. Enseñan lo que puede hacerse ante obstáculos inmensos, frente a dificultades al parecer insuperables.Fue muy decisivo, porque como después continuamos hacia Baire, Jiguaní, Contramaestre, Maffo y Estrada Palma, el ejército de Bayamo quedó neutralizado, ya no participó en esas acciones.
Y al final, el día tres de enero, se unieron a nosotros porque sentían admiración, sentían respeto por la tropa rebelde, por la caballerosidad de nuestra tropa, porque no maltratábamos a los prisioneros, porque no asesinábamos prisioneros; porque hicimos cientos de prisioneros y fueron tratados siempre con respeto. Al final me recibieron allí como nunca me habían recibido en ninguna parte. Se unieron dos mil soldados de las tropas que quedaban allí, se unieron a nosotros el día tres de enero, y estaban en disposición de luchar, junto a nosotros, porque aquellos combates habían producido impresión, admiración, en las fuerzas enemigas.
Y nuestras tropas, con un mínimo de armas y de gente, resolvían problemas realmente difíciles, contra un ejército que tenía 80 mil hombres armados, entre marinos, policías, soldados. Las dos fragatas que tenía la marina estaban bloqueadas en Santiago de Cuba, un grupo de ametralladoras desde la Socapa no las dejaban salir. Se rompían todas las reglas, se rompían todos los cálculos.
Imagíneselo que podía hacer un pueblo como el nuestro hoy, de hombres y mujeres armados; que cuentan con cientos de miles de armas automáticas, cantidades considerables de artillería, de tanques, y medios de guerra, ¡preparación!¡experiencia!¿Qué práctica de tiro tenían nuestros reclutas? Ninguna. Les enseñaban en seco, no había balas para enseñarlos a tirar, ni siquiera balas 22. Y allí se apuntaba en seco, y muchos de ellos el primer disparo que hacían, lo hacían en el combate. No tenían gran puntería nuestros reclutas, pero les disparaban a un camión lleno de soldados de aquí a ahí. Y si eran 15 fusiles, 20 fusiles disparando, era casi imposible que no le dieran al camión ni le causaran numerosas bajas.Es que combatían de cerca, empleaban bien sus armas. Y de aquellos reclutas tuvimos algunas experiencias, resultados de sus inexperiencias. Porque como no tenían experiencia, a veces, en una emboscada muy bien preparada, en una trampa muy bien hecha, un recluta se descuidaba y se dejaba ver, y el enemigo lo descubría en el momento de entrar en la emboscada, escapó así en algunas ocasiones.
El recluta no tenía ninguna práctica, era increíble, sin embargo, lo que hicieron. Sin duda porque se inspiraron ya en lo que habían hecho los que les precedieron.Y nuestros reclutas hacían cualquier cosa en los combates, y actuaban con gran valor, sin preparación realmente. ¿Qué no podría hacer un pueblo como este hoy y con millones de hombres y mujeres preparados, organizados, armados?
Nosotros no quisiéramos que toda esta experiencia tuviera que volver a usarse; nosotros no quisiéramos que tales experiencias tuvieran que repetirse. Por el contrario ¡ojalá! queden como cosas y experiencias del pasado. Pero no podemos renunciar a esas experiencias, porque todavía tenemos a un enemigo poderoso, ya no es Batista, es el imperio yanqui, con su cinismo, con su perfidia, con su poderío, con su oportunismo; y siempre soñando en el día en que pueda aplastar o liquidar a la Revolución.
Es por ello que no podemos olvidar esas lecciones; es por ello que no podemos olvidar lo que pasó un grupo de hombres con unos fusiles; es por ello que no podemos olvidar que unas cuantas decenas se enfrentan a unos cuantos cientos; y que unos pocos cientos enfrentan a un montón de miles.Son lecciones muy valiosas; lecciones que no deben olvidarse mientras sobre la patria pueda cernirse algún peligro, mientras pueda haber alguna amenaza sobre la patria. Es el valor que tienen estas experiencias, estas lecciones, que después se multiplicaron en todos los acontecimientos de la Revolución, y en todas sus hazañas, a lo largo de 30 años.
Pero lo más que me emocionó de esta medalla, fue que tuvieran la feliz idea de escoger, nada menos, que a un joven combatiente de Cuito Cuanavale. Bueno, pues allí se escribió también una gran hazaña, pudiéramos decir que era el espíritu de la Sierra Maestra, la experiencia acumulada por nuestros pueblos en todos estos años, lo que se expresó allí en la misión internacionalista de Angola. En Cuito había una situación realmente insostenible, y nosotros no estábamos allí. Nosotros tuvimos que tomar la decisión de enviar una fuerza allí para resolver una situación insostenible creada por la intervención de poderosas unidades sudafricanas en el intento de liquidar una agrupación de tropas angolanas, y allí realmente se escribió una brillante página en la historia militar y no por muchos hombres, no por muchos hombres; algunos cuantos cientos de hombres, podrían llegar a mil, mil y tantos, con sus armas modernas y con el apoyo de nuestra aviación.
Hay que decir que en Cuito Canavale los pilotos rescribieron, y no solo rescribieron, sino que superaron las proezas de Playa Girón. En Playa Girón los combates duraron unas horas, no llegaron a 60 horas de combate. En Cuito Cuanavale nuestros aviadores actuaron semanas enteras, de día y de noche, se las arreglaron para neutralizar las fuerzas enemigas, se las arreglaron para neutralizar los medios antiaéreos y realizaron cientos y cientos de misiones con un éxito impresionante.
Quiero decir con esto que la experiencia del pueblo en el terreno militar se ha enriquecido extraordinariamente y que dondequiera que se ha actuado con ese espíritu, se ha logrado el éxito, ¿Qué son ya nuestras pequeñas unidades, escuadras moviéndose, pelotones como máximo defendiendo caminos, comparado con las operaciones estratégicas realizadas por nuestras Fuerzas Armadas Revolucionarias en Angola? Y algún día tendrá que escribirse esa historia. Algún día los historiadores tendrán que hurgar en los papeles, y ahí sí que hay papeles, bastantes papeles, porque prácticamente no se ha perdido ni un solo papel.
Y si puede haber alguno que otro mentecato que se deje confundir, habría que ignorar la historia de este país, habría que ignorar la historia de esta Revolución, cómo surge y cómo se hace, para imaginarse que el corazón y la inteligencia, y el puño poderoso de nuestro pueblo, pueden ser confundidos.
Realmente, y se aprecia por todas partes, se ha ido creando una impresionante, invencible, indestructible fuerza, y ¡ojalá! que no tenga que emplearse.Es lo que más deseamos. ¡Ojalá! que no tengamos que vernos ante nuevas y grandes pruebas. ¡Ojalá! que nuestras nuevas generaciones no tengan que pasar por estas pruebas. ¡Ojalá! que pronto, incluso, regresen nuestras tropas de Angola, y hemos trabajado seriamente en las negociaciones, aunque sin ansiedades, sin impaciencia, sobre bases de principios hemos negociado, sobre bases de principio y de firmeza hace algo más de un año se tomó la decisión de reforzar aquellas tropas a raíz de esa crisis de que hablábamos en Cuito Cuanavale.
Reunimos a todos los medios y a todas las tropas para vencer, para aplastar al enemigo si era necesario, y el enemigo lo comprendió. Pero siempre dijimos: no buscamos victorias militares, preferimos soluciones políticas justas, por eso luchábamos, no queríamos sacrificar la sangre de un solo compatriota. Nunca luchó por gloria esta Revolución, pero tuvo siempre la firmeza de enfrentar los peligros, de correr los riesgos necesarios, y en situaciones como esas siempre hemos seguido la misma filosofía: ser lo suficiente fuerte para vencer, ser lo suficientemente fuerte, y sin vacilaciones, para que no exista la alternativa de la derrota, y así fue también en este último glorioso episodio. Y es posible que se alcance al final la paz, las soluciones políticas que planteábamos y podamos traer de regreso a nuestras tropas, pero sin ansiedades, sin impaciencias, porque lo que ha hecho posible este resultado es nuestra firmeza, nuestra ausencia de ansiedad, nuestra ausencia de impaciencia, y el enemigo conoce bien a nuestras tropas y sabe de lo que son capaces, saben lo que pueden hacer, saben de su capacidad de resistir, de soportar rigores, y de permanecer donde haya que permanecer, todo el tiempo que sea necesario.
Lo repito, ¡ojalá! venga una etapa de paz en el mundo, de distensión, de reducción de peligros. Esto no quiere decir que nos vamos a dormir en los laureles; esto no quiere decir que nos vamos a confiar; esto quiere decir simplemente lo que preferiríamos, lo que desearíamos: consagrarnos más al desarrollo de nuestro país, al progreso de nuestro país.
¡Ojalá!
Para los que quieran ser libres -como decía Martí- la libertad tiene su precio, y es necesario o resignarse a vivir sin ella o estar dispuestos a pagar por ella el precio que sea necesario.
Y podemos decir que la independencia tiene su precio. El derecho a hacer una Revolución, el derecho de crear un mundo nuevo, el derecho a traer la justicia a nuestra patria, tiene su precio. Y tendríamos queresignarnos a vivir sin esa independencia, sin esos derechos, o estar dispuestosa pagarlos por su precio.
Pero es que los que pagan siempre el precio más alto son los vacilantes, los cobardes; y quienes menos precio tienen que pagar son los valientes, los decididos, porque a esos es muy difícil cobrarles cualquier precio, y eso lo conoce nuestro pueblo y así se ha comportado en estos 30 años.
Bueno, he visto en estos días cosas realmente interesantes, algo más que interesantes, impresionantes, que tienen que resultar agradables para todos, porque esta es nuestra obra, este es el fruto de nuestro sudor y nuestros esfuerzos; este es el fruto de la sangre derramada por los compañeros que cayeron en el camino, por los que dieron su sudor y su sangre por nuestra Revolución, y los que la dieron, no solo en el 53, sino los que la dieron desde el 1868.
Eso no ocurría antes. He recibido últimamente dos invitaciones. Tengo entendido que eso no le agrade mucho al imperialismo, tengo entendido que eso no le puede agradar mucho a los yanquis. Bueno, antes no me invitaban y ahora me invitan.
Sí, tenía todos estos actos, todas estas obligaciones. Siempre hay riesgos en los viajes, ¿pero qué íbamos a hacer nosotros, auto aislarnos, auto bloquearnos, ponernos a pensar en el trabajo, ponernos a pensar en los riesgos, ponernos a pensar incluso en las dificultades política de la visita? Porque lamentablemente se han producido diferendos internos entre personas amigas de Cuba, y por lo tanto nosotros analizamos, no es posible rechazar la invitación. Hay que aceptar la invitación y hay que viajar a México.
Además, de México salimos, ahora el día dos, se cumplen 32 años. En estos días se cumplieron 32 años del 25 de noviembre, que salimos de México, que es para todos nosotros como una segunda patria. Y a pesar de esos diferendos internos de que hablo, sacamos la conclusión de que era elemental aceptar la invitación.
Entonces hubo que poner un viaje dentro de todo este programa, adelantar el acto del 30. Tengo que explicarlo, porque ustedes preguntaran ¿bueno y porqué el acto no se da el 30 y se da el 29? Bueno, pues tenderemos que posponer el de la Habana también. Ya lo conversé con el compañero Lezcano, no les dije nada a ustedes para que siguieran preparando el acto, eso se lo dije antes de salir para acá para, Camagüey. Les dije, bueno, no nos queda más remedio, si ustedes quieren que participe en el acto, hay que posponerlo, y sugerí que lo pospusieran para el día cinco.
Todo esto en medio del gran trabajo… pero bueno, el oficio de revolucionario es voluntario. A ninguno de nosotros nos obligaron a ser revolucionarios. Fuimos nosotros, fuimos nosotros los que escogimos este camino, por lo que no podemos quejarnos nunca de ningún trabajo que nos caiga encima, de ningún esfuerzo que nos caiga encima.
Produciendo herramental, produciendo componentes y piezas para otras industrias, produciendo artículos para la población, tiene unas posibilidades fabulosas. Pero más impresionante que las máquinas, que los tornos programados, los equipos automáticos que tiene esa fábrica es el personal de aquella fábrica.
Hay allí casi cuatro mil jóvenes, ¡450 de nivel superior! Una organización, una disciplina, un espíritu, una eficiencia, ¡y tienen 24 años promedio! Allí hay muchachos de 21 y 22 años que ocupan importantes responsabilidades en la producción ¡aquello es una fábrica de cuadros, también! Y un espíritu en esos muchachos que era algo verdaderamente conmovedor: organizados, con sus uniformes… yo digo, bueno, es difícil llevarse una mejor impresión.
Al otro día, visitamos en un central nuevo de Camagüey, el pueblo que están haciendo allí para el Ejército Juvenil del Trabajo, el comedor parece tan bueno como cualquier restaurante de la capital. Y la idea que concibieron fue hacer viviendas en vez de campamentos y después cuando se vaya el Ejército Juvenil del Trabajo, las viviendas sirvan para los trabajadores de aquel complejo, los trabajadores agrícolas.
Bueno, allí estuvimos analizando los rendimientos que tienen aquellas cañas, bastante altos y los resultados que se están evidenciando en Camagüey con ciertas técnicas agrícolas aplicadas a la caña, como el drenaje parcelario, o el riego por sifón, como le llaman ellos. Unos rendimientos increíbles, son posibilidades que ya están al alcance de nuestras manos.
Al otro día, me voy a entregarle, por la mañana, la bandera de contingente a un grupo de trabajadores que están construyendo una carretera hacia una zona de grandes posibilidades turísticas, gente ésta que está trabajando con nuevo espíritu 13, 14, 15 horas todos los días, que en siete meses han hecho la carretera; todavía no está asfaltada, está casi terminado el terraplén. Es increíble que 82 hombres hayan hecho esa obra en apenas siete meses. Cosa nueva, eso no se veía antes por ninguna parte. Aplicando conceptos nuevos, conceptos revolucionarios, casi con el espíritu con que podemos decir que lucharon allí los compañeros de Cuito Cuanavale, o lucharon aquí los combatientes rebeldes en los combates de Guisa.
Un poco más tarde, tengo oportunidad de visitar una industria nueva, construida en tiempo record por otro contingente: un laminador que puede producir entre 90 y 100 mil toneladas de cabillas al año, diseñado por técnicos e ingenieros cubanos, ¡con máquinas construidas en Cuba!, fundamentalmente, por la planta mecánica de Santa Clara. Una industria que si se compra nueva y se importa debe costar unos 20 millones de dólares y que edificada a base de tipos cubanos nos costó 1,7 millones de dólares, en componentes y algunos motores.
Lo más importante es que esa industria, grande, fue construida en 14 meses por aquel colectivo de trabajadores, que trabajaron con espíritu de contingente, y que recibieron la bandera del contingente.
Allí vimos, también, una masa de jóvenes, que se han preparado allá en Antillana de Acero para manejar el laminador, un grupo de retirados de Antillana de Acero que están allí enseñándolos, como instructores, y una masa de 50 o 60 mil tuneros, en que se refleja ya un país tan diferente, un pueblo tan diferente; una disciplina, un nivel de cultura diferente; un nivel de conciencia realmente impresionante.
Y van a construir no solo la presa, sino los canales. Una presa de 400 millones de metros cúbicos, muchos de ellos combatientes internacionalistas.
Después, fuimos aquí, en Cautillo, a otra presa que está construyendo otro contingente, que recibió su bandera. Con una disciplina, una organización, un espíritu; y después fuimos aquí en el río Bayamo, en la zona de Corojo, donde entregamos otra bandera. Allí se puede apreciar una juventud bien organizada, con sus uniformes de trabajo, con sus sombreros, ¡daban la impresión de un ejército, daban la impresión incluso de un ejército guerrillero!
Yo les decía que, hace 30 años, en otras ocasiones, el heroísmo se expresaba en los combates, en los sacrificios, en el derramamiento de sangre, y que hoy, el heroísmo se expresa, fundamentalmente, en el trabajo.
Digo que esos muchachos y esas muchachas ¡están comportándose como verdaderos héroes! Consagrados al trabajo. Con la mitad de los hombres hacen el doble de lo que se hacía; un buldócer lo multiplican por tres, una divisa convertida en equipo la multiplican por tres. Produciendo con bajo costo, con eficiencia, con calidad… Y ya son varios miles, más de 10 mil obreros que están trabajando con esas concepciones. Y no dudo que en un futuro serán 20 mil, 30 mil, 50 mil y quizás un día 100 mil. Y digo que 100 mil hombres trabajando así, no tienen taller en este país, ¡se hace nuevo este país!
Porque hay que verlos, 200 y tantos hombres, 200 y tantos hombres, en otro lugar donde se reúnen mil hombres como esos hacen cuatro presas, y cuatro presas importantes, en un tiempo récord. Es increíble lo que se ha ido acumulando, en experiencia, en conocimiento, en cuadros nuevos, en técnicos; los cambios tan grandes.
Se han llenado las montañas de médicos de familia, cómo ha cambiado todo esto. De los dos mil 300 habitantes que tenía Guisa, hace 30 años, hoy tiene alrededor de 20 mil 800 habitantes. Y lo curioso que le ocurre a uno cuando recorre estos lugares en automóviles, les parece lejos, parecen lejanos; uno tiene la idea de que los lugares están más próximos y entre el entronque de Santa Bárbara y el camino por la carretera que va para Guisa.
Y el puente que volamos aquella noche del 20 al 21, o del 19 al 20, habría que precisar con exactitud, a mí me parecía que habíamos caminado un ratico, y ahora en automóvil, veo que hay unos cuantos kilómetros. Realmente, es que nos habíamos habituado ya de tal manera a caminar, que las distancias nos parecían cortas, y encuentra uno distantes los lugares, en carro; por carretera.
Están transformándose radicalmente nuestras montañas y se transformarán mucho más. La electricidad por todas partes, miles de kilómetros de líneas eléctricas para llevar la electricidad alas comunidades, y la comunicación, y televisión, de todo, a los lugares más intrincados de las montañas.
Yo he percibido en estos días las cosas que ha ido acumulado la Revolución, sus posibilidades infinitas en todos los terrenos, y los cambios profundos en todos los terrenos. Ayer lo veíamos en Tunas, en la ciudad de Tunas, en todas las instituciones. Esto ¿qué es?, la Facultad Universitaria, y esto ¿qué es?, varias facultades universitarias, en Tunas. Y esta ¿qué es?, la Facultad de Medicina, con mil estudiantes de Medicina, en Tunas.
En el año 77, muchos años después del triunfo de la Revolución, en Tunas no llegaban a 200 los médicos, y hoy tienen más de mil 700, y mil en la Facultad de Medicina. Y esto ¿qué es?, el asilo para ancianos, y esto ¿qué es? la sala polivalente, el tecnológico de la medicina, y esto ¿Qué es?, el asilo para ancianos, y esto ¿Qué es? la sala polivalente, y esto ¿qué es? una escuela especial que estamos haciendo, ¿y allí?, allí se va a construir el Superior Pedagógico, ¿y esto?, el frigorífico, ¿y esto?, la pasteurizadora ¿y esto?, el hotel, ¿y este?, el círculo infantil que acaban de construir.
Y era un municipio, Las Tunas hoy es capital de provincia, y con facultades universitarias numerosas, varias allí; unas tienen cuatro, la de medicina, cinco; más el Superior Pedagógico, seis.
Yo les decía a los compañeros: hay que prestarles mucha importancia a los desarrollos agrícolas. Hablamos de los planes de riego, las presas que queremos hacer, estuvimos discutiendo bastante los planes en la caña, los planes de producción de viandas y vegetales, los planes de producción de leche. Allí actualmente se producen 20 millones y empezaremos a principios de año un plan de construcción de vaquerías y desarrollo lechero para producir más de 100 millones de litros de leche.
Planes porcinos, planes agrícolas, elevación de la productividad en la caña por hectáreas, para producir alimentos, que la podemos alcanzar, gracias a investigaciones exitosas que se han hecho, mediante las cuales, la caña no solo es fuente de azúcar sino de alimentos ricos en proteínas.
Les decíamos no descuidar un momento los planes económicos, porque cada escuela especial de esas, detrás de la escuela son las raciones para 200 o 250 estudiantes. Y bueno, olvidé mencionar ¿y aquella escuela? Aquella es la Eide, que la terminamos el año que viene, me decían.
Detrás de cada escuela de esas, de cientos de alumnos, viene la cuota de comida. ¿Y aquella? la escuela vocacional de arte. Detrás de la escuela vocacional de arte el círculo; de todo aquello, vienen las cuotas de alimentación. Esto se lo vengo diciendo a todos los compañeros en todas las provincias, pues naturalmente la población necesita cosas, el pueblo quiere cosas de todo tipo y viviendas.
Ese proyecto se venía haciendo para un plan de cinco años, y nosotros les hemos planteado a todas las provincias, hay que hacerlo en tres. Y un centro nuevo integral, que lleva más de 54 naves, no puede tardar más de año y medio. Antes eran tres, de modo que hay posibilidades, y muchas posibilidades, en todos los campos, de incremento de producción de viandas, vegetales, arroz, leche, carne de un tipo y de otro. Están surgiendo muchas posibilidades. Y tenemos hoy el pueblo con más cultura, el pueblo con más organización, con más preparación, capaz de hacer estas proezas.
Y realmente hoy, a uno de esos contingentes, que están trabajando excelentemente bien y con una gran organización, yo les decía, los capitalistas se jactan de que hacen las cosas mejor, de que son, por ejemplo, capaces de construir mejor que nosotros. Digo sí, si se compara con las tonterías, las idioteces que se hacían, los conceptos que se aplicaban. Yo les decía, me gustaría ver una empresa capitalista que fuera capaz de construir una presa en el tiempo que ustedes la están construyendo.
Me gustaría ver una empresa capitalista que fuera capaz de utilizar los equipos, como los están utilizando ustedes, con la productividad que los están utilizando.Tenía conciencia que estaba allí ante una organización que es dos veces, tres veces, superior a cualquier organización capitalista.
Cuidan las maquinas como no las cuida nadie. Y ahí es donde se pueden ver las posibilidades de la Revolución, y como nuestra Revolución, después de 30 años de lucha, la ignorancia, el analfabetismo, formando cientos de miles de técnicos universitarios ¡es capaz, cuando se lo propone, de hacer muchas más cosas que las que hicieron jamás lo capitalistas! ¡Y de hacerlas mejor de lo que las hicieron jamás los capitalistas!
¿Cuántas presas hicieron por ejemplo los capitalistas en este país para acumular agua, para producir arroz, caña, alimentos para el pueblo, leche, carne? No había prácticamente ninguna, alguna represita chiquitica para agua de los pueblos. ¿Cuántas ha hecho la Revolución?, y aquí mismo, ¿cuántas está haciendo simultáneamente, solo aquí en Granma? Tres grandes presas, simultáneamente, y sistemas de canales.
Las presas y los sistemas de riego, que están haciendo aquí en Granma una fábrica de equipos de riego Fregat, que son de alta productividad, y ahorran el agua. Todavía tengo yo que pasar por allí, porque me están esperando incluso. Y no pude venir antes del acto.
¿Cuántas carreteras en las montañas hicieron los capitalistas? ¿Cuánta electricidad llevaron a las montañas, cuántos hospitales, cuántos médicos de familia? La Revolución tiene, solo como médicos de familia, tiene más de 700 médicos en las montañas. Ya no hay montañas de esta provincia, ni de Santiago, ni de Guantánamo, sin médico de la familia. Y hay muchos municipios por ahí, regiones, donde están los médicos de familia, donde la mortalidad infantil es de menos de 10, es increíble.
Los capitalistas no se ocuparon de ninguna cosa social, ni aquí ni en ninguna parte. Les llevamos mil kilómetros de ventaja, pero para hacer esas cosas podemos hacerlas mejor que ellos, y hoy tenemos posibilidades de elevar los rendimientos extraordinariamente, trabajando cuando hay que hacer inversiones.
Con el drenaje parcelario hay que hacer inversiones, aplanar la tierra; en el arroz, hay que aplanar la tierra, ahorra agua, logra productividad; hay que hacer aquí miles y miles de kilómetros de canales todavía en este país. Hoy tenemos las posibilidades de hacerlo.
He visto eso, sí, en hombres de carne y hueso; en masa de carne y hueso. No con la imaginación, y es verdaderamente estimulante, se los digo, me complace poder expresarlo aquí, en esta tarde, hoy, cuando los veo a ustedes, los veteranos, no los viejos, sino los veteranos, que no es la misma cosa.
Sé que han sido estas horas de muchas emociones, para los compañeros, que alegría encontrarse, verse. Yo me preguntaba a mi mismo qué será una reunión de cientos de veteranos, cómo deben hablar, cómo deben hacer historia. Y sé que sobre todo pensarán ustedes en los frutos de la Revolución, en los frutos del esfuerzo, cómo marcha aquello por lo que luchamos, qué tipo de pueblo tenemos hoy, cómo son las nuevas generaciones, de qué son capaces.
Y son capaces de hacer lo que hizo este joven allá, en Cuito Cuanavale, y miles y decenas de miles como él, o son capaces de manejar una industria sofisticada como la de Camagüey, son capaces de hacer en unos cuantos meses 20 kilómetros de carretera, a un costo ínfimo de 62 centavos de gasto por peso producido, o de construir un laminador en 14 meses, y ahora dicen que el próximo lo hacen en 12.
O ver esa juventud que con una naturalidad, la misma naturalidad con que nuestros compañeros, hace 30 años, iban al combate; marchan ellos con sus maquinas y con sus equipos construyendo presas, canales, carreteras, lo que sea. Y digo de verdad, y lo digo con íntima satisfacción, que fruto de los esfuerzos de los luchadores, hoy tenemos un pueblo mil veces más preparado que el que teníamos entonces, un pueblo más culto, un pueblo más consciente, un pueblo más confiado en sí mismo, un pueblo capaz de multiplicar las más grandes proezas que se hayan realizado a lo largo de la historia de nuestra Revolución, un pueblo de combatientes heroicos en la defensa de la patria y en cualquier lucha justa, un pueblo capaz de ser heroico en el desarrollo, en el trabajo; un pueblo que cuando se lo propone alcanza lo que quiere; un pueblo, ese pueblo de internacionalistas, ese pueblo que hoy, allá, fue capaz de enviar lejos de la patria 50 mil hombres; un pueblo donde médicos, maestros, trabajadores, colaboradores, están dispuestos air a cualquier parte del mundo, a cualquier sacrificio; un pueblo capaz de empinarse, organizarse, armarse y sentirse capaz de parar al imperio, si el imperio tratara de lanzar algún zarpazo contra nuestra isla; un pueblo capaz de admirables proezas en el trabajo.
En fin, un pueblo como este que vemos aquí, donde detrás de los bloques de los compañeros de la Columna Uno, veo agruparse miles y miles de hombres y mujeres con sus uniformes de integrantes de las Milicias de Tropas Territoriales, y ese es el fruto de los esfuerzos y los sacrificios. Un fruto del cual se podrían sentir orgullosos todos aquellos inolvidables compañeros que vimos caer a lo largo de estas luchas durante más de 30 años, y por ello, viendo aquí numerosas banderas, y esa bandera tan hermosa de la estrella solitaria, digo, nunca fueron mejor defendidas, nunca fueron mejor escoltadas estas banderas.
¡Patria o Muerte!
¡Venceremos!
(Tomado de Periódico La Demajagua, Bayamo, M.N., jueves 1 de diciembre de 1988, año XII, no. 288, pp. 2-4.)
Agradecimientos al Historiador de Bayamo Ludín Fonseca por su colaboración para obtener este valioso material.
Compañeros y compañeras combatientes de la Columna número Uno José Martí.
Compañeros y compañeras de la Fuerzas Armadas Revolucionarias.
Compañeros y compañeras de las Milicias de Tropas Territoriales de Guisa y de Granma.
Compañeros y compañeras de Guisa, bayameses, compatriotas todos.
No somos los viejos rebeldes muy dados a las solemnidades y a las medallas, o mejor dicho a las condecoraciones, pero hay circunstancias en que no queda otra alternativa que hacerlo. Un día, por ejemplo, como éste, un día, también, de profundas e infinitas emociones. Les decía a algunos compañeros que en días como éstos no podemos ponernos a pestañar, porque lloramos.
Este año de 1988 se conmemoran importantes y decisivos acontecimientos de nuestra lucha revolucionaria en las montañas. Prácticamente no había un solo mes, casi podría decirse que no había un solo día del año 58 en que no ocurrieran acontecimientos importantes, dignos de recordarse. Es por ello que a pesar del inmenso trabajo que nos ocupa a todos en este año, cuando algunos compañeros nos recordaban que era el XXX aniversario de la batalla de Guisa, llegué a la convicción de que no podríamos hacer como otros tantos años y dejar de reunirnos aunque fuese una sola vez para conmemorar no la batalla de Guisa, sino todas las batallas que se libraron a lo largo de ese año, antes de Guisa y después de Guisa.
Fue el año en que se iniciaron y se crearon las columnas que fundaron otros frentes de guerra: el Segundo Frente, el Tercer Frente. El año en que prácticamente se crearon todos los demás frentes. Fue el año de la Huelga de Abril, en que nuestro pequeño ejército realizó tan denodados esfuerzos por apoyar la huelga. Fue el año de la gran y última ofensiva de las fuerzas de la tiranía contra la Sierra Maestra. Fue el año de la creación de numerosas columnas que marcharon,algunas de nuevo, y otras por primera vez, hacia otras zonas de operaciones, incluida la provincia Camagüey. Fue el año de la invasión y de las columnas invasoras, que después de recorrer en medio de condiciones naturales y militares muy difíciles, alrededor de 300 kilómetros, llegaron a la provincia Las Villas. Fue el año de la contraofensiva, fue el año de las batallas finales en cada uno de los frentes y de la ofensiva final también de aquella pequeña tropa de la Columna Uno, de donde salieron prácticamente todas las demás columnas que fundaron frentes guerrilleros y que siempre se nutría de personal nuevo.
Cuando trataba de imaginarme cuántos compañeros estuvieron en la Columna Uno a lo largo de los años de guerra y calculaba, me daba cuenta de que el número tenía que ser necesariamente elevado, no solo por todos los que habían participado del desembarco del Granma y los que participaron en las primeras semanas y meses de la reagrupación del movimiento guerrillero, de los que participaron en los combates hasta el Uvero y después del Uvero, y los que participaron en la ofensiva, porque al fin y al cabo varias fuerzas volvieron a reunirse en lo que podría llamarse el Primer Frente y constituimos de nuevo una sola tropa, incluso, con Camilo, que estaba por el llano y le pedimos que volviera de nuevo a la Sierra en aquellos días de la ofensiva.
Nos recordaban todos los que participaron en aquella ofensiva, los cientos y cientos de hombres que se armaron. Solo en aquella parte participaron más de mil hombres.
Desde los casi 300 con que se iniciaron los combates –realmente los combates se iniciaron con apenas 180 hombres y después aumentaron- a medida que fueron llegando fuerzas del Tercer Frente, las fuerzas que estaban al este del Turquino y la pequeña tropa de algunos decenas de hombres de Camilo. Al final se habían capturado más de 500 armas y cuando de nuevo se organizaron las columnas había más de mil hombres.
Pero recordaba, también en la etapa final, cuando nosotros salimos de la Sierra Maestra teníamos un pelotón de hombres que eran los que estaban allí, lo que pudiéramos llamar en la Comandancia de La Plata, mientras se llevaban a cabo los desplazamientos de las distintas columnas, mientras se libraba la batalla política contra las elecciones. Era un pelotón, y la columna se integra de nuevo con varios pelotones que estaba en distintos lugares, algunos, incluso, próximos a Manzanillo, y con ese primer pelotón y algunos otros que se sumaron, más mil reclutas desarmados, volvió a ponerse en marcha la Columna Uno.
Mil reclutas desarmados eran aproximadamente los que salieron de Minas del Frio detrás de aquel primer pelotón, hombres que al final, con las armas ocupadas en Palma Soriano, se habían armado absolutamente todos en un periodo no mayor de 40 días. Por tanto, no es extraño que hayan recibido medallas cientos y cientos de hombres de la Columna Uno -muchos de los cuales, por supuesto, participaron también en otras columnas y en otros frentes- sino que también queda un número importante todavía de compañeros por recibir esa medalla.
Un símbolo de la experiencia adquirida
Hoy conmemoramos todo eso en este día que recuerda la batalla de Guisa, que duró entre el 20 de noviembre y el 30, diez días. Fue, en cierta forma, un símbolo de la experiencia adquirida por los combatientes y jefes rebeldes. Grande había sido, por supuesto, el aprendizaje, y en breve tiempo desde el instante en que desembarcamos hasta la etapa final, cada día se aprendía algo, cada día se asimilaban nuevas experiencias, y eso fue lo que permitió que ya en la etapa final prácticamente hacíamos con el enemigo lo que queríamos.Pero en realidad, cuando la Columna Uno llega a Guisa -primero habíamos albergados la intención de capturar la compañía que quedaba como guarnición en Las Minas de Bueycito- mientras, nos acercábamos todavía con unos pocos pelotones, y creo que no hacían falta más, le habíamos pedido a uno de los pelotones que le cortaran la retirada a la compañía. Realmente se precipitaron tanto los soldados a medida que nos acercábamos, y habiéndose descuidado un poco el pelotón que tenía aquella misión, la compañía escapa antes de que llegáramos a ese punto. Nuestro objetivo principal era capturar las 100 armas de aquella compañía que estaba perdida.
Proseguimos la marcha, días después se incorporaron dos pelotones con un poco más de 50 armas y, por supuesto, inmediatamente armamos a un poco más de 50 reclutas.Cuando llegábamos aquí no era una tropa de veteranos, era fundamentalmente una tropa de reclutas con algunos cuadros experimentados como Coroneaux, por ejemplo, y otros compañeros. Coroneaux venía con su ya famosa ametralladora 50; gente nueva, compañeros que llevaban al ingeniero que era el encargado de las minas y los jefes de distintos pelotones muchos de ellos nuevos.
Cuando llegamos aquí contábamos con 180 hombres aproximadamente. En Bayamo teníamos el puesto de mando del ejército enemigo. En Bayamo teníamos las tropas más experimentadas del ejercito de Batista y calculábamos su número en alrededor de cinco mil hombres -entre las guarniciones destacadas en Bayamo y los alrededores-, aparte de la posibilidad de recibir refuerzos de Holguín y de otras direcciones.
Creo que lo más significativo de aquellos combates es que realmente una pequeña tropa de personal nuevo, que no tenía todavía experiencia en la guerra, con unos cuantos cuadros de alguna experiencia, inicia operaciones contra la fuerza principal del ejército de operaciones enemigo, disputándole un pueblo que estaba a 12 kilómetros de la Carretera Central, a muy pocos kilómetros del puesto de mando, que contaba no solo con artillería y con un grupo de tanques de los más poderosos de los que disponían, que nosotros llamábamos los tanques Sherman, creo que se llaman M-4, no sé qué nombre técnico tenían; tenían otros tanques medianos, pero no contaban solo con aquellos medios, sino con la aviación que era uno de los elementos más importantes de los que disponía el enemigo.
La carretera, como decía, era asfaltada y por primera vez nos íbamos a enfrentar con ese enemigo en una carretera asfaltada. Ya no eran los combates en lo más intrincado de la Sierra, no eran los combates donde se desarrolló la ofensiva: Santo Domingo, La Plata y todos aquellos puntos: La Magdalena, El Jigüe. Eran los combates en el territorio donde comenzaban los llanos y hasta donde llegaban las carreteras asfaltadas.
Cualquiera oye hablar de la batalla de Guisa, y dice, bueno, se deben haber enfrentado dos grandes ejércitos. Había un solo gran ejército, el ejército de Batista, y unos cuantos pelotones aglutinados en una pequeña fuerza rebelde; sin embargo, no tenemos dudas de que se podía hacer aquello, precisamente por toda la experiencia aprehendida en la Sierra, por todas las tácticas utilizadas durante la ofensiva y después de la ofensiva, y era cuestión de adaptarse a luchar en el llano.
Pero mientras el enemigo tenía tanques, cañones, unidades motorizadas y aviación, comunicaciones de todo tipo, nosotros no teníamos otros elementos de movimiento que nuestras piernas. Íbamos a pie todo, no teníamos otras comunicaciones que los mensajeros y no teníamos otras armas que los fusiles, en su mayor parte de cerrojo, algunas semiautomáticas, y algunas carabinas.
No teníamos más que fusiles y minas contra ese enemigo tan poderoso
Podríamos decir que nosotros no teníamos más que fusiles y minas contra ese enemigo tan poderoso, con muchos oficiales de academia y con suministros, medios de transporte y todas aquellas ventajas.Nadie, posiblemente, haya podido suponer que con tan escasos medios se pudieran librar acciones de esta naturaleza contra una tropa poderosa, tan fuertemente armada. Pero no voy a hacer la historia de aquellos hechos, estoy tratando de sacar algunas lecciones -porque es bien conocida- y en días recientes, compañeros que han hecho investigaciones históricas, publicaron una síntesis que muchas personas quizás tuvieron oportunidad de leer. Lo interesante de esa narración histórica es que no se trabajó solo con los documentos que se pudieron conservar ¿Quién pensaba en aquellos momentos en guardar papeles? Solo algunas personas, la compañera Celia se ocupó de guardar y hacer copias de muchos de aquellos mensajes. ¡Tantos mensajes! Posiblemente toda la historia de la guerra estaría en los mensajes, pero, ¿Cuántos mensajes pudieron conservarse y cuántos realmente se perdieron?
Todo habría estado escrito porque todas nuestras comunicaciones eran a base de mensajes escritos, excepto en cierto momento cuando en la ofensiva contra la última ofensiva enemiga se utilizaron teléfonos en el firme de la Sierra Maestra, pero, un espacio limitado, y por corto tiempo.
Pues bien, los historiadores han tomado esos mensajes, los partes de guerra, todavía estoy tratando de averiguar cómo se produjo un error en el parte de guerra. Cuando ellos me pidieron que le hiciera, le echara una lectura al material, lógicamente esas son cosas que no se le olvida a nadie, las cosas que ha vivido,cada uno vivió las suyas, algunos como soldados en una escuadra, en una posición otros como jefes de escuadras, como jefes de pelotón, a mí me tocó vivir todas las incidencias de aquellas acciones desde la responsabilidadvque ostentaba en esos momentos y naturalmente que me acuerdo casi como si fuera ayer, de cada uno de los detalles -resulta que los combates del día 26 en el análisis histórico aparecían el 25, los combates en que atrapamos a uno de los batallones de refuerzo que venía con dos tanques, lo dejamos cercado en las inmediaciones, por la carretera que se dirige hacia Guisa, y aparecía el 25. Los historiadores se volvían locos explicando lo que pasó el 26 y lo que pasó el 27, parecía que aquel combate se había prolongado durante 70 horas. Yo les aseguraba que no, que si aquellos soldados heridos, maltrechos, desmoralizados, estaban unas horas más, tardan unas horas en rescatarlos, no los hubieran podido rescatar.
Y digo ¿Dónde está el parte de guerra? Y aparece el parte de guerra que se conserva de aquella época,y lo pude ver. Está escrito a máquina, evidentemente que yo había redactado el parte, como lo hacía siempre a mano, pero ya habíamos avanzado tanto, habíamos progresado tanto, que casi nos habíamos burocratizado, porque hasta alguien con una máquina de escribir se había tomado la molestia de pasar a máquina el parte escrito a mano.
Al enviarlo a Radio Rebelde yo doy el parte escrito a mano, y no escrito a máquina que es lo que se conserva, no el parte escrito a mano, y veo que efectivamente dice 25. El parte estaba revisado por mi y le había hecho pequeñas correcciones porque tenía muchas equivocaciones del mecanógrafo, y fui arreglando cosas, y así está el parte con la letra mía, arreglando cosas, pero el escrito a máquina, no el escrito a mano, porque a mí me extrañaba tanto que dijera el 25, porque en el mismo parte ese escrito a máquina se habla del 25 y después se habla del 27, como si el día 26 no hubiera pasado nada.
Hay que tener un gran cuidado en las investigaciones históricas
En los partes del ejército enemigo es el 26, y yo dije no fue el 25, fue el 26, y efectivamente todo lo que se da en la radio el 26 –que ahí aparece como el 25-coincide con lo que narra el enemigo en sus partes oficiales, en sus comunicaciones oficiales. Ahí se pudo ver bien claro que hubo un error en la transcripción. También se hubiera podido cometer el error a mano, quizás, pero lo más probable es que se cometió en la transcripción, porque había muchos otros más, pero al revisarlo no me di cuenta y se quedó el 25. Por poco un combate de 36 horas se convierte en un combate de 60 horas, por eso hay que tener tanto cuidado en todas las investigaciones históricas y en la descripción de los acontecimientos.También en la investigación histórica alguien dijo que yo me había reunido con el capitán jefe de la guarnición de Guisa, que yo le había escrito. Sí, le escribí, pero no se reunió en ningún momento, pero a alguien le pareció; seguramente confundió otras reuniones, la reunión del jefe del batallón, que más de una vez se reunió, este no, este no salió del cuartel de Guisa. Hay que tener un gran cuidado en las investigaciones históricas porque realmente los compañeros que han hecho esa investigación histórica tienen una gran experiencia, ellos recuerdan cosas que nosotros no recordamos, porque ellos han ido punto por punto, casa por casa, siguen el itinerario, han hablado con cientos de personas, y claro, es lógico que uno no se pueda acordar durante 10 días en cada una de las casas en que estuvimos, pero sí todas las incidencias de aquellos combates de lo que se ha dado en llamar la Batalla de Guisa.
Había otro error -que yo tuve la oportunidad de explicarles a los compañeros- en que Pupo aparecía como que cayó prisionero el día 27. Realmente fue el día 30 en horas de la tarde cuando nosotros mandamos un pelotón a perseguir al ejército que se retiraba allí en la carretera. Al parecer, cuando yo creía que había salido el pelotón le pido a Pupo: “Alcanza el pelotón y avísale que marche con mucho cuidado, no vaya a ser que vayan a caer en una emboscada que debe estar colocada más adelante”.
Se había dado la orden de colocar una emboscada, pero realmente el mensajero salió antes que el pelotón, y después el problema era cómo le avisaban a Pupo que iba delante. Y mandamos gente detrás de Pupo, pero no tuvo tiempo para alcanzarlo y cayó prisionero. Cuando ya de noche creyó que iba a hablar con nuestra gente, estaba hablando con una compañía del ejército batistiano que se retiraba.
Todo eso ocurrió el día 30, pero digo que en realidad debemos colaborar y ayudar a los historiadores. Se nos puede reprochar a todos nosotros o a muchos de nosotros.
Todo eso ocurrió el día 30. Pero, digo que en el quehacer revolucionario de tantos años hayamos dedicado tan poco tiempo a lo que pudiéramos considerar la reconstrucción histórica. Para nosotros puede no haber tenido importancia igual que los mensajes y papeles, nadie se pone a pensar en la historia, nadie se pone a pensar en lo que se va a escribir sobre eso, y las cosas se hacen de una manera normal. Y nadie se pone a pensar en eso, pero después ocurre que las generaciones venideras tienen un enorme interés por conocer lo que pasó, y no hay dudas de que cada uno de nosotros, y me hago una autocrítica con esto, tiene la obligación, por lo menos, de tratar de reconstruir los acontecimientos históricos en que ha participado, para que la historia no se altere, para que la esencia de todo lo ocurrido se conforme tal como ocurrieron los hechos.
Digo que con nuestra colaboración los investigadores pueden hacer un trabajo todavía mejor, puesto que ellos han reunido montones de datos, y han entrevistado a cientos, por no decir miles de personas, y han hecho en realidad un magnífico trabajo.
Aquello pudo haber sido peor para el ejército de Batista
Por aquellos días ocurrieron muchas cosas; no viene al caso ahora hablar de lo que pudo haber pasado cuando uno ve las comunicaciones internas del ejército de Batista, estaban realmente desesperados, y pienso que aquello pudo haber sido peor para el ejército de Batista; pienso que del batallón atrapado pudo no haber escapado lo que escapó, una parte dejó un tanque, tuvieron decenas de muertos, tuvieron decenas de heridos. Este es el punto, que si uno se pone a mirar retrospectivamente es como puede hacer consideraciones, que si fue mejor una cosa u otra.Si aquel día 26 por la noche, que nos quedaban 15 proyectiles de mortero y una tropita de reserva con Calixto, que tenía 100 balas por hombre. Calixto se había reunido con nosotros la noche que llegamos aquí. Yo tengo que precisar con algunos compañeros más detalles, como tengo que precisar lo que ocurrió en el tanque, y exactamente con el tanque que atacó el cuartel del 28 al 29. Es decir, algunos de estos datos hay que precisarlos mejor, con la ayuda de compañeros que yo conozco. Pero aquel batallón estaba atrapado, completo, cayó con un fuego cruzado de tres direcciones. Del lado de allá estaba el compañero Puerta, en una posición que yo había escogido, y que le pedí que la fortificara.
Les pedimos a los compañeros que dejaran entrar al batallón, y después fue una batalla de los refuerzos que querían salvar al refuerzo. Eso fue el día 26. Los compañeros que defendían la posición más avanzada casi agotaron las balas. Y había dos alternativas: o enviar la pequeña reserva a las posiciones avanzadas, para tratar de que al otro día, es decir, el 27 que fue que llegaron los refuerzos, o tratar de rendir al batallón aquella noche. Y fue lo que intentamos hacer rápido.
Nosotros decíamos: liquidando este batallón, con las armas ocupadas aquí armamos como a 400 hombres, triplicamos la fuerza y no se sabe lo que pasa. En fin, hicimos, se le agotaron las balas a la reserva y al otro día se combatió durante todo el día 27 sin balas, casi, con muy pocas balas. Hasta que al anochecer ellos lograron -con los tanques grandes, los tanques pesados, llegar hasta donde estaba el batallón cercano, hacer una pequeña brecha y escapar por allí, con la ayuda de los tanques. Arrastraron uno de los tanques, el otro no pudieron arrastrarlo, lo capturamos nosotros. Pero esa misma noche ocupamos 25 mil balas, volvimos a tener balas.
Es decir, ahora viendo y yo nunca había leído esas comunicaciones que recogieron los historiadores, se ve que la situación era verdaderamente desesperada y ahí están los datos incluso de las bombas que tiraron, de las balas que gastaron, los roquet, etc. De haberlo sabido, bueno, creo que el susto que pasan es más grande todavía.
Nosotros le dábamos importancia a aquel combate, sabíamos que se había vuelto decisivo, pero no podíamos imaginarnos hasta qué punto la situación era desesperada en el otro lado. Así que pudo ser mucho peor, sobre todo, si aquel día capturamos el batallón cercado. Y el último día, realmente, ellos venían en todas direcciones. Nosotros estábamos en un saliente, el enemigo podía intentar envolvernos, teníamos que mantener vigilancia. El enemigo tenía fuerza suficiente para envolvernos totalmente.
Y nosotros decidimos qué iba a pasar el 30.Sabíamos que la loma que había defendido Coroneaux era la que había impedido el paso de los tanques, porque frente a la loma la carretera estaba minada. Los tanques no podían pasar porque volaban, la infantería no podía quitar las minas porque caía bajo nuestro fuego. Por eso es que con fusiles y minas no dejaban pasar los tanques.
Yo dije, van a tratar de cercar la loma, la van a tratar de cercar, y, efectivamente, esa fue la orden que le dieron; pero no la cumplieron, y, realmente, habíamos preparado unas trampas mortales al oeste de las lomas que había defendido Coroneaux. Y por aquí por el este, llegó una tropa enemiga; había una sola escuadra en esa dirección, y entró. Eso no habría sido problema, porque mientras más entraban, más capturábamos.
Pero el día 29 por la noche sacamos la tropa de fuerza para fortalecer el centro de nuestras posiciones, y quedó un cuadrante, sin tropa, fue por ahí donde el 30, sin que pudieran pasar los refuerzos el día 30, escaparon, los que estaban y los que llegaron.
Creo que fue correcta la decisión que tomamos, fue prudente, fue sabia, porque por comprometidas que fueran las acciones, por temerarias, por audaces que pudieran parecer, siempre teníamos estudiadas todas las variantes, qué hacer, para no ser envueltos, para no ser sorprendidos, para garantizar la seguridad de la tropa, y en aquel momento lo que hicimos al sacar la fuerza, el pelotón de Puerta, del noreste de Guisa, y situarla aquí al oeste fue correcto. Si fuera hoy habría que hacer exactamente lo mismo.
Porque era el tipo de operaciones que correspondía, y, realmente, adivinamos el plan que tenía el enemigo. Y aunque entró una tropa, no pudo entrar el refuerzo, y aquella trató de escapar; si realmente hubiera habido un pelotón allí, no pueden escapar, porque creo, según los historiadores, que se fueron con familia y se llevaron de todo, unos pocos tiros y se rinden los que entraron y los otros.
Eso es lo que recordábamos, las lecciones que pueden sacarse de aquellos acontecimientos. Desde luego, ¿tienen alguna utilidad esas lecciones? Sí, tienen una utilidad enorme, porque enseñan lo que puede el hombre, lo que puede el revolucionario. Enseñan lo que puede hacerse ante obstáculos inmensos, frente a dificultades al parecer insuperables.Fue muy decisivo, porque como después continuamos hacia Baire, Jiguaní, Contramaestre, Maffo y Estrada Palma, el ejército de Bayamo quedó neutralizado, ya no participó en esas acciones.
Y al final, el día tres de enero, se unieron a nosotros porque sentían admiración, sentían respeto por la tropa rebelde, por la caballerosidad de nuestra tropa, porque no maltratábamos a los prisioneros, porque no asesinábamos prisioneros; porque hicimos cientos de prisioneros y fueron tratados siempre con respeto. Al final me recibieron allí como nunca me habían recibido en ninguna parte. Se unieron dos mil soldados de las tropas que quedaban allí, se unieron a nosotros el día tres de enero, y estaban en disposición de luchar, junto a nosotros, porque aquellos combates habían producido impresión, admiración, en las fuerzas enemigas.
Esta parte de nuestra Historia nos enseña lo que puede hacer un pueblo, cuando quiere luchar
Es decir, que esta parte de nuestra historia nos enseña lo que puede hacer un pueblo, cuando quiere luchar. Calcúlese que se podían librar acciones y los rebeldes libraron acciones de esa naturaleza en muchas partes. Nuestras pequeñas columnas que salieron desde la Sierra Maestra para Las Villas es increíble lo que hicieron. Un territorio tan distante, terrenos pantanosos, ciclones por el medio, aviación arriba… Dondequiera, en todos los frentes, en todas partes, fue el mismo fenómeno.Y nuestras tropas, con un mínimo de armas y de gente, resolvían problemas realmente difíciles, contra un ejército que tenía 80 mil hombres armados, entre marinos, policías, soldados. Las dos fragatas que tenía la marina estaban bloqueadas en Santiago de Cuba, un grupo de ametralladoras desde la Socapa no las dejaban salir. Se rompían todas las reglas, se rompían todos los cálculos.
Imagíneselo que podía hacer un pueblo como el nuestro hoy, de hombres y mujeres armados; que cuentan con cientos de miles de armas automáticas, cantidades considerables de artillería, de tanques, y medios de guerra, ¡preparación!¡experiencia!¿Qué práctica de tiro tenían nuestros reclutas? Ninguna. Les enseñaban en seco, no había balas para enseñarlos a tirar, ni siquiera balas 22. Y allí se apuntaba en seco, y muchos de ellos el primer disparo que hacían, lo hacían en el combate. No tenían gran puntería nuestros reclutas, pero les disparaban a un camión lleno de soldados de aquí a ahí. Y si eran 15 fusiles, 20 fusiles disparando, era casi imposible que no le dieran al camión ni le causaran numerosas bajas.Es que combatían de cerca, empleaban bien sus armas. Y de aquellos reclutas tuvimos algunas experiencias, resultados de sus inexperiencias. Porque como no tenían experiencia, a veces, en una emboscada muy bien preparada, en una trampa muy bien hecha, un recluta se descuidaba y se dejaba ver, y el enemigo lo descubría en el momento de entrar en la emboscada, escapó así en algunas ocasiones.
El recluta no tenía ninguna práctica, era increíble, sin embargo, lo que hicieron. Sin duda porque se inspiraron ya en lo que habían hecho los que les precedieron.Y nuestros reclutas hacían cualquier cosa en los combates, y actuaban con gran valor, sin preparación realmente. ¿Qué no podría hacer un pueblo como este hoy y con millones de hombres y mujeres preparados, organizados, armados?
Nosotros no quisiéramos que toda esta experiencia tuviera que volver a usarse; nosotros no quisiéramos que tales experiencias tuvieran que repetirse. Por el contrario ¡ojalá! queden como cosas y experiencias del pasado. Pero no podemos renunciar a esas experiencias, porque todavía tenemos a un enemigo poderoso, ya no es Batista, es el imperio yanqui, con su cinismo, con su perfidia, con su poderío, con su oportunismo; y siempre soñando en el día en que pueda aplastar o liquidar a la Revolución.
Es por ello que no podemos olvidar esas lecciones; es por ello que no podemos olvidar lo que pasó un grupo de hombres con unos fusiles; es por ello que no podemos olvidar que unas cuantas decenas se enfrentan a unos cuantos cientos; y que unos pocos cientos enfrentan a un montón de miles.Son lecciones muy valiosas; lecciones que no deben olvidarse mientras sobre la patria pueda cernirse algún peligro, mientras pueda haber alguna amenaza sobre la patria. Es el valor que tienen estas experiencias, estas lecciones, que después se multiplicaron en todos los acontecimientos de la Revolución, y en todas sus hazañas, a lo largo de 30 años.
En Cuito Cuanavale se escribió también una gran hazaña
Fue para mí realmente muy emocionante y más que el recuerdo de los hechos que puedan haber explicado la decisión de los compañeros del Consejo de Estado de otorgar estas medallas, entre ellas me tocó una a mí. Ellos saben que alérgico soy a las condecoraciones.Pero lo más que me emocionó de esta medalla, fue que tuvieran la feliz idea de escoger, nada menos, que a un joven combatiente de Cuito Cuanavale. Bueno, pues allí se escribió también una gran hazaña, pudiéramos decir que era el espíritu de la Sierra Maestra, la experiencia acumulada por nuestros pueblos en todos estos años, lo que se expresó allí en la misión internacionalista de Angola. En Cuito había una situación realmente insostenible, y nosotros no estábamos allí. Nosotros tuvimos que tomar la decisión de enviar una fuerza allí para resolver una situación insostenible creada por la intervención de poderosas unidades sudafricanas en el intento de liquidar una agrupación de tropas angolanas, y allí realmente se escribió una brillante página en la historia militar y no por muchos hombres, no por muchos hombres; algunos cuantos cientos de hombres, podrían llegar a mil, mil y tantos, con sus armas modernas y con el apoyo de nuestra aviación.
Hay que decir que en Cuito Canavale los pilotos rescribieron, y no solo rescribieron, sino que superaron las proezas de Playa Girón. En Playa Girón los combates duraron unas horas, no llegaron a 60 horas de combate. En Cuito Cuanavale nuestros aviadores actuaron semanas enteras, de día y de noche, se las arreglaron para neutralizar las fuerzas enemigas, se las arreglaron para neutralizar los medios antiaéreos y realizaron cientos y cientos de misiones con un éxito impresionante.
Quiero decir con esto que la experiencia del pueblo en el terreno militar se ha enriquecido extraordinariamente y que dondequiera que se ha actuado con ese espíritu, se ha logrado el éxito, ¿Qué son ya nuestras pequeñas unidades, escuadras moviéndose, pelotones como máximo defendiendo caminos, comparado con las operaciones estratégicas realizadas por nuestras Fuerzas Armadas Revolucionarias en Angola? Y algún día tendrá que escribirse esa historia. Algún día los historiadores tendrán que hurgar en los papeles, y ahí sí que hay papeles, bastantes papeles, porque prácticamente no se ha perdido ni un solo papel.
No lograrán liquidar la Revolución por ninguna vía
Nuestro pueblo con el mismo espíritu ha seguido escribiendo páginas gloriosas a lo largo de estos 30 años en Girón, en El Escambray, en la Crisis de Octubre, en las misiones internacionalistas. De modo que hoy la experiencia acumulada por nuestro pueblo y nuestras Fuerzas Armadas Revolucionarias es infinitamente mayor, ya que no hemos cesado de aprender desde el mismo momento del Desembarco del Granma hasta hoy, y ese es un tesoro de experiencia que debemos saber apreciar, que no podemos olvidar, porque, repito, está todavía el imperio poderoso que nos amenaza, que pretende un día liquidar a la Revolución, o por la vía de las armas, o por la vía de la erosión, de la lucha militar, de la lucha ideológica, o la suma de todas o la suma además de sus bloqueos, y sus medidas económicas, constantes, medidas constantes contra la Revolución. Pero no lo logrará, por ninguna vía, ni la militar, ni la económica, ni la ideológica.Y si puede haber alguno que otro mentecato que se deje confundir, habría que ignorar la historia de este país, habría que ignorar la historia de esta Revolución, cómo surge y cómo se hace, para imaginarse que el corazón y la inteligencia, y el puño poderoso de nuestro pueblo, pueden ser confundidos.
Realmente, y se aprecia por todas partes, se ha ido creando una impresionante, invencible, indestructible fuerza, y ¡ojalá! que no tenga que emplearse.Es lo que más deseamos. ¡Ojalá! que no tengamos que vernos ante nuevas y grandes pruebas. ¡Ojalá! que nuestras nuevas generaciones no tengan que pasar por estas pruebas. ¡Ojalá! que pronto, incluso, regresen nuestras tropas de Angola, y hemos trabajado seriamente en las negociaciones, aunque sin ansiedades, sin impaciencia, sobre bases de principios hemos negociado, sobre bases de principio y de firmeza hace algo más de un año se tomó la decisión de reforzar aquellas tropas a raíz de esa crisis de que hablábamos en Cuito Cuanavale.
Reunimos a todos los medios y a todas las tropas para vencer, para aplastar al enemigo si era necesario, y el enemigo lo comprendió. Pero siempre dijimos: no buscamos victorias militares, preferimos soluciones políticas justas, por eso luchábamos, no queríamos sacrificar la sangre de un solo compatriota. Nunca luchó por gloria esta Revolución, pero tuvo siempre la firmeza de enfrentar los peligros, de correr los riesgos necesarios, y en situaciones como esas siempre hemos seguido la misma filosofía: ser lo suficiente fuerte para vencer, ser lo suficientemente fuerte, y sin vacilaciones, para que no exista la alternativa de la derrota, y así fue también en este último glorioso episodio. Y es posible que se alcance al final la paz, las soluciones políticas que planteábamos y podamos traer de regreso a nuestras tropas, pero sin ansiedades, sin impaciencias, porque lo que ha hecho posible este resultado es nuestra firmeza, nuestra ausencia de ansiedad, nuestra ausencia de impaciencia, y el enemigo conoce bien a nuestras tropas y sabe de lo que son capaces, saben lo que pueden hacer, saben de su capacidad de resistir, de soportar rigores, y de permanecer donde haya que permanecer, todo el tiempo que sea necesario.
Lo repito, ¡ojalá! venga una etapa de paz en el mundo, de distensión, de reducción de peligros. Esto no quiere decir que nos vamos a dormir en los laureles; esto no quiere decir que nos vamos a confiar; esto quiere decir simplemente lo que preferiríamos, lo que desearíamos: consagrarnos más al desarrollo de nuestro país, al progreso de nuestro país.
¡Ojalá!
Para los que quieran ser libres -como decía Martí- la libertad tiene su precio, y es necesario o resignarse a vivir sin ella o estar dispuestos a pagar por ella el precio que sea necesario.
Y podemos decir que la independencia tiene su precio. El derecho a hacer una Revolución, el derecho de crear un mundo nuevo, el derecho a traer la justicia a nuestra patria, tiene su precio. Y tendríamos queresignarnos a vivir sin esa independencia, sin esos derechos, o estar dispuestosa pagarlos por su precio.
Pero es que los que pagan siempre el precio más alto son los vacilantes, los cobardes; y quienes menos precio tienen que pagar son los valientes, los decididos, porque a esos es muy difícil cobrarles cualquier precio, y eso lo conoce nuestro pueblo y así se ha comportado en estos 30 años.
Bueno, he visto en estos días cosas realmente interesantes, algo más que interesantes, impresionantes, que tienen que resultar agradables para todos, porque esta es nuestra obra, este es el fruto de nuestro sudor y nuestros esfuerzos; este es el fruto de la sangre derramada por los compañeros que cayeron en el camino, por los que dieron su sudor y su sangre por nuestra Revolución, y los que la dieron, no solo en el 53, sino los que la dieron desde el 1868.
Invitación del Gobierno de México
Llena está nuestra historia de valentía, de heroísmo, de ejemplos hermosos, insuperables. Y decía había visto cosas interesantes en estos días. Tenía una serie de obligaciones, además me surgieron otras en el camino. Cuando ya tenía planeada una visita a Camagüey, a Las Tunas, dos días aquí en Granma, el acto el día 30, el acto el día dos en la capital de la república; la organización y preparación de la visita de Gorbachov días después, y en eso llega una invitación del gobierno de México -país con el que mantenemos estrechas relaciones, y relaciones ejemplares a lo largo de estos 30 años, y cosas nuevas-, me invitaron a la toma de posesión del nuevo Presidente.Eso no ocurría antes. He recibido últimamente dos invitaciones. Tengo entendido que eso no le agrade mucho al imperialismo, tengo entendido que eso no le puede agradar mucho a los yanquis. Bueno, antes no me invitaban y ahora me invitan.
Sí, tenía todos estos actos, todas estas obligaciones. Siempre hay riesgos en los viajes, ¿pero qué íbamos a hacer nosotros, auto aislarnos, auto bloquearnos, ponernos a pensar en el trabajo, ponernos a pensar en los riesgos, ponernos a pensar incluso en las dificultades política de la visita? Porque lamentablemente se han producido diferendos internos entre personas amigas de Cuba, y por lo tanto nosotros analizamos, no es posible rechazar la invitación. Hay que aceptar la invitación y hay que viajar a México.
Además, de México salimos, ahora el día dos, se cumplen 32 años. En estos días se cumplieron 32 años del 25 de noviembre, que salimos de México, que es para todos nosotros como una segunda patria. Y a pesar de esos diferendos internos de que hablo, sacamos la conclusión de que era elemental aceptar la invitación.
Entonces hubo que poner un viaje dentro de todo este programa, adelantar el acto del 30. Tengo que explicarlo, porque ustedes preguntaran ¿bueno y porqué el acto no se da el 30 y se da el 29? Bueno, pues tenderemos que posponer el de la Habana también. Ya lo conversé con el compañero Lezcano, no les dije nada a ustedes para que siguieran preparando el acto, eso se lo dije antes de salir para acá para, Camagüey. Les dije, bueno, no nos queda más remedio, si ustedes quieren que participe en el acto, hay que posponerlo, y sugerí que lo pospusieran para el día cinco.
Todo esto en medio del gran trabajo… pero bueno, el oficio de revolucionario es voluntario. A ninguno de nosotros nos obligaron a ser revolucionarios. Fuimos nosotros, fuimos nosotros los que escogimos este camino, por lo que no podemos quejarnos nunca de ningún trabajo que nos caiga encima, de ningún esfuerzo que nos caiga encima.
Cosas alentadoras que hemos visto en estos días
Bien, la idea que un rato antes trataba de expresarles, son cosas alentadoras que hemos visto en estos días. Tuvimos un acto en Camagüey: se inauguró allí una modernísima industria mecánica, que produce armas -tampoco es un secreto, eso lo sabe además todo el mundo-, pero que es una joya esa industria. Cosas nuevas, yo decía allí que con la producción de esa fabrica de un día nosotros hubiéramos resuelto todos nuestros problemas contra el ejército de Batista. Figúrense 300 fusiles automáticos. Pero bueno, hubo que resolverlos sin eso, eso nos viene muy bien por si tenemos que resolver algún problema con las fuerzas armadas yanquis, y por eso la importancia de esa industria. Y, además por su capacidad de ayudar a otras industrias.Produciendo herramental, produciendo componentes y piezas para otras industrias, produciendo artículos para la población, tiene unas posibilidades fabulosas. Pero más impresionante que las máquinas, que los tornos programados, los equipos automáticos que tiene esa fábrica es el personal de aquella fábrica.
Hay allí casi cuatro mil jóvenes, ¡450 de nivel superior! Una organización, una disciplina, un espíritu, una eficiencia, ¡y tienen 24 años promedio! Allí hay muchachos de 21 y 22 años que ocupan importantes responsabilidades en la producción ¡aquello es una fábrica de cuadros, también! Y un espíritu en esos muchachos que era algo verdaderamente conmovedor: organizados, con sus uniformes… yo digo, bueno, es difícil llevarse una mejor impresión.
Al otro día, visitamos en un central nuevo de Camagüey, el pueblo que están haciendo allí para el Ejército Juvenil del Trabajo, el comedor parece tan bueno como cualquier restaurante de la capital. Y la idea que concibieron fue hacer viviendas en vez de campamentos y después cuando se vaya el Ejército Juvenil del Trabajo, las viviendas sirvan para los trabajadores de aquel complejo, los trabajadores agrícolas.
Bueno, allí estuvimos analizando los rendimientos que tienen aquellas cañas, bastante altos y los resultados que se están evidenciando en Camagüey con ciertas técnicas agrícolas aplicadas a la caña, como el drenaje parcelario, o el riego por sifón, como le llaman ellos. Unos rendimientos increíbles, son posibilidades que ya están al alcance de nuestras manos.
Al otro día, me voy a entregarle, por la mañana, la bandera de contingente a un grupo de trabajadores que están construyendo una carretera hacia una zona de grandes posibilidades turísticas, gente ésta que está trabajando con nuevo espíritu 13, 14, 15 horas todos los días, que en siete meses han hecho la carretera; todavía no está asfaltada, está casi terminado el terraplén. Es increíble que 82 hombres hayan hecho esa obra en apenas siete meses. Cosa nueva, eso no se veía antes por ninguna parte. Aplicando conceptos nuevos, conceptos revolucionarios, casi con el espíritu con que podemos decir que lucharon allí los compañeros de Cuito Cuanavale, o lucharon aquí los combatientes rebeldes en los combates de Guisa.
Un poco más tarde, tengo oportunidad de visitar una industria nueva, construida en tiempo record por otro contingente: un laminador que puede producir entre 90 y 100 mil toneladas de cabillas al año, diseñado por técnicos e ingenieros cubanos, ¡con máquinas construidas en Cuba!, fundamentalmente, por la planta mecánica de Santa Clara. Una industria que si se compra nueva y se importa debe costar unos 20 millones de dólares y que edificada a base de tipos cubanos nos costó 1,7 millones de dólares, en componentes y algunos motores.
Lo más importante es que esa industria, grande, fue construida en 14 meses por aquel colectivo de trabajadores, que trabajaron con espíritu de contingente, y que recibieron la bandera del contingente.
Allí vimos, también, una masa de jóvenes, que se han preparado allá en Antillana de Acero para manejar el laminador, un grupo de retirados de Antillana de Acero que están allí enseñándolos, como instructores, y una masa de 50 o 60 mil tuneros, en que se refleja ya un país tan diferente, un pueblo tan diferente; una disciplina, un nivel de cultura diferente; un nivel de conciencia realmente impresionante.
Hoy el heroísmo se expresa fundamentalmente en el trabajo
Después, hemos estado en distintos lugares, hemos entregado tres banderas a tres contingentes: al contingente que está construyendo la presa del Cauto, que ya empezó; una presa que cuando se concibió se concibió para construirla en 8 años y ellos la van a construir en 2 años y medio, dos años y medio.Y van a construir no solo la presa, sino los canales. Una presa de 400 millones de metros cúbicos, muchos de ellos combatientes internacionalistas.
Después, fuimos aquí, en Cautillo, a otra presa que está construyendo otro contingente, que recibió su bandera. Con una disciplina, una organización, un espíritu; y después fuimos aquí en el río Bayamo, en la zona de Corojo, donde entregamos otra bandera. Allí se puede apreciar una juventud bien organizada, con sus uniformes de trabajo, con sus sombreros, ¡daban la impresión de un ejército, daban la impresión incluso de un ejército guerrillero!
Yo les decía que, hace 30 años, en otras ocasiones, el heroísmo se expresaba en los combates, en los sacrificios, en el derramamiento de sangre, y que hoy, el heroísmo se expresa, fundamentalmente, en el trabajo.
Digo que esos muchachos y esas muchachas ¡están comportándose como verdaderos héroes! Consagrados al trabajo. Con la mitad de los hombres hacen el doble de lo que se hacía; un buldócer lo multiplican por tres, una divisa convertida en equipo la multiplican por tres. Produciendo con bajo costo, con eficiencia, con calidad… Y ya son varios miles, más de 10 mil obreros que están trabajando con esas concepciones. Y no dudo que en un futuro serán 20 mil, 30 mil, 50 mil y quizás un día 100 mil. Y digo que 100 mil hombres trabajando así, no tienen taller en este país, ¡se hace nuevo este país!
Porque hay que verlos, 200 y tantos hombres, 200 y tantos hombres, en otro lugar donde se reúnen mil hombres como esos hacen cuatro presas, y cuatro presas importantes, en un tiempo récord. Es increíble lo que se ha ido acumulando, en experiencia, en conocimiento, en cuadros nuevos, en técnicos; los cambios tan grandes.
Están transformándose rápidamente nuestras montañas
En aquellos días en que andábamos por estas montañas, y las propias montañas cómo han cambiado. Antes no había ni caminos, sino trillos y hoy se llega a Guisa desde allá desde Cautillo, y desde las canteras, por una carretera asfaltada; y se llega de aquí a Santa Bárbara por una carretera asfaltada, y de Santa Bárbara al río Bayamo, y del río Bayamo a la ciudad de Bayamo por una carretera asfaltada, y por dondequiera en la montaña aparece una carretera asfaltada.Se han llenado las montañas de médicos de familia, cómo ha cambiado todo esto. De los dos mil 300 habitantes que tenía Guisa, hace 30 años, hoy tiene alrededor de 20 mil 800 habitantes. Y lo curioso que le ocurre a uno cuando recorre estos lugares en automóviles, les parece lejos, parecen lejanos; uno tiene la idea de que los lugares están más próximos y entre el entronque de Santa Bárbara y el camino por la carretera que va para Guisa.
Y el puente que volamos aquella noche del 20 al 21, o del 19 al 20, habría que precisar con exactitud, a mí me parecía que habíamos caminado un ratico, y ahora en automóvil, veo que hay unos cuantos kilómetros. Realmente, es que nos habíamos habituado ya de tal manera a caminar, que las distancias nos parecían cortas, y encuentra uno distantes los lugares, en carro; por carretera.
Están transformándose radicalmente nuestras montañas y se transformarán mucho más. La electricidad por todas partes, miles de kilómetros de líneas eléctricas para llevar la electricidad alas comunidades, y la comunicación, y televisión, de todo, a los lugares más intrincados de las montañas.
Yo he percibido en estos días las cosas que ha ido acumulado la Revolución, sus posibilidades infinitas en todos los terrenos, y los cambios profundos en todos los terrenos. Ayer lo veíamos en Tunas, en la ciudad de Tunas, en todas las instituciones. Esto ¿qué es?, la Facultad Universitaria, y esto ¿qué es?, varias facultades universitarias, en Tunas. Y esta ¿qué es?, la Facultad de Medicina, con mil estudiantes de Medicina, en Tunas.
En el año 77, muchos años después del triunfo de la Revolución, en Tunas no llegaban a 200 los médicos, y hoy tienen más de mil 700, y mil en la Facultad de Medicina. Y esto ¿qué es?, el asilo para ancianos, y esto ¿qué es? la sala polivalente, el tecnológico de la medicina, y esto ¿Qué es?, el asilo para ancianos, y esto ¿Qué es? la sala polivalente, y esto ¿qué es? una escuela especial que estamos haciendo, ¿y allí?, allí se va a construir el Superior Pedagógico, ¿y esto?, el frigorífico, ¿y esto?, la pasteurizadora ¿y esto?, el hotel, ¿y este?, el círculo infantil que acaban de construir.
Y era un municipio, Las Tunas hoy es capital de provincia, y con facultades universitarias numerosas, varias allí; unas tienen cuatro, la de medicina, cinco; más el Superior Pedagógico, seis.
Yo les decía a los compañeros: hay que prestarles mucha importancia a los desarrollos agrícolas. Hablamos de los planes de riego, las presas que queremos hacer, estuvimos discutiendo bastante los planes en la caña, los planes de producción de viandas y vegetales, los planes de producción de leche. Allí actualmente se producen 20 millones y empezaremos a principios de año un plan de construcción de vaquerías y desarrollo lechero para producir más de 100 millones de litros de leche.
Planes porcinos, planes agrícolas, elevación de la productividad en la caña por hectáreas, para producir alimentos, que la podemos alcanzar, gracias a investigaciones exitosas que se han hecho, mediante las cuales, la caña no solo es fuente de azúcar sino de alimentos ricos en proteínas.
Les decíamos no descuidar un momento los planes económicos, porque cada escuela especial de esas, detrás de la escuela son las raciones para 200 o 250 estudiantes. Y bueno, olvidé mencionar ¿y aquella escuela? Aquella es la Eide, que la terminamos el año que viene, me decían.
Detrás de cada escuela de esas, de cientos de alumnos, viene la cuota de comida. ¿Y aquella? la escuela vocacional de arte. Detrás de la escuela vocacional de arte el círculo; de todo aquello, vienen las cuotas de alimentación. Esto se lo vengo diciendo a todos los compañeros en todas las provincias, pues naturalmente la población necesita cosas, el pueblo quiere cosas de todo tipo y viviendas.
Necesitamos un equilibrio correcto entre lo económico y lo social
Desde luego, yo les expresaba a los compañeros que necesitamos un equilibrio correcto del esfuerzo que hacemos en lo económico y el esfuerzo que hacemos en lo social, pero estamos en las posibilidades de hacer esfuerzos. Les explicaba ayer mismo en Tunas que estamos en un programa de construcción de 50 centros integrales porcinos, 27 tiene que hacerlos el Ministerio de las Construcciones y 23 los tiene que hacer la Agricultura, la Agricultura a través de naves que adiciona a los centros que tiene, el Micons a través de centros enteramente nuevos. Sumados todos es el equivalente a 50 centros, con capacidad de producir más de 100 mil toneladas de carne al año, con los alimentos que tenemos ahora, sí, recogiendo los desperdicios en todas estas instituciones sociales, utilizando la miel proteica, que sale o puede salir de nuestras fábricas de torula, de las que tenemos más de 10, sin importar un grano de cereal adicional.Ese proyecto se venía haciendo para un plan de cinco años, y nosotros les hemos planteado a todas las provincias, hay que hacerlo en tres. Y un centro nuevo integral, que lleva más de 54 naves, no puede tardar más de año y medio. Antes eran tres, de modo que hay posibilidades, y muchas posibilidades, en todos los campos, de incremento de producción de viandas, vegetales, arroz, leche, carne de un tipo y de otro. Están surgiendo muchas posibilidades. Y tenemos hoy el pueblo con más cultura, el pueblo con más organización, con más preparación, capaz de hacer estas proezas.
Y realmente hoy, a uno de esos contingentes, que están trabajando excelentemente bien y con una gran organización, yo les decía, los capitalistas se jactan de que hacen las cosas mejor, de que son, por ejemplo, capaces de construir mejor que nosotros. Digo sí, si se compara con las tonterías, las idioteces que se hacían, los conceptos que se aplicaban. Yo les decía, me gustaría ver una empresa capitalista que fuera capaz de construir una presa en el tiempo que ustedes la están construyendo.
Me gustaría ver una empresa capitalista que fuera capaz de utilizar los equipos, como los están utilizando ustedes, con la productividad que los están utilizando.Tenía conciencia que estaba allí ante una organización que es dos veces, tres veces, superior a cualquier organización capitalista.
La disciplina es cuestión de la vergüenza, el honor y la dignidad del colectivo
Y está fundada en principios, en conceptos, en que la propia disciplina, es cuestión del colectivo, es cuestión de la vergüenza, el honor y la dignidad del colectivo. Ellos son los que imponen la disciplina, ellos son los que dicen, este no es digno de ser de este contingente, ellos son los que no aceptan ausentistas, ellos son los que no aceptan ningún tipo de holgazanería; es increíble que no haya ausentismo en ese colectivo de trabajadores, no hay interruptos, ese concepto no se conoce.Cuidan las maquinas como no las cuida nadie. Y ahí es donde se pueden ver las posibilidades de la Revolución, y como nuestra Revolución, después de 30 años de lucha, la ignorancia, el analfabetismo, formando cientos de miles de técnicos universitarios ¡es capaz, cuando se lo propone, de hacer muchas más cosas que las que hicieron jamás lo capitalistas! ¡Y de hacerlas mejor de lo que las hicieron jamás los capitalistas!
¿Cuántas presas hicieron por ejemplo los capitalistas en este país para acumular agua, para producir arroz, caña, alimentos para el pueblo, leche, carne? No había prácticamente ninguna, alguna represita chiquitica para agua de los pueblos. ¿Cuántas ha hecho la Revolución?, y aquí mismo, ¿cuántas está haciendo simultáneamente, solo aquí en Granma? Tres grandes presas, simultáneamente, y sistemas de canales.
Las presas y los sistemas de riego, que están haciendo aquí en Granma una fábrica de equipos de riego Fregat, que son de alta productividad, y ahorran el agua. Todavía tengo yo que pasar por allí, porque me están esperando incluso. Y no pude venir antes del acto.
¿Cuántas carreteras en las montañas hicieron los capitalistas? ¿Cuánta electricidad llevaron a las montañas, cuántos hospitales, cuántos médicos de familia? La Revolución tiene, solo como médicos de familia, tiene más de 700 médicos en las montañas. Ya no hay montañas de esta provincia, ni de Santiago, ni de Guantánamo, sin médico de la familia. Y hay muchos municipios por ahí, regiones, donde están los médicos de familia, donde la mortalidad infantil es de menos de 10, es increíble.
Los capitalistas no se ocuparon de ninguna cosa social, ni aquí ni en ninguna parte. Les llevamos mil kilómetros de ventaja, pero para hacer esas cosas podemos hacerlas mejor que ellos, y hoy tenemos posibilidades de elevar los rendimientos extraordinariamente, trabajando cuando hay que hacer inversiones.
Con el drenaje parcelario hay que hacer inversiones, aplanar la tierra; en el arroz, hay que aplanar la tierra, ahorra agua, logra productividad; hay que hacer aquí miles y miles de kilómetros de canales todavía en este país. Hoy tenemos las posibilidades de hacerlo.
He visto eso, sí, en hombres de carne y hueso; en masa de carne y hueso. No con la imaginación, y es verdaderamente estimulante, se los digo, me complace poder expresarlo aquí, en esta tarde, hoy, cuando los veo a ustedes, los veteranos, no los viejos, sino los veteranos, que no es la misma cosa.
Sé que han sido estas horas de muchas emociones, para los compañeros, que alegría encontrarse, verse. Yo me preguntaba a mi mismo qué será una reunión de cientos de veteranos, cómo deben hablar, cómo deben hacer historia. Y sé que sobre todo pensarán ustedes en los frutos de la Revolución, en los frutos del esfuerzo, cómo marcha aquello por lo que luchamos, qué tipo de pueblo tenemos hoy, cómo son las nuevas generaciones, de qué son capaces.
Y son capaces de hacer lo que hizo este joven allá, en Cuito Cuanavale, y miles y decenas de miles como él, o son capaces de manejar una industria sofisticada como la de Camagüey, son capaces de hacer en unos cuantos meses 20 kilómetros de carretera, a un costo ínfimo de 62 centavos de gasto por peso producido, o de construir un laminador en 14 meses, y ahora dicen que el próximo lo hacen en 12.
O ver esa juventud que con una naturalidad, la misma naturalidad con que nuestros compañeros, hace 30 años, iban al combate; marchan ellos con sus maquinas y con sus equipos construyendo presas, canales, carreteras, lo que sea. Y digo de verdad, y lo digo con íntima satisfacción, que fruto de los esfuerzos de los luchadores, hoy tenemos un pueblo mil veces más preparado que el que teníamos entonces, un pueblo más culto, un pueblo más consciente, un pueblo más confiado en sí mismo, un pueblo capaz de multiplicar las más grandes proezas que se hayan realizado a lo largo de la historia de nuestra Revolución, un pueblo de combatientes heroicos en la defensa de la patria y en cualquier lucha justa, un pueblo capaz de ser heroico en el desarrollo, en el trabajo; un pueblo que cuando se lo propone alcanza lo que quiere; un pueblo, ese pueblo de internacionalistas, ese pueblo que hoy, allá, fue capaz de enviar lejos de la patria 50 mil hombres; un pueblo donde médicos, maestros, trabajadores, colaboradores, están dispuestos air a cualquier parte del mundo, a cualquier sacrificio; un pueblo capaz de empinarse, organizarse, armarse y sentirse capaz de parar al imperio, si el imperio tratara de lanzar algún zarpazo contra nuestra isla; un pueblo capaz de admirables proezas en el trabajo.
En fin, un pueblo como este que vemos aquí, donde detrás de los bloques de los compañeros de la Columna Uno, veo agruparse miles y miles de hombres y mujeres con sus uniformes de integrantes de las Milicias de Tropas Territoriales, y ese es el fruto de los esfuerzos y los sacrificios. Un fruto del cual se podrían sentir orgullosos todos aquellos inolvidables compañeros que vimos caer a lo largo de estas luchas durante más de 30 años, y por ello, viendo aquí numerosas banderas, y esa bandera tan hermosa de la estrella solitaria, digo, nunca fueron mejor defendidas, nunca fueron mejor escoltadas estas banderas.
¡Patria o Muerte!
¡Venceremos!
(Tomado de Periódico La Demajagua, Bayamo, M.N., jueves 1 de diciembre de 1988, año XII, no. 288, pp. 2-4.)
Agradecimientos al Historiador de Bayamo Ludín Fonseca por su colaboración para obtener este valioso material.
Clandestinos santiagueros por un enero de victoria
Por:
José Luis Cuza Téllez de Girón
En la Sierra Maestra se había derrotado la denominada Ofensiva de
Verano u Operación FF o mal llamada Fin de Fidel, cuando el Jefe del
Ejército Revolucionario 26 de Julio, Comandante Fidel Castro Ruz, llamó a
la Comandancia en la Plata al veterano combatiente del llano y de la
Sierra Reynaldo Irsula Brea, Rey, y le planteó la misión de
escoger combatientes del Ejército Rebelde que él conociera con
experiencia en la lucha clandestina en las ciudades para reforzar al
movimiento clandestino en Santiago de Cuba.
Ya habían salido hacia el occidente del país las Columnas 2 “Antonio Maceo” y la 8 “Ciro Redondo” al mando de los Comandantes Camilo Cienfuegos y Che Guevara. Iban bien apertrechadas con las armas y medios capturados a las tropas de la dictadura derrotadas en los combates del 24 de mayo al 6 de agosto.
Preveía Fidel que las fuerzas del Ejército Rebelde no tardarían en incrementar sus acciones combativas en la antigua provincia de Oriente, y que sería Santiago de Cuba el objetivo más importante a liberar, por lo que era muy necesario que dentro de la heroica ciudad hubiera todo un ejército clandestino bien armado que con sus acciones fuera diezmando a las fuerzas represivas.
De inmediato Rey Irsula se entusiasmó con la nueva tarea, ya que, a él por su carácter inquieto, siempre le había gustado más la lucha en las ciudades que en las montañas. Al primero en localizar fue a su viejo y valiente compañero de las acciones revolucionarias Jesús Padilla, quien junto a él y bajo las órdenes del Comandante Daniel, Rene Ramos Latour, había sido fundador de la Columna 9 “José Tey” el 8 de abril y luego en la Sierra Maestra había integrado la pequeña pero valerosa Columna de Daniel hasta su caída en combate el 30 de julio de 1958.
Otros de los valientes seleccionados fue Rafael Domínguez Pagán, Chinaco, Pablito Yasells, Luis lazo, Figueredo, el guajiro de Mabay, a Erenia y a Mechy, Inice Rodríguez Hernández, valerosas muchachas de la tropa del Comandante Juan Almeida Bosque, jefe del III Frente “Mario Muñoz”, a Pichardo, Hatuey, quién junto a Barthelemy, había ajusticiado a Randich, delator de Frank País, el 8 de marzo de 1958, a Raúl Dávila, a Jose Armando Guerra Menchero, al Chino Santiago Mok Maimir, Pedro Danger y a otros compañeros a quienes fue seleccionando en las tropas rebeldes.
Así el Coordinador del MR 26 de Julio en Santiago de Cuba, Luis Gálvez Taupier, recibió instrucciones del Comandante en Jefe de apoyar a Rey en todo lo necesario, pero dejarlo actuar con libertad, ya que tenía instrucciones muy precisas de él para actuar en Santiago. Cuando Rey se comunicaba con Gálvez era por una gran necesidad y siempre recibía la ayuda que necesitaban los combatientes de Acción y Sabotaje. Igual fue cuando Carlos Chaín fue liberado y asumió de nuevo como coordinador del MR 26 de Julio en Santiago de Cuba.
Para comenzar Fidel le entrego a Rey varias subametradoras Sten, inglesas, M3 norteamericanas, San Cristóbal, dominicanas, además de pistolas y granadas norteamericanas, un verdadero popurrí de armas, pero adecuadas para la lucha en las ciudades… y hasta una Maxim calibre 0,30. brasileña, la preferida de Rey para emboscar las microondas del asesino teniente Despaigne, jefe de la terrible motorizada.
El grupo creado se fue fogueando aproximándose a Santiago, comenzando por acciones en sus accesos, como fue por la carretera de la Refinería Texaco donde actuaron junto a tropas rebeldes del Comandante Rene de los Santos, jefe de la Columna 10 “Rene Ramos Latour”, hasta que se introdujeron por la zona de Marimón, entre el cementerio Santa Ifigenia y los ferrocarriles.
Los combatientes escogidos por Rey, al ser conocedores de Santiago y con historial insurreccional, de inmediato se dieron a la tarea de localizar a los clandestinos que quedaban en la ciudad para incorporarlos al plan de acciones trazado por Fidel. Así dan con Ernestico Matos, Oscar Vueltas Ramírez, el francés, los hermanos Bauzá, Rene Cuellar, Antonio de Nacimiento, Ferrera, Cuca Rodríguez y otros valerosos combatientes de la clandestinidad santiaguera.
La organización clandestina de Santiago mantenía su organización de los cuatro Escuadrones: “Armando García”, “Millán-Castilla”; “Josué País” y “Hermanos Díaz”, aunque diezmados por las bajas sufridas durante la huelga de abril, la represión permanente y por haber pasado a integrar el ER los principales jefes y combatientes, realizaban acciones con escasos medios a costa de valiosas vidas.
Desde principio de 1958 los escuadros tenían zonas asignadas en las ciudades. En Santiago el “Armando García” operaba en la zona de la calle Aguilera-Trocha –Carretera del Morro, el “Millán-Castilla” en El Caney-Vista Alegre-carretera de Siboney-Reparto Sueño y parte del Reparto Santa Bárbara, el “Josué País” en el centro de la ciudad, zona del parque Carlos Manuel de Céspedes, la Plaza de Marte, la escuela Normal, y el “Hermanos Díaz” por el Paseo Martí y parte del reparto Sueño.
Rey se asignó la parte céntrica de Santiago y le designo a Jesús Padilla la zona de la Escuela de Artes y Oficios, el Reparto Flores y Chicharrones y Chinaco, Rafael Domínguez, la zona de la Plaza de Marte, la Escuela Normal, región aledaña al cuartel Moncada.
Al poco tiempo ya tenían organizados y actuando a unos 300 decididos combatientes organizados en cuatro grupos y contando con la ayuda de la organización clandestina, la Resistencia Cívica y lo más importante, el pueblo santiaguero.
Muy pronto se harían sentir. Múltiples fueron sus acciones en los alrededores de Santiago y en sus calles. En cooperación con las fuerzas rebeldes del III Frente “Mario Muñoz”, realizaron sabotajes y emboscadas en las carreteras de la refinaría Texaco, San Pedrito y Marimón. Varias fueron las microondas con los “tres pegaditos”: un policía, un marinero y uno del ejército, que recibieron el plomo de sus armas.
Comenzando el mes de octubre, un buque petrolero es hundido en la propia bahía santiaguera por un sabotaje. En toda la ciudad se escuchó la fuerte explosión. Unos días después son abatidos tres carros de agentes represivos y más de una docena de esbirros pagaron sus crímenes en las calles santiagueras.
A pesar de las acciones de los revolucionarios, los órganos represivos siguen actuando, y el 10 de octubre el cuerpo sin vida del joven combatiente del Ejército Rebelde Arquímedes Colina, es exhibido en el capó de un jeep del ejercito por las calles de Santiago de Cuba como un trofeo de guerra.
Los luchadores clandestinos responden y son atacaron los cuarteles de la policía de El Caney y El Cobre, amedrentando a los esbirros en los alrededores de la ciudad, así como incursionaron por la zona de Siboney, hasta que las tropas rebeldes bajo el mando del capitán Rosendo Lugo Torres, Narciso, de la Columna 9 “Antonio Guiteras”, se hizo cargo de la zona Este de Santiago.
Incrementan sus acciones en Santiago, y ahora es el sabotaje al edifico de la Cuban Telephone Company que deja incomunicada la provincia de Oriente del resto del país, y dan comienzo a la Semana de Justicia Revolucionaria en la que varios militares y delatores son ajusticiados.
Caen también los revolucionarios, y ahora son Félix Franco Gros, Luis Manuel Pozo Nápoles, Carlos Manuel Santos Rivero, Rosendo Labrada Arrieta, Rigoberto Arocha Mora, Abel López Irsula, Fernando Farías, Manuel Martínez Rivera, Ángel Casas Lafont y Gilberto Díaz Rodríguez los que van ofrendando sus vidas por vencer la tiranía.
Siguen los clandestinos realizando sus variadas acciones, que van desde los atentados y sabotajes hasta los abastecimientos a las tropas rebeldes, como fue el secuestro de una goleta en la bahía de Santiago cargada de víveres para Manzanillo y desembarcada por Chivirico, territorio del III Frente “Mario Muñoz”, y el asalto a una escuela de mecanografía y taquigrafía en Santiago para enviarle sus máquinas de escribir a las oficinas de las columnas y compañías del II y III Frente.
A medida que las tropas rebeldes se acercaban más a Santiago se iban realizando más y más combates en sus accesos más importantes, como fueron los combates en el Puerto de Moya y la carretera de San Vicente, donde actuaron tropas rebeldes del I, II y III Frente. El cerco se estrechaba con la liberación de los poblados de La Maya, San Luis, Baire, Jiguany, Maffo, El Cobre y era inminente el ataque de las tropas del Ejército Rebelde a la fortaleza del cuartel Moncada, a la liberación del siempre heroico Santiago de Cuba.
Mientras se atacaba el BANFAIC, donde estaba atrincherada la compañía 104 bajo el mando del comandante Sierra Talavera, el Comandante en Jefe Fidel Castro mandó llamar a Rey, quien llega acompañado por dos de los más valientes combatientes santiagueros, Jesús Padilla y Chinaco, Rafael Domínguez.
El encuentro se realiza en Palma Soriano, pues Fidel utilizando las ondas de Radio Rebelde cursaba instrucciones a los mandos del Ejército Rebelde, al movimiento clandestino y al pueblo en general. Rey le informa de las acciones realizadas en los meses transcurridos y de los heroicos combatientes clandestinos que han ofrendado sus vidas en las calles santiagueras. El Comandante le expresa su admiración por lo realizado y lo impone de sus próximos planes, donde es imprescindible crear las condiciones dentro de Santiago de Cuba para poder atacar el cuartel Moncada como aquel 26 de julio de 1953, pero esta vez con las armas que posibiliten la victoria y así rendir homenaje a los 61 heroicos combatientes que ese día ofrendaron sus vidas trazando la forma de lucha necesaria contra la tiranía.
Fidel les plantea que es necesario fortalecer aún más a los combatientes dentro de Santiago para que puedan atacar y rendir a las estaciones de la Policía y los cuarteles de los masferreristas.
De inmediato ordena la entrega de un buen lote de armas automáticas de las recién capturadas en Maffo, Contramaestre y Palma, a Rey, quien sin demora regresa a Santiago a través de Marimón y con el apoyo de tropas del III Frente en esa zona bajo el mando del teniente Gustavo Fleitas procede a sacar de la ciudad a sus combatientes, armarlos y adiestrarlos en el uso de las carabinas San Cristóbal,
Con la ayuda de otros combatientes del III Frente, dirigidos por Frank Rivas, se introdujeron las más de cien armas automáticas por la playa Los Coquitos y por la ensenada de El Níspero, para asegurar el orden y evitar todo tipo de actividad delictiva que pudiera generar las acciones combativas que quedaban por realizarse en la ciudad por el Ejército Rebelde.
La huida de Batista el 31 de diciembre aceleró los acontecimientos y los combatientes clandestinos de Santiago, cumpliendo la orden del Comandante en Jefe de la Revolución Fidel Castro Ruz, penetraron con decisión y rapidez en la ciudad, tomando el cuartel de la Policía Marítima y el Vivac, liberando a los revolucionarios detenidos allí, armándolos e incorporándolos a las acciones.
De inmediato rodearon y rindieron la jefatura de la Policía Nacional en su cuartel general en los bajos del Palacio Provincial, en Carnicería entre Aguilera y Enramadas, y tomaron todos los cuarteles de los masferristas, apresando a los asesinos del pueblo santiaguero.
Mientras las tropas de la Columna 10, bajo el mando del Comandante Rene de los Santos, ocupaba el cuartel Moncada, sede del odiado 1er. Regimiento de la Guardia Rural de la dictadura, aquel glorioso 1ro. de enero de 1959.
Ese día el pueblo santiaguero pletórico de felicidad pudo a recibir en sus calles al nuevo Ejercito Mambí, al invicto Ejército Rebelde y acudir en horas de la noche al parque Carlos Manuel de Céspedes a ver de cerca y escuchar al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz proclamar el triunfo de la Revolución, por el que tanto se había luchado y habían padecido las heroicas madres cubanas.
Había transcurrido cinco años, cinco meses y cinco días de aquel 26 de julio de 1953.
¡Más de 600 santiagueros ofrendaron sus vidas enfrentando la sangrienta dictadura, pero nada pudo impedir que el pueblo cubano triunfara sobre la maldad, la opresión y el crimen!
¡Cuba había sido totalmente liberada por su valeroso pueblo!
Ya habían salido hacia el occidente del país las Columnas 2 “Antonio Maceo” y la 8 “Ciro Redondo” al mando de los Comandantes Camilo Cienfuegos y Che Guevara. Iban bien apertrechadas con las armas y medios capturados a las tropas de la dictadura derrotadas en los combates del 24 de mayo al 6 de agosto.
Preveía Fidel que las fuerzas del Ejército Rebelde no tardarían en incrementar sus acciones combativas en la antigua provincia de Oriente, y que sería Santiago de Cuba el objetivo más importante a liberar, por lo que era muy necesario que dentro de la heroica ciudad hubiera todo un ejército clandestino bien armado que con sus acciones fuera diezmando a las fuerzas represivas.
De inmediato Rey Irsula se entusiasmó con la nueva tarea, ya que, a él por su carácter inquieto, siempre le había gustado más la lucha en las ciudades que en las montañas. Al primero en localizar fue a su viejo y valiente compañero de las acciones revolucionarias Jesús Padilla, quien junto a él y bajo las órdenes del Comandante Daniel, Rene Ramos Latour, había sido fundador de la Columna 9 “José Tey” el 8 de abril y luego en la Sierra Maestra había integrado la pequeña pero valerosa Columna de Daniel hasta su caída en combate el 30 de julio de 1958.
Otros de los valientes seleccionados fue Rafael Domínguez Pagán, Chinaco, Pablito Yasells, Luis lazo, Figueredo, el guajiro de Mabay, a Erenia y a Mechy, Inice Rodríguez Hernández, valerosas muchachas de la tropa del Comandante Juan Almeida Bosque, jefe del III Frente “Mario Muñoz”, a Pichardo, Hatuey, quién junto a Barthelemy, había ajusticiado a Randich, delator de Frank País, el 8 de marzo de 1958, a Raúl Dávila, a Jose Armando Guerra Menchero, al Chino Santiago Mok Maimir, Pedro Danger y a otros compañeros a quienes fue seleccionando en las tropas rebeldes.
Así el Coordinador del MR 26 de Julio en Santiago de Cuba, Luis Gálvez Taupier, recibió instrucciones del Comandante en Jefe de apoyar a Rey en todo lo necesario, pero dejarlo actuar con libertad, ya que tenía instrucciones muy precisas de él para actuar en Santiago. Cuando Rey se comunicaba con Gálvez era por una gran necesidad y siempre recibía la ayuda que necesitaban los combatientes de Acción y Sabotaje. Igual fue cuando Carlos Chaín fue liberado y asumió de nuevo como coordinador del MR 26 de Julio en Santiago de Cuba.
Para comenzar Fidel le entrego a Rey varias subametradoras Sten, inglesas, M3 norteamericanas, San Cristóbal, dominicanas, además de pistolas y granadas norteamericanas, un verdadero popurrí de armas, pero adecuadas para la lucha en las ciudades… y hasta una Maxim calibre 0,30. brasileña, la preferida de Rey para emboscar las microondas del asesino teniente Despaigne, jefe de la terrible motorizada.
El grupo creado se fue fogueando aproximándose a Santiago, comenzando por acciones en sus accesos, como fue por la carretera de la Refinería Texaco donde actuaron junto a tropas rebeldes del Comandante Rene de los Santos, jefe de la Columna 10 “Rene Ramos Latour”, hasta que se introdujeron por la zona de Marimón, entre el cementerio Santa Ifigenia y los ferrocarriles.
Los combatientes escogidos por Rey, al ser conocedores de Santiago y con historial insurreccional, de inmediato se dieron a la tarea de localizar a los clandestinos que quedaban en la ciudad para incorporarlos al plan de acciones trazado por Fidel. Así dan con Ernestico Matos, Oscar Vueltas Ramírez, el francés, los hermanos Bauzá, Rene Cuellar, Antonio de Nacimiento, Ferrera, Cuca Rodríguez y otros valerosos combatientes de la clandestinidad santiaguera.
La organización clandestina de Santiago mantenía su organización de los cuatro Escuadrones: “Armando García”, “Millán-Castilla”; “Josué País” y “Hermanos Díaz”, aunque diezmados por las bajas sufridas durante la huelga de abril, la represión permanente y por haber pasado a integrar el ER los principales jefes y combatientes, realizaban acciones con escasos medios a costa de valiosas vidas.
Desde principio de 1958 los escuadros tenían zonas asignadas en las ciudades. En Santiago el “Armando García” operaba en la zona de la calle Aguilera-Trocha –Carretera del Morro, el “Millán-Castilla” en El Caney-Vista Alegre-carretera de Siboney-Reparto Sueño y parte del Reparto Santa Bárbara, el “Josué País” en el centro de la ciudad, zona del parque Carlos Manuel de Céspedes, la Plaza de Marte, la escuela Normal, y el “Hermanos Díaz” por el Paseo Martí y parte del reparto Sueño.
Rey se asignó la parte céntrica de Santiago y le designo a Jesús Padilla la zona de la Escuela de Artes y Oficios, el Reparto Flores y Chicharrones y Chinaco, Rafael Domínguez, la zona de la Plaza de Marte, la Escuela Normal, región aledaña al cuartel Moncada.
Al poco tiempo ya tenían organizados y actuando a unos 300 decididos combatientes organizados en cuatro grupos y contando con la ayuda de la organización clandestina, la Resistencia Cívica y lo más importante, el pueblo santiaguero.
Muy pronto se harían sentir. Múltiples fueron sus acciones en los alrededores de Santiago y en sus calles. En cooperación con las fuerzas rebeldes del III Frente “Mario Muñoz”, realizaron sabotajes y emboscadas en las carreteras de la refinaría Texaco, San Pedrito y Marimón. Varias fueron las microondas con los “tres pegaditos”: un policía, un marinero y uno del ejército, que recibieron el plomo de sus armas.
Comenzando el mes de octubre, un buque petrolero es hundido en la propia bahía santiaguera por un sabotaje. En toda la ciudad se escuchó la fuerte explosión. Unos días después son abatidos tres carros de agentes represivos y más de una docena de esbirros pagaron sus crímenes en las calles santiagueras.
A pesar de las acciones de los revolucionarios, los órganos represivos siguen actuando, y el 10 de octubre el cuerpo sin vida del joven combatiente del Ejército Rebelde Arquímedes Colina, es exhibido en el capó de un jeep del ejercito por las calles de Santiago de Cuba como un trofeo de guerra.
Los luchadores clandestinos responden y son atacaron los cuarteles de la policía de El Caney y El Cobre, amedrentando a los esbirros en los alrededores de la ciudad, así como incursionaron por la zona de Siboney, hasta que las tropas rebeldes bajo el mando del capitán Rosendo Lugo Torres, Narciso, de la Columna 9 “Antonio Guiteras”, se hizo cargo de la zona Este de Santiago.
Incrementan sus acciones en Santiago, y ahora es el sabotaje al edifico de la Cuban Telephone Company que deja incomunicada la provincia de Oriente del resto del país, y dan comienzo a la Semana de Justicia Revolucionaria en la que varios militares y delatores son ajusticiados.
Caen también los revolucionarios, y ahora son Félix Franco Gros, Luis Manuel Pozo Nápoles, Carlos Manuel Santos Rivero, Rosendo Labrada Arrieta, Rigoberto Arocha Mora, Abel López Irsula, Fernando Farías, Manuel Martínez Rivera, Ángel Casas Lafont y Gilberto Díaz Rodríguez los que van ofrendando sus vidas por vencer la tiranía.
Siguen los clandestinos realizando sus variadas acciones, que van desde los atentados y sabotajes hasta los abastecimientos a las tropas rebeldes, como fue el secuestro de una goleta en la bahía de Santiago cargada de víveres para Manzanillo y desembarcada por Chivirico, territorio del III Frente “Mario Muñoz”, y el asalto a una escuela de mecanografía y taquigrafía en Santiago para enviarle sus máquinas de escribir a las oficinas de las columnas y compañías del II y III Frente.
A medida que las tropas rebeldes se acercaban más a Santiago se iban realizando más y más combates en sus accesos más importantes, como fueron los combates en el Puerto de Moya y la carretera de San Vicente, donde actuaron tropas rebeldes del I, II y III Frente. El cerco se estrechaba con la liberación de los poblados de La Maya, San Luis, Baire, Jiguany, Maffo, El Cobre y era inminente el ataque de las tropas del Ejército Rebelde a la fortaleza del cuartel Moncada, a la liberación del siempre heroico Santiago de Cuba.
Mientras se atacaba el BANFAIC, donde estaba atrincherada la compañía 104 bajo el mando del comandante Sierra Talavera, el Comandante en Jefe Fidel Castro mandó llamar a Rey, quien llega acompañado por dos de los más valientes combatientes santiagueros, Jesús Padilla y Chinaco, Rafael Domínguez.
El encuentro se realiza en Palma Soriano, pues Fidel utilizando las ondas de Radio Rebelde cursaba instrucciones a los mandos del Ejército Rebelde, al movimiento clandestino y al pueblo en general. Rey le informa de las acciones realizadas en los meses transcurridos y de los heroicos combatientes clandestinos que han ofrendado sus vidas en las calles santiagueras. El Comandante le expresa su admiración por lo realizado y lo impone de sus próximos planes, donde es imprescindible crear las condiciones dentro de Santiago de Cuba para poder atacar el cuartel Moncada como aquel 26 de julio de 1953, pero esta vez con las armas que posibiliten la victoria y así rendir homenaje a los 61 heroicos combatientes que ese día ofrendaron sus vidas trazando la forma de lucha necesaria contra la tiranía.
Fidel les plantea que es necesario fortalecer aún más a los combatientes dentro de Santiago para que puedan atacar y rendir a las estaciones de la Policía y los cuarteles de los masferreristas.
De inmediato ordena la entrega de un buen lote de armas automáticas de las recién capturadas en Maffo, Contramaestre y Palma, a Rey, quien sin demora regresa a Santiago a través de Marimón y con el apoyo de tropas del III Frente en esa zona bajo el mando del teniente Gustavo Fleitas procede a sacar de la ciudad a sus combatientes, armarlos y adiestrarlos en el uso de las carabinas San Cristóbal,
Con la ayuda de otros combatientes del III Frente, dirigidos por Frank Rivas, se introdujeron las más de cien armas automáticas por la playa Los Coquitos y por la ensenada de El Níspero, para asegurar el orden y evitar todo tipo de actividad delictiva que pudiera generar las acciones combativas que quedaban por realizarse en la ciudad por el Ejército Rebelde.
La huida de Batista el 31 de diciembre aceleró los acontecimientos y los combatientes clandestinos de Santiago, cumpliendo la orden del Comandante en Jefe de la Revolución Fidel Castro Ruz, penetraron con decisión y rapidez en la ciudad, tomando el cuartel de la Policía Marítima y el Vivac, liberando a los revolucionarios detenidos allí, armándolos e incorporándolos a las acciones.
De inmediato rodearon y rindieron la jefatura de la Policía Nacional en su cuartel general en los bajos del Palacio Provincial, en Carnicería entre Aguilera y Enramadas, y tomaron todos los cuarteles de los masferristas, apresando a los asesinos del pueblo santiaguero.
Mientras las tropas de la Columna 10, bajo el mando del Comandante Rene de los Santos, ocupaba el cuartel Moncada, sede del odiado 1er. Regimiento de la Guardia Rural de la dictadura, aquel glorioso 1ro. de enero de 1959.
Ese día el pueblo santiaguero pletórico de felicidad pudo a recibir en sus calles al nuevo Ejercito Mambí, al invicto Ejército Rebelde y acudir en horas de la noche al parque Carlos Manuel de Céspedes a ver de cerca y escuchar al Comandante en Jefe Fidel Castro Ruz proclamar el triunfo de la Revolución, por el que tanto se había luchado y habían padecido las heroicas madres cubanas.
Había transcurrido cinco años, cinco meses y cinco días de aquel 26 de julio de 1953.
¡Más de 600 santiagueros ofrendaron sus vidas enfrentando la sangrienta dictadura, pero nada pudo impedir que el pueblo cubano triunfara sobre la maldad, la opresión y el crimen!
¡Cuba había sido totalmente liberada por su valeroso pueblo!
De Roberto Rodríguez al Vaquerito, en el aniversario 60 de su caída en combate
Por:
30 diciembre 2018
| CUBADEBATE
Casi todos los poetas moronenses han dedicado algún que otro verso a
la legendaria figura de un hombre que, de la noche a la mañana, se
convirtió en héroe. Uno de esos poetas, el desaparecido decimista
Evenelio Rodríguez, escribió una pequeña cuarteta que resume la estirpe
histórica de este joven que llegó a la Sierra Maestra con el nombre de
Roberto y luego se perdió en los predios de la eternidad con el
seudónimo de El Vaquerito:
Su maestro en la montaña, el Che; su jefe, Fidel; su confidente, Celia; sus amigos, un pelotón de soñadores; su alter ego, Maceo; su amor, una muchacha hermosa de verdeolivo; sus nostalgias, María, su madre, quien no sabía que El Vaquerito legendario de la Sierra era su hijo Roberto. Con todas esas piezas que conformaron el gran rompecabezas de su personalidad, llegó el héroe al ocaso de la vida. “Una mañana fría presintió –escribí hace años para una canción- que la muerte ya lo andaba buscando / y el joven caballero prosiguió, con su glorioso garand disparando, y cayó…”
Cayó en una azotea situada frente a la Estación de Policía de Santa Clara, allí se nos hizo eterno, imprescindible. Aquella bala que ya hace 60 años atravesó su cabeza, lo inundó de vida, hizo que de su pecho nacieran cien hombres.
Roberto Rodríguez, no habría descubierto al Vaquerito sin una montaña con una ladera verde y suave, donde nacer y aprender a amar a los patriotas de antaño, que fue Los Hondones; una ciudad donde aprender a buscarse la vida haciendo malabares contra la miseria, que fue Morón; otra montaña alta y escarpada, con un pico que es una leyenda entre las nubes, donde pudiera nacer un héroe, que fue la Sierra Maestra; y otra ciudad donde morir como el más valiente de los guerrilleros e ir a habitar el infinito, que fue Santa Clara.
Roberto Rodríguez no habría descubierto al Vaquerito si no hubiera existido un Fidel, cual timonel de una nave de ensueños que viaja a través de los vericuetos de la dignidad.
A 60 años, Roberto Rodríguez y El Vaquerito se han fundido en un monumento de una sola pieza, la dimensión ideológica de ambos se ha convertido en un altar donde los jóvenes cubanos cantan el himno de la patria. Si no hubieran muerto la víspera del triunfo, habrían muerto en el Congo, o en Viet Nam, o en Angola, o en Bolivia… y si la muerte los hubiera respetado hasta las últimas consecuencias, ahora estarían celebrando este nuevo aniversario del triunfo de la Revolución rodeado de nietos que le estarían diciendo: “¡abuelo, cuéntenos esto, cuéntenos lo otro…”, y Roberto Rodríguez, el abuelo dicharachero, les haría un manojo de anécdotas de cuando era un niño campesino; les hablaría de Francisco Baeza Sardá, su único maestro; de cuando se fue a vivir para Morón y fue boxeador, vendedor de perfumes, tipógrafo de una imprenta, bodeguero, repartidor de propagandas de una adivina nombrada Madame Sonia; les contaría sus aventuras a través de la Sierra en busca de los rebeldes…
El Vaquerito, el abuelo héroe, les relataría cuando Celia Sánchez lo bautizó con ese epíteto histórico; les hablaría de sus misiones como mensajero de Fidel, soldado, invasor del Che, teniente jefe de una escuadra, capitán jefe de un pelotón suicida; les contaría sobre la batalla de Santa Clara, la estación de policía, su juego con la muerte, una bala de M-1, la inmortalidad, su escultura diseminada y sus vivencias narradas en un libro…
Algunas veces te vi / en este parque sentadoY el recado llegó a sus oídos como un susurro esperanzador: ya era hora de cambiar el curso de la historia, y entonces Roberto Rodríguez, el niño campesino de Los Hondones, el adolescente de las calles de Morón, fiel al recado de Martí, se fue para las montañas y se convirtió en El Vaquerito, capitán del valor, como diría otro poeta moronense, jefe del Pelotón Suicida. Así surgió para la posteridad uno de los héroes más valientes y temerarios de la última contienda redentora.
como esperando un recado / de los labios de Martí.
Su maestro en la montaña, el Che; su jefe, Fidel; su confidente, Celia; sus amigos, un pelotón de soñadores; su alter ego, Maceo; su amor, una muchacha hermosa de verdeolivo; sus nostalgias, María, su madre, quien no sabía que El Vaquerito legendario de la Sierra era su hijo Roberto. Con todas esas piezas que conformaron el gran rompecabezas de su personalidad, llegó el héroe al ocaso de la vida. “Una mañana fría presintió –escribí hace años para una canción- que la muerte ya lo andaba buscando / y el joven caballero prosiguió, con su glorioso garand disparando, y cayó…”
Cayó en una azotea situada frente a la Estación de Policía de Santa Clara, allí se nos hizo eterno, imprescindible. Aquella bala que ya hace 60 años atravesó su cabeza, lo inundó de vida, hizo que de su pecho nacieran cien hombres.
Roberto Rodríguez, no habría descubierto al Vaquerito sin una montaña con una ladera verde y suave, donde nacer y aprender a amar a los patriotas de antaño, que fue Los Hondones; una ciudad donde aprender a buscarse la vida haciendo malabares contra la miseria, que fue Morón; otra montaña alta y escarpada, con un pico que es una leyenda entre las nubes, donde pudiera nacer un héroe, que fue la Sierra Maestra; y otra ciudad donde morir como el más valiente de los guerrilleros e ir a habitar el infinito, que fue Santa Clara.
Roberto Rodríguez no habría descubierto al Vaquerito si no hubiera existido un Fidel, cual timonel de una nave de ensueños que viaja a través de los vericuetos de la dignidad.
A 60 años, Roberto Rodríguez y El Vaquerito se han fundido en un monumento de una sola pieza, la dimensión ideológica de ambos se ha convertido en un altar donde los jóvenes cubanos cantan el himno de la patria. Si no hubieran muerto la víspera del triunfo, habrían muerto en el Congo, o en Viet Nam, o en Angola, o en Bolivia… y si la muerte los hubiera respetado hasta las últimas consecuencias, ahora estarían celebrando este nuevo aniversario del triunfo de la Revolución rodeado de nietos que le estarían diciendo: “¡abuelo, cuéntenos esto, cuéntenos lo otro…”, y Roberto Rodríguez, el abuelo dicharachero, les haría un manojo de anécdotas de cuando era un niño campesino; les hablaría de Francisco Baeza Sardá, su único maestro; de cuando se fue a vivir para Morón y fue boxeador, vendedor de perfumes, tipógrafo de una imprenta, bodeguero, repartidor de propagandas de una adivina nombrada Madame Sonia; les contaría sus aventuras a través de la Sierra en busca de los rebeldes…
El Vaquerito, el abuelo héroe, les relataría cuando Celia Sánchez lo bautizó con ese epíteto histórico; les hablaría de sus misiones como mensajero de Fidel, soldado, invasor del Che, teniente jefe de una escuadra, capitán jefe de un pelotón suicida; les contaría sobre la batalla de Santa Clara, la estación de policía, su juego con la muerte, una bala de M-1, la inmortalidad, su escultura diseminada y sus vivencias narradas en un libro…
Ofrenda privada al Vaquerito
Vine a poner una flor
a la hora de tu muerte
bajo tu figura inerte,
metálica, de valor.
Vine a poner una flor
solitario, sin testigo
para conversar contigo
y darte un abrazo humano
de compañero, de hermano,
de confidente, de amigo.
A la hora de tu muerte
metálica, de valor
vine a poner una flor
bajo tu figura inerte.
A la hora de tu muerte
pensé en tu recia armadura
de Quijote en la espesura
de un monte que se hizo luz,
pensé en tus sueños y en tus
elogios a la locura.
Bajo tu figura inerte
metálica, de valor
vine a poner una flor
a la hora de tu muerte.
Bajo tu figura inerte
besé tu garand, lloré
maldije la bala que
hirió a cien hombres de fuego
que se convirtieron luego
en los cien hombres del Che.
Metálica, de valor
bajo tu figura inerte
a la hora de tu muerte
vine a poner una flor.
Metálica, de valor
fue tu estirpe de mambí
de aventurero… y aquí
entre estas lozas de mármol
creces como un viejo árbol
que un día sembró Martí.
La Patria Grande nos reclama estar unidos para seguir forjando nuestra segunda y definitiva independencia
Por:
Miguel Díaz-Canel Bermúdez
Discurso pronunciado por Miguel M. Díaz-Canel Bermúdez, Presidente de
los Consejos de Estado y de Ministros de la República de Cuba, en la
inauguración de la XVI Cumbre ALBA-TCP.
Estimados Presidentes, Primeros Ministros y Jefes de delegaciones, distinguidos invitados:
Estimado compañero David Choquehuanca:
¿Quién de nosotros no recuerda aquel 14 de diciembre de 2004, de gala el teatro Carlos Marx y Fidel colocando en el pecho de Chávez la Orden “Carlos Manuel de Céspedes”?
Ese día, Fidel evocó lo dicho por Céspedes: “Venezuela, que abrió a la América española el camino de la independencia y lo recorrió gloriosamente hasta cerrar su marcha en Ayacucho, es nuestra ilustre maestra de libertad…”.
Ese 14 de diciembre nació el ALBA y Cuba fue una fiesta.
¿Quién de nosotros puede olvidar las alegrías de aquella jornada en que Chávez y Fidel firmaron el acta de nacimiento del nuevo proyecto de integración entre iguales?
¿Quién que lo vivió, no se emociona con la memoria de la hermandad de aquellos hombres que, no solo tuvieron sueños descomunales, sino que les dieron nombres poéticos y los convirtieron en realidades?
En una de las cumbres del ALBA, Chávez contó un día cómo Fidel le dio nombre a la misión que, gracias a esta integración, ha operado ya, de diferentes patologías oftalmológicas, a más de 2 800 000 latinoamericanos y caribeños. Nada más parecido a un milagro.
También le oímos hablar del amanecer que le inspiró a él mismo para llamar ALBA al hecho que hoy festejamos.
Cuesta creer que todo surgiera en la mente del líder bolivariano en diciembre de 2001, con Venezuela bajo el impacto de una huelga patronal que preludiaba el golpe del año siguiente.
Después de una larga noche pensando en qué alternativa oponer al proyecto imperial del alca, aparece la luz del ALBA y con ella la idea. Transcurría en Isla Margarita una reunión de la Asociación de Estados del Caribe y Chávez anuncia su proyecto. Fidel, que está allí, no solo aplaude con entusiasmo, sino que, a su regreso a La Habana, le escribe pidiéndole detalles.
Chávez le confiesa que solo está la idea. Tres intensos años después –enfrentando golpes, bloqueo y agresiones de todo tipo– los dos firmarán la Declaración que dio nacimiento al ALBA.
Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América fue su primer nombre, porque era un proyecto de integración contra el Acuerdo de Libre Comercio.
Once meses después, en la Cumbre de las Américas, en Mar del Plata, Argentina, la propuesta de alianza imperial, alca, era enterrada por los pueblos de la región, en un acto de rebeldía y solidaridad, liderado por Chávez, que ya forma parte de la historia continental.
Al cumplir su primer lustro, en 2009, cambió el significado de su primera letra. Seguía siendo ALBA pero ya no era una alternativa, sino una alianza y con los aportes de Bolivia se transformó en ALBA-TCP.
De manera que hoy celebramos 14 años del nacimiento del ALBA y 9 de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos, ALBA-TCP.
A los dos estados fundadores, uno de los cuales me honra representar, se fueron sumando Antigua y Barbuda, Bolivia, Dominica, Ecuador, Nicaragua, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, San Cristóbal y Nieves, y Granada.
Sean mis primeras palabras hoy de homenaje a ese empeño y a su realización.
Al sueño, a los soñadores y a todos los que hicieron posible que, en menos de 15 años, hayamos saldado deudas de siglos.
Nos enorgullece y alegra contar las obras de esta integración: los más de 11 000 médicos de países del ALBA formados en las escuelas latinoamericanas de medicina de Cuba y Venezuela; los 2 223 035 latinoamericanos y caribeños operados de la vista; las más de 30 millones de consultas oftalmológicas; el millón y medio de discapacitados censados y atendidos socialmente; los 4 163 767 de alfabetizados en la región con el método Yo sí puedo; los 3 países del ALBA-TCP declarados Territorios Libres de Analfabetismo: Venezuela en 2005, Bolivia en 2008 y Nicaragua en 2009.
Otros como El Salvador, avanzan firmemente para lograrlo. Estos son los logros a pesar de la seria afectación que ocasionó a estos programas la guerra económica que sufre Venezuela. Los expertos coinciden en que no hay precedentes de una conquista social de esa envergadura en otro mecanismo de integración.
Pero no solo en el área social tenemos resultados que mostrar. Ahí está el Banco del ALBA, que ofrece financiamiento a nuestras naciones para proyectos económicos de interés.
Y está la inversión de los ingresos por venta de combustible mediante acuerdos de pagos justos, en el desarrollo social, agrícola, pesquero, de la industria y las reparaciones navales, la creación de capacidades industriales, la minería extractiva, las obras de infraestructura vial, hidráulica, aeroportuaria, portuaria y en el turismo.
¿Quién puede ignorar la ayuda solidaria de médicos y trabajadores eléctricos cubanos y caribeños, de rescatistas venezolanos, bolivianos, nicaragüenses, cubanos y salvadoreños, de científicos de nuestras naciones, cuando más lo hemos necesitado?
Hablamos, orgullosamente, de una ayuda sin condicionamientos, respetuosa de los intereses nacionales y las legislaciones de cada país. Entre nosotros no caben chantajes políticos ni de ninguna clase. La Alianza es un paradigma incuestionable de solidaridad, cooperación y concertación entre sus miembros. Esos valores constituyen nuestra principal fortaleza.
También somos conscientes del potencial colectivo convocado por nuestras propias necesidades para convertirnos en un actor decisivo del tiempo que vivimos.
Es preciso actuar con audacia y realismo y ajustar las propuestas a las potencialidades reales.
Necesitamos articular planes, proyectos y centrar los limitados recursos de que disponemos, en lo fundamental.
Sobre todo, debemos tomar en consideración el adverso entorno económico internacional y regional y el impacto de las injustas medidas coercitivas unilaterales contra varios de nuestros países. Aun en esas difíciles circunstancias es posible avanzar.
La coyuntura actual demanda, aún más, la unidad y la concertación política entre nuestros países y esfuerzos decisivos para enfrentar la estrategia divisionista del imperialismo. Se impone la convicción inquebrantable de que Nuestra América es una sola, del Bravo a la Patagonia, y que es un deber fundamental impedir que nos arrebaten los recursos naturales y nos sometan a su hegemonismo.
La agresividad del imperialismo se dirige hoy contra nuestros valores más genuinos. Les molesta la solidaridad que nos caracteriza, no toleran la justicia social y menos aún la equidad en la distribución de los ingresos. Odian irracionalmente la vocación soberana de los pueblos y no respetan su derecho a escoger el sistema político que decidamos.
Asaltan el desarrollo sostenible y la convivencia armónica con el medio ambiente.
Detestan y atacan la visión latinoamericana y caribeña de unidad, la cooperación Sur-Sur y la búsqueda de la complementariedad económica. Su embestida tiene un solo propósito: tomar el control de los inmensos recursos naturales de una región que, por mucho tiempo han considerado como su patio trasero.
Por eso han retomado los principios de la Doctrina Monroe, “ley” de la subordinación regional a las ambiciones del gran capital estadounidense. Con ese fin se concibió hace 195 años y su esencia permanece invariable. Bajo esa certeza, es deber oponerse a las pretensiones, nada disimuladas, de desenterrar su espíritu.
“Pongamos por delante lo social, seamos profundamente humanistas, pongamos por delante el dolor de nuestra gente para fortalecer la cohesión social, ese es el ALBA”, decía Chávez en su histórica alocución en Mar del Plata en noviembre de 2005. El breve recuento que hemos hecho, nos prueba cuánto se pudo hacer.
No hay que olvidar que todo ello fue logrado bajo las balas de la subversión, los golpes o las amenazas de golpe, las amenazas que jamás terminan… el bloqueo que nunca cesa.
Justamente el 14 de diciembre de 2004, Fidel ponderaba el contexto en que se concibió el ALBA: “La batalla ahora es más dura y difícil. Un imperio hegemónico, en un mundo globalizado, la única superpotencia que prevaleció después de la guerra fría y el prolongado conflicto entre dos concepciones políticas, económicas y sociales radicalmente diferentes, constituye un enorme obstáculo para lo único que hoy podría preservar no solo los más elementales derechos del ser humano, sino incluso su propia supervivencia”.
Algunos dirán: ¿qué ha cambiado? Cambió lo que cambiamos. Y no fue poco. Recordemos solo lo más notable:
Como consecuencia del terremoto del 12 de enero de 2010 en Haití, los países del ALBA-TCP aprobaron un plan de acción para contribuir a la reconstrucción y fomento del desarrollo del hermano país caribeño en las áreas de salud, finanzas, energía, agricultura y soberanía alimentaria, educación, construcción, seguridad, transporte y logística.
Aun con sus insuficiencias, el ALBA-TCP ha concretado proyectos para unir las potencialidades de los países miembros en beneficio de nuestros pueblos en la alimentación, el medio ambiente, la ciencia y la tecnología, el comercio justo, la cultura, la educación, la energía, la industria y la minería, la salud, las telecomunicaciones, el transporte y el turismo.
Hoy me interesa destacar particularmente el poder político y moral de nuestra Alianza:
El bloque ALBA, desde su surgimiento, ha defendido posiciones firmes y certeras para condenar de manera absoluta el genocida bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos a Cuba.
El ALBA respaldó, de manera enérgica, al Gobierno del presidente Evo Morales, rechazando la convocatoria que grupos separatistas hicieron en Bolivia, con lo que logró desactivar sus pretensiones divisionistas.
Fue el ALBA voz de nuestras voces, que se alzó en espacios internacionales para hacer suyo el Acuerdo de la Cumbre de Managua, en la cual los Jefes de Estado rechazaron el golpe de Estado ocurrido en Honduras.
Fueron los países del ALBA quienes lograron derogar, en la Asamblea Anual de la Organización de Estados Americanos en 2008, la infame suspensión de Cuba como miembro de la oea en 1962.
Ha sido decisivo su apoyo a la Cumbre Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra realizada en Cochabamba, Estado Plurinacional de Bolivia, en abril de 2010.
Es fundamental el acompañamiento del ALBA al pueblo de Puerto Rico en su lucha por la independencia y la soberanía nacional. Como es valiosísima la constitución del Consejo de Movimientos Sociales los encuentros de estos Movimientos del ALBA en Tintorero, Venezuela, en el 2007, y en Cochabamba, Bolivia, en el 2009 y 2010, y las iniciativas y posiciones respecto a temas fundamentales del acontecer internacional.
Hermanas y hermanos:
Todo lo que hemos logrado juntos quedaría como otro capítulo del empeño de nuestra región por unirse –que sus enemigos frustraron–, si no advertimos los nuevos riesgos y amenazas a que se enfrenta el bloque.
La República Bolivariana de Venezuela y la República de Nicaragua han sido los principales objetivos de los más recientes ataques dirigidos a desmontar hasta el más mínimo avance en materia de soberanía y justicia social.
Pero el ALBA-TCP es, al propio tiempo, un bastión infranqueable contra los intentos de las fuerzas reaccionarias de aislar a Venezuela y a Nicaragua.
Es preciso defender, contra viento y marea, la plena vigencia de la Alianza como un espacio de resistencia, diálogo y lucha del cual nos sentimos parte indisoluble.
Por eso nuestro reconocimiento y solidaridad con el presidente Nicolás Maduro Moros y con el Gobierno democráticamente elegido de Venezuela, y con la Nicaragua sandinista que dirige el Comandante Daniel Ortega Saavedra.
Siempre estaremos junto a Venezuela y a Nicaragua, hermanos de luchas y sueños por la dignidad de nuestros pueblos.
No podemos ser ingenuos ni aceptar silenciosamente las agresiones que orquestan contra otros países hermanos. No es posible subestimar el gran despliegue de recursos de nuestros adversarios históricos para descarrilar gobiernos, imponer caos y derrocar autoridades democráticamente electas o para impedir que fuerzas progresistas y populares se mantengan en el gobierno.
La injerencia en los asuntos internos de los Estados, la subversión política, las agresiones económicas y sus efectos sociales y las constantes amenazas del uso de la fuerza, constituyen peligros reales para la paz y la seguridad en la región.
La observancia de los principios de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz es esencial para preservar la estabilidad en el área.
Es imperativo defender la ética y honestidad de las administraciones públicas y rechazar la judicialización de la política, cuando con tan alarmante frecuencia se intenta desconocer la voluntad popular como ha pasado en Brasil, donde jueces venales, hoy asociados a la derecha, insisten en la práctica de acusar y condenar a los líderes progresistas.
Es preciso construir un frente, lo más amplio posible, que reúna a fuerzas de izquierda y progresistas, a movimientos y organizaciones sociales de la región, para enfrentar estos desafíos.
Y ni por un momento podemos olvidar la más importante y vital de las tareas que compartimos: enfrascarnos de forma permanente en la construcción, fortalecimiento y defensa de la unidad. Ese es nuestro bien más preciado. La deuda con nuestros próceres y el compromiso con nuestros hijos.
Como dijo Fidel, “la edad del egoísmo tiene que pasar”.
El ALBA-TCP es una necesidad. Como mecanismo genuinamente latinoamericano y caribeño, ha demostrado más de una vez que es un eficaz espacio de concertación, unidad, defensa de las causas más justas, integración, cooperación y solidaridad.
Los pueblos de Nuestra América acumulan una dolorosa memoria. No es posible olvidar las lecciones del pasado, los crueles y oscuros años de las dictaduras militares y el impacto del neoliberalismo, que intentan reinstaurar, con las nefastas consecuencias que tuvieron para nuestra región las políticas de chantaje, humillación y aislamiento que, como entonces, tienen en Estados Unidos a su principal articulador.
Con acciones y lenguajes cada vez más agresivos, hoy el imperio se empeña en retomar la supeditación colonial al Gobierno y a las corporaciones de Washington.
Bajo los mismos presupuestos que plagaron de dolor y miseria a Nuestra América en nombre de la libertad –como advirtiera tempranamente Bolívar– vuelven las viejas prácticas con nuevos ropajes.
Estimados compañeros, hermanas y hermanos:
José Martí tenía apenas 24 años cuando escribió en un solo párrafo una lección de historia que todos deberíamos conocer. Decía Martí: “Pizarro conquistó al Perú cuando Atahualpa guerreaba a Huáscar; Cortés venció a Cuauhtémoc porque
Xicoténcatl lo ayudó en la empresa; entró Alvarado en Guatemala porque los quichés rodeaban a los zutujiles. Puesto que la desunión fue nuestra muerte, ¿qué vulgar entendimiento, ni corazón mezquino, ha menester que se le diga que de la unión depende nuestra vida?”
Compañeros:
Antes de iniciar los intercambios, deseo agradecer en nombre de nuestro Gobierno y de todo el pueblo de Cuba, la posición de los países del ALBA-TCP durante el debate y aprobación de la resolución para poner fin al bloqueo de Estados Unidos contra Cuba, en la pasada sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Rindo homenaje a la coherencia, al valor y la dignidad asumidas por nuestras hermanas naciones caribeñas, que se rehúsan a ser sometidas a presiones que rechazamos con toda energía.
Del mismo modo, reitero nuestra oposición a la insistencia de incluirlos entre los países de renta media, a las injustas medidas en su contra por considerarlos jurisdicciones no cooperativas, y apoyamos su justa demanda de recibir compensaciones por los daños ocasionados por la esclavitud.
En nombre de nuestra Revolución y de nuestro pueblo, quisiera compartir con ustedes el profundo legado del más martiano de los cubanos. Fidel nos enseñó que “no tienen porvenir nuestros pueblos sin la unidad, sin la integración”.
Bolívar y Martí, Fidel y Chávez nos legaron enseñanzas invaluables, entre ellas la lealtad a los principios. Sus lecciones nos muestran el rumbo a seguir en esta hora decisiva de la Patria Grande, que nos reclama unidos para seguir forjando juntos nuestra segunda y definitiva independencia.
Creo muy oportuno, para esta etapa de lucha y resistencia, recordar lo que el líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, dijo en Cartagena de Indias en octubre de 1995, y cito: “No somos simples espectadores. Este mundo es también nuestro mundo. Nadie puede sustituir nuestra acción unida, nadie tomará la palabra por nosotros. Solo nosotros, y solo unidos, podemos rechazar el injusto orden político y económico mundial que se pretende imponer a nuestros pueblos”.
Defendamos entonces las nobles ideas que compartimos con toda energía en el ALBA-TCP.
Muchas gracias.
Estimados Presidentes, Primeros Ministros y Jefes de delegaciones, distinguidos invitados:
Estimado compañero David Choquehuanca:
¿Quién de nosotros no recuerda aquel 14 de diciembre de 2004, de gala el teatro Carlos Marx y Fidel colocando en el pecho de Chávez la Orden “Carlos Manuel de Céspedes”?
Ese día, Fidel evocó lo dicho por Céspedes: “Venezuela, que abrió a la América española el camino de la independencia y lo recorrió gloriosamente hasta cerrar su marcha en Ayacucho, es nuestra ilustre maestra de libertad…”.
Ese 14 de diciembre nació el ALBA y Cuba fue una fiesta.
¿Quién de nosotros puede olvidar las alegrías de aquella jornada en que Chávez y Fidel firmaron el acta de nacimiento del nuevo proyecto de integración entre iguales?
¿Quién que lo vivió, no se emociona con la memoria de la hermandad de aquellos hombres que, no solo tuvieron sueños descomunales, sino que les dieron nombres poéticos y los convirtieron en realidades?
En una de las cumbres del ALBA, Chávez contó un día cómo Fidel le dio nombre a la misión que, gracias a esta integración, ha operado ya, de diferentes patologías oftalmológicas, a más de 2 800 000 latinoamericanos y caribeños. Nada más parecido a un milagro.
También le oímos hablar del amanecer que le inspiró a él mismo para llamar ALBA al hecho que hoy festejamos.
Cuesta creer que todo surgiera en la mente del líder bolivariano en diciembre de 2001, con Venezuela bajo el impacto de una huelga patronal que preludiaba el golpe del año siguiente.
Después de una larga noche pensando en qué alternativa oponer al proyecto imperial del alca, aparece la luz del ALBA y con ella la idea. Transcurría en Isla Margarita una reunión de la Asociación de Estados del Caribe y Chávez anuncia su proyecto. Fidel, que está allí, no solo aplaude con entusiasmo, sino que, a su regreso a La Habana, le escribe pidiéndole detalles.
Chávez le confiesa que solo está la idea. Tres intensos años después –enfrentando golpes, bloqueo y agresiones de todo tipo– los dos firmarán la Declaración que dio nacimiento al ALBA.
Alternativa Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América fue su primer nombre, porque era un proyecto de integración contra el Acuerdo de Libre Comercio.
Once meses después, en la Cumbre de las Américas, en Mar del Plata, Argentina, la propuesta de alianza imperial, alca, era enterrada por los pueblos de la región, en un acto de rebeldía y solidaridad, liderado por Chávez, que ya forma parte de la historia continental.
Al cumplir su primer lustro, en 2009, cambió el significado de su primera letra. Seguía siendo ALBA pero ya no era una alternativa, sino una alianza y con los aportes de Bolivia se transformó en ALBA-TCP.
De manera que hoy celebramos 14 años del nacimiento del ALBA y 9 de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos, ALBA-TCP.
A los dos estados fundadores, uno de los cuales me honra representar, se fueron sumando Antigua y Barbuda, Bolivia, Dominica, Ecuador, Nicaragua, Santa Lucía, San Vicente y las Granadinas, San Cristóbal y Nieves, y Granada.
Sean mis primeras palabras hoy de homenaje a ese empeño y a su realización.
Al sueño, a los soñadores y a todos los que hicieron posible que, en menos de 15 años, hayamos saldado deudas de siglos.
Nos enorgullece y alegra contar las obras de esta integración: los más de 11 000 médicos de países del ALBA formados en las escuelas latinoamericanas de medicina de Cuba y Venezuela; los 2 223 035 latinoamericanos y caribeños operados de la vista; las más de 30 millones de consultas oftalmológicas; el millón y medio de discapacitados censados y atendidos socialmente; los 4 163 767 de alfabetizados en la región con el método Yo sí puedo; los 3 países del ALBA-TCP declarados Territorios Libres de Analfabetismo: Venezuela en 2005, Bolivia en 2008 y Nicaragua en 2009.
Otros como El Salvador, avanzan firmemente para lograrlo. Estos son los logros a pesar de la seria afectación que ocasionó a estos programas la guerra económica que sufre Venezuela. Los expertos coinciden en que no hay precedentes de una conquista social de esa envergadura en otro mecanismo de integración.
Pero no solo en el área social tenemos resultados que mostrar. Ahí está el Banco del ALBA, que ofrece financiamiento a nuestras naciones para proyectos económicos de interés.
Y está la inversión de los ingresos por venta de combustible mediante acuerdos de pagos justos, en el desarrollo social, agrícola, pesquero, de la industria y las reparaciones navales, la creación de capacidades industriales, la minería extractiva, las obras de infraestructura vial, hidráulica, aeroportuaria, portuaria y en el turismo.
¿Quién puede ignorar la ayuda solidaria de médicos y trabajadores eléctricos cubanos y caribeños, de rescatistas venezolanos, bolivianos, nicaragüenses, cubanos y salvadoreños, de científicos de nuestras naciones, cuando más lo hemos necesitado?
Hablamos, orgullosamente, de una ayuda sin condicionamientos, respetuosa de los intereses nacionales y las legislaciones de cada país. Entre nosotros no caben chantajes políticos ni de ninguna clase. La Alianza es un paradigma incuestionable de solidaridad, cooperación y concertación entre sus miembros. Esos valores constituyen nuestra principal fortaleza.
También somos conscientes del potencial colectivo convocado por nuestras propias necesidades para convertirnos en un actor decisivo del tiempo que vivimos.
Es preciso actuar con audacia y realismo y ajustar las propuestas a las potencialidades reales.
Necesitamos articular planes, proyectos y centrar los limitados recursos de que disponemos, en lo fundamental.
Sobre todo, debemos tomar en consideración el adverso entorno económico internacional y regional y el impacto de las injustas medidas coercitivas unilaterales contra varios de nuestros países. Aun en esas difíciles circunstancias es posible avanzar.
La coyuntura actual demanda, aún más, la unidad y la concertación política entre nuestros países y esfuerzos decisivos para enfrentar la estrategia divisionista del imperialismo. Se impone la convicción inquebrantable de que Nuestra América es una sola, del Bravo a la Patagonia, y que es un deber fundamental impedir que nos arrebaten los recursos naturales y nos sometan a su hegemonismo.
La agresividad del imperialismo se dirige hoy contra nuestros valores más genuinos. Les molesta la solidaridad que nos caracteriza, no toleran la justicia social y menos aún la equidad en la distribución de los ingresos. Odian irracionalmente la vocación soberana de los pueblos y no respetan su derecho a escoger el sistema político que decidamos.
Asaltan el desarrollo sostenible y la convivencia armónica con el medio ambiente.
Detestan y atacan la visión latinoamericana y caribeña de unidad, la cooperación Sur-Sur y la búsqueda de la complementariedad económica. Su embestida tiene un solo propósito: tomar el control de los inmensos recursos naturales de una región que, por mucho tiempo han considerado como su patio trasero.
Por eso han retomado los principios de la Doctrina Monroe, “ley” de la subordinación regional a las ambiciones del gran capital estadounidense. Con ese fin se concibió hace 195 años y su esencia permanece invariable. Bajo esa certeza, es deber oponerse a las pretensiones, nada disimuladas, de desenterrar su espíritu.
“Pongamos por delante lo social, seamos profundamente humanistas, pongamos por delante el dolor de nuestra gente para fortalecer la cohesión social, ese es el ALBA”, decía Chávez en su histórica alocución en Mar del Plata en noviembre de 2005. El breve recuento que hemos hecho, nos prueba cuánto se pudo hacer.
No hay que olvidar que todo ello fue logrado bajo las balas de la subversión, los golpes o las amenazas de golpe, las amenazas que jamás terminan… el bloqueo que nunca cesa.
Justamente el 14 de diciembre de 2004, Fidel ponderaba el contexto en que se concibió el ALBA: “La batalla ahora es más dura y difícil. Un imperio hegemónico, en un mundo globalizado, la única superpotencia que prevaleció después de la guerra fría y el prolongado conflicto entre dos concepciones políticas, económicas y sociales radicalmente diferentes, constituye un enorme obstáculo para lo único que hoy podría preservar no solo los más elementales derechos del ser humano, sino incluso su propia supervivencia”.
Algunos dirán: ¿qué ha cambiado? Cambió lo que cambiamos. Y no fue poco. Recordemos solo lo más notable:
Como consecuencia del terremoto del 12 de enero de 2010 en Haití, los países del ALBA-TCP aprobaron un plan de acción para contribuir a la reconstrucción y fomento del desarrollo del hermano país caribeño en las áreas de salud, finanzas, energía, agricultura y soberanía alimentaria, educación, construcción, seguridad, transporte y logística.
Aun con sus insuficiencias, el ALBA-TCP ha concretado proyectos para unir las potencialidades de los países miembros en beneficio de nuestros pueblos en la alimentación, el medio ambiente, la ciencia y la tecnología, el comercio justo, la cultura, la educación, la energía, la industria y la minería, la salud, las telecomunicaciones, el transporte y el turismo.
Hoy me interesa destacar particularmente el poder político y moral de nuestra Alianza:
El bloque ALBA, desde su surgimiento, ha defendido posiciones firmes y certeras para condenar de manera absoluta el genocida bloqueo económico, comercial y financiero de Estados Unidos a Cuba.
El ALBA respaldó, de manera enérgica, al Gobierno del presidente Evo Morales, rechazando la convocatoria que grupos separatistas hicieron en Bolivia, con lo que logró desactivar sus pretensiones divisionistas.
Fue el ALBA voz de nuestras voces, que se alzó en espacios internacionales para hacer suyo el Acuerdo de la Cumbre de Managua, en la cual los Jefes de Estado rechazaron el golpe de Estado ocurrido en Honduras.
Fueron los países del ALBA quienes lograron derogar, en la Asamblea Anual de la Organización de Estados Americanos en 2008, la infame suspensión de Cuba como miembro de la oea en 1962.
Ha sido decisivo su apoyo a la Cumbre Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra realizada en Cochabamba, Estado Plurinacional de Bolivia, en abril de 2010.
Es fundamental el acompañamiento del ALBA al pueblo de Puerto Rico en su lucha por la independencia y la soberanía nacional. Como es valiosísima la constitución del Consejo de Movimientos Sociales los encuentros de estos Movimientos del ALBA en Tintorero, Venezuela, en el 2007, y en Cochabamba, Bolivia, en el 2009 y 2010, y las iniciativas y posiciones respecto a temas fundamentales del acontecer internacional.
Hermanas y hermanos:
Todo lo que hemos logrado juntos quedaría como otro capítulo del empeño de nuestra región por unirse –que sus enemigos frustraron–, si no advertimos los nuevos riesgos y amenazas a que se enfrenta el bloque.
La República Bolivariana de Venezuela y la República de Nicaragua han sido los principales objetivos de los más recientes ataques dirigidos a desmontar hasta el más mínimo avance en materia de soberanía y justicia social.
Pero el ALBA-TCP es, al propio tiempo, un bastión infranqueable contra los intentos de las fuerzas reaccionarias de aislar a Venezuela y a Nicaragua.
Es preciso defender, contra viento y marea, la plena vigencia de la Alianza como un espacio de resistencia, diálogo y lucha del cual nos sentimos parte indisoluble.
Por eso nuestro reconocimiento y solidaridad con el presidente Nicolás Maduro Moros y con el Gobierno democráticamente elegido de Venezuela, y con la Nicaragua sandinista que dirige el Comandante Daniel Ortega Saavedra.
Siempre estaremos junto a Venezuela y a Nicaragua, hermanos de luchas y sueños por la dignidad de nuestros pueblos.
No podemos ser ingenuos ni aceptar silenciosamente las agresiones que orquestan contra otros países hermanos. No es posible subestimar el gran despliegue de recursos de nuestros adversarios históricos para descarrilar gobiernos, imponer caos y derrocar autoridades democráticamente electas o para impedir que fuerzas progresistas y populares se mantengan en el gobierno.
La injerencia en los asuntos internos de los Estados, la subversión política, las agresiones económicas y sus efectos sociales y las constantes amenazas del uso de la fuerza, constituyen peligros reales para la paz y la seguridad en la región.
La observancia de los principios de la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz es esencial para preservar la estabilidad en el área.
Es imperativo defender la ética y honestidad de las administraciones públicas y rechazar la judicialización de la política, cuando con tan alarmante frecuencia se intenta desconocer la voluntad popular como ha pasado en Brasil, donde jueces venales, hoy asociados a la derecha, insisten en la práctica de acusar y condenar a los líderes progresistas.
Es preciso construir un frente, lo más amplio posible, que reúna a fuerzas de izquierda y progresistas, a movimientos y organizaciones sociales de la región, para enfrentar estos desafíos.
Y ni por un momento podemos olvidar la más importante y vital de las tareas que compartimos: enfrascarnos de forma permanente en la construcción, fortalecimiento y defensa de la unidad. Ese es nuestro bien más preciado. La deuda con nuestros próceres y el compromiso con nuestros hijos.
Como dijo Fidel, “la edad del egoísmo tiene que pasar”.
El ALBA-TCP es una necesidad. Como mecanismo genuinamente latinoamericano y caribeño, ha demostrado más de una vez que es un eficaz espacio de concertación, unidad, defensa de las causas más justas, integración, cooperación y solidaridad.
Los pueblos de Nuestra América acumulan una dolorosa memoria. No es posible olvidar las lecciones del pasado, los crueles y oscuros años de las dictaduras militares y el impacto del neoliberalismo, que intentan reinstaurar, con las nefastas consecuencias que tuvieron para nuestra región las políticas de chantaje, humillación y aislamiento que, como entonces, tienen en Estados Unidos a su principal articulador.
Con acciones y lenguajes cada vez más agresivos, hoy el imperio se empeña en retomar la supeditación colonial al Gobierno y a las corporaciones de Washington.
Bajo los mismos presupuestos que plagaron de dolor y miseria a Nuestra América en nombre de la libertad –como advirtiera tempranamente Bolívar– vuelven las viejas prácticas con nuevos ropajes.
Estimados compañeros, hermanas y hermanos:
José Martí tenía apenas 24 años cuando escribió en un solo párrafo una lección de historia que todos deberíamos conocer. Decía Martí: “Pizarro conquistó al Perú cuando Atahualpa guerreaba a Huáscar; Cortés venció a Cuauhtémoc porque
Xicoténcatl lo ayudó en la empresa; entró Alvarado en Guatemala porque los quichés rodeaban a los zutujiles. Puesto que la desunión fue nuestra muerte, ¿qué vulgar entendimiento, ni corazón mezquino, ha menester que se le diga que de la unión depende nuestra vida?”
Compañeros:
Antes de iniciar los intercambios, deseo agradecer en nombre de nuestro Gobierno y de todo el pueblo de Cuba, la posición de los países del ALBA-TCP durante el debate y aprobación de la resolución para poner fin al bloqueo de Estados Unidos contra Cuba, en la pasada sesión de la Asamblea General de las Naciones Unidas.
Rindo homenaje a la coherencia, al valor y la dignidad asumidas por nuestras hermanas naciones caribeñas, que se rehúsan a ser sometidas a presiones que rechazamos con toda energía.
Del mismo modo, reitero nuestra oposición a la insistencia de incluirlos entre los países de renta media, a las injustas medidas en su contra por considerarlos jurisdicciones no cooperativas, y apoyamos su justa demanda de recibir compensaciones por los daños ocasionados por la esclavitud.
En nombre de nuestra Revolución y de nuestro pueblo, quisiera compartir con ustedes el profundo legado del más martiano de los cubanos. Fidel nos enseñó que “no tienen porvenir nuestros pueblos sin la unidad, sin la integración”.
Bolívar y Martí, Fidel y Chávez nos legaron enseñanzas invaluables, entre ellas la lealtad a los principios. Sus lecciones nos muestran el rumbo a seguir en esta hora decisiva de la Patria Grande, que nos reclama unidos para seguir forjando juntos nuestra segunda y definitiva independencia.
Creo muy oportuno, para esta etapa de lucha y resistencia, recordar lo que el líder de la Revolución Cubana, Fidel Castro, dijo en Cartagena de Indias en octubre de 1995, y cito: “No somos simples espectadores. Este mundo es también nuestro mundo. Nadie puede sustituir nuestra acción unida, nadie tomará la palabra por nosotros. Solo nosotros, y solo unidos, podemos rechazar el injusto orden político y económico mundial que se pretende imponer a nuestros pueblos”.
Defendamos entonces las nobles ideas que compartimos con toda energía en el ALBA-TCP.
Muchas gracias.
Trump afirma que el muro entre EE.UU. y México será "hermoso" y "diseñado artísticamente"
Publicado: 19 dic 2018 01:59 GMT | Última actualización: 19 dic 2018 02:33 GMT - RT
El mandatario de Estados Unidos ha comentado
la construcción del vallado en la frontera entre ambos países en su
cuenta personal de Twitter.
El presidente estadounidense, Donald Trump,
ha declarado este martes a través de su cuenta personal de Twitter que
el muro —que será construido en la frontera entre EE.UU. y México para
impedir el flujo de migrantes procedentes de los países
centroamericanos— será "hermoso" y "diseñado artísticamente".
"Los demócratas dicen alto y claro que no quieren construir un muro de hormigón, pero no estamos construyendo un muro de hormigón, estamos construyendo listones de acero diseñados artísticamente, por eso puedes fácilmente ver a través de ellos", ha señalado el mandatario.
"Será hermoso y, al mismo tiempo, le dará a nuestro país la seguridad que nuestros ciudadanos merecen. ¡Se implementará rápidamente y nos ahorrará miles de millones de dólares al mes una vez que se complete!", ha añadido en otro tuit.
La semana pasada, Donald Trump, presionó a los líderes demócratas del Congreso para que apoyen su demanda de miles de millones de dólares para sufragar el muro en la frontera entre su país y México. Al mismo tiempo, el mandatario indicó que en caso de que le falte su apoyo, el Ejército estadounidense construirá dicha infraestructura.
"La gente aún no se da cuenta de cuánto del Muro, incluida la renovación realmente efectiva, ya se ha construido", escribió el inquilino de la Casa Blanca, para aseverar que "si los demócratas no nos dan los votos para asegurar nuestro país, el Ejército construirá las secciones restantes del Muro".
"Los demócratas dicen alto y claro que no quieren construir un muro de hormigón, pero no estamos construyendo un muro de hormigón, estamos construyendo listones de acero diseñados artísticamente, por eso puedes fácilmente ver a través de ellos", ha señalado el mandatario.
"Será hermoso y, al mismo tiempo, le dará a nuestro país la seguridad que nuestros ciudadanos merecen. ¡Se implementará rápidamente y nos ahorrará miles de millones de dólares al mes una vez que se complete!", ha añadido en otro tuit.
La semana pasada, Donald Trump, presionó a los líderes demócratas del Congreso para que apoyen su demanda de miles de millones de dólares para sufragar el muro en la frontera entre su país y México. Al mismo tiempo, el mandatario indicó que en caso de que le falte su apoyo, el Ejército estadounidense construirá dicha infraestructura.
"La gente aún no se da cuenta de cuánto del Muro, incluida la renovación realmente efectiva, ya se ha construido", escribió el inquilino de la Casa Blanca, para aseverar que "si los demócratas no nos dan los votos para asegurar nuestro país, el Ejército construirá las secciones restantes del Muro".
- Construir un muro para impedir la inmigración ilegal no es un plan nuevo para EE.UU. Una barrera o un muro ha sido erigido por cada administración desde la presidencia de Ronald Reagan. Después de que una oleada de inmigrantes indocumentados llegaran de México y Centroamérica en los años ochenta ―como consecuencia de crisis económicas o guerras civiles― EE.UU. empezó a reforzar la seguridad fronteriza con más personal y vigilancia.
- El 25 de enero de 2017, el presidente Trump firmó la orden ejecutiva que habilita la construcción de su controvertido proyecto.
- La frontera entre EE.UU. y México, que pasa por el territorio de los estados de California, Arizona, Nuevo México y Texas, se extiende por alrededor de 3.200 km desde el océano Pacífico hasta el golfo de México, pero el muro no necesita ser tan largo gracias a la preponderancia de fronteras naturales como el río Grande. El propio presidente aclaró que el muro solo cubriría unos 1.600 kilómetros debido a estas "barreras naturales".
- El tema ha vuelto a saltar a la vanguardia de la política estadounidense por la llegada de la caravana de migrantes centroamericanos a la frontera entre México y EE.UU. el mes pasado.
"Construimos el muro o cerramos la frontera
sur", afirmó el presidente estadunidense en una serie de tuits.
En
medio del cierre parcial del Gobierno de EE.UU., el presidente Donald
Trump ha amenazado con "cerrar por completo la frontera sur" en caso de
que los demócratas rechacen financiar el muro fronterizo.
"Nos veremos obligados a cerrar la frontera sur por completo si los demócratas obstruccionistas no nos dan dinero para finalizar el muro, y cambiar las leyes ridículas de inmigración con las que nuestro país está cargado", escribió el mandatario estadunidense este viernes en su cuenta de Twitter.
"¡Es difícil de creer que hubo un Congreso y un presidente que lo aprobaría!", agregó Trump en su mensaje.
"Construimos
el muro o cerramos la frontera sur", afirmó el presidente
estadounidense. A continuación, instó a devolver la industria
automovilística a EE.UU., "donde debe estar" y "regresar a la época pre
TLCAN, antes de que muchas de nuestras empresas y empleos fueran
enviados tan tontamente a México".
"Ha corrido la voz de que se está formando una nueva caravana en Honduras y no están haciendo nada al respecto. Cortaremos toda la ayuda a estos tres países, [que se han estado] ¡aprovechando de EE.UU. durante años!", declaró.
La semana pasada comenzó el tercer cierre del Gobierno en un solo año a raíz de los desacuerdos entre Trump y los demócratas sobre el financiamiento del muro fronterizo que el mandatario propuso construir en la frontera con México. Su Gobierno insiste en que el proyecto de ley de presupuesto incluya fondos por un monto de 5.700 millones de dólares para su construcción.
El recientemente nombrado jefe interino de Gabinete del presidente Donald Trump, Mick Mulvaney, aseguró que "el presidente no va a [conformarse con] no aceptar dinero para el muro fronterizo".
"Nos veremos obligados a cerrar la frontera sur por completo si los demócratas obstruccionistas no nos dan dinero para finalizar el muro, y cambiar las leyes ridículas de inmigración con las que nuestro país está cargado", escribió el mandatario estadunidense este viernes en su cuenta de Twitter.
"Una operación rentable"
En las siguientes publicaciones, Trump afirmó que "EE.UU. pierde tanto dinero en el comercio con México bajo el TLCAN, más de 75.000 millones de dólares al año (sin incluir el dinero proveniente de las drogas, que sería muchas veces más que esa cantidad), que consideraría el cierre de la frontera sur como 'una operación rentable'"."Cortaremos toda la ayuda" a Honduras, Guatemala y El Salvador
Asimismo, Trump arremetió contra Honduras, Guatemala y El Salvador, asegurando sobre las tres naciones centroamericanas: "no hacen nada por Estados Unidos, sino que se llevan nuestro dinero"."Ha corrido la voz de que se está formando una nueva caravana en Honduras y no están haciendo nada al respecto. Cortaremos toda la ayuda a estos tres países, [que se han estado] ¡aprovechando de EE.UU. durante años!", declaró.
La semana pasada comenzó el tercer cierre del Gobierno en un solo año a raíz de los desacuerdos entre Trump y los demócratas sobre el financiamiento del muro fronterizo que el mandatario propuso construir en la frontera con México. Su Gobierno insiste en que el proyecto de ley de presupuesto incluya fondos por un monto de 5.700 millones de dólares para su construcción.
El recientemente nombrado jefe interino de Gabinete del presidente Donald Trump, Mick Mulvaney, aseguró que "el presidente no va a [conformarse con] no aceptar dinero para el muro fronterizo".
"Con el muro, ni lo intentarían": Trump acusa a los demócratas de las muertes de niños migrantes
Publicado: 29 dic 2018 20:30 GMT - RT
El mandatario explica que las "patéticas
políticas" de inmigración de los demócratas permiten a las personas
hacer un largo viaje "pensando que pueden entar ilegalmente" en EE.UU.,
cuando, en realidad, "no pueden".
El presidente estadounidense, Donald Trump,
ha culpado este sábado a los demócratas de las muertes de niños en la
frontera con México, asegurando que si EE.UU. tuviera un muro
fronterizo, los inmigrantes ilegales "ni siquiera intentarían" entrar en
el país.
"Cualquier muerte de niños o de otras personas en la frontera es la culpa, única y exclusivamente, de los demócratas y de sus patéticas políticas de inmigración que permiten a las personas hacer un largo viaje pensando que pueden entrar ilegalmente en nuestro país. Ellos no pueden hacerlo", ha escrito el mandatario en su cuenta de Twitter, agregando que si EE.UU. tuviera un muro en la frontera, "ni siquiera lo intentarían".
Asimismo,
Trump enfatizó que los dos niños que murieron en diciembre mientras se
encontraban bajo custodia de la Patrulla Fronteriza de EE.UU "estaban muy enfermos" antes de ser entregados a los agentes. En particular, recalcó que el padre de la menor fallecida el pasado 8 de diciembre "dijo que no fue culpa" de los guardias, y "que no le había dado agua en días".
"La
Patrulla Fronteriza necesita el muro y todo terminará", recalcó el
inquilino de la Casa Blanca, que ha lamentado "el poco crédito" que
obtienen los guardias fronterizos, pese a que "están trabajando muy
duro".
"Cualquier muerte de niños o de otras personas en la frontera es la culpa, única y exclusivamente, de los demócratas y de sus patéticas políticas de inmigración que permiten a las personas hacer un largo viaje pensando que pueden entrar ilegalmente en nuestro país. Ellos no pueden hacerlo", ha escrito el mandatario en su cuenta de Twitter, agregando que si EE.UU. tuviera un muro en la frontera, "ni siquiera lo intentarían".
- Felipe Gómez Alonzo, un niño guatemalteco de 8 años, falleció en un hospital poco después de la medianoche del pasado martes, día de Navidad, mientras se encontraba bajo custodia de la Patrulla Fronteriza estadounidense. La autopsia realizada al menor dio positivo de gripe.
- El 8 de diciembre falleció por deshidratación la niña guatemalteca Jakelin Caal, de 7 años, que también se encontraba bajo custodia de la Patrulla Fronteriza de EE.UU. Su cuerpo fue trasladado a su aldea natal.
¿Qué hicimos mal? Las políticas sociales y la semilla del odio
El presidente del PIT-CNT cuestionó a los supermercados por dilatar una discusión con Fuecys por “treinta pesos”: “A veces no se analiza la posición empresarial”, dijo.
El presidente del PIT-CNT, Fernando Pereira, se reunió este miércoles con el ex presidente Julio María Sanguinetti. A la salida de la reunión, el dirigente sindical remarcó que “entre o hoy mañana” se cerrarán los Consejos de Salarios que aun restan acordar, y aseguró que durante la ronda el movimiento sindical demostró ser “sensato, serio y estudioso”.
Pereira contó que este miércoles se estará laudando el acuerdo en los supermercados, pero criticó que las empresas hayan dilatado la situación “por treinta pesos”.
“Muchas veces no se analiza cuál es la posición empresarial, y muchas veces se arrastra una confusión que el propio Sanguinetti tiene: como que las ocupaciones son el principal problema que tiene el Uruguay”, criticó.
Por esa misma línea, Pereira señaló que ya “van varias veces” que les consulta a los periodistas cuáles son las últimas dos ocupaciones que hubo en nuestro país. “Para encontrarlas, a ustedes mismos, les cuesta. No es un problema del Uruguay. El problema del Uruguay es que hay 400.000 trabajadores que están dentro de esa cifra que nosotros llamamos salario deprimido, que están ganando por debajo de los $ 20.000”, ahondó.
Pereira señaló que esta semana se terminarán de cerrar los Consejos de Salarios y que, “contrariamente a lo que se había señalado”, no hubo la “conflictividad laboral horrible que anunciaban”.
“No escucho autocríticas. No es necesario hacerlas, pero el movimiento sindical priorizo dos temas y eso generó estabilidad: por un lado, el empleo, la construcción de puestos de trabajo y por otro lado los trabajadores que ganan menos de $ 20.000 de salario”, apuntó.
Esa lógica, dijo, hizo que se pudieran alcanzar “múltiples acuerdos”: “Partimos de la base que la circunstancia económica del país, que ya no tiene el crecimiento que tuvo en los últimos 14 años, y tuvimos una negociación exitosa, porque hemos demostrado ser sensatos, serios y estudiosos del tema”.
Pereira también disintió con Sanguinetti, quien a la salida de la reunión había señalado que durante el gobierno de José Mujica el Estado “estuvo siempre del lado sindical” en los Consejos de Salarios y que con un posible gobierno colorado el “Estado va a ser más neutral”.
“Si todavía hay 400.000 trabajadores que ganan menos de $ 20.000, no me queda claro cuánto se inclinó esa balanza, no fue neutral. Con esos salarios hay trabajadores que no pueden vivir”, apuntó.
El ex presidente dijo, por su parte, que los Consejos de Salarios “siguen cumpliendo un rol”, pero señaló que en las negociaciones no debe “solo discutirse el tema salarios”: “Coincidimos que debe discutirse la competitividad, la seguridad y la productividad. Todos los elementos que conllevan la relación laboral. Y sí, les dije que con nosotros van a tener un Estado más neutral entre las partes”, señaló.
Montevideo Portal
por Guillermo Oglietti y Camila Vollenweider
LA HAINE - 23/12/2018
El
descuido de los gobiernos progresistas de América Latina ha estado en
el diseño institucional de las políticas redistributivas
Los
gobiernos populares que dieron a luz la década ganada también
contribuyeron, sin buscarlo, a engendrar el clima social que posibilitó
la victoria de figuras como Jair Bolsonaro, Mauricio Macri y otros
articuladores del odio. Los avances de la década ganada fueron
importantes. Las políticas sociales que aplicaron los gobiernos
progresistas fueron revoluciones dentro del sistema, dentro del
capitalismo. Se hicieron cambios redistributivos, necesarios en la
región más desigual del planeta, cambios en el alcance de los derechos
humanos, indispensables por la tradición autoritaria de la región y
cambios desarrollistas, requeridos para revertir el atraso productivo.
Pero, en general, no hubo un desafío al capital. Fue una época de orden y
estabilidad después de mucho tiempo de incertidumbre y desorden
neoliberal en el plano político y económico.
A todas luces, no hay correspondencia entre el carácter de las políticas implementadas y el odio engendrado. A simple vista, las transformaciones realizadas no justifican el crecimiento del odio que hoy asola la región y cunde en votos conservadores y antiprogresistas.
El avance electoral de quienes representan fuerzas conservadoras y neoliberales es un fenómeno multicausal. Sabemos que la democracia es una institución muy frágil, indefensa; frente a la información sesgada de medios que comunican a favor de sus intereses; frente a la manipulación en las redes sociales; frente a la moral de “candidatos Pinocho” que saben que no tendrán que rendir cuentas por sus promesas; y frente al apoyo de algún culto religioso para promover un candidato o del Poder Judicial para proscribirlo. Estas y otras razones inciden en la explicación del deterioro de la democracia liberal como instrumento de representación de las mayorías y se hallan detrás del triunfo electoral de Mario Abdo, Macri y Bolsonaro, y de la permanencia de Lenín Moreno en el cargo.
Sin embargo, en esta nota intentamos especular sobre algunas de las razones que explican por qué las posturas más incorrectas, las ideas más extremistas, a veces desopilantes y antiderechos, colonizaron fácilmente el imaginario de muchos ciudadanos. No basta con afirmar que los ciudadanos fueron engañados, porque una mentira efectiva requiere que alguien esté predispuesto a aceptarla. Así, en esta nota, tratamos de pensar sobre esta predisposición.
Partimos de la hipótesis de que algunos preceptos humanos, atávicos y profundos en nuestra psiquis, han servido de base argumentativa para impulsar el odio. Nos basamos en un artículo de Bowles y Gintis traducido recientemente al castellano en el número 2 de la revista www. propuestasparaeldesarrollo.com [1]
Si hay algo innato en el ser humano, es la “ética redistributiva”, es decir, la predisposición a compartir una parte de nuestro ingreso, incluso con absolutos desconocidos. Es una preferencia moral grabada en los genes, desde épocas prehistóricas. Esta predisposición es uno de los valores morales generados por la evolución que le permitió al ser humano prosperar frente a otras especies, individualmente mucho más fuertes que nosotros, pero que no tuvieron ninguna posibilidad frente a la fuerza de la organización colaborativa de los humanos. La “selección por grupos” fue la estrategia evolutiva que dio el éxito a los humanos, es decir, no se trata de la supervivencia del individuo más apto, sino del grupo más apto.
Existen innumerables experimentos controlados[2] que comprueban que esta predisposición a compartir la tienen por igual todos los pueblos y culturas humanas, aunque no todos los individuos. El homo economicus, el único personaje de la novela neoclásica, es apenas un actor más en el repertorio de la sociedad. Aproximadamente una cuarta parte de los individuos parece ajustarse a la caracterización egoísta del homo economicus, el 75% restante tiene diferentes grados de predisposición a compartir. Posiblemente existan individuos puramente altruistas, es decir, que están dispuestos a compartir ante cualquier circunstancia, sin embargo, el individuo más común es el que tiene una predisposición a compartir “condicionada”.
Sabemos que los individuos están más dispuestos a compartir mientras menor sea la distancia genética. Es decir, son más proclives a compartir mientras más cercano sea el parentesco. Esto explica que a nadie le parezca mal subsidiar a un hijo, entregándole una herencia, por ejemplo, mientras que son más renuentes a subsidiar a un completo desconocido. También sabemos que la predisposición a compartir es mayor mientras menor es la distancia social y cultural. Por ejemplo, es más fácil compartir con un vecino del mismo pueblo, con alguien de la misma religión, con alguien culturalmente similar, con alguien de la misma cosmovisión y con alguien de la misma afiliación política.
El genial Darwin, en el siglo XIX, anticipaba esta facultad del ser humano de tender puentes y estrechar las distancias sociales: “A medida que el hombre avanza en la civilización, y las pequeñas tribus se unen en comunidades más grandes, el razonamiento más simple le diría a cada individuo que debe extender sus instintos y simpatías sociales a todos los miembros de la misma nación, aunque personalmente no los conozca. Una vez alcanzado este punto, solo hay una barrera artificial para evitar que sus simpatías se extiendan a los hombres de todas las naciones y razas”.[3]
Los experimentos científicos nos dan muchas pistas acerca de las condiciones que estimulan o desalientan esa predisposición a compartir. Sabemos que hay más predisposición a compartir con alguien que tuvo mala suerte, que se enfermó, por ejemplo, o con un emprendedor que fracasó o, ya en menor medida en nuestras sociedades “meritocráticas”, con alguien que nació en un hogar pobre que no tuvo suficientes posibilidades. Por el contrario, no están de acuerdo en compartir con los percibidos como holgazanes, ni con delincuentes, ni con egoístas parasitarios.
Es muy revelador el experimento denominado juego sobre Bienes Públicos, que consiste en que los participantes reciben un dinero y tienen dos opciones, donarlo a un pozo común o quedárselo. El administrador del juego recibe las donaciones al pozo común, las duplica y luego las distribuye en partes iguales entre los todos los participantes, hayan o no donado. Si todos contribuyen al pozo, cada uno recibirá el doble de lo originalmente recibido. Si ninguno dona, recibirán solo el dinero original, mientras que cuando algunos donan, los que no aportan se aprovechan de la predisposición a distribuir de los demás (son llamados free riders, o parásitos en castellano) y recibirán el dinero original más su parte del pozo común duplicado. La solución que brinda mayores ingresos al conjunto, es que todos cooperen. La solución más eficiente para cada uno es no contribuir y recibir, además, su parte del bote común aportado por el resto.[4] El resultado de las partidas sucesivas del juego, es que los participantes egoístas no donan, mientras que los cooperativos comienzan donando, pero al percibir que algunos parasitan a los cooperativos, dejan de hacerlo. Lo hacen sólo para evitar la injusticia que generan los individuos egoístas. La moraleja del juego es que la predisposición a contribuir inicial es socavada por los mismos individuos egoístas que no aportan y se aprovechan parasitariamente de los esfuerzos de la cooperación del resto.
Esta es una característica evolutiva de los seres humanos. Los estudiosos de la evolución especulan que, para los primeros grupos humanos o tribus, la tarea productiva de la caza y la recolección era tan importante para la supervivencia del grupo como la tarea de evitar el parasitismo de los individuos egoístas. Después de todo, si muchos parasitan a los cooperativos, sin duda, sería malo para la supervivencia del grupo.
Los experimentos modernos analizados apuntan a la misma hipótesis. Si bien la predisposición a compartir es un rasgo universal que explica el éxito del Estado de Bienestar moderno (de acuerdo con los autores citados), el hecho de que la predisposición esté condicionada también explica que el Estado de Bienestar haya perdido gran parte del soporte popular original. Porque si los ciudadanos perciben que las políticas alientan conductas parasitarias o antisociales de parte de los grupos favorecidos por la ayuda, pues le retiran en consecuencia el soporte a esas políticas.
El razonamiento es como sigue: Para producir mejor, es mejor cooperar, para cooperar, es mejor compartir (redistribuir) porque el reparto estimula la cooperación, y para compartir hay que asegurarse de que todos contribuyan de algún modo (que nadie parasite). Aquí, al fin, llegamos al meollo de la cuestión.
Nuestra hipótesis es que el descuido de los gobiernos progresistas de la región ha estado en el diseño institucional de las políticas redistributivas y otras políticas sociales. Proponemos que una parte significativa de la población tuvo la percepción, a veces real, a veces no tanto, de que las políticas públicas más o menos masivas aplicadas durante la década ganada incubaban conductas socialmente inaceptables o parasitarias. En particular, aquellas que beneficiaron a los sectores más desfavorecidos –con los que el común de los “incluidos” poco se identifica- y cuyas exigencias fueron percibidas como insuficientes ,en tanto los adultos beneficiados con capacidad de cooperar socialmente sólo debían abocarse a velar por sus intereses, podríamos decir, privados (como velar por la escolaridad o la vacunación de los hijos). Asimismo, dado que la exigencia para la inclusión en dichos programas era, justamente, la exclusión social, normalmente eso se percibió como un círculo vicioso que desincentivaba la participación productiva, tal vez un eufemismo de “devolución social” de la ayuda). Estos programas también fueron desacreditados, en ocasiones, por la inclusión en ellos de personas que no formaban parte del grupo de los excluidos, entendiéndolos como injustos y permeables al abuso.
Las consignas electorales que auparon el éxito electoral de la derecha en Argentina y Brasil, se basaron en expresiones de rechazo a estas conductas parasitarias, encarnadas en los planes sociales, en los “vagos” que creaban los partidos de izquierda, en los hijos que proliferaron los programas como la asignación universal por hijo junto a otros planes recibidos en función del número de hijos[5] o los programas Bolsa Familia y Bolsa Escola en Brasil.
Note el lector que no es necesario que los programas sociales efectivamente hayan estimulado conductas parasitarias. De hecho, los estudios académicos disponibles sobre políticas como el programa Bolsa Familia y la Asignación Universal por Hijo, concluyen que no estimularon la natalidad ni desincentivaron la participación femenina en el mercado de trabajo.[6] Por el contrario, estos programas fueron exitosos, reconocidos y generaron beneficios sociales en términos de salud y escolaridad de los infantes. Sin embargo, apenas basta con que “sea posible” que alguien se aproveche del programa, o que existan algunos ejemplos de parásitos (aunque sean estadísticamente insignificantes), para que puedan deslegitimarse los programas y políticas sociales que tanta estabilidad y beneficios aportaron a la región.
Los intereses políticos conservadores, los neoliberales y sus medios de comunicación tuvieron una tarea fácil explotando esta predisposición a castigar las conductas “parasitarias” para cambiar fácilmente la percepción sobre estas políticas y desacreditar a los partidos que las promovieron. Engendraron odio apoyándose en esta predisposición innata. En las décadas ganadas por venir tendremos que tener en cuenta que, si bien el diseño de las políticas sociales debe priorizar el impacto sobre el bienestar y el crecimiento, también deben ser creativas y tener en cuenta para su diseño esta predisposición innata contra lo que se percibe como parasitismo. Sólo así lograremos hacerlas perdurar y evitar que sean utilizadas como semillas del odio.
Notas
[1] Bowles, S. y Gintis, H. (2000). Reciprocidad, interés propio y Estado de Bienestar. Traducción del artículo original publicado como Reciprocity, self-interest, and the Welfare State. Nordic Journal of Political Economy. 26(1), 33-53. Revista Propuestas para el Desarrollo, año II, número II, páginas 163-184. http://www. propuestasparaeldesarrollo. com/inicio/index.php/ppd/ article/view/49/95
[2] Estos experimentos consisten en recreaciones de situaciones de la vida real llevadas a cabo con individuos seleccionados al azar e involucran premios y costos para los participantes, habitualmente en dinero, como el juego del Dictador (en este juego se le da dinero a un individuo y se le pide -sin obligarlo- que redistribuya el dinero recibido con otro participante (la mayoría regala sumas que van entre el 20%-60% del dinero recibido). En el juego del Ultimátum (que es igual al anterior salvo que si al receptor de la redistribución el monto le parece injusto, puede rechazarla, en cuyo caso, ninguno de los dos recibe dinero) habitualmente se comparte entre 40%-50% y los repartos por debajo del 30% habitualmente son considerados injustos y rechazados. Queda claro que cuando el receptor de la transferencia la rechaza por considerarla injusta, solo tiene pérdidas, por lo que no encaja con el perfil del homo economicus.
[3] Darwin, C. (1871) The Descent of Man, and Selection in Relation to Sex (Primera edición), Londres (p.83).
[4] Es un dilema del prisionero iterado.
[5] “Defiendo el rígido control de la natalidad… Quien no tiene condiciones de tener hijos, no debe tenerlos (Bolsonaro, 1993). “Las personas se acostumbran a la ociosidad…, en el nordeste, usted no consigue ni una persona para trabajar en su casa (debido al programa Bolsa Familia)” (Bolsonaro, 2012). “Un hombre y una mujer con educación en Brasil difícilmente querrán tener un hijo para engordar un programa social” (Bolsonaro, Folha). “No podemos hacer discursos demagógicos, apenas conseguimos recursos del gobierno para atender esos miserables que proliferan cada vez más por la nación” (Bolsonaro, Folha). El hijo de Bolsonaro, Carlos, llegó a proponer que solo puedan ser beneficiarios del Bolsa Familia quienes se sometan a la ligadura de trompas o la vasectomía. “Tienen más hijos porque les van a pagar 400 pesos por quedar embarazada” (Chiche Duhalde, Argentina) etc. y etc.
[6] Los siguientes artículos llegan a estas conclusiones:
http://cdsa.aacademica.org/ 000-061/1117.pdf,
http://www.scielo.br/scielo. php?pid=S0034- 71402012000400004&script=sci_ arttext&tlng=es, http://www.ie.ufrj.br/images/ pesquisa/publicacoes/ discussao/2017/ tdie0192017rocha.pdf.
www.celag.org
A todas luces, no hay correspondencia entre el carácter de las políticas implementadas y el odio engendrado. A simple vista, las transformaciones realizadas no justifican el crecimiento del odio que hoy asola la región y cunde en votos conservadores y antiprogresistas.
El avance electoral de quienes representan fuerzas conservadoras y neoliberales es un fenómeno multicausal. Sabemos que la democracia es una institución muy frágil, indefensa; frente a la información sesgada de medios que comunican a favor de sus intereses; frente a la manipulación en las redes sociales; frente a la moral de “candidatos Pinocho” que saben que no tendrán que rendir cuentas por sus promesas; y frente al apoyo de algún culto religioso para promover un candidato o del Poder Judicial para proscribirlo. Estas y otras razones inciden en la explicación del deterioro de la democracia liberal como instrumento de representación de las mayorías y se hallan detrás del triunfo electoral de Mario Abdo, Macri y Bolsonaro, y de la permanencia de Lenín Moreno en el cargo.
Sin embargo, en esta nota intentamos especular sobre algunas de las razones que explican por qué las posturas más incorrectas, las ideas más extremistas, a veces desopilantes y antiderechos, colonizaron fácilmente el imaginario de muchos ciudadanos. No basta con afirmar que los ciudadanos fueron engañados, porque una mentira efectiva requiere que alguien esté predispuesto a aceptarla. Así, en esta nota, tratamos de pensar sobre esta predisposición.
Partimos de la hipótesis de que algunos preceptos humanos, atávicos y profundos en nuestra psiquis, han servido de base argumentativa para impulsar el odio. Nos basamos en un artículo de Bowles y Gintis traducido recientemente al castellano en el número 2 de la revista www.
Si hay algo innato en el ser humano, es la “ética redistributiva”, es decir, la predisposición a compartir una parte de nuestro ingreso, incluso con absolutos desconocidos. Es una preferencia moral grabada en los genes, desde épocas prehistóricas. Esta predisposición es uno de los valores morales generados por la evolución que le permitió al ser humano prosperar frente a otras especies, individualmente mucho más fuertes que nosotros, pero que no tuvieron ninguna posibilidad frente a la fuerza de la organización colaborativa de los humanos. La “selección por grupos” fue la estrategia evolutiva que dio el éxito a los humanos, es decir, no se trata de la supervivencia del individuo más apto, sino del grupo más apto.
Existen innumerables experimentos controlados[2] que comprueban que esta predisposición a compartir la tienen por igual todos los pueblos y culturas humanas, aunque no todos los individuos. El homo economicus, el único personaje de la novela neoclásica, es apenas un actor más en el repertorio de la sociedad. Aproximadamente una cuarta parte de los individuos parece ajustarse a la caracterización egoísta del homo economicus, el 75% restante tiene diferentes grados de predisposición a compartir. Posiblemente existan individuos puramente altruistas, es decir, que están dispuestos a compartir ante cualquier circunstancia, sin embargo, el individuo más común es el que tiene una predisposición a compartir “condicionada”.
Sabemos que los individuos están más dispuestos a compartir mientras menor sea la distancia genética. Es decir, son más proclives a compartir mientras más cercano sea el parentesco. Esto explica que a nadie le parezca mal subsidiar a un hijo, entregándole una herencia, por ejemplo, mientras que son más renuentes a subsidiar a un completo desconocido. También sabemos que la predisposición a compartir es mayor mientras menor es la distancia social y cultural. Por ejemplo, es más fácil compartir con un vecino del mismo pueblo, con alguien de la misma religión, con alguien culturalmente similar, con alguien de la misma cosmovisión y con alguien de la misma afiliación política.
El genial Darwin, en el siglo XIX, anticipaba esta facultad del ser humano de tender puentes y estrechar las distancias sociales: “A medida que el hombre avanza en la civilización, y las pequeñas tribus se unen en comunidades más grandes, el razonamiento más simple le diría a cada individuo que debe extender sus instintos y simpatías sociales a todos los miembros de la misma nación, aunque personalmente no los conozca. Una vez alcanzado este punto, solo hay una barrera artificial para evitar que sus simpatías se extiendan a los hombres de todas las naciones y razas”.[3]
Los experimentos científicos nos dan muchas pistas acerca de las condiciones que estimulan o desalientan esa predisposición a compartir. Sabemos que hay más predisposición a compartir con alguien que tuvo mala suerte, que se enfermó, por ejemplo, o con un emprendedor que fracasó o, ya en menor medida en nuestras sociedades “meritocráticas”, con alguien que nació en un hogar pobre que no tuvo suficientes posibilidades. Por el contrario, no están de acuerdo en compartir con los percibidos como holgazanes, ni con delincuentes, ni con egoístas parasitarios.
Es muy revelador el experimento denominado juego sobre Bienes Públicos, que consiste en que los participantes reciben un dinero y tienen dos opciones, donarlo a un pozo común o quedárselo. El administrador del juego recibe las donaciones al pozo común, las duplica y luego las distribuye en partes iguales entre los todos los participantes, hayan o no donado. Si todos contribuyen al pozo, cada uno recibirá el doble de lo originalmente recibido. Si ninguno dona, recibirán solo el dinero original, mientras que cuando algunos donan, los que no aportan se aprovechan de la predisposición a distribuir de los demás (son llamados free riders, o parásitos en castellano) y recibirán el dinero original más su parte del pozo común duplicado. La solución que brinda mayores ingresos al conjunto, es que todos cooperen. La solución más eficiente para cada uno es no contribuir y recibir, además, su parte del bote común aportado por el resto.[4] El resultado de las partidas sucesivas del juego, es que los participantes egoístas no donan, mientras que los cooperativos comienzan donando, pero al percibir que algunos parasitan a los cooperativos, dejan de hacerlo. Lo hacen sólo para evitar la injusticia que generan los individuos egoístas. La moraleja del juego es que la predisposición a contribuir inicial es socavada por los mismos individuos egoístas que no aportan y se aprovechan parasitariamente de los esfuerzos de la cooperación del resto.
Esta es una característica evolutiva de los seres humanos. Los estudiosos de la evolución especulan que, para los primeros grupos humanos o tribus, la tarea productiva de la caza y la recolección era tan importante para la supervivencia del grupo como la tarea de evitar el parasitismo de los individuos egoístas. Después de todo, si muchos parasitan a los cooperativos, sin duda, sería malo para la supervivencia del grupo.
Los experimentos modernos analizados apuntan a la misma hipótesis. Si bien la predisposición a compartir es un rasgo universal que explica el éxito del Estado de Bienestar moderno (de acuerdo con los autores citados), el hecho de que la predisposición esté condicionada también explica que el Estado de Bienestar haya perdido gran parte del soporte popular original. Porque si los ciudadanos perciben que las políticas alientan conductas parasitarias o antisociales de parte de los grupos favorecidos por la ayuda, pues le retiran en consecuencia el soporte a esas políticas.
El razonamiento es como sigue: Para producir mejor, es mejor cooperar, para cooperar, es mejor compartir (redistribuir) porque el reparto estimula la cooperación, y para compartir hay que asegurarse de que todos contribuyan de algún modo (que nadie parasite). Aquí, al fin, llegamos al meollo de la cuestión.
Nuestra hipótesis es que el descuido de los gobiernos progresistas de la región ha estado en el diseño institucional de las políticas redistributivas y otras políticas sociales. Proponemos que una parte significativa de la población tuvo la percepción, a veces real, a veces no tanto, de que las políticas públicas más o menos masivas aplicadas durante la década ganada incubaban conductas socialmente inaceptables o parasitarias. En particular, aquellas que beneficiaron a los sectores más desfavorecidos –con los que el común de los “incluidos” poco se identifica- y cuyas exigencias fueron percibidas como insuficientes ,en tanto los adultos beneficiados con capacidad de cooperar socialmente sólo debían abocarse a velar por sus intereses, podríamos decir, privados (como velar por la escolaridad o la vacunación de los hijos). Asimismo, dado que la exigencia para la inclusión en dichos programas era, justamente, la exclusión social, normalmente eso se percibió como un círculo vicioso que desincentivaba la participación productiva, tal vez un eufemismo de “devolución social” de la ayuda). Estos programas también fueron desacreditados, en ocasiones, por la inclusión en ellos de personas que no formaban parte del grupo de los excluidos, entendiéndolos como injustos y permeables al abuso.
Las consignas electorales que auparon el éxito electoral de la derecha en Argentina y Brasil, se basaron en expresiones de rechazo a estas conductas parasitarias, encarnadas en los planes sociales, en los “vagos” que creaban los partidos de izquierda, en los hijos que proliferaron los programas como la asignación universal por hijo junto a otros planes recibidos en función del número de hijos[5] o los programas Bolsa Familia y Bolsa Escola en Brasil.
Note el lector que no es necesario que los programas sociales efectivamente hayan estimulado conductas parasitarias. De hecho, los estudios académicos disponibles sobre políticas como el programa Bolsa Familia y la Asignación Universal por Hijo, concluyen que no estimularon la natalidad ni desincentivaron la participación femenina en el mercado de trabajo.[6] Por el contrario, estos programas fueron exitosos, reconocidos y generaron beneficios sociales en términos de salud y escolaridad de los infantes. Sin embargo, apenas basta con que “sea posible” que alguien se aproveche del programa, o que existan algunos ejemplos de parásitos (aunque sean estadísticamente insignificantes), para que puedan deslegitimarse los programas y políticas sociales que tanta estabilidad y beneficios aportaron a la región.
Los intereses políticos conservadores, los neoliberales y sus medios de comunicación tuvieron una tarea fácil explotando esta predisposición a castigar las conductas “parasitarias” para cambiar fácilmente la percepción sobre estas políticas y desacreditar a los partidos que las promovieron. Engendraron odio apoyándose en esta predisposición innata. En las décadas ganadas por venir tendremos que tener en cuenta que, si bien el diseño de las políticas sociales debe priorizar el impacto sobre el bienestar y el crecimiento, también deben ser creativas y tener en cuenta para su diseño esta predisposición innata contra lo que se percibe como parasitismo. Sólo así lograremos hacerlas perdurar y evitar que sean utilizadas como semillas del odio.
Notas
[1] Bowles, S. y Gintis, H. (2000). Reciprocidad, interés propio y Estado de Bienestar. Traducción del artículo original publicado como Reciprocity, self-interest, and the Welfare State. Nordic Journal of Political Economy. 26(1), 33-53. Revista Propuestas para el Desarrollo, año II, número II, páginas 163-184. http://www.
[2] Estos experimentos consisten en recreaciones de situaciones de la vida real llevadas a cabo con individuos seleccionados al azar e involucran premios y costos para los participantes, habitualmente en dinero, como el juego del Dictador (en este juego se le da dinero a un individuo y se le pide -sin obligarlo- que redistribuya el dinero recibido con otro participante (la mayoría regala sumas que van entre el 20%-60% del dinero recibido). En el juego del Ultimátum (que es igual al anterior salvo que si al receptor de la redistribución el monto le parece injusto, puede rechazarla, en cuyo caso, ninguno de los dos recibe dinero) habitualmente se comparte entre 40%-50% y los repartos por debajo del 30% habitualmente son considerados injustos y rechazados. Queda claro que cuando el receptor de la transferencia la rechaza por considerarla injusta, solo tiene pérdidas, por lo que no encaja con el perfil del homo economicus.
[3] Darwin, C. (1871) The Descent of Man, and Selection in Relation to Sex (Primera edición), Londres (p.83).
[4] Es un dilema del prisionero iterado.
[5] “Defiendo el rígido control de la natalidad… Quien no tiene condiciones de tener hijos, no debe tenerlos (Bolsonaro, 1993). “Las personas se acostumbran a la ociosidad…, en el nordeste, usted no consigue ni una persona para trabajar en su casa (debido al programa Bolsa Familia)” (Bolsonaro, 2012). “Un hombre y una mujer con educación en Brasil difícilmente querrán tener un hijo para engordar un programa social” (Bolsonaro, Folha). “No podemos hacer discursos demagógicos, apenas conseguimos recursos del gobierno para atender esos miserables que proliferan cada vez más por la nación” (Bolsonaro, Folha). El hijo de Bolsonaro, Carlos, llegó a proponer que solo puedan ser beneficiarios del Bolsa Familia quienes se sometan a la ligadura de trompas o la vasectomía. “Tienen más hijos porque les van a pagar 400 pesos por quedar embarazada” (Chiche Duhalde, Argentina) etc. y etc.
[6] Los siguientes artículos llegan a estas conclusiones:
http://cdsa.aacademica.org/
http://www.scielo.br/scielo.
www.celag.org
Soberbia, ¿de izquierda o de derecha?
por Marcelo Colussi
LA HAINE - 25/12/2018
El título del presente texto puede llevar a equívocos
¿Acaso
la soberbia tiene ideología? En un sentido, como todo concepto
perteneciente a un marco determinado de valores: sí. Pero en tanto
acción humana común a todos los mortales, por supuesto que no, pues no
es ni de izquierda ni de derecha en términos políticos. Es, según el
Diccionario de la Real Academia Española, la “Altivez y apetito desordenado de ser preferido a otros”.
Está en el mismo ámbito semántico que la petulancia, la altanería, la
jactancia; en otros términos: el menosprecio del otro a partir de la
supervaloración de sí mismo.
Ahora bien: el hecho de presentarla a través de esa provocativa pregunta tiene una finalidad muy precisa: abrir el debate en torno al porqué de su marcada persistencia en el campo amplio de lo que llamamos izquierda (entendiendo por tal aquella postura que es crítica, en mayor o menor medida, con lo establecido, que intenta construir algo novedoso y superador a partir de lo dado).
Tradicionalmente, para la cosmovisión cristiana dominante en Occidente, la soberbia es considerada un valor negativo, un vicio, un puente con lo demoníaco (el diablo no se somete a dios –al poder– por soberbio). Incluso, constituye un pecado mortal, según la Iglesia Católica. De hecho: el primero y principal. Una conducta correcta, en tal sentido, debe alejarse de una postura soberbia, la cual sirve, sin más, como puerta de acceso a todos los otros pecados capitales: lujuria, pereza, gula, ira, envidia y avaricia, aquellos promulgados por el Papa Gregorio Magno en el siglo VI. La antítesis de este ignominioso proceder sería la humildad. En esa lógica, los humanos debemos ser humildes, porque somos finitos, creados, limitados; sentirse soberbio (agrandado, ilimitado, omnipotente) es creerse como el Sumo Creador, lo cual constituye un pecado, acercándonos a Lucifer. (De acuerdo a esa teología, somos polvo –“Polvo eres y en polvo te convertirás”– y para recordarlo humildemente, cada año los católicos marcan sus frentes con ceniza en Semana Santa).
Para una visión psicoanalítica del fenómeno humano, podría decirse que la soberbia es un efecto del narcisismo que a todos nos constituye y nos habita, en tanto amor a sí mismo. El reconocimiento de la Ley, de los códigos socialmente establecidos que nos humanizan y nos permiten acceder a un mundo donde no solo existo yo, es lo que nos salva de la locura, de creernos realmente soberbios. La soberbia es el exceso de ese narcisismo, que nos pone más en el ámbito de la locura (psicosis), alejándonos del reconocimiento del otro como un igual (para la soberbia el otro siempre es un estúpido, equivocado, inferior a mí, y por tanto despreciable, pues vale menos).
La soberbia, en definitiva, anida en todos nosotros, y según los vericuetos de nuestra siempre dificultosa y problemática humanización, de nuestra entrada en los códigos sociales que nos hacen uno más de la serie, tendrá más o menos preeminencia en nuestra estructura de personalidad.
La izquierda, en general con una posición bastante voluntarista, propia del sentido común dominante –aún aristotélico-tomista–, posición que en estos aspectos de lo humano no se ha apropiado enteramente todavía de los avances de las ciencias sociales, especialmente del Psicoanálisis, sigue viendo en la voluntad una prominente virtud descollante. Es por la “buena voluntad” y apelando a un llamado a la humildad –según ese esquema explicativo– que podemos superar la soberbia. Pareciera, sin embargo, que la dinámica es más compleja, puesto que ese llamado no produce mecánicamente la reducción de la soberbia en cada cuadro de izquierda; y si es un cuadro intelectual –con mayor acceso a información que otros, por tanto, con mayor cuota de poder social– esa soberbia puede ser realmente insoportable a veces.
Si el poder fascina (siempre, en todo contexto, sea de derecha o de izquierda), es porque remite a esa condición de ilimitado. Y ser ilimitados (sin falla, absolutos, sin ninguna carencia), nos torna dioses. La soberbia implica ese “ser más que otro”, y no un simple eslabón más de la cadena. Pero eso tiene costo: si no hay límites a la soberbia, entramos al campo de la locura (por eso Freud llamó a las psicosis “neurosis narcisistas”).
Quizá la buena voluntad no alcanza para “corregir” conductas criticables, lo cual abre una discusión que no es pertinente en este breve texto (¿hasta qué punto hay voluntad, libre albedrío? ¿Qué antropología se nos abre con la idea de inconsciente?). Pero sin dudas, la soberbia “cae mal”, porque quien es objeto de una actitud soberbia inmediatamente se siente disminuido, cosificado, denigrado. El soberbio se siente dios, y actúa como tal; quien recibe esa mirada, es ¿despreciable? Por supuesto, nadie quiere sentirse despreciado, empequeñecido, denostado. Por eso el soberbio –de izquierda o de derecha– es insufrible.
En la derecha, o más aún: en la ideología capitalista dominante, que pone su acento en el “triunfo individual” y entroniza el tener sobre el ser (tener objetos, muchos objetos; léase: consumismo desaforado), la soberbia no deja de ser un “vicio”…, pero vicio tolerado (o aplaudido incluso, quizá por lo bajo, pero aplaudido al fin). Más aún: el ideal capitalista, su ramplona y mediocre moral, ve en el “triunfador”, el que “es más que el otro”, un valor encomiable. La solidaridad, la humildad, la auténtica fraternidad, más allá de las pomposas declaraciones de algún discurso insulso, no son precisamente las notas distintivas de su ideario, de su tabla axiológica. La ética del tener (tener mucho, y cuanto más se tenga: mejor, porque evidencia que se es “más” triunfador) es un punto de llegada deseado.
Ahora bien: ¿qué pasa en la izquierda con todo esto? Los militantes de las fuerzas de izquierda, antes de abrazar los ideales socialistas y solidarios, son seres humanos construidos en la lógica dominante. Por tanto, la fascinación por lo ilimitado (digámoslo claramente: por el poder, por la ausencia de carencia, por la sensación oceánica de eternidad y omnipotencia) sigue estando presente. Y ninguna “buena voluntad” la quita. En todo caso, la restringe, pero siempre en una dinámica de equilibrio inestable.
Si así no fuera, no reaparecería con tanta frecuencia. ¿Por qué en la izquierda no es raro –o por el contrario: es bastante común– esa falta de humildad, ese despliegue de soberbia? Aclárese rápidamente: la soberbia en la ética capitalista es exhibir que “se es más que el otro” porque se dispone de mayor cuota de poder cuantificable en bienes, en cosas materiales, en dinero (mercancía universal que compra todas las cosas). En esa lógica, el portero de la empresa es “menos” que el gerente; y ese gerente es “menos” que Donald Trump, que tiene un capital de más de mil millones de dólares; y Trump es “menos” que Rockefeller, que tiene un patrimonio de 60.000 millones de dólares… ¿Quién está más cerca de dios? O, dicho de otra manera, ¿quién es “más”? Pues el que más tiene.
En la izquierda hay otra ética, puesto que no está en juego el tener (el apropiarse) de cosas, de bienes materiales, de dinero. Pero no deja de haber soberbia. Allí cuenta el saber. ¿El que más sabe es el “más” revolucionario?
“El socialismo clásico fue prepotente y arrogante. Siempre nos enviaba a ver tal página para encontrar verdades y soluciones. Nos dieron catecismos. Y eso es un grave error”, formuló a modo de crítica el ex presidente de Ecuador Rafael Correa. Apreciación correcta, pertinente. En buena medida la teoría revolucionaria se transformó en “verdad revelada”; los expertos del cenáculo profetizaban. Se pontifica en las iglesias, pero ¿qué pasa cuando se pontifica en el campo popular, en el ámbito donde se quiere inventar un mundo nuevo?
Visto desde la ética de la derecha, en el mundo hay mucho que perder: para la clase dominante, justamente su dominio y todo el sinfín de cosas que esa privilegiada posición le permite acumular. Por eso, como clase, más allá de las diferencias existentes –que las hay, obviamente, a veces enormes– en los momentos en que puede peligrar su situación de dominio, se une monolíticamente. Está más que claro cuál es su enemigo: la clase explotada. Para el individuo aislado, siguiendo esa ideología, el peligro es perder cualquier propiedad privada (su mísera casa, o su automóvil, o la licuadora que tanto esfuerzo produjo para comprarla).
Pero en el campo popular, representado por la ideología de izquierda, “no hay nada que perder, más que las cadenas” de la esclavitud asalariada. Esto puede explicar que aquí se asista a una división casi interminable de grupos, pequeños grupos, partidos, división de partidos, células, mini-células, etc., etc. La fragmentación parece perpetua, inagotable. ¿Quién es el más revolucionario? ¿Quién recita mejor el catecismo? La relación con el saber, endiosado como bien supremo en una visión racionalista, funciona como “el” objeto lujoso, el punto de llegada. El “más” revolucionario, al menos eso pareciera en las interminables discusiones, es el que “más” sabe.
Es patético, pero es una cruel realidad. La derecha se une porque tiene mucho que perder. La izquierda no. Y ahí aparece la soberbia. Lo que está en disputa no es la tenencia de los mejores y más costosos bienes (el automóvil Ferrari, el reloj Rolex de oro, el whisky escocés añejo, las bolsas Louis Vuitton) sino quién sabe más. El mito del saber absoluto funciona como el objeto preciado. La descripción hecha por Rafael Correa es precisa.
Esta es una característica sumamente arraigada en la izquierda, que no siempre se ve con facilidad, y mucho menos se está dispuesto a autocriticar. Pero es imprescindible insistir sobre estos puntos, pues si no se están repitiendo modelos que solo servirán para repetir errores (¿otra vez el Comité Central plenipotenciario y el Gulag para quien equivoca una coma en el catecismo?) Nadie está libre de la soberbia, pues eso anida en nuestra humana constitución. Solo sabiéndolo podremos buscar los antídotos, que no serán solo acciones voluntarias de “buena fe” sino, seguramente, procesos más complejos.
“Fue la soberbia la que convirtió a los ángeles en demonios” pudo decir San Agustín en el siglo IV. Algo similar, en otro contexto, nos enseña el refrán: “De lo sublime a lo ridículo no hay más que un paso”. Nadie lo sabe todo; creérnoslo es altamente peligroso, y sin autocrítica podemos ser fácilmente demonios… o ridículos. ¡Y la izquierda no puede ser ridícula! La izquierda no debe pontificar, pues si no, deja de ser izquierda.
mcolussi.blogspot.com
Ahora bien: el hecho de presentarla a través de esa provocativa pregunta tiene una finalidad muy precisa: abrir el debate en torno al porqué de su marcada persistencia en el campo amplio de lo que llamamos izquierda (entendiendo por tal aquella postura que es crítica, en mayor o menor medida, con lo establecido, que intenta construir algo novedoso y superador a partir de lo dado).
Tradicionalmente, para la cosmovisión cristiana dominante en Occidente, la soberbia es considerada un valor negativo, un vicio, un puente con lo demoníaco (el diablo no se somete a dios –al poder– por soberbio). Incluso, constituye un pecado mortal, según la Iglesia Católica. De hecho: el primero y principal. Una conducta correcta, en tal sentido, debe alejarse de una postura soberbia, la cual sirve, sin más, como puerta de acceso a todos los otros pecados capitales: lujuria, pereza, gula, ira, envidia y avaricia, aquellos promulgados por el Papa Gregorio Magno en el siglo VI. La antítesis de este ignominioso proceder sería la humildad. En esa lógica, los humanos debemos ser humildes, porque somos finitos, creados, limitados; sentirse soberbio (agrandado, ilimitado, omnipotente) es creerse como el Sumo Creador, lo cual constituye un pecado, acercándonos a Lucifer. (De acuerdo a esa teología, somos polvo –“Polvo eres y en polvo te convertirás”– y para recordarlo humildemente, cada año los católicos marcan sus frentes con ceniza en Semana Santa).
Para una visión psicoanalítica del fenómeno humano, podría decirse que la soberbia es un efecto del narcisismo que a todos nos constituye y nos habita, en tanto amor a sí mismo. El reconocimiento de la Ley, de los códigos socialmente establecidos que nos humanizan y nos permiten acceder a un mundo donde no solo existo yo, es lo que nos salva de la locura, de creernos realmente soberbios. La soberbia es el exceso de ese narcisismo, que nos pone más en el ámbito de la locura (psicosis), alejándonos del reconocimiento del otro como un igual (para la soberbia el otro siempre es un estúpido, equivocado, inferior a mí, y por tanto despreciable, pues vale menos).
La soberbia, en definitiva, anida en todos nosotros, y según los vericuetos de nuestra siempre dificultosa y problemática humanización, de nuestra entrada en los códigos sociales que nos hacen uno más de la serie, tendrá más o menos preeminencia en nuestra estructura de personalidad.
La izquierda, en general con una posición bastante voluntarista, propia del sentido común dominante –aún aristotélico-tomista–, posición que en estos aspectos de lo humano no se ha apropiado enteramente todavía de los avances de las ciencias sociales, especialmente del Psicoanálisis, sigue viendo en la voluntad una prominente virtud descollante. Es por la “buena voluntad” y apelando a un llamado a la humildad –según ese esquema explicativo– que podemos superar la soberbia. Pareciera, sin embargo, que la dinámica es más compleja, puesto que ese llamado no produce mecánicamente la reducción de la soberbia en cada cuadro de izquierda; y si es un cuadro intelectual –con mayor acceso a información que otros, por tanto, con mayor cuota de poder social– esa soberbia puede ser realmente insoportable a veces.
Si el poder fascina (siempre, en todo contexto, sea de derecha o de izquierda), es porque remite a esa condición de ilimitado. Y ser ilimitados (sin falla, absolutos, sin ninguna carencia), nos torna dioses. La soberbia implica ese “ser más que otro”, y no un simple eslabón más de la cadena. Pero eso tiene costo: si no hay límites a la soberbia, entramos al campo de la locura (por eso Freud llamó a las psicosis “neurosis narcisistas”).
Quizá la buena voluntad no alcanza para “corregir” conductas criticables, lo cual abre una discusión que no es pertinente en este breve texto (¿hasta qué punto hay voluntad, libre albedrío? ¿Qué antropología se nos abre con la idea de inconsciente?). Pero sin dudas, la soberbia “cae mal”, porque quien es objeto de una actitud soberbia inmediatamente se siente disminuido, cosificado, denigrado. El soberbio se siente dios, y actúa como tal; quien recibe esa mirada, es ¿despreciable? Por supuesto, nadie quiere sentirse despreciado, empequeñecido, denostado. Por eso el soberbio –de izquierda o de derecha– es insufrible.
En la derecha, o más aún: en la ideología capitalista dominante, que pone su acento en el “triunfo individual” y entroniza el tener sobre el ser (tener objetos, muchos objetos; léase: consumismo desaforado), la soberbia no deja de ser un “vicio”…, pero vicio tolerado (o aplaudido incluso, quizá por lo bajo, pero aplaudido al fin). Más aún: el ideal capitalista, su ramplona y mediocre moral, ve en el “triunfador”, el que “es más que el otro”, un valor encomiable. La solidaridad, la humildad, la auténtica fraternidad, más allá de las pomposas declaraciones de algún discurso insulso, no son precisamente las notas distintivas de su ideario, de su tabla axiológica. La ética del tener (tener mucho, y cuanto más se tenga: mejor, porque evidencia que se es “más” triunfador) es un punto de llegada deseado.
Ahora bien: ¿qué pasa en la izquierda con todo esto? Los militantes de las fuerzas de izquierda, antes de abrazar los ideales socialistas y solidarios, son seres humanos construidos en la lógica dominante. Por tanto, la fascinación por lo ilimitado (digámoslo claramente: por el poder, por la ausencia de carencia, por la sensación oceánica de eternidad y omnipotencia) sigue estando presente. Y ninguna “buena voluntad” la quita. En todo caso, la restringe, pero siempre en una dinámica de equilibrio inestable.
Si así no fuera, no reaparecería con tanta frecuencia. ¿Por qué en la izquierda no es raro –o por el contrario: es bastante común– esa falta de humildad, ese despliegue de soberbia? Aclárese rápidamente: la soberbia en la ética capitalista es exhibir que “se es más que el otro” porque se dispone de mayor cuota de poder cuantificable en bienes, en cosas materiales, en dinero (mercancía universal que compra todas las cosas). En esa lógica, el portero de la empresa es “menos” que el gerente; y ese gerente es “menos” que Donald Trump, que tiene un capital de más de mil millones de dólares; y Trump es “menos” que Rockefeller, que tiene un patrimonio de 60.000 millones de dólares… ¿Quién está más cerca de dios? O, dicho de otra manera, ¿quién es “más”? Pues el que más tiene.
En la izquierda hay otra ética, puesto que no está en juego el tener (el apropiarse) de cosas, de bienes materiales, de dinero. Pero no deja de haber soberbia. Allí cuenta el saber. ¿El que más sabe es el “más” revolucionario?
“El socialismo clásico fue prepotente y arrogante. Siempre nos enviaba a ver tal página para encontrar verdades y soluciones. Nos dieron catecismos. Y eso es un grave error”, formuló a modo de crítica el ex presidente de Ecuador Rafael Correa. Apreciación correcta, pertinente. En buena medida la teoría revolucionaria se transformó en “verdad revelada”; los expertos del cenáculo profetizaban. Se pontifica en las iglesias, pero ¿qué pasa cuando se pontifica en el campo popular, en el ámbito donde se quiere inventar un mundo nuevo?
Visto desde la ética de la derecha, en el mundo hay mucho que perder: para la clase dominante, justamente su dominio y todo el sinfín de cosas que esa privilegiada posición le permite acumular. Por eso, como clase, más allá de las diferencias existentes –que las hay, obviamente, a veces enormes– en los momentos en que puede peligrar su situación de dominio, se une monolíticamente. Está más que claro cuál es su enemigo: la clase explotada. Para el individuo aislado, siguiendo esa ideología, el peligro es perder cualquier propiedad privada (su mísera casa, o su automóvil, o la licuadora que tanto esfuerzo produjo para comprarla).
Pero en el campo popular, representado por la ideología de izquierda, “no hay nada que perder, más que las cadenas” de la esclavitud asalariada. Esto puede explicar que aquí se asista a una división casi interminable de grupos, pequeños grupos, partidos, división de partidos, células, mini-células, etc., etc. La fragmentación parece perpetua, inagotable. ¿Quién es el más revolucionario? ¿Quién recita mejor el catecismo? La relación con el saber, endiosado como bien supremo en una visión racionalista, funciona como “el” objeto lujoso, el punto de llegada. El “más” revolucionario, al menos eso pareciera en las interminables discusiones, es el que “más” sabe.
Es patético, pero es una cruel realidad. La derecha se une porque tiene mucho que perder. La izquierda no. Y ahí aparece la soberbia. Lo que está en disputa no es la tenencia de los mejores y más costosos bienes (el automóvil Ferrari, el reloj Rolex de oro, el whisky escocés añejo, las bolsas Louis Vuitton) sino quién sabe más. El mito del saber absoluto funciona como el objeto preciado. La descripción hecha por Rafael Correa es precisa.
Esta es una característica sumamente arraigada en la izquierda, que no siempre se ve con facilidad, y mucho menos se está dispuesto a autocriticar. Pero es imprescindible insistir sobre estos puntos, pues si no se están repitiendo modelos que solo servirán para repetir errores (¿otra vez el Comité Central plenipotenciario y el Gulag para quien equivoca una coma en el catecismo?) Nadie está libre de la soberbia, pues eso anida en nuestra humana constitución. Solo sabiéndolo podremos buscar los antídotos, que no serán solo acciones voluntarias de “buena fe” sino, seguramente, procesos más complejos.
“Fue la soberbia la que convirtió a los ángeles en demonios” pudo decir San Agustín en el siglo IV. Algo similar, en otro contexto, nos enseña el refrán: “De lo sublime a lo ridículo no hay más que un paso”. Nadie lo sabe todo; creérnoslo es altamente peligroso, y sin autocrítica podemos ser fácilmente demonios… o ridículos. ¡Y la izquierda no puede ser ridícula! La izquierda no debe pontificar, pues si no, deja de ser izquierda.
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Pereira: en los Consejos de Salarios el sindicalismo demostró ser “sensato y serio”
“Si todavía hay 400.000 trabajadores que ganan menos de $ 20.000, no
me queda claro cuánto se inclinó esa balanza, no fue neutral. Con esos
salarios hay trabajadores que no pueden vivir”
20
Dic
El presidente del PIT-CNT cuestionó a los supermercados por dilatar una discusión con Fuecys por “treinta pesos”: “A veces no se analiza la posición empresarial”, dijo.
El presidente del PIT-CNT, Fernando Pereira, se reunió este miércoles con el ex presidente Julio María Sanguinetti. A la salida de la reunión, el dirigente sindical remarcó que “entre o hoy mañana” se cerrarán los Consejos de Salarios que aun restan acordar, y aseguró que durante la ronda el movimiento sindical demostró ser “sensato, serio y estudioso”.
Pereira contó que este miércoles se estará laudando el acuerdo en los supermercados, pero criticó que las empresas hayan dilatado la situación “por treinta pesos”.
“Muchas veces no se analiza cuál es la posición empresarial, y muchas veces se arrastra una confusión que el propio Sanguinetti tiene: como que las ocupaciones son el principal problema que tiene el Uruguay”, criticó.
Por esa misma línea, Pereira señaló que ya “van varias veces” que les consulta a los periodistas cuáles son las últimas dos ocupaciones que hubo en nuestro país. “Para encontrarlas, a ustedes mismos, les cuesta. No es un problema del Uruguay. El problema del Uruguay es que hay 400.000 trabajadores que están dentro de esa cifra que nosotros llamamos salario deprimido, que están ganando por debajo de los $ 20.000”, ahondó.
Pereira señaló que esta semana se terminarán de cerrar los Consejos de Salarios y que, “contrariamente a lo que se había señalado”, no hubo la “conflictividad laboral horrible que anunciaban”.
“No escucho autocríticas. No es necesario hacerlas, pero el movimiento sindical priorizo dos temas y eso generó estabilidad: por un lado, el empleo, la construcción de puestos de trabajo y por otro lado los trabajadores que ganan menos de $ 20.000 de salario”, apuntó.
Esa lógica, dijo, hizo que se pudieran alcanzar “múltiples acuerdos”: “Partimos de la base que la circunstancia económica del país, que ya no tiene el crecimiento que tuvo en los últimos 14 años, y tuvimos una negociación exitosa, porque hemos demostrado ser sensatos, serios y estudiosos del tema”.
Pereira también disintió con Sanguinetti, quien a la salida de la reunión había señalado que durante el gobierno de José Mujica el Estado “estuvo siempre del lado sindical” en los Consejos de Salarios y que con un posible gobierno colorado el “Estado va a ser más neutral”.
“Si todavía hay 400.000 trabajadores que ganan menos de $ 20.000, no me queda claro cuánto se inclinó esa balanza, no fue neutral. Con esos salarios hay trabajadores que no pueden vivir”, apuntó.
El ex presidente dijo, por su parte, que los Consejos de Salarios “siguen cumpliendo un rol”, pero señaló que en las negociaciones no debe “solo discutirse el tema salarios”: “Coincidimos que debe discutirse la competitividad, la seguridad y la productividad. Todos los elementos que conllevan la relación laboral. Y sí, les dije que con nosotros van a tener un Estado más neutral entre las partes”, señaló.
Montevideo Portal
LA VISIÓN DE LOS TRABAJADORES
Sabor agridulce del Pit-Cnt al cierre de la ronda salarial
La central detecta que hay escasez de avance real del ingreso del trabajador.
lunes, 31 diciembre 2018 03:45 - El País uy
La
central de trabajadores PIT-CNT cerró una enorme ronda de negociación
salarial con un sabor un poco más agridulce que otras veces porque la
economía se desaceleró notoriamente y los avances salariales o se
moderaron mucho o ya no están. Ahora, y reconociendo el claro problema
en materia de empleo que presenta el país, centrará sus baterías durante
todo 2019 en ese tema y en elevar propuestas a los candidatos
presidenciales.
La
ronda salarial que culminó abarcó a un millón de trabajadores y algo más
de 100.000 empresas que negociaron en 198 grupos, según datos del
Ministerio de Trabajo y Seguridad Social. De los 198 grupos que
negociaron, al menos 122 se ubicaron en un sector “intermedio” lo que
suponía un incremento de 7,5% anual en el primer año de vigencia del
acuerdo, de 7% en el segundo y de 6% en el tercero, en el caso de los
convenios más extenso, de acuerdo con los lineamientos del Poder
Ejecutivo.
Con una inflación que en los últimos doce meses se
ubicó en 8,05% los trabajadores de estos grupos podrían llegar a perder
ingreso en términos reales antes de recibir los correctivos por
inflación previstos en los acuerdos. Veintinueve grupos se
autoclasificaron “en problemas” (lo que supone aumentos de 6,5%, 6% y
5%)) y solamente nueve se ubicaron como “dinámicos”, de acuerdo con un
análisis del Instituto de Relaciones Laborales de la Universidad
Católica. Hubo un cambio moderado pero significativo en el hecho de que
en la anterior ronda 34 grupos se habían clasificado como “dinámicos”.
De
todas formas, Milton Castellanos, director del Instituto Cuesta-Duarte
de la central sindical que se encarga de formar negociadores sindicales y
facilitar insumos técnicos para las tratativas salariales, hace una
evaluación en términos generales positiva de la negociación porque cree
que se aseguró el mantenimiento del poder adquisitivo de los
trabajadores.
Frustración.
“Lo
importante es que se ratificó la vigencia de los Consejos de Salarios
como un ámbito idóneo para administrar las relaciones laborales. Estaban
un poco en entredicho por parte de quienes quieren modalidades de
negociación voluntaria, por empresa, que ya se ha demostrado que
fracasaron. El 90% de acuerdos alcanzados los reafirman como un
instrumento viable”, comentó a El País.
A su juicio, se disipó
el “aire de frustración” que había generado la decisión de las
principales gremiales rurales de retirarse de las conversaciones lo que
obligó al gobierno a decretar los aumentos para los trabajadores de los
tambos, las arroceras, la ganadería y la agricultura de secano del
litoral del país.
Castellanos cree que más allá de que “en algún
mes podría haber caída del poder adquisitivo en general se lo
garantiza”. Es que considera que las diferencias las diferencias entre
el sector “dinámico” y el “intermedio” son “escasas” y hubo acuerdos
“que se ubican entre ambos, que son una mezcla”. “Medio punto arriba,
medio punto abajo, no es central”, valoró. Lo que sí está claro es que
la última ronda, a diferencia de la anterior, difícilmente derive en un
avance generalizado en términos reales de los salarios a menos que se
produzca una desaceleración fuerte de la inflación, que no se vislumbra.
Fernando
Ferreira, integrante del Secretariado del PIT, y miembro de la nueva
corriente crítica interna “En Lucha” que desafió este año la hegemonía
del Partido Comunista y “Articulación” en la central sindical, tiene una
visión un poco más matizada. A su juicio, la ronda salarial “es un
empate con gusto a pérdida, con sabor a poco; no va a haber crecimiento”
porque no se espera que la inflación baje del 8% anual próximamente y
la mayor parte de los ajustes serán de 7,5% anual. Pero Ferreira, sí
consideró que los consejos ratificaron “la vigencia de la negociación” y
que el movimiento sindical mostró “madurez”. Uno de los pocos grupos
que sí logrará crecimiento, es justamente el del sector de la bebida
cuyo sindicato (la FOEB) preside Ferreira y que viene consiguiendo
acuerdos muy favorables.
Castellanos valora también muy
positivamente que se hayan incluido en los Consejos de Salarios aspectos
no estrictamente vinculados con las remuneraciones como los vinculados a
los cuidados. En el grupo de los supermercados el sindicato del
comercio (Fuecys) logró que se cree un grupo para estudiar el impacto de
la tecnología en el sector que ha perdido al menos 4.000 empleos.
Todas tus nietas
Maria Noel Sosa Gonzalez
Ayer
27 de diciembre hubo alerta feminista por dos casos de feminicidio, al
que se sumó uno más mientras la movilización sucedía. No es el primer
año que nos sorprende la contracara violenta de la navidad. Salimos a la
calle una vez más, bajo lluvia, para gritar y decir basta. Esta vez
junto a muchas mujeres de la familia y entorno de una de las mujeres
asesinadas, para hacer del duelo un nuevo ritual de lucha.
Los
rituales son importantes en la cultura, son parte de lo que nos hace
personas y habla mucho de nuestra humanidad. Un velorio, un entierro son
parte de los rituales que elegimos para hacer duelos, para nombrar y
ubicar en algún lugar la muerte. La cena de nochebuena, la navidad -en
su versión religiosa o pagana- de algún modo es parte de nuestros
rituales para simbolizar los lazos parentales, y los cumpleaños son
nuestro modo de ritualizar el crecimiento y de celebrar la vida.
Ayer hubiera sido el cumpleaños número 26 de Carolina Vivero. No pudimos celebrar su vida, pero pudimos dignificar su muerte. En la alerta feminista por ella -y por Loreley Carmona- se condensaron duelos, un cumpleaños y la basura bajo la alfombra de la navidad en modo familia patriarcal, que es donde más nos matan. Y esa condensación fue desplazada porque decenas salimos a la calle una vez más y porque muchas mujeres que conocían a Carolina estaban ahí. Ellas eligieron hacer que parte de su ritual de duelo se acompasara con nuestro ritual de lucha.
Es que también el feminismo tiene mucho de rituales. Los tiene porque con ellos vamos creando un mundo nuevo que además de materializarse necesita simbolizarse. Las alertas feministas, componen parte de los rituales en los que nos miramos como mujeres en lucha, en los que elegimos hacer un duelo de modo distinto, en los que cuestionamos al patriarcado (y sus instituciones) y desafiamos la impunidad al tiempo que retejemos otros lazos que sostienen nuestra cotidianidad.
Su abuela estaba ahí, sus compañeras de trabajo, del barrio, de la vida estaban ahí. Para la mayoría de ellas era la primera vez que iban a una alerta feminista, aunque algunas ya sabían de su existencia. Muchas otras que estábamos ayer hemos vivido de cerca esas instancias, organizándolas, participando y estamos convencidas que es una herramienta necesaria y fértil. En este encuentro de ayer casi ni hablamos, no conversamos de feminismo en ningún momento, no sé qué pensaban antes ni qué piensan ahora quienes fueron por Carolina en particular, pero tengo la certeza de que todas sentimos la diferencia entre un duelo revictimizador y un duelo con lágrimas de dignidad.
Su abuela nos dice que nunca había venido, que no sabía que esto existía, pero con sus ojos empapados nos mira y nos dice que es importante lo que hacemos. Y yo le creo, aunque sé que no podemos devolverle a su nieta. ¿Será que su dolor se abre, circula, se aliviana entre nosotras? No lo sé, pero sé que fuimos capaces de acompañarnos y que aunque distintos en escala e intensidad compartimos el dolor y la indignación. Y que aunque sea la primera- y tal vez la única- vez que ella está en una alerta feminista, podemos decir juntas que no es su falta, es nuestra imposibilidad social y a la vez nuestra esperanza colectiva.
Los rituales tienen sus pasos, sus lógicas. Esa es su gracia. En su reiteración se van cristalizando pero también en las alertas pasan cosas que desbordan ese esquema inicial. Al igual que en la alerta de Luna Chiodi realizada en su barrio, fuimos capaces de estar juntas en nuestras diferencias, de poner en común nuestro histórico acumulado en saber cuidar. No fue un acompañarnos abstracto, fue intensamente corporal. Fue llanto, ritmo lento de la caminata, fue mi garganta que a ratos perdía fuerza y de a ratos fue firme. Fue miradas, fue abrazo, fue preguntar qué y cómo.
La abuela nos dice que nos agradece y yo siento que soy yo quien quiero agradecerle. Agradecer porque eligió venir desde Malvín Norte en medio de la lluvia para darnos la posibilidad de despedir a su nieta juntas y de gritar juntas para que su muerte no sea indiferente. Agradecerle por confiar que aunque no sentimos su misma tristeza, la comprendemos. Agradecer porque en el medio del desgarro eligió la lucha y elige la vida y nos hace a todas ser más fuertes con ella y en ella.
Nosotras sabemos que hasta que no estuvimos semana tras semana en la calle los medios de (in) comunicación no dejaron de hablar de “crimen pasional”. Nuestro dolor y nuestras muertas no serán su espectáculo televisado para ganar dinero. Cuanto más amplifican y naturalizan la violencia más colaboran con profundizar la violencia machista y la violencia social. Cuando criminalizan las manifestaciones sociales y estigmatizan a las feministas abonan el campo para la violencia. Cuanto menos dispuestos se muestran a repensar sus prácticas periodísticas más empobrecen la rica tradición de trabajadoras y trabajadores de los medios comprometidos con construir otra sociedad. Nosotras no nos callamos más, no nos callamos por nosotras mismas, por cada niña que han silenciado, por cada joven que ustedes estigmatizan. Y no nos callamos más también por cada trabajadora de la prensa que tiene que bancarse sus maltratos y su violencia.
¿Qué es lo que algunos medios de prensa no quieren mostrar? ¿Que nos queremos vivas y juntas?¿Que somos capaces de acompañarnos sin conocernos? ¿No se atreven a mostrar nuestra dignidad? ¿Quieren mostrarnos muertas o sin consuelo pero no quieren mostrar nuestra capacidad colectiva para poner límites?¿No son capaces de dar cuenta de nuestra capacidad de ser firmes, de decir lo que queremos y lo que no?
La lógica patriarcal de que el deseo femenino no cuenta, no importa, no vale conforma la dominación que unas veces mata y otras también, que siempre lastima y derrumba. No valió el deseo de separación para que el agresor entendiera lo que Carolina quería ahora para su vida. No valió el deseo de la familia de ocupar la calle pero no querer hablar. “Este sistema es opresor y patriarcal”, cantamos una y otra vez.
Es imposible no pensar en estas dos muertes y en la cara más cruda de la navidad que nos invita a consumir, realza los valores de una familia insostenible e invisibiliza la agresión hasta que se desata en nosotras. Pero en medio de la violencia hay algo de estar juntas que nos hace sentir a salvo, seguras. Tal vez por eso no nos queríamos ir. Nos acompañamos en los cantos, y también en el silencio. No un silencio cómplice con la agresión, un silencio hondamente furioso, que dice mucho para quien quiere escuchar. “Por cada una que cae, miles se levantan” cantamos al cierre. Ayer volvimos a decir que no somos víctimas, somos mujeres en lucha.
Fuimos las nietas de las brujas que no pudieron quemar y fuimos todas las nietas de la abuela de Carolina. No estamos paralizadas, estamos en movimiento. Estamos creando otras formas de familia más parecidas a una red de telaraña flexible y que sostiene y no a un pesebre de cerámica, inmóvil y frágil. Porque sabemos que nadie vive solo/a y que la pretendida autosuficiencia es lo más hondo del capitalismo introyectado. Queremos otras formas de interdependencia y reinventaremos otros días y otras formas en las que cocinar, comer, bailar, mezclar generaciones y hacernos regalos que celebren que estamos vivas. Nos merecemos también esos rituales.
Ayer hubiera sido el cumpleaños número 26 de Carolina Vivero. No pudimos celebrar su vida, pero pudimos dignificar su muerte. En la alerta feminista por ella -y por Loreley Carmona- se condensaron duelos, un cumpleaños y la basura bajo la alfombra de la navidad en modo familia patriarcal, que es donde más nos matan. Y esa condensación fue desplazada porque decenas salimos a la calle una vez más y porque muchas mujeres que conocían a Carolina estaban ahí. Ellas eligieron hacer que parte de su ritual de duelo se acompasara con nuestro ritual de lucha.
Es que también el feminismo tiene mucho de rituales. Los tiene porque con ellos vamos creando un mundo nuevo que además de materializarse necesita simbolizarse. Las alertas feministas, componen parte de los rituales en los que nos miramos como mujeres en lucha, en los que elegimos hacer un duelo de modo distinto, en los que cuestionamos al patriarcado (y sus instituciones) y desafiamos la impunidad al tiempo que retejemos otros lazos que sostienen nuestra cotidianidad.
Su abuela estaba ahí, sus compañeras de trabajo, del barrio, de la vida estaban ahí. Para la mayoría de ellas era la primera vez que iban a una alerta feminista, aunque algunas ya sabían de su existencia. Muchas otras que estábamos ayer hemos vivido de cerca esas instancias, organizándolas, participando y estamos convencidas que es una herramienta necesaria y fértil. En este encuentro de ayer casi ni hablamos, no conversamos de feminismo en ningún momento, no sé qué pensaban antes ni qué piensan ahora quienes fueron por Carolina en particular, pero tengo la certeza de que todas sentimos la diferencia entre un duelo revictimizador y un duelo con lágrimas de dignidad.
Su abuela nos dice que nunca había venido, que no sabía que esto existía, pero con sus ojos empapados nos mira y nos dice que es importante lo que hacemos. Y yo le creo, aunque sé que no podemos devolverle a su nieta. ¿Será que su dolor se abre, circula, se aliviana entre nosotras? No lo sé, pero sé que fuimos capaces de acompañarnos y que aunque distintos en escala e intensidad compartimos el dolor y la indignación. Y que aunque sea la primera- y tal vez la única- vez que ella está en una alerta feminista, podemos decir juntas que no es su falta, es nuestra imposibilidad social y a la vez nuestra esperanza colectiva.
Los rituales tienen sus pasos, sus lógicas. Esa es su gracia. En su reiteración se van cristalizando pero también en las alertas pasan cosas que desbordan ese esquema inicial. Al igual que en la alerta de Luna Chiodi realizada en su barrio, fuimos capaces de estar juntas en nuestras diferencias, de poner en común nuestro histórico acumulado en saber cuidar. No fue un acompañarnos abstracto, fue intensamente corporal. Fue llanto, ritmo lento de la caminata, fue mi garganta que a ratos perdía fuerza y de a ratos fue firme. Fue miradas, fue abrazo, fue preguntar qué y cómo.
La abuela nos dice que nos agradece y yo siento que soy yo quien quiero agradecerle. Agradecer porque eligió venir desde Malvín Norte en medio de la lluvia para darnos la posibilidad de despedir a su nieta juntas y de gritar juntas para que su muerte no sea indiferente. Agradecerle por confiar que aunque no sentimos su misma tristeza, la comprendemos. Agradecer porque en el medio del desgarro eligió la lucha y elige la vida y nos hace a todas ser más fuertes con ella y en ella.
Nosotras sabemos que hasta que no estuvimos semana tras semana en la calle los medios de (in) comunicación no dejaron de hablar de “crimen pasional”. Nuestro dolor y nuestras muertas no serán su espectáculo televisado para ganar dinero. Cuanto más amplifican y naturalizan la violencia más colaboran con profundizar la violencia machista y la violencia social. Cuando criminalizan las manifestaciones sociales y estigmatizan a las feministas abonan el campo para la violencia. Cuanto menos dispuestos se muestran a repensar sus prácticas periodísticas más empobrecen la rica tradición de trabajadoras y trabajadores de los medios comprometidos con construir otra sociedad. Nosotras no nos callamos más, no nos callamos por nosotras mismas, por cada niña que han silenciado, por cada joven que ustedes estigmatizan. Y no nos callamos más también por cada trabajadora de la prensa que tiene que bancarse sus maltratos y su violencia.
¿Qué es lo que algunos medios de prensa no quieren mostrar? ¿Que nos queremos vivas y juntas?¿Que somos capaces de acompañarnos sin conocernos? ¿No se atreven a mostrar nuestra dignidad? ¿Quieren mostrarnos muertas o sin consuelo pero no quieren mostrar nuestra capacidad colectiva para poner límites?¿No son capaces de dar cuenta de nuestra capacidad de ser firmes, de decir lo que queremos y lo que no?
La lógica patriarcal de que el deseo femenino no cuenta, no importa, no vale conforma la dominación que unas veces mata y otras también, que siempre lastima y derrumba. No valió el deseo de separación para que el agresor entendiera lo que Carolina quería ahora para su vida. No valió el deseo de la familia de ocupar la calle pero no querer hablar. “Este sistema es opresor y patriarcal”, cantamos una y otra vez.
Es imposible no pensar en estas dos muertes y en la cara más cruda de la navidad que nos invita a consumir, realza los valores de una familia insostenible e invisibiliza la agresión hasta que se desata en nosotras. Pero en medio de la violencia hay algo de estar juntas que nos hace sentir a salvo, seguras. Tal vez por eso no nos queríamos ir. Nos acompañamos en los cantos, y también en el silencio. No un silencio cómplice con la agresión, un silencio hondamente furioso, que dice mucho para quien quiere escuchar. “Por cada una que cae, miles se levantan” cantamos al cierre. Ayer volvimos a decir que no somos víctimas, somos mujeres en lucha.
Fuimos las nietas de las brujas que no pudieron quemar y fuimos todas las nietas de la abuela de Carolina. No estamos paralizadas, estamos en movimiento. Estamos creando otras formas de familia más parecidas a una red de telaraña flexible y que sostiene y no a un pesebre de cerámica, inmóvil y frágil. Porque sabemos que nadie vive solo/a y que la pretendida autosuficiencia es lo más hondo del capitalismo introyectado. Queremos otras formas de interdependencia y reinventaremos otros días y otras formas en las que cocinar, comer, bailar, mezclar generaciones y hacernos regalos que celebren que estamos vivas. Nos merecemos también esos rituales.
Nuevo femicidio, esta vez en la ciudad de San José
La víctima tenía 36 años y tenía cuatro hijos menores.
Con
el asesinato de Loreley Carmona en San José llegan a 36 los femicidios
en 2018. El cuerpo de la mujer fue encontrado en el hipódromo de esa
ciudad con varias heridas de arma blanca. Su expareja se entregó a la
Policía luego de matarla.
Según
consigna la Policía y la Fiscalía ambos habían quedado en encontrarse
en el hipódromo. Sobre las 20.30 del miércoles el cuidador del
establecimiento encontró el cuerpo de la mujer con heridas de arma
blanca. Según el fiscal del caso, Franco López, la mujer recibió 18
puñaladas.
López indicó que la expereja de la
víctima se entregó a la Policía, no obstante “manifiesta una declaración
ambigua”. Afirma que se reunió con la víctima y dijo que “hizo algo
malo”, sin dar detalles.
Algunos vecinos indicaron
a Telenoche que la mujer venía sufriendo acoso por parte de su expareja
y en la última oportunidad fue amenazada de muerte.
Un
vecino de la zona relató que en un mensaje de texto el agresor la había
dicho que si no asistía al encuentro en el hipódromo la mataría frente a
sus cuatro hijos y otros cuatro sobrinos de los que también estaba a
cargo. Pese a las amenazas, el hombre no contaba con denuncias por
violencia doméstica.
Se trata del segundo femicidio de esta semana. El lunes fue asesinada en la zona del Parque Rivera, en Montevideo, María Carolina Vivero por su expareja.
El populismo cheto de un tal Sartori
Por Rafael Bayce.
Cine
Metro repleto. Gran telón, aparataje de filmación y amplificación
impecables. Él, Juan Sartori, de sobrio traje azul con camisa blanca y
corbata azul oscura, cabello negro, muy ajustado físicamente, juvenil.
Se presenta con cierto humor sobre lo poco conocido que es. Mantiene una
sonrisa simpática; ni triunfadora ni canchera, muy natural, que
mantiene meritoriamente durante casi todo el acto. Lee muy bien y de
forma convincente un teleprompter. Buena performance actoral,
pero no para un público popular de clase trabajadora baja o lumpen. Su
auditorio viste, se sienta y mueve como de clase media alta o alta.
Conozco a varios. Se lo ve a su padre, varias veces focalizado en
cámaras. Hay al menos un sobreviviente de los Andes. Hay también algún
entusiasta seguidor: ¿contratado, equivocado de acto o fuera de sus
cabales?
Me imagino que tendrá al menos un plan b; porque la empresa, para los tiempos que quedan para las internas blancas y la magnitud de lo que pretende (ganarles a Lacalle Pou y a Larrañaga), parece inalcanzable. ¿Quién pone la plata que se precisa para que esa utopía se acerque a la realidad? ¿Quién apuesta a un caballo tan poco probable, aunque es verdad que paga mucho a ganador? ¿Quién gana con él, si gana?
Quiere trabajo, justicia, seguridad, educación y el fin de la corrupción. Nada original; nadie podría no desearlo en un acto político público.
Se ofrece a servir y pide compromiso. Llama al fair play entre candidatos: otra obviedad, sobre todo porque es lo que le conviene, que nadie le salga con la plancha, aunque Gandini ya trancó fuerte por las dudas. Provoca cierto murmullo de aprobación a sus esfuerzos, se saca el saco y baja a abrazar familia, amigos y supuestos adherentes. Los abrazos llevan casi tanto tiempo como el insípido discurso leído con convicción; como si tuviera contenidos dignos de entusiasmo y énfasis. Cierra con un hollywoodense beso con su mujer, hija de magnate ruso.
Está por verse cuándo dirá Sartori algo que permita al menos ubicar su discurso en un continuum ideológico derecha-centro-izquierda. Alguna propuesta que pueda compararse con la de otro. Ahí veremos. Porque fue un evento como de presentación en sociedad, como de testeo y tanteo de la reacción del sistema a ello. Por ahora su discurso, políticamente, tiene menos contenido que el de un pastor neopentecostal. Podría ofrecer jabones de descarga, aguas benditas, tierra sagrada, maderas de la cruz, milagros truchos y paseos victoriosos. Pero parece demasiado cheto como para mezclarse con el bajo populismo supersticioso y neomágico de los neopentecostales.
¿Cómo podrá luchar con el aparato herrerista de siempre, o con Larrañaga, o con el movimiento de los intendentes cerriles, o con la alianza posmoderna con las denominaciones religiosas que tanto están influyendo políticamente en el mundo, producto y parte de la mayoría moral yanqui, financiadas y favorecidas por el Departamento de Estado contra las izquierdas? ¿Podrá en tan pocos meses, y verano mediante, contra esos poderosos rivales?
Uno. Negociando a partir de su caudal electoral, buscaría un buen lugar en alguna lista y, desde allí, una banca parlamentaria que lo proteja con fueros parlamentarios como paraguas judicial frente a denuncias que lo pueden afectar. No creo que necesite de eso para ello; hasta ahora ha lidiado aparentemente bien con sus involucramientos judiciales.
Dos. Es también inverosímil que sea un sabotaje endógeno al PN planeado por Mujica desde su proximidad con Cánepa. Eso es paranoico y difuso, una tesis que no podría explicitar el contenido de su afirmación. ¿En qué sentido y cómo afectaría al PN su incursión? ¿Debilitaría el monto de votos de respaldo a las candidaturas mejor afirmadas? Es muy improbable. ¿Debilitaría la votación del balotaje contra el Frente Amplio (FA)? No tiene mucho sentido.
Tres. Un poco más razonable es la hipótesis de que sería un plus distinto que podría hacer una diferencia en caso de paridades electorales en primera o segunda vueltas. Así como la resurrección de Sanguinetti podría ser un plus dentro de esa paridad, aunque con un voto de cierta edad, el plus de Sartori podría aportarlo con gente más joven y de mayor estatus socioeconómico; ambos en una coyuntura en que ‘cualquier monedita sirve’, siempre dentro del panorama que más les sirve a las encuestadoras de opinión: la paridad incierta. La hipótesis no es tan desdeñable como las dos anteriores, pero dudo que Lacalle Pou no sea capaz de captar el voto joven y cheto, a lo que contribuye el mote de Pompita que le endilga la intelectualidad zurda. Podría disputarle parte del voto cheto joven no alineado, pero ese sería un papel demasiado menor como para dedicarle una costosa campaña con importante involucramiento de tiempo personal en ella.
Cuatro. Más probable y con más sentido que las tres anteriores, se plantea la hipótesis de que podría ser una apuesta a un plazo mayor, para otra elección futura, de un joven de sólo 35 años -de imagen y talante similares a los de Macron, aunque sin sus antecedentes académicos y técnicos- que puede simplemente hacerse conocer limpia y no conflictivamente ahora, y apretar el acelerador electoral para 2024, presumiendo de recambio joven outsider ante un posible segundo fracaso electoral de Lacalle Pou. Si así fuera, debería ser parte de algún lobby o grupo financiador, que todavía no se conoce, aunque un resultado moderadamente bueno en 2019 podría suministrárselo si no existiera de modo claro hoy.
En momentos de auge del abordaje psicosocial, a mediados de los años 40, David Riesman descubre la imposición progresiva del other-directed social character (carácter dirigido por los otros), que, a diferencia de los que se guían por la tradición o por bondad moral, prefieren guiarse por lo que sus coetáneos contemporáneos dicen y por la adecuación técnica. Estudios de Margaret Mead de los 70 confirman el hecho, llamándolo de co-directed generation. Los llamados superhéroes -que fueron morales y fuertes al menos desde Plutarco hasta mediados del siglo XX- comienzan a mostrar defectos y hasta ganan aceptación cuando no son ‘super-nada’, sino parecidos a las mayorías normales, adalides y representantes del sentido común, de la opinión pública y del imaginario hegemónico.
Elizabeth Noelle Neumann muestra a principios de los 80 la espiral del silencio que controla y regula el estatus, el sentido y la ética hacia los mayoritarios y normales, según un imaginario que cambia hacia un ‘narcisismo de masas’. El superior es envidiado y resentido como orgulloso altivo, en una sospechosamente vociferada admiración por la humildad y la modestia; el modelo ya no es el súper ni las élites sino lo mayoritario normal, lo que es ‘como todos nosotros’ y que no procede ni de los insiders ni de las élites superdotadas. Así como los superhéroes se deprecian, los atractores de votos son quienes no son del establishment, ni del statu quo, ni con vocabulario, estilo comunicacional, vestimenta ni modus vivendi y operandi elitarios y/o insiders. Al respecto, basta seguir la evolución de los cómics, los animés y los cartoons, y su seguimiento por las producciones cinematográficas y de videos y sites de ficción.
El argentino Carlos Menem buscaba ser valorado como piloto de carreras y como futbolista, intentando así prestigio de outsider para los diversos estratos de votantes. Lula representa el triunfo del multioutsider, el del pobre nordestino, luego líder sindical con un dedo amputado y aspecto tan diverso al de las élites políticas odiadas; representa el sueño vicario del outsider triunfador, del que quiere ser élite, pero sin provenir de ellas y encarna la medianía como ideal. Mujica es nuestro adorado outsider, encarnación del narcisismo de masas, de la aspiración no confesa y enmascarada en modestia y humildad, altares de la mediocridad.
Un tipo contemporáneo de outsider deseado es el representado por Trump, cercano a la ‘chance’ de Sartori. El grosero raciocinio es el siguiente: que nos gobierne alguien al que la ha ido bien para que nos contagie su éxito desde el gobierno (el mito paternalista del Estado de Cassirer y Fráncfort). Aquí, en esta voltereta del imaginario, está la porción de chance de Sartori, aunque demasiado cheto para la resentida envidia, mediocre y acomplejada, del outsider other-directed del narcisismo de masas, que parece democrático y humilde-modesto, pero no lo es.
Los contenidos del discurso
Con un currículum de buenos éxitos empresariales en el exterior, Juan Sartori dice querer ahora dedicarse a servir a la patria, para lo cual afirma que oirá a la gente y que su programa de gobierno implementará esa voluntad. Dice que aprenderá rápido a gobernar porque “aprende rápido”. Todo más bien inverosímil. ¿Por qué le vino de golpe ese ataque de altruismo a alto nivel? No hay antecedentes de ello en su vida, salvo enseñar un poco de fútbol informal. ¿Y por qué elige una forma tan cara e improbable de ayuda colectiva, como la de intentar una triunfante candidatura interna en el Partido Nacional (PN), para luego ir a la cancha grande en octubre y noviembre?Me imagino que tendrá al menos un plan b; porque la empresa, para los tiempos que quedan para las internas blancas y la magnitud de lo que pretende (ganarles a Lacalle Pou y a Larrañaga), parece inalcanzable. ¿Quién pone la plata que se precisa para que esa utopía se acerque a la realidad? ¿Quién apuesta a un caballo tan poco probable, aunque es verdad que paga mucho a ganador? ¿Quién gana con él, si gana?
Quiere trabajo, justicia, seguridad, educación y el fin de la corrupción. Nada original; nadie podría no desearlo en un acto político público.
Se ofrece a servir y pide compromiso. Llama al fair play entre candidatos: otra obviedad, sobre todo porque es lo que le conviene, que nadie le salga con la plancha, aunque Gandini ya trancó fuerte por las dudas. Provoca cierto murmullo de aprobación a sus esfuerzos, se saca el saco y baja a abrazar familia, amigos y supuestos adherentes. Los abrazos llevan casi tanto tiempo como el insípido discurso leído con convicción; como si tuviera contenidos dignos de entusiasmo y énfasis. Cierra con un hollywoodense beso con su mujer, hija de magnate ruso.
Marketing importado
El escenario montado en el Metro no es de un marketing político uruguayo, con insumos políticos locales. Parece básicamente importado, con lugares comunes típicos de cualquier populismo que tantee fuerzas y ancle luego la campaña en fake news por redes sociales, como Trump, como Bolsonaro, aunque estos se referían también a las realidades dentro de las cuales se candidateaban.Está por verse cuándo dirá Sartori algo que permita al menos ubicar su discurso en un continuum ideológico derecha-centro-izquierda. Alguna propuesta que pueda compararse con la de otro. Ahí veremos. Porque fue un evento como de presentación en sociedad, como de testeo y tanteo de la reacción del sistema a ello. Por ahora su discurso, políticamente, tiene menos contenido que el de un pastor neopentecostal. Podría ofrecer jabones de descarga, aguas benditas, tierra sagrada, maderas de la cruz, milagros truchos y paseos victoriosos. Pero parece demasiado cheto como para mezclarse con el bajo populismo supersticioso y neomágico de los neopentecostales.
¿Cómo podrá luchar con el aparato herrerista de siempre, o con Larrañaga, o con el movimiento de los intendentes cerriles, o con la alianza posmoderna con las denominaciones religiosas que tanto están influyendo políticamente en el mundo, producto y parte de la mayoría moral yanqui, financiadas y favorecidas por el Departamento de Estado contra las izquierdas? ¿Podrá en tan pocos meses, y verano mediante, contra esos poderosos rivales?
El futuro de su intento
¿Quiénes están con él y qué esperan conseguir, como plan b, que parece el único viable? Se han mencionado algunas hipótesis que circularon en los últimos días.Uno. Negociando a partir de su caudal electoral, buscaría un buen lugar en alguna lista y, desde allí, una banca parlamentaria que lo proteja con fueros parlamentarios como paraguas judicial frente a denuncias que lo pueden afectar. No creo que necesite de eso para ello; hasta ahora ha lidiado aparentemente bien con sus involucramientos judiciales.
Dos. Es también inverosímil que sea un sabotaje endógeno al PN planeado por Mujica desde su proximidad con Cánepa. Eso es paranoico y difuso, una tesis que no podría explicitar el contenido de su afirmación. ¿En qué sentido y cómo afectaría al PN su incursión? ¿Debilitaría el monto de votos de respaldo a las candidaturas mejor afirmadas? Es muy improbable. ¿Debilitaría la votación del balotaje contra el Frente Amplio (FA)? No tiene mucho sentido.
Tres. Un poco más razonable es la hipótesis de que sería un plus distinto que podría hacer una diferencia en caso de paridades electorales en primera o segunda vueltas. Así como la resurrección de Sanguinetti podría ser un plus dentro de esa paridad, aunque con un voto de cierta edad, el plus de Sartori podría aportarlo con gente más joven y de mayor estatus socioeconómico; ambos en una coyuntura en que ‘cualquier monedita sirve’, siempre dentro del panorama que más les sirve a las encuestadoras de opinión: la paridad incierta. La hipótesis no es tan desdeñable como las dos anteriores, pero dudo que Lacalle Pou no sea capaz de captar el voto joven y cheto, a lo que contribuye el mote de Pompita que le endilga la intelectualidad zurda. Podría disputarle parte del voto cheto joven no alineado, pero ese sería un papel demasiado menor como para dedicarle una costosa campaña con importante involucramiento de tiempo personal en ella.
Cuatro. Más probable y con más sentido que las tres anteriores, se plantea la hipótesis de que podría ser una apuesta a un plazo mayor, para otra elección futura, de un joven de sólo 35 años -de imagen y talante similares a los de Macron, aunque sin sus antecedentes académicos y técnicos- que puede simplemente hacerse conocer limpia y no conflictivamente ahora, y apretar el acelerador electoral para 2024, presumiendo de recambio joven outsider ante un posible segundo fracaso electoral de Lacalle Pou. Si así fuera, debería ser parte de algún lobby o grupo financiador, que todavía no se conoce, aunque un resultado moderadamente bueno en 2019 podría suministrárselo si no existiera de modo claro hoy.
La moda outsider
Un outsider es por definición alguien no central y no integrado, por lo tanto periférico y marginal. Más allá de su condición de excluido, suele contar con alguna presencia fuerte. Cuando un sistema desgasta su legitimidad y prestigio por diversas razones, los insiders empiezan a perder terreno frente a los outsiders, considerados implícitamente como salvadores del sistema, en parte por su mímesis mayor con las mayorías normales, que así se vuelven modelares, a la inversa de lo que ocurría en el pasado.En momentos de auge del abordaje psicosocial, a mediados de los años 40, David Riesman descubre la imposición progresiva del other-directed social character (carácter dirigido por los otros), que, a diferencia de los que se guían por la tradición o por bondad moral, prefieren guiarse por lo que sus coetáneos contemporáneos dicen y por la adecuación técnica. Estudios de Margaret Mead de los 70 confirman el hecho, llamándolo de co-directed generation. Los llamados superhéroes -que fueron morales y fuertes al menos desde Plutarco hasta mediados del siglo XX- comienzan a mostrar defectos y hasta ganan aceptación cuando no son ‘super-nada’, sino parecidos a las mayorías normales, adalides y representantes del sentido común, de la opinión pública y del imaginario hegemónico.
Elizabeth Noelle Neumann muestra a principios de los 80 la espiral del silencio que controla y regula el estatus, el sentido y la ética hacia los mayoritarios y normales, según un imaginario que cambia hacia un ‘narcisismo de masas’. El superior es envidiado y resentido como orgulloso altivo, en una sospechosamente vociferada admiración por la humildad y la modestia; el modelo ya no es el súper ni las élites sino lo mayoritario normal, lo que es ‘como todos nosotros’ y que no procede ni de los insiders ni de las élites superdotadas. Así como los superhéroes se deprecian, los atractores de votos son quienes no son del establishment, ni del statu quo, ni con vocabulario, estilo comunicacional, vestimenta ni modus vivendi y operandi elitarios y/o insiders. Al respecto, basta seguir la evolución de los cómics, los animés y los cartoons, y su seguimiento por las producciones cinematográficas y de videos y sites de ficción.
El argentino Carlos Menem buscaba ser valorado como piloto de carreras y como futbolista, intentando así prestigio de outsider para los diversos estratos de votantes. Lula representa el triunfo del multioutsider, el del pobre nordestino, luego líder sindical con un dedo amputado y aspecto tan diverso al de las élites políticas odiadas; representa el sueño vicario del outsider triunfador, del que quiere ser élite, pero sin provenir de ellas y encarna la medianía como ideal. Mujica es nuestro adorado outsider, encarnación del narcisismo de masas, de la aspiración no confesa y enmascarada en modestia y humildad, altares de la mediocridad.
Un tipo contemporáneo de outsider deseado es el representado por Trump, cercano a la ‘chance’ de Sartori. El grosero raciocinio es el siguiente: que nos gobierne alguien al que la ha ido bien para que nos contagie su éxito desde el gobierno (el mito paternalista del Estado de Cassirer y Fráncfort). Aquí, en esta voltereta del imaginario, está la porción de chance de Sartori, aunque demasiado cheto para la resentida envidia, mediocre y acomplejada, del outsider other-directed del narcisismo de masas, que parece democrático y humilde-modesto, pero no lo es.