lunes, 15 de julio de 2019

EEUU busca revivir el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) en Venezuela // AN en desacato pretende ingresar a Venezuela en el TIAR // El TIAR: un tratado "herido de muerte" que no podría aplicarse en Venezuela // La OEA: esa cosa tan fea // "El imperialismo mundial está en su fase definitivamente agónica" // El impacto adverso de una invasión a Venezuela sobre el imperio y sus aliados // Vida, pasión y… pronta muerte del Grupo de Lima // URUGUAY: Gerardo Rodríguez (presidente de la Federación Ancap): “Quieren arrebatarnos lo conquistado en derechos y libertades sindicales” // El Poder Judicial de In-justicia por Jorge Zabalza

Analista: EEUU busca revivir el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) en Venezuela
Militares de EEUU
CC BY 2.0 / Expert Infantry / Best Army Photos 2
23:22 08.05.2019URL - SPUTNIK NEWS
CARACAS (Sputnik) — El Gobierno de Estados Unidos está detrás de los pasos que dio recientemente la Asamblea Nacional (de mayoría opositora, declarada en desacato) para reincorporar a Venezuela en el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), dijo a Sputnik el experto en Asuntos Internacionales, Ernesto Wong.
"El TIAR es prácticamente un organismo muerto, pero con esta posición de la oposición, y de ese autoproclamado (diputado opositor Juan Guaidó), que tiene el respaldo de Estados Unidos, pretenden revivirlo y vincular a Venezuela, para invocar ese tratado, y se dé una acción militar contra Venezuela, dirigida por EEUU", expresó.
El profesor de la escuela de Estudios Internacionales de la Universidad Central de Venezuela ha reiterado que los escenarios de la Guerra Fría se están reviviendo en la nación caribeña y el TIAR a su juicio es uno de ellos. Este tratado se firmó en 1947, en pleno comienzo de la Guerra Fría (1947 – 1953), y previo a la creación de la Organización de Estados Americanos (OEA), pero en 72 jamás ha sido aplicado.
"Es una gran contradicción, ha habido momentos más críticos en los países latinoamericanos y no se ha acudido a esa figura para ayudar a estos países, pero como son agredidos por Estados Unidos y es el dominante en el TIAR, no se usa", apuntó.
Radio: Levantamiento en Venezuela: "Una provocación de Estados Unidos para justificar una posterior intervención de su Ejército"
Entre esos conflictos de mayor impacto, hizo referencia a la Guerra de las Malvinas (1982), cuando, destacó, a pesar del ataque de Reino Unido, no se invocó el TIAR, porque Estados Unidos era aliado del país agresor en la Organización del Tratado del Atlántico Norte, y eso primó, por encima del referido tratado.
"El TIAR fue creado para la dominación en América Latina, cuando ocurrió lo de las Malvinas Estados Unidos priorizó la alianza con Inglaterra y se olvidó de América Latina", apuntó. Uno de los artículos (3.1) del TIAR establece que: "un ataque armado por cualquier Estado contra un País Americano, será considerado como un ataque contra todos los Países Americanos, y en consecuencia, cada una de las Partes Contratantes se compromete a ayudar a hacer frente al ataque en ejercicio del derecho inmanente de legítima defensa individual o colectiva que reconoce el Artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas".
Wong presume que el Gobierno estadounidense planea una acción de bandera falsa para promover una intervención y por ello busca que los dirigentes opositores, que la Casa Blanca reconoce como los únicos legítimos, ejecuten esta acción de reincorporar a Venezuela al TIAR.
"A la vez ellos pueden crear una crisis u operaciones encubiertas para invocar el Tratado, para que se involucren los demás países que están en contra, como son los de la Alianza del Pacífico", opinó.
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Sin embargo, recordó que el presidente Hugo Chávez (1954 – 2013) abandonó en 2013 el TIAR, previendo que podría ser utilizado en cualquier momento para argumentar una acción contra Venezuela.
Además, destacó que ni la Asamblea Nacional, ni Guaidó tienen potestad de activar el TIAR o de reincorporar a Venezuela. "Tendría que ser una manifestación del Gobierno constituido y presente y del Estado venezolano con sus poderes, una posición de Estado, no de cualquiera que diga que quiere representar a Venezuela", expuso.
El 7 de mayo el Parlamento acordó comenzar el proceso de reincorporación de Venezuela al TIAR, y durante el debate los diputados se refirieron a una supuesta amenaza militar por parte de países como Rusia, Cuba e Irán.
No obstante, las decisiones de Guaidó como presidente encargado de Venezuela solo son avaladas por Estados Unidos y 53 países, mientras el jefe de Estado, Nicolás Maduro, cuenta con el reconocimiento de la mayoría de los miembros del Movimiento de Países No Alineados, y de Rusia, China, Turquía, México y Uruguay, entre otros.

AN en desacato pretende ingresar a Venezuela en el TIAR

Anteriormente, el Parlamento discutió la Ley Aprobatoria de Adhesión al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) (Foto: Alberto News)
Aunque sus acciones no son vinculantes ante el Estado de Derecho venezolano, la Asamblea Nacional en desacato aprobaría el ingreso de Venezuela al Tratado Interameticano de Asistencia Recíproca (TIAR), un pacto firmado por Argentina, Bahamas, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Estados Unidos, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay y Trinidad y Tobago.
Así lo señaló el presidente del Parlamento venezolano, Juan Guaidó, quien es la cara visible de los intentos de golpe contra el gobierno constitucional de Nicolás Maduro.
También conocido como Tratado de Río, el TIAR es un acuerdo de seguridad colectiva. Fue firmado por primera vez por 21 países en 1947 en el marco de la naciente Guerra Fría. El acuerdo establece que un ataque contra uno de los firmantes es un ataque contra todos los países miembros, al estilo OTAN. Venezuela, México, Bolivia, Cuba y Nicaragua han denunciado el tratado con anterioridad.
Aunque el TIAR no requiere que los firmantes se ofrezcan mutuamente asistencia militar, muchos en el antichavismo ven el tratado como un posible marco legal para una futura intervención extranjera por parte de los Estados Unidos, bajo la excusa de que existe injerencia cubana y rusa en los asuntos internos venezolanos y que no permite una "transición democrática" en Venezuela.

El Parlamento de Guaidó se reincorpora al pacto de defensa interamericano TIAR mientras dialoga en Noruega

Publicado: 29 may 2019 06:33 GMT | Última actualización: 29 may 2019 18:47 GMT - RT
La Asamblea Nacional venezolana, en desacato, restableció la firma del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca, denunciado por Caracas y otras naciones latinoamericanas a raíz de la guerra de las Malvinas.
La Asamblea Nacional de Venezuela, de mayoría opositora, aprobó este martes en primera discusión un proyecto de ley de adhesión al Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), un pacto de defensa militar suscrito a partir de 1947 por la mayor parte de los países del continente americano y que Caracas había abandonado en 2012.
La resolución parlamentaria, aunque aprobada por unanimidad, carece de validez legal por la condición de desacato en que se encuentra ese Poder Legislativo desde 2016, por lo que su efecto jurídico es nulo. 
Sin embargo, los diputados la aprobaron con el propósito de solicitar la "cooperación militar internacional" para atender, según expusieron, la crisis económica en la nación caribeña.
"Es un mecanismo más de salida", dijo el presidente del Parlamento, Juan Guaidó, dos días después de admitir que envió a Oslo una delegación para establecer, con la mediación de Noruega, un diálogo con miembros del Gobierno venezolano, lo que valió el rechazo de otros partidarios de la oposición
Según Guaidó, la idea de regresar al TIAR es mantener en "todos los espacios" el plan de deponer al presidente Nicolás Maduro. Tras la sesión parlamentaria que adoptó la medida, el antichavismo radical se refirió en las redes a esa ley como un paso más hacia la posibilidad de una "intervención extranjera" para resolver la crisis venezolana. 

El TIAR, viejo adefesio

Caracas denunció el TIAR en 2012, al considerar que el tratado perdió "legitimidad y vigencia" cuando el Reino Unido "agredió a Argentina" en la guerra de las Malvinas en 1982, con el aval de EE.UU.   
Para el diputado opositor Ángel Medina, la pretendida "reincorporación" de Venezuela a ese tratado internacional busca que "los países puedan ayudarse entre sí" y, específicamente, "en el caso de Venezuela, incluye la atención humanitaria".
Por su parte, Reinaldo Bolívar, profesor de relaciones internacionales, considera que la oposición parlamentaria intenta "manipular al mundo" con el debate sobre el TIAR y, al mismo tiempo, "está violando el derecho internacional", recogió VTV.
Explicó que para que Venezuela eventualmente regrese al TIAR, el Ejecutivo tendría que solicitar su reingreso, que luego debería ser ratificado por un Parlamento en plenas funciones legales: "En este caso, el Ejecutivo ha ratificado su decisión de mantenerse fuera del TIAR, y además la Asamblea no está facultada para tomar tal decisión". 

El TIAR: un tratado "herido de muerte" que no podría aplicarse en Venezuela

Juan Guaidó, líder opositor vnezolano
© REUTERS / Carlos Garcia Rawlins
23:30 08.05.2019URL SPUTNIK NEWS
No existen argumentos jurídicos ni diplomáticos para una aplicación del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) en Venezuela tal como pretende el líder opositor Juan Guaidó, dijo a Sputnik el experto en Historia Económica Leandro Morgenfeld. Para el analista, se trata simplemente de un intento de "enmascarar" una intervención militar unilateral de EEUU.
En diálogo con Sputnik, Morgenfeld recordó que el TIAR se aprobó en 1947 en una convención en Río de Janeiro. Se trató del primer tratado internacional en materia de defensa, dado que el Tratado del Atlántico Norte que dio surgimiento a la OTAN se concretó recién en 1949.
El acuerdo apuntaba en su origen a "la conformación de un sistema interamericano hegemonizado por EEUU en la segunda posguerra", señaló el analista argentino, docente de la Universidad de Buenos Aires e investigador del Conicet (Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas). En su artículo 3°, el TIAR establece que "un ataque armado por parte de cualquier Estado contra un Estado Americano será considerado como un ataque contra todos los Estados Americanos".
Si eso sucede, prevé el pacto, cada país firmante "se compromete a ayudar a hacer frente al ataque, en ejercicio del derecho inmanente de legítima defensa individual o colectiva que reconoce el artículo 51 de la Carta de las Naciones Unidas".
El TIAR nació con un respaldo importante y en su fundación fue firmado por Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Cuba, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay, Venezuela y EEUU.
En los años sucesivos se sumarían Nicaragua, Ecuador, Trinidad y Tobago, Bahamas y finalmente Canadá, el último en adherir en 1990.
Sin embargo, la amplia participación no garantizó su éxito. En ese sentido, Morgenfeld resaltó que el TIAR "prácticamente nunca se aplicó", excepto en los años 60, a propósito del bloqueo a Cuba y la guerra entre El Salvador y Honduras, "cuando respondía a intereses de EEUU".
El experto apuntó, además, que el tratado quedó "herido de muerte" en 1982, cuando Argentina invocó su aplicación durante la Guerra de las Malvinas pero EEUU se negó a aplicarlo contra el Reino Unido, su aliado en la OTAN.
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"EEUU elige sostener la alianza estratégica con Gran Bretaña, [Ronald] Reagan con [Margaret] Thatcher y prioriza la OTAN sobre el TIAR, que queda herido de muerte y pierde la poca legitimidad que ya tenía".
El proceso de debilitamiento del tratado continuó en las décadas siguientes: México lo abandonó en 2002 y Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Venezuela lo hicieron en 2012. Cuba también renunció formalmente en 2012 pero la exclusión de los ámbitos interamericanos promovida por EEUU ya lo mantenía marginado.
La recientemente anunciada intención de Guaidó de aplicarlo en Venezuela volvió a poner en debate la legitimidad actual del tratado y su conveniencia para la región.
"No hay ninguna posibilidad de aplicar el TIAR en Venezuela y sería simplemente una forma de tratar de enmascarar el pedido que Guaidó ya hizo varias veces de una intervención militar de EEUU", remarcó Morgenfeld.
El experto sostuvo que el opositor venezolano necesita apelar al TIAR porque una intervención militar estadounidense "concita mucho rechazo en Venezuela y en toda América Latina". Bajo el paraguas del TIAR, una acción de EEUU podría disfrazarse como "una acción interamericana".
Según Morgenfeld, algo similar ocurrió en República Dominicana en 1965. Cuando las tropas de EEUU invadieron la isla de forma unilateral, el país norteamericano buscó justificar su accionar creando la Fuerza Interamericana de Paz conformada por la Organización de Estados Americanos (OEA).
El experto argentino recordó, además, que Venezuela fue uno de los países que abandonaron el tratado en 2012, por lo que necesariamente debería solicitar un nuevo ingreso. En ese sentido, apuntó que Guaidó "tendría que, como presidente autoproclamado, convocar a la Asamblea Nacional para que vuelvan a ingresar al TIAR en tiempo récord para después aplicarlo en forma absolutamente arbitraria”.
En efecto, para Morgenfeld la intención de Guaidó "implicaría plantear que hay una agresión de las Fuerzas Armadas Venezolanas contra la autoridad legítima que sería él mismo, según su criterio".
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Un escenario que no dejaría de ser un "conflicto interno", cuando para convocar el TIAR debería configurarse una "agresión externa".
Por tanto, para el experto "no habría, desde el punto de vista diplomático o de jurisprudencia internacional, ninguna posibilidad legítima de invocar el TIAR en el actual conflicto político en Venezuela".
Jugando a aplicar el TIAR

Ana Cristina Bracho

ALAI
Opinión
08/07/2019
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La Asamblea Nacional ha anunciado una nueva estrategia. Tras el fracaso de usar la instancia parlamentaria como sede de un “gobierno de transición” y que se diluyeran en el discurso los artículos 233 y 187 de la Constitución, hoy proponen un debate centrado en darle paso a la aplicación en Venezuela del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) o Tratado de Río.
Al respecto, como ya es común es necesario recordarle a la Asamblea Nacional las normas básicas de nuestra Constitución que entienden que las relaciones exteriores son una facultad del Poder Ejecutivo. Por ende, recaen en el único Presidente de la República, en Nicolás Maduro Moros. Mientras que el Poder Legislativo lo que tiene sobre ellas es una función de control, en el orden de los intereses de la República, que se manifiesta autorizando y/o aprobando determinados actos.
Seguidamente, recordemos que el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) es un pacto de defensa mutua interamericana suscrito en la Conferencia Interamericana para el Mantenimiento de la Paz y la Seguridad del Continente en Río de Janeiro del 15 de agosto al 2 de septiembre de 1947. No todos los estados miembros de la Organización de Estados Americanos lo han firmado y algunos se han retirado.
Por ende, en primer lugar tenemos que recordar que este es un instrumento que existe en el marco de la Organización de Estados Americanos, institución multilateral de la cual Venezuela ya no forma parte aunque el Grupo de Lima y su bancada de diputados venezolanos pretendan que en ese ámbito se produjo una “sucesión” de gobiernos.
Venezuela, insistimos, no forma parte de la Organización de Estados Americanos por la simple razón que nuestras autoridades legítimas solicitaron en 2017 abstraerse de la multilateral, alegando la propia Carta constitutiva de la organización y esperando el lapso previsto en ella para apartarse.
Seguidamente tenemos que recordar que en mayo de 2012, la República Bolivariana de Venezuela se retiró del tratado junto con Bolivia, Nicaragua y Ecuador, siendo que en esa ocasión se produjo un Comunicado Conjunto que explicó las razones que inspiraron esta decisión en los siguientes términos:
El TIAR fue creado como mecanismo de defensa continental colectiva como consecuencia de la Segunda Guerra Mundial y su seguimiento por la Guerra Fría, que condicionó y determinó los instrumentos jurídicos internacionales aparentemente destinados a asegurar la paz y la seguridad dentro del marco geográfico interamericano.
Sin embargo, el TIAR demostró ser un instrumento para responder supuestas agresiones de potencias extracontinentales (Unión Soviética y China), demostrando su inutilidad cuando una potencia colonial extracontinental agredió a Argentina en respuesta a su reivindicación legítima de la soberanía de las Islas Malvinas, Sandwich del Sur y Georgias del Sur, ocasión en la cual un Estado parte del Tratado apoyó la agresión.
En la práctica, el Tratado ha perdido legitimidad y vigencia por lo que los países abajo firmantes anunciamos -en el marco de la 42 Asamblea General de la OEA- que procederemos a la denuncia formal del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (Tiar), con fundamento en el artículo 25 del Tratado.”
Visto así, es la Guerra de las Malvinas el incidente histórico que demostró que Estados Unidos, comprometido en este tratado pero también miembro fundamental de la OTAN utiliza los acuerdos que sostiene en virtud de aquél acuerdo y los prioriza sobre estos. Por lo que el TIAR es tan sólo un mecanismo de la protección de la hegemonía estadounidense en la región.
Por eso, políticamente la oposición pretende demostrar el rechazo a la presencia y ayuda que ha significado a la Revolución bolivariana China y Rusia; al tiempo que busca extender la vida de la difunta relación entre la OEA y Venezuela, en el marco del retiro y de la exigencia de países como Uruguay en la más reciente reunión de la OEA que los “enviados” de Guaidó fuesen retirados del encuentro.
Jurídicamente, nuevamente es una aventura donde la oposición intenta seguir forzando las competencias de la Asamblea Nacional hasta deformarla haciendo de un poder miembro de un Estado, donde todos conviven y colaboran por los fines comunes, el centro de las operaciones para destruirlo.
https://anicrisbracho.wordpress.com/2019/07/08/jugando-a-aplicar-el-tiar/

La OEA: esa cosa tan fea

Por: Elier Ramírez Cañedo
12 febrero 2019 | CUBADEBATE

Ilustración: Vicman/ Facebook.
Con gran clarividencia en 1829 Simón Bolívar advirtió que los Estados Unidos parecían destinados por la providencia a plagar la América de miserias a nombre de la libertad. Luego no sería solo a nombre de la libertad, sino también se utilizarían hasta el presente otros eufemismos como el de “intereses de seguridad nacional” y la defensa de los “derechos humanos”.
Lo cierto es que Estados Unidos logró los objetivos fundamentales de su política exterior hacia América Latina y el Caribe en el siglo XIX: la expansión territorial a costa de más del cincuenta por ciento del territorio mexicano; la posesión de la Florida; hacer permanecer a Cuba y Puerto Rico en manos de España, en espera de la hora oportuna en que pudiera adueñarse de ellas; frustrar los propósitos unitarios de Bolívar y sembrar las discordias y la división entre los países recién independizados de España para conducirlos a la idea del panamericanismo, en la cual Estados Unidos tendría absoluto control; y comenzar a desplazar a Inglaterra del dominio económico de la región. Ya  concluida la Segunda Guerra Mundial en el siglo XX, Washington había logrado la supremacía absoluta en el Hemisferio Occidental.
Fue en ese contexto, en 1948, que surgió la Organización de Estados Americanos (OEA), como instrumento de Estados Unidos para modernizar e institucionalizar su dominación sobre le región latinoamericana y caribeña. Su nacimiento fue bautizado con el derramamiento de sangre del pueblo colombiano, en medio de un levantamiento popular cuyo detonante fue el asesinato del líder progresista Jorge Eliécer Gaitán. El gobierno servil a los intereses de Washington impuesto luego de aquellos acontecimientos sería el único que enviaría tropas a la guerra de Corea para complacer al amo del Norte.
De inmediato comenzó a evidenciarse, que el propósito de la OEA nada tenía que ver realmente con la “unidad y la solidaridad continental” frente a desafíos comunes y “amenazas extra regionales”, sino que constituía una pieza más en el nuevo sistema mundo que surgía en función de satisfacer los intereses hegemónicos de la élite de poder de Estados Unidos. El llamado sistema interamericano, era en realidad parte del sistema de dominación de Estados Unidos. La OEA simplemente constituía una adecuación de la Doctrina Monroe al escenario posbélico. De ahí su inutilidad –más allá de la posibilidad de condenar verbalmente al imperialismo estadounidense- para representar los intereses de los pueblos latinoamericanos y caribeños.
La historia de la OEA no ha sido otra que la del respaldo más infame de gobiernos oligárquicos a los intereses de Washington, o el irrespeto de Washington a la mayoría, cuando esa mayoría ha disentido de sus posiciones, reflejando la falacia de su propia existencia como espacio de concertación entre las Dos Américas. La propia carta de la OEA ha sido vulnerada y los consensos regionales burlados cada vez que Estados Unidos lo ha estimado conveniente.

Repasemos algo de esa historia gris:

1954-: Fuerzas mercenarias organizadas  y apoyadas por Washington invaden Guatemala para derribar al gobierno progresista de Jacobo Arbenz. La OEA se limitó a “dejar hacer” al imperialismo yanqui e ignorar los reclamos legítimos del gobierno de Guatemala que había adoptado medidas de beneficio social, entre ellas la reforma agraria.
1959-1964: Las administraciones de Eisenhower, Kennedy y Johnson utilizaron el marco de la OEA para agredir y aislar a Cuba, bajo los pretextos de “amenaza de penetración del comunismo en el hemisferio occidental” y de la incompatibilidad de la Revolución Cubana “con los principios y propósitos del sistema interamericano”.
1965: Se produce intervención militar de Estados Unidos en República Dominicana, bajo el  precepto de la Doctrina Johnson: no más Cubas en América Latina y el Caribe. Por diferencia de un voto, se aprobó en la OEA una resolución para crear una Fuerza Interamericana de Paz. Por primera vez, bajo el sello de la OEA, se producía una intervención colectiva en un país latinoamericano, violando los principios de no injerencia establecidos en la propia carta de la OEA.
1979: Ante el inminente triunfo de la Revolución Sandinista el gobierno de  Estados Unidos intentó crear una fuerza interamericana de intervención, pero sus esfuerzos se estrellaron contra el rechazo mayoritario de los países miembros de la organización. Para evitar quedar aislado Estados Unidos votó junto a la mayoría una resolución que ratificaba el principio de no intervención.
1982: Frente a la intervención británica en las Isla Malvinas, lejos de aplicar el principio de solidaridad continental establecido en el Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR), Estados Unidos no solo apoyó política y militarmente al agresor, sino que también estableció sanciones económicas contra Argentina.
1983: Estados Unidos con el apoyo de varios países caribeños invadieron la pequeña isla de Granada bajo el pretexto de garantizar la seguridad regional, invocando la carta de la OEA. No fue posible para otros países miembros adoptar una resolución de condena, pero tampoco Estados Unidos pudo contar con la anuencia de la mayoría de los miembros de la OEA.
1989: Con el pretexto de proteger el Canal, restaurar la democracia, proteger la vida de ciudadanos estadounidenses y apresar al general Manuel Antonio Noriega por narcotráfico, los Estados Unidos invaden Panamá. Nuevamente Washington se quedó solo en marco de la OEA, donde la gran mayoría de los países miembros condenaron la intervención. Nuevamente el gobierno estadounidense ignoró olímpicamente a la OEA, poniendo cada vez más en crisis la existencia de la organización.
Años 90: Estados Unidos, ante la evidente crisis de la OEA y con ella del sistema interamericano, diseñó e implementó la idea de las llamadas Cumbres de las Américas. La primera de estas cumbres se celebró en Miami, 1994. El objetivo: establecer un Área de Libre Comercio para las Américas (ALCA). En otras palabras, consolidar la dominación económica sobre nuestra región. En la Cumbre de las Américas celebrada en Mar del Plata, Argentina, en el año 2005, esta iniciativa fue definitivamente enterrada, ante el rechazo de varios mandatorios de la región, entre ellos Hugo Chávez, Néstor Kirchner y Luis Ignacio Lula Da Silva.
Llama la atención que a estas alturas Estados Unidos, con el apoyo de varios gobierno lacayos, pretenda renovar los bríos de ese cadáver putrefacto que es la OEA dentro de su ofensiva de restauración conservadora en la región. Pero la América Latina y el Caribe de hoy ya es otra, el mundo de hoy también es otro. Si bien ha cosechado éxito la arremetida de nuevos gobiernos reaccionarios y de derecha, todavía el presente y el futuro de la región constituye un escenario en disputa. La propia avalancha violenta y descarnada del gobierno de Washington contra Venezuela, Cuba, Nicaragua y Bolivia, demuestra que el imperialismo estadounidense se encuentra en una fase de desesperación por conservar su dominio global, en especial por asegurar el control de lo que consideran su traspatio seguro. Sin duda, Estados Unidos ha entrado de manera irreversible en una etapa de sobredimensionamiento imperial, es decir, tiene más desafíos a su hegemonía que capacidad real para enfrentarlos. Esto puede ser muy peligroso para la humanidad, en especial para América Latina y el Caribe, sobre todo, cuando sabemos qué tipo de halcones son los que hoy habitan y se mueven en torno a la Casa Blanca.
Dentro de ese estado de impotencia nuevamente sale a la palestra la desprestigiada e inservible OEA, con un secretario tan impresentable y sumiso a la élite de poder estadounidense, como pocos ha conocido la historia: Luis Almagro.
Recientemente conocimos que en foro online, este oscuro personaje, junto a la neoanexionista Rosa María Payá, pretenden cuestionarse la nueva Carta Magna debatida ampliamente por el pueblo cubano, en ejercicio soberano y democrático, y que será llevada a referéndum el próximo 24 de febrero. ¿Hasta dónde va a llegar el injerencismo, el mercenarismo y la desfachatez de estos personajes? ¿Hasta qué nivel bajo tierra seguirá enterrándose la OEA por su servilismo a Washington? No lo sabemos. Pero si sabemos de la claridad meridiana de José Martí cuando expresó: “Puesto que la desunión fue nuestra muerte, ¿qué vulgar entendimiento, ni corazón mezquino, ha menester que se le diga que de la unión depende nuestra vida?”  Hoy ese grito de unidad o muerte debemos ponerlo los que amamos la patria grande de Bolívar, Martí, Chávez y Fidel, en función de la defensa de la Revolución Bolivariana, colocada en el epicentro mismo de la geopolítica internacional. Y ante el burdo papel de la OEA en ese escenario recordar el estribillo de la canción de Carlos Puebla:
“Cómo no me voy a reír de la OEA
si es una cosa tan fea
tan fea que causa risa”.

"El imperialismo mundial está en su fase definitivamente agónica"

La bandera de EEUU
CC0 / Unsplash
22:22 16.05.2019(actualizada a las 00:38 17.05.2019) SPUTNIK NEWS
SAN JOSÉ (Sputnik) — El imperialismo que impulsa EEUU se encuentra en su fase terminal y debe recurrir a la guerra para mantenerse con vida, que es lo que está ocurriendo con Venezuela, dijo a Sputnik el analista político costarricense Oscar Barrantes.
"El imperialismo mundial está en su fase definitivamente agónica, y la guerra es su política. Aquí están sus últimas reservas de recursos naturales, su último espacio de colonización, su último espacio vital desde su perspectiva de dominio; desde esa óptica nos tenemos que explicar la agresividad y la guerra en todas sus formas sobre Venezuela", explicó Barrantes.
El analista integra el Círculo Bolivariano Yamileth López, grupo costarricense de solidaridad con Venezuela; y también forma parte del movimiento Manos fuera de Venezuela.
Barrantes dijo que el país caribeño es víctima de una "guerra híbrida" promovida por EEUU y que tiene el apoyo de la Organización de los Estados Americanos y el Grupo de Lima. "Es una guerra no convencional en términos de la aplicación de una guerra psicológica, mediática, en el campo diplomático, en el hostigamiento político a través de la OEA y el Grupo de Lima, y los constantes intentos de desvirtuar la legitimidad de los procesos electorales", afirmó el analista.
"Todo esto conforma lo que podemos llamar una guerra híbrida, multifacética [que se lleva a cabo] por diferentes flancos", añadió.
Barrantes cuestionó la "absolutización" de la vía electoral por parte de los gobiernos progresistas de la región, que han caído "en la trampa del marketing electoral".
En esta línea Barrantes aseguró que hay que hacer una "separación indiscutible" entre "la revolución bolivariana" en Venezuela y los gobiernos de izquierda que estuvieron al frente del Poder Ejecutivo en Argentina, Brasil, Ecuador y Uruguay durante los primeros 15 años de este siglo. "Aparte de que se abandonó la lucha, se abandonaron métodos fundamentales de la lucha popular, como la crítica orgánica necesaria, la autocrítica; eso no es una actitud de deslealtad, al contrario, es una fortaleza de la unidad. Claro que la crítica tiene que ser orgánica, no un ataque virulento desde la perspectiva de la burguesía o el imperialismo; es un planteamiento para dar un salto cualitativo", explicó el analista.
Más aquí: EEUU "no tiene moral" para aplicar el TIAR en Venezuela
"Creemos que parte de la gran debilidad de esos procesos y por lo cual terminan cediendo a las campañas del imperialismo, a los procesos electorales del marketing electoral, es precisamente porque se pierde el apoyo de los más humildes", continuó Barrantes.
El integrante del movimiento "Manos fuera de Venezuela" dijo que en este escenario se vuelve "central" definir la "trascendencia" de la revolución bolivariana en el país caribeño. "La defensa de esa revolución es un factor relevante para la continuidad del proceso de cambio en América Latina", sostuvo Barrantes.
El Círculo Bolivariano Yamileth López es parte del movimiento de solidaridad con Venezuela y con su Gobierno, "el único legítimo, constitucional y democrático" del país caribeño, según el analista.
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Yamileth López fue una joven costarricense, militante del partido Vanguardia Popular, sucesor del Partido Comunista de ese país, quien murió el 25 de julio de 1983, a los 27 años, mientras combatía en Nicaragua en defensa de la Revolución Sandinista.

El impacto adverso de una invasión a Venezuela sobre el imperio y sus aliados

Por Carlos E. Lippo
KAOS EN LA RED - Publicado en: 23 febrero, 2018
de perpetrar su inexorable invasión el imperio estaría en vías de generar un gigantesco Vietnam en nuestra región
“Toda concepción nacida de la impaciencia y destinada a obtener una victoria rápida es solo un gran error; fue necesario ganar miles de pequeñas luchas para convertirlas en una grandiosa victoria” . General Vo Nguyen Giap, gran líder de la epopeya vietnamita
Una de las primeras ocasiones en las que el Comandante Chávez señase que la revolución bolivariana era pacífica y democrática mas no desarmada, fue el 13 de abril de 2003, en su discurso del acto de clausura del “Foro con la revolución” (1), evento internacional que reunió a dirigentes políticos y sociales venidos de los cinco continentes, celebrado en Caracas para conmemorar el primer aniversario de la victoria de la revolución bolivariana sobre los golpistas del 11 de abril de 2002.
En esa oportunidad señaló también que la misma frase ya la había pronunciado en una transmisión en cadena nacional de medios, en respuesta a un dirigente opositor que había dicho que a Chávez le iban a aplicar la fórmula que le aplicaron a Allende; y es que Chávez nunca se cansó de decir que lo lamentable de aquel proceso revolucionario liderado por Salvador Allende en Chile a comienzos de los años setenta, no es que haya sido pacífico y democrático, sino que estuviese desarmado.
Esta muy temprana advertencia de Chávez ha sido desoída tanto por el imperio como por sus títeres de la contrarrevolución venezolana, que llevan ya casi dos décadas tratando de defenestrar a la revolución bolivariana, subestimando de esta forma las potencialidades de nuestra unión cívico-militar; sin embargo, los jefes del pentágono tomaron tempranamente la previsión de no continuar vendiendo armas a Venezuela, así como la de obstaculizar la venta de cualquier artilugio bélico o sospechoso de serlo fabricado por cualquiera de sus aliados de la OTAN, como es el caso de la venta de unos aviones de transporte y unas lanchas patrulleras de doble propósito contratada con el gobierno español (2).
Es emblemático el caso de los incumplimientos contractuales derivados de la adquisición de los aviones F-16, comprados a EEUU en la década de los ochenta por medio de contratos que garantizaban el suministro de repuestos durante toda su vida útil, denunciado públicamente por el Comandante en noviembre de 2005, con las siguientes palabras: “Nos vendieron esos aviones y bien caros además, y ahora no les da la gana de vendernos los repuestos, retardan, mandan los repuestos que no son, cualquier tipo de artimaña para tratar de llevar nuestros aviones F-16 a la inoperatividad” (3).
Que la revolución bolivariana es una revolución armada es algo evidente a partir del hecho de que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB), eje fundamental de la unión cívico-militar que la sustenta, logró liberarse casi desde sus inicios del tutelaje militar gringo y se mantiene accionando bajo su propia doctrina, que no es el caso de aquellos países de la región que aún se mantienen bajo el tutelaje militar gringo a través del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR).
También se evidencia a partir del actual equipamiento de la FANB, inspirado en su nueva doctrina y en aquel principio latino que establece: “si quieres la paz, prepárate para la guerra”, que hace de ella, aunado a sus frecuentes ejercicios y maniobras, una de las de mayor apresto operacional de la región; siendo oportuno hacer notar que unos de estos ejercicios a ser realizados en unión cívico-militar,  las operaciones de defensa multidimensional integral del territorio nacional denominadas “Independencia 2018”, estarán celebrándose durante el sábado y el domingo de la presente semana (4).
Sólo a manera de referencia consideramos oportuno apuntar a continuación, algunas de las más relevantes características técnicas de la  FANB:
•       Una aviación que es considerada la más poderosa de la región latinoamericana desde el punto de vista técnico, por contar con 24 Sukhoi 30 MK2l.
•       Una armada equipada con unidades de origen estadounidense, italiano y español, que si bien no es la más poderosa de la región, ha incrementado el arrojo y la pericia marinera que hizo posible que en agosto de 1987 una simple patrullera pusiese en fuga a la corbeta colombiana Caldas, violadora de las aguas del Golfo de Venezuela, con sólo haberse mantenido navegando en su “cono de sombras”.
•       Un ejército de tierra conformado con más de 120.000 combatientes activos equipados con el rifle de asalto AK 103; con alrededor de 200 tanques rusos T-72BM1, de comprobada efectividad en la protección y defensa de áreas urbanas; y dotado del más poderoso sistema de defensa aérea de la región, desarrollado con la asistencia de Rusia y conformado por brigadas de misiles S-300 y de misiles antiaéreos Igla-S y Super Igla.
•       Unas Fuerzas de Acciones Especiales (FAES), a las que habría que añadir las unidades de élite de igual naturaleza adscritas a la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) y al Servicio Bolivariano de Inteligencia (SEBIN).
•       Una población civil organizada que es la mayor de la región y está adscrita a los siguientes cuerpos: La Milicia Nacional Bolivariana, conformada por más de 350.000 efectivos, equipados con el fusil automático ligero FN-FAL, de fabricación belga, en su gran mayoría, y con el fusil ruso Mosin-Nagant M91/30, en el caso de las milicias campesinas; los Cuerpos de Combatientes, conformados por unos 30.000 efectivos, trabajadores de instituciones y empresas; y las Unidades de Batalla Bolívar – Chávez (UBCh), unas 14.000 a nivel nacional, con una conformación promedio de 40 militantes cada una. Ante tamaño despliegue de población civil organizada y armada en favor de la revolución, consideramos pertinente formular la siguiente pregunta: ¿Cuántos gobiernos de la región, de los que más nos adversan, se mantendrían en el poder ante la presencia de unas fuerzas equivalentes en sus respectivos territorios?
Desde luego que el imperio debe tener pleno conocimiento de las características antes señaladas, hasta con un mayor grado de detalles, siendo ésta la única causa a juicio nuestro, de que no se planteen invadirnos en solitario, sino que persistan en la idea de conformar una fuerza multinacional para hacerlo; decimos esto basados en la opinión de John Pilger, famoso periodista australiano que ha actuado como corresponsal de guerra en conflictos tan álgidos como los de Vietnam, Camboya, Egipto, India, Bangladésh y Biafra, quien recientemente señalara: “… Washington sólo invade países indefensos, y Venezuela no está indefensa…” (5).
Entrando finalmente a considerar el impacto adverso que sobre el imperio habría de comportar una intervención militar de Venezuela, hemos considerado conveniente el comenzar a hacerlo a partir de los señalamientos más relevantes de un reciente artículo publicado en “Foreing Affair”, titulado en inglés “What Would a U.S. Intervention in Venezuela Look Like?”: Risky, Expensive, and Counterproductive (6).
Siendo oportuno señalar que, como es sabido por muchos la citada revista es una publicación bimensual  del “Consejo de Relaciones Exteriores”, que es una organización estadounidense fundada en 1921, declarada sin fines de lucro, especializada en la política exterior y en los asuntos internacionales de los Estados Unidos, que cuenta entre sus miembros a políticos de alto rango, a más de una docena de exsecretarios de estado estadounidenses, exdirectores de la CIA, banqueros, abogados, profesores y figuras de los medios de comunicación.
Según nuestra traducción, el autor del citado artículo en su empeño por alertar sobre la inconveniencia de una intervención militar como la preanunciada por Trump en agosto pasado, señala de manera lapidaria y entre muchos otros argumentos, los siguientes: superar a los partidarios de Maduro y controlar las secuelas de la intervención requeriría una fuerza de alrededor de 200.000 personas: 20.000 más que la coalición liderada por los EE UU para invadir a Irak en el 2003; usar la fuerza contra Venezuela minaría los otros compromisos militares de los EE UU, presionando fuertemente sus finanzas y alejando a sus efectivos de problemas mucho más importantes para su seguridad, siendo poco probable que Trump y quienes apoyan una intervención comprendan el alcance de tales costos; es difícil predecir cuántas vidas y cuánto dinero se perdería en una intervención estadounidense, aunque las cifras no serían irrelevantes, especialmente si los EE UU invadieran Venezuela y luego tratasen de estabilizarla; el uso de la fuerza en Venezuela redirigiría la atención y el poder de los EE UU de los asuntos más importantes para su seguridad y colocaría una carga innecesaria en sus ya sobrecargados militares, en momentos en los cuales el Pentágono está ocupado gestionando operaciones en áreas desde Irak y Siria hasta el oeste de África y el mar del sur de China; y finalmente, si Corea del Norte o Irán creyesen que EE UU estaba preocupado con una operación en Sudamérica, esos estados podrían asumir riesgos que de otra forma no asumirían, amenazando los intereses de Estados Unidos en el noreste de Asia y Medio Oriente. Y añadiríamos nosotros, éstos serían sólo los costos de la invasión en materia militar.
En relación al impacto económico el mismo artículo señala que al interrumpir las actividades de la industria petrolera venezolana, una intervención militar estadounidense aumentaría los precios globales de los hidrocarburos. Añadiríamos nosotros que tal hecho es particularmente grave en una año como el 2018, en el cual EE UU si bien habría de alcanzar un record de producción (10 millones de barriles diarios), deberá importar casi la misma cantidad para desarrollar sus actividades productivas y de servicios, más unos 700 millones diarios adicionales para el mantenimiento de su reserva estratégica, una parte importante de la cual debería provenir de Venezuela; siendo oportuno recordar que al inicio de la invasión de Libia, en marzo de 2011, el precio del petróleo ascendió a valores extremadamente cercanos al máximo histórico de 120 US $/barril registrado en febrero de 2014 (7).
En materia política, el artículo de marras es enfático en señalar que una intervención militar tendría un alto costo para la influencia de los Estados Unidos en el Hemisferio Occidental. Recurrir a la fuerza provocaría una reacción muy fuerte, incluso de los socios más cercanos de Washington, ya que al recordar a los estados de la región la historia de EE UU de intromisión en sus asuntos, Washington perdería su taimada imagen de buena voluntad y, con ello, la oportunidad de trabajar con ellos en asuntos que les importan a todos en el hemisferio, desde tratar el crimen transnacional hasta tratar de integrar la llamada “infraestructura energética de las Américas”.
El impacto adverso sobre los aliados del imperio, en especial sobre aquellos aliados regionales que se plegasen a su exigencia de integrar la fuerza militar invasora no sería menos terrible; dado que:
•       Las maltrechas economías de la mayoría de ellos, en especial las de aquellos que no son exportadores de petróleo como Méjico y Brasil, y la de Colombia que sólo exporta el petróleo que extrae de contrabando desde Venezuela, se verán fuertemente afectadas por el incremento global del precio de los hidrocarburos, por el incremento de sus propios gastos militares y por el inevitable quebrantamiento de los flujos de comercio regionales.
•       La extremadamente precaria paz interior de la mayoría de ellos, en especial la de Colombia actualmente en vías de ser reconstruida con base en los acuerdos de paz suscritos con las FARC, se vería seriamente comprometida, no siendo nada descartable que en ese vecino país surgiese una fuerza de retaguardia contra la invasión conformada por los combatientes del Ejército de Liberación Nacional (ELN) y los de los no menos de 12 frentes de las FARC que no se acogieron a dichos acuerdos.
•       A pesar de la desmesurada campaña mediática que ha llegado a alcanzar niveles realmente xenofóbicos en países como Colombia, Perú, Chile y Panamá, no es nada difícil que se produzcan en el seno de sus sociedades, corrientes de voluntarios para la defensa mediática y física de Venezuela, similares a las que con toda seguridad se habrán de producir en los países miembros del ALBA-TCP, agudizándose las contradicciones de clase que habrán de generar una polarización extrema a partir de la cual desaparecerían tanto los centros políticos como las llamadas “izquierdas light”, que siempre han sido oportunistas y vivido de fuentes occidentales.
En resumen, creemos que de perpetrar su inexorable invasión el imperio estaría en vías de generar un gigantesco Vietnam en nuestra región, sólo que esta vez mucho más cerca de sus fronteras de lo que sus estrategas militares lo pudieran desear. ¿Se arriesgarán a hacerlo nuevamente en esta oportunidad?
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Patria o muerte!
¡Venceremos!

(1)     http://www.todochavez.gob.ve/todochavez/2606-intervencion-del-comandante-presidente-hugo-chavez-acto-de-clausura-del-foro-con-la-revolucion
(2)     http://www.offnews.info/verArticulo.php?pageNum_rsRelacionadas=1&totalRows_rsRelacionadas=2783&contenidoID=887
(3)     http://www.emol.com/noticias/internacional/2005/11/27/203070/chavez-eeuu-busca-llevar-f-16-venezolanos-a-la-inoperatividad.html
(4)     http://www.laiguana.tv/articulos/82687-fanb-realizar-ejercicio-civico-militar-febrero
(5)     http://www.telesurtv.net/news/Chomsky-y-Pilger-Si-Venezuela-cae-la-humanidad-cae-20170813-0024.html
(6)     https://www.foreignaffairs.com/articles/venezuela/2017-11-08/what-would-us-intervention-venezuela-look
(7)     https://elpais.com/economia/2011/03/21/actualidad/1300696383_850215.html
celippor@gmail.com
Caracas, febrero 20 de 2018

Vida, pasión y… pronta muerte del Grupo de Lima

Cumbre del Grupo de Lima (archivo)
© AP Photo / Martin Mejia
23:39 15.06.2019 - SPUTNIK NEWS
Sergio Rodríguez Gelfenstein
Sergio Rodríguez Gelfenstein
En 1945, al finalizar la Segunda Guerra Mundial, se constituyó un nuevo sistema internacional que daba cuenta de la correlación política de fuerzas en el planeta, pero que en gran medida respondió a la imposición de EEUU, el gran vencedor en la conflagración, sobre todo porque su territorio no fue tocado y su aparato industrial estaba intacto.
También concurrieron a la creación de esta situación la mínima cantidad de bajas que sufrió ese país en comparación con Europa y China y su participación de última hora (menos de un año) en la verdadera guerra que fue la que se desarrolló en Europa, a pesar que ha querido magnificar hasta hoy el carácter de las acciones bélicas contra Japón en el Pacífico y Asia.
Así, Estados Unidos modeló el mundo a su medida sin poder evitar que la Unión Soviética y China jugaran un papel protagónico, la primera por su gran potencial económico y su participación decisiva en la guerra, y China, que a pesar de haber quedado devastada tras 14 años de ocupación japonesa, hizo valer sus 540 millones de habitantes (más del 20% de la población mundial) para incorporarse a la nueva instancia de poder global: el Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Estados Unidos añadió a sus dos aliados europeos: Gran Bretaña y Francia. De esa manera quedó configurado el verdadero poder mundial que vino a ser complementado en 1949 con la creación de la Organización del Atlántico Norte (OTAN), brazo militar de Estados Unidos en el mundo, en alianza con países militarmente subordinados. Escucha: EEUU y sus aliados pretenden reescribir la historia de la II Guerra Mundial 
Pronto, tal estructura tuvo su correlato en América Latina, solo que en su área de influencia directa, Estados Unidos no tuvo cortapisas para diseñar un 'traje a su medida', que se hizo efectivo tras el surgimiento del Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) en 1947 y la Organización de Estados Americanos (OEA) en 1948, lo cual concretó el ancestral sueño panamericano basado en la Doctrina Monroe.
Así como la Organización de Naciones Unidas (ONU) fue creada por 51 Estados, la OEA fue creada por 21, pero al ser expulsada Cuba en 1962 redujo su membrecía a 20 países. Los procesos de descolonización y desmembramiento produjeron una explosión de crecimiento que llevó a que hoy la ONU tenga 193 integrantes y la OEA, 34, tras la salida de Venezuela en abril pasado. En el caso de la OEA, estos países a los que se agregó Canadá en 1989 acompañaron a Estados Unidos en casi todas sus acciones intervencionistas y violatorias del derecho internacional a lo largo de cinco décadas. México, tuvo la gloria de haber sido el único país en no haberse plegado a la decisión del organismo de romper relaciones con Cuba.
Noticia relacionada: Venezuela abandona la OEA y lo celebra con una gran marcha chavista en las calles de Caracas
La OEA sirvió durante décadas para justificar, dar soporte, apoyar y coordinar acciones que sirvieron para que Estados Unidos cometiera todas sus satrapías en la región. Ningún país que tenga un gobierno decente puede dar argumento alguno que explique las razones de su permanencia en esa instancia del Gobierno de Estados Unidos que tiene forma de organización internacional.
Sin embargo, el proceso de descolonización que vivió el planeta a partir de la década de los años 60 del siglo pasado también llegó al Caribe, países pequeños pero con una clase política que salvo contadas excepciones, posee una alta formación política, cultural y educativa, un fuerte orgullo nacional y una honra y dignidad a toda prueba, produjeron una transformación en la correlación de fuerzas regional en favor de la democracia, la solidaridad, la humanidad y el respeto al derecho internacional y a la buena convivencia entre naciones. Los países grandes de América del Sur se dieron cuenta que existían cuando fue necesario recurrir a ellos para conseguir votos que necesitaba alguno de sus personeros, a fin llegar a la máxima jerarquía dentro de la OEA o a otro cargo de elección en un organismo internacional. Además: "EEUU busca convertir a Latinoamérica y Caribe en zonas de conflicto"
Antes que la OEA, el TIAR feneció cuando quedó expuesta la falsedad de sus sustentos durante la guerra de las Malvinas en 1982 en la que a Estados Unidos convenientemente se le olvidó la Doctrina Monroe poniéndose del lado de la potencia extra continental agresora, solo que en este caso se trataba de su principal aliado, criterio suficiente para dar aval a la embestida británica.
Posteriormente, la OEA también comenzó a desmoronarse, los países del Caribe y otras naciones que en ese momento tenían Gobiernos independientes en la región, presionaron hace exactamente 10 años, en junio de 2009, hasta que la OEA tuvo que aceptar la reintegración de Cuba al organismo de donde —como se dijo antes— fue expulsada ignominiosamente en 1962. Pero a la isla de Martí y de Fidel, poseedora de una política exterior independiente y soberana, no le interesó volver a formar parte de ese engendro imperial. Su cancillería comunicó : "Cuba no ha pedido ni quiere regresar a la OEA, llena de una historia tenebrosa y entreguista, pero reconoce el valor político, el simbolismo y la rebeldía que entraña esta decisión impulsada por los Gobiernos populares de América Latina".
Estados Unidos se dio a la tarea de buscar un secretario general que viniera de las filas de quienes aparentemente no eran sus aliados para darle un barniz progresista a la institución. Lo encontró de la mano de la superficialidad y banalidad habitual de José Mujica quien propuso a su ministro de relaciones exteriores. Como es habitual, los renegados y traidores suelen actuar con más saña y alevosía que los abiertos enemigos. Parafraseando a Silvio Rodríguez, este tipo de alimañas necesitan "buscarse un rinconcito en sus altares", es decir, en los altares imperiales.
Luis Almagro se plegó rápidamente al ideario de la Administración Trump que se ha propuesto violentar el derecho intencional y la propia estructura del sistema global y americano. En su alienada ambición de destruir a Venezuela, Almagro, ni siquiera escatimó en atropellar la propia Carta de la organización que dirige en el objetivo de lograr una expulsión que justificara legalmente la invasión armada a la República Bolivariana. Después de intentarlo todo sin éxito, se vio obligado a aceptar que el objetivo no había podido ser cumplido y acató sin inconvenientes que Estados Unidos creara una nueva instancia que se encargara de hacer lo que la OEA no pudo. Así nació el Grupo de Lima bajo la idea de la inminente caída del Gobierno de Venezuela. Tema relacionado: Dichos de Almagro sobre Venezuela contradicen "vocación nacional"
17 países a través de diferentes modalidades se subordinaron a Estados Unidos después que este les ofreció participar de la rapiña que sobrevendría a la caída del Gobierno de Venezuela. Poco a poco algunos se fueron retirando al observar que la realidad marchaba en dirección contraria a lo que Estados Unidos les había prometido. Los caribeños que participaron de este inédito método de cartelizar la política, propia de organizaciones mafiosas y de delincuentes dieron progresiva marcha atrás.
Solo quedaron los 12 apóstoles que a diferencia de los que estaban con Cristo, se trataba de 12 Judas escuchando a su redentor que en este caso era el dios del mal, de la muerte, del envilecimiento, de la agresión, del avasallamiento y del dolor para la mayoría de los pueblos de la humanidad.
Resulta interesante, observar qué ha pasado con ellos. Entre los creadores del engendro estaban los mexicanos Enrique Peña Nieto y su canciller Luis Videgaray, de este nadie se acuerda, Peña Nieto solo sale en los medios por el rompimiento de su acuerdo matrimonial con Televisa, que lo obligó a casarse con una actriz de esa empresa a cambio de hacerlo presidente. Andrés Manuel López Obrador hizo retornar la política exterior de su país a su accionar jurídico tradicional de respeto al 'derecho ajeno' para construir la paz, alejándose en los hechos del Grupo de Lima.
Sigue aquí: "Grupo de Lima pretende dividir América Latina para entregarla a EEUU"
El anfitrión del evento en agosto de 2017, Pedro Pablo Kuczynski no pudo cumplir su cometido, ni siquiera a pesar que se inventara una Cumbre de las Américas contra la corrupción a fin de ocultar sus propias acciones delincuenciales que hoy, después de menos de dos años en el cargo, lo tiene preso preventivamente para investigar sus actos al margen de la ley.
Juan Manuel Santos, el expresidente colombiano, hoy está más preocupado de su enfrentamiento con su mentor Uribe que de otra cosa. De su canciller, María Ángela Holguín, quien usó el cargo más para satisfacer anhelos personales que otra cosa, desapareció de la memoria de la mayoría. Tal vez, sus 'virtudes' no sirven al margen de la responsabilidad gubernamental. A Michelle Bachelet, por servicios prestados, Estados Unidos le regaló un cargo en la ONU donde sigue sirviendo a su amo. Su canciller y principal activista del grupo de Lima, dirige un 'partiducho', cuya ideología está basada en el oportunismo político para obtener cargos públicos. Tras intentar transformarse en adalid de la guerra contra Venezuela y del libre comercio por órdenes de sus mentores en Washington, pulula sin éxito por los pasillos que transita la putrefacta clase política de su país.
Escucha: Venezuela denomina al Grupo de Lima "Grupo de Washington" 
Es cierto que Bachelet y Santos fueron sustituidos por satrapías similares en sus respectivos países, los nuevos cancilleres dan pena. El colombiano Carlos Holmes Trujillo, llegó al ridículo de pedir apoyo a Rusia, China y Cuba para derrocar a Maduro, lo cual, como ha reconocido públicamente el propio presidente Duque es una obsesión personal que lo persigue. Holmes Trujillo llegó hasta el extremo de viajar a Moscú para convencer a su colega Serguéi Lavrov de la necesidad de cambiar el Gobierno de Venezuela por vías distintas a las electorales. La respuesta negativa de Rusia fue contundente. El presidente Vladímir Putin no perdió el tiempo y no recibió al uribista.
Por su parte, Roberto Ampuero, que tanto empeño puso en poner a Chile en la vanguardia de la conspiración antivenezolana fue amargamente expulsado del gabinete del presidente Piñera y de su puesto como canciller. Ampuero junto a otros cinco ministros ha tenido que cargar con la responsabilidad por la abrupta caída del apoyo popular a Piñera que en la última encuesta llega solo a 26%, 15 puntos menos que en la anterior medición. El presidente le atribuye a Ampuero el fracaso de la operación Cúcuta del 23 de febrero cuando le aseguró que tras la entrada de la ayuda humanitaria a Venezuela, las fuerzas armadas se iban a quebrar y se podría instalar a Guaidó en el Gobierno del país. Piñera se empeñó personalmente en tal despropósito y no ha podido superar el ridículo que le hizo pasar su canciller. La cara de circunstancia que mostró junto a Duque y Guaidó al día siguiente de la fallida invasión a Venezuela, fue clara expresión de su convicción de que Ampuero era un incapaz que debía ser removido, solo había que esperar el mejor momento para que pasara inadvertido. Y ese momento llegó esta semana. Ampuero se fue con más pena que gloria.
Mientras tanto, como dijo un importante dirigente de la oposición venezolana: "Si alguien llama por teléfono a Miraflores, el que contesta es Maduro".

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK Y LOS TEXTOS ESTÁN AUTOEDITADOS POR LOS PROPIOS BLOGUEROS

URUGUAY

Fernando Ferreira (FOEB): “En medio de las negociaciones bajaron la cortina”  

Viernes, 12 Julio 2019 11:00 - PORTAL PIT-CNT

Fernando Ferreira (FOEB): “En medio de las negociaciones bajaron la cortina”
En un contexto laboral complejo y con niveles considerados “preocupantes” en materia de desocupación en el departamento de Salto, la empresa distribuidora de los productos Cofuesa (ex Urreta) cerró su depósito y envió a todos sus trabajadores al seguro de desempleo. Si bien hay prevista una instancia de diálogo para el próximo 22 de julio, en el ámbito de la Dirección Nacional de Trabajo (Dinatra), la Federación de Obreros y Empleados de la Bebida (FOEB) no es optimista sobre lo que pueda suceder en esa instancia, como consecuencia de los hechos consumados que la empresa ya impuso. Incluso no se descarta que en dicha instancia la empresa concrete oficialmente los despidos de los 11 trabajadores.
En diálogo con el Portal del PIT-CNT, el presidente de la FOEB, Fernando Ferreira, explicó que el anuncio sorprendió a los trabajadores porque se encontraban en pleno proceso de negociación. “En medio de las negociaciones y dentro del marco de acuerdo de los 45 días la empresa bajó la cortina, le otorgó la distribución a otra empresa y enviaron a todos los trabajadores al seguro de paro”. Así las cosas, Ferreira lamentó que en este momento y de manera imprevista “once familias estén sin trabajo” y adelantó que desde la Foeb se mantendrán conversaciones con el Instituto Nacional del Cooperativismo y con otros actores “para que estos trabajadores puedan formar una cooperativa y desarrollar su trabajo de distribución con algunas otras empresas de Salto”. Al respecto, Ferreira admitió que los índices de desocupación en el departamento “son preocupantes” y según cifras que maneja la FOEB, el desempleo ronda el 20% “aunque cuando uno camina por la ciudad eso no se nota, hay mucho movimiento aunque tal vez se deba a que en Argentina también están de vacaciones” y eso haya contribuido al arribo de turistas. “La ciudad de Salto no parece estar en crisis” aseguró. “No parece una ciudad caída ni mucho menos, la imagen que nos llevamos nosotros es de una ciudad dinámica con el sector gastronómico funcionando muy bien y mucha gente en las calles”.
Por último, el presidente de la FOEB adelantó al Portal que más allá de las escasas expectativas depositadas en la próxima instancia que se llevará a cabo en la Dinatra, la Federación continuará desarrollando las gestiones para encontrar una vía laboral cooperativa alternativa para los trabajadores que hoy se encuentran en el seguro de desempleo.

Con el presidente de la Federación Ancap

Gerardo Rodríguez: “Quieren arrebatarnos lo conquistado en derechos y libertades sindicales”

El presidente de la Federación Ancap, Gerardo Rodríguez, advirtió que “los trabajadores somos la variable de ajuste” y “el desafío más grande de la clase obrera en estos momentos es fortalecer la organización”, agregó en entrevista con Caras y Caretas.
9 julio, 2019 - CARAS Y CARETAS
¿Cuáles diría que son hoy las principales preocupaciones de la central obrera, a 53 años de su fundación?
La ofensiva de la derecha en la región y las últimas denuncias que han planteado las organizaciones empresariales ante la Organización Internacional del Trabajo son algunas de ellas. La derecha viene por todo en momentos en que hay un contexto internacional en el que los productos nacionales registran menores precios y que se ha reducido la inversión extranjera directa porque las tasas de retorno son menores. En este marco de enlentecimiento, los trabajadores somos la variable de ajuste y quieren arrebatarnos todo lo conquistado en materia de derechos y libertades sindicales, así como en materia de negociación colectiva.
¿Qué expectativa tiene el Pit-Cnt en relación al próximo gobierno?
Puedo hablar en forma personal. Creo que es muy importante el signo del próximo gobierno, ya que tenemos una vulnerabilidad muy grande porque en el caso de la Federación Ancap, la derecha está impulsando la caída del monopolio de los combustibles, en contra de la voluntad popular. Y esa herramienta que plantean como una vía para rebajar los combustibles no es real. En otro momento han tratado de privatizarla, como intentaron hacer con otras empresas públicas. Y en los años 2001 y 2002 intentaron ir por la asociación, que era una especie de privatización encubierta, pero se encontraron con la muralla del sindicato y de la población. Hoy existe un nuevo embate de parte del neoliberalismo para lograr la caída del monopolio y la privatización del ente. Pero también en un escenario de triunfo de la izquierda vamos a tener dificultades, por lo que el desafío más grande de la clase obrera en estos momentos es fortalecer la organización, para poder resistir los embates que vengan.
¿Cómo es hoy la relación del sindicato de Ancap con las autoridades del ente?
Este es sin dudas el peor momento de nuestro relacionamiento; se ha deteriorado mucho y prácticamente no hay diálogo. Lo que está sucediendo ahora, con la aplicación de descuentos al amparo de la ordenanza 401, nos ha dificultado encontrar los caminos de encuentro. Les hemos propuesto una especie de autorregulación de conflictos, pero no se ha logrado un marco de acuerdo. En función de la actividad que desarrollamos -el manejo de los combustibles-, deberíamos tener condiciones para asegurar el suministro y los servicios estratégicos del país, como es el caso de la conectividad, el aeropuerto, el turismo o los sectores productivos e incluso la población en general.
Lo hemos dicho recurrentemente, nosotros no buscamos desabastecer al país, pero también debemos tener la posibilidad de realizar un conjunto de medidas que no sean pasibles de una sanción por parte de las autoridades. En forma arbitraria y discriminatoria, nos han aplicado sanciones sin tomar en cuenta que los trabajadores lo único que hicieron fue negarse a realizar determinadas tareas. Es algo que no podemos aceptar bajo ningún concepto.


EL PODER JUDICIAL DE IN-JUSTICIA
por Jorge Zabalza
Un montón de gente fue a solidarizarse con Mariana Mota el 15 de febrero de 2013, era unánime el rechazo a la maniobra de trasladarla a un juzgado civil para enlentecer decenas de procesos por delitos de lesa humanidad. 
La concentración venía siendo muy tranquila hasta que los supremos del poder judicial se espantaron con la indignación que había provocado su arbitrariedad y pidieron a la policía que desalojara el sagrado recinto. Ni lerdos ni perezosos, los milicos se colocaron sus escafandras y chalecos antibala y comenzaron el operativo “empujón” con palos y escudos.
A nadie le gusta que le metan la pesada, por muy institucional que sea, menos todavía cuando se supone que se está en el templo de la justicia. Se dejaron oír desafinados coros con viejas consignas y hubo forcejeos, nada de fuerza ni violencia, reconoció después la jueza Graciela Merialdo. Finalmente, aplastadas por el muro de plástico y rostros pétreos, la gente terminó yéndose, de mala gana, por cierto, pero el edificio quedó “despejado”, como dicen en las series policiales.    
El fiscal Gustavo Zubía eligió arbitrariamente a siete manifestantes de un total de 300 y los acusó judicialmente: Irma Leites, Patricia Borda, Aníbal Varela, Eduardo, Diego y Álvaro Jaume y Jorge Zabalza. ¡Qué puntería la del fiscal! Se trataba de criminalizar la manifestación de solidaridad y de desalentar la lucha por Verdad y Justicia.
En realidad, Zubía actuaba con el respaldo de la Suprema Corte, en particular de Jorge Ruibal Pino, presidente del egregio cuerpo, quien afirmó que la Suprema sería la muralla donde se detendría la lucha por juzgar los crímenes de lesa humanidad. Con su muralla para violar el derecho internacional, Ruibal prejuzgaba inocentes a los acusados de asesinato, desaparición forzosa, violación o tortura. Ruibal, además, había actuado como encubridor en el caso de los cadáveres que llegaban a la costa de Colonia luego de arrojados por los famosos vuelos. ¿Qué justicia podíamos esperar de una Suprema presidida por tamaño atorrante?
Los siete fuimos conducidos e interrogados por el comisario Mieres al Departamento de Operaciones Espaciales. El fiscal gritó “atentado”, pero la jueza Merialdo nos procesó sin prisión por haber participado en “la reunión tumultuaria que afectó el bien jurídico orden político interno del Estado”, es decir, un delito de asonada. La jueza entendió que con “gritos e injurias” se impidió durante tres horas que los supremos celebraran la audiencia pública en que se designaba a Mariana Mota y otros jueces en nuevos cargos. 
Los doctores Juan Fagúndez, Gustavo Salles, María de le la Fuente y Gonzalo Galíndez, abogados defensores de las víctimas de la arbitrariedad judicial, apelaron el auto de procesamiento por considerarlo inconstitucional. El 28 de abril del 2015, dos años y pico después de los hechos, la Suprema Corte de Justicia declaró inconstitucional el fallo que nos procesaba. Caso cerrado.
No estaba tan cerrado, sin embargo. El súper fiscal Zubía volvió a la carga y exigió que se nos procesara por los mismos hechos que ya habíamos sido procesados, pero, esta vez, por el delito de Atentando Agravado. Entendía que habíamos actuado con violencia y que, para preservar a la sociedad, debíamos ir a prisión.
El nuevo expediente prosiguió su recorrido y fue a parar al Tribunal de Apelaciones en lo Penal de 4° Turno. Finalmente, Ángel Cal Shaban, José Balcaldi y Daniel Tapié se avinieron a la acusación de Zubía y, a seis años y cuatro meses de manifestar solidaridad con la doctora Mota, nos procesó sin prisión por atentado, cuatro de los procesados en calidad de autores y dos como cómplices. El séptimo caso debía correr por cuerda separada.
Los fundamentos de la división entre cómplices y autores permanecen en las sombras de las disquisiciones jurídicas de Cal Shaban, redactor del escrito que nos enviaron mediante el cedulón N° 722/2019 IUE 94-35/2013, donde nos comunicaban que nos habían procesado dos veces por los mismos hechos. El Tribunal de 4° Turno fue creado el 23 de abril de 2011 por la Suprema de Ruibal Pino. El periodista, investigador y luchador Roger Rodríguez historió la forma en que el tribunal se puso mano a la obra y, a los pocos meses de creado, modificaron de dos fallos judiciales trascendentales. En primer lugar, decretaron la libertad del coronel Walter Gulla por el asesinato en prisión del compañero Horacio Ramos y, en segundo término, declararon inocente a Gregorio Álvarez, el hiper dictador, por el asesinato del compañero Roberto Luzardo, cometido en el Hospital Militar. El Tribunal de Cal Shabán fue creado como un adoquín muy importante de la gran muralla protectora del terrorismo de estado.
Como el grupo de abogados defensores llevará el caso a Casación, los supremos tendrán la última palabra. ¿Qué podemos esperar de la “muralla”? Con toda seguridad, el máximo órgano judicial ratificará el laudo del Tribunal, al fin y al cabo, es la “Suprema Corte de In-Justicia” como solía decir el inolvidable Daniel Viglietti
La cruzada de Zubía habrá alcanzado su objetivo, continuación del espíritu con que se dio el golpe del 27 de junio de 1973. De todas maneras, continuará su lucha denodada por un sistema carcelario de castigo y venganza, que deje a un lado la rehabilitación social de los privados de libertad. Su postura revela las características del horizonte político que persigue, un sistema basado en la autoridad vertical y uniformada, en el obedezco y mando, en esa rigidez disciplinaria que propugnaba la dictadura para domar al pueblo trabajador.
A medio siglo del terrorismo de estado -que comenzó antes del golpe de 1973- continúa la lucha por Verdad y Justicia. Pese a los pronósticos de que la lucha llegaría a su fin con la muerte de verdugos y víctimas, la han hecho suya la generación de los biznietos, y bajo agua como el último 20 de mayo. El procesamiento de siete de los cientos de luchadores es apenas una escaramuza de esa gran batalla y un botoncito de muestra de lo que se viene.


sábado, 16 de febrero de 2013


Montevideo, Uruguay. 15/Febrero/2013.
Santiago Mazzarovich


Más de mil personas se movilizaron frente a la Suprema Corte de "Justicia (SCJ) para apoyar a la Jueza Mariana Motta. La movilización se trasladó en gran parte hacia el interior de la Corte, y la policía respondío intentando reprimir a pedido de los Ministros de la SCJ.
Ante un primer intento de represión, la gente aguantó el avance de cinco policías con escudos, y se tuvieron que retirar. A la hora volverion a salir pero esta vez cerca de 15 milicos e intentaron nuevamente desocupar el edificio.
La policía avanzó forcejeando con ancianas, viejos y manifestantes, atropellando a todo lo que hubiera enfrente.
Cerca de las 14:30 la jueza Motta prestó juramento junto al resto de jueces.
Con lo sucedido hoy se consolida la persecución a Mariana Motta por parte de la SCJ por el compromiso de la jueza de cara a los DD.HH. y la lucha por verdad y justicia. Motta estaba siguiendo 50 causas relacionadas con los DD.HH.
Mariana Motta declaró el Viernes a Brecha: "“La gente llega pidiendo esa cosa gigante que es la justicia, y el Poder Judicial tiene el deber de investigar y de hacer todo lo posible por tratar de colmar esa expectativa… y yo siento que el Poder Judicial no lo está haciendo…. Yo sé que hice todo lo que pude, pero no llegué a cumplir con todo lo que era necesario".


Protesta

Manifestantes copan la Suprema Corte de Justicia en rechazo al traslado de la jueza Mariana Mota

Decenas de manifestantes ingresaron este viernes a la sede de la Suprema Corte de Justicia en medida de rechazo al traspaso a la órbita civil de la jueza, Mariana Mota, que lleva decenas de causas de delitos cometidos durante la última dictadura militar (1973-1985).

Viernes 15 de febrero de 2013 | 16:57 La República

Manifestantes protestando en la Suprema Corte / AFP
La jueza ingresó al recinto, donde estaba previsto el juramento para efectivizar su traslado, notoriamente emocionada en medio de una ovación de cientos de manifestantes. Tras su paso, decenas de los presentes decidieron ingresar con pancartas y en medio de cantos de apoyo a la sala donde iba a producirse la ceremonia, que está demorada.
“Yo no me quería ir”, dijo la jueza al periodista a su llegada.
Pasado el mediodía la Policía ingresó para sacar a los manifestantes, sin tener resultado. A las 13h00 locales (15h00 GMT) las autoridades volvieron a entrar y lentamente siguen intentando desalojar a los presentes en medio de protestas.
“(Tengo) muchas causas de importancia” y “por el mejor servicio de la justicia debería continuarlas porque tengo conocimiento de los expedientes, y porque tengo mucho más para dar”, señaló Mota en una entrevista publicada este viernes por el semanario Brecha.
Mota fue duramente cuestionada cuando en 2011 participo de la “Marcha del Silencio”, que organizan anualmente familiares de detenidos desaparecidos en memoria de las víctimas de la dictadura. La jueza se defendió diciendo que simplemente estaba en el lugar pero no marchó.
Además mantuvo diferencias con el ministro de Defensa, Eleuterio Fernández Huidobro, por el caso de un avión comercial que cayó en aguas del Río de la Plata ocasionando la muerte de sus dos ocupantes.
“Estamos acá en protesta de Mariana Mota a un juzgado civil cuando ella (…) era quien estaba llevando las causas más importantes de derechos humanos, es un retroceso absoluto para estas causas, creemos que es injusto”, dijo a la AFP la abogada y defensora de los derechos humanos Hebe Martínez Burlé.
La dictadura militar dejó como saldo más de 200 desaparecidos, la mayoría en la vecina Argentina.
El escritor Eduardo Galeano estuvo al principio de la manifestación fuera del recinto junto a activistas de derechos humanos. AFP
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Policía desaloja a la fuerza SCJ invadida por manifestantes

"Que se vayan, que se vayan" los ministros de la Corte, gritaban los manifestantes, que ingresaron al edificio en protesta por el traslado de la jueza Mariana Mota a la justicia civil 

La Policía ingresó a la fuerza al edificio de la Suprema Corte de Justicia para desalojar a los manifestantes que ingresaron en la mañana de este viernes en horas en que la jueza Mariana Mota se apresta a jurar en su nuevo cargo en la justicia civil. El ingreso se produjo al canto de “que se vayan, que se vayan” los ministros de la Corte.
Un grupo de organizaciones sociales se convocaron esta mañana en la Plaza Cagancha, frente a la sede del Poder Judicial, en protesta por el traslado de la jueza penal Mariana Mota.
Unas 300 personas, entre las que se encuentran el músico Daniel Viglietti, el extupamaro Jorge Zabalaza, la abogada Hebe Martínez Burlé, el escritor Eduardo Galeano y el diputado Luis Puig, participan de la manifestación convocada por Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos, Hijos Uruguay, la Federación de Estudiantes Universitarios del Uruguay (FEUU), Crisol y el Colectivo Denunciantes Octubre 2011.
A los aplausos y al grito de “se va a acabar, se va a acabar la impunidad en Uruguay”, los manifestantes se concentraron una hora antes del horario previsto para la jura, pautado para las 11 de la mañana.
No faltan las pancartas acusadoras: “Basta de impunidad. Justicia para los crímenes de lesa humanidad”, “Suprema Corte de Injusticia” y “Huidobro mafioso”, haciendo referencia a los enfrentamientos que la jueza Mota tuvo con el ministro a raíz de las causas que llevaba.
Al llegar la magistrada un grupo numeroso de manifestantes ingresó con ella al edificio, lo que dio lugar a la actuación de la Policía.

Mota tenía a su cargo 50 casos vinculados a los derechos humanos durante la última dictadura. A su vez, se había enfrentado en dos oportunidades al ministro de Defensa Nacional, Eleuterio Fernández Huidobro, cuando le prohibió a la magistrada realizar una inspección ocular en el Batallón 14 y cuando el ministro no acató la orden de continuar con la búsqueda del avión Air Class, que cayo en junio pasado cerca de la isla de Flores.

“Ante el traslado de la jueza Mariana Mota, una nueva señal de debilitamiento de los avances en las causas vinculadas a enjuiciar a los criminales del terrorismo de Estado, nos pronunciamos: es un nuevo atropello a la Justicia, la lucha contra la impunidad continúa”, señalaba este jueves el comunicado con que las organizaciones convocaron la manifestación.


CARTA ABIERTA SOBRE EL TRASLADO DE LA JUEZA
MARIANA MOTA DE UN JUZGADO PENAL A UN JUZGADO CIVIL


Como académicos interesados en el tema de la justicia transicional y los derechos humanos en América Latina, y con especial preocupación por el Uruguay, nos dirigimos a Ud. en relación al anuncio del traslado de la Juez Penal Mariana Mota del juzgado penal 7 al juzgado civil uno.
La Doctora Mota tenía a su cargo más de 50 causas de crímenes cometidos durante la última dictadura en el Uruguay. En 2010, la Juez condenó a prisión al ex dictador Juan Maria Bordaberry por su papel en llevar a cabo el golpe de estado de 1973.
El miércoles 13 de febrero la Juez Mota fue informada de la decisión de la Suprema Corte de su traslado a juzgado civil. Se desconoce la razón detrás de esta decisión. Aunque la ley uruguaya permite a la Corte llevar a cabo este tipo de acción, la falta de fundamento público de esa decisión sobre una juez cuyo trabajo ha sido reconocido por su imparcialidad frente a casos de suma complejidad, nos encontramos desconcertados. El cambio de la Juez Mota genera incertidumbre sobre el futuro de las investigaciones y los procedimientos judiciales de las causas de derechos humanos que ella tenía a su cargo.
En nuestra opinión como académicos, resulta extraño que se decida el traslado de un juez sin que éste lo haya pedido o haya cometido alguna falta. Mucho más grave en este caso específico es que, debido a la naturaleza y el alto número de causas de terrorismo de estado que la Juez tenía a su cargo, es altamente probable que estas causas se vayan a trancar y demorar muchísimo. Es asombroso que eso ocurra apenas unos meses después de que el parlamento uruguayo ratificara la imprescritibilidad de los delitos de lessa humanidad y derogara así la Ley de Caducidad de la Pretención Punitiva del Estado, que por más de veinte años permitió vivir en impunidad a asesinos, violadores, y torturadores. Con esta resolución de la Suprema Corte y a pesar de la condena de la Corte IDH en el caso Gelman vs. Uruguay, nuevamente se facilita la impunidad de los criminales. Aún mas grave, estos impedimentos han sido motivados desde la sede de Justicia que debería tener la responsabilidad de avanzar las causas y no entorpecerlas.
Es entonces de alta preocupación para los abajo firmantes, y para la comunidad internacional en general, que existan presiones de este tipo hacia jueces actuantes en causas notorias recientemente desarrolladas en derechos humanos. Además es altamente preocupante que se quiera alejar a una Juez competente, formada, y eficiente desde su juzgado, y de reconocida trayectoria.
Es fundamental para la libertad y la democracia en el Uruguay la preservación de su carácter republicano ampliamente conocido en el mundo. Y para lo cual es indispensable que se respete el trabajo independiente de los jueces abocados a estas causas rechazando las presiones que desde el orden público o la prensa se ejercen. Cualquier medida que se adopte siguiendo rumores de prensa o declaraciones del ejecutivo será interpretada como injerencia en la independencia del poder judicial y como en su triste pasado, Uruguay volverá a integrar la lista de naciones donde la libertad de acción y la independencia de la justicia son violadas, y el estado de derecho no es respetado.
Exigimos que la Corte Suprema de Justicia fundamente las razones del traslado de la Juez Mota. De no existir fundamentos válidos consideramos que debería continuar en su juzgado para permitir que siga investigando las causas de derechos humanos que hasta ahora permanezcan en la impunidad.
Atentemante,
Dra Francesca Lessa, Latin American Centre Universidad de Oxford (UK)
Dra Jo-Marie Burt, Profesora de Ciencias Políticas y Directora del Programa de Estudios Latinoamericanos, George Mason University (USA)
Dra Gabriela Fried Amilivia, Department of Sociology/ Latin American Studies Program, California State University. Los Angeles (EE.UU); Investigadora Asociada, Agencia Nacional de Investigacion (ANII) -Uruguay (USA/Uruguay)
Dra. Naomi Roht-Arriaza, Professor of Law, University of California, Hastings College of Law (USA)
Dra Mariana Achugar, Associate Professor of Hispanic Studies and SLA, Department of Modern Languages, Carnegie Mellon University (USA)
Dra Victoria Ruétalo, Associate Professor of Spanish and Latin American Studies, Department of Modern Languages and Cultural Studies, University of Alberta (Canada)
Dr. Henry Frank Carey, Dept. of Political Science. Georgia State University (USA)
Fabiana Larrobla, Lic. en Ciencia Política. Universidad de la República (Uruguay)
Francisco Soberón, Director-Fundador de la Asociación Pro Derechos Humanos (Aprodeh) y Presidente de la Asociacion Nacional de Centros (Perú)
Dra. Katherine Hite, Frederick Ferris Thompson Chair of Political Science, Vassar College (USA)
Dra Elin Skaar, Profesora de Ciencias Políticas y Investigadora, Chr. Michelsen Institute (Bergen, Noruega)
Dra. Victoria Sanford, Director, Center for Human Rights & Peace Studies, Lehman College & the Graduate Center at City University of New York (USA)
Dr Cara Levey, Teaching Fellow in Latin American Studies,Department of Spanish, Portuguese and Latin American Studies, School of Modern Languages and Cultures, University of Leeds (UK)
Dr María Soledad Montañez, Lecturer in Spanish and Latin American Studies, Division of Literature and Languages, University of Stirling (Scotland, UK)
Dr David Martin-Jones, Senior Lecturer in Film Studies, Director of the Centre for Film Studies, University of St Andrews (UK)
Dr. Julio Ríos Figueroa, Profesor Investigador, División de Estudios Políticos, CIDE (Mexico)
Dra. Karina Ansolabehere, Profesora-Investigadora,
FLACSO-México
Dra. J. Patrice McSherry, Professor of Political Science and Director, Latin America and Caribbean Studies Program, Long Island University
Dr. Raul Molina, Adjunct Professor of History, Long Island University
Dra. Louise Mallinder, Transitional Justice Institute, University of Ulster, Northern Ireland (UK)
Julie Guillerot, consultora internacional en temas de justicia transicional (Francia/Peru)