Los 8 millonarios que tienen más dinero que la mitad de la población del mundo
por BBC Mundo 16 enero 2017
Las ocho
personas más ricas del mundo, todos hombres, acumulan en sus carteras
más riqueza que la mitad de la población del mundo más pobre, unos 3.600
millones de personas.Así lo muestra un nuevo informe de la organización contra la desigualdad Oxfam, el cual afirma que la brecha entre ricos y pobres es "más grande de lo que se temía".
Necesitas dinero en en ectivo y activos por US$71.600 para entrar en el selecto grupo del 10% del mundo que tiene más riqueza, y US$744.396 para pasar al exclusivo grupo del 1% más rico.
Los ocho millonarios con más dinero según Forbes/Oxfam
-Bill Gates (EE.UU.): cofundador de Microsoft (US$75.000 millones)
-Amancio Ortega (España): fundador de Zara propietario de Inditex (US$67.000 milllones)
-Warren Buffett (EE.UU.): accionista mayoritario de Berkshire Hathaway (US$60.800 millones)
-Carlos Slim Helú (México): propietario de Grupo Carso (US$50.000 millones)
-Jeff Bezos (EE.UU.): fundador y director ejecutivo de Amazon (US$45.200 millones)
-Mark Zuckerberg (EE.UU.): cofundador y CEO de Facebook (US$44.600 millones)
-Larry Ellison (EE.UU.): cofundador y CEO de Oracle (US$43.600 millones)
-Michael Bloomberg (EE.UU.): dueño de Bloomberg LP (US$40.000 millones)
Fuente: Forbes/Oxfam
¿Cómo hace sus cálculos?
Oxfam ha elaborado informes similares durante los últimos cuatro años.Para hacer sus estimaciones, se basa en datos de Forbes y en el reporte anual Credit Suisse Global Wealth, que muestra la distribución de la riqueza global desde 2000.
La encuesta utiliza el valor de los activos de un individuo, principalmente propiedades, y le resta deudas, para determinar lo que la persona "tiene". Los datos excluyen los salarios o ingresos.
La organización había calculado en 2016 que las 62 personas más ricas del mundo tienen tanta riqueza como la mitad de la población mundial más pobre.
Pero el número se redujo a tan solo ocho este año por el refinamiento de datos, más precisos, con los que contó para este último informe, explicó la organización.
La metodología ha sido criticada ya que significa que, por ejemplo, un alumno con altas deudas personales, pero con un alto potencial de ingresos futuros, es considero pobre según esos criterios.
Desigualdad
"La gente está enojada y exige alternativas. Se sienten abandonados, porque por mucho que trabajan, no pueden participar del crecimiento de su país", dijo Katy Wright, directora de asuntos externos globales de Oxfam.La organización hizo un llamado a generar "una economía más humana" e instó a los gobiernos a acabar con los pagos corporativos y la evasión fiscal, así como imponer mayores impuestos a las personas más ricas.
También pide que los empresarios paguen una "parte justa de impuestos" y que las empresas ofrezcan un "salario digno", que sea más alto que el salario mínimo fijado por los gobiernos.
Pero hay otras voces que critican el tipo de objetivos que persigue Oxfam.
Marcos Littlewood, del Instituto de Asuntos Economía, dijo que esa organización debería centrarse más bien en la manera de aumentar el crecimiento.
"Como una organización benéfica 'contra la pobreza', Oxfam parece estar extrañamente preocupada por los ricos", dijo el director general del centro de estudios sobre libre mercado.
Para los interesados en la "erradicación absoluta de la pobreza", la atención debe centrarse en medidas que fomenten el crecimiento económico, añadió
En tanto, Ben Southwood, director de investigación en el Instituto Adam Smith, dijo que no era la riqueza de los ricos del mundo la que le importaba, sino el bienestar de los pobres del mundo.
"Cada año estamos engañados por las estadísticas de riqueza de Oxfam. Los datos están bien, pero la interpretación no".
Por su parte, el economista británico Gerard Lyons dijo que centrarse en la riqueza extrema "no siempre permite ver el cuadro completo" y se debe prestar atención a "asegurarse que el pastel económico sea cada vez más grande".
Pero reconoció que Oxfam tiene razón al señalar a las empresas que, a su juicio, alimentan la desigualdad con modelos de negocio que se "centran más en la entrega de rendimientos cada vez más altos para los propietarios ricos y altos directivos".
Desigualdad: ¿Trump y Brexit?
Wright dijo que la desigualdad económica estaba alimentando la polarización en la política.Según la ejecutiva, la desigualdad es una de las causas importantes de la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos y del triunfo del Brexit,con el que Reino Unido votó salirse de la Unión Europea, por citar dos ejemplos.
La publicación del informe coincide con el inicio de cumbre del Foro Económico Mundial de Davos.
El evento anual en ese resort para esquiar en Suiza atrae a varios de los principales líderes políticos y empresariales de todo el mundo.
Wright dijo que el informe ayuda a la organización benéfica a "desafiar a las élites políticas y económicas".
"No tenemos ninguna ilusión de que Davos pueda ser otra cosa que un foro de debate para la élite del mundo, pero tomamos y usamos ese enfoque", agregó.
Datos globales sobre el mundo y específicos sobre España<
La desigualdad crece a pasos agigantados
17/01/2017 | Informe Oxfam Intermon
“Los nuevos datos de Oxfam son demoledores”. Con estas palabras se abre el último informe de Oxfam y esos datos a los que se refiere son, de verdad, estremecedores.
“Tan sólo 8 personas (8 hombres en realidad) poseen ya la misma riqueza que 3.600 millones de personas, la mitad más pobre de la humanidad. La súper concentración de riqueza sigue imparable. El crecimiento económico tan sólo está beneficiando a los que más tienen. El resto, la gran mayoría de ciudadanos de todo el mundo y especialmente los sectores más pobres, se están quedando al margen de la reactivación de la economía. El modelo económico y los principios que rigen su funcionamiento nos han llevado a esta situación que se ha vuelto extrema, insostenible e injusta. Es hora de plantear una alternativa.”
Para quienes en el Estado español hacemos de la lucha contra esa creciente desigualdad bandera de referencia, tiene mucho interés conocer los datos que el Informe revela sobre nuestra propia situación. Tomamos de la introducción dos párrafos significativos:
“La realidad es que España sigue siendo el segundo país de la Unión Europea donde más ha crecido la desigualdad desde que estalló la crisis, y donde esta ha seguido aumentando a pesar de los últimos años de crecimiento económico.”
“Este continuo aumento de la desigualdad se debe a una concentración de la riqueza en menos manos, a la vez que se produce un deterioro de la situación de las personas más vulnerables. En el último año, hay 7.000 nuevos millonarios en España1, y la fortuna de tan sólo 3 personas equivale ya a la riqueza del 30% más pobre del país, es decir, de 14,2 millones de personas. Mientras en 2015 este 30% más pobre vio reducida su riqueza en más de una tercera parte (-33,4%), la fortuna de las tres personas más ricas del país aumentó un 3%.”
Es este un documento a tener presente y a utilizar profusamente en el activismo social. Y ese activismo sabrá, sin duda, darle valor al mismo, incluso cuando se encuentre con alguna propuesta tan alejada de su ruta de actividad y de su ideario como este: "Los Gobiernos deben apoyar modelos empresariales que impulsen claramente el tipo de capitalismo que beneficia al conjunto de la población y que construye un futuro más sostenible".
Pero, insistimos, merece la pena conocer (y utilizar) tanto el documento en su conjunto como el informe específico sobre España.
Redacción de VIENTO SUR
Leer el informe Oxfam:
http://www.oxfamintermon.org/e s/documentos/13/01/17/una-econ omia-para-99
“Tan sólo 8 personas (8 hombres en realidad) poseen ya la misma riqueza que 3.600 millones de personas, la mitad más pobre de la humanidad. La súper concentración de riqueza sigue imparable. El crecimiento económico tan sólo está beneficiando a los que más tienen. El resto, la gran mayoría de ciudadanos de todo el mundo y especialmente los sectores más pobres, se están quedando al margen de la reactivación de la economía. El modelo económico y los principios que rigen su funcionamiento nos han llevado a esta situación que se ha vuelto extrema, insostenible e injusta. Es hora de plantear una alternativa.”
Para quienes en el Estado español hacemos de la lucha contra esa creciente desigualdad bandera de referencia, tiene mucho interés conocer los datos que el Informe revela sobre nuestra propia situación. Tomamos de la introducción dos párrafos significativos:
“La realidad es que España sigue siendo el segundo país de la Unión Europea donde más ha crecido la desigualdad desde que estalló la crisis, y donde esta ha seguido aumentando a pesar de los últimos años de crecimiento económico.”
“Este continuo aumento de la desigualdad se debe a una concentración de la riqueza en menos manos, a la vez que se produce un deterioro de la situación de las personas más vulnerables. En el último año, hay 7.000 nuevos millonarios en España1, y la fortuna de tan sólo 3 personas equivale ya a la riqueza del 30% más pobre del país, es decir, de 14,2 millones de personas. Mientras en 2015 este 30% más pobre vio reducida su riqueza en más de una tercera parte (-33,4%), la fortuna de las tres personas más ricas del país aumentó un 3%.”
Es este un documento a tener presente y a utilizar profusamente en el activismo social. Y ese activismo sabrá, sin duda, darle valor al mismo, incluso cuando se encuentre con alguna propuesta tan alejada de su ruta de actividad y de su ideario como este: "Los Gobiernos deben apoyar modelos empresariales que impulsen claramente el tipo de capitalismo que beneficia al conjunto de la población y que construye un futuro más sostenible".
Pero, insistimos, merece la pena conocer (y utilizar) tanto el documento en su conjunto como el informe específico sobre España.
Redacción de VIENTO SUR
Leer el informe Oxfam:
http://www.oxfamintermon.org/e
La directora del FMI admite que hay que plantear nuevas políticas ante la falta de esperanza de la clase media
"Si se quiere repartir a todos
mayores porciones de tarta, entonces se necesita una tarta más grande",
afirma Christine Lagarde en su intervención en el Foro de Davos.
PÚBLICO | EUROPA PRESS - Publicado: 18.01.2017 17:27
MADRID.— La directora gerente
del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, ha
expresado este miércoles en la localidad suiza de Davos la necesidad de
actuar para combatir la "crisis de la clase media" que afecta a las economías avanzadas,
recordando además que ella misma en ese mismo escenario ya había
advertido del problema en 2013 sin recibir entonces demasiada atención
por parte de economistas y autoridades.
"Ante la ausencia de confianza, de trabajo, de esperanza y el desencanto sobre el futuro, si lo combinamos con un crecimiento más bajo, la mayor desigualdad
y mucha más transparencia, tenemos entonces los ingredientes perfectos
para una crisis de las clases medias en las economías avanzadas",
reconoció Lagarde durante su participación en un debate celebrado en
Davos.
En esta situación, ante los signos evidentes de crisis, cuando los votantes de los países "han dicho no",
la directora del FMI subrayó la importancia de plantearse qué políticas
se están aplicando y qué más puede hacerse, además de qué red de
protección puede ponerse en práctica en la sociedad.
"No hay una bala de plata", apuntó Lagarde,
defendiendo que "si se quiere repartir a todos mayores porciones de
tarta, entonces se necesita una tarta más grande", recordando que hace
tres años ya advirtió de que para que esta tarta sea sostenible hay que
reducir el lastre para el crecimiento que representa la excesiva desigualdad.
Lagarde: "Si las autoridades no entienden los signos en estos momentos, no sé cuándo lo harán"
En este sentido, la exministra francesa de Finanzas sostuvo que acusar a la globalización de la destrucción de puestos de trabajo supone cierta miopía
a la hora de examinar una cuestión que requiere una análisis más
profundo, incluyendo el impacto de los grandes cambios tecnológicos.
"Si las autoridades no entienden los signos
en estos momentos, no sé cuándo lo harán", sentenció Lagarde. "Vale, que
en 2013 no me entendieran, pero ahora cuentan con el feedback de los votantes", añadió la directora del FMI.
La ‘élite de Davos’ busca reformas para frenar el avance de las fuerzas antiestablishment
La directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine
Lagarde, instó en la ciudad suiza a aplicar reformas que impidan el
avance de fuerzas y movimientos políticos que cuestionan el orden
neoliberal establecido.
Los participantes de la segunda jornada del Foro Económico de Davos, que reúne en la ciudad suiza a los principales líderes empresariales, economistas y responsables políticos de finanzas, han coincidido en señalar el avance del ‘populismo’ como el mayor problema para el orden económico actual. Una amenaza que se agrava ante las próximas citas con las urnas en Europa.
“Quiero ser fuerte y claro: el populismo me asusta”, ha asegurado durante su intervención Ray Dalio, el CEO del mayor ‘hedge fund’ del mundo, según publica Bloomberg. “Podemos estar en un punto en el que la globalización está terminando, y la provincialización y la nacionalización está tomando fuerza”, ha añadido.
Al respecto, la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, ha llamado a una mayor distribución de la riqueza para poder frenar los avances de las ideas ‘antiestablishment’ que se manifestaron en las elecciones de Estados Unidos o en el referéndum sobre el Brexit.
En un panel titulado ‘Squeezed and angry: how to fix the middle-class crisis’ (‘Exprimido y enojado: cómo solucionar la crisis de la clase media’) la líder de la institución monetaria ha señalado a la desigualdad como el principal obstáculo del crecimiento sostenible. Un informe publicado por la ONG Oxfam Intermon coincidiendo con el comienzo de la cita en Davos, señaló que las ocho personas más ricas del mundo acumulaban el mismo dinero que la mitad de la población más pobre.
Lagarde ha defendido la implementación de reformas fiscales y estructurales como medidas para acabar con este desequilibrio económico y enfrentarse a la amenaza de las ideas ‘populistas’.
Por su parte, el profesor de la Universidad de Hardvard y ex Secretario del Tesoro de EEUU Lawrence Summers ha puesto el foco en el presidente electo del país norteamericano, Donald Trump, al que ha acusado de extorsionar a compañías, antes incluso de estrenarse en el cargo, para instalar sus fábricas en EEUU. - LibreRed | EB
Los participantes de la segunda jornada del Foro Económico de Davos, que reúne en la ciudad suiza a los principales líderes empresariales, economistas y responsables políticos de finanzas, han coincidido en señalar el avance del ‘populismo’ como el mayor problema para el orden económico actual. Una amenaza que se agrava ante las próximas citas con las urnas en Europa.
“Quiero ser fuerte y claro: el populismo me asusta”, ha asegurado durante su intervención Ray Dalio, el CEO del mayor ‘hedge fund’ del mundo, según publica Bloomberg. “Podemos estar en un punto en el que la globalización está terminando, y la provincialización y la nacionalización está tomando fuerza”, ha añadido.
Al respecto, la directora del Fondo Monetario Internacional (FMI), Christine Lagarde, ha llamado a una mayor distribución de la riqueza para poder frenar los avances de las ideas ‘antiestablishment’ que se manifestaron en las elecciones de Estados Unidos o en el referéndum sobre el Brexit.
En un panel titulado ‘Squeezed and angry: how to fix the middle-class crisis’ (‘Exprimido y enojado: cómo solucionar la crisis de la clase media’) la líder de la institución monetaria ha señalado a la desigualdad como el principal obstáculo del crecimiento sostenible. Un informe publicado por la ONG Oxfam Intermon coincidiendo con el comienzo de la cita en Davos, señaló que las ocho personas más ricas del mundo acumulaban el mismo dinero que la mitad de la población más pobre.
Lagarde ha defendido la implementación de reformas fiscales y estructurales como medidas para acabar con este desequilibrio económico y enfrentarse a la amenaza de las ideas ‘populistas’.
Por su parte, el profesor de la Universidad de Hardvard y ex Secretario del Tesoro de EEUU Lawrence Summers ha puesto el foco en el presidente electo del país norteamericano, Donald Trump, al que ha acusado de extorsionar a compañías, antes incluso de estrenarse en el cargo, para instalar sus fábricas en EEUU. - LibreRed | EB
El desorden mundial: el espectro de la dominación total
Publicado el 12 Enero 2017
Escrito por Administrator - EL CLARÍN DE CHILE
Es el último título de Luiz Alberto Moniz Bandeira (Civilização
Brasileira, 2016), nuestro más respetado analista de política
internacional. El autor ha tenido acceso a las fuentes de información
más seguras, a múltiples archivos, a lo que se une un vasto conocimiento
histórico. Son 643 páginas densas, pero escritas con tal fluidez y
elegancia que da la impresión de estar leyendo una novela histórica.
Moniz
Bandeira es ante todo un minucioso investigador y, al mismo tiempo, un
militante contra el imperialismo estadounidense, cuyas entrañas corta
con un bisturí de cirujano. No sin razón fue preso entre 1969 y 1970 , y
de nuevo en 1973, por el temible Centro de Informaciones de la Marina
(Cenimar), por oponerse críticamente, en el contexto de la guerra-fría,
al principal soporte de la dictadura: Estados Unidos.
Los
materiales de que dispone le permiten denunciar la lógica imperial
presente en el subtítulo: “guerras por procuración, terror, caos y
catástrofes humanitarias”. Quien alimenta todavía admiración por la
democracia norteamericana y procura alinearse con los designios
imperiales (como hacen los neoliberales brasileros), encontrará aquí un
vasto material para reflexión crítica y datos para una lectura del mundo
más diferenciada.
Dos
lemas orientan el centro de poder del estado norteamericano con sus
innumerables órganos de seguridad interna y externa: “un mundo y un solo
imperio” o “un solo proyecto y el espectro de la dominación total
(full-spectrum dominance/superiority)”. Es decir, la política externa
norteamericana se inspira en el (ilusorio) “excepcionalismo” del viejo
“destino manifiesto”, una variante “del pueblo elegido por Dios, raza
superior”, llamada a difundir en todo el mundo la democracia, la
libertad y los derechos (siempre según la interpretación imperial que
prestan a estos términos) y a considerarse (pretendidamente) “la nación
indispensable y necesaria”, “ancla de la seguridad global” o el “único
poder” (lonely power).
Ya en el siglo XVIII Edmund Burke (1729-1797) y en el siglo XIX el francés Alexis Tocqueville (1805-1859)
presentían que el presidente norteamericano tenía más poderes que un
monarca absolutista y que eso degeneraría en una “military democracy”
(p. 55). Efectivamente, con George W. Bush a raíz de los atentados a
las Torres Gemelas”, se instauró una verdadera democracia militar, con
la declaración de la “war on terror” y la publicación del “patriotic
act” que suspendió los derechos civiles básicos hasta el habeas corpus y
dio permiso para las torturas. Esto, ciertamente, configura un estado
terrorista.
Como
varios científicos norteamericanos, citados por Moniz Bandeira (p.
470), afirmaron: “ya no hay una democracia sino una “economic élite
domination” a la cual debe someterse el presidente. Las decisiones son
tomadas por el complejo industrial-militar (la máquina de guerra), por
Wall Street (las finanzas), por poderosas organizaciones de negocios y
por un pequeño número de norteamericanos muy influyentes. Para
garantizar el “espectro de la dominación total” mantienen 800
instalaciones militares en el mundo, la mayoría con ojivas nucleares y
16 agencias de seguridad con 107.035 agentes civiles y militares. Como
afirmó H. Kissinger: “la misión de América es llevar la democracia, si
es necesario mediante el uso de la fuerza” (p.443). En esta lógica, de
1776 a 2015, o sea, en los 239 años de existencia de los EUA, 218 han
sido años de guerra y solo 21 años de paz (p. 472).
Se esperaba que Barack Obama diese
otro rumbo a esta historia violenta. Ilusiones. Cambió solo los
nombres, pero mantuvo todo el espíritu excepcionalista y las torturas en
Guantánamo y en otros lugares fuera de Estados Unidos como en tiempos
de Bush. A la “perpetual war” le dio el nombre de “Oversee Contingency
Operation”. Por decisión personal (penal), autorizó cientos de ataques
con drones y con aviones no pilotados, matando a los principales líderes
árabes (p. 476).
Con
cierta decepción, Bill Clinton constató: “Los Estados Unidos no han
vencido ninguna guerra desde 1945” (p. 312). De Irak huyeron en silencio
en la oscuridad de la noche (p. 508).
El
libro de Moniz Bandeira entra en detalles mínimos sobre la Guerra en
Ucrania, en Crimea y en el Estado Islámico en Siria, con nombres de los
actores principales y fechas.
La
conclusión es avasalladora: “Dondequiera que intervienen Estados Unidos
con el “specific goal of bringing democracy”, el objetivo específico de
llevar la democracia, esta se compone de bombardeos, destrucción,
terror, masacres, caos y catástrofes humanitarias… entran para defender
sus necesidades e intereses económicos y geopolíticos, sus intereses
imperiales” (p.513).
La
cantidad de informaciones presentadas sustentan esta afirmación, no
obstante las limitaciones que siempre podrán ser aducidas.
· Leonardo Boff es articulista del JB online y escribió Ethos Mundial: un consenso mínimo entre los humanos, Record 2009. Uno
de los eminentes teólogos que Wojtyla censuró.sin que Francisco haya
restituido sus labores académicas, tan indispensables para la
renovación interna de esta Iglesia que se desintegra desde Roma".
Traducción de Mª José Gavito Milano
Un compromiso roto: Noruega recibe tropas de Estados Unidos
Publicado: 16 ene 2017 20:52 GMT - RT
Alrededor de 300 soldados de EE.UU.
permanecerán en el Ártico de Noruega durante seis meses, un despliegue
que acaba con una política de casi siete décadas.
Este lunes han llegado a Noruega cerca de 300 infantes de Marina de Estados Unidos, un acontecimiento que marca el abandono del compromiso que ese país tomó hace casi siete décadas, cuando aseguró que no albergaría tropas extranjeras en su territorio, informa Reuters.Este acuerdo de cooperación militar, que ambos países ya anunciaron el pasado octubre, incluye la presencia de tropas estadounidenses en el Ártico noruego durante un año. Así, este primer contingente norteamericano permanecerá desplegado seis meses, tras los cuales será reemplazado.
Un compromiso roto
Antes de unirse a la OTAN en 1949, Oslo prometió que no permitiría el despliegue de fuerzas de combate de otros Estados en Noruga cuando no hubiera recibido ataques o no estuviera amenazado.Las autoridades noruegas consideran que no han roto ese compromiso porque las tropas de EE.UU. tienen una rotación planeada y no estarán estacionadas de manera permanente. El portavoz de la Guardia Nacional de Noruega, Rune Haarstad, ha especificado que "esto no tiene nada que ver con Rusia ni con la situación actual".
"Una nueva carrera armamentista"
Por su parte, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, María Zajárova, considera que estos despliegues 'rotativos' "no se pueden calificar como defensivos".De ese modo, esta vocera oficial rusa estima que Washington ha iniciado "una nueva carrera armamentista" para tratar de "imponer un paradigma de confrontación" con Rusia "parecido al de los tiempos de la guerra fría".
Estado español
Ada Colau / Alcaldesa de Barcelona
“La política represiva de la cúpula del Estado ha aumentado el apoyo al independentismo”
Soledad Gallego-Díaz / Guillem Martínez - CTXT
Marc Lozano
Barcelona |
7 de
Enero de
2017
Pedimos una entrevista a Ada Colau (Barcelona, 1974) recién llegada a
la alcaldía de Barcelona. No ha sido posible realizarla hasta ahora. En
contrapartida a esos dos años de espera, la alcaldesa de Barcelona ha
brindado tres horas largas a CTXT para que Soledad Gallego Díaz y
Guillem Martínez hablen con ella. En esta conversación distendida y
expositiva, charlamos con el referente de la institución en la que, de
forma más nítida y tranquila, parece expresarse la nueva política, su
lógica y sus opciones de cambio. En la entrevista, Colau habla sobre la
institucionalización de los movimientos sociales, la percepción del
poder, su cotidianidad; y sobre política municipal, catalana, estatal y
europea. El resultado es un perfil amplio y matizado de Colau, pero
también un apunte de algo más amplio y colectivo. Una inteligencia
política y otros puntos de vista, no muy comunes, al parecer, en Madrid,
pero sí en otras zonas del Estado, más allá de Barcelona, y que pueden
llegar a ser determinantes en el futuro, también más allá de Barcelona.
Ruptura y límites
Me acuerdo de una entrevista que hicimos días antes de que fuese alcaldesa y hablábamos de la ruptura...
¡Tú hablabas bastante de la ruptura! (risas)
...Y estábamos de acuerdo en que, a falta de otra, no era una palabra sexy...
Me acuerdo de una pregunta dificilísima que me hiciste que fue: “¿Cuál es la imagen de la ruptura?”. Me acuerdo, me acuerdo...
Pues le quería preguntar por eso: ¿ha encontrado un sustituto para esa palabra? ¿O esa palabra, problemática, deja de existir en una institución?
Intuitivamente diría que esa palabra es contradictoria con las instituciones. La institución va asociada a gobernar lo posible y lo realmente existente. No los sueños ni los objetivos, ni las grandes metas. Por lo tanto, la institución, que tiene que gestionar lo posible, lo real, lo imperfecto, va asociada a inercias que tienden al conservadurismo, y no a la ruptura. Eso es el punto de partida. Y además, cuando entras en una institución lo percibes claramente.
¿Lo percibía antes de entrar?
No. En cuanto entras ves que hay unas inercias muy fuertes que ni siquiera dependen de la maldad de nadie, ni de ningún plan orquestado por nadie, pero que la institución, por definición, para su propia supervivencia, su funcionamiento, incluso por estrategia de supervivencia, genera unas rutinas, unas inercias, y cambiarlas no es fácil. La naturaleza de la institución no va asociada a la posibilidad de la ruptura. Y luego me decías si había cambiado mi opinión sobre la ruptura o no...
No, sobre su percepción desde su cargo.
Creo que estamos peleando mucha gente desde frentes diversos en lo que ya fijó el 15-M, la democracia real. Más allá de la democracia formal --que no fue poca cosa conquistarla en su momento, no quiero minimizarlo--, y de lo que ha dado de sí, no solo en España, sino en el conjunto de Europa, hay hoy una pulsión ciudadana muy saludable para que haya una profundización democrática. Y esa pulsión democrática, de profundización, es evidente que, colateralmente si quieres, acaba llevando a una ruptura respecto a cierto statu quo, con un régimen que es freno para que haya esa profundización democrática. Pero entonces la ruptura no es el objetivo. Ese quizás sería el matiz que haría. El objetivo es la profundización democrática o la consecución de una democracia real y no solo formal. Y la ruptura puede ser una de las consecuencias, pero no el objetivo en sí mismo.
Hemos hablado de los límites reales que se encuentra. ¿Cuáles son? Es una pregunta que se le hace mucho...
Sí, ¡hay fascinación! (risas).
En las respuestas al uso se suele hablar de soledad, pero ¿puede cuantificarlo, puede contarnos algo que no sepamos?
¿Hay distintos tipos de límites?
Cuando hablo de límites, hablo del límite del afuera, no del adentro. Uno de los límites que más me pesa desde que soy alcaldesa es el límite del afuera. O sea, necesito que Barcelona esté más viva que nunca, más exigente que nunca, más movilizada que nunca... No delegando más que nunca. No porque yo tenga un pasado activista se tiene que presuponer que yo voy a ser la representante del activismo en una institución, porque eso es un contrasentido. Evidentemente, mi pasado activista tiene efectos en mi manera de ejercer la alcaldía. Por ejemplo: yo, como alcaldesa, reconozco al activismo de mi ciudad en el sentido más amplio y plural de la palabra, como un interlocutor principal. Cosa que otros no han hecho. Y considero que es fundamental que en una ciudad haya movilización y, como gobierno municipal, le damos el máximo reconocimiento. Pero yo no tengo que representar al activismo. A mí me toca gobernar y, por tanto, tomar decisiones cada día, y negociar... Lidiar con la imperfección.
Cuando hablo de límites hablo de límites del sistema de partidos. Efectivamente se está rompiendo el sistema pero no se termina de romper, y cuando tú gobiernas tienes que negociar con esos partidos, y esto no es nada sexy de explicar. Uno de los principales límites que tenemos es que nos presentamos a las elecciones diciendo que íbamos a poner los objetivos por delante de las siglas, a resolver cosas concretas y a solucionar los problemas de la gente. Ese lenguaje se ha convertido casi en hegemónico, incluso entre las fuerzas más tradicionales; pero no han adaptado el discurso a la práctica y tienes que negociar con eso cada día. Convives con fuerzas políticas que te dicen una cosa en privado y otra en público, y no lo puedes denunciar públicamente porque al día siguiente tienes que negociar otra vez con ellos si quieres hacer las políticas de ciudad necesarias….
Esas son las principales imperfecciones que nos encontramos, mucho más que grandes presiones de poderes fácticos. Claro que te encuentras con los límites del capitalismo global en tu ciudad. Y eso no es competencia municipal y es tu principal límite, si quieres garantizar el derecho a la vivienda, por ejemplo. Te encuentras con grandes inversores internacionales comprando decenas de edificios para especular con ellos y no tienes capacidad de regulación para impedirlo. Ese es un límite objetivo y tiene que ver con el poder económico global. Pero no es que detrás de las cámaras, por ejemplo, haya grandes inversores presionando. No lo necesitan.
¿Algunos tienen ya el teléfono?
Algunos lo tienen, pero no lo utilizan porque saben que lo denunciaremos en Facebook (risas).
Vivienda, turismo, poder: la gestión del día a día
¿Ha descubierto algún nuevo poder que no conocía antes de gobernar la ciudad?
Me han sorprendido algunos en el sentido de que no eran todo lo glamurosos que uno esperaba. Por ejemplo, cuando hablas de los poderes económicos se ve que ahí, como en la política, hay un mundo en decadencia. Tienes a Foment (del Treball, asociación empresarial barcelonesa) que es el gran representante de la patronal y las multinacionales, pero también tienes unos organismos muy antiguos como la Cambra de Comerç, que tiene un funcionamiento interno desconocido, pero que acaba mandando en lugares tan importantes de la ciudad como es el Consorcio de Turismo o la Fira Barcelona. Te encuentras con rutinas, con inercias, con gente que siempre ha estado ahí, pero son mucho menos glamurosos de lo que te imaginas cuando se habla del poder.
¿Tiene el Ayuntamiento posibilidad de tratar con ese grueso de problemas como son la vivienda y el turismo?
Son dos piezas clave del modelo de ciudad. Para nosotros eran prioritarios ya antes de entrar al Ayuntamiento y lo habíamos situado en el centro de nuestro programa. Y ahí hemos vivido toda la potencialidad del modelo municipalista y también sus límites. En turismo hemos conseguido algo que no es nada despreciable, situándolo en la agenda como máxima prioridad de ciudad cuando nadie a nivel de gobierno hablaba de ello. Se hablaba de Barcelona como un caso de éxito del turismo, pero nosotros, hablando con diferentes entidades vecinales, lo situamos como un problema porque estaba fuera de control. Y lo que denunciábamos fuera, lo hemos confirmado dentro: hay ausencia absoluta de liderazgo público y de modelo de ciudad. Había pura inercia, descontrol y el sector privado haciendo lo que quería. Entramos muy fuerte, declarando una moratoria que despertó todos los intereses en juego. Todo el mundo se acuerda de la gran polémica que hubo en los medios diciendo que íbamos a parar la economía de la ciudad. Eso se ha demostrado falso y hemos conseguido ir ganando hegemonía en ese debate. Ahora todo el mundo asume que hay que regular el turismo. Se asume también desde el sector turístico que habrá liderazgo público, han aceptado las reglas de juego que estamos poniendo. Hemos creado un organismo, el Consell de Turisme i Ciutat, donde han entrado todos los interesados: vecinos, empresas y sindicatos. Ahora queda mucho por hacer porque con la moratoria no es suficiente, hay que consensuar políticamente porque estamos gobernando en minoría.
¿Y respecto a la vivienda y los desahucios?
Con la vivienda hemos hecho un punto de inflexión en las políticas públicas, recuperando un liderazgo que no se había visto desde no se sabe cuándo, porque en Barcelona no se habían hecho políticas de vivienda públicas en serio. Y estamos impulsando más vivienda de alquiler que nunca, nueva, pública. Solo de alquiler, no de compra, que es lo que se había hecho en el pasado. Se ha cambiado radicalmente el modelo, impulsando formas de cooperativismo y copropiedad, cesión de uso, nuevas fórmulas. Hemos ampliado las ayudas al alquiler para evitar desahucios. Hemos duplicado los desahucios parados por el Ayuntamiento. En 2015 paramos 900 desahucios y este año más de 2.000, con una unidad específica. Hemos conseguido más de 500 pisos vacíos de los bancos. El gobierno anterior, en cuatro años, consiguió 20. Son insuficientes, hacen falta más, pero son más de 500 que estaban vacíos y que pasan al Ayuntamiento para salir en alquiler. A los bancos que no nos ceden pisos les hemos puesto multas, y somos los primeros que hemos puesto multas de más de 300.000 euros a bancos.
¿Le parece suficiente?
Estamos haciendo un montón de cosas que no se hacían y hemos lanzado el mensaje clarísimo de que la vivienda es una prioridad para garantizar el derecho a la ciudad. Sin derecho a la vivienda no hay derecho a la ciudad. Y aun así, la vivienda depende de procesos especulativos internacionales y de regulaciones catalanas, y sobre todo estatal, que no dependen de nosotros. Ahora estamos dando la pelea para conseguir regularizar los alquileres, que es el principal problema que tenemos, y estamos presionando, a la Generalitat y al Estado, para conseguir regularizar los alquileres. A pesar de todo lo que estamos haciendo, la vivienda se sigue encareciendo en Barcelona. No recuperas 30 años de ausencia de política pública de vivienda en un año. Pero sí hemos invertido la tendencia y lo hemos situado como prioridad central. A partir de ahí dependerá mucho de cómo conseguimos hacer política de ciudad. No del Ayuntamiento, políticas de ciudad, donde cada uno se movilice desde su lugar. El movimiento vecinal, desde el movimiento vecinal; el ayuntamiento, desde el ayuntamiento; los colectivos, el sector privado…que toda la ciudad se ponga objetivos y que a partir de ahí, por ejemplo, se pueda conseguir una regularización del alquiler como hay en París o en Berlín, para evitar alquileres abusivos, presionando a instancias que de entrada no están dispuestas. Eso, en realidad, en parte está empezando a pasar en el caso de la Generalitat de Catalunya. Cuando hace un año dijimos que había que regular para evitar alquileres abusivos salió la consellera diciendo que ni hablar, que era imposible. Ahora dicen que sí, que van a hacer una ley. ¿Por qué? Porque hay presión ciudadana y porque hemos conseguido que haya consenso en la ciudad respecto a este tema y que no sea una cosa de Barcelona en Comú, sino que sea realmente una prioridad de ciudad. Y en esa línea creo que todavía tenemos que explorar mucho más.
Partidos, 15M, crisis del Sistema
Hablemos de los choques culturales que haya podido ver. El PSC, con quienes gobierna, no era una opción prevista antes de las elecciones.
Claro, no nos lo habíamos planteado, no.
¿En qué consiste ese choque?
No estamos hablando tampoco del PSC que ha liderado la ciudad de Barcelona, estamos hablando de 4 concejales que se suman. Hay diferencias en la cultura de trabajo, incluso del día a día, formas de trabajar que son claramente diferentes entre nosotros, pero en el caso de Barcelona tampoco se ha producido ese gran choque porque en realidad nosotros no hemos tenido que modificar nuestras políticas porque entrara el PSC. Esa sería la gran pregunta, ¿no?: ¿a qué has tenido que renunciar o en qué te has tenido que traicionar? De momento, en nada, en absolutamente nada.
¿Es extrapolable esto, es posible que la solución a la crisis del sistema español pase por un pos15M negociando con un posPSOE?
Hombre, yo creo que debe ser asumible que eso es lo que hay. ¿O hay otra cosa que yo desconozco? Lo que tengo clarísimo después de esta experiencia, después de este chute de realidad de política institucional de año y medio, es que tu capacidad de liderazgo depende de tu capacidad de hacer. Entonces, no culpes a los demás de lo que no hagas tú. Si tú tienes ideas, las pones en juego. ¿Los otros tienen ideas? Parece que no muchas. Pues entonces si tú tienes ideas, tienes posibilidades de tener más capacidad de liderazgo. ¿Tú, qué estás dispuesto a arriesgar?
Hombre, no tienen muchas ideas, tienen sí una, muy fuerte.
En el día a día de la gestión municipal, nosotros no hemos dejado de hacer nada de lo que nos planteábamos hacer. Por ejemplo, podría haber habido un choque en la cuestión del agua. El Partido Socialista acabó de privatizarla en el área metropolitana en mandatos anteriores y nosotros hemos planteado, como una las prioridad, la remunicipalización, como están haciendo otros ayuntamientos. No ha habido choque y estamos avanzando hacia la remunicipalización del agua. Nos ayuda que haya habido mucho movimiento social. No es cuestión de un partido o de otro, sino de que ha habido un movimiento social por la recuperación del agua como bien común muy fuerte, que además ha llevado el tema al plano judicial y se ha sentenciado en contra de la privatización y eso, evidentemente, nos ha ayudado mucho. Por eso te digo que depende de la capacidad de liderazgo, y que esa capacidad responde a tu capacidad de movilización social, de arriesgarte, de poner ideas sobre la mesa, de tener proyecto, de convencer, de generar alianzas... Por tanto, el que los otros tengan más o menos fuerza respecto a ti, depende mucho de tu propia capacidad.
Otro de los choques ha sido con la cultura sindical, a raíz la huelga del TMB - Metro.
Yo no venía del movimiento sindical, no he participado nunca, formo ya parte de esa generación que he llamado “el precariado”: conozco muy bien la precariedad, pero no conocía el movimiento sindical. De hecho, uno de los problemas de la precariedad es que no ha habido sindicalismo. Bueno, la cuestión es que entras en el Ayuntamiento y entras en contacto con una parte del mundo sindical que es lo sindical de lo público, algo diferente. No quiero decir que todo el mundo sea igual, porque hay de todo, depende de las personas, no todas las siglas son iguales, pero para mí es un choque entrar y que te traten como la patronal, cuando eres un gobierno municipal comprometido con lo público, con remunicipalizar servicios básicos, con la recuperación de los bienes comunes, con garantizar condiciones laborales de todo el mundo en la ciudad, no solo de los servicios públicos, sino, sobre todo, de los más precarios, que no están en los servicios públicos etc. Es un choque muy fuerte y cuesta digerirlo. Intentas ponerte en situación pero claro, yo que he vivido en la máxima precariedad toda mi vida, que de repente te traten como si tú fueras el propietario de una multinacional que quisieras putear a los trabajadores es algo que, como mínimo, duele.
Las relaciones Cataluña-España
Otro choque cultural es con el independentismo. La palabra, igual, es Procesismo. Una cosa que es movimiento ciudadano, pero también todo lo contrario, algo gubernamental y mediático.
Es un movimiento ciudadano plural. Hay que huir de las visiones monolíticas, porque van en contra de la realidad y del buen hacer político. No nos hemos encontrado nunca incómodos en el movimiento ciudadano, hemos participado en todas las manifestaciones soberanistas por el derecho a decidir, antes de montar la candidatura municipalista, durante y también después, en el gobierno. No ha habido incomodidad alguna cuando el eje principal que se plantea es el democrático, la profundización democrática, en un marco estatal, el estado de las autonomías, claramente agotado. Más allá de la situación catalana, en democracia es incuestionable que cuando hay una movilización masiva que exige ser reconocida como sujeto soberano, una mayoría social que se reconoce como sujeto, la única forma de resolverlo es pasar a las urnas y de ahí la reivindicación del referéndum. No solo nos hemos movilizado, sino que lo hemos reivindicado y nos hemos sentido perfectamente cómodos haciéndolo. Ahora bien, es verdad que la política absolutamente autoritaria y represiva del Estado, de la cúpula del Estado --no solo hablamos del PP, hablamos de la cúpula judicial también--, ha alimentado la polarización, ha eliminado matices y ha hecho aumentar el apoyo al independentismo. En gran parte por reacción a esa negación al diálogo y a ese autoritarismo que ha habido por parte del poder estatal, una situación en la que ha entrado también en juego la gestión que han hecho algunos partidos. Ahí es donde aparecen las dificultades. Mientras ha habido liderazgo ciudadano y la ciudadanía ha marcado la agenda podía haber matices, pero no había esa sensación de enquistamiento político en que se ha derivado. Cuando las mismas organizaciones soberanistas, como Omnium o ANC, han traspasado todo el protagonismo y responsabilidad al Parlament de Catalunya y han avalado que todo eso se redujera a una opción partidista --Junts Pel Si, con unas elecciones que tenían que ser definitivas, míticas…-- a partir de ahí es donde se han generado los problemas políticos.
Entonces sí hemos tenido problemas graves, porque en el espacio político en el que yo participo, los comunes, hay efectivamente de todo, hay gente independentista, gente federalista, gente a la que este tema no le interesa de forma prioritaria, pero absolutamente todos de manera inequívoca estamos dispuestos a movilizarnos, seguramente mucho más que la mayoría de la gente de Convergència, por el derecho democrático a decidir, por el eje democrático. El debate se ha pervertido cuando han aparecido las luchas partidistas para ver quién hegemoniza eso, quién gana electoralmente gracias a eso. Nosotros lo hemos sufrido en el choque con Esquerra Republicana. Para algunos de nosotros ha sido muy sorprendente, incluso doloroso en algunos casos, porque Esquerra era una de las fuerzas de izquierdas con las que pensabas que ibas a tener más sintonía, en la medida en que no es un partido nuevo, pero tampoco ha formado parte del establishment que ha gobernado, ni en Cataluña ni en el Estado, como sí lo han hecho Convergència o el PSOE, ni ha tenido corrupción. Además, tiene una coincidencia programática de izquierdas bastante amplia. Se suponía que tenía que ser uno de nuestros aliados más intuitivamente naturales. En cambio, ERC ha hecho una política sobre todo de partido, donde ha considerado que nosotros éramos su principal rival en el espacio político. Al ser su principal rival, es a quien más ha atacado. En fin, nosotros decimos: yo no apoyo tu hoja de ruta –el voto de tu vida y todo esto– pero voy a estar siempre en contra de la judicialización, te voy defender de cualquier ofensiva judicial, voy a defender el derecho a decidir, voy a hacer todo lo posible para ganar alianzas para hacer posible el referéndum. Nadie como nosotros, ni Convergència ni ERC, se lo han creído en el Estado, y nadie como nosotros ha conseguido junto con Podemos, con las confluencias, millones de votos que apoyaban el derecho a decidir. Lo hemos defendido también en el ámbito internacional… Pero nada de esto se ha puesto en valor, sino todo lo contrario. Se nos ha dicho que éramos el peor enemigo del Procés. Eso genera una perplejidad… ¿Cómo puede ser que ERC nos considere el peor enemigo? No nos está valorando como aliado en unos objetivos políticos, sino como un rival electoral. Eso sí que es un choque de cultura política, porque nosotros no funcionamos así y no vamos a funcionar así. Eso para mí sí que es la muerte de la política. El día que yo esté en política solamente para mantener intereses de partido y no para defender las ideas en las que creo y conseguir el máximo de alianzas posibles para hacer que esas ideas se hagan realidad, entonces estamos muertos.
La burocracia, los tiempos
Hablando con personas de movimientos, todas utilizan la expresión ‘el tempo institucional’, como gran diferencia. ¿Lo percibe?
Desde luego, sí.
¿Puede explicar algo que no sepamos sobre el tempo?
Lo siento, pero no tengo grandes revelaciones [ríe].
Pero estuvo en la PAH, donde tenían un tempo. Y ahora está en una institución con un tempo diferente. No todos tenemos esa perspectiva de dos tempos diferentes.
¿En riesgo…? No le quite años.
Digamos riesgo, por favor. Yo tengo que ser optimista, necesariamente [ríe].
El municipalismo, las ciudades, la soberanía
¿Cree que sería bueno que todos los políticos pasasen antes por la política municipal unos años antes de dedicarse a otras cosas? ¿Es una buena escuela?
Hablaba antes de lo difícil de gestionar todas las expectativas ¿Es más fácil controlar eso a nivel municipal?
Yo creo que es más bien un tema de carácter. Tienes que ser muy pragmática y capaz de asumir límite, imperfecciones y seguir buscando brechas donde sea para cumplir los objetivos que quieres. En ese sentido, el municipalismo es una escuela como no hay otra, porque es la política del día a día y la de dar explicaciones. Alguien que está en el ámbito estatal no tiene que estar dando explicaciones en cada pueblo de España. Puede encerrarse en su despacho, para entendernos, y en el municipalismo no tiene ningún sentido encerrarse en el despacho porque mueres políticamente. Es una política de calle y, aunque quisieras, no podrías mirar para otro lado. Tienes la realidad ahí y hay que darle respuestas cada día. En ese sentido, para mí es apasionante. Es la mejor escuela del mundo para hacer política, sobre todo en un momento como el actual donde hay tantas cosas inciertas y hay que empezar a recomponer y hay que ser atrevido, imaginativos y pensar. Poder hacer eso desde la proximidad, desde el lugar del día a día, desde donde los muchos nos podemos encontrar, donde los diversos nos podemos encontrar en el día a día, que es en la ciudad, que es donde nació la política, en el ágora, pues es el lugar privilegiado para estar ahora mismo.
Hay problemas que afectan a la ciudad pero que no se pueden resolver en la ciudad...
Sí pero, sin embargo, cada vez más las ciudades se están consolidando como sujetos sin los cuales no se puede pensar la macropolítica. Lo que estamos viendo es que los estados y las regiones están viendo lo que el sector privado hace tiempo que tiene muy claro, y es que las grandes ciudades son los grandes actores de la política mundial. Los grandes retos globales y las grandes contradicciones globales se concretan en las ciudades: el cambio climático, la movilidad, la vivienda, la desigualdad, los desplazamientos migratorios. ¿La gente a dónde va? A las ciudades. El 80% de la gente en Europa vive en las ciudades, en las grandes áreas metropolitanas. Cualquier Estado que quiera hacer una política eficaz que acabe teniendo impacto, si Europa quiere plantearse políticas eficaces para enfrentar los grandes retos que tiene, o cuenta con las ciudades o ya me dirás cómo lo va a hacer. No es casual que cada vez se oiga más la voz de las ciudades en cuestiones que tienen que ver con el cambio climático, con las desigualdades o con la crisis de refugiados...
Pero no tienen competencia para hablar en Europa…
¿Y un gobierno catalán independiente aceptaría eso?
Como siempre, la abstracción de un gobierno no significa nada. Depende de quién lidere ese proceso, quién y cómo gobierne.
La idea de las ciudades es estupenda, pero no sé si los Estados aceptarán.
Creo que el debate tal y como está planteado ahora, entre España y Catalunya, es decimonónico. Es antiguo, no responde a la realidad actual, que es un mundo globalizado donde los principales actores son las grandes áreas metropolitanas. Hay un debate decimonónico en lo que se refiere a lo institucional, no a la movilización popular y al deseo de acabar con un régimen que está también agonizante y que evidentemente hay que cambiarlo. La cuestión es quién lidera ese cambio y hacia dónde. No cuestiono la pulsión que hay detrás, pero el debate institucional entre posible estado catalán y estado español no deja de ser un debate decimonónico. Ahora mismo yo no estoy pensando tanto en estados como en una red de ciudades a nivel europeo. Me interesa mucho más pensar en eso, sin quitarle importancia, evidentemente, a que el estado de las autonomías está caduco y que por lo tanto hay que actualizarlo y reconocer la soberanía catalana. Más allá de esto, como debate político principal, en el que hay que resolver muchas cosas, yo a lo que me quiero dedicar es, sin duda, es a esa idea de red de ciudades. Principalmente, para hacer frente a la crisis europea. Parece que no seamos conscientes del peligro inminente que tenemos. Los neofascismos disparados, el Brexit, los refugiados, que nos ponen un espejo delante... O actuamos rápido, o esa descomposición europea es el peligro más grande que tenemos, con mucha diferencia. Ríete de muchos de los debates que tenemos ahora, si de repente empezamos a tener conflictos en el corazón de Europa.
¿Hacer políticas europeas no entraña alcanzar el gobierno?
Somos gente exigente y autocrítica, por lo que siempre nos preguntamos por los límites. Por eso, parémonos a ver lo que hemos conseguido en tan poco tiempo. Cosas inimaginables en tan poco tiempo. La crisis del bipartidismo, la generación de fuerzas nuevas impensables, con un montón de gente nueva, que consiguen una cuota de poder impensable. Y eso no sólo pasa aquí. A nivel europeo pasa, en el buen y el mal sentido. Pero se están recomponiendo muchas cosas, y eso abre el horizonte de las posibilidades. Hay que ver eso en positivo. Y hay que observar las responsabilidades de cada uno de nosotros, no sólo para observarlo críticamente, sino también para actuar en positivo, para que todo esto sea una ventana de oportunidad, y no un desastre. Y ahí las ciudades han tenido una gran capacidad de debate público. Con la crisis de refugiados, el gobierno español del PP, profundamente racista, ha tenido una política de pasar olímpicamente del hecho que haya miles de personas ahogándose en el Mediterráneo, incumpliendo sus compromisos. El Estado podría estar tranquilo, a pesar de esa política, pero cada vez hay una mayor movilización ciudadana. Y unas ciudades que hemos alzado la voz en la Comisión Europea --que está empezando a pedir explicaciones al Gobierno por los fondos que recibe para las políticas de asilo y de inmigración-- y en la ONU. La gente, en fin, llega a las ciudades, ya sean legales, ilegales, alegales. La gente llega porque huye de la miseria y la violencia, llega. Y estamos haciendo política para cambiar al incidencia europea al respecto, por ejemplo.
¿Le parece más eficaz la ciudad que el parlamento?
La movilización ciudadana
La falta de vitalidad del parlamento frente a las ciudades, es importante. ¿Cómo se soluciona eso de conseguir una mayor vitalidad en los parlamentos? Desde Madrid, parece un desastre el parlamento español. No sé cómo estará el catalán, pero me da la impresión de que también…
De las cosas más importantes que se han hecho en los últimos dos años en el Parlament, no han sido iniciativa del parlamento, sino de la ciudadanía. La Ley 24/2015, que ha sido una inflexión en la garantía del derecho a la vivienda y a la energía, era impensable hace tres años, porque atacaba a los poderes fácticos, bancos, las empresas de energía. Y ahora el Parlament lo ha legislado. Y, cómo no, el Tribunal Constitucional lo ha impugnado. Pero el Parlament lo ha legislado no porque hubiera en él un partido valiente, sino por una ciudadanía que se ha movilizado.
Usted está en las instituciones ¿Cómo combina la presión de la movilización ciudadana, el trabajo de la institución y los partidos políticos?
Cada uno debe hacer su papel y todos son imprescindibles, pero no creo que la movilización ciudadana sea suficiente --no manifestaciones en las calles, que es como se suele ridiculizar o simplificar– sino movilización ciudadana en el sentido más amplio, que falta mucha, que ha habido momentos importantes como el 15M, como la PAH... Yo creo que falta mucha movilización ciudadana, por ejemplo... Las instituciones no van a ir donde no vaya la sociedad, eso no va a pasar. Habría que preguntar críticamente, por ejemplo, qué carajo pasa con las universidades: dónde están las universidades, para qué sirven nuestras universidades.
Están en Sudamérica.
¿Y eso cómo se come?
Yo, como alguien que está en la institución para cambiar las cosas, lo que deseo es que haya ciudadanía crítica, movilizada. Yo no tengo que hacer de eso, porque ya estoy en otra responsabilidad, en otra tarea, tengo que hacer de alcaldesa de todos, tengo que gestionar. Pero lo que me ha llevado a mí a la institución ha sido el poder de la gente. No me ha llevado ni el poder económico, ni el poder mediático. Ningún poder me ha llevado a la alcaldía. Me ha llevado la gente que se ha movilizado con centenares de actos en los barrios, en las redes sociales y con la movilización. Necesitamos que esa ciudadanía siga lo más activa posible.
Podemos: tan cerca, tan lejos
Los partidos políticos no han sido capaces de combinar las dos cosas: la movilización ciudadana y la institución...
Sí, yo creo que históricamente ha habido un gran error en gran parte de la izquierda: pensar que cuando la izquierda llegaba al poder, pasaba a representar ese poder popular y, por lo tanto, el poder popular ya no tenía que quejarse porque ya estaban los suyos en las instituciones. Gravísimo error. Pero también creo que hay que evitar pensar que somos lo mismo. No, cada uno tiene que cumplir su papel y la movilización la tiene que hacer de manera absolutamente independiente a cualquier gobierno, gobierne quien gobierne.
Además de alcaldesa, usted es una dirigente política y muchas personas se preguntan qué piensa Ada Colau de la polémica de Podemos.
Yo creo que, de entrada, Podemos, pero cuando digo Podemos, digo las confluencias o cualquier nuevo actor político, nos equivocaríamos si quisiéramos reproducir lo que creo que son evidentes errores de la izquierda en nuestro país, como es cooptar a los movimientos sociales. Podemos, Barcelona en Comú o un nuevo actor político que se presente a la institución con todo lo que esto conlleva, tiene que percibirse como una herramienta de cambio ciudadano y de profundización democrática, pero no como un aparato que coopte a cualquier movilización...
Claro, pero hay dos maneras de verlo. El movimiento social está en la calle, y hay un partido que las lleva al Parlamento. O bien el partido político es el que lidera la movilización social. Son dos posiciones distintas. ¿Cuál de esas dos posiciones le parece más pertinente?
Y esa divergencia de opinión ¿es algo que existe o es, simplemente, la discusión dentro de Podemos?
Yo te tengo que decir que no soy de Podemos, por lo que no sigo tanto la discusión interna. Porque sé que ha habido miles de artículos y de declaraciones en los últimos tiempos que no me he leído porque tengo mucho trabajo, os voy a ser sincera. Que haya debate político y que haya diversidad, bienvenido sea siempre. Eso es una riqueza y no existe… Lo monocolor es contrario a lo democrático pero, más allá de eso, evidentemente también hay que decir que se espera de todo el mundo altura de miras y que se priorice el interés general y el bien común por encima de intereses particulares o partidistas. Más allá de eso, no me atrevo a posicionarme porque no estoy en medio de esos debates.
¿En cualquier caso, el objetivo de Podemos en el Parlamento nacional debería ser conseguir echar al PP?
Echar al PP no es un objetivo en sí mismo, pero sí que es un primer paso para configurar un gobierno alternativo que permita abrir brechas y empezar a desmontar políticas de austeridad, acabar con la corrupción, los grandes objetivos que tenemos. Entonces, para los grandes objetivos que tenemos de transformación política y de saneamiento democrático, evidentemente un primer paso es sacar al Partido Popular de ese gobierno.
Y eso solo es posible con una coalición múltiple.
Ahora mismo con la configuración actual sí. Más adelante no sé, pero ahora mismo es lo que es. La política se hace con lo que hay. No con lo que querrías que hubiera.
Es una pena que no participe en el debate de Podemos...
Pobre de mí. Solo me falta eso.
¿Existe la posibilidad de que todo lo que se está elaborando desde el Ayuntamiento sea un aggiornamento de la socialdemocracia que ella no ha hecho?
Depende de todos. Puede ser simplemente eso, alargar un ciclo y que se moderen unas políticas durante un tiempo o puede ser el inicio de otra cosa, que es lo que quiero pensar y por eso estoy en el Ayuntamiento. Tenemos una responsabilidad histórica. ¿Que hay dificultades? ¿Que hay riesgos? El que has dicho y muchos más, pero ¿y qué? Nos miraremos al espejo y diremos ¿tú qué hiciste?, ¿te quedaste criticando lo que decían unos y otros o hiciste todo lo que pudiste para aprovechar las oportunidades y posibilidades que tenías para intentar efectivamente un proceso de cambio a mejor, una transformación real? Estamos haciendo montones de cosas, imperfectas, con límites, no todo lo rápido que quisiéramos, en medio de las políticas de peleas partidistas, pero todo eso está pasando y podría no estar pasando nada…. Está pasando.
Ruptura y límites
Me acuerdo de una entrevista que hicimos días antes de que fuese alcaldesa y hablábamos de la ruptura...
¡Tú hablabas bastante de la ruptura! (risas)
...Y estábamos de acuerdo en que, a falta de otra, no era una palabra sexy...
Me acuerdo de una pregunta dificilísima que me hiciste que fue: “¿Cuál es la imagen de la ruptura?”. Me acuerdo, me acuerdo...
Pues le quería preguntar por eso: ¿ha encontrado un sustituto para esa palabra? ¿O esa palabra, problemática, deja de existir en una institución?
Intuitivamente diría que esa palabra es contradictoria con las instituciones. La institución va asociada a gobernar lo posible y lo realmente existente. No los sueños ni los objetivos, ni las grandes metas. Por lo tanto, la institución, que tiene que gestionar lo posible, lo real, lo imperfecto, va asociada a inercias que tienden al conservadurismo, y no a la ruptura. Eso es el punto de partida. Y además, cuando entras en una institución lo percibes claramente.
¿Lo percibía antes de entrar?
No. En cuanto entras ves que hay unas inercias muy fuertes que ni siquiera dependen de la maldad de nadie, ni de ningún plan orquestado por nadie, pero que la institución, por definición, para su propia supervivencia, su funcionamiento, incluso por estrategia de supervivencia, genera unas rutinas, unas inercias, y cambiarlas no es fácil. La naturaleza de la institución no va asociada a la posibilidad de la ruptura. Y luego me decías si había cambiado mi opinión sobre la ruptura o no...
No, sobre su percepción desde su cargo.
Creo que estamos peleando mucha gente desde frentes diversos en lo que ya fijó el 15-M, la democracia real. Más allá de la democracia formal --que no fue poca cosa conquistarla en su momento, no quiero minimizarlo--, y de lo que ha dado de sí, no solo en España, sino en el conjunto de Europa, hay hoy una pulsión ciudadana muy saludable para que haya una profundización democrática. Y esa pulsión democrática, de profundización, es evidente que, colateralmente si quieres, acaba llevando a una ruptura respecto a cierto statu quo, con un régimen que es freno para que haya esa profundización democrática. Pero entonces la ruptura no es el objetivo. Ese quizás sería el matiz que haría. El objetivo es la profundización democrática o la consecución de una democracia real y no solo formal. Y la ruptura puede ser una de las consecuencias, pero no el objetivo en sí mismo.
Hemos hablado de los límites reales que se encuentra. ¿Cuáles son? Es una pregunta que se le hace mucho...
Sí, ¡hay fascinación! (risas).
En las respuestas al uso se suele hablar de soledad, pero ¿puede cuantificarlo, puede contarnos algo que no sepamos?
Se está rompiendo el sistema pero no se termina de romper, y cuando tú gobiernas tienes que negociar con esos partidos, y esto no es nada sexy de explicarLo siento, pero no hay respuestas sexys a esa pregunta (risas). Lo siento mucho, pero yo misma, como ciudadana de a pie que he sido hasta que he sido alcaldesa, tenía también esa idea de que entras en la institución y vas a encontrarte quién sabe qué presiones, qué confabulaciones. Unos límites un poco peliculeros, si quieres. Claro que hay poderes fácticos en la ciudad, que ejercen sus presiones. Pero me he encontrado mucho menos con eso y me he encontrado con mucha imperfección en minúscula. No sé cómo decírtelo. Desde las inercias que se generan por sí solas, por la propia naturaleza de la institución que decíamos antes... Tú mencionabas el tema de la soledad, por ejemplo. O los propios límites de una cosa que siempre hemos defendido quienes hemos llegado a una institución desde fuera del sistema de partidos, que hemos dicho, convencidos, que para que efectivamente haya grandes cambios, para que haya profundización democrática, no podemos delegar en las instituciones y tenemos que conseguir que haya realmente protagonismo y empoderamiento ciudadano. Pero cuando llegas allí eso es muy difícil, y no solo por el dentro, sino por el fuera también. Será por las pocas décadas de cultura democrática, por cómo se hizo la Transición, por la crisis generalizada, también económica, donde la gente está harta y quiere soluciones... Pero finalmente te encuentras con mucha gente reclamándote que resuelvas un montón de cosas que sabes que no dependen solo de ti.
¿Hay distintos tipos de límites?
Cuando hablo de límites, hablo del límite del afuera, no del adentro. Uno de los límites que más me pesa desde que soy alcaldesa es el límite del afuera. O sea, necesito que Barcelona esté más viva que nunca, más exigente que nunca, más movilizada que nunca... No delegando más que nunca. No porque yo tenga un pasado activista se tiene que presuponer que yo voy a ser la representante del activismo en una institución, porque eso es un contrasentido. Evidentemente, mi pasado activista tiene efectos en mi manera de ejercer la alcaldía. Por ejemplo: yo, como alcaldesa, reconozco al activismo de mi ciudad en el sentido más amplio y plural de la palabra, como un interlocutor principal. Cosa que otros no han hecho. Y considero que es fundamental que en una ciudad haya movilización y, como gobierno municipal, le damos el máximo reconocimiento. Pero yo no tengo que representar al activismo. A mí me toca gobernar y, por tanto, tomar decisiones cada día, y negociar... Lidiar con la imperfección.
Cuando hablo de límites hablo de límites del sistema de partidos. Efectivamente se está rompiendo el sistema pero no se termina de romper, y cuando tú gobiernas tienes que negociar con esos partidos, y esto no es nada sexy de explicar. Uno de los principales límites que tenemos es que nos presentamos a las elecciones diciendo que íbamos a poner los objetivos por delante de las siglas, a resolver cosas concretas y a solucionar los problemas de la gente. Ese lenguaje se ha convertido casi en hegemónico, incluso entre las fuerzas más tradicionales; pero no han adaptado el discurso a la práctica y tienes que negociar con eso cada día. Convives con fuerzas políticas que te dicen una cosa en privado y otra en público, y no lo puedes denunciar públicamente porque al día siguiente tienes que negociar otra vez con ellos si quieres hacer las políticas de ciudad necesarias….
Esas son las principales imperfecciones que nos encontramos, mucho más que grandes presiones de poderes fácticos. Claro que te encuentras con los límites del capitalismo global en tu ciudad. Y eso no es competencia municipal y es tu principal límite, si quieres garantizar el derecho a la vivienda, por ejemplo. Te encuentras con grandes inversores internacionales comprando decenas de edificios para especular con ellos y no tienes capacidad de regulación para impedirlo. Ese es un límite objetivo y tiene que ver con el poder económico global. Pero no es que detrás de las cámaras, por ejemplo, haya grandes inversores presionando. No lo necesitan.
Convives con fuerzas políticas que te dicen una cosa en privado y otra en público, y no lo puedes denunciar públicamente porque al día siguiente tienes que negociar otra vez con ellosEn lo que sí hemos ganado seguramente respecto a otros es que, puesto que no tenemos una relación de dependencia con los poderes fácticos ni estamos endeudados con ningún banco, no nos pueden exigir nada a cambio; saben que lo denunciaríamos públicamente. También ha jugado a nuestro favor, y eso sí que se nota en la relación cotidiana, el hecho de que mucha gente que manda en la sombra en la ciudad no tenía nuestros teléfonos ni nos conocían. No se han podido producir las relaciones entre lo político y económico que hemos denunciado tantas veces, porque esas relaciones, en nuestro caso, no existían ni existen.
¿Algunos tienen ya el teléfono?
Algunos lo tienen, pero no lo utilizan porque saben que lo denunciaremos en Facebook (risas).
Vivienda, turismo, poder: la gestión del día a día
¿Ha descubierto algún nuevo poder que no conocía antes de gobernar la ciudad?
Me han sorprendido algunos en el sentido de que no eran todo lo glamurosos que uno esperaba. Por ejemplo, cuando hablas de los poderes económicos se ve que ahí, como en la política, hay un mundo en decadencia. Tienes a Foment (del Treball, asociación empresarial barcelonesa) que es el gran representante de la patronal y las multinacionales, pero también tienes unos organismos muy antiguos como la Cambra de Comerç, que tiene un funcionamiento interno desconocido, pero que acaba mandando en lugares tan importantes de la ciudad como es el Consorcio de Turismo o la Fira Barcelona. Te encuentras con rutinas, con inercias, con gente que siempre ha estado ahí, pero son mucho menos glamurosos de lo que te imaginas cuando se habla del poder.
¿Tiene el Ayuntamiento posibilidad de tratar con ese grueso de problemas como son la vivienda y el turismo?
Son dos piezas clave del modelo de ciudad. Para nosotros eran prioritarios ya antes de entrar al Ayuntamiento y lo habíamos situado en el centro de nuestro programa. Y ahí hemos vivido toda la potencialidad del modelo municipalista y también sus límites. En turismo hemos conseguido algo que no es nada despreciable, situándolo en la agenda como máxima prioridad de ciudad cuando nadie a nivel de gobierno hablaba de ello. Se hablaba de Barcelona como un caso de éxito del turismo, pero nosotros, hablando con diferentes entidades vecinales, lo situamos como un problema porque estaba fuera de control. Y lo que denunciábamos fuera, lo hemos confirmado dentro: hay ausencia absoluta de liderazgo público y de modelo de ciudad. Había pura inercia, descontrol y el sector privado haciendo lo que quería. Entramos muy fuerte, declarando una moratoria que despertó todos los intereses en juego. Todo el mundo se acuerda de la gran polémica que hubo en los medios diciendo que íbamos a parar la economía de la ciudad. Eso se ha demostrado falso y hemos conseguido ir ganando hegemonía en ese debate. Ahora todo el mundo asume que hay que regular el turismo. Se asume también desde el sector turístico que habrá liderazgo público, han aceptado las reglas de juego que estamos poniendo. Hemos creado un organismo, el Consell de Turisme i Ciutat, donde han entrado todos los interesados: vecinos, empresas y sindicatos. Ahora queda mucho por hacer porque con la moratoria no es suficiente, hay que consensuar políticamente porque estamos gobernando en minoría.
No solo hemos conseguido poner el turismo en la agenda, sino que hay un consenso que se asuma y se sepa que se va a regularYo pondría eso en valor: el turismo no solamente hemos conseguido situarlo en la agenda. Hemos conseguido que sea un consenso general de ciudad y que se asuma, que haya liderazgo público y que se sepa que se va a regular y a poner orden. A ver si estamos a tiempo, también hay que decirlo. Y no solo eso: nos hemos convertido en referente internacional y hemos hecho red con Ámsterdam y con París, y con otras muchas ciudades que están discutiendo lo mismo porque no queremos acabar convertidas en Venecia. Y eso es algo ya asumido colectivamente incluso por el sector privado. Evidentemente, las tensiones van a seguir, la negociación va a ser cotidiana. Y ahora hay que hacer muchas cosas. No solo los alojamientos turísticos, sino la precariedad brutal que hay en los sectores y servicios asociados al turismo. Hay muchas cosas en las que negociar y avanzar. Pero la más difícil la hemos conseguido en un año. Sabiendo que hay una gran parte de ese turismo descontrolado, sobre todo en el centro de Barcelona, que va a ser difícil de revertir. Recuperar La Rambla sería uno de los símbolos que nos podríamos poner: que las Ramblas vuelvan a ser ciudadanas.
¿Y respecto a la vivienda y los desahucios?
Con la vivienda hemos hecho un punto de inflexión en las políticas públicas, recuperando un liderazgo que no se había visto desde no se sabe cuándo, porque en Barcelona no se habían hecho políticas de vivienda públicas en serio. Y estamos impulsando más vivienda de alquiler que nunca, nueva, pública. Solo de alquiler, no de compra, que es lo que se había hecho en el pasado. Se ha cambiado radicalmente el modelo, impulsando formas de cooperativismo y copropiedad, cesión de uso, nuevas fórmulas. Hemos ampliado las ayudas al alquiler para evitar desahucios. Hemos duplicado los desahucios parados por el Ayuntamiento. En 2015 paramos 900 desahucios y este año más de 2.000, con una unidad específica. Hemos conseguido más de 500 pisos vacíos de los bancos. El gobierno anterior, en cuatro años, consiguió 20. Son insuficientes, hacen falta más, pero son más de 500 que estaban vacíos y que pasan al Ayuntamiento para salir en alquiler. A los bancos que no nos ceden pisos les hemos puesto multas, y somos los primeros que hemos puesto multas de más de 300.000 euros a bancos.
¿Le parece suficiente?
Estamos haciendo un montón de cosas que no se hacían y hemos lanzado el mensaje clarísimo de que la vivienda es una prioridad para garantizar el derecho a la ciudad. Sin derecho a la vivienda no hay derecho a la ciudad. Y aun así, la vivienda depende de procesos especulativos internacionales y de regulaciones catalanas, y sobre todo estatal, que no dependen de nosotros. Ahora estamos dando la pelea para conseguir regularizar los alquileres, que es el principal problema que tenemos, y estamos presionando, a la Generalitat y al Estado, para conseguir regularizar los alquileres. A pesar de todo lo que estamos haciendo, la vivienda se sigue encareciendo en Barcelona. No recuperas 30 años de ausencia de política pública de vivienda en un año. Pero sí hemos invertido la tendencia y lo hemos situado como prioridad central. A partir de ahí dependerá mucho de cómo conseguimos hacer política de ciudad. No del Ayuntamiento, políticas de ciudad, donde cada uno se movilice desde su lugar. El movimiento vecinal, desde el movimiento vecinal; el ayuntamiento, desde el ayuntamiento; los colectivos, el sector privado…que toda la ciudad se ponga objetivos y que a partir de ahí, por ejemplo, se pueda conseguir una regularización del alquiler como hay en París o en Berlín, para evitar alquileres abusivos, presionando a instancias que de entrada no están dispuestas. Eso, en realidad, en parte está empezando a pasar en el caso de la Generalitat de Catalunya. Cuando hace un año dijimos que había que regular para evitar alquileres abusivos salió la consellera diciendo que ni hablar, que era imposible. Ahora dicen que sí, que van a hacer una ley. ¿Por qué? Porque hay presión ciudadana y porque hemos conseguido que haya consenso en la ciudad respecto a este tema y que no sea una cosa de Barcelona en Comú, sino que sea realmente una prioridad de ciudad. Y en esa línea creo que todavía tenemos que explorar mucho más.
Partidos, 15M, crisis del Sistema
Hablemos de los choques culturales que haya podido ver. El PSC, con quienes gobierna, no era una opción prevista antes de las elecciones.
Claro, no nos lo habíamos planteado, no.
¿En qué consiste ese choque?
No hemos tenido que modificar nuestras políticas porque entrara el PSC. De momento, no hemos tenido que renunciar ni traicionar nada, absolutamente nadaEs difícil transmitir la experiencia del Gobierno cuando haces un cursillo acelerado en tan poco tiempo. Pero para mí, hoy, el PSC no es un gran choque. Es un partido histórico, tradicional y una pieza básica del bipartidismo que está en crisis, claramente. Un partido absolutamente en minoría en el Ayuntamiento de Barcelona, con solo cuatro concejales, cuando nosotros tenemos once. Nosotros, para poder gobernar mejor, necesitábamos ampliar el Gobierno y con los únicos con los que podemos hacerlo es con los partidos de izquierdas, con los que tenemos mayor coincidencia programática. El PSC quiso desde el primer día, como partido que siempre ha estado en el poder. Nosotros estuvimos un año esperando a que Esquerra Republicana se decidiera a entrar, porque la priorizábamos sobre el PSC, pero ERC no quiso porque creo que da prioridad a su estrategia electoral en el ámbito catalán, y considera que nosotros éramos unos rivales. Por tanto, entrar en el Gobierno municipal podía suponer reforzarnos. Te lo reconocen muy abiertamente. Es triste, porque te lo dicen así. La CUP, por su parte, ni se lo planteó. Es un partido que nunca ha querido gobernar, creo que de forma bastante explícita. Quedaba entonces el PSC. Y para gobernar mejor la ciudad, que no son solo 1,6 millones de habitantes, sino que es un área metropolitana de más de tres millones, con una gran cantidad de organismos, era evidente que había que ampliar el Gobierno. Por eso digo que ahora veo el PSC muy diferente. Lo veo como un partido minoritario del Consistorio con el que hay bastante coincidencia programática en políticas de ciudad. No total, y tampoco en formas de hacer, pero hemos sumado manos a la gestión del gobierno. Claro que hay que negociar cosas, pero eso forma parte de nuestra cotidianidad y el arte de la gestión de la imperfección es el día a día del gobierno municipal.
No estamos hablando tampoco del PSC que ha liderado la ciudad de Barcelona, estamos hablando de 4 concejales que se suman. Hay diferencias en la cultura de trabajo, incluso del día a día, formas de trabajar que son claramente diferentes entre nosotros, pero en el caso de Barcelona tampoco se ha producido ese gran choque porque en realidad nosotros no hemos tenido que modificar nuestras políticas porque entrara el PSC. Esa sería la gran pregunta, ¿no?: ¿a qué has tenido que renunciar o en qué te has tenido que traicionar? De momento, en nada, en absolutamente nada.
¿Es extrapolable esto, es posible que la solución a la crisis del sistema español pase por un pos15M negociando con un posPSOE?
Hombre, yo creo que debe ser asumible que eso es lo que hay. ¿O hay otra cosa que yo desconozco? Lo que tengo clarísimo después de esta experiencia, después de este chute de realidad de política institucional de año y medio, es que tu capacidad de liderazgo depende de tu capacidad de hacer. Entonces, no culpes a los demás de lo que no hagas tú. Si tú tienes ideas, las pones en juego. ¿Los otros tienen ideas? Parece que no muchas. Pues entonces si tú tienes ideas, tienes posibilidades de tener más capacidad de liderazgo. ¿Tú, qué estás dispuesto a arriesgar?
Hombre, no tienen muchas ideas, tienen sí una, muy fuerte.
En el día a día de la gestión municipal, nosotros no hemos dejado de hacer nada de lo que nos planteábamos hacer. Por ejemplo, podría haber habido un choque en la cuestión del agua. El Partido Socialista acabó de privatizarla en el área metropolitana en mandatos anteriores y nosotros hemos planteado, como una las prioridad, la remunicipalización, como están haciendo otros ayuntamientos. No ha habido choque y estamos avanzando hacia la remunicipalización del agua. Nos ayuda que haya habido mucho movimiento social. No es cuestión de un partido o de otro, sino de que ha habido un movimiento social por la recuperación del agua como bien común muy fuerte, que además ha llevado el tema al plano judicial y se ha sentenciado en contra de la privatización y eso, evidentemente, nos ha ayudado mucho. Por eso te digo que depende de la capacidad de liderazgo, y que esa capacidad responde a tu capacidad de movilización social, de arriesgarte, de poner ideas sobre la mesa, de tener proyecto, de convencer, de generar alianzas... Por tanto, el que los otros tengan más o menos fuerza respecto a ti, depende mucho de tu propia capacidad.
Otro de los choques ha sido con la cultura sindical, a raíz la huelga del TMB - Metro.
Yo no venía del movimiento sindical, no he participado nunca, formo ya parte de esa generación que he llamado “el precariado”: conozco muy bien la precariedad, pero no conocía el movimiento sindical. De hecho, uno de los problemas de la precariedad es que no ha habido sindicalismo. Bueno, la cuestión es que entras en el Ayuntamiento y entras en contacto con una parte del mundo sindical que es lo sindical de lo público, algo diferente. No quiero decir que todo el mundo sea igual, porque hay de todo, depende de las personas, no todas las siglas son iguales, pero para mí es un choque entrar y que te traten como la patronal, cuando eres un gobierno municipal comprometido con lo público, con remunicipalizar servicios básicos, con la recuperación de los bienes comunes, con garantizar condiciones laborales de todo el mundo en la ciudad, no solo de los servicios públicos, sino, sobre todo, de los más precarios, que no están en los servicios públicos etc. Es un choque muy fuerte y cuesta digerirlo. Intentas ponerte en situación pero claro, yo que he vivido en la máxima precariedad toda mi vida, que de repente te traten como si tú fueras el propietario de una multinacional que quisieras putear a los trabajadores es algo que, como mínimo, duele.
No quiero generalizar con los sindicatos, pero que te traten como si tú fueras el propietario de una multinacional que quisieras putear a los trabajadores es algo que, como mínimo, dueleTe dices “estamos aquí juntos para defender los servicios públicos, ¿o no?”. No quiero generalizar ni decir que todo el mundo es igual; hay gente maravillosa y esencial en el sindicalismo y quiero poner en valor todas las conquistas sindicales, que son imprescindibles. Pero ha habido una cierta deriva hacia un sindicalismo corporativo, un sindicalismo de clase. Tú esperas encontrar en el mundo sindical aliados para defender los servicios públicos y lo que te encuentras, a veces, es un sindicalismo que entiendes que tiene que defender las mejores condiciones posibles de esos trabajadores, pero tú quieres defender el servicio público y tienes que pensar en su viabilidad, en la calidad del servicio público, en muchas más cosas y no solo en las condiciones de esos trabajadores. Es algo que hemos aprendido a base de encontrarnos en ello.
Las relaciones Cataluña-España
Otro choque cultural es con el independentismo. La palabra, igual, es Procesismo. Una cosa que es movimiento ciudadano, pero también todo lo contrario, algo gubernamental y mediático.
Es un movimiento ciudadano plural. Hay que huir de las visiones monolíticas, porque van en contra de la realidad y del buen hacer político. No nos hemos encontrado nunca incómodos en el movimiento ciudadano, hemos participado en todas las manifestaciones soberanistas por el derecho a decidir, antes de montar la candidatura municipalista, durante y también después, en el gobierno. No ha habido incomodidad alguna cuando el eje principal que se plantea es el democrático, la profundización democrática, en un marco estatal, el estado de las autonomías, claramente agotado. Más allá de la situación catalana, en democracia es incuestionable que cuando hay una movilización masiva que exige ser reconocida como sujeto soberano, una mayoría social que se reconoce como sujeto, la única forma de resolverlo es pasar a las urnas y de ahí la reivindicación del referéndum. No solo nos hemos movilizado, sino que lo hemos reivindicado y nos hemos sentido perfectamente cómodos haciéndolo. Ahora bien, es verdad que la política absolutamente autoritaria y represiva del Estado, de la cúpula del Estado --no solo hablamos del PP, hablamos de la cúpula judicial también--, ha alimentado la polarización, ha eliminado matices y ha hecho aumentar el apoyo al independentismo. En gran parte por reacción a esa negación al diálogo y a ese autoritarismo que ha habido por parte del poder estatal, una situación en la que ha entrado también en juego la gestión que han hecho algunos partidos. Ahí es donde aparecen las dificultades. Mientras ha habido liderazgo ciudadano y la ciudadanía ha marcado la agenda podía haber matices, pero no había esa sensación de enquistamiento político en que se ha derivado. Cuando las mismas organizaciones soberanistas, como Omnium o ANC, han traspasado todo el protagonismo y responsabilidad al Parlament de Catalunya y han avalado que todo eso se redujera a una opción partidista --Junts Pel Si, con unas elecciones que tenían que ser definitivas, míticas…-- a partir de ahí es donde se han generado los problemas políticos.
Entonces sí hemos tenido problemas graves, porque en el espacio político en el que yo participo, los comunes, hay efectivamente de todo, hay gente independentista, gente federalista, gente a la que este tema no le interesa de forma prioritaria, pero absolutamente todos de manera inequívoca estamos dispuestos a movilizarnos, seguramente mucho más que la mayoría de la gente de Convergència, por el derecho democrático a decidir, por el eje democrático. El debate se ha pervertido cuando han aparecido las luchas partidistas para ver quién hegemoniza eso, quién gana electoralmente gracias a eso. Nosotros lo hemos sufrido en el choque con Esquerra Republicana. Para algunos de nosotros ha sido muy sorprendente, incluso doloroso en algunos casos, porque Esquerra era una de las fuerzas de izquierdas con las que pensabas que ibas a tener más sintonía, en la medida en que no es un partido nuevo, pero tampoco ha formado parte del establishment que ha gobernado, ni en Cataluña ni en el Estado, como sí lo han hecho Convergència o el PSOE, ni ha tenido corrupción. Además, tiene una coincidencia programática de izquierdas bastante amplia. Se suponía que tenía que ser uno de nuestros aliados más intuitivamente naturales. En cambio, ERC ha hecho una política sobre todo de partido, donde ha considerado que nosotros éramos su principal rival en el espacio político. Al ser su principal rival, es a quien más ha atacado. En fin, nosotros decimos: yo no apoyo tu hoja de ruta –el voto de tu vida y todo esto– pero voy a estar siempre en contra de la judicialización, te voy defender de cualquier ofensiva judicial, voy a defender el derecho a decidir, voy a hacer todo lo posible para ganar alianzas para hacer posible el referéndum. Nadie como nosotros, ni Convergència ni ERC, se lo han creído en el Estado, y nadie como nosotros ha conseguido junto con Podemos, con las confluencias, millones de votos que apoyaban el derecho a decidir. Lo hemos defendido también en el ámbito internacional… Pero nada de esto se ha puesto en valor, sino todo lo contrario. Se nos ha dicho que éramos el peor enemigo del Procés. Eso genera una perplejidad… ¿Cómo puede ser que ERC nos considere el peor enemigo? No nos está valorando como aliado en unos objetivos políticos, sino como un rival electoral. Eso sí que es un choque de cultura política, porque nosotros no funcionamos así y no vamos a funcionar así. Eso para mí sí que es la muerte de la política. El día que yo esté en política solamente para mantener intereses de partido y no para defender las ideas en las que creo y conseguir el máximo de alianzas posibles para hacer que esas ideas se hagan realidad, entonces estamos muertos.
La burocracia, los tiempos
Hablando con personas de movimientos, todas utilizan la expresión ‘el tempo institucional’, como gran diferencia. ¿Lo percibe?
Desde luego, sí.
¿Puede explicar algo que no sepamos sobre el tempo?
Lo siento, pero no tengo grandes revelaciones [ríe].
Pero estuvo en la PAH, donde tenían un tempo. Y ahora está en una institución con un tempo diferente. No todos tenemos esa perspectiva de dos tempos diferentes.
¿Cómo puede ser que ERC nos considere el peor enemigo? No nos está valorando como aliado en unos objetivos políticos, sino como un rival electoralUna tiene objetivos por los que estaría dispuesta a no dormir si hace falta, pero existe una dinámica institucional, burocrática que impide que por mucho que tú no duermas y te dediques en cuerpo y alma… Hay toda una serie de procedimientos que no te puedes saltar y tienes que hacer un esfuerzo y acostumbrarte a que entre que tomas una decisión y esa decisión se hace efectiva y puede mostrar resultados visibles, puede pasar mucho tiempo. No tienes que dejarte llevar por la frustración, sino incorporarlo y gestionarlo lo mejor posible. Al mismo tiempo, hay urgencia material y espiritual, a todos los niveles. Son muchos años de estar esperando a echar la corrupción del poder, garantizar derechos básicos, dar protagonismo a la gente... Los límites de la institución, el gobierno en minoría, las competencias, la maquinaria burocrática… Toda esa configuración –en la que trabajaremos también para cambiarla, pero va a llevar tiempo– choca con la expectativa que te ha llevado a estar gobernando. Esa expectativa choca con tu capacidad de gestión, que no es poca, no la quiero minimizar. Estamos haciendo un montón de cosas pero, claro, hay tanto por hacer y se espera tanto de nosotros… Mucha gente se imaginaba que entraríamos y que lo peor sería la presión que recibiríamos de los bancos o de grandes multinacionales. Pero lo más difícil de todo es gestionar la expectativa, porque de nosotros se espera todo. La gente que está peor en la ciudad lo espera todo, lógicamente. La gente que no está tan mal, pero que tiene un deseo y un anhelo de ver políticas diferentes, creatividad, cambio cultural… Lo espera todo. Fuera de Barcelona se nos ve como uno de los proyectos municipales con más fuerzas para animar a otros procesos municipalistas. Es decir, desde otras ciudades también se nos pide apoyo. Desde toda Europa nos reclaman porque Barcelona es, por una lado, una de las ciudades más conocidas y queridas internacionalmente –eso también ha sido fuerte comprobarlo como alcaldesa, el impacto que tiene el nombre de Barcelona en el mundo. Eso también es una herramienta muy poderosa para utilizarla con mucha responsabilidad–, y al mismo tiempo, el cambio político que significamos nosotros también ha generado muchas expectativas, y más en una Europa que está en crisis no, lo siguiente. En riesgo de autodestrucción absoluta.
¿En riesgo…? No le quite años.
Digamos riesgo, por favor. Yo tengo que ser optimista, necesariamente [ríe].
El municipalismo, las ciudades, la soberanía
¿Cree que sería bueno que todos los políticos pasasen antes por la política municipal unos años antes de dedicarse a otras cosas? ¿Es una buena escuela?
Mucha gente se imaginaba que entraríamos y que lo peor sería la presión que recibiríamos de los bancos o de grandes multinacionales. Pero lo más difícil de todo es gestionar la expectativa: de nosotros se espera todoYo no sé si decir que todos tienen que pasar por la política municipal. Supongo que también es una cuestión de carácter. Hay gente que seguramente es buena para el parlamentarismo. Pero yo hoy no cambiaría lo municipal por nada del mundo. A mí cuando me preguntan “¿te vas a presentar a la Generalitat, al Estado?”, les digo que eso es vieja política, que no traten al municipalismo como si fuera algo menor. En el mainstream sí, mira los programas de prime time: nadie habla de política municipal, todo es estatal. Absolutamente todo y, a veces, de bajísimo nivel.
Hablaba antes de lo difícil de gestionar todas las expectativas ¿Es más fácil controlar eso a nivel municipal?
Yo creo que es más bien un tema de carácter. Tienes que ser muy pragmática y capaz de asumir límite, imperfecciones y seguir buscando brechas donde sea para cumplir los objetivos que quieres. En ese sentido, el municipalismo es una escuela como no hay otra, porque es la política del día a día y la de dar explicaciones. Alguien que está en el ámbito estatal no tiene que estar dando explicaciones en cada pueblo de España. Puede encerrarse en su despacho, para entendernos, y en el municipalismo no tiene ningún sentido encerrarse en el despacho porque mueres políticamente. Es una política de calle y, aunque quisieras, no podrías mirar para otro lado. Tienes la realidad ahí y hay que darle respuestas cada día. En ese sentido, para mí es apasionante. Es la mejor escuela del mundo para hacer política, sobre todo en un momento como el actual donde hay tantas cosas inciertas y hay que empezar a recomponer y hay que ser atrevido, imaginativos y pensar. Poder hacer eso desde la proximidad, desde el lugar del día a día, desde donde los muchos nos podemos encontrar, donde los diversos nos podemos encontrar en el día a día, que es en la ciudad, que es donde nació la política, en el ágora, pues es el lugar privilegiado para estar ahora mismo.
Hay problemas que afectan a la ciudad pero que no se pueden resolver en la ciudad...
Sí pero, sin embargo, cada vez más las ciudades se están consolidando como sujetos sin los cuales no se puede pensar la macropolítica. Lo que estamos viendo es que los estados y las regiones están viendo lo que el sector privado hace tiempo que tiene muy claro, y es que las grandes ciudades son los grandes actores de la política mundial. Los grandes retos globales y las grandes contradicciones globales se concretan en las ciudades: el cambio climático, la movilidad, la vivienda, la desigualdad, los desplazamientos migratorios. ¿La gente a dónde va? A las ciudades. El 80% de la gente en Europa vive en las ciudades, en las grandes áreas metropolitanas. Cualquier Estado que quiera hacer una política eficaz que acabe teniendo impacto, si Europa quiere plantearse políticas eficaces para enfrentar los grandes retos que tiene, o cuenta con las ciudades o ya me dirás cómo lo va a hacer. No es casual que cada vez se oiga más la voz de las ciudades en cuestiones que tienen que ver con el cambio climático, con las desigualdades o con la crisis de refugiados...
Pero no tienen competencia para hablar en Europa…
Si se quieren tener ciudades cohesionadas necesitamos fondos para hacer políticas inclusivas. Y si esto tarda mucho en llegar, Europa se llenará de banlieusEstamos ganando capacidad, haciendo red de ciudades para hacer lobby, para incidir, creando una institucionalidad propia, que ya existía, pero la estamos reforzando y con la Comisión Europea, por ejemplo, ya hemos tenido varias reuniones. Barcelona ha participado ya en algunas reuniones clave donde se está planteando, por ejemplo, la financiación y decimos que las ciudades tiene que tener acceso directo a la financiación europea sin pasar por los Estados porque si no, todos estos retos que dicen que tiene no sé cómo los van a resolver. Para hablar de seguridad, por ejemplo, hay que tener ciudades cohesionadas, pero si se quieren tener ciudades cohesionadas necesitamos fondos para hacer políticas inclusivas. Y si esto tarda mucho en llegar, Europa se llenará de banlieus.
¿Y un gobierno catalán independiente aceptaría eso?
Como siempre, la abstracción de un gobierno no significa nada. Depende de quién lidere ese proceso, quién y cómo gobierne.
La idea de las ciudades es estupenda, pero no sé si los Estados aceptarán.
Creo que el debate tal y como está planteado ahora, entre España y Catalunya, es decimonónico. Es antiguo, no responde a la realidad actual, que es un mundo globalizado donde los principales actores son las grandes áreas metropolitanas. Hay un debate decimonónico en lo que se refiere a lo institucional, no a la movilización popular y al deseo de acabar con un régimen que está también agonizante y que evidentemente hay que cambiarlo. La cuestión es quién lidera ese cambio y hacia dónde. No cuestiono la pulsión que hay detrás, pero el debate institucional entre posible estado catalán y estado español no deja de ser un debate decimonónico. Ahora mismo yo no estoy pensando tanto en estados como en una red de ciudades a nivel europeo. Me interesa mucho más pensar en eso, sin quitarle importancia, evidentemente, a que el estado de las autonomías está caduco y que por lo tanto hay que actualizarlo y reconocer la soberanía catalana. Más allá de esto, como debate político principal, en el que hay que resolver muchas cosas, yo a lo que me quiero dedicar es, sin duda, es a esa idea de red de ciudades. Principalmente, para hacer frente a la crisis europea. Parece que no seamos conscientes del peligro inminente que tenemos. Los neofascismos disparados, el Brexit, los refugiados, que nos ponen un espejo delante... O actuamos rápido, o esa descomposición europea es el peligro más grande que tenemos, con mucha diferencia. Ríete de muchos de los debates que tenemos ahora, si de repente empezamos a tener conflictos en el corazón de Europa.
¿Hacer políticas europeas no entraña alcanzar el gobierno?
Somos gente exigente y autocrítica, por lo que siempre nos preguntamos por los límites. Por eso, parémonos a ver lo que hemos conseguido en tan poco tiempo. Cosas inimaginables en tan poco tiempo. La crisis del bipartidismo, la generación de fuerzas nuevas impensables, con un montón de gente nueva, que consiguen una cuota de poder impensable. Y eso no sólo pasa aquí. A nivel europeo pasa, en el buen y el mal sentido. Pero se están recomponiendo muchas cosas, y eso abre el horizonte de las posibilidades. Hay que ver eso en positivo. Y hay que observar las responsabilidades de cada uno de nosotros, no sólo para observarlo críticamente, sino también para actuar en positivo, para que todo esto sea una ventana de oportunidad, y no un desastre. Y ahí las ciudades han tenido una gran capacidad de debate público. Con la crisis de refugiados, el gobierno español del PP, profundamente racista, ha tenido una política de pasar olímpicamente del hecho que haya miles de personas ahogándose en el Mediterráneo, incumpliendo sus compromisos. El Estado podría estar tranquilo, a pesar de esa política, pero cada vez hay una mayor movilización ciudadana. Y unas ciudades que hemos alzado la voz en la Comisión Europea --que está empezando a pedir explicaciones al Gobierno por los fondos que recibe para las políticas de asilo y de inmigración-- y en la ONU. La gente, en fin, llega a las ciudades, ya sean legales, ilegales, alegales. La gente llega porque huye de la miseria y la violencia, llega. Y estamos haciendo política para cambiar al incidencia europea al respecto, por ejemplo.
¿Le parece más eficaz la ciudad que el parlamento?
Históricamente ha habido un gran error de pensar que cuando la izquierda llegaba al poder, pasaba a representar ese poder popular y, por lo tanto, el poder popular ya no tenía que quejarse porque ya estaban los suyos en las institucionesAhora mismo, tengo la sensación de que la ciudad es clave para hacer de palanca en cualquier cambio importante. En el tema del cambio climático lo estamos viendo. Las ciudades son las únicas que se enfrentan a la contaminación por vehículos de motor. París, Madrid, Barcelona... Si lo hiciera sólo Madrid o Barcelona, madre mía, nos envían los tanques. Intentan hacer una confabulación mediática al respecto, pero no pueden porque las ciudades se refuerzan unas a otras. No es sólo Madrid o Barcelona, sino París, Londres...
La movilización ciudadana
La falta de vitalidad del parlamento frente a las ciudades, es importante. ¿Cómo se soluciona eso de conseguir una mayor vitalidad en los parlamentos? Desde Madrid, parece un desastre el parlamento español. No sé cómo estará el catalán, pero me da la impresión de que también…
De las cosas más importantes que se han hecho en los últimos dos años en el Parlament, no han sido iniciativa del parlamento, sino de la ciudadanía. La Ley 24/2015, que ha sido una inflexión en la garantía del derecho a la vivienda y a la energía, era impensable hace tres años, porque atacaba a los poderes fácticos, bancos, las empresas de energía. Y ahora el Parlament lo ha legislado. Y, cómo no, el Tribunal Constitucional lo ha impugnado. Pero el Parlament lo ha legislado no porque hubiera en él un partido valiente, sino por una ciudadanía que se ha movilizado.
Usted está en las instituciones ¿Cómo combina la presión de la movilización ciudadana, el trabajo de la institución y los partidos políticos?
Cada uno debe hacer su papel y todos son imprescindibles, pero no creo que la movilización ciudadana sea suficiente --no manifestaciones en las calles, que es como se suele ridiculizar o simplificar– sino movilización ciudadana en el sentido más amplio, que falta mucha, que ha habido momentos importantes como el 15M, como la PAH... Yo creo que falta mucha movilización ciudadana, por ejemplo... Las instituciones no van a ir donde no vaya la sociedad, eso no va a pasar. Habría que preguntar críticamente, por ejemplo, qué carajo pasa con las universidades: dónde están las universidades, para qué sirven nuestras universidades.
Están en Sudamérica.
Cuando entras en la institución tienes que lidiar con los límites de todo tipo, con la imperfección, y no tienes que condenar a ningún movimiento social a tus límites y a tu imperfecciónEs un posible resumen (ríe). Pero claro, históricamente las universidades han sido lugares de ebullición, de generación de ideas, de propuestas, de movilización en el sentido más amplio, de cuestionamiento del statu quo. ¿A qué están reducidas hoy las universidades? A relaciones clientelares, a producir, a entretener a gente joven, porque no la incorpora al mercado laboral, y tenerla ahí encerrada el máximo tiempo posible y orientada a determinados trabajos. Necesitamos más movilización social que nunca porque, insisto, la democracia no va a avanzar ni mejorar si no lo hace la sociedad. Y luego habrá unas instituciones más receptivas o menos receptivas, a esta movilización en el sentido más amplio de la palabra que acompañen, que ejecuten...
¿Y eso cómo se come?
Yo, como alguien que está en la institución para cambiar las cosas, lo que deseo es que haya ciudadanía crítica, movilizada. Yo no tengo que hacer de eso, porque ya estoy en otra responsabilidad, en otra tarea, tengo que hacer de alcaldesa de todos, tengo que gestionar. Pero lo que me ha llevado a mí a la institución ha sido el poder de la gente. No me ha llevado ni el poder económico, ni el poder mediático. Ningún poder me ha llevado a la alcaldía. Me ha llevado la gente que se ha movilizado con centenares de actos en los barrios, en las redes sociales y con la movilización. Necesitamos que esa ciudadanía siga lo más activa posible.
Podemos: tan cerca, tan lejos
Los partidos políticos no han sido capaces de combinar las dos cosas: la movilización ciudadana y la institución...
Sí, yo creo que históricamente ha habido un gran error en gran parte de la izquierda: pensar que cuando la izquierda llegaba al poder, pasaba a representar ese poder popular y, por lo tanto, el poder popular ya no tenía que quejarse porque ya estaban los suyos en las instituciones. Gravísimo error. Pero también creo que hay que evitar pensar que somos lo mismo. No, cada uno tiene que cumplir su papel y la movilización la tiene que hacer de manera absolutamente independiente a cualquier gobierno, gobierne quien gobierne.
Además de alcaldesa, usted es una dirigente política y muchas personas se preguntan qué piensa Ada Colau de la polémica de Podemos.
Yo creo que, de entrada, Podemos, pero cuando digo Podemos, digo las confluencias o cualquier nuevo actor político, nos equivocaríamos si quisiéramos reproducir lo que creo que son evidentes errores de la izquierda en nuestro país, como es cooptar a los movimientos sociales. Podemos, Barcelona en Comú o un nuevo actor político que se presente a la institución con todo lo que esto conlleva, tiene que percibirse como una herramienta de cambio ciudadano y de profundización democrática, pero no como un aparato que coopte a cualquier movilización...
Claro, pero hay dos maneras de verlo. El movimiento social está en la calle, y hay un partido que las lleva al Parlamento. O bien el partido político es el que lidera la movilización social. Son dos posiciones distintas. ¿Cuál de esas dos posiciones le parece más pertinente?
¿Participar en el debate de Podemos? Pobre de mí. Solo me falta esoYo creo que una vez que entras en la institución, lo hemos dicho antes, tienes que lidiar con los límites de todo tipo, con la imperfección, y no tienes que condenar a ningún movimiento social a tus límites y a tu imperfección. Y, por lo tanto, al contrario, tú entras para hacer una tarea y un rol determinado, pero lo que tú hagas dentro de la institución tiene que respetar la absoluta independencia de quien está fuera de la institución, porque son dos naturalezas del actuar absolutamente diferentes. O sea, entrar en la institución --sobre todo si entras con la aspiración de ganar y de transformar desde una posición de gobierno-- quiere decir, necesariamente, lidiar con límites y con la imperfección. Y tú no tienes que arrastrar a esos límites y esa imperfección a la movilización ciudadana. Y, por lo tanto, creo que hay que separar claramente un ámbito del otro. Y eso no quiere decir darle la espalda, al contrario. Escuchar esas demandas, ejecutarlas en la medida de lo posible, rendir cuentas delante de esas demandas. O sea, que tiene que haber mucha relación, pero cada uno desde su lugar. No pretendiendo subsumir, cooptar, llámalo como quieras.
Y esa divergencia de opinión ¿es algo que existe o es, simplemente, la discusión dentro de Podemos?
Yo te tengo que decir que no soy de Podemos, por lo que no sigo tanto la discusión interna. Porque sé que ha habido miles de artículos y de declaraciones en los últimos tiempos que no me he leído porque tengo mucho trabajo, os voy a ser sincera. Que haya debate político y que haya diversidad, bienvenido sea siempre. Eso es una riqueza y no existe… Lo monocolor es contrario a lo democrático pero, más allá de eso, evidentemente también hay que decir que se espera de todo el mundo altura de miras y que se priorice el interés general y el bien común por encima de intereses particulares o partidistas. Más allá de eso, no me atrevo a posicionarme porque no estoy en medio de esos debates.
¿En cualquier caso, el objetivo de Podemos en el Parlamento nacional debería ser conseguir echar al PP?
Echar al PP no es un objetivo en sí mismo, pero sí que es un primer paso para configurar un gobierno alternativo que permita abrir brechas y empezar a desmontar políticas de austeridad, acabar con la corrupción, los grandes objetivos que tenemos. Entonces, para los grandes objetivos que tenemos de transformación política y de saneamiento democrático, evidentemente un primer paso es sacar al Partido Popular de ese gobierno.
Y eso solo es posible con una coalición múltiple.
Ahora mismo con la configuración actual sí. Más adelante no sé, pero ahora mismo es lo que es. La política se hace con lo que hay. No con lo que querrías que hubiera.
Es una pena que no participe en el debate de Podemos...
Pobre de mí. Solo me falta eso.
¿Existe la posibilidad de que todo lo que se está elaborando desde el Ayuntamiento sea un aggiornamento de la socialdemocracia que ella no ha hecho?
Depende de todos. Puede ser simplemente eso, alargar un ciclo y que se moderen unas políticas durante un tiempo o puede ser el inicio de otra cosa, que es lo que quiero pensar y por eso estoy en el Ayuntamiento. Tenemos una responsabilidad histórica. ¿Que hay dificultades? ¿Que hay riesgos? El que has dicho y muchos más, pero ¿y qué? Nos miraremos al espejo y diremos ¿tú qué hiciste?, ¿te quedaste criticando lo que decían unos y otros o hiciste todo lo que pudiste para aprovechar las oportunidades y posibilidades que tenías para intentar efectivamente un proceso de cambio a mejor, una transformación real? Estamos haciendo montones de cosas, imperfectas, con límites, no todo lo rápido que quisiéramos, en medio de las políticas de peleas partidistas, pero todo eso está pasando y podría no estar pasando nada…. Está pasando.
Autor: Soledad Gallego-Díaz / Guillem Martínez
Podemos se reúne en el Congreso con representantes de CGT
La reunión ha tenido como objetivo debatir sobre el diagnóstico social y político del Estado y establecer lazos de cooperación y vínculos de trabajo entre ambas organizaciones.
Durante la reunión, han compartido valoraciones en tono a cuestiones de la agenda política. Ambas organizaciones han coincidido en la necesidad de derogar las dos últimas reformas laborales, aplicar medidas para acabar con la precariedad laboral, la defensa de los servicios públicos, de la libertad sindical y de las libertades públicas, así como la derogación de la ley mordaza.
“Tenemos que reconocer el trabajo de las organizaciones de la sociedad civil para acabar con la situación de emergencia social que vive la gente en nuestro país. Por ello, apoyamos la movilización social para la defensa de nuestros derechos”, ha afirmado Mayoral.
Asimismo, han presentado a los diputados de Unidos Podemos la campaña 'Por lo público, por lo común', que CGT está desarrollando con el fin de revertir la situación actual.
“Creemos que en esta pelea nos jugamos todos y todas (organizaciones, movimientos sociales, partidos políticos como Unidos Podemos y sindicatos alternativos) la posibilidad de revertir todo aquello que se nos ha robado y desposeído y que es esencial para la vida”, ha explicado José Manuel Muñoz Póliz.
Macarena Amores García
Gabinete de prensa del Comité Confederal de la CGT
Organizaciones de izquierda adhieren a marcha de NO+AFP y llaman a confluir en un Frente Amplio
Publicado el 22 Enero 2017
Escrito por Colaboradores - EL CLARÍN DE CHILE
Los
Partidos y movimientos Movimiento del Socialismo Allendista, Izquierda
Cristiana y Partido Constituyente, adhieren a la Marcha familiar de
NO+AFP del 26 de marzo y llaman a confluir y constituir un FRENTE AMPLIO
integrado a organizaciones sociales, sindicales, partidarias y
políticas anti neoliberales sin exclusión, que defina un Programa de
Gobierno y una candidatura presidencial y candidaturas parlamentarias
alternativas.
DECLARACIÓN PÚBLICA.
Las agrupaciones y personas firmantes suscribimos lo siguiente:
El
neoliberalismo, actual etapa del capitalismo, ha incrementado la
acumulación de poder mediante mercantilización de todas las actividades
humanas, exponiendo al mundo entero a la profundización de la miseria,
la marginalidad y la destrucción progresiva a la biósfera.
Este
modelo de dominación fue impuesto en Chile por la dictadura
cívico-militar, y no ha sido sustituido por los gobiernos de la
Concertación y la derecha. Más bien estas congregaciones políticas se
han caracterizado por su entrega y sumisión sin reparos a la
administración, mantención, profundización y perpetuación del sistema,
lo que ha conducido a la pérdida de credibilidad en los actores
políticos y minado la posibilidades de construir un Chile mejor, con
verdadera justicia social, solidario, incluyente y comprometido con los
DDHH.
Es
por ello que los suscribientes adherimos a todos los esfuerzos de los
sujetos, multitudes, movimientos sociales y organizaciones políticas,
que piensan y trabajan para poner en práctica la transformación del
modelo neoliberal, y consideramos que para la eficacia y éxito de esos
esfuerzos, es imprescindible la confluencia de todos esos actores
transformadores en un Frente Amplio, que proponga alternativa a las expresiones políticas de los poderes dominantes.
La existencia, subsistencia y desarrollo de este Frente Amplio, tiene
como condición necesaria la disposición a integrar a las diversas
organizaciones sociales, sindicales, partidarias y políticas, tengan o
no representación parlamentaria, que mediante el uso de la democracia
directa y participativa, que haga emerger, desde la base social, un
programa de transformaciones que proponer al conjunto de la sociedad
chilena, tanto con miras a las próximas elecciones como hacia las
futuras luchas que se avecinan.
Es por eso que llamanos a todas las fuerzas políticas, sociales e independientes que confluimos en el Frente Amplio, a
sumarnos activamente a las luchas sociales en curso, lo que
necesariamente incluye la adhesión a los movimientos sociales que hoy se
despliegan con éxito en diversos espacios, como la lucha por una
educación pública, gratuita y de calidad; un sistema de seguridad social
que garantice la dignidad de las personas, tal como lo ha venido
haciendo el Movimiento No Más AFP; el cambio de las estructuras
sociales y económicas que perpetúan la violencia de género, la
recuperación de los recursos naturales, entre muchos otros, y desde ahí
construir un programa que satisfaga los anhelos de las grandes mayorías
del país.
Santiago, 21 de enero de 2017
Izquierda Cristiana de Chile
Movimiento del Socialismo Allendista de Chile
Partido Constituyente de Chile
Un Frente Amplio capaz de guiar a un país
por Joaquín Arduengo 21 enero 2017 - EL MOSTRADOR
En
Chile un pequeño porcentaje de la población, posee grandes riquezas
mientras la mayoría padece serias necesidades. Esta minoría accedió al
poder político y económico mediante mecanismos torcidos, controlados e
inaccesibles, con una constitución y legislación hechas a su medida,
falseando a su antojo la “democracia” que hasta hoy cínicamente dicen
defender.
Mediante la concentración del capital financiero y la
extorsión implícita y explícita, tienen a nuestro Estado de rodillas,
con la complicidad de sectores políticos que buscan participar, al
tiempo de difundir, los aparentes beneficios de tal situación. Cuando la
maquinaria se ha atascado, no han dudado en aceitarla mediante la
corrupción política, la colusión y la mentira institucionalizada.
Pero ya están en evidencia y a los ojos de los
hombres y las mujeres que pueblan nuestro país. Este “sistema” está hoy
herido de muerte, ante la presión de quienes deseamos un país en paz y
en justicia económica y social. Por ello hoy más que nunca, es necesario
negarnos a aceptar la mecánica estúpida, absurda y mentirosa que hoy
nos rige, haciéndonos parte de la transformación de tales condiciones.
Es el momento de avanzar con resolución.
Tenemos la necesidad y la posibilidad de articular al
más amplio conjunto de fuerzas políticas, sociales, progresistas y
anti-neoliberales para conformar un gran movimiento que haga retroceder
decididamente las actuales condiciones de desigualdad e injusticia
social.
Por cierto, aspiramos a una democracia participativa y directa como sistema político y rechazamos toda forma abierta o encubierta para limitarla. Del mismo modo, rechazamos la Constitución Política actual, que se opone a la capacidad plena del ciudadano de elegir las condiciones en que desea conformar a nuestro país burlando de raíz la democracia real.
Somos conscientes de que la tragedia sorda que se
experimenta hoy, requiere responsabilidad y lucidez a las que debemos
acercarnos construyendo cada peldaño que contribuya a la construcción
del país que queremos. Creemos firmemente en la posibilidad de recuperar
el poder de decisión del todo social y proyectarlo a la toma del poder
político. Esta fe en la unidad y en la diversidad nos exige una
creciente capacidad organizativa, que asumimos hoy como parte de nuestra
propia lucha y como responsabilidad presente y futura.
Pensamos, que es el momento político e histórico
propicio para recoger la experiencia de la última década y volcarla en
el desarrollo de una voluntad, que unifique la diversidad de
expresiones, en una fuerza capaz de ofrecer una opción política y social
posible para Chile. Por ello, aspiramos a constituir este Frente
Amplio, de manera cohesionada y fuerte.
Nos hacemos parte del llamado a la convergencia de
hombres, mujeres, jóvenes, estudiantes, trabajadores, pueblos
originarios y de toda organización por pequeña que esta sea. Convocamos a
las organizaciones laicas y religiosas, sociales y políticas, a los
intelectuales, profesionales y artistas. Pequeños y medianos
empresarios, agricultores, mineros, pescadores, empleados de comercio y
servicios, para la generación y construcción de nuevos y originales
modelos políticos, económicos, sociales y culturales, que reemplacen el
injusto modelo vigente.
En síntesis, convocamos a la generación de ideas
fundacionales y estratégicas de acción, como aporte para transformar las
esperanzas de transformación, en caminos de expresión política
concreta, para su análisis, discusión y enriquecimiento.
Consideramos, la formación de un Frente Amplio
Político y Social, que priorice la lucha, no sólo en la acción de
carácter político, sino también para recuperar la fe en las
posibilidades de transformación de las condiciones que hoy falsamente
parecen imponerse como únicas e inamovibles. Visualizamos por tanto, un
Frente que ha de manifestarse simultáneamente en lo político, en lo
social, en lo económico, en lo cultural y en lo psicológico, haciendo
retroceder el pesimismo y el desaliento que ha conducido a la falta de
participación.
Nuestra dirección es avanzar decididamente hacia un
nuevo sistema que privilegie la solución de las necesidades de nuestros
pueblos y no las ganancias del gran capital, poniendo en abierta
discusión la actual, injusta y vertical relación entre capital y
trabajo. Creemos fundamental que entre nuestras prioridades esté la
necesidad de recuperar nuestros recursos naturales y financieros. La
sola recuperación del cobre y los fondos previsionales de los
trabajadores, permitiría garantizar el derecho y acceso a la salud,
educación y pensiones dignas.
Así, sostenemos al Frente Amplio en abierta oposición
al neoliberalismo y a cualquier otro modelo que sea expresión del
sistema actual, por ello nos ubicamos en abierta oposición a la Derecha y
a los partidos de la Nueva Mayoría, responsables del actual modelo
político, social y económico. Consecuentemente con ello, como parte de
este Frente, no aceptamos pactos o alianzas de ningún tipo con tales
referentes, en cualquiera de sus expresiones políticas, lo que
consideramos necesario para dar señales inequívocas y coherentes a
quienes aspiran a reemplazar radicalmente el sistema que hoy nos rige.
Por cierto, aspiramos a una democracia participativa y
directa como sistema político y rechazamos toda forma abierta o
encubierta para limitarla. Del mismo modo, rechazamos la Constitución
Política actual, que se opone a la capacidad plena del ciudadano de
elegir las condiciones en que desea conformar a nuestro país burlando de
raíz la democracia real.
Afirmamos el respeto y la valoración de la diversidad
personal, cultural e ideológica y rechazamos todo sistema uniformante y
homogenizador, así como toda forma de discriminación. Así nos interesa
impulsar el trabajo para dar a los discriminados y excluidos las
garantías que merece su representatividad, fortaleciendo toda medida que
favorezca en la práctica su inserción y desarrollo. Luchar por los
discriminados y excluidos, es luchar por los derechos de todos los seres
humanos que habitan nuestro país.
Finalmente buscamos y afirmamos la necesidad de que
este Frente Amplio vaya mucho más lejos que el mero ejercicio electoral,
considerando que en el presente, es un imperativo y una necesidad el
llevar al parlamento a quienes desean una transformación real en nuestro
país.
Un Frente Amplio para la transformación de Chile
Publicado el 21 Enero 2017
Escrito por Esteban Silva y Patricio Guzmán - EL CLARÍN DE CHILE
Chile requiere de un FRENTE AMPLIO
que articule y proyecte de manera unitaria a las fuerzas de izquierda
sociales y políticas anti neoliberales que se estructures en torno a un
Programa de Gobierno y de lucha para la transformación del país.
Para ello proponemos recoger y desarrollar 5 Ejes Principales:
1.- ASAMBLEA CONSTITUYENTE PARA UNA NUEVA CONSTITUCIÓN
La
lucha por la Asamblea Constituyente para una nueva Constitución que
termine con la concepción del Estado subsidiario hoy hegemónica y que
abra el camino para cambio estructural de la política económica
neoliberal actual entre cuyos aspectos centrales proponemos:
2.-
NUEVO SISTEMA DE SEGURIDAD SOCIAL, NUEVA RELACIÓN ENTRE EL TRABAJO Y EL
CAPITAL, EDUCACIÓN PÚBLICA, GRATUITA Y LAICA, RENACIONALIZACIÓN DEL
COBRE Y NACIONALIZACIÓN DEL AGUA.
El
término inmediato del sistema de AFP’s reemplazándolo por un nuevo
sistema Previsional y de Seguridad Social basado en un sistema de
reparto, tripartito y solidario de Pensiones con una administración
social de la propiedad. Por ello, hacemos nuestra la Propuesta de
Pensiones del Coordinador Nacional de Trabajadores de NO más AFP.
Materializar
la Educación pública,gratuita y laica. Establecer un nuevo Código
Laboral que proteja realmente a las y los trabajadores y que fortalezca
sus organizaciones sindicales y permita la negociación por rama de la
producción; concreción de una real Reforma Tributaria que grabe no sólo
la ganancia sino la acumulación de patrimonio y de concentración de la
propiedad y excedentes del gran capital y los grandes grupos
económicos; la renacionalización de nuestro Cobre y la eliminación de la
Ley Reservada del Cobre, la nacionalización del Agua en todas sus
dimensiones, el apoyo los planteamientos de Ni Una más contra la
violencia machista y la anulación de todas las Leyes actuales que
impiden este propósito nacional como: el actual Código Minero y la
fraudulenta Ley de Pesca.
3.- ESTADO PLURINACIONAL Y RESOLUCIÓN DEL CONFLICTO CON EL PUEBLO MAPUCHE.
Como
componente fundamental de la refundación institucional y cultural de
Chile en una nueva Constitución que establezca el carácter
plurinacional y pluricultural del Estado chileno basado en el
reconocimiento y expresión del pueblo MAPUCHE Y PUEBLOS ORIGINARIOS. Un
gobierno nacional y patriótico que emerja de este proceso debe resolver
el conflicto actual que se expresa en Estado conservador centralista y
represivo con el pueblo mapuche. Ello implica el desmilitarizar la
Araucanía, la liberación inmediata de las y los presos políticos mapuche
y restituir las tierras a los pueblos mapuches e impedir el
crecimiento y el lucro sobre esos recursos por parte de las grandes
empresas forestales nacionales y transnacionales.
4.- DESCENTRALIZACIÓN CON UNA VERDADERA DEMOCRACIA PARTICIPATIVA, ECONOMICA Y SOCIAL.
Los
fundamentos de la refundación democrática de Chile deben estar
articulados con un profundo proceso de transformación del Estado basado
en una real descentralización regional y local. En consecuencia,
apoyamos e impulsamos la construcción de una democracia participativa
protagónica y no meramente representativa la que hoy está en crisis.
Es
fundamental impulsar desde la base de la sociedad e institucionalmente
desde los Municipios que se conquiste el derecho a implementar una nueva
arquitectura participativa y democratizadora que permita ejercer la
participación ciudadana y la gestión no sólo del territorio sino también
en el ámbito de los servicios y la actividad económica productiva y de
servicios. Para ello, consideramos fundamental establecer una nueva
Ley General de Municipalidades con nuevas atribuciones y mecanismos que
permitan el control ciudadano, la revocatoria de las autoridades electas
y la democratización de la propiedad y la economía desde lo local
fomentando el desarrollo de un polo de Económico social a través de
las alianzas entre municipios con micro empresas, PYMES, Cooperativas de
Productores y Mutuales de Trabajadores. En esa dirección, consideramos
un gran avance las Farmacias Populares y ópticas Populares. Apoyamos
las propuestas Supermercados Populares y todas aquellas iniciativas
que buscan reducir el precio de los alimentos de la Canasta básica
familiar a nivel popular terminando con las exorbitantes ganancias de
intermediarios y grandes cadenas de Supermercados. Proponemos impulsar
una nueva Ley de Radios y Televisión Social y Comunitaria para
generar una poderosa red de multimedios ciudadanos y populares.
5.- PRIORIDAD EN LA INTEGRACIÓN LATINOAMERICANA, REFUNDACIÓN DEL SISTEMA INTERNACIONAL PARA UN COMERCIO JUSTO Y EQUITATIVO.
Las
Relaciones internacionales del país están íntimamente vinculadas al
tipo de modelo de desarrollo para un nuevo Chile. Por ello,
proponemos priorizar estratégicamente la integración económica,
productiva y energética Latinoamericana y del Caribe y la cooperación
sur-sur para un comercio justo y equitativo. Priorizamos nuestra
participación en la UNASUR y la CELAC y en consecuencia el retiro
inmediato de Chile de la Alianza del Pacífico.
En el ámbito global priorizamos la activa participación de Chile en el Movimiento de países No Alineados MNOAL y en los esfuerzos internacionales que buscan una nueva arquitectura para la refundación del sistema de Naciones Unidas fundado en un mundo multipolar, sin armas nucleares y de destrucción masiva basado en la paz y en el respeto a la autodeterminación de los pueblos.
En el ámbito global priorizamos la activa participación de Chile en el Movimiento de países No Alineados MNOAL y en los esfuerzos internacionales que buscan una nueva arquitectura para la refundación del sistema de Naciones Unidas fundado en un mundo multipolar, sin armas nucleares y de destrucción masiva basado en la paz y en el respeto a la autodeterminación de los pueblos.
En
consecuencia, rechazamos la adscripción de Chile al Acuerdo
Transpacífico TPP y postulamos la No suscripción del TISA ni de ningún
otro Tratado de Libre Comercio mientras no se evalúen a fondo los
Tratados de Libre Comercio TLC que Chile ha suscrito y que tanto daño
le han hecho a nuestra débil industria nacional y a nuestra economía
productiva;
La
constitución del FRENTE AMPLIO debe estar profundamente ligada con los
movimientos sociales y ciudadanos y debe generar un espacio que permita
participar a miles de independientes que no militan en partidos y
movimientos.
En
contexto de crisis institucional que vive el país, un FA debe ser
portador y expresivo de un gran movimiento de izquierdas ciudadano y
popular alternativo a los partidos tradicionales y del duopolio que
combata de manera intransigente a la actual corrupción que genera el
gran capital y a los grandes empresarios y grupos económicos que se
coluden para expoliarnos comprando conciencias para hacer leyes en su
beneficio a través del financiamiento ilegal de campañas, de partidos
políticos y de parlamentarios.
El FA debe ser conformado desde su origen desde la base por todas las
fuerzas, movimientos, partidos, movimientos sociales e independientes
sin exclusión que compartan sus definiciones programáticas políticas y
sociales estratégicas.
Luego
de su proceso de constitución básica durante el 2017 y de su
participación con una o un candidato presidencial y candidatos y
candidatas a parlamentarios definidos en un proceso de primarias
ciudadanas abiertas, un Congreso del FA con plena participación
democrática podrá definir y resolver democráticamente su
institucionalidad y estructuras permanentes.
Esteban Silva y Patricio Guzmán
Santiago, 20 de enero de 2017
Primer encuentro nacional del frente amplio define criterios para candidatura presidencial
Diario Uchile |Sábado 21 de enero 2017 15:24 hrs.
El
conglomerado de izquierda reúne a 12 colectividades que durante esta
jornada aúnan criterios para levantar una candidatura presidencial para
este 2017.
La primera parte desarrollada durante la mañana se centró en la discusión respecto a la unidad y el carácter del frente amplio, donde participaron las diferentes fuerzas convocadas para hoy.
Durante las próximas horas los representantes reunidos trabajarán sobre la orgánica del nuevo conglomerado, la relación con las organizaciones sociales y cómo enfrentarán las elecciones de este 2017.
Asimismo y durante la tarde, definir los criterios a través de los cuales se elegirá al candidato presidencial de las fuerzas de izquierda, con esto, aterrizar la disputa por un nombre que compita por el sillón presidencial.
El diputado Giorgio Jackson, a la salida de la primera parte de este primer encuentro nacional del frente amplio dijo que “acá hay una convocatoria diversa y de manera bastante consensuada de los distintos sectores que padecen de un malestar de un sistema individualista, un sistema que nos obliga a pelear con el que está directamente al lado nuestro, que lamentablemente impide una sana competencia democrática”.
“Este un llamado no solo a quienes padecen este malestar que son las grandes mayorías, sino que también a quienes tienen la sensibilidad y les duele la guata cuando ven injusticia social. Es un llamado desde ese nivel de amplitud, a trabajar y a poner un granito de arena. Muchas veces a quienes tenemos más exposición mediática nos dan un palmazo en la espalda para seguir adelante, pero hoy necesitamos un paso de compromiso más allá, no necesitamos una democracia donde se pida un voto, necesitamos que la gente empiece a hablar en la mesa sobre los temas que son comunes”, concluyó.
Críticas al financiamiento de la "nueva educación pública"
Colegio de Profesores define una “visión crítica” sobre la reforma educacional
El magisterio presentó los acuerdos de su última asamblea nacional. Desmunicipalización, carrera docente y deuda histórica concentraron las críticas del profesorado.
URUGUAY
Martes 24 • Enero • 2017
Alianza entre listas opositoras reaviva la lucha por el sector banca oficial en las elecciones de AEBU
Si bien todavía faltan tres meses, las elecciones de la
Asociación de Empleados Bancarios del Uruguay (AEBU), un sindicato que
refleja mejor que ningún otro las distintas vertientes internas que
conviven entre los trabajadores organizados, siempre dan que hablar en
el movimiento sindical. Los convenios ya firmados el año pasado en el
sector público y en el privado parecen garantizar una campaña electoral
más tranquila que en años anteriores, pero una alianza entre la lista
más contestataria de la actual conducción del sindicato con otra
agrupación incipiente agrega una cuota de incertidumbre en la contienda
del sector banca oficial, donde la lista 98 (Articulación) ha venido
debilitándose en los últimos años.
La alianza es entre la lista 575, que surgió en las elecciones
de 2011, y la otra conocida como “RUC”, cuyo apodo alude a la larguísima
cifra que suele caracterizarla. El número de lista -de 12 cifras- con
que se presentarán ambas corrientes en las elecciones, previstas para la
última semana de abril, seguirá haciendo honor a ese apodo:
319575810999. “El cambio es el eje motor, junto a la independencia de
clase y la democracia sindical”, dijo Alejandro Gómez, uno de los
referentes de la RUC, a la diaria.
Para este dirigente, la nueva alianza en la banca oficial permite un “aglomerado bastante bueno, para una alternativa que se propone cambiar el sindicato”.
El sindicalista agregó que bregarán por una “lucha por la defensa de los bancos oficiales, en contra de las privatizaciones y de los cierres como los que ha habido en el Banco República”. Además, agregó, se busca un “salario único y un convenio único para toda la banca, donde el piso sea equivalente a un porcentaje de la canasta familiar, ya sea para las financieras como para los bancos”.
Otra lucha que se proponen dar es en contra de las corresponsalías, “el gran embate para los bancos públicos, que implica llevar a manos privadas el negocio bancario”. Se refiere, por ejemplo, a “las redes de cobranza, que pasan a hacer un porcentaje muy importante de la tarea bancaria”. Actualmente, la RUC tiene dos de los 11 integrantes del Consejo de Banca Oficial y uno de los 11 del Consejo Central de AEBU. A su vez, la 575 tiene un consejero en la Banca Oficial.
Tiempos electorales
Dante Romero, integrante del Consejo Central y dirigente de la lista 17 (Partido Comunista y aliados), dijo que esta nueva alianza empezó a hacer campaña anticipadamente, en octubre, “cuando estábamos en pleno proceso de discusión de la asamblea nacional de delegados”, una instancia estatutaria anual del sindicato en la que se hace un balance de lo actuado en el año y se abordan las líneas programáticas para el año siguiente.
El Consejo Central aprobó un documento con el voto de diez de sus 11 integrantes (sólo se opuso el representante de la RUC), que tenía que ser estudiado por las asambleas de circunscripciones de todo el país, antes de la asamblea nacional de delegados. Ese documento reafirmaba las resoluciones del Congreso del PIT-CNT, con “independencia de clase pero sin prescindencia del movimiento político que vive el país”, resumió. Cuando este documento fue estudiado por las asambleas de circunscripciones, la nueva alianza “compareció sin ideas y con un volante con propaganda electoral”, aseguró Romero.
Por el contrario, Matías Arbizú, integrante del Consejo de Banca Oficial por la lista 575, explicó que lo que se hizo fue “dar una visión de lo que estaba sucediendo, identificando las diferencias que teníamos, presentándonos como la coordinación que somos”.
Romero no sólo marcó diferencias con la lista conocida como RUC, sino que señaló también las distancias que tienen con la 98, a la que le cuestiona que, en la banca oficial, comenzó una campaña “atribuyéndose muchos logros” que, en los hechos, debieron ser votados en conjunto con su lista. “No son logros de la 98, que no tiene mayoría, sino de todo el sindicato”.
Sostuvo que, en cambio, en la banca privada las diferencias se agudizan. “Ambos apostamos a la negociación, con el respaldo de la movilización, pero hay diferencias tácticas y metodológicas, y en el sector privado es donde está más claro”, dijo. Allí, la 98 tiene nueve de los 11 consejeros, pero, según dijo Romero, seis responden a una fracción del oficialismo y los otros tres a otra. Aseguró que esos seis son los que toman todas las decisiones, incluso “conversando con las empresas sobre determinados lineamientos que no coinciden con lo que se habla en las comisiones representativas”.
La lista 17 cuenta con dos representantes en el Consejo Central, dos en Banca Oficial y uno en Banca Privada.
Respuestas
Gonzalo Pérez, presidente de Banca Oficial y uno de los referentes de la 98, contestó los cuestionamientos de Romero y dijo que esta agrupación “estuvo en la elaboración y la votación de todos los convenios colectivos en ese sector desde 1991 a la fecha, aun cuando no éramos mayoría”.
Por el contrario, aseguró que la lista conocida como RUC no votó ningún convenio. “Creo que tienen una visión de que cuanto peor, mejor”, aseguró.
La lista 98 tiene cuatro lugares en Banca Oficial, nueve en Banca Privada y seis en el Consejo Central del sindicato.
Pérez tampoco ocultó las “diferentes vertientes” que coexisten en su agrupación, que están presentes “desde el momento en que se creó”. La integración de la agrupación, explicó, “viene de partidos que están dentro del Frente Amplio y de compañeros que integraron las secretarías de Asuntos Sociales del Partido Nacional y del Partido Colorado”, desde el comienzo. Pero aunque en la 98 existen esas “diferentes vertientes”, en las discusiones internas “se busca que con esos aportes se llegue a una síntesis como agrupación”, de tal forma que “a la hora de pararse frente a un tema hay una visión única”, aseguró.
Según Pérez, uno de los principales debates que el sindicato deberá encarar está previsto para después de las elecciones, cuando se reúna un congreso nacional del sistema financiero para discutir las transformaciones que atraviesa el sector: “En la asamblea de delegados decidimos darnos un tiempo y dejar pasar las elecciones, para que no contaminen esta discusión”.
Esa decisión, sin embargo, no contó con el apoyo de la lista RUC. El dirigente explicó que mientras algunos quieren “proceder a rechazar las transformaciones e intentar ponerles obstáculos”, pasando por alto el hecho de que “es imposible” evitar “la transformación de los hábitos de los clientes de los bancos”, la lista 98 propone plantear el tema en una mesa de diálogo integrada también por los ministerios de Trabajo y Seguridad Social y de Economía y Finanzas, “para que esto se discuta con el sindicato”.
Para este dirigente, la nueva alianza en la banca oficial permite un “aglomerado bastante bueno, para una alternativa que se propone cambiar el sindicato”.
El sindicalista agregó que bregarán por una “lucha por la defensa de los bancos oficiales, en contra de las privatizaciones y de los cierres como los que ha habido en el Banco República”. Además, agregó, se busca un “salario único y un convenio único para toda la banca, donde el piso sea equivalente a un porcentaje de la canasta familiar, ya sea para las financieras como para los bancos”.
Otra lucha que se proponen dar es en contra de las corresponsalías, “el gran embate para los bancos públicos, que implica llevar a manos privadas el negocio bancario”. Se refiere, por ejemplo, a “las redes de cobranza, que pasan a hacer un porcentaje muy importante de la tarea bancaria”. Actualmente, la RUC tiene dos de los 11 integrantes del Consejo de Banca Oficial y uno de los 11 del Consejo Central de AEBU. A su vez, la 575 tiene un consejero en la Banca Oficial.
Tiempos electorales
Dante Romero, integrante del Consejo Central y dirigente de la lista 17 (Partido Comunista y aliados), dijo que esta nueva alianza empezó a hacer campaña anticipadamente, en octubre, “cuando estábamos en pleno proceso de discusión de la asamblea nacional de delegados”, una instancia estatutaria anual del sindicato en la que se hace un balance de lo actuado en el año y se abordan las líneas programáticas para el año siguiente.
El Consejo Central aprobó un documento con el voto de diez de sus 11 integrantes (sólo se opuso el representante de la RUC), que tenía que ser estudiado por las asambleas de circunscripciones de todo el país, antes de la asamblea nacional de delegados. Ese documento reafirmaba las resoluciones del Congreso del PIT-CNT, con “independencia de clase pero sin prescindencia del movimiento político que vive el país”, resumió. Cuando este documento fue estudiado por las asambleas de circunscripciones, la nueva alianza “compareció sin ideas y con un volante con propaganda electoral”, aseguró Romero.
Por el contrario, Matías Arbizú, integrante del Consejo de Banca Oficial por la lista 575, explicó que lo que se hizo fue “dar una visión de lo que estaba sucediendo, identificando las diferencias que teníamos, presentándonos como la coordinación que somos”.
Romero no sólo marcó diferencias con la lista conocida como RUC, sino que señaló también las distancias que tienen con la 98, a la que le cuestiona que, en la banca oficial, comenzó una campaña “atribuyéndose muchos logros” que, en los hechos, debieron ser votados en conjunto con su lista. “No son logros de la 98, que no tiene mayoría, sino de todo el sindicato”.
Sostuvo que, en cambio, en la banca privada las diferencias se agudizan. “Ambos apostamos a la negociación, con el respaldo de la movilización, pero hay diferencias tácticas y metodológicas, y en el sector privado es donde está más claro”, dijo. Allí, la 98 tiene nueve de los 11 consejeros, pero, según dijo Romero, seis responden a una fracción del oficialismo y los otros tres a otra. Aseguró que esos seis son los que toman todas las decisiones, incluso “conversando con las empresas sobre determinados lineamientos que no coinciden con lo que se habla en las comisiones representativas”.
La lista 17 cuenta con dos representantes en el Consejo Central, dos en Banca Oficial y uno en Banca Privada.
Respuestas
Gonzalo Pérez, presidente de Banca Oficial y uno de los referentes de la 98, contestó los cuestionamientos de Romero y dijo que esta agrupación “estuvo en la elaboración y la votación de todos los convenios colectivos en ese sector desde 1991 a la fecha, aun cuando no éramos mayoría”.
Por el contrario, aseguró que la lista conocida como RUC no votó ningún convenio. “Creo que tienen una visión de que cuanto peor, mejor”, aseguró.
La lista 98 tiene cuatro lugares en Banca Oficial, nueve en Banca Privada y seis en el Consejo Central del sindicato.
Pérez tampoco ocultó las “diferentes vertientes” que coexisten en su agrupación, que están presentes “desde el momento en que se creó”. La integración de la agrupación, explicó, “viene de partidos que están dentro del Frente Amplio y de compañeros que integraron las secretarías de Asuntos Sociales del Partido Nacional y del Partido Colorado”, desde el comienzo. Pero aunque en la 98 existen esas “diferentes vertientes”, en las discusiones internas “se busca que con esos aportes se llegue a una síntesis como agrupación”, de tal forma que “a la hora de pararse frente a un tema hay una visión única”, aseguró.
Según Pérez, uno de los principales debates que el sindicato deberá encarar está previsto para después de las elecciones, cuando se reúna un congreso nacional del sistema financiero para discutir las transformaciones que atraviesa el sector: “En la asamblea de delegados decidimos darnos un tiempo y dejar pasar las elecciones, para que no contaminen esta discusión”.
Esa decisión, sin embargo, no contó con el apoyo de la lista RUC. El dirigente explicó que mientras algunos quieren “proceder a rechazar las transformaciones e intentar ponerles obstáculos”, pasando por alto el hecho de que “es imposible” evitar “la transformación de los hábitos de los clientes de los bancos”, la lista 98 propone plantear el tema en una mesa de diálogo integrada también por los ministerios de Trabajo y Seguridad Social y de Economía y Finanzas, “para que esto se discuta con el sindicato”.
Martes 24 • Enero • 2017
Organizaciones sociales vuelven a reclamar transparencia en designación de miembros de la SCJ
La Suprema Corte de Justicia (SCJ) es el máximo órgano del
Poder Judicial del país. Está conformada por cinco ministros que se
mantienen diez años en sus funciones y son elegidos por la Asamblea
General del Poder Legislativo, por mayoría especial. Sin embargo, si
surge una vacante y esta no se llena antes de los 90 días,
automáticamente queda designado el ministro con más antigüedad en el
cargo en los tribunales de Apelaciones. Actualmente lo que urge resolver
antes del 24 de febrero es quién suplirá a Jorge Larrieux -quien
abandonó su cargo como miembro de la SCJ a fines de octubre, por haber
cumplido 70 años-, pero la aspiración política es lograr acuerdos para
todas las venias que resta aprobar para los miembros del Tribunal de lo
Contencioso Administrativo, el Tribunal de Cuentas de la República y la
Corte Electoral. Por este motivo, el Centro de Archivos y Acceso a la
Información Pública (Cainfo) divulgó un comunicado en el que, con otras
organizaciones sociales, manifiestan su preocupación por el proceso de
elección de los ministros. Exigen que los legisladores abandonen “una
práctica que no se encuentra a la altura del desarrollo democrático del
país, y la sustituyan por un proceso de elección transparente, basado en
criterios objetivos de evaluación establecidos con antelación, que
permitan considerar los talentos y virtudes de quienes aspiren a ocupar
cargos en el máximo órgano judicial”.
Sostienen que es “inaceptable” que el proceso de elección se continúe realizando sin cumplir con “ninguno de estos estándares que hacen a la esencia del sistema republicano y que contribuyen a fortalecer la independencia judicial y la confianza en el sistema de justicia”: transparencia, participación ciudadana y rendición de cuentas. Por eso, piden que el Parlamento uruguayo dé su opinión sobre la acción de petición que presentaron para que la ciudadanía conozca cómo “se adoptan las decisiones en torno a las designaciones de los ministros de la SCJ, y para promover la posibilidad de que exista un verdadero proceso de elección previo a la designación”. La petición no es nueva; la primera vez que se presentó fue en octubre de 2014, pero terminó archivada al inicio de esta legislatura, sin que fuera tratado el asunto. En junio de 2015 las organizaciones sociales reiteraron la petición, con la “expectativa de encontrar un Parlamento de puertas abiertas al movimiento social”, pero los legisladores aún no han dado respuesta.
Solicitan que mientras no se expidan formalmente sobre la petición, hagan público su fundamento de voto y las razones, motivos, consideraciones y acuerdos político-partidarios que definen quién es ministro de la SCJ.
Sostienen que es “inaceptable” que el proceso de elección se continúe realizando sin cumplir con “ninguno de estos estándares que hacen a la esencia del sistema republicano y que contribuyen a fortalecer la independencia judicial y la confianza en el sistema de justicia”: transparencia, participación ciudadana y rendición de cuentas. Por eso, piden que el Parlamento uruguayo dé su opinión sobre la acción de petición que presentaron para que la ciudadanía conozca cómo “se adoptan las decisiones en torno a las designaciones de los ministros de la SCJ, y para promover la posibilidad de que exista un verdadero proceso de elección previo a la designación”. La petición no es nueva; la primera vez que se presentó fue en octubre de 2014, pero terminó archivada al inicio de esta legislatura, sin que fuera tratado el asunto. En junio de 2015 las organizaciones sociales reiteraron la petición, con la “expectativa de encontrar un Parlamento de puertas abiertas al movimiento social”, pero los legisladores aún no han dado respuesta.
Solicitan que mientras no se expidan formalmente sobre la petición, hagan público su fundamento de voto y las razones, motivos, consideraciones y acuerdos político-partidarios que definen quién es ministro de la SCJ.
PEDIDO DE INFORMES
Bomberos: 50% de los liceos sin habilitación
El 56% de los servicios de salud y el 50%
de las instituciones de enseñanza no cuentan con la habilitación de
Bomberos. El dato surge de una respuesta del Ministerio del Interior a
un pedido de informes formulado por el senador nacionalista Javier
García.
22 ene 2017 - El País uy
El informe —al que accedió El País— señala que
se presentaron 218 trámites para la habilitación de Bomberos, de los
cuales 95 tienen certificación (43%) y el resto "se está
diligencian-do", es decir no está vigente (56%).
Con respecto a los institutos de enseñanza se da cuenta
que se iniciaron 2.384 trámites de habilitación ante la Dirección
Nacional de Bomberos. De ellos, 1.195 se encuentran con certificación
vigente (50%). La otra mitad no finalizó el procedimiento que se exige
para ser habilitado.
El pedido de informes fue realizado por García en mayo
de 2016, después de una tragedia en un residencial de Ancianos que no
contaba con autorización de Bomberos (en Millán y Cisplatina) y donde
murieron siete personas.
La contestación le llegó en diciembre del año pasado,
pero García no quedó conforme con los resultados. "Lo que yo veo de esto
es que el Estado le exige a los ciudadanos y a los particulares, pero
es omiso con sus dependencias. Hay dos posibilidades: los trámites son
muy complejos o la burocracia es muy grande, porque yo había hecho un
informe dos años atrás y estaba la misma circunstancia", su-brayó.
Además indicó que el hecho de estar en trámite una habilitación no
produce tranquilidad, porque quiere decir "que no está vigente".
Años atrás, García ya había solicitado información
sobre la existencia de habilitación de Bomberos en hospitales, liceos y
escuelas del país y se le informó que la mayoría de ellos no contaba con
la correspondiente habilitación.
Según García, en el caso de los hospitales muchos están
alojados en "viejas construcciones" y cuentan con sistemas eléctricos
vetustos y "reformas parciales". "Algunos de ellos tienen extensas zonas
en semiabandono y sin elementos mínimos de seguridad", afirmó.
En una entrevista, publicada en junio de 2016 por El
País, la presidenta de ASSE, Beatriz Silva, reconoció la problemática.
"Son muy poquitos los centros sanitarios que tienen habilitación de
bomberos", dijo.
Jueves 19 • Enero • 2017
Socialistas, comunistas y dirigentes de la 711 ven con preocupación propuesta de conformar un “Frente Grande”
La idea de ampliar las alianzas del Frente Amplio (FA) de cara a
las próximas elecciones, esbozada por la senadora del Movimiento de
Participación Popular (MPP) Lucía Topolansky y por el diputado de Alianza Progresista Óscar de los Santos,
genera preocupación en otros sectores del FA. Topolansky ratificó la
política de alianzas que desarrolló el Espacio 609, por el que fue
electo el diputado Gonzalo Mujica, y afirmó que hay que tener “cabeza
abierta”. De los Santos opinó que el FA debería formar parte de un
“espacio político nuevo”, tejiendo alianzas con sectores sociales que no
conforman su sector tradicional de apoyo, sobre la base de un programa
común, distinto al programa del FA.
El senador de Compromiso Frenteamplista (lista 711) Marcos Otheguy dijo a la diaria que la primera pregunta que debe hacerse el FA ante la posibilidad de una “reedición de la experiencia del Encuentro Progresista [EP]” es “para qué”: “Si es para ganar una elección más, o para establecer un programa que permita seguir transformando Uruguay, avanzando hacia una democracia más radical en términos de derechos y de igualdad”.
Otheguy dijo que le parece “sobredimensionado” que se haga este planteo para recomponer las mayorías parlamentarias en este período, ya que eso puede hacerse “con inteligencia y liderazgo” y “puntualmente frente a cada proyecto de ley” que ingrese al Parlamento. En cambio, si el planteo apunta a consolidar “alianzas policlasistas que den sostén a un programa de transformaciones en clave progresista, considero que se está invirtiendo el orden, y que antes de pensar en ingenierías electorales tendríamos que comenzar a discutir el para qué”, advirtió el senador.
Otheguy sostuvo que “es claro” que los éxitos electorales en Uruguay “se asocian a lograr captar un electorado medio, que es el que termina definiendo las elecciones nacionales”. “Pero lo que hay que tener en cuenta, y sobre todo lo tiene que tener en cuenta un partido de izquierda, es que ese centro no es inmóvil, y que en escenarios de retrocesos ideológicos y éticos este centro tiende a moverse a la derecha. Por tanto, el desafío de un partido de izquierda es retomar con vigor el debate ideológico y estratégico, más que para ubicarse al centro, para correr a ese centro hacia las propuestas y valores de un partido de izquierda”, afirmó el senador.
El director nacional de Trabajo e integrante del Comité Central del Partido Comunista, Juan Castillo, sostuvo que la principal preocupación del FA debe ser gobernar en los tres años que quedan del período. Dijo que no comparte la propuesta de conformar un “Frente Grande” o reeditar la experiencia del EP tal como se ha planteado, elaborando un programa común con los aliados por fuera de la orgánica. Además, recordó que en el caso de la experiencia del EP, en 1994, fue “exactamente al revés”: “Muchos sectores se sumaron al programa del FA, y no a la inversa”. “Mi preocupación es no bajar los contenidos del programa del FA. Yo no estoy preocupado sólo por ser gobierno, quiero ser gobierno con concepción de izquierda, con cambios que apunten a transformaciones sociales, generando las condiciones para el socialismo”, afirmó.
Castillo consideró que la principal alianza que el FA debe fortalecer es en su interna, con su base social, “con la clase obrera organizada, con los estudiantes, con el movimiento popular en su conjunto”. “Cuanto más fuerte ideológicamente y más cohesionadas tengamos nuestras fuerzas internas, cuantos más lazos con el entramado popular, eso va a permitir generar las condiciones para hacer acuerdos transitorios y particulares para conseguir las mayorías necesarias”, evaluó. Coincidió con De los Santos en que “los pequeños y medianos productores de la ciudad y el campo están en el centro de la preocupación de un gobierno de izquierda y son aliados estratégicos”.
Además, Castillo llamó a que esta discusión no se dé “por la prensa” sino en las instancias orgánicas del FA, en los comités de base y en los sectores.
En el Partido Socialista (PS) tampoco convence la idea del Frente Grande. La secretaria general del partido, Mónica Xavier, dijo al semanario Brecha que el FA “no es partidario de un desdibujamiento de los contenidos programáticos y del propio Frente, aunque siempre hemos sido amplios, como en el momento de la creación del EP”.
El diputado socialista Roberto Chiazzaro dijo a la diaria que le “preocupa mucho este giro que está habiendo en el FA”. “Estamos involucionando. Todos los lineamientos que tiendan a debilitar la orgánica frenteamplista son una involución. Los socialistas no estamos para apoyar nada que debilite la orgánica frenteamplista”, sostuvo. Dijo además que la experiencia del Espacio 609, que incorporó una columna blanca y una columna colorada, “ya sabemos cómo terminó”, en referencia al alejamiento de Jorge Saravia del FA y su incorporación al Partido Nacional.
Por su parte, Constanza Moreira dijo a Brecha que para que el FA se vuelva grande “tiene que reconocerse en los movimientos populares de los que tanto ha aprendido a desconfiar desde que se volvió un socio más de la partidocracia. Un socio mejor, más honesto, más ideológico y más progresista, pero un socio al fin”. Consideró que el FA está “entrampado” en la “partidocracia”. “Por eso los intentos desesperados por buscar soluciones donde no las hay más, como lo del Frente Grande, reflejan una falta de entendimiento sobre este fenómeno”, opinó.
El senador de Compromiso Frenteamplista (lista 711) Marcos Otheguy dijo a la diaria que la primera pregunta que debe hacerse el FA ante la posibilidad de una “reedición de la experiencia del Encuentro Progresista [EP]” es “para qué”: “Si es para ganar una elección más, o para establecer un programa que permita seguir transformando Uruguay, avanzando hacia una democracia más radical en términos de derechos y de igualdad”.
Otheguy dijo que le parece “sobredimensionado” que se haga este planteo para recomponer las mayorías parlamentarias en este período, ya que eso puede hacerse “con inteligencia y liderazgo” y “puntualmente frente a cada proyecto de ley” que ingrese al Parlamento. En cambio, si el planteo apunta a consolidar “alianzas policlasistas que den sostén a un programa de transformaciones en clave progresista, considero que se está invirtiendo el orden, y que antes de pensar en ingenierías electorales tendríamos que comenzar a discutir el para qué”, advirtió el senador.
Otheguy sostuvo que “es claro” que los éxitos electorales en Uruguay “se asocian a lograr captar un electorado medio, que es el que termina definiendo las elecciones nacionales”. “Pero lo que hay que tener en cuenta, y sobre todo lo tiene que tener en cuenta un partido de izquierda, es que ese centro no es inmóvil, y que en escenarios de retrocesos ideológicos y éticos este centro tiende a moverse a la derecha. Por tanto, el desafío de un partido de izquierda es retomar con vigor el debate ideológico y estratégico, más que para ubicarse al centro, para correr a ese centro hacia las propuestas y valores de un partido de izquierda”, afirmó el senador.
El director nacional de Trabajo e integrante del Comité Central del Partido Comunista, Juan Castillo, sostuvo que la principal preocupación del FA debe ser gobernar en los tres años que quedan del período. Dijo que no comparte la propuesta de conformar un “Frente Grande” o reeditar la experiencia del EP tal como se ha planteado, elaborando un programa común con los aliados por fuera de la orgánica. Además, recordó que en el caso de la experiencia del EP, en 1994, fue “exactamente al revés”: “Muchos sectores se sumaron al programa del FA, y no a la inversa”. “Mi preocupación es no bajar los contenidos del programa del FA. Yo no estoy preocupado sólo por ser gobierno, quiero ser gobierno con concepción de izquierda, con cambios que apunten a transformaciones sociales, generando las condiciones para el socialismo”, afirmó.
Castillo consideró que la principal alianza que el FA debe fortalecer es en su interna, con su base social, “con la clase obrera organizada, con los estudiantes, con el movimiento popular en su conjunto”. “Cuanto más fuerte ideológicamente y más cohesionadas tengamos nuestras fuerzas internas, cuantos más lazos con el entramado popular, eso va a permitir generar las condiciones para hacer acuerdos transitorios y particulares para conseguir las mayorías necesarias”, evaluó. Coincidió con De los Santos en que “los pequeños y medianos productores de la ciudad y el campo están en el centro de la preocupación de un gobierno de izquierda y son aliados estratégicos”.
Además, Castillo llamó a que esta discusión no se dé “por la prensa” sino en las instancias orgánicas del FA, en los comités de base y en los sectores.
En el Partido Socialista (PS) tampoco convence la idea del Frente Grande. La secretaria general del partido, Mónica Xavier, dijo al semanario Brecha que el FA “no es partidario de un desdibujamiento de los contenidos programáticos y del propio Frente, aunque siempre hemos sido amplios, como en el momento de la creación del EP”.
El diputado socialista Roberto Chiazzaro dijo a la diaria que le “preocupa mucho este giro que está habiendo en el FA”. “Estamos involucionando. Todos los lineamientos que tiendan a debilitar la orgánica frenteamplista son una involución. Los socialistas no estamos para apoyar nada que debilite la orgánica frenteamplista”, sostuvo. Dijo además que la experiencia del Espacio 609, que incorporó una columna blanca y una columna colorada, “ya sabemos cómo terminó”, en referencia al alejamiento de Jorge Saravia del FA y su incorporación al Partido Nacional.
Por su parte, Constanza Moreira dijo a Brecha que para que el FA se vuelva grande “tiene que reconocerse en los movimientos populares de los que tanto ha aprendido a desconfiar desde que se volvió un socio más de la partidocracia. Un socio mejor, más honesto, más ideológico y más progresista, pero un socio al fin”. Consideró que el FA está “entrampado” en la “partidocracia”. “Por eso los intentos desesperados por buscar soluciones donde no las hay más, como lo del Frente Grande, reflejan una falta de entendimiento sobre este fenómeno”, opinó.