EE.UU. anuncia intervenir en Chile, Colombia y Bolivia para frenar la “sublevación popular”
By CTA Corrientes
Enero 12, 2020 - EL CLARÍN DE CHILE
EE.UU. ayudará a los “gobiernos legítimos” de América Latina a evitar que las protestas “se conviertan en sublevaciones”.
Así lo expresó el secretario de Estado, Mike Pompeo, mientras hablaba en la Universidad de Louisville sobre la región.
El secretario de Estado de EE.UU.,
Mike Pompeo, dijo este lunes que Washington ayudará a los “gobiernos
legítimos” de América Latina para evitar que las protestas, que se
desarrollan en diversos países, “se conviertan en sublevaciones”.
El
funcionario, además, negó que estos disturbios reflejen “la voluntad
democrática del pueblo”, en referencia a los países donde se han
registrado manifestaciones.
Pompeo hizo
estos comentarios durante un discurso que ofreció en la Universidad de
Louisville, estado de Kentucky, este lunes 2 de diciembre. Estas
declaraciones se dan mientras hay levantamientos populares contra las
políticas económicas neoliberales en Chile y Colombia, además de los
registrados en octubre pasado en Ecuador; países cuyos gobiernos son
aliados de EE.UU.
Además, miles
de personas protestan en Bolivia contra el gobierno de facto de la
autoproclamada presidenta Jeanine Áñez, a quien EE.UU. reconoció como mandataria interina de ese país, y que asumió el poder tras el golpe de Estado contra el presidente Evo Morales.
Aunque
las manifestaciones en Bolivia, Chile, Colombia y Ecuador han
estado plagadas de denuncias de represión y en todas se han registrado
muertos, Pompeo dijo que la repuesta estatal refleja el “carácter de los
gobiernos democráticos legítimos”.
El funcionario declaró que la política de EE.UU.
en Latinoamérica se basa en la “claridad moral y estratégica”, lo que
significa que Washington “no puede tolerar” los regímenes que considera
insatisfactorios en la región.
En este sentido, justificó que EE.UU. pueda participar en los esfuerzos antidisturbios, al señalar que su país representa el “mayor ejemplo de democracia en la historia del mundo”.
Cuba y Venezuela, los incitadores
Según
Pompeo, en concordancia con los discursos ofrecidos por las autoridades
de estos países, Cuba y Venezuela están detrás de quienes incitan a la
violencia y disturbios en estos territorios.
En concreto, dijo que La Habana y Caracas “secuestren esas protestas” y tratan de convertir las democracias aliadas de EE.UU. en “dictaduras”.
También, el funcionario estadounidense acusó a Rusia de ser una influencia “maligna” en América Latina.
Los dichos de Pompeo concuerdan con las acciones que ha tomado EE.UU.
en el último año en la región. Washington ha respaldado a los
autoproclamados presidentes de Bolivia y Venezuela, Áñez y Juan Guaidó,
respectivamente; mientras, ha desestimado los levantamientos populares
en Ecuador, Chile y Colombia, al hablar de ello, se refiere a
“sublevaciones” o “acciones violentas”.
Levantamientos populares
El levantamiento registrado en Ecuador, la primera mitad de octubre, se dio luego que el Gobierno de Lenín Moreno
eliminara el subsidio contra los combustibles, en respuesta al Fondo
Monetario Internacional (FMI), que prestó al país más de 4.200 millones
de dólares.
Esas
manifestaciones, que cumplieron su cometido de que fuera eliminada la
medida gubernamental, dejaron un saldo de 11 muertos, según la
Defensoría del Pueblo.
Mientras,
en Chile las protestas comenzaron el pasado 18 de octubre. En
principio, las manifestaciones fueron contra el alza del precio del
pasaje del Metro de Santiago. Pese a que el gobierno de Sebastián Piñera
echó a atrás la medida, el descontento popular ya había despertado
demandas históricas, relacionadas con los sistemas político, de salud,
pensiones, educación, entre otros.
A la fecha, 23 personas han muerto, en su mayoría por la represión policial, que ha sido denunciada por los manifestantes.
En
Bolivia, se registran manifestaciones desde el 20 de octubre, cuando el
sector opositor se negó a aceptar los resultados de los comicios de ese
día, que dieron como ganador al mandatario Morales para un nuevo
período presidencial.
No
obstante, las manifestaciones tomaron un nuevo rumbo, a partir del 10
de noviembre, cuando se registró el golpe de Estado contra Morales. Así,
desde el 20 de octubre se han registrado 34 fallecimientos en ese país,
de los cuales 31 ocurrieron tras el golpe de Estado, según datos de la Defensoría del Pueblo.
Entretanto,
el levantamiento popular en Colombia comenzó el pasado 21 de noviembre,
cuando se convocó a una huelga general. Las manifestaciones no se han
detenido.
Las demandas
son varias: contra reformas al sistema laboral, tributario y al de
pensiones; cumplimiento de los acuerdos de paz alcanzados por el
gobierno anterior con las extintas Fuerzas Armadas Revolucionarias de
Colombia (FARC); por un salario mínimo que permita tener una vida digna y
cubra la canasta familiar; y para que paren los asesinatos a líderes
sociales en el país.
Fuente CTA Corrientes
Bolivia es la última víctima del Plan Cóndor II
por Adolfo Pérez Esquivel
LA HAINE - 10/12/2019
La rebelión de los pueblos se extiende por el continente
El
continente latinoamericano está siendo víctima de nuevo de golpes
militares, judiciales o parlamentarios: las verdaderas víctimas son,
como siempre, los pueblos, a los que se obliga a sufrir muertes,
heridas, detenciones, violencia social y estructural.
Los gobiernos neoliberales traen hambre y pobreza a nuestros países, destrucción de la capacidad productiva y dolarización de nuestras economías sometidas a especulación financiera, lo que tiene como consecuencia procesos inflacionarios que resultan difíciles de creer, como el sufrido por Argentina.
La rebelión de los pueblos llega cuando las condiciones se vuelven insoportables y la desesperación se convierte en sentimiento dominante. Detrás de todos los mecanismos de dominación se encuentra la mano de los EEUU, que no quiere perder el control del continente y que, al igual que en los años 70, promueve golpes, imponiendo la doctrina de la seguridad nacional por la fuerza y llevando a la práctica el Plan Cóndor II.
Esto es lo que hicieron contra el presidente Manuel Zelaya en Honduras, un experimento piloto sobre cómo llevar a cabo un golpe cívico-militar, que tuvo también como resultado el fortalecimiento de la base militar norteamericana en Pulmarola.
A esto le siguió el golpe cívico-parlamentario en Paraguay contra el presidente Fernando Lugo, y el golpe parlamentario contra la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, a la vez que se impedía que Lula concurriera como candidato a las elecciones presidenciales. El continente está siendo objeto de golpes, ya sean parlamentarios o militares, cuya meta es una y la misma: detener el avance de la soberanía de los pueblos. Los EEUU han iniciado una guerra judicial — “Lawfare”— con la complicidad de los medios hegemónicos, que condenan antes de verificar los hechos, creando conformidad en la opinión pública y un monocultivo mental.
En Bolivia, el presidente Evo Morales pudo superar varios intentos de golpe, como la matanza de Pando y el levantamiento de la región de Oriente. El país se ha visto sometido en la actualidad a un golpe, civil y militar, con la intervención de los EEUU, y a todo lo que le siguió: muertes, detenciones, persecución de los pueblos indígenas y de todo el pueblo boliviano. Los EEUU han impuesto un gobierno de facto dirigido por Jeanine Áñez, aprendiz de dictador y títere de las fuerzas armadas.
La política de los EEUU se dirige a impedir la existencia de países independientes, a obstaculizar la integración regional y a doblegar al continente en función de los intereses del FMI y las políticas neoliberales; en el caso de Argentina, la meta se centra en aislar al inminente gobierno encabezado por Alberto Fernández y Cristina Kirchner.
La rebelión de los pueblos se extiende por el continente. En Chile, el gobierno de Sebastián Piñera ha recurrido una vez más a la vieja táctica de enviar al ejército a reprimir a los manifestantes, con el resultado de muertes, personas que han quedado ciegas y numerosos casos de detención y tortura, entre ellos de menores. En Ecuador, se desató la represión contra quienes se rebelaron contra la política neoliberal de Lenin Moreno. Tenemos luego la difícil situación en la que se encuentran los pueblos de Haití y Venezuela.
Es necesario que las organizaciones sociales, culturales y políticas se unan y exijan, con una sola voz, la dimisión del Secretario General de la OEA, Luis Almagro, por su parte de culpa en la crisis de Bolivia, ligada a su irresponsabilidad cuando se hubo de verificar la limpieza de la votación en las últimas elecciones, y su sumisión a la política de los EEUU, que intervinieron para frustrar la victoria de Evo Morales. Almagro supone una amenaza a las democracias de toda América Latina.
En este momento no hay interlocutores legítimos en Bolivia, desde luego ninguno de los conspiradores del golpe, responsables de la violencia desatada contra la población. Las Naciones Unidas deberían enviar urgentemente una comisión de investigación que pusiera las bases de la paz y detuviera la violencia asesina. Debemos exigir la retirada inmediata de las fuerzas armadas de las calles y campos de Bolivia. Basta de represión y de muertes. Recordemos las palabras de Monseñor Óscar Romero: “Ningún soldado está obligado a obedecer órdenes injustas contra su propio pueblo”.
Es necesario que el pueblo boliviano se organice para formar una Asamblea Constituyente y exija elecciones sin demora. Hay que abrir investigaciones sobre las muertes causadas por el ejército y las fuerzas de seguridad. Tiene que acabar la discriminación, la persecución y el racismo. Y debe respetarse la decisión de la pluralidad del pueblo boliviano.
* Adolfo Pérez Esquivel es Premio Nobel de la Paz.
Fundación Servicio Paz y Justicia - Argentina
Los gobiernos neoliberales traen hambre y pobreza a nuestros países, destrucción de la capacidad productiva y dolarización de nuestras economías sometidas a especulación financiera, lo que tiene como consecuencia procesos inflacionarios que resultan difíciles de creer, como el sufrido por Argentina.
La rebelión de los pueblos llega cuando las condiciones se vuelven insoportables y la desesperación se convierte en sentimiento dominante. Detrás de todos los mecanismos de dominación se encuentra la mano de los EEUU, que no quiere perder el control del continente y que, al igual que en los años 70, promueve golpes, imponiendo la doctrina de la seguridad nacional por la fuerza y llevando a la práctica el Plan Cóndor II.
Esto es lo que hicieron contra el presidente Manuel Zelaya en Honduras, un experimento piloto sobre cómo llevar a cabo un golpe cívico-militar, que tuvo también como resultado el fortalecimiento de la base militar norteamericana en Pulmarola.
A esto le siguió el golpe cívico-parlamentario en Paraguay contra el presidente Fernando Lugo, y el golpe parlamentario contra la presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, a la vez que se impedía que Lula concurriera como candidato a las elecciones presidenciales. El continente está siendo objeto de golpes, ya sean parlamentarios o militares, cuya meta es una y la misma: detener el avance de la soberanía de los pueblos. Los EEUU han iniciado una guerra judicial — “Lawfare”— con la complicidad de los medios hegemónicos, que condenan antes de verificar los hechos, creando conformidad en la opinión pública y un monocultivo mental.
En Bolivia, el presidente Evo Morales pudo superar varios intentos de golpe, como la matanza de Pando y el levantamiento de la región de Oriente. El país se ha visto sometido en la actualidad a un golpe, civil y militar, con la intervención de los EEUU, y a todo lo que le siguió: muertes, detenciones, persecución de los pueblos indígenas y de todo el pueblo boliviano. Los EEUU han impuesto un gobierno de facto dirigido por Jeanine Áñez, aprendiz de dictador y títere de las fuerzas armadas.
La política de los EEUU se dirige a impedir la existencia de países independientes, a obstaculizar la integración regional y a doblegar al continente en función de los intereses del FMI y las políticas neoliberales; en el caso de Argentina, la meta se centra en aislar al inminente gobierno encabezado por Alberto Fernández y Cristina Kirchner.
La rebelión de los pueblos se extiende por el continente. En Chile, el gobierno de Sebastián Piñera ha recurrido una vez más a la vieja táctica de enviar al ejército a reprimir a los manifestantes, con el resultado de muertes, personas que han quedado ciegas y numerosos casos de detención y tortura, entre ellos de menores. En Ecuador, se desató la represión contra quienes se rebelaron contra la política neoliberal de Lenin Moreno. Tenemos luego la difícil situación en la que se encuentran los pueblos de Haití y Venezuela.
Es necesario que las organizaciones sociales, culturales y políticas se unan y exijan, con una sola voz, la dimisión del Secretario General de la OEA, Luis Almagro, por su parte de culpa en la crisis de Bolivia, ligada a su irresponsabilidad cuando se hubo de verificar la limpieza de la votación en las últimas elecciones, y su sumisión a la política de los EEUU, que intervinieron para frustrar la victoria de Evo Morales. Almagro supone una amenaza a las democracias de toda América Latina.
En este momento no hay interlocutores legítimos en Bolivia, desde luego ninguno de los conspiradores del golpe, responsables de la violencia desatada contra la población. Las Naciones Unidas deberían enviar urgentemente una comisión de investigación que pusiera las bases de la paz y detuviera la violencia asesina. Debemos exigir la retirada inmediata de las fuerzas armadas de las calles y campos de Bolivia. Basta de represión y de muertes. Recordemos las palabras de Monseñor Óscar Romero: “Ningún soldado está obligado a obedecer órdenes injustas contra su propio pueblo”.
Es necesario que el pueblo boliviano se organice para formar una Asamblea Constituyente y exija elecciones sin demora. Hay que abrir investigaciones sobre las muertes causadas por el ejército y las fuerzas de seguridad. Tiene que acabar la discriminación, la persecución y el racismo. Y debe respetarse la decisión de la pluralidad del pueblo boliviano.
* Adolfo Pérez Esquivel es Premio Nobel de la Paz.
Fundación Servicio Paz y Justicia - Argentina
La contraofensiva imperialista: la activación de la conspiración estadounidense.
5 diciembre, 2019
Editor CT
Mike Pompeo, Donald Trump y Mike Pence posan para las cámaras en la Casa Blanca (Foto: Departamento de Estado).
Fuente: http://misionverdad.com/TRAMA- GLOBAL/operacion-condor-20- tras-el-golpe-en-bolivia- trump-declara-a-nicaragua- amenaza-a-su
noticias/internacional/eeuu/ 2019/12/02/mike-pompeo-trata- a-america-latina-como-patio- trasero-de-eeuu.shtml
¿No es un poco exagerada esta afirmación? Tal vez sí, pero lo que más preocupa es que tal vez no.
Aquí hay un gran enfrentamiento político no sólo entre las instituciones gubernamentales y los partidos, sino también dentro de ellos. Lo que se decidirá es si este juego democrático sobrevive, y de qué manera. Trump marca el final de un experimento neoliberal. Está por verse, por lo menos en el teatro político-electoral, qué sigue.
El actual régimen ha mostrado tal desprecio por el gobierno institucional que el presidente ha atacado repetidamente a altos mandos de las fuerzas armadas, las agencias de inteligencia, las de seguridad pública, y hasta diversas secretarías, generando un deterioro de moral y un éxodo de diplomáticos, analistas y oficiales. Los jefes que se quedan son los que están dispuestos a ser sirvientes incondicionales de este mandatario.
Y hasta éstos se encuentran en apuros, con la constante necesidad de buscar cómo justificar o replantear declaraciones y decisiones presidenciales que los toman por sorpresa. Por ejemplo, este domingo el secretario de Defensa, Mark Esper, se vio obligado a decir que él no había visto la inteligencia mencionada por Trump que demostraba que el general iraní a quien mandó asesinar tenía planes para atacar cuatro embajadas estadunidenses. Hace unos días, los jefes militares tuvieron que afirmar que no cumplirían con órdenes de Trump de bombardear sitios culturales en Irán, ya que eso sería un crimen de guerra.
Por otro lado, algunos leales a la causa derechista expulsados del paraíso del poder han decidido vengarse contra su ex jefe. Por ejemplo, el halcón ultraconservador John Bolton, ex asesor de Seguridad Nacional de Trump, expresó que estaba dispuesto a declarar en el juicio de impeachment del presidente en el Senado si es convocado, algo que su ex jefe ya afirmó que no permitirá.
Pero en general, el Partido Republicano ha decidido subordinarse por completo a Trump. El líder republicano del Senado, Mitch McConnell, anunció públicamente que al proceder el juicio político del presidente, él se coordinará plenamente con la Casa Blanca. Pero según la ley, cada senador está obligado a actuar de manera imparcial en su papel de jurado durante tal juicio, y por lo tanto, los que ya decidieron junto con su líder expresar su lealtad al presidente están violando el juramento que cada uno hizo a la Constitución.
La Constitución ha sido violada de manera tan sistemática y abierta por este régimen en tantos rubros –desde la orden de asesinar a un líder extranjero o meter en jaulas a niños migrantes, hasta actos corruptos de todo tipo al violar el proceso electoral, al elogiar el uso de la tortura, al desafiar fallos judiciales y ordenes legislativas, entre otras– que la vigencia de la Carta Magna nacional está en duda.
Es por eso que candidatos y líderes de oposición de todo tipo gritan todos los días que la república está en peligro con el actual régimen. Señalan que por ello este es el tercer presidente en la historia en ser declarado impeached y ser sujeto a un juicio político.
Según dicen, ésta sigue siendo una democracia electoral (con defectos fundamentales, uno de los cuales llevó a Trump a la presidencia, ya que no hay voto directo para presidente, él ganó con menos votos que su contrincante por las reglas del Colegio Electoral). Pero por primera vez en la historia moderna, y en las tres décadas que algunos llevamos reportando sobre este país, la pregunta es si aún lo será despues de este año.
Nunca antes se habían escuchado aquí especulaciones tan comunes en los llamados países subdesarrollados de que no se puede descartar que Trump decida no respetar el resultado de la elección.
O sea, el país podría ser la primera superpotencia (república) bananera. Esa decisión, por ahora, está en manos del demos estadunidense.
(Tomado de La Jornada)
Operación Cóndor 2.0: Tras el golpe en Bolivia, EEUU apunta a Nicaragua y México.
por Ben Norton/Misión Verdad.
Terrorismo y nuevas «amenazas a la seguridad nacional» de la Casa Blanca. Luego de presidir el golpe en Bolivia, los Estados Unidos declararon a Nicaragua como una «amenaza a la seguridad nacional» anunciando nuevas sanciones, al mismo tiempo que Trump designó a los carteles del narcotráfico en México como «terroristas» sin descartar una intervención militar.
Al parecer, un golpe exitoso contra un presidente socialista elegido democráticamente no es suficiente.
Inmediatamente después de supervisar un golpe de extrema derecha en Bolivia
el 10 de noviembre, la Administración Trump pone su mirada, una vez
más, sobre Nicaragua, cuyo gobierno sandinista (democráticamente electo)
derrotó un violento intento de golpe en 2018.
Washington designó a Nicaragua como una
amenaza a la seguridad nacional de los Estados Unidos, y anunció que
ampliará sus sanciones asfixiantes contra la pequeña nación
centroamericana.
Trump también aumenta la temperatura en
México, vinculando sin base alguna al país con el terrorismo, incluso
sugiriendo una potencial intervención militar. Estos movimientos se
manifiestan luego de que el presidente Andrés Manuel López Obrador
advierte sobre los intentos de un golpe de Estado de la derecha.
Al igual que Colombia, Brasil, Chile y
Ecuador (los aliados de Washington), están desesperados por derrotar los
masivos alzamientos populares contra las políticas de austeridad
neoliberal y la enorme brecha de desigualdad, los Estados Unidos
aumentan las agresiones contra los gobiernos progresistas todavía en
pie.
Estos movimientos han llevado a las
fuerzas de izquierda en América Latina a alertar sobre el resurgimiento
de una Operación Cóndor del siglo XXI: la violenta y velada campaña de
la Guerra Fría con el apoyo de los Estados Unidos en toda la región.
La administración Trump declara a Nicaragua una «amenaza a su seguridad nacional»
Un día después del golpe en Bolivia, la Casa Blanca publicó un comunicado aplaudiendo el putsch
militar y dejando claro cuáles son los dos países que vienen a
continuación en la lista de objetivos de Washington: «Estos eventos
envían una fuerte señal a los regímenes ilegítimos de Venezuela y Nicaragua«, declaró Trump.
El 25 de noviembre, la Casa Blanca de Trump, de forma discreta publicó un comunicado caracterizando a Nicaragua como «una amenaza inusual y extraordinaria a la seguridad nacional y la política exterior de los Estados Unidos».
Esto prolonga un año más la orden
ejecutiva firmada por Trump en 2018 declarando «estado de emergencia
nacional» al país centroamericano.
La declaración de Trump de 2018 vino luego de un fallido y violento intento de golpe en Nicaragua. El gobierno de los Estados Unidos ha financiado y apoyado
a muchos de los grupos de oposición que buscaron derrocar a Daniel
Ortega, el presidente electo de Nicaragua, y los aupó mientras buscaban
tumbarlo.
Luego de la designación de amenaza a la
seguridad nacional de 2018, a continuación, y rápidamente, siguió la
guerra económica. En diciembre de ese año el Congreso estadounidense aprobó la Ley NICA
(NICA Act) sin ningún tipo de oposición. Esta legislación le otorgó a
Trump la autoridad para imponer sanciones a Nicaragua, prohibiendo a las
instituciones financieras internacionales hacer negocios con Managua.
El nuevo comunicado de Trump lanza
propaganda estrafalaria contra Nicaragua, refiriéndose a su gobierno
electo -que por décadas ha sido objeto de ataques de Washington- como un
supuesto «régimen» violento y corrupto.
Esta orden ejecutiva es similar a la que
firmó el para entonces presidente Barack Obama en 2015, que también
designó a Venezuela como una amenaza a la seguridad nacional de los
Estados Unidos.
Ambas órdenes fueron empleadas para
justificar la imposición unilateral de sanciones económicas asfixiantes.
Y la renovación de la orden prepara el camino para una escalada en el
ataque económico contra Nicaragua.
Los medios corporativos en inglés le
dieron una cobertura escasa a esta extensión, pero los medios de derecha
en español en Latinoamérica la amplificaron pesadamente.
Y los activistas opositores aúpan con alegría la intensificación de la guerra híbrida de Washington contra Managua.
Más sanciones agresivas contra Nicaragua
El principal servicio de información del gobierno de los Estados Unidos, Voice of América (VOA), indicó que la extensión de la orden ejecutiva vendrá acompañada con más ataques económicos.
Carlos Trujillo, el embajador de Washington ante la Organización de Estados Americanos (OEA), le dijo a VOA que «continuará la presión contra Nicaragua».
El representante ante la OEA agregó que
Trump anunciará en las próximas semanas una nueva ronda de sanciones
contra el gobierno nicaragüense.
VOA claramente manifestó que «Nicaragua,
junto a Cuba y Venezuela, es uno de los países latinoamericanos que se
ha vuelto prioridad en el empleo de presión diplomática y económica para
lograr el cambio de régimen».
Esta no es una frase retórica. El Departamento del Tesoro actualizó la sección de sanciones relacionadas con Nicaragua el 8 de noviembre.
Y en septiembre, la Oficina para el
Control de Activos en el Extranjero (OFAC, por sus siglas en inglés) del
Departamento del Tesoro anunció una serie adicional de «regulaciones integrales», reforzando las sanciones existentes contra Nicaragua.
Sumario de las nuevas regulaciones en las sanciones estadounidenses contra Nicaragua (Foto: Departamento del Tesoro)
El reportaje de VOA citó a varios nicaragüenses de derecha que pidieron abiertamente más presión estadounidense contra su país.
Bianca Jagger, la celebridad y activista
de oposición que estuvo casada con el líder de los Rolling Stones, Mick
Jagger, hizo un llamado a los Estados Unidos a que impusiera más
sanciones, particularmente contra el ejército.
«[Las sanciones] no han tocado al
ejército nicaragüense porque [los funcionarios estadounidenses] tienen
la esperanza de que actúen como lo hicieron en Bolivia», dijo Jagger,
haciendo referencia a los oficiales que derrocaron violentamente al
presidente democráticamente electo de Bolivia.
Muchos de estos líderes militares fueron entrenados
en la Escuela de las Américas, una notoria base de subversión que se
remonta a los años de la Operación Cóndor. En los últimos días, los
medios latinoamericanos han estado repletos de trabajos que destacan que
para llevar a cabo el putsch los soldados bolivianos recibieron hasta 50 mil dólares y los generales 1 millón.
Agregó VOA que «en el caso del gobierno
centroamericano, el efecto que tendrán las sanciones podrá ser mayor
porque es un país económicamente vulnerable».
VOA citó a Roberto Courtney, un
prominente activista en el exilio y director ejecutivo del grupo de
oposición Ética y Transparencia, que monitorea elecciones en Nicaragua y
que recibe apoyo del brazo para el cambio de régimen del gobierno estadounidense, la National Endowment for Democracy (la NED).
Courtney, que dice ser activista de
derechos humanos, salivó sobre el pronóstico de la guerra económica
estadounidense contra su país, diciéndole a VOA que «hay una sutil
diferencia [entre Nicaragua y Bolivia]… la vulnerabilidad económica hace
que las sanciones posiblemente sean más efectivas».
Courtney, descrito por VOA como un
«experto en procesos electorales» agregó que «si hay un palo, también
debe haber una zanahoria». Dijo que la OEA podría ayudar a aplicar
presión política y diplomática contra el gobierno de Nicaragua.
Estas sanciones unilaterales de los
Estados Unidos son ilegales bajo la legislación internacional, y
consideradas un acto de guerra. El canciller de Irán, Javad Zarif,
ha caracterizado a la guerra económica «terrorismo financiero»,
explicando que apunta de forma desproporcionada a los civiles para
volcarlos contra su gobierno.
Figuras de alto nivel de la derecha
nicaragüense aplaudieron a Trump por extender la orden ejecutiva y por
solicitar nuevas sanciones contra su país.
La Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia, un frente de oposición que reúne a varios grupos, muchos de los cuales son financiados por la NED, celebraron la orden.
Trump llama «terroristas» a los carteles mexicanos, no descarta ataques con drones
Mientras que no hay ninguna novedad en
el hecho de que los Estados Unidos apunten contra los gobiernos de
Nicaragua y Venezuela, Donald Trump está posando su mirada en el aliado
de vieja data de los Estados Unidos: México.
En 2018, el electorado mexicano hizo
historia cuando eligieron en avalancha a Andrés Manuel López Obrador.
López Obrador, con frecuencia referido como AMLO, es el primer
presidente de izquierda en más de cinco décadas. Apoyado sobre campaña
progresista prometiendo un impulso al gasto social, reducción de la
pobreza, combate a la corrupción e incluso la despenalización de las
drogas.
En México, AMLO goza de mucha popularidad. En febrero tuvo un sorprendente índice de 86% de aprobación. Y se ha granjeado un apoyo amplio jurando combatir la ortodoxia capitalista neoliberal.
«El modelo económico neoliberal ha sido un desastre, una calamidad para la vida pública del país», declaró. «La corrupción es la hija del neoliberalismo».
Cuando reveló su Plan de Desarrollo Nacional, López Obrador anunció el fin de «la larga noche neoliberal».
Sus políticas de izquierda han causado
conmoción en Washington, que por mucho tiempo se ha apoyado en líderes
neoliberales que le asegurasen una base laboral estable, barata y
explotable, para mantener un mercado confiable de bienes estadounidenses
y fronteras abiertas para capital estadounidense y corporativo.
El 27 de noviembre, un día después de
que declarara a Nicaragua como una «amenaza a la seguridad nacional»,
Trump anunció que su gobierno designará como «organizaciones terroristas» a los narcocarteles mexicanos.
Tal designación facilita el camino para la intervención militar directa de los Estados Unidos en México.
Trump le reveló esta nueva política al
ancla de Fox News Bill O’Reilly en una entrevista. «¿Va a designar a
esos carteles en México como grupos terroristas y comenzar a golpearlos
con drones y cosas como esas?», le preguntó O’Reilly.
El presidente de los Estados Unidos se
negó a descartar esa posibilidad y otras acciones militares contra los
carteles en México.
El anuncio de Trump al parecer
sorprendió al gobierno mexicano, que inmediatamente convocó a una
reunión con el Departamento de Estado.
Es particularmente irónica esta
designación cuando se toma en consideración que los principales capos de
los carteles mexicanos han tenido lazos de larga data con el gobierno
de los Estados Unidos. Por ejemplo, los líderes de Los Zetas, un cartel
que ostenta una brutalidad notoria, fueron originalmente entrenados en tácticas contrainsurgentes por los Estados Unidos.
A lo largo de la Guerra Fría, Estados Unidos ha armado, entrenado y financiado
a escuadrones de la muerte en toda América Latina, muchos de los cuales
han estado involucrados en tráfico de drogas. La CIA también ha usado
dinero de la droga para financiar grupos paramilitares de extrema
derecha en Centroamérica.
Estas tácticas también fueron empleadas en el Medio Oriente y el sur de Asia. Los Estados Unidos armaron, entrenaron y financiaron a extremistas islamistas
en Afganistán en los 80 (del siglo pasado) para que combatieran contra
la Unión Soviética. Los mismos yijadistas-salafistas que luego fundaron
Al Qaeda y el Talibán.
Esta estrategia fue después replicada en las guerras de los Estados Unidos contra Libia y Siria. Omar al-Shishani
(«Omar el checheno»), por ejemplo, fue entrenado por el ejército
estadounidense y gozó de apoyo directo de Washington cuando combatía
contra Rusia.
La administración de Barack Obama también supervisó una campaña bautizada Project Gunrunner
(Proyecto Traficante de Armas) y la Operación Rápido y Furioso (Fast
and Furious), en las que el gobierno estadounidense cooperó con el envío
de armamento a los carteles mexicanos.
La periodista mexicana Alina Duarte explicó
que con la designación como terroristas de los carteles mexicanos
«están creando la idea de que México representa una amenaza a su
seguridad nacional».
«¿Podemos comenzar a hablar sobre la posibilidad de un golpe contra López Obrador en México?», se preguntaba Duarte.
Destacó que los medios corporativos se han embarcado en una campaña cada vez más feroz para demonizar
a AMLO, retratando al presidente democráticamente electo como un
aspirante a dictador con sed de poder que supuestamente está destruyendo
la economía mexicana.
En una entrevista a Max Blumenthal y Ben Norton, de The Grayzone, en su podcast «Rebeldes Moderados» (Moderate Rebels), Duarte discutió el tema de la interferencia estadounidense en la política mexicana:
Hoy en día se extiende en todo México
una campaña silenciosa a propósito del miedo de que la oposición de
derecha pudiera derrocar al presidente López Obrador.
El propio AMLO ha señalado públicamente los rumores, dejando claro que no tolerará ninguna discusión sobre golpes de Estado.
«Cuán equivocados están los
conservadores y sus halcones», tuiteó López Obrador el 2 de noviembre.
«Ahora es diferente», escribió AMLO, haciendo referencia al asesinato en
1913 al presidente progresista Francisco Madero, uno de los líderes de
la Revolución Mexicana.
«No será permitido otro golpe de Estado», declaró.
Hace unos meses, mientras se
intensificaba el miedo a un golpe, López Obrador se ha ido más hacia la
izquierda, retando directamente al gobierno de los Estados Unidos,
reivindicando, además, una política exterior independiente que contrasta
dramáticamente con sus antecesores obsecuentes.
El gobieron de AMLO rechazó los
esfuerzos estadounidenses por deslegitimar al gobierno de Venezuela,
poniendo trabas a los esfuerzos de Washington por imponer al activista Juan Guaidó como el líder del golpe.
AMLO le ha dado la bienvenida a Rafael
Correa, el perseguido líder socialista ecuatoriano, y también fue el
anfitrión del argentino Alberto Fernández en su primer viaje al exterior
tras ganar la presidencia de su país.
En octubre, López Obrador incluso le dio la bienvenida al presidente cubano, Díaz-Canel, en una visita histórica.
La Operación Cóndor 2.0 de Trump
Es intolerable para Washington un México independiente y de izquierda.
En un discurso a venezolanos en Miami
(con sus gorras de Make America Great Again, la consigna de la primera
campaña presidencial de Trump) en febrero, Trump discurseó por más de
una hora contra el socialismo, amenazando con cambio de régimen a los
gobiernos izquierdistas restantes.
«Los días del socialismo y el comunismo
están contados, no solo en Venezuela, sino también en Cuba y Nicaragua»,
declaró, agregando que nunca se le permitirá al socialismo el echar
raíces en el corazón del capitalismo en los Estados Unidos.
Mientas Trump ha declarado que busca retirarse de las guerras en el Medio Oriente (siempre y cuando no esté ocupando campos petroleros), ha concentrado la intervención agresiva en América Latina.
Aunque el halcón neoconservador John Bolton no sigue ahí supervisando la política exterior estadounidense, Elliott Abrams
permanece firmemente incrustado en el Departamento de Estado,
desempolvando su guión del Irán-Contra para diezmar el socialismo en
Latinoamérica una vez más.
Durante el punto más alto de la Guerra
Fría y la Operación Cóndor, miles de disidentes fueron asesinados, y
cientos de miles más fueron desaparecidos, torturados o encarcelados con
el apoyo del aparato de inteligencia de los Estados Unidos.
Hoy, mientras Latinoamérica está siendo
cada vez más observada con los lentes de la nueva Guerra Fría, la
Operación Condor es reiniciada con nuevos mecanismos de sabotaje y
subversión. El caos apenas comienza.
Nota del editor [The Grayzone]:
este artículo fue actualizado el 29 de noviembre con más información
sobre las sanciones estadounidenses contra Nicaragua. Originalmente
publicado el 27 de noviembre, la traducción para Misión Verdad y The Grayzone la realizó Diego Sequera.
3 Dic 2019.Fuente: http://misionverdad.com/TRAMA-
Mike Pompeo se refiere a América Latina como «patio trasero» de EEUU.
por Diego Vera/ RAdio Bío-Bío / Agence France-Presse
El secretario de Estado, Mike Pompeo,
dejó claro este lunes que Estados Unidos no planea una intervención
militar en Venezuela, aunque aseguró que Nicolás Maduro dejará pronto el
gobierno, en un discurso este lunes en el que se refirió a América
Latina como “patio trasero” del país.
“Estoy orgulloso de lo que hemos hecho en la región, queda mucho trabajo por hacer en nuestro patio trasero, en nuestro Hemisferio”, dijo Pompeo.
El encargado de la diplomacia
norteamericana defendió el “realismo” de sus políticas y apoyó un
enfoque moderado, dentro de las capacidades de Estados Unidos.
“Hemos aprendido por la historia que los
riesgos de usar la fuerza militar son significativos, por lo que hemos
trabajado para privar a Maduro y a sus compinches de los ingresos del
petróleo que deberían ser para el pueblo venezolano”, dijo Pompeo.
El jefe de la diplomacia afirmó que está
seguro de que el gobierno de Maduro va a caer, y comparó su situación a
la del dictador rumano Nicolae Ceausescu, que en julio de 1989 dijo que
el capitalismo nunca llegaría a su país y que antes del final de ese
año murió ejecutado, tras ser derrocado.
“El fin de Maduro se acerca también. Solamente no sabemos qué día”, dijo Pompeo en Louisville, Kentucky, cuando faltan poco más de un mes para que se cumpla un año desde que el líder parlamentario venezolano Juan Guaidó se declaró presidente interino y fue reconocido por Estados Unidos como mandatario legítimo del país.
“El fin de Maduro se acerca también. Solamente no sabemos qué día”, dijo Pompeo en Louisville, Kentucky, cuando faltan poco más de un mes para que se cumpla un año desde que el líder parlamentario venezolano Juan Guaidó se declaró presidente interino y fue reconocido por Estados Unidos como mandatario legítimo del país.
Estados Unidos ha pedido a Maduro desde
enero que deje el país, y en abril Pompeo dijo, tras un levantamiento de
militar sofocado, que el líder venezolano tenía un avión listo para
huir a Cuba.
A diferencia del resto de la agenda internacional de Estados Unidos, en el caso de Venezuela, Washington
ha contado con el apoyo de gran parte de los países occidentales y de
América Latina para aplicar sus políticas orientadas a aislar al
gobierno venezolano y reconocer a Guaidó.
Fuente:
https://www.biobiochile.cl/¿Superpotencia bananera?
Por:
David Brooks
14 enero 2020
| CUBADEBATE
▲
“Dejen a los testigos hablar”, se lee en el cartel de una manifestante
afuera del Capitolio, en referencia al juicio político contra Donald
Trump.
Arrancó el año electoral en el que está programado el enfrentamiento
político tal vez más significativo en un siglo para el futuro de Estados
Unidos como una republica semidemocrática constitucional y con
implicaciones dramáticas para gran parte del mundo.¿No es un poco exagerada esta afirmación? Tal vez sí, pero lo que más preocupa es que tal vez no.
Aquí hay un gran enfrentamiento político no sólo entre las instituciones gubernamentales y los partidos, sino también dentro de ellos. Lo que se decidirá es si este juego democrático sobrevive, y de qué manera. Trump marca el final de un experimento neoliberal. Está por verse, por lo menos en el teatro político-electoral, qué sigue.
El actual régimen ha mostrado tal desprecio por el gobierno institucional que el presidente ha atacado repetidamente a altos mandos de las fuerzas armadas, las agencias de inteligencia, las de seguridad pública, y hasta diversas secretarías, generando un deterioro de moral y un éxodo de diplomáticos, analistas y oficiales. Los jefes que se quedan son los que están dispuestos a ser sirvientes incondicionales de este mandatario.
Y hasta éstos se encuentran en apuros, con la constante necesidad de buscar cómo justificar o replantear declaraciones y decisiones presidenciales que los toman por sorpresa. Por ejemplo, este domingo el secretario de Defensa, Mark Esper, se vio obligado a decir que él no había visto la inteligencia mencionada por Trump que demostraba que el general iraní a quien mandó asesinar tenía planes para atacar cuatro embajadas estadunidenses. Hace unos días, los jefes militares tuvieron que afirmar que no cumplirían con órdenes de Trump de bombardear sitios culturales en Irán, ya que eso sería un crimen de guerra.
Por otro lado, algunos leales a la causa derechista expulsados del paraíso del poder han decidido vengarse contra su ex jefe. Por ejemplo, el halcón ultraconservador John Bolton, ex asesor de Seguridad Nacional de Trump, expresó que estaba dispuesto a declarar en el juicio de impeachment del presidente en el Senado si es convocado, algo que su ex jefe ya afirmó que no permitirá.
Pero en general, el Partido Republicano ha decidido subordinarse por completo a Trump. El líder republicano del Senado, Mitch McConnell, anunció públicamente que al proceder el juicio político del presidente, él se coordinará plenamente con la Casa Blanca. Pero según la ley, cada senador está obligado a actuar de manera imparcial en su papel de jurado durante tal juicio, y por lo tanto, los que ya decidieron junto con su líder expresar su lealtad al presidente están violando el juramento que cada uno hizo a la Constitución.
La Constitución ha sido violada de manera tan sistemática y abierta por este régimen en tantos rubros –desde la orden de asesinar a un líder extranjero o meter en jaulas a niños migrantes, hasta actos corruptos de todo tipo al violar el proceso electoral, al elogiar el uso de la tortura, al desafiar fallos judiciales y ordenes legislativas, entre otras– que la vigencia de la Carta Magna nacional está en duda.
Es por eso que candidatos y líderes de oposición de todo tipo gritan todos los días que la república está en peligro con el actual régimen. Señalan que por ello este es el tercer presidente en la historia en ser declarado impeached y ser sujeto a un juicio político.
Según dicen, ésta sigue siendo una democracia electoral (con defectos fundamentales, uno de los cuales llevó a Trump a la presidencia, ya que no hay voto directo para presidente, él ganó con menos votos que su contrincante por las reglas del Colegio Electoral). Pero por primera vez en la historia moderna, y en las tres décadas que algunos llevamos reportando sobre este país, la pregunta es si aún lo será despues de este año.
Nunca antes se habían escuchado aquí especulaciones tan comunes en los llamados países subdesarrollados de que no se puede descartar que Trump decida no respetar el resultado de la elección.
O sea, el país podría ser la primera superpotencia (república) bananera. Esa decisión, por ahora, está en manos del demos estadunidense.
(Tomado de La Jornada)
UNA REGIÓN CONVULSIONADA
Telma Luzzani - Jueves 16 de Enero 2020
Con levantamientos populares en Chile, Colombia, Ecuador y el
Caribe, y la convalidación en las urnas de gobiernos populares en México
y la Argentina, parece que en América latina se avecina un fin de ciclo
neoliberal. El golpe de Estado en Bolivia muestra el temor de EE.UU. y
de las oligarquías locales en ese sentido.
Desde
la Plaza Italia, ahora bautizada Plaza de la Dignidad, un rugido
emocionado sellaba un instante memorable de pasado y presente: “¡El
pueblo unido jamás será vencido!”.
Era diciembre y ya hacía dos meses que los chilenos recorrían las calles, desafiando la brutalidad policial, decididos a cambiar la historia. Todo había empezado a principios de octubre con la bronca de un grupo de adolescentes que resolvió saltar el molinete del subte de Santiago de Chile para no pagar, en protesta por el aumento del pasaje.
Dos días antes, en Ecuador, en la otra punta de la cordillera sudamericana de los Andes, también la gente había salido a cortar rutas y calles, ofuscada por la imposición de las recetas del FMI que derivaba en el alza del precio del combustible. Ni Lenín Moreno, presidente de Ecuador, ni su par chileno, Sebastián Piñera, estaban en capacidad de entender la profundidad de lo que estaba sucediendo. Ambos manotearon un toque de queda y el estado de excepción, acusaron a la gente de ser “delincuentes y vándalos” y ordenaron una furiosa represión contra su pueblo. Semanas después sucedió otro hecho verdaderamente inesperado. En el país más violento de la región –Colombia–, allí donde la vida no vale nada, cientos de miles de personas salieron con cacerolas a protestar masivamente contra Iván Duque, el “subpresidente”, como le dicen los medios colombianos, el hombre considerado por propios y ajenos un “títere” del temible Álvaro Uribe. En un breve lapso hubo tres huelgas generales: el 21 y 27 de noviembre y el 4 de diciembre.
El arco andino empezó a decir basta al neoliberalismo; a reclamar nuevas reglas del juego, nuevos modelos y nuevos políticos. Los números hablan por sí solos: Sebastián Piñera tiene un rechazo del 81 por ciento; Lenín Moreno del 84 e Iván Duque del 65. En Ecuador, tal vez porque aún pervive alguna de las medidas progresistas implementadas por el presidente anterior, Rafael Correa, la multitud declaró una tregua. Pero en Colombia y Chile el estallido social aún continúa.
En este contexto, la Argentina también eligió protegerse de la versión más tóxica del capitalismo y se sumó, a través de las urnas, a un eje progresista con el México de Andrés Manuel López Obrador. Estas insurrecciones y desobediencias tienen seriamente preocupado a Estados Unidos que, de forma descarada y brutal, redobló sus escenarios intervencionistas para recuperar lo que considera de su propiedad y para abortar cualquier atisbo de autonomía latinoamericana. Así fue como, en este noviembre volcánico, la barbarie racista de Bolivia, apoyada por Washington, derrocó al presidente legítimo Evo Morales, el más exitoso de todos los que tuvo el país en dos siglos de vida independiente.
EN EL OJO DE LA TORMENTA
Una visión geopolítica ampliada ayuda a comprender por qué nuestra región se ha convertido en el tablero central del gran juego político global. Así lo explicó la socióloga, investigadora del Conicet y ex diputada nacional Alcira Argumedo: “Washington está perdiendo la disputa hegemónica con el bloque chino-ruso, tanto en términos geopolíticos y económicos como tecnológicos. Estados Unidos ha sido desplazado en buena parte de Asia y en casi todo el continente africano como consecuencia de la avanzada china y sus políticas de inversiones. Además, el Pentágono se está retirado de Medio Oriente porque todas las guerras lanzadas por el imperio después del 11 de septiembre de 2001 contra Siria, Afganistán, Irak, Libia o Yemen han derivado en rotundos fracasos bélicos”.
En este duelo entre potencias, América latina pasó a ser –sin haberlo elegido– un protagonista de peso. “En este contexto mundial de transición hegemónica–opinó Leandro Morgenfeld, coordinador del grupo de Estudios sobre Estados Unidos de Clacso–, América latina es un continente en disputa y en esa batalla veo un empate. No vamos hacia una restauración conservadora, o a una hegemonía de derecha consolidada”.
En su opinión, “si uno mira cómo las sociedades fueron impugnando a los gobiernos de la denominada nueva derecha ya sea por vía electoral, o mediante rebeliones populares –México, la Argentina, Chile, Ecuador, Colombia, Haití– es evidente que esos líderes neoliberales que venían a derrotar a los gobiernos populistas no pudieron consolidarse. Claramente, no hubo fin de ciclo progresista regional. Pero, por otra parte, tampoco podemos decir que la contraofensiva de gobiernos conservadores ha sido derrotada. En conclusión, veo un final abierto en América latina, no es certero que se consolide un eje posneoliberal o progresista ni que se enraíce una ola conservadora”.
Para Argumedo, en cambio, esa pulseada entre los países subordinados a las recetas de Washington y los que eligen modelos más heterodoxos no tiende al empate: “Tanto las protestas en Ecuador, Colombia y Chile, como la derrota electoral del macrismo, dan cuenta del fracaso de los modelos neoliberales en toda América latina. A su vez, es visible un desplazamiento en el perfil de la política exterior brasileña. La última cumbre de los Brics en Brasil demuestra que, aunque el presidente Jair Bolsonaro comulgue con su par Donald Trump, la economía brasileña no puede desacoplarse de Beijing”.
LA HISTORIA ACUMULADA
El 25 de octubre más de un millón de chilenos protestaron pacíficamente en lo que se denominó “la marcha más grande de la historia”. La fuerza popular obligó a Piñera a anular dos cumbres mundiales (la climática y la de los países asiáticos) y una copa de fútbol. Desencadenó, además, el alejamiento de medio gabinete (incluyendo la renuncia del pinochetista de paladar negro Andrés Chadwick, primo y mano derecha de Piñera) y la inspección al país de organismos internacionales de derechos humanos. En noviembre se admitió oficialmente que hubo 23 manifestantes asesinados, 230 personas con severos daños oculares, más de cinco mil presos y que la ciudadanía había presentado centenas de acciones judiciales por abusos sexuales, torturas y simulación de ejecuciones, entre otras violaciones a los derechos humanos.
Daniel Jadue, alcalde comunista de la comuna Recoleta de la capital chilena, explicó qué conjunciones históricas llevaron a ese despertar de su pueblo después de cuarenta años de sufrimiento neoliberal. “Fue un proceso de acumulación”, aseguró este político, que es uno de los pocos estimados por los ciudadanos. “Hace treinta años que Chile viene movilizándose por distintos motivos, pero eran marchas con reclamos individuales: jubilación, salud, educación, trabajo. Ahora subieron en masividad y se transformaron en actos políticos donde todos los sectores se preocupan por el conjunto y conforman un movimiento nacional”.
Además de la masividad, otra impactante característica de las manifestaciones chilenas es la gran proliferación de banderas mapuches, llevadas por quienes pertenecen a esa etnia y quienes no. Este gesto es una señal evidente de que los cambios que quiere hoy Chile no quedan anclados en el golpe militar de Augusto Pinochet de 1973 ni en el laboratorio neoliberal de Milton Friedman y sus Chicago Boys. El reclamo chileno se hunde en las más profundas raíces del colonialismo.
“En las marchas se han juntado la fuerza de todos los abusados por este modelo y, en ese sentido, el máximo símbolo de esta opresión es el pueblo mapuche y todas las primeras naciones”, explicó el alcalde de Recoleta, quien usa el término “primeras naciones” como sinónimo de pueblos originarios. “La bandera mapuche unifica los reclamos. El Estado chileno tiene una deuda histórica con el pueblo mapuche: debe reconocer a nuestras primeras naciones, incluirlas en nuestra Constitución y hacer de Chile un Estado plurinacional”, subrayó al medio ruso RT. Katu Arkonada, escritor y analista internacional de origen vasco, miembro de la Red de Intelectuales en Defensa de la Humanidad, coincide con la lectura que el alcalde comunista hace sobre el futuro regional. “Se abre un período, que no va a ser corto, donde Chile va a buscar su propio destino con la participación ciudadana”, aseveró Jadue.
“Estamos en un momento histórico donde hay nuevos actores en el bloque progresista de la región”, amplía Arkonada. “En alguna medida, hay correlatos con lo que sucedió en los años 90. En aquella época también surgieron, desde abajo, resistencias populares desordenadas. Pienso en el levantamiento del Caracazo, en 1989, contra el paquete neoliberal, o en la alzada zapatista de 1994 para oponerse a la colonización económica estadounidense del Nafta. Años después, toda esa acumulación de luchas coronó en victorias electorales o incluso ha derivado en importantes avances integracionistas como la derrota del ALCA en la cumbre de Mar del Plata en noviembre de 2005”.
Arkonada, que colaboró con el gobierno de Evo Morales y ahora trabaja para el partido Morena de López Obrador, trazó una muy importante diferencia entre aquellos 90 y las luchas actuales: “Hoy la resistencia contra el neoliberalismo no es para rechazar su implementación, como fue en el pasado, sino para oponerse a consecuencias sociales que en algunos países parecen encontrar su pico de tragedia. Y no sólo hay resistencia en las calles sino también en las urnas: el enorme triunfo electoral de AMLO, con más de 30 millones de votos, es la clara manifestación de rechazo de los mexicanos contra años de neoliberalismo. La victoria en las urnas de Alberto Fernández también tiene esa lógica. Después hay resistencias de los pueblos que no se traducen en un claro panorama político”.
VENGANZA Y ESCARMIENTO
El 10 de noviembre, bajo coacción y amenazas de vida, Evo Morales ofreció su renuncia. Aún faltan muchas piezas en el rompecabezas de ese golpe de Estado para comprenderlo cabalmente, pero es seguro que estuvo planificado con mucha anticipación por EE.UU. y sus cómplices bolivianos. El 20 de octubre hubo elecciones presidenciales y al día siguiente el rival y opositor Carlos Mesa denunció fraude. Inmediatamente hubo marchas, incidentes violentos y quema de urnas en los barrios y regiones favorables a Evo.
El miércoles 23, el presidente denunció “un golpe en marcha” y 48 horas después, sin conocer los resultados definitivos, la OEA, EE.UU., la Unión Europea, el gobierno de Mauricio Macri y el colombiano Iván Duque exigieron realizar una segunda vuelta electoral porque dudaban de si Evo Morales había obtenido más de diez puntos de diferencia con el segundo o apenas 9,90.
Efectivamente, el golpe estaba en marcha. Desde entonces nada detuvo a los grupos ultraderechistas de la provincia de Santa Cruz que atacaron, quemaron y amenazaron hasta lograr que Evo renunciara y buscara refugio en México para no ser asesinado. Luego, el líder fascista Luis Camacho y la autoproclamada presidenta Jeanine Áñez entraron en el palacio de gobierno con la Biblia en la mano.
¿Qué significa el golpe contra Evo en esta América latina surcada por grandes resistencias sociales?
Para Arkonada, la ola emancipatoria de Latinoamérica (y por ende la pesadilla estadounidense) es mucho mayor de lo que parece. Desde el inicio de 2019, el mar Caribe –considerado por Washington el Mare Nostrum, como los romanos llamaban al Mediterráneo– se insurreccionó de manera inaudita. Desde febrero, Haití vive semanas y meses de heroísmo popular en lo que se considera la más extensa y radical protesta contra el neocolonialismo. Puerto Rico (colonia del imperio), con el lema “Ya no tenemos miedo”, derribó en julio al gobernador Ricardo Roselló. Honduras sigue con manifestaciones permanentes contra el presidente que llegó al poder con fraude.
“La ola emancipatoria está presente en Haití porque el pueblo no tolera más ocupación y colonialismo, continúa en Honduras para rechazar una democracia fallida y tomada por el poder de los grupos narcos, cobra bríos en Ecuador porque la sociedad increpa los programas de recorte del FMI”, analizó Arkonada.
“En Chile ya lo hemos analizado, hay más resistencia en la calle porque la opresión ejercida estos últimos años tuvo otro calibre, pero a su vez la matriz del modelo pinochetista ha repercutido sobre el sistema de partidos, y esa malla de representación débil hoy no parece saber conducir la protesta hacia un estadio superior de la política. En Colombia veo un panorama semejante, surgen nuevas expresiones de izquierda, hay mucha protesta en la calle, pero todos esos condimentos aún no pueden consumar una síntesis política superadora”.
“En cuanto a Bolivia, Evo se retira para no llevarse sobre sus espaldas ningún muerto. De hecho, durante toda su gestión nunca hubo víctimas mortales derivadas de una represión. Ahora, la posición política del Movimiento al Socialismo (MAS) –quizá pueda parecer tibia a algunos ojos– pasa por apostar a la vía electoral en unos comicios que presumiblemente sean en marzo o abril de 2020. Un escenario riesgoso ya que el MAS sigue siendo la principal fuerza político-electoral y, muy probablemente, la dictadura militar no esté dispuesta a entregar fácilmente un poder que arrebató a sangre y fuego. El núcleo irradiador del MAS está localizado en las federaciones sindicales cocaleras de Chapare, entonces el relevo electoral de Evo puede ser que provenga de esa fuente social”, completó el analista vasco.
En efecto, Andrónico Rodríguez, politólogo boliviano, vicepresidente de las Seis Federaciones Cocaleras del Trópico de Cochabamba, quien acompañó a Evo en su viaje como refugiado de México a la Argentina, es visto como su posible sucesor.
EL REGRESO DE LA MANO DURA
El golpe de Estado cívico-militar en Bolivia retrotrajo a la región a los peores terrores de la Guerra Fría, cuando en las décadas de los 60 y 70 EE.UU. imponía dictadores formados en la Escuela de las Américas para dominar nuestros países.
En una investigación de lectura obligatoria, Jeb Sprague, sociólogo de la Universidad de California, advierte que toda la cúpula golpista y la policía de Bolivia que actuaron en el golpe contra Evo habían sido entrenadas en la Escuela de las Américas y el FBI (https://thegrayzone.com/2019/ 11/15/gol-
pe-bolivia-eeuu-escuela-de-las -americas-fbi/). “Al menos seis de los
conspiradores golpistas clave eran ex alumnos de la tristemente célebre
Escuela de las Américas, mientras que William Kaliman y otra figura
sirvieron en el pasado como agregados militares y policiales de Bolivia
en Washington (…) Kaliman estaba en la cima de la estructura de comando
militar y policial boliviana, cultivada sustancialmente por los EE.UU. a
través de Whinsec, la escuela de entrenamiento militar en Fort Benning,
Georgia, conocida en el pasado como la Escuela de las Américas. Aunque
Kaliman fingió lealtad a Morales a lo largo de los años, sus verdaderos
colores se mostraron tan pronto llegó la oportunidad y fue él quien
‘sugirió’ que el presidente renunciara”, escribió Sprague.
Alcira Argumedo, por su parte, trazó una línea de tiempo con el protagonismo de las Fuerzas Armadas latinoamericanas. “Es evidente que los militares están jugando un nuevo papel político en la región. Su participación en las dictaduras de los años 70 fue tan aberrante que se vieron forzados a un drástico cambio en su rol operacional interno. Es así como alrededor del año 2005 se crea, a nivel continental, una especie de Escuela de las Américas, pero no para penetrar en los cuarteles sino en los poderes judiciales del Cono Sur. De esta manera, EE.UU. formó en términos doctrinarios tanto a fiscales y jueces argentinos como del resto de la región, como es el caso del juez brasileño Sergio Moro. Se estructura así el llamado lawfare o guerra jurídica, lo que derivó en la consumación de golpes blandos contra presidentes populares, una estrategia golpista de nuevo tipo donde participan los medios de comunicación, el poder judicial y factores de poder institucional”.
Según la académica, hoy este plan hace agua. “La liberación de Lula da Silva, las acciones en Chile y la derrota de Macri en las urnas visibilizan la vulnerabilidad del trípode en el cual se asentaba la injerencia de Trump en Sudamérica porque tanto Bolsonaro y Piñera como ya sucedió con Macri retroceden en términos políticos. Por eso es factible que EE.UU. busque volver al formato original castrense de la Escuela de las Américas. El grupo de generales que inició la destitución a Evo Morales es graduado de esa escuela doctrinaria. Piñera está presionando para que el Ejército tenga una intervención más cabal en la represión interna contra los manifestantes. Y en Colombia, la represión contra las protestas es ejecutada por una fuerza moldeada con la doctrina y la asistencia del Comando Sur”.
MIRANDO AL FUTURO
En este escenario de finales abiertos, ¿cuál sería la agenda regional óptima para los pueblos? ¿Cómo podría el eje progresista rearticular una voz común? ¿Cuál es la mejor estrategia para un gobierno como el argentino en una coyuntura de vecindad sitiada? Para Morgenfeld, “las reacciones populares que estamos viendo, de forma fuerte y constante, en varios países de la región demuestran que la lucha de clases y en las calles es un factor muy importante para auscultar la verdadera correlación de fuerzas a nivel regional”. El académico consideró, además, que “el Grupo de Puebla es una bocanada de aire fresco para esmerilar la presión estadounidense. Ese grupo logró desarrollar algunas ideas fuerza importante como reivindicar los principios de no intervención, autodeterminación de los pueblos y resolución pacífica de los diferendos. Blandir esos paradigmas en una coyuntura donde altas esferas avalan la intervención militar en Venezuela o la consumación de un golpe de Estado en Bolivia es muy importante. Pero atención, ahora el eje progresista ha perdido dos piezas significativas: Uruguay y Bolivia. Quedan México y la Argentina, lo que dibuja un contexto bastante complicado para el gobierno de Alberto Fernández”.
Según el especialista, la Argentina debería reeditar “una cooperación política a nivel regional, incluso con gobiernos de otro signo político, pero bajo un horizonte claro: estar menos subordinado a EE.UU. y poder tender puentes con otras potencias como China. Ningún país de la región puede negociar desde una posición de fortaleza por sí mismo con potencias o países emergentes dado que las asimetrías son espeluznantes. Por lo tanto, la agenda debería pasar por apuntalar un intercambio comercial que rompa rasgos clásicos dependientes de nuestra economía, como el extractivismo o la primarización. En una economía hiperglobalizada como la actual, la única alternativa de poder discutir con los países grandes desde cierta autonomía es articular un estado regional grande”.
Era diciembre y ya hacía dos meses que los chilenos recorrían las calles, desafiando la brutalidad policial, decididos a cambiar la historia. Todo había empezado a principios de octubre con la bronca de un grupo de adolescentes que resolvió saltar el molinete del subte de Santiago de Chile para no pagar, en protesta por el aumento del pasaje.
Dos días antes, en Ecuador, en la otra punta de la cordillera sudamericana de los Andes, también la gente había salido a cortar rutas y calles, ofuscada por la imposición de las recetas del FMI que derivaba en el alza del precio del combustible. Ni Lenín Moreno, presidente de Ecuador, ni su par chileno, Sebastián Piñera, estaban en capacidad de entender la profundidad de lo que estaba sucediendo. Ambos manotearon un toque de queda y el estado de excepción, acusaron a la gente de ser “delincuentes y vándalos” y ordenaron una furiosa represión contra su pueblo. Semanas después sucedió otro hecho verdaderamente inesperado. En el país más violento de la región –Colombia–, allí donde la vida no vale nada, cientos de miles de personas salieron con cacerolas a protestar masivamente contra Iván Duque, el “subpresidente”, como le dicen los medios colombianos, el hombre considerado por propios y ajenos un “títere” del temible Álvaro Uribe. En un breve lapso hubo tres huelgas generales: el 21 y 27 de noviembre y el 4 de diciembre.
El arco andino empezó a decir basta al neoliberalismo; a reclamar nuevas reglas del juego, nuevos modelos y nuevos políticos. Los números hablan por sí solos: Sebastián Piñera tiene un rechazo del 81 por ciento; Lenín Moreno del 84 e Iván Duque del 65. En Ecuador, tal vez porque aún pervive alguna de las medidas progresistas implementadas por el presidente anterior, Rafael Correa, la multitud declaró una tregua. Pero en Colombia y Chile el estallido social aún continúa.
En este contexto, la Argentina también eligió protegerse de la versión más tóxica del capitalismo y se sumó, a través de las urnas, a un eje progresista con el México de Andrés Manuel López Obrador. Estas insurrecciones y desobediencias tienen seriamente preocupado a Estados Unidos que, de forma descarada y brutal, redobló sus escenarios intervencionistas para recuperar lo que considera de su propiedad y para abortar cualquier atisbo de autonomía latinoamericana. Así fue como, en este noviembre volcánico, la barbarie racista de Bolivia, apoyada por Washington, derrocó al presidente legítimo Evo Morales, el más exitoso de todos los que tuvo el país en dos siglos de vida independiente.
EN EL OJO DE LA TORMENTA
Una visión geopolítica ampliada ayuda a comprender por qué nuestra región se ha convertido en el tablero central del gran juego político global. Así lo explicó la socióloga, investigadora del Conicet y ex diputada nacional Alcira Argumedo: “Washington está perdiendo la disputa hegemónica con el bloque chino-ruso, tanto en términos geopolíticos y económicos como tecnológicos. Estados Unidos ha sido desplazado en buena parte de Asia y en casi todo el continente africano como consecuencia de la avanzada china y sus políticas de inversiones. Además, el Pentágono se está retirado de Medio Oriente porque todas las guerras lanzadas por el imperio después del 11 de septiembre de 2001 contra Siria, Afganistán, Irak, Libia o Yemen han derivado en rotundos fracasos bélicos”.
En este duelo entre potencias, América latina pasó a ser –sin haberlo elegido– un protagonista de peso. “En este contexto mundial de transición hegemónica–opinó Leandro Morgenfeld, coordinador del grupo de Estudios sobre Estados Unidos de Clacso–, América latina es un continente en disputa y en esa batalla veo un empate. No vamos hacia una restauración conservadora, o a una hegemonía de derecha consolidada”.
En su opinión, “si uno mira cómo las sociedades fueron impugnando a los gobiernos de la denominada nueva derecha ya sea por vía electoral, o mediante rebeliones populares –México, la Argentina, Chile, Ecuador, Colombia, Haití– es evidente que esos líderes neoliberales que venían a derrotar a los gobiernos populistas no pudieron consolidarse. Claramente, no hubo fin de ciclo progresista regional. Pero, por otra parte, tampoco podemos decir que la contraofensiva de gobiernos conservadores ha sido derrotada. En conclusión, veo un final abierto en América latina, no es certero que se consolide un eje posneoliberal o progresista ni que se enraíce una ola conservadora”.
Para Argumedo, en cambio, esa pulseada entre los países subordinados a las recetas de Washington y los que eligen modelos más heterodoxos no tiende al empate: “Tanto las protestas en Ecuador, Colombia y Chile, como la derrota electoral del macrismo, dan cuenta del fracaso de los modelos neoliberales en toda América latina. A su vez, es visible un desplazamiento en el perfil de la política exterior brasileña. La última cumbre de los Brics en Brasil demuestra que, aunque el presidente Jair Bolsonaro comulgue con su par Donald Trump, la economía brasileña no puede desacoplarse de Beijing”.
LA HISTORIA ACUMULADA
El 25 de octubre más de un millón de chilenos protestaron pacíficamente en lo que se denominó “la marcha más grande de la historia”. La fuerza popular obligó a Piñera a anular dos cumbres mundiales (la climática y la de los países asiáticos) y una copa de fútbol. Desencadenó, además, el alejamiento de medio gabinete (incluyendo la renuncia del pinochetista de paladar negro Andrés Chadwick, primo y mano derecha de Piñera) y la inspección al país de organismos internacionales de derechos humanos. En noviembre se admitió oficialmente que hubo 23 manifestantes asesinados, 230 personas con severos daños oculares, más de cinco mil presos y que la ciudadanía había presentado centenas de acciones judiciales por abusos sexuales, torturas y simulación de ejecuciones, entre otras violaciones a los derechos humanos.
Daniel Jadue, alcalde comunista de la comuna Recoleta de la capital chilena, explicó qué conjunciones históricas llevaron a ese despertar de su pueblo después de cuarenta años de sufrimiento neoliberal. “Fue un proceso de acumulación”, aseguró este político, que es uno de los pocos estimados por los ciudadanos. “Hace treinta años que Chile viene movilizándose por distintos motivos, pero eran marchas con reclamos individuales: jubilación, salud, educación, trabajo. Ahora subieron en masividad y se transformaron en actos políticos donde todos los sectores se preocupan por el conjunto y conforman un movimiento nacional”.
Además de la masividad, otra impactante característica de las manifestaciones chilenas es la gran proliferación de banderas mapuches, llevadas por quienes pertenecen a esa etnia y quienes no. Este gesto es una señal evidente de que los cambios que quiere hoy Chile no quedan anclados en el golpe militar de Augusto Pinochet de 1973 ni en el laboratorio neoliberal de Milton Friedman y sus Chicago Boys. El reclamo chileno se hunde en las más profundas raíces del colonialismo.
“En las marchas se han juntado la fuerza de todos los abusados por este modelo y, en ese sentido, el máximo símbolo de esta opresión es el pueblo mapuche y todas las primeras naciones”, explicó el alcalde de Recoleta, quien usa el término “primeras naciones” como sinónimo de pueblos originarios. “La bandera mapuche unifica los reclamos. El Estado chileno tiene una deuda histórica con el pueblo mapuche: debe reconocer a nuestras primeras naciones, incluirlas en nuestra Constitución y hacer de Chile un Estado plurinacional”, subrayó al medio ruso RT. Katu Arkonada, escritor y analista internacional de origen vasco, miembro de la Red de Intelectuales en Defensa de la Humanidad, coincide con la lectura que el alcalde comunista hace sobre el futuro regional. “Se abre un período, que no va a ser corto, donde Chile va a buscar su propio destino con la participación ciudadana”, aseveró Jadue.
“Estamos en un momento histórico donde hay nuevos actores en el bloque progresista de la región”, amplía Arkonada. “En alguna medida, hay correlatos con lo que sucedió en los años 90. En aquella época también surgieron, desde abajo, resistencias populares desordenadas. Pienso en el levantamiento del Caracazo, en 1989, contra el paquete neoliberal, o en la alzada zapatista de 1994 para oponerse a la colonización económica estadounidense del Nafta. Años después, toda esa acumulación de luchas coronó en victorias electorales o incluso ha derivado en importantes avances integracionistas como la derrota del ALCA en la cumbre de Mar del Plata en noviembre de 2005”.
Arkonada, que colaboró con el gobierno de Evo Morales y ahora trabaja para el partido Morena de López Obrador, trazó una muy importante diferencia entre aquellos 90 y las luchas actuales: “Hoy la resistencia contra el neoliberalismo no es para rechazar su implementación, como fue en el pasado, sino para oponerse a consecuencias sociales que en algunos países parecen encontrar su pico de tragedia. Y no sólo hay resistencia en las calles sino también en las urnas: el enorme triunfo electoral de AMLO, con más de 30 millones de votos, es la clara manifestación de rechazo de los mexicanos contra años de neoliberalismo. La victoria en las urnas de Alberto Fernández también tiene esa lógica. Después hay resistencias de los pueblos que no se traducen en un claro panorama político”.
VENGANZA Y ESCARMIENTO
El 10 de noviembre, bajo coacción y amenazas de vida, Evo Morales ofreció su renuncia. Aún faltan muchas piezas en el rompecabezas de ese golpe de Estado para comprenderlo cabalmente, pero es seguro que estuvo planificado con mucha anticipación por EE.UU. y sus cómplices bolivianos. El 20 de octubre hubo elecciones presidenciales y al día siguiente el rival y opositor Carlos Mesa denunció fraude. Inmediatamente hubo marchas, incidentes violentos y quema de urnas en los barrios y regiones favorables a Evo.
El miércoles 23, el presidente denunció “un golpe en marcha” y 48 horas después, sin conocer los resultados definitivos, la OEA, EE.UU., la Unión Europea, el gobierno de Mauricio Macri y el colombiano Iván Duque exigieron realizar una segunda vuelta electoral porque dudaban de si Evo Morales había obtenido más de diez puntos de diferencia con el segundo o apenas 9,90.
Efectivamente, el golpe estaba en marcha. Desde entonces nada detuvo a los grupos ultraderechistas de la provincia de Santa Cruz que atacaron, quemaron y amenazaron hasta lograr que Evo renunciara y buscara refugio en México para no ser asesinado. Luego, el líder fascista Luis Camacho y la autoproclamada presidenta Jeanine Áñez entraron en el palacio de gobierno con la Biblia en la mano.
¿Qué significa el golpe contra Evo en esta América latina surcada por grandes resistencias sociales?
Para Arkonada, la ola emancipatoria de Latinoamérica (y por ende la pesadilla estadounidense) es mucho mayor de lo que parece. Desde el inicio de 2019, el mar Caribe –considerado por Washington el Mare Nostrum, como los romanos llamaban al Mediterráneo– se insurreccionó de manera inaudita. Desde febrero, Haití vive semanas y meses de heroísmo popular en lo que se considera la más extensa y radical protesta contra el neocolonialismo. Puerto Rico (colonia del imperio), con el lema “Ya no tenemos miedo”, derribó en julio al gobernador Ricardo Roselló. Honduras sigue con manifestaciones permanentes contra el presidente que llegó al poder con fraude.
“La ola emancipatoria está presente en Haití porque el pueblo no tolera más ocupación y colonialismo, continúa en Honduras para rechazar una democracia fallida y tomada por el poder de los grupos narcos, cobra bríos en Ecuador porque la sociedad increpa los programas de recorte del FMI”, analizó Arkonada.
“En Chile ya lo hemos analizado, hay más resistencia en la calle porque la opresión ejercida estos últimos años tuvo otro calibre, pero a su vez la matriz del modelo pinochetista ha repercutido sobre el sistema de partidos, y esa malla de representación débil hoy no parece saber conducir la protesta hacia un estadio superior de la política. En Colombia veo un panorama semejante, surgen nuevas expresiones de izquierda, hay mucha protesta en la calle, pero todos esos condimentos aún no pueden consumar una síntesis política superadora”.
“En cuanto a Bolivia, Evo se retira para no llevarse sobre sus espaldas ningún muerto. De hecho, durante toda su gestión nunca hubo víctimas mortales derivadas de una represión. Ahora, la posición política del Movimiento al Socialismo (MAS) –quizá pueda parecer tibia a algunos ojos– pasa por apostar a la vía electoral en unos comicios que presumiblemente sean en marzo o abril de 2020. Un escenario riesgoso ya que el MAS sigue siendo la principal fuerza político-electoral y, muy probablemente, la dictadura militar no esté dispuesta a entregar fácilmente un poder que arrebató a sangre y fuego. El núcleo irradiador del MAS está localizado en las federaciones sindicales cocaleras de Chapare, entonces el relevo electoral de Evo puede ser que provenga de esa fuente social”, completó el analista vasco.
En efecto, Andrónico Rodríguez, politólogo boliviano, vicepresidente de las Seis Federaciones Cocaleras del Trópico de Cochabamba, quien acompañó a Evo en su viaje como refugiado de México a la Argentina, es visto como su posible sucesor.
EL REGRESO DE LA MANO DURA
El golpe de Estado cívico-militar en Bolivia retrotrajo a la región a los peores terrores de la Guerra Fría, cuando en las décadas de los 60 y 70 EE.UU. imponía dictadores formados en la Escuela de las Américas para dominar nuestros países.
En una investigación de lectura obligatoria, Jeb Sprague, sociólogo de la Universidad de California, advierte que toda la cúpula golpista y la policía de Bolivia que actuaron en el golpe contra Evo habían sido entrenadas en la Escuela de las Américas y el FBI (https://thegrayzone.com/2019/
Alcira Argumedo, por su parte, trazó una línea de tiempo con el protagonismo de las Fuerzas Armadas latinoamericanas. “Es evidente que los militares están jugando un nuevo papel político en la región. Su participación en las dictaduras de los años 70 fue tan aberrante que se vieron forzados a un drástico cambio en su rol operacional interno. Es así como alrededor del año 2005 se crea, a nivel continental, una especie de Escuela de las Américas, pero no para penetrar en los cuarteles sino en los poderes judiciales del Cono Sur. De esta manera, EE.UU. formó en términos doctrinarios tanto a fiscales y jueces argentinos como del resto de la región, como es el caso del juez brasileño Sergio Moro. Se estructura así el llamado lawfare o guerra jurídica, lo que derivó en la consumación de golpes blandos contra presidentes populares, una estrategia golpista de nuevo tipo donde participan los medios de comunicación, el poder judicial y factores de poder institucional”.
Según la académica, hoy este plan hace agua. “La liberación de Lula da Silva, las acciones en Chile y la derrota de Macri en las urnas visibilizan la vulnerabilidad del trípode en el cual se asentaba la injerencia de Trump en Sudamérica porque tanto Bolsonaro y Piñera como ya sucedió con Macri retroceden en términos políticos. Por eso es factible que EE.UU. busque volver al formato original castrense de la Escuela de las Américas. El grupo de generales que inició la destitución a Evo Morales es graduado de esa escuela doctrinaria. Piñera está presionando para que el Ejército tenga una intervención más cabal en la represión interna contra los manifestantes. Y en Colombia, la represión contra las protestas es ejecutada por una fuerza moldeada con la doctrina y la asistencia del Comando Sur”.
MIRANDO AL FUTURO
En este escenario de finales abiertos, ¿cuál sería la agenda regional óptima para los pueblos? ¿Cómo podría el eje progresista rearticular una voz común? ¿Cuál es la mejor estrategia para un gobierno como el argentino en una coyuntura de vecindad sitiada? Para Morgenfeld, “las reacciones populares que estamos viendo, de forma fuerte y constante, en varios países de la región demuestran que la lucha de clases y en las calles es un factor muy importante para auscultar la verdadera correlación de fuerzas a nivel regional”. El académico consideró, además, que “el Grupo de Puebla es una bocanada de aire fresco para esmerilar la presión estadounidense. Ese grupo logró desarrollar algunas ideas fuerza importante como reivindicar los principios de no intervención, autodeterminación de los pueblos y resolución pacífica de los diferendos. Blandir esos paradigmas en una coyuntura donde altas esferas avalan la intervención militar en Venezuela o la consumación de un golpe de Estado en Bolivia es muy importante. Pero atención, ahora el eje progresista ha perdido dos piezas significativas: Uruguay y Bolivia. Quedan México y la Argentina, lo que dibuja un contexto bastante complicado para el gobierno de Alberto Fernández”.
Según el especialista, la Argentina debería reeditar “una cooperación política a nivel regional, incluso con gobiernos de otro signo político, pero bajo un horizonte claro: estar menos subordinado a EE.UU. y poder tender puentes con otras potencias como China. Ningún país de la región puede negociar desde una posición de fortaleza por sí mismo con potencias o países emergentes dado que las asimetrías son espeluznantes. Por lo tanto, la agenda debería pasar por apuntalar un intercambio comercial que rompa rasgos clásicos dependientes de nuestra economía, como el extractivismo o la primarización. En una economía hiperglobalizada como la actual, la única alternativa de poder discutir con los países grandes desde cierta autonomía es articular un estado regional grande”.
CHILE
Clamor popular: ¡Que se vaya Piñera!
By Juan Pablo Cárdenas
Enero 16, 2020
Muchos
confían en que el proceso constituyente convenido por las cúpulas
partidarias, podría dar a Chile una nueva Constitución y, con ello,
satisfacer las grandes demandas políticas y económicas de la población.
Se creyó que con la simple convocatoria a un plebiscito con tal
propósito la explosión social podría desincentivarse, pero ya vemos que
el descontento no amaina y que para que el camino trazado sea exitoso
las autoridades deberán satisfacer, primero, las reformas que son más
urgentes y no pueden esperar que de aquí a dos o más años sean resueltas
por un nuevo orden institucional.
La
nueva Carta Magna es una aspiración muy generalizada, pero mucho más
todavía derribar, por ejemplo, nuestro sistema de pensiones y estructura
salarial, así como comprometer un papel relevante del Estado en la
economía, la educación y la cultura. Junto con ponerle freno a la
corrupción política, los abusos empresariales y la violación programada
de los derechos humanos y sociales. Desafíos que requieren para su
plenitud, efectivamente, de un nuevo orden institucional y económico, la
construcción de una solida democracia y la recuperación de nuestros
recursos estratégicos hoy en manos foráneas. Es decir, de cambios
verdaderamente profundos o revolucionarios como la inmensa mayoría
añora.
La
Constitución Pinochet-Lagos es ciertamente un fatal impedimento para
estos propósitos, pero más bien lo que se necesita para ello es proyecto
nacional, voluntad, ética y liderazgo político. Es público y probado
que las clases dirigentes fueron seducidas por el legado de Pinochet,
como que el centro y buena parte de la izquierda siguen en connivencia
con la derecha y realmente empeñados ahora todos en salvarse de la ira
popular, adoptando medidas superficiales que no avizoran cambios
sustantivos. Estos ven como un placebo más que una oportunidad el
plebiscito y la conformación de una instancia constituyente.
Lo
anterior explica que no solo sea el gobierno actual el cuestionado por
el país, y que este descrédito comprometa prácticamente a todos los
partidos, gremios, sindicatos y otras múltiples organizaciones, tal como
lo indican las encuestas y las multitudinarias protestas callejeras.
Vaya cuán relevante es que el vandalismo con el que se ha tratado de
inhibir y estigmatizar la protesta no haya logrado recuperar en nada la
deteriorada imagen del Jefe de Estado, pese al aprovechamiento político
ejercido por éste a querido obtener en relación a la violencia. Por el
contrario, con menos de un siete por ciento de respaldo ciudadano,
podemos asegurar que a Piñera le queda todavía menos ascendiente que al
ex dictador y, desde luego, no concita siquiera todo el apoyo de los
chilenos que se consideran de derecha y centroderecha. Su pretendido
liderazgo está completamente en entredicho y su adhesión popular debe
ser ahora uno de los más precarios entre todos los gobernantes del
mundo. Y, con seguridad, del continente.
Hasta
aquí, el actual gobierno ha fracasado rotundamente en satisfacer hasta
las más mínimas demandas ciudadanas. Las leyes que ha logrado aprobar en
el Parlamento vienen soslayando la posibilidad de arreglar pensiones y
sueldos, mejorar la salud y la educación. Sin ponerle atajo tampoco a lo
abusos de las AFP, de las isapres y dándole continuidad a un sistema
educacional de baja calidad y segregador. Por el contrario, lo que el
pueblo sigue observando es cómo las administradoras de la salud elevan
las cotizaciones de las mujeres, y las cadenas de farmacias se reiteran
en colusión para elevar los precios de sus productos. Así como, el
transporte público y las concesionarias de autopistas elevan sus pasajes
y peajes. Cuestiones que justamente, como recordamos, fueron las que
gatillaron el conflicto social.
Asimismo,
un nuevo escándalo estalla en Codelco en estos días y, con éste, la
desconfianza de los chilenos en cuanto a que estos asaltos al erario
nacional y al bolsillo de todos los chilenos concluyan condenando a los
culpables. Por otro lado las propias policías han reconocido su fracaso
en la lucha contra la delincuencia y el narcotráfico.
De
esta manera es que Piñera se encuentra inhabilitado para administrar el
proceso constituyente y el cumplimiento de la llamada agenda social
comprometida con el pueblo. Lo lógico sería que renunciara y el país
fuera convocado a elegir un nuevo mandatario antes que materializar un
plebiscito que difícilmente su gobierno y nuestro sistema electoral
pueden garantizar en transparencia y eficiencia. Cuando ya se conocen
las trampas acordadas por los convocantes para hacer difícil, sino
imposible, que la voluntad popular supere los quórums y otras barreras
ya establecidas en la aprobación de cada acápite del nuevo Texto
Fundamental. O si se considera que aún no se definen las reglas claras
que regirán la propaganda política y la participación de los
independientes en dicha consulta. En la descarada e injustificable
postura, además, del Ejecutivo y muchos legisladores de oponerse al voto
obligatorio. Otra gran demanda popular a punto de frustrarse por el
mezquino calculo de las cúpulas partidistas que temen de los sufragios
de los más jóvenes y de los que vienen resistiéndose por años a
sufragar.
El país no debe conformarse solo con las próximas jornadas electorales. Aunque debemos apoyar
con entusiasmo al SI en el plebiscito, para así abrir las puestas de
una asamblea constituyente, todavía estamos a tiempo de forzar la
renuncia o destitución del actual Mandatario como garantía fundamental
para que los cambios se materialicen. Además de que los ciudadanos que
resulten elegidos para definir una nueva Carta Magna puedan acometer con
éxito, libre y soberanamente su tarea.
Un
gobierno que reprime a la población, dispara letalmente contra los
opositores y es el responsable te tantas violaciones a los DDHH
acreditados en Chile y por prestigiosas entidades extranjeras, no puede
seguir a la cabeza de la promesa y el desafío de construir un nuevo
destino para Chile. Después de una trayectoria republicana tan afectada
por las defecciones de nuestros gobernantes, también un proceso constituyente y nueva Carta Fundamental deben ser validados internacionalmente.
Piñera debiera seguir el ejemplo de ese gran número de sus subalternos
que han preferido alejarse de La Moneda y asumir sin más remilgos y
dilaciones el lapidario juicio histórico que también le espera.
Por todo esto y así como durante la Dictadura la revista Análisis exigió con una portada la destitución de Pinochet (“¡Que se vaya!”), hoy nos parece propio demandar lo mismo del actual jefe de estado.
Por Juan Pablo Cárdenas
Cuando la encuesta CEP sepultó a Piñera como cadáver político
By El Clarín de Chile
Enero 16, 2020
Una nueva encuesta CEP se
difundió este jueves con información habitual sobre evalución al sistema
político, las instituciones y el devenir económico. En la oportunidad,
la encuesta ha incluido los resultados de un sondeo sobre la crisis
social, los que aportan una información de alto interés.
Uno de los
datos destacables, aunque predecibles, es la caída libre de la
evaluación de Sebastián Piñera. Para la CEP, su nivel de aprobación
alcanza un escaso y mínimo seis por ciento, un rango históricamente bajo
y que desfonda todas las anteriores mediciones. En el sentido
contrario, el rechazo también se eleva, alcanzando el 82 por ciento.
Otros datos que sorprenden en una firma tan ligada al establishment empresarial como el CEP se refiere a la crisis social. La gran mayoría de los consultados aprueba las movilizaciones sociales y estima que aspectos como la desigualdad, las pensiones o los bajos salarios son condicionantes del estallido y también una mayoría repudia el actuar violento de carabineros . En este ámbito, una importante grupo de consultados asegura que los carabineros violan los derechos humanos de los ciudadanos.
ENCUESTA COMPLETA
Otros datos que sorprenden en una firma tan ligada al establishment empresarial como el CEP se refiere a la crisis social. La gran mayoría de los consultados aprueba las movilizaciones sociales y estima que aspectos como la desigualdad, las pensiones o los bajos salarios son condicionantes del estallido y también una mayoría repudia el actuar violento de carabineros . En este ámbito, una importante grupo de consultados asegura que los carabineros violan los derechos humanos de los ciudadanos.
ENCUESTA COMPLETA
Crisis climática
Un camión en una parcela deforestada del Amazonas en Boca do Acre, Brasil, 24 de agosto de 2019.Bruno Kelly / Reuters
Deforestación en la Amazonía brasileña aumentó 103,7 % en noviembre
Publicado:
13 dic 2019 20:28 GMT - RT
En los primeros 11 meses del año pasado fueron
destruidos 4.878,7 kilómetros cuadrados de área; mientras que en el
mismo período de 2019, la cifra se eleva a 8.974,31 kilómetros
cuadrados.
La
deforestación en la Amazonía brasileña aumentó 103,7 % en noviembre de
2019, en comparación con el mismo mes de 2018, según estimaciones del
sistema de Detección de Deforestación en Tiempo Real (DETER), del
Instituto Nacional de Pesquisas Espaciales (INPE) de Brasil.
De acuerdo a ese organismo, 563,03 kilómetros cuadrados fueron destruidos entre el 1 y el 30 de noviembre en la Amazonía, reseña Brasil de Fato.
La cifra anual revela un incremento de 83,9 % en la deforestación en el Amazonas entre enero y noviembre de 2019, al ser comparado con el mismo período de 2018.
En los primeros 11 meses del año pasado fueron destruidos 4.878,7 kilómetros cuadrados de área; mientras que este en 2019, la cifra se eleva a 8.974,31 kilómetros cuadrados.
Los meses más críticos han sido julio, agosto y septiembre, donde las cifras de deforestación fueron de 278 %, 222 % y 96 %, respectivamente, más altas que en los mismos meses de 2018.
El mandatario también ha menospreciado los datos aportados por el INPE. En julio pasado, cuando el instituto señaló un aumento en las cifras de deforestación, el mandatario consideró que los datos divulgadas "no correspondían a la verdad".
El cuestionamiento de Bolsonaro provocó la destitución del director INPE, Ricardo Galvão, quien protagonizó una fuerte polémica con el mandatario.
URUGUAY
De acuerdo a ese organismo, 563,03 kilómetros cuadrados fueron destruidos entre el 1 y el 30 de noviembre en la Amazonía, reseña Brasil de Fato.
La cifra anual revela un incremento de 83,9 % en la deforestación en el Amazonas entre enero y noviembre de 2019, al ser comparado con el mismo período de 2018.
En los primeros 11 meses del año pasado fueron destruidos 4.878,7 kilómetros cuadrados de área; mientras que este en 2019, la cifra se eleva a 8.974,31 kilómetros cuadrados.
Los meses más críticos han sido julio, agosto y septiembre, donde las cifras de deforestación fueron de 278 %, 222 % y 96 %, respectivamente, más altas que en los mismos meses de 2018.
La apreciación de Bolsonaro
Este año, la Amazonía ha estado en el centro del debate a nivel mundial, luego que salieran a la luz videos de esa zona del planeta en llamas, que fueron desestimados por el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro.El mandatario también ha menospreciado los datos aportados por el INPE. En julio pasado, cuando el instituto señaló un aumento en las cifras de deforestación, el mandatario consideró que los datos divulgadas "no correspondían a la verdad".
El cuestionamiento de Bolsonaro provocó la destitución del director INPE, Ricardo Galvão, quien protagonizó una fuerte polémica con el mandatario.
Emergencia climática: Groenlandia pierde hielo siete veces más rápido que hace 30 años
La revista 'Nature' publica un completo estudio que
pone de manifiesto su efecto sobre el aumento del nivel del mar. La tasa
de pérdida de hielo ha aumentado de 33.000 millones de toneladas en
1990 a 254 000 millones de toneladas al año en la última década.
Un iceberg flota en un fiordo cerca de la localidad de Tasiilaq, en Groenlandia. (LUCAS JACKSON | EFE)
Groenlandia pierde hielo siete veces más rápido que en la década de 1990, según un estudio que publica la revista Nature en el que han participado cerca de un centenar de científicos de cincuenta organizaciones internacionales y que pone de manifiesto su efecto sobre el aumento del nivel del mar.
Se trata, según la Universidad de Leeds (Reino Unido), del cuadro más completo sobre la pérdida de hielo de Groenlandia hasta la fecha; para ello, los científicos combinaron 26 estudios para calcular los cambios en la masa de hielo entre los años 1992 y 2018.
Además, utilizaron datos de once misiones satelitales, entre ellos cifras del volumen, flujo y gravedad de la capa de hielo.
Los hallazgos constatan que Groenlandia ha perdido 3,8 billones de toneladas de hielo desde 1992, lo suficiente como para aumentar el nivel mundial del mar en 10,6 milímetros.
La tasa de pérdida de hielo ha aumentado de 33.000 millones de toneladas al año en la década de 1990 a 254 000 millones de toneladas al año en la última década, es decir, siete veces más en casi tres décadas.
Los datos no incluyen los de 2019, lo que podría marcar un nuevo récord debido al derretimiento generalizado del verano.
Esta evaluación ha sido dirigida por Andrew Shepherd,
de la Universidad de Leeds, y Erik Ivins, del Laboratorio de Propulsión a
Chorro de la NASA en California. Además de la NASA, el trabajo ha
contado con la participación de la Agencia Espacial Europea (ESA).
Según
las tendencias actuales, el derretimiento del hielo de Groenlandia
causará que unas 400 millones de personas sufran inundaciones debido a
la subida del nivel del mar
En 2013, el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático (IPCC) predijo
que el nivel mundial del mar aumentaría en 60 centímetros para el año
2100, lo que pondría en riesgo a 360 millones de personas debido a las
inundaciones costeras anuales.
Sin embargo, este nuevo estudio demuestra que las
pérdidas de hielo de Groenlandia aumentan más rápido de lo esperado, en
consonancia con el escenario más adverso de calentamiento global del
IPCC, el cual predice siete centímetros más en el nivel del mar (67 en
total).
"Como regla general, por cada centímetro de aumento del
nivel del mar, otros seis millones de personas están expuestas a
inundaciones costeras en todo el planeta", resume en el comunicado
Shepherd.
Así que según las tendencias actuales, el
derretimiento del hielo de Groenlandia causará que unas 400 millones de
personas sufran inundaciones debido a la subida del nivel del mar:
"Estos no son eventos improbables o de pequeños impactos, sino que están
ocurriendo y serán devastadores para las comunidades costeras".
Los investigadores también utilizaron modelos
climáticos regionales para constatar que detrás de este derretimiento
del hielo está el aumento de la temperatura del aire y de las temperaturas oceánicas.
Uno de los autores de este estudio es de la empresa española isardSAT. EFE
Crisis climática: Las cataratas Victoria se quedan sin agua tras la mayor sequía de las últimas décadas
Si bien normalmente las cataratas reducen su volumen
durante la estación seca, las autoridades han afirmado que este año se
ha producido un descenso sin precedentes.
Las cataratas Victoria el pasado 5 de diciembre. REUTERS/Mike Hutchings
CATARATAS VICTORIA (ZAMBIA)
10/12/2019 12:23 - Reuters/EP - PÚBLICO
La peor sequía en un siglo ha provocado una reducción del volumen de las cataratas Victoria,
situadas en la frontera de Zambia y Zimbabue, avivando el temor de que
la crisis climática pueda acabar con uno de los mayores atractivos
turísticos de la región.
Durante décadas, las cataratas Victoria, el
punto donde el río Zambeze del sur de África derrama sus aguas en una
cascada de cien metros de profundidad, han atraído a millones de
turistas a Zimbabue y Zambia por sus espectaculares vistas.
Si bien normalmente las cataratas reducen su volumen
durante la estación seca, las autoridades han afirmado que este año se
ha producido un descenso sin precedentes.
Los datos de la Autoridad del Río Zambeze muestran
que el flujo de agua está en su nivel más bajo desde 1995, muy por
debajo del promedio a largo plazo. El presidente de Zambia, Edgar Lungu,
lo ha llamado "un crudo recordatorio de lo que la crisis
climática está haciendo a nuestro medio ambiente". Sin embargo, algunos
científicos son cautos a la hora de culpar categóricamente al cambio
climático, dado que siempre hay variaciones estacionales en los niveles.
Harald Kling, hidrólogo de la empresa de ingeniería Poyry y un experto en el río Zambeze, ha recordado que la ciencia del clima trabaja con décadas, no con años particulares, "así que a veces es difícil decir que esto se debe a la emergencia climática porque siempre ha habido sequías".
Si se vuelven más frecuentes, entonces es posible
empezar a decir: "Está bien, esto puede deberse al cambio climático", ha
resaltado, en declaraciones concedidas a la agencia de noticias
Reuters.
Parta seca de las cataratas Victoria el pasado 4 de diciembre. REUTERS/Mike Hutchings
Kling ha manifestado que los primeros modelos climáticos habían predicho una mayor frecuencia de años secos en la cuenca del Zambeze, pero que "lo sorprendente es que (la sequía) sea tan frecuente",
dado que la última fue hace sólo tres años. A medida que el río se
calienta, 437 millones de metros cúbicos de agua se evaporan cada
segundo, ha detallado.
Por su parte, Richard Beilfuss, director de la
Fundación Internacional de la Grulla, que ha estudiado el Zambeze
durante las últimas tres décadas, cree que la crisis climática está retrasando el monzón,
"concentrando la lluvia en episodios más copiosos que son mucho más
difíciles de almacenar, y con una temporada seca mucho más larga e
insoportable".
Cortes en el suministro
Zimbabue y Zambia han sufrido cortes en el suministro eléctrico,
ya que dependen en gran medida de la energía hidroeléctrica de las
centrales de la presa de Kariba, situada en el río Zambeze, aguas arriba
de las cascadas. Así, amplios tramos de esta maravilla natural de un
kilómetro de largo no son más que piedra seca. El flujo de agua se ha reducido en otras partes.
"En años anteriores, durante la época seca, no ha
llegado hasta este punto. Esta (es) la primera vez que lo vemos así", ha
afirmado Dominic Nyambe, un vendedor de artesanías para turistas de
unos 30 años frente a su tienda en Livingstone, del lado zambiano.
Mientras los líderes mundiales se reúnen en Madrid en la COP25
para discutir formas de detener el catastrófico calentamiento causado
por las emisiones de gases de efecto invernadero provocadas por el
hombre, el sur de África ya está sufriendo algunos de sus peores efectos,
con los grifos sin una gota de agua y unos 45 millones de personas
necesitadas de ayuda alimentaria debido a las malas cosechas.
Trump califica de "ridícula" la elección de Greta Thunberg como 'Persona del Año'
El presidente estadounidense también señala que la
activista sueca tiene que calmarse e "irse a una buena película antigua
con una amiga".
El presidente de los Estados Unidos, Donald Trump,en la Casa Blanca en Washington, EEUU. REUTERS / Joshua Roberts
El presidente de Estados
Unidos, Donald Trump, ha calificado este jueves de "ridícula" la
elección de a la activista medioambiental sueca de 16 años Greta Thunberg, Persona del Año por parte de la revista Time.
"Greta necesita manejar su problema con la ira, y después ¡irse a una buena película a la antigua con una amiga!", ha agregado. "¡Cálmate!", ha añadido el presidente.
El hijo mayor del gobernante, Donald Trump Jr. ha criticado también la decisión y ha escrito en su cuenta de Twitter que "Time dejó
afuera a los manifestantes que en Hong Kong luchan por sus vidas y
libertades para promover una adolescente que está siendo usada como un
truco de marketing".
Con su tuit, el presidente Trump comentaba un mensaje en el que la actriz y productora norirlandesa Roma Downey
felicitaba a Thunberg, quien sufre el Síndrome de Asperger, un
trastorno que se caracteriza por un anómalo funcionamiento del sistema
nervioso central y genera dificultades para la interacción social a
quien lo sufre.
Esta no es la primera vez que Trump se burla de la
joven sueca, que ha movilizado manifestaciones en todo el mundo a favor
del combate a la crisis climática, un fenómeno que el presidente estadounidense ha calificado como una "farsa".
En septiembre, después de que Thunberg hubiera hablado
ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, Trump declaró que la
activista parecía "una chica joven muy feliz que tiene por delante un futuro maravilloso".
Trump fue elegido Persona del Año por la revista Time en
2016, cuando era presidente electo, por su "revolución" contra la clase
gobernante y su creciente influencia en el acontecer mundial.
Greta vuelve a tirar de ironía
La joven activista sueca ha decidido responder con
cierta retranca al ataque lanzado por el dirigente estadounidense .
Greta ha cambiado su biografía en la red social en honor a las palabras
que Donald Trump le ha dedicado. "Una adolescente trabajando en su problema de control de ira. Actualmente, relajándome y viendo una buena película antigua con una amiga", se puede leer ahora en su descripción.
Thunberg, que se ha convertido en el blanco de los
principales líderes negacionistas en los últimos meses, también cambió
su descripción cuando ayer el ultraderechista Jair Bolsonaro le llamo "mocosa", pirralha en portugués. La joven también escribió este termino como respuesta irónica a las palabras del presidente brasileño.
La revista anunció este miércoles la elección de la activista climática de 16 años como la Persona del Año de 2019 y publicó en su portada una foto de la joven acompañada del titular "El poder de la juventud".
Imagen
de la descripción de Twitter de la activista sueca Greta Thunberg, en
la que se lee: "Una adolescente trabajando en su problema de control de
ira. Actualmente, relajándome y viendo una buena película antigua con
una amiga"./ Captura de pantalla
"Thunberg empezó una movilización mundial faltando a
la escuela", explicó el artículo de la revista. "A partir de agosto de
2018, pasó días acampando frente al Parlamento sueco con un cartel en el cual se leía: Huelga escolar por el clima"
Desde entonces, la joven "ha hablado ante jefes de
estado en las Naciones Unidas, se ha reunido con el papa, ha discutido
con el presidente de Estados Unidos y ha inspirado a 4 millones de personas para que se unieran en una huelga global por el clima el 20 de septiembre".
"Ésta fue la manifestación más grande por el clima
en la historia humana", añadió la revista. Greta Thunberg, de 16 años,
ha pasado de ser "una militante solitaria con un cartel pintado a mano a
ser quien ha alentado a los pueblos en más de 150 países a salir a la calle en defensa del planeta que compartimos", agregó.
La niña que quiere enfriar el planeta
Quién es Greta Thunberg y por qué es la cara visible del cambio climático
La
semana pasada, la activista adolescente Greta Thunberg fue invitada a
la Asamblea Nacional de Francia y volvieron a arreciar sobre ella
discursos que la menosprecian por su género, por su autismo, por su
insoluble niñez que ella nombra en plural para clamar contra el
calentamiento del planeta. Sin embargo, entre detractores y usufructos
de su militancia, es una voz de niña la que ha llamado a una huelga
transnacional de una generación revuelta que le dice Basta a la
crueldad.
Por Ariana Sáenz Espinoza
PÁGINA 12 - 02 de agosto de 2019
Greta
Thunberg, la joven sueca de 16 años que ha hecho de la lucha contra el
calentamiento global el motivo de su vida, adquirió en pocos meses una
vertiginosa celebridad que genera controversias sin duda reveladoras de
un malestar generalizado ante una crisis planetaria irreversible.
El contenido del discurso de Greta es, desde todo punto de vista, indiscutible. Señala la ingente tarea de dirigirnos hacia una gestión ambiental sostenible desde la era del Antropoceno, las responsabilidades que los seres humanos tienen ahora para con la naturaleza y las generaciones futuras, y el cambio de comportamiento individual, colectivo, económico y político que ello implica.
Sin embargo, muchxs consideran que la que se presenta como activista ecológica es en realidad, a pesar de ella, un producto marketing del capitalismo verde. Su seriedad, el síndrome de Asperger que le diagnosticaron hace unos años, su edad, el tono de su discurso en el que reivindica el pánico como motor de cambio, sus sponsors, sus padres, también le valieron muchas críticas.
En un primer nivel de reticencia, la razón de la adultez la invita a volver al colegio en vez de usurpar una autoridad política reservada a la pericia de lxs mayores, ya que, para dedicarse de lleno a su activismo, Greta Thunberg decidió tomarse un año sabático.
Al cambio climático lo descubrió a la edad de 8 años, al ver documentales sobre el derretimiento de los glaciares, el destino de los osos polares y de los animales marinos. Desde entonces, ha estado aprendiendo constantemente sobre el tema: conoce de memoria los elementos de la tabla periódica, revisa los informes del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), lee la curva de Keeling y sabe explicar qué son los gases de efecto invernadero y cuál es su impacto sobre el clima.
A los once años, después de un episodio depresivo de ocho meses en el que habría perdido casi 10 kilos, se le diagnosticó síndrome de Asperger. A diferencia de otrxs niñes, según un retrato que le dedica el New York Times, ella no ha podido olvidar esas imágenes de osos polares hambrientos o de océanos llenos de plástico.
A los 12 tomó sus primeras decisiones militantes: se hizo vegana y convirtió a su familia a su nueva forma de vida, a tal punto que su madre, mezzosoprano sueca, interrumpió su carrera para dejar de viajar en avión –por la emisión de carbono que provocan esas naves.
En mayo de 2018, ganó un concurso de ensayos sobre el medio ambiente organizado por un periódico sueco, que publicó su artículo. Al poco tiempo, el 20 de agosto, después de las olas de calor y los incendios forestales que tuvieron lugar en Suecia durante el verano, lanzó la primera “huelga estudiantil por el clima”.
Decidió dejar de ir a la escuela hasta las elecciones parlamentarias suecas del 9 de septiembre e hizo un llamamiento al Gobierno de ese país para que, en conformidad con el Acuerdo de París, redujera las emisiones de carbono. Todos los días, durante el horario escolar, se sentó frente al Riksdag con el cartel: “Kolstrejk för klimatet” (huelga estudiantil por el clima).
Ahora esa huelga, también conocida como “Fridays for future ”, se convirtió en un movimiento internacional de adolescentes, estudiantes, artistas, activistas y científicxs, que participan, cada viernes, en manifestaciones en apoyo a la acción climática, algunas con incipiente impronta ecofeminista.
Así, Greta Thunberg devino en una figura cuya notoriedad la ha llevado hasta la COP 24 –la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático de 2018- donde pronunció un discurso de alerta ante un peligro inminente, desde un “nosotres” que generó reacciones epidérmicas: les niñes.
Con sus marchas por el clima, estxs niñes vienen clamando cada viernes, en países de todos los continentes e incluso en el Antártico, que se consideran la generación capaz de prevenir una catástrofe climática. El pasado 15 de marzo fue un día histórico en el que más de 1,4 millones de jóvenes manifestaron en 125 países y 2083 ciudades.
Una movilización juvenil universal en favor de un cambio climático que no tiene precedentes en la historia reciente. En Francia, lxs jóvenes dedicaron la llamada “Marcha del siglo” a la convergencia entre la justicia social y ecología.
En esas marchas, se destaca la estrecha relación entre feminismo y ecología, ya que las chicas tienen muy claro que la opresión de género y la destrucción de la naturaleza son dos procesos que tienen su origen en las mismas estructuras de dominación, patriarcales y capitalistas.
En lxs distintos comunicados de estas adolescentes, se expresa claramente el carácter ecofeminista de sus demandas, entre las cuales el cese de la financiación pública de armamento (incluida la producción y venta de armas) y, en particular, la abolición de las armas nucleares.
Esto es, también la conciencia de que la dominación de la naturaleza corresponde a la prerrogativa de una virilidad tóxica que estamos condicionadxs a valorar desde nuestra infancia.
La capacidad de movilización de lxs jóvenes asusta. Basta con ver el seísmo provocado en los medios franceses, cuando se dio a conocer la invitación del colectivo transpartidario “Aceleremos la transición ecológica y solidaria” para que pronunciara un discurso en la Asamblea Nacional, el martes 23 de julio.
Varixs parlamentarixs se opusieron a su llegada y anunciaron que boicotearían el evento. En su mayoría diputados de los partidos de derecha y de extrema derecha LR (Les Républicains) y RN (Rassemblement National), pero también del partido de turno LREM (La République en Marche), expresaron su categórica negativa a legitimar la presencia de Greta Thunberg en la Asamblea.
En refuerzo de esa negativa, cierto discurso médico apunta al “extenso historial psiquiátrico” de Greta, “escudo humano inexpugnable”, según el cirujano urólogo y cofundador del portal francés Doctissimo, Laurent Alexandre, para “predicadores apocalípticos que encontraron así la musa perfecta: sin distancia, sin espíritu crítico, sin sonrisa, sin humor, sin capacidad de resistencia a la manipulación y con un discurso ingenuo, repetitivo e hipnótico.”
Desde sectores de militancia anarco-ecologista, se critica la estrategia de una colaboración con empresarios, políticos e instituciones multimillonarias y científicas que buscan absorber la posibilidad de pensar alternativas disidentes, radicales, de anti-consumo, de desobediencia civil y ecológica a la ley del mercado.
Algunxs han resaltado una supuesta proximidad de la familia Thunberg con Ingmar Rentzhog, creador de la start-up We Don’t Have Time (no tenemos tiempo), presidente y director ejecutivo del grupo de expertos Global Utmaning, cuya fundadora es Kristina Persson, hija del multimillonario y ex ministro socialdemócrata de Desarrollo Estratégico y Cooperación Nórdica entre 2014 y 2016.
El concepto de “transición ecológica”, característico de cierto green business, es puesto en tela de juicio por economistas, como transición del capitalismo “tradicional” hacia un capitalismo “verde” orientado a la conquista de mercados de masas con productos o energías supuestamente limpios. Un financiamiento de innovaciones a través de fondos de capital de riesgo en los que ciertos multimillonarios en el Silicon Valley no han dudado en invertir su fortuna personal.
No obstante, el discurso de Greta se acerca más a una propuesta de desaceleración, de descrecimiento, que a una transición económica hacia un capitalismo “limpio”. Por otra parte, dijo claramente en la COP24 que “Nuestra biosfera es sacrificada para que los ricos de países como el [suyo] puedan vivir en el lujo. El sufrimiento de la mayoría paga el lujo de algunos”. Estaba frente a 20 jefes de Estado.
De todos modos, cada nuevo paso que da, levanta nuevos interrogantes. Invitada el 23 de septiembre a la Cumbre Mundial sobre el Clima de la ONU, Greta Thunberg anunció que irá en velero desde Inglaterra. Se trata del Malizia II, que pertenece al equipo del mismo nombre fundado por el vicepresidente del Yacht-Club de Mónaco, Pierre Casiraghi y que forma parte del proyecto “My Ocean Challenge”, para “promover la protección de los océanos”.
A sus detractores, que la acusan de contar con el apoyo de dudosos lobbys, responde: “El equipo de Malizia tiene patrocinadores. Pero para este viaje conmigo a Nueva York, no hay patrocinador comercial. Me ofrecieron un viaje gratis porque apoyan mi causa”.
Para sectores de activismo anticapitalista como “Extension rébellion”, aunque la cobertura mediática de la joven puede tener efectos positivos, sus intervenciones carecen de una crítica profunda a la globalización.
Pero según el astrofísico y militante de izquierda francés Aurélien Barrau, investigador del CNRS de Grenoble, la ciencia está del lado de Greta: “Los que nos dirigen no han entendido en absoluto la magnitud del problema. Están totalmente fuera de lugar. Piensan que los pequeños ajustes, las pequeñas acciones, las pequeñas cosas, pueden resolver el problema cuando nos enfrentamos a una gran crisis existencial. Los pocos diputados rebeldes deberían entender que la ciencia, la seriedad y la razón están precisamente del lado de Greta. Sabemos desde hace 40 años que estamos en una situación crítica. 15.000 científicos han advertido de la gravedad de la situación y no se ha hecho nada. ¿Y ahora están indignados de que una mujer joven venga a transmitir este mensaje? Seamos claros: La ciencia está del lado de Greta”.
Precisamente, la alocución de Greta Thunberg en la Asamblea Nacional remitía al último informe del IPCC publicado en octubre de 2018, que alerta sobre el estado del actual presupuesto de emisiones de CO2, a punto de agotarse.
Lxs mismxs disputadxs que aplaudieron el discurso de Greta Thunberg, votaron el mismo día, unas horas más tarde, a favor del tratado de libre comercio entre la Unión Europea y Canadá, el Ceta (Comprehensive economic and trade agreement), que viene a completar el del Mercosur y que inhabilita a los poderes políticos para llevar a cabo políticas sociales y ecológicas.
La ratificación fue aprobada por 266 votos a favor y 213 en contra. Mientras la derecha e incluso la mayoría estaban dividas, la izquierda se opuso unánimemente. Ahora le toca al Senado ser consultado, en una fecha que aún no ha sido definida. Estas votaciones nacionales continúan en toda Europa, se espera que voten un total de 38 asambleas nacionales o regionales.
El Ceta es el primer acuerdo de este tipo en el que participa toda la Unión Europea. Varias ONG advierten que los mecanismos del tratado permiten a los inversores privados impugnar una decisión pública que les resulte desfavorable: en su origen, era un dispositivo concebido como parte de la descolonización para proteger las inversiones de las potencias europeas en sus antiguas colonias.
Desde entonces, se ha ido extendiendo gradualmente y ahora se utilizan ampliamente estos acuerdos que corrompen la capacidad de las autoridades públicas para llevar a cabo una política ecológica y social, en beneficio de las empresas multinacionales y de su dominio sobre la industria agroalimentaria a nivel planetario.
El cinismo desacomplejado de lxs políticxs que se manifiesta en la simultaneidad entre los aplausos al discurso de Greta Thunberg en la Asamblea y el voto a favor de la Ceta parece confirmar lo poco que se puede esperar del diálogo con gobiernos y empresas. Cinismo o pedagogía de la crueldad, que hace eco a otra votación que tuvo lugar el 28 de mayo de 2018 en la misma asamblea.
Esa vez se impuso el voto en contra sobre el principio de establecer un dispositivo para regular el sufrimiento animal en la cadena de producción agroalimentaria, como por ejemplo la instalación de una videovigilancia en los mataderos, la prohibición de aplastar vivos a los polluelos machos o de gasear a los cerdos con dióxido de carbono.
En otro orden de crueldad, el reproche a la ausencia de sonrisa de Greta es una constante. De ahí, opera un deslizamiento hacia un complotismo misógino y psicofóbico cada vez más violento. Greta Premio Nobel del Miedo, es manejada, escribe el filósofo Michel Onfra y, por intereses ocultos. “¿Qué alma habita aquel cuerpo sin carne?” pregunta el pensador inquieto por el semblante de esta joven “cuyo rostro de cyborg ignora las emociones - ni sonrisa, ni risa, ni asombro, ni pena, ni alegría”.
Un rostro de “Alice sueca […] –continúa Onfray- que no es de mármol, sino de silicona”, ha venido a castigar la conciencia de los adultos con el látigo prepúber de la dictadura ecológica bien pensante. Aparte del climato-escepticismo por así decirlo tradicional, de una oposición a la supuesta voluntad de unos ecologistas apocalípticos de llevarnos a una Edad de Piedra vegano-bolchevique, apuntar el autismo de Greta equivale para algunos a protegerse del fantasma del Führer.
En el país de la razón de Las Luces y de la colaboración con el nazismo, el síndrome de Asperger de una activista de dieciséis años despierta el punto Godwin –ese punto en el que las discusiones terminan con la aparición de la amenaza del nazismo.
Otra Alice, de apellido Anafasenko, doctora en literatura e investigadora, miembro de la Asociación Francófona de Mujeres Autistas, respondió al desencadenamiento de odio sintetizado bajo la pluma de Onfray: “Les autistas no somos posthumanos. Desafortunadamente para nosotros, estamos en el presente, en un presente difícil y al que nos aferramos a pesar de nuestras especificidades sensoriales y neurológicas que no facilitan nuestra tarea. A pesar de la estigmatización a la que nos enfrentamos. A pesar de los prejuicios que llueven cada vez que intentamos expresarnos. Y no es porque no manifestemos nuestras emociones como ustedes, no es porque tengamos una racionalidad y afectividad diferente a la suya que no podamos pensar y pesar en los debates contemporáneos.”
Anafasenko concluye señalando que, sobre las ruinas de la French Theory, persiste un disciplinamiento conservador que siempre termina patologizando a las mujeres: “La pequeña Greta Thunberg no sólo se equivoca en ser autista, sino que también es una mujer y una adolescente, es decir, lo contrario de lo que conforma nuestro panorama político, intelectual y mediático actual. Y esto es insoportable para la mayoría de los hombres. Si tiene razón o no, no importa. Esa no es, esa ya no es, la pregunta de hoy. Porque lo que el fenómeno Greta revela básicamente es el eterno falocentrismo del pensamiento francés que las feministas ya deploraban (y Derrida con ellas) en los años setenta”.
Aquel inextirpable falocentrismo fue denunciado desde el origen del Movimiento de liberación de la mujer en mayo del 68, por su confundadora Antoinette Fouque, que teorizó “la envidia o deseo del útero” como fundamento del odio hacia las mujeres.
En la Cumbre de la Tierra organizada por las Naciones Unidas en Río de Janeiro en junio de 1992, declaró: “La primera colonización es la del útero, pero como el capitalismo se recicla constantemente, el falocentrismo busca constantemente nuevos territorios que colonizar para modernizarse y enriquecerse a la vez que sigue esclavizando y explotando el cuerpo de las mujeres.”
Si la ciencia está del lado de Greta, varios colectivos feministas también lo están. Es el caso de Femen, que ha decidido incluir la lucha contra el cambio climático en su activismo y apoya firmemente a Greta.
Jenny Wenhammar, fundadora de Femen Suecia y ex miembro del Partido Verde de su país, explica las correlaciones entre las lógicas de deslegitimación de las acciones de Femen y las de Greta: “Las declaraciones que pretenden que es usada por otros, incluyendo sus propios padres, se asemejan a la teoría de la conspiración en base a la cual Femen fue fundada y dirigida por un hombre. Porque piensan que las niñas y las mujeres no pueden tener la capacidad de hacer lo que hacen por sí mismas. Los adultos han abusado, violado y jodido a la Tierra. Lxs activistas que luchan por salvar lo que queda son asesinadxs cada semana. La Generación-Greta está aquí para cambiar este paradigma. Lxs niñxs y Greta, que salen de la cajita en la que se espera que se queden, asustan literalmente a los adultos que pretenden luchar contra el cambio climático a través de la negación.”
A medida que se refuerza su voluntad de despertar conciencias, y su prestigio, crece la construcción discursiva de la monstruosidad de un mundo secuestrado por niñes. Esto parece tener relación con el punto Godwin francés que ha despertado la figura de Greta en el ya citado Michel Onfray, entre otros: el miedo a que un “nosotres, les niñes”, adquiera en boca de la joven la potencia de un “Nosotros, los hijos de Eichmann” de Günter Anders.
El apresuramiento de algunos en sugerir que las trenzas nórdicas de Greta reeditan el bigotito germánico no es sino una anticipación y una forma de evitar pensar la destrucción del planeta como la continuidad de una lógica de producción de muerte en masa, que no empieza ni termina con Auschwitz : “Tan pronto como se nos da un empleo para que ejecutemos una de las innumerables actividades aisladas de las que se compone el proceso de producción, perdemos no sólo el interés por el mecanismo en tanto que totalidad y por sus efectos últimos, sino que, además, se nos arrebata la capacidad de crearnos una representación de todo ello. Una vez sobrepasado cierto grado máximo de mediación —y esto es la norma en la forma actual del trabajo industrial, comercial y administrativo—, renunciamos, o mejor dicho, ya no sabemos siquiera que renunciamos a lo que sería nuestra tarea: contar con una representación de lo que hacemos.” (G.A)
Ya que el poder de producción del ser humano excede completamente su capacidad de representación, de percepción de la constante repetición de una catástrofe, nos dijirimos hacia a la obsolescencia (programada) de la vida humana, animal, vegetal.
En condiciones de impunidad ilimitada, la evacuación de toda noción de responsabilidad para con la destrucción de las especies y del planeta impide que se pueda tomar una decisión entre continuidad o ruptura.
A muchxs resulta inaceptable leer entre líneas, en el discurso de una niña con Asperger, que están siendo los dignos herederos de Eichmann. Una niña que, no pudiendo renunciar a una tarea que considera como la inversión de un proceso de muerte, se destaque como capaz de percibir, y dar otra representación del mundo.
Mas allá de la posibilidad o no de una manipulación capitalista de la hiper-conciencia de Greta Thunberg, en el miedo de lxs adultxs a que “se le otorgue a la juventud la representación política que se merece”, parafraseando las palabras de Ofelia Fernández, resiste el mismo viejo negacionismo a partir del cual se sigue programando la liquidación de nuestros recursos vitales.
Sabemos que la ecología no es soluble en el capitalismo, habrá que hacerse a la idea de que la ruptura y las alternativas disidentes, quizás, también puedan surgir desde subjetividades neurodiversas que tampoco son solubles en una percepción normativa de la legitimidad política.
El contenido del discurso de Greta es, desde todo punto de vista, indiscutible. Señala la ingente tarea de dirigirnos hacia una gestión ambiental sostenible desde la era del Antropoceno, las responsabilidades que los seres humanos tienen ahora para con la naturaleza y las generaciones futuras, y el cambio de comportamiento individual, colectivo, económico y político que ello implica.
Sin embargo, muchxs consideran que la que se presenta como activista ecológica es en realidad, a pesar de ella, un producto marketing del capitalismo verde. Su seriedad, el síndrome de Asperger que le diagnosticaron hace unos años, su edad, el tono de su discurso en el que reivindica el pánico como motor de cambio, sus sponsors, sus padres, también le valieron muchas críticas.
En un primer nivel de reticencia, la razón de la adultez la invita a volver al colegio en vez de usurpar una autoridad política reservada a la pericia de lxs mayores, ya que, para dedicarse de lleno a su activismo, Greta Thunberg decidió tomarse un año sabático.
Al cambio climático lo descubrió a la edad de 8 años, al ver documentales sobre el derretimiento de los glaciares, el destino de los osos polares y de los animales marinos. Desde entonces, ha estado aprendiendo constantemente sobre el tema: conoce de memoria los elementos de la tabla periódica, revisa los informes del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC), lee la curva de Keeling y sabe explicar qué son los gases de efecto invernadero y cuál es su impacto sobre el clima.
A los once años, después de un episodio depresivo de ocho meses en el que habría perdido casi 10 kilos, se le diagnosticó síndrome de Asperger. A diferencia de otrxs niñes, según un retrato que le dedica el New York Times, ella no ha podido olvidar esas imágenes de osos polares hambrientos o de océanos llenos de plástico.
A los 12 tomó sus primeras decisiones militantes: se hizo vegana y convirtió a su familia a su nueva forma de vida, a tal punto que su madre, mezzosoprano sueca, interrumpió su carrera para dejar de viajar en avión –por la emisión de carbono que provocan esas naves.
En mayo de 2018, ganó un concurso de ensayos sobre el medio ambiente organizado por un periódico sueco, que publicó su artículo. Al poco tiempo, el 20 de agosto, después de las olas de calor y los incendios forestales que tuvieron lugar en Suecia durante el verano, lanzó la primera “huelga estudiantil por el clima”.
Decidió dejar de ir a la escuela hasta las elecciones parlamentarias suecas del 9 de septiembre e hizo un llamamiento al Gobierno de ese país para que, en conformidad con el Acuerdo de París, redujera las emisiones de carbono. Todos los días, durante el horario escolar, se sentó frente al Riksdag con el cartel: “Kolstrejk för klimatet” (huelga estudiantil por el clima).
Ahora esa huelga, también conocida como “Fridays for future ”, se convirtió en un movimiento internacional de adolescentes, estudiantes, artistas, activistas y científicxs, que participan, cada viernes, en manifestaciones en apoyo a la acción climática, algunas con incipiente impronta ecofeminista.
Así, Greta Thunberg devino en una figura cuya notoriedad la ha llevado hasta la COP 24 –la Conferencia de Naciones Unidas sobre Cambio Climático de 2018- donde pronunció un discurso de alerta ante un peligro inminente, desde un “nosotres” que generó reacciones epidérmicas: les niñes.
Con sus marchas por el clima, estxs niñes vienen clamando cada viernes, en países de todos los continentes e incluso en el Antártico, que se consideran la generación capaz de prevenir una catástrofe climática. El pasado 15 de marzo fue un día histórico en el que más de 1,4 millones de jóvenes manifestaron en 125 países y 2083 ciudades.
Una movilización juvenil universal en favor de un cambio climático que no tiene precedentes en la historia reciente. En Francia, lxs jóvenes dedicaron la llamada “Marcha del siglo” a la convergencia entre la justicia social y ecología.
En esas marchas, se destaca la estrecha relación entre feminismo y ecología, ya que las chicas tienen muy claro que la opresión de género y la destrucción de la naturaleza son dos procesos que tienen su origen en las mismas estructuras de dominación, patriarcales y capitalistas.
En lxs distintos comunicados de estas adolescentes, se expresa claramente el carácter ecofeminista de sus demandas, entre las cuales el cese de la financiación pública de armamento (incluida la producción y venta de armas) y, en particular, la abolición de las armas nucleares.
Esto es, también la conciencia de que la dominación de la naturaleza corresponde a la prerrogativa de una virilidad tóxica que estamos condicionadxs a valorar desde nuestra infancia.
La capacidad de movilización de lxs jóvenes asusta. Basta con ver el seísmo provocado en los medios franceses, cuando se dio a conocer la invitación del colectivo transpartidario “Aceleremos la transición ecológica y solidaria” para que pronunciara un discurso en la Asamblea Nacional, el martes 23 de julio.
Varixs parlamentarixs se opusieron a su llegada y anunciaron que boicotearían el evento. En su mayoría diputados de los partidos de derecha y de extrema derecha LR (Les Républicains) y RN (Rassemblement National), pero también del partido de turno LREM (La République en Marche), expresaron su categórica negativa a legitimar la presencia de Greta Thunberg en la Asamblea.
En refuerzo de esa negativa, cierto discurso médico apunta al “extenso historial psiquiátrico” de Greta, “escudo humano inexpugnable”, según el cirujano urólogo y cofundador del portal francés Doctissimo, Laurent Alexandre, para “predicadores apocalípticos que encontraron así la musa perfecta: sin distancia, sin espíritu crítico, sin sonrisa, sin humor, sin capacidad de resistencia a la manipulación y con un discurso ingenuo, repetitivo e hipnótico.”
Desde sectores de militancia anarco-ecologista, se critica la estrategia de una colaboración con empresarios, políticos e instituciones multimillonarias y científicas que buscan absorber la posibilidad de pensar alternativas disidentes, radicales, de anti-consumo, de desobediencia civil y ecológica a la ley del mercado.
Algunxs han resaltado una supuesta proximidad de la familia Thunberg con Ingmar Rentzhog, creador de la start-up We Don’t Have Time (no tenemos tiempo), presidente y director ejecutivo del grupo de expertos Global Utmaning, cuya fundadora es Kristina Persson, hija del multimillonario y ex ministro socialdemócrata de Desarrollo Estratégico y Cooperación Nórdica entre 2014 y 2016.
El concepto de “transición ecológica”, característico de cierto green business, es puesto en tela de juicio por economistas, como transición del capitalismo “tradicional” hacia un capitalismo “verde” orientado a la conquista de mercados de masas con productos o energías supuestamente limpios. Un financiamiento de innovaciones a través de fondos de capital de riesgo en los que ciertos multimillonarios en el Silicon Valley no han dudado en invertir su fortuna personal.
No obstante, el discurso de Greta se acerca más a una propuesta de desaceleración, de descrecimiento, que a una transición económica hacia un capitalismo “limpio”. Por otra parte, dijo claramente en la COP24 que “Nuestra biosfera es sacrificada para que los ricos de países como el [suyo] puedan vivir en el lujo. El sufrimiento de la mayoría paga el lujo de algunos”. Estaba frente a 20 jefes de Estado.
De todos modos, cada nuevo paso que da, levanta nuevos interrogantes. Invitada el 23 de septiembre a la Cumbre Mundial sobre el Clima de la ONU, Greta Thunberg anunció que irá en velero desde Inglaterra. Se trata del Malizia II, que pertenece al equipo del mismo nombre fundado por el vicepresidente del Yacht-Club de Mónaco, Pierre Casiraghi y que forma parte del proyecto “My Ocean Challenge”, para “promover la protección de los océanos”.
A sus detractores, que la acusan de contar con el apoyo de dudosos lobbys, responde: “El equipo de Malizia tiene patrocinadores. Pero para este viaje conmigo a Nueva York, no hay patrocinador comercial. Me ofrecieron un viaje gratis porque apoyan mi causa”.
Para sectores de activismo anticapitalista como “Extension rébellion”, aunque la cobertura mediática de la joven puede tener efectos positivos, sus intervenciones carecen de una crítica profunda a la globalización.
Pero según el astrofísico y militante de izquierda francés Aurélien Barrau, investigador del CNRS de Grenoble, la ciencia está del lado de Greta: “Los que nos dirigen no han entendido en absoluto la magnitud del problema. Están totalmente fuera de lugar. Piensan que los pequeños ajustes, las pequeñas acciones, las pequeñas cosas, pueden resolver el problema cuando nos enfrentamos a una gran crisis existencial. Los pocos diputados rebeldes deberían entender que la ciencia, la seriedad y la razón están precisamente del lado de Greta. Sabemos desde hace 40 años que estamos en una situación crítica. 15.000 científicos han advertido de la gravedad de la situación y no se ha hecho nada. ¿Y ahora están indignados de que una mujer joven venga a transmitir este mensaje? Seamos claros: La ciencia está del lado de Greta”.
Precisamente, la alocución de Greta Thunberg en la Asamblea Nacional remitía al último informe del IPCC publicado en octubre de 2018, que alerta sobre el estado del actual presupuesto de emisiones de CO2, a punto de agotarse.
Lxs mismxs disputadxs que aplaudieron el discurso de Greta Thunberg, votaron el mismo día, unas horas más tarde, a favor del tratado de libre comercio entre la Unión Europea y Canadá, el Ceta (Comprehensive economic and trade agreement), que viene a completar el del Mercosur y que inhabilita a los poderes políticos para llevar a cabo políticas sociales y ecológicas.
La ratificación fue aprobada por 266 votos a favor y 213 en contra. Mientras la derecha e incluso la mayoría estaban dividas, la izquierda se opuso unánimemente. Ahora le toca al Senado ser consultado, en una fecha que aún no ha sido definida. Estas votaciones nacionales continúan en toda Europa, se espera que voten un total de 38 asambleas nacionales o regionales.
El Ceta es el primer acuerdo de este tipo en el que participa toda la Unión Europea. Varias ONG advierten que los mecanismos del tratado permiten a los inversores privados impugnar una decisión pública que les resulte desfavorable: en su origen, era un dispositivo concebido como parte de la descolonización para proteger las inversiones de las potencias europeas en sus antiguas colonias.
Desde entonces, se ha ido extendiendo gradualmente y ahora se utilizan ampliamente estos acuerdos que corrompen la capacidad de las autoridades públicas para llevar a cabo una política ecológica y social, en beneficio de las empresas multinacionales y de su dominio sobre la industria agroalimentaria a nivel planetario.
El cinismo desacomplejado de lxs políticxs que se manifiesta en la simultaneidad entre los aplausos al discurso de Greta Thunberg en la Asamblea y el voto a favor de la Ceta parece confirmar lo poco que se puede esperar del diálogo con gobiernos y empresas. Cinismo o pedagogía de la crueldad, que hace eco a otra votación que tuvo lugar el 28 de mayo de 2018 en la misma asamblea.
Esa vez se impuso el voto en contra sobre el principio de establecer un dispositivo para regular el sufrimiento animal en la cadena de producción agroalimentaria, como por ejemplo la instalación de una videovigilancia en los mataderos, la prohibición de aplastar vivos a los polluelos machos o de gasear a los cerdos con dióxido de carbono.
En otro orden de crueldad, el reproche a la ausencia de sonrisa de Greta es una constante. De ahí, opera un deslizamiento hacia un complotismo misógino y psicofóbico cada vez más violento. Greta Premio Nobel del Miedo, es manejada, escribe el filósofo Michel Onfra y, por intereses ocultos. “¿Qué alma habita aquel cuerpo sin carne?” pregunta el pensador inquieto por el semblante de esta joven “cuyo rostro de cyborg ignora las emociones - ni sonrisa, ni risa, ni asombro, ni pena, ni alegría”.
Un rostro de “Alice sueca […] –continúa Onfray- que no es de mármol, sino de silicona”, ha venido a castigar la conciencia de los adultos con el látigo prepúber de la dictadura ecológica bien pensante. Aparte del climato-escepticismo por así decirlo tradicional, de una oposición a la supuesta voluntad de unos ecologistas apocalípticos de llevarnos a una Edad de Piedra vegano-bolchevique, apuntar el autismo de Greta equivale para algunos a protegerse del fantasma del Führer.
En el país de la razón de Las Luces y de la colaboración con el nazismo, el síndrome de Asperger de una activista de dieciséis años despierta el punto Godwin –ese punto en el que las discusiones terminan con la aparición de la amenaza del nazismo.
Otra Alice, de apellido Anafasenko, doctora en literatura e investigadora, miembro de la Asociación Francófona de Mujeres Autistas, respondió al desencadenamiento de odio sintetizado bajo la pluma de Onfray: “Les autistas no somos posthumanos. Desafortunadamente para nosotros, estamos en el presente, en un presente difícil y al que nos aferramos a pesar de nuestras especificidades sensoriales y neurológicas que no facilitan nuestra tarea. A pesar de la estigmatización a la que nos enfrentamos. A pesar de los prejuicios que llueven cada vez que intentamos expresarnos. Y no es porque no manifestemos nuestras emociones como ustedes, no es porque tengamos una racionalidad y afectividad diferente a la suya que no podamos pensar y pesar en los debates contemporáneos.”
Anafasenko concluye señalando que, sobre las ruinas de la French Theory, persiste un disciplinamiento conservador que siempre termina patologizando a las mujeres: “La pequeña Greta Thunberg no sólo se equivoca en ser autista, sino que también es una mujer y una adolescente, es decir, lo contrario de lo que conforma nuestro panorama político, intelectual y mediático actual. Y esto es insoportable para la mayoría de los hombres. Si tiene razón o no, no importa. Esa no es, esa ya no es, la pregunta de hoy. Porque lo que el fenómeno Greta revela básicamente es el eterno falocentrismo del pensamiento francés que las feministas ya deploraban (y Derrida con ellas) en los años setenta”.
Aquel inextirpable falocentrismo fue denunciado desde el origen del Movimiento de liberación de la mujer en mayo del 68, por su confundadora Antoinette Fouque, que teorizó “la envidia o deseo del útero” como fundamento del odio hacia las mujeres.
En la Cumbre de la Tierra organizada por las Naciones Unidas en Río de Janeiro en junio de 1992, declaró: “La primera colonización es la del útero, pero como el capitalismo se recicla constantemente, el falocentrismo busca constantemente nuevos territorios que colonizar para modernizarse y enriquecerse a la vez que sigue esclavizando y explotando el cuerpo de las mujeres.”
Si la ciencia está del lado de Greta, varios colectivos feministas también lo están. Es el caso de Femen, que ha decidido incluir la lucha contra el cambio climático en su activismo y apoya firmemente a Greta.
Jenny Wenhammar, fundadora de Femen Suecia y ex miembro del Partido Verde de su país, explica las correlaciones entre las lógicas de deslegitimación de las acciones de Femen y las de Greta: “Las declaraciones que pretenden que es usada por otros, incluyendo sus propios padres, se asemejan a la teoría de la conspiración en base a la cual Femen fue fundada y dirigida por un hombre. Porque piensan que las niñas y las mujeres no pueden tener la capacidad de hacer lo que hacen por sí mismas. Los adultos han abusado, violado y jodido a la Tierra. Lxs activistas que luchan por salvar lo que queda son asesinadxs cada semana. La Generación-Greta está aquí para cambiar este paradigma. Lxs niñxs y Greta, que salen de la cajita en la que se espera que se queden, asustan literalmente a los adultos que pretenden luchar contra el cambio climático a través de la negación.”
A medida que se refuerza su voluntad de despertar conciencias, y su prestigio, crece la construcción discursiva de la monstruosidad de un mundo secuestrado por niñes. Esto parece tener relación con el punto Godwin francés que ha despertado la figura de Greta en el ya citado Michel Onfray, entre otros: el miedo a que un “nosotres, les niñes”, adquiera en boca de la joven la potencia de un “Nosotros, los hijos de Eichmann” de Günter Anders.
El apresuramiento de algunos en sugerir que las trenzas nórdicas de Greta reeditan el bigotito germánico no es sino una anticipación y una forma de evitar pensar la destrucción del planeta como la continuidad de una lógica de producción de muerte en masa, que no empieza ni termina con Auschwitz : “Tan pronto como se nos da un empleo para que ejecutemos una de las innumerables actividades aisladas de las que se compone el proceso de producción, perdemos no sólo el interés por el mecanismo en tanto que totalidad y por sus efectos últimos, sino que, además, se nos arrebata la capacidad de crearnos una representación de todo ello. Una vez sobrepasado cierto grado máximo de mediación —y esto es la norma en la forma actual del trabajo industrial, comercial y administrativo—, renunciamos, o mejor dicho, ya no sabemos siquiera que renunciamos a lo que sería nuestra tarea: contar con una representación de lo que hacemos.” (G.A)
Ya que el poder de producción del ser humano excede completamente su capacidad de representación, de percepción de la constante repetición de una catástrofe, nos dijirimos hacia a la obsolescencia (programada) de la vida humana, animal, vegetal.
En condiciones de impunidad ilimitada, la evacuación de toda noción de responsabilidad para con la destrucción de las especies y del planeta impide que se pueda tomar una decisión entre continuidad o ruptura.
A muchxs resulta inaceptable leer entre líneas, en el discurso de una niña con Asperger, que están siendo los dignos herederos de Eichmann. Una niña que, no pudiendo renunciar a una tarea que considera como la inversión de un proceso de muerte, se destaque como capaz de percibir, y dar otra representación del mundo.
Mas allá de la posibilidad o no de una manipulación capitalista de la hiper-conciencia de Greta Thunberg, en el miedo de lxs adultxs a que “se le otorgue a la juventud la representación política que se merece”, parafraseando las palabras de Ofelia Fernández, resiste el mismo viejo negacionismo a partir del cual se sigue programando la liquidación de nuestros recursos vitales.
Sabemos que la ecología no es soluble en el capitalismo, habrá que hacerse a la idea de que la ruptura y las alternativas disidentes, quizás, también puedan surgir desde subjetividades neurodiversas que tampoco son solubles en una percepción normativa de la legitimidad política.
URUGUAY
Gobierno de Lacalle apoyará reelección de Luis Almagro como secretario general de OEA
El futuro ministro de Relaciones Exteriores, Ernesto Talvi, aseguró que el electo presidente de la República, Luis Lacalle Pou, le informó a Luis Almagro que Uruguay apoyará su reelección como secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA) para el período 2020-2025.
OEA
17 de enero de 2020, 02:22hs - LR21
Talvi anunció este jueves 16 de enero -a través de su cuenta de
Twitter-, que el presidente electo Luis Lacalle Pou se comunicó con el
secretario general de la Organización de Estados Americanos, Luis
Almagro, para expresarle el apoyo de Uruguay a su reelección en el
cargo.
“Reafirmar nuestro compromiso con el sistema interamericano de relaciones, con los valores democráticos y con los derechos humanos”, agregó Talvi.
Asimismo, el futuro canciller manifestó que “los pueblos de América tienen derecho a la democracia y sus gobiernos la obligación de promoverla y defenderla”.
A la vez, citó el artículo 1º de la Carta Democrática Interamericana, aprobada el 11 de septiembre de 2001. “A esto nos obliga nuestro sistema interamericano de relaciones. Nada más ni nada menos”.
El próximo secretario general de la OEA, para el periodo 2020-2025, se elegirá el 20 de marzo durante una sesión extraordinaria de la Asamblea General, para ello deberá contar con el respaldo de por lo menos 18 de los 34 miembros activos de la organización.
Almagro asumió como secretario general de la OEA en marzo de 2015 (al lograr el respaldo de 33 países y una abstención), luego de desempeñarse como ministro de Relaciones Exteriores del Gobierno de José Mujica.
En tal sentido, fue expulsado del Frente Amplio durante un Plenario de la coalición de izquierda en diciembre de 2018, por unanimidad de asistentes, tras un informe del Tribunal Disciplinario motivado por un comentario sobre Venezuela, referido a que “no se debía descartar ninguna opción incluyendo la militar”.
“Reafirmar nuestro compromiso con el sistema interamericano de relaciones, con los valores democráticos y con los derechos humanos”, agregó Talvi.
Asimismo, el futuro canciller manifestó que “los pueblos de América tienen derecho a la democracia y sus gobiernos la obligación de promoverla y defenderla”.
A la vez, citó el artículo 1º de la Carta Democrática Interamericana, aprobada el 11 de septiembre de 2001. “A esto nos obliga nuestro sistema interamericano de relaciones. Nada más ni nada menos”.
El próximo secretario general de la OEA, para el periodo 2020-2025, se elegirá el 20 de marzo durante una sesión extraordinaria de la Asamblea General, para ello deberá contar con el respaldo de por lo menos 18 de los 34 miembros activos de la organización.
Almagro asumió como secretario general de la OEA en marzo de 2015 (al lograr el respaldo de 33 países y una abstención), luego de desempeñarse como ministro de Relaciones Exteriores del Gobierno de José Mujica.
Polémico
Sin embargo, fue muy cuestionado por la administración frenteamplista por sus duros enfrentamientos con el Gobierno de Venezuela.En tal sentido, fue expulsado del Frente Amplio durante un Plenario de la coalición de izquierda en diciembre de 2018, por unanimidad de asistentes, tras un informe del Tribunal Disciplinario motivado por un comentario sobre Venezuela, referido a que “no se debía descartar ninguna opción incluyendo la militar”.
Prisión preventiva para militares que robaban combustible al Ejército
Esta operación delictiva se venía realizando desde hace varios años, por lo que se estima que el robo de los diferentes tipos de combustibles (nafta, gasoil y nafta de aviación) habría alcanzado varios miles de litros.
Base Aeronaval Nº2 Capitán Carlos A. Curbelo / Foto: Hermanos en armas en la paz y en la guerra
Maldonado
13 de enero de 2020, 13:27hs - LR21La Fiscalía imputó este domingo a tres efectivos de la Aviación Naval por asociación para delinquir y delito continuado de peculado, con prisión preventiva por 30 días.
Otro militar fue encausado por delito continuado de peculado, y
cumplirá con un arresto domiciliario nocturno. A su vez, un civil fue
acusado por el delito de receptación, y deberá cumplir prisión
domiciliaria.
Un procedimiento de la Dirección General de Represión al Tráfico ilícito de Drogas (DGRTID) terminó con la captura de 4 militares de la Aviación Naval que revistan en la base aeronaval Capitán Carlos A. Curbelo, y un civil.
Por el momento no se ha comprobado un vínculo directo de los implicados con organizaciones de narcotraficantes, pero si le habrían vendido miles de litros de combustible robado a intermediarios.
De acuerdo a la Fiscal del caso, Ana Dean, para Maldonado Noticias, la investigación del caso es muy compleja, y hasta ahora no se ha podido vincular a los formalizados con alguna organización de narcotraficantes, pero si se pudo comprobar la sustracción y venta de combustibles de la unidad.
Esta operación delictiva se venía realizando desde hace varios años, por lo que se estima que el robo de los diferentes tipos de combustibles (nafta, gasoil y nafta de aviación) habría alcanzado varios miles de litros.
Fiscalía de la Nación comenzó su trabajo para reunir las pruebas necesarias para condenar a los formalizados, y posiblemente algún otro vinculado, antes de que finalice la prisión preventiva. Se anticipó que decenas de funcionarios de la base aeronaval Capitán Carlos A. Curbelo podrían ser llamados a declarar.
Un procedimiento de la Dirección General de Represión al Tráfico ilícito de Drogas (DGRTID) terminó con la captura de 4 militares de la Aviación Naval que revistan en la base aeronaval Capitán Carlos A. Curbelo, y un civil.
Por el momento no se ha comprobado un vínculo directo de los implicados con organizaciones de narcotraficantes, pero si le habrían vendido miles de litros de combustible robado a intermediarios.
De acuerdo a la Fiscal del caso, Ana Dean, para Maldonado Noticias, la investigación del caso es muy compleja, y hasta ahora no se ha podido vincular a los formalizados con alguna organización de narcotraficantes, pero si se pudo comprobar la sustracción y venta de combustibles de la unidad.
Esta operación delictiva se venía realizando desde hace varios años, por lo que se estima que el robo de los diferentes tipos de combustibles (nafta, gasoil y nafta de aviación) habría alcanzado varios miles de litros.
Fiscalía de la Nación comenzó su trabajo para reunir las pruebas necesarias para condenar a los formalizados, y posiblemente algún otro vinculado, antes de que finalice la prisión preventiva. Se anticipó que decenas de funcionarios de la base aeronaval Capitán Carlos A. Curbelo podrían ser llamados a declarar.
Voto
volátil, de vuelo gallináceo en la globalización
por Ricardo Viscardi
1a.
quincena, noviembre de 2019
El
desapego ideológico del votante
Convencido
de participar de comicios republicanos que expresan y refuerzan el
estado de agregación de los vínculos sociales, el electorado
uruguayo se movilizó masiva y entusiastamente con oportunidad de las
elecciones nacionales del 27 de octubre pasado. Sin embargo el
resultado electoral de esa actividad comicial va en contra de la
convicción que lo nutre mayoritariamente, en cuanto refleja, ante
todo, la volatilidad del voto, es decir, su desapego ideológico.
La
ideología es el elemento articulador de la representación pública:
nadie confiaría en delegar un lugar que represente su propia
condición social, si tal delegación no expresara el mandato de un
designio compartido. La significación de “ideología” supone,
desde esa perspectiva representativa, que determinado orden social
puede ser sostenido a través de un conjunto coherente y ordenado de
significados, que se promueven programáticamente y se proyectan en
un modelo de organización pública, es decir, una “visión del
mundo”.
En
el caso uruguayo, la ya proverbial representación de tres fuerzas
(Partido Colorado, Partido Nacional, Frente Amplio) debe ahora
reconocer la existencia de una cuarta fuerza (Cabildo Abierto), que
casi iguala en caudal electoral al Partido Colorado, pero que sobre
todo, se configura como adversario de fuste en el breve plazo de un
semestre (de abril a noviembre de 2019). Cabildo Abierto parece
además incorporar buena parte del electorado del “Partido de la
Gente”, que en sus inicios reagrupaba a un 8% de la opinión, para
descender luego vertiginosamente hasta las elecciones, donde logró
un poco más del 1%.
La
alteración súbita de la adhesión afecta también, asimismo,
transversalmente al conjunto de los partidos, en cuanto el
crecimiento de Cabildo Abierto no puede explicarse mayoritariamente
por la caída del Frente Amplio, más allá de los votos que le
aportó, incluso según los datos disponibles, el sector de Mujica.1
Este paso desde el Frente Amplio a los partidos “históricos”, ya
sensible en Montevideo en 2014, se vuelve ahora notorio en el
interior del país, pero también se acompaña de turbulencias en el
potencial electorado de las fuerzas tradicionales (Partido Nacional y
Partido Colorado).
Tras
las elecciones internas de los partidos (que tuvieron lugar en el mes
de julio), el candidato vencedor en las “internas” del Partido
Colorado reagrupaba, según las compulsas de opinión pública, un
20% del electorado. Incluso se llegó a suponer tras ese vertiginoso
crecimiento (del 12/14 al 20%), que Ernesto Talvi podría amenazar
la posición de Luis Lacalle, candidato del Partido Nacional, que por
momentos no lo aventajaba sino por 4% del electorado. Sin embargo, en
la primera vuelta de las elecciones nacionales, Talvi con 12% y
fracción apenas superó por alrededor de 2% al candidato de Cabildo
Abierto, mientras Lacalle sumó alrededor de un 29% del electorado.
La
misma volatilidad afecta a las tendencias sostenidas en plazos
mayores, consideradas comparativamente con la anterior elección
nacional. Al otro día de las elecciones nacionales de 2014 Lucía
Topolanski se ufanaba, ante cámaras, del crecimiento del Frente
Amplio en el interior del país, explicándolo ante todo por la
instalación, determinada por el presupuesto nacional, de la
Universidad de la República en el conjunto del país. Desde el punto
de vista de Topolanski ese crecimiento sería entonces, efecto de un
“proyecto nacional” (sobre todo por el emblema “universitario”
con que lo presentaba).
Esa
tendencia favorable al Frente Amplio afectaba al interior urbano
(sobre todo las capitales departamentales) desde varias elecciones
atrás, pero se propagaba además en 2014 a las poblaciones de menos
de 5.000 personas, permitiéndole a la coalición frenteamplista
compensar una ligera pérdida que lo afectó, en esos mismos
comicios, en Montevideo. Cinco años después el Frente Amplio cae en
el interior del país, en promedio, un 11%, incluso si se
contabilizan Canelones, San José, Colonia y Florida, donde tuvo
menor merma.2
No parece que mientras tanto el caudal de universitarios ni de
centros universitarios haya disminuido en el interior del país,
incluso ha sido incrementado por la Universidad Tecnológica,
supuestamente dedicada a la tecnificación agraria, según el
designio de Mujica.
Pero
también caen electoralmente, dentro de los partidos mayoritarios y
como expresiones partidarias singulares, las tendencias que conviene
considerar como “efectos de sociedad” y que debieran por lo tanto
contar, en la perspectiva representativa, con carga ideológica
singular. Tal es el caso de los sectores que expresan un proyecto
“técnico” (es decir de instrumentalidad diferenciada), ya sea en
función los “principios democráticos” o la “eficacia de la
gestión pública”. El Partido Independiente y el sector
“Plataforma” del Frente Amplio, de García y Lustemberg caen muy
debajo de las expectativas.
También
se ven drásticamente reducidos los sectores que representaban “la
agenda de derechos” y por lo tanto podían indentificarse como
portadores de “tendencia social”. En particular se destaca la
insuficiente votación que alcanza “Casa Grande”, en cuanto
pierde su banca en el Senado Constanza Moreira. Otro tanto puede
decirse de cierto radicalismo tradicional dentro de la izquierda,
pero situado fuera del Frente Amplio desde 2009. La Unidad Popular
pierde incluso su única banca en diputados, aunque debiera haberlo
beneficiado la oposición frontal, que hizo suya, a la instalación
de la transnacional UPM en el país, que generó desde 2017 un
importante movimiento de opinión en su contra.
Una
descripción general de la volatilidad electoral señalaría lo
siguiente: a) se manifiesta en la aparición al cabo de un semestre,
de una fuerza que le pisa los talones a un partido histórico (el
Partido Colorado) y se convierte en el fiel de la balanza en lo que
hace a las mayorías de un parlamento fraccionado b) en el
corrimiento vertiginoso de importantes franjas de votantes en el
contexto de los cuatro partidos electoralmente mayoritarios, pero que
también reciben ocasionalmente caudal ajeno emigrado en ese mismo
contexto c) en la desaparición de todo indicador, sea histórico o
social, de tendencias de opinión firmes en el electorado, ante la
regresión que sufre el Frente Amplio en el interior del país (así
como en Montevideo, donde pierde un 8% de su electorado), pero
asimismo en razón de la laminación de sectores que parecían
expresar tendencias firmes del electorado, ya sea vigentes en la
actualidad o revigorizadas por la coyuntura.
Sin
ideología no hay delegación representativa que vuele alto
En
el cuestionamiento de la noción de ideología, Foucault3
establece tres objeciones a) se opone a ciencia b) supone un sujeto
c) se superpone a la actuación social efectiva. Estas tres
objeciones pueden resumirse en un postulado: el discurso político no
se sostiene en una substancia. No es posible por lo tanto entenderlo
como consistencia objetiva (la “ciencia social”), no proviene de
un principio soberano (el sujeto popular), ni es el efecto de una
“base” (la clase social). Pero Foucault tampoco dice que la
función ideológica de la representación substancialista no haya
existido nunca, ni que se trate de una especie extinguida, incluso
admite (en el mismo pasaje), que “ideología” es un término a
manejar “con precaución”.
La
prudencia de Foucault en el tratamiento de la ideología quizás
obedece a la transición que relata, pocas páginas después, desde
el “intelectual universal” al “experto con poder sobre la vida
y la muerte”. Describe esa transición como un paso, desde la
verdad como representación de la existencia pública, a la verdad
como efecto del saber en el discurso. De ahí que Foucault entienda
la verdad como efecto propio de la posición específica de los
intelectuales respecto al poder y no como una toma de posición
(“comprometida”) subordinada a las corporaciones partidarias o
sindicales. Esto supone que la sociedad deja de existir como un orden
natural y (naturalmente) previo al saber, en cuanto el saber
protagoniza discursos y por consiguiente accede per se al
vínculo social (y por lo tanto, a la significación política).
La
mediación de los medios propios
El
escenario que plantea Foucault a mediados de los años 70', ya supone
por entonces que cada estamento de la sociedad configurará un poder
sostenido de forma directa en el saber. Esta perspectiva ha
cristalizado estratégicamente, en cuanto la articulación de los
procesos de producción, intercambio y difusión, llega a ser
provista por las tecnologías de la información y la comunicación.
La actividad pública y la función ideológica propia a cada sector
pasan a inscribirse, por consiguiente, en ese anclaje mediático de
las perspectivas públicas que Nicole D'Almeyda ha denominado
“Sociedad del enjuiciamiento”.4
Tal enjuiciamiento proviene de que todo organismo, empresarial,
cultural o político, etc. puede establecer su propio procedimiento
de diferenciación, a través de un perfil singular, propositivo y
crítico. Esta situación da lugar a la “comunicación
organizacional” y habilita las actuaciones de “community
manager”, que suscitan posicionamientos, relacionamientos,
estrategias y alianzas, que cunden en la propia red de la sociedad, o
si se quiere, en la incorporación del affectio societatis a
la red.
En
un contexto donde cada empresa económica, organismo social,
asociación cultural, etc, establece su propia “misión”,
“identidad colectiva”, “historia institucional”, etc. la
ideología deja de ofrecer una “visión del mundo”
supra-sectorial y pasa a significar una “estrategia discursiva”
corporativa, que cunde incluso (y sobre todo en el Estado) como
“privatización de lo público”. En cuanto el Uruguay sigue
fuertemente apegado a formas de reproducción política gobernadas
por la articulación ideológica de las instituciones
representativas, es decir, el Estado y las estructuras partidarias,
tiende a cierta esquizofrenia entre la convicción mayoritaria -acerca de la determinación supérstite del devenir público- y la
efectiva canalización de la actividad pública en la sociedad-red.
La
volatilidad del voto hoy, como la creciente distancia entre la
participación y las “identidades colectivas” ayer, son síntomas
de un devenir que mañana, ante la obsolescencia de una alternancia
reducida a la entidad ideológica de la representación estatal,5
puede reencontrarse con el presente de la participación:
incorporarse a la escena pública sin otra mediación que la de los
medios propios.
1"Manini
Ríos: la gente está desesperada, votaron a Mujica y ahora a mí”
Uy.press
(20/09/2019)
https://www.uypress.net/auc. aspx?98870
2Botinelli
E. entrevistado por Tejeiro P. y Rodríguez M. Factum
(30/10/2019)
https://portal.factum.uy/ analisis/2019/ana191030b.php
3Foucault,
M. (1977) Microfísica
del poder,
Ed. de la Piqueta, Valencia, pp.181-182. Ed. Digital
https://eva.fcs.edu.uy/ pluginfile.php/116669/mod_ resource/content/0/Mod2% 20obligatorio1%20Foucault% 201978%20Nietzsche%2C%20la% 20genealog%C3%ADa%2C%20la% 20historia%20MICROF%C3%8DSICA% 20DEL%20PODER%20%281-14%29.pdf
4D'Almeyda,
N. (2007) La société du jugement,
Colin, Paris.
5Ver
en este blog “Chile: alternancia fallida, alternativa de
contragobierno”
https://ricardoviscardi. blogspot.com/2019/10/ alternativaa-la-alternancia. html
Publicado por
Contragobernar
La economía de a pie.
EL DESEMPLEO Y LOS VERSOS.
EL DESEMPLEO Y LOS VERSOS.
Los datos de 2019, reiteran la tendencia a la disminución de la ocupación en Uruguay en los últimos cinco años.
La tasa de empleo
que registra el INE, para el mes de noviembre fue de 57.2% claramente
inferior a la de 2018 ubicada en 58.6%. El desempleo hasta para los
oficialistas datos oficiales supera el 9% y el número de trabajadores en
seguro de paro fue de 40108 trabajadores, cifra que supera en 3865 a la
vigente un año atrás. Curiosamente se contabilizan como empleados.
La continuidad de
políticas de apertura sin restricciones a todo tipo de capitales
foráneos, comercio exterior, finanzas está en la raíz de la disminución
de la demanda laboral.
La venta de tierras
a grandes empresas forestales y cerealeras, ha acentuado monocultivos y
latifundios en el agro provocando emigración creciente de trabajadores
desde el campo a las ciudades, el incremento de la presencia de grandes
grupos económicos internacionales en la industria, comercio, servicios
ha agudizado la concentración de mercados con el consiguiente
desplazamiento de pequeña producción.
La mayor
concentración de riquezas generada en estos procesos limita la demanda
interna, el ingreso de capitales especulativos ha generado inflación en
dólares quitando competitividad a las exportaciones y al turismo.
La versión
oficialista de todos los colores pretende profundizar las mismas
estrategias y para justificar la continuidad de las políticas que han
conducido a estos resultados culpa a los salarios, preparando una mayor
embestida contra el poder de compra de los trabajadores.
Los datos sin
embargo son contundentes. El salario real durante 2019 permaneció
estancado hasta para las cifras oficiales, mientras aumento el grado de
explotación contra los asalariados. En la industria el índice de horas
trabajadas cayó 5.3% con un descenso de 1.2% del volumen físico en el
año. Es decir que aumentó la denominada productividad del trabajo ya que
incrementó el volumen físico producido por cada hora de trabajo
continuando una tendencia de los último años en que se redujeron 15% las
horas trabajadas sin disminuir la producción.
Hasta las teorías
más contrarias a los intereses de los trabajadores admiten que los
salarios deberían crecer por lo menos en proporción a la denominada
productividad del trabajo, que en el caso oriental de los últimos cinco
años, creció notoriamente por encima de los salarios reales.i
Sin embargo la
magnitud de la deuda pública y el temor de los acreedores determina que
los adictos locales de los organismos internacionales y las
calificadoras de riesgo pretendan instrumentar un nuevo “ajuste fiscal”
contra los trabajadores y el pueblo en general. En este caso sus
argumentos y propuestas dejan a los teóricos clásicos y neo clásicos
defensores del capital, como izquierdistas.
En este escenario
la disminución de gastos y menor empleo público, el descenso que
generará en la demanda interna, sumados a la ya grave situación actual
del mercado laboral implicará cerrar aun más las oportunidades de
trabajo de los jóvenes.
El 6 de enero se
realizó un clásico en el hipódromo de Maroñas. El nombre del caballo
ganador es Ajuste fiscal. Toda una metáfora del futuro que le espera a
la economía local.
Otra perla “de
moda” para atraer capitales del exterior es la denominada reforma
estructural que pretende elevar la edad jubilatoria. También en este
caso sus propulsores “olvidan” los aumentos de la productividad del
trabajo que incrementan la cantidad de bienes y servicios y por lo tanto
la capacidad de la sociedad para reducir el tiempo de trabajo aunque
aumente la expectativa de vida. Tampoco analizan la expectativa de vida
por sector social, ni los efectos sobre el empleo juvenil y menos aún
realizan evaluaciones sobre los resultados sociales de las AFAPS.
Los escribas al
servicio del Banco Mundial y del FMI se limitan a repetir los mandatos
de los organismos internacionales. Los pueblos pagan las consecuencias.
GOTITAS DE ECONOMÍA.
-
Según los datos oficiales del INE, el IPC, durante 2019 se incrementó en 8.79%. El rubro alimentos y bebidas sin alcohol creció 14.2%. Todo indica que el precio de los bienes de consumo de los trabajadores creció bastante por encima de ese valor. Las pautas de ajuste salarial para la mayor parte de los Consejos de salarios rondaron el 7%.
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El gobierno uruguayo continúa incrementando sus obligaciones financieras futuras, para servir a la posibilidad de la instalación de una segunda planta de pasta de celulosa en zona franca por parte de UPM. Obras portuarias, viaducto, sistema ferroviario para la empresa. El pueblo paga.
-
Medidas económicas del gobierno de China han llevado al descenso del precio de la carne en el mencionado país, impactando sobre los importadores. Informes de prensa señalan que un broker uruguayo en el país asiático declaró que el precio del producto cayó en un entorno de 1500 dólares la tonelada en el último mes. También indica que muchos importadores han tenido pérdidas y estima que se puede ver afectado el precio recibido por los exportadores uruguayos a ese país.
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El Banco XCMG propiedad del mayor grupo de fabricación de maquinaria de construcción chino recibió la autorización del Banco central de Brasil para instalarse en este país con la previsión de iniciar sus operaciones en el primer trimestre de 2020. Será el primer Banco industrial del país asiático en el exterior.
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El precio mundial de la pasta de celulosa ha descendido desde un entorno de 1000 euros a 850 en 2019 respecto a 2018.
-
El precio del petróleo Brent coquetea próximo a los 70 dólares el barril impulsado por la agudización de los conflictos en medio oriente y Libia. Las cotizaciones de productos primos en los sube y baja de la especulación financiera.
iLos
datos de la industria indican que la productividad del trabajo
incrementó aproximadamente 20% mientras los salarios reales apenas
crecieron 8%. El PBI registra un aumento acumulado que ronda el 7% desde
2015 a la actualidad con fuerte descenso de la fuerza de trabajo
utilizada.