lunes, 12 de noviembre de 2018

Austria anuncia su salida del Pacto Mundial sobre Migración // La Europa más ultra y nacionalista exhibe su fuerza en Polonia // La Europa fortaleza ya ha levantado el equivalente a seis muros de Berlín // Los siete países que empujan a la Unión Europea a una nueva crisis de identidad // Italia impugna el “ajuste alemán” y el Euro // Frustran conspiración radical en el Ejército alemán, cuyo objetivo era asesinato masivo de políticos // Suecia Elecciones legislativas: dos reveses de importancia // "Muy insultante": Trump arremete contra la propuesta de Macron de crear un 'ejército paneuropeo' // Fascismo: La Izquierda Europea advierte sobre los vínculos entre la extrema derecha y el neoliberalismo // URUGUAY: Paran los liceos de Montevideo este martes // Zuluaga denunció penalmente al portavoz de la campaña “Gol a la impunidad”

Austria anuncia su salida del Pacto Mundial sobre Migración 

El Gobierno de conservadores y ultranacionalistas enumera los 17 puntos que rechaza, del total de 23 planteamientos para mejorar la gestión de las migraciones incluidos en el Pacto Mundial para una Migración Segura, Regular y Ordenada.
El canciller austriaco, Sebastian Kurz, llega a la cumbre de líderes de la Unión Europea en Bruselas de octubre de 2018. Reuters
El canciller austriaco, Sebastian Kurz, llega a la cumbre de líderes de la UE en Bruselas en octubre de 2018. Reuters
El Gobierno de Austria ha anunciado que seguirá los pasos de Estados Unidos y Hungría y no se sumará al Pacto Global sobre Migración, al considerar que este acuerdo impulsado por la ONU no establece una línea clara entre migraciones legales e "ilegales".
El Gobierno de conservadores y ultranacionalistas que llegó al poder con la promesa de frenar la inmigración enumera los 17 puntos que rechaza, del total de 23 planteamientos para mejorar la gestión de las migraciones incluidos en el Pacto Mundial para una Migración Segura, Regular y Ordenada. Austria, que este semestre preside la UE, advirtió de que el Pacto no deberá influir en "las competencias" dentro de la Unión.
El pacto fue aprobado en julio por 192 de los 193 Estados miembros de Naciones Unidas, con la única excepción de Estados Unidos. El Ejecutivo húngaro ya anunció que no suscribirá el acuerdo, no vinculante, en la ceremonia que acogerá Marruecos en diciembre y Polonia ha expresado también sus reticencias.
El Gobierno de conservadores y ultranacionalistas llegó al poder con la promesa de frenar la inmigración
"Austria no se unirá al pacto de la ONU sobre migración", ha anunciado el canciller austriaco, Sebastian Kurz, en un comunicado en el que ha reiterado sus suspicacias por "algunos puntos" del texto, como "mezclar la búsqueda de protección con la migración por motivos laborales".
Kurz, que comparte Gobierno con la ultraderecha, ha sido una de las voces más críticas dentro de la UE en materia de política migratoria y entre las promesas con las que llegó al poder el año pasado figura que no permitirá un nuevo flujo de migrantes y refugiados como el que vivió Europa en el año 2015.
De esta forma, Austria no enviará ninguna delegación a la reunión de Jefes de Estado y de Gobierno para adoptar el Pacto Mundial para una Migración Segura, Ordenada y Regular convocada para los días 10 y 11 de diciembre en Marruecos.
"La opinión del Gobierno es que de este pacto no puede surgir un derecho humano a la migración ajeno al sistema legal austríaco", reza el borrador de la iniciativa, en el que se advierte de que "la soberanía de Austria debe ser preservada en todo momento".
"De este pacto no puede surgir un derecho humano a la migración ajeno al sistema legal austríaco"
Viena cuestiona desde la reunificación familiar de los inmigrantes, hasta el eventual compromiso de combatir los delitos de odio, en la medida en que esas propuestas no se ajusten a la legislación nacional vigente. Entre otras medidas favorecidas por el acuerdo internacional a las que se opone el Gobierno destaca "la prohibición de expulsiones colectivas" o prevenir "el internamiento" de los inmigrantes.
Austria tampoco quiere comprometerse a mejorar la inclusión de los inmigrantes en el mercado laboral, transferirles derechos a la seguridad social, garantizarles la prestación de servicios básicos, facilitarles recursos escolares, o concederles acceso al sistema de salud y a la educación superior.
Rechaza asimismo los puntos que favorecen "opciones de asentamiento para refugiados climáticos", la adopción de "buenas prácticas de integración", la propuesta de evitar "el perfil de perpetradores de delitos por raza, etnia o religión", e incluso la lucha contra la intolerancia.

La respuesta de Bruselas ante la retirada de Austria

La Comisión Europea (CE) lamentó la "desafortunada" decisión de Austria de retirarse del Pacto Mundial para la Migración de Naciones Unidas y ha contactado al Gobierno de este país para solicitarle más detalles sobre este anuncio. 
"Lamentamos la decisión que ha tomado el Gobierno austríaco. Nosotros seguimos creyendo que la inmigración es un reto global, en el que solo las soluciones globales y compartir la responsabilidad nos darán resultados", dijo la portavoz comunitaria Natasha Bertaud.
Por su parte, la portavoz de Exteriores de la CE, Maja Kocijancic, recordó que se trata de un documento no legalmente vinculante que busca impulsar la cooperación internacional, y no crear reglas vinculantes o establecer legislación. "Seguiremos respaldando el Pacto Mundial, lamentamos el cambio de posición de Austria y estamos en este momento en contacto con Austria para recibir detalles adicionales sobre este asunto", señaló Kocijancic.

La Europa más ultra y nacionalista exhibe su fuerza en Polonia

Unas 200.000 personas se manifiestan en Varsovia para celebrar el centenario de la independencia en una marcha del Gobierno a la que se han sumado varios grupos de extrema derecha europeos

María Hervás (Enviada Especial)
Varsovia 11 NOV 2018 - 22:05 CET - El País es.

Miles de ultras marchan este domingo en Varsovia durante el día de la independencia de Polonia. JANEK SKARZYNSKI (AFP) / REUTERS
“Estamos aquí para apoyar a nuestros hermanos polacos. Hoy es un día grande para ellos”, dice Jan Sunka, un nacionalista de Eslovaquia que llegó este domingo hasta Varsovia en coche desde el país vecino acompañado por una treintena de amigos. Ninguno de ellos se quería perder la marcha de la independencia organizada por el Gobierno ultranacionalista polaco con motivo del 100º aniversario de la independencia del país.
Más de 200.000 personas han asistido a la convocatoria del Ejecutivo en la que destacó la participación de los grupos de extrema derecha de Polonia y de otros países como Hungría, Italia o Eslovaquia. Miles de ciudadanos tomaron pacíficamente las calles del centro de la capital para festejar la fecha del 11 de noviembre de 1918, cuando el país, tras el final de la Primera Guerra Mundial, volvió a aparecer en los mapas tras haber pasado 120 años invadido por tres potencias que se repartieron el territorio: Rusia, el Imperio austrohúngaro y Prusia.
La manifestación fue convocada en un primer momento por los grupos ultras, como lo vienen haciendo todos los años por este día desde 2009. En la convocatoria de 2017 llegaron a reunir a más de 60.000 asistentes bajo el lema “Queremos a Dios”, reivindicando así la importancia del catolicismo en la identidad europea. Sin embargo, la alcaldesa saliente de Varsovia, Hanna Gronkiewicz-Waltz, intentó prohibir la celebración de esta convocatoria el pasado miércoles alegando que no podía asegurar el orden público por la violencia de sus participantes.
Húngaros del partido xenófobo Jobbik han llegado este domingo a Varsovia.
Húngaros del partido xenófobo Jobbik han llegado este domingo a Varsovia. MARÍA HERVÁS
La regidora, que pertenece al partido de la oposición Plataforma Cívica, declaró: “Varsovia ya ha sufrido bastante en su historia con el nacionalismo agresivo”. Pero un tribunal rechazó esa prohibición y finalmente los ultras y el Gobierno del PiS acordaron celebrar una manifestación conjunta. 
Lautoridades pideron a los grupos de extrema derecha que abandonaran las proclamas xenófobas y que esta nueva convocatoria, de carácter estatal, representara a todos los polacos. El lema elegido por los neofascistas fue: “Dios, honor y patria”. "La fiesta pierde su carácter festivo. Hoy se han manifestado por motivos políticos", lamenta el historiador de la universidad de Varsovia Jan Kienewicz.
"Queremos que regresen los polacos emigrados a esta gran patria. Lo que no queremos son musulmanes", dice Halina, de 74 años
“Una polaca de verdad, y no esa señora [en referencia a la alcaldesa de Varsovia], no hubiera prohibido la marcha”, critica Halina, una jubilada de 74 años que no quiere dar su apellido. Algunos grupos extremistas llaman de manera peyorativa a la alcaldesa Gronkiewicz "judía". La abuela Halina viene todos los años a esta marcha con un grupo de amigas jubiladas. “Estamos aquí porque apoyamos a nuestros gobernantes y queremos que vuelvan los polacos emigrados a esta gran patria. Lo que no queremos son musulmanes”, sentencia con su bandera polaca en una mano mientras intenta hacerse un hueco entre la multitud.
Michal Jonski ha venido con su mujer Marta y sus tres hijos. "Esto no es peligroso. Son los medios de comunicación los que lo magnifican. Somos gente normal. Aquí puede venir todo el que quiera, incluso un negro si quiere", dice este padre de familia de 40 años. 
Abuelo y nietos en las calles de Varsovia el día de la independencia.
Abuelo y nietos en las calles de Varsovia el día de la independencia. M.HERVÁS
El recorrido de esta marcha tenía tres kilómetros: los que separan la céntrica rotonda Dmowskiego con el estadio nacional de fútbol de Varsovia, al otro lado del río Vístula. Decenas de miembros de Jobbik, el partido político xenófobo y ultraderechista de Hungría, se congregaban cerca de la rotonda antes de que el presidente de la República, Andrzej Duda, que encabeza la marcha junto a otros miembros del Gobierno, tomara la palabra.
“Estos 100 años han sido 100 años de gloria y amistad entre polacos y húngaros”, decía el portavoz de las Juventudes de Jobbik, Szabolcs Szaley, que ha llegado a la capital hoy en avión. Sebastian Cholewa llegó ayer desde Reino Unido. “Soy polaco, pero trabajo en Bradford. No me quería perder esto”, cuenta este camionero de 43 años que dejó su tierra natal en 2004, cuando Polonia entró a la UE y se abrieron las fronteras para miles de polacos. "No me estoy muy a favor de lo que hace la UE: quiere imponer a Polonia las normas y eso no lo podemos permitir, el pueblo es soberano", defiende.
Uno de los momentos más tensos de la tarde ha sido cuando los ultras empezaron a insultar y a tirar bengalas a un grupo de 200 personas pertenecientes al movimiento cívico Obywatele RP (Ciudadanos de la República) que han organizado una contramanifestación en uno de los puntos fuera del trayecto. Los contrarrevolucionarios portaban la bandera polaca, la europea y del Orgullo Gay. Estaban fuertemente custodiados por la policía por miedo a que fueran atacados por los ultras. Los extremistas les gritaban: “Dale con la hoz y el martillo a la chusma roja”.
Un grupo europeísta protesta contra la marcha del Gobierno fuertemente protegido por la policía.
Un grupo europeísta protesta contra la marcha del Gobierno fuertemente protegido por la policía. M. HERVÁS
“Defendemos la Constitución, estos radicales no nos van a doblegar”, decía Pawel Kasprzak, su portavoz. Esta escena mostraba la fractura de la sociedad polaca entre los más europeístas y los más nacionalistas. “El Gobierno, muy polarizado, divide a la gente entre los que son patriotas y los que no y eso está provocando una brecha muy profunda”, explica Anne Applebaum, que recibió en 2004 el premio Pulitzer por su libro Gulag: historia de los campos de concentración soviéticos. "No deberíamos olvidar la capacidad de sobreponerse a las dificultades de un país que quedó aniquilado en la Segunda Guerra Mundial y que sufrió la dominación soviética hasta 1989", defiende la analista internacional polaca Beata Wojna.
Por la mañana, horas antes de la marcha, en un acto en la plaza Pilsudski, Donald Tusk, que fue primer ministro polaco entre 2007 y 2014, dejaba flores frente a la estatua del héroe de la independencia, Jozef Pilsudski. El presidente del Consejo de Europa declaró: “A veces discutimos demasiado, perdónanos, Polonia”.

La estatua de la discordia

El sábado por la tarde, en plena campaña para conmemorar el centenario de la independencia del país, el Gobierno polaco de Ley y Justicia (PiS) inauguró con honores de Estado una estatua con la figura de Lech Kaczynski, el presidente fallecido en un accidente aéreo en 2010 y hermano gemelo de Jaroslaw Kazcynski, líder del PiS. El monumento de bronce, de casi siete metros, está al lado de otra estatua del héroe de la independencia Józef Pilsudski, en la plaza más grande de Varsovia. La estatua ha levantado ampollas entre los contrarios al Ejecutivo, que critican que se equipare al gran líder nacional con el antiguo mandatario.

La Europa fortaleza ya ha levantado el equivalente a seis muros de Berlín

por Olmo Calvo
LA HAINE  - 09/11/2018

En tres décadas los países de la UE y la zona Schengen han erigido 1.000 kilómetros de muros. Y la prensa burguesa no dice nada...
El 9 de noviembre de 1989 caía uno de los muros emblemáticos del mundo: el que separaba el Berlín de la República Democrática Alemana del de la República Federal Alemana, el símbolo de la división del mundo entre los ejes capitaneados por EE UU y la URSS. Casi tres décadas después del fin de la amenaza de la guerra fría, Europa ha levantado cerca de 1.000 kilómetros de muros, seis veces el tamaño del de Berlín, contra una supuesta amenaza que no porta M16 y no tiene ni cazas F5, ni armas nucleares.
El informe Levantando Muros. Políticas del miedo y la securitización en la Unión Europea, publicado este viernes por el Centre Delàs d’Estudis per la Pau, el Transnational Institute y la campaña holandesa por el control de armas Stop Wapenhandel, señala que, de la existencia de dos muros en suelo europeo en la década de los 90, se ha pasado a 15 en el año 2017.
Diez de los 28 Estados miembro de la UE, entre ellos España, ha erigido muros en sus fronteras debido a razones migratorias. En el continente habría que añadir a Noruega, perteneciente al Espacio Schengen, que ha levantó en 2016 196 kilómetros de valla en su frontera con Rusia para intentar frenar la llamada ruta migratoria del Ártico.
“Europa está abordando los flujos migratorios mediante la construcción de muros, el cierre de fronteras, el aumento de la vigilancia, la securitización y la suspensión de la libre circulación”, señalan desde el Centre Delàs. Unas medidas que , apuntan, “están reforzando la Europa fortaleza”. Sin embargo, como señala Nick Buxton, investigador del Transnational Institute, “la propia historia de Europa demuestra que la construcción de muros para la resolución de problemáticas políticas y sociales implican costes en las libertades y los derechos humanos”.
En concreto, además del muro noruego, existen cuatro zonas donde se han erigido barreras: el Báltico, donde Estonia, Letonia y Lituania han construido muros en sus fronteras con Rusia; la llamada Ruta de los Balcanes, con vallas construidas por Austria, Eslovenia, Hungría, Macedonia, Bulgaria y Grecia; los enclaves españoles en el norte de África, y el “muro interior” levantado en Calais (Francia), puerta de entrada al Reino Unido.
Barreras invisibles
Los muros, no obstante, no son solo físicos y terrestres. El informe analiza las ocho grandes operaciones marítimas llevadas a cabo por la UE, siete de las cuales son a cargo de la Agencia Europea de la Guardia de Fronteras y Costas (Frontex). Ahinoa Ruiz, investigadora del Centre Delàs, señala que “ninguna de las principales operaciones europeas en el Mediterráneo ha tenido como mandato principal el rescate de personas”, sino que “todas siguen el objetivo de erradicar la criminalidad en las zonas fronterizas y frenar la llegada de personas desplazadas”.

La experta indica que solo una de estas operaciones llegó a incluir organizaciones humanitarias en su flota: Mare Nostrum, llevada a cabo por Italia. Con solo un año de duración, entre 2013 y 2014, fue reemplazada por la operación Tritón, de Frontex, con un menor presupuesto. Los fondos destinados a esta agencia no han dejado de crecer desde 2012 y hoy se sitúan en 1.700 millones de euros, aunque ya ha una propuesta de la Comisión Europea para aumentarlos a 10.000 millones.
Las tres organizaciones también alertan del aumento de los “muros virtuales”, es decir, programas de control y vigilancia de circulación de personas, así como de recogida y análisis de datos biométricos tales como huellas dactilares o escáner de ojos. “Estas medidas ha aumentado la sociedad de control y la vigilancia a la vez que han securitizado el movimiento de las personas, que se concibe como una amenaza”, apunta Ruiz.
Líneas de miedo
La narrativa del miedo, con mensajes xenófobos y racistas, construyen otro tipo de barreras. Son lo que el informe califica de “muros mentales, promovidos por parte de partidos de extrema derecha en auge en Europa, y la identificación de las personas migrantes y refugiadas como una amenaza para las sociedades europeas”, algo que para las tres organizaciones “está justificando la construcción de muros físicos y virtuales” y “refuerza el imaginario colectivo del ‘interior’ seguro y el ‘exterior’ inseguro.
En diez de los 28 Estado de la UE —Alemania, Austria, Dinamarca, Finlandia, Francia, Holanda, Hungría, Italia, Polonia y Suecia— existen partidos xenófobos con una presencia importante. Todos ellos han aumentado su representación parlamentaria desde 2010, a excepción del caso finlandés, al pasar la formación Verdaderos Finlandeses del 19 al 17,6% en el Congreso en las elecciones de 2015. “En Europa se han ido construyendo estructuras y discursos de la violencia que nos alejan de las políticas de defensa de derechos humanos, de la convivencia, de la igualdad y de relaciones más equitativas entre territorios”, apunta Pere Brunet, del Centre Delàs y también coautor del informe.
Levantando Muros. Políticas del miedo y la securitización en la Unión Europea
El Salto / La Haine

Los siete países que empujan a la Unión Europea a una nueva crisis de identidad

La afrenta autoritaria de Hungría y Polonia; la desobediencia presupuestaria italiana; la fragilidad silenciosa de la economía alemana y de su canciller; la desbandada de ministros de Macron y su merma de popularidad; la nueva tensión territorial en España; la incertidumbre sobre el Brexit o el temor a que enclaves como Malta se conviertan en cripto-estados, ponen en jaque -otra vez- al edificio institucional de la UE.
La primera ministra británica, Theresa May, junto a los líderes de la UE en la cumbre de Salzburgo (Austria). / REUTERS LISI NIESNER
La primera ministra británica, Theresa May, junto a los líderes de la UE en la cumbre de Salzburgo (Austria). / REUTERS LISI NIESNER
Diez años después de la crisis de la deuda, la UE navega a la deriva, como El Holandés Errante, el barco fantasma condenado a deambular sin rumbo por los océanos de todo el planeta por su maleficio de no poder fondear en puerto alguno que tan bien refleja la ópera de Richard Wagner. Recuerda al ocaso del dominio austro-húngaro, su último bastión imperial de la historia, hundido en las postrimerías de la Primera Guerra Mundial. La similitud no es gratuita. Porque gran parte de la melancólica depresión que afecta al club europeo procede de ambas orillas del Danubio.
La oleada nacional-populista que está invadiendo lenta pero inexorablemente el territorio de la UE, y que se ha germinado especialmente en el decenio post-Lehman Brothers, tiene uno de sus centros neurálgicos más predominantes en el corazón del antiguo imperio. Austria y Hungría se afanan en representar, quizás más y mejor que en cualquier otra latitud, al norte o en el centro de la Vieja Europa -donde también se aprecian ya a la perfección las fuerzas de ultraderecha- las dudas existenciales que asolan a las instituciones comunitarias y a sus Estados motrices.
Viena y Budapest abanderan la cruzada xenófoba que quiere acabar con el Tratado Schengen de libre circulación de personas. Desde gobiernos ultraconservadores que campan a sus anchas, pese a la constante amenaza de invocación del artículo 7 del Tratado de la Unión, que establece amonestaciones, primero, sanciones, después y, finalmente, la suspensión de su capacidad de voto en el Consejo Europeo a los socios que se salten sus compromisos con la democracia, los derechos humanos y el imperio de la ley.
UE invoca pero no lleva a la práctica el artículo 7 del Tratado de la Unión contra Hungría y Polonia por sus prácticas contrarias a los principios democráticos
Es el caso actual de Viktor Orban, premier húngaro al que Bruselas manda permanentes señales de intervención sin que le produzca el más mínimo susto ni a él ni a sus homólogos del del Grupo de Visegrado, que conforma junto a la República Checa, Eslovaquia y Polonia, y que ejercen el contrapeso del Este hacia las políticas integradoras de la UE con su rechazo a la inmigración, en el ámbito político, y al euro, en el orden económico. Pero también ocurrió en la civilizada Austria. Cuando, en 2000, Bruselas activó este mecanismo tras el triunfo electoral del difunto Jörg Haider, líder ultraderechista del Partido Liberal Austriaco (FPÖ) que formalizó una coalición gubernamental con el conservador Partido Popular (ÖVP) del entonces canciller Wolfgang Schüssel. El órdago se saldó con sanciones temporales por parte de la UE y la ausencia de Haider en el Ejecutivo -aunque siguió como gobernador de Carintia-, a las que sucedieron su hundimiento en las urnas, en 2002.

Rebelión en los Alpes e Italia

Sebastian Kurz, canciller democristiano que concedió a la ultraderecha austriaca las carteras de Defensa, Exteriores e Interior de su gabinete y que personifica la nueva generación, millennial, de halcones conservadores europeos es, pese a su escaso bagaje en el poder -formó gobierno a finales de 2017-, el artífice del complejo, arriesgado y soterrado viraje diplomático austriaco hacia Rusia. Por inducción -en gran medida, aunque no exclusivamente-, de sus socios ultras de coalición -Vladimir Putin asistió a la boda de su ministra de Exteriores, Karin Kneissl este verano- y en connivencia de sus vecinos de Visogrado. Toda una afrenta a la diplomacia y a la política de Seguridad europea. Así como a la OTAN, en estado de alerta por la permanente injerencia de Moscú en maniobras militares de la Alianza en las aguas territoriales y en el espacio aéreo de sus tres ex repúblicas bálticas: Estonia, Lituania y Letonia.
Los cambios constitucionales, la instrumentalización de la Justicia y los medios de comunicación, y el uso partidista de cargos e instituciones que van desde los servicios secretos hasta el férreo control parlamentario que han venido realizando tanto el Fidesz de Viktor Orban como el partido Ley y Justicia (PiS según sus siglas en polaco) de Jaroslaw Kaczynski son, sin duda, el mayor riesgo político latente que pende sobre la UE. Ambos, además, llaman sin permiso -y, a veces, sin la más elemental comunicación- de Bruselas a las puertas del Kremlin.
El FMI admite, diez años después, que sacrificó a Grecia en 2012 para salvar a los bancos alemanes y franceses de la quiebra
Pero no es la única crisis de identidad europea. En el orden económico, el dolor de cabeza se ha acentuado con el rechazo a las reglas de austeridad más elementales de la compleja coalición italiana entre la neofascista Liga Norte de Matteo Salvini y el Movimiento Cinco Estrellas Luigi di Maio, sumido en una diatriba de iniciativas con una elevada factura de ejecución financiera, y que han desempolvado el peligro de una nueva fase de inestabilidad del euro.
El ministro del Interior, Matteo Salvino, junto al ministro de Trabajo e Industria de Italia, Luigi Di Maio, en una imagen de archivo. / REUTERS - TONY GENTILE
El ministro del Interior, Matteo Salvino, junto al ministro de Trabajo e Industria de Italia, Luigi Di Maio, en una imagen de archivo. / REUTERS - TONY GENTILE
La divisa común ha mostrado su debilidad en el mercado desde que Roma anunciara su intención de saltarse el límite del desequilibrio convenido con Bruselas para sus cuentas públicas en nada menos que ocho décimas, hasta agudizar el déficit en el 2,4% del PIB. Durante tres años. Con la deuda en la peligrosa cota del 131% del PIB y contra el criterio, para más inri, de su titular de Economía, Giovanni Tria, al que le sacaron los colores sus colegas europeos cuando le explicaron que toda deriva presupuestaria adicional la acabarán pagando los ciudadanos europeos. Como ocurrió en 2012 con Grecia, escenario en el que el Fondo Moneratio Internacional (FMI), diez años después, admite que fue el sacrificio que se hizo para salvar al euro y a los bancos europeos de la quiebra técnica. Y que impidió que Italia -y presumiblemente España- fueran los siguientes en la lista de suspensiones de pagos. Bajo el mismo argumento: la tercera y cuarta economías del euro son demasiado grandes para dejarlas caer. Y cuando la deuda global asciende a 157 billones de dólares, cerca ya del doble del tamaño del PIB global, valorado en 87,5 billones la pasada primavera por el FMI.

Otras cinco amenazas de alto voltaje

¡No se vayan todavía; aún hay más! Porque a estas dos incertidumbres de calado se suman otras de postín. Hasta cinco amenazas de mayor o menor voltaje.
Alemania es otro foco de presumible tensión. El cuarto mandato de Angela Merkel ha emergido una inusitada debilidad de la canciller. No sólo por la presión de la ultraderecha de Alternativa por Alemania (AfD) y de sus socios de la CSU bávara, reacios, unos y otros, a cualquier intento de convergencia del euro que mutualice los riesgos económicos, financieros y monetarios. Sino también por los signos de fragilidad de una economía que evoluciona bajo una silenciosa sombra de dudas -una recapitalización bajo palio de su sistema bancario, incluido el todopoderoso (y protegido oficial y empresarialmente) Deutsche Bank, con una doble burbuja (inmobiliaria y crediticia) y un superávit comercial forjado con un euro débil- con una tasa de desempleo al alza. Impulsada, en gran medida, por los cambios que las empresas germanas están realizando en sus cadenas productivas para avanzar en la digitalización y en las que AfD ha encontrado el caldo de cultivo para sus proclamas proteccionistas y contrarias a la globalización.
Al otro lado del eje fundamental europeo, en Francia, las horas bajas de Emmanuel Macron son ya patentes. El clima de euforia tras su triunfo sin partido en las presidenciales de 2017 ha dado paso a una continuada pérdida de su popularidad y a la dimisión en cadena de tres de los más independientes y reconocidos ministros del gabinete de su jefe de Gobierno, Edouard Philippe.
El último, Gerard Collomb, responsable de Interior y antiguo socialista, esta misma semana, por el asunto, no confirmado, de defender a su ex guardaespaldas, Alexander Benalla, acusado de agredir a manifestantes el Primero de Mayo, en contra de su criterio y de dejar aparentes falsos testimonios en la Asamblea Nacional por este espinoso caso. Collomb ha pedido a Macron volver a la Alcaldía de Lyon. Pero a nadie le convence que se haya ido por un impulso irrechazable a dirigir la tercera ciudad más poblada de Francia. Algo más de un mes más tarde de que lo hiciera el rostro más popular del Ejecutivo, el ecologista Nicolas Hulot. Con premeditación, nocturnidad y alevosía. En directo y en un programa de radio al amanecer. Sin previo aviso a Macron. El más galáctico de los fichajes de la sociedad civil que Macron reclutó para sus tareas de gobierno se fue por la lucha de los lobbies industriales galos en contra de su propósito de reducir la energía nuclear. Una semana antes que Laura Flessel, abanderada en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 como medallista de esgrima, hiciera lo propio como titular de Deportes, alegando razones personales.
Fotografía de archivo de Emmanuel Macron y Gerard Collomb. - REUTERS
Fotografía de archivo de Emmanuel Macron y Gerard Collomb. - REUTERS
También en España cuecen habas. La tenue mayoría del Ejecutivo socialista de Pedro Sánchez y la nueva afrenta nacionalista en Catalunya, clave en la supervivencia parlamentaria del gabinete socialista, airea la debilidad de un presidente que ha atravesado varias semanas de pasión por los ataques mediáticos a dos de sus ministros, después de la dimisión de otros dos responsables de carteras de su gobierno. El fantasma del adelanto electoral, en el ámbito nacional y en el cada vez más convulso espacio catalán, arrecian sin remedio. Junto a la incógnita de si habrá o no presupuesto para 2019.
Al igual que en Reino Unido, donde el Brexit no acaba de conciliar el divorcio con Europa y pasa fractura, además, a la formación conservadora de Theresa May, asolada por todos los frentes. Porque a la contestación interna se suman las voces, laboristas y europeas, que reclaman otro referéndum sobre la salida británica de la UE y un cheque al portador -en este caso, Bruselas- que crece sin remedio sin un acuerdo pactado con Europa.
Malta es un paraíso financiero y un centro al que acusan de favorecer el lavado de capitales
Por si fuera poco, irrumpen casos aislados, como el de Malta, donde campan a sus anchas los casos de corrupción y se suceden las acusaciones que le señalan como centro de lavado de capitales mientras se prepara, como Suiza, para convertirse en un tercer paraíso -primero, fiscal, con tasas impositivas reales inferiores al 5% de los beneficios para firmas extranjeras, frente al 22% de media en la UE; luego, bancario, con una frenética actividad en gestión de fondos de su industria financiera y, finalmente, como refugio de criptomonedas, una idea que no entusiasma precisamente al BCE- y dar otro paso más hacia su auténtica naturaleza: la de sentirse más como un territorio ajeno a las directrices de la UE que como un socio de la Unión.
En su decisión de integrarse en el club comunitario, en 2004, la división social y política sobre la pertenencia o no a Europa fue manifiesta. En un enclave de apenas 450.000 habitantes que, de no estar en la UE a buen seguro -dicen no pocos observadores internacionales-, hubiera recibido sanciones por su nulo compromiso en la persecución de delitos relacionados con el blanqueo de dinero.

Los daños colaterales en ciernes

Estas siete fotos fijas de los pecados que se están cometiendo desde varias capitales ayudan a comprender que el futuro inmediato de Europa puede sufrir una dura condena. Porque, ¿cuáles son los efectos de estas maniobras sin respuesta desde las instituciones comunitarias?

1.- El crisol austro-húngaro

Siempre foco de conflictos y divisiones en Europa, la UE lleva años en los que amaga, sin actuar, con duras reprimendas a la actuación del Grupo de Visegrado. Con un objetivo prioritario: Viktor Orban. El premier húngaro se ha convertido en la referencia de los movimientos de la derecha radical europea y su estrategia autoritaria para perpetuarse en el poder en un modelo sobre el que edificar los asaltos a las instituciones políticas de formaciones xenófobas, anti-inmigración, euroescépticas y nacional-populistas en el escenario post-crisis.
Alemania encabeza la amenaza a Budapest y Varsovia para reducir fondos estructurales y de cohesión en el próximo septenio financiero
En Bruselas se obcecan en insistir en que, sin democracia, no habrá fondos europeos. Mensaje que también hacen llegar a Polonia. Se habla, por designación directa de Berlín, de que, en las futuras perspectivas financieras, las del septenio 2012-2027, ambos países verán seriamente recortados sus cheques de fondos estructurales y de cohesión. En el presente marco presupuestario, que expira en 2020, Budapest gestiona más de 25.000 millones de euros y Varsovia, con cuatro veces más población, roza los 90.000 millones. La amenaza germana gana adeptos entre sus socios. Sin embargo, no cuenta con el entusiasmo de Austria, que ostenta la actual presidencia rotativa de la Unión, pese a ser uno de los contribuyentes netos del club. De esos que, como Holanda, siempre hacen piña cuando se trata de reducir aportaciones dinerarias. Quizás porque comparte el diagnóstico crítico hacia lo que Orban denomina "democracia antiliberal" de la UE. Todo un compendio de ironía para justificar internamente su rédito electoral.
Viktor Orban, en el centro, camina junto a la valla construida en la frontera búlgaro-turca, en una imagen de archivo. / REUTERS - STOYAN NENOV
Viktor Orban, en el centro, camina junto a la valla construida en la frontera búlgaro-turca, en una imagen de archivo. / REUTERS - STOYAN NENOV

2.- La Italia despilfarradora

El repunte de la prima de riesgo ha vuelto. Y los mensajes favorables al retorno de la lira se propagan entre la sociedad y la clase política. La sombra del Brexit, pues, se expande por la tercera economía del euro. Igual que las comparaciones con la nueva Grecia. Es cierto que el diferencial de lo bonos trasalpinos respecto al bund alemán saltó 60 puntos en la última semana, alrededor de un 3%, un síntoma que no se veía desde 2014. O que la presión sobre la moneda única se acentuó al unísono. Pese a que el BCE ha contribuido, con más -aunque parece que ya tocan a su fin, con la salida inminente de Mario Draghi- compra de deuda en los mercados. En sintonía con la preocupación inversora. Como tampoco es menos cierto que hay una serie de similitudes con la crisis griega de 2012. En tres órdenes. En el de la deuda, de un tamaño más que notable, encajada mayoritariamente en el sistema financiero nacional que no acaba de recapitalizarse convenientemente y que podría asumir un endeudamiento adicional. En el de la economía real, con un patrón de crecimiento que despierta dudas sobre su solidez para consolidar la prosperidad futura. Y en el político, con la emergencia de movimientos que podrían calificarse de anti-establishment y que no despiertan precisamente alabanzas entre los dirigentes europeos.
Aunque, a diferencia de Grecia, Italia es una de las economías más grandes y miembro fundador de la UE. Cualquier riesgo sistémico lleva casi aparejada el acta de defunción del euro. Financiera y económicamente, la zona monetaria europea se tambalearía sin remedio. Pero la deuda de Italia tiene vencimientos a largo plazo y su coyuntura no incurre en déficit por cuenta corriente como ocurrió en la crisis helena.
Las promesas electorales de la Liga Norte y el Movimiento Cinco Estrellas equivalen al 7% del PIB italiano, valorado en algo más de 2 billones de dólares
La esperanza inversora sobre Italia es que su coalición gubernamental se modere. Como Syriza abrazó la ortodoxia tras prometer en un referéndum que ganó la oposición a la agenda política y financiera que le exigía Bruselas. Y se incline por un programa económico factible y sostenible en materia de crecimiento. Algo que dudan en el Instituto Bruegel. Este think-tank europeo cree que el doble populismo "exacerbará más que aliviará los problemas económicos" del país. Bajo un contexto de "bajo crecimiento y alto endeudamiento y con componentes euroescépticos" en el gabinete que le hacen decantarse por recetas que "podrían incendiar el edificio" italiano y europeo. Entre otras razones, por la difícil comunión de intereses entre los 50.000 millones de euros del coste que supone el compromiso de la Liga Norte de instaurar un tipo impositivo único sobre la renta y los 8.000 millones de la reforma de las pensiones que exige el Movimiento Cinco Estrellas. En total, el recetario del bipartidismo supondría unos desembolsos de entre 109.000 y 126.000 millones de euros; entre el 6% y el 7% del PIB nacional. Estimado por el FMI en algo más de 2 billones de dólares. Difícil plasmación, pese al reto de Roma de desafiar a Bruselas con un déficit trianual del 2,4%.

3.- Una Alemania menos plenipotenciaria

La locomotora europea tuvo su propio viacrucis con la crisis de las punto.com en 2003. En la financiera de 2008 salió más bien airosa. Su poderoso sector exterior y su viaje inicial fulgurante hacia la Cuarta Revolución Industrial, la digitalización de sus empresas manufactureras, le dio un margen de maniobra determinante. Para -dicen en el mercado- poner en orden sus finanzas y las de la UE. Pero este ciclo virtuoso parece en fase de cambio. La globalización y el tránsito tecnológico hacia la automatización y los ecosistemas de negocios universales ha experimentado un claro parón. El desempleo empieza a repuntar, al igual que los subsidios a parados de larga duración y la movilidad laboral pierde comba. Mientras la bomba de relojería del Deutsche Bank sigue activada. Con conversaciones de fusión encima de la mesa con la gran banca francesa (Société Générale y BNP Paribas) o suiza (UBS) que no ocultan la amenaza lanzada por el FMI de que la institución financiera germana por antonomasia es "el mayor riesgo sistémico" de la arquitectura bancaria mundial.
El descontento social por la debilidad del mercado laboral es el imán del AfD. De igual manera que lo es el creciente euroescepticismo de sus ciudadanos. El made in Germany parece un lema de otros tiempos. Las compañías de la llamada Mittelstand, el poderoso sector manufacturero que emplea a 8 millones de trabajadores y aporta 700.000 millones de euros al PIB alemán, el 23% del total, demanda trabajadores de alta cualificación para abastecer a las miles de startups que se han creado en länders como North Rhine-Westphalia o Baden-Württemberg, donde se localiza el cluster de Stuttgart.
Personalidades como Al Gore creen que Merkel es ahora una 'outsider' en el liderazgo europeo y alemán, pese a sus trece años como canciller
El problema es que este parón mantiene inmovilizada también a la otrora poderosa canciller. Angela Merkel ni está ni se la espera. Anda sometida a un ejercicio de ostracismo. Superada por las exigencias de la CSU y la euforia que despierta la AfD en asuntos como la crisis de los refugiados. Su falta de actuación, en el orden internacional, con respuestas pragmáticas, alejadas de la elocuencia de sus discursos, para frenar el proteccionismo de Trump o el desplante a la UE por lo que cataloga como déficit financiero a la OTAN, ha dejado indefensa a segmentos productivos como el del automóvil, que produce más de 5,6 millones de vehículos para su mercado interior y exporta ocho de cada diez coches que se fabrican en Alemania. Las áreas de robustez económica reciente, pues, empiezan a mostrar grietas evidentes.
La canciller alemana, Angela Merkel en una rueda de prensa. / REUTERS - FABRIZIO BENSCH
La canciller alemana, Angela Merkel en una rueda de prensa. / REUTERS - FABRIZIO BENSCH
El ex vicepresidente estadounidense, Al Gore, en una reciente visita a Berlín, no dudó en señalar que vía a Merkel como "una líder fuera de lugar". Los analistas también corroboran que, en las últimas cumbres europeas, ha dejado botones de muestra de su fragilidad, que haría a Europa, además, perder una de sus últimas oportunidades doradas para avanzar en la integración del euro y la armonización financiera y económica de su espacio monetario. Pese a su experiencia acumulada de trece años como canciller germana.

4.- Macron pierde el paso reformista

Ha entrado en barrena. El jefe del Estado galo, aupado al Elíseo por las urnas rompiendo la hegemonía entre conservadores y socialistas de la V República, no gana para sustos. El príncipe de las mareas reformistas no acaba de ganar adeptos ni para su agenda de cambios para dinamizar el mercado laboral francés ni para propiciar el salto hacia adelante en la convergencia europea. Es decir, en la elaboración de una hoja de ruta que lleve a un núcleo duro de socios europeos hacia una verdadera federación de estados. La fuga de tres de sus ministros con mayor respaldo social le ha precipitado hacia el acantilado demoscópico. Ya no suma simpatizantes; los empieza a perder. Con errores no forzados como sus consejos a parados para reinsertarse al empleo en horas.
El entusiasmo europeísta de Macron se diluye como un azucarillo ante la pérdida de respaldo social a sus reformas y a su figura en Francia
El problema añadido es que de su éxito interno depende también su capacidad de influencia en los asuntos europeos. Y Macron no parece tener el músculo de antes del verano para convencer a Merkel, a los halcones bávaros o al resto de contribuyentes netos para que se refuercen las corazas defensivas sobre el euro y, por tanto, mucho menos para ganar su apoyo a proyectos como la mutualización de los riesgos futuros del espacio monetario. Por ejemplo, mediante la creación de un eurobono. A pesar de que voces de economistas de prestigio se suceden a la hora de alertar de que una nueva crisis financiera se avecina -antes de 2020- con parada obligatoria en Europa. El entusiasmo europeísta de El Elíseo francés se diluye como un azucarillo en el instante culminante de las reformas.
El presidente francés Emmanuel Macron y Gerard Collomb, en una imagen de archivo. / REUTERS - CHRISTIAN HARTMANN
El presidente francés Emmanuel Macron y Gerard Collomb, en una imagen de archivo. / REUTERS - CHRISTIAN HARTMANN

5.- Las dos Españas vuelven por sus fueros

Europa ve con recelo la renovada crisis catalana. No porque no estén acostumbrados, especialmente desde hace un año, aunque, en realidad, desde el comienzo de esta década, al prolongado y visceral arrebato independentista catalán. Lo que en realidad preocupa en las instituciones comunitarias -y entre cada vez más líderes de la Unión- es la falta de lealtad del principal partido de la oposición. En Bruselas no entienden que el PP no tenga ningún gesto de estabilidad, por ejemplo, a la hora de reforzar el diálogo con la Generalitat o que no acepte la abstención al proyecto presupuestario de Sánchez, que impediría que pidiera una mayor senda de déficit al colegio de comisarios. Sobre todo, porque consideran que el corte comunicativo del Gobierno de Mariano Rajoy con el Govern fue determinante para impulsar la jornada del referéndum de autodeterminación o porque las cargas policiales y la escapada hacia el exilio de Carles Puigdemont han agravado el escenario. En el orden económico, la perplejidad se acentúa por los largos años en los que el anterior Ejecutivo se saltó el límite de desequilibrios presupuestarios y por la coparticipación de Europa en la estrategia de minimizar el calibre y la trascendencia del rescate financiero a España -no costará un euro al contribuyente llegó a decir Moncloa entonces, porque se trata de un crédito con condiciones preferentes- junto al FMI, que dulcificó la gravedad del diagnóstico sobre el sistema bancario y la liquidez real del cuarto PIB del euro.
En Europa no entienden la falta de lealtad del PP en la aprobación de un presupuesto español ni en la crisis catalana cuando se quiebra el independentismo
Por si fuera poco, el cambio de liderazgo en el PP, insufla pocos ánimos. La libertad de voto dada por Pablo Casado a sus eurodiputados, y que se saldó con la exculpación de varios de ellos a la figura de Orban, denota la tendencia del nuevo dirigente popular hacia el modelo húngaro de control de las instituciones, en medio de duras críticas al manejo de la Justicia -entre otros casos, por la postura de Fiscalía y Supremo en su litigio por su máster en la Universidad Rey Juan Carlos- y su apuesta por torpedear cualquier propuesta gubernamental. Incluida la presupuestaria. Falta de lealtad, declaran en Europa, por interés partidista.
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez durante un evento en Madrid. / REUTERS - SERGIO PEREZ
El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez durante un evento en Madrid. / REUTERS - SERGIO PEREZ

6.- No hay Brexit bueno

Porque, además, a medida que se retrasa el acuerdo de divorcio, a las arcas británicas se les encarece la separación. A día de hoy, con Downing Street buscando casi desesperadamente un principio de entendimiento, primero entre los dirigentes conservadores, segundo con la oposición laborista, cada vez más proclive a convocar una segunda consulta que también desean en el Consejo Europeo y, tercero, con Europa, que contemple el libre acceso al mercado interior y una deslocalización menos abrupta de la City, la factura llega a 500 millones de libras a la semana. Según el Center for European Reform (CER), think-tank paneuropeísta que, en su día, en tiempos de Tony Blair y de Gordon Brown, se consideraba próximo al laborismo de la Tercera Vía. Cantidad que supera con creces la cifra que se barajó desde la campaña a favor del Brexit (Leave) y que hablaba de unos dividendos de 350 millones de libras a la semana; sólo por el hecho de que Londres dejara de aportar las asignaciones financieras al club comunitario.
El Brexit cuesta ya a las arcas británicas 500 millones de libras a la semana, mucho más de los supuestos dividendos que los partidarios del Brexit aducían para dejar la UE
A menos de seis meses de la fecha de caducidad para el acuerdo (00:00 horas del 30 de marzo de 2019), que establece el Tratado de la UE para supuestos de abandono del club comunitario, Bruselas vigila de cerca este precipicio. "El riesgo es evidente para las dos partes", admite el negociador jefe de la UE, Michel Barnier, que teme que se desencadene "una espiral de pánico entre empresas de los sectores más afectados por el Brexit". Desde la banca, a los seguros, pasando por la aviación, las farmacéuticas o las firmas de distribución. Si no se pactan a tiempo las condiciones de salida. De ahí que la Comisión contemple dos escenarios básicos: por un lado, ha cursado instrucciones a autoridades, empresas y ciudadanos para que se preparen para lo peor. Desde las colas de camiones en puestos fronterizos y puertos que controlen la entrada de mercancías británicas, hasta la creación de las instalaciones necesarias para el movimiento de animales vivos y alimentos de origen animal. Y, por otro, recomiende a los ciudadanos europeos con titulación de centros educativos británicos que verifiquen antes del próximo 30 de marzo si deben convalidarlos en su país de residencia.
Pero también baraja otras opciones. Por ejemplo, una salida pactada el próximo 30 de marzo y a una prolongación del período transitorio, al menos hasta el 1 de enero de 2022, algo previsto en el artículo 50 del Tratado de la Unión y que fomentaría la incertidumbre política en la UE y podría enturbiar las elecciones al Parlamento Europeo de mayo de 2019, a la que, teóricamente, no deberían concurrir los británicos. O la retirada unilateral de la notificación de salida de la UE.

7.- El halcón maltés se reinventa

De la mano del primer ministro laborista Joseph Muscat, la isla angloparlante, en el gobierno desde 2013, ha salido airosa de la crisis. Con varios ejercicios liderando el crecimiento económico europeo y con incrementos substanciales de recaudación que le ha reportado superávits presupuestarios.
La sombra de la corrupción se ha asentado sobre el primer ministro y su círculo cercano, incluida su mujer, Michelle y sobre el papel de Malta como lavado de dinero
Pero su figura merodea detrás del atentado con coche bomba que acabó con la vida de la periodista Daphne Caruana Galizia, autora, hasta su muerte, en octubre del pasado año, de uno de los blogs más seguidos del país. En el que, entre otras cosas, denunció la presencia de asesores próximos a Muscat en los Papeles de Panamá, que su mujer, Michelle, tenía una compañía en este paraíso fiscal o que una de las instituciones bancarias más poderosas de la isla, Pilatus Bank, era la entidad que manejaba los hilos de la firma opaca de la primera dama de este enclave mediterráneo. A la que, además, acusó de haber recibido pagos desde las élites gubernamentales de Azerbaiyán cuyo objetivo era el lavado de capitales. Entre sus denuncias, además, destaca una iniciativa nada transparente de Muscat para convertir Malta en una capital de las criptomonedas que, a juicio de la periodista, traería todavía más corrupción. El Gobierno de Muscat, obviamente, condenó el atentado. Pero antes de su defunción, Caruana dejó un duro escrito en el que identificaba a la familia del primer ministro con la Mafia siciliana. Por si fuera poco, la lista de oligarcas rusos que han adquirido nacionalidad maltesa ha crecido en los últimos años. Y la conexión entre las fugas de capitales desde Rusia y las finanzas maltesas es conocida desde los tiempos de la crisis rusa de los años noventa, que acabaron con la llegada de Vladimir Putin al poder.
El primer ministro maltés, Joseph Muscat, durante  la Cumbre de la Paz Nelson Mandela en Nueva York. / REUTERS - CARLO ALLEGRI
El primer ministro maltés, Joseph Muscat. / REUTERS - CARLO ALLEGRI
Europa tampoco disimula su disgusto con su socio menos poblado. No desean tener una Suiza en el interior del club. Ni un territorio que no se da por aludido cuando se le reclama que cumpla con las normas anticorrupción que, como en EEUU, afectan a la seguridad nacional y, por tanto, europea. O que se desmarca sistemáticamente de cualquier intento de armonizar el Impuesto de Sociedades en Europa. En una época en la que la UE, como otras áreas del mundo, pretende imponer gravámenes más acordes a sus beneficios a las grandes tecnológicas, a multinacionales de economía colaborativa o, incluso, a los emporios bancarios.

Profunda crisis en la Unión Europea

Italia impugna el “ajuste alemán” y el Euro

La hegemonía alemana en la eurozona, que ha significado recesión y desempleo masivo para la periferia, es desafiada por el programa económico del gobierno italiano, cuya propuesta de desarrollo con inclusión despierta el temor de que sea ejemplo para otras naciones “castigadas”, como Grecia, Portugal, España e incluso Francia. Los hegemonistas alemanes también saben que el euro está severamente cuestionado (no así la Unión Europea, como pretenden hacer creer) y que su fin y el retorno de las monedas nacionales serían solución para problemas económicos del grupo y evitarían la repetición de tragedias como el “genocidio” económico en Grecia. Las encuestas muestran que la popularidad del gobierno aumenta, lo cual podría poner en jaque a la Unión Europea en un eventual referéndum.

Por Carlos Luppi 9 noviembre, 2018 - CARAS Y CARETAS
La República Italiana, ubicada en la península donde nació el primer gran imperio civilizador de Europa, y que luego del Imperio Romano alumbró el Renacimiento, y con él el germen de las grandes revoluciones libertarias y de la Revolución Industrial, hoy convertida en la tercera mayor economía de la eurozona y segunda potencia industrial de Europa, centro mundial del diseño, sigue mostrando soluciones revolucionarias al mundo.
La coalición gobernante desde el 31 de mayo pasado, integrada por la ultraderechista Lega o Liga (ex Lega Nord) y el heterodoxo Movimiento 5 Estrellas (M5E), anatemizados como “populistas” por “ortodoxos” como Angela Merkel y Wolfgang Schäuble (cuyas políticas contractivas condenaron a la recesión y a tasas de desempleo de 27% -52% entre los menores de 25 años- a la periferia no alemana, y que son tachados de “nazis” y “Cuarto Reich” en su país y otros), elaboró un presupuesto para 2019 que contempla instrumentos expansivos para estimular la economía.
Los mismos consisten en una “Renta Ciudadana” para atemperar la pobreza y estimular el empleo; bajar la presión fiscal a empresas que contraten trabajadores, y “el mayor plan de inversiones en infraestructura de la historia italiana”; rebajar la edad de jubilación e implantar una tarifa plana de IRPF para autónomos. Asimismo prevé ofrecer tierras agrícolas en concesión por 20 años a parejas que lo soliciten y cumplan determinados requisitos, como tener un tercer hijo en los próximos tres años, en un obvio esfuerzo por estimular la natalidad y rejuvenecer el país. La tasa de natalidad italiana es la más baja de Europa y la Lega prometió en su campaña reactivar la economía “para que los italianos vuelvan a querer tener hijos”.
El presupuesto tiene un déficit fiscal de 2,4% del PIB (que está por debajo del fijado en el Tratado de Maastrich, de 3%), pero fue rechazado por voceros y autoridades de la Comisión Europea y el Banco Central Europeo (BCE), presidido aún por Mario Draghi, ateniéndose a pactos que rigen en el marco de la eurozona y a las directivas alemanas de “ajuste permanente”.
La Comisión Europea, presidida por Jean-Claude Juncker, reconocido aliado de las políticas de Merkel y Schäuble, rechazó formalmente el martes 23 el presupuesto de Italia y le dio un plazo de tres semanas para cambiar sus cuentas.
La medida fue respondida por el líder de la Lega, el viceprimer ministro y ministro del Interior de Italia, Matteo Salvini, al decir que “el gobierno no recortará ni un euro” de sus cuentas; y señaló que la decisión es un “ataque al pueblo”. “No están atacando a un gobierno, sino a un pueblo. Estas son cosas que irritan a los italianos, y luego se quejan de que la Unión Europea está en su mínimo de popularidad”, agregó Salvini.
“Vamos a responder con amabilidad a todas las cartas. Estoy dispuesto a reunirme incluso mañana con el presidente de la Comisión Europea para explicarle cómo Italia va a aumentar el presupuesto, pero nadie recortará ni un euro de los italianos”, enfatizó, añadiendo que “la Unión Europea no puede intervenir con votos y amenazas para bloquear las elecciones de los parlamentos y los gobiernos”. También afirmó que “no intentaremos salir ni de la eurozona ni de la Unión Europea [sino que] tenemos la intención de cambiar las reglas de gobierno de Bruselas”.
No es la primera vez que ocurre y no será la última.
Pero podría desatar un torrente de imitación en la castigada Europa que enfrentara a la “troika del ajuste”: el FMI, la Comisión Europea y el BCE.
El gobierno italiano instalado el 31 de mayo pasado, conducido por el líder de la Lega, el ministro del Interior, Matteo Salvini, y el ministro de Desarrollo Económico, Trabajo y Políticas Sociales, Luigi di Maio (líder del M5E), junto con el primer ministro, el profesor Giusseppe Conte, anunciaron en su programa que implementarían políticas expansivas para estimular la alicaída economía italiana, que heredaron con alto desempleo y una deuda del 132% del PIB, y parecen estar dispuestos a dar batalla a los burócratas de Bruselas al servicio de la hegemonía alemana en Europa.
Podemos estar ante el comienzo de una rebelión europea contra el hegemonismo alemán ejercido desde los organismos comunitarios con sede en Bruselas, responsable de genocidios económicos como los practicados en Grecia, Portugal, España y la crisis que castiga a la periferia europea desde 2008.
Un poco de historia
En las últimas elecciones italianas, del 4 de marzo de 2018, ningún partido político obtuvo mayoría absoluta, pero la coalición de centroderecha (conceptos que habrá que redefinir a la luz de realidades como esta) formada por la Lega de Matteo Salvini (que surgió como principal fuerza política) obtuvo un gran número de bancas en el Senado y en la Cámara de Diputados, en tanto que el Movimiento 5 Estrellas (M5E), liderado por Luigi Di Maio, fue el partido con mayor número de votos. La coalición de centroizquierda, liderada por Matteo Renzi, quedó en tercer lugar.
El 31 de mayo de 2018, luego de prolongadas negociaciones, el profesor Giuseppe Conte fue designado primer ministro con el apoyo de la Lega y del M5E. Matteo Salvini y Luigi Di Maio fueron nombrados viceprimeros ministros, formando el 66º gobierno desde el fin de la Segunda Guerra Mundial.
El resultado fue señalado como un nuevo avance de la extrema derecha en Europa y aun como un voto “antisistema”.
El 21 de mayo, el M5E y la Lega, que habían suscrito una alianza programática, propusieron al profesor de Derecho Giuseppe Conte como primer ministro. Conte fue invitado por el presidente Sergio Mattarella al Palacio del Quirinal para recibir la tarea de formar un nuevo gobierno.
Sin embargo, la designación del destacado economista euroescéptico y antieuro Paolo Savona como ministro de Economía hizo que Mattarella vetara al nuevo gobierno, y el 27 de mayo Conte renunció a formar gobierno.
El presidente Mattarella convocó entonces a Carlo Cottarelli al Quirinale para encargarle formar un nuevo gobierno.
Tras un corto introito, Salvini y Di Maio aceptaron designar a Savona en otro cargo menos sensible, y el 31 de mayo Conte entró nuevamente en funciones como primer ministro, designando a Giovanni Tria como ministro de Economía y a Paolo Savona como ministro de Asuntos Europeos.
Con “la batalla por el presupuesto 2019”, el gobierno de Italia inicia una nueva etapa de su trayectoria. Enfrenta a la hegemonía alemana, pero tendrá de su lado a todos quienes la han sufrido y la sufren.
Emisarios de su gobierno estarían comenzando discretas gestiones ante los gobiernos de Estados Unidos, China y la Federación Rusa en busca de apoyo para sus políticas económicas expansivas, que alejen a Italia definitivamente de los ajustes fiscales merkelianos disfrazados de “austeridad”.
Conclusiones y perspectivas
Si el gobierno italiano persiste en su presupuesto 2019, toda la “Europa no alemana” verá que es mejor seguir el camino de Italia en defensa propia. Y la primera nación en hacerlo debería ser Francia, cuando el Frente Nacional u otro partido con programa antieuro (no como Podemos o Syriza, que, como Occupy Wall Street, son sólo movimientos de protesta inorgánica, sin programa de cambios concretos) sustituya a Emmanuel Macron en el gobierno de la segunda economía de Europa.
La Lega es acusada de ultraderechista y rechaza en forma políticamente incorrecta a los inmigrantes, tema en el que no tiene conducta diferente del resto del continente y de Estados Unidos. Europa debió encarar en el siglo XX su avance sobre África, llevando capitalismo, desarrollo y cultura. Eso hubiera evitado que hoy masas de hambrientos africanos inunden el Viejo Continente, forzando situaciones terribles. En particular, la tarea de llevar desarrollo y cultura a África debió hacerla Italia, heredera del Imperio Romano y del Renacimiento, y que ha tenido hombres como Carlo Azeglio Ciampi, que planteó tempranamente el tema.
Se critica el origen fascista de la Liga. España estuvo gobernada los últimos seis años por el Partido Popular, de clara matriz franquista, y Alemania está empapada en el espíritu nazi, como bien afirmó Paolo Savona, pero no fueron ni son criticadas por los organismos multilaterales ni por los medios de prensa. Vamos a esperar las críticas que la Unión Europea, si es coherente, formulará a Jair Bolsonaro. Hasta ahora no ha dicho nada.
La coalición entre la Lega y el M5E es una fuerza política que ha planteado, en su momento, con firmeza dos soluciones económicas muy claras y necesarias para Europa: la salida del euro (o la creación de un “euro nacional”, que permita devaluaciones selectivas por país, solución apoyada por el Premio Nobel 2001 Joseph Stiglitz en su libro El euro/Cómo la moneda común amenaza el futuro de Europa, oportunamente comentado en Caras y Caretas) y reacceder a la independencia monetaria, o sea, poder volver a tener políticas expansivas y abandonar los ajustes dispuestos desde Berlín y Baviera por Merkel y Schäuble.
Sabido es que la sobrevaluación de la moneda nacional (o “atraso cambiario”) fue la causante de las grandes crisis uruguayas de 1982 y 2002. Un dólar alto aumenta exportaciones, restringe importaciones suntuarias, favorece el ingreso de turistas, desestimula el gasto en el exterior, etc., aumentando el ingreso nacional. Por su parte, la expansión monetaria keynesiana derrotó a la Gran Depresión de 1929 y, desde entonces, a todas las grandes crisis como la reciente Gran Recesión.
Los dos aciertos de la Lega y el M5E (un tipo de cambio no sobrevaluado ni decidido en el exterior, y una política monetaria independiente y expansiva, a lo que debe agregarse la Renta Ciudadana y las otras medidas de fomento) hacen que Italia sea el país con pensamiento económico dominante más avanzado de la Europa no alemana.
Aumenta el apoyo de los italianos a su gobierno
A 5 meses de instalado el gobierno, Conte (coalición 5 Stelle-Lega), los
datos de opinión pública, según Ipsos, Corriere de la Sera, son:
Juicio positivo sobre el gobierno 57%.
Juicio negativo sobre el gobierno 33%.
No opinión o juicio neutro 10%.
Los índices de aprobación de los gobernantes son:
Presidente Conte 64%.
Vicepresidente Salvini (Lega) 58%.
Vicepresidente Di Maio (M5S) 54%.
Por otra parte, la intención de voto, en la hipótesis de elecciones hoy, da
los siguientes resultados para el oficialismo (entre paréntesis se registra la votación en marzo pasado y en el siguiente paréntesis la diferencia octubre-marzo):
Movimiento 5 Stelle 28,7% (32,7%) (diferencia -4,0%).
Lega 34,7% (17,4% ) (diferencia +17,3%).
Total oficialismo 63,4% (50,1%) (diferencia +13,3%).
En todos los casos, la fuente es Ipsos, Corriere della Sera, según relevamientos realizados el 31 de octubre de 2018.
Los datos impresionan, tanto en el juicio sobre el gobierno, aprobación
del presidente y vices, como en la intención de voto.
Si el gobierno decidiese llamar a elecciones para enfrentar a la Unión
Europea, parte de la posibilidad de obtener cerca de dos tercios del total de
votos, cosa nunca vista en elecciones de esta significación.
Sin duda se trata de indicadores netos de la satisfacción del pueblo italiano con el camino de crecimiento y distribución emprendido por la coalición Lega-5 Stelle.

Frustran conspiración radical en el Ejército alemán, cuyo objetivo era asesinato masivo de políticos

Publicado: 11 nov 2018 11:03 GMT - RT
Los miembros de la célula planeaban reunir a los políticos "indeseados" en "un mismo lugar con intención de matarlos", según la información obtenida por la revista Focus.
Frustran conspiración radical en el Ejército alemán, cuyo objetivo era asesinato masivo de políticos
Policías en una estación de tren en Colonia, Alemania, el 15 de octubre de 2018.
Oliver Berg / AFP
La Oficina Federal de Investigación Criminal de Alemania (BKA, por sus siglas en alemán) frustró un complot de unos militares que "se preparaban para el fin del mundo" y planeaban el asesinato de varios políticos "indeseados", informa la revista Focus, citando los datos de la investigación a los que ha tenido acceso.
Según la información, obtenida por el medio, los miembros del Mando de Fuerzas Especiales (KSK) y una asociación de soldados de élite bajo el nombre 'Uniter e.V.' -entre cuyos miembros figuraban agentes de la Policía y de las Fuerzas Especiales- se preparaban para el "Día X", cuando planeaban reunir a los políticos "indeseados" en "un mismo lugar con intención de matarlos". Los partidarios del grupo discutieron sus planes a través de chats y reuniones privadas e incluso acumularon armas para llevar adelante la trama.
Por el momento se desconoce quién estaba en la lista de los blancos de la célula, pero se informa que planeaban acabar con el líder de la fracción de La Izquierda en el Bundestag (Parlamento alemán), Dietmar Bartsch.
Mientras tanto, un teniente coronel del Servicio de Contraespionaje Militar (MAD), de 42 años, colaboraba con el grupo e impedía la investigación. El militar, contra el que la Fiscalía de la ciudad de Colonia ya inició actuaciones penales, les proporcionaba información a los miembros de la conspiración sobre el curso de la investigación, y les advertía de las próximas actuaciones.
La portavoz de defensa del Partido Democrático Libre (FDP) Marie-Agnes Strack-Zimmermann, afirmó  que los comités del Bundestag aún no fueron informados sobre el caso. "Ese asunto debe ser plenamente aclarado en el Parlamento", señaló

Harkon #17 Harkon 11/11 16:06

Radio Habana Cuba

#PorSiempreFidel #LegadoDeFidel

80 años después de la masacre de los cristales rotos, la extrema derecha hace temblar a Alemania

Por Carmela Negrete
KAOS EN LA RED - Publicado en: 10 noviembre, 2018
Un superviviente del holocausto explica que la situación política le recuerda a la que precedió al holocausto cuando se cumplen 80 años de la ‘noche de los cristales rotos’
Sinagogas ardiendo, negocios destrozados por grupos armados. En la noche del 9 al 10 de noviembre de 1938 la violencia organizada en contra de la población judía alcanzaba un punto de no retorno. Este viernes se cumplen 80 años del famoso pogromo contra los judíos conocido como “la noche de los cristales rotos”. Miles de judíos fueron agredidos o asesinados y ese día dio paso a la época más oscura de la historia alemana, con el aniquilamiento organizado por el estado de judíos, miembros de la oposición, homosexuales o romaníes. Millones de personas fueron víctimas del horror nazi. El país rinde homenaje a las víctimas con numerosos actos, pero el ambiente está enrarecido.
Este aniversario coincide con un país cuyo discurso político se ha desviado hacia la derecha y más allá. La historia previa al pogromo judío “estuvo precedida de décadas de discurso antisemita”, declaran los líderes del partido de la izquierda Die Linke, Bernd Riexinger y Katja Kipping. “Y hoy, con la entrada en los parlamentos de la Alternativa por Alemania y el fortalecimiento del populismo de derechas en toda Europa nos encontramos ante la decisión de si queremos permitir que la xenofobia y la intolerancia envenenen nuestras sociedades libres”, se preguntan en un comunicado.
La Unión de los Perseguidos del Régimen Nazi (por sus siglas en alemán VVN-BDA) ha convocado una concentración con ocasión del aniversario y en contra de una protesta de la extrema derecha ese mismo día. La VVN-BDA ve un paralelismo entre los comienzos de la persecución antijudía y la propaganda antiislam, y en su llamamiento asegura que “hoy, Alternativa por Alemania acusa de todo lo posible a refugiados y musulmanes”. Esta idea se extiende por buena parte de la sociedad, como demuestran los datos.
El último estudio sobre las tendencias políticas alemanas se publicaba el miércoles en la Universidad de Leipzig. Según éste, las tendencias xenófobas habrían aumentado en la sociedad y uno de cada cuatro alemanes tendría una visión negativa de los extranjeros. El pasado uno de septiembre quedaba patente en la ciudad de Chemnitz, como contamos en este diario, cuando una gran manifestación salió a la calle coreando lemas que en el pasado solo se habrían oído en manifestaciones de la extrema derecha. De forma paradójica, el estudio concluye que en aquellas regiones donde hay menos inmigrantes, el rechazo a los mismos es mayor. Además contiene un dato muy inquietante: el 40% de los alemanes podrían imaginarse vivir en un sistema autoritario si éste les garantizase seguridad.

Una manifestación de la derecha “por los muertos del muro” el mismo día

El viernes por la tarde había planeada una “marcha fúnebre por las víctimas de la política” organizada por la asociación “Nosotros por Alemania” (Wir für Deutschland e.V.) Un portavoz explica a eldiario.es que la manifestación se había convocado con seis meses de antelación y que el motivo de la misma era manifestarse por los muertos del muro, cuya caída tuvo lugar también un 9 de noviembre. La idea era marchar con velas por el centro de la ciudad. La manifestación ha sido prohibida por el ayuntamiento después de que se plantease una amplia crítica a la misma desde diferentes sectores de la sociedad civil.
El senador de interior, Andreas Geisel, del partido socialdemócrata (SPD) justificaba la decisión asegurando que la marcha “negaría de forma flagrante el sentido y la forma ético-moral de la conmemoración que tiene lugar en ese día”, en referencia al aniversario de la noche de los cristales rotos. La idea de que la extrema derecha marche por el centro de Berlín el día que se cumplen ocho décadas del pogromo y con una estética que recuerda a los nazis con sus antorchas por la noche, le parece a Geisel “insoportable”. La provocación a las víctimas y a sus descendientes habría sido buscada por los organizadores de forma consciente.
Los organizadores aseguran por su parte que su asociación se distancia del antisemitismo “y de cualquier forma de radicalización”. A las acusaciones de que entre sus filas suelen marchar conocidos neonazis responden que es difícil “en una manifestación expulsar a personas”. Asimismo, critica al Gobierno de Berlín, asegurando que la prohibición está relacionada con la historia de Die Linke, que rige en coalición con el SPD y los verdes. “Para todos los que salieron a la calle en 1989 es un golpe en la cara el que ahora tengan un Gobierno con un partido que es el sucesor del SED”, asegura en alusión a los inicios de Die Linke. El partido no querría honrar la memoria de las víctimas del muro.
Ante estas declaraciones hay que decir que Die Linke se ha pronunciado en varias ocasiones en ese sentido asegurando que no estaban justificadas dichas muertes y condenándolas. Por otro lado, la última convocatoria de esta asociación que asegura no ser extremista y que tuvo lugar el pasado 3 de octubre, a la que asistieron unas 2.000 personas, participaron conocidos miembros del partido neonazi NPD. De hecho, Sebastian Schmidtke, de dicho partido, dio un discurso en la misma en el que aseguraba que “no se cambiarán las cosas a través de las elecciones” sino a través de “una revolución pacífica”. Asimismo se oyeron frases como “a la cámara de gas”, “nunca más Israel” o “prensa mentirosa”.
En todo caso, el ayuntamiento de Berlín no ha reaccionado hasta el último minuto y la verdadera presión ha venido desde la agrupación “Berlín contra la derecha”, que ha convocado varias manifestaciones en contra de la marcha. El Presidente del Consejo Central Judío alemán, Josef Schuster, explicaba a eldiario.es antes de conocerse la prohibición de la marcha que “el que neonazis quieran manifestarse por Berlín en este día es insoportable”. Estarían “mancillando el recuerdo a las víctimas de la Shoa de la forma más avergonzante posible”. Asimismo aseguraba que esperaba que “las autoridades comprueben todas las opciones para controlar la marcha o que la prohíban”.
No está claro qué sucederá el viernes por la tarde, ya que la asociación derechista ha asegurado querer manifestarse a pesar de la prohibición y en todo caso ha presentado un recurso a la prohibición. Las manifestaciones en contra permanecen en alerta por si al final se celebrase o el juzgado terminase por darles la razón y permitir el cortejo fúnebre.

El último juicio a un miembro de las SS por cientos de asesinatos

Mientras tanto, el holocausto después de décadas y décadas sigue en los tribunales y un antiguo miembro de las tropas SS, Johann R., está siendo juzgado en una sala de Münster. El anciano era uno de los encargados de la vigilancia del campo de concentración de Stutthof, que se encontraba cerca de la Ciudad libre de Danzig, en la actual Polonia, y ha sido acusado de haber colaborado en cientos de asesinatos de judíos cometidos en dicho campo. El acusado asegura no saber nada de lo que pasaba en el campo de concentración.
En Stutthof fueron asesinados cientos de judíos en la cámara de gas, además de más de cien presos políticos y 77 presos soviéticos. Muchos otros murieron de hambre y de frío, fueron electrocutados en la verja del campo o les inyectaron gasolina. La acusación habla del “infierno” y la llevan a cabo 17 familiares de víctimas y supervivientes de Israel, Canadá y los Estados Unidos, entre ellos una superviviente llamada Judy Meisel, que vive en Minnesota.
Su madre habría sido asesinada en la cámara de gas y ella misma habría escapado de milagro cuando tenía tan solo 15 años. La mujer, de 89 años, quiere que el anciano sea condenado para “que se le haga justicia a mi madre asesinada”, ha declarado ante la prensa. En dos semanas el acusado cumplirá los 95. La fiscalía da por hecho que el hombre sabía lo que ocurría en el campo de concentración, aunque éste lo niega. Es por ello que le acusan de colaboración en homicidio en cientos de muertes.
En 2015, se juzgó y condenó al contable de Auschwitz, Oskar Grönitz a cuatro años de prisión por la colaboración en el asesinato de cientos de personas. El hombre, que ya tenía 94 años, falleció antes de entrar en la cárcel. El juicio que se está celebrando en estos días podría ser el último juicio a un nazi de los que llevaron a cabo el holocausto por la avanzada edad de acusados y de las víctimas.
El escritor Kaufmann, en una fotografía cedida a este diario por su hija
El escritor Kaufmann, en una fotografía cedida a este diario por su hija REBEKKA KAUFMANN

Superviviente del holocausto: “El presente me recuerda a aquellos inicios”

Walter Kaufmann, que tiene ya 94 años, aún recuerda cómo su padre, un notario judío, fue detenido el día del pogromo del 9 de noviembre de 1938: “Fui testigo de cómo la gestapo lo metió en un Mercedes. Nos miramos en silencio y el coche partió”. A las tres semanas, lo soltaron y volvió a casa rapado e introvertido. “No hablaba de lo que le había ocurrido, pero se le veía”. Sus padres decidieron que él se marcharía solo a Inglaterra en uno de los transportes que se organizaron para rescatar a niños judíos.
Cuando Kaufmann se marchó solo con 15 años cumplidos, su padre ya estaba internado en Dachau. Vivió en Australia, hasta que decidió volver a la RDA, donde trabajó como escritor y director de la asociación de escritores PEN hasta la reunificación. Después continuó con su tarea de literato. A pesar de su avanzada edad, inquieto por naturaleza, se ha adaptado a las nuevas tecnologías. De ahí que siga con detalle la actualidad política. Kaufmann explica su propia historia, no exenta de complicaciones y de discriminación a su vuelta a Alemania, porque quiere que no se repita la historia. “Y estamos cerca de repetir mucho de aquello”, asegura. “No digo que el nazismo florezca en este momento, pero ciertos aspectos de los años antes de la llegada de los nazis se están dejando ver”.
Y sigue: “Todo lo que le explico lo hago por el motivo de que quiero recordar a las personas que hay que rebelarse en los comienzos”, explica. “Y aquellos inicios se vuelven a dibujar ahora, no tengo duda alguna”. Para Kaufmann resulta “aterrador” ser testigo de “cómo la derecha marcha por el país y gritan lemas que ya gritaron los nazis”. El movimiento de los Patriotas Europeos contra la Islamización de Occidente (Pegida) le recuerda al principio de las SA en los años 30. “Sin embargo, también veo que en este país hay una corriente que tiene la fuerza suficiente para que se impida que todo vuelva a repetirse como fue entonces”. El recuerdo de Auschwitz sería “una nube negra que sobrevuela el país, que no se va a olvidar y que siempre está ahí”, concluye.
Imagen de portada: Fotografía de dominio público tomada el 10 de noviembre de 1938 por un fotógrafo desconocido después de la noche de los cristales rotos en Berlín WIKIPEDIA

Sira Rego: “Un país no es democrático si justifica el cierre de fronteras”

  • Entrevista a la cabeza de lista de IU para las europeas
  • Actual portavoz federal de IU y responsable de Estrategias para el Conflicto, es concejala de Hacienda e Innovación Energética en Rivas y colabora con cuartopoder.es

Sira Rego (Rivas, 1973) es la cabeza de lista de IU para las elecciones europeas 2019. La candidatura de IU se incluirá dentro de la confluencia Unidas Podemos Cambiar Europa, en la que forman parte también Podemos, Equo y otras fuerzas políticas, como Barcelona En Comú. Actualmente, Rego es la portavoz federal de IU y la responsable de Estrategias para el Conflicto de esta formación. Es concejala en Rivas de Hacienda e Innovación Energética.
Atiende a cuartopoder.es, medio del que es colaboradora, para tratar temas como la crisis europea surgida por el auge de la extrema derecha, el debate europeo sobre la inmigración o la importancia de llevar voces municipalistas a Bruselas. Además, tratamos con ella acerca de la reciente decisión del Tribunal Supremo de que los impuestos de las hipotecas no sean pagados, finalmente, por la banca, ya que Rivas fue el Ayuntamiento que llevó hasta el Supremo esta cuestión.
— Europa está convulsa. ¿Cuáles son los principales retos de la izquierda en este sentido?
— El gran reto que tenemos es romper con una Europa aparentemente polarizada. Por un lado, vemos una configuración basada en unos postulados económicos que han generado un estado de recortes estructurales en toda la UE, es decir, una Europa gobernada por los mercados. Por otro, una Europa que, frente a esto, se siente tentada a volver a unos valores reaccionarios, de extrema derecha. Ninguno de los dos casos tienen en cuenta las necesidades de los pueblos. Frente a ese escenario de dos grandes proyectos que avanzan de espaldas a las necesidades de la gente, la izquierda se tiene que posicionar.
Evidentemente, no compartimos ni la configuración y arquitectura europeas, ni las relaciones de poder económico. Pero, tampoco compartimos la pugna de la extrema derecha en auge, que tiene un proyecto internacionalista, que va más allá de Europa, lo estamos viendo. Frente a estas dos opciones, la izquierda tiene el reto de saber dónde pone su foco, su energía, su trabajo y proyecto. Tenemos claro que el proyecto tiene que mirar directamente a la gente trabajadora de Europa y fomentar una alianza entre esta gente. Tenemos que poner el foco en los intereses de las clases populares de los distintos pueblos de Europa.
— Y eso, ¿cómo se hace?
— Aquí hay varios elementos a tener en cuenta. Por ejemplo, los modelos económicos de los estados, el cómo se genera una alianza entre los distintos proyectos económicos de los estados europeos para cubrir y poner en el centro las necesidades de vida, de las comunidades y pueblos de Europa. Creo que si la mirada cambia y se dirige desde las necesidades de los mercados hacia las de las gentes, la propuesta se reconfiguraría radicalmente.
Por otro lado, hay que luchar por una Europa de los derechos humanos. Estamos asistiendo en este momento a un debate vergonzoso en el que los derechos humanos se ven secuestrados para justificar determinadas políticas. Un país no es democrático si justifica, por ejemplo, que se cierren fronteras y que mueran seres humanos en el mar.
— Precisamente, el debate de la inmigración será uno de los temas más importantes de la campaña y de la próxima legislatura en Bruselas. ¿Qué debe hacer la izquierda para evitar ese enfrentamiento entre clases populares originarias y llegadas de otros países?
— .La derecha hace su relato y pone el foco del problema en la inmigración. En España no hay problema con las personas migrantes, el problema del paro o precariedad tiene que ver con los intereses de la banca y las grandes corporaciones. Quien expulsa a la gente de sus casas son los bancos, el enemigo son los bancos, esos son quienes nos roban, lo acredita la sentencia del Tribunal Supremo. La izquierda tiene que ser honesta y decir que el enemigo no es el que viene de fuera, es el que se sienta en los consejos de administración de las grandes corporaciones y tiene al poder judicial en la palma de la mano para que actúe en su beneficio.
— Pero ese discurso xenófobo está calando en barrios populares, donde conviven día a día personas de distintos orígenes. Algunos medios de comunicación tienen mucha responsabilidad. Pero, ¿cómo se puede evitar?
— Es muy complicado, no controlamos los grandes medios de comunicación. Hay una parte que tiene que ver con el trabajo de las organizaciones políticas a pie de calle, con decir lo que hay de manera clara. Es fundamental que las organizaciones estén muy pegadas al conflicto, no vale solo la política institucional. Sin una organización política que trabaje en los barrios, todo esto no tiene recorrido. Ha habido etapas históricas en las que no teníamos a los medios de nuestra parte y han habido cambios importantes. Hay un enorme reto para tener un proceso de unidad y de trabajo con colectivos sociales, movimientos organizados y vecinos para constituir esto en un poder.
Las organizaciones políticas tenemos que poner instrumentos a funcionar para que se produzca ese elemento de agregación que genera poder. También tenemos una tarea en hacer operativo el sujeto pueblo, una tarea de apoyar y acompañar algunos procesos para que se vuelva algo organizado. Ese papel de agregación también lo tenemos las organizaciones políticas, pero no de secuestro. No creo que las organizaciones políticas tengan que tutelar a los movimientos sociales.
— Al hilo de esto. Esta semana, cuando Sánchez anunciaba medidas para que, a partir de ahora, los impuestos de las hipotecas los paguen los bancos, preguntado sobre qué le parecía que Unidos Podemos convocara una concentración en las puertas del Supremo, respondía que él cree que la oposición se debe hacer en las instituciones…
— Creo que es un error plantear que la política se hace solo desde las instituciones. Con actos cotidianos como decidir dónde hacer la compra, se hace también política. La política tiene que estar viva y decir que se hace en las instituciones significa que la política que puede hacer la ciudadanía se basa en el día de ir a votar, cada cuatro años. Eso es una interpretación parcial de lo que es un proceso político. Para nuestra organización, es al revés, la política se hace en lo cotidiano, el sujeto político es el pueblo. Para eso, conviene que los espacios sean, sobre todo, otros que están más allá de las instituciones. Cuando alguien se constituye en protagonista de lo que necesita como comunidad humana, opera en beneficio del interés general, y eso se da más allá de las instituciones.
— Responsable federal de IU de Estrategias para el Conflicto. ¿Ha descendido la movilización social?
— Siempre hay un proceso latente, en este país, sobre la cuestión de la movilización social. Además, desde hace unos años se está mirando mucho al proceso político, que tiene que ver con la institución concretamente. No creo estemos en una parálisis absoluta de la movilización, creo que hay un momento de esperanza que viene a raíz de la moción de censura y que hace que haya un impasse. Pero, no podemos olvidar que en los últimos meses han habido movilizaciones tan importantes como las del movimiento feminista o los pensionistas.
Veremos cómo se materializa la del sábado, porque estamos viendo una ola de indignación popular por el tema de las sentencias que nos hace darnos cuenta de que la gente sí que está dispuesta a salir a la calle. Creo que hay un estado de alerta siempre con respecto a lo que sucede en el país para dar el salto a la calle. Por otro lado, estamos viendo muchas movilizaciones relacionadas con luchas laborales concretas, con temas sectoriales, como la movilización de los taxistas o de Amazon, que nos dieron una lección.
— Volviendo a Europa. Se prevé que en la próxima legislatura, la extrema derecha tenga mucha fuerza en el Parlamento Europeo, puede que sea el principal grupo de la oposición. ¿Cuál sería un buen resultado para la izquierda?
— Un buen resultado sería ser la mayoría y darle la vuelta a esta Europa que no nos gusta. Tal y como está la estructura, parece irreformable. Esto puede sonar irreal, en todo caso, un buen resultado sería parar el avance de la extrema derecha y tener peso suficiente para ser freno también a las políticas de recortes y precariedad.
— Durante los últimos meses, hemos visto un debate en el seno de la izquierda, gran parte de él se ha discutido en cuartopoder.es, sobre la dicotomía entre soberanía nacional y popular y la propia Unión Europea. Del mismo modo, de cómo algunas políticas de la extrema derecha pueden parecer más rupturistas con la estructura comunitaria que las de la izquierda. ¿Qué opina?
— Me resulta un debate profundamente masculino, en primer lugar, me sorprende ver que casi todas las voces hayan sido masculinas. El problema es dónde se pone el foco, a mí me da la sensación de que Salvini no representa los intereses de las clases populares, tampoco de las italianas. Me da la sensación de que hay unas élites económicas que, cada una de ellas, representan sus intereses concretos y que hay una parte, la extrema derecha, que hace como que interpela a su pueblo, pero no creo que sea así. Lo que hace Salvini o el M5E son grandes palabras, pero luego no se materializan como algo rupturista.
Por otro lado, se están cuestionando los derechos de las personas refugiadas como elemento simbólico para hacer políticas a favor o en contra cuando hay elementos de fondo que no se están abordando. Hay refugiados por el efecto del cambio climático y ese debate no se está abordando, por supuesto por la derecha, pero tampoco por las izquierdas. ¿Qué vamos a hacer con un planeta en el que cada vez hay más territorios a los que no hay retorno posible? ¿Qué hacemos para repartir los recursos y los territorios, cuando hay territorios a los que no se puede volver?
No sólo se trata de que Europa tiene que frenar todos los procesos coloniales y postcoloniales que seguimos reproduciendo o dejar de reproducir guerras en el planeta, también tiene que entrar al debate de problemas a los que no han entrado. Yo siempre tendré más en común con una persona trabajadora de cualquier punto del planeta que con cualquier gran empresario de Madrid. El problema no es establecer una línea vertical entre países, sino establecer alianzas internacionales entre personas trabajadoras.
— En la izquierda siempre está ese debate de si hay que salirse del Euro…
— El problema es que el marco económico europeo es antagónico con los intereses de los pueblos y las personas. Esta Europa no nos sirve, hay que trabajar para construir una Europa alternativa. Se trata de establecer alianzas entre pueblos y países con realidades económicas a las que nos condena la estructura europea, defender intereses comunes para crear un modelo alternativo.
— Volvemos a Rivas. ¿Cómo han vivido desde el Ayuntamiento las últimas decisiones del Supremo sobre el asunto de las hipotecas?
— Ha sido una montaña rusa. En cualquier caso, estamos felices de haber contribuido a hacer visible una contradicción profunda de cómo funcionan las relaciones de poder en este país, no deja de ser importante que, al menos, se visibilicen. Lo que hemos puesto siempre encima de la mesa es el interés de las familias de este país. Se estima que son 8 millones de personas que pueden verse afectadas por la sentencia del Supremo. Sin embargo, luego llega la decepción de ver esa alianza entre el poder judicial y la banca, son sentencias que nada tienen que ver con el interés de las familias ni con el interés general, sino con el interés de unos pocos.
Llama la atención que se basen, para argumentar esto, en el enorme perjuicio que esto supone a la banca pero callen algo gravísimo: si es un enorme peso el que tiene que soportar la banca, es el mismo peso el que tienen que soportar las familias. Hay una dicotomía, o se está del lado de la banca, o del lado de las familias. Vamos a pelear hasta el final, agotaremos todas las vías para pelear que esta sentencia se pueda aplicar. Se demuestra que el trabajo y la perseverancia desde lo local da sus futos. IU es una fuerza municipalista y siempre hemos defendido que hay proyectos locales que sirven para cambiar la realidad, esto es una buena muestra.
— ¿Qué puede aportar un perfil como el suyo, que viene de trabajar lo cercano, el municipio, a las instituciones europeas, que siempre se ven tan lejanas?
— A veces, no somos conscientes de cómo afectan las grandes decisiones políticas a la vida cotidiana de la gente. Muchas de las cosas que suceden en Rivas se dictan allá arriba. Lo que pasa arriba está teniendo muchos efectos devastadores para la vida cotidiana, creo que hace falta una mirada municipalista. Hay claves que podremos desarrollarlas más al tener en nuestra mirada a los vecinos. El pago de la deuda, por ejemplo, tiene muchos efectos cotidianos relacionados con los servicios públicos, con que, por ejemplo, las actividades para los niños de un municipio tengan o no cobertura para todos, que hayan listas de espera o no.

Suecia
Elecciones legislativas: dos reveses de importancia

18/09/2018 | Kjell Ostberg
El resultado de las elecciones legislativas suecas del 9 de septiembre de 2018 confirma una tendencia general europea: un populismo de derechas en alza y una socialdemocracia debilitada.
La imagen tradicional de Suecia como patria de un Estado-providencia socialdemócrata progresista se ha difuminado desde hace decenios. Al menos desde las crisis profundas de la economía sueca de comienzos de los años 1990, el partido socialdemócrata SAP[1] ha aceptado las grandes líneas de una política económica neoliberal que incluye desregulaciones y privatizaciones del sector público.
Al mismo tiempo, la organización del partido, antaño tan impresionante, ha quedado fuertemente debilitada. El SAP ha perdido los 2/3 de sus miembros durante los dos últimos decenios y la Confederación Sindical de las y los Trabajadores (LO) estrechamente ligada al partido, ha visto reducidos sus efectivos en 1/4 durante los diez últimos años. El partido, que durante 85 años solo había estado fuera del poder durante 9 años, perdió el poder en beneficio de un gobierno de derechas en 2006. Durante los ocho años que siguieron, este gobierno de derechas aceleró el desmantelamiento del sector público multiplicando las privatizaciones y las reducciones de impuestos.
Cuando la socialdemocracia volvió al poder en 2014, lo hizo a partir de una posición extremadamente debilitada. El partido, que durante mucho tiempo logró alrededor del 45% de los votos, alcanzó entonces el umbral del 31%. En el poder con su partido aliado, el Partido Verde [que obtuvo el 6,89%de los votos] y con el apoyo parlamentario del Partido de Izquierdas [que consiguió el 5,72% de los votos], el gobierno seguía siendo minoritario. Y no tenía ni la ambición ni el poder para cambiar fundamentalmente la política del gobierno saliente.
El resultado más espectacular de las elecciones de 2014 fue el ascenso de Demócratas de Suecia, populistas de derechas. Lograron más que doblar sus votos, alcanzando el 12,86% [5,7% en 2010], lo que implicaba que ninguno de los bloques políticos tradicionales fue capaz de formar una mayoría.
Contrariamente a sus partidos gemelos en Dinamarca [Dansk Folkparti -Partido Popular danés] y en Noruega [Partido del Progreso], el partido Demócratas de Suecia hunde sus raíces en organizaciones abiertamente racistas y pronazis. Desde el final de los años 1990, una nueva generación de jóvenes dirigentes ha logrado poner de nuevo en pie una organización partidaria eficaz, a partir de algunos bastiones locales en el sur de Suecia. La xenofobia y la orientación antiinmigración fueron la principal plataforma ideológica del partido y la principal razón por la que pudo ganar votos. Con una influencia parlamentaria creciente, este partido se ha esforzado por minimizar su retórica más abiertamente racista, expulsando incluso a algunos de sus representantes más excesivos.
Recientemente, el partido también ha intentado poner el acento en sus rasgos nacional-conservadores, acercándose a corrientes similares en Polonia y Hungría. Su política económica y social es cercana a la del partido conservador [que tiene el nombre de Moderados].
Durante mucho tiempo hubo un acuerdo de facto entre los partidos tradicionales en el parlamento a fin de intentar aislar a Demócratas de Suecia y abstenerse de negociar con dicho partido. Es la razón por la que los partidos de derechas aceptaron la coalición roja-verde de 2014.
La enorme ola de refugiados y refugiadas de 2014 y 2015 -respectivamente 80.000 y 160.000 llegaron a Suecia- ha cambiado la situación política casi en una noche. Hasta en octubre de 2015, había un amplio consenso sobre el hecho de que la gente en Suecia estaba dispuesta a “abrir su corazón”, por citar al antiguo jefe del partido conservador Fredrik Reinfeldt. Al comienzo, solo Demócratas de Suecia criticó la inmigración masiva. Cuando el partido comenzó a desarrollarse y las lagunas en la organización de la acogida de las personas refugiadas se hicieron evidentes, la mayor parte de los principales partidos, incluyendo la socialdemocracia, aceptaron de poner un punto final a esta práctica y adaptar la política sueca de inmigración a los criterios mínimos de la UE. Este cambio no era solo una adaptación formal, iba acompañado de un aumento de los sentimientos contra las personas inmigradas, de una agitación antimusulmana y de exigencias de una legislación más severa dirigida contra lo que se pretendía que eran crímenes ligados a las personas migrantes, incluso por parte de los partidos tradicionales, entre ellos los socialdemócratas en el gobierno.
Es evidente que una de las razones de esta evolución reside en la forma en que han actuado la socialdemocracia y el partido conservador frente a Demócratas de Suecia. Como había que esperar de la experiencia de otros países, su giro de táctica no ha funcionado. Demócratas de Suecia ha continuado desarrollándose a costa de esos dos partidos en particular.
- El resultado de las elecciones de septiembre de 2018 confirma esta conclusión. La socialdemocracia ha caído al 28,4% [bajada de 2,8%], su resultado más bajo desde su victoria electoral de 1921 [con el 36,2% de los votos]. El partido conservador ha perdido aún más, es decir, 3,5%. Y Demócratas de Suecia ha ganado cerca del 5%, alcanzando el 17,5%.
Otro resultado interesante de estas elecciones reside en el resultado obtenido por el Partido de Izquierdas que ha ganado un 2,2% para obtener el 7,9%. Este partido ha hecho una buena campaña y ha logrado movilizar un número impresionante de jóvenes. El partido Verde, en cambio, ha pagado un duro tributo por su coalición con la socialdemocracia. Ha perdido un tercio de sus votos en relación a 2014. Estaba cerca , con el 4,3% , de no alcanzar el 4% fijado para disponer de representación parlamentaria.
Esta tendencia ha sido aún más fuerte en las grandes ciudades; las elecciones nacionales, regionales y locales tienen lugar al mismo tiempo en Suecia. Antes de las elecciones, la alianza roja-verde tenía la mayoría en Estocolmo, Goteborg y Malmo. La subida del Partido de Izquierdas no ha podido compensar las grandes pérdidas del partido verde.
Incluso si Demócratas de Suecia es claramente más débil en Estocolmo y Goteborg en particular -con solo el 8% de los votos- puede impedir una mayoría del bloque de izquierdas y del de derechas.
En una perspectiva europea, el resultado de las elecciones quizás no es extraño. Suecia se adapta a una tendencia internacional.
Sin embargo, en el contexto sueco, se trata de una situación nueva y el resultado es un serio revés desde varios puntos de vista. Dos de ellos merecen ser mencionados aquí. El primero reside en la amenaza de una real influencia de Demócratas de Suecia en la política diaria del gobierno. Actualmente hay un atasco entre los dos bloques políticos tradicionales y Demócratas de Suecia podría decidir quién será el próximo Primer Ministro. La línea de demarcación que existía hasta ahora entre los partidos políticos tradicionales y el populismo xenófobo de derecha extrema ya no existe. Es evidente que el partido conservador está dispuesto a emprender negociaciones formales o informales con Demócratas de Suecia a fin de poder formar un gobierno de derechas. La experiencia danesa demuestra hasta qué punto pueden ser desastrosas las consecuencias en cuanto que tales formaciones pueden fijar la agenda política.
El segundo está ligado a la izquierda y a la clase obrera. Es cierto que el Partido de Izquierdas -antiguos comunistas (PC)- ha obtenido una subida sustancial del 5,7% al 7,9% y sobre todo ha podido realizar una campaña electoral llamativa entre la juventud. Sin embargo, la izquierda no ha sido nunca tan débil como hoy, reuniendo alrededor el 35% del electorado. Y la mayoría de la clase obrera ya no vota a la izquierda. Hace 30 años, el 80% de la clase obrera votaba por la socialdemocracia (y el 10% por el Partido Comunista). En 2014, el 50% de los miembros de los sindicatos ha votado aún por la socialdemocracia. En 2018, solo el 37% les han votado (y el 10% por el Partido de Izquierdas).
Es evidente que la principal razón por la que la socialdemocracia ha perdido su fuerte posición en el seno de la clase obrera es que ha abdicado frente a lo que antaño era su principal fuerza: la defensa de un Estado de bieneestar fundado en la igualdad y la solidaridad. Nada indica que hayan sacado alguna lección de ello. La principal ambición de la dirección del partido para resolver la coyuntura política presente es intentar formar una coalición con los partidos burgueses, lo que supondría un nuevo debilitamiento del Estado-providencia y la renovación de los ataques contra los derechos de la clase obrera.
12/09/2018
http://www.europe-solidaire.org/spip.php?article46036
Traducción: Faustino Eguberri para viento sur
Kejll Östberg es profesor de historia contemporánea en la Universidad de Södertörn, en Estocolmo. Es autor de numerosos trabajos sobre la vida social y el movimiento obrero en Suecia, entre otros dos obras consagradas a Olof Palme cuyos títulos se podrían traducir así: el primero, “En sintonía con su tiempo: Olof Palme (1927-1969), y el segundo, “Cuando el viento ha rolado: Olof Palme (1969-1986), publicado por las ediciones Léopard förlag, en 2008 y 2010.

1/ Partido Socialdemócrata sueco de los trabajadores; en sueco Sveriges Socialdemokratiska Arbetareparti, SAP (Red.)

Donald Trump, presidente de EEUU y Emmanuel Macron, presidente de Francia

Trump considera "muy insultante" la sugerencia de Macron sobre un Ejército europeo

© REUTERS / Jonathan Ernst
00:23 10.11.2018 SPUTNIK NEWS
WASHINGTON (Sputnik) — El presidente estadounidense Donald Trump dijo minutos después de aterrizar en París que considera muy insultante que su par de Francia, Emmanuel Macron, haya sugerido que Europa tenga sus propias Fuerzas Armadas para protegerse de Estados Unidos, Rusia y China.
"El presidente Macron de Francia ha propuesto que Europa construya su propio ejército con el fin de protegerse de EEUU, China y Rusia. Muy insultante, pero quizás Europa deba pagar primero la cuota que le corresponde de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte) ¡a la que EEUU subsidia en gran medida!", se quejó Trump en su cuenta de Twitter.
Reportes de prensa indican que Macron ha promovido la idea de movilizar una fuerza militar europea desde que fue elegido el año pasado, pero planteó de nuevo la idea el martes, cuando participó de varias ceremonias por los 100 años del fin de la Primera Guerra Mundial (1914-1918). Trump se encuentra en Francia para conmemorar ese centenario.
Más: "EEUU pondrá en riesgo a Europa si abandona el Tratado INF"

"Muy insultante": Trump arremete contra la propuesta de Macron de crear un 'ejército paneuropeo'

Publicado: 9 nov 2018 21:29 GMT | Última actualización: 9 nov 2018 22:13 GMT - RT
Europa no solo quiere defenderse de las habituales 'amenazas', sino también de EE.UU. Así lo afirma el mandatario estadounidense, sugiriendo que el bloque "pague primero su parte justa de la OTAN".
"Muy insultante": Trump arremete contra la propuesta de Macron de crear un 'ejército paneuropeo'
Donald Trump se dirige a la prensa en la Casa Blanca previo a partir a París, Francia, el 9 de noviembre de 2018.
Reuters
El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha condenado la reciente propuesta del mandatario francés, Emmanuel Macron, de crear un 'ejército paneuropeo' con el que los países de la Unión Europea puedan defenderse sin ayuda de Washington.
"Muy insultante", expresó Trump en Twitter respecto a la idea, añadiendo que "quizás Europa debería pagar primero su parte justa de la OTAN" puesto que EE.UU. "subsidia en gran manera" esa organización.
El presidente estadounidense describió la propuesta de su homólogo francés como un ejército destinado a proteger a Europa de potenciales enemigos, entre los que mencionó a China, Rusia y al mismo EE.UU.
La reacción de Trump se produce el día antes del inicio de una ceremonia en París dedicada al centenario del fin de la Primera Guerra Mundial, a la que asistirá el inquilino de la Casa Blanca.

La seguridad europea en riesgo

Macron, por su parte, había indicado a inicio de semana que el "cada vez más fracturado" bloque comunitario necesita tener un "verdadero ejército europeo" para que se defienda por sí mismo "sin depender de EE.UU.".
Asimismo, el presidente galo aseveró que Washington pondrá en riesgo la seguridad europea si decide retirarse del Tratado sobre Misiles de Alcance Medio y Corto (INF, por sus siglas en inglés). "¿Quién se convierte en la víctima principal? Europa y su seguridad", acotó Macron.

Macron y Merkel cargan contra el nacionalismo de Trump y sus aliados

El presidente francés y la canciller alemana defienden el multilateralismo en el centenario del fin de la Gran Guerra

Marc Bassets
París 11 NOV 2018 - 21:38 CET - El País es.
El presidente francés, Emmanuel Macron, durante el centenario del fin de la Primera Guerra Mundial en París el 11 de noviembre de 2018. Ludovic Marin (AP) / ATLAS
El mundo conmemoraba el centenario del fin de la Primera Guerra Mundial y las tensiones que dividen este mundo quedaron al descubierto en París. El anfitrión, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel, representantes de las dos potencias enemigas entre 1914 y 1918, alertaron este domingo del peligro de nuevas catástrofes. “El patriotismo es el exacto contrario al nacionalismo. El nacionalismo es su traición”, dijo Macron. Un mensaje a los más de 70 jefes de Estado y de Gobierno presentes. Y, sobre todo, al presidente de EE UU, Donald Trump, que reclama sin complejos el nacionalismo y el América primero.
Al pie del Arco del Triunfo, bajo una lluvia persistente, se escenificaron dos visiones antagónicas: la de los defensores del llamado orden liberal, con Macron y Merkel a la cabeza, y quienes lo cuestionan, como Trump. Entre los asistentes, se encontraban el presidente ruso, Vladímir Putin; el turco, Recep Tayyip Erdogan; el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, y el rey Felipe VI.
El contexto político contaba. Siete meses antes de unas elecciones europeas que Macron plantea como un choque entre progresistas y nacionalistas. Una Europa fracturada en bloques ideológicos y en la que su aliada principal, Merkel, ha iniciado la retirada. Y un aliado americano desinteresado en las mismas instituciones de las que fue impulsor y garante. El presidente francés quiso poner a sus homólogos ante una disyuntiva. O esta arquitectura, nacida tras la Segunda Guerra Mundial y encarnada en la ONU y la UE entre otras instituciones, se preserva y moderniza, o el mundo está abocado a otros desastres.
“Diciendo ‘nuestros intereses primero y qué importan los de los otros’ se borra lo que una nación tiene más precioso, lo que la hace vivir, lo que la lleva a ser grande, lo más importante: sus valores morales”, añadió Macron para distinguir entre nacionalismo y patriotismo. “Sumemos nuestras esperanzas en vez de oponer nuestros miedos”.
El presidente ruso, Vladimir Putin, saluda a su homólogo estadounidense, Donald Trump, en el centenario del fin de la Primera Guerra Mundial.
El presidente ruso, Vladimir Putin, saluda a su homólogo estadounidense, Donald Trump, en el centenario del fin de la Primera Guerra Mundial. Ludovic Marin AP
El desarrollo de la jornada fue revelador. En la ceremonia de la mañana, los jefes de Estado y de Gobierno llegaron juntos a pie al Arco del Triunfo por los Campos Elíseos: un momento que debía proyectar la imagen de unidad en el centenario del fin de las matanzas. Trump y Putin llegaron por su cuenta. La primera ministra británica, Theresa May, participó en las ceremonias del armisticio en Londres, no en París.
La foto se prestaba a múltiples lecturas. “Sólo depende de nosotros que esta imagen se interprete en el futuro como el símbolo de una paz duradera entre las naciones y no como la fotografía del último momento de unidad antes de que el mundo caiga en un nuevo desorden”, comentó Macron.
Por la tarde, los líderes —menos Trump— se desplazaron al pabellón de La Villette, en el norte de París, para participar en el Foro de la Paz, cónclave ideado por Macron para impulsar el multilateralismo. El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, participó en el foro. Macron invitó a Merkel a pronunciar el discurso inaugural. Con este gesto quería subrayar que la amistad franco-alemana es el fundamento de la paz actual. “Si el aislamiento no fue la solución hace cien años, ¿cómo puede serlo hoy en un mundo interconectado?”, dijo la canciller, que advirtió del peligro de un “nacionalismo miope”.

Desencuentros

El ambiente ya estaba enrarecido. El sábado, una reunión entre Macron y Trump en el Palacio del Elíseo estuvo marcada por los desacuerdos sobre los planes franceses para impulsar la defensa europea autónoma de la OTAN. La decisión de Trump, el mismo día, de suspender una visita a un cementerio militar estadounidense, alegando que llovía, se interpretó como una muestra de apatía.
El domingo, sonaron las campanas en toda Francia, como hace 100 años, cuando a las 11 del día 11 del mes 11 del año 1918 entró en vigor el armisticio firmado en la madrugada del mismo día en un vagón de tren estacionado en medio del bosque de Compiègne. El armisticio acabó con cuatro años de guerra que, como recordó Macron, causó 10 millones de muertos, seis millones de heridos, tres millones de viudas, seis millones de huérfanos y millones de víctimas civiles. El alto el fuego desembocó unos meses después en el Tratado de Versalles. Las condiciones leoninas impuestas a la Alemania derrotada alimentaron el revanchismo que contribuyó a la Segunda Guerra Mundial.
Macron había preparado una ceremonia sin desfile militar, para no zaherir a los alemanes, con la lectura de cartas y testimonios de la Gran Guerra y música interpretada por el violonchelista Yo-Yo Ma. Era una conmemoración de la historia. Una manera de colocar a París, a Francia, y a él mismo, por unas horas, en el centro de la política mundial. Y una reafirmación de la vía Macron y Merkel —multilateralismo, libre comercio y UE— por oposición a la vía Trump. Apertura contra repliegue. Multilateralismo contra aislacionismo. Patriotismo —para usar su sutil distinción— contra nacionalismo.

Fascismo: La Izquierda Europea advierte sobre los vínculos entre la extrema derecha y el neoliberalismo

Representantes de distintas organizaciones progresistas analizan en Bilbao el crecimiento de las formaciones ultras en el continente. El debate ha tenido lugar en el marco del Foro organizado por el Partido de la Izquierda Europea en el Palacio Euskalduna.
Colectivos de ultraderecha se dirigen a la plaza de Sant Jordi de Barcelona, durante una manifestación en defensa de la unidad nacional. EFE/Toni Albir
Colectivos de ultraderecha se dirigen a la plaza de Sant Jordi de Barcelona, durante una manifestación en defensa de la unidad nacional. EFE/Toni Albir
Cosas del destino y coincidencias de la agenda. Con apenas una semana de diferencia, el Palacio Euskalduna de Bilbao ha sido escenario de la enfermedad primero y del remedio después: siete días después de que Vox proclamara allí su rechazo hacia los inmigrantes magrebíes, varias formaciones de la izquierda europea se han dado cita en una sala próxima para analizar cómo hacer frente al avance de la extrema derecha en el viejo continente.
"Desde las últimas elecciones europeas, los partidos de extrema derecha y populistas de derecha están aumentando en todas partes en Europa. Simultáneamente, las posturas xenófobas e islamófobas promovidas por los partidos de extrema derecha han ganado en audiencia y están impregnando cada vez más la retórica de los conservadores e incluso algunos segmentos de la democracia social", podía leerse en el programa del Foro Internacional que el Partido de la Izquierda Europea —integrado por grupos políticos de un amplio número de países— celebra este fin de semana en el Euskalduna y que aborda distintos temas de actualidad.
El debate sobre el crecimiento de la ultraderecha ha tenido como protagonistas a Pablo Livigni, investigador del Espaces Marx (Francia); el austríaco Walter Baier, coordinador político de la plataforma europea Transform!; Aurélie Maréchal, directora de la Fundación de los Verdes Europeos; y Cornelia Hildebrandt, representante de la Fundación Rosa Luxemburgo.
Los oradores coincidieron en un diagnóstico: el neoliberalismo y la extrema derecha tienen una "relación directa". Livigni, que fue el primero en hablar, llamó a “combatir la idea de que liberales y conservadores tienen mecanismos de defensa frente a la extrema derecha, porque no es verdad”. De hecho, advirtió que los partidos ultras "defienden algunas políticas complementarias a programas neoliberales". "Tenemos algunos gobiernos de derechas cuyas políticas se parecen mucho a lo que haría la extrema derecha", señaló. En tal sentido, advirtió que "los neoliberales no son la solución" para frenar este problema.
En su intervención, el representante de Espaces Marx se preguntó "quién está financiando" a los partidos de esa orientación ideológica y llamó a combatir las fake news que buscan situar al fascismo como "cosa de pobres". Mirando a fenómenos que están ocurriendo otras zonas de Europa, señaló que debe dejar de culpabilizarse a las clases populares por el ascenso de la ultraderecha en el continente, y subrayó que "la precariedad da la base electoral a la extrema derecha".
Por su parte, Baier habló sobre la relación que existe entre la extrema derecha y las élites políticas económicas. “La extrema derecha forma parte del proyecto de la clase dominante”. Se refirió concretamente al caso de Austria, donde los ultras del Partido de la Libertad forman parte de la coalición de gobierno con el Partido Popular.
"Hay que luchar contra la extrema derecha no sólo se lucha desde un punto de vista moral; necesitamos también una ideología política", afirmó. Luego proyectó una serie de gráficos que dibujaban una "relevante acumulación de votos" de la ultraderecha en Europa durante las elecciones realizadas durante los dos últimos años, llegando a sumar 22 millones de sufragios, lo que supuso una "subida enorme" a nivel del continente. "Existe un crecimiento asimétrico entre el voto de la izquierda y el de la extrema derecha", remarcó.
Aurélie Maréchal, representante de la Fundación de los Verdes Europeos, coincidió en advertir que "hay una relación directa" y una "profunda conexión" entre "el neoliberalismo y la extrema derecha". Citó casos como el del gobierno de Hungría, cuyas políticas contra la inmigración, "aunque violen los derechos humanos", no son debidamente respondidas desde el ámbito de la Unión Europea. En ese contexto, habló de un nuevo concepto de "democracia iliberal" o "democracia formal sin garantía de derechos" para la población, como ocurre en Austria, República Checa, Hungría o Polonia. Por tales motivos, habló de la confrontación entre una "democracia real" con "instituciones que no son democráticas".
Por su parte, Cornelia Hilderbrandt centró buena parte de su intervención en analizar el ascenso de Alternativa por Alemania (AfD, por sus siglas en alemán), una formación que –según señaló la representante de la Fundación Rosa Luxemburgo- ha logrado crear una "coalición social" entre distintas clases. Dijo que el proyecto político de esa formación "es una síntesis entre el neoliberalismo y la ideología de derecha". De hecho, "se definen como una derecha conservadora que da respuesta a la destrucción del neoliberalismo".
"Si se analizan su propuestas políticas en el parlamento alemán –donde cuentan con 92 representantes-, veréis que muchas giran sobre seguridad, Policía o represión, así como contra el asilo político", comentó. Señaló además que "el tema europeo también está en el centro de su propuesta: vienen a defender el "Germany first frente al concepto de Europa".

Las recetas

Los oradores también hablaron sobre cómo hacer frente a estos retos desde la izquierda. "Tenemos que hablar de seguridad, por ejemplo, y reconocer que la gente necesita cierto sentido de protección", dijo Maréchal, quien llamó a "explorar posibilidades para combinar libertad y seguridad". Hildebrandt, por su parte, recomendó tener una "agenda propia" marcada por la defensa de unas instituciones "mucho más democráticas", así como "construir alianzas" y "defender los derechos humanos de manera intransigente". "A la vez, hay que dar respuestas a las preguntas a largo plazo: tenemos que analizar cómo podemos proteger a nuestras sociedades de la extrema derecha en Europa", alertó.
Estos aspectos también fueron comentados por los representantes de las distintas organizaciones que se encontraban en la sala. Marga Ferré, representante de la Fundación por la Europa de los Ciudadanos y Ciudadanas —perteneciente a Izquierda Unida—, advirtió precisamente que “luchar contra la extrema derecha no sólo significa combatir los valores que representa, sino que tenemos que fijarnos en las condiciones de vida de la gente". "La crisis generó peores condiciones de vida peores para la mayoría, y debemos tener respuestas para este tema", subrayó.

Grupos de izquierda de toda Europa llaman a luchar contra la precariedad

El Foro internacional celebrado en Bilbao ha incluido un encuentro en el que se han abordado los problemas que enfrenta la clase trabajadora del continente.
Foro Internacional del Partido de la Izquierda Europea
Foro Internacional del Partido de la Izquierda Europea
Europa tiene dos caras. Frente a quienes promueven la imagen del viejo continente como un territorio garante de derechos, se encuentran miles y miles de trabajadoras y trabajadores que enfrentan situaciones de absoluta precariedad. Es la miseria laboral. Son los asalariados pobres. Son las víctimas de la explotación aquí y ahora, en el primer mundo y en pleno siglo XXI. De todos ellos se acordaron este domingo en el Foro Internacional que celebra el Partido de la Izquierda Europea.
La tercera y última jornada de este encuentro empezó con una asamblea dedicada a abordar “la lucha contra la precariedad laboral”. Se trata, precisamente, de uno de los asuntos que centran los debates de las distintas formaciones de izquierdas que componen este partido de carácter europeo y que este fin de semana se han dado cita en el Palacio Euskalduna de Bilbao.
La introducción estuvo a cargo de Heinz Bierbaum en nombre de la Izquierda Europea. En su intervención, el representante alemán destacó que en Europa existe mucho trabajo precario. Citó el caso del Hotel Barceló Nervión, situado muy cerca del Euskalduna. Estos días, las trabajadoras de limpieza de ese establecimiento mantienen una huelga en defensa de sus derechos.
En ese contexto, Bierbaum afirmó que la Izquierda Europea cuenta con distintos ámbitos de trabajo para hacer frente a este tipo de problemas del ámbito laboral, por lo que habló de la necesidad de coordinar esos distintos frentes “para hacerlos más efectivos”. Posteriormente tomaron la palabra representantes de distintas organizaciones políticas y sindicales, quienes incidieron en la situación de precariedad que enfrentan las trabajadoras y trabajadores de distintos puntos del continente.
En ese turno de intervenciones, Oscar Arenas, integrante de CCOO Euskadi, identificó la necesidad de contar con una izquierda “más proactiva a nivel europeo” a la hora de abordar este asunto. Precisamente, el debate sobre cómo luchar contra la precariedad existente len la Europa del siglo XXI ocupó buena parte del encuentro celebrado en la sala A4 del Euskalduna.
Por ejemplo, Felicity Dowling, integrante de la dirección de Left Unity de Inglaterra, incidió en la importancia de atraer a trabajadores inmigrantes, mujeres y jóvenes a las organizaciones sindicales –apuntó precisamente que el número de afiliados en su país está cayendo “dramáticamente”-, mientras que el representante del Partido Comunista de Finlandia Juha-Pekka Vaisanen habló de la necesidad de reducir la jornada laboral a seis horas diarias y fijar un “seguro básico” para las personas desempleadas, estudiantes o pensionistas de 1.200 euros mensuales.
Por su parte, el responsable de la oficina de la Confederación Sindical de CCOO en Bruselas, Enrique Carmona, quien habló en nombre de la Red de Sindicalistas Europa, adelantó que junto al grupo de la Izquierda Europea en el Parlamento Europeo preguntarán a los distintos candidatos a las elecciones europeas de mayo próximo “si apoyan que se introduzca un protocolo social en los tratados europeos, y si están dispuestos a respaldar únicamente a un presidente del Parlamento Europeo” que asuma ese postulado. En función de las respuestas que reciban, establecerán quiénes son los que realmente buscan solucionar estos problemas o, por el contrario, permitirán que sigan agravándose.

Víctimas del amianto

Durante el taller, celebrado este domingo, también estuvieron sobre la mesa otros problemas que afectan al mundo laboral en Europa, incluyendo los graves problemas de salud que viven muchas y muchos trabajadores.
Alfonso Ríos, responsable de Salud Laboral de CCOO Euskadi, habló precisamente de la lucha de las víctimas del amianto “contra el tiempo” e incidió en la necesidad de establecer fondos de compensación para los trabajadores que estuvieron en contacto con esa sustancia y ahora sufren cáncer.

URUGUAY

Paran los liceos de Montevideo este martes

Docentes protestan contra “actitud omisa” del Consejo en el caso de agresión a una funcionaria.
Liceo. Educación integral, no cápsulas
12 noviembre, 2018 - CARAS Y CARETAS
Los liceos de Montevideo permanecerán este martes con sus puertas cerradas ya que pararán los docentes en protesta por lo que denuncian como “actitud omisa” de parte del Consejo de Educación Secundaria (CES), ante la agresión sufrida por una funcionaria del Liceo 41, ocurrida el 8 de noviembre,
La medida fue aprobada por la asamblea general del sindicato, a instancias de una solicitud de los trabajadores del Liceo 41.
Según los funcionarios de ese centro, “no están propiciadas las condiciones óptimas de trabajo y estudio”. El pasado 8 de noviembre, un estudiante agredió a una docente y a otra alumna, informó Montevideo Portal.

  • Paysandú, Lunes, 12 de Noviembre de 2018

Bloqueo de la planta de Caputto en Salto por falta de pago de jornales


Solamente 22 de los alrededor de 300 trabajadores de Citrícola Salteña cobraron la quincena pasada, mientras que se les adeuda aún las licencias anteriores y la liquidación a muchos zafrales que ya terminaron sus tareas. Los trabajadores cerraron los cuatro portones que tiene la empresa en la planta salteña e impiden el movimiento de los camiones.

PIT-CNT manifestó reparos a los cambios a la ley de empleo para personas con discapacidad

23 Oct
AFUSEC

“Los acuerdos, decía Pepe D’ Delía, están para cumplirse”, dijo Fernando Pereira y pidió que los diputados “revean” las modificaciones y así lograr un “proyecto de verdad integral”.

Este miércoles la Cámara de Senadores aprobó el proyecto de ley que promueve el trabajo para personas con discapacidad en el sector privado. El texto, que volverá a la Cámara de Diputados, tuvo una serie de modificaciones que fueron “menores”, según los legisladores. Sin embargo, desde las organizaciones sociales que impulsaron el proyecto y el PIT-CNT se dieron reparos.
Martin Nieves, responsable de la Secretaria de Discapacidad del PIT-CNT, dijo este miércoles en conferencia de prensa que desde el 2014 se viene trabajando junto a organizaciones sociales en la construcción de este texto y criticó que no se las haya consultado para negociar las modificaciones que hubo en el Senado.
“Cuando hoy vimos las modificaciones y las analizamos, nos dimos cuenta de que los cambios no son menores, como se dijo”, señaló Nieves, y puntualizó las diferencias con las modificaciones.
En primer lugar, comentó que “no es menor” que una empresa que contrate a una persona con discapacidad tenga un año para modificar las condiciones laborales del lugar de trabajo, tanto en el espacio físico como en las “barreras actitudinales”, tal como establece el nuevo proyecto.
“Ustedes imagínense un compañero sordo que tenga que esperar un año para tener las condiciones de accesibilidad en la comunicación y que esa empresa tenga un capítulo que le dé la posibilidad de despedirlo si no cumple con las expectativas de la empresa”, señaló.
Se ha visto, dijo, que hay trabajadores que son contratados por empresas que no modifican las condiciones laborales y que genera que el trabajador “quede imposibilitado” de seguir trabajando.
Nieves también rechazó que el nuevo texto establezca la obligatoriedad de contratar al menos un trabajador con discapacidad en aquellas empresas que tengan más de 25 empleados permanentes, que son 5.400.
“Nos encontramos con una modificación que habla de trabajadores permanentes. Si sacamos todas las empresas que contratan de modo zafral, y todas esas empresas que se van a tomar un año para aplicar las modificaciones, de esas 5.400 empresas sin duda el número que va a quedar va a ser mucho menor”, dijo.
Por su parte, el presidente del PIT-CNT, Fernando Pereira, destacó que el proyecto se alcanzó después de un acuerdo entre las organizaciones sociales, la central de trabajadores, el Poder Ejecutivo y los legisladores, y cuestionó que se haya “roto” ese acuerdo sin siquiera “acordar las modificaciones”.
“Los acuerdos, decía el Pepe D’ Elía, están para cumplirse. Si se trabajó con un grupo de organizaciones, la central, el Ejecutivo y los legisladores, no es posible que los integrantes de las organizaciones y el PIT-CNT se enteren de las modificaciones el mismo día de la votación”, cuestionó.
El movimiento sindical, anunció, va a intentar reunirse con las bancadas parlamentarias para que “se entienda lo que están planteando los compañeros”.
“No son sujetos de caridad, son sujetos de derecho. Ese es el objetivo de esta ley. No decimos que esta ley no tiene nada, decimos que es una ley que no fue la acordada. Respetamos el parlamento democrático, pero los acuerdos están para cumplirse”, sentenció.
Montevideo Portal

Pit-Cnt rechazó el ingreso de fuerzas militares de Estados Unidos

El presidente Tabaré Vázquez justificó la decisión en función de los acuerdos de seguridad firmados por el gobierno.
fuerzas militares de Estados Unidos

La llegada de tropas de EEUU genera polémica.
8 noviembre, 2018 - CARAS Y CARETAS
El Pit-Cnt rechazó al ingreso de fuerzas militares de Estados Unidos en nuestro país, por considerarlo “un riesgo para la soberanía nacional”. Para la central sindical “la presentación del Poder Ejecutivo al Parlamento de un proyecto de ley que autoriza el ingreso de personal militar de los EEUU y de cualquier otro ejército extranjero”, no tiene fundamento.
La autorización solicitada por el gobierno responde a un pedido de Estados Unidos para usar Uruguay como base de apoyo para la seguridad del presidente Donald Trump, uno de los mandatarios que participarán en la cumbre del G20 en Buenos Aires.
Por su parte, el presidente Tabaré Vázquez justificó el pedido de autorización amparándose en los acuerdos que sobre seguridad y lucha contra el terrorismo firmó el país.
Sobre el tema sostiene el Pit-Cnt que “la operativa no tiene fundamentos desde el punto de vista militar y logístico, en tanto dicha cumbre se realiza en la República Argentina, país en el que existen las condiciones adecuadas para la realización de los operativos de seguridad necesarios para garantizar el buen desarrollo de la cumbre”.

No a la represión

Tras señalar su voluntad de “no contribuir como país a posibles escenarios de represión”, la central sindical anunció su disposición a participar de de las movilizaciones previstas en rechazo al G20. “Movilizaciones en las que como Pit-Cnt participaremos activamente, en conjunto con las organizaciones sindicales y sociales de la región”, agrega.
Indica el Pit-Cnt su “rechazo al ingreso de tropas militares de los Estados Unidos en nuestro país, por considerarlas un riesgo para la soberanía nacional. Prueba de esto es el papel que han asumido como policía global, que ha implicado siempre una amenaza para la seguridad de los pueblos del mundo, producto de su conducta imperial y belicista”.
La cumbre del G20, exclusivo club que reúne a las principales potencias del mundo, está prevista para el 30 de noviembre y el 1º de diciembre en Buenos Aires.

Estados Unidos, Alemania y Gran Bretaña pidieron ingresar tropas a Uruguay

Este martes el Senado votará el proyecto que autoriza el ingreso de fuerzas extranjeras con motivo de la cumbre del G20 en Buenos Aires.
Menéndez se manifestó sobre la importancia de la defensa
12 noviembre, 2018 - CARAS Y CARETAS
Estados Unidos, Alemania y Gran Bretaña son los países que solicitaron ingresar tropas militares a Uruguay durante la cumbre del G20, dijo ante la Comisión de Defensa del Senado el ministro de Defensa Nacional, Jorge Menéndez. El ministro concurrió al Parlamento a informar sobre los alcances del proyecto de ley enviado por el Poder Ejecutivo para autorizar el ingreso de las fuerzas al territorio nacional.
La reunión cumbre del Grupo de los 20 (G20), que reúne a las principales potencias económicas y militares del mundo, se realizará el viernes 30 de noviembre y el sábado 1º de diciembre en Buenos Aires.
Tras recibir a Menéndez, la Comisión aprobó el proyecto que habilita el ingreso de efectivos militares de Estados Unidos en apoyo el operativo de seguridad del presidente Donald Trump. Todos los integrantes de la comisión votaron la aprobación al artículo 1º del proyecto, que autoriza el ingreso de 400 efectivos de la Fuerza Aérea de Estados Unidos (USAF), tres aviones KC-135 para cargar combustible, dos de transporte y tres aeronaves AWACS, radares de detección temprana.
En contra
Por su parte, el Partido Nacional no votó el artículo 2, que otorga autorización previa a cualquier otro país participante de la cumbre para ingresar a territorio uruguayo. Hasta el momento Alemania y el Reino Unido son los que han solicitado esa autorización.
El ingreso de las tropas ha sido rechazado por algunos sectores del Frente Amplio (FA) y por el Pit-Cnt.

Zuluaga denunció penalmente al portavoz de la campaña “Gol a la impunidad”

El exjefe de Seguridad de la AUF, Miguel Zuluaga, denunció por "difamación e injurias" a Richard Mariani, vocero de la campaña "Hagámosle un gol a la impunidad" apoyada por más de 30 organizaciones sociales.

Zuluaga denunció por "difamación e injurias" al portavoz de la campaña “Gol a la impunidad”. Foto: Martha Passeggi.
Foto: Richard Mariani el día que entregaron documentación a la AUF / Martha Passeggi.

DENUNCIA PENAL 11 de noviembre de 2018, 11:24hs LR21La cara visible de la campaña “Hagámosle un gol a la impunidad. Fuera Zuluaga de la selección”, Richard Mariani, compareció este viernes ante la Fiscalía Penal de 4to Turno por una denuncia de difamación e injurias presentada por Miguel Zuluaga, ahora exjefe de seguridad de la Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF).
En el mes de abril, previo al inicio del Mundial de Rusia 2018, Rebeldía Organizada (organización a la que pertenece Mariani) junto a más de 30 organizaciones sociales presentaron a las autoridades de la AUF una carta en la que denunciaban que Zuluaga “tuvo responsabilidad en las violaciones a los DD.HH durante la pasada dictadura cívico-militar” (1973-1985), y que por lo tanto no debía ser parte de la selección nacional.
Representantes de la campaña se reunieron luego con las autoridades del fútbol uruguayo y presentaron una carpeta con información sobre el rol de Zuluaga en los años de dictadura, cuando operó en el Departamento IV de la Dirección Nacional de Información e Inteligencia (DNII) entre los años 1974-76.
Lo que buscaban era generar una condena social a Zuluaga, ante la falta de actividad en la justicia sobre los expedientes que lo involucran.

AUF informó que el encargado de seguridad Miguel Zuluaga no viajará a Rusia

La Asociación Uruguaya de Fútbol (AUF) informó que el encargado de seguridad de la selección…

“Matar al mensajero”

En diálogo con LARED21, Mariani explicó que fue citado a declarar el jueves: “no me dijeron por qué era, me dijeron que me tenía que presentar con un abogado pero nada más. Ni me imaginaba que era por esto”.
Asistió con su abogado, Iván Almeida, y luego, al saber de qué se trataba, confirmó que se va a sumar a la defensa el abogado del Observatorio Luz Ibarburu, Pablo Chargoñia, con quien se reunirán el lunes para analizar los pasos a seguir.
Mariani contó que le explicaron a la fiscal del caso que las organizaciones de la campaña trabajaron con información pública que ubica a Zuluaga en el período oscuro de la dictadura —documentos oficiales, artículos de prensa y testimonios que “lo reconocen en el lugar” donde se llevaban a cabo violaciones y torturas—, por lo que consideraban que no correspondía la denuncia por difamación e injurias.
También dijo que —a su entender— lo que pretenden con esta denuncia es “limpiar su nombre y su imagen atacando al mensajero”.
“Suponemos que lo que buscan es lograr que uno pida disculpas públicamente para limpiar su ‘honor'”, pero “no nos vamos a disculpar, porque es una persona que estuvo vinculada con el terrorismo de Estado y no le vamos a pedir disculpas por eso”, adelantó.

“Que Zuluaga no vaya al Mundial es una victoria de los jóvenes”

Desde Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos valoraron que la campaña contra Zuluaga haya…
“Hay documentos oficiales donde él firma, hay testigos vivos que lo reconocen, ¿cómo vamos a pedir disculpas por eso?. Era una información pública que estaba ahí y nosotros se la presentamos a la AUF”, reiteró.
Al tiempo que aclaró que lo que se hizo no fue un escrache contra Zuluaga: “lo que hicimos fue una condena social. Más allá de que la justicia actúe o no a nuestro entender hay elementos probatorios de que sí estuvo involucrado en el terrorismo de Estado, y tenemos derecho a condenarlo”.
Sobre la denuncia —que fue personalizada contra él— señaló: “yo era el vocero de las 30 organizaciones firmantes. Es muy difícil denunciar a las organizaciones porque él no se va a tirar ninguna organización en contra, lo que va a tratar es de distraer a la opinión publica y generar confusión”.
“Lo quieren personalizar, como que es mi persona contra la de él, pero esto no es algo personal. Esta persona estaba gozando de privilegios que no tendría que haber gozado jamás”, expresó.
En ese sentido consideró que se trata de una “señal clara de la cultura impunidad. Cualquier persona que se atreva a hablar, a decir algo, a denunciar públicamente, acá está la consecuencia: ‘te vamos a mandar a la justicia'”.
“Lo quieren sacar de contexto. El mensaje que ellos quieren dar es: ‘al que quiere hablar, lo vamos a callar’, quieren amedrentar”, insistió y agregó que también es para los denunciantes una manera de demostrar a la opinión pública que Zuluaga “no se quedó quieto” tras su salida de la AUF.
Finalmente reiteró que por más que la justicia determine que hubo difamación e injurias “no vamos a pedir perdón”. Y confirmó que ya recibieron el apoyo de varias de las organizaciones firmantes y otras más: “vamos a estar más firmes que nunca”, concluyó.

Comunicado de Gol a la impunidad

Tras la citación a declarar a Mariani, desde la campaña reafirmaron: “Un gol a la impunidad somos todos y todas, junto a las mas de 30 organizaciones que respaldaron la solicitud #FueraZuluaga”.
A través de un comunicado destacaron que “Richard no actuó por su cuenta, sino poniéndole cara a la denuncia que se venía haciendo hace tiempo: hasta que la justicia no se pronuncie sobre la responsabilidad de Zuluaga sobre delitos cometidos en la dictadura, durante su desempeño en el departamento 4, no podía ser una cara pública de la Selección Nacional”.
El texto reitera lo que ya se explicó al presentar la documentación a la AUF en abril pasado: “son varios los testimonios y pruebas que vinculan a Zuluaga en un lugar y momento en que se llevó adelante la represión desatada por el Plan Morgan (contra PCU y UJC)”.
“Si pretenden personalizar esta campaña en un solo compañero, nos van a encontrar a todos alineados tras el grito ¡basta de impunidad!”, concluye el texto.

Defensa de Zuluaga

Por su parte Diego Durand, abogado de Zuluaga, explicó al portal Ecos que “la citación de hoy (por el viernes) de Mariani es producto de la denuncia que presentamos por difamación e injurias. Son denuncias contra él y contra las personas que formularon ataques al honor a una persona que no está denunciada en ninguno de los expedientes que ellos hicieron referencia en los escraches públicos y sociales que realizaron”.

Encargado de seguridad de selección uruguaya reconoció que estuvo en la DNII pero no torturó

El encargado de seguridad de la selección uruguaya de fútbol, Miguel Zuluaga, confirmó que se…
“Salir a decir que se trata de un torturador o de un represor, a partir de unos supuestos, afectó su trayectoria laboral. En ninguno de los expedientes que manejó la campaña (sobre una denuncia presentada en 2011) él declaró como imputado. Salen a decir que tienen denuncias, que tienen elementos de prueba. Deberían haber ido a la Justicia. Ellos mismos dicen que se trató de una ‘campaña’ porque piensan que ‘la justicia no hace justicia’”, agregó.
Mariani fue el primer citado. Según dijo Durand a Ecos en principio no está previsto que haya más citaciones. “Él fue el que más se embanderó con la causa”, expresó.
Ahora está previsto que Zuluaga, como denunciante, declare la semana próxima ante la fiscal Brenda Puppo.