domingo, 13 de enero de 2019

Guantánamo: 17 años después espera a sus nuevos prisioneros // El cierre del Gobierno de EE.UU. ya es el más largo de la historia tras 22 días // El cierre de la Administración de EEUU deja sin cobrar a cerca de 800.000 funcionarios // Tras la salida de James Mattis, renuncia el jefe de Gabinete del Pentágono // Expresidentes de EE.UU. niegan haber conversado con Trump sobre el muro // El dólar no aguanta la presión y sufre una drástica caída // Rusia se deshace de 100.000 millones de dólares de sus reservas en favor del yen, el euro y el yuan // FRANCIA: Chalecos amarillos en novena semana de protestas // ‘Chalecos amarillos’: el número de detenidos asciende ya a 5.339 personas segun datos oficiales // URUGUAY: BRECHA: Detuvieron a Miguel Sofía - Contexto de una década de búsqueda // Investigación de Brecha localiza el paradero de Nelson Bardesio por Samuel Blixen // Testimonio clave reafirma responsabilidad de Bardesio y Sofía. por Samuel Blixen

Guantánamo: 17 años después espera a sus nuevos prisioneros
por Roberto Montoya
Periodista y escritor @1RobertoMontoya
Opinion · Otras miradas - 11/01/2019 - PÚBLICOLas fotografías difundidas con orgullo por el Pentágono de los primeros  prisioneros trasladados el 11 de enero de 2002 en aviones militares desde Afganistán a la prisión de Guantánamo indignaron al mundo. Diecisiete años después aún permanecen 40 prisioneros en ese campo de concentración del siglo XXI, y Trump reclama invertir decenas de millones de dólares en mejorar sus infraestructuras para recibir a nuevos rehenes.
Guantánamo nos recuerda que la cruzada ‘contra el terror’ iniciada por Bush, Blair y Aznar que se ha cobrado tantos miles de víctimas aún no ha terminado.
Foto de enero de 2002 de prisioneros taliban y de Al-Qaeda, vestidos con monos naranja, en la prisión de la base estadounidense de Guantanamo (Cuba). AFP
Foto de enero de 2002 de prisioneros taliban y de Al-Qaeda, vestidos con monos naranja, en la prisión de la base estadounidense de Guantanamo (Cuba). AFP En esas imágenes distribuidas por el Pentágono a medios de todo el mundo en 2002 se mostraba a numerosos hombres frente a sus celdas de rejas metálicas al aire libre de cinco metros cuadrados. Estaban vestidos con monos naranja, arrodillados, amordazados, encadenados de pies y manos, con grandes gafas ciegas negras, mascarillas en la boca, cascos de insonorización cubriendo sus orejas, guantes acolchados y pies enfundados.
Ninguno de ellos tenía idea de dónde estaba, muchos no lo supieron hasta años después. Con ese equipamiento y provistos de pañales habían soportado cerca de 30 horas de vuelo encadenados en el suelo de aviones de carga militares.
El primer grupo de prisioneros, 23, llegó a la base naval estadounidense situada ilegalmente en la provincia cubana de Guantánamo el 11 de enero en un avión militar C-141, pero no fue ese un vuelo directo desde Afganistán.
Escalas en suelo español
La  primera parte del vuelo, realizada en un C-17, partió de la base de las tropas estadounidenses en  Kandahar, Afganistán, y aterrizó en España, en la base militar de Morón de la Frontera. Allí se traspasó a los prisioneros al C-141 con el cual se siguió viaje hasta Guantánamo.
Habían pasado exactamente cuatro meses desde los atentados terroristas del 11-S de 2001 y el servil Gobierno de José María Aznar se apuntó entre los primeros gobiernos europeos en brindar gustosamente apoyo a la cruzada ‘contra el terror’ lanzada por George Bush ‘junior’.
Una comisión de investigación del Parlamento Europeo y otra del Consejo de Europa confirmaron años después, en 2007, que los aviones  camuflados de la CIA que trasladaron a Guantánamo o a prisiones secretas a individuos capturados en distintos países, hicieron más de 1.400 escalas en aeropuertos europeos entre 2002 y 2005.
Más de 120 de esas escalas tuvieron lugar en 10 aeropuertos civiles españoles y un número indefinido en bases militares españolas de uso conjunto con EEUU.
La relación de Aznar con Bush se estrecharía aún más en los años siguientes y ambos, junto con Blair, constituirían luego el tristemente célebre trío de las Azores que menos de dos años después del 11-S y de la guerra de Afganistán que se inició semanas más tarde de esos atentados, lanzaba en marzo de 2003 la ilegal y unilateral guerra devastadora contra Irak en aras también de la ‘guerra contra el terror’.
A ese primer avión C-141 que partió de la base de Morón hacia Guantánamo le seguirían varios más en los siguientes días. En pocas semanas ya eran 150 los prisioneros que mostraba el Pentágono como trofeos a todo el mundo, y el goteo de traslados fue constante durante los primeros años.
Aquellas fotos fueron portada de medios de todo el mundo, provocando gran indignación por el trato inhumano y vejatorio que suponían y por la violación de las normas sobre trato a prisioneros de guerra establecidas en las Convenciones de Ginebra desde 1950.
George Bush respondió a esas críticas con su particular estilo: emitió un memorándum en el que etiquetó a todos los detenidos como “talibán” o “combatientes de Al Qaeda” sin aportar ninguna prueba que todos lo fueran, y creó para ellos la figura de “combatientes enemigos”. Con ese novedoso estatus, una verdadera burla a la ONU y a todos los organismos internacionales, excluía a esos presos de los derechos que confieren las Convenciones de Ginebra a todo prisionero de guerra desde 1949.
Aduciendo que la base naval de la bahía de Guantánamo, enclavada en la provincia cubana del mismo nombre desde 1903 -pese a las reiteradas denuncias del Gobierno de Cuba- era un “territorio estadounidense de ultramar”, Bush impidió la actuación de los tribunales federales de EEUU.
Por medio de su Orden Militar del 13 de noviembre de 2001 Bush ya había decidido que los prisioneros serían juzgados por tribunales militares.
La trama jurídica urdida por la Casa Blanca, el Pentágono, el Departamento de Justicia y el Departamento de Estado dejó así en un absoluto limbo legal a todos los individuos capturados por sus fuerzas armadas en Afganistán u otros escenarios de guerra y a los secuestrados y trasladados por la CIA a centros de tortura.
Agentes españoles participaron en los interrogatorios a dos de los detenidos en Guantánamo que tenían nacionalidad española.
Prisioneros de entre 13 y 89 años
Se tardó años en conocer la identidad de quienes estaban detenidos en Guantánamo y el tipo de torturas a las que habían sido sometidos con total impunidad. Según los datos de ACLU (American Civil Liberties Union) la más poderosa asociación defensora de los derechos civiles de EEUU, en total pasaron por la prisión 779 personas de 40 nacionalidades diferentes.
El menor tenía 13  años -y hubo otros 20 menores de edad-; el mayor tenía 89 años. Fueron cerca de 200 los agentes del FBI que participaron en los abusos y torturas a prisioneros; 26 de los detenidos en Guantánamo habían sido previamente torturados por agentes de la CIA en cárceles secretas situadas en distintos países, algunas de ellas en suelo europeo, en Hungría y Polonia.
Al menos 7 prisioneros se suicidaron al no soportar las torturas y el confinamiento; el más joven de ellos, Yasser Talal Al Zahrani, se suicidó a los 21 años. Había sido capturado a los 16 años.
Muchos otros prisioneros intentaron suicidarse, más de 100 llevaron adelante una huelga de hambre de protesta en 2005, a los que se terminó alimentando por la fuerza, sujetos a una silla y por medio de sondas gastroesofágicas.
Según Harry B. Harris, el que fuera comandante de la Joint Task Force en Guantanamo -y actual embajador de EEUU en Corea del Sur- los suicidios no eran consecuencia de la desesperación sino “parte de un plan de guerra asimétrica diseñado por Al Qaeda”, “una hábil estrategia de propaganda”.
Según el informe de ACLU, coincidente con datos de Amnistía Internacional y otros organismos de derechos humanos, solo el 5% de los prisioneros que pasaron por Guantánamo fueron detenidos  por las tropas estadounidenses.
El 86% fue capturado por milicias controladas por ‘señores de la guerra’ afganos y vendidos por entre 3.000 y 25.000 dólares cada uno a las tropas de EEUU tras acusarlos interesadamente de ser combatientes talibán o de Al Qaeda. El Pentágono invirtió millones de dólares en esas ‘compras’.
De ahí los pésimos resultados logrados.
Cientos de ellos fueron liberados sin cargos tras años de confinamiento, más de 500 de ellos durante la era Bush. Obama ‘heredó’ 242 de su predecesor y ‘legó’ 41 prisioneros a Trump tras sus ocho años de mandato. Trump ha transferido en dos años solo a uno, el saudí Ahmed Mohammed Al-Darbi.
Como en buena parte de los casos de prisioneros transferidos a sus países de origen o a terceros países, Al-Darbi, capturado en 2002 en Azerbayán y torturado en una cárcel secreta de la CIA en Afganistán, tuvo que autoinculparse ante el tribunal militar de la base de Guantánamo para poder ser trasladado a una prisión de Arabia Saudí, para ser sometido a un programa de ‘desradicalización’ durante varios años más.
Solo 8 fueron condenados por los tribunales militares, cuyos miembros hicieron caso omiso de las denuncias de las torturas que habían sufrido para que se autoinculparan. Siete de los fiscales militares designados por el Pentágono pidieron su traslado al no poder soportar el nivel de injusticia de esos juicios, realizados sin garantía alguna. Los prisioneros no tienen derecho a conocer los autos acusatorios por ‘problemas de seguridad nacional’.
Human Rights First, otra de las más grandes organizaciones defensoras de los derechos civiles en EEUU aporta por su parte estos otros datos complementarios: 4 detenidos murieron desde 2009 por distintas razones, aparte de los suicidados; los 40 detenidos que aún permanecen en la prisión, la mayoría de ellos yemeníes están allí desde hace más de 10 años; 7 de ellos están actualmente siendo juzgados; 5 de los prisioneros están desde hace tiempo a la espera de ser liberados; 26 son los considerados por el Pentágono ‘especialmente peligrosos’ y a los que no está dispuesto a liberar en ningún caso aunque contra varios de ellos no se  presentaron pruebas incriminatorias.
Según los cálculos de HRF, similares a las cifras oficiales del presupuesto de Defensa, mientras el mantenimiento de un preso en una cárcel federal de máxima seguridad en territorio estadounidense cuesta al Estado 78.000 dólares anuales, un prisionero de la base de Guantánamo cuesta 10 millones, dado que se mantiene el mismo personal militar y civil (1.760 efectivos) y la misma infraestructura para los 40 detenidos actualmente que la que se mantenía cuando había 780.
Solo la rehabilitación del Camp 7, el ultrasecreto bloque donde se mantiene a los 15 prisioneros considerados más peligrosos -algunos están acusados de participar en la planificación de los atentados del 11-S y otros actos terroristas- fue presupuestada en 2014 por John F. Kelly , -comandante bajo la Administración Obama del Comando Sur de Estados Unidos y desde 2017  Secretario de Seguridad Nacional de Trump- en 69 millones de dólares, a 4,6 millones por prisionero.
Paralizado el proyecto por Obama ha sido recuperado por Trump, quien proyecta poder realizarlo  antes de 2022 si se aprueba su nuevo presupuesto general de Defensa para 2019.
Pese a los magros resultados obtenidos con este siniestro laboratorio caribeño, Trump se obstina en mantenerlo abierto para trasladar allí a “los tipos malos que amenazan la seguridad de Estados Unidos”.
El presidente estadounidense emitió el 30 de enero de 2018 una Orden Ejecutiva revocando la decisión de Obama de cerrar la prisión y anunciando que se trasladaría allí a nuevos prisioneros.
En 2008 llegaron los últimos detenidos a Guantánamo, pero el Pentágono le ha presentado un plan a Trump meses atrás para ‘rentabilizar’ tan costoso penal con el ingreso de prisioneros de ‘alto valor’ del Estado Islámico que mantiene actualmente en bases militares en Oriente Medio.
En junio pasado se llevó a cabo una simulación de llegada en avión a Guantánamo de nuevos prisioneros para comprobar que todo el protocolo seguía estando aceitado como hace una década.
El Partido Demócrata no apoyó a Obama para cerrar Guantánamo
Obama prometió en 2009 cerrar el penal y al irse de la Casa Blanca en 2017 este seguía abierto. ¿Por qué no utilizó el mecanismo presidencial de la Orden Ejecutiva para hacerlo sorteando así la oposición republicana? Muchos analistas se han hecho esa pregunta.
Los republicanos no eran su único problema. Obama encontró en realidad una seria oposición en el seno del propio Partido Demócrata. No logró apoyo cuando al inicio de su mandato anunció que se formaría una comisión para investigar y castigar a los responsables de los numerosos casos de torturas contra los prisioneros de guerra, y tampoco cuando planteó su plan para cerrar Guantánamo, proponiendo liberar a los presos contra los que no había cargos y juzgar en tribunales federales estadounidenses a aquellos contra los que sí los hubiera.
Numerosos gobernadores demócratas se opusieron al igual que los republicanos a que se trasladara a los que fueran condenados por esos tribunales a cárceles de máxima seguridad en sus respectivos estados. Aseguraban que una decisión de ese tipo haría que sus estados se convirtieran en objetivo de los terroristas.
En 2015, durante el segundo mandato de Obama, el Partido Republicano controlaba las dos Cámaras. Al aprobar el presupuesto de Defensa para 2016 tanto la Cámara de Representantes como el Senado rechazaron la partida reclamada por el presidente para poder llevar a cabo su plan de cierre de Guantánamo.
Obama no pudo vetar la llamada Ley de Autorización de Defensa Nacional (NDAA) porque se votó por una amplísima mayoría, y ello fue posible porque solo una minoría de demócratas votaron en contra. En la Cámara de Representantes el Partido Republicano tenía 247 escaños de un total de 435, pero consiguió 370 votos a favor y solo 58 en contra; en el Senado eran 54 los republicanos de un total de 102, pero fueron 91 los que votaron a favor de la Ley y solo hubo 3 en contra.
Las cifras son elocuentes. El Partido Demócrata tiene evidentemente un problema interno grave y varias familias con intereses muy distintos.
Todo esto ha contribuido para que Guantánamo siguiera abierto.
Entre los reclamos a Trump para que invierta en mejorar las infraestructuras de la prisión, los mandos militares de la misma piden reacondicionar algunos de sus bloques, sus campos, para albergar a prisioneros ancianos, como el otrora rico empresario paquistaní Saifullah Paracha, de 71 años, u otros con discapacidad física.
A pesar de que importantes cargos del Pentágono rechazan mantener abierto Guantánamo por su costo y su manifiesta ineficacia en la lucha contra el terrorismo, Trump sigue adelante con sus planes. En diciembre de 2017 el Relator Especial contra la Tortura de la ONU, Nils Melzer, criticó duramente en un comunicado que en Guantánamo se siguieran aplicando torturas de distinto tipo y denunció la impunidad con la que actuaban los responsables de estas.
Pero para el presidente la tortura nunca fue un problema. En 2017 impidió que se desclasificara el informe de 6.700 páginas elaborado por una comisión parlamentaria presidida por la demócrata Dianne Feinstein -recientemente elegida presidenta de la Cámara de Representantes- sobre los interrogatorios y torturas de la CIA.
Desde el inicio de su mandato reivindicó el uso del ‘waterboarding’ (submarino). En un acto de su campaña electoral, en junio de 2016, Trump preguntó a sus seguidores: “¿Qué opináis del waterboarding? Y se respondió: “Me gusta mucho, no creo que sea suficientemente duro”.
En 2017 conmovió a muchos la decisión del presidente de nombrar a un hombre clave en la elaboración de los memorandos de la Administración Bush teorizando y justificando la tortura sistemática con los prisioneros, Steven Engel, para presidir el Consejo Legal del Departamento de Justicia.
En 2018 nombraba igualmente a Gina Haspel, responsable de una cárcel secreta de la CIA en Tailandia donde se torturó a varios prisioneros, como directora de la agencia. Trump no ocultó en ningún momento su propósito de recuperar las prácticas más siniestras de la ‘guerra contra el terror’ de la era Bush.
¿Y la comunidad internacional?
Las protestas y críticas de la ONU y la UE durante los años más duros de la ‘guerra contra el terror’ de Bush se fueron espaciando y prácticamente han desaparecido.
Para aquellos prisioneros considerados menos peligrosos por el Pentágono la vida diaria en la prisión ha mejorado y por ello organiza visitas de periodistas para visitar algunos de los campos de detenidos, a los que solo se pueden ver a través de mirillas. Pueden comprobar que tienen una biblioteca, vídeos, juegos, clases de dibujo y manualidades.
Más de 30 de los cuadros pintados por prisioneros y varias esculturas fueron presentados a fines de 2017 en la exposición Oda al mar: arte de la Bahía de Guantánamo en una galería del Upper West Side de Manhattan. Fue un éxito, varios famosos compraron algunas de esas obras y se empezaron a interesar por los ‘artistas’, lo que decidió al Departamento de Estado a prohibir la salida de más pinturas y esculturas de la prisión, alegando que eran “propiedad del Estado”.
El Pentágono sabe que después de diez o más años aislados del mundo, el ‘valor’ de esos presos, lo que puedan saber de cómo funciona Al Qaeda o Daesh es nulo. Se ignora cuál es el trato que reciben los 15 presos del Camp 7, un bloque del que se desconoce todo. Ni siquiera se sabe dónde está localizado.
Y el ‘tour’ para los medios se completa mostrando otras dependencias de la base naval donde la bandera de McDonald ondea junto a la enseña de las barras y estrellas, donde existe un campo de golf, gimnasio, piscina, cine, supermercados, tumbonas en la plaza, bares y distintos lugares de esparcimiento para las tropas y funcionarios civiles estadounidenses y sus familiares.
El Pentágono organiza visitas a la base naval de grupos de payasos para entretener a los hijos de los militares o de grupos de rock y otros espectáculos en vivo para las tropas para hacerlos ‘sentir como en casa’  y que olviden que están ocupando suelo extranjero, que del otro lado del perímetro de la base está la legítima titular de ese territorio, la archienemiga Cuba.
A escasa distancia de las viviendas, bares, polideportivo y ruidosas fiestas de los carceleros hay 40 hombres encarcelados desde hace más de 10 años. Están a merced de los caprichos de un presidente que como sus predecesores actúa con total impunidad, con la seguridad que le da saber que la llamada ‘comunidad internacional’ no hará nada por ellos, que puede seguir contando después de 17 años con su pasiva -cuando no activa- complicidad.

Récord paralizante: El cierre del Gobierno de EE.UU. ya es el más largo de la historia tras 22 días

Publicado: 12 ene 2019 13:05 GMT | Última actualización: 12 ene 2019 13:14 GMT - RT
El mes pasado Trump no firmó el proyecto de la ley de presupuesto, lo que provocó el cierre parcial del Gobierno, que este sábado superó los 21 días del de 1995-1996 bajo mandato de Bill Clinton.
Récord paralizante: El cierre del Gobierno de EE.UU. ya es el más largo de la historia tras 22 días
El Capitolio de Washington, EE.UU., el 7 de enero de 2019.
Jim Young / Reuters
El cierre parcial del Gobierno de EE.UU. es desde este sábado el más largo de la historia del país tras superar los 21 días de otro cierre que tuvo lugar entre 1995 y 1996 bajo el mandato de Bill Clinton.
El pasado 22 de diciembre el presidente de EE.UU., Donald Trump, no firmó un proyecto de la ley de presupuesto, lo que se tradujo en el cierre técnico y parcial del Gobierno, una medida temporal que ha paralizado distintas instituciones oficiales y que impide que sus empleados puedan cobrar sus salarios.
El Senado levantó la sesión sin aprobar las enmiendas que había propuesto la Cámara de Representantes, que añadían al proyecto de ley de presupuesto fondos por un monto de 5.700 millones de dólares, exigidos por el presidente, para financiar su plan de Seguridad Fronteriza y la construcción del muro en la frontera sur del país con México. Los demócratas, que tienen la mayoría en la Cámara de Representantes, se niegan a hacerlo.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, sostiene una foto en la que puede leerse 'Diseño típico de muro estándar', en Washington, el 11 de enero de 2019. / Leah Millis / Reuters

La construcción del muro, un acto de amor

En su primer discurso ante la Nación, transmitido este martes desde el Despacho Oval de la Casa Blanca, el presidente dijo que la única solución pasa por que "los demócratas aprueben los fondos" para el muro fronterizo. Durante su mensaje, el mandatario aseguró que la construcción de la obra representa un acto de amor. Según añadió, las personas construyen muros "no porque odien a los que están afuera, sino porque aman a los que están dentro".

Tras aquel discurso, los dos líderes demócratas respondieron con un mensaje en el que Nancy Pelosi (presidenta de la Cámara de Representantes) recalcó que los demócratas no quieren el muro porque hay otros medios para asegurar la frontera. Por su parte, Chuck Schumer (líder de la minoría demócrata en el Senado) manifestó que su partido está de acuerdo en que es necesario asegurar las fronteras, añadiendo que "el símbolo de EE.UU. debería ser la Estatua de la Libertad, no un muro de 30 pies".

Trump amenaza con la emergencia nacional 

Trump había sugerido en varias ocasiones que podría declarar una emergencia nacional en caso de que no reciba los fondos necesarios para su muro. Esta medida le permitiría destinar parte del presupuesto de Defensa a esa infraestructura, lo que provocaría demandas judiciales.
Si Trump declara la emergencia, podría desplegar más efectivos en la frontera sur, aunque para construir el muro que necesitaría una sólida financiación de miles de millones de dólares. Una ley de emergencia permite al presidente utilizar fondos del presupuesto militar para "proyectos de construcción militar", pero la pregunta de si la construcción de un muro fronterizo puede considerarse como un proyecto de ese tipo sigue en el aire.
Donald Trump, el presidente de EE.UU. "Necesitamos un muro, ya sea de acero o de concreto, llámenlo como quieran, pero lo necesitamos. […] De una forma u otra, lo haremos". Donald Trump, el presidente de EE.UU. Este viernes el mandatario aseveró que, aunque tiene el derecho de declarar la emergencia nacional para construir el muro en la frontera con México, no lo va a hacer de momento."La solución fácil es que llame a una emergencia nacional, pero no lo haré tan rápido", ha asegurado el mandatario insistiendo en que los demócratas en el Congreso "deberían regresar y votar".

Organizaciones cerradas

Nueve de los quince departamentos del Gabinete de EE.UU. se han quedado sin financiación, incluso los de Estado, Agricultura, Transporte, Interior, Justicia y el de Seguridad Nacional, informa AP.
Museos que pertenecen al Instituto Smithsoniano, junto con el parque zoológico nacional, están cerrados en Washington. Asimismo, la agencia espacial NASA también tiene problemas de financiación, mientras que el estancamiento del Servicio de Impuestos Internos de EE.UU. (IRS, por sus siglas en inglés) afecta a las personas que esperan recibir un reembolso de impuestos, pese a que la Administración afirma que el servicio continúa su trabajo durante el cierre parcial del Gobierno. 

Trabajando sin sueldo

Unos 420.000 empleados federales cuyo trabajo se considera esencial para el país continúan trabajando sin sueldo, incluso el Buró Federal de Investigaciones (FBI por sus siglas en inglés), la Administración de Seguridad en el Transporte (TSA por sus siglas en inglés) y otros oficiales de Policía, según AP. Algunos empleados de los departamentos de Seguridad Nacional y de Estado también trabajan sin sueldos.

La cámara de Representantes y el Senado han votado para garantizar que todos los empleados federales reciban un pago retroactivo cuando termine el cierre parcial del Gobierno. El proyecto de ley ahora se dirige al presidente Trump. Según NBC News, unos 10.000 empleados del Servicio de Impuestos Internos de EE.UU. continúan trabajando durante el cierre gubernamental, lo que supone apenas un 12 % de todo su personal. 

Si el cierre del Gobierno continúa...

EE.UU. afrontará graves problemas económicos si el cierre del Gobierno continúa durante "meses o incluso años", predicen expertos consultados por NBC News. El déficit de empleados en los aeropuertos podría causar retrasos y cancelaciones de vuelos, lo que afectaría al turismo y a los negocios. El sector turístico podría sufrir pérdidas debido al cierre del parques y museos nacionales.
Los expertos también predicen que si el cierre parcial del Gobierno continúa, el mercado de valores acabará desplomándose en el futuro
La Administración de Alimentos y Medicamentos ha suspendido las inspecciones de alimentos, lo que incrementa el riesgo de brotes de ciertos virus. Según el informe, en la Agencia de Protección del Medio Ambiente de EE.UU. trabajan solo 700 empleados en vez de un total de 13.000 durante el cierre del Gobierno.

El cierre de la Administración de EEUU deja sin cobrar a cerca de 800.000 funcionarios 

Se trata del segundo cierre más largo de la historia de Estados Unidos, solo superado por el ocurrido durante el mandato de Bill Clinton, en 1995.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante una visita a la frontera con México. / REUTERS - LEAH MILLIS
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, durante una visita a la frontera con México. / REUTERS - LEAH MILLIS
El cierre parcial de la Administración de Estados Unidos ha supuesto una pérdida de 3.600 millones de dólares desde su inicio el 21 de diciembre y, de durar otras dos semanas, sumará 6.000 millones, un coste superior al que la Casa Blanca requiere para construir el muro con México, según la agencia S&P Global Ratings.
Esta entidad crediticia afirma que con 15 días más de cierre de Gobierno la economía estadounidense perderá más que los 5.700 millones de dólares que el presidente del país, Donald Trump, está pidiendo a los demócratas en los nuevos presupuestos para la construcción del muro en la frontera sur con México.
En una nota remitida a sus clientes, la economista jefe de la entidad, Beth Ann Bovino, calcula que el cierre parcial del 25 % de la Administración cuesta al producto interior bruto del país 1.200 millones de dólares por cada semana sin acuerdo entre los dos principales partidos del Congreso.
Aun así, advierte la agencia, este coste podría aumentar conforme más tiempo pase.
De momento, se trata del segundo cierre más largo de la historia de Estados Unidos, solo superado por el ocurrido durante el mandato de Bill Clinton, en 1995.
Sin embargo, de durar una jornada más superará esta marca con 22 días con la Administración paralizada.
"El impacto de este cierre de Gobierno tiene costes económicos directos e indirectos. Los indirectos incluyen vacaciones canceladas a parques nacionales, museos y monumentos, o negocios perdidos con contratistas que hacen trabajos para el Tío Sam. Mientras que un cierre corto podría no suponer cambios en los planes de negocio, uno más largo sí podría forzar a reducir personal", señala la nota.
Además, durante estas tres semanas de cierre, miles de funcionarios han visto congeladas sus nóminas.
Si bien recibirán los atrasos una vez que los republicanos y demócratas lleguen a un acuerdo, no es el caso de los contratistas, quienes difícilmente recibirán su dinero.
"Los trabajadores que viven con cada nómina tendrán problemas para llegar a fin de mes si esto sigue así", explica Bovino, que advierte del problema para ahorrar, pagar tarjetas de crédito, hipotecas o alquiler.
Trump se niega a aceptar cualquier propuesta para abrir el Gobierno que no incluya financiación para la construcción del muro en la frontera sur, algo que los demócratas rechazan de plano a la hora de aprobar los presupuestos anuales.
El Gobierno de Trump afronta el cierre del 25 % de la Administración, situación que afecta a unos 800.000 empleados que han dejado de percibir su salario, y ha trastocado el funcionamiento de distintos espacios turísticos o las actividades de agencias a las que no se les han asignado nuevos recursos.



Trump pretende superar el parate de la administración a como dé lugar.
Trump pretende superar el parate de la administración a como dé lugar. 
Donald Trump aprovechó su cuenta de Twitter para referirse al cierre parcial del gobierno, que ya llegó a  22 días, una cifra record. El presidente norteamericano aseguró que evalúa declarar la emergencia nacional para así poder sortear al Congreso y aprobar él mismo los fondos necesarios para la construcción del muro en la frontera con México.
"Hay que entender que gané las elecciones y prometí seguridad para el pueblo estadounidense. Parte de esa promesa era un muro en la frontera sur. ¡Las elecciones tienen consecuencias!", escribió el mandatario en la red social. Trump insistió en que hay una “crisis humanitaria masiva” en la frontera sur y que está “listo para firmar” la orden para edificar el controversial muro.
"Los demócratas podrían resolver el cierre parcial en 15 minutos", lanzó Trump en Twitter, al tiempo que instó a sus seguidores a que llamen a los representantes y senadores demócratas. Hace tres días, las negociaciones con la oposición para poner fin al cierre se estancaron y desde entonces no se vislumbra que pueda haber un acuerdo. "Estaremos así hasta que los demócratas vuelvan de sus 'vacaciones' para trabajar. ¡Estoy en la Casa Blanca listo para firmar!", advirtió el mandatario.
En el medio, hay una disputa por 5700 millones de dólares que el magnate republicano solicitó al Congreso para poder erigir el muro, su más polémica promesa de campaña en 2016. Trump aprovechó para tirar cifras por la red social. Aseguró que “el 23 por ciento de los presos federales son inmigrantes ilegales” y que “los arrestos fronterizos han sido de 240 por ciento”.
También tuiteó que “en el gran estado de Texas, entre 2011 y 2018, hubo un total de 292 mil crímenes por extranjeros ilegales, 539 asesinatos, 32 mil asaltos, 3426 asaltos sexuales y 3 mil cargas de armas”, como forma de instaurar el miedo y así darle fundamento al muro. Trump visitó en la semana la frontera, tras el cese de las negociaciones, y mantuvo la postura que hoy volvió a expresar.
En otro orden, Tump se volvió a desligar de la trama rusa y la investigación que busca dilucidar si el Kremlin intervino en las elecciones presidenciales de 2016. “He sido mucho más duro con Rusia que Obama, Bush o Clinton. Tal vez más duro que cualquier otro presidente. Al mismo tiempo, y como he dicho a menudo, llevarse bien con Rusia es algo bueno, no una mala cosa”, apuntó en Twitter para desligarse de cualquier vínculo con Moscú. Reivindicó haber echado al jefe del FBI, James Comey y definió esa decisión como “un gran día para América”. También calificó a Comey como “un corrupto” que “es protegido por su amigo Robert Mueller”, el fiscal especial encargado de investigar la posible injerencia rusa.
De este modo, Trump se quiso despegar de la noticia difundida por el New York Times, según el cual el FBI abrió una investigación para saber si el presidente trabajó en contra de los intereses norteamericanos al echar de su cargo a  Comey en mayo de 2017. El hasta entonces jefe del FBI, nombrado en 2013 por Barack Obama, había estado en el centro de la polémica por la investigación sobre los correos electrónicos de Hillary Clinton, quien utilizó un servidor privado mientras fue secretaria de Estado. El FBI desistió de presentar cargos contra ella. 
“James Comey fue despedido porque es politiquero partidista, y su segundo Andrew McCabe, que estaba a cargo en ese momento, es un conocido mentiroso despedido por el FBI. A diferencia del presidente Obama, que dejó que Rusia y otros adversarios extranjeros empujaran a Estados Unidos, el presidente Trump ha sido realmente duro con Rusia”, dijo por su parte la vocera de la Casa Blanca, Sarah Sanders. "Todos querían que echara a Comey, tanto republicanos como demócratas", cerró Trump.

Tras la salida de James Mattis, renuncia el jefe de Gabinete del Pentágono

A dos semanas de queMattis renunciara a su cargo como secretario de Defensa estadounidense en rechazo por la retirada de tropas estadounidenses de Siria, el jefe de gabinete del Pentágono, Kevin Sweeney, también presentó su renuncia.

Tras la salida de James Mattis, renuncia el jefe de Gabinete del Pentágono
Tras la salida de James Mattis, renuncia el jefe de Gabinete del Pentágono

EE.UU. 07 de enero de 2019, 11:08hs - LR21
El jefe de Gabinete del Pentágono, Kevin Sweeney, presentó este sábado su renuncia.
La decisión llegó dos semanas después de que el exsecretario de Defensa, Jim Mattis, presentara su renuncia por no compartir las decisiones políticas de la Donald Trump en los temas que lo involucran
Tras dos años en el puesto, Sweeney dijo que “es el momento de volver al sector privado”, así lo expresó en un comunicado difundido en la web del Departamento de Defensa.
A diferencia de Mattis Sweeney no dio detalles de su salida y simplemente dijo que “ha sido un honor servir junto a los hombres y mujeres del Departamento de Defensa”.

Estados Unidos retirará todas sus tropas de Siria

"Hemos derrotado al EI en Siria, la única razón de nuestra presencia allí", dijo Trump.
Mattis por su parte renunció un día después de que Trump anunciara el repliegue de las tropas norteamericanas en Siria.
“Porque usted tiene el derecho a tener un secretario de Defensa con ideas que estén más alineadas con las suyas en estos y otros temas, creo que lo correcto para mí es abandonar mi cargo”, le escribió Mattis al presidente Donald Trump.
El ahora ex jefe del Pentágono había manifestado que su salida se haría efectiva el próximo 28 de febrero, pero finalmente Trump la adelantó al pasado 1 de enero.
El magnate republicano dijo a la prensa que “esencialmente” lo había “despedido” y criticó su gestión al frente del Pentágono.

Expresidentes de EE.UU. niegan haber conversado con Trump sobre el muro

8 enero 2019 | CUBADEBATE

El presidente estadounidense, Donald Trump, en Washington, EE.UU., el 3 de enero de 2019. Foto: Carlos Barria / Reuters.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, citó un presunto apoyo de sus predecesores al muro que desea construir en la frontera con México, pero al menos tres exmandatarios rechazaron hasta hoy la veracidad de tal afirmación.
Durante una conferencia de prensa ofrecida el viernes en la Casa Blanca, el mandatario republicano sugirió que algunos de los jefes de Estado anteriores estuvieron de acuerdo con su deseo de levantar esa barrera fronteriza.
Esto debería haber sido hecho por todos los presidentes que me precedieron, y todos ellos lo saben. Algunos de ellos me han dicho que deberían haberlo hecho, manifestó Trump.
Pero los expresidentes demócratas Jimmy Carter (1977-1981) y Bill Clinton (1993-2001), y el republicano George W. Bush (2001-2009), han negado haber sostenido una conversación de ese tipo con el actual gobernante.
No he discutido el muro fronterizo con el presidente Trump y no lo apoyo en este asunto, señaló ayer Carter en un mensaje difundido por el centro que lleva su nombre.
Anteriormente, portavoces de los otros dos expresidentes dijeron en declaraciones a varios medios de prensa que ellos no abordaron la posibilidad de un muro fronterizo con Trump.
‘No lo hizo’, respondió Angel Ureña, vocero de Clinton, cuando el portal digital Politico le preguntó si el exmandatario le había dicho a Trump que debería haber construido un muro fronterizo durante su etapa en la Casa Blanca, y añadió que no se han comunicado desde la toma de posesión del republicano.
Por su parte, Freddy Ford, portavoz de Bush, manifestó a la televisora CNN que ese exgobernante y Trump ‘no han discutido esto’.
El único expresidente vivo del país que no se ha pronunciado públicamente al respecto es su antecesor directo en el cargo, el demócrata Barack Obama (2009-2017).
Sin embargo, es extremadamente improbable que Obama elogie en privado los intentos de Trump de financiar la barrera, dado que se ha opuesto fervientemente a la idea de un muro fronterizo en comentarios públicos desde que Trump comenzó a promover la idea en la campaña electoral, señaló CNN.
The New York Times llamó la atención acerca de que esta no es la primera vez que el jefe de Estado se jacta de conversaciones que nunca sucedieron, y recordó que, en 2017, se refirió a un supuesto diálogo telefónico con el jefe de los Boy Scouts para elogiar un discurso ofrecido por el mandatario ante la organización.
En ese mismo año afirmó que el entonces presidente de México, Enrique Peña Nieto, lo llamó para decirle que los esfuerzos de Trump en la frontera impedían que los centroamericanos cruzaran hacia México porque sabían que ya no podían ingresar a Estados Unidos.
Después de que tanto el líder de los Boy Scouts como Peña Nieto, de México, negaron haberle realizado tales llamadas al gobernante estadounidense, la Casa Blanca reconoció que nunca sucedieron, rememoró el periódico.

Trump dará un discurso a EE.UU. sobre situación fronteriza

Precisamente Donald Trump hablará este martes al país acerca de lo que él llama crisis humanitaria y de seguridad nacional en la frontera con México.

Tras el anuncio del discurso, realizado la víspera en su cuenta personal de la red social Twitter, reportes de prensa apuntaron que Trump argumentará que para solucionar la situación se requiere de un muro en la línea divisoria.
La intervención comenzará a las 21:00 horas precisó el mandatario en la plataforma de microblogging.
En ese mismo espacio, la secretaria de prensa de la presidencia, Sarah Sanders, comunicó antes que Trump viajará a la frontera sur pasado mañana.
Manifestó que el jefe de Estado se reunirá en el área limítrofe con ‘quienes se encuentran en la primera línea de la crisis de seguridad nacional y humanitaria’.
De acuerdo con informaciones periodísticas, las palabras del mandatario republicano serán trasmitidas en vivo por las cadenas televisivas ABC, CBS, CNN, Fox, MSNBC y NBC.
Por su parte, los demócratas Chuck Schumer y Nancy Pelosi, líder de la minoría del partido azul en el Senado y presidenta de la Cámara de Representantes, respectivamente, exhortaron a esos medios que concedan a los contendientes políticos del gobernante una oportunidad para responder.
Ahora que las televisoras decidieron transmitir el discurso del presidente, que, si sus declaraciones del pasado sirven como indicio, estará lleno de malas intenciones y desinformación, a los demócratas se les debe dar el mismo tiempo de transmisión, apuntaron ayer en un comunicado conjunto.
Trump afirmó además que el vicepresidente norteamericano, Mike Pence, y un grupo de funcionarios tuvieron este domingo una reunión productiva con los enviados de Schumer y Pelosi.
Ambas partes celebraron encuentros el fin de semana para encontrar una solución al cierre parcial del gobierno, en vigor desde el final de la medianoche del 21 de diciembre pasado cuando se agotaron los fondos.
La negativa de los demócratas a avalar los cinco mil millones de dólares solicitados por Trump para el polémico muro y la oposición del presidente a firmar cualquier norma carente de ese monto impidieron la aprobación de leyes de gastos que hubieran evitado el actual problema.
Tres días atrás, el jefe interino de personal de la Casa Blanca, Mick Mulvaney, expresó en una entrevista concedida a NBC News que Trump se conformaría con una cerca de acero.
De acuerdo con Mulvaney, el mandatario transmitió esa idea en recientes reuniones privadas con los líderes demócratas y republicanos del Capitolio.
Tal propuesta, comentó, es una muestra de la voluntad de Trump de resolver el cierre parcial del gobierno, el tercero de su administración tras los de enero y febrero de 2018.
(Con información de Prensa Latina)

Ver para creer: Sale a la luz un video en que Trump aconsejaba no detenerse ante los muros

Publicado: 10 ene 2019 14:53 GMT | Última actualización: 10 ene 2019 18:20 GMT - RT
En 2004, el actual presidente de EE.UU. disertó frente a graduados de un colegio de Nueva York y los instó a no frenarse ante las barreras que se les presentaran.
Ver para creer: Sale a la luz un video en que Trump aconsejaba no detenerse ante los muros
Kevin Lamarque / Reuters
La opinión puede cambiar con los años, pero a veces llama demasiado la atención. En 2004, Donald Trump disertó ante graduados del Wagner College de Staten Island, en Nueva York (EE.UU.), y les recomendó superar cualquier muro que se les pusiera delante.
Aunque haya sido una expresión metafórica, está muy alejada de las ideas que el presidente de EE.UU. profesa en la actualidad, con su obsesión por construir una pared o colocar listones de acero en la frontera con México para detener la inmigración ilegal.
Aquel discurso fue recuperado por varios usuarios de las redes sociales y muestra el momento contradictorio en el que el futuro mandatario, tras haber recibido un grado honorífico, expresa: "No se rindan. No permitan que eso pase. Si hay un muro de concreto frente a ustedes, atraviésenlo, pasen por encima de él, rodéenlo, pero vayan al otro lado de la pared".
El consejo contrasta con la postura actual del jefe de la Casa Blanca, quien definió la construcción como una opción "medieval" que "funciona". "El muro es una necesidad. Todas las otras cosas, los sensores y los drones, son una maravilla, [pero] funcionan si tienes un muro. Si no lo tienes, no importan. Un dron no va a impedir a un millar de personas que atraviesen la frontera", insistió.
Muchos años más tarde, ya en sentido literario Trump cambió su opinión sobre los muros y su obsesión por el asunto de la valla fronteriza derivó en una batalla con el poder legislativo que llevó al cierre del gobierno. Incluso el presidente calificó como "pérdida de tiempo" la reunión que mantuvo este miércoles con los líderes demócratas del Congreso para intentar destrabar la autorización de fondos para la obra. De ahí que no descartara declarar la emergencia nacional.
En tanto, según The Huffington Post, al menos 33 profesores del Wagner College y más de 700 exalumnos pidieron a la institución que le retire a Trump el reconocimiento que le otorgó en 2004 el día en que Trump pidió saltar todo tipo de barrera y muro.

El hijo mayor de Trump compara los muros antiinmigración con las vallas de un zoológico

Donald Trump Jr. retira una publicación de Instagram tras las críticas recibidas y ser calificado de racista.
Fotografía de archivo del presidente de EEUU, Donald Trump, y su hijo, Donald Trump Jr.- AFP
Fotografía de archivo del presidente de EEUU, Donald Trump, y su hijo, Donald Trump Jr.- AFP
Las políticas y el ideario antiinmigración parece estar bien presente en la familia Trump. Donald Trump Jr., el hijo mayor del presidente de Estados Unidos, ha sido calificado de racista por una publicación realizada en Instagram. "¿Sabes por qué disfrutas de un día en el zoológico? Porque los muros funcionan", señaló el hijo del magnate en un mensaje que fue posteriormente retirado. 
La publicación, sin embargo, fue reproducida por distintos usuarios en las redes sociales, quienes consideraron que Trump Jr. comparaba a los migrantes con animales y tildaron de "racista" el mensaje.  Entre otros, el actor, escritor y director Larry Charles criticó la "arrogancia" de Trump hijo. En tanto, Emily Jane Fox, de Vanity Fair, acompañó una imagen de la publicación con la frase: "Los inmigrantes como animales enjaulados".
Un portavoz de Trump Jr. declaró a la publicación The Hill que la intención del mensaje era "estrictamente ilustrar sobre el peligro y la violencia que vienen con las fronteras no seguras". En ese contexto, consideró que insinuar lo contrario es un intento de "crear una falsa controversia".
El Gobierno de EEUU afronta desde el pasado 22 de diciembre un cierre parcial administrativo, el más largo en el país desde 1976, en medio de la disputa entre republicanos y demócratas por la financiación del muro en la frontera con México.
Mientras Trump exige la inclusión de una partida de 5.700 millones de dólares para el muro en el proyecto de presupuesto que se discute en el Congreso, los demócratas, que ostentan la mayoría en la Cámara Baja, se niegan a destinar esos fondos.
Trump ha advertido que Estados Unidos sufre una "crisis" en la frontera con México, país con el que tiene unos 3.110 kilómetros de frontera común, de los cuales el 34% (unos 1.052 kilómetros), ya cuentan con algún tipo de muro o cerca para evitar que los migrantes crucen.

Detener un coche "raro" o con pasajeros "sucios": La autoridad de la Patrulla Fronteriza de EE.UU.

Publicado: 9 ene 2019 20:51 GMT | Última actualización: 10 ene 2019 00:12 GMT - RT
Más de 1.000 páginas publicadas bajo la Ley de Libertad de Información revelan el gran alcance de la autoridad de los agentes fronterizos estadounidenses.
Tras una batalla legal de cuatro años, la Unión Estadounidense por las Libertades Civiles ha obligado a la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de su país a publicar más de 1.000 páginas de documentos de capacitación para sus agentes que ponen de relieve el gran alcance de la autoridad que posee la Patrulla Fronteriza de EE.UU.
Entre esos textos, difundidos en virtud de la Ley de Libertad de Información de Estados Unidos, destaca el Manual de Cumplimiento de la Ley, que data de 2012 y sirve para asesorar al personal fronterizo sobre su autoridad legal.

Motivos de sospecha

Esos materiales, compartidos de forma exclusiva con The Intercept, detallan una amplia lista de posibles justificaciones para que un agente detenga un vehículo dentro de las 100 millas (160 kilómetros) de la frontera de EE.UU.  
Varios de sus 21 aspectos indican que el patrullero puede evaluar si el vehículo o su carga le resultan "inusuales de alguna manera" o si los pasajeros "parecen sucios", así como si "evitan mirar" al oficial o "prestan una atención indebida a la presencia del agente".
Además, esos oficiales también están autorizados a estimar si el conductor redujo la velocidad después de verles y hasta si el coche sospechoso "se encuentra cerca de la frontera", entre otras situaciones.

Más allá de la frontera

De esos documentos se desprende que la frontera de EE.UU. puede extenderse más allá incluso de esas 100 millas —en las que se encuentran nueve de las 10 ciudades más grandes de ese país y dos tercios de su población—, hasta cualquier urbe con un aeropuerto internacional en donde los patrulleros estimen que se ha producido un cruce fronterizo reciente.
Estos agentes tienen aún más poder en las 25 millas (40 kilómetros) más allá de la frontera de EE.UU., donde pueden patrullar tierras privadas e interrogar a cualquier persona que encuentren.
El presidente Donald Trump en un discurso a la Nación, en Washington, el 8 de enero de 2019.
Por otro lado, los agentes pueden verificar identidades de personas en autobuses o trenes que se encuentren dentro de la zona fronteriza si la Patrulla obtiene el permiso correspondiente de la empresa que ofrece esos servicios, como ya ha hecho la compañía Greyhound. De hecho, el manual apunta que los oficiales no están obligados a informar a los viajeros de que tienen derecho a negarse a mostrar una identificación.
Finalmente, estos documentos también revelan que la Patrulla Fronteriza de EE.UU. estima que puede exigir asistencia de cualquier civil y, si se niega, acusarlo de un delito menor o multarlo con hasta 1.000 dólares.    
Por su parte, el coordinador del programa fronterizo del Comité de Amigos Americanos en San Diego, Benjamín Prado, compartió con RT su preocupación por las acciones violentas de los agentes fronterizos que, según afirma, torturan e incluso matan a los ciudadanos que están bajo su custodia.

El dólar no aguanta la presión y sufre una drástica caída

Billete de dólar estadounidense
© REUTERS / Thomas White/Illustration/File Photo
15:40 20.11.2018 -  SPUTNIK NEWS
El dólar cae respecto a casi todas las principales monedas del mundo. Los inversores respondieron de inmediato, pero los analistas están seguros de que el verdadero colapso de la moneda estadounidense aún está por llegar, señala Natalia Dembínskaya, columnista de Sputnik.
La semana pasada, el dólar se vio afectado por las declaraciones del secretario del Tesoro de Estados Unidos, Stephen Mnuchin, que apoyaban el debilitamiento de la moneda de EEUU. Otro golpe inesperado fue asestado por el diario de negocios estadounidense The Wall Street Journal, que se unió a los ataques de Trump contra la Reserva Federal y la llamó a "calmarse" y dejar de subir las tasas.
Pero, por supuesto, el problema no está solo en esta publicación.
"Después de que los economistas comenzaran a hablar de que se agotaba el efecto de los incentivos fiscales y comenzaba a desacelerarse la economía de Estados Unidos, las declaraciones de funcionarios y expertos comenzaron a inclinar la balanza a favor de la reducción de la tasa de interés del Sistema de la Reserva Federal (Fed). Finalmente, la balanza se inclinó bruscamente, lo que llevó a un debilitamiento de la moneda estadounidense", explicó Andréi Vérnikov, director general adjunto de análisis de inversiones de Zerich Capital Management.
Además: El dólar se debilita ante todas las monedas tras elecciones legislativas en EEUU
Este año, el regulador estadounidense elevó la tasa tres veces. El endurecimiento de la política monetaria de la Reserva Federal condujo a un aumento en el rendimiento de los bonos del Gobierno estadounidense a largo plazo, un aumento en las tasas hipotecarias y, como resultado, una disminución en el volumen de compras de bienes raíces.
El presidente estadounidense no está de acuerdo con la política actual del regulador financiero. En octubre, Trump calificó a la Reserva Federal como la principal amenaza para la economía. También se quejó de que la Fed, que actúa como Banco Central, sea una estructura independiente, y la Casa Blanca no tenga palancas de presión sobre ella. Cuando la Fed aumenta las tasas de interés o implementa otras medidas para restringir la política monetaria, hay menos 'dinero barato' en el sistema financiero.
Cuanto más altas son las tasas de interés, mayor es el costo de los préstamos para el negocio. Esto significa que los empresarios no aumentan los salarios, invierten menos y los accionistas obtienen menos ganancias. Como resultado, las acciones de las empresas pierden su atractivo.
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Al aumentar las tasas de interés, la Reserva Federal contribuye a un aumento en el rendimiento de los bonos del Tesoro, en particular los de diez años, a los que están vinculados los tipos de interés de los préstamos bancarios y las hipotecas. En consecuencia, el poder adquisitivo de la población disminuye. El alto rendimiento permite atraer más dinero de los mercados emergentes a la economía. Pero hay un reverso de la medalla. Bank of America Merrill Lynch ya ha advertido: las subidas de los tipos de interés de la Reserva Federal tendrán un impacto significativo en el crecimiento. Todo este año, los inversores están vendiendo los valores de mercados emergentes a causa del alza de la tasa de la Fed, que busca fortalecer el dólar.
Recientemente, el vicepresidente de la Fed, Richard Clarida, comentó al canal CNBC que hay "algunas evidencias" de que el crecimiento de la economía global se está ralentizando.
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Rusia se deshace de 100.000 millones de dólares de sus reservas en favor del yen, el euro y el yuan

Publicado: 10 ene 2019 14:09 GMT | Última actualización: 10 ene 2019 19:35 GMT - RT
El Banco Central ruso comenzó a reducir masivamente sus reservas en la moneda estadounidense tras las sanciones y el incremento de las presiones por parte de Washington.
El Banco Central de Rusia ha reducido sustancialmente el volumen de sus reservas internacionales en divisa estadounidense, transfiriendo cerca de 100.000 millones de dólares hacia el yuan chino, el euro y el yen japonés, según consta en el último reporte oficial de la entidad.
Las cifras corresponden al segundo cuatrimestre del 2018, que, según las reglas del banco, se publican con seis meses de posteridad. Así, entre marzo y junio del año pasado, el porcentaje del dólar en las reservas internacionales del país cayó desde un 43,7 % hasta apenas el 21,9 %.
Con esta redistribución de fondos, la autoridad financiera rusa incrementó la proporción de sus reservas internacionales en euros hasta un 32 %, mientras que el yuan pasó a formar el 14,7 %. El mismo porcentaje fue destinado a otras divisas, incluyendo a la libra esterlina (6,3 %), el yen japonés (4,5 %), así como el dólar canadiense (2,3 %) y el dólar australiano (1 %).
Mientras tanto, el total de los activos del Banco Central ruso en divisas extranjeras y oro se incrementó en 40.400 millones de dólares entre julio de 2017 y junio de 2018, alcanzando un total de 458.100 millones de dólares.
Rusia comenzó una reducción sin precedentes de sus bonos del Tesoro de Estados Unidos en abril y mayo del año anterior en medio del aumento de tensiones entre la Casa Blanca y el Kremlin. La venta masiva de bonos estadounidenses por 81 mil millones de dólares en esos meses coincidió con las sanciones impuestas por Washington contra empresarios, compañías y funcionarios públicos rusos.
Moscú ha declarado abiertamente que las medidas punitivas y las presiones de EE.UU. obligan a Rusia a buscar divisas de reserva alternativas a la moneda estadounidense para garantizar de este modo la seguridad económica del país. Este tipo de medidas fue adoptado también por otros países como China e Irán con el propósito de desafiar la hegemonía del dólar en el comercio global.

"México debería repatriar cuanto antes el oro que tiene en Inglaterra"

La fachada del Banco de México
CC BY-SA 3.0 / Octavio Alonso Maya
22:45 04.12.2018 - SPUTNIK NEWS
Fernando Salgueiro
Venezuela solicitó al Banco de Inglaterra retornar sus reservas de oro y la entidad se negó. Londres posee también el 99% del oro mexicano, un porcentaje superior al de Venezuela. ¿Podría el Reino Unido decir no también a México? ¿Por qué el país tiene todo su oro en Londres? ¿Es posible que solicite que se lo devuelvan?
"No creo que lo solicite nunca, aunque sí debería", asegura a Sputnik Guillermo Barba, economista licenciado por la Universidad Nacional Autónoma de México, experto en divisas y en mercados de oro y plata y columnista de Forbes México.
Tener reservas de oro es una forma de diversificar el riesgo y, sobre todo, de protegerse. Pero, como explica Barba, el problema con el oro reside en que "solamente constituye una protección como tal cuando se posee físicamente", y no cuando está al otro lado del Atlántico. La virtud del oro no es la misma cuando solamente se tiene "un papel que dice que yo soy dueño de un oro en Inglaterra" que cuando se tiene en el país. Venezuela solo tenía ese papel y no ha sido suficiente. El oro solo es útil si se tiene en casa, insiste Barba.

Como en casa, en ningún sitio

"Tener el oro en manos extranjeras expone a México (…), que es lo que exactamente le pasó a Caracas. Venezuela no va a ir a declararle la guerra al Reino Unido por el oro, evidentemente. Pero demuestra el riesgo de tener el oro en manos ajenas", recuerda.
El Gobierno de Hugo Chávez repatrió parte de ese oro en 2011 para poderse financiar a través de él, pero no fue suficiente, añade el economista.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, con lingotes de oro
© REUTERS / Marco Bello
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, con lingotes de oro
"Evidentemente Venezuela quiere oro físico para venderlo en el mercado internacional y poder financiar las importaciones a ese país, ya que tiene que importar todo, para lo cual se vale del petróleo que exporta. Pero el petróleo no basta, necesita oro para cubrir los costes", subraya.
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Cuando las barbas de tu vecino veas cortar…

El Banco de Inglaterra se negó a devolver a Caracas 14 toneladas de oro —unos 550 millones de dólares— exigiendo al país latinoamericano que especificase cómo iba a emplearlo. Barba confía en que, si llega el momento en el que México deba repatriar el suyo, Londres no se oponga.
"No debería oponerse. Yo pienso que si México lo solicitara y lo repatriara, el Banco de Inglaterra no pondría peros. Otros países ya han importado su oro del Reino Unido, como Alemania o Hungría. Hay muchos países que ya han sacado su oro sin problemas", recuerda.
De ahí que el economista suponga que el portazo británico a Venezuela se deba a "la endeble situación en la que se encuentra el país" y "a que Caracas tenga acreedores en el Reino Unido que se oponen a que se regrese ese oro hasta que no les devuelvan su dinero". No descarta que estas entidades hayan presionado al Banco de Inglaterra para que no ceda. Sin embargo, recuerda que el oro al fin y al cabo es venezolano y que el banco no tiene ningún derecho a quedárselo. "Que exija garantías a Venezuela es incluso irregular", sostiene. Esto te puede interesar: Maduro pide a Erdogan asociarse con Venezuela en la explotación de oro
Barba apremia a México a que repatríe su oro ahora que el país goza de buena salud. "Debería repatriarlo cuanto antes", dice.

…pon la tuyas a remojar

Si bien el Banco de Inglaterra posee prácticamente todo el oro mexicano —unas 120 toneladas—, se trata de una cifra muy inferior a la cantidad de oro total que posee Venezuela.
"A diferencia de Venezuela, el oro de México representa menos del 3% del total de sus reservas internacionales. Es muy poco. Las reserva del Banco de México andan alrededor de los 180.000 millones de dólares y las reservas de oro son menos del 3% del total", advierte.
Ese es el motivo por el que Barba sugirió al Banco de México comprar más oro. "Les dije que por lo menos al 10% del total de las reservas internacionales de divisas y que se repatriase, al menos, la mitad", revela. Con esa distribución, el 5% de las reservas totales "deberían estar en territorio mexicano como una medida de precaución". En 2011 y 2012 el Banco de México compró primero 100 y luego 20 toneladas de oro, una buena noticia, señala Barba. Pero irrelevante si el metal precioso no reside dentro del país. Barba solicitó información al Banco de México, que se negó inicialmente a revelar esa información. Finalmente cedió y reveló que ese oro residía en Londres.
Isabel II del Reino Unido visita la reservas de oro del Banco de Inglaterra en 2012
© AP Photo / Eddie Mulholland
Isabel II del Reino Unido visita la reservas de oro del Banco de Inglaterra en 2012
"La explicación que me dieron desde el Banco de México fue que mantienen el oro en Londres porque confían en el Banco de Inglaterra y porque, en caso de requerir venderlo, la transacción sería muy fácil, barata y rápida de ejecutar", revela.
A pesar de las ventajas de poseerlo físicamente en el país, la probabilidad de que México repatríe su oro son muy pocas, aunque advierte de que "es un poco más probable que suceda con Andrés Manuel López Obrador en el Gobierno". Y es que la Administración de las Reservas internacionales mexicana depende de una comisión de cambios que preside el Gobierno de la República.
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Noticias Internacionales Independientes (EE.UU.)

Reza como un santo por los muertos y lucha como un demonio por los vivos

07 de diciembre de 2018

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Amy Goodman y Denis Moynihan
En un ventoso cementerio ubicado al norte de Mount Olive, Illinois, perteneciente al Sindicato de Trabajadores Mineros de Estados Unidos, se erige un gran monumento que marca el lugar de sepultura de Mary Harris Jones. Mother Jones, como se la conocía popularmente, fue una legendaria activista por los derechos laborales de finales del siglo XIX y principios del siglo XX. La activista dedicó su vida a la causa de los trabajadores, desde las minas de carbón a las fábricas textiles, y luchó contra las condiciones laborales abusivas, el trabajo infantil y la pobreza. En una ocasión, mientras protestaba con un grupo de trabajadores sindicalizados de la minería de carbón en Virginia Occidental, Mother Jones declaró: “Reza como un santo por los muertos y lucha como un demonio por los vivos”. Tras el Día de Duelo Nacional declarado en honor del recientemente fallecido expresidente estadounidense George H. W. Bush y una vez concluidos sus funerales, bien vale recordar las palabras de Mother Jones.
La familia de Bush, sus amigos, los cinco presidentes de Estados Unidos vivos —su hijo, George W. Bush; Jimmy Carter; Bill Clinton; Barack Obama; y el actual presidente, Donald Trump— se congregaron en la Catedral Nacional para rendirle honores.
Las semblanzas de los medios hicieron referencia a la oportunidad en la que Bush logró escapar de un avión bombardero en llamas durante la 2da. Guerra Mundial, al lanzarse en paracaídas hacia el Océano Pacífico. En un claro contraste con el presidente Donald Trump, Bush fue recordado como un republicano de la vieja escuela, señorial y cortés, capaz de cruzar barreras partidarias. Bush renunció a su calidad de miembro de la Asociación Nacional del Rifle cuando la agrupación se enfrentó a los agentes federales y fue elogiado por apoyar y promulgar la llamada Ley sobre Estadounidenses con Discapacidades.
Pero a un lado quedó el papel que tuvo Bush en las violentas intervenciones militares de Estados Unidos a lo largo de su mandato, como la invasión a Panamá en 1989, ordenada por Bush, que tuvo como resultado la muerte de 3000 civiles, y la invasión de 1991 a Irak, también bajo sus órdenes, en la que murieron miles de iraquíes. Precisamente esta semana, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos exhortó a Estados Unidos a indemnizar a las víctimas de la invasión a Panamá. Como director de la CIA en 1976, Bush apoyó las dictaduras de derecha más violentas de América Latina, como la dictadura militar argentina y la llevada adelante por el dictador Augusto Pinochet en Chile.
George H.W. Bush también indultó a seis de los principales involucrados en el escándalo Irán-Contra, que implicó la venta secreta de armas a Irán y el desvío ilegal de las ganancias a la Contra que luchaba contra el gobierno sandinista en Nicaragua. Miles de civiles fueron asesinados como resultado. Lawrence Walsh, el fiscal independiente del caso, afirmó luego de que Bush indultara a los conspiradores: “El encubrimiento del escándalo Irán-Contra…ha sido completado”. El uso del indulto presidencial para encubrir un escándalo político constituyó una operación de obstrucción de la justicia en ese entonces, tal como sucederá ahora si Trump decide invocar el indulto para proteger a las personas que se encuentran en la mira de la investigación del fiscal Robert Mueller sobre la injerencia rusa en las elecciones presidenciales de 2016, entre ellas, él mismo.
Sí, Mother Jones nos haría rezar por George H.W. Bush, que murió a los 94 años de edad, pero también por sus víctimas, muchas de las cuales, entre ellas niños, fueron sepultadas sin fastuosas ceremonias o, incluso, simplemente desaparecieron.
También nos exhortaría a que luchemos como demonios por los vivos. Uno de los contemporáneos de George H.W Bush es Noam Chomsky, quien ha cumplido 90 años esta semana. Chomsky, el fundador de la lingüística moderna, también es un reconocido activista y autor disidente. Desde su oposición a la guerra de Estados Unidos en Vietnam y las invasiones a Irak tanto de Bush padre como de Bush hijo, a sus críticas férreas contra el gobierno de Trump, Chomsky ha informado e inspirado a gente de todo el mundo durante más de 60 años, y ha escrito más de 100 libros sobre política.
Entre los asuntos candentes de los que se ocupa hoy en día se encuentra el cambio climático. Chomsky afirmó recientemente en “Democracy Now!”:“El mundo quizás tenga por delante tan solo una década o dos para dejar de depender de los combustibles fósiles si queremos tener una chance de controlar el calentamiento global y mantenerlo por debajo de los niveles que implicarían una catástrofe absoluta. Es tiempo de tomar las decisiones que determinarán, literalmente, si la vida humana organizada podrá sobrevivir de manera decente”.
En este momento se están llevando a cabo en Polonia negociaciones para limitar el cambio climático, en el marco de la cumbre anual de las Naciones Unidas denominada “COP 24”.
Irónicamente, la cumbre fue organizada en la ciudad de Katowice, en el corazón de la región carbonífera de Polonia. La cumbre espera establecer las normas que garanticen la puesta en marcha del Acuerdo de París sobre el Cambio Climático firmado en 2015, un acuerdo del que Trump se retiró el año pasado. Estados Unidos no quedará fuera del acuerdo formalmente hasta 2020, por lo que Trump envió una delegación que tiene previsto promover el carbón y otros combustibles fósiles. El intento de Trump de entorpecer el consenso a nivel mundial en materia de acción climática se refleja en sus políticas a nivel nacional. El administrador interino de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos, Andrew Wheeler, un ex lobista de la industria del carbón, se está encargando de revertir una tras otra las regulaciones para combatir el cambio climático, casi a la misma velocidad en la que los incendios forestales, los huracanes y las inundaciones azotan el país.
Mientras George H.W. Bush descansa en paz y Noam Chomsky trabaja sin descanso, seguimos aumentando la temperatura del planeta a una velocidad nunca antes vista. Mother Jones, quien falleció a los 93 años de edad en 1930, cuestionó en una oportunidad a un orador que la presentó como una “humanitaria”. “¡Soy una alborotadora!”, le gritó a la multitud. Los desafíos que enfrentamos son inmensos. Ahora más que nunca, necesitamos alborotadores como Mother Jones y Noam Chomsky para luchar como demonios por los vivos.

© 2018 Amy Goodman
Traducción al español del texto en inglés: Inés Coira. Edición: Mercedes Eguiluz y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org
Amy Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero internacional que se emite diariamente en más de 800 emisoras de radio y televisión en inglés y en más de 450 en español. Es co-autora del libro “Los que luchan contra el sistema: Héroes ordinarios en tiempos extraordinarios en Estados Unidos”, editado por Le Monde Diplomatique Cono Sur.

FRANCIA
Chalecos amarillos en novena semana de protestas en Francia

Chalecos amarillos insisten que seguirán en las calles del país.

Chalecos amarillos insisten que seguirán en las calles del país. | Foto: Reuters

Publicado 12 enero 2019  - TELESUR

Al menos 32 mil manifestantes del movimiento chalecos amarillos llenaron las calles de Francia para exigir al presidente Macron que sus demandas sean acogidas.

El movimiento chalecos amarillos salió a las calles de Francia por noveno sábado consecutivo, en protesta contra de las políticas implementadas por el presidente galo, Emmanuel Macron.
La representante del movimiento, Priscillia Ludosky, señaló: "Queremos demostrar nuestra unidad en el corazón de Francia". 
La movilización se dio tanto en París como en otras ciudades de Francia, concentrando más de 32  mil manifestantes, según datos aportados por el Ministerio del Interior de ese país.
Para evitar disturbios, el Gobierno desplegó unos 80.000 policías en todo el país, desplegando además un amplio perímetro de seguridad en los Campos Elíseos, en el Arco del Triunfo y alrededor de los símbolos más representativos de Francia
Por su parte, Emmanuel Macron dijo en declaraciones anteriores que a partir del 15 de enero "abrirá en Francia un gran debate nacional, a diversos niveles, para tratar de encauzar las reivindicaciones del movimiento de los chalecos amarillos y de hallar un consenso que sirva para superar el profundo malestar social".
Se prevé que este proceso de diálogo dure tres meses y que esté centrado en cuatro temas, impuestos, energía verde, reforma institucional y ciudadanía; comenzando este próximo martes.
Tras las declaraciones del presidente francés, los ciudadanos esperan "medidas concretas, (ya que) los anuncios de Macron son migajas que pagan los contribuyentes. Nos piden hacer esfuerzos, pero son ellos los que deben hacerlos, hay tantos abusos y privilegios entre los políticos", así al menos lo expresó una de las manifestantes, Carole Rigobert, de 59 años.
Esta es la semana número nueve desde que se iniciaron las protestas en noviembre del año pasado. Ni siquiera las fiestas de navidad y año nuevo mermaron la organización popular. 
Al respecto, el primer ministro de Francia,  Édouard Philippe, anunció que ante los disturbios derivados de las protestas, el "Gobierno legislará para sancionar a los participantes en manifestaciones no declaradas y para crear un registro de agitadores, de forma que se les pueda impedir su presencia en las protestas".

Los chalecos amarillos redoblan su pulso con protestas más numerosas

Tras las protestas celebradas durante las Navidades, la cita de este sábado estaba planteada como un termómetro para medir la capacidad de los manifestantes de mantener su presión sobre Macron, en vísperas de que éste abra el lunes su muy publicitado debate nacional para abordar las reformas.
12/01/2019.- Protestas de los chalecos amarillos este sábado en Burdeos, Francia. EFE/Caroline Blumberg
Protestas de los chalecos amarillos este sábado en Burdeos, Francia. EFE/Caroline Blumberg
El movimiento de los chalecos amarillos demostró este sábado que no ha perdido su fuerza contestataria y volvió a sacar a las calles de Francia a decenas de miles de personas, que en algunos lugares como en París acabaron en refriegas con la policía.
Tras las protestas celebradas durante las Navidades, la cita de este sábado estaba planteada como un termómetro para medir la capacidad de los chalecos amarillos de mantener su presión sobre el presidente francés, Emmanuel Macron, en vísperas de que éste abra el lunes su muy publicitado debate nacional para abordar las reformas.
Aunque las cifras de manifestantes están lejos de las registradas en los primeras convocatorias, que se remontan al 27 de noviembre, ha quedado claro que existe un núcleo duro que no está dispuesta a abandonar su lucha.
Según el Ministerio del Interior, un total de 84.000 personas participaron este sábado en las diferentes convocatorias por toda Francia, frente a las 50.000 reconocidas por las autoridades la semana pasada.
Y lo que es peor para Macron: el apoyo popular al movimiento sigue siendo muy amplio, por encima del 60% según las encuestas, pese a haberse deshinchado un poco.
La manifestación de París partió temprano por la mañana desde el Ministerio de Economía y Finanzas, en medio de enormes medidas de seguridad tras los graves disturbios vividos en la anterior convocatoria el pasado sábado.
Miles de chalecos amarillos (8.000 según la policía) se encaminaron de forma pacífica hacia el Arco del Triunfo, lugar icónico de sus concentraciones, pero con una particularidad frente a anteriores ocasiones.
Un grupo de voluntarios con brazaletes blancos se encargaron de controlar la seguridad del cortejo y de coordinar su marcha, una auténtica novedad en un movimiento que hasta ahora carecía por completo de organización interna.
Las consignas más repetidas fueron "Macron dimisión" y en favor de la instauración del llamado RIC, el Referéndum de Iniciativa Ciudadana, que los chalecos amarillos consideran como una de sus reivindicaciones fundamentales para hacer oír la voz del ciudadano corriente.
De forma pacífica se llegó al Arco del Triunfo, donde, como se ha hecho habitual, se rompieron las hostilidades con los agentes antidisturbios que habían acordonado la zona.
Sin embargo, la virulencia de los choques fue este sábado menor que los últimos sábados. A media tarde, un centenar de personas habían sido detenidas en París, de las cuales 74 seguían bajo custodia policial, según la fiscalía.
El segunda gran foco de atención fue hoy una pequeña ciudad de provincias, Bourges, que presenta la peculiaridad de hallarse en pleno centro geográfico del país.
Por esa razón simbólica, y para hacer más sencilla la llegada de chalecos amarillos de otras partes, uno de los líderes más polémicos del movimiento, Maxime Nicolle, alias "Fly Rider", convocó una protesta nacional en esa pequeña localidad de menos de 70.000 habitantes.
Frente a las perspectivas de las autoridades, que no pensaban que el número de manifestantes fuese a superar los 5.000, al menos 6.300 personas participaron en la manifestación de Bourges, que degeneró en choques cuando algunos elementos trataron de acceder al centro de la ciudad, que había sido blindado por la policía.
El primer ministro, Édouard Philippe, anunció el lunes, después de los disturbios del sábado pasado, que el Gobierno legislará para sancionar a los participantes en manifestaciones no declaradas y para crear un registro de agitadores, de forma que se les pueda impedir su presencia en las protestas.
El ministro del Interior, Christophe Castaner, había prometido estos últimos días una respuesta "extremadamente firme" si se repetían los episodios de gran violencia.


‘Chalecos amarillos’: el número de detenidos asciende ya a 5.339 personas segun datos oficiales

Por Movimiento Político de Resistencia
KAOS EN LA RED - Publicado en: 8 enero, 2019
Desde el inicio del movimiento, en París se han dictado un total de sesenta penas de prisión firmes.
En menos de dos meses, desde el inicio de la movilización el 17 de noviembre, las manifestaciones de los “chalecos amarillos” han dado lugar a 5.339 detenciones policiales en Francia, según un recuento del Ministerio de Justicia.
La revisión incluye las manifestaciones del sábado 5 de enero, y muestra que las respuestas difieren significativamente entre París y provincias.
De las personas detenidas, 815 fueron juzgadas en comparecencia inmediata y 152 fueron también objeto de una orden de detención. Las respuestas judiciales que han seguido a las detenciones revelan una diferencia de trato significativa entre París y provincias. Si la proporción de detenidos que se han juzgado en la comparecencia inmediata es relativamente similar entre la capital (15 por ciento) y el resto de Francia (15,3 por ciento), la proporción de casos no resueltos varía ampliamente.
En París, por ejemplo, los 1.628 detenidos al margen del movimiento de los “chalecos amarillos” desde finales de noviembre han dado lugar a 798 archivos sin ninguna otra acción, lo que representa el 49 por ciento de los asuntos. En provincias esta proporción es aproximadamente cuatro veces menor: hay 436 casos de archivo y 3.711 casos de detención policial, lo que representa el 11,7 por ciento del total.
Desde el inicio del movimiento, en París se han dictado un total de sesenta penas de prisión firmes. Sin embargo, estas sanciones no conducen sistemáticamente a la reclusión. De las 152 órdenes de detención emitidas en todo el país, 123 se dictaron en las regiones y casi una treintena en la capital.
Si bien las detenciones alcanzaron su punto máximo durante el fin de semana del 8 de diciembre -con 1.082 en París y unas 2.000 en toda Francia-, posteriormente disminuyeron, al igual que las custodias. En la capital, el número de afectados aumentó de 904 el sábado 8 de diciembre a 33 el 29 de diciembre de 2018.
A escala nacional, las cifras recopiladas por la Fiscalía ponen de relieve la gran diversidad de respuestas del sistema penal. En un caso se prefirieron medidas alternativas al enjuiciamiento de seis en las provincias (17,6 por ciento). Estas medidas incluyen, entre otras, recordatorios a la ley, orientación de los manifestantes hacia una estructura sanitaria, social o profesional, o la reparación del daño.
https://www.lemonde.fr/societe/article/2019/01/07/manifestations-des-gilets-jaunes-5-339-gardes-a-vue-depuis-le-debut-du-mouvement_5406042_3224.html



Entrevista a Franck Gaudichaud.
De los chalecos amarillos en Francia a las luchas obreras portuarias en Chile, la centralidad de la acción directa

03/01/2019 | Matias Guerra U
Franck Gaudichaud es historiador y académico de la Universidad de Grenoble Alpes, Francia. Ha estudiado al movimiento obrero en Chile y los movimientos populares en América Latina desde hace muchos años, destacando su trabajo en español más reciente sobre las distintas formas de autonomía popular en el gobierno de Salvador Allende (“Chile 1970-1973. Mil días que estremecieron al mundo”, Lom, 2016). Desde hace algunos años, ha estado trabajado la historia reciente del movimiento obrero de los trabajadores portuarios de Chile (con un libro en preparación sobre el tema). Conversó con la revista ROSA (Chile) en esta extensa entrevista.
Ya que no hubo información clara acerca de qué sucedía realmente con los disturbios de París y en Francia en general, partamos discutiendo qué ocurre en la coyuntura actual de los chalecos amarillos y la situación política que se abre a partir de las movilizaciones masivas
Lo interesante es que se trata de un movimiento bastante inédito, que surge desde abajo, en estratos/clases populares esencialmente de trabajadores, sin orgánica previa, sin presencia sindical marcada. Muchos de ellos incluso sin experiencia sindical, aunque no todos. Y sin una preorganización tampoco y trabajo previo de la izquierda partidaria. Eso es un elemento central. Es el surgimiento desde abajo de un descontento popular acumulado ante el gobierno de Macron, pero también por gobiernos anteriores. Algunos dicen que son 40 años de acumulación de rabia contenida, que en un momento dado, por medio de una vía de escape no prevista que fue el impuesto sobre la gasolina, hace que dos o tres personas lancen una petición por Facebook, y esa petición se vuelva viral, y en base a esa viralización donde hubo más de un millón de firmas en unos pocos días, algunos digan “no basta con la petición, vamos a ir a las plazas, a las calles, y a las rotondas, y vamos a instalarnos en las vías de circulación a bloquear el tránsito”.
En cierta manera podemos decir que esta movilización es una “movilización 2.0”, de una nueva generación, que muestra los límites de la presencia sindical y de las izquierdas (de las más social-liberales a las más anticapitalistas) en las clases populares y en los territorios. Muestra también una capacidad organizativa en red, y por eso no hablaría de “espontaneidad”: hay organización, pero es una organización mucho más horizontal y “digital”, lo que conlleva evidentemente problemas e diversos tipos de dificultades en términos de deliberación, debate democrático, tomas de decisión, etc. Lo llamativo también es que es un movimiento donde está ausente el lugar de trabajo y la relación salarial, algunos autores (como el historiador Samuel Hayat) lo presentan como una lucha que parte de la “economía moral” de las y los de abajo, del sentimiento de injusticia, mucho más que desde el trabajo organizado frente al capital. Esa ausencia inicial limita mucho el poder “disruptivo” y antisistema del movimiento, por razones evidentes y es entonces un problema político de envergadura. Eso no quita que podemos calificar esta insurrección en curso como la emergencia inesperada de una oposición popular al “bloque burgués” y de un primer paso hacia la unificación de las clases subalternas en Francia en contra del neoliberalismo macronista (siguiendo así el análisis del economista Stefano Palombarini).
Bueno, esa gran sorpresa colectiva surge en noviembre y ahora estamos a casi dos meses de movilización. En el transcurso, hubo 6 grandes jornadas de movilización de chalecos amarillos, y el proceso fue tomando vuelo hasta el 8 de diciembre, donde hubo hasta 300 mil personas en las calles, en las distintas regiones de Francia, y en París. Ahora, acerca del carácter del movimiento, hay muchos debates para definirlo. Tuvo un impacto muy grande en los debates de las izquierdas y filas militantes sindicales tradicionales, que en un primer momento, quedaron totalmente atrás y marginados del movimiento, sin capacidad, ni voluntad incluso de participar, que es lo peor. Se vio una gran falencia o incomprensión de la mayor parte de las direcciones nacionales de las centrales sindicales, CGT (Confederación General de Trabajadores) incluido, por un movimiento que no controlan y por lo tanto temían. Sólo los sindicatos combativos de
“Solidaires” entendieron inmediatamente el potencial de esta lucha.
Es decir, en primera instancia, asistimos a un momento de rechazo por parte de amplios sectores, y no solo del poder, de los medios de comunicación y de los sectores dominantes, ya que también las orgánicas de izquierda se quedaron afuera y dijeron “eso no es lo nuestro”. Es verdad que se vislumbró la presencia activa de la extrema derecha en algunas marchas o rotondas, con discursos racistas, homofóbicos, excluyentes, etc… Lo que invitaba a ser cautos. Pero, luego nos dimos cuenta que la movilización era mucho más amplia y popular de lo que creímos, y que incluso la extrema derecha estaba quedando marginalizada dentro del movimiento, por lo que las centrales sindicales llamaron a apoyo, pero tibio, interpelaron a Macron, pero sin ofrecer perspectivas reales de unidad y menos aún a construir una huelga nacional reconductible.
Entonces desde las izquierdas no habría mucha influencia. Ni desde el inicio, ni en el desarrollo mismo del conflicto.
Al inicio, realmente no. La izquierda institucional, ni hablar… Si hablamos del Partido Socialista, es un partido completamente orgánico al neoliberalismo desde hace años. Después tenemos a Francia Insumisa, dirigida por Jean-Luc Mélenchon. Se trata del principal movimiento antineoliberal y de oposición de izquierda en el parlamento. Mélenchon, con algunos diputados como François Rufin, entendieron bien y rápidamente el carácter de revuelta popular de los “chalecos”, y por ende apoyaron, pero sin capacidad de influencia real en este movimiento. Desde la izquierda anticapitalista también hubo un momento de desconcierto y dudas, y después se llamó a intervenir y consolidar, sin buscar cooptar el movimiento: en este sentido, las intervenciones mediáticas de Olivier Besancenot (figura del Nuevo Partido Anticapitalista) fueron muy claras y acertadas.
El corazón movimiento está formado de miles trabajadores modestos, de la clase obrera, muchos jóvenes precarios y pensionados pobres, y también pequeños empresarios, artesanos, auto-emprendedores, entre otros. Son sectores esencialmente blancos, eso sí, con una débil presencia de los “barrios periféricos urbanos” y de los jóvenes “postcolonizados” (de origen árabe, africana, etc). La heterogeneidad es ideológica también. La ultra derecha xenófoba intentó instrumentalizar y meterse fuertemente al inicio del movimiento porque la base inicial del movimiento es antifiscal, e históricamente en Francia el “Poujadisme”, una revuelta anti-impuestos, nace de la protesta de pequeños empresarios contra el Estado, contra los servicios públicos, y por lo tanto, con una visión reaccionaria muy fuerte. Entonces inicialmente tenía elementos para volverse un movimiento popular reaccionario. Sin duda, existe una lucha por la hegemonía dentro del movimiento entre varias orientaciones opuestas. Eso la derecha extrema lo entendió muy bien. Pero fue el descontento social, y las reivindicaciones de carácter social, incluso de clase yo diría, que se impusieron mayormente en la agenda de movilización. Pero siempre con cierta heterogeneidad. Es verdad, en las rotondas, hubo hechos lamentables. Insultos homofóbicos; un camión con inmigrantes clandestinos fue detenido por manifestantes para entregarlos a la policía; eslóganes racistas. Hubo hechos así. Pero son claramente.
Ahora, si vemos la agenda de reivindicaciones, lo que se pide es aumento del sueldo mínimo, reintegrar el impuesto sobre las grandes fortunas que derribó Macron, limitar el sueldo de los ricos, desarrollar servicios públicos en las zonas rurales y periféricas urbanas, imponer un sistema de referéndum y democracia participativa, etc. En algunas comunas, los “chalecos amarillos” hicieron incluso llamados a la autogestión y a crear cooperativas para salir del neoliberalismo. De hecho, la frase “que los grandes paguen mucho y que los pequeños paguen poco” resume una gran sed de igualdad social frente al “presidente de los ricos” y la República oligárquica francesa. En base a eso, existe todo un espacio para participar de una crítica clasista del neoliberalismo versión Macron, aunque por el momento domina un discurso más “ciudadanista” que clasista, y cierta dilución de los antagonismos productivos y de la relación salarial a favor de una oposición “populista” entre “pueblo” y “casta”.
Y en el contexto de una alzada feminista a nivel mundial, ¿existe una relevancia política del feminismo, y de las mujeres, dentro del movimiento de los chalecos amarillos?
Feminismo, directamente no. Pero, las mujeres están en el centro de las movilizaciones de los “chalecos amarillos”. De hecho, a partir de las primeras encuestas sociológicas y análisis críticos en curso (publicamos algunos en la revista ContreTemps http://www.contretemps.eu/ ), se destaca que más del 50% de l@s manifestantes son mujeres. Y eso es una ruptura también. Muchas mujeres precarias, dueñas de casa, obreras a tiempo parcial, cajeras y empleadas relatan que han vuelto a vivir, a salir, a sociabilizar, a romper dominaciones y rutinas esclavizantes. Estaban sobreviviendo: ahora están en la rotonda, en la casucha que se construyó de manera colectiva, en la olla común, generando comunidad, hablando con el vecino que hace más de un año que no veían, escribiendo en lienzos y cuadernos de peticiones sus demandas, su hartazgo, sus sueños. Y algunas de esas mujeres cuentan como parten rompiendo con la dominación patriarcal en la casa, con el trabajo de reproducción social, diciendo a su marido “preocúpate de los hijos, de la cocina, del aseo, yo voy a la rotonda, basta”.
Entonces es muy interesante ahí el empoderamiento de las mujeres. No en una base discursiva feminista, por el momento. A partir de un “ya no podemos más”. Aunque desde una antipolítica muy marcada, eso sí, lo que representa otro límite actual. Y esa es una tendencia del movimiento. Está muy fuertemente anclado en el “que se vayan todos”, “no queremos partidos”, “no queremos banderas”, tendiendo a llamar a crear un consenso nacional por sobre los disensos políticos, lo que dificulta mucho debates esenciales sobre democracia social y política o necesarios conflictos de clase.
Por eso, una de las interrogantes está entonces en la perspectiva política que tomara este movimiento excepcional y en la batalla por la hegemonía existente dentro de este movimiento. Como lo escribió un compañero de Contretemps, el “chaleco amarillo” es un “significante flotante”, que es fácil adoptar, un símbolo unificador de mucho malestar, pero que políticamente puede partir en varias direcciones opuestas. ¿Cómo participar de este movimiento lealmente, sin instrumentalizar, pero sin perder el Norte, para construirlo, ayudar a vertebrarlo y enriquecerlo, para construir juntos un frente unitario en contra de Macron, su gobierno y su mundo? Es un desafío de todas y todos en las izquierdas sociales y políticas.
También dentro de lo que comentas se puede “perspectivar” que la forma en cómo se organiza este movimiento tiene que ver mucho con la influencia de “la comuna”, y también en la centralidad de la violencia política como una forma legitimada por el movimiento de demostrar su descontento. En esto se puede hacer un paralelo con los portuarios actualmente en Valparaíso, ya que la acción directa ha jugado un rol importante en la movilización.
Sí, de hecho tienes toda la razón. Eso es un elemento central en el repertorio de acción. Los chalecos amarillos demostraron que es necesario poner el cuerpo, y que eso tiene recompensa al final. Lo mejor de todo es que este movimiento es el único movimiento que logró arrancar, aunque sean migajas, al poder. Nosotros tuvimos más de 1 millón de personas movilizadas el año 2010 por las pensiones, y perdimos. Para la reforma laboral de hace 2 años, nuevamente huelga general y paro nacional, y perdimos. Y ahora llegan los chalecos amarillos e hicieron retroceder a Macron al cabo de 4 semanas de enfrentamientos. Y lo hicieron a través de la acción directa y desde la calle: es una lección clara.
La esencia del movimiento es la acción directa, a veces incluso una acción directa muy osada, de enfrentamiento radical con las fuerzas policiales, con bloqueos del tránsito, ocupaciones, etc. Claro que también hay que recalcar el nivel de represión, no se había visto nada parecido desde el 68. Desplegaron blindados en las calles, 89 mil fuerzas policiales y gendarmería a lo largo de toda Francia: quedaban solo 2 regimientos a disposición, todos los otros estaban en la calle. Y en París solamente, más de 9 mil efectivos policiales, incluso con brigadas especiales en civil. Esto generó más de 2 mil arrestos, varios de ellos con arresto domiciliario preventivo, ¡posible gracias al estado de excepción anti-terrorista! Es decir, muchas más detenciones que durante el mayo del 68.
Estamos inmersos en un Estado cada vez más policiaco y represivo, con una ley antiterrorista que se constitucionalizó con el gobierno de Macron. Vivimos una fase superior de un autoritarismo neoliberal “republicano” en un país del centro del capitalismo mundial. Recordar que hubo 10 muertos en total, la mayoría por accidentes cuando gente desesperada se lanza en contra de los piquetes, pero también producto de la represión. Y un sin fin de heridos. Gente de la tercera edad siendo disparada con bombas aturdidoras y balas de gomas. Extremidades mutiladas por explosiones de granadas y TNT: Francia es de los pocos países europeos en donde se permite el uso del TNT como una forma de dispersión de las marchas.
¿Hasta qué punto el desenlace de este movimiento es un pequeño retroceso en las políticas neoliberales de Macron?
Sí. Ha sido el único movimiento de los últimos años que haya obligado a ejecutivo a sentarse y Macron tuvo que perder su arrogancia monárquica, acompañada de un desprecio clasista sistemático a los que denomina como “los nadie”. Y justamente “los nadie” lograron doblarle la mano y desprestigiar a “Júpiter” (como se autodenomino). A partir de ello, Macron hace una declaración de 20 minutos en los canales nacionales de tele donde casi se pone a llorar en una actuación bastante lamentable, donde tuvo que anunciar medidas inmediatas. Estas reformas, eso sí, son un insulto para los movilizados. Por lo menos, tuvo que anular un impuesto nuevo que había implementado sobre las jubilaciones, pero el anuncio del aumento de sueldo mínimo en realidad va a ser una prima… ¡pagada por las arcas públicas! Y no por los empresarios, o sea más deuda para el Estado, y más ventaja para el capital. Pero el poder retrocedió: los chalecos mostraron que sí se puede… Y además se hizo desde la acción directa, sin orgánica inicial, entonces es toda una lección autocrítica para nosotros, desde los sindicatos y la izquierda.
Se podría entonces señalar que se logra una dinámica de lucha de clases sin que el movimiento en sí tenga una identidad clasista
Es una dinámica de lucha de clases, sin el movimiento obrero organizado en el centro por el momento. Hay organización pero esa organización es en red, de forma horizontal. Y ahora con múltiples tensiones obviamente. Hay portavoces más de derecha, y otros que se piensan anticapitalistas, existe una mezcolanza ideológica muy grande, asombrosa. Con algunos símbolos ambiguos: por ejemplo, volvió a aparecer fuertemente la bandera francesa y la marsellesa en las manifestaciones. Símbolos que nosotros, desde la izquierda anticapitalista, no reclamamos, porque esencialmente fue la extrema derecha quien la enarbola. Obviamente, en las rotondas, en nuestras “marchas amarillas”, no se ven banderas rojas, no se canta la internacional, no se dice “abajo el capital”, tampoco se discute mucho del código laboral o de la reducción del tiempo de trabajo para todxs.
Pero no se puede caer en un sectarismo ideologizante estéril o en un desprecio hacia lo popular (que desgraciadamente existe en la izquierda) confundiendo los manuales militantes con la realidad de la sociedad. Hay que partir del país real y de las demandas populares emancipadoras (combatiendo las reaccionarias), poner el acento en la lucha por la igualdad (en contra de los discursos nacionalistas) y por la democracia política: es la única vía de la reconstrucción de una alternativa popular, desde abajo y genuina. Este movimiento es una rebelión inmensa, una ruptura de los sentidos comunes, una fisura en la dominación de la casta política profesional y neoliberal. Eso a pesar de la guerra mediática permanente para desprestigiar la violencia de las calles y los “radicales”. Los “chalecos amarillos” son una oportunidad histórica, en tensión, en devenir, después de las tentativas del movimiento de las plazas “Nuit Debout” y a pesar de las derrotas sindicales sucesivas. Por lo tanto, tenemos que estar inmersos en ese proceso para participar a esa potencial reconstrucción progresiva, en un momento en que las fuerzas oscuras y reaccionarias invaden toda Europa y cuando el Frente Nacional sigue creciendo en Francia a todos los niveles. El desafío es grande y las turbulencias por venir a nivel europeo serán fuertes.
Volvamos a la comparación entre la coyuntura de los chalecos amarillos y los portuarios en Valparaíso, principalmente a partir de las similitudes de estos movimientos en su accionar, poniendo la centralidad en la acción directa y la solidaridad entre trabajadores de distintos sectores. Ahora, es evidente que hay que problematizar el desenlace que tuvo el movimiento en Francia, en tanto hizo retroceder a Macron, en comparación con el desarrollo del conflicto en Valparaíso, donde Von Appen prefirió aceptar las pérdidas millonarias producto del paro en vez de sentarse a negociar. Ahí uno tiende a preguntarse qué está realmente en juego en esa disputa.
Es difícil el paralelo directo, obviamente, los contextos, dinámicas y repertorios son muy disimiles, las reivindicaciones y formas de organización también. Pero lo que vimos durante 35 días en el puerto de Valparaíso es de nuevo el papel de la acción directa, de “la calle”, de la movilización, y al mismo tiempo la búsqueda de aliados en otros sectores de la ciudad y de los territorios en lucha. En Valparaíso, tenemos la organización sindical como motor y centro de la movilización, una diferencia capital con lo que pasa en Francia. Lo interesante en el “puerto principal” es que hay una forma de organización sindical que rompe primero con una hegemonía sindical histórica fuertemente corporatista, aliada de los empresarios y que podríamos calificar de “control social”, y que algunos de los estibadores que pude entrevista califican como “mafiosa” o “amarillenta”. Entonces, lo que ocurre en Valparaíso es que hubo una ruptura (parcial hasta el momento) con una conducción sindical reaccionaria, con un control férreo sobre el puerto y sus trabajadores.
Y al mismo tiempo, surgió un enfrentamiento directo de más de (00 estibadores precarizados eventuales con un empresario portuario muy importante del sector portuario-maritimo, a nivel nacional pero también internacional, que es Von Appen, Ultraport y en este caso concreto en TPS (Terminal Pacífico Sur) concesionario en el terminal 1 de la estatal Empresa Portuaria de Valparaíso (EPV), y por otra parte Terminal Cerros de Valparaíso (TCVAL), de capitales españoles, en el terminal 2. Y esta resistencia inesperada y transversal en Valparaíso, emerge desde del eslabón más precarizado y explotado del puerto: eventuales sin garantías mínimas de turnos anuales, sin provisión de trabajo negociada, sin “nombrada” es decir control sindical sobre el trabajo, y por lo tanto sin derecho a vacaciones, salud, post- y pre- natal (a diferencia de lo que existe en otros puertos donde hay presencia de la combativa Unión Portuaria de Chile /1.
La huelga histórica que acaba de ocurrir en “Valpo” se dio también gracias a la presencia de una nueva generación de dirigentes que tienen formación, ideas políticas, experiencia militante, hecho que juega un rol fundamental para poner un descontento difuso en palabras, ideas y después en acción y movilización. El papel de Pablo Klimpel y de un par de otros dirigentes ha sido evidente en el éxito de la huelga /2. El petitorio y el paro tienen como fundamento una reivindicación sobre cantidad de turnos, remuneración de los eventuales, estabilidad laboral, capacitación, etc. en un contexto de relaciones laborales muy precarias y arcaicas. También reclaman una ley general de puertos y el fin de las represalias antisindicales y de las “listas negras”. Pero, claramente el tema no fue solo “economicista”, ni se redujo a atender un problema de corto plazo de los trabajadores. Esta huelga y negociación es también una disputa por el poder dentro el puerto: así lo entendió Von Appen y por eso se negó a negociar por estos estibadores revoltosos que explota y desprecia a diario, al contrario de la otra empresa. Al contrario, TCVAL quiso acabar el fuego al cabo de 13 días de paro y después de la intervención del gobierno, acordando la formación de una mesa de trabajo, de un bono de $1 millón de pesos y de un préstamo de $500 mil.
Y cuando la portada del diario La Segunda titula, hablando de Klimpel (y buscando personalizar una movilización colectiva), “El chofer de Uber que desafía a Von Appen”, ponen correctamente de relieve el problema de quién tiene el poder en el puerto. Es decir cómo un grupo de sindicalistas “disidentes” pueden lograr movilizar a sus colegas y compañeros, ¡después de 18 años sin paros en este puerto!, y desafiar a uno de los poderes más consolidados del espacio maritimo-portuario. Y ahí el paro, el bloqueo del puerto y de calles de la ciudad es el repertorio esencial, pues se bloquea la posibilidad de activar el puerto en un momento clave de fin de año y, a la vez, facilita el “desborde” del conflicto hacia el resto de la ciudad, obligando al alcalde a intervenir también y, por fin, al gobierno que hasta el momento aludía a un “conflicto entre privados”…
Hablamos entonces de una problemática netamente política que cuestiona el modelo neoliberal extractivista chileno en uno de sus nudos estratégicos: los puertos, por donde pasa más de 85% de las exportaciones y materias primas.
En ese sentido, el gobierno de Piñera ya tiene experiencia previa, con los grandes paros portuarios durante el 2013-2014 y el papel de la Unión Portuaria (que en este entonces no tenía presencia real en Valparaíso). En ese momento, Piñera tuvo que sentarse obligado por la fuerza de los “paros solidarios”, de puerto a puerto, de Norte a Sur del país y preparar el camino a la legislación de la llamada “ley corta”. Y el gran temor de Piñera es tener que vivir un nuevo flujo de conflicto tan amplio como en esos años, es decir de escala nacional, sobretodo en un momento en que, luego de mucha dificultad y tensiones, ha despertado de nuevo la Unión y ha habido paros solidarios y una extensión del conflicto a los otros puertos del país en apoyo a Valparaíso. Y esto fue la clave para obligar a Von Appen a sentarse a negociar.
La solidaridad dentro del movimiento de trabajadores portuarios ha sido central, en tanto que la movilización parte con cerca de 500 trabajadores eventuales dentro de Valparaíso, y termina transformándose en un movimiento prácticamente nacional que supera también al puerto. Ejemplo claro de ello es la solidaridad que mostró la minería con la causa portuaria.
Sí, de hecho yo creo que una gran lección de los portuarios chilenos de los últimos años, digamos, a partir del 2010, con el surgimiento de la Unión Portuaria en el Biobío (e incluso con la lucha que se da en esta zona en 2003), y después a nivel nacional, es la práctica de los paros solidarios, de puerto a puerto, de sindicato a sindicato, unificando estibadores contratados y eventuales.
Claramente esto tiene que ver con la configuración misma de los puertos, y que se deben bloquear varios puertos de una zona simultáneamente para tener poder real y así evitar que se rompa la huelga a través del desvío de la carga a otros puertos o terminales. Pero también es una lección para todo el movimiento sindical. Es decir, cuando hay solidaridad de sector a sector, eso cuestiona ya no solamente a un empresario en específico, sino que al empresariado en general, como clase. Y eso lo hicieron muy bien los portuarios cuando montan un paro nacional (como lo practicaron varias veces entre el 2010 y el 2015). Es todo el empresariado, la cámara marítima y el gobierno de turno los que están cuestionados como poder político y poder económico. Creo que ese es el camino si se quiere comenzar un proceso de conquistas sociales dentro del neoliberalismo maduro chileno y, más allá, comenzar a pensar los caminos tácticos de la superación de este modelo de acumulación en clave postcapitalista y ecosocialista.
Desde el “renacer” del 2006-2007, existe un proceso parcial de revitalización sindical en Chile y hay muchas huelgas (la mayoría ilegales), pero muy dispersas, con poco poder real, ya que son conflictos atomizados, y que desembocan en escasas conquistas o incluso en derrotas estrepitosas. Más que nada desembocan en represión sindical y/o despidos de dirigentes. El problema es cómo superar este círculo vicioso, en un contexto de baja sindicalización y fragmentación/individuación de la identidad de clase de las y los trabajadora, fenómeno alimentado por las herencias autoritarias y las condiciones reales del neoliberalismo consolidado desde 1990. Y bueno, para mí, uno de los caminos es seguir justamente este tipo de paros “solidarios” y formas de organización ramal, cuestión que se construye mediante un proceso por cierto muy difícil y lento, sobre todo cuando se da en franjas de asalariados subcontratados y sin posiciones estratégicas (es decir con capacidad de disrupción y bloqueo de la economía, como la que tienen los mineros o los portuarios en Chile). Volviendo al caso de Valparaíso, el hecho que haya micreros, barras de fútbol, pequeños comerciantes, estudiantes listos para ir a pelear junto a los portuarios en huelga, es una señal de identificación de los porteños con su puerto y sus trabajadores, marca la identificación popular y comunitaria con la identidad portuaria, diciendo “ellos son nuestros”.
Este tipo de “coagulación” y convergencia popular-territorial-comunitaria es también fundamental, y se ha dado en muchos conflictos portuarios a través del mundo en todo el siglo XX (ahora existe une historiografía bastante extensa sobre el tema, en particular desde la historia anglosajona). Y cuando los estibadores se enfrentan a uno de los más ricos y más represivo del país (Von Appen), el rechazo de los subalternos de la ciudad puede ser aún más intenso. Surge, entonces, una ligazón molecular posible, desde abajo, que ojalá los otros sindicatos y la izquierda en general puedan facilitar y reforzar. Hay que notar que el papel de la CUT a nivel central y nacional en el conflicto de Valparaíso y en luchas portuarias anteriores ha sido, en mi opinión, desastroso, sin tener como orientación el apoyo a la huelga. Hicieron un par de declaraciones muy tibias, pero ¿por qué la CUT no hizo un gran llamado a movilización nacional en apoyo a Valparaíso? Eso haría una central realmente combativa del sindicalismo clasista.
A partir del desarrollo del conflicto, uno podría darle cierta importancia a esta movilización como un proceso de rearticulación política de la clase obrera. ¿Qué opinas de esto?
Lo que intenté hacer el 2015 fue trabajar el concepto de las “fisuras del neoliberalismo chileno” en un breve ensayo que circuló bastante dentro y fuera del país, tanto en su formato impreso como digital /3. La idea era hacer un balance de la discusión sobre la caracterización del capitalismo neoliberal chileno, mostrar el surgimiento de un nuevo flujo de conflictos sociales y eco-territoriales, que cuestionan la “democracia tutelada”, pactada y postcolonial chilena, pero en la línea de que no estamos en un momento de “derrumbe” ni de “corrección” de este modelo, que es uno de los neoliberalismos más consolidados y estable a nivel latinoamericano. La burguesía chilena es históricamente una burguesía muy unificada, con fuerte capacidad de adaptación, cooptación y represión, a pesar de sus tensiones múltiples internas (lo vemos, por ejemplo, en la diferencia de actitud y táctica en los puertos entre los Luksic y los Von Appen). Es una burguesía que tiene realmente al Estado en sus manos, más aún con este gobierno “empresarial”. Es decir, existe con Piñera un gobierno del capital para el capital, directamente, sin mediación.
En este contexto varias fisuras se abrieron, desde el 2006, en la hegemonía neoliberal en Chile, principalmente a partir de las grandes huelgas de sectores estratégicos, como las forestales, los mineros, y el sector portuario. Vemos que esta emergencia y ”despertar” también ha sido acompañada con fuerza por la juventud del 2011 en las grandes movilizaciones estudiantiles. En tercer lugar, están la magnífica ola feminista y lucha antipatriarcal desde el 2017 y las numerosas disputas eco-territoriales. Esto realmente abre un espectro de movilizaciones sociales populares muy amplio, articuladas también con movilizaciones históricas como la del pueblo mapuche, que sigue siendo reprimido por un terrorismo de Estado de carácter colonial. Entonces hay un espectro amplio de movilizaciones, pero que todavía no conforma una brecha con orientación anticapitalista, ni siquiera un bloque popular antineoliberal. El problema en esa etapa de la convergencia de los distintos movimientos, es la dificultad de los procesos de articulación, pues más allá de las tentativas, estas luchas no comunican mucho entre ellas. Incluso a nivel estrictamente del proceso del trabajo, o sea, en cuanto a la posibilidad de la recomposición de una clase trabajadora con conciencia de ella misma, existen muchos obstáculos. Por lo cual, no es conveniente extrapolar desde conflictos sectoriales muy importantes, como los portuarios, una recomposición general de un movimiento obrero estructurado y clasista.
Los obstáculos son la fuerte fragmentación social, la precariedad de las condiciones cotidianas de vida, el endeudamiento generalizado, etc. Pero también hay potentes obstáculos ideológicos. La dominación del sentido común neoliberal es muy fuerte en Chile (como en otras partes del mundo). Yo creo que una de las fuerzas principales del “modelo de los Chicago Boys” es haber conquistado los sentidos comunes y la visión del mundo, incluso de gran parte de las izquierdas. Eso significa que hablamos de una batalla política que hay que dar. El reconstruir el movimiento obrero no es solamente tarea de las organizaciones sindicales, de organización y repertorios de acción, ya que también es un trabajo directamente político estratégico. Y ahí está la pregunta del papel -o no- de una izquierda que se dé como tarea central la recomposición de un movimiento obrero y popular con perspectiva clasista, ecosocialista, feminista, internacionalista. Esa perspectiva estratégica no cierra el debate táctico actual para saber si hay que participar en las elecciones, presentar candidaturas, conquistar alcaldías, participar de los debates internos del Frente Amplio o construir por fuera, etc. Al contrario: afirmar este horizonte estratégico es esencial para poder posicionarse tácticamente sin dejarse llevar por la corriente social-liberal y los vientos de la coyuntura. Es lo que Daniel Bensaïd llamaba el “arte estratégico” de toda fuerza política anticapitalista.
Un factor que mencionaste y que sería interesante retomar es cómo la izquierda se pone a disposición de este movimiento, y también cómo actúa la izquierda institucional dentro de este panorama, principalmente teniendo en cuenta la participación de la CUT y de sectores clasistas que han armado dos tendencias dentro del sindicalismo chileno
Primero, en el plano sindical está la disyuntiva para saber de si hay que reconquistar la CUT para reconstruir la “CUT de Clotario Blest” pero adaptada al siglo XXI o si es mejor construir otras herramientas sindicales clasistas porque, a estas alturas, la CUT está cooptada por las fuerzas institucionales parlamentarias, y representa solo una franja limitada de los asalariados. Esto no es un debate teórico, sino que un debate concreto, y por ello hay que analizar el papel de fuerzas políticas concretas dentro de la CUT, que apuntan a combatir y reconstruir una dirección combativa (sin lograrlo hasta el momento). De hecho, tengo grandes dudas con esta tesis, más allá de que haya sectores sindicales honestos y comprometidos a la interna de la CUT con esta perspectiva. Y hay otros que dicen que hay que construir un movimiento sindical clasista por fuera de estos espacios cooptados. Creo que los dos podrían converger si realmente hay una explosión social popular. En una coyuntura así veremos quién es quién y quienes son los actores reales que empajan hacia la movilización. Lo segundo es la interrogante acerca del lugar que ocupa hoy el Frente Amplio. Uno esté o no con el Frente Amplio representa –sin duda- la fuerza central de recomposición de la izquierda de los últimos años en Chile, que ha logrado surgir a una escala nacional con fuerza. El Frente Amplio está cruzado por tendencias contradictorias en el plano estratégico (¡que van de grupos anticapitalistas hasta el partido liberal!), navegando entre elaboración de un antineoliberalismo democrático radical y la tentación de la institucionalización social-liberal.
Algunas peleas internas de los últimos dos años parecen tener más que ver con cuotas de poder mediático-institucional de algunas figuras que con la búsqueda de la reconstrucción colectiva de una herramienta política necesaria para el movimiento popular. En un momento en que hay un proceso de convergencia interna entre varios bloques, que podrían clarificar el debate, hay que ver cuál será el papel concreto del Frente Amplio durante los próximos meses: no solo desde el parlamento (que es una arena esencialmente de los poderosos y de los dominantes), pero sobre con las y los de abajo, con “los que luchan” como bien lo dice la Unión Portuaria. Algunas diputadas del FA fueron a apoyar a los estibadores en huelga, lo que está muy bien. Se ve también su influencia en el movimiento estudiantil y en el movimiento feminista. Pero, por ejemplo, ¿cuál es la capacidad de incidencia sindical efectiva del Frente Amplio?, ¿cuál es el trabajo sindical concreto, la inserción en las poblaciones, en los territorios afectados por los desastres ambientales y extractivos? Yo creo que ahí se le ve bastante débil, por el momento.
Ahí también se ven ciertas limitaciones del sindicalismo institucional en cuanto a las formas políticas adoptadas en las movilizaciones presentes, tanto del empresariado como de los trabajadores, y la centralidad de la violencia.
En la situación portuaria, la violencia desde abajo es producto directo de las relaciones laborales y niveles de explotación de la mano de obra en el puerto. Es impresionante que el empresariado chileno no lo entienda o que entendiéndolo, no lo quiera tratar. Es decir, en vez de decir “ahí tenemos un sector estratégico donde pasan 88% de las exportaciones del país y tenemos que tratarlos bien”, la rapiña y codicia del empresariado implementa más precariedad y más explotación. Entonces, en vez de buscar espacios de negociación, modernización y estabilización en este sector, como se dio en s otras partes del mundo, hay explosión de rabia, de violencia, de descontento.
Por lo menos por parte de Von Appen, ya que hay otros sectores empresariales portuarios y de la cámara marítima que ya están buscando un camino de modernización, cooptación y “pacificación” de los puertos, justamente para sacarse la espina del pie que representa la Unión Portuaria. O sea, habrá que ver también la capacidad de la Unión Portuaria de enfrentar esas nuevas formas de control social y “pacificación” a través de un “neomanagement” y del “dialogo” con los dirigentes sindicales (lo que no excluye la represión en contra de los recalcitrantes). Otro elemento respecto al sindicalismo institucional y la violencia es que en Chile casi la única manera de reivindicar sus derechos laborales es desde la ilegalidad. La mayoría de las huelgas son ilegales, hay prohibición de sindicalizarse legalmente en el sector público, las negociaciones colectivas cubren menos del 10% de los trabajadores, el código laboral e uno de los más regresivos del mundo occidental, etc. De hecho, los eventuales portuarios no tienen acceso a la negociación colectiva, además no se puede negociar por rama, la figura del rompe-huelga es legal y un largo etcétera. Entonces ahí el contexto jurídico-político laboral favorece la presencia de un sindicalismo “apaciguado”, corporativo, con poca capacidad movilizadora y a menudo bajo el dominio de la empresa, o –del otro lado- donde es posible, un sindicalismo de la acción directa ilegal, “disruptivo”, “movimentista”, pero aún muy minoritario, por las condiciones mismas de la relación capital trabajo en Chile.
Retomando un elemento que mencionaste acerca de los sectores estratégicos, sería interesante conocer el legado de Dante Campana dentro de la organización portuaria, tomando como pieza central su documento de Propuesta Nacional del año 2004, donde se propone al sector portuario como un sector estratégico y se comienza a tejer un discurso que sitúa este elemento como el central
La trayectoria militante y de vida de Dante Campana me ha interesado mucho en el transcurso de mi investigación. El papel de Dante remite a la ciudad de Concepción en particular, donde fue militante revolucionario, mirista, y después dirigente portuario y miembro activo de los colectivos de trabajadores (CCTT). Es uno de esos militantes que además de vivir y militar a diario con los trabajadores del puerto, dio orientación, poniendo en papel ideas claves que 14 años después aún tienen vigencia en el puerto. El suyo es también un legado organizacional. Dante Campana es uno de los impulsores directos de lo que es hoy la Unión Portuaria de Chile, desde donde trazaba líneas de reivindicación en una agenda insistiendo en el papel estratégico de los portuarios, y líneas organizacionales con base en los paros solidarios y organización territorial y comunal, lo que implicaba “volver a la clase”, volver al territorio. Eso es muy importante subrayarlo. Hay que reivindicar a figuras militantes intelectuales obreras como Dante Campana, quien no solo encarna una izquierda con voluntad de inserción popular, con claridad ideológica y con ganas de organizar, sino que además transforma eso en una influencia real y de largo alcance. Porque más allá de la desaparición de Dante, su legado está bien vivo. Está reconocido incluso públicamente por la Unión Portuaria. De cierta manera, es una lección de vida de la incidencia que puede tener una trayectoria militante en el conjunto de los trabajadores, tanto como por sus ideas como por su praxis. Eso hay que destacarlo.
Respecto a las perspectivas del movimiento actual de trabajadores portuarios, ¿esta rearticulación germinal del movimiento obrero tiene potencialidades de devenir en una conciencia anticapitalista? ¿Cuál debe ser el lugar de la izquierda en este proceso?
En esta etapa los portuarios pelean por demandas inmediatas que son bien concretas, pero ya apuntando a una Ley General de Puertos y regulación-armonización nacional, que ya sería un cambio estructural en las condiciones de vida y de trabajo. En eso están ahora. Atribuirle una orientación anticapitalista a las luchas portuarias actuales sería confundir los planos de luchas y referir algo que parece estar potencialmente, pero que hoy no se reivindica y no está en el panorama. Eso sí, están directamente insertos en la contradicción entre capital y trabajo y enfrentan una franja del capitalismo chileno de lo más poderoso.
Es decir, cuando enfrentan a Matte, Angelini, Luksic, Urenda, Von Appen, no solamente están en una condición estratégica por operar en el puerto, sino que están frente a una de la fracción dominante de la burguesía chilena. Y en ese sentido, cuando pelean, pelean contra del capitalismo más pujante de Chile. Entonces, en este sentido, podemos decir que todas sus peleas son anticapitalistas, aunque no tenga esa direccionalidad. El debate en torno a la acción de la izquierda es desde dónde se construye, dónde está el acento en la construcción. Creo que –como ya te dije- el debate también es estratégico, es decir, si es que ya estamos en un momento antineoliberal, y si ya podemos perfilar incluso una perspectiva anticapitalista. Esa es una gran discusión. En segundo lugar, el debate en torno a la posición desde donde se construye. Es decir, está el debate dentro del Frente Amplio, y también por fuera en las izquierdas radicales y revolucionarias, sobre si la pelea electoral, la pelea parlamentaria, debe ser solo foco subordinado a una gama de acciones y luchas más amplias para participar a ayudar a reconstruir un tejido social popular muy maltratado por el neoliberalismo extremo transandino.
Desde mi opinión, creo hay que construir desde y con los trabajadores. Lo territorial, el feminismo, la autodeterminación del pueblo-nación Mapuche y también las resistencias anti-extractivas también son fundamentales. Aunque yo pienso que –en este momento- no es contradictorio con la participación electoral, con una guerra de posición incluso desde lo institucional y la búsqueda de espacios mediáticos, siempre y cuando haya claridad acerca de la centralidad de la reconstrucción desde abajo, desde lo popular sin populismo y con las y los trabajadores.
Matías Guerra U. es estudiante de sociología de la Universidad de Chile, integrante del Centro de Investigación Político Social del Trabajo (CIPSTRA) y miembro del comité editor de Revista ROSA.
Notas:
1/ Ver el video de la intervención de Franck Gaudichaud en el foro “Puerto de Hambre. Pasado y presente de los conflictos portuarios en Valparaíso” (27 de diciembre del 2018), organizado entre Editorial América en Movimiento, el Instituto de Historia de la Universidad de Valparaíso y El Desconcierto: https://www.youtube.com/watch?v=Juac014Prz4.
2/ Ver el video de la intervención de Pablo Klimpel en el foro “Puerto de Hambre. Pasado y presente de los conflictos portuarios en Valparaíso” (27 de diciembre del 2018), organizado entre Editorial América en Movimiento, el Instituto de Historia de la Universidad de Valparaíso y El Desconcierto: https://www.youtube.com/watch?v=GZk4InYuJUo.
3/ Franck Gaudichaud, Las fisuras del neoliberalismo maduro chileno. Trabajo, democracia protegida y conflictos de clases, Buenos Aires, CLACSO, 2015 (En Open Access : http://biblioteca.clacso.edu.ar/clacso/becas/20151203023022/fisuras.pdf ).
Fuente: http://www.revistarosa.cl/2019/01/01/entrevista-al-historiador-franck-gaudichaud-por-que-la-cut-no-hizo-un-gran-llamado-a-movilizacion-nacional-en-apoyo-a-valparaiso/

URUGUAY
por Brecha
9 enero, 2019 

Detuvieron a Miguel Sofía
Contexto de una década de búsqueda.

Casi diez años después del pedido de captura, Interpol y el Ministerio del Interior detuvieron a Miguel Sofía, un empresario integrante de los “escuadrones de la muerte”, comandos parapoliciales que actuaron en los ’60 y ’70, ejerciendo atentados, secuestros y hasta homicidios contra militantes, familiares y activistas. Entre julio y agosto de 2008, Brecha publicó una serie de investigaciones a cargo de Samuel Blixen, Walter Pernas y Fabián Kovacic, en las que se identificó a los integrantes de los comandos y se aportó información sobre los delitos cometidos.

Una de esas investigaciones de tapa condujo a la detención del fotógrafo policial Nelson Bardesio el 24 de julio de 2008. En las últimas horas, Sofía, otro de los protagonistas, ex propietario del grupo de radios Del Plata, quien estaba prófugo desde 2009, fue conducido a declarar a un juzgado penal. Brecha abordará la noticia el próximo viernes, pero mientras tanto pone a disposición de los lectores los trabajos de investigación de hace una década.

El eslabón encontrado
Investigación de Brecha localiza el paradero de Nelson Bardesio.
por Samuel Blixen
9 enero, 2019

Cía por Ombú.
A los 68 años, Nelson Bardesio Marzoa –el agente de la cia y fotógrafo policial que 36 años atrás reveló a los tupamaros la identidad de los integrantes del Escuadrón de la Muerte y confesó la forma en que operaba clandestinamente en atentados con explosivos, torturas a detenidos, asesinatos y desapariciones– vive actualmente en Argentina. Brecha lo ubicó en su domicilio del partido de Ituzaingó, en el Gran Buenos Aires, donde reside con su esposa. Al cierre de esta edición, se aguardaba la orden para su detención preventiva, previa al pedido de extradición.
El testimonio de Bardesio es considerado un elemento clave de la investigación judicial en curso por el asesinato y desaparición de Héctor Castagnetto. Pero para ello será necesario que la justicia argentina acceda al pedido de extradición de su par uruguaya, un trámite que recién comienza con la solicitud de captura.
Es impredecible establecer cuál será la actitud del ex fotógrafo policial una vez que se enfrente a la jueza penal que realiza la investigación. En marzo de 1972, interrogado por los dirigentes tupamaros en la “Cárcel del Pueblo”, Bardesio confesó con lujos de detalles los pormenores que vinculaban a los grupos paramilitares y parapoliciales con el Ministerio del Interior y de Defensa. Una vez liberado, y a pesar de sus temores de que fuera asesinado por sus camaradas policías, Bardesio fue entregado al Ministerio del Interior, en mayo de 1972, y en circunstancias que se desconocen, se rectificó de sus confesiones, aduciendo que había sido torturado psicológicamente.
Probablemente en noviembre de 1972 logró abandonar el país, quizás protegido por los agentes de la cia estacionados en Montevideo. Un primer destino, según periodistas estadounidenses que investigaron el Escuadrón de la Muerte uruguayo, habría sido Canadá; más tarde fue ubicado en México, ahora como pastor de una iglesia evangélica.
Una investigación de Brecha pudo establecer que Bardesio contrajo matrimonio en 1976 con su actual esposa, según los registros del condado Bexar, en el estado de Texas; en 1972 el agente de la cia estaba casado con una funcionaria policial, y se desconoce cuándo y cómo se produjo el divorcio.
Las páginas amarillas de la telefónica de Texas indican que en 2004 Bardesio registraba como domicilio las oficinas de la Compañía Cantrell en el 8144 Walnut Hill Ln, Ste 1440
Dallas, tx 75231-4344. La empresa tiene, sugestivamente, el nombre de quien fuera uno de los más activos jefes de la estación de la cia en Montevideo, William Cantrell, de quien Bardesio fue el chofer de confianza.
Si Bardesio pretendió borrar su rastro durante más de 30 años, para dejar atrás su pasado de coordinador de grupos operativos del Escuadrón, su llegada a Argentina, en junio de 2006, provoca cierta perplejidad, puesto que no se esforzó por disimular su presencia. Ingresó a ese país con el pasaporte estadounidense número 712614610, expedido a su nombre. Hasta donde se pudo reconstruir su periplo con base en numerosas fuentes consultadas, Bardesio optó por instalarse en una casa anodina, ni muy modesta ni muy lujosa, de un barrio de clase media alta de la calle León Bloy 308, en Ituzaingó, una población del Gran Buenos Aires distante unas dos horas del centro de Capital Federal. El teléfono particular fue registrado a nombre de su esposa. Y se sabe que en ciertas oportunidades viajó a Montevideo para visitar a sus propios familiares.
Al activarse la denuncia por la desaparición de Castagnetto, la justicia uruguaya solicitó información vía Interpol, y la policía argentina, a mediados de 2007, comunicó en detalle sobre el paradero y bienes del ex fotógrafo policial. Por razones que se desconocen, el pedido de captura preventiva no se activó hasta ahora y es de presumir que Bardesio tenía conocimiento de las diligencias judiciales. Sin embargo, no tomó al parecer ninguna medida para eludir una detención. Quizás ello sugiera que Bardesio está dispuesto a desentrañar la confusión de mayo de 1972 que permitió a una mayoría parlamentaria mirar para el costado e ignorar la responsabilidad institucional de los gobiernos de Pacheco Areco y Juan María Bordaberry al estimular, amparar y financiar los escuadrones paramilitares y parapoliciales.
BARDESIO LOCALIZADO. En el curso de la investigación de Brecha pudo verificarse, por dos fuentes independientes entre sí, la presencia de Bardesio en Argentina. El martes 22 un equipo del semanario se trasladó a Ituzaingó. Logró ubicar la casa, una construcción de ladrillos a la vista, con un cobertizo para el vehículo marca Citroen color negro y una entrada enrejada. Ciertos paralelismos saltaron a la vista: el nombre de la calle corresponde al escritor francés del siglo xix, que primero fue un disipado mujeriego y después se convirtió en una especie de monje asceta, de la misma forma que Bardesio fue primero un activista del Escuadrón de la Muerte para luego convertirse en pastor evangelista. Quizás haya sido un accidente el lugar de residencia, pero no puede menos que señalarse que la calle está literalmente rodeada de reminiscencias uruguayas: las laterales y paralelas de León Boy exhiben nombres como José Artigas, Oribe, Juan Antonio Lavalleja, Tacuarembó, Colonia, Florida.
La discreta vigilia de Brecha pretendía confirmar su presencia y obtener una fotografía de Bardesio, que nunca fue difundida. El vecindario, preocupado por las olas delictivas, se alborotó ante la presencia persistente de extraños. Finalmente, en la mañana del miércoles 23, Brecha intentó comunicarse telefónicamente con Bardesio. Atendió su esposa: “Nelson está ahora en la ducha”. Media hora más tarde, Brecha tocó el timbre de la puerta.
—Queremos hablar con el señor Nelson Bardesio.
—¿Quién lo busca? –preguntó una voz femenina a través del portero eléctrico.
—Periodistas uruguayos.
Hubo un silencio y la comunicación se cortó. No parecía que el matrimonio Bardesio estuviera sobre aviso.
Minutos más tarde, después de varios intentos, la esposa atendió el teléfono, y ante el requerimiento anunció que Bardesio no quería formular declaraciones. Los argumentos esgrimidos no lograron variar la determinación. Sin embargo, quedaba cumplido el objetivo de confirmar la presencia del ex agente de la cia en Ituzaingó.
En el momento de sacar su vehículo, una vecina fue abordada por Brecha:
—¿Conoce a su vecino, el señor Bardesio?
-Sí, pero muy someramente. Cuando salen, lo hacen en el auto, y nunca concurren a las reuniones de vecinos para discutir los problemas de seguridad. ¿Por qué preguntan?
Se le informó del pasado de Bardesio referido a los derechos humanos.
—¡Mire usted! Aquí en la cuadra hay varios que seguramente tuvieron que ver con esas cuestiones. Es gente muy reaccionaria. Por lo que sé, Bardesio vivió muchos años en Estados Unidos.
La posibilidad de abordar a Bardesio en la calle se diluía a medida que transcurría la tarde. La puerta de su casa se abrió sólo para permitir la entrada de dos personas. El tedio sólo fue roto cuando un patrullero de la Policía Bonaerense se estacionó junto al auto de Brecha y pidió documentos.
—¿Qué hacen aquí? –preguntó un oficial.
—Somos periodistas. Queremos entrevistar a una persona que puede ser detenida y extraditada.
El oficial regresó al patrullero y se comunicó por radio. Después devolvió los documentos y dijo:
—Sigan nomás, muchachos.
Al cierre de esta edición, la captura preventiva de Bardesio aún no se había producido. Y tampoco se produjo una fuga precipitada del requerido.
La situación judicial de Bardesio puede resultar comprometida porque su responsabilidad en la estructura del Escuadrón de la Muerte está confirmada por dos testimonios independientes de otros tantos miembros de uno de los grupos parapoliciales que el ex agente coordinaba con los jerarcas del Ministerio del Interior. Ello sin contar con que, pasados 36 años, Bardesio puede estar dispuesto a rever el desmentido que evidentemente efectuó bajo presión política y confirmar el detallado testimonio que brindó a los tupamaros. La negativa a conceder una entrevista a periodistas no es necesariamente un indicio de que no quiere colaborar con la justicia. Porque lo más directo hubiera sido fugar. Y volver a un peregrinaje por tierras donde, lo más probable, no haya calles con referencias a Uruguay.

Miembros del Escuadrón, según Bardesio*

Carlos Pirán, subsecretario de Interior.
Armando Acosta y Lara, subsecretario de Interior.
Subcomisario Raúl La Paz, nexo entre la dnii y la Embajada de Estados Unidos.
Inspector Víctor Castiglioni, director de la dnii.
Capitán de marina Ernesto Motto, de inteligencia de la Armada.
Alberto Sosa González, funcionario del Ministerio del Interior.
Hernán Silvera Techera, policía.
Óscar Rodao, policía.
Estanislao Lamenta, funcionario del Ministerio del Interior.
Comisario Hugo Campos Hermida, jefe del Departamento 5 de Investigaciones.
Comisario Macchi, jefe del Departamento 6.
Coronel aviador Walter Machado, enlace entre la Policía y las Fuerzas Armadas.
Oficial inspector Pedro Fleitas, dnii.
Santiago de Brum Carvajal, ministro del Interior.
Brigadier Danilo Sena, ministro del Interior.
Julio Vigorito, subsecretario de Interior.
Inspector Jorge Grau Saint Laurent, director de la Oficina de Estadística y Contralor de Información.
Ángel Crosas Cuevas, médico paraguayo.
Miguel Sofía, integrante de la jup.
Subcomisario Óscar Delega, funcionario del Departamento 5.
Walter Werner Machado, policía.
Capitán Mario Risso, jefe de inteligencia de la Armada.
Capitán Pedro Antonio Matto.
General Juan Pedro Ribas.
Nelson Benítez, policía.
Capitán de navío Jorge Nader.
Nelson Bardesio, funcionario de las Fuerzas Conjuntas.
* Existen, además, otros miembros cuya identidad Brecha está investigando.

Confirmaciones y sospechas judiciales
Testimonio clave reafirma responsabilidad de Bardesio y Sofía.

por Samuel Blixen
9 enero, 2019

Tres declaraciones que describen la estructura y las acciones del denominado Escuadrón de la Muerte resultan confirmatorias –periodística y penalmente– de las operaciones perpetradas por agentes policiales, militares y civiles (incluso integrantes del propio gobierno de la época) en predictadura. Los testimonios pertenecen a ex integrantes de la organización: dos de ellos son conocidos (los de Nelson Mario Benítez y Nelson Bardesio), pero recientemente se agregó un tercero, el de un ex funcionario policial que compareció ante la justicia penal.
En realidad, las declaraciones de este último fueron formuladas hace dos años y medio, en el marco de un interrogatorio, entonces a cargo del juez Pablo Eguren, que no refleja profundidad ni agudeza ante un testigo evidentemente dispuesto a revelar información.
Sin embargo, las escuetas declaraciones del interrogado –apenas dos carillas– involucran seriamente a Bardesio y al ahora empresario Miguel Sofía, sobre quien pesan sospechas de una eventual fuga, puesto que acaba de vender sus empresas de comunicación y se ha mostrado preocupado por su situación en distintas oportunidades y ante diversos testigos, según constató Brecha.
Fuentes consultadas por Brecha indicaron que el testigo clave es un ex funcionario policial que admitió la existencia de una organización dedicada a cometer violaciones a los derechos humanos; específicamente relató cómo Bardesio jugó un papel protagónico en la desaparición forzada de un joven que muy presumiblemente era Héctor Castagnetto.
Según la narración de Benítez ante el senador Juan Pablo Terra y el arquitecto Juan José Sostuyo, el 2 de marzo de 1972, y la del propio Bardesio ante los tupamaros durante su detención en la Cárcel del Pueblo, para el secuestro y tortura de Castagnetto se utilizaron dos casas: una en El Pinar –propiedad de Bardesio– y otra en la calle Araucana, en Carrasco, en la que residía el mentor paraguayo del Escuadrón, Alejandro Crossa Cuevas (véase en nota adjunta la declaración de Bardesio sobre el asesinato de Castagnetto).
INVOLUCRADOS. En aquel momento las declaraciones de Benítez fueron realizadas “antes de que hubiera ninguna manifestación relativa a confesiones o declaraciones que pudiera haber hecho el señor Bardesio”, según las palabras de Terra, registradas en la sesión del Senado del 7 y el 8 de junio de 1972. El testimonio de Benítez, además, fue ratificado en un acta notarial fechada el 2 de mayo de 1972: en el acto estuvieron, en calidad de testigos, los legisladores Daniel Sosa Díaz, Hugo Batalla, Zelmar Michelini, Héctor Gutiérrez Ruiz y Guillermo García Costa.
Más de 33 años después, en 2005, las declaraciones del ex funcionario policial ubicado e interrogado por la justicia a pedido del Serpaj coinciden con el testimonio de Benítez ante los parlamentarios y de Bardesio ante los tupamaros. Pero, además, el interrogado admitió que formó parte del operativo. Según supo Brecha, el ex funcionario dijo que en la casa de El Pinar vio a un joven tirado en un rincón, al que luego trasladaron rumbo a Montevideo. También relató cómo Bardesio buscó comunicarse con “alguien de la marina” para culminar el crimen.
Los datos aportados por el interrogado también coinciden con las conclusiones a las que arribó en 2003 la Comisión para la Paz. En su informe oficial, ésta estableció haber encontrado “elementos de convicción coincidentes y relevantes que permiten concluir” que Castagnetto “fue llevado en primera instancia a un chalet del balneario El Pinar y posteriormente traído a una casita en Montevideo, en la calle Araucana, donde fue sometido a torturas; en la madrugada del día 18 de agosto de 1971, sobre la hora 1, fue trasladado a otro lugar y ejecutado. Su cuerpo –según la información recibida– fue tirado al Río de la Plata, en la zona del Cerro”. Sin embargo, la comisión no individualizó a los responsables. Pero otro informe oficial entregado en agosto de 2005 al presidente Tabaré Vázquez por parte de la Armada, sí aporta oficialmente un nombre: “29/4/1972: Según declaraciones del agente Bardesio secuestrado, el sujeto fue arrojado a la bahía por el capitán de navío Jorge Nader”, quien ha fallecido. Pero otros están vivos.
PIRÁN Y SOFÍA. Por ejemplo, el ex policía interrogado en sede penal sostuvo que Sofía integraba la organización –como antes lo habían señalado Benítez y Bardesio– y que estaba relacionado con un “paraguayo” (Crossa Cuevas).
En su declaración ante la justicia, Sofía negó su participación en el Escuadrón, ni siquiera aceptó haber participado en la jup. Pero admitió su vinculación con el ex subsecretario del Interior Armando Acosta y Lara, con Bardesio, con Crossa Cuevas y con el coronel Walter Machado (todos hombres clave del Escuadrón).
También fue interrogado Carlos Pirán, quien negó conocer a “ningún Escuadrón” así como la existencia de “torturas” en aquellos años. Pero Pirán dejó un flanco que el juez Eguren no profundizó: no supo explicar cómo llegaron a sus manos las actas parlamentarias en las que Bardesio supuestamente se desdice, y que fueron robadas del Palacio Legislativo. El ex gobernante colorado entregó a la sede penal una copia de las actas de la comisión investigadora sobre actividades terroristas, fechadas el 10 de junio de 1972, y que habían sido “extraviadas”.
Por otra parte, también declararon el inspector retirado Jorge Grau Saint-Laurent (activo participante en la formación del Escuadrón), Washington Grignoli y Pedro Mato, quienes también negaron su responsabilidad en esa organización.
El fiscal Ricardo Peciballe y la jueza Graciella Eustacchio pretenden interrogar a otros testigos y presuntos ex integrantes del Escuadrón, o a funcionarios eventualmente vinculados a la organización.
En calidad de testigos, la jueza se dipone a citar a los ex senadores Carlos Julio Pereyra y Guillermo García Costa. Y en algún momento también está prevista la declaración de Julio María Sanguinetti.
El delito que se persigue es el de desaparición forzada, que es imprescriptible. No obstante, si se considerara que el caso debe caratularse como homicidio muy especialmente agravado, el plazo de prescripción se cumpliría a mediados de 2009.
Sanguinetti y el proceso

La denuncia

Con el patrocinio de Serpaj, Ana Castagnetto se presentó en junio de 2005 ante el Poder Judicial a solicitar que se investigue el destino de su hermano Héctor. La denuncia penal por desaparición forzada quedó en principio en manos del juez penal de 11º turno, Roberto Timbal, pero éste declinó actuar al entender que correspondía enviar la denuncia al juzgado que ya había entendido en esta causa en 1987. En aquel momento, el entonces diputado Nelson Rovira (Frente Amplio) había denunciado la desaparición de Héctor Castagnetto da Rosa y de Abel Ayala, y los homicidios de Antonio Ramos Filippini e Ibero Gutiérrez. Pero el gobierno de Julio María Sanguinetti mandó archivar el caso alegando que había sido alcanzado por la ley de caducidad.
En 2005 el caso fue derivado a la sede penal de 8º turno, a cargo de Eguren, e intervino la fiscal penal de primer turno, María del Huerto Martínez. No obstante, ambos cambiaron de oficinas –Eguren a una sede de lo contencioso administrativo y Martínez a la órbita civil–, y ahora el caso quedó a cargo de la jueza Graciela Eustacchio y del fiscal Ricardo Perciballe, que han decidido arrestar a Bardesio.

Inacción

Según consta en el expediente judicial, la dirección de Ituzaingó donde Brecha encontró a Bardesio figura en el expediente judicial desde hace un año y medio. No obstante, el juez Eguren no lo requirió.
Interpol Uruguay, en coordinación con su par argentina, obtuvo datos de la casa, de la esposa de Bardesio, e incluso de su auto: un Citröen C3 patente EQI 185, que siempre está parado a la vista de los peatones. Ahora, el fiscal Perciballe y la jueza Estacchio tomaron cartas en el asunto, y procuran encarcelar al ex represor.