jueves, 22 de noviembre de 2018

Alvaro García Linera criticó la ola neoliberal en el Foro organizado por Clacso: “Están repitiendo viejas recetas que fracasaron” // Monedero y García Linera afirman que el progresismo regresará a Latinoamérica // Estela de Carlotto “Estar juntos para resistir” // Dos reflexiones a propósito del pensamiento crítico Por: Atilio Borón // G20 en el debate de época por Julio C. Gambina // Bullrich anunció el megaoperativo de seguridad // Pérez Esquivel desmintió a Bullrich: "No hemos tenido ningún tipo de reunión" // Destrucción de Argentina y Brasil: Regalo para Trump Por: Emir Sader // "Ahora el cambio social en Brasil pasa por la defensa de la democracia" // Futuro gobernador de Rio de Janeiro propone usar francotiradores contra favelas // El próximo canciller de Brasil considera que el cambio climático es un "complot marxista" // URUGUAY: Hasta siempre Luisa Cuesta; la búsqueda continúa // Dos marchas contra la violencia hacia las mujeres

Alvaro García Linera criticó la ola neoliberal en el Foro organizado por Clacso en el estadio de Ferro: “Están repitiendo viejas recetas que fracasaron”

El vicepresidente de Bolivia aseguró que hoy en América latina “tenemos una especie de zombie, un neoliberalismo fosilizado”. A su lado, el politólogo español Juan Carlos Monedero señaló que ser de izquierda es confiar en el prójimo.

PÁGINA 12  - 21 de noviembre de 2018

García Linera y Monedero participaron en el segundo día del foro organizado por Clacso.
García Linera y Monedero participaron en el segundo día del foro organizado por Clacso. 
La nueva ola conservadora que se está expandiendo por la región lleva como bandera un neoliberalismo zombie, dijo ayer el vicepresidente de Bolivia, Álvaro García Linera. “El neoliberalismo que ha triunfado recientemente en algunos países de América Latina es fosilizado. Están repitiendo las viejas recetas que hace 20 años fracasaron. No hay inventiva, no hay creatividad, no hay esperanza. Lo que ahora tenemos es una especie de neoliberalismo zombie que sobrevive. Pero yo insisto en que esto se va a acabar”, afirmó. Junto con el profesor de la Universidad Complutense de Madrid y cofundador de Podemos, Juan Carlos Monedero, García Linera presentó la conferencia “El futuro de la izquierda y de la dignidad humana”, en el segundo día del Foro Mundial del Pensamiento Crítico, organizado por Clacso. En el caluroso auditorio 1 del estadio de Ferro que estallaba de gente, el español y el boliviano pensaron en conjunto cuál es el rol de la izquierda en los años venideros.
El primero en tomar el micrófono fue Monedero, quien empezó admitiendo que definir qué es izquierda y qué es derecha, no es tarea fácil, una discusión que sirve de continuidad a las palabras pronunciadas el día de ayer por la ex presidenta Cristina Fernández de Kirchner. Pero el académico aventuró una teoría: “Hay una idea fundamental que diferencia a las personas progresistas de las personas conservadoras. Las personas progresistas confiamos en los seres humanos; las personas conservadoras, no. Las personas que no confían en el ser humano van a terminar justificando gobiernos autoritarios, incluso la violencia, el paramilitarismo. En cambio, el pensamiento de izquierda necesita confiar en los demás”.
El académico, luego, expuso, siguiendo a Espinosa, que los seres humanos tenemos dos grandes sentimientos: el miedo y la esperanza. “El miedo monologa, pero la esperanza necesita dialogar y cooperar. En esa lucha en nuestras sociedades, cuando se instala el miedo, gana la derecha”, aseguró Monedero y sentenció: “Hay un sector de la izquierda que piensa que es más inteligente y más de izquierda cuanto más apocalípticos, oscuros y tenebrosos son sus discursos. Eso no es verdad. La gente que no abre vías de esperanza está trabajando para el conservadurismo”. Los aplausos llenaron la sala. 
El profesor pasó la posta a García Linera, quien estimó que la primera oleada progresista que recorrió la región en la última década y media pareciera haber terminado. “Hay que ser fríos y reparar en los límites y los errores cometidos durante esa primera oleada, porque tenemos que prepararnos para la segunda”, disparó el vicepresidente boliviano, quien recibió una sonora ovación.
García Linera analizó los logros alcanzados por los gobiernos progresistas de América Latina de esa primera oleada, comenzando por la redistribución de la riqueza. “¿Qué significa ser de izquierda? Haber sacado a 72 millones de personas de la pobreza”, afirmó. Fortalecimiento de los sindicatos y organizaciones sociales, democratización creciente, políticas de integración y soberanía continental, entre otros, fueron los demás puntos destacados por el vicepresidente. 
En cuanto a los límites, García Linera fue tajante en la debilidad de las transformaciones del sentido común. “En el fondo, la política es una lucha por la construcción del sentido común.Y los gobiernos progresistas supieron utilizar un discurso específico en el momento preciso en que un pedazo del sentido común  –que apostaba al mercado para la satisfacción de las necesidades, que delegaba en empresarios los problemas de los pobres, etc.– se resquebrajó en un momento de catarsis social”, comenzó. “Cuando se llega al gobierno se cree que ese nuevo sentido común está enraizado. Pero lo que hemos entendido es que el sentido común es un sedimento conservador y que si los gobiernos progresistas no hacen un esfuerzo planificado y sistemático en todos los aspectos para transformarlo, el viejo sentido común volverá a reconstruir y desplazará al nuevo sentido común progresista superficial”, continuó. “De ahí la paradoja: ¿cómo es posible que compañeros que salieron de la pobreza fruto de las políticas progresistas voten en contra de un gobierno progresista? Parece una traición. No lo es”, aseguró.
García Linera reiteró que la izquierda debe prepararse para volver a tomar el poder y expresó su deseo de que esta vez, con esta posible nueva oleada de gobiernos progresistas, cuenten con apoyos de otros lugares del mundo. “Miramos a España, a Inglaterra, a Francia, a Italia, a todas las partes del mundo, con la esperanza de que no nos dejen solos.Con la esperanza de que la siguiente oleada pueda ensamblarse con una oleada continental y mundial”, afirmó.

Monedero y García Linera afirman que el progresismo regresará a Latinoamérica

La segunda jornada del Primer Foro Mundial de Pensamiento Crítico inició con una disertación de Juan Carlos Monedero, fundador de Podemos, de España, Álvaro García Linera, vicepresidente de Bolivia y referente intelectual latinoamericano
Foto: Verónica Caballero
20 noviembre, 2018 - CARAS Y CARETAS
La conversación entre los panelistas abordó las perspectivas de la izquierda en Latinoamérica, donde el eje central giró al rededor de comprender que los cambios logrados durante la década de gobiernos progresistas, sacaron de la pobreza a 70 millones de personas a lo largo del continente, avanzaron en el mejoramiento de la calidad de vida de las naciones y consiguieron re vincular al estado con su sociedad, sin embargo no lograron mantenerse en el tiempo.
Y aunque los aciertos fueron muchos, es importante darse el tiempo de reconocer, como lo diría Linera, cuáles fueron los desaciertos que se tuvieron en esos años de gobierno, pero fundamentalmente entender que el verdadero cambio consiste en corregirlos y darles manejo para avanzar y no perder todo lo que se ganó.
Es cierto que al regreso de los gobiernos de derecha se perdieron muchos de los avances logrados durante décadas de construcción alternativa, y esto ocurrió porque la estructura social de los países ha sido desde sus profundos imaginarios, muy conservadora; es esa la razón por la que le ha sido relativamente fácil a la derecha usar discursos excluyentes para hacer crecer sus proyectos en las urnas.
Por otro lado es importante recalcar que, según Monedero, uno de los principales factores a tener en cuenta en el intervencionismo norteamericano moderno, es que ya no se aplica el énfasis principal en el entrenamiento militar, de tropas y de grandes contingentes armados que derroquen gobiernos por la fuerza, sino que se entrenan jueces para que hagan movimientos que saquen del medio a los competidores electoralmente más fuertes y de paso debiliten la confianza de la base social en la izquierda.
Finalmente concluyen los ponentes, que dadas las condiciones con que han llegado los gobiernos neoconservadores, es muy posible que se dé un despertar de las fuerzas progresistas nuevamente, pues existen sociedades que ahora conocen el progreso y las ventajas de los gobiernos progresistas, principalmente para los sectores más sumergidos, por lo tanto el tiempo en que el neoliberalismo pueda imponer cargas tan pesadas a las sociedades en beneficio de los grandes capitales, no será mucho.

La participación de Estela de Carlotto
“Estar juntos para resistir”

PÁGINA 12 - 21 de noviembre de 2018

La presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto, sostuvo ayer que la democracia argentina “es legal pero es ilícita porque comete acciones ilegales todo el tiempo, como reprimir o decir que se puede usar un arma”. Durante su intervención en el Primer Foro Mundial de Pensamiento Crítico, organizado por Clacso, Carlotto convocó a dejar a un lado las diferencias y “estar juntos para resistir”. 
La acompañó en la mesa de debate sobre “El derecho a la memoria”, Eleonora Menicucci de Oliveira, ex funcionaria de Dilma Rousseff, quien recordó a la dirigente feminista brasileña Marielle Franco, asesinada este año por su condición de militante. “Hablar de derechos humanos en una época de neoliberalismo tan salvaje y tan cruel es hablar de memoria y de justicia y básicamente es un momento de reflexión para radicalizar las democracias en América latina”, sostuvo.
“Memoria, verdad y justicia no son tres palabras vacías sino que contienen la necesidad de hacer que se cumplan”, apuntó Carlotto durante su exposición, en la que advirtió que en Argentina “tenemos la democracia más larga de la historia, porque tenemos que llamar democracia a esto que estamos viviendo, que es legal pero es ilícita porque comete acciones ilegales todo el tiempo, como reprimir o decir que se puede usar un arma”. En ese sentido, sumó su granito de arena a la construcción de un frente de unidad de cara a las elecciones del próximo año: “Tenemos fuerza, somos capaces, pero no tenemos que desbandarnos, no tenemos que estar buscando las diferencias, tenemos que estar juntos para resistir, para cambiar y para volver a tener el país que ya tuvimos en la década ganada”.
La ex funcionaria de Rousseff mencionó que “hablar de derechos humanos en una época de neoliberalismo tan salvaje y tan cruel es hablar de memoria y de justicia y básicamente es un momento de reflexión para radicalizar las democracias en América latina”. Al respecto, completó que “no existe democracia sin derechos humanos, que no es hablar del pasado, sino pensar en un concepto ampliado que contemple a las mujeres, negros y población LGBTI de hoy”.

Cuatro mujeres debatieron en una mesa convocada “En defensa de la educación pública”
“La educación no es mercancía, es un derecho”

Las rectoras Gabriela Diker y Sandra Torlucci; la titular de la Ctera, Sonia Alesso, y la militante juvenil y feminista Ofelia Fernández coincidieron en la necesidad de construir un espacio capaz de evitar el avance del neoliberalismo sobre el sistema educativo.

PÁGINA 12 -  21 de noviembre de 2018

Gabriela Diker, Sandra Torlucci, Ofelia Fernández, Sonia Alesso y la moderadora del debate, Fernanda Saforcada.
Gabriela Diker, Sandra Torlucci, Ofelia Fernández, Sonia Alesso y la moderadora del debate, Fernanda Saforcada. 
La construcción de un frente de unidad como estrategia para evitar que siga avanzando la derecha sobre la educación pública fue el punto en donde se encontraron los discursos de las cuatro mujeres que participaron de la mesa “En defensa de la educación pública”, que tuvo lugar ayer por la tarde en la contracumbre de Clacso. La rectora de la Universidad Nacional de General Sarmiento, Gabriela Diker, exigió “redoblar las luchas y salir del consignismo” para defender una educación pública “de calidad”. Su par de la Universidad Nacional de las Artes, Sandra Torlucci, propuso apuntar los esfuerzos de las mayorías “con el único objetivo de pensar un mundo que lejos de dividir logre una vida mejor para todes”. La titular de la Ctera, Sonia Alesso, recordó que “la derecha encuentra claramente cómo juntarse y acumular”, mientras que la tarea del resto es “la unidad del movimiento popular” para “defender la educación del pueblo”. Por último, Ofelia Fernández, dirigente juvenil del flamante Frente Patria Grande, llamó a “asumir el compromiso” de defender el carácter público de la educación y su transformación: “Eso es lo que verdaderamente le molesta a este gobierno”, insistió. 
En la mesa que integró el programa del segundo día del Foro Mundial de Pensamiento Crítico, organizado por el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (Clacso), a Fernández la precedieron las dos rectoras y la sucedió Alesso. Cuando tomó el micrófono eligió comenzar por el único punto que la diferenció de todas ellas: la edad. “Tengo 18 años, debo ser una de las más jóvenes en pisar este escenario y eso no es casual”, sostuvo, y se quejó del lugar “bastante nulo” que los y las jóvenes tienen “en clave de educación pública”. “Está claro que tenemos que estar ahí y formar parte de las decisiones, porque si no solo obtendremos miseria”, sostuvo.
En la tarea de “conquistar la democratización de la educación pública”, la ex presidenta del centro de estudiantes de la Escuela Carlos Pelegrini mencionó la “doble tarea” de la comunidad educativa: “En primer lugar, defender la educación en su carácter de pública frente al sistemático intento de desfinanciamiento, exclusión y destrucción de contenidos” porque “nuestra educación no es mercancía, es nuestro derecho”. En segundo, “cuestionarla”. “Muchas veces somos pasivos receptores y nos educan para la obediencia. El pensamiento crítico hoy se ahoga en la educación. Debemos pensar cómo vamos a transformar eso”. Denunció que “las recetas de nuestro conocimiento hoy las escribió el Banco Mundial y no queremos eso. No queremos ser legitimadores del orden vigente, no queremos ser tecnócratas. Queremos otra cosa”, advirtió. 
Se quejó de que las “autoridades, los ministros sobre todo, no han pisado ni mandan a sus hijos ni saben cómo funciona la escuela pública. Y sin embargo nosotras y nosotras tenemos poder de decisión nulo”. A esas mismas autoridades también criticó por pensar políticas “desde los despachos”. Y citó ejemplos: “Así pensaron la política con la que supuestamente nos insertan en el mercado laboral cuando en realidad nos convierte en mano de obra barata de sus empresas” y la “desfinanciación de la educación pública cuando somos nosotras y nosotros los que ponemos los muertos, como pasó con Sandra y Rubén en a escuela de Moreno”. También la falta de aplicación de la Ley de Educación Sexual Integral.
La exposición de Alesso comenzó con una referencia a la joven dirigente, la que cosechó más aplausos en la mesa. “Algo muy bueno hizo la escuela pública si tenemos estos jóvenes como Ofelia y como miles y miles que marchan en cada punto de nuestro país defendiendo la educación pública”. Aquel fue el único festejo de la dirigente. “No traigo buenas noticias”, advirtió inmediatamente después. “Lo que se está aplicando en materia de políticas de educación en Argentina está calcado en cada uno de los países de la región. Son las políticas de ajuste del Banco Mundial, del FMI. Es la mercantilización y privatización de la educación”, puntualizó. 
En ese sentido, apuntó que “los pueblos están peleando, pero los medios hegemónicos en ningún país de América latina lo muestran”. Así que advirtió sobre “el compromiso militante” de quienes participan de esa lucha, de difundir, compartir y distribuir”. “Nuestra tarea es la de la unidad del movimiento popular que debe ser además nacional, feminista y profundamente federal” porque “la derecha no se divide”, sostuvo. “En esa tarea estamos, defendiendo la educación de nuestro pueblo”, aseguró por último. 
Para Diker, que dirige la Universidad Nacional de General Sarmiento, para ejercer esa defensa hay que “redoblar las luchas” y “eludir todo consignismo”. “No nos podemos dar el lujo de sostener consignas. Consignas usan ellos”, en relación a aquellos que organizan y participan en foros “donde se plantea todo lo contrario” a la defensa de la educación pública. “Tenemos que responder con evidencia y pensamiento, denunciando que hay políticas educativas para los medios que no son iguales a la realidad, la de las escuelas que estallan, la de los precarios salarios docentes, la de las bajas y recortes de presupuesto, la de protocolos policiales y represivos contra movimientos estudiantiles y la del ingreso de fuerzas policiales en campus universitarios”. 
En ese sentido, llamó a “profundizar los principios, volver a pensar una y otra vez lo que pensábamos, asumir las tensiones y contradicciones que históricamente ha mostrado la educación pública” para ejercerla como “la herramienta más poderosa de producción de igualdad”. “El pensamiento, el conocimiento está de nuestro lado: usémoslo”, invitó. 
La rectora de la UNA, Torlucci, tomó la crítica a las consignas de Diker y respondió con otra: “El amor vence al odio”. “No es una consigna sino un concepto político filosófico”, postuló tras plantear el desafío de la academia en la defensa de la educación pública: “La academia tiene que ser capaz de deconstruir jerarquías. Ese uno por ciento que se lleva la riqueza es el único otro con el que no podemos conciliar. El resto, el 99 por ciento, debe estar unido con un único objetivo: el de pensar un mundo que lejos de dividir logre una vida mejor para todes”.

Samper en el Foro de Pensamiento Crítico del CLACSO
“Hay poderes fácticos que sustituyen a los partidos”

PÀGINA 12 - 21 de noviembre de 2018

El expresidente colombiano y extitular de la Unasur, Ernesto Samper, disertó en el 1er Foro Mundial del Pensamiento Crítico y se refierió a la “profunda crisis política” que está atravesando América latina, que explicó por la desconexión entre los partidos políticos y los movimientos sociales, pero también por la aparición de nuevos actores en la arena política. “Hoy hay poderes fácticos que sustituyen a los partidos políticos. Hablo de grupos económicos, medios, jueces al servicio de causas particulares. Ése es el hilo conductor que nos permite entender lo que pasa en Brasil", destacó ante en el estadio de Ferrocarril Oeste.
El ex mandatario subrayó que es importante “entender que los monstruos que la izquierda latinoamericana tiene enfrente no son abstractos ni fantasmagóricos” y subrayó que tienen “dientes, garras, pero sobretodo apetitos”. “No se trata de cerrar la fábrica de sueños sino de abrir un nuevo departamento para convertir los sueños en realidad”, aseguró sobre el final de la conferencia. “Coincido con Cristina en que aquí hay una crisis política profunda que tiene sus raíces en los partidos políticos de la región. Se ha venido perdiendo la dinámica de los partidos porque ya no representan como antaño los intereses sociales y populares, porque se han dedicado al clientelismo”, agregó Samper, quien propuso también “analizar el impacto de las redes sociales (...) que actúan como enjambre pero no ofrecen una salida”.
Más adelante el exmandatario se refirió a la desigualdad, que se disimuló durante los gobiernos progresistas pero hoy vuelve a tocar la puerta. “En 10 años de gobiernos progresistas sacamos a 180 millones de personas de la pobreza. Saben cuántos están regresando a la pobreza? Según cifras de la Cepal, entre 15 y 20 millones. Estamos desandando el camino que habíamos avanzado”, advirtió.
El ex presidente de Colombia recordó que en su país se “lograron cerrar unos acuerdos históricos en La Habana, que pusieron fin a un conflicto de más de 50 años”, pero alertó que allí “todavía hay gente, cuyos apellidos empiezan con U que quieren más guerra”, en una clara referencia al ex mandatario Álvaro Uribe, quien promovió la carrera del actual presidente del país, Iván Duque. "El eje vertebral de la paz en Colombia es volver a repartir las tierras, porque no sólo no las han repartido sino que las han concentrado los paramilitares, los narcos y los agentes de la guerrilla", explicó.
Un párrafo aparte le dedicó a Brasil, país en el que se vivió “un fraude electoral” con la elección de Jair Bolsonaro como presidente porque no dejaron participar de los comicios a Lula Da Silva, “la única persona que podía derrotarlo”.” Era una pela de boxeo en la que subieron a Bolsonaro para que peleara contra Lula pero Lula estaba amarrado y con un antifaz porque no podía defenderse”, denunció Samper, quien visitó recientemente en Curitiba al fundador del PT. Para el colombiano, a Lula “lo tienen confinado en condiciones miserables”.
Samper advirtió además que esa misma "conspiración de poderes fácticos" es la que "le están haciendo a Cristina aquí, a Correa en Ecuador, es una guerra jurídica", que se activa "porque no los pueden derrotar en el campo de las batallas políticas (...) y trasladan la decisión a los estrados judiciales". Por último consideró que ésta es "la nueva estrategia de la derecha para robarle los espacios a la izquierda latinoamericana".

Dos reflexiones a propósito del pensamiento crítico

Por: Atilio Borón
21 noviembre 2018 | CUBADEBATE

CLACSO 2018. Foto: @atilioboron.
Muchos pensaron que con el triunfo de Mauricio Macri y la elección de Jair Bolsonaro el pensamiento de Nuestra América caería una vez más en los nefandos extravíos del neofascismo, de la xenofobia, la misoginia, la homofobia, el racismo. Es decir, en el pensamiento reaccionario en todas sus variantes, y que el pensamiento crítico había llegado a su ocaso.
Pero la extraordinaria convocatoria del Primer Foro Mundial del Pensamiento Crítico convocado por CLACSO en Buenos Aires pone seriamente en cuestión esa expectativa largamente acariciada por la derecha. No solo por la gran cantidad de intelectuales y políticos de todo el mundo que acudieron a la cita sino por el clima que se palpaba en la multitudinaria concurrencia y la receptividad demostrada ante diversas intervenciones que no solo cuestionaban el saber convencional de las ciencias sociales, comenzando por la Economía, sino que expresaban la profunda convicción de que el camino neoliberal por el cual algunos gobiernos están llevando a nuestros países conduce inexorablemente a un holocausto social y ecológico de inéditas proporciones.
Ante esa amenaza es necesario construir una alternativa política, y esa requiere el aporte imprescindible del pensamiento crítico que permita trazar una hoja de ruta para evitar el derrumbe catastrófico de la vida civilizada.
Hay que hacer un análisis concreto de nuestras dolorosas realidades y un profundo trabajo de organización en el fragmentado y atomizado campo popular que permita enfrentar a los hiperorganizados (en Davos, en el Grupo de Bildelberg, en el G-7, etcétera) enemigos de clase. Hacer también un no menos crucial trabajo de concientización para exponer el lento genocidio que perpetran las clases dominantes del capitalismo mundial (contra los adultos mayores, los jóvenes, las mujeres, los pueblos originarios, los afrodescendientes, entre tantos otros), y para que todas y todos perciban que otro mundo es posible, que eso no es una quimera sino un “principio esperanza”, como decía Ernst Bloch, o una utopía realizable, como en su momento fue la jornada de ocho horas.
Por lo tanto: organización, unidad en la lucha, concientización y una sofisticada estrategia política de construcción de poder popular que no debe, bajo ninguna circunstancia, reducirse al solo momento electoral.
La clase dominante, el gran empresariado y sus aliados luchan a diario por sus intereses y jamás detienen sus empeños para ajustarse al calendario electoral. Como dijo una vez el magnate húngaro-norteamericano George Soros, “los mercados votan todos los días”,  y a nosotros nos llaman a votar cada dos o cuatro años.
Debemos hacer lo mismo y luchar a diario, con independencia del calendario electoral. Y tomando nota, además, de los profundos cambios registrados en la subjetividad de las clases y capas populares, que empujan a algunos de sus sectores a votar por sus verdugos. Cambios que son consecuencia del fabuloso desarrollo de la informática y los medios de comunicación que permiten llegar hasta las capas más profundas del inconsciente y, desde allí, manipular la conducta política de la población.
Lo ocurrido en Brasil con la elección de Bolsonaro es una lección que no puede ser olvidada. Para esta larga y difícil batalla se requiere mucha inteligencia, mucha fuerza y mucha pasión sin las cuales nada podrá construirse.
Ante algunos apasionados cantitos de la enfervorizada concurrencia al Foro, entre ellos el famoso “hit del verano”,  la expresidenta Cristina Fernández lanzó una oportuna recomendación: “No gritemos ni insultemos porque perdemos tiempo para pensar lo importante”.
De eso se trata: de no distraernos y pensar lo importante, es decir, de cómo retornar al gobierno y desde ahí, y con el pueblo en las calles, movilizado y organizado, conquistar el poder. Lo demás es pura catarsis, que tranquiliza a algunos espíritus pero que condena a la impotencia política a quienes la cultivan.
En su presentación del lunes en el Primer Foro Mundial del Pensamiento Crítico, la expresidenta Cristina Fernández afirmó que la distinción entre izquierda y derecha es un anacronismo. Surgida de la forma en que se distribuían los diversos grupos políticos en la Asamblea Nacional de Francia luego de la Revolución, el paso del tiempo ha terminado por confirmar la irrelevancia de aquella diferenciación.
Sin embargo, cuando en el día de ayer Juan C. Monedero y Álvaro García Linera retomaron la cuestión, sus conclusiones fueron muy diferentes. Después de manifestar que “la izquierda siempre está allí, aunque no se la mencione”, el español se preguntó: Si la izquierda está muerta, ¿dónde están los cadáveres de sus sujetos: los obreros, los campesinos, los originarios, las mujeres, los jóvenes, los explotados? ¿Es que han desaparecido? No, de ninguna manera. Están allí, retorciéndose de dolor ante tanta opresión, explotación, humillación.
Y prosigo con mi reflexión: mientras sobreviva el capitalismo y sus víctimas sigan creciendo en proporción geométrica, la izquierda estará más viva y será más necesaria que nunca. Un solo ejemplo: jamás en la historia de la humanidad hubo un uno por ciento que detentara tanta riqueza como el 99 por ciento de la población mundial. Por eso hay 99 razones para creer que la distinción entre derecha e izquierda es más válida hoy que en tiempos de la Revolución Francesa.
A su turno, García Linera expresó que la vigencia de la dicotomía derecha-izquierda se certifica cuando se observa que mientras los gobiernos progresistas y de izquierda del siglo veintiuno sacaron de la pobreza a 72 millones de personas en América Latina, los de la derecha sumieron en ella a 22 millones; y que mientras los primeros reducían la desigualdad, los segundos lo aumentaban.
Pero no solo eso: el vicepresidente boliviano también colocó en el haber de la izquierda el empoderamiento de vastos sectores sociales anteriormente privados de los derechos más elementales y la reafirmación de la soberanía económica, política y militar de los países gobernados por la izquierda por contraposición a la profundización de la subordinación económica, política y militar impulsada por los regímenes derechistas.
La supuesta extinción de la diferencia entre izquierda y derecha fue exacerbada en los 90 cuando se decía que la historia había llegado a su fin (Francis Fukuyama dixit), y con ella la lucha de clases y los proyectos de izquierda. Pero las resistencias populares dieron al traste con esas rosadas expectativas  y el neoliberalismo se vino abajo con Ménem-De la Rúa, Fujimori, F. H. Cardoso, Sánchez de Lozada y otros por el estilo.
Y vinieron nuevos gobiernos, a partir del ascenso a la presidencia de Venezuela de Hugo Chávez en 1999, que marcaron una clara diferencia con sus predecesores, la misma que hoy se comprueba entre los gobiernos de Cristina Fernández y Mauricio Macri; o entre Dilma Rousseff y Michel Temer; y, seguramente, entre Enrique Peña Nieto y Andrés M. López Obrador, o la que podría haber habido entre Fernando Haddad y Jair Bolsonaro.
¿Significa todo esto negar que haya variantes de la izquierda que han ido absorbiendo algunos contenidos y valores propios de la derecha? De ninguna manera: una cosa es la izquierda que se expresa en la Revolución Cubana; otra en los gobiernos “bolivarianos” y otra muy distinta en las versiones más moderadas de Argentina, Brasil o Uruguay. Pero todas sin excepción fueron blanco de feroces ataques del imperialismo norteamericano como guardián planetario del capitalismo. Y si este lo hizo fue porque sabía que, aun en su moderación, allí había un potencial de izquierda que debía ser tronchado sin miramientos.
Termino con una reflexión de uno de los más grandes filósofos políticos del siglo XX: Norberto Bobbio. En un hermoso pequeño libro llamado Derecha e Izquierda, este “socialista liberal”, como se autocalificaba, plasmó una bella metáfora que demuestra la vigencia de aquella distinción.
Decía que “entre el blanco y el negro puede haber un gris; entre el día y la noche está el crepúsculo. Pero el gris no anula la diferencia entre el blanco y el negro ni el crepúsculo hace lo mismo con la diferencia entre la noche y el día”.
Suficiente para validar la permanente actualidad de aquella clásica distinción. Podrá haber grises y crepúsculos, pero la izquierda siempre estará allí.

Opinión
Pensamiento crítico recargado.2

En su presentación del lunes en el 1º Foro Mundial del Pensamiento Crítico la ex presidenta Cristina Fernández afirmó que la distinción entre izquierda y derecha era un anacronismo. Surgida de la forma en que se distribuían los diversos grupos políticos en la Asamblea Nacional de Francia luego de la Revolución el paso del tiempo había terminado por confirmar la irrelevancia de aquella diferenciación. Sin embargo, cuando en el día de ayer Juan Carlos Monedero y Alvaro García Linera retomaron la cuestión sus conclusiones fueron muy diferentes. Después de manifestar que “la izquierda siempre está allí, aunque no se la mencione” el español se preguntó “¿si la izquierda está muerta, dónde están los cadáveres de sus sujetos: los obreros, los campesinos, los originarios, las mujeres, los jóvenes, los explotados?” ¿Es que han desaparecido? No, de ninguna manera. Están allí, retorciéndose de dolor ante tanta opresión, explotación, humillación. Y, prosigo con mi reflexión: mientras sobreviva el capitalismo y sus víctimas sigan creciendo en proporción geométrica la izquierda estará más viva y será más necesaria que nunca. Un solo ejemplo: jamás en la historia de la humanidad hubo un 1 por ciento que detentara tanta riqueza como el 99 por ciento de la población mundial. Por eso hay 99 razones para creer que la distinción entre derecha e izquierda es más válida hoy que en tiempos de la Revolución Francesa.
A su turno, García Linera expresó que la vigencia de la dicotomía derecha-izquierda se certifica cuando se observa que mientras los gobiernos progresistas y de izquierda del siglo veintiuno sacaron de la pobreza a 72 millones de personas en América latina los de la derecha sumieron en ella a 22 millones; y que mientras los primeros reducían la desigualdad los segundos lo aumentaban. Pero no sólo eso: el vicepresidente boliviano también colocó en el haber de la izquierda el empoderamiento de vastos sectores sociales anteriormente privados de los derechos más elementales y la reafirmación de la soberanía económica, política y militar de los países gobernados por la izquierda por contraposición a la profundización de la subordinación económica, política y militar impulsada por los regímenes derechistas.
La supuesta extinción de la diferencia entre izquierda y derecha fue exacerbada en los noventas cuando se decía que la historia había llegado a su fin (Francis Fukuyama dixit) y con él la lucha de clases y los proyectos de izquierda. Pero las resistencias populares dieron al traste con esas rosadas expectativas  y el neoliberalismo se vino abajo con Menem-De la Rúa, Fujimori, F. H. Cardoso, Sánchez de Lozada y otros por el estilo. Y vinieron nuevos gobiernos, a partir del ascenso a la presidencia de Venezuela de Hugo Chávez en 1999, que marcaron una clara diferencia con sus predecesores, la misma que hoy se comprueba entre los gobiernos de Cristina Fernández y Mauricio Macri; o entre Dilma Rousseff y Michel Temer; y, seguramente, entre Enrique Peña Nieto y Andrés Manuel López Obrador, o la que podría haber habido entre Fernando Haddad y Jair Bolsonaro. ¿Significa todo esto negar que haya variantes de la izquierda que han ido absorbiendo algunos contenidos y valores propios de la derecha? De ninguna manera: una cosa es la izquierda que se expresa en la Revolución Cubana; otra en los gobiernos “bolivarianos” y otra muy distinta en las versiones más moderadas de Argentina, Brasil o Uruguay. Pero todas sin excepción fueron blanco de feroces ataques del imperialismo norteamericano como guardián planetario del capitalismo. Y si éste lo hizo fue porque sabía que, aún en su moderación, allí había un potencial de izquierda que debía ser tronchado sin miramientos.
Termino con una reflexión de uno de los más grandes filósofos políticos del siglo veinte: Norberto Bobbio. En un hermoso pequeño libro llamado Derecha e Izquierda este “socialista liberal”, como se autocalificaba, plasmó una bella metáfora que demuestra la vigencia de aquella distinción. Decía que “entre el blanco y el negro puede haber un gris; entre el día y la noche está el crepúsculo. Pero el gris no anula la diferencia entre el blanco y el negro ni el crepúsculo hace lo mismo con la diferencia entre la noche y el día.” Suficiente para validar la permanente actualidad de aquella clásica distinción. Podrá haber grises y crepúsculos, pero la izquierda siempre estará allí.

Agencia Latinoamericana de Información
Opinión
19/11/2018

basta_de_ajuste_y_saqueo.jpg
Estamos en clima de debate sobre el cónclave de Presidentes del G20, previsto para el 30/11 y 1/12 próximos en Buenos Aires.
Allí se debaten sobre los problemas económicos contemporáneos de la economía mundial capitalista, según la lógica del poder concentrado en las aspiraciones de las corporaciones transnacionales y su necesidad de ampliar la esfera de los negocios, el objetivo de la ganancia y la acumulación.
Se trata de una reunión asumida con prevención por los anfitriones locales del Gobierno argentino, que organizan el encuentro con unos 20.000 agentes de seguridad, entre locales y extranjeros, con tres cercos de seguridad que cierran la Cumbre del G20 a la población, y un consejo de la Ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, sugiriendo a los habitantes que desalojen la ciudad el 30/11, en un día declarado asueto en la capital de la República Argentina.
Existe la represión preventiva, generando miedo en la población y cerrando el camino del debate al conjunto de la sociedad. El pueblo quiere saber de qué se trata, se decía en la revolución de mayo de 1810. La respuesta de la seguridad oficial está a contramano del reclamo social.
Por eso las denuncias anónimas y de prevención contra un imaginario de violencia que no considera la ejercida contra la mayoría de la sociedad ante la recesión, la inflación y el ajuste, sin considerar la represión explícita ante la protesta social.
En ese marco se inscriben los debates en sentido contrario a los del poder, los que se transitan en otros ámbitos, con una agenda dispuesta desde las necesidades sociales más amplias.
Las agendas del poder suponen condiciones para la liberalización de la economía y mejoras en la rentabilidad de los inversores de capital.
En ese sentido se discuten las reformas estructurales que demandan los sectores dominantes del sistema mundial, especialmente modificar el régimen laboral y previsional.
Al mismo tiempo se demandan favorables condiciones para un desarrollo de la infraestructura adecuada para la extracción de las riquezas naturales, abundantes en Nuestramérica y esenciales para el sostenimiento del modelo productivo y de desarrollo capitalista contemporáneo, más allá del efecto climático, en la Naturaleza y en la sociedad y sus poblaciones.
¿Es posible otro orden?
Desde los pueblos se intenta una agenda alternativa y por eso la Confluencia No al G20 y No al FMI organiza una discusión con movilización de carácter alternativa, donde articulan movimientos sociales, políticos y culturales muy diversos.
Incluso antes, desde el Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales, CLACSO, se realiza el Primer Foro de Pensamiento Crítico en el Estadio de Ferro, con más de 50.000 inscriptos, menos de la mitad de la Argentina.
A continuación, Clacso organiza la Conferencia Latinoamericana y Caribeña. Ambos acontecimientos nuclean a buena parte de investigadores e intelectuales de la región para instalar una crítica al orden hegemónico. Todo a días de la Contra Cumbre organizada por la Confluencia popular No al G20 y al FMI.
El tema de fondo es como ganar conciencia en la construcción de una subjetividad socio cultural que pueda disputar otro orden social, político, económico y cultural. En sí mismo supone un programa relativo a otro orden, tal como imaginara el Foro Social Mundial cuando en 2001 proponía que Otro Mundo es Posible.
Muchos se interrogan si es posible pensar en un orden alternativo ante la ofensiva contemporánea del capital, que en la Argentina se presenta explícito en el Programa de ajuste y reestructuración regresiva que supone el Presupuesto 2019, de reciente aprobación en el Parlamento.
Ideas para un programa alternativo
Es más, nos interrogan sobre cuál podría ser el rumbo del modelo productivo alternativo.
Vale considerar las síntesis parciales al respecto y contenidas en las demandas de los movimientos populares, por un modelo agrario sustentado desde la soberanía alimentaria. Ello supone modificar el modelo agrario exportador subordinado a la dominación de las transnacionales del agro negocio y la biotecnología. Se debe asentar un plan desde la agricultura familiar y comunitaria, las formas cooperativas y de autogestión pensando en la atención del mercado interno y la cooperación con los países vecinos.
La articulación integrada de la producción primaria con el sector industrial resulta imprescindible, redefiniendo estratégicamente el papel de la energía, desde una concepción soberana y de derecho a la misma. Es un proceso en contra de la mercantilización en el uso y la producción energética, más aún con la perspectiva de un presente contaminante en la explotación de los hidrocarburos no convencionales, vía fractura hidráulica. Ese insumo estratégico de la producción mundial debe subordinarse a una lógica de derechos a la alimentación, a la salud, a la educación y a la propia energía.
Todo lo dicho confluye en un modelo financiero donde la organización social y la autogestión son fundamentales, sin intermediación de la banca transnacional, con papel explícito en sentido socializador de las finanzas y la participación popular en la orientación del crédito.
La Argentina tiene antecedentes en la propuesta del primer ministro de economía, Mariano Fragueiro, sustentando la organización de las finanzas para el aliento del mercado interno y las necesidades sociales. Pero es también la historia del cooperativismo de crédito y la participación popular en la gestión financiera.
Para hacer realidad este programa se necesita articular el saber popular y profesional, contenido en la experiencia social ampliada y en una tradición de escuela y universidad pública, con variados institutos de ciencia y tecnología públicos para superar la dependencia tecnológica.
En la respuesta social a la agenda del poder podremos encontrar pistas para un rumbo diferenciado del actual que consolida una lógica de desigualdad e inequidad en la distribución del ingreso y de la riqueza.
Buenos Aires, 19 de noviembre de 2018
Julio C. Gambina es Presidente de la Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas, FISYP
www.juliogambina.blogspot.com

Bullrich anunció el megaoperativo de seguridad
No bombardeen Baires

En medio de una ola de amenazas falsas, la ministra adelantó las medidas para la cumbre, que incluirán la suspensión del funcionamiento de estaciones de trenes, Aeroparque y el puerto.

PÁGINA 12 - 21 de noviembre de 2018

A pocos días de la cumbre de presidentes del G20 y a partir de las múltiples amenazas de bomba falsas que se registraron ayer en la Ciudad de Buenos Aires, la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, decidió adelantar las medidas de seguridad y anunció las zonas de restricción y veda que se dispondrán para la visita de los 18 líderes mundiales. Los ferrocarriles no funcionarán el viernes 30 de noviembre ni el sábado 1 de diciembre, mientras que las estaciones de Retiro, Once y Constitución permanecerán cerradas. Tampoco operarán el Puerto de Buenos Aires ni el Aeroparque Metropolitano.
Durante una conferencia de prensa que compartió con su colega de Transporte, Guillermo Dietrich, y el titular del Sistema de Medios Públicos, Hernán Lombardi, Bullrich confirmó que el operativo que blindará a los asistentes a la Cumbre contará con 22 mil efectivos, más 700 empleados del propio ministerio, que trabajarán en las sedes de la reunión.  
En la zona de Puerto Madero, que va de Udaondo hasta San Martín, habrá “veda en el agua, en el aire y en la tierra”. 
“La seguridad es uno de los elementos preponderantes en un evento de este tipo, con la presencia de los mandatarios más relevantes del mundo. Será un dispositivo de seguridad potente, fuerte y adecuado al desafío”, dijo Bullrich .
Buenos Aires estará intransitable, tal como había adelantado la funcionaria el viernes pasado, cuando le sugirió a los porteños que se fueran de la ciudad. A raíz de la Cumbre, se verán afectados los servicios de trenes, subtes, colectivos y combis. Las estaciones cabecera de Retiro, Once y Constitución permanecerán cerradas, lo mismo que el Subte, que no brindará servicios ni viernes ni sábado y el jueves algunas líneas tendrán un trayecto “corto”. En el caso de los colectivos, en principio funcionarán con “disrupciones”, ya que no podrán acceder a las zonas cerradas por cuestiones de seguridad. 
Aeroparque sólo operará con las comitivas que asistirán a la Cumbre, por lo que estará cerrado desde el jueves 29, a las 15, hasta el sábado 1 a las 22, mientras que El Palomar tampoco funcionará y Ezeiza seguirá operando normalmente, con un protocolo especial.
El objetivo principal del Gobierno, según explicó Lombardi, será mostrar a la Argentina “como símbolo y como marca”. Para ello dispondrá de un gran despliegue de las fuerzas de seguridad, que estará a cargo de las policías Federal, de la Ciudad y Bonaerense. “Van a cubrir todas las zonas en que se va a desarrollar el evento, las seis sedes, más los lugares donde se puedan realizar las manifestaciones”, detalló la titular de la cartera de Seguridad.
Bullrich dijo, además, que su cartera tendrá un “cuidado especial” sobre la “expresión de miembros de la sociedad o de otros países del mundo que vengan a tener una posición contraria” a la Cumbre, y aclaró que habrá un “comando unificado” en su ministerio y “comandos tácticos” en las distintas sedes, además de un “comando de enlace internacional” que funcionará en el departamento central de Policía. “Hemos enviado una nota a los que se han organizado en contra del G20 para tener un diálogo maduro e inteligente, en el que nosotros como país podemos desarrollar esta cumbre mostrando Argentina al mundo y que quienes quieran manifestarse puedan hacerlo con el mismo clima”, dijo Bullrich.

"No hemos tenido ningún tipo de reunión"
Pérez Esquivel desmintió a Bullrich

PÁGINA 12  - 21 de noviembre de 2018

Imagen: Bernardino Avila
El supuesto canal de diálogo abierto entre el gobierno y las organizaciones sociales, que tenían al Nobel de la Paz Perez Esquivel como intermediario, no era más que un pedido de autorización para realizar las manifestaciones frente a las sedes de la Cumbre de Líderes del G20. "El Gobierno difundió que yo podía ser el mediador entre los movimientos anti G-20 y el Gobierno pero jamás me hablaron", resaltó Pérez Esquivel sobre el anunciado “canal de diálogo institucional formal” que habría abierto el gobierno de Mauricio Macri con el referente de derechos humanos para que funcione como nexo con las organizaciones sociales para evitar actos de violencia. 
El premio de la Paz Pérez Esquivel negó cualquier tipo de diálogo con Patricia Bullrich o con el Ministerio que dirige. “A nosotros no nos han consultado en absoluto, no hemos tenido ningún tipo de reunión. Hemos pedido las autorizaciones para las movilizaciones frente al G20, pero nada más. A nosotros no nos han informado", sostuvo el titular del Servicio Paz y Justicia (Serpaj). El sábado 1 diciembre se realizará una de las manifestaciones más masivas contra el G20 y el FMI en el Obelisco, justo el día del cierre; pero se prevén protestas antes y después del encuentro, la mayoría organizadas por el "Grupo Confluencia Fuera G20-FMI".
Pérez Esquivel se mostró molesto con las declaraciones que hizo ayer la ministra al presentar el desproporcionado operativo de seguridad que desplegará en la ciudad por el evento internacional. Allí dijo que el referente de derechos humanos había dado su visto bueno a una carta enviada por el Ministerio y que los ayudaría a prevenir “hechos criminales que nadie a su sano juicio desea”. “No vamos a permitir acciones violentas”, advirtió Bullrich mientras anunciaba el despliegue de 22 mil efectivos de seguridad en la ciudad y enfatizó que "aquellos que quieran pasar la raya van a tener que atenerse a las consecuencias penales de esas acciones".
“Antes de hacer anuncios tiene que haber reuniones y para ser mediador tiene que haber acuerdos”, se molestó Pérez Esquivel en diálogo con La 990 y Radio Continental. El titular del Serpaj subrayó que "es responsabilidad del Estado la seguridad social como la de los jefes de Estado que vienen". "Esperemos que todo se desarrolle sin ningún tipo de violencia de ninguno de los sectores. Hay que manifestarse en forma pacífica, no en la violencia, hacemos un llamado a la conciencia colectiva", resaltó.
Según circuló, el Ministerio envió una carta para “tratar de manera conjunta temas relacionados con la seguridad y la debida garantía constitucional de libertad de expresión en las manifestaciones”. “Visto las tentativas de atentados terroristas frustrados durante esta semana, que pudieron ocasionar víctimas inocentes, invitamos a usted y, por intermedio,  a los líderes de las organizaciones (…) a mantener todas las reuniones que sean necesarias a fin de garantizar los derechos constitucionales que los asisten y colaborar en la prevención de posibles hechos criminales”, indicaba el texto de la misiva.

El capital y la democracia descartable

por Santiago Mayor
LA HAINE - 14/11/2018

Ante la agonía de la democracia liberal -nuevamente por decisión de la burguesía y no del pueblo- la respuesta debe ser profundizarla
El triunfo de Bolsonaro en Brasil trajo a nuestras fronteras el debate sobre el reimpulso de las derechas abiertamente xenófobas, misóginas y racistas que por ahora parecía un fenómeno del primer mundo (Trump, Le Pen, etc.). ¿Que expresan en nuestra región y cómo enfrentarlas?
Como bien desarrolló Ricardo Aronskind en un artículo publicado en El cohete a la luna, el nuevo presidente de Brasil no es fascista ni busca un régimen de esas características. En el mismo sentido advirtió que “muchas veces en nuestro país” esa categoría “fue incorrectamente utilizada por sectores progresistas, para cualquier personaje que resultara desagradable, o demasiado conservador según los parámetros de ese sector. Pero no cualquier derechista o reaccionario, es fascista”.
Efectivamente, tampoco Mauricio Macri o cualquier otro miembro del staff de Cambiemos podría ser calificado como tal. Ni siquiera le cabe al mucho más reaccionario diputado Alfredo Olmedo.
Es por eso que el “son lo mismo” no es un error atribuible solo a cierta izquierda trotskista, sino también a otros sectores más amplios del campo popular. Comprender la naturaleza de estos gobiernos es fundamental para saber como enfrentarlos.
El fascismo de la Europa de entreguerras fue una de las respuestas del capital ante la amenaza de la Revolución Soviética de 1917 y su expansión continental. Se trataba de proyectos nacionalistas, fuertemente intervencionistas en la economía y cuestionadores del orden global vigente. A su vez se apoyaban en sectores de la burguesía nacional e internacional (Coca-Cola y Ford financiaron a Adolf Hitler), las clases medias y la movilización de masas.
Por el contrario, el gobierno de Bolsonaro, si bien aún no ha asumido, ya ha dado muestras de tener un carácter diferente.
La designación del neoliberal Pablo Guedes al frente del Ministerio de Economía; los anuncios de privatizaciones futuras (incluida Petrobras); el alejamiento de espacios de integración multilaterales como los BRICS o el Mercosur que daban a Brasil una mayor autonomía y capacidad de influencia, expresan otro proyecto.
Al igual que Macri -y aquí sí hay una coincidencia- el nuevo presidente brasileño es la expresión política que halló la burguesía (ante el fracaso de las derechas “moderadas”) para reorientar a la principal economía de Sudamérica en el camino de ser un país periférico y productor de materias primas.
La democracia ya no (es) funciona(l)
Con la caída del Muro de Berlín en 1989 se proclamó el “fin de la historia” en la cual el capitalismo se imponía como único sistema económico posible y la democracia liberal representativa era su pata política. Sin embargo, más temprano que tarde, esta fórmula mostró ser una falacia.
Para ese entonces ya el Estado de Bienestar, esa versión “con rostro humano” del sistema (un fenómeno que duró apenas cuatro décadas y en un pequeño puñado de países) estaba en franco retroceso. La ofensiva conservadora y neoliberal avanzaba sin pudor, arrasando derechos y conquistas populares. Ahora sin siquiera tener enfrente un modelo alternativo que sirviera como contrapeso.
Frente a esto, los pueblos del mundo, presentaron su impugnación. En América Latina, vanguardia de esta lucha, lo hicieron mediante la lucha popular y la vía democrática. Las elecciones, los partidos políticos, de pronto fueron insuficientes para sostener la dominación.
Fuerzas progresistas y de izquierda llegaron al gobierno como expresión y canalización de levantamientos populares previos que rechazaron el neoliberalismo: el Caracazo (1989); el alzamiento zapatista (1994); la rebelión popular en Argentina (2001); la guerra del agua (2000) y del gas (2003) en Bolivia.
Durante algunos años distintos proyectos alternativos se gestaron en esta parte del mundo. Sin embargo, rápidamente el capital lanzó su contraofensiva. Mediante una alianza con las burguesías locales, los medios de comunicación y, más recientemente, el Poder Judicial, fomentó la desestabilización de los gobiernos que plantearon distintos niveles de soberanía y, en algunos casos, llegó a propiciar golpes de Estado.

La democracia dejó de ser un punto de apoyo intocable. Por eso, ya no resulta un problema recurrir a mecanismos que violen sus principios (la proscripción de candidatos o los golpes) e incluso a políticos y partidos que niegan cuestiones tan elementales como la pluralidad ideológica, la libertad de expresión, el derecho a huelga y protesta, etc.
Como señalábamos tras el triunfo de Mauricio Macri en 2015, esto se enmarca en una necesidad sistémica. Como salida a la crisis de 2008/2009 las grandes multinacionales buscan avanzar aún más en el control de los recursos naturales que generan renta extraordinaria (como la minería y el petróleo). Asimismo, ante la necesidad de mercados para insertar sus productos industriales, fomentan tratados de libre comercio desiguales que tienen como resultado la desindustrialización de los países emergentes cuando en el centro aplican distintos niveles de proteccionismo.
Finalmente se dio una manipulación del dólar que es, además de la moneda mundial de intercambio, una mercancía en sí misma cuyo precio es manejado desde Washington para presionar a las economías locales.
De tres modelos a dos
La primera década del siglo XXI vio en América Latina el desenvolvimiento de tres grandes modelos (con sus particularidades nacionales). Por un lado aquellos proyectos neoliberales que no lograron ser derrotados continuaron como aliados del imperialismo estadounidense.
Asimismo surgieron gobiernos progresistas con un modelo neodesarrollista que basó su proyecto en una reindustrialización sostenida en la venta de las commodities; la intervención del Estado en la economía para controlar, principalmente, la esfera del consumo y con reducidas acciones de transformación estructural; y una política de distribución de la renta generada. Argentina y Brasil fueron los principales exponentes.
Finalmente, el tercer modelo y más radical fue aquel que se nucleó tras la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América (Alba) impulsada por Cuba y Venezuela que puso al Socialismo del Siglo XXI como horizonte. Es decir una alternativa al capitalismo en sus distintos matices (neoliberal o con inclusión) y el proyecto que implicó la contradicción principal con el imperialismo.
No casualmente fueron estos últimos los que resistieron la avanzada neoliberal. Por el contrario el agotamiento del neodesarrollismo no presentó una salida por izquierda si no un regreso a las políticas conservadoras y de ajuste.
Esta crisis de los modelos neodesarrollistas puso de relieve, además, que la alianza entre las burguesías locales y los sectores populares fracasó. Pero esta derrota del “capitalismo serio” no fue una decisión de la clase trabajadora, si no de las propias burguesías que, al no obtener ya las ganancias extraordinarias que pretenden en el mercado interno, se volcaron al rentismo.
El panorama plantea entonces un dilema para las fuerzas populares. Por un lado, la necesidad imperiosa de poner freno al neoliberalismo. En el caso argentino, el próximo año será central. Una derrota electoral del macrismo supondría un triunfo importantísimo y para eso, una alianza política lo más amplia posible, es necesaria. Sin embargo, vale recordar que los procesos electorales condensan acumulaciones políticas y ponen de manifiesto relaciones de fuerzas sociales que los exceden.
A su vez, el sistema ya demostró que no depende de la formalidad democrática para sobrevivir y reproducirse. Es por eso que la lucha no se agota en unos comicios.
Ante la agonía de la democracia liberal -nuevamente por decisión de la burguesía y no del pueblo- la respuesta debe ser profundizarla. El carácter protagónico de las masas en la toma de decisiones tiene que ser parte de cualquier programa político que busque una salida alternativa. Allí están Bolivia, y sobre todo Venezuela -constantemente asediada-, como ejemplo. En ese sentido en nuestro país la organización feminista y de la economía popular son puntos de apoyo absolutamente necesarios.
Pero también, habrá que descartar planteos moderados que pretendan simplemente administrar mejor lo existente. Sin reformas estructurales que busquen romper la dependencia y que avancen en un sentido integrador de nuestras economías, no será posible pensar y sostener un proyecto de largo plazo. La historia reciente lo dejó en claro.
notasperiodismopopular.com.ar

Avanza la intolerancia y el fascismo en las Américas

Publicado: 13 nov 2018 20:08 GMT - RT

Avanza la intolerancia y el fascismo en las Américas. La victoria de Jair Bolsonaro en Brasil implica una declaración de guerra de los ricos en contra de los pobres, de los eurodescendientes en contra de los afrodescendientes y del miedo contra la esperanza.
Es como si en México la 'marcha fifí' hubiera asaltado Palacio Nacional.
Bolsonaro le apostó a la división de la sociedad para ganar las elecciones presidenciales. Tropicalizando la estrategia de Donald Trump, el brasileño sembró odio, racismo, clasismo, homofobia y militarismo a lo largo de su campaña.
El discurso de la intolerancia funcionó. En la segunda vuelta, derrotó a Fernando Hadad por un margen de diez millones de votos. Hubo una enorme brecha demográfica entre los votantes. Bolsonaro dominó los estados del sur y el oeste, mientras Hadad ganó los distritos del noreste. De la misma manera, los ricos votaron por Bolsonaro y los pobres, por Hadad.
Bolsonaro goleó a Hadad en los municipios más ricos, a veces hasta 4 a 1, mientras Hadad ganó por un margen similar en las diez ciudades más pobres de Brasil.
Hubo también una fuerte división social entre los votantes: Bolsonato ganó en 85% de los municipios de mayoría blanca, Hadad en 75% de los de mayoría no blanca.

Algo similar pasó en 2016, cuando Trump ganó las elecciones presidenciales de EE.UU. 62% de los hombres blancos votaron por Trump y 94% de las mujeres negras, por Clinton. Trump ganó entre las personas mayores de 45 años y Clinton entre los de 44 y menos. Clinton arrasó entre quienes ganan menos de 50.000 dólares al año y Trump ganó entre quienes ganan más. Clinton ganó 60% de la votación en las zonas urbanas y Trump 61% en las rurales.
Lo que estamos atestiguando en las Américas no es, entonces, cualquier alternancia entre la izquierda y la derecha, sino una reconfiguración profunda de las coordenadas de la política. Antes eran los de abajo que le declaraban la guerra a los de arriba, pero ahora son los ricos que declaran la guerra a los pobres y a los morenos.
Por ejemplo, este domingo en México hubo una llamada 'marcha fifí', en que algunas personas marcharon en contra de los migrantes y de la democracia, rechazando la consulta ciudadana del presidente electo sobre el nuevo aeropuerto. Y en las elecciones del pasado primero de julio, el Bolsonaro mexicano, Jaime Rodríguez Calderón, recibió más de dos millones de votos, muchos de jóvenes menores de 25 años.
Sin embargo, México, en general, se destaca como un ejemplo a seguir en América Latina. El apoyo para Andrés Manuel López Obrador el pasado primero de julio vino igualmente del norte y del sur, de los pobres y de los ricos, de los jóvenes y de los mayores, de las zonas rurales y urbanas, de los indígenas y de los eurodescendientes.
A diferencia de Trump y Bolsonaro, el tabasqueño logró canalizar la indignación con el statu quo por medio de un mensaje de unidad e inclusión en lugar de división e intolerancia.
México se ubica, una vez más, como un centro estratégico para la defensa de los valores democráticos e igualitarios en la región.
Participemos todos en el renacimiento de la nación.
@JohnMAckerman

Destrucción de Argentina y Brasil: Regalo para Trump

18 noviembre 2018 | CUBADEBATE

Nunca América Latina había estado tan unida e integrada como cuando Argentina y Brasil dejaron de ser rivales para ser aliados, por las manos de Luiz Inácio Lula da Silva y Néstor Kirchner y, posteriormente, las de Cristina Fernández y Dilma Rousseff. Con el fortalecimiento y el ensanchamiento del Mercado Común del Sur (Mercosur), con la fundación de la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur) y su Consejo Sudamericano de Defensa, con la creación de Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac); cuando por primera vez América Latina y el Caribe pasaban a tener una entidad suya, sin Estados Unidos y Canadá, como en la Organización de Estados Americanos. NuncaWashington había estado tan aislado del continente. Sus apuestas fracasaban, una después de la otra: México, Perú, Colombia, Chile.
El retorno de la derecha a los gobiernos de Argentina y Brasil ha representado no sólo el final de esa etapa de integración, con la desarticulación del Mercosur, Unasur y Celac, así como la destrucción de esos dos países con economías en expansión, gobiernos con apoyo popular y naciones con políticas externas soberanas. Ningún regalo mejor para Donald Trump y su política de retorno a la guerra fría.
De economías que habían recuperado su capacidad de crecimiento, de gobiernos que habían priorizado las políticas sociales de distribución de renta, de presidentes que habían liderado los procesos de integración regional, hemos pasado a gobiernos que privilegian el ajuste fiscal intensificando la recesión económica, cortando recursos a las políticas sociales y acentuando las dinámicas de exclusión social, a gobiernos que vuelven a gobernar para pocos y a políticas externas de sometimiento absoluto a los intereses de Estados Unidos.
Un militar brasileño, jefe del ejército, que externó amenazas en vísperas del juicio en el Supremo Tribunal Federal del habeas corpus para Lula, ha señalado que si no hubiera hecho esa declaración, la situación se habría “salido de control”. Es decir, Lula libre, candidato y presidente de Brasil significaría que los militares perderían el control de la situación en el país. Tan simple como eso.
De ahí que el proceso arbitrario contra Lula, sin ninguna prueba, y el acobardamento del Judicial, que impidió que el precepto constitucional de la presunción de inocencia tenga vigencia, hayan permitido la condena y la prisión de Luiz Inácio, lo cual abrió el camino hacia la victoria electoral de un candidato de extrema derecha mediante una trampa jurídica e internáutica.
La semana pasada el reingreso de Brasil en la guerra fría ganó dos nuevos episodios: uno fue el nombramiento de un troglodita como ministro de Relaciones Exteriores: alguien que dice que Brasil debe salir de la globalización, que es instrumento del marxismo cultural ( sic), que los problemas climáticos son invenciones que favorecen a China, entre tantas otras barbaridades, tales como que Dios tiene que salvar a Brasil.
El segundo fue la ruptura del programa Más Médicos, que tenía alrededor de 8 mil especialistas cubanos que atendían más de 2 mil ciudades brasileñas y a decenas de millones de personas que, de otra manera, no tendrían atención de salud… con el argumento del presidente electo de Brasil de que estaba liberando a los médicos cubanos de la esclavitud.
Mientras, en Argentina se intenta avanzar en la misma dirección: conforme se consolida el nombre de Cristina como favorita para ganar las elecciones presidenciales del próximo año, se intensifica la persecución jurídica y política contra ella. Buscan reproducir exactamente lo que han hecho con Lula e intentan hacer con Rafael Correa y Jaime Petro: la criminalización de los principlaes dirigentes populares latinoamericanos.
Todo como regalo para Trump, que logra restablecer puentes en el continente, en Argentina, Brasil, Chile y Ecuador, mientras pierde los lazos carnales con México. Cuanto más cercanas a Washington, más miserables nuestras sociedades, más sin soberanía ni dirigentes populares, más represión hacia nuestros líderes y movimientos populares.
La lucha en América Latina pasa, necesariamente, por la defensa de los principales líderes políticos del continente, como parte de la resistencia democrática en contra de los regímenes de excepción que se han instalado en varios países del continente. Son ellos los que pueden volver a gobernar nuestros países con legitimidad y gran apoyo popular, son los que pueden hacer que nuestras economías vuelvan a crecer con distribución de renta, que hagan lo necesario para que recuperemos nuestra soberanía externa. Son ellos quienes pueden liderar a nuestros países y a nuestros pueblos en la defensa de sus derechos avasallados y de nuestra democracia profundamente amenazada.


La Soberanía en jaque

Martes 20 de noviembre de 2018, por Juan Carlos Giuliani *
El modelo productivo extractivista, el saqueo de nuestros bienes comunes, el sometimiento cultural, la reprimarización de la economía, el endeudamiento externo, la concentración y extranjerización de la riqueza, son, apenas, algunas de las manifestaciones más visibles de nuestra condición de Nación dependiente.
* Periodista. Vocal de la Comisión Ejecutiva Regional de la CTA Autónoma Río Cuarto. Secretario de Relaciones Institucionales de la CTA hasta septiembre del 2018.
La democracia de baja intensidad y de características neocoloniales es el producto que las clases dominantes pactaron como salida a la tiranía oligárquico militar. Es decir: La partidocracia demoliberal aceptó, casi sin excepciones, la imposición del poder real para mantener las formas, garantizar la “gobernabilidad del sistema” manteniendo intacta la “institucionalidad” del régimen. Esto es, protagonizar un proceso de estabilidad institucional signado por la “alternancia en el poder”, sin modificar un ápice la injusta matriz productiva y de redistribución de la riqueza.
El sistema político dependiente en nuestro país no sólo está contaminando y destruyendo nuestro ambiente, sino que también permite que grupos multinacionales se apropien escandalosamente de las ganancias millonarias que produce nuestro subsuelo, amparados en una legislación neoliberal que nos roba nuestros recursos. Tenemos que recuperar nuestra soberanía sobre esos bienes, salvar nuestro hábitat, reimplantar la justicia social y sostener un modelo de desarrollo sustentable para nuestro pueblo. Ni hablar de esa monumental estafa al pueblo argentino que es la Deuda Externa.
No se trata de un día cualquiera. Es un hito histórico fundamental en el largo derrotero de la lucha inconclusa entre ser Patria o Colonia. El 20 de noviembre de 1845, en la batalla de la Vuelta de Obligado, algo más de un millar de argentinos enfrentó a la armada anglo-francesa, la más poderosa del mundo, en una epopeya que permitirá apuntalar una perspectiva de Nación soberana.
Corrían años turbulentos, gobernaba Juan Manuel de Rosas y José de San Martín lo apoyaba desde su exilio europeo. A tal punto el Libertador consideró digna y patriótica la respuesta dada por Rosas al Imperio que, a su muerte, le dejaría como legado su sable corvo, con el que emancipó nuestro país, Chile y Perú. Un episodio que la oligarquía y la superestructura cultural del sistema en general no han podido rebatir y, por el contrario, han ocultado cuantas veces han podido.
No encuadra en su formato de historia domesticada y neocolonial que el “Padre de la Patria” haya elegido al “tirano” denostado por las clases pudientes para ofrendarle su sable, el arma que simboliza la voluntad colectiva de un pueblo para protagonizar la primera Independencia.
La novedad, en este 172 aniversario de La Vuelta de Obligado, es que por vez primera un dilecto hijo de los grupos de poder hegemónicos gobierna el país por decisión de una buena parte de la sociedad. Los sectores dominantes siempre tuvieron que apelar al “Partido Militar” para imponer a sangre y fuego su proyecto colonial. Esta vez lo están llevando a cabo sin anestesia y con el respaldo de los votos. Por eso, la soberanía está más en jaque que nunca, acechada desde las usinas de los Ceos que comandan el proceso de restauración oligárquica.
Para nosotros, los trabajadores, la soberanía tiene una dimensión integral: Soberanía nacional, soberanía alimentaria, soberanía energética, soberanía comunicacional, soberanía sobre nuestros bienes naturales. Soberanía popular para decidir nuestro propio destino sin aceptar tutela alguna que condicione nuestra autodeterminación. Para no delegar más y promover las instancias que hagan falta para que el pueblo delibere y gobierne. Para reconstruir un Estado soberano al servicio del bien común que respete y defienda los derechos humanos y sociales.
La lucha consiste en conseguir que ese ideal de soberanía se transforme en el cimiento de la segunda y definitiva Independencia a partir de una fuerza social y política organizada, capaz de darle carnadura a un nuevo Proyecto de Emancipación Nacional y Latinoamericana. Es un sueño, una alternativa, una posibilidad que está empezando a amanecer. Y esta sensación de que lo nuevo estaba entre nosotros persiste.
Reside en estos arrabales del mundo el convencimiento de que es hora de sustituir la certeza de los paradigmas que se cayeron por la esperanza de lo nuevo a construir. Y esa es una decisión soberana y colectiva.

"Ahora el cambio social en Brasil pasa por la defensa de la democracia"

Dirigentes de movimientos populares de Brasil analizaron los desafíos que plantea el acceso al poder del ultraderechista Bolsonaro.Trazaron un duro diagnóstico pero advirtieron: "No tenemos miedo".

(Foto: Mariano Martino)
Por Claudio Mardones - @mcmardons
11 de Noviembre de 2018
"Nuestro problema no es solamente que haya sido electo Jair Bolsonaro como presidente de Brasil. Nuestro gran problema es que junto con él fueron elegidos tipos muy complicados para la gestión de la lucha por la seguridad, especialmente en Río de Janeiro. Bolsonaro tiene un discurso genérico, totalmente simplista sobre la gestión de la seguridad y violencia, pero en Río fue electo (el juez) Wilson Witzel, que también tiene un discurso muy fascista y claramente lo construye desde un proceso de guerra y exterminio contra el tráfico de drogas, que también utilizan para perseguir a la población negra y pobre, además de los movimientos". La descripción corresponde a Jailson de Souza e Silva, creador del Observatorio de Favelas, una organización social donde participaba la concejal y activista por los Derechos Humanos Marielle Franco, asesinada a balazos el 16 de marzo. Lo dice de visita en Buenos Aires, invitado para participar del Encuentro Internacional de Ciudades Igualitarias, definido como la "contracumbre" del Urban 20, el evento encabezado por el alcalde porteño, Horacio Rodríguez Larreta, como antesala municipal del G20.
En medio de los debates de urbanistas y organizaciones sociales, cinco referentes de movimientos brasileños dialogaron con Tiempo, para compartir su análisis sobre la elección del excapitán del Ejército y dirigente ultraderechista como presidente del gigante amazónico a partir del próximo 1° de enero. "La democracia de Brasil está en riesgo", responden a coro los protagonistas de este diálogo colectivo integrado también por Bartiria Lima, de la Confederación Nacional de Asociaciones de Moradores (CONAM); Nelson Sauler He, referente de la Plataforma por el Derecho a la Ciudad; Graca Xavier, del Movimiento Nacional de Lucha x la Moradía - Brasil); y Rudrigo Rafael Souza e Silva, representante del Movimiento de Trabajadores Sin Techo (MTST).
Durante la campaña electoral, pero también luego de ganar los comicios, el líder ultraderechista amenazó con tipificar como "terrorismo" a distintos movimientos sociales y especialmente a los Sin Tierra y a los Sin Techo. "¿Cómo se preparan ante estas amenazas?", consultó este diario a los dirigentes invitados a Buenos Aires.
Más allá de la tentativa autoritaria
"Es una amenaza específica contra los movimientos Sin techo y Sin tierra. Lo esperábamos, porque forma parte del programa de defensa de la propiedad que promociona Bolsonaro", explica Souza e Silva del MTST. "Ahora tenemos una profundización de la crisis, pero esta campaña busca frenar la radicalización del proceso de lucha y la importancia que tiene la discusión territorial y las discusiones urbanas que estamos impulsando. Pero la ofensiva de Bolsonaro tiene una base moral que apunta masivamente contra la organización de las mujeres, de la comunidad LGBTT. Por eso consideramos que la elección de Bolsonaro representa la tentativa autoritaria de exclusión del poder tradicional por parte de los hombres heterosexuales blancos, porque ven el avance de la organización de estos sectores, reivindicando derechos y políticas públicas. Nuestras prácticas democráticas han sido consideradas por Bolsonaro como las enemigas de su proyecto, que mezcla elementos fascistas, fundamentalistas religiosos, y militares", explica el joven oriundo del norte amazónico.
Ante los ataques y las amenazas de los ultraderechistas electos, todos los entrevistados admiten su preocupación, pero agregan que cuentan con herramientas políticas y organizativas para afrontar el miedo que busca sembrar Bolsonaro, con una iniciativa política que busca ir más allá de la defensa de la democracia en Brasil. "Todas las organizaciones y entidades estamos en una etapa de mucha coordinación, dentro de un frente para discutir las problemáticas y fortalecer nuestra intervención en distintos puntos, pero especialmente en Río de Janeiro", contesta Bartiria Lima de CONAM. "No vamos a temer porque no sepamos claramente lo que viene, sino que estamos preparados y unidos para entender este proceso, porque sabemos que luego de la elección y su próxima asunción, Bolsonaro va a combatir a todo el activismo y perseguir a todas las organizaciones. Por eso estamos pensando también en formas de seguridad ante un gobierno violento, con un presidente que estimula la violencia. Ante ese desafío tendremos más seguridad en la comunicación, pero también apostaremos a evitar el aislamiento y hablar con la población y transmitirle seguridad también para no ceder ante el miedo".
Vencer el miedo sin perder la iniciativa política
Para la dirigente Xavier, del Movimiento Nacional de Lucha por la Vivienda, la confirmación del nivel de riesgo de la democracia brasileña es vivido en el pellejo propio. "No decimos que la democracia está en peligro porque sí. Los dirigentes de las organizaciones sociales están ante la muerte, la prisión o migrar a otro país, y estas no pueden ser las posibilidades. Por eso estamos buscando ampliar los lazos de la solidaridad internacional también y anunciarles a los países del mundo que la democracia de Brasil está en peligro. No podemos retroceder y volver a una época de dictadura. No queremos que esta ofensiva fascista aumente la pobreza y que multiplique las amenazas a los dirigentes y los asesinatos pero, para evitarlo, necesitamos profundizar el diálogo con nuestro pueblo", asegura la mujer.
Para ella, la estrategia del miedo es parte fundacional de los planes de Bolsonaro. "Su primera actitud luego de ganar fue un desfile militar. Estamos ante una vergüenza nacional porque en vez de una fiesta popular hizo un desfile militar para amenazar. No tenemos miedo y estamos unidos y firmes psicológicamente para afrontarlo, para dialogar también con las fuerzas armadas y con toda sociedad desde una cultura de paz y de amor, nosotros somos todo lo contrario al odio que busca capitalizar Bolsonaro", insiste con firmeza Graca.
Militares en seguridad interior
Uno de los elementos menos advertidos fuera de Brasil es la disposición del presidente interino Michel Temer de habilitar la presencia de efectivos del Ejército en ciudades como Río de Janeiro, ante la cantidad de hechos delictivos y asesinatos. Sauler He, del Instituto Polis y de la Plataforma por el Derecho a la Ciudad aclara: "Río no está intervenido, sino que los militares pueden actuar en temas de seguridad interior. Si bien no es que los militares están gobernando el estado de Río de Janeiro, lo que sí está pasando es que los militares intervienen en materia de seguridad interior. No es una buena política, porque lo que hace falta es un mayor fortalecimiento de la policía civil, que no tiene una estructura para desarrollar la seguridad pública y las investigaciones, como el caso del asesinato de Marielle Franco y de otros brasileños. Los especialistas de seguridad pública de Brasil saben claramente que no han tenido resultados positivos".
Souza e Silva, en nombre del Observatorio donde trabajó con Marielle, agrega que el elemento más preocupante es el rol de los paramilitares. "Las Milicias son fuerzas paramilitares que se fortalecen cada vez más. Llegaron después de las Unidades de Políticas de Pacificación, que secundarizaron las funciones de la policía. Ahora esas milicias tienen la posibilidad de crecer. En Río hay 2,8 millones de personas que viven bajo el control de la milicia y la cuestión es que tenemos a la policía polarizada por la disputa de grupos mas éticos y otros más corruptos, y una llamada banda podrida que tiende a recuperar el poder. Para las fuerzas de ultraderecha la clave es fortalecer la Milicia, por eso las organizaciones que militamos en zonas controladas por la Milicia estamos cuidando a nuestros compañeros, porque venimos de elegir a tres chicas que serán concejalas y ahora corren los riesgos que corrió Marielle. Sin duda hay riesgo de vida para nuestra organización y para nuestros militantes", responde, mientras retoma el guante de sus compañeros para sostener la iniciativa política, sin perder de vista la autocrítica que debaten todas las organizaciones sociales en Brasil.
Dialogar con los votantes de Bolsonaro
"Tenemos una sociedad muy consevadora, y la base social de Bolsonaro son los blancos escolarizados de clase media, liberales e individualistas. Pero quienes votaron a Bolsonaro son una mayoría muy grande, que los supera, y que está compuesta por gente que sumó el voto y que había votado a Lula antes, pero que está desilusionada por la situación de seguridad, la cuestión moral y el rol de los medios. La cuestión moral de la corrupción y el desgaste de los partidos tradicionales generó este proceso de Bolsonaro, que ahora buscará atacar todas las estructuras que garantizan los derechos fundamentales. Sobre eso aplicará medidas económicas excluyentes y desde el punto moral perseguirá los derechos de las mujeres, de los homosexuales. Ante eso, vamos por la defensa de la democracia. Ahora el cambio social pasa por la defensa de la democracia. Insisto, no es sólo Bolsonaro, sino los grupos fascistas. Por ejemplo: un tipo que rompió la placa de Marielle tuvo 200 mil votos. Ese perfil de votante no quiere más personas en las universidades, ni en las movilizaciones y ese es nuestro desafío. Lo que espero es que en medio de este proceso no me maten", contestó sin temor alguno el fundador del Observatorio de Favelas.
El proceso que vive Brasil ha desatado incógnitas en todos los movimientos sociales del continente y especialmente en Argentina, cuando falta un mes para el tercer aniversario del mandato presidencial de Mauricio Macri. "Nuestro mensaje a los movimientos hermanos es que no repitan los mismos errores de la izquierda en Brasil. Es necesario hacer una autocrítica, pero también buscamos analizar cómo se comporta la izquierda. Tenemos unidad en la lucha, pero tenemos que hacer un proceso de revisión de nuestros compromisos, por eso es necesario que la izquierda tenga hoy otras herramientas para construir un discurso radical en relación a las cuestiones estructurales. Porque Bolsonaro representó la radicalización que muchos sectores querían y que la izquierda no representó. Por ejemplo, en Estados Unidos, el fenómeno de Bernie Sanders representa a un sector de la sociedad norteamericana que es crítica del capitalismo y que plantea que hay que cambiar este sistema, no es cuestión de garantizar apenas la democracia sino radicalizar el proceso de poder popular. Creemos que eso se construye en los territorios, como lo estamos haciendo en los barrios con la conquista de servicios públicos y organización barrial", grafica este joven representante de los Sin Techo, un movimiento presente en casi todos los estados brasileños y en las grandes ciudades.
Creatividad ante la adversidad
"Tenemos que globalizar la resistencia. Tenemos que crear esperanza porque hay una desesperanza muy generalizada. El mercado logró crear un sentimiento antipolítica e instaló que la política es corrupta, pero en realidad detrás están los grandes empresarios que quieren mantener sus ganancias. Tenemos que salir del programa de resistencia y enfrentar a las élites que se transnacionalizan. No alcanza con defender lo que construimos hasta ahora, sino desarrollar nuestra inteligencia creativa, que es una característica muy particular de los movimientos sociales. No dudamos de que tenemos que discutir un proyecto de felicidad para las personas. Los medios y la ultraderecha dicen que en Brasil vamos a ser como Venezuela por el comunismo, pero nosotros queremos construir un proyecto colectivo de felicidad, compuesto por las personas que queremos cambiar. Nos dicen terroristas porque llevamos amor y felicidad, porque ahora quieren ampliar esos intentos hegemónicos y autoritarios. Responderemos con nuestra potencia creativa de construir felicidad. La organización está en nuestros territorios y podemos mostrar que estamos juntos y juntas. No podemos dejar que el miedo nos aísle en nosotros mismos. Tenemos que crear este proceso de unidad y protección, con creatividad y generosidad", resumió el joven, convencido, al igual que sus pares, de la capacidad de su movimiento para transitar esta nueva etapa en Brasil, a pesar de Bolsonaro. «

Bolsonaro dice que los brasileños "no saben todavía lo que es la dictadura"

Publicado: 20 nov 2018 13:26 GMT | Última actualización: 20 nov 2018 15:34 GMT - RT
El presidente electo también asegura que Brasil se ha convertido en un país "sin fronteras" y que no se puede permitir la "entrada indiscriminada" de extranjeros.
Bolsonaro dice que los brasileños "no saben todavía lo que es la dictadura"
El presidente electo, Jair Bolsonaro, durante una rueda de prensa en Brasilia, 7 de noviembre de 2018.
EVARISTO SA / AFP
El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, ha vuelto a sorprender con sus declaraciones al afirmar que el pueblo brasileño "no sabe todavía lo que es la dictadura".
Bolsonaro, excapitán de reserva, que no ha ocultado nunca su admiración por la dictadura militar que vivió Brasil (1964-1985), se expresó así después de mantener una conversación telefónica con el primer ministro de Hungría, Viktor Orbán, conocido por sus discursos xenófobos y contra la inmigración.
"Hungría es un país que sufrió mucho con el comunismo en el pasado, es un pueblo que sabe lo que es la dictadura. El pueblo brasileño no sabe todavía lo que es la dictadura, no sabe lo que es sufrir en manos de esas personas", dijo a la prensa Bolsonaro tras su conversación con Orbán. 
Según un informe de la Comisión de la Verdad del Gobierno, 434 personas murieron o desaparecieron durante la dictadura militar en Brasil y solamente 33 cuerpos fueron localizados. Sin embargo, la lista de víctimas podría ser mayor ya que, según aseguró la comisión, las Fuerzas Armadas apenas colaboraron para esclarecer las cifras. 
El presidente electo también afirmó que con "total certeza", Hungría será "un gran socio" para Brasil.

Inmigración

En septiembre, el Parlamento Europeo votó a favor de sancionar a Hungría por incumplir los valores democráticos. Preguntado sobre esta cuestión, Bolsonaro afirmó que "Europa está sufriendo con la inmigración desordenada", y criticó la Ley de Inmigración aprobada el año pasado en Brasil. 
"Yo estaba en contra de esa última Ley de Inmigración que transformó a Brasil en un país sin fronteras. No podemos permitir la entrada indiscriminada de los que quieren venir aquí. Si esa ley continúa en vigor, cualquiera puede entrar y llega con más derechos que nosotros", declaró Bolsonaro. 
En los últimos meses, cientos de miles de venezolanos han emigrado de Venezuela debido a la crisis económica que sufren en su país. Muchos de ellos, se han establecido en el norte de Brasil tras cruzar la frontera.

Justicia brasileña abrirá juicio al excandidato presidencial Fernando Haddad

Publicado: 20 nov 2018 03:18 GMT - RT
El político es acusado de presuntos manejos irregulares tras la campaña electoral que lo llevó a ganar la alcaldía de Sao Paulo, en 2013.
Fernando Haddad, excandidato a la Presidencia de Brasil, durante una rueda de prensa en Río de Janeiro. / Daniel Ramalho / AFP
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El ex candidato Fernando Haddad, quien relevó a Luiz Inácio Lula da Silva en la boleta del Partido de los Trabajadores (PT) durante las pasadas elecciones presidenciales, será enjuiciado por cargos de presunta corrupción pasiva y lavado de dinero.
El juez quinto criminal de Barra Funda, Leonardo Barreiros, consideró admisible la denuncia interpuesta ante el Ministerio Público por Marcelo Mendroni, del Grupo Especial de Delitos Económicos (Gedec), refiere O Globo.
Además del ex candidato presidencial han sido señaladas otras cinco personas, entre ellas el ex tesorero del PT, João Vaccari Neto, por supuestos manejos irregulares tras la campaña que llevó a Haddad a ganar la alcaldía de Sao Paulo, en 2013.
Según la denuncia de la Fiscalía, que está sustentada en delaciones de empresarios vinculados en la trama Lava Jato, Vaccari habría negociado en nombre de Haddad para que la compañía UTC Engenharia S/A pagara una deuda de su campaña por un monto aproximado de 700.000 dólares, a cambio de favorecerla en negocios.
La oficina de prensa de Haddad emitió un comunicado este lunes para rechazar la acusación y tildarla de "otro intento por reciclar la ya conocida y descalificada delación de Ricardo Pessoa (presidente de UTC Engenharia S/A)", detalla Folha. Entretanto, el abogado defensor de Vaccari destacó que su cliente nunca fue tesorero de campaña ni solicitó recursos para tal fin.

Diario y Radio U Chile

Futuro gobernador de Rio de Janeiro propone usar francotiradores contra favelas

El futuro gobernador carioca, Wilson Witzel, anunció el uso de francotiradores para terminar con la violencia y el crimen organizado en las favelas de la ciudad. Los habitantes de Maré y Rocinha manifiestan su preocupación ante los anuncios de ametrallar estos barrios.

Raúl Martínez -  Domingo 18 de noviembre 2018 9:17 hrs.
 
favelas

No es solamente Jair Bolsonaro y sus hijos los que prometen soluciones militares para la delincuencia y la violencia en Brasil. Son varios los cercanos al mandatario electo que han adelantado lo que serán sus políticas para terminar con las bandas criminales y “pacificar” los barrios del país.

Uno de ellos es Wilson Witzel recién electo gobernador del estado de Rio de Janeiro, abogado, ex juez federal, ex miembro de la marina y militante del Partido Social Cristiano.

Witzel defiende polémicas posiciones en el combate al crimen organizado, como el despliegue de francotiradores que observen sobre las favelas que cuelgan de la urbe carioca.

“La policía va a hacer lo correcto: va a apuntar sobre la cabeza y… fuego! Para no equivocarse”, sostuvo en una entrevista al diario Estado de Sao Paulo.

Incluso más, a comienzos de noviembre acordó con el senador Flavio Bolsonaro (hijo del mandatario electo) un viaje a Israel con el objetivo de conocer un dron equipado con armas que es utilizado por las fuerzas israelíes en acciones en la frontera con los territorios palestinos. La idea es evaluar la incorporación de armamento al aparato represivo de la Policía Militar en Rio.

Según apunta el medio Carta Capital de Brasil, las declaraciones de Witzel preocupan a los habitantes de las favelas que son objeto de constantes operaciones de combate al tráfico de drogas. “Con el enfrentamiento entre agentes policías y traficantes, involucrando armamento pesado, la población queda expuesta al intercambio de tiros y son recurrentes las muertes de los habitantes que quedan en el fuego cruzado”, sostiene el sitio digital.

El mismo medio conversó con habitantes de algunas favelas a condición de no publicar sus nombres por temor a represalias.

Una de ellas es Sandra quien relata que en cada ocasión en que escuchan tiros no duda a tomar a su único hijo y esconderse en una habitación del hogar donde vive en el barrio de Maré. “Quedé con miedo de que un policía entre y me pilla desprevenida con mi hijo. Pensé que si alguien bota la puerta de entrada, con la puerta del cuarto trancada, tendría tiempo de avisar que tengo un hijo en el cuarto”, apunta la mujer.

En esa operación comentada por Sandra que se registró el día miércoles 7 de noviembre entre la madrugada y las seis de la mañana, murió María José Videira de 34 años, sin antecedentes penales y que fue alcanzada por los disparos cuando salió a comprar un sándwich. Otro de los heridos fue el cantante de funk Mc Rodson quien recibió un disparo en el tórax cuando salió a pasear a su mascota. Una de sus canciones más famosas en Spotify es “Favela é lugar de paz” donde pide paz para su comunidad y defiende que la favela sea un lugar de “alegría para los niños”.

Sandra es teóloga y docente. Señala que lo que viven le deja “una sensación muy mala, de indignación, confinamiento, inseguridad”.

Otro habitante de Maré, Rodrigo de 44 años, agrega que “la seguridad pública no puede ser vista de arriba abajo, como ocurre con las Unidades de Pacificación Policial. El ideal es que toda la sociedad pueda participar de esta construcción. Es mucho más que la policía: involucra a la justicia, no puede haber diferencia”.

Rodrigo recuerda que la política planteada por Witzel, el futuro gobernador de Rio de Janeiro, cuenta con el apoyo de Bolsonaro. “Él ya manifestó su deseo de ametrallar Rocinha”, otra de las favelas cariocas. “Es la policía de ellos contra los pobres. Tienen un pensamiento histórico de que los pobres son todos vagos. Es una pena que el futuro gobernador siga la línea de distancia de los favelados”, apuntó.

El próximo canciller de Brasil considera que el cambio climático es un "complot marxista"

Publicado: 16 nov 2018 17:03 GMT | Última actualización: 16 nov 2018 17:03 GMT - RT
Ernesto Araújo representará diplomáticamente al país que cuenta con el pulmón verde más importante del planeta: la selva amazónica.
El próximo canciller de Brasil considera que el cambio climático es un "complot marxista"
El presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, junto a su futuro canciller, Ernesto Araújo. 14 de noviembre de 2018
Sergio Lima / AFP
Este miércoles el presidente electo de Brasil, Jair Bolsonaro, anunció quién será su ministro de Relaciones Exteriores. Se trata de un actual funcionario de la cancillería llamado Ernesto Araújo, conocido por manifestar públicamente sus posiciones en contra de la "ideología globalista".
En ese marco, el próximo canciller de Brasil considera que el cambio climático es parte de un complot de "marxistas culturales". "Este dogma se ha utilizado para justificar el aumento del poder regulador de los Estados sobre la economía y el poder de las instituciones internacionales sobre los Estados nacionales y sus poblaciones", redactó tiempo atrás en su blog. A su vez, asegura que así se busca "reprimir el crecimiento económico en los países capitalistas democráticos y promover el crecimiento de China".
Araújo detalla en otra de sus publicaciones que la izquierda plantea que "el coito heterosexual es una violación y que cada bebé es un riesgo para el planeta ya que aumentará las emisiones de carbono". A esa lista se sumarían, siempre según la particular mirada del diplomático, la carne roja, los acondicionadores de aire y las películas de Disney.
Esta posición del futuro canciller en relación al medio ambiente no es una mirada aislada dentro del futuro gabinete. La próxima ministra de Agricultura será Tereza Cristina da Costa Dias, quien hasta su designación ejerció como presidenta del Frente Parlamentar de la Agropecuaria (FPA), un grupo de presión para defender intereses de las grandes industrias ganaderas y agrícolas en el Congreso. Además, los grupos ambientalistas han criticado su nombramiento debido a su apoyo para relajar los controles de las fumigaciones con agroquímicos.
En ese sentido, el futuro sobre la reserva de biodiversidad más importante del planeta parece incierto. A los actuales problemas de deforestación –legal e ilegal– se sumará ahora un Gobierno en Brasilia dispuesto a apoyar y profundizar ese tipo de intervenciones en el Amazonas.

Organización denuncia que 44 millones de brasileños quedarán sin atención médica en 2019

19 noviembre 2018 |CUBADEBATE
Un gran éxito del programa Más Médicos fue la aproximación médico paciente. Foto: Archivo.
La Red Internacional de Intelectuales, Artistas y Movimientos Sociales en Defensa de la Humanidad-Capítulo Brasil, denunció este lunes que cerca de 44 millones de brasileños de bajos ingresos quedarán sin atención médica a partir de 2019, en más de dos mil municipios del interior del país.
En un comunicado, la organización internacional manifiesta que el Gobierno del presidente electo Jair Bolsonaro, que se autoproclama sin sesgo ideológico, “perderá a nueve mil médicos cubanos por cuestiones ideológicas y, también, por ignorancia”.
La nota hace alusión a la no participación de Cuba en el programa Más Médicos de Brasil por las desacertadas manifestaciones e inaceptables condiciones para La Habana que Bolsonaro pretendía imponer a los profesionales de la isla una vez asumiera el poder el 1 de enero.
El colectivo internacional se pregunta: ¿Cómo explicar un proyecto humanitario a los desprovistos de humanidad? ¿Cómo explicar un proyecto social a los que giran en torno al capital?
Ante la tragedia sanitaria que se avecina responderá Bolsonaro “por desconocer la historia de las misiones médicas de Cuba alrededor del mundo”, señala la Red.
Explica que “la primera misión médica cubana humanitaria fue en 1963, en Argelia. Cuba, en nombre de la defensa de la humanidad, se comprometió a cuidar de las poblaciones pobres del planeta. Nació la solidaridad internacionalista”.
Las misiones humanitarias cubanas se extendieron por los cuatro continentes, con características propias, únicas, basadas en el entendimiento de las necesidades de cada pueblo, refiere el mensaje.
Puso como ejemplo que el 31 de mayo de 1970 Perú fue alcanzado por un terremoto en la franja de 7,9 en la escala de Richter, dejando más de 80 mil muertos y miles de familias sin hogar.
Más de 100 mil ciudadanos cubanos donaron sangre y, sin tener relaciones diplomáticas, decenas de médicos cubanos partieron con el equipamiento necesario para instalar cinco hospitales. Llegaron hasta Áncash, Recuay, Huaraz, Carhuaz y otros poblados afectados.
Cuba fue el primer país en enviar ayuda para los peruanos. Dos años después, el 8 de julio de 1972, el Gobierno de Juan Velasco Alvarado restableció los nexos diplomáticos con la isla, recuerda el texto.
Durante las décadas que siguieron, añade el documento, Cuba envió gratuitamente brigadas médicas a diversos países afectados por catástrofes naturales.
Brasil, país continental, octava economía del mundo aparece en el ranking mundial de la salud en el lugar 125. Formados de universidades federales y estatales, médicos brasileños, se niegan a hacer atención fuera de los grandes centros urbanos, detalla la Red.
En este Estado de miseria, remarca, Brasil necesitaba un proyecto de salud que, si no abarcaba a los más de 200 millones de brasileños, por lo menos disminuyera esta diferencia.
Con este propósito, se creó el Programa Más Médicos tras un amplio debate público junto a la sociedad y en el Congreso Nacional.
Los médicos cubanos trabajaron en lugares de pobreza extrema, con alto riesgo de vida, apunta el grupo humanitario.
Acabar con un programa de 55 años de experiencia, de competencia, solidaridad, es al menos falta total de humanidad. Dejar a la población sin esta asistencia vital es condenarla a la muerte prematura, alerta la organización internacional.
Puntualiza finalmente que “el pueblo brasileño, con legitimidad y soberanía, eligió a un nuevo gobernante. Pero no dio respaldo para que él (Bolsonaro), en este momento de dolor y sufrimiento, modifique los términos del Programa Más Médicos, rompiendo un convenio firmado por la Organización Panamericana de Salud y Cuba y, sobre todo, condenando a millones de brasileños a la desasistencia, al descuido y la muerte”.

Brasil iría a una catástrofe sanitaria por ignorancia de Bolsonaro

La ignorancia del presidente electo de Brasil, Jair Bolsonario, sobre Cuba y su humanitaria política de cooperación médica con más de 60 países puede llevar a ese país suramericano a una catástrofe sanitaria, afirmó el maestro en Salud Pública, Thiago Henrique Silva.
En declaraciones al canal local TVT, el galeno abordó la no participación de los profesionales cubanos en el programa Más Médicos de Brasil como consecuencia de las declaraciones ofensivas y cuestionamientos de Bolsonaro que ahora provocan la desatención de 30 millones de sus compatriotas.
Cuba tiene convenios en el área de salud con más de 60 países. Brasil está siendo el único en crear obstáculos y sufrirá con esa salida. Vamos a tener de hecho una catástrofe sanitaria, remarcó el integrante de la Red Nacional de Médicos y Médicas Populares.
Señaló que las naciones buscan esa asociación con la empresa cubana de servicios médicos porque necesitan una fuerza de trabajo extra, pues la interna no da para atender a las personas.
Lamentó que Brasil sea el único país donde prevalece el debate de la revalidación de los diplomas médicos, y recuerda que Cuba desde la década de 1960 prepara brigadas de solidaridad para atender catástrofes naturales y biológicas, como el ébola en África y los terremotos en Haití y Pakistán.
Cuando otros mandaban armas, esa pequeña isla del Caribe enviaba doctores a los países que pasaban dificultades, refirió el profesional que actúa como médico de la familia y comunidad.
Insistió en que Cuba es referencia en salud, reconocida incluso por los estadounidenses que, con el acercamiento diplomático, viajan a La Habana para tratamientos médicos.
Respecto a los cuestionamientos de Bolsonaro sobre la calificación de los médicos de la isla, respondió el experto que el futuro gobernante está tratando de enmascarar una cuestión ideológica para intentar combatir la calidad técnica de los galenos cubanos.
Para nadie es un secreto, precisó Silva, que aquí vinieron doctores en cardiología, en oftalmología, en gastroenterología, en medicina de familia y comunidad.
Puso como ejemplo que si se trae a la realidad nacional a un médico norteamericano no responderá como uno cubano, “quien tiene una formación conceptuada y muy parecida a la nuestra para enfrentar otras complejidades, como en las comunidades ribereñas”.
Al retomar el tema de las despectivas manifestaciones de Bolsonaro que culminaron con la no participación de Cuba en el programa Más Médicos, el especialista consideró que se trataba de otra fanfarronería del mandatario electo, quien procura “levantar una cortina de humo ideológico, la cual causa que 8 mil médicos salgan de aquí y 30 millones de brasileños queden sin atención sanitaria”.
El maestro en Salud Pública remarcó que serán desasistidos los lugares más pobres de Brasil. “Para tener una idea, el 90 por ciento de los médicos que laboran en las comunidades indígenas son cubanos”.
“Y alerto porque Bolsonaro no tenía nada, absolutamente nada preparado para eso. Él hizo un esfuerzo para romper el acuerdo y no tener que hacerlo en enero”.
Cuba, con razón e integridad, decidió no seguir con el convenio antes de poner a sus médicos en riesgo, subrayó Silva.
También el expresidente brasileño, Luiz Inácio Lula Da Silva, colocó un mensaje en su cuenta @LulaOficial en la red social Twitter, donde hace referencia a las más de 113 millones de personas atendidas bajo el programa.
La pasada semana Cuba anunció la no continuación en el proyecto por las afirmaciones despectivas y las inadmisibles condiciones que pretendía imponer Bolsonaro a los profesionales de la Isla una vez asumiera el poder el 1 de enero.
(Con información de Prensa Latina)

Investigadora salvadoreña: “El Ejército en tareas de seguridad interna fue funcional al crimen organizado”

30 Julio, 2018 15:07 - PÁGINA 12
Pese a la resistencia social y política a una inminente militarización de la seguridad interior, el gobierno nacional de Mauricio Macri defendió una vez más la reforma de las Fuerzas Armadas impulsada por el decreto 638/18, violatorio de la legislación vigente, al reivindicar la importancia de que los militares colaboren con la seguridad interior.
Aunque anclado en un pasado distinto –una guerra civil que duró más de diez años–, también en El Salvador el proceso de militarización agravó los niveles de violencia existente al tiempo que la participación del Ejército en tareas de seguridad interna fue funcional al crimen organizado, afirma Amparo Marroquín Parducci, profesora de la Universidad Centroamericana (UCA) de El Salvador. En la base social, las pandillas cambiaron su composición y afinaron sus prácticas delictivas. A nivel político, gobiernos de diverso tinte ideológico impulsaron políticas de seguridad de tolerancia cero y conminaron a los jóvenes a abandonar los barrios y pasar a la clandestinidad. Los medios de comunicación tuvieron un rol clave: “antes de que la violencia alcanzara esos niveles, ya habían construido al gran monstruo”, concluye la investigadora salvadoreña.
–¿En qué situación se encuentra actualmente el conflicto entre pandillas en El Salvador?

–Mirar El Salvador sirve para entender lo que no hay que hacer en políticas de seguridad. “Vean lo que nos pasó, no repitan esa estrategia”, sería el mensaje. Tanto los gobiernos de izquierda como los de derecha han apostado de manera sistemática a medidas de seguridad de tolerancia cero; lo único que lograron es aumentar la violencia. Las pandillas son grupos juveniles de los barrios, que nacieron en la década de los ‘80 en El Salvador, durante el conflicto armado. Cuando finalizó la guerra civil y se firmaron los acuerdos de paz sufrieron una transformación.
–¿En qué consiste esa transformación? 
–En ese momento, mucha gente volvió a El Salvador y también hubo una primera ola de deportaciones desde Estados Unidos, entre estos deportados había algunos pandilleros que habían construido su práctica allá. Las organizaciones se mezclaron entre sí, entre los años ‘90 y los 2000, otros grupos barriales desaparecieron y se consolidaron dos pandillas que habían nacido en Estados Unidos: La Mara Salvatrucha y El Barrio 18. Una vez que esas dos pandillas tomaron protagonismo, las políticas de mano dura provocaron que los chicos dejaran los barrios y se clandestinizaran. Eso complicó la situación: en los últimos años, las prácticas de la violencia dentro de las pandillas se afinaron cada vez más, con la consecuente degradación del tejido social que se traduce en un incremento de homicidios y amenazas a la seguridad en los barrios.
–¿Qué formas concretas toman las amenazas a la seguridad en los barrios? 
–Uno de los modos de extorsionar a las personas es pedir una cantidad de dinero mensual, cuando las personas ya no pueden pagar se tienen que mover del lugar. En el año 2009, la izquierda llegó al poder y el presidente Mauricio Funes decidió construir un espacio de negociación, que posteriormente se conoció como “La Tregua”. Para mí, el mayor problema de esa negociación es que no se hizo de manera abierta y de cara a la sociedad. Se prometió a los pandilleros cosas que no son las mejores, como aminorar el tipo de castigo en las cárceles de máxima seguridad y otra serie de prerrogativas que terminaron generando malestar entre los pandilleros que no estaban en las cárceles y, por supuesto, con la población salvadoreña.
–¿Qué consecuencias trajo ese malestar?
–En lugar de debilitar la fuerza de las pandillas, esa tregua produjo nuevas escisiones entre las pandillas. Los que están en las cárceles perdieron su liderazgo y se produjo una atomización muy particular. Considero que la única salida posible ahora sería un proceso de negociación de cara a la sociedad.
–¿Qué características distintivas habría tenido una negociación de cara a la sociedad? 
–Una tregua es simplemente un cese momentáneo del enfrentamiento violento. Una negociación donde la sociedad intervenga no debería ser un cese momentáneo de la violencia. La tregua es: yo necesito que me bajes la cantidad de homicidio porque eso me está jodiendo, entonces bájamelos y yo te doy algo… y después veremos qué hacer. La negociación implica una estrategia a largo plazo: un proceso de reincorporación de los jóvenes y generación de puestos de trabajo, implica buscar otros medios de subsistencia que no sean la pandilla misma. Una negociación requiere, además, procesos claros en los que los líderes que hayan cometido crímenes contra la sociedad se sometan a juicio; son los elementos de base de una negociación con cualquier otro actor que esté por fuera de los procesos legales de un gobierno. La tregua termina dando un respiro en el cual las dos partes se rearman y el enfrentamiento continúa de una manera más violenta.
–En forma paralela a esta tregua, se aprovecharon los altos niveles de enfrentamiento y violencia para impulsar una política crecientemente punitiva.
–Antes de que la violencia alcanzara esos niveles, los medios de comunicación ya habían construido al gran monstruo. La sociedad salvadoreña siempre ha necesitado un otro a quien culpar de lo que las mismas élites no hacen. Las élites, los dirigentes políticos de izquierda y de derecha, no se han preocupado por construir un país; entonces es muy cómodo tener a quien echarle la culpa de que el asunto no funcione. Primero, el culpable del problema del desarrollo fue el indígena, posteriormente se echó la culpa a los comunistas y a los estudiantes revoltosos, durante la guerra civil fue por culpa de la guerrilla salvadoreña… y cuando se firmaron los acuerdos de paz, se quedaron sin nadie a quien culpar. Es allí donde quizá algún creativo del marketing político inventó a los nuevos culpables: los pandilleros.
–¿Qué hay detrás de crear al nuevo responsable/culpable de que la sociedad no avance? 
–En El Salvador tenemos un capitalismo neoliberal muy voraz, extractivista, que le apostó a la tercerización de la economía y debilitó profundamente la agricultura. El Salvador es, además, una economía dolarizada.
–¿Qué sector o sectores son responsables del crimen organizado en El Salvador? 
–Muchos sectores. La diferencia con otro tipo de lógicas violentas es que el crimen organizado debe tener complicidad del Estado. El Salvador es fundamentalmente una zona de paso, como lo es Centroamérica en general: la droga que viene del Sur hacia los Estados Unidos pasa por allí. Entonces, la pelea mayor es el control de los territorios y las rutas. Ahora, ¿eso lo hacen las pandillas? Depende, algunas sí, otras se dedican a otro tipo de negocios criminales (tráfico de armas, extorsión, narcomenudeo, etc.).
–¿Qué implicancias sociales tiene el proceso de militarización en El Salvador, frente a un enemigo definido como “omnipresente”, y cuán legal es esa intervención de las fuerzas armadas en las políticas de seguridad? 
–El proceso de militarización empieza con las políticas de mano dura. Con los acuerdos de paz en El Salvador –proceso que culminó en 1992–, parte de las discusiones consistieron en desmantelar algunas instancias coercitivas que habían sido violatorias de los derechos humanos, habían cometido desapariciones, torturas y asesinatos. Desaparecieron algunas estructuras y se crearon otras que garantizaran la seguridad, como la Policía Nacional Civil, al tiempo que el Ejército dejó de estar vinculado a tareas de seguridad. Pero los niveles de violencia empezaron a aumentar y en 2001 resurgió la política de mano dura.
–¿En qué consistió esa política de mano dura? 
–Es una política de tolerancia cero a la delincuencia y de régimen de excepción. Con el argumento de que con los efectivos de la Policía Nacional Civil no era suficiente para cubrir todo el territorio, se pidió la excepcionalidad para que el Ejército saliera a las calles e hiciera tareas de apoyo. Independientemente de la historia que se ha vivido, en El Salvador la autoridad militar tiene legitimidad en la visión popular: se cree que con el Ejército estaremos más seguros. Los medios de comunicación también juegan un papel importante en la construcción de esa imagen del militar como una institución que verdaderamente nos puede salvar, que es incorruptible. En los últimos ochos años, la remilitarización ha sido mucho mayor. El agravante de la militarización es que el Ejército, al igual que otras estructuras del Estado, se infiltra y termina sirviendo al crimen organizado.
–¿En qué medida la política de mano dura, impulsada con el argumento de circunscribir y combatir a las pandillas, se expande hacia la coerción de otros sectores de la sociedad?
–En este último período gubernamental que terminará en mayo de 2019, se impulsaron medidas extraordinarias que permiten apresar más fácilmente a un sospechoso y tenerlo detenido durante un tiempo largo sin que hubiera empezado necesariamente una investigación o el juicio. Estas medidas son violatorias de los derechos humanos de los encarcelados, tanto los que están con condena como los que no, cuyos derechos no se respetan. Y el mayor peligro es que volvemos a presenciar una judicialización y una condena de la pobreza a priori. Cada vez más la policía local apresa a los chicos porque sí: porque son skaters, porque tienen tatuajes, porque “parecen pandilleros”, porque son pobres.
–¿Hay algún tipo de resistencia frente a estas violaciones a los derechos humanos? 
–Hay un movimiento que se llama “Azul originario”, encabezado por Wendy Morales, una chica que estuvo encarcelada tres meses y le dijeron: “ups perdone, usted tiene razón, no es culpable”. “Azul originario” y “Los siempre sospechosos de todo” son movimientos que nacen de condenas injustas y ayudan a jóvenes que están encarcelados esperando un juicio sin ninguna prueba que muestre que ellos son pandilleros o que han cometido algún tipo de ilícito. En algunos casos se probó que la policía sembró droga en la mochila de algunos jóvenes para apresarlos. Volvemos a encontrar fuerzas armadas y policiales terriblemente coercitivas. Más que la pobreza, el problema en El Salvador es la desigualdad que lleva a estos altos niveles de violencia.
–¿En qué medida logra colarse la palabra oficial, gubernamental, en el discurso mediático? 
–Hay allí, al menos, tres cuestiones. La primera tiene que ver con una sociedad profundamente autoritaria de la cual el periodista forma parte y, por ende, está acostumbrado a multiplicar ese discurso oficial. Es complejo también exigirle al periodista que salga de esa lógica social en la cual está inmerso, donde además, probablemente viva en zonas controladas por pandillas y también sea extorsionado. La segunda cuestión se refiere a la lógica perversa de muchos medios de comunicación que hacen que un mismo reportero tenga que cubrir cinco notas en un día, de temas muy distintos y en espacios muy distintos. Eso te crea una aproximación muy básica al tema que estás cubriendo. Entonces, imagínate la siguiente escena. El presidente dice: “Llevamos 1500 homicidios pero no te preocupes que 1000 de esos son pandilleros. Esos, que se maten”. El periodista alcanza a tomar nota, no tiene datos para hacer una repregunta y sabe que dentro de media hora debe estar cubriendo otra nota. La propia lógica mediática nos impide construir discursos más articulados. La tercera cuestión es la compra de periodistas por parte del Estado.
–¿Cómo se llega a esa cooptación de los periodistas? 
–Hay periodistas que prácticamente son comunicadores institucionales cuidando la imagen estatal, que en lugar de hacer preguntas de fondo a un funcionario reproducen lo que el funcionario está diciendo. En ciertos casos, se sabe que hubo sobresueldos cobrados por periodistas desde distintos espacios por determinados favores.
–¿Es posible establecer continuidades entre el derrotero de la guerra civil en El Salvador y la forma que tomaron los acuerdos de paz con el rasgo autoritario que usted asigna a la sociedad salvadoreña? 
–La guerra civil en El Salvador forma parte de estos procesos latinoamericanos en donde grupos de campesinos, grupos de estudiantes, obreros de fábricas entre otros, se dan cuenta de que nuestros Estados, que en casi toda América Latina estaban liderados por militares, eran autoritarios y promovían una profunda desigualdad socioeconómica. Frente a ello, deciden emprender una lucha revolucionaria para intentar cambiar el sistema. La terrible represión de los años ‘70 no logra bajar los niveles de lucha. Por el contrario, el slogan del momento era: “a más represión, más lucha, más organización”. El 15 de octubre de 1979 llega al poder la Junta Revolucionaria de Gobierno que da un golpe de Estado al general Carlos Humberto Romero, el presidente de entonces. Pero a los seis meses nuevamente se le da un golpe a la Junta Revolucionaria y se vuelve otra vez a los procesos represivos. A principios de 1980 matan a Mario Zamora, uno de los grandes dirigentes de la Democracia Cristiana y asesinan también a Oscar Arnulfo Romero, un arzobispo muy famoso en El Salvador que denunciaba las injusticias cometidas por el gobierno militar.
–El asesinato del arzobispo Romero fue un punto de inflexión para la sociedad salvadoreña, durante la dictadura. 
–Sí. En ese momento, la sociedad tomó conciencia de que ese asunto no iba a mejorar mediante pequeñas reformas y mucha gente decidió tomar las armas. El 10 de octubre de 1980, cinco organizaciones guerrilleras militares –provenientes de distintas perspectivas político-sociales que, además, estaban dispersas en distintos puntos del país– decidieron crear el Frente Farabundo Martí por la Liberación Nacional (FMNL). Esa lucha se prolongó diez años y después vinieron los acuerdos de paz. Yo destacaría dos cuestiones. Una, que los dos partidos políticos que han estado en el poder nacen de una guerra militar y sus dirigentes tienden a reproducir estrategias político-militares; eso se mantiene.
–¿Y la segunda cuestión? 
–Una de las grandes deudas de los acuerdos de paz en El Salvador es no haber trabajado con la víctima ni con el proceso de reconciliación. En una sociedad autoritaria, al igual que en una familia autoritaria, se dice: “nos callamos y no se vuelve a hablar del asunto”. En El Salvador no hubo un proceso de diálogo, de ver cómo nos sentimos, qué fue lo que pasó.
–¿Los acuerdos de paz no incluyeron un proceso de diálogo? 
–No incluyeron trabajar la reconciliación. Cuando se firman esos acuerdos, después de crear una comisión de la verdad que investiga crímenes, se produce una amnistía general para todos… y borrón y cuenta nueva. Entonces, veinticinco años después de los acuerdos de paz, la gente empieza a preguntarse si no tendríamos que hablar de esos temas, si no se tendría que hablar de las masacres que han pasado, si no habría que reconocer a la víctima.
–El que no haya habido una política de memoria se traduce en avances tibios por parte de los gobiernos de izquierda. En forma paralela, hay batallones que mantienen el nombre de los generales que encabezaron masacres a la población durante la dictadura. 
–Sí. Al mismo tiempo, en la sociedad salvadoreña se está creando mayor conciencia de la importancia de trabajar la memoria. Surgen nuevas propuestas y peticiones de la sociedad civil, como el año pasado, durante la celebración de los 25 años de los acuerdos de paz, el gobierno se comprometió a construir un Museo de la Memoria. Los Museos de la Memoria que tenemos han sido creados y administrados por la sociedad civil; lo que el Estado no hace lo va construyendo la gente. En materia de memoria, destaco el trabajo del Museo de la Palabra y la Imagen, pero también hay museos en sitios donde hubo masacres, pequeños espacios donde la gente intenta mantener la memoria de su historia.
–En su estudio sobre las migraciones de ciudadanos salvadoreños hacia Estados Unidos, describe los rasgos de una “cultura nómada”. ¿De qué se tratan esos rasgos? 
–En El Salvador subyace un discurso construido desde los medios de comunicación según el cual la migración es la gran posibilidad de movilidad social. El último informe de desarrollo humano, realizado hace aproximadamente seis años, afirma que de cada tres salvadoreños que consiguen trabajo, dos están fuera del país. Esto da una pauta de la problemática a la que se enfrenta cualquier salvadoreño que está intentando construir un proyecto de vida en el país. Esta cultura migrante asume que El Salvador es un lugar que te cierra las puertas. Actualmente, los jóvenes de clases populares tienen dos opciones como posibilidad de defensa: ingresar a la pandilla o migrar.
–¿Entrar a la pandilla supone una suerte de ascenso social? 
–Si entras a la pandilla, aunque te maten muy joven, te aseguras que al menos tu mamá y tus hermanos tendrán casa o posibilidades de estudiar. Más que ascenso, hay una suerte de protección de la propiedad. La pandilla y la migración llegan a donde el Estado no llega. Aunque el Estado salvadoreño se comprometa a decir: “Los vamos a convencer y no van a migrar más”, la gente seguirá migrando. Y además, la reunificación familiar se vuelve muy importante. En este momento, la primera causa de migración es la reunificación familiar, la segunda causa de migración es la violencia: la pandilla te amenaza y te tienes que ir. En Centroamérica, la sociedad civil está muy sola. Vemos estrategias de supervivencia en esta moderna soledad que se habita.
FyF/Pagina12


URUGUAY
Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos

Comunicado de la familia de Luisa Cuesta

Montevideo, 22 de noviembre de 2018.
A todos los compañeros
Como ya es de público conocimiento, en el día de ayer 21 de noviembre sobre las 18 horas, falleció Luisa.
Su familia, respetando estrictamente los deseos que ella siempre manifestó, ha resuelto no realizar velatorio y efectuar su entierro en los términos austeros que han pautado su trayectoria de vida.
No obstante, sabemos con absoluta certeza que Luisa – en su camino inclaudicable por Verdad, Justicia y lucha contra la Impunidad -, ha sido acompañada siempre por múltiples familiares, amigos, militantes y organizaciones de la sociedad civil sin los cuales no hubiera sido posible sostener, hasta el día de hoy, la causa que ella abrazó con pasión, por todos y cada uno de los desaparecidos que nos han sido arrebatados por el autoritarismo y la cobardía de los poderosos de hoy y de siempre.
Por ello, comunicamos que nos reuniremos a las 10 horas del día viernes 23 en la Plaza de los Mártires de Chicago – Plaza 1º de Mayo, General Flores y Yatay -, para desde allí partir sobre las 11.30 horas hacia el Cementerio del Norte.
Han sido múltiples y constantes las expresiones de solidaridad y apoyo recibidas desde el primer momento, que queremos fraternalmente agradecer.
Expresiones que, asimismo, sabemos que significan la ratificación de todos en el profundo compromiso de mantener las banderas que ella siempre nos enseñó a levantar.
Fraternalmente, su familia.

¡Hasta siempre Luisa!


Lamentamos informar que en el día de hoy falleció nuestra compañera Luisa Cuesta, madre de Nebio Ariel Melo Cuesta.
¡Hasta siempre Luisa!

Memoria y transmisión intergeneracional

Invitamos y agradecemos difusión


Hasta siempre Luisa Cuesta; la búsqueda continúa

Hasta siempre Luisa Cuesta; la búsqueda continúa

PORTAL PIT-CNT
Murió Luisa Cuesta, una referente de Madres y familiares de uruguayos detenidos desaparecidos. A los 98 años se fue una mujer que durante 42 años buscó a su hijo secuestrado y desaparecido el 8 de febrero de 1976.
Nebio Melo, así como muchos otros compatriotas, siguen desaparecidos y el compromiso con el reclamo de Cuesta se desparrama hoy, más que nunca, en los sectores que aspiran una sociedad más justa y solidaria.
“La idea de la muerte individual deja de tener importancia, si uno adquiere la certeza de sobrevivir en los demás, sobrevivir en las cosas que quedan.”
Escribió en un momento Eduardo Galeano y Luisa Cuesta seguirá viviendo en cada reclamo de verdad, justicia, memoria y nunca más. Hasta siempre!!!

Declaraciónl Observatorio Luz Ibarburu

Ante el fallecimiento de Luisa Cuesta: el 8 de octubre de 1978, la Circular N° 15 del Secretariado Internacional de Juristas por la Amnistía en el Uruguay  (SIJAU), daba cuenta que el 1° de octubre  de ese año, se había creado en Paris  la Agrupación de Familiares  de Desaparecidos Uruguayos (AFUDE). 
 
La convocatoria había sido lanzada por un grupo de familiares y  conto con el patrocinio del SIJAU. Ese día, luego de acordar un conjunto de acuerdos programáticos y de funcionamiento, hicieron uso de la palabra en representación de AFUDE, Luisa Cuesta, y en nombre del SIJAU el abogado francés Jean Louis Weil.
 
Los 40 años que nos separan de aquel 1° de octubre de 1978, supo contar con la presencia infatigable de Luisa. A aquella agrupación fundada en el exilio, se sumarian los familiares que permanecían en Uruguay. Poco a poco, las filas de las madres de los desaparecidos fueron mermando en número por el paso del tiempo, sin que la gran mayoría de ellos tuvieran una respuesta sobre la suerte de sus seres queridos.

Hoy ante el fallecimiento de Luisa Cuesta, el Observatorio Luz Ibarburu reafirma su compromiso en la misma lucha que ella supo desarrollar por VERDAD Y JUSTICIA.

De la familia a todos los compañeros

Montevideo, 22 de noviembre de 2018.A todos los compañerosComo ya es de público conocimiento, en el día de ayer 21 de noviembre sobre las 18 horas, falleció Luisa. Su familia, respetando estrictamente los deseos que ella siempre manifestó, ha resuelto no realizar velatorio y efectuar su entierro en los términos austeros que han pautado su trayectoria de vida.
No obstante, sabemos con absoluta certeza que Luisa - en su camino inclaudicable por Verdad, Justicia y lucha contra la Impunidad -, ha sido acompañada siempre por múltiples familiares, amigos, militantes y organizaciones de la sociedad civil sin los cuales no hubiera sido posible sostener, hasta el día de hoy, la causa que ella abrazó con pasión, por todos y cada uno de los desaparecidos que nos han sido arrebatados por el autoritarismo y la cobardía de los poderosos de hoy y de siempre.
Por ello, comunicamos que nos reuniremos a las 10 horas del día viernes 23 en la Plaza de los Mártires de Chicago - Plaza 1o de Mayo, General Flores y Yatay -, para desde allí partir sobre las 11.30 horas hacia el Cementerio del Norte.
Han sido múltiples y constantes las expresiones de solidaridad y apoyo recibidas desde el primer momento, que queremos fraternalmente agradecer.Expresiones que, asimismo, sabemos que significan la ratificación de todos en el profundo compromiso de mantener las banderas que ella siempre nos enseñó a levantar.
Fraternalmente, su familia.

Falleció Luisa Cuesta, activista por los Derechos Humanos. Tenía 98 años

21 Nov
AFUSEC

Su hijo, Nebio Melo, fue secuestrado en 1976, y aún permanece desaparecido.

A los 98 años falleció Luisa Cuesta, integrante de la organización Madres y Familiares de Detenidos Desaparecidos, que luchaba desde hace años por el esclarecimiento de la desaparición de su hijo Nebio Melo Cuesta.
El fallecimiento de Cuesta fue confirmado a Montevideo Portal por el integrante de Familiares Oscar Urtazum.
Cuesta falleció este miércoles luego de permanecer varios días en estado delicado.
Cuesta estuvo detenida desde el 28 de junio de 1973 hasta el 31 de enero de 1974 en el Batallón de Infantería Nº 5 de Mercedes. Tras ser liberada y pasar por Argentina, Francia y Holanda, denunció las violaciones a los derechos humanos en Uruguay e hizo propias decenas de causas similares. Con su vuelta a Uruguay en 1985 contribuyó a la unificación de este movimiento en uno solo, y continuó su lucha por verdad y justicia, consigna la Udelar en un comunicado.
En 2013 recibió el doctorado Honoris Causa por parte de la Universidad de la República. Un año antes había sido reclada ciudad ilustre por la Intendencia de Montevideo. En ambas ocasiones Cuesta declinó dar un discurso y se limitó a agradecer los reconocimientos.
En 2015, luego de que Cuesta debiera ser hospitalizada, la periodista Ana Jerosolimski recordaba en Montevideo Portal una entrevista con la activista publicada un año antes el Semanario Hebreo.
Montevideo Portal

“SIMONE MUJER PARTIDA”; POR LA “NO VIOLENCIA HACIA LAS MUJERES”

21 Nov
AFUSEC
Milagro Pau, responsable del Departamento de Género, Equidad y Diversidad del PIT-CNT, a través del Portal convoca a los trabajadores y población en general a presenciar la obra “Simone mujer partida” que se presentará este viernes 23 a partir de las 19.30 horas en la Casa Sindical Pepe D´Elía, ubicada en Jackson 1283. Esta presentación es abierta y gratuita, por lo cual podrán participar todos los que puedan ingresar al salón de actos de la central sindical.

PORTAL PIT-CNT
En el marco del mes del Día Internacional de la no violencia hacia las mujeres, cuyo día es el 25 de noviembre, se realizarán una serie de actividades en todo el país y la central obrera presentará esta obra que protagoniza Gabriela Iribarren, ganadora del Florencio 2018 a mejor actriz de Unipersonal.
Pau agregó que también se convoca a participar en la movilización organizada por una gran cantidad de organizaciones y que se realiza el domingo 25 de noviembre. Está previsto llevar adelante una concentración en la explanada de la Universidad y luego se marchará hasta la explanada de la Intendencia donde se encontrarán las integrantes de la organización Mujeres de Negro.
Este viernes, además, se realizará en horas de la mañana una conferencia de prensa en la cual estarán representantes de las organizaciones que integran la Intersocial Feminista. En tanto, se tiene previsto que en la mañana de este miércoles 21 se culminará con la redacción de la proclama que se dará a conocer el próximo domingo en el acto del Día Internacional de la no violencia hacia las mujeres.

LA VIOLENCIA TIENE FIN

21 Nov
AFUSEC

Este martes 20 de noviembre, el zonal Aguada del PIT-CNT realizará un encuentro temático contra la violencia, en el marco del Día Internacional de la no violencia hacia las mujeres. “La violencia tiene fin, desde sus testimonios aprendemos y avanzamos” señala la convocatoria para el encuentro que se desarrollará en el local del SUTCRA (Agraciada 2439) y que tendrá como panelistas a la profesora Ana Olivera, subsecretaria del Mides; Andrea Tuana, licenciada en Trabajo Social y magíster en Políticas Públicas de Igualdad, directora de la ONG El Paso e integrante de la Red Uruguaya contra la Violencia Doméstica y Sexual; la doctora Ana Laura Alonzo, integrante del equipo de abogados del PIT-CNT; Laura Alberti, Secretaría de organización de la central; Viviana Núñez, dirigente nacional del SUTCRA y responsable de organización del Zonal Aguada; Fernando Pereira, presidente del PIT-CNT y el músico Richard Mattos.

En diálogo con el Portal, Viviana Núñez explicó que en el encuentro de este martes se abordará la temática de la no violencia hacia la mujer “en un espacio de diálogo barrial, con la posibilidad de interactuar con los vecinos y vecinas del barrio”. La dirigente nacional del Sindicato Único del Transporte de Carga y Ramas Afines dijo al Portal que la violencia hacia las mujeres es un tema “de extrema sensibilidad” que hay que continuar colocandolo en el debate de la sociedad. “Desde el Zonal Aguada seguimos los lineamientos de la central en relación a los grandes temas que debemos afrontar como movimiento sindical” señaló.
Núñez fue la primera dirigente nacional de un sindicato tradicional y mayoritariamente integrado por hombres. Esa pertenencia al sindicato de camioneros también le generó “la necesidad de hablar de estos temas” vinculados al género. “Sigo reivindicando como mujer que tenemos que hablar de estos temas y siento la responsabilidad de continuar la lucha histórica de muchas compañeras” apuntó.
La iniciativa se enmarca en la designación por parte de las Naciones Unidas del 25 de noviembre como el Día Internacional de la No violencia contra la mujer.
Núñez adelantó que la subsecretaria del Mides, profesora Ana Olivera, explicará cuáles son las políticas que aplica la cartera y el Estado en materia de género. Asimismo, Tuana abordará la temática desde la perspectiva de la Intersocial Feminista y desde su vasta experiencia como directora de la ONG El Paso, Alonzo expondrá el punto de vista jurídico de la violencia hacia la mujer, Laura Alberti desde la perspectiva de la central y Núñez realizará un repaso histórico político de la fecha emblemática que representa el 25 de noviembre. “Eran mujeres, las hermanas Mirabal, fueron revolucionarias que se oponían a una dictadura” en República Dominicana. La mesa también estará integrada por el presidente del PIT-CNT, Fernando Pereira y el músico Richard Mattos, que recientemente lanzó el video junto con su Banda Zeta, con la canción “Sólo una mujer”, con la participación de comunicadores, personalidades y el trabajo de colaboración y asesoramiento de diversas organizaciones sociales vinculadas al trabajo sobre la temática, como Mujeres de Negro, entre otras.

Agenda

Día: Martes 20 noviembre

Hora: 18

Dirección: Agraciada 2439

Organiza e invita: Zonal Aguada, PIT-CNT



Desde la Intendencia se busca sensibilizar a la población montevideana sobre la violencia hacia las mujeres, niñas y adolescentes

Dos marchas contra la violencia hacia las mujeres

El domingo 25 de noviembre, a partir de la hora 18.30, se realizarán dos marchas: una saldrá desde la explanada de la Universidad mientras que otra partirá de la Plaza Independencia. En 2018 serán dos las marchas que se realizarán por el Día Internacional de Lucha contra la Violencia hacia las Mujeres, las cuales finalizarán en la explanada de avenida 18 de Julio y Ejido.
Celebrado el 25 de noviembre, este día fue declarado en honor a las hermanas Mirabal, quienes fueron torturadas y asesinadas en esa fecha (en el año 1960) por la dictadura del general Trujillo en República Dominicana.
En Uruguay, casi siete de cada diez mujeres han vivido situaciones de violencia basada en género en algún momento de su vida, según la primera encuesta nacional de prevalencia sobre violencia basada en género y generaciones (2014).
Desde la Intendencia se busca sensibilizar a la población montevideana sobre la violencia hacia las mujeres, niñas y adolescentes, este año bajo la campaña MontevideoXigual: por una ciudad libre de violencia de género.
La campaña, producto de un trabajo junto a ONU Mujeres, se enmarca en el programa Ciudades y espacios públicos seguras para mujeres y niñas que busca incrementar el número de ciudades como lugares conducentes al empoderamiento de mujeres y niñas. Montevideo se integra al programa siendo la ciudad número 33.

COFE participará en Buenos Aires de la marcha “Fuera G20-FMI”

21 Nov
AFUSEC

En un comunicado, la Confederación de Organizaciones de Funcionarios del Estado, “rechazó el pedido que hizo el Poder Ejecutivo al Parlamento de autorizar que nuestro territorio sea base militar de los gobiernos que concurrirán al G20 los días 30 de noviembre y 1° de diciembre en la ciudad de Buenos Aires”.
COFE expresó además que participará junto a la Confederación Latinoamericana y del Caribe de Trabajadores Estatales (CLATE) y sus organizaciones miembros en la Argentina de la marcha “Fuera G20-FMI” que se realizará el día 30.
El comunicado que lleva la firma del presidente de la COFE (y Secretario General de la CLATE) Martín Pereira, y Joselo López, secretario general del gremio, expresa, entre otros, los siguientes conceptos:
“No compartimos que a nuestro país lleguen fuerzas armadas de los EEUU que continuamente han reprimido, invadido, torturado y asesinado a nuestros hermanos de clase, condicionando la autonomía de los pueblos a lo largo y a lo ancho del planeta, como parte de los ejércitos que componen el G20”.
“No estamos dispuestos a sacarle esa responsabilidad al gobierno argentino que pretende a través de este acuerdo no enfrentar las protestas y consecuencias en su país ante este hecho”.
“Nos solidarizamos con los compañeros y compañeras del pueblo argentino que vienen luchando día a día, sufriendo represión, siendo detenidos, torturados y hasta asesinados por el gobierno de Mauricio Macri”.

DEBATE Y PROPUESTAS SOBRE COLONIZACIÓN Y DEFENSA DE RECURSOS NATURALES

21 Nov
AFUSEC

Marcelo Amaya, integrante de la dirección de la Unión Nacional de Asalariados, Trabajadores Rurales y Afines (Unatra), destacó que recientemente se realizó un encuentro nacional en el cual se priorizó “la importancia de la colonización en el territorio. Con nuestra presencia apostamos al cuidado de los recursos naturales. El otro elemento a destacar es la necesaria formación que debemos tener para llevar adelante un emprendimiento de las características que queremos promover, el cual también cumple el objetivo de generar fuentes de trabajo.

PORTAL PIT-CNT
El sábado 10 del corriente se llevó adelante un encuentro de experiencias de cooperativas y asociaciones rurales con grupos que ya forman parte de emprendimientos o que son aspirantes a colonos en la Colonia Daniel Viglietti, ubicada en Barra del Tacuarí, a unos dos mil metros de la desembocadura de la Laguna Merín. Se hicieron presentes, también, algunos productores que integran la Cooperativa Agraria Limitada Uruguaya de Productores de Cerdos (Caluprocerd) y que le venden al Estado.
Durante esta reunión, en la que participaron más de 70 personas en representación de varias organizaciones, además de las experiencias sobre las dificultades y fortalezas que se han vivido a lo largo de los últimos años, se apuntó a recoger las vivencias para destacar los logros que se han obtenido en este último período. Acompañaron también esta actividad representantes de la regional de Colonización, del Instituto Nacional del Cooperativismo (Inacoop), del Instituto Nacional de Empleo y Formación Profesional (Inefop) y de Mundo Afro.
La actividad, organizada por los sindicatos de base de la Unatra, como el Sindicato Único de Trabajadores de Arroz y Afines (Sutaa), tuvo como objetivo principal el intercambio de experiencia “a la hora de que los más débiles acceden a la tierra. Para sobrevivir en este campo es necesario fijar una estrategia muy concreta en el plano de las alianzas. También se deben tener claro cuáles son los objetivos de los proyectos. En el caso de la Colonia Daniel Viglietti el sindicato muestra una importante diferencia, ya que pone en discusión la generación de puestos de empleo en las políticas de tierra. Esto pasa por la necesidad de ingresar en rubros más dinámicos, siempre y cuando las condiciones geográficas lo permitan”, señaló Amaya.
El dirigente sindical subrayó que el sindicato resuelve ponerle al emprendimiento el nombre de Daniel Viglietti debido “al compromiso del artista con el desempeño del trabajador rural y la importancia de en qué manos está la tierra, quienes acceden a ella. Ante la magnitud de este compañero artista, es que el sindicato resuelve homenajearlo poniéndole su nombre al emprendimiento”.

Uruguay tiene un puente “fantasma” de 2 kilómetros que nunca se usó

Un puente de más de 20 cuadras de largo, que conecta una ruta de tierra que poca gente usa, se posa sobre la frontera entre Durazno y Tacuarembó. Aunque pocos saben de esta infraestructura, se trata del puente más largo del país.

El puente está lejos de toda ciudad de cualquiera de los departamento de los alrededores. Para hacerlo funcionar habría que invertir unos 100 millones de dólares en rutas asfaltadas, pero su beneficio sería mínimo. Foto cortesía de Daniel González Fotografía & Diseño
PUENTE 329 16 de noviembre de 2018, 22:10hs LR21

El puente está lejos de toda ciudad de cualquiera de los departamento de los alrededores. Para hacerlo funcionar habría que invertir unos 100 millones de dólares en rutas asfaltadas, pero su beneficio sería mínimo. Foto cortesía de Daniel González Fotografía & Diseño El puente más largo del Uruguay nunca se usó. Tiene 2 kilómetros de largo y forma parte de una calle de tierra poco transitada, que con el paso de los años se ha vuelto una suerte de destino turístico sui generis para algunos de los más aventureros.
Foto cortesía de Daniel González Fotografía & Diseño
Foto cortesía de Daniel González Fotografía & Diseño Fue inaugurado durante el gobierno de Luis Alberto Lacalle Herrera, específicamente el 10 de julio de 1994, tal como reza en una placa conmemorativa que fue develada ese día.
El puente cruza por encima del Río Negro. Foto cortesía de Google Maps
El puente cruza por encima del Río Negro. Foto cortesía de Google Maps Se le llama “Puente 329″ debido a que está a la altura del kilómetro 329, a la altura de Paso de las Piedras. Los lugareños lo conocen, pero para la mayoría de los uruguayos es inexistente.
Foto cortesía de Daniel González Fotografía & Diseño
Foto cortesía de Daniel González Fotografía & Diseño Para llegar a él hay que tener un vehículo capacitado para capear una calle en muy malas condiciones entre arbustos y pozos.
El monto total del costo de la infraestructura en la actualidad no se sabe a ciencia cierta.