"El imperio se está derrumbando": Cómo el gasto militar "está llevando a la bancarrota" a EE.UU.
Publicado: 19 mar 2019 07:38 GMT | Última actualización: 19 mar 2019 15:10 GMT - RT
El Gobierno estadounidense está "gastando el
dinero que no tiene en un imperio militar que no puede pagar", se
lamenta un escritor norteamericano.
El gasto militar "está llevando a EE.UU. a la bancarrota", sostiene en un artículo para
CounterPunch el escritor norteamericano John Whitehead, quien alerta
que su nación está siendo "atacada por el complejo industrial militar
que es sostenido por los explotadores de la guerra, los políticos
corruptos y los gobiernos extranjeros".
El escritor pide a sus lectores estadounidenses que "no se dejen engañar pensando que sus dólares de impuestos ganados con tanto esfuerzo se estén utilizando para la seguridad nacional y las necesidades militares urgentes".
En cambio, señala que al final del año fiscal, las agencias
gubernamentales, incluido el Departamento de Defensa, se ponen a gastar
"los dólares de impuestos que les quedan" para poder justificar nuevas demandas de dinero al año siguiente.
Concretamente, según una reciente investigación, entre los artículos comprados durante el último mes del año fiscal figuraba un sillón por 9.241 dólares; una vajilla de porcelana por 53.004; alcohol por 308.994; carritos de golf por 673.471; equipos musicales por un total de 1,7 millones; o cola de langosta y cangrejo por 4,6 millones, entre otros artículos alejados del ámbito militar, que en total representaron "un gasto inútil" de 97.000 millones de dólares, recoge Whitehead.
"Cualquiera que sugiera que el Ejército necesita dinero es criminal o no tiene ni idea o es corrupto, porque el Ejército no sufre de falta de fondos, sino de falta de supervisión adecuada", asegura el autor del artículo.
"Si esta es una fórmula para hacer EE.UU. grande de nuevo, no está funcionando", se lamenta el escritor, quien acusa al Gobierno de estar "gastando el dinero que no tiene en un imperio militar que no puede pagar".
Sea como fuere, el analista advierte que con el tiempo, "inevitablemente, los imperios militares caen y fracasan al extenderse demasiado y gastarse hasta la muerte". "Sucedió en Roma. Está ocurriendo otra vez", recalca el escritor, para sentenciar que "el imperio estadounidense ya se está derrumbando"
El escritor pide a sus lectores estadounidenses que "no se dejen engañar pensando que sus dólares de impuestos ganados con tanto esfuerzo se estén utilizando para la seguridad nacional y las necesidades militares urgentes".
Concretamente, según una reciente investigación, entre los artículos comprados durante el último mes del año fiscal figuraba un sillón por 9.241 dólares; una vajilla de porcelana por 53.004; alcohol por 308.994; carritos de golf por 673.471; equipos musicales por un total de 1,7 millones; o cola de langosta y cangrejo por 4,6 millones, entre otros artículos alejados del ámbito militar, que en total representaron "un gasto inútil" de 97.000 millones de dólares, recoge Whitehead.
"Cualquiera que sugiera que el Ejército necesita dinero es criminal o no tiene ni idea o es corrupto, porque el Ejército no sufre de falta de fondos, sino de falta de supervisión adecuada", asegura el autor del artículo.
"Sucedió en Roma, y está ocurriendo otra vez"
Según Whitehead, EE.UU. está gastando "mucho más de lo que gana", y está pidiendo muchos préstamos a gobiernos extranjeros y a la Seguridad Social para mantener operativo al Gobierno y seguir "financiando sus interminables guerras en el exterior", mientras el sistema educativo de la nación es "patético", la infraestructura es "anticuada", y el sistema de salud es "demasiado caro e inaccesible para quienes más lo necesitan"."Si esta es una fórmula para hacer EE.UU. grande de nuevo, no está funcionando", se lamenta el escritor, quien acusa al Gobierno de estar "gastando el dinero que no tiene en un imperio militar que no puede pagar".
Sea como fuere, el analista advierte que con el tiempo, "inevitablemente, los imperios militares caen y fracasan al extenderse demasiado y gastarse hasta la muerte". "Sucedió en Roma. Está ocurriendo otra vez", recalca el escritor, para sentenciar que "el imperio estadounidense ya se está derrumbando"
"Los bancos están agonizando, pero en lugar de dejarlos morir se les está ayudando con intereses bajos"
Publicado: 19 mar 2019 15:09 GMT - RT
En este episodio de 'Keiser Report', Max y
Stacy hablan de cómo el aumento de la deuda con interés negativo está
desenmascarando la ilusión de una economía saludable. Si es verdad que
la economía va tan bien y los mercados prosperan, ¿cómo es que las
entidades de préstamo están dispuestas a perder dinero en sus préstamos a
los Gobiernos? En la segunda parte, Max habla con Karl Denninger, de
Market-Ticker.org, sobre por qué el próximo colapso financiero será
mucho peor que el del 2008.
La
deuda global con interés negativo ha llegado a su nivel más alto desde
el 2017, alcanzando los 9,2 billones de dólares, algo llamativo si se
tiene en cuenta que, supuestamente, la economía mundial está
recuperándose.
#RTenEspañol #KeiserReportenEspañol
Keiser Report en Español: Deuda con interés negativo (E1359)
Publicado el 19 de marzo 2019
https://youtu.be/xlK2nTpwydk
"Los intereses negativos son una imposibilidad económica que, sin embargo, tenemos con nosotros porque es una forma sofisticada de confiscarnos el dinero. Los bancos están agonizando. El problema es que, en lugar de dejarlos morir, que es lo que debería haberse hecho hace años, se les está ayudando con intereses bajos. Y ahora, para evitar su desplome, tienen que confiscar la riqueza de la gente a través de estos intereses negativos, que pronto llegarán a las cuentas bancarias de los clientes, en lo que constituye una recapitalización interna disimulada", explica Max.
Y la prueba de ello son los 9,2 billones de dólares de deuda con
interés negativo, que continúa creciendo. Esto demuestra que todos los
grandes bancos, ya sea JP Morgan, el Deutsche Bank o BNP, son técnicamente insolventes, con insolvencias del orden de cientos de miles de millones de dólares.
Según Stacy, el sector bancario está distrayendo a la población con diferentes trucos para ocultar sus deficiencias y el peligro que corre la economía mundial de sufrir una nueva crisis financiera. Los bancos "nos hacen creer que el dólar es igual que el oro y que por eso podemos tener el sistema fiat que tenemos, cuando la realidad es que los bancos centrales están llegando a comprar su propia deuda para que los ciudadanos pensemos que todo está bien", apuntó.
Al respecto, Karl Denninger, de Market-Ticker.org, opina que la próxima crisis económica mundial será "mucho peor" que la del 2008, "porque los niveles de deuda son mayores y los ingresos no han mejorado ni siquiera en términos nominales, con una serie de malas inversiones alimentadas por las políticas de la Reserva Federal [de EE.UU.] y del Gobierno" de ese país.
VENEZUELA
#RTenEspañol #KeiserReportenEspañol
Keiser Report en Español: Deuda con interés negativo (E1359)
"Los intereses negativos son una imposibilidad económica que, sin embargo, tenemos con nosotros porque es una forma sofisticada de confiscarnos el dinero. Los bancos están agonizando. El problema es que, en lugar de dejarlos morir, que es lo que debería haberse hecho hace años, se les está ayudando con intereses bajos. Y ahora, para evitar su desplome, tienen que confiscar la riqueza de la gente a través de estos intereses negativos, que pronto llegarán a las cuentas bancarias de los clientes, en lo que constituye una recapitalización interna disimulada", explica Max.
Según Stacy, el sector bancario está distrayendo a la población con diferentes trucos para ocultar sus deficiencias y el peligro que corre la economía mundial de sufrir una nueva crisis financiera. Los bancos "nos hacen creer que el dólar es igual que el oro y que por eso podemos tener el sistema fiat que tenemos, cuando la realidad es que los bancos centrales están llegando a comprar su propia deuda para que los ciudadanos pensemos que todo está bien", apuntó.
Al respecto, Karl Denninger, de Market-Ticker.org, opina que la próxima crisis económica mundial será "mucho peor" que la del 2008, "porque los niveles de deuda son mayores y los ingresos no han mejorado ni siquiera en términos nominales, con una serie de malas inversiones alimentadas por las políticas de la Reserva Federal [de EE.UU.] y del Gobierno" de ese país.
VENEZUELA
¿Y ahora qué? EE.UU. afina nuevas estocadas contra Venezuela
Por Álvaro Verzi Rangel.
Para el gobierno de Caracas, la próxima semana será difícil, ante el anuncio de EE.UU. de que intentará ingresar la “ayuda humanitaria” a territorio venezolano a la fuerza, por aire, mar y tierra, una decisión ya tomada por Washington, que como precaución pidió la evacuación de todos sus ciudadanos del territorio venezolano.
Mientras, sigue la guerra irregular, híbrida, multidimensional de EE.UU. contra Venezuela: el incendio que afectó a tres tanques de almacenamiento de petróleo en una instalación de la estatal Pdvsa en la Faja del Orinoco fue atribuido por el gobierno a una “acción terrorista” de Washington, al igual que el ataque cibernético contra la represa de El Guri, que generó un apagón de varios días a lo largo y ancho del país.
El canciller venezolano Jorge Arreaza aseveró en la Comisión de Narcóticos de la ONU en Viena que el modelo multilateral se encuentra en riesgo a causa de las medidas coercitivas unilaterales impuestas sobre naciones soberanas, contando con el respaldo de “gobiernos satélites” que contradicen el sentido de espacios de diálogo internacionales.
En Caracas, más de 30 organizaciones de Derechos Humanos exigieron a la misión de la Alta Comisionada de la ONU, (Michel Bachelet) que se pronuncie contra el bloqueo económico que pesa sobre Venezuela y solicitaron que abogue por no la no injerencia extranjera en el país.
El secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, aseguró el jueves en un video que su gobierno está “decidido” a ingresar ayuda humanitaria en Venezuela, a pesar de lo ocurrido el 23 de febrero, y prometió que seguirá trabajando con Brasil y Colombia para devolver la “democracia”.
“Los muertos son una inversión a futuro”, dijo el autoproclamado Juan Guaidó cuando se le preguntó sobre las víctimas de una intervención militar en Venezuela. La frase es coherente con la rentabilidad con que EE.UU. y su cartel (aliados, cómplices) conciben la “ayuda humanitaria” que imponen a cualquier país del mundo, cuya economía han asfixiado y destruido, recuerda el profesor Earle Hrrera. Haití es un ejemplo cercano.
Cuando EE.UU. armaba la “coalición” para la segunda Guerra del Golfo arágico-pérsico, George W. Bush advirtió que los que se negaran no tendrían parte en la reconstrucción de Irak, “un negocio capaz de generar miles de millones anuales durante muchos años”. Son las mismas fuentes de la Usaid, esa mampara imperial que pretendió introducir “ayuda humanitaria” en Venezuela un sábado sin gloria de fines de febrero.
Bush juró devolver a Irak a la edad de piedra, con la mentira de que tenía armas de destrucción masiva. Y no era una metáfora.
Irresponsablemente, Guaidó siguió con su terrorismo tuitero : “No se puede hacer apología de la violación a la propiedad privada, pero tampoco se puede ignorar la desesperación de comunidades que están sin luz ni agua desde hace días y sin poder comprar lo que necesitan con urgencia”.
“Sin luz, ni agua, ni comida, el desespero puede conducir a nuestro Pueblo a un estado límite por conseguir sustento para los suyos. Esos reportes de saqueos que llegan de varias ciudades son consecuencia de que el régimen usurpador siga impidiendo la solución a esta crisis”, añadió, azuzando la violencia.
Añade que en virtud de que la comunidad internacional se niega a aprobar una acción militar en Venezuela, Washington apela al modelo utilizado en Siria: preparar y armar fuerzas paramilitares de choque para generar un conflicto civil, después que hasta la mayoría de los gobiernos del Grupo de Lima se ha decantado por una salida pacífica a la crisis y en “las cancillerías europeas campea la desconfianza a la política de la Casa Blanca hacia Venezuela”, tal como reseñó la agencia noticiosa-financiera Bloomberg .
Los grupos irregulares tienen en la mira a jóvenes, cuyas edades oscilen entre 18 y 25 años, desempleados y desafectos del gobierno. “En Colombia se habla de un pago cercano a los 1.500 dólares y en Venezuela entre 200 y 250 dólares, donde se incluye comida y transporte más allá de la frontera colombo venezolana”, precisaron los informantes.
Sin una gran presión de calle, sin fuerzas de choque organizadas (están reclutando bandas (para el terror interno), no podrán configurar un escenario insurreccional que pueda implicar la caída del gobierno o un cuadro de violencia de tal magnitud que justifique la intervención extranjera, y por ello se ve obligada a concentrar esfuerzos en las disputas territoriales.
La realidad indica que la crisis económica seguirá incrementándose, con las sanciones, bloqueos (en especial el petrolero) y pirateos (de fondos y recursos) de EEUU y sus cómplices, y también por la ineptitud del gobierno para generar soluciones. El apagón significó un duro golpe, superado, pero que afectó al ya deteriorado aparato productivo. Los estrategas de la oposición (o sus mandantes de Washington) señalan que el pico de la crisis se alcanzará antes de mitad de año.
El oficialismo también está preocupado por la disputa territorial, pero sigue mostrando fisuras en los niveles organizativo y sobre todo el comunicacional, mientras se reorganizan las Milicias Bolivarianas y las Brigadas de Defensa Popular, las organizaciones de base y comunales.
“Vamos a las prontas realización de un referéndum consultivo para resolver la tensión social y política del país” (…) “Solicitamos la renuncia inmediata del ministro Motta Domínguez debido a la grave situación del país”, dice la Alianza para el Referendo Consultivo, que integran incluso exchavistas, buscando pescar en río revuelto.
Así, “las empresas privadas podrían optar por manejar las operaciones rutinarias en los campos petroleros venezolanos, un cambio brusco desde la era de Chávez, que limitó a las firmas extranjeras a ser socias minoritarias sin control operativo (…) “Algunos de sus activos serían transferidos y subastados por un nuevo regulador independiente similar al que llevó adelante la profunda reforma energética de México, que puso fin a 75 años de monopolio”.
En Houston y Washington, el equipo de Guaidó está proponiendo una amplia variedad de contratos de exploración y producción que permitirían a las empresas privadas operar individualmente campos en Venezuela y postularse para operar refinerías e instalaciones de la cadena minorista de combustibles del país, según el borrador de la propuesta.
Daniel Kiener, embajador alemán en Caracas, fue expulsado del país luego de ir a recibir a Juan Guaidó al aeropuerto de Maiquetía. “Se trata de una decisión incomprensible que agrava la situación y no contribuye a rebajar las tensiones”, declaró Heiko Maas, el ministro de Asuntos Exteriores alemán. ¿Incomprensible? ¿Qué estaba buscando Kiener con su sobreexposición?
Lo que es realmente incomprensible es que, cuando se detectan en EE.UU.los límites geológicos y financieros de la explotación del gas y petróleo no-convencionales, con vasta repercusión geopolítica, geoeconómica y estratégica; cuando arrecian presiones con posturas de confrontación de guerra fría contra el gasoducto Nord Stream 2 y cuando Trump califica a la industria automotriz alemana de “amenaza a la seguridad nacional de EEUU”, Maas abra fuego diplomático contra Venezuela, señala el analista mexicano John Saxe-Fernández.
Son medidas en apoyo a los planes de lograr un golpe militar, una rebelión militar o una guerra civil (fracasadas hasta ahora) y que, según las máximas autoridades de EEUU, seguirán hasta que sea derrocado el presidente Nicolás Maduro.
Durante una audiencia en el Subcomité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense, el senador Marco Rubio alertó que Venezuela iba “a entrar en un período de sufrimiento que ninguna nación ha confrontado en la historia moderna” .
En un intento por desmentir la participación del gobierno estadounidense en el magnicidio fracasado del presidente Nicolás Maduro, la cadena CNN mostró nuevos videos caseros sobre el atentado realizado con “drones comerciales, comprados en línea y ensamblado a mano con explosivos militares en su interior”. Los videos, tomados con celulares, mostaron incluso vuelos de práctica en los llanos colombianos.
El entrevistado admitió que el complot pudo haber matado a muchas otras personas además de su objetivo. Cabe recordar que al día siguiente del atentado, el asesor nacional de seguridad de EEUU., John Bolton, advirtió que pudo haber sido fingido para darle al gobierno de Maduro una “excusa”, quizás para poner mano dura.
El atacante asegura que se reunieron con varios funcionarios del gobierno de EEUU tras el ataque. “Ellos concertaron tres reuniones, imagino que para recopilar información que les permitiera estudiar el caso, pero no pasó de allí. Querían obtener datos y nosotros pedimos cosas a cambio. Tomaron nota de eso, y preguntamos si podían ayudar. Entonces simplemente se fueron con sus apuntes y nunca más aparecieron”, relata el supuesto jefe de la operación a CNN.
Será una semana dura, en un país jaqueado, hackeado, sancionado, embargado, bloqueado, pirateado por las potencias occidentales, y con serias amenazas de una invasión externa. Mientras va recuperando la luz, el pueblo venezolano aguarda, expectante, preparado, por una batalla más en su lucha por la defensa de la soberanía.
(Tomado de Rebelion)
Para el gobierno de Caracas, la próxima semana será difícil, ante el anuncio de EE.UU. de que intentará ingresar la “ayuda humanitaria” a territorio venezolano a la fuerza, por aire, mar y tierra, una decisión ya tomada por Washington, que como precaución pidió la evacuación de todos sus ciudadanos del territorio venezolano.
Mientras, sigue la guerra irregular, híbrida, multidimensional de EE.UU. contra Venezuela: el incendio que afectó a tres tanques de almacenamiento de petróleo en una instalación de la estatal Pdvsa en la Faja del Orinoco fue atribuido por el gobierno a una “acción terrorista” de Washington, al igual que el ataque cibernético contra la represa de El Guri, que generó un apagón de varios días a lo largo y ancho del país.
El canciller venezolano Jorge Arreaza aseveró en la Comisión de Narcóticos de la ONU en Viena que el modelo multilateral se encuentra en riesgo a causa de las medidas coercitivas unilaterales impuestas sobre naciones soberanas, contando con el respaldo de “gobiernos satélites” que contradicen el sentido de espacios de diálogo internacionales.
En Caracas, más de 30 organizaciones de Derechos Humanos exigieron a la misión de la Alta Comisionada de la ONU, (Michel Bachelet) que se pronuncie contra el bloqueo económico que pesa sobre Venezuela y solicitaron que abogue por no la no injerencia extranjera en el país.
El secretario de Estado de EE.UU., Mike Pompeo, aseguró el jueves en un video que su gobierno está “decidido” a ingresar ayuda humanitaria en Venezuela, a pesar de lo ocurrido el 23 de febrero, y prometió que seguirá trabajando con Brasil y Colombia para devolver la “democracia”.
“Los muertos son una inversión a futuro”, dijo el autoproclamado Juan Guaidó cuando se le preguntó sobre las víctimas de una intervención militar en Venezuela. La frase es coherente con la rentabilidad con que EE.UU. y su cartel (aliados, cómplices) conciben la “ayuda humanitaria” que imponen a cualquier país del mundo, cuya economía han asfixiado y destruido, recuerda el profesor Earle Hrrera. Haití es un ejemplo cercano.
Cuando EE.UU. armaba la “coalición” para la segunda Guerra del Golfo arágico-pérsico, George W. Bush advirtió que los que se negaran no tendrían parte en la reconstrucción de Irak, “un negocio capaz de generar miles de millones anuales durante muchos años”. Son las mismas fuentes de la Usaid, esa mampara imperial que pretendió introducir “ayuda humanitaria” en Venezuela un sábado sin gloria de fines de febrero.
Bush juró devolver a Irak a la edad de piedra, con la mentira de que tenía armas de destrucción masiva. Y no era una metáfora.
Irresponsablemente, Guaidó siguió con su terrorismo tuitero : “No se puede hacer apología de la violación a la propiedad privada, pero tampoco se puede ignorar la desesperación de comunidades que están sin luz ni agua desde hace días y sin poder comprar lo que necesitan con urgencia”.
“Sin luz, ni agua, ni comida, el desespero puede conducir a nuestro Pueblo a un estado límite por conseguir sustento para los suyos. Esos reportes de saqueos que llegan de varias ciudades son consecuencia de que el régimen usurpador siga impidiendo la solución a esta crisis”, añadió, azuzando la violencia.
Mercenarios, se busca.
Un informe del diario Últimas Noticias, basado en fuentes del Congreso estadounidense y el gobierno colombiano, señala que grupos paramilitares que hacen vida en ambos lados de la línea fronteriza colombo-venezolana pagan hasta mil 500 dólares a jóvenes de ambos países para que pasen a formar parte de sus filas, con miras a una incursión armada en Venezuela.Añade que en virtud de que la comunidad internacional se niega a aprobar una acción militar en Venezuela, Washington apela al modelo utilizado en Siria: preparar y armar fuerzas paramilitares de choque para generar un conflicto civil, después que hasta la mayoría de los gobiernos del Grupo de Lima se ha decantado por una salida pacífica a la crisis y en “las cancillerías europeas campea la desconfianza a la política de la Casa Blanca hacia Venezuela”, tal como reseñó la agencia noticiosa-financiera Bloomberg .
Los grupos irregulares tienen en la mira a jóvenes, cuyas edades oscilen entre 18 y 25 años, desempleados y desafectos del gobierno. “En Colombia se habla de un pago cercano a los 1.500 dólares y en Venezuela entre 200 y 250 dólares, donde se incluye comida y transporte más allá de la frontera colombo venezolana”, precisaron los informantes.
La oposición en su laberinto.
La oposición interna, para poder aspirar a un cambio, debe elevar los niveles de organización y preparación de su base social para poder lograr una correlación de fuerzas favorable en el terreno concreto de la disputa, para que puedan llevar el plan a otro nivel de conflicto, en caso de no lograr la fractura institucional antes, lo cual parece poco probable. Pero tiene un gran déficit: la crisis de expectativas tras tantos fracasos y promesas incumplidas y sus divisiones.Sin una gran presión de calle, sin fuerzas de choque organizadas (están reclutando bandas (para el terror interno), no podrán configurar un escenario insurreccional que pueda implicar la caída del gobierno o un cuadro de violencia de tal magnitud que justifique la intervención extranjera, y por ello se ve obligada a concentrar esfuerzos en las disputas territoriales.
La realidad indica que la crisis económica seguirá incrementándose, con las sanciones, bloqueos (en especial el petrolero) y pirateos (de fondos y recursos) de EEUU y sus cómplices, y también por la ineptitud del gobierno para generar soluciones. El apagón significó un duro golpe, superado, pero que afectó al ya deteriorado aparato productivo. Los estrategas de la oposición (o sus mandantes de Washington) señalan que el pico de la crisis se alcanzará antes de mitad de año.
El oficialismo también está preocupado por la disputa territorial, pero sigue mostrando fisuras en los niveles organizativo y sobre todo el comunicacional, mientras se reorganizan las Milicias Bolivarianas y las Brigadas de Defensa Popular, las organizaciones de base y comunales.
“Vamos a las prontas realización de un referéndum consultivo para resolver la tensión social y política del país” (…) “Solicitamos la renuncia inmediata del ministro Motta Domínguez debido a la grave situación del país”, dice la Alianza para el Referendo Consultivo, que integran incluso exchavistas, buscando pescar en río revuelto.
La entrega del petróleo.
La agencia Reuters publicó un documento legislativo hecho por el equipo de Juan Guaidó, en el que se buscaría revertir la nacionalización de la industria petrolera, permitiendo a las compañías privadas petroleras ejercer un rol clave en los campos de Venezuela y reduciendo el tamaño de la estatal PDVSA. La propuesta apunta a lograr apoyo para Guaidó por parte de las compañías extranjeras (en especial las petroleras) que podrían financiar una reconstrucción, después de que la producción de crudo cayera a un mínimo en siete décadas.Así, “las empresas privadas podrían optar por manejar las operaciones rutinarias en los campos petroleros venezolanos, un cambio brusco desde la era de Chávez, que limitó a las firmas extranjeras a ser socias minoritarias sin control operativo (…) “Algunos de sus activos serían transferidos y subastados por un nuevo regulador independiente similar al que llevó adelante la profunda reforma energética de México, que puso fin a 75 años de monopolio”.
En Houston y Washington, el equipo de Guaidó está proponiendo una amplia variedad de contratos de exploración y producción que permitirían a las empresas privadas operar individualmente campos en Venezuela y postularse para operar refinerías e instalaciones de la cadena minorista de combustibles del país, según el borrador de la propuesta.
Daniel Kiener, embajador alemán en Caracas, fue expulsado del país luego de ir a recibir a Juan Guaidó al aeropuerto de Maiquetía. “Se trata de una decisión incomprensible que agrava la situación y no contribuye a rebajar las tensiones”, declaró Heiko Maas, el ministro de Asuntos Exteriores alemán. ¿Incomprensible? ¿Qué estaba buscando Kiener con su sobreexposición?
Lo que es realmente incomprensible es que, cuando se detectan en EE.UU.los límites geológicos y financieros de la explotación del gas y petróleo no-convencionales, con vasta repercusión geopolítica, geoeconómica y estratégica; cuando arrecian presiones con posturas de confrontación de guerra fría contra el gasoducto Nord Stream 2 y cuando Trump califica a la industria automotriz alemana de “amenaza a la seguridad nacional de EEUU”, Maas abra fuego diplomático contra Venezuela, señala el analista mexicano John Saxe-Fernández.
Ideas fijas.
La administración de Trump repite la estrategia de castigo colectivo –usada en los 90 en Centroamérica- con un embargo financiero desde agosto de 2017 y otro comercial desde enero último. El primero, al inmovilizar y/o piratear los fondos provenientes de las ventas petroleras, impidió al gobierno adelantar planes contra la hiperinflación y por la recuperación económica. El financiero fue aplicado para impedir la importación del 60% de los productos provenientes del exterior, incluyendo alimentos y medicinas.Son medidas en apoyo a los planes de lograr un golpe militar, una rebelión militar o una guerra civil (fracasadas hasta ahora) y que, según las máximas autoridades de EEUU, seguirán hasta que sea derrocado el presidente Nicolás Maduro.
Durante una audiencia en el Subcomité de Relaciones Exteriores del Senado estadounidense, el senador Marco Rubio alertó que Venezuela iba “a entrar en un período de sufrimiento que ninguna nación ha confrontado en la historia moderna” .
En un intento por desmentir la participación del gobierno estadounidense en el magnicidio fracasado del presidente Nicolás Maduro, la cadena CNN mostró nuevos videos caseros sobre el atentado realizado con “drones comerciales, comprados en línea y ensamblado a mano con explosivos militares en su interior”. Los videos, tomados con celulares, mostaron incluso vuelos de práctica en los llanos colombianos.
El entrevistado admitió que el complot pudo haber matado a muchas otras personas además de su objetivo. Cabe recordar que al día siguiente del atentado, el asesor nacional de seguridad de EEUU., John Bolton, advirtió que pudo haber sido fingido para darle al gobierno de Maduro una “excusa”, quizás para poner mano dura.
El atacante asegura que se reunieron con varios funcionarios del gobierno de EEUU tras el ataque. “Ellos concertaron tres reuniones, imagino que para recopilar información que les permitiera estudiar el caso, pero no pasó de allí. Querían obtener datos y nosotros pedimos cosas a cambio. Tomaron nota de eso, y preguntamos si podían ayudar. Entonces simplemente se fueron con sus apuntes y nunca más aparecieron”, relata el supuesto jefe de la operación a CNN.
Será una semana dura, en un país jaqueado, hackeado, sancionado, embargado, bloqueado, pirateado por las potencias occidentales, y con serias amenazas de una invasión externa. Mientras va recuperando la luz, el pueblo venezolano aguarda, expectante, preparado, por una batalla más en su lucha por la defensa de la soberanía.
(Tomado de Rebelion)
¿A qué se deben las últimas revelaciones de CNN y New York Times?
Recientemente han tenido
lugar dos importantes revelaciones. Ninguna de ellas benefician a la
oposición venezolana ni a la Administración Trump. Su importancia radica
en la línea que tradicionalmente han tenido estos medios con respecto a
Venezuela, pero también por la relevancia en el cambio narrativo que
ello implica y especialmente por las razones de fondo que lo origina.
El primer caso vino de la mano del tabloide estadounidense The New York Times (NYT). Mediante un trabajo de reconstrucción audiovisual demostraron que fueron los grupos violentos del antichavismo quienes quemaron los camiones de la mal llamada "ayuda humanitaria", que en los eventos correspondientes al 23 de febrero pasado, intentaban ingresar violentamente a Venezuela desde la frontera con Colombia. Según el artículo del NYT, citando a funcionarios de la USAID, ese camión no contenía medicinas ni alimentos, como habían proyectado al momento del incidente.
El segundo caso viene de la cadena CNN. Su corresponsalía en Colombia reveló informaciones exclusivas, incluyendo videos inéditos, sobre la planificación, el entrenamiento en Colombia y la ejecución del magnicidio frustrado con drones armados con bombas contra el presidente Nicolás Maduro en agosto de 2018. En resumen, CNN reconoció lo que había sostenido el Estado venezolano al momento del magnicidio frustrado: Estados Unidos y Colombia sabían del antentado y prestaron apoyo a sus ejecutores.
La publicación del NYT y CNN, a su vez, ha tenido un efecto adverso para el periodismo venezolano: ha socavado su credibilidad como profesionales de la información.
Y basta recordar, por ejemplo, los titulares del medio Efecto Cocuyo tras estos eventos:
Ambos eventos habían contado, como ha sido usual, con
el cuestionamiento a las versiones oficiales, y en muchas
oportunidades tanto NYT como CNN, así como otras grandes corporaciones
de la comunicación, han difundido las matrices que terminaron ocultando y
distorsionando los detalles alrededor de estos eventos. En tal sentido,
es necesario recordar cómo la misma CNN reseñó el intento de
magnicidio.
Específicamente en el caso del intento de magnicidio al Presidente, Bolton expresó que tal evento fue un "montaje" de Maduro y que emplearía como excusa para ejercer acciones arbitrarias contra dirigentes de la oposición venezolana. Por otro lado, diversos periodistas venezolanos, tanto en el intento de magnicidio, como en la quema de camiones en los puentes internacionales, fueron sumamente consecuentes y contribuyeron a la construcción de la narrativa adversa a las denuncias del gobierno venezolano.
Ahora, con el hecho de que estos medios estadounidenses corroboren
las denuncias realizadas por el gobierno venezolano, quedan
completamente descolocadas estas vocerías.
Esto significa que el tema de Venezuela está polarizando la política estadounidense como un insumo en las posiciones a favor y en contra de la figura de Donald Trump. En contexto, la política exterior estadounidense se ha concentrado en Venezuela como una forma de medir el "éxito o fracaso" de la política del Departamento de Estado y la gestión de la Casa Blanca en el frente latinoamericano, que en el caso de Venezuela, es altamente propagandizado en la opinión pública de ese país.
En su discurso sobre el Estado de la Nación de este año, y así también en la Universidad de Florida, Donald Trump ha hecho extensiva la agresión inicialmente planteada contra Venezuela, ahora contra Cuba y Nicaragua, denominados por John Bolton como "La troika del mal" en el continente.
Por otro lado, la contraparte política más visible, en estos momentos, a la figura de Donald Trump, es el senador demócrata Bernie Sanders, favorito en estos momentos para ejercer la candidatura demócrata de cara a las presidenciales de 2020. Sanders en años anteriores se declaró "socialista" y, en su discurso ante la nación de este año, Trump afirmó que "Estados Unidos nunca será socialista", intentando trasladar a la pre-campaña presidencial la confrontación ideológica como vehículo y eje temático. Algo inédito en la política de ese país.
Para diversos medios estadounidenses, de línea imperialista, pero alineados al Partido Demócrata, las posiciones adversas a la actual gestión en la Casa Blanca no se han hecho esperar en todos los temas. Desde el por ahora frustrado muro fronterizo de Trump hasta el tema de la salida de Estados Unidos de los acuerdos sobre el cambio climático. En todos los ápices de la política interna, Trump está lidiando con señalamientos y traspiés a manos no solo de sus adversarios políticos, ahora también de sus adversarios en el entramado comunicacional.
La explicación de fondo a estos eventos yace en la pugna de élites que hoy rige a la política estadounidense desde el ascenso de Trump. Una pugna que ha confrontado intereses internos y en la propia mano de Trump ha significado regresiones a los designios impuestos por el establishment tradicional.
Así que las posiciones de estos medios sobre asuntos venezolanos, que han terminado legitimando y corroborando como verdaderas las versiones del gobierno de Venezuela en estos temas clave, podrían entenderse como reacciones esencialmente coyunturales y como insumos a la aspiración de generar un revés en la política estadounidense favorable a los demócratas, en lo que es desde ya una larga y caldeada pre-campaña presidencial, donde el tema venezolano es uno de los principales nudos críticos.
El primer caso vino de la mano del tabloide estadounidense The New York Times (NYT). Mediante un trabajo de reconstrucción audiovisual demostraron que fueron los grupos violentos del antichavismo quienes quemaron los camiones de la mal llamada "ayuda humanitaria", que en los eventos correspondientes al 23 de febrero pasado, intentaban ingresar violentamente a Venezuela desde la frontera con Colombia. Según el artículo del NYT, citando a funcionarios de la USAID, ese camión no contenía medicinas ni alimentos, como habían proyectado al momento del incidente.
El segundo caso viene de la cadena CNN. Su corresponsalía en Colombia reveló informaciones exclusivas, incluyendo videos inéditos, sobre la planificación, el entrenamiento en Colombia y la ejecución del magnicidio frustrado con drones armados con bombas contra el presidente Nicolás Maduro en agosto de 2018. En resumen, CNN reconoció lo que había sostenido el Estado venezolano al momento del magnicidio frustrado: Estados Unidos y Colombia sabían del antentado y prestaron apoyo a sus ejecutores.
La publicación del NYT y CNN, a su vez, ha tenido un efecto adverso para el periodismo venezolano: ha socavado su credibilidad como profesionales de la información.
El desmontaje de las narrativas
Estos eventos fueron en su momento banalizados o presentados como "montajes" por diferentes actores políticos y comunicacionales del antichavismo dentro y fuera de Venezuela. Desde el secretario general de la OEA, Luis Almagro, hasta el asesor de seguridad nacional de Donald Trump, John Bolton, no hicieron esperar estas afirmaciones.Específicamente en el caso del intento de magnicidio al Presidente, Bolton expresó que tal evento fue un "montaje" de Maduro y que emplearía como excusa para ejercer acciones arbitrarias contra dirigentes de la oposición venezolana. Por otro lado, diversos periodistas venezolanos, tanto en el intento de magnicidio, como en la quema de camiones en los puentes internacionales, fueron sumamente consecuentes y contribuyeron a la construcción de la narrativa adversa a las denuncias del gobierno venezolano.
Venezuela polariza la política estadounidense
En definitiva no se puede hablar de un cambio de línea editorial que sea substancial por parte del NYT y CNN con respecto a Venezuela y la Presidencia de Nicolás Maduro. No obstante, las recientes publicaciones de esos medios en cuestión sólo pueden ser explicadas mediante el teatro de operaciones de la política estadounidense.Esto significa que el tema de Venezuela está polarizando la política estadounidense como un insumo en las posiciones a favor y en contra de la figura de Donald Trump. En contexto, la política exterior estadounidense se ha concentrado en Venezuela como una forma de medir el "éxito o fracaso" de la política del Departamento de Estado y la gestión de la Casa Blanca en el frente latinoamericano, que en el caso de Venezuela, es altamente propagandizado en la opinión pública de ese país.
En su discurso sobre el Estado de la Nación de este año, y así también en la Universidad de Florida, Donald Trump ha hecho extensiva la agresión inicialmente planteada contra Venezuela, ahora contra Cuba y Nicaragua, denominados por John Bolton como "La troika del mal" en el continente.
Por otro lado, la contraparte política más visible, en estos momentos, a la figura de Donald Trump, es el senador demócrata Bernie Sanders, favorito en estos momentos para ejercer la candidatura demócrata de cara a las presidenciales de 2020. Sanders en años anteriores se declaró "socialista" y, en su discurso ante la nación de este año, Trump afirmó que "Estados Unidos nunca será socialista", intentando trasladar a la pre-campaña presidencial la confrontación ideológica como vehículo y eje temático. Algo inédito en la política de ese país.
Para diversos medios estadounidenses, de línea imperialista, pero alineados al Partido Demócrata, las posiciones adversas a la actual gestión en la Casa Blanca no se han hecho esperar en todos los temas. Desde el por ahora frustrado muro fronterizo de Trump hasta el tema de la salida de Estados Unidos de los acuerdos sobre el cambio climático. En todos los ápices de la política interna, Trump está lidiando con señalamientos y traspiés a manos no solo de sus adversarios políticos, ahora también de sus adversarios en el entramado comunicacional.
La explicación de fondo a estos eventos yace en la pugna de élites que hoy rige a la política estadounidense desde el ascenso de Trump. Una pugna que ha confrontado intereses internos y en la propia mano de Trump ha significado regresiones a los designios impuestos por el establishment tradicional.
Así que las posiciones de estos medios sobre asuntos venezolanos, que han terminado legitimando y corroborando como verdaderas las versiones del gobierno de Venezuela en estos temas clave, podrían entenderse como reacciones esencialmente coyunturales y como insumos a la aspiración de generar un revés en la política estadounidense favorable a los demócratas, en lo que es desde ya una larga y caldeada pre-campaña presidencial, donde el tema venezolano es uno de los principales nudos críticos.
Somos un grupo de periodistas e investigadores independientes
dedicados a estudiar la guerra contra Venezuela y el conflicto global.
Nuestro contenido es totalmente libre. si deseas contribuir con nuestro
trabajo puedes hacerlo aquí ←
General retirado de EE.UU. amenaza a Maduro en TV: “Una bala en la frente puede ser su salida de Venezuela”
El
general de Brigada de Estados Unidos (r), Anthony J. Tata, aseguró que
la Administración gringa contempla todas las opciones para consolidar la
salida del presidente Nicolás Maduro del poder, entre ellas el
asesinato del jefe de Estado venezolano.
“Necesita entender que una bala en la frente puede ser su
salida de Venezuela. Eso es sólo el resultado final, y tenemos esa
capacidad”, expresó durante una entrevista concedida a Fox News.
Señaló que entre las alternativas posibles para acabar con el proceso revolucionario también está incluida la intervención militar, pues afirmó que Estados Unidos tiene “muchas razones para entrar y estar allí”.
“Las acciones de Mike Pompeo son evidencia de que hay una clara consideración de intervención militar en proceso. Desde mi punto de vista, es lo que realmente tenemos que hacer. Hay una crisis humanitaria en proporciones épicas, también tenemos los nexos entre Rusia, China, Cuba e Irán, enemigos de EEUU, y una de las reservas más grandes de petróleo en juego”, aseveró el ex asesor militar durante el gobierno de Bill Clinton.
En este sentido, Tata señaló que la salida de los diplomáticos norteamericanos de Venezuela es una clara evidencia de que se considera una acción militar contra el país suramericano.
Asimismo, indicó que para efectuar el derrocamiento del Gobierno Bolivariano requieren de un “plan sofisticado similar al que fue aplicado en 1994 con la invasión de Haití, en el que se utilizó una estrategia militar aérea que demoró solo minutos”.
“Tenemos que localizar y acorralar a Nicolás Maduro en donde se esconde, proteger a Juan Guaidó para ayudarlo a ascender al poder y ayudar al pueblo de Venezuela”, agregó.
(Información de LaIguana.TV)
Señaló que entre las alternativas posibles para acabar con el proceso revolucionario también está incluida la intervención militar, pues afirmó que Estados Unidos tiene “muchas razones para entrar y estar allí”.
“Las acciones de Mike Pompeo son evidencia de que hay una clara consideración de intervención militar en proceso. Desde mi punto de vista, es lo que realmente tenemos que hacer. Hay una crisis humanitaria en proporciones épicas, también tenemos los nexos entre Rusia, China, Cuba e Irán, enemigos de EEUU, y una de las reservas más grandes de petróleo en juego”, aseveró el ex asesor militar durante el gobierno de Bill Clinton.
En este sentido, Tata señaló que la salida de los diplomáticos norteamericanos de Venezuela es una clara evidencia de que se considera una acción militar contra el país suramericano.
Asimismo, indicó que para efectuar el derrocamiento del Gobierno Bolivariano requieren de un “plan sofisticado similar al que fue aplicado en 1994 con la invasión de Haití, en el que se utilizó una estrategia militar aérea que demoró solo minutos”.
“Tenemos que localizar y acorralar a Nicolás Maduro en donde se esconde, proteger a Juan Guaidó para ayudarlo a ascender al poder y ayudar al pueblo de Venezuela”, agregó.
(Información de LaIguana.TV)
Díaz-Canel rechaza amenaza de asesinato contra presidente de Venezuela
El presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, Miguel
Díaz-Canel Bermúdez, calificó de “inaceptable declaración de guerra” la amenaza de un general (r) de Estados Unidos,
quien declaró que el presidente legítimo de Venezuela, Nicolás Maduro,
“necesita entender que una bala en la frente puede ser su salida de
Venezuela. Eso es solo el resultado final, y tenemos esa capacidad”.
“La apología del crimen y amenaza de asesinato político en medios públicos, contra el líder de un país soberano. Inaceptable declaración de un general (r) de #EEUU contra @NicolasMaduro. #ManosFueraDeVenezuela”, escribió temprano este lunes en su cuenta en Twitter el presidente cubano.
Igualmente, Díaz-Canel reafirmó la posición de los cubanos frente a las nuevas amenazas y maniobras de la administración Trump. “¡Qué bien conocemos nosotros a los yankis! Si nosotros hubiéramos cedido una sola vez a las exigencias imperialistas, la Revolución Cubana no existiría. Lo que ha frenado a los imperialistas es el heroísmo de nuestro pueblo, el precio que saben que tienen que pagar”, escribió en otro tuit.
“La apología del crimen y amenaza de asesinato político en medios públicos, contra el líder de un país soberano. Inaceptable declaración de un general (r) de #EEUU contra @NicolasMaduro. #ManosFueraDeVenezuela”, escribió temprano este lunes en su cuenta en Twitter el presidente cubano.
Igualmente, Díaz-Canel reafirmó la posición de los cubanos frente a las nuevas amenazas y maniobras de la administración Trump. “¡Qué bien conocemos nosotros a los yankis! Si nosotros hubiéramos cedido una sola vez a las exigencias imperialistas, la Revolución Cubana no existiría. Lo que ha frenado a los imperialistas es el heroísmo de nuestro pueblo, el precio que saben que tienen que pagar”, escribió en otro tuit.
Forbes sugiere que Washington ordenó ciberataque contra Venezuela
Un colaborador de la revista Forbes, Kalev Leetaru, afirmó
que "es muy realista" pensar que el gobierno de los Estados Unidos
efectivamente lanzó un ataque cibernético contra el complejo
hidroeléctrico Guri, lo que ocasionó el apagón.
"La idea de que un Estado extranjero manipule la red eléctrica para forzar un gobierno de transición es muy real", dice el columnista de inteligencia artificial y big data.
Él mismo afirma haber sido el propulsor de la idea, en 2015, de que cada vez los gobiernos incrementarían sus operaciones de ciberguerra, tanto por su cuenta, como fuera arrastrados por las circunstancias de las actuales guerras híbridas, para intentar derrocar otros gobiernos.
"Interrumpir los suministros de energía y agua, perturbar los patrones de tráfico, desacelerar o interferir el acceso a Internet", causando la caotización de las cotidianidades y hasta de centrales nucleares (si ha de ser el caso), dice Leetaru, "son todos tópicos cada vez más discutidos en la comunidades de seguridad nacional (estadounidense) como tácticas legítimas y legales para socavar a un Estado foráneo".
Por ello, según la publicación, "es muy realista" que la mano de Estados Unidos haya estado en el sabotaje contra el Guri. Añade: "Las operaciones cibernéticas remotas rara vez requieren una presencia en tierra significativa, lo que las convierte en la operación ideal de influencia denegable. Dada la preocupación del gobierno de los Estados Unidos con el gobierno de Venezuela, es probable que Washington ya tenga una presencia profunda dentro de la red nacional de infraestructura del país, lo que hace que sea relativamente sencillo interferir en sus operaciones. La obsoleta infraestructura de Internet y energía del país presenta pocos desafíos formidables para tales operaciones y hace que sea relativamente fácil eliminar cualquier rastro de intervención extranjera".
Explica que este tipo de operaciones contra el Guri son ya de manual en el campo de la ciberguerra: "El corte de energía en la hora pico, asegurando un impacto máximo en la sociedad civil y un montón de imágenes post-apocalípticas mediagénicas, encaja perfectamente en el molde de una operación de influencia tradicional. Que ocurra una interrupción de este tipo en un momento de agitación social de manera que deslegitima al gobierno actual mientras un gobierno "en espera" se presenta como una alternativa eficiente, es en realidad una de las tácticas que se describen en mi informe de 2015.
Aunque el autor no quiera afirmar que efectivamente hubo un ciberataque estadoundiense contra Venezuela, de razones suficientes para creer que de hecho fue así: "Una planta de energía que se apaga debido a un equipo defectuoso o una falla en la línea de transmisión sobrecargada es más probable que se atribuya a una subinversión que a un ciberataque extranjero. Una línea eléctrica fallida que provoque un incendio forestal masivo se descartaría como un mantenimiento preventivo deficiente en lugar de un sabotaje extranjero deliberado".
Así, Forbes sugiere que la ciberguerra es la forma ideal de hacer golpear sin generar costos políticos, trasladando culpas de las interrupciones de la cotidianidad al gobierno atacado por Estados Unidos.
"La idea de que un Estado extranjero manipule la red eléctrica para forzar un gobierno de transición es muy real", dice el columnista de inteligencia artificial y big data.
Él mismo afirma haber sido el propulsor de la idea, en 2015, de que cada vez los gobiernos incrementarían sus operaciones de ciberguerra, tanto por su cuenta, como fuera arrastrados por las circunstancias de las actuales guerras híbridas, para intentar derrocar otros gobiernos.
"Interrumpir los suministros de energía y agua, perturbar los patrones de tráfico, desacelerar o interferir el acceso a Internet", causando la caotización de las cotidianidades y hasta de centrales nucleares (si ha de ser el caso), dice Leetaru, "son todos tópicos cada vez más discutidos en la comunidades de seguridad nacional (estadounidense) como tácticas legítimas y legales para socavar a un Estado foráneo".
Por ello, según la publicación, "es muy realista" que la mano de Estados Unidos haya estado en el sabotaje contra el Guri. Añade: "Las operaciones cibernéticas remotas rara vez requieren una presencia en tierra significativa, lo que las convierte en la operación ideal de influencia denegable. Dada la preocupación del gobierno de los Estados Unidos con el gobierno de Venezuela, es probable que Washington ya tenga una presencia profunda dentro de la red nacional de infraestructura del país, lo que hace que sea relativamente sencillo interferir en sus operaciones. La obsoleta infraestructura de Internet y energía del país presenta pocos desafíos formidables para tales operaciones y hace que sea relativamente fácil eliminar cualquier rastro de intervención extranjera".
Explica que este tipo de operaciones contra el Guri son ya de manual en el campo de la ciberguerra: "El corte de energía en la hora pico, asegurando un impacto máximo en la sociedad civil y un montón de imágenes post-apocalípticas mediagénicas, encaja perfectamente en el molde de una operación de influencia tradicional. Que ocurra una interrupción de este tipo en un momento de agitación social de manera que deslegitima al gobierno actual mientras un gobierno "en espera" se presenta como una alternativa eficiente, es en realidad una de las tácticas que se describen en mi informe de 2015.
Aunque el autor no quiera afirmar que efectivamente hubo un ciberataque estadoundiense contra Venezuela, de razones suficientes para creer que de hecho fue así: "Una planta de energía que se apaga debido a un equipo defectuoso o una falla en la línea de transmisión sobrecargada es más probable que se atribuya a una subinversión que a un ciberataque extranjero. Una línea eléctrica fallida que provoque un incendio forestal masivo se descartaría como un mantenimiento preventivo deficiente en lugar de un sabotaje extranjero deliberado".
Así, Forbes sugiere que la ciberguerra es la forma ideal de hacer golpear sin generar costos políticos, trasladando culpas de las interrupciones de la cotidianidad al gobierno atacado por Estados Unidos.