Las demandas de igualdad de género se volcaron a las calles de las grandes ciudades
El paro de mujeres se hizo sentir en todo el planeta
La
mayoría de las manifestaciones tuvo lugar en América latina, que fue la
vanguardia del movimiento feminista que recobró impulso en los últimos
años.
PÁGINA 12 - 09 de marzo de 2019
Atenas, Grecia.
Imagen: AFP
Imagen: AFP
“Ni
una menos”, “Vivas nos queremos”, “No es no”, “Ele nao” y “Me too”
fueron algunas de las consignas que resonaron durante toda la jornada de
ayer en las calles de las principales ciudades del mundo, en el marco
del Paro Internacional de Mujeres, del 8M. La mayoría tuvo lugar en
América latina, que fue la vanguardia del movimiento feminista que
recobró impulso en los últimos años.
En Colombia, el gobierno de Iván Duque se comprometió a fomentar la equidad de género, especialmente de las mujeres que viven en el campo, mediante la firma de dos pactos con los que se busca garantizar sus derechos. “Colombia es un país donde la legislación nos da igualdad de oportunidades. Pero una cosa es la legislación y otra la realidad que vivimos”, indicó la vicepresidenta.
En Ecuador, la Defensoría del Pueblo, junto a mujeres representantes de los sectores de la salud, educación y de organizaciones sociales que luchan por los derechos de la mujer, pidieron al Gobierno que se declare el “estado de emergencia” para la erradicación de la violencia contra la mujer. Gina Benavides, defensora del pueblo, instó al Ministerio del Trabajo a que se tome en cuenta las “situaciones de violencia y discriminación que vive la mujer en el ámbito laboral”. Miembros del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) llegaron ayer hasta la sede del Gobierno para protestar por el alza de la violencia contra las mujeres lesbianas, bisexuales y transexuales en Chile, “agresiones que en los últimos años han dejado 20 muertos”. El movimiento, que también exige el reconocimiento legal de la doble maternidad y una nueva tipificación del feminicidio, precisó que desde 2002 y hasta marzo de 2019, 1.200 mujeres lesbianas, bisexuales y transexuales han sufrido brutales abusos en razón de su orientación sexual o identidad de género.
En Uruguay, la precandidata del Frente Amplio (FA), Carolina Cosse, dijo este viernes que “es hora de que Uruguay tenga una presidenta mujer” y afirmó que la sociedad del país “está preparada” para ello. Lo hizo luego de asistir a un acto en la central PIT-CNT, que llamó a los trabajadores a participar en un paro de actividades de media jornada, en el marco de la huelga feminista.
En México, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que su gobierno lucha por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, de quienes dijo que son más decididas, trabajadoras y honradas que los hombres. En un acto en el Palacio Nacional, el mandatario celebró el papel de la mujeres para acabar con el “régimen corrupto” en México hasta que él asumió el poder.
Europa y Estados Unidos fueron los otros epicentros de manifestaciones. En el viejo continente, la ciudades de Madrid y París albergaron las concentraciones más multitudinarias de la jornada.
En España, decenas de miles de personas se unieron a las marchas convocadas en Madrid y Barcelona. Bajo el lema “Si paramos nosotras, se para el mundo”, el movimiento feminista español convocó por segundo año consecutivo una jornada de huelga y paros de trabajo para el 8 de marzo que culmina con cientos de marchas en ciudades y pueblos de todo el país.
En Francia, miles de personas manifestaron en varias ciudades para denunciar la desigualdad salarial y la violencia de género. En París, miles de personas se congregaron en la plaza de la República para reclamar por la igualdad salarial y contra la violencia sexista.
En Italia, Miles de mujeres se pusieron en huelga y se manifestaron en las principales ciudades para exigir igualdad y derechos, así como para denunciar los casos de violencia machista en la sociedad. La más multitudinaria fue la protesta de Roma, convocada por el colectivo “Non una di meno” (Ni una menos) que congregó a miles de mujeres de todas las edades para teñir de fucsia el centro de la capital. Gritaron consignas contra el ministro del Interior y líder de la ultraderechista Liga, Matteo Salvini, que recientemente defendió la reapertura de los prostíbulos, cerrados con una ley de 1958.
En Portugal, miles de personas salieron a las calles de las principales ciudades para reivindicar la igualdad entre mujeres y hombres y mostrar enérgicamente el rechazo hacia la violencia machista. En la marcha de Lisboa participó el primer ministro de Portugal, António Costa, que durante la mañana se reunió con 18 mujeres que ocupan una posición relevante en la sociedad portuguesa.
En Turquía, la policía usó gas lacrimógeno y balas de goma para dispersar una multitudinaria manifestación por el Día de la Mujer en Estambul. Los agentes lanzaron varias andanadas contra las manifestantes que se habían concentrado en la avenida Istiklal, la principal arteria comercial y de ocio de la ciudad, para denunciar las políticas del Gobierno islamista y las estructuras patriarcales bajo lemas como “No tenemos miedo”.
En Argelia, las protestas las protagonizaron decenas de miles de mujeres que desbordaron la calles de Argel en una movilización con un marcado tinte feminista y nacionalista. Flores, banderas, autorretratos, pancartas con reivindicaciones feministas mezcladas con anhelos de libertad política, un ambiente festivo y familiar y una consigna recurrente: “fuera la mafia que nos gobierna y nos roba” fueron las notas más destacadas de las protestas
La ONU hizo ayer un llamamiento a poner la innovación al servicio de la igualdad de género, reforzando la presencia femenina en la ciencia y la tecnología y pensando en las necesidades de las mujeres a la hora de impulsar nuevos proyectos.
Bajo el lema “Pensemos en igualdad, construyamos con inteligencia, innovemos para el cambio”, Naciones Unidas conmemoró el Día Internacional de la Mujer con un mensaje muy centrado en cómo la innovación puede acelerar el progreso hacia la igualdad.
En Colombia, el gobierno de Iván Duque se comprometió a fomentar la equidad de género, especialmente de las mujeres que viven en el campo, mediante la firma de dos pactos con los que se busca garantizar sus derechos. “Colombia es un país donde la legislación nos da igualdad de oportunidades. Pero una cosa es la legislación y otra la realidad que vivimos”, indicó la vicepresidenta.
En Ecuador, la Defensoría del Pueblo, junto a mujeres representantes de los sectores de la salud, educación y de organizaciones sociales que luchan por los derechos de la mujer, pidieron al Gobierno que se declare el “estado de emergencia” para la erradicación de la violencia contra la mujer. Gina Benavides, defensora del pueblo, instó al Ministerio del Trabajo a que se tome en cuenta las “situaciones de violencia y discriminación que vive la mujer en el ámbito laboral”. Miembros del Movimiento de Integración y Liberación Homosexual (Movilh) llegaron ayer hasta la sede del Gobierno para protestar por el alza de la violencia contra las mujeres lesbianas, bisexuales y transexuales en Chile, “agresiones que en los últimos años han dejado 20 muertos”. El movimiento, que también exige el reconocimiento legal de la doble maternidad y una nueva tipificación del feminicidio, precisó que desde 2002 y hasta marzo de 2019, 1.200 mujeres lesbianas, bisexuales y transexuales han sufrido brutales abusos en razón de su orientación sexual o identidad de género.
En Uruguay, la precandidata del Frente Amplio (FA), Carolina Cosse, dijo este viernes que “es hora de que Uruguay tenga una presidenta mujer” y afirmó que la sociedad del país “está preparada” para ello. Lo hizo luego de asistir a un acto en la central PIT-CNT, que llamó a los trabajadores a participar en un paro de actividades de media jornada, en el marco de la huelga feminista.
En México, el presidente Andrés Manuel López Obrador dijo que su gobierno lucha por la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, de quienes dijo que son más decididas, trabajadoras y honradas que los hombres. En un acto en el Palacio Nacional, el mandatario celebró el papel de la mujeres para acabar con el “régimen corrupto” en México hasta que él asumió el poder.
AFP
Estambul, Turquía.En
Costa Rica, el gobierno anunció la creación de un frente común
institucional para la atención de las mujeres en condición de pobreza, a
fin de generar más oportunidades para mejorar su calidad de vida y la
de sus familias. “Tenemos que reconocer que vivimos en una sociedad
machista que es la que deriva en desigualdad salarial, de oportunidades y
de violencia, y ese es nuestro gran reto”, afirmó el presidente de
Costa Rica, Carlos Alvarado.Europa y Estados Unidos fueron los otros epicentros de manifestaciones. En el viejo continente, la ciudades de Madrid y París albergaron las concentraciones más multitudinarias de la jornada.
En España, decenas de miles de personas se unieron a las marchas convocadas en Madrid y Barcelona. Bajo el lema “Si paramos nosotras, se para el mundo”, el movimiento feminista español convocó por segundo año consecutivo una jornada de huelga y paros de trabajo para el 8 de marzo que culmina con cientos de marchas en ciudades y pueblos de todo el país.
En Francia, miles de personas manifestaron en varias ciudades para denunciar la desigualdad salarial y la violencia de género. En París, miles de personas se congregaron en la plaza de la República para reclamar por la igualdad salarial y contra la violencia sexista.
En Italia, Miles de mujeres se pusieron en huelga y se manifestaron en las principales ciudades para exigir igualdad y derechos, así como para denunciar los casos de violencia machista en la sociedad. La más multitudinaria fue la protesta de Roma, convocada por el colectivo “Non una di meno” (Ni una menos) que congregó a miles de mujeres de todas las edades para teñir de fucsia el centro de la capital. Gritaron consignas contra el ministro del Interior y líder de la ultraderechista Liga, Matteo Salvini, que recientemente defendió la reapertura de los prostíbulos, cerrados con una ley de 1958.
En Portugal, miles de personas salieron a las calles de las principales ciudades para reivindicar la igualdad entre mujeres y hombres y mostrar enérgicamente el rechazo hacia la violencia machista. En la marcha de Lisboa participó el primer ministro de Portugal, António Costa, que durante la mañana se reunió con 18 mujeres que ocupan una posición relevante en la sociedad portuguesa.
AFP
París, Francia.También hubo manifestaciones en Asia y África.En Turquía, la policía usó gas lacrimógeno y balas de goma para dispersar una multitudinaria manifestación por el Día de la Mujer en Estambul. Los agentes lanzaron varias andanadas contra las manifestantes que se habían concentrado en la avenida Istiklal, la principal arteria comercial y de ocio de la ciudad, para denunciar las políticas del Gobierno islamista y las estructuras patriarcales bajo lemas como “No tenemos miedo”.
En Argelia, las protestas las protagonizaron decenas de miles de mujeres que desbordaron la calles de Argel en una movilización con un marcado tinte feminista y nacionalista. Flores, banderas, autorretratos, pancartas con reivindicaciones feministas mezcladas con anhelos de libertad política, un ambiente festivo y familiar y una consigna recurrente: “fuera la mafia que nos gobierna y nos roba” fueron las notas más destacadas de las protestas
La ONU hizo ayer un llamamiento a poner la innovación al servicio de la igualdad de género, reforzando la presencia femenina en la ciencia y la tecnología y pensando en las necesidades de las mujeres a la hora de impulsar nuevos proyectos.
Bajo el lema “Pensemos en igualdad, construyamos con inteligencia, innovemos para el cambio”, Naciones Unidas conmemoró el Día Internacional de la Mujer con un mensaje muy centrado en cómo la innovación puede acelerar el progreso hacia la igualdad.
Mujeres de todo el mundo marchan para defender sus derechos
El 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, se ha
convertido en no pocos países del mundo en una jornada en la cual las
féminas no piden flores ni regalos, sino que salen a las calles o dejan
de trabajar por unas horas para reclamar mayores derechos.
Amanecieron en paro nacional y muchas de ellas con un ruidazo en sus centros de trabajo en tanto otras se apoderaron de la emblemática avenida Corrientes con la intersección de Callao, donde cortaron el tránsito como primera medida de fuerza en este Día Internacional de la Mujer.
Allí estaban las trabajadoras de Coca Cola para denunciar los despidos, la persecución y la discriminación de las que hoy son víctimas junto a otras colegas.
En un país donde hoy la principal lucha de las mujeres es que se apruebe la ley de interrupción del embarazo, vetada en el Senado el pasado año, y que paren los femicidios, cada vez con mayores víctimas, el pañuelo verde es la principal arma con el que las mujeres argentinas mandan un mensaje a varios sectores con pensamientos anquilosados y llenos de tabúes.
En resolución adoptada la víspera Pit-Cnt lo considera una herramienta ‘para colaborar con la deconstrucción de una Convención Sindical que muy tímida y lentamente incluye mujeres en roles de conducción real, en su último Congreso, después de haber votado la cuota femenina’.
En Uruguay persisten brechas salarias y bajas proporciones de mujeres en altos cargos de dirección políticas y empresariales.
Pero en su ángulo más dramático destacan la elevación de cifras de feminicidios, 28 en 2018 para un país de menos de cuatro millones de habitantes, 24 de esos casos a manos de parejas o exparejas y cuatro por otros familiares.
En este sentido la Coordinadora de Feminismos del Uruguay movilizó a la jornada con el eslogan ‘Memoria de lucha, día de paro, tiempo de rebelión’ contra el patriarcado, la violencia machista y sexual sobre la mujer, la homofobia y el fascismo.
Una proclama para la ocasión, difundida anticipadamente en redes sociales, enumera entre una serie razones para la huelga, el acoso callejero, y la cultura de la violación y llama a la resistencia y la autodefensa.
El portal Rede Brasil Atual informa que la propuesta de reforma en el sistema de jubilaciones y pensiones, el aumento de la militarización, la criminalización de los movimientos sociales, la política de entreguismo de los recursos naturales que afecta la soberanía nacional, son algunos de los puntos pautados por las movilizaciones.
También las manifestaciones rechazarán el machismo, la violencia de género (en particular el feminicidio), la desigualdad, el racismo y el preconcepto contra la comunidad LGBT (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales), llamado genéricamente homofobia.
El año pasado, 53 asesinatos de mujeres fueron clasificados como feminicidio por el Ministerio de la Mujer, la Familia y los Derechos Humanos, más del doble registrado en 2017: 24 casos.
Según esa cartera, hubo siete mil 36 intentos de feminicidio en 2018, 2,5 veces más que el año anterior: dos mil 749.
Diferentes organizaciones feministas han convocado para hoy una huelga general de 24 horas. Los principales sindicatos españoles, CCOO y UGT, la han apoyado pidiendo paros de al menos dos horas por turno. El encuestador español Metroscopia espera un seguimiento del 70%.
Entre los puntos solicitados en el manifiesto destaca “contra una justicia patriarcal“, probablemente promovido por sonados casos mediáticos de abuso sexual como el de ‘La Manada’.
Este mismo colectivo ha organizado movilizaciones por las principales ciudades italianos. Este año las proclamas se centran en protestar contra una propuesta de reforma de ley, en la que “independientemente de la relación entre los dos padres”, en el momento del divorcio se cancelaría el cheque que los hombres tenían que pagar mensualmente a sus mujeres y, si la esposa decide quedarse en la casa de la familia, tendría que pagar un alquiler mensual al exmarido.
Los críticos argumentan que esta ley sería un “paso atrás” de 50 años para los derechos de las mujeres, puesto que obligaría aquellas con menos recursos económicos a no solicitar el divorcio, ya que no tendrían los medios para devolver el dinero al marido.
La idea de este movimiento conocido como “8 de marzo, 3:40 p.m., hora de establecer el marcador” pretende exigir la igualdad salarial, porque “3:40 p.m. es la hora a partir de la cual las mujeres trabajan gratis”.
“Representamos el 52% de la población francesa. Nuestro salario es un 26% más bajo que el de los hombres. Como resultado, a partir de las 3:40 horas, trabajamos gratis”, explicaron las organizadoras de esta movilización.
Las manifestantes marcharon hacia el palacio de Malacanang, sede del Gobierno, en rechazo al mandatario, quien en repetidas ocasiones ha hecho bromas sobre violaciones femeninas.
Una de las organizadoras de la protesta dijo al diario Phil Star que las filipinas han tenido suficiente con las políticas del actual gobernante que “matan a las mujeres y sus familias de manera figurativa y literal”.
Según la activista, una mujer o un niño es violado en Filipinas cada hora, un aumento del 153 por ciento con respecto a la década anterior a la elección de Duterte.
(Con información de Prensa Latina y Euronews)
“No es un
pretzel”. Es una de las frases que describe la campaña que inició un
grupo de feministas en Francia a través de Instagram con imágenes de
clítoris. Las imágenes devinieron en carteles que desde ayer se vieron
pegados en distintos puntos de Francia. La intervención se repitió en
varias ciudades más del país.
Londres fue uno de los lugares con más actividades. La capital británica tuvo una agenda nutrida para conmemorar la fecha. Hubo una mesa redonda en el King´s College, bajo el lema #BalanceForBetter. Allí estuvieron la duquesa de Sussex, la cantante Annie Lennox, la modelo y fundadora de ‘Gurls Talk’ Adwoa Aboah y la ex primera ministra australiana Julia Gillard. Además, hubo charlas gratuitas auspiciadas por el club feminista AllBright, sobre empoderamiento y liderazgo de las mujeres.
Además, se organizó el Festival Women of the World. Se trata de una serie de conferencias que reúne, entre otras, a la cantante Annie Lennox, la ex premier australiana Julia Gillard, la actriz Maisie Williams (Arya Stark en Juego de Tronos) y la comediante Rosie Jones.
Chile tuvo movilizaciones en distintos puntos del país. El presidente Sebastián Piñera encabezó un acto en el Palacio de la Moneda, al tiempo que la ministra de la Mujer, Isabel Pla, aseguró que “no compartimos el llamado” a un paro de mujeres. El lugar de mayor tensión fue Valparaíso, donde se registraron incidentes entre los manifestantes y carabineros.
Argentina
Se ven hoy desde temprano en las calles, son rostros disímiles, voces femeninas diversas, portadoras de un mismo símbolo que representan su mayor lucha en la Argentina de 2019: el pañuelo verde por el aborto legal, seguro y gratuito.Amanecieron en paro nacional y muchas de ellas con un ruidazo en sus centros de trabajo en tanto otras se apoderaron de la emblemática avenida Corrientes con la intersección de Callao, donde cortaron el tránsito como primera medida de fuerza en este Día Internacional de la Mujer.
Allí estaban las trabajadoras de Coca Cola para denunciar los despidos, la persecución y la discriminación de las que hoy son víctimas junto a otras colegas.
“Coca Cola dice en su campaña publicitaria que ‘lo primero es la familia’ utilizando imágenes de familias felices, en una actitud llena de cinismo ya que no emplea mujeres operarias (en una clara discriminación laboral) y maltrata a quienes diariamente sostenemos a nuestras familias”, señalaron las manifestantes en un comunicado.Junto a ellas también otras que han quedado en las calles por el cierre de alguna fábrica en estos tiempos de crisis económicas y representantes de varios colectivos feministas y políticos.
En un país donde hoy la principal lucha de las mujeres es que se apruebe la ley de interrupción del embarazo, vetada en el Senado el pasado año, y que paren los femicidios, cada vez con mayores víctimas, el pañuelo verde es la principal arma con el que las mujeres argentinas mandan un mensaje a varios sectores con pensamientos anquilosados y llenos de tabúes.
Uruguay
Mujeres uruguayas se suman al Paro Internacional de 24 horas en pos de la eliminación de brechas por género, con el pleno apoyo y el aliento de la Central Sindical Pit-Cnt.En resolución adoptada la víspera Pit-Cnt lo considera una herramienta ‘para colaborar con la deconstrucción de una Convención Sindical que muy tímida y lentamente incluye mujeres en roles de conducción real, en su último Congreso, después de haber votado la cuota femenina’.
En Uruguay persisten brechas salarias y bajas proporciones de mujeres en altos cargos de dirección políticas y empresariales.
Pero en su ángulo más dramático destacan la elevación de cifras de feminicidios, 28 en 2018 para un país de menos de cuatro millones de habitantes, 24 de esos casos a manos de parejas o exparejas y cuatro por otros familiares.
En este sentido la Coordinadora de Feminismos del Uruguay movilizó a la jornada con el eslogan ‘Memoria de lucha, día de paro, tiempo de rebelión’ contra el patriarcado, la violencia machista y sexual sobre la mujer, la homofobia y el fascismo.
Una proclama para la ocasión, difundida anticipadamente en redes sociales, enumera entre una serie razones para la huelga, el acoso callejero, y la cultura de la violación y llama a la resistencia y la autodefensa.
Brasil
Las brasileñas saldrán hoy a las calles en al menos 22 ciudades del país para protestar contra retrocesos en derechos e igualdad en el Gobierno del presidente Jair Bolsonaro.El portal Rede Brasil Atual informa que la propuesta de reforma en el sistema de jubilaciones y pensiones, el aumento de la militarización, la criminalización de los movimientos sociales, la política de entreguismo de los recursos naturales que afecta la soberanía nacional, son algunos de los puntos pautados por las movilizaciones.
También las manifestaciones rechazarán el machismo, la violencia de género (en particular el feminicidio), la desigualdad, el racismo y el preconcepto contra la comunidad LGBT (lesbianas, gays, bisexuales, transexuales), llamado genéricamente homofobia.
El año pasado, 53 asesinatos de mujeres fueron clasificados como feminicidio por el Ministerio de la Mujer, la Familia y los Derechos Humanos, más del doble registrado en 2017: 24 casos.
Según esa cartera, hubo siete mil 36 intentos de feminicidio en 2018, 2,5 veces más que el año anterior: dos mil 749.
España
El éxito rotundo de la primera huelga general feminista en España en 2018, con la participación de casi 6 millones de personas, allana el camino para que un año después se repita la afluencia.Diferentes organizaciones feministas han convocado para hoy una huelga general de 24 horas. Los principales sindicatos españoles, CCOO y UGT, la han apoyado pidiendo paros de al menos dos horas por turno. El encuestador español Metroscopia espera un seguimiento del 70%.
Entre los puntos solicitados en el manifiesto destaca “contra una justicia patriarcal“, probablemente promovido por sonados casos mediáticos de abuso sexual como el de ‘La Manada’.
Italia
Por tercera año consecutivo, la plataforma “Non Una di Meno” (‘Ni una menos’) ha convocado una huelga general feminista.Este mismo colectivo ha organizado movilizaciones por las principales ciudades italianos. Este año las proclamas se centran en protestar contra una propuesta de reforma de ley, en la que “independientemente de la relación entre los dos padres”, en el momento del divorcio se cancelaría el cheque que los hombres tenían que pagar mensualmente a sus mujeres y, si la esposa decide quedarse en la casa de la familia, tendría que pagar un alquiler mensual al exmarido.
Los críticos argumentan que esta ley sería un “paso atrás” de 50 años para los derechos de las mujeres, puesto que obligaría aquellas con menos recursos económicos a no solicitar el divorcio, ya que no tendrían los medios para devolver el dinero al marido.
Francia
Un colectivo de asociaciones feministas, sindicatos y movimientos políticos más generales, como la CGT, ATTAC, hizo un llamamiento a la huelga.La idea de este movimiento conocido como “8 de marzo, 3:40 p.m., hora de establecer el marcador” pretende exigir la igualdad salarial, porque “3:40 p.m. es la hora a partir de la cual las mujeres trabajan gratis”.
“Representamos el 52% de la población francesa. Nuestro salario es un 26% más bajo que el de los hombres. Como resultado, a partir de las 3:40 horas, trabajamos gratis”, explicaron las organizadoras de esta movilización.
Filipinas
Miles de mujeres salieron a las calles para protestar contra la misoginia del presidente filipino, Rodrigo Duterte.Las manifestantes marcharon hacia el palacio de Malacanang, sede del Gobierno, en rechazo al mandatario, quien en repetidas ocasiones ha hecho bromas sobre violaciones femeninas.
Una de las organizadoras de la protesta dijo al diario Phil Star que las filipinas han tenido suficiente con las políticas del actual gobernante que “matan a las mujeres y sus familias de manera figurativa y literal”.
Según la activista, una mujer o un niño es violado en Filipinas cada hora, un aumento del 153 por ciento con respecto a la década anterior a la elección de Duterte.
(Con información de Prensa Latina y Euronews)
Marchas y actos en las principales capitales
Así se vive el 8M en el mundo
Las
protestas y actividades feministas se repitieron en distintas ciudades
del exterior y también de la Argentina. En Buenos Aires una multitud se
congrega en el Congreso para manifestarse contra el machismo y el
ajuste.
PÁGINA 12 - 08 de marzo de 2019
Una multitud se manifestó en Madrid por el 8M.
Imagen: EFE
Imagen: EFE
Como
cada 8 de marzo, la lucha de las mujeres por la igualdad volvió a
quedar en el centro de la escena y no sólo en la Argentina. En el marco
del Tercer Paro Internacional Feminista hubo movilizaciones en buena
parte del mundo y debates con un nivel de concientización cada vez más
grande.
En México, el presidente Andrés Manuel López Obrador aprovechó la fecha para proponer que los temas más sensibles que hacen al feminismo se traten en consulta pública. Lo hizo en un desayuno con más de 300 mujeres. “Los derechos no se consultan”, le replicó la diputada Martha Tagle. En el encuentro, le expusieron al mandatario la enorme discriminación laboral, que incluye despidos por embarazo y menores sueldos que los varones. Se expuso que hay un 25 por ciento de la población femenina con estudios superiores, pero la discriminación de género las priva de alcanzar puestos de responsabilidad.
México tiene, además, una tasa altísima de embarazo adolescente. Ayer, en el Senado hubo mujeres con pañuelos verdes que pidieron la despenalización del aborto. La senadora oficialista Lily Téllez se convirtió en el rostro de los antiderechos. El diario La Jornada editorializó hoy sobre el tema. “Resulta intolerable la mera existencia del margen legal para encarcelar por abortar. Lamentablemente, en México no sólo existe dicho margen, sino que la criminalización por esta causa constituye una lacerante realidad”, señaló el matutino, que recordó que “entre 2007 y 2016 al menos una persona fue denunciada cada día por aborto, y al menos 300 se encuentran presas por este motivo”. Para el diario “tal situación es un atraso de la civilización impresentable por cuanto supone, a todas luces, el uso de la ley para perpetrar la imposición prejuarista de una moral religiosa específica sobre la vida privada”.
En Berlín, el 8 de marzo es desde este año un día feriado. En enero se tomó la decisión en la capital alemana, y sólo quedaron exentos los trabajadores que cumplen guardias. El gobierno tripartito que formaron verdes, socialdemócratas y la izquierda buscó compensar la falta de feriados que Berlín tiene frente a otras regiones alemanas. Para el Partido Verde, la fecha debe ser “un día de combate”. El movimiento feminista ha convocado para varios actos en el marco del primer 8 de marzo feriado en la ciudad.
Madrid es el escenario de una gigantesca movilización. En la capital española, las mujeres tomaron la calle en un 8 de marzo especial. Es el primero después de la sentencia contra “La Manada”, el grupo de cinco hombres que violó a una mujer y recibió una condena irrisoria en un fallo que escandalizó a toda la sociedad.
En México, el presidente Andrés Manuel López Obrador aprovechó la fecha para proponer que los temas más sensibles que hacen al feminismo se traten en consulta pública. Lo hizo en un desayuno con más de 300 mujeres. “Los derechos no se consultan”, le replicó la diputada Martha Tagle. En el encuentro, le expusieron al mandatario la enorme discriminación laboral, que incluye despidos por embarazo y menores sueldos que los varones. Se expuso que hay un 25 por ciento de la población femenina con estudios superiores, pero la discriminación de género las priva de alcanzar puestos de responsabilidad.
México tiene, además, una tasa altísima de embarazo adolescente. Ayer, en el Senado hubo mujeres con pañuelos verdes que pidieron la despenalización del aborto. La senadora oficialista Lily Téllez se convirtió en el rostro de los antiderechos. El diario La Jornada editorializó hoy sobre el tema. “Resulta intolerable la mera existencia del margen legal para encarcelar por abortar. Lamentablemente, en México no sólo existe dicho margen, sino que la criminalización por esta causa constituye una lacerante realidad”, señaló el matutino, que recordó que “entre 2007 y 2016 al menos una persona fue denunciada cada día por aborto, y al menos 300 se encuentran presas por este motivo”. Para el diario “tal situación es un atraso de la civilización impresentable por cuanto supone, a todas luces, el uso de la ley para perpetrar la imposición prejuarista de una moral religiosa específica sobre la vida privada”.
En Berlín, el 8 de marzo es desde este año un día feriado. En enero se tomó la decisión en la capital alemana, y sólo quedaron exentos los trabajadores que cumplen guardias. El gobierno tripartito que formaron verdes, socialdemócratas y la izquierda buscó compensar la falta de feriados que Berlín tiene frente a otras regiones alemanas. Para el Partido Verde, la fecha debe ser “un día de combate”. El movimiento feminista ha convocado para varios actos en el marco del primer 8 de marzo feriado en la ciudad.
Madrid es el escenario de una gigantesca movilización. En la capital española, las mujeres tomaron la calle en un 8 de marzo especial. Es el primero después de la sentencia contra “La Manada”, el grupo de cinco hombres que violó a una mujer y recibió una condena irrisoria en un fallo que escandalizó a toda la sociedad.
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Los afiches diseñados para el 8M en París y otros puntos de Francia.En
Estados Unidos hubo, entre muchas actividades, una performance en la
puerta del Banco Mundial. El organismo de crédito, con sede en
Washington, tiene de manera temporaria a una mujer al frente, la búlgara
Kristalina Georgieva. La propia Georgieva fue una de las 300 personas
que danzaron con remeras rosadas. “Necesitamos a más mujeres en
posiciones de liderazgo y entonces tendremos un mundo más pacífico, rico
y justo. Así que mujeres: ¡levántensen!”, manifestó la economista.Londres fue uno de los lugares con más actividades. La capital británica tuvo una agenda nutrida para conmemorar la fecha. Hubo una mesa redonda en el King´s College, bajo el lema #BalanceForBetter. Allí estuvieron la duquesa de Sussex, la cantante Annie Lennox, la modelo y fundadora de ‘Gurls Talk’ Adwoa Aboah y la ex primera ministra australiana Julia Gillard. Además, hubo charlas gratuitas auspiciadas por el club feminista AllBright, sobre empoderamiento y liderazgo de las mujeres.
Además, se organizó el Festival Women of the World. Se trata de una serie de conferencias que reúne, entre otras, a la cantante Annie Lennox, la ex premier australiana Julia Gillard, la actriz Maisie Williams (Arya Stark en Juego de Tronos) y la comediante Rosie Jones.
Chile tuvo movilizaciones en distintos puntos del país. El presidente Sebastián Piñera encabezó un acto en el Palacio de la Moneda, al tiempo que la ministra de la Mujer, Isabel Pla, aseguró que “no compartimos el llamado” a un paro de mujeres. El lugar de mayor tensión fue Valparaíso, donde se registraron incidentes entre los manifestantes y carabineros.
El grito unánime y masivo de las mujeres latinoamericanas contra la violencia y el machismo
Las convocatorias a las marchas feministas de la región han hecho historia con participaciones masivas.
Un
grupo de mujeres se visten como los personajes de 'El cuento de la
criada' en la marcha del Día Internacional de la Mujer en
México. REUTERS/Edgard Garrido
santiago de chile
09/03/2019 08:24 - Meritxell Freixas
@MeritxellFr - PÚBLICO
Faltaba aún media hora para el
inicio de la manifestación, pero la Plaza Italia, centro neurálgico de
Santiago y elegido como punto de salida, estaba ya desbordada. Mujeres
de todas las edades (y algunos hombres, aunque muchos menos que en
ocasiones anteriores) desfilaron por el centro de la capital luciendo
sus pañuelos verdes, convertidos en símbolo del movimiento, y avanzando a
ritmo de tambores, batucadas y cánticos: “¡Alerta, alerta, alerta
machista! ¡Que todo el territorio se vuelva feminista!”.
Según la Coordinadora Feminista 8 de Marzo,
la organización convocante, más de 400.000 personas participaron en la
movilización. Los cálculos de la policía reducen la cifra a 190.000. Sea
como sea, lo indiscutible es que fue la marcha feminista más masiva que
se ha vivido en Chile y una de las protestas más multitudinarias de los
últimos años. Dividida por bloques, algunos “separatistas” –sólo de mujeres– y otros mixtos,
la columna de participantes llegó a ocupar cuatro kilómetros de la
Alameda, la principal avenida de la ciudad. Al punto de llegada, la
cantante Ana Tijoux recibió a las manifestantes encima del escenario
para dedicarles “Antipatriarcal”, el tema más esperado para todas y que
no podía ser más oportuno para la ocasión.
La jornada comenzó temprano con una convocatoria de
huelga feminista “contra la precarización de la vida” –la primera en el
país– que recogía demandas muy diversas: desde políticas para el fin de
la violencia machista en distintos espacios, hasta mejoras de las
condiciones laborales o garantías para los derechos sexuales y
reproductivos, entre muchas otras.
El llamado a huelga feminista se empezó a difundir
desde finales del año pasado, sin embargo, ha sido durante los últimos
días que se intensificaron las actividades para preparar el paro. El
derecho a huelga en Chile está lejos de tener garantías plenas porque la legislación laboral aún se basa en el Código de Trabajo que se implementó durante la dictadura de Pinochet.
Además, a principios de semana, el gobierno manifestó su desacuerdo con
la paralización: “Las mujeres quieren participar de la marcha del
progreso y del desarrollo humano y no paralizarse”, dijo la ministra de
la Mujer y Equidad de Género, Isabel Plá. Aunque, finalmente, el paro
fue puntual y secundado sólo por algunos sectores (estudiantes y
colectivos específicos de funcionarias públicas), el emplazamiento ya
instaló un precedente en el que las activistas insistirán el próximo 8M.
La multitudinaria respuesta de la movilización en
Chile no se entendería sin el estallido del movimiento estudiantil
feminista del año pasado, que llegó a paralizar más de 20 universidades
de todo el país durante casi dos meses para denunciar los abusos
sexuales en las universidades y exigir una educación no sexista. Las jóvenes también reclamaron una ley de plazos para el aborto
que sustituya la actual normativa aprobada hace un año y medio, que se
limita a tres únicos supuestos (inviabilidad fetal, riesgo para la madre
y violación).
Pese al éxito de la convocatoria, que inyectó altas
dosis de emoción y entusiasmo a las chilenas, la conmemoración estuvo
marcada por dos nuevos casos de violencia machista. Entre el jueves y el
viernes dos mujeres fueron asesinadas por sus exparejas. Con ellas, ya
son 13 las mujeres muertas a manos de hombres en Chile en lo que va de
año.
Brasil recuerda Marielle
Las brasileñas que salieron este 8M a las calles
tenían un nombre en su cabeza: Marielle Franco, la concejala de Río de
Janeiro que fue asesinada a balazos el 14 de marzo del año pasado. Bajo
el lema “Por la vida de las mujeres, somos todas Marielle”, tomaron las
calles del país para protestar contra el desmantelamiento de la
Seguridad Social, el aumento de los feminicidios y los retrocesos del
gobierno del ultraderechista Jair Bolsonaro.
El nombre de Marielle resonó por las calles de las
principales ciudades de Brasil, convertida en un referente de la lucha
feminista, antirracista y a favor de la diversidad sexual. Hasta hoy su
muerte sigue impune. “Estamos aquí por la vida y por la libertad de
todas las mujeres, por el derecho a ejercer el libre acceso a nuestro
cuerpo de la forma que queramos”, dijo la viuda de Marielle, Mónica
Benício, en la manifestación de Río de Janiero, donde se congregaron unas 50.000 personas.
Durante la marcha también se escucharon gritos a favor del expresidente
Luiz Inácio Lula da Silva, líder del Partido de los Trabajadores (PT) y
encarcelado desde hace casi un año por corrupción.
En São Paulo, donde también se movilizaron unas 50.000 participantes, además del rechazo a la violencia, las mujeres criticaron la reforma de pensiones que pretende impulsar el bolsonarismo.
En 2018, en Brasil se registraron 1.173 casos de feminicidios, según datos del Foro Brasileño de Seguridad Pública.
En São Paulo, donde también se movilizaron unas 50.000 participantes, además del rechazo a la violencia, las mujeres criticaron la reforma de pensiones que pretende impulsar el bolsonarismo.
En 2018, en Brasil se registraron 1.173 casos de feminicidios, según datos del Foro Brasileño de Seguridad Pública.
Argentina, otra marcha histórica
En Buenos Aires la movilización también fue
histórica. Según recogió la prensa argentina, más de 300.000 personas
participaron en la marcha que recorrió la avenida de Mayo, desde el
Congreso hasta la Casa Rosada.
El acto comenzó con la lectura de un manifiesto por
parte de 18 mujeres que representaban a las distintas luchas e
identidades: “Estamos de pie por cuarta vez, haciendo un paro general
internacional y plurinacional de mujeres, lesbianas, travestis, trans,
bisexuales, no binaries, gordes e intersex de la clase trabajadora;
ocupades, desocupades, precarizades, piqueteres y de la economía
popular, visibilizando especialmente a las mujeres indígenas,
originarias, afroargentinas y negras en pos de empezar a saldar la deuda
histórica para con ellas”, empezó el texto.
Sus principales reclamos giraron en torno a la falta de políticas públicas para enfrentar la violencia machista, el embarazo adolescente, la legalización del aborto, la precarización económica y los feminicidios.
En Argentina, 273 mujeres fueron asesinadas en 2018, según datos del
Observatorio Marisel Zambrano. Entre enero y febrero se registraron 54
casos.
Las mujeres cargaron duro contra el gobierno de
Mauricio Macri y los gobernadores de las provincias que no se sumaron al
protocolo para la interrupción del embarazo, como Tucumán y Jujuy,
donde en las últimas semanas se practicaron cesáreas a dos niñas que
habían sido violadas, en lugar de interrumpirles el embarazo, tal y como
indica el documento. En ambos casos, los bebés de las niñas murieron.
El trato recibido por las menores provocó que incluso la ONU advirtiera
al gobierno argentino de la necesidad de comprometerse con los derechos
de las mujeres.
México también se levanta
En Ciudad de México, las convocadas recorrieron el
transitado Paseo de la Reforma, desde el Monumento a la Independencia
hasta el Zócalo Capitalino. La marcha fue menos concurrida que en otros
países, pero según las participantes fue mayor que en los años
anteriores. Las mexicanas tomaron las calles para exigir los mismos
derechos que sus coterráneas latinoamericanas piden en toda la región,
que es lo mismo que pidieron las mujeres del todo el mundo. Apuntaron
contra la precarización laboral, las desigualdades económicas, la
violencia de género y los feminicidios. Según datos del Secretariado
Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en 2018, se
registraron 786 mujeres asesinadas.
Además, acusaron los presuntos intentos de secuestro
en el metro de Ciudad de México y levantaron consignas a favor del
aborto luego de que hace tres días el estado de Nuevo León reformara su
constitución local para criminalizar a las mujeres que opten por abortar.
La marcha de este año fue la primera que se realiza
bajo un gobierno federal de izquierda, encabezado por Manuel López
Obrador, y con dos mujeres a cargo de importantes puestos de poder: la
secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, y la jefa de gobierno
de la capital, Claudia Scheinbaum. Sin embargo, eso no eximió a López
Obrador de la polémica. Las mujeres aprovecharon la relevancia del 8M
para criticar al mandatario dos controvertidas decisiones que las
perjudican directamente: la suspensión de los recursos al programa de
albergues para mujeres víctimas de violencia y la eliminación del
programa de estancias infantiles que apoya a las madres que trabajan.
Este 8M, en México, como en Chile, Brasil y
Argentina, las calles se tiñeron de verde. De verde, de morado, y de
muchos otros colores. La sensación de euforia y esperanza fue real
porque muchas se encontraron con muchas otras e hicieron una multitud
que no dejó de gritar.
CTXT. Contexto y Acción
ANÁLISIS
La revuelta feminista y sus conexiones
Las más jóvenes, los sectores populares y las mujeres racializadas son las protagonistas de este momento histórico
Autora: Silvia L. Gil
Manifestación contra la violencia machista #Niunamenos en Buenos Aires, el pasado 3 de junio de 2017.
Titi Nicola
Titi Nicola
6 de
Marzo de
2019
Vivimos una extensión del feminismo sin precedentes: lo que antes era
marginal se volvió sentido común. Los acontecimientos se suceden tan
velozmente que a veces no podemos pararnos a pensar. ¿De qué está hecha
esta revuelta que tambalea cimientos a escala global? ¿Cuáles son los
ingredientes que agitan su potencia?
A veces se ha intentado responder esta pregunta desde la idea de olas, buscando identificar en cuál estamos, como si el momento actual hubiese concluido y pudiéramos analizarlo de forma estanca. Mi propuesta es enfocarlo de un modo distinto, que evite cierres apresurados y utilizar estas preguntas no tanto para definir, sino para escuchar los modos en los que está siendo contestado el poder contemporáneo, porque en ellos encontramos claves fundamentales para comprender nuestro presente.
La revuelta feminista que recorre nuestros cuerpos es radicalmente heterogénea y se produce al mismo tiempo en diferentes niveles: calle, escuela, institución, entornos laborales, medios de comunicación, redes sociales, sindicatos. Esta multiplicidad tiene lugar de manera simultánea en una serie de expresiones comunes: hartazgo ante la violencia, huelga como desafío, demanda inaplazable del aborto. Desde esta perspectiva, es posible repasar algunas de las imágenes que nos deja la revuelta y que hilan un feminismo radicalmente diverso y transformador.
Una revuelta que se inicia en el Sur
Las imágenes de movilizaciones históricas se mantienen muy presentes en nuestras pupilas. La mecha prendida en 2015 en Argentina con la movilización #NiUnaMenos tras una serie de feminicidios, entre los que se encuentra el de Chiara Páez –adolescente de 14 años embarazada en ese momento– y su réplica en México el 24 de abril de 2016, con una movilización que sacude el país entero, resitúan la cuestión de la violencia en términos de clase y la raza: ¿A qué violencias están sometidas las mujeres de las villas o de la periferia de la Ciudad de México? ¿Cómo resistir cuando tu casa se encuentra en la misma zona donde salir a la calle supone en sí mismo riesgo de desaparición o muerte? ¿Qué economías operan en la violencia contra las mujeres? ¿Cómo defenderse, cuidarse colectivamente, cómo no ceder al terror?
Más tarde, en España se gritará, con la fuerza de quienes sienten en primera persona aquello por lo que batallan, “hermana, somos tu manada”. Se recontruyó un nuevo nosotras no unitario en una realidad cargada de violencia e impunidad. Y también asistimos a las movilizaciones de las estudiantes chilenas por una educación libre de violencias, las de las mujeres en la India marchando juntas, encadenando fuertemente sus brazos, las turcas desafiando al régimen, y el #MeToo, no como causa de esta revuelta, como erróneamente se ha interpretado en ocasiones, sino como efecto de la oleada que nace desde el Sur y el Este, reconfigurando el mapa global de la protesta.
También tenemos recientes las imágenes del Paro Internacional de Mujeres, impulsado por las argentinas en 2017, a raíz del brutal feminicidio de Lucía Pérez, de 16 años de edad, y que colmó la pretensión de asimilar socialmente la barbarie. Una huelga en el que la protesta contra el feminicidio, el derecho al aborto y las desigualdades económicas se entrelazan: “Sin nosotras no se produce y sin nosotras no se reproduce”. Desde Argentina, el desafío se expandió: ¿Qué significa parar cuando la realidad laboral es la precariedad extrema y la familiar depende del cuidado? ¿Cómo hacerlo dentro de una comunidad? ¿Cómo reinventan las mujeres el paro? ¿Qué circuitos económicos colapsan cuando las mujeres dicen «basta»? ¿Qué orden social y qué entramado de poder son cuestionados en cada situación?
Posteriormente, al calor de la huelga feminista convocada en España, adquirió forma otra intuición: si en este sistema las mujeres y quienes no se adecúan a las normas de género son explotadas y excluidas –como las empleadas domésticas, las migrantes, las disidentes sexuales o las trabajadoras del sexo–, amenazadas e, incluso, asesinadas, –en un sistema que impone la desigualdad y la violencia como formas de control–, ¿no será necesariamente el feminismo anticapitalista y antirracista? ¿No cuestiona el feminismo de raíz este orden intolerable? En otras latitudes, las mujeres zapatistas dicen algo que resuena fuertemente con estas preguntas: el capitalismo ataca nuestras comunidades, las mismas condiciones para la reproducción, la misma posibilidad de existir.
El feminismo como punto de partida incuestionable
El sentido del feminismo se está reconfigurando a través de todas estas nuevas prácticas. Mirar desde esta perspectiva implica asumir que no existe programa predefinido o agenda única que pueda imponerse para calcular avances o evaluar logros. En otras décadas, el feminismo se articuló en torno a la representación de la mujer, categoría que aglutinó al movimiento el movimiento; posteriormente, se cuestionó con la aparición de las diferencias entre mujeres y el reconocimiento de una enorme diversidad de feminismos –populares, comunitarios, negros, transfeministas, queer, descoloniales–. En la actualidad, sin negar nuestras diferencias, nos reunimos en torno a situaciones o problemas comunes. Estas situaciones tienen, además, la cualidad de reverberar a escala global: mensajes, reivindicaciones, discusiones y formas de acción circulan traspasando fronteras y haciendo que unas vibremos con la experiencia de otras. Esta articulación de las diferencias en un nuevo común no unitario es el problema filosófico-político de nuestro tiempo.
El trabajo de identificar situaciones o problemas comunes expresa la resistencia contra lo que podemos llamar lógica de separación: separación de experiencias, separación de cuerpos, separación de territorios. Ante un poder que separa la vida, la nueva revuelta feminista reconstruye los vínculos sociales rotos de maneras diversas. En el Estado de México, la Asamblea Nos Queremos Vivas Neza, formada ante el terrible aumento de niñas y mujeres desparecidas y/o asesinadas, afirma: “El miedo se transforma en amor por otras”. En la práctica de organizarse, reaparecen otras formas de estar juntas y juntos.
En estos lugares periféricos, vemos con terrible crudeza que nuestro tiempo está definido por la paradoja: al mismo tiempo que vamos ganando vamos perdiendo. Al mismo tiempo que adquirimos más fuerza, experimentamos mayor violencia. Al mismo tiempo que somos potencia, nos sentimos extremadamente vulnerables. El feminismo es hoy un punto de partida incuestionable porque sin él no existe justicia, igualdad ni cuidado de la vida. Y, sin embargo, nos vemos obligadas a gritar: “Disculpen las molestias, nos están matando”, que en lugares como México cobra un sentido absolutamente literal. Es importante reconocer la paradoja de nuestro tiempo, no para quedarnos en ella, sino para hacerla estallar.
Estallar la paradoja
En la revuelta feminista encontramos ingredientes que pueden permitir estallar la paradoja para conducirnos a horizontes distintos. En primer lugar, una comprensión de la categoría de lo humano más allá del paradigma de la racionalidad. El feminismo enseña que la existencia no es evidente, sino una posibilidad que emerge al hacernos cargo de la vulnerabilidad y de la potencia de los cuerpos radicalmente diversos. No hay autonomía como transcendencia, sino que aquélla se da siempre en un entramado situado de interdependencia. Las madres que buscan a sus hijas saben que sin el apoyo de las demás es imposible literalmente sostener la búsqueda.
La revuelta feminista está planteando una de las preguntas más difíciles de nuestro tiempo en un momento en el que cualquier alternativa se declara imposible: ¿Cómo queremos vivir en común con criterios de justicia e igualdad? Y una respuesta tentativa: ¿No lo estamos ensayando ya? En muchos lugares del mundo, este próximo 8 de marzo seguiremos practicando el horizonte transformador por el que transitamos con todas nuestras fuerzas.
A veces se ha intentado responder esta pregunta desde la idea de olas, buscando identificar en cuál estamos, como si el momento actual hubiese concluido y pudiéramos analizarlo de forma estanca. Mi propuesta es enfocarlo de un modo distinto, que evite cierres apresurados y utilizar estas preguntas no tanto para definir, sino para escuchar los modos en los que está siendo contestado el poder contemporáneo, porque en ellos encontramos claves fundamentales para comprender nuestro presente.
La revuelta feminista que recorre nuestros cuerpos es radicalmente heterogénea y se produce al mismo tiempo en diferentes niveles: calle, escuela, institución, entornos laborales, medios de comunicación, redes sociales, sindicatos. Esta multiplicidad tiene lugar de manera simultánea en una serie de expresiones comunes: hartazgo ante la violencia, huelga como desafío, demanda inaplazable del aborto. Desde esta perspectiva, es posible repasar algunas de las imágenes que nos deja la revuelta y que hilan un feminismo radicalmente diverso y transformador.
Una revuelta que se inicia en el Sur
Las imágenes de movilizaciones históricas se mantienen muy presentes en nuestras pupilas. La mecha prendida en 2015 en Argentina con la movilización #NiUnaMenos tras una serie de feminicidios, entre los que se encuentra el de Chiara Páez –adolescente de 14 años embarazada en ese momento– y su réplica en México el 24 de abril de 2016, con una movilización que sacude el país entero, resitúan la cuestión de la violencia en términos de clase y la raza: ¿A qué violencias están sometidas las mujeres de las villas o de la periferia de la Ciudad de México? ¿Cómo resistir cuando tu casa se encuentra en la misma zona donde salir a la calle supone en sí mismo riesgo de desaparición o muerte? ¿Qué economías operan en la violencia contra las mujeres? ¿Cómo defenderse, cuidarse colectivamente, cómo no ceder al terror?
¿Cómo resistir cuando tu casa se encuentra en la misma zona donde salir a la calle supone en sí mismo riesgo de desaparición o muerte? ¿Qué economías operan en la violencia contra las mujeres?La convocatoria en Ciudad de México fue precedida por la acción #MiPrimerAcoso. Cientos de mujeres narraron en ese momento por primera vez abusos de todo tipo. Se iniciaba un proceso histórico: la ruptura del pacto de silencio que impera sobre la violencia. Comenzaron a organizarse grupos de denuncia contra el acoso en las universidades y se tejieron alianzas con las familias que buscaban incansablemente el regreso con vida de sus desaparecidas o batallaban por justicia ante los feminicidios. Las cruces rosas quedaron clavadas en los territorios allí donde la violencia se impuso, allí donde la hermana, la hija o la amiga desapareció, allí donde se encontraron sus restos: símbolos contra el olvido, resistencia contra el borrado de humanidad.
Más tarde, en España se gritará, con la fuerza de quienes sienten en primera persona aquello por lo que batallan, “hermana, somos tu manada”. Se recontruyó un nuevo nosotras no unitario en una realidad cargada de violencia e impunidad. Y también asistimos a las movilizaciones de las estudiantes chilenas por una educación libre de violencias, las de las mujeres en la India marchando juntas, encadenando fuertemente sus brazos, las turcas desafiando al régimen, y el #MeToo, no como causa de esta revuelta, como erróneamente se ha interpretado en ocasiones, sino como efecto de la oleada que nace desde el Sur y el Este, reconfigurando el mapa global de la protesta.
También tenemos recientes las imágenes del Paro Internacional de Mujeres, impulsado por las argentinas en 2017, a raíz del brutal feminicidio de Lucía Pérez, de 16 años de edad, y que colmó la pretensión de asimilar socialmente la barbarie. Una huelga en el que la protesta contra el feminicidio, el derecho al aborto y las desigualdades económicas se entrelazan: “Sin nosotras no se produce y sin nosotras no se reproduce”. Desde Argentina, el desafío se expandió: ¿Qué significa parar cuando la realidad laboral es la precariedad extrema y la familiar depende del cuidado? ¿Cómo hacerlo dentro de una comunidad? ¿Cómo reinventan las mujeres el paro? ¿Qué circuitos económicos colapsan cuando las mujeres dicen «basta»? ¿Qué orden social y qué entramado de poder son cuestionados en cada situación?
Posteriormente, al calor de la huelga feminista convocada en España, adquirió forma otra intuición: si en este sistema las mujeres y quienes no se adecúan a las normas de género son explotadas y excluidas –como las empleadas domésticas, las migrantes, las disidentes sexuales o las trabajadoras del sexo–, amenazadas e, incluso, asesinadas, –en un sistema que impone la desigualdad y la violencia como formas de control–, ¿no será necesariamente el feminismo anticapitalista y antirracista? ¿No cuestiona el feminismo de raíz este orden intolerable? En otras latitudes, las mujeres zapatistas dicen algo que resuena fuertemente con estas preguntas: el capitalismo ataca nuestras comunidades, las mismas condiciones para la reproducción, la misma posibilidad de existir.
¿no será necesariamente el feminismo anticapitalista y antirracista? ¿No cuestiona el feminismo de raíz este orden intolerable?Por último, en nuestra memoria reciente aparecen las imágenes de las luchas por el derecho y la despenalización del aborto. Las irlandesas regresando a casa a votar en referéndum histórico; las polacas vestidas de negro, desafiando al régimen en su empeño por prohibirlo y penalizarlo; las argentinas tomando el parlamento, haciendo que sus demandas se conviertan en debate nacional y anudando pañuelos, el verde de las jóvenes, el blanco de las Madres de Plaza de Mayo y el de millones de mujeres en el mundo entero. ¿Qué discursos hegemónicos sobre el control del cuerpo de las mujeres se ven desplazados aquí? La autonomía, sobre la que pivotan buena parte de las reivindicaciones históricas del feminismo, se actualiza en varios aspectos: una nueva dimensión internacional –la autonomía de las de aquí pasa por las de allí–, el derecho de las personas trans a decidir sobre su cuerpo y el cruce con la clase, la edad y la procedencia: son las más jóvenes, los sectores populares y las mujeres racializadas las protagonistas en este momento histórico.
El feminismo como punto de partida incuestionable
El sentido del feminismo se está reconfigurando a través de todas estas nuevas prácticas. Mirar desde esta perspectiva implica asumir que no existe programa predefinido o agenda única que pueda imponerse para calcular avances o evaluar logros. En otras décadas, el feminismo se articuló en torno a la representación de la mujer, categoría que aglutinó al movimiento el movimiento; posteriormente, se cuestionó con la aparición de las diferencias entre mujeres y el reconocimiento de una enorme diversidad de feminismos –populares, comunitarios, negros, transfeministas, queer, descoloniales–. En la actualidad, sin negar nuestras diferencias, nos reunimos en torno a situaciones o problemas comunes. Estas situaciones tienen, además, la cualidad de reverberar a escala global: mensajes, reivindicaciones, discusiones y formas de acción circulan traspasando fronteras y haciendo que unas vibremos con la experiencia de otras. Esta articulación de las diferencias en un nuevo común no unitario es el problema filosófico-político de nuestro tiempo.
El trabajo de identificar situaciones o problemas comunes expresa la resistencia contra lo que podemos llamar lógica de separación: separación de experiencias, separación de cuerpos, separación de territorios. Ante un poder que separa la vida, la nueva revuelta feminista reconstruye los vínculos sociales rotos de maneras diversas. En el Estado de México, la Asamblea Nos Queremos Vivas Neza, formada ante el terrible aumento de niñas y mujeres desparecidas y/o asesinadas, afirma: “El miedo se transforma en amor por otras”. En la práctica de organizarse, reaparecen otras formas de estar juntas y juntos.
En estos lugares periféricos, vemos con terrible crudeza que nuestro tiempo está definido por la paradoja: al mismo tiempo que vamos ganando vamos perdiendo. Al mismo tiempo que adquirimos más fuerza, experimentamos mayor violencia. Al mismo tiempo que somos potencia, nos sentimos extremadamente vulnerables. El feminismo es hoy un punto de partida incuestionable porque sin él no existe justicia, igualdad ni cuidado de la vida. Y, sin embargo, nos vemos obligadas a gritar: “Disculpen las molestias, nos están matando”, que en lugares como México cobra un sentido absolutamente literal. Es importante reconocer la paradoja de nuestro tiempo, no para quedarnos en ella, sino para hacerla estallar.
Estallar la paradoja
En la revuelta feminista encontramos ingredientes que pueden permitir estallar la paradoja para conducirnos a horizontes distintos. En primer lugar, una comprensión de la categoría de lo humano más allá del paradigma de la racionalidad. El feminismo enseña que la existencia no es evidente, sino una posibilidad que emerge al hacernos cargo de la vulnerabilidad y de la potencia de los cuerpos radicalmente diversos. No hay autonomía como transcendencia, sino que aquélla se da siempre en un entramado situado de interdependencia. Las madres que buscan a sus hijas saben que sin el apoyo de las demás es imposible literalmente sostener la búsqueda.
El feminismo internacionalista debe revolverse contra las desigualdades producidas por el colonialismo sin reproducir al mismo tiempo identidades estancasEl significado de la acción política también cambia radicalmente. Aparecen varios desafíos. El primero, inclusión y horizontalidad. ¿Cómo impedir que las diferencias entre mujeres –de clase, procedencia, sexo– se resuelvan en desigualdad? ¿Cómo seguir atentas a las exclusiones producidas por las categorías morales y políticas de la tradición que tratan de imponerse? ¿Cómo propiciar el protagonismo de las menos privilegiadas? El segundo, conexión. María de Jesús Patricio Martínez (Marichuy), representante indígena en las pasadas elecciones en México decía: “Se trata de conectar dolores”. ¿Podemos hacer que distintos dolores dialoguen entre sí para hacernos más fuertes? ¿Qué tipo de nosotrxs distinto puede emerger? El tercero, amplificación. ¿Cómo generar prácticas que interroguen lo que se considera privado –cuidado, sexualidad, afecto– en sus aspectos políticos? El último, una política de lo común que nos permita entendernos enredadas en permanente conversación: con resistencias no necesariamente identificadas como feministas, identidades minoritarias no normativas, las genealogías de las luchas de las que somos parte, el malestar de millones en distintas partes del mundo. El feminismo internacionalista debe revolverse contra las desigualdades producidas por el colonialismo sin reproducir al mismo tiempo identidades estancas.
La revuelta feminista está planteando una de las preguntas más difíciles de nuestro tiempo en un momento en el que cualquier alternativa se declara imposible: ¿Cómo queremos vivir en común con criterios de justicia e igualdad? Y una respuesta tentativa: ¿No lo estamos ensayando ya? En muchos lugares del mundo, este próximo 8 de marzo seguiremos practicando el horizonte transformador por el que transitamos con todas nuestras fuerzas.
Autora: Silvia L. Gil
- Feminista y profesora/investigadora de Filosofía. Es autora de Nuevos Feminismos. Sentidos Comunes de la dispersión (Traficantes de Sueños) y participa en distintos procesos de pensamiento y acción colectiva entre México y España.
ARGENTINA
Masiva marcha de Congreso a Plaza de Mayo
Un 8M multitudinario
El
tercer paro de mujeres concluyó con una impresionante movilización que
desbordó las calles del centro porteño. La multitud se manifestó contra
el patriarcado y el ajuste.
PÁGINA 12 - 09 de marzo de 2019
Imagen: Joaquín Salguero
"La
coincidencia es total: nunca se vio una marcha como ésta", fue el
mensaje eufórico, y sustentado por la realidad, que se dijo desde la
cabecera de la marcha feminista, ni bien las primeras integrantes
hicieron pie en una Plaza Mayo que ya estaba llena de manifestantes. El
Tercer Paro Feminista y Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis.
Trans, Bisexuales, No Binaries, Gordes e Intersex, llenó virtualmente la
Avenida de Mayo, desde las cercanías del Congreso hasta la misma
histórica plaza, frente a la Casa de Gobierno, pero la multitud
desbordaba también la 9 de Julio y las calles aledañas. "Estamos de pie
por cuarta vez, haciendo un Paro General de la clase trabajadora;
ocupades, desocupades, precarizades, piqueteres y de la economía
popular, visibilizando especialmente a las mujeres indígenas,
originarias, afroargentinas y residentes en nuestro país, y contra la
apropiación cultural de matriz ancestral que venimos sufriendo", se dejó
expresado en el comienzo mismo de la lectura del documento consensuado
entre las organizaciones convocantes, que no dejaron fuera a ninguno de
les históricamente marginados por el patriarcado.
La concentración comenzó bien temprano, antes del mediodía, aunque el comienzo de la marcha estaba convocado para las 17. Tal era la magnitud reunida por la convocatoria, que de hecho era como si hubiera dos o más marchas, la que seguía el trayecto pactado, desde el Congreso a la Plaza de Mayo, y la que venía en el sentido contrario, pero con el único propósito de promover abrazos, besos y compromisos para el futuro inmediato. Aunque a lo largo del itinerario casi no se advirtió, esta vez, la presencia policial, en el documento no se dejó que recordar que si bien "el ajuste y la represión no son novedad, asistimos a su recrudecimiento de la mano del Gobierno de (Mauricio) Macri y los Gobiernos provinciales ajustadores, que atacan a las organizaciones sociales y políticas y persiguen a quienes luchan y se oponen, utilizando como principales instrumentos a las fuerzas represivas, el poder judicial y los medios hegemónicos aliados".
El paro plurinacional, que tuvo su correlato en cada rincón del país con la misma fuerza que en Buenos Aires, fue justificado "porque crecen las cifras de gatillo fácil, y el discurso que legitima la 'justicia por mano propia' pretende llevar a nuestra infancia a los tribunales y deportar migrantes ejerciendo todo tipo de violencias". La medida de fuerza, en un día de lucha histórico de la mujer, fue también "porque luchamos por una Argentina y un mundo que sean Anticapitalistas, Antipatriarcales, Antirracistas, Antibiologicistas, Antimperialistas, Antineoliberales, Anticlericales, Antixenófobas, Anticapacitistas". Desde el feminismo, desde la "revolución feminista" expuesta en la actitud y en los emblemas, "estamos construyendo nuestro movimiento contra todas las formas de crueldad con que el capitalismo quiere disciplinar nuestras desobediencias".
Paula, de 46 años, estuvo en la marcha con su hija Malena, de 12, una sobrina y una amiga que llegaron desde El Bolsón. Malena, como si hiciera falta, dice que pronto va a cumplir los 13, pero se sonríe dando conformidad cuando Página/12 le dice que está muy bien que haya venido a la marcha antes de cambiar de edad. Ella se muestra "muy contenta por la concurrencia, por la alegría", mientras que Silvina, de 17, y su amiga, recuerdan que "este es un día de lucha, no de festejo, pero igual aceptamos que nuestros familiares (padres, abuelos), nos hayan deseado un día feliz, que también lo puede ser por el hecho de estar juntas, luchando, en la calle".
Camila, la amiga, aclara que volvieron a Buenos Aires "para estudiar, porque acá tenemos mejores posibilidades". Ella es la que dice que "le pedí a mi novio y a mi papá que no me digan feliz día porque este es un día para conmemorar, aunque no me ofendo por lo que me dijeron porque sé que es un cambio que se va dando de a poco, pero nosotras vemos muchos hecho positivos que tienen que ver porque no está mal que festejemos por los logros, por los avances que estamos consiguiendo". Paula interviene para refrescar que cuando ella tenía la edad de su hija "nosotras vivíamos otra realidad y esto no tiene precio".
De la marcha participaron, enarbolando consignas y grabados que realizan en un taller de La Boca, un grupo de chicas que pertenecen al Frente Darío Santillán. En el taller trabajan "creando obras que tienen que ver con la lucha feminista". En la marcha vendían sus trabajos porque de esa manera, año a año, juntan "el dinero necesario para participar en los Encuentros Nacionales de Mujeres, además de brindarle a las alumnas la posibilidad de tener una salida laboral". La que lleva adelante el taller es Helen, una joven de 24 años que vive en la villa 21-24 del barrio porteño de Barracas.
Daiana forma parte de un grupo que hace "música feminista militante de resistencia" que se llama, precisamente, Femimúsica en Resistencia y que participa "de todas las marchas, no solo del feminismo sino de todo lo que consideramos importante para crear un mundo mejor". El grupo, de canto y música, dio un fervoroso show en vivo en la vereda del Teatro Avenida, donde interpretaron "canciones propias, en letra y música, que nosotras difundimos a través de las redes sociales y en la calle, como ahora". Y el resto lo dicen cantando: "Si estamos despiertas, las calle son nuestras, rompiendo las reglas, se va a caer, el patriarcado se va a caer".
La jornada de lucha, de compromiso permanente, tuvo festejo, alegría, como la presencia de un nutrido grupo de representantes de distintos pueblos originarios, todos residentes en la Ciudad y en la provincia de Buenos Aires, que entraron a la Avenida de Mayo por la 9 de Julio, interpretando música del altiplano, con letras dedicadas al acontecimiento multitudinario: "Qué bonito es estar con la luz y con la lucha, acompañadas por tus hermanas", es la frase central del aporte mezclado con quenas y un coro de sikus.
Al lado pasa una mujer vestida como si fuera un títere, "pero no del patriarcado", aclara por las dudas. La acompaña Florencia, quien cuenta que forman parte de La Calle de los Títeres, una agrupación que desde hace más de veinte año realiza funciones "para chicos y grandes" en la calle, frente a su sede, en Caseros al 1700, en Parque Patricios. En la Semana de la Mujer, los títulos de las obras son acordes al acontecimiento "para crear conciencia en los niños, desde niños, sobre nuestros derechos y para que ellos influyan sobre sus familias". Las funciones son todos los sábados y domingos, a partir de las 15.
Las pancartas, los grafitis, las remeras, llevan inscripciones que más que deseos son exigencias, gritos para terminar con la violencia machista, con el patriarcado, con toda injusticia: "Aborto sí, aborto no, eso lo decido yo"; "Estoy llegando, por todas las que no pudieron llegar"; "Mirá cómo nos ponemos frente al tarifazo"; "Hamburgesas beganas, especiales para compartir, especiales para resistir", pregona una vendedora; "Las vidas por salvar están en los grandes mataderos, no en nuestros ovarios"; "ESI y anteconceptivos para nuestra propia decisión" y "Ni una villera menos por abortos clandestinos", son dos de los gritos, desde los pasacalles, que hace La Garganta Poderosa.
La multitudinaria marcha, hace que resulte más que imprescindible, una obligación, que se escuchen los reclamos reunidos en el documento que se leyó en el cierre y que recuerda los resultados de tantas luchas. "Reivindicamos a todes les luchadores anónimes que son parte de nuestra historia. Homenajeamos a las activistas travesti/trans que abrieron caminos, dejaron un legado de lucha irrenunciable y dieron los pasos necesarios para la derogación de los edictos policiales, la conquista de la Ley de Identidad de Género y la Ley de cupo laboral travesti/trans" y se ponen de relieve los nombres de Mocha Celis, Nadia Echazú, Claudia Pía Baudracco, Maite Amaya, Lohana Berkins, Amancay Diana Sacayán, Pepa Gaitán, pero la lucha debe continuar porque "la revolución será feminista o no será", como gritan las paredes de la Avenida de Mayo.
“La coincidencia es total: nunca se vio una marcha como esta”
Tal era la magnitud reunida por la convocatoria, que era como si hubiera dos o más marchas.
La jornada tuvo festejo y alegría.
La jornada tuvo festejo y alegría. Hubo un nutrido grupo de representantes de distintos pueblos originarios.
El Tercer Paro Feminista y Plurinacional de Mujeres, Lesbianas, Travestis. Trans, Bisexuales, No Binaries, Gordes e Intersex,.
Las pancartas, los grafitis, las remeras, llevaban inscripciones que más que deseos son exigencias.
Gritos para terminar con la violencia machista, con el patriarcado, con toda injusticia.
“Si estamos despiertas, las calle son nuestras, rompiendo las reglas, se va a caer, el patriarcado se va a caer”.
“ESI y anticonceptivos para nuestra propia decisión”
La concentración comenzó bien temprano, antes del mediodía, aunque el comienzo de la marcha estaba convocado para las 17. Tal era la magnitud reunida por la convocatoria, que de hecho era como si hubiera dos o más marchas, la que seguía el trayecto pactado, desde el Congreso a la Plaza de Mayo, y la que venía en el sentido contrario, pero con el único propósito de promover abrazos, besos y compromisos para el futuro inmediato. Aunque a lo largo del itinerario casi no se advirtió, esta vez, la presencia policial, en el documento no se dejó que recordar que si bien "el ajuste y la represión no son novedad, asistimos a su recrudecimiento de la mano del Gobierno de (Mauricio) Macri y los Gobiernos provinciales ajustadores, que atacan a las organizaciones sociales y políticas y persiguen a quienes luchan y se oponen, utilizando como principales instrumentos a las fuerzas represivas, el poder judicial y los medios hegemónicos aliados".
El paro plurinacional, que tuvo su correlato en cada rincón del país con la misma fuerza que en Buenos Aires, fue justificado "porque crecen las cifras de gatillo fácil, y el discurso que legitima la 'justicia por mano propia' pretende llevar a nuestra infancia a los tribunales y deportar migrantes ejerciendo todo tipo de violencias". La medida de fuerza, en un día de lucha histórico de la mujer, fue también "porque luchamos por una Argentina y un mundo que sean Anticapitalistas, Antipatriarcales, Antirracistas, Antibiologicistas, Antimperialistas, Antineoliberales, Anticlericales, Antixenófobas, Anticapacitistas". Desde el feminismo, desde la "revolución feminista" expuesta en la actitud y en los emblemas, "estamos construyendo nuestro movimiento contra todas las formas de crueldad con que el capitalismo quiere disciplinar nuestras desobediencias".
Paula, de 46 años, estuvo en la marcha con su hija Malena, de 12, una sobrina y una amiga que llegaron desde El Bolsón. Malena, como si hiciera falta, dice que pronto va a cumplir los 13, pero se sonríe dando conformidad cuando Página/12 le dice que está muy bien que haya venido a la marcha antes de cambiar de edad. Ella se muestra "muy contenta por la concurrencia, por la alegría", mientras que Silvina, de 17, y su amiga, recuerdan que "este es un día de lucha, no de festejo, pero igual aceptamos que nuestros familiares (padres, abuelos), nos hayan deseado un día feliz, que también lo puede ser por el hecho de estar juntas, luchando, en la calle".
Camila, la amiga, aclara que volvieron a Buenos Aires "para estudiar, porque acá tenemos mejores posibilidades". Ella es la que dice que "le pedí a mi novio y a mi papá que no me digan feliz día porque este es un día para conmemorar, aunque no me ofendo por lo que me dijeron porque sé que es un cambio que se va dando de a poco, pero nosotras vemos muchos hecho positivos que tienen que ver porque no está mal que festejemos por los logros, por los avances que estamos consiguiendo". Paula interviene para refrescar que cuando ella tenía la edad de su hija "nosotras vivíamos otra realidad y esto no tiene precio".
De la marcha participaron, enarbolando consignas y grabados que realizan en un taller de La Boca, un grupo de chicas que pertenecen al Frente Darío Santillán. En el taller trabajan "creando obras que tienen que ver con la lucha feminista". En la marcha vendían sus trabajos porque de esa manera, año a año, juntan "el dinero necesario para participar en los Encuentros Nacionales de Mujeres, además de brindarle a las alumnas la posibilidad de tener una salida laboral". La que lleva adelante el taller es Helen, una joven de 24 años que vive en la villa 21-24 del barrio porteño de Barracas.
Daiana forma parte de un grupo que hace "música feminista militante de resistencia" que se llama, precisamente, Femimúsica en Resistencia y que participa "de todas las marchas, no solo del feminismo sino de todo lo que consideramos importante para crear un mundo mejor". El grupo, de canto y música, dio un fervoroso show en vivo en la vereda del Teatro Avenida, donde interpretaron "canciones propias, en letra y música, que nosotras difundimos a través de las redes sociales y en la calle, como ahora". Y el resto lo dicen cantando: "Si estamos despiertas, las calle son nuestras, rompiendo las reglas, se va a caer, el patriarcado se va a caer".
La jornada de lucha, de compromiso permanente, tuvo festejo, alegría, como la presencia de un nutrido grupo de representantes de distintos pueblos originarios, todos residentes en la Ciudad y en la provincia de Buenos Aires, que entraron a la Avenida de Mayo por la 9 de Julio, interpretando música del altiplano, con letras dedicadas al acontecimiento multitudinario: "Qué bonito es estar con la luz y con la lucha, acompañadas por tus hermanas", es la frase central del aporte mezclado con quenas y un coro de sikus.
Al lado pasa una mujer vestida como si fuera un títere, "pero no del patriarcado", aclara por las dudas. La acompaña Florencia, quien cuenta que forman parte de La Calle de los Títeres, una agrupación que desde hace más de veinte año realiza funciones "para chicos y grandes" en la calle, frente a su sede, en Caseros al 1700, en Parque Patricios. En la Semana de la Mujer, los títulos de las obras son acordes al acontecimiento "para crear conciencia en los niños, desde niños, sobre nuestros derechos y para que ellos influyan sobre sus familias". Las funciones son todos los sábados y domingos, a partir de las 15.
Las pancartas, los grafitis, las remeras, llevan inscripciones que más que deseos son exigencias, gritos para terminar con la violencia machista, con el patriarcado, con toda injusticia: "Aborto sí, aborto no, eso lo decido yo"; "Estoy llegando, por todas las que no pudieron llegar"; "Mirá cómo nos ponemos frente al tarifazo"; "Hamburgesas beganas, especiales para compartir, especiales para resistir", pregona una vendedora; "Las vidas por salvar están en los grandes mataderos, no en nuestros ovarios"; "ESI y anteconceptivos para nuestra propia decisión" y "Ni una villera menos por abortos clandestinos", son dos de los gritos, desde los pasacalles, que hace La Garganta Poderosa.
La multitudinaria marcha, hace que resulte más que imprescindible, una obligación, que se escuchen los reclamos reunidos en el documento que se leyó en el cierre y que recuerda los resultados de tantas luchas. "Reivindicamos a todes les luchadores anónimes que son parte de nuestra historia. Homenajeamos a las activistas travesti/trans que abrieron caminos, dejaron un legado de lucha irrenunciable y dieron los pasos necesarios para la derogación de los edictos policiales, la conquista de la Ley de Identidad de Género y la Ley de cupo laboral travesti/trans" y se ponen de relieve los nombres de Mocha Celis, Nadia Echazú, Claudia Pía Baudracco, Maite Amaya, Lohana Berkins, Amancay Diana Sacayán, Pepa Gaitán, pero la lucha debe continuar porque "la revolución será feminista o no será", como gritan las paredes de la Avenida de Mayo.
8 de marzo: El feminismo vibra en Argentina en reclamo de igualdad
El paro internacional del 8M se celebró en todo el
país con marchas multitudinarias para exigir el fin de la violencia
machista ante un año electoral en el que se volverá a plantear la
legalización del aborto y la necesidad de políticas públicas para luchar
contra la discriminación de las mujeres.
La primera movilización en
Buenos Aires fue encabezada por empleadas despedidas de Coca-Cola y de
otras empresas que reclamaron durante la mañana por sus puestos de
trabajo. “Que lo vengan a ver, que lo vengan a ver, las mujeres enseñan
cómo luchar a la CGT (Confederación General del Trabajo)”, cantaban en
alusión a la principal central obrera del país.
La tercera huelga consecutiva que realizan
las mujeres en Argentina por el 8 de marzo reclamó una vez más el fin de
la violencia machista. Miles de mujeres recorrieron en Buenos Aires el
trayecto que comunica el Congreso con la sede de Gobierno, la Casa
Rosada, a lo largo de una Avenida de Mayo veraniega que colmaron con
bailes, cantos y malabares. En todas las provincias del país las
feministas pintaron sus rostros de morado y de verde, exhibieron sus
consignas y recordaron con carteles a las que ya no están.
Una mujer es asesinada cada 32 horas en Argentina.
En la jornada del 8M “hay un eje vertebrador, que es muy primario, y
tiene que ver con la demanda para que se termine la violencia machista,
que tiene su expresión más letal en los feminicidios”, explica a Público
la diputada nacional Lucila de Ponti, referente del Movimiento Evita.
“Necesitamos presupuesto y jerarquización de políticas orientadas a
cuidar la vida de las mujeres, a prevenir y a erradicar esa violencia
que se ha transformado casi en una constante”.
El sistema patriarcal que plantea una diferencia de
trato entre mujeres y varones en detrimento de las primeras no sólo
tiene su reclamo en el sistema de salud con la legalización del aborto.
También articula “una expresión económica a la hora de pensar en
nuestra integración al mercado laboral, en nuestras condiciones
salariales y de trabajo”, razona la legisladora.
Por otra parte, “nos hacemos cargos de la mayor
parte del trabajo no remunerado y de las tareas de cuidado en lo que
termina constituyendo una doble jornada laboral, sin que esto tenga
un reconocimiento económico ni esté expresado en políticas laborales
para deconstruir esta desigualdad”, añade De Ponti.
Marea verde
Las reivindicaciones feministas en Argentina
encontraron el año pasado su mayor momento de apogeo y visibilización
cuando instaron a que se legalizase el aborto legal, seguro y gratuito.
Ese reclamo fue cristalizado en el pañuelo verde que hoy muchas mujeres
llevan atados a sus bolsos y mochilas con un lema que traspasó
fronteras: “educación sexual para decidir, anticonceptivos para no
abortar, aborto legal para no morir”.
Distintos ámbitos conservadores y religiosos
espolearon, en contraposición, el color celeste y el rosa para rechazar
la legalización del aborto. Así llegó por primera vez al Congreso el
debate por la interrupción voluntaria del embarazo (IVE). El proyecto
aprobado en junio en la Cámara de Diputados fue finalmente tumbado en el
Senado en la madrugada del 9 de agosto, tras horas de discusión.
Pese al clamor predominante por la legalización del
aborto, en algunas provincias del interior del país, como Salta (norte) o
Tucumán (noroeste), se desafían las causales vigentes desde hace casi un siglo que sí permiten el aborto legal, es decir, cuando el embarazo se produce por una violación o cuando corre riesgo la salud o la vida de la gestante.
El Alto Comisionado para los Derechos Humanos de la
ONU (Acnudh) tuvo esta semana que llamar la atención al Estado después
de que una niña tucumana de once años que quedó embarazada tras ser
violada por el novio de su abuela viera postergado su derecho a abortar
por la intromisión de las autoridades provinciales, que dilataron el
proceso hasta que finalmente la niña fue sometida a una cesárea. Este
caso “pueden constituir tortura y malos tratos”, advirtió Naciones
Unidas.
Aires de campaña
La Campaña Nacional por el Derecho al Aborto Legal
Seguro y Gratuito volverá a presentar por octava vez consecutiva el
proyecto que no sólo aspira a ser sancionado de una vez en el Congreso,
sino que puede ser determinante en el debate público que precederá las
elecciones presidenciales y legislativas del 27 de octubre.
Atento a ello, el Gobierno de Mauricio Macri ha
reglamentado un año y cuatro meses después de su aprobación en el
parlamento la Ley de Paridad de Género, que intercala a mujeres y
varones en las listas electorales.
Embanderado en el movimiento feminista, el Ejecutivo presume de haber implementado el Plan de Primera Infancia, que prevé la asistencia a familias en situación vulnerable con espacios de cuidado
para niños de hasta cuatro años de edad; de haber lanzado el Plan
Nacional de Prevención del Embarazo en la Adolescencia, y de promover la
Ley Brisa, que otorga una ayuda económica a los hijos de víctimas de
feminicidio.
“El Gobierno tiene una actitud discursiva de querer
formar parte de esta lucha, pero esto no se expresa en la ejecución de
políticas”, revela la diputada De Ponti. “El Ejecutivo tan solo destina
11 pesos (0,24 euros) por mujer por año para erradicar la violencia
machista. Y además sólo ha ejecutado un 60 por ciento del presupuesto
destinado a estas políticas, insuficiente para que estas líneas de
acción tengan incidencia en la realidad”.
Si bien el presidente Mauricio Macri habilitó la
discusión de la IVE en el Congreso, aunque se manifestó personalmente en
contra de la legalización del aborto, “el Gobierno no tuvo una actitud
definida para que la ley se aprobase, y no hizo ningún esfuerzo para
traccionar los votos necesarios”, remarca la legisladora del Movimiento
Evita.
El Gobierno advirtió en la víspera del 8 de marzo
que descontarían el día de paro a las trabajadoras que se adhirieran a
la huelga, de acuerdo a un correo que envió del director de coordinación
interministerial de recursos humanos, Martín Ilía, a los organismos
públicos.
El empoderamiento de las mujeres ha sido de tal
magnitud que hasta las actrices de este país se unieron en un colectivo
para denunciar la violación que sufrió una de ellas, lo que convirtió en
emblema el “mirá cómo nos ponemos”. El reclamo por la igualdad de
oportunidades ha llevado a la vanguardia el movimiento feminista en
Argentina, pese a un Estado todavía renuente a legalizar el aborto y a
luchar de manera efectiva contra la violencia machista.
El 8M recorrerá todo el país
Redacción - Infoydata.com
Un centenar de mujeres se reunieron este viernes por la mañana frente al Monumento “Canto al Trabajo” —en el marco de un nuevo paro internacional feminista que finalizará esta tarde con una gran movilización desde el Congreso de la Nación hasta Plaza de Mayo— para informar a los medios de comunicación de las propuestas y consignas de las mujeres nucleadas en centrales sindicales y de la economía popular.
Representantes de la CTA Autónoma, la Confederación General del Trabajo (CGT), la CTA de los Trabajadores, la Corriente Federal, Barrios de Pie, la Corriente Clasista y Combativa (CCC), la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo (CNCT) y el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) explicaron las razones de este paro y movilización en unidad.
Reunidas bajo la consigna “NO al FMI. Mujeres Sindicalistas”, en el marco del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, señalaron que “el modelo económico del gobierno de Macri de ajuste, recesión, despidos nos golpea doblemente como trabajadoras y como mujeres, por eso reivindicamos como horizonte el reclamo de trabajo digno para todas y todos. Por políticas públicas efectivas que garanticen la accesibilidad real al mundo del trabajo. Por el proyecto de ley de equidad de género e igualdad de oportunidades de las trabajadoras”.
La dirigente de los docentes universitarios recordó que la lucha feminista “está en las calles desde hace años” con experiencias como la “marea verde” desde donde “hemos bancado vigilias, hemos protagonizado enormes luchas exigiendo políticas públicas que puedan prevenir, sancionar y erradicar la violencia de género”
Baigorria repudió también “la timba financiera que nos trajo este gobierno desde el primer día con políticas de cesantías, de vaciamiento de los centros estratégicos, de los polos científico-tecnológicos, el basureo y ninguneo contra los estatales, la caída del empleo privado, los comercios que cierran, las economías que quiebran, los millones de trabajadores que padecen la precarización y la expulsión del mercado del trabajo”.
“Las trabajadoras —continuó— somos las más pobres de esta economía que, además, soportamos la brecha salarial más amplia de los últimos 20 años, a este atropello le venimos a decir hoy ¡basta!, porque queremos que se respeten nuestros derechos, porque queremos un Estado presente, un gobierno que implemente políticas públicas para que haya educación, salud, ciencia, tecnología, vivienda, trabajo digno”.
La representante de la CTA Autónoma sostuvo que “somos la mujeres las que le ponemos el cuerpo al ajuste, a la entrega, a la represión, al saqueo de nuestros recursos naturales, a una economía que se cae a pedazos y, por eso, digo que al ajuste de Macri lo seguimos enfrentando en las calles y en las urnas en el mes de octubre para tener un gobierno que se encargue de nuestro pueblo para que no siga sometido a la entrega, al hambre, a la miseria y a la indignidad”.
Por último, Baigorria subrayó un hito contra la violencia de género en la CTA-A: “El 27 de diciembre hemos aprobado por unanimidad en nuestra organización el protocolo para prevenir, intervenir y sancionar a la violencia de género en nuestros sindicatos, porque en nuestras organizaciones también hay violencia y no queremos más esa violencia en ningún sector”. Y exigió: “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”.
Acompañaron a Baigorria en la conferencia de prensa la secretaria de Género e Igualdad de Oportunidades, Silvia León, la secretaria de Previsión Social, Olivia Ruiz, y otras dirigentes de organizaciones de base de la CTA.
· Soportan más tasa de desempleo.
· Los sectores en los que son mayoría están peor pagados.
· Dedican el doble de horas al hogar, el cuidado y la familia.
· La brecha de género en los cuidados y las tareas domésticas tardará 209 años en cerrarse al ritmo actual.
· El techo del macho: pocas mujeres en cargos de dirección.
· La precariedad laboral es mayor en las mujeres que en los hombres.
· El 90% de las víctimas de abuso sexual son mujeres.
* Equipo de Comunicación de la CTA Nacional
El 8M comenzará a las 17
hs con una movilización que saldrá de Congreso y se dirigirá a Plaza de
Mayo en donde se leerá un documento.
Las trabajadoras nucleadas en las Centrales Sindicales y la Economía Popular concentrarán a las 16 hs en Belgrano y 9 de Julio.
En un comunicado dieron a conocer sus reclamos:
1- El modelo económico del Gobierno de Macri
de ajuste, recesión, despedidos/as, nos golpea doblemente, como
trabajadoras y como mujeres, por eso reivindicamos como horizonte el
reclamo de trabajo digno para todas y todos. Por políticas públicas
efectivas que garanticen la accesibilidad real al mundo del trabajo. Por
el proyecto de Ley de Equidad de Género e Igualdad de Oportunidades de
las Trabajadoras.
2- Porque el feminismo es con todes: cupo laboral travesti, trans ya.
3- Porque trabajadoras somos todas,
necesitamos políticas públicas para que reconozcan el trabajo no
remunerado de gestión del cuidado y el hogar: jardines
materno-paternales en los lugares de trabajo, barrios y lugares de
estudio, licencias y sistema de la seguridad social inclusivo. Porque
trabajamos toda nuestra vida y somos el 70% de las personas afectadas
por la Reforma Previsional, queremos jubilaciones dignas.
4- Porque sabemos que en contexto de ajuste
económico se incrementan las violencias. Porque el ajuste es violencia,
exigimos la implementación efectiva de la Ley 26.485 y que se garantice
un presupuesto para estrategias de prevención y erradicación de todo
tipo de violencia que sufrimos las mujeres en todos los ámbitos donde
nos desarrollamos. En particular, creemos urgente y necesaria la
promoción de políticas por la independencia económica y habitacional
para todas las mujeres, travestis, lesbianas y trans víctimas de
violencias, especialmente para las mujeres de los sectores más
desprotegidos. Declaración de la Emergencia Nacional en Violencia contra
las Mujeres ya. Por promotoras barriales en prevención de violencia.
5- Porque queremos educación sexual para
decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto legal, seguro y
gratuito para no morir.
6- Porque defendemos la democracia, pedimos el
respeto al Estado de derecho y la Constitución, el cese a la
persecución, la represión a las manifestaciones y libertad a todxs lxs
presxs políticxs.
7- Porque rechazamos la Reforma Previsional,
que vuelve a desconocer el trabajo no formal de las mujeres; la Reforma
Laboral, que pretende destruir un siglo de conquistas de lxs
trabajadorxs, y las políticas implementadas por el Gobierno de Macri
acordadas con el FMI, es que estamos aquí demostrando la más amplia
unidad de todos los sectores golpeados por este modelo económico en un
gran frente de mujeres de las Centrales Sindicales, movimientos sociales
y la economía popular, en el camino de derrotar esta política de
hambre, ajuste, entrega y represión para finalmente conquistar la
felicidad del pueblo.
Las mujeres convocantes son integrantes de la
Corriente Federal de Trabajadores de la CGT, CTA Autónoma, Confederación
General del Trabajo (CGT), CTA de los Trabajadores, Barrios de Pie,
Corriente Clasista y Combativa, CTEP, Confederación Nacional de
Cooperativas de Trabajo (CNCT) y Sindicato de Prensa de Buenos Aires
(SIPREBA).
Desde las 8.30 hs se realizará una conferencia
de prensa en el monumento Canto al Trabajo, ubicado en Paseo Colón al
800 de la Ciudad de Buenos Aires
No solo en CABA
La característica de este 8M es que será de
carácter nacional, Si bien el acto con mayor convocatoria será el de
Capital Federal las movilizaciones se harán sentir en las provincias y
ciudades más importantes del interior.
En Mar del Plata la
Multisectorial de la Mujer, integrante del movimiento de Mujeres,
concentrará a las 17 hs en monumento a San Martín (Luro y Mitre) y la
marcha comenzará una hora más tarde.
Desde el sector exigen la erradicación
“definitiva” de la discriminación y violencia laboral que las
mujeres, travestis y trans soportan a diario en sus trabajos pero, en
este año en particular, los reclamos tienen que ver con el rechazo a
la flexibilización laboral gobierno, a los despidos de miles de
trabajadores y al cierre de fábricas, entre otros puntos. En el cierre
de la jornada está prevista la realización de un festival artísitico.
En San Nicolás la
concentración es a las 18.30 hs en Plaza Mitre y será bajo las
consignas: Contra el ajuste reclamamos puestos de trabajo. Igual
salario por igual trabajo. Cupo laboral para las compañeras trans. Ley
de emergencia en violencia de genero “ya”. Apertura de la casa de
abrigo aprobada por el HDC y el ejecutivo.
Participan de la movilización: ATE, CTA-A,
CTA-T, Frente de mujeres Evita, CCC, UOM, Las Mariposas, Mus,CEPA, PTP,
Mesa Memoria y Justicia, Peronismo Emiliano, La Campora, Unidad
Ciudadana, ATTTA San Nicolas, AJB.
En La Rioja Capital el
Colectivo de Ni una Menos (CTEP, Movimiento Evita, CCC) convocan a las
20 hs a una Marcha que tendrá como lugar de concentración Plaza
principal 25 de Mayo frente a la Catedral.
En Comodoro Rivadavia se
realizará un acto y Movilización a las 18hs desde Plaza Kompuchewe (San
Martin y España). Convocan CTA-de los Trabajadores,CTA-Autonoma,CGT,
ATECH Sur, SITRAJUCH, Movimiento Evita, MTE, CCC.
En San Salvador de Jujuy
habrá una Radio Abierta desde las 15.30 hs con posterior Marcha junto a
la Multisectorial de Mujeres (Sindicatos y Organizaciones Sociales y
Mujeres: C.C.C., CTEP, Barrios de Pie, MTE, A.T.A.V.I., ATE, CEDEMS,
APUAP, AWKASISA, A.T.D., Casa de la Mujer Maria Conti, Rosita Aliaga,
C.T.A.A., Mujeres Unidas, Noa Diversa)
En Rosario la convocatoria
central será a las 17 en Plaza San Martín para comenzar a marchar a las
18. El recorrido será: Santa Fe, Oroño, Mendoza, San Martín, San Luis,
Buenos Aires, Córdoba, Parque Nacional a la Bandera. Allí se leerá una
proclama y habrá un pañuelazo, un festival de cierre con bandas,
ponencias e intervenciones artísticas.
El Concejo resolvió a través de un decreto que
entre las 15 y las 23.45 el Transporte Urbano de Pasajeros sea
gratuito en pos de garantizar el acceso a la marcha.
Participarán del 8M las Empleadas de Comercio,
Municipales, Festram, Bancarias, docentes, Prensa, Sanidad,
Recolectoras, Peajes, Vidrio, Telefónicas, Correo, Puertos, Camioneras,
Puertos, Aguas, Petroquímicas, Químicas, de los movimientos sociales y
partidos políticos.
En Posadas la concentración sera en el Mastil a las 16 hs, de ahi a la plaza 9 de Julio donde concluira con un gran acto.
Convocan “Mujeres de la CCC, Ni Una Menos, Ni
Un Pibe Menos Por La Droga, las Mujeres trabajadorxs,mujeres trans,
lesbianas, bisexuales, intersexaales, pansexuales, y queers, Isadora, La
Dignidad, PTD/PO, PC, FJC, MPL, La Misionerita Libres Del Sur, Progrem,
La Poderosa, Mumala, Praxis, Mov Evita, Mujeres Valientes , Pays ,ATE,
CTA ,13 Rosas, Fumid De La Calle a la Dignidad.”
Reivindican los siguientes puntos: Por Igual
salario ,por igual trabajo, NO a la reforma laboral 82% móvil, Basta de
despidos y suspensiones, Reincorporación de todos los despidos,
Trabajo genuino, No a la criminalizacion de la protesta, Castigo a los
responsable del intento de asesinato a la compañera Julia Rosales, No
al ajuste de Macri, NO al FMI, Declaración nacional de emergencia de
violencia hacia las MUJERES “vivas, libres y con trabajo nos queremos” y
“Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y
aborto legal para no morir”.
En San Luís, la concentración
es en la puerta del Correo Argentino frente a la Plaza Pringles; para
posteriormente marchar por la ciudad bajo las consignas: No a la
feminización de la pobreza. Basta de despidos. Fin de la brecha
salarial. Cupo trans. Basta de todo tipo de violencia. Licencia por
violencia de género. Presupuesto para políticas de género.
Convocan a la marcha CTA, ADU,APTS,SIDIU,
ATE, MPEADU, APTS, ASDE, ATE, CCC, CORRIENTE NACIONAL LOHANA BERKINS-PC,
CTA AUTÓNOMA, CTA DE LOS TRABAJADORES, JCR, LA CAMPORA, LELIKENUN,
MOVIMIENTO EVITA, MUMALÁ, NUEVO ENCUENTRO, SAN LUIS INDEPENDIENTE,
SIDIU, AUTOCONVOCADAS, SIDIU- CONADU y otras.
Día Internacional de la Mujer Trabajadora
#8M: Igualdad, Trabajo y Unidad
Viernes 8 de marzo de 2019, por *
Las
mujeres sindicalistas y de la economía popular denunciaron este viernes
que “el gobierno de (Mauricio) Macri de ajuste, recesión y despidos nos
golpea doblemente, como trabajadoras y como mujeres”. Además, se sumaron
al paro internacional feminista bajo el lema “Igualdad, trabajo,
unidad”. “Estamos juntas en la lucha contra el ajuste macrista”, bramó
Claudia Baigorria, Secretaria Adjunta de la CTA-Autónoma durante la
conferencia de prensa que se realizó hoy en el Monumento “Canto al
trabajo” en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Un centenar de mujeres se reunieron este viernes por la mañana frente al Monumento “Canto al Trabajo” —en el marco de un nuevo paro internacional feminista que finalizará esta tarde con una gran movilización desde el Congreso de la Nación hasta Plaza de Mayo— para informar a los medios de comunicación de las propuestas y consignas de las mujeres nucleadas en centrales sindicales y de la economía popular.
Representantes de la CTA Autónoma, la Confederación General del Trabajo (CGT), la CTA de los Trabajadores, la Corriente Federal, Barrios de Pie, la Corriente Clasista y Combativa (CCC), la Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo (CNCT) y el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (SiPreBA) explicaron las razones de este paro y movilización en unidad.
Reunidas bajo la consigna “NO al FMI. Mujeres Sindicalistas”, en el marco del Día Internacional de la Mujer Trabajadora, señalaron que “el modelo económico del gobierno de Macri de ajuste, recesión, despidos nos golpea doblemente como trabajadoras y como mujeres, por eso reivindicamos como horizonte el reclamo de trabajo digno para todas y todos. Por políticas públicas efectivas que garanticen la accesibilidad real al mundo del trabajo. Por el proyecto de ley de equidad de género e igualdad de oportunidades de las trabajadoras”.
Baigorria: “Las mujeres le ponemos el cuerpo al juste”
La apertura de la conferencia estuvo a cargo de la secretaria Adjunta de la CTA Autónoma, Claudia Baigorria. “Feliz día de lucha a todas las trabajadoras de nuestra patria; venimos una vez más, en este histórico monumento, a ratificar el compromiso de unidad en la lucha de toda la clase trabajadora, unidad que más que nunca necesitamos ante el brutal ajuste que estamos padeciendo por parte del gobierno de Macri a partir de órdenes directas del Fondo Monetario Internacional”, subrayó.La dirigente de los docentes universitarios recordó que la lucha feminista “está en las calles desde hace años” con experiencias como la “marea verde” desde donde “hemos bancado vigilias, hemos protagonizado enormes luchas exigiendo políticas públicas que puedan prevenir, sancionar y erradicar la violencia de género”
Baigorria repudió también “la timba financiera que nos trajo este gobierno desde el primer día con políticas de cesantías, de vaciamiento de los centros estratégicos, de los polos científico-tecnológicos, el basureo y ninguneo contra los estatales, la caída del empleo privado, los comercios que cierran, las economías que quiebran, los millones de trabajadores que padecen la precarización y la expulsión del mercado del trabajo”.
“Las trabajadoras —continuó— somos las más pobres de esta economía que, además, soportamos la brecha salarial más amplia de los últimos 20 años, a este atropello le venimos a decir hoy ¡basta!, porque queremos que se respeten nuestros derechos, porque queremos un Estado presente, un gobierno que implemente políticas públicas para que haya educación, salud, ciencia, tecnología, vivienda, trabajo digno”.
La representante de la CTA Autónoma sostuvo que “somos la mujeres las que le ponemos el cuerpo al ajuste, a la entrega, a la represión, al saqueo de nuestros recursos naturales, a una economía que se cae a pedazos y, por eso, digo que al ajuste de Macri lo seguimos enfrentando en las calles y en las urnas en el mes de octubre para tener un gobierno que se encargue de nuestro pueblo para que no siga sometido a la entrega, al hambre, a la miseria y a la indignidad”.
Por último, Baigorria subrayó un hito contra la violencia de género en la CTA-A: “El 27 de diciembre hemos aprobado por unanimidad en nuestra organización el protocolo para prevenir, intervenir y sancionar a la violencia de género en nuestros sindicatos, porque en nuestras organizaciones también hay violencia y no queremos más esa violencia en ningún sector”. Y exigió: “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar, aborto legal para no morir”.
Acompañaron a Baigorria en la conferencia de prensa la secretaria de Género e Igualdad de Oportunidades, Silvia León, la secretaria de Previsión Social, Olivia Ruiz, y otras dirigentes de organizaciones de base de la CTA.
Razones para una huelga feminista
· Trabajan más y cobran menos.· Soportan más tasa de desempleo.
· Los sectores en los que son mayoría están peor pagados.
· Dedican el doble de horas al hogar, el cuidado y la familia.
· La brecha de género en los cuidados y las tareas domésticas tardará 209 años en cerrarse al ritmo actual.
· El techo del macho: pocas mujeres en cargos de dirección.
· La precariedad laboral es mayor en las mujeres que en los hombres.
· El 90% de las víctimas de abuso sexual son mujeres.
* Equipo de Comunicación de la CTA Nacional
Un río sin orillas
Paro
es nombre de muchas acciones. Huelga en algunos lugares, asamblea en
otros, campañas, debates, acampes, movilizaciones. En estos años le
fuimos llamando paro a esa proliferación de peleas, a invenciones y
recorridos. Paro es lo que se hace un 8 de marzo. El 8 funciona como
ocasión para que salga a la luz el río profundo de las rebeldías, que
corre y agrieta la tierra aun cuando no lo vemos, río cuyo sonido a
veces se nos aparece rumoroso y lejano, casi fantasmal, y otras hace
temblar la tierra. Los 8 de marzo nombramos paro a la salida callejera
de ese río, a lo que se va componiendo en los días previos, a la insomne
conspiración que tiene miles de núcleos, activismos, conjuradas. A
veces se conspira mejor y otras peor, porque los feminismos no pueden
esquivar las lógicas de mutuo maloneo, de apropiación, de ceguera, de
embestida contra lo hecho en común, pero hay 8 porque esa multiplicidad
es vital, incómoda, inapropiable. Pasan cosas, muchas cosas, entre una
fecha y otra. O, mejor dicho, hacemos que pasen muchas cosas, nada de
sucesos naturales ni de puro azar.
En los días previos a este 8, un conjunto de profesoras universitarias e investigadoras del sistema de ciencia y técnica hizo una campaña en redes dando cuenta de la misoginia que estructura roles y prácticas dentro de las universidades. Desde los comentarios escuchados sobre la maternidad (“le mandás a tu director el índice de la tesis. No lo comenta, pero te dice que no se te ocurra quedar embarazada”) hasta la consabida distribución de roles donde a las compañeras nos suele quedar la tarea de gestionar la jornada, acordarse del agua y los vasitos, ya que somos tan organizadas. Todo superpuesto a otras jerarquías, que implican distribución de tareas administrativas y docentes. En el sistema universitario argentino sólo hay un 11 por ciento de rectoras. Pero ese escuálido índice refleja la escasez de mujeres en los puestos más altos de las jerarquías de la carrera docente. La discusión sobre cupos y paridad atraviesa varias universidades. Si en los primeros tiempos del tembladeral feminista la urgencia fue crear dispositivos –protocolos y procedimientos– para recibir y acompañar denuncias por violencia de género, el paso siguiente fue la discusión de cupos para que las rutinas no fueran tan tenaces en seleccionar varones para los cargos directivos. Aún hay universidades cuyos consejeros superiores son todos hombres. Durante 2018 se comenzó a construir la red de Feministas Universitarias del Conurbano, para recoger y articular las experiencias organizativas pero también para construir una comprensión de las nuevas universidades, del modo en que se traman con las organizaciones sociales, los barrios, los activismos. Surgen de allí cuestiones nuevas para las universidades pero también para los feminismos.
No solo denunciamos y cuestionamos, también el río profundo abre la pregunta de qué leemos, cómo leemos, desde qué epistemologías, desde que perspectivas. ¿Hay autoras en los programas? No es diferente esa cuestión a la que se planteó en las artes plásticas, la literatura, la música, el teatro. La respuesta centrada en la idea de calidad –la que le brotó a un organizador de un festival de rock, muñeco del ventrilocuo patriarcado–, tan inmediata y tan extendida, obliga a preguntarse no sólo por qué hay menos mujeres produciendo arte o ciencia (si es que son menos) y segundo, y más fundamental, cómo se construyen los criterios de calidad: el modo en que se forja y define lo que es bueno y qué no lo es, qué merece ser coleccionable y qué quedar a las puertas o en los depósitos del museo, qué textos volverse pedagogía y cuáles arrojarse al olvido.
La discusión sobre el canon del conocimiento, sobre la composición de las bibliografías, que se viene amasando en las universidades, obliga a una investigación sobre las autoras existentes pero opacadas, a la lectura de las contemporáneas, a la revisión de los automatismos que nos arroja en los brazos de los padres de cada disciplina. Pero también a ir más allá del cupo o de la parte, para construir otros criterios valorativos y otros modos de conocer. Angela Davis llama metodología feminista a la búsqueda de cruces, afinidades, conexiones, entre cuestiones que aparecen separadas, descubrir lo que debe ser conectado más allá de las apariencias. Julieta Kirkwood aporta historia feminista a la construcción de una genealogía de los momentos en que algo se descubre o se inventa, un mecanismo se pone en crisis, una nueva perspectiva aparece. Entre esas dos preguntas, la que hace estallar lo estanco de las clasificaciones para buscar lo que es afín aunque impensado –estallido de la racionalidad imperante– y la de los conflictos antes que los datos positivos, se configura una discusión con las lógicas académicas y la supuesta neutralidad del saber.
Esa querella debe cruzarse con otras, alimentarse de las pullas que otras rebeliones dieron en el campo del conocimiento y de sus regulaciones y acreditaciones, conjugarse con las que provienen del cuestionamiento a otras jerarquías. Pedir cupos e ir más allá de los cupos, renovar las bibliografías pero no para aceptar que bajo nombres de mujer la reposición de cientificismos desproblematizados, construir modos de conocer y nuevos lenguajes. El paro, interrupción y apertura, es momento, también, de revisar todo.
BRASIL
En los días previos a este 8, un conjunto de profesoras universitarias e investigadoras del sistema de ciencia y técnica hizo una campaña en redes dando cuenta de la misoginia que estructura roles y prácticas dentro de las universidades. Desde los comentarios escuchados sobre la maternidad (“le mandás a tu director el índice de la tesis. No lo comenta, pero te dice que no se te ocurra quedar embarazada”) hasta la consabida distribución de roles donde a las compañeras nos suele quedar la tarea de gestionar la jornada, acordarse del agua y los vasitos, ya que somos tan organizadas. Todo superpuesto a otras jerarquías, que implican distribución de tareas administrativas y docentes. En el sistema universitario argentino sólo hay un 11 por ciento de rectoras. Pero ese escuálido índice refleja la escasez de mujeres en los puestos más altos de las jerarquías de la carrera docente. La discusión sobre cupos y paridad atraviesa varias universidades. Si en los primeros tiempos del tembladeral feminista la urgencia fue crear dispositivos –protocolos y procedimientos– para recibir y acompañar denuncias por violencia de género, el paso siguiente fue la discusión de cupos para que las rutinas no fueran tan tenaces en seleccionar varones para los cargos directivos. Aún hay universidades cuyos consejeros superiores son todos hombres. Durante 2018 se comenzó a construir la red de Feministas Universitarias del Conurbano, para recoger y articular las experiencias organizativas pero también para construir una comprensión de las nuevas universidades, del modo en que se traman con las organizaciones sociales, los barrios, los activismos. Surgen de allí cuestiones nuevas para las universidades pero también para los feminismos.
No solo denunciamos y cuestionamos, también el río profundo abre la pregunta de qué leemos, cómo leemos, desde qué epistemologías, desde que perspectivas. ¿Hay autoras en los programas? No es diferente esa cuestión a la que se planteó en las artes plásticas, la literatura, la música, el teatro. La respuesta centrada en la idea de calidad –la que le brotó a un organizador de un festival de rock, muñeco del ventrilocuo patriarcado–, tan inmediata y tan extendida, obliga a preguntarse no sólo por qué hay menos mujeres produciendo arte o ciencia (si es que son menos) y segundo, y más fundamental, cómo se construyen los criterios de calidad: el modo en que se forja y define lo que es bueno y qué no lo es, qué merece ser coleccionable y qué quedar a las puertas o en los depósitos del museo, qué textos volverse pedagogía y cuáles arrojarse al olvido.
La discusión sobre el canon del conocimiento, sobre la composición de las bibliografías, que se viene amasando en las universidades, obliga a una investigación sobre las autoras existentes pero opacadas, a la lectura de las contemporáneas, a la revisión de los automatismos que nos arroja en los brazos de los padres de cada disciplina. Pero también a ir más allá del cupo o de la parte, para construir otros criterios valorativos y otros modos de conocer. Angela Davis llama metodología feminista a la búsqueda de cruces, afinidades, conexiones, entre cuestiones que aparecen separadas, descubrir lo que debe ser conectado más allá de las apariencias. Julieta Kirkwood aporta historia feminista a la construcción de una genealogía de los momentos en que algo se descubre o se inventa, un mecanismo se pone en crisis, una nueva perspectiva aparece. Entre esas dos preguntas, la que hace estallar lo estanco de las clasificaciones para buscar lo que es afín aunque impensado –estallido de la racionalidad imperante– y la de los conflictos antes que los datos positivos, se configura una discusión con las lógicas académicas y la supuesta neutralidad del saber.
Esa querella debe cruzarse con otras, alimentarse de las pullas que otras rebeliones dieron en el campo del conocimiento y de sus regulaciones y acreditaciones, conjugarse con las que provienen del cuestionamiento a otras jerarquías. Pedir cupos e ir más allá de los cupos, renovar las bibliografías pero no para aceptar que bajo nombres de mujer la reposición de cientificismos desproblematizados, construir modos de conocer y nuevos lenguajes. El paro, interrupción y apertura, es momento, también, de revisar todo.
BRASIL
El movimiento feminista toma las calles de Brasil y repudia a Bolsonaro
por EFE 9 marzo, 2019 - EL MOSTRADOR (Chile)
La marea violeta protestó en contra del Gobierno del
presidente Jair Bolsonaro, quien en numerosas ocasiones ha empleado un
discurso machista y racista, y también en contra de la reforma de las
pensiones.
El movimiento feminista tomó este viernes 8 de marzo, Día
Internacional de la Mujer, las calles de Brasil mostrando un total
rechazo a la violencia machista y a la discriminación que sufre la mujer
día a día, en el quinto país con mayor tasa de feminicidios del mundo.
La marea violeta protestó en contra del Gobierno del presidente Jair Bolsonaro, quien en numerosas ocasiones ha empleado un discurso machista y racista, y también en contra de la reforma de las pensiones.
Además, fue fuerte el grito a favor de la sororidad, término que se emplea para referirse a la solidaridad entre mujeres y que lucha en contra de la idea de la "competencia" femenina, al igual que las protestas a favor del aborto.
En Brasil, más de 16 millones de mujeres mayores de 16 años sufrieron algún tipo de violencia durante el último año y, de ellas, 536 fueron víctimas de agresión física en promedio cada hora, según un estudio divulgado en febrero por el Foro Brasileño de Seguridad Pública y Datafolha.
Una de las principales protagonistas de las protestas feministas fue la concejala y activista brasileña Marielle Franco, brutalmente asesinada a tiros hace casi un año en el centro de Río de Janeiro y cuyo crimen sigue en la impunidad.
Durante las manifestaciones se vieron muchas mujeres con pancartas y camisetas que hacían referencia a la concejala asesinada y que tenían consignas como "Lute como uma garota" (luche como una chica), "Parem de nos matar" (paren de matarnos), "Bolsonazi"o "el futuro tiene cara de mujer".
En Río de Janeiro, la manifestación por el día de la mujer empezó cerca de las 16.30 hora local (19.30 GMT) en el centro de la ciudad, frente a la iglesia de La Candelaria.
Un busto de Marielle Franco y otro de la pintora Frida Kahlo desfilaron por la manifestación, en representación de mujeres que tuvieron una fuerte presencia histórica e influyeron en la lucha feminista.
También en Río hubo una fuerte presencia de la corriente del feminismo negro, que ilustra la realidad de las mujeres negras, quienes a la fuerte discriminación que sufren por su sexo tienen que sumarle la segregación a causa de su color de piel.
"Estoy aquí para reivindicar el derecho de luchar contra el fascismo, por los derechos y vida de las mujeres", declaró a Efe Silvia de Mendoza, una de las asistentes a la manifestación.
La protesta en la ciudad más emblemática de Brasil adquirió un fuerte
tono político y además de lemas feministas se pudieron escuchar gritos a
favor del expresidente Luiz Inácio Lula da Silva, el más popular líder
de la izquierda brasileña, encarcelado en abril del año pasado por
corrupción.
La joven de 25 años Karen de Carvalho Santos explicó a Efe que "es muy importante que las mujeres tengan visibilidad para que se entienda el momento que se está viviendo".
El asedio en el transporte público, los piropos callejeros, los besos forzados, el no reconocimiento en el ámbito laboral, la brecha salarial o las dificultades en el mundo académico fueron algunos de los puntos que mencionó la joven como actitudes machistas que se sufren día a día, sin contar el maltrato, las violaciones o los asesinatos.
"Quiero luchar por mis derechos, quiero igualdad, quiero ser libre, estamos aquí y no aceptamos ser reprimidas, ser asesinadas", añadió Isabele Lis.
En Sao Paulo, la ciudad más poblada de Brasil, las manifestaciones por la conmemoración del Día de la Mujer se concentraron desde las 18.30 hora local (21.30 GMT) frente al icónico Museo de Arte de la ciudad (MASP), donde las consignas contra el presidente Jair Bolsonaro, la reforma de pensiones y la violencia contra la mujer fueron protagonistas.
Ingrid Urbam, una joven estudiante de Ingeniería de Producción que estaba en la manifestación con su hija en hombros y que habló con Efe, pidió un futuro mejor para su pequeña así como justicia y equidad para las mujeres en Brasil.
"En América del Sur, Brasil es el peor lugar para ser niña. Es lo que yo le hablo y espero que ella entienda. Y que en un futuro ella pueda vivir en un mundo mejor para todos", señaló.
La situación para Carina Martins, del Movimiento por la soberanía popular en la minería (MAM), empeora cuando se trata de mujeres que pertenecen a minorías étnicas o sociales.
"Esto es mucho más fuerte cuando las mujeres son negras, o están en el campo rural o tienen baja escolarización. Nos corresponde a las mujeres hacer denuncias extraordinarias y luchar por nuestros derechos", enfatizó a Efe.
Más de 11.000 mujeres brasileñas denunciaron ser víctimas de violencia entre enero y febrero de este año, lo que supone un incremento de 19,9 % en comparación con el mismo período de 2018, informó este viernes el Gobierno.
La manifestación en el centro de la ciudad de São Paulo reunió cerca de 50 mil personas este viernes (08) / Marcelo Cruz
La marea violeta protestó en contra del Gobierno del presidente Jair Bolsonaro, quien en numerosas ocasiones ha empleado un discurso machista y racista, y también en contra de la reforma de las pensiones.
Además, fue fuerte el grito a favor de la sororidad, término que se emplea para referirse a la solidaridad entre mujeres y que lucha en contra de la idea de la "competencia" femenina, al igual que las protestas a favor del aborto.
En Brasil, más de 16 millones de mujeres mayores de 16 años sufrieron algún tipo de violencia durante el último año y, de ellas, 536 fueron víctimas de agresión física en promedio cada hora, según un estudio divulgado en febrero por el Foro Brasileño de Seguridad Pública y Datafolha.
Una de las principales protagonistas de las protestas feministas fue la concejala y activista brasileña Marielle Franco, brutalmente asesinada a tiros hace casi un año en el centro de Río de Janeiro y cuyo crimen sigue en la impunidad.
Durante las manifestaciones se vieron muchas mujeres con pancartas y camisetas que hacían referencia a la concejala asesinada y que tenían consignas como "Lute como uma garota" (luche como una chica), "Parem de nos matar" (paren de matarnos), "Bolsonazi"o "el futuro tiene cara de mujer".
En Río de Janeiro, la manifestación por el día de la mujer empezó cerca de las 16.30 hora local (19.30 GMT) en el centro de la ciudad, frente a la iglesia de La Candelaria.
Un busto de Marielle Franco y otro de la pintora Frida Kahlo desfilaron por la manifestación, en representación de mujeres que tuvieron una fuerte presencia histórica e influyeron en la lucha feminista.
También en Río hubo una fuerte presencia de la corriente del feminismo negro, que ilustra la realidad de las mujeres negras, quienes a la fuerte discriminación que sufren por su sexo tienen que sumarle la segregación a causa de su color de piel.
"Estoy aquí para reivindicar el derecho de luchar contra el fascismo, por los derechos y vida de las mujeres", declaró a Efe Silvia de Mendoza, una de las asistentes a la manifestación.
La joven de 25 años Karen de Carvalho Santos explicó a Efe que "es muy importante que las mujeres tengan visibilidad para que se entienda el momento que se está viviendo".
El asedio en el transporte público, los piropos callejeros, los besos forzados, el no reconocimiento en el ámbito laboral, la brecha salarial o las dificultades en el mundo académico fueron algunos de los puntos que mencionó la joven como actitudes machistas que se sufren día a día, sin contar el maltrato, las violaciones o los asesinatos.
"Quiero luchar por mis derechos, quiero igualdad, quiero ser libre, estamos aquí y no aceptamos ser reprimidas, ser asesinadas", añadió Isabele Lis.
En Sao Paulo, la ciudad más poblada de Brasil, las manifestaciones por la conmemoración del Día de la Mujer se concentraron desde las 18.30 hora local (21.30 GMT) frente al icónico Museo de Arte de la ciudad (MASP), donde las consignas contra el presidente Jair Bolsonaro, la reforma de pensiones y la violencia contra la mujer fueron protagonistas.
Ingrid Urbam, una joven estudiante de Ingeniería de Producción que estaba en la manifestación con su hija en hombros y que habló con Efe, pidió un futuro mejor para su pequeña así como justicia y equidad para las mujeres en Brasil.
"En América del Sur, Brasil es el peor lugar para ser niña. Es lo que yo le hablo y espero que ella entienda. Y que en un futuro ella pueda vivir en un mundo mejor para todos", señaló.
La situación para Carina Martins, del Movimiento por la soberanía popular en la minería (MAM), empeora cuando se trata de mujeres que pertenecen a minorías étnicas o sociales.
"Esto es mucho más fuerte cuando las mujeres son negras, o están en el campo rural o tienen baja escolarización. Nos corresponde a las mujeres hacer denuncias extraordinarias y luchar por nuestros derechos", enfatizó a Efe.
Más de 11.000 mujeres brasileñas denunciaron ser víctimas de violencia entre enero y febrero de este año, lo que supone un incremento de 19,9 % en comparación con el mismo período de 2018, informó este viernes el Gobierno.
FEMINISMO
El 8 de marzo: mujeres de Brasil alaban a Marielle Franco y critican a Bolsonaro
Hubo protestas en todos los estados del país; en São Paulo, 50 mil se reunieron en la avenida Paulista
Este
jueves, 8 de marzo, miles de brasileñas salieron a las calles para
celebrar el Día Internacional de Lucha de las Mujeres. Bajo la consigna
“Por la vida de las mujeres, somos todas Marielle”, tomaron las calles
del país para protestar contra el desmantelamiento de la Seguridad
Social, el aumento de los feminicidios y los retrocesos del gobierno
Bolsonaro, además de celebrar el legado de la militante feminista
Marielle Franco. Asesinada en Rio de Janeiro el 14 de marzo de 2018, la
concejala es una referente para trabajadoras que luchan contra las
injusticias en todo el país. Hasta hoy el crimen sigue impune.
La movilización empezó aun durante la madrugada. Doscientas
militantes del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) y
del Movimiento por la Soberanía Popular en la Minería (MAM) ocuparon una
planta de la minera australiana Mirabela Mickel en la ciudad de Ipiaú,
en Bahia, para protestar contra el modelo predatorio de explotación de
níquel. Las mujeres también denunciaron los riesgos de contaminación del
río que abastece la región, ubicado a menos de 1 kilómetro de la
represa de relaves de la empresa.
En Florianópolis, Santa Catarina, al amanecer, las mujeres
de la Vía Campesina realizaron un conversatorio en el Mercado Público,
en la región central de la ciudad. Ellas discutieron los impactos de las
propuestas de Bolsonaro para la seguridad social y articularon formas
de resistir contra los latifundios y el uso intensivo de agrotóxicos en
los plantíos. En el mismo estado, en el municipio de Chapecó, las
mujeres indígenas se movilizaron en una de las principales plazas de la
ciudad.
En Rio Grande do Norte, región nordeste de Brasil, las
agricultoras distribuyeron 15 toneladas de alimentos producidos en los
asentamientos del estado y, en Porto Alegre, en la región sur del país,
fueron realizados paneles sobre feminicidio, violencia contra la mujer y
derechos reproductivos y sexuales durante toda la mañana.
Por la tarde, tuvieron lugar las movilizaciones más
grandes, y la memoria de Marielle se hizo presente más intensamente,
contrastando con las consignas contra el gobierno de Jair Bolsonaro.
São Paulo
En la capital del estado de São Paulo, el 8 de marzo reunió
más de 50 mil personas, según informan las organizadoras. La protesta
recorrió la Avenida Paulista, uno de sus principales centros
financieros, y otras calles del centro de la ciudad.
Simone Nascimento, militante del movimiento negro, estuvo
presente en la manifestación y habló sobre las motivaciones para estar
en lucha.
“El 8 de marzo y otras fechas que reúnen las mujeres para
salir a las calles y actuar, en acto y movimiento, vienen siendo
decisivos en la resistencia popular brasileña. Un presidente
extremadamente antidemocrático recién fue electo y tiene realizado una
agenda de desmantelamiento de derechos, como vamos a ver ahora con la
reforma de las Pensiones. Una agenda completa de desmantelamiento de los
derechos conquistados por la clase obrera en el último periodo. Aquí
empieza una lucha interminable e incansable”, afirmó.
Uno de los principales blancos de la protesta fue la
reforma de las Pensiones defendida por Jair Bolsonaro, que quita los
derechos de los trabajadores y jubilados y perjudica especialmente a las
mujeres, que ganan menos que los hombres y tienen una jornada de
trabajo más larga. La abogada Neuzely Fernandes habló sobre el tema.
“Necesitamos una reforma que garantice y amplíe los
derechos de las personas. Esa reforma [de Bolsonaro] no solo restringe
los derechos, como violenta a los que fueron conquistados a través de
mucha resistencia y lucha”, afirma Neuzely.
"Hay que garantizar los derechos de las mujeres. Y ni este
gobierno, ni este Congreso están preparados para hacer esta reforma como
la necesitamos, como la merecemos", completó la abogada.
Otras capitales
Rio de Janeiro
La concentración fue realizada en la región central de la
ciudad. Más de 50.000 personas se tomaron las calles, según la
organización.
Mônica Francisco, diputada estadual (PSOL), y Bruna Silva,
madre de Marcos Vinícius, de 14 años, asesinado por la policía en una
operación en la favela Maré, también estaban presentes en el acto de
Rio. “Estoy aquí en nombre de mi gente favelada, para decir que tenemos
vez, tenemos voz, y tenemos lugar”, dijo Bruna.
La viuda de Marielle, Mónica Benício, enalteció el legado
de su compañera y explicó por qué participa en las manifestaciones del 8
de marzo. “Estamos aquí por la vida y por la libertad de todas las
mujeres, por el derecho a ejercer el libre acceso a nuestro cuerpo de la
forma que queramos”, dijo.
Recife
Con cerca de 15.000 presentes, el desfile de protesta en el
Día Internacional de Lucha de las Mujeres salió de la plaza de Derby,
en Recife. El tema del acto de este año fue “Marielles: libres del
machismo, del racismo y por un sistema de pensiones público".
Al inicio del acto, se dieron diversos conversatorios sobre
temas que son banderas de lucha del feminismo, por ejemplo, el fin de
la violencia contra las mujeres, la desigualdad de salarios y el
feminicidio.
Fortaleza
La concentración del acto fue en la plaza de Justicia y
reunió, en total, cerca de cinco mil personas. Los manifestantes
pidieron Justicia para el caso Marielle y libertad para el ex presidente
Lula.
La protesta denunció el crecimiento de los casos de violencia contra mujeres en el estado de Ceará.
Porto Alegre
En la Esquina Democrática, el acto reunió centenas de
manifestantes y recibió el nombre de “Acto por la Vida de las Mujeres
Trabajadoras”.
Se hicieron críticas a la eliminación de derechos de la
reforma de las Pensiones y al feminicidio. Las agricultoras, presentes
en gran número en el acto, protestaron contra los ataques del gobierno
Jair Bolsonaro, que intenta criminalizar al MST (Movimiento de
Trabajadores Rurales Sin Tierra) y propone reglas para dificultar la
jubilación no campo.
Salvador
Más de 64 instituciones que luchan por los derechos de las
mujeres participaron en el acto religioso y en la marcha que salió de la
Praça da Sé, en el Centro Histórico de Salvador, en dirección al barrio
de Campo Grande.
El acto contó con un homenaje a Marielle Franco,
representada en una bandera gigante con fondo amarillo y el rostro de la
militante carioca.
De acuerdo con la organización del evento de este año, la
elección de Bolsonaro representa una guerra contra las mujeres, y
también contra los pobres, las personas negras y LGBTQ+.
Edición: Mauro Ramos | Traducción: Luiza Mançano y Pilar Troya