sábado, 16 de marzo de 2019

VENEZUELA: Noam Chomsky y 123 academicos más: “Trump quiere controlar las mayores reservas de petróleo del mundo” // EEUU causa miles de muertos en Venezuela // Caos y sabotajes contra el pueblo, la nueva hoja de ruta de la agresión de EEUU por Aram Aharonian // Según 'Bloomberg', EEUU desgasta a Guaidó para abrir paso a la guerra // Fracasa protesta convocada este martes por Guaidó en Venezuela // Cabello reiteró su llamado a la paz, pero advirtió que si arrinconan al pueblo la lucha seguirá en las calles // La paz en Europa comienza en Venezuela por Jean-Luc Mélenchon // EE.UU. sancionará a los empleados de la Corte Penal Internacional que investigan a sus militares // URUGUAY: PIT-CNT: Decisión de Vázquez de destituir a Manini Ríos genera satisfacción y respaldo // Coronel (R) Arquímedes Cabrera "El gobierno está siendo manejado con el sentimiento de odio y resentimiento del comunismo"

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“Trump quiere controlar las mayores reservas de petróleo del mundo”

Carta abierta a la administración de Estados Unidos en la que se expresa preocupación por su empeño en derrocar al Gobierno de Venezuela
Noam Chomsky y 123 academicos más

<p>Venezuela.</p>
Venezuela. - MALAGÓN
13 de Marzo de 2019
Nos dirigimos a ustedes con gran preocupación por la dirección que WOLA (Oficina de Washington para América Latina) ha tomado respecto a un asunto de vida o muerte, y posiblemente de guerra y paz, en América Latina. Esta carta es un intento de dialogar con WOLA acerca de su apoyo a varios aspectos del empeño de la administración de Trump por derribar al Gobierno de Venezuela.
Creemos que el empeño de la administración de Trump por cambiar el régimen de Venezuela es erróneo en todos los sentidos: moral, legal y políticamente hablando. Puesto que el propio Trump y sus principales funcionarios han amenazado abierta y repetidamente con la guerra, este empeño también presenta un grave peligro respecto a la pérdida de vidas humanas y la integridad física de las personas, así como otras consecuencias imprevisibles de la guerra y la violencia política.
Por estos y otros motivos, WOLA debería oponerse de forma inequívoca a este anhelo por cambiar el régimen, del mismo modo que los progresistas de todo el mundo se opusieron a la Guerra de Iraq en 2003. Sin embargo, no lo ha hecho. Más bien, en gran medida, lo ha refrendado. Se pueden tener opiniones personales diferentes respecto a la política interna de Venezuela o sobre cómo deberían resolver sus diferencias los venezolanos. Pero no hay duda de que la operación ilegal de cambio de régimen de la administración de Trump está empeorando enormemente la situación y debería recibir la oposición de todas aquellas personas a las que les importan las vidas humanas y el derecho internacional.
Lo más peligroso es la oposición de WOLA a los ofrecimientos de mediación por parte del papa Francisco, así como de los gobiernos neutrales de México y Uruguay. WOLA se ha referido a estos ofrecimientos –que han sido denominados el Mecanismo de Montevideo– como un  “fracaso”. En su lugar, WOLA ha escogido al Grupo de Contacto europeo, que está dominado por Washington y los gobiernos aliados con su empeño de un cambio de régimen y sanciones ilegales como el único espacio legítimo para llevar a cabo las negociaciones.
Puesto que, obviamente, la administración de Trump no tiene ninguna intención de negociar, y lo ha declarado abiertamente, la preferencia de WOLA implica que no habrá negociaciones reales hasta que el resto de gobiernos del grupo (europeos y latinoamericanos) estén dispuestos a cortar por lo sano con Washington. Esto no es imposible, pero es muy improbable en un futuro próximo. Por lo tanto, la elección de WOLA de un grupo negociador dominado por Trump ayuda a este y a su equipo de extremistas (John Bolton, Marco Rubio y Elliott Abrams) a rechazar el diálogo o la negociación.
WOLA incluso rechaza la participación de la ONU en las negociaciones, a propuesta del secretario general de la ONU Antonio Guterres, alegando que su papel debería limitarse a supervisar una transición. La ONU es el mecanismo internacional que ha acumulado más experiencia y conocimiento en la mediación de crisis entre países y dentro de un mismo país. Aquí se incluye la mediación con éxito del fin de guerras civiles aparentemente insolubles como la de El Salvador en la década de 1990. Esta experiencia de la ONU, junto a la autoridad moral que posee como organismo internacional más representativo, significa que un proceso de mediación supervisado por ellos tendría mucha más legitimidad que uno liderado por la Administración de Trump y sus aliados políticos.
WOLA ha sido ambigua respecto a si respalda el reconocimiento de Juan Guaidó como “presidente interino”, una medida que automáticamente establece un embargo comercial, además del actual embargo financiero. Esto se debe a que casi todas las divisas del país provienen de las exportaciones del petróleo, de las cuales, aproximadamente tres cuartas partes, se destinan a países que se han unido al reconocimiento por parte de Trump de un gobierno paralelo y, por lo tanto, no se espera que vayan a pagar al actual gobierno de Venezuela por su petróleo. [1]
Esto privará a la economía de miles de millones de dólares en divisas, lo cual acelerará el aumento de la mortalidad (incluida la mortalidad infantil) por falta de medicinas y atención médica, así como el empeoramiento de la escasez de alimentos: un impacto ampliamente reconocido. Esto es profundamente inmoral. También infringe el derecho internacional, incluido el Artículo 19 de la Carta de la OEA, la Carta de la ONU y muchos otros tratados internacionales que ha firmado Estados Unidos.
WOLA también ha adoptado una postura ambivalente sobre las sanciones de Trump en agosto de 2017 al hacer alguna crítica, pero también ofreciendo algunas sugerencias de mejora. Estas sanciones impusieron un embargo financiero ilegal (por las mismas razones que antes) que ha sido devastador al paralizar la producción de petróleo y, de este modo, privando a la economía de miles de millones de dólares en divisas necesarias para importaciones vitales. Asimismo impidió cualquier reestructuración de deuda, así como otras medidas necesarias para que el país dejara atrás la depresión e hiperinflación.
WOLA defendió estas sanciones argumentando que “complican las finanzas del gobierno de Maduro de modo que no tendrán un impacto inmediato en la población (a pesar de que, a largo plazo, probablemente lo harían)”. Esto es falso, como sabe cualquiera que esté familiarizado con la economía venezolana. La economía venezolana –no solo el Gobierno– depende de las exportaciones de petróleo para casi la totalidad de sus divisas. Eso es lo que paga las importaciones de medicinas, alimentos y otras necesidades vitales, ya sean del gobierno o del sector privado.
Estas posturas no son defendibles desde el punto de vista humano, y tampoco lo es el objetivo aparente de la administración de Trump de un cambio de régimen extralegal. ¿Por qué el equipo de Trump rechaza la negociación? Porque no quiere la solución de compromiso necesaria para que coexistan las fuerzas políticas de la oposición en un país polarizado. No les preocupa el coste humano de una solución en la que haya un ganador absoluto; de hecho, es posible que para gente como Elliott Abrams y John Bolton, la violencia se considere una parte integral de su estrategia para vencer al chavismo y sus seguidores u obtener el control que tanto Trump como Bolton han declarado que quieren tener sobre las mayores reservas de petróleo del mundo.
Es positivo que WOLA se haya desmarcado de estas personas al oponerse a la intervención militar de Estados Unidos y a la manipulación de la ayuda humanitaria con fines políticos. Sin embargo, esto no es suficiente. Debería oponerse categóricamente a toda la sórdida operación de cambio de régimen, las violaciones del derecho internacional y las sanciones ilegales que están causando tanto sufrimiento.
WOLA no debería hacernos creer que esta operación de cambio de régimen externo, liderada por extremistas propensos a la violencia, es en realidad un esfuerzo legítimo de la “comunidad internacional” para ayudar a resolver la crisis política y económica de Venezuela. Y lo que es más importante, WOLA debería abandonar la inverosímil afirmación de que el único proceso de negociación viable es el que está controlado por la administración de Trump y sus aliados, es decir, el Grupo de Contacto europeo.
[1] Posteriormente, la administración de Trump estableció algunas excepciones temporales para algunas petroleras.
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Este texto se publicó originalmente en Venezuelan Analysis
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Traducción de Paloma Farré

Autor: Noam Chomsky y 123 academicos más


EEUU causa miles de muertos en Venezuela

por Mark Weisbrot
LA HAINE - 11/03/2019 

El efecto de las sanciones

Mientras que los estadounidenses han protestado y se han rebelado legítimamente en contra de la declaración de emergencia nacional del presidente Trump para construir su preciado muro, lo que privaría al Congreso de ejercer su autoridad constitucional sobre el gasto; el presidente ha usado días atrás otra falsa declaración de emergencia nacional que ha pasado ampliamente desapercibida.
Cada orden ejecutiva anunciada por Trump en la que se imponen sanciones económicas a Venezuela incluye una frase que declara que Venezuela está causando una “emergencia nacional” a EEUU y que representa “una amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad nacional” de EEUU.
El hecho de que estas absurdas afirmaciones hayan pasado desapercibidas en los principales medios de comunicación muestra cuán débil es el Estado de derecho en EEUU en lo referido a la política exterior, tal y como han señalado expertos legales. Esto es especialmente cierto para aquellas medidas de agresión perpetradas por nuestro gobierno y que tienen como consecuencia la muerte de personas en otros países. 
Y no hay que equivocarse al respecto: las sanciones de EEUU a Venezuela están matando personas y han estado matando personas ya por algún tiempo, como ha señalado el economista de la oposición Francisco Rodríguez, el principal experto en el mundo en economía venezolana.
No existen estimaciones de la cantidad de muertos ocasionados por las sanciones, pero dada la experiencia en países con situaciones similares, es probable que haya miles o decenas de miles hasta el momento. Y empeorará rápidamente si las recientes sanciones persisten.
¿Cómo es que las sanciones matan gente? En general, lo hacen dañando la economía. Esto incluye pérdidas de empleo e ingresos de quienes ya enfrentan una situación desesperada; pero sobre todo, incluye la disminución del acceso a bienes esenciales para salvar vidas, como medicamentos, suministros médicos y atención médica.
Por ejemplo, en la década de 1990 en Irak, la cantidad de niños que murieron a causa de las sanciones se contaron por los cientos de miles.
Pero el pueblo venezolano ha sido incluso más vulnerable a las sanciones económicas de EEUU que el iraquí. Venezuela depende de las exportaciones de petróleo para casi todos los dólares que la economía necesita para importar artículos de primera necesidad, como medicamentos y alimentos. Esto significa que todo lo que reduce la producción de petróleo está afectando principalmente al común de la población, pues reduce los dólares que el sector privado y el gobierno emplean para importar bienes que cubran las necesidades básicas de las personas, así como para el transporte, piezas de repuesto y la mayoría de los artículos que la economía requiere para funcionar.
Las sanciones de Trump de agosto de 2017 impusieron un embargo financiero que ha cortado casi todo el acceso de Venezuela a la obtención de préstamos. Esto tuvo un enorme impacto en la producción de petróleo, que ya había estado disminuyendo. La tasa de declive se aceleró rápidamente; durante el año posterior a las sanciones, caería en 700,000 barriles por día, aproximadamente tres veces más rápido que en los 20 meses anteriores. Esta aceleración en la pérdida de producción de petróleo posterior a las sanciones equivale a la pérdida de más de $6 mil millones. A modo de comparación, cuando la economía venezolana estaba creciendo, Venezuela gastaba alrededor de $2 mil millones por año solo en medicamentos. Se ha estimado que el total de las importaciones de bienes para 2018 fue de $11,7 mil millones.

Cuando se impusieron estas sanciones, Venezuela ya sufría una profunda recesión y tenía problemas en la balanza de pagos, los que requerían una reestructuración de la deuda. Para reestructurar la deuda, el gobierno tiene que ser capaz de emitir nuevos bonos, pero las sanciones de EEUU hicieron esto imposible.
Las sanciones de Trump –tanto las sanciones de agosto de 2017 como el nuevo embargo de petróleo– hacen que también sea casi imposible para el Gobierno tomar medidas que pongan fin a la hiperinflación, la que actualmente se estima en 1.6 millones por ciento anual. Para estabilizar la hiperinflación se debe restaurar la fe en la moneda nacional. Esto podría hacerse a través de la creación de un nuevo sistema de tasa de cambio y otras medidas que requerirían el acceso al sistema financiero internacional basado en el dólar. Sin embargo, las sanciones lo impiden.
Las sanciones impuestas por el Gobierno de Obama en marzo de 2015 (para las que igualmente se declaró una “emergencia nacional”) tuvieron también un impacto muy grave. Esto es bastante conocido dentro de las instituciones financieras, pero por lo general no se informa en los principales medios de comunicación, los que abordan estas sanciones tal y como las anuncia el Gobierno de EEUU, como “sanciones impuestas a individuos”. Pero cuando los individuos son funcionarios gubernamentales de alto rango, por ejemplo, el ministro de Economía y Finanzas, las sanciones causan enormes problemas, ya que estos funcionarios son aislados de las transacciones necesarias en la mayor parte del sistema financiero mundial.
Las instituciones financieras se alejaron cada vez más de Venezuela después de marzo de 2015, ya que vieron los riesgos de otorgar préstamos a un Gobierno que EEUU estaba cada vez más decidido a derribar y, a medida que la economía empeoraba, parecía más probable que tuviera éxito. El sector privado venezolano se vio privado del acceso vital al crédito, lo que contribuyó a la caída sin precedentes –en realidad, casi increíble– del 80 por ciento de las importaciones en los últimos seis años, lo que ha devastado esta economía dependiente de las importaciones.
El 23 de enero, el Gobierno de Trump anunció que estaba reconociendo a Juan Guaidó, actualmente jefe de la Asamblea Nacional de Venezuela, como “presidente interino” del país. Al hacerlo (junto con los países aliados políticamente), Washington impuso básicamente un embargo comercial contra Venezuela. Esto es así ya que cualquier ingreso proveniente de las ventas de petróleo de cerca de las tres cuartas partes de los mercados de exportación de Venezuela (EEUU y sus aliados) ya no se destinará al Gobierno, sino al “presidente interino”. Se establecieron algunas excepciones temporales para las compañías petroleras estadounidenses, pero este embargo es lo suficientemente amplio como para multiplicar rápidamente el daño económico, el sufrimiento y la muerte que han causado las sanciones anteriores.
En una declaración sobre las recientes sanciones emitida por la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos, se señaló que “precipitar una crisis económica y humanitaria en Venezuela no es una base para la solución pacífica de las controversias”.
Siguiendo las declaraciones y acciones del equipo de Trump (incluido el asesor de seguridad nacional, John Bolton, el senador Marco Rubio y el criminal de guerra de los años ochenta y ahora enviado especial a Venezuela, Elliott Abrams) se desprende que no están interesados en una resolución pacífica a la crisis venezolana. No son de los que se preocupan por la cantidad de personas que morirán en el camino que lleve al derrocamiento del Gobierno.
La verdadera pregunta es por qué reconocidos progresistas de la talla de la presidenta de la Cámara de Representantes del Congreso, Nancy Pelosi, apoyan esta operación ilegal y cruel. ¿Acaso es posible que no sepan lo que están haciendo Trump y sus sanciones?
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Caos y sabotajes contra el pueblo, la nueva hoja de ruta de la agresión de EEUU

por Aram Aharonian
LA HAINE - 11/03/2019

EEUU desgasta a Guaidó para abrir paso a la guerra. En estos momentos Guaidó le sirve más como mártir que como héroe
Tienen razón las autoridades venezolanas de dudar de las matrices emitidas desde Washington y promocionadas por los grandes medios de comunicación, que suavizarían la agresión y los planes de injerencia de EEUU en el país, con una nueva "hoja de ruta" que, sin embargo, incluyó un ataque cibernético contra la estructura energética, extendiendo la oscuridad a lo largo y ancho del territorio, sobre las ciudades y el campo.
No solo fue un apagón: éste tiene sus secuelas en la creación de un clima de inseguridad general e incluso de indefensión; el corte de expendio de gasolina con el colapso del transporte colectivo e individual, el bombeo del agua corriente, la caída de las comunicaciones, incluyendo el internet y la televisión, el control aéreo.., y la muerte de decenas de hospitalizados por imposibilidad de operarlos o aplicarles diálisis. ¿De esto se trata la "ayuda humanitaria"?
Y el imaginario colectivo no olvida que en 2016, cuando la oposición pidió amnistía para los presos por el terror callejero, incluyeron a aquellos que participaron en el sabotaje energético y eléctrico. Ningún dirigente opositor ni la llamada "comunidad internacional de la que habla Washington y sus cómplices del Grupo de Lima condenaron el sabotaje, ni entonces ni ahora.
Con apagón incluido, miles de militantes bolivarianos salieron a la calle a protestar por este nuevo ataque criminal. También la oposición, midiendo fuerzas en sendas marchas. Con un megáfono y desde una camioneta, Juan Guaidó reiteró que está dispuesto a usar la acción de una fuerza extranjera para deponer a Maduro. "¡Intervención!", vociferó parte de sus seguidores, a lo que contestó con una frase amenazante de su mandante, el presidente Donald Trump: "Todas las opciones están sobre la mesa".
El efecto de Guaidó entre sus seguidores que pedían "intervención" tras el fracaso de las acciones del 23 de febrero (Operación Cúcuta) fue de receptividad, señala Marco Teruggi. El portavoz de Washington afirmó que podría apelar al artículo 187 de la Constitución, que abriría la puerta a una intervención, según dijo, "cuando llegue el momento". El fugado y exiliado dirigente acciondemocratista Antonio Ledezma, tuiteó: "Vamos pdte. @jguaido solicite formalmente la intervención humanitaria".
El autoproclamado presidente interino, Juan Guaidó, degradado por los medios hegemónicos a "presidente de la Asamblea Nacional" tras el fracaso de la Operación Cúcuta, regresó al país... y no pasó nada. Ni los veteranos líderes de la oposición se le acercaron, mientras algunos países latinoamericanos, la socialdemocracia europea y sectores de la iglesia buscan un diálogo entre el gobierno y la oposición, instancia para cuya concreción Caracas puso sus condiciones.
La parte difundida de la "nueva ruta", calificada de "adormecedora" para que el gobierno baje la guardia, son las anunciadas sanciones y presiones diplomáticas, financieras y políticas de EEUU para conseguir el derrocamiento del gobierno constitucional y la insistencias para que otros gobiernos se adueñen (pirateen) los fondos venezolanos en sus país. La idea es deteriorar permanentemente a Venezuela.
La oscuridad
Y la muestra de la parte de la "hoja de ruta" con la que realmente Washington quiere dañar no solo al gobierno sino al país, fue el ataque cibernético al backbone (columna vertebral) del sistema de generación (turbinas) eléctrico de El Guri, que dejó sin luz ni electricidad a casi toda Venezuela, y de paso también al norte de Colombia y Brasil, que dependen de la energía venezolana.
Ya la bélica Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) había señalado que "la interrupción del abastecimiento energético de una nación puede destruir la economía y el entramado social de un país de una forma similar a una guerra, aún sin haberse disparado un solo un tiro".
La represa hidroeléctrica de El Guri es controlado casi 100% por sistemas robotizados de apertura/cierre de compuertas de flujo hídrico que alimentan las turbinas generadoras de electricidad que surten al país, con protocolos de seguridad que son de los más modernos y seguros del mundo. Pero también existen también ciberatacantes de alta factura, que manipularon a distancia su Centro de Control Automatizado.
Curiosamente, el secretario de Estado norteamericano Mike Pompeo, tuiteó: Las políticas de Maduro no traen más que oscuridad, para agregar que "Sin comida, sin medicinas, ahora sin electricidad. Próximamente, sin Maduro". Por su parte, Guaidó tuiteó: "Venezuela tiene claro que la luz llega con el cese de la usurpación".
La estrategia de EEUU es la de estrangular a Venezuela, económica y financieramente y para eso exige el apoyo de sus cómplices. Las advertencia de Rusia y China, hicieron reaparecer los fantasmas de la Crisis de los Misiles de 1962, y la falta de respaldo total por parte de los países latinoamericanos y caribeños. Hicieron cambiar la hoja de ruta.
Por las sanciones, las refinerías de EEUU suspendieron la compra de 500,000 barriles diarios de petróleo de Venezuela, cuota que fue absorbida por China y principalmente por India, la que fue advertida por Washington de no comprar crudo de Venezuela. Curiosamente, India recibió un ataque misilístico desde Paquistán, que decidió distanciarse de EEUU y acercarse a Rusia-China, una alianza que Washington tratará de impedir.
Antecedentes acá y acullá
Este accionar de Washington ya lo había sufrido Venezuela tras el golpe de abril de 2002, cuando durante el llamado golpe-paro petrolero (diciembre de 2002 a febrero de 2003 desde Miami la empresa Intesa, que monopolizaba el "cerebro", se manipuló el sistema que regía toda el área operativa de la estatal petrolera Pdvsa, que fue recuperado por expertos en software u hackers venezolanos.
BBC Mundo recuerda que en enero de 2010, los inspectores de la Agencia Internacional de Energía Atómica que visitaban una planta nuclear en Natanz, Irán, notaron con desconcierto que las centrifugadoras usadas para enriquecer uranio estaban fallando. El fenómeno se repitió cinco meses después en el país, pero esta vez los expertos pudieron detectar la causa: un malicioso virus informático, Stuxnet, diseñado con una mentalidad bélica, había tomado el control de mil máquinas que participaban en la producción de materiales nucleares y les dio instrucciones de autodestruirse.
Esa fue la primera vez que un ataque cibernético logró dañar la infraestructura del "mundo real". Pero el 23 de diciembre de 2015, alrededor de la mitad de los hogares en la región ucraniana de Ivano-Frankivsk (1,4 millones de habitantes) quedaron sin electricidad durante horas, a causa de un "virus"(BlackEnergy) utilizado en un ataque de hackers.
Nueva hoja de ruta
El ciberataque al que fue expuesto el sistema eléctrico trató de generar e impulsar un caos, que justificara la aplicación de la Doctrina de la Necesidad de Proteger. Los venezolanos pasan a ser, para los autores de esta nueva hoja de ruta, daños colaterales en esta guerra. Frente a un modelo de caos social, no sirve una estrategia militar, sino una estrategia social.
La nueva hoja de ruta significa entrar en una guerra compleja de desestabilización, con acciones bélicas encubiertas o con aplicaciones de la guerra psicológica (las llamadas de cuarta y quinta generación) que lleven a generar violencia, e incluso una confrontación interna, excusa para una externa. Supone también la preparación de un proceso de balcanización, que podría conducir a una fragmentación del territorio.
Llega tras el fracaso de la Operación Cúcuta, donde con el auspicio del gobierno colombiano y la dirección de Washington, participaron grupos de guarimberos profesionales venezolanos, paramilitares colombianos, fuerzas especiales estadounidenses, con el concurso del inmenso aparato de terrorismo comunicacional y actores de las grandes empresas del espectáculo y la comunicación.
Fracasó porque no lograron vulnerar la seguridad fronteriza, defendida por militares de la FANB, pero también por milicianos, campesinos, trabajadores, pueblo. Fracasó porque los militares colombianos y brasileños no están en condiciones (y tampoco de acuerdo) con una invasión y la consecuente ocupación de la Amazonia, con temor al poder de fuego venezolano.
La nueva hoja de ruta retoma el camino de sabotajes y terrorismo interno, con el fin de aumentar el descontento y el miedo entre la población (de allí el gran apagón), afectando la distribución de alimentos y medicinas o prestación de servicios (electricidad, agua) y buscando un golpe militar contra el gobierno de Maduro. Pero el "goteo" de militares hacia la oposición, base de la propaganda opositora 'made in usa', fracasó (por ahora, diría Chávez)
En esta nueva hoja de ruta posiblemente estén previstos asesinatos selectivos, en busca del cambio de la correlación interna de fuerzas del bolivarianismo. Según la agencia noticioso-financiera Bloomberg, EEUU desgasta a Guaidó para abrir paso a la guerra. Y obviamente, para EEUU en estos momentos Guaidó le sirve más como mártir que como héroe.
Si Jehová mandó la siete plagas contra Egipto para salvar al pueblo judío, pareciera que el presidente tuitero estadounidense, autoproclamado nuevo mesías imperial, está dispuesto a toda costa ya no a derrocar al gobierno constitucional venezolano y erradicar el "virus" chavista, sino también a destruir el país.
CLAE

Según 'Bloomberg', EEUU desgasta a Guaidó para abrir paso a la guerra

por misionverdad.com
LA HAINE - 09/03/2019

"El impulso para eliminar a Maduro, que a criterio de EEUU es ‘inevitable’, se está volviendo cada vez más caótico y arriesgado"
Recientemente el medio financiero estadounidense Bloomberg publicó un reportaje que ilustra las paradojas y callejones sin salida que está encontrando la reciente hoja de ruta de asedio a Venezuela emprendida y en escalada desde inicios de este año.
La publicación, haciendo referencia a algunas fuentes anónimas que en teoría son funcionarios de la Administración Trump y políticos venezolanos, explica cómo inutilizan la presidencia artificial de Juan Guaidó para viabilizar una guerra mercenaria que va agarrando forma. Estos y otros temas fueron explicados por ese medio financiero.
LA INVASIÓN DE LOS "DESERTORES"
La publicación inicia con el relato de la supuesta intención de unos 200 militares venezolanos "desertores" que en territorio colombiano, dirigidos por el general retirado Cliver Alcalá, estaban dispuestos el 23 de febrero a abrirle paso "con armamento" a los convoyes de "ayuda humanitaria" que pretendían ingresar al país, acción supuestamente detenida por el gobierno colombiano para evitar un baño de sangre que sería público y notorio en un acto que había sido prometido como "pacífico".
Sin embargo, la violencia armada desplegada en la frontera colombo-venezolana esos días dio al traste con el "márketing humanitario" del concierto Aid Live, por lo cual, indica Bloomberg, "el impulso para eliminar a Maduro, que a criterio de EEUU es ‘inevitable’, se está volviendo cada vez más caótico y arriesgado".
Bloomberg indica que la improvisación está acentuando el nivel de desacierto y de "riesgo" en las acciones a tomar y respaldan esa afirmación indicando que "las esperanzas de que los comandantes militares abandonen a Maduro, han sido destruidas hasta ahora", agregando que a medida que la pugna política venezolana se prolonga "la necesidad de buscar algún tipo de solución militar solo aumentará".
De hecho, la disputa del 23 de febrero no ocurrió por el ingreso de "ayuda humanitaria" a Venezuela. Más bien fueron esos eventos la recreación de un hecho de conmoción que en teoría fragmentaría a la FANB en una disputa entre la presidencia formal y legítima del presidente Maduro versus la presidencia etérea de Guaidó.
La derrota sufrida por Guaidó y sus patrocinadores Colombia y EEUU en las fronteras venezolanas, significó entonces un punto de bifurcación que deja en evidencia la inutilidad del "presidente interno", para efectos de la institucionalidad política y militar de Venezuela, que hasta ahora siguen imperturbables.
Sobre este punto es indispensable considerar la posibilidad de que tal operación ocurrió sobre falsas e infundadas expectativas que suponían que el 23 de febrero se daría el quiebre de la FANB a favor de Guaidó. La decepción sorprendió a los organizadores del golpe.
Además, reseña Bloomberg, que el proceso de desestabilización de Venezuela será ahora "largo y desordenado", en una clara apología a una guerra mercenaria que ocurriría de manera impensable: fuera de todo control, participación y previsión estadounidense. Tal cosa no es deseable que ocurra.
El medio estadounidense cita aparentes reflexiones entre diplomáticos latinoamericanos y europeos que prevén que el Presidente Maduro seguirá sólido en el poder, que el directorio del chavismo ha sido y seguirá siendo "resiliente" y que "las sanciones y la presión internacional pueden terminar fortaleciendo su régimen". Estos eventos, según la publicación, hacen suponer la "urgencia" de la vía armada aunque esta concurra de manera "desordenada".
SOBRE PROVOCACIONES, EL SACRIFICIO DE GUAIDÓ Y LOS PRETEXTOS PARA LA GUERRA
La manufacturación de un consenso sobre una guerra en Venezuela se mantiene claramente condensada en la narrativa de que EEUU debe actuar agresivamente para "proteger" a los venezolanos de la "crisis humanitaria" y la "dictadura" del chavismo. Pero además de ello, la agenda estadounidense necesita eventos clave para legitimar esas intenciones.
Bloomberg señala textualmente al Secretario General de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis Almagro, como un actor que apuesta a la política estadounidense de desestabilizar Venezuela "con la esperanza de que Maduro haga un movimiento que pueda justificar una acción estadounidense más agresiva".
En esta hoja de ruta el uso instrumental de Guaidó es esencial. Bloomberg infiere que el arresto en Venezuela de Guaidó, por violar una orden del Tribunal Supremo de Justicia que prohibía su salida del país, era necesario como evento clave y que ahora la posición del "presidente interino" queda reducida para "mantener el impulso" de la escalada orquestada desde Washington. Pero esa posición es fundamentalmente política y a ella son susceptibles solo los seguidores de la oposición que no han sido invadidos por el desencanto.
Según el medio, acorde a sus fuentes, Juan Guaidó esperaba realizar una gira por varias capitales europeas durante esta semana, "pero los estadounidenses le dijeron que debía regresar a Venezuela para no perder el impulso que le quedaba".
Este señalamiento es perfectamente congruente con la hipótesis de que el sacrificio de Juan Guaidó, mediante su encarcelamiento al regresar a Venezuela, estaba planteado por EEUU como una pieza más de su engranaje. Esperaban que fuera encarcelado para que tal evento funcionara como un componente vital de la agenda.
Esto hace suponer que Guaidó tiene ahora la obligación, por orden estadounidense, de provocar a las autoridades venezolanas para procurar su encarcelamiento. También está en la mesa como un alto factor de riesgo la propia integridad física de Juan Guaidó, pues autoridades venezolanas, incluyendo el presidente de la Asamblea Nacional Constituyente, Diosdado Cabello, han advertido que la vida de Guaidó corre peligro como mandadero a manos de sus amos, quienes podrían sacrificarlo por considerarlo más útil muerto que vivo.
La presencia de Guaidó, irrelevante en la estructura política y funcional de Venezuela, está desfasándose con cada día que pasa siendo reducida a una figura de mera agitación política. Todo esto al unísono de los tambores de la guerra tercerizada, que en palabras del embajador Samuel Moncada en el Consejo de Seguridad de la ONU, se estaría organizando en suelo colombiano para presentarse en Venezuela como una supuesta escisión de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) en el pleno desarrollo de una guerra civil.
En un escenario pre-bélico y en el que EEUU no pretenda crear distensiones políticas, tal como ha sido apreciado hasta ahora, las posibilidades se incrementan desde y hacia varias direcciones.
TRAS BASTIDORES EN EL CONSEJO DE SEGURIDAD DE LA ONU
El medio también señala que en las cancillerías europeas campea la desconfianza a la política de la Casa Blanca hacia Venezuela y ello fue palpable en días recientes tras bastidores en la última sesión en el Consejo de Seguridad de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
Subrayan que, según fuentes de la diplomacia, también anónimas, "en el Consejo de Seguridad, los aliados apoyaron la derrotada resolución de EEUU sobre Venezuela solo después de que se eliminara el lenguaje que podría haber servido para justificar una acción militar".
En ese foro, la vocería venezolana a cargo de Samuel Moncada advirtió la estructuración de la vía armada de tipo irregular contra Venezuela, como una posibilidad cada vez más consistente frente al agotamiento y desgaste que están sufriendo los frentes no violentos de este nuevo intento de cambio de gobierno en Venezuela.


Fracasa protesta convocada este martes por Guaidó en Venezuela

13 marzo 2019 | CUBADEBATE

Marcha convocada por Guaidó en Venezuela. Foto: Patricia Villegas/ Twitter.
Este martes Juan Guaidó convocó a una protesta en diversas ciudades de Venezuela, en contra de la crisis energética y del supuesto deterioro de los servicios públicos.
Patricia Villegas, directora de Telesur, colocó imágenes de la marcha en su cuenta de Twitter donde se aprecia la poca concentración de los venezolanos que apoyan esta acción de la oposición. Sin embargo medios de prensa de derecha “aseguraron la masividad de la convocatoria”.
“La oposición en Venezuela ha salido a la calle. Aquí par de imágenes tomadas por nuestros reporteros. Caracas, tarde del martes 12 de Marzo de 2019”, cita el tuit de Villegas.
Sobre los motivos de la manifestación, según publicó Telesur, el Fiscal General de Venezuela, Tareck William Saab comunicó que el Ministerio Público venezolano inició una investigación a Guaidó por su presunta participación en el sabotaje al sistema eléctrico de ese país.
La medida, que fue informada al Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), fue tomada contra el dirigente opositor para investigar su autoría intelectual en los hechos que desde el jueves 7 de marzo han afectado a la población venezolana.
“Iniciamos una nueva investigación que se suma a la iniciada el 29 de enero, al ciudadano Juan Guaidó por su presunta participación en el ataque al sistema eléctrico” informó el Fiscal General.
“El sabotaje eléctrico no es un hecho casual, forma parte de una escalada cada vez más desesperada por derrocar a un Gobierno legítimamente constituido”, agregó el funcionario del Estado venezolano en un mensaje en cadena.
(Con información de Telesur)

EEUU prepara complots tras el fracaso de la 'revolución de colores' en Venezuela

Juan Guaidó, líder opositor venezolano
© REUTERS / Carlos Garcia Rawlins
18:50 10.03.2019(actualizada a las 01:26 11.03.2019)  - SPUTNIK NEWS
por Vicky Peláez
La política exterior de EEUU va de mal en peor. Primero, Washington tuvo que admitir su derrota en Siria, no lograron asustar a Corea del Norte con todas sus amenazas y ahora, su designado presidente de un Gobierno no existente en Venezuela, Juan Guaidó, entró en estado histérico al fracasar la 'revolución de colores'.
Latinoamérica es el sucio taller mecánico donde un delirado grupo de poder experimenta sus creaciones de la realidad.
(Greg Grandin, en 'El taller del Imperio: Latinoamérica y las raíces del imperialismo norteamericano' por Henry Holt, 2006).
Se trata del fracaso de la 'revolución de colores' que con tanto cuidado y seguridad prepararon los servicios de inteligencia norteamericanos y que ahora están abocados a preparar nuevos ataques contra el sector energético.
Marcha chavista en Caracas
© Sputnik / Esther Yáñez Illescas
Hace un mes, Guaidó organizaba manifestaciones de oposición en Venezuela, daba largas entrevistas a los medios de comunicación globalizados prometiendo la sublevación popular contra la 'dictadura' de Nicolás Maduro, la deserción masiva de los militares bolivarianos y la formación de un nuevo Gobierno. En un mes todas estas promesas se las llevó el viento. En realidad, no pasó nada. El pueblo venezolano, a pesar de las dificultades económicas que tiene que soportar debido a las sanciones que impuso Washington y sus sumisos lacayos europeos y latinoamericanos, prefirió dedicarse a la preparación y después a la celebración de seis días de Carnavales Felices 2019 en vez de ofrecer su apoyo a Guaidó quien no supo convencerlo de que la vida de la mayoría de la población se mejoraría al deshacerse del chavismo.
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Las promesas de Guaidó de hacer retornar al país a las leyes del mercado, promover la libre competencia, acudir al Fondo Monetario Internacional para obtener créditos y pedir a EEUU mandar tropas para pacificar a la República Bolivariana recordaron a la mayoría de los venezolanos los años 1990 con una inflación galopante, la delincuencia sin control, una élite cada vez más rica, una pequeña clase media y la pobreza en la que vivía más del 60% de la población.
Ayuda humanitaria de EEUU
© AP Photo / Fernando Vergara
Las mismas autoridades norteamericanas crearon la imagen del autoproclamado presidente interino Juan Guaidó como un administrador neocolonial teledirigido desde Washington por el Departamento de Estado, la CIA, el vicepresidente Mike Pence, por el asesor de Seguridad Nacional John Bolton, y el enviado especial norteamericano para Venezuela, Elliott Abrams. El último es ahora un viejo harto conocido en Centroamérica por promover masacres, armar la contra nicaragüense, participar activamente en el escándalo Irán-Contra o Irangate y promover la invasión a Irak en 2003. Durante su reciente estadía en EEUU, Juan Guaidó estaba bajo el control completo de la subsecretaria para Asuntos del Hemisferio Occidental del Departamento de Estado norteamericano, Kimberly Breier, quien supervisó cada gesto y cada frase del 'presidente interino' en EEUU y también durante su gira por Brasil y Paraguay. La señora Breier, quien habla perfectamente el español, durante más de una década fue analista de la CIA, se desempeñó como gerente en la industria del espionaje, trabajó en el Consejo Nacional de Seguridad de EEUU, asesoró a la Casa Blanca y a los Gobiernos de México, Brasil, Argentina y Chile. A pesar de tanta experiencia con América Latina, esta 'experta' en espionaje no se dio cuenta de que su protegido era un simple ladino, astuto y disimulado que hizo envolver tanto a la CIA como al Departamento de Estado en promesas fantasiosas sobre la existencia de condiciones objetivas y subjetivas para una sublevación general en Venezuela y así poner fin al Gobierno chavista.
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Guaidó hizo creer al secretario de Estado Mike Pompeo y al vicepresidente de EEUU, Mike Pence que la base social del chavismo dirigida por el actual presidente de Venezuela, Nicolás Maduro está desintegrada y que la mayoría de los líderes mundiales le reconocerían como el presidente legítimo después de la sublevación popular. Este servidor incondicional de EEUU aseguró también a sus patrocinadores en Washington que al recibir el apoyo de la mayoría de los líderes mundiales, al menos más de la mitad de los oficiales de las Fuerzas Armadas Nacionales Bolivarianas (FANB) desertaría y defendería a la oposición. También Guaidó afirmó que los venezolanos que viven en el exterior lo apoyarían generosamente en términos financieros lo que le facilitaría tomar el control de una parte del país en el caso de no lograr a tomar el poder en Caracas. Ninguna de estas promesas se cumplieron. La base social bolivariana mostró su solidez, y el pueblo en general prefirió jugar con entusiasmo los carnavales en vez de salir a protestar apoyando una intervención militar norteamericana, lo que trataba de incentivar el autoproclamado y teledirigido Juan Guaidó.
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La declaración de este líder de la oposición de que un gran número de los miembros del entorno de Maduro se refugió en Turquía fue desmentida inmediatamente por el mismo presidente de aquel país, Recep Tayyip Erdogan, quien declaró que "ningún venezolano se refugió en mi país". De los 194 países existentes en el mundo solo unos 50 países reconocieron a un gobierno no existente y su autoproclamado presidente. Los militares tampoco mostraron su entusiasmo de desertar, a excepción de un centenar de tropas que robaron dos tanquetas y huyeron a Colombia.
A medida que pasaba el tiempo, Washington y su administrador neocolonial Guaidó empezaron a perder el impulso para sacar del poder a Maduro y sus acciones se volvieron cada vez más caóticas e inseguras. En la Cumbre Regional de Bogotá, Mike Pence recriminó al presidente autoproclamado en desacato por los fracasos sostenidos, especialmente por no producirse la deserción masiva de los militares. Kimberly Breier le increpó también a Guaidó por olvidarse de lo que le enseñaron en 2010 en el seminario cerrado en la Ciudad de México, dirigido por varios líderes de una de las primeras organizaciones especializadas en "cambios de régimen", OTPOR de origen serbio, a través de las 'revoluciones de colores' siguiendo el 'Manual de golpe suave' de Gene Sharp, el autor de la teoría de la 'resistencia no violenta'. Por supuesto, la OTPOR fue financiada por el Departamento de Estado norteamericano y dirigida por la CIA para sacar del poder al presidente socialista de Serbia, Slovodan Milosevic, después de los bombardeos estadounidenses. En 2006 Milosevic murió en la cárcel de La Haya de manera misteriosa o según socialistas serbios, fue "asesinado".
El vicepresidente norteamericano, Mike Pence, criticó también duramente la actitud de los millonarios venezolanos que no cumplieron con sus promesas de un apoyo financiero generoso a Guaidó para promover la deserción de policías y militares, según el portal argentino La Política Online. Inmediatamente después de mostrar su descontento, los asesores del presidente autodesignado le cambiaron su agenda cancelando la gira por Europa y lo mandaron de vuelta a Caracas resguardado por los diplomáticos acólitos al imperio de países de América Latina y Europa, esperando que sea detenido para armar shows de violencia, repetir 'guarimbas' y denunciar la violación de los derechos humanos en Venezuela bajo la 'dictadura' de Maduro.
Sin embargo, el Gobierno bolivariano no reaccionó a la provocación dejándolo entrar libremente a su país mientras el pueblo estaba disfrutando de carnavales. El discurso de este administrador del imperio al arribar a Caracas en la zona de la oposición ubicada en la plaza de las Mercedes fue corto, de poco contenido y con poca asistencia. Reconoció el fracaso de la 'revolución' del 23 de febrero y exhortó a los trabajadores públicos a comenzar el 'paro escalonado'. Casi inmediatamente de su llamado, el presidente de la Federación Nacional de Trabajadores del Sector Público, Franklin Rondón, afirmó que más del 80% de los trabajadores de este sector reconocen al presidente constitucional de Venezuela, Nicolás Maduro, y por lo tanto "no acatarán el llamado irresponsable a la paralización de los servicios públicos".
Franklin Rondón advirtió a Juan Guaidó: "Usted será responsable de los cortes de luz, del agravamiento de los hospitales, de la educación, del transporte".
Al quinto día del retorno de este líder, de momento, de oposición, se produjo un apagón que afectó a 18 estados del país que se prolongó por más de 24 horas en algunas regiones de Venezuela. Lo siniestro de todo esto fue que el senador norteamericano, Marco Rubio escribió casi inmediatamente sobre este suceso un tuit dando detalles de dónde y cómo ocurrió el apagón que afectó la central automatizada de la cuarta central hidroeléctrica más potente en el mundo, El Guri que abastece el 70% del territorio nacional.
El secretario de Estado norteamericano, Mike Pompeo, no pudo esconder sus emociones después de este atentado declarando: "No hay alimentos, no hay medicinas, no hay electricidad, y próximamente, no habrá Maduro". No obstante del dicho al hecho hay un gran trecho. La medicina está llegando de la India, China y Rusia, también los alimentos, la electricidad está siendo restituida tras un segundo apagón y Maduro sigue fuerte declarando lo siguiente: "Ante cualquier circunstancia y agresión imperial, mantendré nervio de acero, calma y cordura, plena conciencia y movilización permanente". El pueblo sigue apoyando a su presidente legítimamente elegido.
Pero el nuevo fracaso de un golpe de Estado en Venezuela, no cambia los planes de EEUU que expresó claramente el soberbio, prepotente e ignorante 'halcón' de Donald Trump, John Bolton, al declarar durante una reciente entrevista con Fox News: "Sería un gran logro para Estados Unidos económicamente que nuestras corporaciones petroleras invirtieran y comenzaran a producir petróleo en Venezuela". Al darse cuenta de la imposibilidad de una invasión, los estrategas de Washington decidieron recurrir a la experiencia de Elliott Abrams en crear ejércitos mercenarios en Latinoamérica y Centroamérica nombrándolo como enviado especial para Venezuela. Vídeo: Los bromistas rusos le toman el pelo a Elliott Abrams
También en el Departamento de Estado y en la CIA están barajando el destino de Juan Guaidó al darse cuenta sus creadores y auspiciadores que ya perdió su momento y su potencial como líder de la oposición. El Gobierno bolivariano también lo percibió al advertir el presidente de la Asamblea Constituyente, Diosdado Cabello, que "la vida de Guaidó corre peligro como mandadero de sus amos, que podrían sacrificarlo por considerarlo más útil muerto que vivo".
Mientras tanto, Venezuela y su pueblo siguen su camino luchando por su soberanía y dignidad nacional.

LA OPINIÓN DEL AUTOR NO COINCIDE NECESARIAMENTE CON LA DE SPUTNIK