Chile: Movimiento feminista sigue haciendo historia: dos millones de mujeres marcharon en Santiago y regiones en el 8M
por El Mostrador Braga 8 marzo, 2020
Crédito: EFE
Una convocatoria
histórica en la Alameda, que se replicó en distintos puntos del país,
tuvo la jornada del 8M convocada este domingo. De acuerdo a la
Coordinadora Feminista 8M, más de dos millones de personas participaron
de la manifestación, aunque Carabineros cifró en apenas 150 mil las
asistentes en Santiago, un cálculo que provocó críticas en redes
sociales. “Esta ha sido una movilización masiva. Le decimos al
Presidente Piñera y a la ministra Plá: no le tenemos miedo”, dijeron las
convocantes, que además difundieron un manifiesto donde exigen el fin
de las violaciones a los Derechos Humanos, la formación de una Comisión
independiente de Verdad, Justicia y Reparación y abogan por una asamblea
constituyente “efectivamente popular, plurinacional y feminista, libre y
soberana”. Este lunes será la segunda jornada de la Huelga General
Feminista 2020.
Fueron
cientos de miles. Una Alameda absolutamente copada de mujeres que se
manifestaron en forma pacífica, en una convocatoria que superó con
creces la versión del año pasado, fue la histórica movilización del 8-M
de este domingo.
Sin duda fue una convocatoria histórica, que también se replicó en distintos puntos del país. De acuerdo a la Coordinadora Feminista 8M, más de dos millones de personas participaron de la manifestación, aunque Carabineros cifró primero en 110 mil y luego en apenas 125 mil las asistentes, un cálculo que provocó críticas en redes sociales. "Esta cifra es simplemente una broma, no se atreven a decir que fuimos 2 millones las que salimos a las calles a hacer historia!!!", respondieron las dijeron las convocantes.
8 marzo, 2020
8 marzo, 2020
Más tarde, en un punto de prensa de balance de la jornada, la
generala Berta Robles junto a la subsecretaria de Prevención del Delito,
Katherine Martorell, sostuvo que asistieron 150 mil personas a la
marcha. “Son 65 mil metros cuadrados, para que hubieran dos millones de
personas tendrían que haber habido 31 personas por metro cuadrado y eso
no nos parece probable”, dijo la jefa policial a cargo del operativo de
la marcha del 8M.
El choque de cifras no es algo nuevo en este tipo de manifestaciones. El año pasado la marcha congregó a más de 300 mil personas en Santiago y 800 mil a nivel nacional, según las organizadoras, mientras el Gobierno cifró en 190 mil manifestantes solo en la capital.
Pero no solo en Santiago hubo movilizaciones. Mujeres de todas partes del país se adhirieron a la masiva convocatoria feminista. En Valparaíso, más de 20 mil manifestantes –de acuerdo a las proyecciones de la Intendencia- se congregaron en el centro de la ciudad puerto pero también en las cercanías del Congreso Nacional, el cual estuvo resguardado por un fuerte contingente policial. En Concepción se realizó una cicletada en plena carretera, y en Osorno, hubo una manifestación en el frontis de la catedral de la ciudad. En tanto, en Puerto Montt, se han llevado a cabo expresiones artísticas para conmemorar la icónica fecha. En regiones, participaron de las manifestaciones 34.820 personas, según Carabineros.
El balance de la jornada vuelve a confirmar la fuerza que ha cobrado el movimiento feminista que ha copado las calles de nuestro país los últimos años, y que ahora lo refuerza en pleno estallido social. Desde el movimiento por el aborto libre, el Me Too en 2015, las movilizaciones de estudiantes contra el abuso y acoso en 2016, las históricas manifestaciones y tomas estudiantiles en el Mayo Feminista de 2018 y la gran marcha en la convocatoria a Huelga del 8M de 2019, cuyo número fue superado en esta versión.
La manifestación, que este 2020 llamó a expresarse “Contra el terrorismo de Estado” que se ha hecho patente en el estallido, estuvo marcada por el emblemático canto contra la violencia de Las Tesis, performance que dio la vuelta al mundo con la frase “El violador eres tú”, además de los gritos contra Sebastián Piñera que se han hecho clásicos durante estos casi cinco meses de crisis social y el patriarcado. También hubo cánticos a favor del Apruebo, de cara al plebiscito del 26 de abril.
Durante el recorrido, también quedó ratificado el carácter “separatista” de la movilización. Bajo el grito de "Que se vayan los machitos" o "Que se vayan los pololos”, las organizaciones feministas recordaron a los hombres presentes el llamado a restarse de participar en la marcha.
Mientras, en el frontis del Palacio de La Moneda, un gran número de manifestantes se agrupó en el lugar, sin embargo nuevamente el carro lanzaaguas de Carabineros, apareció para dispersar la manifestación. Incidentes similares ocurrieron en los sectores de Ahumada, Zenteno, Amunátegui y Dieciocho, una vez acabada la marcha.
De acuerdo a un reporte de Carabineros de las 16 horas, 19 efectivos han resultado con “lesiones de diversa consideración” y 16 personas fueron detenidas por desórdenes públicos.
Asimismo, anunciaron que seguirán “presionando por una asamblea constituyente en la que empujar ese programa. Una asamblea constituyente que sea efectivamente popular, plurinacional y feminista, libre y soberana”.
Las movilizaciones no terminan acá, porque mañana está programada otra marcha, también desde Plaza de la Dignidad hasta La Moneda, como parte de la Huelga General Feminista. “Esta ha sido una movilización masiva. Le decimos al Presidente Piñera y a la ministra Plá: no le tenemos miedo”, finalizaron.
De acuerdo a la organización, alrededor de 3,5 millones de mujeres marcharon en todo el país, dos millones de las cuales lo hicieron en Santiago, expresó la vocera Alondra Carrillo.
"Calculamos que dos millones de mujeres marcharon por la Alameda el día de hoy, llegaron desde distintos puntos de Santiago a movilizarse en este espacio y durante toda la jornada se han desarrollado movilizaciones en otras regiones que nos hacen estimar la cifra en aproximadamente en tres millones y medio de mujeres que han estado en la calle en esta jornada en todo Chile", dijo la vocera.
Además, cuestionó los datos de Carabineros que cifró en apenas 150 mil las personas que participaron de la protesta y dijo que, a su juicio, no se trata de un error.
"Es absurdo y todo el mundo lo ha hecho notar, pero no es un error, Carabineros no lo dice a modo de equivocación, lo dice para intentar negar lo que está ocurriendo y lo que está ocurriendo es que la revuelta popular sigue su curso y sigue su curso con la potencia del movimiento feminista. Este 8 de marzo lo que hace es reabrir la revuelta popular que se inauguró el 18 de octubre y que ha puesto en tela de juicio la forma en que se organiza Chile, la vida cotidiana", planteó Carrillo.
"Hubo represión en la Plaza de la Dignidad, hubo represión en Universidad Católica, donde se gaseó con gas pimienta a las manifestantes. El INDH declaró que estaban gravemente afectadas por el uso de este mecanismo disuasivo", aseveró.
"Además, se intentó cortar la marcha a la altura de U. de Chile y de La Moneda y en Los Héroes, o sea, Carabineros intervino en múltiples puntos con gas lacrimógeno, con gas pimienta, con agua del 'guanaco'. La represión fue tan brutal como lo ha sido todos estos meses", agregó.
Asimismo la Coordinadora reiteró el llamado a la huelga general feminista para este lunes 9 de marzo.
"Hemos compartido más de 100 formas de adherir a la huelga, la idea es que todas podamos mostrar nuestra adhesión de la forma que podamos con toda la radicalidad que sea posible. Si es posible para, paramos; si es posible organizarnos en los territorios para socializar este trabajo no remunerado que hacemos en la casa, la idea es que lo hagamos", aseveró.
Un momento de la manifestación en Santiago de Chile. - REUTERS
Sin duda fue una convocatoria histórica, que también se replicó en distintos puntos del país. De acuerdo a la Coordinadora Feminista 8M, más de dos millones de personas participaron de la manifestación, aunque Carabineros cifró primero en 110 mil y luego en apenas 125 mil las asistentes, un cálculo que provocó críticas en redes sociales. "Esta cifra es simplemente una broma, no se atreven a decir que fuimos 2 millones las que salimos a las calles a hacer historia!!!", respondieron las dijeron las convocantes.
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por El Mostrador8 marzo, 2020
No paran de llegar: marcha del 8M convoca a cientos de miles de mujeres en Plaza de la Dignidad
por El Mostrador BragaEl choque de cifras no es algo nuevo en este tipo de manifestaciones. El año pasado la marcha congregó a más de 300 mil personas en Santiago y 800 mil a nivel nacional, según las organizadoras, mientras el Gobierno cifró en 190 mil manifestantes solo en la capital.
Pero no solo en Santiago hubo movilizaciones. Mujeres de todas partes del país se adhirieron a la masiva convocatoria feminista. En Valparaíso, más de 20 mil manifestantes –de acuerdo a las proyecciones de la Intendencia- se congregaron en el centro de la ciudad puerto pero también en las cercanías del Congreso Nacional, el cual estuvo resguardado por un fuerte contingente policial. En Concepción se realizó una cicletada en plena carretera, y en Osorno, hubo una manifestación en el frontis de la catedral de la ciudad. En tanto, en Puerto Montt, se han llevado a cabo expresiones artísticas para conmemorar la icónica fecha. En regiones, participaron de las manifestaciones 34.820 personas, según Carabineros.
El balance de la jornada vuelve a confirmar la fuerza que ha cobrado el movimiento feminista que ha copado las calles de nuestro país los últimos años, y que ahora lo refuerza en pleno estallido social. Desde el movimiento por el aborto libre, el Me Too en 2015, las movilizaciones de estudiantes contra el abuso y acoso en 2016, las históricas manifestaciones y tomas estudiantiles en el Mayo Feminista de 2018 y la gran marcha en la convocatoria a Huelga del 8M de 2019, cuyo número fue superado en esta versión.
Contra Piñera y el patriarcado
En Santiago, desde temprano quedó claro que la convocatoria de la actual versión sería aún mayor que la del 2019. Al mediodía, hora en que estaba previsto el inicio de la marcha, la Plaza de la Dignidad (Plaza Baquedano) lucía repleta, mientras columnas de mujeres seguían avanzando por Alameda y Providencia, ocupando las dos calzadas.La manifestación, que este 2020 llamó a expresarse “Contra el terrorismo de Estado” que se ha hecho patente en el estallido, estuvo marcada por el emblemático canto contra la violencia de Las Tesis, performance que dio la vuelta al mundo con la frase “El violador eres tú”, además de los gritos contra Sebastián Piñera que se han hecho clásicos durante estos casi cinco meses de crisis social y el patriarcado. También hubo cánticos a favor del Apruebo, de cara al plebiscito del 26 de abril.
Durante el recorrido, también quedó ratificado el carácter “separatista” de la movilización. Bajo el grito de "Que se vayan los machitos" o "Que se vayan los pololos”, las organizaciones feministas recordaron a los hombres presentes el llamado a restarse de participar en la marcha.
Focos de incidentes
En tanto, el resguardo policial quedó en manos exclusivamente de efectivas de Carabineros en el operativo que comandó la generala Berta Robles. Sin embargo, hubo algunos focos de incidentes, como en el sector de la calle Ramón Corvalán, donde hubo enfrentamientos con Carabineros.Mientras, en el frontis del Palacio de La Moneda, un gran número de manifestantes se agrupó en el lugar, sin embargo nuevamente el carro lanzaaguas de Carabineros, apareció para dispersar la manifestación. Incidentes similares ocurrieron en los sectores de Ahumada, Zenteno, Amunátegui y Dieciocho, una vez acabada la marcha.
De acuerdo a un reporte de Carabineros de las 16 horas, 19 efectivos han resultado con “lesiones de diversa consideración” y 16 personas fueron detenidas por desórdenes públicos.
El manifiesto
Al finalizar la histórica movilización, la Coordinadora 8M dio lectura a su manifiesto de la Huelga General Feminista 2020. “Exigimos el fin de las violaciones a los Derechos Humanos, que nunca más pretendan acallarnos con las mutilaciones, las desapariciones, las torturas, los abusos, las violaciones, los secuestros, las golpizas y la persecución. Exigimos la salida de Sebastián Piñera y todo su gobierno por haberle declarado la guerra al pueblo. Exigimos la salida de la Ministra Plá por su silencio cómplice frente a la violencia política sexual. Luchamos por una Comisión independiente de Verdad, Justicia y Reparación y exigimos la liberación inmediata de todos los y las presas políticas de la revuelta”.Asimismo, anunciaron que seguirán “presionando por una asamblea constituyente en la que empujar ese programa. Una asamblea constituyente que sea efectivamente popular, plurinacional y feminista, libre y soberana”.
Las movilizaciones no terminan acá, porque mañana está programada otra marcha, también desde Plaza de la Dignidad hasta La Moneda, como parte de la Huelga General Feminista. “Esta ha sido una movilización masiva. Le decimos al Presidente Piñera y a la ministra Plá: no le tenemos miedo”, finalizaron.
Imagen vía Instagram @Coordinadora 8M
Impresionante: dos millones de mujeres se manifestaron por sus derechos en Santiago
Por El Clarín de Chile|marzo 8, 2020
Aunque la cifra de Carabineros ha causado risas en las redes
sociales al establecer que este domingo se han manifestado 150 mil
personas alrededor de la Plaza Italia, las imágenes hablan y miden otra
realidad. Es sin duda la marcha más grande de la historia de Chile y ha
superado la realizada el pasado 25 de octubre, con un millón de
concentrados. Este domingo han sido dos millones de mujeres en Plaza
Dignidad y han desbordado la Alameda.
La marea humana abarcó este mediodía desde el sector de Los Héroes, subió por Alameda (o Gabriela Mistral) hasta Plaza Dignidad y siguió varias cuadras por Providencia y calles aledañas cual Vicuña Mackenna y Bustamante. Los registros aéreos dan cuenta de esta magnitud, nunca antes vista en esta ciudad.
Cientos de colectivos femeninos, de barrios y territorios levantando consignas sobre derechos de la mujeres, contra el patriarcado, pero con un hilo conductor: contra el gobierno de Piñera y la violencia del Estado, tal como lo ha resumido la performance de Las Tesis, replicada en todo el mundo y reproducida varias veces este domingo.
Y no solo Santiago. En todas las grandes ciudades han habido masivas concentraciones, las que llegarían a sumar unas cuatro millones de mujeres movilizadas por sus derechos.
Las imágenes que circulan por las redes sociales son impresionantes en cuanto a la masividad y a la energía desplegada en un día especialmente caluroso y seco para marzo.
La marea humana abarcó este mediodía desde el sector de Los Héroes, subió por Alameda (o Gabriela Mistral) hasta Plaza Dignidad y siguió varias cuadras por Providencia y calles aledañas cual Vicuña Mackenna y Bustamante. Los registros aéreos dan cuenta de esta magnitud, nunca antes vista en esta ciudad.
Cientos de colectivos femeninos, de barrios y territorios levantando consignas sobre derechos de la mujeres, contra el patriarcado, pero con un hilo conductor: contra el gobierno de Piñera y la violencia del Estado, tal como lo ha resumido la performance de Las Tesis, replicada en todo el mundo y reproducida varias veces este domingo.
Y no solo Santiago. En todas las grandes ciudades han habido masivas concentraciones, las que llegarían a sumar unas cuatro millones de mujeres movilizadas por sus derechos.
Las imágenes que circulan por las redes sociales son impresionantes en cuanto a la masividad y a la energía desplegada en un día especialmente caluroso y seco para marzo.
Multitudinarias manifestaciones en Chile por el Día Internacional de la Mujer y contra la gestión del gobierno
Coordinadora 8M
de Chile: De acuerdo a la organización, alrededor de 3,5 millones de
mujeres marcharon en todo el país, dos millones de las cuales lo
hicieron en Santiago, expresó la vocera Alondra Carrillo.
8 marzo 2020
| CUBADEBATE
Multitudinaria marcha en Santigo de Chile por el 8 de marzo. Foto: ATON
La Coordinadora 8M
de Chile hizo un positivo balance de las multitudinarias marchas que se
realizaron en Santiago y en otras ciudades del país por la
conmemoración del Día Internacional de la Mujer.De acuerdo a la organización, alrededor de 3,5 millones de mujeres marcharon en todo el país, dos millones de las cuales lo hicieron en Santiago, expresó la vocera Alondra Carrillo.
"Calculamos que dos millones de mujeres marcharon por la Alameda el día de hoy, llegaron desde distintos puntos de Santiago a movilizarse en este espacio y durante toda la jornada se han desarrollado movilizaciones en otras regiones que nos hacen estimar la cifra en aproximadamente en tres millones y medio de mujeres que han estado en la calle en esta jornada en todo Chile", dijo la vocera.
Además, cuestionó los datos de Carabineros que cifró en apenas 150 mil las personas que participaron de la protesta y dijo que, a su juicio, no se trata de un error.
"Es absurdo y todo el mundo lo ha hecho notar, pero no es un error, Carabineros no lo dice a modo de equivocación, lo dice para intentar negar lo que está ocurriendo y lo que está ocurriendo es que la revuelta popular sigue su curso y sigue su curso con la potencia del movimiento feminista. Este 8 de marzo lo que hace es reabrir la revuelta popular que se inauguró el 18 de octubre y que ha puesto en tela de juicio la forma en que se organiza Chile, la vida cotidiana", planteó Carrillo.
Mujeres marchan en Chile. Foto: Tomada de Twitter
Críticas por la represión de Carabineros
La dirigenta además cuestionó el actuar de la Policía, acusando que hubo represión en diversos puntos de la marcha que se desarrolló por Alameda durante la jornada."Hubo represión en la Plaza de la Dignidad, hubo represión en Universidad Católica, donde se gaseó con gas pimienta a las manifestantes. El INDH declaró que estaban gravemente afectadas por el uso de este mecanismo disuasivo", aseveró.
"Además, se intentó cortar la marcha a la altura de U. de Chile y de La Moneda y en Los Héroes, o sea, Carabineros intervino en múltiples puntos con gas lacrimógeno, con gas pimienta, con agua del 'guanaco'. La represión fue tan brutal como lo ha sido todos estos meses", agregó.
Asimismo la Coordinadora reiteró el llamado a la huelga general feminista para este lunes 9 de marzo.
"Hemos compartido más de 100 formas de adherir a la huelga, la idea es que todas podamos mostrar nuestra adhesión de la forma que podamos con toda la radicalidad que sea posible. Si es posible para, paramos; si es posible organizarnos en los territorios para socializar este trabajo no remunerado que hacemos en la casa, la idea es que lo hagamos", aseveró.
En Chile, manifestantes y policías se enfrentan en la marcha por el Día Internacional de la Mujer. Foto Ap
Multitudinaria marcha en Santigo de Chile por el 8 de marzo. Foto: Futuro.cl
Bicicletada de mujeres en Concepción. Foto: Futura.cl
Manifestación de mujeres en Valparaiso. Foto: Futuro.cl
Manifestación de mujeres en Valparaiso. Foto: Futuro.cl
(Información de Cooperativa.cl)Multitudinario 8 de Marzo en Valparaíso y Viña del Mar: Miles de mujeres movilizadas
Opazo - EL CIUDADANO
lunes, marzo 9, 2020
ATON
Una masiva convocatoria tuvieron las dos marchas realizadas en las
ciudades de Valparaíso y Viña del Mar, con motivo de la conmemoración
del Día de la Mujer.
A primera hora de la mañana, cerca de 30 mil mujeres marcharon desde la Plaza Sotomayor hacia el Congreso Nacional, en una de las manifestaciones del 8M más multitudinarias del último tiempo en la ciudad-puerto.
A primera hora de la mañana, cerca de 30 mil mujeres marcharon desde la Plaza Sotomayor hacia el Congreso Nacional, en una de las manifestaciones del 8M más multitudinarias del último tiempo en la ciudad-puerto.
@QxitaGB / Twitter
Posteriormente, alrededor de las 17 horas, comenzó una segunda marcha
desde Viña del Mar a Valparaíso, la cual contó con la participación de
alrededor de 10 mil mujeres, muchas provenientes de otras comunas de la
Región, como Quilpué, Villa Alemana, Limache, Quillota, Quintero y
Concón.
Radio ADN / Twitter
La masiva convocatoria del 8M en Valparaíso y Viña del Mar también
fue ampliamente comentada y difundida a través de la red social Twitter.
Un 8M histórico en Chile desborda las calles y fortalece la revuelta social contra el Gobierno
La manifestación feminista registra un récord de participación a pesar de la polémica por la notoria diferencia entre las cifras oficiales y de la organización.
SANTIAGO DE CHILE
09/03/2020 08:07 - Meritxell Freixas @MeritxellFr - PÚBLICO
Vista aérea de la masiva manifestación en Santiago de Chile. - REUTERS
Varias manifestantes se encaran con la Policía en la ciudad de Valparaíso. - REUTERS
Ayer mas de un millón de personas se reunieron en la Plaza
Dignidad en la ciudad de Santiago, para conmemorar el Día Internacional
de las trabajadoras. Una multitud colmó las calles de la ciudad en medio
de una crisis social política y económica por la que atraviesa el país
trasandino, en la que no faltaron los cantos y pintadas en contra del
presidente Sebastián Piñera. «Hoy fuimos históricas, fuimos millones, y
continuaremos en la huelga general feminista luchando contra la
precarización de la vida. Nunca más solas, somos mas». Por ANRed
Las luchas internacionales del movimiento feminista se vieron expresadas en muchas ciudades del mundo. En latinoamérica, el movimiento feminista chileno copó las calles y en la Plaza Dignidad se concentró mas de un millón de personas. Una multitud exigió el fin de la violencia machista y expresaron consignas en contra del gobierno de Sebastián Piñera, que transita por una profunda crisis desde octubre del 2018, cuando se desató una revuelta popular que no encuentra fin.
La manifestación ha estado marcada por el emblemático canto contra la violencia de Las Tesis, performance que dio la vuelta al mundo con la frase “El violador eres tú”, además de gritos a favor de la aprobación en el plebiscito del 26 de abril.
Frente al palacio presidencial, se desplegó una gran bandera negra con la consigna «Renuncia Piñera». Como sucede en cada una de las manifestaciones populares, carabineros reprimió la marcha, dejando personas afectadas por los gases lacrimógenos. Al menos 12 mujeres debieron ser trasladadas al hospital.
Hoy continúa la Huegla feminista, y en la ciudad de Santiago hay cortes y barricadas en algunos puntos de la ciudad. «Hoy continúan las marchas ¡históricas!. Vamos a la lucha contra la precarización de la vida. La huelga la levantamos entre todas, nos vemos hoy en las calles» expresaron desde la Coordinadora 8M.
Cuando en nuestro país la prensa
es duramente criticada por su cobertura a las manifestaciones feministas
de este 8M, una mirada a la prensa internacional puede ayudar a tomar
perspectiva de cómo la histórica jornada del domingo fue vista por el
resto del mundo.
En España, El Salto destacó que “la masiva afluencia a la manifestación de Santiago de Chile ha marcado el ritmo de una jornada que ha vuelto a sacar a cientos de miles de personas a la calle en las ciudades españolas”.
Luego, en el cuerpo agregaron que “el movimiento feminista ha desbordado igualmente las calles de Latinoamérica, muy especialmente de Chile, donde desde primera hora de la mañana, cientos de miles de mujeres —las cifras oficiales hablan de hasta dos millones de personas— se han movilizado para retomar las protestas que han llevado a la apertura de un proceso constituyente”.
Asimismo, el medio publicó varios posts de Instagram con fotografías y alusiones a lo que ocurría en nuestro país.
En México en tanto, La Reforma tituló: “Salen a las calles mujeres por 8M en Chile”.
Nuevamente desde España, La Vanguardia, destacó que “Argentinas y chilenas abanderan el feminismo“.
Desde el país trasandino en tanto, Clarín se sumó a las críticas a la cifra de asistentes entregada por Carabineros, afirmando que “lo suyo fue más bien un cálculo político que real. Y poco efectivo”.
Asimismo, el medio sostuvo que lo del domingo fue “una jornada histórica” que superó en cinco veces la asistencia del año pasado, y que “no se puede entender sin el contexto social que vive el país”.
Finalmente, desde Telemundo, cadena estadounidense de habla hispana, destacaron que el himno feminista “Un violador en tu camino“, “fue parte esencial de la marcha de las mujeres chilenas, quienes vistieron pañuelos morados y verdes durante la manifestación en el Día Internacional de la Mujer”.
Las mujeres comenzaron a congregarse temprano en los alrededores de la plaza Italia, en Santiago, para luego enfilar hacia el oeste por la céntrica avenida Alameda, que coparon completamente por varias cuadras, cantando, bailando y saltando, en un ambiente festivo que sólo fue interrumpido por algunos enfrentamientos con la policía.
Los choques se concentraron en las cercanías al palacio presidencial de La Moneda, cercado por los agentes policiales. Manifestantes botaron las vallas de seguridad e intentaron avanzar hacia el palacio, siendo repelidos por la policía con chorros de agua y gas lacrimógeno.
Esta es la primera gran manifestación feminista desde que el 18 de octubre del año pasado estallaron las protestas sociales en Chile, en manifestaciones sin precedentes en contra del gobierno del derechista Piñera y a favor de profundas reformas sociales en un país que era considerado como uno de los más estables de América Latina.
Al frente del palacio presidencial, fue desplegada una gran bandera negra con la consigna “Renuncia Piñera”, mientras que a lo largo de toda la manifestación se escucharon fuertes consignas en contra del mandatario y el actuar de la policía, dejando en segundo plazo los tradicionales gritos feministas.
– “UNA MAREA DE MUJERES” –
La Policía cifró inicialmente en 110.000 los asistentes; luego ajustó la cifra a 125.000, pero según cálculos extraoficiales, el número de manifestantes superaría las 500.000 personas.
Al menos cuatro km de la Alameda estaban copados por manifestantes y muchas calles aledañas lucían también repletas de mujeres, según pudo constatar la AFP.
“Es maravilloso ver a tantas mujeres hoy unidas (…) Me encanta que las mujeres saquen sus ovarios, se empoderen, caminen y arrasen con todo”, dijo a la AFP Elizabeth, quien concurrió a la marcha con otras mujeres para defender los derechos de las mujeres indígenas.
La mayoría de las mujeres portaba pañuelos verdes en favor del aborto libre o de color violeta, con la consigna “NiUnaMenos”, en un país en que recién hace tres años se promulgó una ley que permite el aborto en tres causales. Hasta ese año, Chile era una de las pocas naciones que no permitía la interrupción del embarazo bajo ninguna circunstancia.
A lo largo del trayecto, la procesión se detuvo varias veces para realizar en conjunto la performance “Un violador en tu camino”, que popularizó el colectivo chileno “Las Tesis”.
El himno feminista que denuncia al “Estado opresor”, dio la vuelta al mundo con su proclama: “la culpa no era mía, ni dónde estaba ni cómo vestía”.
Durante esta jornada, el presidente Piñera anunció el envío al Congreso de dos proyectos de ley en favor de las mujeres, uno que establece el monitoreo telemático de los hombres denunciados por violencia intrafamiliar y otro que incorpora a los deudores de pensiones de alimentos al boletín de informaciones comerciales. Actualmente el 84% de los padres demandados no pagan la pensión alimenticia.
El año pasado, la convocatoria superó las 200.000 personas y se preveía este domingo una convocatoria aún mayor en un ambiente de gran efervescencia social desde que estallaron las protestas.
Montevideo
Muchas voces se alzaron contra los gobernantes, hubo algunos choques violentos así como detenciones en varios países. En Pakistán, por ejemplo, miles desafiaron a la sociedad ultrapatriarcal para manifestarse por sus derechos, bajo piedras y palos lanzados por opositores.
En la capital chilena, cientos de miles de mujeres protagonizaron una colorida marcha en la que exigieron el fin de la violencia machista y reclamaron al “Estado opresor” con el himno feminista “Un violador en tu camino”, con coreografías ejecutadas en masa. Pese a que la marcha fue mayormente pacífica, hubo algunos enfrentamientos con la policía, en particular frente al palacio presidencial de La Moneda, donde se desplegó una bandera con la consigna “Renuncia Piñera”. El gobierno del derechista Sebastián Piñera es blanco de embates desde el inicio en octubre de masivas protestas en reclamo de cambios profundos.
En el centro de México, donde en las últimas semanas se agudizó el reclamo por los femicidios, cientos de miles de mujeres exigieron el fin de la violencia de género y gritaron a una sola voz “Ni una asesinada más”. Según cifras oficiales, hubo 1.006 víctimas de femicidios en México en 2019.Asimismo, hubo fuertes reclamos contra el presidente izquierdista Andrés Manuel López Obrador, quien ha descalificado las denuncias de violencia contra las mujeres alegando que son promovidas por adversarios políticos. Hubo algunos destrozos, pintadas e intentos de incendiar edificios públicos, lo que fue evitado por fuerzas de seguridad.
En Brasil, el presidente del ultraderechista Jair Bolsonaro fue blanco principal de las mujeres que se movilizaron en distintas ciudades. Desde la campaña de 2018, las mujeres lanzaron el eslogan “Ele nao” (Él no) contra el mandatario por sus recurrentes comentarios sexistas.
En Sao Paulo, sobre la emblemática avenida Paulista, varios centenares de personas desafiaron la lluvia para protestar. “La política del gobierno ha consistido en retirar los derechos de las mujeres trabajadoras”, dijo a la AFP Marcela Azevedo, de 35 años y miembro del colectivo Mulheres em Luta (Mujeres en lucha).
– Aborto, en el centro –
Muchas de las mujeres lucieron en las marchas latinoamericanas pañuelos verdes a favor del aborto, penado en la mayoría de los países, a excepción de Uruguay, Cuba y la Ciudad de México. El aborto fue tema central en Argentina, donde el gobierno del peronista Alberto Fernández se apresta a enviar al Congreso un proyecto para su legalización. Vestidas de negro y con pañuelos verdes, mujeres manifestaron frente a la Catedral de Buenos Aires en favor del aborto y en reclamo de la separación de la Iglesia y el Estado. La Iglesia católica, por su lado, movilizó a sus fieles en una misa multitudinaria “en favor de la vida” en la Basílica de Luján, en el oeste de la ciudad de Buenos Aires.
En El Salvador, donde la ley prohíbe rigurosamente la interrupción del embarazo, más de 5.000 mujeres bailaron y marcharon con coloridas pancartas para clamar por la despenalización.
“Sigue habiendo mujeres encarceladas (por emergencias obstétricas), entonces esto tiene que cambiar”, declaró a la AFP Morena Herrera, de la Agrupación Ciudadana para la Despenalización del Aborto Terapeútico, Ético y Eugenésico (ACDATEE).
– Misoginia y arrestos –
En Manila, cientos asistieron a una protesta en la que se quemó una efigie del presidente Rodrigo Duterte, a quien acusan de misoginia. “La violencia y la pobreza entre las mujeres están empeorando”, dijo a la AFP Joms Salvador.
En Kirguistán, la policía detuvo a decenas de mujeres que se manifestaban contra la violencia de género, tras haber sido atacadas por hombres enmascarados. La policía indicó que se las detuvo por su seguridad y por no informar de la realización de la marcha, pues un tribunal prohibió aglomeraciones por el coronavirus. Las mujeres fueron luego liberadas y tres de sus agresores fueron arrestados.
En China, epicentro de la epidemia que ya mató a más de 3.500 personas y ha infectado a más de 100.000 en el mundo, la cadena estatal de televisión CCTV destacó la dedicación de las trabajadoras médicas en la lucha contra el virus. En Yakarta, unas 600 personas, algunas maquilladas con los colores del arcoíris, pidieron al gobierno la derogación de leyes consideradas discriminatorias y la adopción de normas contra la violencia sexual
– “Patriarcavirus” –
Al ritmo de tambores, y utilizando máscaras quirúrgicas contra el “patriarcavirus”, multitudinarias manifestaciones recorrieron las calles españolas. “El machismo mata más que el coronavirus”, rezaba una de las pancartas desplegadas durante la marcha en Madrid, en la que participaron 120.000 personas.
En París, activistas del grupo Femen en topless, con gafas protectoras y máscaras, se reunieron en la Place de la Concorde para denunciar “la pandemia patriarcal”. Las manifestantes entonaron estribillos como ¿Quién está lavando los platos?” y “Estamos haciendo una revolución”.
En Italia, uno de los países más golpeados por el brote del virus Covid-19 y donde se han tomado estrictas medidas de aislamiento, el presidente Sergio Mattarella difundió un video alusivo donde agradeció “a las mujeres, y hay muchas, que trabajan en hospitales (y) en las zonas rojas (de cuarentena) para combatir la propagación del virus. También hubo manifestaciones en Irak y Líbano.
Infobae
*Especial 070 y Revista Anfibia
“Nos merecemos la fiesta… nos debemos la lucha” Glenda Boza.
Periodista de elTOQUE
Cuba
El 8 de marzo en Cuba es un día festivo y conmemorativo. Los derechos y la igualdad ante la ley de las mujeres cubanas hacen de esta fecha una jornada de celebración: a nivel gubernamental, en centros de trabajo, en algunas comunidades y hogares. Sin embargo, en cada uno de estos espacios se reproducen estereotipos desligados a la equidad de género. Es común para las cubanas recibir una postal en la cual se anuncia que “es la flor más bella del jardín”, o recibir como regalo utensilios del hogar —remarcando su rol al frente de las tareas de la casa.
En actos públicos y homenajes se destaca la igualdad de derechos y oportunidades, la licencia de maternidad de un año y retribuida, el acceso gratuito y seguro al aborto y otros reclamos en disputa en el mundo, pero garantizados para las cubanas. Sin embargo, muchas veces se omite la doble jornada laboral no retribuida; el acceso a labores de menor remuneración; el reconocimiento social de la figura femenina como la encargada de cuidar a familiares ancianos o enfermos; la violencia hacia las mujeres y las niñas, y también los feminicidios, no en cifras elevadas como en otros lugares, pero tan preocupantes como en el resto de Latinoamérica.
Sí existen razones para celebrar la fecha con vítores y canciones, pero también existen otras para convertir esta en una jornada de reclamos. Aunque en la región es quizás el nuestro el camino más corto, aún queda mucho por andar y reclamar. Nos merecemos la fiesta… nos debemos la lucha.
“Una niña está siendo violada por un hombre aquí mientras me lees. Por eso, paramos” Fabiola Torres,
Salud con Lupa
Perú
En Perú, las mujeres paramos porque estamos unidas y hemos aprendido a creer más en nuestra fuerza para cambiar las desigualdades y la violencia que nos afectan. Paramos porque aprendimos que el silencio y la indiferencia nos hizo mucho daño y que no hay nadie que nos represente mejor que nosotras mismas. Paramos por Camila, la última niña violada y asesinada esta semana, por las miles de mujeres agredidas y abusadas que se convierten en estadísticas para el Estado pero que para nosotras son mujeres con nombres propios, con vidas cortadas que no podemos olvidar. Paramos porque queremos que todas se sientan libres de caminar por la calle y sin miedo.
En mi país muchas de las víctimas de abuso sexual son obligadas a ser madres. El cinismo de la sociedad no deja que se interrumpa el embarazo por violación. Más de 20 mil niñas al año tienen partos luego de ser violadas. En un día, 15 hombres violaron niñas. Una niña está siendo violada por un hombre aquí mientras me lees. Por eso, paramos.
“Lo que las mujeres podemos hacer con nuestro cuerpo responde sobre todo a los intereses de otros” Tania Tapia
070
Colombia
Este domingo 8 de marzo salgo a la calle como periodista: salgo a cubrir la que, seguramente, será una de las marchas más grandes del año en Colombia y una de las más masivas del Paro Nacional. También salgo como activista de la que es tal vez la lucha más integral de todas: la lucha por la soberanía del cuerpo. Este domingo marcho para unirme a un grito colectivo que nace de la rabia y que exige libertad: mi cuerpo —nuestros cuerpos— son espacio de nosotras mismas. No son territorio de la voluntad del Estado ni de parejas ni de hijos ni de médicos.
Colombia, sin embargo, la realidad es exactamente esa: lo que las mujeres podemos hacer con nuestro cuerpo responde sobre todo a los intereses de otros. Nuestros cuerpos están expropiados. El debate sobre aborto que se dio en el país en las últimas semanas lo demuestra: sigue siendo decisión del Estado, de magistrados y abogados —sobre todo hombres— lo que pasa y lo que hacemos con nuestras tripas. La Corte Constitucional estuvo discutiendo la despenalización total del aborto hasta la semana 16 de gestación. Al final no tomaron una decisión al respecto y la ley se quedó como estaba: permanecen las mismas tres causales que permiten abortar legalmente en Colombia. Las mismas causales que desde 2006 vienen causando todo tipo de barreras para las mujeres que buscan tomar el control de lo que pasa con sus cuerpos y que las condena a abortos inseguros que dañan y matan.
El grito del Día Internacional de la Mujer es por todas las situaciones de violencia a las que nos somete un orden social que nos hizo arrendatarias de nosotras mismas: por los feminicidios, la violencia de género, las violaciones, el acoso, la condescendencia. Marcho por todo eso y marcho para que quede claro que pedir permiso para hacer algo con mi cuerpo es absurdo.
El grito es para que las mujeres seamos soberanas de nosotras mismas.
Ilustración Sebastián Angresano #8M
“En Ecuador una niña que es violada es obligada a parir” Isabela Ponce
GK
Ecuador
En el Ecuador, como en todos los países de América Latina, hay demasiadas razones para marchar. Hace menos de un mes me enteré que una chica que fue a la misma universidad donde yo estudié había sido asesinada. El femicida, que era su pareja, la envenenó a ella y a su hijo. En este país cada tres días una mujer muere por violencia machista. Cada día, siete niñas menores de 14 años son violadas y quedan embarazadas y, la gran mayoría, es forzada a parir porque no puede acceder a un aborto seguro. Sí: en Ecuador una niña que es violada es obligada a parir. Hay niñas que quedan embarazadas antes de ver su primera menstruación. La situación es alarmante para ellas.
Las violencias que a veces parecen interminables son la principal razón por la que marcho pero también lo hago para que se visibilicen más otras desigualdades un poco más sutiles, como nuestra participación en el mercado laboral. Una encuesta de Ipsos reveló que el 40 % de las mujeres dijo que si gana más que su marido, esto le traerá problemas en casa. El desempleo nos golpea más: del total de personas sin trabajo en el Ecuador, el 53 % son mujeres. Y encima está la brecha salarial: ganamos 15,23% menos que los hombres.
“Cada vez somos más las que gritamos y salimos a las calles”
Pía Flores,
Periodista de Nómada
Guatemala
En Guatemala salimos a las calles para pedir justicia por todas las mujeres que han sido asesinadas. El año pasado fueron 702 las mujeres asesinadas, y aunque hay una baja en las muertes violentas en el país, hay un leve aumento de los femicidios. En lo que va de 2020 ya son 74.
Salimos a las calles por las niñas abusadas y embarazadas, que son 5061, y que no tienen opción de escaparse de una maternidad forzada. Y marchamos contra la impunidad, del 97 %, en un sistema de justicia que no se toma en serio las denuncias por la violencia sexual.
Hay dos nombres que van a estar presentes en las marchas: Rosa y Chelsiry, do niñas asesinadas. Rosa tenía 10, fue violada y asesinada por tres hombres en junio de 2018. Chelsiry desapareció el 4 de febrero de este año. Un día después, su cuerpo calcinado entró a la morgue: tardaron una semana ser identificada. Su tío confesó, dijo que fue un accidente pero hay indicios de muerte violenta.
Paramos también por el femicidio de tres hermanas, Kimberly de 8, Deysi de 10 y María Elena de 14. Desaparecieron juntas con su mamá y abuela el 17 de enero. Días después, vecinos encontraron los cuerpos sin vida y desmembrados de las tres niñas. La mamá y la abuela siguen desaparecidas.
En Guatemala, las mujeres salimos para conmemorar los tres años de la tragedia del Hogar Seguro Virgen de la Asunción, en el que 56 niñas y adolescentes fueron encerradas como castigo y 41 murieron incendiadas.
Este año el nivel de organización entre diferentes colectivas de mujeres y grupos de todo el país es mucho más fuerte. No nos faltan motivos para salir a las calles. Y cada vez somos más las que gritamos y nos expresamos.
“Vamos sair às ruas neste não só pela defesa de nossos direitos, mas também em defesa da democracia” Thais Folego Gama
Editora-chefe da Revista AzMina
Brasil
Os movimentos de mulheres no Brasil estão convocando marchas por todo o país com uma mensagem muito clara: ocupar as ruas pela vida de TODAS as mulheres. Nossos direitos estão seriamente ameaçados pelo governo do presidente Jair Bolsonaro, que já declarou inúmeras vezes que tem o movimento de mulheres organizado como seu inimigo.
Em um país que uma mulher é agredida a cada quatro minutos e um feminicídio ocorre a cada sete horas, lutamos primeiro pelo direito à vida e o fim da violência contra a mulher. Em movimentos organizados ou de forma independente, caminharemos juntas pelo direito a condições dignas de vida, contra os cortes de verbas públicas de programas sociais, da educação e da cultura. Denunciamos o genocídio e o encarceramento em massa da população negra e indígena.
Vamos sair às ruas neste não só pela defesa de nossos direitos, mas também em defesa da democracia diante da escalada do autoritarismo do governo e de seus apoiadores.
Traducción: Los movimientos de mujeres en Brasil han convocado marchas en todo el país con un mensaje muy claro: ocupar las calles por la vida de TODAS las mujeres. Nuestros derechos están seriamente amenazados por el gobierno del presidente Jair Bolsonaro, quien ya ha dicho en varias ocasiones que el movimiento de mujeres organizado es su enemigo.
En un país en el que una mujer es agredida cada cuatro minutos y en el que un feminicidio ocurre cada siete horas, luchamos primero por el derecho a la vida y por el fin de la violencia contra la mujer. En movimientos organizados, y de manera independiente, caminaremos juntas por el derecho a condiciones dignas de vida, contra los cortes de recursos públicos en programas sociales, educación y cultura. Denunciamos el genocidio y el encarcelamiento en masa de la población negra e indígena.
Vamos a salir a las calles no solo por la defensa de nuestros derechos, sino también en defensa de la democracia frente a el escalamiento del autoritarismo del gobierno y de sus partidarios.]
“Estamos muchas en la calle escribiendo sobre lo que ha pasado estos meses. Y no estamos seguras” Carolina Rojas
Periodista
Chile
Ser periodista en mi país es teclear historias de violencia extrema hacia las mujeres. Es ser testigo de un continuo de violencia simbólica: reportajes donde se reproducen estereotipos, revictimización de las sobrevivientes, las llamadas “malas víctimas”. Hay un periodismo muy al debe con la perspectiva de género y que también invisibiliza las demandas del movimiento feminista.
Ser periodista en Chile es experimentar situaciones de violencia en dosis que van impactando en la salud física y mental. Es masculinizarse para sortear acoso. Es ir serpenteando situaciones incómodas, normalizadas en un oficio donde reina el patriarcado y la misoginia desde sus inicios. En muchas de esas ocasiones todos saben sobre algún caso de acoso, pero se impone el silencio y la duda.
Hoy, tras la crisis social y hace un par de meses, hemos podido organizarnos en la llamada Red de Periodistas Feministas, allí de a poco se ha ido levantado la voz frente a estas problemáticas, pero queda mucho por hacer. Creemos urgente generar alianzas entre mujeres a la hora de enfrentar las violencias contando nuestras propias experiencias para ir sanando. Pero también necesitamos el compromiso de las jefaturas y empresas periodísticas para erradicar estos comportamientos enquistados. Hoy el contexto es un más abrumador, en medio de la crisis social, estamos expuestas a ser heridas, detenidas, violentadas por la policía y ahí estamos muchas en la calle escribiendo sobre lo que ha pasado estos meses. Y no estamos seguras.
Reporteamos las violaciones a los derechos humanos, la represión y violencia sexual a las mujeres por agentes del Estado, las muertes, las víctimas y los heridos en las manifestaciones. Necesitamos más garantías para ejercer nuestro trabajo de manera segura. Por eso, atentar contra nosotras, violentarnos, en el reporteo o en las redacciones, es también un atentados a la libertad de expresión
No hay, ni habrá periodismo sin nosotras.
“Marchamos como un conjuro contra el miedo” Daniela Pastrana, Daniela Rea, Lydiette Carrión, María Ruiz, Vania Pigeonutt.
Pie de Página
México
Marchamos.
Marchamos a paso colectivo porque nos reconocemos, nos sabemos juntas; porque recordamos que no estamos solas.
Marchamos para reconocernos, para conversar. Nos sabemos distintas, habitamos desde distintos lugares este mundo. Marchamos para construir un diálogo entre las mayores y las más jóvenes sobre esta violencia feminicida que nos atraviesa.
Marchamos por quienes no pueden estar aquí a causa de la desigualdad histórica, de la violencia estructural. Marchamos porque podemos poner nuestro cuerpo.
Marchamos porque estas son nuestras calles aunque nos digan lo contrario. De día, de noche, juntas o en solitario. Marchamos para reapropiarnos de las calles.
Marchamos porque este, nuestro país, es uno de los países de América Latina donde matan a más mujeres. Marchamos por Ingrid, por Bárbara, por Karen, por Fátima, por Guadalupe, por Alicia, por Bibiana, por Daniela, por Paloma, por Genoveva, por tantas…
Unimos nuestras voces, hacemos eco de los nombres de nuestras compañeras asesinadas, desaparecidas, humilladas. Gritamos las violencias que no queremos que se queden en casa, en la escuela, en el transporte público.
Marchamos, como escribe Jimena González:
Para sanarme, para sanarlas,
para ser algo más que víctimas,
alguien más que «algo»
mucho más que «otras».
Para que todas
podamos ser nombradas
Para que no deje
de retumbarnos
en la cabeza
hasta que gritemos.
Marchamos:
Para no negarnos, porque tenemos nombre
y no dejaremos que lo olviden.
Marchamos porque hay una deuda contra nosotras, porque estamos hartas, porque queremos que nos vean, que nos crean, porque nos queremos vivas y porque imaginamos formas de justicia desde nosotras. Marchamos para inventarlas, para hacerlas realidad.
Marchamos como un conjuro contra el miedo. Marchamos con furia, con alegría, con escucha, con abrazos. Marchamos acompañándonos. Marchamos emocionadas. Marchamos porque este, nuestro movimiento, es el movimiento feminista más esperanzador y encantador del mundo.
Marchamos porque hay un mundo posible por construir.
Paramos.
Paramos porque no queremos existir sólo cuando trabajamos, cuando producimos, cuando parimos, cuando cuidamos, cuando alimentamos, cuando confortamos.
Paramos porque hay una estructura social que, aun en el siglo XXI, nos sigue invisibilizando y nos siguen negando el acceso al conocimiento.
Paramos porque ya no queremos que las ausencias pasen indiferentes. Acuerpámos la ausencia de las que ya no están.
Paramos por quienes no pueden estar aquí, por la desigualdad histórica, por la violencia estructural. Paramos porque no siempre tenemos que poner el cuerpo.
Paramos porque queremos que nuestras hijas crezcan en comunidades de cuidado y no de competencia; de creación y no de legitimación.
Paramos porque en México nuestros cuerpos son vulnerados, invadidos y violentados. Paramos porque nuestro cuerpo es nuestro, porque no queremos parir hijas cuyos cuerpos sean vulnerados, invadidos y violentados.
Anfibia
Una demanda transversal es tener una vida libre de violencia, exigiendo que se acaben los maltratos, la discriminación y más aún los femicidios – o feminicidios, según la denominación de cada país- crímenes que le quitan la vida a más de 10 mil mujeres al año en el mundo.
En lo cercano, América Latina tiene una cifra no menor dentro de este desolador panorama. El último informe que registra lo ocurrido en la región es el entregado por la CEPAL a fines de 2019, en el que se da cuenta que en el año 2018 fallecieron 3.529 mujeres por razones de género.
La actualización fue realizaba con cifras oficiales de 16 países de América Latina y 9 del Caribe, entre los que se incluyen 10 países que solo informan las muertes de mujeres asesinadas por sus parejas o ex parejas intimas: Bahamas, Barbados, Belice, Chile, Colombia, Granada, Jamaica, Nicaragua, Puerto Rico y Suriname.
Lo recabado por la CEPAL informa que los países con más tasa de feminicidios son El Salvador, Honduras, Bolivia y Guatemala, mientras que los que presentan menos tasas de muertes de mujeres son Venezuela, Nicaragua, Colombia y Chile.
Sin embargo, tres de estos cuatro países con menor índice de femicidios no consideran todas las muertes de mujeres en sus cifras oficiales, sino que solo lo hacen con las que mueren en ambientes íntimos referentes a las relaciones de parejas, excluyendo otro tipo de asesinatos que también puedan ser por razones de género.
Desde El Salvador, país que encabeza la lista de la CEPAL por la proporcionalidad de habitantes, Bianca Rodríguez Franco, activista feminista de la región occidental de El Salvador y activista de la mesa interuniversitaria, indicó a Radio Universidad de Chile que en 2018 hubo 386 casos de femicidios, y en 2019 fueron 230, lo que implicó cerca de un 40 por ciento de la reducción, sin embargo, esto no deja de ser un problema en el país.
“Hubo 156 casos menos que 2018, la mayoría de los feminicidios se dan en la capital del país, el 60 por ciento del 2019 eran mujeres jóvenes entre 15 y 30 años, las mujeres jóvenes son las más asesinadas con arma de fuego, especialmente en la capital”, explicó.
Además, agregó que “el Estado trata de regular este tipo de violencia contra la mujer, pero aun así no podemos erradicarlo. La tasa de muertes violentas de mujeres sigue siendo una problemática, ya que la violencia feminicida representa el culmen de una serie de vulneraciones a los derechos humanos de las mujeres”. En esa línea, añadió que también es importante avanzar hacia que las penas sean efectivas, pues si bien cuentan con legislaciones que establecen hasta 50 años de cárcel, las penas más altas pocas veces son conseguidas.
Por otra parte, Bianca Rodríguez Franco indicó que en la región “se necesita visibilizar la causa, la naturaleza y el origen de la violencia de género que da paso a los feminicidios y agresiones contra las mujeres, porque lo más común es comparar el crimen con los homicidios pero no es lo mismo, porque el feminicidio es perpetrado en base a razones de odio hacia la mujer“.
El hecho de que otros países no encabecen la lista no significa que no tengan un problema serio de violencia hacia las mujeres, pues las cifras están calculadas cada 100.000 mujeres, y muchas naciones han visto crecer el número de feminicidios considerablemente durante los últimos años.
Tal es el caso de Perú, que, si bien ocupa el 16° lugar en la lista de la CEPAL, durante los últimos años ha tenido un importante aumento de femicidios.
El año 2019 el país vecino registró 166 feminicidios, según informó el Programa Nacional para la Prevención y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres e Integrantes del Grupo Familiar – AURORA. Esta cifra representó 17 casos menos que en 2018, pero es la más alta de los últimos 10 años, cuando en 2009 se informó de 139 asesinatos cometidos contra mujeres.
Amire Ortiz, abogada, activista feminista de acción por igualdad en Perú comentó a nuestro medio que “consideramos que las cifras son mayores, porque también se esconden en lo que son la data de mujeres desaparecidas, y ha sido una cifra mucho más elevada que en los años anteriores. En este año ya vamos 30 casos registrados de feminicidio y este último fin de semana ha sido bastante terrible para el Perú porque se han registrado casos de niñas, de niñas muy pequeñas”.
Además, explicó que tal como ocurre en otras naciones, en Perú “no se entiende que la responsabilidad de los feminicidios, de las violaciones, es únicamente del victimario, del violador, de este sistema machista que tolera y permite ahora incluso la creación de feminicidas cada vez más jóvenes”.
En esa línea, explicó que las principales demandas feministas hoy apuntan justamente a mejorar las políticas públicas, en especial lo que refiere a la búsqueda de las mujeres desaparecidas, el fin de la corrupción en órganos de justicia y el aborto para el caso de violación, ya que muchas menores de edad se ven obligadas a llevar a término sus embarazos producidos por violencia sexual.
El 2018 se registraron más de 5 mil denuncias por violencia sexual en Perú, y solo en enero de 2020 más de 400. Además, Amire Ortiz comentó que la trata de mujeres (especialmente amazónicas) para redes de prostitución, el secuestro de niñas para llevarlas a sectores de minería ilegal, más el abuso a la migración venezolana son otros problemas de género que hoy enfrentan.
Por otra parte, México también enfrenta un serio problema de violencia de género, y si bien no encabeza la lista de la CEPAL a pesar de haber tenido más de mil feminicidios en 2019, esto es por la proporcionalidad en función de los habitantes.
Al respecto, Clara Santos, feminista antirracista mexicana y participante activa desde hace más de cuatro años en la defensa y promoción de derechos humanos, señaló a nuestro medio que en el país está muy invisibilizada y normalizada la violencia de género, tanto que se “lamentablemente forma parte de la cultura, de las relaciones sociales“, y en diferentes ámbitos y niveles.
Además, explicó que el aumento de los feminicidios ha sido importante, y que se reporta que de 2015 a 2019 existió un aumento de 130 por ciento. El año pasado el total de crímenes de este tipo fue de 1.010 y el 2018 de 913.
“Hoy en día 10 mujeres son asesinadas al día en nuestro país y de estos casos la mayoría presentan signos de violencia sexual. Se reporta por parte de instituciones gubernamentales que casi el 90 por ciento de las mujeres en México en algún momento han sufrido violencia sexual”, comentó.
Por ello, precisó que es necesario mejorar las políticas públicas que hoy tienen un importante déficit de recursos ya sea materiales, humanos o económicos. Situación ante la cual la sociedad civil es la que toma un rol importante, como es el caso de Espacio Mujeres, que proporciona en México centros de atención a mujeres víctimas de violencia familiar de género, lugares donde pueden solicitar servicios sociales, jurídicos y psicológicos, ya sea externos o internos, dando espacios de refugio para que puedan dejar al agresor.
En tanto, desde Argentina, país en el que también los números de femicidio son alarmantes, las organizaciones se mantiene en alerta para exigir el cese de la violencia.
La Asociación Civil La Casa del Encuentro registró el año pasado 299 femicidios, 21 más que en 2018. Uno de los últimos casos registrados es el de Micaela Gordillo, de 19 años, que fue asesinadas por asfixia, quemada y descuartizada por su novio Naín Vera. Su muerta ha causado gran conmoción y se han desplegado diversas manifestaciones para existir justicia en su caso.
Según comentó Luba Skop, miembro de la organización Revuelta Colectiva Feminista, la situación es este 2020 “sumamente alarmante”.
“En lo que va del año se han registrado 63 casos de femicidios, hasta el 29 de febrero y en lo que va de marzo, hasta el 5, se han registrado 6 femicidios. Lo que nos da un promedio de que cada 23 horas matan a una mujer en nuestro país y el año pasado se registraron 299 femicidios. Son datos realmente preocupantes”, dijo.
Además, comentó que “así como el movimiento feminista crece cada día más también parece que el machismo no nos da tregua, todos los días tenemos que enfrentarnos a un nuevo femicidio, a un nuevo caso de abuso sexual, a una nueva violación, a un nuevo ataque a alguna persona por el solo hecho de ser mujer”.
Junto a ello, dijo que es necesario seguir avanzando en la lucha por el fin de la violencia, que es necesario que los hombres dejen de naturalizar algunas acciones como pactos de fidelidad entre varones respecto de abusos y también en que las políticas públicas avancen cada vez más hacia reconocer los derechos de las mujeres.
“La consigna para el 9M es la deuda es con nosotras y nosotres no con el FMI, ni con las iglesias. Además creemos que sin interrupción voluntaria del embarazo no habrá ni hay ni una menos, por eso es que seguiremos luchando hasta conseguir aborto legal, seguro y gratuito, libre y feminista”, comentó.
Ante tal panorama, desde la CEPAL también se han identificado aspectos que entorpecen el análisis de la situación y las medidas a tomar para trabajar en contra de la violencia, entre ellas que en algunos países son varios los organismos que llevan el conteo de las cifras, lo que dificulta la entrega de información clara. Además, otras naciones no consideran el femicidio o feminicidio como crimen de género, sino que solo como un asesinato dentro de espacios íntimos como el de pareja.
Este es el caso de nuestro país, que hasta antes de la recién promulgada Ley Gabriela solo consideraba el femicidio cuando se cometía por un un cónyuge, conviviente o ex pareja, lo que deja fuera otro tipo de crímenes de género como los lesbofóbicos, esto permite que nuestro país esté en el último lugar de las listas de la región, lo que en ningún caso significa que no tenga un problema con la violencia de género.
Chile registró 46 femicidios en 2019, mientras que este 2020 se contabilizan 6 crímenes contra mujeres. Por ello, tanto en nuestro país como en la región, en las organizaciones feministas se releva la necesidad de establecer legislaciones que lleven a las mujeres a vivir una vida libre de violencia y de pleno respeto de sus derechos.
En tanto, la CEPAL ha establecido dentro de sus objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible “eliminar todas las formas de violencia contra todas las mujeres y las niñas en los ámbitos público y privado, incluidas la trata y la explotación sexual y otros tipos de explotación”, objetivos que bajo el panorama actual de femicidios en América Latina parece difícil de alcanzar. Sin embargo, es ello lo que motiva la lucha de las mujeres este 8 de marzo y el resto de los días del año para “ser el grito de las que ya no están”.
Radio UChile
Marcha del 8M en Uruguay. REUTERS/Andres Cuenca Olaondo
A las 17 horas, decenas de miles de mujeres se reunieron en la Plaza libertad (conocida también como Plaza Cagancha) para marchar por la avenida 18 de Julio hasta la explanada de la Universidad de la República.
Convocaron y participaron decenas de colectivos pro derechos de las mujeres y contra la violencia de género, y la marcha estuvo marcada por contrastes fuertes, como la participación de la vicepresidenta de la República, Beatriz Argimón, y la polémica por la fuerte protección de la Guardia Republicana al templo católico de Cordón.
Marcha pacífica y multitudinaria: se calcula en 300.000 la concurrencia en un nuevo #8M en Montevideo
09/03/2020 08:07 - Meritxell Freixas @MeritxellFr - PÚBLICO
Era
una fecha clave en el calendario de protestas de 2020. El 8M chileno
tenía un doble desafío: superar el récord de participación del año
pasado y llenar nuevamente a las calles para demostrar que el estallido
social sigue vivo (desde el 18 de octubre) y que el movimiento feminista ha sido uno de sus grandes protagonistas. Sin duda alguna, se lograron ambos.
Miles de
mujeres desbordaron este domingo las calles de Santiago en la que ha
sido la marcha feminista más multitudinaria convocada en el país. Eso,
pese a que el baile de cifras entre organizadoras ─que cifran las
asistentes en 2 millones─ y policía ─que dice que fueron 150.000─ abrió
una polémica que hasta ahora nadie ha aclarado oficialmente. Más allá de
los números, las imágenes hablaban por sí solas y evidenciaron
un éxito de convocatoria incuestionable, en la que una marea verde y
morada tiñó casi simultáneamente los cuatro kilómetros de recorrido por
la Alameda, avenida principal de la capital.
Antes de las 12 del
mediodía, hora prevista para comenzar a caminar, la Plaza Italia
─epicentro de las protestas sociales y rebautizada por la gente como
Plaza Dignidad─ ya estaba repleta de mujeres preparadas para marchar
bajo un sol abrasador. Ahí están Javiera y Amparo, dos niñas de 11 años
que viven su primer 8M. Las acompañan sus madres, Lucía y Fabiola, de 44
y 48 años. "Es injusto que sólo por ser mujeres tengamos que pasar
dolores, no tengamos los mismos derechos que los hombres y que no nos
valoren por ser de distinto género", suelta Amparo, mientras sujeta un
cartel que ella misma ha dibujado y que deja al aire otro mensaje: "No por mí, sino por todas".
Detrás de ellas y
buscando la preciada sombra de la plaza, un grupo de voluntarias de la
llamada Brigada B de salud se predisponen a atender a las personas que
requieran una emergencia médica en el contexto de la movilización. Así
lo vienen haciendo desde octubre. Entre la multitud también se abren
paso las "mamás capucha", mujeres que cada viernes de protesta llegan a
la "zona cero" para repartir comida a los jóvenes que se enfrentan
directamente con la policía desde la llamada "primera línea". Las
"madres", con el rostro cubierto, pasean sus escudos pintados de rojo y
negro con mensajes como "Amor en la lucha" o "Sin justicia no habrá paz". Las manifestantes las ovacionan, aplauden y les dedican agradecimientos.
El
8 de marzo en todo Chile llega fuertemente marcado por las protestas
sociales de los últimos meses. La calle no sólo pide derechos para
todas, el aborto libre y gratuito y el fin de todo tipo de violencia
contra las mujeres, sino que denuncia las decisiones del Gobierno de
Sebastián Piñera y la represión policial de los últimos meses. "La que no salta es paca [mujer policía]",
gritan repetidamente las manifestantes delante de las carabineras que
supervisan la protesta. La masa salta impetuosamente. Como ya ocurrió el
año pasado, la seguridad de la manifestación está capitaneada por
mujeres policías.
“No quiero que mi hija piense como mi mamá”
A paso ligero, un
grupo de seis amigas camina hacia la Alameda. Están eufóricas,
contagiadas del ambiente festivo y reivindicativo que se respira. Son
estudiantes de Medicina, tienen 22 años y visten todas iguales: pañuelo
verde al cuello y una camiseta blanca que se dibujaron a mano.
Escribieron dos consignas ─"No es no" y "Te quiero fuerte"─ con
claros significados: "Queremos decir que nuestro cuerpo no se vende, no
se toca y no se mata y, a la vez, que queremos construir esto todas
juntas y tener mucho poder", dice Catalina, una de ellas.
Madres, hijas, y
abuelas comparten lemas y espacios. Es una cita muy intergeneracional.
Elisabeth, de 45 años, acompaña a su hija que anda perdida entre la
muchedumbre. "Es mi primer 8M, antes no había participado nunca porque
tenía una venda en los ojos. Pero no quiero que mi hija piense como mi mamá,
que tiene 90 y se ha pasado la vida pensando en su marido y en la
casa". La marcha transcurre pacíficamente y con poca presencia de
hombres, tal y como había pedido la organización. Cuando ellos se dejan
ver más de la cuenta, algunas mujeres los incomodan y corean: "¡Que se
vayan los pololos [novios]!". Otras lo simplifican y dedican un simple
"¡Chao, chao!" a la cara de los muchachos.
Muchas de las manifestantes son parte de colectivos autoorganizados
nacidos en los barrios u otros espacios artísticos, deportivos o
políticos, a partir del estallido del 18 de octubre. La mayoría exhibe
mensajes ─algunos verdaderamente creativos─ en pancartas o partes de su
cuerpo: "Mi posición sexual favorita es yo arriba y abajo el
patriarcado", "Amor entre mujeres, nuestra arma principal", "Yo elijo
cómo me visto y con quién me desvisto", "Nunca más sin nosotras".
Pero
si hay una melodía que este 8M ha resonado con fuerza nuevamente en
Chile, allí mismo donde nació, es la canción de Las Tesis Un violador en tu camino. La
performance, que se ha convertido casi en un himno mundial de denuncia
para el movimiento feminista, se ha entonado en varios puntos de la
manifestación y cientos de mujeres lo han bailado delante del Palacio de
La Moneda. En ese punto también se han producido algunos incidentes
aislados entre la Policía y varias manifestantes que quisieron traspasar
las rejas de protección del edificio gubernamental. Los carros lanza
aguas y gases han actuado para dispersarlas. La jornada ha terminado con
53 personas detenidas en Santiago, varias de ellas hombres que
se sumaron a los enfrentamientos con los uniformados. En otras ciudades
del país, como Valparaíso, la represión policial se ha alargado hasta la
noche.
"Históricas"
En el marco de la
conmemoración del 8M, el Instituto Nacional de Derechos Humanos (INDH)
dio a conocer un balance de las violaciones de derechos humanos contra
las mujeres durante el estallido social: las cifras alcanzan los 490 casos, entre adultas, jóvenes y niñas. De
estos, un 57% corresponden a torturas y tratos degradantes y otro 26%
fueron por tortura con violencia sexual. Por el silencio ante tales
vulneraciones, el movimiento feminista ha liderado una dura crítica
contra la ministra de la Mujer, Isabel Plá.
Las activistas
también han exigido con fuerza que el Congreso diera luz verde a un
proyecto de ley para garantizar la paridad en el proceso de redacción de
la nueva Constitución, siempre que esa opción gane el plebiscito convocado para el mes de abril. La
iniciativa se aprobó la semana pasada y convertirá a Chile en el primer
país del mundo que garantizará la equidad entre hombres y mujeres en un
órgano constituyente.
El movimiento
feminista chileno ha sido uno de los revulsivos del estallido social.
Hoy se lee el Día de la Mujer Trabajadora de 2019 como uno de los
preludios de la actual ola de movilizaciones. El de 2020, que continúa
este lunes con una convocatoria a huelga, se recordará con las 10
grandes letras que quedaron pintadas en blanco sobre el asfalto de la
Plaza Dignidad: "Históricas".
09/03/2020
8M Chile: «Somos históricas»
Las luchas internacionales del movimiento feminista se vieron expresadas en muchas ciudades del mundo. En latinoamérica, el movimiento feminista chileno copó las calles y en la Plaza Dignidad se concentró mas de un millón de personas. Una multitud exigió el fin de la violencia machista y expresaron consignas en contra del gobierno de Sebastián Piñera, que transita por una profunda crisis desde octubre del 2018, cuando se desató una revuelta popular que no encuentra fin.
La manifestación ha estado marcada por el emblemático canto contra la violencia de Las Tesis, performance que dio la vuelta al mundo con la frase “El violador eres tú”, además de gritos a favor de la aprobación en el plebiscito del 26 de abril.
Frente al palacio presidencial, se desplegó una gran bandera negra con la consigna «Renuncia Piñera». Como sucede en cada una de las manifestaciones populares, carabineros reprimió la marcha, dejando personas afectadas por los gases lacrimógenos. Al menos 12 mujeres debieron ser trasladadas al hospital.
Hoy continúa la Huegla feminista, y en la ciudad de Santiago hay cortes y barricadas en algunos puntos de la ciudad. «Hoy continúan las marchas ¡históricas!. Vamos a la lucha contra la precarización de la vida. La huelga la levantamos entre todas, nos vemos hoy en las calles» expresaron desde la Coordinadora 8M.
Medios de todo el mundo destacan que masiva manifestación en Chile “marcó el ritmo” del 8M
Por: El Desconcierto / Publicado: 09.03.2020
Foto Twitter @miguelortiz /
La histórica jornada de este domingo no solo remeció a nuestro país, sino que también a diversos lugares del mundo, que posaron sus ojos sobre las chilenas.
En España, El Salto destacó que “la masiva afluencia a la manifestación de Santiago de Chile ha marcado el ritmo de una jornada que ha vuelto a sacar a cientos de miles de personas a la calle en las ciudades españolas”.
Luego, en el cuerpo agregaron que “el movimiento feminista ha desbordado igualmente las calles de Latinoamérica, muy especialmente de Chile, donde desde primera hora de la mañana, cientos de miles de mujeres —las cifras oficiales hablan de hasta dos millones de personas— se han movilizado para retomar las protestas que han llevado a la apertura de un proceso constituyente”.
También en España, Publico tituló con “Un 8M histórico en Chile desborda las calles y fortalece la revuelta social contra el Gobierno” y sostuvo que “la manifestación feminista registra un récord de participación a pesar de la polémica por la notoria diferencia entre las cifras oficiales y de la organización”.
Siempre en Europa, el inglés The Guardian tituló con “Más de un millón de mujeres chilenas marcharon para conmemorar el Día Internacional de la Mujer”,
precisando que “las activistas han estado pidiendo que los problemas de
los derechos de las mujeres estén en el centro de cualquier reforma
social y económica”.Asimismo, el medio publicó varios posts de Instagram con fotografías y alusiones a lo que ocurría en nuestro país.
En México en tanto, La Reforma tituló: “Salen a las calles mujeres por 8M en Chile”.
Nuevamente desde España, La Vanguardia, destacó que “Argentinas y chilenas abanderan el feminismo“.
Desde el país trasandino en tanto, Clarín se sumó a las críticas a la cifra de asistentes entregada por Carabineros, afirmando que “lo suyo fue más bien un cálculo político que real. Y poco efectivo”.
Asimismo, el medio sostuvo que lo del domingo fue “una jornada histórica” que superó en cinco veces la asistencia del año pasado, y que “no se puede entender sin el contexto social que vive el país”.
Finalmente, desde Telemundo, cadena estadounidense de habla hispana, destacaron que el himno feminista “Un violador en tu camino“, “fue parte esencial de la marcha de las mujeres chilenas, quienes vistieron pañuelos morados y verdes durante la manifestación en el Día Internacional de la Mujer”.
El Salto también
resaltó la importancia de este himno, mencionando que fue entonado en
“Madrid, Sevilla, Zaragoza y ciudades menos pobladas como Algeciras o
Formentera”, además de Turquía, donde el “Ni una menos”, o “Bir kişi
daha eksilmeyeceğiz!”, “ha sacado a miles de personas en las calles de
Ankara y otras ciudades del país”.
Los carabineros reprimieron con camiones hidrantes y gases lacrimógenos
En el 9M la mujeres chilenas marcharon a Plaza Dignidad
la
calle está en disputa cada día desde el 18 de octubre pasado. Los
carabineros decoran la avenida Alameda con sus uniformes verde olivo.
Agazapados o desafiantes, esperan la orden de reprimir.
Imagen: AFP
Desde Santiago.En
Chile lo que está en discusión es quién ocupa la calle y establece
condiciones sobre ella. Los argentinos conocemos el tema de sobra. La
diferencia es que acá la calle está en disputa cada día desde el 18 de
octubre pasado. Los carabineros decoran la avenida Alameda con sus
uniformes verde olivo. Agazapados o desafiantes, esperan la orden de
reprimir o replegarse hacia unos colectivos estacionados a prudente
distancia de los incidentes. Este 9M, día de la Huelga General Feminista, las mujeres marcharon hacia la Plaza de la Dignidad. No eran cientos de miles como el domingo, pero sí unas cuantas que dijeron presente. Suficiente como para que los carros hidrantes y los gases lacrimógenos actuaran como disuasivo.
En la esquina de Amunátegui y Bernardo O’Higgins hubo algunos intercambios de piedrazos y chorros de agua a escasos pasos de La Moneda. Mientras tanto los transeúntes caminaban alrededor o buscaban un lugar para el almuerzo. Había terminado la convocatoria a concentrarse y algunas jóvenes intentaban reorganizarse para no perder presencia en la calle, el territorio donde se dirime el conflicto social.
“Las feministas no soltamos la calle” dicen en su boletín La Primera que se reparte en unas treinta estaciones del Metro. Si no son más es porque varias están cerradas o fueron incendiadas desde que escalaron las protestas contra el estado patriarcal y el gobierno de Sebastián Piñera. Militantes de la Coordinadora 8M y en especial de la brigada Laura Rodig -se llama así en honor a una pintora y artista plástica chilena, pionera del feminismo fallecida en 1972 – explican sus demandas de género. No son las únicas ni todas santiaguinas. Otras mujeres como ellas se movilizaron en las ciudades de Valparaíso, Iquique, Antofagasta, Talca, La Calera y Valdivia.
Todas, desde esta capital hacia el norte y el sur, pusieron en jaque la institucionalidad como la conciben los principales partidos del sistema. Están animadas por la movilización desbordante del 8M, que a 24 horas de producida, no deja de generar balances con superávit. Las casi dos millones de asistentes a esa marcha marcaron un hito mundial. The Guardian, el periódico inglés, destacó el hecho como inédito. Citada por El Mostrador, un sitio digital crítico del gobierno, la directora de la prestigiosa fundación Nodo XXI, Daniela López, definió lo que pasó el domingo: “Fue un 8M distinto, que se encuadra dentro del 18 de octubre. Es el movimiento feminista que pega un salto político muy importante que viene de un ciclo de lucha desde el 2016 y toma un carácter estructural”.
Piñera intentó opacar la marcha del 8M pero fracasó en su puesta en escena. A la misma hora en que cientos de miles de mujeres empezaban a caminar por la Alameda difundió dos anuncios en la Moneda: sus proyectos de ley para monitorear por un mecanismo telemático la violencia intrafamiliar y la incorporación al Boletín de Informaciones Comerciales de los deudores de la cuota alimentaria. Rodeado de mujeres en una estudiada escenografía ubicada en el patio del palacio presidencial, entre ellas su propia esposa y ministras de su gabinete, aportó el dato de que “el 84% de los demandados y obligados al pago de la pensión de alimentos, no la pagan, lo que causa un grave daño a más de 70 mil niños en nuestro país”.
Las mujeres que sufren sus políticas no le creen. Mientras tomaban las calles de casi todo el país, le dedicaron frases de despedida como “Fuera Piñera” o el ya clásico “Que muera Piñera pero no mi compañera”. Después de la enésima marcha en que despertó Chile hace casi cinco meses, se prometieron que seguirían marchando o haciendo cacerolazos en las barriadas humildes de Puente Alto, La Pintana o Pudahuel y también en el centro histórico militarizado por los carabineros. No parecen tener miedo en ese escenario represivo. Al contrario. No quieren abandonar las calles ni regalárselas al gobierno.
gveiga@pagina12.com.ar
En la esquina de Amunátegui y Bernardo O’Higgins hubo algunos intercambios de piedrazos y chorros de agua a escasos pasos de La Moneda. Mientras tanto los transeúntes caminaban alrededor o buscaban un lugar para el almuerzo. Había terminado la convocatoria a concentrarse y algunas jóvenes intentaban reorganizarse para no perder presencia en la calle, el territorio donde se dirime el conflicto social.
“Las feministas no soltamos la calle” dicen en su boletín La Primera que se reparte en unas treinta estaciones del Metro. Si no son más es porque varias están cerradas o fueron incendiadas desde que escalaron las protestas contra el estado patriarcal y el gobierno de Sebastián Piñera. Militantes de la Coordinadora 8M y en especial de la brigada Laura Rodig -se llama así en honor a una pintora y artista plástica chilena, pionera del feminismo fallecida en 1972 – explican sus demandas de género. No son las únicas ni todas santiaguinas. Otras mujeres como ellas se movilizaron en las ciudades de Valparaíso, Iquique, Antofagasta, Talca, La Calera y Valdivia.
Todas, desde esta capital hacia el norte y el sur, pusieron en jaque la institucionalidad como la conciben los principales partidos del sistema. Están animadas por la movilización desbordante del 8M, que a 24 horas de producida, no deja de generar balances con superávit. Las casi dos millones de asistentes a esa marcha marcaron un hito mundial. The Guardian, el periódico inglés, destacó el hecho como inédito. Citada por El Mostrador, un sitio digital crítico del gobierno, la directora de la prestigiosa fundación Nodo XXI, Daniela López, definió lo que pasó el domingo: “Fue un 8M distinto, que se encuadra dentro del 18 de octubre. Es el movimiento feminista que pega un salto político muy importante que viene de un ciclo de lucha desde el 2016 y toma un carácter estructural”.
Piñera intentó opacar la marcha del 8M pero fracasó en su puesta en escena. A la misma hora en que cientos de miles de mujeres empezaban a caminar por la Alameda difundió dos anuncios en la Moneda: sus proyectos de ley para monitorear por un mecanismo telemático la violencia intrafamiliar y la incorporación al Boletín de Informaciones Comerciales de los deudores de la cuota alimentaria. Rodeado de mujeres en una estudiada escenografía ubicada en el patio del palacio presidencial, entre ellas su propia esposa y ministras de su gabinete, aportó el dato de que “el 84% de los demandados y obligados al pago de la pensión de alimentos, no la pagan, lo que causa un grave daño a más de 70 mil niños en nuestro país”.
Las mujeres que sufren sus políticas no le creen. Mientras tomaban las calles de casi todo el país, le dedicaron frases de despedida como “Fuera Piñera” o el ya clásico “Que muera Piñera pero no mi compañera”. Después de la enésima marcha en que despertó Chile hace casi cinco meses, se prometieron que seguirían marchando o haciendo cacerolazos en las barriadas humildes de Puente Alto, La Pintana o Pudahuel y también en el centro histórico militarizado por los carabineros. No parecen tener miedo en ese escenario represivo. Al contrario. No quieren abandonar las calles ni regalárselas al gobierno.
gveiga@pagina12.com.ar
8M y 9M: paros y movilizaciones masivas contra las violencias machistas en toda la región
9 marzo, 2020
Notas sobre el tema
Chile, Argentina, México y las marchas multitudinarias por el 8M en América Latina
Cientos de miles de mujeres marcharon este domingo en varios países del mundo, como Chile, Argentina y México. Justo en ese primer país se da la primera manifestación de mujeres luego del estallido social contra el gobierno de Sebastián Piñera.Las mujeres comenzaron a congregarse temprano en los alrededores de la plaza Italia, en Santiago, para luego enfilar hacia el oeste por la céntrica avenida Alameda, que coparon completamente por varias cuadras, cantando, bailando y saltando, en un ambiente festivo que sólo fue interrumpido por algunos enfrentamientos con la policía.
Los choques se concentraron en las cercanías al palacio presidencial de La Moneda, cercado por los agentes policiales. Manifestantes botaron las vallas de seguridad e intentaron avanzar hacia el palacio, siendo repelidos por la policía con chorros de agua y gas lacrimógeno.
Esta es la primera gran manifestación feminista desde que el 18 de octubre del año pasado estallaron las protestas sociales en Chile, en manifestaciones sin precedentes en contra del gobierno del derechista Piñera y a favor de profundas reformas sociales en un país que era considerado como uno de los más estables de América Latina.
Al frente del palacio presidencial, fue desplegada una gran bandera negra con la consigna “Renuncia Piñera”, mientras que a lo largo de toda la manifestación se escucharon fuertes consignas en contra del mandatario y el actuar de la policía, dejando en segundo plazo los tradicionales gritos feministas.
– “UNA MAREA DE MUJERES” –
La Policía cifró inicialmente en 110.000 los asistentes; luego ajustó la cifra a 125.000, pero según cálculos extraoficiales, el número de manifestantes superaría las 500.000 personas.
Al menos cuatro km de la Alameda estaban copados por manifestantes y muchas calles aledañas lucían también repletas de mujeres, según pudo constatar la AFP.
“Es maravilloso ver a tantas mujeres hoy unidas (…) Me encanta que las mujeres saquen sus ovarios, se empoderen, caminen y arrasen con todo”, dijo a la AFP Elizabeth, quien concurrió a la marcha con otras mujeres para defender los derechos de las mujeres indígenas.
La mayoría de las mujeres portaba pañuelos verdes en favor del aborto libre o de color violeta, con la consigna “NiUnaMenos”, en un país en que recién hace tres años se promulgó una ley que permite el aborto en tres causales. Hasta ese año, Chile era una de las pocas naciones que no permitía la interrupción del embarazo bajo ninguna circunstancia.
A lo largo del trayecto, la procesión se detuvo varias veces para realizar en conjunto la performance “Un violador en tu camino”, que popularizó el colectivo chileno “Las Tesis”.
El himno feminista que denuncia al “Estado opresor”, dio la vuelta al mundo con su proclama: “la culpa no era mía, ni dónde estaba ni cómo vestía”.
Durante esta jornada, el presidente Piñera anunció el envío al Congreso de dos proyectos de ley en favor de las mujeres, uno que establece el monitoreo telemático de los hombres denunciados por violencia intrafamiliar y otro que incorpora a los deudores de pensiones de alimentos al boletín de informaciones comerciales. Actualmente el 84% de los padres demandados no pagan la pensión alimenticia.
El año pasado, la convocatoria superó las 200.000 personas y se preveía este domingo una convocatoria aún mayor en un ambiente de gran efervescencia social desde que estallaron las protestas.
Montevideo
América Latina levanta la voz en marchas que exigen igualdad en el Día de la Mujer
Millones de mujeres marcharon este domingo en distintos países para conmemorar el Día Internacional de la Mujer, pese a los temores por la epidemia de coronavirus que azota al planeta. Aunque en algunos sitios las manifestaciones se vieron diezmadas por temores a los contagios y en otros, como Corea del Sur, fueron canceladas, los reclamos por los derechos de la mujer se extendieron por todo el orbe.Muchas voces se alzaron contra los gobernantes, hubo algunos choques violentos así como detenciones en varios países. En Pakistán, por ejemplo, miles desafiaron a la sociedad ultrapatriarcal para manifestarse por sus derechos, bajo piedras y palos lanzados por opositores.
En la capital chilena, cientos de miles de mujeres protagonizaron una colorida marcha en la que exigieron el fin de la violencia machista y reclamaron al “Estado opresor” con el himno feminista “Un violador en tu camino”, con coreografías ejecutadas en masa. Pese a que la marcha fue mayormente pacífica, hubo algunos enfrentamientos con la policía, en particular frente al palacio presidencial de La Moneda, donde se desplegó una bandera con la consigna “Renuncia Piñera”. El gobierno del derechista Sebastián Piñera es blanco de embates desde el inicio en octubre de masivas protestas en reclamo de cambios profundos.
En el centro de México, donde en las últimas semanas se agudizó el reclamo por los femicidios, cientos de miles de mujeres exigieron el fin de la violencia de género y gritaron a una sola voz “Ni una asesinada más”. Según cifras oficiales, hubo 1.006 víctimas de femicidios en México en 2019.Asimismo, hubo fuertes reclamos contra el presidente izquierdista Andrés Manuel López Obrador, quien ha descalificado las denuncias de violencia contra las mujeres alegando que son promovidas por adversarios políticos. Hubo algunos destrozos, pintadas e intentos de incendiar edificios públicos, lo que fue evitado por fuerzas de seguridad.
En Brasil, el presidente del ultraderechista Jair Bolsonaro fue blanco principal de las mujeres que se movilizaron en distintas ciudades. Desde la campaña de 2018, las mujeres lanzaron el eslogan “Ele nao” (Él no) contra el mandatario por sus recurrentes comentarios sexistas.
En Sao Paulo, sobre la emblemática avenida Paulista, varios centenares de personas desafiaron la lluvia para protestar. “La política del gobierno ha consistido en retirar los derechos de las mujeres trabajadoras”, dijo a la AFP Marcela Azevedo, de 35 años y miembro del colectivo Mulheres em Luta (Mujeres en lucha).
– Aborto, en el centro –
Muchas de las mujeres lucieron en las marchas latinoamericanas pañuelos verdes a favor del aborto, penado en la mayoría de los países, a excepción de Uruguay, Cuba y la Ciudad de México. El aborto fue tema central en Argentina, donde el gobierno del peronista Alberto Fernández se apresta a enviar al Congreso un proyecto para su legalización. Vestidas de negro y con pañuelos verdes, mujeres manifestaron frente a la Catedral de Buenos Aires en favor del aborto y en reclamo de la separación de la Iglesia y el Estado. La Iglesia católica, por su lado, movilizó a sus fieles en una misa multitudinaria “en favor de la vida” en la Basílica de Luján, en el oeste de la ciudad de Buenos Aires.
En El Salvador, donde la ley prohíbe rigurosamente la interrupción del embarazo, más de 5.000 mujeres bailaron y marcharon con coloridas pancartas para clamar por la despenalización.
“Sigue habiendo mujeres encarceladas (por emergencias obstétricas), entonces esto tiene que cambiar”, declaró a la AFP Morena Herrera, de la Agrupación Ciudadana para la Despenalización del Aborto Terapeútico, Ético y Eugenésico (ACDATEE).
– Misoginia y arrestos –
En Manila, cientos asistieron a una protesta en la que se quemó una efigie del presidente Rodrigo Duterte, a quien acusan de misoginia. “La violencia y la pobreza entre las mujeres están empeorando”, dijo a la AFP Joms Salvador.
En Kirguistán, la policía detuvo a decenas de mujeres que se manifestaban contra la violencia de género, tras haber sido atacadas por hombres enmascarados. La policía indicó que se las detuvo por su seguridad y por no informar de la realización de la marcha, pues un tribunal prohibió aglomeraciones por el coronavirus. Las mujeres fueron luego liberadas y tres de sus agresores fueron arrestados.
En China, epicentro de la epidemia que ya mató a más de 3.500 personas y ha infectado a más de 100.000 en el mundo, la cadena estatal de televisión CCTV destacó la dedicación de las trabajadoras médicas en la lucha contra el virus. En Yakarta, unas 600 personas, algunas maquilladas con los colores del arcoíris, pidieron al gobierno la derogación de leyes consideradas discriminatorias y la adopción de normas contra la violencia sexual
– “Patriarcavirus” –
Al ritmo de tambores, y utilizando máscaras quirúrgicas contra el “patriarcavirus”, multitudinarias manifestaciones recorrieron las calles españolas. “El machismo mata más que el coronavirus”, rezaba una de las pancartas desplegadas durante la marcha en Madrid, en la que participaron 120.000 personas.
En París, activistas del grupo Femen en topless, con gafas protectoras y máscaras, se reunieron en la Place de la Concorde para denunciar “la pandemia patriarcal”. Las manifestantes entonaron estribillos como ¿Quién está lavando los platos?” y “Estamos haciendo una revolución”.
En Italia, uno de los países más golpeados por el brote del virus Covid-19 y donde se han tomado estrictas medidas de aislamiento, el presidente Sergio Mattarella difundió un video alusivo donde agradeció “a las mujeres, y hay muchas, que trabajan en hospitales (y) en las zonas rojas (de cuarentena) para combatir la propagación del virus. También hubo manifestaciones en Irak y Líbano.
Infobae
8M ¿por qué paramos en América Latina?
En el día internacional de la mujer trabajadora periodistas feministas de América Latina cuentan cuáles son las principales demandas por las que mujeres, lesbianas, travestis y trans paramos y salimos a las calles.*Especial 070 y Revista Anfibia
“Nos merecemos la fiesta… nos debemos la lucha” Glenda Boza.
Periodista de elTOQUE
Cuba
El 8 de marzo en Cuba es un día festivo y conmemorativo. Los derechos y la igualdad ante la ley de las mujeres cubanas hacen de esta fecha una jornada de celebración: a nivel gubernamental, en centros de trabajo, en algunas comunidades y hogares. Sin embargo, en cada uno de estos espacios se reproducen estereotipos desligados a la equidad de género. Es común para las cubanas recibir una postal en la cual se anuncia que “es la flor más bella del jardín”, o recibir como regalo utensilios del hogar —remarcando su rol al frente de las tareas de la casa.
En actos públicos y homenajes se destaca la igualdad de derechos y oportunidades, la licencia de maternidad de un año y retribuida, el acceso gratuito y seguro al aborto y otros reclamos en disputa en el mundo, pero garantizados para las cubanas. Sin embargo, muchas veces se omite la doble jornada laboral no retribuida; el acceso a labores de menor remuneración; el reconocimiento social de la figura femenina como la encargada de cuidar a familiares ancianos o enfermos; la violencia hacia las mujeres y las niñas, y también los feminicidios, no en cifras elevadas como en otros lugares, pero tan preocupantes como en el resto de Latinoamérica.
Sí existen razones para celebrar la fecha con vítores y canciones, pero también existen otras para convertir esta en una jornada de reclamos. Aunque en la región es quizás el nuestro el camino más corto, aún queda mucho por andar y reclamar. Nos merecemos la fiesta… nos debemos la lucha.
“Una niña está siendo violada por un hombre aquí mientras me lees. Por eso, paramos” Fabiola Torres,
Salud con Lupa
Perú
En Perú, las mujeres paramos porque estamos unidas y hemos aprendido a creer más en nuestra fuerza para cambiar las desigualdades y la violencia que nos afectan. Paramos porque aprendimos que el silencio y la indiferencia nos hizo mucho daño y que no hay nadie que nos represente mejor que nosotras mismas. Paramos por Camila, la última niña violada y asesinada esta semana, por las miles de mujeres agredidas y abusadas que se convierten en estadísticas para el Estado pero que para nosotras son mujeres con nombres propios, con vidas cortadas que no podemos olvidar. Paramos porque queremos que todas se sientan libres de caminar por la calle y sin miedo.
En mi país muchas de las víctimas de abuso sexual son obligadas a ser madres. El cinismo de la sociedad no deja que se interrumpa el embarazo por violación. Más de 20 mil niñas al año tienen partos luego de ser violadas. En un día, 15 hombres violaron niñas. Una niña está siendo violada por un hombre aquí mientras me lees. Por eso, paramos.
“Lo que las mujeres podemos hacer con nuestro cuerpo responde sobre todo a los intereses de otros” Tania Tapia
070
Colombia
Este domingo 8 de marzo salgo a la calle como periodista: salgo a cubrir la que, seguramente, será una de las marchas más grandes del año en Colombia y una de las más masivas del Paro Nacional. También salgo como activista de la que es tal vez la lucha más integral de todas: la lucha por la soberanía del cuerpo. Este domingo marcho para unirme a un grito colectivo que nace de la rabia y que exige libertad: mi cuerpo —nuestros cuerpos— son espacio de nosotras mismas. No son territorio de la voluntad del Estado ni de parejas ni de hijos ni de médicos.
Colombia, sin embargo, la realidad es exactamente esa: lo que las mujeres podemos hacer con nuestro cuerpo responde sobre todo a los intereses de otros. Nuestros cuerpos están expropiados. El debate sobre aborto que se dio en el país en las últimas semanas lo demuestra: sigue siendo decisión del Estado, de magistrados y abogados —sobre todo hombres— lo que pasa y lo que hacemos con nuestras tripas. La Corte Constitucional estuvo discutiendo la despenalización total del aborto hasta la semana 16 de gestación. Al final no tomaron una decisión al respecto y la ley se quedó como estaba: permanecen las mismas tres causales que permiten abortar legalmente en Colombia. Las mismas causales que desde 2006 vienen causando todo tipo de barreras para las mujeres que buscan tomar el control de lo que pasa con sus cuerpos y que las condena a abortos inseguros que dañan y matan.
El grito del Día Internacional de la Mujer es por todas las situaciones de violencia a las que nos somete un orden social que nos hizo arrendatarias de nosotras mismas: por los feminicidios, la violencia de género, las violaciones, el acoso, la condescendencia. Marcho por todo eso y marcho para que quede claro que pedir permiso para hacer algo con mi cuerpo es absurdo.
El grito es para que las mujeres seamos soberanas de nosotras mismas.
Ilustración Sebastián Angresano #8M
“En Ecuador una niña que es violada es obligada a parir” Isabela Ponce
GK
Ecuador
En el Ecuador, como en todos los países de América Latina, hay demasiadas razones para marchar. Hace menos de un mes me enteré que una chica que fue a la misma universidad donde yo estudié había sido asesinada. El femicida, que era su pareja, la envenenó a ella y a su hijo. En este país cada tres días una mujer muere por violencia machista. Cada día, siete niñas menores de 14 años son violadas y quedan embarazadas y, la gran mayoría, es forzada a parir porque no puede acceder a un aborto seguro. Sí: en Ecuador una niña que es violada es obligada a parir. Hay niñas que quedan embarazadas antes de ver su primera menstruación. La situación es alarmante para ellas.
Las violencias que a veces parecen interminables son la principal razón por la que marcho pero también lo hago para que se visibilicen más otras desigualdades un poco más sutiles, como nuestra participación en el mercado laboral. Una encuesta de Ipsos reveló que el 40 % de las mujeres dijo que si gana más que su marido, esto le traerá problemas en casa. El desempleo nos golpea más: del total de personas sin trabajo en el Ecuador, el 53 % son mujeres. Y encima está la brecha salarial: ganamos 15,23% menos que los hombres.
“Cada vez somos más las que gritamos y salimos a las calles”
Pía Flores,
Periodista de Nómada
Guatemala
En Guatemala salimos a las calles para pedir justicia por todas las mujeres que han sido asesinadas. El año pasado fueron 702 las mujeres asesinadas, y aunque hay una baja en las muertes violentas en el país, hay un leve aumento de los femicidios. En lo que va de 2020 ya son 74.
Salimos a las calles por las niñas abusadas y embarazadas, que son 5061, y que no tienen opción de escaparse de una maternidad forzada. Y marchamos contra la impunidad, del 97 %, en un sistema de justicia que no se toma en serio las denuncias por la violencia sexual.
Hay dos nombres que van a estar presentes en las marchas: Rosa y Chelsiry, do niñas asesinadas. Rosa tenía 10, fue violada y asesinada por tres hombres en junio de 2018. Chelsiry desapareció el 4 de febrero de este año. Un día después, su cuerpo calcinado entró a la morgue: tardaron una semana ser identificada. Su tío confesó, dijo que fue un accidente pero hay indicios de muerte violenta.
Paramos también por el femicidio de tres hermanas, Kimberly de 8, Deysi de 10 y María Elena de 14. Desaparecieron juntas con su mamá y abuela el 17 de enero. Días después, vecinos encontraron los cuerpos sin vida y desmembrados de las tres niñas. La mamá y la abuela siguen desaparecidas.
En Guatemala, las mujeres salimos para conmemorar los tres años de la tragedia del Hogar Seguro Virgen de la Asunción, en el que 56 niñas y adolescentes fueron encerradas como castigo y 41 murieron incendiadas.
Este año el nivel de organización entre diferentes colectivas de mujeres y grupos de todo el país es mucho más fuerte. No nos faltan motivos para salir a las calles. Y cada vez somos más las que gritamos y nos expresamos.
“Vamos sair às ruas neste não só pela defesa de nossos direitos, mas também em defesa da democracia” Thais Folego Gama
Editora-chefe da Revista AzMina
Brasil
Os movimentos de mulheres no Brasil estão convocando marchas por todo o país com uma mensagem muito clara: ocupar as ruas pela vida de TODAS as mulheres. Nossos direitos estão seriamente ameaçados pelo governo do presidente Jair Bolsonaro, que já declarou inúmeras vezes que tem o movimento de mulheres organizado como seu inimigo.
Em um país que uma mulher é agredida a cada quatro minutos e um feminicídio ocorre a cada sete horas, lutamos primeiro pelo direito à vida e o fim da violência contra a mulher. Em movimentos organizados ou de forma independente, caminharemos juntas pelo direito a condições dignas de vida, contra os cortes de verbas públicas de programas sociais, da educação e da cultura. Denunciamos o genocídio e o encarceramento em massa da população negra e indígena.
Vamos sair às ruas neste não só pela defesa de nossos direitos, mas também em defesa da democracia diante da escalada do autoritarismo do governo e de seus apoiadores.
Traducción: Los movimientos de mujeres en Brasil han convocado marchas en todo el país con un mensaje muy claro: ocupar las calles por la vida de TODAS las mujeres. Nuestros derechos están seriamente amenazados por el gobierno del presidente Jair Bolsonaro, quien ya ha dicho en varias ocasiones que el movimiento de mujeres organizado es su enemigo.
En un país en el que una mujer es agredida cada cuatro minutos y en el que un feminicidio ocurre cada siete horas, luchamos primero por el derecho a la vida y por el fin de la violencia contra la mujer. En movimientos organizados, y de manera independiente, caminaremos juntas por el derecho a condiciones dignas de vida, contra los cortes de recursos públicos en programas sociales, educación y cultura. Denunciamos el genocidio y el encarcelamiento en masa de la población negra e indígena.
Vamos a salir a las calles no solo por la defensa de nuestros derechos, sino también en defensa de la democracia frente a el escalamiento del autoritarismo del gobierno y de sus partidarios.]
“Estamos muchas en la calle escribiendo sobre lo que ha pasado estos meses. Y no estamos seguras” Carolina Rojas
Periodista
Chile
Ser periodista en mi país es teclear historias de violencia extrema hacia las mujeres. Es ser testigo de un continuo de violencia simbólica: reportajes donde se reproducen estereotipos, revictimización de las sobrevivientes, las llamadas “malas víctimas”. Hay un periodismo muy al debe con la perspectiva de género y que también invisibiliza las demandas del movimiento feminista.
Ser periodista en Chile es experimentar situaciones de violencia en dosis que van impactando en la salud física y mental. Es masculinizarse para sortear acoso. Es ir serpenteando situaciones incómodas, normalizadas en un oficio donde reina el patriarcado y la misoginia desde sus inicios. En muchas de esas ocasiones todos saben sobre algún caso de acoso, pero se impone el silencio y la duda.
Hoy, tras la crisis social y hace un par de meses, hemos podido organizarnos en la llamada Red de Periodistas Feministas, allí de a poco se ha ido levantado la voz frente a estas problemáticas, pero queda mucho por hacer. Creemos urgente generar alianzas entre mujeres a la hora de enfrentar las violencias contando nuestras propias experiencias para ir sanando. Pero también necesitamos el compromiso de las jefaturas y empresas periodísticas para erradicar estos comportamientos enquistados. Hoy el contexto es un más abrumador, en medio de la crisis social, estamos expuestas a ser heridas, detenidas, violentadas por la policía y ahí estamos muchas en la calle escribiendo sobre lo que ha pasado estos meses. Y no estamos seguras.
Reporteamos las violaciones a los derechos humanos, la represión y violencia sexual a las mujeres por agentes del Estado, las muertes, las víctimas y los heridos en las manifestaciones. Necesitamos más garantías para ejercer nuestro trabajo de manera segura. Por eso, atentar contra nosotras, violentarnos, en el reporteo o en las redacciones, es también un atentados a la libertad de expresión
No hay, ni habrá periodismo sin nosotras.
“Marchamos como un conjuro contra el miedo” Daniela Pastrana, Daniela Rea, Lydiette Carrión, María Ruiz, Vania Pigeonutt.
Pie de Página
México
Marchamos.
Marchamos a paso colectivo porque nos reconocemos, nos sabemos juntas; porque recordamos que no estamos solas.
Marchamos para reconocernos, para conversar. Nos sabemos distintas, habitamos desde distintos lugares este mundo. Marchamos para construir un diálogo entre las mayores y las más jóvenes sobre esta violencia feminicida que nos atraviesa.
Marchamos por quienes no pueden estar aquí a causa de la desigualdad histórica, de la violencia estructural. Marchamos porque podemos poner nuestro cuerpo.
Marchamos porque estas son nuestras calles aunque nos digan lo contrario. De día, de noche, juntas o en solitario. Marchamos para reapropiarnos de las calles.
Marchamos porque este, nuestro país, es uno de los países de América Latina donde matan a más mujeres. Marchamos por Ingrid, por Bárbara, por Karen, por Fátima, por Guadalupe, por Alicia, por Bibiana, por Daniela, por Paloma, por Genoveva, por tantas…
Unimos nuestras voces, hacemos eco de los nombres de nuestras compañeras asesinadas, desaparecidas, humilladas. Gritamos las violencias que no queremos que se queden en casa, en la escuela, en el transporte público.
Marchamos, como escribe Jimena González:
Para sanarme, para sanarlas,
para ser algo más que víctimas,
alguien más que «algo»
mucho más que «otras».
Para que todas
podamos ser nombradas
Para que no deje
de retumbarnos
en la cabeza
hasta que gritemos.
Marchamos:
Para no negarnos, porque tenemos nombre
y no dejaremos que lo olviden.
Marchamos porque hay una deuda contra nosotras, porque estamos hartas, porque queremos que nos vean, que nos crean, porque nos queremos vivas y porque imaginamos formas de justicia desde nosotras. Marchamos para inventarlas, para hacerlas realidad.
Marchamos como un conjuro contra el miedo. Marchamos con furia, con alegría, con escucha, con abrazos. Marchamos acompañándonos. Marchamos emocionadas. Marchamos porque este, nuestro movimiento, es el movimiento feminista más esperanzador y encantador del mundo.
Marchamos porque hay un mundo posible por construir.
Paramos.
Paramos porque no queremos existir sólo cuando trabajamos, cuando producimos, cuando parimos, cuando cuidamos, cuando alimentamos, cuando confortamos.
Paramos porque hay una estructura social que, aun en el siglo XXI, nos sigue invisibilizando y nos siguen negando el acceso al conocimiento.
Paramos porque ya no queremos que las ausencias pasen indiferentes. Acuerpámos la ausencia de las que ya no están.
Paramos por quienes no pueden estar aquí, por la desigualdad histórica, por la violencia estructural. Paramos porque no siempre tenemos que poner el cuerpo.
Paramos porque queremos que nuestras hijas crezcan en comunidades de cuidado y no de competencia; de creación y no de legitimación.
Paramos porque en México nuestros cuerpos son vulnerados, invadidos y violentados. Paramos porque nuestro cuerpo es nuestro, porque no queremos parir hijas cuyos cuerpos sean vulnerados, invadidos y violentados.
Anfibia
“El grito de las que ya no están”: La lucha contra los femicidios en América Latina
Este domingo se conmemora un nuevo Día Internacional de la Mujer, y en todo el mundo las feministas han convocado una serie de manifestaciones para exigir que se respeten los derechos ya alcanzados, y que se avance en los pendientes.Una demanda transversal es tener una vida libre de violencia, exigiendo que se acaben los maltratos, la discriminación y más aún los femicidios – o feminicidios, según la denominación de cada país- crímenes que le quitan la vida a más de 10 mil mujeres al año en el mundo.
En lo cercano, América Latina tiene una cifra no menor dentro de este desolador panorama. El último informe que registra lo ocurrido en la región es el entregado por la CEPAL a fines de 2019, en el que se da cuenta que en el año 2018 fallecieron 3.529 mujeres por razones de género.
La actualización fue realizaba con cifras oficiales de 16 países de América Latina y 9 del Caribe, entre los que se incluyen 10 países que solo informan las muertes de mujeres asesinadas por sus parejas o ex parejas intimas: Bahamas, Barbados, Belice, Chile, Colombia, Granada, Jamaica, Nicaragua, Puerto Rico y Suriname.
Lo recabado por la CEPAL informa que los países con más tasa de feminicidios son El Salvador, Honduras, Bolivia y Guatemala, mientras que los que presentan menos tasas de muertes de mujeres son Venezuela, Nicaragua, Colombia y Chile.
Sin embargo, tres de estos cuatro países con menor índice de femicidios no consideran todas las muertes de mujeres en sus cifras oficiales, sino que solo lo hacen con las que mueren en ambientes íntimos referentes a las relaciones de parejas, excluyendo otro tipo de asesinatos que también puedan ser por razones de género.
Desde El Salvador, país que encabeza la lista de la CEPAL por la proporcionalidad de habitantes, Bianca Rodríguez Franco, activista feminista de la región occidental de El Salvador y activista de la mesa interuniversitaria, indicó a Radio Universidad de Chile que en 2018 hubo 386 casos de femicidios, y en 2019 fueron 230, lo que implicó cerca de un 40 por ciento de la reducción, sin embargo, esto no deja de ser un problema en el país.
“Hubo 156 casos menos que 2018, la mayoría de los feminicidios se dan en la capital del país, el 60 por ciento del 2019 eran mujeres jóvenes entre 15 y 30 años, las mujeres jóvenes son las más asesinadas con arma de fuego, especialmente en la capital”, explicó.
Además, agregó que “el Estado trata de regular este tipo de violencia contra la mujer, pero aun así no podemos erradicarlo. La tasa de muertes violentas de mujeres sigue siendo una problemática, ya que la violencia feminicida representa el culmen de una serie de vulneraciones a los derechos humanos de las mujeres”. En esa línea, añadió que también es importante avanzar hacia que las penas sean efectivas, pues si bien cuentan con legislaciones que establecen hasta 50 años de cárcel, las penas más altas pocas veces son conseguidas.
Por otra parte, Bianca Rodríguez Franco indicó que en la región “se necesita visibilizar la causa, la naturaleza y el origen de la violencia de género que da paso a los feminicidios y agresiones contra las mujeres, porque lo más común es comparar el crimen con los homicidios pero no es lo mismo, porque el feminicidio es perpetrado en base a razones de odio hacia la mujer“.
El hecho de que otros países no encabecen la lista no significa que no tengan un problema serio de violencia hacia las mujeres, pues las cifras están calculadas cada 100.000 mujeres, y muchas naciones han visto crecer el número de feminicidios considerablemente durante los últimos años.
Tal es el caso de Perú, que, si bien ocupa el 16° lugar en la lista de la CEPAL, durante los últimos años ha tenido un importante aumento de femicidios.
El año 2019 el país vecino registró 166 feminicidios, según informó el Programa Nacional para la Prevención y Erradicación de la Violencia contra las Mujeres e Integrantes del Grupo Familiar – AURORA. Esta cifra representó 17 casos menos que en 2018, pero es la más alta de los últimos 10 años, cuando en 2009 se informó de 139 asesinatos cometidos contra mujeres.
Amire Ortiz, abogada, activista feminista de acción por igualdad en Perú comentó a nuestro medio que “consideramos que las cifras son mayores, porque también se esconden en lo que son la data de mujeres desaparecidas, y ha sido una cifra mucho más elevada que en los años anteriores. En este año ya vamos 30 casos registrados de feminicidio y este último fin de semana ha sido bastante terrible para el Perú porque se han registrado casos de niñas, de niñas muy pequeñas”.
Además, explicó que tal como ocurre en otras naciones, en Perú “no se entiende que la responsabilidad de los feminicidios, de las violaciones, es únicamente del victimario, del violador, de este sistema machista que tolera y permite ahora incluso la creación de feminicidas cada vez más jóvenes”.
En esa línea, explicó que las principales demandas feministas hoy apuntan justamente a mejorar las políticas públicas, en especial lo que refiere a la búsqueda de las mujeres desaparecidas, el fin de la corrupción en órganos de justicia y el aborto para el caso de violación, ya que muchas menores de edad se ven obligadas a llevar a término sus embarazos producidos por violencia sexual.
El 2018 se registraron más de 5 mil denuncias por violencia sexual en Perú, y solo en enero de 2020 más de 400. Además, Amire Ortiz comentó que la trata de mujeres (especialmente amazónicas) para redes de prostitución, el secuestro de niñas para llevarlas a sectores de minería ilegal, más el abuso a la migración venezolana son otros problemas de género que hoy enfrentan.
Por otra parte, México también enfrenta un serio problema de violencia de género, y si bien no encabeza la lista de la CEPAL a pesar de haber tenido más de mil feminicidios en 2019, esto es por la proporcionalidad en función de los habitantes.
Al respecto, Clara Santos, feminista antirracista mexicana y participante activa desde hace más de cuatro años en la defensa y promoción de derechos humanos, señaló a nuestro medio que en el país está muy invisibilizada y normalizada la violencia de género, tanto que se “lamentablemente forma parte de la cultura, de las relaciones sociales“, y en diferentes ámbitos y niveles.
Además, explicó que el aumento de los feminicidios ha sido importante, y que se reporta que de 2015 a 2019 existió un aumento de 130 por ciento. El año pasado el total de crímenes de este tipo fue de 1.010 y el 2018 de 913.
“Hoy en día 10 mujeres son asesinadas al día en nuestro país y de estos casos la mayoría presentan signos de violencia sexual. Se reporta por parte de instituciones gubernamentales que casi el 90 por ciento de las mujeres en México en algún momento han sufrido violencia sexual”, comentó.
Por ello, precisó que es necesario mejorar las políticas públicas que hoy tienen un importante déficit de recursos ya sea materiales, humanos o económicos. Situación ante la cual la sociedad civil es la que toma un rol importante, como es el caso de Espacio Mujeres, que proporciona en México centros de atención a mujeres víctimas de violencia familiar de género, lugares donde pueden solicitar servicios sociales, jurídicos y psicológicos, ya sea externos o internos, dando espacios de refugio para que puedan dejar al agresor.
En tanto, desde Argentina, país en el que también los números de femicidio son alarmantes, las organizaciones se mantiene en alerta para exigir el cese de la violencia.
La Asociación Civil La Casa del Encuentro registró el año pasado 299 femicidios, 21 más que en 2018. Uno de los últimos casos registrados es el de Micaela Gordillo, de 19 años, que fue asesinadas por asfixia, quemada y descuartizada por su novio Naín Vera. Su muerta ha causado gran conmoción y se han desplegado diversas manifestaciones para existir justicia en su caso.
Según comentó Luba Skop, miembro de la organización Revuelta Colectiva Feminista, la situación es este 2020 “sumamente alarmante”.
“En lo que va del año se han registrado 63 casos de femicidios, hasta el 29 de febrero y en lo que va de marzo, hasta el 5, se han registrado 6 femicidios. Lo que nos da un promedio de que cada 23 horas matan a una mujer en nuestro país y el año pasado se registraron 299 femicidios. Son datos realmente preocupantes”, dijo.
Además, comentó que “así como el movimiento feminista crece cada día más también parece que el machismo no nos da tregua, todos los días tenemos que enfrentarnos a un nuevo femicidio, a un nuevo caso de abuso sexual, a una nueva violación, a un nuevo ataque a alguna persona por el solo hecho de ser mujer”.
Junto a ello, dijo que es necesario seguir avanzando en la lucha por el fin de la violencia, que es necesario que los hombres dejen de naturalizar algunas acciones como pactos de fidelidad entre varones respecto de abusos y también en que las políticas públicas avancen cada vez más hacia reconocer los derechos de las mujeres.
“La consigna para el 9M es la deuda es con nosotras y nosotres no con el FMI, ni con las iglesias. Además creemos que sin interrupción voluntaria del embarazo no habrá ni hay ni una menos, por eso es que seguiremos luchando hasta conseguir aborto legal, seguro y gratuito, libre y feminista”, comentó.
Ante tal panorama, desde la CEPAL también se han identificado aspectos que entorpecen el análisis de la situación y las medidas a tomar para trabajar en contra de la violencia, entre ellas que en algunos países son varios los organismos que llevan el conteo de las cifras, lo que dificulta la entrega de información clara. Además, otras naciones no consideran el femicidio o feminicidio como crimen de género, sino que solo como un asesinato dentro de espacios íntimos como el de pareja.
Este es el caso de nuestro país, que hasta antes de la recién promulgada Ley Gabriela solo consideraba el femicidio cuando se cometía por un un cónyuge, conviviente o ex pareja, lo que deja fuera otro tipo de crímenes de género como los lesbofóbicos, esto permite que nuestro país esté en el último lugar de las listas de la región, lo que en ningún caso significa que no tenga un problema con la violencia de género.
Chile registró 46 femicidios en 2019, mientras que este 2020 se contabilizan 6 crímenes contra mujeres. Por ello, tanto en nuestro país como en la región, en las organizaciones feministas se releva la necesidad de establecer legislaciones que lleven a las mujeres a vivir una vida libre de violencia y de pleno respeto de sus derechos.
En tanto, la CEPAL ha establecido dentro de sus objetivos de la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible “eliminar todas las formas de violencia contra todas las mujeres y las niñas en los ámbitos público y privado, incluidas la trata y la explotación sexual y otros tipos de explotación”, objetivos que bajo el panorama actual de femicidios en América Latina parece difícil de alcanzar. Sin embargo, es ello lo que motiva la lucha de las mujeres este 8 de marzo y el resto de los días del año para “ser el grito de las que ya no están”.
Radio UChile
8M en el mundo: El feminismo chileno conquista una jornada internacional marcada por el coronavirus
Histórica jornada en Santiago de Chile, mientras que en otros países no se llevaron a cabo las marchas para evitar más contagiados por el brote vírico.
madrid
08/03/2020 23:30 efe - PÚBLICO
El 8M en México. REUTERS/Henry Romero
08/03/2020 23:30 efe - PÚBLICO
Las calles de Chile,
sobre todo de Santiago, fueron tomadas por cientos de miles de mujeres
para luchar contra el machismo y el patriarcado en una jornada que
estuvo marcada por el coronavirus, factor que hizo disminuir la afluencia a las marcas.
La
manifestación chilena superó todas las expectativas de convocatoria y
durante horas grupos de mujeres se fueron sumando a una movilización que
tuvo problemas para marchar debido a que la principal avenida de la
capital chilena, donde estaba previsto realizar el recorrido, se colapsó
por la afluencia de gente.
Carabineros
(policía militarizada chilena) cifró en 125.000 personas la multitud que
asistió a la convocatoria en Santiago de Chile, por los dos millones
que ha considerado la Coordinadora 8M de Chile.
El coronavirus frena las movilizaciones por el 8M
Sin embargo, este 8M se vio afectado por el temor al coronavirus,
con la cancelación de las manifestaciones en varios países, sobre todo
en los más afectados por la epidemia, donde se prohibieron las
aglomeraciones para evitar los contagios.
El miedo al COVID-19 se sintió en las marchas llevadas a cabo en las principales capitales de Europa y América por el 8M, aunque siguieron siendo masivas como en años anteriores, después de que se prohibieran en Italia, Corea del Sur y Japón, mientras que las autoridades de China e Irán no suelen permitirlas habitualmente.
Italia, el segundo país del mundo con más muertos por el virus (366)
detrás de China, celebró el 8 de marzo sólo en los medios de
comunicación, con especiales en la prensa y las televisiones, además de
en las redes sociales, pues la expansión del coronavirus ha obligado a
cancelar todo tipo de reunión, evento o manifestación.
El presidente italiano, Sergio Mattarella,
quiso dedicar especialmente la jornada a las mujeres que trabajan "en
hospitales, en laboratorios, en la zona roja, para luchar contra el
coronavirus" pues muestran "la capacidad ejemplar de soportar grandes
cargas de trabajo", dijo en un mensaje por vídeo.
En Bruselas, unas 6.300 personas,
según cálculos de la policía, se manifestaron en el acto central de los
programados por el Día de la Mujer en Bélgica para reivindicar la
igualdad de género.
Con motivo de este día, el presidente del Parlamento Europeo, el socialdemócrata italiano David Sassoli,
pidió en un comunicado "redoblar los esfuerzos" para garantizar que
"ninguna mujer o niña es objeto de discriminación, de violencia o de
exclusión".
Alemania y Francia
también celebraron esta fecha, este último país envuelto en la polémica
desatada por el reciente premio César al mejor director que se llevó la semana pasada el realizador Roman Polanski , sobre quien pesan varias acusaciones de agresiones sexuales cometidas hace décadas,
A pesar de que
Rusia fue, hace más de un siglo, uno de los primeros países que
conmemoró el Día Internacional de la Mujer, el significado del 8 de
marzo ha ido perdiendo, especialmente después de la caída de la URSS, su
carácter reivindicativo y hoy solo se dieron actos puntuales sobre los
derechos de la mujer, organizados en distintas ciudades por activistas y
ONG.
América Latina y 'El violador eres tú'
En República Dominicana,
país que ocupa el tercer lujar en cuanto a tasa anual de homicidios de
mujeres en la región, decenas de organizaciones pro defensa de la mujer
denunciaron reclamaron la aprobación del aborto en tres causales, además
de la prohibición absoluta del matrimonio infantil, el derecho a una
vida libre de violencia, y la garantía de acceso a la Justicia.
También las
salvadoreñas demandaron el fin de la violencia contra la mujer, la
despenalización del aborto y la garantía de derechos sexuales y
reproductivos en las manifestaciones de este domingo en el país
centroamericano, considerado como uno de los más violentos para esa
población.
El presidente de Perú,
Martín Vizcarra, aprovechó esta fecha para anunciar que su Gobierno no
descarta evaluar la pena de muerte para violadores sexuales, mientras
que en Nicaragua, el movimiento feminista denunció que la Policía les
impidió salir a las calles para manifestarse.
En Ecuador,
las organizaciones feministas conmemoraron el Día Internacional de la
Mujer con una multitudinaria marcha en Quito bajo el lema de la
igualdad, la recuperación de la memoria histórica y contra el machismo.
Asia, una celebración online
Además de en Italia, el coronavirus obligó a suspender las habituales manifestaciones del 8M en Corea del Sur y Japón,
donde, con motivo del Día de la Mujer, la concentración mensual que
lleva a cabo en Tokio el movimiento Flower Demo contra los abusos
sexuales se celebrará online.
En China,
y a pesar de la propaganda oficial para dar visibilidad a la labor de
las mujeres en la lucha contra la epidemia de coronavirus, no se
registró ninguna manifestación que reivindicara una igualdad real, pues
Pekín no tolera demostraciones públicas de ideas que no sean las
estrictamente promovidas por el régimen comunista.
Pero tampoco trascendieron informaciones sobre manifestaciones feministas en Taiwán ni en Hong Kong,
donde los residentes gozan de unas libertades inimaginables para sus
vecinos de la China continental y donde también impera la recomendación
de evitar aglomeraciones para evitar contagios.
En Irán,
desde el triunfo de la Revolución Islámica en 1979, no se celebra el 8
de marzo y pocas mujeres se atreven a reivindicar en este día sus
derechos por miedo a ser detenidas. Este año, al temor a los arrestos se
ha sumado el coronavirus, que ha causado en el país 194 muertos y
mantiene a parte de la población encerrada en sus casas.
En la India,
el primer ministro, Narendra Modi, cedió por un día sus cuentas de
Twitter, con 53,5 millones de seguidores, o Facebook, con 44,7 millones,
para que sirvan de altavoz a causas feministas.
Bajo el lema
"Ella nos inspira", utilizaron la cuenta del mandatario indio activistas
en la lucha contra la hambruna o el cambio climático, empresarias que
buscan impulsar productos tradicionales de sus regiones o jóvenes que
padecieron un atentado y muestran su tesón por seguir adelante a pesar
de las secuelas.
Mientras, en el vecino Pakistán, unas 300 feministas y unos 2.000 islamistas compitieron en las calles de Islamabad con
eslóganes opuestos como "mi cuerpo, mi elección" y "el cuerpo es de
Alá, la decisión es de Alá" entre una fuerte presencia policial, tras
una semana de amenazas contra la manifestación de 8-M en el país.
En Manila, unas 300 mujeres bloquearon algunas calles y quemaron una efigie del presidente filipino, Rodrigo Duterte, al que acusan de misógino por sus repetidos comentarios sexistas, incluidas bromas sobre violaciones, según el portal Rappler.
Cientos de mujeres, en este caso acompañadas por hombres también, se manifestaron en Yakarta con pancartas que pedían leyes contra la violencia doméstica y lemas como: "Odiamos al patriarcado, pero no a los hombres".
En Australia,
las mujeres suelen salir el día 7 para celebrar el Día de la Mujer y
ayer desfilaron por Sidney grupos femeninos con mensajes a favor del
aborto legal y la igualdad de oportunidades, mientras que este domingo,
la cantante estadounidense Katy Perry lució un vestido morado con el
símbolo femenino para reivindicar este día en un concierto con motivo de
la final de críquet femenino entre Australia e India.
África con Kenia al frente
En Kenia,
las feministas decidieron prescindir de una marcha nacional para
llevarse la reivindicación a los barrios más humildes, con un acto en el
asentamiento informal de Kibera (Nairobi) en el que un centenar de
mujeres bailaron, cantaron y escucharon sobre las opresiones,
discriminaciones y violencias que sufren las mujeres kenianas.
"Queríamos
juntarnos, apreciar que somos mujeres, generar colectividad, solidaridad
y ser felices y tener alegría porque la alegría es una forma de
resistencia para nosotras", relató a Efe la fundadora del movimiento
social "Feminists in Kenya", Vivianne Ouya.
En el resto del
continente también se realizaron actos pequeños, que, aunque no
multitudinarios, comienzan a generar conciencia feminista en países
donde las diferencias de género están entre las más grandes del mundo.
Argentina, Buenos Aires: La multitudinaria marcha, los reclamos, las voces que ya no se callan
8M: la fuerza de la revolución feminista
Una crónica de la movilización que mostró con contundencia los reclamos urgentes de las mujeres y disidencias.
Por Carlos Rodríguez
PÁGINA 12 - 10 de marzo de 2020
Imagen: Matías Cervilla
La
certeza de que “el feminismo es revolución”, dio otra muestra de fuerza
incontenible, porque el cuarto paro internacional de mujeres para
conmemorar su día produjo una movilización más multitudinaria que todas
las multitudes anteriores. “La deuda es con nosotras y con nosotres”, fue el mensaje que llegó con el documento final que
se leyó en un escenario montado sobre la vereda del Congreso Nacional,
en la calle Entre Ríos, entre Hipólito Yrigoyen y Rivadavia.
Trabajadoras, militantes políticas, agrupaciones feministas, mujeres
indígenas, gente común, abuelas, madres, adolescentes, niñas. Todas
juntas en la calle y al final, bajo la lluvia.
“La deuda no es ni con el FMI, ni con las iglesias”, señala el documento y explica que por tales razones “nos ponemos de pie porque estamos contra el chantaje que nos impone la deuda”. Para las organizadoras, que reclamaron “la aprobación ya” del proyecto de la Campaña Nacional por el derecho al aborto legal, señalaron que “los feminismos (son) una forma de vida alternativa al capitalismo neoliberal en sus alianzas con los fundamentalismos religiosos y los fascismos que en nuestro país y en toda Nuestramérica explotan, oprimen, e invisibilizan nuestras existencias”.
El documento concluye que “la deuda que el gobierno de Cambiemos contrajo con el FMI fue a costa de las mayorías sociales, a costa de nuestra soberanía, para beneficiar a sus grupos económicos amigos”. En ese sentido, se dijo que el macrismo “nos dejó una deuda que implica una mayor dependencia y sometimiento, porque elevó los niveles de pobreza, los despidos y el hambre, que hoy son una agenda urgente” que reclama soluciones de fondo.
Desde mucho antes de las cuatro de la tarde, hora fijada para
la marcha hacia al Congreso, las mujeres fueron llegando desde los
cuatro puntos cardinales y como es costumbre, se llenaron las calles,
desde Pueyrredón y Rivadavia, hasta la Plaza de Mayo, con vertientes
importantes de flujo de manifestantes por 9 de Julio, Entre Ríos, Callao y otras arterias vitales del centro porteño.
“Aborto libre y legal, y que los curas se vaya a trabajan”, fue una de las tantas consignas escuchadas a lo largo de la marcha. “Nos quitaron tanto, que nos quitaron el miedo”, decía otra consigna levantada por una mujer, mientras que la que enarbolaba una niña de apenas 7 años, señalaba: “Evitar que se pierda una vida, no debería ser un logro”, en alusión al flagelo del femicidio y la violencia de género. Las militantes del MST-FIT, aportaron una frase histórico de Rosa Luxemburgo, instalada sobre una de las vallas que cercaron totalmente el acceso a las calles Rivadavia, Hipólito Yrigoyen y Combate de los Pozos, que rodean el Congreso: “La revolución es magnífica. Todo lo demás es un disparate”.
“Paramos y marchamos para que dejen de matarnos porque sólo en lo que va de este año ya ocurrieron 68 femicidios, la mayoría cometidos por sus parejas", recordaron mediante pancartas y mensajes en vivo integrantes del colectivo Actrices Argentinas.
En la Plaza de Mayo, los partidos de izquierda comenzaron a concentrar desde temprano y luego se desplazaron hasta el Congreso, encabezadas por las organizaciones Pan y Rosas, Las Rojas y Juntas y a la Izquierda. La dirigente Cele Fierro recordó el acto realizado el domingo ante la Catedral Metropolitana, puntualizó que el reclamo por el aborto legal y gratuito significa para el movimiento de mujeres “que se apruebe el proyecto de la Campaña, con un plazo de 14 semanas para la interrupción y sin objeción de conciencia institucional, además del presupuesto necesario para enfrentar la violencia, igualdad salarial con los varones y separación de la Iglesia del Estado”. Sostuvo que es necesario estar atentos porque “desde la misa que se hizo en Luján, se acentuó la presión por este tema, mientras que el Estado sigue aportando 50.000 millones de pesos por año a los colegios religiosos”.
"Somos cuidadoras, pero nos cuidan poco. Trabajamos en
hospitales y clínicas pero tenemos dos trabajos porque cuando llegamos a
casa tenemos que seguir con las tareas domésticas", le dijo a este
diario Nancy Rojas, secretaria general del Sindicato de Trabajadores de
Enfermería (Sitre). "Nos tienen que dar un salario digno para que podamos tener un solo trabajo y estar en casa con la familia", agregó.
"La violencia hacia la mujer, y sobre todo en enfermería, es muy notable por parte de los enfermos y los médicos. Todavía se mantiene el patriarcado en el ámbito de la salud", aseguró.
Manuela Castañeira, dirigente del Nuevo MAS e integrante de Las Rojas, destacó "la masividad de la marcha y el entusiasmo, que se debe a que son muchas las deudas con las mujeres argentinas y algunos de los temas principales son la necesidad de que se legalice el aborto gratuito y que se tomen medidas efectivas contra el femicidio, porque el Estado siempre llega con el hecho consumado”.
Aurora Choque, de 64 años, integrante de la Comunidad Ayllu Inti Llaku Coyanvoy, se vino de la localidad jujeña de Coranzulí, donde, junto a varias comunidades indígenas, frenaron el avance de compañías mineras en Salinas Grandes, la Laguna de Guayatayoc y el Salar de Jama.
"Las mujeres originarias, junto a nuestros compañeros, venimos llevando una lucha en defensa de nuestros territorios en donde quieren avanzar las empresas mineras, metiéndose en nuestros espacios sin ninguna autorización", aseguró la representante de los históricos legítimos dueños de la tierra en este lado del mundo. Precisó que "se seca el agua y sin agua se mueren nuestros animales. El año pasado se nos murieron muchos animales por la sequía que en parte es provocada por las explotaciones mineras, por lo que las comunidades nos mantenemos en alerta", explicó. Luego señaló que desde hace muchos años vienen peleando contra la aplicación de la Ley 5915, promulgada en 2016 por el gobierno jujeño, que es rechazada por las comunidades indígenas porque concede a empresas privadas extranjeras "derechos de uso y explotación sobre nuestros territorios", afirmó.
"Por lo menos tendrían que sentarse con nosotros y dialogar, nosotros estamos amparados en convenios internacionales y leyes nacionales que nos protegen como pueblos", aclaró la mujer que el viernes recibió en el Senado de la Nación la distinción "Berta Cáseres", en reconocimiento por la Lucha que lleva en Defensa del Agua en el Glaciar de Coyanvoy Coranzuli.
“La deuda no es ni con el FMI, ni con las iglesias”, señala el documento y explica que por tales razones “nos ponemos de pie porque estamos contra el chantaje que nos impone la deuda”. Para las organizadoras, que reclamaron “la aprobación ya” del proyecto de la Campaña Nacional por el derecho al aborto legal, señalaron que “los feminismos (son) una forma de vida alternativa al capitalismo neoliberal en sus alianzas con los fundamentalismos religiosos y los fascismos que en nuestro país y en toda Nuestramérica explotan, oprimen, e invisibilizan nuestras existencias”.
La deuda
Este cuarto paro fue “porque la deuda es con la autonomía de nuestros cuerpos. ¡Por eso el aborto tiene que ser ley, porque es un reclamo histórico y urgente del movimiento feminista que venimos construyendo desde hace años. Queremos que se garantice la interrupción legal del embarazo en todo el territorio nacional”. Para ese logro “es requisito fundamental terminar con la injerencia religiosa en la salud y educación, por lo que exigimos urgentemente la separación de las Iglesias del Estado” y “la derogación de los decretos de la dictadura por los cuales la cúpula clerical cobra ingresos enganchados a los salarios de jueces”.El documento concluye que “la deuda que el gobierno de Cambiemos contrajo con el FMI fue a costa de las mayorías sociales, a costa de nuestra soberanía, para beneficiar a sus grupos económicos amigos”. En ese sentido, se dijo que el macrismo “nos dejó una deuda que implica una mayor dependencia y sometimiento, porque elevó los niveles de pobreza, los despidos y el hambre, que hoy son una agenda urgente” que reclama soluciones de fondo.
“Aborto libre y legal, y que los curas se vaya a trabajan”, fue una de las tantas consignas escuchadas a lo largo de la marcha. “Nos quitaron tanto, que nos quitaron el miedo”, decía otra consigna levantada por una mujer, mientras que la que enarbolaba una niña de apenas 7 años, señalaba: “Evitar que se pierda una vida, no debería ser un logro”, en alusión al flagelo del femicidio y la violencia de género. Las militantes del MST-FIT, aportaron una frase histórico de Rosa Luxemburgo, instalada sobre una de las vallas que cercaron totalmente el acceso a las calles Rivadavia, Hipólito Yrigoyen y Combate de los Pozos, que rodean el Congreso: “La revolución es magnífica. Todo lo demás es un disparate”.
El reclamo por el aborto
A lo largo de la marcha, Página/12 recogió testimonios sobre un punto central: la propuesta del presidente Alberto Fernández para que se discuta la interrupción voluntaria del embarazo. Las expresiones fueron optimistas, en su mayoría, aunque persisten las dudas “por las presiones que van a recibir los legisladores y por el poder que siguen teniendo la Iglesia Católica y los sectores retrógrados de este país”, sostuvieron María Teresa, Josefina y Lucrecia, tres amigas que llegaron al Congreso desde Trenque Lauquen.“Paramos y marchamos para que dejen de matarnos porque sólo en lo que va de este año ya ocurrieron 68 femicidios, la mayoría cometidos por sus parejas", recordaron mediante pancartas y mensajes en vivo integrantes del colectivo Actrices Argentinas.
En la Plaza de Mayo, los partidos de izquierda comenzaron a concentrar desde temprano y luego se desplazaron hasta el Congreso, encabezadas por las organizaciones Pan y Rosas, Las Rojas y Juntas y a la Izquierda. La dirigente Cele Fierro recordó el acto realizado el domingo ante la Catedral Metropolitana, puntualizó que el reclamo por el aborto legal y gratuito significa para el movimiento de mujeres “que se apruebe el proyecto de la Campaña, con un plazo de 14 semanas para la interrupción y sin objeción de conciencia institucional, además del presupuesto necesario para enfrentar la violencia, igualdad salarial con los varones y separación de la Iglesia del Estado”. Sostuvo que es necesario estar atentos porque “desde la misa que se hizo en Luján, se acentuó la presión por este tema, mientras que el Estado sigue aportando 50.000 millones de pesos por año a los colegios religiosos”.
"La violencia hacia la mujer, y sobre todo en enfermería, es muy notable por parte de los enfermos y los médicos. Todavía se mantiene el patriarcado en el ámbito de la salud", aseguró.
Manuela Castañeira, dirigente del Nuevo MAS e integrante de Las Rojas, destacó "la masividad de la marcha y el entusiasmo, que se debe a que son muchas las deudas con las mujeres argentinas y algunos de los temas principales son la necesidad de que se legalice el aborto gratuito y que se tomen medidas efectivas contra el femicidio, porque el Estado siempre llega con el hecho consumado”.
Mujeres originarias
Otra de las presencias importantes en la marcha, fue la de mujeres de distintos pueblos originarios. “Estamos acá en defensa del agua, por la atención de las niñas y niños wichís y por la reparación histórico política y cultural de nuestros pueblos originarios".Aurora Choque, de 64 años, integrante de la Comunidad Ayllu Inti Llaku Coyanvoy, se vino de la localidad jujeña de Coranzulí, donde, junto a varias comunidades indígenas, frenaron el avance de compañías mineras en Salinas Grandes, la Laguna de Guayatayoc y el Salar de Jama.
"Las mujeres originarias, junto a nuestros compañeros, venimos llevando una lucha en defensa de nuestros territorios en donde quieren avanzar las empresas mineras, metiéndose en nuestros espacios sin ninguna autorización", aseguró la representante de los históricos legítimos dueños de la tierra en este lado del mundo. Precisó que "se seca el agua y sin agua se mueren nuestros animales. El año pasado se nos murieron muchos animales por la sequía que en parte es provocada por las explotaciones mineras, por lo que las comunidades nos mantenemos en alerta", explicó. Luego señaló que desde hace muchos años vienen peleando contra la aplicación de la Ley 5915, promulgada en 2016 por el gobierno jujeño, que es rechazada por las comunidades indígenas porque concede a empresas privadas extranjeras "derechos de uso y explotación sobre nuestros territorios", afirmó.
"Por lo menos tendrían que sentarse con nosotros y dialogar, nosotros estamos amparados en convenios internacionales y leyes nacionales que nos protegen como pueblos", aclaró la mujer que el viernes recibió en el Senado de la Nación la distinción "Berta Cáseres", en reconocimiento por la Lucha que lleva en Defensa del Agua en el Glaciar de Coyanvoy Coranzuli.
Uruguay: Decenas de miles de las mujeres marcharon por sus derechos en Montevideo
Las organizadoras calculan que unas 350.000 personas en total recorrieron la 18 de Julio.
La marcha por el Día Internacional de la Mujer recorrió 18 de Julio. Reclamaron por la igualdad de género, el cierre de la brecha de género y el fin de los femicidios.
Foto tomada de Twitter / Nata_g87
#8M2020 08 de marzo de 2020, 09:58hs - LR21
Este domingo se conmemoró en todo el mundo el Día Internacional de la Mujer, y Uruguay no se queda al margen de las luchas feministas.A las 17 horas, decenas de miles de mujeres se reunieron en la Plaza libertad (conocida también como Plaza Cagancha) para marchar por la avenida 18 de Julio hasta la explanada de la Universidad de la República.
Convocaron y participaron decenas de colectivos pro derechos de las mujeres y contra la violencia de género, y la marcha estuvo marcada por contrastes fuertes, como la participación de la vicepresidenta de la República, Beatriz Argimón, y la polémica por la fuerte protección de la Guardia Republicana al templo católico de Cordón.
La
policía blindó el templo católico de Cordón para evitar que las
manifestantes pudieran acceder hasta este con sus proclamas. Foto tomada
de Twitter / BalboaRubens
A esas amenazas se sumaron los del colectivo machista y antifeminismo Varones Unidos, quienes tuitearon: “Las #feminazis que orinan frente a la catedral y usan ‘matá a tu padre’ como eslogan, se ofenden por este grafitti con marcador en la puerta de un baño. Al menos esperen a ver lo que preparamos para este año. #UruguayNomá”.
A pesar de ello, las mujeres no se han sentido intimidadas y en las redes sociales se elevaron los pedidos a no dejar de asistir a la marcha, a fin de no dar espacio a los sectores hegemónicos machistas.
Los colectivos organizadores de la marcha contaron con seguridad privada que se sumó a la presencia de efectivos policiales.
Las organizadoras calculan que unas 350.000 personas en total recorrieron la 18 de Julio.
Resistiendo, a pesar de las amenazas
A inicios de semana, una amenaza escrita en un baño de mujeres de la Facultad de Psicología encendió las alarmas: “Feminazis, se les terminó el recreo. Si se hacen las locas el 8/3 palo y palo”, se leía escrito con marcador negro y, al lado, un símbolo femenino tachado.A esas amenazas se sumaron los del colectivo machista y antifeminismo Varones Unidos, quienes tuitearon: “Las #feminazis que orinan frente a la catedral y usan ‘matá a tu padre’ como eslogan, se ofenden por este grafitti con marcador en la puerta de un baño. Al menos esperen a ver lo que preparamos para este año. #UruguayNomá”.
A pesar de ello, las mujeres no se han sentido intimidadas y en las redes sociales se elevaron los pedidos a no dejar de asistir a la marcha, a fin de no dar espacio a los sectores hegemónicos machistas.
Los colectivos organizadores de la marcha contaron con seguridad privada que se sumó a la presencia de efectivos policiales.
Las organizadoras calculan que unas 350.000 personas en total recorrieron la 18 de Julio.
Marcha pacífica y multitudinaria: se calcula en 300.000 la concurrencia en un nuevo #8M en Montevideo
Foto: Gastón Britos / FocoUy
Colectivos
de mujeres llamaron a profundizar el feminismo como «herramienta» de
transformación y cambio social, y llevarlo a «las calles, las casas y
las camas».
Ultima actualización Mar 9, 2020 - LA REPÚBLICA uy
Con
absoluta normalidad, se desarrolló ayer en Montevideo la multitudinaria
marcha convocada por los distintos colectivos feministas. Se estima en
unas 300.000 personas la concurrencia aunque un cálculo más afinado
podría superar esa cantidad.
La movilización comenzó con una concentración en la Plaza Libertad a partir de la hora 17 y marcha por 18 de Julio hacia la explanada de la Universidad de la República. El acto contó con la presencia, por primera vez en su carácter de vicepresidenta de la República, de Beatriz Argimón, activa militante y asidua concurrente a las movilizaciones feministas.
Las mujeres se embanderaron por una única causa: el fin de la violencia machista que año tras año mata a decenas de mujeres en Uruguay.
«Que ser mujer deje de ser una condena», dice uno de los carteles que se eleva por sobre la multitud; la aglomeración de gente intensifica el calor de la tarde de domingo. Según estimaciones iniciales, se esperaban más de 300.000 personas, número que pareció haber quedado corto ante las largas cuadras de almas congregadas por el Día Internacional de la Mujer.
La marcha transcurrió con absoluta calma y normalidad a lo largo y ancho de la principal avenida. En el resto del país, también hubo movilizaciones en distintas ciudades no reportándose ningún tipo de inconveniente.
Las mujeres también se congregaron en algunas ciudades del interior, como Rocha, Maldonado, Paysandú, Salto, San José y Durazno. La movilización venía precedida de algunas amenazas a los colectivos feministas por episodios específicos ocurridos en otros años.
En un baño de la Facultad de Psicología alguien escribió una amenaza destinada a un grupo de mujeres que identifica como «feminazis: se les terminó el recreo, si se hacen las locas el 8/3, palo y palo». El gobierno dispuso un operativo especial para controlar y mantener el orden.
Según consta en la Orden de Operaciones Nº 18/2020, el cometido de la Policía fue el de «mantener el orden público». Anoche, el secretario de la Presidencia Álvaro Delgado, en declaraciones al programa Séptimo Día de Canal 10, calificó como un «éxito» el dispositivo de seguridad.
En el operativo, participaron funcionarios de la Guardia Republicana, sobre todo mujeres, pero también de Bomberos, Policía de Tránsito, Policía Científica, Investigaciones y observadores del Centro de Comando Unificado.
En base a antecedentes, se establecieron distintos «puntos críticos» que estuvieron vallados. Además, el personal policial filmó la movilización. Estos puntos «críticos» son: la Iglesia del Cordón, el edificio sede de la Suprema Corte de Justicia, el Ministerio de Relaciones Exteriores, el Círculo Militar y el Centro Militar.
El despliegue policial que preparó el Ministerio del Interior incluyó drones, helicópteros. Los efectivos policiales fueron apostados en las calles laterales a 18 de Julio, vallas y vehículos. Varias feministas tildaron de «provocador» el operativo dispuesto por el Interior.
Sobre las 18:30 horas, el denominado «bloque antirracista» que abría la marcha comienza a avanzar con los instrumentos de percusión reciclados sonando, que mezclados con los gritos y cánticos hacen temblar el asfalto. La marcha avanza a paso lento, con personas que llegan y se suman desde calles laterales, o esperan en la explanada de la Intendencia de Montevideo (IM) para acoplarse a la marcha.
Rodeando la cabeza de la marcha, varias mujeres sostienen un cordón violeta como una forma de contención. «Feminismo es revolución» se escucha, a pesar de la multitud y los miles de sonidos, este cántico toma forma en varias gargantas y se torna atronador.
Una de esas voces es la de Marcela, que marcha «principalmente por nosotras», porque «nos están matando todos los días, no nos reconocen en los trabajos y nos discriminan en los ascensos»; para Marcela «es hora de que luchemos todas juntas contra esto».
Entre la masa también está Silvana Danovich, del Sindicato Único de Trabajadoras Domésticas (SUTD), que marcha por «la necesidad de visualizar a las compañeras que siguen en la lucha desde el silencio». Danovich sostiene que tanto ella como sus compañeras ven «a nuestras empleadoras empoderadas en el 8M, y aun así no respetan los derechos de las trabajadoras, es como irracional.
Juegan a veces ante la necesidad de una trabajadora, madres solteras, jefas de hogar. Al momento de reclamar nos encontramos con un montón de paredes para reivindicar nuestros derechos como mujeres y como trabajadoras».
La marcha continúa con su paso lento pero firme, y se tensa cuando comienza a pasar por la Iglesia del Cordón. Allí, varios agentes de la Guardia Republicana cierran filas tras el vallado. Son mujeres en su mayoría, excepto por algunos hombres que están detrás.
«No puedo creer que pongan mujeres», dice una de las asistentes. Las cámaras se concentran en la iglesia, una institución antigua que ve pasar las reivindicaciones del presente; los cánticos no se hacen esperar: «Iglesia y Estado, asunto separado».
Pasados esos momentos de tensión, ya en el último tramo del recorrido, los ánimos cambian y la movilización se vuelve una fiesta. Al ritmo de la percusión, los cuerpos bailan y cantan rumbo al edificio central de la Universidad de la República (Udelar).
Se abre un círculo en plena avenida 18 de Julio, donde tres mujeres yacen en el piso representando a las víctimas de femicidio. Allí, se procede a leer la proclama de la marcha. La proclama de la manifestación, leída en la explanada de la UdelaR a coro por las manifestantes, apuntó a profundizar el feminismo como «herramienta» de la transformación y el cambio social.
«Las mujeres, las feministas y las que no lo son, hemos sido parte de todas las conquistas sociales de la historia, porque el feminismo lo ha cuestionado todo con una radicalidad que a veces nos cuesta entender y apropiar en el lapso de nuestra vida», señala la proclama.
La proclama finalizó convocando a llevar al feminismo a las calles, a las casas y a las camas.
«Paridad»
«Paridad» fue la palabra en la pancarta del Centro Josefa Oribe, del Partido Nacional, bajo la que marcharon la vicepresidenta Beatriz Argimón, la senadora Gloria Rodríguez y otras dirigentes y jóvenes del partido nacionalista.
La movilización comenzó con una concentración en la Plaza Libertad a partir de la hora 17 y marcha por 18 de Julio hacia la explanada de la Universidad de la República. El acto contó con la presencia, por primera vez en su carácter de vicepresidenta de la República, de Beatriz Argimón, activa militante y asidua concurrente a las movilizaciones feministas.
Las mujeres se embanderaron por una única causa: el fin de la violencia machista que año tras año mata a decenas de mujeres en Uruguay.
«Que ser mujer deje de ser una condena», dice uno de los carteles que se eleva por sobre la multitud; la aglomeración de gente intensifica el calor de la tarde de domingo. Según estimaciones iniciales, se esperaban más de 300.000 personas, número que pareció haber quedado corto ante las largas cuadras de almas congregadas por el Día Internacional de la Mujer.
La marcha transcurrió con absoluta calma y normalidad a lo largo y ancho de la principal avenida. En el resto del país, también hubo movilizaciones en distintas ciudades no reportándose ningún tipo de inconveniente.
Las mujeres también se congregaron en algunas ciudades del interior, como Rocha, Maldonado, Paysandú, Salto, San José y Durazno. La movilización venía precedida de algunas amenazas a los colectivos feministas por episodios específicos ocurridos en otros años.
En un baño de la Facultad de Psicología alguien escribió una amenaza destinada a un grupo de mujeres que identifica como «feminazis: se les terminó el recreo, si se hacen las locas el 8/3, palo y palo». El gobierno dispuso un operativo especial para controlar y mantener el orden.
Según consta en la Orden de Operaciones Nº 18/2020, el cometido de la Policía fue el de «mantener el orden público». Anoche, el secretario de la Presidencia Álvaro Delgado, en declaraciones al programa Séptimo Día de Canal 10, calificó como un «éxito» el dispositivo de seguridad.
En el operativo, participaron funcionarios de la Guardia Republicana, sobre todo mujeres, pero también de Bomberos, Policía de Tránsito, Policía Científica, Investigaciones y observadores del Centro de Comando Unificado.
En base a antecedentes, se establecieron distintos «puntos críticos» que estuvieron vallados. Además, el personal policial filmó la movilización. Estos puntos «críticos» son: la Iglesia del Cordón, el edificio sede de la Suprema Corte de Justicia, el Ministerio de Relaciones Exteriores, el Círculo Militar y el Centro Militar.
El despliegue policial que preparó el Ministerio del Interior incluyó drones, helicópteros. Los efectivos policiales fueron apostados en las calles laterales a 18 de Julio, vallas y vehículos. Varias feministas tildaron de «provocador» el operativo dispuesto por el Interior.
Sobre las 18:30 horas, el denominado «bloque antirracista» que abría la marcha comienza a avanzar con los instrumentos de percusión reciclados sonando, que mezclados con los gritos y cánticos hacen temblar el asfalto. La marcha avanza a paso lento, con personas que llegan y se suman desde calles laterales, o esperan en la explanada de la Intendencia de Montevideo (IM) para acoplarse a la marcha.
Rodeando la cabeza de la marcha, varias mujeres sostienen un cordón violeta como una forma de contención. «Feminismo es revolución» se escucha, a pesar de la multitud y los miles de sonidos, este cántico toma forma en varias gargantas y se torna atronador.
Una de esas voces es la de Marcela, que marcha «principalmente por nosotras», porque «nos están matando todos los días, no nos reconocen en los trabajos y nos discriminan en los ascensos»; para Marcela «es hora de que luchemos todas juntas contra esto».
Entre la masa también está Silvana Danovich, del Sindicato Único de Trabajadoras Domésticas (SUTD), que marcha por «la necesidad de visualizar a las compañeras que siguen en la lucha desde el silencio». Danovich sostiene que tanto ella como sus compañeras ven «a nuestras empleadoras empoderadas en el 8M, y aun así no respetan los derechos de las trabajadoras, es como irracional.
Juegan a veces ante la necesidad de una trabajadora, madres solteras, jefas de hogar. Al momento de reclamar nos encontramos con un montón de paredes para reivindicar nuestros derechos como mujeres y como trabajadoras».
La marcha continúa con su paso lento pero firme, y se tensa cuando comienza a pasar por la Iglesia del Cordón. Allí, varios agentes de la Guardia Republicana cierran filas tras el vallado. Son mujeres en su mayoría, excepto por algunos hombres que están detrás.
«No puedo creer que pongan mujeres», dice una de las asistentes. Las cámaras se concentran en la iglesia, una institución antigua que ve pasar las reivindicaciones del presente; los cánticos no se hacen esperar: «Iglesia y Estado, asunto separado».
Pasados esos momentos de tensión, ya en el último tramo del recorrido, los ánimos cambian y la movilización se vuelve una fiesta. Al ritmo de la percusión, los cuerpos bailan y cantan rumbo al edificio central de la Universidad de la República (Udelar).
Se abre un círculo en plena avenida 18 de Julio, donde tres mujeres yacen en el piso representando a las víctimas de femicidio. Allí, se procede a leer la proclama de la marcha. La proclama de la manifestación, leída en la explanada de la UdelaR a coro por las manifestantes, apuntó a profundizar el feminismo como «herramienta» de la transformación y el cambio social.
«Las mujeres, las feministas y las que no lo son, hemos sido parte de todas las conquistas sociales de la historia, porque el feminismo lo ha cuestionado todo con una radicalidad que a veces nos cuesta entender y apropiar en el lapso de nuestra vida», señala la proclama.
La proclama finalizó convocando a llevar al feminismo a las calles, a las casas y a las camas.
«Paridad»
«Paridad» fue la palabra en la pancarta del Centro Josefa Oribe, del Partido Nacional, bajo la que marcharon la vicepresidenta Beatriz Argimón, la senadora Gloria Rodríguez y otras dirigentes y jóvenes del partido nacionalista.