La pandemia del coronavirus podría ser la antesala de una grave crisis económica a nivel mundial
Publicado:
19 mar 2020 04:16 GMT - RT
Expertos creen que la actual situación podría desencadenar una quiebra masiva de instituciones de inversión.
El gerente de activos privados del fondo estadounidense Sovereign, Gary Korolev, cree que el covid-19,
que ya se ha cobrado la vida de más de 8.700 personas, podría ser la
antesala de una grave crisis económica a nivel mundial, según lo explicó
este jueves a RIA Novosti.
Korolev piensa que la actual pandemia podría desencadenar una grave crisis y la quiebra masiva de instituciones de inversión.
"Los 'margin call' [requisito para hacer una garantía adicional] están en todas partes. La mayoría de las grandes empresas que cotizan en las bolsas de valores operan según el principio VaR, o 'cantidad de riesgo'", explicó Korolev.
"Cuando la volatilidad aumenta, las cantidades que las compañías pueden poner en riesgo en sus carteras caen, lo que significa que deben seguir el camino de la liquidación. Eso es lo que está pasando", agregó el analista.
Este lunes, el principal índice bursátil de EE.UU., el Dow Jones, sufrió su peor caída desde el llamado 'lunes negro' de 1987, al desplomarse un 12,9 % y quedar en 2.999 puntos, ante el temor a una recesión por causa del coronavirus y la caída de los precios del petróleo.
Dos días después, las bolsas de EE.UU. han acusado otra fuerte caída tras desplomarse el Dow Jones en más de 1.300 puntos. Mientras, en Europa sucedió algo similar, pues las bolsas de Londres (Reino Unido), Fráncfort (Alemania) y París (Francia) experimentaron otra jornada con grandes descensos, que oscilaron entre 5 % y 6 %.
El mercado conecta las alarmas: hay una burbuja punto/com con riesgo de estallar
El Ibex 35 este viernes. - EFE
Korolev piensa que la actual pandemia podría desencadenar una grave crisis y la quiebra masiva de instituciones de inversión.
"Los 'margin call' [requisito para hacer una garantía adicional] están en todas partes. La mayoría de las grandes empresas que cotizan en las bolsas de valores operan según el principio VaR, o 'cantidad de riesgo'", explicó Korolev.
"Cuando la volatilidad aumenta, las cantidades que las compañías pueden poner en riesgo en sus carteras caen, lo que significa que deben seguir el camino de la liquidación. Eso es lo que está pasando", agregó el analista.
Este lunes, el principal índice bursátil de EE.UU., el Dow Jones, sufrió su peor caída desde el llamado 'lunes negro' de 1987, al desplomarse un 12,9 % y quedar en 2.999 puntos, ante el temor a una recesión por causa del coronavirus y la caída de los precios del petróleo.
Dos días después, las bolsas de EE.UU. han acusado otra fuerte caída tras desplomarse el Dow Jones en más de 1.300 puntos. Mientras, en Europa sucedió algo similar, pues las bolsas de Londres (Reino Unido), Fráncfort (Alemania) y París (Francia) experimentaron otra jornada con grandes descensos, que oscilaron entre 5 % y 6 %.
El mercado conecta las alarmas: hay una burbuja punto/com con riesgo de estallar
El temor al colapso de los encendidos valores tecnológicos circula por los parqués bursátiles y son los propios bancos de inversión los que se encargan de admitir la existencia de una burbuja punto/com y de alertar del riesgo inminente de que explote.
madrid
09/03/2020 07:27 DIEGO HERRANZ - PÚBLICO
09/03/2020 07:27 DIEGO HERRANZ - PÚBLICO
"La burbuja [tecnológica] está lista para colapsar". La advertencia está escrita en una nota para inversores de Marko Kolanovic, responsable global de estrategia macro y productos derivados de JP Morgan. La última semana de febrero, cuando la crisis del coronavirus se
propagó por los cinco continentes y fulminó en una semana trágica para
los mercados los principales índices de las bolsas mundiales.
Sólo en Wall Street, los cinco últimos días lectivos de febrero, el temor a la pandemia se llevó de sus parqués seis billones de dólares, según aseguró el analista del S&P Dow Jones, Howard Silverblatt, a Business Insider.
Un efecto contagio que afectó a otros mercados como el Dow Jones
Industrial o el Nasdaq, que descendieron casi un 10% desde sus recientes
-y últimos- registros alcistas.
El Dow retrocedió más de 3.000 puntos esa semana.
Pérdidas que los organismos multilaterales y el mercado empiezan a
relacionar con un súbito empeoramiento de la economía global, que
impulsa irremediablemente la actividad a una espiral recesiva.
La debacle bursátil
dejará, obviamente, activos baratos. Pero no serán los tecnológicos. Con
sus excepciones, han sido las acciones que han impulsado el extraordinario ciclo en los mercados
de todo el planeta desde el crash de 2008. Y que, a la espera de los
daños colaterales que dejará el coronavirus, seguirán siendo los que más
peso inversor cuantitativo traslada a los parqués, dice Kolanovic, cuya
afirmación se basa en "el abismo que separa el retardo del valor real
que estas compañías adquieren en los mercados, respecto de los factores
extraordinarios que determinan el fulgurante crecimiento de sus
cotizaciones" en momentos concretos. La esperanza es que "por una vez en
el último decenio", esa convergencia se produzca.
El mercado alerta de que la explosión especulativa tecnológica "no será diferente" de la que experimentó el sector en 2000
Porque existen señales que contribuyen a esconder la burbuja tecnológica, como la escasa volatilidad de sus valores. Pero su explosión "no será diferente" de la que experimentó el sector en 2000
-en la llamada crisis de las puntocom- o de las correcciones de los
primeros años de la década pasada. O la respuesta de los inversores a la
epidemia del coronavirus, al colocar sus carteras en segmentos cíclicos
de la economía como la energía o la seguridad de los bonos del
Tesoro americano en lugar de en acciones tecnológicas. Una opción
coyuntural. Dado que desde firmas como RBC Capital Markets afirman que
siete de las diez opciones inversoras más populares en el mundo son de
la industria tecnológica, con Microsoft y Alphabet como favoritas. El
coronavirus puede propiciar una brusca rotación de activos, "hacia valores más tradicionales, materias primas o mercados emergentes", pero su estallido será inevitable, explica.
Los hegde-funds atacan de nuevo
Steven Bregman, fundador de Horizon Kinetics,
una firma de asesoramiento inversor, coincide con el analista de JP
Morgan. El propio mercado es una burbuja -matiza, sin embargo-, aunque
los valores tecnológicos, tanto de consumo como de innovación, son los
que la insuflan oxígeno. Y "no hay nada que pueda evitar su
deflagración". A su juicio, "el ambiente de riesgo sistémico es más
alarmante que en 1999", cuando se fraguó el calentamiento de los valores
tecnológicos que dieron paso a la primera gran crisis bursátil y
corporativa del sector. Después de una década, la pasada, en la que han
dominado la gestión de los fondos, pese a su paulatino encarecimiento, y
a abanderar el reparto de beneficios entre sus inversores.
Mientras la industria de los hedge-funds,
carteras de activos de alto riesgo, acapararon capitales netos el
pasado ejercicio por valor de 328.000 millones de dólares, su segundo
registro anual más cuantioso, asegura la firma CFRA Research. Un
incremento por las inversiones que precipitaron el credit crunch
de 2008 -también de derivados, estructurados y swaps- que ha generado la
alerta desde el Banco Internacional de Pagos (BIS), entidad de la que
emanan las normas regulatorias bancarias y que alberga a los diez
principales bancos centrales del planeta. El BIS ha venido revelando en
sus informes trimestrales del pasado año un aumento gradual de estas
carteras de riesgo sistémico.
Los hedge-funds con valores tecnológicos acapararon capitales netos el pasado ejercicio por valor de 328.000 millones de dólares
Bergman, en declaraciones a Business Insider,
cree que "el régimen artificial de bajos tipos de interés y la actitud
de pasividad inversora que ha prevalecido en la pasada década" son los
dos factores que, a su juicio, están siendo responsables de la explosión
de los hedge-funds con unas carteras de activos cargadas de
valores tecnológicos en efervescencia bursátil. "Y lo que el perfil
medio de inversor conoce del mercado es sólo una pequeña fracción de lo
que realmente valen las compañías". En su opinión, hasta un 20% del
valor del S&P 500 americano es especulativo o, cuanto menos,
resultado de rampantes crecimientos de cotizaciones sin justificación.
Casi todas, tecnológicas. Aunque no las únicas. Amazon o Google parecen
ajenas a los rigores del mercado -explica Bergman- "pero todos hemos
sido testigos del final de esta película antes".
Siempre hay episodios de la serie que acaban rebajando sus posiciones,
desde reformas e iniciativas políticas hasta nuevas normas
regulatorias, que han acabado afectando a las grandes corporaciones.
Para este analista, la comparación con 1999 resulta obligada: Algunas
empresas del top ten del índice S&P 500, como AOL, entonces
la número diez, intentó sin éxito fusionar a Time Warner, mientras la
séptima, Lucent Technologies nunca llegó a recuperarse de la crisis
puntocom. General Electric ha pasado de ser la segunda al puesto
sexagésimo segundo por capitalización bursátil.
Un mercado con activos hipervalorados
John Hussman, presidente de Hussman Investmen Trust, también se apunta a la tesis de la burbuja tecnológica. "Nos aproximamos al punto crucial",
en el que los inversores "deberían empezar a pensar que se encuentran
ante una combinación extrema de hiper-valoración en los valores -sobre
todo, los techs- y señales de mercado desfavorables". Como en 1999-2000.
"La especulación está jugando con fuego", alerta. En 1929, la explosión
bursátil se saldó con la caída del 90% del valor de las empresas y, en
2000, la burbuja de internet borró casi el 80% del índice Nasdaq. "Los
mercados están ahora posicionados en escenarios similares".
Para más inri, el
premio Nobel Robert Shiller, acaba de publicar un libro en el que pasa
revista a las dos peores burbujas financieras de la historia económica
reciente. El autor de la teoría de la exuberancia irracional que empleó
con posterioridad el ex presidente de la Reserva Federal Alan Greenspan,
y que recibió el máximo galardón económico en 2013, llama la atención
sobre las coincidencias financieras con 1999, preludio de la crisis
puntocom de 2000 -con recesiones en EEUU y Alemania tres años más tarde-
y con 2007, cuando surge la embestida de las hipotecas subprime
estadounidenses que precedió a la quiebra de Lehman Brothers, un año más
tarde y que desembocó en la primera recesión sincronizada de las
economías del G-7. Shiller cree que, de nuevo, se ha instalado un
comportamiento irracional en los mercados que resulta "más que
preocupante".
Bank of America da por iniciada la crisis en EEUU
©
AP Photo / Mark Lennihan
América del Norte
02:26 GMT 20.03.2020(actualizada a las 02:46 GMT 20.03.2020) SPUTNIK NEWS
Uno de los mayores bancos de inversión de EEUU, Bank of America, anunció una verdadera crisis financiera en EEUU.
Según un informe de la analista líder de la institución financiera, Michelle Meyer, citada por CNBC, no será posible evitar una recesión en la economía estadounidense. La causa principal es la propagación del coronavirus.
Meyer
hizo un pronóstico tan negativo, evaluando las perspectivas del mercado
laboral. Según ella, la tasa de desempleo de EEUU se duplicará en el
futuro cercano, mientras que la cantidad de desempleados crecerá en
aproximadamente un millón de personas al mes durante el segundo
trimestre, alcanzando un total de 3,5 millones de personas.
Sin embargo, la experta de Bank of America cree que aunque la crisis
será más poderosa, su duración será menor. "Aunque el colapso es muy
duro, esperamos que no dure mucho", escribió Meyer, señalando que el
Estado no debe escatimar en incentivos para la economía.
La epidemia de coronavirus, así como el colapso de los precios mundiales del petróleo, causados en mayor medida por la ruptura del acuerdo OPEP+, lanzaron a los mercados bursátiles mundiales en un largo pico. Durante la última semana y media, solo los mercados bursátiles de EEUU se han desplomado en un 30%, el índice de referencia del petróleo Brent cayó de 52,36 dólares por barril el 2 de marzo a alrededor de 25 dólares el 19 de marzo. La mayoría de los países anunciaron programas de estabilidad financiera a gran escala y están invirtiendo miles de millones de dólares en los mercados.
Un operador de la Bolsa de Nueva York, 11 de marzo de 2020.Andrew Kelly / Reuters
"Es una ilusión de una recuperación económica impulsada por la inflación de las burbujas económicas. Ahora creo que está empezando a estallar", subrayó Colombo, quien también identificó una burbuja inmobiliaria y crediticia en EE.UU. antes de la crisis de 2008.
"La burbuja inmobiliaria de EE.UU. se formó en cinco años. Hemos tenido 11 años de tasas de interés y estímulos bajos récord. Hemos tenido mucho más tiempo para que se formen esas burbujas, y hay muchas más", indicó el analista.
"Declaramos oficialmente que la economía estadounidense ha caído en recesión, uniéndose al resto del mundo, y esta es una reducción muy profunda", escribe la analista.Meyer predice que EEUU enfrenta un aumento del desempleo, una caída brusca en la confianza del consumidor y la desaparición casi total de los ahorros de la población. Además, según sus estimaciones, de acuerdo con los resultados del segundo trimestre de 2020, la economía de EEUU colapsará en un 12% del PIB trimestralmente, y para fines de año disminuirá en un 0,8%.
©
REUTERS / Carlos Jasso
La epidemia de coronavirus, así como el colapso de los precios mundiales del petróleo, causados en mayor medida por la ruptura del acuerdo OPEP+, lanzaron a los mercados bursátiles mundiales en un largo pico. Durante la última semana y media, solo los mercados bursátiles de EEUU se han desplomado en un 30%, el índice de referencia del petróleo Brent cayó de 52,36 dólares por barril el 2 de marzo a alrededor de 25 dólares el 19 de marzo. La mayoría de los países anunciaron programas de estabilidad financiera a gran escala y están invirtiendo miles de millones de dólares en los mercados.
El analista que predijo la crisis financiera de 2008 advierte que otro colapso está en camino (y no solo por el coronavirus)
Publicado:
12 mar 2020 10:48 GMT - RT
"Por muy malo que fuera el 2008, lo que vendrá será
peor", advirtió Jesse Colombo, quien opina que una serie de nuevas
burbujas estallarán en los mercados de todo el mundo.
El analista económico Jesse Colombo, que predijo la crisis financiera de 2008, advirtió este miércoles en una entrevista con el periódico The Independent que se acerca un nuevo colapso, y que esta vez será mucho peor.
"El ciclo ya está muy avanzado, y el coronavirus es básicamente un golpe doble. Pero ya estábamos avanzando hacia la recesión antes de que alguien hubiera oído hablar del coronavirus", señaló Colombo, quien opina que una serie de nuevas burbujas estallarán en los mercados de todo el mundo.
"Por muy malo que fuera el 2008, lo que vendrá será peor, porque ahora hay mucha más deuda: casi 100 billones de dólares en deuda nueva", advirtió el experto.
Los principales mercados financieros del mundo se desplomaron este lunes tras la caída de hasta un 30 % de los precios del petróleo, causada por la respuesta de Arabia Saudita al fracaso del pacto de los países OPEP+, así como por las preocupaciones que suscita la propagación del brote del coronavirus.
No obstante, según Colombo, no solo estos dos factores serán culpables de una nueva crisis, ya que el problema subyacente es mucho más profundo. Ya en junio del año pasado el pronosticador económico identificó burbujas en más de 20 mercados, incluidos el mercado inmobiliario europeo o el mercado de valores estadounidense.
El experto argumentó que estas burbujas han impulsado gran parte de
la recuperación global en los últimos 12 años. Una de las más grandes es
una burbuja de crédito china impulsada en gran medida por el gasto en
infraestructura."El ciclo ya está muy avanzado, y el coronavirus es básicamente un golpe doble. Pero ya estábamos avanzando hacia la recesión antes de que alguien hubiera oído hablar del coronavirus", señaló Colombo, quien opina que una serie de nuevas burbujas estallarán en los mercados de todo el mundo.
"Por muy malo que fuera el 2008, lo que vendrá será peor, porque ahora hay mucha más deuda: casi 100 billones de dólares en deuda nueva", advirtió el experto.
Los principales mercados financieros del mundo se desplomaron este lunes tras la caída de hasta un 30 % de los precios del petróleo, causada por la respuesta de Arabia Saudita al fracaso del pacto de los países OPEP+, así como por las preocupaciones que suscita la propagación del brote del coronavirus.
No obstante, según Colombo, no solo estos dos factores serán culpables de una nueva crisis, ya que el problema subyacente es mucho más profundo. Ya en junio del año pasado el pronosticador económico identificó burbujas en más de 20 mercados, incluidos el mercado inmobiliario europeo o el mercado de valores estadounidense.
"Es una ilusión de una recuperación económica impulsada por la inflación de las burbujas económicas. Ahora creo que está empezando a estallar", subrayó Colombo, quien también identificó una burbuja inmobiliaria y crediticia en EE.UU. antes de la crisis de 2008.
"La burbuja inmobiliaria de EE.UU. se formó en cinco años. Hemos tenido 11 años de tasas de interés y estímulos bajos récord. Hemos tenido mucho más tiempo para que se formen esas burbujas, y hay muchas más", indicó el analista.
Para contener la pandemia hay que matar la economía
Estados Unidos en el ojo del huracán
Por Rafael Poch de Feliu | 19/03/2020 | REBELIÓN
Fuentes: Blog personal
El viernes la OMS declaró que el epicentro de la pandemia ya no era
China, sino Europa, pero bien pronto la situación más crítica podríamos
tenerla en Estados Unidos. Que Estados Unidos se sitúe en el ojo del
huracán parece pulverizar la tesis, lanzada ya en febrero por el centro
antiimperialista Global Research, de que el origen de la
pandemia estuvo en Estados Unidos y que su gobierno la utilizaba “para
poner a la economía china de rodillas”.
El ayatolla Jamenei, líder supremo de Irán, ha seguido esa estela y ha dicho que la pandemia podría ser un “ataque biológico” contra China e Irán, pero a la vista de los perjuicios que se esperan en Estados Unidos de lo que se trataría, más bien, sería de una gran chapuza y una enorme estupidez.
No es que la pandemia haya puesto a “la economía china de rodillas”, sino a la “economía” en general. Y no solo porque lo primero implique lo segundo (dado el tamaño y el papel global de la economía china), sino por la simple razón de que el único medio para controlar la epidemia es, precisamente, matar la economía.
Eso es algo que ya dicen los habituales analistas y estrategas de mercado. Lo más probable es que la pandemia no sea contenida hasta junio, si todo va bien. Europa, dicen, estará en recesión el primer y segundo trimestre. Italia, seguramente todo el año 2020, igual que Alemania, cuyo fuerte vector exportador se revela ahora como talón de Aquiles. Francia, en cambio, por mal que vayan las cosas, podría salir algo menos malparada a causa de la mayor diversificación de su economía. Respecto a Estados Unidos, seguramente conocerá recesión en el segundo trimestre y su tasa de “crecimiento” se reducirá a un 1%… Todo esto son detalles al lado de las posibles repercusiones sobre los mercados financieros.
Como advertía Thomas Piketty bien antes de la pandemia, la situación de las finanzas es más crítica ahora que en 2007, en vísperas del hundimiento. Las burbujas se han inflado, la estructura financiera global está aún más degradada y es más inestable que entonces. Como explica Nomi Prins, después de la crisis de 2008, la política de dinero barato e incluso con interés negativo de los bancos centrales convirtió a estos en una especie de cajeros automáticos para el sistema bancario mundial y los mercados financieros, lo que hizo crecer las burbujas. Gran parte de ese dinero barato de los bancos centrales y sus beneficios fueron a parar a manos del 1% más rico. “Como el Doctor Frankestein, el experimento se convirtió en el monstruo e incrementó aun más las desigualdades”.
Los montos de dinero adoptados en la Unión Europea para prevenir nuevas quiebras son manifiestamente insuficientes. Y lo que es peor: el recurso a una nueva expropiación de las clases medias y bajas en favor de los superricos, a base de recortes y de conversión de deuda privada en deuda pública, será toda una invitación a la revuelta social, pues un segundo atraco difícilmente será comprendido. Claro, todo depende de cuanto duren las parálisis de la pandemia, esa “muerte de la economía”, pero todo indica que se abrirán condiciones extraordinarias para un replanteamiento general de esa “economía”, de nuestra manera de vivir. Si por una vez lo humano -la salud pública- se pone por delante del beneficio, ¿por qué no proseguir por esa senda y de paso solucionar, por ejemplo, la crisis climática?
“Las emergencias sanitarias hacen que los países cancelen normas sagradas para el capitalismo y tomen medidas muy potentes sin esperar a consensos internacionales. Ahora mismo los gobiernos están aprobando medidas unilaterales sin esperar al resto. Si se les da a elegir entre el comercio o proteger a la población, eligen lo segundo, y eso es algo que no está ocurriendo con la crisis climática”, constata Javier Andaluz en un clarificador artículo de Alejandro Tena publicado por Público: La crisis climática: otra gran pandemia pero sin medidas urgentes.
Volviendo a Estados Unidos, Bernie Sanders dijo el lunes que el impacto de la pandemia en su país, en muertes, “será en la escala de una gran guerra”. “Nadie sabe cuantas muertes tendremos pero podrían igualar o superar las víctimas americanas que vimos en la Segunda Guerra Mundial”. Es un pronóstico respaldado por científicos como el director del National Institute of Allergy and Infectious Diseases, Anthony Fauci. Si Trump, que ya ha declarado materia reservada todos los debates de la Casa Blanca sobre la pandemia, es incapaz de entender eso, habría que poner la crisis en manos de, “una autoridad de expertos capaz de guiarse por las recomendaciones científicas y en los hechos”, dice Sanders. ¿Peligra la reelección de Trump? ¿Podría abrirse un momento Roosevelt-New Deal en la sociedad de Estados Unidos?
Desde hoy, Sanders va a hacer bandera principal del sistema de sanidad universal en el país. La pandemia convierte su ausencia no solo en un asunto de justicia, sino también de seguridad nacional. En un país en el que, según se reveló en 2017, tres personas (Bill Gates, Jeff Bezos y Warren Buffett) son más ricas que la suma de la mitad de la población menos favorecida del país (160 millones), los 38 millones de ciudadanos que viven por debajo del umbral de pobreza, los 15 millones de hogares que sufren precariedad alimentaria y los más de medio millón de sin techo, van a sumar ahora las penalidades de la pandemia, cuyos efectos serán diferentes para ricos y pobres. La consideración vale globalmente para todos los pobres del mundo, por lo que, en medio de sus dramas, la pandemia contiene también una invitación a replantear la solidaridad y paliar la desigualdad entre sectores sociales y territorios.
Calentamiento, desigualdad y proliferación militarista de recursos de destrucción masiva, son los tres retos de siglo que la humanidad tiene por delante. El mensaje está ahí, como oportunidad dentro de la pandemia, por si queremos atenderlo. En los próximos meses si Estados Unidos entra en el ojo del huracán, podría convertirse en el mejor terreno de prueba.
(Publicado en Critic)
Fuente: https://rafaelpoch.com/2020/ 03/17/estados-unidos-en-el- ojo-del-huracan/#more-437
El ayatolla Jamenei, líder supremo de Irán, ha seguido esa estela y ha dicho que la pandemia podría ser un “ataque biológico” contra China e Irán, pero a la vista de los perjuicios que se esperan en Estados Unidos de lo que se trataría, más bien, sería de una gran chapuza y una enorme estupidez.
No es que la pandemia haya puesto a “la economía china de rodillas”, sino a la “economía” en general. Y no solo porque lo primero implique lo segundo (dado el tamaño y el papel global de la economía china), sino por la simple razón de que el único medio para controlar la epidemia es, precisamente, matar la economía.
Eso es algo que ya dicen los habituales analistas y estrategas de mercado. Lo más probable es que la pandemia no sea contenida hasta junio, si todo va bien. Europa, dicen, estará en recesión el primer y segundo trimestre. Italia, seguramente todo el año 2020, igual que Alemania, cuyo fuerte vector exportador se revela ahora como talón de Aquiles. Francia, en cambio, por mal que vayan las cosas, podría salir algo menos malparada a causa de la mayor diversificación de su economía. Respecto a Estados Unidos, seguramente conocerá recesión en el segundo trimestre y su tasa de “crecimiento” se reducirá a un 1%… Todo esto son detalles al lado de las posibles repercusiones sobre los mercados financieros.
Como advertía Thomas Piketty bien antes de la pandemia, la situación de las finanzas es más crítica ahora que en 2007, en vísperas del hundimiento. Las burbujas se han inflado, la estructura financiera global está aún más degradada y es más inestable que entonces. Como explica Nomi Prins, después de la crisis de 2008, la política de dinero barato e incluso con interés negativo de los bancos centrales convirtió a estos en una especie de cajeros automáticos para el sistema bancario mundial y los mercados financieros, lo que hizo crecer las burbujas. Gran parte de ese dinero barato de los bancos centrales y sus beneficios fueron a parar a manos del 1% más rico. “Como el Doctor Frankestein, el experimento se convirtió en el monstruo e incrementó aun más las desigualdades”.
Los montos de dinero adoptados en la Unión Europea para prevenir nuevas quiebras son manifiestamente insuficientes. Y lo que es peor: el recurso a una nueva expropiación de las clases medias y bajas en favor de los superricos, a base de recortes y de conversión de deuda privada en deuda pública, será toda una invitación a la revuelta social, pues un segundo atraco difícilmente será comprendido. Claro, todo depende de cuanto duren las parálisis de la pandemia, esa “muerte de la economía”, pero todo indica que se abrirán condiciones extraordinarias para un replanteamiento general de esa “economía”, de nuestra manera de vivir. Si por una vez lo humano -la salud pública- se pone por delante del beneficio, ¿por qué no proseguir por esa senda y de paso solucionar, por ejemplo, la crisis climática?
“Las emergencias sanitarias hacen que los países cancelen normas sagradas para el capitalismo y tomen medidas muy potentes sin esperar a consensos internacionales. Ahora mismo los gobiernos están aprobando medidas unilaterales sin esperar al resto. Si se les da a elegir entre el comercio o proteger a la población, eligen lo segundo, y eso es algo que no está ocurriendo con la crisis climática”, constata Javier Andaluz en un clarificador artículo de Alejandro Tena publicado por Público: La crisis climática: otra gran pandemia pero sin medidas urgentes.
Volviendo a Estados Unidos, Bernie Sanders dijo el lunes que el impacto de la pandemia en su país, en muertes, “será en la escala de una gran guerra”. “Nadie sabe cuantas muertes tendremos pero podrían igualar o superar las víctimas americanas que vimos en la Segunda Guerra Mundial”. Es un pronóstico respaldado por científicos como el director del National Institute of Allergy and Infectious Diseases, Anthony Fauci. Si Trump, que ya ha declarado materia reservada todos los debates de la Casa Blanca sobre la pandemia, es incapaz de entender eso, habría que poner la crisis en manos de, “una autoridad de expertos capaz de guiarse por las recomendaciones científicas y en los hechos”, dice Sanders. ¿Peligra la reelección de Trump? ¿Podría abrirse un momento Roosevelt-New Deal en la sociedad de Estados Unidos?
Desde hoy, Sanders va a hacer bandera principal del sistema de sanidad universal en el país. La pandemia convierte su ausencia no solo en un asunto de justicia, sino también de seguridad nacional. En un país en el que, según se reveló en 2017, tres personas (Bill Gates, Jeff Bezos y Warren Buffett) son más ricas que la suma de la mitad de la población menos favorecida del país (160 millones), los 38 millones de ciudadanos que viven por debajo del umbral de pobreza, los 15 millones de hogares que sufren precariedad alimentaria y los más de medio millón de sin techo, van a sumar ahora las penalidades de la pandemia, cuyos efectos serán diferentes para ricos y pobres. La consideración vale globalmente para todos los pobres del mundo, por lo que, en medio de sus dramas, la pandemia contiene también una invitación a replantear la solidaridad y paliar la desigualdad entre sectores sociales y territorios.
Calentamiento, desigualdad y proliferación militarista de recursos de destrucción masiva, son los tres retos de siglo que la humanidad tiene por delante. El mensaje está ahí, como oportunidad dentro de la pandemia, por si queremos atenderlo. En los próximos meses si Estados Unidos entra en el ojo del huracán, podría convertirse en el mejor terreno de prueba.
(Publicado en Critic)
Fuente: https://rafaelpoch.com/2020/
La salida de capitales suma 60 mil millones de dólares en apenas 50 días
La fuga de capitales de los mercados emergentes es la más fuerte de la historia
El
Instituto Internacional de Finanzas, integrado por los principales
bancos y fondos de inversión del mundo, estimó que la huida es récord,
superando la de la crisis 2008.
Por Federico Kucher
PÁGINA 12 - 18 de marzo de 2020
En
la crisis financiera de 2008, la salida de capitales de mercados
emergentes sumó 20 mil millones de dólares en los primeros 50 días
posteriores al estallido. En la crisis actual esta cifra es cuatro veces
más elevada: en ese mismo período se registró una fuga cercana a los 60 mil millones de dólares.
La crisis financiera internacional avanza a pasos acelerados. La reacción de los inversores es de efecto manada. El mundo enfrenta la suma de los problemas sanitarios (pandemia), de la demanda, de la oferta por el parate de las cadenas productivas, del mercado laboral, de las acciones, del petróleo, de los bonos soberanos y de las monedas emergentes. Se juntaron todas las plagas para generar un estallido de los mercados internacionales.
Existe una salida extraordinaria de capitales desde los países emergentes hacia activos seguros del mundo desarrollado. Este diario accedió al último informe del Instituto Internacional de Finanzas en el que se cuantifica la reacción de pánico de los inversores en las últimas semanas. El principal problema es para las economías no desarrolladas con déficit de cuenta corriente. Estos países necesitaban del ingreso de inversiones para poder cerrar sus desequilibrios macroeconómicos.
“La interrupción repentina en los flujos de capitales pone a los mercados emergentes con necesidades de financiamiento externo en un riesgo particularmente alto”, indicó el informe del Instituto Internacional de Finanzas. La entidad es patrocinada por los principales bancos del mundo y tiene un monitor en tiempo real de los movimientos de divisas en el mundo.
En el informe se mencionó un escenario de fuerte volatilidad principalmente para dos países de la región. “Chile y Colombia son algunos de los emergentes con más riesgo. Este se debe a los bajos precios de los productos básicos (materias primas) que complican el panorama externo de estas economías”, planteó. El principal mecanismo de ajuste de estos países es la devaluación de las monedas: un fenómeno que empieza a registrarse en las últimas semanas.
El peso colombiano subió este miércoles un 4 por ciento y el chileno lo hizo al 3 por ciento. Estas no son las únicas monedas latinoamericanas que enfrentan presiones. El real brasileño es una de las más golpeadas en medio de la turbulencia financiera global. Este miércoles llegó a subir casi el 8 por ciento a media jornada y termino con un avance del 5 por ciento. Estas devaluaciones no son menores considerando que son países con inflación anual menor a 3 por ciento.
El panorama que plantea el Instituto Internacional de Finanzas no es alentador para los próximos meses. Menciona que “incluso si los esfuerzos de contención y políticas expansivas tienen impacto positivo para contener la crisis de la economía real, el freno en el ingreso de capitales a países en desarrollo seguirán siendo inusualmente severo. Los datos de salida de divisas que monitoreamos en tiempo real son muy grandes si se los compara incluso contra episodios de volatilidad extrema como la crisis asiática a finales de los noventa”.
Las estimaciones del crecimiento para la economía global en 2020 muestran que buena parte del mundo entrará en recesión en los próximos meses y que la actividad mundial crecerá al menor ritmo desde el estallido de la burbuja hipotecaria en 2008.
“En las últimas dos semanas hemos reducido nuestro pronóstico de crecimiento global. Este año el Producto mundial puede acercarse al 1 por ciento este año, la cifra más baja desde la última crisis financiera mundial”, dijo el informe. El impacto por ahora se siente en un derrumbe de los activos bursátiles pero difícilmente tarde en empezar a sentirse las consecuencias en la producción y el empleo.
La crisis financiera internacional avanza a pasos acelerados. La reacción de los inversores es de efecto manada. El mundo enfrenta la suma de los problemas sanitarios (pandemia), de la demanda, de la oferta por el parate de las cadenas productivas, del mercado laboral, de las acciones, del petróleo, de los bonos soberanos y de las monedas emergentes. Se juntaron todas las plagas para generar un estallido de los mercados internacionales.
Existe una salida extraordinaria de capitales desde los países emergentes hacia activos seguros del mundo desarrollado. Este diario accedió al último informe del Instituto Internacional de Finanzas en el que se cuantifica la reacción de pánico de los inversores en las últimas semanas. El principal problema es para las economías no desarrolladas con déficit de cuenta corriente. Estos países necesitaban del ingreso de inversiones para poder cerrar sus desequilibrios macroeconómicos.
“La interrupción repentina en los flujos de capitales pone a los mercados emergentes con necesidades de financiamiento externo en un riesgo particularmente alto”, indicó el informe del Instituto Internacional de Finanzas. La entidad es patrocinada por los principales bancos del mundo y tiene un monitor en tiempo real de los movimientos de divisas en el mundo.
En el informe se mencionó un escenario de fuerte volatilidad principalmente para dos países de la región. “Chile y Colombia son algunos de los emergentes con más riesgo. Este se debe a los bajos precios de los productos básicos (materias primas) que complican el panorama externo de estas economías”, planteó. El principal mecanismo de ajuste de estos países es la devaluación de las monedas: un fenómeno que empieza a registrarse en las últimas semanas.
El peso colombiano subió este miércoles un 4 por ciento y el chileno lo hizo al 3 por ciento. Estas no son las únicas monedas latinoamericanas que enfrentan presiones. El real brasileño es una de las más golpeadas en medio de la turbulencia financiera global. Este miércoles llegó a subir casi el 8 por ciento a media jornada y termino con un avance del 5 por ciento. Estas devaluaciones no son menores considerando que son países con inflación anual menor a 3 por ciento.
El panorama que plantea el Instituto Internacional de Finanzas no es alentador para los próximos meses. Menciona que “incluso si los esfuerzos de contención y políticas expansivas tienen impacto positivo para contener la crisis de la economía real, el freno en el ingreso de capitales a países en desarrollo seguirán siendo inusualmente severo. Los datos de salida de divisas que monitoreamos en tiempo real son muy grandes si se los compara incluso contra episodios de volatilidad extrema como la crisis asiática a finales de los noventa”.
Las estimaciones del crecimiento para la economía global en 2020 muestran que buena parte del mundo entrará en recesión en los próximos meses y que la actividad mundial crecerá al menor ritmo desde el estallido de la burbuja hipotecaria en 2008.
“En las últimas dos semanas hemos reducido nuestro pronóstico de crecimiento global. Este año el Producto mundial puede acercarse al 1 por ciento este año, la cifra más baja desde la última crisis financiera mundial”, dijo el informe. El impacto por ahora se siente en un derrumbe de los activos bursátiles pero difícilmente tarde en empezar a sentirse las consecuencias en la producción y el empleo.
Informe de la OIT sobre el impacto de la pandemia en el mercado laboral mundial
Coronavirus: 25 millones de empleos en el mundo están en riesgo
La
Organización Internacional del Trabajo evaluó que el parate de la
actividad económica tendrá fuertes consecuencias en materia laboral.
Advirtió que llevará "a millones de personas al desempleo, al subempleo y
a la pobreza laboral" y planteó que son necesarias medidas coordinadas e
inmediatas.
Por Cristian Carrillo
PÁGINA 12 - 19 de marzo de 2020
Imagen: NA
La
parálisis económica que generan las medidas de prevención al
coronavirus podría generar la pérdida de 25 millones de empleos en el
mundo, afirmó este miércoles la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
"Una evaluación inicial del impacto de COVID-19 en el mundo laboral mundial indica que los efectos serán de gran alcance, llevando a millones de personas al desempleo, al subempleo y a la pobreza laboral, y propone medidas para una respuesta decisiva, coordinada e inmediata", señala el informe.
Al igual que otros organismos multilaterales, la OIT se sumó a la campaña para que los países lleven a cabo políticas fiscales y monetarias expansivas para salir de la crisis que genera la pandemia en la actividad económica global, la cual la compara con los efectos del desplome de 2008-2009.
La OIT realizó una nueva evaluación sobre la base de la situación que se actualiza a cada instante y determinó que "la crisis económica y laboral provocada por la pandemia del COVID-19 podría aumentar el desempleo mundial en casi 25 millones de personas". "Sin embargo, de haber una respuesta política coordinada a nivel internacional, como ocurrió frente a la crisis financiera mundial de 2008-2009, el impacto sobre el desempleo mundial podría ser significativamente menor", agrega el informe oficial del organismo con sede en Ginebra.
La OIT estima que entre 8,8 y 35 millones de personas más, sin contar los que pierdan su fuente laboral, estarán en situación de pobreza laboral
Entre las medidas que sugiere se encuentra la de proteger a los empleados en el lugar de trabajo, estimular la economía y el empleo, y sostener los puestos de trabajo y los ingresos, las cuales ya se pusieron en práctica en varios países, como la Argentina.
Esas medidas incluyen la ampliación de la protección social, el apoyo para mantener el empleo (es decir, el trabajo a jornada reducida, las vacaciones pagadas y otros subsidios) y la concesión de ayudas financieras y desgravaciones fiscales, en particular a las microempresas y pequeñas y medianas empresas.
Según estimaciones preliminares recogidas por el informe de la OIT, entre 40 y 70 por ciento de la población mundial podría infectarse. Las consecuencias económicas del brote son también preocupantes, con impacto ya no sólo a través de pérdidas bursátiles sino por el impacto global de la reducción de horas de trabajo y salarios.
El informe de la OIT advierte que la crisis del empleo podría afectar a determinados grupos de manera desproporcionada, y por consiguiente agravar la desigualdad. Entre ellos se encuentran las personas con trabajos menos protegidos y mal pagados, en particular los jóvenes y los trabajadores de edad.
Las mujeres y los migrantes también son de mayor riesgo laboral. Estos últimos son vulnerables debido a la falta de protección y derechos sociales, y las mujeres tienden a predominar en los empleos de baja remuneración y en los sectores afectados.
El relevamiento de la OIT que difundió de manera global este mediodía simula el impacto en el empleo basado en tres escenarios de crecimiento del PIB. Estas estimaciones indican un aumento del desempleo mundial de entre 5,3 millones (hipótesis “prudente”) y 24,7 millones (hipótesis “extrema”), a partir de un nivel de base de 188 millones de trabajadores en 2019.
Para tener un punto de comparación con este escenario, la crisis financiera mundial de 2008-2009 aumentó el desempleo mundial en 22 millones.
El informe estima que la pérdida de ingresos para los trabajadores será de entre 860.000 millones de dólares y 3,4 billones de dólares a finales de 2020. Esto se traducirá en caídas en el consumo de bienes y servicios, lo que a su vez afectará a las perspectivas de las empresas y las economías.
La pobreza laboral, como lo define el informe, se deteriorará aún más como resultado de “la presión sobre los ingresos resultante de la disminución de la actividad económica, impactando más fuertemente a trabajadores y trabajadoras que se encuentran cerca o por debajo del umbral de la pobreza”.
La OIT estima que entre 8,8 y 35 millones de personas más estarán en situación de pobreza laboral en todo el mundo, frente a la estimación original para 2020 (que preveía una disminución de 14 millones en todo el mundo).
"Una evaluación inicial del impacto de COVID-19 en el mundo laboral mundial indica que los efectos serán de gran alcance, llevando a millones de personas al desempleo, al subempleo y a la pobreza laboral, y propone medidas para una respuesta decisiva, coordinada e inmediata", señala el informe.
Al igual que otros organismos multilaterales, la OIT se sumó a la campaña para que los países lleven a cabo políticas fiscales y monetarias expansivas para salir de la crisis que genera la pandemia en la actividad económica global, la cual la compara con los efectos del desplome de 2008-2009.
La OIT realizó una nueva evaluación sobre la base de la situación que se actualiza a cada instante y determinó que "la crisis económica y laboral provocada por la pandemia del COVID-19 podría aumentar el desempleo mundial en casi 25 millones de personas". "Sin embargo, de haber una respuesta política coordinada a nivel internacional, como ocurrió frente a la crisis financiera mundial de 2008-2009, el impacto sobre el desempleo mundial podría ser significativamente menor", agrega el informe oficial del organismo con sede en Ginebra.
La OIT estima que entre 8,8 y 35 millones de personas más, sin contar los que pierdan su fuente laboral, estarán en situación de pobreza laboral
Entre las medidas que sugiere se encuentra la de proteger a los empleados en el lugar de trabajo, estimular la economía y el empleo, y sostener los puestos de trabajo y los ingresos, las cuales ya se pusieron en práctica en varios países, como la Argentina.
Esas medidas incluyen la ampliación de la protección social, el apoyo para mantener el empleo (es decir, el trabajo a jornada reducida, las vacaciones pagadas y otros subsidios) y la concesión de ayudas financieras y desgravaciones fiscales, en particular a las microempresas y pequeñas y medianas empresas.
Hipótesis de destrucción
El virus ya infectó a casi 200.000 personas en 164 países, resultando en cerca de 8000 muertes, y tiene el potencial de alcanzar a una gran proporción de la población mundial.Según estimaciones preliminares recogidas por el informe de la OIT, entre 40 y 70 por ciento de la población mundial podría infectarse. Las consecuencias económicas del brote son también preocupantes, con impacto ya no sólo a través de pérdidas bursátiles sino por el impacto global de la reducción de horas de trabajo y salarios.
El informe de la OIT advierte que la crisis del empleo podría afectar a determinados grupos de manera desproporcionada, y por consiguiente agravar la desigualdad. Entre ellos se encuentran las personas con trabajos menos protegidos y mal pagados, en particular los jóvenes y los trabajadores de edad.
Las mujeres y los migrantes también son de mayor riesgo laboral. Estos últimos son vulnerables debido a la falta de protección y derechos sociales, y las mujeres tienden a predominar en los empleos de baja remuneración y en los sectores afectados.
El relevamiento de la OIT que difundió de manera global este mediodía simula el impacto en el empleo basado en tres escenarios de crecimiento del PIB. Estas estimaciones indican un aumento del desempleo mundial de entre 5,3 millones (hipótesis “prudente”) y 24,7 millones (hipótesis “extrema”), a partir de un nivel de base de 188 millones de trabajadores en 2019.
Para tener un punto de comparación con este escenario, la crisis financiera mundial de 2008-2009 aumentó el desempleo mundial en 22 millones.
Menos salarios
“El impacto a la demanda laboral probablemente se traducirá en ajustes significativos a la baja en salarios y horas de trabajo”, advierte el informe del organismo. Según datos al 10 de marzo, los trabajadores infectados perdieron en conjunto ya casi 30.000 meses de trabajo.El informe estima que la pérdida de ingresos para los trabajadores será de entre 860.000 millones de dólares y 3,4 billones de dólares a finales de 2020. Esto se traducirá en caídas en el consumo de bienes y servicios, lo que a su vez afectará a las perspectivas de las empresas y las economías.
La pobreza laboral, como lo define el informe, se deteriorará aún más como resultado de “la presión sobre los ingresos resultante de la disminución de la actividad económica, impactando más fuertemente a trabajadores y trabajadoras que se encuentran cerca o por debajo del umbral de la pobreza”.
La OIT estima que entre 8,8 y 35 millones de personas más estarán en situación de pobreza laboral en todo el mundo, frente a la estimación original para 2020 (que preveía una disminución de 14 millones en todo el mundo).
El organismo exhorta a llevar a cabo respuestas rápidas y coordinadas.
En materia fiscal,
aconseja transferencias específicas, como las prestaciones por
desempleo, junto con la inversión pública, desgravación fiscal para
personas de bajos ingresos y micro, pequeñas y medianas empresas, en
sintonía con las medidas anunciadas por el gobierno argentino esta
semana.
En política monetaria
aconseja reducciones de la tasa de interés, relajación de la tasa de
reserva, objetivos provisiones de liquidez y préstamos específicos y
apoyo financiero para proteger a las empresas, especialmente mipymes en
sectores más afectados por la pandemia.
Opinión / Neoliberalismo, geopolítica y salud pública
Coronavirus: todo lo sólido se desvanece en el aire
Por Boaventura de Sousa Santos
PÁGINA 12 - 17 de marzo de 2020
Imagen: AFP
Existe
un debate en las ciencias sociales sobre si la verdad y la calidad de
las instituciones de una determinada sociedad se conocen mejor en
situaciones de normalidad, de funcionamiento corriente, o en situaciones
excepcionales, de crisis. Tal vez ambos tipos de situación induzcan
igualmente al conocimiento, pero sin duda nos permiten conocer o revelar
cosas diferentes. ¿Qué conocimientos potenciales se derivan de la
pandemia del coronavirus?
ponerla en práctica? También se sabe que, para controlar efectivamente la pandemia, China ha implementado métodos particularmente estrictos de represión y vigilancia. Cada vez es más evidente que las medidas fueron eficaces. Resulta que China, a pesar de todos sus méritos, no tiene el de ser un país democrático. Es muy cuestionable que tales medidas puedan implementarse, o hacerlo de manera igualmente eficaz, en un país democrático. ¿Significa esto que la democracia carece de la capacidad política para responder a emergencias? Al contrario, The Economist mostró a principios de este año
que las epidemias tienden a ser menos letales en los países democráticos debido al libre flujo de información. Pero como las democracias son cada vez más vulnerables a las fake news, tendremos que imaginar soluciones democráticas basadas en la democracia participativa a nivel de barrios y comunidades, y en educación cívica orientada hacia la solidaridad y la cooperación, y no hacia el emprendimiento y la competitividad a toda costa.
* Boaventura de Sousa Santos es sociólogo, profesor de las universidades de Coimbra (Portugal) y Wisconsin-Madison (EE.UU.). Traducción de Antoni Aguiló y José Luis Exeni Rodríguez.
"El mundo se enfrentó a una situación única en la historia del capitalismo"
La normalidad de la excepción
La pandemia actual no es una situación de crisis claramente opuesta a una situación de normalidad. Desde la década de 1980 (a medida que el neoliberalismo se fue imponiendo como la versión dominante del capitalismo y este se fue sometiendo cada vez más y más a la lógica del sector financiero), el mundo ha vivido en un estado permanente de crisis. Una situación doblemente anómala. Por un lado, la idea de crisis permanente es un oxímoron, ya que, en el sentido etimológico, la crisis es por naturaleza excepcional y pasajera y constituye una oportunidad para superarla y dar lugar a un estado de cosas mejor. Por otro lado, cuando la crisis es transitoria, debe ser explicada por los factores que la provocan. Sin embargo, cuando se vuelve permanente, la crisis se convierte en la causa que explica todo lo demás. Por ejemplo, la crisis financiera permanente se utiliza para explicar los recortes en las políticas sociales (salud, educación, bienestar social) o el deterioro de las condiciones salariales. Se impide, así, preguntar por las verdaderas causas de la crisis. El objetivo de la crisis permanente es que ésta no se resuelva. Ahora bien, ¿cuál es el objetivo de este objetivo? Básicamente, hay dos objetivos: legitimar la escandalosa concentración de riqueza e impedir que se tomen medidas eficaces para evitar la inminente catástrofe ecológica. Así hemos vivido durante los últimos cuarenta años. Por esta razón, la pandemia solo está empeorando una situación de crisis a la que la población mundial ha estado sometida. De ahí su peligrosidad específica. En muchos países, los servicios de salud pública estaban hace diez o veinte años mejor preparados para hacer frente a la pandemia que en la actualidad.La elasticidad de lo social
En cada época histórica, las formas dominantes de vida (trabajo, consumo, ocio, convivencia) y de anticipación o postergación de la muerte son relativamente rígidas y parecen derivar de reglas escritas en la piedra de la naturaleza humana. Es cierto que cambian gradualmente, pero las alteraciones casi siempre pasan inadvertidas. La erupción de una pandemia no se compagina con este tipo de cambios. Exige cambios drásticos. Y de repente, estos se vuelven posibles, como si siempre lo hubiesen sido. Vuelve a ser posible quedarse en casa y disponer de tiempo para leer un libro y pasar más tiempo con la familia, consumir menos, prescindir de la adicción de pasar el tiempo en los centros comerciales, mirando lo que está en venta y olvidando todo lo que se quiera, pero solo se puede obtener por medios que no sean la compra. La idea conservadora de que no hay alternativa al modo de vida impuesto por el hipercapitalismo en el que vivimos se desmorona. Se hace evidente que no hay alternativas porque el sistema político democrático se vio obligado a dejar de discutir las alternativas. Como fueron expulsadas del sistema político, las alternativas entrarán en la vida de los ciudadanos cada vez más por la puerta trasera de las crisis pandémicas, de los desastres ambientales y los colapsos financieros. Es decir, las alternativas volverán de la peor manera posible.La fragilidad de lo humano
La aparente rigidez de las soluciones sociales crea en las clases que más se aprovechan de ellas una extraña sensación de seguridad. Es cierto que siempre hay cierta inseguridad, pero hay medios y recursos para minimizarla, ya sean atención médica, pólizas de seguros, servicios de empresas de seguridad, terapia psicológica, gimnasios. Este sentimiento de seguridad se combina con el de arrogancia e incluso de condena respecto de todos aquellos que se sienten victimizados por las mismas soluciones sociales. El brote viral interrumpe este sentido común y evapora la seguridad de la noche a la mañana. Sabemos que la pandemia no es ciega y tiene objetivos privilegiados, pero aun así crea una conciencia de comunión planetaria, de alguna forma democrática. La etimología del término pandemia dice exactamente eso: el pueblo entero. La tragedia es que, en este caso, la mejor manera de mostrar solidaridad es aislarnos unos de otros y ni siquiera tocarnos. Es una extraña comunión de destinos. ¿No serán posibles otros?Los fines no justifican los medios
La desaceleración de la actividad económica, especialmente en el país más grande y dinámico del mundo, tiene obvias consecuencias negativas. Pero, por otro lado, tiene algunas consecuencias positivas. Por ejemplo, la disminución de la contaminación atmosférica. Un especialista en calidad del aire de la agencia espacial de Estados Unidos (NASA) afirmó que nunca se había visto una caída tan dramática de la contaminación en un área tan vasta. ¿Significa esto que,principios del siglo XXI, la única forma de evitar la cada vez más inminente catástrofe ecológica es a través de la destrucción masiva de la vida humana? ¿Hemos perdido la imaginación preventiva y la capacidad política paraponerla en práctica? También se sabe que, para controlar efectivamente la pandemia, China ha implementado métodos particularmente estrictos de represión y vigilancia. Cada vez es más evidente que las medidas fueron eficaces. Resulta que China, a pesar de todos sus méritos, no tiene el de ser un país democrático. Es muy cuestionable que tales medidas puedan implementarse, o hacerlo de manera igualmente eficaz, en un país democrático. ¿Significa esto que la democracia carece de la capacidad política para responder a emergencias? Al contrario, The Economist mostró a principios de este año
que las epidemias tienden a ser menos letales en los países democráticos debido al libre flujo de información. Pero como las democracias son cada vez más vulnerables a las fake news, tendremos que imaginar soluciones democráticas basadas en la democracia participativa a nivel de barrios y comunidades, y en educación cívica orientada hacia la solidaridad y la cooperación, y no hacia el emprendimiento y la competitividad a toda costa.
El intento de demonizar a China
La forma en la que se construyó inicialmente la narrativa de la pandemia en los medios de comunicación occidentales hizo evidente el deseo de demonizar a China. Las malas condiciones higiénicas en los mercados chinos y los extraños hábitos alimenticios de los chinos (primitivismo insinuado) estaban en el origen del mal. Subliminalmente, el público mundial fue alertado sobre el peligro de que China, ahora la segunda economía mundial, domine al mundo. Si China no pudo evitar semejante daño a la salud mundial y, además, no pudo superarlo de manera eficaz, ¿cómo podemos confiar en la tecnología del futuro propuesta por China? ¿Acaso el virus nació en China? La verdad es que, según la Organización Mundial de la Salud, el origen del virus aún no se ha determinado. Por lo tanto, es irresponsable que los medios oficiales en Estados Unidos hablen del "virus extranjero" o incluso del "coronavirus chino", sobre todo porque solo en países con buenos sistemas de salud pública (Estados Unidos no es uno de ellos) es posible hacer pruebas gratuitas y determinar con precisión los tipos de gripe que se han dado en los últimos meses. Lo que sabemos con certeza es que, mucho más allá del coronavirus, hay una guerra comercial entre China y Estados Unidos. Una guerra sin cuartel que, como todo lleva a creer, tendrá que terminar con un vencedor y un vencido. Desde el punto de vista de Estados Unidos, es urgente neutralizar el liderazgo de China en cuatro áreas: la fabricación de teléfonos móviles, las telecomunicaciones de quinta generación (inteligencia artificial), los automóviles eléctricos y las energías renovables.La sociología de las ausencias
Una pandemia de esta dimensión causa justificada conmoción en todo el mundo. Aunque el drama está justificado, es bueno tener en cuenta las sombras que crea la visibilidad. Por ejemplo, Médicos sin Fronteras advierte sobre la extrema vulnerabilidad al virus por parte de los miles de refugiados e inmigrantes detenidos en los campos de internamiento en Grecia. En uno de estos campamentos (campo de Moria) hay una canilla de agua para 1300 personas y falta jabón. Los internos solo pueden vivir cerca uno del otro. Familias de cinco o seis personas duermen en un espacio de menos de tres metros cuadrados. Esto también es Europa, la Europa invisible.* Boaventura de Sousa Santos es sociólogo, profesor de las universidades de Coimbra (Portugal) y Wisconsin-Madison (EE.UU.). Traducción de Antoni Aguiló y José Luis Exeni Rodríguez.
"El mundo se enfrentó a una situación única en la historia del capitalismo"
©
REUTERS / Carlos Jasso
02:00 GMT 20.03.2020 - SPUTNIK NEWS
Ante
la pandemia de COVID-19, el sistema capitalista mundial se enfrenta a
una situación prácticamente sin precedentes, opina el economista turco,
profesor de la Escuela de Economía y Derecho de Berlín, Umit Akcay.
Según
el economista, para analizar el impacto económico del virus, es
necesario entender que desde el punto de vista de la economía mundial
todavía estamos en el estado de crisis económica global después de 2008.
"La situación económica y social en la que surgió la epidemia de coronavirus era ya extremadamente frágil e inestable", constató el analista.
Cuando los países comenzaron a tomar medidas de emergencia para combatir la pandemia del virus, como imponer una cuarentena obligatoria, suspender la cadena de suministro de mercancías, restringir el movimiento de personas y, sobre todo, suspender el comercio, "el mundo se enfrentó a una situación única en la historia del capitalismo".
"Esto,
sin embargo, no significa que todo sea igual en la economía mundial que
en el período anterior. Ahora es muy difícil y demasiado pronto
predecir a qué llevará esta crisis, cuáles serán sus consecuencias
políticas y económicas. Su apogeo se produjo a finales de febrero y
principios de marzo", consideró.
Pero aunque la situación no hubiera llegado a los cierres de
fronteras generalizados y a la cuarentena masiva, la economía mundial se
enfrentaría a una deflación por la fuerte caída de los precios del petróleo, opinó el economista turco.
"Durante mucho tiempo, el problema de las economías de Europa y EEUU fue que no podían provocar una inflación y estaban al borde de una deflación. Solo los altos precios del petróleo la impedían, al menos en el papel. Y ahora toda la economía occidental se enfrentará inevitablemente a dificultades económicas debido a los precios tan bajos", concluyó Akcay.
Tras unas semanas en las que abundaron las críticas a China por su gestión de la crisis, varios países del mundo occidental han entrado en pánico por la gestión de la crisis provocada por el coronavirus. Por Angel Ferrero para El Salto
En un momento en el que los esfuerzos de los estados están concentrados en la contención de la pandemia mundial de coronavirus (covid19), puede parecer una frivolidad preguntarse por sus repercusiones políticas. Sin embargo, a nadie se le escapa que antes o después llegarán. Por lo pronto, el impacto económico ya se está dejando notar: los principales índices bursátiles han registrado caídas —el jueves Wall Street cerró después de que el Dow Jones se dejase 1.700 puntos en la apertura— y sectores enteros de la economía y las cadenas de suministro se han visto golpeados.
El director de Foreign Policy In Focus, John Feffer, recogía en un artículo reciente algunos datos que no está de más reproducir aquí: se ha calculado que el tráfico mundial de contenedores de transporte se reducirá un 9,5% este mes de marzo, y del sector industrial al turístico —reservas hoteleras, restauración, aerolíneas y cruceros— e incluso el entretenimiento —cancelación de conciertos, exposiciones en museos, funciones de teatro y estrenos cinematográficos— las consecuencias ya se dejan notar.
China ha ajustado su previsión de crecimiento, que ha rebajado a un 5% del PIB del 6% previsto, y se espera una caída similar para Italia, cuyo gobierno ha anunciado ya una inversión adicional de 25.000 millones de euros. Según fuentes del Fondo Monetario Internacional (FMI), Italia podría necesitar un rescate de 500 a 700 mil millones de dólares. El pasado martes la Unión Europea adelantó que activará un fondo de 25.000 millones de euros para hacer frente a la crisis, un día antes de que el Banco Central Europeo (BCE) alertase de la posibilidad de una crisis como la de 2008 si no se toman medidas cuanto antes.
Bloomberg presentaba hasta cuatro escenarios, en el peor de los cuales la economía global perdería 2,7 billones de dólares y algunas de las principales economías industriales verían caer su PIB hasta un 3%. Según sus autores, “las históricos bajos niveles de las tasas de interés y los elevados niveles de deuda” limitan el margen de maniobra de los estados europeos, haciendo que la “caja de herramientas sea poco adecuada para la tarea” de enfrentarse al daño económico que causará la pandemia.
“Si algo con una tasa de mortandad relativamente baja como el coronavirus, de entre un 1 y un 4%, en comparación con el 50% del ébola, puede ocasionar semejante daño a la economía global, quizá es que el paciente estaba sufriendo ya de algún tipo de dolencia previa”, observa Feffer. “Puede parecer ridículo esperar que un patógeno, incluso uno que se propaga al ritmo de una pandemia, pueda revertir una trayectoria que lleva desarrollándose un siglo, pero el estallido de coronavirus coincide con los ataques a la globalización económica desde diferentes sectores”, añade el director de Foireng Policy in Focus, quien cita el ejemplo de los ecologistas que cuestionan desde hace décadas la política de crecimiento y la mundialización.
En este sentido, el covid19, “como la pandemia de gripe de 1918, puede contribuir a una mayor fragmentación” o puede “servir como recordatorio de cómo la salud de la humanidad ha dependido de allende de las fronteras durante milenios” —las pandemias, recuerda el autor, siempre han estado relacionadas con los desplazamientos comerciales y militares— conduciendo a replantarse “cómo funciona el mundo”.
Quizá no se equivocaba del todo el editor del Global Times, Hu Xijin, al afirmar que “nos encontramos ante la primera fase de un enorme cambio”, ni tampoco exageraba el sociólogo Jósczef Böröcz al decir que “la humanidad se encuentra a prueba […] ¿Cómo reaccionan las culturas, clases e individuos a un desafío colectivo de esta importancia? ¿Qué culturas, clases e individuos son capaces de ajustarse a las respuestas colectivas adecuadas? ¿Qué produce reacciones sociales absolutamente antisociales? ¿Quién se dedica a pseudoactividades irrelevantes? Y la mayor pregunta de todas: ¿Qué culturas, clases e individuos serán capaces de sobrevivir o cuáles se irán por el desagüe?”
PRIMERO SCHADENFREUDE, LUEGO PÁNICO
Como se ha señalado ya en varios lugares, y el propio Feffer recoge, la primera reacción de muchos comentaristas occidentales al brote de covid-19 en Wuhan fue de Schadenfreude, un término alemán de uso frecuente en los medios con el que se describe el sentimiento de alegría por la desgracia ajena. ¿Cuántos medios no hablaron de un ‘Chernóbil chino’? Se lo preguntó The Guardian, lo afirmó la revista Newsweek y, como por desgracia acostumbra a suceder, en España se repitió acríticamente en diarios como el ABC y en todos los telediarios de importancia. Foreign Policy llegó a acusar a China de haber “puesto en riesgo al mundo” con su “incompetencia”.
Muy diferente era el juicio de las autoridades sanitarias competentes: después de visitar el país, el director ejecutivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para brotes epidémicos y emergencias sanitarias, Bruce Aylward, elogió en una rueda de prensa a finales de febrero la respuesta china y señaló que el resto de países no están preparados, “pero pueden estar listos rápidamente si hay un cambio de mentalidad sobre cómo vamos a manejar la enfermedad”.
En una entrevista con el medio estadounidense Vox publicada a comienzos de este mes, Aylward desarrollaba sus conclusiones. “La cuestión es la velocidad, todo se reduce a la velocidad: cuanto más rápido se puedan encontrar los casos, aislarlos y rastrear sus contactos, más éxito se tendrá”, exponía. Lo que demuestra la respuesta de China en 30 provincias, continuaba, “es que si uno se lo propone, se arremanga y comienza el trabajo sistemático de encontrar los casos y rastrear los contactos, se puede modificar la forma del estallido, reducir la presión y prevenir que mucha gente enferme y que los más vulnerables mueran”.
En Nueva York el cierre de escuelas se ha considerado como “la última opción”, ya que significaría dejar a 114.000 estudiantes sin hogar sin la posibilidad de recibir atención médica o comida
No se trata solamente de medidas comunes como el aislamiento de casos y la suspensión de reuniones públicas, sino de construir instalaciones hospitalarias especializadas, acelerar las pruebas —los resultados se conocen en un espacio de cuatro a siete horas— y garantizar su gratuidad, agilizar las recetas de medicamentos y crear una red para su distribución a las poblaciones afectadas, así como adquirir aparatos de respiración asistida, oxígeno, material de laboratorio. E incluso a pesar de ese esfuerzo hercúleo “hubo problemas con los suministros en algún punto”. ¿Y qué hay del aislamiento de ciudades enteras o del seguimiento de ciudadanos a través de sus teléfonos móviles? “Los aislamientos a los que se refiere, las preocupaciones por los derechos humanos, reflejan la situación en lugares como Wuhan, [los aislamientos] se concentraron en Wuhan y otras dos o tres ciudades que explotaron [con casos de COVID-19], estos lugares se descontrolaron al comienzo [de la epidemia] y China tomó la decisión de proteger a China y al resto del mundo.”
Ahora que el covid19 se extiende por Europa y Estados Unidos, la comparación en la gestión de la pandemia ha dejado en evidencia la “dolencia previa” de la que hablaba Feffer. En EEUU, hogar de 28 millones de personas sin seguro médico, las enfermeras se han quejado por la falta de equipos y también lo ha hecho el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) por la escasez de material de laboratorio para las pruebas de detección después de haber sufrido retrasos y errores.
En Nueva York el cierre de escuelas se ha considerado como “la última opción”, ya que significaría dejar a 114.000 estudiantes sin hogar sin la posibilidad de recibir atención médica o comida. En Counterpunch resumía bien la situación JP Sottile al escribir que estos últimos cuatro años la Casa Blanca “ha estado privando de oxígeno a las agencias federales, reduciendo sus recursos y su personal”, avanzando en el programa neoliberal de tres décadas que convierte así a Donald Trump en “el omega al alfa de Ronald Reagan”. “Cualquier ‘incompetencia’ relacionada con el coronavirus que veáis en las noticias es una característica intrínseca de todo ello, no un error”, denunciaba Sottile.
Cabe recordar que todo esto sucede mientras China clausuraba recientemente 16 hospitales de emergencia en Wuhan, enviaba 250.000 mascarillas y cuatro expertos en el control de la epidemia a Irán —donde las sanciones estadounidenses agravan la crisis— y un millar de ventiladores pulmonares, dos millones de mascarillas ordinarias y 100.000 mascarillas de alta tecnología a Italia.
En un artículo en Politico, el representante permanente de Italia ante la UE, Maurizio Massari, volvía a reclamar a Bruselas que relajase el acceso al crédito y difícilmente podía ocultar su indignación ante la respuesta de sus socios europeos: “Italia ya ha pedido que se active el Mecanismo de Protección de la Unión Europea para el suministro de equipos médicos para protección individual, pero por desgracia ni un solo país europeo ha respondido a la llamada de la Comisión, únicamente China ha respondido bilateralmente”. “Ciertamente, esto no es un buen signo de solidaridad europea”, apostillaba Massari.
El jueves la embajada china en Madrid informaba de la llegada de un cargamento de 1,8 millones de mascarillas y 100.000 reactivos. Alemania ya ha prohibido la exportación de material médico, provocando la indignación de Suiza y Austria. Berna ha llamado al embajador alemán a consultas en protesta por el bloqueo de un cargamento de 240.000 mascarillas médicas en la frontera, mientras que la ministra de Economía austríaca, Margarete Schramböck, ha exigido a Berlín que deje de retener los suministros.
“No puede ser que Alemania esté reteniendo productos destinados a Austria por el simple hecho de encontrarse almacenados en un Alemania”, declaró Schramböck, “estos productos son para el mercado austríaco, y los movimientos unilaterales de Alemania lo único que hacen es causar problemas a otros países”. Tan poco para tantos valores europeos.
China ha donado más de un millón de máscaras y otro material médico a Corea del Sur, 5.000 trajes protectores y 100.000 máscaras a Japón y 12.000 kits de detección a Pakistán, pero a pesar de todo ello algunos medios occidentales parecen concentrarse en atacar al país que más ayuda.
En España es digna de mención la rápida progresión del economista Juan Ramón Rallo quien, desde su columna en El Confidencial —programáticamente titulada Laissez faire— ha pasado de calificar de “extralimitación liberticida” la decisión de Francia de requisar los stocks de mascarillas para evitar el acaparamiento y la especulación a explicar a sus lectores por qué las medidas adoptadas por China para contener el Covid-19 son un ejemplo a seguir.
Aunque este cambio ha dado pie a numerosas bromas, pocos lectores parecen haber reparado en el último parágrafo de su artículo: “Pero, a la vez, los casos de Hong Kong y Singapur también nos recuerdan que, con restricciones muchísimo menores a las de China pero con un seguimiento exhaustivo de los contagiados y de sus contactos y una extrema responsabilidad individual hacia los demás (tomarse en serio la higiene y minimizar las salidas innecesarias de casa), también es posible frenar el ritmo de contagio. No hace falta hacer como China para obtener resultados chinos: pero sí es imprescindible actuar con profesionalidad y diligencia. Si no lo hacemos, confundiremos la inoperancia, pasividad y negligencia de un partido político específico con la inoperancia de un régimen amplio de libertades. Y la epidemia vírica será seguida por una epidemia autoritaria.”
BEIJING VS. SINGAPUR
Después del crack del 29 millones de personas en el mundo quedaron fascinadas por la capacidad de resistencia a la crisis —supuesta o relativa, dependiendo del observador— de dos países de políticas diametralmente opuestas: Italia, donde se aceleró el corporativismo con la nacionalización de bancos y la creación de empresas mixtas y estatales, y la URSS, donde el sistema de economía planificada protegía relativamente al país de los shocks de la Gran Depresión.
Con la crisis del Covid-19 podría ocurrir algo parecido, salvando por descontado todas las distancias. La derecha ya parece haber tomado como ejemplo Singapur, como atestiguan algunos artículos publicados hasta la fecha. Pocas sorpresas: la combinación de una economía de libre mercado, por una parte, y de un longevo gobierno autoritario del Partido de Acción Popular (PAP) que se encarga de vigilar su cumplimiento, por la otra, convierte a la ciudad-estado en un modelo atractivo para la derecha.
Singapur, con todo, no llega a los seis millones de habitantes. China, en cambio, tiene más de 1.400 millones, lo que la convierte en el país con más población del mundo. A diferencia de Singapur, su sistema político es una evolución del que existía en los estados del “socialismo realmente existente” antes de su desintegración, y mantiene, a pesar de la liberalización de buena parte de su economía, elementos socialistas. Los muchos comentarios que ha provocado la respuesta china a la crisis del coronavirus estos días traen a la memoria ¿Comunismo sin crecimiento? (1975) de Wolfgang Harich.
Este libro —una larga conversación entre el filósofo alemán y Freimut Duve, un socialdemócrata germano-occidental— abordaba el replanteamiento del marxismo a la luz de la crisis ecológica desde una óptica pesimista, partiendo de la tesis que aquélla establecía límites a la abundancia material con la que el marxismo tradicionalmente había vinculado la libertad comunista y la consiguiente extinción (o abolición) del Estado. En palabras de Harich, “mi creencia en la superioridad de modelo soviético de socialismo se ha hecho inquebrantable desde que he aprendido a no considerarlo ya desde el punto de vista de la —por otra parte absoluta— competencia económica entre el Este y el Oeste, sino a juzgarlo, ante todo, según las posibilidades que ofrece su estructura para sobreponerse a la crisis ecológica, para el mantenimiento de la vida en nuestro planeta, para la salvación de la humanidad”. Según Harich, únicamente un sistema comunista, con su centralización administrativa y economía planificada, permitiría combinar medidas de emergencia como la limitación del consumo y de la población o el racionamiento de productos de acuerdo a un principio de igualdad.
El libro de Harich fue ampliamente debatido en su momento en España, donde Manuel Sacristán le achacó tres defectos: “En primer lugar, es inverosímil si se tiene en cuenta la experiencia histórica, incluida la más reciente, que es la ofrecida por la aristocracia de los países del llamado ‘socialismo real’; en segundo lugar, el despotismo pertenece a la misma cultura del exceso que se trata de superar; en tercer lugar, es poco probable que un movimiento comunista luche por semejante objetivo. La conciencia comunista pensará más que bien que para ese viaje no se necesitaban las alforjas de la lucha revolucionaria. A la objeción (repetidamente insinuada por Harich) de que el instinto de conservación se tiene que imponer a la repugnancia al autoritarismo, se puede oponer al menos la duda acerca de lo que puede hacer una humanidad ya sin entusiasmos, defraudada en su aspiración milenaria de justicia, libertad y comunidad.”
A la luz de la crisis del Covid-19, los argumentos de Wolfgang Harich merecen reflexión. En una entrevista concedida en 1979 al semanario Der Spiegel, Harich defendía “que hay parámetros de alcance global que sólo pueden resolverse con un poder centralizado”, y añadía que “éste, en mi opinión, debe contar con plenos poderes dictatoriales” (aquí conviene matizar que Harich hablaba de una dictadura fideicomisaria y no de un despotismo soberano). “No soy un sádico, no me gustan las dictaduras duras, no me despiertan ninguna simpatía”, aseguraba, “sólo anticipo que si todo sigue como hasta ahora, entonces revertir las consecuencias sólo será posible con una tiranía terrible, temible”
La pandemia de coronavirus ha vuelto a poner sobre la mesa la cuestión de la eficacia de un sistema centralizado como el chino para frente hacer los graves problemas a los que se enfrenta el mundo en el siglo XXI. Las llamadas que han hecho algunos desde las redes sociales y desde la nueva izquierda a la política de curas durante la pandemia son loables, pero quedan empequeñecidas ante la magnitud del problema. La autoorganización o los movimientos sociales, por encomiables que sean, pueden servir para crear una red barrial de distribución de alimentos o tareas —que no es poco, en los tiempos que corren—, pero no para la organización y traslado de personal médico, y menos aún para fabricar aparatos de respiración, material de laboratorio o mascarillas en una crisis como ésta: de eso se encarga el Estado. El tiempo corre, y a medida que avanza la única alternativa, advertía Harich en la entrevista, “será entonces la autodestrucción en libertad, democracia y economía de mercado o un golpe de timón con medidas muy duras”. Entonces “quizá vendría, como teme el socialdemócrata Richard Löwenthal, un nuevo cesarismo con una nueva guardia pretoriana, que destruye todo lo que se cruza a su paso”. “El riesgo”, terminaba un sombrío Harich, “está ahí”. Si el dilema económico en los veinte se planteó, por tomar una conocida expresión de Thomas Mann, como una elección entre “Roma o Moscú”, el de este siglo XXI podría acabar siendo —si no se encuentra una solución socialista democrática a tiempo— entre Beijing o Singapur. El tiempo corre.
Transeúntes en los Campos Elíseos.Ludovic Marin / AFP
"Después de la crisis de 2008, principalmente en EEUU, luego en Europa y en los mercados emergentes, después de 2013 hemos experimentado una recesión económica y una disminución de las tasas y los volúmenes de producción", señaló el experto en declaraciones a Sputnik.Como resultado de las iniciativas y esfuerzos conjuntos del Banco de la Reserva Federal de EEUU y el Banco Central Europeo, la crisis económica se retrasó un poco: el valor de los activos aumentó y las cotizaciones en bolsa se dispararon, agregó el economista. Aunque la situación parecía haberse normalizado, según Akcay, el efecto negativo se manifestó en una estratificación social aún mayor, puesto que un mayor valor de los activos significa mayores ingresos para las capas más ricas de la población.
"La situación económica y social en la que surgió la epidemia de coronavirus era ya extremadamente frágil e inestable", constató el analista.
Cuando los países comenzaron a tomar medidas de emergencia para combatir la pandemia del virus, como imponer una cuarentena obligatoria, suspender la cadena de suministro de mercancías, restringir el movimiento de personas y, sobre todo, suspender el comercio, "el mundo se enfrentó a una situación única en la historia del capitalismo".
"La crisis de 2008 afectó más a Estados Unidos. En la década de 2010, los problemas en la UE fueron locales, es decir, tenían fronteras. Hoy en día, en casi todos los países al mismo tiempo observamos que la economía se paró. Y ya vemos las consecuencias del estancamiento económico", resaltó.Según el experto, en la primera mitad de 2020 se producirá una recesión muy fuerte. Si se crea una vacuna contra el virus, la situación económica puede recuperarse en la segunda mitad del año.
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Foto : Pixabay / congerdesign
"Durante mucho tiempo, el problema de las economías de Europa y EEUU fue que no podían provocar una inflación y estaban al borde de una deflación. Solo los altos precios del petróleo la impedían, al menos en el papel. Y ahora toda la economía occidental se enfrentará inevitablemente a dificultades económicas debido a los precios tan bajos", concluyó Akcay.
15/03/2020
La dimensión política del coronavirus
Tras unas semanas en las que abundaron las críticas a China por su gestión de la crisis, varios países del mundo occidental han entrado en pánico por la gestión de la crisis provocada por el coronavirus. Por Angel Ferrero para El Salto
En un momento en el que los esfuerzos de los estados están concentrados en la contención de la pandemia mundial de coronavirus (covid19), puede parecer una frivolidad preguntarse por sus repercusiones políticas. Sin embargo, a nadie se le escapa que antes o después llegarán. Por lo pronto, el impacto económico ya se está dejando notar: los principales índices bursátiles han registrado caídas —el jueves Wall Street cerró después de que el Dow Jones se dejase 1.700 puntos en la apertura— y sectores enteros de la economía y las cadenas de suministro se han visto golpeados.
El director de Foreign Policy In Focus, John Feffer, recogía en un artículo reciente algunos datos que no está de más reproducir aquí: se ha calculado que el tráfico mundial de contenedores de transporte se reducirá un 9,5% este mes de marzo, y del sector industrial al turístico —reservas hoteleras, restauración, aerolíneas y cruceros— e incluso el entretenimiento —cancelación de conciertos, exposiciones en museos, funciones de teatro y estrenos cinematográficos— las consecuencias ya se dejan notar.
China ha ajustado su previsión de crecimiento, que ha rebajado a un 5% del PIB del 6% previsto, y se espera una caída similar para Italia, cuyo gobierno ha anunciado ya una inversión adicional de 25.000 millones de euros. Según fuentes del Fondo Monetario Internacional (FMI), Italia podría necesitar un rescate de 500 a 700 mil millones de dólares. El pasado martes la Unión Europea adelantó que activará un fondo de 25.000 millones de euros para hacer frente a la crisis, un día antes de que el Banco Central Europeo (BCE) alertase de la posibilidad de una crisis como la de 2008 si no se toman medidas cuanto antes.
Bloomberg presentaba hasta cuatro escenarios, en el peor de los cuales la economía global perdería 2,7 billones de dólares y algunas de las principales economías industriales verían caer su PIB hasta un 3%. Según sus autores, “las históricos bajos niveles de las tasas de interés y los elevados niveles de deuda” limitan el margen de maniobra de los estados europeos, haciendo que la “caja de herramientas sea poco adecuada para la tarea” de enfrentarse al daño económico que causará la pandemia.
“Si algo con una tasa de mortandad relativamente baja como el coronavirus, de entre un 1 y un 4%, en comparación con el 50% del ébola, puede ocasionar semejante daño a la economía global, quizá es que el paciente estaba sufriendo ya de algún tipo de dolencia previa”, observa Feffer. “Puede parecer ridículo esperar que un patógeno, incluso uno que se propaga al ritmo de una pandemia, pueda revertir una trayectoria que lleva desarrollándose un siglo, pero el estallido de coronavirus coincide con los ataques a la globalización económica desde diferentes sectores”, añade el director de Foireng Policy in Focus, quien cita el ejemplo de los ecologistas que cuestionan desde hace décadas la política de crecimiento y la mundialización.
En este sentido, el covid19, “como la pandemia de gripe de 1918, puede contribuir a una mayor fragmentación” o puede “servir como recordatorio de cómo la salud de la humanidad ha dependido de allende de las fronteras durante milenios” —las pandemias, recuerda el autor, siempre han estado relacionadas con los desplazamientos comerciales y militares— conduciendo a replantarse “cómo funciona el mundo”.
Quizá no se equivocaba del todo el editor del Global Times, Hu Xijin, al afirmar que “nos encontramos ante la primera fase de un enorme cambio”, ni tampoco exageraba el sociólogo Jósczef Böröcz al decir que “la humanidad se encuentra a prueba […] ¿Cómo reaccionan las culturas, clases e individuos a un desafío colectivo de esta importancia? ¿Qué culturas, clases e individuos son capaces de ajustarse a las respuestas colectivas adecuadas? ¿Qué produce reacciones sociales absolutamente antisociales? ¿Quién se dedica a pseudoactividades irrelevantes? Y la mayor pregunta de todas: ¿Qué culturas, clases e individuos serán capaces de sobrevivir o cuáles se irán por el desagüe?”
PRIMERO SCHADENFREUDE, LUEGO PÁNICO
Como se ha señalado ya en varios lugares, y el propio Feffer recoge, la primera reacción de muchos comentaristas occidentales al brote de covid-19 en Wuhan fue de Schadenfreude, un término alemán de uso frecuente en los medios con el que se describe el sentimiento de alegría por la desgracia ajena. ¿Cuántos medios no hablaron de un ‘Chernóbil chino’? Se lo preguntó The Guardian, lo afirmó la revista Newsweek y, como por desgracia acostumbra a suceder, en España se repitió acríticamente en diarios como el ABC y en todos los telediarios de importancia. Foreign Policy llegó a acusar a China de haber “puesto en riesgo al mundo” con su “incompetencia”.
Muy diferente era el juicio de las autoridades sanitarias competentes: después de visitar el país, el director ejecutivo de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para brotes epidémicos y emergencias sanitarias, Bruce Aylward, elogió en una rueda de prensa a finales de febrero la respuesta china y señaló que el resto de países no están preparados, “pero pueden estar listos rápidamente si hay un cambio de mentalidad sobre cómo vamos a manejar la enfermedad”.
En una entrevista con el medio estadounidense Vox publicada a comienzos de este mes, Aylward desarrollaba sus conclusiones. “La cuestión es la velocidad, todo se reduce a la velocidad: cuanto más rápido se puedan encontrar los casos, aislarlos y rastrear sus contactos, más éxito se tendrá”, exponía. Lo que demuestra la respuesta de China en 30 provincias, continuaba, “es que si uno se lo propone, se arremanga y comienza el trabajo sistemático de encontrar los casos y rastrear los contactos, se puede modificar la forma del estallido, reducir la presión y prevenir que mucha gente enferme y que los más vulnerables mueran”.
En Nueva York el cierre de escuelas se ha considerado como “la última opción”, ya que significaría dejar a 114.000 estudiantes sin hogar sin la posibilidad de recibir atención médica o comida
No se trata solamente de medidas comunes como el aislamiento de casos y la suspensión de reuniones públicas, sino de construir instalaciones hospitalarias especializadas, acelerar las pruebas —los resultados se conocen en un espacio de cuatro a siete horas— y garantizar su gratuidad, agilizar las recetas de medicamentos y crear una red para su distribución a las poblaciones afectadas, así como adquirir aparatos de respiración asistida, oxígeno, material de laboratorio. E incluso a pesar de ese esfuerzo hercúleo “hubo problemas con los suministros en algún punto”. ¿Y qué hay del aislamiento de ciudades enteras o del seguimiento de ciudadanos a través de sus teléfonos móviles? “Los aislamientos a los que se refiere, las preocupaciones por los derechos humanos, reflejan la situación en lugares como Wuhan, [los aislamientos] se concentraron en Wuhan y otras dos o tres ciudades que explotaron [con casos de COVID-19], estos lugares se descontrolaron al comienzo [de la epidemia] y China tomó la decisión de proteger a China y al resto del mundo.”
Ahora que el covid19 se extiende por Europa y Estados Unidos, la comparación en la gestión de la pandemia ha dejado en evidencia la “dolencia previa” de la que hablaba Feffer. En EEUU, hogar de 28 millones de personas sin seguro médico, las enfermeras se han quejado por la falta de equipos y también lo ha hecho el Centro para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) por la escasez de material de laboratorio para las pruebas de detección después de haber sufrido retrasos y errores.
En Nueva York el cierre de escuelas se ha considerado como “la última opción”, ya que significaría dejar a 114.000 estudiantes sin hogar sin la posibilidad de recibir atención médica o comida. En Counterpunch resumía bien la situación JP Sottile al escribir que estos últimos cuatro años la Casa Blanca “ha estado privando de oxígeno a las agencias federales, reduciendo sus recursos y su personal”, avanzando en el programa neoliberal de tres décadas que convierte así a Donald Trump en “el omega al alfa de Ronald Reagan”. “Cualquier ‘incompetencia’ relacionada con el coronavirus que veáis en las noticias es una característica intrínseca de todo ello, no un error”, denunciaba Sottile.
Cabe recordar que todo esto sucede mientras China clausuraba recientemente 16 hospitales de emergencia en Wuhan, enviaba 250.000 mascarillas y cuatro expertos en el control de la epidemia a Irán —donde las sanciones estadounidenses agravan la crisis— y un millar de ventiladores pulmonares, dos millones de mascarillas ordinarias y 100.000 mascarillas de alta tecnología a Italia.
En un artículo en Politico, el representante permanente de Italia ante la UE, Maurizio Massari, volvía a reclamar a Bruselas que relajase el acceso al crédito y difícilmente podía ocultar su indignación ante la respuesta de sus socios europeos: “Italia ya ha pedido que se active el Mecanismo de Protección de la Unión Europea para el suministro de equipos médicos para protección individual, pero por desgracia ni un solo país europeo ha respondido a la llamada de la Comisión, únicamente China ha respondido bilateralmente”. “Ciertamente, esto no es un buen signo de solidaridad europea”, apostillaba Massari.
El jueves la embajada china en Madrid informaba de la llegada de un cargamento de 1,8 millones de mascarillas y 100.000 reactivos. Alemania ya ha prohibido la exportación de material médico, provocando la indignación de Suiza y Austria. Berna ha llamado al embajador alemán a consultas en protesta por el bloqueo de un cargamento de 240.000 mascarillas médicas en la frontera, mientras que la ministra de Economía austríaca, Margarete Schramböck, ha exigido a Berlín que deje de retener los suministros.
“No puede ser que Alemania esté reteniendo productos destinados a Austria por el simple hecho de encontrarse almacenados en un Alemania”, declaró Schramböck, “estos productos son para el mercado austríaco, y los movimientos unilaterales de Alemania lo único que hacen es causar problemas a otros países”. Tan poco para tantos valores europeos.
China ha donado más de un millón de máscaras y otro material médico a Corea del Sur, 5.000 trajes protectores y 100.000 máscaras a Japón y 12.000 kits de detección a Pakistán, pero a pesar de todo ello algunos medios occidentales parecen concentrarse en atacar al país que más ayuda.
En España es digna de mención la rápida progresión del economista Juan Ramón Rallo quien, desde su columna en El Confidencial —programáticamente titulada Laissez faire— ha pasado de calificar de “extralimitación liberticida” la decisión de Francia de requisar los stocks de mascarillas para evitar el acaparamiento y la especulación a explicar a sus lectores por qué las medidas adoptadas por China para contener el Covid-19 son un ejemplo a seguir.
Aunque este cambio ha dado pie a numerosas bromas, pocos lectores parecen haber reparado en el último parágrafo de su artículo: “Pero, a la vez, los casos de Hong Kong y Singapur también nos recuerdan que, con restricciones muchísimo menores a las de China pero con un seguimiento exhaustivo de los contagiados y de sus contactos y una extrema responsabilidad individual hacia los demás (tomarse en serio la higiene y minimizar las salidas innecesarias de casa), también es posible frenar el ritmo de contagio. No hace falta hacer como China para obtener resultados chinos: pero sí es imprescindible actuar con profesionalidad y diligencia. Si no lo hacemos, confundiremos la inoperancia, pasividad y negligencia de un partido político específico con la inoperancia de un régimen amplio de libertades. Y la epidemia vírica será seguida por una epidemia autoritaria.”
BEIJING VS. SINGAPUR
Después del crack del 29 millones de personas en el mundo quedaron fascinadas por la capacidad de resistencia a la crisis —supuesta o relativa, dependiendo del observador— de dos países de políticas diametralmente opuestas: Italia, donde se aceleró el corporativismo con la nacionalización de bancos y la creación de empresas mixtas y estatales, y la URSS, donde el sistema de economía planificada protegía relativamente al país de los shocks de la Gran Depresión.
Con la crisis del Covid-19 podría ocurrir algo parecido, salvando por descontado todas las distancias. La derecha ya parece haber tomado como ejemplo Singapur, como atestiguan algunos artículos publicados hasta la fecha. Pocas sorpresas: la combinación de una economía de libre mercado, por una parte, y de un longevo gobierno autoritario del Partido de Acción Popular (PAP) que se encarga de vigilar su cumplimiento, por la otra, convierte a la ciudad-estado en un modelo atractivo para la derecha.
Singapur, con todo, no llega a los seis millones de habitantes. China, en cambio, tiene más de 1.400 millones, lo que la convierte en el país con más población del mundo. A diferencia de Singapur, su sistema político es una evolución del que existía en los estados del “socialismo realmente existente” antes de su desintegración, y mantiene, a pesar de la liberalización de buena parte de su economía, elementos socialistas. Los muchos comentarios que ha provocado la respuesta china a la crisis del coronavirus estos días traen a la memoria ¿Comunismo sin crecimiento? (1975) de Wolfgang Harich.
Este libro —una larga conversación entre el filósofo alemán y Freimut Duve, un socialdemócrata germano-occidental— abordaba el replanteamiento del marxismo a la luz de la crisis ecológica desde una óptica pesimista, partiendo de la tesis que aquélla establecía límites a la abundancia material con la que el marxismo tradicionalmente había vinculado la libertad comunista y la consiguiente extinción (o abolición) del Estado. En palabras de Harich, “mi creencia en la superioridad de modelo soviético de socialismo se ha hecho inquebrantable desde que he aprendido a no considerarlo ya desde el punto de vista de la —por otra parte absoluta— competencia económica entre el Este y el Oeste, sino a juzgarlo, ante todo, según las posibilidades que ofrece su estructura para sobreponerse a la crisis ecológica, para el mantenimiento de la vida en nuestro planeta, para la salvación de la humanidad”. Según Harich, únicamente un sistema comunista, con su centralización administrativa y economía planificada, permitiría combinar medidas de emergencia como la limitación del consumo y de la población o el racionamiento de productos de acuerdo a un principio de igualdad.
El libro de Harich fue ampliamente debatido en su momento en España, donde Manuel Sacristán le achacó tres defectos: “En primer lugar, es inverosímil si se tiene en cuenta la experiencia histórica, incluida la más reciente, que es la ofrecida por la aristocracia de los países del llamado ‘socialismo real’; en segundo lugar, el despotismo pertenece a la misma cultura del exceso que se trata de superar; en tercer lugar, es poco probable que un movimiento comunista luche por semejante objetivo. La conciencia comunista pensará más que bien que para ese viaje no se necesitaban las alforjas de la lucha revolucionaria. A la objeción (repetidamente insinuada por Harich) de que el instinto de conservación se tiene que imponer a la repugnancia al autoritarismo, se puede oponer al menos la duda acerca de lo que puede hacer una humanidad ya sin entusiasmos, defraudada en su aspiración milenaria de justicia, libertad y comunidad.”
A la luz de la crisis del Covid-19, los argumentos de Wolfgang Harich merecen reflexión. En una entrevista concedida en 1979 al semanario Der Spiegel, Harich defendía “que hay parámetros de alcance global que sólo pueden resolverse con un poder centralizado”, y añadía que “éste, en mi opinión, debe contar con plenos poderes dictatoriales” (aquí conviene matizar que Harich hablaba de una dictadura fideicomisaria y no de un despotismo soberano). “No soy un sádico, no me gustan las dictaduras duras, no me despiertan ninguna simpatía”, aseguraba, “sólo anticipo que si todo sigue como hasta ahora, entonces revertir las consecuencias sólo será posible con una tiranía terrible, temible”
La pandemia de coronavirus ha vuelto a poner sobre la mesa la cuestión de la eficacia de un sistema centralizado como el chino para frente hacer los graves problemas a los que se enfrenta el mundo en el siglo XXI. Las llamadas que han hecho algunos desde las redes sociales y desde la nueva izquierda a la política de curas durante la pandemia son loables, pero quedan empequeñecidas ante la magnitud del problema. La autoorganización o los movimientos sociales, por encomiables que sean, pueden servir para crear una red barrial de distribución de alimentos o tareas —que no es poco, en los tiempos que corren—, pero no para la organización y traslado de personal médico, y menos aún para fabricar aparatos de respiración, material de laboratorio o mascarillas en una crisis como ésta: de eso se encarga el Estado. El tiempo corre, y a medida que avanza la única alternativa, advertía Harich en la entrevista, “será entonces la autodestrucción en libertad, democracia y economía de mercado o un golpe de timón con medidas muy duras”. Entonces “quizá vendría, como teme el socialdemócrata Richard Löwenthal, un nuevo cesarismo con una nueva guardia pretoriana, que destruye todo lo que se cruza a su paso”. “El riesgo”, terminaba un sombrío Harich, “está ahí”. Si el dilema económico en los veinte se planteó, por tomar una conocida expresión de Thomas Mann, como una elección entre “Roma o Moscú”, el de este siglo XXI podría acabar siendo —si no se encuentra una solución socialista democrática a tiempo— entre Beijing o Singapur. El tiempo corre.
China acusa al Ejército de EEUU de introducir el coronavirus en el país
por Al Manar
LA HAINE - 14/03/2020
El portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian, Febrero 2020
“Pudo
haber sido el ejército estadounidense el que trajo la epidemia a Wuhan.
¡Séd transparentes! ¡Haced públicos vuestros datos! ¡EEUU nos debe una
explicación!”.
El
portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian,
escribió en su cuenta de Twitter el jueves 12 de marzo que el ejército
estadounidense habría introducido el coronavirus en la ciudad china de
Wuhan, desde donde el virus comenzó a extenderse, primero en China y
luego a una gran cantidad de países.
“Pudo haber sido el ejército estadounidense el que trajo la epidemia a Wuhan. ¡Séd transparentes! ¡Haced públicos vuestros datos! ¡EEUU nos debe una explicación!”, Zhao tuiteó en inglés, un mensaje que fue recogido rápidamente el jueves 12 de marzo por la agencia de noticias Reuters.
Este comunicado alimenta aún más los rumores y las teorías de que EEUU es responsable de la propagación de este virus en China, lo que frena el crecimiento económico del país y limita la influencia de sus compañías en el extranjero.
El 27 de febrero, Zhong Nashan, científico chino y asesor del gobierno en la lucha contra el virus, sugirió lo siguiente: “Aunque COVID-19 se descubrió por primera vez en China, esto no significa que proceda de China”.
Esta semana, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China criticó al secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, por llamar al coronavirus “el virus de Wuhan”, señalando que las declaraciones de este último contradicen los hallazgos de la Organización Mundial de la Salud.
spanish.almanar.com.lb
“Pudo haber sido el ejército estadounidense el que trajo la epidemia a Wuhan. ¡Séd transparentes! ¡Haced públicos vuestros datos! ¡EEUU nos debe una explicación!”, Zhao tuiteó en inglés, un mensaje que fue recogido rápidamente el jueves 12 de marzo por la agencia de noticias Reuters.
Este comunicado alimenta aún más los rumores y las teorías de que EEUU es responsable de la propagación de este virus en China, lo que frena el crecimiento económico del país y limita la influencia de sus compañías en el extranjero.
El 27 de febrero, Zhong Nashan, científico chino y asesor del gobierno en la lucha contra el virus, sugirió lo siguiente: “Aunque COVID-19 se descubrió por primera vez en China, esto no significa que proceda de China”.
Esta semana, el Ministerio de Relaciones Exteriores de China criticó al secretario de Estado de EEUU, Mike Pompeo, por llamar al coronavirus “el virus de Wuhan”, señalando que las declaraciones de este último contradicen los hallazgos de la Organización Mundial de la Salud.
spanish.almanar.com.lb
Coronavirus: ¿una guerra sin soldados?
por Vicky Peláez
LA HAINE - 18/03/2020
Cada vez son más las voces autorizadas que
afirman que este virus es producto de una manipulación humana,
concretamente del régimen de EEUU
El
mismo día en que la Organización Mundial de Salud declaraba que el
brote de COVID-19 puede caracterizarse como pandemia a nivel mundial con
más de 110.000 casos confirmados y 4.000 muertos en 114 países, el
portavoz de la Comisión de Salud de China, Mi Feng, aseguraba que el
pico del actual brote de coronavirus había finalizado en su país.
El mundo está frente a la nueva revolución en biotecnología que dará un impulso significativo a su uso en aplicaciones militares. (Informe 'Biotecnología, Armas y Humanidad', Asociación Médica Británica, enero 1999)
Para remate, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian, recalcó que posiblemente los militares norteamericanos habían introducido el COVID-19 a China, un rumor a voces desde el inicio de la tragedia.
Ahora resulta que desde 2016 el Gobierno estadounidense secretamente hizo depósitos de los equipos de emergencia, suministros médicos, productos de primera necesidad y millones de dosis de vacunas contra los agentes de bioterrorismo, llamado Strategic National Stockpile, en los Centros Secretos del Control y Prevención de Enfermedades para ayudar a la población a sobrevivir en el caso de una pandemia.
Un año antes, Bill Gates había alertado al Gobierno estadounidense que las futuras guerras serían biológicas y que podrían devastar grandes poblaciones por lo que los gobiernos tenían que apostar por inversión en este ámbito.
Dos meses antes que se reportara el primer caso de coronavirus en Wuhan, el 21 de diciembre de 2019, el 18 de octubre de 2019, el Centro de Biodefensa Civil de la Universidad Johns Hopkins, el Foro Económico Mundial de Davos, la Fundación Melinda y Bill Gates y 15 expertos mundiales en el ámbito de los negocios, gobiernos y salud pública, patrocinaron un simulacro de preparación ante una pandemia de coronavirus en New York, llamado Evento 201. Entre ellos estaban:
Avril Haines, exdirectora adjunta de la CIA; Adria Thomas, vicepresidente de Johnson y Johnson; Stephen Redd, director adjunto del Centro de Control y Prevención de Enfermedades; George Gao, director del Centro de Prevención y Control de Enfermedades de China.
El simulacro, al que asistieron 130 personas, predijo una pandemia con una cifra de mortalidad a nivel mundial de 65 millones a lo largo de 18 meses. Según los cálculos de los expertos, la pandemia sería la causa de una pérdida económica anual del 0,7% del PIB mundial que sería alrededor de 570.000 millones de dólares.
Mientras todo esto sucedía en New York, en Wuhan (China) a 12.000 kilómetros, de una de las corporaciones globalizadas más sofisticadas, el Laboratorio de Alto Riesgo (Ultra Biohazard Lab), BSL-4 —que se ha convertido en el centro de investigación preferido por los virólogos de todo el mundo y, en especial, por los científicos procedentes de Canadá, Reino Unido, EEUU, Japón— estaba investigando los patógenos más peligrosos del mundo y entre ellos el COVID-19.
Ya se sabe ahora que muchos de los estudios en virología fueron financiados por la USAID y por el Pentágono vía la Universidad de Duke y la Universidad Johns Hopkins con la participación de Instituto Médico de Investigación de Enfermedades Infecciosas del Ejército de EEUU (USAMRID, por sus siglas en inglés) que desde 1990 estaba investigando los coronavirus.
Estos centros de estudios activos en Wuhan tienen proyectos conjuntos sobre enfermedades contagiosas y armas biológicas con la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA). Uno de los proyectos se conoce como Pandemic Prevent Platform P3. También otra sofisticada institución del Pentágono, la Agencia de Defensa para la Reducción de Amenaza (DTRA), ha estado activa en el estudio de coronavirus.
El mes pasado, el periodista Garry Barnett informó que la Universidad de Harvard se apoderó de las muestras del ADN de cientos de miles de chinos y los ha llevado a sus laboratorios. En otra parte del mundo, en Rusia tuvo que intervenir el mismísimo presidente Vladímir Putin para parar la recolección de las muestras del ácido ribonucleico (RNA) y del líquido sinovial por el Grupo 59 de la Investigación Molecular del Comando de Entrenamiento de la Fuerza Aérea de EEUU que creó para este propósito varias Organizaciones No Gubernamentales (ONG).
El presidente Putin remarcó: "¿Saben que el material biológico fue recolectado en todo nuestro país de diferentes grupos étnicos en varias regiones geográficas de la Federación de Rusia? Somos objeto de gran interés". Por supuesto, los rusos pusieron fin a este programa que se parecía mucho a lo que los virólogos de África del Sur junto con sus colegas de Israel hicieron en los años 1990. Ellos lograron descifrar el código genético de los sudafricanos y árabes y crearon una Bala Étnica contra el sistema genético de sudafricanos y árabes.
Entonces no es de extrañar que las muestras genéticas recolectadas en China y Rusia han sido parte de una nueva Bala Étnica.
Teniendo todo esto en cuenta, no es de extrañar que el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian, sugiriera que posiblemente el paciente cero en la actual pandemia global haya venido de EEUU. Señaló: "posiblemente los militares de EEUU han traído la epidemia a Wuhan". Precisamente en octubre de 2019 se celebraron unos juegos internacionales deportivos militares en Wuhan a los que asistieron más de 200 militares norteamericanos además de representantes de otros 110 países.
El principal especialista chino en virología, Zhong Nanshan, afirmó que "el coronavirus no se propagó de China". Por supuesto, el Departamento de Estado desmintió esta información y convocó al embajador chino. Pero la duda sobre la procedencia de COVID-19 ya está en el aire. El exmiembro de la Comisión de las Naciones Unidas sobre las Armas Biológicas, Igor Niculin, de Rusia afirmó que "que este virus es un híbrido y producto de una manipulación humana".
Hace poco, la estación de TV de Japón Asahi News Report afirmó que el coronavirus se originó en EEUU y no en China y muchos de los 14.000 muertos atribuidos a la influenza en Norteamérica posiblemente hayan perecido por COVID-19. Los virólogos de Taiwán también llegaron a la conclusión que el COVID-19 se propagó de Norteamérica y que EEUU tiene cinco cepas (grupo de micro organismos como bacterias o virus que pertenecen a la misma especie), mientras Wuhan, China, Taiwán, Corea del Sur, Tailandia, Vietnam, Inglaterra, Bélgica y Alemania se caracterizan solamente por una cepa.
El patógeno de Italia e Irán es diferente al de China. Llama la atención también que en septiembre de 2019 el laboratorio principal de armas biológicas del departamento de Defensa de EEUU, BSL-4, perteneciente a la Usamrid, ubicado en Fort Dietrick fuese clausurado abruptamente por no seguir los procedimientos de seguridad por su personal.
Hace poco, el estudioso norteamericano, David Goodhart, escribió que "ya no necesitamos ayuda de ratas o mosquitos para propagar la enfermedad, porque ahora lo estamos haciendo nosotros mismos". También somos nosotros que por vía de los medios de comunicación globalizada entramos dócilmente, sin reflexionar, en pánico mientras los Gobiernos de nuestros países han estado perdiendo control de su destino y gobernabilidad, cediéndolos a las fuerzas globales anónimas.
El antropólogo Samuel Veissiére de la Universidad McGill caracterizó la actual situación de pánico e histeria en que se ha sucumbido el planeta entero en la revista Psychology de la siguiente manera: "Coronavirus es simple y exclusivamente un pánico moral. Como resultado, explorando vulnerabilidades en la psicología humana, se ha hecho cerrar muchas de nuestras escuelas, se ha hecho caer la bolsa de valores, se ha incrementado el conflicto social y la xenofobia, se hicieron cambios patronales y migratorios y se está trabajando ahora para contenernos en espacios homogéneos donde el COVID-19 puede seguir propagándose".
La Unión Europea y EEUU están confirmando su absoluta negligencia por no poseer la infraestructura suficiente para afrontar la pandemia del COVID-19. En un momento tan crítico en sus países respecto a la salud de su población, en vez de convocar a las fuerzas armadas para aliviar la situación, los están enviando a las maniobras militares más grandes y costosas en los últimos 25 años, Defender Europe 2020 en la frontera con Rusia.
Las 40.000 tropas procedentes de EEUU y los países de la OTAN, en vez de supuestamente amedrentar a Rusia, podrían contribuir a la propagación del coronavirus. Ya el comandante en jefe del Ejército norteamericano en Europa, general Christopher Cavoli, y varios miembros de su Estado Mayor están aislados por sospechas de que puedan tener coronavirus. El mismo presidente de EEUU se sumergió en un silencio después que se divulgó información procedente de que el alcalde de Miami, Francis Suarez, que tuvo un encuentro con Donald Trump en Mar-a-Lago fue diagnosticado con coronavirus.
¿Estará bien Donald Trump? ¿Habría hecho bien su prueba? O estaría como el resto de sus 330 millones de habitantes de los cuales hasta ahora solo unos 6.500 en 50 estados tuvieron suerte de tener una prueba contra el COVID-19, perdiéndose en el aire la promesa del vicepresidente Mike Pence de ocho millones de pruebas. Tampoco se sabe nada del Plan de Emergencia Nacional de 50.000 millones de dólares que prometió Donald Trump para neutralizar el daño por el coronavirus. Lo único de lo que se sabe es que la Reserva Federal está inyectando un billón (un millón de millones) de dólares en el mercado de la moneda.
En otra parte del mundo, Europa, todo está paralizada, inclusive en el país considerado "motor de la economía europea", Alemania, donde ante "la confusión e irresponsabilidad de la acción estatal alemana, el estado de república se vuelve dramático". Los Gobiernos habían tomado los desarrollos de epidemia y migración para la existencia del Estado. ¿Esto también se aplica a las preguntas sobre lo que estamos tratando con esta enfermedad?
Mientras tanto, en China el virus ha sido prácticamente controlado y el país empezó a luchar por la recuperación económica. Al final de febrero pasado, más del 95% de las corporaciones petroquímicas, de telecomunicaciones, eléctricas, industriales y de transporte regresaron al ciclo normal de producción, igual que el 80% de las corporaciones extranjeras, como Apple, Tesla, FAW Volkswagen Automobile, que han reasumido operaciones. Lo mismo está pasando en Wuhan donde Dongfeng Motor, Honda y Citroën ya están retomando la producción.
Como dijo Xi Jinping: "El tiempo y la historia no esperan a nadie. Debemos mantener una dirección y determinación estratégicas, permanecer unidos, trabajar ardientemente y seguir adelante contra todas las adversidades".
https://mundo.sputniknews.com
El mundo está frente a la nueva revolución en biotecnología que dará un impulso significativo a su uso en aplicaciones militares. (Informe 'Biotecnología, Armas y Humanidad', Asociación Médica Británica, enero 1999)
Para remate, el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian, recalcó que posiblemente los militares norteamericanos habían introducido el COVID-19 a China, un rumor a voces desde el inicio de la tragedia.
Ahora resulta que desde 2016 el Gobierno estadounidense secretamente hizo depósitos de los equipos de emergencia, suministros médicos, productos de primera necesidad y millones de dosis de vacunas contra los agentes de bioterrorismo, llamado Strategic National Stockpile, en los Centros Secretos del Control y Prevención de Enfermedades para ayudar a la población a sobrevivir en el caso de una pandemia.
Un año antes, Bill Gates había alertado al Gobierno estadounidense que las futuras guerras serían biológicas y que podrían devastar grandes poblaciones por lo que los gobiernos tenían que apostar por inversión en este ámbito.
Dos meses antes que se reportara el primer caso de coronavirus en Wuhan, el 21 de diciembre de 2019, el 18 de octubre de 2019, el Centro de Biodefensa Civil de la Universidad Johns Hopkins, el Foro Económico Mundial de Davos, la Fundación Melinda y Bill Gates y 15 expertos mundiales en el ámbito de los negocios, gobiernos y salud pública, patrocinaron un simulacro de preparación ante una pandemia de coronavirus en New York, llamado Evento 201. Entre ellos estaban:
Avril Haines, exdirectora adjunta de la CIA; Adria Thomas, vicepresidente de Johnson y Johnson; Stephen Redd, director adjunto del Centro de Control y Prevención de Enfermedades; George Gao, director del Centro de Prevención y Control de Enfermedades de China.
El simulacro, al que asistieron 130 personas, predijo una pandemia con una cifra de mortalidad a nivel mundial de 65 millones a lo largo de 18 meses. Según los cálculos de los expertos, la pandemia sería la causa de una pérdida económica anual del 0,7% del PIB mundial que sería alrededor de 570.000 millones de dólares.
Mientras todo esto sucedía en New York, en Wuhan (China) a 12.000 kilómetros, de una de las corporaciones globalizadas más sofisticadas, el Laboratorio de Alto Riesgo (Ultra Biohazard Lab), BSL-4 —que se ha convertido en el centro de investigación preferido por los virólogos de todo el mundo y, en especial, por los científicos procedentes de Canadá, Reino Unido, EEUU, Japón— estaba investigando los patógenos más peligrosos del mundo y entre ellos el COVID-19.
Ya se sabe ahora que muchos de los estudios en virología fueron financiados por la USAID y por el Pentágono vía la Universidad de Duke y la Universidad Johns Hopkins con la participación de Instituto Médico de Investigación de Enfermedades Infecciosas del Ejército de EEUU (USAMRID, por sus siglas en inglés) que desde 1990 estaba investigando los coronavirus.
Estos centros de estudios activos en Wuhan tienen proyectos conjuntos sobre enfermedades contagiosas y armas biológicas con la Agencia de Proyectos de Investigación Avanzada de Defensa (DARPA). Uno de los proyectos se conoce como Pandemic Prevent Platform P3. También otra sofisticada institución del Pentágono, la Agencia de Defensa para la Reducción de Amenaza (DTRA), ha estado activa en el estudio de coronavirus.
El mes pasado, el periodista Garry Barnett informó que la Universidad de Harvard se apoderó de las muestras del ADN de cientos de miles de chinos y los ha llevado a sus laboratorios. En otra parte del mundo, en Rusia tuvo que intervenir el mismísimo presidente Vladímir Putin para parar la recolección de las muestras del ácido ribonucleico (RNA) y del líquido sinovial por el Grupo 59 de la Investigación Molecular del Comando de Entrenamiento de la Fuerza Aérea de EEUU que creó para este propósito varias Organizaciones No Gubernamentales (ONG).
El presidente Putin remarcó: "¿Saben que el material biológico fue recolectado en todo nuestro país de diferentes grupos étnicos en varias regiones geográficas de la Federación de Rusia? Somos objeto de gran interés". Por supuesto, los rusos pusieron fin a este programa que se parecía mucho a lo que los virólogos de África del Sur junto con sus colegas de Israel hicieron en los años 1990. Ellos lograron descifrar el código genético de los sudafricanos y árabes y crearon una Bala Étnica contra el sistema genético de sudafricanos y árabes.
Entonces no es de extrañar que las muestras genéticas recolectadas en China y Rusia han sido parte de una nueva Bala Étnica.
Teniendo todo esto en cuenta, no es de extrañar que el portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Zhao Lijian, sugiriera que posiblemente el paciente cero en la actual pandemia global haya venido de EEUU. Señaló: "posiblemente los militares de EEUU han traído la epidemia a Wuhan". Precisamente en octubre de 2019 se celebraron unos juegos internacionales deportivos militares en Wuhan a los que asistieron más de 200 militares norteamericanos además de representantes de otros 110 países.
El principal especialista chino en virología, Zhong Nanshan, afirmó que "el coronavirus no se propagó de China". Por supuesto, el Departamento de Estado desmintió esta información y convocó al embajador chino. Pero la duda sobre la procedencia de COVID-19 ya está en el aire. El exmiembro de la Comisión de las Naciones Unidas sobre las Armas Biológicas, Igor Niculin, de Rusia afirmó que "que este virus es un híbrido y producto de una manipulación humana".
Hace poco, la estación de TV de Japón Asahi News Report afirmó que el coronavirus se originó en EEUU y no en China y muchos de los 14.000 muertos atribuidos a la influenza en Norteamérica posiblemente hayan perecido por COVID-19. Los virólogos de Taiwán también llegaron a la conclusión que el COVID-19 se propagó de Norteamérica y que EEUU tiene cinco cepas (grupo de micro organismos como bacterias o virus que pertenecen a la misma especie), mientras Wuhan, China, Taiwán, Corea del Sur, Tailandia, Vietnam, Inglaterra, Bélgica y Alemania se caracterizan solamente por una cepa.
El patógeno de Italia e Irán es diferente al de China. Llama la atención también que en septiembre de 2019 el laboratorio principal de armas biológicas del departamento de Defensa de EEUU, BSL-4, perteneciente a la Usamrid, ubicado en Fort Dietrick fuese clausurado abruptamente por no seguir los procedimientos de seguridad por su personal.
Hace poco, el estudioso norteamericano, David Goodhart, escribió que "ya no necesitamos ayuda de ratas o mosquitos para propagar la enfermedad, porque ahora lo estamos haciendo nosotros mismos". También somos nosotros que por vía de los medios de comunicación globalizada entramos dócilmente, sin reflexionar, en pánico mientras los Gobiernos de nuestros países han estado perdiendo control de su destino y gobernabilidad, cediéndolos a las fuerzas globales anónimas.
El antropólogo Samuel Veissiére de la Universidad McGill caracterizó la actual situación de pánico e histeria en que se ha sucumbido el planeta entero en la revista Psychology de la siguiente manera: "Coronavirus es simple y exclusivamente un pánico moral. Como resultado, explorando vulnerabilidades en la psicología humana, se ha hecho cerrar muchas de nuestras escuelas, se ha hecho caer la bolsa de valores, se ha incrementado el conflicto social y la xenofobia, se hicieron cambios patronales y migratorios y se está trabajando ahora para contenernos en espacios homogéneos donde el COVID-19 puede seguir propagándose".
La Unión Europea y EEUU están confirmando su absoluta negligencia por no poseer la infraestructura suficiente para afrontar la pandemia del COVID-19. En un momento tan crítico en sus países respecto a la salud de su población, en vez de convocar a las fuerzas armadas para aliviar la situación, los están enviando a las maniobras militares más grandes y costosas en los últimos 25 años, Defender Europe 2020 en la frontera con Rusia.
Las 40.000 tropas procedentes de EEUU y los países de la OTAN, en vez de supuestamente amedrentar a Rusia, podrían contribuir a la propagación del coronavirus. Ya el comandante en jefe del Ejército norteamericano en Europa, general Christopher Cavoli, y varios miembros de su Estado Mayor están aislados por sospechas de que puedan tener coronavirus. El mismo presidente de EEUU se sumergió en un silencio después que se divulgó información procedente de que el alcalde de Miami, Francis Suarez, que tuvo un encuentro con Donald Trump en Mar-a-Lago fue diagnosticado con coronavirus.
¿Estará bien Donald Trump? ¿Habría hecho bien su prueba? O estaría como el resto de sus 330 millones de habitantes de los cuales hasta ahora solo unos 6.500 en 50 estados tuvieron suerte de tener una prueba contra el COVID-19, perdiéndose en el aire la promesa del vicepresidente Mike Pence de ocho millones de pruebas. Tampoco se sabe nada del Plan de Emergencia Nacional de 50.000 millones de dólares que prometió Donald Trump para neutralizar el daño por el coronavirus. Lo único de lo que se sabe es que la Reserva Federal está inyectando un billón (un millón de millones) de dólares en el mercado de la moneda.
En otra parte del mundo, Europa, todo está paralizada, inclusive en el país considerado "motor de la economía europea", Alemania, donde ante "la confusión e irresponsabilidad de la acción estatal alemana, el estado de república se vuelve dramático". Los Gobiernos habían tomado los desarrollos de epidemia y migración para la existencia del Estado. ¿Esto también se aplica a las preguntas sobre lo que estamos tratando con esta enfermedad?
Mientras tanto, en China el virus ha sido prácticamente controlado y el país empezó a luchar por la recuperación económica. Al final de febrero pasado, más del 95% de las corporaciones petroquímicas, de telecomunicaciones, eléctricas, industriales y de transporte regresaron al ciclo normal de producción, igual que el 80% de las corporaciones extranjeras, como Apple, Tesla, FAW Volkswagen Automobile, que han reasumido operaciones. Lo mismo está pasando en Wuhan donde Dongfeng Motor, Honda y Citroën ya están retomando la producción.
Como dijo Xi Jinping: "El tiempo y la historia no esperan a nadie. Debemos mantener una dirección y determinación estratégicas, permanecer unidos, trabajar ardientemente y seguir adelante contra todas las adversidades".
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Francia podría nacionalizar grandes empresas para enfrentar la "guerra económica" contra la pandemia del coronavirus
Publicado:
18 mar 2020 06:55 GMT - RT
El ministro de Finanzas galo promete una ayuda al sector
empresarial con casi 50.000 millones de dólares y también una mayor
participación del Estado en el mismo.
El
ministro de Finanzas de Francia, Bruno Le Maire, no descarta la posible
nacionalización de grandes empresas francesas para proteger la economía
ante los riesgos provenientes de la pandemia de coronavirus
y el asociado desplome de los mercados. "No dudaré en utilizar todos
los medios disponibles" para protegerlas, afirmó este martes en
declaraciones al canal RTL.
Concretamente, Le Maire prometió una ayuda del Estado por valor de 45.000 millones de euros (49.800 millones de dólares) para compañías y sus empleados. A esta asistencia directa se sumarán "300.000 millones de euros en garantías de Estado para préstamos bancarios en Francia y 1 billón de euros en garantías [de instituciones] europeas", dijo el ministro.
"Todos deben comprender que hay una guerra económica y financiera” y será “duradera y violenta”, sostuvo el titular de la cartera de Finanzas continuando la idea del presidente Emmanuel Macron que el lunes declaró la guerra a la pandemia.
Por lo tanto, será necesaria una movilización de fuerzas "a nivel nacional, europeo y del G7", añadió el ministro.
Entre las posibles medidas para el sector empresarial Le Maire destacó la "recapitalización, que se puede hacer mediante una participación" y agregó: "incluso puedo usar el término nacionalización si es necesario".
Sin embargo, el miembro del Gobierno galo espera "que la economía pueda reiniciarse más fuerte cuando la epidemia de coronavirus haya quedado atrás".
Concretamente, Le Maire prometió una ayuda del Estado por valor de 45.000 millones de euros (49.800 millones de dólares) para compañías y sus empleados. A esta asistencia directa se sumarán "300.000 millones de euros en garantías de Estado para préstamos bancarios en Francia y 1 billón de euros en garantías [de instituciones] europeas", dijo el ministro.
"Todos deben comprender que hay una guerra económica y financiera” y será “duradera y violenta”, sostuvo el titular de la cartera de Finanzas continuando la idea del presidente Emmanuel Macron que el lunes declaró la guerra a la pandemia.
Por lo tanto, será necesaria una movilización de fuerzas "a nivel nacional, europeo y del G7", añadió el ministro.
Entre las posibles medidas para el sector empresarial Le Maire destacó la "recapitalización, que se puede hacer mediante una participación" y agregó: "incluso puedo usar el término nacionalización si es necesario".
Reducción y 'reinicio'
Los cálculos del Gobierno francés prevén una reducción del PIB a causa del coronavirus del 1 % este año, informó Le Maire. Admitió a continuación que el destino de múltiples fábricas francesas será la suspensión de sus actividades.Sin embargo, el miembro del Gobierno galo espera "que la economía pueda reiniciarse más fuerte cuando la epidemia de coronavirus haya quedado atrás".
"Hay más de 100 000 contagiados por coronavirus en Ohio, EEUU"
por HispanTV / La Haine
13/03/2020
Lo dijo la directora del Departamento de Salud de Ohio, Dra. Amy Acton
En
medio de la rápida extensión del COVID-19 en EE.UU. y la ineficacia del
sistema de salud para contenerlo, reportan que hay más de 100 000
contagiados en Ohio.
La directora del Departamento de Salud de Ohio, Dra. Amy Acton, anunció el jueves la cifra que según ella equivale al 1 % de la población del estado. Corroboró además los cinco fallecidos y la existencia de otras 52 personas que se encuentran en UVI.
Ante esta coyuntura, las autoridades locales decidieron prohibir congregaciones y reuniones públicas y también cerrar las escuelas, entra otras instrucciones emitidas.
La directora del Departamento de Salud de Ohio, EE.UU, Dra. Amy Acton.
“Sé que es muy difícil para nosotros entender esto y todos estamos despertando a esta nueva realidad”, sostuvo Acton.
El director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EE.UU., Anthony Stephen Fauci, advirtió el jueves que la crisis del nuevo coronavirus “se va a poner peor” en el país norteamericano.
El médico cuestionó la capacidad del sistema de salud para poder contener la epidemia y realizar las pruebas necesarias. Dijo que el sistema, que se basa fundamentalmente en la salud provada, no ha sido ajustado desde el principio para este tipo de enfermedades. Por lo tanto, no se puede estimar cuántas personas están infectadas en todo el país.
Entretanto, la agencia de noticias británica Reuters, citando a cuatro funcionarios gubernamentales informó que la Casa Blanca ha ordenado que las reuniones sobre el COVID-19 se celebren en forma “confidencial”.
El medio denunció que la decisión de la Casa Blanca, en línea con las órdenes de Trump de ocultar todo lo relacionado con el COVID en EEUU -para no perjudicar sus chances en las elecciones de noviembre y seguir mostrando la imagen de mayor potencia-, ha impedido la divulgación de los datos sobre la enfermedad además de que ha obstaculizado dar respuesta a la crisis.
Según los últimos informes oficiales, solo 1663 personas están afectadas, lo que contrasta con las declaraciones de la directora del Departamento de Salud de Ohio, y otras 40 han fallecido por el virus en EEUU. De esta cifra, la mayoría de los casos se registraron en el estado de Washington.
No obstante, el presidente estadounidense, Donald Trump, dejó el miércoles de minimizar la amenaza del nuevo virus e indicó medidas contra la expansión del COVID-19 en un discurso que en lugar de tranquilizar creó confusión y generó dudas.
La directora del Departamento de Salud de Ohio, Dra. Amy Acton, anunció el jueves la cifra que según ella equivale al 1 % de la población del estado. Corroboró además los cinco fallecidos y la existencia de otras 52 personas que se encuentran en UVI.
Ante esta coyuntura, las autoridades locales decidieron prohibir congregaciones y reuniones públicas y también cerrar las escuelas, entra otras instrucciones emitidas.
La directora del Departamento de Salud de Ohio, EE.UU, Dra. Amy Acton.
“Sé que es muy difícil para nosotros entender esto y todos estamos despertando a esta nueva realidad”, sostuvo Acton.
El director del Instituto Nacional de Alergias y Enfermedades Infecciosas de EE.UU., Anthony Stephen Fauci, advirtió el jueves que la crisis del nuevo coronavirus “se va a poner peor” en el país norteamericano.
El médico cuestionó la capacidad del sistema de salud para poder contener la epidemia y realizar las pruebas necesarias. Dijo que el sistema, que se basa fundamentalmente en la salud provada, no ha sido ajustado desde el principio para este tipo de enfermedades. Por lo tanto, no se puede estimar cuántas personas están infectadas en todo el país.
Entretanto, la agencia de noticias británica Reuters, citando a cuatro funcionarios gubernamentales informó que la Casa Blanca ha ordenado que las reuniones sobre el COVID-19 se celebren en forma “confidencial”.
El medio denunció que la decisión de la Casa Blanca, en línea con las órdenes de Trump de ocultar todo lo relacionado con el COVID en EEUU -para no perjudicar sus chances en las elecciones de noviembre y seguir mostrando la imagen de mayor potencia-, ha impedido la divulgación de los datos sobre la enfermedad además de que ha obstaculizado dar respuesta a la crisis.
Según los últimos informes oficiales, solo 1663 personas están afectadas, lo que contrasta con las declaraciones de la directora del Departamento de Salud de Ohio, y otras 40 han fallecido por el virus en EEUU. De esta cifra, la mayoría de los casos se registraron en el estado de Washington.
No obstante, el presidente estadounidense, Donald Trump, dejó el miércoles de minimizar la amenaza del nuevo virus e indicó medidas contra la expansión del COVID-19 en un discurso que en lugar de tranquilizar creó confusión y generó dudas.
Desafiante, se abstiene de tomar medidas básicas en Brasil
Bolsonaro, el presidente sordo
Demuestra no haber tomado nota del avance del coronavirus en su país, donde este martes se registró la primera víctima fatal.
Por Dario Pignotti
PÁGINA 12 - 18 de marzo de 2020
Bolsonaro y comitiva pudieron haber infectado a Trump en su visita a Palm Beach.
Imagen: AFP
Imagen: AFP
Desde Brasilia.En su (otro) mundo. Por las actitues y declaraciones realizadas en los últimos días Jair Bolsonaro demuestra no haber tomado nota del modo como el coronavirus está avanzando en Brasil,
donde este martes se registró la primera víctima fatal: un hombre de 62
años, que no estuvo en el exterior y falleció en San Pablo a raíz de un
contagio interno. En los últimos cuatro días los infectados pasaron de
121 a 290, conforme los números del Ministerio de Salud que suelen pasar
por alto o reportar con atraso las informaciones de varios estados. Las
personas con síntomas que todavía no tienen un diagnóstico firme
saltaron de 1913 a 8.819 entre el sábado y el martes.
Una empleada doméstica, cuya patrona regresó recientemente de Europa, falleció en el interior Rio de Janeiro con síntomas del virus pero aún no se confirmó el motivo de su deceso.
Todo el arco político, desde el opositor Partido de los Trabajadores hasta dirigentes derechista Partido de la Socialdemocracia Brasileña se manifestaron con alarma , mientras el presidente reiteró hoy su desinterés sobre los datos de la enfermedad y atribuyó a grupos malintencionados un plan para sembrar "histeria" colectiva para afectar la economía de su país. Piensa igual que su socio político y espiritual, el obispo Edir Macedo, propietario de la cadena de TV Record y la Iglesia Universal del Reino de Dios, para quien el coronavirus es inofensivo y la alarma es fruto de Satanás.
Sin tomar nota del primer muerto por el virus, al que se podrían sumar otros cuatro pacientes que estuvieron internados en el mismo hospital paulistano, el jefe de Estado anunció que va a organizar una "fiestita" para conmemorar su 65 cumpleaños el próximo 21 de marzo.
Lo anunció desafiando a sus médicos que le recomendaron permanecer aislado hasta que se sepa si contrajo o no el Covid-19. El primer examen dio negativo pero no fue conclusivo. Se realizó el test el jueves a poco de retornar de Estados Unidos donde lo recibió Donald Trump. Catorce personas integrantes de la comitiva presidencial están infectados, entre ellos el designado embajador en Washington, Nestor Froster y el secretario de Comunicaciones del Palacio del Planalto, Fabio Wajngarten.
Trump dijo a colaboradores estar "preocupado" por el contacto físico que tuvo con Wajngarten, junto al cual se tomó una foto en su resort de Palm Beach, Florida, y de quien recibió una gorra con el lema "Take Brazil Great Again", una frase de la campaña electoral republicana de 2016 que los bolsonaristas reciclaron para su propia publicidad. Brazil con "z", a la americana.
Wajngarten estuvo unos diez minutos cerca de Trump y permaneció mucho más tiempo cerca del mandatario brasileño, para quien trabajó durante los cuatro días de la visita norteamericana. Otro que abrazó a Bolsonaro fue el alcalde de Miami, Francis Suárez, que dio positivo en un test cuyo resultado se conoció el viernes. Hay más: los ventiún motociclistas de la Policía de Miami que lo escoltaron durante parte de esos cuatro días están en cuarentena .
Emulo de Donald Trump, Bolsonaro no imita a su colega en lo que refiere a la pandemia. Mientras el magnate cerró las fronteras aéreas y adoptó otras medidas de emergencia el caapitán retirado permanece en su negacionismo.
Declaró que no piensa cerrar las fronteras ni imponer restricciones a los vuelos llegados del exterior y criticó, sin nombrarlo, al gobernador de Rio de Janeiro, Wilson Witzel, por haber decretado el cierre de escuelas y recomendaciones que el público evite espacios públicos y abarrote las playas.
El lunes estuvo ausente de la videoconferencia en la que participaron Alberto Fernández y otros mandatarios sudamericanos en la que se intercambiaron informaciones sobre la dolencia.
Ha evitado estar en las reuniones ministeriales sobre el Covid-19 y recién el lunes creó un gabinete de crisis al frente del cual designó al general Walter Souza Braga Netto, en cuyo currículum sobresale la represión sangrienta de las favelas de Rio de Janeiro durante la intervención militar de 2018, pero no aparece ningún antecedente relevante en materia de salud pública.
El domingo Bolsonaro participó en un acto de ultraderecha convocado para atacar al Congreso y el Poder Judicial, e incitar con poco disimulo a una suerte de autogolpe. La marcha se realizó pese a que la Gobernación de Brasilia recomendó que no se hiciera para reducir los focos de contagio.
En ese mítin volvió a desafiar a los médicos al transgredir su cuarentena y tomar contacto 272 veces con sus seguidores (los palmeó, dio la mano, tomó selfies y usó gorras), según el conteo realizado por el diario O Estado de San Pablo.
Ese mismo periódico conservador que apoyó el ascenso del bolsonarismo escribió en su editorial del martes, "El mundo está en guerra con el coronavirus, mientras Bolsonaro mira a sus enemigos particulares".
URUGUAY
Una empleada doméstica, cuya patrona regresó recientemente de Europa, falleció en el interior Rio de Janeiro con síntomas del virus pero aún no se confirmó el motivo de su deceso.
Todo el arco político, desde el opositor Partido de los Trabajadores hasta dirigentes derechista Partido de la Socialdemocracia Brasileña se manifestaron con alarma , mientras el presidente reiteró hoy su desinterés sobre los datos de la enfermedad y atribuyó a grupos malintencionados un plan para sembrar "histeria" colectiva para afectar la economía de su país. Piensa igual que su socio político y espiritual, el obispo Edir Macedo, propietario de la cadena de TV Record y la Iglesia Universal del Reino de Dios, para quien el coronavirus es inofensivo y la alarma es fruto de Satanás.
Sin tomar nota del primer muerto por el virus, al que se podrían sumar otros cuatro pacientes que estuvieron internados en el mismo hospital paulistano, el jefe de Estado anunció que va a organizar una "fiestita" para conmemorar su 65 cumpleaños el próximo 21 de marzo.
Lo anunció desafiando a sus médicos que le recomendaron permanecer aislado hasta que se sepa si contrajo o no el Covid-19. El primer examen dio negativo pero no fue conclusivo. Se realizó el test el jueves a poco de retornar de Estados Unidos donde lo recibió Donald Trump. Catorce personas integrantes de la comitiva presidencial están infectados, entre ellos el designado embajador en Washington, Nestor Froster y el secretario de Comunicaciones del Palacio del Planalto, Fabio Wajngarten.
Trump dijo a colaboradores estar "preocupado" por el contacto físico que tuvo con Wajngarten, junto al cual se tomó una foto en su resort de Palm Beach, Florida, y de quien recibió una gorra con el lema "Take Brazil Great Again", una frase de la campaña electoral republicana de 2016 que los bolsonaristas reciclaron para su propia publicidad. Brazil con "z", a la americana.
Wajngarten estuvo unos diez minutos cerca de Trump y permaneció mucho más tiempo cerca del mandatario brasileño, para quien trabajó durante los cuatro días de la visita norteamericana. Otro que abrazó a Bolsonaro fue el alcalde de Miami, Francis Suárez, que dio positivo en un test cuyo resultado se conoció el viernes. Hay más: los ventiún motociclistas de la Policía de Miami que lo escoltaron durante parte de esos cuatro días están en cuarentena .
Emulo de Donald Trump, Bolsonaro no imita a su colega en lo que refiere a la pandemia. Mientras el magnate cerró las fronteras aéreas y adoptó otras medidas de emergencia el caapitán retirado permanece en su negacionismo.
Declaró que no piensa cerrar las fronteras ni imponer restricciones a los vuelos llegados del exterior y criticó, sin nombrarlo, al gobernador de Rio de Janeiro, Wilson Witzel, por haber decretado el cierre de escuelas y recomendaciones que el público evite espacios públicos y abarrote las playas.
El lunes estuvo ausente de la videoconferencia en la que participaron Alberto Fernández y otros mandatarios sudamericanos en la que se intercambiaron informaciones sobre la dolencia.
Ha evitado estar en las reuniones ministeriales sobre el Covid-19 y recién el lunes creó un gabinete de crisis al frente del cual designó al general Walter Souza Braga Netto, en cuyo currículum sobresale la represión sangrienta de las favelas de Rio de Janeiro durante la intervención militar de 2018, pero no aparece ningún antecedente relevante en materia de salud pública.
El domingo Bolsonaro participó en un acto de ultraderecha convocado para atacar al Congreso y el Poder Judicial, e incitar con poco disimulo a una suerte de autogolpe. La marcha se realizó pese a que la Gobernación de Brasilia recomendó que no se hiciera para reducir los focos de contagio.
En ese mítin volvió a desafiar a los médicos al transgredir su cuarentena y tomar contacto 272 veces con sus seguidores (los palmeó, dio la mano, tomó selfies y usó gorras), según el conteo realizado por el diario O Estado de San Pablo.
Ese mismo periódico conservador que apoyó el ascenso del bolsonarismo escribió en su editorial del martes, "El mundo está en guerra con el coronavirus, mientras Bolsonaro mira a sus enemigos particulares".
URUGUAY
Coronavirus: La Intersocial reclama al PE que frene aumento de tarifas
Martes, 17 Marzo 2020 18:01 - PORTAL PIT-CNT
Un conjunto de organizaciones sociales le solicitó al Poder Ejecutivo
que frene el aumento de tarifas previsto para el próximo 1° de abril,
dada la situación actual que atraviesa el país a partir de la llegada
del coronavirus COVID-19 y las consecuencias que ya ha provocado en la
población, especialmente en los sectores más vulnerables.
La Intersocial reúne a distintas organizaciones sociales como el PIT-CNT, FUCVAM, FEUU, ONAJPU, el colectivo Ovejas Negras y la Intersocial Feminista.
Mediante una declaración emitida en la presente jornada, señala que es responsabilidad del Estado "profundizar mecanismos especiales que amplíen la cobertura de las políticas sociales para garantizar el acceso de toda la población a los implementos necesarios para la prevención del contagio". Asimismo, señala que es "imperioso regular los precios de la canasta sanitaria, compuesta de los implementos básicos para el cuidado de las personas, de forma de evitar que los mismos queden sujetos a los criterios de especulación del mercado".
Al respecto, el secretario general de la Organización Nacional de Asociaciones de Jubilados y Pensionistas del Uruguay (ONAJPU), Daniel Baldassari, dijo al Portal del PIT-CNT que "no todos los uruguayos estamos en la misma situación ante esta emergencia sanitaria, porque aquellos que están más expuestos, son mucho más vulnerables a las consecuencias". Baldassari señaló que es imprescindible destacar el inmenso esfuerzo que realizan las trabajadoras y los trabajadores de la salud "anteponiendo las necesidades de la población a sus propia salud y la de sus familias". Según el secretario general de la ONAJPU, "son un ejemplo y la ciudadanía debe leerlo como corresponde y tenerlo en cuenta".
Por otra parte, apuntó que también se debe entender que hay una parte de la población que "vive al día" y una coyuntura como la actual de emergencia sanitaria requiere mayores gastos sanitarios y de higiene, para adoptar las medidas de prevención y evitar los contagios. "Nosotros encontramos que no hay una lista de precios para que el alcohol en gel y los distintos elementos necesarios tengan un precio fijado porque queda claro que no se puede dejar librado a la buena voluntad del mercado, acá hay que ser inflexible en distintos aspectos de prevención, de seguir a rajatabla las indicaciones de la autoridad sanitaria y también, en relación al derecho de los más vulnerables de su acceso a los elementos necesarios para su cuidado".
En relación a los jubilados y pensionistas, Baldassari apuntó a la realidad que afrontan quienes perciben los montos mínimos "lo que los deja más expuestos que a otras personas", así como también, lo que sucede con quienes no tienen trabajo o están "fuera del sistema".
En materia económica, sostuvo que la suba de las tarifas y la devaluación del peso uruguayo son variables que golpean especialmente a quienes viven de un ingreso fijo y "encarecen el diario vivir", por lo que resulta imperioso "frenar la suba" para evitar el impacto que causaría en este contexto donde aumentan los envíos al Seguro de Paro y se percibe una notoria reducción de actividades en diversos ámbitos. "Los primeros que pagan esta situación compleja son los trabajadores, si además, sabemos que tenemos jubilados y pensionistas que lo que perciben no llega a cubrir sus necesidades mínimas básicas, todo esto genera una realidad muy difícil y es por ello que la declaración reclama medidas del Poder Ejecutivo que atemperen la situación y concretamente, sostenemos que no se debe producir el aumento de las tarifas públicas que se anunció para el 1° de abril".
En otro orden, la declaración de la Intersocial exhorta a la población a mantener la calma y extremar los criterios establecidos para mitigar la propagación del virus y reafirma que "ante la compleja situación que afrontamos, la solidaridad es la clave fundamental para organizar las respuestas".
Ante la compleja situación que afrontamos la solidaridad es la clave fundamental para organizar las respuestas.
El movimiento sindical de nuestro país, una vez más pone todos sus esfuerzos y su mayor nivel de compromiso, al servicio de las necesidades de nuestro pueblo.
¡Más unidad, más solidaridad y más lucha!
PIT CNT - FUCVAM - FEUU - ONAJPU – Intersocial Feminista – Colectivo Ovejas Negras
Montevideo, 17 de marzo de 2020
La Intersocial reúne a distintas organizaciones sociales como el PIT-CNT, FUCVAM, FEUU, ONAJPU, el colectivo Ovejas Negras y la Intersocial Feminista.
Mediante una declaración emitida en la presente jornada, señala que es responsabilidad del Estado "profundizar mecanismos especiales que amplíen la cobertura de las políticas sociales para garantizar el acceso de toda la población a los implementos necesarios para la prevención del contagio". Asimismo, señala que es "imperioso regular los precios de la canasta sanitaria, compuesta de los implementos básicos para el cuidado de las personas, de forma de evitar que los mismos queden sujetos a los criterios de especulación del mercado".
Al respecto, el secretario general de la Organización Nacional de Asociaciones de Jubilados y Pensionistas del Uruguay (ONAJPU), Daniel Baldassari, dijo al Portal del PIT-CNT que "no todos los uruguayos estamos en la misma situación ante esta emergencia sanitaria, porque aquellos que están más expuestos, son mucho más vulnerables a las consecuencias". Baldassari señaló que es imprescindible destacar el inmenso esfuerzo que realizan las trabajadoras y los trabajadores de la salud "anteponiendo las necesidades de la población a sus propia salud y la de sus familias". Según el secretario general de la ONAJPU, "son un ejemplo y la ciudadanía debe leerlo como corresponde y tenerlo en cuenta".
Por otra parte, apuntó que también se debe entender que hay una parte de la población que "vive al día" y una coyuntura como la actual de emergencia sanitaria requiere mayores gastos sanitarios y de higiene, para adoptar las medidas de prevención y evitar los contagios. "Nosotros encontramos que no hay una lista de precios para que el alcohol en gel y los distintos elementos necesarios tengan un precio fijado porque queda claro que no se puede dejar librado a la buena voluntad del mercado, acá hay que ser inflexible en distintos aspectos de prevención, de seguir a rajatabla las indicaciones de la autoridad sanitaria y también, en relación al derecho de los más vulnerables de su acceso a los elementos necesarios para su cuidado".
En relación a los jubilados y pensionistas, Baldassari apuntó a la realidad que afrontan quienes perciben los montos mínimos "lo que los deja más expuestos que a otras personas", así como también, lo que sucede con quienes no tienen trabajo o están "fuera del sistema".
En materia económica, sostuvo que la suba de las tarifas y la devaluación del peso uruguayo son variables que golpean especialmente a quienes viven de un ingreso fijo y "encarecen el diario vivir", por lo que resulta imperioso "frenar la suba" para evitar el impacto que causaría en este contexto donde aumentan los envíos al Seguro de Paro y se percibe una notoria reducción de actividades en diversos ámbitos. "Los primeros que pagan esta situación compleja son los trabajadores, si además, sabemos que tenemos jubilados y pensionistas que lo que perciben no llega a cubrir sus necesidades mínimas básicas, todo esto genera una realidad muy difícil y es por ello que la declaración reclama medidas del Poder Ejecutivo que atemperen la situación y concretamente, sostenemos que no se debe producir el aumento de las tarifas públicas que se anunció para el 1° de abril".
En otro orden, la declaración de la Intersocial exhorta a la población a mantener la calma y extremar los criterios establecidos para mitigar la propagación del virus y reafirma que "ante la compleja situación que afrontamos, la solidaridad es la clave fundamental para organizar las respuestas".
Texto completo de la Intersocial
Las organizaciones sociales reunidas el día de la fecha, luego de realizar un examen de la campaña dirigida a prevenir los efectos causados por la llegada a nuestro país del COVID - 19 Coronavirus, que fuera declarado pandemia por la Organización Mundial de la Salud (OMS), lo cual ha desatado una emergencia sanitaria sin precedentes, consideramos:- Los sectores de la población que más expuestos se encuentran a los efectos de esta situación sanitaria, son aquellos que viven en condiciones de mayor vulnerabilidad.
- Manifestamos nuestra preocupación ante el impacto que la situación genera en el empleo, especialmente ante el hecho de que 1 de cada 4 trabajadores y trabajadoras, es decir el 25%, no tiene al día de hoy derecho al subsidio por desempleo. En tal sentido, solicitamos a las autoridades genere todos los mecanismos necesarios que permitas garantizar cobertura del 100% de los salarios es decir que la misma se realice por el total de los días no trabajados por esta situación. Entendemos absolutamente improcedente que las medidas de reestructuración del trabajo se tomen de forma unilateral, prescindiendo de la participación de la parte trabajadora.
- Solicitamos al Gobierno Nacional frenar el aumento de tarifas previsto para el 1º de abril. Las medidas sanitarias estipuladas requieren un mayor utilización de los servicios, lo cual, sumado al aumento previsto, tendrá un fuerte impacto en el poder adquisitivo de los salarios e ingresos del conjunto de la población.
- Entendemos imperioso regular los precios de la canasta sanitaria, compuesta de los implementos básicos para el cuidado de las personas, de forma de evitar que los mismos queden sujetos a los criterios de especulación del mercado.
- Manifestamos nuestra solidaridad y reconocimiento a los trabajadores de la salud, que están en la primera línea de contención de la prevención de la enfermedad. Nuestros compañeros y compañeras están teniendo una actitud sumamente responsable, que nos enorgullece.
Ante la compleja situación que afrontamos la solidaridad es la clave fundamental para organizar las respuestas.
El movimiento sindical de nuestro país, una vez más pone todos sus esfuerzos y su mayor nivel de compromiso, al servicio de las necesidades de nuestro pueblo.
¡Más unidad, más solidaridad y más lucha!
PIT CNT - FUCVAM - FEUU - ONAJPU – Intersocial Feminista – Colectivo Ovejas Negras
Montevideo, 17 de marzo de 2020
Abdala: Medidas del gobierno son "insuficientes" y el Presidente "se olvidó de los sectores más vulnerables"
Jueves, 19 Marzo 2020 22:21 - PORTAL PIT-CNT
El secretario general del PIT-CNT, Marcelo Abdala, al término de la
conferencia de prensa en la que el presidente de la República y
ministros, anunciaron un paquete de medidas, que no incluyen el freno al
anunciado aumento de las tarifas públicas, dijo al Portal de la central
sindical que las medidas son "insuficientes". Asimismo, consideró que
el anuncio del Poder Ejecutivo en relación a no suspender el aumento de
las tarifas, "es una señal muy negativa".
En este sentido, el Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT emitió una declaración en la que planteó una serie de medidas en defensa del trabajo, entre las que se incluye la creación de una renta básica que alcance a todas y todos aquellos afectados por esta crisis que no estén comprendidos en la red de protección social para garantizar la alimentación y la sanidad de toda la población, medidas para apoyar las pequeñas y medianas empresas en su actividad con el objetivo de mantener los puestos de trabajo, crear una renta básica que alcance a todas y todos aquellos afectados por esta crisis que no estén comprendidos en la red de protección social para garantizar la alimentación y la sanidad de toda la población y flexibilizar los vencimientos de las tarifas públicas, tributos, alquileres y tarjetas de crédito, entre otras.
Abdala dijo al Portal que en la reunión mantenida por una delegación del PIT-CNT con la Comisión de Legislación del Trabajo del Senado, hubo un intercambio muy profundo y en su opinión, los legisladores presentes consideraron razonables las propuestas del movimiento sindical, "que son transitorias y para la emergencia que se está viviendo".
El secretario general de la central sindical, señaló que hay una "convergencia" entre algunos planteos del PIT-CNT y los anuncios que el gobierno realizó este jueves por la noche, con el planteo de atender la situación de pequeños y medianos empresarios afectados por los impactos económicos del conavirus. "Eso a nosotros nos parece bien, mirando con cabeza grande, defendiendo las grandes mayorías, defendiendo el país y la salud de la gente y también tratando de minimizar el impacto económico".
En otro orden, cuestionó que el gobierno haya "dejado afuera" de cualquier tipo de cobertura "a todos los trabajadores informales, que son 400 mil, a las unipersonales, a los trabajadores por la cuenta propia sin local, a todo el mundo del trabajo que no tiene ningún tipo de protección social y que van a ser los más afectados económicamente porque de los distintos engranajes de la economía, ese es el sector más complicado".
Abdala remarcó que las medidas anunciadas por el presidente y sus ministros "son insuficientes" y que el movimiento sindical aguardará una respuesta formal del Poder Ejecutivo a las medidas que propuso la central sindical ante la actual coyuntura.
Consultado sobre la postura del Senador Guido Manini Ríos, reclamando el freno del aumento de las tarifas públicas, Abdala dijo que si bien "podremos tener muchas diferencias, este planteo que hizo va en línea con lo que plantea el PIT-CNT, es una propuesta que en primer lugar la hicimos nosotros, pero bienvenida esa opinión y que exista dentro de la propia coalición de gobierno".
Abdala valoró el bueno diálogo que pudo desarrollar el PIT-CNT con los parlamentarios de la Comisión de Asuntos Laborales del Senado y consideró que quedó habilitado el escenario a que dicha comisión "sea un interlocutor fuerte, importante, para generar una respuesta formal del PE, porque ahí estaban todos los partidos políticos".
Claves
La ministra de Economía, Azucena Arbeleche, anunció medidas para "aliviar" las consecuencias coronavirus. Claves: Línea blanda de créditos del BROU a tasas muy bajas. Diferir pagos de DGI de empresas Literal E, en 6 cuotas sin interés a partir de mayo. Prorrogar pagos de BPS para monotributistas y pymes de hasta 10 empleados (marzo y abril) en 6 cuotas a partir de junio por el 60 por ciento. Del 40 por ciento restante se hará cargo el Estado. El Banco Central autorizó a las instituciones financieras para extender plazos de vencimientos de créditos por 180 días. El aumento de tarifas públicas sigue en pie.
En este sentido, el Secretariado Ejecutivo del PIT-CNT emitió una declaración en la que planteó una serie de medidas en defensa del trabajo, entre las que se incluye la creación de una renta básica que alcance a todas y todos aquellos afectados por esta crisis que no estén comprendidos en la red de protección social para garantizar la alimentación y la sanidad de toda la población, medidas para apoyar las pequeñas y medianas empresas en su actividad con el objetivo de mantener los puestos de trabajo, crear una renta básica que alcance a todas y todos aquellos afectados por esta crisis que no estén comprendidos en la red de protección social para garantizar la alimentación y la sanidad de toda la población y flexibilizar los vencimientos de las tarifas públicas, tributos, alquileres y tarjetas de crédito, entre otras.
Abdala dijo al Portal que en la reunión mantenida por una delegación del PIT-CNT con la Comisión de Legislación del Trabajo del Senado, hubo un intercambio muy profundo y en su opinión, los legisladores presentes consideraron razonables las propuestas del movimiento sindical, "que son transitorias y para la emergencia que se está viviendo".
El secretario general de la central sindical, señaló que hay una "convergencia" entre algunos planteos del PIT-CNT y los anuncios que el gobierno realizó este jueves por la noche, con el planteo de atender la situación de pequeños y medianos empresarios afectados por los impactos económicos del conavirus. "Eso a nosotros nos parece bien, mirando con cabeza grande, defendiendo las grandes mayorías, defendiendo el país y la salud de la gente y también tratando de minimizar el impacto económico".
En otro orden, cuestionó que el gobierno haya "dejado afuera" de cualquier tipo de cobertura "a todos los trabajadores informales, que son 400 mil, a las unipersonales, a los trabajadores por la cuenta propia sin local, a todo el mundo del trabajo que no tiene ningún tipo de protección social y que van a ser los más afectados económicamente porque de los distintos engranajes de la economía, ese es el sector más complicado".
Abdala remarcó que las medidas anunciadas por el presidente y sus ministros "son insuficientes" y que el movimiento sindical aguardará una respuesta formal del Poder Ejecutivo a las medidas que propuso la central sindical ante la actual coyuntura.
Consultado sobre la postura del Senador Guido Manini Ríos, reclamando el freno del aumento de las tarifas públicas, Abdala dijo que si bien "podremos tener muchas diferencias, este planteo que hizo va en línea con lo que plantea el PIT-CNT, es una propuesta que en primer lugar la hicimos nosotros, pero bienvenida esa opinión y que exista dentro de la propia coalición de gobierno".
Abdala valoró el bueno diálogo que pudo desarrollar el PIT-CNT con los parlamentarios de la Comisión de Asuntos Laborales del Senado y consideró que quedó habilitado el escenario a que dicha comisión "sea un interlocutor fuerte, importante, para generar una respuesta formal del PE, porque ahí estaban todos los partidos políticos".
Claves
La ministra de Economía, Azucena Arbeleche, anunció medidas para "aliviar" las consecuencias coronavirus. Claves: Línea blanda de créditos del BROU a tasas muy bajas. Diferir pagos de DGI de empresas Literal E, en 6 cuotas sin interés a partir de mayo. Prorrogar pagos de BPS para monotributistas y pymes de hasta 10 empleados (marzo y abril) en 6 cuotas a partir de junio por el 60 por ciento. Del 40 por ciento restante se hará cargo el Estado. El Banco Central autorizó a las instituciones financieras para extender plazos de vencimientos de créditos por 180 días. El aumento de tarifas públicas sigue en pie.
Ayuden un poco
El PIT CNT pidió terminar con “el lucro de quienes hacen de la salud una mercancía”
La central sindical anunció que estará “en la primera línea de esta batalla […] pensando en lo mejor para los trabajadores”.
16.03.2020 21:43 - MONTEVIDEO PORTAL
Foto: Pixabay
El PIT CNT anunció mediante un
comunicado que se suma a la campaña empleada por el gobierno nacional
para combatir la propagación del coronavirus y, en este sentido, emitió
una serie de apreciaciones sobre su rol.
La central sindical expresó que "estará en la primera línea de esta batalla contra esta pandemia, pensando -como es su misión- en lo mejor para los trabajadores y el pueblo".
Así, en su declaración expresó que definió sumarse a la campaña decidida por el gobierno y expresó: "Reafirmamos nuestro compromiso con la salud de la población. Reclamamos el acceso permanente a la información de las medidas que el gobierno defina, así como tener la posibilidad de discutirlas".
Además, anunció que integrará el Comité Intersectorial de Crisis, una junta creada a nivel gubernamental para discutir las medidas a implementar, cuya primera reunión será el próximo viernes. "Nuestro movimiento sindical cuenta con trabajadoras y trabajadores de la salud altamente capacitados para la tarea", aseveró el PIT CNT.
La central sindical expresó más adelante en su comunicado que "la campaña contra el coronavirus no debe olvidar a los más desvalidos, a las uruguayas y uruguayos que no tienen casa, a las ancianas y ancianos que no disponen de recursos, a las trabajadoras y trabajadores desempleados", por lo que trabajará en pos de ayudarlos.
Finalmente, el PIT CNT se expresó sobre la suba de los precios de los productos necesarios para combatir el virus, entre los que se encuentran el alcohol en gel, el alcohol rectificado y los tapabocas. Estos elementos, de los que ya hay faltante en varios puntos de venta, crecieron exponencialmente su precio en el mercado.
"Combatir el lucro que pretenden obtener quienes hacen de la salud una mercancía, es hoy una tarea clave", expresó el PIT CNT.
"Reafirmamos que la salud de los uruguayos es un elemento esencial en la construcción de un país realmente democrático, productivo y con justicia social", concluyó el comunicado.
Sobre este mismo tema se había expresado la senadora frenteamplista Carolina Cosse, quien opinó que el gobierno debería fijar un tope para ambos productos para facilitar que la población pueda acceder a ellos.
En conferencia de prensa en Torre Ejecutiva, en la que el presidente Luis Lacalle Pou anunció que ya hay 29 casos confirmados de coronavirus, el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, dijo que el área de Defensa del Consumidor, del Ministerio de Economía y Finanzas, publicará los precios en varios puntos de venta de estos productos "indispensables" para la higiene.
Sin embargo, el jerarca no anunció que los precios de estos productos vayan a topearse.
Montevideo Portal
La central sindical expresó que "estará en la primera línea de esta batalla contra esta pandemia, pensando -como es su misión- en lo mejor para los trabajadores y el pueblo".
Así, en su declaración expresó que definió sumarse a la campaña decidida por el gobierno y expresó: "Reafirmamos nuestro compromiso con la salud de la población. Reclamamos el acceso permanente a la información de las medidas que el gobierno defina, así como tener la posibilidad de discutirlas".
Además, anunció que integrará el Comité Intersectorial de Crisis, una junta creada a nivel gubernamental para discutir las medidas a implementar, cuya primera reunión será el próximo viernes. "Nuestro movimiento sindical cuenta con trabajadoras y trabajadores de la salud altamente capacitados para la tarea", aseveró el PIT CNT.
La central sindical expresó más adelante en su comunicado que "la campaña contra el coronavirus no debe olvidar a los más desvalidos, a las uruguayas y uruguayos que no tienen casa, a las ancianas y ancianos que no disponen de recursos, a las trabajadoras y trabajadores desempleados", por lo que trabajará en pos de ayudarlos.
Finalmente, el PIT CNT se expresó sobre la suba de los precios de los productos necesarios para combatir el virus, entre los que se encuentran el alcohol en gel, el alcohol rectificado y los tapabocas. Estos elementos, de los que ya hay faltante en varios puntos de venta, crecieron exponencialmente su precio en el mercado.
"Combatir el lucro que pretenden obtener quienes hacen de la salud una mercancía, es hoy una tarea clave", expresó el PIT CNT.
"Reafirmamos que la salud de los uruguayos es un elemento esencial en la construcción de un país realmente democrático, productivo y con justicia social", concluyó el comunicado.
Sobre este mismo tema se había expresado la senadora frenteamplista Carolina Cosse, quien opinó que el gobierno debería fijar un tope para ambos productos para facilitar que la población pueda acceder a ellos.
En conferencia de prensa en Torre Ejecutiva, en la que el presidente Luis Lacalle Pou anunció que ya hay 29 casos confirmados de coronavirus, el secretario de Presidencia, Álvaro Delgado, dijo que el área de Defensa del Consumidor, del Ministerio de Economía y Finanzas, publicará los precios en varios puntos de venta de estos productos "indispensables" para la higiene.
Sin embargo, el jerarca no anunció que los precios de estos productos vayan a topearse.
Montevideo Portal
DÓLAR, TARIFAS E INFLACIÓN.
Segunda quincena, marzo 2020
DÓLAR, TARIFAS E INFLACIÓN.
El
desgaste del Encuentro Progresista, que en sus gobiernos, olvidó su
pasado de izquierda y aplicó las recetas del Consenso de Washington,
desbrozó el camino para la asunción del gobierno del Dr Luis Lacalle
Pou, como abanderado del neo liberalismo más crudo.
Más
allá de versos teóricos el objetivo real de la reducción del gasto
público, de salarios reales y de propuestas privatizadoras, es la
transferencia de ingresos desde los sectores populares para asegurar a
los acreedores el cobro de sus créditos e intereses frente al Estado.
El costo de prebendas al capital requiere periódicos ajustes fiscales contra los trabajadores y el pueblo.
Agarrate Catalina.
Era
previsible que las “fuerzas de mercado” empujarían el precio del
billete verde al alza, en el marco de estrategias de impunidad
financiera. A eso se suman incrementos de tarifas de entes del Estado y
aumentos encubiertos del IVA, reduciendo descuentos por el uso de
tarjetas de débito y crédito.
La
evolución ascendente del dólar y de las tarifas públicas, impulsan
incrementos de precios de bienes de consumo augurando que los niveles de
inflación del 2020 superaran largamente las pautas salariales
instrumentadas desde el gobierno “progresista” que serán reafirmadas por
los “multicolores” consolidando la fuerte reducción de capacidad de
compra de los trabajadores.
Otro de los pilares de la agresión económica contra los sectores populares es la disminución de gastos del sector público, generando mayor desempleo y menor calidad de servicios.
Rendición
de cuentas, presupuesto, reforma de la seguridad social, conforman un
trípode para liberar recursos destinados a satisfacer acreedores y reprimir protestas.
La trasnochada.
El
discurso pone énfasis especial en la reducción del empleo público. La
propuesta primordial consiste en reponer solamente una de cada tres
vacantes.i
No
se especifican demasiado los rubros y tampoco existen estudios técnicos
por actividad sobre consecuencias en la prestación de los servicios. La
prioridad multicolor son los Ministerios del interior y Defensa,
difícilmente sea por allí la reducción. Además, servicios de salud,
educación, INAU, justicia, servicios veterinarios, entro otros requieren
más trabajadores y no menos.
El
paquete incluye paralelamente disminución de gastos de funcionamiento e
inversiones. Tampoco aquí aparecen pistas claras sobre los ámbitos
afectados, ni análisis de consecuencias. Quizás se termine recurriendo a
más tercerizaciones y privatizaciones con mayores costos para el Estado
y ganancias para intermediarios.
El balance que realizaba Stiglitz sobe este tipo de experiencias en el mundo aparece contundente. “Desplazar
gente desde empleos poco productivos en empresas públicas hacia el
desempleo no incrementa la renta nacional del país y ciertamente no
aumenta el bienestar de los trabajadores.”ii
Un título viejo.
Las consecuencias se harán sentir en el plano social y económico. La demanda interna caerá aún más por la disminución del empleo y del ingreso real de trabajadores y jubilados, ya agobiados por la magnitud de sus deudas.
Datos de estudios de mercado de crédito por empresas orientadas a sectores populares, revelan que más del 80% de sus clientes potenciales tenían deudas pendientes con un promedio de más de 2 tarjetas de crédito por usuario. Sus cuotas además representan el 30% del ingreso mensual.
En
este escenario la mayor contracción de la demanda y el consumo
agravarán los problemas de las actividades volcadas al mercado interno,
afectando incluso más hondamente la recaudación fiscal, que recae
esencialmente sobre las ventas y salarios.
Por
su parte las perspectivas de crecimiento “hacia afuera” aparecen
acotadas por problemas estructurales y extranjerización del agro y las
cadenas productivas derivadas. A ello se agregan signos de interrogación
sobre la demanda de los mercados mundiales ampliados por crisis
bursátiles y casinos especulativos.
La gran muñeca.
Las principales inversiones públicas, en curso están orientadas a satisfacer a UPM.
En
particular red ferroviaria, puerto, caminos, viaductos constituyen la
apuesta a la posible instalación de la segunda planta de celulosa.
Las
obras de infraestructura pueden inducir un relativo impacto productivo
que quizás si se complementa con la construcción de la planta fabril, en
zona franca, pueden significar otra “estrella fugaz” en las
perspectivas de crecimiento económico. Las consecuencias de mediano y
largo plazo serán negativas.
El costo recaerá sobre la población mediante deudas ocultas detrás de contratos de participación público- privados.
La
consolidación de mayores zonas de plantaciones de eucaliptus
desplazarán actividades con mayor potencial de desarrollo. La fase de
construcción de la fábrica se agotará aceleradamente y los frutos del
incremento de la producción serán apropiados desde el exterior. El tren
de UPM sera un atentado permanente contra el buen vivir de poblaciones
afectadas por una secuencia de desplazamiento de celulosa y productos
químicos que hará inviable el transporte de pasajeros y de otros
productos.
Subordinación, concentración, extranjerización de riquezas, costos para el pueblo. Más de lo mismo.
GOTITAS DE ECONOMÍA
-
Las promesas
multicolores de no incrementar tarifas públicas, quedaron en palabras
que se llevó el viento. Agua potable 10.7%, energía eléctrica 10.5% ,
Antel 9.87%. Ajuste fiscal, en la pista.
-
La anemia del
mercado laboral continúa. Datos oficiales ubican la tasa de empleo en
57.5% para enero del 2020, levemente inferior a la de 2019 que fue de
57.6% con una gráfica en descenso.
-
El INE registra que
el índice de volumen físico de la industria en enero 2020 cayó un 3% en
relación al miso mes del año anterior. Las horas trabajadas
disminuyeron 7%.
-
La encuesta de
expectativas económicas que realiza el BCU entre sus referentes, en el
informe de diciembre de 2019 auguraban en promedio un precio del dólar
de 39.3 para mayo del 2020 y de 41.18 para diciembre. Optimistas los
economistas oficialistas.
-
El dólar en Uruguay
se incrementó algo más de 16% durante 2019, a fines de ese año se
cotizó a 37.6 pasando en mediados de marzo a superar los $ 43 pese a la
emisión de títulos de deuda y la venta de dólares por parte del BCU que
aumentan la oferta en el corto plazo. ¿El país de las tablitas rotas?
-
El dólar en Brasil
ha aumentado su precio desde un entorno de 4 reales por dólar a 4.7 en
pocos días. La especulación financiera desatada. El gobierno Bolsonaro
se parece mucho al de Macri.
-
Las bolsas de
valores del mundo se agitan. Bajan, suben, al igual que precios de
materias primas. ¿Culpa solamente de la gripe? ¿o también del
funcionamiento capitalista mundial incluyendo los casinos financieros?
iEl EP, proponía reponer dos de cada tres.
ii El Malestar en la globalización. J. Stiglitz. p. 129-