miércoles, 25 de marzo de 2020

¿Ya nada será igual en América Latina después del COVID-19? // NOAM CHOMSKY: “Las camas de los hospitales se han suprimido en nombre de la eficiencia” // El fin de la borrachera neoliberal // Nueva York se convierte en el epicentro del brote de COVID-19 en EEUU // Democracy Now!: La respuesta de Trump ante la pandemia: todo para las empresas, nada para los trabajadores // El primer contagio en la favela Ciudad de Dios disparó las alarmas // Bolsonaro y la rutina del desastre y la ridiculez Por Eric Nepomuceno // Turbulencias del neoliberalismo Por Emir Sader. // URUGUAY: La Plataforma Intersocial :Medidas para el bienestar esencial del pueblo // Ajuste, tarifazo y devaluación: Las tres mentiras del gobierno


¿Ya nada será igual en América Latina después del COVID-19?
“Hacer planes de la misma manera que antaño sería como intentar rellenar el mar con arena, señala el científico y físico español Antonio Turiel. El daño sistémico que se está causando ahora y que aún se extenderá durante varias semanas es irreparable; es el Inicio del fin del capitalismo.”
“El  Coronavirus es la primera gran pandemia del capitalismo trasnacionalizado, que desnuda la crisis de un sistema económicosocial diseñado por los dogmas neoliberales desde inicios de la década de 1970.”
“Pero, héte aquí, que aparece en momentos en que en América Latina aparece una conciencia colectiva que exige (incluso con estallidos sociales en Haití, Colombia, Ecuador, Chile) la presencia del Estado y la participación social organizada para ocuparse de los problemas, que garantice el acceso a las necesidades básicas de manera igualitaria.”
Por Aram Aharonian | 24/03/2020 | Opinión / REBELIÓN

Fuentes: Rebelión
No sabemos aún cuál será el desenlace de la pandemia del COVID-19, ni sabemos qué nuevas turbulencias sociales, financieras, políticas, económicas y militares podrá desatar pero, a la vez, divisamos también signos de una transformación en ciernes.
No todo será como era: hay que repensar el mundo que viene y reconsiderar las prioridades de su agenda. En una región hoy llena de temerosos con tapabocas, queda en claro que la prioridad no es el pago de la deuda externa, sino los problemas de salud pública.
El mundo, nuestra América Latina, ya no serás igual. Quizá sea demasiado optimista, pero en medio del temor, la desinformación y la manipulación abierta por grupos cavernarios, las sociedades van reaccionando pasado el primer impacto, y a las muestras de psicosis y paranoia que condujeron a compras de pánico, la solidaridad surge como el aliciente para garantizar la sobrevivencia humana.
Desde ya deberíamos de abandonar la idea de volver a «la normalidad», a «lo de antes», porque lo de antes ya no existe. Hemos descubierto que ante una crisis real lo que funciona es lo público, pese a que lo público fue y es denostados día sí y día porque la maquinaria de (des)información. De golpe aprendimos que un servicio no es un negocio sometido a «las reglas del mercado», verso que solo sirve para que se aplique la ley de la selva. 
Estamos inaugurando la época de los imprevistos permanentes: ayer un temporal, hoy el coronavirus, y mañana -¡ay mañana!- seguramente la crisis económica. Y luego la de la escasez de recursos. Se esfuma la planificación como se hizo durante toda la historia humana,  pues esta época (el Holoceno) ya está dejando paso a la siguiente, el Antropoceno, la del caos y la impredecibilidad. 
Hacer planes de la misma manera que antaño sería como intentar rellenar el mar con arena, señala el científico y físico español Antonio Turiel. El daño sistémico que se está causando ahora y que aún se extenderá durante varias semanas es irreparable; es el Inicio del fin del capitalismo.
El  Coronavirus es la primera gran pandemia del capitalismo trasnacionalizado, que desnuda la crisis de un sistema económicosocial diseñado por los dogmas neoliberales desde inicios de la década de 1970.
Pero, héte aquí, que aparece en momentos en que en América Latina aparece una conciencia colectiva que exige (incluso con estallidos sociales en Haití, Colombia, Ecuador, Chile) la presencia del Estado y la participación social organizada para ocuparse de los problemas, que garantice el acceso a las necesidades básicas de manera igualitaria. 
Dos alternativas opuestas se abren en el oscuro horizonte, dice Yuval Harari en el Financial Times: una, el desarrollo de la tecnología médica ofrece una salida distópica pero hoy posible, la vigilancia se mete debajo de la piel para monitorear (no solo) la salud de poblaciones enteras. La otra, para quienes sueñan con la privacidad como motor de la historia, es la cooperación global en el plano de la información, el comercio y las migraciones. Y ahora que EEUU ya no lideran al mundo: ¿quién podrá salvarnos?
(Hago un paréntesis. Desde Paris me escriben que el cielo está depejado y las nubes de smog parecen haber desaparecido: el parate vehicular está salvando al medio ambiente)
Pero nuestra América latina no será la misma (cuidado, no digo que será peor). El impacto del coronavirus Covid-19 en las cadenas globales de valor hará que el desempleo en la región crezca un 10 por ciento, aumentando también la pobreza y la pobreza extrema. De un total de 620 millones de habitantes en América Latina, el número de pobres en la región subiría de 185 a 220 millones de personas, en tanto que las personas en pobreza extrema podrían aumentar de 67.4 millones a 90 millones.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) advirtió que la crisis del Covid-19 pasará a la historia como una de las peores que el mundo ha vivido, el poner en riesgo un bien público global esencial, la salud humana.
Y afectará a una ya debilitada economía mundial tanto por el lado de la oferta como de la demanda, ya sea a través de la interrupción de las cadenas de producción –que golpeará severamente al comercio mundial– como a través de la pérdida de ingresos y de ganancias debido a un alza del desempleo y mayores dificultades para cumplir con las obligaciones de deuda.
La interrupción de las cadenas globales de valor afectaría principalmente a México y Brasil, países que importan partes y bienes intermedios desde China para sus sectores manufactureros, en especial en los casos de repuestos para automóviles, electrodomésticos, productos electrónicos y farmacéuticos. Mientras, el precio del petróleo cae a precios que no justifican su producción.
La región creció a una tasa estimada de apenas 0.1% en 2019, y los últimos pronósticos de la Cepal realizados en diciembre pasado preveían un crecimiento de 1.3% para 2020. Pero, el organismo estima una contracción de -1,8% del producto interno bruto regional, lo que podría llevar a que el desempleo en la región suba en diez puntos porcentuales.

La crisis sanitaria global no solo es un gran desafío para los sistemas de salud y la economía en el mundo, sino que constituye un problema biosocial que obliga a las naciones a volver al desaparecido sentido de comunidad internacional. La pandemia hizo que las naciones volvieran a mirarse en comunidad al constatar que no podían enfrentar la emergencia solos, pero a la vez se enfrentan con la contradicción de dictar medidas nacionales, como el cierre de fronteras.

Un panorama regional
La crisis del Covid-19 fue aprovechada por Estados Unidos, que presionó a varios países para imponer, nuevamente, a Luis Almagro como secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA). Fue muy higiénico: todos los presentes usaban guantes de látex. La embajadora mexicana Luz Elena Baños fue categórica;  “Inicia usted, señor secretario, un segundo periodo, no solo con la falta de apoyo, sino con el rechazo de un grupo importante de Estados”
“Su elección es una patética expresión de lo que cualquier Misión de Observación Electoral (MOE) observaría como malas prácticas. Expresa la profundización de las diferencias y de las fracturas en el hemisferio. Es muestra del triunfo de la conducción parcial de la OEA, de un Secretario General que actúa como otro Estado miembro, y no como un facilitador. Un Secretario General que no cree en la reelección e hizo todo lo posible por reelegirse, usando nuestros recursos para lograrlo”, abundó Baños.
Mientras la región aprovecha la experiencia europea para ponerle frenos a la difusión del virus, los sociólogos insisten en que hay que trabajar para impedir que el distanciamiento entre las personas obligado por el virus –sin cara y por ahora sin cura- se transforme en aislamiento.
La excepción es Brasil, cuyo presidente, Jair Bolsonaro, no parece dispuesto a tomar ninguna medida contra los contagios, a pesar que 22 de quienes integraron su comitiva a Estados Unidos, donde se reunió con Donald Trump y el Comando Sur, dieron signos positivos al virus.
Y puso en marcha la “coronafé” (¿será la etapa superior del realismo mágico?), señalando que sólo la fe salvará al pueblo, repitiendo la consigna de los pastores evangélicos que lo financian y sustentan. Las megaiglesias evangélicas continúan abiertas, mientras el virus se expande sin control.
Belice es el único país de la región que aún no tiene casos de Covid19. Argentina entró en cuarentena total. El aislamiento obligatorio que dispuso el presidente Alberto Fernández rige hasta el 31 de marzo: toda la población debe permanecer en su casa y sólo puede desplazarse en su barrio para la compra de productos esenciales, mientras se estudia cómo prevenir la violencia doméstica que podría desencadenarse por el confinamiento.
En México, el Consejo de Salubridad General determinó que el Covid-19 será tratado en México como enfermedad grave de atención prioritaria, por lo que se detonará todo un proceso de atención por parte de la Secretaría de Salud en los próximos días.
 Perú ya declaró el «Estado de Excepción», Ecuador lo hizo con el «Estado de Emergencia» y ambos países decretaron el toque de quedapara horarios nocturnos, lo mismo que sucedió en Bolivia.  En Uruguay ya se evalúa la «cuarentena general», mientras queen Brasil la gente cacerolea y protesta en las calles para exigirle a Jair Bolsonaro –que cree que se trata de una fantasía china y no de una pandemia- que tome medidas.
Por su parte, Chile entró en «Estado de Excepción Constitucional de Catástrofe» por noventa días, lo que le otorga múltiples atribuciones a su presidente, Sebastián Piñera. Además de dotar de mayores atribuciones a las Fuerzas Armadas chilenas en las calles, en el marco de un contexto de abierto conflicto social,el decreto permite al presidente activar aislamientos de ciudades y decretar el toque de queda cuando creyera necesario. 
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, denunció que en medio de la pandemia, Estados Unidos persigue los aviones y barcos que transportan alimentos a su país, y sostuvo que está dispuesto a ir al infierno con tal de conseguir ayuda, luego de que el Fondo Monetario Internacional rechazó prestar cinco mil millones de dólares. “Tengo que denunciarlo, Estados Unidos está recrudeciendo sus medidas criminales contra el pueblo de Venezuela, dijo Maduro en cadena de radio y televisión.
La Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) vaticinó que la crisis humanitaria de Venezuela se agravará aún más por la pandemia de coronavirus, y exhortó a los organismos multilaterales a pensar en la población y ofrecer ayuda. Alicia Bárcena, secretaria ejecutiva del organismo de la ONU, pidió a EEUU que levante las sanciones económicas que ha impuesto a ese país para ayudarle a capear el coronavirus.
“La comunidad internacional debe pensar en la gente… No podemos dejar a nadie de lado en esta crisis”, sostuvo.

Hasta el FMI se dio cuenta

Muchos hablan de una similitud de esta crisis con la de 1929 o como continuación de la del 2008. Obviamente se refieren sólo  a lo financiero. Pero esta vez la crisis abarca los dos extremos, tanto la oferta (nos e produce) como la demanda (no hay consumo)
EEUU y la Unión Europa anunciaron la movilización de seis billones de euros para hacer frente a la crisis. No es difícil para ellos, hacen funcionar la “maquinita” y salen los euros y dólares. El caso de Iatalia, que “produjo” ya 750 mil millones de euros. No es que en nuestra región los gobiernos no hagan uso de la “maquinita”, pero solo les salen erales, pesos, sucres, bolívares…
El presidente estadounidense Donald Trump pasó de jactarse por una economía que volaba, a navegar en un caos bursátil que ya supera a la crisis de 2008. Frente al peligro de que su reelección sea puesta en jaque, la Casa Blanca hizo esta semana un giro de 180 grados con respecto a la pandemia. Mientras, el Congreso se prepara para aprobar el paquete de rescate económico más costos de la historia de EEUU, de 1,6 billones de dólares (1,6 trillons en inglés).
«Los gobiernos deberían usar transferencias de efectivo, subsidios salariales y desgravaciones fiscales para ayudar a los hogares y negocios afectados a enfrentar esta parada temporal y repentina en la producción», señaló el director del Departamento del Hemisferio Occidental del FMI, Alejandro Werner.
Disminuirá la inversión y la actividad económica en países que dependen en gran medida de las exportaciones de petróleo, e incluso la actividad del sector de servicios probablemente se verá más afectada como resultado de los esfuerzos de contención y el distanciamiento social.
Los bancos centrales deben aumentar la supervisión, desarrollar planes de contingencia y estar preparados para proporcionar una gran liquidez a las instituciones financieras, en particular a los préstamos a pequeñas y medianas empresas, que pueden estar menos preparados para soportar interrupciones prolongadas, añadió.
Werner fue categórico: «para la región, la recuperación que esperábamos hace unos meses no ocurrirá y un 2020 con crecimiento negativo no es un escenario improbable” en un escenario de caos por la amenaza de paralización del comercio exterior como consecuencia de la crisis del coronavirus
Y, aunque usted no lo crea, el FMI está impulsando a los países a que tomen drásticas medidas de fortalecimiento del sector de salud y que apliquen medidas económicas contracíclicasy de contención de una posible crisis generalizada.
Condonar la deuda ya
El expresidente ecuatoriano  Rafael Correa, el exvicepresidente boliviano Álvaro García Lineras y el líder opositor colombiano Gustavo Petro solicitaron la condonación de la deuda externa soberana de los países de América Latina por parte de Fondo Monetario Internacional (FMI) y de otros organismos multilaterales (BID, BM, CAF) e instaron a los acreedores privados internacionales a que acepten un proceso inmediato de restructuración de la deuda que contemple una mora absoluta de dos años sin intereses.
“Nadie puede dudar que ahora es un momento oportuno para hacerlo si se quiere afrontar con éxito esta situación tan difícil. No podemos exigir a los países que hagan políticas efectivas en materia de salud pública para afrontar la actual pandemia y, al mismo tiempo, pretender que sigan cumpliendo con sus obligaciones de deuda, señala un documento emitido por Celag.
 No podemos exigirles que implementen políticas económicas que compensen los daños de esta catástrofe mientras deben seguir pagando a sus acreedores. Es absolutamente incompatible hacer efectivo un plan de restructuración económica en el futuro próximo con los actuales niveles de endeudamiento externo (en promedio, supone 43.2 por ciento del producto interno bruto en América Latina), agrega el documento.

Colofón

Cada crisis es también una oportunidad y quizá la epidemia actual nos ayude a darnos  cuenta del grave peligro que representa la desunión global. Y sobre todo, que lo entiendan de una vez por todos los socios-cómplices de Estados Unidos en nuestra región, los que siguieron a pie juntillas los dictados de Washington para terminar con la cooperación e integración, vaciando o bombardeando Mercosur, Unasur, Celac…
¿Volveremos a la cultura de los centros comerciales? ¿Se viene una virtualización de nuestras vidas y estaremos monitoreados por el Gran Hermano?¿Se terminó la lucha de clases, ya que los ricos tampoco están salvados? No tengo respuesta a ninguna pregunta por ridícula que parezca, sólo la convicción de que la América latina que vivimos –disfrutamos, luchamos, sufrimos- hasta principios de marzo, esa no volverá.
Si el vacío dejado por EEUU no lo llenan otros países, no solo será mucho más difícil detener la epidemia actual, sino que su legado continuará envenenando las relaciones internacionales en los próximos años.
Nuestros países –y, en general la humanidad toda- necesita tomar una decisión, y la alternativa es clara: desunión para beneficiar a los más poderosos o solidaridad global. Seguramente si elegimos la segunda alternativa, será una victoria de todos contra el coronavirus y también contra las futuras epidemias, catástrofes y crisis.
Aram Aharonian: Periodista y comunicólogo uruguayo. Magíster en Integración. Fundador de Telesur. Preside la Fundación para la Integración Latinoamericana (FILA) y dirige el Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la) y susrysurtv.

CTXT ediciò cat

NOAM CHOMSKY: “Las camas de los hospitales se han suprimido en nombre de la eficiencia”

El filósofo y lingüista, presidente de honor de CTXT, concede una breve entrevista sobre el Coronavirus a su traductora italiana
Valentina Nicoli (Il Manifesto) 20/03/2020
<p>Noam Chomsky, en su antiguo despacho del MIT, en Boston, en febrero de 2015.</p> Noam Chomsky, en su antiguo despacho del MIT, en Boston, en febrero de 2015.
Edu Bayer
Atrapado en casa como todos, o al menos como los afortunados, decido escribir a Noam Chomsky (Filadelfia, 1928) para saber, en primer lugar, cómo está y luego preguntarle qué piensa de la crisis generada por el coronavirus y la reacción de la opinión pública.
Últimamente hay quien da crédito a la idea de que el virus puede haberse propagado deliberadamente, por intereses económicos o geopolíticos. El profesor Chomsky, cuyos libros he tenido el privilegio de traducir durante unos años, me responde en unas horas con su habitual amabilidad.
Me dice que está bien. Él, como nosotros, se queda en casa en Tucson con su esposa Valeria. No es que esto lo detenga, es imposible.
Me hace saber que está inundado de cientos de solicitudes de entrevistas cada día, ahora más que nunca, y que tiene una “agenda torrencial, una agenda incandescente”. Me hubiera gustado preguntarle más, pero sé que me respondería si pudiera.
“La situación es muy grave”, dice. “Y no hay credibilidad en la afirmación de que el virus se propagó deliberadamente.”
En cuanto a la actitud de los distintos gobiernos: “Los países asiáticos parecen haber logrado contener el contagio, mientras que la Unión Europea actúa con retraso”.
¿Qué hay de su propio país?: “La reacción de los Estados Unidos ha sido terrible. Era casi imposible incluso hacer pruebas a las personas, así que no tenemos ni idea de cuántos casos hay realmente”.
En sus respuestas –que minimiza diciendo “no sé si hay algo que valga la pena publicar”– encontramos en pequeñas píldoras lo que necesitamos para entender el núcleo de la verdad: “El asalto neoliberal ha dejado a los hospitales sin preparación. Un ejemplo entre todos: las camas de los hospitales han sido suprimidas en nombre de la “eficiencia”.
Para empeorar las cosas, el “Huracán Trump”. Sólo ahora parece que las cosas están cambiando en Estados Unidos, pero “hasta ahora, tanto Trump como Kushner [Jared, el yerno de Trump y su asesor cercano] han minimizado la gravedad de la crisis. Esta actitud se ha visto amplificada por los medios de comunicación de la derecha, por lo que muchas personas han dejado de tomar las precauciones más básicas”.
Chomsky resume en unas palabras lo que necesitamos saber sobre el sistema en el que vivimos: “Esta crisis es el enésimo ejemplo del fracaso del mercado, al igual que lo es la amenaza de una catástrofe medioambiental. El gobierno y las multinacionales farmacéuticas saben desde hace años que existe una gran probabilidad de que se produzca una grave pandemia, pero como no es bueno para los beneficios prepararse para ello, no se ha hecho nada”. 
Gracias profesor, espero verle pronto.
“Cuídate, quédate en casa”.
Este artículo se publicó originalmente en Il Manifesto, que ha cedido gentilmente los derechos a CTXT. 
Traducción: Alexandre Anfruns.
Autora > Valentina Nicoli (Il Manifesto)

Nuevatribuna

El fin de la borrachera neoliberal

Antonio Mora Plaza
por Antonio Mora Plaza
23/03/20
Aunque Keynes publicó en 1936 su obra Teoría general del empleo, el interés y el dinero (la General Theory…) no tuvo mucho éxito hasta, precisamente, acabada la Segunda Guerra Mundial. No la tuvo con sus aportaciones a la construcción de una llamada Unión Internacional de Compensación, ni en sus propuestas de la creación de una moneda –llamada hipotéticamente bancor-. En estas discusiones de los países vencedores de la guerra en Bretón Woods se saldó con una victoria del representante de USA, el economista Harry White, estableciéndose de facto el dólar como moneda de reserva internacional. Y eso que la Gran Depresión, comenzada en 1929, la evitó el presidente de USA, Franklin Delano Roosevelt, con su New Deal, que era un programa de gasto muy keynesiano a pesar de que aún Keynes no había publicado su obra. Y lo que sí fue muy keynesiano –aunque sin proponérselo- fue el plan Marshall para la reconstrucción de Europa. A España, como se sabe, no llegó gracias a la dictadura franquista. Y como señalaba Ramón Tamames, los niveles de producción de la economía española tardaron dos décadas en recuperarse respecto al nivel anterior a la guerra. Desde 1945 hasta mediados los años 70 –unos 30 años- la política keynesiana permitió la reconstrucción de Alemania, Italia, Francia, etc., convirtiéndose Europa, junto con USA, en la zona más desarrollada del mundo y, sobre todo, permitió la consolidación de un Estado de Bienestar único en el mundo, que aseguraba o casi un mínimo desde la cuna hasta la sepultara de los ciudadanos. Con diferencias, por supuesto entre países, pero esto fue la tónica general. Pero esto suponía unos impuestos altos según los sectores más privilegiados de las sociedades. Y aprovechando la crisis del petróleo de 1973 y siguientes y algunos brotes de inflación, se fue socavando ideológicamente este privilegio de los ciudadanos europeos para pasar a un privilegio de clases sociales dentro de cada país. Poco a poco fueron surgiendo intelectuales –vamos a ser generosos con el adjetivo- como los Hayek y los Friedman, también los Lucas y los Sargent, que defendían modelos donde el mercado, mejor dicho, el sólo mercado debían resolver los problemas socieconómicos de las sociedades, aunque ellos le llamaban solo económicos. Cuando menos Estado, mejor. La idea es la de que la educación, la sanidad, las pensiones (privadas, claro), solo la debían pagar quienes tenían capacidad económica para ello. Y resultaba sorprendente que una visión tan anticristiana fuera defendida por cristianos, por partidos políticos cristianos (pienso en la democracia cristiana italiana). Esta es la ideología que impregna, que impregnaba hasta hace nada, las instituciones mundiales como el FMI, el Banco Mundial, los bancos centrales, las grandes empresas, incluso, los bancos, a pesar de que a estos últimos es más que dudoso que les interese la incertidumbre, las crisis y los ciclos que genera la historia de la economía. Quizás es que a la dirección de los grandes llegaban prioritariamente -y hoy día- los neoliberales surgidos de la universidades privadas y de las escuelas de negocios.
Sin embargo la recesión del 2007/8 puso en solfa y en contradicción todo esto. Las hipotecas subprimes y otros productos financieros pusieron en riesgo todo el sistema financiero de USA y Europa. El presidente de USA entonces, Barak Obama, permitió que cayera este banco de inversión dada la corriente neoliberal imperante que aconsejaba dejar caer las empresas y bancos que quebraran. Sin embargo, y como un Paulo que se cayera del caballo, los que eran hasta entonces neoliberales y con responsabilidad en bancos e instituciones, se volvieron intervencionistas para que el Estado –es decir, los impuestos de los ciudadanos- resolvieran la cuestión. Es verdad que una empresa, una gran empresa puede caer, pero si cae un banco ello pone en peligro todo el sistema financiero porque un banco solo tiene en caja una pequeña parte del ahorro de los ciudadanos. Pero esa conversión –falsos conversos -era interesada y parcial, era solo para resolver los negocios privados y no los problemas de los ciudadanos. Obama y la Reserva Federal ayudaron con 700.000 millones. En Europa, por desgracia, aún el Banco Central Europeo estaba bajo el síndrome de Weimar y, en plena crisis ya, defendía aún la austeridad y no la compra de deuda (bonos) de los Estados. La cosa tardó en cambiar y solo a partir del 2015 se inició la compra de deuda de los Estados (el Quantitive Easing) cuando Mario Draghi llevaba 3 años en la presidencia del BCE.
La visión neoliberal de la economía que consiste en que cuanto menos Estado, menos Sanidad Pública y dependencia para el que pueda pagarla, ha sido derrotada por el coronavirus porque sus propios defensores en todos los países reclaman más y más intervencionismo
Cabe preguntarse si los ciudadanos agradecieron a los partidos que rompieron con la austeridad suicida y defendieran con hechos y palabras la intervención del Estado, en contra de los partidos que habían defendido la austeridad. Pues no fue así, y en medio de la crisis, en Polonia, Hungría, Italia, Brasil, USA, los ciudadanos pusieron al frente de sus gobiernos a partidos y sujetos de extrema derecha. En España pusieron a Rajoy del PP hasta el 2016. ¿Harán lo mismo los ciudadanos, por ejemplo, españoles en las próximas elecciones poniendo al frente del Gobierno y de las presidencias de las Comunidades Autónomas a los que han deteriorado los sistemas de salud, a los que han privatizado a mansalva, como ha ocurrido en Madrid, en Galicia, y, desde hace poco, en Andalucía? Veremos.
En España, el presidente de Gobierno ha impuesto las condiciones de confinamiento más duras en toda Europa, a pesar los cual el Sr. Casado, del PP, le parece poco. Además, sin haber estudiado Medicina, sabe lo que había que haber hecho hace dos y tres semanas con antelación. Lo mismo ocurre con la mayoría de los medios de comunicación de derechas, con los periodistas de derechas, que están propagando unas fake news de nuevo tipo. Ya no se trata de mentiras –aunque algunos medios persisten en ello- sino una nueva modalidad de la mentira que consiste en establecer relaciones causa y efecto de cosas no demostradas. De hecho el buen periodista no utiliza adjetivos en sus informaciones cuando son eso, información. Por ejemplo, si abrimos los diarios digitales del ABC y de El Mundo, vemos que quieren llevar a la opinión pública la idea de que los infectados y muertos en Madrid, Comunidad, son por culpa de la manifestación del 8 de marzo. Sin embargo no hay evidencia de ello. De hecho, la representa y responsable de Salud de la OMS, la señora María Neira, ha dicho que no puede ser por dos motivos: primero porque los casos de infectados crecieron a los pocos días en Madrid cuando se sabe que se necesita un período de incubación de unos 14 días para manifestarse los primeros síntomas; segundo, porque las manifestaciones se sucedieron en toda España y no solo en Madrid, y Madrid ha resultado una excepción. El profesor Simón ha argumentado también la mayor proporción relativa de las personas mayores en Madrid respecto a la media española como causa de mayor mortalidad. Pues bien, para los políticos de derechas, para los medios de comunicación de derechas, para los periodistas de derechas, todo esto no sirve porque su propósito es destruir un Gobierno que estiman progresista y, hasta hace poco, ilegítimo, a pesar de las elecciones democráticas, a pesar de la propuesta de investidura a Pedro Sánchez por parte del Jefe del Estado, a pesar de la confirmación del cargo por el anterior. También resulta asombroso cómo los neoliberales irredentos hasta ahora, como son los representantes del PP y de Ciudadanos –como ocurrió con la recesión comenzada en el 2007/8- piden la intervención del Estado para todo, sobre todo para las empresas. Así piden que no se paguen cotizaciones, que no se paguen impuestos, que el Estado –pero el Estado según ellos- pague los alquileres, que se paguen a los autónomos, etc. Los mismos que defendían que no podía haber déficit, que la deuda era muy alta –aunque Rajoy la aumentara en 350.000 millones de euros- ahora están haciendo creer a los ciudadanos más débiles intelectualmente varias cosas falsas. En primer lugar, que el Estado es el Gobierno pero no las Autonomías ni los Ayuntamientos. Es falso, pero el mensaje puede ser eficaz. En segundo lugar están haciendo creer –o intentándolo al menos- que el decreto del 14 de marzo sobre el estado de alarma les ha quitado competencias a las Comunidades Autónomas. Y como muestra véase las declaraciones continuas de la Sra. Ayuso. Es falso. De hecho, las Comunidades pueden utilizar los hospitales privados como si fueran públicos, pueden comprar mascarillas, epis, etc., por su cuenta, como lo puede hacer la Administración Central del Estado, como lo pueden hacer los Ayuntamientos. El decreto solo suspende la libertad de movimientos entre Comunidades para los ciudadanos que no tienen que desplazarse entre ayuntamientos para ir al trabajo, para asegurar los servicios esenciales, los suministros, etc., pero las competencias de Comunidades y Ayuntamientos son las mismas que tenían antes del decreto. La tercera sensación que dan los Casado y compañía es que el Estado –el Estado según ellos- puede proveer ilimitadamente de recursos a todos los ciudadanos. Resulta curioso que los que defendían hasta hace un cuarto de hora que el Estado no puede gastar más de lo que ingresa, ahora puede hacerlo ilimitadamente. Da la sensación -¿se la da también a los votantes del PP?- de que a los Casado y compañía les importa poco la situación, la salud de los españoles, y solo están pensando en próximas elecciones, sean las gallegas, vascas o, en su caso, generales. Unos datos sobre el el Sistema de Salud Pública española. Según el Ministerio de Sanidad, en el año 2009 (gobernaba Zapatero), el gasto público dedicado a la Sanidad Pública era de 72.928 millones de euros; para el 2013 (gobernaba Rajoy), era de 65.749 millones. Las camas en funcionamiento en el 2010 eran 115.418; en el 2014 eran 109.435. El período medio de demora quirúrgica era de 65 días en el 2010 y en el 2016 de 115 días. En la C. de Madrid, en una década, ha disminuido el personal sanitario en 3.200 profesionales, a pesar de que la población protegida ha aumentado en 500.000.
Ni el Gobierno, ni el BCE ni el FMI van a evitar que seamos un poquito más pobres, pero si evitamos los errores de los gobiernos del PP durante la Recesión de la década pasada al menos evitaremos una nueva recesión
En cuanto a las medidas implementadas por el Gobierno son duras pero aceptables. En el aspecto económico no veo tan claro los supuestos 200.017 millones que anunciaba el Presidente. En primer lugar se dice que 100.000 millones deben ponerlo el sector privado. Yo apuesto que no lo van a hacer porque eso supondría un gasto añadido al gasto habitual cuando el Consumo en sectores como el turismo, construcción, automóvil van a caer en picado. En todo caso es un brindis al sol. Además se habla de que 100.000 millones son avales destinados a facilitar la liquidez de las empresas. Es decir, el gasto en principio anunciado son esos 17.000 millones más otros 8.000 millones ya comprometidos. Es decir, 25.000 millones. Lo de los avales es digno de reflexión porque siempre es difícil evaluar el gasto real que ello pueda suponer. De hecho solo se convertirán en gasto precisamente los morosos –al menos temporalmente- y los fallidos, y en situaciones como esta es imposible evaluar qué porcentaje de los 100.000 millones se harán efectivos. Creo que no solo es responsabilidad de la Oposición –como ya se ha mencionado- hacer creer, con una reconversión mental inaudita, que el Estado puede atender todas las situaciones sin coste alguno porque también la forma de anunciarlo el Presidente puede contribuir a ello. Es verdad que todo está condicionado por el afán de centrarse en lo sanitario, pero es peligroso porque puede hacer creer a los españoles que el Estado puede financiar cualquier cosa sin coste, sean cuales sean los ingresos del Estado. El Estado –A. C. del Estado, Comunidades Autónomas, Ayuntamientos, Diputaciones, Cabildos- tiene tres formas de financiarse: a través de los impuestos, mediante préstamos exteriores o emitiendo Deuda Pública. Es verdad que el BCE ha anunciado 750.000 millones de “ayuda” a los países miembros, pero tiene que concretar si solo va destinado al tema sanitario, si va a comprar Deuda de los Estados también, incluso si va a comprar a las empresas títulos. En todo caso si el BCE va a comprar Deuda, ésta, obviamente, ha de emitirse. La Deuda Pública española en el cuarto trimestre del 2019 es de 1.188.893 millones de euros, con una amortización en ese trimestre de 18.800 millones. Y ello frente a un PIB de 1.244.000 millones. En realidad, todo el gasto que no se financie mediante impuestos acaba en aumento de la Deuda por la diferencia. Desde luego los criterios de Bruselas del déficit van a saltar por los aires así como sus recomendaciones de amortizar Deuda Pública. La consecuencia de aumentar la Deuda es la de que los intereses a pagar serán mayores para unos mismos tipos de interés puesto que estos se girarán sobre una base mayor. También puede suponer un aumento de la prima de riesgo como consecuencia de que la solvencia del Estado pueda interpretarse en los mercados que disminuye, aunque esta posible variación de la solvencia va a depender de cómo varíe la solvencia a su vez de la Deuda alemana. La segunda consecuencia de un gasto que no se corresponda con secuencia de producción de bienes y servicios producidos son posible brotes de inflación (la teoría cuantitativa del dinero no se ha esfumado). A pesar de todo, el Gobierno tiene que asegurar un gasto compensatorio de la disminución del Consumo para evitar que la demanda agregada de este año sea significativamente inferior a la del año pasado, porque en ese caso entraremos en recesión. Es decir, ni el Gobierno, ni el BCE ni el FMI van a evitar que seamos un poquito más pobres, pero si evitamos los errores de los gobiernos del PP durante la Recesión de la década pasada al menos evitaremos una nueva recesión.
La visión neoliberal de la economía que consiste en que cuanto menos Estado, menos Sanidad Pública, menos Educación Pública, solo pensiones privadas y dependencia para el que pueda pagarla, ha sido derrotada por el coronavirus porque sus propios defensores en todos los países –en España el PP, Ciudadanos- reclaman más y más intervencionismo. La cuestión es si será derrotada en las urnas en las próximas elecciones. Veremos

Nueva York se convierte en el epicentro del brote de COVID-19 en EEUU

El centro de Nueva York se ha vaciado tras la expansión del coronavirus por la ciudad
© REUTERS / CARLO ALLEGRI
03:00 GMT 24.03.2020(actualizada a las 03:02 GMT 24.03.2020)  - SPUTNIK NEWS
Nueva York es la ciudad más densa de EEUU. Eso ayuda a explicar por qué es también el epicentro estadounidense del brote de coronavirus. Al día de hoy, la enfermedad COVID-19 ha infectado aproximadamente a una de cada 1.000 personas en las áreas metropolitanas neoyorquinas de Nueva Jersey, Manhattan y algunas partes de Long Island.
La ciudad de Nueva York se encuentra ahora entre los peores puntos críticos del mundo: la urbe tiene más casos de coronavirus per cápita que Italia, el epicentro europeo del virus. En particular, la Gran Manzana está viendo tasas de contagio de coronavirus al menos cinco veces más altas que en otras partes de EEUU, anunció Deborah Birx, coordinadora de los esfuerzos de respuesta a la pandemia de la Casa Blanca.
Birx agregó que aproximadamente el 28% de las muestras recogidas en esa región han dado positivo por COVID-19, contra solo el 8% que han dado positivo en el resto del país. Esto hace que Nueva York sea actualmente el estado más afectado de EEUU, por delante de Nueva Jersey, California o Washington.
Residentes de Nueva York hacen cola frente al Centro Hospitalario Elmhurst
© REUTERS / ANDREW KELLY
Residentes de Nueva York hacen cola frente al Centro Hospitalario Elmhurst
Hasta el 23 de marzo, más de 20.000 personas en todo el estado de Nueva York habían dado positivo por el virus —un 38% más que el día anterior— y 157 habían muerto. Más de 2.600 permanecen hospitalizados. La ciudad, por sí sola, tiene 12.305 de los casos de infecciones confirmadas en todo el estado, anunció el gobernador Andrew Cuomo.

La alta densidad de Nueva York favorece al coronavirus SARS-CoV-2

Las autoridades de la ciudad han tratado de frenar la propagación del coronavirus cerrando sus escuelas y los negocios no esenciales, así como instando a sus residentes a quedarse en casa. Pero se enfrenta a un obstáculo distinto al tratar de detener nuevos casos: su alta densidad.
Nueva York es mucho más poblada que cualquier otra gran ciudad de Estados Unidos. Tiene 28.000 residentes por milla cuadrada, mientras que San Francisco, la siguiente ciudad más densa, tiene 17.000, según indican los datos de la Oficina del Censo de los Estados Unidos. Tantas personas viviendo en un espacio tan reducido, parecen haber ayudado a que el virus se propagase rápidamente antes de que las autoridades lograsen detectarlo.
Las estimaciones compartidas por el gobernador Cuomo apuntan a que hasta el 80% de los más de 19,4 millones de residentes del estado contraerán el coronavirus. "Claramente, el virus había estado circulando allí durante varias semanas para tener este nivel de penetración en la comunidad en general", agregó Deborah Birx.
Los hospitales de la ciudad de Nueva York y sus alrededores registran un número creciente de casos a medida que los trabajadores advirtieron sobre la escasez de equipos de protección. El gobernador anunció planes para enviar cientos de miles de máscaras, guantes y batas a las instalaciones de atención médica y dijo que el Centro de Convenciones Jacob K. Javits en Manhattan sería transformado en cuatro "hospitales de emergencia".
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, habla ante los medios de comunicación en el Centro de Convenciones Jacob K. Javits, que se convertirá parcialmente en un hospital para pacientes afectados por COVID-19, en la ciudad de Nueva York (EEUU), el 23 de marzo de 2020
© REUTERS / MIKE SEGAR
El gobernador de Nueva York, Andrew Cuomo, habla ante los medios de comunicación en el Centro de Convenciones Jacob K. Javits, que se convertirá parcialmente en un hospital para pacientes afectados por COVID-19, en la ciudad de Nueva York (EEUU), el 23 de marzo de 2020
Sin embargo, dijo que las medidas iniciales para controlar la propagación del virus no estaban funcionando, especialmente en la ciudad de Nueva York, donde las personas se habían reunido en parques durante el fin de semana y no se habían alejado lo suficiente.
Anteriormente, el Ejército de EEUU entró en Nueva York para convertir hoteles, residencias estudiantiles y estadios deportivos en instalaciones médicas. Los internautas comparten fotos y vídeos de los soldados y vehículos militares en las calles de la ciudad.

Noticias Internacionales Independientes (EE.UU.)

La respuesta de Trump ante la pandemia: todo para las empresas, nada para los trabajadores

20 de marzo de 2020

Amy Goodman y Denis Moynihan
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró recientemente a propósito del nuevo coronavirus: “no, no me hago responsable en absoluto”, tras lo cual aprovechó para culpar a todo el mundo por su demorada y terrible respuesta ante la pandemia: a China, a Obama y a los demócratas. Mientras tanto, Trump está impulsando un paquete financiero con el dinero de los contribuyentes que redistribuirá la riqueza… pero entre los ricos. Cientos de miles de personas ya perdieron el empleo y se pronostican muchos millones más. Al momento de escribir este artículo, se desconoce la escala de la pandemia en Estados Unidos, ya que las pruebas de detección del coronavirus se han retrasado gravemente. Más de 10.000 personas en el país han sido infectadas, ya ha habido más de 150 muertos y solo hay 8 recuperados (según el sitio web ncov2019.live desarrollado por Avi Schiffman, estudiante de secundaria de Seattle de 17 años de edad).
La verdadera cifra de infecciones, cuando las pruebas comiencen a hacerse con seriedad, será mucho mayor.
Muchos gobiernos estatales y locales se han apartado del fallido camino tomado por Trump y están implementando medidas sin precedentes en la memoria reciente. Cerca de 30 gobiernos estatales han puesto en acción a la Guardia Nacional y han aprobado leyes o resoluciones que involucran fondos de emergencia, protecciones para los trabajadores, cobertura médica y esfuerzos epidemiológicos como controles, aislamiento y cuarentena. El lunes, San Francisco y seis condados circundantes emitieron la orden de salud pública más estricta del país, que requiere que los siete millones de personas de la región “se refugien donde estén”. Un resumen de la orden, vigente hasta el 7 de abril pero que puede extenderse, dice: “Las poblaciones vulnerables deben quedarse en casa. Todos los demás están obligados a quedarse en casa excepto para buscar alimentos, cuidar a un pariente o amigo, recibir atención médica necesaria o asistir a un trabajo esencial”.
Oros estados están ordenando el cierre de bares, restaurantes, casinos y negocios similares, o han indicado limitar su servicio de alimentos únicamente a retiro o entrega. La Asociación Nacional de Restaurantes advirtió que “los pronósticos revelan que la industria sufrirá una pérdida de por lo menos 225.000 millones de dólares y se verá obligada a eliminar entre cinco y siete millones de puestos de trabajo en los próximos tres meses”. Esto también afecta a quienes dependen de los restaurantes, como los proveedores de servicios de alimentos, empresas de entrega de alimentos y gobiernos locales que dependen de los ingresos por el impuesto a las ventas. De todas formas, los más impactados son los trabajadores que resultan abruptamente despedidos.
Saru Jayaraman, cofundadora del sindicato gastronómico Restaurant Opportunities Centers United, refugiada en su hogar en Berkeley, California, dijo el miércoles en una entrevista para Democracy Now!: “Creo que recién estamos viendo la punta del iceberg. El lunes a las 9:30 de la mañana lanzamos un fondo de ayuda para estos trabajadores. Casi 15.000 trabajadores solicitaron ayuda en un período de poco más de 24 horas”.
El miércoles, el Senado aprobó la Ley de respuesta al coronavirus “Las familias primero”, que Trump promulgó rápidamente. La ley incluye una disposición de licencia paga por enfermedad que cubre a menos del 20% de la fuerza laboral. Quedan excluidas de la disposición las empresas con más de 500 empleados y aquellas con menos de 50, lo que le niega cobertura a decenas de millones de trabajadores.
Saru Jayaraman destacó la situación particular de los trabajadores del sector gastronómico: “Existen graves problemas de desigualdad estructural desde mucho antes de esta crisis. En particular, esta industria, a diferencia de casi todas las demás, permite que los trabajadores cobren un salario por debajo del mínimo, con el argumento de que reciben propinas. Esto los obliga a vivir de las propinas. Ese es un legado literal de la esclavitud y una terrible fuente de acoso sexual para una fuerza laboral mayoritariamente femenina de meseras, baristas y bacheras. Ahora, pensemos en esa fuerza laboral cuando se recibe un despido. En primer lugar, ha habido muy pocas propinas en las últimas semanas previas a los cierres. Ya en esas condiciones, la fuerza laboral estaba en dificultades. Con el despido, estos trabajadores han estado viviendo literalmente, como yo digo, ‘de la propina a la boca’. Recibieron propinas el viernes. Los despidieron durante el fin de semana. No pueden alimentar a sus hijos el lunes”.
No veremos a ninguno de los trabajadores y trabajadoras despedidos invitados a la Casa Blanca, donde Donald Trump recibe ante las cámaras a ejecutivos de diferentes industrias. El martes pasado, Trump habló con los principales directores ejecutivos de la industria de comida rápida. Poco después, el ex ministro de Trabajo Robert Reich tuiteó: “McDonald’s, Burger King, Pizza Hut, Dunkin’ Donuts, Wendy’s, Taco Bell, Subway. Ninguno brinda a sus trabajadores licencia paga por enfermedad. Se les debería exigir que tuvieran en la puerta un letrero que diga: ‘Como no les damos licencia paga por enfermedad, nuestros trabajadores podrían estar enfermos cuando lo atiendan’”.
El Congreso ahora está acelerando la aprobación de otro paquete de estímulo financiero, que se estima que va a superar el billón y medio de dólares. El paquete incluye pagos directos a muchos estadounidenses (los detalles de quienes reunirían las condiciones no están claros) y rescates masivos para la industria de las aerolíneas, los cruceros y el fracking. Trump también afirmó el miércoles que invocará la Ley de producción de defensa, la cual le otorga importantes poderes semiautocráticos, lo que le permitiría dirigir secciones enteras de la economía.
La escritora Naomi Klein argumenta que cualquier rescate financiado con dinero de los contribuyentes debería invertirse en un New Deal ecológico, mientras que Robert Reich escribió en Twitter: “Ninguna industria —ni aerolíneas, ni hoteles, ni cruceros— debería ser rescatada. Pueden mantenerse pidiendo préstamos a tasas muy bajas, utilizando sus activos a modo de garantía. El dinero de los contribuyentes debe usarse para rescatar a las personas, no a las corporaciones”.
La ignorancia y la negligencia criminal de Donald Trump han exacerbado en gran medida el contagio de Covid-19: su negación de la ciencia, que entre otros desastres lo condujo a disolver el equipo de respuesta a pandemias en 2018, sumado a su ultranacionalismo y su xenofobia, que lo llevaron a rechazar la prueba de coronavirus comprobada por la Organización Mundial de la Salud, hizo que el país perdiera un tiempo crítico de respuesta.
El presidente ha tenido una respuesta absolutamente negligente ante la pandemia. Depende de todos nosotros aplanar la curva y limitar el daño que Trump está infligiendo.

© 2020 Amy Goodman
Traducción al español del texto en inglés: Inés Coira. Edición: María Eva Blotta y Democracy Now! en español, spanish@democracynow.org
Amy Goodman es la conductora de Democracy Now!, un noticiero internacional que se emite diariamente en más de 800 emisoras de radio y televisión en inglés y en más de 450 en español. Es co-autora del libro “Los que luchan contra el sistema: Héroes ordinarios en tiempos extraordinarios en Estados Unidos”, editado por Le Monde Diplomatique Cono Sur.

COVID-19: el monstruo llama a la puerta

por Mike Davis
LA HAINE - 17/03/2020  EE.UU.

Dentro de un año puede que admiremos retrospectivamente el éxito de China en la contención de la pandemia, pero que nos horroricemos ante el fracaso de EEUU
COVID-19 es finalmente el monstruo que llama a la puerta. En los centros de investigación están trabajando día y noche para caracterizar el brote, pero se enfrentan a tres enormes retos.
I
En primer lugar, la sempiterna escasez o falta de disponibilidad de kits de prueba ha frustrado toda esperanza de poder contener la pandemia. Además, impide calibrar con precisión parámetros cruciales como la tasa de reproducción, el tamaño de la población infectada y el número de infecciones benignas. El resultado es un caos de números.
Sin embargo, disponemos de datos más fiables sobre el impacto del virus en determinados grupos en unos pocos países. Es muy alarmante. Italia, por ejemplo, eleva a nada menos que un 23 % la tasa de mortalidad entre las personas mayores de 65 años; en el Reino Unido, la cifra es actualmente del 18 %. La coronagripe que Trump menosprecia constituye un peligro sin precedentes para las poblaciones geriátricas, con un número de muertes que se dispara a los millones.
En segundo lugar, al igual que las gripes anuales, este virus muta mientras infecta a poblaciones de distintas componentes de edad y diferentes inmunidades adquiridas. La variedad que probablemente afecte a EEUU ya es un poco diferente de la del brote original en Wuhan. Las mutaciones posteriores pueden ser triviales o alterar la corriente de distribución de la virulencia, que asciende con la edad; el riesgo de infección grave en bebés y niños y niñas pequeñas es reducido, mientras que las personas octogenarias se enfrentan a un peligro mortal por neumonía vírica.
En tercer lugar, incluso si el virus se mantiene estable y apenas muta, su impacto en cohortes de menos de 65 años puede diferir radicalmente en países pobres y entre grupos de pobreza aguda. Recordemos la experiencia global de la gripe española de 1918-1919, que se calcula que mató a un total del 1 al 2% de la humanidad. A diferencia del coronavirus, aquella gripe fue mortal sobre todo entre personas jóvenes adultas, cosa que se ha explicado a menudo como resultado de su sistema inmunitario relativamente más potente, que sobrerreaccionó ante la infección desatando tormentas de citocinas contra las células pulmonares. El H1N1 original halló, como es sabido, un nicho favorable en campamentos militares y trincheras de los campos de batalla, donde segó la vida de decenas de miles de jóvenes soldados. El colapso de la gran ofensiva alemana de la primavera de 1918, y por tanto el resultado de la guerra, se ha atribuido al hecho de que los aliados, a diferencia de su enemigo, pudieron reemplazar sus ejércitos enfermos con nuevas tropas venidas de EEUU.
Sin embargo, rara vez se recuerda que nada menos que el 60% de la mortalidad mundial se produjo en la parte occidental de India, donde las exportaciones de grano a Gran Bretaña y las brutales prácticas de confiscación coincidieron con una grave sequía. La consiguiente escasez de alimentos llevó a millones de personas pobres al borde de la muerte por inanición. Fueron víctimas de una siniestra sinergia de malnutrición, que eliminó su respuesta inmune a la infección, y una neumonía bacteriana y vírica rampante. En otro caso, en el Irán ocupado por los británicos, varios años de sequía, cólera y carestía de alimentos, seguidos de un extenso brote de malaria, causaron la muerte de una quinta parte de la población.
Esta historia –especialmente las consecuencias desconocidas de las interacciones con la malnutrición y las infecciones existentes– debería advertirnos que el COVID-19 puede emprender una trayectoria diferente y más mortal en los suburbios de África y del sudeste asiático. La prensa y los gobiernos occidentales han dejado de lado casi totalmente el peligro para las poblaciones pobres del mundo. La única pieza publicada que he visto afirma que dado que la población urbana de África Occidental es la más joven del mundo, la pandemia solo tendría allí un efecto moderado. A la luz de la experiencia de 1918, esta es una extrapolación ridícula. Nadie sabe qué ocurrirá en las próximas semanas en Lagos, Nairobi, Karachi o Calcuta. La única certeza es que los países ricos y las clases pudientes se centrarán en salvarse a sí mismos en detrimento de la solidaridad internacional y la ayuda médica. Muros y no vacunas: ¿puede haber una pauta peor para el futuro?
II
Dentro de un año puede que admiremos retrospectivamente el éxito de China en la contención de la pandemia, pero que nos horroricemos ante el fracaso de EEUU. (Doy por hecho que la declaración de China sobre la rápida disminución de la transmisión es más o menos exacta). La incapacidad de nuestras instituciones para mantener cerrada la caja de Pandora, por supuesto, no sorprende. Desde el año 2000 hemos visto repetidamente colapsos de la atención sanitaria de primera línea.
La temporada de gripe de 2018, por ejemplo, superó a los hospitales de todo el país, mostrando la escandalosa escasez de camas hospitalarias después de 20 años de recortes de la capacidad de hospitalización en aras al beneficio (la versión del sector de la gestión just-in-time de las existencias). Los cierres de clínicas privadas y de organizaciones benéficas y la escasez de personal, impuestos igualmente por la lógica de mercado, han devastado los servicios sanitarios en las comunidades más pobres y zonas rurales, trasladando la carga a hospitales públicos infradotados y clínicas para veteranos. Los servicios de urgencias de estos centros ya son incapaces de afrontar las infecciones estacionales, de modo que ¿cómo podrán hacer frente a una sobrecarga inminente de casos críticos?
Nos hallamos en las primeras fases de un Katrina sanitario. Pese a las advertencias durante años con respecto a la gripe aviar y otras pandemias, las existencias de equipos de emergencia básicos, como respiradores, son insuficientes para atender la esperada afluencia de casos críticos. Los sindicatos combativos del personal sanitario en California y otros Estados se ocupan de que todo el mundo comprenda los graves peligros creados por el acopio insuficiente de dispositivos protectores esenciales como las mascarillas N95. Todavía más vulnerables, por ser invisibles, son los cientos de miles de trabajadoras y trabajadores de cuidados domésticos y de residencias de ancianos, mal pagados y con sobrecarga de trabajo.
Las residencias de ancianos y el sector de cuidados, que atienden a dos millones y medio de estadounidenses de edad avanzada, en su mayoría acogidos a 'Medicare', son desde hace tiempo un escándalo nacional. Según el New York Times, nada menos que 380.000 pacientes de residencias de ancianos mueren cada año debido al incumplimiento por parte de estas entidades de los procedimientos básicos de control de infecciones. A muchos centros –especialmente en los Estados sureños– les resulta más barato pagar multas por negligencia sanitaria que contratar a personal adicional e impartir la debida formación. Ahora, como advierte el ejemplo de Seattle, docenas y tal vez centenares de residencias de ancianos se convertirán en focos de coronavirus y sus empleados, que cobran el salario mínimo, optarán lógicamente por proteger a sus propias familias permaneciendo en sus casas. En este caso, el sistema podría colapsar y no podemos esperar que la Guardia Nacional se dedique a vaciar cuñas orinales.
El brote ha sacado a la luz de inmediato la profunda divisoria de clase en la atención sanitaria: quienes gozan de buenos seguros médicos y también pueden trabajar o enseñar desde su casa están cómodamente aislados por poco que cumplan determinadas medidas de seguridad prudentes. El personal de la función pública y otros grupos de trabajadores sindicados con cobertura médica digna tendrán que tomar difíciles decisiones entre ingreso y protección. Mientras, millones de trabajadores mal pagados del sector servicios, jornaleros, temporeros sin cobertura sanitaria, parados y personas sin techo estarán totalmente desamparados. Por mucho que Washington resuelva finalmente la falta de equipos de prueba y consiga suministrar un número suficiente de kits, las personas no aseguradas seguirán teniendo que pagar a médicos y hospitales para que les hagan la prueba. La factura sanitaria de las familias se disparará al mismo tiempo que millones de trabajadores y trabajadoras perderán su empleo y el seguro médico asociado al mismo. ¿Puede haber un argumento más sólido y urgente a favor de Medicare universal?
III
Pero la sanidad universal no es más que un primer paso. Es decepcionante, por decirlo suavemente, que en los debates de las primarias ni Sanders ni Warren hayan denunciado la abdicación de las grandes empresas farmacéuticas de toda actividad de investigación y desarrollo de nuevos antibióticos y antivirales. De las 18 empresas más grandes, 15 han abandonado totalmente esta actividad. Los medicamentos para el corazón, los calmantes adictivos y los tratamientos de la impotencia masculina encabezan la lista de los más rentables, pero no los destinados a combatir las infecciones hospitalarias, las nuevas enfermedades y las tradicionales patologías tropicales. Una vacuna universal contra la gripe –es decir, una vacuna que actúa sobre las partes inmutables de las proteínas superficiales de los virus– ha sido durante décadas una posibilidad, pero nunca una prioridad rentable.
A medida que retrocede la revolución de los antibióticos reaparecerán viejas enfermedades junto con nuevas infecciones, y los hospitales se convertirán en osarios. Hasta Trump puede despotricar con oportunismo contra los absurdos costes de prescripción, pero necesitamos una visión más valiente que busque romper los monopolios farmacéuticos y asegurar la producción pública de medicamentos esenciales. (Esto solía ser habitual: durante la Segunda Guerra Mundial, el ejército enroló a Jonas Salk y otros investigadores para desarrollar la primera vacuna contra la gripe).
Tal como escribí hace quince años en mi libro The Monster at Our Door–The Global Threat of Avian Flu.[1] El acceso a medicamentos esenciales, incluidas las vacunas, los antibióticos y los antivirales, debería ser un derecho humano, disponible universalmente a título gratuito. Si los mercados son incapaces de ofrecer incentivos para producir tales medicamentos a bajo coste, entonces los gobiernos y las organizaciones sin ánimo de lucro deberían asumir la responsabilidad de su fabricación y distribución. La supervivencia de la gente pobre debe constituir siempre una prioridad más importante que las ganancias de las grandes compañías farmacéuticas.
La pandemia actual amplía el argumento: la globalización capitalista demuestra ahora ser biológicamente insostenible en ausencia de una verdadera infraestructura sanitaria pública internacional. Esta infraestructura no existirá jamás hasta que los movimientos sociales acaben con el poder de las grandes compañías farmacéuticas y con el negocio de la sanidad.
haymarketbooks.org. Traducción: viento sur. Extractado por La Haine.


Honduras el ejemplo más evidente

Covid-19, no culpen al destino, es el capital

Por Giorgio Trucchi | 24/03/2020 | REBELIÓN
Fuentes: Rebelión
Cada día son más los países y poblaciones que sufren los embates de la pandemia de Covid-19. Con excepción de algunos casos, los gobiernos de países afectados han impuesto medidas drásticas para al menos frenar el avance y difusión del contagio. Medidas que muchas veces rozan con los derechos fundamentales de las y los ciudadanos.
Blindan fronteras internas y externas, militarizan ciudades y territorios, decretan estado de excepción y toque de queda, tratando así de paliar debilidades y fallas crónicas de un sistema de salud víctima sacrificial de un modelo económico neoliberal privatizador, individualista y acaparador.
Eugenio Sosa es sociólogo y catedrático de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH). Según él, la situación que se ha generado en diferentes países europeos y el pavor que se ha apoderado de su población, hizo que países como Honduras radicalizaran las medidas para enfrentar a la pandemia de coronavirus. Sin embargo, los altos índices de desigualdad que existen en la inmensa mayoría de países latinoamericanos generan impactos muy diferentes en la población.
Quien sufre más estas medidas draconianas son las franjas más frágiles de la población, cuyos derechos han sido cercenado año tras año, ley tras ley, medida económica tras medida económica. Ahora, como por arte de magia, para millones de desamparados y excluidos hasta está en peligro su propia supervivencia.
“Honduras es uno de los países de mayor desigualdad, miseria y exclusión del continente latinoamericano. Cuando el gobierno decreta cuarentena total y toque de queda, la inmensa mayoría de la población queda en el desamparo. Son todas aquellas familias que sobreviven de la economía informal, del trabajo precario, que a duras penas logran garantizar el sustento diario”, dijo.
Honduras desigual
Según la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples 2018 del Instituto Nacional de Estadística (INE) la pobreza afecta en promedio al 61.9% de hogares, de los cuales el 38.7% viven en pobreza extrema. Estos datos se elevan en la zona rural donde la pobreza golpea al 70.3% de hogares y la pobreza extrema al 58.9%. Si revisamos el cuadro de personas que viven en hogares por nivel de pobreza vemos que el nivel de indigencia se dispara al 67.1% (casi 6 millones de personas) y la pobreza extrema afecta al 42.9% (3,8 millones). En el área rural, pobreza y pobreza extrema castigan al 73.8% y 62.6% de personas respectivamente (Alba Sud 2019).
El estudio “Diagnóstico del trabajo” del Banco Mundial evidencia que un 58% de los empleos en Honduras todavía son informales, uno de los niveles más altos en América Latina y el Caribe. La informalidad laboral afecta tanto al “empleo por cuenta propia”, como al trabajo asalariado (41%). En especial, las mujeres son las que más sufren esta situación: solamente un 47% de las hondureñas en edad de trabajar tienen un empleo, muy frecuentemente informal.
Siempre el INE señala que en Honduras el número de personas desocupadas y ocupadas en condiciones de subempleo visible e invisible es de casi 2.8 millones, es decir el 66% de la Población Económicamente Activa (PEA). El subempleo invisible [1] alcanza casi los 2 millones de personas. Según el Foro Social de la Deuda Externa (Fosdeh), en los últimos años el empleo informal en Honduras se ha incrementado en más del 160 por ciento.
La institución que coordina la generación de agregados estadísticos oficiales calcula que en 2019 la PEA sumó un poco más de 4.2 millones de personas, es decir un 46.1% de la población total del país (9.2 millones).
Para Eugenio Sosa, las medidas radicales implementadas por el gobierno hondureño van a generar una situación explosiva. Lo mismo va a pasar en los países de la región donde hay altos niveles de pobreza y desigualdad. “Si el gobierno no adopta medidas diferenciadas para estos sectores la gente va a salir a las calles a buscar qué comer. Esto va a desencadenar una reacción extremadamente represiva y la sociedad va a convulsionarse”.
Es por esto que expertos y expertas de derechos humanos de la ONU urgieron a los Estados a “evitar extralimitar medidas de seguridad en sus respuestas al brote de coronavirus” y les recordaron que los poderes extraordinarios en situaciones de emergencia “no deben ser utilizados para anular el disenso (…) y que cualquier respuesta de emergencia debe ser proporcionada, necesaria y no discriminatoria”.
Emergencia y corrupción
Otro elemento que preocupa al sociólogo hondureño es el uso discrecional que hará el gobierno de la suma multimillonaria aprobada por el Congreso para enfrentar la emergencia.
“Son 420 millones de dólares que podrán ser usados de manera totalmente discrecional para, dicen, construir hospitales y centros de salud. En un país como Honduras, con una institucionalidad muy débil y con un sinnúmero de casos de corrupción que han quedado en la impunidad – recordemos el saqueo de casi 330 millones de dólares del Seguro Social – esta medida ha generado muchas preocupaciones.
Quiere decir -continuó Sosa- contratos sin licitación, contratación de personal sin vigilancia de procesos de selección, tercerización y privatización de servicios. También retoma aquella Ley Marco de Protección Social que el año pasado generó las grandes protestas de médicos y maestros.
Pero esto va más allá, porque una convulsión social en un año preelectoral hasta podría gestar escenarios de continuismo político”, advirtió Sosa.
Es el capital
Para el catedrático no hay duda alguna de que esta crisis hunde sus raíces en la implementación y profundización de un modelo económico basado en el egoísmo, el individualismo, la exclusión y la concentración de riqueza. Un modelo neoliberal acaparador y depredador que ha arrasado con el Estado de Bienestar, ha saqueado territorios y bienes comunes, ha convertido los servicios esenciales en mercancía, barriendo barrido derechos fundamentales y arrancando a la inmensa mayoría de ciudadanos y ciudadanas el sueño de una vida digna y un futuro mejor.
“¿Por qué hasta ahora se preocupan en invertir en salud? Han arrasado con todo y ahora nos encontramos en una situación donde no hay capacidad de respuesta ante una emergencia tan grande como es la pandemia del coronavirus. Corren como locos a pedir recursos sin involucrar a la sociedad, sin diferenciar medidas, sin rendición de cuenta, potenciando prácticas autoritarias y clientelares tradicionales”.
Sosa dijo estar preocupado también por el uso político que ciertos gobiernos podrían darle a la crisis sanitaria.
“Tampoco me sorprendería que la convulsión que se está dando en América Latina sea aprovechada tanto por los gobiernos satélites de Estados Unidos para militarizar, criminalizar y judicializar aún más a defensores y movimientos sociales y populares que no han parado de denunciar y luchar contra la corrupción, la impunidad y este modelo depredador, como por Washington y la OEA para profundizar el ataque sistemático contra aquellos gobiernos que no se doblegan ante sus políticas e imposiciones. Esta crisis puede convertirse en un caldo de cultivo para acallar voces críticas y potenciar prácticas dictatoriales”.
Para el sociólogo hondureño, las secuelas de la pandemia para países como Honduras son impredecibles, sin embargo algo diferente es posible.
“Ya tenemos ejemplos de países, como Cuba o Venezuela por ejemplo, que han decidido enfrentar la emergencia apartándose de un modelo individualista y manteniendo su visión solidaria. Esto nos hace pensar que algo diferente es posible.
Dos son los elementos para potenciar los procesos de emancipación y lucha: el primero es reafirmar con fuerza que lo que estamos viendo es una crisis de la sociedad capitalista que, frente a la pandemia, lo único que sabe plantear es el ‘sálvense quien pueda’. El segundo es que hay otro modelo que plantea el involucramiento de la sociedad, la participación ciudadana, la solidaridad interna y externa con quienes más necesitan.
También es una exhortación, una estimulación a los movimientos sociales y populares a profundizar el análisis de la relación crisis-modelo económico, proponiendo un nuevo modelo de salud, de desarrollo, de convivencia, y luchando por ello”, concluyó Sosa.
 Nota:
[1] Personas que trabajan 40 o más horas pero que reciben un ingreso por debajo del salario mínimo vital


Cómo se combate el virus en zonas de extrema precariedad en Río de Janeiro

El primer contagio en la favela Ciudad de Dios disparó las alarmas

Por Eric Nepomuceno | 24/03/2020 | REBELIÓN
Fuentes: Página/12 (Argentina)
Las políticas económicas llevadas a cabo primero por Temer, y ahora por Bolsonaro devolvieron a la zona de pobreza casi a una treintena de millones de brasileños y a la miseria al menos a otros seis millones.
Más que previsible, era algo absolutamente seguro. Y sin embargo, la confirmación del primer caso de contagio en la inmensa favela Ciudad de Dios, en la zona oeste de la ciudad de Rio, disparó alarmas y pánico.
La favela Ciudad de Deus, en Río de Janeiro
Créditos: Selma Passos Cardoso, en ub.edu
Acorde al censo más reciente, solamente en el área urbana de Río existen unas 740 favelas (hay quien asegure que son más) que abrigan un millón y medio de personas, casi un cuarto de la población total. Si se considera el conurbano, hay que sumar al menos otro millón. Es decir: casi un Uruguay.
Sao Paulo, pese a tener la mayor población brasileña, abriga en villas miseria poco más de un millón trescientas mil personas. En todo Brasil, serían doce millones. Más que un Portugal entero.
Esa parcela, que corresponde a unos seis por ciento del total de habitantes del país, podrá sufrir una devastación sin precedentes a raíz del contagio del coronavirus.
Son personas que viven en condiciones extremamente precarias, sin estructura mínima de higiene y sanidad. Es absolutamente usual que en ambientes de treinta metros cuadrados se amontonen cuatro, cinco personas. ¿Cómo mantener la distancia apropiada, para no mencionar la cuestión de higiene? ¿Cómo adoptar medidas de prevención para evitar el esparcimiento del virus?
Esas y muchas otras son preguntas dramáticas cuya respuesta es un silencio más dramático aún.
Pero el drama se extiende: además de los favelados, hay inmensos contingentes de brasileños que viven en situación precaria. El total alcanza la marca de los treinta y cinco millones, es decir, diecisiete por ciento de la población del país.
Desde el golpe institucional que destituyó a la presidenta Dilma Rousseff, las políticas económicas y las reformas llevadas a cabo primero por Michel Temer, y ahora extremadas por Jair Bolsonaro, devolvieron a la zona de pobreza a casi una treintena de millones de brasileños y a la miseria al menos otros seis millones.
Pese a todo ese panorama asombroso, las atenciones, al menos en este primer instante de expansión del coronavirus, se concentran en las favelas de Río de Janeiro, por la precariedad de su situación.
Por ejemplo: este domingo, en varias áreas de la favela Rocinha, la mayor de Río, donde se amontonan unas cien mil personas, no había agua. Hablar de alcohol, guantes o mascarillas sanitarias sonaría a falta de respeto no solo a la población local, pero a la mera realidad.
Y sin embargo, se trata de una favela considerada privilegiada, por estar enclavada entre barrios de clase alta, Gávea, San Conrado y principalmente Leblon, quizá el metro cuadrado más caro de América Latina. ¿Por qué privilegiada? Por estar cerca de los locales de trabajo de sus habitantes, en general empleadas domésticas, taxistas o empleados del comercio elegante de la zona dorada de Río.
Quien vive en favelas distantes y trabaja o en el centro o en las zonas norte y sur, suele gastar hasta tres horas entre ir y venir.
A diferencia de casi todas las metrópolis brasileñas, en que las villas miseria se sitúan en su inmensa mayoría en las zonas periféricas, en Río prácticamente no existen barrios (las excepciones son poquísimas, como Jardín Botánico) sin favelas.
El cuadro, entonces, se hace especialmente temerario: de un lado, edificios de clase media o alta. Del otro, miles de personas hacinadas en ambientes pequeños e insalubres.
Dirigentes sociales y de asociaciones de habitantes de favelas no solo de Río (que concentra la mayor población de villas miseria del país) pero de todo Brasil tratan de llevar a cabo campañas de conciencización, mientras reclaman de los gobiernos la ausencia absoluta de infraestructura, empezando por agua y condiciones mínimas y urgentes de salubridad, como cloacas.
El ultraderechista presidente Jair Bolsonaro sigue refiriéndose al coronavirus como una “gripecita”, su ministro de Salud, Luiz Henrique Mandetta, médico ortopedista, hace advertencias alarmantes sobre el futuro de las favelas brasileñas.
Pero ni uno ni otro aclara qué medidas serán tomadas, y mucho menos explican por qué ninguna fue adoptada hasta ahora.
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/254701-el-primer-contagio-en-la-favela-ciudad-de-dios-disparo-las-a

Tuvo que dejar sin efecto su insólito decreto contra los efectos de la pandemia en Brasil

Coronavirus: Bolsonaro dio marcha atrás con la suspensión de trabajadores por cuatro meses y sin sueldo

Por Dario Pignotti
PÁGINA 12 - 23 de marzo de 2020

El mandatario también ratificó su postura de no decretar la cuarentena, pese al avance del coronavirus en Brasil.
El mandatario también ratificó su postura de no decretar la cuarentena, pese al avance del coronavirus en Brasil. 
Imagen: AFP
Desde Brasilia
Jair Bolsonaro decretó la suspensión de los contratos de trabajo, y dejar de pagar los salarios durante cuatro meses, con el pretexto de hacer frente a la crisis económica agravada ( no fue causada) por el coronavirus, que según funcionarios del gobierno puede llevar al gigante latinoamericano a la recesión. Pero hubo tal rechazo a la propuesta, diseñada junto al ministro de Economía, el pinochetista Paulo Guedes, que horas después de anunciarla, el presidente se vio obligado a dejarla parcialmente sin efecto.
A través de una Medida Provisoria publicada en el Diario Oficial de la Unión se determinó que los patrones queden eximidos de abonar los salarios durante 120 días.
"Nadie está despidiendo a nadie", justificó Bolsonaro a la mañana ante los periodistas apostados frente al Palacio de Alvorada, en Brasilia.
"Esta es una manera de preservar los empleos, se acorta el período de pre-aviso (suspensión de contrato) y se permite que se den vacaciones (anticipadas), esto es mejor que ser despedido".
Cuando se le consultó si se arbitrarán medidas para compensar semejante mazazo a los trabajadores esquivó la respuesta dejándola a cargo del ministro Guedes, un economista que trabajó para el dictador Augusto Pinochet, a quien le elogia las reformas laboral y previsional.
En el decreto se permitía a los empleadores ni si quiera se los obligaba, a que "concedan una ayuda compensatoria" para quienes dejaban de cobrar sus sueldos.
La iniciativa fue rechazada de plano por la principal fuerza opositora, el Partido de los Trabajadores (PT).
"Los gobiernos de varios países pagarán los salarios de los empleados para evitar despidos, mientras Bolsonaro penaliza al trabajador en medio de la pandemia", reprobó Gleisi Hoffmann, presidenta del PT.
"Vemos con mucha preocupación esta Medida Provisoria porque demuestra cuán incapaz es el gobierno para enfrentar la crisis", declaró Sergio Nobre, titular de la Central Unica de los Trabajadores (CUT).
Lo que se necesita no es más "flexibilización laboral" sino la creación de "un fondo para garantizar por lo menos un salario mínimo" que alcance a todos los desocupados, los actuales y lo que surjirán en los próximos meses, exigió Nobre.
La Medida Provisoria requiere de la aprobación del Congreso, desde donde también surgieron numerosos cuestionamientos, incluso desde parlamentarios conservadores advertidos de la necesidad de inyectar recursos para impedir un hundimiento brutal de la actividad económica.
Entre los que objetaron la decisión está el presidente de Diputados, Rodrigo Maia, del conservador partido Demócratas (DEM), que pese a compartir el programa neoliberal del Ejecutivo consideró exagerado dejar a los empleados cuatro meses sin cobrar .
Con casi 12 millones de desempleados Brasil puede saltar a 40 millones de ciudadanos sin trabajo según una proyección de la consultora XP, vinculada al banco Itaú.
Al mismo tiempo que Bolsonaro intentaba mostrar las cualidades de su propuesta ante los movileros en la residencia oficial, el Banco Central anunció la liberación de 68 mil millones de reales (13.600 millones dólares) para la banca privada en la forma de reducción del 8 por ciento de depósitos compulsivos. Mientras tanto, en el Supremo Tribunal Federal ingresó una acción promovida por gobernadores de la región nordeste contra los recortes impuestos a la Bolsa Familia.
Finalmente, y ante la casi unánime censura despertada por el decreto, el mandatario anunció cerca del mediodía, a través de las redes sociales, que dejará sin efecto el punto que refiere a los meses sin cobro de haberes.

No a la cuarentena

El capitán retirado del ejército defendió este lunes su decisión de no imponer una cuarentena nacional, al contrario de lo que han hecho varios gobernadores, entre ellos los de San Pablo y Río de Janeiro . Una periodista le preguntó si le preocupa que su imagen esté perdiendo aprobación debido a la política de indiferencia ( o más bien negación) del Covid-19. Indignado respondió que ese tipo de cuestionamientos son "antipatrióticos" y aseguró que lo tiene sin cuidado haber perdido popularidad.
Este lunes por la noche se aguardan nuevos cacerolazos de repudio similiares a los realizados diariamente desde la semana pasada, con consignas como "Fuera Bolsonaro" o "Impeachment".
La necedad del líder de ultraderecha frente a dolencia causa asombro. Durante el fin de semana repitió en entrevistas que el coronavirus no pasa de una "gripecita" y criticó a quienes piden el cierre de los templos evangélicos por ser focos de contagio. Para la consultora consultora norteamericana Eurasia Group Bolsonaro es el presidente más "ineficiente" del mundo en el combate contra la pandemia. 

Bolsonaro y la rutina del desastre y la ridiculez

Por Eric Nepomuceno | 23/03/2020 | REBELIÓN
Fuentes: Página/12 (Argentina)
Si 2020 empezó con el mandatario brasileño Jair Bolsonaro respaldando el asesinato del general iraní Quasem Soleimani por órdenes directas de Donald Trump, lo que vino después no hizo más que confirmar algo que desde que el ultraderechista asumió la presidencia se hizo visible e inmutable: su personalidad, en la que se destaca un permanente desequilibrio, así como actitudes de sus ministros, impulsan una rutina de desastres y ridiculeces.
El sector considerado ‘ideológico’ del gobierno –todos seguidores estrictos del astrólogo que se autonombró ‘filósofo’, Olavo de Carvalho, gurú del clan presidencial– sufrió una pérdida importante, es verdad, pero sigue ocupando, con exuberante capacidad de producir disparates, ministerios de importancia fundamental para los proyectos del ultraderechista tosco que nos preside: Medioambiente, Educación y Relaciones Exteriores, además de Cultura.
La pérdida se dio en un campo específico de la saña presidencial, el de la cultura.
En su primer día como presidente Bolsonaro extinguió el antiguo ministerio y creó la ‘secretaría especial’, con rango inferior. Pasó a defender el retorno de la censura, declaró guerra al cine y pidió un arte ‘acorde a los principios cristianos y de la familia brasileña’.
Pues su hasta ahora titular, el director de teatro Roberto Alvim, fue expelido del puesto pocas horas después de, en la noche del jueves 18, haber sido fuertemente elogiado por Bolsonaro.
El motivo: luego del encuentro con el presidente, Alvim anunció, vía internet, su nuevo programa de incentivo a las artes, con un texto que traía copiados varios trechos de un discurso de Joseph Goebbels, el ministro de propaganda de Adolf Hitler.
Advertido, dijo tratarse de una ‘coincidencia de retórica’, para luego aclarar que subscribiría cada palabra robada al alemán.
Por primera vez un funcionario del gobierno de Bolsonaro asumió su plena coincidencia con uno de los ideólogos del nazismo.
Bolsonaro solo decidió catapultarlo luego recibir una muy furiosa llamada del embajador de Israel en Brasil.
Al mismo tiempo, otra bomba: la fiscalía nacional pidió la suspensión de los resultados del examen nacional de ingreso en universidades públicas, creado en tiempos del PT de Lula da Silva.
La razón: errores en las notas concedidas a los estudiantes. Pura mala interpretación, pura incompetencia.
El ministro de Educación, Abraham Weintraubm, otro discípulo del astrólogo-gurú, es una máquina de disparar groserías, comete equívocos primarios de ortografía cuando escribe y de concordancia verbal cuando habla. Sin embargo, cuenta con total respaldo de Bolsonaro, por su fidelidad a la misión de erradicar el «marxismo cultural» de la enseñanza pública.
¿Más desastres en el primer mes de 2020? Pues claro…
Bolsonaro anunció que iría al Foro Económico Mundial que se realiza anualmente en Davos, una pequeña aldea en los Alpes suizos y que reúne la flor y la nata del empresariado y de los dueños del dinero del mundo.
Informado de que el tema del medioambiente tendría peso en las reuniones, cambió de idea, y con justa razón: al fin y al cabo, su primer año de gobierno registró un sinfín de agresiones a la amazonia, con invasiones de tierras públicas y de reservas indígenas, fuerte estímulo a los prendedores de fuego y devastadores de madera, bien como a la minería ilegal que contamina ríos y arroyos.
Prefirió despachar a su ministro de Economía, el neoliberal fundamentalista Paulo Guedes, ex funcionario de Augusto Pinochet en Chile.
Pues cuando surgió la cuestión ambiental, Guedes no tuvo duda: aclaró que los peores agresores son los pobres, que devastan el medioambiente para tener qué comer.
Fue fulminado no solo por ambientalistas y organismos de defensa de la naturaleza, pero también por el ex vicepresidente norteamericano Al Gore. Hasta su colega de gobierno, la ministra de agricultura Tereza Cristina Días, lo desmintió.
Bolsonaro viajó el pasado jueves a la India. Dice que pretende ampliar el comercio bilateral, aumentando las exportaciones brasileñas. Fue invitado a las celebraciones de las fiestas de independencia del país asiático, que a cada año selecciona un único jefe de Estado para merecer tal honor.
Con su habitual delicadeza y luciendo los modales refinados de siempre, su primer almuerzo en país con una de las culinarias más diversificadas y ricas del planeta constó de arroz y tallarines con salsa de tomates. Cuando de su visita a Japón ya había cometido grosería semejante, argumentando que no le gusta el pescado crudo.
Ha sido por otra razón, sin embargo, que Supriya Gandhi, profesora de la universidad de Yale, protestó de manera vehemente al saber que Bolsonaro iría visitar el Memorial dedicado a su bisabuelo, Mahatma Gandhi, el padre de la independencia de India.
Su argumento: Bolsonaro no tiene respeto alguno por las normas democráticas y no reconoce la urgencia de la crisis ambiental.
Nadie la contradijo.  
Fuente: https://www.pagina12.com.ar/243861-bolsonaro-y-la-rutina-del-desastre-y-la-ridiculez


Turbulencias del neoliberalismo

Por Emir Sader.

Por Emir Sader 20 marzo, 2020 - CARAS Y CARETAS
El mundo ha experimentado transformaciones regresivas en las últimas décadas del siglo pasado, que tuvo como una de sus consecuencias la transición a la era neoliberal del capitalismo mundial. Desde un mundo bipolar, marcado por la presencia de dos bloques que dividieron el mundo en esferas de influencia, nos trasladamos a un mundo unipolar, bajo la hegemonía imperial norteamericana. Un cambio radical en el panorama político e ideológico global. El fin del campo socialista generó, con él, la ideología del Consenso de Washington y el pensamiento único, promoviendo la idea del fin del socialismo, de la división entre la derecha y la izquierda, el predominio de la democracia liberal y la economía de mercado. Por otro lado, el largo ciclo de carácter expansivo, desde el final de la Segunda Guerra Mundial hasta la década de 1970, el de mayor expansión económica en la historia del capitalismo, ha pasado a un largo ciclo de carácter recesivo, en el que el capitalismo todavía está sin horizonte de superación.
A su vez, el predominio de gobiernos que aplican políticas de bienestar social ha sido superado por gobiernos que promueven la competencia entre todos en el mercado, eliminando los derechos de la población. Hubo esos tres fenómenos regresivos, que concentraron más los ingresos, aumentaron los conflictos bélicos y aumentaron la miseria, el hambre y la exclusión social. En el período neoliberal, la hegemonía dejó de estar con los grandes conglomerados del monopolio industrial para estar en el capital financiero.
Capital financiero de naturaleza especulativa, que fluctúa de acuerdo con las perturbaciones del mercado, que utiliza liquidez para circular de una bolsa de valores a otra, de un país a otro, promoviendo incertidumbre y turbulencia.

La era neoliberal es turbulenta, porque las economías actúan de acuerdo con las oscilaciones de las bolsas de valores, las transferencias rápidas de capital, las operaciones de rebaño, que desestabilizan las economías. Desde su instauración, ha habido crisis en América Latina, Asia, Europa, África, con efectos prolongados.
La era de la producción y la creación de empleo ha quedado atrás, reemplazada por la era de las tasas de interés, la especulación financiera, el trabajo precario y la concentración de los ingresos. Las economías latinoamericanas crecieron desde la década de 1930 hasta la crisis de la deuda neoliberal a fines de la década de 1970. Con gobiernos progresistas, vuelven a crecer, al contrario del neoliberalismo, entre los años 2003 y 2012, con políticas para promover la expansión de los sectores productivos de la economía y distribución del ingreso, generando millones de empleos formales y políticas sociales.
La contraofensiva conservadora, restaurando el neoliberalismo en varios países, trajo de nuevo el estancamiento económico, el alza del desempleo, así como las turbulencias financieras.
A escala mundial, se ha pasado de un ciclo con relativa estabilidad económica a un ciclo marcado por la continua turbulencia económica, causada por la inestabilidad típica de los mecanismos financieros. Las crisis se reprodujeron en México, Brasil, Argentina, Corea del Sur, Rusia, y se generalizaron a partir de 2008, lo que puso a la economía mundial en recesión.
Las políticas neoliberales, que abren los mercados internos a los impactos de la economía global, desindustrializan las economías de los países y promueven la centralidad del capital financiero, debilitan la capacidad de regulación estatal y la fortaleza de las empresas públicas, causan enormes debilidades en las economías de cada país frente a inestabilidades internacionales.
Es lo que sucede en el momento presente. Ante la inminencia de una nueva recesión internacional, en lugar de tratar de proteger nuestra economía, los gobiernos neoliberales están tratando de aprovechar la situación para impulsar aún más sus proyectos, que golpean incluso más al Estado, intensifican las privatizaciones y debilitan su capacidad de acción. Los efectos de la situación internacional en Brasil se pudieron resistir en 2008 porque se fortalecieron los créditos de los bancos públicos, se resistieron los enfrentamientos externos, en lugar de multiplicarlos, como se hace ahora, abriendo aún más nuestras economías.

URUGUAY

apagón

Medidas para el bienestar esencial del pueblo

Lunes, 23 Marzo 2020 16:42 - PORTAL PIT-CNT

Medidas para el bienestar esencial del pueblo
Este lunes 23, la Intersocial que está conformada por el PIT-CNT, la FEUU, la ONAJPU, la Redes Amigos de la tierra, Intersocial Feminista y Ovejas Negras, definió una plataforma de medidas para afrontar la grave crisis por la que atraviesa el país, como consecuencia del coronavirus COVID-19. Las medidas serán respaldadas por una caceroleada y apagón social que se realizará el próximo miércoles 25 de marzo, a las 21 horas, durante 10 minutos.
Según explicó el presidente del PIT-CNT, Fernando Pereira, al término del encuentro, las medidas no son "contra el gobierno", sino a favor de la población, especialmente quienes se encuentran en situación más vulnerable.
El conjunto de organizaciones sociales reclama -entre otras medidas- una renta básica para los trabajadores con menos ingresos, especialmente para aquellos que quienes lo hacen de manera informal y que viven "al día" y la implementación de acciones de protección a las pequeñas y medianas empresas que garanticen los puestos de trabajo.
Pereira dijo en rueda de prensa que si bien no se ha establecido un monto determinado de esa renta básica, ya que se debe intentar negociar una salida con el gobierno "en clave nacional", se manejó como parámetro un salario mínimo nacional.
Asimismo, la Intersocial plantea que se postergue el anunciado aumento de tarifas públicas, así como también, los tributos, corte de servicios, alquileres y desalojos
En este sentido, demandan que se implementen políticas focalizadas de rebajas de las tarifas públicas para quienes menos tienen y el congelamiento de alquileres y de cuotas de créditos hipotecarios por seis meses. "Con el mismo criterio, exhortar al Banco Central a que instruya a las instituciones financieras privadas para poder realizar lo mismo en el caso de las tarjetas de crédito y prestamos sociales".
Otra de las medidas que plantea la Intersocial apunta al control de precios de la canasta sanitaria y de insumos, alimentos básicos y garrafas de gas. "Es necesario que el Estado fije los precios de referencia y el control de los mismos, penalizando a quienes no cumplan" y en la declaración , agrega que el Estado "debe dar señales claras y un control riguroso de todos los fenómenos de especulación y lucro indebido de quienes quieren beneficiarse con ganancias extraordinarias en esta situación dramática".
El presidente del PIT-CNT aclaró que no se trata de cuestionar las medidas que ha asumido el gobierno "sino que estamos diciendo que son muy insuficientes" para atacar un problema de la dimensión como el que tiene el Uruguay en la actualidad y en función de lo que "va a vivir las próximas semanas". Sobre este punto, Pereira mencionó que se han estudiado medidas que han tomado otros gobiernos en distintas partes del mundo, "y aún sabiendo las diferencias que hay entre el primer y el tercer mundo, es necesario que el Uruguay tome políticas activas para evitar que nuestras personas con mayor debilidad no puedan hacer la cuarentena simplemente porque no tengan para comer".

En clave nacional

El presidente de la central sindical informó que la mayor parte de las medidas que están incluidas en la plataforma acordada por la Intersocial, ya fueron trasladadas al presidente de la República y al secretario de Presidencia. "Tengo claro que las han recibido y que las están estudiando, pero naturalmente, que siempre las propuestas sindicales van acompañadas por la lucha". Al respecto, explicó que no es posible apelar a medidas tradicionales de movilización por lo que se resolvió convocar a un apagón y caceroleo, "un instrumento que no solemos utilizar", aclaró. Puntualizó que se trata de respetar las pautas indicadas por las autoridades sanitarias y que las medidas "no son contra el gobierno" sino a favor de la población.

Costos

Según las cifras que maneja el movimiento sindical, el apoyo a unos 400 mil hogares en esta coyuntura actual, implicaría unos 500 millones de dólares, si se toma como referencia de renta básica el salario mínimo nacional. "Sabemos que es una cifra importante, pero también sabemos que el gobierno puede utilizar una parte pequeña de las reservas para cubrir esto en un momento de crisis, (algo) que seguramente en otro momento no se haría, o endeudarse para proteger a la sociedad. Acá lo cierto es que tenemos que tomar una medida que es una encrucijada, o atendemos lo social y tratamos de salir de esta crisis con integración social o no tomamos medidas de este tipo y lo vamos a pagar intergeneracionalmente por varias generaciones. La deuda va a estar, puede ser económica o puede ser social. Nosotros preferimos que la deuda sea económica y (creemos) que las futuras generaciones van a entender por qué nos endeudamos para salvar una sociedad que claramente iba a entrar en problemas muy graves".

Cifras y personas

De acuerdo a datos recientes difundidos por el Equipo de Representación de los Trabajadores en el BPS, al día 20 de marzo del 2020, la cifra de solicitudes de subsidio por desempleo ascendía a 40.601.
Pereira aclaró que "hay 40 mil en el seguro de paro, hay una cantidad importante en el seguro de enfermedad, hay personas que han sido despedidas sin negociación bipartita, hay otras empresas que han tenido actitudes más responsables y han negociado adelantos de licencia; hay un acuerdo general entre el Sunca, la Cámara de la Construcción y el gobierno para a partir de mañana no trabajar en la construcción. Es decir, hay de todo. Hay gente que tiene el papel de patrón, solamente por su trabajadora doméstica, a la que le debería estar pagando si la manda quedarse en su casa. Todos tenemos que protegernos, no nos podemos quedar tranquilos en nuestras casas sin pagar a las que cuidan a nuestros niños, las que cuidan nuestro hogar, las que cumplen tareas fundamentales. Hay que abrir la cabeza a todo el espectro de soluciones y hay que actual con solidaridad y con responsabilidad", subrayó.

Cuarentena

Consultado sobre la pertinencia o no de declarar la cuarentena, Pereira dijo a los medios de prensa que la actitud del movimiento sindical en este sentido seguirá siendo atenerse a las instrucciones de la autoridad sanitaria. "No puede haber diez voces en salud, hay una autoridad sanitaria que la tiene el MSP. Hay una cantidad de organizaciones, el Sindicato Médico del Uruguay por ejemplo, pero también muchas organizaciones especialistas en medicina que están recomendando la cuarentena. Si ese es el camino que elige el MSP, nosotros lo vamos a acatar como hemos acatado cada decisión del Ministerio de Salud Pública, con la seriedad y la sobriedad que hay que tener en estos momentos, pero partiendo de la base que hay prácticas que se han desarrollado en otras partes del mundo que han dado más resultado que otras y eso el gobierno lo tiene arriba de la mesa y lo está evaluando. Ojalá se tome la mejor decisión para proteger el bien supremo que todos tenemos, la vida".

Violencia intrafamiliar

En relación a la preocupación manifestada por parte de diversas organizaciones sociales vinculadas a la violencia de género sobre los riesgos que la cuarentena puede representar para muchas mujeres al tener que mantenerse dentro del hogar junto a sus posibles victimarios, Pereira exhortó a la población a actuar con responsabilidad y compromiso. "Que el vecino no pueda hacerse el distraído si siente gritos en la casa de al lado, si siente golpes, tiene que denunciar en forma inmediata". Asimismo, insistió en que las organizaciones sociales son conscientes de la magnitud de la coyuntura y las distintas variables que hay que tener en cuenta para abordar las distintas acciones.
"Somos consientes que hay hogares que tienen dificultades de alimentación y somos consientes de todas estas cuestiones de las que venimos hablando, lo que estamos diciendo es que el gobierno tiene que tomar un conjunto de medidas que eviten la crisis social y al mismo tiempo que nos permitan pensar en la mañana siguiente. Que cuando termine la crisis tengamos alguna perspectiva productiva y de integración social".

Hacerse cargo

Casi al término de la rueda de prensa improvisada en la vereda, frente al local del PIT-CNT, Pereira fue consultado si el gobierno anterior "también fue irresponsable", lo que motivó una respuesta tajante: "Yo no he tratado de irresponsable a nadie. Estoy diciendo que en un momento de crisis nacional lo que hay que tener son voces responsables y una voz responsable tiene que decirle a la sociedad, aunque no le guste, que hay que acatar las decisiones del MSP, y el ministerio probablemente tome medidas en estas horas y el PIT-CNT coherente con su tradición, las va a respetar, coherente con la institucionalidad, las va a respetar, pero va a demandar, coherente con su historia, no olvida a los más débiles y coherente con sus principios se ha reunido con el conjunto de las organizaciones sociales que comparten esta línea de pensamiento. Seguramente no tenemos todas las soluciones que los uruguayos esperan, pero estamos dando la cara diciendo que hay medidas que se pueden tomar en Uruguay para palear la situación de gran parte de los uruguayos".

Texto completo de la Plataforma Intersocial

  1. Creación de una renta transitoria de emergencia que asegure que todas las uruguayas y uruguayos cuenten con un ingreso mínimo que les permita acceder a bienes y servicios básicos mientras dure esta situación. Tanto el Mides como el BPS cuentan con información suficientemente completa como para acceder a estos hogares e instrumentarla sin demoras y de manera focalizada, prestando especial atención a trabajadoras y trabajadores informales y aquellos colectivos en mayores condiciones de vulnerabilidad. Para los casos que no se encuentran registrados por estos organismos, por ejemplo feriantes, vendedores ambulantes y actividades relacionadas, se debe garantizar el acceso apelando al cruce de datos con las intendencias departamentales y otras organizaciones.
  2. Implementar medidas de protección a las pequeñas y medianas empresas que garanticen los puestos de trabajo. Las medidas instrumentadas por el gobierno son insuficientes porque no tienen como contrapartida el mantenimiento del empleo.
  3. Reclamar a las empresas que en estas circunstancias de crisis no tomen medidas unilaterales al margen de la negociación colectiva. Prohibir los descuentos salariales o adelanto de vacaciones para los y las trabajadoras que - por integrar grupos de riesgo- han accedido a una licencia médica en el marco de la emergencia.
  4. Postergar el aumento de tarifas e impuestos anunciados. Flexibilizar y diferir el pago de tarifas públicas, tributos, corte de servicios, alquileres y desalojos. Implementar políticas focalizadas de rebajas de las tarifas públicas para quienes menos tienen. Congelamiento de alquileres y de cuotas de créditos hipotecarios por seis meses. Con el mismo criterio, exhortar al Banco Central a que instruya a las instituciones financieras privadas para poder realizar lo mismo en el caso de las tarjetas de crédito y prestamos sociales.
  5. Implementar un control de precios de la canasta sanitaria y de insumos, alimentos básicos y garrafas de gas. Es necesario que el Estado fije los precios de referencia y el control de los mismos, penalizando a quienes no cumplan.
  6. El Estado debe dar señales claras y un control riguroso de todos los fenómenos de especulación y lucro indebido de quienes quieren beneficiarse con ganancias extraordinarias en esta situación dramática.
  7. Proteger con todos los insumos necesarios a los trabajadores y trabajadoras de la salud y a la totalidad de trabajadoras y trabajadores públicos y privados que están al servicio de nuestro pueblo enfrentando a esta crisis en la primera línea.
  8. Partida presupuestaria extraordinaria para abastecer a todos los centros de enseñanza de jabón, alcohol en gel, toallas, desinfectantes, repelentes, guantes, etc. y para garantizar la higiene de cada establecimiento, cuando se reanuden las clases.
  9. Elementos de higiene y seguridad para todo el transporte público, unidades suficientes para que no viaje con personas paradas, ni con todos los asientos ocupados.
  10. No implementar los anuncios de reducción del gasto público en el momento en que más recursos se requieren para atender la emergencia.
  11. Garantizar acceso a la salud para todas las personas enfocadas en pacientes crónicos, con enfermedades preexistentes, atendiendo en barrios y zonas periféricas en todo el país.
 A los efectos de apoyar esta plataforma para que sea tenida en cuenta y para garantizar la salud del conjunto de nuestro pueblo, convocamos a manifestarnos desde nuestros hogares el miércoles 25 de marzo entre las 21:00 y las 21:10 a un caceroleo y apagón social.
PIT CNT - FUCVAM - FEUU - ONAJPU – Intersocial Feminista – Colectivo Ovejas Negras- Redes Amigos de la tierra


Cacerolazo


por Mariana Licandro / Foto: Vecinas en los muros

Bocanada de comunidad en tiempos de aislamientos, sentir el golpeteo de un nosotras, sumarse al ritmo que se acerca, se siente. Invitar a hijes a cacerolear, recordar nuestras infancias, nuestras madres abollando tapas de ollas, conectar con una memoria de lucha, apagar la luz por las dudas, reflejos que mantenemos de esos tiempos. Llorar de bronca por las asesinadas y porque nos acabamos de enterar de que hay una menos. Llorar de bronca, descargar todo lo que estamos sintiendo, por las y les que se van al seguro de paro, por las despedidas, las que no están en caja y no están pudiendo conseguir el jornal diario.
Romper el aislamiento social que nos quieren imponer. Quebramos el silencio, ocupamos el espacio público y penetramos dentro de las casas. El caceroleo como metáfora y práctica feminista donde la separación entre lo público y "privado" se difumina. Sinfonía de complicidades desobedientes que no respeta partitura, desborde de sonidos estridentes mientras los perros nos ladran.
Silenciamos nuestras ollas para escuchar a las otras y retomamos con más fuerza, dialogamos entre nosotras sin vernos, no dejamos que ninguna cacerola quede sonando sola.
Están siendo días muy difíciles.  Días de cuarentena para algunas y de más precarización y violencia para todas, todes. 
En nuestros cuerpos se siente la asfixia personal y colectiva, la preocupación por nosotras mismas y por otres. Nos sentimos agobiadas por la sobrecarga del trabajo de cuidados y reproductivos más la exigencia de seguir siendo productivas para sostener un modo de vida que evidentemente es insostenible.
Sentimos la impotencia de que el Estado y el poder médico controle al máximo nuestras vidas y nos diga qué es lo que tenemos que hacer, cuando sabemos que a ellos nuestras vidas no les importan. Porque históricamente han experimentado sobre nuestros cuerpos feminizados, pobres, negros y originarios.
El ruido se va apagando, nos queda una sensación extraña, nos escribimos y sin proponernos vamos armando una crónica colectiva de lo que fue, de cómo sonó en cada barrio. ¡Lo hicimos! Lo volvimos a hacer. Reafirmamos nuestra capacidad colectiva y creativa para desbordar los límites,  acompañarnos y sostenernos. Reinventamos formas para escucharnos, las luchas de nuestras madres nos inspiran, activamos entre nosotras nuevas formas para dialogar,  sobrevivir y seguir transformándolo todo.
Hace apenas unas semanas, en la Huelga Feminista, las cirqueras ocuparon el cielo y entre todas, todes, hicimos temblar la tierra, ayer el espacio sonoro fue modificado por esa polifonía de nuestras cacerolas. Hemos permeado todos los espacios físicos, sociales, políticos, e íntimos. Hemos politizado todos los aspectos de nuestras vidas y es lo que nos permite hoy no sentirnos solas cuando el agobio parece instalarse.
Durante estos últimos años el movimiento feminista, sobre todo en nuestras geografías del sur, ha ido construyendo claves para defender y cuidar la vida frente a un sistema que defiende la muerte, la precarización y el ecocidio para garantizar las ganancias de los ricos. En estos momentos este debate se potencia y amplifica, a nosotras no nos agarra desarmadas, hemos ido tejiendo una trama que nos sostiene y que debemos reforzar ahora, estamos y seguiremos creando formas, maneras para sostener la vida entre todas, todes y para que el aislamiento no sea social ni afectivo.










Foto Gastón Britos / FocoUy

Sunca firmó acuerdo de licencia anticipada

La medida significará la cuarentena de 45.000 trabajadores de la construcción para la preservación de la salud.
Ultima actualización Mar 21, 2020 - LA REPÚBLICA uy
El Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (Sunca) aprobó el acuerdo logrado luego de una trabajosa negociación que culminó esta mañana. El mismo implica una licencia especial desde el 24 de marzo hasta el 5 de abril, que al unirse con la licencia reglamentaria de Turismo, que es del 6 al 12, permitirá que por 20 días el personal de la construcción pueda minimizar los riesgos causados por la amenaza del coronavirus.
Un logro fundamental del acuerdo fue que los costos de esta medida de precaución no caigan solamente sobre los trabajadores, sobre todo de aquellos que no tienen cobertura del seguro de paro.
El acuerdo contempla que el financiamiento de esta licencia especial se de a través de una partida de $ 16.505,52 que se cobrará por única vez.
El acuerdo también establece la realización de una campaña tripartita pública tripartita de información sobre la pandemia y las mejores formas de enfrentar su impacto.



Caras y Caretas

Ajuste, tarifazo y devaluación: Las tres mentiras del gobierno

El pasado miércoles 11 de marzo, el equipo económico del gobierno uruguayo, encabezado por el propio Presidente Luis Lacalle Pou, anunció las primeras medidas de ajuste y la suba de tarifas.
21 marzo, 2020 - CARAS Y CARETAS
Por Víctor Carrato
Por ahora el precio del combustible no ha variado, debido a la baja del precio del petróleo que llegó a los US$ 30 el barril y a que se están dsarrollando las cosechas de soja y arroz. Las subas anunciadas, que regirán desde el 1º de abril próximo, corresponden a OSE, 10,7%, UTE, 10,5%, y Antel, 9,78%. En tanto, se redujo la baja del beneficio del IVA en pago por tarjetas, pasa de 4% a 2% con débito y de 9% a 5% con crédito en restaurantes.
El exsubsecretario de Economía Pablo Ferreri estimó este aumento del IVA en unos US$ 50 millones, mientras que el exdirector de la Oficina de Planeamiento y Presupuesto (OPP) Álvaro García informó que las empresas públicas se entregaron con US$ 400 millones en caja.
El peso del ajuste
Las medidas para bajar el gasto del Estado fueron calculadas por el economista Aldo Lema en 0,5% del PIB, lo que significa unos US$ 273 millones.
Si el ajuste en el gasto de funcionamiento e inversiones fuera lineal de 15% (algo “muy difícil” de lograr según varios analistas), rendiría 0,7% del PIB, es decir, unos US$ 382 millones. En el mejor de los casos, faltan US$ 518 millones. Se esperan más medidas por decretos y en la ley de presupuesto.
Esto incluye ahorros de al menos 15% de gastos de funcionamiento en ministerios, sin incluir partidas salariales. Prohibición de comprar o renovar mobiliario y equipamiento en los ministerios; llenado de una vacante cada tres que se generen en el ejercicio, excluyendo personal docente, técnicos de la salud y la seguridad. Se solicitó también a los entes y servicios descentralizados actuar en la misma línea.
También se solicita a todas las instituciones públicas o privadas que reciben subsidios o subvenciones, presentar sus compromisos de gestión a los ministerios correspondientes y a la Comisión de Compromisos de Gestión antes del próximo 30 de abril.
Respecto de los juicios contra el Estado, se establece que cada inciso de la administración central deberá llevar adelante medidas de ahorro en sus créditos para compensar eventuales gastos por la cancelación de obligaciones por condenas judiciales.
El plan original de Azucena Arbeleche era ahorrar US$ 532 millones del presupuesto.
La devaluación
Entre el 1º y el 13 de marzo, el dólar pasó en nuestro país de $ 39,19 a $ 43,43. Es decir que hubo un aumento de 11%. Una devaluación superior a la realizada por otros países del continente.
Porcentaje de devaluación del dólar en marzo de 2020 (algunos países latinoamericanos)
Países Del 2 al 9 Del 2 al 12
Brasil 5,6 7,8
Chile 2,4 4,9
Colombia 9,8 11,9
México 7,2 12,7
Uruguay 10,2 1,4
El caso de Argentina no es comparable porque tiene un sistema de cambios múltiples.
El economista Jorge Notaro recuerda que “el 2 de marzo, el presidente se reunió con los jefes de Policía, pero no se preocupó de nombrar un presidente del BCU. Durante dos días no hubo autoridad monetaria ni política cambiaria, el mercado operó sin intervención del BCU, el tipo de cambio empezó su galope, fue otra muestra de las prioridades del gobierno”.
Notaro señala que “si algo se podía esperar del nuevo gobierno, era la aceleración de la devaluación para aumentar las ganancias del complejo agroexportador, principal compromiso de los socios de la coalición”. El aumento de las ganancias también aumenta el valor del capital de los dueños de la tierra y de las vacas, mientras se reduce el capital de los importadores que tienen deudas en dólares y vendieron a crédito en pesos.
“El peor impacto cae sobre las familias de ingresos medios, que cobran sueldos o jubilaciones en pesos y tienen deudas en dólares porque compraron un televisor o un auto. A fin de 2019, el monto de los créditos en dólares para el consumo de las familias eran 427 millones de dólares. Con la devaluación aumenta la parte de los ingresos que tienen que dedicar a pagar esas deudas; tienen que ajustarse el cinturón y reducir otros gastos”, agrega el economista.
Notaro concluye que “mintió el presidente en la campaña, pero la culpa la tuvo el otro”. Hay un aumento del IVA. Segundo, los aumentos propuestos por el actual gobierno son mayores que el promedio anual de aumento del costo de vida medido por el IPC.
Porcentaje de aumento de tarifas y del IPC
Año UTE OSE ANTEL IPC
2017 3,2 6,5 6,5 6,2
2018 3,2 6,5 6,5 7,6
2019 5,7 7,8 6,5 7,6
2020 10,5 10,7 9,78  
Recopilación: Iván Hafliger.
Tercero, no se van a ahorrar US$ 900 millones, como se prometió en a campaña. Se puede pronosticar que en el transcurso del año seguirá el impuestazo, el tarifazo y el aumento de la inflación. Se intentará reducir el poder de compra de los salarios con aumentos menores que el IPC y, como consecuencia, al año siguiente las pasividades. Con la probable caída del nivel de actividad y del número de ocupados, se sumará el argumento mentiroso de “no aumentar los salarios para conservar el empleo”, pero para conservar el empleo es necesario aumentar el nivel de actividad. Bajar los salarios disminuye la demanda interna con aumentos de salarios y pasividades, así como de la inversión pública, enfatiza Notaro.