Declaración Final del XXIII Foro de Sao Paulo: Nuestra América en Pie de Lucha
Hacia la unidad de Nuestra América por su segunda y definitiva independencia
Tras más de cinco siglos de dominación foránea y lucha indígena y popular por su emancipación, por primera vez en la historia de América Latina y el Caribe sus pueblos han logrado una sustancial acumulación social y política, incluida la ocupación de espacios institucionales que los coloca ante la formidable oportunidad y el enorme desafío de desarrollar procesos de transformación revolucionaria o reforma social progresista.En el primer decenio de elecciones y sucesivas reelecciones de gobiernos de izquierda y progresistas (1999-2009), la necesidad de transformar o reformar la sociedad desde los espacios institucionales recién ocupados, descuidó el desafío de construir hegemonía popular, única fuente de poder capaz de dotarlos de la fuerza necesaria para derrotar los predecibles intentos del imperialismo y las oligarquías criollas de restablecer su antiguo dominio monopólico del Estado, y la vacuna para inmunizarlos contra insuficiencias, desviaciones y errores que provocan desacumulación social y política.
En el tiempo transcurrido del segundo decenio de la actual etapa de luchas (2009 hasta hoy) es ese desafío el que dificulta el reconocimiento de la oportunidad para transformar o reformar nuestras sociedades. Donde las fuerzas de izquierda y progresistas perdieron el control del Poder Ejecutivo (Honduras, Paraguay, Argentina y Brasil) los pueblos arrecian la batalla contra la nueva oleada neoliberal, y se reorganizan para reconquistar los espacios perdidos. Y donde resisten la ofensiva destinada a cerrar los espacios democráticos y revertir las transformaciones sociales, en Venezuela, Bolivia, Ecuador, Uruguay, Nicaragua y El Salvador, nuestras fuerzas siguen trabajando en función de la transformación social por alcanzar su plena y definitiva emancipación, por construir un genuino sistema de integración regional, y por coadyuvar a la construcción de un mundo multipolar en el cual impere una correlación de fuerzas favorable a los pueblos.
Actualmente nos enfrentamos a una nueva fase de feroces ataques del imperialismo, la derecha y las fuerzas oligárquicas a su servicio, lo que hace necesaria una plataforma política desde la izquierda, que sirva de instrumento para reagrupar nuestras fuerzas en el espacio gubernamental, partidista, movimientos sociales e intelectuales con el objetivo de relanzar los procesos de integración latinoamericana y caribeña, que tienen en la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC) su espacio más preciado, y cuyo desarrollo y consolidación debe ser uno de nuestros objetivos estratégicos de primer orden.
En el 50 aniversario del asesinato del Che Guevara y en el Centenario del triunfo de la Gran Revolución Socialista de Octubre, no podría existir mejor homenaje que, junto a los análisis autocríticos, lograr la creación de un frente común continental antimperialista que nos conduzca a nuestra segunda y definitiva independencia, mediante la lucha popular y la profundización de los procesos de cambio progresistas y revolucionarios en nuestro continente.
Después de 27 años de vida, el Foro de Sao Paulo continúa trabajando para fortalecerse como espacio de debate, concertación y convergencia de la izquierda latinoamericana y caribeña. El documento Consenso de Nuestra América, en permanente elaboración, es una contribución a ese objetivo político de cara a la necesaria e indispensable unidad de nuestros pueblos en la lucha que nos toca librar.
Nuestra América en su hora decisiva
América Latina y el Caribe siguen siendo un escenario de lucha entre las oligarquías locales aliadas del imperialismo y los pueblos organizados en sus luchas patrióticas y antimperialistas, orientadas al socialismo.Nuestro continente vive hoy momentos cruciales de su historia, en los que son cada vez más visibles los efectos de la crisis económico-financiera, política y moral del sistema capitalista. Las grandes economías están cada vez más presionadas por las crisis de sobreproducción y la saturación de sus mercados, lo que les genera déficit comercial, endeudamiento, tensión presupuestaria y precarización creciente ya no solamente causada por ellas fuera de sus territorios, sino dentro de éstos.
La globalización neoliberal fue diseñada y ha servido para favorecer a las potencias imperiales, que no han renunciado ni renunciarán a proteger sus fronteras ni a tener empresas rentables en todos los confines del mundo, sobre todo aquellas que extraen materias primas para su industria. Tampoco han renunciado ni renunciarán a derribar y eliminar las fronteras arancelarias del resto de países, ni a desestabilizar políticamente a nuestros gobiernos y erosionar la soberanía de nuestros pueblos. Otra cosa es el neoproteccionismo imperial impulsado por Donald Trump, con el cual se pretende modificar a favor de Estados Unidos– mas no suprimir – los términos bajo los cuales se han establecido las relaciones de dicha potencia con el resto del mundo en el marco de la globalización neoliberal que las potencias imperialistas han impulsado y lo seguirán haciendo.
Los ataques principales del imperialismo y sus aliados en América Latina y el Caribe son contra Venezuela y su Revolución Bolivariana, por sus valiosos recursos naturales y su importancia geopolítica y estratégica, de la que se desprende el criterio de que su derrota provocaría un efecto dominó en la izquierda gobernante latinoamericana y caribeña, sobre todo en los países integrantes de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América – Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA- TCP), al tiempo que debilitaría los paradigmas de concertación política, cooperación e integración impulsados por los gobiernos de los países miembros de esta alianza. De ahí la importancia de defender a Venezuela e impedir la consumación de este plan.
La batalla por Venezuela es la batalla por el continente y por el mundo. El triunfo de las fuerzas revolucionarias en Venezuela representa el triunfo de todas las fuerzas de izquierda en el mundo entero y en especial, en América Latina y el Caribe. Siendo la Revolución Bolivariana el blanco de ataque principal del imperialismo y sus lacayos, el movimiento revolucionario y progresista latinoamericano e incluso mundial, no pueden hacer menos que tener como principal prioridad en sus planes de lucha y estrategias, la defensa de la Revolución Bolivariana hasta sus últimas consecuencias. Es por eso que este XXIII Encuentro del Foro de Sao Paulo ha tenido como contenido fundamental la BATALLA POR VENEZUELA.
Son bien conocidos los procesos desestabilizadores llevados a cabo por el imperialismo norteamericano a través de las oligarquías locales, en contra de los procesos de cambio progresistas y revolucionarios en nuestro continente. Los golpes de Estado en Honduras, Paraguay y Brasil; los intentos de golpe en Venezuela y la guerra económica contra este país; los intentos de golpe policial en Ecuador y secesionista en Bolivia; la amenaza de vetar el acceso de Nicaragua a los créditos de los organismos financieros internacionales, con la iniciativa legislativa de la ultraderecha estadounidense conocida como Nica-Act; la campaña de obstaculización y descrédito de la gestión del gobierno del FMLN; la judicialización de la política en Argentina, Brasil y El Salvador; así como las ofensivas y descontextualizadas declaraciones del presidente Donald Trump contra Cuba y más recientemente, con respecto a que Estados Unidos tomará acciones económicas fuertes y rápidas en caso de que en Venezuela se lleve adelante la Asamblea Nacional Constituyente el 30 de julio; los cuales son apenas algunos ejemplos del intervencionismo imperialista en nuestros países.
Pasado un año del golpe de Estado en Brasil, hay medidas adoptadas por los golpistas que tendrán graves repercusiones a nivel internacional, principalmente en nuestra región, como las reformas laborales y de seguridad social, que violan varios Convenios de la OIT; además de promover una política externa subordinada al imperialismo y agresiva contra el gobierno venezolano. El golpe es continuo y un paso más acaba de ser dado con la condena del ex Presidente Lula para impedir que sea candidato nuevamente a la Presidencia en 2018.
Un golpe contra uno es un golpe contra todos y estamos todos al lado de Lula, de su partido y de sus aliados en defensa de la democracia y contra el retroceso económico, social y político ahora vigente en Brasil.
Desde el triunfo de la Revolución Bolivariana en 1998, que inauguró la etapa ascendente para la izquierda latinoamericana y caribeña en la lucha por el poder, llegando a gobernar en diez naciones latinoamericanas, solamente en Argentina las fuerzas populares han perdido el gobierno por elecciones. Este es un hecho que demuestra de manera contundente la fuerza de los procesos de cambio en nuestro continente. Mientras tanto, en Cuba, Nicaragua, Ecuador, Bolivia, Uruguay y El Salvador los gobiernos de izquierda se consolidan cada vez más.
En Cuba avanza a paso firme la actualización del modelo económico y social y la consolidación del Partido como garante de la continuidad histórica del proceso revolucionario. En Nicaragua avanza la Revolución Sandinista en su segunda etapa, creando poder popular y reduciendo la pobreza y la desigualdad social en el marco del modelo de consenso y alianzas con amplio y sostenido respaldo de la población. En Ecuador tiene lugar la renovación creativa del proceso de cambios y transformaciones de la Revolución Ciudadana liderada inicialmente por el compañero Rafael Correa Delgado. En Bolivia la Revolución Democrática y Cultural ha alcanzado grandes logros sociales, lo cual fortalece el liderazgo del Presidente Evo Morales, postulado por los movimientos sociales para las elecciones de 2019 en el marco de la Constitución y las leyes, para asegurar la continuidad del proceso revolucionario. En Uruguay se prioriza en las políticas de gobierno, los aspectos sociales que han significado importantes avances en áreas como la salud, la educación, los derechos laborales, así como también en seguridad pública e infraestructura. En El Salvador la izquierda lucha por ampliar y consolidar la transición democrática iniciada a partir de los Acuerdos de Paz de 1992, y las transformaciones sociales y económicas iniciadas desde la llegada al gobierno en 2009 y 2014 por el FMLN, enfrentándose permanentemente a los intentos de la derecha oligárquica por revertirlos y/o estancarlos. En Venezuela a pesar de la crisis causada por las maniobras del imperialismo y la guerra económica contra el pueblo y el gobierno, las fuerzas bolivarianas han logrado mantener la iniciativa con la convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente para la profundización de la Revolución Bolivariana y la defensa de la paz y la estabilidad en el país, que gradualmente va logrando salir de la crisis, pese a la imagen que en sentido contrario presentan los medios de desinformación.
Desde el inicio de la actual ofensiva imperial, la izquierda ha obtenido tres triunfos presidenciales: en El Salvador con el Profesor Salvador Sánchez Cerén en 2014, en Nicaragua con el Comandante Daniel Ortega en 2016, y en Ecuador con el compañero Lenin Moreno Garcés en 2017, dando continuidad al proceso de la Revolución Ciudadana. Esto y lo antes dicho refutan la tesis del “fin de ciclo progresista” en América Latina y el Caribe.
Debemos impulsar la más amplia y sólida unidad de las fuerzas progresistas y revolucionarias dentro de cada país y a nivel continental, y dar un salto de calidad en nuestros mecanismos organizativos, que nos permita definir una estrategia y programa conjuntos de todas las fuerzas de izquierda en el continente, sin lamentar reveses ni vanagloriarse de los triunfos, y siendo en cambio autocríticos y a la vez firmes defensores de nuestros logros, y profundizarlos con iniciativa y audacia.
Allí donde la derecha ha recuperado el gobierno, los pueblos están en pie de lucha y las fuerzas de izquierda y progresistas tienen muchas posibilidades de volver a gobernar en el corto plazo. La derecha no tiene otro proyecto que no sea el neoliberal, que tantos daños le ocasionó a los pueblos. Por eso – y tal como demuestran los hechos en Brasil y Argentina – la ferocidad de las medidas de la reacción en los países donde ha recuperado el gobierno está siendo un factor objetivamente causante de una radicalización de las fuerzas populares y de activación de sectores hasta ahora apáticos o manipulables, lo que se ve favorecido por la difícil situación económica y social en la que aún viven millones de latinoamericanos y caribeños, aquejados por la desigualdad, la extrema pobreza, el hambre, el desempleo, el analfabetismo, la falta de acceso a la educación y los más elementales servicios de salud, el consumo de drogas, la violencia, la discriminación y otros males sociales propios del capitalismo y agravados por el modelo neoliberal. Todos estos males sociales se acentúan ante la política de las fuerzas imperiales y oligárquicas que pretenden minar las bases sociales de la izquierda a través de la marginalidad y la banalización más atroz. La industria del entretenimiento se usa como droga para construir ídolos cada vez más deshumanizados y superfluos.
Como se expresara en la Declaración Final de la XIV Cumbre de Jefes de Estado y de Gobierno del ALBA-TCP en Caracas, el 5 de marzo de 2017:
Los gobiernos y los pueblos del ALBA-TCP vemos en estos fenómenos una nueva oportunidad para la reagrupación, la movilización y la lucha. Debemos apoyar las acciones emancipadoras, fijar con claridad y realismo los horizontes, identificar bien los valores y principios que nos unen y asumir un programa de acción integracionista, solidario e internacionalista, que establezca las premisas económicas, sociales y políticas del cambio liberador.
Hoy más que nunca cobran vigencia las palabras del Che en la Asamblea General de las Naciones Unidas, citando la Segunda Declaración de La Habana:
Esa ola de estremecido rencor, de justicia reclamada, de derecho pisoteado, que se empieza a levantar por entre las tierras de Latinoamérica, esa ola ya no parará más. Esa ola irá creciente cada día que pase. Porque esa ola la forman los más, los mayoritarios en todos los aspectos, los que acumulan con su trabajo las riquezas, crean los valores, hacen andar las ruedas de la historia y que ahora despiertan del largo sueño embrutecedor a que los sometieron.
Porque esta gran humanidad ha dicho ¡BASTA! y ha echado a andar. Y su marcha de gigantes ya no se detendrá hasta conquistar la verdadera independencia…
La Revolución Cubana abrió la era de la lucha continental por la liberación y el socialismo; veinte años después, la Revolución Sandinista revivió las esperanzas en la lucha revolucionaria e inauguró la época del derrumbe de las dictaduras militares proimperialistas de derecha en el continente; veinte años después, la Revolución Bolivariana fue el inicio de una ofensiva revolucionaria sin precedentes, en la que hasta una decena de países latinoamericanos llegaron a ser gobernados por fuerzas progresistas y de izquierda.
A poco tiempo de cumplirse veinte años de la Revolución Bolivariana, nuevos procesos de lucha se desarrollan desde el gran potencial revolucionario de nuestros pueblos. La única manera de enfrentar la ofensiva imperialista es fortalecer la unidad de las fuerzas de izquierda y profundizar los procesos de cambio social en marcha. Solo así lograremos alentar y encabezar la creciente lucha de los pueblos por mantener el terreno alcanzado y avanzar hacia nuevos triunfos populares a lo largo y ancho de la Gran Patria Latinoamericana y Caribeña.
La profundización de los cambios en marcha está en la creación de un nuevo modelo político y económico, en el que los ciudadanos no sólo elijan representantes y gobernantes, sino que decidan las políticas públicas, de Estado y de gobierno, tomen decisiones, definan el marco de acción de sus representantes y gobernantes electos, y controlen el desempeño de éstos y de lo que deberá ser una nueva institucionalidad desde la cual el pueblo, de esta manera, ejerza directamente el poder. Un modelo que en el ámbito económico, consista en la convivencia de la empresa privada con un nuevo sector económico de carácter popular, en el que los trabajadores puedan crear sus propios medios de producción, y donde el Estado sea garante de esta democracia económica complementaria para el desarrollo de las fuerzas productivas, la prosperidad con equidad social y la erradicación de la pobreza.
La profundización de los cambios está también en la estrategia de lucha por el poder, que implica no reducirla a la lucha electoral por el gobierno, incluyéndose en cambio las luchas sociales y la disputa por todos los espacios institucionales para su transformación e impedir que la derecha haga uso de ellos para revertir las conquistas sociales alcanzadas.
La concreción de un bloque político y social de los cambios para desplazar al bloque dominante debe tener en la clase trabajadora del campo y la ciudad (asalariados y los que no lo son) a su principal protagonista, acompañada de amplios y diversos sectores de la sociedad, incluyendo capas medias, intelectuales y progresistas, pequeños productores y empresarios. La defensa y profundización de los cambios sociales y la democracia requiere una base amplia de apoyo a éstos. La creación del nuevo modelo político y económico es parte indispensable en la construcción de una nueva forma de ejercer el poder.
Ese nuevo modelo político y social necesita un instrumento político que impulse el protagonismo popular y la construcción de una voluntad colectiva nacional y popular.
El respaldo popular a los gobiernos de izquierda se garantiza con un programa que conduzca a la creación de los sujetos económicos de un nuevo orden social, que a la vez sean los sujetos sociales protagónicos del nuevo modelo político basado en el ejercicio directo del poder por los ciudadanos en el marco de un proceso de transformaciones sociales impulsado por el instrumento político organizado, a través de la acción política e ideológica de sus estructuras en todos los ámbitos de la vida social y desde una nueva institucionalidad que sea expresión del ejercicio directo del poder por el pueblo.
Esto implica la necesidad del liderazgo revolucionario, que debe ser forjado y perdurar durante la instauración de los cambios sociales necesarios, en aras de contribuir al mayor grado de irreversibilidad posible para los procesos de transformación.
El Estado debe jugar el rol fundamental de dirigir y regular la actividad económica y por tanto, debe garantizar la distribución justa de la riqueza e implementar planes de desarrollo económico y social que gocen del respaldo popular y se articulen al proceso de integración regional latinoamericano y caribeño.
El ámbito cultural y comunicacional
Debemos crear un frente cultural y comunicacional anti hegemónico, que sume tanto los empeños de los gobiernos progresistas como los de las fuerzas políticas de izquierda y de los movimientos sociales. No es posible una revolución verdadera si no va acompañada de una profunda revolución cultural y comunicacional.No puede perderse la memoria sobre la opresión que hemos sufrido los pueblos colonizados y neocolonizados, desde la conquista con el saqueo y la destrucción hasta los primeros zarpazos del naciente Imperio del Norte contra México, arrebatando a este país la mitad de su territorio, y de esto último hasta toda la historia de explotación de nuestros recursos naturales, intervenciones armadas, dictaduras militares impuestas por Estados Unidos y la continuación actual de la opresión imperialista mediante la acción depredadora de las corporaciones sobre nuestros países, cuya pobreza se origina en toda esa historia de latrocinio.
Esto se manifiesta en toda la crónica siniestra de las sucesivas intervenciones imperiales en Centroamérica y el Caribe, el apoyo a las dictaduras sangrientas, la gestación de golpes militares, el Plan Cóndor implementado por las dictaduras militares del Cono Sur, con su secuela de tortura y desapariciones, el empleo continuo del terrorismo, la guerra sucia contra Nicaragua en los años ochenta, el bloqueo criminal y operaciones subversivas contra Cuba y los demás países progresistas del continente, conforman un legado que no podemos olvidar.
En aras de ello, debemos utilizar las efemérides asociadas a esta historia para impulsar campañas, eventos, foros virtuales y otras iniciativas que nos ayuden a divulgar la verdad, libre de distorsiones y manipulaciones; así como estimular la elaboración de análisis críticos sobre “obras” y “figuras” dentro de los falsos ídolos y sobre las trampas del aparato de legitimación del sistema capitalista, desmontando y denunciando las manipulaciones.
Las fuerzas de izquierda deben hacer lo posible por fomentar redes que articulen los núcleos de resistencia cultural que hoy están dispersos; conformar un frente de pensamiento anti hegemónico bajo principios capaces de aproximar a personas y grupos de filiaciones políticas diversas, desde las más radicales hasta las de inspiración humanista.
Se requiere también de una modificación del discurso y del lenguaje político, basándolo en nuevos códigos, que incluyan un adecuado enfoque clasista, identitario y de género, que mantenga la honestidad, la comunicación directa y confiable con la gente, que sea capaz de auscultar y reflejar sus preocupaciones e intereses, y que contribuya al desarrollo del pensamiento independiente, comprometido con la transformación emancipadora. La defensa permanente de la verdad, es esencial en la actuación de la izquierda.
Es necesario impulsar la gestación de entidades de investigación y promoción que funcionen como aliadas de los movimientos sociales y progresistas de izquierda para influir en el campo de la cultura. Allí donde ya existan estas entidades, hay que potenciarlas al máximo, desplegándolas en los sectores intelectuales sin ningún tipo de sectarismo. Algunas de estas entidades pueden tener un papel activo en la producción de contenidos y en la generación de propuestas para encauzar nuestras ideas, teniendo en cuenta las enormes inversiones que ha hecho y sigue haciendo el Imperio para diseñar estrategias cada vez más sutiles al servicio de sus intereses.
Deben hacerse visibles figuras y obras que representen la cultura de la resistencia; hay que identificar los eventos culturales y programas donde pueden ser presentados y promovidos; desmontar las estafas del neoliberalismo y del capitalismo y promover las ideas de la emancipación con el apoyo de esa intelectualidad que la maquinaria hegemónica ha excluido. Nuestro reto está en sumar esa vanguardia y conseguir un uso eficaz de las nuevas tecnologías en función de la participación ciudadana y la defensa de causas e ideas verdaderamente justas.
Se debe conectar a los activistas de las redes sociales con aquellos que utilizan como vías de expresión de sus demandas las emisoras de radio y televisión comunitarias, de modo que la verdad vaya encontrando circuitos para darse a conocer frente a la gran avalancha de mentiras. Hay que incorporar a nuestra agenda los temas culturales y sumar a nuestra lucha, sin prejuicios, los esfuerzos de quienes enfrentan al discurso hegemónico en el campo intelectual, especialmente en la batalla mediática.
Es necesario utilizar al máximo las redes sociales, crear medios de comunicación alternativos en todos los formatos existentes (radio, televisión, redes sociales, prensa escrita), que en manos de los comunicadores sociales generen el debate sin manipulación, generen información desde firmes posiciones de izquierda alejadas de lo panfletario, que es estéril, pero con dirección política y contenido ideológico. Asimismo, procurar la penetración también en los medios de comunicación convencionales y comerciales, para incluir las voces progresistas y contrarrestar la guerra mediática de la derecha continental contra los gobiernos progresistas del continente. Se debe vincular esta tarea con el estudio de la historia y de la teoría revolucionaria, para estar así en condiciones de dar batalla en la lucha de las ideas, que es la más importante de las luchas revolucionarias.
Todas estas tareas constituyen exigencias de estos tiempos en los que tal vez como nunca, resulta decisivo diversificar las vías para llegar a las bases y multiplicar nuestra capacidad para – como nos dijera Fidel – “sembrar ideas, sembrar conciencia”.
Proyecciones generales a corto y mediano plazo
Es necesaria la movilización de las fuerzas progresistas y de izquierda, tanto a nivel político partidista como de los movimientos sociales, identificando los temas que puedan generar unidad en el más amplio espectro ideológico posible, con el objetivo de desarrollar una agenda de consolidación de la unidad de nuestras fuerzas y promover a la CELAC como el principal espacio de concertación política de la región.Hay que avanzar en la concertación entre las fuerzas políticas y los movimientos de izquierda, que permita una acción coordinada en los foros regionales e internacionales y en el enfrentamiento de la ofensiva imperialista y derechista.
Deben ampliarse los espacios de concertación y cooperación con todos aquellos actores y organizaciones internacionales que desafían la hegemonía estadounidense y defienden un mundo multicéntrico y multipolar.
Se debe detectar, estudiar y aprovechar al máximo todos aquellos aspectos que constituyan debilidades del imperialismo y las fuerzas oligárquicas, así como sus propias contradicciones.
Tomando en cuenta que la libre circulación del capital, la falta de controles de la banca privada y la codicia de los dueños de las empresa y corporaciones ha permitido que en América Latina se evada U$ 340,000 millones de dólares, convirtiéndose esto en un enorme escándalo de corrupción del sector privado, invisibilizada por las corporaciones mediáticas, apoyamos la propuesta del gobierno ecuatoriano, de la creación de un organismo internacional tributario en Naciones Unidas, y reconocemos su esfuerzo ejecutivo y legislativo en la lucha contra los paraísos fiscales.
El compromiso con la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, aprobada en la II Cumbre de la CELAC efectuada en Cuba, en enero de 2014, debe guiar nuestra actuación internacional, así como la defensa de valores universalmente reconocidos en el derecho internacional y consagrado en la Carta de las Naciones Unidas. Esto debe incluir un profundo compromiso antimperialista y por tanto anticolonialista, que reivindique el derecho a la independencia, a la soberanía y a la libre determinación de los pueblos.
Una amenaza o agresión del imperialismo contra alguno de nuestros países debe asumirse por cada uno como una amenaza y agresión a todos y cada uno de los que integran el frente continental de fuerzas progresistas y de izquierda, así como una afrenta y violación a la Proclama de América Latina y el Caribe como Zona de Paz.
Ejes de movilización popular
Nuestra lucha es parte de la lucha mundial que desde diferentes formas hace frente a la ofensiva imperial de los Estados Unidos. En este sentido respaldamos y retomamos el reto de la reciente declaración de las bancadas de izquierda de Europa y América Latina.Condenamos el fortalecimiento del militarismo en todo el mundo e instamos a los Estados Unidos y a Europa a terminar con las incursiones militares que desestabilizan a los países del Oriente Medio para apoderarse de sus recursos naturales, en abierta complicidad con los grupos terroristas, lo que tanta desolación y muerte ha llevado a los pueblos afectados y verdadero origen de la masiva migración a Europa de quienes huyen de la muerte y de la guerra llevada por la misma Europa a sus países.
Denunciamos el papel de la Organización de Estados Americanos (OEA) como Ministerio de Colonias de Estados Unidos, que desde la Secretaria General y de manera particularmente beligerante en los últimos años, se ha puesto siempre al servicio de los intereses injerencistas y se hace de la vista gorda ante múltiples atentados contra la democracia y graves violaciones de los derechos humanos por parte de los gobiernos oligárquicos y pro-imperialistas de América Latina y Estados Unidos.
Condenamos la guerra no convencional y de amplio espectro, económica y mediática contra Venezuela por parte de la derecha oligárquica venezolana que, estimulada por el gobierno estadounidense, está empeñada en desestabilizar y poner fin mediante el terrorismo, al gobierno democráticamente electo del presidente Nicolás Maduro, quien a pesar de la difícil situación que atraviesa su economía sigue destinando el 70% del presupuesto público al bienestar de su pueblo.
El Foro de Sao Paulo se declara en estado de alerta y en Sesión Permanente, en respaldo a la lucha del pueblo venezolano en defensa de la Revolución Bolivariana.
Nos solidarizamos con las fuerzas políticas y sociales que son reprimidas y perseguidas por el gobierno del Presidente Mauricio Macri.
Nos solidarizamos con la paz en Colombia y denunciamos el conjunto de acciones con las que la ultraderecha en aquel país pretende boicotearlos; los asesinatos sistemáticos de decenas de líderes sociales, defensores de derechos humanos, luchadores por la paz e indultados de las FARC y sus familiares por fuerzas paramilitares cobijadas bajo el manto protector del terrorismo de Estado; así como exigimos el cumplimiento total del Acuerdo de Paz, en especial la libertad de los presos políticos, quienes se encuentran en huelga de hambre hace veinticuatro días exigiendo el cumplimiento de la ley de amnistía. De igual forma respaldamos los diálogos con el Ejército de Liberación Nacional (ELN).
Exigimos la libertad de Simón Trinidad y Sonia, revolucionarios colombianos y combatientes de las FARC que guardan injusta prisión en Estados Unidos a pesar de que una tras otra han sido desenmascaradas las falsas acusaciones que se han hecho en su contra.
Exigimos la libertad de Milagro Sala, Diputada del PARLASUR, dirigente social argentina y prisionera política por defender los derechos de los sectores más humildes y postergados en su país.
Nos regocijamos con la libertad del luchador independentista puertorriqueño Óscar López Rivera, recientemente liberado de prisión gracias a la tenaz campaña internacional a favor de su libertad y a su férrea resistencia y su firmeza a toda prueba.
Apoyamos plenamente las movilizaciones de los trabajadores brasileños contra las políticas neoliberales y antipopulares del gobierno golpista y derechista de Temer, y a Lula en su lucha por la justicia social y la democracia, que ha desatado la furia de sus adversarios, quienes pretenden inhabilitarlo políticamente.
Nos solidarizamos con el pueblo y gobierno de Nicaragua, país que enfrenta actualmente la amenaza del veto de Estados Unidos en contra de su acceso a los créditos en los organismos financieros internacionales, como chantaje político ejercido por los sectores más reaccionarios del Congreso, el Senado y el gobierno estadounidense, estimulados por la derecha criolla con la vana ilusión de que como producto de ello, los dictados imperiales serán acatados por el sandinismo, cuyas raíces están en la victoriosa lucha de Augusto C. Sandino contra las tropas interventoras norteamericanas, y que cuenta con un aplastante respaldo popular y una correlación de fuerzas ampliamente favorable en todos los ámbitos de la vida política nacional.
Nos solidarizamos con el pueblo y gobierno de El Salvador, que ha logrado detener y comenzar a revertir la crisis económica resultante de dos décadas de gobiernos neoliberales, reducir la pobreza en 8% y aplicar un exitoso plan de seguridad, pese a estar sometido a una multifacética estrategia desestabilizadora que incluye el bloqueo económico a la gestión gubernamental por parte del partido de la oligarquía (ARENA) en la Asamblea Legislativa y de los magistrados a su servicio que controlan la Sala de lo Constitucional del Tribunal Supremo de Justicia.
Luchamos por la gratuidad de la educación y el acceso a una educación de calidad; por una cobertura de salud universal, gratuita y de calidad; por la eliminación del hambre y la desigualdad en toda la región.
Rechazamos la criminalización de los inmigrantes, las políticas anti-inmigración y la violación de los derechos humanos y laborales de los latinoamericanos y caribeños en Estados Unidos. Apoyamos primordialmente la lucha por mantener los beneficios temporales de trabajo (TPS) que ayudan a cientos de miles de familias de El Salvador, Honduras, Nicaragua y Haití. Repudiamos absolutamente las amenazas del gobierno de Estados Unidos, del Partido Republicano y de congresistas de derecha que pretenden extorsionar a estos y otros gobiernos para forzar el voto en organismos internacionales como la OEA, en aras del apoyo al intervencionismo de Estados Unidos, bajo la amenaza de eliminar los beneficios migratorios de esos pueblos. Abogamos por que el gobierno de México proceda a devolver los fondos de ahorro usurpados a los llamados “braceros”, trabajadores mexicanos que fueron empleados en Estados Unidos entre 1941 y 1964. Apoyamos un mundo sin fronteras en el que se priorice el libre tránsito de los seres humanos y no solo el libre tránsito de las mercancías. Por tanto, rechazamos los muros, en especial el que se pretende erigir en la frontera entre Estados Unidos y México.
Nos pronunciamos por la eliminación total del arsenal atómico que existe en el mundo, nos oponemos a la carrera armamentista y a la existencia de bases militares en territorio extranjero.
Rechazamos cualquier forma de racismo y discriminación. Impulsamos el ejercicio pleno de los derechos económicos, culturales, sociales y políticos de las mujeres, y la eliminación de la cultura patriarcal.
Demandamos la retirada de las fuerzas de la MINUSTAH que, siguiendo un mandato del antidemocrático Consejo de Seguridad de la ONU, mantienen ocupado Haití desde hace más de una década.
Condenamos el narcotráfico, el tráfico de personas y el terrorismo, y denunciamos la doble moral de un sistema que dice combatir al crimen organizado, mientras protege a sus grandes promotores y principales responsables. Defendemos el cultivo legal y el uso tradicional benéfico de la hoja de coca.
Condenamos las políticas antiinmigrantes y el terrorismo, y promovemos el reconocimiento a los migrantes como trabajadores, el reconocimiento de sus derechos laborales y el respeto de sus derechos humanos.
Nos solidarizamos con los pueblos que hoy enfrentan gobiernos de derecha en la región.
Proclamamos el derecho humano al agua, luchamos contra la depredación del medio ambiente, la amenaza a la biodiversidad y al ecosistema en general.
Apoyamos las exigencias de los pequeños Estados insulares del Caribe a ser resarcidos por los daños humanos de la esclavitud y a acceder a recursos que permitan su resiliencia frente al cambio climático.
Demandamos el levantamiento incondicional, total y definitivo del bloqueo económico, financiero y comercial del gobierno de Estados Unidos contra Cuba, y la indemnización al pueblo cubano por los daños y perjuicios causados por más de medio siglo de agresiones de todo tipo.
Exigimos la devolución al pueblo de Cuba del territorio ocupado por la ilegal base naval estadounidense en Guantánamo.
Apoyamos el reclamo histórico de Argentina sobre la soberanía de las
Islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur.
Apoyamos a Bolivia en su reclamo de salida al mar con soberanía.
Demandamos la descolonización total del Caribe y apoyamos de manera particular la independencia de Puerto Rico, al conmemorarse el 25 de julio de 2017, ciento diecinueve años de la invasión militar estadounidense contra esta nación caribeña. Asimismo, nos pronunciamos por la eliminación de toda forma de coloniaje y neocoloniaje.
Exigimos la eliminación de todas las bases militares estadounidenses que existen en la región (77 en total, que junto a la IV Flota, cubren todo el espacio regional), y de todas las bases militares extranjeras de cualquier país, dondequiera que se encuentren.
Respaldamos el reclamo de compensación al Caribe por los horrores de la esclavitud y la trata de esclavos, así como al resto de América Latina por 500 años de saqueo a sus riquezas y a sus pueblos, que aún continúa.
Defendemos los derechos y las culturas de los pueblos originarios y afrodescendientes, y asumimos sus luchas para la restitución y ejercicio pleno de sus derechos históricos.
En este momento decisivo para nuestro continente enfrentaremos el desafío de profundizar los procesos de cambio en marcha como única manera de derrotar la ofensiva de la derecha y el imperialismo, fieles a nuestra lucha por la paz, la democracia y el socialismo, única garantía para alcanzar nuestra segunda, definitiva y verdadera independencia en lo político y lo económico, así como nuestra emancipación cultural y nuestra propia identidad continental latinoamericana y caribeña; la identidad, soberanía y autodeterminación de esta gran patria justamente bautizada por el Apóstol continental, José Martí, como NUESTRA AMÉRICA, que es el sueño de Bolívar cada vez más cerca de ser realidad.
¡Nuestra América en pie de lucha, HASTA LA VICTORIA SIEMPRE!
Estado español
19 de julio de 1936, un pueblo en armas
Por Todo por Hacer
la
organización obrera previa al alzamiento militar hizo fracasar el golpe
y posibilitó esas experiencias autogestionarias que aún siguen siendo
un ejemplo para todos/as los/as que anhelamos un mundo nuevo sin
gobernantes ni gobernados/as.
En
el año 2016, se cumplieron 80 años del golpe de Estado que dio origen a
la guerra civil española y que desencadenó en algunos territorios de la
península una auténtica revolución social que cuestionó todas las bases
del orden establecido, pasando a gestionar la economía y el resto de la
vida al margen de las instituciones del Estado. Para conmemorar ese
aniversario, el año pasado publicamos un artículo sobre estas experiencias colectivizadoras ,
este año trataremos cómo la organización obrera previa al alzamiento
militar hizo fracasar el golpe y posibilitó esas experiencias
autogestionarias que aún siguen siendo un ejemplo para todos/as los/as
que anhelamos un mundo nuevo sin gobernantes ni gobernados/as. Para
ello, publicamos estos extractos del libro de Hans Magnis Enzensberger, El corto verano de la anarquía,
que a través de la vida y muerte de Buenaventura Durruti, y con
testimonios de los/as protagonistas de los hechos, nos cuenta la
historia del primer tercio del siglo XX del anarquismo en nuestro país.
En
casa hablaba poco de sus actividades. Había muchas cosas que todos,
menos yo, sabían. Por ejemplo, el entrenamiento militar antes de julio
de 1936, la instrucción para el manejo de las armas. Le aseguro que
ellos preveían desde hacía tiempo el golpe de Estado de Franco, y se
preparaban para ello. Tenían un campo de tiro en las afueras. Sólo yo no
sabía nada. Para mí era un gran misterio, pero los vecinos estaban al
corriente. La mujer es siempre la última en enterarse. Siempre el mismo
silencio, el mismo misterio. ¡Sí, también puede parecer romántico si uno
lo prefiere! Émilienne Morin
La primera
cuestión que se planteó en las conversaciones entre los anarquistas y el
gobierno de Companys fue el armamento. Se entabló una lucha tenaz. Cada
vez que los anarquistas reclamaban (y en realidad no exigían lo que
realmente necesitaban, o sea 20.000, sino sólo 10.000 fusiles), el
gobierno les respondía que no tenía armas en existencia. Los políticos
temían al fascismo, pero al pueblo en armas lo temían más aún. Diego Diego Abad de Santillán
Tres
días antes del 19 de julio, el 14 o el 15, asaltamos un barco cargado
de armas en el puerto de Barcelona. El gobierno de Cataluña, la
Generalitat, quería las armas para sí; pero Durruti y los otros las
llevaron al sindicato del transporte. Al día siguiente se presentó allí
la Guardia de Asalto. Allanamiento de domicilio. Pero Durruti ya estaba
en la calle. “¡Una camioneta, rápido!” Se consiguió entonces una
camioneta para el reparto de leche y allí se despacharon las armas. El
gobierno encontró cuatro o seis escopetas viejas. El resto lo teníamos
nosotros, la CNT. Eugenio Valdenebro
Lo
primero que han exigido los anarquistas son armas, pero tanto Escofet
como el presidente y el consejero de Gobernación, saben muy bien lo
peligroso que sería entregar armas a los hombres de la CNT, gente
arrojada en la lucha callejera. Si se produce el golpe militar y se
enfrentan en lucha armada el ejército y la policía, uno como enemigo y
el otro como defensor de la República, se debilitarán ambos, y la ciudad
quedará a merced de los anarcosindicalistas. Esto sería tan peligroso
para la estabilidad política y social de Cataluña como el propio golpe
militar. Luis Romero
Entretanto
Gregorio Jover distribuye a los compañeros pan y butifarra y les sirve
vino. Se han tomado las medidas necesarias. Los grupos de acción y los
comités de barriada han sido alertados. Cada uno sabe lo que tiene que
hacer cuando llegue
el momento de actuar.
En las fábricas y a bordo de los barcos anclados
en el puerto, los fogoneros hacen guardia; sus sirenas darán la señal
de ataque. Los miembros del comité sólo esperan a que los militares
salgan de sus cuarteles. Según las últimas informaciones, los golpistas
iniciarán las hostilidades al amanecer.
Los
reunidos han trabajado durante semanas y meses para llegar a esta
noche. Ya antes de las elecciones de febrero estaban convencidos de que
la Guerra Civil era inminente. Muchos militantes de la CNT tendieron a
revisar su actitud tradicional con respecto a las elecciones (es decir,
el boicot), y votar excepcionalmente por los partidos de la izquierda
burguesa y los socialistas. La dirección no lo aconsejó ni lo
desaconsejó, dejó que cada uno decidiera por su cuenta. Al fin y al cabo
sería igual si ganaba las elecciones la derecha o la izquierda. Si el
fascismo hubiese llegado legalmente al poder a través de la abstención
de los obreros anarquistas, ésa habría sido la señal para la
insurrección armada. En cambio, según preveía la CNT, una victoria
electoral de la izquierda habría inducido a los fascistas a tratar de
subir al poder mediante el habitual golpe de Estado militar. En todo
caso habría que enfrentarse a ellos con las armas en la mano. Los
acontecimientos han confirmado la corrección de este cálculo; el
análisis de los anarquistas era más realista que el de los políticos
profesionales de los partidos. Luis Romero
A
las cinco de la madrugada se produce un tumulto frente al palacio
gubernamental. Los guardias están nerviosos. Una multitud procedente de
la Barceloneta se apretuja en el portal. La situación es crítica.
Durruti, que acaba de llegar, sabe lo que significa la manifestación.
Sale al balcón. Los obreros portuarios lo reconocen y piden que los
guardias dejen pasar palacio a una delegación que quiere hablar con la comisión de enlace.
En ese momento ocurre algo extraordinario. Se desvanece la mortal
tensión entre los manifestantes y los guardias palaciegos, compuestos
por policías de la Guardia de Asalto. La disciplina militar se
resquebraja. Obreros y guardias confraternizan. Un guardia se desajusta
el cinturón y da su pistola a un obrero. Pronto se reparten también los
fusiles entre la muchedumbre. Un acontecimiento asombroso se produce
ante los ojos de los oficiales: los policías se convierten en seres
humanos. Diego Abad de Santillán
A
lo lejos se escucha un prolongado ulular: la primera sirena de las
fábricas. La gente calla. El silbido crece y se aproxima, cada vez se
incorporan más sirenas. La gente se lanza a los balcones. Los miembros
del comité y su escolta suben a los camiones.
-¡Viva la FAI!
-¡Viva la CNT!
-¡En marcha!
Los camiones arrancan, los ocupantes levantan las armas.
La
bandera roja y negra, izada en un listón de madera, se despliega al
viento. Pasan en primera por las Ramblas de Pueblo Nuevo. Se incorporan
más y más camiones. Los dirigentes muestran las ametralladoras a la
multitud, que impresionan a los espectadores como símbolos de decisión.
Durruti, Ascaso, García Oliver, Jover y Sanz son aclamados desde los
tejados y los balcones. Las sirenas siguen sonando, sus voces provienen
de las barriadas pobres del cinturón industrial de Barcelona, es una voz
proletaria que arrastra a la movilización a los obreros. Luis Romero
Puedes descargarte el libro en pdf aquí
Extraído del nº 78 de la publicación anarquista Todo por Hacer
Planes de pensiones: El FMI pide que se prolongue la vida laboral e incentivar los planes de pensiones privados
El Fondo Monetario Internacional (FMI) no descarta
que el PIB español crezca un 3,1 % este año tras cuatro ejercicios de
"impresionante" expansión económica y creación de empleo.
El Fondo Monetario Internacional (FMI) no descarta que el PIB español crezca un 3,1 por ciento este año tras cuatro ejercicios de "impresionante" expansión económica y creación de empleo. Además, advierte que este ritmo será difícil de mantener a medio plazo si no se reduce la deuda pública y la tasa de paro.
Estas son las principales conclusiones del
análisis que una vez al año realiza el organismo. Este ha sido
presentado hoy en Madrid por la jefa de la misión para España, Andrea
Schaechter, y el responsable del sector financiero, Udaibir Das.
Tras cuatro años de expansión económica y
creación de empleo, el PIB es ya muy superior a los niveles pre-crisis,
con tasas de crecimiento muy por encima de las del resto de la zona del
euro. Se ha reducido el endeudamiento de familias y empresas y el sector bancario es ahora mucho más fuerte, lo que permite prever un crecimiento del PIB el 3,1 % para este año.
Las reformas acometidas han hecho de España un país más flexible, competitivo y resistente,
con un sector servicios muy dinámico orientado a la exportación que ha
permitido no depender tanto del sector inmobiliario y de la
construcción.
Pero no está claro cuánto tiempo puede España mantener este ritmo. La elevadísima
deuda pública y la tasa de paro estructural tan alta son claves
difíciles de combatir dado el envejecimiento de la población y el índice
de productividad relativamente bajos, de ahí que el organismo aconseja
proseguir con las reformas.
El anunciado recorte del gasto previsto para 2018 contribuirá a reducir el déficit, siempre y cuando esto se lleva a cabo en todas las administraciones públicas.
En cuanto a los ingresos, hay margen para nuevas "medidas estructurales", y en concreto para subir el IVA,
que comparativamente es mucho menor que en otros países europeos.
Acercar el IVA al nivel de otros países europeos permitirá reducir el
déficit y la deuda pública.
Asimismo, la revisión de algunas partidas de
gasto, como el farmacéutico, podría elevar la calidad y la eficiencia
de la prestación de servicios. El FMI señala también que esta revisión
debería estar estrechamente ligada a las reformas del marco de
financiación regional.
En cuanto a las pensiones, el FMI estima que solo será sostenible si se prolonga la vida laboral y se incentivan los planes de pensiones privados. Para
tener un mercado laboral saludable y dinámico es preciso, señala el
FMI, flexibilizarlo y poner en marcha políticas activas de empleo para
mitigar la tasa de paro entre los jóvenes que carecen de formación y
experiencia.
Subir a medio plazo la productividad de la economía española es crucial para reducir sus debilidades. El FMI destaca el envejecimiento de la población como una de sas debilidades que hay que suplir, aunque es cierto que esta situación endémica se ha ido corrigiendo.
Además, todo parece indicar que se está recuperado el crédito,
una vez que el sector financiero ha acometido su reestructuración. Sin
embargo, los niveles de productividad de manufacturas, comercio y
servicios son aun comparativamente bajos.
Entre las recetas que propone el FMI destaca la consolidación
de la unidad de mercado, la eliminación de barreras comerciales, el
desarrollo de nuevas tecnologías y un mejor acceso a fuentes de
financiación para empresas en su fase inicial.
Podemos - PSOE: Montero celebra que el PSOE haya "escuchado a la militancia" y no quiera seguir en la "triple alianza" con PP y C's
La portavoz parlamentaria de Unidos Podemos afirma
que el espacio de colaboración parlamentaria con el PSOE sirve también
para "poner nervioso al PP". Reconoce que la dirección no tiene
"noticias" de la consulta a las bases que pidieron hace días a Podem
sobre su posición ante el 1-O.
El PIT-CNT celebró el acatamiento al paro general
El presidente del PIT-CNT, Fernando Pereira, dijo en la
conferencia brindada en la sede de la central sindical este mediodía que
hay un alto nivel de acatamiento al paro general.
“Varios compañeros hemos recorrido las calles de Montevideo en las primeras horas de la mañana y podemos decir, con certeza, que decenas de miles de trabajadores han adherido a la medida del movimiento sindical de manera libre y voluntaria, sin presión de ningún tipo, con la convicción de que si su sindicato los convoca, ellos paran”, aseguró Pereira, antes de agregar: “no nos gusta que patrones hayan puesto ómnibus en las calles”. El líder sindical dijo que la calle estaba “llenita” de ómnibus, "pero iban sin trabajadores y eso es un apoyo a la plataforma del movimiento sindical".
Por su parte, el secretario general del PIT-CNT, Marcelo Abdala, dijo que al movimiento sindical se lo critica por “una presunta falta de independencia con respecto a los partidos políticos”, en particular el Frente Amplio, pero esta jornada de paro “es una demostración muy clara del nivel de autonomía” con el que adopta sus decisiones el PIT-CNT.
Abdala recordó que en 2015 y 2016 el PIT-CNT logró que el Poder Ejecutivo cambiara en tres oportunidades los criterios que planteó en los Consejo de Salarios.
El presidente del PIT-CNT, Fernando Pereiza, dijo que el paro general
de este miércoles tuvo “alta adhesión”, y que espera que “debería hacer
reflexionar” a la sociedad sobre el valor del PIT-CNT.
Según explicó en conferencia de prensa, “miles de trabajadores han adherido a la medida del movimiento sindical, libre y voluntariamente, sin coerción de ningún tipo, con la convicción de que si su sindicato los convoca ellos paran”.
Por la ciudad se vieron circular decenas de ómnibuses, aunque las paradas se veían repletas a veces. En distintas zonas del centro, muchos comercios permanecieron cerrados porque sus empleados vieron dificultado el desplazarse desde sus hogares hasta los lugares de trabajo.
Pereira aseguró que el paro no es “una pulseada” y que no pretenden “torcer el brazo” del Gobierno nacional. “Las pulseadas son absurdas, nosotros hemos dicho con claridad, yo no lo voy a dejar de decir nunca, que nosotros somos independientes, pero no somos indiferentes del proceso de cambio y que no tiene nada que ver un gobierno neoliberal con un gobierno progresista”, señaló.
“Se ha hecho un enorme esfuerzo para que el paro tenga una convocatoria importante. No por la convocatoria en sí misma, sino porque el paro tiene un antes, que fue la preparación mediante asambleas, la distribución de volantes, colocación de afiches, se conversó con la gente en los barrios; un paro general tiene un durante, que es el acatamiento que tiene y eso se mide simplemente con la cantidad de trabajadores que no van a su puesto de trabajo, pero tiene un después viendo cuales cosas se pueden conquistar a favor de los trabajadores”, consignó el líder sindical.
Criticó a los que “ridiculizan” el paro planteando que es una “medida corporativa” porque se está luchando por salarios, haciendo un llamado a que nadie se sienta avergonzado por luchar por un mejor salario.
“Está basado en el trabajo, la educación, negociación colectiva en el sector público e inversión pública, este es el corazón, la plataforma es mucho más amplia. A los efectos que la gente comprenda que hay un paro que tiene cuestiones para resolver y que algunas de ellas se podrían resolver con voluntad política, por ejemplo las de las leyes. Es un paro que tiene claramente la connotación de lograr reivindicaciones, a nosotros nos gusta jugar, pero no pulseadas, lo que tratamos de hacer es tener las condiciones y una de ellas es a través de la lucha”, aseguró vehementemente Pereira frente al auditorio en la calle Jackson.
El secretario general del PIT-CNT, Marcelo Abdala, también habló frente a los presentes. Según él “la lucha paga” pues “miles de trabajadores” que se adhirieron a la huelga le dieron “un sacudón” al país.
Abdala está convencido de que van a lograr que el Poder Ejecutivo los escuche y haga cambios a la Rendición de Cuentas. Fue enfático en que el Gobierno y el PIT-CNT son absolutamente independientes, a pesar de críticas de falta de independencia que han recibido. “En el día de hoy hay una demostración muy clara del nivel de autonomía con que adoptamos nuestras decisiones, nuestra disposición de lucha y la independencia y la claridad, en el acierto o en el error”, apuntó.
La central sindical espera que retomen su marcha leyes que consideran están “estancadas”. Tal es el caso de la ley de nocturnidad, que propone que aquellas personas que trabajan en horario nocturno reciban un pago más elevado que las de los horarios diurnos. Pereira se refirió al caso delicado del policía Wilson Coronel, que falleció de un disparo mientras hacía labores extra oficiales a su puesto como policía. “El cabo Wilson coronel murió porque tienen que salir a buscar una changa, tenemos que discutir esa realidad porque existe”, denunció.
“Varios compañeros hemos recorrido las calles de Montevideo en las primeras horas de la mañana y podemos decir, con certeza, que decenas de miles de trabajadores han adherido a la medida del movimiento sindical de manera libre y voluntaria, sin presión de ningún tipo, con la convicción de que si su sindicato los convoca, ellos paran”, aseguró Pereira, antes de agregar: “no nos gusta que patrones hayan puesto ómnibus en las calles”. El líder sindical dijo que la calle estaba “llenita” de ómnibus, "pero iban sin trabajadores y eso es un apoyo a la plataforma del movimiento sindical".
Por su parte, el secretario general del PIT-CNT, Marcelo Abdala, dijo que al movimiento sindical se lo critica por “una presunta falta de independencia con respecto a los partidos políticos”, en particular el Frente Amplio, pero esta jornada de paro “es una demostración muy clara del nivel de autonomía” con el que adopta sus decisiones el PIT-CNT.
Abdala recordó que en 2015 y 2016 el PIT-CNT logró que el Poder Ejecutivo cambiara en tres oportunidades los criterios que planteó en los Consejo de Salarios.
PIT-CNT afirma que el paro tuvo "alta adhesión"
El presidente del PIT-CNT, Fernando Pereira afirmó que el paro es "reivindicativo" y no "una pulseada".
Según explicó en conferencia de prensa, “miles de trabajadores han adherido a la medida del movimiento sindical, libre y voluntariamente, sin coerción de ningún tipo, con la convicción de que si su sindicato los convoca ellos paran”.
Por la ciudad se vieron circular decenas de ómnibuses, aunque las paradas se veían repletas a veces. En distintas zonas del centro, muchos comercios permanecieron cerrados porque sus empleados vieron dificultado el desplazarse desde sus hogares hasta los lugares de trabajo.
Pereira aseguró que el paro no es “una pulseada” y que no pretenden “torcer el brazo” del Gobierno nacional. “Las pulseadas son absurdas, nosotros hemos dicho con claridad, yo no lo voy a dejar de decir nunca, que nosotros somos independientes, pero no somos indiferentes del proceso de cambio y que no tiene nada que ver un gobierno neoliberal con un gobierno progresista”, señaló.
“Se ha hecho un enorme esfuerzo para que el paro tenga una convocatoria importante. No por la convocatoria en sí misma, sino porque el paro tiene un antes, que fue la preparación mediante asambleas, la distribución de volantes, colocación de afiches, se conversó con la gente en los barrios; un paro general tiene un durante, que es el acatamiento que tiene y eso se mide simplemente con la cantidad de trabajadores que no van a su puesto de trabajo, pero tiene un después viendo cuales cosas se pueden conquistar a favor de los trabajadores”, consignó el líder sindical.
Criticó a los que “ridiculizan” el paro planteando que es una “medida corporativa” porque se está luchando por salarios, haciendo un llamado a que nadie se sienta avergonzado por luchar por un mejor salario.
Agenda sindical
Otro de los temas centrales del paro general fue el apoyar a las voces que piden un presupuesto para educación más grande. “Defendemos un mayor presupuesto educativo resolviendo algunas situaciones que es imprescindible solucionar a la brevedad, una de ellas es la de la 1013 auxiliares de servicio contratadas por comisiones de fomento, que trabajan una hora más por día y cobran 30% menos”, dijo.“Está basado en el trabajo, la educación, negociación colectiva en el sector público e inversión pública, este es el corazón, la plataforma es mucho más amplia. A los efectos que la gente comprenda que hay un paro que tiene cuestiones para resolver y que algunas de ellas se podrían resolver con voluntad política, por ejemplo las de las leyes. Es un paro que tiene claramente la connotación de lograr reivindicaciones, a nosotros nos gusta jugar, pero no pulseadas, lo que tratamos de hacer es tener las condiciones y una de ellas es a través de la lucha”, aseguró vehementemente Pereira frente al auditorio en la calle Jackson.
El secretario general del PIT-CNT, Marcelo Abdala, también habló frente a los presentes. Según él “la lucha paga” pues “miles de trabajadores” que se adhirieron a la huelga le dieron “un sacudón” al país.
Abdala está convencido de que van a lograr que el Poder Ejecutivo los escuche y haga cambios a la Rendición de Cuentas. Fue enfático en que el Gobierno y el PIT-CNT son absolutamente independientes, a pesar de críticas de falta de independencia que han recibido. “En el día de hoy hay una demostración muy clara del nivel de autonomía con que adoptamos nuestras decisiones, nuestra disposición de lucha y la independencia y la claridad, en el acierto o en el error”, apuntó.
La central sindical espera que retomen su marcha leyes que consideran están “estancadas”. Tal es el caso de la ley de nocturnidad, que propone que aquellas personas que trabajan en horario nocturno reciban un pago más elevado que las de los horarios diurnos. Pereira se refirió al caso delicado del policía Wilson Coronel, que falleció de un disparo mientras hacía labores extra oficiales a su puesto como policía. “El cabo Wilson coronel murió porque tienen que salir a buscar una changa, tenemos que discutir esa realidad porque existe”, denunció.
Libertad
de movimiento en la globalización
1a.
quincena, julio 2017
El
título de esta actualización de blog retoma el tema de la primera sesión del debate sobre (RE)-/E/IN/MIGRACIÓN
organizado por la Embajada de Francia y el Goethe Institut, con la
participación de Barbara Cassin (Collège
International de Philosophie),
Florent Guénard
(Université de Nantes), Corinne Mieth (Ruhr-Universität
Bochum) y Ricardo Viscardi (Universidad de la República), 26 de
junio de 2017, Montevideo.
Una
pirámide achatada con base en el “desplazamiento forzado”
Considerada globalmente, para hacerle honor al registro temático de la
globalización, la migración incluye distintos procesos: la
migración económica, el exilio y la condición refugiada. Tanto la
migración por razones económicas como el exilio suponen una
decisión vinculada, al menos relativamente, a la actividad
voluntaria del migrante. Ese componente las asocia a la tradición
occidental de la libertad civil. A estas expresiones consolidadas
viene a agregarse una más reciente, pero muy significativa: la
migración calificada.
La
migración económica y el exilio se encuentran al presente en vías
de regresión relativa, superadas por la migración destinada a
refugiarse. El Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los
Refugiados (ACNUR) ha tendido históricamente a incorporar, entre sus
cometidos, las situaciones vinculadas tanto al exilio como a
distintas formas de persecución por razones de pertenencia étnica,
religiosa o ideológica. Cierta concentración de procesos
migratorios de refugio, engloba a desplazados (principalmente por
conflictos bélicos, eventualmente incluso por hambrunas o
catástrofes climáticas), perseguidos (por razones eventualmente
religiosas, étnicas o político-partidarias) o deportados (por
conflictos étnicos o por exclusión ideológica). En tal sentido es
ilustrativa las diferenciación que establece ACNUR (Alto
Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados) entre las
distintas circunstancias que se admiten por igual como móvil de
refugio: a) desplazados internos (dentro de un mismo país) 40,8
millones de personas, b) refugiados en distintos países (21,3
millones, de los cuales16 bajo el mandato de ACNUR) y 3,2 millones de
solicitantes de asilo.1
Presenta
un sesgo sugestivo que ACNUR adopte la vasta denominación
“desplazamiento forzado” para presentar las situaciones de mayor
desprotección, explotación y peligro para la vida humana en
nuestros días. La distancia que sugiere tal denominación entre el
destino de las personas en la extensión geográfica y el origen
territorial que les es propio, parece indicar que las circunstancias
que rodean a tal “desplazamiento forzado” escapan a todo lo que
la tradición vincula con la libertad.
La
migración calificada constituye el otro dato significativo del
presente de las migraciones,2
ante todo porque contrasta vigorosamente con la condición al límite
de lo humano que tiende a tomar el “desplazamiento forzado”,
sobre el que extiende una tutela relativa las Naciones Unidas.
Contrapuesta al desamparo e incluso la explotación que caracterizan
a la emigración compulsiva, la migración académica se convierte en
un indicador sugestivo, en cuanto se sitúa en el polo opuesto del
proceso migratorio que caracteriza a la globalización. Conviene
entonces considerar los procesos migratorios en la actualidad como un
conjunto que tiende a tomar la forma de una pirámide achatada. En el
vértice se encuentran distintas formas de desplazamiento, que
incluyen cierta capacidad de decisión por parte de las poblaciones
involucradas, mientras en la base se encuentran una enorme mayoría
de personas forzadas, por un concurso de circunstancias ajenas a su
voluntad, a desplazarse entre distintos territorios.3
Podría
entenderse que la migración privilegiada condensa todos los aspectos
positivos de la libertad de movimiento, en cuanto supone ante todo
una decisión del migrante, pero además, esa decisión no se
vincula a una imposición de las circunstancias, como la represión
política, la crisis económica o la catástrofe natural, sino a una
formación obtenida por méritos propios, que habilita una mejor
implantación socio-profesional en el extranjero. Pese a esta
descripción que parece galardonada de todos los rasgos de la
libertad y del movimiento por decisión propia, incluso la migración
académica se convierte en una política de los estados, tanto para
favorecerla como para desalentarla.
En
la Unión Europea los estudiantes universitarios oriundos de uno de
los países miembros, deben desplazarse obligatoriamente, durante un
período no menor a seis meses, para estudiar en otro Estado de la
misma comunidad. En el lado inverso tenemos el caso de Uruguay, país
cuya extensión territorial no conoce distancias mayores a 500 km y
donde el parlamento votó, bajo los auspicios del gobierno nacional,
fondos específicos para instalar la Universidad de la República en
el interior del país. Estos fondos estaban atados a ese fin y la
universidad no podía utilizarlos con otro destino, con el explícito
cometido de que los estudiantes uruguayos permanezcan en su
departamento de origen o en uno aledaño. Tenemos por fin el caso de
las políticas de repatriación o revinculación académica de
ciudadanos que han terminado o desarrollado su formación en el
exterior, que propician distintos estados, entre ellos el uruguayo.
Que
los propios estados fomenten determinada migración (de estadía
transitoria en el extranjero o de retorno al país de origen o
incluso intenten limitar los movimientos migratorios de índole
académica), señala hasta que punto la migración es un dato
relevante del presente mundial, no sólo en el sentido trágico que
adquiere para los desvalidos y expoliados, sino también como
“política de Estado”. Parece sugestivo, por otro lado, que las
políticas positivas que predominan en el conjunto social acerca de
la emigración, se vinculen ante todo al campo del saber, del
conocimiento y de la tecnología.
El
acerbo cultural, cognitivo y tecnológico no es, en cuanto tal,
patrimonio de ningún país en particular. La migración académica
se presenta, con todos sus efectos queridos u obstaculizados según
los casos por los estados-nación, como un elemento que se impone a
los distintos sistemas políticos, en razón de condiciones
supérstites a cada contexto nacional en particular.
El
proceso migratorio como determinación transversal a los
estados-nación
Cabe
entonces preguntarse si la progresiva subsunción de la condición de
exiliado y de emigrado en la de refugiado (desplazado, deportado,
evacuado, etc.), no corresponde asimismo a una alteración de las
condiciones de desarrollo internas de cada contexto nacional, como
efecto de la intervención de poderes transnacionales, que atan las
circunstancias internas de cada país a un potencial transversal al
contexto internacional. Desde este punto de vista la migración
académica configura una transversalidad globalizadora, que lejos de
propiciar efectos edificantes para las comunidades que la padecen,
promueve la desarticulación interna. Es ampliamente conocido que el
potencial intelectual formado en los países del tercer mundo pasa a
engrosar, en una proporción alarmante, el contingente operativo de
los centros académicos en los países desarrollados.4
Carlos
Quijano, fundador del Semanario Marcha en el Uruguay decía
“La universidad es el país”. Con ello expresaba la
característica matricial del Estado-nación: su desarrollo
sustentado en una integración inteligente de la organicidad
vernácula. Si este elemento integrador emigra, otro tanto tiende a
ocurrir con las demás partes del todo social, que el mismo saber
debiera articular. Así como el mayor contingente de refugiados
corresponde, según ACNUR, a desplazamientos internos a los distintos
países, los países que encabezan la nómina en números absolutos
de refugiados recibidos son los que pertenecen a la zona del
conflicto y participan, directa o indirectamente, del contexto
bélico: Turquía (2,5 millones), Pakistán (1,6 millones), Líbano
(1,1 millones), les siguen Irán , Etiopía y Jordania.5
El mayor impacto masivo de la migración se produce por lo tanto en
el propio contexto desarticulado por los conflictos. Mientras
corresponde a la descripción puntual de los sucesos, la presentación
de la migración a escala mundial como un drama humanitario y una
tragedia civilizatoria, también ignora el plano más determinante
del desplazamiento de poblaciones en el presente: el potencial de
intervención tecnológica que al día de hoy favorece la
cristalización del poder mundial, con efecto sobre los países y las
poblaciones “tomadoras de conflicto”.
Esa
cristalización del poder mundial desarticula la integridad de las
comunidades nacionales. El caso de Siria es por demás patente: un
enclave estratégico, que cierra o abre el paso a través de Turquía
a Europa, que colinda con el enclave kurdo y la zona de conflicto
árabe israelí, es el escenario de una batalla que libran las
grandes potencias, con intereses contrapuestos a través de las
partes civiles del conflicto. Segun ACNUR (Alto Comisionado de las
Naciones Unidas para los Refugiados) el 54% de las personas
refugiadas en 2015 proviene de tres zonas de notorio conflicto
bélico, atravesado a su vez por ya históricas intervenciones
extranjeras: Siria, Afganistán y Somalia.6
Allí la magnitud del escenario estratégico y de la potencia
militar involucrada parecen presentar el aspecto humanitario como una
secuela derivada y secundaria de lo que Derrida ha denominado, con
relación al poder de Estado, la alternancia entre “la bête et
le souverain”. Puede suceder
sin embargo lo contrario, es decir, que el aspecto humanitario y el
horror del exterminio sirvan de trasfondo a una manipulación
estratégica, con propósitos igualmente desviados
del fin que se aduce.
Parece
haber sido el caso que trajo a colación la declaración del
ex-presidente Mujica, con relación a los
excarcelados de la cárcel de
Guantánamo, posteriormente
refugiados en Uruguay. Interrogado acerca de la conflictiva relación
de los
liberados de Guantánamo con el
gobierno que él mismo
presidía, Mujica declaró
que la llegada a
Uruguay de esas
personas habilitaba,
a su vez,
la exportación de naranjas uruguayas a Estados Unidos.7
Por más que el ex-presidente uruguayo haya a posteriori
tomado distancia
de su propia declaración, el propósito que expresó dejó en claro
que cierto
vínculo de necesidad pudo
ser pensado,
desde un
lugar de gobierno,
entre una negociación comercial y la liberación de personas
encarceladas al margen de todo derecho internacional.
Contrariamente
a la frase “Después de Auschwitz no se puede pensar”, quizás lo
propio del presente sea que debemos pensar Auschwitz. El
criterio que sostiene
la inconmesurabilidad entre
Auschwitz y el pensamiento expresa,
a su vez, una desmedida fe en
el pensar. El fundamento clerical del positivismo queda manifiesto
desde que sabemos que Augusto Comte fue el secretario de Saint-Simon,
quien a su vez propiciaba una Iglesia de Jefes de Empresa.
Recientemente Matthieu Calame denunciaba que la tecnocracia, que el
denomina “cientistas” configura un nuevo clero, que imbuido de un
rol evangelizador del saber, pretende convertir todo pensamiento en
instrumento de la eficacia pragmática e
incluso -se podría agregar-
todo conocimiento en activo
bancario.
1
ACNUR “Tendencias Globales” (2016)
http://www.acnur.org/t3/filead min/Documentos/Publicaciones/2 016/10627.pdf
2
Se
estima en 1,5 millones el número de emigrantes calificados que
América Latina y el Caribe han sumado a la población de los EEUU.
Ver Luján, M. “Migraciones calificadas Sur/Norte: historia y
desafíos en el presente” Voces
en el Fénix
http://www.vocesenelfenix.com/ content/migraciones-calificada s-surnorte-historia-y-desaf%C3 %ADo-en-el-presente
3
Mangana, S. “Nuestra casa es el mundo: el acento en los
refugiados” El
Observador
(22/06/17)
http://www.elobservador.com.uy /nuestra-casa-es-el-mundo-el-a cento-los-refugiados-n1087887
4Lema,
F. “Migraciones calificadas y desarrollo sustentable en América
Latina” (2007)
Educación
Superior y Sociedad,
Vol.12 No.1
http://ess.iesalc.unesco.org.v e/index.php/ess/article/view/2 5
5ACNUR
“Tendencias Globales” (2016) ob.cit.
6ACNUR
“Tendencias Globales” (2016) ob.cit.
7
“Mandá fruta” Montevideo
Portal
(06/05/16) http://www.montevideo.com.uy/a uc.aspx?307438,3