Huelga Mundial por el Clima: Los estudiantes revolucionan la lucha ambiental, ¿por qué ahora?
Cuando en verano de 2018 Greta Thunberg, de 15 años
entonces, empezó a faltar al colegio para manifestarse frente al
parlamento sueco, pocos imaginaron que lograría poner en marcha a los
millones de jóvenes que ahora se congregan cada viernes, como hoy en la
Huelga Mundial por el Clima. ¿Qué ha hecho que su mensaje cale más que
ningún movimiento anterior?
La
activista medioambiental Greta Thunberg encabeza una de las marchas
contra el cambio climático celebradas en el mes de marzo en Berlín. /
Leonhard Lenz
madrid
27/09/2019 13:03 - Adeline Marcos (sinc) - PÚBLICO
Greta Thunberg, la adolescente sueca que se manifiesta por el clima cada viernes desde agosto de 2018, ha movilizado a millones de jóvenes en todo el mundo con sus protestas.
Muchos se sorprenden de que actúe como lo
hace. Muchos piensan que es una marioneta, resultado de la manipulación
ejercida por adultos, empresas y organizaciones. Muchos ridiculizan su
rabia y sus lágrimas al defender el planeta y su futuro. Pero muchos olvidan que esta joven activista no es solo la voz de una, sino de varias generaciones.
Hace 27 años, el 3 de junio de 1992, durante la
celebración de The Earth Summit, la Cumbre de Medio Ambiente y
Desarrollo organizada por Naciones Unidas en Río de Janeiro (Brasil),
una niña canadiense de tan solo 12 años, Severn Suzuki, ya habló a favor
de la Tierra, también cuestionó el sistema económico y exigió cambios a
los adultos. Fundadora con 10 años de la Environmental Children's Organization
(ECO), la ahora ecóloga y activista ambiental pidió, en definitiva, un
futuro mejor para todos, sobre todo para los más pequeños.
Casi tres décadas más tarde, esos niños y niñas han
crecido, y ahora mantienen la preocupación por sus propios hijos, cada
vez más concienciados por el medio ambiente. Muchos de ellos seguramente
formen parte de los grupos de jóvenes convocados hoy, 27 de septiembre,
en la Huelga Mundial por el Clima.
Por la Huelga por el Clima hay previstas unas 160 concentraciones en España
Según
las organizaciones sociales, se espera que millones de personas de todo
el mundo salgan a la calle. Hoy hay previstas más de 100 manifestaciones y concentraciones solo en España. Pero, aunque este último año ha sido especialmente activo, las protestas por el clima vienen de lejos.
Ya en 2014 se produjeron marchas masivas, una de ellas, la People’s Climate March, congregó a más de 300.000 personas en Nueva York frente a la sede de la ONU. Los movimientos, ahora denominados People's Climate Movement,
se han sucedido en los últimos años y se unen a las protestas
juveniles. Pero, ¿por qué el mensaje de Greta con Fridays For Future
parece haber calado más que ningún otro movimiento?
Mayor conciencia medioambiental
“Los sociólogos siempre decimos que tiene que existir
una base social para que se apoyen los cambios, y se ha ido fraguando
en estas últimas décadas”, explica a Sinc Mercedes Pardo-Buendía,
directora del grupo de investigación de Sociología del Cambio Climático
y el Desarrollo Sostenible de la Universidad Carlos III de Madrid.
Las movilizaciones actuales parten de una base
social ya conciencia sobre el cambio climático, después de décadas de
informes científicos advirtiendo sobre modelos climáticos catastróficos y
consecuencias devastadoras del aumento de las temperaturas. El discurso
de Greta ha cristalizado justamente ahora, “en un momento en que los
científicos están alertando fuertemente sobre el problema”.
El mensaje de Greta ha cristalizado ahora, en un momento en que los científicos están alertando fuertemente sobre el problema
Sin embargo, también lo hicieron en 1992 con la Primera Advertencia para la Humanidad
–el segundo aviso se produjo 25 años después en 2017 con amenazas
medioambientales más evidentes y serias–. En aquel momento, la juventud
no obtuvo la repercusión en los medios de comunicación ni en la sociedad
como lo está logrando ahora Fridays For Future, cuyo mensaje ha llegado
incluso a las escuelas.
En realidad, entran en juego muchos más factores:
redes sociales, exacerbación de los efectos del cambio climático en el
día a día de muchos países, más presencia en los medios de comunicación,
más apoyo institucional, el momento de toma de decisión en la ONU,
entre otros.
Durante las reuniones de los estados para alcanzar
medidas que reduzcan las emisiones de CO2, la acción peculiar de Greta
Thunberg, “muy articulada y determinada”, especifica Pardo-Buendía, se
ha visibilizado mucho. “Su propuesta de huelga de estudiantes de los
viernes era fácil de seguir y estos han respondido. Las redes sociales han ayudado mucho a su difusión”, indica la experta. La activista suma ya más de 2,3 millones de seguidores en su cuenta de Twitter.
El 15 de marzo de 2019, en la primera gran huelga
estudiantil a escala internacional, más de 2.000 ciudades de todo el
mundo –58 de ellas españolas– concentraron a más de millón y medio de manifestantes. Lo volvieron a hacer en mayo de este año en 125 países, durante la segunda jornada.
“También hay que tener en cuenta que está siendo sobre todo en los países económicamente desarrollados.
Cuando las sociedades han superado más o menos sus penurias económicas,
quieren calidad de vida. Se trata de valores posmaterialistas, como es
el caso de la calidad del medio ambiente”, explica la socióloga.
Los jóvenes, la cara de la lucha
Por sus esfuerzos para sensibilizar sobre la crisis climática, a principios de septiembre, Amnistía Internacional otorgó a Greta Thunberg y al movimiento estudiantil de activistas contra el cambio climático Fridays For Future el premio Embajadora de Conciencia de Amnistía Internacional de 2019. Esta semana, a la activista sueca también le han concedido el premio The Right Livelihood, considerado el Nobel alternativo, por su labor en la protección del medio ambiente.
Greta, que ha sido portada en la revista TIME, es un fenómeno sociológico,
pues ha impregnado los medios de comunicación, las cumbres de Naciones
Unidas y la conciencia de las personas. “Eso es muy positivo porque
puede empujar más al cambio concreto de políticas y actuaciones”, señala
Pardo-Buendía.
Todavía es necesario que el problema del cambio climático se conecte más con la vida cotidiana de las personas
El apoyo a la adolescente muestra una importante conciencia medioambiental en la sociedad,
aunque todavía queda que se concrete en la acción, tanto de los
gobiernos como de las empresas y de la ciudadanía. Es necesario que el
problema se conecte más con la vida cotidiana de las personas, “es
decir, con el uso del coche privado o el transporte público, por
ejemplo, entre otras formas de organización social que requieren
transformaciones”, apunta la experta.
Inspirados por la joven sueca, otros niños de diferentes países (EE UU, Nigeria, Islas Marshall, Brasil, Francia, Alemania, India, entre otros) son las caras visibles de los movimientos semanales en contra del cambio climático. Ellos son Children vs Climate Crisis,
y tienen nombres y apellidos: Iris Dusquesne, Raina Ivanova, Carl
Smith, Catarina Lorenzo, Chiara Sacchi, Alexandria Villasenor, Deborah
Adegbile, Litokne Kabua, entre otros.
Centenares de estudiantes protestan en Barcelona, en una imagen de archivo. EFE/Marta Pérez
En nuestro país, la versión española de Fridays for Future (Juntos por el clima) junto a otras organizaciones también ha firmado el manifiesto
para que los estados declaren la emergencia climática y “se tomen las
medidas concretas necesarias para reducir rápidamente a cero neto las
emisiones de gases de efecto invernadero, en línea con lo establecido
por la ciencia y bajo criterios de justicia climática”, exponen.
Los científicos apoyan a los estudiantes
Al igual que los jóvenes han empezado a actuar, alertados por las evidencias de los científicos, estos últimos no han quedado indiferentes ante los movimientos estudiantiles.
A pesar de llevar décadas advirtiendo de las consecuencias del aumento
de temperaturas, parte de la comunidad científica se ha inspirado del
movimiento juvenil para crear su propia protesta: Scientists for Future (S4F).
El alemán Gregor Hagedorn ha
sido el impulsor de esta iniciativa, motivado por sus propios hijos,
confiesa a Sinc. El investigador en el Instituto Leibniz para la
Investigación Evolutiva y de Biodiversidad en Berlín se esforzó durante
años, como muchos otros científicos en todo el mundo, en mostrar la
cruda realidad del cambio climático, pero fracasó. Con Greta vio la luz.
Estos jóvenes se han aliado con la ciencia y dicen: ayudadnos a convencer a nuestras sociedad para asegurarnos un buen futuro
“Cuando
Greta empezó a despertar el interés de los periodistas, comencé a
esperanzarme. Tenía un mensaje y recibió una gran atención por parte de
los medios de comunicación, justo donde los científicos fallamos”,
declara Hagedorn. Después, miles de estudiantes alemanes siguieron el ejemplo
de la joven sueca y, como ella, iniciaron las protestas los viernes con
un objetivo: pedir un cambio en nuestras actitudes sociales y
políticas.
Sin embargo, algunos medios y políticos han seguido
ignorando las manifestaciones de los jóvenes, y se han centrado en
criticar el absentismo escolar. Otros incluso han realizado ataques
personales a los niños. “Tuve la sensación de que los científicos debíamos hacer algo”, señala Hagedorn.
“Al basar sus demandas y supuestos en nuestros
datos, estos jóvenes se han aliado con la ciencia y dicen: ayudadnos a
convencer a nuestras sociedad para asegurarnos un buen futuro. La
ciencia, o más bien los científicos, debían actuar”, recalca.
Desde principios de año, S4F ha logrado
reunir unos 60 grupos locales en Alemania, Austria y Suiza, además de
otros emergentes en Países Bajos, Italia, Portugal y algunos países más
que comienzan a formar equipos. “¡Los científicos en España son
bienvenidos!”, manifiesta a Sinc el investigador. En el mes de marzo,
para la primera gran huelga lograron recoger 26.800 firmas.
En abril, Hagedorn y otros compañeros respaldaron las acciones de los jóvenes en una declaración publicada en la revista Science. En ella, explicaron que las preocupaciones juveniles están justificadas y
respaldadas por la mejor ciencia disponible. “Las medidas actuales para
proteger el clima y la biosfera son profundamente inadecuadas”,
expusieron.
El científico está convencido de que las cosas pueden cambiar y que los gobiernos se implicarán más en la lucha.
“Nuestro estilo de vida es el resultado de nuestras decisiones
políticas y sociales. Creo que amamos a nuestros hijos y estamos
dispuestos a cambiar por ellos. Pero hacerlo no es una elección
individual, es una elección social”, advierte.
Las evidencias no engañan: solo si dejamos de emitir CO2 y otros gases de efecto invernadero en los próximos 20 a 30 años limitaremos el aumento de temperaturas. No hacerlo pondrá en peligro las futuras generaciones, que ya no son puras estadísticas ni figuras abstractas, sino seres humanos de carne y hueso que piden ayuda aquí y ahora.
FOTOGALERIA:
https://www.publico.es/ fotogalerias/crisis-climatica- jovenes-mundo-salen-calle- apoyar-huelga-mundial-clima. html
Marcha mundial por el cambio climático: miles de personas se movilizan en distintas ciudades
"Buena suerte a todos los que participan en la huelga en todo el mundo. Se avecina un cambio" tuiteó la activista ambiental Greta Thunberg al arrancar la jornada.
El viernes pasado, cientos de miles de estudiantes y jóvenes se manifestaron con más de 5.000 acciones de protesta en todo el mundo, que incluyeron paros estudiantiles y algunos laborales parciales, en más de 3.000 ciudades de 162 países.
En esta ocasión se sumaron a las manifestaciones algunos sindicatos y sectores de trabajadores que habían convocado a parar y sumarse a las protestas en varios países, como Portugal, Alemania o el Estado español, entre otros.
Las acciones arrancaron con masividad en Nueva Zelandia desde muy temprano, donde se vieron manifestaciones que algunos medios cifraron en 170.000 personas.
En la India los y las manifestantes volvieron a salir a las calles en forma masiva al igual que el viernes pasado:
También fueron enormes las protestas de la juventud italiana, desbordando las calles en Roma, Turín, Milán y Nápoles. Así lo informaba desde la capital italiana, Giacommo Turci, corresponsal del periódico La Voce Delle Lotte para la Red Internacional de Izquierda Diario:
Poco después llegó el turno a la juventud del Estado español, que comenzó el día ocupando las las plazas de Barcelona, Madrid, Bilbao, Vigo y otras ciudades. Las aulas de las escuelas se vaciaron y hubo acciones sorpresa en los campus universitarios desde temprano. Las manifestaciones más grandes están convocadas para la tarde del viernes en Madrid y otras ciudades. Consignas como "Si el planeta fuera un banco, ya lo habrían rescatado", o "No tenemos un planeta B" fueron de las más escuchadas.
Por la tarde comenzaba la manifestación más grande en la ciudad de Madrid, ocupando todo el Paseo del Prado desde Atocha hacia la fuente de Cibeles:
Manifestaciones de igual magnitud se vivieron también en Estocolmo y Budapest.
En otras partes del mundo, la juventud se manifestaba con la misma contundencia para advertir del peligro que amenaza su futuro en lugares tan distantes como Corea del Sur y Canada:
En Argentina,jóvenes y organizaciones ambientales, políticas y sociales se movilizaron en la Ciudad de Buenos Aires y en otras ciudades del país. En la capital se concentraron en Plaza de Mayo para dirigirse luego hacia el Congreso Nacional. Les referentes de la izquierda argentina, el candidato presidencial Nicolás del Caño y la candidata a diputada nacional Myriam Bregman, del Frente de Izquierda Unidad, acompañaron la movilización.
En Chile, les manifestantes salieron a las calles de Santiago, con variadas consignas contra la destrucción ambiental.
Decenas de miles se manifestaron por la céntrica "Alameda".
La joven Greta Thunberg, que se ha alzado como figura de la
movilización, expresa una generación que ha abierto los ojos ante un
sistema irracional, que destruye y depreda la naturaleza para llenar los
bolsillos de un puñado de empresas y corporaciones capitalistas. Por
ello, la juventud que hoy sale nuevamente a las calles en varios países
no le debe nada a este sistema, no tiene nada que perder. Al contrario,
literalmente tiene "un mundo por ganar". Sobran motivos para sumarse a
este movimiento.
LA IZQUIERDA DIARIO - Jueves 26 de septiembre
Este viernes 27 de septiembre del 2019 se celebra la Huelga Mundial del Clima, una protesta a nivel global en la que nuevamente se espera que participen millones de personas de todo el mundo, en coincidencia con la celebración en Nueva York (EEUU) de la Cumbre Climática convocada por la ONU.
En el Estado español, más de 300 organizaciones, encabezadas por la plataforma Fridays For Future, convocan a la huelga y a manifestaciones en más de 70 municipios del Estado.
La joven Greta Thunberg, que se ha alzado como figura de la movilización, expresa una generación que ha abierto los ojos ante un sistema irracional, que nos enferma y depreda la naturaleza para ensanchar los bolsillos de un puñado de empresas y corporaciones capitalistas. Por ello, la juventud que saldrá nuevamente a las calles en varios países no le debe nada a este sistema, no tiene nada que perder. Al contrario, literalmente tiene “un mundo por ganar”. Sobran motivos para sumarse a este movimiento. Aquí sintetizamos cinco de los más importantes.
Según este organismo de la ONU, cuyas estimaciones suelen ser las más conservadoras, las emisiones de gases contaminantes tendrían que reducirse en un 45 % en menos de 11 años para evitar superar el umbral crítico de calentamiento de 1,5 grados centígrados, por encima del cual se generalizaría el aumento del nivel del mar, los fenómenos meteorológicos extremos y la escasez de alimentos. La necesidad de combatir el cambio climático con medidas drásticas es innegable.
La población más pobre de los países dependientes y semicoloniales son los más afectados por esta transformación artificial de las condiciones medioambientales. Según las Naciones Unidas, actualmente existen más de 20 millones de refugiados por causas climáticas que se suman a los otros tantos millones de personas, que huyen de las consecuencias de las políticas imperialistas de las potencias occidentales y que se topan con las murallas de la Europa y Norteamérica fortaleza. Según distintas estimaciones, de elevarse la temperatura global a más de 2 grados, se calcula que serán 280 millones de refugiados.
Las consecuencias del cambio climático no se reparten, como vimos, equitativamente entre todas las personas. Pero mucho menos sus causas. Según un informe de Intermon Oxfam, el 10% de la población más rica, aquella que posee más riqueza que 3.800 millones de personas, es responsable del 50% de las emisiones de CO2. Además, según el Carbon Disclosure Proyect, solo 100 grandes empresas son responsables del 70% del CO2 emitido desde 1988. En el Estado español, la situación es similar: 20 empresas generan el 80% del CO2. Endesa, que está a la cabeza, emite ella sola el 10% de todas las emisiones y concentra la cuarta parte de todas las que emiten los sectores fijos.
La degradación del planeta es la conclusión lógica de un sistema que pone las ganancias multimillonarias de una minoría por sobre la vida humana y la propia naturaleza.
En realidad, esto no podía ser de otra manera, porque los líderes políticos y los gobiernos del mundo son los mejores representantes de las multinacionales y grandes empresas, responsables de la contaminación. Por mucho que se vistan de verde y declaren públicamente su preocupación respecto al cambio climático –cuando no lo niegan directamente como es el caso de Trump o Bolsonaro–, nunca van a estar dispuestos a adoptar las medidas drásticas necesarias para resolver el problema, pues supondría atacar los grandes intereses económicos capitalistas a los que sirven. De ellos solo podemos esperar medidas contra las clases populares, como el impuesto a la gasolina que trató de implementar el presidente francés Macron que suscitó la rebelión de los chalecos amarillos. Como suele gritarse en las movilizaciones ecologistas, “si la Tierra fuera un banco, ya la habrían rescatado”.
En la última, y nuevamente inútil, Cumbre del Clima de la ONU, la activista Greta Thumberg recriminó a los líderes mundiales: “los jóvenes estamos empezando a comprender la magnitud de su traición”. Por ello, frente a la hipocresía del discurso de los políticos, la huelga climática recupera el protagonismo de la organización y la lucha de la juventud, las mujeres, los trabajadores y las clases populares. Esta es la única forma de empezar a plantear alternativas desde abajo para combatir el cambio climático frente a la inacción calculada e interesada de los representantes políticos de los responsables de la degradación del planeta.
Sin embargo, el movimiento contra el cambio climático encierra un nuevo mundo en los corazones de millones de una nueva generación de jóvenes que nace a la vida política y el activismo. Las gigantescas movilizaciones en todo el mundo muestran el potencial transformador en la defensa del planeta y las ideas que este movimiento encierra.
La amenaza real a la que está sometida la vida de todas las especies para beneficio de una ínfima minoría muestra la irracionalidad del sistema en el que vivimos. Luchar con uñas y dientes por su conservación es el mejor objetivo al que podemos dedicar nuestro tiempo y esfuerzo. Si el capitalismo destruye el planeta, ¡destruyamos el capitalismo! Súmate a la Huelga Mundial por el Clima.
Esta vez, la joven activista Greta Thunberg convocó a las manifestaciones desde Canadá, donde dialogó esta mañana con el primer ministro, Justin Trudeau.
https://www.naiz.eus/es/ mediateca/image_gallery/la- alerta-climatica-de-los- jovenes-vascos
Marcha mundial por el cambio climático: miles de personas se movilizan en distintas ciudades
Ultima actualización Sep 27, 2019 - LA REPÚBLICA uy
El
Climate Strike que impulsa la sueca Greta Thunberg volvió a tomar las
calles de todo el mundo. Miles de jóvenes continúan hoy con las
movilizaciones para generar conciencia sobre los efectos del cambio
climático en el planeta. Madrid, Tel Aviv, La Paz y Roma son algunas de
las ciudades que se colmaron de adolescentes que reclaman por un futuro
mejor. En Argentina, la marcha se hará por la tarde en 30 ciudades de
todo el país.
El Comité de Naciones Unidas para los Derechos del Niño expresó hoy su apoyo a que menores de edad en todo el mundo participen en las movilizaciones, al recordar que tienen derecho y amparo legal para que «sus voces sean escuchadas y tomadas en cuenta».
Frente a algunas voces críticas con las huelgas estudiantiles, que se tradujeron en ataques a la cara más visible del movimiento , el comité de Naciones Unidas dijo hoy sentirse inspirado «por los millones de niños y adolescentes que se manifestaron por el cambio climático».
«Nos han recordado que ven el futuro del planeta como uno de sus principales problemas», señaló en un comunicado el presidente del comité, el uruguayo Luis Pedernera, quien subrayó que «los niños ya se ven perjudicados por la contaminación, las sequías, los desastres naturales y la degradación del ecosistema».
El Comité de Naciones Unidas para los Derechos del Niño expresó hoy su apoyo a que menores de edad en todo el mundo participen en las movilizaciones, al recordar que tienen derecho y amparo legal para que «sus voces sean escuchadas y tomadas en cuenta».
Frente a algunas voces críticas con las huelgas estudiantiles, que se tradujeron en ataques a la cara más visible del movimiento , el comité de Naciones Unidas dijo hoy sentirse inspirado «por los millones de niños y adolescentes que se manifestaron por el cambio climático».
«Nos han recordado que ven el futuro del planeta como uno de sus principales problemas», señaló en un comunicado el presidente del comité, el uruguayo Luis Pedernera, quien subrayó que «los niños ya se ven perjudicados por la contaminación, las sequías, los desastres naturales y la degradación del ecosistema».
CLIMATE STRIKE
Huelga por el clima: cientos de miles se movilizaron en todo el mundo
Este viernes culminó la semana de acciones “Fridays for Future” convocada por estudiantes, sindicatos, organizaciones sociales y políticas en todo el mundo, protesta climática más grande de la historia.
IzquierdaDiario.es - Sábado 28 de septiembre
Imagen de la movilización de este viernes 27 en Bilbao
Desde Nueva Zelanda a Roma y Milán, desde Madrid a Barcelona,
pasando por la India, Corea del Sur o Canadá, cientos de miles de
personas se movilizan este viernes en ciudades de todo el planeta.
Después de que hace una semana millones de personas se movilizaran en
ciudades de Alemania, Estados Unidos, India o Australia, este viernes se
cerró la semana global de manifestaciones. La huelga mundial por el
clima de este viernes tuvo lugar en 150 países, según la web Global
Climate Strike."Buena suerte a todos los que participan en la huelga en todo el mundo. Se avecina un cambio" tuiteó la activista ambiental Greta Thunberg al arrancar la jornada.
El viernes pasado, cientos de miles de estudiantes y jóvenes se manifestaron con más de 5.000 acciones de protesta en todo el mundo, que incluyeron paros estudiantiles y algunos laborales parciales, en más de 3.000 ciudades de 162 países.
En esta ocasión se sumaron a las manifestaciones algunos sindicatos y sectores de trabajadores que habían convocado a parar y sumarse a las protestas en varios países, como Portugal, Alemania o el Estado español, entre otros.
Las acciones arrancaron con masividad en Nueva Zelandia desde muy temprano, donde se vieron manifestaciones que algunos medios cifraron en 170.000 personas.
En la India los y las manifestantes volvieron a salir a las calles en forma masiva al igual que el viernes pasado:
También fueron enormes las protestas de la juventud italiana, desbordando las calles en Roma, Turín, Milán y Nápoles. Así lo informaba desde la capital italiana, Giacommo Turci, corresponsal del periódico La Voce Delle Lotte para la Red Internacional de Izquierda Diario:
Poco después llegó el turno a la juventud del Estado español, que comenzó el día ocupando las las plazas de Barcelona, Madrid, Bilbao, Vigo y otras ciudades. Las aulas de las escuelas se vaciaron y hubo acciones sorpresa en los campus universitarios desde temprano. Las manifestaciones más grandes están convocadas para la tarde del viernes en Madrid y otras ciudades. Consignas como "Si el planeta fuera un banco, ya lo habrían rescatado", o "No tenemos un planeta B" fueron de las más escuchadas.
Por la tarde comenzaba la manifestación más grande en la ciudad de Madrid, ocupando todo el Paseo del Prado desde Atocha hacia la fuente de Cibeles:
Manifestaciones de igual magnitud se vivieron también en Estocolmo y Budapest.
En otras partes del mundo, la juventud se manifestaba con la misma contundencia para advertir del peligro que amenaza su futuro en lugares tan distantes como Corea del Sur y Canada:
En Argentina,jóvenes y organizaciones ambientales, políticas y sociales se movilizaron en la Ciudad de Buenos Aires y en otras ciudades del país. En la capital se concentraron en Plaza de Mayo para dirigirse luego hacia el Congreso Nacional. Les referentes de la izquierda argentina, el candidato presidencial Nicolás del Caño y la candidata a diputada nacional Myriam Bregman, del Frente de Izquierda Unidad, acompañaron la movilización.
En Chile, les manifestantes salieron a las calles de Santiago, con variadas consignas contra la destrucción ambiental.
#27S #CLIMATESTRIKE
Cinco motivos para sumarse a la Huelga Mundial por el Clima
Este 27 de septiembre culmina la Semana por el Futuro. Nuevamente, millones de jóvenes, trabajadores e integrantes de la comunidad científica mundial saldrán a las calles en una nueva jornada de Huelga por el Clima, para exigir a los Gobiernos y organismos internacionales que actúen ante la crisis climática. Aquí sintetizamos cinco motivos por los que es necesario sumarse masivamente a la huelga.
por Alejandro Bravo
Madrid
Madrid
Este viernes 27 de septiembre del 2019 se celebra la Huelga Mundial del Clima, una protesta a nivel global en la que nuevamente se espera que participen millones de personas de todo el mundo, en coincidencia con la celebración en Nueva York (EEUU) de la Cumbre Climática convocada por la ONU.
En el Estado español, más de 300 organizaciones, encabezadas por la plataforma Fridays For Future, convocan a la huelga y a manifestaciones en más de 70 municipios del Estado.
La joven Greta Thunberg, que se ha alzado como figura de la movilización, expresa una generación que ha abierto los ojos ante un sistema irracional, que nos enferma y depreda la naturaleza para ensanchar los bolsillos de un puñado de empresas y corporaciones capitalistas. Por ello, la juventud que saldrá nuevamente a las calles en varios países no le debe nada a este sistema, no tiene nada que perder. Al contrario, literalmente tiene “un mundo por ganar”. Sobran motivos para sumarse a este movimiento. Aquí sintetizamos cinco de los más importantes.
1. Porque el cambio climático es un hecho científico y sus consecuencias pueden ser terribles
El cambio climático es una realidad demostrada científicamente que solo puede ser negada por los más necios o, mayormente, por los poderes económicos interesados en generar confusión al respecto. Desde 1880 la temperatura media se ha incrementado en aproximadamente 1 °C. Según el Panel Intergubernamental para el Cambio Climático (IPCC) la temperatura podría incrementarse entre 2 y 5 grados centígrados en los próximos 50 años, aumentando el nivel del océano entre 18 a 59 centímetros en las próximas décadas, mientras que las emisiones pasadas y futuras de dióxido de carbono (CO2) seguirán contribuyendo al calentamiento durante más de un milenio.Según este organismo de la ONU, cuyas estimaciones suelen ser las más conservadoras, las emisiones de gases contaminantes tendrían que reducirse en un 45 % en menos de 11 años para evitar superar el umbral crítico de calentamiento de 1,5 grados centígrados, por encima del cual se generalizaría el aumento del nivel del mar, los fenómenos meteorológicos extremos y la escasez de alimentos. La necesidad de combatir el cambio climático con medidas drásticas es innegable.
2. Porque ya hay cientos de millones de personas que sufren las consecuencias del cambio climático en todo el mundo
La crisis climática no es solo una amenaza para el futuro (muy cercano), sino que sus consecuencias ya son un hecho para cientos de millones de personas en todo el mundo. Los fenómenos catastróficos relativos al clima, como los incendios incontrolables o las olas de calor extremas, son cada vez más frecuentes y su permanencia y aceleración de sus ritmos aumenta año tras año. La contaminación del aire por gases y partículas derivados del tráfico de vehículos, así como de la producción industrial en las grandes ciudades, producen 9 millones de muertes anuales en todo el mundo, 800 mil personas solamente en Europa.La población más pobre de los países dependientes y semicoloniales son los más afectados por esta transformación artificial de las condiciones medioambientales. Según las Naciones Unidas, actualmente existen más de 20 millones de refugiados por causas climáticas que se suman a los otros tantos millones de personas, que huyen de las consecuencias de las políticas imperialistas de las potencias occidentales y que se topan con las murallas de la Europa y Norteamérica fortaleza. Según distintas estimaciones, de elevarse la temperatura global a más de 2 grados, se calcula que serán 280 millones de refugiados.
3. Porque el sistema capitalista es incompatible con la vida
Existe todo un discurso que pretende diluir la responsabilidad de esta situación repartiendo la culpa “entre todos” y apuntando a la acción humana en general. Lo cierto es que esta amenaza catastrófica es un episodio inédito en la historia de la humanidad, y no por casualidad se produce en el marco del modo de producción capitalista.Las consecuencias del cambio climático no se reparten, como vimos, equitativamente entre todas las personas. Pero mucho menos sus causas. Según un informe de Intermon Oxfam, el 10% de la población más rica, aquella que posee más riqueza que 3.800 millones de personas, es responsable del 50% de las emisiones de CO2. Además, según el Carbon Disclosure Proyect, solo 100 grandes empresas son responsables del 70% del CO2 emitido desde 1988. En el Estado español, la situación es similar: 20 empresas generan el 80% del CO2. Endesa, que está a la cabeza, emite ella sola el 10% de todas las emisiones y concentra la cuarta parte de todas las que emiten los sectores fijos.
La degradación del planeta es la conclusión lógica de un sistema que pone las ganancias multimillonarias de una minoría por sobre la vida humana y la propia naturaleza.
4. Porque los gobiernos de todo el mundo no van a mover un dedo para evitar el cambio climático
Desde que en 1972 se celebrara en Estocolmo la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Humano, varias han sido las cumbres internacionales medioambientales que tienen en común un elevado coste, la pompa diplomática y su completa inutilidad a la hora de resolver la amenaza del cambio climático y la destrucción de la naturaleza.En realidad, esto no podía ser de otra manera, porque los líderes políticos y los gobiernos del mundo son los mejores representantes de las multinacionales y grandes empresas, responsables de la contaminación. Por mucho que se vistan de verde y declaren públicamente su preocupación respecto al cambio climático –cuando no lo niegan directamente como es el caso de Trump o Bolsonaro–, nunca van a estar dispuestos a adoptar las medidas drásticas necesarias para resolver el problema, pues supondría atacar los grandes intereses económicos capitalistas a los que sirven. De ellos solo podemos esperar medidas contra las clases populares, como el impuesto a la gasolina que trató de implementar el presidente francés Macron que suscitó la rebelión de los chalecos amarillos. Como suele gritarse en las movilizaciones ecologistas, “si la Tierra fuera un banco, ya la habrían rescatado”.
En la última, y nuevamente inútil, Cumbre del Clima de la ONU, la activista Greta Thumberg recriminó a los líderes mundiales: “los jóvenes estamos empezando a comprender la magnitud de su traición”. Por ello, frente a la hipocresía del discurso de los políticos, la huelga climática recupera el protagonismo de la organización y la lucha de la juventud, las mujeres, los trabajadores y las clases populares. Esta es la única forma de empezar a plantear alternativas desde abajo para combatir el cambio climático frente a la inacción calculada e interesada de los representantes políticos de los responsables de la degradación del planeta.
5. Porque no tenemos un ’planeta B’
Bajo este sistema, la producción cultural parece más dispuesta a imaginar mundos catastróficos, postnucleares, invasiones de extraterrestres y hasta zombies, que una sociedad que racionalmente garantice la supervivencia del planeta y de todas sus especies. Resulta más fácil imaginar el fin del planeta que el fin del capitalismo.Sin embargo, el movimiento contra el cambio climático encierra un nuevo mundo en los corazones de millones de una nueva generación de jóvenes que nace a la vida política y el activismo. Las gigantescas movilizaciones en todo el mundo muestran el potencial transformador en la defensa del planeta y las ideas que este movimiento encierra.
La amenaza real a la que está sometida la vida de todas las especies para beneficio de una ínfima minoría muestra la irracionalidad del sistema en el que vivimos. Luchar con uñas y dientes por su conservación es el mejor objetivo al que podemos dedicar nuestro tiempo y esfuerzo. Si el capitalismo destruye el planeta, ¡destruyamos el capitalismo! Súmate a la Huelga Mundial por el Clima.
Roma.
Un millón de personas, en su mayoría jóvenes, se manifestaron este
viernes en Italia contra el cambio climático, según los organizadores,
en el marco de la huelga mundial propuesta por la joven activista sueca
Greta Thunberg y conocida como "Viernes por el futuro".
Comités de ciudadanos de toda la
península organizaron marchas y manifestaciones en 180 ciudades, desde
Milán a Palermo pasando por Florencia, Venecia, Nápoles y Cagliari, en
la isla de Cerdeña.
En Milán y Roma unas 400 mil personas marcharon por las calles de la ciudad, según los organizadores.
"Sumado con las otras ciudades, se
estima que un millón de personas marcharon en todo el país", aseguró
Gianfranco Mascia, de la red "Viernes por el futuro de Italia".
Los jóvenes ocuparon el corazón de las
mayores ciudades de la península con desfiles marcados por el
entusiasmo, con lemas irónicos e irreverentes.
En Roma, los jóvenes marcharon unidos
desde la céntrica Plaza de la República hasta la Plaza de Venecia,
mientras que en Milán programaron dos desfiles, uno en la mañana y otro
en la tarde.
Durante la procesión, formada sobre todo
por estudiantes que cargaban carteles llenos de colores y lemas
divertidos, se instó a los políticos de todo el mundo a actuar ante la
emergencia climática.
"Las imágenes de las marchas son
extraordinarias", reconoció el jefe de gobierno Giuseppe Conte, quien se
comprometió en un tuit a tomar "soluciones concretas" contra el cambio
climático.
La protesta en Italia cuenta con la
aprobación del gobierno formado por el Movimiento 5 Estrellas
(antisistema) y el Partido Democrático (PD) y el apoyo del mayor
sindicato del país, la Confederación General Italiana de los
Trabajadores (Cgil).
'Imágenes increíbles'
Por su parte, la joven Greta Thunberg,
ícono de la lucha contra el cambio climático, desde Canadá elogió la
excepcional movilización en la península.
"Son imágenes increíbles de toda
Italia", tuiteó la activista de 16 años que el lunes, desde la sede de
la ONU en Nueva York, regañó severamente a los líderes del planeta,
acusándolos de traicionar a su generación por su inacción para limitar
el calentamiento del planeta.
"El clima está cambiando, la política
no", "sean parte de la solución, no de la contaminación", "inútil
conquistar la Luna y perder luego la Tierra", rezaban algunos carteles
que cargaban los estudiantes.
Greta Thunberg lidera en Canadá nueva ‘huelga mundial por el clima’
Afp
|
viernes, 27 sep 2019 13:18
- LA JORNADA
Esta vez, la joven activista Greta Thunberg convocó a las manifestaciones desde Canadá, donde dialogó esta mañana con el primer ministro, Justin Trudeau.
Montreal. En
medio de una atmósfera festiva, la enorme procesión arrancó a primera
hora de la tarde en el centro de la capital de Quebec. El primer
ministro también marchó mezclado entre la multitud.
"Somos al menos 500 mil", lanzó la
activista de 16 años al dirigirse a los asistentes. "¡Pueden sentirse
orgullosos de ustedes!".
Thunberg calculó que "varios millones"
de personas se manifestaron en todo el mundo este viernes para exigir
acciones efectivas para frenar el calentamiento global. "Continuaremos
haciéndolo hasta que nos escuchen", advirtió bajo las ovaciones.
"¿Para qué estudiar en un mundo sin
futuro?", proclamaba un cartel que portaba uno de los manifestantes que
se sumaron a la huelga escolar iniciada por Thunberg.
La policía no proporcionó una cifra oficial de asistentes.
Durante una breve rueda de prensa previa
a la marcha, la activista había afirmado que, como la mayoría de la
dirigencia política, el primer ministro canadiense "no ha hecho lo
suficiente" por el medio ambiente.
La joven que lidera la lucha global
contra la inacción frente al calentamiento del planeta consideró que,
como la mayoría de la dirigencia política, el primer ministro canadiense
"no ha hecho lo suficiente" por el medio ambiente, al ser consultada al
respecto durante una breve rueda de prensa previa a la manifestación.
Sin embargo, ante la pregunta, enfatizó
que prefería no "señalar a individuos" sino más bien "enfocarse en una
visión colectiva".
"Mi mensaje para los políticos de todo
el mundo es el mismo: escuchen y actúen en función de lo que dice la
ciencia", exhortó la activista de 16 años.
Recién llegada de Nueva York tras dar un
discurso en el marco de la cumbre sobre el clima en la ONU, Thunberg se
había reunido con Trudeau a primera hora de la mañana, según mostraron
imágenes de televisión.
Trudeau criticado
Pocos días después de su contundente
"¿Cómo se atreven?", lanzado ante decenas de jefes de Estado y de
gobierno en Naciones Unidas, Thunberg liderará este viernes una
manifestación que se prevé sea una de las más importantes de la historia
de Canadá.
En plena campaña por su relección en las
legislativas, Trudeau se sumará a la protesta, cuyo inicio estaba
previsto para las 12:00 (16:00 GMT).
La líder canadiense de los verdes,
Elizabeth May, muy crítica con la gestión gubernamental del medio
ambiente, también asistirá, mientras que el principal rival de Trudeau,
el conservador Andrew Scheer, rechazó la invitación y designó a un
diputado local para asistir en su nombre.
Trudeau corre el riesgo de ser
interpelado por los manifestantes respecto a sus políticas ambientales.
En especial su decisión de nacionalizar el oleoducto Trans Mountain, que
lleva petróleo desde Alberta a las costas de Columbia Británica,
provocó el rechazo de grupos ambientalistas y algunas comunidades
aborígenes.
En parte gracias al "efecto Greta", los
organizadores esperan más de 400 mil personas en las calles de Montreal.
Otras manifestaciones están previstas también en las principales
ciudades de Canadá.
Se espera que Thunberg ofrezca un
discurso a media tarde frente a la Organización de Aviación Civil
Internacional (OACI, sus siglas en inglés), un ente de la ONU con sede
en pleno de centro de la ciudad.
Por mera coincidencia, los directivos de
la entidad, con frecuencia fustigados por el activismo ambiental por su
contribución a las emisiones mundiales de carbono, se encuentran
reunidos en Montreal desde el martes y hasta el próximo viernes con
motivo de su reunión trienal.
Reducir la huella de carbono del sector aéreo es uno de los temas centrales de esta reunión.
El pasado viernes, más de cuatro
millones de personas, sobre todo jóvenes, se reunieron en todo el mundo
para celebrar un nuevo "Friday for Future", la acción de protesta
iniciada hace un año por la joven sueca.
Una semana después, la movilización
global comenzó frente al Parlamento de Nueva Zelanda con más de 40 mil
participantes, y siguió con una muestra contundente en Italia, donde
marcharon cientos de miles de jóvenes en distintas ciudades del país.
AMPLIA INFORMACIÓN:
Crisis climática: Más de 300 organizaciones secundarán en España la huelga mundial por el clima
Varias asociaciones conservacionistas como
Ecologistas en Acción y Amigos de la Tierra, entre otras entidades, han
recordado los "numerosos gestos de apoyo" a la convocatoria del día 27
de septiembre.
Una
veintena de adolescentes se dan cita ante la sede de Naciones Unidas,
en Nueva York, para llamar la atención sobre las consecuencias del
cambio climático. EFE/Jorge Fuentelsaz
MÁS INFORMACIÓN
Más de 300 organizaciones se han adherido a la convocatoria de huelga mundial por el clima, convocada para el 27 de septiembre, así como al manifiesto publicado el pasado mes de julio "en defensa del futuro, de un planeta vivo y de un mundo justo".
El objetivo de este paro, enmarcado en las
movilizaciones por el clima y la denominada "semana de acción" planteada
por la organización Fridays For Future del 20 al 27 de este mes, pasa
por exigir a los gobiernos de todo el planeta "medidas efectivas ante la emergencia climática", que califican como "el mayor reto al que se enfrenta la humanidad".
Varias asociaciones conservacionistas como
Ecologistas en Acción y Amigos de la Tierra, entre otras entidades, han
recordado este jueves en un comunicado conjunto los "numerosos gestos de
apoyo" a la convocatoria del día 27 por parte de "distintos actores
sociales, de la comunidad científica y de la artística" para apoyar una transición ecológica "urgente y justa".
La semana de acción incluirá iniciativas de protesta como manifestaciones, huelgas estudiantiles y de consumo o concentraciones en centros de trabajo.
Las organizaciones ecologistas recuerdan los informes
de la Plataforma Intergubernamental de Biodiversidad y Servicios
Ecosistémicos (IPBES) que cifran en cerca de un millón la cantidad de
especies de flora y fauna al borde de la extinción, incluyendo
"ecosistemas completos", como "consecuencia de las actividades humanas".
Han pedido "a toda la sociedad" –incluyendo actores
sociales, ambientales, sindicales, etc., además de la ciudadanía en
general– que se una a estas movilizaciones, así como a las concentraciones simbólicas para el día 27, entre las 11:00 y las 12:00.
Estas concentraciones durarán cuatro minutos y quince segundos para llamar la atención sobre "la gran señal de alarma" que
supuso alcanzar el pasado mes de abril una concentración de partículas
de dióxido de carbono en la atmósfera de 415 ppm (partes por millón).
Según los especialistas de estas organizaciones, este nivel no se registraba "desde hacía tres millones de años".
Emergencia climática: Miles de personas exigen en Madrid medidas contra el cambio climático: "Si el planeta fuera un banco ya lo habrían salvado"
Como colofón a una semana de movilizaciones continuas
por parte de los ecologistas más jóvenes, la marcha que ha inundado el
centro de la capital española ha exigido a los políticos que legislen
para frenar el cambio climático. Según declaran sorprendidos los
organizadores, unas 100.000 personas se habrían acudido a la
manifestación.
Instantánea en la que se pueden apreciar las miles de personas que han salido a la
calle para protestar por la emergencia climática | EFE / JuanJo Martín
calle para protestar por la emergencia climática | EFE / JuanJo Martín
MADRID
27/09/2019 21:58 - GUILLERMO MARTÍNEZ
@Guille8Martinez - PÚBLICO
El 27 de septiembre de
2019 pasará a la historia de la lucha contra el cambio climático. Esto
es lo que han conseguido las miles de personas que durante más de dos
horas han recorrido algunas de las arterias principales de Madrid. Bajo
un lema que llamaba a la "unión de todas ante la emergencia climática"
más de 100 colectivos han secundado esta movilización convocado por
Fridays For Future Madrid, 2020 Rebelión por el clima, Alianza por el
clima y Emergencia Climática Ya en la que han sobresalido los jóvenes.
El Paseo del Prado ha sido testigo del inicio de la manifestación, donde a partir de las seis de la tarde se han congregado más de 100.000 personas,
según las primeras cifras aportadas por los organizadores. En la
marcha, que pone la guinda a unas jornadas de protesta por el cambio
climático, se han podido apreciar la presencia de diferentes colectivos
de diversa índole, como bomberos forestales, feministas, o
antiespecistas y veganos, todos ellos unidos para protestar por una
legislación que tenga en cuenta la crisis climática.
Los más peques han tenido un espacio seguro en la manifestación
En
menos de 30 minutos costaba caminar por el recorrido establecido para
la manifestación, donde poco a poco se han ido acercando personas de
todas las edades, donde han resaltado los jóvenes. Además, la
organización ha establecido que el segundo espacio más próximo a la
cabecera sea únicamente para los más pequeños denominándolo 'Baby Block',
donde tanto los progenitores como los infantes han tenido espacio
suficiente para caminar sin las posibles aglomeraciones típicas de una
movilización de tal alcance.
Políticos en la manifestación
Unos minutos antes de empezar la manifestación, un
integrante de Fridays For Future repartía un papel entre la prensa en el
que se explicitaba que "el protagonismo debe ser ciudadano y no político". Referencia directa que ha cobrado sentido cuando han aparecido, tras la pancarta de Podemos, Pablo Iglesias,
Irene Montero, Pablo Echenique o Alberto Garzón. Además, Juan López de
Uralde también ha marchado junto a la que será su nueva formación
política después de que Equo decidiera confluir en las elecciones generales junto al partido errejonista.
La cifra de personas que han marchado por la emergencia climática ha sorprendido
a los convocantes. | EFE / Ballesteros
a los convocantes. | EFE / Ballesteros
Por otra parte, las cámaras también apuntaban al cortejo de Más Madrid, donde ha aparecido el polémico Íñigo Errejón
arropado de alguna de las caras más conocidas de la formación, como las
concejalas Rita Maestre e Inés Sabanés. Para ellos iban referidas las
palabras que cierran el mensaje referido con anterioridad: "Su tarea [la
de los políticos] es legislar y por el momento no parece que hayan cumplido su trabajo frente al cambio climático".
Huelga de estudiantes, del profesorado y general
Siguiendo en el ámbito institucional,
organizaciones como Greenpeace y Ecologistas en Acción han tenido una
gran presencia en la marcha. Del mismo modo, era notable la presencia de
los sindicatos UGT, USO y CGT. Algo detrás se encontraba otro grupo
sindical integrado por el denominado "bloque combativo", donde se
engloban centrales como CNT o Solidaridad Obrera.
En algunas regiones se ha convocado huelga general
Esta huelga, que el Sindicato de Estudiantes ha convocado a nivel general en todo el país, ha sido secundada por el gremio de profesores en Andalucía y de manera general en las regiones de Aragón, Canarias, Euskadi y Navarra, tal y como ha afirmado a Público Irene Rubiera, una integrante de Fridays For Future. Por otra parte, también se llamaba a la huelga de consumo,
aunque el coordinador de clima y energía de Ecologistas en Acción y
representante de las plataformas convocantes Javier Andaluz ha aceptado
que "no hay herramientas de contabilidad de este tipo de huelga".
Vista de la manifestación desde el palacio de Cibeles, sede del Ayuntamiento de Madrid. | EFE / Fernando Villar
Cuestionado Andaluz por este medio respecto al
cierre patronal que también se explicitaba como una forma de protestar
contra el cambio climático y su posible repercusión en los trabajadores,
el activista ha remarcado que "es un llamamiento con un alto contenido de simbolismo,
ya que la mayoría de comercios adheridos a esta demanda trabajan dentro
de la economía social y solidaria, mayormente cooperativas, donde si
deciden parar hoy a quién quitan el salario es a ellos mismos".
Los informes de los expertos alertan de la crisis
La manifestación ha finalizado en la Puerta del
Sol, kilómetro 0 de los movimientos sociales, donde se ha leído un
comunicado en el que han culpado de la crisis climática al "modelo extractivista y consumo globalizado de la actualidad",
una declaración con cierto tinte anticapitalista, como el repetido
cántico de "si el planeta fuera un banco ya lo habrían salvado". Siempre
aludiendo a informes de expertos, los convocantes han advertido de "las
consecuencias catastróficas para las generaciones presentes y futuras,
como olas de calor más intensas y prolongadas, desertificación, pérdida
de biodiversidad, incendios más virulentos, falta de agua potable y
tierras fértiles y empobrecimiento y aumento de las desigualdades en
cualquiera de sus expresiones", tal y como han podido escuchar las miles
de personas que se congregaban en la céntrica plaza madrileña como
colofón a estas jornadas de protesta por el clima.
Alejandro Martínez, miembro de Fridays For Future,
ha aprovechado la lectura del comunicado final para hacer público un
llamamiento para firmar la ECI (una
especie de Iniciativa Legislativa Popular a nivel europeo) "para poner
sobre la mesa del Parlamento Europeo las medidas que los políticos no
están dispuestos poner", en sus propios términos, retomando el carácter
internacional de esta problemática.
Asimismo, han señalado que "la defensa del futuro, de un planeta vivo y de un mundo justo", es lo que les hace no terminar su lucha en esta manifestación que ha superado las expectativas de los propios organizadores.
Crisis climática: Dos millones de estudiantes españoles han participado en la Huelga Mundial del Clima
Jóvenes de todo el mundo han salido a la calle este viernes a protestar contra el cambio climático.
Imagen de una reciente huelga por el clima.- EFE
madrid
27/09/2019 14:28 - AGENCIAS - PÚBLICO
El Sindicato de Estudiantes ha calificado de éxito la jornada de huelga por el clima
que, aseguran, ha sido secundada por dos millones de estudiantes en
todo el Estado, y ha destacado el apoyo a las marchas que se han
celebrado en la mañana de este viernes y que han contado con "decenas de
miles de participantes".
Lo aseguran en un comunicado, en el que cifran en "más del 90%" el apoyo en los institutos públicos de Galicia, Asturias, País Vasco, Aragón Catalunya, València, Andalucía y Madrid, fundamentalmente en la enseñanza secundaria.
La juventud ha levantado un poderoso movimiento ecologista, destacan desde el sindicato, que aseguran que servirá para tomar conciencia
sobre "la alarmante velocidad con la que avanza la catástrofe
ecológica" y que el mensaje llegue a "un auditorio mucho más
amplio". Para esta tarde están programadas numerosas marchas en ciudades
y pueblos de toda España.
La manifestación ha sido convocada en España por cerca de 500 entidades agrupadas
en cuatro plataformas: Fridays For Future, Alianza por el Clima,
Alianza por la Emergencia Climática y 2020 Rebelión por el Clima, en las
que están integradas las principales organizaciones ambientales, como
Amigos de la Tierra, Ecologistas en Acción, SEO/Birdlife, WWF, entre
otras. Además, se han sumado partidos políticos, sindictos y otras
organizaciones.
El país entero se moviliza
En Andalucía, unos 20.000 estudiantes
de enseñanzas medias y universitarias se han manifestado durante la
mañana, según datos del Sindicato de Estudiantes de Andalucía, que ha
calificado la convocatoria de "tremendo éxito".
En València, los estudiantes han salido a las calles con lemas como: "Nos enfrentamos a un punto de no retorno", "Se nos acaba el tiempo" o "punto de no retorno, irreversible".
En Baleares, cerca de 4.500 personas se han manifestado este viernes en Palma de Mallorca, según datos de la Delegación del Gobierno. Mientras, en el archipiélago canario, al menos 1.500 personas han
marchado este viernes por la mañana, según cálculos de la Policía
Local, aunque como en otras muchas ciudades españolas la manifestación
se repetirá por la tarde.
Los estudiantes han salido a las calles con lemas como: "Nos enfrentamos a un punto de no retorno"
Por su parte, en Catalunya el seguimiento de la huelga fue del 33 por ciento (32,89%), según datos del Gobierno autonómico.
En Castilla-La Mancha han secundado la huelga el 34,85 por ciento de los estudiantes, según datos de la Consejería de Educación, Cultura y Deportes.
Otros 2.000 estudiantes se han movilizado en Bilbao
este viernes por las calles de Bilbao en respuesta a la llamada
realizada por el movimiento estudiantil Fridays for Future para llevar a
cabo la Huelga Mundial del Clima.
En Madrid, tras una gran pancarta con el lema
"El capitalismo mata el planeta'" los jóvenes estudiantes han coreado
lemas como "De norte a sur, de este a oeste. La lucha sigue cueste lo
que cueste".
Huelga por el clima: Miles de personas alertan en Barcelona de la emergencia climática: "No podemos esperar más"
La manifestación con motivo de la Huelga por el Clima
llena el Paseo de Gracia y alerta de que no queda tiempo para
reaccionar ante una emergencia climática imparable. Como ya ha ocurrido
con el feminismo, el ecologismo entra en el carril central de la
sociedad.
Cabecera de la manifestación en Barcelona en la huelga por el clima. ANDER ZURIMENDI
Decenas de miles de personas han secundado esta tarde la llamada a manifestarse en el marco de la Huelga global por el Clima.
En Barcelona han sido más de 20.000, según datos de la Guardia Urbana,
en una marcha que ha ocupado cerca de la mitad del Paseo de Gracia.
Otros miles de voces se han dejado sentir en las principales ciudades
catalanas, como Girona, Tarragona y Lleida, entre muchas otras.
La marcha de Barcelona ha concluido
en la plaza Catalunya, donde el protagonismo ha recaído en portavoces
mayoritariamente muy jóvenes. Se enmarca así en el liderazgo que la
juventud está teniendo a nivel mundial en el movimiento que alerta de la
emergencia climática que sufre el planeta. De hecho, la gran marcha de
la tarde ha venido precedida por manifestaciones estudiantiles durante
la mañana, que han parado institutos y universidades añadiéndose así a
la huelga global.
Tanto es así que en la cabecera principal de la
marcha sólo eran visibles caras juveniles, menores de edad en muchos
casos. Y mayoritariamente mujeres. Aún más: han sido muy visibles los
grupos de niños y niñas (con los madres y padres echándoles un vistazo
desde cerca), cantando alegremente por las aceras. El impacto
internacional de Greta Thunberg es evidente en el empoderamiento
de toda una generación, que se ha articulado a través del movimiento
Fridays for Future. Atención a qué adhesivos pegarán los estudiantes a
sus carpetas este curso escolar. Thunberg es un nuevo referente.
El ecologismo entra en el carril central de la sociedad
Como ya ha ocurrido con el movimiento feminista, a raíz del tsunami lila del 8 de marzo registrado desde la edición de 2018, el movimiento ecologista
sigue la estela y está penetrando en el carril central de las
preocupaciones de la sociedad. La defensa del medio ambiente es -a estas
ahora-, mainstream. Esta consideración se evidencia en el hecho
de que la manifestación no ha estado prácticamente copada por ninguna
organización política y los flashes de los fotógrafos se han centrado en
los jóvenes promotores de la marcha.
Tal como ya ocurrió el 8M, la marcha ha sido una
serpiente de colores: pancartas dibujadas en sábanas, carteles
confeccionados a mano con el lema escrito en cartones reutilizados,
caras pintadas, gente disfrazada ... De hecho, este componente artesano
de la protesta muestra claramente el liderazgo multipolar de la sociedad
civil. Do it yourself.
El sector crítico, contra el "capitalismo verde"
Otra cosa es el nivel de crítica expresada por los
manifestantes hacia el sistema económico y los causantes de la crisis
climática. De hecho, no han faltado las pancartas en contra del capitalismo verde,
denunciando la paradoja que supone que empresas con elevadísimos
índices de emisiones de CO2 y contaminación en general se hayan adherido
a la huelga mundial. En el plano económico, otros manifestantes han
reivindicado la aplicación inmediata de una fiscalidad verde que
penalice con contundencia las prácticas más contaminantes de la
industria.
Otros manifestantes han vinculado la lucha ecologista con las protestas contra la turistificación de la ciudad.
Es el caso de la columna de manifestantes que ha partido desde el
barrio de Sants, que han coreado lemas en contra de los cruceros y la
llegada masiva de turistas a la ciudad. No en vano, las emisiones de los
grandes barcos y el consumo energético de los millones de personas que
visitan la ciudad anualmente son debido a la mala calidad ambiental de
Barcelona.
Esta columna ha cortado el tráfico de varias calles
del Eixample Izquierdo en su camino hasta encontrarse con el tronco
central de la manifestación. "Contra la polución, revolución", han
cantado. Y ha sido en estos instantes cuando algunos vehículos han
intentado adelantar al grupo de manifestantes invadiendo el carril bici,
provocando algún momento de tensión. En todo caso, han sido más los
conductores que han hecho sonar las bocinas en apoyo a la reivindicación
de los manifestantes. "El aire que respiras, está lleno de mierda", ha
sido otra de las consignas coreadas. No es baladí: la polución en Barcelona no decae.
Son los retos para actuar sobre la emergencia
climática. "No podemos esperar más", como concluyeron las portavoces del
movimiento Fridays for Future Barcelona desde el escenario de la plaza Catalunya.
EUSKAL HERRIA
La defensa del planeta baja a las plazas vascas y sube a las térmicas de Castejón
Ante los ayuntamientos de Bilbo e
Iruñea, en el Boulevard de Donostia, en la Plaza Nueva de Gasteiz, en
Baiona... miles de estudiantes se han echado a calle este mediodía en
Euskal Herria para exigir acción contra el cambio climático. Ha habido
una acción también en las polémicas térmicas de Castejón.
N.GOTI- I.IRIONDO- M.DIAZ|2019/09/27 14:05
En movilizaciones coloridas y de tono festivo, miles de
jóvenes estudiantes han llenado este mediodía plazas en Iruñea o Gasteiz
para alertar de la necesidad urgente de medidas contra el cambio
climático. Es parte de una huelga mundial que está teniendo amplio
impacto.
En Donostia se han concentrado en el Boulevard, donde se les ha sumado el actor Javier Bardem, y también han mostrado sus reivindicaciones en Baiona y otras capitales de euskalde.
A las manifestaciones se suman algunas acciones como la protagonizada por activistas de Mugitu! que se han subido a las térmicas de Castejón para extender pancartas contra esta instalación y contra el TAV.
La Guardia Civil ha intervenido para hacerles descender, dado que se había encadenado en las alturas de esta planta, que es la que más CO2 genera en toda Nafarroa y cuyo segundo grupo fue declarado además ilegal por el Tribunal Supremo según han recordado.
Tras identificarles, han sido trasladados al cuartel de Castejón, donde les han acusado de «desórdenes públicos». Han sido citados a declarar en el juzgado de Tutera a las 10.00 del lunes. Mugitu! ha hecho un llamamiento a acudir allí a las 9.45 a mostrar su apoyo a los activistas.
Bilbo: «Si no hay solución, habrá revolución»
En lo que respecta a las movilizaciones, cientos de estudiantes se han concentrado ante el Ayuntamiento de Bilbo respondiendo a los llamamientos que acompañan la huelga general convocada hoy para exigir medidas ante la emergencia climática.
«Ez dago denborarik, ez dago B planetarik», «Sin naturaleza no tendremos futuro» o «Krisi klimatikoa kapitalismoa da» son algunos de los lemas que han mostrado los participantes. Llegados de distintas localidades, han participado en la movilización con un sinfín de carteles y reflexiones confeccionados por ellos mismos.
Se han coreado lemas como «Ni un grado más, ni una especie menos», o «Si el planeta fuera un banco, ya lo hubieran rescatado», entre otros.
Portavoces de la Alianza por la Emergencia Climática de Bizkaia han resaltado que lo que se demanda es «que se declare de forma inmediata la emergencia climática y que se tomen medidas concretas para reducir a cero las emisiones netas de gases de efecto invernadero».
Durante su intervención, respondida en distintos momentos por aplausos de los participantes, han destacado que «la crisis climática es consecuencia de un modelo de producción y consumo que se ha demostrado ser inapropiado para responder a las necesidades de todas las perosnas, que pone en riesgo a nuestra supervivencia e impacta de manera injusta en las poblaciones más pobres y vulnerables del mundo».
Desde la alianza, que cuenta con el apoyo de 300 organizaciones ecologistas, sindicatos y colectivos feministas y de pensionistas, han criticado la actitud del Gobierno de Lakua, por la diferencia entre su discurso y su apoyo a proyectos como la inicineradora o la ampliación de la Supersur. Han denunciado, asimismo, la posición de PNV y PSE ante las mociones que se han presentado en distintos ayuntamientos por su actitud «negacionista». Según han precisado, solo cuatro ayuntamientos, entre los que se encuentran los de Durango y Urduña, han aprobado los textos, presentados en 30 ayuntamientos.
Finalmente, una manifestación ha recorrido el centro de Bilbo con lemas como «Borroka da bide bakarra», «Si no hay solución habrá revolución» o «Este sistema es una mierda».
Esta tarde está convocada otra manifestación, a las 19.00 horas, desde la explanada del Guggenheim.
Iruñea, Gasteiz y Donostia
En Iruñea, la concentración ha tenido lugar en la Plaza del Ayuntamiento, donde se han congregado cientos de personas, mayoritariamente jóvenes, portando pancartas en defensa de la vida en el planeta.
Los organizadores de la protesta han destacado que la movilización es importante, pero que resulta necesario tomar acciones en el ámbito personal como el reciclaje o un uso menor del vehículo privado.
También han instado a las instituciones a tomar medidas para hacer frente a la emergencia climática, como el abandono de los combustibles fósiles, y han llamado a participar en la manifestación que tendrá lugar a las 18.00 desde la Plaza del Castillo.
En Gasteiz, también cientos de personas han llenado la Plaza Nueva en la convocatoria para demandar medidas que frenen la emergencia climática. Gritos de «Ni un grado más, ni una especie menos» o «No hay planeta B» se han escuchado durante la concentración, en la que se podían ver multitud de carteles elaborados por los propios manifestantes.
La movilización ha dado continuidad a las huelgas que han protagonizado los estudiantes en los centros de Secundaria, Bachiller, Universidad y FP.
Entre los manifestantes también han podido verse grupos de adultos, aunque eran claramente minoritarios.
Por lo que respecta a Donostia, el protagonista absoluto ha sido el actor Javier Bardem, dado que se ha sumado a la protesta aprovechando su presencia en Zinemaldia. Los estudiantes que se han manifestado por el Boulevard lo han recibido y despedido con fuertes aplausos. Bardem posado con una pequeña pancarta amarilla con el lema «Emergencia climática. Solución ya», firmada por Greenpeace, organización con la que colabora.
Las movilizaciones se han repetido por la tarde en las capitales.
FOTOGALERIA:
En Donostia se han concentrado en el Boulevard, donde se les ha sumado el actor Javier Bardem, y también han mostrado sus reivindicaciones en Baiona y otras capitales de euskalde.
A las manifestaciones se suman algunas acciones como la protagonizada por activistas de Mugitu! que se han subido a las térmicas de Castejón para extender pancartas contra esta instalación y contra el TAV.
La Guardia Civil ha intervenido para hacerles descender, dado que se había encadenado en las alturas de esta planta, que es la que más CO2 genera en toda Nafarroa y cuyo segundo grupo fue declarado además ilegal por el Tribunal Supremo según han recordado.
Tras identificarles, han sido trasladados al cuartel de Castejón, donde les han acusado de «desórdenes públicos». Han sido citados a declarar en el juzgado de Tutera a las 10.00 del lunes. Mugitu! ha hecho un llamamiento a acudir allí a las 9.45 a mostrar su apoyo a los activistas.
Bilbo: «Si no hay solución, habrá revolución»
En lo que respecta a las movilizaciones, cientos de estudiantes se han concentrado ante el Ayuntamiento de Bilbo respondiendo a los llamamientos que acompañan la huelga general convocada hoy para exigir medidas ante la emergencia climática.
«Ez dago denborarik, ez dago B planetarik», «Sin naturaleza no tendremos futuro» o «Krisi klimatikoa kapitalismoa da» son algunos de los lemas que han mostrado los participantes. Llegados de distintas localidades, han participado en la movilización con un sinfín de carteles y reflexiones confeccionados por ellos mismos.
Se han coreado lemas como «Ni un grado más, ni una especie menos», o «Si el planeta fuera un banco, ya lo hubieran rescatado», entre otros.
Portavoces de la Alianza por la Emergencia Climática de Bizkaia han resaltado que lo que se demanda es «que se declare de forma inmediata la emergencia climática y que se tomen medidas concretas para reducir a cero las emisiones netas de gases de efecto invernadero».
Durante su intervención, respondida en distintos momentos por aplausos de los participantes, han destacado que «la crisis climática es consecuencia de un modelo de producción y consumo que se ha demostrado ser inapropiado para responder a las necesidades de todas las perosnas, que pone en riesgo a nuestra supervivencia e impacta de manera injusta en las poblaciones más pobres y vulnerables del mundo».
Desde la alianza, que cuenta con el apoyo de 300 organizaciones ecologistas, sindicatos y colectivos feministas y de pensionistas, han criticado la actitud del Gobierno de Lakua, por la diferencia entre su discurso y su apoyo a proyectos como la inicineradora o la ampliación de la Supersur. Han denunciado, asimismo, la posición de PNV y PSE ante las mociones que se han presentado en distintos ayuntamientos por su actitud «negacionista». Según han precisado, solo cuatro ayuntamientos, entre los que se encuentran los de Durango y Urduña, han aprobado los textos, presentados en 30 ayuntamientos.
Finalmente, una manifestación ha recorrido el centro de Bilbo con lemas como «Borroka da bide bakarra», «Si no hay solución habrá revolución» o «Este sistema es una mierda».
Esta tarde está convocada otra manifestación, a las 19.00 horas, desde la explanada del Guggenheim.
Iruñea, Gasteiz y Donostia
En Iruñea, la concentración ha tenido lugar en la Plaza del Ayuntamiento, donde se han congregado cientos de personas, mayoritariamente jóvenes, portando pancartas en defensa de la vida en el planeta.
Los organizadores de la protesta han destacado que la movilización es importante, pero que resulta necesario tomar acciones en el ámbito personal como el reciclaje o un uso menor del vehículo privado.
También han instado a las instituciones a tomar medidas para hacer frente a la emergencia climática, como el abandono de los combustibles fósiles, y han llamado a participar en la manifestación que tendrá lugar a las 18.00 desde la Plaza del Castillo.
En Gasteiz, también cientos de personas han llenado la Plaza Nueva en la convocatoria para demandar medidas que frenen la emergencia climática. Gritos de «Ni un grado más, ni una especie menos» o «No hay planeta B» se han escuchado durante la concentración, en la que se podían ver multitud de carteles elaborados por los propios manifestantes.
La movilización ha dado continuidad a las huelgas que han protagonizado los estudiantes en los centros de Secundaria, Bachiller, Universidad y FP.
Entre los manifestantes también han podido verse grupos de adultos, aunque eran claramente minoritarios.
Por lo que respecta a Donostia, el protagonista absoluto ha sido el actor Javier Bardem, dado que se ha sumado a la protesta aprovechando su presencia en Zinemaldia. Los estudiantes que se han manifestado por el Boulevard lo han recibido y despedido con fuertes aplausos. Bardem posado con una pequeña pancarta amarilla con el lema «Emergencia climática. Solución ya», firmada por Greenpeace, organización con la que colabora.
Las movilizaciones se han repetido por la tarde en las capitales.
FOTOGALERIA:
Chile: Comienza la marcha Fridays for Future en Santiago con masiva convocatoria
por El Mostrador 27 septiembre, 2019
El movimiento es
liderado por Greta Thunberg, la activista sueca de 16 años que se ha
posicionado como una líder en el tema medioambiental [ACTUALIZADA]
Pasadas
las 18:00 de este viernes inició la marcha convocada por el movimiento
Fridays for Future, una manifestación global que se ha realizado en 160
países de todo el mundo, que busca generar conciencia sobre la crisis
climática que está afectando al planeta.
El movimiento es liderado por Greta Thunberg, la activista sueca de 16 años que se ha posicionado como una líder en el tema medioambiental.
Además de Santiago, también en Valparaíso, Concepción, Antofagasta y otras ciudades del país se están llevando a cabo movilizaciones.
Solo en Concepción han ocurrido algunos incidentes, sin embargo, los reportes señalan que en el resto de las regiones, las movilizaciones se han desarrollado de forma pacífica.
La manifestación en Santiago fue destacada por la propia Greta Thunberg, quien posteó una foto de la multitudinaria convocatoria en Plaza Italia en su cuenta de Twitter.
Por otra parte, la intendenta Metropolitana, Karla Rubilar, informó en la misma red social que, según información de Carabineros, el número de asistentes es de 15 mil personas.
El movimiento es liderado por Greta Thunberg, la activista sueca de 16 años que se ha posicionado como una líder en el tema medioambiental.
Además de Santiago, también en Valparaíso, Concepción, Antofagasta y otras ciudades del país se están llevando a cabo movilizaciones.
Solo en Concepción han ocurrido algunos incidentes, sin embargo, los reportes señalan que en el resto de las regiones, las movilizaciones se han desarrollado de forma pacífica.
La manifestación en Santiago fue destacada por la propia Greta Thunberg, quien posteó una foto de la multitudinaria convocatoria en Plaza Italia en su cuenta de Twitter.
Por otra parte, la intendenta Metropolitana, Karla Rubilar, informó en la misma red social que, según información de Carabineros, el número de asistentes es de 15 mil personas.
Fridays for future impacta en las redes sociales tras la Cumbre de Acción Climática
por Agenda País 27 septiembre, 2019 - EL MOSTRADOR (Chile)
El movimiento
Fridays For Future, impulsado por la joven activista Greta Thunberg, ha
generado huelgas estudiantiles en más de 160 naciones. Por la
importancia que ha tenido Greta en este movimiento, fue invitada a la
Cumbre de Acción Climática que se realizó en la sede de las Naciones
Unidas en Nueva York. Su participación generó muchas reacciones en redes
sociales, convirtiéndose en tendencias en Twitter con un peak de 21.370
comentarios durante el desarrollo del encuentro.
Greta
Thunberg, joven activista de 16 años, decidió dejar sus estudios a un
lado para hacer frente a la crisis climática, impulsando el movimiento
Fridays For Future que invita a todos los países a alzar la voz por la
conservación del planeta y su ecosistema natural, lo que ha generado
huelgas estudiantiles en más de 160 naciones.
Greta se ha vuelto un personaje importante y es por esto que fue invitada a la Cumbre de Acción Climática, realizada este 23 de septiembre del 2019, en la sede de las Naciones Unidas, New York.
En el inició de esta asamblea, Greta envió un mensaje a los líderes mundiales, mencionando que el dinero y la economía no debería ser el foco de atención sino más bien la crisis climática “Están muriendo personas”.
Este discurso, según datos recogidos por Rompecabeza Digital, generó un volumen alto de menciones en Twitter, convirtiéndose en tendencia con un peak de 21.370 comentarios durante el desarrollo del encuentro.
En la conversación, hombres y mujeres entre los 25 a 45 años de edad compartieron imágenes y videos de su discurso destacando algunas de sus frases más polémicas. Cabe destacar que el género femenino ha predominado en la conversación con 56%. En este contexto, se registraron opiniones divididas respecto a los planteamientos de Greta, algunos a favor de sus llamados y activaciones, mientras que otros consideran que hay beneficios económicos relacionados con su campaña.
Entre las palabras más utilizadas destacan las menciones hacia la cuenta de @GretaThunberg y los hashtags #fridaysforfuture y #climatestrike que han sido incluidos en más de 12.000 tweets. También, predominaron los comentarios destacando “El valor, la fuerza y el coraje de la joven para dirigirse a los líderes mundiales”.
Sin embargo, ya se evidencian algunas interacciones y expectativas respecto a lo que será su participación cuando la COP25 se realice en nuestro país, y si este evento generará un volumen similar de comentarios, ya que en tan solo una semana se han registrado 51.463 menciones sobre la crisis climática y se espera que esta cifra vaya en aumento; considerando que este viernes 27 de septiembre, 2019, a las 18:00 horas en Plaza Italia, se realizará el segundo Fridays For Future y se estima que cada vez más personas se unan a este movimiento.
Greta se ha vuelto un personaje importante y es por esto que fue invitada a la Cumbre de Acción Climática, realizada este 23 de septiembre del 2019, en la sede de las Naciones Unidas, New York.
En el inició de esta asamblea, Greta envió un mensaje a los líderes mundiales, mencionando que el dinero y la economía no debería ser el foco de atención sino más bien la crisis climática “Están muriendo personas”.
Este discurso, según datos recogidos por Rompecabeza Digital, generó un volumen alto de menciones en Twitter, convirtiéndose en tendencia con un peak de 21.370 comentarios durante el desarrollo del encuentro.
En la conversación, hombres y mujeres entre los 25 a 45 años de edad compartieron imágenes y videos de su discurso destacando algunas de sus frases más polémicas. Cabe destacar que el género femenino ha predominado en la conversación con 56%. En este contexto, se registraron opiniones divididas respecto a los planteamientos de Greta, algunos a favor de sus llamados y activaciones, mientras que otros consideran que hay beneficios económicos relacionados con su campaña.
Entre las palabras más utilizadas destacan las menciones hacia la cuenta de @GretaThunberg y los hashtags #fridaysforfuture y #climatestrike que han sido incluidos en más de 12.000 tweets. También, predominaron los comentarios destacando “El valor, la fuerza y el coraje de la joven para dirigirse a los líderes mundiales”.
Sin embargo, ya se evidencian algunas interacciones y expectativas respecto a lo que será su participación cuando la COP25 se realice en nuestro país, y si este evento generará un volumen similar de comentarios, ya que en tan solo una semana se han registrado 51.463 menciones sobre la crisis climática y se espera que esta cifra vaya en aumento; considerando que este viernes 27 de septiembre, 2019, a las 18:00 horas en Plaza Italia, se realizará el segundo Fridays For Future y se estima que cada vez más personas se unan a este movimiento.
Chile, Vergüenza internacional: Reprimen marcha mundial por el clima en Concepción
27 de septiembre de 2019 - RESUMEN DE CHILE (Concepción)
[resumen.cl] La «marcha por el clima» movimiento enmarcado en
los «Friday for future» (viernes por el futuro) es una movilización
convocada por la activista Greta Thunberg y que busca crear conciencia
sobre el cambio climático se desarrolló simultáneamente en distintas
ciudades del mundo, sin embargo vivió un inesperado episodio en
Concepción: Fue reprimida por Carabineros quienes con el actuar de carro
lanza-aguas y piquete de Fuerzas Especiales dejaron un saldo al menos
ocho personas detenidas.
El recorrido comenzó a eso de las 18:00 horas en Tribunales, donde se reunieron aproximadamente 500 personas, principalmente familias y estudiantes, desde donde caminaron por el paseo Barros Arana hacia la Plaza Independencia.
Sin embargo, al pasar por frente a la Catedral por Caupolicán hacia O’Higgins, lugar que se encontraba fuerte presencia policial, fueron inmediatamente reprimidos por Fuerzas Especiales de Carabineros a través de un carro lanza-aguas. A pesar que manifestantes afirman que no escucharon lo que advertían por altoparlante, piquete de Fuerzas Especial detuvo al menos a ocho manifestanes ante el asombro de las personas que se encontraban en la Plaza y demás participantes de la marcha. Hasta el cierre de esta edición las personas se mantienen en la Primera Comisaría de Concepción.
Recordemos que esta marcha es auspiciada por diversos gobiernos y ONG
a nivel internacional, y no se tiene registro hasta el momento de otra
ciudad en el mundo en que haya sido reprimida.
IzquierdaDiario - Viernes 27 de septiembre
En el marco una jornada que se realizó a nivel mundial contra la crisis climática, jóvenes y organizaciones ambientales, políticas y sociales se movilizaron en la Ciudad de Buenos Aires y en otras ciudades del país. En la capital del país se concentraron en Plaza de Mayo para dirigirse luego hacia el Congreso Nacional.
La movilización fue parte de un reclamo internacional convocado en la semana que fue del viernes 20/9 a este viernes. La Huelga Mundial por el Clima fue convocada en todo el mundo ante la creciente amenaza al medioambiente.
Como parte de esta protesta tuvieron lugar movilizaciones en todo el mundo en la última semana, con convocatorias de enorme masividad en algunos países de Europa y en Australia.
De la convocatoria que tuvo lugar en la Ciudad de Buenos Aires
participaron organizaciones contra el cambio climático como Jóvenes por
el clima, Fridays for future, Extintion Rebellion y otras. además de
organizaciones. También se hicieron presentes referentes de diversos
espacios políticos y sociales. Entre los presentes se encontraron, por
ejemplo, Nicolás del Caño y Myriam Bregman, candidato a presidente y a
diputada nacional respectivamente por el Frente de Izquierda Unidad.
La crisis climática viene siendo puesta en el centro de las miradas
por un potente movimiento que surgió en los países centrales y se
extendió a nivel internacional. Son en su mayoría jóvenes que se
levantan para decir basta a la destrucción del planeta provocada por el
sistema capitalista. Así lo dijeron en el acto que tuvo lugar en el
Congreso los distintos oradores remarcando que los más perjudicados de
la catástrofe ambiental son los sectores más marginados.
Se escucharon las voces de las organizaciones convocantes, pero también de distintos centros de estudiantes y federaciones, de investigadores científicos, trabajadores cartoneros y del reciclado así como miembros de pueblos originarios. El reclamo mayoritario fue la necesidad de un cambio de políticas de Estado para que el cambio climático no genere mayores consecuencias e incluso retroceda. Pero dejando en claro que es éste es un problema social al cual hay que darle respuesta, algo que en medio de la campaña electoral que decidirá el próximo presidente del país debería ser puesto en debate.
Otro reclamo repetido fue contra el decreto de Mauricio Macri que avala la importación de residuos tóxicos: “no queremos ser el basurero del mundo” mencionó una representante de los trabajadores cartoneros y recicladores. Desde las organizaciones que conforman la campaña “Gane quien gane” hablaron de los grandes beneficiarios en esta crisis: las corporaciones y financieras tanto locales como extranjeras. “Gane quien gane cambiemos el sistema, no el clima” fue la frase con la que finalizaron. El acto lo cerraron oradores de Jóvenes por el Clima remarcando que esta generación va a sufrir la consecuencia de decisiones que no tomó y reclamando espacios de debate y de toma de decisiones para cambiar el presente y el futuro del planeta.
El recorrido comenzó a eso de las 18:00 horas en Tribunales, donde se reunieron aproximadamente 500 personas, principalmente familias y estudiantes, desde donde caminaron por el paseo Barros Arana hacia la Plaza Independencia.
Sin embargo, al pasar por frente a la Catedral por Caupolicán hacia O’Higgins, lugar que se encontraba fuerte presencia policial, fueron inmediatamente reprimidos por Fuerzas Especiales de Carabineros a través de un carro lanza-aguas. A pesar que manifestantes afirman que no escucharon lo que advertían por altoparlante, piquete de Fuerzas Especial detuvo al menos a ocho manifestanes ante el asombro de las personas que se encontraban en la Plaza y demás participantes de la marcha. Hasta el cierre de esta edición las personas se mantienen en la Primera Comisaría de Concepción.
Marcha contra el cambio climático en el centro de Concepción tiene el corte de Avenida O'Higgins con Anibal Pinto. Actúa Carabineros con carro lanzaguas. @Cooperativa pic.twitter.com/zyg7lNES3r— Cristofer Espinoza (@CEspinozaQ) September 27, 2019
Argentina, Crisis climática: en Buenos Aires marcharon al Congreso Nacional
Ocurrió en el marco de una jornada mundial. Referentes de diversos espacios políticos, sociales y sindicales estuvieron presentes.En el marco una jornada que se realizó a nivel mundial contra la crisis climática, jóvenes y organizaciones ambientales, políticas y sociales se movilizaron en la Ciudad de Buenos Aires y en otras ciudades del país. En la capital del país se concentraron en Plaza de Mayo para dirigirse luego hacia el Congreso Nacional.
Como parte de esta protesta tuvieron lugar movilizaciones en todo el mundo en la última semana, con convocatorias de enorme masividad en algunos países de Europa y en Australia.
Se escucharon las voces de las organizaciones convocantes, pero también de distintos centros de estudiantes y federaciones, de investigadores científicos, trabajadores cartoneros y del reciclado así como miembros de pueblos originarios. El reclamo mayoritario fue la necesidad de un cambio de políticas de Estado para que el cambio climático no genere mayores consecuencias e incluso retroceda. Pero dejando en claro que es éste es un problema social al cual hay que darle respuesta, algo que en medio de la campaña electoral que decidirá el próximo presidente del país debería ser puesto en debate.
Otro reclamo repetido fue contra el decreto de Mauricio Macri que avala la importación de residuos tóxicos: “no queremos ser el basurero del mundo” mencionó una representante de los trabajadores cartoneros y recicladores. Desde las organizaciones que conforman la campaña “Gane quien gane” hablaron de los grandes beneficiarios en esta crisis: las corporaciones y financieras tanto locales como extranjeras. “Gane quien gane cambiemos el sistema, no el clima” fue la frase con la que finalizaron. El acto lo cerraron oradores de Jóvenes por el Clima remarcando que esta generación va a sufrir la consecuencia de decisiones que no tomó y reclamando espacios de debate y de toma de decisiones para cambiar el presente y el futuro del planeta.
Naomi Klein: "Estamos asistiendo a los inicios de la barbarie climática"
por Natalie Hanman
LA HAINE - 25/09/2019
Entrevista
con motivo de la publicación de su último libro, 'On Fire: The Burning
Case for a Green New Deal', y las movilizaciones contra el cambio
climático
¿Por qué publica ahora este libro?
Tengo todavía la impresión de que el modo en que hablamos acerca del cambio climático está demasiado compartimentad, demasiado separada de las demás crisis a las que nos enfrentamos. Un tema verdaderamente contundente que discurre a lo largo del libro son los vínculos entre esto y la crisis del ascenso del supremacismo blanco, las diversas formas de nacionalismo y el hecho de que haya tanta gente que se ve obligada a dejar su tierra, y la guerra que se libra contra nuestro umbral de atención. Son estas crisis que se entrecruzan y se interconectan, y las soluciones también han de ser así.
El libro recoge ensayos de la década pasada, ¿ha cambiado de opinión acerca de algo?
Cuando echo la vista atrás, creo que no puse bastante énfasis sobre el reto que el cambio climático plantea a la izquierda. Resulta más evidente la forma en que el cambio climático pone en tela de juicio la visión del mundo dominante de derechas, y el culto de un grave centrismo que nunca quiere hacer nada en grande, que siempre está considerando partir la diferencia. Pero esto supone también un desafío a una visión del mundo de izquierdas que sólo está esencialmente interesada en redistribuir los despojos del extractivismo [el proceso de extraer recursos naturales de la Tierra] y no en calcular los límites de un consumo sin fin.
¿Qué es lo que le impide hacer esto a la izquierda?
En el contexto de América del Norte, el mayor tabú de todos consiste en reconocer que va a haber límites. Lo ves en la deriva que ha sufrido Fox News tras el New Deal verde: ¡vienen a por tus hamburguesas! Llega hasta el corazón del sueño norteamericano: toda generación tiene más que la anterior, siempre hay una nueva frontera que prolongar, toda la idea de países coloniales de pobladores, como los nuestros.
Cuando alguien llega y nos dice: en realidad, hay límites, tenemos decisiones duras, nos hace falta imaginar cómo resolver lo que resta, tenemos que compartir de modo equitativo…nos entra un ataque psíquico. Y así la respuesta [de la izquierda] ha consistido en evitarlo y decir no, no, no vamos a quitaros lo que tenéis, vamos a tener toda clase de beneficios. Y va a haber beneficios: tendremos ciudades más vivibles, tendremos un aire menos contaminado, pasaremos menos tiempo atascados en el tráfico, podemos diseñar vidas más felices, más ricas de tantas maneras. Pero vamos a tener que contraer ese lado del consumo infinito, de usar y tirar.
¿Se siente animada por que se hable de un New Deal verde?
Siento una tremenda emoción y una sensación de alivio de que por fin hablemos de soluciones de la escala de la crisis a la que nos afrontamos, de que no estemos hablando de un pequeño impuesto o de un programa de derechos de emisión como si fuera mano de santo. Estamos hablando de transformar nuestra economía. De todos modos, el sistema le está fallando a la mayoría de la gente, razón por la cual nos vemos en este periodo de profunda desestabilización, que nos ofrece Trumps y Brexits, y todos esos líderes fuertes, de modo que ¿por qué no cambiarlo todo de abajo arriba y hacerlo de forma que encare todas estas crisis a la vez?
Tenemos todas las posibilidades de errar el tiro, pero cada fracción de un grado en el calentamiento que seamos capaces de evitar constituye una victoria, y cada medida política que seamos capaces de lograr que vuelva más humanas a nuestras sociedades, nos harán capear mejor las inevitables conmociones y tormentas sin deslizarnos hacia la barbarie. Porque lo que verdaderamente me aterra es lo que estamos viendo en nuestras fronteras en Europa y América del Norte y Australia, no creo que sea una coincidencia que los estados de pobladores coloniales y los países que son motores de ese colonialismo estén en primera línea de esto. Estamos asistiendo al inicio de la era de la barbarie climática. Lo vimos en Christchurch, lo vimos en El Paso, donde se ve este matrimonio de la violencia del supremacismo blanco con un despiadado racismo contra los inmigrantes.
Esa es una de las partes más pavorosas de su libro: creo que es una relación que mucha gente no establece.
Este patrón ha quedado claro desde hace un tiempo. La supremacía blanca no surgió sólo porque hubiera gente pensando en ideas que iban a hacer que se matara a mucha gente, sino porque resultaba útil para proteger acciones bárbaras pero enormemente lucrativas. La edad del racismo científico empieza a la vez que el tráfico de esclavos transatlántico, es una racionalización de esa brutalidad. Si vamos a responder al cambio climático fortificando nuestras fronteras, entonces, por supuesto, las teorías que justificarían eso, que crean esas jerarquías en la humanidad, volverán a aparecer. De ello ha habido señales desde hace años, pero se vuelve cada vez más difícil negarlo porque hay asesinos que lo gritan desde los tejados.
Una crítica que se escucha en relación al movimiento ambiental es que hay un predominado de gente blanca. ¿Cómo afronta esto?
Cuando tienes un movimiento que es abrumadoramente representativo del sector más privilegiado de la sociedad, entonces ese enfoque va a tenerle mucho más miedo al cambio, pues la gente que tiene mucho que perder tiende a tenerle más miedo al cambio, mientras que la gente que tiene mucho que ganar tiende a luchar más denodadamente por él. Esa es la gran ventaja de disponer de un enfoque del clima que lo vincule a las llamadas cuestiones de pan y mantequilla: ¿cómo vamos a conseguir empleos mejor pagados, vivienda asequible, medios para que la gente se ocupe de sus familias? He tenido muchas conversaciones con ambientalistas a lo largo de los años en las que parecían creer que ligar la lucha del cambio climático con la lucha contra la pobreza, o la lucha por la justicia racial, va a hacer más difícil la lucha.
Tenemos que salir de este “mi crisis es mayor que tu crisis: primero salvamos el planeta y luego luchamos contra la pobreza y el racismo, y contra la violencia contra las mujeres”. Eso no funciona. Eso nos enajena a la gente que lucharía más denodadamente por el cambio. Este debate se ha desplazado enormemente en los EE.UU. debido al liderazgo del movimiento por la justicia climática y a que son congresistas de color las que abanderan el New Deal Verde. Alexandria Ocasio-Cortez, Ilhan Omar, Ayanna Pressley y Rashida Tlaib provienen de comunidades que han recibido un trato injusto en los años del neoliberalismo, y anteriormente, y están decididas a representar, a representar verdaderamente los intereses de esas comunidades. No tienen miedo a un cambio profundo, porque sus comunidades lo necesitan desesperadamente.
Escribe usted en el libro: “La dura verdad es que la respuesta a la pregunta: ‘¿Qué puedo hacer yo, como individuo, para detener el cambio climático?’ es: nada.” ¿Todavía piensa así?
En términos de carbono, las decisiones individuales que tomamos no van a sumarse hasta alcanzar el volumen del cambio que precisamos. Y creo de veras que el hecho de que para mucha gente sea mucho más cómodo hablar de nuestro consumo personal que hablar del cambio sistémico es producto del neoliberalismo, que nos ha formado para que nos veamos primero como consumidores. Esa es para mí la ventaja de sacar a colación esas analogías históricas, como el New Deal o el Plan Marshall, que nos traen de vuelta a una época en la que podíamos pensar en un cambio a esa escala. Porque nos han preparado para pensar en lo muy pequeño. Tiene un significado increíble que Greta Thunberg haya convertido su vida en una emergencia viva.
Sí, zarpó para la cumbre del clima en las Naciones Unidas en Nueva York en un yate de cero emisiones de carbono...
Exacto. Pero no se trata de lo que está haciendo Greta en tanto que individuo. Se trata de aquello que Greta está difundiendo con las opciones que toma como activista, y eso lo respeto de un modo absoluto, creo que es magnífico. Está haciendo uso del poder del que dispone para difundir que se trata de una emergencia y trata de motivar a los políticos para que lo traten como una emergencia. No creo que nadie esté exento de escudriñar sus propias decisiones y comportamientos, pero creo que es posible recalcar en exceso las elecciones individuales.
He tomado una opción, y esto viene siendo cierto desde que escribí No Logo, y empezaron a llegarme preguntas del género de “¿qué debería comprar, dónde debería hacer las compras, qué ropa es ética?”. Mi respuesta sigue siendo que no soy una asesora de estilo, no soy la gurú de las compras de nadie, y tomo estas decisiones en mi propia vida, pero sin hacerme ilusiones de que estas decisiones vayan a suponer una diferencia.
Algunas personas eligen ponerse en huelga de vientres. ¿Qué opinión tiene sobre ello?
Me encanta que estos debates estén llegando al dominio público, que es lo contrario de que sean asuntos furtivos de los que tenemos miedo de hablar. Resulta algo que aísla mucho a la gente. Desde luego, así me sucedió a mí. Una de la razones por las que esperé todo lo que esperé para tratar de quedarme embarazada, y esto se lo decía todo el tiempo a mi pareja es, ¿qué, quieres tener a un guerrero acuático a lo Mad Max luchando con sus amigos por la comida y el agua? Hasta que no formé parte del movimiento por la justicia climática y pude ver un camino por delante, no me pude imaginar teniendo un niño. Pero nunca le diría a nadie cómo responder a esta pregunta, la más íntima.
Como feminista que conoce la brutal historia de la esterilización forzada y de los modos en que los cuerpos de las mujeres se convierten en zonas de batalla cuando los responsables políticos deciden que van a tratar de controlar la población, creo que la idea de que hay soluciones regulatorias cuando se trata de tener o no tener niños resulta catastróficamente ahistórica. Nos hace falta luchar juntos con nuestra aflicción y nuestros temores por el clima, cualquiera que sea la decisión que tomemos, pero el debate que nos hace falta es: ¿cómo construimos un mundo para que estos niños tengan una vida próspera de carbono cero?
Este verano animaba usted a leer la novela de Richard Powers, The Overstory. ¿Por qué?
Para mí ha tenido una importancia increíble y estoy encantada de que me haya escrito tanta gente desde entonces. Lo que Powers escribe acerca de los árboles: que los árboles viven en comunidades y están en comunicación, y hacen planes y reaccionan juntos, y hemos estado completamente equivocados en la forma de conceptualizarlos. Es el mismo diálogo que tenemos acerca de si vamos a resolver esto como individuos o si vamos a salvar el organismo colectivo. También resulta inusual, en la buena ficción, valorar el activismo, tratarlo con verdadero respeto, con sus fracasos y todo, reconocer el heroísmo de la gente que pone su cuerpo en riesgo. Creo que Powers lo ha hecho de un modo verdaderamente extraordinario.
¿Qué opina de lo que ha conseguido Extinction Rebellion?
Una cosa que han hecho muy bien es sacarnos de este modelo clásico de campaña en el que hemos estado metidos durante mucho tiempo, en que le cuentas a alguien algo que da miedo, le pides que marque tal cosa o que hagan algo, te saltas toda la fase en la que tenemos que afligirnos juntos y sentir juntos y procesar que es lo que acabamos de ver.
Porque lo que oigo de mucha gente es que, vale, puede que la gente de los años 30 o 40 se pudiera organizar barrio por barrio o lugar de trabajo por lugar de trabajo, pero nosotros no podemos. Creemos que hemos sido tan degradados como especie que somos incapaces de ello. La única cosa que va a cambiar esa creencia es vernos cara a cara, en comunidad, tener experiencias, fuera de nuestras pantallas, unos con otros, en las calles y en la naturaleza, y triunfar en algunas cosas y sentir ese poder.
Habla usted en su libro de resistencia. ¿Cómo hace para seguir adelante? ¿Se siente esperanzada?
Tengo sentimientos complicados en lo que se refiere a la cuestión de la esperanza. No pasa un día en que no tenga una sensación de puro pánico, de franco terror, de completa convicción de que estamos condenados, y luego me saco a mi misma de ello. Me siento renovada por esta nueva generación tan decidida, tan enérgica. Me siento motivada por la voluntad de comprometerse en la política electoral, porque mi generación, cuando estaba en su veintena y treintena, sospechaba tanto de lo que era ensuciarse las manos con la política electoral que nos perdimos muchas oportunidades.
Lo que me da más esperanza hoy es que, en cambio, tenemos por fin una visión de lo que queremos, o por lo menos un primer borrador de ello. Es la primera vez que me ha pasado esto en mi vida. Y además, me decidí a tener niños. Tengo uno de siete años que está completamente obsesionado y enamorado del mundo natural. Cuando pienso en ello, después de haber pasado un verano entero hablando del papel del salmón en la alimentación de los bosques en los que nació en la Columbia Británica, y de qué modo están ligados a la salud de los árboles, y al suelo y a los osos y a las orcas y a este magnífico ecosistema en conjunto, y pienso en lo que sería tener que decirle que ya no hay salmones, me mata. Así que eso me motiva. Y me deja muerta.
The Guardian. Traducción: Lucas Antón para Sinpermiso. Extractado por La Haine.
Tengo todavía la impresión de que el modo en que hablamos acerca del cambio climático está demasiado compartimentad, demasiado separada de las demás crisis a las que nos enfrentamos. Un tema verdaderamente contundente que discurre a lo largo del libro son los vínculos entre esto y la crisis del ascenso del supremacismo blanco, las diversas formas de nacionalismo y el hecho de que haya tanta gente que se ve obligada a dejar su tierra, y la guerra que se libra contra nuestro umbral de atención. Son estas crisis que se entrecruzan y se interconectan, y las soluciones también han de ser así.
El libro recoge ensayos de la década pasada, ¿ha cambiado de opinión acerca de algo?
Cuando echo la vista atrás, creo que no puse bastante énfasis sobre el reto que el cambio climático plantea a la izquierda. Resulta más evidente la forma en que el cambio climático pone en tela de juicio la visión del mundo dominante de derechas, y el culto de un grave centrismo que nunca quiere hacer nada en grande, que siempre está considerando partir la diferencia. Pero esto supone también un desafío a una visión del mundo de izquierdas que sólo está esencialmente interesada en redistribuir los despojos del extractivismo [el proceso de extraer recursos naturales de la Tierra] y no en calcular los límites de un consumo sin fin.
¿Qué es lo que le impide hacer esto a la izquierda?
En el contexto de América del Norte, el mayor tabú de todos consiste en reconocer que va a haber límites. Lo ves en la deriva que ha sufrido Fox News tras el New Deal verde: ¡vienen a por tus hamburguesas! Llega hasta el corazón del sueño norteamericano: toda generación tiene más que la anterior, siempre hay una nueva frontera que prolongar, toda la idea de países coloniales de pobladores, como los nuestros.
Cuando alguien llega y nos dice: en realidad, hay límites, tenemos decisiones duras, nos hace falta imaginar cómo resolver lo que resta, tenemos que compartir de modo equitativo…nos entra un ataque psíquico. Y así la respuesta [de la izquierda] ha consistido en evitarlo y decir no, no, no vamos a quitaros lo que tenéis, vamos a tener toda clase de beneficios. Y va a haber beneficios: tendremos ciudades más vivibles, tendremos un aire menos contaminado, pasaremos menos tiempo atascados en el tráfico, podemos diseñar vidas más felices, más ricas de tantas maneras. Pero vamos a tener que contraer ese lado del consumo infinito, de usar y tirar.
¿Se siente animada por que se hable de un New Deal verde?
Siento una tremenda emoción y una sensación de alivio de que por fin hablemos de soluciones de la escala de la crisis a la que nos afrontamos, de que no estemos hablando de un pequeño impuesto o de un programa de derechos de emisión como si fuera mano de santo. Estamos hablando de transformar nuestra economía. De todos modos, el sistema le está fallando a la mayoría de la gente, razón por la cual nos vemos en este periodo de profunda desestabilización, que nos ofrece Trumps y Brexits, y todos esos líderes fuertes, de modo que ¿por qué no cambiarlo todo de abajo arriba y hacerlo de forma que encare todas estas crisis a la vez?
Tenemos todas las posibilidades de errar el tiro, pero cada fracción de un grado en el calentamiento que seamos capaces de evitar constituye una victoria, y cada medida política que seamos capaces de lograr que vuelva más humanas a nuestras sociedades, nos harán capear mejor las inevitables conmociones y tormentas sin deslizarnos hacia la barbarie. Porque lo que verdaderamente me aterra es lo que estamos viendo en nuestras fronteras en Europa y América del Norte y Australia, no creo que sea una coincidencia que los estados de pobladores coloniales y los países que son motores de ese colonialismo estén en primera línea de esto. Estamos asistiendo al inicio de la era de la barbarie climática. Lo vimos en Christchurch, lo vimos en El Paso, donde se ve este matrimonio de la violencia del supremacismo blanco con un despiadado racismo contra los inmigrantes.
Esa es una de las partes más pavorosas de su libro: creo que es una relación que mucha gente no establece.
Este patrón ha quedado claro desde hace un tiempo. La supremacía blanca no surgió sólo porque hubiera gente pensando en ideas que iban a hacer que se matara a mucha gente, sino porque resultaba útil para proteger acciones bárbaras pero enormemente lucrativas. La edad del racismo científico empieza a la vez que el tráfico de esclavos transatlántico, es una racionalización de esa brutalidad. Si vamos a responder al cambio climático fortificando nuestras fronteras, entonces, por supuesto, las teorías que justificarían eso, que crean esas jerarquías en la humanidad, volverán a aparecer. De ello ha habido señales desde hace años, pero se vuelve cada vez más difícil negarlo porque hay asesinos que lo gritan desde los tejados.
Una crítica que se escucha en relación al movimiento ambiental es que hay un predominado de gente blanca. ¿Cómo afronta esto?
Cuando tienes un movimiento que es abrumadoramente representativo del sector más privilegiado de la sociedad, entonces ese enfoque va a tenerle mucho más miedo al cambio, pues la gente que tiene mucho que perder tiende a tenerle más miedo al cambio, mientras que la gente que tiene mucho que ganar tiende a luchar más denodadamente por él. Esa es la gran ventaja de disponer de un enfoque del clima que lo vincule a las llamadas cuestiones de pan y mantequilla: ¿cómo vamos a conseguir empleos mejor pagados, vivienda asequible, medios para que la gente se ocupe de sus familias? He tenido muchas conversaciones con ambientalistas a lo largo de los años en las que parecían creer que ligar la lucha del cambio climático con la lucha contra la pobreza, o la lucha por la justicia racial, va a hacer más difícil la lucha.
Tenemos que salir de este “mi crisis es mayor que tu crisis: primero salvamos el planeta y luego luchamos contra la pobreza y el racismo, y contra la violencia contra las mujeres”. Eso no funciona. Eso nos enajena a la gente que lucharía más denodadamente por el cambio. Este debate se ha desplazado enormemente en los EE.UU. debido al liderazgo del movimiento por la justicia climática y a que son congresistas de color las que abanderan el New Deal Verde. Alexandria Ocasio-Cortez, Ilhan Omar, Ayanna Pressley y Rashida Tlaib provienen de comunidades que han recibido un trato injusto en los años del neoliberalismo, y anteriormente, y están decididas a representar, a representar verdaderamente los intereses de esas comunidades. No tienen miedo a un cambio profundo, porque sus comunidades lo necesitan desesperadamente.
Escribe usted en el libro: “La dura verdad es que la respuesta a la pregunta: ‘¿Qué puedo hacer yo, como individuo, para detener el cambio climático?’ es: nada.” ¿Todavía piensa así?
En términos de carbono, las decisiones individuales que tomamos no van a sumarse hasta alcanzar el volumen del cambio que precisamos. Y creo de veras que el hecho de que para mucha gente sea mucho más cómodo hablar de nuestro consumo personal que hablar del cambio sistémico es producto del neoliberalismo, que nos ha formado para que nos veamos primero como consumidores. Esa es para mí la ventaja de sacar a colación esas analogías históricas, como el New Deal o el Plan Marshall, que nos traen de vuelta a una época en la que podíamos pensar en un cambio a esa escala. Porque nos han preparado para pensar en lo muy pequeño. Tiene un significado increíble que Greta Thunberg haya convertido su vida en una emergencia viva.
Sí, zarpó para la cumbre del clima en las Naciones Unidas en Nueva York en un yate de cero emisiones de carbono...
Exacto. Pero no se trata de lo que está haciendo Greta en tanto que individuo. Se trata de aquello que Greta está difundiendo con las opciones que toma como activista, y eso lo respeto de un modo absoluto, creo que es magnífico. Está haciendo uso del poder del que dispone para difundir que se trata de una emergencia y trata de motivar a los políticos para que lo traten como una emergencia. No creo que nadie esté exento de escudriñar sus propias decisiones y comportamientos, pero creo que es posible recalcar en exceso las elecciones individuales.
He tomado una opción, y esto viene siendo cierto desde que escribí No Logo, y empezaron a llegarme preguntas del género de “¿qué debería comprar, dónde debería hacer las compras, qué ropa es ética?”. Mi respuesta sigue siendo que no soy una asesora de estilo, no soy la gurú de las compras de nadie, y tomo estas decisiones en mi propia vida, pero sin hacerme ilusiones de que estas decisiones vayan a suponer una diferencia.
Algunas personas eligen ponerse en huelga de vientres. ¿Qué opinión tiene sobre ello?
Me encanta que estos debates estén llegando al dominio público, que es lo contrario de que sean asuntos furtivos de los que tenemos miedo de hablar. Resulta algo que aísla mucho a la gente. Desde luego, así me sucedió a mí. Una de la razones por las que esperé todo lo que esperé para tratar de quedarme embarazada, y esto se lo decía todo el tiempo a mi pareja es, ¿qué, quieres tener a un guerrero acuático a lo Mad Max luchando con sus amigos por la comida y el agua? Hasta que no formé parte del movimiento por la justicia climática y pude ver un camino por delante, no me pude imaginar teniendo un niño. Pero nunca le diría a nadie cómo responder a esta pregunta, la más íntima.
Como feminista que conoce la brutal historia de la esterilización forzada y de los modos en que los cuerpos de las mujeres se convierten en zonas de batalla cuando los responsables políticos deciden que van a tratar de controlar la población, creo que la idea de que hay soluciones regulatorias cuando se trata de tener o no tener niños resulta catastróficamente ahistórica. Nos hace falta luchar juntos con nuestra aflicción y nuestros temores por el clima, cualquiera que sea la decisión que tomemos, pero el debate que nos hace falta es: ¿cómo construimos un mundo para que estos niños tengan una vida próspera de carbono cero?
Este verano animaba usted a leer la novela de Richard Powers, The Overstory. ¿Por qué?
Para mí ha tenido una importancia increíble y estoy encantada de que me haya escrito tanta gente desde entonces. Lo que Powers escribe acerca de los árboles: que los árboles viven en comunidades y están en comunicación, y hacen planes y reaccionan juntos, y hemos estado completamente equivocados en la forma de conceptualizarlos. Es el mismo diálogo que tenemos acerca de si vamos a resolver esto como individuos o si vamos a salvar el organismo colectivo. También resulta inusual, en la buena ficción, valorar el activismo, tratarlo con verdadero respeto, con sus fracasos y todo, reconocer el heroísmo de la gente que pone su cuerpo en riesgo. Creo que Powers lo ha hecho de un modo verdaderamente extraordinario.
¿Qué opina de lo que ha conseguido Extinction Rebellion?
Una cosa que han hecho muy bien es sacarnos de este modelo clásico de campaña en el que hemos estado metidos durante mucho tiempo, en que le cuentas a alguien algo que da miedo, le pides que marque tal cosa o que hagan algo, te saltas toda la fase en la que tenemos que afligirnos juntos y sentir juntos y procesar que es lo que acabamos de ver.
Porque lo que oigo de mucha gente es que, vale, puede que la gente de los años 30 o 40 se pudiera organizar barrio por barrio o lugar de trabajo por lugar de trabajo, pero nosotros no podemos. Creemos que hemos sido tan degradados como especie que somos incapaces de ello. La única cosa que va a cambiar esa creencia es vernos cara a cara, en comunidad, tener experiencias, fuera de nuestras pantallas, unos con otros, en las calles y en la naturaleza, y triunfar en algunas cosas y sentir ese poder.
Habla usted en su libro de resistencia. ¿Cómo hace para seguir adelante? ¿Se siente esperanzada?
Tengo sentimientos complicados en lo que se refiere a la cuestión de la esperanza. No pasa un día en que no tenga una sensación de puro pánico, de franco terror, de completa convicción de que estamos condenados, y luego me saco a mi misma de ello. Me siento renovada por esta nueva generación tan decidida, tan enérgica. Me siento motivada por la voluntad de comprometerse en la política electoral, porque mi generación, cuando estaba en su veintena y treintena, sospechaba tanto de lo que era ensuciarse las manos con la política electoral que nos perdimos muchas oportunidades.
Lo que me da más esperanza hoy es que, en cambio, tenemos por fin una visión de lo que queremos, o por lo menos un primer borrador de ello. Es la primera vez que me ha pasado esto en mi vida. Y además, me decidí a tener niños. Tengo uno de siete años que está completamente obsesionado y enamorado del mundo natural. Cuando pienso en ello, después de haber pasado un verano entero hablando del papel del salmón en la alimentación de los bosques en los que nació en la Columbia Británica, y de qué modo están ligados a la salud de los árboles, y al suelo y a los osos y a las orcas y a este magnífico ecosistema en conjunto, y pienso en lo que sería tener que decirle que ya no hay salmones, me mata. Así que eso me motiva. Y me deja muerta.
The Guardian. Traducción: Lucas Antón para Sinpermiso. Extractado por La Haine.