ARGENTINA
Se va Macri
Por Victoria Ginzberg
PÁGINA 12 - 28 de octubre de 2019
Se va Macri
. Se va el que dijo que venía a reconstruir la República y en la
primera semana de Gobierno quiso meter dos miembros de la Corte Suprema
por decreto. Que recibió en la Casa Rosada al policía que disparó
antes de arrestar. Que hizo difundir la versión de que un pibe que
estaba desaparecido luego de un operativo represivo en realidad era un
asesino que estaba escondido. Que se preocupó más por atacar a la
familia de ese joven y defender a las Fuerzas de Seguridad que por
buscar a la víctima y averiguar qué había pasado.
Se va Macri. El que dijo que venía a combatir la corrupción y apareció envuelto en los Panamá Papers. El que, como quien no quiere la cosa, hizo un acuerdo para que el Estado le condonara a su familia una deuda de, por lo menos, cinco mil millones de pesos. El que, entre otras cosas, también benefició a las empresas de su familia con contratos en las autopistas, con una maniobra mediante la cual pagó una reparación millonaria injustificada que sirvió a la vez para renovar los contratos. El que ubicó en áreas del Estado a funcionarios que cuidaban y representaban intereses de las empresas de su área.
El 1984 de George Orwell es muy conocido por el Gran Hermano que todo lo vigila, la distopía que anticipó el reinado de la vigilancia. Pero en 1984 hay algo más sutil que no necesita de tecnología y tiene que ver con el trastocamiento del lenguaje. Allí, el ministerio del Amor se encargaba de aplicar castigos y tortura, el ministerio de la Paz se encargaba de mantener la guerra, el ministerio de la Abundancia, de administrar escasez y del racionamiento y el ministerio de la Verdad, de reescribir la historia.
Algo en el orden de este desquicio se ha percibido en estos cuatro años de marketing permanente.
Porque se va Macri. Que dijo que había que dejar de lado las diferencias y no ilumina el mural de Eva, la mujer que es un símbolo de la Argentina acá y alrededor del mundo. En esa oscuridad, que para algunos puede parecer un detalle menor, se condensa el odio con que en otros tiempos se escribía “viva el cáncer”. En esa oscuridad se ve que detrás del marketing del amor hay odio.
Se va Macri y los que hacen campaña diciendo que está en juego la libertad y que no podremos expresarnos si pierden pero arman causas penales y arrestan a personas por escribir tuits en los que expresan el rechazo al Presidente.
Se va el que dijo que traería pobreza cero. Y el primer motivo por el que se va es por su fracaso en el área económica. No porque no le salió bien lo que quiso implementar, ni porque el contexto internacional no lo ayudó, sino porque no era posible llevar a cabo su plan sin el deterioro de la mayoría de la población. Destrucción de puestos de trabajo y baja del poder adquisitivo no fueron daños colaterales sino el corazón de su proyecto.
Se va Macri. El que pidió sensatez al peronismo (que, se sabe, siempre es insensato e irracional, siempre levantando el parquet para hacer asado) pero, como dijimos, dedicó sus últimos actos de campaña a pregonar que estaba en juego la libertad y esto permite intuir que él mismo en la oposición no sería el ejemplo del diálogo democrático y republicano que su marketing exigía exigir. Porque si está en juego la libertad ¿qué no sería legítimo hacer para recuperarla?
El macrismo trastocó el lenguaje. Nombraba una cosa para transmitir lo contrario. O nombraba una cosa cuando estaba ocurriendo lo contrario. El ministerio del Amor, la Verdad, la Paz y la Abundancia. Pero, a pesar de todo, la sociedad mantuvo la cordura.
Se va que el trastocó el lenguaje. Pero el lenguaje de Macri también tuvo límites.
Se va el Presidente que no pudo decir desaparecidos ni terrorismo de Estado durante estos cuatro años. Que cuando dijo dictadura fue para hablar de Venezuela, ni una sola vez para Videla y Massera. Macri sólo usó el genérico “violencia política”, un eufemismo porque dos demonios ya estaba muy quemado. Un Presidente que sólo se reunió con las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo cuando supo que lo harían el presidente de Francia y el de Estados Unidos.
El viernes, durante la veda electoral, Alberto Fernández fue a acompañar a la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto, que recibió el premio honoris causa de la Universidad Nacional de Tres de Febrero. “De ahora en adelante, Alberto, caminamos juntos”, le dijo Estela. “Vengo a acompañar a Estela, Y a las Abuelas y a las Madres, que son seres enormes”, apuntó Fernández cuando lo abordaron los periodistas. En los festejos de las PASO, Fernández subió al escenario y abrazó a Taty Almeida y Lita Boitano, de Madres de Plaza de Mayo línea fundadora y Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas. También estuvieron en primera fila en el festejo de ayer las Madres y Abuelas.
No tendrá una tarea fácil Fernández en el plano económico. Debe emprender una reconstrucción complicada. Pero partiremos de la base de que los trabajadores no son un costo empresario, que los que van a la escuela pública no se cayeron y de que los derechos humanos no son un curro. Tendremos un Estado que otra vez esté orgulloso de las Madres y las Abuelas y del trabajo que hicieron los organismos de derechos humanos para que podamos tener y mantener esta democracia, ellas son la verdadera base sobre la que se levanta la república. Ahora tendremos un presidente con el que podremos enojarnos y amigarnos, pedirle más, exigirle más, reclamarle, como él mismo dijo, si no cumple con lo que prometió, pero, todo indica, será un presidente que no trastoque el lenguaje sino con el que tendremos un lenguaje en común. Es un buen inicio.
Se va Macri. El que dijo que venía a combatir la corrupción y apareció envuelto en los Panamá Papers. El que, como quien no quiere la cosa, hizo un acuerdo para que el Estado le condonara a su familia una deuda de, por lo menos, cinco mil millones de pesos. El que, entre otras cosas, también benefició a las empresas de su familia con contratos en las autopistas, con una maniobra mediante la cual pagó una reparación millonaria injustificada que sirvió a la vez para renovar los contratos. El que ubicó en áreas del Estado a funcionarios que cuidaban y representaban intereses de las empresas de su área.
El 1984 de George Orwell es muy conocido por el Gran Hermano que todo lo vigila, la distopía que anticipó el reinado de la vigilancia. Pero en 1984 hay algo más sutil que no necesita de tecnología y tiene que ver con el trastocamiento del lenguaje. Allí, el ministerio del Amor se encargaba de aplicar castigos y tortura, el ministerio de la Paz se encargaba de mantener la guerra, el ministerio de la Abundancia, de administrar escasez y del racionamiento y el ministerio de la Verdad, de reescribir la historia.
Algo en el orden de este desquicio se ha percibido en estos cuatro años de marketing permanente.
Porque se va Macri. Que dijo que había que dejar de lado las diferencias y no ilumina el mural de Eva, la mujer que es un símbolo de la Argentina acá y alrededor del mundo. En esa oscuridad, que para algunos puede parecer un detalle menor, se condensa el odio con que en otros tiempos se escribía “viva el cáncer”. En esa oscuridad se ve que detrás del marketing del amor hay odio.
Se va Macri y los que hacen campaña diciendo que está en juego la libertad y que no podremos expresarnos si pierden pero arman causas penales y arrestan a personas por escribir tuits en los que expresan el rechazo al Presidente.
Se va el que dijo que traería pobreza cero. Y el primer motivo por el que se va es por su fracaso en el área económica. No porque no le salió bien lo que quiso implementar, ni porque el contexto internacional no lo ayudó, sino porque no era posible llevar a cabo su plan sin el deterioro de la mayoría de la población. Destrucción de puestos de trabajo y baja del poder adquisitivo no fueron daños colaterales sino el corazón de su proyecto.
Se va Macri. El que pidió sensatez al peronismo (que, se sabe, siempre es insensato e irracional, siempre levantando el parquet para hacer asado) pero, como dijimos, dedicó sus últimos actos de campaña a pregonar que estaba en juego la libertad y esto permite intuir que él mismo en la oposición no sería el ejemplo del diálogo democrático y republicano que su marketing exigía exigir. Porque si está en juego la libertad ¿qué no sería legítimo hacer para recuperarla?
El macrismo trastocó el lenguaje. Nombraba una cosa para transmitir lo contrario. O nombraba una cosa cuando estaba ocurriendo lo contrario. El ministerio del Amor, la Verdad, la Paz y la Abundancia. Pero, a pesar de todo, la sociedad mantuvo la cordura.
Se va que el trastocó el lenguaje. Pero el lenguaje de Macri también tuvo límites.
Se va el Presidente que no pudo decir desaparecidos ni terrorismo de Estado durante estos cuatro años. Que cuando dijo dictadura fue para hablar de Venezuela, ni una sola vez para Videla y Massera. Macri sólo usó el genérico “violencia política”, un eufemismo porque dos demonios ya estaba muy quemado. Un Presidente que sólo se reunió con las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo cuando supo que lo harían el presidente de Francia y el de Estados Unidos.
El viernes, durante la veda electoral, Alberto Fernández fue a acompañar a la presidenta de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto, que recibió el premio honoris causa de la Universidad Nacional de Tres de Febrero. “De ahora en adelante, Alberto, caminamos juntos”, le dijo Estela. “Vengo a acompañar a Estela, Y a las Abuelas y a las Madres, que son seres enormes”, apuntó Fernández cuando lo abordaron los periodistas. En los festejos de las PASO, Fernández subió al escenario y abrazó a Taty Almeida y Lita Boitano, de Madres de Plaza de Mayo línea fundadora y Familiares de Desaparecidos y Detenidos por Razones Políticas. También estuvieron en primera fila en el festejo de ayer las Madres y Abuelas.
No tendrá una tarea fácil Fernández en el plano económico. Debe emprender una reconstrucción complicada. Pero partiremos de la base de que los trabajadores no son un costo empresario, que los que van a la escuela pública no se cayeron y de que los derechos humanos no son un curro. Tendremos un Estado que otra vez esté orgulloso de las Madres y las Abuelas y del trabajo que hicieron los organismos de derechos humanos para que podamos tener y mantener esta democracia, ellas son la verdadera base sobre la que se levanta la república. Ahora tendremos un presidente con el que podremos enojarnos y amigarnos, pedirle más, exigirle más, reclamarle, como él mismo dijo, si no cumple con lo que prometió, pero, todo indica, será un presidente que no trastoque el lenguaje sino con el que tendremos un lenguaje en común. Es un buen inicio.
El
hastío popular por el ajuste económico, Ecuador y Chile, la injerencia
de Estados Unidos, el populismo y otro fracaso del neoliberalismo
En Argentina, el estallido fue en las urnas
Hace
pocos años, el mundo conservador festejaba el nuevo ciclo político de
líderes de derecha en la región, con una agenda subordinada a los
intereses geopolíticos de Estados Unidos. La rebelión popular en Chile y
en Ecuador y la contundente derrota electoral del macrismo, son señales
del agotamiento de otra experiencia neoliberal en América latina.
Por Alfredo Zaiat
PÁGINA 12 - 27 de octubre de 2019
"The end of populism". Así saludó la revista conservadora británica The Economist el triunfo electoral de Mauricio Macri.
La crónica del 26 de noviembre de 2015 comienza con los festejos.
Describe que las bocinas de los autos aullaron, los petardos iluminaron
el cielo y los gritos de ¡“Vamos!” resonaron entre los edificios de
departamentos de estilo parisino de Buenos Aires. Hasta el propio
periodista festejaba la victoria de Macri como el comienzo de "una nueva
era para el país, y tal vez para América del Sur en su conjunto". Casi
cuatro años después, el 3 de octubre pasado, con el gobierno de
Cambiemos agonizando, la economía macrista naufragando y fuerzas
política de derecha en el poder acorraladas en Ecuador y en Chile, The Economist publicó "Argentina's difficult road to redemption". Por obvias restricciones de su línea editorial no tituló "The end of neoliberalism", pero sería el encabezado más adecuado para describir el actual panorama.
La crónica de The Economist ya no comparte alegrías con los lectores, sino que describe que por sexta vez desde la década del '80 el país sufre una crisis económica. No precisa, también por razones de ideología editorial, que esos derrumbes sucedieron durante proyectos políticos neoliberales: en cinco de esas seis crisis que menciona. Incluye en esa enumeración la del último mandato de CFK sólo por razones políticas, repitiendo el discurso conservador que suma ese período como parte de la debacle macrista. No fue así. En 2015 había tensiones en diferentes frentes en la economía, que requerían estrategias renovadas para atenderlas, pero no había una crisis. Sin embargo la ortodoxia busca confundir acerca de que el fracaso no es de su exclusiva responsabilidad.
Estallidos populares en Ecuador, por el aumento del 120 por ciento en los combustibles, y en Chile, por el alza de la tarifa del transporte en subte, y la rebelión en las urnas en Argentina, con una paliza electoral de la fórmula Fernández-Fernández a la alianza macrismo-radicalismo, expresan el hastío de esas sociedades, cada una con sus particularidades, tradiciones e historias, a programas socioeconómicos de exclusión.
El economista Paul Segal, de la King's College London, presentó en su cuenta de Twitter una provocadora hipótesis acerca de las diferentes características de esos estallidos sociales. Escribió que "Argentina no ha explotado como Chile, a pesar de una caída mayor en el estándar de vida, porque el peronismo provee una salida constitucional para la ira. El peronismo representa, por lo tanto, la ira contra la derecha del gobierno que se traduce en política, no en violencia".
Es un sendero analítico que agita la modorra en la reflexión que impone el discurso convencional. Propone evaluar en clave política los cuatro años de ajuste macrista, con tarifazos de cuatro cifras, impactante caída del salario real, aumento del desempleo y asalto sobre el ingreso de los jubilados con la modificación de la movilidad.
La presencia de una fuerza política, pero fundamentalmente la de una líder política que, pese a la campaña para demonizarla, siguió reuniendo la adhesión de un tercio de la población, que fue la más castigada por las medidas del macrismo, actuó como contención social. La figura de CFK fue la depositaria de la esperanza de grupos sociales azotados por el ajuste de que la situación podía revertirse.
La intervención de organizaciones sociales y el trabajo territorial de fuerzas políticas, comunitarias y religiosas también constituyeron una red de refugio para los excluidos de la economía macrista.
En 2001 no había un/a político/a que reuniese las cualidades de ser una figura que despertara entusiasmo popular ni expectativas de cambio. Por ese motivo la consigna era "Que se vayan todos". Tampoco había un dispositivo de protección efectiva ni de organizaciones sociales ni de políticas del Estado (el Plan Jefes y Jefas de Hogar apareció después de la debacle, y la ampliación de la cobertura previsional y de derechos con la AUH fue desplegada durante el kirchnerismo).
El estallido social contra el macrismo no adquirió las características dramáticas de las calles chilenas o ecuatorianas, sino que fue por la vía del voto popular llenando las urnas con la boleta de la principal fuerza política de la oposición, y con CFK como actor clave en la construcción de esa alianza.
Estados Unidos no se había olvidado de América latina, sino que la había relegado en términos relativos de su agenda, para luego retomarla con la misma intensidad anterior. No lo hizo solamente por el despliegue en términos económicos y sociales del populismo, sino que, fundamentalmente, porque esos gobiernos abrieron las puertas de la región a China y Rusia, dos potencias que le disputan el liderazgo mundial.
Uno de los tantos mensajes explícitos, sin necesidad de bucear en conspiraciones, fue trasmitido por la entonces secretaria de Estado estadounidense, Condolezza Rice, en el gobierno de Bush, cuando alertó sobre la necesidad de “crear nuevos mecanismos para reprender a aquellos países que se apartan del camino democrático”. Le preguntaron a Rice si gobiernos elegidos por el voto popular con políticas de redistribución progresiva del ingreso se “apartan del camino democrático". Ella respondió que "para Estados Unidos y los poderes locales, la respuesta es sí". Las características de ese "camino democrático" fueron definidas de acuerdo a los intereses estadounidenses. No son democráticos, entonces para Estados Unidos, los gobiernos populistas; en el caso argentino, el kirchnerista.
La definición del carácter democrático de los gobiernos es la forma de deslegitimar al otro, que despliegan con impunidad sectores conservadores. El macrismo ha desarrollado esa estrategia a lo largo de estos años, y desde la paliza que recibió en las elecciones PASO la ha profundizado. Es un adelanto también de la posición que tendrá Macri junto a sus aliados fundamentalistas, como Elisa Carrió, a partir de mañana mismo y que acentuará desde el próximo 10 de diciembre.
Alineados con esa agenda estadounidense en la región, postulan "ellos o nosotros" o "está en juego la democracia". La gobernadora de la Provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, lo dijo sin inhibiciones, en una recorrida de campaña en Tigre: "El domingo se elige si vamos a tener democracia plena o no".
Durante la década del ‘80, Estados Unidos cambió su enfoque de política exterior e inició una política explícita de “promoción de la democracia” en todo el mundo. En lugar de apoyar directamente a líderes de derecha autoritarios (militares), impulsó a dirigentes que abrazaran los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos e impulsaran políticas económicas neoliberales.
La línea argumental de numerosas investigaciones en el mundo académico y de publicaciones circulando en medios de comunicación acerca de la importancia de Estados Unidos en la región señala que sus objetivo van desde promover la democracia y los derechos humanos, fomentar el desarrollo y la justicia social, hasta combatir las influencias de actores extranjeros (China, Rusia, Irán) en América latina.
Para ello alientan la consolidación de instituciones sólidas y advierten que las débiles son vulnerables a la injerencia de compañías extranjeras (no estadounidenses) y a la irrupción de líderes populistas. Con ese marco conceptual y político, Estados Unidos definió explícitamente al “populismo radical” como una nueva amenaza a sus intereses, que, con la participación activa de intelectuales y actores sociales domésticos influyentes, la extendieron a cualquier tipo de populismo. Este es asociado al autoritarismo y, por lo tanto, es antidemocrático, lo que habilita a combatirlo.
Agencias
La National Endowment for Democracy (NED) es una organización estadounidense fundada en 1983, cuyos objetivos explícitos son ayudar a los grupos que están a favor de la democracia en Latinoamérica. Es una organización privada pero gran parte de los fondos es aportada por el Congreso de Estados Unidos. Tiene como objetivo no explícito el debilitamiento de los gobiernos, sean o no democráticos, que se oponen a los intereses de Estados Unidos.
La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), creada en 1961 inicialmente para brindar ayuda económica, ahora también proporciona respaldo político en varias regiones del mundo. Es la institución encargada de distribuir la mayoría de la ayuda exterior de carácter no militar. Es un organismo independiente, aunque responde a los objetivos estratégicos del Departamento de Estado. Declara explícitamente que se dedica a ayudar a “los países en transición a la democracia y a fortalecer las instituciones democráticas, aprovechando los momentos críticos para expandir la libertad y la oportunidad”. Aunque oficialmente no lo reconocen trabaja estrechamente con la CIA, y apoya a fuerzas políticas opositoras de gobiernos latinoamericanos que no se alinean con los intereses estadounidenses.
El gobierno de Estados Unidos también ha establecido un grupo que promueve la democracia en zonas del mundo devastadas por la guerra y altamente inestables: la Office for Transition Initiatives (OTI). El propósito de esa agencia es ayudar a los países a “hacer la transición del autoritarismo a la democracia, de la violencia a la paz, o después de una paz frágil”, al proporcionar “asistencia rápida, flexible y de corto plazo dirigida a las necesidades clave de la transición política y estabilización”. Otra agencia con la cual el Departamento de Estado influye en la región es el Bureau for Democracy, Human Rights, and Labor (DRL).
La NED y la Usaid son dos agencias claves de ese equipo de intervención e influencia de la potencia mundial en América latina. Fueron un soporte importante de los actores de la oposición para desplazar a los líderes de centro izquierda, reunidos bajo la categoría “populistas”, que fueron elegidos democráticamente.
Timothy M. Gill es profesor de sociología de la University of North Carolina-Wilmington y se dedica a la investigación de la política exterior de Estados Unidos. En “From promoting political polyarchy to defeating participatory democracy: U.S. foreign policy towards the far left in Latin America”, publicado en el Journal of World-Systems Research (Vol. 24 Issue 1), explica que la NED y la Usaid trabajaron activamente para desestabilizar a gobiernos de “izquierda”. En base a entrevistas que realizó a personas que trabajaron en NED y Usaid, a ex embajadores en países latinoamericanos y a miembros del Departamento de Estado, Gill afirma que, para cumplir con esa misión desestabilizadora, financiaron y proporcionaron asistencia técnica a ONG y partidos de la oposición.
A diferencia de la década del ’80, Estados Unidos no trabajó para fortalecer a las instituciones democráticas existentes, sino que ayudó a partidos y fuerzas políticas para desplazar a gobiernos populistas, ya sea por golpes blandos (Honduras) y parlamentarios (Paraguay y Brasil) o por las urnas (Argentina y Ecuador).
El gobierno de Fernández-Fernández se topará con ese dispositivo de injerencia estadounidense, con sus ramificaciones locales, en la vida política doméstica.
Estados Unidos fomentó entonces una nueva generación de líderes latinoamericanos de derecha, que desplegaron políticas ortodoxas, de libre comercio y predominio de las finanzas. Otra vez no pudieron exhibir resultados satisfactorios teniendo en cuenta los casos de Argentina y Ecuador.
El populismo se fortalece por las frustraciones de la población abrumada por la precariedad económica y por la amenazante inseguridad de lo que deparará el futuro. La apuesta estadounidense y del poder local fue que sus renovadas iniciativas, que en esencia fueron las mismas del conocido recetario neoliberal, produjeran resultados positivos de manera que otros líderes en la región prosperaran políticamente en sus propios países. Fue un desafío a uno de las frases más conocidas de Albert Einstein: si buscas resultados distintos no hagas siempre lo mismo.
Macri con su coalición política y económica fue una pieza clave de esa estrategia regional, nuevamente fallida. El objetivo de Estados Unidos fue ayudar a garantizar resultados favorables de aquellos que siguieran caminos alineados con su filosofía económica y política. En ese marco se comprende con mayor densidad el apoyo financiero extraordinario del FMI a la Argentina de Macri, que ha comprometido la mitad de su cartera crediticia en un único deudor, que además ahora es insolvente.
Macri se abrazó a Estados Unidos, pero los resultados políticos de esa subordinación fueron negativos. La política económica regresiva, maquillada con una extraordinaria red de cobertura mediática pública y privada, donde los funcionarios dicen cualquier cosa sin ruborizarse, la alianza con Estados Unidos y con un amplio entramado del poder local en el campo judicial, mediático y económico, tuvo como saldo un derrota aplastante en la elección para presidente. El estallido popular en Argentina no fue en las calles como en Chile y en Ecuador. Fue en las urnas.
azaiat@pagina12.com.ar
La crónica de The Economist ya no comparte alegrías con los lectores, sino que describe que por sexta vez desde la década del '80 el país sufre una crisis económica. No precisa, también por razones de ideología editorial, que esos derrumbes sucedieron durante proyectos políticos neoliberales: en cinco de esas seis crisis que menciona. Incluye en esa enumeración la del último mandato de CFK sólo por razones políticas, repitiendo el discurso conservador que suma ese período como parte de la debacle macrista. No fue así. En 2015 había tensiones en diferentes frentes en la economía, que requerían estrategias renovadas para atenderlas, pero no había una crisis. Sin embargo la ortodoxia busca confundir acerca de que el fracaso no es de su exclusiva responsabilidad.
Límites
Luego de las elecciones de diciembre de 2015, Macri era uno de los principales eslabones de la reversión del proceso político de experiencias progresistas en América latina, que el análisis dominante denominó despectivamente como gobiernos populistas, y los más extremistas lo calificaron de regímenes socialistas. Macri es hoy la esperanza que no fue de la derecha regional. Su derrota electoral junto a la crisis de Sebastián Piñera, en Chile, y de Lenín Moreno, en Ecuador, son señales fuertes que indican que el ciclo político conservador en la región está herido.Estallidos populares en Ecuador, por el aumento del 120 por ciento en los combustibles, y en Chile, por el alza de la tarifa del transporte en subte, y la rebelión en las urnas en Argentina, con una paliza electoral de la fórmula Fernández-Fernández a la alianza macrismo-radicalismo, expresan el hastío de esas sociedades, cada una con sus particularidades, tradiciones e historias, a programas socioeconómicos de exclusión.
El economista Paul Segal, de la King's College London, presentó en su cuenta de Twitter una provocadora hipótesis acerca de las diferentes características de esos estallidos sociales. Escribió que "Argentina no ha explotado como Chile, a pesar de una caída mayor en el estándar de vida, porque el peronismo provee una salida constitucional para la ira. El peronismo representa, por lo tanto, la ira contra la derecha del gobierno que se traduce en política, no en violencia".
Es un sendero analítico que agita la modorra en la reflexión que impone el discurso convencional. Propone evaluar en clave política los cuatro años de ajuste macrista, con tarifazos de cuatro cifras, impactante caída del salario real, aumento del desempleo y asalto sobre el ingreso de los jubilados con la modificación de la movilidad.
La presencia de una fuerza política, pero fundamentalmente la de una líder política que, pese a la campaña para demonizarla, siguió reuniendo la adhesión de un tercio de la población, que fue la más castigada por las medidas del macrismo, actuó como contención social. La figura de CFK fue la depositaria de la esperanza de grupos sociales azotados por el ajuste de que la situación podía revertirse.
La intervención de organizaciones sociales y el trabajo territorial de fuerzas políticas, comunitarias y religiosas también constituyeron una red de refugio para los excluidos de la economía macrista.
En 2001 no había un/a político/a que reuniese las cualidades de ser una figura que despertara entusiasmo popular ni expectativas de cambio. Por ese motivo la consigna era "Que se vayan todos". Tampoco había un dispositivo de protección efectiva ni de organizaciones sociales ni de políticas del Estado (el Plan Jefes y Jefas de Hogar apareció después de la debacle, y la ampliación de la cobertura previsional y de derechos con la AUH fue desplegada durante el kirchnerismo).
El estallido social contra el macrismo no adquirió las características dramáticas de las calles chilenas o ecuatorianas, sino que fue por la vía del voto popular llenando las urnas con la boleta de la principal fuerza política de la oposición, y con CFK como actor clave en la construcción de esa alianza.
Agenda
Desde junio de 2009, con el golpe contra el presidente democrático Manuel Zelaya en Honduras, el movimiento del péndulo político hacia el cuadrante de la derecha en la región fue empujado por Estados Unidos. Fue a partir de recuperar el objetivo estratégico de atender con más dedicación cuestiones latinoamericanas, después de un tiempo en el que la Casa Blanca había concentrado la atención en Medio Oriente, motivado por el 11-S.Estados Unidos no se había olvidado de América latina, sino que la había relegado en términos relativos de su agenda, para luego retomarla con la misma intensidad anterior. No lo hizo solamente por el despliegue en términos económicos y sociales del populismo, sino que, fundamentalmente, porque esos gobiernos abrieron las puertas de la región a China y Rusia, dos potencias que le disputan el liderazgo mundial.
Uno de los tantos mensajes explícitos, sin necesidad de bucear en conspiraciones, fue trasmitido por la entonces secretaria de Estado estadounidense, Condolezza Rice, en el gobierno de Bush, cuando alertó sobre la necesidad de “crear nuevos mecanismos para reprender a aquellos países que se apartan del camino democrático”. Le preguntaron a Rice si gobiernos elegidos por el voto popular con políticas de redistribución progresiva del ingreso se “apartan del camino democrático". Ella respondió que "para Estados Unidos y los poderes locales, la respuesta es sí". Las características de ese "camino democrático" fueron definidas de acuerdo a los intereses estadounidenses. No son democráticos, entonces para Estados Unidos, los gobiernos populistas; en el caso argentino, el kirchnerista.
La definición del carácter democrático de los gobiernos es la forma de deslegitimar al otro, que despliegan con impunidad sectores conservadores. El macrismo ha desarrollado esa estrategia a lo largo de estos años, y desde la paliza que recibió en las elecciones PASO la ha profundizado. Es un adelanto también de la posición que tendrá Macri junto a sus aliados fundamentalistas, como Elisa Carrió, a partir de mañana mismo y que acentuará desde el próximo 10 de diciembre.
Alineados con esa agenda estadounidense en la región, postulan "ellos o nosotros" o "está en juego la democracia". La gobernadora de la Provincia de Buenos Aires, María Eugenia Vidal, lo dijo sin inhibiciones, en una recorrida de campaña en Tigre: "El domingo se elige si vamos a tener democracia plena o no".
Populismo
Washington ha combatido como “amenazas” lo que representan movimientos nacionalistas, siempre bajo la excusa, primero, de la Guerra Fría, después, para garantizar la Seguridad Nacional, y, ahora en el siglo XXl, para preservar "valores democráticos".Durante la década del ‘80, Estados Unidos cambió su enfoque de política exterior e inició una política explícita de “promoción de la democracia” en todo el mundo. En lugar de apoyar directamente a líderes de derecha autoritarios (militares), impulsó a dirigentes que abrazaran los intereses de seguridad nacional de Estados Unidos e impulsaran políticas económicas neoliberales.
La línea argumental de numerosas investigaciones en el mundo académico y de publicaciones circulando en medios de comunicación acerca de la importancia de Estados Unidos en la región señala que sus objetivo van desde promover la democracia y los derechos humanos, fomentar el desarrollo y la justicia social, hasta combatir las influencias de actores extranjeros (China, Rusia, Irán) en América latina.
Para ello alientan la consolidación de instituciones sólidas y advierten que las débiles son vulnerables a la injerencia de compañías extranjeras (no estadounidenses) y a la irrupción de líderes populistas. Con ese marco conceptual y político, Estados Unidos definió explícitamente al “populismo radical” como una nueva amenaza a sus intereses, que, con la participación activa de intelectuales y actores sociales domésticos influyentes, la extendieron a cualquier tipo de populismo. Este es asociado al autoritarismo y, por lo tanto, es antidemocrático, lo que habilita a combatirlo.
Agencias
La National Endowment for Democracy (NED) es una organización estadounidense fundada en 1983, cuyos objetivos explícitos son ayudar a los grupos que están a favor de la democracia en Latinoamérica. Es una organización privada pero gran parte de los fondos es aportada por el Congreso de Estados Unidos. Tiene como objetivo no explícito el debilitamiento de los gobiernos, sean o no democráticos, que se oponen a los intereses de Estados Unidos.
La Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), creada en 1961 inicialmente para brindar ayuda económica, ahora también proporciona respaldo político en varias regiones del mundo. Es la institución encargada de distribuir la mayoría de la ayuda exterior de carácter no militar. Es un organismo independiente, aunque responde a los objetivos estratégicos del Departamento de Estado. Declara explícitamente que se dedica a ayudar a “los países en transición a la democracia y a fortalecer las instituciones democráticas, aprovechando los momentos críticos para expandir la libertad y la oportunidad”. Aunque oficialmente no lo reconocen trabaja estrechamente con la CIA, y apoya a fuerzas políticas opositoras de gobiernos latinoamericanos que no se alinean con los intereses estadounidenses.
El gobierno de Estados Unidos también ha establecido un grupo que promueve la democracia en zonas del mundo devastadas por la guerra y altamente inestables: la Office for Transition Initiatives (OTI). El propósito de esa agencia es ayudar a los países a “hacer la transición del autoritarismo a la democracia, de la violencia a la paz, o después de una paz frágil”, al proporcionar “asistencia rápida, flexible y de corto plazo dirigida a las necesidades clave de la transición política y estabilización”. Otra agencia con la cual el Departamento de Estado influye en la región es el Bureau for Democracy, Human Rights, and Labor (DRL).
Misión
Este dispositivo de intervención encubre la misión de Estados Unidos de ordenar el mapa político latinoamericano de acuerdo a sus propios intereses. Lo hace bajo el supuesto de que los espacios vacíos de la democracia son ocupados por el crimen organizado, el caos social o el narcotráfico, fantasmas, además del “populismo radical”, que vinieron a reemplazar el peligro del comunismo de la Guerra Fría.La NED y la Usaid son dos agencias claves de ese equipo de intervención e influencia de la potencia mundial en América latina. Fueron un soporte importante de los actores de la oposición para desplazar a los líderes de centro izquierda, reunidos bajo la categoría “populistas”, que fueron elegidos democráticamente.
Timothy M. Gill es profesor de sociología de la University of North Carolina-Wilmington y se dedica a la investigación de la política exterior de Estados Unidos. En “From promoting political polyarchy to defeating participatory democracy: U.S. foreign policy towards the far left in Latin America”, publicado en el Journal of World-Systems Research (Vol. 24 Issue 1), explica que la NED y la Usaid trabajaron activamente para desestabilizar a gobiernos de “izquierda”. En base a entrevistas que realizó a personas que trabajaron en NED y Usaid, a ex embajadores en países latinoamericanos y a miembros del Departamento de Estado, Gill afirma que, para cumplir con esa misión desestabilizadora, financiaron y proporcionaron asistencia técnica a ONG y partidos de la oposición.
A diferencia de la década del ’80, Estados Unidos no trabajó para fortalecer a las instituciones democráticas existentes, sino que ayudó a partidos y fuerzas políticas para desplazar a gobiernos populistas, ya sea por golpes blandos (Honduras) y parlamentarios (Paraguay y Brasil) o por las urnas (Argentina y Ecuador).
El gobierno de Fernández-Fernández se topará con ese dispositivo de injerencia estadounidense, con sus ramificaciones locales, en la vida política doméstica.
Rebelión
Después del triunfo de Occidente en la Guerra Fría, en la década del ’90 predominó en América latina líderes políticos alineados con los intereses de Estados Unidos y orientados hacia políticas neoliberales siguiendo el decálogo del denominado “Consenso de Washington”. El resultado de esas políticas profundizó los problemas estructurales de América latina de subdesarrollo y desigualdad social. Las crisis económicas y sociales fueron el terreno abonado para la irrupción de liderazgos regionales que desafiaron los postulados neoliberales e implementaron políticas de redistribución progresiva del ingreso.Estados Unidos fomentó entonces una nueva generación de líderes latinoamericanos de derecha, que desplegaron políticas ortodoxas, de libre comercio y predominio de las finanzas. Otra vez no pudieron exhibir resultados satisfactorios teniendo en cuenta los casos de Argentina y Ecuador.
El populismo se fortalece por las frustraciones de la población abrumada por la precariedad económica y por la amenazante inseguridad de lo que deparará el futuro. La apuesta estadounidense y del poder local fue que sus renovadas iniciativas, que en esencia fueron las mismas del conocido recetario neoliberal, produjeran resultados positivos de manera que otros líderes en la región prosperaran políticamente en sus propios países. Fue un desafío a uno de las frases más conocidas de Albert Einstein: si buscas resultados distintos no hagas siempre lo mismo.
Macri con su coalición política y económica fue una pieza clave de esa estrategia regional, nuevamente fallida. El objetivo de Estados Unidos fue ayudar a garantizar resultados favorables de aquellos que siguieran caminos alineados con su filosofía económica y política. En ese marco se comprende con mayor densidad el apoyo financiero extraordinario del FMI a la Argentina de Macri, que ha comprometido la mitad de su cartera crediticia en un único deudor, que además ahora es insolvente.
Macri se abrazó a Estados Unidos, pero los resultados políticos de esa subordinación fueron negativos. La política económica regresiva, maquillada con una extraordinaria red de cobertura mediática pública y privada, donde los funcionarios dicen cualquier cosa sin ruborizarse, la alianza con Estados Unidos y con un amplio entramado del poder local en el campo judicial, mediático y económico, tuvo como saldo un derrota aplastante en la elección para presidente. El estallido popular en Argentina no fue en las calles como en Chile y en Ecuador. Fue en las urnas.
azaiat@pagina12.com.ar
Macri se va
Alegría sin reparos por el triunfo de Alberto Fernández en las elecciones
Por Eduardo Aliverti
PÁGINA 12 - 28 de octubre de 2019
Imagen: Joaquín Salguero
Una
diferencia menor a la esperada --por lo que se preveía tras las
primarias y, quizá sobre todo, por los datos que circularon durante la
jornada-- provocó un efecto “bajoneante”, o de alegría que se moderó, en
muchos votantes del Frente de Todos. Se comprende, pero no se
justifica.
El Gobierno hizo una gran elección, cómo no, pero Mauricio Macri se va.
La fortaleza del antiperonismo se revitalizó desde donde nunca dejó de estar, pero Macri se va.
En todo caso y como se advirtió reiteradamente en los momentos triunfalistas post PASO, resultó confirmado que no se va lo que Macri representa.
Pasada la alegría, no importa si más grande o más contenida que la pronosticada, permanece lo esencial.
La economía está desvencijada, tétrica, según todo parámetro que se tome. La intervención de Axel Kicillof hacia la medianoche de ayer, en el bunker del Frente, fue una clase magistral acerca de la tierra arrasada que dejan los poderes fácticos simbolizados en Macri.
Claudio Scaletta (“Los límites del posneoliberalismo”, en este diario, hace dos semanas) escribió sobre cuatro elementos concretos que representan una incógnita, y que son muy diferentes a la década inicial del milenio.
Primero, no hay un ciclo expansivo en los precios de las materias primas exportables. Segundo, la atención estadounidense sobre su patio trasero. Tercero, el inmenso peso de la nueva deuda tomada por el macrismo; y que buena parte de ella sea con el FMI, lo cual es un condicionante del que será muy difícil librarse. Cuarto, el más “político, es que la alianza de clases propuesta por el Frente incluye a muchos que, por acción u omisión, apoyaron al régimen saliente y no persiguen rupturas radicales con el antiguo orden.
El objetivo inicial, “en pocas palabras, (…) es evitar la hiperinflación, atacar el hambre, recuperar parcialmente los salarios y parar el derrumbe de la economía. Parece poco. No lo es”.
Ese aspecto estructural no cambia en absolutamente nada por el resultado de ayer. Al contrario.
El nuevo Presidente es Alberto Fernández; Cristina vuelve al poder; el nuevo gobernador de nada menos que la provincia de Buenos Aires es un cuadro proveniente de la izquierda, de honestidad a toda prueba; el peronismo unido, en ambas Cámaras, dispone de un vigor que era impensable hasta hace apenas un par de años.
Y así como no había antecedentes de la manifestación impresionante que hace cuatro años despidió a la jefa de Estado, tampoco los hay de la que anoche acompañó a la fórmula presidencial ganadora. Cuadras y cuadras de emoción, de esa gente que festeja el retorno imprescriptible de la esperanza.
¿Cómo podría suceder que alertarse por el vigor antiperonista pierda de vista la energía vencedora?
Enfrente, Horacio Rodríguez Larreta despunta como la figura que reconquistaría más votos, siempre a derecha, a mediano plazo. María Eugenia Vidal, a pesar de su dura derrota, conservó un núcleo básico y no sólo no recibió facturas internas, sino que quedó como víctima del empecinamiento de su ex jefe en no desdoblar las fechas electivas.
Resta comprobar si la remontada de Macri será capaz de animarlo para disputar su interna ex cambiemita.
Desde ya que esas últimas son consideraciones apenas para echarle una mirada al paisaje de quienes, hasta hace dos años, se comían a los chicos crudos. Lo urgente es cómo conducirá la transición una pandilla de ineptos políticos y técnicos, sobre la que cabe reiterar algunas preguntas elementales.
¿Asumirán algún grado de responsabilidad institucional?
¿Tomarán las medidas que son menester para ponerse por delante de la crisis, como muy probablemente les exigirá el Presidente electo a fin de frenar la estampida de reservas?
¿Qué harán? ¿Consensuarán para no incendiar el país? ¿O munidos del envalentonamiento por su buena elección preferirán retirarse dejando una herencia más salvaje todavía?
El discurso de Macri, anoche, en la breve oración dedicada al nuevo Presidente para que concurra a Casa Rosada, a primera hora, indicó formalmente que estaría dispuesto a cierto diálogo para apagar algún fuego.
Sin embargo, requiere de demostración efectiva. Confiar a ciegas en que quienes condujeron la Argentina a este desastre son aptos para despedirse con la mayor calma posible, por el solo hecho de que lo indica la lógica, es una irresponsabilidad analítica.
Sí es seguro que la economía se maneja -también- con expectativas. Sea cual fuere la disposición de la banda que se va, el nuevo Gobierno parte, en el mientras tanto y desde que asuma, con un gran plafond para imponer condiciones ¿O acaso se pierde vista quién y qué ganó?
Entre nosotros sí hay, como acaban de subrayarlo las urnas, una opción política -real, no testimonial- que pone en entredicho al neoliberalismo.
Desde ya: hasta donde podría darle su potencia local, en un mundo hegemonizado por la concepción de que lo único posible es el capitalismo en su forma más salvaje (últimamente un poco menos, vistos Chile, Ecuador, el Líbano, Irak, su ruta y, vamos en primer lugar, Argentina con esta esperanzadora confluencia alrededor de recuperar una potencia institucional soberana, no adscripta a que el Estado sea necesariamente de ese “ellos” que consiste en Aparato Corporativo-Empresarial/Poder Judicial/Medios de Comunicación. Un Estado al menos árbitro, nunca cómplice).
De hecho, las campañas de las dos fuerzas principales insistieron en que había, y así seguirá, dos modelos en pugna.
Hay conducción efectiva y hasta liderazgo en el Frente ganador. Hay fortaleza sindical, mucho más grande que en cualquier otro sitio de la región. Hay interlocutores de movimientos sociales extendidos. Hay curas que levantaron la voz. Hay el periodismo que atravesó estos años que eran de desierto con una lata de anchoas. Hay significativos referentes sectoriales e intelectuales que también advirtieron acerca de lo que estaba y lo que se venía. Hay memoria activa e inclaudicable en los organismos de Derechos Humanos que son orgullo mundial. Hay luchadores sociales a montones. Hay un espíritu de protesta callejera que es de siempre, que pone muy nerviosos a los voceros de la falsa prolijidad republicana. Y que es el reaseguro, al menos, de que toda desviación de objetivos centrales no se la llevará de arriba.
Ayer, entonces, podrá haber sido certero -a tono con el vértigo y el desconcierto de estos tiempos universales- que se votó más en contra que a favor. Y que el gorilismo tiene excelente salud.
Pero tengamos en cuenta las características distintivas de este país con empate histórico, entre las fuerzas reaccionarias y las de orientación popular.
Acá hay disputa efectiva.
Es una gran noticia ratificada ayer, y para aseverarlo no hace falta esperar nada. Ni “deprimirse” (???) porque la distancia fue más reducida que lo previsto.
Néstor Kirchner, a nueve años de su muerte, bien contento que estaría.
El Gobierno hizo una gran elección, cómo no, pero Mauricio Macri se va.
La fortaleza del antiperonismo se revitalizó desde donde nunca dejó de estar, pero Macri se va.
En todo caso y como se advirtió reiteradamente en los momentos triunfalistas post PASO, resultó confirmado que no se va lo que Macri representa.
Pasada la alegría, no importa si más grande o más contenida que la pronosticada, permanece lo esencial.
La economía está desvencijada, tétrica, según todo parámetro que se tome. La intervención de Axel Kicillof hacia la medianoche de ayer, en el bunker del Frente, fue una clase magistral acerca de la tierra arrasada que dejan los poderes fácticos simbolizados en Macri.
Claudio Scaletta (“Los límites del posneoliberalismo”, en este diario, hace dos semanas) escribió sobre cuatro elementos concretos que representan una incógnita, y que son muy diferentes a la década inicial del milenio.
Primero, no hay un ciclo expansivo en los precios de las materias primas exportables. Segundo, la atención estadounidense sobre su patio trasero. Tercero, el inmenso peso de la nueva deuda tomada por el macrismo; y que buena parte de ella sea con el FMI, lo cual es un condicionante del que será muy difícil librarse. Cuarto, el más “político, es que la alianza de clases propuesta por el Frente incluye a muchos que, por acción u omisión, apoyaron al régimen saliente y no persiguen rupturas radicales con el antiguo orden.
El objetivo inicial, “en pocas palabras, (…) es evitar la hiperinflación, atacar el hambre, recuperar parcialmente los salarios y parar el derrumbe de la economía. Parece poco. No lo es”.
Ese aspecto estructural no cambia en absolutamente nada por el resultado de ayer. Al contrario.
El nuevo Presidente es Alberto Fernández; Cristina vuelve al poder; el nuevo gobernador de nada menos que la provincia de Buenos Aires es un cuadro proveniente de la izquierda, de honestidad a toda prueba; el peronismo unido, en ambas Cámaras, dispone de un vigor que era impensable hasta hace apenas un par de años.
Y así como no había antecedentes de la manifestación impresionante que hace cuatro años despidió a la jefa de Estado, tampoco los hay de la que anoche acompañó a la fórmula presidencial ganadora. Cuadras y cuadras de emoción, de esa gente que festeja el retorno imprescriptible de la esperanza.
¿Cómo podría suceder que alertarse por el vigor antiperonista pierda de vista la energía vencedora?
Enfrente, Horacio Rodríguez Larreta despunta como la figura que reconquistaría más votos, siempre a derecha, a mediano plazo. María Eugenia Vidal, a pesar de su dura derrota, conservó un núcleo básico y no sólo no recibió facturas internas, sino que quedó como víctima del empecinamiento de su ex jefe en no desdoblar las fechas electivas.
Resta comprobar si la remontada de Macri será capaz de animarlo para disputar su interna ex cambiemita.
Desde ya que esas últimas son consideraciones apenas para echarle una mirada al paisaje de quienes, hasta hace dos años, se comían a los chicos crudos. Lo urgente es cómo conducirá la transición una pandilla de ineptos políticos y técnicos, sobre la que cabe reiterar algunas preguntas elementales.
¿Asumirán algún grado de responsabilidad institucional?
¿Tomarán las medidas que son menester para ponerse por delante de la crisis, como muy probablemente les exigirá el Presidente electo a fin de frenar la estampida de reservas?
¿Qué harán? ¿Consensuarán para no incendiar el país? ¿O munidos del envalentonamiento por su buena elección preferirán retirarse dejando una herencia más salvaje todavía?
El discurso de Macri, anoche, en la breve oración dedicada al nuevo Presidente para que concurra a Casa Rosada, a primera hora, indicó formalmente que estaría dispuesto a cierto diálogo para apagar algún fuego.
Sin embargo, requiere de demostración efectiva. Confiar a ciegas en que quienes condujeron la Argentina a este desastre son aptos para despedirse con la mayor calma posible, por el solo hecho de que lo indica la lógica, es una irresponsabilidad analítica.
Sí es seguro que la economía se maneja -también- con expectativas. Sea cual fuere la disposición de la banda que se va, el nuevo Gobierno parte, en el mientras tanto y desde que asuma, con un gran plafond para imponer condiciones ¿O acaso se pierde vista quién y qué ganó?
Entre nosotros sí hay, como acaban de subrayarlo las urnas, una opción política -real, no testimonial- que pone en entredicho al neoliberalismo.
Desde ya: hasta donde podría darle su potencia local, en un mundo hegemonizado por la concepción de que lo único posible es el capitalismo en su forma más salvaje (últimamente un poco menos, vistos Chile, Ecuador, el Líbano, Irak, su ruta y, vamos en primer lugar, Argentina con esta esperanzadora confluencia alrededor de recuperar una potencia institucional soberana, no adscripta a que el Estado sea necesariamente de ese “ellos” que consiste en Aparato Corporativo-Empresarial/Poder Judicial/Medios de Comunicación. Un Estado al menos árbitro, nunca cómplice).
De hecho, las campañas de las dos fuerzas principales insistieron en que había, y así seguirá, dos modelos en pugna.
Hay conducción efectiva y hasta liderazgo en el Frente ganador. Hay fortaleza sindical, mucho más grande que en cualquier otro sitio de la región. Hay interlocutores de movimientos sociales extendidos. Hay curas que levantaron la voz. Hay el periodismo que atravesó estos años que eran de desierto con una lata de anchoas. Hay significativos referentes sectoriales e intelectuales que también advirtieron acerca de lo que estaba y lo que se venía. Hay memoria activa e inclaudicable en los organismos de Derechos Humanos que son orgullo mundial. Hay luchadores sociales a montones. Hay un espíritu de protesta callejera que es de siempre, que pone muy nerviosos a los voceros de la falsa prolijidad republicana. Y que es el reaseguro, al menos, de que toda desviación de objetivos centrales no se la llevará de arriba.
Ayer, entonces, podrá haber sido certero -a tono con el vértigo y el desconcierto de estos tiempos universales- que se votó más en contra que a favor. Y que el gorilismo tiene excelente salud.
Pero tengamos en cuenta las características distintivas de este país con empate histórico, entre las fuerzas reaccionarias y las de orientación popular.
Acá hay disputa efectiva.
Es una gran noticia ratificada ayer, y para aseverarlo no hace falta esperar nada. Ni “deprimirse” (???) porque la distancia fue más reducida que lo previsto.
Néstor Kirchner, a nueve años de su muerte, bien contento que estaría.
Conteo provisorio: Fernández gana las elecciones de Argentina en primera vuelta con más del 48 % de los votos
Publicado: 28 oct 2019 00:04 GMT | Última actualización: 28 oct 2019 06:31 GMT - RT
Con casi el 100 % de los votos
contabilizados, la tendencia es irremontable para el presidente Mauricio
Macri, quien ya reconoció la derrota públicamente.
El candidato del Frente de Todos, Alberto Fernández, se impuso en las elecciones presidenciales de Argentina con el 48 % de los votos frente al mandatario Mauricio Macri, quien obtuvo el 40 % según el conteo provisorio, y de esta forma el dirigente peronista ganó los comicios en primera vuelta.
En efecto, para evitar el 'balotage' la oposición debía obtener al menos el 45 % de los sufragios afirmativos, o el 40 % y una diferencia superior a los diez puntos con su contrincante más cercano. Así, la distancia entre ambos candidatos garantiza que no se disputará una segunda ronda, y Fernández dirigirá el Ejecutivo a partir del 10 de diciembre.
Sin
embargo, se acortó la brecha obtenida en las Primarias, Abiertas,
Simultáneas y Obligatorias (PASO) del 11 de agosto, cuando Fernández
logró el 49,49 % del apoyo popular, mientras que Macri obtuvo tan solo
el 32,93 %.
Los números momentáneos se dieron a conocer recién a partir de las 21 (hora local), cuando se levantó la prohibición de publicar encuestas y proyecciones sobre el resultado electoral. Por el momento, se cargó la información del 97 % de las mesas de votación. Asimismo, según la Cámara Nacional Electoral votó el 80,85 % de todo el padrón.
De
esta forma, Fernández sumó alrededor de 11 millones de votos, mientras
que Macri logró el acompañamiento de unas 9,4 millones de personas. De
esta forma, el actual mandatario ve frustrada su intención de lograr la
reelección tras su primer mandato.
Por otro lado, el conteo definitivo comenzará el 29 de octubre a las 18 (hora local), y los resultados oficiales se comunicarán al Senado el 6 de noviembre, como fecha máxima. Ese es el resultado que tiene valor legal, aunque no suele diferir mucho del provisorio.
Finalmente, la diferencia no fue tan amplia como la esperada y hubo momentos de expectativa. Pero el festejo se concretó cuando Macri salió a brindar un discurso en el que reconoció la derrota y felicitó a Alberto Fernández por su "excelente elección".
Agitando banderas de Argentina, y al ritmo de la cumbia que sonaba en los altoparlantes, los seguidores del candidato opositor cantaban "Alberto presidente" o "vamos a volver".
La ansiada "remontada" con la que soñaba el Gobierno respecto al resultado de las primarias de agosto ocurrió, pero no alcanzó para forzar el balotaje. Por eso, en el oficialismo hablaban de una 'derrota digna'.
De
hecho, contra todos los pronósticos, Juntos por el Cambio sumó en esta
elección más de 2,2 millones de votos, mientras que Alberto Fernández
creció solo 100.000 puntos en comparación con la contienda previa.
Tras reconocer la victoria del peronismo, Macri señaló la importancia de lograr un proceso de transición calmo en las semanas que le quedan al frente de la nación sudamericana.
Además, dijo que asumirá un rol colaborativo como opositor y líder de la segunda fuerza política del país. "Siempre voy a poner el bien común por encima de cualquier cosa", manifestó. Y agregó que está "dispuesto a ayudar".
El presidente de Bolivia, Evo Morales, quien acaba de renovar su mandato presidencial por cuarto período consecutivo tras triunfar en los comicios generales, le mandó "un abrazo revolucionario" al flamante ganador y la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien ocupará la Vicepresidencia en el país del Cono Sur próximamente.
En sintonía, el mandatario venezolano, Nicolás Maduro, publicó en Twitter: "En un ejercicio histórico democrático, han derrotado al neoliberalismo del FMI". Además, consideró que el resultado electoral "abre el horizonte de esperanza hacia un futuro mejor para la Argentina".
Asimismo, el subsecretario para América Latina y el Caribe de la Cancillería de México, Maximiliano
Reyes Zúñiga, le envió sus saludos en nombre del Ejecutivo de su país:
"Trabajaremos con el presidente electo desde el primer día a favor de la unidad latinoamericana y en beneficio de nuestros pueblos hermanos", sostuvo.
Por su parte, el presidente de El Salvador, Nayib Bukele, un usuario frecuente de las redes, escribió: "En nombre del pueblo salvadoreño, le deseamos el mejor de los gobiernos".
Considerando
la diferencia horaria con Europa, se espera que las felicitaciones del
'Viejo Continente' lleguen en las próximas horas.
En efecto, para evitar el 'balotage' la oposición debía obtener al menos el 45 % de los sufragios afirmativos, o el 40 % y una diferencia superior a los diez puntos con su contrincante más cercano. Así, la distancia entre ambos candidatos garantiza que no se disputará una segunda ronda, y Fernández dirigirá el Ejecutivo a partir del 10 de diciembre.
Miles
de personas frente al centro de campaña de Alberto Fernández, en el
barrio de Chacarita, Ciudad de Buenos Aires (Argentina), el 27 de
octubre del 2019.
/ Leandro Lutzky
/ RT
Los números momentáneos se dieron a conocer recién a partir de las 21 (hora local), cuando se levantó la prohibición de publicar encuestas y proyecciones sobre el resultado electoral. Por el momento, se cargó la información del 97 % de las mesas de votación. Asimismo, según la Cámara Nacional Electoral votó el 80,85 % de todo el padrón.
Por otro lado, el conteo definitivo comenzará el 29 de octubre a las 18 (hora local), y los resultados oficiales se comunicarán al Senado el 6 de noviembre, como fecha máxima. Ese es el resultado que tiene valor legal, aunque no suele diferir mucho del provisorio.
- Provincia de Buenos Aires
- Ciudad de Buenos Aires
Celebración peronista y 'derrota digna'
Pasadas las 20.00, en las inmediaciones del centro de campaña del Frente de Todos, en el barrio de Chacarita, ciudad de Buenos Aires, miles de simpatizantes del peronismo celebraban una victoria "contundente", mientras aguardaban la oficialización del resultado preliminar, que se conoció a las 21.00.Finalmente, la diferencia no fue tan amplia como la esperada y hubo momentos de expectativa. Pero el festejo se concretó cuando Macri salió a brindar un discurso en el que reconoció la derrota y felicitó a Alberto Fernández por su "excelente elección".
Agitando banderas de Argentina, y al ritmo de la cumbia que sonaba en los altoparlantes, los seguidores del candidato opositor cantaban "Alberto presidente" o "vamos a volver".
La ansiada "remontada" con la que soñaba el Gobierno respecto al resultado de las primarias de agosto ocurrió, pero no alcanzó para forzar el balotaje. Por eso, en el oficialismo hablaban de una 'derrota digna'.
Carlos García Rawlins
/ Reuters
Tras reconocer la victoria del peronismo, Macri señaló la importancia de lograr un proceso de transición calmo en las semanas que le quedan al frente de la nación sudamericana.
Además, dijo que asumirá un rol colaborativo como opositor y líder de la segunda fuerza política del país. "Siempre voy a poner el bien común por encima de cualquier cosa", manifestó. Y agregó que está "dispuesto a ayudar".
Gobiernos de América Latina felicitan al futuro presidente argentino
A pocas horas de conocerse el triunfo de Alberto Fernández en las elecciones presidenciales de Argentina, varios mandatarios de Latinoamérica le enviaron sus felicitaciones a través de las redes sociales.El presidente de Bolivia, Evo Morales, quien acaba de renovar su mandato presidencial por cuarto período consecutivo tras triunfar en los comicios generales, le mandó "un abrazo revolucionario" al flamante ganador y la expresidenta Cristina Fernández de Kirchner, quien ocupará la Vicepresidencia en el país del Cono Sur próximamente.
Elecciones 2019
Pronóstico económico ¿Qué va a pasar el lunes 28?
Jueves 24 de octubre de 2019, por Redacción *
El
columnista de economía de Sobre la Hora, Alejandro López Mieres, analizó
los datos de la economía nacional a días de las elecciones y se animó a
anticipar lo que puede suceder luego de las mismas, con un posible
cambio de gobierno y modelo económico en puerta: “El tema de la deuda es
la peor herencia que le deja el gobierno macrista al próximo gobierno”.
En este momento hay una pequeña corrida cambiaria que lleva varios días
y el BCRA hace “esfuerzos titánicos para contener lo que se dice el
dólar mayorista que anda alrededor de los $59, comprometiendo una
cantidad de reservas monstruosas” para sostener el tipo de cambio.
Mientras tanto hay dos dólares más: “el dólar bolsa, y el famoso ‘dolar
contado con liqui’ que están en el orden de los $75 y casi $78”.
Por lo tanto, “los mercados sospechan, intuyen, una duplicación de las formas de tipo de cambio que haya” que significa uno oficial para importaciones y exportaciones y que regirían los precios de los alimentos; y uno más libre para el mercado financiero o el turismo. “La diferencia es bastante grande, estamos hablando de una brecha que incluso llegó al 30% entre un dólar y otro”. remarcó.
Con respecto a la deuda externa, López Mieres afirmó que “a diferencia del 2001/2002” donde el peso de la reestructuración recayó sobre privados, “manteniendo al FMI como acreedor privilegiado”, hoy la situación cambia. El candidato del Frente de Todos Alberto Fernandez no iría contra los tenedores de bonos, sino que respetaría esos depósitos y “el peso de la quita iría sobre el Fondo, lo cual no tiene antecedentes en el mundo”.
Fuente: Sobre la hora
En la madrugada de este domingo, con el 96 % de las mesas
escrutadas, el Frente de Todos lograba un 48,03 % de los sufragios
frente a un 40,44 % de Juntos por el Cambio. En una elección hiper-polarizada
-donde dos fuerzas acapararon casi el 90 % de los votos- Alberto
Fernández se convertía en presidente electo. El apoyo electoral al
Frente de Todos, tal como ocurrió en las PASO, expresó el enorme rechazo
a las consecuencias del ajuste implementado estos cuatro años.
En ese marco, desafiando previsiones, el macrismo logró una notoria recuperación en relación a los comicios de agosto. En ese crecimiento electoral hay que balancear la mayor afluencia de votantes y el haber avanzado sobre el espacio electoral de Lavagna, Espert y Gómez Centurión concentrado el voto anti-peronista.
Ese crecimiento no puede analizarse solo a partir de la épica y las movilizaciones de las últimas semanas. Si se mira más allá del simple conteo electoral, la remontada cambiemita expresa una suerte de empoderamiento de las clases medias más conservadoras, aquellas que sostuvieron las políticas más reaccionarias de la gestión macrista desde 2015.
El Frente de Todos aportó su cuota a este empoderamiento. Luego de las PASO, lejos de enfrentar a la derecha, moderó su discurso al límite de lo posible. El objetivo fue garantizarse las simpatías del gran capital.
En las semanas que siguieron a aquel domingo de agosto, Fernández ratificó su vocación de “pagador serial” de la deuda externa. Lo hizo ante la Fundación Mediterránea, la UIA y los empresarios reunidos por Héctor Magnetto. En esa tónica conservadora eligió posar junto al cuestionado gobernador de Chubut, Mariano Arcioni. Ante los reclamos del movimiento de desocupados y las organizaciones sociales, insistió con el pedido “salir de las calles”, al tiempo que jugaba un rol activo en el levantamiento de una huelga de pilotos.
Más en general, luego de la fuerte resistencia callejera que la reforma previsional encontró en diciembre de 2017, el peronismo eligió el camino de la contención. A quienes reclamaban contra el crecimiento de la pobreza y la desocupación les propuso la espera pasiva del “Hay 2019”. Apostó a la desmovilización, alentando como única salida el camino de las urnas. La dirigencia sindical operó aislando las luchas en curso mientras administraba -en dosis homeopáticas- las medidas de fuerza nacionales. En ese escenario, el kirchnerismo sostuvo un discurso opositor mientras llamaba a la unidad a los antiguos “traidores”.
Ese recorrido político también permite explicar las tendencias conservadoras que se expresaron este domingo en el voto a Macri.
Bajo lo que se insinúa como un nuevo esquema político, este domingo por la noche Mauricio Macri anunció su intención de jugar el papel de “una oposición constructiva”. El discurso representa un giro de 180° a lo dicho en las últimas semanas, donde apostó a la polarización extrema con el peronismo.
Esas declaraciones se completaron con el llamado a Alberto Fernández a un desayuno para este lunes. Desde otro barrio de la Ciudad de Buenos Aires, el presidente electo aceptó el convite. Propuso “empezar a hablar del tiempo que queda” y señaló su voluntad de “colaborar en todo lo que podamos colaborar”.
El discurso político de ambos referentes propone una "transición ordenada" hacia diciembre. Sin embargo, la misma no pone en discusión ninguno de los supuestos que empujaron la crisis actual. Implica naturalizar el más importante de ellos: la tutela que ejerce el FMI sobre la economía nacional.
Bajo ese control, el endeudamiento externo pesa como una enorme carga sobre los destinos de la nación. Los pagos correspondientes a los próximos cuatro años superan los USD 200.000 millones. Aceptar la continuidad de los mismos -como lo hacen Macri y Alberto Fernández- implica condenar a las mayorías populares a un futuro sombrío.
La importante votación lograda por Macri repercutirá, necesariamente,
al interior del Frente de Todos. Dentro de ese variopinto conglomerado
cobrarán fuerzas los sectores más conservadores y derechistas, aquellos
que durante estos años dieron su aval para la continuidad de las
políticas de ajuste.
Entre esos activos dadores de gobernabilidad hay que contabilizar a gobernadores, intendentes, dirigentes como Sergio Massa y a la dirigencia sindical burocrática. El ajuste que empujó la pobreza al 35 % no hubiera pasado sin su colaboración. Macri, al proponerse como un “opositor racional”, repite desde otro extremo del arco político ese mismo esquema.
En términos institucionales, los resultados de la elección también
empujan a esa posible colaboración. La relativa paridad electoral
encontrará expresión en el Congreso. Aunque el peronismo tendrá mayoría
en el Senado, los números de la Cámara Baja mostrarán un virtual empate,
con alrededor de 120 diputados para el Frente de Todos y 119 para el
macrismo. Si se atiende al escenario del poder territorial, la
continuidad de Larreta en la Ciudad de Buenos Aires también configura
una base para esas eventuales negociaciones.
La importante votación del macrismo constituye, al mismo tiempo, un canal para la presión directa del gran capital imperialista y local. Cambiemos fue en estos años el vocero abierto de esos intereses. Dados los resultados electorales, esa relación cuenta muchas posibilidades de continuar.
Esto constituye un límite por izquierda a las políticas de ajuste que el FMI y las grandes patronales, con toda seguridad, intentarán empujar a través de la nueva coalición de gobierno y del macrismo.
En el mismo registro hay que leer las recientes rebeliones populares en Chile y Ecuador. Esos levantamientos, que vuelven a poner en escena el fantasma de la lucha de clases, evidencian los obstáculos sociales a una nueva agenda de ajuste. Sea la derecha liberal chilena o los restos del pseudo-progresismo ecuatoriano, los intentos de seguir precarizando la vida de millones son contestados con la protesta callejera y el enfrentamiento a la (brutal) represión. Indudablemente, esto también construye límites por izquierda en el escenario político nacional.
Sin embargo, la simpatía hacia las ideas desplegadas por el FIT Unidad supera los porcentajes electorales obtenidos este domingo. Un dato que lo ilustra es la votación en la categoría de diputados nacionales, donde el escrutinio provisorio arroja un número cercano a los 800 mil sufragios. Allí destacaron las logradas por Myriam Bregman (CABA), Néstor Pitrola (PBA), Raúl Godoy (Neuquén) y Alejandro Vilca (Jujuy).
Esa simpatía se sostiene en la coherencia de un espacio que, en estos
años de macrismo, no abandonó los reclamos en las calles ni negoció con
los cómplices del ajuste. Nicolás del Caño fue, además, una de las
figuras destacadas en los dos debates presidenciales. Ante millones de
personas ofició de vocero de múltiples causas que no hallaron voz en
otros candidatos. A modo de breve listado, se pueden señalar el rechazo
al pago de la deuda externa; la lucha contra la precarización laboral;
el derecho al aborto legal; la denuncia del fracking y el uso de
agrotóxicos; o la legalización de la marihuana, entre otros.
En el nuevo escenario nacional resulta urgente fortalecer a la izquierda como fuerza política. Frente a las exigencias del FMI y las grandes patronales, hay que oponer un programa anticapitalista y socialista, que ataque los intereses de los ganadores de estos años. Solo una perspectiva así puede impedir que la crisis siga recayendo sobre las mayorías populares.
El futuro, como muestran Chile y Ecuador, también se jugará en las
calles. Es preciso seguir avanzando en la construcción de una fuerza
política de los explotados y los oprimidos, independiente de todos los
partidos patronales, capaz de imponer su propia salida a la crisis. Un
partido capaz de, movilizar ampliamente al pueblo trabajador, a las
mujeres y a la juventud ante las tensiones futuras que la tutela del FMI
impondrá al país.
#GaneQuienGane, Nora nos convoca una y otra vez a estar en las calles, porque es ahí, en la movilización y la organización, donde se nutre la fuerza popular que necesitamos para #
Porque #GanóQuienGanó, #
Multisectorial Paren de Fumigarnos, Rosario – https://
¡Jallalla Pueblos Originarios! – https://youtu.
Red de Defensoras del Medio Ambiente y el Buen Vivir – https://youtu.be/X_
Asamblea en Defensa de la Cuenca Del Río Epuyen, Chubut – https://
Frente de Lucha por la Soberanía Alimentaria Argentina – https://youtu.be/
Red de Plantas Saludables y el Buen Vivir, Bs. As. – https://youtu.be/aYuM-wv1Aqs
Serpaj/RIZOMA, Queremos Alimentos Sin Veneno – https://www.youtube.
Conciencia Solidaria ONG, Córdoba –https://youtu.
XR, Rebelión frente a la Crisis Climática – https://youtu.be/
PUCARÁ Catamarca NO a la Megaminería – https://youtu.
URUGUAY
Luis Lacalle Pou, y Beatriz Argimón, anoche, en la sede del sector Todos del Partido Nacional.
Por lo tanto, “los mercados sospechan, intuyen, una duplicación de las formas de tipo de cambio que haya” que significa uno oficial para importaciones y exportaciones y que regirían los precios de los alimentos; y uno más libre para el mercado financiero o el turismo. “La diferencia es bastante grande, estamos hablando de una brecha que incluso llegó al 30% entre un dólar y otro”. remarcó.
Con respecto a la deuda externa, López Mieres afirmó que “a diferencia del 2001/2002” donde el peso de la reestructuración recayó sobre privados, “manteniendo al FMI como acreedor privilegiado”, hoy la situación cambia. El candidato del Frente de Todos Alberto Fernandez no iría contra los tenedores de bonos, sino que respetaría esos depósitos y “el peso de la quita iría sobre el Fondo, lo cual no tiene antecedentes en el mundo”.
Fuente: Sobre la hora
Partido Revolucionario de los Trabajadores
PRT – Argentina. Por la Revolución Socialista
Un camino inmediato a recorrer
24/10/2019
Por PRT
Es
sabido que la Argentina es un territorio con grandes recursos naturales
por excelencia. Nuestra ubicación geográfica nos permite tener enormes
posibilidades de producir alimentos en grandes cantidades. Se sabe que
nuestro país produce alimentos para 400 millones de personas. Sin
embargo, en nuestra población que apenas supera los 40 millones de
habitantes, más de la mitad de la población está por debajo de la línea de la pobreza,
ya que el destino de lo producido, en manos del capital, no está a
disposición de la población, sino que tiene como único objetivo la
ganancia.
Es realmente inaceptable la semejante
pobreza a la que nos han sometido a los trabajadores y al pueblo. Según
datos oficiales, más del 35% de la población no llega a cubrir la
canasta básica alimenticia, que ya tiene un valor de 32 mil pesos. Es
decir, aproximadamente 16 millones de personas están consideradas como
pobres, por no tener ese ingreso. A esto se le suma un 7,7% que está
considerada como indigente. Hablamos de 4 millones de personas que
tienen un ingreso por debajo de los 13 mil pesos, lo cual no les permite
cubrir lo mínimo e indispensable.
Es importante aclarar que estamos
suscribiendo a los números que han publicado en fuentes oficiales, lo
cual nos indica que estás cifras en realidad deben ser más alarmantes.
Pero solo por hacer mención, el salario promedio en la Argentina es de 24 mil pesos y está muy por debajo de la canasta básica.
Es decir, que la pobreza no es producto solo de la gran desocupación,
sino que también millones de asalariados cobran sueldos por debajo de la
línea de la pobreza.
Así como también infinidad de jubilados
son sometidos a cobrar una jubilación por debajo de la indigencia, ya
que la mínima, no supera los 13 mil pesos. Y así podríamos desarrollar
muchísimos indicadores que muestran la catástrofe humaanitaria que
significa el capitalismo y las políticas desarrolladas por el gobierno
de turno.
Es aquí donde nos queremos detener a desarrollar una experiencia más, de lucha. En el barrio de Longchamps,
pcia. de Bs. As., hombres, mujeres y niños organizados en comedores
comunitarios, y hartos de ser utilizados por punteros políticos de toda
índole, salen a las calles a luchar para conquistar la dignidad. En ese
barrio se encuentra una de las plantas de La Serenísima,
donde se producen alimentos de primera necesidad, pero
contradictoriamente los niños de los barrios de esa zona muy lejos están
de acceder a esos productos por los altos precios. Está organización
llamada Movimiento Unidos del Sur, luego de movilizarse a esa fábrica cortándole los accesos a los camiones, conquista la entrega de yogures para sus comedores.
Esta es una experiencia de lucha de las tantas que suceden todos los días en nuestro país.
Pero nos reafirma una vez más que frente
a semejante injusticia que significa el capitalismo, arrancarles a los
monopolios con la lucha parte de su ganancia, es un grito de dignidad.
La movilización en las calles es el
único camino posible que puede dar soluciones inmediatas a los problemas
inmediatos de nuestro pueblo.
La organización política de la clase
obrera en las fábricas tiene que desarrollarse en unidad con los barrios
de la zona, con los estudiantes, los asalariados y con toda la
población. Es el camino que debemos emprender para construir un doble
poder capaz de torcer el brazo a los monopolios. Un camino necesario a
recorrer, hasta que llegue el día que lo producido por la clase obrera
solo este destinado a satisfacer las necesidades del pueblo y no las
ganancias de unos pocos capitalistas.
Partido Revolucionario de los Trabajadores
PRT – Argentina. Por la Revolución Socialista
Reflexiones sobre el Salario Mínimo Vital y Móvil
24/10/2019
Por PRT
La
clave de los salarios de cualquier trabajador, es el Salario Mínimo
Vital y Móvil (SMVM), el cual no sólo es el promedio de la masa salarial
de nuestro país, sino también la plataforma sobre la cual se erige toda
la política salarial, previsional y de “gastos” patronales sobre
aportes y contribuciones, seguros, etc.
Silenciosamente, con la necesaria
complicidad del gremialismo empresarial, desde hace más de cuatro
décadas, todas las políticas de los diferentes gobiernos, militares o
“democráticos” se han ocupado puntualmente de ir bajando el nivel del
SMVM porque con ello bajaron y bajan todos los salarios.
Producto de masivas y heroicas luchas de
la clase obrera y demás sectores asalariados y populares que
acompañaron las mismas, entre los años 1973 y 1974, se había logrado que
el SMVM fuera igual a la canasta familiar, poniendo en concordancia al
mismo con el postulado del Art. 14 bis de la Constitución Nacional. El rodrigazo
y luego la violenta y criminal dictadura militar del 1976, bajaron de
un plumazo el nivel del SMVM por debajo de la canasta familiar.
El recorte era una necesidad imperiosa
de la burguesía monopolista, a fin de recomponer su tasa de ganancia
media que había sido reducida justamente por las conquistas logradas.
Sobre estas últimas que fortalecieron, como nunca antes, al proletariado
y capas populares, se había llegado a cuestionar el poder de la propia
burguesía lo cual era inadmisible y había que proceder a cortar de cuajo
semejante afrenta para el poder monopolista.
El capital financiero al mando de la
dictadura militar, debió ahogar en sangre las luchas logradas por el
proletariado y su vanguardia revolucionaria que se erigían como un
paredón imposible de traspasar para lograr tal objetivo.
A partir de allí, el SMVM, por arte de todos los gobiernos que se sucedieron en la era “democrática” fue trasladado al rincón del olvido,
ocultándolo deliberadamente de la vista de las grandes masas
laboriosas, detrás de discusiones “paritarias”, convenios laborales
truchos (es decir, sobre bases inferiores al piso del SMVM, reformas
laborales, etc.) siendo motivo de constantes bajas relativas en
comparación con los precios de las mercaderías, sobre todo, con el
aumento sucesivo, acelerado e imparable de los productos de la canasta
familiar.
El instrumento que sirvió para ese fin
fue el Consejo del Salario creado para tal efecto, y compuesto por las
tres patas de la expresión burguesa: empresariado monopolista, gobierno y empresariado sindical.
Bajando el SMVM es que se fue
disminuyendo el nivel del piso sobre el cual se discutirían todos los
ingresos de los trabajadores de cualquier rama y los porcentajes de
jubilaciones y pensiones, así como los seguros de accidentes del
trabajo, seguro de vida obligatorio, aportes patronales, etc.
Los porcentajes de las paritarias
actuales están regidos sobre las bases del actual SMVM que, en octubre
del presente año, apenas alcanza a la suma de $ 16.875,00, lo cual
representa la tercera parte del costo de la canasta familiar
que asciende a la suma de $ 45.000,00. Así y todo, hay enorme cantidad
de trabajadores que ganan menos que el magro SMVM actual.
La trampa de las paritarias actuales
radica en que, aunque se logren alícuotas altas en las mismas, sobre una
base pequeña, los ingresos de los trabajadores no satisfacen las
necesidades mínimas de sostener y reproducir sus vidas impuestas por el
desarrollo alcanzado en la sociedad argentina. En pocas palabras para
expresar mejor nuestra idea diremos que el 50% de $ 0, es $ 0.
Es tal el ocultamiento ideado por la
burguesía, sus gobiernos de turno y el empresariado gremial que, en las
estadísticas y difusión de noticias en los medios masivos, ya no se
refieren a la canasta familiar, ahora fue cambiada por la “canasta básica alimentaria” que no contempla, tal como lo describe el Art. 14 bis de la Constitución vigente: “retribución
justa, descanso y vacaciones pagados, SMVM, participación en las
ganancias de las empresas con control de la producción y otros
beneficios”.
La burguesía no sólo barrió todo lo
dispuesto por el Art. 14 bis de la Constitución, a pesar de que siempre
se llenan la boca del respeto a la Constitución y a las leyes, sino
también el concepto de canasta familiar reduciéndolo al concepto
tramposo de “canasta básica alimentaria”, como si el trabajador sólo
necesitara mal alimentarse para poder vivir.
Esto significa una vuelta más de tuerca para los ingresos de los proletarios que somos la mayoría de toda la sociedad
compuesta por una fuerza de trabajo de 20.000.000 de habitantes entre
mujeres y hombres, más sus respectivas familias, lo que hace un promedio
de más de 40.000.000 (si tomamos como promedio una familia tipo de 4
personas) sobre un total poblacional de 45.000.000 millones de
habitantes.
Por eso, la lucha por el aumento del
SMVM al nivel de la canasta familiar es fundamental para toda la clase
obrera y trabajadores en general. Al día de hoy, significaría un salario
base para cualquier actividad de $ 45.000, lo cual no sólo elevaría los
ingresos de los trabajadores sino también de los jubilados y
pensionados. Sobre esa base de SMVM, las discusiones de paritarias y
convenios de cualquier rama, serían otra cosa totalmente distinta a la
actualidad. Los aceiteros, por ejemplo, con luchas, han logrado que el
piso de su convenio sea, precisamente, el valor actual de la canasta
familiar o sea el SMVM.
Tenemos que desenmascarar el papel
nefasto que juega al respecto el sindicalismo empresarial y todos los
gobiernos de turno, haciendo la vista gorda sobre el verdadero motor que
pone en movimiento las remuneraciones y conquistas sociales de todos
los trabajadores.
Se trata de una lucha política que
involucra a toda la clase obrera, trabajadores en general y pueblo
laborioso, e involucra también a los jubilados y pensionados, porque el
cálculo de jubilaciones mínimas y pensiones se hace sobre la base del
SMVM.
Por consecuencia, la misma debe ser encarada contra
la burguesía, contra las políticas de los gobiernos de turno que van
por más flexibilización laboral, reforma impositiva y reforma
previsional.
Constituye un punto de unidad crucial
para las amplias mayorías y es no sólo posible lograrlo con la lucha
decidida desde las bases unificando en un solo haz a todos los
trabajadores cualesquiera sean sus ramas, sino que es sumamente
necesaria para establecer las mínimas condiciones de vida sobre las
cuales debemos existir en esta sociedad hasta lograr la definitiva
liberación de la explotación burguesa.
Debemos concebir semejante lucha con una
unidad que trascienda toda limitación impuesta por las diferencias de
oficios y ramas. No es una lucha gremial sino una lucha de clases entre
la burguesía monopolista, sus gobiernos de turno y el empresariado
gremial, por un lado, y los trabajadores y pueblo laborioso por otro.
ELECCIONES
Macri y Alberto Fernández: una transición ordenada bajo el control del FMI
En una elección híper-polarizada, el Frente de Todos se impuso a Juntos por el Cambio. Las tensiones políticas y económicas del país que viene.
Eduardo Castilla @castillaeduardo
Lunes 28 de octubre | 03:44 - LA IZQUIERDA DIARIO
Lunes 28 de octubre | 03:44 - LA IZQUIERDA DIARIO
En ese marco, desafiando previsiones, el macrismo logró una notoria recuperación en relación a los comicios de agosto. En ese crecimiento electoral hay que balancear la mayor afluencia de votantes y el haber avanzado sobre el espacio electoral de Lavagna, Espert y Gómez Centurión concentrado el voto anti-peronista.
Ese crecimiento no puede analizarse solo a partir de la épica y las movilizaciones de las últimas semanas. Si se mira más allá del simple conteo electoral, la remontada cambiemita expresa una suerte de empoderamiento de las clases medias más conservadoras, aquellas que sostuvieron las políticas más reaccionarias de la gestión macrista desde 2015.
El Frente de Todos aportó su cuota a este empoderamiento. Luego de las PASO, lejos de enfrentar a la derecha, moderó su discurso al límite de lo posible. El objetivo fue garantizarse las simpatías del gran capital.
En las semanas que siguieron a aquel domingo de agosto, Fernández ratificó su vocación de “pagador serial” de la deuda externa. Lo hizo ante la Fundación Mediterránea, la UIA y los empresarios reunidos por Héctor Magnetto. En esa tónica conservadora eligió posar junto al cuestionado gobernador de Chubut, Mariano Arcioni. Ante los reclamos del movimiento de desocupados y las organizaciones sociales, insistió con el pedido “salir de las calles”, al tiempo que jugaba un rol activo en el levantamiento de una huelga de pilotos.
Más en general, luego de la fuerte resistencia callejera que la reforma previsional encontró en diciembre de 2017, el peronismo eligió el camino de la contención. A quienes reclamaban contra el crecimiento de la pobreza y la desocupación les propuso la espera pasiva del “Hay 2019”. Apostó a la desmovilización, alentando como única salida el camino de las urnas. La dirigencia sindical operó aislando las luchas en curso mientras administraba -en dosis homeopáticas- las medidas de fuerza nacionales. En ese escenario, el kirchnerismo sostuvo un discurso opositor mientras llamaba a la unidad a los antiguos “traidores”.
Ese recorrido político también permite explicar las tendencias conservadoras que se expresaron este domingo en el voto a Macri.
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Bipartidismo senil bajo la tutela del FMI
Aunque lejos de lo acontecido a la salida de la dictadura, el resultado electoral alienta la conformación de una suerte de nuevo bipartidismo. Se trata, agreguemos, de uno senil, débil, sustanciado más en el rechazo al rival que en el mérito propio. Malmenorismo puro y duro, para decirlo sumariamente.Bajo lo que se insinúa como un nuevo esquema político, este domingo por la noche Mauricio Macri anunció su intención de jugar el papel de “una oposición constructiva”. El discurso representa un giro de 180° a lo dicho en las últimas semanas, donde apostó a la polarización extrema con el peronismo.
Esas declaraciones se completaron con el llamado a Alberto Fernández a un desayuno para este lunes. Desde otro barrio de la Ciudad de Buenos Aires, el presidente electo aceptó el convite. Propuso “empezar a hablar del tiempo que queda” y señaló su voluntad de “colaborar en todo lo que podamos colaborar”.
El discurso político de ambos referentes propone una "transición ordenada" hacia diciembre. Sin embargo, la misma no pone en discusión ninguno de los supuestos que empujaron la crisis actual. Implica naturalizar el más importante de ellos: la tutela que ejerce el FMI sobre la economía nacional.
Bajo ese control, el endeudamiento externo pesa como una enorme carga sobre los destinos de la nación. Los pagos correspondientes a los próximos cuatro años superan los USD 200.000 millones. Aceptar la continuidad de los mismos -como lo hacen Macri y Alberto Fernández- implica condenar a las mayorías populares a un futuro sombrío.
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La importante votación lograda por Macri repercutirá, necesariamente,
al interior del Frente de Todos. Dentro de ese variopinto conglomerado
cobrarán fuerzas los sectores más conservadores y derechistas, aquellos
que durante estos años dieron su aval para la continuidad de las
políticas de ajuste.Entre esos activos dadores de gobernabilidad hay que contabilizar a gobernadores, intendentes, dirigentes como Sergio Massa y a la dirigencia sindical burocrática. El ajuste que empujó la pobreza al 35 % no hubiera pasado sin su colaboración. Macri, al proponerse como un “opositor racional”, repite desde otro extremo del arco político ese mismo esquema.
La importante votación del macrismo constituye, al mismo tiempo, un canal para la presión directa del gran capital imperialista y local. Cambiemos fue en estos años el vocero abierto de esos intereses. Dados los resultados electorales, esa relación cuenta muchas posibilidades de continuar.
Un futuro de tensiones
El masivo voto castigo a las políticas de Macri volvió a expresarse en las elecciones generales. Allí se concentró el deseo de millones de un mañana mejor en cuanto a las condiciones económicas.Esto constituye un límite por izquierda a las políticas de ajuste que el FMI y las grandes patronales, con toda seguridad, intentarán empujar a través de la nueva coalición de gobierno y del macrismo.
En el mismo registro hay que leer las recientes rebeliones populares en Chile y Ecuador. Esos levantamientos, que vuelven a poner en escena el fantasma de la lucha de clases, evidencian los obstáculos sociales a una nueva agenda de ajuste. Sea la derecha liberal chilena o los restos del pseudo-progresismo ecuatoriano, los intentos de seguir precarizando la vida de millones son contestados con la protesta callejera y el enfrentamiento a la (brutal) represión. Indudablemente, esto también construye límites por izquierda en el escenario político nacional.
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Una valiosa elección del Frente de Izquierda Unidad
En el marco de la brutal polarización electoral, la fórmula presidencial que encabezó Nicolás del Caño alcanzó un 2.16 % de los votos, retrocediendo levemente en relación a las PASO.Sin embargo, la simpatía hacia las ideas desplegadas por el FIT Unidad supera los porcentajes electorales obtenidos este domingo. Un dato que lo ilustra es la votación en la categoría de diputados nacionales, donde el escrutinio provisorio arroja un número cercano a los 800 mil sufragios. Allí destacaron las logradas por Myriam Bregman (CABA), Néstor Pitrola (PBA), Raúl Godoy (Neuquén) y Alejandro Vilca (Jujuy).
En el nuevo escenario nacional resulta urgente fortalecer a la izquierda como fuerza política. Frente a las exigencias del FMI y las grandes patronales, hay que oponer un programa anticapitalista y socialista, que ataque los intereses de los ganadores de estos años. Solo una perspectiva así puede impedir que la crisis siga recayendo sobre las mayorías populares.
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El futuro, como muestran Chile y Ecuador, también se jugará en las
calles. Es preciso seguir avanzando en la construcción de una fuerza
política de los explotados y los oprimidos, independiente de todos los
partidos patronales, capaz de imponer su propia salida a la crisis. Un
partido capaz de, movilizar ampliamente al pueblo trabajador, a las
mujeres y a la juventud ante las tensiones futuras que la tutela del FMI
impondrá al país.Red Latina sin fronteras
Argentina: #GaneQuienGane, Estaremos en las Calles
https://youtu.be/oe2pj7bYhxY
#GaneQuienGane, Nora nos convoca una y otra vez a estar en las calles, porque es ahí, en la movilización y la organización, donde se nutre la fuerza popular que necesitamos para # QuePierdaElExtractivismo, para que #NoPagamosLoQueNoDebemos y para que el #HambreCero se convierta en realidad.
Como campaña seguiremos movilizándonos, difundiendo, articulando, fortaleciendo las luchas aquí y en toda Nuestra América. Invitamos a ver y compartir este primer muestreo de los conflictos y las propuestas que nos seguirán movilizando.
Porque #GanóQuienGanó, # NoAlSaqueoContaminaciónYExclus ión. # LosPueblosYLaNaturalezaExigimo sNuestrosDerechos
Multisectorial Paren de Fumigarnos, Rosario – https:// youtu.be/mouoqI9l0es
Asamblea El Famatina No Se Toca – https://youtu.be/88K_ EDNcS_c
¡Jallalla Pueblos Originarios! – https://youtu. be/ElrYDUB16VY
Red de Defensoras del Medio Ambiente y el Buen Vivir – https://youtu.be/X_ Ff62h5cYI
Asamblea SocioAmbiental Zona Este Mendoza. – https://youtu.be/r0AfIpzXoxw
Asamblea en Defensa de la Cuenca Del Río Epuyen, Chubut – https:// youtu.be/ksiQz-88cP8
Frente de Lucha por la Soberanía Alimentaria Argentina – https://youtu.be/ EA1ky7zMSdY
Conciencia Solidaria-Conciencia Originaria – https://youtu.be/JxQXI8A7RHk
Multisectorial Antiextractivista, Bs.As., – h ttps://youtu.be/K1epZmkimok
Vecinos Autoconvocados en Defensa de Santa Catalina, Lomas de Zamora – https://youtu.be/vL4XOQ134kM
Red de Plantas Saludables y el Buen Vivir, Bs. As. – https://youtu.be/aYuM-wv1Aqs
Unidos por el Rio, Vicente López – https://www.youtube.com/ watch?v=YqvprDEAAIQ
Serpaj/RIZOMA, Queremos Alimentos Sin Veneno – https://www.youtube. com/watch?v=gUe5cFWBjfM
Conciencia Solidaria ONG, Córdoba –https://youtu. be/Smvizw7DLH8
XR, Rebelión frente a la Crisis Climática – https://youtu.be/ EftB2vK0s2o
Asamblea del Algarrobo Por el Agua y la Salud NO a la Megaminería – https://youtu. be/NhFLsRMO0WM
PUCARÁ Catamarca NO a la Megaminería – https://youtu. be/u4vQRyGvB_g
Conciencia Solidaria ONG, Rosario – https://youtu.be/EEsUMKV6rFQ
enviado por dialogo2000@gmail.com
URUGUAY
Daniel Martínez y Luis Lacalle Pou a balotaje en noviembre
28 de octubre de 2019 |
Elecciones 2019
| Foto:
Federico Gutiérrez - LA DIARIA
El FA perdió la mayoría en ambas cámaras; la reforma de Jorge Larrañaga no llegó a ser aprobada.
Como era esperado, las elecciones nacionales de ayer marcaron
que el 24 de noviembre habrá una segunda vuelta, en la que se medirán el
candidato del Frente Amplio (FA), Daniel Martínez, y su par del Partido
Nacional (PN), Luis Lacalle Pou, con sus respectivas compañeras de
fórmula, Graciela Villar y Beatriz Argimón.
El FA alcanzó 39,9%, según los datos de la proyección del escrutinio de la diaria, una cifra que estaba dentro de lo pronosticado por la mayoría de las encuestas. Lo mismo ocurrió con la votación del PN: obtuvo 28,5% de los votos y por lejos fue el partido de oposición más votado, sacando más que el doble de votos que el Partido Colorado (PC). De hecho, la candidatura de Ernesto Talvi llegó, según la proyección de la diaria, a 12%, mientras que el novel Cabildo Abierto (CA), de la mano de la postulación del ex comandante en jefe del Ejército Guido Manini Ríos, consiguió 10,7% de los votos.
Este último partido marcó la diferencia en la elección, dado que
respecto de la contienda de hace cinco años, los tres partidos más
grandes del país perdieron apoyo: el FA consiguió ocho puntos
porcentuales menos; el PN, casi dos puntos, y el PC casi un punto
porcentual. También el Partido Independiente (PI) y Unidad Popular
redujeron su votación, en el primer caso en más de dos puntos
porcentuales (pasó de 3% a menos de 1%), mientras que el partido que
postulaba a la presidencia a Gonzalo Abella no alcanzó el punto
porcentual que había obtenido en 2014.
Esta votación también alteró la actual composición parlamentaria. De acuerdo a los cálculos de la diaria, el FA perdería un senador y quedaría con 14 miembros en la cámara alta, lo que lo dejaría en minoría incluso si gana el 24 de noviembre y se hace con la vicepresidencia. Mientras, el PN también perdería una (pasaría de diez a nueve), el PC se mantendría en cuatro y CA obtendría tres. El PI también perderá la banca que tenía Pablo Mieres en el Senado.
En la Cámara de Diputados el FA también perdió la mayoría
parlamentaria: pasó de tener 50 a 43 representantes. En tanto, los
blancos contarían con dos diputados menos (de 32 a 30), los colorados
mantendrían a sus 13 representantes y Cabildo Abierto conseguiría 11
legisladores. Además, habría dos diputados para los partidos chicos: en
principio, uno para el Partido Ecologista Radical Intransigente y otro
para el Partido de la Gente, que postulaba al empresario Edgardo Novick.
A nivel partidario, la reforma solamente fue impulsada por Alianza Nacional, el sector del senador nacionalista, y ningún candidato decidió darle su apoyo. La semana pasada, el ex presidente Julio María Sanguinetti, líder del sector Batllistas, anunció que daría su respaldo a la iniciativa. Según la proyección del equipo de estadísticos de la diaria, en los circuitos con mayores credenciales nuevas de la muestra –que incluyen no sólo a personas que votaban por primera vez, sino también a otros que habían trasladado sus credenciales– la reforma apenas alcanzó 36%.
El FA alcanzó 39,9%, según los datos de la proyección del escrutinio de la diaria, una cifra que estaba dentro de lo pronosticado por la mayoría de las encuestas. Lo mismo ocurrió con la votación del PN: obtuvo 28,5% de los votos y por lejos fue el partido de oposición más votado, sacando más que el doble de votos que el Partido Colorado (PC). De hecho, la candidatura de Ernesto Talvi llegó, según la proyección de la diaria, a 12%, mientras que el novel Cabildo Abierto (CA), de la mano de la postulación del ex comandante en jefe del Ejército Guido Manini Ríos, consiguió 10,7% de los votos.
Esta votación también alteró la actual composición parlamentaria. De acuerdo a los cálculos de la diaria, el FA perdería un senador y quedaría con 14 miembros en la cámara alta, lo que lo dejaría en minoría incluso si gana el 24 de noviembre y se hace con la vicepresidencia. Mientras, el PN también perdería una (pasaría de diez a nueve), el PC se mantendría en cuatro y CA obtendría tres. El PI también perderá la banca que tenía Pablo Mieres en el Senado.
Internas
Al cierre de esta edición, y cuando la Corte Electoral llevaba escrutado 70% de los votos, los sublemas más votados al Senado en el FA eran “Más desarrollo con igualdad”, y dentro de este, la dupla José Mujica-Lucía Topolansky (Movimiento de Participación Popular); y “Progresistas”, con las listas encabezadas por Mario Bergara y Enrique Rubio (Vertiente Artiguista), que se disputaban el primer lugar. Por su parte, en el PN, el sublema “Todos hacia adelante” triunfaba cómodamente –liderando la plancha encabezada por Luis Lacalle Pou y Álvaro Delgado–, mientras que en segundo lugar figuraba el sublema Alianza Nacional, encabezado por Jorge Larrañaga, superando por el doble de votos al sublema “Todo por el pueblo”, de Juan Sartori. En el PC, el sublema “Ciudadanos”, de Ernesto Talvi, superaba por poco a “Batllistas unidos”, encabezado por Julio María Sanguinetti.Plebiscito
Por otra parte, la reforma constitucional en materia de seguridad no logró los votos necesarios para ser aprobada. Según los datos primarios de la proyección de escrutinio de la diaria, la iniciativa impulsada por el senador nacionalista Jorge Larrañaga alcanzó 46,8% de los votos, sin superar la barrera de 50% de adhesiones requerida para ser aprobada.A nivel partidario, la reforma solamente fue impulsada por Alianza Nacional, el sector del senador nacionalista, y ningún candidato decidió darle su apoyo. La semana pasada, el ex presidente Julio María Sanguinetti, líder del sector Batllistas, anunció que daría su respaldo a la iniciativa. Según la proyección del equipo de estadísticos de la diaria, en los circuitos con mayores credenciales nuevas de la muestra –que incluyen no sólo a personas que votaban por primera vez, sino también a otros que habían trasladado sus credenciales– la reforma apenas alcanzó 36%.
La reforma “Vivir sin miedo” de Larrañaga no prosperó y la Articulación No la reforma festejó
La reforma de la Constitución de la República “Vivir sin miedo”, que propuso el senador blanco Jorge Larrañaga, logró el 47% de los votos por lo cual no prosperó.
NO A LA REFORMA
28 de octubre de 2019, 02:33hs - LR21
Si bien la reforma constitucional por mayor seguridad no resultó
aprobada, ya que no logró la mayoría absoluta de los votos, de todos
modos el senador Jorge Larrañaga, quien fue el impulsor del plebiscito,
dijo sentirse satisfecho con el 47% que logró la iniciativa.
Larrañaga remarcó que la reforma equivale a “más de 1.150.000 votos, lo cual revela que es la opción política más importante, con mayor cantidad de votos, en el resultado final”.
“Estamos felices, contentos, porque hemos jugado un papel importantísimo para este estupendo resultado que hoy tiene el Partido Nacional”, dijo Larrañaga.
El legislador denunció faltantes de papeletas en algunas comisiones receptoras de votos, y en otros casos adulteraciones, por lo que no descarta realizar una denuncia ante la Corte Electoral.
“La próxima semana nos reuniremos para pensar y evaluar los caminos a seguir. Seguiremos apostando a la mejora de la convivencia desde diversos espacios”, se indicó.
Manifestaron que de todos modos, el debate sobre seguridad no está saldado, porque “es un problema real”. Pero remarcaron que “la mejora de la seguridad “no pasa por la militarización, ni endureciendo las penas, ni criminalizando a la pobreza, sino atendiendo el problema de forma transversal”.
“Desde la Articulación Nacional No a la Reforma queremos aclarar que no fomentamos ni apoyamos el robo o adulterio de papeletas del Sí. Entendemos la votación como un hecho democrático y plural donde todas las personas deben tener derecho a emitir su opinión”, expresaron.
Larrañaga remarcó que la reforma equivale a “más de 1.150.000 votos, lo cual revela que es la opción política más importante, con mayor cantidad de votos, en el resultado final”.
“Estamos felices, contentos, porque hemos jugado un papel importantísimo para este estupendo resultado que hoy tiene el Partido Nacional”, dijo Larrañaga.
El legislador denunció faltantes de papeletas en algunas comisiones receptoras de votos, y en otros casos adulteraciones, por lo que no descarta realizar una denuncia ante la Corte Electoral.
Se logró el objetivo
Por su parte, la Articulación Nacional No a la Reforma expresó, a través en conferencia de prensa, que su objetivo principal era que la reforma no saliera y destacó que ese objetivo se alcanzó.“La próxima semana nos reuniremos para pensar y evaluar los caminos a seguir. Seguiremos apostando a la mejora de la convivencia desde diversos espacios”, se indicó.
Manifestaron que de todos modos, el debate sobre seguridad no está saldado, porque “es un problema real”. Pero remarcaron que “la mejora de la seguridad “no pasa por la militarización, ni endureciendo las penas, ni criminalizando a la pobreza, sino atendiendo el problema de forma transversal”.
“Desde la Articulación Nacional No a la Reforma queremos aclarar que no fomentamos ni apoyamos el robo o adulterio de papeletas del Sí. Entendemos la votación como un hecho democrático y plural donde todas las personas deben tener derecho a emitir su opinión”, expresaron.
Chile y el estallido popular
Todo comenzó cuando un grupo de estudiantes manifestando su disconformidad ante el aumento de boleto subieron maxivamente al Metro y no lo pagaron. El poco tacto del gobierno que apeló a la represión militar conmocionó a todo Chile y a América Latina. Instaló medidas de excepción, toque de queda, estado de sitio. Esa fue la respuesta hacia un pueblo que lucha contra el hambre.
Mientras el gobierno apelaba a la violenta represión con el Ejército y los tristemente célebres Carabineros los estudiantes convocaron al movimiento popular chileno a ocupar los lugares públicos, las ciudades de todo el país. La población respondió. Ell problema estudiantil ahora se transformó e incluyendo a la población cuestionó al gobierno, a la política económica neoliberal, a la miseria de los salarios, a la situación de hambre de los pobres, a las privatizaciones (salud, vivienda, agua, etc.) a que un 14% de ricos y las multinacionales se apoderaran de la riqueza llevando al pueblo a la indigencia (incluidas, las comunidades indígenas).
Todo se difundió por las redes. Chile despertó porque resistía, porque denunció permanentemente la represión militar y el despojo del neoliberalismo. Se demostró un gran acierto del movimiento inicial y la rebeldía ganó las calles. No se quedó en la reivindicación, levantó la denuncia política enseñando a toda America latina las consecuencias nefastas de las políticas neoliberales..
Así pues, la claridad del movimiento social chileno le permitió no quedarse en lo puntual y abrió la lucha a toda la población otorgando profundidad a su lucha. Vimos en los videos a las amas de casa explicando los sacrificios para comer todos los días, como viven, la super explotación del trabajo, quedarse sin salud, con viviendas precarias. La claridad en el cuestionamiento al gobierno como el orquestador de la política económica neoliberal.
No hubo solo crítica sino que construyeron sus propias organizaciones de asambleas, de discusion abierta, cara a cara, de una gran y fantástica actividad cultural conjunta con la población tomando las calles. Los pobres, los “sumergidos” tenemos nuestra propia cultura. Los pueblos en el mundo han tenido muchas derrotas y de ellas se sale aprendiendo de los errores, autocriticándonos, resolviendo entre todos, desconfiando de las élites: las económicas y las políticas al servicio del capitalismo.
No olvidar el camino trazado por los primeros libertadores en América Latina: LOS PUEBLOS DEBEN SER LIBRES.
Chile despertó es vuestra consigna abriendo camino. América Latina y el pueblo oprimido del mundo, tarde o temprano, la hará suya. Gracias pueblo chileno por esta magnífica enseñanza.
Marxito
Montevideo
27 de octubre de 2019
PUGNA IDEOLÓGICA
por Jorge Zabalza
Publicado en VOCES el 9 de octubre de 2019
“Revolución socialista o caricatura de revolución”, gráfica expresión de Ernesto Guevara que rebatió el mito estalinista de la “revolución por etapas” y de los frentes populares en alianza con las supuestas burguesías “democráticas y nacionalistas”. Esas burguesías de América Latina nacieron y se educaron para servir a la acumulación capital de los grandes centros europeos y norteamericanos de expansión del capitalismo. Han sido y son incapaces de imaginarse un sistema económico propio, no tienen intereses independientes del sistema capitalista mundial. La revolución cubana logró poner en práctica políticas de liberación nacional mientras transformaba el modo de producir y de participación política, transitando directamente hacia al socialismo. Hoy día, parece evidente que, al avanzar hacia una democracia avanzada, solamente se logra consolidar y fortalecer el sistema de reproducción del capital.
Claro que, el motivo de la gran disrupción con el estalinismo criollo provino de la prédica de Guevara en favor de los estímulos morales (“el comunismo es un hecho de consciencia”). El tránsito revolucionario que proponía Guevara recorría una senda muy diferente a la emprendida por quienes utilizaban las armas melladas del capitalismo en el “socialismo real”.
Por otra parte, la apelación al “deber de todo revolucionario”, o sea, a la responsabilidad política individual, provocó tremendas consecuencias transformadoras en la subjetividad latinoamericana. En respuesta a ella, colgaron la mochila al hombro De la Puente Uceda y Héctor Béjar en Perú, Douglas Bravo, Francisco Prada y Fabricio Ojeda en Venezuela, Carlos Fonseca en Nicaragua, Ricardo Masetti en Argentina y Turcios Lima y Yon Sosa en Guatemala. Trepar las sierras fue su forma particular de expresar el espíritu general que conmovería la humanidad en 1968.
El 10 de agosto de 1967 Fidel cerró la primera conferencia de la Organización Latinoamericana de Solidaridad en el Teatro Chaplin de La Habana. Su memorable discurso denunciando la ayuda financiera y técnica que el “campo socialista” prestaba a los mismos países que expulsaron a Cuba de la OEA y bloquearon su economía. El abrumador aplauso las delegaciones presentes rubricó la condena. Sin embargo, el presidente de la delegación uruguaya, Rodney Arismendi, permaneció de brazos cruzados, mientras Raúl Castro le aplaudía en la cara. Arismendi fue solamente acompañado por el embajador de la URSS y por varios periodistas soviéticos. José Díaz, Reinaldo Gargano y el resto de la delegación uruguaya aplaudieron entusiasmados. Se declaró la independencia de la revolución latinoamericana por mayoría absoluta.
Luego, Fidel se explayó condenado las agresiones de los EEUU a revolución cubana. Destacó la resistencia armada de los negros en Estados Unidos que “no necesitaron apelar a ninguna filosofía, y mucho menos a una filosofía revolucionaria, para justificar la inacción”. El camino de la revolución era un camino de lucha: “Que nadie se haga ilusiones de que conquistará el poder pacíficamente en ningún país de este continente, que nadie se haga el ilustrado y el que pretenda decir a las masas semejante cosa, las estará engañando miserablemente”. (…) “Esto no quiere decir que hay que agarrar un fusil mañana mismo, en cualquier sitio y empezar a combatir”.
Tampoco “quiere decir que la acción deba esperar al triunfo de las ideas. Este es un punto esencial de la cuestión: los que creen necesario primero que las ideas triunfen en las masas antes de iniciar la acción, y los que comprenden que, precisamente, la acción es uno de los más eficaces instrumentos de hacer triunfar las ideas en las masas”.
Basta con que las ideas revolucionarias sean asumidas por un número suficiente de personas, las necesarias para la expedición del Granma, por ejemplo. “De lo que se trata es de la pugna ideológica entre los que quieren hacer la revolución y los que no quieren hacerla, es la pugna entre los que quieren hacerla y los que la quieren frenar”. Esa batalla de ideas todavía sigue en pie.
El clima en 1968
El 5 de enero de 1968 se produjo un cambio notable en la jerarquía del estalinismo checoeslovaco. Novísimo secretario general, Alejandro Dubcek inició un proceso de reformas dirigido a trasladar el quehacer político hacia las bases, hacia los consejos organizados por obreros, estudiantes, artistas, académicos y cooperativas de campesinos. Es cierto que Alejandro Dubcek empujó “la primavera de Praga” desde las alturas, pero, en definitiva, emprendía un regreso a los orígenes ideológicos de la revolución del ’17. Nadie podía extrañarse, entonces, que la burocracia estalinista -principal beneficiaria del estado de cosas- se opusiera violentamente a las reformas.
El 21 de agosto de 1968, el ejército de la URSS invadió Checoeslovaquia. Aun así, el fenómeno no se detuvo hasta fines de 1969. El soplo primaveral contribuyó a la ruptura de la disciplina intelectual que aprisionaba las ideas en las redes de los esquemas estalinistas. En los hechos, fue el inicio del quiebre que años después haría implosionar la URSS, el Ejército Rojo y el “campo socialista”, permitiendo aflorar a superficie la restauración del capitalismo llevada a cabo por el PCUS. El estalinismo fue el principal responsable de que millones de personas hayan involucionado y adoptado las ideas liberales.
A principios de 1968 también fue la ofensiva del Tet. El 31 de enero, vietnamitas del norte y del sur, soldados de línea y guerrilleros experimentados, atacaron las principales ciudades del Vietnam ocupado por los Estados Unidos. Tres semanas duró la batalla en Saigón: ¡Llegaron a tomar por asalto la embajada de los gringos!
Los revolucionarios ocuparon la emblemática Hué, que fue prácticamente arrasada por la aviación yanqui. ¡Los pueblos del mundo sonreían con la paliza que sufría el ejército que Hollywood mostraba invencible! Finalmente, después de meses de combate, guerrilleros y ejército regular debieron replegarse, desgastados por la superioridad tecnológica y desilusionados porque no se dio la esperada insurrección popular en Saigón.
Sin embargo, gracias al Tet, los estadounidenses se dieron cuenta que los “marines” y “boinas verdes” no podían vencer al pueblo organizado y armado. Descubrieron que sus gobernantes les habían mentido a la par que eran responsables de crímenes de lesa humanidad. La ofensiva provocó una explosión de protestas estudiantiles contra la guerra en el corazón del imperio. Al mismo tiempo el pueblo vietnamita desvirtuó la tesis de la coexistencia pacífica con los EEUU, estrategia que solamente respondía a los intereses de la URSS en la competencia por la hegemonía del mundo.
En abril millones de estudiantes universitarios y de secundaria pacifistas, se solidarizaron con sus pares violentamente reprimidos en Berkeley, California. En agosto y durante seis días 10.000 manifestantes rodearon la convención demócrata en Washington y resistieron la represión brutal de 23.000 policías y guardias nacionales. La juventud del imperio rechazaba el servicio militar y la invasión a Vietnam. Clima que se reflejó más tarde en el festival de Wodstock.
Primavera de Praga y ofensiva del Tet y… el Black Power. En 1968, el 4 de abril, asesinaron a Martin Luther King en Memphis, crimen político cometido por las instituciones del Estado, como está harto comprobado por los documentos desclasificados de la CIA. El discurso de King estaba derivando hacia la crítica al capitalismo, responsable en definitiva de la pobreza y la opresión de los afroamericanos, el racismo visto como una necesidad del sistema. De hecho, King estaba abocado a preparar una protesta contra la pobreza y la guerra de Vietnam en Washington el 22 de abril.
Las movilizaciones afroamericnas estaban sensiblemente marcadas por la memoria de las muy recientes represiones en Chicago (1966), las que dieron lugar al denominado “verano caliente” meses más tarde. Los acontecimientos parecían dar razón a Malcom X, también asesinado por la CIA, que consideraba agotado el tiempo de los reclamos por la vía pacífica y de la desobediencia civil.
La evidente intervención estatal en ambos asesinatos no pudo impedir que la Olimpíada de 1968, organizada por el criminal gobierno mexicano, fuera un escenario para la acción directa del Black Power, el poder de los Panteras Negras estadounidenses. Dos atletas estadounidenses, ganadores del oro y la plata en los 200 metros llanos, subieron al podio calzando unos largos calcetines negros y con un guante igualmente negro recubriendo su brazo izquierdo. Al recibir los premios enarbolaron el puño izquierdo en un mensaje claro de rebeldía, un grito de guerra contra el racismo remanente de la esclavitud.
París, México y Medellín
París también tuvo su ’68. El de las ocupaciones de las universidades de Nanterre y de la Sorbona en el mes de mayo. Los estudiantes salieron a las calles de las ciudades francesas tras la consigna emblemática de la imaginación al poder, la pugna ideológica en versión parisina, rechazo radical a la concepción burocrática de la enseñanza superior. Simone de Beauvoir y Jean Paul Sartre añadieron otra dimensión intelectual al movimiento.
Barricada a barricada, varios grupos de obreros industriales, tan jóvenes como los universitarios, se fueron sumando a la protesta estudiantil del Barrio Latino y arrastraron al movimiento sindical a la lucha. El 13 de mayo un millón de personas manifestaron contra la represión. La revuelta terminó siendo una huelga general con 9 o 10 millones de trabajadores parados, la mayor de la historia de Francia y tal vez de Europa. Al año siguiente fue el “otoño caliente” en Italia con manifestaciones multitudinarias en Turín, Milán y Génova. Una réplica del terremoto parisino.
Hubo una versión mexicana del ’68. Culminando una serie de protestas, el 2 de setiembre, a diez días de inaugurarse los juegos olímpicos en México, unos 10.000 estudiantes de la UNAM se concentraron en la plaza de las Tres Culturas, barrio de Tlatelolco. Era una pacífica concentración: “no queremos olimpíadas, queremos revolución”. Sorpresivamente sobrevolaron la zona de Tlatelolco dos helicópteros que lanzaron bengalas, una señal de atacar dada a las fuerzas policiales y militares. 5.000 soldados y 200 tanquetas arremetieron apoyados por los disparos de francotiradores apostados en las azoteas y edificios. La impiadosa represión dejó de 300 a 400 cadáveres tendidos sobre la plaza, algunos de ellos de personas que no participaban de la concentración. Más de 1500 personas fueron detenidas en la ocasión.
La iglesia católica sufrió un cimbronazo en el ’68: en agosto/setiembre se realizó en Medellín una asamblea de la Conferencia Episcopal Latinoamericana (CELAM), la iglesia latinoamericana y caribeña se independizó de la iglesia europea. A partir de entonces se intentó dejar de ser la iglesia europea en América Latina para fundar una iglesia que diera respuesta a los problemas propios de la realidad social y política latinoamericana. En particular era una respuesta a la instalación en Brasil de la doctrina de la seguridad nacional en 1964. En definitiva, de esta manera los obispos se integraron a la lucha por la descolonización del Tercer Mundo, en especial apoyan el proceso de la revolución cubana. La iglesia tercermundista que desenterró el mensaje pastoral y retomó la opción por los pobres que había pautado la historia de vida de Jesús. En Medellín la iglesia latinoamericana impulsó a muchísimos de sus sacerdotes a compartir la vida con los pobres y alejarse definitivamente de las clases dueñas del poder económico y político. Medellín también abrió camino a una nueva forma de hacer teología: la Teología de la Liberación que un año antes había tomado forma escrita en la pluma de Gustavo Gutiérrez (Perú). Finalmente, la asamblea de Medellín significó un espaldarazo a las Comunidades Eclesiásticas de Base, la forma organizativa de la opción por los pobres y de la teología de la liberación.
Impresiona la forma en que se apretaron los acontecimientos en el espacio de pocos meses y la sensibilidad con que la humanidad recibía el mensaje y se contagiaba la rebeldía. Muy nervioso, el arriba delineó un territorio de violencia que obligó a defenderse y a expresar las ideas a puro músculo. Soplaron, entonces, vientos de pueblo en todo el mundo. El relato parece hablar por sí solo, pero… ¡qué difícil es transmitir hoy aquella necesidad que impulsaba a navegar y a dejar de lado la necesidad de vivir!
La ciudad maravillosa
Las movilizaciones estudiantiles también marcaron el ’68 brasilero. Sin embargo, a diferencia de lo ocurrido en México o Francia, el Brasil había sido aplastado por una durísima dictadura militar. No era muy sencillo sublevarse. En 1968 hacían ya 5 años que el Congreso -órgano presumiblemente democrático- había ungido presidente al mariscal Humberto Castelo Branco. Fue el primero de todos los golpes dados por los golpistas seriales diplomados en la Escuela de las Américas. Al presidente Joao Goulart lo derrocaron para impedir sus “reformas de base”, en especial la reforma agraria.
El detonante fueron los 2.000 marineros y fusileros navales reunidos en asamblea en el sindicato de metalúrgicos. Habían sido convocados para hacer sus propios reclamos, pero terminaron apoyando las reformas de Jango. Desacataron de hecho la orden del ministro de defensa prohibiendo la asamblea. Invitado, concurrió al desacato el diputado federal Leonel Brizola, ex gobernador de Río Grande do Sul. El líder de los amotinados fue el marino José Anselmo dos Santos, alias el “cabo Anselmo” que, años más tarde, se reveló como un traidor imperdonable, autor material de la matanza de Araguaria.
El partido de los estalinistas brasileros se negó a asumir el rol de caudillo de la resistencia y confió la conducción a los sectores “democráticos y nacionalistas” de la burguesía nacional y de la oficialidad de las FFAA. El quietismo provocó virulentos debates internos y divisiones. Militante comunista desde muy joven, preso político varias veces, la última de ellas luego del golpe militar, luego de haber sido herido de un balazo en el pecho, Carlos Marighella dejó sentada en una carta al PCB su “disposición a luchar revolucionariamente junto con las masas y jamás quedar a la espera de las reglas del juego político burocrático y convencional que impera en la dirección”.
Consecuente con la determinación proclamada, Marighella participó en la conferencia de la OLAS. Al regresar de Cuba fue expulsado del partido cuyo comité central integraba. Era la cara más innoble del debate interno. Junto con Joaquín Cámara Ferreira y otros disidentes crearon la Acción Libertadora Nacional (ALN) y se plegaron a la lucha guerrillera. Poco después surgiría el Movimiento Revolucionario 8 de octubre (MR8) que coordinó acciones con la ALN y juntos pusieron en jaque al régimen de los militares.
El asesinato en Rio de Janeiro del estudiante de secundaria Edson Luis de Lima (28 de marzo), hizo detonar una serie de protestas masivas y radicales. En el mes de junio el movimiento culminó con la Marcha de los Cien Mil por la ciudad. El espíritu del ’68 decía presente en el Brasil sometido a represión.
Al finalizar el año la dictadura promulgó el Acta Institucional N°5, clausurando el Congreso. Ya no le importaba dejar una imagen de legalidad. El general Costa e Silva decretó el estado de sitio permanente, disolviendo el cómplice parlamento. Un golpe dentro del golpe. El terreno institucional quedó pronto para que Emilio Garrastazú Médici diera un sesgo aún más represivo a la dictadura, fueron los “años de plomo”. Sin embargo, esa opción del Estado por la violencia creó condiciones para el surgimiento y la reproducción de organizaciones de resistencia armada. Desde 1969 se sumarían a la lucha guerrillera el capitán Carlos Lamarca y la Vanguardia Armada Revolucionaria (VAR-Palmares), la guerrilla de Araguaria y el proyecto guerrillero de Caparao con militantes de Brizola. La violencia siempre se origina en la cumbre de la pirámide.
El “Cordobazo”
Ni el sistema de partidos ni el movimiento popular argentino se propusieron en resistir el golpe militar de Juan Carlos Onganía en 1966. Líder de la mayoría electoral y de la fuerza política determinante, Juan Domingo Perón ordenó “desensillar hasta que aclare”. De hecho, lo mismo hizo el radicalismo, el otro partido mayoritario. Una parte del movimiento sindical fue “colaboracionista” y otros “participaron” de la dictadura. Se crearon demasiadas falsas expectativas hacia los golpistas.
Hubo un vacío de resistencia, pero, como las espaldas de los trabajadores no soportaban más, liderada por Raymundo Ongaro, surgió la CGT de los Argentinos y su planteo firme y radical de los reclamos sindicales y de las denuncias del régimen militar. Finalmente, los bolsillos vacíos arrastraron la CGT entreguista a convocar un paro general de 24 horas, pero, los sindicatos cordobeses que compartían la mirada de Agustín Tosco y la CGTA, decidieron extender el paro a 36 horas. A la movilización se sumaron los estudiantes que repudiaban los recientes asesinatos cometidos por la policía al reprimir manifestaciones estudiantiles en Corrientes y Rosario.
El 29 de mayo de 1969 la marcha de los obreros y estudiantes cordobeses fue agredida con gases y balazos por los cuerpos policiales. Antes del mediodía ya había cuatro obreros muertos. La manifestación reivindicativa de los sindicatos transmutó en sublevación política popular contra la dictadura. Abel Boholavsky relata como “a fuerza de coraje. con rudimentarias hondas con recortes de acero, bombas molotov y algún que otro revólver de bajo calibre, la inmensa manifestación hizo retroceder a la Caballería y a muchos patrulleros. Y se armaron las primeras barricadas. Ahí apareció un lienzo blanco con letras negras: “Viva la lucha obrera y popular”. El gobernador de Córdoba decretó el Estado de Sitio y la intervención del ejército. Los milicos dejaron varios cadáveres tendidos en las calles. Ya había pasado 1968, pero, fue el mismo soplo sagrado de Vietnam, Chicago y México el que incendió los corazones de los cordobeses.
La Huelga General de 73 en Uruguay y el “Cordobazo” en Argentina fueron los dos fenómenos de masas más importantes en la historia del Río de la Plata. Ambos lograron que el imaginario popular condenara para siempre las tiranías que enfrentaron. El “Cordobazo”, además, incubó a dos importantísimos recién nacidos: el movimiento sindical clasista (la CGT de los Argentinos) y las organizaciones revolucionarias armadas. Las ideas socialistas y revolucionarias se popularizaron en una dimensión hasta entonces desconocida. Se impusieron al liberalismo reaccionario de la dictadura, al oportunismo de Perón y al entreguismo del partido estalinista. En la disputa muscular se crearon condiciones para que un importante sector de masas se identificara con la revolución social.
Consecuencia y respuesta
El ’68 uruguayo, por su parte, quedó asociado al proceso de militarización de la sociedad conducido por Jorge Pacheco Areco. En diciembre de 1967 y en su primera semana de presidente, clausuró “Época” y “El Sol” y proscribió media docena de organizaciones políticas. Con Pacheco la oligarquía asumió directamente el gobierno (Peirano Facio, Frick Davies). El 13 de junio de 1968 decretó sus primeras medidas prontas de seguridad, régimen bajo el cual gobernaría 1.117 días, hasta 1971. Quince días después decretó la congelación de salarios, medida dirigida directamente al bolsillo del pueblo trabajador. El 28 de junio militarizó a 5.000 bancarios. Hubo detenciones masivas de luchadores sociales. Se llenaron los cuarteles.
Obligado, el movimiento popular salió a dar la pelea. El 1° de mayo del 1968 se luchó a brazo partido con la policía y con la guardia de corps que protegía al Centro Militar. El 14 de agosto murió Líber Arce, herido por un balazo policial dos días antes. Lo siguieron los asesinatos de Hugo de los Santos y Susana Pintos. En enero del ’69 un militar exorbitado dio muerte a sangre fría al municipal Arturo Recalde. Completaban el panorama las agresiones de los grupos fascistas, que venían creciendo desde 1965.
En respuesta al marco de calles ensangrentadas y autoritarismo ilegal, el MLN (Tupamaros) encontró en una situación que favorecía, por primera vez desde su nacimiento, su irrupción en el escenario público. El 8 de octubre de 1969, a dos años del asesinato de Ernesto “Ché” Guevara, 49 tupamaros organizados en seis grupos tomaron por asalto cinco puntos de la ciudad de Pando y los mantuvieron durante 20 minutos. Fue una demostración de fuerzas destinada a crear la sensación de que existía un poder contrapuesto al del Estado, a inducir el imaginario de una futura toma de Montevideo.
En la retirada se produjeron varios enfrentamientos a los tiros con la policía. Una vez detenidos, Jorge Salerno, Alfredo Cultelli y Ricardo Zabalza fueron asesinados. En la balacera entre tupamaros y policías recibió un balazo mortal Carlos Burgueño, vecino que nada tenía ver con los hechos. Fueron apresados cerca de la mitad de los jóvenes revolucionarios que intervinieron en la operación; la presencia de periodistas impidió que varios de ellos fueran ejecutados. El resto, como José Mujica, lograron retirarse hacia la costa canaria.
Sin embargo, pese a la evidente derrota sufrida, la consecuencia fue la sorprendente masividad de la incorporación de nuevos militantes al movimiento guerrillero. ¿Cómo explicar que tantas y tantos decidieran arriesgar su libertad o su vida? Fue una expresión local del clima subjetivo que agitó la humanidad en aquellos años finales de los ’60, un clima que hoy puede parecer fantasía, pero que, en aquellos tiempos revueltos, determinó los comportamientos individuales de cientos de miles de mujeres y hombres. Esa sensibilidad las y los identificaba con la primavera de Praga, la ofensiva del Tet y la lucha del Black Power. Nos sentíamos en Plaza de Tlateloco y en el Cordobazo. Desde Quebrada de Yuro, el Ché llamaba a montar los Rocinantes.
Por otra parte, todas y todos tenían un familiar o un amigo detenido por las medidas de seguridad y sometido a formas de tortura… ¿Cómo extrañarse que muchas y muchos vieran en la acción armada una posible respuesta política a la creciente represión? ¿No era ésa la palabra justa para el momento?
Las acciones en Pando fueron consecuencia y respuesta a la subjetividad imperante, expresaron la bronca acumulada contra la dictadura encubierta del pachequismo. Aunque anidaban en las entrañas del principal núcleo guerrillero, el aparatismo y el militarismo todavía no habían hecho olvidar que hacer política, sea desarmada o armada, es tender puentes en el pueblo, como solía decir Raúl Sendic. Antonaccio. Nunca cortarlos y terminar aislado.
Mientras se pueda hay que seguir batallando con las ideas, de una u otra forma.
Jorge Zabalza