lunes, 16 de diciembre de 2019

2019: la huelga de masas // La Cumbre del Clima fracasó en su objetivo de reducir las emisiones - Sin acuerdo global para frenar la crisis climática // Ecologistas, líderes políticos y ONG, decepcionados tras la clausura de la COP25 // COP25, una cumbre del clima financiada por los grandes contaminadores // La ONU advierte que la temperatura global aumentará en 3,2 grados // Cuba reitera compromiso en enfrentar cambio climático en COP 25 // El tic tac del cambio climático // La cumbre sobre Cambio Climático se enfrenta al nuevo negacionismo // URUGUAY: Trabajadores de ANCAP paro de 24 horas en área metropolitana // Uruguay, con Jorge Zabalza, sobre 'La leyenda insurgente'

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14/12/2019

2019: la huelga de masas



Puerto Rico, Haití, Chile, Bolivia, Colombia. Alzas de tarifas, constituciones, golpes de estado, reformas tributarias, cacerolazos, marchas, huelgas obreras, bloqueos, conciertos, performances, enfrentamientos… luchas económicas y luchas políticas que se suceden unas a las otras, luchas étnicas y luchas de clases entrelazadas, jóvenes, mujeres, artistas, enfoques de género, filosofías, creencias, fe, esperanza… todo se une separado. Lo nacional con lo local y regional y con lo latinoamericano. Por Héctor Mondragón.

Pocos colombianos sabían qué es la wiphala, pero desde que la policía golpista la arrancó de sus uniformes y los fascistas bolivianos la quemaron en La Paz y en otras ciudades, la wiphala se convirtió en un símbolo de la resistencia latinoamericana y en las manifestaciones multitudinarias que desde el 21 de noviembre de 2019 se despliegan por Colombia. Miles de wiphalas han ondeado en las calles.
Cuando la policía ecuatoriana cercó a los indígenas en sus alojamientos en Quito y el gobierno de Moreno decretó el toque de queda, la ciudad se levantó con cacerolas en cada casa, y la población salió a las calles de los barrios. La misma escena se repitió en Chile cuando los carabineros desataron la represión en todas sus formas y el gobierno de Piñera decretó toque de queda.
El cacerolazo colombiano de 2019 comenzó también con un toque de queda en Cali, después de las gigantescas movilizaciones que apoyaron el paro nacional de ese día. Tenía como antecedente en cacerolazo de 2013 en Tunja, cuando el entonces presidente Santos declaró que “el tal paro nacional agrario” no existía y las dos ciudades donde ya no había qué comer, se levantaron, seguida por otras. Fue ese un cacerolazo tradicional que indicaba la falta de alimentos, mientras los cacerolazos de Ecuador y Chile indicaban la falta de libertades.
En Bogotá, el 22 de noviembre el toque de queda fue decretado para apagar el cacerolazo, como para ir en contravía de Quito y Santiago. Una maniobra policial con muchos rumores, algunos vándalos distribuidos y las alarmas de los conjuntos residenciales sonando, hizo que los vecinos, en vez de cacerolear, creyeran que debían defenderse de asaltantes y hasta llamar a la policía. Descubierta esa farsa, el cacerolazo se generalizó y se convirtió en toda Colombia, sin toques de queda, en la expresión del despertar nacional de la protesta contra el gobierno neoliberal de Duque, nido de corrupción que quiere volver trizas los acuerdos de paz de La Habana.
Los indígenas fueron los protagonistas del levantamiento ecuatoriano como en tres de los cuatro levantamientos anteriores. Indígenas, tanto campesinos originarios como los urbanizados en El Alto, Cochabamba u Oruro, han sido la punta de lanza de la resistencia boliviana contra el golpe de estado fascista. Chile al despertar ha multiplicado por todas partes las banderas mapuches en todas las ciudades y luego también ha izado wiphalas. En Colombia las guardias indígenas con las banderas verde y rojo de los Nasa del Cauca y las de los otros pueblos originarios han llenado la marcha gigante de la huelga general nacional del 4 de diciembre.
Si las corrientes latinoamericanas de la resistencia parecen unidas por la telepatía del facebook, el twitter y el whatsapp, el statu quo también se comunica y está unido en sus objetivos y en sus métodos.
Sacarles los ojos a los manifestantes es una táctica multiplicada por el ejército israelí contra los palestinos. El ESMAD ya la había utilizado desde hace 12 años contra 20 indígenas del Cauca, un pescador de El Quimbo y varios estudiantes. La policía ecuatoriana sacó ojos por oficio, pero el récord lo tienen los carabineros con más de 300 personas, superando a los israelíes, e incluyendo un joven y una mujer ciegos.
¿A quién culpar por las manifestaciones? Respuesta unánime: a Maduro, a los venezolanos, detenidos y deportados en Ecuador, Bolivia y Colombia. A los rusos. Al Foro de San Pablo, versión del expresidente Uribe copiada del bolsonarismo, que se inventó en Brasil la conspiración para crear la Unión de Repúblicas Socialistas de América Latina URSAL, que sirvió para meses de bromas en las redes sociales. Toda la derecha colombiana culpó a Gustavo Petro y quiere aislarlo. En los extremos de la ridiculez, el expresidente Pastrana inventó un plan de golpe de estado del expresidente Santos contra Duque y la esposa del presidente de Chile culpó a los alienígenas.
La participación de las mujeres y de la juventud ha sido destacada y se ha expresado en formas diversas. El movimiento estudiantil chileno lleva más de una década de protagonismo luchando por restablecer la educación pública. Los menores de las escuelas y colegios, los “pingüinos” jalonaron a las calles a sus padres que todavía no acaban de pagar sus propios créditos de estudios. En Colombia también una creciente movilización de los estudiantes en defensa de la educación pública precedió la gran presencia juvenil en las marchas de 2019.
Mujeres indígenas de todas las edades en Ecuador, con pañuelos tapándose la boca entre los gases, llenan las fotografías de las marchas de octubre y de los enfrentamientos con la policía, igual que las mujeres de pollera de Bolivia, agredidas primero por la policía en Cochabamba y luego foco de las agresiones verbales del racismo golpista. A pesar de no tener armas, han mostrado toda la combatividad contra las fuerzas armadas de los fascistas. Las mujeres chilenas y colombianas marchando por millares han sido agredidas con salvajismo por carabineros y ESMAD, sin que su valor disminuya un ápice. La performance feminista se extendió, desde las movilizaciones de Chile a todo el mundo.
El origen de todo fue el Caribe. Puerto Rico se levantó en julio y derribó al gobernador Roselló, después de que profirió ofensas homofóbicas y burlas. El lema puertorriqueño “ya no tenemos miedo”, se convirtió en una consigna para las movilizaciones latinoamericanas. El apoyo y participación de los artistas, desde Residente hasta Ricky Martin, puso la música en las protestas de las calles y se repitió con nombres diferentes en Chile y Colombia, evocando a Víctor Jara asesinado por Pinochet, redescubriendo el himno de “los que sobran” y con el activismo decidido de artistas jóvenes.
En Haití, donde sólo queda la vida por dar, desde febrero se volvió a expresar la resistencia de años, con el pueblo por semanas y semanas enfrentando las balas del régimen y decenas de muertos. Heroísmo que se ha visto también en Ecuador, en Chile y especialmente en Bolivia, en el Chapare y en El Alto especialmente. Haití es inspiración para los movimientos afro que crecen en Honduras y en Colombia en especial desde los paros en Buenaventura y Chocó que han marcado otro lema nacional de 2019: “el pueblo no se rinde ¡carajo!”.
Las herencias de los golpes de estado son objetivo de las movilizaciones en Argentina, Chile, Bolivia, Haití y Honduras. En Argentina la onda huelguística solamente se detuvo a la espera de la derrota electoral de Macri y su política económica neoliberal. Macri y su familia fueron beneficiarios directos de la dictadura militar y de sus enormes subsidios a empresas endeudadas. La huelga general paralizó totalmente el país el 29 de mayo, día en que las calles vacías fueron el anticipo de las calles llenas del 10 de diciembre que dijo adiós a Macri.
En Chile los estudiantes saltaron las registradoras del Metro para protestar por el alza de tarifas y la brutal represión ordenada por Piñera sólo hizo que el pueblo se lanzara a la calle y el movimiento multitudinario saltara a exigir la Asamblea Constituyente para derogar la constitución en la que sigue vivo Pinochet.
En Haití las balas que masacran al pueblo son continuidad de las que se disparan desde los golpes de estado contra Aristide y ellos de los reinados de Papá y Nene Doc y las invasiones de Estados Unidos.
El golpe parlamentario, judicial y militar contra Zelaya introdujo a Honduras en una pesadilla, en la cual la tónica es el asesinato numerosos de líderes sociales como la indígena Bertha Cáceres, paramilitarismo pagado por empresas y latifundistas, y predominio del narcotráfico, todo lo cual ha sido cuestionado masivamente en 2019.
En Bolivia, las fuerzas que derrocaron a Juan José Torres vuelven a operar. Entonces Paz Estenssoro y su MNR le abrieron las puertas de La Paz a la Falange de Santa Cruz y a los militares golpistas para que desde Santa Cruz llegara a gobernar Bánzer, que después devoró a quienes lo elevaron a la presidencia, obligando a exiliarse a unos y botando por una ventana, después de torturarlo, al propio coronel Andrés Salich Chop que había comandado a los militares golpistas.
En 2007-2008 el golpe cívico fascista contra Evo Morales y la nueva Constitución habían fracasado porque la burguesía y la pequeña burguesía de La Paz temían que los “blancos” de Sucre se impusieran y que el separatismo del oriente se concretara, lo cual tampoco podían aceptar las fuerzas armadas. Pero en 2019 toda la burguesía se unió detrás de los golpistas y consiguió llevar detrás de sí a la pequeña burguesía mestiza de La Paz que le abrió las puertas a los cívicos fascistas y a la policía que rasgaba las wiphalas, atacaba las mujeres de polleras y maldecía a los indios y a la plurinacionalidad.
Si Chile se moviliza por derrotar la constitución de Pinochet, los originarios de Bolivia resisten para defender la constitución plurinacional de la resurrección del racismo fascista que ha salido de su letargo como zombis que llaman a Pompeo, la Biblia, Netanyahu y Trump, para que los defiendan de los rituales de los indios.
Colombia no sufrió golpes militares desde 1957, pero ha tenido “democracia restringida” que ahora se difunde por el continente. Democracia genocida que no tolera la oposición, que mata un líder social cada 36 horas. Un conflicto armado de 70 años que podría haber terminado a partir del acuerdo de paz de La Habana de 2016, pero con un gobierno empeñado en hacerlo trizas y que ha logrado volver el país a la violencia para poder cerrarle el paso al movimiento de masas que amenaza al régimen al expresarse cada vez más políticamente. El despertar de Colombia desde el 21 de noviembre significa que la operación Duque del señor de las sobras Uribe puede fracasar y que tal vez Colombia pueda tener paz y democracia social.
Es claro que el anhelo de paz ha marcado las movilizaciones en Colombia, sea en la huelgas generales del 21 y 27 de noviembre y el 4 de diciembre, en las calles extremadamente llenas de gente que grita “sin violencia”, así sea frente a los gases y las aturdidoras o en las calles vacías de Barrancabermeja 100% parada el 4 de diciembre. Pero no por falta de valor, sino por el valor que tiene una pareja rescatando a una joven secuestrada en un carro de la policía o las abuelas rescatando jóvenes perseguidos por la policía o los barrios que dejan entrar en sus casas a manifestantes y sufren la ruptura de vidrios de sus casas atacados por el ESMAD, o las y los guardas indígenas que sin ninguna arma de fuego o corto punzante mantienen su resistencia frente a grupos armados. Como en Chile o Bolivia o Ecuador o Haití, sobra coraje.
Alzas de tarifas, constituciones, golpes de estado, reformas tributarias, cacerolazos, marchas, huelgas obreras, bloqueos, conciertos, performances, enfrentamientos… luchas económicas y luchas políticas que se suceden unas a las otras, luchas étnicas y luchas de clases entrelazadas, jóvenes, mujeres, artistas, enfoques de género, filosofías, creencias, fe, esperanza… todo se une separado. Lo nacional con lo local y regional y con lo latinoamericano. Los sindicatos y las organizaciones sociales establecidas formalmente que llamaron a parar, con las movilizaciones y asambleas autoconvocadas, con lo informal, con la total espontaneidad, con la diversidad, con lo totalmente nuevo.
Este despertar general al realismo mágico nos recuerda a Rosa Luxemburgo, teórica de la huelga de masas y el saber de lo inesperado.
Cuando la protesta contra el régimen de los fondos privados de pensiones retumba en Chile y en Colombia se quiere imponer la enésima reforma pensional y en Francia se levanta en huelga general de varios días contra otra reforma pensional, todos recordamos que luchamos contra los interés del capital transnacional, el mismo que quiso (y quiere) imponer el paquetazo del FMI en Ecuador.
La lucha por la paz de Colombia y América latina nos recuerda que la guerra imperialista destruyó Iraq, Libia, Siria y destruye a Yemen, que Palestina sufre un genocidio, que en Siria el norte está invadido por Turquía y el nordeste petrolero por Estados Unidos.
Estamos en lucha por la tierra. Esa madre tierra que hace que los pueblos indígenas puedan marchar con 500 mil personas y Greta Thunberg, una adolescente escandinava, por la calles de Madrid. La humanidad descubre que la tierra no se vende ni se compra, dándole la razón a los pueblos originarios. Es la revolución de hoy: plurinacional, diversa, feminista, y que si continúa hasta el final, será anticapitalista. Por ahora, en Chile sigue la lucha por la constituyente soberana, Bolivia resiste y Colombia insiste.
Que la huelga de masas que nos lleva hasta la navidad de 2019, nos abra el camino para un año verdaderamente nuevo en 2020.

La Cumbre del Clima fracasó en su objetivo de reducir las emisiones
Sin acuerdo global para frenar la crisis climática

Ni siquiera la prórroga de casi dos días que solicitó la ministra del gobierno de Chile, Carolina Smith, que ejercía la presidencia del cónclave, permitió que se llegara a un acuerdo sobre el cierre de la cumbre.

Por Agustín Fontenla
PÁGINA 12 - 15 de diciembre de 2019

Imagen: AFP
Desde Madrid
La Cumbre del Clima COP25 finalizó con una declaración de intenciones que pretende ocultar su fracaso, y el desacuerdo profundo entre diversos países sobre cómo abordar la emergencia climática. Ni siquiera la prórroga de casi dos días que solicitó la ministra del gobierno de Chile, Carolina Smith, que ejercía la presidencia del cónclave, permitió que se llegara a un acuerdo sobre el cierre de la cumbre.
El documento final solo “anima” a los países a presentar planes más ambiciosos para frenar el calentamiento global durante el año 2020, como una forma de llegar a la próxima COP26 de Glasgow con algún avance en relación a este 2019. La principal razón de la falta de acuerdo ha sido la negativa de una serie de países para comprometerse a presentar programas de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero. Aunque, también, la conducción de los funcionarios chilenos, ha sido blanco de numerosas críticas.
84 países han acordado a presentar programas con políticas más agresivas para reducir el cambio climático. Sin embargo, entre ellos no figuran Estados Unidos, China, India y Rusia, que generan el 55% de las emisiones de gases de efecto invernadero en el mundo. La contracara de ese rechazo, la encabezó la Unión Europea que, además de aceptar el reto, presentó días atrás un Green New Deal para transformar al continente europeo en el primer espacio con una economía descarbonizada. En el fondo de este enfrentamiento se encuentra el argumento de determinadas naciones que rechazan aplicar ciertas regulaciones climática porque, aseguran, afectaría sus planes de desarrollo económico.
“La comunidad internacional perdió una oportunidad importante para mostrar mayor ambición”, afirmó el secretario general de la ONU, António Guterres sobre el final de la cumbre. El funcionario portugués no ocultó su decepción aunque desde el primer día había mostrado preocupación por las divergencias que existían con algunos países para abordar la crisis climática. 
La predisposición del gobierno español, como accidentado receptor de la COP25, y la presión social liderada por la activista Greta Thunberg, habían traído cierto optimismo sobre un posible acuerdo para reducir el calentamiento global. Sin embargo, la joven sueca regresó este sábado a su casa, mientras la ministra Smith solicitaba una prórroga ante el inminente fracaso de la reunión.
En efecto, las últimas 24 horas de negociaciones se produjeron bajo el liderazgo de la ministra española de Transición Ecológica, Teresa Ribera, por propia iniciativa de la funcionaria del gobierno chileno. Esta semana, la directora de Greenpeace Internacional, Jennifer Morgan, había declarado que la presidencia chilena estaba “fracasando” en el trabajo de proteger la “integridad del Acuerdo de París y no permitir que la codicia y el cinismo” lo destruyeran.
Uno de los puntos más intrincados de las negociaciones ha sido el artículo 6 del Acuerdo de París sobre el mercado de emisiones de gases de efecto invernadero, que debería entrar en vigor en 2020. El acuerdo se ha encallado en la regulación de ese sistema, a través del cuçales países y empresas pueden adquirir créditos a otras naciones en el caso de que excedieran el límite de gases que se hubieran fijado.
Con este panorama, las expectativas de lograr una reducción del calentamiento global para los próximos años se han disuelto, y todo apunta a que se llegará a la COP26 de Glasgow con un nuevo récord de temperaturas, superior al 1,1 grados centígrados por encima del periodo preindustrial que registró Naciones Unidas para el año que se acaba.
El único dato positivo de la COP25 Chile-Madrid ha sido la movilización social que protagonizaron los jóvenes. Al margen de lo que pueda acordarse (o no) a nivel global, las nuevas generaciones advirtieron en Madrid que su acción en la calle seguirá adelante con el objetivo de presionar a los gobierno nacionales. A su vez, el corrimiento que se planteó Thunberg para desactivar la presión política y mediática que sufría, ha puesto en escena a un centenar de jóvenes de diversos países con conocimiento y voluntad suficiente para no dejar la emergencia climática en manos de los negacionistas y de las grandes empresas. 

Al cierre de COP25 las grandes economías no muestran mucho interés por el calentamiento global

15 diciembre 2019 | CUBADEBATE

La cumbre climática de la ONU se acerca a su fin el domingo tras haber sido pospuesto, con las principales economías reacias a emitir una nueva y audaz llamada a la acción para combatir el calentamiento global, provocando fuertes críticas por parte de los estados más pequeños y de los activistas medioambientales.
La cumbre de Madrid estaba considerada como un test de la voluntad colectiva de los gobiernos de seguir el consejo de los científicos de reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a tiempo para evitar que el aumento de la temperatura global alcance un punto de inflexión irreversible.
Pero con la cumbre en camino de aprobar tan sólo una modesta declaración carente de un mensaje claro e inequívoco para que los países eleven sus metas de reducción de emisiones el próximo año, el estado de ánimo era más bien apagado cuando los distintos delegados asistentes al evento comenzaron los procedimientos finales.
“Estas conversaciones reflejan lo desconectados que están los líderes de los países de los avisos de la ciencia y de las demandas de sus ciudadanos en las calles”, dijo Helen Mountford, vicepresidenta de clima y economía del laboratorio de ideas World Resources Institute. “Necesitan despertar en 2020.”
La cumbre debía terminar el viernes tras dos semanas de reuniones, pero finalmente ha durado dos días más, lo cual supone un gran retraso incluso para lo acostumbrado en las cumbres climáticas.
Previamente el país que preside las conversaciones, Chile, provocó indignación en la cumbre (conocida como COP25) tras preparar un texto que los activistas rechazaron por considerarlo tan poco sustancial que suponía una traición al espíritu del Acuerdo de París de 2015.
El proceso establecido en dicho acuerdo depende de que los países aumenten la reducción de sus emisiones el próximo año.
Un borrador posterior publicado por Chile expresaba la “urgente necesidad” de que estos nuevos compromisos de los países cierren la brecha entre los actuales y el objetivo del Acuerdo de París de evitar que las temperaturas mundiales aumenten más de 1,5 grados centígrados.
Así y con todo, todavía fue recibida como una respuesta débil a la sensación de urgencia que sienten las comunidades de todo el mundo afectadas por inundaciones, sequías, incendios forestales y ciclones que, según los científicos, se están volviendo más intensos a medida que la Tierra se calienta rápidamente.
“La COP25 demostró la falta de ambición colectiva de los mayores emisores (de gases de efecto invernadero) del mundo”, dijo el asesor político de Greenpeace para Asia Oriental, Li Shuo.
Los científicos sostienen que el mundo sólo tendrá una oportunidad de evitar un calentamiento catastrófico si los países acometen grandes reducciones de las emisiones conforme al Acuerdo de París, el cual entra en una fase crucial de aplicación el próximo año antes de otra cumbre que se celebrará en Glasgow.
Las conversaciones en Madrid se vieron envueltas en disputas sobre las reglas que deberían regir el comercio internacional de carbono, favorecidas por los países más ricos para reducir el coste de la reducción de las emisiones.
Brasil y Australia se encontraban entre los principales opositores, dijeron los delegados presentes en los encuentros, pareciendo probable que la cumbre aplazará las grandes decisiones sobre los mercados de carbono para posteriores conversaciones.
Las naciones más pequeñas también esperaban obtener garantías de que recibirán ayuda financiera para hacer frente al cambio climático. La isla de Tuvalu, en el Pacífico, acusó a Estados Unidos, que comenzó el proceso de retirada del Acuerdo de París el mes pasado, de bloquear cualquier posible progreso.
“Hay millones de personas en todo el mundo que ya están sufriendo las consecuencias del cambio climático”, dijo Ian Fry, representante de Tuvalu, a los delegados. “Negar este hecho podría ser interpretado por algunos como un crimen contra la humanidad.”
(Con información de Reuters)

Ecologistas, líderes políticos y ONG, decepcionados tras la clausura de la COP25

"Usan la palabra multilateralismo, pero obvian la necesidad urgente de compensar los daños a los colectivos más vulnerables", han subrayado los integrantes de varias organizaciones juveniles. La cumbre deja un sensación de desencanto entre los actores políticos y las organizaciones ecologistas.
Carolina Schmidt
Carolina Schmidt, Ministra de Medio Ambiente de Chile y Presidenta de la Conferencia de Cambio Climático de la ONU.- REUTERS
madrid
15/12/2019 20:22 - PÚBLICO / agencias
La cumbre del clima de Madrid (COP25) se ha clausurado con una sensación de desencanto generalizado. Los movimientos sociales internacionales presentes en el plenario de clausura de la cumbre del clima de Madrid (COP25) han manifestado su "decepción" con el texto adoptado este domingo por las partes que, en su opinión, sigue sin abordar la justicia social y sin tener en cuenta su voz en la toma de decisiones.
La representante de la organización IPO/Farmers, de Nueva Zelanda, en la COP25 ha destacado la importancia de la comunidades locales, que "somos expertos en clima y hemos venido con soluciones reales", y ha lamentado que "nos silencian y se niegan así la oportunidad de aprender de nosotros".
También han participado las organizaciones juveniles, en cuyo nombre jóvenes de Nepal y Polonia han demandado a los gobiernos "mejorar su ambición teniendo en cuenta las prioridades de los jóvenes".
"Nos sentimos decepcionados ante la falta de avances", han subrayado los participantes, quienes han calificado de "insuficientes" los compromisos actuales, que "usan la palabra multilateralismo, pero obvian la necesidad urgente de compensar los daños a los colectivos más vulnerables".
En su opinión, "la sociedad civil ha quedado excluída de esta COP, nuestras vidas están en sus manos y nos están fallando, por lo que quedarán como aquellos que pudieron actuar y no lo hicieron", han dicho.

"Estamos cansados de que se nos ignore"

El movimiento Fridays for Future ha recordado que han traído a la cumbre "el mensaje de siete millones de ciudadanos de todo el planeta que exigen acción climática" y ha anunciado nuevas acciones para exigir una acción climática ambiciosa que ponga a los derechos de las mujeres y de los indígenas en el centro de todos los planes climáticos.
Para Juventud por el Clima, que "esperaba que en esta cumbre el problema se empezase a abordar como la emergencia que es", la falta de acuerdos ambiciosos en la toma de decisiones ha provocado aún más frustración en los jóvenes, por lo que continuarán saliendo a la calle los viernes.
Y la ONG que representa a los sindicatos ha calificado la declaración final de la COP25 como una "desgracia" y ha mostrado ante el plenario su decepción; "esperábamos de los gobiernos políticas ambiciosas de emergencia climática y lo que tenemos es lo contrario, que la sociedad civil se ha visto excluida".
"Estamos cansados de que se nos ignore en servicio del dinero", han dicho; "sabemos que seguirán negociando nuestro futuro, pero se han pasado dos semanas centrados en el negocio del carbono".
COP25
Un delegado de Brasil sostiene un cartel durante las negociaciones climáticas.- REUTERS

Teresa Ribera: "La cumbre deja un sabor agridulce"

La ministra en funciones para la Transición Ecológica, Teresa Ribera, ha subrayado que la cumbre del clima de Madrid "deja un sabor agridulce", pese a que se ha conseguido ese compromiso a aumentar la ambición para luchar contra la emergencia climática.
El acuerdo final denominado 'Chile-Madrid Tiempo de Actuar' se ha alcanzado casi dos días después de la jornada prevista para la clausura de la Conferencia (COP25) y tras unas maratonianas negociaciones durante toda la madrugada. "Ha sido positivo imponer ese compromiso con la agenda multilateral a pesar de las dificultades, y aunque sabíamos que hay grandes países dispuestos a no acelerar la agenda climática, se ha constatado una demanda muy fuerte por parte de la sociedad". 
Se ha mostrado satisfecha porque, a pesar de todo, "se ha conseguido un compromiso a reforzar la acción climática a partir de 2020 guiados por la ciencia, que seguramente es la segunda victoria importante que hemos conseguido". Para la ministra, esta cumbre del clima (COP25) ha sido también una cita de "socialización", ya que ha existido una demanda social como nunca con presencia importante de la sociedad civil de todos los sectores.

Uralde: "La COP25 se cierra de manera agónica"

El diputado de Unidas Podemos, Juantxo López de Uralde, ha lamentado la falta de ambición de los países más contaminantes y ha enfatizado que "los gobiernos han estado ajenos al clamor de la calle y de la gente que reclama medidas urgentes para salvar el clima”.
López de Uralde define esta cumbre, en un comunicado, como una "oportunidad perdida" para avanzar de forma decidida hacia objetivos contundentes y ambiciosos para implementar el Acuerdo de París. La COP25 se cierra “de manera agónica”, con un acuerdo de mínimos por lo que “insta” a los países a comprometerse en 2020 a mayores reducciones en las emisiones de efecto invernadero.

Guterres: "Estoy decepcionado con los resultados"

El secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, ha asegurado que está "decepcionado con los resultados" de la conferencia, aunque ha anunciado que "no se rendirá" en la lucha contra la crisis climática. "La comunidad internacional ha perdido una oportunidad importante de mostrar una mayor ambición en mitigación, adaptación y finanzas para afrontar la crisis climática", ha lamentado el secretario general, en un comunicado en el que ha precisado que, sin embargo, "no debemos rendirnos".
Guterres ha destacado además que está más "decidido que nunca" a trabajar en que 2020 "sea el año en el que todos los países se comprometan a hacer lo que la ciencia nos está diciendo": que es "necesario" ser neutrales en carbono para 2050 y "no ir más allá de los 1.5 grados de aumento de la temperatura del planeta".
COP25
Un instante en una de las sesiones plenarias durante las negociaciones climáticas.- REUTERS

Opinion · Ecologismo de emergencia

COP25, una cumbre del clima financiada por los grandes contaminadores

Pablo Jiménez
15 diciembre, 2019 - PÚBLICO
El pasado 27 de septiembre hubo importantes movilizaciones en torno a la emergencia climática en gran parte del mundo y especialmente en Europa. En España la respuesta fue también significativa ya que más de 300 organizaciones de movimientos juveniles, ecologistas y movimientos sociales en general participaron de la convocatoria con más de 5000 manifestaciones y concentraciones en 156 países que tuvieron por objetivo denunciar algo que pocos años atrás poca gente conocía: el cambio climático y la necesidad de actuar de forma urgente ante la gravísima amenaza que se cierne sobre la especie humana. Ya no son tiempos de especulaciones sobre el origen y el alcance de este fenómeno climático sino de frenar el crecimiento exponencial del mismo y poner los cimientos de políticas -siempre desde lo público- que mitiguen las ya inevitables consecuencias y permitan inteligentes adaptaciones en un contexto de emergencia ambiental que pongan en el centro a las personas y el equilibrio ecosistémico.
En este complejo escenario, el 2 de diciembre empezó la COP25, en teoría con sede en Chile, pero que se celebra en Madrid por los graves problemas sociales acaecidos en el país andino en las últimas semanas. La realidad es que esta cumbre empieza con pocas esperanzas de llegar a acuerdos significativos, teniendo en cuenta la ausencia o presencia de segundo nivel de varios de los países más contaminantes del planeta, como EEUU, China, India, Rusia o Brasil. La propia ONU, impulsora de los encuentros de partes con respecto al cambio climático, se muestra escéptica con respecto a los objetivos de la COP y denuncia la falta de voluntad política para afrontar un problema de características planetarias. En este sentido, su secretario general, Antònio Guterres denuncia la continuidad de las prácticas de muchos países en seguir subvencionando los combustibles fósiles y construyendo centrales térmicas de carbón.
La realidad es que el planeta se encamina a un calentamiento global de 3,5ºC sobre los niveles preindustriales, muy por encima de los objetivos marcados en la COP21 de París que fijaba mantener el aumento de las temperaturas con respecto a la era preindustrial “muy por debajo” de los 2ºC en este siglo y luchar por alcanzar el objetivo de 1,5ºC aconsejado por el Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC).
Por otra parte, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) ha advertido recientemente del aumento de la concentración media mundial de CO2 de 405,5 partes por millón (ppm) en 2017 a 407,8 ppm en 2018, un nuevo récord que nos aleja de los 350 ppm de 1990, el año que se toma como referencia para analizar el aumento de emisiones de CO2. No se ha de olvidar tampoco el aumento de la concentración del metano (CH4) que ha pasado de 1.775 partes por billón (ppb) en 2006 a 1.850 ppb en 2017, hecho preocupante dado que, aunque el CH4 es considerado un gas de efecto invernadero (GEI) secundario, por su concentración muy inferior a la del CO2, es muy superior en cuanto a su capacidad para aumentar las temperaturas.
Lo que se constata es, de acuerdo con el Informe sobre la disparidad en las emisiones de 2019 del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA), que las emisiones de GEI van en aumento a pesar de las advertencias de los científicos y de los compromisos políticos, que pocos países han presentado formalmente sus estrategias a largo plazo ante el Convenio Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático y que los países han de revisar sus planes climáticos, triplicando la envergadura de sus Contribuciones Determinadas Nacionales (CDN) en 2020 si quieren mantenerse por debajo de los 2ºC y cinco veces para alcanzar el objetivo de los 1,5ºC.
En el caso de Europa, la UE tiene establecida una reducción global de emisiones del 40% respecto a 1990 para el año 2030, aunque la nueva presidenta de la Comisión Europea, Ursula Von der Leyen, aumenta este objetivo al 50% con vistas a las emisiones cero de 2050, un objetivo que debe contar con el apoyo de todos los socios comunitarios, entre los que se cuentan algunos reacios como Hungría, Polonia y República Checa, para adoptar la «neutralidad climática» para 2050 incluida en el orden del día del próximo Consejo Europeo de los días 12 y el 13 de diciembre donde los 28 decidirán formalmente cuanto aumentará su ambición climática. En el caso de España solo se ha firmado un compromiso de reducción de un 20% para 2030, cifra absolutamente desfasada que se entiende que se ha de revisar con la llegada del nuevo gobierno.
El problema que se plantea es que ni siquiera con las cifras del 50% de reducción de emisiones se alcanzarían los objetivos de los 2ºC ni mucho menos los de los 1,5ºC. Los grupos ecologistas piden una reducción global del 55% y del 65% para el ámbito europeo, lo que supondría una bajada entre el 7 y el 10% anual. Solo con políticas claramente descarbonizadoras y reductoras de los GEI en general se podría llegar a mitigar las consecuencias de un cambio climático cada vez más imprevisibles y que nos lleva a un horizonte de gran incertidumbre. En ese sentido es prioritario cortar de raíz la influencia de las corporaciones energéticas sobre los gobiernos, dejar de financiar los combustibles fósiles, no firmar acuerdos comerciales que contengan cláusulas de protección a los inversores -que en el caso de España está suponiendo un enorme sangría económica por las primas a las renovables-  y trabajar en campañas que desmonten las teorías negacionistas financiadas por los lobbies energéticos.
Resulta bochornoso que la COP25 de Madrid esté financiada por grandes corporaciones del sector energético que se encuentran entre los mayores contaminantes de España y que no han dudado en publicitar una falsa imagen verde de sus actividades. Especialmente vergonzoso es la compra por parte de Endesa, el mayor contaminante español- de las portadas de los principales periódicos del país al día siguiente de iniciarse la cumbre en una operación deleznable de greenwashing, actualmente muy en boga en el mundo de las grandes empresas pero también en determinados medios de comunicación y partidos políticos.
En un contexto global en el que los fenómenos meteorológicos extremos inducidos por el cambio climático provocan desplazamientos anuales de población cifrados por Oxfam en 20 millones de personas, las grandes corporaciones dirigen la agenda política de los gobiernos, que siguen sin ponerse de acuerdo con los fondos de compensación a aportar a los países más vulnerables -y más pobres- al calentamiento global y siguen mercadeando con las emisiones de GEI entre países muy contaminantes y menos contaminantes, permitiendo de esta forma perversa el mantenimiento de los intereses de aquellas y de la dramática situación climática global.  
Mientras tanto, la sociedad civil, que ha tomado la palabra mediante la enorme manifestación del 6 de diciembre en Madrid y debate en la Cumbre Social por el Clima que se está celebrando en esa ciudad hasta el 13 de diciembre, es la única que nos mantiene la esperanza de un cambio de rumbo. Los movimientos sociales empiezan a ligar cuestiones ambientales (cambio climático, pérdida de biodiversidad) con cuestiones sociales (creciente explotación laboral, exclusión social), cuestiones territoriales (invisibilización del indígena, acaparamiento de tierras) y de género (patriarcado). Y empiezan a hablar de sistema, de cambio de paradigma productivo. No podemos seguir viviendo con un sistema político y económico que se basa en un enloquecida huida hacia adelante, que apuesta por un crecimiento continuo en un mundo de recursos finitos y que requiere de equilibrios ecosistémicos para no implosionar. Una activista chilena, Ángela Valenzuela, lo expresaba en esta COP de Madrid claramente en una entrevista reciente en ctxt.es: “Es imposible encarar la emergencia climática sin poner en cuestión el funcionamiento actual del capitalismo”. Con ello se hacía eco de uno de los lemas coreados en la manifestación de Madrid: no cambiemos el clima, cambiemos el sistema.

La ONU advierte que incluso si se cumplen los compromisos del Acuerdo de París, la temperatura global aumentará en 3,2 grados

Publicado: 27 nov 2019 00:16 GMT - RT
El organismo alerta que los esfuerzos colectivos deben aumentar más de 5 veces para lograr recortar las emisiones que causan el calentamiento global en la próxima década.

La ONU advierte que incluso si se cumplen los compromisos del Acuerdo de París, la temperatura global aumentará en 3,2 grados
Activistas de Greenpeace protestan contra el calentamiento global en Alemania, el 10 de septiembre de 2019.Ralph Orlowski / Reuters
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) advirtió que las emisiones de dióxido de carbono, metano y óxido nitroso, los gases que causan el calentamiento global, han aumentado hasta más del doble en el último año. Las cifras fueron anunciadas este lunes, tras la publicación del Informe Anual sobre la Disparidad en las Emisiones.
El organismo señaló que incluso si se implementan los compromisos del Acuerdo de París "se espera que las temperaturas aumenten en 3,2 grados Celsius, provocando impactos climáticos aún más amplios y destructivos".  Además, alertó que los esfuerzos colectivos deben aumentar más de 5 veces para lograr recortar las emisiones que producen el cambio climático.
Sin embargo, el reporte del Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA) precisó que, a menos que las emisiones mundiales de gases de efecto invernadero caigan un 7,6 % cada año entre 2020 y 2030, el mundo perderá la oportunidad de cumplir con la meta del acuerdo multilateral para limitar el calentamiento global a 1,5 grados Celsius.  

Medidas drásticas

"Durante diez años, el mundo solo ha aumentado sus emisiones", dijo el secretario seneral de la ONU, António Guterres. "No prestar atención a estas advertencias y tomar medidas drásticas para revertir las emisiones significa que continuaremos presenciando olas de calor, tormentas y contaminación mortales y catastróficas", agregó el funcionario.
El informe detalla que hay soluciones disponibles para cumplir con los objetivos de París, pero "no se implementan lo suficientemente rápido o a una escala suficientemente grande". La meta para el 2030 contempla el recorte de emisiones de dióxido de carbono a 25 gigatoneladas (Gt) y solo en 2018, superaron las 55,3.

Un récord de emisiones sin precedentes

"Nuestro fracaso colectivo para actuar de manera temprana y dura contra el cambio climático significa que ahora debemos realizar recortes profundos a las emisiones, más del 7 % cada año, si lo desglosamos de manera uniforme durante la próxima década", precisó el director ejecutivo del PNUMA, Inger Andersen.
Por su parte, la Organización Meteorológica Mundial (OMM) indicó que las emisiones de efecto invernadero han alcanzado un "nuevo récord, sin precedentes". Tras anunciar que no hay indicios de que se produzca una desaceleración, el secretario general de la OMM, Petteri Taalas, hizo un llamado para "aumentar el nivel de ambición en aras del bienestar futuro de la humanidad".

Cuba reitera compromiso en enfrentar cambio climático en COP 25

11 diciembre 2019 | CUBADEBATE
Viceministro primero del CITMA, José Fidel Santana. Foto: Perfil en Twitter.
Cuba reiteró hoy su compromiso con los esfuerzos globales para enfrentar el cambio climático, en el Segmento de Alto Nivel en la Convención Marco de Naciones Unidas sobre Cambio Climático, que transcurre hoy en su segunda jornada.
"La voluntad política de nuestro gobierno para enfrentar los efectos del cambio climático es una obligación ética y una oportunidad esencial para nuestro desarrollo sostenible", destacó el viceministro primero cubano de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente (Citma) José Fidel Santana, al intervenir en la cita.
Resaltó que, en la actualidad, se coordinan esfuerzos para actualizar en 2020 nuestra Contribución Nacionalmente Determinada, la cual será más ambiciosa en varios sentidos.
Santana insistió en la importancia del apoyo internacional frente a estos desafíos, al destacar que "resulta ilusorio asumir que nuestros países pueden adoptar grandes metas climáticas, sin que ello esté equilibrado con el apoyo internacional requerido".
"Observamos con preocupación los intentos para presionar a nuestros países a metas que no se producen desde el análisis doméstico de nuestras realidades nacionales, y que no tienen en cuenta las necesidades de la lucha contra la pobreza y el imperativo del desarrollo económico y social sostenible", dijo.
Asimismo, añadió que, para los países del Sur, el desarrollo y la erradicación de la pobreza constituyen prioridades esenciales, por lo que la acción internacional para enfrentar el cambio climático no debe suponer una carga adicional.
"Se necesita la debida cooperación de los países industrializados en términos de provisión de recursos financieros, acceso a tecnologías sostenibles y creación de capacidades para enfrentar estos enormes desafíos", añadió.
Al aludir al tema de la salida de los Estados Unidos del Acuerdo de París, calificó la decisión como una alarma, en momentos en que la humanidad más necesita del compromiso de todos los países frente al cambio climático.
Insistió, una vez más, que la nueva Constitución de la República de Cuba consagra en su texto la protección y conservación del medio ambiente y el enfrentamiento al cambio climático, hecho concebido en el Plan de Estado para el Enfrentamiento al Cambio Climático, conocido como Tarea Vida.
(Con información de Prensa Latina)

¿Y si lo paramos ya?

Por Atxe Última actualización Dic 10, 2019

Opinion · Dominio público

El tic tac del cambio climático

Lara Contreras
Responsable de relaciones institucionales de Oxfam Intermón
13/12/2019 - PÚBLICO
La Cumbre del Clima de Naciones Unidas, la llamada COP25, que se celebra estos días en Madrid, está considerada como un encuentro de transición porque el momento relevante de nuevos compromisos será el año que viene, la COP26.
¿Pero, de verdad, podemos hablar de una Cumbre de transición y poco ambiciosa? Si pensamos que estamos en un momento de conformarnos con cualquier pequeño acuerdo o declaración es que no estamos oyendo el clamor de jóvenes, hombres y mujeres, madres y padres, millones de personas en todo el planeta. Todas estas personas están diciendo que hay una crisis, una emergencia que no puede esperar más. El tic tac del reloj del cambio climático no para, pero los gobiernos y líderes mundiales no lo escuchan. Parecen tener el sonido del reloj en silencio porque no reaccionan.
Los datos hablan por sí solos. Por dar algunos de ellos. Con el compromiso actual de reducción de emisiones, la temperatura de la tierra superará los 3º C y necesitamos que esta temperatura no rebase los 1,5º C. Desde 2008, los fenómenos meteorológicos producidos por el cambio climático son la primera causa de desplazamiento interno, desplazando a 20 millones de personas al año de media.
Hoy en día, es siete veces más probable que nos veamos obligados a desplazarnos por fenómenos climáticos que por terremotos o volcanes, y 3 veces más que por conflictos. De hecho, España es el tercer país de Europa con más población en riesgo de desplazarse debido al cambio climático. Y si las emisiones de CO2 siguen este ritmo, se estima que 140 millones de personas en África Subsahariana, Asia Meridional y América Latina se habrán visto obligadas a desplazarse para 2050.
Pero además, el impacto del cambio climático es injusto y tiene una relación directa con la desigualdad, ya que la población más vulnerable a las consecuencias del cambio climático no se encuentra proporcionalmente en los países que más emisiones producen, que son los países de renta alta. El grupo de países denominados por Naciones Unidas como países menos desarrollados, que incluye a los más pobres del planeta, sólo son responsables de un 0,8% de las emisiones totales. En el otro extremo, los países de renta alta, entre los que se encuentra España, emiten a la atmósfera 44 veces más CO2. Según la huella del consumo, un ciudadano medio español expulsa cada año a la atmósfera casi cuatro veces más que un ciudadano chino, 5,6 veces más que uno marroquí, 6,4 veces más que un guatemalteco y 16,5 veces más que una persona nigeriana.
Siete de los 10 países donde se corre más riesgo de desplazamiento interno a causa de fenómenos climáticos son Estados Insulares en Desarrollo, como Cuba, Dominica y Vanutu. Hasta un 5% de su población se desplaza al año por el cambio climático. Sin embargo, las emisiones de gases de estos pequeños estados suponen un tercio de las producidas por países de renta alta.
Pero, además, los países de renta alta sólo han comprometido el 10% de los 100.000 millones de dólares al año necesarios para que los países pobres inviertan en mitigación y adaptación al cambio climático. Parece que no somos conscientes de que el cambio climático nos afecta a todas las personas y que, por tanto, somos responsables de pararlo.
El reloj no va a parar, o nos arremangamos y reaccionamos o destrozamos nuestro planeta. El cambio climático está aquí ya, y no espera. Por eso, la COP25 debe incrementar la ambición y conseguir que los países se comprometan a reducir drásticamente sus emisiones, que inviertan en la adaptación y mitigación de los países más vulnerables, así como que les condonen o reduzcan su deuda y que creen un mecanismo de financiación de “pérdidas y daños” para que los países que sufren las consecuencias del cambio climático puedan recuperarse y así sus poblaciones no se vean obligadas a desplazarse.

Opinion · Ecologismo de emergencia

Crisis Climática: el negacionismo persistente de la derecha española

Juan López de Uralde
14 diciembre, 2019 - PÚBLICO
En cada campaña electoral surge algún político de la derecha reivindicando que el ecologismo no tiene ideología, y que la izquierda lo monopoliza. Pero como dijo una joven en la manifestación climática del pasado 6D, “el problema no es que la izquierda se movilice, sino que la derecha siempre está ausente: no está ni se le espera”. Es normal, porque la derecha española sigue anclada, todavía hoy, en el negacionismo climático más rancio y oportunista.
En octubre de 2008 Aznar trajo a España al entonces presidente de la república checa, Vaclac Kalus para presentar su libro “Planeta Azul (no verde)”. En aquella presentación el expresidente arremetió contra los ecologistas, a los que acusó de ser los “nuevos comunistas”, y cuestionó la existencia misma del cambio climático. Un año antes Rajoy había sorprendido a todos con las opiniones de su primo el físico que dudaba de que se pudiera predecir el clima de los próximos años.
La derecha española no ha conseguido despegarse de un negacionismo climático en el que sigue instalada una década después, a pesar del abrumador consenso científico que certifica que la acción humana es la causante del cambio climático. De hecho, incluso ese término ha sido ya abandonado para ser sustituido por otros más duros, como emergencia o crisis climática.
La celebración en Madrid de la Conferencia de las Partes del Convenio contra el Cambio Climático (COP25) nos ha dejado nuevas perlas que muestran bien a las claras ese negacionismo, ahora animado por la posición de VOX, que también en esto es quien marca la agenda para la derecha.
Aunque tratan de esconderlo tras un “VOX no es negacionista”, lo cierto es que las declaraciones de sus líderes no dejan lugar a dudas, usando términos como #cameloclimático o #milongaclimática, y seguidos en redes por los que jalean sus ocurrencias negacionistas. Pasará a los anales de las ocurrencias más patéticas el vídeo que Rocío Monasterio dedica a Julia Otero delante de un tractor, acusando a los ecologistas en general, y a Julia en particular, de ser “urbanos” (¡!), para cuestionar con ese sólido argumento el cambio climático y sus consecuencias.
El negacionismo derechista no se basa en la ciencia, ni pretende dar argumento alguno. Se trata de puro oportunismo político que busca únicamente conseguir la simpatía de personas que prefieren ignorar la grave crisis ecológica en la que estamos inmersos. Buscan con ello el voto apelando a los instintos más individualistas y ajenos a la repetida advertencia científica. No se escuchará de los dirigentes de VOX argumento científico alguno para justificar sus posturas negacionistas – saben muy bien que no lo hay –; solamente descalificaciones genéricas contra el ecologismo y contra quienes lo representan, aludiendo a los presuntos perjuicios que las medidas para mitigar el cambio climático causarán a las personas a las que dirigen sus discursos.
El PP pretende jugar a una cierta y moderada preocupación por el clima. Casado se autodefinió como “adaptacionista”, un término hasta ahora desconocido con el que pretende ubicarse entre el negacionismo y el compromiso climático, como si eso fuera una posición centrista, cuando en realidad no es más que un invento absurdo. Pero el alma negacionista del PP también ha salido a pasear en esta COP25 de la mano de sus dirigentes madrileños José Luis Almeida e Isabel Díaz Ayuso. Ayuso, presidenta de la Comunidad de Madrid, terminó la Cumbre con aquello de que “algún día conoceremos que lobby hay detrás de las emergencias climáticas” (¡!). Y el alcalde de Madrid andaba también confuso soltando numerosas perlas y tratando de explicar su posición favorable a salvar Notre Dame, en vez del Amazonas, ante unos niños que le miraban estupefactos.
Es triste la realidad que aquí describo, porque no augura nada bueno para el futuro ambiental de nuestro país, pero como decía aquel escritor mexicano “la verdad es la verdad aunque no tenga remedio”.

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Comiendo Tierra
Juan Carlos Monedero

COP25: ¡Dejad de joder, salvajes!

Juan Carlos Monedero
Profesor de Ciencia Política (Universidad Complutense de Madrid). Clases, cursos, libros, charlas. Venimos del 15M y Podemos. Crecemos. Vivimos

14/12/2019 - PÚBLICO

Los salvajes son ellos - Especial #EnLaFrontera COP25

13 diciembre. 2019
Finaliza la semana de la cumbre por el clima en Madrid y Juan Carlos Monedero entrevista a José Gregorio Díaz Mirabal, coordinador de las Organizaciones Indígenas de la Cuenca Amazónica.

VIDEO:
https://youtu.be/XfKK918L5js
Trump acaba de hacerse otra vez el gracioso negando el cambio climático. ¿Como puede un descerebrado ser Presidente de los EEUU? Pues igual que puede un payaso ganar las elecciones en Gran Bretaña. Tardas menos en convertirte en un monstruo que aprender a respetar a los demás. Sumando que la comida basura embota el cerebro. La Cumbre sobre el cambio climático naufraga negándose EE. UU, China, India, Brasil y Sudáfrica a profundizar en los acuerdos logrados en la Cumbre de París de 2015. Con la edad hay cosas que no maduran, sino que se pudren.
Le pregunto todos los años a mis alumnos: ¿qué preferís, 50 euros hoy o 200 mañana? La mayoría dice que 200 mañana. Y vuelvo a preguntar: ¿50 hoy o 200 el curso que viene? Y la mayoría dice: “no, no, 50 hoy”. Eso se llama en sociología “descuento hiperbólico”, es decir, descontamos esa enorme ventaja de multiplicar la ganancia por cuatro por aquello de más vale pájaro en mano que ciento volando. Pero eso es estúpido y los seres humanos nos dotamos de instituciones, que son acuerdos entre todos nosotros para no hacer el gilipollas. Por ejemplo, para no consumir en poco tiempo todos los recursos que nos harán falta mañana. Las instituciones son acuerdos que nos dicen: espera, retrasa la gratificación porque te va a hacer más tarde. Son acuerdos construidos con inteligencia colectiva, dialogando y mirando al largo plazo. Son básicos para la supervivencia, sobre todo cuando son democráticos.
Hoy recordaba el Diputado Cañadas en la Asamblea de Madrid a Rajoy cuando dijo en 2007 aquello de “No podemos convertir el cambio climático en un problema mundial”. Cuando lo que estábamos intentando lograr es que nos diéramos cuenta de que es un problema mundial y que había que institucionalizarlo globalmente. Porque solo hay un planeta, está conectado y lo que se rompe en un lado golpea a miles de kilómetros de distancia.
La derecha siempre ha negado sus desmanes, fuera la conquista de América, la esclavitud de África, el holocausto, los golpes como el del 36 en España, el del 73 en Chile o el 76 en Argentina, el robo de niños, la pederastia de la Iglesia o ahora el cambio climático. La derecha es muy amiga de ocultar sus desmanes porque siempre gana dinero con ellos y si salen a la luz se les termina la coartada.
El más necio de entre todos los necios de la derecha es Donald Trump porque es el que tiene más poder. Cuando los demócratas hicieron campaña en una ciudad del Oeste contra la obesidad con Michelle Obama, Trump se presentó ese día comiendo hamburguesas y patatas fritas y diciéndole a su pueblo: ¡Haced lo que os de la gana! ¡Yo os autorizo! Cuanto más estúpido eres, menos planes de futuro haces. Cuando te das cuenta suele ser tarde.
El desarrollo económico es esencial, y el aumento de la esperanza de vida y las mejoras médicas y el acceso al conocimiento. Pero si no hay aire, ni agua ni tierra limpias ninguna de esas ventajas lo serán. ¿Nos ponemos de acuerdo con el nivel de consumo que resiste el planeta? ¿Ajustamos nuestras necesidades a los limites del planeta?¿Entendemos que los países pobres tienen más necesidades de consumo que los ricos?¿Activamos la empatía y la inteligencia? ¿Mandamos un poquito de paseo a los negacionistas?
Podría ser una de las conclusiones del COP25 que se cierra este viernes en Madrid: señoras y señores negacionistas: váyanse un poquito a la mierda. Háganlo por toda la gente joven a la que tanto asustan.

Asesinatos a líderes: El agresivo mensaje de la ultraderecha en Brasil desemboca en récord de líderes indígenas asesinados

La Comissão Pastoral da Terra acaba de difundir los datos provisionales de 2019, mostrando el mayor número de crímenes en los últimos once años.
15/08/19 - El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, en una recepción a líderes indígenas en agosto de este año. / ALAN SANTOS
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, en una recepción a líderes indígenas en agosto de este año. / ALAN SANTOS
RÍO de janeiro
15/12/2019 08:55 -  VÍCTOR DAVID LÓPEZ @VictorDavLopez - PÚBLICO
Lo venía avisando Jair Bolsonaro durante su larga etapa como diputado, lo ha continuado haciendo en su primer año al frente del Ejecutivo –amenaza con revisar algunas demarcaciones indígenas, aunque el Tribunal Supremo ya las declaró derecho adquirido– y las consecuencias son las que desgraciadamente venían anunciando todas las organizaciones sociales: las comunidades indígenas brasileñas han ido perdiendo a líderes comunitarios a ritmo récord en 2019.
Por orden cronológico, han sido asesinados Francisco de Souza Pereira, de 53 años, el 27 de febrero, y Willames Machado Alencar, de 42 años de edad, el 13 de junio, ambos en Manaus (Amazonas); Emyra Waiãpi, de 69 años, el 22 de julio en Pedra Branca do Amapari (Amapá); Carlos Alberto Oliveira de Souza, 44 años, el 6 de agosto, también en la capital del estado de Amazonas, Manaus; Paulo Paulino Guajajara, de 26 años, el 1 de noviembre en Bom Jesus das Selvas (Maranhão); y Firmino Prexede Guajajara, de 45 años, y Raimundo Benício Guajajara, de 38, ambos el pasado 7 de diciembre en Jenipapo dos Vieiras (también estado de Maranhão).
Completa la macabra lista, al margen de la sección de líderes indígenas, Romildo Martins Ramires, de tan solo 14 años, acribillado a tiros y quemado vivo el 29 de julio en la aldea Nhu Verá (Dourados–Mato Grosso do Sul). Las peores noticias de los últimos once años en un país en el que ser indígena siempre ha sido un riesgo, y en el cual, desde la llegada al poder de la ultraderecha, los pueblos originarios están prácticamente condenados a muerte. 
Son las peores noticias de los últimos once años en un país en el que ser indígena siempre ha sido un riesgo
Son datos aportados por la Comissão Pastoral da Terra, que desde su secretaría nacional ubicada en Goiânia (estado de Goiás) recuerda que el contenido de la tabla divulgada registra valores parciales, al no haber concluido el año, y al no haberse podido analizar al cien por cien todavía la situación en la totalidad de los estados brasileños. Es probable que hasta abril o mayo de 2020 no se conozcan los datos definitivos –centrados exclusivamente en conflictos por la tierra– del año que ahora finaliza.  
A los siete líderes indígenas –el año se documentaron dos asesinatos con estas características– y al niño reflejados en la tabla de víctimas mortales de la Comissão Pastoral da Terra, de hecho, habría que añadir una víctima más, contabilizada en las últimas horas por el Conselho Indigenista Missionário (CIMI). Se trata de Humberto Peixoto, del pueblo Tuiuca, en el estado de Amazonas. Era colaborador de Cáritas Arquidiocesana, y recibió una paliza letal el pasado 2 de diciembre. Le aplastaron el cráneo. Falleció cinco días después. 
26/04/19 - Protesta de colectivos indígenas brasileños el pasado mes de abril en Brasília. / JOSÉ CRUZ / AGÊNCIA BRASIL.
Protesta de colectivos indígenas brasileños el pasado mes de abril en Brasília. / JOSÉ CRUZ / AGÊNCIA BRASIL.
El conflicto de los pueblos originarios con madereros, o con la minería ilegal, es eterno, agudizado por la presión de las explotaciones agropecuarias. Según el CIMI, los agresores actúan ahora con mayor impunidad, "siguiendo el ejemplo de los discursos racistas y las acciones dictadas por el Gobierno Federal, como el incentivo de las invasiones a las tierras indígenas"
Tras señalar los objetivos con agresivos mensajes durante tanto tiempo, cuando llega la hora de enterrar los cuerpos, el presidente prefiere ocultarse tras el cargo. No necesita dar la cara para sentenciar a las comunidades indígenas. Solo en casos puntuales, como sucedió en julio tras el asesinato de Emyra Waiãpi, ha llegado a referirse Bolsonaro directamente a lo ocurrido. En este caso, se manifestó para poner en duda el crimen, alegando que hasta aquel instante no existía "ningún indicio fuerte", para acto seguido afirmar que entre sus objetivos está la legalización de todas las extracciones mineras, incluso en reservas indígenas. No procede, en su opinión, tanta tierra y con tanta riqueza virgen para tan poca población indígena. 
"Los agresores actúan ahora con mayor impunidad", según el CIMI
Todas las presiones, la violencia verbal y la física y las invasiones de reservas indígenas han colocado a los pueblos originarios brasileños en esta tesitura. La ultraderecha de Jair Bolsonaro, actualmente al frente de las operaciones del Gobierno, ya no precisa las salidas de tono estrambóticas que les auparon en la campaña electoral de 2018: les basta con los movimientos en los pasillos del Congreso Nacional. Allí es donde el presidente lleva todo el año intentando que la Fundación Nacional del Indio (FUNAI), el órgano encargado de la delimitación de tierras indígenas, pase a estar controlado por el Ministerio de Agricultura –liderado por la exlíder de la bancada del agronegocio, Tereza Cristina–. El Tribunal Supremo ha frenado, nuevamente, sus intenciones, al menos de momento. 
Paulo Paulino, uno de los líderes indígenas asesinados este año en Brasil. / PATRICK RAYNAUD / APIB.
Paulo Paulino, uno de los líderes indígenas asesinados este año en Brasil. / PATRICK RAYNAUD / APIB.
La responsabilidad de Bolsonaro, mientras tanto, sigue dando vueltas al mundo. Intentando conquistar toda la notoriedad posible, las organizaciones sociales se esfuerzan en propagar la estrategia presidencial más allá de las fronteras brasileñas. Por eso los asesinatos de líderes indígenas han aterrizado en el Tribunal Penal Internacional de La Haya, de la mano de La Comisión Arns y el Colectivo de Abogados por los Derechos Humanos (CADHU), y por eso la extrema situación de estudia a menudo en las sesiones periódicamente organizadas por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos. 
La disputa por el territorio, ámbito en el que se centra fundamentalmente el trabajo diario de la Comissão Pastoral da Terra, muestra asesinatos también de activistas medioambientales y miembros del movimiento de los trabajadores rurales sin tierra. En las zonas más despobladas de Brasil, las fatalidades, que han estado a la orden del día desde hace décadas, hoy se normalizan y blanquean desde las instituciones en nombre del progreso.

Nuevatribuna

La cumbre sobre Cambio Climático se enfrenta al nuevo negacionismo

Isabella Arria | El negacionismo clásico, financiado por los principales productores de combustibles fósiles, pasó por varias fases: asegurar que no había tal fenómeno; no negarlo, pero afirmar que no implicaba problema alguno; admitir el problema, pero atribuirlo a causas naturales, nunca a la acción humana; y asegurar que la solución no estaba en manos de la humanidad

La cumbre sobre Cambio Climático se enfrenta al nuevo negacionismo
Nuevatribuna
nuevatribuna.es 05/12/19
El secretario general de la Organización de Naciones Unidas (ONU), Antonio Guterres, inauguró en Madrid la 25 Conferencia de las Partes (COP25), máximo órgano de la Convención Marco de Cambio Climático de la Organización de Naciones Unidas (ONU), con un discurso en el cual alertó de una "catástrofe" si no se actúa ya, y con determinación, sobre las causas del cambio climático, con especial énfasis en la reducción de los gases de efecto invernadero.
"Las señales no se pueden ignorar", advirtió, e insistió en que "las decisiones importantes se tienen que tomar ya", ante delegaciones de los 196 países que acudieron a la cita, entre los que había jefes de Estado y primeros ministros, muchos de los cuales aspiran a que se suscriba un compromiso para que en 2050 haya cero emisiones netas de carbono.
El secretario general de la ONU señaló que "la única manera de reducir la temperatura global es limitar los combustibles fósiles"; informó que según "los datos más recientes de la meteorología mundial hemos llegado a límites impensables", pues "los últimos cinco años han sido los más calientes que se hayan documentado"; "hay desastres climáticos más extremos" y "la Antártida se reduce tres veces más rápido de lo previsto".
"Solo un puñado de fanáticos niega ya la evidencia del cambio climático", dijo Pedro Sánchez, presidente español, al inaugurar la Cumbre. Pero la realidad es que un nuevo negacionismo climático ha encontrado vías para boicotear los acuerdos internacionales y aprovechar malas rachas económicas para poner palos en las ruedas de la acción conjunta contra el calentamiento global de la Tierra. El discurso climático está admitido, pero no recortar las emisiones de CO2.
El neonegacionismo
El negacionismo clásico, financiado por los principales productores de combustibles fósiles, pasó por varias fases: asegurar que no había tal fenómeno; no negarlo, pero afirmar que no implicaba problema alguno; admitir el problema, pero atribuirlo a causas naturales, nunca a la acción humana; y asegurar que la solución no estaba en manos de la humanidad. La apabullante evidencia científica dio paso a otras modalidades.
No es casual que Brasil, Australia, Rusia, Japón o China, cinco de las principales economías del G20 (los mayores causantes del calentamiento global), no han enviado a sus jefes de Estado o gobierno a Madrid, pese a ser partícipes del Acuerdo de París. No olvidar que EEUU anunció hace un año el inicio de la salida del acuerdo climático.
"Los negacionistas ruidosos tipo Donald Trump preocupan menos. El problema son los que hacen ver que han asumido la problemática del clima para aplicarle falsas soluciones", señaló a eldiario.es el eurodiputado Florent Marcellesi, refiriéndose a movimientos como los de Marie Le Pen en Francia, "que han hecho suyo un discurso ecologista, pero para aplicarle un ideología ecofascista de rechazo a lo de fuera". 
Lo cierto es que ya muy pocos niegan la evidencia científica, que se ha impuesto en el imaginario colectivo, pero le dan vueltas ofreciendo supuestas soluciones tecnológicas para no tener que recortar emisiones de gases como son la captura y el almacenamiento de carbono o ponen el foco en eliminar los automóviles de combustión y sustituirlos por eléctricos, aunque nadie sabe cómo se va a generar esa electricidad.
"Los datos más recientes de la meteorología mundial han revelado que hemos llegado a límites impensables. Nos hemos pasado, y muchísimo. Las señales no se pueden ignorar, los últimos cinco años han sido los más calientes que se hayan documentado. Hay desastres climáticos más extremos; huracanes, sequías, inundaciones, incendios, se derriten los casquetes polares, la Antártida se reduce tres veces más rápido de lo previsto", señaló Guterres.
El funcionario reconoció que a pesar de los acuerdos históricos que se han firmado en las últimas décadas para luchar contra la destrucción del planeta, como el Protocolo de Kioto o el Acuerdo de París, la situación es peor de lo que se preveía en los estudios más pesimistas.
"Estamos muy lejos de un camino sostenible. Vemos algunos modelos, pero no se acercan a la escala que precisamos. Hay que cambiar la fiscalización de los ingresos al carbono, acabar con las plantas que queman carbón, acabar con los subsidios a los combustibles fósiles y emprender una transición hacia una economía verde. No hay otro camino”, añadió.
Madrid será también durante estos días –dijo el presidente español Sánchez– la capital del diálogo con la sociedad, a través de la implicación de más de mil 500 colectivos y organizaciones, cientos de empresas comprometidas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible y una "generación entera de jóvenes que se niega a callar ante la creciente degradación del planeta".
La presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, la demócrata Nancy Pelosi, quien acudió al encuentro en compañía de 16 congresistas más y sin representación del gobierno del presidente republicano Donald Trump, negacionista del cambio climático, afirmó: "estamos aquí para decir, en nombre de la Cámara de Representantes, y del Congreso estadunidense, que seguimos involucrados en el combate al cambio climático".
El presidente del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático, Hoesung Lee, mencionó que los expertos quieren trabajar "mano a mano" con los políticos y gobernantes para que no se produzca una "desconexión" sobre el "reto" del cambio climático.
"Estamos haciendo lo contrario" para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, y de no hacer nada, algunas de las consecuencias serán "la amenaza de la seguridad alimentaria por el aumento de competencia por las tierras o las pérdidas de biodiversidad y ecosistemas".
Un futuro ¿posible?
La propia primera jornada de la COP25 ha mostrado cómo, tras la oleada de conciencia colectiva que surgió en el Acuerdo de París en 2015, el neonegacionismo toma nuevas formas a la hora retrasar la puesta en marcha de lo acordado hace solo cuatro años. Brasil, Australia, Rusia, Japón o China, cinco de las principales economías del G20 (los mayores causantes del calentamiento global), no han enviado a sus jefes de Estado o Gobierno a Madrid.
Más allá de los efectos ambientales producidos por las actividades industriales, comerciales, agrícolas y de servicios, el cambio climático tiene a corto plazo consecuencias desastrosas para millones de seres humanos que podrían padecer hambrunas a consecuencia de la pérdida de cosechas, sequías, inundaciones o la desaparición total de sus lugares de residencia.
Tal es el caso de los habitantes de los litorales y de islas –particularmente, las situadas en el Océano Pacífico–, debido al aumento del nivel del mar producida a su vez por el derretimiento de los hielos polares. Si no se actúa ya, esos escenarios darán lugar, como resultado inevitable, a oleadas migratorias sin precedente, con todo lo que implican para la estabilidad de los países.
Hasta ahora los esfuerzos políticos multilaterales para frenar las emisiones de GEI han resultado gravemente insuficientes. Ni el Protocolo de Kioto (1997) ni el Acuerdo de París (2015) han dado resultados satisfactorios; incluso se da el caso de que Estados Unidos y Brasil estén gobernados por personas que niegan la realidad del cambio climático y del calentamiento global.
Con emisiones de dióxido de carbono (el principal de los GEI) equivalentes a más de 13 millones de kilotoneladas, China encabeza la lista de los 15 mayores contaminantes del mundo, seguida por Estados Unidos, con 6 millones 444 mil.
Luego vienen la Unión Europea (4 millones 499 mil), India (3 millones 346 mil), Rusia (2 millones 233 mil), Japón (un millón 359 mil), Brasil (un millón 229 mil), Indonesia (897 mil), Irán (815 mil), Canadá (780 mil), México (770 mil), Arabia Saudita (709 mil), Corea del Sur (704 mil), Australia (658 mil) y Sudáfrica (581 mil). Obviamente hay que tener en cuenta el tamaño de cada uno de ellos.
Sin embargo, de acuerdo con el Informe sobre la brecha de emisiones 2018 de la oficina de Medio Ambiente de la ONU, sólo cinco países de esa lista –China, Rusia, Japón, India y Brasil (hasta antes de la llegada al poder de Jair Bolsonaro)– cumplían con los compromisos de reducción de emisiones derivados de Kioto y de París. En cuanto a nuestro país e Indonesia, la dependencia internacional calificó de "incierto" el cumplimiento de sus compromisos.
Hasta ahora se ha hablado de una correlación directa entre el crecimiento de la economía de un país y sus emisiones de GEI. El desafío para todo mundo consiste en romper ese vínculo y crecer con base en energías limpias y renovables. De otra manera, la humanidad se encaminará a una tragedia global sin precedente y acaso sin retorno posible.
Isabella Arria
Periodista chilena residenciada en Europa, analista asociada al Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, estrategia.la)

La marcha por el clima en Chile consagra 50 días de movilizaciones

Aunque la COP25 se trasladó a España por el estallido social, esta semana se han celebrado en Santiago varios encuentros alternativos de activistas internacionales.
06/12/2019.- Miles de manifestantes protestan este viernes en la céntrica Plaza Italia, rebautizada popularmente como "Plaza de la Dignidad", tras más de 50 días de movilizaciones en contra del Gobierno, en Santiago (Chile). EFE/Alberto Valdés
Santiago de Chile
07/12/2019 10:20 - Meritxell Freixas @MeritxellFr - PÚBLICO
Mientras cerca de las 9 de la noche en Madrid finalizaba la Marcha por el Clima que recorrió el centro de la ciudad, en Santiago, a las 5 de la tarde, empezaba una nueva tarde de protestas. La de este viernes fue la número 50. Una cifra redonda que miles de manifestantes quisieron recordar y que se sumó a la marcha climática convocada por Fridays For Future, el movimiento de jóvenes que inició Greta Thunberg, la Cumbre de los Pueblos y la Cumbre Social por la Acción Climática, ambas citas alternativas a la COP25 que se han mantenido en Chile, pese a que el encuentro oficial se trasladó a España por el estallido social.
“Salvemos la tierra, cambiemos el planeta”, decía el lema que exhibían varios de los activistas de la Cumbre de los Pueblos. Más atrás, otros participantes representaban el cortejo fúnebre de un cóndor y un huemul, dos de los animales característicos del paisaje chileno y en peligro de extinción. La protesta partió a las 16h de la Universidad de Santiago (Usach) y transcurrió por la Alameda, la principal avenida de la capital, para llegar a Plaza Italia, epicentro de las movilizaciones y rebautizada por los manifestantes como Plaza de la Dignidad.
“Aunque la COP25 se haya trasladado a España, nosotros hemos seguido visibilizando nuestras demandas y seguiremos haciéndolo, reivindicando un cambio de modelo y a través de la exigencia de una Asamblea Constituyente plurinacional, pluricultural y con igualdad de género”, dice Itairé Acle, una de las integrantes de la Cumbre, que ha reunido un total de 160 organizaciones sociales, ambientales, culturales y sindicales de todo el país y la región. La mujer se refiere al proceso constituyente que Chile ha puesto en marcha para elaborar una nueva Carta Magna y al interés de los ambientalistas para tener representación entre los miembros de la sociedad civil que serán elegidos para redactarla.
En la plaza, los ecologistas se mezclan con la multitud. Sus proclamas en defensa de la tierra y el medio ambiente se entrecruzan con muchos otros: los que piden la dimisión del presidente Sebastián Piñera, los que reclaman un nuevo modelo de pensiones, los que apuntan contra Carabineros, los que exigen educación gratuita... Como casi cada tarde, especialmente las de los viernes, la plaza recoge el malestar y hartazgo ciudadano y los transforma en una especie de euforia colectiva.
"¡No es sequía, es saqueo!"
“¡No es sequía, es saqueo!”, gritan los miembros de la organización Simbiosis Colectiva, de la ciudad de Quilicura, ubicada a las afueras del área metropolitana. Luego entonan: “¿Y cómo, y cómo, y cómo es la weá, hay agua pal’ guanaco y no pal’ humedal?” El cántico despierta aplausos entre los asistentes por la referencia al guanaco, la tanqueta de agua a presión con la que la policía reprime las protestas. “Hemos venido a visibilizar la importancia de las 4,5 millones de hectáreas de humedales de nuestro país. Son imprescindibles porque en menor superficie que la del bosque absorben mucho más carbono”, cuenta Guillermo Calderón, miembro del grupo. No es su único reclamo: “En Quilicura tenemos el cordón industrial más grande de Chile y las autoridades no se hacen cargo de la contaminación. Por eso queremos que la declaren zona de sacrificio”, añade.

Sequía y zonas de sacrificio

Las llamadas zonas de sacrificio es la forma común como se conocen en Chile los lugares que concentran mayor cantidad de industrias contaminantes y que, a la vez, afectan a las comunidades más pobres o vulnerables. Los municipios más perjudicados del país que se enmarcan bajo en denominación son Quintero y Puchuncaví, que conforman una bahía donde se ubica el complejo industrial más grande de región de Valparaíso. En 2018 esta zona fue gravemente afectada por varios episodios de contaminación que dejaron más de 1.000 personas intoxicadas por inhalación de gases tóxicos, cuya procedencia y especificación aún están siendo investigadas. Cuatro termoeléctricas de carbón se ubican en este territorio. Para 2022 y en 2024 está previsto el cierre de dos de ellas como parte del plan de descarbonización anunciado por el presidente chileno.
Más de 400.000 chilenos y chilenas reciben agua en camiones para sobrevivir
La sequía es otra de las grandes amenazas de Chile. Según Greenpeace Chile, hoy más de 400.000 chilenos y chilenas reciben agua en camiones para sobrevivir. Además de la escasez de lluvias, la falta de agua se agudiza por la sobreexplotación de las cuencas hídricas que provocan las actividades extractivas y la agricultura intensiva. Otros conflictos medioambientales pendientes de resolver tienen que ver con impacto de la industria del salmón en el sur del Pacífico; varios proyectos mineros que amenazan áreas silvestres protegidas; y la falta de protección de los glaciares.
Con el traslado a Madrid de la sede de la COP25 y una pauta mediática fuertemente marcada por la crisis política y social, la agenda que las organizaciones medioambientales habían conseguido instalar ha ido perdiendo espacio y relevancia. La decisión de suspender el evento en Santiago supuso un duro golpe para activistas y líderes ambientales, que consideran que Chile ha perdido “una oportunidad única en el escenario mundial” para poner de relieve sus demandas y las del conjunto de la región latinoamericana, una de las más castigadas por la emergencia climática global.

URUGUAY

Trabajadores de ANCAP realizarán paro de 24 horas este lunes en área metropolitana

La Federación de Funcionarios de ANCAP (FANCAP) realizará un paro de 24 horas este lunes 16 de diciembre en toda el área metropolitana, en rechazo a la sanción a un trabajador.

tablada PARO 14 de diciembre de 2019, 22:16hs - LR21
El conflicto se desató luego de que un funcionario de La Tablada fue sancionado al no atender a un camión.
Para el sindicato, la medida sancionatoria, que adoptó la gerencia de La Tablada, es “un nuevo ataque a la organización sindical y a los trabajadores sindicalizados”.
“Ha quedado explicitado en este hecho que se trata de una flagrante persecución sindical”, dijo el presidente de FANCAP, Gerardo Rodríguez.
En tal sentido, FANCAP resolvió realizar la denuncia ante el Ministerio de Trabajo, por “persecución y acoso laboral”.

La versión del sindicato

Rodríguez explicó al Portal del PIT-CNT que la operativa de un sector de camioneros implica “cargar y vender propileno a la Argentina y posteriormente, los camiones retornan al país con propano. Hay camiones que a veces están 15 o 16 horas en la ruta, luego se estacionan, descansan un rato, descargan, cargan y se van para Argentina”.
El camión que no fue atendido por el funcionario “estacionó en un espacio para descansar y no donde están las bombas para descarga”.
Cuando llegó el siguiente turno, a las 6 de la mañana, procedieron a descargar.
“Esto ya ha pasado otras veces y nunca se había llamado la atención por la forma de proceder. Pero en este caso, se le aplicó una sanción de suspensión de cinco días a un compañero al que en otra oportunidad, cuando nos aplicaron la esencialidad, lo quisieron sancionar con 180 días, por cumplir las resoluciones del sindicato durante tres días. En aquella oportunidad, el trabajador había quedado al borde de su despido, pero se logró revertir la situación”, explicó el dirigente sindical.
Rechazó que se hable de que el trabajador se tomó una “siesta”. Explicó que en ocasiones ha ocurrido “que trabajadores que se encontraban agotados de viajar han llegado a la planta en condiciones físicas que no les permitiría ni siquiera manejar”.
“En ocasiones estacionan y nosotros permitimos que descansen porque se está trasladando un producto extremadamente peligroso y lo que se intenta preservar es la salud del chofer y de toda la población que puede quedar expuesta a una tragedia”, remarcó.

La posición de ANCAP

Por su parte, la presidenta de ANCAP, Marta Jara, manifestó que la situación se originó en el turno de la noche cuando a la refinería se presentó un transportista para cargar propileno de exportación.
Para su abastecimiento, se había solicitado personal de guardia, pero nadie atendió a ese camión.
Remarcó que, de acuerdo a las imágenes de las cámaras, “ningún funcionario se acercó al camionero para atenderlo, y probablemente el conductor, durante la espera, quedó dormido, porque era durante la noche”.
“De acuerdo al reglamento, la evidencia primaria es que un funcionario no cumplió con su servicio”, añadió.
La jerarca de ANCAP dijo que en la refinería se está tratando de “aprovechar al máximo sus activos”. En tal sentido manifestó que “la región está demandado productos y existen oportunidades de exportación”.
Desde hace seis semanas se exporta propileno, un componente que se encuentra en el supergas y que tiene un valor muy alto como materia prima petroquímica.
Por ello es importante proteger los negocios y no defraudar a los clientes.
Por otro lado indicó que este lunes alguna estación de servicio podría quedarse sin abastecimiento de combustibles, pero en principio no será una situación generalizada.

Caras y Caretas

Montevideo, 12 diciembre, 2019

José Olivera: “El gobierno que asume es más proclive a la imposición que a establecer un diálogo”

Entre el 5 y 8 de diciembre se desarrolló en Carmelo, el XVII Congreso de Fenapes “Compañero Eduardo Bleier”, en el que se discutieron elementos estratégicos para la federación y se eligió la nueva dirección. Caras y Caretas conversó con José Olivera sobre los temas tratados y las primeras reflexiones sobre el gobierno que asume y sus políticas educativas.
José Olivera: “El gobierno que asume es más proclive a la imposición que a establecer un diálogo”
11 diciembre, 2019 - CARAS Y CARETAS
En este último congreso participaron delegados de las 60 filiales que integran la federación, a lo largo y ancho de todo el país. En el mismo, los trabajadores docentes de la Federación Nacional de Enseñanza Secundaria realizaron el balance de lo actuado en los últimos dos años, y se discutieron los lineamientos estratégicos para la Federación en el próximo bienio.
Consultado sobre las primeras conclusiones, el vicepresidente de Fenapes, José Olivera dijo que: “lo primero que salta a la vista es la necesidad  de defender en el actual contexto la educación pública y sobre todo la posición férrea de su defensa en términos de combatir la privatización y mercantilización que son dos procesos muy presentes en el Uruguay de hoy”.
En su declaración final, el congreso consideró la situación actual coyuntural, sobre todo se reafirma el carácter de que el que asume es un gobierno de derecha con componentes fascistas, que incluso va a intentar realizar un rápido proceso de ajuste y retroceso en el marco de un conjunto de derechos que afectan a la mayoría de la sociedad. En relación a eso Olivera agregó que, “asociado a eso se percibe a su vez a una amenaza muchas veces solapada de violencia  o escalada represiva que se podía estar desatando ante una conflictividad social; el gobierno que asume es más proclive a la imposición que a establecer un diálogo, por eso incluso han dicho claramente que ante una conflictividad social no les va a temblar el pulso en utilizar la represión”
Desde el sindicato se entiende que se tendrá que afrontar en el marco de la unidad de acción que siempre ha caracterizado al movimiento sindical uruguayo. Teniendo en cuenta sobre todo que en el contexto regional se muestra un  avance de estas concepciones neoliberales y fascistas que preocupan. “Este tema estuvo arriba de la mesa durante los cuatros días del congreso con el objetivo de defender los derechos conquistados en el ámbito sindical y de la sociedad toda. Se hace necesario impulsar una estrategia común de la clase trabajadora a escala nacional, regional y mundial que tiene que tener obviamente la capacidad política de reconocer que existe una multiplicidad de organizaciones sociales que pueden ser protagonistas de ese proceso de resistencia y por lo tanto habrá que construir alianzas dentro y fuera del país para hacer frente a este nuevo escenario”, subrayó Olivera.
Por otro lado el congreso remarcó y expresó  claramente su solidaridad con los pueblos de América que hoy están enfrentando y padeciendo gobiernos  de derecha, que ante la resistencia actúan reprimiendo violentamente, ahí estuvo en análisis la situación de Chile. Colombia, Perú, Ecuador, Bolivia, países con los cuales se está en permanente contacto  a través de los dirigentes.
En la declaración final se menciona que ya desde la campaña electoral el proyecto antidemocrático, autoritario y privatizador de EDUY21, reunió y consolido apoyos políticos por parte de quienes dicen defender la educación pública “para todos” pero defienden en los hechos los intereses de la educación privada. Es evidente la preocupación que se tiene por parte del gremio ante lo que se viene y en relación a eso José Olivera resaltó que “es  preocupante el engaño que se le ha hecho a la ciudadanía, cuando el documento de la coalición para el 24 dijo una cosa y ahora van a hacer otra, vemos con preocupación cómo vuelve a tomar fuerza el planteo de la política educativa de la fundación  Eduy21 que no logró su objetivo en octubre de que los partidos suscribieran un acuerdo asumiendo como válida su base programática, sin embargo hoy aparece como una de las bases doctrinarias de la futura política educativa, esto dicho por el candidato triunfante”
Fenapes también se declara en alerta ante los anuncios de cambios en el gobierno de la educación, la eliminación de la participación social organizada, la pretendida intención de dar al Ministerio de Educación y Cultura un papel preponderante en el gobierno de la educación y la eliminación de los consejos desconcentrados.
Caras y caretas le pregunto a Olivera si era real lo que se rumoreaba sobre la alta demanda de solicitudes de afiliación al sindicato en las últimas semanas, ante lo cual el líder sindical dijo: “El Macartismo ya lo conocemos en la educación secundaria, Sanguinetti fue el ideólogo de la ley 14101 en el gobierno de Bordaberry previo al golpe de estado en el que se inauguró la persecución e intervención en secundaria, y ahora con los planteos presentados por la coalición se vuelve a traer la idea de aumentar el control político ideológico en el sistema educativo. Los docentes que tienen un poco de memoria saben lo que significó la 14101 desde la década del 70 y hasta los 90 durante los gobiernos colorados y blancos, sabe la gente que la libertad allí no existió, por lo tanto es lógico el resguardo en la organización sindical ante esta situación que se ve venir”.
Queda claro que se avizora un año importante en términos de disputa teniendo como base el presupuesto quinquenal, que sin dudas marcará la cancha de cara al futuro.

Uruguay, con Jorge Zabalza, sobre 'La leyenda insurgente'

Publicado en Brecha
LA HAINE - 15/12/2019

Nuevo libro de Zabalza -uno de los pocos líderes tupamaros honestos que quedan-, para futuros revolucionarios
Concebido como una revisión de la historia oficial, el libro de Jorge Zabalza reúne historias que transcurren en tres siglos, desde la conquista hasta la conformación del Estado nación. Con su narrativa insurgente, refuta la leyenda militarista del artiguismo, traza potentes conexiones con los guaraníes y los negros africanos. La leyenda de Zabalza es una toma de partido por los olvidados de la historia oficial, esa construcción falsa producida por las clases dominantes con el objetivo de no permitir el surgimiento de generaciones insurgentes.
-En la dedicatoria inicial a tu hermano Ricardo planteás la necesidad de rescatar las historias de las manos de los poderosos. ¿Cuál es la importancia de este libro que recorre casi tres siglos de historia no oficial?

-En la dedicatoria digo que sobrevivir no nos da derecho a olvidar todo lo que dijimos y la concepción que teníamos. Por suerte, desde niños aprendimos a mirar críticamente la historia oficial, que es la historia fabricada por los historiadores del Partido Colorado. Como el hogar nuestro era blanco tuvimos una mirada crítica.
La revolución cubana tuvo que esperar a ganar para empezar a rescatar a José Martí, a Antonio Maceo, a Julio Mella (que estaba completamente olvidado). Nosotros tenemos una historia para consolidar el Estado: la de la segunda mitad del siglo XIX, y parte del batllismo, porque Pepe Batlle colaboró con esa historia. Carlos María Ramírez, Francisco Bauzá, Clemente Fregeiro… Empezás a recorrer la historia y son todos colorados. Juan Zorrilla de San Martín, el gran poeta de Uruguay, escribió La leyenda patria y se olvidó de nombrar a Artigas. En la época de Máximo Santos se retoma a Artigas, al calor de los puestos y los premios que les daba el Estado a estos intelectuales, y Zorrilla de San Martín –recién ahí– escribió la epopeya de Artigas. Ramírez se convirtió en el apologeta de Artigas, Eduardo Acevedo…
Todos salieron a construir una figura de Artigas que, en gran parte, es la leyenda “militarizada”: un Artigas con uniforme, bien peinado, con gesto adusto. Uno lee testimonios directos de la época y Artigas no era eso. Yo me lo imagino con un pelo bastante largo, bastante mugriento y vestido como podía, lejos de esa imagen de estampita que nos dejó Blanes. La leyenda insurgente toma partido sobre la historia para colaborar en futuras insurgencias. Está la leyenda negra, la leyenda celeste –como la llama Carlos Real de Azúa–, que es el invento del Partido Colorado, y también la leyenda insurgente. Si en algún momento queremos fundamentar históricamente una revolución en Uruguay, hay que dar vuelta la mirada. Todo el nomenclátor de Montevideo es falso; simbólicamente, el Partido Colorado refleja esa historia. Hay que cambiar todo el calendario de fiestas patrias: el 25 de agosto no quiere decir nada, es una mentira.
-¿Quiénes son nuestros Martí, nuestros Mella?
-En primer lugar, hay que rescatar a los guaraníes. En aquella época había unos 150 mil guaraníes en unas 30 misiones creadas por los jesuitas. Fueron los que protagonizaron los cercos a Colonia del Sacramento, construyeron la muralla de Montevideo y la ciudad de Minas, donde todavía hay un pueblo de guaraníes, Los Tapes. Fundaron Buenos Aires, Santa Fe, Corrientes; eran la mano de obra. Cuando portugueses y españoles quisieron liquidar el problema invadiendo las misiones, hubo un derrame hacia el sur, muchos se quedaron del Río Negro, al norte.
Nuestra realidad es guaraní en esa época, Buenos Aires tenía 10 mil habitantes y Montevideo 4 mil o 5 mil, pero había 150 mil guaraníes organizados en una sociedad que producía bajo principios cooperativos. Administraban 15 o 20 estancias en el norte de la Banda Oriental. Esa realidad se transmitió al movimiento artiguista. ¿Por qué Artigas no defendió Montevideo y se llevó a toda su gente para el norte? Fueron a rescatar los siete pueblos de las Misiones Orientales. El centro de gravedad político, social, demográfico de aquella época era el guaraní.
En segundo lugar, hay que rescatar a los batallones artiguistas de africanos. Pero no sólo el artiguismo; San Martín cruzó los Andes con 2.500 esclavos liberados, de los cuales regresaron 123. Los que pusieron la sangre fueron los negros africanos y los guaraníes. San Martín era indio guaraní; hasta hoy se niegan a hacerle el Adn a sus restos. Hay demasiados testimonios que lo tratan de indio y la oligarquía porteña lo menospreciaba por indio. Hay que homenajear a Andresito, a Sepé, a Encarnación Benítez, a Baltasar Vargas, cambiar a Lorenzo Batlle y a Lafone por ellos, que son los verdaderos héroes patrios.
No sólo hay que enseñar otra historia en las escuelas, también hay que reflejarla simbólicamente. Ahora había una polémica, si ponerle o no a una calle Mario Benedetti. Lamento discrepar con Mariano [Arana], que es un buen compañero, una buena persona, uno lo aprecia y le tiene cariño, pero mantener el nomenclátor actual de Montevideo y de las ciudades del Interior es mantener una historia falsa, hecha para justificar la dominación de clase. Y no sólo Montevideo fue el principal centro esclavista de la zona, es decir, todos los familiares de los grandes personajes de la historia fueron esclavistas. Los tatarabuelos de los Batlle y los Herrera eran esclavistas, las grandes fortunas del Uruguay se hicieron sobre esa base.
-¿Esta mirada de la historia ya la tenían presente en los sesenta?
-Nos enseñaron historia con el hermano Damasceno, una fantasía tan grande, un cuento enorme. Tuvimos la suerte de tener en el liceo un profesor socialista, Silos Piedra Cueva, compañero de Carlitos Machado, y una profesora, Olga Labraga, que era del Cerro, de origen comunista. Ellos quebraron esa historia nacional. Luego vinieron las lecturas: Lucía Sala Turón, José Pedro Barrán, Benjamín Nahum, y ahora, como buen autodidacta –debo de haber metido la pata en algo, porque los autodidactas siempre la meten–, me dediqué a estudiar a gente que últimamente ha hecho investigaciones serias sobre distintos temas en Río Grande, Paraguay, Corrientes y Uruguay. El último tema que trato en el libro son los datos de la antropología genética, que aparentemente no tiene nada que ver con la historia. Allí se establece que el 31 por ciento de los nacidos en este territorio que hoy se llama Uruguay tenemos algún gen guaraní por el lado materno. En Tacuarembó es el 61 por ciento, en Montevideo es el 20 por ciento.
-Es curioso que sea Carlos Maggi quien trabaje estos temas, que no es de izquierda. ¿Te sorprende?
-No, yo soy admirador de él. Maggi tiene una sensibilidad distinta, de artista. Él reacciona frente a la descripción de Artigas de [Dámaso Antonio] Larrañaga. Dice, no, este hombre no se está haciendo el pobre, este hombre está reflejando una cultura diferente, que no es la austeridad por falta de medios económicos. Maggi fue uno de los tres que estudió el archivo Artigas (además de Pivel Devoto y Petit Muñoz). Toda la versión del Artigas bandolero hay que rescatarla; nos vendieron que nació a los 39 años el día que le entregan el sable (los españoles).
Sobre lo que sucedió antes en su vida no sabemos nada; era un bandolero social, diría Hobsbawm. Es muy probable que hablara guaraní, las montoneras artiguistas hablaban guaraní, los documentos en castellano vienen después, de la mano de [Miguel] Barreiro y [José Benito] Monterroso: los curas ilustrados. También influyeron en Artigas lecturas provenientes de EEUU, lo rescata el propio Maggi; textos de Thomas Paine sobre democracia y federalismo.
-Decías que este libro es un legado para las próximas generaciones insurgentes. ¿Qué aspectos son centrales para las revoluciones futuras?
-Mirar diferente la historia. Analizamos el presente dependiendo de la historia que contemos. Para tener independencia política y económica es necesario tener independencia de pensamiento. Lo cuento en el libro: acá no había burgueses, había empleados de la burguesía británica. Hubo gerentes, mayordomos, amanuenses. Con ellos se constituyó el Estado, no como una clase social con intereses propios, ni una burguesía nacional con intereses contradictorios a los del imperialismo, sino que eran servidores del imperialismo. Los centros capitalistas siguen teniendo sus amanuenses hoy en día. Tampoco había una clase asalariada. No podemos caer en el invento de trasplantar la historia de Europa a América Latina diciendo que hubo una confrontación de clase, inventando contradicciones que no existían.

-De alguna manera, este libro es como lo que han hecho los cataristas en Bolivia o los zapatistas en México: reescribir la historia para que las rebeldías puedan florecer en otras generaciones. ¿Tenés esa esperanza?
-Yo tengo, sí. Fijate, leí el libro del viejo Herrera La misión Ponsonby, cuando tenía 12 años (mi viejo tenía bruta biblioteca y le encantaba la historia). Ese fue el primer libro de revisionismo histórico, hecho para contraponerse a la historia oficial de la clase dominante que se instaló a fines del siglo XIX. Jorge Abelardo Ramos –discrepo mucho con él– entiende que la lucha por la independencia es una continuación de la lucha entre liberales y absolutistas en Europa. No, señor, en 1780 fueron las rebeliones de Túpac Amaru y Túpac Katari. Túpac Amaru llegó a movilizar 100 mil quechuas y aymaras, le puso un cerco durante tres meses a la ciudad de La Paz.
Abelardo Ramos y también los colorados nos quieren vender que somos liberales porque éramos jacobinos. Nosotros fuimos la continuación de los tupacamaristas y de los guaraníes que lucharon contra los españoles. Ese enfoque yo lo quiero transmitir, por eso arranco el libro con Alejo García, que era el más enfermo de todos, el “descubridor” del Paraguay. García viene con Juan Díaz de Solís y se salva de la matanza. Y no fueron los charrúas, sino los guaraníes quienes se lo comieron en un ritual. García llega a Porto Alegre y, empujado por la fiebre del oro, se camina miles de quilómetros hasta casi el Potosí, llega al sur de Bolivia, caminando en medio de la selva, cinco españoles con una compañía de 2 mil guaraníes.
Después lo mataron y le ponen “el descubridor” de Paraguay, pero no descubrió nada. Era la locura del oro lo que los empujaba, la misma de Pizarro, de Cortés, de Irala, de Mendoza, que se tuvo que volver a España corriendo porque los querandíes casi se lo comen. Esa historia que nos quieren vender de la conquista como algo planificado no es así. Fue una locura, una historia de tipos de-sorbitados, medio locos, que se conquistaron un continente impulsados por la burguesía británica, el desarrollo y la revolución industrial. El afán de lucro los impulsaba.
-¿Dónde ves la leyenda insurgente hoy?
-En el feminismo, en las movilizaciones de las mujeres, que tuvo sus inicios en grupos militantes pequeños de gente muy estudiosa y persistente, con una voluntad política muy decidida. Fueron las que expandieron el tema del patriarcalismo, la violencia y la explotación hacia las mujeres. Esto no es tan antiguo, empezó hace 30 o 40 años y hoy se presenta como un movimiento masivo que se expande por todo el mundo. Es muy parecido a lo que sucedió en 1968 con el movimiento estudiantil, y tiene un destino anticapitalista, porque el patriarcalismo tiene una razón económica de existir.
El otro movimiento poderoso que está surgiendo es el de la defensa de la tierra, el agua, el aire, el medioambiente. Hace poco, los que luchan por un Canelones libre de soja tuvieron un laudo favorable de la Institución de Derechos Humanos, que reconoce que el uso de agrotóxicos atenta contra la salud y los derechos humanos. Esto está ocurriendo en todo el mundo, en Suiza dejaron de utilizarlos, y a Suiza no se la puede acusar de socialista. Estuvo la lucha contra Aratirí y ahora contra Upm 2 [segunda planta de pasta de celulosa, muy contaminante, de la multinacional finlandesa UPM-Kymmene en Uruguay] y el tren. Sueño con que un día ocupemos Upm 2, con un movimiento lo suficientemente fuerte como para decir que no queremos Upm.
Por supuesto que hoy no tiene mucho asidero, pero es un norte. Nunca pensamos que las ideas de una revolución social, de un mundo socialmente justo, tienen que ser mayoría electoral para después generar hechos políticos. Esas ideas deben ser adoptadas por una cantidad suficiente de mujeres que, además de luchar por la igualdad, sean anticapitalistas, y de gente que luche por la defensa del medioambiente y sepa que el capitalismo es su principal enemigo. También pienso en la lucha por los derechos humanos, porque es la esencia de la batalla contra los opresores en la búsqueda de los desaparecidos. En el último tiempo ha sido reducida a su mínima expresión, en Uruguay y en Argentina. En el Batallón 13 no hay diez máquinas trabajando, hay sólo una; no hay 50 estudiantes de antropología, hay ocho o diez, porque falta voluntad política. Les interesa hacer un hecho político del tabaco y no de los desaparecidos.
-¿Qué opinión tenés sobre el proceso electoral?
-Estas elecciones son lo más pobre que hay. El cotejo entre dos o tres formas de ser mayordomos del capitalismo. El mayordomo frenteamplista, con el Mides que reparte ingresos, pero me dicen los trabajadores que no les sirve hacer horas extras en la construcción porque el Irpf (Impuesto a las Rentas de las Personas Físicas) les come el hígado. Es mentira que se repartió la riqueza, no se repartieron las estancias ni se cambió el modo de producir. No se tocaron los intereses del capital. Además, hubo un traslado de la política, de lo social a los comités de base y después los mataron. A un mes de las elecciones se reabrieron, como antes hacían los blancos y los colorados, pero es muy pobre comparado con el entusiasmo que había antes en cada casa y en cada auto con la bandera. El vecino te dice: “¿Y a quién voy a votar?”.
-Frente a este escenario, ¿qué se puede hacer?
-La perspectiva que veo de ruptura ­–porque acá de lo que se trata es de romper ideológicamente la idea de que se terminó la revolución y de que hay capitalismo para siempre–, la veo por el lado de los movimientos sociales: feminismo, ambientalismo y derechos humanos. Es decir, los movimientos que han ganado independencia con relación a los aparatos electorales, porque los otros están atados al éxito electoral de la izquierda progresista. El ambientalismo y la lucha de las mujeres choca con el capitalismo, el patriarcado es la forma de expresión del sistema capitalista. Por eso todos los días nos enteramos de un feminicidio. Hoy en día las manifestaciones de los 20 de mayo, la Marcha de la Diversidad, la de los 8 de marzo, son lo que eran antes las manifestaciones sindicales. Los principales luchadores en materia de derechos humanos en Uruguay quedaron todos subordinados al gobierno frenteamplista. Les teníamos respeto y cariño, pero están subordinados.
Hoy el Estado no puede evitar ser operador del olvido y del perdón. Eso es lo que pasó con Tabarecito, y a este Manini Ríos le están haciendo un gran favor. Uno llega a viejo y lamenta una cantidad de errores, haber caminado por senderos equivocados. Pero también vio tantas cosas positivas… La gente en asamblea en losasentamientos tiene una vinculación con el artiguismo cuando decide que determinado terreno va para esta familia porque necesita más, los otros van a la Ute (compañía estatal de energía eléctrica) a la Ose (compañía estatal del agua). Hubo períodos en los que este pueblo se ha movilizado, pero hoy no es así.
Cuando la gente toma resoluciones por sí misma no se puede prever si será ahora o en 30 o 40 años. Hay momentos en la historia en los cuales la gente es dueña; recuerdo el Cordobazo, que fue muy profundo. No hubiera habido lucha armada en Argentina si Agustín Tosco y los sindicatos no hubieran hecho esa movilización sindical que culminó en una sublevación política contra la dictadura de [Juan Carlos] Onganía. Mirá lo que pasó en Haití. En uno de esos momentos históricos los ciudadanos tomaron un cuartel, a mano pelada, no fue una organización, el Mln o el Erp. La masa fue al cuartel, tomó las armas y nunca las encontraron. En el Cordobazo cercaron las comisarías, los policías gastaron las municiones y no pudieron reprimir.
Sobre el ex-general Manini Ríos
-¿Por qué el líder de Cabildo Abierto utiliza la simbología artiguista?
-Es el mismo sistema que empleó Máximo Santos: crear un héroe militar para fortalecer la presencia del Estado. La estrategia de Manini es reagrupar a ese 43 por ciento que le dijo que sí a la dictadura en 1980 y en 1989, para llevar adelante la mano dura.
-¿Tiene proyección política?
-Le veo futuro. Van a venir Soros y Rockefeller y, en vez de hablar con el Pepe, hablarán con él. Estamos ante un liderazgo de futuro del Uruguay. Estamos viendo el nacimiento de un nuevo Mario Aguerrondo: empezó como jefe de Policía, creó la logia Tenientes de Artigas y tuvo el 14 por ciento del electorado en 1971. Fue muy potente.
* Ediciones de La Estaca, Montevideo, 2019.