El
modelo neoliberal en Latinoamérica ha colapsado. Es una certeza. Lo que
está en juego en las calles en Chile desde hace 40 días no es solo la
continuidad con reformas al régimen instalado durante la dictadura por
los discípulos de Milton Friedman, sino su aniquilación, su sepultura,
su borradura final. Esa es la lucha en las calles. Son las fuerzas de la
historia actuando de manera implacable y sin posibilidades de freno. Lo
que se inició en estos lares como un perverso experimento económico y
social hace más de cuarenta años, en un campo de investigación
controlado por las armas, aquel proyecto levantado sobre la violencia y
la muerte, termina también con fuego. Toda la simbología del mercado, de
las corporaciones, del abuso, ardiendo en la noche es la mejor
expresión del inicio de su ruina.
En
qué estamos a 40 días del estallido. Las contradicciones en sus
insoportables intensidades. El capital, que junto a su ofensiva policial
refuerza el Estado neoliberal con la opción militar, y el pueblo, la
clase trabajadora o subcontratada, la población subalterna, precarizada e
inutilizada. Las tensiones que reventaron el 18-10 no se contienen sino
se mantienen en un espacio que hasta el momento expresa su completa
oposición. Aquel lugar, convertido en orden, en régimen, en el
denominado “modelo”, revienta, se estrella hoy con una violencia
acumulada por décadas. Chile es hoy, a poco más de un mes de la
liberación de sus energías sociales y económicas, el violento choque de
realidades.
Desde
hace un mes es un teatro de operaciones, el campo de batalla de los
efectos del mercado desatado. Por un lado las grandes corporaciones y su
medida en los precios de sus acciones y en la caída de las utilidades, y
en la trinchera, el trabajo o la clase trabajadora. Un choque, siglo
XXI, que no tiene grandes diferencias con el siglo XIX. Marx podría
perfectamente, y mucha falta nos hace, estar en esta batalla en las
viejas colonias.
La
escena chilena en estos días de revuelta, que ya en las barricadas
llaman revolución, abre las brechas, consolida las fracturas. Una elite
política que con sus acuerdos constitucionales o constituyentes
cristaliza sus privilegios y sus tiempos absurdos, y el resto de la
población que desde la acción y la observación espera el desastre, sino
global, sí nacional. Chile es hoy una extendida empatía en la
catástrofe, porque la ruina individual es también el debacle colectivo.
Por primera vez en más de treinta años nos hallamos, nos vemos y
reconocemos, nos constituimos en el desastre y desde él nos levantamos.
Somos fuerza desde nuestras derrotas.
Chile
despertó porque los chilenos se han reconocido en su integridad y
diversidad. Nos hemos mirado por primera vez en casi medio siglo no como
competidores ni fragmentaciones sino como comunidad condenada. Por
primera vez en décadas nos mostramos, nos exhibimos unos a otros en
nuestras realidades que se levantan como espejos. El dolor de unos es el
dolor de todos. Es la empatía. Es esta la fuerza, extendida sin freno
ni retroceso. Es una potencia, intensa y sin límites que supera canales y
cotas. Una fuerza que se levanta sobre todas las estructuras, sobre el
orden, que destroza las políticas de lo posible. Por primera vez lo
imposible y lo soñado se levanta como acción y destino político.
Chile
ha ingresado en este mes en el terreno de las revoluciones. La
aniquilación de un orden perverso, que ha sometido a un pueblo a décadas
bajo el capitalismo más extremo jamás registrado en el mundo, se
levanta como objetivo necesario. Un trance en el que no habrá, porque ya
no puede haber, reforma ni negociación posible. Ante la arrogancia
neoliberal, ante el desaire del gran capital, ante la soberbia de una
élite que hace del clasismo y el desprecio su condición y naturaleza, el
pueblo, esta vez insumiso, insurrecto y empoderado, solo busca su
capitulación o su aniquilación. El neoliberalismo tiene sus días
contados.
Los vientos de la historia no tienen otra dirección.
PAUL WALDER
Cuidado, cuicos: ¡no busquen el odio a los rotos!
por Manuel Cabieses
[cuico = pijo; roto = pobre]
LA HAINE - 29/11/2019
Lo
que ocurrió en el 'mall' [centro comercial] de Lo Barnechea, donde los
cuicos insultaron y expulsaron a los rotos, puede presagiar un giro
dramático -clase contra clase- en el conflicto político y social que
vive Chile.
Lo Barnechea es una comuna de Santiago en los faldeos de la
cordillera. Montañas, glaciares y el nacimiento del río Mapocho
constituyen su entorno geográfico. Pero lo distintivo de esta comuna es
que en ella “convive” la clase más adinerada del país con pobladores de
ingresos medios bajos y muy bajos. Estos últimos son descendientes de
los fundadores del pueblo: campesinos y pastores de fundos
cordilleranos, mineros de La Disputada Las Condes y herederos de tomas
de terrenos.
Algunos palacetes de los cuicos están separados solo por una calle de las poblaciones de los rotos. Las mansiones más lujosas han trepado los cerros y desde lo alto son testigos de una “convivencia” que se ha quebrado.
Hasta el 18 de octubre la dominación de los cuicos -como en el resto del país- era indiscutible en Lo Barnechea.
El alcalde, por supuesto, es de derecha y también casi todos los diputados del Distrito. Pero este dique político no fue capaz de contener el alud insurreccional que sacude al país.
Los rotos tomaron conciencia del poder que tienen porque son la mayoría. Sobre el dominio de los cuicos vislumbraron lo que escribió Albert Camus: “Ellos mandan hoy, porque tu obedeces”.
El símbolo del poder en la comuna es el Portal La Dehesa, un centro comercial de lujo donde los ricos hacen sus compras y los pobres vitrinean cuando sus exhaustas tarjetas de crédito les impiden participar en el festival del consumismo. El mall pertenece a la cadena Cencosud del empresario alemán Horst Paulmann Kemna, hijo de un oficial de las SS nazis. La cadena incluye los malls Alto Las Condes, Costanera Center y Florida Center. Son los deslumbrantes espigones que abastecen lo que hace años el economista y periodista Aníbal Pinto Santa Cruz llamó “consumo conspicuo”.
Al calor reconfortante de la protesta social, los pobres de Lo Barnechea marcharon, tocaron cacerolas y gritaron que se las pelaban, alterando la paz bucólica del pueblo. Además, se les ocurrió manifestarse en el Portal La Dehesa y allí ardió Troya. Los ricos, encaramados en el segundo piso, los insultaron con gritos de “fuera rotos concha de tu madre”, “váyanse a sus poblaciones de mierda”, “atorrantes hijos de puta”, etc. Como los rotos eran pocos, los cuicos los agredieron y expulsaron del mall. Un cuico borracho, que portaba dos revólveres, disparó a unos muchachos, sin herir a ninguno.
La protesta en el Portal La Dehesa se ha repetido y los golpes -ahora más parejos- están dejando huellas morales en ambos bandos.
Los ricos que “rotean” a los pobres, no tienen idea de la chichita con que se están curando. Los rotos son protagonistas de la historia de Chile. La elite los elogia cuando le conviene. En la Plaza Yungay levantaron un monumento al roto chileno, carne de cañón de la guerra contra la Confederación Perú-Boliviana (1839). Pero los mismos cuicos se dedicaron luego a “palomear rotos” huelguistas en la pampa salitrera. El ejército de los ricos masacró miles de rotos (y rotas) en la Escuela Santa María de Iquique (1907) y en las matanzas que siguieron en el siglo pasado.
La palabra “roto” tiene valor ambivalente. Puede ser un elogio en discursos patrioteros o un insulto en el lenguaje diario. Marca la división entre las buenas maneras -el guante de seda en un puño de hierro- y las costumbres incultas y groseras de “hombrecitos” y “mujercitas” que se encargan de las tareas más pesadas y desagradables.
La palabra “roto” también tiene connotación racial. El chileno medio clasifica como roto si su aspecto físico se encuentra más cercano al mestizaje predominante en la sociedad chilena.
En estos días insurreccionales estamos en presencia de la rebelión de los rotos. Se han puesto de pie otra vez para reclamar sus derechos. De este levantamiento se aprovechan bandas criminales y narcotraficantes, hijos putativos del sistema en crisis, para cometer sus delitos. Pero rotos y rotas, que son los trabajadores, jubilados, pobladores, estudiantes y mapuches, constituyen el eje fundamental de esta lucha. Contra ellos apunta la feroz represión de Carabineros y contra ellos se prepara una masacre “legal” mediante un entramado de leyes que se tejen con complicidad del Congreso.
Los sectores más belicosos de la elite -como los cuicos de Lo Barnechea-, hacen una apuesta muy peligrosa al provocar la ira de los rotos. La indignación de los de abajo pretende terminar con el sistema humillante que arrebató sus derechos. La meta superior de esta insurrección es una democrática Asamblea Constituyente. Pero si los cuicos les buscan el odio, los rotos se verán obligados a hacerse respetar. Tienen la razón y la justicia de su parte.
27 de noviembre, 2019
puntofinalblog.cl
Algunos palacetes de los cuicos están separados solo por una calle de las poblaciones de los rotos. Las mansiones más lujosas han trepado los cerros y desde lo alto son testigos de una “convivencia” que se ha quebrado.
Hasta el 18 de octubre la dominación de los cuicos -como en el resto del país- era indiscutible en Lo Barnechea.
El alcalde, por supuesto, es de derecha y también casi todos los diputados del Distrito. Pero este dique político no fue capaz de contener el alud insurreccional que sacude al país.
Los rotos tomaron conciencia del poder que tienen porque son la mayoría. Sobre el dominio de los cuicos vislumbraron lo que escribió Albert Camus: “Ellos mandan hoy, porque tu obedeces”.
El símbolo del poder en la comuna es el Portal La Dehesa, un centro comercial de lujo donde los ricos hacen sus compras y los pobres vitrinean cuando sus exhaustas tarjetas de crédito les impiden participar en el festival del consumismo. El mall pertenece a la cadena Cencosud del empresario alemán Horst Paulmann Kemna, hijo de un oficial de las SS nazis. La cadena incluye los malls Alto Las Condes, Costanera Center y Florida Center. Son los deslumbrantes espigones que abastecen lo que hace años el economista y periodista Aníbal Pinto Santa Cruz llamó “consumo conspicuo”.
Al calor reconfortante de la protesta social, los pobres de Lo Barnechea marcharon, tocaron cacerolas y gritaron que se las pelaban, alterando la paz bucólica del pueblo. Además, se les ocurrió manifestarse en el Portal La Dehesa y allí ardió Troya. Los ricos, encaramados en el segundo piso, los insultaron con gritos de “fuera rotos concha de tu madre”, “váyanse a sus poblaciones de mierda”, “atorrantes hijos de puta”, etc. Como los rotos eran pocos, los cuicos los agredieron y expulsaron del mall. Un cuico borracho, que portaba dos revólveres, disparó a unos muchachos, sin herir a ninguno.
La protesta en el Portal La Dehesa se ha repetido y los golpes -ahora más parejos- están dejando huellas morales en ambos bandos.
Los ricos que “rotean” a los pobres, no tienen idea de la chichita con que se están curando. Los rotos son protagonistas de la historia de Chile. La elite los elogia cuando le conviene. En la Plaza Yungay levantaron un monumento al roto chileno, carne de cañón de la guerra contra la Confederación Perú-Boliviana (1839). Pero los mismos cuicos se dedicaron luego a “palomear rotos” huelguistas en la pampa salitrera. El ejército de los ricos masacró miles de rotos (y rotas) en la Escuela Santa María de Iquique (1907) y en las matanzas que siguieron en el siglo pasado.
La palabra “roto” tiene valor ambivalente. Puede ser un elogio en discursos patrioteros o un insulto en el lenguaje diario. Marca la división entre las buenas maneras -el guante de seda en un puño de hierro- y las costumbres incultas y groseras de “hombrecitos” y “mujercitas” que se encargan de las tareas más pesadas y desagradables.
La palabra “roto” también tiene connotación racial. El chileno medio clasifica como roto si su aspecto físico se encuentra más cercano al mestizaje predominante en la sociedad chilena.
En estos días insurreccionales estamos en presencia de la rebelión de los rotos. Se han puesto de pie otra vez para reclamar sus derechos. De este levantamiento se aprovechan bandas criminales y narcotraficantes, hijos putativos del sistema en crisis, para cometer sus delitos. Pero rotos y rotas, que son los trabajadores, jubilados, pobladores, estudiantes y mapuches, constituyen el eje fundamental de esta lucha. Contra ellos apunta la feroz represión de Carabineros y contra ellos se prepara una masacre “legal” mediante un entramado de leyes que se tejen con complicidad del Congreso.
Los sectores más belicosos de la elite -como los cuicos de Lo Barnechea-, hacen una apuesta muy peligrosa al provocar la ira de los rotos. La indignación de los de abajo pretende terminar con el sistema humillante que arrebató sus derechos. La meta superior de esta insurrección es una democrática Asamblea Constituyente. Pero si los cuicos les buscan el odio, los rotos se verán obligados a hacerse respetar. Tienen la razón y la justicia de su parte.
27 de noviembre, 2019
puntofinalblog.cl
Opinion · Otras miradas
El agravio a los muertos
por Álvaro García Linera
Vicepresidente de Bolivia en el Gobierno de Evo Morales
Vicepresidente de Bolivia en el Gobierno de Evo Morales
01/12/2019 - BLOGS - PÚBLICO
“Ni los muertos estarán seguros ante el enemigo si este vence…..” – Walter Benjamin
Un multitudinario cortejo fúnebre recorre las calles de El Alto y La Paz. Por delante van dos féretros y detrás miles y miles de dolientes. Son gente humilde; pobladores de El Alto, artesanos, campesinos, vecinos, madres, indígenas de las provincias de La Paz, Potosí, Cochabamba y Oruro. Han caminado con su dolor cerca de diez kilómetros, y a su paso salen trabajadores, comerciantes y estudiantes llorosos que se persignan, aplauden y entregan agua y pan a los que marchan. La ciudad está paralizada, y la gente de los barrios populares está de luto. Ayer, en la zona de Senkata ocho pobladores fueron asesinados con armas de fuego militar, más de un centenar fueron heridos de bala, llegando a treina y cuatro los muertos en los últimos nueve días del golpe de Estado en Bolivia.
Han bajado desde El Alto para reclamar justicia por sus muertos; han caminado tanto para que las personas vean lo que está pasando, ya que los medios de comunicación amordazados no hablan de la tragedia sufrida; marchan horas y horas para decirle al mundo que no son terroristas ni vándalos; que ellos son el pueblo.
Y es que desde el día del golpe de Estado todas las movilizaciones de sectores populares y campesinos que salieron a defender la democracia y el respeto al voto ciudadano fueron objeto de una feroz campaña de desprestigio que desbordó las redes y los medios de comunicación. No se hablaba de obreros, ni de vecinos, ni de indígenas. Se trataba de “peligrosas hordas”, de “vándalos” que amenazan la paz social. Y cuando los habitantes de la valiente ciudad de El Alto y los indígenas y campesinos bloquearon carreteras, un rabioso lenguaje se apoderó de los golpistas y medios de comunicación: “terroristas”, “narcotraficantes”, “salvajes”, “criminales”, “turbas borrachas” “saqueadores” y otros adjetivos fueron utilizados para descalificar y criminalizar la protesta de las clases menesterosas.
Desde entonces, mujeres de pollera con hijos en la espalda, niñas escolares que acompañan a sus padres, jóvenes universitarios, obreros soldadores, campesinos de poncho y vendedores de helados son el nuevo rostro de los “peligrosos sediciosos” que quieren incendiar el país. Esta estigmatización de la plebe sublevada, especialmente si son indios, no es nueva. Durante la Colonia, en el siglo XVI, Fray Ginés de Sepúlveda comparó a los indígenas con los monos; el cura Tomás Ortíz los calificó de “bestias”; en el siglo XIX se hablaba de “razas degeneradas”; y las dictaduras del siglo XX mutaron hacia la delincuentización del indio insurrecto, calificándolo de “subversivo“, “sedicioso”, que quiere poner en riesgo la propiedad, el orden y la religión.
Ahora, las clases medias tradicionales realizan una vergonzosa fusión verbal entre el lenguaje colonial con el de contrainsurgencia. Ni sus intelectuales orgánicos educados en universidades extranjeras pueden escapar a este llamado de la sangre y el prejuicio racial. Para ellos las marchas de vecinos son reuniones de “delincuentes borrachos”, los bloqueos de caminos de campesinos son actos de “terrorismo” y los asesinados por la bala militar son ajustes de cuentas entre “maleantes”. La forzada mesura con la que todos estos años los escribas conservadores habían calificado a los indios empoderados, hoy se desbocan como un torbellino de prejuicios, insultos y descalificaciones racializadas.
Habían aguardado toda una década mordiéndose los dientes para no escupir sobre los indios y mostrarles su desprecio; y ahora, amparados en las bayonetas, no dudan en descargar todo su odio de casta. Es el tiempo de la venganza y lo hacen enfurecidos. Es como si quisieran borrar no sólo la presencia del indio que los derrotó, y por eso son capaces de matar con tal de que Evo no sea candidato; además desean arrancar su huella de la memoria de las clases humildes asesinando, encarcelando, torturando, amenazando a quienes pronuncien su nombre. Por eso queman la Wiphala que Evo introdujo en las instituciones del Estado; por eso queman las escuelas que él hizo construir en los barrios populares; por eso aplauden y brindan por la militarización de las ciudades. Ya no hay espacio para la dignidad ni el decoro de una clase que se revuelca frenéticamente en el lodo del autoritarismo, la intolerancia y el racismo.
Y es contra ello que marchan las clases humildes de El Alto y las provincias. Bajan por miles, doscientos mil, trescientos mil. El número ya no importa. El poder que ellas defienden no es el de una persona ni el que Weber teorizó como capacidad de influir en el comportamiento de otro. Para las clases populares la experiencia de poder de estos últimos catorce años es el de ser reconocidas como iguales, el de tener derecho al agua, a la educación, al trabajo, a la salud en similares condiciones que el resto de los ciudadanos. El ejercicio del poder para el pueblo ganado en las urnas, más que la de una capacidad de mando ha sido la de una experiencia corporal diaria de poder mirar de frente a los demás sin tener que avergonzarse del color de piel o la pollera de madre; es haber sido tomados en cuenta como seres humanos; es el poder vender en el mercado, labrar la tierra o ser autoridad sin ninguna barrera de apellido. De ahí que, si bien la experiencia del poder estatal para las clases subalternas -como lo vio Gramsci- es, en primer lugar, la construcción práctica de su unidad como bloque social, la manera de verbalizar y comprender moralmente ese poder ha sido la conquista de la dignidad, es decir, su experiencia de pueblo como cuerpo colectivo autodignificado.
Por eso la mujer de pollera y el obrero lloran cuando el fascismo quema la Wiphala, lloran cuando Evo es expulsado, lloran cuando son impedidos de entrar a las ciudades. Lloran porque están despedazando el cuerpo simbólico y real de su unidad y de su poder social. Y cuando llevan sus muertos por delante en medio de miles de crespones negros y boleros de caballería fúnebres, lo hacen para pedir a las clases pudientes el respeto a sus muertos, a esos muertos que son el umbral último donde los vivos, sea de la clase o condición social que sean, deben detener su orgía de sangre y odio, para venerar la virtud de la vida.
Pero la respuesta de los golpistas es atroz, inmoral, dantesca. Disparan gases lacrimógenos, disparan balas, desplazan sus tanquetas y los féretros quedan en el piso, envueltos en una nube de gases escoltados por gente que se arrodilla y se arriesga a la asfixia antes que abandonarlos.
”No respetan ni a los muertos” grita la gente. No es una frase de protesta, es una sentencia histórica. La misma que pronunciaron los padres de los agredidos de hoy, cuando otro golpe militar en el fatídico noviembre de 1979 ametralló desde unos aviones norteamericanos Mustang a los dolientes que rezaban y hacían ofrendas a los familiares difuntos en el día de los muertos o “todos santos”. Los aventureros del golpe militar de entonces, después de su efímera borrachera de victoria, quedaron aparcados en la cloaca de la historia, lugar en el que con toda seguridad estarán pronto los golpistas de hoy. No se puede agraviar impunemente a los muertos, porque en la cultura del pueblo ellos forman parte de los principios básicos reguladores del destino de los vivos.
La brutalidad de los golpistas hoy obtiene el miedo de la gente, pero ha abierto las puertas de un resentimiento generalizado. Las suturas con las que las seculares grietas clasistas, regionales y raciales habían sido cerradas han estallado por los aires dejando unas heridas sociales sangrantes. Hoy hay odio por todos lados, de unos contra otros. Las clases medias tradicionales quisieran ver el cadáver de Evo arrastrado por las calles, como el del expresidente Villarroel en 1946. Las clases plebeyas quisieran ver a los ricos cercados en sus barrios padeciendo de hambre por la falta de alimento. Una nueva guerra de razas anida en el espíritu de un país desgarrado por la felonía de una clase que halló en el prejuicio colonial de superioridad la defensa de sus privilegios.
Ya lo dijimos, la fascistización de la clase media tradicional es la respuesta conservadora a su decadencia social fruto de la devaluación de sus aptitudes, capitales, oportunidades y saberes legítimos frente a la “invasión“ de una nueva clase media de origen popular e indígena con repertorios de ascenso social más eficaces en el Estado indianizado de la última década. No es que han tenido una depreciación de su patrimonio -que de hecho aumentó pasivamente debido a la expansión económica generalizada del país- sino de sus oportunidades y apuestas sociales de mayor ascenso social aprovechando el crecimiento exponencial de la riqueza nacional.
Pero esto no ha limitado un hecho relevante de las estructuras de clases sociales y de los procesos de hegemonía política: la irradiación estatal de las clases medias. En sentido estricto el Estado es, en su regularidad, el monopolio del sentido común de una sociedad. En tanto que el poder político es, con mucho, la creencia y convicción de unos del poder de otros, es en cierto modo también un tipo de sensación intersubjetiva. Se trata del espeso mundo de las narraciones profundas con efecto estatal. La “opinión pública”, esto es, las narrativas, símbolos y sentidos de comprensión de la legitimidad que pugna por realinear el sentido común político, en gran parte es concentrada por las clases medias tradicionales por disposición de tiempo, recursos y especialización laboral.
En Bolivia, el ascenso social de nuevas clases medias indígena-populares ha venido acompañado por nuevas narrativas y sentidos de realidad pero no con la suficiente solidez como para irradiarse o contraponer la racialización del discurso de las clases conservadoras y ser soporte de una nueva “opinión pública” predominante. Las clases medias tradicionales poseen la experiencia en las formaciones discursivas y en los sedimentos históricos del sentido común dominante, lo que les ha permitido expandir retazos de su modo de ver el mundo más allá de la frontera de clase, incluso en partes de las nuevas clases medias y sectores populares. De hecho, la nueva clase media más que una clase social con existencia pública movilizada es una clase estadística, es decir, aún no es una clase con irradiación estatal.
De ahí las dramáticas formas con las que las fuerzas indígena-populares intentan escenificar y narrar sus resistencias. Se trata de otras maneras de construcción de opinión pública y de articulación del sentido común que se irradia a otros sectores sociales, pero a raíz del hecho de fuerza del golpe de Estado, ahora subalternizadas, fragmentadas.
Mientras tanto, el fascismo cabalga como un jinete enloquecido al interior de las murallas de los clásicos barrios de clase media. Ahí, la cultura y las razones han sido erradicadas sin disimulo por el prejuicio y la revancha. Y parece ser que sólo el estupor fruto de un nuevo estallido social o de la debacle económica que asoman en el horizonte, producto de tanto odio y destrucción, podrá agrietar tanta irracionalidad escupida como discurso.
En
virtud de ello, el mapa político, social y económico está modificándose
radicalmente, dibujando un panorama completamente distinto a lo que se
ha visto con anterioridad, de modo que estamos en un punto de inflexión
relevante para la historia de nuestro país. Al respecto, mi hipótesis es
que el modelo económico y político refundacional, originado en la
dictadura militar, a partir de 1975, se agotó por sí mismo. Vale decir,
una economía neoliberal radical, orientada al favorecimiento de los
grupos económicos; y un sistema político con dos coaliciones gobernantes
(centro izquierda- derecha), administrando esa economía neoliberal, sin
mayores cambios sustanciales de carácter estructural. Sobre este punto
el "modelo", en efecto, está completamente desfasado a las
características, arriba señaladas, de esta ciudadanía del siglo XXI,
que, a su vez, ha presionado a esta élite política y económica, o a
ajustarse, o a cambiar completamente.
Por esta razón las palabras del cuerpo de gobierno, encabezado por el presidente Sebastián Piñera, han acelerado el proceso de erosión del modelo, con su ceguera en cuanto a la falta de comprensión de este nuevo mapa político-económico y social.
Esperemos, por lo tanto, que la élite política y económica acuerden, junto con la ciudadanía, un nuevo pacto social refundacional, con una nueva constitución política, acorde a este nuevo Chile, que encauce las expectativas y propuestas de toda la ciudadanía nacional del siglo XXI, con un enfoque en la justicia social, igualdad, respeto, mejores salarios, democracia económica y respeto irrestricto a los derechos humanos.
Un multitudinario cortejo fúnebre recorre las calles de El Alto y La Paz. Por delante van dos féretros y detrás miles y miles de dolientes. Son gente humilde; pobladores de El Alto, artesanos, campesinos, vecinos, madres, indígenas de las provincias de La Paz, Potosí, Cochabamba y Oruro. Han caminado con su dolor cerca de diez kilómetros, y a su paso salen trabajadores, comerciantes y estudiantes llorosos que se persignan, aplauden y entregan agua y pan a los que marchan. La ciudad está paralizada, y la gente de los barrios populares está de luto. Ayer, en la zona de Senkata ocho pobladores fueron asesinados con armas de fuego militar, más de un centenar fueron heridos de bala, llegando a treina y cuatro los muertos en los últimos nueve días del golpe de Estado en Bolivia.
Han bajado desde El Alto para reclamar justicia por sus muertos; han caminado tanto para que las personas vean lo que está pasando, ya que los medios de comunicación amordazados no hablan de la tragedia sufrida; marchan horas y horas para decirle al mundo que no son terroristas ni vándalos; que ellos son el pueblo.
Y es que desde el día del golpe de Estado todas las movilizaciones de sectores populares y campesinos que salieron a defender la democracia y el respeto al voto ciudadano fueron objeto de una feroz campaña de desprestigio que desbordó las redes y los medios de comunicación. No se hablaba de obreros, ni de vecinos, ni de indígenas. Se trataba de “peligrosas hordas”, de “vándalos” que amenazan la paz social. Y cuando los habitantes de la valiente ciudad de El Alto y los indígenas y campesinos bloquearon carreteras, un rabioso lenguaje se apoderó de los golpistas y medios de comunicación: “terroristas”, “narcotraficantes”, “salvajes”, “criminales”, “turbas borrachas” “saqueadores” y otros adjetivos fueron utilizados para descalificar y criminalizar la protesta de las clases menesterosas.
Desde entonces, mujeres de pollera con hijos en la espalda, niñas escolares que acompañan a sus padres, jóvenes universitarios, obreros soldadores, campesinos de poncho y vendedores de helados son el nuevo rostro de los “peligrosos sediciosos” que quieren incendiar el país. Esta estigmatización de la plebe sublevada, especialmente si son indios, no es nueva. Durante la Colonia, en el siglo XVI, Fray Ginés de Sepúlveda comparó a los indígenas con los monos; el cura Tomás Ortíz los calificó de “bestias”; en el siglo XIX se hablaba de “razas degeneradas”; y las dictaduras del siglo XX mutaron hacia la delincuentización del indio insurrecto, calificándolo de “subversivo“, “sedicioso”, que quiere poner en riesgo la propiedad, el orden y la religión.
Ahora, las clases medias tradicionales realizan una vergonzosa fusión verbal entre el lenguaje colonial con el de contrainsurgencia. Ni sus intelectuales orgánicos educados en universidades extranjeras pueden escapar a este llamado de la sangre y el prejuicio racial. Para ellos las marchas de vecinos son reuniones de “delincuentes borrachos”, los bloqueos de caminos de campesinos son actos de “terrorismo” y los asesinados por la bala militar son ajustes de cuentas entre “maleantes”. La forzada mesura con la que todos estos años los escribas conservadores habían calificado a los indios empoderados, hoy se desbocan como un torbellino de prejuicios, insultos y descalificaciones racializadas.
Habían aguardado toda una década mordiéndose los dientes para no escupir sobre los indios y mostrarles su desprecio; y ahora, amparados en las bayonetas, no dudan en descargar todo su odio de casta. Es el tiempo de la venganza y lo hacen enfurecidos. Es como si quisieran borrar no sólo la presencia del indio que los derrotó, y por eso son capaces de matar con tal de que Evo no sea candidato; además desean arrancar su huella de la memoria de las clases humildes asesinando, encarcelando, torturando, amenazando a quienes pronuncien su nombre. Por eso queman la Wiphala que Evo introdujo en las instituciones del Estado; por eso queman las escuelas que él hizo construir en los barrios populares; por eso aplauden y brindan por la militarización de las ciudades. Ya no hay espacio para la dignidad ni el decoro de una clase que se revuelca frenéticamente en el lodo del autoritarismo, la intolerancia y el racismo.
Y es contra ello que marchan las clases humildes de El Alto y las provincias. Bajan por miles, doscientos mil, trescientos mil. El número ya no importa. El poder que ellas defienden no es el de una persona ni el que Weber teorizó como capacidad de influir en el comportamiento de otro. Para las clases populares la experiencia de poder de estos últimos catorce años es el de ser reconocidas como iguales, el de tener derecho al agua, a la educación, al trabajo, a la salud en similares condiciones que el resto de los ciudadanos. El ejercicio del poder para el pueblo ganado en las urnas, más que la de una capacidad de mando ha sido la de una experiencia corporal diaria de poder mirar de frente a los demás sin tener que avergonzarse del color de piel o la pollera de madre; es haber sido tomados en cuenta como seres humanos; es el poder vender en el mercado, labrar la tierra o ser autoridad sin ninguna barrera de apellido. De ahí que, si bien la experiencia del poder estatal para las clases subalternas -como lo vio Gramsci- es, en primer lugar, la construcción práctica de su unidad como bloque social, la manera de verbalizar y comprender moralmente ese poder ha sido la conquista de la dignidad, es decir, su experiencia de pueblo como cuerpo colectivo autodignificado.
Por eso la mujer de pollera y el obrero lloran cuando el fascismo quema la Wiphala, lloran cuando Evo es expulsado, lloran cuando son impedidos de entrar a las ciudades. Lloran porque están despedazando el cuerpo simbólico y real de su unidad y de su poder social. Y cuando llevan sus muertos por delante en medio de miles de crespones negros y boleros de caballería fúnebres, lo hacen para pedir a las clases pudientes el respeto a sus muertos, a esos muertos que son el umbral último donde los vivos, sea de la clase o condición social que sean, deben detener su orgía de sangre y odio, para venerar la virtud de la vida.
Pero la respuesta de los golpistas es atroz, inmoral, dantesca. Disparan gases lacrimógenos, disparan balas, desplazan sus tanquetas y los féretros quedan en el piso, envueltos en una nube de gases escoltados por gente que se arrodilla y se arriesga a la asfixia antes que abandonarlos.
”No respetan ni a los muertos” grita la gente. No es una frase de protesta, es una sentencia histórica. La misma que pronunciaron los padres de los agredidos de hoy, cuando otro golpe militar en el fatídico noviembre de 1979 ametralló desde unos aviones norteamericanos Mustang a los dolientes que rezaban y hacían ofrendas a los familiares difuntos en el día de los muertos o “todos santos”. Los aventureros del golpe militar de entonces, después de su efímera borrachera de victoria, quedaron aparcados en la cloaca de la historia, lugar en el que con toda seguridad estarán pronto los golpistas de hoy. No se puede agraviar impunemente a los muertos, porque en la cultura del pueblo ellos forman parte de los principios básicos reguladores del destino de los vivos.
La brutalidad de los golpistas hoy obtiene el miedo de la gente, pero ha abierto las puertas de un resentimiento generalizado. Las suturas con las que las seculares grietas clasistas, regionales y raciales habían sido cerradas han estallado por los aires dejando unas heridas sociales sangrantes. Hoy hay odio por todos lados, de unos contra otros. Las clases medias tradicionales quisieran ver el cadáver de Evo arrastrado por las calles, como el del expresidente Villarroel en 1946. Las clases plebeyas quisieran ver a los ricos cercados en sus barrios padeciendo de hambre por la falta de alimento. Una nueva guerra de razas anida en el espíritu de un país desgarrado por la felonía de una clase que halló en el prejuicio colonial de superioridad la defensa de sus privilegios.
Ya lo dijimos, la fascistización de la clase media tradicional es la respuesta conservadora a su decadencia social fruto de la devaluación de sus aptitudes, capitales, oportunidades y saberes legítimos frente a la “invasión“ de una nueva clase media de origen popular e indígena con repertorios de ascenso social más eficaces en el Estado indianizado de la última década. No es que han tenido una depreciación de su patrimonio -que de hecho aumentó pasivamente debido a la expansión económica generalizada del país- sino de sus oportunidades y apuestas sociales de mayor ascenso social aprovechando el crecimiento exponencial de la riqueza nacional.
Pero esto no ha limitado un hecho relevante de las estructuras de clases sociales y de los procesos de hegemonía política: la irradiación estatal de las clases medias. En sentido estricto el Estado es, en su regularidad, el monopolio del sentido común de una sociedad. En tanto que el poder político es, con mucho, la creencia y convicción de unos del poder de otros, es en cierto modo también un tipo de sensación intersubjetiva. Se trata del espeso mundo de las narraciones profundas con efecto estatal. La “opinión pública”, esto es, las narrativas, símbolos y sentidos de comprensión de la legitimidad que pugna por realinear el sentido común político, en gran parte es concentrada por las clases medias tradicionales por disposición de tiempo, recursos y especialización laboral.
En Bolivia, el ascenso social de nuevas clases medias indígena-populares ha venido acompañado por nuevas narrativas y sentidos de realidad pero no con la suficiente solidez como para irradiarse o contraponer la racialización del discurso de las clases conservadoras y ser soporte de una nueva “opinión pública” predominante. Las clases medias tradicionales poseen la experiencia en las formaciones discursivas y en los sedimentos históricos del sentido común dominante, lo que les ha permitido expandir retazos de su modo de ver el mundo más allá de la frontera de clase, incluso en partes de las nuevas clases medias y sectores populares. De hecho, la nueva clase media más que una clase social con existencia pública movilizada es una clase estadística, es decir, aún no es una clase con irradiación estatal.
De ahí las dramáticas formas con las que las fuerzas indígena-populares intentan escenificar y narrar sus resistencias. Se trata de otras maneras de construcción de opinión pública y de articulación del sentido común que se irradia a otros sectores sociales, pero a raíz del hecho de fuerza del golpe de Estado, ahora subalternizadas, fragmentadas.
Mientras tanto, el fascismo cabalga como un jinete enloquecido al interior de las murallas de los clásicos barrios de clase media. Ahí, la cultura y las razones han sido erradicadas sin disimulo por el prejuicio y la revancha. Y parece ser que sólo el estupor fruto de un nuevo estallido social o de la debacle económica que asoman en el horizonte, producto de tanto odio y destrucción, podrá agrietar tanta irracionalidad escupida como discurso.
Con la verdad, por la paz y la justicia social
Sitio web del capítulo cubano de la Red en Defensa de la Humanidad
¿Por qué protestan?
Por Ángel Guerra Cabrera
Publicado por REDH-Cuba en 29 noviembre, 2019
A raíz de la extensión por gran
parte la geografía nuestroamericana de radicales protestas sociales, a
veces gigantescas, los llamados expertos en los medios hegemónicos
tratan de encontrarles una explicación. Que la desigualdad y la pobreza
son asignaturas pendiente en América Latina y el Caribe, que la llamada
clase política está divorciada de la población, que existe un déficit
democrático, que no hay un robusto sistema institucional y ello favorece
la corrupción y la impunidad, que la generalizada falta de
oportunidades de estudio y trabajo para los jóvenes crea gran
inconformidad; que las nuevas tecnologías de la información han
interconectado al planeta, hecho que crezca la expectativa de vivir
mejor y que existe una incapacidad de los gobiernos para satisfacerla.
En realidad, todos estos temas existen y
originan grandes injusticias o conflictos, pero son efectos,
indudablemente perniciosos, generados por otros asuntos mayores de tipo
estructural. Se insiste en la imposibilidad de llegar a un diagnóstico
general sobre lo que está ocurriendo. Es cierto que hay cuestiones
diversas. Cada país tiene problemáticas particulares que requieren
recetas propias para su solución. Pero eso no significa que no haya
flagelos estructurales que sufren por igual países como México, Haití,
Honduras, Colombia, Chile, Perú, Argentina, por sólo mencionar aquellos
donde recientemente los pueblos se han rebelado contra el estado de
cosas existente, haya sido mediante el voto –México y Argentina– o con
enérgicas manifestaciones en las calles en reclamo de sus derechos
humanos y en repudio al sistema dominante que los conculca.
El grave problema metodológico que tiene
achacar sólo a los mencionados problemas el drama de los pueblos
latinocaribeños es que obvia el primerísimo y más acuciante dato que
yace en su origen: la subordinación de nuestras economías, finanzas,
tecnología y modelos políticos al sistema mundial de dominación del
imperialismo, capitaneado por Estados Unidos. Ello tiene un correlato
inmediato en la aplicación a las naciones de Nuestra América de los
patrones de acumulación capitalista vigentes en cada etapa histórica. Es
necesario insistir en que, desde que fuera impuesto en los años 70 a
sangre y fuego en el Chile de Pinochet, este patrón de acumulación es el
modelo neoliberal, rápidamente extendido y aplicado con particular
crudeza en las décadas siguientes en nuestra región, con excepción de
Cuba, donde Fidel y su pueblo se negaron rotundamente a aceptarlo. Otro
correlato es la ola fascistizante mundial que emana de la crisis de
hegemonía de Washington y su temor a dejar de ser el hegemón único. El
neoliberalismo implicó, e implica, un saqueo descomunal del fruto del
trabajo de nuestros pueblos mediante el cobro de la deuda externa; la
privatización entre amigochos de las empresas y bienes públicos; la
dictadura del Fondo Monetario Internacional sobre las economías y la
vida de las personas, reforzado por el sofisma de la independencia de
los bancos centrales; el libre flujo de capitales especulativos, que ha
arrasado reiteradamente economías nacionales; el achicamiento y
privatización de las dependencias gubernamentales anteriormente
dedicadas a servicios públicos, mientras crecen desmesuradamente las
fuerzas de seguridad y sus presupuestos; la socialización de las
pérdidas del capital, ergo el
rescatede los bancos; la contención salarial y la privatización de los fondos solidarios de pensiones, que ha conducido al deterioro perenne de los ingresos de los trabajadores y de los jubilados; falta de oportunidades de estudio y desempleo ascendente, que canceló la movilidad social; desmantelamiento del campo, pérdida de la soberanía alimentaria, entronizamiento de la comida chatarra y crisis galopante de salud pública. Agresión sistemática a los ecosistemas por la minería, la agricultura intensiva y los proyectos sin cuidado ambiental. En síntesis, se trata de una cada vez mayor transferencia de riqueza hacia el uno por ciento mediante un despojo sin límites a la abrumadora mayoría y una agresión a la vida, humana y de las demás especies.
Es esta tragedia de grandes proporciones
la que explica las explosiones sociales que como un huracán recorren
nuestra región, aunque también se prefiguran en los países ricos. No es
casual que la más extraordinaria, creativa y, ferozmente reprimida, sea
la chilena, allí donde supuestamente se logró el mayor éxito económico y
la democracia más madura. Pero la represión, cada vez más cruda, se
enseñorea donde quiera que hay insubordinación como ha ocurrido
recientemente en Ecuador, Colombia y Bolivia. Aunque Honduras sirvió de
conejillos de Indias de este cruel ciclo represivo desde el golpe de
Estado contra el presidente Zelaya. El caso de Bolivia es extremadamente
escandaloso, pues allí la rebelión popular es contra un golpe de Estado
fascista de manufactura estadounidense que pretende cercenar el más
exitoso modelo de desarrollo económico, justicia social y democracia
política de nuestra región.
Fuente: La JornadaEl modelo neoliberal en Chile está agotado y sin posibilidades de recuperación
By Fabián Bustamante Olguín
Octubre 27, 2019
Ha
sido una semana intensa, con muchas movilizaciones transversales
socialmente, caracterizadas por una gran diversidad y sin estar
articuladas por partidos políticos tradicionales, culminando el 25 de
octubre de 2019 en una movilización histórica con 1.200.000 personas en
Plaza Italia.
Por esta razón las palabras del cuerpo de gobierno, encabezado por el presidente Sebastián Piñera, han acelerado el proceso de erosión del modelo, con su ceguera en cuanto a la falta de comprensión de este nuevo mapa político-económico y social.
Esperemos, por lo tanto, que la élite política y económica acuerden, junto con la ciudadanía, un nuevo pacto social refundacional, con una nueva constitución política, acorde a este nuevo Chile, que encauce las expectativas y propuestas de toda la ciudadanía nacional del siglo XXI, con un enfoque en la justicia social, igualdad, respeto, mejores salarios, democracia económica y respeto irrestricto a los derechos humanos.
Los patrones de represión para desmantelar gobiernos que estorban a EE.UU.
Tuesday, 12 November 2019 22:31 Written by Heidy Dávila - PASOS DE ANIMAL GRANDE (Honduras)
Estados Unidos y sus alianzas con oligarquías de América Latina
para derrocar gobiernos que le estorban, han utilizado a lo largo de la
historia estrategias sangrientas de dominación contra países que no
siguen sus líneas de sometimiento, eso le pasó a Bolivia, donde su
presidente Evo Morales fue obligado a salir del poder la semana pasada.
La mayoría de países en Latina tienen relaciones estratégicas con los
Estados Unidos, sin embargo a través de la historia durante el siglo XX
y XXI se ha profundizado el poder hegemónico de esa nación del Norte ,
lo que impacta en las decisiones comerciales y militares.
El apoyo de los Estado Unidos al Golpe de Estado en Bolivia este 10 de noviembre del 2019, ha levantado la polémica en América Latina. La derecha aprobando y los movimientos sociales han dejado ver su inconformidad en el proceso de intromisión en un país que se contempla con una posición de izquierda y anti-imperialista.
Patrones de represión
La similitud entre los patrones de ataques hacia la población que se manifiestan en los golpes de Estado auspiciados por los Estados Unidos es tal que se llevan a cabo agresiones físicas, torturas, heridas de balas, golpes con toletes, golpes con bombas lacrimógenas y asfixia respiratoria, heridas por piedras y balas de goma, en las situaciones más graves abuso sexual y asesinato.
La impunidad sobre estas graves violaciones a los derechos humanos, también es tan similar, y o es extraño debido a que los cuerpos represivos han sido entrenados por los Estados Unidos en lo que antes se llamaba la Escuela de Las Américas y ahora Instituto para el Hemisferio Occidental.
Allí aprenden a entrenarse en guerra sicológica, torturas, desapariciones forzadas, seguimientos, vigilancia y otras formas represivas para entorpecer los avances de los movimientos sociales en el hemisferio.
En el 2009 quedó demostrado que el país del norte apoyó el golpe de Estado para sacar a fuerza de balazos al presidente Manuel Zelaya Rosales. En ese contexto hubo una escalada represiva sin precedentes en Honduras.
Los viejos alumnos de la Escuela de Las Américas e integrantes en los 80 del Escuadrón de la Muerte 3-16, salieron a la luz pública, como Jackeline Flogia; Billy Joya Améndola, y otros que jugaron un papel protagónico en la guerra sucia.
En Bolivia el nivel de violencia generado por paramilitares, grupos de choque y los cuerpos represivos del Estado junto con la oligarquía boliviana que estaba desesperada por los cambios estructurales impulsados por Evo Morales, sacaron por la fuerza del poder al presidente.
En Honduras a raíz de las protestas que duraron desde las elecciones del 26 de noviembre del 2017, hasta inicios del 2018, se reportaron al menos 15 muertos y más de 80 heridos. En Bolivia en los 22 días de protestas ha habido tres muertes y más de 340 heridos, además de persecución al presidente Morales, persecución contra su familia y los miembros de su gobierno.
En Honduras las agresiones cometidas por las fuerzas armadas y policía nacional no han tenido ningún tipo de responsabilidad ya que el sistema de justicia tiene una tendencia a protegerlos.
En cambio, cuando el policía ha sido identificado con nombre y apellido suelen desvincular el delito para que recaiga sobre el individuo y no de la institución como tal, eso se visualizó en un proceso de defensores de derechos humanos.
Otro de los ataques parecidos al golpe de Estado de 2009 contra el presidente Manuel Zelaya Rosales en Honduras, es el desmantelamiento de los medios de comunicación hasta donde llegan las botas militares a imponer censura para que no se siga informando sobre la verdadera situación, así ha ocurrido en Bolivia que desde el 09 de noviembre, los estudios de Bolivia TV, que es un medio público, fueron ocupados por grupos afines al golpismo.
Más golpes orquestados por Washington
La presidenta de Brasil Dilma Rousseff, fue acusada de fraude y privada de sus funciones por 180 días, impulsado por el presidente de la cámara de diputados Jair Bolsonaro, donde se estableció un gobierno de facto en el cual ella no podría volver a concluir su periodo presidencial, antes de ello el gobierno de los Estados Unidos estaba apoyando la situación del país con la militarización y la reforma judicial a cargo de James Mattis, quién mantenía una cercanía con Bolsonaro, como presidente de la cámara y militar retirado.
El apoyo de los Estado Unidos al Golpe de Estado en Bolivia este 10 de noviembre del 2019, ha levantado la polémica en América Latina. La derecha aprobando y los movimientos sociales han dejado ver su inconformidad en el proceso de intromisión en un país que se contempla con una posición de izquierda y anti-imperialista.
Patrones de represión
La similitud entre los patrones de ataques hacia la población que se manifiestan en los golpes de Estado auspiciados por los Estados Unidos es tal que se llevan a cabo agresiones físicas, torturas, heridas de balas, golpes con toletes, golpes con bombas lacrimógenas y asfixia respiratoria, heridas por piedras y balas de goma, en las situaciones más graves abuso sexual y asesinato.
La impunidad sobre estas graves violaciones a los derechos humanos, también es tan similar, y o es extraño debido a que los cuerpos represivos han sido entrenados por los Estados Unidos en lo que antes se llamaba la Escuela de Las Américas y ahora Instituto para el Hemisferio Occidental.
Allí aprenden a entrenarse en guerra sicológica, torturas, desapariciones forzadas, seguimientos, vigilancia y otras formas represivas para entorpecer los avances de los movimientos sociales en el hemisferio.
En el 2009 quedó demostrado que el país del norte apoyó el golpe de Estado para sacar a fuerza de balazos al presidente Manuel Zelaya Rosales. En ese contexto hubo una escalada represiva sin precedentes en Honduras.
Los viejos alumnos de la Escuela de Las Américas e integrantes en los 80 del Escuadrón de la Muerte 3-16, salieron a la luz pública, como Jackeline Flogia; Billy Joya Améndola, y otros que jugaron un papel protagónico en la guerra sucia.
En Bolivia el nivel de violencia generado por paramilitares, grupos de choque y los cuerpos represivos del Estado junto con la oligarquía boliviana que estaba desesperada por los cambios estructurales impulsados por Evo Morales, sacaron por la fuerza del poder al presidente.
En Honduras a raíz de las protestas que duraron desde las elecciones del 26 de noviembre del 2017, hasta inicios del 2018, se reportaron al menos 15 muertos y más de 80 heridos. En Bolivia en los 22 días de protestas ha habido tres muertes y más de 340 heridos, además de persecución al presidente Morales, persecución contra su familia y los miembros de su gobierno.
En Honduras las agresiones cometidas por las fuerzas armadas y policía nacional no han tenido ningún tipo de responsabilidad ya que el sistema de justicia tiene una tendencia a protegerlos.
En cambio, cuando el policía ha sido identificado con nombre y apellido suelen desvincular el delito para que recaiga sobre el individuo y no de la institución como tal, eso se visualizó en un proceso de defensores de derechos humanos.
Otro de los ataques parecidos al golpe de Estado de 2009 contra el presidente Manuel Zelaya Rosales en Honduras, es el desmantelamiento de los medios de comunicación hasta donde llegan las botas militares a imponer censura para que no se siga informando sobre la verdadera situación, así ha ocurrido en Bolivia que desde el 09 de noviembre, los estudios de Bolivia TV, que es un medio público, fueron ocupados por grupos afines al golpismo.
Más golpes orquestados por Washington
La presidenta de Brasil Dilma Rousseff, fue acusada de fraude y privada de sus funciones por 180 días, impulsado por el presidente de la cámara de diputados Jair Bolsonaro, donde se estableció un gobierno de facto en el cual ella no podría volver a concluir su periodo presidencial, antes de ello el gobierno de los Estados Unidos estaba apoyando la situación del país con la militarización y la reforma judicial a cargo de James Mattis, quién mantenía una cercanía con Bolsonaro, como presidente de la cámara y militar retirado.
Golpe en Bolivia
por Frei Betto
LA HAINE - 02/12/2019
Fragilidad de las instituciones en América Latina
Sucedió
lo inaceptable: Evo Morales derribado por un golpe militar. Horas antes
de ser depuesto, Evo había aceptado convocar a nuevas elecciones
presidenciales. No obstante, los militares prefirieron violar la
Constitución y cambiar los votos por las armas.
Estamos de vuelta en el pasado, cuando golpes militares derribaron a presidentes democráticamente electos. Los últimos: Guatemala y Paraguay (1954), Brasil (1964), Perú (1968), Uruguay y Chile (1973), Argentina (1976), República Dominicana (1965), El Salvador (1979), Bolivia (1980) y Venezuela (2002).
En nuestro continente han tenido lugar también en fechas recientes golpes parlamentarios, como los que derribaron a los presidentes Zelaya en Honduras (2009), Lugo en Paraguay y Dilma en Brasil (ambos en 2016).
Esta coyuntura demuestra la fragilidad de las instituciones en América Latina. Ni los gobiernos progresistas lograron fortalecer la estructura democrática y, en especial, el 'empoderamiento' popular, base de la democracia, mediante la valorización de los movimientos sociales.
Las recientes manifestaciones en Ecuador y Chile demuestran que la mayoría de los gobiernos latinoamericanos está más atenta a los dictados neoliberales del FMI y el Banco Mundial que a los preceptos constitucionales. Se gobierna para que el PIB crezca, no para mejorar la calidad de vida de la población ni, sobre todo, para reducir la desigualdad social. Los privilegios de la elite empresarial y financiera se consideran más importantes que los DDHH.
Lamentablemente, Brasil no es inmune al virus golpista. Basta recordar que el diputado federal Eduardo Bolsonaro declaró en un video en julio pasado que bastarían un cabo y un soldado para cerrar el Tribunal Supremo Federal. Y, en fecha reciente, mencionó la puesta en vigor nuevamente del AI-5[1] como salida para la crisis brasileña. Su padre, el presidente Bolsonaro, admitió en público en septiembre de 2018: “No acepto ningún resultado de las elecciones que no sea mi elección”.
El sistema judicial no procedió contra un candidato que, sin medias tintas, se manifestó a favor de la tortura, el fusilamiento de los opositores a la dictadura, la homofobia y el prejuicio contra negros, indígenas y nordestinos.
La inercia de la sociedad civil puede servir de caldo de cultivo para las semillas autoritarias diseminadas por el país y fecundadas por el desmontaje de la cultura, los impasses de la economía y el agravamiento de la miseria (según el Instituto Brasileño de Estadísticas, 13,5 millones de brasileños sobreviven con ingresos diarios inferiores a 8 reales (1,9 dólares), y 52,5 con una entrada mensual inferior a los 420 reales).
Brasil no se merece que vaya a dar al basurero de la historia la sufrida y heroica lucha de quienes, a lo largo de 21 años (1964-1985), resistieron a la dictadura hasta que fue barrida de nuestra historia por el advenimiento de la redemocratización en 1985 y la aprobación de la Constitución Ciudadana en 1988.
[1] El Ato Institucional No. 5 o AI-5 fue el quinto de una serie de autos emitidos por la dictadura militar brasileña después del golpe de estado de 1964. El AI-5 le otorgaba poderes extraordinarios al presidente de la República y suspendía varias garantías constitucionales.
freibetto.org / La Haine
Estamos de vuelta en el pasado, cuando golpes militares derribaron a presidentes democráticamente electos. Los últimos: Guatemala y Paraguay (1954), Brasil (1964), Perú (1968), Uruguay y Chile (1973), Argentina (1976), República Dominicana (1965), El Salvador (1979), Bolivia (1980) y Venezuela (2002).
En nuestro continente han tenido lugar también en fechas recientes golpes parlamentarios, como los que derribaron a los presidentes Zelaya en Honduras (2009), Lugo en Paraguay y Dilma en Brasil (ambos en 2016).
Esta coyuntura demuestra la fragilidad de las instituciones en América Latina. Ni los gobiernos progresistas lograron fortalecer la estructura democrática y, en especial, el 'empoderamiento' popular, base de la democracia, mediante la valorización de los movimientos sociales.
Las recientes manifestaciones en Ecuador y Chile demuestran que la mayoría de los gobiernos latinoamericanos está más atenta a los dictados neoliberales del FMI y el Banco Mundial que a los preceptos constitucionales. Se gobierna para que el PIB crezca, no para mejorar la calidad de vida de la población ni, sobre todo, para reducir la desigualdad social. Los privilegios de la elite empresarial y financiera se consideran más importantes que los DDHH.
Lamentablemente, Brasil no es inmune al virus golpista. Basta recordar que el diputado federal Eduardo Bolsonaro declaró en un video en julio pasado que bastarían un cabo y un soldado para cerrar el Tribunal Supremo Federal. Y, en fecha reciente, mencionó la puesta en vigor nuevamente del AI-5[1] como salida para la crisis brasileña. Su padre, el presidente Bolsonaro, admitió en público en septiembre de 2018: “No acepto ningún resultado de las elecciones que no sea mi elección”.
El sistema judicial no procedió contra un candidato que, sin medias tintas, se manifestó a favor de la tortura, el fusilamiento de los opositores a la dictadura, la homofobia y el prejuicio contra negros, indígenas y nordestinos.
La inercia de la sociedad civil puede servir de caldo de cultivo para las semillas autoritarias diseminadas por el país y fecundadas por el desmontaje de la cultura, los impasses de la economía y el agravamiento de la miseria (según el Instituto Brasileño de Estadísticas, 13,5 millones de brasileños sobreviven con ingresos diarios inferiores a 8 reales (1,9 dólares), y 52,5 con una entrada mensual inferior a los 420 reales).
Brasil no se merece que vaya a dar al basurero de la historia la sufrida y heroica lucha de quienes, a lo largo de 21 años (1964-1985), resistieron a la dictadura hasta que fue barrida de nuestra historia por el advenimiento de la redemocratización en 1985 y la aprobación de la Constitución Ciudadana en 1988.
[1] El Ato Institucional No. 5 o AI-5 fue el quinto de una serie de autos emitidos por la dictadura militar brasileña después del golpe de estado de 1964. El AI-5 le otorgaba poderes extraordinarios al presidente de la República y suspendía varias garantías constitucionales.
freibetto.org / La Haine
El Plan Bo Libia:
Para el Gobierno de Añez cualquier visitante es una réplica del Che Guevara
Las amenazas a la delegación argentina en Bolivia
Desesperado
por legitimarse, el golpismo boliviano demoniza a las comitivas
internacionales que verifican en el terreno las violaciones a los
derechos humanos, incluidas la ONU y la CIDH. Terminada la persecución
de cubanos y venezolanos, ¿por qué no probar con un grupo de argentinos?
Por Martín Granovsky
PÁGINA 12 - 30 de noviembre de 2019
Imagen: AFP
La
estabilidad democrática en Bolivia no solo sería excelente para los
bolivianos. También para los argentinos. Incluyendo, naturalmente, al
Presidente que asumirá ahorita mismo, el 10 de diciembre.
Una Bolivia sin nuevas baleaduras, para usar una palabra de Evo Morales, y con la perspectiva de elecciones rápidas, es hoy el principal objetivo de la oposición a la autopresidenta Jeanine Añez. Gane quien gane en esas elecciones, para la Argentina la estabilidad y la vuelta de la democracia tienen un valor esencial, de política interna y no solo de política exterior. Es imposible dormir si los vecinos de arriba la pasan mal porque alguien empezó a los golpes a las tres de la mañana. Y es doloroso el sufrimiento ajeno. Como la energía es finita, y la energía política también, el desbarajuste obligaría a la dupla Fernández & Fernández a concentrarse en otros temas que no sean el hambre, la reactivación, la deuda y la reconstrucción de la institucionalidad sudamericana. La desarticulación de Libia o Siria fue un hecho dramático para libios y sirios. Pero también para todo el Medio Oriente y el Mediterráneo, sometidos a la inestabilidad permanente.
La situación boliviana tiene una complejidad adicional, que a veces no se advierte desde afuera sin la información suficiente. El Movimiento al Socialismo de Morales no libra una sola batalla sino varias al mismo tiempo. Defiende la integridad física de sus dirigentes y militantes. Trata de evitar que los ex funcionarios vayan presos con acusaciones livianas de sedición o terrorismo. Busca articular a la dirigencia política con la dirigencia de los movimientos sociales, un articulación ya falta de lubricación antes del golpe y empeorada por el golpe. Y pelea por elecciones en el menor tiempo posible. Por dos motivos. Uno, para que la presunta transición, que no lo es porque se trata de un gobierno surgido de un golpe, tenga menos chances de introducir cambios económicos. Dos, para que no se perpetúe con excusas la constelación de poder hoy encabezada por Añez.
El MAS y los dirigentes sociales necesitan una presencia permanente de comitivas internacionales para reducir el daño y atenuar la represión. De la ONU, de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y también de movimientos sociales u organismos de derechos humanos que documenten con rigor lo que sucede en El Alto y en Cochabamba.
El gobierno de Añez parece estar buscando la vuelta para neutralizar el efecto balsámico de las visitas. Quiere convertir cada una en un escándalo. Empujó al primer contingente de enviados especiales a las fronteras para que no hubiera testigos de la masacre. Como si solo el periodismo grabase hoy a un policía disparando contra cholas desarmadas. Luego hostigó con amenazas al segundo contingente de enviados. El tercer paso fue más allá. Como no podía cargar contra la CIDH y la ONU sin perder la disputa por la presunta legitimidad de Añez (que el gobierno de facto de Bolivia presenta como consecuencia del golpe contra Evo y no como su causa), optó por usar de blanco a los extranjeros.
Terminada la demonización de cubanos y venezolanos, ¿por qué no probar con un grupo de argentinos? “Hemos derrotado a quienes querían hacer un Vietnam en Bolivia”, exageró el ministro de Gobierno Arturo Murillo. “Estamos mirando a los extranjeros, y la policía no permitirá que cometan sedición”, agregó como si los periodistas o los dirigentes sociales quisieran deponer a las autoridades, cosa castigada por el artículo 123 del Código Penal, o “trastornar o turbar de cualquier otro modo el orden público”, como también reza el texto. Traducción: cualquier visitante será considerado una réplica de Ernesto Guevara cuando prendió la chispa de la guerrilla en 1967.
¿No será mucho? Parece que todo vale en el Plan Bo Libia.
martin.granovsky@pagina12.com. ar
Analizar los documentos oficiales de la Casa Blanca nos
ayudan a pensar cuál es el lugar que ocupa América Latina en la disputa
mundial por el control de nuestra región y nos da respuestas sobre por
qué el golpe de estado contra Evo Morales posiblemente no sea el último
que vivamos en los próximos años. Por Pablo Figueroa Sguario*.
Otra vez un golpe de estado en América Latina. Otra vez Bolivia. Lo habían intentado hace 10 años atrás pero no pudieron. Esta vez, envalentonados por el contexto regional lograron algo que no pudo ser posible sin el inestimable apoyo de la Organización de Estados Americanos: ese organismo de desintegración regional creado por los Estados Unidos en 1947 para afianzar su control sobre los pueblos de América Latina.
La destitución del presidente Evo Morales no es el primero ni será,probablemente, el último golpe a las políticas progresistas en nuestra región, por lo que los últimos acontecimientos en América Latina se nos presentan como una nueva oportunidad para pensar qué lugar ocupan Bolivia y latinoamérica en la política de los Estados Unidos. Y para ello basta con »hurgar» un poco en las fuentes de información oficiales.
La biblioteca del tío Sam
Una de las primeras respuestas podemos encontrarla siguiendo la pista de la U.S Geological Survey (USGS), una agencia de la Casa Blanca dependiente del Ministerio del Interior, que tiene como objetivo definir nada más ni nada menos que la orientación estratégica de la ciencia en los Estados Unidos.
Hace algunos años atrás esta agencia emitió un documento el que se analizan los desafíos a enfrentar por parte del país norteamericano para el período 2007-2017. El documento, titulado «Facing tomorrow challenges U.S. geological survey science in decades 2007-2017» señala en unos de susfragmentos: «El surgimiento de una economía mundial afecta la demanda de todos los recursos», a la vez que dice: «El uso y la competencia por los recursos naturales en escala global y las amenazas naturales a estos recursos, tiene el potencial de impactar la capacidad de la nación para sustentar su economía, la seguridad nacional, la calidad de vida y el ambiente natural».
Es decir, según la USGS, para los Estados Unidos la competencia por los recursos naturales es una cuestión de seguridad nacional.
Una segunda pista podemos encontrar si analizamos justamente la National Security Strategy (NSS) del año 2010, un documento aprobado por el entonces presidente Barack Obama, en el que se trazan los ejes centrales de la estrategia norteamericana para asegurar su seguridad nacional, entendida esta en el más amplio de los sentidos. Dicho documento señala: «Estados Unidos, como otras naciones, depende de los mercados extranjeros para vender sus exportaciones y mantener el acceso a las materias primas y recursos escasos». Algunas líneas más abajo, el documento justifica el uso unilateral de la fuerza militar para defender los intereses nacionales: «Estados Unidos debe reservarse el derecho de actuar unilateralmente, si fuera necesario, para defender nuestra nación y nuestros intereses, pero también vamos a tratar de cumplir con las normas que rigen el uso de la fuerza».
Por último, se menciona: «Para tener éxito, debemos actualizar, equilibrar e integrar todas las herramientas del poder estadounidense y trabajar con nuestros aliados y socios para que hagan lo mismo», dejando en claro que el mantenimiento del poder estadounidense deberá contar indefectiblemente con el apoyo de sus aliados. Si bien han pasado 9 años desde que este documento vio la luz, las prioridades de los Estados Unidos no parecen haber cambiado.
La tercera pista la encontramos en otro documento oficial. Esta vez
es el informe titulado «Mineral commodity summaries 2018», también de la
USGS, donde se detalla el grado de dependencia de la economía
norteamericana respecto a las importaciones netas de minerales no
combustibles. Allí se puede observar que durante el año 2018, para
satisfacer su demanda interna, Estados Unidos dependió en un 100% de la
importación de minerales estratégicos como el asbesto (utilizado en la
construcción y en la fabricación de frenos de automóviles), la fluorita
(elemento esencial para el procesamiento de aluminio y uranio, este
último directamente ligado a la industria nuclear), el niobio (usado
intensivamente por la industria del hierro y como aleación en la
industria aeroespacial), el estroncio (como aditivo en fluidos de
perforación para pozos de petróleo y gas natural), el tantalio
(utilizado en la industria automotriz y en la producción de teléfonos
celulares y computadoras), sólo por mencionar algunos.
Habrá que decir que estos son minerales que se encuentran en diferentes partes del mundo pero que también se encuentran presentes en América Latina y, como podemos suponer fácilmente, siempre es más barato, sencillo y preferible transportar cosas desde el «patio trasero» de casa que ir a buscarlas al sudeste asiático o a zonas más remotas y hostiles del mundo.
La situación en Bolivia
Y entonces: ¿qué sucede con Bolivia? Según el informe, Estados Unidos depende de las importaciones bolivianas de antimonio (utilizado en baterías y retardantes de llama para dispositivos electrónicos, en la construcción y en el transporte), de estaño (utilizado para la producción de químicos y como aleación) y de tungsteno (usado principalmente en las industrias de la construcción, de la metalurgia, de la minería, del petróleo y del gas).
Todo ello sin siquiera haber mencionado hasta aquí ni una sola palabra respecto al litio, un mineral que sirve fundamentalmente para la fabricación de baterías de autos, motos, computadoras, teléfonos celulares y todo tipo de dispositivos eléctricos, revelándose como un mineral clave para la transformación de la matriz energética en curso y, por ende, para la economía a nivel internacional.
A propósito de esto, desde hace muchos años se sabía que Bolivia contaba con yacimientos de litio por aproximadamente 10 millones de toneladas, lo que representaba un tercio del total de reservas del mundo. Bolivia ya era entonces una de las mayores reservas en el mundo sólo por detrás de Argentina, que cuenta actualmente con un aproximado de 14 millones de toneladas distribuidas en las provincias de Catamarca, Salta y Jujuy. Sin embargo, en febrero de 2019 la empresa norteamericana SBK Consulting certificó que las reservas, sólo en el Salar de Uyuni (Potosí), se estiman en 21 millones de toneladas aproximadamente. Es decir, más del doble de lo que se preveía.
Al mismo tiempo, el gobierno de Evo Morales venía encarando un proceso de industrialización en torno a este mineral y para ello había cerrado acuerdos con la empresa china Xinjiang TBEA Group como socio estratégico para varios proyectos de industrialización en torno al litio. Por su parte, la empresa estatal Yacimientos de Litio Boliviano había concluido un acuerdo con la alemana ACI Systems para dar nacimiento de forma conjunta a una empresa mixta con el objetivo de crear plantas industriales destinadas a producir baterías en suelo boliviano. Es decir, dejar de vender el litio como materia prima para comenzar a venderlo al exterior como un producto con valor agregado, algo que suele ser de poco agrado para los países industrializados del mundo.
La historia viene de lejos
Lo mencionado hasta aquí es un repaso de datos objetivos que pueden dar cuenta de cuáles son algunos de los intereses internacionales que pueden estar detrás del golpe de estado contra el legítimo gobierno de Bolivia.
Si volvemos la mirada hacia la política interna del país, habrá que decir que el desconocimiento por parte de Evo Morales de aquel referéndum vinculante del año 2016, la posterior presión ejercida sobre el Tribunal Supremo Electoral para que avale su candidatura y las dudas sobre la transparencia en las elecciones generales del último 20 de octubre, dan cuenta de un gobierno que había comenzado a tomar decisiones autoritarias abandonando las reglas del juego democrático liberal. Pero también hay que decir que si un general del ejército le «sugiere» públicamente al presidente que renuncie y este lo hace, estamos hablando lisa y llanamente de un golpe de estado.
Un golpe contra un gobierno democrático con rasgos autoritarios, sí, pero un golpe que se aprovecha de las legítimas demandas del pueblo boliviano para instaurar en los próximos días, seguramente, un gobierno de derecha, sumamente clasista, racista y privatizador que, en caso de constituirse, irá en contra de esas demandas de la sociedad boliviana y que posiblemente será articulado desde el exterior para el beneficio económico de unos pocos países del hemisferio norte del mundo.
Si analizamos a vuelo de pájaro lo sucedido en los últimos 20 años en
América Latina nos encontramos con: un fallido golpe de estado contra
Hugo Chavez en el año 2002, un golpe militar contra Manuel Zelaya en
Honduras en el 2009, el levantamiento policial contra Rafael Correa un
año después, el golpe parlamentario contra Fernando Lugo del 2012, el
golpe parlamentario contra Dilma Rousseff del año 2016 y el posterior
encarcelamiento de Lula en el 2018. En el medio de todo eso, en el año
2008 un levantamiento en la región de Santa Cruz (de donde es oriundo
Luis Fernando Camacho) intentó derrocar al recientemente electo Evo
Morales.
Se llegó a hablar incluso de la separación de la región del resto del país, algo que finalmente fracasó, como todo el movimiento desestabilizador. Ese año, Evo expulsó al embajador de Estados Unidos Philip Goldberg por estar detrás de la conspiración.
La lista es larga y no es casualidad que todos los golpes hayan sido dirigidos hacia gobiernos que, en mayor o menor medida, impulsaron políticas desarrollistas y tendientes a ampliar los márgenes de soberanía respecto a las directrices de Washington. Así las cosas, los sectores nacionales, populares y progresistas de América Latina deberán empezar a discutir de forma seria qué papel van a jugar para frenar de una vez y por todas estos ataques por parte de las clases más acomodadas y retrógradas de la sociedad.
Los datos están. Están sobre la mesa. Los podemos encontrar y nadie nos oculta nada. Así se podrá discutir si es mejor adoptar una actitud reactiva o tomar iniciativas reales que pongan freno a los sectores conservadores.
Lo que no admite discusión es que, de continuar por este camino, la destitución del presidente Evo Morales no será el último de los golpes que recibamos en América Latina.
*Analista internacional y periodista miembro del Observatorio de Política Internacional dela Universidad Católica de Santa Fe (UCSF).
URUGUAY
Una Bolivia sin nuevas baleaduras, para usar una palabra de Evo Morales, y con la perspectiva de elecciones rápidas, es hoy el principal objetivo de la oposición a la autopresidenta Jeanine Añez. Gane quien gane en esas elecciones, para la Argentina la estabilidad y la vuelta de la democracia tienen un valor esencial, de política interna y no solo de política exterior. Es imposible dormir si los vecinos de arriba la pasan mal porque alguien empezó a los golpes a las tres de la mañana. Y es doloroso el sufrimiento ajeno. Como la energía es finita, y la energía política también, el desbarajuste obligaría a la dupla Fernández & Fernández a concentrarse en otros temas que no sean el hambre, la reactivación, la deuda y la reconstrucción de la institucionalidad sudamericana. La desarticulación de Libia o Siria fue un hecho dramático para libios y sirios. Pero también para todo el Medio Oriente y el Mediterráneo, sometidos a la inestabilidad permanente.
La situación boliviana tiene una complejidad adicional, que a veces no se advierte desde afuera sin la información suficiente. El Movimiento al Socialismo de Morales no libra una sola batalla sino varias al mismo tiempo. Defiende la integridad física de sus dirigentes y militantes. Trata de evitar que los ex funcionarios vayan presos con acusaciones livianas de sedición o terrorismo. Busca articular a la dirigencia política con la dirigencia de los movimientos sociales, un articulación ya falta de lubricación antes del golpe y empeorada por el golpe. Y pelea por elecciones en el menor tiempo posible. Por dos motivos. Uno, para que la presunta transición, que no lo es porque se trata de un gobierno surgido de un golpe, tenga menos chances de introducir cambios económicos. Dos, para que no se perpetúe con excusas la constelación de poder hoy encabezada por Añez.
El MAS y los dirigentes sociales necesitan una presencia permanente de comitivas internacionales para reducir el daño y atenuar la represión. De la ONU, de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos y también de movimientos sociales u organismos de derechos humanos que documenten con rigor lo que sucede en El Alto y en Cochabamba.
El gobierno de Añez parece estar buscando la vuelta para neutralizar el efecto balsámico de las visitas. Quiere convertir cada una en un escándalo. Empujó al primer contingente de enviados especiales a las fronteras para que no hubiera testigos de la masacre. Como si solo el periodismo grabase hoy a un policía disparando contra cholas desarmadas. Luego hostigó con amenazas al segundo contingente de enviados. El tercer paso fue más allá. Como no podía cargar contra la CIDH y la ONU sin perder la disputa por la presunta legitimidad de Añez (que el gobierno de facto de Bolivia presenta como consecuencia del golpe contra Evo y no como su causa), optó por usar de blanco a los extranjeros.
Terminada la demonización de cubanos y venezolanos, ¿por qué no probar con un grupo de argentinos? “Hemos derrotado a quienes querían hacer un Vietnam en Bolivia”, exageró el ministro de Gobierno Arturo Murillo. “Estamos mirando a los extranjeros, y la policía no permitirá que cometan sedición”, agregó como si los periodistas o los dirigentes sociales quisieran deponer a las autoridades, cosa castigada por el artículo 123 del Código Penal, o “trastornar o turbar de cualquier otro modo el orden público”, como también reza el texto. Traducción: cualquier visitante será considerado una réplica de Ernesto Guevara cuando prendió la chispa de la guerrilla en 1967.
¿No será mucho? Parece que todo vale en el Plan Bo Libia.
martin.granovsky@pagina12.com.
CTXT. Contexto y Acción
DOCUMENTO CTXT
Morales no renunció, fue derrocado
Su destitución representa el regreso de la vieja oligarquía. Es un golpe contra los pueblos indígenas
David Harvey y 45 firmas más
WIKIPEDIA
12 de
Noviembre de
2019 - PÚBLICO
Evo Morales, el presidente indígena de Bolivia, se ha visto
obligado a renunciar a la presidencia. Su vicepresidente, (Álvaro García
Linera) también renunció, al igual que Adrianna Salvatierra, la
presidenta del Senado, quien se suponía que asumiría la presidencia en
ausencia de Morales. Mientras escribimos este texto la oposición ha
arriado la bandera indígena Wiphala en todo el país. Morales, el primer
presidente indígena del país, es el abanderado de generaciones de
socialistas indígenas. Su destitución representa el regreso de la vieja
oligarquía. Es un golpe contra la llegada de los pueblos indígenas de
Bolivia a la vanguardia de la historia.
Durante semanas, los manifestantes de derecha han acosado al partido de Morales, el Movimiento hacia el Socialismo (MAS). Han incendiado las casas y oficinas de miembros del partido y han atacado a sus seguidores. Recientemente Patricia Arce, alcalde de Vinto, fue secuestrada por una muchedumbre. Le cortaron el pelo, le tiraron pintura sobre el cuerpo y la obligaron a caminar descalza, humillándola públicamente. La masa ha bloqueado la sede de TV de Bolivia y la estación de radio Patria Nueva. En estos momentos, mientras escribimos, las fuerzas de derecha están saqueando y quemando la casa del presidente Morales y están tratando de arrestarlo.
Esto no es una renuncia. Nadie renuncia con un arma en la cabeza.
La élite política y económica de Bolivia apoya esta violencia, como parte del resurgimiento de la extrema derecha en América Latina. Los activistas locales están siendo aplastados por estas fuerzas. Nosotros, los abajo firmantes, denunciamos esta violencia y también preventivamente la violencia que inevitablemente se intensificará en las calles. Hacemos un llamado a las Naciones Unidas para que haga una declaración denunciando la naturaleza antidemocrática del golpe y las tácticas de mano dura de sus partidarios.
––––
Coredactores:
Durante semanas, los manifestantes de derecha han acosado al partido de Morales, el Movimiento hacia el Socialismo (MAS). Han incendiado las casas y oficinas de miembros del partido y han atacado a sus seguidores. Recientemente Patricia Arce, alcalde de Vinto, fue secuestrada por una muchedumbre. Le cortaron el pelo, le tiraron pintura sobre el cuerpo y la obligaron a caminar descalza, humillándola públicamente. La masa ha bloqueado la sede de TV de Bolivia y la estación de radio Patria Nueva. En estos momentos, mientras escribimos, las fuerzas de derecha están saqueando y quemando la casa del presidente Morales y están tratando de arrestarlo.
Esto no es una renuncia. Nadie renuncia con un arma en la cabeza.
La élite política y económica de Bolivia apoya esta violencia, como parte del resurgimiento de la extrema derecha en América Latina. Los activistas locales están siendo aplastados por estas fuerzas. Nosotros, los abajo firmantes, denunciamos esta violencia y también preventivamente la violencia que inevitablemente se intensificará en las calles. Hacemos un llamado a las Naciones Unidas para que haga una declaración denunciando la naturaleza antidemocrática del golpe y las tácticas de mano dura de sus partidarios.
––––
Coredactores:
- Jordan T. Camp, Director of Research, The People’s Forum; Visiting Scholar, Center for Place Culture and Politics, CUNY Graduate Center; Co-Director of the Racial Capitalism Working Group, Center for the Study of Social Difference, Columbia University
- George Ciccariello-Maher, Visiting Scholar, Decolonizing Humanities and Modern Languages and Literatures, William and Mary
- Nick Estes (Lakota), Assistant Professor of American Studies, Univ. of New Mexico, Co-Founder The Red Nation
- Christina Heatherton, Assistant Professor of American Studies, Barnard College; Co-Director of the Racial Capitalism Working Group, Center for the Study of Social Difference, Columbia University
- Manu Karuka, Assistant Professor of American Studies, Barnard College; Co-Director of the Racial Capitalism Working Group, Center for the Study of Social Difference, Columbia University
- Vijay Prashad, Director, Tricontinental: Institute for Social Research
- Melanie Yazzie (Diné), Assistant Professor of Native American Studies and American Studies, University of New Mexico, Co-Founder of The Red Nation
- Samia Assed, Palestinian-American Human Rights Activist and Organizer, Board of Directors of The Women’s March
- Medea Benjamin, Co-Founder, Code Pink
- Bruno Bosteels, Professor of Latin America and Ibertian Cultures and the Institute for Comparative Literature and Society, Columbia University
- Glen Coulthard, (Yellowknives Dene) Associate Professor in the First Nations and Indigenous Studies Program and the Departments of Political Science, University of British Columbia
- Andrew Curley (Diné), Department of Geography, University of North Carolina
- Jennifer Nez Denetdale (Diné), Professor of American Studies, University of New Mexico
- Jaskiran Dhillon, Associate Professor, Global Studies and Anthropology, The New School
- Roxanne Dunbar-Ortiz, author of An Indigenous People’s History of the United States
- Jodie Evans, Co-Founder and Co-Director, Code Pink
- Ramon Grosfoguel, Department of Ethnic Studies, University of California, Berkeley
- Sandy Grande (Quechua), Professor of Education and Director Center for the Critical Study of Race and Ethnicity, Connecticut College
- Sarah Jaffe, author and journalist
- Robin D. G. Kelley, Professor, Department of African American Studies, Distinguished Professor of History & Gary B. Nash Endowed Chair in United States History, UCLA
- Winona LaDuke (White Earth Ojibwe), Program Director of Honor the Earth
- Thea N. Riofrancos, Assistant Professor of Political Science, Providence College
- Boots Riley, Filmmaker
- Linda Sarsour, Palestinian-American Activist and Co-Founder of The Women’s March
- Audra Simpson (Mohawk), Professor of Anthropology, Columbia University
- Keeanga-Yamahtta Taylor, author of From #BlackLivesMatter to Black Liberation
- Rev. Dr. Liz Theoharis, Co-Chair of the Poor People’s Campaign: A National Call for Moral Revival, and Director of the Kairos Center for Religions, Rights, and Social Justice, Union Theological Seminary.
- Christy Thornton, Assistant Professor of Sociology, Johns Hopkins University
- Gregory Wilpert, Managing Editor at The Real News Network
- David Harvey, Distinguished Professor of anthropology and geography, Graduate Center of the City University of New York (CUNY)Gerald Horne, Rebecca Moores Chair of History and African American Studies at the University of Houston.
- Anya Parampill, journalist
- Richard Pithouse, Associate Professor at the Wits Institute of Social Research, University of the Witwatersrand, Johannesburg, Editor of New Frame, and Co-ordinator of the Johannesburg office of the Tricontinental: Institute for Social Research
- S’bu Zikode, Abahlali baseMjondolo
- South African Shack Dwellers Movement
- Irvin Jim, General Secretary of the National Union of Metalworkers of South Africa (Numsa) and National chair of Socialist Revolutionary Workers Party
- Mbuso Ngubane Regional Secretary of National Union of Metalworkers of South Africa (Numsa)
- Andile Zitho Regional Secretary National Union of Metalworkers of South Africa (Numsa) and National Treasurer of the Socialist Revolutionary Workers Party.
- Michael Neocosmos (PhD), Emeritus Professor in Humanities, Rhodes University, South Africa; Distinguished Visiting Scholar University of Connecticut Humanities Institute, United States; Visiting Professor, WISER, University of the Witwatersrand, South Africa
- Palagummi Sainath, Indian journalist and founder editor of the People's Archive of Rural India
- Prabir Purkayastha, Indian Journalist
- Vashna Jagarnath, deputy general secretary SRWP and Senior Researcher at the centre for social change University of Johannesburg
- Eva Golinger, author and lawyer
- Jodi A. Byrd, Associate Professor, English and Gender and Women's Studies, University of Illinois, Urbana-Champaign
- Gary Y. Okihiro, Professor Emeritus of International and Public Affairs, Columbia University, and Visiting Professor of American Studies, Yale University
- Joanne Barker, Professor and Chair of American Indian Studies, San Francisco State University
Autor: David Harvey y 45 firmas más
27/11/2019
¿Por qué el golpe en Bolivia no será el último?
Otra vez un golpe de estado en América Latina. Otra vez Bolivia. Lo habían intentado hace 10 años atrás pero no pudieron. Esta vez, envalentonados por el contexto regional lograron algo que no pudo ser posible sin el inestimable apoyo de la Organización de Estados Americanos: ese organismo de desintegración regional creado por los Estados Unidos en 1947 para afianzar su control sobre los pueblos de América Latina.
La destitución del presidente Evo Morales no es el primero ni será,probablemente, el último golpe a las políticas progresistas en nuestra región, por lo que los últimos acontecimientos en América Latina se nos presentan como una nueva oportunidad para pensar qué lugar ocupan Bolivia y latinoamérica en la política de los Estados Unidos. Y para ello basta con »hurgar» un poco en las fuentes de información oficiales.
La biblioteca del tío Sam
Una de las primeras respuestas podemos encontrarla siguiendo la pista de la U.S Geological Survey (USGS), una agencia de la Casa Blanca dependiente del Ministerio del Interior, que tiene como objetivo definir nada más ni nada menos que la orientación estratégica de la ciencia en los Estados Unidos.
Hace algunos años atrás esta agencia emitió un documento el que se analizan los desafíos a enfrentar por parte del país norteamericano para el período 2007-2017. El documento, titulado «Facing tomorrow challenges U.S. geological survey science in decades 2007-2017» señala en unos de susfragmentos: «El surgimiento de una economía mundial afecta la demanda de todos los recursos», a la vez que dice: «El uso y la competencia por los recursos naturales en escala global y las amenazas naturales a estos recursos, tiene el potencial de impactar la capacidad de la nación para sustentar su economía, la seguridad nacional, la calidad de vida y el ambiente natural».
Es decir, según la USGS, para los Estados Unidos la competencia por los recursos naturales es una cuestión de seguridad nacional.
Una segunda pista podemos encontrar si analizamos justamente la National Security Strategy (NSS) del año 2010, un documento aprobado por el entonces presidente Barack Obama, en el que se trazan los ejes centrales de la estrategia norteamericana para asegurar su seguridad nacional, entendida esta en el más amplio de los sentidos. Dicho documento señala: «Estados Unidos, como otras naciones, depende de los mercados extranjeros para vender sus exportaciones y mantener el acceso a las materias primas y recursos escasos». Algunas líneas más abajo, el documento justifica el uso unilateral de la fuerza militar para defender los intereses nacionales: «Estados Unidos debe reservarse el derecho de actuar unilateralmente, si fuera necesario, para defender nuestra nación y nuestros intereses, pero también vamos a tratar de cumplir con las normas que rigen el uso de la fuerza».
Por último, se menciona: «Para tener éxito, debemos actualizar, equilibrar e integrar todas las herramientas del poder estadounidense y trabajar con nuestros aliados y socios para que hagan lo mismo», dejando en claro que el mantenimiento del poder estadounidense deberá contar indefectiblemente con el apoyo de sus aliados. Si bien han pasado 9 años desde que este documento vio la luz, las prioridades de los Estados Unidos no parecen haber cambiado.
Habrá que decir que estos son minerales que se encuentran en diferentes partes del mundo pero que también se encuentran presentes en América Latina y, como podemos suponer fácilmente, siempre es más barato, sencillo y preferible transportar cosas desde el «patio trasero» de casa que ir a buscarlas al sudeste asiático o a zonas más remotas y hostiles del mundo.
La situación en Bolivia
Y entonces: ¿qué sucede con Bolivia? Según el informe, Estados Unidos depende de las importaciones bolivianas de antimonio (utilizado en baterías y retardantes de llama para dispositivos electrónicos, en la construcción y en el transporte), de estaño (utilizado para la producción de químicos y como aleación) y de tungsteno (usado principalmente en las industrias de la construcción, de la metalurgia, de la minería, del petróleo y del gas).
Todo ello sin siquiera haber mencionado hasta aquí ni una sola palabra respecto al litio, un mineral que sirve fundamentalmente para la fabricación de baterías de autos, motos, computadoras, teléfonos celulares y todo tipo de dispositivos eléctricos, revelándose como un mineral clave para la transformación de la matriz energética en curso y, por ende, para la economía a nivel internacional.
A propósito de esto, desde hace muchos años se sabía que Bolivia contaba con yacimientos de litio por aproximadamente 10 millones de toneladas, lo que representaba un tercio del total de reservas del mundo. Bolivia ya era entonces una de las mayores reservas en el mundo sólo por detrás de Argentina, que cuenta actualmente con un aproximado de 14 millones de toneladas distribuidas en las provincias de Catamarca, Salta y Jujuy. Sin embargo, en febrero de 2019 la empresa norteamericana SBK Consulting certificó que las reservas, sólo en el Salar de Uyuni (Potosí), se estiman en 21 millones de toneladas aproximadamente. Es decir, más del doble de lo que se preveía.
Al mismo tiempo, el gobierno de Evo Morales venía encarando un proceso de industrialización en torno a este mineral y para ello había cerrado acuerdos con la empresa china Xinjiang TBEA Group como socio estratégico para varios proyectos de industrialización en torno al litio. Por su parte, la empresa estatal Yacimientos de Litio Boliviano había concluido un acuerdo con la alemana ACI Systems para dar nacimiento de forma conjunta a una empresa mixta con el objetivo de crear plantas industriales destinadas a producir baterías en suelo boliviano. Es decir, dejar de vender el litio como materia prima para comenzar a venderlo al exterior como un producto con valor agregado, algo que suele ser de poco agrado para los países industrializados del mundo.
La historia viene de lejos
Lo mencionado hasta aquí es un repaso de datos objetivos que pueden dar cuenta de cuáles son algunos de los intereses internacionales que pueden estar detrás del golpe de estado contra el legítimo gobierno de Bolivia.
Si volvemos la mirada hacia la política interna del país, habrá que decir que el desconocimiento por parte de Evo Morales de aquel referéndum vinculante del año 2016, la posterior presión ejercida sobre el Tribunal Supremo Electoral para que avale su candidatura y las dudas sobre la transparencia en las elecciones generales del último 20 de octubre, dan cuenta de un gobierno que había comenzado a tomar decisiones autoritarias abandonando las reglas del juego democrático liberal. Pero también hay que decir que si un general del ejército le «sugiere» públicamente al presidente que renuncie y este lo hace, estamos hablando lisa y llanamente de un golpe de estado.
Un golpe contra un gobierno democrático con rasgos autoritarios, sí, pero un golpe que se aprovecha de las legítimas demandas del pueblo boliviano para instaurar en los próximos días, seguramente, un gobierno de derecha, sumamente clasista, racista y privatizador que, en caso de constituirse, irá en contra de esas demandas de la sociedad boliviana y que posiblemente será articulado desde el exterior para el beneficio económico de unos pocos países del hemisferio norte del mundo.
Se llegó a hablar incluso de la separación de la región del resto del país, algo que finalmente fracasó, como todo el movimiento desestabilizador. Ese año, Evo expulsó al embajador de Estados Unidos Philip Goldberg por estar detrás de la conspiración.
La lista es larga y no es casualidad que todos los golpes hayan sido dirigidos hacia gobiernos que, en mayor o menor medida, impulsaron políticas desarrollistas y tendientes a ampliar los márgenes de soberanía respecto a las directrices de Washington. Así las cosas, los sectores nacionales, populares y progresistas de América Latina deberán empezar a discutir de forma seria qué papel van a jugar para frenar de una vez y por todas estos ataques por parte de las clases más acomodadas y retrógradas de la sociedad.
Los datos están. Están sobre la mesa. Los podemos encontrar y nadie nos oculta nada. Así se podrá discutir si es mejor adoptar una actitud reactiva o tomar iniciativas reales que pongan freno a los sectores conservadores.
Lo que no admite discusión es que, de continuar por este camino, la destitución del presidente Evo Morales no será el último de los golpes que recibamos en América Latina.
*Analista internacional y periodista miembro del Observatorio de Política Internacional dela Universidad Católica de Santa Fe (UCSF).
URUGUAY
Famas y coloquios
Mujica: feminismo es "bastante inútil" y la "estridencia termina jodiendo la causa"
El
senador dijo que "la equiparación es inobjetable" pero la estridencia
"excita lo reaccionario de la propia sociedad" y "ahí te salen los
Manini".
19.12.2019 11:42 - MONTEVIDEO PORTAL
Foto: Juan Manuel López
Una muy extensa entrevista al senador y expresidente José Mujica fue publicada hoy por el semanario Voces, que dirige el periodista Alfredo García.
García es el autor de Pepe. Coloquios, un libro de 2011 que recoge varias entrevistas que le hiciera al exmandatario y que en su momento le valieron varias polémicas a Mujica, debido a sus declaraciones sobre Argentina y sobre el Partido Socialista.
En esta nueva entrevista, Mujica realiza algunas declaraciones controvertidas, en especial en referencia al feminismo y la agenda de nuevos derechos, que han sido bandera del Frente Amplio.
"La agenda de derechos, qué choclo te comiste con eso, mirá que armaste lío", le preguntaron.
"Pienso que la agenda de derechos es una expresión de la estupidez humana. Con su culo cada cual que haga lo que quiera, mientras no joda a otro. Existió toda la vida, es más reaccionario el hombre moderno que el antiguo. El que lea la Ilíada con poca atención se da cuenta de que Patroclo y Aquiles marchaban, no me jodan. Alcibíades era el marido de todas las mujeres y la mujer de todos los maridos. Yo qué sé, está plagada la historia de arquetipos de ese tenor en el mundo antiguo", opinó.
Luego dijo que con la llegada de las religiones monoteístas eso cambió. "Donde reina el monoteísmo reina la intolerancia", afirmó. "Las verdades únicas. El único Dios es el mío y a la mierda, lo mismo con todas las cuestiones de la vida", opinó
"El feminismo te está invadiendo, a vos que no te gustaba mucho. Te pasaron por arriba", le dicen de Voces.
"Y bastante inútil", responde. Al ser repreguntado, agrega: "Es bastante inútil el feminismo porque creo que el machismo es un hecho. Y la agenda de derechos de la equiparación es inobjetable. Pero la estridencia también termina jodiendo a la causa de la mujer porque crea una antípoda quejosa, que excita lo reaccionario de la propia sociedad, que está allí y ahí te salen los Manini y los otros. Veo que por el lado de la universidad vienen equiparados. Las mujeres son menos pelotudas y terminan las carreras".
No quiso ahondar en las causas de la derrota del Frente Amplio. "En eso no quiero entrar, dentro de un año puede ser que hable", afirmó.
Cuando le preguntaron por el próximo gobierno, aseguró. "Veo que tiene desafíos y se propone una cantidad de cosas. Está agrandado como alpargata de pobre (...) No ganaron las elecciones, las perdimos notros. Si hubiéramos venido dos o tres meses antes con fuerza, teníamos posibilidades de ganar, era una diferencia absorbible", dijo.
"Perdimos en octubre, pero mirá que se hizo poco. El Partido Socialista hizo una actividad en La Huella de Seregni, puso unos letreros por ahí, 'El socialismo en el corazón', no los vi por ningún lado", dijo luego.
Cuando se le dijo que hicieron mucha actividad en comités de base, replicó: "Ir a comité de base es como bailar con tu hermana, siempre hablando con los mismos. Están todos convencidos ahí, tenés que ir a otro lado. En el interior tenés que ir a la plaza de noche (...) Tenés que jugártela, si no".
García es el autor de Pepe. Coloquios, un libro de 2011 que recoge varias entrevistas que le hiciera al exmandatario y que en su momento le valieron varias polémicas a Mujica, debido a sus declaraciones sobre Argentina y sobre el Partido Socialista.
En esta nueva entrevista, Mujica realiza algunas declaraciones controvertidas, en especial en referencia al feminismo y la agenda de nuevos derechos, que han sido bandera del Frente Amplio.
"La agenda de derechos, qué choclo te comiste con eso, mirá que armaste lío", le preguntaron.
"Pienso que la agenda de derechos es una expresión de la estupidez humana. Con su culo cada cual que haga lo que quiera, mientras no joda a otro. Existió toda la vida, es más reaccionario el hombre moderno que el antiguo. El que lea la Ilíada con poca atención se da cuenta de que Patroclo y Aquiles marchaban, no me jodan. Alcibíades era el marido de todas las mujeres y la mujer de todos los maridos. Yo qué sé, está plagada la historia de arquetipos de ese tenor en el mundo antiguo", opinó.
Luego dijo que con la llegada de las religiones monoteístas eso cambió. "Donde reina el monoteísmo reina la intolerancia", afirmó. "Las verdades únicas. El único Dios es el mío y a la mierda, lo mismo con todas las cuestiones de la vida", opinó
"El feminismo te está invadiendo, a vos que no te gustaba mucho. Te pasaron por arriba", le dicen de Voces.
"Y bastante inútil", responde. Al ser repreguntado, agrega: "Es bastante inútil el feminismo porque creo que el machismo es un hecho. Y la agenda de derechos de la equiparación es inobjetable. Pero la estridencia también termina jodiendo a la causa de la mujer porque crea una antípoda quejosa, que excita lo reaccionario de la propia sociedad, que está allí y ahí te salen los Manini y los otros. Veo que por el lado de la universidad vienen equiparados. Las mujeres son menos pelotudas y terminan las carreras".
No quiso ahondar en las causas de la derrota del Frente Amplio. "En eso no quiero entrar, dentro de un año puede ser que hable", afirmó.
Cuando le preguntaron por el próximo gobierno, aseguró. "Veo que tiene desafíos y se propone una cantidad de cosas. Está agrandado como alpargata de pobre (...) No ganaron las elecciones, las perdimos notros. Si hubiéramos venido dos o tres meses antes con fuerza, teníamos posibilidades de ganar, era una diferencia absorbible", dijo.
"Perdimos en octubre, pero mirá que se hizo poco. El Partido Socialista hizo una actividad en La Huella de Seregni, puso unos letreros por ahí, 'El socialismo en el corazón', no los vi por ningún lado", dijo luego.
Cuando se le dijo que hicieron mucha actividad en comités de base, replicó: "Ir a comité de base es como bailar con tu hermana, siempre hablando con los mismos. Están todos convencidos ahí, tenés que ir a otro lado. En el interior tenés que ir a la plaza de noche (...) Tenés que jugártela, si no".
Críticas a Mujica por sus dichos sobre el feminismo y la agenda de derechos
El expresidente y senador electo dijo en una entrevista que el feminismo es "inútil" porque "el machismo es un hecho y la agenda de derechos de la equiparación es inobjetable".
Foto de archivo
PALABRAS
20 de diciembre de 2019, 14:58hs - LR21José Mujica ha estado en el centro de atención las últimas horas por
unas declaraciones sobre el feminismo y la agenda de derechos.
En el semanario Voces, el exmandatario declaró: “Es bastante inútil el feminismo, porque creo que el machismo es un hecho y que la agenda de derechos de la equiparación es inobjetable. Pero la estridencia también termina jodiendo a la causa de la mujer, porque crea una antípoda quejosa. Excita lo reaccionario de la propia sociedad, que está ahí. Ahí te salen los Manini y los otros. Veo que por el lado de la universidad vienen equiparados”.
Además, añadió que “las mujeres son menos pelotudas que los hombres y terminan las carreras, y cada vez hay más profesionales mujeres. Ese es el mundo que viene y no lo para ni Peteco. Es notorio. Hay carreras como en el Poder Judicial donde vamos a tener que pedir la cuota masculina”.
Federico Graña, director de Promoción Sociocultural del MIDES, fue uno de los primeros en expresarse al respecto para defender el avance de los derechos de los últimos años.
“La Agenda de Derechos es fruto de una lucha que viene desde lejos. Surge como un grito de dignidad frente a la patologozación, el desprecio y la discriminación que miles de personas sufrimos en nuestros cuerpos durante muchos años de nuestra vida” publicó por medio de su cuenta de Twitter.
“Es cierto que la Agenda de Derechos es fruto de la estupidez humana. Esa estupidez que justifica un sistema de privilegios basados en la pertenencia de clase, el sexo y la condición étnico racial de las personas. Contra esos privilegios nace esta Agenda”, añadió en otro tuit.
En el mismo sentido el senador suplente Rafael Paternain dijo que “los insultos de Mujica son inaceptables y condenables. Deben ser rechazados, sea quien fuere el destinatario”.
Sus opiniones sobre Constanza Moreira son “deplorables, dictadas por la impunidad, la soberbia y el odio. Si todos siguiéramos el ejemplo, no habría Frente Amplio”.
“Hoy necesitamos calma y hondura de reflexión. Tal vez sea solo una reacción miserable contra una mujer valiente que se plantó toda vez que fue necesario. Pero dudo que no haya algo detrás, por ejemplo, cargar contra las representaciones de izquierda para habilitar alianzas ominosas y acumulaciones electorales”, sentenció.
Agregó: “Y también para imponer el relato de la derrota: si la culpa de la emergencia de los Manini es de la agenda de derechos y del feminismos, ya nada tenemos para decir sobre sus propias responsabilidades, por ejemplo en las políticas de seguridad de derecha que terminaron con resultados lamentables, y es por ahí por donde se perdió”.
Paternain indicó: “La violencia política es una forma de ejercer el poder. Y la vamos a condenar siempre, tengamos 80.000, 30.000 o 0 votos”.
Por su parte, Gonzalo Civila, secretario general del Partido Socialista, también se sumó a las críticas a Mujica: “El compañero Mujica hace tiempo parece empecinado en golpear al Partido Socialista, al feminismo, a las nuevas agendas. Nosotros somos muy frenteamplistas, sólo nos merece respeto su aporte a la izquierda y su historia de luchador, por eso medimos las palabras”. En otro tuit publicó: “Con Pepe tuvimos y tenemos importantes diferencias en materia de derechos humanos, seguridad, defensa, género. También en aspectos de gestión, en cómo concebimos al Frente Amplio y la unidad de la izquierda, y en la relación con otros actores sociales y políticos”.
“La fuerza política tiene mucho para pensar sobre su relacionamiento con los movimientos sociales, y fogonear una contradicción entre feminismos y lucha de clases, aunque propia de ciertas generaciones, es una postura que no podemos tolerar”, expresó.
Dijo que este sábado, durante el Plenario Nacional del Frente Amplio hablará de esta autocrítica. “Sería bueno que quienes tengan algo para decir lo vuelquen en esos espacios y no seguir atacando compañeros históricos y compañeras que han dado todo desde su militancia como también desde la tan ninguneada academia”.
Goyeneche manifestó que no son las “feministas ruidosas” las que pusieron a Manini Ríos de comandante en jefe de las Fuerzas Armadas. “No es la estridencia de las feministas la que genera la aparición de movimientos reaccionarios, como no es la pollera demasiado corta la que provoca las violaciones a niñas y mujeres”.
“Pero es con el movimiento feminista y el Frente Amplio que se declaró antipatriarcal, que construiremos una sociedad más igualitaria”, manifestó.
Agregó: “Desde Casa Grande respaldamos a nuestra compañera Constanza Morerira por su inigualable aporte político y también académico en la lucha por la izquierda, por los derechos humanos y por los derechos de las mujeres”.
“Muchas veces poniendo la cara frente a ataques reaccionarios como los que en estos tiempos levantan la voz de grupos neonazis, militares que reivindican la dictadura y círculos que amenazan la democracia a días de una elección. A ella, a las compañeras que en sectores donde las voces masculinas son hegemónicas y tienen que luchar día a día y a todas las feministas que sabemos trabajando en los barrios por las más vulneradas, vaya nuestro abrazo y sororidad. Seguiremos militando por una izquierda feminista”, manifestó Goyeneche.
“Este tipo de declaraciones sólo nos muestran que aún queda mucho trabajo por hacer”, agregaron.
Desde el Partido Colorado, el senador José Amorín Batlle aseveró que los dichos de Mujica “no deberían sorprender” pero “lo que sí sorprende es el silencio de ‘muchas y muchos’ (…) y también las excusas”.
Mónica Botero, excandidata a la vicepresidencia por el Partido Independiente, citó una nota periodística sobre el tema diciendo: “Se leen comentarios sobre los que le tenían miedo al nuevo gobierno”.
En el semanario Voces, el exmandatario declaró: “Es bastante inútil el feminismo, porque creo que el machismo es un hecho y que la agenda de derechos de la equiparación es inobjetable. Pero la estridencia también termina jodiendo a la causa de la mujer, porque crea una antípoda quejosa. Excita lo reaccionario de la propia sociedad, que está ahí. Ahí te salen los Manini y los otros. Veo que por el lado de la universidad vienen equiparados”.
Además, añadió que “las mujeres son menos pelotudas que los hombres y terminan las carreras, y cada vez hay más profesionales mujeres. Ese es el mundo que viene y no lo para ni Peteco. Es notorio. Hay carreras como en el Poder Judicial donde vamos a tener que pedir la cuota masculina”.
Desacuerdos
Desde varios frentes, incluso desde el mismo Frente Amplio, los reproches a Mujica aparecieron al rechazar que la agenda de derechos sea “una expresión de la estupidez humana”, como dijo el líder del MPP.Federico Graña, director de Promoción Sociocultural del MIDES, fue uno de los primeros en expresarse al respecto para defender el avance de los derechos de los últimos años.
“La Agenda de Derechos es fruto de una lucha que viene desde lejos. Surge como un grito de dignidad frente a la patologozación, el desprecio y la discriminación que miles de personas sufrimos en nuestros cuerpos durante muchos años de nuestra vida” publicó por medio de su cuenta de Twitter.
“Es cierto que la Agenda de Derechos es fruto de la estupidez humana. Esa estupidez que justifica un sistema de privilegios basados en la pertenencia de clase, el sexo y la condición étnico racial de las personas. Contra esos privilegios nace esta Agenda”, añadió en otro tuit.
En el mismo sentido el senador suplente Rafael Paternain dijo que “los insultos de Mujica son inaceptables y condenables. Deben ser rechazados, sea quien fuere el destinatario”.
Sus opiniones sobre Constanza Moreira son “deplorables, dictadas por la impunidad, la soberbia y el odio. Si todos siguiéramos el ejemplo, no habría Frente Amplio”.
“Hoy necesitamos calma y hondura de reflexión. Tal vez sea solo una reacción miserable contra una mujer valiente que se plantó toda vez que fue necesario. Pero dudo que no haya algo detrás, por ejemplo, cargar contra las representaciones de izquierda para habilitar alianzas ominosas y acumulaciones electorales”, sentenció.
Agregó: “Y también para imponer el relato de la derrota: si la culpa de la emergencia de los Manini es de la agenda de derechos y del feminismos, ya nada tenemos para decir sobre sus propias responsabilidades, por ejemplo en las políticas de seguridad de derecha que terminaron con resultados lamentables, y es por ahí por donde se perdió”.
Paternain indicó: “La violencia política es una forma de ejercer el poder. Y la vamos a condenar siempre, tengamos 80.000, 30.000 o 0 votos”.
Por su parte, Gonzalo Civila, secretario general del Partido Socialista, también se sumó a las críticas a Mujica: “El compañero Mujica hace tiempo parece empecinado en golpear al Partido Socialista, al feminismo, a las nuevas agendas. Nosotros somos muy frenteamplistas, sólo nos merece respeto su aporte a la izquierda y su historia de luchador, por eso medimos las palabras”. En otro tuit publicó: “Con Pepe tuvimos y tenemos importantes diferencias en materia de derechos humanos, seguridad, defensa, género. También en aspectos de gestión, en cómo concebimos al Frente Amplio y la unidad de la izquierda, y en la relación con otros actores sociales y políticos”.
“Sororidad”
Por su parte, la directora de Desarrollo Social de la Intendencia de Montevideo, Fabiana Goyeneche, expresó a través de su cuenta de Facebook que en momentos en que el Frente Amplio “inicia un proceso de autocrítica y reflexión, hay palabras de compañeros que duelen”.“La fuerza política tiene mucho para pensar sobre su relacionamiento con los movimientos sociales, y fogonear una contradicción entre feminismos y lucha de clases, aunque propia de ciertas generaciones, es una postura que no podemos tolerar”, expresó.
Dijo que este sábado, durante el Plenario Nacional del Frente Amplio hablará de esta autocrítica. “Sería bueno que quienes tengan algo para decir lo vuelquen en esos espacios y no seguir atacando compañeros históricos y compañeras que han dado todo desde su militancia como también desde la tan ninguneada academia”.
Goyeneche manifestó que no son las “feministas ruidosas” las que pusieron a Manini Ríos de comandante en jefe de las Fuerzas Armadas. “No es la estridencia de las feministas la que genera la aparición de movimientos reaccionarios, como no es la pollera demasiado corta la que provoca las violaciones a niñas y mujeres”.
“Pero es con el movimiento feminista y el Frente Amplio que se declaró antipatriarcal, que construiremos una sociedad más igualitaria”, manifestó.
Agregó: “Desde Casa Grande respaldamos a nuestra compañera Constanza Morerira por su inigualable aporte político y también académico en la lucha por la izquierda, por los derechos humanos y por los derechos de las mujeres”.
“Muchas veces poniendo la cara frente a ataques reaccionarios como los que en estos tiempos levantan la voz de grupos neonazis, militares que reivindican la dictadura y círculos que amenazan la democracia a días de una elección. A ella, a las compañeras que en sectores donde las voces masculinas son hegemónicas y tienen que luchar día a día y a todas las feministas que sabemos trabajando en los barrios por las más vulneradas, vaya nuestro abrazo y sororidad. Seguiremos militando por una izquierda feminista”, manifestó Goyeneche.
Desde la oposición
Otras críticas vinieron en forma de comunicado oficial del Centro de Estudios y Formación Josefa Oribe. En el documento difundido en redes sociales manifestaron que “repudian” las palabras del expresidente porque “contribuye al retroceso de un camino pautado, en el que, durante muchos años, venimos trabajando desde los distintos partidos políticos y colectivos sociales”.“Este tipo de declaraciones sólo nos muestran que aún queda mucho trabajo por hacer”, agregaron.
Desde el Partido Colorado, el senador José Amorín Batlle aseveró que los dichos de Mujica “no deberían sorprender” pero “lo que sí sorprende es el silencio de ‘muchas y muchos’ (…) y también las excusas”.
Mónica Botero, excandidata a la vicepresidencia por el Partido Independiente, citó una nota periodística sobre el tema diciendo: “Se leen comentarios sobre los que le tenían miedo al nuevo gobierno”.
Casa Grande a Mujica: La violencia política es perversa cuando se ejerce entre compañeros
El sector Casa Grande manifestó que “la violencia política es imperdonable, siempre, pero resulta perversa cuando se ejerce entre compañeros”, en referencia a las expresiones del ex presidente José Mujica, quien cuestionó al feminismo y a la senadora Constanza Moreira.
MALESTAR
20 de diciembre de 2019, 22:54hs - LR21
Mujica dijo durante una entrevista con el semanario Voces que “es
bastante inútil el feminismo, porque el machismo es un hecho y que la
agenda de derechos de la equiparación es inobjetable”.
Manifestó que la “estridencia también termina jodiendo a la causa de la mujer, porque crea una antípoda quejosa. Excita lo reaccionario de la propia sociedad, que está ahí. Ahí te salen los Manini y los otros. Veo que por el lado de la Universidad vienen equiparados”.
A la vez realizó duros cuestionamientos a Constanza Moreira, aunque sin nombrarla.
“Vi a esta que salió ahora ¿Qué te parece una catedrática de politología? Más burra que eso para hacer política, difícil de encontrar”, dijo.
“Condenamos profundamente las declaraciones de Mujica. Expresamos nuestro total respaldo a la compañera Constanza Moreira”, indica Casa Grande.
En el mismo sentido se manifestaron tanto Fabiana Goyeneche como Rafael Paternain
Goyeneche dijo que no son las “feministas ruidosas” las que pusieron a Manini Ríos de comandante en jefe de las Fuerzas Armadas.
“No es la estridencia de las feministas la que genera la aparición de movimientos reaccionarios, como no es la pollera demasiado corta la que provoca las violaciones a niñas y mujeres”.
Agregó: “Desde Casa Grande respaldamos a nuestra compañera Constanza Morerira por su inigualable aporte político y también académico en la lucha por la izquierda, por los derechos humanos y por los derechos de las mujeres”.
Mientras que Paternain dijo que “los insultos de Mujica son inaceptables y condenables. Deben ser rechazados, sea quien fuere el destinatario”.
Sus opiniones sobre Constanza Moreira son “deplorables, dictadas por la impunidad, la soberbia y el odio. Si todos siguiéramos el ejemplo, no habría Frente Amplio”.
Paternain indicó: “La violencia política es una forma de ejercer el poder. Y la vamos a condenar siempre, tengamos 80.000, 30.000 o 0 votos”.
Manifestó que la “estridencia también termina jodiendo a la causa de la mujer, porque crea una antípoda quejosa. Excita lo reaccionario de la propia sociedad, que está ahí. Ahí te salen los Manini y los otros. Veo que por el lado de la Universidad vienen equiparados”.
A la vez realizó duros cuestionamientos a Constanza Moreira, aunque sin nombrarla.
“Vi a esta que salió ahora ¿Qué te parece una catedrática de politología? Más burra que eso para hacer política, difícil de encontrar”, dijo.
Perverso
Ante las declaraciones de Mujica, Casa Grande, sector que lidera Moreira emitió una declaración a través de la cual expresa que: “La violencia política es imperdonable, siempre. Pero resulta perversa cuando se ejerce entre compañeros”.“Condenamos profundamente las declaraciones de Mujica. Expresamos nuestro total respaldo a la compañera Constanza Moreira”, indica Casa Grande.
En el mismo sentido se manifestaron tanto Fabiana Goyeneche como Rafael Paternain
Goyeneche dijo que no son las “feministas ruidosas” las que pusieron a Manini Ríos de comandante en jefe de las Fuerzas Armadas.
“No es la estridencia de las feministas la que genera la aparición de movimientos reaccionarios, como no es la pollera demasiado corta la que provoca las violaciones a niñas y mujeres”.
Agregó: “Desde Casa Grande respaldamos a nuestra compañera Constanza Morerira por su inigualable aporte político y también académico en la lucha por la izquierda, por los derechos humanos y por los derechos de las mujeres”.
Mientras que Paternain dijo que “los insultos de Mujica son inaceptables y condenables. Deben ser rechazados, sea quien fuere el destinatario”.
Sus opiniones sobre Constanza Moreira son “deplorables, dictadas por la impunidad, la soberbia y el odio. Si todos siguiéramos el ejemplo, no habría Frente Amplio”.
Paternain indicó: “La violencia política es una forma de ejercer el poder. Y la vamos a condenar siempre, tengamos 80.000, 30.000 o 0 votos”.
Goyeneche a Mujica: “Las ‘feministas ruidosas’ no pusieron a Manini de comandante en jefe”
Goyeneche aseguró además que es una postura que no se puede tolerar y que estos temas deberán tratarse en el plenario del FA.
20.12.2019 20:50 - MONTEVIDEO PORTAL
Foto: Gastón Britos I Foco Uy
La directora de Desarrollo Social de
la Intendencia de Montevideo, Fabiana Goyeneche, respondió a los dichos
del expresidente y senador electo José Mujica, quién no solo hizo controversiales declaraciones con respecto al feminismo (rechazadas desde diversos ámbitos) sino que atacó, sin nombrarla, a la senadora Constanza Moreira.
En esta misma entrevista al semanario Voces, muy difundida en las últimas horas, Mujica consideró que Moreira es una "burra" que "nunca entendió nada" de política.
Goyeneche se expresó a través de su cuenta de Facebook donde aseguró que en estos momentos en donde el Frente Amplio está realizando una autocrítica y reflexión, "hay palabras de compañeros que duelen"
"La fuerza política tiene mucho para pensar sobre su relacionamiento con los movimientos sociales, y fogonear una contradicción entre feminismos y lucha de clases, aunque propia de ciertas generaciones, es una postura que no podemos tolerar", escribió Goyeneche.
Por otra parte, dijo que mañana será el plenario nacional del FA donde hablarán de esta autocrítica. "Sería bueno que quienes tengan algo para decir lo vuelquen en esos espacios y no seguir atacando compañeros históricos y compañeras que han dado todo desde su militancia como también desde la tan ninguneada academia", añadió.
"Este sábado tenemos un plenario nacional donde hablaremos de esta autocrítica, no son las 'feministas ruidosas' las que pusieron a Manini de comandante en jefe de las Fuerzas Armadas. No es la estridencia de las feministas la que genera la aparición de movimientos reaccionarios, como no es la pollera demasiado corta la que provoca las violaciones a niñas y mujeres", manifestó la directora de Desarrollo Social de la IM.
Finalmente, Goyeneche escribió: "Desde Casa Grande respaldamos a nuestra compañera Constanza por su inigualable aporte político y también académico en la lucha por la izquierda, por los derechos humanos y por los derechos de las mujeres. Muchas veces poniendo la cara frente a ataques reaccionarios como los que en estos tiempos levantan la voz de grupos neonazis, militares que reivindican la dictadura y círculos que amenazan la democracia a días de una elección".
Por último, se refirió hacia las mujeres que "tienen que luchar" día a día "en sectores donde las voces masculinas". "Seguiremos militando por una izquierda feminista", concluye el comunicado.
Además de Goyeneche, el sector Casa Grande, que nuclea entre otros dirigentes a Constanza Moreira, Fabiana Goyeneche y Rafael Paternain, difundió una breve declaración en rechazo a los dichos del expresidente José Mujica.
Montevideo Portal
En esta misma entrevista al semanario Voces, muy difundida en las últimas horas, Mujica consideró que Moreira es una "burra" que "nunca entendió nada" de política.
Goyeneche se expresó a través de su cuenta de Facebook donde aseguró que en estos momentos en donde el Frente Amplio está realizando una autocrítica y reflexión, "hay palabras de compañeros que duelen"
"La fuerza política tiene mucho para pensar sobre su relacionamiento con los movimientos sociales, y fogonear una contradicción entre feminismos y lucha de clases, aunque propia de ciertas generaciones, es una postura que no podemos tolerar", escribió Goyeneche.
Por otra parte, dijo que mañana será el plenario nacional del FA donde hablarán de esta autocrítica. "Sería bueno que quienes tengan algo para decir lo vuelquen en esos espacios y no seguir atacando compañeros históricos y compañeras que han dado todo desde su militancia como también desde la tan ninguneada academia", añadió.
"Este sábado tenemos un plenario nacional donde hablaremos de esta autocrítica, no son las 'feministas ruidosas' las que pusieron a Manini de comandante en jefe de las Fuerzas Armadas. No es la estridencia de las feministas la que genera la aparición de movimientos reaccionarios, como no es la pollera demasiado corta la que provoca las violaciones a niñas y mujeres", manifestó la directora de Desarrollo Social de la IM.
Finalmente, Goyeneche escribió: "Desde Casa Grande respaldamos a nuestra compañera Constanza por su inigualable aporte político y también académico en la lucha por la izquierda, por los derechos humanos y por los derechos de las mujeres. Muchas veces poniendo la cara frente a ataques reaccionarios como los que en estos tiempos levantan la voz de grupos neonazis, militares que reivindican la dictadura y círculos que amenazan la democracia a días de una elección".
Por último, se refirió hacia las mujeres que "tienen que luchar" día a día "en sectores donde las voces masculinas". "Seguiremos militando por una izquierda feminista", concluye el comunicado.
Además de Goyeneche, el sector Casa Grande, que nuclea entre otros dirigentes a Constanza Moreira, Fabiana Goyeneche y Rafael Paternain, difundió una breve declaración en rechazo a los dichos del expresidente José Mujica.
Andrade a Mujica: “Constanza no fue quién designó al Almagro, ni fue a visitar a Dalmao”
El
senador electo dijo que, si la autocrítica fuera un cuchillo, todos lo
agarran por el mango. Y añadió: “A veces con los años es peor, mucho
peor”
21.12.2019 09:16 - MONTEVIDEO PORTAL
José Mujica y Oscar Andrade / Foto: Captura de pantalla foto Presidencia
La entrevista con el expresidente y
senador electo por el Frente Amplio José Mujica sigue recibiendo
respuestas. Mujica no solo hizo declaraciones polémicas con respecto al feminismo (rechazadas desde diversos ámbitos) sino que atacó también, a la senadora Constanza Moreira.
En entrevista con el semanario Voces, Mujica consideró que Moreira es una "burra" que "nunca entendió nada" de política. Tanto el sector frentista, Casa Grande, como el senador de su sector Rafael Paternain y la directora de Desarrollo Social de la Intendencia de Montevideo, Fabiana Goyeneche, contestaron a Mujica respaldando a su líder Constanza Moreira.
Goyeneche entre otras cosas, aseguró que "sería bueno que los que tengan algo para decir lo vuelquen en espacios como el plenario del FA" que se llevará a cabo este sábado, y que "las feministas revoltosas no son las que pusieron a Guido Manini Ríos como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas.
Pero los dichos de Mujica llegaron a diferentes personas dentro del Frente Amplio, entre ellos el senador electo Oscar Andrade.
Andrade se expresó en un sentido similar que la directora de Desarrollo Social de la Intendencia. La diferencia fue que Andrade se expresó a través de su cuenta de Twitter y fue más conciso. Principalmente, el senador electo escribió en defensa de la compañera de partido, pero a su vez, recordó a Mujica algunas de sus acciones que tomó como presidente.
"Constanza no fue la que promovió a Almagro, ni fue a visitar a Dalmao, no recibió a las Damas de Blanco, ni impulsó a Manini", redactó el dirigente sindical.
Además, agregó: "Si la autocrítica fuera un cuchillo todos lo agarran por el lado del mango y a veces con los años es peor, mucho peor. Mi solidaridad con la compañera".
En entrevista con el semanario Voces, Mujica consideró que Moreira es una "burra" que "nunca entendió nada" de política. Tanto el sector frentista, Casa Grande, como el senador de su sector Rafael Paternain y la directora de Desarrollo Social de la Intendencia de Montevideo, Fabiana Goyeneche, contestaron a Mujica respaldando a su líder Constanza Moreira.
Goyeneche entre otras cosas, aseguró que "sería bueno que los que tengan algo para decir lo vuelquen en espacios como el plenario del FA" que se llevará a cabo este sábado, y que "las feministas revoltosas no son las que pusieron a Guido Manini Ríos como comandante en jefe de las Fuerzas Armadas.
Pero los dichos de Mujica llegaron a diferentes personas dentro del Frente Amplio, entre ellos el senador electo Oscar Andrade.
Andrade se expresó en un sentido similar que la directora de Desarrollo Social de la Intendencia. La diferencia fue que Andrade se expresó a través de su cuenta de Twitter y fue más conciso. Principalmente, el senador electo escribió en defensa de la compañera de partido, pero a su vez, recordó a Mujica algunas de sus acciones que tomó como presidente.
"Constanza no fue la que promovió a Almagro, ni fue a visitar a Dalmao, no recibió a las Damas de Blanco, ni impulsó a Manini", redactó el dirigente sindical.
Además, agregó: "Si la autocrítica fuera un cuchillo todos lo agarran por el lado del mango y a veces con los años es peor, mucho peor. Mi solidaridad con la compañera".
Foto: Gastón Britos / FocoUy
Casa Grande critica a Mujica: «menosprecia a la Academia y ayudó al crecimiento de Manini»
Para
Goyeneche, el ex presidente «y compañeros cercanos a él» tuvieron
responsabilidad «en el crecimiento institucional que tuvo Manini Ríos».
Ultima actualización Dic 21, 2019 - LA REPÚBLICA uy
La
entrevista que dio al semanario Voces el expresidente de la República,
José Mujica, sigue dando que hablar. En un pasaje de la misma, cuando
los periodistas le preguntaron a Mujica por la relación de la izquierda
con las Fuerzas Armadas (FFAA), el exmandatario dijo que sabe «que hay
militares golpistas hijos de puta, pero también hay militares de los
otros», pero advirió que adoptar una posición alejada de las FFAA es
«infantilista».
«Los que hicieron la independencia de América eran todos milicos. ¡Qué joder! Y tenemos el caso de Chávez. Tengo amigos de mi época de preso. Milicos, milicos, bien de abajo. Jubilados. No se puede tener ese esquema. Es terrible», dijo Mujica y culminó con un «vi a esta que salió ahora…», sin nombrarla, pero en referencia a la senadora del Frente Amplio (FA) Constanza Moreira, cuya política respecto a la memoria del pasado reciente ha sido muy fuerte.
«Ese es engendro tuyo. La creaste vos», le retrucaron los interlocutores, para recordarle a Mujica que Moreira fue electa senadora en 2009 por el Movimiento de Participación Popular (MPP), a lo que Mujica contestó: «¿Qué te parece una catedrática de politología? Más burra que eso para hacer política, difícil de encontrar. Y la Universidad queda como el culo. Nunca entendió nada. No sé qué mierda aprendió».
Ante estos dichos, el sector que encabeza Moreira, Casa Grande, publicó un comunicado en su cuenta de Twitter en el que condena «la violencia política», a la que considera «imperdonable» siempre, pero que «resulta perversa cuando se ejerce entre compañeros» y expresa su «total respaldo a la compañera Constanza Moreira».
La directora de Desarrollo Social de la Intendencia de Montevideo (IM) y dirigente de Casa Grande, Fabiana Goyeneche, dijo a LA REPÚBLICA que a la interna del sector «dolieron» las expresiones de Mujica, especialmente «viniendo de un compañero y estando sobre todo en un momento en el que el Frente Amplio es consciente de que tiene que atravesar un período de reflexión y autocrítica».
Goyeneche remarcó que «nuevamente» Mujica tuvo expresiones «menospreciando a la academia, la formación de la Universidad de la República (UdelaR) que tanto defendemos desde la izquierda para poder democratizar el conocimiento» y que además de atacar a Moreira la ofensa está «en posicionar el rol de la academia como algo que desmerece a una persona que hace política». «Dice eso atribuyéndole al posicionamiento ideológico de Constanza una consecuencia negativa para la UdelaR, que no es tal porque la UdelaR tiene libertad de cátedra y hay una enormidad de posturas distintas y muy diversas», añadió.
Contra lo construido
Otro de los pasajes que generaron revuelo fue cuando el expresidente se refirió al movimiento feminista como algo «bastante inútil» porque cree «que el machismo es un hecho» y que si bien «la agenda de derechos de la equiparación es inobjetable», la estridencia de los movimientos sociales «también termina jodiendo a la causa de la mujer porque crea una antípoda quejosa, que excita lo reaccionario de la propia sociedad, que está allí, y ahí te salen los Manini y los otros».
Respecto a esto, Goyeneche consideró que le parece «muy injusto que se posicione desde ese lugar infantilista» respecto a los movimientos sociales y su estridencia, y recordó que «él y muchos compañeros muy cercanos a él y a su movimiento han tenido un rol mucho más determinante en el crecimiento institucional que tuvo Manini Ríos en su momento».
En esa misma línea, la jerarca de la IM entendió que las críticas de Mujica al posicionamiento del sector respecto a lo sucedido en la dictadura «es una simplificación muy grosera del posicionamiento de Casa Grande y de Constanza en particular respecto de los militares», y agregó que ningún frenteamplista «necesita que se le aclare que Seregni también fue militar y que no todos los militares fueron parte del proceso de Terrorismo de Estado».
Para Goyeneche «no está bueno» hacer este tipo de declaraciones «menos ahora que la fuerza política está herida, viene un gobierno de derecha y estamos tratando de fortalecernos» y de enfocarse en las elecciones departamentales de mayo. «No es autocrítica, la autocrítica pasa por criticarse a uno mismo, a su propio sector y su forma de proceder», valoró, y añadió que lo que Mujica hizo «es atacar al movimiento social y a sectores que no son el suyo dentro del FA».
«Insultos inaceptables, condenables»
El sociólogo y senador suplente por Casa Grande, Rafael Paternain, también salió al cruce de las declaraciones de Mujica, a las que calificó de «insultos» que son «inaceptables y condenables». «Sus opiniones sobre Constanza son deplorables, dictadas por la impunidad, la soberbia y el odio», añadió, y llamó a tener «calma y hondura de reflexión». Asimismo, consideró que «tal vez sea solo una reacción miserable contra una mujer valiente».
Respecto a las declaraciones sobre el feminismo y los movimientos sociales, declaró: «Si la culpa de la emergencia de los Manini es de la agenda de derechos y del feminismo, ya nada tenemos para decir sobre sus propias responsabilidades».
Montevideo, 21 diciembre, 2019
CARAS Y CARETAS
«Los que hicieron la independencia de América eran todos milicos. ¡Qué joder! Y tenemos el caso de Chávez. Tengo amigos de mi época de preso. Milicos, milicos, bien de abajo. Jubilados. No se puede tener ese esquema. Es terrible», dijo Mujica y culminó con un «vi a esta que salió ahora…», sin nombrarla, pero en referencia a la senadora del Frente Amplio (FA) Constanza Moreira, cuya política respecto a la memoria del pasado reciente ha sido muy fuerte.
«Ese es engendro tuyo. La creaste vos», le retrucaron los interlocutores, para recordarle a Mujica que Moreira fue electa senadora en 2009 por el Movimiento de Participación Popular (MPP), a lo que Mujica contestó: «¿Qué te parece una catedrática de politología? Más burra que eso para hacer política, difícil de encontrar. Y la Universidad queda como el culo. Nunca entendió nada. No sé qué mierda aprendió».
Ante estos dichos, el sector que encabeza Moreira, Casa Grande, publicó un comunicado en su cuenta de Twitter en el que condena «la violencia política», a la que considera «imperdonable» siempre, pero que «resulta perversa cuando se ejerce entre compañeros» y expresa su «total respaldo a la compañera Constanza Moreira».
La directora de Desarrollo Social de la Intendencia de Montevideo (IM) y dirigente de Casa Grande, Fabiana Goyeneche, dijo a LA REPÚBLICA que a la interna del sector «dolieron» las expresiones de Mujica, especialmente «viniendo de un compañero y estando sobre todo en un momento en el que el Frente Amplio es consciente de que tiene que atravesar un período de reflexión y autocrítica».
Goyeneche remarcó que «nuevamente» Mujica tuvo expresiones «menospreciando a la academia, la formación de la Universidad de la República (UdelaR) que tanto defendemos desde la izquierda para poder democratizar el conocimiento» y que además de atacar a Moreira la ofensa está «en posicionar el rol de la academia como algo que desmerece a una persona que hace política». «Dice eso atribuyéndole al posicionamiento ideológico de Constanza una consecuencia negativa para la UdelaR, que no es tal porque la UdelaR tiene libertad de cátedra y hay una enormidad de posturas distintas y muy diversas», añadió.
Contra lo construido
Otro de los pasajes que generaron revuelo fue cuando el expresidente se refirió al movimiento feminista como algo «bastante inútil» porque cree «que el machismo es un hecho» y que si bien «la agenda de derechos de la equiparación es inobjetable», la estridencia de los movimientos sociales «también termina jodiendo a la causa de la mujer porque crea una antípoda quejosa, que excita lo reaccionario de la propia sociedad, que está allí, y ahí te salen los Manini y los otros».
Respecto a esto, Goyeneche consideró que le parece «muy injusto que se posicione desde ese lugar infantilista» respecto a los movimientos sociales y su estridencia, y recordó que «él y muchos compañeros muy cercanos a él y a su movimiento han tenido un rol mucho más determinante en el crecimiento institucional que tuvo Manini Ríos en su momento».
En esa misma línea, la jerarca de la IM entendió que las críticas de Mujica al posicionamiento del sector respecto a lo sucedido en la dictadura «es una simplificación muy grosera del posicionamiento de Casa Grande y de Constanza en particular respecto de los militares», y agregó que ningún frenteamplista «necesita que se le aclare que Seregni también fue militar y que no todos los militares fueron parte del proceso de Terrorismo de Estado».
Para Goyeneche «no está bueno» hacer este tipo de declaraciones «menos ahora que la fuerza política está herida, viene un gobierno de derecha y estamos tratando de fortalecernos» y de enfocarse en las elecciones departamentales de mayo. «No es autocrítica, la autocrítica pasa por criticarse a uno mismo, a su propio sector y su forma de proceder», valoró, y añadió que lo que Mujica hizo «es atacar al movimiento social y a sectores que no son el suyo dentro del FA».
«Insultos inaceptables, condenables»
El sociólogo y senador suplente por Casa Grande, Rafael Paternain, también salió al cruce de las declaraciones de Mujica, a las que calificó de «insultos» que son «inaceptables y condenables». «Sus opiniones sobre Constanza son deplorables, dictadas por la impunidad, la soberbia y el odio», añadió, y llamó a tener «calma y hondura de reflexión». Asimismo, consideró que «tal vez sea solo una reacción miserable contra una mujer valiente».
Respecto a las declaraciones sobre el feminismo y los movimientos sociales, declaró: «Si la culpa de la emergencia de los Manini es de la agenda de derechos y del feminismo, ya nada tenemos para decir sobre sus propias responsabilidades».
Movimientos sociales feministas siempre al firme
En
los discursos políticos de un año electoral la temática de género
apareció como punto obligado. Más allá de las palabras, de las promesas y
de las críticas de la clase política, estuvo el movimiento social. Los
feminismos se manifestaron en las calles, en redes colaborativas que
nacieron antes y existirán por fuera de los límites de los partidos
políticos, con la certeza de que los derechos se conquistan.
Caras y Caretas realizó un repaso de algunas de las acciones que reafirman que la lucha feminista sigue en pie y va por más.
Por: Meri Ann Parrado y Sofía Pinto
El
4 de marzo, a modo de previa de la marcha del 8M, la Intersocial
Feminista le envió una carta pública a todas las precandidatas y
precandidatos a la Presidencia de la República solicitando que firmen un
compromiso con las políticas de género.
Pedían «no retroceder en las leyes aprobadas que reconocen una nueva generación de derechos humanos», como la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, la ley de Reproducción Asistida, la ley de Identidad de Género, la ley Integral contra la Violencia de Género, y las leyes orientadas a las poblaciones trans, afrodescendientes y en situación de discapacidad.
Además, manifestaban el carácter urgente de la adjudicación de recursos que garanticen el cumplimiento de la ley Integral contra la Violencia de Género, y solicitaban la aprobación de una ley de paridad para los cargos electivos del país.
Todos los candidatos recibieron la propuesta, que se dio a conocer como «Compromiso 8M», pero solo los cuatro precandidatos del Frente Amplio manifestaron su adhesión: Carolina Cosse, Daniel Martínez, Oscar Andrade y Mario Bergara. Según información que publicó La Diaria, Verónica Alonso se habría manifestado, en contra de una parte de la plataforma.
El 8 de marzo, como cada año, el movimiento feminista convocó una marcha multitudinaria. La proclama expresaba que las mujeres se encuentran en «huelga feminista» contra el acoso callejero, la violencia sexual y la cultura de la violación. Este documento también recordaba que son las mujeres quienes más sufren «la pobreza, el desempleo y la precarización laboral».
Además de las movilizaciones masivas, los feminismos se organizan para incidir en otros temas políticos. Este año sucedió con la instalación de la segunda planta de UPM. En agosto las organizaciones feministas Dafnias y Cotidiano Mujer presentaron una iniciativa ante el Consejo de Igualdad de la Intendencia de Montevideo solicitando que se analice el impacto que tendrá el tren de la papelera en la vida de las mujeres.
Lilián Celiberti declaró a la prensa que ambas organizaciones entendían que las repercusiones serían mayores para la vida de las mujeres, por ser quienes habitan más el barrio. Además, advirtió que la vida de las mujeres no solo se vería afectada por cuestiones ambientales, sino también por la masculinización del territorio, que tiene como una de sus mayores consecuencias el aumento del trabajo sexual y de la explotación sexual.
En septiembre ya eran 17 las víctimas de feminicidios. Ante esta situación, cientos de feministas se plantaron en las puertas de Presidencia solicitando que la violencia de género sea considerada emergencia nacional. En esa oportunidad, Caras y Caretas dialogó con Soledad García, integrante de la Intersocial Feminista, quien manifestó que, a pesar de que la organización mantuvo varias reuniones con Presidencia, no lograron que el asunto se trate con la seriedad que merece: «El Estado tiene claro que hay una situación que atender, pero no se hace el énfasis correcto. Si 300 compañeras están esperando por tobilleras y solo compran 100, estamos ante un problema. Si a pesar de presentar denuncias, igualmente son asesinadas, hay fallas».
Durante todo el año el tema transversal fue la campaña de cara a las elecciones de octubre y noviembre. En este escenario se creó «Campaña Feminista», una plataforma colaborativa que promovió la candidatura de mujeres y disidencias, con el objetivo de lograr visibilización, representación equitativa y ruptura del sistema de poder dominante.
Para llevar a cabo esta tarea, un equipo colaborativo de comunicadoras, activistas y militantes, entre las que hay mujeres de distintas profesiones que dedicaron su tiempo a visibilizar las actividades que llevaban a cabo las diferentes candidatas que fueron parte de esta campaña.
En el mes de octubre, como parte de esta campaña, las mujeres y disidencias políticas tomaron el Cabildo de Montevideo y generaron un espacio de intercambio y reflexión en el que candidatas, comunicadoras y activistas debatieron sobre el proceso político del país de cara a las elecciones presidenciales. «Queremos un Parlamento feminista, igualitario y equitativo donde se escuchen las voces de la multiplicidad de mujeres y disidencias», relataba la convocatoria del evento.
Luego de la segunda vuelta electoral vino el #25N, Día Internacional contra la Violencia de Género bajo la consigna «Siempre en la memoria». Cientos de mujeres vestidas de negro transitaron desde la plaza Independencia hasta la explanada de la Intendencia de Montevideo, cargando carteles con los nombres de las 440 mujeres que fueron asesinadas desde el año 2006. «Estos son verdaderos crímenes de poder que demuestran el más absoluto odio y desprecio por la vida de las mujeres», expresaron los colectivos que integraron la organización de esta marcha.
Fue durante esta movilización que algunas participantes decidieron pronunciarse sobre las declaraciones de algunos integrantes de los partidos de la coalición durante la campaña. «Salimos a las calles a denunciar los discursos de odio y el avance fascista en nuestro país que expresa desprecio y odio por nuestros derechos, que pretende confinarnos nuevamente en las cuatro paredes del hogar, que banaliza y se burla de aquellas mujeres que deciden interrumpir sus embarazos, con expresiones del tipo “si te gustó, bancátela”», expresaron.
También en el mes de noviembre, un grupo de feministas autoconvocadas se movilizó desde la plaza Cagancha hacia la sede de Cabildo Abierto (CA). Todas iban envueltas en tela naranja, en alusión a la lucha que se dio en Uruguay por el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo. El evento se difundió bajo el nombre «Bancátela vos», en respuesta a las declaraciones del diputado Martín Sodano (CA) sobre el aborto.
Durante esta actividad las manifestantes leyeron una proclama en la que le contestaban a los políticos: «Nosotras tenemos nuestros derechos conquistados y estamos acá para quedarnos. Vamos a seguir eligiendo la maternidad o vamos a elegir no ser madres. Tenemos nuestra libertad para gozar y usar nuestros cuerpos para lo que queramos».
«Un violador en tu camino», la intervención feminista chilena que recorre el mundo, llegó a Montevideo el viernes 29 de noviembre. Se realizó en el Palacio Legislativo y se compartió por redes sociales.
La última cifra de feminicidos que manejan los colectivos feministas es de 32, aunque oficialmente son 19 los tipificados como tal por la Justicia. Ante esta situación ONU Mujeres, junto al Instituto Nacional de las Mujeres del Mides y la Red Uruguaya contra la Violencia Doméstica y Sexual, decretó el 4 de diciembre como día de duelo nacional. Esta campaña contó con el apoyo de la mayoría de los medios de comunicación que enlutaron sus páginas web durante un día para generar impacto en sus lectores.
El colectivo ¿Dónde están nuestras gurisas? ha trabajado sin descanso para que el Estado se haga responsable de las niñas, jóvenes y adultas desaparecidas, para que aparezcan vivas y para que se respete su intimidad. Este año una de sus actividades de difusión fue la creación de una guía digital para denunciar desapariciones.
Por cada feminicido hubo una Alerta Feminista, esas convocatorias de la Coordinadora de Feminismos que incomodan por ocupar una parte de la avenida 18 de julio durante un rato, para visibilizar y denunciar que las mujeres siguen siendo asesinadas por hombres.
Todos los días, a toda hora, en todo el país hay mujeres solas y organizadas que impactan en sus comunidades. Hay organizaciones feministas en los barrios cuyos logros y luchas no llegan a los medios de comunicación. No están en estas páginas, pero están. Sería imposible abarcarlas a todas en una nota. Pero sabemos que están.
Las mujeres seguirán militando en las calles y en las casas para no retroceder, para seguir conquistando derechos. No importa qué partido gobierne.
Videos de la presentación en Montevideo
Por: Meri Ann Parrado y Sofía Pinto
Pedían «no retroceder en las leyes aprobadas que reconocen una nueva generación de derechos humanos», como la ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, la ley de Reproducción Asistida, la ley de Identidad de Género, la ley Integral contra la Violencia de Género, y las leyes orientadas a las poblaciones trans, afrodescendientes y en situación de discapacidad.
Además, manifestaban el carácter urgente de la adjudicación de recursos que garanticen el cumplimiento de la ley Integral contra la Violencia de Género, y solicitaban la aprobación de una ley de paridad para los cargos electivos del país.
Todos los candidatos recibieron la propuesta, que se dio a conocer como «Compromiso 8M», pero solo los cuatro precandidatos del Frente Amplio manifestaron su adhesión: Carolina Cosse, Daniel Martínez, Oscar Andrade y Mario Bergara. Según información que publicó La Diaria, Verónica Alonso se habría manifestado, en contra de una parte de la plataforma.
El 8 de marzo, como cada año, el movimiento feminista convocó una marcha multitudinaria. La proclama expresaba que las mujeres se encuentran en «huelga feminista» contra el acoso callejero, la violencia sexual y la cultura de la violación. Este documento también recordaba que son las mujeres quienes más sufren «la pobreza, el desempleo y la precarización laboral».
Además de las movilizaciones masivas, los feminismos se organizan para incidir en otros temas políticos. Este año sucedió con la instalación de la segunda planta de UPM. En agosto las organizaciones feministas Dafnias y Cotidiano Mujer presentaron una iniciativa ante el Consejo de Igualdad de la Intendencia de Montevideo solicitando que se analice el impacto que tendrá el tren de la papelera en la vida de las mujeres.
Lilián Celiberti declaró a la prensa que ambas organizaciones entendían que las repercusiones serían mayores para la vida de las mujeres, por ser quienes habitan más el barrio. Además, advirtió que la vida de las mujeres no solo se vería afectada por cuestiones ambientales, sino también por la masculinización del territorio, que tiene como una de sus mayores consecuencias el aumento del trabajo sexual y de la explotación sexual.
En septiembre ya eran 17 las víctimas de feminicidios. Ante esta situación, cientos de feministas se plantaron en las puertas de Presidencia solicitando que la violencia de género sea considerada emergencia nacional. En esa oportunidad, Caras y Caretas dialogó con Soledad García, integrante de la Intersocial Feminista, quien manifestó que, a pesar de que la organización mantuvo varias reuniones con Presidencia, no lograron que el asunto se trate con la seriedad que merece: «El Estado tiene claro que hay una situación que atender, pero no se hace el énfasis correcto. Si 300 compañeras están esperando por tobilleras y solo compran 100, estamos ante un problema. Si a pesar de presentar denuncias, igualmente son asesinadas, hay fallas».
Durante todo el año el tema transversal fue la campaña de cara a las elecciones de octubre y noviembre. En este escenario se creó «Campaña Feminista», una plataforma colaborativa que promovió la candidatura de mujeres y disidencias, con el objetivo de lograr visibilización, representación equitativa y ruptura del sistema de poder dominante.
Para llevar a cabo esta tarea, un equipo colaborativo de comunicadoras, activistas y militantes, entre las que hay mujeres de distintas profesiones que dedicaron su tiempo a visibilizar las actividades que llevaban a cabo las diferentes candidatas que fueron parte de esta campaña.
En el mes de octubre, como parte de esta campaña, las mujeres y disidencias políticas tomaron el Cabildo de Montevideo y generaron un espacio de intercambio y reflexión en el que candidatas, comunicadoras y activistas debatieron sobre el proceso político del país de cara a las elecciones presidenciales. «Queremos un Parlamento feminista, igualitario y equitativo donde se escuchen las voces de la multiplicidad de mujeres y disidencias», relataba la convocatoria del evento.
Luego de la segunda vuelta electoral vino el #25N, Día Internacional contra la Violencia de Género bajo la consigna «Siempre en la memoria». Cientos de mujeres vestidas de negro transitaron desde la plaza Independencia hasta la explanada de la Intendencia de Montevideo, cargando carteles con los nombres de las 440 mujeres que fueron asesinadas desde el año 2006. «Estos son verdaderos crímenes de poder que demuestran el más absoluto odio y desprecio por la vida de las mujeres», expresaron los colectivos que integraron la organización de esta marcha.
Fue durante esta movilización que algunas participantes decidieron pronunciarse sobre las declaraciones de algunos integrantes de los partidos de la coalición durante la campaña. «Salimos a las calles a denunciar los discursos de odio y el avance fascista en nuestro país que expresa desprecio y odio por nuestros derechos, que pretende confinarnos nuevamente en las cuatro paredes del hogar, que banaliza y se burla de aquellas mujeres que deciden interrumpir sus embarazos, con expresiones del tipo “si te gustó, bancátela”», expresaron.
También en el mes de noviembre, un grupo de feministas autoconvocadas se movilizó desde la plaza Cagancha hacia la sede de Cabildo Abierto (CA). Todas iban envueltas en tela naranja, en alusión a la lucha que se dio en Uruguay por el derecho a la interrupción voluntaria del embarazo. El evento se difundió bajo el nombre «Bancátela vos», en respuesta a las declaraciones del diputado Martín Sodano (CA) sobre el aborto.
Durante esta actividad las manifestantes leyeron una proclama en la que le contestaban a los políticos: «Nosotras tenemos nuestros derechos conquistados y estamos acá para quedarnos. Vamos a seguir eligiendo la maternidad o vamos a elegir no ser madres. Tenemos nuestra libertad para gozar y usar nuestros cuerpos para lo que queramos».
«Un violador en tu camino», la intervención feminista chilena que recorre el mundo, llegó a Montevideo el viernes 29 de noviembre. Se realizó en el Palacio Legislativo y se compartió por redes sociales.
La última cifra de feminicidos que manejan los colectivos feministas es de 32, aunque oficialmente son 19 los tipificados como tal por la Justicia. Ante esta situación ONU Mujeres, junto al Instituto Nacional de las Mujeres del Mides y la Red Uruguaya contra la Violencia Doméstica y Sexual, decretó el 4 de diciembre como día de duelo nacional. Esta campaña contó con el apoyo de la mayoría de los medios de comunicación que enlutaron sus páginas web durante un día para generar impacto en sus lectores.
El colectivo ¿Dónde están nuestras gurisas? ha trabajado sin descanso para que el Estado se haga responsable de las niñas, jóvenes y adultas desaparecidas, para que aparezcan vivas y para que se respete su intimidad. Este año una de sus actividades de difusión fue la creación de una guía digital para denunciar desapariciones.
Por cada feminicido hubo una Alerta Feminista, esas convocatorias de la Coordinadora de Feminismos que incomodan por ocupar una parte de la avenida 18 de julio durante un rato, para visibilizar y denunciar que las mujeres siguen siendo asesinadas por hombres.
Todos los días, a toda hora, en todo el país hay mujeres solas y organizadas que impactan en sus comunidades. Hay organizaciones feministas en los barrios cuyos logros y luchas no llegan a los medios de comunicación. No están en estas páginas, pero están. Sería imposible abarcarlas a todas en una nota. Pero sabemos que están.
Las mujeres seguirán militando en las calles y en las casas para no retroceder, para seguir conquistando derechos. No importa qué partido gobierne.
Una invitación a repensar la historia
VIDEO:
La leyenda insurgente Jorge Zabalza
Publicado por
El Muerto
La economía de a pie.
LINEAS DIVISORIAS
Primera quincena de diciembre.
LINEAS DIVISORIAS.
En marzo de 2020
asumirá el gobierno una coalición con Luis Lacalle Pou como presidente.
El programa económico es explícitamente neoliberal en un marco de
estancamiento, déficit fiscal cercano al 5% del PBI e incrementos del
dólar e IPC.
Las propuestas de
acentuar el rumbo de apertura comercial, financiera, tratados de
sumisión a potencias imperiales, privatizaciones, el ajuste que vendrá
contra las billeteras del pueblo, irán definiendo posiciones. El
escenario posterior a los cantos de sirena electorales irá mostrando
naipes más allá de las banderas.
En este marco están presentes diversos puntos económicos.
UPM 2, red ferroviaria, viaducto.
Las obras
requeridas por UPM para concretar su posible inversión, en una tercera
planta de pulpa de celulosa constituye uno de los temas concretos
relevantes, en agenda, con consecuencias a futuro, sobre uso de tierras,
monocultivo de eucaliptus, contaminación de paisajes, gasto público.
Las promesas inicialesi
referidas a una inversión de la empresa de 4000 millones de dólares,
complementada con 1000 millones aportados por el Estado uruguayo se
contradicen en el contrato del que surgen cifras muy diferentes.
Solamente la red
ferroviaria a realizarse mediante un contrato de participación público
privada con el consorcio denominado Vía Central para uso prácticamente
exclusivo de UPM, demandará un costo público superior a los 2000
millones de dólares.
Carreteras para
transportar materias primas a la planta en zona franca, viaducto para
facilitar accesos de celulosa a la zona portuaria, instalaciones
especializadas, dragados, compras subsidiadas de energía, creación de
redes para su transmisión, sumarán costos para el sector público
oriental en beneficio directo de la empresa privada. Una somera
revisión, permite inferir que la suma de gastos que recaerán sobre las
billeteras de pueblo, superarán largamente los 4000 millones de dólares.
Del otro lado del
mostrador, comunicados de UPM a sus accionistas señalan que sus
inversiones se financiarán esencialmente con ganancias operativas.
Parece evidente que como se ha vuelto costumbre en Uruguay, los costos
serán sociales y las ganancias privadas y extranjeras.
Del dólar y otros precios.
Otro de los temas vigentes es el relativo a las políticas de tipo de cambio y sus efectos sobre precios.
Pese a la venta de
reservas, y la emisión continua de deuda para atraer oferta de dólares,
la tendencia al aumento de su cotización se acentúa.ii
En enero de 2019 las expectativa recogidas por el BCU entre economistas
afines a sus políticas proyectaba para fin de año un precio de $34.77. A
finales de noviembre la cotización ronda $38.
La evolución se
traslada al IPC. La dictadura del mercado e inexistencia de políticas
que procuren contener los precios de productos básicos erosionan el
poder de compra de los sectores populares.
Sobre este
escenario se cierne además la amenaza de reformas a la seguridad social
contrarias a los intereses de los trabajadores y propuestas de mayor
impunidad para grandes capitales.
Es de temer que la crisis la pagará nuevamente el pueblo.
GOTITAS DE ECONOMIA
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La panificadora Bimbo cerró la planta del Maestro cubano y envió sus 110 trabajadores al seguro de paro.
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El 2 de diciembre se concretará la privatización oficial de los medidores de OSE en favor de la empresa Transamérica.
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La construcción de la “torre Trump” en Punta del Este continúa paralizada y trabajadores en seguro de paro.
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Continúan los datos negativos sobre la producción en Argentina. El PBI de setiembre de 2019 se redujo 2.1% en relación al año precedente según cifras oficiales.
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Las subastas de zonas para la prospección de petróleo en Brasil, no atrajeron inversiones de multinacionales europeas, ni estadounidenses en la medida esperada por el gobierno.
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Las estrategias y ajustes sugeridos por el FMI en América latina continúan generando estragos. Las protestas populares se extienden.
iNuestra posición al respecto se encuentra en diversos artículos.
ii
La posible inversión de UPM, podría eventualmente frenar la tendencia
de manera provisoria, pero dependerá de su magnitud, del momento de la
concreción, y del contexto general.