BRASIL
El candidato de ultraderecha prometió cárcel para su rival
Cuenta regresiva con más amenazas de Bolsonaro
El
candidato del Partido Social Liberal dijo que los rojos tendrán que
irse de Brasil o acabarán en un calabozo. Su hijo, reelecto diputado,
declaró que para cerrar la Corte Suprema solo se precisa "un cabo y un
soldado".
Un seguidor de Bolsonaro lleva una remera con la cara del candidato en uno de los actos se apoyo en Río.
Página/12 en Brasil. Desde Brasilia. La
dictadura anunciada. En las últimas 24 horas el candidato Jair
Bolsonaro prometió que Lula va a "pudrirse" en la cárcel y también que
será arrestado el presidenciable del Partido de los Trabajadores (PT)
Fernando Haddad. Los "rojos" se tendrán que ir del país o acabarán en un
calabozo, anunció.
En un video divulgado este fin de semana el diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del aspirante a la Presidencia, declaró que para cerrar el Supremo Tribunal Federal solo se precisa un "cabo y un soldado".
Frente a ese torbellino de amenazas Fernando Haddad dijo hoy que de no haber una reacción rápida Brasil corre el riesgo de acabar como la Alemania de Hitler o la España de Francisco Franco. En ambos casos nadie imaginó lo que se avecinaba y cuando se tomó conciencia del problema ya era tarde, prosiguió. "La pesadilla puede durar décadas".
Si Bolsonaro "tiene el coraje de amenazar a la democracia antes de las elecciones ¿Qué hará si gana las elecciones? ".
El heredero de Luiz Inácio Lula da Silva visitó a un grupo de recicladores de residuos organizados en cooperativas con respaldo de la Pastoral de la Calle, dependiente del Arzobispado de San Pablo.
Los dichos del ex alcalde de San Pablo a denotaban una preocupación genuina, más allá del interés en conquistar votos para el ballottage del próximo domingo.
Una encuesta publicada por la agencia MDA, contratada por la Confederación Nacional de la Industria, indicó que el exmilitar del Partido Social Liberal (PSL) cuenta con el 57 por ciento de intenciones de voto contra el 43 de Haddad. Este sondeo muestra una distancia menor que la expuesta la semana pasada por la agencias Datafolha e Ibope, en las el postulante del PSL apareció con el 18 puntos a su favor.
El relativo avance del candidato del PT puede explicarse en la repercusión del escándalo de las "fake news" que envolvió a su rival y fue publicado a fines de la semana pasada por el diario Folha de San Pablo.
En el reportaje se informó que empresarios bolsonaristas desembolsaron altas sumas de dinero para montar una estructura que "disparó cientos de millones" de mensajes falsos antes del primer turno electoral del 7 de octubre. El embuste habría calado en un buen número de electores y no se descarta que otro ataque similar sea lanzado en los próximos días, alertó Haddad. La autoría de este fraude electrónico sería de Steve Bannon, uno de los ideólogos de la ultraderecha "alternativa" que trabajó para Donald Trump en la campaña norteamericana de 2016.
Este sabotaje de la primera semana de octubre al parecer explica el súbito crecimiento de Bolsonaro que estuvo a punto de ganar la presidencia sin necesidad de disputar el ballottage.
La autora del artículo sobre las fake news, Patricia Campos Mello, fue atacada en las redes sociales, lo que motivó notas de repudio de la Federación Nacional de Periodistas y de la Asociación Brasileña de Periodismo Investigativo.
Hoy, en su publicidad de campaña el capitán jubilado volvió a cargar contra Folha tilándola de mentirosa, luego de haber prometido que en caso de llegar al Palacio del Planalto ese matutino no tendrá más publicidad estatal.
Hasta el Supremo Tribunal Federal reaccionó contra las intimidaciones de la familia Bolsonaro. El presidente del Supremo, juez Antonio Días Tóffoli, aseveró por la tarde que "atacar al Poder Judicial es atacar a la democracia". Horas antes el juez más antiguo de la Corte, Celso de Mello, habló de "golpismo" y "autoritarismo" (ver recuadro).
Una sensación de espanto permea diversos sectores de la vida nacional. La Conferencia Nacional de Obispos de Brasil lamentó el "odio y desprecio a los derechos humanos", y el expresidente Fernando Henrique Cardoso, un acérrimo adversario del PT, denunció un creciento "olor a fascismo".
En un video divulgado este fin de semana el diputado Eduardo Bolsonaro, hijo del aspirante a la Presidencia, declaró que para cerrar el Supremo Tribunal Federal solo se precisa un "cabo y un soldado".
Frente a ese torbellino de amenazas Fernando Haddad dijo hoy que de no haber una reacción rápida Brasil corre el riesgo de acabar como la Alemania de Hitler o la España de Francisco Franco. En ambos casos nadie imaginó lo que se avecinaba y cuando se tomó conciencia del problema ya era tarde, prosiguió. "La pesadilla puede durar décadas".
Si Bolsonaro "tiene el coraje de amenazar a la democracia antes de las elecciones ¿Qué hará si gana las elecciones? ".
El heredero de Luiz Inácio Lula da Silva visitó a un grupo de recicladores de residuos organizados en cooperativas con respaldo de la Pastoral de la Calle, dependiente del Arzobispado de San Pablo.
Los dichos del ex alcalde de San Pablo a denotaban una preocupación genuina, más allá del interés en conquistar votos para el ballottage del próximo domingo.
Una encuesta publicada por la agencia MDA, contratada por la Confederación Nacional de la Industria, indicó que el exmilitar del Partido Social Liberal (PSL) cuenta con el 57 por ciento de intenciones de voto contra el 43 de Haddad. Este sondeo muestra una distancia menor que la expuesta la semana pasada por la agencias Datafolha e Ibope, en las el postulante del PSL apareció con el 18 puntos a su favor.
El relativo avance del candidato del PT puede explicarse en la repercusión del escándalo de las "fake news" que envolvió a su rival y fue publicado a fines de la semana pasada por el diario Folha de San Pablo.
En el reportaje se informó que empresarios bolsonaristas desembolsaron altas sumas de dinero para montar una estructura que "disparó cientos de millones" de mensajes falsos antes del primer turno electoral del 7 de octubre. El embuste habría calado en un buen número de electores y no se descarta que otro ataque similar sea lanzado en los próximos días, alertó Haddad. La autoría de este fraude electrónico sería de Steve Bannon, uno de los ideólogos de la ultraderecha "alternativa" que trabajó para Donald Trump en la campaña norteamericana de 2016.
Este sabotaje de la primera semana de octubre al parecer explica el súbito crecimiento de Bolsonaro que estuvo a punto de ganar la presidencia sin necesidad de disputar el ballottage.
La autora del artículo sobre las fake news, Patricia Campos Mello, fue atacada en las redes sociales, lo que motivó notas de repudio de la Federación Nacional de Periodistas y de la Asociación Brasileña de Periodismo Investigativo.
Hoy, en su publicidad de campaña el capitán jubilado volvió a cargar contra Folha tilándola de mentirosa, luego de haber prometido que en caso de llegar al Palacio del Planalto ese matutino no tendrá más publicidad estatal.
Hasta el Supremo Tribunal Federal reaccionó contra las intimidaciones de la familia Bolsonaro. El presidente del Supremo, juez Antonio Días Tóffoli, aseveró por la tarde que "atacar al Poder Judicial es atacar a la democracia". Horas antes el juez más antiguo de la Corte, Celso de Mello, habló de "golpismo" y "autoritarismo" (ver recuadro).
Una sensación de espanto permea diversos sectores de la vida nacional. La Conferencia Nacional de Obispos de Brasil lamentó el "odio y desprecio a los derechos humanos", y el expresidente Fernando Henrique Cardoso, un acérrimo adversario del PT, denunció un creciento "olor a fascismo".
Bolsonaro se asume como dictador y amenaza a los opositores con la cárcel o el exilio
Prometio
atrapar a Fernando Haddad y al senador Lindbergh Farias (PT-RJ), atacó a
la prensa y afirmó que la policía tendrá el respaldo para castigar a
los adversarios.
En
un discurso transmitido en directo en la Avenida Paulista, en la tarde
de ayer, Jair Bolsonaro se asumió como candidato a dictador de Brasil.
En el discurso, él, que es rechazado por más de la mitad de los
brasileños, ofreció dos alternativas a los opositores: la carcel o el
exilio.
El discurso
Somos
la mayoría. Nosotros somos el Brasil de verdad. Juntos con este pueblo
brasileño construiremos una nueva nación. No tienen precio las imágenes
que veo ahora, de Paulistas y de todo mi querido Brasil. Perdieron ayer,
perdieron en 2016 y van a perder la semana que viene de nuevo. Esta
clase, si quiere quedarse aquí, va a tener que ponerse bajo la ley de
todos nosotros. O van hacia la calle. Serán desterrados
de nuestra patria. Creemos en el futuro de nuestro Brasil. Y juntos, en
equipo, construiremos el futuro que merecemos.
Tenemos
el mejor pueblo del mundo, la mejor tierra del planeta, y vamos con esa
nueva clase política a construir realmente lo que nos merecemos. Estoy
aquí porque creo en ustedes, ustedes están ahí porque creen en Brasil.
Nadie va a salir de esa patria, porque esa patria es nuestra. No es de
esa banda, que tiene la bandera roja y tiene la cabeza lavada. Sin
indicaciones políticas, haremos un equipo de ministros que realmente
atienda las necesidades de nuestro pueblo. Pueden estar seguros. Usted
puede confiar en nosotros, porque confiamos en ustedes. Brasil será
respetado allá afuera. Brasil no será más motivo de chacota junto al
mundo. Aquí no habrá más lugar para la corrupción. Y, tu Lula da Silva,
si usted estaba esperando que Haddad sea presidente para firmar el
decreto de indulto, yo te voy a decir una cosa: vas a pudrirte en la
cárcel. En breve tendrás a Lindbergh Faria para jugar ajedrez. Espera.
Haddad llegará allí también. Pero no será para visitarte, no. Será para
quedarse unos años a tu lado. Ya que ustedes se aman tanto, ustedes se
pudrirán en la cárcel. Porque el lugar de los bandidos que roban al
pueblo está detrás de las rejas.
¿Crees
que todo estaba dominado? No estaba. Este pueblo siempre se levantó, en
los momentos más difíciles de la nación, para, precisamente, salvarla.
Ustedes que hacen manifestación en todo Brasil, ustedes están salvando a
nuestra patria. No tengo palabras para agradecerles en este momento.
Usted está salvando el mío, el suyo, nuestro Brasil. Será una limpieza
nunca vista en la historia de Brasil. Vagabundo va a tener que trabajar.
Ustedes verán unas Fuerzas Armadas activas, que estarán colaborando con
el futuro de Brasil. Ustedes, verán una policía civil y militar, con
respaldo jurídico para hacer valer la ley en el lomo de los enemigos.
Bandidos
del MST, bandidos del MTST, las acciones de ustedes serán tipificadas
como terrorismo. Usted no llevará más el terror al campo o la ciudad. O
ustedes se encuadran y se someten a las leyes o van a hacer compañía al
cacharro allá en Curitiba. Amigos de todo Brasil, este momento no tiene
precio. Juntos, dije juntos, haremos un Brasil diferente. Mi
agradecimiento a todos en Brasil que confiaron su voto en mí en la
primera vuelta. Todavía no ganamos las elecciones, pero este grito en
nuestra garganta será puesto fuera el próximo día 28. Les invitamos a
todos ustedes que continúen movilizados y participen activamente en las
elecciones del próximo domingo, de forma democrática. Sin mentiras, sin
fake news, sin Folha de São Paulo. Nosotros ganamos esta guerra.
Queremos la prensa libre, pero con responsabilidad. La Folha de São
Paulo es el mayor fake news de Brasil. Usted no tendrá más dinero
publicitario del gobierno. Prensa libre, felicitaciones; prensa vendida,
mis condolencias. Somos amantes de la libertad, queremos la democracia y
queremos vivir en paz. Nosotros amamos a nuestras familias, respetamos a
los niños, respetamos todas las religiones, no queremos socialismo,
queremos distancia de dictaduras de todo el mundo. Amigos Paulistas y
de Brasil. Mi agradecimiento a todos ustedes, y vamos juntos a trabajar
para que el próximo domingo ese grito que está en nuestra garganta, que
simboliza todo lo que somos, sea puesto fuera.
1%
Bolsonaro pretende gobernar con banqueros y billonarios el futuro del país
En caso de victoria, el militar corteja a la elite para definir los rumbos de la población brasileña
El candidato a presidente Jair Bolsonaro (PSL)
se ha rodeado de nombres provenientes de los altos niveles de de las
instituciones financieras y grandes compañías, que ya pasan a ser
contemplados como posibles gestores en un eventual gobierno del líder
del PSL, en caso de que el candidato salga victorioso en esta segunda
vuelta.
Aunque sin ninguna información oficial por parte de Bolsonaro, tras bastidores se mencionan nombres que serían parte de los altos niveles del gobierno, figuras como el actual presidente ejecutivo del Bank of America en América Latina, Alexandre Bettamio; el presidente del consejo de administración de la operadora celular TIM, João Cox; y el director ejecutivo de la Bozano Investimentos Sergio Eraldo de Salles Pinto, compañía que tiene a Paulo Guedes como uno de sus socios.
Conocido por la defensa de políticas neoliberales, Jair Bolsonaro señaló a Guedes como su probable ministro de Hacienda. El equipo de Bolsonaro también ha conversado con nombres como la ex presidenta del BNDES Maria Silva Bastos Marques; y el presidente de la multinacional Goldman Sachs en Brasil, Roberto Campos Neto.
A pesar de no haber ninguna definición de nombres y cargos a ser eventualmente ocupados, se contempla tras bastidores, que los ejecutivos podrían tener funciones de gestión en los bancos públicos, en el Banco Central y en otros órganos ligados al Ejecutivo federal.
En general, los nombres que orbitan en torno al equipo del líder del PSL se destacan por su perfil elitizado y su vinculación con grandes empresas o bancos. Estas características levantan críticas de parte de diferentes especialistas que acompañan el escenario político.
El presidente del Consejo Federal de Economía (COFECON), Wellington Leonardo da Silva, por ejemplo, destaca la preocupación con lo que llama “privatización del Estado”. Él subraya que el problema es antiguo, afecta a la soberanía nacional y puede ser ejemplificado por medio de la relación de los gobiernos con la deuda pública brasileña.
La mayor parte del presupuesto público ha sido destinada, a lo largo del tiempo, para pagar intereses de la deuda, que nunca pasó por auditoria pública y es señalada como una vía de multiplicación de las ganancias del sector financiero. La selección, para el gobierno federal, de perfiles que dialogan directamente con ese sector tienden a agravar aún más problema, según proyecta el presidente del COFECON.
"Es acabar con la fuerza del Estado y colocarlo al servicio del rentismo, sin políticas públicas, sin derechos sociales, sin nada que esté al servicio de los intereses de la sociedad y del pueblo. Lo que quieren es actuar, cada vez más, como lo hacen desde hace ya mucho tiempo, como buitres de los recursos públicos del Estado brasileño”, critica.
El investigador Matheus Magalhães, analista político del Instituto de Estudios Socioeconómicos (INESC), llama la atención sobre la relación entre la proximidad de Bolsonaro con esos actores y la futura conducción de las políticas económicas y sociales del país.
Para él, la posible selección de nombres de la elite bancaria y ejecutiva para la composición del gobierno trae el riesgo de problemas sociales en mayor escala debido a la identificación de estos perfiles con la lógica de reducción del Estado, lo que, consecuentemente, comprometería la ejecución y la oferta de servicios públicos.
"Es alguien que viene, de hecho, a traer un ajuste neoliberal más agudo para el Estado y para la economía brasileña. Son nombres volcados a una política económica específica, que es una política de desigualdad social."
Técnicos vs. políticos
Bolsonaro ha dicho a la prensa que pretende hacer un gobierno con cuadros más técnicos y menos políticos.
Para el economista Roberto Piscitelli, profesor de Finanzas Públicas de la Universidad de Brasilia, la idea, que ha sido usada como uno de los mantras de la campaña del PSL, traduce una “visión parcial y distorsionada del sistema político”. El resalta que existen niveles de la administración pública que son necesariamente políticos, aunque sean también técnicos.
“No existe esa dicotomía que muchas veces establecemos de si el cargo es estrictamente político o estrictamente técnico. Incluso dentro de las organizaciones usted tiene, para niveles diferentes, formaciones más especificas para determinados cargos y formaciones más generales para otros", afirma.
Piscitelli pondera además que la selección de los nombres para los primeros niveles del gobierno depende fuertemente de la realidad del Poder Legislativo. Como el jefe del Ejecutivo necesita de una base de apoyo para la aprobación de medidas y proyectos, es preciso necesariamente negociar con diputados, senadores y sus partidos sobre como se va a dar la disposición de los cargos.
A partir del próximo año, la Cámara de Diputados deberá contar con el mayor número de partidos desde la redemocratización del país: serán 30 en total. Piscitelli añade que la composición de cargos por medio de la política es también lo que otorga espíritu a cada gobierno.
“En cualquier país democrático del mundo, existe una coalición, una composición para formar una mayoría todo lo estable posible que de equilibrio y posibilite una continuidad a las acciones de gobierno. El [Bolsonaro] tendrá que negociar con los dirigentes de los partidos”, finaliza el profesor.
René Girard (1923-2015), pensador y filósofo francés, el mayor sabio que he conocido en mi vida, que estuvo con teólogos de la liberación en Brasil en 1990, dedicó gran parte de su vasta obra a estudiar la violencia, especialmente la necesidad que tiene una sociedad de crear un chivo expiatorio (ver El chivo expiatorio, 1982).
Mediante ese mecanismo del chivo expiatorio, la población es llevada a descargar la corrupción que está difusa y concentrada en los grandes corruptos y corruptores sobre las espaldas de uno solo, el del PT, con la finalidad de esconder la propia corrupción. Con ello, toda la sociedad pasa a olvidar a los reales corruptos, y a pensar que la corrupción está solamente en el PT, en el cual se descarga toda la rabia y el odio. Se crea de este modo el chivo expiatorio, ya testimoniado en la Biblia: los hebreos cargaban sobre un chivo todos los pecados y malas acciones del pueblo y lo enviaban al desierto para expiarlas hasta morir de hambre. Casi todas las sociedades hacían algo similar.
Entre nosotros hubo un tiempo en que el chivo expiatorio eran los subversivos, después los comunistas (continúan siéndolo, aún hoy), luego los jóvenes negros de las favelas –supuestamente ligados al crimen y a las drogas–, los gays y los/as LGBT. Sobre todos ellos se transfiere la violencia implícita en la sociedad. En este momento, el chivo expiatorio es el PT y Lula. En ellos se pone toda la corrupción, aunque casi todos los partidos –algunos, más que el PT–, han participado de la corrupción.
Con el apoyo del aparato represivo del Estado, de buena parte del Ministerio Público –sin excluir a parte del propio STF–, de la clase media, y especialmente de los medios de comunicación privados, se hizo esta selección con respecto a la corrupción. Se le achaca al PT toda la culpa de los males actuales de Brasil, cuando los principales causantes se esconden tras el chivo expiatorio.
Pero lo que verdaderamente está detrás del anti-petismo, bajo el pretexto de combatir la corrupción, es el odio al expresidente Lula, un obrero que logró llegar al centro del poder. La clase dominante y las oligarquías tradicionales, herederas de la mentalidad de la Casa Grande, jamás aceptaron que alguien de la Senzala llegase al Planalto [la meseta en que está contruida Brasilia, el Gobierno de la Unión]. Cultivaron y siguen cultivando odio y desprecio por los pobres, otrora vertido sobre los esclavos. ¿Cómo puede un pobre frecuentar el mismo espacio social que ellos: en la escuela, en la universidad, en los centros comerciales, en los aviones?
Éstos eran espacios de exclusividad de los adinerados, que vivieron siempre de privilegios, sin sentido de la igualdad de todos, base de cualquier democracia, de aquellos que nunca reconocieron humanidad y dignidad en los pobres y negros y negras, sin hablar de los indígenas y quilombolas [esclavos negros huidos que vivían en aldeas libres, los quilombos].
Ahora, ese odio, latente en las oligarquías, y asumido, en parte, por la clase media asustada, ha contaminado, no sin ayuda de las iglesias neo-pentecostales televisivas, a una parte de la población pobre.
Aquí reside la raíz primera del anti-petismo. Hay odio y rabia reprimidos en personas que se dicen “de bien” y se confiesan cristianas. Es un cristianismo meramente cultural, de fachada, pero éticamente anti-cristiano.
Los medios de comunicación empresarial que nunca se han llevado bien con la democracia y que nutren un soberano desprecio por el populacho, la gentuza o esa ralea de gente –en la expresión técnico-provocativa de Jessé Souza–, han jugado un papel decisivo en la difusión del anti-petismo y del odio.
Para el anti-petismo han valido todos los medios. Basta ver los blogs, los twitters y los facebooks, sin hablar del incontrolable medio de WhatsApp que creó redes de difamación y fake news contra el PT y el candidato Haddad. Ahora sabemos que hubo millones de mensajes falsos financiados por empresas privadas, lo que según la nueva legislación es un crimen de caja dos.
Pero esta es la lógica de la política regida por el concepto del chivo expiatorio, política de odio y de agresión al otro. Así como se da el bulling en las escuelas, ahora el bulling colectivo es contra el PT. Pero hay que resistir a esa ignominia. La sociedad entera debe hacer una revisión de sus anti-valores, de su corrupción cotidiana.
El Sindicato de los Procuradores de Hacienda (SINPROFAZ) relata que hasta el día 18/9/2018 han sido defraudados a Hacienda cerca de 450 mil millones de reales particularmente por las grandes empresas. En los últimos 10 años dejaron de pagar 1,8 mil millones de reales, unos 480 millones de dólares. ¿No es la gran corrupción? ¿Quién va contra ella? ¿Qué hace el Ministerio Público y el propio STF (Supremo Tribunal Federal de Brasil)?
Con que una parte de esta deuda fuese cobrada, no se necesitaría una reforma de la Seguridad Social. Es más fácil y cómodo crear un chivo expiatorio, el PT, y de esta manera ocultar la corrupción extendida en la sociedad, hasta en el cotidiano soborno a policías de tráfico.
Rechazamos esta lógica del chivo expiatorio por ser selectiva, injusta, inhumana y profundamente anti-ética, como denunciaba siempre René Girard.
Aunque sin ninguna información oficial por parte de Bolsonaro, tras bastidores se mencionan nombres que serían parte de los altos niveles del gobierno, figuras como el actual presidente ejecutivo del Bank of America en América Latina, Alexandre Bettamio; el presidente del consejo de administración de la operadora celular TIM, João Cox; y el director ejecutivo de la Bozano Investimentos Sergio Eraldo de Salles Pinto, compañía que tiene a Paulo Guedes como uno de sus socios.
Conocido por la defensa de políticas neoliberales, Jair Bolsonaro señaló a Guedes como su probable ministro de Hacienda. El equipo de Bolsonaro también ha conversado con nombres como la ex presidenta del BNDES Maria Silva Bastos Marques; y el presidente de la multinacional Goldman Sachs en Brasil, Roberto Campos Neto.
A pesar de no haber ninguna definición de nombres y cargos a ser eventualmente ocupados, se contempla tras bastidores, que los ejecutivos podrían tener funciones de gestión en los bancos públicos, en el Banco Central y en otros órganos ligados al Ejecutivo federal.
En general, los nombres que orbitan en torno al equipo del líder del PSL se destacan por su perfil elitizado y su vinculación con grandes empresas o bancos. Estas características levantan críticas de parte de diferentes especialistas que acompañan el escenario político.
El presidente del Consejo Federal de Economía (COFECON), Wellington Leonardo da Silva, por ejemplo, destaca la preocupación con lo que llama “privatización del Estado”. Él subraya que el problema es antiguo, afecta a la soberanía nacional y puede ser ejemplificado por medio de la relación de los gobiernos con la deuda pública brasileña.
La mayor parte del presupuesto público ha sido destinada, a lo largo del tiempo, para pagar intereses de la deuda, que nunca pasó por auditoria pública y es señalada como una vía de multiplicación de las ganancias del sector financiero. La selección, para el gobierno federal, de perfiles que dialogan directamente con ese sector tienden a agravar aún más problema, según proyecta el presidente del COFECON.
"Es acabar con la fuerza del Estado y colocarlo al servicio del rentismo, sin políticas públicas, sin derechos sociales, sin nada que esté al servicio de los intereses de la sociedad y del pueblo. Lo que quieren es actuar, cada vez más, como lo hacen desde hace ya mucho tiempo, como buitres de los recursos públicos del Estado brasileño”, critica.
El investigador Matheus Magalhães, analista político del Instituto de Estudios Socioeconómicos (INESC), llama la atención sobre la relación entre la proximidad de Bolsonaro con esos actores y la futura conducción de las políticas económicas y sociales del país.
Para él, la posible selección de nombres de la elite bancaria y ejecutiva para la composición del gobierno trae el riesgo de problemas sociales en mayor escala debido a la identificación de estos perfiles con la lógica de reducción del Estado, lo que, consecuentemente, comprometería la ejecución y la oferta de servicios públicos.
"Es alguien que viene, de hecho, a traer un ajuste neoliberal más agudo para el Estado y para la economía brasileña. Son nombres volcados a una política económica específica, que es una política de desigualdad social."
Técnicos vs. políticos
Bolsonaro ha dicho a la prensa que pretende hacer un gobierno con cuadros más técnicos y menos políticos.
Para el economista Roberto Piscitelli, profesor de Finanzas Públicas de la Universidad de Brasilia, la idea, que ha sido usada como uno de los mantras de la campaña del PSL, traduce una “visión parcial y distorsionada del sistema político”. El resalta que existen niveles de la administración pública que son necesariamente políticos, aunque sean también técnicos.
“No existe esa dicotomía que muchas veces establecemos de si el cargo es estrictamente político o estrictamente técnico. Incluso dentro de las organizaciones usted tiene, para niveles diferentes, formaciones más especificas para determinados cargos y formaciones más generales para otros", afirma.
Piscitelli pondera además que la selección de los nombres para los primeros niveles del gobierno depende fuertemente de la realidad del Poder Legislativo. Como el jefe del Ejecutivo necesita de una base de apoyo para la aprobación de medidas y proyectos, es preciso necesariamente negociar con diputados, senadores y sus partidos sobre como se va a dar la disposición de los cargos.
A partir del próximo año, la Cámara de Diputados deberá contar con el mayor número de partidos desde la redemocratización del país: serán 30 en total. Piscitelli añade que la composición de cargos por medio de la política es también lo que otorga espíritu a cada gobierno.
“En cualquier país democrático del mundo, existe una coalición, una composición para formar una mayoría todo lo estable posible que de equilibrio y posibilite una continuidad a las acciones de gobierno. El [Bolsonaro] tendrá que negociar con los dirigentes de los partidos”, finaliza el profesor.
Edición: Pedro Ribeiro Nogueira | Traducción: Pilar Troya
El PT de Brasil presentó el plan de Gobierno que implementará Fernando Haddad de ganar la segunda vuelta electoral el próximo 28 de octubre
Fernando Haddad presenta el programa de Gobierno ideado por Lula para recuperar Brasil
El
Partido de los Trabajadores (PT) de Brasil presentó el plan de Gobierno
que implementará Fernando Haddad, candidato y sustituto del líder
popular Luiz Inácio Lula da Silva, de ganar la segunda vuelta electoral
el próximo 28 de octubre.
«Brasil Feliz de Nuevo» es el nombre del programa que tiene como objetivo reinstaurar la democracia en el país sudamericano, según informó este lunes Telesur.
«Brasil va a volver a generar empleos a corto plazo, valorar de nuevo el salario mínimo e impulsar la economía popular, con inversiones públicas», refiere el plan.
En este punto, garantizan el apoyo del Estado a todo aquel que desee producir con el fin de recuperar la capacidad industrial, la diversificación económica y energética de forma sostenible; detener las privatizaciones y recuperar las empresas públicas.
Con el propósito de alcanzar una mejor redistribución de la renta, la riqueza y la justicia social, plantea reformas estructurales necesarias en lo económico, político y social.
«El gobierno de Haddad va a proponer una reforma tributaria orientada por los principios de la progresividad, simplicidad, eficiencia y fomento de la transición ecológica», indica el texto.
Ante una nueva sociedad del siglo XXI, el gobierno de Haddad considera importante promover una economía justa y en armonía con el medio ambiente.
«Brasil Feliz de Nuevo» es el nombre del programa que tiene como objetivo reinstaurar la democracia en el país sudamericano, según informó este lunes Telesur.
«Brasil va a volver a generar empleos a corto plazo, valorar de nuevo el salario mínimo e impulsar la economía popular, con inversiones públicas», refiere el plan.
En este punto, garantizan el apoyo del Estado a todo aquel que desee producir con el fin de recuperar la capacidad industrial, la diversificación económica y energética de forma sostenible; detener las privatizaciones y recuperar las empresas públicas.
Con el propósito de alcanzar una mejor redistribución de la renta, la riqueza y la justicia social, plantea reformas estructurales necesarias en lo económico, político y social.
«El gobierno de Haddad va a proponer una reforma tributaria orientada por los principios de la progresividad, simplicidad, eficiencia y fomento de la transición ecológica», indica el texto.
Ante una nueva sociedad del siglo XXI, el gobierno de Haddad considera importante promover una economía justa y en armonía con el medio ambiente.
Creación de un chivo expiatorio: el anti-petismo
por Leonardo Boff
2018-10-22
René Girard (1923-2015), pensador y filósofo francés, el mayor sabio que he conocido en mi vida, que estuvo con teólogos de la liberación en Brasil en 1990, dedicó gran parte de su vasta obra a estudiar la violencia, especialmente la necesidad que tiene una sociedad de crear un chivo expiatorio (ver El chivo expiatorio, 1982).
Mediante ese mecanismo del chivo expiatorio, la población es llevada a descargar la corrupción que está difusa y concentrada en los grandes corruptos y corruptores sobre las espaldas de uno solo, el del PT, con la finalidad de esconder la propia corrupción. Con ello, toda la sociedad pasa a olvidar a los reales corruptos, y a pensar que la corrupción está solamente en el PT, en el cual se descarga toda la rabia y el odio. Se crea de este modo el chivo expiatorio, ya testimoniado en la Biblia: los hebreos cargaban sobre un chivo todos los pecados y malas acciones del pueblo y lo enviaban al desierto para expiarlas hasta morir de hambre. Casi todas las sociedades hacían algo similar.
Entre nosotros hubo un tiempo en que el chivo expiatorio eran los subversivos, después los comunistas (continúan siéndolo, aún hoy), luego los jóvenes negros de las favelas –supuestamente ligados al crimen y a las drogas–, los gays y los/as LGBT. Sobre todos ellos se transfiere la violencia implícita en la sociedad. En este momento, el chivo expiatorio es el PT y Lula. En ellos se pone toda la corrupción, aunque casi todos los partidos –algunos, más que el PT–, han participado de la corrupción.
Con el apoyo del aparato represivo del Estado, de buena parte del Ministerio Público –sin excluir a parte del propio STF–, de la clase media, y especialmente de los medios de comunicación privados, se hizo esta selección con respecto a la corrupción. Se le achaca al PT toda la culpa de los males actuales de Brasil, cuando los principales causantes se esconden tras el chivo expiatorio.
Pero lo que verdaderamente está detrás del anti-petismo, bajo el pretexto de combatir la corrupción, es el odio al expresidente Lula, un obrero que logró llegar al centro del poder. La clase dominante y las oligarquías tradicionales, herederas de la mentalidad de la Casa Grande, jamás aceptaron que alguien de la Senzala llegase al Planalto [la meseta en que está contruida Brasilia, el Gobierno de la Unión]. Cultivaron y siguen cultivando odio y desprecio por los pobres, otrora vertido sobre los esclavos. ¿Cómo puede un pobre frecuentar el mismo espacio social que ellos: en la escuela, en la universidad, en los centros comerciales, en los aviones?
Éstos eran espacios de exclusividad de los adinerados, que vivieron siempre de privilegios, sin sentido de la igualdad de todos, base de cualquier democracia, de aquellos que nunca reconocieron humanidad y dignidad en los pobres y negros y negras, sin hablar de los indígenas y quilombolas [esclavos negros huidos que vivían en aldeas libres, los quilombos].
Ahora, ese odio, latente en las oligarquías, y asumido, en parte, por la clase media asustada, ha contaminado, no sin ayuda de las iglesias neo-pentecostales televisivas, a una parte de la población pobre.
Aquí reside la raíz primera del anti-petismo. Hay odio y rabia reprimidos en personas que se dicen “de bien” y se confiesan cristianas. Es un cristianismo meramente cultural, de fachada, pero éticamente anti-cristiano.
Los medios de comunicación empresarial que nunca se han llevado bien con la democracia y que nutren un soberano desprecio por el populacho, la gentuza o esa ralea de gente –en la expresión técnico-provocativa de Jessé Souza–, han jugado un papel decisivo en la difusión del anti-petismo y del odio.
Para el anti-petismo han valido todos los medios. Basta ver los blogs, los twitters y los facebooks, sin hablar del incontrolable medio de WhatsApp que creó redes de difamación y fake news contra el PT y el candidato Haddad. Ahora sabemos que hubo millones de mensajes falsos financiados por empresas privadas, lo que según la nueva legislación es un crimen de caja dos.
Pero esta es la lógica de la política regida por el concepto del chivo expiatorio, política de odio y de agresión al otro. Así como se da el bulling en las escuelas, ahora el bulling colectivo es contra el PT. Pero hay que resistir a esa ignominia. La sociedad entera debe hacer una revisión de sus anti-valores, de su corrupción cotidiana.
El Sindicato de los Procuradores de Hacienda (SINPROFAZ) relata que hasta el día 18/9/2018 han sido defraudados a Hacienda cerca de 450 mil millones de reales particularmente por las grandes empresas. En los últimos 10 años dejaron de pagar 1,8 mil millones de reales, unos 480 millones de dólares. ¿No es la gran corrupción? ¿Quién va contra ella? ¿Qué hace el Ministerio Público y el propio STF (Supremo Tribunal Federal de Brasil)?
Con que una parte de esta deuda fuese cobrada, no se necesitaría una reforma de la Seguridad Social. Es más fácil y cómodo crear un chivo expiatorio, el PT, y de esta manera ocultar la corrupción extendida en la sociedad, hasta en el cotidiano soborno a policías de tráfico.
Rechazamos esta lógica del chivo expiatorio por ser selectiva, injusta, inhumana y profundamente anti-ética, como denunciaba siempre René Girard.