"Es la peor burbuja especulativa en el mercado desde 1929 y va a explotar"
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AP Photo / Richard Drew
Economía
17:10 20.10.2018 SPUTNIK NEWS
Muchos
economistas advierten de los riesgos cada vez más grandes de que se
produzca una nueva crisis económica. ¿Cuáles son estos peligros? En su
artículo para Sputnik, Fabien Buzzanca conversa con dos especialistas
para saber más sobre el tema.
La
directora adjunta de IRIS (Instituto de Relaciones Internacionales y
Estratégicas de Francia), Sylvie Matelly, está preocupada
por los indicadores económicos globales. Ella y muchos otros expertos
subrayan las similitudes entre el contexto actual y lo que precedió a la
crisis financiera de 2008.
Aquella
crisis fue anticipada por Nouriel Roubini. "Explicó todos los
acontecimientos. Desde entonces, lo escuchamos atentamente. Cuando él
anticipa una crisis, nos preocupamos y tenemos un poco de miedo", señala
Matelly, quien subraya los puntos en común con la situación del 2007 y
los nuevos riesgos.
"Pienso en el alto nivel de endeudamiento de los Estados que ha
crecido después de la crisis de 2008, pero también en la deuda de los
hogares, que es cada vez más preocupante. También tenemos burbujas
especulativas, como la de los bienes raíces en China, la sobrevaluación
de GAFA (Google, Apple, Facebook, Amazon) y, más en general, en algunos
mercados de valores como en Estados Unidos. Estos riesgos de
fragmentación debilitan la economía global. Además, las regulaciones
financieras establecidas después de la crisis de 2008 han sido
insuficientes para limitar los riesgos", explica la economista.
Interesante: El dragón le ve las orejas a la crisis financiera: ¿puede China salvarse sin trucos?
Además,
nombra los riesgos de la política económica de Donald Trump,
particularmente en términos de recortes de impuestos, que ahora requiere
una reacción de la Reserva Federal. Si la FED endurece su política
monetaria (y ya ha subido las tasas de interés tres veces desde
principios de año) todo el sector financiero se debilitará, indica
Matelly.
En Estados Unidos, un aumento en las tasas de intereses resultará en
una desaceleración del crecimiento económico, asegura la experta. Pero
lo más perturbador es que esta decisión repatriaría capital al país
norteamericano y este capital provendrá de países muy endeudados. En
países emergentes, como Brasil o Argentina, la fuga de capitales a EEUU
podría tener consecuencias desastrosas para sus economías, opina.
Por su parte, para el economista Philippe Bechade, el aumento de las tasas en EEUU es natural. No obstante, señala una situación preocupante en Europa, donde el Banco Central Europeo no tendrá ningún instrumento para apoyar la economía en caso de una crisis.
También: "Bitcoin es la madre o el padre de todas las estafas"
En este punto coincide con Nouriel Roubini, quien, en su artículo publicado por Les Echos, señala que "a diferencia del 2008, cuando los Gobiernos tenían las herramientas políticas para prevenir una caída libre, los líderes que enfrentarán la próxima recesión tendrán las manos atadas, ya que los niveles de deuda global son más altos que los niveles anteriores a la crisis". De acuerdo con Bechade, el problema principal sigue siendo el tamaño de las deudas, que se encuentran en niveles muy por encima de los que ya se consideraban intolerables en el 2008. La crisis económica ha visto aumentar la deuda de muchos Estados a gran velocidad, así como la de los hogares y el sector privado. Según el FMI, la deuda global alcanzó un récord de 164 billones de dólares en 2016, lo que representa el 225% del PIB mundial.
El experto tampoco excluye una caída del mercado de valores, al que las políticas recientes de Donald Trump han llevado a niveles asombrosos, lo que a su vez llevaría a una explosión de la burbuja actual.
Bechade, a su vez, denuncia la desconexión entre el mercado y la realidad, particularmente en relación con lo que sucede en los mercados de valores.
Interesante: El dragón le ve las orejas a la crisis financiera: ¿puede China salvarse sin trucos?
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AP Photo / LM Otero
Por su parte, para el economista Philippe Bechade, el aumento de las tasas en EEUU es natural. No obstante, señala una situación preocupante en Europa, donde el Banco Central Europeo no tendrá ningún instrumento para apoyar la economía en caso de una crisis.
También: "Bitcoin es la madre o el padre de todas las estafas"
En este punto coincide con Nouriel Roubini, quien, en su artículo publicado por Les Echos, señala que "a diferencia del 2008, cuando los Gobiernos tenían las herramientas políticas para prevenir una caída libre, los líderes que enfrentarán la próxima recesión tendrán las manos atadas, ya que los niveles de deuda global son más altos que los niveles anteriores a la crisis". De acuerdo con Bechade, el problema principal sigue siendo el tamaño de las deudas, que se encuentran en niveles muy por encima de los que ya se consideraban intolerables en el 2008. La crisis económica ha visto aumentar la deuda de muchos Estados a gran velocidad, así como la de los hogares y el sector privado. Según el FMI, la deuda global alcanzó un récord de 164 billones de dólares en 2016, lo que representa el 225% del PIB mundial.
El experto tampoco excluye una caída del mercado de valores, al que las políticas recientes de Donald Trump han llevado a niveles asombrosos, lo que a su vez llevaría a una explosión de la burbuja actual.
"Es la burbuja especulativa más fenomenal que hemos visto desde 1929. Y está destinada a explotar", advierte Bechade.
Otra
advertencia de tormenta sobre la economía mundial es la guerra
comercial. La retórica proteccionista de Donald Trump lo ha puesto en
una posición de confrontación con la Unión Europea y especialmente con
China.
"Las tensiones comerciales pueden afectar el crecimiento mundial
porque desacelerarán el comercio internacional. Los aranceles a los
productos los hacen más caros y, por lo tanto, limitan los intercambios.
Pero el comercio internacional es un elemento clave del crecimiento
económico en todo el mundo", destaca Matelly.Bechade, a su vez, denuncia la desconexión entre el mercado y la realidad, particularmente en relación con lo que sucede en los mercados de valores.
"Desafío a cualquier persona a darme el
verdadero valor de una empresa. Sus cotizaciones son lo que la gente
está dispuesta a pagar. ¿Quién sabe lo que realmente vale Amazon, que ha
ganado más del 50% en el valor este año? En caso de corrección, ¿cuánto
vale?", se pregunta.
"Las economías emergentes acumulan oro temiendo el colapso del sistema del dólar"
Publicado: 20 oct 2018 17:01 GMT - RT
"La política agresiva" de EE.UU. de los
últimos años ha obligado a algunos países "a buscar una alternativa al
dólar y reponer sus reservas de oro", sostiene uno de los expertos
consultados por RT.
Países
de todo el mundo aumentan sus reservas de oro a medida que crece la
incertidumbre sobre el futuro del sistema basado en el dólar
estadounidense, debido a las guerras comerciales y las políticas
agresivas de Washington, estiman varios analistas consultados por RT.
"Si una crisis en América Latina y el sur de Asia no sorprende a nadie, ahora es el momento de preocuparse por las economías más grandes del mundo ", advierte el analista.
En su opinión, "la política agresiva" de EE.UU. en los últimos años ha obligado a algunos países a "buscar una alternativa al dólar y reponer sus reservas de oro", mientras que las preocupaciones sobre el futuro de la economía global son "un incentivo adicional" para esas compras. Además, "muchos cuestionan el proteccionismo de Donald Trump", agrega el experto.
En estas circunstancias, "muchos países están comprando oro por adelantado", ya que entienden "que el papel moneda se consume constantemente por la inflación, el precio de las acciones caerá bruscamente en caso de crisis y los depósitos en el extranjero pueden ser arrestados, confiscados o congelados", explica el experto.
Hungría, Polonia, Rusia, China, la India, Turquía y Arabia Saudita están acumulando sus reservas auríferas, señala, por su parte, Vladímir Rozhankovski, experto del Centro Financiero Internacional. Según él, existen "pocas alternativas a los bonos del Tesoro de EE.UU." en términos de volúmenes y liquidez del mercado, pero "los países más prudentes quieren aumentar sus reservas" y el oro es, de hecho, "la única" opción.
Además, Lisitsyn recuerda que Alemania ha repatriado más de 300 toneladas de oro y que los Países Bajos devolvieron alrededor de 100 toneladas de lingotes. Turquía compró 187 toneladas el año pasado y también ha retirado el oro de la Reserva Federal de EE.UU., mientras que Irán utilizó el metal precioso para estabilizar su economía.
"Hora de preocuparse por las economías más grandes"
"En un futuro cercano podemos presenciar un gran cambio en las reglas del juego", opina Mijaíl Mashchenko, analista de la red social para inversores eToro, que recuerda cómo a primeros de año los países en desarrollo "fueron los primeros en sentir el pánico de los inversores"."Si una crisis en América Latina y el sur de Asia no sorprende a nadie, ahora es el momento de preocuparse por las economías más grandes del mundo ", advierte el analista.
En su opinión, "la política agresiva" de EE.UU. en los últimos años ha obligado a algunos países a "buscar una alternativa al dólar y reponer sus reservas de oro", mientras que las preocupaciones sobre el futuro de la economía global son "un incentivo adicional" para esas compras. Además, "muchos cuestionan el proteccionismo de Donald Trump", agrega el experto.
"La única alternativa"
En la misma línea se expresa Denís Lisitsyn, analista del instituto financiero FinIst, que enumera una serie de indicios del posible colapso del sistema financiero global dominado por el dólar estadounidense; y que van desde la emisión descontrolada de dinero de diferentes países, hasta un aumento en las tasas de interés de EE.UU., pasando por las guerras comerciales, el rápido aumento de los precios de la energía, las tensiones geopolíticas en Siria e Irak, o la guerra en Yemen.En estas circunstancias, "muchos países están comprando oro por adelantado", ya que entienden "que el papel moneda se consume constantemente por la inflación, el precio de las acciones caerá bruscamente en caso de crisis y los depósitos en el extranjero pueden ser arrestados, confiscados o congelados", explica el experto.
Hungría, Polonia, Rusia, China, la India, Turquía y Arabia Saudita están acumulando sus reservas auríferas, señala, por su parte, Vladímir Rozhankovski, experto del Centro Financiero Internacional. Según él, existen "pocas alternativas a los bonos del Tesoro de EE.UU." en términos de volúmenes y liquidez del mercado, pero "los países más prudentes quieren aumentar sus reservas" y el oro es, de hecho, "la única" opción.
Apoyo en los tiempos de crisis
Mark Goihman, analista líder de TeleTrade, también destaca que el metal precioso "generalmente aumenta su precio durante los períodos de crisis y puede servir como soporte adicional para la moneda nacional". Además, "muchos países, en particular, China y Rusia, recurren al oro en oposición a la dependencia de la dominación del dólar", al tiempo que "reducen los activos en dólares en sus reservas", precisa.Además, Lisitsyn recuerda que Alemania ha repatriado más de 300 toneladas de oro y que los Países Bajos devolvieron alrededor de 100 toneladas de lingotes. Turquía compró 187 toneladas el año pasado y también ha retirado el oro de la Reserva Federal de EE.UU., mientras que Irán utilizó el metal precioso para estabilizar su economía.
Rusia se desprende de casi todos los bonos del Tesoro de EEUU, ¿dará China el siguiente paso?
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Sputnik / Natalia Seliverstova
Economía
19:10 18.10.2018 SPUTNIK NEWS
El
Banco Central de Rusia sigue deshaciéndose de los bonos del Tesoro
estadounidense. La proporción de las inversiones rusas en la deuda
estadounidense se está acercando a cero. Según los analistas, este paso
parece lógico en términos tanto políticos como económicos.
Rusia redujo las inversiones en los bonos gubernamentales de EEUU hasta unos 14.000 millones de dólares
en agosto de este año. En junio, la parte de los bonos del Tesoro en
las reservas rusas no superaba el 10%, pero ahora está llegando a cero.
El
Banco de Rusia muestra que no tiene ningún sentido financiar el
presupuesto del país que sigue una política abiertamente hostil, opina
Natalia Dembínskaya, columnista de Sputnik.
La solución parece lógica también desde el punto de vista económico
en el contexto de las sanciones contra empresas rusas. Todo podría
terminar con la congelación de activos, como en el caso de Irán. Para
asegurarse contra las pérdidas, las autoridades financieras tomaron
medidas de emergencia para reconsiderar la cartera de divisas.
La retirada de los bonos del Tesoro, que debilita la dependencia financiera de EEUU y la presión sobre la tasa de cambio del rublo, es una señal no solo para Washington, sino también para los mayores tenedores de la deuda estadounidense, que también están tomando medidas similares.
Además: EEUU tiene "la burbuja más grande en la historia de la humanidad y la catástrofe es inevitable"
Turquía está vendiendo activamente los bonos gubernamentales de EEUU al sufrir la presión económica de Washington. Desde finales del año pasado, Ankara ha reducido su participación en la deuda estatal estadounidense casi a la mitad.
Cabe destacar que Japón, el segundo tenedor más grande de bonos del Tesoro de EEUU, redujo su participación hasta los 1.030 billones de dólares, el nivel más bajo en siete años. Sin embargo, lo más importante en este caso será la palabra de China, el mayor acreedor externo de la economía estadounidense con casi un 20% de bonos de tenedores extranjeros.
Pekín ya ha reducido sus inversiones al nivel mínimo semestral, y en octubre planea retirar otros 3.000 millones de dólares, lo que será una de las mayores ventas desde 2004. Estos pasos se deben al deterioro de las relaciones con Washington debido a la guerra comercial.
Tema relacionado: El mensaje de China a EEUU: si me declaras la guerra, no te compro tu deuda
Los analistas opinan que es un as en la manga de Pekín, y estas ventas lo recuerdan constantemente.
Si los chinos se deshacen de una cantidad significativa de bonos estadounidenses, Washington tendrá que hacer frente a la inestabilidad del dólar y la desaceleración de la economía.
El
costo de los bonos del Tesoro caerá, y el rendimiento aumentará
considerablemente. Esto aumentará automáticamente el costo de los
préstamos tanto para las empresas estadounidenses como para los
consumidores comunes, lo que significa que se socavará el crecimiento
económico. La emisión de los títulos de deuda se volverá más costosa
para la Casa Blanca.
Algunos analistas no descartan que Rusia reduzca a cero las inversiones en la deuda nacional de Estados Unidos.
"Rusia ya casi ha abandonado la lista de tenedores de deuda estatal de EEUU. Ahora ocupa el puesto 54", señaló Timur Nigmatulin, analista financiero de Otkritie Broker.
Mientras tanto, Moscú prefiere el oro a la deuda estadounidense: la proporción de metales preciosos en las reservas internacionales del país ha alcanzado un récord del 18%. La acumulación de oro es tanto una protección contra los riesgos cambiarios como un seguro contra las sanciones y la oportunidad de ganar, concluye Dembínskaya.
También te puede interesar: La compra de oro es una astuta e inteligente jugada de Rusia y China contra EEUU
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Sputnik / Vladimir Astapkovich
La retirada de los bonos del Tesoro, que debilita la dependencia financiera de EEUU y la presión sobre la tasa de cambio del rublo, es una señal no solo para Washington, sino también para los mayores tenedores de la deuda estadounidense, que también están tomando medidas similares.
Además: EEUU tiene "la burbuja más grande en la historia de la humanidad y la catástrofe es inevitable"
Turquía está vendiendo activamente los bonos gubernamentales de EEUU al sufrir la presión económica de Washington. Desde finales del año pasado, Ankara ha reducido su participación en la deuda estatal estadounidense casi a la mitad.
Cabe destacar que Japón, el segundo tenedor más grande de bonos del Tesoro de EEUU, redujo su participación hasta los 1.030 billones de dólares, el nivel más bajo en siete años. Sin embargo, lo más importante en este caso será la palabra de China, el mayor acreedor externo de la economía estadounidense con casi un 20% de bonos de tenedores extranjeros.
Pekín ya ha reducido sus inversiones al nivel mínimo semestral, y en octubre planea retirar otros 3.000 millones de dólares, lo que será una de las mayores ventas desde 2004. Estos pasos se deben al deterioro de las relaciones con Washington debido a la guerra comercial.
Tema relacionado: El mensaje de China a EEUU: si me declaras la guerra, no te compro tu deuda
Los analistas opinan que es un as en la manga de Pekín, y estas ventas lo recuerdan constantemente.
Si los chinos se deshacen de una cantidad significativa de bonos estadounidenses, Washington tendrá que hacer frente a la inestabilidad del dólar y la desaceleración de la economía.
"La economía comenzará a sentir una fiebre por
las altas tasas de interés, lo que tendrá un potente impacto de
ralentización", explica Jeff Mills, estratega jefe de inversiones de PNC
Financial Services Group.
"Rusia ya casi ha abandonado la lista de tenedores de deuda estatal de EEUU. Ahora ocupa el puesto 54", señaló Timur Nigmatulin, analista financiero de Otkritie Broker.
Mientras tanto, Moscú prefiere el oro a la deuda estadounidense: la proporción de metales preciosos en las reservas internacionales del país ha alcanzado un récord del 18%. La acumulación de oro es tanto una protección contra los riesgos cambiarios como un seguro contra las sanciones y la oportunidad de ganar, concluye Dembínskaya.
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Venta de bonos de EEUU: ¿sería posible hacer que se tambalee la mayor economía del mundo?
Economía
16:28 20.09.2018 SPUTNIK NEWS
¿Podrá China deshacerse de los bonos del Tesoro de EEUU a gran escala para amenazar a la economía estadounidense?
El
gigante asiático ha reducido sus inversiones en la deuda nacional
estadounidense en 7.700 millones de dólares, hasta el mínimo durante los
últimos seis meses. A pesar del grave deterioro de las relaciones con
Washington, Pekín sigue siendo el mayor tenedor extranjero de valores
del Tesoro, ya que cuenta con más de un billón de dólares.
Más: Dólares de sobra: la moneda de EEUU poco a poco queda desbancada
En
abril-mayo, el Banco Central ruso redujo las inversiones en el Tesoro a
unos escasos 15.000 millones, mientras, que a principios de año
superaban los 100.000 millones de dólares.
Turquía redujo sus inversiones de 61.200 millones en noviembre de
2017 hasta los 28.800 millones de dólares en mayo de 2018. México, la
India y Taiwán también se deshicieron de los bonos estatales
estadounidenses.
También: Este es el auténtico talón de Aquiles de EEUU
De
momento, el gigante asiático vende porciones muy pequeñas de los
valores estadounidenses, pero si pierden la paciencia y aumentan su
venta, el valor de los títulos disminuirá y el rendimiento crecerá
drásticamente. Esto hará aumentar automáticamente el precio de los
préstamos para EEUU, tanto para las empresas como para los consumidores
comunes, lo que socavará el crecimiento económico. Emitir títulos de
deuda se convertirá en un hecho cada vez más costoso para el Gobierno
estadounidense.
Interesante: Rusia abandona la lista de los 33 tenedores más grandes de bonos de EEUU
De momento, las ventas de bonos del Tesoro para Pekín más bien expresan el deseo de compensar los problemas que enfrenta la economía china y no de tratar de influir en el oponente en la guerra comercial, cree Serguéi Jestánov, profesor de RANJiGS —Academia Rusa de Economía Nacional y Administración Pública— y analista financiero. En su opinión, no hay oportunidades significativas para presionar a Washington desde Pekín: en general, Estados Unidos es mucho más importante como mercado para China que China para Estados Unidos como comprador de su deuda pública. El proteccionismo de Trump ya le ha costado al gigante asiático más de 30.000 millones de dólares.
En consecuencia, a Pekín le costaría demasiado sacudir la economía de EEUU, que posee un volumen de aproximadamente 20 billones de dólares al año.
Más: Dólares de sobra: la moneda de EEUU poco a poco queda desbancada
Venta total
En el segundo trimestre de 2018, muchos países que sufrieron la presión económica de Washington redujeron las inversiones en el Tesoro de EEUU. El mayor vendedor de deuda nacional estadounidense fue Rusia, que se deshizo de casi toda la cartera de estos valores.El mayor prestamista
Pekín es el mayor prestamista de la economía estadounidense. China posee casi el 20% de la deuda pública estadounidense en poder de tenedores extranjeros. Los inversores estadounidenses temen que cualquier acción de Pekín con cantidades más o menos importantes de bonos del Tesoro sea peligrosa para el sistema financiero estadounidense y el curso del dólar, señala Natalia Dembínskaya, columnista de Sputnik.También: Este es el auténtico talón de Aquiles de EEUU
¿Influencia mínima?
Algunos analistas rusos evalúan las consecuencias de una posible venta de bonos estadounidenses por parte de China de una manera más moderada, ya que la mayor parte de la deuda nacional estadounidense sigue en manos de los propios estadounidenses.Interesante: Rusia abandona la lista de los 33 tenedores más grandes de bonos de EEUU
De momento, las ventas de bonos del Tesoro para Pekín más bien expresan el deseo de compensar los problemas que enfrenta la economía china y no de tratar de influir en el oponente en la guerra comercial, cree Serguéi Jestánov, profesor de RANJiGS —Academia Rusa de Economía Nacional y Administración Pública— y analista financiero. En su opinión, no hay oportunidades significativas para presionar a Washington desde Pekín: en general, Estados Unidos es mucho más importante como mercado para China que China para Estados Unidos como comprador de su deuda pública. El proteccionismo de Trump ya le ha costado al gigante asiático más de 30.000 millones de dólares.
En consecuencia, a Pekín le costaría demasiado sacudir la economía de EEUU, que posee un volumen de aproximadamente 20 billones de dólares al año.
Crisis financiera: la medicina equivocada
Los bancos en EEUU desencadenaron una crisis que aniquiló la riqueza
de millones de familias y destruyó 9 millones de empleos. Los bancos
fueron rescatados sin un rasguño, mientras 10 millones de familias
perdieron su casa.
por Alejandro Nadal
LA HAINE - 19/10/2018
La teoría económica ortodoxa sobre el funcionamiento del sistema bancario nada tiene que ver con el mundo real de las finanzas
En
el plano académico eso explica la ignorancia de los economistas
neoclásicos sobre las causas de la crisis financiera de 2007. Pero lo
realmente grave es que la mayor parte de las autoridades económicas en
el mundo (bancos centrales y agencias reguladoras) sigue utilizando las
herramientas de esa teoría ortodoxa, a pesar de ser lógicamente
inconsistente y de haber sido desacreditada por los acontecimientos.
El pasado septiembre, Claudio Borio, economista en jefe del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés), declaró que existe un alto riesgo de que la economía mundial sufra una recaída con consecuencias potencialmente más graves que las de la Gran Recesión. Las declaraciones vienen de uno de los funcionarios más lúcidos del BIS, alguien que acertadamente pudo leer las señales de los indicadores financieros más relevantes para predecir la crisis de 2007. Lo más alarmante del anuncio de Borio es su empleo de una metáfora médica: Hoy ya no tenemos más medicinas para curar al paciente y asegurar su recuperación.
Para seguir con la alusión a la medicina, después del colapso de 2008, los bancos centrales del mundo desarrollado recetaron a sus maltrechas economías un remedio muy fuerte: para contrarrestar los efectos de la crisis aplicaron de manera persistente tasas de interés cercanas a cero (e incluso negativas en algunos casos) e inyectaron cantidades astronómicas de liquidez al sistema financiero. Pero esa medicina tenía contraindicaciones y efectos colaterales indeseables.
Uno de esos efectos es el intenso síndrome de abstinencia cuando la medicina es interrumpida. Los efectos sobre los mercados emergentes están a la vista, pues los préstamos desde EEUU a empresas no bancarias en los mercados emergentes se han duplicado desde la crisis financiera y hoy rebasan 3,7 billones de dólares. Según Borio, las crisis de Argentina y de Turquía son consecuencia de lo anterior, debido al ajuste en la política de la Reserva Federal [de EEUU] que ha prometido seguir con aumentos graduales en la tasa de interés y del anuncio del Banco Central Europeo sobre la terminación de su programa de estímulo (flexibilidad monetaria) a finales de año.
Pero el problema central de la política monetaria no convencional que aplicaron los países desarrollados para enfrentar el colapso de 2008 no es solamente el de los síntomas de retiro de la medicina al llegar el momento de la normalización. El principal inconveniente es que la medicina no estuvo dirigida a curar al paciente, sino a rescatar el statu quo que imperaba antes de la crisis.
El propio Borio señaló que uno de los efectos de la flexibilidad monetaria aplicada en EEUU y por el Banco Central Europeo ha sido promover un frenesí de préstamos con estrategias que siguen de cerca los infames CDO ['Collaterized Debt Obligation'] o títulos de deuda respaldados por créditos, bonos o hipotecas como garantía. En los años que precedieron la crisis de 2008, estos títulos eran agregados como técnica para distribuir y disminuir riesgos, así como para bajar el costo del crédito y comisiones a los prestatarios. Esos paquetes después eran vendidos en los mercados financieros como vehículos de inversión. Hoy esa práctica ha privilegiado a un tipo de CDO, los llamados CLO, que no son otra cosa que títulos respaldados por préstamos (típicamente deuda de empresas pequeñas y medianas). La práctica de rempaquetarlos y venderlos es similar a la de los títulos respaldados por hipotecas. Lo importante es que los CLO constituyen (al igual que sus hermanos gemelos, los CDO) un fuerte incentivo para el apalancamiento y para el abuso en la adopción de riesgo.
Es bien sabido que las tímidas medidas regulatorias adoptadas en EEUU (durante el gobierno de Obama) fueron muy débiles para corregir excesos. Además, después de la aprobación de la ley Dodd-Frank en 2010 las principales restricciones introducidas fueron debilitadas en los reglamentos que debían hacer aplicable la legislación principal. Por eso no sorprende el renacimiento de las prácticas crediticias tóxicas que tanto contribuyeron a detonar la crisis en 2008.
Los bancos en EEUU desencadenaron una crisis que aniquiló la riqueza de millones de familias y destruyó 9 millones de empleos. Los bancos fueron rescatados sin un rasguño, mientras 10 millones de familias perdieron su casa. La política del banco central fue generosa con los bancos, inyectándoles liquidez con tasas de cero por ciento. Hoy, después de 10 años, el banco central habla de normalización, pero confirma la luz verde para que los bancos puedan seguir su peligroso juego depredador. Esta subordinación a las necesidades/necedades del sistema financiero anula por completo el mito de la autonomía del banco central y confirma la necesidad de un control responsable y democrático sobre sus actividades.
@anadaloficial
El pasado septiembre, Claudio Borio, economista en jefe del Banco de Pagos Internacionales (BIS, por sus siglas en inglés), declaró que existe un alto riesgo de que la economía mundial sufra una recaída con consecuencias potencialmente más graves que las de la Gran Recesión. Las declaraciones vienen de uno de los funcionarios más lúcidos del BIS, alguien que acertadamente pudo leer las señales de los indicadores financieros más relevantes para predecir la crisis de 2007. Lo más alarmante del anuncio de Borio es su empleo de una metáfora médica: Hoy ya no tenemos más medicinas para curar al paciente y asegurar su recuperación.
Para seguir con la alusión a la medicina, después del colapso de 2008, los bancos centrales del mundo desarrollado recetaron a sus maltrechas economías un remedio muy fuerte: para contrarrestar los efectos de la crisis aplicaron de manera persistente tasas de interés cercanas a cero (e incluso negativas en algunos casos) e inyectaron cantidades astronómicas de liquidez al sistema financiero. Pero esa medicina tenía contraindicaciones y efectos colaterales indeseables.
Uno de esos efectos es el intenso síndrome de abstinencia cuando la medicina es interrumpida. Los efectos sobre los mercados emergentes están a la vista, pues los préstamos desde EEUU a empresas no bancarias en los mercados emergentes se han duplicado desde la crisis financiera y hoy rebasan 3,7 billones de dólares. Según Borio, las crisis de Argentina y de Turquía son consecuencia de lo anterior, debido al ajuste en la política de la Reserva Federal [de EEUU] que ha prometido seguir con aumentos graduales en la tasa de interés y del anuncio del Banco Central Europeo sobre la terminación de su programa de estímulo (flexibilidad monetaria) a finales de año.
Pero el problema central de la política monetaria no convencional que aplicaron los países desarrollados para enfrentar el colapso de 2008 no es solamente el de los síntomas de retiro de la medicina al llegar el momento de la normalización. El principal inconveniente es que la medicina no estuvo dirigida a curar al paciente, sino a rescatar el statu quo que imperaba antes de la crisis.
El propio Borio señaló que uno de los efectos de la flexibilidad monetaria aplicada en EEUU y por el Banco Central Europeo ha sido promover un frenesí de préstamos con estrategias que siguen de cerca los infames CDO ['Collaterized Debt Obligation'] o títulos de deuda respaldados por créditos, bonos o hipotecas como garantía. En los años que precedieron la crisis de 2008, estos títulos eran agregados como técnica para distribuir y disminuir riesgos, así como para bajar el costo del crédito y comisiones a los prestatarios. Esos paquetes después eran vendidos en los mercados financieros como vehículos de inversión. Hoy esa práctica ha privilegiado a un tipo de CDO, los llamados CLO, que no son otra cosa que títulos respaldados por préstamos (típicamente deuda de empresas pequeñas y medianas). La práctica de rempaquetarlos y venderlos es similar a la de los títulos respaldados por hipotecas. Lo importante es que los CLO constituyen (al igual que sus hermanos gemelos, los CDO) un fuerte incentivo para el apalancamiento y para el abuso en la adopción de riesgo.
Es bien sabido que las tímidas medidas regulatorias adoptadas en EEUU (durante el gobierno de Obama) fueron muy débiles para corregir excesos. Además, después de la aprobación de la ley Dodd-Frank en 2010 las principales restricciones introducidas fueron debilitadas en los reglamentos que debían hacer aplicable la legislación principal. Por eso no sorprende el renacimiento de las prácticas crediticias tóxicas que tanto contribuyeron a detonar la crisis en 2008.
Los bancos en EEUU desencadenaron una crisis que aniquiló la riqueza de millones de familias y destruyó 9 millones de empleos. Los bancos fueron rescatados sin un rasguño, mientras 10 millones de familias perdieron su casa. La política del banco central fue generosa con los bancos, inyectándoles liquidez con tasas de cero por ciento. Hoy, después de 10 años, el banco central habla de normalización, pero confirma la luz verde para que los bancos puedan seguir su peligroso juego depredador. Esta subordinación a las necesidades/necedades del sistema financiero anula por completo el mito de la autonomía del banco central y confirma la necesidad de un control responsable y democrático sobre sus actividades.
@anadaloficial
REFLEXIONES PARA LA NUEVA SOCIEDAD DEL SIGLO XXI
¿Se avecina una nueva crisis mundial diez años después de la quiebra de Lehman Brothers?
Francisco Cantero | La humanidad se enfrenta a diversos retos que requieren nuevos planteamientos, a veces audaces.
Plataforma por la Justicia Fiscal
15 de Octubre de 2018 (12:52 h.)
Hace pocas fechas se cumplió el décimo aniversario de la quiebra de Lehman Brothers,
que provocó un auténtico terremoto en las finanzas mundiales, y por
ende, en todo el sistema económico mundial, que supuso la pérdida de una
gran cantidad de puestos de trabajo. Pasado todo este tiempo, hay
muchos expertos que pronostican una nueva crisis mundial de
consecuencias peores que la de hace 10 años, y todo esto debido a que no
hemos aprendido la lección:
La humanidad se enfrenta a diversos retos
Hasta ahora, ni los partidos políticos debaten, ni las instituciones democráticas facilitan el contraste de opiniones y argumentos sobre estos grandes retos que tenemos. Las propuestas por parte de la izquierda política siempre han tenido un carácter reactivo a las acciones impuestas por los gobiernos y corporaciones, en vez de proponer acciones ilusionantes de esperanza que evitaran, a una buena parte de los ciudadanos, la búsqueda de soluciones en opciones populistas de extrema derecha que nos recuerdan a los años 30 del siglo pasado.
Para abordar cualquier proyecto político alternativo, necesitamos una reflexión estratégica que haga un enfoque ambicioso, abstracto, mediado, complejo y global de nuestra sociedad y que dé respuestas a todos estos retos que tenemos por delante.
Nuevo Observatorio de ATTAC
ATTAC ha creado un nuevo Observatorio para desarrollar, sin ataduras ni sometimiento a los partidos políticos, una reflexión sobre cómo sería una nueva sociedad en la próxima década de los años 30 de este siglo XXI, donde se definirá las relaciones económicas, sociales y políticas que deberían ser el eje de funcionamiento de esta nueva sociedad, donde se requerirá la creación de nuevos mapas cognitivos, nuevas narrativas políticas, nuevos modelos económicos y mecanismos de control colectivo, teniendo en cuenta sobre todo, una nueva interface tecnológica y de inteligencia artificial que nos permitan ordenar los fenómenos complejos para beneficio de la humanidad.
En definitiva, nos proponemos crear un nuevo sentido común que ilusione, que incluya propuestas de transición hacia el nuevo modelo, donde la gran mayoría social se vea representada, donde pueda surgir múltiples formas de vida, donde cada persona pueda desarrollar sus capacidades, su creatividad y su talento sin estar sometida al dominio de otras personas o instituciones, siempre bajo los valores republicanos de: Libertad, Solidaridad, Responsabilidad, Respeto, Humildad, Justicia, Igualdad, Cooperación y, sobre todo…. ÉTICA.
Por último, es necesario expresar que nuestra misión se basa en generar las fuerzas duraderas que puedan sustituir, y no solo resistir, al capitalismo global, sin complejos y sin herencias pasadas, creando la esperanza de que otro mundo es posible.
Francisco Cantero, Coordinador del Observatorio Futuro Alternativo (ATTAC-Madrid)
Donald Trump de una cosa siempre se jactó: haberse hecho solo, haber ganado miles de millones de dólares únicamente gracias a sus dotes de hombre de negocios y jamás haber pedido un dólar a su padre, Fred C. Trump, en Nueva York una leyenda del ladrillo.
Empero, ahora, el New York Times (NYT), en uno de los ataques más directos al presidente estadounidense, lo acusa directamente de haber heredado del imperio de sus padres al menos 413 millones de dólares, gran parte de los cuales fruto de evasión fiscal.
La conclusión viene de la mano de una profunda investigación realizada por el diario: una “special investigation” basada en un dossier basado en un tesoro de cartas adquiridas por tres periodistas.
Un dossier que va de las declaraciones de réditos reservadas a una serie de documentos fiscales y financieros del magnate.
Un trasfondo que turba a la Casa Blanca y está destinado a alimentar las iras del presidente norteamericano contra los medios de comunicación “enemigos”, con sus abogados que hablan de “acusaciones al 100% falsas y altamente difamatorias”.
De la investigación surge que gran parte del dinero que Trump recibió de la empresa de su padre, muerto en 1999, fue una suerte de recompensa por haber ayudado a sus padres a eludir impuestos.
Para el NYT Donald y sus hermanos crearon una sociedad ficticia para enmascarar y esconder millones de dólares recibidos por sus propios padres, burlando al Fisco con operaciones que el periódico define como “verdadero fraude”.
Y con el futuro presidente de Estados Unidos que tuvo un rol particularmente activo en poner a punto una estrategia tendiente a subestimar las empresas del imperio de la familia por centenares y centenares de millones de dólares en sus declaraciones de réditos, reduciendo en forma drástica el monto de impuestos a pagar cuando estas fueron transferidas al magnate y sus hermanos.
El NYT subraya cómo estas operaciones fueron confrontadas débilmente por la IRS, la agencia federal de ingresos de Estados Unidos, con Fred y Mary Trump que transfirieron más 1.000 millones de dólares a sus hijos. Una cifra que habría debido pagar 550 millones de dólares la Fisco en base a la alícuota del 55% prevista entonces a donaciones y herencias. Donald y sus hermanos pagaron apenas 52,2 millones de dólares.
La investigación levanta inevitablemente nuevas dudas sobre el hecho de que Trump haya rechazado hacer públicas sus declaraciones de impuestos, haciendo añicos una tradición de décadas por parte de los mandatarios norteamericanos.
Si lo descubierto por el NYT es totalmente verdad, es difícil pensar en una acción penal puesto que el delito ya habría prescrito.
Pero sí habría espacio para una acción civil por fraude al Fisco con el riesgo de recibir multas altísimas a más de una inevitable caída política con consecuencias imprevisibles.
(Con información de ANSA)
- La Banca sigue siendo un gran negocio de unos pocos basado en una gran ruleta de casino, que cuando las apuestas salen mal, quien paga es el resto de la ciudadanía
- La desigualdad ha aumentado en estos años de forma exponencial por causa del desempleo y la precariedad del empleo, situación que al final nos lleva al desastre financiero.
- Nuestro sistema político está manipulado por las grandes corporaciones y las élites económicas mundiales al tener “secuestrada” la democracia en forma de totalitarismo invertido, tal y como lo definió el profesor Sheldon S. Wolin.
La humanidad se enfrenta a diversos retos
- No podemos seguir el ritmo de depredación de los recursos de nuestro planeta. En poco menos de 200 años nos hemos consumido la mayor parte de lo que a la Tierra le ha costado generar a lo largo de millones de años. Esto nos obliga a plantearnos un nuevo concepto de prosperidad y cuestionarnos los actuales modelos productivos y de consumo.
- Desde lo social, nos enfrentamos a un envejecimiento progresivo de la sociedad y al fenómeno de las migraciones. Además, han surgido nuevos conflictos que no están vinculados a cuestiones de clase, pero que afectan a otras desigualdades, como, por ejemplo, la situación de subordinación que siguen sufriendo las mujeres.
- La transformación del mundo del trabajo por los avances tecnológicos hace necesario repensar el trabajo más allá del empleo, desde otra racionalidad, una que contemple la utilidad de otro modo más allá del beneficio económico, que entienda que la noción de actividad no siempre es sinónimo de trabajo remunerado, y nos haga pasar del derecho al trabajo al derecho al bienestar.
- Un nuevo mapa geopolítico con la presencia de nuevos actores con capacidad de influir en los asuntos internacionales, que a menudo se estructuran como redes deslocalizadas que hacen más compleja las relaciones de poder. Esto nos obligará a pensar en estructuras Supra-Estado e Infra-Estado, donde en cada nivel se ejecutarán las acciones que sean más eficaces, a la vez que tendremos que plantear un nuevo modelo de democracia y participación ciudadana.
Hasta ahora, ni los partidos políticos debaten, ni las instituciones democráticas facilitan el contraste de opiniones y argumentos sobre estos grandes retos que tenemos. Las propuestas por parte de la izquierda política siempre han tenido un carácter reactivo a las acciones impuestas por los gobiernos y corporaciones, en vez de proponer acciones ilusionantes de esperanza que evitaran, a una buena parte de los ciudadanos, la búsqueda de soluciones en opciones populistas de extrema derecha que nos recuerdan a los años 30 del siglo pasado.
Para abordar cualquier proyecto político alternativo, necesitamos una reflexión estratégica que haga un enfoque ambicioso, abstracto, mediado, complejo y global de nuestra sociedad y que dé respuestas a todos estos retos que tenemos por delante.
Nuevo Observatorio de ATTAC
ATTAC ha creado un nuevo Observatorio para desarrollar, sin ataduras ni sometimiento a los partidos políticos, una reflexión sobre cómo sería una nueva sociedad en la próxima década de los años 30 de este siglo XXI, donde se definirá las relaciones económicas, sociales y políticas que deberían ser el eje de funcionamiento de esta nueva sociedad, donde se requerirá la creación de nuevos mapas cognitivos, nuevas narrativas políticas, nuevos modelos económicos y mecanismos de control colectivo, teniendo en cuenta sobre todo, una nueva interface tecnológica y de inteligencia artificial que nos permitan ordenar los fenómenos complejos para beneficio de la humanidad.
En definitiva, nos proponemos crear un nuevo sentido común que ilusione, que incluya propuestas de transición hacia el nuevo modelo, donde la gran mayoría social se vea representada, donde pueda surgir múltiples formas de vida, donde cada persona pueda desarrollar sus capacidades, su creatividad y su talento sin estar sometida al dominio de otras personas o instituciones, siempre bajo los valores republicanos de: Libertad, Solidaridad, Responsabilidad, Respeto, Humildad, Justicia, Igualdad, Cooperación y, sobre todo…. ÉTICA.
Por último, es necesario expresar que nuestra misión se basa en generar las fuerzas duraderas que puedan sustituir, y no solo resistir, al capitalismo global, sin complejos y sin herencias pasadas, creando la esperanza de que otro mundo es posible.
Francisco Cantero, Coordinador del Observatorio Futuro Alternativo (ATTAC-Madrid)
Donald Trump: Una investigación del 'The New York Times' atribuye una parte importante de la fortuna de Trump a fraude fiscal
El periódico, que ha analizado un amplio archivo de
declaraciones de impuestos y otros documentos, destaca además que a lo
largo de los años el presidente estadounidense recibió de su padre el
equivalente a más de 413 millones de dólares, lo que contradice sus
repetidas afirmaciones en las que asegura ser un multimillonario hecho a
sí mismo.
El presidente estadounidense, Donald Trump, pronuncia un discurso en Filadelfia, Pensilvania. EFE/Bastiaan Slabbers
Una investigación publicada hoy por el diario The New York Times atribuye una parte importante de la fortuna del presidente de EEUU, Donald Trump, a prácticas fiscales dudosas y, en algunos casos, claramente fraudulentas.
El periódico, que ha analizado un amplio
archivo de declaraciones de impuestos y otros documentos, destaca además
que a lo largo de los años Trump recibió de su padre el equivalente a más de 413 millones de dólares, lo que contradice sus repetidas afirmaciones en las que asegura ser un multimillonario hecho a sí mismo.
Según el Times, gran parte de ese dinero llegó al mandatario gracias a que éste ayudó a sus padres a evitar impuestos.
Entre otras cosas, el periódico destapa que Trump y sus hermanos crearon una empresa falsa para
esconder millones de dólares procedentes de sus progenitores y que
minusvaloraron enormemente los activos del negocio inmobiliario de su
padre para evitar el pago de grandes cantidades de impuestos cuando se
hicieron con él.
En total, The New York Times calcula que Fred y Mary Trump transfirieron a sus hijos una fortuna de más de 1.000 millones de dólares por la que apenas pagaron al fisco 52,3 millones.
Según el diario, el presidente estadounidense se negó durante las últimas semanas a ofrecer comentarios sobre esta información.
El artículo del Times sí incluye una respuesta
por parte de un abogado que representa a Trump, Charles J. Harder,
quien asegura que las acusaciones de "fraude y evasión fiscal son falsas
al cien por cien". Según Harder, Trump había delegado todas estas tareas a familiares y profesionales y prácticamente nunca se ocupó de cuestiones fiscales.
The New York Times, mientras tanto, describe
en detalle cómo el constructor Fred Trump facilitó importantes
cantidades de dinero a su hijo, el ahora presidente, durante muchos
años, a menudo con fórmulas "creativas" para esquivar los impuestos a
pagar por donaciones y herencias.
Según el periódico, en los últimos años de vida del patriarca de los Trump esa responsabilidad pasó a sus hijos.
Los expertos ven claras irregularidades
Entre los episodios más destacados, el Times señala las maniobras hechas en 1997 por el presidente y sus hermanos para evitar impuestos al hacerse con la mayor parte del negocio de su padre.
Según el diario, los Trump declararon un valor muy
por debajo del real para la cartera inmobiliaria de la familia,
asegurando que los edificios en cuestión valían 41,4 millones de
dólares.
Durante la siguiente década, esos inmuebles se
vendieron por una cantidad total 16 veces mayor, según la información,
que incluye los testimonios de varios expertos que ven claras irregularidades.
También destaca la creación en 1992 de una empresa que, valiéndose de facturas infladas, se utilizó para transferir millones de dólares del negocio de Fred Trump a sus hijos y otros familiares, apunta el periódico.
No es la primera vez que The New York Times
publica informaciones que ponen en cuestión las prácticas fiscales de
Trump, pues ya durante la campaña presidencial de 2016 el diario
difundió documentos que sugerían que el magnate neoyorquino pudo evitar
durante años pagar impuestos sobre la renta.
A diferencia de otros presidentes, Trump se ha negado a hacer públicas sus declaraciones de impuestos.
NYT: Trump se hizo multimillonario con los inventos fiscales del padre
2 octubre 2018
| CUBADEBATE
Donald Trump de una cosa siempre se jactó: haberse hecho solo, haber ganado miles de millones de dólares únicamente gracias a sus dotes de hombre de negocios y jamás haber pedido un dólar a su padre, Fred C. Trump, en Nueva York una leyenda del ladrillo.
Empero, ahora, el New York Times (NYT), en uno de los ataques más directos al presidente estadounidense, lo acusa directamente de haber heredado del imperio de sus padres al menos 413 millones de dólares, gran parte de los cuales fruto de evasión fiscal.
La conclusión viene de la mano de una profunda investigación realizada por el diario: una “special investigation” basada en un dossier basado en un tesoro de cartas adquiridas por tres periodistas.
Un dossier que va de las declaraciones de réditos reservadas a una serie de documentos fiscales y financieros del magnate.
Un trasfondo que turba a la Casa Blanca y está destinado a alimentar las iras del presidente norteamericano contra los medios de comunicación “enemigos”, con sus abogados que hablan de “acusaciones al 100% falsas y altamente difamatorias”.
De la investigación surge que gran parte del dinero que Trump recibió de la empresa de su padre, muerto en 1999, fue una suerte de recompensa por haber ayudado a sus padres a eludir impuestos.
Para el NYT Donald y sus hermanos crearon una sociedad ficticia para enmascarar y esconder millones de dólares recibidos por sus propios padres, burlando al Fisco con operaciones que el periódico define como “verdadero fraude”.
Y con el futuro presidente de Estados Unidos que tuvo un rol particularmente activo en poner a punto una estrategia tendiente a subestimar las empresas del imperio de la familia por centenares y centenares de millones de dólares en sus declaraciones de réditos, reduciendo en forma drástica el monto de impuestos a pagar cuando estas fueron transferidas al magnate y sus hermanos.
El NYT subraya cómo estas operaciones fueron confrontadas débilmente por la IRS, la agencia federal de ingresos de Estados Unidos, con Fred y Mary Trump que transfirieron más 1.000 millones de dólares a sus hijos. Una cifra que habría debido pagar 550 millones de dólares la Fisco en base a la alícuota del 55% prevista entonces a donaciones y herencias. Donald y sus hermanos pagaron apenas 52,2 millones de dólares.
La investigación levanta inevitablemente nuevas dudas sobre el hecho de que Trump haya rechazado hacer públicas sus declaraciones de impuestos, haciendo añicos una tradición de décadas por parte de los mandatarios norteamericanos.
Si lo descubierto por el NYT es totalmente verdad, es difícil pensar en una acción penal puesto que el delito ya habría prescrito.
Pero sí habría espacio para una acción civil por fraude al Fisco con el riesgo de recibir multas altísimas a más de una inevitable caída política con consecuencias imprevisibles.
(Con información de ANSA)
Sombras nada más
17 octubre 2018
| CUBADEBATE
Cada día –aun si uno hace el intento de evitarlo– Trump interrumpe
todo, y cada intervención es más obscena y mentirosa que la anterior.
Muchos aconsejan, incluyendo la gente del presidente, que no hay que
tomar tan en serio los comentarios del mandatario. Pero ahora los
mensajes se han vuelto tan ominosos que hasta observadores veteranos que
no suelen gritar, están sonando la alarma. Muchos ven tinieblas que
recuerdan los momentos más oscuros de la historia moderna.
En una serie de mítines políticos para apoyar a candidatos republicanos leales al régimen, Trump ha hecho lo de siempre: autoelogiarse –recién declaró que su presidencia es “la revolución más grande jamás realizada en este país”– burlarse de sus opositores, atacar a los inmigrantes, acusar a los medios de fake news y llamarlos “enemigos del pueblo”, pero ahora ha elevado el tono del ataque contra sus críticos y opositores al declarar que son parte de una “turba enfurecida” que está amenazando la “ley y orden”.
“La agenda demócrata es el socialismo y las fronteras abiertas”, declaró ante sus fanáticos la semana pasada en un mitin en Iowa. Agregó que, en el contexto de las elecciones intermedias, “no le das poder a una turba enfurecida de izquierda. En eso se han convertido los demócratas. Volverían tan rápido a nuestro país en Venezuela….” Una y otra vez afirmó que los demócratas se han vuelto “demasiado extremos y, francamente, demasiado peligrosos como para gobernar”. Afirmó que habían “enloquecido”.
En un artículo de opinión firmado por Trump publicado en USA Today afirmó que si los demócratas toman control del Congreso, eso “llevaría a Estados Unidos más cerca al socialismo peligrosamente” y que destruirá la prosperidad en este país.
“Demócratas socialísticos (sic) liberales es igual a una America comunística (sic). Patriotas no permiten que eso ocurra. Voten Trump 2020”, dice el lema de una camiseta de uno de los fanáticos en un mitin.
En un mitin en Misisipi, acusó que “demócratas radicales quieren destruir nuestras leyes… nuestras instituciones… demoler nuestra prosperidad en nombre del socialismo y probablemente peor”. Como siempre, en estos actos subrayó la amenaza de los inmigrantes, acusando que los demócratas desean volver a este país en “un santuario gigante para extranjeros criminales”, como el MS-13.
Laurence Tribe, profesor de leyes de la Universidad de Harvard, comentó vía tuit sobre estas declaraciones recientes: “tan peligroso que se ha mostrado en muchos contextos, él (Trump) ha dicho pocas veces algo tan alarmante como esto. Es retórica tomada directamente del libro de jugadas de fascistas y dictadores”.
Tal vez es por ello que la obra de filósofos/as como Hannah Arendt, que exploraron el totalitarismo y las funciones de propaganda en la época que surgieron Hitler, Mussolini y Franco, ha resucitado como lectura urgente y necesaria para estos tiempos.
Al aproximarse las elecciones intermedias, la retórica de Trump y su oposición suele ser resumida por los medios como expresión de un país dividido y polarizado. Pero vale recordar que Trump no ganó el voto popular y conquistó la Casa Blanca con el voto de apenas una cuarta parte de los ciudadanos con derecho a sufragar. Sólo un promedio de 40 por ciento aprueba su gestión en las encuestas. El Congreso controlado por los republicanos tiene un nivel de aprobación de 16 por ciento, según Gallup.
En el extranjero, según una encuesta reciente del Pew Center en 25 países, entre ellos los principales aliados de Estados Unidos, sólo 27 por ciento le tienen confianza a Trump; las calificaciones más bajas de todos son las registradas en México, donde únicamente 6 por ciento expresa confianza en el liderazgo de Trump.
Todo lo cual debe provocar la pregunta tanto para los de adentro de este país como para los gobiernos extranjeros, ¿hasta dónde se debe colaborar con un régimen como este antes de convertirse en cómplice? Es una pregunta que fue esencial la última vez que este tipo de tinieblas ensombrecieron al mundo.
(Tomado de La Jornada)
En una serie de mítines políticos para apoyar a candidatos republicanos leales al régimen, Trump ha hecho lo de siempre: autoelogiarse –recién declaró que su presidencia es “la revolución más grande jamás realizada en este país”– burlarse de sus opositores, atacar a los inmigrantes, acusar a los medios de fake news y llamarlos “enemigos del pueblo”, pero ahora ha elevado el tono del ataque contra sus críticos y opositores al declarar que son parte de una “turba enfurecida” que está amenazando la “ley y orden”.
“La agenda demócrata es el socialismo y las fronteras abiertas”, declaró ante sus fanáticos la semana pasada en un mitin en Iowa. Agregó que, en el contexto de las elecciones intermedias, “no le das poder a una turba enfurecida de izquierda. En eso se han convertido los demócratas. Volverían tan rápido a nuestro país en Venezuela….” Una y otra vez afirmó que los demócratas se han vuelto “demasiado extremos y, francamente, demasiado peligrosos como para gobernar”. Afirmó que habían “enloquecido”.
En un artículo de opinión firmado por Trump publicado en USA Today afirmó que si los demócratas toman control del Congreso, eso “llevaría a Estados Unidos más cerca al socialismo peligrosamente” y que destruirá la prosperidad en este país.
“Demócratas socialísticos (sic) liberales es igual a una America comunística (sic). Patriotas no permiten que eso ocurra. Voten Trump 2020”, dice el lema de una camiseta de uno de los fanáticos en un mitin.
En un mitin en Misisipi, acusó que “demócratas radicales quieren destruir nuestras leyes… nuestras instituciones… demoler nuestra prosperidad en nombre del socialismo y probablemente peor”. Como siempre, en estos actos subrayó la amenaza de los inmigrantes, acusando que los demócratas desean volver a este país en “un santuario gigante para extranjeros criminales”, como el MS-13.
Laurence Tribe, profesor de leyes de la Universidad de Harvard, comentó vía tuit sobre estas declaraciones recientes: “tan peligroso que se ha mostrado en muchos contextos, él (Trump) ha dicho pocas veces algo tan alarmante como esto. Es retórica tomada directamente del libro de jugadas de fascistas y dictadores”.
Tal vez es por ello que la obra de filósofos/as como Hannah Arendt, que exploraron el totalitarismo y las funciones de propaganda en la época que surgieron Hitler, Mussolini y Franco, ha resucitado como lectura urgente y necesaria para estos tiempos.
Al aproximarse las elecciones intermedias, la retórica de Trump y su oposición suele ser resumida por los medios como expresión de un país dividido y polarizado. Pero vale recordar que Trump no ganó el voto popular y conquistó la Casa Blanca con el voto de apenas una cuarta parte de los ciudadanos con derecho a sufragar. Sólo un promedio de 40 por ciento aprueba su gestión en las encuestas. El Congreso controlado por los republicanos tiene un nivel de aprobación de 16 por ciento, según Gallup.
En el extranjero, según una encuesta reciente del Pew Center en 25 países, entre ellos los principales aliados de Estados Unidos, sólo 27 por ciento le tienen confianza a Trump; las calificaciones más bajas de todos son las registradas en México, donde únicamente 6 por ciento expresa confianza en el liderazgo de Trump.
Todo lo cual debe provocar la pregunta tanto para los de adentro de este país como para los gobiernos extranjeros, ¿hasta dónde se debe colaborar con un régimen como este antes de convertirse en cómplice? Es una pregunta que fue esencial la última vez que este tipo de tinieblas ensombrecieron al mundo.
(Tomado de La Jornada)
Nikki Haley, la embajadora del Tea Party
16 octubre 2018
Por Miguel Angel García Alzugaray
Por estos días un mar de especulaciones inundan los medios de prensa internacionales, a raíz de la noticia de la renuncia de Nikki Haley al importante cargo de Embajadora de los EE.UU ante la ONU.
En una reunión sorpresiva en la Oficina Oval —y que Trump anunció como si fuera un reality show— Nikki Haley, la furibunda embajadora confirmó que dejará su puesto para “tomarse un tiempo libre” y afirmar que hará campaña para las siguientes elecciones del actual presidente. En esa misma línea, dijo que no intentará ser presidenta en el 2020.
Mientras tanto, Donald Trump decía que Haley había hecho un excelente trabajo y que había logrado que la embajada de Estados Unidos en la ONU fuera “una posición más glamorosa”.
¿Quién es Realmente Nikki Haley, y por qué se comenta tanto su renuncia?
En pocas palabras, por una parte Nikki Haley es un miembro extraño de la administración de Trump. En época electoral no tragaba al actual presidente, pero es una de estas ultrareaccionarias republicanas que conforme se la llevaba la corriente, terminó por acoplarse a los modos del buen Donald. Esa es una de las edulcoradas versiones que se venden hoy al público sobre su controvertida personalidad. Otros analistas, tal vez más atinados, consideran que pudiera ser una ficha de cambio futuro del “establishment” para un cada vez más conflictivo e imprevisible Donald Trump.
La carrera política de Haley va mucho más allá de su trabajo en Nueva York. A pesar de solo tener 46 años, es una de las figuras más prominentes del Partido Republicano en la corriente del Tea Party, lo que equivale a ser una representante de las tendencias más retrógradas de la derecha norteamericana, rayanas con el fascismo.
En 2011 debutó como gobernadora de Carolina del Sur, se aventó dos mandatos consecutivos y se convirtió en la primera mujer en gobernar el estado sureño.
A pesar de ello, estuvo en broncas con la parte “más conservadora” de su partido cuando intentó quitar las banderas confederadas de su estado en respuesta al tiroteo de un supremacista blanco que mató a nueve afroamericanos en una iglesia de Charleston.
La vida personal de Haley es interesante. Para empezar, ni siquiera se llama así. Nikki Haley en realidad se llama Nimrata Randhawa. Es hija de dos migrantes de la India, pero nació en Carolina del Sur. El Nikki salió de su apodo desde la infancia y el Haley lo tomó de su marido, un oficial del ejército Michael Haley.
El nombramiento de Nikki Haley como embajadora del Gobierno de Donald Trump ante las Naciones Unidas fue tan polémico como la mayoría de cargos que el nuevo presidente fue incorporando a su Administración. Ocurre que durante la campaña presidencial republicana, Haley se posicionó como una de las detractoras del presidente electo, Donald Trump, a quien ahora debía representar en el gran organismo internacional.
Fue el propio Trump, sin embargo, quien quiso cortar de raíz cualquier crítica: “La gobernadora Haley ha probado su capacidad para hacer avanzar las políticas del Presidente”.
No obstante, la declaración de Trump no convenció a los republicanos que veían el nombramiento de Haley como la crónica de otra destitución-dimisión anunciada.
Parecía imposible que la relación de Trump y Haley pudiera salir indemne de los ácidos intercambios de críticas que ambos se dedicaron en relación a las duras propuestas migratorias del millonario neoyorquino y su resistencia a condenar grupos supremacistas blancos, como el Ku Klux Klan (KKK). La primera de las críticas a Trump se produjo durante la réplica que, en nombre del Partido Republicano, pronunció Haley para contestar el discurso del Estado de la Unión que, como es tradición, dio el presidente Barack Obama en el Congreso antes de dejar el cargo.
En una entrevista posterior a la cadena NBC, Nikki Haley afirmó que Trump había contribuido a diseminar “palabras irresponsables” por todo el país, a lo que Donald Trump contestó, por supuesto en Twitter, acusando a Haley de ser “muy débil en inmigración ilegal” e incluso aseguró que la gente de Carolina del Sur estaba “avergonzada de ella”. La gobernadora republicana respondió, a su vez, con una típica expresión del sur, “bless your heart”, que sirve para mostrar desprecio de una forma, digamos, condescendiente.
Sin embargo, con Donald Trump, que es un oportunista consumado, en política las rencillas personales acaban por aparcarse siempre cuando hay otros intereses. Y el poco futuro que muchos veían en el cargo de la ex gobernadora acabó por convertirse en uno de los puestos de importancia más consolidados en la Administración Trump, a pesar de que Haley llegara a la ONU sin experiencia internacional de ningún tipo. Hasta entonces, su carrera se había desarrollado exclusivamente a nivel local. Una carrera que, en todo caso, llevaba tiempo apuntando a lo más alto y que, con bastante probabilidad, no termine cuando finalice el mandato del puesto que ocupa ahora.
Precisamente en ello puede radicar la clave para descifrar el enigma de su renuncia, pues algunos sectores del partido republicano hace rato que buscan una figura femenina que pudieran promover a la presidencia.
Una conservadora presidenciable
Casada con un veterano de Afganistán, madre de dos hijos e hija de inmigrantes de la India, Haley se convirtió en 2004 en la gobernadora más joven de Estados Unidos y en la primera legisladora de origen indio de la Cámara de Representantes de Carolina del Sur, donde mantuvo su escaño hasta 2010 cuando fue elegida para gobernar el citado estado.
Miembros del partido republicano comenzaron en aquel momento a señalarla como posible candidata vicepresidencial para las elecciones de 2012, pero aquello no pudo ser. Una inoportuna y grave crisis estalló ese mismo año en su estado por culpa de unos piratas informáticos que robaron a mansalva los números de identificación y los datos de tarjetas de créditos de millones de residentes y la dejaron fuera de la carrera electoral.
En junio de 2015, sin embargo, Haley vivió uno de los momentos más determinantes de su carrera política convirtiéndola en rostro conocido más allá de su estado. A raíz del ataque a una histórica iglesia de la comunidad afroamericana de Charleston en el que un joven blanco mató a nueve feligreses negros, supuestamente por odio racial, la gobernadora se empleó a fondo – y ganó – en lograr que los legisladores estatales decidieran retirar la bandera confederada del Capitolio después de más de medio siglo ondeando como símbolo del pasado de segregación y esclavitud en el sur de Estados Unidos. “En temas de raza”, dijo Haley en un emotivo discurso, “Carolina del Sur ha tenido una historia difícil, todos lo sabemos, muchos de nosotros lo hemos visto en nuestras vidas, en las vidas de nuestros padres y de nuestros abuelos. No necesitamos recordatorios”. Aquellas palabras y su propia experiencia personal la convirtieron entonces en símbolo de la diversidad dentro del homogéneo conservadurismo del sur de Estados Unidos.
Los republicanos más “despiertos” capitalizaron rápidamente esta situación para vender a gran escala la imagen de la hija de emigrantes como un ejemplo del “sueño americano”.
Porque Haley – el nombre que le pusieron al nacer es Nimrata Nikki Randhawa – procede de una familia de inmigrantes. Sus padres, Ajit Singh Randhawa y Raj Kaur Randhawa, originarios de Amritsar, en la India, lograron hacer fortuna en Estados Unidos con una empresa de ropa de lujo, “Exótica International”, que empezó su andadura en 1994 y creció hasta convertirse en una compañía multimillonaria. Todo un ejemplo de “sueño americano”, que no casa ahora con la política de deportaciones llevada a cabo por la administración a la que ella pertenece como figura destacada.
Sin embargo, algunos miembros de su partido la han criticado por mantener una postura moderada sobre el tema de inmigración indocumentada – asegura estar en contra de las deportaciones masivas -, también hay republicanos que no entienden su forma de nadar entre dos aguas.
Sucede que casualmente una de las tácticas preferidas de Nikki Haley es la del zig zag político, lo que le dio buenos resultados en su etapa de gobernadora de Carolina del Sur.
Así, especialmente en momentos tan polémicos como el que obligó a Trump a dar marcha atrás en su política de separar a los niños inmigrantes de sus padres cuando estos son detenidos en la frontera sur y a firmar una orden ejecutiva (contra sí mismo) para detener tan inhumana práctica (su propia práctica), la embajadora de los EE.UU ante la ONU anunció en tono amenazante la decisión de su gobierno de retirarse del Consejo de los Derechos Humanos.
En contraposición con ese paso la imagen de estos niños perplejos y desconsolados hacinados en jaulas que mostraba la peor cara de Estados Unidos, hizo reaccionar a los propios estadounidenses que salieron a manifestarse públicamente contra esta repugnante práctica.
La embajadora de EE.UU. ante la ONU también exigió entonces que el Consejo eliminara el punto 7 de su agenda, dado que aborda exclusivamente las violaciones de derechos humanos en Israel.
Haley andaba, al parecer, volcada en otro discurso que podría parecer distinto aunque, en realidad, estuviera por completo relacionado con lo que sucedía en la frontera sur del país norteamericano. “Tomamos este paso porque nuestro compromiso no nos permite seguir siendo parte de una organización hipócrita y centrada en sí misma que hace una burla de los derechos humanos”, decía a principios de semana Haley, acusando al Consejo de Derechos Humanos de estar movido por sentimientos contrarios a Israel.
Esta frase, motivó que muchos analistas consideraran que en realidad la embajadora norteamericana, ese día cumplía indicaciones directas del Tea Party que es una filial del lobby judío que todo el mundo sabe es uno de los círculos de poder que realmente gobiernan en los Estados Unidos. Es sintomático que Netanyahu agradeciera personalmente a la embajadora el apoyo de Nikki Haley a Israel sin mencionar a la Casa blanca.
Por tanto, la decisión de retirarse no fue una sorpresa en los pasillos de la ONU. Lo que quizás no se esperaba era que se llevara a cabo tan solo un día después de que la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos denunciara la separación de cientos de niños inmigrantes de sus padres en la frontera sur de EE.UU. en los últimos meses. Una denuncia a la que Haley reaccionó con durísimas palabras, que muchos no esperaban de ella: “ni Naciones Unidas ni nadie más van a dictar cómo Estados Unidos defiende sus fronteras”.
En cuestión de política internacional, Haley fue una de las voces más criticadas ytemidas del Consejo de Seguridad de la ONU.
Su visión “de halcón”, que muchas veces daba la impresión de estar hablando en nombre propio o en el de un poder supra gubernamental, la pusieron en la mira en más de una ocasión. En su primer discurso, condenó las acciones de Rusia en los conflictos con Ucrania cosa que la propia administración trumpiana consideró “desafortunada”.
Cuando Estados Unidos estaba intentando reconocer a Jerusalén como capital de Israel, Nikki Haley hizo algo impensable: le envió una carta amenazante a todos los representantes de los países que no estaban de acuerdo con el cambio. “El presidente está observando este voto con mucha atención y me pidió que le reportara las acciones de los países que votaron en contra de nosotros. Tomaremos notas de cada uno de los votos en este tema”, decía la carta.
Sea como sea, de cara al futuro se afirma que Trump ya tiene candidatos para reemplazar a Nikki Haley
Consultado al respecto, el mandatario solo ha dado un nombre, el de Dina Powell, una mujer que nació en El Cairo, Egipto, y que en el 2017 fue expresidenta del Consejo de Seguridad Nacional.
Trump dijo que en dos o tres semanas, o “quizás antes”, nombre a la persona que sustituirá a Haley.
Entre otros, el diario estadounidense Washington Examiner señala que entre los demás candidatos, podrían estar el exgobernador Jon Huntsman, el senador Lindsey Graham y el senador Bob Corker.
Más temprano, el presidente había evocado la hipótesis de una nominación de su hija Ivanka -“sería dinamita” en el puesto, dijo-, pero luego se corrigió: “sería acusado de nepotismo”, afirmó. La propia Ivanka excluyó la posibilidad en un mensaje de Twitter: “No seré yo”, escribió.
Independientemente de quien vaya a ser el sustituto de Nikki Haley, es recomendable darle seguimiento a la futura carrera política de esta fiel representante del Tea Party, ya que para muchos sus ambiciones apuntan bien alto.
No obstante, para naciones como Venezuela, Nicaragua, Cuba y otros países del mundo que sufren las agresiones constantes del gobierno norteamericano de turno, la sustitución de Nikki Haley solo constituye en la práctica el reemplazo de un testaferro del imperialismo yanqui por otro.
Por estos días un mar de especulaciones inundan los medios de prensa internacionales, a raíz de la noticia de la renuncia de Nikki Haley al importante cargo de Embajadora de los EE.UU ante la ONU.
En una reunión sorpresiva en la Oficina Oval —y que Trump anunció como si fuera un reality show— Nikki Haley, la furibunda embajadora confirmó que dejará su puesto para “tomarse un tiempo libre” y afirmar que hará campaña para las siguientes elecciones del actual presidente. En esa misma línea, dijo que no intentará ser presidenta en el 2020.
Mientras tanto, Donald Trump decía que Haley había hecho un excelente trabajo y que había logrado que la embajada de Estados Unidos en la ONU fuera “una posición más glamorosa”.
¿Quién es Realmente Nikki Haley, y por qué se comenta tanto su renuncia?
En pocas palabras, por una parte Nikki Haley es un miembro extraño de la administración de Trump. En época electoral no tragaba al actual presidente, pero es una de estas ultrareaccionarias republicanas que conforme se la llevaba la corriente, terminó por acoplarse a los modos del buen Donald. Esa es una de las edulcoradas versiones que se venden hoy al público sobre su controvertida personalidad. Otros analistas, tal vez más atinados, consideran que pudiera ser una ficha de cambio futuro del “establishment” para un cada vez más conflictivo e imprevisible Donald Trump.
La carrera política de Haley va mucho más allá de su trabajo en Nueva York. A pesar de solo tener 46 años, es una de las figuras más prominentes del Partido Republicano en la corriente del Tea Party, lo que equivale a ser una representante de las tendencias más retrógradas de la derecha norteamericana, rayanas con el fascismo.
En 2011 debutó como gobernadora de Carolina del Sur, se aventó dos mandatos consecutivos y se convirtió en la primera mujer en gobernar el estado sureño.
A pesar de ello, estuvo en broncas con la parte “más conservadora” de su partido cuando intentó quitar las banderas confederadas de su estado en respuesta al tiroteo de un supremacista blanco que mató a nueve afroamericanos en una iglesia de Charleston.
La vida personal de Haley es interesante. Para empezar, ni siquiera se llama así. Nikki Haley en realidad se llama Nimrata Randhawa. Es hija de dos migrantes de la India, pero nació en Carolina del Sur. El Nikki salió de su apodo desde la infancia y el Haley lo tomó de su marido, un oficial del ejército Michael Haley.
El nombramiento de Nikki Haley como embajadora del Gobierno de Donald Trump ante las Naciones Unidas fue tan polémico como la mayoría de cargos que el nuevo presidente fue incorporando a su Administración. Ocurre que durante la campaña presidencial republicana, Haley se posicionó como una de las detractoras del presidente electo, Donald Trump, a quien ahora debía representar en el gran organismo internacional.
Fue el propio Trump, sin embargo, quien quiso cortar de raíz cualquier crítica: “La gobernadora Haley ha probado su capacidad para hacer avanzar las políticas del Presidente”.
No obstante, la declaración de Trump no convenció a los republicanos que veían el nombramiento de Haley como la crónica de otra destitución-dimisión anunciada.
Parecía imposible que la relación de Trump y Haley pudiera salir indemne de los ácidos intercambios de críticas que ambos se dedicaron en relación a las duras propuestas migratorias del millonario neoyorquino y su resistencia a condenar grupos supremacistas blancos, como el Ku Klux Klan (KKK). La primera de las críticas a Trump se produjo durante la réplica que, en nombre del Partido Republicano, pronunció Haley para contestar el discurso del Estado de la Unión que, como es tradición, dio el presidente Barack Obama en el Congreso antes de dejar el cargo.
En una entrevista posterior a la cadena NBC, Nikki Haley afirmó que Trump había contribuido a diseminar “palabras irresponsables” por todo el país, a lo que Donald Trump contestó, por supuesto en Twitter, acusando a Haley de ser “muy débil en inmigración ilegal” e incluso aseguró que la gente de Carolina del Sur estaba “avergonzada de ella”. La gobernadora republicana respondió, a su vez, con una típica expresión del sur, “bless your heart”, que sirve para mostrar desprecio de una forma, digamos, condescendiente.
Sin embargo, con Donald Trump, que es un oportunista consumado, en política las rencillas personales acaban por aparcarse siempre cuando hay otros intereses. Y el poco futuro que muchos veían en el cargo de la ex gobernadora acabó por convertirse en uno de los puestos de importancia más consolidados en la Administración Trump, a pesar de que Haley llegara a la ONU sin experiencia internacional de ningún tipo. Hasta entonces, su carrera se había desarrollado exclusivamente a nivel local. Una carrera que, en todo caso, llevaba tiempo apuntando a lo más alto y que, con bastante probabilidad, no termine cuando finalice el mandato del puesto que ocupa ahora.
Precisamente en ello puede radicar la clave para descifrar el enigma de su renuncia, pues algunos sectores del partido republicano hace rato que buscan una figura femenina que pudieran promover a la presidencia.
Una conservadora presidenciable
Casada con un veterano de Afganistán, madre de dos hijos e hija de inmigrantes de la India, Haley se convirtió en 2004 en la gobernadora más joven de Estados Unidos y en la primera legisladora de origen indio de la Cámara de Representantes de Carolina del Sur, donde mantuvo su escaño hasta 2010 cuando fue elegida para gobernar el citado estado.
Miembros del partido republicano comenzaron en aquel momento a señalarla como posible candidata vicepresidencial para las elecciones de 2012, pero aquello no pudo ser. Una inoportuna y grave crisis estalló ese mismo año en su estado por culpa de unos piratas informáticos que robaron a mansalva los números de identificación y los datos de tarjetas de créditos de millones de residentes y la dejaron fuera de la carrera electoral.
En junio de 2015, sin embargo, Haley vivió uno de los momentos más determinantes de su carrera política convirtiéndola en rostro conocido más allá de su estado. A raíz del ataque a una histórica iglesia de la comunidad afroamericana de Charleston en el que un joven blanco mató a nueve feligreses negros, supuestamente por odio racial, la gobernadora se empleó a fondo – y ganó – en lograr que los legisladores estatales decidieran retirar la bandera confederada del Capitolio después de más de medio siglo ondeando como símbolo del pasado de segregación y esclavitud en el sur de Estados Unidos. “En temas de raza”, dijo Haley en un emotivo discurso, “Carolina del Sur ha tenido una historia difícil, todos lo sabemos, muchos de nosotros lo hemos visto en nuestras vidas, en las vidas de nuestros padres y de nuestros abuelos. No necesitamos recordatorios”. Aquellas palabras y su propia experiencia personal la convirtieron entonces en símbolo de la diversidad dentro del homogéneo conservadurismo del sur de Estados Unidos.
Los republicanos más “despiertos” capitalizaron rápidamente esta situación para vender a gran escala la imagen de la hija de emigrantes como un ejemplo del “sueño americano”.
Porque Haley – el nombre que le pusieron al nacer es Nimrata Nikki Randhawa – procede de una familia de inmigrantes. Sus padres, Ajit Singh Randhawa y Raj Kaur Randhawa, originarios de Amritsar, en la India, lograron hacer fortuna en Estados Unidos con una empresa de ropa de lujo, “Exótica International”, que empezó su andadura en 1994 y creció hasta convertirse en una compañía multimillonaria. Todo un ejemplo de “sueño americano”, que no casa ahora con la política de deportaciones llevada a cabo por la administración a la que ella pertenece como figura destacada.
Sin embargo, algunos miembros de su partido la han criticado por mantener una postura moderada sobre el tema de inmigración indocumentada – asegura estar en contra de las deportaciones masivas -, también hay republicanos que no entienden su forma de nadar entre dos aguas.
Sucede que casualmente una de las tácticas preferidas de Nikki Haley es la del zig zag político, lo que le dio buenos resultados en su etapa de gobernadora de Carolina del Sur.
Así, especialmente en momentos tan polémicos como el que obligó a Trump a dar marcha atrás en su política de separar a los niños inmigrantes de sus padres cuando estos son detenidos en la frontera sur y a firmar una orden ejecutiva (contra sí mismo) para detener tan inhumana práctica (su propia práctica), la embajadora de los EE.UU ante la ONU anunció en tono amenazante la decisión de su gobierno de retirarse del Consejo de los Derechos Humanos.
En contraposición con ese paso la imagen de estos niños perplejos y desconsolados hacinados en jaulas que mostraba la peor cara de Estados Unidos, hizo reaccionar a los propios estadounidenses que salieron a manifestarse públicamente contra esta repugnante práctica.
La embajadora de EE.UU. ante la ONU también exigió entonces que el Consejo eliminara el punto 7 de su agenda, dado que aborda exclusivamente las violaciones de derechos humanos en Israel.
Haley andaba, al parecer, volcada en otro discurso que podría parecer distinto aunque, en realidad, estuviera por completo relacionado con lo que sucedía en la frontera sur del país norteamericano. “Tomamos este paso porque nuestro compromiso no nos permite seguir siendo parte de una organización hipócrita y centrada en sí misma que hace una burla de los derechos humanos”, decía a principios de semana Haley, acusando al Consejo de Derechos Humanos de estar movido por sentimientos contrarios a Israel.
Esta frase, motivó que muchos analistas consideraran que en realidad la embajadora norteamericana, ese día cumplía indicaciones directas del Tea Party que es una filial del lobby judío que todo el mundo sabe es uno de los círculos de poder que realmente gobiernan en los Estados Unidos. Es sintomático que Netanyahu agradeciera personalmente a la embajadora el apoyo de Nikki Haley a Israel sin mencionar a la Casa blanca.
Por tanto, la decisión de retirarse no fue una sorpresa en los pasillos de la ONU. Lo que quizás no se esperaba era que se llevara a cabo tan solo un día después de que la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos denunciara la separación de cientos de niños inmigrantes de sus padres en la frontera sur de EE.UU. en los últimos meses. Una denuncia a la que Haley reaccionó con durísimas palabras, que muchos no esperaban de ella: “ni Naciones Unidas ni nadie más van a dictar cómo Estados Unidos defiende sus fronteras”.
En cuestión de política internacional, Haley fue una de las voces más criticadas ytemidas del Consejo de Seguridad de la ONU.
Su visión “de halcón”, que muchas veces daba la impresión de estar hablando en nombre propio o en el de un poder supra gubernamental, la pusieron en la mira en más de una ocasión. En su primer discurso, condenó las acciones de Rusia en los conflictos con Ucrania cosa que la propia administración trumpiana consideró “desafortunada”.
Cuando Estados Unidos estaba intentando reconocer a Jerusalén como capital de Israel, Nikki Haley hizo algo impensable: le envió una carta amenazante a todos los representantes de los países que no estaban de acuerdo con el cambio. “El presidente está observando este voto con mucha atención y me pidió que le reportara las acciones de los países que votaron en contra de nosotros. Tomaremos notas de cada uno de los votos en este tema”, decía la carta.
Sea como sea, de cara al futuro se afirma que Trump ya tiene candidatos para reemplazar a Nikki Haley
Consultado al respecto, el mandatario solo ha dado un nombre, el de Dina Powell, una mujer que nació en El Cairo, Egipto, y que en el 2017 fue expresidenta del Consejo de Seguridad Nacional.
Trump dijo que en dos o tres semanas, o “quizás antes”, nombre a la persona que sustituirá a Haley.
Entre otros, el diario estadounidense Washington Examiner señala que entre los demás candidatos, podrían estar el exgobernador Jon Huntsman, el senador Lindsey Graham y el senador Bob Corker.
Más temprano, el presidente había evocado la hipótesis de una nominación de su hija Ivanka -“sería dinamita” en el puesto, dijo-, pero luego se corrigió: “sería acusado de nepotismo”, afirmó. La propia Ivanka excluyó la posibilidad en un mensaje de Twitter: “No seré yo”, escribió.
Independientemente de quien vaya a ser el sustituto de Nikki Haley, es recomendable darle seguimiento a la futura carrera política de esta fiel representante del Tea Party, ya que para muchos sus ambiciones apuntan bien alto.
No obstante, para naciones como Venezuela, Nicaragua, Cuba y otros países del mundo que sufren las agresiones constantes del gobierno norteamericano de turno, la sustitución de Nikki Haley solo constituye en la práctica el reemplazo de un testaferro del imperialismo yanqui por otro.
"Washington es un lugar despiadado": Trump dice que no confía en todos en la Casa Blanca
Publicado: 15 oct 2018 05:15 GMT - RT
El presidente estadounidense asegura que, pese a todo, se siente muy cómodo en la Casa Blanca.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, ha confesado en una entrevista al programa '60 minutos' de la cadena CBS que no confía en todos los miembros de su Administración.
"No confío en todos en la Casa Blanca, seré honesto con usted. (...) No soy un bebé. Es un negocio difícil. Este es un lugar despiadado. Washington es un lugar despiadado, despiadado. Los ataques, calumnias, conversaciones a tus espaldas; pero ya sabe, a mi manera me siento muy cómodo aquí", dijo el mandatario norteamericano.
Asimismo, Trump reveló que el secretario de Defensa, James Mattis, podría abandonar en breve el cargo.
"Tengo muy buena relación con él. Podría ser que se fuera. Creo que es un poco un demócrata, si quiere saber la verdad. Pero el general Mattis es un buen tipo. Nos llevamos muy bien. Puede que se vaya. Quiero decir que, en un momento u otro, todos se van. Todos. La gente se va. Esto es Washington", afirmó.
"No confío en todos en la Casa Blanca, seré honesto con usted. (...) No soy un bebé. Es un negocio difícil. Este es un lugar despiadado. Washington es un lugar despiadado, despiadado. Los ataques, calumnias, conversaciones a tus espaldas; pero ya sabe, a mi manera me siento muy cómodo aquí", dijo el mandatario norteamericano.
Asimismo, Trump reveló que el secretario de Defensa, James Mattis, podría abandonar en breve el cargo.
"Tengo muy buena relación con él. Podría ser que se fuera. Creo que es un poco un demócrata, si quiere saber la verdad. Pero el general Mattis es un buen tipo. Nos llevamos muy bien. Puede que se vaya. Quiero decir que, en un momento u otro, todos se van. Todos. La gente se va. Esto es Washington", afirmó.
TRIBUNA
Frente a Macron y Salvini, una Europa para la gente
Esta es hoy nuestra prioridad: construir una
alianza internacional que ponga la solidaridad y los derechos sociales
en el centro de la política y por encima de todo
Pablo Iglesias / Catarina Martins / Jean-Luc Mélenchon/ Søren Søndergaard
MALAGÓN
18 de
Octubre de
2018
Esta semana tiene lugar el Consejo Europeo en Bruselas. Será el
primero que se celebra desde que el Gobierno austriaco, liderado por
Sebastian Kurz, asumiera la presidencia del Consejo. El espectro
político europeo está desplazándose hacia la extrema derecha, con la
formación del Gobierno italiano de 5 Stelle y Lega, y el giro
autoritario en países como Hungría o Polonia, que han dado la espalda
abiertamente, entre otras cosas, al derecho internacional sobre refugio.
En el actual nivel de polarización, las posiciones de Salvini y Macron, más que rivales, resultan ser totalmente complementarias. Es precisamente la falta de solidaridad europea lo que, combinada con las políticas de austeridad, ha alimentado la xenofobia en toda Europa durante las últimas décadas y lo que ahora permite a Salvini actuar contra los inmigrantes en Italia. La presidencia de Kurz marca una profundización de las tendencias reaccionarias del espectro político europeo, alimentando el mantra de la escasez de recursos para aumentar la competencia entre las personas oprimidas. Este mantra, creado y alimentado por el neoliberalismo, unifica a las fuerzas reaccionarias desde el “extremo centro” de Macron hasta la extrema derecha de Salvini.
Como fuerzas progresistas emergentes, nos oponemos a las soluciones de una Unión Europea que adolece de una grave falta de solidaridad y respeto por los derechos humanos. Las supuestas soluciones de los últimos meses para distribuir a las personas migrantes rescatadas en el Mediterráneo en unos pocos países no son suficientes si no están basadas en una política de acogida real y duradera. A la luz de estos elementos, queremos decir alto y claro que nos oponemos a la política de fronteras de la UE impulsada por Frontex, que condena a la muerte a miles de personas en el Mediterráneo y permite que crezcan voces autoritarias como las de Salvini. También nos oponemos firmemente a la política de la Europa Fortaleza, basada en la externalización de fronteras, que viola la soberanía de terceros países y hace responsable a la UE de las muertes, violaciones y torturas que se producen contra las personas solicitantes de asilo en Libia y en toda África, mientras que se allana el camino a las mafias. Este desprecio por los derechos humanos y los principios de las normativas de acceso al refugio es una seria amenaza también para los derechos de la propia ciudadanía europea.
Además, la UE tiene enormes responsabilidades en el origen de estos movimientos migratorios, debido a las exportaciones de armas, al saqueo de recursos naturales, a las políticas de desposesión de riquezas por parte de las multinacionales o a los acuerdos de libre comercio que abren el camino a la corrupción. Sin embargo, al centrar el debate únicamente en la migración, Macron y Salvini están tratando de disimular los problemas reales de la población en Europa.
Dentro de la propia UE rechazamos la fatalidad del exilio forzado de cientos de miles de jóvenes europeos (especialmente del sur), que se ven obligados a abandonar sus países devastados por el desempleo que causan las políticas de austeridad. De la misma manera, no podemos resignarnos a la impotencia ante el aumento de las tensiones internacionales y la multiplicación de los conflictos armados que llevan a la migración forzada. Tampoco podemos abandonar la lucha por una profunda transformación ecológica del sistema productivo y energético: territorios enteros de nuestro planeta se están volviendo inhabitables, y no se trata de una evolución natural, sino que es fruto del calentamiento global generado por nuestros patrones actuales de producción y de consumo.
Defendemos una política de acogida y defensa de los derechos fundamentales para una UE que no rehúya sus responsabilidades. Como declaramos el pasado mes de junio, Europa nunca ha sido tan próspera y, al mismo tiempo, tan desigual. La aplicación de políticas de austeridad no resolvió ninguno de los problemas estructurales que condujeron a la crisis. Debemos abandonar la política de rescate a los bancos que traslada los costes a la población.
La reunión del Consejo de esta semana será la escenificación de cómo la extrema derecha intenta hacerse con el futuro de Europa. Macron y sus amigos liberales simularán oponerse a ella mientras continúan organizando la externalización de fronteras y el incremento de las expulsiones. Nuestra solución debe basarse tanto en los derechos sociales y los derechos de los trabajadores y las trabajadoras como en la defensa de nuestras instituciones democráticas y de los principios feministas, LGTBI y antirracistas. Defendemos una política de acogida genuina, digna y decente, coordinada entre todos los países europeos, así como una política de cooperación internacional, en lugar de los actuales acuerdos de libre comercio. Si nos dicen que no se puede, que esta alternativa no es posible dentro de las instituciones y los tratados europeos, les contestaremos que la reacción ante la injusticia, y la voluntad democrática y organizada de la gente, siempre ha sido el motor que ha hecho cambiar las cosas. Esta es hoy nuestra prioridad: construir una alianza internacional que ponga la solidaridad y los derechos sociales en el centro de la política y por encima de todo.
Pablo Iglesias, secretario general de Podemos
Catarina Martins, coordinadora del Bloco de Esquerda (Portugal)
Jean-Luc Mélenchon, presidente del Grupo Parlamentario de la France Insoumise en la Asamblea Nacional (Francia)
Søren Søndergaard, diputado de Enhedslisten - Alianza Roji-Verde (Dinamarca)
En el actual nivel de polarización, las posiciones de Salvini y Macron, más que rivales, resultan ser totalmente complementarias. Es precisamente la falta de solidaridad europea lo que, combinada con las políticas de austeridad, ha alimentado la xenofobia en toda Europa durante las últimas décadas y lo que ahora permite a Salvini actuar contra los inmigrantes en Italia. La presidencia de Kurz marca una profundización de las tendencias reaccionarias del espectro político europeo, alimentando el mantra de la escasez de recursos para aumentar la competencia entre las personas oprimidas. Este mantra, creado y alimentado por el neoliberalismo, unifica a las fuerzas reaccionarias desde el “extremo centro” de Macron hasta la extrema derecha de Salvini.
Como fuerzas progresistas emergentes, nos oponemos a las soluciones de una Unión Europea que adolece de una grave falta de solidaridad y respeto por los derechos humanos. Las supuestas soluciones de los últimos meses para distribuir a las personas migrantes rescatadas en el Mediterráneo en unos pocos países no son suficientes si no están basadas en una política de acogida real y duradera. A la luz de estos elementos, queremos decir alto y claro que nos oponemos a la política de fronteras de la UE impulsada por Frontex, que condena a la muerte a miles de personas en el Mediterráneo y permite que crezcan voces autoritarias como las de Salvini. También nos oponemos firmemente a la política de la Europa Fortaleza, basada en la externalización de fronteras, que viola la soberanía de terceros países y hace responsable a la UE de las muertes, violaciones y torturas que se producen contra las personas solicitantes de asilo en Libia y en toda África, mientras que se allana el camino a las mafias. Este desprecio por los derechos humanos y los principios de las normativas de acceso al refugio es una seria amenaza también para los derechos de la propia ciudadanía europea.
Además, la UE tiene enormes responsabilidades en el origen de estos movimientos migratorios, debido a las exportaciones de armas, al saqueo de recursos naturales, a las políticas de desposesión de riquezas por parte de las multinacionales o a los acuerdos de libre comercio que abren el camino a la corrupción. Sin embargo, al centrar el debate únicamente en la migración, Macron y Salvini están tratando de disimular los problemas reales de la población en Europa.
Dentro de la propia UE rechazamos la fatalidad del exilio forzado de cientos de miles de jóvenes europeos (especialmente del sur), que se ven obligados a abandonar sus países devastados por el desempleo que causan las políticas de austeridad. De la misma manera, no podemos resignarnos a la impotencia ante el aumento de las tensiones internacionales y la multiplicación de los conflictos armados que llevan a la migración forzada. Tampoco podemos abandonar la lucha por una profunda transformación ecológica del sistema productivo y energético: territorios enteros de nuestro planeta se están volviendo inhabitables, y no se trata de una evolución natural, sino que es fruto del calentamiento global generado por nuestros patrones actuales de producción y de consumo.
Defendemos una política de acogida y defensa de los derechos fundamentales para una UE que no rehúya sus responsabilidades. Como declaramos el pasado mes de junio, Europa nunca ha sido tan próspera y, al mismo tiempo, tan desigual. La aplicación de políticas de austeridad no resolvió ninguno de los problemas estructurales que condujeron a la crisis. Debemos abandonar la política de rescate a los bancos que traslada los costes a la población.
La reunión del Consejo de esta semana será la escenificación de cómo la extrema derecha intenta hacerse con el futuro de Europa. Macron y sus amigos liberales simularán oponerse a ella mientras continúan organizando la externalización de fronteras y el incremento de las expulsiones. Nuestra solución debe basarse tanto en los derechos sociales y los derechos de los trabajadores y las trabajadoras como en la defensa de nuestras instituciones democráticas y de los principios feministas, LGTBI y antirracistas. Defendemos una política de acogida genuina, digna y decente, coordinada entre todos los países europeos, así como una política de cooperación internacional, en lugar de los actuales acuerdos de libre comercio. Si nos dicen que no se puede, que esta alternativa no es posible dentro de las instituciones y los tratados europeos, les contestaremos que la reacción ante la injusticia, y la voluntad democrática y organizada de la gente, siempre ha sido el motor que ha hecho cambiar las cosas. Esta es hoy nuestra prioridad: construir una alianza internacional que ponga la solidaridad y los derechos sociales en el centro de la política y por encima de todo.
Pablo Iglesias, secretario general de Podemos
Catarina Martins, coordinadora del Bloco de Esquerda (Portugal)
Jean-Luc Mélenchon, presidente del Grupo Parlamentario de la France Insoumise en la Asamblea Nacional (Francia)
Søren Søndergaard, diputado de Enhedslisten - Alianza Roji-Verde (Dinamarca)
Autor: Pablo Iglesias / Catarina Martins / Jean-Luc Mélenchon/ Søren Søndergaard
Opinion · Economía para pobres
La normalización de la extrema derecha
por Alberto Garzón
Economista nacido en Logroño (1985) y criado en Andalucía.
Máster en Economía Internacional y Desarrollo por la Universidad
Complutense de Madrid y actualmente portavoz en las comisiones de
Economía, Hacienda y Presupuestos en el Congreso de los Diputados.
Comprometido con la tesis número 11 sobre Feuerbach, de Karl Marx.
Luchando por construir la unidad de una izquierda coherente, rigurosa,
austera y responsable y que sea capaz de sentar las bases de otro mundo
posible y necesario.
25 septiembre, 2017 - PÚBLICOAyer
sucedieron dos hechos aparentemente desconectados que, sin embargo,
tienen algo en común que es motivo de preocupación. Por un lado, la
ultraderecha alemana ha vuelto al parlamento alemán por primera vez
desde el final de la II Guerra Mundial. El partido Alternativa por
Alemania (AfD por sus siglas en alemán) se ha convertido en el tercer
partido más importante en representación parlamentaria, con
aproximadamente un 13% de los votos -en estos momentos los resultados
aún son provisionales-. Por otro lado, el acto celebrado ayer en
Zaragoza por Unidos Podemos y otros partidos, con la presencia de más de
400 cargos públicos, tuvo un contrapunto en la manifestación de
ultraderecha que se organizó en el mismo sitio y con objeto de boicotear
el acto.
Ambos fenómenos están conectado por su carácter ultraderechista, si bien obedecen a realidades muy diferentes.
AfD es un partido nuevo creado en el año 2013. Desde su fundación se ha opuesto al proyecto europeo y, particularmente, a la arquitectura de la zona euro. Desde la posición de hegemonía de la economía alemana, sus líderes han propuesto la salida del euro y el despliegue de políticas económicas liberales, ya liberados del “lastre” de las economías periféricas como la española, griega o portuguesa. Sin embargo, con la llamada crisis de los refugiados el partido se ha ido escorando más a la derecha hasta asumir tesis directamente xenófobas y antiinmigración. Hace apenas unas semanas el partido solicitó en el parlamento europeo, por ejemplo, la abolición de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados en Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), escudándose en el falaz argumento de vincular a refugiados con terroristas. Su crecimiento al calor de ese discurso xenófobo guarda una notable similitud con el de otros partidos de extrema derecha en Europa, como el Frente Nacional en Francia o el Partido por la Libertad en los Países Bajos. El caso de AfD tiene un especial valor simbólico por ser precisamente en Alemania donde se manifestó la forma más violenta de fascismo, el nazismo.
Evidentemente, los dirigentes y votantes de AfD no son nazis. Al menos no en el sentido histórico que tiene esa palabra. El nazismo fue un producto histórico, de similares –pero no iguales- parámetros al fascismo italiano, francés y español de los años veinte y treinta del siglo XX. El proyecto de AfD, como el de otros partidos de extrema derecha, tiene motivaciones diferentes porque su contexto es radicalmente distinto y aunque guarden aspectos comunes, como un nacionalismo exacerbado o el discurso xenófobo, no es equiparable de forma precisa. De ahí que algunos autores prefieran hablar de “populismo de derechas” o de “nuevas derechas”, si bien a mí me parece más adecuado hablar de “extrema derecha”. En otro sitio he explorado las causas que llevan a este retorno del fascismo, en sus nuevas formas, concluyendo que tiene raíces económicas vinculadas a la globalización y a las políticas neoliberales.
La manifestación de ayer, por otra parte, no fue tampoco una manifestación nazi per se. Desde luego, la organización convocante –MSR- sí puede ser definida sin ningún problema como neonazi. Es una organización que ha concentrado gran parte de su actividad en la ocupación de edificios abandonados, o incluso cedidos, para ofrecer alimentos únicamente a familias españolas en necesidad. Su perfil responde claramente al de las nuevas organizaciones de extrema derecha que, en las últimas décadas, han ido abandonando la simbología fascista para tomar formas más normalizadas pero con el mismo contenido xenófobo y ultranacionalista. Para muchas de estas organizaciones el modelo es el Frente Nacional, partido que desde 2011 ha cambiado su discurso y sus formas para adaptarse a la moderna competición electoral.
Pero ayer hubo mucho más que eso. Junto con los colectivos organizados, que ya estaban desde las ocho de la mañana en los alrededores del reciento y con intenciones claras de boicotear el acto, y frente a una policía claramente insuficiente para mantener el orden público, también hubo centenares de manifestantes aparentemente normales, que se fueron incorporando a lo largo del día. Y subrayo lo de aparentemente normales porque ahí reside la clave de la cuestión. Por decirlo más provocadoramente: se trataba de personas de extrema derecha que parecen normales. En efecto, no era la típica estampa que uno tiene grabada de las manifestaciones fascistas del siglo pasado, con sus brazos el alto y su simbología fascista. Es verdad que había alguna que otra bandera franquista, y que más de uno coreaba el cara al sol. Pero la mayoría era gente que, tomada en solitario, podría ser un afable vecino de comunidad. Eso sí, gritaban como los que más que éramos unos traidores, que deberían ejecutarnos o que a la mínima nos iban a matar. Desde adolescentes de estética pija, hasta señoras mayores que en otro contexto parecerían amables abuelitas, pasando por curiosas y jóvenes parejas que, bandera rojigualda en mano, clamaban por la españolidad de todos los que estábamos dentro. A los catalanes les dijeron que eran españoles y a mí, que soy de Logroño, que era un traidor. En suma, un heterogéneo grupo cuyos integrantes, sin embargo, compartían las demandas ultranacionalistas y rezumaban un terrible odio contra el diferente. No en vano, fuertes motivaciones tendrían para estar durante seis horas fuera del pabellón, a pleno sol, y esperando la desprotegida salida de los cargos públicos para insultarnos, escupirnos, perseguirnos por la calle o incluso lanzarnos objetos.
Que nadie se engañe. Fue una concentración de extrema derecha, con claros tintes fascistas en muchos casos. Empezando por el obvio hecho de que se trataba de boicotear un acto en el que se reclamaba, y no es menor, democracia, fraternidad y diálogo. El carácter anticomunista de las consignas tampoco se nos puede escapar. Se trata de un sector de la población que siempre ha existido en nuestro país, pero que ahora está mucho más movilizado –naturalmente, empujado por la cuestión catalana y el 1-O- y quizás algo más ampliado dadas las circunstancias. El problema es que corremos el riesgo de normalizar este tipo de eventos y demandas, como si fueran meros ejercicios de la libertad de expresión y no de un síntoma preocupante de ascenso fascista en nuestro país.
Se dirá que en nuestro país no existe un partido de extrema derecha asimilable a los que están irrumpiendo en el norte de Europa, como AfD. Y en parte es verdad, pues el contexto es distinto. Pero también se esquiva en muchas ocasiones el obvio hecho de que muchos dirigentes del PP, y también muchas sus políticas, pertenecen al campo de lo demandado por esa extrema derecha. En el 2015 el dirigente nacional del PP, Javier Maroto vinculó explícitamente a los refugiados con los yihadistas que ponen bombas, por ejemplo. En 2015 el Gobierno del PP se comprometió a que España acogiera a más de 15.000 refugiados y un año más tarde sólo había acogido el 5%, en una actitud más cercada al ideario de AfD que al de la CDU de Merkel. Y el líder del PP en Cataluña, Xavier Albiol, se ha caracterizado por sus continuas declaraciones xenófobas. A su famoso cartel de propaganda electoral que pedía «limpiar Badalona» se pueden sumar frases como aquella otra en la que defendía que «el colectivo rumano-gitano se ha instalado a delinquir y robar». Fue premiado con un ascenso por el PP. Y dejamos fuera todo tipo de comentarios públicos de otros dirigentes del PP y, también, las suposiciones de lo que pensarán en privado.
En suma, la extrema-derecha está en ascenso porque existen las condiciones económicas y culturales adecuadas para ello. En España a la crisis económica y política que tenemos hay que sumar la crisis de Estado que está suponiendo el proceso independentista catalán. Como dijo Bretch, el mejor alimento de un nacionalismo es otro nacionalismo. Y en un país en el que la derecha reaccionaria impuso, siempre por la vía de la fuerza, la opción de un país homogéneo de unidad de destino universal, es de esperar que arrecien las manifestaciones de extrema derecha. La proliferación de convocatorias blancas, sin aparente organizadores, que se están dando estos días, todas destinadas a la protección de la patria, se pueden entender desde esta óptica. Y serán muchos los que querrán ver en esas manifestaciones la legítima expresión de un pueblo que defiende un determinado modelo de Estado. Pero una vez te aproximas y pones el oído, te das cuenta de que son las mismas consignas reaccionarias de toda la vida. ¿O es que alguien piensa que los casi seis millones de votos que ha obtenido AfD son cabezas rapadas que adoran a Hitler?
Defender la unidad de España no es necesariamente de extrema derecha. De hecho, algunos defendemos un modelo republicano federal que, a la manera pi-margalliana, podría entenderse como unidad de diversidad. Pero lo que sí es de extrema derecha es el ideario completo en el que se inserta habitualmente la demanda de unidad de España, que incluye por supuesto el querer ejecutar al diferente. Y detrás de todo esto no sólo hay organizaciones neonazis o un sistema cultural reaccionario, sino también un partido político interesado en contraponer el nacionalismo español al nacionalismo catalán. Tanto por convicción como por oportunidad política.
A mi juicio, el principal riesgo que asumimos en estos momentos es el blanqueamiento de esa extrema derecha, es decir, su normalización. Porque con ella va la normalización de un estado social, el de la reacción. En estos días se están escuchando demasiadas voces que justifican la represión y el autoritarismo contra los independentistas. Algo que inmediatamente se hace extensible a los simpatizantes de independentistas o incluso, como pasó con nuestro acto en Zaragoza, con los que proponemos diálogo con los independentistas. Así, al final tenemos jueces que prohíben debates públicos en Madrid y en otras ciudades y también partidos, como el PSOE de Zaragoza, que nos impide hacer un acto en un edificio público. No creo que el PP esté midiendo bien la situación política en el Estado, pero sí creo que está tratando de aprovechar la situación para salir de la misma fortalecido, con el sector ultra de la sociedad movilizado y marcando el ritmo del sentido común. Hasta que cortar la libertad de expresión y reunión de los republicanos, comunistas e independentistas sea sentido común. Probablemente eso es jugar con fuego, pero desde luego seguro que es minar las bases democráticas que, dicho de paso, tampoco son muy sólidas en nuestro país.
Opinion · Pensamiento crítico
Ambos fenómenos están conectado por su carácter ultraderechista, si bien obedecen a realidades muy diferentes.
AfD es un partido nuevo creado en el año 2013. Desde su fundación se ha opuesto al proyecto europeo y, particularmente, a la arquitectura de la zona euro. Desde la posición de hegemonía de la economía alemana, sus líderes han propuesto la salida del euro y el despliegue de políticas económicas liberales, ya liberados del “lastre” de las economías periféricas como la española, griega o portuguesa. Sin embargo, con la llamada crisis de los refugiados el partido se ha ido escorando más a la derecha hasta asumir tesis directamente xenófobas y antiinmigración. Hace apenas unas semanas el partido solicitó en el parlamento europeo, por ejemplo, la abolición de la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados en Palestina en Oriente Próximo (UNRWA), escudándose en el falaz argumento de vincular a refugiados con terroristas. Su crecimiento al calor de ese discurso xenófobo guarda una notable similitud con el de otros partidos de extrema derecha en Europa, como el Frente Nacional en Francia o el Partido por la Libertad en los Países Bajos. El caso de AfD tiene un especial valor simbólico por ser precisamente en Alemania donde se manifestó la forma más violenta de fascismo, el nazismo.
Evidentemente, los dirigentes y votantes de AfD no son nazis. Al menos no en el sentido histórico que tiene esa palabra. El nazismo fue un producto histórico, de similares –pero no iguales- parámetros al fascismo italiano, francés y español de los años veinte y treinta del siglo XX. El proyecto de AfD, como el de otros partidos de extrema derecha, tiene motivaciones diferentes porque su contexto es radicalmente distinto y aunque guarden aspectos comunes, como un nacionalismo exacerbado o el discurso xenófobo, no es equiparable de forma precisa. De ahí que algunos autores prefieran hablar de “populismo de derechas” o de “nuevas derechas”, si bien a mí me parece más adecuado hablar de “extrema derecha”. En otro sitio he explorado las causas que llevan a este retorno del fascismo, en sus nuevas formas, concluyendo que tiene raíces económicas vinculadas a la globalización y a las políticas neoliberales.
La manifestación de ayer, por otra parte, no fue tampoco una manifestación nazi per se. Desde luego, la organización convocante –MSR- sí puede ser definida sin ningún problema como neonazi. Es una organización que ha concentrado gran parte de su actividad en la ocupación de edificios abandonados, o incluso cedidos, para ofrecer alimentos únicamente a familias españolas en necesidad. Su perfil responde claramente al de las nuevas organizaciones de extrema derecha que, en las últimas décadas, han ido abandonando la simbología fascista para tomar formas más normalizadas pero con el mismo contenido xenófobo y ultranacionalista. Para muchas de estas organizaciones el modelo es el Frente Nacional, partido que desde 2011 ha cambiado su discurso y sus formas para adaptarse a la moderna competición electoral.
Pero ayer hubo mucho más que eso. Junto con los colectivos organizados, que ya estaban desde las ocho de la mañana en los alrededores del reciento y con intenciones claras de boicotear el acto, y frente a una policía claramente insuficiente para mantener el orden público, también hubo centenares de manifestantes aparentemente normales, que se fueron incorporando a lo largo del día. Y subrayo lo de aparentemente normales porque ahí reside la clave de la cuestión. Por decirlo más provocadoramente: se trataba de personas de extrema derecha que parecen normales. En efecto, no era la típica estampa que uno tiene grabada de las manifestaciones fascistas del siglo pasado, con sus brazos el alto y su simbología fascista. Es verdad que había alguna que otra bandera franquista, y que más de uno coreaba el cara al sol. Pero la mayoría era gente que, tomada en solitario, podría ser un afable vecino de comunidad. Eso sí, gritaban como los que más que éramos unos traidores, que deberían ejecutarnos o que a la mínima nos iban a matar. Desde adolescentes de estética pija, hasta señoras mayores que en otro contexto parecerían amables abuelitas, pasando por curiosas y jóvenes parejas que, bandera rojigualda en mano, clamaban por la españolidad de todos los que estábamos dentro. A los catalanes les dijeron que eran españoles y a mí, que soy de Logroño, que era un traidor. En suma, un heterogéneo grupo cuyos integrantes, sin embargo, compartían las demandas ultranacionalistas y rezumaban un terrible odio contra el diferente. No en vano, fuertes motivaciones tendrían para estar durante seis horas fuera del pabellón, a pleno sol, y esperando la desprotegida salida de los cargos públicos para insultarnos, escupirnos, perseguirnos por la calle o incluso lanzarnos objetos.
Que nadie se engañe. Fue una concentración de extrema derecha, con claros tintes fascistas en muchos casos. Empezando por el obvio hecho de que se trataba de boicotear un acto en el que se reclamaba, y no es menor, democracia, fraternidad y diálogo. El carácter anticomunista de las consignas tampoco se nos puede escapar. Se trata de un sector de la población que siempre ha existido en nuestro país, pero que ahora está mucho más movilizado –naturalmente, empujado por la cuestión catalana y el 1-O- y quizás algo más ampliado dadas las circunstancias. El problema es que corremos el riesgo de normalizar este tipo de eventos y demandas, como si fueran meros ejercicios de la libertad de expresión y no de un síntoma preocupante de ascenso fascista en nuestro país.
Se dirá que en nuestro país no existe un partido de extrema derecha asimilable a los que están irrumpiendo en el norte de Europa, como AfD. Y en parte es verdad, pues el contexto es distinto. Pero también se esquiva en muchas ocasiones el obvio hecho de que muchos dirigentes del PP, y también muchas sus políticas, pertenecen al campo de lo demandado por esa extrema derecha. En el 2015 el dirigente nacional del PP, Javier Maroto vinculó explícitamente a los refugiados con los yihadistas que ponen bombas, por ejemplo. En 2015 el Gobierno del PP se comprometió a que España acogiera a más de 15.000 refugiados y un año más tarde sólo había acogido el 5%, en una actitud más cercada al ideario de AfD que al de la CDU de Merkel. Y el líder del PP en Cataluña, Xavier Albiol, se ha caracterizado por sus continuas declaraciones xenófobas. A su famoso cartel de propaganda electoral que pedía «limpiar Badalona» se pueden sumar frases como aquella otra en la que defendía que «el colectivo rumano-gitano se ha instalado a delinquir y robar». Fue premiado con un ascenso por el PP. Y dejamos fuera todo tipo de comentarios públicos de otros dirigentes del PP y, también, las suposiciones de lo que pensarán en privado.
En suma, la extrema-derecha está en ascenso porque existen las condiciones económicas y culturales adecuadas para ello. En España a la crisis económica y política que tenemos hay que sumar la crisis de Estado que está suponiendo el proceso independentista catalán. Como dijo Bretch, el mejor alimento de un nacionalismo es otro nacionalismo. Y en un país en el que la derecha reaccionaria impuso, siempre por la vía de la fuerza, la opción de un país homogéneo de unidad de destino universal, es de esperar que arrecien las manifestaciones de extrema derecha. La proliferación de convocatorias blancas, sin aparente organizadores, que se están dando estos días, todas destinadas a la protección de la patria, se pueden entender desde esta óptica. Y serán muchos los que querrán ver en esas manifestaciones la legítima expresión de un pueblo que defiende un determinado modelo de Estado. Pero una vez te aproximas y pones el oído, te das cuenta de que son las mismas consignas reaccionarias de toda la vida. ¿O es que alguien piensa que los casi seis millones de votos que ha obtenido AfD son cabezas rapadas que adoran a Hitler?
Defender la unidad de España no es necesariamente de extrema derecha. De hecho, algunos defendemos un modelo republicano federal que, a la manera pi-margalliana, podría entenderse como unidad de diversidad. Pero lo que sí es de extrema derecha es el ideario completo en el que se inserta habitualmente la demanda de unidad de España, que incluye por supuesto el querer ejecutar al diferente. Y detrás de todo esto no sólo hay organizaciones neonazis o un sistema cultural reaccionario, sino también un partido político interesado en contraponer el nacionalismo español al nacionalismo catalán. Tanto por convicción como por oportunidad política.
A mi juicio, el principal riesgo que asumimos en estos momentos es el blanqueamiento de esa extrema derecha, es decir, su normalización. Porque con ella va la normalización de un estado social, el de la reacción. En estos días se están escuchando demasiadas voces que justifican la represión y el autoritarismo contra los independentistas. Algo que inmediatamente se hace extensible a los simpatizantes de independentistas o incluso, como pasó con nuestro acto en Zaragoza, con los que proponemos diálogo con los independentistas. Así, al final tenemos jueces que prohíben debates públicos en Madrid y en otras ciudades y también partidos, como el PSOE de Zaragoza, que nos impide hacer un acto en un edificio público. No creo que el PP esté midiendo bien la situación política en el Estado, pero sí creo que está tratando de aprovechar la situación para salir de la misma fortalecido, con el sector ultra de la sociedad movilizado y marcando el ritmo del sentido común. Hasta que cortar la libertad de expresión y reunión de los republicanos, comunistas e independentistas sea sentido común. Probablemente eso es jugar con fuego, pero desde luego seguro que es minar las bases democráticas que, dicho de paso, tampoco son muy sólidas en nuestro país.
Opinion · Pensamiento crítico
Las causas del crecimiento del mal llamado populismo
por Vicenç Navarro
Vicenç Navarro ha sido Catedrático de Economía Aplicada en la Universidad de Barcelona. Actualmente es Catedrático de Ciencias Políticas y Sociales, Universidad Pompeu Fabra (Barcelona, España).
Ha sido también profesor de Políticas Públicas en The Johns Hopkins University (Baltimore, EEUU) donde ha impartido docencia durante 48 años. Dirige el Programa en Políticas Públicas y Sociales patrocinado conjuntamente por la Universidad Pompeu Fabra y The Johns Hopkins University. Dirige también el Observatorio Social de España.
Es uno de los investigadores españoles más citados en la literatura científica internacional en ciencias sociales
http://www.vnavarro.org/
Ha sido también profesor de Políticas Públicas en The Johns Hopkins University (Baltimore, EEUU) donde ha impartido docencia durante 48 años. Dirige el Programa en Políticas Públicas y Sociales patrocinado conjuntamente por la Universidad Pompeu Fabra y The Johns Hopkins University. Dirige también el Observatorio Social de España.
Es uno de los investigadores españoles más citados en la literatura científica internacional en ciencias sociales
http://www.vnavarro.org/
octubre 3, 2018 - PÚBLICO
Uno de los documentos que ha tenido más influencia en el siglo XX, el Manifiesto Comunista, comienza con la famosa frase:
Cuáles son los elementos que tienen en común estos movimientos
Aunque variados, la gran mayoría de partidos llamados populistas tienen algunos puntos en común. Uno de ellos es su oposición clara a la globalización e integración económica y a la homogeneización cultural y política que ellas conllevan y que es percibida como una amenaza a su propia identidad nacional. Este sentimiento aparece en muchas formas y dimensiones. Pero en todas ellas hay un nacionalismo que es definido por los establishments político-mediáticos responsables de tal globalización como “retrógrado”, “provinciano”, “proteccionista”, “antimoderno”, “anticuado”, “irracional”, “insolidario”, “chauvinista” y un largo etcétera. Se intenta demonizar, con ello, a dicho nacionalismo, oponiéndolo a un supuesto internacionalismo modernizador y progresista.
Este deseo de recuperación de la identidad y control de las condiciones y recursos nacionales característicos del sentimiento nacionalista se basa primordialmente (aunque no exclusivamente) en la identificación de la globalización con el descenso de la calidad de vida y bienestar de las clases populares que ha ocurrido como consecuencia de tal globalización. Su nacionalismo es una respuesta lógica y previsible a su percepción de que dicha globalización es responsable del malestar en el que viven. De ahí que su rechazo a la globalización y a las instituciones y partidos que la promueven sea el que genere su nacionalismo. Miles de ejemplos así lo muestran. Uno de los más recientes es lo ocurrido en Baltimore, EEUU. El barrio obrero blanco de Dundalk (el barrio de los trabajadores de la siderurgia de tal ciudad) votó masivamente al candidato antiglobalización Trump, que denunció el traslado de los altos hornos del acero (uno de los mayores centros de empleo de la ciudad) a países con salarios más bajos y peores condiciones de trabajo, en contra de la candidata Hilary Clinton, que apoyó la globalización. Y ello ocurrió a lo largo de la mayoría de barrios obreros de EEUU. Un tanto semejante ocurrió en gran parte de los países de la Unión Europea. La evidencia empírica existente de que la movilidad de capitales a países con salarios bajos ha dañado sustancialmente el nivel de vida de la clase trabajadora de los países del capitalismo desarrollado del Atlántico Norte es abrumadora y convincente. Y también es abrumadora y convincente la evidencia que muestra que aun siendo la inmigración un factor positivo para los países capitalistas desarrollados, esta puede implicar unos costes (como la bajada de salarios) para sectores vulnerables de las clases populares que explican su rechazo.
La mayoría de los movimientos populistas son hostiles hacia los establishments políticos y mediático neoliberales
De ahí que el rechazo a la globalización e integración económica por parte de los partidos llamados populistas vaya acompañado de otra característica, la de ser movimientos antiestablishments, y muy en particular de los establishments políticos y mediáticos, a los cuales se considera responsables de la imposición de las políticas neoliberales, incluyendo la globalización. Su propuesta política se define como la defensa “de los de abajo” – el pueblo – frente “a los de arriba”, las élites políticas responsables de dicha globalización.
Todo ello explica la tercera característica: el protagonismo de amplios sectores de la supuestamente desaparecida clase trabajadora entre las bases de estos movimientos. Tanto en EEUU como en el Reino Unido o en Suecia (países que creo conocer bien por haber vivido en ellos durante muchos años), así como en Francia y en Alemania entre muchos otros, grandes sectores de su clase trabajadora que habían votado a las izquierdas votan hoy a partidos populistas. Naturalmente que tales sectores no son los únicos votantes de estos partidos (ni tampoco son, en ocasiones, la mayoría de tales votantes), pero juegan un papel clave y central en estos movimientos antiestablishment populistas. En EEUU la clase trabajadora blanca (que es la gran mayoría de la clase trabajadora de aquel país) fue determinante en la elección del candidato Trump a la presidencia de EEUU. Lo mismo ocurrió en el Reino Unido, donde la clase trabajadora británica fue el eje del movimiento a favor del Brexit, que era un movimiento de protesta frente al establishment político y mediático de la UE. En Suecia, hace unas semanas, grandes sectores de la clase trabajadora votaron al partido llamado populista de ultraderechas (Demócratas de Suecia). En Francia, el cinturón rojo de París votó a Le Pen, y en Alemania el espectacular declive de la socialdemocracia ha ido acompañado – como ha ocurrido en la mayoría de países de la UE – de la expansión de partidos llamados populistas.
¿Por qué están creciendo estos movimientos? Las políticas neoliberales promovidas por los establishments político-mediáticos son la principal causa
Definir, sin más, a estos movimientos como chauvinistas y antiinmigrantes, atribuyendo su expansión a su supuesto racismo y oposición a la inmigración, es no entender lo que está detrás de estos sentimientos, pues estos sentimientos (que sí existen en varios de estos movimientos) son síntomas, no causas, de la aparición y extensión de tales movimientos. La causa real de su crecimiento es ni más ni menos que el enorme deterioro de las condiciones de vida de las clases populares en general, y de la clase trabajadora en particular, en cada uno de estos países, deterioro que se ha ido produciendo desde los años ochenta a ambos lados del Atlántico Norte. Y ello como consecuencia de la aplicación de las políticas neoliberales –que alcanzó su máxima expresión con el estallido de la Gran Recesión-, medidas que los políticos gobernantes neoliberales crearon deliberadamente a fin de derrotar al mundo del trabajo, lo cual han conseguido (ver mi libro Ataque a la democracia y al bienestar. Crítica al pensamiento económico dominante. Anagrama, 2015). Los datos hablan por sí mismos. Las rentas del trabajo (las rentas derivadas, primordialmente, del trabajo, es decir, de los salarios) han ido disminuyendo en la mayoría de países a los dos lados del Atlántico Norte desde la aplicación de tales políticas (iniciadas a finales de los años setenta y principios de los ochenta), mientras que las rentas del capital han ido creciendo. Concretamente, en la década de 1970, la participación de los salarios en términos de compensación por empleado fue: en EEUU del 70% del PIB; en los países que serían más tarde la UE-15, este porcentaje era el 72,9%; en Alemania un 70,4%; en Francia un 74,3%; en Italia un 72,2%; en el Reino Unido un 74,3%; y en España un 72,4%. Estos porcentajes bajaron muy significativamente a partir de entonces. En 2012 tales porcentajes pasaron a representar: en EEUU el 63,6% del PIB; en los países de la UE-15 el 66,5%; en Alemania el 65,2%; en Francia el 68,2%; en Italia el 64,4%; en el Reino Unido el 72,7%; y en España el 58,4%. El descenso de las rentas del trabajo durante el periodo 1981-2012 fue, pues, de un 5,5% en EEUU, un 6,9% en la UE-15, un 5,4% en Alemania, un 8,5% en Francia, un 7,1% en Italia, un 1,9% en el Reino Unido y un 14,6% en España, siendo este último país donde tal descenso fue mayor. Detrás de estas cifras hay un crecimiento enorme de las desigualdades sociales, que han alcanzado su máxima expresión durante la Gran Recesión. Tal crecimiento es un tema visible en los grandes medios de comunicación, y ha alcanzado un nivel de preocupación y alarma en los centros de poder político por la previsible inestabilidad que conlleva, pues a nivel de calle (aunque no a nivel de la mayoría de los principales medios) tal crecimiento de las desigualdades se debe a que el enorme aumento de la riqueza y bienestar de las minorías pudientes se ha estado consiguiendo a costa del gran descenso del bienestar y nivel de vida de la mayoría de las clases populares, que constituyen la mayoría de la población.
El gran crecimiento de las desigualdades como consecuencia de las políticas neoliberales
No es, por lo tanto, mera casualidad que tales movimientos – con base obrera – hayan aparecido con mayor intensidad durante la Gran Recesión. Explicar, repito, este crecimiento y expansión debido al crecimiento del sentimiento antiinmigrante o chauvinista, o lo que fuera, es no entender que fue el deterioro de la calidad de vida y del bienestar de las clases populares y de la clase trabajadora lo que explica el crecimiento de tales sentimientos. En realidad, en EEUU amplios sectores de la clase trabajadora blanca que habían votado anteriormente al candidato negro Obama votaron a Trump en las últimas elecciones. No niego que haya existido un crecimiento del sentimiento antiinmigración, aunque este sentimiento no siempre responde a un aumento notable de la población inmigrante. Tal aumento sí que ha ocurrido en Suecia y en Alemania, por ejemplo, pero no ha ocurrido en EEUU, ni en el Reino Unido, ni en Francia. Y, sin embargo, el crecimiento de estos movimientos ha sido casi idéntico en estos países. Es el deterioro de las condiciones de vida de las clases populares la causa principal del crecimiento de tales movimientos. Análisis detallados, país por país, así lo muestran. Los salarios, las condiciones de trabajo, la ocupación y el bienestar en cada uno de estos países se han deteriorado. Un indicador claro de este deterioro es el crecimiento de las enfermedades llamadas de la desesperación –“despair”– (la adicción a las drogas o al alcohol, y las enfermedades relacionadas con el estrés) en la mayoría de estos países.
Las diferencias entre estos movimientos llamados populistas
Analizando la naturaleza de los movimientos populares del siglo XX (que continúan existiendo) y del siglo XXI, vemos que el comunismo y el socialismo tenían y tienen (al menos en teoría) una dimensión acusatoria y de denuncia (que se traducía en su oposición al establishment liberal y/o conservador, sostenedores del capitalismo) y una dimensión propositiva (sustituir el capitalismo por el socialismo). No así la mayoría de populismos, que tienen una dimensión antiestablishment pero que carecen de una dimensión propositiva. El comunismo y el socialismo tenían y tienen (de nuevo, al menos en teoría) una cohesión ideológica y, por lo general, un objetivo común. Y su visión afectaba y afecta todas las dimensiones de la actividad política, incluyendo elementos como el sentido nacionalista, identitario. La visión de izquierdas de la nación, por ejemplo, es distinta a la concepción de nación de las derechas (influenciadas por los establishments económicos y financieros dominantes). La nación, en su versión comunista o socialista, es la colectividad formada por gente normal y corriente cuyo bienestar es el objeto esencial de la función pública, asignándose los recursos según la necesidad, y exigiendo recursos según la habilidad de la ciudadanía. La extensión de los derechos sociales, laborales y políticos era un componente esencial para conseguir el empoderamiento de la clase trabajadora en su camino hacia el socialismo. Fue precisamente en aquellos países donde tales derechos fueron más universales, cubriendo a toda la población, donde se cuestionó la continuidad del capitalismo. El caso más claro fue Suecia, con las reformas Meidner, que hubieran podido alcanzar uno de los objetivos más importante del proyecto socialista: la propiedad colectiva de los medios de producción. El neoliberalismo fue la respuesta del mundo empresarial y financiero que fue aplicada por los gobiernos de derechas (aunque también por los gobiernos socialdemócratas), que consiguieron debilitar el universalismo, solidaridad y seguridad en el mercado laboral (como ampliar privatizaciones de su estado del bienestar y reformas laborales que rompieron con la seguridad y protección social del mundo del trabajo), lo que creó la inseguridad, punto básico para el surgimiento de una ultraderecha de base obrera antiinmigrante, hecho facilitado por el enorme crecimiento de la inmigración, como ocurrió en Suecia, que alcanzó unos límites sin precedentes en aquel país. La inseguridad laboral y otras medidas neoliberales son condiciones necesarias para el crecimiento del movimiento antiinmigrante.
El nacionalismo (la defensa de la identidad nacional) de derechas tiene, sin embargo, otra orientación. Lo caracteriza una visión mística, totalitaria, excluyente, racista (o etnicista) y clasista, identificando los intereses nacionales con los intereses de las clases dominantes. Se me dirá, con razón, que el nazismo se definió como nacionalsocialismo. Y adoptó medidas como las políticas de pleno empleo, las cuales eliminaron el paro, entre otras. Pero la promoción de tales propuestas, así como la narrativa obrerista de su relato, era precisamente parte de su estrategia para parar y destruir el comunismo y el socialismo. De ahí el apoyo y financiación en los países donde surgió el nazismo (y, por cierto, también el fascismo) de tales movimientos por parte de las élites financieras y económicas. El nazismo y el fascismo salvaron el capitalismo y a los capitalistas de la amenaza del socialismo y del comunismo. Este fue su objetivo. El caso español es un claro ejemplo de ello. La Falange (el partido fascista), junto con la Iglesia, fue uno de las instituciones de mayor represión durante el régimen franquista contra el comunismo y el socialismo.
El gran fracaso de las izquierdas y su autoría en el desarrollo y expansión del neoliberalismo como causa del crecimiento del mal llamado populismo
Ante esta realidad, la pregunta que debe hacerse es: ¿cómo es que estos sectores de la clase trabajadora votan a la ultraderecha y no a los partidos tradicionalmente enraizados en las clases trabajadoras, como son la mayoría de partidos de izquierdas? Y la respuesta a la pregunta es muy fácil, pues gran parte de los partidos gobernantes de las izquierdas fueron también responsables de la aplicación de las políticas neoliberales, las cuales incluyen las políticas de reforma de los mercados laborales, las políticas de austeridad, los recortes y las políticas facilitadoras e incentivadoras de la globalización. De ahí que tales partidos, que han sido percibidos (correctamente) por estas clases populares como los responsables (junto con los partidos gobernantes de otras sensibilidades) de las políticas que les han hecho tanto daño, hayan ido perdiendo gran apoyo popular. La adaptación de los partidos socialistas o socialdemócratas al neoliberalismo ha sido una de las principales causas del crecimiento de tales movimientos populistas.
El descenso del apoyo popular y electoral a tales partidos de la izquierda y su sustitución por los partidos populistas explica que hayan estado surgiendo nuevas sensibilidades dentro de las izquierdas que estén intentando canalizar este enfado popular (que es justo, lógico y predecible), respondiendo a las demandas fruto de esta queja. Bernie Sanders en EEUU, Corbyn en el Reino Unido, el nuevo movimiento de izquierdas alemán Aufstehen, el PG de Mélenchon en Francia, y Podemos y sus confluencias en España (tales como En Marea y Catalunya en Comú) son un ejemplo de ello. Ahora bien, definir a estos movimientos como populistas es un gran error. Ni que decir tiene que la visión del populismo como “enfrentamiento del pueblo contras las élites” tiene validez, pero solo hasta cierto punto, pues el pueblo tiene clases sociales, géneros, razas y nacionalidades con intereses distintos que distan de ser coincidentes. Encontrar elementos en común es el gran reto de tales movimientos, pero dentro de un objetivo común que permita relacionar todos los tipos de explotación, para lo cual se requiere la transformación profunda de las sociedades capitalistas actuales para permitir y facilitar una nueva sociedad (que no llegará en el año A, més M, día D), sino que se irá construyendo (destruyendo) día a día según la correlación de poderes en cada país. Todos estos movimientos de la nueva izquierda salen y están enraizados en las izquierdas. Llamarlos populistas es un intento de identificarlos con otras formaciones de claro sentido derechista.
La situación en España
Todo lo que he dicho es aplicable a España. Si el PSOE no hubiera dejado de desarrollar medidas socialistas, es probable que no hubiera aparecido Podemos. Las políticas económicas aplicadas por el PSOE eran neoliberales en extremo (las recientes declaraciones del ministro de Economía más influyente en el PSOE, el Sr. Solchaga, criticando el movimiento de los pensionistas, acusándolos de ser injustos en sus demandas y en sus quejas, son un ejemplo de ello). Podemos ha sido y continúa siendo un punto de referencia internacional, pues España es uno de los países donde este mal llamado populismo ha sido de izquierdas. De ahí la importancia de lo que ocurre en tal formación política. El reciente artículo de Illueca, Monereo y Anguita en Cuarto Poder (“¿Fascismo en Italia? Decreto dignidad”, 05.09.18) creó un gran revuelo, con críticas injustas en su mayoría, pues se malinterpretó como una defensa de la coalición de gobierno italiana, asignándole la definición de fascista. Es cierto que el título y el estilo provocadores del artículo no fueron suficientemente cuidadosos y dieron pie a tal confusión. Pero lo que el artículo señalaba era que las políticas discutidas de carácter proteccionista eran casi las mismas que estaban cuestionando la hegemonía neoliberal existente en el establishment político-mediático europeo. Ahora bien, dicho artículo generó una muy necesaria reflexión de que hoy hace falta otra izquierda que responda con mayor radicalidad al enfado existente entre las clases populares de estos países. El gobierno Trump, por cierto, también ha realizado propuestas copiadas de la izquierda de Bernie Sanders, como el proponer que el porcentaje de materiales utilizados en los automóviles que se produzcan en el país con materiales procedentes de él sea muy elevado. Ahora bien, definir a la coalición gobernante en Italia como fascista me parece poco riguroso, aunque sí que tiene – como la tienen muchas características del populismo de derechas – semejanzas al fascismo: la visión autoritaria escasamente democrática y el racismo nacionalista de la Liga Norte (partido de la coalición que influenció en su día a amplios sectores del pujolismo en Catalunya), son claramente antidemocráticos.
Los grandes límites del populismo: la necesidad de combinar lo nuevo con lo antiguo
La estrategia de defensa de los de abajo frente a los de arriba (o del pueblo frente a las élites), aunque necesaria, tanto electoralmente como tácticamente, es dramáticamente insuficiente, pues no reconoce, como acabo de indicar, que no todos los miembros del pueblo tienen intereses iguales. No hay duda de que los distintos sectores de la población tienen elementos en común, y es necesario capitalizar estos puntos en común. En realidad, la naturaleza tan profunda de la crisis acentúa más las condiciones que la población tiene en común. Los recortes de los derechos sociales y laborales son un ejemplo de ello; tales recortes afectan a la gran mayoría de la población, pero no de la misma manera. Y de ahí la importancia de tener en cuenta en la estrategia política la existencia de categorías analíticas como género, raza y también clase social, siendo esta última una categoría de enorme importancia, muy olvidada en España, donde se ha aceptado la definición de nuestro país como un país estratificado en tres clases (los ricos, la clase media y los pobres), sin que la clase trabajadora aparezca por ninguna parte, asumiendo que ha desaparecido o se ha convertido en la clase media. Los movimientos antiestablishment de base obrera han mostrado, sin embargo, que dicha clase existe y está muy frustrada.
Y es ahí donde, sin repetir los errores de la izquierda tradicional (que fueron muchos), hay que recuperar categorías de análisis hoy olvidadas u ocultadas, pues la realidad muestra que siguen teniendo valor. En realidad, el enorme espacio que las clases medias ilustradas (personas con educación superior) tienen en las instituciones representativas, incluidos los partidos políticos, facilitó su conversión al neoliberalismo. De ahí que las alianzas de lo nuevo con lo antiguo –incluidos algunos partidos anteriores– sean esenciales en los nuevos partidos. Antiguo no es sinónimo de anticuado. En ciencias (y no deberíamos abandonar el deseo de utilizar la ciencia como determinante de las políticas públicas) hay muchos principios fundamentales que son muy antiguos pero no anticuados. La ley de la gravedad es muy antigua y, sin embargo, no es anticuada. Si no se lo cree, salte de un cuarto piso y lo verá. Lo que le pasó a la socialdemocracia es que saltó del cuarto piso creyendo que eso de las clases sociales ya no serviría, y se estrelló. Lo antiguo da conocimiento de lo ocurrido y de dónde venimos. Echarlo por la borda es un error. Y ello tiene tanto que ver con la recuperación de la memoria histórica como con la narrativa y en el tipo de análisis que se utiliza para entender nuestra realidad. Olvidar categorías de poder como clase social o la relevancia del socialismo es semejante a negar la ley de la gravedad. Espero que estas notas contribuyan a corregir este error.
“Un espectro se cierne sobre Europa: el espectro del comunismo.
Contra este espectro se han conjurado en santa jauría todas las
potencias de la vieja Europa, el Papa, el zar, Metternich y Guizot, los
radicales franceses y los polizontes alemanes. No hay un solo partido de oposición a quien los adversarios gobernantes no hayan motejado de comunistas”.
A principios del siglo XXI se podría escribir un documento con un párrafo introductorio semejante, poniendo la palabra populismo en lugar de comunismo,
y cambiando los nombres de los establishments políticos, económicos y
religiosos que se sienten amenazados por el crecimiento de los
movimientos que tales establishments definen como populistas. Este nuevo
documento comenzaría con el siguiente relato:
“Un espectro se cierne sobre el capitalismo avanzado a los dos lados del Atlántico Norte: el espectro del populismo.
Contra este espectro se ha conjurado una santa jauría, todos los
establishments políticos y mediáticos de estos países y sus partidos
políticos gobernantes, así como sus instituciones supranacionales. No hay un solo partido político de oposición a quien los adversarios gobernantes no hayan definido como populistas”.
Como ocurrió en el siglo XX con el comunismo, el término
populismo en el siglo XXI es utilizado en la narrativa política y
mediática de las instituciones que reproducen las estructuras de poder
político y mediático (así como de los poderes económicos y financieros
que las sustentan) para definir cualquier movimiento o partido que
cuestione su poder, su legitimidad y las políticas públicas neoliberales
que han estado imponiendo a la población de los países a los dos lados
del Atlántico Norte: Europa y Norteamérica. El objetivo de este
artículo es analizar si tienen algo en común estos movimientos
definidos como populistas, a fin de ver las principales causas de su
expansión y movimiento, y en la segunda parte, analizar qué es lo que en
ciencias políticas se define como populismo, y ver si a aquellos
movimientos les corresponde ser definidos como tales.Cuáles son los elementos que tienen en común estos movimientos
Aunque variados, la gran mayoría de partidos llamados populistas tienen algunos puntos en común. Uno de ellos es su oposición clara a la globalización e integración económica y a la homogeneización cultural y política que ellas conllevan y que es percibida como una amenaza a su propia identidad nacional. Este sentimiento aparece en muchas formas y dimensiones. Pero en todas ellas hay un nacionalismo que es definido por los establishments político-mediáticos responsables de tal globalización como “retrógrado”, “provinciano”, “proteccionista”, “antimoderno”, “anticuado”, “irracional”, “insolidario”, “chauvinista” y un largo etcétera. Se intenta demonizar, con ello, a dicho nacionalismo, oponiéndolo a un supuesto internacionalismo modernizador y progresista.
Este deseo de recuperación de la identidad y control de las condiciones y recursos nacionales característicos del sentimiento nacionalista se basa primordialmente (aunque no exclusivamente) en la identificación de la globalización con el descenso de la calidad de vida y bienestar de las clases populares que ha ocurrido como consecuencia de tal globalización. Su nacionalismo es una respuesta lógica y previsible a su percepción de que dicha globalización es responsable del malestar en el que viven. De ahí que su rechazo a la globalización y a las instituciones y partidos que la promueven sea el que genere su nacionalismo. Miles de ejemplos así lo muestran. Uno de los más recientes es lo ocurrido en Baltimore, EEUU. El barrio obrero blanco de Dundalk (el barrio de los trabajadores de la siderurgia de tal ciudad) votó masivamente al candidato antiglobalización Trump, que denunció el traslado de los altos hornos del acero (uno de los mayores centros de empleo de la ciudad) a países con salarios más bajos y peores condiciones de trabajo, en contra de la candidata Hilary Clinton, que apoyó la globalización. Y ello ocurrió a lo largo de la mayoría de barrios obreros de EEUU. Un tanto semejante ocurrió en gran parte de los países de la Unión Europea. La evidencia empírica existente de que la movilidad de capitales a países con salarios bajos ha dañado sustancialmente el nivel de vida de la clase trabajadora de los países del capitalismo desarrollado del Atlántico Norte es abrumadora y convincente. Y también es abrumadora y convincente la evidencia que muestra que aun siendo la inmigración un factor positivo para los países capitalistas desarrollados, esta puede implicar unos costes (como la bajada de salarios) para sectores vulnerables de las clases populares que explican su rechazo.
La mayoría de los movimientos populistas son hostiles hacia los establishments políticos y mediático neoliberales
De ahí que el rechazo a la globalización e integración económica por parte de los partidos llamados populistas vaya acompañado de otra característica, la de ser movimientos antiestablishments, y muy en particular de los establishments políticos y mediáticos, a los cuales se considera responsables de la imposición de las políticas neoliberales, incluyendo la globalización. Su propuesta política se define como la defensa “de los de abajo” – el pueblo – frente “a los de arriba”, las élites políticas responsables de dicha globalización.
Todo ello explica la tercera característica: el protagonismo de amplios sectores de la supuestamente desaparecida clase trabajadora entre las bases de estos movimientos. Tanto en EEUU como en el Reino Unido o en Suecia (países que creo conocer bien por haber vivido en ellos durante muchos años), así como en Francia y en Alemania entre muchos otros, grandes sectores de su clase trabajadora que habían votado a las izquierdas votan hoy a partidos populistas. Naturalmente que tales sectores no son los únicos votantes de estos partidos (ni tampoco son, en ocasiones, la mayoría de tales votantes), pero juegan un papel clave y central en estos movimientos antiestablishment populistas. En EEUU la clase trabajadora blanca (que es la gran mayoría de la clase trabajadora de aquel país) fue determinante en la elección del candidato Trump a la presidencia de EEUU. Lo mismo ocurrió en el Reino Unido, donde la clase trabajadora británica fue el eje del movimiento a favor del Brexit, que era un movimiento de protesta frente al establishment político y mediático de la UE. En Suecia, hace unas semanas, grandes sectores de la clase trabajadora votaron al partido llamado populista de ultraderechas (Demócratas de Suecia). En Francia, el cinturón rojo de París votó a Le Pen, y en Alemania el espectacular declive de la socialdemocracia ha ido acompañado – como ha ocurrido en la mayoría de países de la UE – de la expansión de partidos llamados populistas.
¿Por qué están creciendo estos movimientos? Las políticas neoliberales promovidas por los establishments político-mediáticos son la principal causa
Definir, sin más, a estos movimientos como chauvinistas y antiinmigrantes, atribuyendo su expansión a su supuesto racismo y oposición a la inmigración, es no entender lo que está detrás de estos sentimientos, pues estos sentimientos (que sí existen en varios de estos movimientos) son síntomas, no causas, de la aparición y extensión de tales movimientos. La causa real de su crecimiento es ni más ni menos que el enorme deterioro de las condiciones de vida de las clases populares en general, y de la clase trabajadora en particular, en cada uno de estos países, deterioro que se ha ido produciendo desde los años ochenta a ambos lados del Atlántico Norte. Y ello como consecuencia de la aplicación de las políticas neoliberales –que alcanzó su máxima expresión con el estallido de la Gran Recesión-, medidas que los políticos gobernantes neoliberales crearon deliberadamente a fin de derrotar al mundo del trabajo, lo cual han conseguido (ver mi libro Ataque a la democracia y al bienestar. Crítica al pensamiento económico dominante. Anagrama, 2015). Los datos hablan por sí mismos. Las rentas del trabajo (las rentas derivadas, primordialmente, del trabajo, es decir, de los salarios) han ido disminuyendo en la mayoría de países a los dos lados del Atlántico Norte desde la aplicación de tales políticas (iniciadas a finales de los años setenta y principios de los ochenta), mientras que las rentas del capital han ido creciendo. Concretamente, en la década de 1970, la participación de los salarios en términos de compensación por empleado fue: en EEUU del 70% del PIB; en los países que serían más tarde la UE-15, este porcentaje era el 72,9%; en Alemania un 70,4%; en Francia un 74,3%; en Italia un 72,2%; en el Reino Unido un 74,3%; y en España un 72,4%. Estos porcentajes bajaron muy significativamente a partir de entonces. En 2012 tales porcentajes pasaron a representar: en EEUU el 63,6% del PIB; en los países de la UE-15 el 66,5%; en Alemania el 65,2%; en Francia el 68,2%; en Italia el 64,4%; en el Reino Unido el 72,7%; y en España el 58,4%. El descenso de las rentas del trabajo durante el periodo 1981-2012 fue, pues, de un 5,5% en EEUU, un 6,9% en la UE-15, un 5,4% en Alemania, un 8,5% en Francia, un 7,1% en Italia, un 1,9% en el Reino Unido y un 14,6% en España, siendo este último país donde tal descenso fue mayor. Detrás de estas cifras hay un crecimiento enorme de las desigualdades sociales, que han alcanzado su máxima expresión durante la Gran Recesión. Tal crecimiento es un tema visible en los grandes medios de comunicación, y ha alcanzado un nivel de preocupación y alarma en los centros de poder político por la previsible inestabilidad que conlleva, pues a nivel de calle (aunque no a nivel de la mayoría de los principales medios) tal crecimiento de las desigualdades se debe a que el enorme aumento de la riqueza y bienestar de las minorías pudientes se ha estado consiguiendo a costa del gran descenso del bienestar y nivel de vida de la mayoría de las clases populares, que constituyen la mayoría de la población.
El gran crecimiento de las desigualdades como consecuencia de las políticas neoliberales
No es, por lo tanto, mera casualidad que tales movimientos – con base obrera – hayan aparecido con mayor intensidad durante la Gran Recesión. Explicar, repito, este crecimiento y expansión debido al crecimiento del sentimiento antiinmigrante o chauvinista, o lo que fuera, es no entender que fue el deterioro de la calidad de vida y del bienestar de las clases populares y de la clase trabajadora lo que explica el crecimiento de tales sentimientos. En realidad, en EEUU amplios sectores de la clase trabajadora blanca que habían votado anteriormente al candidato negro Obama votaron a Trump en las últimas elecciones. No niego que haya existido un crecimiento del sentimiento antiinmigración, aunque este sentimiento no siempre responde a un aumento notable de la población inmigrante. Tal aumento sí que ha ocurrido en Suecia y en Alemania, por ejemplo, pero no ha ocurrido en EEUU, ni en el Reino Unido, ni en Francia. Y, sin embargo, el crecimiento de estos movimientos ha sido casi idéntico en estos países. Es el deterioro de las condiciones de vida de las clases populares la causa principal del crecimiento de tales movimientos. Análisis detallados, país por país, así lo muestran. Los salarios, las condiciones de trabajo, la ocupación y el bienestar en cada uno de estos países se han deteriorado. Un indicador claro de este deterioro es el crecimiento de las enfermedades llamadas de la desesperación –“despair”– (la adicción a las drogas o al alcohol, y las enfermedades relacionadas con el estrés) en la mayoría de estos países.
Las diferencias entre estos movimientos llamados populistas
Analizando la naturaleza de los movimientos populares del siglo XX (que continúan existiendo) y del siglo XXI, vemos que el comunismo y el socialismo tenían y tienen (al menos en teoría) una dimensión acusatoria y de denuncia (que se traducía en su oposición al establishment liberal y/o conservador, sostenedores del capitalismo) y una dimensión propositiva (sustituir el capitalismo por el socialismo). No así la mayoría de populismos, que tienen una dimensión antiestablishment pero que carecen de una dimensión propositiva. El comunismo y el socialismo tenían y tienen (de nuevo, al menos en teoría) una cohesión ideológica y, por lo general, un objetivo común. Y su visión afectaba y afecta todas las dimensiones de la actividad política, incluyendo elementos como el sentido nacionalista, identitario. La visión de izquierdas de la nación, por ejemplo, es distinta a la concepción de nación de las derechas (influenciadas por los establishments económicos y financieros dominantes). La nación, en su versión comunista o socialista, es la colectividad formada por gente normal y corriente cuyo bienestar es el objeto esencial de la función pública, asignándose los recursos según la necesidad, y exigiendo recursos según la habilidad de la ciudadanía. La extensión de los derechos sociales, laborales y políticos era un componente esencial para conseguir el empoderamiento de la clase trabajadora en su camino hacia el socialismo. Fue precisamente en aquellos países donde tales derechos fueron más universales, cubriendo a toda la población, donde se cuestionó la continuidad del capitalismo. El caso más claro fue Suecia, con las reformas Meidner, que hubieran podido alcanzar uno de los objetivos más importante del proyecto socialista: la propiedad colectiva de los medios de producción. El neoliberalismo fue la respuesta del mundo empresarial y financiero que fue aplicada por los gobiernos de derechas (aunque también por los gobiernos socialdemócratas), que consiguieron debilitar el universalismo, solidaridad y seguridad en el mercado laboral (como ampliar privatizaciones de su estado del bienestar y reformas laborales que rompieron con la seguridad y protección social del mundo del trabajo), lo que creó la inseguridad, punto básico para el surgimiento de una ultraderecha de base obrera antiinmigrante, hecho facilitado por el enorme crecimiento de la inmigración, como ocurrió en Suecia, que alcanzó unos límites sin precedentes en aquel país. La inseguridad laboral y otras medidas neoliberales son condiciones necesarias para el crecimiento del movimiento antiinmigrante.
El nacionalismo (la defensa de la identidad nacional) de derechas tiene, sin embargo, otra orientación. Lo caracteriza una visión mística, totalitaria, excluyente, racista (o etnicista) y clasista, identificando los intereses nacionales con los intereses de las clases dominantes. Se me dirá, con razón, que el nazismo se definió como nacionalsocialismo. Y adoptó medidas como las políticas de pleno empleo, las cuales eliminaron el paro, entre otras. Pero la promoción de tales propuestas, así como la narrativa obrerista de su relato, era precisamente parte de su estrategia para parar y destruir el comunismo y el socialismo. De ahí el apoyo y financiación en los países donde surgió el nazismo (y, por cierto, también el fascismo) de tales movimientos por parte de las élites financieras y económicas. El nazismo y el fascismo salvaron el capitalismo y a los capitalistas de la amenaza del socialismo y del comunismo. Este fue su objetivo. El caso español es un claro ejemplo de ello. La Falange (el partido fascista), junto con la Iglesia, fue uno de las instituciones de mayor represión durante el régimen franquista contra el comunismo y el socialismo.
El gran fracaso de las izquierdas y su autoría en el desarrollo y expansión del neoliberalismo como causa del crecimiento del mal llamado populismo
Ante esta realidad, la pregunta que debe hacerse es: ¿cómo es que estos sectores de la clase trabajadora votan a la ultraderecha y no a los partidos tradicionalmente enraizados en las clases trabajadoras, como son la mayoría de partidos de izquierdas? Y la respuesta a la pregunta es muy fácil, pues gran parte de los partidos gobernantes de las izquierdas fueron también responsables de la aplicación de las políticas neoliberales, las cuales incluyen las políticas de reforma de los mercados laborales, las políticas de austeridad, los recortes y las políticas facilitadoras e incentivadoras de la globalización. De ahí que tales partidos, que han sido percibidos (correctamente) por estas clases populares como los responsables (junto con los partidos gobernantes de otras sensibilidades) de las políticas que les han hecho tanto daño, hayan ido perdiendo gran apoyo popular. La adaptación de los partidos socialistas o socialdemócratas al neoliberalismo ha sido una de las principales causas del crecimiento de tales movimientos populistas.
El descenso del apoyo popular y electoral a tales partidos de la izquierda y su sustitución por los partidos populistas explica que hayan estado surgiendo nuevas sensibilidades dentro de las izquierdas que estén intentando canalizar este enfado popular (que es justo, lógico y predecible), respondiendo a las demandas fruto de esta queja. Bernie Sanders en EEUU, Corbyn en el Reino Unido, el nuevo movimiento de izquierdas alemán Aufstehen, el PG de Mélenchon en Francia, y Podemos y sus confluencias en España (tales como En Marea y Catalunya en Comú) son un ejemplo de ello. Ahora bien, definir a estos movimientos como populistas es un gran error. Ni que decir tiene que la visión del populismo como “enfrentamiento del pueblo contras las élites” tiene validez, pero solo hasta cierto punto, pues el pueblo tiene clases sociales, géneros, razas y nacionalidades con intereses distintos que distan de ser coincidentes. Encontrar elementos en común es el gran reto de tales movimientos, pero dentro de un objetivo común que permita relacionar todos los tipos de explotación, para lo cual se requiere la transformación profunda de las sociedades capitalistas actuales para permitir y facilitar una nueva sociedad (que no llegará en el año A, més M, día D), sino que se irá construyendo (destruyendo) día a día según la correlación de poderes en cada país. Todos estos movimientos de la nueva izquierda salen y están enraizados en las izquierdas. Llamarlos populistas es un intento de identificarlos con otras formaciones de claro sentido derechista.
La situación en España
Todo lo que he dicho es aplicable a España. Si el PSOE no hubiera dejado de desarrollar medidas socialistas, es probable que no hubiera aparecido Podemos. Las políticas económicas aplicadas por el PSOE eran neoliberales en extremo (las recientes declaraciones del ministro de Economía más influyente en el PSOE, el Sr. Solchaga, criticando el movimiento de los pensionistas, acusándolos de ser injustos en sus demandas y en sus quejas, son un ejemplo de ello). Podemos ha sido y continúa siendo un punto de referencia internacional, pues España es uno de los países donde este mal llamado populismo ha sido de izquierdas. De ahí la importancia de lo que ocurre en tal formación política. El reciente artículo de Illueca, Monereo y Anguita en Cuarto Poder (“¿Fascismo en Italia? Decreto dignidad”, 05.09.18) creó un gran revuelo, con críticas injustas en su mayoría, pues se malinterpretó como una defensa de la coalición de gobierno italiana, asignándole la definición de fascista. Es cierto que el título y el estilo provocadores del artículo no fueron suficientemente cuidadosos y dieron pie a tal confusión. Pero lo que el artículo señalaba era que las políticas discutidas de carácter proteccionista eran casi las mismas que estaban cuestionando la hegemonía neoliberal existente en el establishment político-mediático europeo. Ahora bien, dicho artículo generó una muy necesaria reflexión de que hoy hace falta otra izquierda que responda con mayor radicalidad al enfado existente entre las clases populares de estos países. El gobierno Trump, por cierto, también ha realizado propuestas copiadas de la izquierda de Bernie Sanders, como el proponer que el porcentaje de materiales utilizados en los automóviles que se produzcan en el país con materiales procedentes de él sea muy elevado. Ahora bien, definir a la coalición gobernante en Italia como fascista me parece poco riguroso, aunque sí que tiene – como la tienen muchas características del populismo de derechas – semejanzas al fascismo: la visión autoritaria escasamente democrática y el racismo nacionalista de la Liga Norte (partido de la coalición que influenció en su día a amplios sectores del pujolismo en Catalunya), son claramente antidemocráticos.
Los grandes límites del populismo: la necesidad de combinar lo nuevo con lo antiguo
La estrategia de defensa de los de abajo frente a los de arriba (o del pueblo frente a las élites), aunque necesaria, tanto electoralmente como tácticamente, es dramáticamente insuficiente, pues no reconoce, como acabo de indicar, que no todos los miembros del pueblo tienen intereses iguales. No hay duda de que los distintos sectores de la población tienen elementos en común, y es necesario capitalizar estos puntos en común. En realidad, la naturaleza tan profunda de la crisis acentúa más las condiciones que la población tiene en común. Los recortes de los derechos sociales y laborales son un ejemplo de ello; tales recortes afectan a la gran mayoría de la población, pero no de la misma manera. Y de ahí la importancia de tener en cuenta en la estrategia política la existencia de categorías analíticas como género, raza y también clase social, siendo esta última una categoría de enorme importancia, muy olvidada en España, donde se ha aceptado la definición de nuestro país como un país estratificado en tres clases (los ricos, la clase media y los pobres), sin que la clase trabajadora aparezca por ninguna parte, asumiendo que ha desaparecido o se ha convertido en la clase media. Los movimientos antiestablishment de base obrera han mostrado, sin embargo, que dicha clase existe y está muy frustrada.
Y es ahí donde, sin repetir los errores de la izquierda tradicional (que fueron muchos), hay que recuperar categorías de análisis hoy olvidadas u ocultadas, pues la realidad muestra que siguen teniendo valor. En realidad, el enorme espacio que las clases medias ilustradas (personas con educación superior) tienen en las instituciones representativas, incluidos los partidos políticos, facilitó su conversión al neoliberalismo. De ahí que las alianzas de lo nuevo con lo antiguo –incluidos algunos partidos anteriores– sean esenciales en los nuevos partidos. Antiguo no es sinónimo de anticuado. En ciencias (y no deberíamos abandonar el deseo de utilizar la ciencia como determinante de las políticas públicas) hay muchos principios fundamentales que son muy antiguos pero no anticuados. La ley de la gravedad es muy antigua y, sin embargo, no es anticuada. Si no se lo cree, salte de un cuarto piso y lo verá. Lo que le pasó a la socialdemocracia es que saltó del cuarto piso creyendo que eso de las clases sociales ya no serviría, y se estrelló. Lo antiguo da conocimiento de lo ocurrido y de dónde venimos. Echarlo por la borda es un error. Y ello tiene tanto que ver con la recuperación de la memoria histórica como con la narrativa y en el tipo de análisis que se utiliza para entender nuestra realidad. Olvidar categorías de poder como clase social o la relevancia del socialismo es semejante a negar la ley de la gravedad. Espero que estas notas contribuyan a corregir este error.
15MpaRato: Cómo un movimiento ciudadano consiguió meter al exdirector del FMI en la cárcel
Publicado: 8 oct 2018 14:03 GMT - RT
Este grupo inició la querella que la semana
pasada se saldó con una sentencia firme de cuatro años y seis meses de
prisión para Rodrigo Rato.
Esta semana se ha conocido la noticia
de que el Tribunal Supremo de España ha confirmado la sentencia a
cuatro años y seis meses de cárcel a Rodrigo Rato, exministro de
Economía, exvicepresidente del Gobierno y exdirector del Fondo Monetario
Internacional (FMI). Lo que poca gente conoce es que este proceso fue iniciado por un movimiento ciudadano, denominado 15MpaRato.
El exministro ha sido condenado en el caso de las 'Tarjetas Black' por un delito de apropiación indebida. No ha sido el único, en total 64 personas han sido condenadas y 17 de ellas irán a prisión por un escándalo que conmocionó a la opinión pública española, no solo por la cuantía de los sustraído, sino por la impunidad con la que actuaron y porque entre los implicados hay personas pertenecientes a todos los partidos políticos e incluso a los dos mayores sindicatos del país.
En entrevista, Simona Levi, del movimiento 15MpaRato, cuenta cómo se ha llegado hasta aquí. "Todo esto lo hemos hecho nosotros, gente normal y corriente", dice, y enumera cómo en el grupo de unas 10 personas
que comenzaron esta iniciativa hay un químico, un investigador en
ecología humana, una cocinera, una dependienta de un gran almacén, un
estudiante o una directora de teatro, como es su caso.
El banco al que se refiere es Bankia, actualmente el cuarto más grande del país. Y es que, tras haber ocupado los máximos cargos de responsabilidad política, Rodrigo Rato acabó presidiendo esta entidad, un banco español surgido de la fusión de siete cajas de ahorro, con activos del sector del ladrillo y otros productos tóxicos. Tras su nacimiento en 2010, tan solo un año después, el 20 de julio de 2011, la entidad salió a bolsa. Solo tuvieron que pasar 10 meses para que el Estado tuviera que rescatarlo con 10.000 millones de euros y nacionalizar su matriz, BFA.
Con la salida a bolsa "habían engañado a 400.000 pequeños inversores", a quienes nadie avisó de los riesgos de una entidad que estaba al borde del rescate. "Rato ha robado siendo un particular. Trabajando en lo público creó las condiciones para robar en lo privado". Así de contundente define Simona Levi el paso de Rato del sector público al privado.
En
aquel entonces Levi no podía creer que una serie de personas se
hubieran enriquecido personalmente, hundieran una entidad tan poderosa,
el Estado tuviera que rescatarla, los ciudadanos españoles lo pagaran
con los recortes de la austeridad y no pasase nada.
"Contacté con otros activistas del 15M, que entonces estaban muy activos", cuenta Levi, y les preguntó si querían meterse en "la aventura de llevar a prisión a Rodrigo Rato". Y ese fue el germen de 15MpaRato.
Querían demostrar el "robo mafioso sistémico" llevado a cabo por "los partidos políticos". Según su promotora, los partidos enviaban a estas personas a los puestos más estratégicos para conseguir enriquecerse tanto la organización como esos mismos "personajes". "Lo importante no era la persona, sino la estructura", puntualiza. Aunque Rato se convirtió desde entonces en la cabeza visible, Levi recuerda la implicación de personas de todos los colores políticos, que para ella demuestra que "las estructuras mafiosas son los partidos políticos: la fuente de la corrupción".
Aunque la ayuda no fue solo económica. "La gente nos ha ayudado a hacer la acusación, no solo abogados, sino gente que ha aportado pruebas a través de nuestro buzón seguro", relata Levi. Y es que una de las pruebas que ayudaron a levantar el caso fueron los conocidos como 'correos de Blesa': diez años de correos electrónicos entre políticos y banqueros que una fuente anónima filtró.
Esos correos se pueden consultar. Están colgados en la web correosdeblesa.com y son miles de emails corporativos de Miguel Blesa, expresidente de CajaMadrid, la caja de ahorros más importante que integró Bankia. Precisamente esos documentos fueron la prueba que dio lugar a la pieza judicial separada denominada 'Tarjetas Black', por la que Rodrigo Rato y otras 63 personas han sido condenadas en firme esta semana por el Tribunal Supremo de España.
Las tarjetas 'opacas' que indignaron a la ciudadanía fueron entregadas a todos los miembros de la dirección y del Consejo de Administración de Cajamadrid, y después Bankia, que obtuvieron así una retribución que ni la entidad ni los benificiarios declaraban a Hacienda. En total, más de 15 millones de euros fueron sustraídos de ese modo a la corporación desde 1999.
"Se trata de saber qué han hecho con nuestro dinero para crear un rescate bancario. Defendemos que ha sido un diseño criminal", sentencia Levi.
Se trata de su próximo reto, que cinco ministros
y el presidente del Real Madrid respondan ante la justicia por los
delitos de prevaricación, fraude a la Administración Pública y
malversación de caudales públicos.
El motivo de esta demanda, junto a otras muchas irregularidades, es una polémica cláusula del contrato firmado por el Gobierno con la empresa de Florentino Pérez para llevar a cabo el proyecto Castor. Esta disposición obligó al Estado a pagar una indemnización de más de 2.400 millones de euros (incluidos los intereses) cuando la empresa tuvo que poner fin a sus operaciones en 2014, a pesar de que la cancelación se produjo por una negligencia en las actuaciones de la propia empresa.
De hecho, la paralización de la construcción de este depósito de gas frente a las costas mediterráneas españolas se produjo debido a la aparición de pequeños terremotos en tierra firme relacionados con la inyección de gas.
Nuria López
El exministro ha sido condenado en el caso de las 'Tarjetas Black' por un delito de apropiación indebida. No ha sido el único, en total 64 personas han sido condenadas y 17 de ellas irán a prisión por un escándalo que conmocionó a la opinión pública española, no solo por la cuantía de los sustraído, sino por la impunidad con la que actuaron y porque entre los implicados hay personas pertenecientes a todos los partidos políticos e incluso a los dos mayores sindicatos del país.
El comienzo: el rescate bancario
Todo comenzó en el año 2012. Tras la explosión del movimiento 15M que tomó las calles y, entre otros logros, trasformó el panorama político del país con la aparición de nuevos partidos, España se levantó un día con la noticia de que iba a ser rescatada. Más exactamente, su sistema bancario sería rescatado. "En el gráfico que mostraron la mitad del dinero con el que nos tenían que rescatar iba para este banco", dice Levi.El banco al que se refiere es Bankia, actualmente el cuarto más grande del país. Y es que, tras haber ocupado los máximos cargos de responsabilidad política, Rodrigo Rato acabó presidiendo esta entidad, un banco español surgido de la fusión de siete cajas de ahorro, con activos del sector del ladrillo y otros productos tóxicos. Tras su nacimiento en 2010, tan solo un año después, el 20 de julio de 2011, la entidad salió a bolsa. Solo tuvieron que pasar 10 meses para que el Estado tuviera que rescatarlo con 10.000 millones de euros y nacionalizar su matriz, BFA.
Con la salida a bolsa "habían engañado a 400.000 pequeños inversores", a quienes nadie avisó de los riesgos de una entidad que estaba al borde del rescate. "Rato ha robado siendo un particular. Trabajando en lo público creó las condiciones para robar en lo privado". Así de contundente define Simona Levi el paso de Rato del sector público al privado.
"Contacté con otros activistas del 15M, que entonces estaban muy activos", cuenta Levi, y les preguntó si querían meterse en "la aventura de llevar a prisión a Rodrigo Rato". Y ese fue el germen de 15MpaRato.
Querían demostrar el "robo mafioso sistémico" llevado a cabo por "los partidos políticos". Según su promotora, los partidos enviaban a estas personas a los puestos más estratégicos para conseguir enriquecerse tanto la organización como esos mismos "personajes". "Lo importante no era la persona, sino la estructura", puntualiza. Aunque Rato se convirtió desde entonces en la cabeza visible, Levi recuerda la implicación de personas de todos los colores políticos, que para ella demuestra que "las estructuras mafiosas son los partidos políticos: la fuente de la corrupción".
Una querella que salió adelante gracias al dinero de casi 2.000 personas
Pero un proceso judicial de la envergadura que pretendían llevar a cabo requiere un sostén económico que entonces no tenían y recurrieron al crowfunding. Éste es uno de los hitos de esta campaña, que casi 2.000 personas o entidades aportaron dinero para una causa en la que creían, y acabaron recaudando algo más de 30.000 euros en dos rondas (en 2012 y 2015) que completaron en tiempo récord en la web especializada goteo.org.Aunque la ayuda no fue solo económica. "La gente nos ha ayudado a hacer la acusación, no solo abogados, sino gente que ha aportado pruebas a través de nuestro buzón seguro", relata Levi. Y es que una de las pruebas que ayudaron a levantar el caso fueron los conocidos como 'correos de Blesa': diez años de correos electrónicos entre políticos y banqueros que una fuente anónima filtró.
Esos correos se pueden consultar. Están colgados en la web correosdeblesa.com y son miles de emails corporativos de Miguel Blesa, expresidente de CajaMadrid, la caja de ahorros más importante que integró Bankia. Precisamente esos documentos fueron la prueba que dio lugar a la pieza judicial separada denominada 'Tarjetas Black', por la que Rodrigo Rato y otras 63 personas han sido condenadas en firme esta semana por el Tribunal Supremo de España.
Las tarjetas 'opacas' que indignaron a la ciudadanía fueron entregadas a todos los miembros de la dirección y del Consejo de Administración de Cajamadrid, y después Bankia, que obtuvieron así una retribución que ni la entidad ni los benificiarios declaraban a Hacienda. En total, más de 15 millones de euros fueron sustraídos de ese modo a la corporación desde 1999.
Todavía no ha terminado
Pero el periplo judicial del exdirector del Fondo Monetario Internacional, a quién en su partido hacían responsable de lo que denominaron "el milagro económico español", aún no ha terminado. La de las 'tarjetas Black' solo es una pieza separada del caso principal, el impulsado por 15MpaRato: el caso Bankia."Se trata de saber qué han hecho con nuestro dinero para crear un rescate bancario. Defendemos que ha sido un diseño criminal", sentencia Levi.
¿Y después de Rato? Florentino Pérez en el banquillo.
Este reducido grupo de "personas normales" se ha unido a otros grupos para sacar adelante el 'caso Castor', un caso que involucra a ministros del Partido Popular (PP) y del Partido Socialista Obrero Español (PSOE) y al magnate dueño del club de fútbol Real Madrid, Florentino Pérez. "Está siendo difícil que lo acepten. El sistema no traga fácilmente con estos casos", afirma nuestra entrevistada.El motivo de esta demanda, junto a otras muchas irregularidades, es una polémica cláusula del contrato firmado por el Gobierno con la empresa de Florentino Pérez para llevar a cabo el proyecto Castor. Esta disposición obligó al Estado a pagar una indemnización de más de 2.400 millones de euros (incluidos los intereses) cuando la empresa tuvo que poner fin a sus operaciones en 2014, a pesar de que la cancelación se produjo por una negligencia en las actuaciones de la propia empresa.
De hecho, la paralización de la construcción de este depósito de gas frente a las costas mediterráneas españolas se produjo debido a la aparición de pequeños terremotos en tierra firme relacionados con la inyección de gas.
Nuria López
Los bancos españoles se desploman en bolsa tras la sentencia del Supremo sobre las hipotecas
Publicado: 18 oct 2018 10:38 GMT | Última actualización: 18 oct 2018 11:59 GMT - RT
El alto tribunal dictaminó este jueves que
corresponde a las entidades bancarias, y no a los clientes, pagar los
impuestos de los préstamos hipotecarios.
Las acciones de diversas entidades bancarias españolas han experimentado a mediodía de este jueves significativas caídas en el mercado bursátil tras hacerse púbica la sentencia del Tribunal Supremo que dictamina que son precisamente los bancos, y no los clientes, los que deben pagar los impuestos sobre las hipotecas.
Las entidades más perjudicadas son Caixabank y Bankia, cuya cotización se ha depreciado en una medida superior al 8%; Bankinter y Sabadell, por su parte, registraron caídas superiores al 6%; el BBVA cayó en un 2,6% y el Banco Santander en un 1,5%.
El desplome empezó a ser perceptible en los minutos siguientes a la noticia de la sentencia. En una mañana en la que el Ibex abría su plaza con subidas moderadas, la decisión judicial irrumpió propiciando una caída de medio punto porcentual.
Tal como explica el comunicado del Alto Tribunal, el magistrado Jesús Cudero modifica con su dictamen la jurisprudencia anterior y "concluye que no es el prestatario el sujeto pasivo de este último impuesto en las escrituras notariales de préstamo con garantía hipotecaria (como aquella jurisprudencia sostenía) sino la entidad que presta la suma correspondiente".
El gravamen del impuesto sobre actos jurídicos documentados en las escrituras públicas de préstamo con garantía hipotecaria depende de cada comunidad autónoma, pero suele fijarse entre el 0,5% y el 1,5% del valor del inmueble.
La sentencia de este jueves constituye una nueva enmienda jurídica a las prácticas de la banca en el ámbito de los contratos hipotecarios en los últimos años, y se se suma a otras como la de las cláusulas suelo o las hipotecas multidivisa.
Las entidades más perjudicadas son Caixabank y Bankia, cuya cotización se ha depreciado en una medida superior al 8%; Bankinter y Sabadell, por su parte, registraron caídas superiores al 6%; el BBVA cayó en un 2,6% y el Banco Santander en un 1,5%.
El desplome empezó a ser perceptible en los minutos siguientes a la noticia de la sentencia. En una mañana en la que el Ibex abría su plaza con subidas moderadas, la decisión judicial irrumpió propiciando una caída de medio punto porcentual.
El gravamen del impuesto sobre actos jurídicos documentados en las escrituras públicas de préstamo con garantía hipotecaria depende de cada comunidad autónoma, pero suele fijarse entre el 0,5% y el 1,5% del valor del inmueble.
La sentencia de este jueves constituye una nueva enmienda jurídica a las prácticas de la banca en el ámbito de los contratos hipotecarios en los últimos años, y se se suma a otras como la de las cláusulas suelo o las hipotecas multidivisa.
"Crímenes de lesa humanidad": Demandan a Francia por las pruebas nucleares en la Polinesia Francesa
Publicado: 11 oct 2018 05:23 GMT | Última actualización: 11 oct 2018 05:38 GMT - RT
Estudios locales indican que las 193 pruebas
nucleares realizadas en el siglo pasado por Francia multiplicaron los
casos de cáncer en las islas, pero París se resiste a asumir la
responsabilidad por lo ocurrido.
El
expresidente de la Polinesia Francesa, Oscar Temaru, anunció en una
reunión de la comisión de la ONU centrada en la descolonización que ha
presentado una demanda contra Francia ante la Corte Penal Internacional
por los ensayos nucleares realizados en el Pacífico Sur en el siglo XX.
"Con un gran sentido del deber y la determinación, el 2 de octubre presentamos una queja ante la Corte Penal Internacional por crímenes de lesa humanidad. Este caso busca responsabilizar a todos los presidentes franceses vivos de las pruebas nucleares contra nuestro país", dijo Temaru, citado por AFP, y agregó que las pruebas se impusieron a los isleños "con la amenaza directa de imponer un gobierno militar si las rechazáramos".
Entre 1960 y 1996 en esa colectividad de ultramar francesa en Oceanía se realizaron 193 pruebas nucleares, en las que participaron 150.000 civiles y militares. Además, en 1968 Francia llevó a cabo en el atolón de Fangataufa su primera prueba termonuclear de múltiples etapas, con un poder explosivo que fue 200 veces mayor que el de la bomba de Hiroshima.
Las pruebas provocaron 368 casos de lluvia radioactiva en la Polinesia Francesa, formada por más de 100 islas y atolones, dijo a la comisión de la ONU Maxime Chan, miembro de una asociación local para la protección del medio ambiente, agregando que los desechos radiactivos también se habían vertido en el océano en violación de las normas internacionales.
En
enero, el Ministerio de Salud de la Polinesia Francesa publicó cifras
que muestran que aproximadamente 9.500 personas han sido diagnosticadas
con cáncer en los últimos 15 años. Estudios anteriores realizados en la
pasada década establecieron una "relación estadística significativa" entre las tasas de cáncer de tiroides y la exposición a la lluvia radiactiva fruto de las pruebas nucleares francesas.
En 1996, el entonces presidente galo, Jacques Chirac, puso fin al programa de pruebas nucleares y asignó un pago anual de 150 millones de dólares a la Polinesia Francesa. Sin embargo, Francia negó durante mucho tiempo cualquier responsabilidad por los efectos de las pruebas, ya fueran ambientales o sobre la salud de los habitantes de la zona, mientras que la región ha buscado obtener una compensación por los daños causados.
En 2013, documentos desclasificados revelaron que las consecuencias del plutonio utilizado en las pruebas cubrían un área mucho más grande de lo que París había admitido inicialmente. La popular isla turística de Tahití en particular estuvo expuesta a un nivel de radiación 500 veces superior al máximo permitido.
Temaru aseveró que Francia "ignoró y mostró desprecio" por las repetidas propuestas presentadas desde 2013 para sentarse a la mesa de negociación sobre el asunto bajo la supervisión de la ONU.
El reflejo del auge de la extrema derecha en países como Austria, Bélgica, Finlandia, Dinamarca, Hungría o Polonia, llega a Sudamérica mediante el contundente apoyo que Jair Bolsonaro recibió en las pasadas elecciones presidenciales de Brasil. Pero cabe preguntarse si Brasil tiene casi 50 millones de ciudadanos homofóbicos, militaristas e intolerantes, o si los votos que recibió el líder del Partido Social Liberal expresan en realidad el profundo rechazo hacia los demás candidatos a la presidencia.
Del resultado del próximo 28 de octubre dependerá el futuro de la región. El “efecto contagio” podría ser inmediato; ya que, amparadas por los grupos hegemónicos de comunicación, las derechas latinoamericanas se han abierto camino impulsando discursos de odio contra los líderes populares de la izquierda, y contra sus seguidores.
En este sentido, Argentina podría ser tierra fértil para la aparición de un Bolsonaro que canalice el desprecio que la clase dominante y los medios del poder, vuelcan a diario sobre los sectores más vulnerables. A la estigmatización de la pobreza que practican los medios oficialistas, se le han sumado las voces de gobernadores y ministros que no han dudado en expresar su postura respecto de esos seres a los que Eduardo Galeano llamaba “los nadies”: “Los pobres tienen que entender que van a seguir siendo pobres”, dijo la vicepresidenta argentina, Gabriela Michetti, a pocos meses de la asunción de Mauricio Macri a la presidencia de la nación. “¿De qué sirve construir universidades públicas si todos sabemos que los pobres no llegan a la universidad”, señaló la gobernadora de la provincia de Buenos Aires durante una rueda de prensa. “Los pobres no sirven ni para procrear”, sentenció Bolsonaro.
El discurso no se transforma en fascista de la noche a la mañana. Casi subrepticiamente, va naturalizándose como consecuencia de un odio de clases que crece a fuerza de estigmatización. El ejercicio es constante. La prensa del poder construye un “enemigo” de todo aquel que reclame lo que por derecho le corresponde.
Para este Estado neoliberal, los trabajadores son costos, gastos, materias primas, recursos productivos. “Hay que bajar los costos. Y los salarios son un costo más”, expresó el actual presidente argentino antes de ocupar el cargo. Ahora que la inflación licuó los salarios, la represión es la forma mediante la que Macri silencia, mientras los medios aplauden.
El discurso de odio ha calado entre quienes pretenden ser parte de la elite dominante. La prensa oficial no se queda atrás, y siempre que puede reivindica viejas prácticas de la dictadura como por ejemplo la prisión preventiva sin previa condena y el uso de la fuerza represiva.
Por el momento Argentina no puede aún considerarse un país fascista, aunque exista quien ya advierta insignificantes similitudes. El fascismo no respeta la democracia, porque para el fascista no se trata de construir un régimen de mayorías ni de darle el poder al pueblo, sino de usar el gobierno como una suma de individuos amalgamados en un proyecto determinado por los intereses de la clase dominante, que se considera a sí misma como lo más excelso de la raza.
URUGUAY
"Con un gran sentido del deber y la determinación, el 2 de octubre presentamos una queja ante la Corte Penal Internacional por crímenes de lesa humanidad. Este caso busca responsabilizar a todos los presidentes franceses vivos de las pruebas nucleares contra nuestro país", dijo Temaru, citado por AFP, y agregó que las pruebas se impusieron a los isleños "con la amenaza directa de imponer un gobierno militar si las rechazáramos".
Las pruebas nucleares francesas no son menos que el resultado directo de la colonizaciónSegún sus palabras, "las pruebas nucleares francesas no son menos que el resultado directo de la colonización", y aseguró que presentar una demanda era un deber moral ante "todas las personas que murieron por las consecuencias del colonialismo nuclear".
Entre 1960 y 1996 en esa colectividad de ultramar francesa en Oceanía se realizaron 193 pruebas nucleares, en las que participaron 150.000 civiles y militares. Además, en 1968 Francia llevó a cabo en el atolón de Fangataufa su primera prueba termonuclear de múltiples etapas, con un poder explosivo que fue 200 veces mayor que el de la bomba de Hiroshima.
Las pruebas provocaron 368 casos de lluvia radioactiva en la Polinesia Francesa, formada por más de 100 islas y atolones, dijo a la comisión de la ONU Maxime Chan, miembro de una asociación local para la protección del medio ambiente, agregando que los desechos radiactivos también se habían vertido en el océano en violación de las normas internacionales.
En 1996, el entonces presidente galo, Jacques Chirac, puso fin al programa de pruebas nucleares y asignó un pago anual de 150 millones de dólares a la Polinesia Francesa. Sin embargo, Francia negó durante mucho tiempo cualquier responsabilidad por los efectos de las pruebas, ya fueran ambientales o sobre la salud de los habitantes de la zona, mientras que la región ha buscado obtener una compensación por los daños causados.
En 2013, documentos desclasificados revelaron que las consecuencias del plutonio utilizado en las pruebas cubrían un área mucho más grande de lo que París había admitido inicialmente. La popular isla turística de Tahití en particular estuvo expuesta a un nivel de radiación 500 veces superior al máximo permitido.
Temaru aseveró que Francia "ignoró y mostró desprecio" por las repetidas propuestas presentadas desde 2013 para sentarse a la mesa de negociación sobre el asunto bajo la supervisión de la ONU.
El fascismo que viene
En sintonía con la adhesión que
la ultraderecha europea ha logrado en la última década, crecen en
América Latina los seguidores de líderes cuyas propuestas retrotraen a
las épocas más oscuras de la humanidad.
19 de Octubre de 2018 (10:51 h.)
por Walter C. Medina
Por el momento Argentina no puede aún considerarse un país fascista, aunque exista quien ya advierta insignificantes similitudesEn sintonía con la adhesión que la ultraderecha europea ha logrado en la última década, crecen en América Latina los seguidores de líderes cuyas propuestas retrotraen a las épocas más oscuras de la humanidad.
El reflejo del auge de la extrema derecha en países como Austria, Bélgica, Finlandia, Dinamarca, Hungría o Polonia, llega a Sudamérica mediante el contundente apoyo que Jair Bolsonaro recibió en las pasadas elecciones presidenciales de Brasil. Pero cabe preguntarse si Brasil tiene casi 50 millones de ciudadanos homofóbicos, militaristas e intolerantes, o si los votos que recibió el líder del Partido Social Liberal expresan en realidad el profundo rechazo hacia los demás candidatos a la presidencia.
Del resultado del próximo 28 de octubre dependerá el futuro de la región. El “efecto contagio” podría ser inmediato; ya que, amparadas por los grupos hegemónicos de comunicación, las derechas latinoamericanas se han abierto camino impulsando discursos de odio contra los líderes populares de la izquierda, y contra sus seguidores.
En este sentido, Argentina podría ser tierra fértil para la aparición de un Bolsonaro que canalice el desprecio que la clase dominante y los medios del poder, vuelcan a diario sobre los sectores más vulnerables. A la estigmatización de la pobreza que practican los medios oficialistas, se le han sumado las voces de gobernadores y ministros que no han dudado en expresar su postura respecto de esos seres a los que Eduardo Galeano llamaba “los nadies”: “Los pobres tienen que entender que van a seguir siendo pobres”, dijo la vicepresidenta argentina, Gabriela Michetti, a pocos meses de la asunción de Mauricio Macri a la presidencia de la nación. “¿De qué sirve construir universidades públicas si todos sabemos que los pobres no llegan a la universidad”, señaló la gobernadora de la provincia de Buenos Aires durante una rueda de prensa. “Los pobres no sirven ni para procrear”, sentenció Bolsonaro.
El discurso no se transforma en fascista de la noche a la mañana. Casi subrepticiamente, va naturalizándose como consecuencia de un odio de clases que crece a fuerza de estigmatización. El ejercicio es constante. La prensa del poder construye un “enemigo” de todo aquel que reclame lo que por derecho le corresponde.
El fascismo no respeta la democracia, porque para el fascista no se trata de construir un régimen de mayorías ni de darle el poder al pueblo, sino de usar el gobierno como una suma de individuos amalgamados en un proyecto determinado por los intereses de la clase dominanteLa deslegitimación de la oposición, a través de operaciones mediáticas y noticias falsas, fue fundamental para despertar el odio hacia las voces críticas del actual gobierno. Discrepar con las medidas del oficialismo significa “pertenecer” a esa clase de “enemigos del Estado” que el periodismo construyó asociando cualquier disidencia al proceso de gobierno anterior. La protesta social es transmitida como una forma de delito, y los periodistas del poder se encargan de puntualizar en los pormenores menos relevantes del legítimo reclamo, para despertar la ira de quienes ven a través de la pantalla. La criminalización de la protesta llega incluso a los discapacitados, a quienes el gobierno de Mauricio Macri dejó sin pensión. “Hay muchos que pueden trabajar y están viviendo del Estado”, decía un periodista del oficialismo, mientras niños en sillas de ruedas, acompañados por sus padres, se manifestaban frente a la Casa de Gobierno.
Para este Estado neoliberal, los trabajadores son costos, gastos, materias primas, recursos productivos. “Hay que bajar los costos. Y los salarios son un costo más”, expresó el actual presidente argentino antes de ocupar el cargo. Ahora que la inflación licuó los salarios, la represión es la forma mediante la que Macri silencia, mientras los medios aplauden.
El discurso de odio ha calado entre quienes pretenden ser parte de la elite dominante. La prensa oficial no se queda atrás, y siempre que puede reivindica viejas prácticas de la dictadura como por ejemplo la prisión preventiva sin previa condena y el uso de la fuerza represiva.
Por el momento Argentina no puede aún considerarse un país fascista, aunque exista quien ya advierta insignificantes similitudes. El fascismo no respeta la democracia, porque para el fascista no se trata de construir un régimen de mayorías ni de darle el poder al pueblo, sino de usar el gobierno como una suma de individuos amalgamados en un proyecto determinado por los intereses de la clase dominante, que se considera a sí misma como lo más excelso de la raza.
URUGUAY
(Foto: Municipio B)
Reclaman negociación de las condiciones laborales
Trabajadores del Transporte pararon y bloquearon Terminal de Tres Cruces
Los
trabajadores del transporte realizaron este viernes un paro de 24 horas
que incluyó el bloqueo de la terminal de Tres Cruces. Esta medida
obstaculizó el ingreso y la salida de los ómnibus interdepartamentales.
Ultima actualización Oct 20, 2018 LA RAPÚBLICA uy
El
sindicato rechaza el envío de trabajadores de las empresas Cita y CUT
al seguro de paro. En Cita, se acordó no enviar por estos días a ningún
empleado al seguro y empezar a negociar una salida al conflicto.
Juan Arellano, integrante de la Unott, dijo a Subrayado que de la plataforma de 10 puntos presentada por los trabajadores, la empresa se mostró dispuesta a negociar en tres. La negativa en la mayoría de los puntos se refieren a las condiciones laborales.
Incidente
El jefe de la torre de control de Tres Cruces, Osvaldo Torres, informó que a primera hora de la mañana se generaron problemas entre una empresa de ómnibus que quería embarcar a los pasajeros fuera de la terminal y los sindicalistas.
Torres recordó que Tres Cruces tiene un contrato con el Estado por el que el transporte terrestre de corta, mediana y larga distancia e internacional de pasajeros tiene que pasar por la terminal. “Frente al bloqueo que tenemos no podemos hacer nada”, indicó Torres.
Juan Arellano, integrante de la Unott, dijo a Subrayado que de la plataforma de 10 puntos presentada por los trabajadores, la empresa se mostró dispuesta a negociar en tres. La negativa en la mayoría de los puntos se refieren a las condiciones laborales.
Incidente
El jefe de la torre de control de Tres Cruces, Osvaldo Torres, informó que a primera hora de la mañana se generaron problemas entre una empresa de ómnibus que quería embarcar a los pasajeros fuera de la terminal y los sindicalistas.
Torres recordó que Tres Cruces tiene un contrato con el Estado por el que el transporte terrestre de corta, mediana y larga distancia e internacional de pasajeros tiene que pasar por la terminal. “Frente al bloqueo que tenemos no podemos hacer nada”, indicó Torres.
Pereira: Cuando se habla de conflictividad “se utilizan argumentos absurdos” y se “distorsiona” la información
PORTAL PIT-CNT
El enfoque que le dan editorialistas, opinólogos y referentes políticos – partidarios a la conflictividad, en muchos casos parten de “argumentos que son absolutamente absurdos y, lo que es peor, se presentan como una verdad revelada”. “A esto debemos sumarle que se nos adjudican medidas como las que llevaron adelante los empresarios que transportan el combustible y se involucró al sindicato del sector. No puedo decir que existe intencionalidad a la hora de brindar esta distorsión de la información, pero me preocupa mucho que se maneje como información objetiva algo que no lo es, que es una mentira. Lo que se debe reconocer es que hoy Uruguay no sufre una situación de conflicto laboral que sea un problema para él país. Nosotros le dedicamos más horas a la negociación para resolver un conflicto que el tiempo de conflicto cuando el mismo se produce. Podemos comprobar hoy que existe un ataque sistemático de algunos medios de comunicación y como movimiento sindical lo vamos a enfrentar”, le dijo al Portal Fernando Pereira, Presidente del PIT-CNT.
Cuestionó de forma contundente el dirigente de la central sindical a los medios de comunicación que “de forma sistemática llevan adelante una campaña en contra de los conflictos que llevan adelante los sindicatos con argumentos absurdos y demostrando, en definitiva, los intereses de clase que defienden”. Luego de separar el trabajo que llevan adelante los trabajadores de los medios, “que en su gran mayoría conocen la realidad sindical y son sensatos a la hora de brindar la información”, afirmó que se registran “noticias que dan por hecho cosas que no existen. Crean su propia verdad y a partir de ella todos tenemos que brindar nuestra opinión. Una opinión que surge de algo que crearon ellos”.
A modo de ejemplo el Presidente del PIT-CNT que se utilizan títulos como la aplicación de “medidas duras. Esto lleva a la interpretación de la aplicación de una huelga salvaje o de medidas extremas. Sin embargo no existe ningún ejemplo de que eso esté pasando, por lo que están desacredita a los medios, la libertad de prensa y la propia democracia. Cierto es que existen medidas de lucha y esa es la esencia del movimiento sindical que defiende los derechos de los trabajadores. En la democracia cuando hay trabajadores defendiendo sus derechos están, también, defendiendo los derechos de los necesitados y a la propia democracia. Esto no significa que no seamos responsables a la hora de defender la economía del país, defender el mundo del trabajo y el empleo, defender la negociación y los acuerdos en los Consejos de Salarios. Parece que la historia nadie la recuerda ya que toda medida se desarrolla ante la aplicación de una injusticia y cuando la instancia de negociación no la reparó”.
Informó el dirigente de la central sindical que “estamos culminando una ronda en los Consejos de Salarios y no hemos llegado a altísimas instancias de conflicto. Existe racionalidad a la hora de la discusión y, en la coyuntura actual, la dirigencia sindical coloca por encima de todo el empleo. En este sentido es que hablamos de la rebaja de la jornada laboral, lo que redundaría en el futuro en una mejor distribución de los puestos de trabajo y en un mejor disfrute del ocio, la cultura y la familia. Un libro escrito por Enrique Iglesias, cuyo título es Reflexiones, nos muestra el mundo del trabajo y los cambios tecnológicos. En el capítulo V se hace referencia a la cultura, se señala que cuando la revolución tecnológica – científica llegue a su esplendor las cargas horarias a trabajar serán menores a las actuales. La interrogante es que se va a hacer con las horas libres y le da una enorme importancia a la cultura, la misma que le doy yo. Se podrá potenciar el cine, el teatro, el ballet, lo que le dará alegría a la gente y generará muchos puestos de trabajo. Ninguna persona sale igual después de haber ingresado al circuito cultural”.
Pereira, retomado el tema de la conflictividad, sostuvo que se debe aplicar la lógica de crear empleo, discutir el trabajo de calidad y de la formación profesional. “En defensa de estas bases, que definen el futuro del Uruguay, en algunos casos se hacen paros de tres horas y para muchos de los medios se está viviendo una conflictividad muy dura. A esto debemos sumarle que se nos adjudican medidas como las que llevaron adelante los empresarios que transportan el combustible y se involucró al sindicato del sector. No puedo decir que existe intencionalidad a la hora de brindar esta distorsión de la información, pero me preocupa mucho que se maneje como información objetiva algo que no lo es, que es una mentira. Lo que se debe reconocer es que hoy Uruguay no sufre una situación de conflicto laboral que sea un problema para él país. Nosotros le dedicamos más horas a la negociación para resolver un conflicto que el tiempo de conflicto cuando el mismo se produce”.
De lo que está convencido el Presidente del movimiento sindical es que “algunos actores de la sociedad uruguaya tienen la intencionalidad de generar la imagen de que somos irresponsables y no nos importa si se pierden puestos de trabajo. Lo que podemos comprobar hoy es que existe un ataque sistemático de algunos medios de comunicación y como movimiento sindical lo vamos a enfrentar. No se puede admitir que una medida dura llevada adelante por los trabajadores es no hacer horas extras, ya estaríamos llegando al colmo de los colmos. No se puede “informar” que no salió el tren de la estación por una medida sindical, independientemente de que la medida haya sido simpática o no, y que dejó a la vicepresidenta sin poder viajar, cuando la responsabilidad fue del Directorio de AFE. La UF le comunicó a las autoridades del organismo ferroviario la medida de paro el día anterior y no se le comunicó a los medios y a las autoridades de la resolución sindical. Se está llegando a tal grado, a la hora de informar, que un paro de 10 minutos puede convertirse en una medida salvaje. Esto no puede suceder, no se puede engañar ni mentir”.
El enfoque que le dan editorialistas, opinólogos y referentes políticos – partidarios a la conflictividad, en muchos casos parten de “argumentos que son absolutamente absurdos y, lo que es peor, se presentan como una verdad revelada”. “A esto debemos sumarle que se nos adjudican medidas como las que llevaron adelante los empresarios que transportan el combustible y se involucró al sindicato del sector. No puedo decir que existe intencionalidad a la hora de brindar esta distorsión de la información, pero me preocupa mucho que se maneje como información objetiva algo que no lo es, que es una mentira. Lo que se debe reconocer es que hoy Uruguay no sufre una situación de conflicto laboral que sea un problema para él país. Nosotros le dedicamos más horas a la negociación para resolver un conflicto que el tiempo de conflicto cuando el mismo se produce. Podemos comprobar hoy que existe un ataque sistemático de algunos medios de comunicación y como movimiento sindical lo vamos a enfrentar”, le dijo al Portal Fernando Pereira, Presidente del PIT-CNT.
Cuestionó de forma contundente el dirigente de la central sindical a los medios de comunicación que “de forma sistemática llevan adelante una campaña en contra de los conflictos que llevan adelante los sindicatos con argumentos absurdos y demostrando, en definitiva, los intereses de clase que defienden”. Luego de separar el trabajo que llevan adelante los trabajadores de los medios, “que en su gran mayoría conocen la realidad sindical y son sensatos a la hora de brindar la información”, afirmó que se registran “noticias que dan por hecho cosas que no existen. Crean su propia verdad y a partir de ella todos tenemos que brindar nuestra opinión. Una opinión que surge de algo que crearon ellos”.
A modo de ejemplo el Presidente del PIT-CNT que se utilizan títulos como la aplicación de “medidas duras. Esto lleva a la interpretación de la aplicación de una huelga salvaje o de medidas extremas. Sin embargo no existe ningún ejemplo de que eso esté pasando, por lo que están desacredita a los medios, la libertad de prensa y la propia democracia. Cierto es que existen medidas de lucha y esa es la esencia del movimiento sindical que defiende los derechos de los trabajadores. En la democracia cuando hay trabajadores defendiendo sus derechos están, también, defendiendo los derechos de los necesitados y a la propia democracia. Esto no significa que no seamos responsables a la hora de defender la economía del país, defender el mundo del trabajo y el empleo, defender la negociación y los acuerdos en los Consejos de Salarios. Parece que la historia nadie la recuerda ya que toda medida se desarrolla ante la aplicación de una injusticia y cuando la instancia de negociación no la reparó”.
Conflicto Conaprole
Pereira fue concreto a la hora de señalar que cuando se coloca el conflicto de Conaprole como la panacea de la aplicación de medidas disparatadas no se dice que la medida más dura que se tomó fue no realizar horas extras y no trabajar los días libres. “Estas son las medidas más duras que se tomaron. Si alguien, en su sano juicio, puede sostener que estas son medidas salvajes estamos llegando a un punto en el cual se quiera prohibir el derecho a la huelga. No se puede interpretar este tipo de medidas como fuera de una lógica de derecho. La huelga en sí misma es una herramienta que se utiliza para intentar mejorar las condiciones de los trabajadores. Tenemos en la historia del movimiento sindical el respeto a las normativas y la responsabilidad de no comenzar una huelga general por un clavito. Las respuestas obreras se convierten en más duras cuando el conflicto es más duro y no avanza la negociación. Nadie plantea una medida dura cuando se inicia una negociación en el Consejo de Salario”.Informó el dirigente de la central sindical que “estamos culminando una ronda en los Consejos de Salarios y no hemos llegado a altísimas instancias de conflicto. Existe racionalidad a la hora de la discusión y, en la coyuntura actual, la dirigencia sindical coloca por encima de todo el empleo. En este sentido es que hablamos de la rebaja de la jornada laboral, lo que redundaría en el futuro en una mejor distribución de los puestos de trabajo y en un mejor disfrute del ocio, la cultura y la familia. Un libro escrito por Enrique Iglesias, cuyo título es Reflexiones, nos muestra el mundo del trabajo y los cambios tecnológicos. En el capítulo V se hace referencia a la cultura, se señala que cuando la revolución tecnológica – científica llegue a su esplendor las cargas horarias a trabajar serán menores a las actuales. La interrogante es que se va a hacer con las horas libres y le da una enorme importancia a la cultura, la misma que le doy yo. Se podrá potenciar el cine, el teatro, el ballet, lo que le dará alegría a la gente y generará muchos puestos de trabajo. Ninguna persona sale igual después de haber ingresado al circuito cultural”.
Pereira, retomado el tema de la conflictividad, sostuvo que se debe aplicar la lógica de crear empleo, discutir el trabajo de calidad y de la formación profesional. “En defensa de estas bases, que definen el futuro del Uruguay, en algunos casos se hacen paros de tres horas y para muchos de los medios se está viviendo una conflictividad muy dura. A esto debemos sumarle que se nos adjudican medidas como las que llevaron adelante los empresarios que transportan el combustible y se involucró al sindicato del sector. No puedo decir que existe intencionalidad a la hora de brindar esta distorsión de la información, pero me preocupa mucho que se maneje como información objetiva algo que no lo es, que es una mentira. Lo que se debe reconocer es que hoy Uruguay no sufre una situación de conflicto laboral que sea un problema para él país. Nosotros le dedicamos más horas a la negociación para resolver un conflicto que el tiempo de conflicto cuando el mismo se produce”.
De lo que está convencido el Presidente del movimiento sindical es que “algunos actores de la sociedad uruguaya tienen la intencionalidad de generar la imagen de que somos irresponsables y no nos importa si se pierden puestos de trabajo. Lo que podemos comprobar hoy es que existe un ataque sistemático de algunos medios de comunicación y como movimiento sindical lo vamos a enfrentar. No se puede admitir que una medida dura llevada adelante por los trabajadores es no hacer horas extras, ya estaríamos llegando al colmo de los colmos. No se puede “informar” que no salió el tren de la estación por una medida sindical, independientemente de que la medida haya sido simpática o no, y que dejó a la vicepresidenta sin poder viajar, cuando la responsabilidad fue del Directorio de AFE. La UF le comunicó a las autoridades del organismo ferroviario la medida de paro el día anterior y no se le comunicó a los medios y a las autoridades de la resolución sindical. Se está llegando a tal grado, a la hora de informar, que un paro de 10 minutos puede convertirse en una medida salvaje. Esto no puede suceder, no se puede engañar ni mentir”.
XXIV Congreso de Onajpu para consolidar lo obtenido y seguir avanzando
PORTAL PIT-CNT
El lunes 23 y martes 24 de octubre se realizará en el Argentino Hotel de Piriápolis el XXIV Congreso Programático “Humberto Rodríguez – Alberto Melgarejo” de la Organización Nacional de Asociaciones de Jubilados y Pensionistas del Uruguay (Onajpu). El encuentro, que tendrá a unos 70 delegados de organizaciones de todo el país y que representa a más de 150.000 jubilados y pensionistas afiliados, comenzará a las 8 horas y tiene como objetivo consolidar lo obtenido y definir la estrategia para seguir avanzando en derechos: porque “Seguiremos adelante, juntos podemos”.
Daniel Baldassari, Secretario General de Onajpu, le recordó al Portal que existen organizaciones en todo el país y como ejemplo menciono pueblos como Tomás Gomensoro, Bella Unión, Caraguatá, Salinas, entre otros lugares. Los representantes de todas estas organizaciones realizarán el lunes y martes un balance de lo actuado y definirá la estrategia a seguir. Para llevar adelante este intercambio de opiniones se crearon seis comisiones, entre las que se encuentran: la de derechos humanos, vivienda, salud y seguridad social. En torno a la discusión sobre la reforma de la Seguridad Social es necesario que la misma la discutan “todas las partes involucradas”, subrayó.
Agregó el dirigente de los jubilados y pensionistas que se apunta en el XXIV Congreso “consolidar lo obtenido. Somos conscientes de que nada está seguro y se debe tener en cuenta todo lo que puede cambiar a partir de las próximas elecciones nacionales. Más allá de esa coyuntura, también nos planteamos la estrategia a seguir para seguir avanzando en derechos. Hoy tenemos una importante ley, como la de cuidados, que se debe implementar y dinamizar a fin de que contemple la totalidad de los destinatarios. El tema de la salud es un tema fundamental para el adulto mayor y por eso apostamos a que se eliminen la mayor cantidad de sobrecostos que tienen, como son el ticket y las órdenes. La vivienda también forma parte del gran problema que padece el sector y que forma parte de un derecho humano fundamental”.
Baldassari destacó que, “como ya hemos planteado, es imprescindible una reforma de la Seguridad Social. La reforma aprobada en 1995 no dio los resultados que promovieron quienes la impulsaron y, entre otras cosas, porque no se ha cumplido con el espíritu de la ley. A esto se le debe agregar que ha pasado mucho tiempo y el país, el mundo, ha cambiado. Más allá de que en el 2007 – 2008 se introduce una norma que flexibiliza los criterios para adquirir derechos a la hora de reconocer los años de trabajo. Incluye, además, a las madres solteras y genera en todas un año por hijo a la hora de la jubilación”.
Se adjunta Programa del XXIV Congreso de Onajpu:
El lunes 23 y martes 24 de octubre se realizará en el Argentino Hotel de Piriápolis el XXIV Congreso Programático “Humberto Rodríguez – Alberto Melgarejo” de la Organización Nacional de Asociaciones de Jubilados y Pensionistas del Uruguay (Onajpu). El encuentro, que tendrá a unos 70 delegados de organizaciones de todo el país y que representa a más de 150.000 jubilados y pensionistas afiliados, comenzará a las 8 horas y tiene como objetivo consolidar lo obtenido y definir la estrategia para seguir avanzando en derechos: porque “Seguiremos adelante, juntos podemos”.
Daniel Baldassari, Secretario General de Onajpu, le recordó al Portal que existen organizaciones en todo el país y como ejemplo menciono pueblos como Tomás Gomensoro, Bella Unión, Caraguatá, Salinas, entre otros lugares. Los representantes de todas estas organizaciones realizarán el lunes y martes un balance de lo actuado y definirá la estrategia a seguir. Para llevar adelante este intercambio de opiniones se crearon seis comisiones, entre las que se encuentran: la de derechos humanos, vivienda, salud y seguridad social. En torno a la discusión sobre la reforma de la Seguridad Social es necesario que la misma la discutan “todas las partes involucradas”, subrayó.
Agregó el dirigente de los jubilados y pensionistas que se apunta en el XXIV Congreso “consolidar lo obtenido. Somos conscientes de que nada está seguro y se debe tener en cuenta todo lo que puede cambiar a partir de las próximas elecciones nacionales. Más allá de esa coyuntura, también nos planteamos la estrategia a seguir para seguir avanzando en derechos. Hoy tenemos una importante ley, como la de cuidados, que se debe implementar y dinamizar a fin de que contemple la totalidad de los destinatarios. El tema de la salud es un tema fundamental para el adulto mayor y por eso apostamos a que se eliminen la mayor cantidad de sobrecostos que tienen, como son el ticket y las órdenes. La vivienda también forma parte del gran problema que padece el sector y que forma parte de un derecho humano fundamental”.
Baldassari destacó que, “como ya hemos planteado, es imprescindible una reforma de la Seguridad Social. La reforma aprobada en 1995 no dio los resultados que promovieron quienes la impulsaron y, entre otras cosas, porque no se ha cumplido con el espíritu de la ley. A esto se le debe agregar que ha pasado mucho tiempo y el país, el mundo, ha cambiado. Más allá de que en el 2007 – 2008 se introduce una norma que flexibiliza los criterios para adquirir derechos a la hora de reconocer los años de trabajo. Incluye, además, a las madres solteras y genera en todas un año por hijo a la hora de la jubilación”.
Se adjunta Programa del XXIV Congreso de Onajpu:
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Los huevos de la serpiente se incuban, en Uruguay, a la vuelta de la esquina
por Nicolás Centurión
LA HAINE - 18/10/2018
Las contiendas electorales pasan a dirimir dos tipos de proyectos (que en el fondo son solo uno)
La
derecha uruguaya sigue generando una estrategia para imponer un
imaginario colectivo de continuo malestar en la población, cultivando la
sensación de inseguridad e indefensión, para luego poder justificar
cualquier tipo de intervención externa: diplomática, política, de
inteligencia y militar, ante la dificultad en desalojar al
centroizquierdista Frente Amplio del gobierno,
Ahora trató de reinventar el fantasma del terrorismo, con una especie que señala que al fiscal argentino Alberto Nisman lo mató una célula iraní de Hezbollah, con contactos en Venezuela, con base en la Triple Frontera (Brasil Argentina y Paraguay) y Uruguay (en Montevideo), según los servicios de inteligencia estadounidenses. ¿Será un personaje del humorista argentino Peter Capusotto o una mala serie de Netflix, que intenta ser compleja y termina siendo un culebrón mal contado? Pues no, nada de eso: es la declaración de Graciela Bianchi, una diputada uruguaya.
De estas declaraciones se desprenden algunas preguntas: ¿Por qué los servicios de inteligencia de EEUU le brindan información a una diputada de la oposición de un país donde no se perpetró el asesinato?, ¿desde cuándo tiene esa información?, ¿por qué la presentó en los medios antes que ante la justicia? Sin duda, la especie tenía su cometido: insuflar inseguridad en la población.
Pero ¿quién es Graciela Bianchi? Diputada del parlamento, se ha erigido a sí misma como la defensora de la República. Exfrenteamplista, conocida por su tono prepotente y resentido, recaló en las filas del hererrismo en el Partido Nacional hace algunos años. Su papel, tanto en el parlamento en redes sociales, así como también en declaraciones públicas, ha sido vergonzoso.
Desde una siesta en el parlamento, pasando por los continuos exabruptos en las redes, con una redacción sorprendente -obviando que fue directora de liceo (secundario) publico-, la diputada ha cruzado el Río de la Plata para protagonizar uno de los bochornos que serán más recordados en la historia reciente del Uruguay.
Pero esto no es solo un delirio ni un “espectáculo” político. Es una estrategia de generar un continuo malestar en la población. Cultivar la sensación de indefensión, para luego poder justificar cualquier tipo de intervención: diplomática, política, de inteligencia, militar, etc. De esta manera el Estado de excepción se vuelve la regla. Bianchi derrapó atrozmente y ya la cúpula de su partido le soltó la mano.
El daño ya está hecho y parece que surgen conspiraciones terroristas en el seno de la sociedad uruguaya. Pero Bianchi no está sola, la derecha en Uruguay tiene un abanico de opciones para derrotar al Frente Amplio.
Pasen y vean
-Verónica Alonso (Partido Nacional), quien junto a pastores evangélicos y fanáticos religiosos asociados a movimientos continentales se posicionan contra “la ideología de género” y a favor de un solo tipo de familia convencional.
-Carlos Lafigliola (Partido Nacional), conservador en lo social que quiere echar por tierra la Ley de interrupción voluntaria de embarazo, entre otras.
- Jorge Larrañaga (Partido Nacional) y su campaña “vivir sin miedo” para sacar militares a la calle. Pero el mismo Larrañaga ha manifestado que él no vive con miedo.
- Luis Alberto Aparicio Alejandro “Cuquito” Lacalle Pou (Partido Nacional) haciendo mutis por el foro por ser él que lidera las encuestas en la interna del Partido Nacional, y para pasar como moderado. También es conservador en lo social, y liberal en lo económico. No ha acompañado proyectos de ley importantes para los trabajadores, tampoco los de las minorías siempre discriminadas.
-Edgardo Novick (Partido de la Gente) empresario que paga salarios de hambre en sus tiendas comerciales. Es un antimujiquista y su campaña la sostiene su fortuna ya que carece de ideas.
-Ernesto Talvi (Partido Colorado), asociado internacional capitalista la Red Atlas. Un visionario que a fines del siglo XX dio buenos augurios sobre la situación económica del Uruguay; tres años después el país padeció la peor crisis de su historia. La Red Atlas acaba de desembarcar con nombre y apellido en Uruguay a través del movimiento encabezado por la guatemalteca, Gloria Álvarez, Acción Republicana.
Como yapa, el presidente del Centro Militar, el coronel Silva Valiente, hizo fuertes declaraciones contra la comunidad LGBT, al mejor estilo Bolsonaro afirmó que en Uruguay no hubo dictadura militar, reivindicó el homenaje al expresidente de facto general Gregorio “Goyo” Álvarez. Para cerrar afirmó que el ultraderechista candidato a la presidencia de Brasil le merece su respeto.”Hay que ser tolerantes con Bolsonaro”, dijo, Tan tolerantes como Silva Valiente lo es con las políticas de género que no le gustan.
Embriagados de coyuntura
Así está el panorama, Nos asustan y nos abruman los Bolsonaro, los Trump, que parecen seres salidos de otra realidad, de una ficción. Quedamos en shock ante lo obsceno y burdo de algunas declaraciones, pero no advertimos de las pequeñas muestras cotidianas que nos deja la reacción; el taxista que pide pena de muerte, el compañero de trabajo que quiere que eliminen a los sindicatos, el jefe que acosa a una colega, el vecino que quiere que maten a los indigentes.
Todas estas pistas nos conducen a la bestia, pero caminamos con la cabeza gacha, matizando y relativizando un sentido común fascista, hasta que se escucha el golpeteo en su pecho. Como dice el pensador portugués Boaventura de Sousa Santos, vivimos en sociedades políticamente democráticas y socialmente fascistas; y eso viene en ascenso.
Uruguay no será una excepción de lo que ocurre en la región. La estrategia es continental, desde hace décadas se viene gestando y es orquestada desde el norte. Uruguay no es una potencia mundial, pero el interés que despierta en los planes imperialistas, demuestra que cada territorio se debe disputar y que el enemigo es implacable.
Vemos disputas partidarias que empiezan a quedar desdibujadas. Las contiendas electorales pasan a dirimir dos tipos de proyectos [que en el fondo son solo uno]. El ajuste, la represión y el fascismo por un lado, y por el otro la democracia (con todos sus defectos, pero democracia al fin). O como lo llamaba Robert Dahl, politólogo estadounidense “poliarquías”, afirmando la no existencia de democracias perfectas.
El mundo de unos pocos donde la desigualdad y la misera serán cada vez mayores, contra un mundo donde quepamos las grandes mayorías. Y allí se visualizará claramente quienes luchan con y para el pueblo.
Los partidos políticos podrán dejar de existir, los Estados-nación también. Las formas y las disputas coyunturales pueden mutar. Pero hasta que no arranquemos de raíz este sistema, la disputa será siempre de los de abajo contra los de arriba. “Si las barbas de tu vecino ves arder…, organízate y al fascismo haz de barrer”, responden los universitarios uruguayos.
CLAE
Ahora trató de reinventar el fantasma del terrorismo, con una especie que señala que al fiscal argentino Alberto Nisman lo mató una célula iraní de Hezbollah, con contactos en Venezuela, con base en la Triple Frontera (Brasil Argentina y Paraguay) y Uruguay (en Montevideo), según los servicios de inteligencia estadounidenses. ¿Será un personaje del humorista argentino Peter Capusotto o una mala serie de Netflix, que intenta ser compleja y termina siendo un culebrón mal contado? Pues no, nada de eso: es la declaración de Graciela Bianchi, una diputada uruguaya.
De estas declaraciones se desprenden algunas preguntas: ¿Por qué los servicios de inteligencia de EEUU le brindan información a una diputada de la oposición de un país donde no se perpetró el asesinato?, ¿desde cuándo tiene esa información?, ¿por qué la presentó en los medios antes que ante la justicia? Sin duda, la especie tenía su cometido: insuflar inseguridad en la población.
Pero ¿quién es Graciela Bianchi? Diputada del parlamento, se ha erigido a sí misma como la defensora de la República. Exfrenteamplista, conocida por su tono prepotente y resentido, recaló en las filas del hererrismo en el Partido Nacional hace algunos años. Su papel, tanto en el parlamento en redes sociales, así como también en declaraciones públicas, ha sido vergonzoso.
Desde una siesta en el parlamento, pasando por los continuos exabruptos en las redes, con una redacción sorprendente -obviando que fue directora de liceo (secundario) publico-, la diputada ha cruzado el Río de la Plata para protagonizar uno de los bochornos que serán más recordados en la historia reciente del Uruguay.
Pero esto no es solo un delirio ni un “espectáculo” político. Es una estrategia de generar un continuo malestar en la población. Cultivar la sensación de indefensión, para luego poder justificar cualquier tipo de intervención: diplomática, política, de inteligencia, militar, etc. De esta manera el Estado de excepción se vuelve la regla. Bianchi derrapó atrozmente y ya la cúpula de su partido le soltó la mano.
El daño ya está hecho y parece que surgen conspiraciones terroristas en el seno de la sociedad uruguaya. Pero Bianchi no está sola, la derecha en Uruguay tiene un abanico de opciones para derrotar al Frente Amplio.
Pasen y vean
-Verónica Alonso (Partido Nacional), quien junto a pastores evangélicos y fanáticos religiosos asociados a movimientos continentales se posicionan contra “la ideología de género” y a favor de un solo tipo de familia convencional.
-Carlos Lafigliola (Partido Nacional), conservador en lo social que quiere echar por tierra la Ley de interrupción voluntaria de embarazo, entre otras.
- Jorge Larrañaga (Partido Nacional) y su campaña “vivir sin miedo” para sacar militares a la calle. Pero el mismo Larrañaga ha manifestado que él no vive con miedo.
- Luis Alberto Aparicio Alejandro “Cuquito” Lacalle Pou (Partido Nacional) haciendo mutis por el foro por ser él que lidera las encuestas en la interna del Partido Nacional, y para pasar como moderado. También es conservador en lo social, y liberal en lo económico. No ha acompañado proyectos de ley importantes para los trabajadores, tampoco los de las minorías siempre discriminadas.
-Edgardo Novick (Partido de la Gente) empresario que paga salarios de hambre en sus tiendas comerciales. Es un antimujiquista y su campaña la sostiene su fortuna ya que carece de ideas.
-Ernesto Talvi (Partido Colorado), asociado internacional capitalista la Red Atlas. Un visionario que a fines del siglo XX dio buenos augurios sobre la situación económica del Uruguay; tres años después el país padeció la peor crisis de su historia. La Red Atlas acaba de desembarcar con nombre y apellido en Uruguay a través del movimiento encabezado por la guatemalteca, Gloria Álvarez, Acción Republicana.
Como yapa, el presidente del Centro Militar, el coronel Silva Valiente, hizo fuertes declaraciones contra la comunidad LGBT, al mejor estilo Bolsonaro afirmó que en Uruguay no hubo dictadura militar, reivindicó el homenaje al expresidente de facto general Gregorio “Goyo” Álvarez. Para cerrar afirmó que el ultraderechista candidato a la presidencia de Brasil le merece su respeto.”Hay que ser tolerantes con Bolsonaro”, dijo, Tan tolerantes como Silva Valiente lo es con las políticas de género que no le gustan.
Embriagados de coyuntura
Así está el panorama, Nos asustan y nos abruman los Bolsonaro, los Trump, que parecen seres salidos de otra realidad, de una ficción. Quedamos en shock ante lo obsceno y burdo de algunas declaraciones, pero no advertimos de las pequeñas muestras cotidianas que nos deja la reacción; el taxista que pide pena de muerte, el compañero de trabajo que quiere que eliminen a los sindicatos, el jefe que acosa a una colega, el vecino que quiere que maten a los indigentes.
Todas estas pistas nos conducen a la bestia, pero caminamos con la cabeza gacha, matizando y relativizando un sentido común fascista, hasta que se escucha el golpeteo en su pecho. Como dice el pensador portugués Boaventura de Sousa Santos, vivimos en sociedades políticamente democráticas y socialmente fascistas; y eso viene en ascenso.
Uruguay no será una excepción de lo que ocurre en la región. La estrategia es continental, desde hace décadas se viene gestando y es orquestada desde el norte. Uruguay no es una potencia mundial, pero el interés que despierta en los planes imperialistas, demuestra que cada territorio se debe disputar y que el enemigo es implacable.
Vemos disputas partidarias que empiezan a quedar desdibujadas. Las contiendas electorales pasan a dirimir dos tipos de proyectos [que en el fondo son solo uno]. El ajuste, la represión y el fascismo por un lado, y por el otro la democracia (con todos sus defectos, pero democracia al fin). O como lo llamaba Robert Dahl, politólogo estadounidense “poliarquías”, afirmando la no existencia de democracias perfectas.
El mundo de unos pocos donde la desigualdad y la misera serán cada vez mayores, contra un mundo donde quepamos las grandes mayorías. Y allí se visualizará claramente quienes luchan con y para el pueblo.
Los partidos políticos podrán dejar de existir, los Estados-nación también. Las formas y las disputas coyunturales pueden mutar. Pero hasta que no arranquemos de raíz este sistema, la disputa será siempre de los de abajo contra los de arriba. “Si las barbas de tu vecino ves arder…, organízate y al fascismo haz de barrer”, responden los universitarios uruguayos.
CLAE