Confech cifra en 300 mil convocatoria nacional
Unas 100 mil personas en masiva marcha estudiantil marcada por rechazo a proyecto de educación superior
"Necesitamos un proyecto que se haga de cara a la ciudadanía y no a espaldas de los movimientos sociales", señaló el vocero de la Confech, Daniel Andrade. El CiudadanoEL CIUDADANO
Unas 100 mil personas en Santiago y 300 mil a lo largo de Chile, según informó la Confech, acudieron la mañana de este martes al llamado a una nueva marcha por el derecho a la educación en Chile.
Una movilización marcada por la votación programada para esta jornada en la Comisión de Educación de la Cámara de Diputados del proyecto de reforma a la educación, la que -de acuerdo a información recabada por este medio– no se llevaría finalmente a cabo.
“Este proyecto de ley no es respaldado por el Movimiento Estudiantil, no ha dado respuesta a las propuestas que nosotros como estudiantes hace dos meses presentamos tanto en el Mineduc como en el parlamento”, señaló al comienzo de la marcha Daniel Andrade, presidente de la Fech y vocero de la Confech.
En ese marco, el dirigente llamó a los parlamentarios, en particular a Giorgio Jackson (RD) y Camila Vallejo (PC), a “ser consecuentes con la posición del Movimiento Estudiantil, porque ellos vienen de acá” y a oponerse a la iniciativa. “Necesitamos un proyecto que se haga de cara a la ciudadanía y no a espaldas de los movimientos sociales. Se tiene que postergar esa votación porque no se han recogido las propuestas del Movimiento Estudiantil”, sostuvo Andrade.
“Gratuidad del Gobierno es insuficiente”
En conversación con El Ciudadano, el vocero de la Confech se refirió también a la gratuidad en educación que ha impulsado el Gobierno. “Es insuficiente. Es una mirada muy autocomplaciente decir que se avanzado en gratuidad. Ellos dicen que a lo más hay 300 mil estudiantes con gratuidad, cuando en la educación superior son un millón y medio. ¿Qué gratuidad es esa? Sigue siendo una beca para unos pocos y no para las mayorías de Chile”, apuntó el presidente de la Fech.El dirigente añadió que “nosotros hemos hablado de una expansión de la educación pública, llegando hasta un 50% de la matrícula”, poniendo el énfasis en que igualmente se necesitarían “fondos prioritarios” para universidades de regiones. “Porque también entendemos que la acreditación y la calidad de esas instituciones ha bajado precisamente por el abandono del Estado”, argumentó.
Por su parte, Francisca Flores, vocera de la Coordinadora Nacional de Estudiantes Secundarios, Cones, se refirió también a este tema, considerando que es la universitaria la etapa de formación que muchos de ellos deberán enfrentar prontamente. “Esta no es la gratuidad que queremos. Se supone que la educación es un derecho universal para todos por igual, no solamente a un pequeño porcentaje de la población. Lo que queremos es gratuidad para todos”, señaló.
Junto con ello, Flores abordó el proyecto del Ejecutivo que concierne específicamente a su sector. “Dentro de la ley de nueva educación pública no está contemplado el sistema de financiamiento y esa es una de las peticiones que tenemos, porque exigimos un sistema de financiamiento que cumpla con el proyecto educativo que tenemos para Chile”, señaló al respecto la dirigenta.
Incidentes
La masiva movilización terminó con incidentes aislados entre manifestantes y Fuerzas Especiales de Carabineros, debido básicamente a la permanente vigilancia de los policías para que quienes marchaban no se pasaran a la ladera norte de la Alameda y solo avanzaran por la del costado sur.“Nos parece que los medios de comunicación muestran lo que quieren. Nosotros hemos hecho conferencias de prensa, especificando qué es lo que se quiere en Educación y ellos no muestran eso; muchas veces muestran solo la violencia y el Movimiento Estudiantil es mucho más que eso”, declaró en ese sentido Daniel Andrade, vocero de la Confech.
El Ciudadano
FOTOS| #YoMarchoEl11: Primera movilización estudiantil del año sorprende con su masividad
El mismo día en que se vota en general en la comisión de Educación el proyecto de reforma enviado por el gobierno, los estudiantes sorprendieron con su convocatoria en las calles.Por eldesconcierto.cl@eldesconcier
/ Agencia Uno
“Hay estudiantes que no tienen sillas, no tienen mesas para estudiar y sabemos que los responsables son los mismos que están legislando en el Congreso, aseguró Sara Robles, la vocera de la Asamblea de Estudiantes Secundarios (Aces), como reflejo de que los proyectos de la Nueva Mayoría no recogen sus demandas.
La marcha comenzó a las 11 de la mañana en Plaza Italia y se desplegó hasta el barrio República. Aunque no fue sin polémica. Ante la sorpresiva masividad de la convocatoria, los estudiantes coparon las dos calzadas de la Alameda, cuando solo una era la autorizada por la Intendencia. Esto provocó que de inmediato apareciera Carabineros a dispersar con bombas lacrimógenas.
Pero fuera de eso, la movilización continuó su recorrido, con directos emplazamientos de parte de los estudiantes a que el gobierno retire el proyecto de Educación Superior. “Le decimos a la presidenta: Esta fue una promesa electoral, entonces integre las demandas del movimiento estudiantil en la reforma”, declaró Sandra Beltrami, presidenta de la Federación de Estudiantes de la Universidad Arcis y vocera de la Confech.
En la marcha participaron además la precandidata del Frente Amplio Beatriz Sánchez y el vocero de No + AFP Luis Mesina.
Revisa las mejores fotos de la movilización:
Este 11 de abril en todo Chile
Marcha Confech: Estudiantes vuelven a las calles en rechazo a reforma educacional
"Las banderas que levantamos en el 2011 siguen vigentes. En ese momento eran 400 mil estudiantes endeudados, hoy en día son más de un millón", enfatiza Daniel Andrade, presidente de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile (Fech) y vocero de la Confech. El próximo martes, universitarios y secundarios realizarán la primera marcha estudiantil del año para manifestar su descontento con la reforma educacional.
DE RESUMEN DE CHILE (Concepciòn)
11 Abril 2017
[resumen.cl] El
descrédito de la Central Unitaria de Trabajadores [CUT] llevó a un
quiebre al interior de la ANEF sin precedentes. Carlos Insunza,
presidente comunista de esta confederación de trabajadores, en una
cuestionada elección, logró que la ANEF permaneciera en la CUT. Sin
embargo, su actuar promovió la articulación de una disidencia interna
similar a la que sacó del Colegio de Profesores a su camarada Jaime
Gajardo.
El Partido Comunista y la mayor parte de
la Nueva Mayoría levantaron una trinchera: mantener a la ANEF al
interior de la CUT, a como diera lugar, a pesar de los críticas a la
Central desde gremios como el Colegio de Profesores, la CONFUSAM, la
Confederación de Trabajadores del Cobre, la FENPRUSS, entre otros.
Si la ANEF hubiese abandonado la CUT,
ésta última hubiera quedado con una exigua cantidad de afiliados. Por
ello que se valieron de una serie de argucias para impedirlo, como
interrumpir el debate interno, cortando la intervención cuando habían
más de 35 solicitudes de palabra sin uso. Ante este acto, realizado por
Cecilia Morelia, dirigenta de la ANEF y militante del Partido Socialista
que presidia la Mesa de la Asamblea Nacional, las cuatro ANEF
regionales presentes en la mesa se retiraron y con ellas varios
dirigentes nacionales de diversas Asociaciones y dirigentes del
Directorio Nacional.
Claudia Hasbún, directora nacional de la
ANEF y militante de Movimiento Autonomista, quien hace un par de meses
dio su voto para que el comunista Carlos Insunza presidiera la ANEF,
también se retiró indignada de la Asamblea. “Quiero ética, democracia y
verdad. ¿Cuánto hemos pagado en cuotas a la central? Eso es lo que
queremos saber”, espetó. Por otra parte, la democratacristiana y
presidenta de la Asociación de Funcionarios del SERVIU Metropolitano,
Ivonne Rozas, hermana de la fallecida dirigenta CUT y ex diputada María
Rozas, en una de las intervenciones más aplaudidas señalo: “Dirigentes
dieron la vida pero no por esta CUT. No por esta forma de un grupo
egoísta que tiene fraccionado al mundo sindical que nos debilita a
todos. Porque cuando discutimos el reajuste en diciembre nos fue como la
callampa. Nos miró el gobierno como quiso y nos humilló”.
Fueron 116 dirigentes quienes
abandonaron la sala al grito de “No Votar” y se negaron a validar el
proceso. Así, de un padrón total de 731 votantes, solo se habilitaron
para votar 342, de los cuales solo votaron definitivamente 226 esto es
un 30,91% del padrón en la asamblea que fue convocada con un solo
llamado, por lo cual se revisará si tuvo el quórum suficiente. Entre
estos 226 votantes se estableció un sistema de votos ponderados que daba
la estrambótica suma final de 2.798.200 votos. No obstante, a los
dirigentes regionales, que concentraban la disidencia, solo se les
otorgó la representación de un voto a cada uno.
Entre los que finalmente votaron se
determinó que para mantener la ANEF en la CUT se registraron 2.075.822;
por salir 638.210; anularon 51.287; dejaron su voto en blanco 32.881.
Ahora, la cúpula de la ANEF presenta un triunfo de 74% de los votos,
cuando en realidad votaron solo 226 frente a 116 que se retiraron, y de
los 226 se puede desprender que un numero significativo rechazo la
permanencia en la CUT.
Resumen intentó conocer la votación
individual para conocer los votos a favor que tuvo la permanencia en la
CUT, sin embargo el sitio anef.evoting.cl muestra error a revisar los
226 votos emitidos.
Vídeo vía @Borincho
Asamblea Nacional ANEF 10 abril 2017
Foto: eldesconcierto.cl
Cámara de Diputados rechaza reforma a la Ley Antiterrorista
por El Mostrador 11 abril, 2017
La Cámara de
Diputados votó esta tarde el proyecto de ley que fortalece la
investigación de delitos terroristas y de aquellos que afecten la
seguridad del Estado en casos de especial gravedad.Pese a que el proyecto fue aprobado en general, con 55 votos a favor, 33 en contra y 10 abstenciones, los artículos que requerían un quórum de aprobación especial (60 y 67 votos, según si era quórum calificado o quórum de ley orgánica constitucional) fueron rechazados por no alcanzar el número requerido de preferencias. Ello significó que, a su vez, las normas aprobadas, pero que se veían modificadas por los artículos rechazados, también se cayeran.
El texto legal incorporaba la figura del agente encubierto, funcionario policial que ocultaría su identidad oficial para involucrarse o introducirse en organizaciones delictivas e identificar a los participantes, reunir información y recoger los antecedentes necesarios para la investigación.
Tampoco se aprobó la norma que disponía que para asegurar el éxito de alguna investigación de este tipo de delitos, el fiscal nacional podría requerir de los órganos y servicios de la administración del Estado, incluidas las fuerzas de orden y seguridad pública, la destinación de funcionarios de sus respectivas dependencias, en comisión de servicio a la fiscalía nacional.
Otras disposiciones rechazadas autorizaban al fiscal nacional a nombrar un fiscal con dedicación exclusiva o preferente para investigar este tipo de hechos; y facultar al ministerio público a efectuar indagaciones y actuaciones en el extranjero dirigidas a recoger antecedentes acerca de hechos constitutivos de alguno de los delitos a los que fueren aplicables las disposiciones de esta norma, pudiendo para ello solicitar directamente asesoría a las representaciones diplomáticas y consulares chilenas.
Tampoco se respaldó el artículo que permitiía al fiscal designado para requerir de la Agencia Nacional de Inteligencia (ANI), a través del fiscal nacional, toda la información que tenga en relación con el caso y los recursos operativos necesarios para el éxito de una investigación.
Las dos últimas disposiciones que no lograron sumar el quórum necesario son la que obligaba al menos una vez al mes, al fiscal designado para investigar, a remitir un informe al fiscal nacional que tendría el carácter de reservado; y la que permitía al fiscal designado solicitar a la Corte Suprema la prórroga de competencia a tribunales ubicados en una región distinta a aquella en que hayan tenido lugar los ilícitos, siempre que ello sea indispensable para el éxito de la investigación o para la seguridad de los intervinientes, testigos y peritos.
Luego de este rechazo, el proyecto queda archivado y no se puede insistir en la materia hasta transcurrido un año.
Por su parte el diputado Hugo Gutiérrez sostuvo que “la aberración jurídica que la ultraderecha ciertamente quería hacer aprobar en este parlamento ha quedado mutilada dado que una minoría de representantes ciudadanos rechazaron estas modificaciones que permitiría la utilización de jueces sin rostro, porque ellos estaban prorrogando las competencias desde Temuco hasta cualquier parte de nuestro país. Prorrogar la competencia en materia penal es algo totalmente abominable”.
Gutiérrez agregó que “estaban creando figuras que permiten infiltrar organizaciones sociales. Hay que recordar que la Ley Antiterrorista fue creada en Dictadura para combatir al enemigo interno y en ese tiempo, el enemigo interno no era nada menos que los que hoy son Gobierno. Es decir, estaba hecha para la persecución política”.
“Hoy hubo al menos una minoría digna que pudo oponerse a una mayoría indigna que lo que permitía era seguir combatiendo de manera ilegitima las pretensiones del pueblo Mapuche. No podemos seguir haciéndole modificaciones a una ley hecha por un dictador, a fin de perseguir a movimientos sociales, principalmente a un pueblo originario como lo es el pueblo Mapuche. Eso es inaceptable”, concluyó.
Por el contrario el diputado Gonzalo Fuenzalida (RN) lamentó que se haya rechazado un proyecto "que buscaba darle más herramientas a los fiscales para poder investigar delitos terroristas".
El legislador cuestionó que "en Chile, si alguien coloca una bomba en un edificio, los fiscales no cuentan con ninguna atribución excepcional para investigar ese tipo de delitos, y nosotros creíamos importante que pudieran tener esas herramientas, como también poder juzgar en otro territorio jurisdiccional cuando hubiese una presión que evitara que los jueces fallaran con total libertad, sin presiones".
René Saffirio: “Ley Antiterrorista busca congraciarse con racismo desatado en Chile”
Gonzalo Castillo |Domingo 9 de abril 2017 8:54 hrs.
El
pasado jueves la Cámara de Diputados debatió las modificaciones hechas a
la Ley Antiterrorista, cuerpo legal que para un grupo de diputados de
la Nueva Mayoría sólo busca legitimar la represión en contra del pueblo
mapuche. “Este proyecto es la herramienta para perseguir al pueblo
mapuche”, aseguró la diputada del PPD Cristina Girardi.
El
proyecto de ley que busca modificar la Ley Antiterrorista volvió a
tomarse la discusión en la Cámara, cuando este jueves la diputada de la
UDI Claudia Nogueira, en representación de la comisión de Seguridad
Ciudadana presentara el informe realizado por la instancia sobre las
indicaciones hechas a la iniciativa.
Algunos aspectos del cuerpo legal incluyen la utilización de agentes encubiertos; que el fiscal nacional pueda nombrar un persecutor con dedicación exclusiva para la investigación de delitos de carácter terrorista; que un delito de esta naturaleza pueda ser procesado por un tribunal distinto al lugar donde se efectuó el ilícito y la mantención del secreto de la investigación hasta por seis meses.
Son este tipo de medidas las que, precisamente hace ya un año generaron que la Corte Suprema considerara “inviable” estas modificaciones, lo que se viene a sumar al cuestionamiento hecho por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a esta normativa, y que de acuerdo a un grupo de diputados de la Nueva Mayoría, no obstante estas modificaciones, se mantiene la criticada esencia del cuerpo legal.
Para el diputado del Partido Comunista (PC) Hugo Gutiérrez, esta ley es una “aberración jurídica” y recordó que la iniciativa no cuenta con el respaldo del Gobierno.
Por su parte, el diputado independiente por La Araucanía, René Saffirio, calificó de racista esta legislación, ya que, al igual que el diputado Gutiérrez, considera que la ley busca criminalizar al pueblo mapuche. Al mismo tiempo, criticó que el texto legal nada dice sobre los abusos policiales cometidos, por ejemplo, en los allanamientos a comunidades mapuche.
“No está orientada a hacer más eficaz la persecución judicial de los delitos que se cometan y que tengan el carácter terrorista, sino congraciarse con una suerte de racismo desenfrenado que se ha desatado en el sur del país, tratando de convencer a los chilenos de que todo el pueblo mapuche está comprometido con actos de violencia y que, en consecuencia, deben ser severamente reprimidos a través de una legislación espuria e injusta, y además ineficaz”.
De llegar a aprobar estas modificaciones a la Ley Antiterrorista, el diputado Saffirio aseguró que sería equivalente “a apagar el incendio con bencina” en el contexto del conflicto entre el Estado de Chile y el pueblo mapuche.
La diputada del PC KarolCariola, sostuvo que el proyecto de ley “instala el relato de que en Chile corre peligro el Estado de Derecho” y criticó aspectos de la iniciativa como la que permite prorrogar a tribunales de otras regiones la competencia para fallar sobre delitos antiterroristas o contra la Seguridad Interior del Estado.
Para la parlamentaria lo único que busca esta legislación es “criminalizar a los movimientos sociales y algunos sectores políticos”.
En tanto, la diputada del PPD Cristina Girardi anunció su rechazo a la iniciativa, no sólo por considerarla como “una herramienta para perseguir al pueblo mapuche”, sino porque tampoco estipula consignar la violencia que el Estado ha ejercido contra las comunidades indígenas.
“Este proyecto es la herramienta para perseguir al pueblo mapuche, y creo que nosotros no podemos -hipócritamente- dejar de lado la violencia que ha ejercido el Estado de Chile contra los pueblos originarios y contra el pueblo mapuche, en particular. Yo no estoy dispuesta a aprobar una ley que avale, una vez más, la sistemática represión y persecución del Estado de Chile a los pueblos originarios en nuestro país, y en particular al pueblo mapuche”.
Sin embargo, desde la propia Nueva Mayoría hay parlamentarios que defienden las modificaciones hechas a la iniciativa, ya que consideran que con ellas se entregan “las garantías democráticas” suficientes para asegurar que no se hará mal uso de las normas.
Fue el caso del diputado del PS Leonardo Soto, quien ejemplificó con el límite temporal que tendrá el secreto de la investigación de un delito terrorista, el cual puede ser de hasta seis meses. También, señaló que se controlará la acción de los agentes encubiertos, quienes podrán ser sancionados penalmente en caso que utilicen medios ilegítimos para ejercer su labor.
Desde Chile Vamos, el diputado de Renovación Nacional Bernardo Berger, también defendió el proyecto de ley, al mismo tiempo que criticó que el Gobierno no haga uso de estos cuerpos legales para, a su juicio, combatir delitos de carácter terrorista: “Podemos seguir llenándonos de proyectos y leyes para combatir las actuaciones terroristas, pero no sirven de nada si el Ejecutivo, el primer mandatado para representar a las víctimas, no hace uso de ellas como ha pasado hasta ahora”.
La mesa directiva de la Cámara de Diputados acordó que el próximo martes 11 de abril se llevará a cabo la votación del proyecto que fortalece la investigación de delitos terroristas y aquellos que afecten la seguridad del Estado en casos de especial gravedad, en su primer trámite constitucional. Sin embargo, ya se avizora una compleja tramitación legislativa para la iniciativa.
Algunos aspectos del cuerpo legal incluyen la utilización de agentes encubiertos; que el fiscal nacional pueda nombrar un persecutor con dedicación exclusiva para la investigación de delitos de carácter terrorista; que un delito de esta naturaleza pueda ser procesado por un tribunal distinto al lugar donde se efectuó el ilícito y la mantención del secreto de la investigación hasta por seis meses.
Son este tipo de medidas las que, precisamente hace ya un año generaron que la Corte Suprema considerara “inviable” estas modificaciones, lo que se viene a sumar al cuestionamiento hecho por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a esta normativa, y que de acuerdo a un grupo de diputados de la Nueva Mayoría, no obstante estas modificaciones, se mantiene la criticada esencia del cuerpo legal.
Para el diputado del Partido Comunista (PC) Hugo Gutiérrez, esta ley es una “aberración jurídica” y recordó que la iniciativa no cuenta con el respaldo del Gobierno.
Por su parte, el diputado independiente por La Araucanía, René Saffirio, calificó de racista esta legislación, ya que, al igual que el diputado Gutiérrez, considera que la ley busca criminalizar al pueblo mapuche. Al mismo tiempo, criticó que el texto legal nada dice sobre los abusos policiales cometidos, por ejemplo, en los allanamientos a comunidades mapuche.
“No está orientada a hacer más eficaz la persecución judicial de los delitos que se cometan y que tengan el carácter terrorista, sino congraciarse con una suerte de racismo desenfrenado que se ha desatado en el sur del país, tratando de convencer a los chilenos de que todo el pueblo mapuche está comprometido con actos de violencia y que, en consecuencia, deben ser severamente reprimidos a través de una legislación espuria e injusta, y además ineficaz”.
De llegar a aprobar estas modificaciones a la Ley Antiterrorista, el diputado Saffirio aseguró que sería equivalente “a apagar el incendio con bencina” en el contexto del conflicto entre el Estado de Chile y el pueblo mapuche.
La diputada del PC KarolCariola, sostuvo que el proyecto de ley “instala el relato de que en Chile corre peligro el Estado de Derecho” y criticó aspectos de la iniciativa como la que permite prorrogar a tribunales de otras regiones la competencia para fallar sobre delitos antiterroristas o contra la Seguridad Interior del Estado.
Para la parlamentaria lo único que busca esta legislación es “criminalizar a los movimientos sociales y algunos sectores políticos”.
En tanto, la diputada del PPD Cristina Girardi anunció su rechazo a la iniciativa, no sólo por considerarla como “una herramienta para perseguir al pueblo mapuche”, sino porque tampoco estipula consignar la violencia que el Estado ha ejercido contra las comunidades indígenas.
“Este proyecto es la herramienta para perseguir al pueblo mapuche, y creo que nosotros no podemos -hipócritamente- dejar de lado la violencia que ha ejercido el Estado de Chile contra los pueblos originarios y contra el pueblo mapuche, en particular. Yo no estoy dispuesta a aprobar una ley que avale, una vez más, la sistemática represión y persecución del Estado de Chile a los pueblos originarios en nuestro país, y en particular al pueblo mapuche”.
Sin embargo, desde la propia Nueva Mayoría hay parlamentarios que defienden las modificaciones hechas a la iniciativa, ya que consideran que con ellas se entregan “las garantías democráticas” suficientes para asegurar que no se hará mal uso de las normas.
Fue el caso del diputado del PS Leonardo Soto, quien ejemplificó con el límite temporal que tendrá el secreto de la investigación de un delito terrorista, el cual puede ser de hasta seis meses. También, señaló que se controlará la acción de los agentes encubiertos, quienes podrán ser sancionados penalmente en caso que utilicen medios ilegítimos para ejercer su labor.
Desde Chile Vamos, el diputado de Renovación Nacional Bernardo Berger, también defendió el proyecto de ley, al mismo tiempo que criticó que el Gobierno no haga uso de estos cuerpos legales para, a su juicio, combatir delitos de carácter terrorista: “Podemos seguir llenándonos de proyectos y leyes para combatir las actuaciones terroristas, pero no sirven de nada si el Ejecutivo, el primer mandatado para representar a las víctimas, no hace uso de ellas como ha pasado hasta ahora”.
La mesa directiva de la Cámara de Diputados acordó que el próximo martes 11 de abril se llevará a cabo la votación del proyecto que fortalece la investigación de delitos terroristas y aquellos que afecten la seguridad del Estado en casos de especial gravedad, en su primer trámite constitucional. Sin embargo, ya se avizora una compleja tramitación legislativa para la iniciativa.
La agonía política e ideológica del Partido Socialista
Los
partidos que arrancan de cuajo el proyecto político que los sostuvo
históricamente perecen de inanición ideológica. Son los que después de
darle la espalda a una tradición de luchas y a un imaginario social de
emancipación sólo barajan criterios prosaicos para posicionarse
políticamente. Los que ni siquiera tienen la fuerza para levantar a uno
de los suyos para representar al partido.
En
el caso del Partido Socialista de Chile, los devaneos y dilemas
presidenciales se estructuran a partir del ¿quién nos garantiza ganar y
así disminuir el miedo al riesgo y a la incertidumbre de nuestros
militantes temerosos de un cambio de gobierno? ¿Lagos o Guillier?
No
hubo ni habrá ningún debate político serio en el PS acerca del futuro
del país por si éste cae en manos de Piñera ya que llevamos a Lagos. O
¿qué programa para Guilier?
No
ha habido ni habrá balance o informe político partidario acerca del
fracaso de Bachelet II ni de cómo la DC aguó el programa. Ninguna épica
ni discurso apasionado por recuperar los ideales del socialismo y
preguntarse cómo es posible que los neoliberales PPD (Valdés y
Eyzaguirre) del partido de Lagos manejen el Gobierno y crean poder comer
un lomito tranquilos.
Hubo y habrá puro cálculo cortoplacista.
Nadie
pedirá un congreso de orientación ideológica para salir del consenso
neoliberal y girar a izquierda. Ni tampoco militante alguno se referirá a
Salvador Allende, porque hace tiempo que les incomoda. Menos aún los
miembros del Comité Central apelarán a un supuesto partido de las bases,
inmerso en los conflictos sociales, porque la misma ideología del
consenso y del orden se los impide.
Fernando
Atria tampoco convence. Su legalismo mental no ve otra cosa que las
puras formalidades. Ya no hay lugar para dar batallas ideológicas y
sacudir la modorra. No les interesa. Ya no tienen intelectuales. El que
les queda, Manuel Antonio Garretón, hace años que repite lo mismo: “hay
que corregir el modelo neoliberal”.
En
los encuentros del PS no hubo militantes como los que se inscribieron
en el partido laborista inglés para que ganara Jeremy Corbin y
encarnara, en su lucha contra las corrientes de derecha del “New Labour”
el ideario, los valores y la tradición de lucha del socialismo inglés e
intentara conectarse con la clase trabajadora.
No hubo como en el Partido Demócrata un Bernie Sanders apasionado, que logró galvanizar a los militantes de Occupy Wall Street y a la corriente socialista que lo levantó, para dar la lucha dentro del partido contra el establishment que apoyaba a Hillary Clinton y así parar a Donald Trump.
Tampoco hubo una juventud socialista que diera la lucha ética y clamara ¡fuera los corruptos del partido!
Demasiado
tarde. La juventud biológicamente revolucionaria de la que hablaba
Salvador Allende, la politizada de los movimientos sociales, ya no ve al
PS como alternativa y detesta lo que representan sus dirigentes.
Nadie
podrá decir que intento “obstaculizar” la reconstrucción del PS porque
hay que hacerse cargo de sus propios errores e incapacidades.
Por Leopoldo Lavín Mujica
¿Cuánto le queda a la Nueva Mayoría?
En su discurso, el ex presidente Ricardo Lagos alertó de una posible “dispersión estratégica”, pero también apuntó los dardos a Guillier con menciones al populismo y la demagogia, efectuando un llamado al fortalecimiento de lo más criticado hoy: las instituciones políticas. Mientras tanto, la presión por la confección de las listas parlamentarias y las definiciones pendientes sobre primarias presidenciales aceleran el punto decisivo: cómo y por qué mantener la coalición oficialista.Por Antonia Orellana - EL DESCONCIERTO
FOTO:FRANCISCO LONGA/AGENCIAUNO
Notas Relacionadas
3 de mayo. Esa es la fecha tope para inscribir a los candidatos a primarias legales de cara a las próximas presidenciales y, también, para una decisión inevitable: la continuidad o no de la Nueva Mayoría. Luego de que el Partido Socialista definiera en votación secreta su apoyo a Guillier y el ex presidente Ricardo Lagos bajara indeclinablemente su candidatura, el escenario es incierto. El PPD está en ascuas y su directiva se reunirá hoy; el Partido Radical saca cuentas alegres y el Partido Comunista definirá su candidato el próximo 21 y 22 de abril. La Democracia Cristiana, en tanto deberá definir el 29 si proyecta a la coalición oficialista, o, por el contrario, presenta a la senadora Carolina Goic en primera vuelta.
Así, en las afueras de la fundación Democracia y Desarrollo no pasó inadvertida la parte del discurso de bajada de Ricardo Lagos que sonó a oráculo. “No todos compartimos el mismo sentido de urgencia ante la amenaza de una dispersión estratégica de las fuerzas progresistas y una ola de restauración mercantilista y conservadora que puede durar muchos años”, señaló el ex presidente, el primero del sector en llegar a La Moneda luego de Salvador Allende.
Elisabet Gerber, directora del programa de opinión pública de la Fundación Chile 21, considera que lo de Lagos fue “una advertencia muy fuerte en referencia a lo que la presidencia de Piñera podría significar”, añadiendo que el Sebastián Piñera del 2017 no es el de hace siete años que apuntaba al centro, sino que ha hecho claros guiños a la UDI y más allá y presenta “una pulsión restauradora de un modelo neoliberal macizo, el revanchismo contra las reformas”.
La amenaza de la “dispersión estratégica” a la que apunta el ex presidente Lagos es clara. Todos los sectores han puesto en duda la continuidad de la Nueva Mayoría en caso de que se llegue sin un candidato o candidata de unidad a la primera vuelta. Y, en ese caso, la victoria de Sebastián Piñera se da por sentada.
Para el analista electoral Mauricio Morales esto se evidencia en que “la alianza que sustenta a la Nueva Mayoría está en su momento más crítico desde que se fundó la Concertación. Nunca habíamos asistido a un escenario de guerra civil como el que existe hoy entre los partidos, e incluso dentro de partidos”. En el análisis del académico de la Universidad de Talca, el que la derecha sea tan ampliamente favorita para ganar los próximos comicios presidenciales es otro hecho inédito, lo que se une “a una posible bifurcación de caminos en las listas parlamentarias”.
La posibilidad de la continuidad
Descuadres a la hora de votar proyectos del programa en el Parlamento, desafección de los partidos con la presidenta Bachelet y baja capacidad de proyectarse son hechos anteriores al debate por las candidaturas presidenciales. Para Elisabet Gerber, la Nueva Mayoría “está en crisis prácticamente desde que empezó el gobierno”, el año 2014.En la mirada de Mauricio Morales, existe un factor que podría empujar el camino para la proyección de la coalición gobernante y ese es, paradójicamente, Ricardo Lagos Escobar. Según proyecta el analista, “los temores de Lagos no involucran sólo a Piñera, sino también son a la posibilidad de que se instale una candidatura populista desde la figura de Guillier”, algo que para Morales se habría evidenciado en el discurso de su bajada ayer. Así, según considera Morales, si Lagos se posiciona desde un eje institucional “podría tener incidencia en, al menos, unir a los bloques más antiguos de la Nueva Mayoría detrás de Goic para que sea la candidata unitaria”.
Desde la Fundación Chile 21, Gerber cree que aún no se puede dar por muerta a la Nueva Mayoría. “No sé si está superada, hay partidos importantísimos con representación nacional allí. Las dirigencias de los sectores progresistas, que están en varios partidos, deberían estar ya mismo buscando caminos comunes, pese a que se siga el camino de primarias o disensos. Sería muy torpe que desde el progresismo no se conforme una coalición amplia, que supera guetos generacionales y de elites. No podemos equivocar al enemigo, y eso incluye también al Frente Amplio”, apunta.
En la Democracia Cristiana, en tanto, liderazgos tan poderosos como Mariana Aylwin o Andrés Zaldívar han planteado abiertamente que las primarias serían un suicidio político al enfrentarse 5 a 1 con las otras fuerzas.
Sin embargo, Mauricio Morales ve en el mismo temor de Lagos la posibilidad de la continuidad de la Nueva Mayoría. “Existe una sola forma de que pueda mantenerse unida al menos. Esa forma es Lagos. Hoy sería mucho más decisivo que cuando era candidato. Si él le entrega su apoyo a Carolina Goic y lo hace explicitando que ese apoyo es válido para primarias entonces podría provocar que en la Nueva Mayoría haya una primaria Goic-Guillier y la coalición llegue unida a noviembre”, explica.
¿Por qué un ex mandatario que se acaba de bajar de una candidatura presidencial invertiría energía y capital político en esa misión? Según el analista de la Universidad de Talca, porque en las condiciones políticas actuales de la candidatura del periodista y senador independiente “no cabe duda de que Lagos prefiere que Piñera sea presidente a Guillier”, dice Morales.
Opinión
El fin del partido del orden: nuevos desafíos para la izquierda
por Pablo Torche 12 abril, 2017 - EL MOSTRADOR
Se ha mencionado mucho que el PS se habría dejado llevar por las encuestas al decantar su opción hacia Guillier, pero lo cierto es que no hay solo cálculo u oportunismo político detrás de esta definición, sino también una genuina preferencia ideológica, por una figura que parece encarnar mejor que Lagos los anhelos de cambio que la ciudadanía reclama hoy para el país.
En efecto, para muchos socialistas el discurso socialdemócrata de Lagos, con su excesiva preocupación por las empresas, la inversión y el crecimiento, su indudable ubicación dentro de la elite y, por qué no decirlo, la excesiva adhesión que despierta entre empresarios y figuras de derecha, no se ajustan al líder que la izquierda requiere para hoy.
En este sentido, lo del ex Presidente el domingo es la crónica de una muerte anunciada, luego de una campaña caracterizada por un gran esfuerzo por cerrar respaldos de miembros de una elite política y tecnocrática que, cuando no derechamente desprestigiada, a lo menos es objeto de gran desconfianza, al tiempo que se desarrollaba un montón de propuestas programáticas que pasaron completamente inadvertidas, soluciones “hipermodernas” (como las llamó Insulza acertadamente) para problemas que la ciudadanía todavía ni siquiera se plantea, en vez de una promesa creíble para modificar ciertos aspectos de fondo que hacen agua en el actual modelo de desarrollo.
El impresionante repunte de Beatriz Sánchez y el Frente amplio en las encuestas refleja, por otra parte, un anhelo similar. La ciudadanía lo que demanda es un cambio profundo y no cosmético, y ese cambio pasa necesariamente por nuevas voces, nuevos movimientos y nuevos discursos, no puede venir encarnado en los mismos rostros de siempre, ni reducirse a una mera optimización tecnocrática de lo ya hecho. En ese plano, al menos, es cierto que el discurso de la izquierda termina igualado al de la derecha. Lo que demanda la ciudadanía es el coraje necesario para enfrentarse a los poderes constituidos y, eso, requiere rostros nuevos que levanten propuestas nuevas, que estén a la altura de los desafíos de la sociedad actual, no de la sociedad de hace 25 años.
Me parece que es esta demanda de cambio la fuerza cultural dominante del Chile actual, más fuerte que la tracción conservadora –que indudablemente también es poderosa– y que se expresa en la candidatura de Piñera.
Para poder dar respuesta a esta demanda y canalizar de forma productiva esta enorme fuerza social, me parece que hay al menos tres desafíos fundamentales que debe enfrentar la izquierda hoy.
A partir de lo anterior, un tercer desafío fundamental de la izquierda se relaciona con repensar los mecanismos e instituciones democráticas que canalizarán y les darán sustento a estos cambios. La transformación social que demanda la crisis del capitalismo pasa por más democracia, no por una democracia restringida o precarizada, como lamentablemente sugieren otros proyectos de izquierda fallidos en la región.
En segundo lugar, creo importante considerar que los cambios de fondo que se proponen al modelo de desarrollo del país, no pueden hacerse a costa de los sacrificios o renuncias de la ciudadanía en el día de hoy. En otras palabras, las metas de largo plazo deben conquistarse a través de logros en el presente. Un clásico error de la izquierda –derivado, a mi juicio, de una lectura demasiado literal del materialismo histórico planteado por Marx en el siglo XIX–, consiste en superponer el logro de superestructuras históricas (las que se alcanzan a menudo después de varias “fases”) a los intereses inmediatos de las personas en el aquí y el ahora. Por supuesto que la política requiere una mirada de largo plazo e, incluso, utopía, pero este horizonte distante debe estar en sintonía con los intereses y preocupaciones actuales de las personas. Este es un desafío clave para la izquierda: lograr que los cambios estructurales, propuestos para la sociedad en su conjunto, hagan sentido desde la esfera particular de las preocupaciones cotidianas de la gente. No hay cambio viable si no se alcanza esa sintonía de propósito entre lo macro y lo micro.
A partir de lo anterior, un tercer desafío fundamental de la izquierda se relaciona con repensar los mecanismos e instituciones democráticas que canalizarán y les darán sustento a estos cambios. La transformación social que demanda la crisis del capitalismo pasa por más democracia, no por una democracia restringida o precarizada, como lamentablemente sugieren otros proyectos de izquierda fallidos en la región. De esta forma, la verdadera revolución que afronta la izquierda en la actualidad es esencialmente una revolución democrática (por hacer un juego de palabras con el partido en el que milito activamente), es decir, una revolución de los mecanismos e instituciones de participación que permitan hacerse cargo de las nuevas demandas y voces de la sociedad actual.
Es evidente que estamos en presencia de la apertura de un nuevo ciclo político en el país y que se abre un nuevo espacio, incluso exigencia, para los proyectos de izquierda. Pero al mismo tiempo se plantean desafíos nuevos, que la izquierda debe abordar para estar a la altura de los tiempos que corren.