Huracán Bolivariano se despliega en Caracas en defensa de la Patria
Fotos: Agencia Venezolana de Noticias (AVN)¡Victoria Popular! Pueblo venezolano venció el golpe de la derecha
Con banderas, con consignas y una inmensa alegría el pueblo venezolano desbordó la avenida Bolívar de Caracas para una vez más reafirmar su compromiso con la patria, la paz y la Revolución Bolivariana
"Si el pueblo salió a la calle en el calle debe quedarse"
Maduro desde la concentración en la Av Bolívar: Preparémonos para una victoria total, pacífica y democrática
Caracas, 19 Abr. AVN.- El presidente de la República, Nicolás Maduro,
llamó este miércoles al pueblo venezolano a prepararse para una victoria
total, pacífica y democrática sobre el golpismo promovido por la
derecha venezolana, con apoyo de factores extranjeros.
"Quiero ganar esta batalla y quiero que el pueblo se prepare para ganarla en paz y con votos, que nos preparemos para tener una victoria electoral pronta y total", manifestó ante una masiva concentración del pueblo chavista en la avenida Bolívar, en el centro de Caracas.
En dicha concentración, el mandatario refirió que la paz y el pueblo triunfaron nuevamente sobre los intentos de grupos vandálicos de sembrar violencia en el país, como pretendían hacerlo este miércoles.
"Si algún día ha tenido un sentido histórico decir 'Gloria al bravo pueblo' es hoy 19 de abril de 2017. Hemos triunfado nuevamente ¡Gloria al bravo pueblo que el yugo lanzó! ¡Gloria al bravo pueblo que la paz conquistó! ¡Gloria al bravo pueblo que la patria y la soberanía defendió!", expresó el Jefe de Estado venezolano, quien calificó como histórica la movilización popular que partió desde diversos puntos de la capital hasta la avenida ubicada en el centro de Caracas.
Indicó que con esta marcha se enalteció la esencia antiimperialista del pueblo patriota venezolano, que este 19 de abril conmemora 207 años del primer grito de libertad en Venezuela, cuando se marcó el inicio de la lucha por la independencia del dominio español un 19 de abril de 1810.
En este sentido, llamó a la convivencia y trabajo productivo para la consolidación de esa patria soberana.
"Venezuela lo que necesita es trabajo, producción y la unión de todos. Necesita armonía, convivencia, paz, amor, para construir una nación productiva que contribuya con la suprema felicidad del pueblo venezolano", destacó el Jefe de Estado.
Diálogo nacional
En esa concentración popular celebrada en la avenida Bolívar de Caracas este miércoles, el presidente Maduro, instó a convocar a todos los sectores de la oposición que deseen dialogar para avanzar hacia la paz del país.
El mandatario ordenó a los dirigentes socialistas Elías Jaua, Delcy y Jorge Rodríguez hacer enlaces con los sectores comprometidos con la búsqueda de alternativas para la convivencia. Además, José Vicente Rangel y Hermann Escarrá colaborarán en calidad de asesores en dicho proceso.
"Yo quiero paz (...) Trabajo, bienestar y felicidad para la patria, educación y cultura para niños y niñas un poderoso movimiento de paz", dijo.
Señaló que ante los planes golpistas que desarrollan algunos sectores de la derecha con el apoyo del Departamento de Estado norteamericano, impulsará con mayor ahínco este proceso de diálogo nacional. "Siempre hay que intentarlo", sostuvo.
Movilización popular
El presidente Nicolás Maduro alertó sobre las tres razones por las cuales sectores de oposición decidieron ejecutar esa ofensiva golpista contra el país.
La primera razón es derrocar al Gobierno Bolivariano con la activación de una espiral de violencia, tutelada por ejes de poder de los Estados Unidos. El segundo objetivo del plan golpista puesto en marcha contra Venezuela, es impedir que se consolide el proceso de recuperación económica del país.
Mientras que la tercera razón es que la derecha promueve la violencia para ocultar su fracaso tras las elecciones parlamentarias de 2015. " Miseria moral, vengarse del país porque ellos se hundieron", expresó.
Por tal motivo, instó este miércoles a mantener la movilización del pueblo para neutralizar el plan golpista promovido por sectores de oposición.
"Si el pueblo salió a la calle en el calle debe quedarse, manteniendo, defendiendo la paz de su barrio, de su parroquia, de su municipio, de su comunidad", expresó el Jefe de Estado desde la Avenida Bolívar de Caracas donde se concentró el pueblo en conmemoración 207 años de la proclama independentista de Venezuela .
Destacó que es necesaria la conciencia popular para enfrentar los nuevos planes desestabilizadores que desarrollan sectores de oposición con el apoyo del Departamento de Estado Norteamericano
Avanza neutralización del golpismo
En su alocución, el mandatario indicó que en la madrugada de este miércoles fue capturado un hombre, conocido como "Jefferson", que coordinaba uno de los grupos de choque que pretendía sembrar la violencia en Caracas.
Esa persona, que tenía armas y explosivos al momento de su detención, recibía financiamiento del diputado Richard Blanco, del partido Alianza Bravo Pueblo.
Maduro, quien ordenó la activación del Plan Zamora para preservar la paz del país, también dijo que fueron capturados 30 personas involucradas en la generación de acciones violentas en la capital.
"Mientras nosotros vencemos a los violentos le abrimos el camino de la paz, la prosperidad y la recuperación al pueblo de Venezuela. Cada victoria nuestra es un punto que nos anotamos para la democracia y esta gran movilización de los venezolanos revolucionarios de este miércoles 19 de abril es un punto a favor de la paz", enfatizó el mandatario.
20 de Abril de 2017 - LIBRERED
"Quiero ganar esta batalla y quiero que el pueblo se prepare para ganarla en paz y con votos, que nos preparemos para tener una victoria electoral pronta y total", manifestó ante una masiva concentración del pueblo chavista en la avenida Bolívar, en el centro de Caracas.
En dicha concentración, el mandatario refirió que la paz y el pueblo triunfaron nuevamente sobre los intentos de grupos vandálicos de sembrar violencia en el país, como pretendían hacerlo este miércoles.
"Si algún día ha tenido un sentido histórico decir 'Gloria al bravo pueblo' es hoy 19 de abril de 2017. Hemos triunfado nuevamente ¡Gloria al bravo pueblo que el yugo lanzó! ¡Gloria al bravo pueblo que la paz conquistó! ¡Gloria al bravo pueblo que la patria y la soberanía defendió!", expresó el Jefe de Estado venezolano, quien calificó como histórica la movilización popular que partió desde diversos puntos de la capital hasta la avenida ubicada en el centro de Caracas.
Indicó que con esta marcha se enalteció la esencia antiimperialista del pueblo patriota venezolano, que este 19 de abril conmemora 207 años del primer grito de libertad en Venezuela, cuando se marcó el inicio de la lucha por la independencia del dominio español un 19 de abril de 1810.
En este sentido, llamó a la convivencia y trabajo productivo para la consolidación de esa patria soberana.
"Venezuela lo que necesita es trabajo, producción y la unión de todos. Necesita armonía, convivencia, paz, amor, para construir una nación productiva que contribuya con la suprema felicidad del pueblo venezolano", destacó el Jefe de Estado.
Diálogo nacional
En esa concentración popular celebrada en la avenida Bolívar de Caracas este miércoles, el presidente Maduro, instó a convocar a todos los sectores de la oposición que deseen dialogar para avanzar hacia la paz del país.
El mandatario ordenó a los dirigentes socialistas Elías Jaua, Delcy y Jorge Rodríguez hacer enlaces con los sectores comprometidos con la búsqueda de alternativas para la convivencia. Además, José Vicente Rangel y Hermann Escarrá colaborarán en calidad de asesores en dicho proceso.
"Yo quiero paz (...) Trabajo, bienestar y felicidad para la patria, educación y cultura para niños y niñas un poderoso movimiento de paz", dijo.
Señaló que ante los planes golpistas que desarrollan algunos sectores de la derecha con el apoyo del Departamento de Estado norteamericano, impulsará con mayor ahínco este proceso de diálogo nacional. "Siempre hay que intentarlo", sostuvo.
Movilización popular
El presidente Nicolás Maduro alertó sobre las tres razones por las cuales sectores de oposición decidieron ejecutar esa ofensiva golpista contra el país.
La primera razón es derrocar al Gobierno Bolivariano con la activación de una espiral de violencia, tutelada por ejes de poder de los Estados Unidos. El segundo objetivo del plan golpista puesto en marcha contra Venezuela, es impedir que se consolide el proceso de recuperación económica del país.
Mientras que la tercera razón es que la derecha promueve la violencia para ocultar su fracaso tras las elecciones parlamentarias de 2015. " Miseria moral, vengarse del país porque ellos se hundieron", expresó.
Por tal motivo, instó este miércoles a mantener la movilización del pueblo para neutralizar el plan golpista promovido por sectores de oposición.
"Si el pueblo salió a la calle en el calle debe quedarse, manteniendo, defendiendo la paz de su barrio, de su parroquia, de su municipio, de su comunidad", expresó el Jefe de Estado desde la Avenida Bolívar de Caracas donde se concentró el pueblo en conmemoración 207 años de la proclama independentista de Venezuela .
Destacó que es necesaria la conciencia popular para enfrentar los nuevos planes desestabilizadores que desarrollan sectores de oposición con el apoyo del Departamento de Estado Norteamericano
Avanza neutralización del golpismo
En su alocución, el mandatario indicó que en la madrugada de este miércoles fue capturado un hombre, conocido como "Jefferson", que coordinaba uno de los grupos de choque que pretendía sembrar la violencia en Caracas.
Esa persona, que tenía armas y explosivos al momento de su detención, recibía financiamiento del diputado Richard Blanco, del partido Alianza Bravo Pueblo.
Maduro, quien ordenó la activación del Plan Zamora para preservar la paz del país, también dijo que fueron capturados 30 personas involucradas en la generación de acciones violentas en la capital.
"Mientras nosotros vencemos a los violentos le abrimos el camino de la paz, la prosperidad y la recuperación al pueblo de Venezuela. Cada victoria nuestra es un punto que nos anotamos para la democracia y esta gran movilización de los venezolanos revolucionarios de este miércoles 19 de abril es un punto a favor de la paz", enfatizó el mandatario.
Multitudinaria marcha popular en respaldo a la Revolución Bolivariana
Miles de venezolanos y venezolanas salieron a la calle este
miércoles para mostrar su apoyo al Gobierno de Nicolás Maduro y al
proceso bolivariano. Partiendo desde varios puntos de la ciudad de
Caracas, las columnas de manifestantes confluyeron en una abarrotada
Avenida Bolívar.
Bajo la consigna de la defensa de la soberanía y el rechazo a la injerencia extranjera, trabajadores y trabajadoras, organizaciones de mujeres y distintos colectivos realizaron una nueva demostración de fuerza y compromiso con la soberanía de la patria.
“Aquí todos estamos enfocados por la paz en Venezuela, no queremos la guerra. La guerra sólo trajo la muerte a países como Siria”, dijo Manuel Quintana, de 48 años.
La estudiante María Castro, por su parte, dijo que el pueblo chavista nunca permitirá que las políticas imperialistas se apliquen en el país.
“No vamos a permitir que borren la memoria de nuestro comandante Chávez y Bolívar, no consentiremos que las oligarquías nos arrebaten nuestro derecho a ser libres, soberanos e independientes. Sólo la Revolución nos asegura nuestros derechos sociales.”
En la avenida Bolívar también hicieron acto de presencia los miembros de la Milicia Nacional Bolivariana, como un claro gesto de compromiso con la unión cívico-militar.
“La Milicia Nacional Bolivariana está preparada y capacitada para defender la revolución”, dijo Eduardo Colmenares.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, destacó la movilización de más de tres millones de venezolanos, solo en la capital, que manifestaron su apoyo incondicional a la gestión social y económica de la Revolución bolivariana.
“Con conciencia y espíritu patriota, el pueblo ha dado este 19 de abril una lección gigantesca al mundo en cuanto a la defensa de la patria”, declaró durante una concentración popular en la capitalina avenida Bolívar.
“Gloria al bravo pueblo, que no renunciará a su independencia y soberanía, y que otra vez triunfó contra los intentos de la derecha de sembrar violencia en el país”, agregó el jefe de Estado.
En circunstancias de definiciones, reiteró, el pueblo ha demostrado su convicción de enfrentar y derrotar los planes violentos e injerencistas de la oposición, por el bienestar y la paz de la patria.
Asimismo, afirmó que las fuerzas revolucionarias, los patriotas todos, reivindicaron los principios libertarios y de emancipación, propios de la independencia venezolana, declarada el 19 de abril de 1810 y vindicados por el comandante eterno Hugo Chávez (1954-2013). - LibreRed | AVN | PL
Bajo la consigna de la defensa de la soberanía y el rechazo a la injerencia extranjera, trabajadores y trabajadoras, organizaciones de mujeres y distintos colectivos realizaron una nueva demostración de fuerza y compromiso con la soberanía de la patria.
“Aquí todos estamos enfocados por la paz en Venezuela, no queremos la guerra. La guerra sólo trajo la muerte a países como Siria”, dijo Manuel Quintana, de 48 años.
La estudiante María Castro, por su parte, dijo que el pueblo chavista nunca permitirá que las políticas imperialistas se apliquen en el país.
“No vamos a permitir que borren la memoria de nuestro comandante Chávez y Bolívar, no consentiremos que las oligarquías nos arrebaten nuestro derecho a ser libres, soberanos e independientes. Sólo la Revolución nos asegura nuestros derechos sociales.”
En la avenida Bolívar también hicieron acto de presencia los miembros de la Milicia Nacional Bolivariana, como un claro gesto de compromiso con la unión cívico-militar.
“La Milicia Nacional Bolivariana está preparada y capacitada para defender la revolución”, dijo Eduardo Colmenares.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, destacó la movilización de más de tres millones de venezolanos, solo en la capital, que manifestaron su apoyo incondicional a la gestión social y económica de la Revolución bolivariana.
“Con conciencia y espíritu patriota, el pueblo ha dado este 19 de abril una lección gigantesca al mundo en cuanto a la defensa de la patria”, declaró durante una concentración popular en la capitalina avenida Bolívar.
“Gloria al bravo pueblo, que no renunciará a su independencia y soberanía, y que otra vez triunfó contra los intentos de la derecha de sembrar violencia en el país”, agregó el jefe de Estado.
En circunstancias de definiciones, reiteró, el pueblo ha demostrado su convicción de enfrentar y derrotar los planes violentos e injerencistas de la oposición, por el bienestar y la paz de la patria.
Asimismo, afirmó que las fuerzas revolucionarias, los patriotas todos, reivindicaron los principios libertarios y de emancipación, propios de la independencia venezolana, declarada el 19 de abril de 1810 y vindicados por el comandante eterno Hugo Chávez (1954-2013). - LibreRed | AVN | PL
Roy Chaderton: Venezuela da una gran batalla contra el fascismo
Así lo expresó este jueves el diplomático Roy Chaderton Matos, exembajador de Venezuela en la Organización de Estados Americanos (OEA), quien recalcó que Venezuela es "una muralla y un gran espacio de la gran batalla contra el fascismo revivido".
Entrevistado en el programa Encendidos de Venezolana de Televisión, Chaderton resaltó la movilización masiva que el chavismo realizó este miércoles en las calles de Caracas y las regiones del país para rechazar el injerencismo, el intervencionismo, el golpismo y proclamar la paz y tranquilidad de todos los venezolanos ante las incesantes pretensiones de la derecha de acabar con la democracia y el orden constitucional del país.
"El 19 de abril de 1810 -cuando el pueblo dio su primer grito por la liberación del imperio español- fue el primer dedazo que le dimos al imperio (...) es una fecha que coincide con una euforia que estamos viviendo por la reanimación política del chavismo a fuerza de resistencia y de éxito, y también por el proceso de recuperación económica que vamos adelantando", expresó.
El diplomático indicó además que hoy Venezuela libra nuevamente una etapa de resistencia ante las pretensiones de la derecha de reinstaurar los viejos tiempos del neoliberalismo en la región y del entreguismo de la soberanía nacional. "Hay intereses económicos en juego y poderes culturales que se han ido engrandeciendo con el tiempo, como es el de las corporaciones mediáticas que son las nuevas formas de dictaduras", dijo.
Subrayó que desde la desaparición física del comandante Hugo Chávez se acrecentó la guerra no convencional de la derecha contra la Revolución Bolivariana y el Presidente Nicolás Maduro con maniobras que cuentan con apoyo internacional en instancias como la Organización de Estados Americanos (OEA) desde donde promueven la aplicación de la Carta Democrática contra Venezuela.
Acotó que esa arremetida desde la OEA que se suma al plan golpista que gesta la derecha, tiene como único fin dar al traste con la democracia de la nación, sin embargo, resaltó que ante esos objetivos inconstitucionales la resistencia revolucionaria, probada y demostrada por 18 años consecutivos, es fundamental para derrotar una vez más a la oligarquía y sus aliados.
"La paz es la tranquilidad y está con el progreso, con el desarrollo, con la justicia. La paz es la consecuencia de todo lo bueno cuanto podamos hacer como ciudadanos de un país libre, con justicia social y con democracia", enfatizó.
FRANCIA
Jean-Luc Melenchón: la remontada
POR MANOLO MONEREO | Publicado: - Actualizado: 08:59
A
mí me asombra. De las personalidades que más me interesan en la
izquierda europea tres son socialdemócratas que, por serlo, abandonaron
los partidos socialistas oficiales, devinieron defensores a ultranza de
los derechos sindicales y laborales y son críticos muy duros de la Unión
Europea. Me refiero a J. P. Chevenement, a Oskar Lafontaine y, sobre todo, a J-L. Mélenchon.
A Jean-Luc lo vi hace pocas semanas en Roma en un debate sobre la UE y
su futuro; como siempre, claro y preciso. Si llegara a la Presidencia de
Francia, su propuesta sería reformar los Tratados y poner fin a las
políticas de austeridad. Si esto no fuese aceptado, iniciaría el proceso
de salida del euro. Es más, en una conversación privada me dijo que él
no aceptaría un acuerdo con Hamon y que arriesgaría. Él
creía que el pacto con los socialistas significaría el fin de cualquier
proyecto alternativo en Francia, dejando las manos libres a Marie Le Pen.La biografía de Mélenchon es conocida. Nacido en Tánger –habla un excelente español con acento del Sur– desciende de españoles por ambos progenitores. Hizo una larga carrera en el Partido Socialista francés y fue ministro con Lionel Jospin. Abandonó el Partido Socialista y creó el Partido de la Izquierda. En las elecciones presidenciales de 2012 quedó en 4º lugar (11,1%) encabezando el Front de Gauche junto al Partido Comunista y otras fuerzas. En 2015 anunció que quería ser candidato a la Presidencia de Francia sin el Front de Gauche, fuera del marco de los partidos y apostando por una Francia insumisa. Ni más ni menos.
Seguramente el dato más característico de la personalidad política de Mélenchon es su conocimiento preciso de la crisis del sistema de partidos en Francia, combinado con una alta dosis de audacia que muchas veces deja a su equipo fuera de juego. Jean-Luc cree que poco o nada se puede hacer en el marco del sistema dominante y que es necesario innovar y arriesgar. Ha aprendido mucho de América Latina, de las izquierdas europeas, de Podemos y, sobre todo, de la compleja realidad de Syriza. Se podría decir, sin temor a equivocarse, que ha ido a estas elecciones en base a una enorme confianza en sí mismo, a un proyecto claramente alternativo y al convencimiento de que había una posibilidad ligada a él. Captó con inteligencia que el candidato Hamon no tendría demasiado recorrido, que una parte significativa del Partido Socialista terminaría apoyando a Macron y que solo él podría encabezar una alternativa democrática. Entendió que la línea divisoria izquierda/derecha (los socialistas siguen gobernando Francia) nada o poco dice y que el problema real era construir una alternativa nacional-popular al proyecto de Marie Le Pen. Para decirlo de otra forma, en momentos de excepción, hay que arriesgarse y tomar también medidas excepcionales; más allá de los partidos existentes y con una firme voluntad de gobierno y de poder.
El programa de Mélenchon es diáfano: poner fin a las políticas neoliberales desde un punto de vista republicano, ecosocialista y pacifista. El candidato de la Francia insumisa promueve, es la parte más polémica de su programa, un proceso constituyente en la perspectiva de la VI República; la defensa intransigente de los derechos de las personas, del Estado social y de la reindustrialización de Francia, apostando por un proteccionismo solidario a la altura de los desafíos de nuestra época. El ecosocialismo es tomado en serio convirtiéndose en el horizonte de un nuevo modelo de sociedad, Estado y de poder. Antes se ha dicho: la Francia insumisa no acepta las reglas neoliberales de la UE y apuesta por cambiarlas; si esto no fuese posible, iniciaría un proceso de salida de UE. Esto lo ha dejado claro una y otra vez. Su política internacional estará marcada por la paz, por la seguridad y un nuevo orden económico internacional más justo e igualitario. La prioridad es la defensa de la soberanía popular y de la independencia nacional con relaciones equilibradas con Alemania y la búsqueda de acuerdos equitativos con Rusia y con Eurasia.
La remontada de Mélenchon ha sido enorme, ha cambiado la agenda de la campaña electoral francesa y aparece, cada vez más, como alternativa democrática, no solo a Marie Le Pen sino al neoliberalismo que representan Macron y Fillon. Hay similitudes formales con las elecciones norteamericanas, en un sentido muy preciso: las élites eligen a un centrista neoliberal para derrotar al populismo de derechas. La diferencia es que Mélenchon es un Bernie Sanders que puede ganar, que quiere ganar. En todas partes lo mismo: solo se puede derrotar a las derechas extremas y a la extrema derecha desde una democracia económica, social y cultural comprometida con los derechos, defensora del Estado social, protectora de las mayorías y promotora de una res pública de hombres y mujeres libres e iguales. Jean-Luc se ha jugado todo, todo, a una carta. El pueblo francés se lo merece.
DIVULGAMOS
HOY ESTE IMPORTANTE MATERIAL SOBRE EL MOVIMIENTO LA FRANCIA INSUMISA
QUE LLEVA COMO CANDIDATO A JEAN-LUC MELENCHÒN. ES UNA ENTREVISTA DE Luis Casado, editor de Politika a
Christian Rodríguez, responsable de Relaciones Internacionales de la
Francia Insumisa, ENTREVISTA QUE SE HA DIFUNDIDO AMPLIAMENTE EN DIVERSAS
PUBLICACIONES, POR EJEMPLO EL CLARÌN DE CHILE. QUEREMOS DESTACAR EL
PROCESO QUE SE VIENE DANDO DE INTERINFLUENCIA DE MOVIMIENTOS DE NUEVO
TIPO, POR SOBRE FRONTERAS, QUE ABRE GRANDES POSIBILIDADES COMO
REFERENCIAS PARA LAS ORGANIZACIONES EMERGENTES QUE HOY LE HACEN FRENTE A
LA BRUTAL ARREMETIDA DEL CAPITAL CONTRA EL PUEBLO TRABAJADOR.
Recientemente,
en Europa han surgido otros movimientos ciudadanos, entre ellos
Podemos, en España. ¿La Francia Insumisa tiene algún tipo de
coincidencias con Podemos?
El movimiento Podemos
ya es una fuerza política constituida, con presencia en las
instituciones españolas, que le disputa la hegemonía a los partidos de
la casta política (PP y PSOE), actualmente aliados de gobierno. Podemos surgió del movimiento ciudadano del “15-M” y se ha fogueado en contiendas electorales con un significativo apoyo popular.
Además
de nuestros orígenes, anclados en sectores ciudadanos independientes de
los partidos tradicionales y opuestos a éstos en sus pretensiones de
gobernar como castas de privilegiados, compartimos con Podemos
muchos puntos programáticos y somos aliados en el plano internacional,
especialmente en Europa. Es un movimiento ciudadano hermano.
Nos hemos inspirado de la estrategia de Podemos,
sobre todo en torno a la necesidad de federar al pueblo (no solo la
izquierda) sobre afectos comunes y un proyecto de sociedad progresista.
En el desarrollo del movimiento de la Francia Insumisa, el ejemplo político y social de Podemos
en España, los trabajos teóricos de sus dirigentes y los debates de sus
círculos ciudadanos de base han jugado un importante papel en nuestros
debates y trabajos para definir nuestro propio programa e imaginar la
forma de organización que queremos poner en práctica.
Las
diferencias se explican por las diferencias de trayectoria histórica de
las fuerzas progresistas en nuestros respectivos países. Una de ellas
es la percepción aguda que el pueblo español mantiene viva sobre la
amenaza mortal de la ideología fascista, por haberla vivido en carne
propia durante la larga dictadura de Franco. Esa percepción de una
amenaza latente es más difusa en Francia. Su expresión política,
manifiesta en la progresión del Frente Nacional de Marine Le Pen, goza
de una aceptabilidad mediática y de un atractivo popular que sería
impensable en la España de hoy.
Otra diferencia es el grado de madurez que Podemos ha alcanzado en la definición de sus formas de organización interna, cuestión que la Francia Insumisa
está abordando con una cierta parsimonia inevitable, dado que la
construcción del movimiento progresa actualmente con una dinámica
centrada principalmente en torno a las tareas inmediatas de la campaña
presidencial y de las próximas elecciones legislativas, lo que
necesariamente posterga los trabajos y debates sobre las formas
organizativas que el movimiento deberá darse a más largo plazo.
Un punto de encuentro se da en temas de política Europea, donde Podemos ha abordado teóricamente la cuestión del “Plan B”. Pero
hay que cuidar de no caer en comparaciones apresuradas. La situación
política y económica de nuestras dos naciones son significativamente
distintas: algunos aspectos programáticos, centrales para Francia Insumisa,
tales como la salida de los Tratados europeos, o la instauración de un
proteccionismo solidario, no tienen la misma importancia en el caso de Podemos.
Hay una percepción distinta de la Unión Europea y del euro entre
nuestros dos pueblos, y por otra parte, en Francia no podemos dejarle el
monopolio del cuestionamiento de la Unión Europea neoliberal a la
derecha populista (el Frente Nacional).
Algunas cuestiones políticas que trata Podemos,
como la articulación con fuerzas de izquierda regionalista, no se
plantean en Francia. La presencia del Frente Nacional en el abanico
político, que destaca una etiqueta “ni de derecha, ni de izquierda”, no
nos permite rechazar la etiqueta de izquierda como hace Podemos.
Aunque no sea central para nosotros, no se puede olvidar que en Francia,
la izquierda sigue siendo vinculada con fuerzas políticas y sindicales
combativas, que no existían en España a la víspera del “15-M”.
Jean-Luc Mélenchon: “Francia, ese país latinoamericano”
Luis Casado, editor de Politika entrevista a Christian Rodríguez, responsable de Relaciones Internacionales de la Francia Insumisa, sobre la candidatura de Mélenchon
El
domingo 23 de abril se juegan los destinos de Francia, y con ella, la
suerte de 500 millones de europeos, y de buena parte del mundo. ¿Quién
puede imponer un poco de racionalidad en un mundo dominado por la locura
de la guerra y la destrucción del medio ambiente? Jean-Luc Mélenchon,
el candidato de la Francia Insumisa, propone devolverle la Soberanía a
los pueblos. Entrevista a Christian Rodriguez, responsable de Relaciones
Internacionales del vasto movimiento galo que podría cambiar los
destinos de Europa y el mundo.
Christian Rodriguez, responsable de Relaciones Internacionales de la Francia Insumisa
A
pocos días de la primera vuelta de las elecciones presidenciales las
encuestas y la prensa señalan a Marine Le Pen como la favorita y a tres
candidatos, entre ellos Jean-Luc Mélenchon, como sus posibles rivales.
¿Cómo ve Ud. sus posibilidades?
Tenemos que tener presente que 9 multimillonarios poseen el 90% de los medios de comunicación en Francia. A nuestros ojos, esa mediocracia está totalmente desacreditada para ofrecer una visión objetiva de la realidad. Hay pocas excepciones.
La
campaña presidencial ha tenido lugar en un clima de descomposición
política generalizada que afecta a la derecha y la extrema derecha, como
a la autodenominada “izquierda de gobierno”.
En
la derecha, los escándalos judiciales salpican al candidato François
Fillon, por malversación de dineros públicos utilizados para pagarle a
su esposa y a sus hijos por trabajos ficticios, y a Marine Le Pen, por
financiamiento ilícito de su partido con fondos del Parlamento Europeo.
La
“izquierda de gobierno”, para ser claros el socialismo francés, desertó
de la campaña de su propio candidato. Los barones socialistas,
prefieren llamar a votar por el candidato hidropónico neoliberal
Emmanuel Macron en vez de respetar su promesa de apoyar a Benoît Hamon,
triunfador de la primaria del PSF.
Los medios –prensa y televisión– se disputan para ofrecer el “scoop”
del día, relegando los temas de fondo a las calendas griegas. Este
clima impide un debate serio sobre los programas y propuestas que están
en juego, y oculta las reclamaciones y aspiraciones populares. Las
grandes mayorías ciudadanas, hastiadas de la corrupción y de la
politiquería, ni siquiera responden a los sondeos de opinión. A cuatro
días de la primera vuelta casi un 35% de los electores aun no sabe por
quién va a votar.
La
eliminación de los “líderes naturales”, de los “campeones electorales”
barridos por sus propias bases, –como Sarkozy, Hollande, Valls, Juppé–
no despejó la atmósfera de descomposición política. La aparición de
Macron y de Hamon, ambos ex ministros de Hollande en “ruptura” con el
actual presidente, ha contribuido a aumentar la confusión.
La
negativa de Le Pen a comparecer ante los jueces, apostando por la
eventual impunidad que le otorgaría su elección, genera un ambiente de
fin de reino. Todo eso en medio de repetidos ataques a la separación de
poderes y a la independencia del Poder Judicial por parte de Le Pen y de
Fillon. Los partidos tradicionales de izquierda y derecha están en
plena delicuescencia. Es una situación inédita en la Francia de la
posguerra, que marca el fin de la viabilidad de la 5ª República
instaurada por el General De Gaulle a la Liberación.
Así
las cosas, los sondeos de opinión, las encuestas, que sabemos sesgadas,
no tienen ninguna credibilidad. A tal punto que han renunciado a
ofrecer un resultado, como solían hacer hasta ahora. Se limitan a
pregonar que hay cuatro candidatos virtualmente empatados. El pueblo de
Francia entregará su veredicto el próximo domingo.
El crecimiento espectacular del Movimiento de la Francia Insumisa nos
ofrece razones de estar optimistas. En poco más de un año la Francia
Insumisa (FI) surgió casi de la nada y hoy cuenta con más de 450 000 mil
adherentes en todo el país y con cerca de 3 mil grupos de base, que
impulsan la campaña por doquier. Con la consigna ¡A barrerlos a todos! Con la firme intención de poner en práctica nuestro programa elaborado democráticamente: “El Futuro en Común” (L’Avenir en commun).
Nada
permite afirmar que la extrema derecha de Marine Le Pen será la
corriente política dominante. Pese a los discutibles sondeos que la
aventajan. La fuerza de la abstención sigue siendo inquietante. Nuestros
esfuerzos se concentran en convencer y captar votos entre los
desencantados, los resignados, la juventud que nunca ha votado. Pase lo
que pase, para nosotros es importante mantener la movilización popular y
el crecimiento de la Francia Insumisa después de la elección presidencial, y de las parlamentarias. Sin fuerza social no podríamos llevar a cabo nuestro programa.
Por
lo pronto, hemos generado un hecho político indesmentible: la Francia
Insumisa vino para quedarse, y para gobernar. Para responder a las
esperanzas de todo un pueblo.
En
2012 Jean-Luc Mélenchon llamó a votar por François Hollande en la
segunda vuelta. Hoy parece haber un consenso generalizado que condena su
quinquenio como un fracaso. ¿Cuál es su opinión al respecto?
François
Hollande traicionó el programa que le permitió ser elegido. Al
incumplimiento de sus promesas se sumó la traición a los principios del
socialismo francés, lo que generó la llamada “fronda” de parlamentarios y
figuras del PSF, que se opusieron a las peores medidas de su gobierno.
Hollande ni siquiera pudo pretender a la reelección, y su primer
ministro fue derrotado en las primarias del PSF.
El
desastre del “hollandismo” fue el producto de una larga lista de
renunciamientos y de medidas contrarias a las tradiciones de la
izquierda francesa. Se trata de una deriva ideológica que lo sitúa
claramente en el campo del neoliberalismo mundializado.
Por
ejemplo, la ratificación incondicional del Tratado de Lisboa, impuesto
por su predecesor Nicolás Sarkozy violando la voluntad del pueblo
francés que lo rechazó rotundamente (54,8%) en referéndum en el año
2005. Así impusieron el Tratado de la Constitución Europea –llamado de
Roma II–, una versión apenas retocada del texto rechazado por el
referéndum. En virtud de ese Tratado, Francia está sometida a las
medidas de austeridad impuestas por el ordo-liberalismo alemán y la
Comisión Europea a toda la UE, con los resultados ya conocidos.
Al
llegar al poder, Hollande ni siquiera aplicó las tradicionales medidas
de los gobiernos de izquierda: aumentar el salario mínimo, o amnistiar a
los sindicalistas perseguidos por la represión a las luchas populares
durante el gobierno de Sarkozy.
Más
tarde, apoyándose en la actual Constitución, su gobierno hizo aprobar
por decreto una de las leyes laborales más retrógradas y pro-patronales
(la ley El-Khomri) que Francia haya conocido desde 1910. Dicha ley fue
rechazada por el movimiento sindical, por decenas de miles de
trabajadores movilizados en las calles en diversas ciudades, por buena
parte de los parlamentarios del PSF y de otras formaciones de izquierda.
Por esa razón Hollande dejó de lado al Parlamento y autorizó a su
Primer Ministro a legislar por decreto, dañando así gravemente el
ejercicio democrático del poder.
Sin
detallar todas las medidas ultra-liberales de su gobierno, ideadas e
impulsadas por su Ministro de Economía Emmanuel Macron (hoy candidato
“independiente” a la presidencia), podemos decir que la línea
ultra-liberal de Hollande lo llevó a la impopularidad que le impidió
presentarse a la reelección. Y selló la suerte de su Primer Ministro
Manuel Valls como candidato frustrado a su sucesión.
En
2012 Jean-Luc Mélenchon fue el candidato del Frente de Izquierda (Front
de Gauche). Hoy es el portavoz de la France Insoumise (FI), que surgió
hace poco más de un año y se define como un movimiento ciudadano. ¿Qué
es exactamente la Francia Insumisa?
Es
un movimiento ciudadano compuesto por hombres y mujeres que han
comprendido que no hay solución política que pueda prescindir de la
voluntad soberana del pueblo francés para tomar su destino en sus
propias manos. Es un movimiento con vocación de poder, cuyo principal
objetivo programático es terminar con las instituciones actuales e
instaurar la 6ª República a través de la convocatoria a una Asamblea
Constituyente de ciudadanos. En el caso de ser elegido, el llamado a un
referéndum para imponer esa convocatoria será el primer acto de gobierno
de Jean-Luc Mélenchon.
Rompemos
con una “izquierda” autoproclamada, que en su práctica de gobierno no
se distingue de las fuerzas políticas capitalistas neoliberales y que
abandona las reivindicaciones de los ciudadanos, sean éstos “de
izquierda” o no. El movimiento reúne ciudadanos sin militancia ni
adscripción partidaria alguna, así como partidos de izquierda que
adhieren como tales al programa de la Francia Insumisa.
Las referencias y argumentos de la izquierda para movilizar a su electorado, los llamados a la “unidad” o a los “valores de la izquierda, del movimiento obrero etc.”
son hoy día masivamente rechazados por el pueblo. Por ello intentamos
reconstituirlo en torno a nuevas referencias e ideas, expresadas en
nuestro programa “El Futuro en Común”. No apuntamos a exaltar los valores de la izquierda, o a pretender ser “la izquierda auténtica”, sino a entregar respuestas concretas a las principales dificultades que sufre la población.
Luego de la proposición de la candidatura de Jean-Luc Mélenchon en el mes de febrero de 2016, el movimiento Francia Insumisa comenzó el trabajo de elaboración colectiva del programa "El futuro en común", que un equipo de trabajo le fue entregando al economista Jacques Généreux y a la jurista Charlotte Girard.
Ese trabajo se apoyó también en el programa de su postulación presidencial en 2012 intitulado"Primero que todo, lo humano" y en una continua producción intelectual que configuró siete pilares de nuestro proyecto así como las consignas para el futuro.
Dichas
bases son la Constitución para una 6ª República, la justa distribución
de las riquezas, la planificación ecológica, la renegociación de los
Tratados europeos, la independencia y el alter-mundialismo para la paz,
el progreso humano y la conquista de nuevas fronteras para la humanidad
como son el mar, el espacio y el dominio de lo virtual digital.
El resultado fue la publicación de una primera versión consolidada del programa "El futuro en común",
enviada a los entonces 135.000 insumisos adherentes a la plataforma,
para que se pronunciaran sobre los capítulos y determinaran las medidas
prioritarias del programa.
Fue así como la Francia Insumisa se dotó de sus 10 medidas emblemáticas.
Jean-Luc Mélenchon, candidato presidencial de la Francia Insumisa
Recientemente,
en Europa han surgido otros movimientos ciudadanos, entre ellos
Podemos, en España. ¿La Francia Insumisa tiene algún tipo de
coincidencias con Podemos?
El movimiento Podemos
ya es una fuerza política constituida, con presencia en las
instituciones españolas, que le disputa la hegemonía a los partidos de
la casta política (PP y PSOE), actualmente aliados de gobierno. Podemos surgió del movimiento ciudadano del “15-M” y se ha fogueado en contiendas electorales con un significativo apoyo popular.
Además
de nuestros orígenes, anclados en sectores ciudadanos independientes de
los partidos tradicionales y opuestos a éstos en sus pretensiones de
gobernar como castas de privilegiados, compartimos con Podemos
muchos puntos programáticos y somos aliados en el plano internacional,
especialmente en Europa. Es un movimiento ciudadano hermano.
Nos hemos inspirado de la estrategia de Podemos,
sobre todo en torno a la necesidad de federar al pueblo (no solo la
izquierda) sobre afectos comunes y un proyecto de sociedad progresista.
En el desarrollo del movimiento de la Francia Insumisa, el ejemplo político y social de Podemos
en España, los trabajos teóricos de sus dirigentes y los debates de sus
círculos ciudadanos de base han jugado un importante papel en nuestros
debates y trabajos para definir nuestro propio programa e imaginar la
forma de organización que queremos poner en práctica.
Las
diferencias se explican por las diferencias de trayectoria histórica de
las fuerzas progresistas en nuestros respectivos países. Una de ellas
es la percepción aguda que el pueblo español mantiene viva sobre la
amenaza mortal de la ideología fascista, por haberla vivido en carne
propia durante la larga dictadura de Franco. Esa percepción de una
amenaza latente es más difusa en Francia. Su expresión política,
manifiesta en la progresión del Frente Nacional de Marine Le Pen, goza
de una aceptabilidad mediática y de un atractivo popular que sería
impensable en la España de hoy.
Otra diferencia es el grado de madurez que Podemos ha alcanzado en la definición de sus formas de organización interna, cuestión que la Francia Insumisa
está abordando con una cierta parsimonia inevitable, dado que la
construcción del movimiento progresa actualmente con una dinámica
centrada principalmente en torno a las tareas inmediatas de la campaña
presidencial y de las próximas elecciones legislativas, lo que
necesariamente posterga los trabajos y debates sobre las formas
organizativas que el movimiento deberá darse a más largo plazo.
Un punto de encuentro se da en temas de política Europea, donde Podemos ha abordado teóricamente la cuestión del “Plan B”. Pero
hay que cuidar de no caer en comparaciones apresuradas. La situación
política y económica de nuestras dos naciones son significativamente
distintas: algunos aspectos programáticos, centrales para Francia Insumisa,
tales como la salida de los Tratados europeos, o la instauración de un
proteccionismo solidario, no tienen la misma importancia en el caso de Podemos.
Hay una percepción distinta de la Unión Europea y del euro entre
nuestros dos pueblos, y por otra parte, en Francia no podemos dejarle el
monopolio del cuestionamiento de la Unión Europea neoliberal a la
derecha populista (el Frente Nacional).
Algunas cuestiones políticas que trata Podemos,
como la articulación con fuerzas de izquierda regionalista, no se
plantean en Francia. La presencia del Frente Nacional en el abanico
político, que destaca una etiqueta “ni de derecha, ni de izquierda”, no
nos permite rechazar la etiqueta de izquierda como hace Podemos.
Aunque no sea central para nosotros, no se puede olvidar que en Francia,
la izquierda sigue siendo vinculada con fuerzas políticas y sindicales
combativas, que no existían en España a la víspera del “15-M”.
Si
Jean-Luc Mélenchon fuese elegido, ¿cuál sería la política de Francia de
cara a la crisis migratoria que está confrontando Europa?
Primeramente,
hay que permitir que la gente empujada hacia la emigración se quede en
su país. Hay que terminar con la idea racista según la cual la gente
partiría para poder sacar provecho de nosotros. Se van porque no pueden
hacer otra cosa, hay que recordarlo y hay que insistir sobre esta
premisa esencial.
Nosotros
compartimos lo que dicen nuestros amigos de los sindicatos y de las
organizaciones progresistas de la tierra entera: el exilio es una
catástrofe para esos países. Los que se exilan figuran entre los más
valientes, a menudo, entre los más instruidos. Su instrucción le costó a
sus países, y todo ese conocimiento se va, al azar de los caminos.
¡La
guerra es la primera razón por la que la gente emigra! ¡Y somos
nosotros quienes creamos la guerra! No por razones religiosas, sino por
oleoductos, por gaseoductos, porque tenemos intereses y/o aliados con
intereses económicos en esas regiones. ¡Esa es la verdad! Hay que
eliminar entonces las causas del éxodo de esa gente.
En
segundo lugar hay que castigar el tráfico humano. Las gentes que vemos
en barcazas no comenzaron a buscar un bote cuando llegaron a orillas del
mar. Hay un tráfico organizado. Hay millones de personas en esa
situación. Para el traslado de millones de personas hay toda una
organización. ¿Acaso no se puede interrumpir eso? ¡Por supuesto que sí!
Que no quieran interrumpirlo, eso es otra cosa.
Y
cuando las personas ya están aquí, en Europa, hay que enfocar el
problema de manera diferente. No hay otra opción –desde un punto del
humanismo que es uno de nuestros principios fundamentales– que el de
recibirlos correctamente. Incluso para que puedan volver a sus países
cuando lo deseen.
La Francia
Insumisa exige una profunda revisión de los tratados vigentes en la
Unión Europea, y propone renegociarlos. Si el socio alemán rehusara tal
renegociación, ¿están Uds. dispuestos a seguir el ejemplo del Brexit?
Efectivamente,
en nuestra campaña hemos defendido la idea de que los Tratados de la
Unión Europea no sólo hay que “revisarlos”, sino renegociarlos
exhaustivamente.
Necesitamos
desembarazarnos de esa camisa de fuerza para cambiar la matriz
productiva de Francia. Necesitamos en Europa otro orden económico que le
permita a la potencia industrial que es nuestro país, movilizar todas
sus capacidades para volver al pleno empleo, para aplicar la transición
energética y desarrollar la economía del mar.
La casta gobernante y la mediocracia
replican que eso es imposible, que nunca convenceremos a Alemania que
tal renegociación debe tener lugar. Se equivocan. Francia, en tanto
pilar fundador de la UE, por su peso demográfico y económico real, tiene
fuerza más que suficiente para imponer una renegociación (nuestro “Plan A”), so pena de aplicar el “Plan B” y denunciar unilateralmente los tratados
En
cuanto al Brexit, ese es el grito del pueblo llano del Reino Unido
contra la realidad cotidiana de los tratados europeos: la pobreza, la
precariedad, los privilegios para los ricos y multimillonarios, la
arrogancia de los poderosos que pretenden darnos lecciones, esas leyes
laborales retrógradas (como la ley El-Khomri), la tiranía sin rostro de
los controladores contables de la Comisión Europea, la bota de hierro de
las “troikas” financieras y otros procónsules que han saqueado a países
enteros, como Grecia.
El
Brexit simboliza el principio del fin de una época. Significa que la
Unión Europea ha sido asesinada por la casta de los eurócratas y la
política de austeridad impuesta por el gobierno alemán con la
complicidad activa de dos presidentes franceses: Sarkozy y Hollande.
La
respuesta de la Unión Europea ante el Brexit es… ¡militar!: quieren
relanzar la Comunidad Europea de Defensa, ya rechazada por la Asamblea
Nacional Francesa en 1954. Reinventan una lógica de guerra en la cual el
mundo entero es el enemigo potencial. Nosotros buscamos la
independencia de Francia en materia de Defensa, fundada sobre la
disuasión.
La
Unión Europea, o la cambiamos, o la abandonamos. Como de costumbre, los
eurócratas preparan desde hace meses, en secreto con la señora Merkel,
un nuevo tratado para 2017 que no toma en cuenta ninguna de las
lecciones que se desprenden de la situación actual.
La casta de los eurólatras no toma en cuenta lo que acaba de suceder y continuará fustigando los “extremos”, el “repliegue sobre sí mismo”
y el amor de los pueblos por sus libertades y su dignidad social. Más
dura será su caída. La elección presidencial de 2017 en Francia es la
ocasión.
La
Francia Insumisa construye su proyecto sobre la base de una restitución
al pueblo de su soberanía, y la aprobación de una nueva Constitución.
¿En qué consiste la 6ª República?
La reforma política más profunda que propone la Francia Insumisa
es el cambio de Constitución. Difícilmente se la puede calificar de
“reforma”: en realidad es una Revolución Ciudadana cuyo principal
objetivo es terminar con las instituciones actuales, instaurando la 6ª
República por medio de una Asamblea Constituyente de ciudadanos.
La
nueva Constitución debe ser radicalmente nueva, no un simple remiendo
de la 5ª República. Es el pueblo quien debe hacerse cargo de la cuestión
e implicarse a lo largo de todo el proceso constituyente. Convocaremos
una Asamblea especialmente encargada de redactar la nueva Constitución
bajo el control de los ciudadanos. Allí, la Francia Insumisa
someterá sus proposiciones por una 6ª República democrática,
igualitaria, que instituya nuevos derechos e imponga el imperativo
ecológico.
En
virtud del artículo 11 de la actual Constitución, el Presidente de la
República puede llamar a un referéndum para lanzar el proceso
constituyente. Si Jean-Luc Mélenchon es elegido, ése será uno de sus
primeros actos de gobierno. Propondremos igualmente las modalidades de
composición de la Asamblea, su modo de elección y/o sorteo de sus
miembros, se definirán las incompatibilidades, las modalidades de
deliberación, cómo asociar los ciudadanos a los trabajos de la Asamblea,
etc.
Ninguno
de los antiguos parlamentarios de la 5ª República podrá formar parte.
Los delegados a la Asamblea Constituyente no podrán ser candidatos a las
elecciones posteriores a la entrada en vigor de la nueva Constitución.
El proyecto de Constitución propuesto por esta asamblea será sometido a
un referéndum de aprobación.
Entre las proposiciones constitucionales que la Francia Insumisa ha elaborado para someterlas a la futura Asamblea Constituyente se cuentan las siguientes:
Toda
persona convicta por corrupción será inelegible de por vida; derecho
popular a revocar de su cargo en curso de mandato a cualquier elegido;
referéndum de iniciativa ciudadana y derecho de los ciudadanos a
proponer una ley; recurso obligatorio a referéndum para revisar la
Constitución o ratificar un tratado garantizando el respeto de la
decisión popular; abolición de la monarquía presidencial e instauración
de un régimen parlamentario estable; numerosas disposiciones tendientes a
crear una república universal y laica; medidas para controlar la
imparcialidad de los medios de comunicación; etc.
El conjunto de proposiciones constitucionales de la Francia Insumisa
es un todo coherente que ha sido pensado detalladamente para romper
radicalmente con los vicios institucionales de la 5ª República que ha
llegado hoy a un momento de descomposición, de agonía y de descrédito
total ante los ciudadanos.
La
utilización de tecnologías de punta ha marcado la campaña de Jean-Luc
Mélenchon. En especial sus mítines en los que está presente por medio de
un holograma. ¿Qué impacto tiene en el electorado esta incursión en las
tecnologías del futuro?
En
lo pragmático, el uso de la tecnología del holograma nos ha servido
para romper el cerco de la invisibilidad a la cual quisieron
arrinconarnos los medios. Nuestro trabajo de comunicación, que se apoya
en las nuevas tecnologías, en el desarrollo de redes sociales propias,
en la difusión vía YouTube de un programa político semanal de gran audiencia, en fin, el uso de técnicas modernas, logró romper el cerco.
Además,
su impacto espectacular y novedoso llama la atención sobre la
importancia del uso de los avances científicos en todos los ámbitos de
la actividad humana, incluida la política.
Ese
es el aspecto simbólico del holograma: la avalancha de comentarios y
preguntas que su uso ha generado, sobre todo entre los jóvenes, nos
permite expandir nuestra llegada y hacer hincapié en el carácter
educativo de nuestra campaña.
Compartir
el saber es aumentar la riqueza de todos los franceses, y en general,
de toda la humanidad. Frente a una forma de obscurantismo, como es
pretender negarle la escolaridad a los niños hijos de extranjeros,
proponemos el principio de compartir que rige a la comunidad científica.
Este intercambio de lo que hay de más fundamental, de aquello que nos
acerca a la verdad compartida: eso es lo que caracteriza el espíritu de
la ciencia.
En
momentos en que la civilización humana corre el riesgo de desaparecer,
sin el trabajo de los científicos no sabríamos del peligro en que nos
encontramos: sin los trabajos de aquel premio Nobel de Química que puso
en evidencia los gases que destruyen la capa de ozono, por ejemplo.
Necesitamos
más que nunca compartir el saber pues necesitamos la inteligencia de
masa de todo el mundo para enfrentar los desafíos que pesan sobre la
civilización humana. Con esta preocupación en la cabeza fue que
encontramos algo a la vez pacífico, festivo y democrático: la idea de
efectuar simultáneamente dos mítines, en Lyon y en París mediante un
holograma, y luego siete mítines simultáneos en dos continentes.
Siete mitines simultáneos en dos continentes gracias al holograma
Nos
inspiramos en la idea de compartir, que es la de la ciencia y la razón.
Queríamos que los franceses estén orgullosos de su Patria,
representados por quienes muestran una de las realizaciones más acabadas
de la ciencia, y están en oposición absoluta contra quienes hacen
apología de la ignorancia, queriendo privar de escuela a los niños.
La
Unión Europea sigue conociendo tasas de crecimiento anémicas, y
enfrenta crisis como la del Brexit, Grecia, la deuda soberana, etc.
¿Cómo le harán frente a la crisis económica?
La
crisis sistémica financiera de 2007-2008 afectó a todos los pueblos del
mundo ligados a la mundialización neoliberal, y la crisis económica en
Europa se vio agravada por la obstinación de la casta dirigente de la
Unión Europea en permanecer atada a la lógica de la financiarización,
pese a la evidencia de su total irracionalidad denunciada por todos los
expertos más sensatos.
La Comisión Europea, bajo el “diktat”
del gobierno alemán, impuso, a través de los Tratados, como única
solución a la crisis, una política general de austeridad que ahoga a los
países de la zona Euro. La respuesta a la crisis no puede darse en ese
contexto de contracción de la inversión productiva, del reducción del
poder adquisitivo y del gasto público, ni con el rescate de los bancos
privados con dinero público sin ninguna contrapartida, como ha sido el
caso. Las consecuencias de tal obstinación la vemos hoy en la
descomposición acelerada de la estabilidad económica y política.
Esta
política provocó en Francia el empobrecimiento de millones de
ciudadanos, el aumento del paro, la precariedad en el trabajo, la
disminución de la presencia del Estado en materia de salud y de
educación, y otros flagelos que azotan al pueblo francés. Esta no es la
“única” solución, como proclaman a diestra y siniestra la casta en el
poder y los medios de comunicación controlados por un puñado de 9
oligarcas.
Nuestro
proyecto económico rompe con la austeridad, e impulsa un plan de
inversión productiva orientado hacia la transición energética en nuestro
país. Francia nunca fue tan rica en toda su historia, pero su riqueza
se escapa hacia la especulación de las finanzas mundializadas, en vez de
ser reinvertido en el país, en la producción y en la creación de nuevas
empresas.
Hemos
elaborado un plan coherente de financiamiento de todas nuestras
medidas, que nos permitirá dedicar 100 mil millones de euros a la
inversión productiva por iniciativa del Estado, a través de un proceso
en círculo virtuoso que nos devolverá cerca de 193 mil millones de euros
al cabo del quinquenio.
La
casta pregunta, aterrada: ¿de dónde sacarán ese dinero? Basta con que
nos zafemos de la camisa de fuerza de los Tratados europeos, que
impongamos una política impositiva justa sin ventajas fiscales para los
ricos, que desarrollemos la planificación ecológica y desarrollemos al
100% las energías renovables (lo cual disminuirá drásticamente las
importaciones de petróleo y uranio, es decir, casi el 40% de nuestra
balanza comercial), que adoptemos el proteccionismo solidario, que
cobremos un impuesto a las transacciones financieras no productivas, que
anulemos nuestra participación en tratados internacionales de
intercambio incontrolado, bajo dominación de las compañías
multinacionales (CETA, TAFTA, etc.), y muchas otras medidas semejantes,
organizadas en un todo armonioso y coherente que se sostiene por sí
mismo.
Nuestros
adversarios han debido admitir, ante el peso de las cifras
macroeconómicas que hemos presentado, que el proyecto es sostenible…
aunque, como es lógico, inaceptable para ellos. Hoy, más de 130
economistas de renombre mundial han declarado que el programa económico
de Mélenchon es el más razonable y adecuado para evitar una nueva crisis
financiera mundial.
El
problema no es de índole económica sistémica, sino de voluntad
política. Es eso lo que se juega en estas elecciones presidenciales. El
pueblo debe tomar en sus manos le decisión de romper o no con la lógica
de la Unión Europea, como hizo el pueblo británico con ocasión del
referéndum sobre el Brexit.
Históricamente
Francia centra su interés en el continente africano. Sin embargo, el
territorio de la República se extiende hasta América Latina. ¿Por qué
los adversarios de la Francia Insumisa atacan una eventual relación con
el ALBA?
Es
normal, en una campaña presidencial, que nos disputemos el acceso al
voto ciudadano. Lo que no es aceptable es que haya gente que decida
hacer una campaña construida sobre invenciones y mentiras. Hay quien
decidió hacer campaña sobre el “tema” Mélenchon, Chávez, Castro, Putin,
etc. Hablan sobre Chávez, que está muerto, sobre Fidel Castro que está
muerto, hablan sobre personas que ya no están. Para generar miedo con
una supuesta ‘dictadura’.
Entre ellos, el Nouvel Observateur,
se muestra particularmente vil en su hostilidad. Un semanario que
pretende ser de “izquierda” podría al menos argumentar, decir que no
está de acuerdo con esto o lo otro. Pero el título que publican dice: “Mélenchon o la paz del Kremlin” (sic).
También
encontraron en nuestro programa que Francia debe adherir al ALBA. Pero,
sin explicar lo que es el ALBA. En vez de informar, los periodistas
dicen que es un invento de Chávez y que por consiguiente no vale la pena
discutir de eso. El ALBA es una organización de cooperación, en el
continente latinoamericano. Es la única asociación de cooperación, es
decir que no tiene objetivos comerciales, no es un mercado único como el
Mercosur o el Tratado Transpacífico. Tampoco es una alianza militar. Es
una asociación de cooperación entre países de la región. Así de
simple.
Y
en América latina, ya no se trata de Lille o de Niza, sino de la
Francia de América Latina, o sea –entre otros– de Guyana. Allí tenemos
nuestro centro espacial, desde donde lanzamos satélites al espacio, pero
en contraste, en ese territorio hay actualmente muchos problemas
sociales, económicos e institucionales: el pueblo se está movilizando
mayoritariamente para exigir el aumento de su nivel de vida, el aumento
de la presencia del estado y de los servicios al mismo nivel que en el
resto del país. ¿No sería bueno que Guyana pudiese integrarse en el
tejido latinoamericano en materia de cooperación solidaria para
desarrollarse de manera autónoma y no depender de las escuálidas
dotaciones presupuestarias enviadas desde París? Francia tiene en Guyana
su más larga frontera con otro país: el Brasil. Son más de 730 km de
fronteras con un país que forma parte de las 10 más grandes potencias
económicas del mundo, un país emergente . Y también con Suriname, un
país pobre. ¿No nos interesa el Brasil? ¿Acaso la Guyana no es Francia?
Nuestros adversarios hacen gala de un estilo despectivo, neocolonialista
hacia Guyana. ¿No sería bueno para Guyana tener como socio solidario a
un país como Brasil?
En el mar Caribe están los otros territorios franceses. Martinique, Guadeloupe, Saint Martin, etc. ¿Y
no sería bueno que esos territorios tengan relaciones con sus vecinos?
Nuestros adversarios no cesan de hablar de ‘mundialización’, pero sólo
la de los mercados. Y cuando se trata de organizar la cooperación útil a
nuestros territorios, esos proyectos los consideran sospechosos o
peligrosos, y desaparecen.
¿Qué
países forman parte del ALBA? Es importante saberlo… Está Venezuela.
¡Siempre Venezuela! El país que tiene las más importantes reservas de
petróleo del mundo. Nosotros luchamos contra las energías ligadas al
carbono… ¡pero nuestros adversarios no! ¿Y acaso no les interesa un país
como Venezuela? También están Bolivia, Nicaragua, Cuba, República
Dominicana, San Vicente y las Granadinas, Ecuador, la Isla de Santa
Lucía, Antigua y Barbuda. Son países del Caribe, ¡y nosotros también
somos un país del Caribe!
Nuestros adversarios horrorizados dicen: “¡Pero están los rusos!”
No saben lo que dicen: no hay rusos. Curioso: periodistas inteligentes,
educados… ¿porqué inventan todo eso? Para generar miedo porque piensan
que los electores son imbéciles. En el ALBA, como en todas las
instancias internacionales, hay también países observadores: Haití, por
ejemplo. Haití es importante para nosotros. Los franceses tenemos una
gran deuda hacia Haití, la primera república negra del mundo, que
destruimos, a la que le hicimos la guerra. Durante décadas le hicimos
pagar a Haití la libertad de los esclavos.
Y
también están Siria e Irán entre los observadores. Países que, junto a
Francia, deben ser observadores en un montón de organizaciones
internacionales. Y también está Uruguay. Y Paraguay, cuyo gobierno es
producto de un golpe de Estado, pero nuestros adversarios no lo citan.
¿Por qué? Solo les interesan Siria e Irán. Porque buscan generar
“miedo”.
Para
concluir, a nosotros los franceses, nos interesa el ALBA, y sería bueno
que nos integrásemos allí: es una forma de decir que somos un país del
Caribe y un país Latinoamericano. Formamos parte de la región a través
de territorios, zonas marítimas, y sobre todo, de una población con
necesidades similares a las de los países en vías de desarrollo de la
región, pese a que Francia sea una potencia desarrollada e
industrializada en Europa. La participación de Francia en una
cooperación de co-desarrollo solidario con los países de la región
beneficiará también a todos, mediante sus aportes científicos, técnicos,
educativos y culturales.
Luis Casado, Politika, 20 de abril de 2017
Empresas francesas preparan en silencio un plan para enfrentarse a un presidente 'antiestablishment'
Publicado: 20 abr 2017 06:59 GMT - RT
Los negocios temen a los candidatos menos
'business friendly', Marine Le Pen y Jean-Luc Mélenchon, que han
consolidado sus posiciones en vísperas de las elecciones presidenciales
de este domingo.
CC BY 2.0 / CC BY 2.0
Según ha recogido la agencia Bloomberg, representantes de varias empresas galas de gran tamaño están preparando un plan para afrontar la posible victoria de uno de estos candidatos. Temen que tanto el euro como los bonos estatales franceses se hundan. También están preocupados ante la posibilidad de que las nuevas administaciones aumenten a la vez el gasto público, las medidas proteccionistas y los impuestos, lo que afectaría a los precios de las acciones de las empresas.
Las firmas galas están preparándose de manera discreta, eveitando llamar la atención y provocar la repulsa de clientes y funcionarios estatales. Una de las medidas es asegurar sus líneas de crédito, entre otras formas de hallar financiación para sus operaciones a largo plazo. Es el caso de la empresa parisina Aramis Auto, dedicada a la comercialización de coches, afirma Bloomberg.
Otra posibilidad que contemplan es trasladar sus oficinas a otros países. Barajan, por ejemplo, capitales como Ámsterdam o Londres, como prevé hacer un grupo industrial uno de cuyos portavoces habló con Bloomberg en condición de anonimato. Con todo, estos traslados puede resultar bastante complicados para la mayoría de las empresas, no para ser realizados "en pocas semanas", explicó a la agencia Pierre de Lauzun, máximo responsable de la Asociación Francesa para los Mercados Financieros.
URUGUAY
Entrevista
a Jorge Zabalza en 'HEMISFERIO IZQUIERDO'. En memoria de Carlitos De
Mello, que hoy nos abandonó hasta dentro de un rato.
Entrevista a Jorge Zabalza: entre el afuera y el adentro
Entrevista a Jorge Zabalza: entre el afuera y el adentro
17 Apr 2017
Por: Hemisferio Izquierdo
Hemisferio Izquierdo (HI): En el año `71 se crea el FA ¿qué lectura hace en ese momento el MLN de esa creación?
Jorge Zabalza (JZ): En los ‘70 la política no se hacía desde el sillón parlamentario o el bureau institucional. El FA nació con las calles ardiendo de lucha popular, con la represión ensañada, castigando a obreros, estudiantes y vecinos organizados. Desde Maroñas a La Teja y el Cerro se reprodujeron formas de lucha que hoy parecen de otro planeta: liceos y hospitales populares, movimiento para no pagar a UTE, campamentos de desocupados, los ‘peludos’ marchando por todo el país, estudiantes acampando en fábricas ocupadas, comisiones vecinales de apoyo a los obreros en huelga. En la lucha se identificaba con claridad al enemigo: las 500 familias dueñas del Uruguay, el capital transnacional, las fuerzas armadas, el poder judicial, la policía que asesinaba militantes, los rompehuelgas, los parapoliciales, la embajada de los EEUU. Decenas de miles dejaron de ser espectadores pasivos y se transformaron en protagonistas activos de la vida política. Formaron el espacio político que rompió con el sistema imperante y reconoció la necesidad de revolucionarlo, que se identificó con la iconografía combativa de la revolución cubana y navegó en la corriente revolucionaria latinoamericana. En ese terreno se multiplicó un nuevo tipo de luchadores, ideológicamente inclinados a la acción directa de masas, que miraban con simpatía la lucha guerrillera y la auto-organización armada. El movimiento guerrillero creció y se desarrolló requerido por esos núcleos convencidos de que su única opción era armarse para luchar. La revolución no era un horizonte sino una cercanía, una posibilidad actual, ¡qué difícil hacerse entender hoy día con los espíritus tan aplacados que se vuelve imposible hablar de revolución!
El fin de la pasividad del pueblo fue el fenómeno de carácter más revolucionario de todo el período 1968/73. En la lucha activa las bases sociales se fortalecieron, su espíritu se hizo tan fuerte que logró resistir indemne el terrorismo de Estado y resurgió incontenible en 1983. Fueron esas multitudes insurrectas las que dieron origen al Frente. En realidad, los comités frenteamplistas de 1971 eran apenas una nueva forma de organización de las bases ya movilizadas en los barrios y gremios. El ‘Frente-movimiento’ -con su subjetividad anti-sistema- nació casi espontáneamente, bastante antes que el ‘Frente-coalición’. Su existencia debió ser aceptada a regañadientes por algunos dirigentes que tenían pavor a la auto organización y la autonomía, y luego fue permanentemente ocultada o tergiversada en función de mezquinos y ‘políticamente correctos’ intereses.
Se leyeron en clave de asalto al poder las luchas populares, pero esa lectura no se supo traducir a una forma masiva de hacer política armada, no se encontraron formas guerrilleras que pudieran ser adoptadas por el movimiento popular, paso previo y necesario a la insurrección popular. Como la guerra de todo el pueblo en Vietnam, como el pueblo en armas de José Artigas. Era el problema esencial de la revolución en el Uruguay y el MLN (T) se lo planteó desde fines de 1968. No logró resolverlo nunca y, en consecuencia, fracasó en su proyecto político-militar.
No todos en el movimiento popular leían la coyuntura de la misma manera que el MLN (T). Había quienes pensaban que la táctica de radicalizar la lucha contra el sistema se salía de los carriles establecidos y se salteaba las etapas del esquema preceptuado por el dogma estalinista. De esa visión tan estructurada surgió la propuesta de avanzar en democracia hacia la democracia avanzada, trabalenguas que resumía la tesis acerca de la posibilidad de acceder al poder por la vía electoral y parlamentaria en acuerdo con una burguesía presumida nacional. El asalto al poder se debía posponer hasta que se dieran condiciones más favorables en el campo internacional, tal vez hasta que la URSS derrotara al imperialismo en la competencia económica. Los afiliados a esta tesis se dedicaron a contener la masificación de las ideas guerrilleras del ‘dos, tres...muchos Vietnam’, que consideraban incompatibles con la coexistencia pacifica con los EEUU. De todas maneras, pese a las tentativas de aplastarla a golpes de ‘unidad, unidad’, la batalla de ideas sobre las formas y métodos de lucha creó un torbellino que atravesó las organizaciones obreras, estudiantiles y vecinales .
La brutalidad de Pacheco Areco también provocó el cisma que separó a las dos corrientes históricas del Partido Colorado: por un lado, los herederos de Julio César Grauert se agruparon en torno a Zelmar Michelini y el general Líber Seregni, rompieron con el gobierno autoritario y terminaron creando el Frente del Pueblo y, por el otro, los ‘colorados’ del mismo corte ideológico que Fructuoso Rivera, la ‘Defensa’ en la Guerra Grande, Venancio Flores y Lorenzo Latorre, cerraron filas detrás de Pacheco Areco y los grupos fascistas que lo rondaban. En el Partido Nacional se dio un fenómeno de características similares que alineó la derecha cavernícola alrededor del coronel Mario Aguerrondo -creador de la Logia Tenientes de Artigas en el ejército- y de M. Recaredo Etchegoyen, al tiempo que agrupó los sectores progresistas tras el liderazgo político e ideológico de Wilson Ferreira Aldunate. Engendrado por el pueblo que se movía y luchaba, el Frente Amplio nació gracias al poder de convocatoria de Zelmar y Seregni, cuyas influencias fueron decisivas para la concreción del proyecto.
Durante meses la política con armas había desplazado a la política electoral del centro de la atención pública, pero la progresiva militarización de las acciones guerrilleras y el apartarse del entendimiento popular, se tradujo en un fuerte deseo de detener el sacrificio y el derramamiento de sangre. En el imaginario popular la apertura de un camino alternativo a la guerra civil se sintió como un alivio a la tensión. ¿Cómo desconocer esas esperanzas? Era imposible soslayar el fenómeno de indudable carácter popular, que introducía un nuevo actor y determinaba una nueva coyuntura. La oferta de recomponer el país de los amortiguadores de modo que hiciera posible ‘el cambio revolucionario en paz’ canalizó la lucha popular hacia lo electoral y lo parlamentario, viraje decisivo de la subjetividad popular que el MLN (T) contempló al apoyar críticamente el nacimiento del Frente Amplio, pero que desconoció al persistir en la militarización de su accionar político. El desarrollo de la coalición no se detendría, independientemente de la voluntad del MLN (T). Raúl Sendic fue el principal promotor del “apoyo crítico” al FA con el propósito de evitar el aislamiento de la guerrilla tupamara y la caída en posturas sectarias respecto a otras fuerzas de izquierda. Por el contrario, dividir la izquierda y obstaculizar la creación del FA sólo traería desánimo y decepción en el movimiento popular, un clima muy poco propicio para continuar haciendo política con armas.
El MLN (T) entendió públicamente que (…) “no creemos, honestamente, que en el Uruguay, hoy, se pueda llegar a la revolución por las elecciones. No es válido trasladar las experiencias de otros países”. Pese a su congénita desconfianza hacia lo electoral, entendió que era bienvenida “la unión de fuerzas populares tan importantes, aunque lamentamos que esta unión se haya dado precisamente con motivo de las elecciones y no antes. (...) Al apoyar al Frente Amplio, entonces, lo hacemos en el entendido de que su tarea principal debe ser la movilización de las masas trabajadoras y de que su labor dentro de las mismas no empieza ni termina con las elecciones (...) La lucha armada y clandestina de los tupamaros no se detiene”. El ‘Movimiento de Independientes 26 de Marzo’ agrupó la consciencia insurgente, que veía las elecciones de 1971 como un paso inevitable camino a la insurrección popular. La lucha armada no se detuvo, es cierto, pero la historia enseña que en adelante predominaron las urnas y el palacio legislativo sobre las formas de acción directa y se adormecieron las ideas de lucha revolucionaria.
HI: ¿Cuáles son las razones que tiene el MLN a la salida de la dictadura para ingresar al FA?
JZ: En 1985 las y los liberados buscaron reorganizar su identidad tupamara, más por instinto de supervivencia que tras un programa o proyecto político definido. Por el contrario, la dispersión en las cárceles y el exilio produjo más de una docena de proyectos diferentes, todos ellos aspirantes a hegemonizar la reorganización. Además, el aquelarre aquél de los primeros días fue tironeado por impulsos contradictorios, de un lado el deseo de reincorporarse organizadamente a la vida política, mientras que del otro, el escepticismo congénito de los tupas hacia la democracia formal se resistía a aceptar de buenas a primeras el régimen instalado luego del Club Naval. Deseo y escepticismo fueron determinando oscilaciones en el pensamiento y actitudes de cada liberado y cada liberada.
A medias empujados por el movimiento popular y con su impunidad asegurada por el Pacto del Club Naval, los milicos se replegaron ordenadamente a los cuarteles. Desde su atalaya vigilaban y controlaban las fuerzas populares que los habían rechazado en el NO de 1980 y en el Río de Libertad de 1983. Conservaron intactas sus fuerzas, su cadena de mando y su estructura ideológica, sujetando a la tutela militar la ‘democracia a lo Sanguinetti’. Por otra parte, la reconquista de algunas libertades sindicales y populares creaban la sensación de que habría democracia para rato... aunque fuera tutelada. El híbrido político que bosquejamos en 1985, resultaba de la cruza entre el respeto hacia el sentimiento popular de haber reconquistado la democracia y la necesidad de defenderse de los tuteladores. El espanto que causaba la serpiente enroscada en los cuarteles apresuró los acuerdos entre los reorganizadores del MLN (T). La profecía del acto del Franzini sobre la posibilidad cierta de malones cuarteleros no era ninguna locura. Los ‘carapintadas’ se encargarían de confirmarla.
La crítica al militarismo del pasado ayudó a concebir la organización del futuro como instrumento para el desarrollo de un movimiento de masas capaz de resistir los malones fascistas que avistábamos en el horizonte. Ya no creíamos en un aparato armado-ombligo del mundo, sino en una revolución que suponía el florecimiento de las ideas de poder popular y que, en 1985, pasaba por la transmisión del alerta a través de la militancia inserta en sindicatos, cooperativas, gremios y organizaciones vecinales. Las experiencias de movilización bajo dictadura y la concepción de poder popular llevaban a confiar en la capacidad de iniciativa y auto-organización de la gente. Raúl Sendic planteó que la unidad debía re-surgir desde las bases sociales, porque “tal vez lo que los dirigentes no consigan lo logremos trabajando desde abajo, pacientemente, codo a codo con hombres y mujeres de diferentes tendencias” (Acto del Franzini, 19/12/1987). Propuso un Frente Grande no para ganar elecciones sino para movilizarse por el programa popular, para distribuir las tierras y mejorar la vida de los trabajadores rurales, para terminar con la banca extranjera y con la sangría de la deuda externa, para un aumento general del salario que traiga el ensanchamiento del mercado interno. Un Frente Grande para unirnos sin exclusiones, pero no para transar, ni para transar con el que transa. ¡Un Frente Grande de imbancables!
También fue cierto que, al abrirse las cárceles, zambullimos en el mar de emociones y sentimientos frenteamplistas que sobrevivió el estigma, las persecuciones y el terrorismo. El movimiento popular sentía que las banderas de la reconquista y la esperanza eran tricolores y que el Frente era el lugar hacia donde convergían en masa tanto lo más progresista del país como parte de la militancia que pretendía revoluciones. Además, de la crítica del pasado, la mayoría de los tupamaros habíamos inferido que en el tercer mundo las revoluciones se organizarían en forma de frentes. El Frente Grande contenía y generalizaba el proyecto de cambio popular que representaba electoralmente el Frente Amplio. Estas consideraciones, muy diferentes a las de 1971, llevaron a pasar del apoyo crítico a pensar en la incorporación lisa y llana a la coalición. Aún así, en el debate interno no hubo unanimidades y una minoría del Comité Central consideramos que se debía postergar el pedido de ingreso hasta que el MLN (T) alcanzara el peso social suficiente para hacerse escuchar con atención. En concreto, antes de ingresar se debía consolidar la influencia de las agrupaciones ampliadas en el movimiento social y el desarrollo del frente grande. También era cierto que mucha gente vinculada a los tupamaros ya integraba los comités de base antes de 1985, sin sentir que se opusieran su militancia frenteamplista y la disciplina a ese MLN (T) que ayudaban a reorganizar. Por aclamación se decidió pedir el ingreso el 11 de abril de 1986 en un Palacio Peñarol repleto de militancia tupamara. Fue mayoría la voluntad de ingresar al Frente Amplio pese a ser sumamente críticos de su ya evidente retroceso hacia las políticas conciliadoras.
Los meses que transcurrieron entre la ley de impunidad (22/12/86) y el plebiscito del Voto Verde (19/04/89) estuvieron signados por la militancia de los núcleos más activos. Fueron tiempos de agitación del ‘juicio y castigo a los culpables’, de la recolección y de la defensa de las firmas contra la ley de impunidad y, finalmente, de la campaña por el Voto Verde en los primeros meses de 1989. También fue un período álgido de la lucha sindical -Sanguinetti se vanaglorió de no haber perdido ni un conflicto- y de las ocupaciones de tierras para vivir, algunas organizadas, otras espontáneas. La lucha social creó un punto de encuentro para la militancia radical, ya fuera organizada en partidos o actuando individualmente. La confluencia se cruzó con la necesidad de crear un polo ideológico revolucionario para contrarrestar el retroceso general y, en consecuencia, como expresión de lo más radical y combativo surgió el Movimiento de Participación Popular. Quién diría que la radicalidad combativa haya sido el origen de este MPP esclerosado, aparato que respalda ciegamente las medidas más impopulares del progresismo. El calendario electoral apresuró su lanzamiento formal que tuvo lugar el 6 de abril de 1989 y con el Partido por la Victoria del Pueblo (PVP), el Partido Socialista de los Trabajadores (PST), el Movimiento Revolucionario Oriental (MRO), el Partido Comunista Revolucionario (PCR), el MLN (T) y muchos militantes independientes entre los que se destacaban Helios Sarthou, Carlos M. Gutiérrez, Jorge Durán Mattos, Marcos Abelenda, Daniel Olesker, Juan Chenlo.
Recién entonces, luego de la demostración de fuerza que significó la creación del MPP, se logró superar la oposición al ingreso del MLN (T) al Frente Amplio, tanto la pública y transparente de los demócratas cristianos como la opaca y solapada del estalinismo criollo. La lucha contra la impunidad, donde la militancia de base cobró una fundamental importancia, sirvió para disimular las concesiones y retrocesos del Frente Amplio. La desconfianza de Raúl Sendic hacia la conducción frenteamplista se transmitía en forma de Frente Grande, mientras que en otras y otros tupas, esa misma desconfianza tomó forma de polo ideológico revolucionario. Un tercer agrupamiento dentro del MLN(T) ya estaba carburando la idea de subirse al carro de la conciliación de clases y tomar sus riendas, estrategia que se concretó en los años siguientes.
HI: ¿Cuales son los motivos por los cuales abandonás el FA?
JZ: Intrincada madeja. No fue una decisión individual. Hubieron varias esquinas sin retorno que luego de dobladas fueron marcando la línea recta del alejamiento. En realidad nos expulsaron del MLN-MPP, cuando la mayoría se había incorporado al retroceso ideológico, cuestión hoy muy evidente por cierto. Al igual que en toda la historia, las diferencias de concepción surgieron en la discusión concreta de los acontecimientos, donde las actitudes de cada uno decían mucho más que su discurso. Los sermones ‘izquierdosos’ se utilizaban -se utilizan- para encubrir hechos que arrimaban los apóstatas a los dueños de todo y, especialmente, a los militares defensores de la impunidad.
Conviene empezar por el análisis la marejada de ocupaciones de terrenos de 1988/89, un hecho social definitorio. El encarecimiento del costo de la tierra en las zonas urbanas con mejores servicios, obligó a emigrar a quienes no podían pagar alquileres o las cuotas del banco hipotecario. Muchos se fueron del país, pero otros terminaron repoblando las periferias de las ciudades. Asimismo, esa crisis en los bolsillos con ingresos fijos hizo crecer y reproducirse la venta ambulante: la gente salió en masa a vender lo que podía. Desde el gobierno se exigió que los damnificados por la política económica resolvieran sus angustias en orden, haciendo cola en los mostradores institucionales. En 1990 el pueblo había concretado sus esperanzas logrando que ‘nuestro’ Frente Amplio gobernara Montevideo y, naturalmente, quienes vivían irregularmente en los asentamientos y quienes vendían irregularmente en las veredas, esperaban el inicio de una nueva era, de ‘nuestra’ era. Más a la corta que a la larga pudieron comprobar que la descentralización, la cartera municipal de tierras y el banco de materiales no marchaban rumbo a la formación de un pueblo en condiciones de gobernarse a sí mismo. Que la regularización de la venta callejera era un instrumento de control y recaudación. Que la descentralización no era el traslado de poder a los vecinos sino la mera desconcentración del pizarrón de quinielas. Por el contrario, con la llamada ‘actualización ideológica’ se disfrazaba de izquierda la aplicación del esquema ‘neoliberalismo con asistencialismo social’ que, en los hechos aunque no en las palabras, significaba la institucionalización de un pensamiento antipopular. La represión municipal a los vendedores ambulantes y a los vecinos que ocupaban terrenos fueron gestos para ganarse las simpatías de los poderosos, las intendencias Tabaré-Arana prefiguraron y anticiparon los gobiernos de Tabaré-Mujica-Astori.
El Frente Amplio solamente permitía el debate en los organismos de conducción que controlaban Tabaré-Astori; el autoritarismo en la interna no soportaba que las disidencias internas se expresaran muscularmente o votando aparte de la bancada en el parlamento nacional o en el departamental. Estaba prohibido manifestar descontento cuando Tabaré entregaba las llaves de la ciudad al asesino George Bush (padre). Si bien en el MLN-MPP dominaban los sentimientos de solidaridad, las exigencias prácticas alimentaron la idea de jugar al achique: las olas disidentes debían ser pocas, chicas y mansas para no perjudicar la campaña electoral de Tabaré. Como les encantaba ‘estar’ donde se corta el bacalao, la crítica y la lucha de ideas debía ser dada con ‘lealtad’ hacia los socios coaligados, aunque ellos implicara deslealtad hacia las expectativas y las luchas de los trabajadores o de los vecinos organizados. Los sectores más conservadores del Frente debían sentir seguros con el MLN-MPP, precisaban garantías disciplinarias de antemano y, a cambio, le permitirían algunas pataletas para mantener contenta la gilada. Era la manera en que el Frente Amplio se convertiría en otro partido del orden burgués, totalmente distanciado de los sectores descartados por el capitalismo.
Puede parecer aberrante pero, de hecho, el Frente se oponía en lo nacional a las políticas privatizadoras que justificaba en la intendencia montevideana. Fue larga y enconada la lucha para mantener en la esfera estatal pública la propiedad del histórico Hotel y Casino Carrasco. En 1997 provocó la renuncia de Tabaré Vázquez a la presidencia del FA y la excomunión del presidente de la Junta Departamental por haber votado contra el proyecto presentado por Mariano Arana. De todas maneras las privatizaciones se multiplicaron en el ámbito municipal y finalmente, durante el gobierno de Ricardo Erlich, el Carrasco pasó a manos privadas en las cuales vegeta inútilmente. Ambos fenómenos, ocupaciones y privatizaciones municipales, despertaron demonios y fantasmas no sólo en la derecha y, lenta y paulatinamente, amansaron los leones desdentados, que se incorporaron sin escrúpulos a la línea de la contrarreforma agraria y de la pleitesía frente al capital extranjero.
El grupo de militantes encabezado notoriamente por Helios Sarthou rechazamos el disciplinamiento de la expresión política. Expresábamos la solidaridad compartiendo calle y palos con los ambulantes y ocupando con los ocupantes, defendiéndolos en los desalojos fuera quien fuera que los desalojaba. Recíprocamente los descartados nos fueron transfiriendo su irritación e intransigencia, fuimos endureciendo el discurso y la actitud que ya venían endurecidas de la lucha por el Voto Verde. A los feligreses más crédulos les incomodaba el ojo crítico y la desobediencia indebida. Nos volvimos ‘asquerosos’. Las privatizaciones municipales sellaron la domesticación final del MLN-MPP que, en consecuencia, como demostración de buena fe, se sintió obligado a expulsar de sus filas la disidencia indomesticable.
Personalmente sentí haber fracasado en dos aspectos sustanciales: en primer lugar, en los esfuerzos por crear una organización de asentamientos al estilo FUCVAM y un movimiento que centralizara los reclamos de la venta callejera. La tentativa ratificó que no es posible organizar la lucha social desde las instituciones estatales. En segundo lugar, fracasé en divulgar y convencer del giro a la derecha del MLN-MPP, nadie creía que tamaña hipocresía fuera posible en quienes habían sufrido calabozos por sus ideas revolucionarias. Ambos hechos repercutieron con mucha contundencia en mi ánimo y me hicieron poner en dudas mis capacidades para contribuir a una acumulación de fuerzas con sentido revolucionario. Me dediqué a ganarme la vida como carnicero.
Sin embargo, la infidelidad que motivó el divorcio ideológico tuvo lugar el martes 24 agosto de 1994. A consecuencia de las ideas separadas llegaría más tarde el divorcio político-organizativo. Esa mañana el PITCNT declaró paro general y convocó a concentrarse alrededor del Hospital Filtro para manifestar solidaridad con los vascos en huelga de hambre seca. Lacalle los extraditó al estado Español y la tortura. El transporte aéreo ya había aterrizado en Carrasco. Los ‘radicales’ habíamos mantenido una vigilia en la calle. FUCVAM se sumó al movimiento. Difundieron CX 44 Radio Panamericana y CX 36 Radio Centenario y la concentración se volvió masiva. Ese mediodía la Mesa Política del FA concurrió en pleno. A las cinco exactamente la Republicana arremetió a caballo, apaleando mujeres con bebés, ancianos y niños. La multitud se defendió de la brutalidad represiva. La policía asesinó a Fernando Morroni. Hirió de cuatro balazos en la espalda al enfermero Esteban Massa que asistía en el suelo al lastimado Ruben Sassano. Carlos Font fue internado con pérdida de masa encefálica y Mónica Ramírez con heridas de balas en el vientre. Esa noche fue asesinado Roberto Facal. Quedaron heridos más de 100 manifestantes en la operación represiva, 15 de ellos a balazos. El miércoles 25 de agosto miles acompañaron a Fernando hasta el Cementerio del Norte. Tres ministros del interior progresistas después, no se ha hecho pública ninguna investigación. Los asesinos y los que comandaron la represión continúan impunes.
Estalló la polémica. Sacaron los fantasmas de la buhardilla y concentraron sus ataques en los tupamaros para asustar a los pusilánimes. La derecha presionaba para que el progresismo desmontara el agrupamiento radical. Rápidamente, el Frente Amplio adjudicó su derrota electoral de 1994 a los insoportables núcleos radicalizados. En el Comité Central del MLN(T) se esgrimió la tesis de la ‘no violencia activa’ o acción no-violenta. Se argumentó que al enfrentar organizadamente la represión en Jacinto Vera, se había provocado la masacre y que, de alguna manera, la responsabilidad de la muerte de los compañeros recaía sobre nuestros hombros. Para no dar justificativos a la policía y que no se repitieran sus asesinatos, había que renunciar a la estrategia de crear una fuerza militante con espíritu combativo y sustituirla por la de desobediencia civil o resistencia no-violenta. La conducción frenteamplista quedaría satisfecha de esa manera.
Dispersa pero activa, la militancia radical había descubierto otros lugares de encuentro: las Comisiones Barriales de lucha por Verdad y Justicia, la columna Cerro-Teja de los primeros de mayo, la batalla contra el artículo 23, el apoyo a las ocupaciones de tierra y a los conflictos obreros del Espinillar, de la construcción, de la bebida, la química y del transporte. Allí fueron haciendo su propia y montaraz historia, conociéndose y descubriendo formas de coordinación horizontal. Los núcleos activos fueron lo suficientemente hábiles para responder a los ataques de la policía sin aislarse de la abigarrada multitud que rodeó el Hospital Filtro. También logró con su militancia que el 63% del electorado rechazara la “minirreforma” el 28 de ese mismo agosto de 1994. Los representaban un senador y los ediles de Montevideo y Trinidad que denunciaban y actuaban con espíritu extraparlamentario. Caminando hacia un horizonte insurreccional, esa dispersa y poco ordenada fuerza militante demostró ser capaz de actuar con efectividad y de golpear coordinadamente. Su fuerza en blancos, colorados, dirigentes frenteamplistas y ex-guerrilleros domesticados, la necesidad de cortar las uñas del gatito antes que se transformara en tigre.
Muy influida por el gandhismo-tupamaro, para no provocar la represión, la juventud del MPP intentó suspender la marcha que, en setiembre de 1994, varias organizaciones estaban coordinando al cumplirse un mes de la Masacre de Jacinto Vera. ‘Manos desconocidas’ acercaron a la orgánica MLN-MPP una cassette grabada en una cuchipanda realizada en la guardia republicana, donde el ministro Ángel Gianola arengaba a sus oficiales para que reprimieran a los grupos radicalizados. La cassete fue esgrimida en la discusión como argumento disuasivo contundente. En la interna del MLN (T) estaba en curso un debate sobre de las relaciones con un grupo de oficiales de los servicios de inteligencia militares. Más allá del testimonio personal -participé en dos de las primeras reuniones, como ya he relatado- resultaba evidente que el MLN(T) estaba siendo atacado por una operación de inteligencia que buscaba neutralizar las perspectivas revolucionarias. Además de ‘establecer un teléfono rojo para impedir que nos enfrenten a militares y tupamaros como en el pasado’ no hubo otras explicaciones. De hecho, al vincularse con el núcleo central del aparato represivo, el MLN(T) estaba pasando por arriba del sentimiento de verdad y justicia para los desaparecidos y asesinados por el terrorismo de Estado. Se cruzaba el Rubicón de la ética y la moral. La actitud hizo que muchas y muchos se sintieran empujados fuera del MLN, una manera de expresar con los pies la discrepancia. Otros optaron por quedarse, actitud que significaba convalidar con su presencia la concepción conciliadora.
HI: ¿Cuáles entendés que son las tareas políticas para la etapa y cuales entendés que son los principales desafíos para el futuro?
JZ: En los ‘70 debieron recurrir al terrorismo de Estado para aplastar las revoluciones y suministrar la medicina neoliberal a los pueblos. Una vez marchitas las dictaduras en los ‘80, en varias de las comarcas latinoamericanas se alzaron los pueblos contra el consenso de Washington y la revuelta se tradujo en acceso de fuerzas progresistas al gobierno, que llegaron con la promesa de hacer temblar hasta las raíces de los árboles. Hoy día, en el 2017, está claro que sus políticas asistencialistas no hicieron temblar nada, apenas lograron que los pobres consumieran un poco más que antes o, dicho de otra manera, incorporaron los sectores descartados a la sociedad consumista. También incrementaron el salario, aunque su monto no alcanza a cubrir las necesidades materiales, educativas y culturales del asalariado. Está claro que la política económica del progresismo también favoreció un aumento en la concentración del capital y la propiedad de la tierra, que se puede leer como una mayor degradación de la vida democrática. Aumento de salario y asistencialismo social han sido tan inútiles para resolver el fondo de la cuestión social como los vademécums ortodoxos aplicados por los gobiernos anteriores. Protegida por el progresismo, la burguesía prosigue en su carrera por aumentar la tasa de ganancia a costillas del trabajo y, por consiguiente, la lucha de los pueblos asalariados es un eterno recomenzar.
En la medida que requiere redistribución del ingreso, el asistencialismo se contrapone a la voracidad insaciable de las élites dominantes. Sólo les sirve el neoliberalismo sin fomentos. Tampoco la ‘agenda social’ del progresismo es compatible con sus estructurados modos de pensar y de sentir, en especial, les caen gruesas la legalización del aborto, la desproscripción de la marihuana, la defensa de la igualdad entre los géneros y el matrimonio igualitario. Pese a los privilegios para los inversores extranjeros, las zonas francas y las exoneraciones varias, las élites sienten que las democracias, mientras están administradas por el progresismo, han dejado de ser instrumentos útiles a sus designios. En consecuencia, decidieron suministrar sin intermediarios la pócima y el retorno de los brujos parece ser el signo de los tiempos. El fenómeno trajo a Donald Trump y sus cómplices de Wall Street y del complejo de industrias armamentísticas, pero también al fascismo a cielo abierto en Europa y acá, en América Latina, a lo más reaccionario de la derecha, por las buenas en algunos casos -Macri, Kuczynski-, por las malas en otros -Temer- y por las peores también, como ocurrió en Haití y Honduras. Sienten el progresismo como una enfermedad de las democracias formales, sea en Europa, en EEUU o en América Latina.
Los pueblos defienden pacíficamente sus conquistas y manifiestan su descontento con el cariz que van tomando las cosas: grupos de estadounidenses protestan frente a los portones y las rejas de la Casa Blanca; los mejicanos denuncian masivamente la política de desapariciones y asesinatos del Estado fallido y narcotraficante; los argentinos amagan con reeditar las jornadas de diciembre del 2001 y los chilenos hacen masivas demostraciones contra las medidas neoliberales del progresismo de la Bachelet. Entonces, para conformar lo más reaccionario, algunos de los gobiernos empresariales emiten señales amenazantes y, en otros casos, como el mejicano y el colombiano, pasan a dar palos sin más. Con su apología de la tortura y de Guantánamo, Trump se convierte en abanderado de las ideas fascistas. Lo sigue el gobierno de Méjico, cómplice en las desapariciones de los 43 normalistas y del asesinato de más de cien periodistas al año. También la Bachelet, que ha dejado totalmente al descubierto su naturaleza racista y autoritaria, aunque encabece una fuerza que pretende ser socialista. Mauricio Macri se burla y ataca a los movimientos sindicales, barriales y feministas. ¿De qué paz y democracia hablan en Colombia y Honduras, donde los paramilitares asesinan luchadores que defienden el medio ambiente y a campesinos de origen maya?
Una vez más el estamento oligárquico latinoamericano suelta de la correa a sus cancerberos y vuelve posible e inminente la extensión del ejercicio de la violencia institucionalizada contra el movimiento popular. Las organizaciones del pueblo están sabiendo que en la defensa de lo conquistado corren el riesgo cierto de ser ferozmente reprimidos por la policía… ¿De qué manera puede responder el pueblo mapuche atacado sin piedad por la progresista Bachelet luego de más de 500 años de sometimiento? ¿qué pueden hacer los pueblos de origen maya en Chiapas, Guatemala y Honduras? ¿en qué salida electoral y parlamentaria pueden creer los trabajadores agrarios brasileros, perseguidos como en los tiempos de Canudos? ¿cómo pueden enfrentar la matanza los mejicanos? Hoy día, en América Latina, el análisis político está obligado a tener en cuenta que la ofensiva violenta de la clase dominante legitima las posibles respuestas contraviolentas que obtendrá. Los movimientos de masas nunca se dejaron arrear a los ponchazos.
Sin embargo, nada permite augurar una pronta salida de la pasividad del pueblo uruguayo. Acá la hegemonía burguesa funciona a las mil maravillas. Fue así en el Uruguay Batllista y lo es hoy, en el Uruguay Progresista, donde las formalidades democráticas continúan contando con una ancha banda de consentimiento. Basta con permitir consejos de salarios aunque los aumentos no recuperen los triangulitos robados, conque ‘Juntos’ regale unos ranchos mal construidos y Tabaré se deje sacar unas ‘selfies’ en los consejos ministeriales de ‘cercanía’, para cooptar a miles de luchadores y transformarlos en revendedoras de espejitos y cuentas de colores. La lentitud para sacudir la melena es consecuencia directa de la acción de ese colchón de clientes políticos y de sus efectos adormecedores sobre la conciencia social.
La historia reciente muestra que los sectores reaccionarios tampoco pudieron evitar los efectos de la amortiguación sobre las conductas políticas. Tal vez por esa razón, años de endurecimiento jurídico paulatino y de represión de baja intensidad debieron preceder al ‘68 del ejercicio abierto de la violencia contra el pueblo. Tal vez para satisfacer esas tradiciones amortiguadores, al dar su golpe de Estado el 9 de febrero de 1973 y antes de pasar abiertamente al terrorismo, los mandos militares recurrieron a la triquiñuela de sentar un títere de cartón en el sillón presidencial y permitieron que el parlamento continuara siendo caja de resonancia de quienes resistían el golpe de Estado. La aceptación de las formalidades democráticas y de los mecanismos amortiguadores ha sido una característica de la vida política a la uruguaya. A la hora de caracterizar coyunturas y definir tareas, el desconocimiento del fenómeno puede conducir al onanismo político.
Aunque no todos fueran conscientes de las consecuencias de su actitud, los delegados frenteamplistas que aplaudieron de pie las palabras de Huidobro en la polémica con Hugo Cores del Congreso del 2003, estaban ratificando de hecho la vigencia de la ley de caducidad. Cierto, los feligreses habían sido inducidos por un demagogo de gran calibre, pero las manos alzadas dejaron constancia de que estaban dispuestos a tolerar que tiraran los principios por la borda con tal de ganar unos votos más. Tras esa victoria ideológica, los caudillos frenteamplistas no tuvieron más obstáculos para lanzar por elevación, uno tras otro, la serie de misiles que indujeron el actual clima de impunidad. Se estaba ratificando, veinte años después, el acuerdo de impunidad que sobrevolaba o subyacía el Club Naval. El Frente Amplio se unió ‘de facto’ al pacto de silencio de la mafia militar y policial. Inmoral y solapada política simbolizada con la figura de Fernández Huidobro, pero respaldada indudablemente por la tríada Tabaré-Mujica-Astori. No son inocentes aunque los absuelva la credulidad de sus fieles.
La primera señal del endurecimiento ocurrió el 10 de abril del 2007, día que el parlamento de mayoría progresista -que no quiso anular la ley de caducidad- transformó en delito penal las ocupaciones de tierras, fuera para vivir o para trabajar. Esta ley pasó desapercibida en general, pero marcó la disposición de los parlamentarios progresistas para aceptar la mano dura que promovía el poder ejecutivo. A diez años de aquel primer paso, Vázquez firmó el decreto que permite, sin previa actuación judicial, la intervención de otros organismos públicos -léase las fuerzas armadas- para apoyar a la policía en la represión de los cortes de ruta o de calles. Los ministros han salido sin mucho pudor a defender con argumentos banales el permiso para el empleo de la violencia institucionalizada contra la ciudadanía. El decreto solamente cae simpático a los inversores extranjeros y a la rosca empresarial criolla.
En este marco de endurecimiento paulatino, no hay inocencia en el fortalecimiento desmedido de la policía, que hoy día no tiene nada que envidiar a las fuerzas armadas en equipamiento, organización y entrenamiento. Como algunos pensaban del ejército en los ‘70, una conducción política adecuada podría transformar la policía en partido del desarrollo económico y social. A medida que la policía es más fuerte, las formalidades democráticas se hacen más débiles. En realidad el Frente Amplio se ha transformado en otro partido político del orden, de un orden ajeno y antipopular, cuyo centro ideológico está en Washington D.C. y beneficia principalmente a las élites criollas. No se hable más de agotamiento del progresismo, debe hablarse lisa y llanamente de su incorporación al sistema de dominación capitalista. Es una rendición incondicional.
Tras una ingente y porfiada lucha de ideas, los sectores más activos del movimiento popular logran, por momentos, que la gente se libere de sus ligazones ideológicas y salga a protagonizar inesperados picos de lucha social: las marchas del silencio y las que defienden la tierra, el aire y el agua, la pueblada contra el decreto de esencialidad, la enorme manifestación por la igualdad entre los géneros. Sus reivindicaciones teñirán la lucha de clases del futuro: verdad y justicia, medioambiente, antiautoritarismo e igualdad. Se han conformado columnas masivas de pueblo que marchan en comunicación muy estrecha con el activismo de algunos grupos y que se escurren entre los dedos de la amortiguación y la manipulación del progresismo. Tal vez en esta práctica cotidiana se logre concebir formas de organización revolucionaria distintas al partido único de cuadros profesionales férreamente disciplinados.
Del cruce entre el movimiento masivo y los sectores activos tal vez pueda nacer una fuerza libre de alienaciones y hegemonías, una marea arrolladora que haga permanente lo episódico y supere lo inmediato proponiéndose la transformación revolucionaria de la sociedad. ¿Será posible que esta militancia auto-liberada, que ha reconquistado la libertad de pensar críticamente y la autonomía para organizarse, sea capaz de fundar el movimiento revolucionario que necesita el pueblo uruguayo? ¿Qué se den maña para mantener su fluida comunicación con las diversas particularidades del mundo social? ¿Qué aprendan a sostener con firmeza sus convicciones revolucionarias sin por ello creerse diferentes o superiores? Tal vez el misterio de la masividad radique precisamente en la forma que los núcleos activos respetan la igualdad de la multitud y se sienten identificados con ella. Lo cierto es que la convocatoria de estos movimientos sociales ha ido creciendo en la misma medida que ha decrecido notoriamente la de los aparatos políticos.
En la medida que el Uruguay no es ninguna excepción en América Latina, en la mano dura que agitan los partidos del orden se vislumbra su decisión de ejercer el poder en todas sus formas, la violencia institucional inclusive. Una manera de contribuir al ‘nunca más’ es divulgar el alerta: asoman malones represivos, haya o no gobierno progresista. ¿Es una exageración sectaria o son las perspectivas que indican las señales que está dando el poder político? Al endurecimiento de baja intensidad corresponde crear consciencia sobre la necesidad de auto-defenderse de las agresiones. Claro que, para hacerse comprender por el movimiento social masivo, se debe respetar la idiosincrasia generada por la amortiguación y se vuelve imprescindible encontrar en cada ocasión los métodos y los medios adecuados. La auto-defensa es un acto de justicia popular, aceptado o protagonizado por el pueblo, que debe adecuarse a sus sentimientos y emociones; es la respuesta justa y proporcional al grado y la forma de violencia de la represión institucionalizada. No puede ser tan desproporcionada ni tan avanzada que se desprenda de la comprensión popular. La tarea central parece ser la formación de ese necesario movimiento de masas y sectores activos capaz de resistir y defenderse de las agresiones de las élites burguesas y gobernantes. ¿Difícil? Por supuesto. Todo depende de tener la sabiduría suficiente para tejer las necesarias telarañas.
Notas:
1- “Porqué se nos exige que seamos pacíficos hasta la muerte? , ¿por qué a nosotros ?, ¿por qué no podemos usar la violencia contra ellos? Si tenemos al Pueblo Mapuche como ancestros, nuestros ancestros nos son los cobardes españoles, son el Pueblo Mapuche que hizo retroceder a los cobardes españoles.....a punta de lanza !!...” Palabras de Luisa Toledo, madre de los hermanos Rafael y Eduardo Vergara Toledo, jóvenes de 18 y 20 años asesinados por Carabineros el 29 de Marzo de 1985, fecha en que cada año el pueblo mapuche conmemora el “día del joven combatiente” (Tomado de ‘Resumen Latinoamericano’).
2- Disculpen que me haya ido muy largo. Últimamente tengo la sensación de estar escribiendo testamentos y hay cosas que no puedo dejar decir aunque parezcan obvias y reiteradas
Por: Hemisferio Izquierdo
Hemisferio Izquierdo (HI): En el año `71 se crea el FA ¿qué lectura hace en ese momento el MLN de esa creación?
Jorge Zabalza (JZ): En los ‘70 la política no se hacía desde el sillón parlamentario o el bureau institucional. El FA nació con las calles ardiendo de lucha popular, con la represión ensañada, castigando a obreros, estudiantes y vecinos organizados. Desde Maroñas a La Teja y el Cerro se reprodujeron formas de lucha que hoy parecen de otro planeta: liceos y hospitales populares, movimiento para no pagar a UTE, campamentos de desocupados, los ‘peludos’ marchando por todo el país, estudiantes acampando en fábricas ocupadas, comisiones vecinales de apoyo a los obreros en huelga. En la lucha se identificaba con claridad al enemigo: las 500 familias dueñas del Uruguay, el capital transnacional, las fuerzas armadas, el poder judicial, la policía que asesinaba militantes, los rompehuelgas, los parapoliciales, la embajada de los EEUU. Decenas de miles dejaron de ser espectadores pasivos y se transformaron en protagonistas activos de la vida política. Formaron el espacio político que rompió con el sistema imperante y reconoció la necesidad de revolucionarlo, que se identificó con la iconografía combativa de la revolución cubana y navegó en la corriente revolucionaria latinoamericana. En ese terreno se multiplicó un nuevo tipo de luchadores, ideológicamente inclinados a la acción directa de masas, que miraban con simpatía la lucha guerrillera y la auto-organización armada. El movimiento guerrillero creció y se desarrolló requerido por esos núcleos convencidos de que su única opción era armarse para luchar. La revolución no era un horizonte sino una cercanía, una posibilidad actual, ¡qué difícil hacerse entender hoy día con los espíritus tan aplacados que se vuelve imposible hablar de revolución!
El fin de la pasividad del pueblo fue el fenómeno de carácter más revolucionario de todo el período 1968/73. En la lucha activa las bases sociales se fortalecieron, su espíritu se hizo tan fuerte que logró resistir indemne el terrorismo de Estado y resurgió incontenible en 1983. Fueron esas multitudes insurrectas las que dieron origen al Frente. En realidad, los comités frenteamplistas de 1971 eran apenas una nueva forma de organización de las bases ya movilizadas en los barrios y gremios. El ‘Frente-movimiento’ -con su subjetividad anti-sistema- nació casi espontáneamente, bastante antes que el ‘Frente-coalición’. Su existencia debió ser aceptada a regañadientes por algunos dirigentes que tenían pavor a la auto organización y la autonomía, y luego fue permanentemente ocultada o tergiversada en función de mezquinos y ‘políticamente correctos’ intereses.
Se leyeron en clave de asalto al poder las luchas populares, pero esa lectura no se supo traducir a una forma masiva de hacer política armada, no se encontraron formas guerrilleras que pudieran ser adoptadas por el movimiento popular, paso previo y necesario a la insurrección popular. Como la guerra de todo el pueblo en Vietnam, como el pueblo en armas de José Artigas. Era el problema esencial de la revolución en el Uruguay y el MLN (T) se lo planteó desde fines de 1968. No logró resolverlo nunca y, en consecuencia, fracasó en su proyecto político-militar.
No todos en el movimiento popular leían la coyuntura de la misma manera que el MLN (T). Había quienes pensaban que la táctica de radicalizar la lucha contra el sistema se salía de los carriles establecidos y se salteaba las etapas del esquema preceptuado por el dogma estalinista. De esa visión tan estructurada surgió la propuesta de avanzar en democracia hacia la democracia avanzada, trabalenguas que resumía la tesis acerca de la posibilidad de acceder al poder por la vía electoral y parlamentaria en acuerdo con una burguesía presumida nacional. El asalto al poder se debía posponer hasta que se dieran condiciones más favorables en el campo internacional, tal vez hasta que la URSS derrotara al imperialismo en la competencia económica. Los afiliados a esta tesis se dedicaron a contener la masificación de las ideas guerrilleras del ‘dos, tres...muchos Vietnam’, que consideraban incompatibles con la coexistencia pacifica con los EEUU. De todas maneras, pese a las tentativas de aplastarla a golpes de ‘unidad, unidad’, la batalla de ideas sobre las formas y métodos de lucha creó un torbellino que atravesó las organizaciones obreras, estudiantiles y vecinales .
La brutalidad de Pacheco Areco también provocó el cisma que separó a las dos corrientes históricas del Partido Colorado: por un lado, los herederos de Julio César Grauert se agruparon en torno a Zelmar Michelini y el general Líber Seregni, rompieron con el gobierno autoritario y terminaron creando el Frente del Pueblo y, por el otro, los ‘colorados’ del mismo corte ideológico que Fructuoso Rivera, la ‘Defensa’ en la Guerra Grande, Venancio Flores y Lorenzo Latorre, cerraron filas detrás de Pacheco Areco y los grupos fascistas que lo rondaban. En el Partido Nacional se dio un fenómeno de características similares que alineó la derecha cavernícola alrededor del coronel Mario Aguerrondo -creador de la Logia Tenientes de Artigas en el ejército- y de M. Recaredo Etchegoyen, al tiempo que agrupó los sectores progresistas tras el liderazgo político e ideológico de Wilson Ferreira Aldunate. Engendrado por el pueblo que se movía y luchaba, el Frente Amplio nació gracias al poder de convocatoria de Zelmar y Seregni, cuyas influencias fueron decisivas para la concreción del proyecto.
Durante meses la política con armas había desplazado a la política electoral del centro de la atención pública, pero la progresiva militarización de las acciones guerrilleras y el apartarse del entendimiento popular, se tradujo en un fuerte deseo de detener el sacrificio y el derramamiento de sangre. En el imaginario popular la apertura de un camino alternativo a la guerra civil se sintió como un alivio a la tensión. ¿Cómo desconocer esas esperanzas? Era imposible soslayar el fenómeno de indudable carácter popular, que introducía un nuevo actor y determinaba una nueva coyuntura. La oferta de recomponer el país de los amortiguadores de modo que hiciera posible ‘el cambio revolucionario en paz’ canalizó la lucha popular hacia lo electoral y lo parlamentario, viraje decisivo de la subjetividad popular que el MLN (T) contempló al apoyar críticamente el nacimiento del Frente Amplio, pero que desconoció al persistir en la militarización de su accionar político. El desarrollo de la coalición no se detendría, independientemente de la voluntad del MLN (T). Raúl Sendic fue el principal promotor del “apoyo crítico” al FA con el propósito de evitar el aislamiento de la guerrilla tupamara y la caída en posturas sectarias respecto a otras fuerzas de izquierda. Por el contrario, dividir la izquierda y obstaculizar la creación del FA sólo traería desánimo y decepción en el movimiento popular, un clima muy poco propicio para continuar haciendo política con armas.
El MLN (T) entendió públicamente que (…) “no creemos, honestamente, que en el Uruguay, hoy, se pueda llegar a la revolución por las elecciones. No es válido trasladar las experiencias de otros países”. Pese a su congénita desconfianza hacia lo electoral, entendió que era bienvenida “la unión de fuerzas populares tan importantes, aunque lamentamos que esta unión se haya dado precisamente con motivo de las elecciones y no antes. (...) Al apoyar al Frente Amplio, entonces, lo hacemos en el entendido de que su tarea principal debe ser la movilización de las masas trabajadoras y de que su labor dentro de las mismas no empieza ni termina con las elecciones (...) La lucha armada y clandestina de los tupamaros no se detiene”. El ‘Movimiento de Independientes 26 de Marzo’ agrupó la consciencia insurgente, que veía las elecciones de 1971 como un paso inevitable camino a la insurrección popular. La lucha armada no se detuvo, es cierto, pero la historia enseña que en adelante predominaron las urnas y el palacio legislativo sobre las formas de acción directa y se adormecieron las ideas de lucha revolucionaria.
HI: ¿Cuáles son las razones que tiene el MLN a la salida de la dictadura para ingresar al FA?
JZ: En 1985 las y los liberados buscaron reorganizar su identidad tupamara, más por instinto de supervivencia que tras un programa o proyecto político definido. Por el contrario, la dispersión en las cárceles y el exilio produjo más de una docena de proyectos diferentes, todos ellos aspirantes a hegemonizar la reorganización. Además, el aquelarre aquél de los primeros días fue tironeado por impulsos contradictorios, de un lado el deseo de reincorporarse organizadamente a la vida política, mientras que del otro, el escepticismo congénito de los tupas hacia la democracia formal se resistía a aceptar de buenas a primeras el régimen instalado luego del Club Naval. Deseo y escepticismo fueron determinando oscilaciones en el pensamiento y actitudes de cada liberado y cada liberada.
A medias empujados por el movimiento popular y con su impunidad asegurada por el Pacto del Club Naval, los milicos se replegaron ordenadamente a los cuarteles. Desde su atalaya vigilaban y controlaban las fuerzas populares que los habían rechazado en el NO de 1980 y en el Río de Libertad de 1983. Conservaron intactas sus fuerzas, su cadena de mando y su estructura ideológica, sujetando a la tutela militar la ‘democracia a lo Sanguinetti’. Por otra parte, la reconquista de algunas libertades sindicales y populares creaban la sensación de que habría democracia para rato... aunque fuera tutelada. El híbrido político que bosquejamos en 1985, resultaba de la cruza entre el respeto hacia el sentimiento popular de haber reconquistado la democracia y la necesidad de defenderse de los tuteladores. El espanto que causaba la serpiente enroscada en los cuarteles apresuró los acuerdos entre los reorganizadores del MLN (T). La profecía del acto del Franzini sobre la posibilidad cierta de malones cuarteleros no era ninguna locura. Los ‘carapintadas’ se encargarían de confirmarla.
La crítica al militarismo del pasado ayudó a concebir la organización del futuro como instrumento para el desarrollo de un movimiento de masas capaz de resistir los malones fascistas que avistábamos en el horizonte. Ya no creíamos en un aparato armado-ombligo del mundo, sino en una revolución que suponía el florecimiento de las ideas de poder popular y que, en 1985, pasaba por la transmisión del alerta a través de la militancia inserta en sindicatos, cooperativas, gremios y organizaciones vecinales. Las experiencias de movilización bajo dictadura y la concepción de poder popular llevaban a confiar en la capacidad de iniciativa y auto-organización de la gente. Raúl Sendic planteó que la unidad debía re-surgir desde las bases sociales, porque “tal vez lo que los dirigentes no consigan lo logremos trabajando desde abajo, pacientemente, codo a codo con hombres y mujeres de diferentes tendencias” (Acto del Franzini, 19/12/1987). Propuso un Frente Grande no para ganar elecciones sino para movilizarse por el programa popular, para distribuir las tierras y mejorar la vida de los trabajadores rurales, para terminar con la banca extranjera y con la sangría de la deuda externa, para un aumento general del salario que traiga el ensanchamiento del mercado interno. Un Frente Grande para unirnos sin exclusiones, pero no para transar, ni para transar con el que transa. ¡Un Frente Grande de imbancables!
También fue cierto que, al abrirse las cárceles, zambullimos en el mar de emociones y sentimientos frenteamplistas que sobrevivió el estigma, las persecuciones y el terrorismo. El movimiento popular sentía que las banderas de la reconquista y la esperanza eran tricolores y que el Frente era el lugar hacia donde convergían en masa tanto lo más progresista del país como parte de la militancia que pretendía revoluciones. Además, de la crítica del pasado, la mayoría de los tupamaros habíamos inferido que en el tercer mundo las revoluciones se organizarían en forma de frentes. El Frente Grande contenía y generalizaba el proyecto de cambio popular que representaba electoralmente el Frente Amplio. Estas consideraciones, muy diferentes a las de 1971, llevaron a pasar del apoyo crítico a pensar en la incorporación lisa y llana a la coalición. Aún así, en el debate interno no hubo unanimidades y una minoría del Comité Central consideramos que se debía postergar el pedido de ingreso hasta que el MLN (T) alcanzara el peso social suficiente para hacerse escuchar con atención. En concreto, antes de ingresar se debía consolidar la influencia de las agrupaciones ampliadas en el movimiento social y el desarrollo del frente grande. También era cierto que mucha gente vinculada a los tupamaros ya integraba los comités de base antes de 1985, sin sentir que se opusieran su militancia frenteamplista y la disciplina a ese MLN (T) que ayudaban a reorganizar. Por aclamación se decidió pedir el ingreso el 11 de abril de 1986 en un Palacio Peñarol repleto de militancia tupamara. Fue mayoría la voluntad de ingresar al Frente Amplio pese a ser sumamente críticos de su ya evidente retroceso hacia las políticas conciliadoras.
Los meses que transcurrieron entre la ley de impunidad (22/12/86) y el plebiscito del Voto Verde (19/04/89) estuvieron signados por la militancia de los núcleos más activos. Fueron tiempos de agitación del ‘juicio y castigo a los culpables’, de la recolección y de la defensa de las firmas contra la ley de impunidad y, finalmente, de la campaña por el Voto Verde en los primeros meses de 1989. También fue un período álgido de la lucha sindical -Sanguinetti se vanaglorió de no haber perdido ni un conflicto- y de las ocupaciones de tierras para vivir, algunas organizadas, otras espontáneas. La lucha social creó un punto de encuentro para la militancia radical, ya fuera organizada en partidos o actuando individualmente. La confluencia se cruzó con la necesidad de crear un polo ideológico revolucionario para contrarrestar el retroceso general y, en consecuencia, como expresión de lo más radical y combativo surgió el Movimiento de Participación Popular. Quién diría que la radicalidad combativa haya sido el origen de este MPP esclerosado, aparato que respalda ciegamente las medidas más impopulares del progresismo. El calendario electoral apresuró su lanzamiento formal que tuvo lugar el 6 de abril de 1989 y con el Partido por la Victoria del Pueblo (PVP), el Partido Socialista de los Trabajadores (PST), el Movimiento Revolucionario Oriental (MRO), el Partido Comunista Revolucionario (PCR), el MLN (T) y muchos militantes independientes entre los que se destacaban Helios Sarthou, Carlos M. Gutiérrez, Jorge Durán Mattos, Marcos Abelenda, Daniel Olesker, Juan Chenlo.
Recién entonces, luego de la demostración de fuerza que significó la creación del MPP, se logró superar la oposición al ingreso del MLN (T) al Frente Amplio, tanto la pública y transparente de los demócratas cristianos como la opaca y solapada del estalinismo criollo. La lucha contra la impunidad, donde la militancia de base cobró una fundamental importancia, sirvió para disimular las concesiones y retrocesos del Frente Amplio. La desconfianza de Raúl Sendic hacia la conducción frenteamplista se transmitía en forma de Frente Grande, mientras que en otras y otros tupas, esa misma desconfianza tomó forma de polo ideológico revolucionario. Un tercer agrupamiento dentro del MLN(T) ya estaba carburando la idea de subirse al carro de la conciliación de clases y tomar sus riendas, estrategia que se concretó en los años siguientes.
HI: ¿Cuales son los motivos por los cuales abandonás el FA?
JZ: Intrincada madeja. No fue una decisión individual. Hubieron varias esquinas sin retorno que luego de dobladas fueron marcando la línea recta del alejamiento. En realidad nos expulsaron del MLN-MPP, cuando la mayoría se había incorporado al retroceso ideológico, cuestión hoy muy evidente por cierto. Al igual que en toda la historia, las diferencias de concepción surgieron en la discusión concreta de los acontecimientos, donde las actitudes de cada uno decían mucho más que su discurso. Los sermones ‘izquierdosos’ se utilizaban -se utilizan- para encubrir hechos que arrimaban los apóstatas a los dueños de todo y, especialmente, a los militares defensores de la impunidad.
Conviene empezar por el análisis la marejada de ocupaciones de terrenos de 1988/89, un hecho social definitorio. El encarecimiento del costo de la tierra en las zonas urbanas con mejores servicios, obligó a emigrar a quienes no podían pagar alquileres o las cuotas del banco hipotecario. Muchos se fueron del país, pero otros terminaron repoblando las periferias de las ciudades. Asimismo, esa crisis en los bolsillos con ingresos fijos hizo crecer y reproducirse la venta ambulante: la gente salió en masa a vender lo que podía. Desde el gobierno se exigió que los damnificados por la política económica resolvieran sus angustias en orden, haciendo cola en los mostradores institucionales. En 1990 el pueblo había concretado sus esperanzas logrando que ‘nuestro’ Frente Amplio gobernara Montevideo y, naturalmente, quienes vivían irregularmente en los asentamientos y quienes vendían irregularmente en las veredas, esperaban el inicio de una nueva era, de ‘nuestra’ era. Más a la corta que a la larga pudieron comprobar que la descentralización, la cartera municipal de tierras y el banco de materiales no marchaban rumbo a la formación de un pueblo en condiciones de gobernarse a sí mismo. Que la regularización de la venta callejera era un instrumento de control y recaudación. Que la descentralización no era el traslado de poder a los vecinos sino la mera desconcentración del pizarrón de quinielas. Por el contrario, con la llamada ‘actualización ideológica’ se disfrazaba de izquierda la aplicación del esquema ‘neoliberalismo con asistencialismo social’ que, en los hechos aunque no en las palabras, significaba la institucionalización de un pensamiento antipopular. La represión municipal a los vendedores ambulantes y a los vecinos que ocupaban terrenos fueron gestos para ganarse las simpatías de los poderosos, las intendencias Tabaré-Arana prefiguraron y anticiparon los gobiernos de Tabaré-Mujica-Astori.
El Frente Amplio solamente permitía el debate en los organismos de conducción que controlaban Tabaré-Astori; el autoritarismo en la interna no soportaba que las disidencias internas se expresaran muscularmente o votando aparte de la bancada en el parlamento nacional o en el departamental. Estaba prohibido manifestar descontento cuando Tabaré entregaba las llaves de la ciudad al asesino George Bush (padre). Si bien en el MLN-MPP dominaban los sentimientos de solidaridad, las exigencias prácticas alimentaron la idea de jugar al achique: las olas disidentes debían ser pocas, chicas y mansas para no perjudicar la campaña electoral de Tabaré. Como les encantaba ‘estar’ donde se corta el bacalao, la crítica y la lucha de ideas debía ser dada con ‘lealtad’ hacia los socios coaligados, aunque ellos implicara deslealtad hacia las expectativas y las luchas de los trabajadores o de los vecinos organizados. Los sectores más conservadores del Frente debían sentir seguros con el MLN-MPP, precisaban garantías disciplinarias de antemano y, a cambio, le permitirían algunas pataletas para mantener contenta la gilada. Era la manera en que el Frente Amplio se convertiría en otro partido del orden burgués, totalmente distanciado de los sectores descartados por el capitalismo.
Puede parecer aberrante pero, de hecho, el Frente se oponía en lo nacional a las políticas privatizadoras que justificaba en la intendencia montevideana. Fue larga y enconada la lucha para mantener en la esfera estatal pública la propiedad del histórico Hotel y Casino Carrasco. En 1997 provocó la renuncia de Tabaré Vázquez a la presidencia del FA y la excomunión del presidente de la Junta Departamental por haber votado contra el proyecto presentado por Mariano Arana. De todas maneras las privatizaciones se multiplicaron en el ámbito municipal y finalmente, durante el gobierno de Ricardo Erlich, el Carrasco pasó a manos privadas en las cuales vegeta inútilmente. Ambos fenómenos, ocupaciones y privatizaciones municipales, despertaron demonios y fantasmas no sólo en la derecha y, lenta y paulatinamente, amansaron los leones desdentados, que se incorporaron sin escrúpulos a la línea de la contrarreforma agraria y de la pleitesía frente al capital extranjero.
El grupo de militantes encabezado notoriamente por Helios Sarthou rechazamos el disciplinamiento de la expresión política. Expresábamos la solidaridad compartiendo calle y palos con los ambulantes y ocupando con los ocupantes, defendiéndolos en los desalojos fuera quien fuera que los desalojaba. Recíprocamente los descartados nos fueron transfiriendo su irritación e intransigencia, fuimos endureciendo el discurso y la actitud que ya venían endurecidas de la lucha por el Voto Verde. A los feligreses más crédulos les incomodaba el ojo crítico y la desobediencia indebida. Nos volvimos ‘asquerosos’. Las privatizaciones municipales sellaron la domesticación final del MLN-MPP que, en consecuencia, como demostración de buena fe, se sintió obligado a expulsar de sus filas la disidencia indomesticable.
Personalmente sentí haber fracasado en dos aspectos sustanciales: en primer lugar, en los esfuerzos por crear una organización de asentamientos al estilo FUCVAM y un movimiento que centralizara los reclamos de la venta callejera. La tentativa ratificó que no es posible organizar la lucha social desde las instituciones estatales. En segundo lugar, fracasé en divulgar y convencer del giro a la derecha del MLN-MPP, nadie creía que tamaña hipocresía fuera posible en quienes habían sufrido calabozos por sus ideas revolucionarias. Ambos hechos repercutieron con mucha contundencia en mi ánimo y me hicieron poner en dudas mis capacidades para contribuir a una acumulación de fuerzas con sentido revolucionario. Me dediqué a ganarme la vida como carnicero.
Sin embargo, la infidelidad que motivó el divorcio ideológico tuvo lugar el martes 24 agosto de 1994. A consecuencia de las ideas separadas llegaría más tarde el divorcio político-organizativo. Esa mañana el PITCNT declaró paro general y convocó a concentrarse alrededor del Hospital Filtro para manifestar solidaridad con los vascos en huelga de hambre seca. Lacalle los extraditó al estado Español y la tortura. El transporte aéreo ya había aterrizado en Carrasco. Los ‘radicales’ habíamos mantenido una vigilia en la calle. FUCVAM se sumó al movimiento. Difundieron CX 44 Radio Panamericana y CX 36 Radio Centenario y la concentración se volvió masiva. Ese mediodía la Mesa Política del FA concurrió en pleno. A las cinco exactamente la Republicana arremetió a caballo, apaleando mujeres con bebés, ancianos y niños. La multitud se defendió de la brutalidad represiva. La policía asesinó a Fernando Morroni. Hirió de cuatro balazos en la espalda al enfermero Esteban Massa que asistía en el suelo al lastimado Ruben Sassano. Carlos Font fue internado con pérdida de masa encefálica y Mónica Ramírez con heridas de balas en el vientre. Esa noche fue asesinado Roberto Facal. Quedaron heridos más de 100 manifestantes en la operación represiva, 15 de ellos a balazos. El miércoles 25 de agosto miles acompañaron a Fernando hasta el Cementerio del Norte. Tres ministros del interior progresistas después, no se ha hecho pública ninguna investigación. Los asesinos y los que comandaron la represión continúan impunes.
Estalló la polémica. Sacaron los fantasmas de la buhardilla y concentraron sus ataques en los tupamaros para asustar a los pusilánimes. La derecha presionaba para que el progresismo desmontara el agrupamiento radical. Rápidamente, el Frente Amplio adjudicó su derrota electoral de 1994 a los insoportables núcleos radicalizados. En el Comité Central del MLN(T) se esgrimió la tesis de la ‘no violencia activa’ o acción no-violenta. Se argumentó que al enfrentar organizadamente la represión en Jacinto Vera, se había provocado la masacre y que, de alguna manera, la responsabilidad de la muerte de los compañeros recaía sobre nuestros hombros. Para no dar justificativos a la policía y que no se repitieran sus asesinatos, había que renunciar a la estrategia de crear una fuerza militante con espíritu combativo y sustituirla por la de desobediencia civil o resistencia no-violenta. La conducción frenteamplista quedaría satisfecha de esa manera.
Dispersa pero activa, la militancia radical había descubierto otros lugares de encuentro: las Comisiones Barriales de lucha por Verdad y Justicia, la columna Cerro-Teja de los primeros de mayo, la batalla contra el artículo 23, el apoyo a las ocupaciones de tierra y a los conflictos obreros del Espinillar, de la construcción, de la bebida, la química y del transporte. Allí fueron haciendo su propia y montaraz historia, conociéndose y descubriendo formas de coordinación horizontal. Los núcleos activos fueron lo suficientemente hábiles para responder a los ataques de la policía sin aislarse de la abigarrada multitud que rodeó el Hospital Filtro. También logró con su militancia que el 63% del electorado rechazara la “minirreforma” el 28 de ese mismo agosto de 1994. Los representaban un senador y los ediles de Montevideo y Trinidad que denunciaban y actuaban con espíritu extraparlamentario. Caminando hacia un horizonte insurreccional, esa dispersa y poco ordenada fuerza militante demostró ser capaz de actuar con efectividad y de golpear coordinadamente. Su fuerza en blancos, colorados, dirigentes frenteamplistas y ex-guerrilleros domesticados, la necesidad de cortar las uñas del gatito antes que se transformara en tigre.
Muy influida por el gandhismo-tupamaro, para no provocar la represión, la juventud del MPP intentó suspender la marcha que, en setiembre de 1994, varias organizaciones estaban coordinando al cumplirse un mes de la Masacre de Jacinto Vera. ‘Manos desconocidas’ acercaron a la orgánica MLN-MPP una cassette grabada en una cuchipanda realizada en la guardia republicana, donde el ministro Ángel Gianola arengaba a sus oficiales para que reprimieran a los grupos radicalizados. La cassete fue esgrimida en la discusión como argumento disuasivo contundente. En la interna del MLN (T) estaba en curso un debate sobre de las relaciones con un grupo de oficiales de los servicios de inteligencia militares. Más allá del testimonio personal -participé en dos de las primeras reuniones, como ya he relatado- resultaba evidente que el MLN(T) estaba siendo atacado por una operación de inteligencia que buscaba neutralizar las perspectivas revolucionarias. Además de ‘establecer un teléfono rojo para impedir que nos enfrenten a militares y tupamaros como en el pasado’ no hubo otras explicaciones. De hecho, al vincularse con el núcleo central del aparato represivo, el MLN(T) estaba pasando por arriba del sentimiento de verdad y justicia para los desaparecidos y asesinados por el terrorismo de Estado. Se cruzaba el Rubicón de la ética y la moral. La actitud hizo que muchas y muchos se sintieran empujados fuera del MLN, una manera de expresar con los pies la discrepancia. Otros optaron por quedarse, actitud que significaba convalidar con su presencia la concepción conciliadora.
HI: ¿Cuáles entendés que son las tareas políticas para la etapa y cuales entendés que son los principales desafíos para el futuro?
JZ: En los ‘70 debieron recurrir al terrorismo de Estado para aplastar las revoluciones y suministrar la medicina neoliberal a los pueblos. Una vez marchitas las dictaduras en los ‘80, en varias de las comarcas latinoamericanas se alzaron los pueblos contra el consenso de Washington y la revuelta se tradujo en acceso de fuerzas progresistas al gobierno, que llegaron con la promesa de hacer temblar hasta las raíces de los árboles. Hoy día, en el 2017, está claro que sus políticas asistencialistas no hicieron temblar nada, apenas lograron que los pobres consumieran un poco más que antes o, dicho de otra manera, incorporaron los sectores descartados a la sociedad consumista. También incrementaron el salario, aunque su monto no alcanza a cubrir las necesidades materiales, educativas y culturales del asalariado. Está claro que la política económica del progresismo también favoreció un aumento en la concentración del capital y la propiedad de la tierra, que se puede leer como una mayor degradación de la vida democrática. Aumento de salario y asistencialismo social han sido tan inútiles para resolver el fondo de la cuestión social como los vademécums ortodoxos aplicados por los gobiernos anteriores. Protegida por el progresismo, la burguesía prosigue en su carrera por aumentar la tasa de ganancia a costillas del trabajo y, por consiguiente, la lucha de los pueblos asalariados es un eterno recomenzar.
En la medida que requiere redistribución del ingreso, el asistencialismo se contrapone a la voracidad insaciable de las élites dominantes. Sólo les sirve el neoliberalismo sin fomentos. Tampoco la ‘agenda social’ del progresismo es compatible con sus estructurados modos de pensar y de sentir, en especial, les caen gruesas la legalización del aborto, la desproscripción de la marihuana, la defensa de la igualdad entre los géneros y el matrimonio igualitario. Pese a los privilegios para los inversores extranjeros, las zonas francas y las exoneraciones varias, las élites sienten que las democracias, mientras están administradas por el progresismo, han dejado de ser instrumentos útiles a sus designios. En consecuencia, decidieron suministrar sin intermediarios la pócima y el retorno de los brujos parece ser el signo de los tiempos. El fenómeno trajo a Donald Trump y sus cómplices de Wall Street y del complejo de industrias armamentísticas, pero también al fascismo a cielo abierto en Europa y acá, en América Latina, a lo más reaccionario de la derecha, por las buenas en algunos casos -Macri, Kuczynski-, por las malas en otros -Temer- y por las peores también, como ocurrió en Haití y Honduras. Sienten el progresismo como una enfermedad de las democracias formales, sea en Europa, en EEUU o en América Latina.
Los pueblos defienden pacíficamente sus conquistas y manifiestan su descontento con el cariz que van tomando las cosas: grupos de estadounidenses protestan frente a los portones y las rejas de la Casa Blanca; los mejicanos denuncian masivamente la política de desapariciones y asesinatos del Estado fallido y narcotraficante; los argentinos amagan con reeditar las jornadas de diciembre del 2001 y los chilenos hacen masivas demostraciones contra las medidas neoliberales del progresismo de la Bachelet. Entonces, para conformar lo más reaccionario, algunos de los gobiernos empresariales emiten señales amenazantes y, en otros casos, como el mejicano y el colombiano, pasan a dar palos sin más. Con su apología de la tortura y de Guantánamo, Trump se convierte en abanderado de las ideas fascistas. Lo sigue el gobierno de Méjico, cómplice en las desapariciones de los 43 normalistas y del asesinato de más de cien periodistas al año. También la Bachelet, que ha dejado totalmente al descubierto su naturaleza racista y autoritaria, aunque encabece una fuerza que pretende ser socialista. Mauricio Macri se burla y ataca a los movimientos sindicales, barriales y feministas. ¿De qué paz y democracia hablan en Colombia y Honduras, donde los paramilitares asesinan luchadores que defienden el medio ambiente y a campesinos de origen maya?
Una vez más el estamento oligárquico latinoamericano suelta de la correa a sus cancerberos y vuelve posible e inminente la extensión del ejercicio de la violencia institucionalizada contra el movimiento popular. Las organizaciones del pueblo están sabiendo que en la defensa de lo conquistado corren el riesgo cierto de ser ferozmente reprimidos por la policía… ¿De qué manera puede responder el pueblo mapuche atacado sin piedad por la progresista Bachelet luego de más de 500 años de sometimiento? ¿qué pueden hacer los pueblos de origen maya en Chiapas, Guatemala y Honduras? ¿en qué salida electoral y parlamentaria pueden creer los trabajadores agrarios brasileros, perseguidos como en los tiempos de Canudos? ¿cómo pueden enfrentar la matanza los mejicanos? Hoy día, en América Latina, el análisis político está obligado a tener en cuenta que la ofensiva violenta de la clase dominante legitima las posibles respuestas contraviolentas que obtendrá. Los movimientos de masas nunca se dejaron arrear a los ponchazos.
Sin embargo, nada permite augurar una pronta salida de la pasividad del pueblo uruguayo. Acá la hegemonía burguesa funciona a las mil maravillas. Fue así en el Uruguay Batllista y lo es hoy, en el Uruguay Progresista, donde las formalidades democráticas continúan contando con una ancha banda de consentimiento. Basta con permitir consejos de salarios aunque los aumentos no recuperen los triangulitos robados, conque ‘Juntos’ regale unos ranchos mal construidos y Tabaré se deje sacar unas ‘selfies’ en los consejos ministeriales de ‘cercanía’, para cooptar a miles de luchadores y transformarlos en revendedoras de espejitos y cuentas de colores. La lentitud para sacudir la melena es consecuencia directa de la acción de ese colchón de clientes políticos y de sus efectos adormecedores sobre la conciencia social.
La historia reciente muestra que los sectores reaccionarios tampoco pudieron evitar los efectos de la amortiguación sobre las conductas políticas. Tal vez por esa razón, años de endurecimiento jurídico paulatino y de represión de baja intensidad debieron preceder al ‘68 del ejercicio abierto de la violencia contra el pueblo. Tal vez para satisfacer esas tradiciones amortiguadores, al dar su golpe de Estado el 9 de febrero de 1973 y antes de pasar abiertamente al terrorismo, los mandos militares recurrieron a la triquiñuela de sentar un títere de cartón en el sillón presidencial y permitieron que el parlamento continuara siendo caja de resonancia de quienes resistían el golpe de Estado. La aceptación de las formalidades democráticas y de los mecanismos amortiguadores ha sido una característica de la vida política a la uruguaya. A la hora de caracterizar coyunturas y definir tareas, el desconocimiento del fenómeno puede conducir al onanismo político.
Aunque no todos fueran conscientes de las consecuencias de su actitud, los delegados frenteamplistas que aplaudieron de pie las palabras de Huidobro en la polémica con Hugo Cores del Congreso del 2003, estaban ratificando de hecho la vigencia de la ley de caducidad. Cierto, los feligreses habían sido inducidos por un demagogo de gran calibre, pero las manos alzadas dejaron constancia de que estaban dispuestos a tolerar que tiraran los principios por la borda con tal de ganar unos votos más. Tras esa victoria ideológica, los caudillos frenteamplistas no tuvieron más obstáculos para lanzar por elevación, uno tras otro, la serie de misiles que indujeron el actual clima de impunidad. Se estaba ratificando, veinte años después, el acuerdo de impunidad que sobrevolaba o subyacía el Club Naval. El Frente Amplio se unió ‘de facto’ al pacto de silencio de la mafia militar y policial. Inmoral y solapada política simbolizada con la figura de Fernández Huidobro, pero respaldada indudablemente por la tríada Tabaré-Mujica-Astori. No son inocentes aunque los absuelva la credulidad de sus fieles.
La primera señal del endurecimiento ocurrió el 10 de abril del 2007, día que el parlamento de mayoría progresista -que no quiso anular la ley de caducidad- transformó en delito penal las ocupaciones de tierras, fuera para vivir o para trabajar. Esta ley pasó desapercibida en general, pero marcó la disposición de los parlamentarios progresistas para aceptar la mano dura que promovía el poder ejecutivo. A diez años de aquel primer paso, Vázquez firmó el decreto que permite, sin previa actuación judicial, la intervención de otros organismos públicos -léase las fuerzas armadas- para apoyar a la policía en la represión de los cortes de ruta o de calles. Los ministros han salido sin mucho pudor a defender con argumentos banales el permiso para el empleo de la violencia institucionalizada contra la ciudadanía. El decreto solamente cae simpático a los inversores extranjeros y a la rosca empresarial criolla.
En este marco de endurecimiento paulatino, no hay inocencia en el fortalecimiento desmedido de la policía, que hoy día no tiene nada que envidiar a las fuerzas armadas en equipamiento, organización y entrenamiento. Como algunos pensaban del ejército en los ‘70, una conducción política adecuada podría transformar la policía en partido del desarrollo económico y social. A medida que la policía es más fuerte, las formalidades democráticas se hacen más débiles. En realidad el Frente Amplio se ha transformado en otro partido político del orden, de un orden ajeno y antipopular, cuyo centro ideológico está en Washington D.C. y beneficia principalmente a las élites criollas. No se hable más de agotamiento del progresismo, debe hablarse lisa y llanamente de su incorporación al sistema de dominación capitalista. Es una rendición incondicional.
Tras una ingente y porfiada lucha de ideas, los sectores más activos del movimiento popular logran, por momentos, que la gente se libere de sus ligazones ideológicas y salga a protagonizar inesperados picos de lucha social: las marchas del silencio y las que defienden la tierra, el aire y el agua, la pueblada contra el decreto de esencialidad, la enorme manifestación por la igualdad entre los géneros. Sus reivindicaciones teñirán la lucha de clases del futuro: verdad y justicia, medioambiente, antiautoritarismo e igualdad. Se han conformado columnas masivas de pueblo que marchan en comunicación muy estrecha con el activismo de algunos grupos y que se escurren entre los dedos de la amortiguación y la manipulación del progresismo. Tal vez en esta práctica cotidiana se logre concebir formas de organización revolucionaria distintas al partido único de cuadros profesionales férreamente disciplinados.
Del cruce entre el movimiento masivo y los sectores activos tal vez pueda nacer una fuerza libre de alienaciones y hegemonías, una marea arrolladora que haga permanente lo episódico y supere lo inmediato proponiéndose la transformación revolucionaria de la sociedad. ¿Será posible que esta militancia auto-liberada, que ha reconquistado la libertad de pensar críticamente y la autonomía para organizarse, sea capaz de fundar el movimiento revolucionario que necesita el pueblo uruguayo? ¿Qué se den maña para mantener su fluida comunicación con las diversas particularidades del mundo social? ¿Qué aprendan a sostener con firmeza sus convicciones revolucionarias sin por ello creerse diferentes o superiores? Tal vez el misterio de la masividad radique precisamente en la forma que los núcleos activos respetan la igualdad de la multitud y se sienten identificados con ella. Lo cierto es que la convocatoria de estos movimientos sociales ha ido creciendo en la misma medida que ha decrecido notoriamente la de los aparatos políticos.
En la medida que el Uruguay no es ninguna excepción en América Latina, en la mano dura que agitan los partidos del orden se vislumbra su decisión de ejercer el poder en todas sus formas, la violencia institucional inclusive. Una manera de contribuir al ‘nunca más’ es divulgar el alerta: asoman malones represivos, haya o no gobierno progresista. ¿Es una exageración sectaria o son las perspectivas que indican las señales que está dando el poder político? Al endurecimiento de baja intensidad corresponde crear consciencia sobre la necesidad de auto-defenderse de las agresiones. Claro que, para hacerse comprender por el movimiento social masivo, se debe respetar la idiosincrasia generada por la amortiguación y se vuelve imprescindible encontrar en cada ocasión los métodos y los medios adecuados. La auto-defensa es un acto de justicia popular, aceptado o protagonizado por el pueblo, que debe adecuarse a sus sentimientos y emociones; es la respuesta justa y proporcional al grado y la forma de violencia de la represión institucionalizada. No puede ser tan desproporcionada ni tan avanzada que se desprenda de la comprensión popular. La tarea central parece ser la formación de ese necesario movimiento de masas y sectores activos capaz de resistir y defenderse de las agresiones de las élites burguesas y gobernantes. ¿Difícil? Por supuesto. Todo depende de tener la sabiduría suficiente para tejer las necesarias telarañas.
Notas:
1- “Porqué se nos exige que seamos pacíficos hasta la muerte? , ¿por qué a nosotros ?, ¿por qué no podemos usar la violencia contra ellos? Si tenemos al Pueblo Mapuche como ancestros, nuestros ancestros nos son los cobardes españoles, son el Pueblo Mapuche que hizo retroceder a los cobardes españoles.....a punta de lanza !!...” Palabras de Luisa Toledo, madre de los hermanos Rafael y Eduardo Vergara Toledo, jóvenes de 18 y 20 años asesinados por Carabineros el 29 de Marzo de 1985, fecha en que cada año el pueblo mapuche conmemora el “día del joven combatiente” (Tomado de ‘Resumen Latinoamericano’).
2- Disculpen que me haya ido muy largo. Últimamente tengo la sensación de estar escribiendo testamentos y hay cosas que no puedo dejar decir aunque parezcan obvias y reiteradas
El presidente de la central agregó que hay diferencias que “no van a ser laudadas hasta que no haya una discusión de fondo”. Para eso, la central se propone dar un debate profundo sobre el tema, trayendo a “personas especializadas” e incorporando “distintas visiones”. Según Pereira, es necesario “tener la tolerancia de escuchar a personas que piensan diferente y convalidar posiciones históricas del movimiento sindical”.
Jueves 20 • Abril • 2017
Secretariado del PIT-CNT respaldó los viajes de Pereira y Abdala a Israel y Venezuela
A pesar de las críticas que habían generado, el Secretariado
Ejecutivo del PIT-CNT decidió respaldar los informes de los viajes que
hicieron a Israel y Venezuela sus principales autoridades: su
presidente, Fernando Pereira, y su secretario general, Marcelo Abdala,
respectivamente. Tanto sobre el conflicto israelí-palestino como sobre
la crisis política e institucional que vive Venezuela, la central
decidió abrir la cancha y procesar un debate más a fondo, y por eso
invitará a académicos y expertos para dar una discusión más profunda en
ambos temas.
Pereira y Abdala dieron la cara tras la sesión del Secretariado Ejecutivo en una conferencia de prensa en la que explicaron sus respectivos viajes. Pereira, por ejemplo, dijo que el PIT-CNT tiene vínculos con la Histadrut, la Confederación General de Trabajadores de Israel, desde los años 60, y explicó que a ese sindicato le plantearon los postulados de la central sobre el conflicto israelí-palestino (por ejemplo: que debe existir un proceso de paz que implique “dos estados”, y que las respuestas militares de Israel a Palestina son desmesuradas”). Según aseguró, la Histadrut manifestó compartir esas perspectivas con el PIT-CNT, marcando una fuerte diferencia con el gobierno de Israel. El miércoles, varias federaciones de sindicatos palestinos habían emitido un comunicado en el que criticaron el viaje del PIT-CNT y aseguraron que la Histadrut es “uno de los más activos promotores y defensores de las violaciones de Israel a la ley internacional”.
Tanto Pereira como otros dirigentes coincidieron en que lo que generó más polémica no fue el viaje que hicieron los dirigentes a Israel, sino las declaraciones que hicieron a algunos medios, como Montevideo Portal. “La entrevista tuvo algunos elogios para el Histadrut, por ejemplo, [por elhecho de] organizar a los trabajadores de McDonald’s. Pero no hubo ninguna reunión con el Estado de Israel. Hubo temas polémicos, pero no hemos modificado en lo más mínimo la postura del PIT-CNT” sobre eltema, aseguró Pereira. El presidente de la central agregó que hay diferencias que “no van a ser laudadas hasta que no haya una discusión de fondo”. Para eso, la central se propone dar un debate profundo sobre el tema, trayendo a “personas especializadas” e incorporando “distintas visiones”. Según Pereira, es necesario “tener la tolerancia de escuchar a personas que piensan diferente y convalidar posiciones históricas del movimiento sindical”.
En una misma línea que Pereira, el dirigente de la Federación Nacional de Municipales, Daniel Urquiola, explicó a la diaria que algunos temas de la discusión quedaron “abiertos”, para ser discutidos en un “espacio con catedráticos y especialistas, porque entendemos que nos faltan elementos para llegar a una definición de consenso”: “Hay diferentes visiones sobre este tema y las realidades van cambiando, pero a muchos nos faltan elementos”. Uno de los temas que causó más polémica fue el de si existe una situación de apartheid en Israel, una tesis negada por Pereira en la entrevista a Montevideo Portal pero sostenida por otros, como el dirigente ferroviario Ricardo Cajigas, presente en el Secretariado.
No obstante, la central no se privó de hacer algunos comentarios en su declaración, ratificando “el derecho del pueblo palestino a constituir un Estado independiente”, y reclamando “el fin de las agresiones del gobierno israelí sobre el mismo, respetando los Derechos Humanos y la autodeterminación del pueblo palestino”. En la declaración del PIT-CNT los dirigentes apostaron a basarse en las definiciones de su último congreso, que es cuando se establecieron los postulados generales sobre el tema.
Venezuela y Maduro
El viaje de Abdala tampoco pasó desapercibido. La declaración del PIT-CNT deplora los “hechos de violencia” y los atribuye al “imperialismo yanqui y la oligarquía venezolana que tiene como objetivo principal apoderarse nuevamente de las riquezas que genera el pueblo venezolano, nacionalizadas por el gobierno del presidente [Hugo] Chávez en su momento en beneficio del pueblo”. Además, se reclama que la Organización de Estados Americanos debería jugar un papel para “desarrollar una política dirigida a estabilizar la democracia existente en Venezuela”.
La posición sobre Venezuela, dijo Abdala, “es la misma que [la central] ha tenido históricamente”, y esta “no se pronuncia sobre cada uno de los actos del gobierno, pero solidariza con el proceso bolivariano que ha distribuido la riqueza petrolera y quiere diversificar la matriz productiva entre vastísimos sectores del pueblo”.
Abdala aseguró, incluso, que participó en una movilización de la oposición y que nunca dijo que Venezuela fuera “el paraíso”. Sostuvo que hay “mucha inconformidad” con el gobierno de Maduro. No obstante, “muchos medios muestran imágenes de la movilización chavista de hoy como si fuera de la oposición: hay una campaña de los medios de comunicación de Latinoamérica que distorsiona la realidad”.
Según pudo saber la diaria, el propio Abdala reconoció durante el informe que hizo al Secretariado que no había querido decir que estaba representando a todo el PIT-CNT cuando apareció en el programa de televisión Los domingos con Maduro, junto al presidente venezolano, lo que le valió críticas de otros dirigentes de la central que son más críticos con el mandatario.
Urquiola dijo que el PIT-CNT hace una “valoración muy positiva” del proceso de la revolución bolivariana, y que el apoyo expresado por Abdala se enmarcó en ese respaldo, aunque admitió que en ese país “hay una crisis institucional, económica, política y cultural, de difícil solución”, cuya salida es “apostar al diálogo y a las elecciones”: “Hay que encontrar la manera de ponerse de acuerdo y con elecciones, pero respetando hasta el último día a un gobierno que ha sido elegido democráticamente, como el de Maduro”. Según explicaron otros dirigentes del Secretariado, en este tema también se tomó la decisión de profundizar el debate con la visión de académicos y expertos.
APORTE AL NECESARIO DEBATE EN EL MOVIMIENTO SINDICAL SOBRE EL CARACTER DEL ESTADO SIONISTA DE ISRAEL
DE LA ENTREVISTA DE MONTEVIDEO PORTAL A LA DELEGACION
F.Gambera: Cualquier país que se precie de democrático dirime las cosas como lo hace Israel, eso también está constatado en este intercambio.
Una de las cosas que me parece que nos da esta experiencia es que se afirma la presencia y convivencia aquí de gente , algo que hemos podido vivenciar inclusive en reuniones en las que participamos. Se reafirma que esa sería una línea por la que puede pasar una solución, la convivencia. Es muy fácil enunciarlo verbalmente y más desde Uruguay, y vivir en Israel y padecer, es otra cosa. Me di cuenta que hay una realidad que impone que estén a la defensiva y que se cuiden.
Pereira y Abdala dieron la cara tras la sesión del Secretariado Ejecutivo en una conferencia de prensa en la que explicaron sus respectivos viajes. Pereira, por ejemplo, dijo que el PIT-CNT tiene vínculos con la Histadrut, la Confederación General de Trabajadores de Israel, desde los años 60, y explicó que a ese sindicato le plantearon los postulados de la central sobre el conflicto israelí-palestino (por ejemplo: que debe existir un proceso de paz que implique “dos estados”, y que las respuestas militares de Israel a Palestina son desmesuradas”). Según aseguró, la Histadrut manifestó compartir esas perspectivas con el PIT-CNT, marcando una fuerte diferencia con el gobierno de Israel. El miércoles, varias federaciones de sindicatos palestinos habían emitido un comunicado en el que criticaron el viaje del PIT-CNT y aseguraron que la Histadrut es “uno de los más activos promotores y defensores de las violaciones de Israel a la ley internacional”.
Tanto Pereira como otros dirigentes coincidieron en que lo que generó más polémica no fue el viaje que hicieron los dirigentes a Israel, sino las declaraciones que hicieron a algunos medios, como Montevideo Portal. “La entrevista tuvo algunos elogios para el Histadrut, por ejemplo, [por elhecho de] organizar a los trabajadores de McDonald’s. Pero no hubo ninguna reunión con el Estado de Israel. Hubo temas polémicos, pero no hemos modificado en lo más mínimo la postura del PIT-CNT” sobre eltema, aseguró Pereira. El presidente de la central agregó que hay diferencias que “no van a ser laudadas hasta que no haya una discusión de fondo”. Para eso, la central se propone dar un debate profundo sobre el tema, trayendo a “personas especializadas” e incorporando “distintas visiones”. Según Pereira, es necesario “tener la tolerancia de escuchar a personas que piensan diferente y convalidar posiciones históricas del movimiento sindical”.
En una misma línea que Pereira, el dirigente de la Federación Nacional de Municipales, Daniel Urquiola, explicó a la diaria que algunos temas de la discusión quedaron “abiertos”, para ser discutidos en un “espacio con catedráticos y especialistas, porque entendemos que nos faltan elementos para llegar a una definición de consenso”: “Hay diferentes visiones sobre este tema y las realidades van cambiando, pero a muchos nos faltan elementos”. Uno de los temas que causó más polémica fue el de si existe una situación de apartheid en Israel, una tesis negada por Pereira en la entrevista a Montevideo Portal pero sostenida por otros, como el dirigente ferroviario Ricardo Cajigas, presente en el Secretariado.
No obstante, la central no se privó de hacer algunos comentarios en su declaración, ratificando “el derecho del pueblo palestino a constituir un Estado independiente”, y reclamando “el fin de las agresiones del gobierno israelí sobre el mismo, respetando los Derechos Humanos y la autodeterminación del pueblo palestino”. En la declaración del PIT-CNT los dirigentes apostaron a basarse en las definiciones de su último congreso, que es cuando se establecieron los postulados generales sobre el tema.
Venezuela y Maduro
El viaje de Abdala tampoco pasó desapercibido. La declaración del PIT-CNT deplora los “hechos de violencia” y los atribuye al “imperialismo yanqui y la oligarquía venezolana que tiene como objetivo principal apoderarse nuevamente de las riquezas que genera el pueblo venezolano, nacionalizadas por el gobierno del presidente [Hugo] Chávez en su momento en beneficio del pueblo”. Además, se reclama que la Organización de Estados Americanos debería jugar un papel para “desarrollar una política dirigida a estabilizar la democracia existente en Venezuela”.
La posición sobre Venezuela, dijo Abdala, “es la misma que [la central] ha tenido históricamente”, y esta “no se pronuncia sobre cada uno de los actos del gobierno, pero solidariza con el proceso bolivariano que ha distribuido la riqueza petrolera y quiere diversificar la matriz productiva entre vastísimos sectores del pueblo”.
Abdala aseguró, incluso, que participó en una movilización de la oposición y que nunca dijo que Venezuela fuera “el paraíso”. Sostuvo que hay “mucha inconformidad” con el gobierno de Maduro. No obstante, “muchos medios muestran imágenes de la movilización chavista de hoy como si fuera de la oposición: hay una campaña de los medios de comunicación de Latinoamérica que distorsiona la realidad”.
Según pudo saber la diaria, el propio Abdala reconoció durante el informe que hizo al Secretariado que no había querido decir que estaba representando a todo el PIT-CNT cuando apareció en el programa de televisión Los domingos con Maduro, junto al presidente venezolano, lo que le valió críticas de otros dirigentes de la central que son más críticos con el mandatario.
Urquiola dijo que el PIT-CNT hace una “valoración muy positiva” del proceso de la revolución bolivariana, y que el apoyo expresado por Abdala se enmarcó en ese respaldo, aunque admitió que en ese país “hay una crisis institucional, económica, política y cultural, de difícil solución”, cuya salida es “apostar al diálogo y a las elecciones”: “Hay que encontrar la manera de ponerse de acuerdo y con elecciones, pero respetando hasta el último día a un gobierno que ha sido elegido democráticamente, como el de Maduro”. Según explicaron otros dirigentes del Secretariado, en este tema también se tomó la decisión de profundizar el debate con la visión de académicos y expertos.
APORTE AL NECESARIO DEBATE EN EL MOVIMIENTO SINDICAL SOBRE EL CARACTER DEL ESTADO SIONISTA DE ISRAEL
DE LA ENTREVISTA DE MONTEVIDEO PORTAL A LA DELEGACION
F.Gambera: Cualquier país que se precie de democrático dirime las cosas como lo hace Israel, eso también está constatado en este intercambio.
Una de las cosas que me parece que nos da esta experiencia es que se afirma la presencia y convivencia aquí de gente , algo que hemos podido vivenciar inclusive en reuniones en las que participamos. Se reafirma que esa sería una línea por la que puede pasar una solución, la convivencia. Es muy fácil enunciarlo verbalmente y más desde Uruguay, y vivir en Israel y padecer, es otra cosa. Me di cuenta que hay una realidad que impone que estén a la defensiva y que se cuiden.
La Asamblea General de la ONU adopta resolución sobre Jerusalem
De los 193 países miembros de las
Naciones Unidas, 147 votaron a favor, siete en contra (Canadá, Israel,
las Islas Marshall, Micronesia, Naura y Palu) y ocho se abstuvieron
(Australia, Guatemala, Panamá, Papúa Nueva Guinea, Paraguay y Vanuatu).
Todos los Estados miembros europeos
presentes en la sala votaron a favor de la resolución: Francia, Italia,
Alemania y Reino Unido.
Las resoluciones A / 71 / l.22 se
refieren la situación en Jerusalem y sus lugares sagrados y afirman que
“toda acción tomada por Israel, la potencia ocupante, para imponer sus
leyes, jurisdicción y administración sobre la Ciudad Santa de Jerusalem
es ilegal y, por lo tanto se considera nula y sin efecto.” A su vez,
pide a Israel que “cese inmediatamente todas las medidas ilegales y
unilaterales y respete el status quo histórico en los lugares santos de
Jerusalem”. El texto insta “a todas las partes a que trabajen de manera
inmediata y cooperativa para calmar las tensiones, detener todas las
provocaciones, incitaciones y violencia en los sitios sagrados de la
ciudad”.
Las resoluciones fueron presentadas por
un grupo de países árabes que incluyen a Argelia, Bahrein, Egipto, Irak,
Líbano y la Autoridad Palestina, entre otros, pero también algunos
Estados asiáticos como Indonesia y la República Democrática Popular Lao,
así como países africanos.
Las resoluciones A / 71 / l.18 y A / 71 /
l.19, se comprometen a apoyar al Comité de la ONU sobre el ejercicio de
los derechos inalienables del pueblo palestino en sus esfuerzos por
poner fin a la ocupación israelí, y “ampliar la cooperación y el apoyo
de los Estados miembros a la división de los derechos de los palestinos
de la Secretaría de las Naciones Unidas”.
La resolución A / 71 / L.20, también
aprobada el miércoles con 153 votos a favor, 7 en contra y 7
abstenciones, tiene por objeto difundir información sobre la narrativa
palestina y el conflicto israelí-palestino, así como las actividades del
sistema de las Naciones Unidas en torno a “Palestina”. La resolución
señala la necesidad de organizar y promover “misiones informativas para
periodistas en el territorio palestino ocupado que incluye a Jerusalem
Oriental e Israel”.
En la resolución A / 71 / l.21, la
Asamblea General insta a “una solución pacífica de la cuestión de
Palestina”. “Pide a Israel, la potencia ocupante, que cumpla
estrictamente sus obligaciones en virtud del derecho internacional,
incluido el derecho internacional humanitario, y que cese todas sus
medidas contrarias al derecho internacional y las acciones unilaterales
en el territorio palestino ocupado, incluyendo el Este de Jerusalem.”
30 Nov, 2016
FEUU declaró “personas no gratas” a Almagro y Cánepa
Abr 20, 2017 | LA REPÙBLICA UY
Declaración
de la FEUU frente a los posicionamientos y acciones efectuadas por
distintos actores de la política nacional e internacional.
El comunicado también envía un mensaje al gobierno uruguayo por “inmiscuirse en los asuntos internos de República Bolivariana de Venezuela, atacando la soberanía de dicho país”.