domingo, 25 de marzo de 2018

Argentina: A 42 años del golpe genocida // Hagamos caminar la memoria Por Adolfo Pérez Esquivel // "No podemos vivir en un país con hambre y con genocidas sueltos" // Duro documento de los organismos de derechos humanos en el acto central “Un atropello de los derechos básicos” // ENCUENTRO MEMORIA VERDAD Y JUSTICIA A 42 AÑOS DEL GOLPE GENOCIDA // La historia se construye marchando // La CTA-A marchó a 42 años del golpe militar para volver a exigir juicio y castigo a los culpables // Norita Cortiñas: “Estamos en la resistencia, no vamos a bajar los brazos” // URUGUAY: La cadena global de valor de la celulosa: ¿tiene futuro en Uruguay?

Argentina: A 42 años del golpe genocida

Hagamos caminar la memoria

Imagen: DyN
Siempre señalo que la memoria nos ayuda a comprender el presente y construir nuevos caminos. Los sobrevivientes a la dictadura militar en Argentina tenemos la responsabilidad de transmitir a las nuevas generaciones no sólo lo vivido durante esa época de terror, persecuciones, desapariciones, exilio, cárcel, torturas y un modelo económico neoliberal excluyente, sino además la necesidad de comprender por qué se llegó a esa situación donde las libertades democráticas de los pueblos fueron sometidas por la violencia y se impuso el totalitarismo.
Lo ocurrido en la Argentina no fue un hecho aislado en el continente, donde se implantó la Doctrina de Seguridad Nacional de los Estados Unidos y la operación Cóndor. Hoy, a 42 años del golpe militar tenemos que analizar dónde estamos, qué pasa con las políticas de derechos humanos en nuestro país y el continente.
No hace falta una lectura muy profunda para constatar graves retrocesos impulsados por el actual gobierno nacional: cierran escuelas, desmantelan hospitales, aumentan la inflación, los despidos de trabajadores/as, aumentan la pobreza y el hambre actual y futura porque nos están endeudando en el exterior a niveles insostenibles como continuadores del mismo modelo neoliberal de la dictadura. Ante el lógico aumento de los conflictos sociales, la respuesta fue fomentar más represión de las fuerzas de seguridad, y más persecución y encarcelamiento político de los opositores por pensar distinto, como denunció la ONU, la OEA y acaba de denunciar Amnistía Internacional. Cómo si fuera poco han creado la “doctrina Chocobar” de matar y luego preguntar, y continúan insistiendo en dar el beneficio de prisión domiciliaria a condenados por crímenes de Lesa Humanidad como Astiz y Etchecolatz. Parece que para este gobierno la vida no vale, o al menos la vida de algunos.
Podría continuar señalando las violaciones de los derechos humanos y de los pueblos por el gobierno nacional y los provinciales, pero lo central es que después de mucho tiempo logramos unir criterios, voluntades y fuerzas para enfrentar la violencia del Estado y la pérdida de derechos del pueblo. 
Necesitamos de la unidad en la diversidad, dejar a un lado los partidismos mediocres y buscar los consensos de todos los sectores sociales, políticos, culturales y religiosos. Necesitamos construir más espacios de reflexión crítica y construcción social, para saber el país que queremos y hacia dónde vamos.
El desafío es grande pensando lo que ocurre en el continente. Los golpes de Estado están avanzando en la región con nuevas modalidades: golpes parlamentarios, judiciales y mediáticos. Vivimos un proceso de recolonización que debemos resistir generando medios alternativos para enfrentar el accionar de la prensa canalla que busca denigrar y acusar a opositores sociales, sindicales, políticos para justificar un sistema de dominación.
Tengamos en cuenta que democracia y derechos humanos son valores indivisibles, si se violan los derechos humanos se debilitan las democracias y se abre el camino al totalitarismo. Estamos frente a desafíos superadores para construir un nuevo amanecer para nuestro pueblo. No olvidemos que lo que sembramos recogemos.
Este 24 de marzo nos movilizamos por más Memoria, Verdad y Justicia, porque son 30.000, fue un genocidio y decimos Nunca Más.
* Presidente del Servicio Paz y Justicia.

Domingo 25 de Marzo de 2018

Edicion impresa

"No podemos vivir en un país con hambre y con genocidas sueltos"

Una multitud marchó en el 42° aniversario del Golpe de Estado de 1976. El documento de los organismos convocantes cuestionó en duros términos el ajuste económico y el vaciamiento de las políticas de Derechos Humanos.

Pablo Roesler @pabloroesler

Sábado 24 de Marzo de 2018





“Como a los nazis les va a pasar, adonde vayan los iremos a buscar”. El canto que es tradicional, ayer se cantó durante toda la marcha por el Día de la Memoria, la Verdad y la Justicia. Se coreó a lo largo de la avenida de Mayo y en la plaza. Fluyó de una multitud de gargantas de militantes de organizaciones políticas, gremiales, estudiantiles, sociales y ciudadanos y familias sueltas. Y compitió con otra canción: el hit del verano, ese de las siete palabras dedicadas al presidente. Es que el repudio a las prisiones domiciliarias que beneficiaron a los genocidas y el rechazo a las políticas de ajuste del gobierno de Mauricio Macri, fueron ejes de los reclamos de la multitudinaria movilización que los organismos de Derechos Humanos realizaron a 42 años del golpe de Estado que implantó la dictadura cívico-militar. “No podemos vivir en un país con hambre y con genocidas sueltos. No vamos a permitirlo”, dijeron los organismos en un duro documento que leyeron en el escenario montado delante de la Pirámide de Mayo. También denunciaron el retroceso en las políticas de Derechos Humanos, exigieron justicia por los asesinatos de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel y la renuncia de la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich y su jefe de Gabinete Pablo Noceti. Le reclamaron a la Corte Suprema que se pronuncie sobre el 2x1 y exigieron celeridad en los juicios a los genocidas y la investigación de las complicidades empresariales con la dictadura, pidieron el fin de la violencia institucional y denunciaron los despidos y la represión a la protesta social. La movilización también fue para exigir la libertad de Milagro Sala y todas las presas y presos políticos. Ese reclamo tuvo, además, una fuerte carga simbólica: en bambalinas del escenario estaban Carlos Zannini y Luis D’Elía, ambos liberados esa madrugada (ver página 6). 
Como todos los años la marcha fue multitudinaria. Los organismos de Derechos Humanos encabezaron portando la clásica bandera con las imágenes de los desaparecidos y marcharon detrás de la consigna: “Contra el ajuste, la represión y la impunidad”. Ahí estaba la Madre de Plaza de Mayo -Línea Fundadora- Taty Almeida, junto a Lita Boitano de Familiares de detenidos y desaparecidos por razones políticas, ubicadas una a cada lado del español Pablo Iglesias, secretario general del partido Podemos. “Esta marcha es un ejemplo de dignidad”, dijo el dirigente europeo, invitado por los organismos para acompañar la movilización. 
Completaban la escena otras Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, referentes de la APDH, la LADH, los familiares de los 12 de la Santa Cruz, y los nietos restituidos Horacio Pietragalla, Victoria Montenegro y Juan Cabandié, estaban los H.I.J.O.S. y la Madre Nora Cortiñas. Sobre el cordón derecho de la avenida, junto a la cabecera, marchó la combi de Madres de Plaza de Mayo que preside Hebe de Bonafini.   
La peregrinación partió a las 14 desde 9 de Julio y Avenida de Mayo y contó con la presencia de distintos sectores y figuras que se movilizaron individualmente o de modo orgánico.  Había carteles que pedían justicia por Santiago Maldonado. Su hermano, Sergio Maldonado, marchó junto a los organismos.
“Hace un año en esta misma plaza alertamos sobre el negacionismo impulsado por funcionarios de este gobierno. Venimos a decirles a los negacionistas, una vez más, que los desaparecidos son 30.000 y nos faltan a todos”, comenzó el documento que cerró la marcha. En el escenario, la cifra de desaparecidos en color rojo, sobresalía sobre los pañuelos de las Madres y Abuelas, delante de la pantalla que proyectaba la consigna de repudio a la represión, el hambre y la impunidad. “Hoy nos convocan a esta plaza los despidos masivos, la miseria planificada, la entrega del país a los buitres, la persecución de los pueblos originarios; la persecución a militantes; las presas y presos políticos; la impunidad para los genocidas, la violencia institucional, la represión a la protesta social, la censura a la prensa; y la defensa de todos los derechos de las mujeres, lesbianas, travestis y trans”, resumió el documento.  
El segmento más duro hacia el gobierno nacional apuntó al ajuste: “Vivimos un plan económico que aumenta la riqueza de pocos y la pobreza de muchos”, dijeron. “Este gobierno impulsa una reforma laboral en contra de los derechos del pueblo, cuyo modelo ya vivimos en la década del 90 basado en los preceptos de Martínez de Hoz. Su resultado es flexibilización laboral, explotación, desocupación y más desigualdad. Mauricio Macri queremos decirte: ¡basta de ajuste, represión e impunidad!”. 
También apuntaron al secretario de Derechos Humanos, Claudio Avruj, en cuya gestión “se vaciaron áreas vinculadas a políticas de Memoria, Verdad y Justicia, y se despidió a parte de las trabajadoras y trabajadores que las sostenían” y se desmantelaron áreas de derechos humanos en Seguridad y el Banco Central. Al ministro de Justicia, Germán Garavano también le dedicaron un párrafo por intentar, a través del Servicio Penitenciario, de ampliar el número de genocidas con domiciliaria: “Quieren beneficiar a genocidas como Astiz, el Turco Julián y el Tigre Acosta”. 
“Cuando hay voluntad política, los Derechos Humanos pueden ser políticas de Estado”, dijo la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela de Carlotto. Y recordó que eso “quedó demostrado durante los gobiernos de Néstor Kirchner y Cristina Fernández, donde muchas de nuestras banderas se hicieron realidad”. Por eso, apuntó al gobierno: “No permitiremos ni un retroceso en Memoria, Verdad y Justicia”.
Taty Almeida leyó el tramo final del discurso. “A 42 años del Golpe cívico-militar, denunciamos el mismo plan económico y sostenemos la misma lucha. Por eso, hoy marchamos contra el ajuste, la represión y la impunidad. Por una democracia sin presas y presos políticos ni genocidas sueltos!”, dijo, y sentenció: "Detrás del negacionismo está el intento de olvido y detrás del intento de olvido está la intención de desmovilizarnos. No nos han vencido: estamos acá en unidad, con el pueblo, con la bandera de los 30 mil en alto".
Al finalizar la movilización, Estela de Carlotto fue clara respecto a la relación con el Gobierno Nacional: “Macri no nos quiere. Ya lo dijo en campaña que somos un curro, tramposos y mentirosos”.
Todos a la Plaza 
Cuando la cabecera de la marcha aún no había ingresado a la Plaza, desde el escenario leyeron un comunicado en repudio al asesinato de Marielle Franco en Río de Janeiro, y de la militarización de Brasil, que fue firmado en conjunto por los organismos de DD.HH que encabezaban la movilización y los del Encuentro Memoria, Verdad y Justicia, que marchó desde el Congreso Nacional, y que también reclamó justicia por Maldonado y Nahuel, y por el desprocesamiento a los detenidos en las movilizaciones de fin de año contra la reforma previsional (ver aparte).   La marcha tuvo ese sentido unitario. “La consigna es juntarnos, hubiera sido bueno que marchemos todos juntos y el año que viene vamos a volver a insistir”, dijo Carlotto antes de subir al escenario. “El camino es la unidad y la lucha colectiva, sin odio ni venganza, pero implacable en la búsqueda de Memoria, Verdad y Justicia”, completó. «

Duro documento de los organismos de derechos humanos en el acto central
“Un atropello de los derechos básicos”

En una nueva conmemoración del 24 de marzo cientos de miles de manifestantes marcharon con sus propios carteles y acompañaron las consignas contra la regresión y la “banalización del espanto”.
Los organismos criticaron “la utilización de sectores del Poder Judicial y de las fuerzas de seguridad para perseguir y escarmentar”.
Los organismos criticaron “la utilización de sectores del Poder Judicial y de las fuerzas de seguridad para perseguir y escarmentar”. 
Imagen: Joaquín Salguero
En el aniversario número 42 del golpe militar del 24 de marzo de 1976, cientos de miles de personas que llenaron las calles desde el Congreso Nacional a la Plaza de Mayo avalaron la advertencia hecha al gobierno de Mauricio Macri en el sentido de que los organismos de derechos humanos no permitirán “ni un retroceso en las políticas de memoria, verdad y justicia” para condenar a los responsables militares y civiles de los crímenes de lesa humanidad. Primero desde el escenario montado junto a la Pirámide de Mayo, y luego en declaraciones a la prensa, la titular de Abuelas de Plaza de Mayo, Estela Carlotto, fue muy dura con el gobierno de Cambiemos: “Es un grupo nefasto y Mauricio Macri no nos quiere”. Por su parte, Taty Almeida, de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, sostuvo que la marcha fue también “contra el ajuste, la represión y la impunidad y por una democracia sin presos políticos como Milagro Sala”. La multitud saludó con aplausos la presencia en la manifestación de Carlos Zannini y de Luis D’Elía, liberados pocas horas antes por decisión de la Justicia. Zannini, acompañado por Máximo Kirchner, fue ovacionado por la multitud cuando subió al escenario. 
Desde antes del mediodía, la Avenida de Mayo se fue llenando de manifestantes, recibidos a lo largo de la marcha por una serie de afiches colgados por la organización villera La Poderosa: “30.000 no pudieron venir, la columna de Cambiemos tampoco”, “Afuera (Patricia) Bullrich, adentro (de la cárcel) genocidas” o “Las víctimas de los vuelos de la muerte no se ahogaron, Santiago Maldonado tampoco”, eran algunos de los mensajes. Una de las primeras columnas en llegar fue la de la Coordinadora de Derechos Humanos del Fútbol Argentino, conformada por hinchas de clubes que participan en los torneos de primera división y en los del ascenso. La organización, que se formó en noviembre del año pasado, participó por primera vez en una marcha por el 24 de marzo. Esta integrada por simpatizantes de más de quince clubes, entre ellos San Lorenzo, Ferro Carril Oeste, Temperley, Nueva Chicago y Racing.
Frente al Hotel Castelar, el Sindicato de Prensa de Buenos Aires (Sipreba), montó una radio abierta por la que pasaron dirigentes gremiales como Hugo Yasky, de la CTA, y trabajadores de la TV Pública, Radio Nacional y de la agencia de noticias Télam, que denunciaron la política de vaciamiento de esos medios estatales. Guillermo Mastrini, especialista en comunicación, afirmó que “si algo logró el gobierno de Cambiemos en materia de medios públicos es que nadie los mire ni los escuche, que nadie los consuma”. Los trabajadores de Télam difundieron distintos materiales referidos a la marcha del 24 de marzo, mientras que la agencia publicó una breve nota de cartelera sobre el acontecimiento periodístico más importante del día. 
La marcha hacia la Plaza de Mayo se hizo dificultosa, por la presencia multitudinaria de columnas que marchaban por la Avenida de Mayo, por Hipólito Yrigoyen, Rivadavia, y por las diagonales Sur y Norte. La primera parte del acto comenzó con la llegada al escenario de los organismos de derechos humanos, encabezados por las Madres y Abuelas. Se leyó un documento en el que se hizo una reivindicación de la lucha de los militantes de los años setenta, se criticó “la demora en los juicios por crímenes de lesa humanidad” desde que asumió el actual gobierno y se condenó “el desmantelamiento de las políticas públicas de Memoria, Verdad y Justicia en las áreas que dependen del Estado”.
Desde el escenario se hizo referencia a los 44 tripulantes del ARA San Juan, desaparecido en el Atlántico Sur desde el 15 de noviembre pasado, y se le exigió al Gobierno que “diga la verdad” sobre lo ocurrido con la nave y que se condene a los eventuales responsables. Al mismo tiempo, se reclamó el esclarecimiento de las muertes de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel. En el acto se hicieron presentes los familiares de Maldonado y de algunos de los tripulantes del submarino desaparecido. 
Antes de subir al escenario, Carlos Zannini, quien había recuperado la libertad por la mañana por disposición del Tribunal Oral Federal 8, dijo que estaba satisfecho por poder estar “en la plaza de la lucha” y recordó que cuando salió de la cárcel en 1978 “estaba solo, ahora en cambio tengo el cariño de un montón de compañeros que me están acompañando”. 
Cerca de las 16 comenzó la lectura del documento firmado por los organismos de derechos humanos, en el cual se subrayó que a “42 años del Golpe Cívico Militar Eclesiástico, nos encontramos en estado de movilización permanente”, cada vez que el gobierno nacional  “avanza en contra de los principios de Memoria, Verdad y Justicia”. Resaltaron que en los últimos años “hemos sido testigos del atropello sistemático de los derechos más básicos de las personas, la fragmentación de los poderes institucionales, la criminalización y represión de la protesta social, la utilización de sectores del Poder Judicial y de las fuerzas de seguridad para perseguir y escarmentar a los trabajadores, militantes, dirigentes y cualquier actor que se contraponga a las medidas regresivas que el presidente (Mauricio) Macri y la gobernadora (María Eugenia) Vidal lanzan para imponer el plan neoliberal del hambre, la violencia y la miseria”.
En ese marco, “todos los sectores vinculados al bienestar y desarrollo social han sido vulnerados”. El Gobierno “sustentado por los grandes grupos económicos que financiaron la dictadura”, con el aval de “una importante cantidad de gobernadores” trazó una política que incluye “metodologías planificadas, en las que combina la utilización de los medios de difusión más poderosos, el sector más reaccionario de la justicia, el propio estado y las fuerzas represivas, para asesinar por la espalda si cometes un delito menor, ser desaparecido para aparecer flotando en un río si te animas a una protesta contra los grupos concentrados y en defensa de los pueblos originarios” o “permanecer detenido de manera ilegal si encarnas la protesta social y la reivindicación de los derechos básicos”. 
Describieron una “realidad dramática” en la cual “la educación pública y sus trabajadores no son más que un “blanco legítimo” de la mal llamada “modernización”, la salud pública sólo es un costo que debe ser paulatinamente eliminado y los entes fundamentales para el desarrollo de país como la Anses, el Conicet, INTI, INTA y otros similares se encuentran con parte del personal despedido o en vías de ello”. 
Los únicos beneficiados son “las grandes concentraciones económicas que reciben día a día la brutal transferencia del esfuerzo de todo el pueblo argentino”. Respecto de la política de derechos humanos, se afirmó que este gobierno “se burla de manera macabra y no se conforma con intentar generar una amnistía encubierta con el fallido 2×1, sino que presiona al Poder Judicial para enviar a cientos de genocidas a sus casas”.
En el documento se sostuvo que el gobierno “intenta banalizar el espanto, tergiversa la realidad con su propaganda y miente, miente, miente sabiendo que algo quedará”. La política oficial busca “devolver favores a los asesinos, que al servicio de los mismos grandes intereses que hoy encarnan este proceso neo liberal, hace más de 40 años perpetraron la mayor persecución y matanza de la historia”. 
Los organismos de derechos humanos advirtieron que “jamás permitiremos que éstas políticas siniestras tengan éxito y seguiremos movilizando y multiplicando esta resistencia en cada calle de cada ciudad o pueblo hasta ponerle fin a tanto atropello y tanta injusticia”. Por ello exigieron “el fin del encubrimiento político judicial a dos miembros nefastos de la justicia local, como son el Juez Pedro Federico Hooft y el fiscal general Fernández Garello, quienes representan y encarnan la permanencia y perpetuidad del aparato judicial de la dictadura militar en nuestros días”.

Domingo 25 de Marzo de 2018

Sectores sindicales y de la izquierda, con reclamos propios

El Encuentro Memoria Verdad y Justicia pidió aclarar las muertes de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel. Y denunció el respaldo oficial al "gatillo fácil".

Sábado 24 de Marzo de 2018
Aunque también participaron de la movilización a la Plaza de Mayo, las agrupaciones de Derechos Humanos, las organizaciones sindicales y los partidos de izquierda nucleados en el Encuentro Memoria Verdad y Justicia eligieron concentrarse aparte y dieron a conocer un documento propio. Lo hicieron a continuación del discurso que pronunció Estela de Carlotto.
Entre los integrantes del Encuentro se hicieron ver las banderas de la CTA Autónoma, la Coordinadora Sindical Clasista, ATE Nacional, Judiciales bonaerenses, la seccional Oeste del Sarmiento de la Unión Ferroviaria y tercerizados de esa línea, además de los docentes universitarios de AGD y jóvenes de la Federación Universitaria de Buenos Aires (FUBA). También estuvieron organizaciones de Derechos Humanos como Correpi y el Centro de Profesionales por los Derechos Humanos (CEPRODH) y hubo columnas del Partido Obrero, el PTS, Izquierda Socialista, MAS, MST, PRT, PSU y Poder Popular. Entre los movimientos sociales se destacaron la Corriente Clasista y Combativa, la CTEP, Barrios de Pie y el Polo Obrero.
En el documento que dieron a conocer, denunciaron el "salto en la política represiva y de impunidad desplegada por el gobierno nacional, con la prisión domiciliaria dictada a favor de genocidas que son símbolo de la represión dictatorial como Miguel Osvaldo Etchecolatz". También criticaron la "defensa del gatillo fácil, con la doctrina Chocobar, respaldada por el mismísimo presidente Macri". Además pidieron justicia por las muertes de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel y reclamaron la libertad de los presos políticos. En ese grupo incluyeron a César Arakaki, Dimas Ponce y Sebastián Romero, quienes están sometidos a procesos judiciales (los dos primeros estuvieron en prisión) tras la represión a las movilizaciones del 14 y 18 de diciembre del año pasado, cuando se trató la reforma previsional. El Encuentro rescató que esas dos jornadas, como la marcha del 8 de Marzo por el Día de la Mujer, "demuestran que nuestro pueblo está de pie para seguir peleando contra el ajuste y la represión y para exigir nuevos derechos". «

La historia se construye marchando
Imagen: Adrián Pérez
Las avenidas que desembocan en la Plaza de Mayo alternan puestos de venta de comida con otros de merchandising, en proporción de 8 a 2, según el ojímetro del cronista. Choris, hamburguesas, bondiolas y pirotecnia ahúman el aire. 
Es temprano, las columnas tardarán en llegar. Manifestantes dispersos se adueñan del espacio público: grupos chicos, familias. La edad promedio, calibra el ojímetro (que seguiremos usando pero prometemos no mencionar más) debe ser menor a cuarenta años. Cierto es que la disminuyen pibas y pibes en edad de jardín o de ir en cochecito pero, de todas maneras, una proporción elevadísima de la concurrencia no había nacido cuando se produjo el golpe cívico militar de 1976.
Politólogos sesudos o propagandistas bien retribuidos comentan que la gestión del macrismo combina elementos municipales con nacionales, diz que virtuosamente. Ayer se observó un ejemplo vivo, que contradice dicho relato. La Plaza semi devastada, los pocos metros cuadrados que quedarían para el césped dan la impresión de haber sido bombardeados con napalm o, cuanto menos, regados con sal. Las obras se previeron sin considerar el acto. ¿Mala fe, desidia, falta de empatía del Gobierno de la Ciudad? A quién le importa: la Plaza es de las Madres, las Abuelas y de la multitud… aunque, por obra y gracia del alcalde Horacio Rodríguez Larreta, esté hecha un estropicio.
Faltan cuatro horas para la lectura del documento, ya resuena el ulular: “como a los nazis les va a pasar/adonde vayan los iremos a buscar”.
Una murga, “La Gloriosa de Boedo”, mete bulla cerca de la Catedral. Por la pilcha y los sones da la impresión de regresar del pasado o salir de un film de Leonardo Favio. Pero cantan, bailan y hacen cabriolas. Son parte del presente .Multicolor, plural, policlasista, transversal políticamente, del centro a la izquierda.
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Uno remolonea como peatón, empieza a patear la Avenida de Mayo en sentido contrario a las columnas. 
La Poderosa, el emprendimiento cultural de los villeros, repartió afiches, fotos, algunos juegos interactivos tradicionales: embocar una pelota de fútbol en un hoyo ad-hoc. Se juega gratis, quien emboca gana una revista. Enorme presencia creativa, con cero inversión económica. “Llegamos a las seis de la mañana -explica Nacho, un referente- estamos cansados como si fuera bien tarde pero contentos”.
El Gobierno de la Ciudad levantó las baldosas pintadas de la Plaza. Como en una payada pictórica surge la respuesta: voluntarias y voluntarios pintan con cal sobre la calzada la clásica imagen del pañuelo anudado, Cuadras y cuadras renovadas.
Ya que estamos, se aggiornó el marketing textil, señal de los tiempos que corren y vuelan. Pañuelos blancos en oferta hay desde siempre, ayer le compitieron en noble ley los verdes y las violetas, la impronta del paro de mujeres del 8 M.
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“La Chilinga. Escuelita de percusión” indica el estampado de las remeras rojas, habitués del 24 de marzo. Sus integrantes se valen de una diversidad de instrumentos que superan la flaca sapiencia musical del escriba. Un musicólogo ahí, clama y no halla.
La proporción de género es políticamente correcta, muchas mujeres le dan duro y parejo al parche, haciendo trizas viejos estereotipos sobre el “sexo débil”. Unas sonríen, otras aprietan los labios en fiero ademán. 
Ellas, los tipos de remera roja, la gente que está parada en su derredor corean a viva voz. Primicia para PáginaI12: el hit del verano sigue primero en el ranking cuando despunta el otoño, va en pos de otro disco de oro. Como La Chilinga avanza, las voces se entremezclan, urdiendo algo así como un canon espontáneo y, tememos, involuntario. Es una letra sencilla, una que sabemos todos.
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Las consignas tradicionales le siguen los pasos (literalmente) A la música de temporada. “Treinta mil compañeros detenidos desaparecidos/ “¡Presentes!” Resuenan fuerte porque pasa una combi con Madres de la Plaza. La bandera interminable con las imágenes de compañeras y compañeros transcurre después.
¿Cuántas cuadras, cuánto vibran las ovaciones, cuánta gente hubo? Como siempre, más que siempre, habría que sumar año tras año, en un sinfín. Si hacemos bien (así) la cuenta, la historia se escribe con millones de personas caminando cientos o miles de kilómetros. El recuento total debería abarcar a tantísimas ciudades de la Argentina porque en todas y cada una hubo víctimas, represores, cómplices civiles y argentinos con memoria. 
Ayer se reiteró el rito. Con el WhatsApp cualquiera recibe imágenes de amigos, parientes o compañeros de Argentina. O noticias trasatlánticas, desde París donde los argentos cortaron la calle de la embajada criolla, una exportación (de militancia) no tradicional. La argentinité al palo…  
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“Habría que hacer” una película, delira el cronista embriagado por la alegría colectiva, aunque no califica ni ahí en el séptimo arte. Cinco o diez manifestantes que se dirijan a la Plaza cuyo entorno vaya cambiando año tras año desde la recuperación democrática. Las movilizaciones para “iniciados” hasta 1996, póngale. El estallido de participación desde entonces, hasta llegar a las cuatro generaciones que conviven hoy en día.
Madres y Abuelas haciendo la ronda al principio (esto en blanco y negro), en otro momento, con más años encima, asistiendo al Juicio a las Juntas, luego protestando contra las leyes de impunidad y los indultos. Ya en colores, embarcándose hacia España para declarar ante el juez Baltasar Garzón. El incesante ir y venir: de la Plaza a Tribunales, de Tribunales a la sanción de las leyes.
En su torno, reconstruir cómo se fue enriqueciendo la movilización con columnas sindicales, de organizaciones sociales. Cómo se fueron agregando víctimas del capitalismo salvaje, del gatillo fácil, de discriminaciones surtidas, de machismo. Un calidoscopio de las luchas populares.
La historia del movimiento por los derechos humanos no queda fijada en aquel 24 de marzo, sigue construyendo un fragmento esencial de la democracia y la ampliación de ciudadana.
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Volvamos a la película que nunca he filmado. Racontemos el surgimiento de HIJOS y la innovación: “si no hay justicia, hay escrache”, Porque en la edad dorada de la República campeaba la impunidad, paraíso que fue mancillado por el populismo irresponsable.
El Equipo Argentino de Antropología Forense, otra innovación criolla, condensación científica de la lucha social. El reconocimiento de algunos cuerpos, un estadio distinto para familiares de las víctimas, el ejemplo para el mundo. 
Nietos recuperados, otro prodigio de paciencia y acumulación de saberes.
Todo eso se amasa con civismo y a través del tiempo.
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Mariana Dopazo tiene cuarenta y siete, es psicóloga y docente. Va caminando sola, es “su” primer 24 de marzo. Hasta ayer no se había dispuesto a ir. Fue hija del represor Miguel Etchecolatz, ya no lo es porque así lo decidió, tras profunda introspección. 
Demandó y obtuvo cambio de apellido ante los tribunales civiles, lo fundó en motivos nobles y comprensibles aunque inimaginables para la sociedad civil y (ni hablar) para los jueces veinte o treinta años atrás. 
Pudo elaborar su identidad, ajena y reluctante a los crímenes de su progenitor (así lo nombra). Proceso tremendo, humano hasta la médula, solo posible en el contexto que buena parte de la sociedad construyó.
El colectivo de hijos de represores que repudian el terrorismo de estado se auto nomina “Historias desobedientes”, llegan en columna, por otro lado. 
Mariana va sola, concentrada y sonriente, abraza a quien la reconoce, lleva el apellido de su madre, da testimonio.
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Ayer nomás, para filmar en 4D. Cada reencuentro es celebrado, sea a una semana o a diez años del anterior. Abrazos, risas, lágrimas.
El ómnibus de la Asociación Madres de Plaza de Mayo atraviesa a paso de mujer la avenida 9 de Julio. En la parte superior, “las viejas”, con personas que invitaron. Desde abajo, “el pueblo las abraza” y las retrata. Desde arriba, una Madre ríe a carcajadas y compite: también ella saca fotos. La vida difiere del comercio global: hete ahí un intercambio en el que las dos partes ganan. 
¿En cuántos países del mundo hay tres movilizaciones pacíficas, distintas, bulliciosas, cada una congregando cientos de miles de personas en un lapso de un mes? El cronista supone tener una respuesta a la trivia pero la delega a quien lo está leyendo, en este domingo sin fútbol.     
mwainfeld@pagina12.com.ar
El caos y el orden
Desorden, caos total, multitudes en la calle, van y vienen con el ruido que atruena desde altoparlantes, payasos con un cartel del 24 de marzo, y “el pueblo tiene memoria”, chicas que bailan, un colectivo de mujeres que zarandean sus amplias faldas mientras avanzan al son de una zamba, y dicen “30 mil desaparecidos, presente”, grupos de sicuris y charangos, otro colectivo vestido de rojo que avanza con pasos dramáticos, detrás de un cartel que dice “Madres de víctimas de la trata”, muñecos gigantes, pinturas de pañuelos vacíos, decenas de pañuelos pintados en las calles y una esquina con un juego del sapo con un cartel de “No a las domiciliarias de los genocidas”. El desorden se extiende, se reproduce y multiplica como si estuviera vivo, en columnas de miles y miles, es el caos infinito y el único orden está dentro de las personas, el orden que está en el payaso, en los que pintan y bailan, el orden está dentro de cada uno de los que viene a este lugar, el acto del 24 de marzo en la Plaza de Mayo con las Madres, las Abuelas y los Familiares. En ese caos infinito hay un orden que sale de adentro de cada quien y se puede tocar, tiene cuerpo, miles de cuerpos. Hay un orden interno cuando se rechaza el gatillo fácil y la represión salvaje. Hay un orden interno cuando se reclama la libertad de los presos políticos. Hay un orden cuando de su caos, la muchedumbre comienza a gritar MMLPQTP mientras pasa el ómnibus de las Madres.
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Los carteles se suceden en esa gigantesca, interminable muchedumbre que se encolumna hacia la Plaza, por la avenida de Mayo y por las diagonales, uno detrás de otro, un grupo de la colectividad japonesa lleva un cartel con las fotos de 16 desaparecidos de esa colectividad. Y sigue un gran cartel con los estudiantes desaparecidos de la UES, estudiantes secundarios secuestrados por la dictadura, un cartel que se hace infinito con decenas de caras adolescentes llevado ahora por los que sobrevivieron, ya con el pelo blanco y las marcas del tiempo que pasó. Y aparece otro que trae el sindicato de actores con otra gran cantidad de fotos, son 28 actores desaparecidos. Pudo haber estado también el de los periodistas, con más de cien secuestrados y asesinados por la dictadura. Y en seguida viene un grupo numeroso de chicos y chicas vestidos de scouts. “Scouts con memoria” y reparten un volante con los nombres de 67 scouts o ex scouts desaparecidos durante la dictadura. Solamente el grupo “San Francisco de Asís” tiene 18 desaparecidos
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Hay un cartel rojo que va de vereda a vereda por la Avenida de Mayo, que dice “Chacarera para la liberación”. Y debajo marcha un grupo que aporrea unos bombos legüeros. Por Diagonal Norte avanzaba otro grupo, entre los que iba un nenito con un bombito, con un cartel que los identificaba como “Latido de la tierra, ensamble legüero” y avanzan y hacen ruido con los bombos criollos que parecen haberse puesto de moda. Hay una señal de identidad en esos bombistos, en el enjambre de sicurís y charangos que canta un carnavalito que dice “Baila, baila el Ticu el continente, hoy” y en las mujeres que bailan zamba.
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Las parejitas de pibes y pibas o como sea que se quieran, se entremezclan en esa multitud. Muchas de las pibas llevan un distintivo. A veces lo llevan enroscado en la muñeca como pulsera, a veces atado a sus mochilas y a veces como pañuelo al cuello. Son pibas jovencitas, el uso del pañuelo se ha extendido, parece ser la contraseña de la época, lo llevan las chicas que van solas, con sus parejas o encolumnadas con algunas de las organizaciones. La mayoría de ellas lo lleva, no importa la agrupación o el partido. Es el pañuelo verde por el aborto legal, seguro y gratuito.
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Hubo numerosas columnas nutridas de agrupaciones políticas, como las del Movimiento Evita y Nuevo Encuentro, o el Partido Solidario y movimientos sociales, pero la de La Cámpora fue la más numerosa. La columna, acompañada por otras fuerzas de Unidad Ciudadana, salió de la ex ESMA y caminó hasta Avenida de Mayo y 9 de Julio donde se habían atorado las otras columnas. Pudo avanzar apenas media cuadra cuando se empezaron a desconcentrar porque ya había terminado el acto. Fue una columna impresionante, cerca de 30 cuadras cuando salieron de la ex ESMA y volvieron a atravesar la ciudad como hicieron el año pasado. A pesar de la durísima campaña de difamación en la que fue acusada de burocrática por algunos y de grupo de choque por otros, la agrupación mostró que no le hizo mella y mantiene su nivel de organización y convocatoria. En esa marchó Carlos Zannini. Apenas liberado, en vez de tomarse un merecido descanso en su casa, el ex secretario legal y técnico de la Presidencia se sumó a la marcha. “El 24 de marzo de 1977 y 1978 estaba preso –recordó–. Si no me soltaban, éste hubiera sido el tercer 24 de marzo en prisión, como en la dictadura”.
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En todos los actos del 24 de marzo hubo presencia sindical. La mayoría de los desaparecidos tenía participación gremial.  Pero esta vez se multiplicó. La CTA, Ctera y ATE aportaron columnas importantes, en la marcha de ayer se notó la participación de columnas de aceiteros, bancarios, ladrilleros, telefónicos, metalúrgicos, señaleros, judiciales  y sobre todo, de los canillitas, que llevaron un contingente numeroso. La participación de los gremios en los actos del 24 de marzo es cada vez más importante.
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Las columnas no cesaban de llegar y entrar a la Plaza se hizo imposible mucho antes de que subieran al escenario los representantes de los organismos de derechos humanos. La masa humana se amontonaba por las diagonales y la avenida. Fue imposible conseguir un mínimo espacio para llevar la inmensa bandera con las fotos de los desaparecidos. Es la bandera que siempre encabeza esta marcha. Los que quedaron más cerca del escenario fueron muy presionados desde atrás. Hubo once puestos de sanidad instalados por la Defensoría del Pueblo de la CABA. Solamente el que estaba detrás del palco atendió más de diez casos de sofocos y descomposturas.
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El cantito sobre el “Continente que baila Ticu”, sigue con una letra sobre la liberación y la unión de los pueblos. Es un tema que estaba presente. Había delegados chilenos en el escenario, e incluso el diputado español de Podemos Pablo Iglesias. Pero en muchos carteles que convocaban a la marcha se repetía la imagen de Marielle Franco, la concejal carioca asesinada por un grupo parapolicial, al viejo estilo de la Triple A argentina.
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Entre las consignas que convocaron a este acto del 24 de marzo figuraba “por un 24 sin doctrina Chocobar”. Fue la que eligieron los trolls twitteros del gobierno. No se anduvieron por las ramas. n o hubo dispersión en la crítica. Que la inmensa mayoría de los tuits contra el acto se hayan centrado en ese punto no puede ser casualidad. Uno dice, por ejemplo: “Quienes bailaron sobre los muertos por los saqueos, quienes ordenaron la feroz represión donde murió el Docente Fuentealba y los que nombraron al ASESINO Y GENOCIDA de Milani, hoy te piden un 24 de marzo sin doctrina Chocobar”. TRabajan sobre las diferencias entre los manifestantes. Como ese hubo decenas en las redes.  
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Choripaneros y artistas de la bondiola con audacias de huevos estrellados con cebollas y morrones saltados. El humo de estos chef del pueblo es parte del cotillón. La gente rinde pleitesía a estos maestros del chorizo al paso. Y también están los puestos de camisetas. La gente tiene camisetas para ir a los actos. Esa es una nueva tendencia. Son temáticas, según la protesta, ya sea de los docentes, de la CGT o la CTA, de los derechos humanos o del kirchnerismo. Hay con todas los dibujos y colores ad-hoc. Hay muchas que dicen “Fueron 30 mil”. Hay otras de chiquitos abrazando a las Madres. En las más kirchneristas hay muchas con distintas tomas de Cristina y Néstor Kirchner o que dicen “No fue magia” o “Yegua, puta y montonera”. Pero la novedad, las que ayer tuvieron más salida, las reinas del merchandising, fueron unas camisetas negras con letras blancas. Las letras están en dos renglones. En el superior hay dos MM bien grandes. Y en el inferior, con letras más chicas: LPQTP. O sea, el cantito de las canchas llegó a las camisetas. El Presidente que felicitó a Chocobar ya tiene su coro canchero multitudinario y una exitosa camiseta para los actos.


Son 30.000 y fue un genocidio, cárcel común y efectiva para los genocidas
La CTA-A marchó a 42 años del golpe militar para volver a exigir juicio y castigo a los culpables
Sábado 24 de marzo de 2018, por Inés Hayes, Melissa Zenobi *
La CTA Autónoma marchó en todas las plazas del país para volver a exigir juicio y castigo a los culpables, así como también cárcel común y efectiva para los genocidas, que se derogue la Ley Antiterrorista y se deje de perseguir a los militantes sociales y políticos. Se volvió a exigir que no se apruebe la reforma laboral, que se reincorporen a todos los trabajadores y trabajadoras despedidas y que cesen los despidos.

Encabezando la columna de la Central, en medio de la multitudinaria marcha, Ricardo Peidro, Secretario General Adjunto de la Central dijo a ACTA detalló los reclamos que se llevan hoy a Plaza de Mayo: “Ante los intentos que hace este Gobierno cada día para que los genocidas salgan de la cárcel, disfrazando la impunidad de arresto domiciliario, reafirmamos la exigencia de cárcel común y efectiva. Pero además, en estos tiempos es fundamental reiterar el cese de la represión, porque el plan de ajuste va asociado a represiones que a veces lleva a la muerte a algunos compañeros y compañeras. Estas luchas las va desbaratando el pueblo día a día”.
“Por eso vemos que estas cosas, por un lado nos generan alertas, pero por otro lado nos llenamos de orgullo de cómo el pueblo se organiza para frenarlo, y lo consigue:; revertimos el 2x1, Etchecolatz volvió a la cárcel. La lucha por la Memoria, la Verdad y la Justicia está en un lugar muy importante del alma de nuestro pueblo, y con ello no van a poder pasar”, añadió.
Luego, Hugo “Cachorro” Godoy, Secretario General de ATE, dijo a ACTA: “Hoy estamos acá porque nuestro pueblo tiene dignidad, porque nuestro pueblo tiene memoria, porque las nuevas generaciones han agarrado en sus manos la antorcha de la Memoria, la Verdad y la Justicia. Macri representa hoy a los genocidas que hicieron el golpe en el ´76, por eso intentan reinstalar una patria para pocos. Pero los argentinos y los jóvenes no van a permitirlo y seguirán luchando en la construcción de un país para todos y una patria grande latinoamericana”.

Godoy agregó: “El Plan Cóndor ya lo instaló en su tiempo, lo quieren reinstalar ahora desde supuestos gobiernos democráticos, como está haciendo Temer en Brasil. Este 24 de marzo, acá en Argentina, que se repite año a año, que se multiplica, porque el 70% de los que están acá no vivieron en el 76, pero son portadores de una memoria y una perspectiva de un mundo mejor que vamos a construir”.
Oscar “Colo” De Isasi, Secretario General de CTA Buenos Aires, insistió con que: “Hoy acá se reafirman consignas: la lucha por la verdad, la memoria y la justicia, el juicio y castigo a los culpables, cárcel común a los genocidas. Pero a la vez estamos exigiendo que no se restaure la revolución conservadora que hoy intenta llevar adelante el gobierno de Macri y que tiene un solo dato democrático: que surgió por el voto popular, y esas son reflexiones que debemos hacer desde el campo popular, para que no vuelvan a ganar. Digo reafirmar porque intentan poner en duda las consignas que habíamos ganado en años de lucha y no lo vamos a permitir”.
Por su parte, Emiliano Hueravilo, Secretario de DDHH de la regional La Plata, Berisso y Ensenada, afirmó: “Nuevamente el pueblo argentino se moviliza. Ayer fue en la Ciudad de La Plata, hoy en Buenos Aires, volvemos a decir Nunca Más y que todos los genocidas deben estar en una cárcel común. Miles y miles de compañeros y compañeras vienen desde muy lejos a marchar a Plaza de Mayo para decir: no vamos a olvidarnos, son 30 mil y fue un genocidio. Hace 42 años que el pueblo argentino se moviliza, pide justicia”, dijo al tiempo que reivindicó que cada año las movilizaciones son cada vez más multitudinarias.
Margarita Noia, secretaria de Derechos Humanos de CTA Capital e hija de la Madre de Plaza de Mayo Pepa Noia, agregó: “hablaron de una lista para que tuvieran prisión domiciliria presos sociales, pero era una lista muy grande en la que había genocidas, torturadores y violadores. Entonces, hay que hacer como con Etchecolatz, que con movilización se logró que volviera a la cárcel. Y bueno, hoy volvemos a decir ‘No a la prisión domiciliria’, reafirmamos que son 30 mil compañeros desaparecidos, ‘basta a las políticas de hambre’, y que queremos presupuesto para Educación y para salud, porque son los derechos que tenemos todos los ciudadanos”.
En Buenos Aires, la movilización desbordó la Plaza de Mayo y las calles y cuadras aledañas con un claro mensaje al Gobierno: son 30 mil y fue un genocidio, cárcel común y efectiva para los genocidas, salud, educación, vivienda y trabajo para todos y todas.
* Equipo de Comunicación de la CTA Autónoma


Ni olvido, ni perdón, cárcel común y efectiva para los genocidas
Norita Cortiñas: “Estamos en la resistencia, no vamos a bajar los brazos”
Viernes 23 de marzo de 2018, por Inés Hayes, Melissa Zenobi *
En la tarde de este jueves, las Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora hicieron una nueva ronda, pero no fue una más: le festejaron los 88 años a Norita Cortiñas quien afirmó entre los aplausos: “Estamos en la resistencia, no vamos a bajar los brazos”. Ricardo Peidro, Secretario General Adjunto de la CTA Autónoma estuvo presente para abrazarla. Este sábado 24 de marzo, como todos los años, la CTA-A estará presente en todas las plazas del país para volver a exigir juicio y castigo a los culpables y cárcel común y efectiva para los genocidas. En Buenos Aires, la convocatoria es a las 15.00 en Avenida de Mayo y Salta.
Luego de la tradicional ronda, que ya lleva 41 años, Norita Cortiñas tomó el micrófono y rodeada de militantes de derechos humanos y de organizaciones sociales dijo: “Por lo pronto estamos en la resistencia, no estamos bajando los brazos ningún día. El Gobierno este todos los días larga algo para provocarnos, pero este pueblo no se deja provocar, este pueblo va a actuar como tiene que actuar, ellos nos incitan a la violencia, pero nosotros respondemos con marchas y repudios. Los vamos a hacer volver atrás de muchas cosas que están haciendo. Este gobierno quiere que seamos analfabetos hostigando a la educación y a los maestros y maestras”.
Norita volvió a hablar de todos los trabajadores y trabajadoras que se encuentran luchando por mantener sus puestos de trabajo: “Yo les conté que el INTI controla hasta las mamaderas que toman los bebés para que no se intoxiquen con ese material. El Hospital Posadas sigue en la lucha todos los días. El SENASA está en la misma situación, a lo mejor es una táctica nueva que nos quieren envenenar”.
Y volvió a denunciar la política criminal de este Gobierno: “La libertad a los genocidas es el colmo y es la embestida más grande que tenemos. Después de luchar años, años y años y mostrar al mundo que este país no quiere impunidad, ellos largan esto, es una provocación a la violencia pero que les vamos a responder así. Por eso este sábado no importa si hay una, dos o cinco marchas, cada uno vaya a donde esté cómodo: tenemos que estar en contra del fascismo”.
En relación al discurso oficial agregó: “Vamos a resistir toda la vida para decirle no a la teoría de los dos demonios: acá hubo una dictadura cívico- militar, con un plan económico de ajuste y destrucción de la economía nacional. Hoy hay chicos baleados por la policía, lo de Santiago Maldonado fue una desaparición forzada seguida de muerte, Nahuel fue fusilado por la espalda. Que el 24 cada uno y cada una venga con el cártel que quiera diciendo lo que siente”.
Ricardo Peidro, Secretario General Adjunto de la CTA Autónoma, acompañó la ronda y dijo a ACTA: “Nora cumple 88 años y sentimos que es un poco nuestro cumpleaños también. Hemos pasado gran parte de nuestras vidas al lado de ella, que siempre nos da impulso”.
Peidro reconoció y valoró el compromiso de Norita en todas las luchas: “Nora nos apoya a nosotros y nosotras en todas las batallas que da nuestro pueblo y la clase trabajadora. Sin especulaciones, con autonomía, ella siempre está ahí. Quizás por eso a veces hay declaraciones de Norita que molestan, porque no hay manera de decirle que no diga determinada cosa: ella lo va a decir igual, y es ese compromiso el que nos impulsa a todos y a todas”.
Finalmente, Peidro ratificó la convocatoria de la CTA Autónoma a participar, como todos los años, en la marcha del 24 de marzo: “Este sábado vamos a estar donde nos convoque Norita”, dijo y recordó una imagen que circula en redes sociales con su foto y una inscripción: “Si ante un hecho de la realidad no sabes a dónde ir, fijate dónde está Norita y seguila, eso es lo que vamos a hacer”, dijo Peidro.
También estuvo presente Margarita Noia, Secretaria de Derechos Humanos de la CTA Capital e hija de la histórica Madre de Plaza de Mayo Pepa Noia, que nos dejó en 2015 a los 94 años, quien aprovechó a convocar a la marcha del 24: “Participar de la marcha el sábado es muy importante porque este Gobierno está llevando adelante políticas con las que están tratando de hacernos retroceder en muchos logros que hemos obtenido. Intentaron imponer el 2×1, pero gracias a la movilización se logró que no pudieran llevarlo adelante. Y ahora, hablaron de una lista para que tuvieran prisión domiciliaria presos sociales, pero era una lista muy grande en la que había genocidas, torturadores y violadores”.
“Entonces, hay que hacer como con Etchecolatz, que con movilización se logró que volviera a la cárcel. Y bueno, el 24 de marzo hay que decirle ‘No a la prisión domiciliaria’, reafirmar que son 30 mil compañeros desaparecidos, ‘basta a las políticas de hambre’, y que queremos presupuesto para Educación y para salud, porque son los derechos que tenemos todos los ciudadanos”, afirmó Margarita.
Además se le rindió un homenaje a Alina Sánchez, joven internacionalista argentina muerta en combate en Kurdistan.
* Equipo de Comunicación de la CTA Autónoma


Ni olvido, ni perdón, cárcel común y efectiva para los genocidas
La primera Marcha de la nieta 126
Sábado 24 de marzo de 2018, por Redacción *
Entrevista a Adriana, la hija de desaparecidos que recuperó su verdadera identidad y se reencontró con su familia biológica en diciembre. Su nueva vida, la relación con su abuela, su mirada sobre la lucha de sus padres y sobre la política de Memoria, Verdad y Justicia que la trajo de vuelta.
Adriana es nieta de Blanca Díaz de Garnier y hace cuatro meses es el caso 126* resuelto por Abuelas de Plaza de Mayo. Vive en la Ciudad de Buenos Aires. Hace poco tiempo se acercó al área de Presentación Espontánea del organismo luego de que alguien de su entorno le confesara que no era hija biológica de quienes la habían criado. Hasta entonces, ella no tenía dudas sobre su identidad. Finalmente el 4 de diciembre le confirmaron que es hija de Violeta Ortolani y Edgardo Garnier, militantes montoneros desaparecidos entre 1976 y 1977.
Canal Abierto conversó con ella para conocer sus opiniones y sensaciones de cara a la marcha de mañana, por los 42 años del golpe cívico militar que dio inició al terrorismo de Estado que fracasó al pretender alejarla de su familia y borrarle su verdadera identidad para siempre.
-¿Cómo recibís este año el 24 de Marzo?
- Es el primer año de mi nueva vida, así que me pega de manera especial, con tristeza pero con mucha emoción, porque voy a estar compartiéndolo con mis hermanos de la vida, los otros nietos. Así que si bien la fecha es dolorosa también siento mucha contención, de mis amigos, de mi familia y de esta nueva familia de nietos.
-¿Participabas de las marchas del Día de la Memoria?
- No, pero siempre he seguido el tema derechos humanos, el trabajo de las Abuelas, de concientización y de búsqueda, y siempre acompañé desde la opinión y la ideología. Siempre estuve de acuerdo con la lucha, las admiraba antes, las admiro muchísimo ahora. Por suerte la vida no me sorprendió teniendo que cambiar de pensamiento o de posición ideológica, siempre estuve en el mismo lado, apoyando la militancia por los derechos humanos, y seguramente por eso lo tomé tan naturalmente, a pesar de lo fuerte que es saber que sos hijo de desaparecidos.
-Apelando a esa conciencia y sensibilidad, y a pesar de la emoción personal, ¿cómo estás analizando el contexto en materia de derechos humanos en nuestro país?
- Este gobierno pone energía y atención en otros factores, y me da pena, porque por más que sea un gobierno de derecha hay ciertas cosas que se tendrían que rescatar. Hay un retroceso en ese aspecto. Los derechos humanos en nuestro país trascienden a nivel mundial, me han llamado de muchísimos países para hacer entrevistas y están interesados en el tema. Me parece lamentable…
-¿El secretario de Derechos Humanos o alguien del Gobierno Nacional se comunicó con vos cuando se difundió tu caso?
- No. Yo casi no uso redes sociales, pero por compañeros me enteré de que el único que me felicitó fue el jefe de Gabinete, Marcos Peña, que puso en su Twitter “Bienvenida Nieta 126”. Como yo no uso Twitter no le pude contestar, pero ese fue el contacto más directo que tuve con el Gobierno.
-¿Este sábado vas a marchar?
- Voy a marchar, va a ser mi primera marcha, con los nietos y con dos primas, una por parte de mamá y otra por parte de papá, que van a acompañarme.
-¿Cómo está la abuela?
- Yo estoy enamorada de mi abuela, es un personaje bellísimo, la verdad es que no me imaginaba que iba a ser así. Esta abuela tiene una fuerza, me hace reír, lee poesía y escribe poesía, es una mina súper vital, moderna, tiene 87 pero es una ídola, la tengo como un ejemplo en muchísimas cosas, porque lo que le ha pasado ella lo vive con muchísima entereza, mucha fuerza.
Ella vive en Entre Ríos, pero cada dos o tres días hablamos por teléfono, nos hemos quedado tres horas hablando por teléfono y, si bien somos distintas en muchas cosas, yo me siento identificada. Me muero de amor… sus consejos, es una nueva vida para mí.
-Debe estar muy movilizada también…
- Ni hablar, si bien es una alegría fantástica, ella perdió un hijo, yo no se lo puedo devolver, soy un pedacito de él, pero no soy él. Aunque yo siento que la conozco de toda la vida, hubo 40 años en los que no tuvimos contacto, y desde el dolor que ha padecido y el miedo a sufrir, nos estamos conociendo. Aparte yo tengo rasgos bastante parecidos a los de mi papá, y seguro se removieron cosas que estaban tapadas, pero lo lleva mejor que yo, y eso que a ella le tocó la peor parte.
-¿Con la familia de tu mamá tenés buen vínculo?
- Sí, también, son divinos todos. Son de Moreno y Bolívar (provincia de Buenos Aires). Tengo muchas tías y muchos primos. Son mi sangre, la familia con la que hubiera crecido, son mi familia y me hacen sentir eso. Mi familia de crianza esta distante, y con mi familia verdadera es como si nos conociéramos de toda la vida y están felices y re contentos, y yo me siento en familia. Es como algo que me faltaba, que no sabía lo que era pero ahora lo estoy sintiendo con esta familia.
-En el contexto de las domiciliarias y los retrocesos que antes mencionabas, ¿cuál es el mensaje que te parece debería dejar la movilización de este sábado?
- Lo que le diría al Gobierno y a la Justicia es que se pongan en la piel de una persona que ha pasado por esto, no se puede tratar a estos casos como los de presos comunes, debe ser un ejemplo a nivel internacional, estos son delitos gravísimos. Como abogada digo que es una excusa la superpoblación de las cárceles. Yo he sido defensora oficial y teníamos tipos de 75 años con diabetes, que le faltaba la pierna, y no le daban el arresto domiciliario. Si van a dar domiciliarias que primero evalúen a otro tipo de presos, que están llenas las cárceles. Y si están enfermos que vayan a los hospitales que existen adentro de las cárceles. Es un mensaje necesario para evitar que vuelva a suceder algo así.

Los padres

Violeta Graciela Ortolani nació en la Ciudad de Buenos Aires el 11 de octubre de 1953. A los tres años, su mamá murió y la crió una tía, en Bolívar. Le gustaba mucho la matemática y le apasionaba la investigación espacial. También le gustaba el fútbol. Era católica practicante. Se fue a estudiar Ingeniería Química a La Plata y obtuvo una beca. También trabajaba como mucama en el Hospital de Niños. Comenzó su militancia política en la facultad, donde conoció a Edgardo.
Edgardo Roberto Garnier nació el 7 de agosto de 1955 en Concepción del Uruguay, Entre Ríos. Leía historietas y prefería las materias humanísticas. Era hincha de Independiente. Se mudó a la ciudad de La Plata para estudiar Ingeniería Electromecánica.
La pareja militó en la FAEP, Edgardo también militó en la JP y Violeta en la JUP. Luego, ambos formaron parte de Montoneros. Sus compañeros la llamaban “La Viole” y, a él, “La Vieja Bordolino” o “El Viejo”.
Durante sus estudios y militancia, Edgardo y Violeta vivieron en Ensenada en la misma casa que otros compañeros estudiantes de ingeniería.
Violeta y Edgardo se casaron el 7 de agosto de 1976 en una sencilla ceremonia religiosa realizada en Bolívar. Ella estaba embarazada de tres meses. La pareja pensaba llamar a su bebé Vanesa, si era nena; Marcos o Enrique, si era varón.
Violeta fue secuestrada el 14 de diciembre de 1976 en el Barrio La Granja de La Plata, con un embarazo de ocho meses. Desde entonces, Edgardo buscó por cielo y tierra a su mujer y luego regresó a su pueblo en Entre Ríos. Cerca de la fecha probable de parto, emprendió nuevamente la búsqueda. Se despidió diciendo que iba a buscar a su hijo y, al poco tiempo, el 8 de febrero de 1977, en La Plata, él también fue secuestrado.
Desde entonces, su familia continuó la búsqueda y fue una de las primeras en hacer la denuncia en Abuelas de Plaza de Mayo. Pero nunca se obtuvo ningún dato fehaciente y concreto sobre la pareja ni sobre la niña o niño que debió nacer en cautiverio. Hasta diciembre de 2017.
La partida de nacimiento de Adriana falsa está firmada por la médica Juana Franicevich, quien ya había fraguado las partidas de nacimiento de tres nietos que fueron restituidos recientemente.
Desde el área de Presentación Espontánea fue atendida y luego derivada a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI) para completar la información documental y, después, realizar el análisis en el Banco Nacional de Datos Genéticos.
*Abuelas de Plaza de Mayo restituyó la identidad de la nieta 127 pocos días después de difundir la recuperación de la identidad de Adriana. Se trata de la hija de los desaparecidos María del Carmen Moyano y Carlos Simón Poblete, de quien no se difundió el nombre ni sus datos personales.
Fuente: www.canalabierto.com.ar

Huellas rebeldes
En la columna de Ni Una Menos, un niño lleva la imagen de su abuela. En la pancarta, la leyenda “Hijas y nietas de sus rebeldías”.
PÀGINA 12 - 25 de marzo de 2018

En la columna de Ni Una Menos, un niño lleva la imagen de su abuela. En la pancarta, la leyenda “Hijas y nietas de sus rebeldías”. 
Nunca el 24 de marzo empieza cuando lo marca el calendario; nunca desde hace 42 años la fecha corre al mismo ritmo. De la primera vez recuerdo la voz marcial de los comunicados, la sensación de que hablasen de mí, o de mi familia. De mi mamá y sus compañeras, al menos, que eran mi familia. Del segundo no me acuerdo, ni después, hasta que volvió la democracia y, entonces hubo un primero de demanda, de duelo colectivo, de no estar tan sola aunque no haya estado, lo haya leído a hurtadillas en los márgenes de las noticias de los diarios.
Pasó mucho tiempo antes de que encontrara mi lugar en la plaza, un sitio cómodo como para sacarme de encima eso que dijo mi hermano Andrés cuando declaró el jueves pasado en el juicio de lesa humanidad que tiene entre acusados a Miguel Etchecolatz y a nuestra mamá entre sus víctimas: me averguenzo de mi silencio de tantos años. Aunque no hay nada por qué avergonzarse, aunque la vergüenza es de los asesinos, yo tambien la sentí. Porque cómo no sentirla cuando era tanto lo que sabía y tan poco lo que podía decir públicamente. Puedo perdonarne, era apenas adolescente, estaba aislada. Otras lo hacían por mí y era inalcanzable la valentía de la Madres, ellas también me hacían sentir pequeña, que no había hecho lo suficiente.
Dejé de mirar de costado, habité la Plaza recién en 1996, se cumplían 20 años del golpe de Estado y a la hora exacta del aniversario, que también era exacto, y porque ese año era indispensable hacer el recorrido completo. Nos habíamos reunido hacía pocos meses en H.I.J.O.S., nos habíamos reconocido todos y todas en esa impotencia de haber crecido aislados en dolores que creíamos individuales, estábamos descubriendo la potencia de hacer del duelo colectivo fuerza y creatividad común para re inventar en nuestros términos, en nuestros cuerpos, inscribiéndonos en la genealogía rebelde de nuestros padres y madres, y en la de las Madres para poner una voz propia. A la hora exacta del golpe, a la madrugada, sabiendo que era arriesgado convocar a una marcha a las tres de la mañana, ahí estuvimos y éramos miles caminando con antorchas desde la Plaza de Mayo hasta Tribunales para entregar un Habeas Corpus por cada uno y cada una de nuestros desaparecidos. Tenía sentido la pregunta, porque para nosotras y nosotros, no estaban muertos, aunque lo supiéramos. Estaban desaparecidos, desaparecidas. Y todavía fantaseábamos con que podían volver, con que la tortura les hubiera hecho perder la cabeza, que podían ser esa figura perdida en el fondo de un colectivo. Entonces que nos dijeran donde estaban, que el Estado se hiciera cargo. Terminamos abrazadxs después de esa acción que parecía simbólica pero era bien concreta. Estábamos preguntando dónde, dónde están.
Al día siguiente marchamos con todos y con todas. Mientras avanzábamos con nuestra bandera nos aplaudían. Si nosotrxs sentíamos que estábamos diseñando nuestra plaza, había quienes sentían qué tal ve, en algún momento iban a poder descansar porque la Memoria, la Verdad y la Justicia eran bandera de otra generación.
Hicimos una red nacional, una red internacional, nos enojamos tanto frente a la impunidad que diseñamos una manera de hacer justicia en el mismo tiempo en que vivíamos al mismo tienpo en que recuperábamos la forma en que nuestros padres y madres habían querido inventar para que la Justicia no sea sólo una institución, para que el cuidado colectivo de nuestras infancias fuera una forma de aprender la empatía con los otros, la urgencia de cambiar el mundo por encima de la protección de los mundos particulares. 
Esa experiencia no se borra, esta escrita ya en la historia colectiva, en las huellas de la Plaza y la Avenida de Mayo.
Éramos hijos e hijas de nuestros padres y madres pero sobre todo de la rebeldía.
Lo terminé de entender en estos últimos, al menos, casi tres años. Cuando la rebeldía colectiva ya no se ajusta a otras huellas, cuando es o fue capaz de interpelar también a esas formas, esos modos, esos silencios y opresiones que no se nombraban porque no era el tiempo, porque el genicidio fue tan cruel que cómo ponerse a mirar en el modo en que se trataba a las mujeres, en la violencia sexual en los campos de concentración de la dictadura ejercida sobre todo contra las mujeres y los homosexuales, si todos habían sido victimas del mismo Terrorismo de Estado. Ahora no hay nada que no pueda ser nombrado, ahora que en el escenario del 24 de marzo se puede exigir por el derecho al aborto y la multitud que se siente interpelada en primera persona, en su experiencia sensible, en su historia de vida, la multitud grita y viva porque sabe, porque construimos como pueblo un sentido de los Derechos Humanos y un sentido de las luchas de los 70 que entendemos por la libertad, por el reconocimiento y la empatía de los otros y las otras, contra toda crueldad.
Este 24 de marzo, este día de ciudad tomada entre la mañana y el anochecer, volvimos a inventar un lugar para abrirnos paso hasta la Plaza de Mayo. Lo inventamos porque lo hicimos feminista y disidente, porque no podemos pensar que la bandera de Ni Una Menos como tampoco los pañuelos por el derecho al aborto podía estar afuera del 24 porque a la vez que abrirnos los Derechos Humanos y la memoria de las victimas del Terrorismo de Estado, la persistencia en la búsqueda de Justicia por el genicidio nos modifica, nos modela también en los deseos disidentes que son protesta. Fuimos cuerpos y experiencias desobedientes que conspiramos para hacer una misma columna y a nuestro paso sentimos la alegría de tantos y tantas por sentir y saber que las reescribirás de la memoria no se cansan ni se acaban.
Contar la marcha entera hace mucho que me resulta imposible. Entre otras cosas por la incredulidad que genera que haya todavía dos giras distintas de convocatoria y dos documentos y cada una se pretenda la legítima. Si podemos hacer movilizaciones feministas multitudinarias y transversales, si llenamos las calles sin disputas cuando dijimos NO al 2x1 y que la casa de los genocidas es la carcel, por qué esa necedad de seguir diciendo lo que de todas manera está unido porque la mayoría no quiere decidir entre una y otra convocatoria si no poner el cuerpo en la plaza dispuesto a re escribir la historia contra toda crueldad. Por eso elijo volver sobre las sonrisas de quienes veían pasar la columna feminista y disidente, los gritos que festejaron el derecho al aborto, la certeza de que no hay nada quieto en la lucha por los Derechos Humanos porque los cuerpos en la calle son capaces de reinventarlos cada vez para otra vez convertir el lugar del Terror que nos dejaron y con el que ahora nos amenazan en la fuente de nuestras rebeldías. Esa que es capaz de hacer de la calle y de la Plaza el lugar donde queremos estar.
Hijos e hijas de represores marcharon a Plaza de Mayo por el 24 de marzo
Con la verdad antes que todo

Por primera vez como agrupación, familiares de los genocidas asistieron a la conmemoración por el golpe de Estado del que sus parientes fueron protagonistas.
“Historias desobedientes”, una de las organizaciones que marchó ayer.
“Historias desobedientes”, una de las organizaciones que marchó ayer. 
Imagen: Joaquín Salguero
Estaban agrupados en la esquina de Avenida de Mayo y Tacuarí, con una bandera que decía: “Historias desobedientes. 30 mil motivos”. Hasta allí prácticamente sin diferencias con el resto de las consignas, pero el dato especial estaba debajo del mensaje, en el lugar de la firma: “Hijas, hijos, familiares de genocidas por la memoria, la verdad y la Justicia”. Analía Kalinec es hija de Eduardo Kalinec, un policía condenado a perpetua por crímenes de lesa humanidad. El quiebre familiar comenzó en el año 2005, cuando su padre fue detenido. Al principio le dijeron que era “algo armado”, que no tenía ninguna ningún fundamento, una denuncia falsa. 
Analía nació en 1979, de manera que poco sabía, por su edad, de las actividades de su padre durante la dictadura militar. El comisario fue acusado por 181 casos de privación ilegal de la libertad ocurridas cuando él se desempeñaba en los centros clandestinos de detención conocidos como Club Atlético, El Banco y El Olimpo. La conmoción se produjo cuando ella leyó la causa en la que estaba imputado su padre y tomó conocimiento de las violaciones a los derechos humanos que ocurrieron en esos lugares. 
“La ruptura familiar, que se mantiene, fue muy dura, pero por suerte nos estamos juntando desde hace muchos años y nos fuimos acompañando, sobre todo después del rechazo al dos por uno, cuando empezamos a salir a la calle y a tratar de hacernos fuertes, de manera que hoy estamos más aliviados”. En diálogo con PáginaI12 dijo que en el grupo de hijas, hijos y familiares de genocidas “hay historias diferentes, en mi caso la relación está rota y hay un gran enojo hacia mi persona”. 
Analía participó ya de varias marchas para repudiar el golpe militar de 1976, pero la de ayer fue “una situación especial, porque es la primera vez que vinimos en grupo y con nuestra identificación como hijos biológicos de represores, por eso es muy fuerte para nosotros, pero también es algo bueno, que nos sirve para seguir avanzando”. Sostuvo que los hijos de represores que están en contacto y por el mismo objetivo “somos un montón, estamos conectados por las redes sociales, hay otra agrupación que también se está armando, hay compañeros que necesitan tiempo para empezar a participar, otros que están participando pero no públicamente, nos estamos organizando cada vez mejor para salir juntos a decir que nosotros también repudiamos los crímenes de lesa humanidad y queremos visibilizar esa postura”. Analía y sus compañeros y compañeras se mostraron “muy conformes” por el recibimiento que recibieron de las agrupaciones de año a año vienen denunciando el genocidio en la Argentina. En la marcha estuvo presente Mariana Dopazo, hija del comisario Miguel Osvaldo Etchecolatz. 
La rebelión de los hijos de represores comenzó en 2005, con la nota publicada en agosto de ese año por PáginaI12, contando la historia de Ana Rita Vagliati, hija del genocida Valentín Milton Pretti, estrecho colaborador del ex jefe de la Policía Bonaerense Ramón Camps. “Mi mamá estuvo internada en un psiquiátrico y mi temor siempre fue volverme loca como ella. Hoy pienso que no tiene nada de malo parecerme a ella, porque adoro un montón de cosas de mi mamá loca, porque fue capaz de hacer cualquier cosa para salvarnos a mí y a mis tres hermanos” de los manejos de su padre represor. En homenaje a su madre, luego de un largo camino, como el que tuvieron que recorrer todos los hijos “desobedientes”, Rita logró sacarse de encima el apellido paterno y usar el de su madre.

URUGUAY

"Es la tecnología, estúpido". Así titula William Easterly(1) el capítulo que explica el sorpresivo resultado del modelo de crecimiento económico de Robert Solow, luego de que inesperadamente la conclusión del modelo del premio Nobel de economía es que es el cambio tecnológico, y no la inversión productiva, la clave del mejoramiento del nivel de vida en el largo plazo.
Teniendo en mente ese resultado sorpresa, cuando nos preguntamos si la celulosa tiene futuro en Uruguay la respuesta depende del horizonte de tiempo que consideremos. Si ese futuro es el mediano plazo la respuesta es que sí, que la celulosa tiene futuro en nuestro país, pero si el horizonte es de largo plazo la contestación es que no. Y la diferencia está en qué papel juega el cambio tecnológico en el largo plazo.
Un punto importante para empezar es apelar al pensamiento estratégico. Porque, se haga o no se haga la segunda inversión de UPM en Uruguay, el país ya posee un sector celulósico de gran importancia, así que más vale ponerse a pensar qué nos depara el futuro de este sector y cómo podemos, como colectivo de uruguayos, hacer que este sea un generador de bienestar.

El presente del sector

Antes de proyectarnos en el futuro, hablemos del presente del sector en Uruguay. Este está organizado como una cadena global de valor (CGV). En la fase primaria de la cadena, según datos de la Dirección General Forestal, se tienen catalogadas 4,3 millones de hectáreas (há) como suelo de prioridad forestal, de las cuales, según el Anuario de OPYPA-2016, hay plantadas 1,15 millones de há, lo que deja disponibles 3,15 millones que pueden ser plantadas o no.(2)
Según el Instituto Nacional de Estadística (INE) hay 11.255 ocupados en la fase primaria forestal, de los cuales 65% son asalariados, 5% patrones y 29% trabajadores por cuenta propia. Estos últimos son una categoría asimilable a productores dueños o no de su tierra sin trabajadores a cargo. Presentan ciertas vulnerabilidades en comparación con otras categorías, como una mayor proporción de no registro en la seguridad social, ingresos similares o incluso inferiores a los percibidos por los asalariados y una menor institucionalidad de respaldo. (3)
De las hectáreas de bosque plantadas, 23% son propiedad de las dos empresas de celulosa (a Montes del Plata[4] le corresponden 106.000 há[5] y a UPM 154.000 há[6]). La integración vertical de los bosques a la industria de celulosa es característica del modelo de producción de Brasil, Chile, Uruguay e Indonesia, los mayores cuatro exportadores mundiales de celulosa de fibra corta. Por el contrario, en los países nórdicos, como en Finlandia, 61% de la tierra productiva forestada es de propietarios familiares, 8% corresponde a la industria privada y 25% al Estado, que tiene participación en la industria de pulpa y papel.
Además, las dos multinacionales utilizan tierra de terceros, que representa 34% de la tierra plantada por cada una de ellas. Ambas tienen programas destinados a la gestión de esta tierra, que puede ser desde el simple arrendamiento en el que la empresa le paga una renta al productor forestal por el uso de la tierra, pasando por la explotación en conjunto entre la empresa y el productor, hasta la modalidad de desarrollo del productor, que implica la provisión de los plantines con la genética mejorada de la empresa, la asistencia técnica y la elaboración de un proyecto forestal. Son estas dos últimas modalidades las que contribuyen de forma más genuina a la creación de una cadena de valor en torno a la actividad forestal destinada a la celulosa, ya que el actor principal es muchas veces el trabajador por cuenta propia con las vulnerabilidades mencionadas.
En suma, entre tierra plantable y no plantable propia y de terceros UPM explota 350.000 há y Montes del Plata (MdP) 245.000 há. Esta forma de concentración de la tierra es un fenómeno relativamente nuevo en Uruguay que incluye estas y otras empresas forestales y también la agricultura y ganadería. (7)
En los últimos años se ha consolidado la tercerización de los servicios forestales, con un fuerte crecimiento de los contratistas. Estos participan en las distintas fases de la cadena, desde la producción de plantines hasta la plantación y la cosecha. Son empresas de servicios que aportan trabajadores y maquinarias y, en el subsector de la celulosa, están involucradas activamente en el núcleo productivo de ambas multinacionales. Están sujetas, además de a la normativa nacional, a los programas de certificación forestal; tienen que cumplir estándares ambientales, de seguridad, de calidad y formalidad del trabajo y de eficiencia. Pese a esto existe una cantidad apreciable de trabajadores bajo modalidad de jornalero, lo que genera precariedad laboral, ya que la actividad rural depende de condiciones climáticas, las cuales pueden ocasionar pérdidas de jornales de trabajo. Por otro lado, un desafío importante tiene que ver con la automatización de los procesos productivos de esta fase, comprometiendo la situación laboral de los trabajadores peor calificados. La contracara de este fenómeno es que trae aparejado empleo de mejor calidad.
Esa relación estratégica entre los contratistas forestales y cada una de las dos empresas de celulosa es, sin lugar a duda, un mecanismo de desarrollo de la cadena de valor. Según datos de ambas empresas, se generan 6.096 empleos bajo esta modalidad, los que incluyen la fase primaria, el transporte y actividades conexas. Esta es la base de la competitividad de las pulperas, dado que representa en promedio cerca de 50% del costo operativo, una razón de peso para actuar sobre el desarrollo genuino de los actores de la cadena.
La gestión del impacto ambiental que genera la explotación de los bosques es otra dimensión que atañe al desarrollo de las capacidades nacionales. En estos últimos años se ha generado conocimiento científico independiente para alimentar las discusiones de forma más fundada y generar insumos para la gestión forestal sustentable. Existe un programa de investigación de la Universidad de la República (Udelar) que involucra varias facultades y que tiene por objetivo crear conocimiento nacional en relación a los efectos de las plantaciones forestales sobre los recursos naturales agua y suelo, con el apoyo del Estado y de las propias empresas forestales.(8) Otra línea importante de investigación es sobre el secuestro de carbono por los bosques, teniendo en cuenta los efectos positivos y negativos de la sustitución de los pastizales y el transporte terrestre desde el bosque a la planta.
La cadena de valor forestal incluye el desarrollo de formación específica, tanto en la Udelar y en varias universidades privadas como en la Universidad Tecnológica y la Universidad del Trabajo del Uruguay (UTU). También incluye la generación de conocimiento nacional en varios institutos de investigación, como el Instituto Nacional de Investigación Agropecuario (INIA), el Laboratorio Tecnológico del Uruguay (Latu) y el Instituto de Investigaciones Biológicas Clemente Estable (IIBCE).
Las dos plantas de producción de pulpa son de última generación tecnológica, emplean directamente a 1.267 trabajadores y se encuentran bajo el régimen de zonas francas. Cada una de ellas posee una capacidad instalada para procesar 1,3 millones de toneladas de celulosa, así como cuentan con una planta de generación de energía eléctrica a base de biomasa. Las plantas disponen, además, de socios estratégicos que proveen insumos químicos y mantenimiento industrial, que emplean aproximadamente a 350 personas.
Como puede verse en el cuadro, Uruguay forma parte de los cuatro mayores exportadores en 2016 de la celulosa que deriva de madera de fibra corta (BHKP por sus siglas en inglés, bleached hardwood kraft pulp), como es el eucalipto –que utilizan los cuatro países– y la acacia –que utiliza sólo Indonesia–.
Las mayores empresas del sector a nivel mundial son o están en esos países. Fibria y Suzano son brasileñas, APP y April son indonesias, Arauco y CMPC son chilenas, UPM y Stora Enso están en Uruguay. Hay varias de ellas, además, en China y otros países. Sólo estas ocho empresas poseen cerca de 70% de la capacidad de producción mundial de BHKP. La competencia, así, está organizada como un oligopolio en el que ningún jugador tiene más de 17% de la producción mundial. Las dos brasileñas son las más grandes y los costos de producción de ese país son los menores, seguidos por los de Indonesia y luego por los uruguayos y los chilenos. A ello se suma la producción doméstica de China. Las empresas en estos cinco países son las de mayor escala de producción y de menor edad tecnológica.
Los aumentos de la capacidad de producción previstos para los próximos años son llevados adelante por ese mismo pequeño grupo de empresas que compiten fuertemente entre sí. Dichos aumentos se concentran en la pulpa proveniente del eucalipto, que es la de mayor demanda actual y futura. Por ello, es bastante improbable que UPM decida no construir su segunda planta en Uruguay;(9) esto muestra el importante margen que tiene el Estado con respecto a la empresa para hacer política productiva, ambiental y tecnológica de forma de escalar dentro de la CGV.
La pulpa uruguaya se exporta a China (40%), Europa (45%) y a 35 destinos más, principalmente para producir papel tisú. La desintegración vertical de la manufactura del tisú de la celulosa es más habitual que en el papel impresión, y mucho más en China que en los países nórdicos o en Estados Unidos. Las pulperas han construido sus propias redes de venta a través de relaciones de largo plazo con sus clientes y con fuerte énfasis en los servicios técnicos avanzados. Esto es esencial para el negocio, dado que en el mercado mundial de tisú hay unas pocas multinacionales (sólo se repite APP) con posiciones dominantes tanto respecto de los proveedores de celulosa como de la venta al por menor.

Disputa por el mercado internacional

Las proyecciones de la demanda de pulpa a 2025-2030 coinciden en que el crecimiento va a estar concentrado en BHKP, y dentro de esta, en la que proviene del eucalipto con destino a papel tisú para China. Esta es la razón por la cual la celulosa uruguaya tiene futuro en el mediano plazo.
Sin embargo, esa perspectiva se da dentro de una tendencia hacia un aplanamiento de la curva de costos de producción de la BHKP y un aumento de la competencia global, con énfasis en la disputa entre productores brasileños, uruguayos, chilenos e indonesios. A mediano plazo se espera que se produzca una aceleración de la tendencia de precios declinantes, y con ello, una reducción de los márgenes unitarios de las empresas.
Los analistas sectoriales consideran que no se podrá mantener la competitividad de la celulosa sólo con esfuerzos de ganancias económicas marginales o de escala en los actuales procesos de producción, como se viene haciendo en las últimas décadas. Se deberán empezar a incluir nuevos productos, lo que marca el papel del cambio tecnológico en el desarrollo futuro del sector. Este tipo de plataformas de negocios está en franco desarrollo en el hemisferio norte, con énfasis en los productos de las biorrefinerías integradas a la fabricación de celulosa. En América Latina hay un tímido movimiento. Fibria, Suzano y Arauco ya han invertido en plantas piloto para la obtención de estos nuevos productos. En Brasil, el Estado ha tomado cartas en el asunto y planea la creación de un Centro Tecnológico en Celulosa y Papel con foco en biorrefinería.
La situación de Uruguay es riesgosa. Sin la generación endógena de conocimiento tecnológico e innovación en bioeconomía y la creación de un entramado de micro y pequeñas empresas tecnológicas y de servicios alrededor de la biorrefinería, el largo plazo de este sector no parece alentador para nuestro país. Las empresas seguirán explotando nuestros recursos naturales y Uruguay seguirá proveyendo al mundo una biomasa estratégica del nuevo paradigma de la bioeconomía,(10) pero sin grandes derrames adicionales sobre nuestro desarrollo.
Por otro lado, es posible apostar a un desarrollo genuino a partir del escalamiento de la CGV, pensando en la receta de Solow. Si bien hay mucho para hacer, estamos a tiempo esta vez. Un primer paso, sin duda, es la creación del fondo de innovación sectorial previsto en el contrato entre el gobierno y UPM. Dicho fondo (en el que por ahora sólo hay fondos de la empresa por 34,5 millones de dólares en 23 años) tiene por destino financiar siete actividades muy relevantes, entre las cuales está la creación de un Centro Tecnológico de Bioeconomía. Aún si se destinara todo el fondo a este centro, hay estudios de centros similares que indican que esto sería insuficiente.
Sin una política decidida del Estado –que debe empezar desde este mismo momento– que se obligue a destinar seriamente fondos para actividades de ciencia, tecnología e innovación en bioeconomía y el compromiso de los actores relevantes del sistema nacional de innovación en estos temas, no puede pensarse que la nueva inversión en celulosa traerá bienestar en el largo plazo a Uruguay.
(1).“En busca del crecimiento. Andanzas y tribulaciones de los economistas del desarrollo”. 2001, MIT.
(2). Hay cerca de 850.000 há catalogadas como bosque nativo protegidas por la Ley 15.939 que pueden estar o no dentro del área de prioridad forestal.
(3). Ackermann et al., MGAP, 2016.
(4). Es una alianza entre la finosueca Stora Enso y la chilena Arauco.
(5). Plan de Gestión Forestal y Resultados de Monitoreo, Resumen Público, 2016, y Sustainability Report, Stora Enso, 2016 (MdP tiene otras 84 mil há no plantables).
(6). Informe Anual, Forestal Oriental, 2016 (UPM tiene otras 117.000 há no plantables).
(7). Ver “¿Acaparamiento de tierras? Nuevas y viejas formas de centralización de la tierra en Uruguay”. Areosa et al. 2015, Udelar.
(8). En este marco se creó una red de microcuencas experimentales para la obtención de indicadores hidrológicos y edáficos en plantaciones forestales.
(9). Si bien Brasil tiene los menores costos y es allí donde se están generando los mayores incrementos de capacidades, el acceso a la tierra está limitado para nuevos entrantes, aunque aparentemente el gobierno de Temer pretende flexibilizar esto.
(10). Ver una explicación de este paradigma en: https://findesemana.ladiaria.com.uy/articulo/2017/12/como-sera-el-futuro-productivo-y-del-trabajo-de-uruguay/.
Lucía Pittaluga | Economista, especializada en el análisis de cambio técnico y organización de la producción.