Almagro afirma que no se debe descartar una "intervención militar" contra Venezuela
Publicado: 15 sep 2018 02:51 GMT | Última actualización: 15 sep 2018 04:18 GMT - RT
El secretario general de la OEA hizo el
pronunciamiento desde Colombia, en una localidad vecina a la frontera
con Venezuela.
Luis
Almagro, secretario general de la Organización de Estados Americanos
(OEA), afirmó durante su actual visita a Colombia que se deben
considerar incluso las alternativas militares para despojar a Nicolás Maduro y su Gobierno de las riendas de Venezuela.
"En cuanto a intervención militar para derrocar el régimen de Nicolás Maduro, creo que no debemos descartar ninguna opción", aseveró Almagro en una rueda de prensa en la localidad de Cúcuta, a pocos metros de la línea fronteriza con Venezuela, según recoge NTN24.
Al pronunciarse desde el lado colombiano del puente internacional Simón Bolívar, el secretario general añadió que la situación que vive el pueblo venezolano es resultado de las políticas del mandatario de la nación caribeña, y "hace que las acciones diplomáticas [para derrocarlo] estén en primer lugar, pero [que] no debamos descartar ninguna acción".
Bogotá ha solicitado fondos que le permitan atender la supuesta
"crisis humanitaria" de migrantes venezolanos que cruzan a territorio
neogranadino, lo que Maduro calificó de "campaña mediática" emprendida por "factores injerencistas" que pretenden justificar una acción armada en contra de Venezuela bajo el pretexto de la movilidad humana.
Previamente, Caracas denunció "planes de intervención y apoyo a conspiraciones militares" contra Venezuela por parte del Gobierno de EE.UU., subrayando que los mismos medios norteamericanos señalan a la Administración de Donald Trump de estar involucrada en un plan para perpetrar un golpe de Estado contra Maduro.
"En cuanto a intervención militar para derrocar el régimen de Nicolás Maduro, creo que no debemos descartar ninguna opción", aseveró Almagro en una rueda de prensa en la localidad de Cúcuta, a pocos metros de la línea fronteriza con Venezuela, según recoge NTN24.
Al pronunciarse desde el lado colombiano del puente internacional Simón Bolívar, el secretario general añadió que la situación que vive el pueblo venezolano es resultado de las políticas del mandatario de la nación caribeña, y "hace que las acciones diplomáticas [para derrocarlo] estén en primer lugar, pero [que] no debamos descartar ninguna acción".
Previamente, Caracas denunció "planes de intervención y apoyo a conspiraciones militares" contra Venezuela por parte del Gobierno de EE.UU., subrayando que los mismos medios norteamericanos señalan a la Administración de Donald Trump de estar involucrada en un plan para perpetrar un golpe de Estado contra Maduro.
Gobierno de Venezuela denunciará ante ONU a Luis Almagro
| CUBADEBATE
La vicepresidenta de Venezuela, Delcy Rodríguez, anunció que el
secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis
Almagro, será denunciado por su país ante la ONU por promover una
intervención militar contra la nación.
A través de la red social Twitter, acusó a Almagro de ‘atentar contra la paz de América Latina y el Caribe’.
‘Venezuela denunciará ante la ONU y otras instancias internacionales a Almagro, quien de forma vulgar y grotesca ostenta la Secretaría General de la OEA, por promover la intervención militar en nuestra Patria y atentar contra la paz de América Latina y el Caribe!’, escribió Rodríguez.
Asimismo, acusó al funcionario de pretender ‘revivir los peores expedientes de injerencia armada imperialistas en nuestra región, cuya estabilidad está seriamente amenazada por la demencial actuación de quien usurpa de forma desviada y abusiva la secretaría general de la OEA’
Las acusaciones de las autoridades venezolanas tienen como base unas declaraciones realizadas por el máximo representante de la OEA, este viernes, en una rueda de prensa que dio en el lado colombiano del puente binacional Simón Bolívar, a pocos metros de la línea fronteriza con Venezuela.
‘En cuanto a intervención militar para derrocar a Nicolás Maduro creo que no debemos descartar ninguna opción’, manifestó Almagro.
Los reiterados anuncios de un posible ataque militar contra la Revolución bolivariana se acrecientan en los últimos tiempos por parte de los Gobiernos de los Estados Unidos, Unión Europea y sus aliados en la región, quienes desconocen la legitimidad de los poderes electos por el pueblo, en aras de socavar las instituciones y plagarlas de tutela extranjera.
(Con información de Prensa Latina)
A través de la red social Twitter, acusó a Almagro de ‘atentar contra la paz de América Latina y el Caribe’.
‘Venezuela denunciará ante la ONU y otras instancias internacionales a Almagro, quien de forma vulgar y grotesca ostenta la Secretaría General de la OEA, por promover la intervención militar en nuestra Patria y atentar contra la paz de América Latina y el Caribe!’, escribió Rodríguez.
Asimismo, acusó al funcionario de pretender ‘revivir los peores expedientes de injerencia armada imperialistas en nuestra región, cuya estabilidad está seriamente amenazada por la demencial actuación de quien usurpa de forma desviada y abusiva la secretaría general de la OEA’
Las acusaciones de las autoridades venezolanas tienen como base unas declaraciones realizadas por el máximo representante de la OEA, este viernes, en una rueda de prensa que dio en el lado colombiano del puente binacional Simón Bolívar, a pocos metros de la línea fronteriza con Venezuela.
‘En cuanto a intervención militar para derrocar a Nicolás Maduro creo que no debemos descartar ninguna opción’, manifestó Almagro.
Los reiterados anuncios de un posible ataque militar contra la Revolución bolivariana se acrecientan en los últimos tiempos por parte de los Gobiernos de los Estados Unidos, Unión Europea y sus aliados en la región, quienes desconocen la legitimidad de los poderes electos por el pueblo, en aras de socavar las instituciones y plagarlas de tutela extranjera.
(Con información de Prensa Latina)
"Atentar contra Venezuela es atentar contra América Latina"
Evo condena llamado de Almagro a intervención militar en Venezuela
El
presidente de Bolivia, Evo Morales, condenó ayer el llamado del
secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), Luis
Almagro, a una intervención militar en contra del gobierno de Nicolás
Maduro, en Venezuela.
En un mensaje de su cuenta de Twitter, el mandatario también denunció que Almagro se haya alineado a la postura del presidente estadounidense, Donald Trump, que pidió no descartar una opción militar para “resolver la crisis” venezolana.
Condenamos el llamado de Luis Almagro a una intervención militar contra el hermano Nicolás Maduro. Así confirma que dejó de ser secretario general de la OEA para convertirse en un agente civil del golpismo de Trump, escribió.
Asimismo, reiteró su respaldo a la soberanía de los pueblos de la región, y especialmente del país bolivariano.
Atentar contra Venezuela es atentar contra América Latina, sentenció.
La víspera, el titular de la OEA visitó la ciudad de Cúcuta, en la frontera entre Colombia y Venezuela, ocasión en la que acusó al gobierno venezolano de violaciones de los derechos humanos y de “impulsar una emigración masiva”.
En una rueda de prensa luego de este momento, expresó: “Sobre la intervención militar para derrocar al régimen de Nicolás Maduro, yo creo que no debemos descartar ninguna opción”.
En un mensaje de su cuenta de Twitter, el mandatario también denunció que Almagro se haya alineado a la postura del presidente estadounidense, Donald Trump, que pidió no descartar una opción militar para “resolver la crisis” venezolana.
Condenamos el llamado de Luis Almagro a una intervención militar contra el hermano Nicolás Maduro. Así confirma que dejó de ser secretario general de la OEA para convertirse en un agente civil del golpismo de Trump, escribió.
Asimismo, reiteró su respaldo a la soberanía de los pueblos de la región, y especialmente del país bolivariano.
Atentar contra Venezuela es atentar contra América Latina, sentenció.
La víspera, el titular de la OEA visitó la ciudad de Cúcuta, en la frontera entre Colombia y Venezuela, ocasión en la que acusó al gobierno venezolano de violaciones de los derechos humanos y de “impulsar una emigración masiva”.
En una rueda de prensa luego de este momento, expresó: “Sobre la intervención militar para derrocar al régimen de Nicolás Maduro, yo creo que no debemos descartar ninguna opción”.
New York Times vs. ABC, la pugna interna en EEUU por Venezuela llega a los medios
Septiembre 12 de 2018, 2:00 am - MISIÓN VERDAD
La
publicación de un artículo de opinión por parte del "periodista" Emili
J. Blasco pareciera confirmar la maniobra en los pasillos profundos del
poder estadounidense de exponer los intentos fallidos que la
Administración Trump ha hecho en función de cumplir con la agenda en
común que tiene en la región latinoamericana con neoconservadores que lo
adversan: eliminar toda influencia política del chavismo y revertir la
integración regional en beneficio del caos neoliberal.
Este documento, publicado por el medio español ABC, apunta a que sería un funcionario interno quien filtró la información que, días anteriores, sacó The New York Times (NYT) sobre conversaciones de Estados Unidos con militares golpistas venezolanos. El objetivo, según Blasco, es "torpedear la línea dura mantenida por Trump hacia el régimen chavista y forzar al presidente estadounidense a volver a la línea de diálogo mantenida durante la era Obama".
Utilizando el recurso de las fuentes anónimas, señala al diplomático Mike Fitzpatrick, actual subsecretario de Estado adjunto para asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos, como "posible responsable de la filtración" y hace referencia a los vínculos de esta figura pública con el ex secretario de Estado interino de EEUU, Thomas Shannon, quien se aproxima a esa supuesta línea del diálogo asociada a grupos demócratas, por apoyar los espacios de diálogo que el Estado venezolano impusiera a la oposición nacional a finales del año pasado.
En 2012, se valió de la cobertura del delicado estado de salud del Presidente venezolano para diseñar una operación mediática que mellara la confianza de la población en la figura de Chávez en el período de elecciones presidenciales.
Blasco ganó el premio "Vocento de Comunicación" por esas publicaciones. Además, la fama ganada le sirvió para escribir libro El Bumerán Chávez: los fraudes que llevaron al colapso de Venezuela. Sin abandonar su agenda personal contra el chavismo, en 2015 motorizó las falsas pruebas que acusaron a Diosdado Cabello de ser el líder del "Cartel de los Soles" y el supuesto narcotraficante estrella de todo el continente.
La crisis estructural que vive la esfera del poder institucional estadounidense es reflejada en una recriminación contradictoria: las incursiones en la guerra, rasgo fundamental de todo presidente norteamericano, se proyectan en Trump como algo extraordinario. La causa fundamental es que la administración de Washington ha, moderadamente, reconocido la influencia geopolítica que ganó Rusia al involucrarse en el conflicto sirio, cohesionada en su política exterior frente a la decadencia de Occidente.
Otros tratamientos poco tradicionales en zonas de influencia (caso Norcorea y México, por ejemplo) le hacen ruido al poder fáctico, atacando posiciones tibias en cuestiones nodales de carácter global, mediante el aparato mediático dominante.
Declarar la fidelidad a intereses corporativos o aplicar meticulosamente el programa beligerante de la industria militar en el resto del planeta no son elementos suficientes para esquivar los efectos de materializar el primer encuentro de un presidente estadounidense con un líder norcoreano. Estos casos, por muy tímidos que sean, inquietan y preocupan a una fracción del Estado profundo.
El capítulo que se abre involucrando a Venezuela, un país que se cotiza alto en los objetivos de las fuerzas que chocan dentro del Estado norteamericano, toma sustancia con la intervención de Blasco. Este tiene, en los datos aportados, muy bien ubicado el perfil del supuesto "topo" dentro del Departamento de Estado.
Michael Fitzpatrick ha fungido como portavoz parcializado en los contados acercamientos de su país con Venezuela. Si bien sus declaraciones no se alejan mucho de la agenda oficial que presiona la salida de Maduro con bloqueos y sanciones, en la nota se le relaciona con el alto funcionario Shannon, quien "como alto cargo del Departamento de Estado hasta febrero de 2017 (…) fue el máximo promotor del diálogo con Venezuela que protagonizó Rodríguez Zapatero, ex presidente del Gobierno de España".
Esta asociación construye el relato de un sector que contiene las pretensiones militares en la región, prefiriendo las rutas diplomáticas de acercamiento. Blasco descalifica categóricamente la suposición circunstancial de modificar el tono incriminatorio y de "mano dura" hacia Venezuela, argumentando que eso sólo serviría para intensificar "la dictadura y la represión" y acentuar la "crisis humanitaria" en el país.
En el camino de adjudicarle a los demócratas la culpa de flexibilizar las condiciones de negociación con el régimen venezolano, niega a propósito al directorio de Nicolás Maduro como el verdadero responsable de los canales de diálogo que se han producido entre Washington y Caracas, además en clara situación de desventaja para la primera parte.
Así fue que ocurrió, recién electo para el mandato presidencial de 2018, la reunión de Maduro con el Senador Bob Corker, buscando capitalizar una victoria política con la liberación del agente de la CIA, Joshua Holt, en el marco de una denuncia hecha contra el ex encargado de Negocios de la Embajada de Estados Unidos en Venezuela, Todd Robinson, quien estableció contacto con golpistas del sector militar y que derivó en su expulsión inmediata del país.
Este encuentro, gestionado por el Estado venezolano, dejó en evidencia la pobre capacidad del Departamento de Estado para mantener una narrativa unificada con respecto a la desaprobación a la institucionalidad del país. Ahora los arquitectos del caos que imperan alrededor de la Administración Trump, hacen gala de la desmemoria selectiva utilizando esta y otras victorias del chavismo en los procesos de diálogo para restablecer el orden político interno, como insumo de campaña que descoloque las decisiones en asuntos exteriores que toma el presidente y que garantice su salida del despacho oval.
Ocurre, entonces, que el operador de la ABC interviene allí donde las decisiones tomadas con respecto al país venezolano quedan mal paradas, lavando la cara pública de Estados Unidos. Para ello cita a las fuentes que aseguran que el contacto con militares venezolanos no fue iniciado por el gobierno norteamericano. "El gobierno de Trump accedió a reunirse para tener información, pero en ningún momento se comprometió a prestar ayuda, ni siquiera la de aportar material para la transmisión de mensajes cifrados", afirmó Blasco.
Material difundido por el portal de Bloomberg refuta esa tesis, al mostrar que las reuniones de militares disidentes de la FANB fueron coordinadas por Estados Unidos junto al apoyo de Colombia. Los recurrentes llamados al sector de la defensa nacional por parte de funcionarios públicos como Rex Tillerson y Marco Rubio a forzar un cambio de régimen antes de la concreción electoral del 20 de mayo, también reduce ese flojo argumento de la "mera actitud de escucha" que, según Blasco, tuvo la participación estadounidense en el fallido golpe de Estado.
En todo caso, la evidencia aquí tiene un propósito que supera las fronteras de lo obvio. No es denunciar las operaciones de desestabilización en el país y el resto de los gobiernos del continente por intereses transnacionales, sino emplear esos insumos para instigar el enfrentamiento interno contra el ocupante de la Casa Blanca.
Para colocarlo en dos platos: NYT responde al Partido Demócrata y a la élite neoliberal que adversa a Trump. Con su filtración, boicoteó una operación secreta que buscaba lograr un golpe de Estado en Venezuela, para seguir proyectando mediáticamente la incapacidad de Trump. Ante esto, el infomercenario Emili J. Blasco ataca a los demócratas (jefes políticos del NYT) colocándolos como gestores del diálogo, y por ende de la "oxigenación de la dictadura", para validar la "mano dura" de Trump y una acción de fuerza.
Pero lo cierto es que las dos élites enfrentadas en Estados Unidos desean el socavamiento de la Revolución Bolivariana, así que la discusión en torno a los métodos es más bien una estrategia empleada para restarle fuerza al otro y así capitalizar políticamente una acción alocada que deje todo el crédito a un solo sector.
Lo que sí es cierto es que el gobierno venezolano ha sabido darle lectura a los mecanismos alternos de intereses foráneos de empujar a la insurrección en el seno militar, desactivando rigurosamente los conatos de golpismo. Esta movida le deja la tarea en casa al enemigo de operar en el inestable margen de gobernabilidad, producto de la camorra armada por el establishment norteamericano.
Este documento, publicado por el medio español ABC, apunta a que sería un funcionario interno quien filtró la información que, días anteriores, sacó The New York Times (NYT) sobre conversaciones de Estados Unidos con militares golpistas venezolanos. El objetivo, según Blasco, es "torpedear la línea dura mantenida por Trump hacia el régimen chavista y forzar al presidente estadounidense a volver a la línea de diálogo mantenida durante la era Obama".
Utilizando el recurso de las fuentes anónimas, señala al diplomático Mike Fitzpatrick, actual subsecretario de Estado adjunto para asuntos del Hemisferio Occidental de Estados Unidos, como "posible responsable de la filtración" y hace referencia a los vínculos de esta figura pública con el ex secretario de Estado interino de EEUU, Thomas Shannon, quien se aproxima a esa supuesta línea del diálogo asociada a grupos demócratas, por apoyar los espacios de diálogo que el Estado venezolano impusiera a la oposición nacional a finales del año pasado.
Blasco y la propaganda contra Venezuela
Hay que detenerse y averiguar sobre el autor de la nota. Emili J. Blasco, corresponsal en Berlín y después en Washington de la ABC, medio corporativo español de influencia global que ha intensificado la propaganda contra el país desde que tomara el mando el presidente Nicolás Maduro. Fue el autor de una violenta campaña necrófila durante el último año de vida de Hugo Chávez.En 2012, se valió de la cobertura del delicado estado de salud del Presidente venezolano para diseñar una operación mediática que mellara la confianza de la población en la figura de Chávez en el período de elecciones presidenciales.
Blasco ganó el premio "Vocento de Comunicación" por esas publicaciones. Además, la fama ganada le sirvió para escribir libro El Bumerán Chávez: los fraudes que llevaron al colapso de Venezuela. Sin abandonar su agenda personal contra el chavismo, en 2015 motorizó las falsas pruebas que acusaron a Diosdado Cabello de ser el líder del "Cartel de los Soles" y el supuesto narcotraficante estrella de todo el continente.
Conspiraciones que clarifican el estado actual de la política en Washington
Continuando con las informaciones que arroja el texto, Blasco se hace eco de la conspiración filtrada que narra el NYT, suministrando datos que aumentan la paranoia en el seno de un conflicto que inició con la postulación presidencial de Donald Trump y que tendrá su etapa cumbre en las elecciones de medio término que se celebrarán este 2018.La crisis estructural que vive la esfera del poder institucional estadounidense es reflejada en una recriminación contradictoria: las incursiones en la guerra, rasgo fundamental de todo presidente norteamericano, se proyectan en Trump como algo extraordinario. La causa fundamental es que la administración de Washington ha, moderadamente, reconocido la influencia geopolítica que ganó Rusia al involucrarse en el conflicto sirio, cohesionada en su política exterior frente a la decadencia de Occidente.
Otros tratamientos poco tradicionales en zonas de influencia (caso Norcorea y México, por ejemplo) le hacen ruido al poder fáctico, atacando posiciones tibias en cuestiones nodales de carácter global, mediante el aparato mediático dominante.
Declarar la fidelidad a intereses corporativos o aplicar meticulosamente el programa beligerante de la industria militar en el resto del planeta no son elementos suficientes para esquivar los efectos de materializar el primer encuentro de un presidente estadounidense con un líder norcoreano. Estos casos, por muy tímidos que sean, inquietan y preocupan a una fracción del Estado profundo.
El capítulo que se abre involucrando a Venezuela, un país que se cotiza alto en los objetivos de las fuerzas que chocan dentro del Estado norteamericano, toma sustancia con la intervención de Blasco. Este tiene, en los datos aportados, muy bien ubicado el perfil del supuesto "topo" dentro del Departamento de Estado.
Michael Fitzpatrick ha fungido como portavoz parcializado en los contados acercamientos de su país con Venezuela. Si bien sus declaraciones no se alejan mucho de la agenda oficial que presiona la salida de Maduro con bloqueos y sanciones, en la nota se le relaciona con el alto funcionario Shannon, quien "como alto cargo del Departamento de Estado hasta febrero de 2017 (…) fue el máximo promotor del diálogo con Venezuela que protagonizó Rodríguez Zapatero, ex presidente del Gobierno de España".
Esta asociación construye el relato de un sector que contiene las pretensiones militares en la región, prefiriendo las rutas diplomáticas de acercamiento. Blasco descalifica categóricamente la suposición circunstancial de modificar el tono incriminatorio y de "mano dura" hacia Venezuela, argumentando que eso sólo serviría para intensificar "la dictadura y la represión" y acentuar la "crisis humanitaria" en el país.
En el camino de adjudicarle a los demócratas la culpa de flexibilizar las condiciones de negociación con el régimen venezolano, niega a propósito al directorio de Nicolás Maduro como el verdadero responsable de los canales de diálogo que se han producido entre Washington y Caracas, además en clara situación de desventaja para la primera parte.
Así fue que ocurrió, recién electo para el mandato presidencial de 2018, la reunión de Maduro con el Senador Bob Corker, buscando capitalizar una victoria política con la liberación del agente de la CIA, Joshua Holt, en el marco de una denuncia hecha contra el ex encargado de Negocios de la Embajada de Estados Unidos en Venezuela, Todd Robinson, quien estableció contacto con golpistas del sector militar y que derivó en su expulsión inmediata del país.
Este encuentro, gestionado por el Estado venezolano, dejó en evidencia la pobre capacidad del Departamento de Estado para mantener una narrativa unificada con respecto a la desaprobación a la institucionalidad del país. Ahora los arquitectos del caos que imperan alrededor de la Administración Trump, hacen gala de la desmemoria selectiva utilizando esta y otras victorias del chavismo en los procesos de diálogo para restablecer el orden político interno, como insumo de campaña que descoloque las decisiones en asuntos exteriores que toma el presidente y que garantice su salida del despacho oval.
Ensamblaje extranjero de golpes de Estado: motivos para no dudar
Legitimar las acusaciones que Venezuela lleva haciendo desde principios de 2017, que sitúa a Estados Unidos como autor intelectual de acciones encubiertas dirigidas a propiciar un golpe militar, es un costo ineludible que debe pagar el oligopolio mediático para poder llevar a cabo la estrategia de desacreditación hacia la política exterior de Trump.Ocurre, entonces, que el operador de la ABC interviene allí donde las decisiones tomadas con respecto al país venezolano quedan mal paradas, lavando la cara pública de Estados Unidos. Para ello cita a las fuentes que aseguran que el contacto con militares venezolanos no fue iniciado por el gobierno norteamericano. "El gobierno de Trump accedió a reunirse para tener información, pero en ningún momento se comprometió a prestar ayuda, ni siquiera la de aportar material para la transmisión de mensajes cifrados", afirmó Blasco.
Material difundido por el portal de Bloomberg refuta esa tesis, al mostrar que las reuniones de militares disidentes de la FANB fueron coordinadas por Estados Unidos junto al apoyo de Colombia. Los recurrentes llamados al sector de la defensa nacional por parte de funcionarios públicos como Rex Tillerson y Marco Rubio a forzar un cambio de régimen antes de la concreción electoral del 20 de mayo, también reduce ese flojo argumento de la "mera actitud de escucha" que, según Blasco, tuvo la participación estadounidense en el fallido golpe de Estado.
En todo caso, la evidencia aquí tiene un propósito que supera las fronteras de lo obvio. No es denunciar las operaciones de desestabilización en el país y el resto de los gobiernos del continente por intereses transnacionales, sino emplear esos insumos para instigar el enfrentamiento interno contra el ocupante de la Casa Blanca.
Para colocarlo en dos platos: NYT responde al Partido Demócrata y a la élite neoliberal que adversa a Trump. Con su filtración, boicoteó una operación secreta que buscaba lograr un golpe de Estado en Venezuela, para seguir proyectando mediáticamente la incapacidad de Trump. Ante esto, el infomercenario Emili J. Blasco ataca a los demócratas (jefes políticos del NYT) colocándolos como gestores del diálogo, y por ende de la "oxigenación de la dictadura", para validar la "mano dura" de Trump y una acción de fuerza.
Pero lo cierto es que las dos élites enfrentadas en Estados Unidos desean el socavamiento de la Revolución Bolivariana, así que la discusión en torno a los métodos es más bien una estrategia empleada para restarle fuerza al otro y así capitalizar políticamente una acción alocada que deje todo el crédito a un solo sector.
Lo que sí es cierto es que el gobierno venezolano ha sabido darle lectura a los mecanismos alternos de intereses foráneos de empujar a la insurrección en el seno militar, desactivando rigurosamente los conatos de golpismo. Esta movida le deja la tarea en casa al enemigo de operar en el inestable margen de gobernabilidad, producto de la camorra armada por el establishment norteamericano.
Al cierre de esta publicación, NYT publicó una nota editorial
afianzando su posición y afirmando que "el presidente Maduro necesita
irse, pero un golpe respaldado por Estados Unidos no es la respuesta",
reafirmando su postura de choque contra las gestiones del actual
gobierno estadounidense.
El senador Marco Rubio, expuesto por la
filtración del medio neoyorquino, tildó de estúpida la publicación. De
esa forma confirmó que a través de Venezuela también se narra la disputa
a muerte de las élites estadounidenses.
Motivos para el magnicidio: los acuerdos geopolíticos para esquivar las sanciones
Han mejorado los números en exportación de recursos no
petroleros, lo que indica cierta mejoría en la entrada de divisas. Esto
se conecta de forma sensible con el magnicidio frustrado contra el
presidente Nicolás Maduro, quien no dudó en afirmar que el atentado fue
una respuesta a los planes de estabilización de la economía y las
finanzas de Venezuela bajo el esfuerzo del Gobierno Bolivariano.
Asimismo, los cambios en el mapa de la geopolítica global otorgan al
país opciones diferentes para realizar transacciones comerciales sin la
pesquisa estadounidense vía sanciones.
Agosto 6 de 2018, 1:00 pm - MISIÓN VERDAD
Según un informe difundido por el banco de inversiones Torino Capital, al cierre del primer cuatrimestre de 2018, Venezuela percibió
un aumento del 200% en sus exportaciones no petroleras con relación al
año pasado. La mayoría de estas provienen del oro, mineral que ha sido
comercializado con Holanda, Portugal, España, Suecia, Suiza, Estados
Unidos, Reino Unido, y sobre todo con Turquía.
El documento reporta que, en el reciente mes de marzo, 381 millones de dólares fueron obtenidos de la venta de minerales preciosos a este último país. Por su parte, el Instituto de Estadística turco registró que Venezuela ha exportado 20.15 toneladas de oro entre enero y mayo, lo que suma 779 millones de dólares.
Víctor Cano, ministro de Desarrollo Minero, declaró a mediados de julio que estas operaciones se deben a "un acuerdo establecido con Turquía y el banco central venezolano", con el que se estaría refinando oro en Turquía, como parte de una estrategia para protegerse de posibles confiscaciones bajo sanciones y embargos estadounidenses.
El recurso, que es comprado por el Banco Central de Venezuela a pequeños mineros que trabajan en el Arco Minero, es catalogado como "oro no refinado no estándar" que no cumple con los criterios del 99.99% de pureza. El envío a Ankara garantizaría la refinación y certificación como "oro monetario" que pueda ser utilizado para futuras operaciones financieras.
Por otro lado, las 17.6 toneladas de oro adquiridas de la minería nacional a través del BCV este año, descartaría que estén siendo agotadas las reservas nacionales de oro, ubicadas en 150 toneladas.
Recientemente, el gobierno suizo, sitio donde Venezuela realizaba la certificación de una parte del oro nacional como garantía a bancos que le otorgaban préstamos, adoptó sanciones financieras contra el país, justificadas en la ya manida narrativa de supuestas violaciones de derechos humanos por parte del presidente Nicolás Maduro y disfrazada en sanciones individuales a funcionarios públicos del Estado venezolano.
Este escenario de acoso económico occidental acompaña a la orden ejecutiva firmada en agosto del año pasado por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, que prohíbe a cualquier persona la negociación, en ese país, de bonos de deuda emitidos por instancias del Gobierno venezolano, afectando fuertemente el ingreso de divisas extranjeras.
Aunque Turquía forma parte de la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN) y mantiene su candidatura para adhesionarse a la Unión Europea (UE), desde el intento de golpe de Estado ocurrido en 2016 en el que estuvo involucrada la CIA y a medida que se expande la brecha en los objetivos políticos dentro de la guerra siria, su acercamiento con las potencias euroasiáticas, especialmente con Rusia, se van consolidando.
Ankara, que rechaza categóricamente el apoyo de Estados Unidos a fuerzas kurdas en el conflicto sirio, tomando como argumento el daño a la estabilidad fronteriza de la región, ha pactado acuerdos en el área militar con Moscú que incluyen la compra de sistemas de misiles tierra-aire S-400.
Disparadas las alarmas en las oficinas de Washington, se notan los intentos tenues por solucionar los desacuerdos con Turquía, entendiendo que es un espacio estratégico por ser la "puerta de entrada" de Europa hacia los países árabes, y que, sin embargo, concluyen en la misma lógica de presión a través de sanciones que se ha aplicado contra Rusia, Irán y Venezuela, por nombrar algunos.
El más actual fue la reunión entre el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, y el ministro turco de Asuntos Exteriores, Mevlut Cavusoglu, y que seguía el caso del pastor estadounidense, Andrew Brunson, juzgado en Turquía por apoyar el terrorismo a lo interno de ese país.
Ejemplo de esa cohesión bilateral fue presenciado en la toma presidencial de Recep Tayyip Erdogan, a la que Nicolás Maduro asistió, mientras que el gobierno de Trump no emitió siquiera felicitación alguna por la victoria electoral.
El viraje geopolítico de Turquía, que apunta a participar en el surgimiento de fuerzas multipolares, con el anuncio hecho por China de incluirlo en una ampliación del BRICS al BRICS Plus, está siendo capitalizado por el Estado venezolano, que ve en la construcción de estas iniciativas de cooperación inter-regional financiera una herramienta para superar las agresiones dirigidas desde Estados Unidos, que ataca a los actores que están habilitados para hacerle contrapeso político y económico a nivel global.
Pero los mecanismos financieros no son las únicas armas que tiene el enemigo para intentar neutralizarlos. Se demostró el sábado 4 de agosto con el magnicidio frustrado contra el presidente Nicolás Maduro.
El documento reporta que, en el reciente mes de marzo, 381 millones de dólares fueron obtenidos de la venta de minerales preciosos a este último país. Por su parte, el Instituto de Estadística turco registró que Venezuela ha exportado 20.15 toneladas de oro entre enero y mayo, lo que suma 779 millones de dólares.
Víctor Cano, ministro de Desarrollo Minero, declaró a mediados de julio que estas operaciones se deben a "un acuerdo establecido con Turquía y el banco central venezolano", con el que se estaría refinando oro en Turquía, como parte de una estrategia para protegerse de posibles confiscaciones bajo sanciones y embargos estadounidenses.
El recurso, que es comprado por el Banco Central de Venezuela a pequeños mineros que trabajan en el Arco Minero, es catalogado como "oro no refinado no estándar" que no cumple con los criterios del 99.99% de pureza. El envío a Ankara garantizaría la refinación y certificación como "oro monetario" que pueda ser utilizado para futuras operaciones financieras.
Por otro lado, las 17.6 toneladas de oro adquiridas de la minería nacional a través del BCV este año, descartaría que estén siendo agotadas las reservas nacionales de oro, ubicadas en 150 toneladas.
Recientemente, el gobierno suizo, sitio donde Venezuela realizaba la certificación de una parte del oro nacional como garantía a bancos que le otorgaban préstamos, adoptó sanciones financieras contra el país, justificadas en la ya manida narrativa de supuestas violaciones de derechos humanos por parte del presidente Nicolás Maduro y disfrazada en sanciones individuales a funcionarios públicos del Estado venezolano.
Este escenario de acoso económico occidental acompaña a la orden ejecutiva firmada en agosto del año pasado por el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, que prohíbe a cualquier persona la negociación, en ese país, de bonos de deuda emitidos por instancias del Gobierno venezolano, afectando fuertemente el ingreso de divisas extranjeras.
Descomposición en las relaciones turco-estadounidenses y el vínculo con Venezuela
En este contexto se desarrollan las presentes alianzas geopolíticas que surgen con el gobierno de Erdogan para socavar las intenciones estadounidenses. Además, Venezuela aprovecha el deterioro en las relaciones que han sufrido Turquía con su socio americano.Aunque Turquía forma parte de la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN) y mantiene su candidatura para adhesionarse a la Unión Europea (UE), desde el intento de golpe de Estado ocurrido en 2016 en el que estuvo involucrada la CIA y a medida que se expande la brecha en los objetivos políticos dentro de la guerra siria, su acercamiento con las potencias euroasiáticas, especialmente con Rusia, se van consolidando.
Ankara, que rechaza categóricamente el apoyo de Estados Unidos a fuerzas kurdas en el conflicto sirio, tomando como argumento el daño a la estabilidad fronteriza de la región, ha pactado acuerdos en el área militar con Moscú que incluyen la compra de sistemas de misiles tierra-aire S-400.
Disparadas las alarmas en las oficinas de Washington, se notan los intentos tenues por solucionar los desacuerdos con Turquía, entendiendo que es un espacio estratégico por ser la "puerta de entrada" de Europa hacia los países árabes, y que, sin embargo, concluyen en la misma lógica de presión a través de sanciones que se ha aplicado contra Rusia, Irán y Venezuela, por nombrar algunos.
El más actual fue la reunión entre el secretario de Estado de Estados Unidos, Mike Pompeo, y el ministro turco de Asuntos Exteriores, Mevlut Cavusoglu, y que seguía el caso del pastor estadounidense, Andrew Brunson, juzgado en Turquía por apoyar el terrorismo a lo interno de ese país.
Instrumentos multipolares para desafiar las sanciones y la urgencia del mangnicidio
Que la frágil situación diplomática con su aliado otanista ocurra paralelamente al fortalecimiento de las relaciones y acuerdos entre los gobiernos de Caracas y Ankara, preocupa a la élite burocrática estadounidense. De allí, el desprestigio mediático de los actores de siempre a las operaciones transatlánticas que estos países periféricos realizan alejados de las vías financieras tradicionales.Ejemplo de esa cohesión bilateral fue presenciado en la toma presidencial de Recep Tayyip Erdogan, a la que Nicolás Maduro asistió, mientras que el gobierno de Trump no emitió siquiera felicitación alguna por la victoria electoral.
El viraje geopolítico de Turquía, que apunta a participar en el surgimiento de fuerzas multipolares, con el anuncio hecho por China de incluirlo en una ampliación del BRICS al BRICS Plus, está siendo capitalizado por el Estado venezolano, que ve en la construcción de estas iniciativas de cooperación inter-regional financiera una herramienta para superar las agresiones dirigidas desde Estados Unidos, que ataca a los actores que están habilitados para hacerle contrapeso político y económico a nivel global.
Pero los mecanismos financieros no son las únicas armas que tiene el enemigo para intentar neutralizarlos. Se demostró el sábado 4 de agosto con el magnicidio frustrado contra el presidente Nicolás Maduro.
Erdogan: "Tenemos que acabar con el dominio del dólar de una vez por todas"
Publicado: 3 sep 2018 01:24 GMT - RT
El mandatario turco ha explicado que es
necesario detener el monopolio del dólar, utilizando las monedas locales
y nacionales en los pagos.
El presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, ha señalado este domingo la necesidad de poner fin al predominio del dólar en el comercio internacional, informa la agencia Anadolu.
"Ahora tenemos que acabar gradualmente con el dominio del dólar de una vez por todas utilizando dinero nacional entre nosotros", ha dicho el líder turco en el marco del foro empresarial Turquía-Kirguistán celebrado en la capital kirguisa, Biskek, asegurando que la dependencia del dólar en el comercio mundial se convirtió en un gran problema.
A mediados de agosto, el presidente turco ya había declarado que su país se estaba preparando para cambiar a los pagos en la moneda nacional con Rusia, China, Irán y Ucrania. Erdogan dijo que también le gustaría usar el euro en el comercio con la Unión Europea.
La iniciativa del mandatario turco se produce mientras el país se enfrenta a una aguda crisis con su divisa, la lira. La moneda ha caído un 40% frente al dólar desde el comienzo del año debido a los temores de los inversores sobre la política del Banco Central turco y a las disputas de Ankara con EE.UU.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, autorizó el 10 de agosto duplicar los aranceles al acero y al aluminio procedentes de Turquía, tras lo cual el valor de la lira alcanzó su mínimo histórico frente al dólar.
Ankara, por su parte, ha respondido aumentando los aranceles sobre varias mercancías de EE.UU. en respuesta a sus "deliberados ataques" contra la economía turca.
"Ahora tenemos que acabar gradualmente con el dominio del dólar de una vez por todas utilizando dinero nacional entre nosotros", ha dicho el líder turco en el marco del foro empresarial Turquía-Kirguistán celebrado en la capital kirguisa, Biskek, asegurando que la dependencia del dólar en el comercio mundial se convirtió en un gran problema.
La iniciativa del mandatario turco se produce mientras el país se enfrenta a una aguda crisis con su divisa, la lira. La moneda ha caído un 40% frente al dólar desde el comienzo del año debido a los temores de los inversores sobre la política del Banco Central turco y a las disputas de Ankara con EE.UU.
El presidente de EE.UU., Donald Trump, autorizó el 10 de agosto duplicar los aranceles al acero y al aluminio procedentes de Turquía, tras lo cual el valor de la lira alcanzó su mínimo histórico frente al dólar.
Ankara, por su parte, ha respondido aumentando los aranceles sobre varias mercancías de EE.UU. en respuesta a sus "deliberados ataques" contra la economía turca.
Un nuevo adiós a la dictadura global del dólar, capítulo Medio Oriente
Septiembre 10 de 2018, 1:00 pm - MISIÓN VERDAD
Irán
e Irak anunciaron este domingo que eliminarán el dólar como moneda para
hacer transacciones comerciales entre ellos. La medida fue comunicada
por el presidente de la Cámara de Comercio Irán-Irak, Yahya Ale Eshaq,
quien manifestó se utilizarían las monedas nacionales de ambos países,
el dinar iraquí y el rial iraní, así como el euro. Esto se añade a una
cronología de decisiones que han tomado los Estados soberanos para
prescindir del uso del dólar americano.
Décadas, que dan la sensación de ser siglos, han pasado desde esa circunstancia en la que una autoridad construida con las amenazas de la fuerza militar le confirió ventajas económicas a la élite estadounidense. La temporada de sanciones y guerra comercial inaugurada por el presidente Trump contra Estados emergentes del sur y oriente mundial, influye en el historial de desdolarización que se está produciendo fuera de las fronteras norteamericanas.
Como declaraba el ministro de Comercio e Industrias de Rusia, Denis Manturov, sobre las medidas que está tomando este gigante euroasiático, con respecto a la desdolarización: "Llevamos varios años realizando este trabajo de manera sistemática, acumulando práctica y con experiencia en el trabajo de los bancos comerciales, y el Banco Central en aquellos países donde es ventajoso para nosotros llevar a cabo este trabajo".
La ambiciosa apuesta que hace China a la Nueva Ruta de la Seda, amparada en el posicionamiento como primera economía mundial, requiere de una nueva arquitectura institucional que concrete los proyectos multilaterales con los países que se están involucrando. Impulsar esta mega iniciativa de infraestructuras que conecten zonas estratégicas debe contar con la garantía energética en el proceso. De ahí surge el lanzamiento del petroyuan por parte de Beijing en el primer trimestre de este año, que ofrece contratos a futuro en yuanes para comprar y vender crudo, profundizando el desplazamiento del petrodólar en el camino.
La contraofensiva de estos países, acompañadas por las alianzas con Irán y Venezuela, países productores de energía que se han visto afectados por sanciones financieras y bloqueos económicos, no se comportan como respuestas de emergencia o apresuradas, como sí lo hacen los ataques del aparato financiero mundial liderizado por Estados Unidos.
Improvisar no está en el horizonte de las potencias emergentes. Los datos que arrojan los BRICS es una demostración de ello. Muy a pesar de la pérdida del poder político por parte de fuerzas progresistas en uno de sus Estados miembros, este bloque de países ha establecido las alianzas necesarias para convertirse en una amenaza real del futuro del capitalismo neoliberal que "está entretejido con la política exterior estadounidense".
Así lo relata Michael Hudson, investigador de economía norteamericano: "...no se trata de ganancias bancarias o capitalismo, sino específicamente de Estados Unidos. Y son los Estados Unidos los que tienen el veto sobre el FMI, los Estados Unidos los que tienen el veto sobre el Banco Mundial". Ese grupo transregional, estudiando las formas descaradas de presión y mandatos financieros, creó en 2013 el Nuevo Banco de Desarrollo (NBD), inaugurando una instancia para desvincularse del orden internacional actual.
Las motivaciones no previstas de otros países a participar en relaciones comerciales desdolarizadas tienen algo en común: ataques económicos por Estados Unidos, que percibe la atenuación de su influencia global. Desde Turquía, el presidente Erdogan invitaba a acabar con el dominio del dólar estadounidense luego de que los acercamientos con enemigos comerciales y militares estadounidenses le costara a Ankara la depreciación de su moneda en un 40% con respecto al dólar, gracias a la duplicación de los impuestos del aluminio y el acero.
Otro actor, no usual pero con vista a volverse recurrente, en la lista de agredidos por la Administración Trump es la Unión Europea, que en medio de una guerra arancelaria sin precedentes ha suavizado su relación con Rusia, posibilitando las condiciones para que Moscú utilice las estructuras financieras del euro como alternativa para evadir las sanciones que imponen desde Washington.
La obligación de Europa a supeditarse al realineamiento forzado por Estados Unidos, buscando arrasar con todo acuerdo político y económico convenido entre viejos aliados en el poder, abona el camino para que el mal llamado "Viejo Mundo" le tribute a los intereses multilaterales euroasiáticos.
Cada una de las alternativas al dólar, utilizadas en otros países, se unifican en una propuesta que rebasa al neoliberalismo: la utilización de la moneda local y de monedas de regiones aliadas para hacer tratos comerciales, el anclaje del bolívar soberano al petro, una criptomoneda que se respalda en recursos energéticos comprobables y la creación de un plan de ahorro en oro accesible a toda la población.
Liberarse del dólar, que no solo logró daños en la economía nacional sino que además ha sido un arma para intentar desplazar al chavismo como dato cultural, implica asestarle un golpe a la ya maltratada economía globalizada y a las instituciones financieras que reposan en el ocaso de Occidente.
Breve repaso de la decadencia de una moneda
El sistema financiero mundial se
rigió durante el siglo XX por la dictadura del dólar. El acuerdo de
Bretton Woods estableció en 1944 las reglas favorables al triunfador de
la repartición mundial del poder que resultó de las dos guerras
mundiales. Estados Unidos impuso la creación del Fondo Monetario
Internacional y el Banco Mundial como instrumentos internacionales para
sentenciar el nuevo orden económico mundial.
El resto de países europeos, grandes potencias convertidas en
jugadores secundarios, alinearon sus divisas al dólar estadounidense y
aceptaron la convertibilidad en oro, fortaleciendo la expansión del
poder global estadounidense. Este, en su ansia especulativa, traducida
en la impresión descontrolada de dólares para patrocinar conflictos
bélicos en regiones estratégicas, rompió con el sistema de Bretton Woods
cuando Richard Nixon declaró en 1971 la nulidad del patrón oro, liberándose de controles que restringían el financiamiento a guerras como la de Vietnam, por ejemplo.Décadas, que dan la sensación de ser siglos, han pasado desde esa circunstancia en la que una autoridad construida con las amenazas de la fuerza militar le confirió ventajas económicas a la élite estadounidense. La temporada de sanciones y guerra comercial inaugurada por el presidente Trump contra Estados emergentes del sur y oriente mundial, influye en el historial de desdolarización que se está produciendo fuera de las fronteras norteamericanas.
BRICS y la Nueva Ruta de la Seda: proyectos que atentan contra la vida del dólar
La determinación de países como China y Rusia para ensayar rutas alternativas a las operaciones comerciales regulares, realizadas en la moneda estadounidense, no son únicamente una respuesta a las agresiones financieras que han recibido sus economías en los últimos años.Como declaraba el ministro de Comercio e Industrias de Rusia, Denis Manturov, sobre las medidas que está tomando este gigante euroasiático, con respecto a la desdolarización: "Llevamos varios años realizando este trabajo de manera sistemática, acumulando práctica y con experiencia en el trabajo de los bancos comerciales, y el Banco Central en aquellos países donde es ventajoso para nosotros llevar a cabo este trabajo".
La ambiciosa apuesta que hace China a la Nueva Ruta de la Seda, amparada en el posicionamiento como primera economía mundial, requiere de una nueva arquitectura institucional que concrete los proyectos multilaterales con los países que se están involucrando. Impulsar esta mega iniciativa de infraestructuras que conecten zonas estratégicas debe contar con la garantía energética en el proceso. De ahí surge el lanzamiento del petroyuan por parte de Beijing en el primer trimestre de este año, que ofrece contratos a futuro en yuanes para comprar y vender crudo, profundizando el desplazamiento del petrodólar en el camino.
La contraofensiva de estos países, acompañadas por las alianzas con Irán y Venezuela, países productores de energía que se han visto afectados por sanciones financieras y bloqueos económicos, no se comportan como respuestas de emergencia o apresuradas, como sí lo hacen los ataques del aparato financiero mundial liderizado por Estados Unidos.
Improvisar no está en el horizonte de las potencias emergentes. Los datos que arrojan los BRICS es una demostración de ello. Muy a pesar de la pérdida del poder político por parte de fuerzas progresistas en uno de sus Estados miembros, este bloque de países ha establecido las alianzas necesarias para convertirse en una amenaza real del futuro del capitalismo neoliberal que "está entretejido con la política exterior estadounidense".
Así lo relata Michael Hudson, investigador de economía norteamericano: "...no se trata de ganancias bancarias o capitalismo, sino específicamente de Estados Unidos. Y son los Estados Unidos los que tienen el veto sobre el FMI, los Estados Unidos los que tienen el veto sobre el Banco Mundial". Ese grupo transregional, estudiando las formas descaradas de presión y mandatos financieros, creó en 2013 el Nuevo Banco de Desarrollo (NBD), inaugurando una instancia para desvincularse del orden internacional actual.
Las motivaciones no previstas de otros países a participar en relaciones comerciales desdolarizadas tienen algo en común: ataques económicos por Estados Unidos, que percibe la atenuación de su influencia global. Desde Turquía, el presidente Erdogan invitaba a acabar con el dominio del dólar estadounidense luego de que los acercamientos con enemigos comerciales y militares estadounidenses le costara a Ankara la depreciación de su moneda en un 40% con respecto al dólar, gracias a la duplicación de los impuestos del aluminio y el acero.
Otro actor, no usual pero con vista a volverse recurrente, en la lista de agredidos por la Administración Trump es la Unión Europea, que en medio de una guerra arancelaria sin precedentes ha suavizado su relación con Rusia, posibilitando las condiciones para que Moscú utilice las estructuras financieras del euro como alternativa para evadir las sanciones que imponen desde Washington.
La obligación de Europa a supeditarse al realineamiento forzado por Estados Unidos, buscando arrasar con todo acuerdo político y económico convenido entre viejos aliados en el poder, abona el camino para que el mal llamado "Viejo Mundo" le tribute a los intereses multilaterales euroasiáticos.
Venezuela ubicada en la geopolítica de la desdolarización
Si existe una institución que entiende con precisión este movimiento telúrico que experimenta el orden mundial, es el Estado venezolano. Las medidas anunciadas por Nicolás Maduro para recuperar económicamente al país tienen más iluminación si son leídas en su justa dimensión global.Cada una de las alternativas al dólar, utilizadas en otros países, se unifican en una propuesta que rebasa al neoliberalismo: la utilización de la moneda local y de monedas de regiones aliadas para hacer tratos comerciales, el anclaje del bolívar soberano al petro, una criptomoneda que se respalda en recursos energéticos comprobables y la creación de un plan de ahorro en oro accesible a toda la población.
Liberarse del dólar, que no solo logró daños en la economía nacional sino que además ha sido un arma para intentar desplazar al chavismo como dato cultural, implica asestarle un golpe a la ya maltratada economía globalizada y a las instituciones financieras que reposan en el ocaso de Occidente.
Las sanciones provocan un giro en la política exterior brasileña hacia Venezuela
Septiembre 16 de 2018, 3:00 am - MISIÓN VERDAD
La
posición de Brasil ante Venezuela ha empezado a llamar la atención
desde el reciente encuentro entre ministros de defensa, más cuando a la
par de este discreto acercamiento ha aumentado la conflictividad interna
de los países que conforman el Grupo de Lima y la campaña de terror
respecto a la emigración venezolana muestra signos de desgaste.
Los propios intereses del "coloso del sur" parecieran prevalecer ante la agenda de intervención de Estados Unidos y su política sistemática de sanciones y bloqueo financiero contra Venezuela.
Un hecho figurativo es que en abril pasado, durante el proceso electoral presidencial venezolano, rechazado por los países del llamado Grupo de Lima, el canciller brasileño, Aloysio Nunes Ferreira, anunciaba que su país no tenía como objetivo adherirse a las sanciones contra Venezuela a pesar de las presiones de dirigentes opositores locales y burócratas estadounidenses en el marco de la VIII Cumbre de las Américas que se celebraba en Lima, capital de Perú. Asimismo Nunes pedía información sobre supuestas "acciones ilegales" de venezolanos en Brasil, datos que nunca llegaron a ser sólidos.
Roraima está entre los primeros 10 estados más pobres de Brasil, es el único de los 27 estados brasileños que no está conectado al sistema eléctrico nacional debido a que el gobierno debe negociar con las comunidades indígenas que habitan en el trayecto. El gobierno de Rafael Caldera (1994-1999) impulsó la construcción de un tendido eléctrico a través de la Gran Sabana durante los años 90, siendo el gobierno de Chávez quien le dio continuación y su definitiva inauguración junto al presidente Fernando Henrique Cardoso en 2001. Dos tercios de la demanda energética del estado de Roraima provienen de la hidroeléctrica del Guri.
A finales de agosto pasado, el diario brasileño Valor Económico, perteneciente a la influyente red Globo, afirmaba que, según un oficio, Corpoelec notificó al Gobierno brasileño que podría interrumpir el abastecimiento debido a una deuda de 30 millones de dólares contraída por la estatal Eletrobras. El canciller brasileño, Aloysio Nunes Ferreira, declaró que el objetivo de Brasil es saldar las cuentas.
Explicó que el impago se debe a la dificultad de encontrar "un camino financiero" para mandar las divisas sin chocar con "las restricciones y sanciones que son aplicadas por Europa y por Estados Unidos" contra el gobierno venezolano.
Siendo Roraima un estado con una pobreza casi del 20% y en medio de una conflictividad social debida a medidas impopulares de la administración Temer, pudiera entenderse que el estamento político buscara negociar con Venezuela para evitar un caos social, sin embargo otras explicaciones pudieran aparecer. La posición de Brasil respecto a Venezuela en los últimos meses ciertamente no ha sido tan virulenta como la de Colombia, Argentina o Perú durante la administración Kuczynski.
El canciller venezolano Jorge Arreaza recalcó que el Estado brasileño, cuyo gobierno forma parte del llamado Grupo de Lima, acepta que el gobierno de los Estados Unidos tiene un bloqueo en contra de Venezuela.
El pasado abril, Campos pidió al Tribunal Federal de Brasil que cerrara temporalmente la frontera con Venezuela a la entrada de venezolanos o que se eroguen fondos para enfrentar la "crisis humanitaria", como llama la derecha internacional a la coyuntura migratoria venezolana ocasionada por el bloqueo y asedio económico.
Aseguró que servicios como educación y salud están saturados por la llegada de miles de inmigrantes en los últimos meses, culpando al gobierno federal brasileño de no haber transferido recursos económicos para lidiar con esa situación, por lo que decidió limitar dichos servicios a los migrantes venezolanos. Mientras tanto, junto a Acnur, la administración Temer instalaba campamentos
"humanitarios" y solicitaba fondos a la comunidad internacional.
La Abogacía General de la Unión (AGU), órgano de asesoría legal de la Presidencia brasileña, pidió en agosto al Supremo Tribunal Federal que suspendiera inmediatamente la medida dictada por la administración regional de Roraima, ante lo cual la magistrada Rosa Weber falló a favor agregando que "no se justifica, a propósito de las dificultades para acoger a los refugiados, aplicar la solución más fácil de cerrar las puertas".
Este movimiento del gobierno brasileño pareciera haber buscado crear las condiciones para calentar el escenario de confrontación con Venezuela, para el cual fueron instalados 11 refugios en Boa Vista y Pacaraima, pequeña ciudad fronteriza, que albergan a más de 4 mil venezolanos, incluyendo más de mil indígenas warao.
Sobraron las campañas contra los migrantes venezolanos basadas en medias verdades y exageraciones sobre supuestas epidemias y brotes virales que buscaban desmoralizar al gentilicio, también las expresiones xenofóbicas de parte de ciudadanos brasileños arengados por declaraciones de políticos como Campos. Ante ello el gobierno venezolano activó desde finales de agosto el plan Vuelta a la Patria y coordinó el retorno voluntario de un grupo de migrantes al país.
El pasado martes 11, tras una reunión con su par brasileño, general Joaquim Silva e Luna, el ministro de Defensa venezolano, general Vladimir Padrino López, afirmó que Venezuela no es un país tradicionalmente migratorio hacia Brasil. "Es un país en el que su movimiento migratorio es por razones económicas, que tienen una causa: la guerra económica, el bloqueo y la persecución financiero".
Asimismo aseguró tras dicho encuentro realizado en Puerto Ordaz, estado Bolívar, que "2 mil 366 personas han retornado a través de Santa Elena de Uairén con la ayuda del Gobierno regional y el plan Vuelta a la Patria".
Con el mencionado contacto entre gobiernos, pareciera que queda a un lado la insistencia del canal humanitario, táctica intervencionista impuesta por Estados Unidos a sus socios en la región, para iniciar un abordaje de la problemática desde la cooperación y el impulso de iniciativas interinstitucionales, aun cuando la prensa y el mismo ministro intentaron insistir en el montaje humanitario a posteriori.
Por otra parte, aun cuando haya cambios de gobierno en Brasil, no debe perderse de vista la vocación semi-imperial de su estamento político, esto hace que procure hacerse de su propio peso cuando augura poco éxito en alguna aventura militar de Estados Unidos, los resultados saltan a la vista tanto en Siria como en Afganistán, en Colombia y en Honduras, donde no pueden sostener su discurso sobre los derechos humanos.
Los intereses geopolíticos de Brasil de cara a Suramérica radican en convertirse en un centro de gravedad importante, para lo cual pudiera tener algún tipo de vigencia la vinculación mediante la Unasur, espacio al que gobiernos como el de Colombia y Ecuador han echado a un lado. El ministro Padrino López apuntó a tratar los actuales problemas bilaterales en instancias regionales como el Consejo de Defensa Suramericano, iniciativa de Brasil.
Como colofón, pero no menos determinante, el canciller Nunes ha apuntado que la nación brasilera le propuso a Caracas un cruce de cuentas para solventar la actual situación financiera bilateral. "Somos acreedores de Venezuela por un importe mucho mayor que esos 40 millones de dólares que debemos a la empresa", puntualizó.
En una nota de prensa publicada al día siguiente de la cita entre los ministros, el despacho brasileño la catalogó como "la celebración de un acto de confianza para reforzar el trabajo conjunto entre los dos países", además se expuso la agenda tratada confirmando que tanto el tema de la deuda eléctrica como el de la migración venezolana fueron abordados en ambiente colaborativo. Por último, afirma que Venezuela aceptaría la ayuda brasileña en el área de salud y afirma que "la continuidad del embargo económico traerá dificultades de todo orden al pueblo venezolano".
De esta forma, Brasil reconoció que es falso que las sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea sean sólo dirigidas a "funcionarios gubernamentales", bajo el mantra de que no afectan a la economía y al conjunto de la población de Venezuela.
Este reconocimiento, inédito dentro de los países del Grupo de Lima, afecta la línea de flotación de este organismo ad hoc, limita su influencia y marca un distanciamiento que complica una operatividad coordinada para socavar las funciones diplomáticas de Venezuela. Estados Unidos, en cambio, queda expuesto y desafiado, en momento de alta inestabilidad y pérdida de liderazgo para abordar la situación venezolana, lo que traslada al resto de países la presión de contravenir, omitir o aceptar lo que emana de un país estratégico, como Brasil, para el equilibrio geopolítico de la región.
Brasil pareciera asumir una posición similar a la de Panamá, cuyo gobierno incluyó en una lista de "alto riesgo" por blanqueo de capitales al presidente Maduro y otros funcionarios, así como a empresas venezolanas. Ante ello el gobierno venezolano anunció la suspensión de las relaciones comerciales con el país canalero sancionando a altos funcionarios y 46 empresas, entre ellas, la aerolínea Copa.
Panamá anunció el retiro de su embajador en Venezuela, pidió a Caracas que tomara la misma medida con su representante diplomático en el país. Después de intentos fallidos y ante la presión de las empresas panameñas, el gobierno de Panamá decidió restituir su misión diplomática, a lo que Venezuela respondió en la misma tónica, con el objetivo de retomar la conectividad aérea y crear una comisión presidida por los cancilleres de ambos países para hacer frente a los asuntos pendientes.
La posición de Brasil no incluye un compromiso absoluto con las sanciones impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea. Su ministerio de Defensa asume una posición clara en divergencia, esto es una oportunidad para que Venezuela pueda reimpulsar su relaciones internacionales.
En los casos de Brasil y Panamá, puede establecerse un patrón de comportamiento que va tomando forma: las sanciones de Estados Unidos también están afectando a empresas, canales de intercambio financiero e intereses económicos diversos con respecto a Venezuela, lo cual termina traduciéndose en sacrifio material y financiero el apoyo político solicitado por Washington, para amplificar su agenda de presiones contra Venezuela.
Los países de la región, mal llamados "socios", según este planteamiento, deben pagar los costos de esta estrategia, sea con la emigración forzada, la incapacidad de pago o pérdidas económicas. Brasil pareciera no estar dispuesta a llevar ese sacrificio hasta un punto en que Roraima se vuelva una zona de conflictividad social que pudiera complicar aún más la disputa electoral interna y la inestabilidad política creciente.
A un año de oficializarse el bloqueo financiero contra Venezuela, a través de la orden ejecutiva firmada por Donald Trump el 25 de agosto de 2017, el Grupo de Lima se encuentra en una situación de inestabilidad dados los últimos cambios en la región (en su último comunicado rechazó la intervención militar estadounidense), mientras que las sanciones, al ampliar su poder de fuego, más allá de las fronteras de Venezuela, neutralizan a sus propios socios, dando oportunidad a Venezuela para reactivar sus funciones diplomáticas.
Una rendición de cuentas que no habla nada bien de Julio Borges, Luis Almagro, Marco Rubio, Mike Pence, caras públicas y cerebros de las sanciones, vendida a los medios como la mejor vía, y la más rápida, para acabar con el gobierno constitucional de Nicolás Maduro.
Los propios intereses del "coloso del sur" parecieran prevalecer ante la agenda de intervención de Estados Unidos y su política sistemática de sanciones y bloqueo financiero contra Venezuela.
Un hecho figurativo es que en abril pasado, durante el proceso electoral presidencial venezolano, rechazado por los países del llamado Grupo de Lima, el canciller brasileño, Aloysio Nunes Ferreira, anunciaba que su país no tenía como objetivo adherirse a las sanciones contra Venezuela a pesar de las presiones de dirigentes opositores locales y burócratas estadounidenses en el marco de la VIII Cumbre de las Américas que se celebraba en Lima, capital de Perú. Asimismo Nunes pedía información sobre supuestas "acciones ilegales" de venezolanos en Brasil, datos que nunca llegaron a ser sólidos.
Roraima y la amenaza del caos social
El pasado miércoles 12 la gobernadora Suely Campos, del estado brasileño de Roraima, fronterizo con el estado Bolívar, afirmaba que Venezuela mantendría el suministro de electricidad a la entidad que dirige pese a la deuda que mantiene Brasil con la electrificadora venezolana Corpoelec. "No hay riesgos de corte en el suministro", afirmó luego de reunirse en Brasilia a puertas cerradas con el ministro de Minas y Energía, Wellington Moreira Franco.Roraima está entre los primeros 10 estados más pobres de Brasil, es el único de los 27 estados brasileños que no está conectado al sistema eléctrico nacional debido a que el gobierno debe negociar con las comunidades indígenas que habitan en el trayecto. El gobierno de Rafael Caldera (1994-1999) impulsó la construcción de un tendido eléctrico a través de la Gran Sabana durante los años 90, siendo el gobierno de Chávez quien le dio continuación y su definitiva inauguración junto al presidente Fernando Henrique Cardoso en 2001. Dos tercios de la demanda energética del estado de Roraima provienen de la hidroeléctrica del Guri.
A finales de agosto pasado, el diario brasileño Valor Económico, perteneciente a la influyente red Globo, afirmaba que, según un oficio, Corpoelec notificó al Gobierno brasileño que podría interrumpir el abastecimiento debido a una deuda de 30 millones de dólares contraída por la estatal Eletrobras. El canciller brasileño, Aloysio Nunes Ferreira, declaró que el objetivo de Brasil es saldar las cuentas.
Explicó que el impago se debe a la dificultad de encontrar "un camino financiero" para mandar las divisas sin chocar con "las restricciones y sanciones que son aplicadas por Europa y por Estados Unidos" contra el gobierno venezolano.
Siendo Roraima un estado con una pobreza casi del 20% y en medio de una conflictividad social debida a medidas impopulares de la administración Temer, pudiera entenderse que el estamento político buscara negociar con Venezuela para evitar un caos social, sin embargo otras explicaciones pudieran aparecer. La posición de Brasil respecto a Venezuela en los últimos meses ciertamente no ha sido tan virulenta como la de Colombia, Argentina o Perú durante la administración Kuczynski.
El canciller venezolano Jorge Arreaza recalcó que el Estado brasileño, cuyo gobierno forma parte del llamado Grupo de Lima, acepta que el gobierno de los Estados Unidos tiene un bloqueo en contra de Venezuela.
Calentamiento de la frontera y enfriamiento del montaje humanitario
La gobernadora Campos ganó las elecciones apoyada por una coalición integrada, entre otros, por el Partido Progresistas (PP) del candidato derechista Jair Bolsonaro, quien sostiene un discurso ultranacionalista y promotor del exterminio social como solución a la violencia criminal. Desde esa óptica, Campos ha mantenido una posición cercana a la xenofobia contra los migrantes venezolanos que atraviesan la frontera con Brasil por Roraima.El pasado abril, Campos pidió al Tribunal Federal de Brasil que cerrara temporalmente la frontera con Venezuela a la entrada de venezolanos o que se eroguen fondos para enfrentar la "crisis humanitaria", como llama la derecha internacional a la coyuntura migratoria venezolana ocasionada por el bloqueo y asedio económico.
Aseguró que servicios como educación y salud están saturados por la llegada de miles de inmigrantes en los últimos meses, culpando al gobierno federal brasileño de no haber transferido recursos económicos para lidiar con esa situación, por lo que decidió limitar dichos servicios a los migrantes venezolanos. Mientras tanto, junto a Acnur, la administración Temer instalaba campamentos
"humanitarios" y solicitaba fondos a la comunidad internacional.
La Abogacía General de la Unión (AGU), órgano de asesoría legal de la Presidencia brasileña, pidió en agosto al Supremo Tribunal Federal que suspendiera inmediatamente la medida dictada por la administración regional de Roraima, ante lo cual la magistrada Rosa Weber falló a favor agregando que "no se justifica, a propósito de las dificultades para acoger a los refugiados, aplicar la solución más fácil de cerrar las puertas".
Este movimiento del gobierno brasileño pareciera haber buscado crear las condiciones para calentar el escenario de confrontación con Venezuela, para el cual fueron instalados 11 refugios en Boa Vista y Pacaraima, pequeña ciudad fronteriza, que albergan a más de 4 mil venezolanos, incluyendo más de mil indígenas warao.
Sobraron las campañas contra los migrantes venezolanos basadas en medias verdades y exageraciones sobre supuestas epidemias y brotes virales que buscaban desmoralizar al gentilicio, también las expresiones xenofóbicas de parte de ciudadanos brasileños arengados por declaraciones de políticos como Campos. Ante ello el gobierno venezolano activó desde finales de agosto el plan Vuelta a la Patria y coordinó el retorno voluntario de un grupo de migrantes al país.
El pasado martes 11, tras una reunión con su par brasileño, general Joaquim Silva e Luna, el ministro de Defensa venezolano, general Vladimir Padrino López, afirmó que Venezuela no es un país tradicionalmente migratorio hacia Brasil. "Es un país en el que su movimiento migratorio es por razones económicas, que tienen una causa: la guerra económica, el bloqueo y la persecución financiero".
Asimismo aseguró tras dicho encuentro realizado en Puerto Ordaz, estado Bolívar, que "2 mil 366 personas han retornado a través de Santa Elena de Uairén con la ayuda del Gobierno regional y el plan Vuelta a la Patria".
Con el mencionado contacto entre gobiernos, pareciera que queda a un lado la insistencia del canal humanitario, táctica intervencionista impuesta por Estados Unidos a sus socios en la región, para iniciar un abordaje de la problemática desde la cooperación y el impulso de iniciativas interinstitucionales, aun cuando la prensa y el mismo ministro intentaron insistir en el montaje humanitario a posteriori.
Final abierto y una pésima rendición de cuentas
El aparente deslinde del gobierno brasileño del modo de proceder intervencionista y agresivo incubado desde el Grupo de Lima pudiera deberse a que las condiciones internas del resto de los países se han debilitado. Desde la crisis financiera en Argentina pasando por el reacomodo geopolítico que significó la victoria de Andrés Manuel López Obrador en México hasta la debacle institucional peruana que comenzó con la salida de Pedro Pablo Kuczynski y que sigue con los llamados "audios de la vergüenza", los gobiernos latinoamericanos subordinados a Washington parecieran perder fuerza en su empeño contra Venezuela.Por otra parte, aun cuando haya cambios de gobierno en Brasil, no debe perderse de vista la vocación semi-imperial de su estamento político, esto hace que procure hacerse de su propio peso cuando augura poco éxito en alguna aventura militar de Estados Unidos, los resultados saltan a la vista tanto en Siria como en Afganistán, en Colombia y en Honduras, donde no pueden sostener su discurso sobre los derechos humanos.
Los intereses geopolíticos de Brasil de cara a Suramérica radican en convertirse en un centro de gravedad importante, para lo cual pudiera tener algún tipo de vigencia la vinculación mediante la Unasur, espacio al que gobiernos como el de Colombia y Ecuador han echado a un lado. El ministro Padrino López apuntó a tratar los actuales problemas bilaterales en instancias regionales como el Consejo de Defensa Suramericano, iniciativa de Brasil.
Como colofón, pero no menos determinante, el canciller Nunes ha apuntado que la nación brasilera le propuso a Caracas un cruce de cuentas para solventar la actual situación financiera bilateral. "Somos acreedores de Venezuela por un importe mucho mayor que esos 40 millones de dólares que debemos a la empresa", puntualizó.
En una nota de prensa publicada al día siguiente de la cita entre los ministros, el despacho brasileño la catalogó como "la celebración de un acto de confianza para reforzar el trabajo conjunto entre los dos países", además se expuso la agenda tratada confirmando que tanto el tema de la deuda eléctrica como el de la migración venezolana fueron abordados en ambiente colaborativo. Por último, afirma que Venezuela aceptaría la ayuda brasileña en el área de salud y afirma que "la continuidad del embargo económico traerá dificultades de todo orden al pueblo venezolano".
De esta forma, Brasil reconoció que es falso que las sanciones de Estados Unidos y la Unión Europea sean sólo dirigidas a "funcionarios gubernamentales", bajo el mantra de que no afectan a la economía y al conjunto de la población de Venezuela.
Este reconocimiento, inédito dentro de los países del Grupo de Lima, afecta la línea de flotación de este organismo ad hoc, limita su influencia y marca un distanciamiento que complica una operatividad coordinada para socavar las funciones diplomáticas de Venezuela. Estados Unidos, en cambio, queda expuesto y desafiado, en momento de alta inestabilidad y pérdida de liderazgo para abordar la situación venezolana, lo que traslada al resto de países la presión de contravenir, omitir o aceptar lo que emana de un país estratégico, como Brasil, para el equilibrio geopolítico de la región.
Brasil pareciera asumir una posición similar a la de Panamá, cuyo gobierno incluyó en una lista de "alto riesgo" por blanqueo de capitales al presidente Maduro y otros funcionarios, así como a empresas venezolanas. Ante ello el gobierno venezolano anunció la suspensión de las relaciones comerciales con el país canalero sancionando a altos funcionarios y 46 empresas, entre ellas, la aerolínea Copa.
Panamá anunció el retiro de su embajador en Venezuela, pidió a Caracas que tomara la misma medida con su representante diplomático en el país. Después de intentos fallidos y ante la presión de las empresas panameñas, el gobierno de Panamá decidió restituir su misión diplomática, a lo que Venezuela respondió en la misma tónica, con el objetivo de retomar la conectividad aérea y crear una comisión presidida por los cancilleres de ambos países para hacer frente a los asuntos pendientes.
La posición de Brasil no incluye un compromiso absoluto con las sanciones impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea. Su ministerio de Defensa asume una posición clara en divergencia, esto es una oportunidad para que Venezuela pueda reimpulsar su relaciones internacionales.
En los casos de Brasil y Panamá, puede establecerse un patrón de comportamiento que va tomando forma: las sanciones de Estados Unidos también están afectando a empresas, canales de intercambio financiero e intereses económicos diversos con respecto a Venezuela, lo cual termina traduciéndose en sacrifio material y financiero el apoyo político solicitado por Washington, para amplificar su agenda de presiones contra Venezuela.
Los países de la región, mal llamados "socios", según este planteamiento, deben pagar los costos de esta estrategia, sea con la emigración forzada, la incapacidad de pago o pérdidas económicas. Brasil pareciera no estar dispuesta a llevar ese sacrificio hasta un punto en que Roraima se vuelva una zona de conflictividad social que pudiera complicar aún más la disputa electoral interna y la inestabilidad política creciente.
A un año de oficializarse el bloqueo financiero contra Venezuela, a través de la orden ejecutiva firmada por Donald Trump el 25 de agosto de 2017, el Grupo de Lima se encuentra en una situación de inestabilidad dados los últimos cambios en la región (en su último comunicado rechazó la intervención militar estadounidense), mientras que las sanciones, al ampliar su poder de fuego, más allá de las fronteras de Venezuela, neutralizan a sus propios socios, dando oportunidad a Venezuela para reactivar sus funciones diplomáticas.
Una rendición de cuentas que no habla nada bien de Julio Borges, Luis Almagro, Marco Rubio, Mike Pence, caras públicas y cerebros de las sanciones, vendida a los medios como la mejor vía, y la más rápida, para acabar con el gobierno constitucional de Nicolás Maduro.
Trump ordena aplicar aranceles a más productos chinos por 200.000 millones
También podría aplicar gravámenes a bienes del país
asiático por 267.000 millones de dólares más. Actualmente, EEUU ya les
aplica un sobre coste de 50.000 millones. Las compras a China hasta
julio han subido casi un 9% respecto al 2017.
El presidente de Estados Unidos ordenó a sus asesores aplicar aranceles a más productos chinos por un valor cercano a 200.000 millones de dólares,
dijo el viernes una fuente conocedora del tema, pese a los intentos del
secretario del Tesoro por reanudar las charlas con Pekín para resolver
la guerra comercial.
La información se da exactamente una semana
después de que Trump planteara la posibilidad de cobrar aranceles a
productos chinos por 200.000 millones de dólares y con aplicar gravámenes a bienes del país asiático por 267.000 millones de dólares más.
Estados Unidos ya aplica actualmente aranceles sobre productos chinos por unos 50.000 millones de dólares.
Estados Unidos sólo importó 505.000 millones de dólares en bienes procedentes de China el año pasado. Pero las compras a China durante 2018 hasta julio subieron casi 9% respecto al mismo periodo del 2017, de acuerdo con datos oficiales.
Venezuela y China firman 28 acuerdos de áreas de energía, minería y tecnología
Publicado: 15 sep 2018 00:36 GMT - RT
La visita del presidente venezolano, Nicolás
Maduro, a su homólogo chino, Xi Jinping, culminó con importantes
acuerdos de "miles de millones de dólares" para el desarrollo conjunto.
Los
gobiernos de Venezuela y China suscribieron este viernes un total de 28
acuerdos de cooperación en áreas estratégicas como petróleo, minería,
tecnología, educación y cultura.
La firma de los acuerdos se realizó durante la clausura de la XVI Comisión Mixta de Alto Nivel (CMAN), celebrada en Pekín. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, destacó que se trata de inversiones de "miles de millones de dólares" para el desarrollo compartido, refiere AVN.
"Hemos encontrado un camino común para una relación de ganancia compartida que se ha transformado a lo largo de estos años en una relación modélica", remarcó el jefe de Estado, quien estuvo acompañado en el acto por su homólogo chino, Xi Jinping.
En ese contexto, Maduro resaltó que, gracias a los acuerdos establecidos mediante la comisión mixta, el país suramericano pudo afrontar las dificultades económicas de los últimos 36 meses, que se agravaron con las sanciones impuestas por EE.UU. y la Unión Europea: "Hoy Venezuela está de pie, batallando y está en sus mejores circunstancias", dijo.
Por su parte, Wang Yi, Consejero de Estado de China, destacó su disposición de afianzar la relación con Caracas "elevando el nivel estratégico integral, iniciando la nueva página de desarrollo y relaciones de ambas naciones".
De igual forma, se acordó una hoja de términos para el financiamiento de la empresa mixta Petrozumano, constituida entre Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y China National Petroleum Corporation (CNPC).
De los 28 acuerdos suscritos, 14 fueron refrendados este viernes en Pekín. Entre los documentos firmados figura el memorando de entendimiento para la Franja Económica de la Ruta de la Seda y la Ruta Marítima de la Seda del siglo XXI, así como la renovación del Programa de Intercambio Educativo para el período 2018-2023.
Además, se acordó el fortalecimiento de las zonas de cooperación económica y comercial, así como el avance de la negociación del Tratado Bilateral de Inversión y un pacto de cooperación interinstitucional entre los ministerios de Economía de ambas naciones.
Al término de la rúbrica de acuerdos, el mandatario venezolano tildó la jornada de "histórica" y aseguró que los nuevos mecanismos firmados servirán para afianzar el plan de recuperación económica que ha propuesto para Venezuela: "Vamos lejos, muy lejos, damos un salto hacia el futuro".
La firma de los acuerdos se realizó durante la clausura de la XVI Comisión Mixta de Alto Nivel (CMAN), celebrada en Pekín. El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, destacó que se trata de inversiones de "miles de millones de dólares" para el desarrollo compartido, refiere AVN.
"Hemos encontrado un camino común para una relación de ganancia compartida que se ha transformado a lo largo de estos años en una relación modélica", remarcó el jefe de Estado, quien estuvo acompañado en el acto por su homólogo chino, Xi Jinping.
En ese contexto, Maduro resaltó que, gracias a los acuerdos establecidos mediante la comisión mixta, el país suramericano pudo afrontar las dificultades económicas de los últimos 36 meses, que se agravaron con las sanciones impuestas por EE.UU. y la Unión Europea: "Hoy Venezuela está de pie, batallando y está en sus mejores circunstancias", dijo.
Por su parte, Wang Yi, Consejero de Estado de China, destacó su disposición de afianzar la relación con Caracas "elevando el nivel estratégico integral, iniciando la nueva página de desarrollo y relaciones de ambas naciones".
Cooperación integral
Una de las áreas medulares de la cooperación binacional es la petrolera. En esta oportunidad, Caracas y Pekín suscribieron acuerdos para incrementar la producción de hidrocarburos en la Faja Petrolífera del Orinoco, donde se encuentra una de las reservas de crudo más importantes del mundo.De igual forma, se acordó una hoja de términos para el financiamiento de la empresa mixta Petrozumano, constituida entre Petróleos de Venezuela (Pdvsa) y China National Petroleum Corporation (CNPC).
De los 28 acuerdos suscritos, 14 fueron refrendados este viernes en Pekín. Entre los documentos firmados figura el memorando de entendimiento para la Franja Económica de la Ruta de la Seda y la Ruta Marítima de la Seda del siglo XXI, así como la renovación del Programa de Intercambio Educativo para el período 2018-2023.
Además, se acordó el fortalecimiento de las zonas de cooperación económica y comercial, así como el avance de la negociación del Tratado Bilateral de Inversión y un pacto de cooperación interinstitucional entre los ministerios de Economía de ambas naciones.
Al término de la rúbrica de acuerdos, el mandatario venezolano tildó la jornada de "histórica" y aseguró que los nuevos mecanismos firmados servirán para afianzar el plan de recuperación económica que ha propuesto para Venezuela: "Vamos lejos, muy lejos, damos un salto hacia el futuro".
Pekín
Maduro logra apoyo financiero de China y se suma a las Nuevas Rutas de la Seda
Venezuela y el gigante asiático firmaron acuerdos en materia de petróleo, minería, economía, seguridad, tecnología y salud.
El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, logró este
viernes el apoyo financiero de China mediante la firma de una serie de
acuerdo de cooperación los que tratará de paliar la complicada crisis
económica que atraviesa el país sudamericano.
Durante el primer día de su visita oficial, Maduro acordó también la integración de la nación caribeña en las Nuevas Rutas de la Seda, el proyecto global de inversión en infraestructuras del gigante asiático, al que también se ha adscrito Uruguay.
La visita se concretó en la firma de acuerdos en materia de petróleo, minería, economía, seguridad, tecnología y salud, e incluyó también una reunión con su homólogo chino, Xi Jinping, a quien Maduro pidió un aumento de la cooperación “para recuperar la estabilidad económica” en su país.
“Venezuela agradece el apoyo y comprensión de China, y quiere aprender de su excelencia, seguimos activamente el desarrollo del plan de las Nuevas Rutas de la Seda y queremos debatir posible inversión financiera”, señaló Maduro, citado por la televisión estatal china CCTV.
El presidente chino afirmó, por su parte, que su país siempre tiene en cuenta sus relaciones con Venezuela desde un punto de vista estratégico y de largo plazo, en un momento en el que “existen factores de inestabilidad en el mundo”, por lo que Pekín y Caracas “tienen que promover su confianza y amistad”.
En una intervención previa ante la Comisión Mixta bilateral en Pekín, el presidente venezolano recalcó que los acuerdos firmados hoy “ratifican el camino del desarrollo compartido de las inversiones para hacer realidad el desarrollo de nuestras empresas mixtas”.
Entre los acuerdos, firmados junto con el canciller chino y consejero de Estado, Wang Yi, destacan un memorándum para la cesión del 9,9 por ciento de las acciones de la empresa mixta petrolera Sinovensa, o un acuerdo para el desarrollo de las empresas de hidrocarburos mixtas Petrourica y Petrozumano.
Fuente: EFE
Durante el primer día de su visita oficial, Maduro acordó también la integración de la nación caribeña en las Nuevas Rutas de la Seda, el proyecto global de inversión en infraestructuras del gigante asiático, al que también se ha adscrito Uruguay.
La visita se concretó en la firma de acuerdos en materia de petróleo, minería, economía, seguridad, tecnología y salud, e incluyó también una reunión con su homólogo chino, Xi Jinping, a quien Maduro pidió un aumento de la cooperación “para recuperar la estabilidad económica” en su país.
“Venezuela agradece el apoyo y comprensión de China, y quiere aprender de su excelencia, seguimos activamente el desarrollo del plan de las Nuevas Rutas de la Seda y queremos debatir posible inversión financiera”, señaló Maduro, citado por la televisión estatal china CCTV.
El presidente chino afirmó, por su parte, que su país siempre tiene en cuenta sus relaciones con Venezuela desde un punto de vista estratégico y de largo plazo, en un momento en el que “existen factores de inestabilidad en el mundo”, por lo que Pekín y Caracas “tienen que promover su confianza y amistad”.
En una intervención previa ante la Comisión Mixta bilateral en Pekín, el presidente venezolano recalcó que los acuerdos firmados hoy “ratifican el camino del desarrollo compartido de las inversiones para hacer realidad el desarrollo de nuestras empresas mixtas”.
Entre los acuerdos, firmados junto con el canciller chino y consejero de Estado, Wang Yi, destacan un memorándum para la cesión del 9,9 por ciento de las acciones de la empresa mixta petrolera Sinovensa, o un acuerdo para el desarrollo de las empresas de hidrocarburos mixtas Petrourica y Petrozumano.
Fuente: EFE
Análisis especial
Maduro en China: Venezuela en el punto de inflexión del orden internacional
Septiembre 14 de 2018, 4:45 pm - MISIÓN VERDAD
El
presidente Nicolás Maduro arribó el jueves 13 de septiembre a Beijing,
capital de la República Popular China, para participar directamente en
la XVI Comisión Mixta que componen los Estados chino y venezolano. El
viernes 14 se firmaron los acuerdos de la mano del mismo mandatario
venezolano y su par Xi Jinping.
Esta importante visita del primer mandatario nacional fue precedida
por tres reuniones clave de la vicepresidenta de la República
Bolivariana, Delcy Rodríguez, esta misma semana.
Rodríguez sostuvo un encuentro con el presidente de la Comisión Mixta de Alto Nivel de China, He Lifeng, con el propósito de estrechar los lazos de cooperación en diversas áreas estratégicas de ambas economías.
De igual forma, se reunió con el presidente ejecutivo del Banco de Desarrollo de China, Zheng Jizh, una de las instituciones financieras más importantes del sector público del gigante asiático, y con el vicepresidente, Wang Qishan, quien aseveró, según información suministrada por el medio CGTN, "que su país está listo para trabajar con Venezuela a fin de salvaguardar de las naciones en vías de desarrollo".
Estos encuentros se realizaron con vistas a elevar la cooperación bilateral y los marcos de inversión en sectores estratégicos de la economía venezolana y china (petróleo, siderúrgica, oro, etc.) a los fines de consolidar el plan de recuperación que lanzó recientemente el gobierno venezolano para desmantelar las principales variables de la guerra económica.
A contracorriente de esta frágil versión infundada, el Ministerio de Asuntos Exteriores de China confirmó que el presidente Maduro viajó a China por una invitación de su presidente Xi Jinping, con el objetivo de ampliar las relaciones bilaterales bajo la premisa de que "el gobierno y el pueblo de Venezuela son capaces de manejar sus asuntos internos conforme a su ordenamiento jurídico".
La visita de Maduro se da en medio de operaciones semisecretas y de presión internacional, de la mano del gobierno de Estados Unidos, para cristalizar un cambio de régimen.
Tanto The New York Times (NYT) como el medio financiero Bloomberg han certificado cómo distintas escalas de la burocracia estadounidense han tanteado la vía del golpe de Estado militar o la opción de una intervención abierta desde el Consejo de Seguridad Nacional.
Hasta hace poco más de un mes, el presidente Nicolás Maduro sufrió un atentado que intentó acabar con su vida y la del alto mando político e institucional de la República. Días después, Bloomberg confirmó que Estados Unidos conocían del plan, pero no fue hasta la filtración del (NYT) del pasado 8 de septiembre que se confirmaría que, efectivamente, la Administración Trump sostuvo reuniones con militares que preparaban un golpe de Estado.
Durante el mes de septiembre, el uso político de la emigración venezolana para justificar una mayor intervención en los asuntos internos del país por rutas extralegales, eje de donde provino la llamada Declaración de Quito del Grupo de Lima y la última sesión (fallida) del Consejo Permanente de la OEA, que representan el correlato público y en la esfera internacional de las operaciones secretas que caminaban para intentar socavar al chavismo.
El pináculo de estos movimientos en la arena internacional fue a crédito personal de la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, quien convocó una sesión informal del Consejo de Seguridad de la ONU, bajo la "Fórmula Arria", para linchar a Venezuela y proyectar la narrativa de que ante la situación de un "narcoestado" en Venezuela, aseveraciones que en ningún momento fueron respaldadas con pruebas, se debe optar por la vía de la antipolítica y la intervención.
En este contexto de altas presiones, la visita de Maduro a China envía, en las primeras de cambio, un mensaje de contención a Estados Unidos.
Al elevar su posicionamiento internacional no sólo blinda al país en términos geopolíticos y securitarios, sino que complejiza los cálculos y costos políticos del gobierno estadounidense.
Pisar el acelerador por el cambio de régimen, mediante vías más intensas como aumentar la presión económica, en un país como Venezuela donde China tiene intereses estratégicos, abre en el escenario una fricción adicional que se suma a una guerra comercial creciente, la desdolarización capitaneada por China y Rusia, la disputa por el reconocimiento de Taiwán y la pugna por el liderazgo en Asia-Pacífico.
Todos estos escenarios implican para Estados Unidos una extenuación de sus recursos de política exterior y una pérdida de su posición hegemónica en ámbitos clave del sistema-mundo.
Por otro lado, la invitación de Xi Jinping a Maduro demuestra la confianza de la potencia emergente en su liderazgo, en la capacidad de revertir crisis políticas y ejecutar plan creíble para la recuperación económica del país, por fuera del sistema clásico del dólar, al que también China se enfrenta.
La visita se traduce en un espaldarazo a Maduro, no de cualquier nación, sino de la primera potencia económica del planeta y la segunda en términos políticos, toda vez que Estados Unidos intenta forzar el cambio de régimen por vías violentas.
En medio de esta tensa situación, el presidente venezolano eleva su perfil político a nivel internacional, disuade los ataques externos y coloca al país en la primera línea de vanguardia en la construcción de un sistema internacional multipolar.
Esta misma semana se realizó el IV Foro Económico Oriental, una iniciativa rusa que desde el año 2015 busca ampliar la cohesión entre el gigante euroasiático, China, y la estratégica zona del Sudeste asiático. En esta oportunidad concurrieron 59 países, y en las distintas rondas de negocios se avanzó en parámetros alternativos al uso del dólar para el comercio regional, empleando el uso de las propias monedas locales.
El evento concluyó con la firma de convenios entre los países suscritos por un total de 3 billones de rublos, que al tipo de cambio actual representan aproximadamente 45 mil millones de dólares. El profesor de Econometría, Iván Martín y Ladera, explicó para Russia Today, que los países participantes en este foro cada vez dependen menos de la divisa estadounidense.
En paralelo a esto, Rusia realiza las maniobras militares más importantes desde 1981, con el nombre Vostok 2018. Con 300 mil soldados, 1 mil aeronaves, 36 mil tanques, 80 buques de guerra y simulaciones que muestran las capacidades de los sistemas antiaéreos Buk-M2, Tor, Pántsir-S y S-400, envía un mensaje de disuasión a Estados Unidos y a la OTAN.
China participa también de estos ejercicios con 3 mil 200 oficiales y su alto mando militar, un hecho que, observado junto al éxito del Foro Económico Oriental, expone el buen momento que viven las relaciones entre China y Rusia y su determinación por reformar el sistema internacional bajo una lógica multipolar.
Bajo esa premisa, China se ha introducido como factor organizativo de las relaciones económicas en América Latina y el Caribe desde el inicio de este siglo, incrementando sus inversiones económicas y en infraestructura, que hasta 2015, planteaba un monto de 250 mil millones de dólares.
Estos movimientos han sido interpretados por Estados Unidos como una "invasión" a su "patio trasero", por lo que ha sacado a relucir una actualización de la Doctrina Monroe, alegando que es el único poder con la intención de defender la libertad, la democracia y los derechos humanos que tanto han violado en el hemisferio en los últimos 150 años. Esta vez traslada la geografía original de esta noción (Europa) a Asia.
Para Estados Unidos, la creciente influencia china representa una competencia de tipo neocolonial por el liderazgo de la región, una especie de conflicto suma cero donde la victoria de un bando pasa por la negación absoluta del otro.
Sin embargo, a diferencia de la geopolítica de Estados Unidos en Latinoamérica, basada en el saqueo de recursos energéticos, el desmantelamiento del Estado (neoliberalismo) y en la homologación de un único modelo para toda la diversidad cultural del continente (la democracia liberal), China emplea una política exterior seductora, no confrontativa y que dirige sus inversiones hacia el fortalecimiento estatal de sectores económicos estratégicos.
Una diferencia sustancial en el tratamiento de las relaciones internacionales, que ha traído como consecuencia mayor confianza en China como socio regional y un alejamiento progresivo de Estados Unidos en términos económicos, comerciales y hasta políticos, aunque la mayoría de los gobiernos de Sudamérica siguen alineados a la cosmovisión civilizatoria con patente occidental.
El poder alcanzado por China (y Rusia, sólo que, en áreas diferentes, pero igual de estratégicas) en los últimos años, implica un punto de quiebre para el orden internacional actual; el desarrollo de su influencia en el espacio geopolítico latinoamericano da una vuelta de tuerca definitoria al desenvolvimiento del sistema-mundo.
Contrario a la política de garrote que impone la democracia liberal mediante el castigo de la deuda y la extorsión económica de las corporaciones estadounidenses, China basa su relacionamiento en la integración económica sin el fanatismo liberal-democrático con el que Occidente llevó al colapso a la humanidad, tratando de homologar bajo la sociedad de consumo y el proyecto de ciudadanía europea, a un conglomerado planetario tan diverso.
El resultado práctico de esto es que China está por superar, en los próximos años, a Estados Unidos como principal socio comercial en la región, afectando sensiblemente su proyección geopolítica, la capacidad de control sobre los recursos energéticos y la autoridad moral y política de dirigir el destino de Latinoamérica.
Bajo esos parámetros no puede afirmarse, más allá del evidente poderío económico y financiero que viene ejerciendo China desde hace unos años por acá en el continente, que Venezuela y las naciones con mayor nivel de cooperación con el gigante asiático son "peones" o simples fichas utilizadas en el tablero geopolítico. En realidad, es mucho más complejo que eso.
Aunque Latinoamérica no tiene el nivel de importancia estratégica para China que puede tener Asia o Europa en estos momentos, el acceso a los recursos energéticos de la región en el marco de su ambicioso plan "Made in China 2025", con el cual madurara las condiciones para consolidar su liderazgo económico global y solidificar su estrategia de integración con la Iniciativa del Cinturón y la Ruta.
Para China es esencial diversificar sus fuentes de recursos naturales hacia América Latina, pues considera que la conflictividad en Medio Oriente (específicamente centrada en Irán, uno de sus principales surtidores de energía) y la creciente militarización del Mar Meridional, terminará afectando sus fuentes de recursos y, en consecuencia, sus bases materiales de poder para continuar en una posición de liderazgo en el orden internacional.
En Latinoamérica, vista por Estados Unidos como su zona de influencia más cercana, China también ha logrado compensar los movimientos geopolíticos norteamericanos para obstruir su liderazgo con vecinos tradicionales, específicamente y con mayor importancia, sobre Vietnam e India.
De igual forma, en el escenario latinoamericano, China también emplea su influencia para debilitar diplomáticamente a Taiwán y lograr una vía de escape a las presiones comerciales de la Administración Trump, la cual intenta revertir las ventajas económicas del gigante asiático limitando sus ganancias por concepto de exportaciones.
Pero esta no es la única dirección que toman los acontecimientos geopolíticos en Latinoamérica. Para Venezuela y otros países que se encuentran en el punto de mira de Washington, la inserción de China como actor regional es también empleado como una forma de disuasión contra las presiones estadounidenses, pero asimismo como una reafirmación de la soberanía a los fines de construir un orden económico internacional alternativo, alejados de los tradicionales paquetazos del FMI y la banca occidental.
Específicamente en Venezuela, por su gran cantidad de recursos petroleros, en oro y otros minerales, China encuentra una fuente de materias primas clave para sostener su proyección geopolítica a nivel internacional y sus planes de crear un nuevo consenso monetario global por fuera del dólar, con base al intercambio en oro y a las transacciones con el contrato petrolero conocido como petroyuan.
A la vez, Venezuela, en su propio escenario, instrumentaliza estos factores como una herramienta de disuasión política a nivel de política exterior, e incluso en la construcción de rutas alternativas para esquivar las sanciones estadounidenses y construir una base de respaldo geopolítico a su propia vía de desarrollo económico.
Sin aparentes recursos políticos, económicos y diplomáticos que logren revertir la situación, la Casa Blanca y el aparato militar y de inteligencia estadounidense emplea herramientas de caos controlado para obstaculizar, afectar y, a lo mucho, retardar la inserción de China como un actor dominante en la región.
Venezuela fue otro de sus laboratorios y la sociedad venezolana, lo más pobre y agredida de ella, ha resistido a la mutación de transformarse en protagonista de su propia desgracia. No ser Libia o Yugoslavia con los traumas y heridas civilizatorias de una inyección letal de revolución de colores, ya es ganancia.
Pero han sido específicamente esas operaciones de caos y aventuras militares, planteadas desde una metafísica de que Estados Unidos debe dirigir al mundo según las claves de su pequeñísima realidad geográfica y llevadas a cabo en todo el planeta en poco más de 100 años, patologizaron a tal punto a la élite estadounidense, que procesa los cambios geopolíticos y de tendencias civilizatorias como una puñalada personal a su mesianismo blancoide.
Es por esa razón que Venezuela ha sido víctima de una intensa guerra económica, la cual ha contribuido al desmantelamiento de su industria petrolera y al descontrol del tipo de cambio, para alejar las inversiones de China (y las del mercado financiero en general) generando un conjunto de condiciones negativas que eleva sus costos de apoyo económico.
Por esa razón el Plan de Recuperación Económica que emprende el gobierno venezolano es clave, en sus coordenadas internas, para estabilizar una economía asediada y proteger a la población de la máquina mortal del bloqueo, pero que en términos globales se inserta en la construcción política y organizacional de un nuevo modelo de relaciones internacionales que no ve el futuro de la humanidad guiado espiritualmente por Occidente.
En Estados Unidos, y en Occidente en general, se intensifica el colapso político, la ruina cultural, la descomposición interna por la violencia sistemática del capital sobre el cuerpo social, la ruptura de los consensos políticos, financieros y espirituales de la Conferencia de Yalta. En esa ventana de oportunidad, los poderes emergentes aprovechan para ganar posiciones y plantear una estabilización del sistema internacional desde una perspectiva que sintetice la famosa trampa de Tucídides y las contradicciones de un realismo autodestructivo.
Las magnitudes del colapso civilizatorio, también trasversalizada por una crisis ecológica que es para coger palco, agudizan la condición de Latinoamérica y Venezuela, nervios geográficos del depredado Sur Global, como centros de explotación primaria de capitales para que Occidente continúe con su modelo suicida por 50 años más, o sean aprovechados, políticamente, en términos de base material, para un giro del orden internacional que reorganice y estabilice la situación después del colapso.
En ese punto de inflexión, crucial para el destino de la humanidad y de lo que será Latinoamérica, que la situación toma un color más peligroso. El colapso, que también es epistemológico y espiritual, genera las condiciones propicias para una tierra arrasada en medio de la pugna geopolítica que arrecia en el planeta y que está siendo movilizada por un sector de la élite global que no encuentra como superar sus complejos de superioridad.
El resurgir de China y la ampliación de su radio de influencia a Latinoamérica, más que una visión paternalista, en realidad representa una ventana de oportunidad para abonar a la construcción de un orden multipolar, donde este continente pueda integrarse como polo geopolítico para poder negociar cómo quiere vivir.
Es justo en este punto donde la muerte de Hugo Chávez pega en el alma regional, pues lo sencillo e inédito de su obra estaba el intentar unir, políticamente, a los que han vivido los dolores por generaciones de mantener a las potencias occidentales. Porque si toda Latinoamérica no se dirige hacia un bloque histórico y orgánico, no tendrá ningún mecanismo de defensa ante el colapso civilizatorio que ya hace de la destrucción un asunto rutinario. Un daño colateral del mercado mundial.
"Este siglo XXI es el siglo donde el destino de la humanidad debe marcarse como el destino común, sin imperios hegemónicos, que dominen, que agredan a los pueblos del mundo": esto lo dijo Nicolás Maduro sobre el lugar histórico de Venezuela en ese punto de inflexión que redefinirá cómo será la próxima revolución de los asuntos globales, con un costo humano que no para de ascender.
Y es ahí donde Venezuela aumenta los nexos de asociación con China, no para su supervivencia individual, sino para tener el poder de seguir siendo la entrada a una política de la imaginación multipolar, que, desde el Sur Global, juegue también sus cartas para quedar lo mejor parados posibles ante el colapso que viene. Y que, en su epicentro, Estados Unidos, va por sus capítulos finales y también se reproduce como culebrones en Colombia, Brasil, Ecuador y otros países de la región.
Rodríguez sostuvo un encuentro con el presidente de la Comisión Mixta de Alto Nivel de China, He Lifeng, con el propósito de estrechar los lazos de cooperación en diversas áreas estratégicas de ambas economías.
De igual forma, se reunió con el presidente ejecutivo del Banco de Desarrollo de China, Zheng Jizh, una de las instituciones financieras más importantes del sector público del gigante asiático, y con el vicepresidente, Wang Qishan, quien aseveró, según información suministrada por el medio CGTN, "que su país está listo para trabajar con Venezuela a fin de salvaguardar de las naciones en vías de desarrollo".
Estos encuentros se realizaron con vistas a elevar la cooperación bilateral y los marcos de inversión en sectores estratégicos de la economía venezolana y china (petróleo, siderúrgica, oro, etc.) a los fines de consolidar el plan de recuperación que lanzó recientemente el gobierno venezolano para desmantelar las principales variables de la guerra económica.
Contexto y cálculo de la visita a Beijing
A raíz del anuncio del viaje del primer mandatario nacional, desde las redes sociales se intentó proyectar que Nicolás Maduro realizaría la visita de forma desesperada y sin conocimiento de las altas autoridades en el gigante asiático.A contracorriente de esta frágil versión infundada, el Ministerio de Asuntos Exteriores de China confirmó que el presidente Maduro viajó a China por una invitación de su presidente Xi Jinping, con el objetivo de ampliar las relaciones bilaterales bajo la premisa de que "el gobierno y el pueblo de Venezuela son capaces de manejar sus asuntos internos conforme a su ordenamiento jurídico".
La visita de Maduro se da en medio de operaciones semisecretas y de presión internacional, de la mano del gobierno de Estados Unidos, para cristalizar un cambio de régimen.
Tanto The New York Times (NYT) como el medio financiero Bloomberg han certificado cómo distintas escalas de la burocracia estadounidense han tanteado la vía del golpe de Estado militar o la opción de una intervención abierta desde el Consejo de Seguridad Nacional.
Hasta hace poco más de un mes, el presidente Nicolás Maduro sufrió un atentado que intentó acabar con su vida y la del alto mando político e institucional de la República. Días después, Bloomberg confirmó que Estados Unidos conocían del plan, pero no fue hasta la filtración del (NYT) del pasado 8 de septiembre que se confirmaría que, efectivamente, la Administración Trump sostuvo reuniones con militares que preparaban un golpe de Estado.
Durante el mes de septiembre, el uso político de la emigración venezolana para justificar una mayor intervención en los asuntos internos del país por rutas extralegales, eje de donde provino la llamada Declaración de Quito del Grupo de Lima y la última sesión (fallida) del Consejo Permanente de la OEA, que representan el correlato público y en la esfera internacional de las operaciones secretas que caminaban para intentar socavar al chavismo.
El pináculo de estos movimientos en la arena internacional fue a crédito personal de la embajadora de Estados Unidos ante la ONU, Nikki Haley, quien convocó una sesión informal del Consejo de Seguridad de la ONU, bajo la "Fórmula Arria", para linchar a Venezuela y proyectar la narrativa de que ante la situación de un "narcoestado" en Venezuela, aseveraciones que en ningún momento fueron respaldadas con pruebas, se debe optar por la vía de la antipolítica y la intervención.
En este contexto de altas presiones, la visita de Maduro a China envía, en las primeras de cambio, un mensaje de contención a Estados Unidos.
Al elevar su posicionamiento internacional no sólo blinda al país en términos geopolíticos y securitarios, sino que complejiza los cálculos y costos políticos del gobierno estadounidense.
Pisar el acelerador por el cambio de régimen, mediante vías más intensas como aumentar la presión económica, en un país como Venezuela donde China tiene intereses estratégicos, abre en el escenario una fricción adicional que se suma a una guerra comercial creciente, la desdolarización capitaneada por China y Rusia, la disputa por el reconocimiento de Taiwán y la pugna por el liderazgo en Asia-Pacífico.
Todos estos escenarios implican para Estados Unidos una extenuación de sus recursos de política exterior y una pérdida de su posición hegemónica en ámbitos clave del sistema-mundo.
Por otro lado, la invitación de Xi Jinping a Maduro demuestra la confianza de la potencia emergente en su liderazgo, en la capacidad de revertir crisis políticas y ejecutar plan creíble para la recuperación económica del país, por fuera del sistema clásico del dólar, al que también China se enfrenta.
La visita se traduce en un espaldarazo a Maduro, no de cualquier nación, sino de la primera potencia económica del planeta y la segunda en términos políticos, toda vez que Estados Unidos intenta forzar el cambio de régimen por vías violentas.
En medio de esta tensa situación, el presidente venezolano eleva su perfil político a nivel internacional, disuade los ataques externos y coloca al país en la primera línea de vanguardia en la construcción de un sistema internacional multipolar.
Confrontación global y la Guerra Fría revisitada
Pero la visita de Maduro también transcurre en medio de una reedición de la Guerra Fría, en la cual la disputa por el liderazgo internacional se intensifica a medida que avanza la desdolarización de países euroasiáticos y los poderes emergentes consolidan ventajas relativas en los vectores financieros, diplomáticos y militares, en menoscabo de la alicaída hegemonía estadounidense.Esta misma semana se realizó el IV Foro Económico Oriental, una iniciativa rusa que desde el año 2015 busca ampliar la cohesión entre el gigante euroasiático, China, y la estratégica zona del Sudeste asiático. En esta oportunidad concurrieron 59 países, y en las distintas rondas de negocios se avanzó en parámetros alternativos al uso del dólar para el comercio regional, empleando el uso de las propias monedas locales.
El evento concluyó con la firma de convenios entre los países suscritos por un total de 3 billones de rublos, que al tipo de cambio actual representan aproximadamente 45 mil millones de dólares. El profesor de Econometría, Iván Martín y Ladera, explicó para Russia Today, que los países participantes en este foro cada vez dependen menos de la divisa estadounidense.
En paralelo a esto, Rusia realiza las maniobras militares más importantes desde 1981, con el nombre Vostok 2018. Con 300 mil soldados, 1 mil aeronaves, 36 mil tanques, 80 buques de guerra y simulaciones que muestran las capacidades de los sistemas antiaéreos Buk-M2, Tor, Pántsir-S y S-400, envía un mensaje de disuasión a Estados Unidos y a la OTAN.
China participa también de estos ejercicios con 3 mil 200 oficiales y su alto mando militar, un hecho que, observado junto al éxito del Foro Económico Oriental, expone el buen momento que viven las relaciones entre China y Rusia y su determinación por reformar el sistema internacional bajo una lógica multipolar.
Lo que se juega China en América Latina
El concepto de China, en términos de política exterior, procesa el tiempo político actual desde la necesidad de una reforma sustancial y un nuevo consenso multipolar y horizontal en el sistema internacional, basado en la no superioridad de una potencia sobre otra, toda vez que la integración económica y el respeto a la soberanía nacional que es planteada es vista como un medio para reducir la desigualdad política y económica, intensificada a extremos aberrantes entre los grandes poderes del mundo sobre las periferias, para reducir los conflictos interestatales y estabilizar las relaciones internacionales en el largo plazo. Un punto de inflexión en términos de proyectos de estabilización a largo plazo del orden internacional.Bajo esa premisa, China se ha introducido como factor organizativo de las relaciones económicas en América Latina y el Caribe desde el inicio de este siglo, incrementando sus inversiones económicas y en infraestructura, que hasta 2015, planteaba un monto de 250 mil millones de dólares.
Estos movimientos han sido interpretados por Estados Unidos como una "invasión" a su "patio trasero", por lo que ha sacado a relucir una actualización de la Doctrina Monroe, alegando que es el único poder con la intención de defender la libertad, la democracia y los derechos humanos que tanto han violado en el hemisferio en los últimos 150 años. Esta vez traslada la geografía original de esta noción (Europa) a Asia.
Para Estados Unidos, la creciente influencia china representa una competencia de tipo neocolonial por el liderazgo de la región, una especie de conflicto suma cero donde la victoria de un bando pasa por la negación absoluta del otro.
Sin embargo, a diferencia de la geopolítica de Estados Unidos en Latinoamérica, basada en el saqueo de recursos energéticos, el desmantelamiento del Estado (neoliberalismo) y en la homologación de un único modelo para toda la diversidad cultural del continente (la democracia liberal), China emplea una política exterior seductora, no confrontativa y que dirige sus inversiones hacia el fortalecimiento estatal de sectores económicos estratégicos.
Una diferencia sustancial en el tratamiento de las relaciones internacionales, que ha traído como consecuencia mayor confianza en China como socio regional y un alejamiento progresivo de Estados Unidos en términos económicos, comerciales y hasta políticos, aunque la mayoría de los gobiernos de Sudamérica siguen alineados a la cosmovisión civilizatoria con patente occidental.
El poder alcanzado por China (y Rusia, sólo que, en áreas diferentes, pero igual de estratégicas) en los últimos años, implica un punto de quiebre para el orden internacional actual; el desarrollo de su influencia en el espacio geopolítico latinoamericano da una vuelta de tuerca definitoria al desenvolvimiento del sistema-mundo.
Contrario a la política de garrote que impone la democracia liberal mediante el castigo de la deuda y la extorsión económica de las corporaciones estadounidenses, China basa su relacionamiento en la integración económica sin el fanatismo liberal-democrático con el que Occidente llevó al colapso a la humanidad, tratando de homologar bajo la sociedad de consumo y el proyecto de ciudadanía europea, a un conglomerado planetario tan diverso.
El resultado práctico de esto es que China está por superar, en los próximos años, a Estados Unidos como principal socio comercial en la región, afectando sensiblemente su proyección geopolítica, la capacidad de control sobre los recursos energéticos y la autoridad moral y política de dirigir el destino de Latinoamérica.
Bajo esos parámetros no puede afirmarse, más allá del evidente poderío económico y financiero que viene ejerciendo China desde hace unos años por acá en el continente, que Venezuela y las naciones con mayor nivel de cooperación con el gigante asiático son "peones" o simples fichas utilizadas en el tablero geopolítico. En realidad, es mucho más complejo que eso.
Aunque Latinoamérica no tiene el nivel de importancia estratégica para China que puede tener Asia o Europa en estos momentos, el acceso a los recursos energéticos de la región en el marco de su ambicioso plan "Made in China 2025", con el cual madurara las condiciones para consolidar su liderazgo económico global y solidificar su estrategia de integración con la Iniciativa del Cinturón y la Ruta.
Para China es esencial diversificar sus fuentes de recursos naturales hacia América Latina, pues considera que la conflictividad en Medio Oriente (específicamente centrada en Irán, uno de sus principales surtidores de energía) y la creciente militarización del Mar Meridional, terminará afectando sus fuentes de recursos y, en consecuencia, sus bases materiales de poder para continuar en una posición de liderazgo en el orden internacional.
La importancia de Venezuela y lo que está más allá de lo evidente
Para China, mantener a resguardo su influencia en Latinoamérica es esencial pues sostendría su estatus de potencia emergente con capacidad de reconfigurar el orden internacional de la Conferencia de Yalta. En este aspecto, Venezuela es clave en cuanto mantiene fuerte influencia en diversos mecanismos de integración regional (CELAC, entre otros) que sirven para el posicionamiento institucional de sus proyectos de envergadura.En Latinoamérica, vista por Estados Unidos como su zona de influencia más cercana, China también ha logrado compensar los movimientos geopolíticos norteamericanos para obstruir su liderazgo con vecinos tradicionales, específicamente y con mayor importancia, sobre Vietnam e India.
De igual forma, en el escenario latinoamericano, China también emplea su influencia para debilitar diplomáticamente a Taiwán y lograr una vía de escape a las presiones comerciales de la Administración Trump, la cual intenta revertir las ventajas económicas del gigante asiático limitando sus ganancias por concepto de exportaciones.
Pero esta no es la única dirección que toman los acontecimientos geopolíticos en Latinoamérica. Para Venezuela y otros países que se encuentran en el punto de mira de Washington, la inserción de China como actor regional es también empleado como una forma de disuasión contra las presiones estadounidenses, pero asimismo como una reafirmación de la soberanía a los fines de construir un orden económico internacional alternativo, alejados de los tradicionales paquetazos del FMI y la banca occidental.
Específicamente en Venezuela, por su gran cantidad de recursos petroleros, en oro y otros minerales, China encuentra una fuente de materias primas clave para sostener su proyección geopolítica a nivel internacional y sus planes de crear un nuevo consenso monetario global por fuera del dólar, con base al intercambio en oro y a las transacciones con el contrato petrolero conocido como petroyuan.
A la vez, Venezuela, en su propio escenario, instrumentaliza estos factores como una herramienta de disuasión política a nivel de política exterior, e incluso en la construcción de rutas alternativas para esquivar las sanciones estadounidenses y construir una base de respaldo geopolítico a su propia vía de desarrollo económico.
Acotaciones finales
Este contexto regional marcado por el ascenso de China pareciera indicar que Estados Unidos está determinado a ser un actor de segundo orden en el mismo hemisferio que en 1823 reclamó como su propiedad exclusiva, con la proclama del presidente James Monroe.Sin aparentes recursos políticos, económicos y diplomáticos que logren revertir la situación, la Casa Blanca y el aparato militar y de inteligencia estadounidense emplea herramientas de caos controlado para obstaculizar, afectar y, a lo mucho, retardar la inserción de China como un actor dominante en la región.
Venezuela fue otro de sus laboratorios y la sociedad venezolana, lo más pobre y agredida de ella, ha resistido a la mutación de transformarse en protagonista de su propia desgracia. No ser Libia o Yugoslavia con los traumas y heridas civilizatorias de una inyección letal de revolución de colores, ya es ganancia.
Pero han sido específicamente esas operaciones de caos y aventuras militares, planteadas desde una metafísica de que Estados Unidos debe dirigir al mundo según las claves de su pequeñísima realidad geográfica y llevadas a cabo en todo el planeta en poco más de 100 años, patologizaron a tal punto a la élite estadounidense, que procesa los cambios geopolíticos y de tendencias civilizatorias como una puñalada personal a su mesianismo blancoide.
Es por esa razón que Venezuela ha sido víctima de una intensa guerra económica, la cual ha contribuido al desmantelamiento de su industria petrolera y al descontrol del tipo de cambio, para alejar las inversiones de China (y las del mercado financiero en general) generando un conjunto de condiciones negativas que eleva sus costos de apoyo económico.
Por esa razón el Plan de Recuperación Económica que emprende el gobierno venezolano es clave, en sus coordenadas internas, para estabilizar una economía asediada y proteger a la población de la máquina mortal del bloqueo, pero que en términos globales se inserta en la construcción política y organizacional de un nuevo modelo de relaciones internacionales que no ve el futuro de la humanidad guiado espiritualmente por Occidente.
En Estados Unidos, y en Occidente en general, se intensifica el colapso político, la ruina cultural, la descomposición interna por la violencia sistemática del capital sobre el cuerpo social, la ruptura de los consensos políticos, financieros y espirituales de la Conferencia de Yalta. En esa ventana de oportunidad, los poderes emergentes aprovechan para ganar posiciones y plantear una estabilización del sistema internacional desde una perspectiva que sintetice la famosa trampa de Tucídides y las contradicciones de un realismo autodestructivo.
Las magnitudes del colapso civilizatorio, también trasversalizada por una crisis ecológica que es para coger palco, agudizan la condición de Latinoamérica y Venezuela, nervios geográficos del depredado Sur Global, como centros de explotación primaria de capitales para que Occidente continúe con su modelo suicida por 50 años más, o sean aprovechados, políticamente, en términos de base material, para un giro del orden internacional que reorganice y estabilice la situación después del colapso.
En ese punto de inflexión, crucial para el destino de la humanidad y de lo que será Latinoamérica, que la situación toma un color más peligroso. El colapso, que también es epistemológico y espiritual, genera las condiciones propicias para una tierra arrasada en medio de la pugna geopolítica que arrecia en el planeta y que está siendo movilizada por un sector de la élite global que no encuentra como superar sus complejos de superioridad.
El resurgir de China y la ampliación de su radio de influencia a Latinoamérica, más que una visión paternalista, en realidad representa una ventana de oportunidad para abonar a la construcción de un orden multipolar, donde este continente pueda integrarse como polo geopolítico para poder negociar cómo quiere vivir.
Es justo en este punto donde la muerte de Hugo Chávez pega en el alma regional, pues lo sencillo e inédito de su obra estaba el intentar unir, políticamente, a los que han vivido los dolores por generaciones de mantener a las potencias occidentales. Porque si toda Latinoamérica no se dirige hacia un bloque histórico y orgánico, no tendrá ningún mecanismo de defensa ante el colapso civilizatorio que ya hace de la destrucción un asunto rutinario. Un daño colateral del mercado mundial.
"Este siglo XXI es el siglo donde el destino de la humanidad debe marcarse como el destino común, sin imperios hegemónicos, que dominen, que agredan a los pueblos del mundo": esto lo dijo Nicolás Maduro sobre el lugar histórico de Venezuela en ese punto de inflexión que redefinirá cómo será la próxima revolución de los asuntos globales, con un costo humano que no para de ascender.
Y es ahí donde Venezuela aumenta los nexos de asociación con China, no para su supervivencia individual, sino para tener el poder de seguir siendo la entrada a una política de la imaginación multipolar, que, desde el Sur Global, juegue también sus cartas para quedar lo mejor parados posibles ante el colapso que viene. Y que, en su epicentro, Estados Unidos, va por sus capítulos finales y también se reproduce como culebrones en Colombia, Brasil, Ecuador y otros países de la región.
ELECCIONES
Brasil | Stedile: "Es una disputa de clase; quien está con el pueblo o en su contra"
Para el dirigente del MST, las elecciones ponen en evidencia la actual capacidad de movilización a través del voto
Elegir
presidente, diputados y senadores comprometidos con los intereses de
los trabajadores es la principal forma con la cual el pueblo intentará
deshacer las medidas que afectaron sus derechos básicos como salud,
educación, seguridad, según el análisis de João Pedro Stedile, de la
dirección del Movimiento de Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST). En
una entrevista con Brasil de Fato, considera que anular el voto o votar en blanco interesa a aquellos que desean mantener la actual crisis del país.
Brasil de Fato: ¿Cuál es la importancia de las próximas elecciones?
João Pedro Stédile: Las elecciones de
octubre tienen una importancia histórica para la clase obrera y todo el
pueblo. Nunca antes en unas elecciones había ocurrido una situación tan
explícita de lucha de clases. De un lado, la burguesía busca elegir su
presidente y sus parlamentarios, para legitimar el golpe y, al mismo
tiempo, seguir ejecutando su maquiavélico plan, de poner todo el peso de
la crisis económica sobre las espaldas de la clase obrera. Así, tienen
que seguir quitándoles derechos a los trabajadores, retirando la
Consolidación de Leyes del Trabajo (CLT), las Pensiones, apropiándose de
los recursos públicos que deberían invertir en vivienda, reforma
agraria, salud y educación. También buscan seguir entregando nuestras
riquezas naturales a sus aliados: el capital extranjero y el gobierno de
Estados Unidos.
De nuestro lado, es justo lo contrario: tenemos que elegir a
Fernando Haddad y una fuerte bancada de parlamentarios para derogar las
medidas de los golpistas. Por lo tanto, el voto del pueblo tiene que
ser un voto por su clase. El pueblo no consiguió movilizarse para
defender al gobierno Dilma y ahora, derrotado por el desempleo y por la
desigualdad social, no tiene actualmente capacidad de hacer grandes
movilizaciones. Entonces, nuestra arma ahora es el voto. Y por eso
tiene que ser un voto por la clase. Solo con nuestros representantes
podremos empezar un nuevo proyecto de Brasil, a favor del pueblo, con
las reformas estructurales necesarias.
¿Qué tipo de reformas?
Necesitamos empezar por la economía, para volver a
industrializar el país y garantizar empleo y renta para los
trabajadores. Una reforma tributaria, además del control de los bancos y
de las tasas de interés. También son necesarias una reforma de los
medios de comunicación, una reforma agraria, una reforma de la
educación. No podemos olvidar de convocar a medio plazo una asamblea
constituyente que haga una profunda reforma política y del poder
judicial.
¿Qué deben tener en mente los electores a la hora de escoger diputados y senadores?Además de elegir a Haddad y de elegir gobernadores estatales comprometidos con los trabajadores, claro debemos estar muy atentos y garantizar la elección de una bancada de parlamentarios, en la Cámara y en el Senado, totalmente comprometidos con la clase trabajadora y con un proyecto de cambio del país. Sé que en todos los estados tenemos candidatos muy buenos, de la clase trabajadora, compañeros y compañeras experimentados, lideres populares, que probaron su compromiso con los trabajadores. Es a ellos a quienes necesitamos elegir. Gente que tenga experiencia en la lucha de clases. Gente comprometida con la clase, y no con sus intereses personales o sus vanidades mediocres. El pueblo debe saber quien estaba con nosotros en las huelgas, en las ocupaciones, en las luchas, en las movilizaciones en la calle. Así, como debemos denunciar a los candidatos que están comprometidos solo con los intereses de la burguesía y con el asalto a las arcas públicas.
¿Cuál es el papel del Congreso Nacional para un gobierno federal que tenga como foco ofrecer salud y educación públicas y de buena calidad?
El próximo congreso deberá estar formado por parlamentarios que estimulen la organización y movilización popular y usen sus mandatos para eso. La disputa de los dos proyectos que relaté será hecha en las calles. El parlamento es apenas espejo de lo que sucederá en la calle. Por eso, necesitamos parlamentarios de lucha, de movilización, con coraje y determinación, para que expliquen al pueblo que la fuerza no está solo en su representación legal, sino en la fuerza de movilización del pueblo.
El Congreso futuro deberá ser un espacio complementario para un gobierno popular. Deberá ayudar a convocar a los plebiscitos populares, para revocar todas las medidas de los golpistas. Debe ayudar a derogar la PEC 55 que limita los gastos públicos en los programas de salud, educación y reforma agraria. Un parlamentario que es elegido con 200 mil votos, y después no consigue movilizar 100 personas para defender nuestros derechos, la Petrobras, la Eletrobras, nuestras tierras y riquezas, ¡no sirve para nada!
¿Cómo puede contribuir la población para un Brasil más justo a partir de 2019?
Debemos explicar a la población la importancia de estas elecciones. Que el proyecto de país para los próximos cuatro años será decidido el 7 de octubre, por eso no podemos vacilar. Todo mundo tiene rabia con los políticos en sentido genérico. Pero eso es porque la mayoría de los políticos representan a los burgueses o ellos mismos son los ricos y privilegiados que se apoderan del poder parlamentario para viabilizar sus intereses de clase. La propia Globo se pasa todo el tiempo hablando mal de los políticos, en sentido genérico, pero no habla de que los culpables son los capitalistas, los burgueses. Justamente para poner confusión en la cabeza del pueblo.
Debemos explicar que los votos nulos y blancos en estas elecciones serán a favor de los golpistas, serían votos de quien no quiere cambiar. Votos alienados, incluso aunque digan que no le creen a nadie.
Tenemos que votar por quien va a cambiar, para el parlamento, para los gobiernos de los estados, y por Haddad, nombrado por Lula, el único capaz de enfrentar y derrotar a los burgueses golpistas.
La población necesita entender que estará votando por el precio del gas, por la distribución de las ganancias de la Petrobras, si van para educación o van para los accionistas americanos. Estará votando por recursos para los hospitales, estará votando por una nueva política de seguridad. La mejor seguridad es empleo, ingreso y educación para todos. Policía y Ejército no resuelven nada. En Rio de Janeiro, las personas están sintiendo en carne propia como la represión es parte de la violencia y no la solución.
La población va a votar si quiere el control social del Poder Judicial, o quiere que ellos continúen ganando 30 mil por mes (US$ 7.236), más subsidio para vivienda, corbata, libro, vacaciones de dos meses, mientras el pueblo no tiene donde caerse muerto.
Por eso estas elecciones no son disputa de partidos o de siglas. Ellos poco representan ahora. La disputa es de clases: quien está a favor del pueblo, de los trabajadores, y quien está a favor de los golpistas, de los burgueses, de los bancos y del capital extranjero.
¿Cuáles son las tareas de la militancia en el próximo período?
Bien, si estamos en medio de la lucha de clases radicalizada, y en medio de una enorme crisis económica, social, ambiental y política, significa que la lucha será larga, para poder salir de la crisis en los próximos años con medidas de protección al pueblo.
Por eso, la militancia debe arremangarse e involucrarse en cuerpo y alma para elegir buenos gobernadores, parlamentarios comprometidos y Haddad.
Después de octubre, debemos seguir movilizados y utilizando la metodología del Congreso del Pueblo, seguir realizando asambleas populares en todos los barrios y en todos los municipios, convocando al pueblo para que discuta un nuevo proyecto para el país. De octubre a diciembre, debemos debatir todos los cambios que deben hacerse, en la economía, en la industria, en la agricultura, en la organización de las ciudades, en salud, educación reforma agraria, etc. Para que el pueblo presente sus propuestas y tenga claro lo que se necesita cambiar primero y pronto. En esos meses debemos hacer una gran minga nacional de debates, en todas las bases.
Y ahí presentar las propuestas para los nuevos electos. Tanto a nivel de los estados como a nivel nacional. Después, a partir de enero de 2019, con Haddad, debemos debatir nuevas formas de participación popular en el gobierno. No necesitamos más de gobiernos para el pueblo, ahora sólo lograremos enfrentar las crisis si fuera un gobierno con el pueblo. Y para eso, necesitamos organizar mecanismos de participación popular en el gobierno, a través de plebiscitos, referendos y consultas populares, consejos sectoriales, y grandes movilizaciones de masas en defensa de los cambios necesarios.
El próximo período será de mucha lucha, mucho debate y mucha movilización. Lo peor ya pasó, con el golpe, ahora tenemos que estimular al pueblo a votar, participar, y construir un nuevo proyecto popular para Brasil.
Edición: Mariana Pitasse | Traducción: Luiza Mançano y Pilar Troya
ARGENTINA
Rosario
Miembros de la CTA-A se reunieron con Pérez Esquivel, Cortiñas y Maldonado
Viernes 14 de septiembre de 2018, por *
El
pasado martes, el secretario General de la CTA Regional Rosario, Gustavo
Terés y su Adjunta, María Fernanda Boriotti, participaron junto a otros
referentes gremiales e integrantes de la mesa de la Central de un
encuentro en la Facultad de Psicología con los referentes en materia de
derechos humanos.
El
Premio Nobel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel; la Madre de Plaza de
Mayo, Nora Cortiñas; y el hermano de Santiago Maldonado, Sergio,
estuvieron en Rosario para participar de las IV Jornadas de DDHH y
Psicología organizadas por la Facultad de Psicología de la UNR. En ese
marco, se dieron un espacio para recibir a referentes de organizaciones
sindicales y sociales, para conocer de cerca la realidad local y
proponer tareas a futuro.
Pérez Esquivel abrió el encuentro planteando la necesidad de fortalecer la generación de ideas unitarias para confrontar el plan de ajuste neoliberal, que no afecta solamente a la Argentina, sino a toda la región. Marcó especial preocupación por la situación en Venezuela donde es el mismo gobierno de Estados Unidos el que plantea intervenciones directas en el país latinoamericano.
Nora Cortiñas enfocó el debate en la necesidad de efectuar medidas de protesta y movilizaciones “siempre pensando en el después, en cómo seguimos”. La entrañable referente de Madres marcó la perspectiva estratégica de las luchas como punto irrenunciable para lograr avances. También alertó sobre la escalada de sectores neofascistas que apuestan a destruir memoria y símbolos sentidos por el pueblo.
En la ronda de presentación, los y las referentes fueron expresando las problemáticas de sus sectores. Terés consideró elemental enfocar la defensa de empresas estratégicas y los organismos fundamentales del Estado, fuertemente debilitados con el vaciamiento de Fabricaciones Militares, Astillero Río Santiago y ATUCHA, entre otras áreas sensibles (INTI, INTA, SENASA, etcétera). Además, expresó la necesidad de enfocar toda iniciativa colectiva y unitaria en la protección de los derechos individuales, colectivos y civiles. Asimismo, alentó la generación de espacios amplios para hacer frente a las medidas de ajuste, analizó que “el 2019 no debe dividirnos, nuestro objetivo es hoy y para realmente construir condiciones mejores para el pueblo, es necesario fortalecernos en la lucha, en las calles”.
Desde SIPRUS y COAD relataron las peleas que vienen llevando adelante en defensa de la educación pública y la salud pública y las dramáticas situaciones que se experimentan por la pérdida de recursos para la garantía de derechos elementales. Las organizaciones sociales expresaron la terrible situación en los barrios populares, con el exponencial crecimiento de familias que acuden a comedores, merenderos y ollas populares. Plantearon que la organización es la mejor herramienta para desnaturalizar la pobreza.
A modo de síntesis, el encuentro marcó una serie de puntos que merecen ser analizados en profundidad. Primero, la necesidad de rescatar la unidad como valor estratégico para la generación de planes de lucha que permitan fogonear experiencias de resistencia, de las cuales saldrán las referencias políticas que el pueblo necesita. Segundo, la condición de la unidad más allá de las pertenencias partidarias, sin ingenuidades ni renunciamientos a la identidad de cada quien. Y tercero, el desarrollo de la capacidad colectiva de vernos como parte de un contingente que excede las fronteras nacionales, ya que los planes geopolíticos para América Latina no distinguen países.
* Equipo de Comunicación de la CTA Rosario
Pérez Esquivel abrió el encuentro planteando la necesidad de fortalecer la generación de ideas unitarias para confrontar el plan de ajuste neoliberal, que no afecta solamente a la Argentina, sino a toda la región. Marcó especial preocupación por la situación en Venezuela donde es el mismo gobierno de Estados Unidos el que plantea intervenciones directas en el país latinoamericano.
Nora Cortiñas enfocó el debate en la necesidad de efectuar medidas de protesta y movilizaciones “siempre pensando en el después, en cómo seguimos”. La entrañable referente de Madres marcó la perspectiva estratégica de las luchas como punto irrenunciable para lograr avances. También alertó sobre la escalada de sectores neofascistas que apuestan a destruir memoria y símbolos sentidos por el pueblo.
En la ronda de presentación, los y las referentes fueron expresando las problemáticas de sus sectores. Terés consideró elemental enfocar la defensa de empresas estratégicas y los organismos fundamentales del Estado, fuertemente debilitados con el vaciamiento de Fabricaciones Militares, Astillero Río Santiago y ATUCHA, entre otras áreas sensibles (INTI, INTA, SENASA, etcétera). Además, expresó la necesidad de enfocar toda iniciativa colectiva y unitaria en la protección de los derechos individuales, colectivos y civiles. Asimismo, alentó la generación de espacios amplios para hacer frente a las medidas de ajuste, analizó que “el 2019 no debe dividirnos, nuestro objetivo es hoy y para realmente construir condiciones mejores para el pueblo, es necesario fortalecernos en la lucha, en las calles”.
Desde SIPRUS y COAD relataron las peleas que vienen llevando adelante en defensa de la educación pública y la salud pública y las dramáticas situaciones que se experimentan por la pérdida de recursos para la garantía de derechos elementales. Las organizaciones sociales expresaron la terrible situación en los barrios populares, con el exponencial crecimiento de familias que acuden a comedores, merenderos y ollas populares. Plantearon que la organización es la mejor herramienta para desnaturalizar la pobreza.
A modo de síntesis, el encuentro marcó una serie de puntos que merecen ser analizados en profundidad. Primero, la necesidad de rescatar la unidad como valor estratégico para la generación de planes de lucha que permitan fogonear experiencias de resistencia, de las cuales saldrán las referencias políticas que el pueblo necesita. Segundo, la condición de la unidad más allá de las pertenencias partidarias, sin ingenuidades ni renunciamientos a la identidad de cada quien. Y tercero, el desarrollo de la capacidad colectiva de vernos como parte de un contingente que excede las fronteras nacionales, ya que los planes geopolíticos para América Latina no distinguen países.
Miles de argentinxs se manifiestan en Mar del Plata en protesta anti-G20
por HispanTV / La Haine -
15/09/2018
Queman bandera de EEUU contra la celebración de la reunión ministerial de comercio e inversión del G20 en esa ciudad
Más
de 35 ministros y otros altos cargos del G20 se han reunido este
viernes en la mencionada ciudad para debatir sobre el presente y el
futuro del comercio y las inversiones.
Los manifestantes organizaron una ruidosa protesta frente el Hotel Provincial, lugar de la reunión, donde colgaron carteles con consignas como “Macri Trump go home” y “Fuera Macri” y quemaron la bandera de EEUU, mostrando así su fuerte rechazo a la presencia de la delegación estadounidense en la cumbre ministerial.
“Venimos a expresar nuestro descontento, nuestra bronca con que estén estos poderosos que son responsable del hambre y de las políticas de saqueos”, ha declarado una de las jóvenes que participó de la protesta.
“Votamos Luchar” proclamaba una organización social. Uno de los convocantes del evento ha advertido que el G20 en realidad es una institución que ha profundizado el capitalismo en el mundo.
Manifestantes cuelgan carteles con consignas como “Macri Trump go home” y “Fuera Macri”, frente al Hotel Provincial de Mar del Plata.
En este sentido, un miembro de una organización ha denunciado que el “85 % de las empresas del mundo” se encuentra en el G20, pero “nuestra gente todavía está muerta de hambre”.
También han asegurado que las políticas de los miembros del G20 “son profundamente reaccionarias y afectan a los intereses y derechos de los pueblos”, y que además “destruyen nuestra tierra, nuestros recursos naturales”.
La protesta se realiza mientras la economía de Argentina sufre duros golpes por las medidas neoliberales del régimen de Mauricio Macri.
Los manifestantes organizaron una ruidosa protesta frente el Hotel Provincial, lugar de la reunión, donde colgaron carteles con consignas como “Macri Trump go home” y “Fuera Macri” y quemaron la bandera de EEUU, mostrando así su fuerte rechazo a la presencia de la delegación estadounidense en la cumbre ministerial.
“Venimos a expresar nuestro descontento, nuestra bronca con que estén estos poderosos que son responsable del hambre y de las políticas de saqueos”, ha declarado una de las jóvenes que participó de la protesta.
“Votamos Luchar” proclamaba una organización social. Uno de los convocantes del evento ha advertido que el G20 en realidad es una institución que ha profundizado el capitalismo en el mundo.
Manifestantes cuelgan carteles con consignas como “Macri Trump go home” y “Fuera Macri”, frente al Hotel Provincial de Mar del Plata.
En este sentido, un miembro de una organización ha denunciado que el “85 % de las empresas del mundo” se encuentra en el G20, pero “nuestra gente todavía está muerta de hambre”.
También han asegurado que las políticas de los miembros del G20 “son profundamente reaccionarias y afectan a los intereses y derechos de los pueblos”, y que además “destruyen nuestra tierra, nuestros recursos naturales”.
La protesta se realiza mientras la economía de Argentina sufre duros golpes por las medidas neoliberales del régimen de Mauricio Macri.
Marines desembarcan en la Argentina: Las invasiones estadounidenses
LA HAINE - 16/09/2018
Intento de mantener la hegemonía global en base a un modelo de proteccionismo económico con fortalecimiento militar
"El
ataque sobre Buenos Aires ha fracasado y hace ya tiempo que no queda un
solo soldado británico en la parte española de Sudamérica. Los detalles
de este desastre, quizás el más grande que haya sufrido nuestro país en
toda su historia, fueron publicados ayer en un número extraordinario.
El comandante Whitelocke parece haber estado en la más perfecta
ignorancia, tanto acerca del país invadido como sobre la resistencia que
cabía esperar. Las columnas británicas se encontraron con una oposición
decidida, en cada calle, desde cada casa. La actitud fue tan resuelta y
gallarda como pocas veces se ha visto".
"Evacuation of South America", The Times, Londres, 14 de septiembre de 1807
Otros tiempos, otros imperios, distintas armas. De 1806 y 1807, de veleros y bergantines, de Beresford, Popham, Whitelocke la corona inglesa y una batalla por el control del comercio, la película salta al Siglo XXI, el Comando Sur del Ejército de EEUU, el disfraz de la “ayuda humanitaria” y las invasiones a la colaboración y la sumisión.
Ante los intentos británicos de hace más de dos siglos, el rechazo surge con facilidad, más aún frente al despojo malvinero; la sistemática invasión estadounidense, sin embargo, pasa desapercibida para muchos, mientras quienes gobiernan la Argentina, en lugar de aceites hirvientes les abren las puertas de las riquezas nacionales y les ofrecen la alfombra roja de un nuevo virreinato o, como sostiene el sociólogo Marcelo Koening, de este “gobierno de ocupación” [1].
Esa política se complementa con la construcción de un “enemigo interno”, recortado del manual actualizado del Comando Sur de los EEUU y pegado en las hojas del plan de negocios local, que necesita gendarmes allí donde hay hambre, frío y desesperación. Es una versión remozada de la Doctrina de la Seguridad Nacional, absolutamente funcional a la estrategia de política exterior de los EEUU, con control de los recursos estratégicos de la región, igual que lo fue el protocolo genocida que apuntó a “garantizar el orden” mediante la aplicación de técnicas de contrainsurgencia contra aquel “enemigo interior” con el que se pretendió justificar las represiones antipopulares de las dictaduras cívico-militares de los ´70, que desembocaron en genocidios y matanzas en países como Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, Guatemala, El Salvador, y “reordenaron” los modelos productivos nacionales en beneficio del capital transnacionalizado, ávido en controlar recursos y globalizar sus mecanismos financieros.
El involucramiento de los militares en “guerras” contra “el terrorismo” y “el narcotráfico” es una consecuencia de esta perspectiva y constituye el pretexto para la intervención en tareas propias de la seguridad interior, como finalmente sucedió en la Argentina de Macri. Encuentros como el del Grupo de los 20 (G20) que se realizará en la Argentina entre el 30 de noviembre y el 1° de diciembre próximos, con la presencia de los líderes de las principales potencias mundiales, sirvió de cobertura a políticas de militarización interna basadas en versiones creadas en los propios laboratorios de comunicación oficiales, que inventan la existencia de “células” abocadas a la “preparación de acciones violentas” contra esa cumbre.
Por su parte, el gobierno de Donald Trump dio continuidad a los esfuerzos iniciados por Barack Obama por impulsar un nuevo liderazgo en Sudamérica, alternativo a la construcción subregional realizada desde comienzos de siglo por gobiernos soberanos, plasmada en organismos como el MERCOSUR, la UNASUR y la CELAC, con rechazo a las imposiciones del Fondo Monetario, decisiones políticas y económicas autónomas y relaciones internacionales multipolares. Desde el 10 de diciembre de 2015 Buenos Aires se transformó en una de las capitales de ese polo en nacimiento, con el presidente Macri convertido en vocero local de las directrices de Washington, sobreactuando posturas intervencionistas contra gobiernos constitucionales como el de Venezuela o ignorando violaciones constitucionales como las sucedidas en Brasil con la destitución de Dilma Rousseff o con la candidatura de Lula da Silva.
Los objetivos estratégicos de EEUU pasan por Oriente Medio, Corea, Rusia, la OTAN y China, y no por el Cono Sur de América. Sin embargo, Macri y sus ministros ahora achicados recibieron a un ejército de enviados del multimillonario que lidera la superpotencia occidental y aceptaron el consejo de no intimar con “nuevas potencias imperiales” como la República Popular de China que, a juicio del ex canciller Rex Tillerson, “está utilizando su política económica para meter a la región en su órbita”. En 2017 el comercio entre China y esta parte del mundo sumó u$s 244.000 millones, el doble de lo que se generó en toda la década anterior y desde 2015 el asiático constituye el principal socio comercial de Suramérica.
La decisión de Trump de entrar en “guerra comercial” con Beijing redefinió las prioridades, decidió ajustes en la relación con la región, intensificó el despliegue militar de EEUU y transformó, en el caso argentino, una estación aeroespacial destinada a monitorear el lado oscuro de la Luna en un objetivo militar al que es necesario “neutralizar” ante la posibilidad de que sea utilizado en ciberdefensa o ciberseguridad regional y, además, para la proyección económica y militar sobre el continente Antártico. Solo un mes después de que la instalación china emplazada en la localidad neuquina de Bajada del Agrio comenzase a funcionar, EEUU anunció que el Comando Sur financiaría un centro de respuesta a emergencias en la misma provincia patagónica, sospechado en realidad de constituir el embrión de una base castrense, similar a cualquiera de las 80 con las que cuenta en Latinoamérica y el Caribe.
América para los estadounidenses
La región reviste un valor significativo para Washington, ya no como “patio trasero” sino como “reserva estratégica” de los “bienes comunes” -que el capitalismo considera “recursos naturales” extraíbles y procesables sin límites- y de una potencialidad de producción alimentaria capaz de cubrir las demandas de un futuro que ya muestra las dentelladas del cambio climático.
En suma, el subcontinente es considerado de “baja prioridad estratégica” comparado con la importancia Europa, Medio Oriente y la región Indo-Pacífico; sin embargo,la nueva doctrina de seguridad regional lo presenta como “estratégicamente importante” para EE.UU. y su futuro económico por lo que,a su criterio,debe resguardarse ante la “influencia dañina de los actores extrahemisféricos”, en especial China,que “busca llevar la región a su órbita a través de inversiones y préstamos estatales” y está decidida, junto a Rusia, a conformar ”economías menos libres y menos justas, hacer crecer sus ejércitos y controlar la información y los datos para reprimir a sus sociedades y expandir su influencia” [2].
En consonancia, la Estrategia de Seguridad Nacional de Trump reclama administraciones que comulguen con los preceptos de su gobierno, de su Comando Sur y de las grandes corporaciones económicas. Los documentos oficiales remarcan que los intereses de su país “están mejor resguardados en un hemisferio de países estables, seguros y democráticos, que aumentan la seguridad y benefician a la economía norteamericana”.
Ese supuesto “futuro próspero para todos” se asienta sobre una base de “valores compartidos, gobiernos eficientes, sociedades libres y economías abiertas de mercado”, requisito que el presidente argentino, Mauricio Macri, intenta cumplir al pie de la letra.
El combate contra las drogas y el “narcoterrorismo”, la prestación de asistencia humanitaria, la realización de ejercicios y operaciones con participación de las fuerzas armadas locales en el teatro de la “seguridad interior”, son las “áreas de trabajo” definidas para alcanzar sus objetivos. En consonancia, las sucesivas administraciones estadounidenses siembran de bases la región, construyendo un auténtica muralla “protectora” de distintos recursos estratégicos que ya cuenta con enclaves en Chile, Colombia, Paraguay, Perú, las Islas Malvinas -usurpadas a la Argentina por Gran Bretaña- que alojan una base de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), y en distintos países de Centroamérica y el Caribe. A esa malla se agregan las cabezas de puente ya afianzadas en la Argentina actual.
Pobreza e inequidad, corrupción, terrorismo, criminalidad, tráfico de drogas y desastres “naturales”, son presentados como desafíos que amenazan aquellas metas. En realidad, cada ítem es una puerta por la que los cuadros del Comando Sur, el Departamento de Estado, la CIA y la DEA, los organismos de crédito y las embajadas con bandera de barras y estrellas, penetran para afincarse en los países que consideran importantes para alcanzar sus fines, definir políticas y alinear gobernantes u opositores [3].
En la Argentina, lo intentaron con fuertes presiones mantenidas incluso durante los gobiernos kirchneristas a través, por ejemplo, de donaciones a provincias, capacitaciones en EEUU o de la cooptación de cuadros de gestión en organismos de protección civil. La máxima expresión de esa maniobra fue el intento de instalar en la provincia de Chaco el primer “Centro de Respuesta a Emergencias”, financiado por una donación de la Embajada de EEUU, que la presidenta Cristina Fernández alcanzó a frenar en 2012, a instancias del organismo de asistencia humanitaria internacional de su cancillería, la comisión Cascos Blancos, que también puso sobre aviso de esas pretensiones al entonces gobernador de la provincial, Jorge Milton Capitanich, cuando el Ministerio del Interior, a cargo de Florencio Randazzo, ya había aprobado el “Programa de Fortalecimiento del Sistema Provincial de Emergencias”, a través de un convenio bilateral impulsado por el Comando Sur y su embajada, embozado tras la definición de “aporte a los programas sociales del gobierno” argentino.
La intención final y permanente era -y lo sigue siendo- instalar bases que le permita a EE.UU. reforzar su control sobre la cuarta reserva de agua subterránea del mundo, el Acuífero Guaraní, que comparten Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, y que ya ejerce desde su instalación paraguaya de Mariscal Estigarribia. La ocupación focalizada es el modelo de acción; la asistencia, ayuda o cooperación, con fines “humanitarios” o de “control” es la excusa; los bienes comunes, desde el agua, el petróleo y el gas, hasta el litio o el oro y, en especial, el acceso y control del continente Antártico, sus hielos y su subsuelo, son los verdaderos objetivos. Desde el 10 de diciembre de 2015 se aceleraron todos los procesos administrativos, aduanales, castrenses y diplomáticos para que las invasiones yanquis avancen sobre ellos.
Matriz ilegal
El despliegue militar de Washington sobre la Argentina va acompañado del uso de las Fuerzas Armadas locales en tareas de “seguridad interior” reñidas con las leyes que regulan su accionar; el instrumento utilizado para avanzar en esa dirección fueron la declaración de la “emergencia de seguridad” mediante el decreto 228/2016 y su prórroga mediante el decreto 50/2017.
En simultáneo, se autorizó con distintos pretextos y sin la aprobación parlamentaria que dispone la Constitución Nacional, la entrada de efectivos militares extranjeros. Los distintos pasos que dio el gobierno argentino terminaron de configurar una matriz ilegal apoyada en el ingreso de tropas no autorizadas por el Congreso, la validación sin concurso parlamentario de la instalación de bases militares operadas, financiadas o promovidas por diversos elementos de fuerzas armadas de países extranjeros; la superposición de políticas de defensa y de seguridad interior, hechos que se suman a decretos como el 820/2016, que modificó la Ley de Tierras encargada de fijar límites al traspaso de propiedad del suelo argentino a manos extranjeras y puso en disponibilidad grandes extensiones de bienes compartidos como los, los bosques y la zona núcleo productiva y la soberanía misma de la Nación [4].
La diputada nacional por Río Negro, Silvia Horne, perteneciente al bloque del Peronismo para la Victoria, precisó esta situación al presentar un proyecto de ley que rechaza la autorización del ingreso de tropas extranjeras al territorio nacional para participar en ejercicios previstos a partir del 1° de septiembre de este año y hasta el 31 de agosto de 2019. El reclamo también se opone ala injerencia de las fuerzas armadas en temas de seguridad interna dispuesta por el presidente Macri y a la instalación de una base militar de EE.UU. en Neuquén, entre otras medidas dispuestas por el gobierno nacional, pasando por alto al Congreso de la Nación.
Invasión “humanitaria”
La apertura macrista al despliegue militar estadounidense complementó su integración a la participación en la estrategia relacionada con la República Bolivariana de Venezuela a través de un dispositivo de “Unidades de Respuesta Sanitaria Argentina” en la frontera entre ese país y Colombia, bajo la cobertura “humanitaria” de Cascos Blancos, organismo redireccionado ahora hacia el injerencismo, violando todos los principios que debe respetar una misión de esas características según lo define Naciones Unidas al remarcar que “los actores humanitarios no deben tomar partido en las hostilidades y en las controversias de orden político, racial, religioso o ideológico”.
La situación fue denunciada por la analista internacional Stella Calloni, quien considera que la presencia de la misión argentina en esa frontera “genera controversia y alarma en algunos sectores que la interpretan como una avanzada injerencista contra Venezuela” y forma parte de los “planes intervencionistas aún no aplicados de los EEUU y del cerco político de países de la región contra el Estado que conduce Nicolás Maduro” en el marco del “Plan Maestro” del Comando Sur [5].
Los hechos condujeron al ex ministro de Educación de la Argentina, Daniel Filmus, hoy diputado del Frente para la Victoria, a presentar un pedido de Informes al Poder Ejecutivo, reclaman do información sobre el “despliegue asociado a sectores privados nacionales y extranjeros sobre territorio venezolano” en el que participan “organizaciones de presión política de los EEUU, vinculadas con la Central de Inteligencia (CIA) como el Center forStrategic and International Studies (CSIS)”, utilizando a “argentinas y argentinos que decidieron contribuir con sus saberes y su compromiso y terminaron formando parte de una acción regional, encabezada por el gobierno de los EEUU, la Central de Inteligencia y el Comando Sur de ese país y de la Organización de Estados Americanos presidida por Luis Almagro, hoy fuertemente enfrentado a Venezuela”.
El parlamentario, que también estuvo a cargo de la secretaría encargada de los asuntos relacionados con la recuperación de la soberanía sobre las islas del Atlántico Sur usurpadas por Gran Bretaña, sostuvo que la operación “se inscribe en el compromiso de la gestión Macri con los intentos del presidente Donald Trump de avanzar incluso con opciones militares sobre Venezuela, agregando nuevos hitos a la diplomacia cañonera que llevó a su país a invadir militarmente naciones soberanas como Granada (1983) y Panamá (fines de 1989) y al jefe de su IV Flota, contraalmirante Joseph Kernan, a amenazar con navegar las ´aguas marrones´ de los ríos soberanos de Latinoamérica, ante el firme rechazo de los entonces presidentes de Argentina, Cristina Kirchner, y Brasil, Lula da Silva”.
Junto ala propuesta de la diputada Horne, el pedido de Informes constituyela expresión formal más fuerte del rechazo a la sujeción del actual gobierno al injerencismo estadounidense en la Argentina y en la región. Afirma que la misión Cascos Blancos “parece un ficha de los intentos permanentes de Washington, su Comando Sur y sus aliados de generar modelos de intervención subsidiarios de la ´Doctrina de Seguridad Nacional´, de dramáticas consecuencias para los países de Latinoamérica, una maniobra reconocida por el propio jefe del Comando Sur, Almirante KurtTidd, en su documento “Golpe Maestro” y refrendada en agosto del año pasado en la reunión de Lima en la que se fijaron nuevas estrategias para ´enfrentar amenazas militares´ y ´atender´ la situación venezolana”.
Desembarco aliado
· Alianza. El 4 y 5 de febrero de 2018 el entonces secretario de Estado de EEUU, RexTillerson, se reunió con el presidente Mauricio Macri y su canciller Jorge Faurie y elogió el "liderazgo" de la Argentina en la región, como “paladín de la democracia" en el continente. Comenzó la planificación del dispositivo de seguridad para la Cumbre del G20, cuya organización el gobierno argentino delegó en los estadounidenses.
· TaskForce I. Dos días después de que el excanciller de Donald Trump expresara la prioridades de su gobierno en materia de “seguridad regional”, el ministro de Defensa argentino, Oscar Aguad, anunció la creación de una “Fuerza de Despliegue Rápido” integrada por miembros de las tres armas con el objetivo de prestar “apoyo logístico en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo”, proteger los “ recursos naturales ” y enfrentar las difusas “nuevas amenazas” que define el Comando Sur, entre las que cabría incluir a “grupos mapuches extremistas” , de acuerdo a la definición oficial y, tal vez, a los hambreados del ajuste del FMI.
El anuncio aceleró el sinceramiento de la decisión de permitir la participación de las FFAA en asuntos internos, algo explícitamente prohibido por la ley de Seguridad Interior, que solo la habilita para casos excepcionales como las que conducen a decretar el “estado de sitio”, con concurso parlamentario.
· TaskForce II en Misiones. Con el mismo libreto y 48 horas después la Administración para el Control de Drogas (DEA) de los EEUU, con anuencia de los ministerios de Defensa y Seguridad Interior de la Argentina, se comprometió a instalar otra fuerza de tareas, ahora en la provincia de Misiones y con el objetivo de “combatir el narcotráfico y el terrorismo” en la zona de la Triple Frontera, según dichos de la ministra Patricia Bullrich, una de las más entusiastas de la carrera armamentista del gobierno de Macri y jefa de sus acciones represivas, que condujeron por ejemplo a las muertes de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, en el contexto de la persecución del pueblo mapuche.
Las características de despliegue y expansión de las “task force” y su implantación acordada sobre el “Acuífero del Guaraní”, una de las mayores reservas de agua dulce en el mundo -cuya capacidad alcanzaría para abastecer a los 6.000 millones de habitantes del planeta durante 200 años-, permite suponer que la iniciativa constituye solo la semilla de una futura base de control de la zona, convertida en “hipótesis de conflicto”, a partir del cálculo de Naciones Unidas que sostiene que entre 2020 y 2030 el 90% de la población mundial no tendrá acceso al agua potable, pura y sana [6].
En febrero de 2004 el Pentágono planteó el despliegue de sus fuerzas armadas alrededor del planeta, con el fin de controlar los recursos que considera estratégicos para la supervivencia de EEUU como potencia rectora, en especial el agua. El “terrorismo”, cuya presencia en la zona fue desmentida hasta por Washington, no es más que la excusa para el desembarco de marines y una de las tantas prendas macristasde sujeción a su estrategia de control supranacional.
En el mes de julio, como refuerzo a la maniobra, el Ministerio de Seguridad destacó cuatro lanchas artilladas israelíes Shalgag MKII junto a asesores de esa nacionalidad, con el fin declarado de patrullar mil kilómetros de aguas de los ríos Paraguay y Paraná, localizados en la “Triple frontera” compartida con Brasil y Paraguay.
· Inteligencia militar secreta. El Ministerio de Defensa permitió la realización en territorio nacional de ejercicios militares conjuntos con EEUU durante las jornadas del 2 y 3 de mayo de 2018, invocando “razones de seguridad de Estado” para no especificar
públicamente en qué provincia del litoral se realizó el operativo que contó con la presencia de “ técnicos de defensa y del área de inteligencia militar” estadounidenses. La operación consistió en el traslado de un camión cargado de supuestas armas químicas de “destrucción masiva” y analizar posibles acciones coordinadas para “evitar una catástrofe”.
El ejercicio en cuestión estuvo destinado en realidad a capacitar a las fuerzas armadas argentinas en acciones de seguridad interior, donde “terrorismo” y “narcotráfico” son instaladas como las nuevas amenazas a conjurar.
· Base estadounidense en Neuquén. El 11 de mayo EEUU retomó la construcción de una base en esa provincia, autorizada en 2012 por el entonces gobernador Jorge Sapag y cuya ejecución se paralizó a consecuencia del escándalo provocado por un intento semejante en Chaco, con duras críticas de la Cancillería argentina y protestas callejeras.
La sede patagónica fue donada por el Comando Sur bajo el paraguas “humanitario”, a pesar de que los propios documentos de ese organismo reconocen que la estructura militar estadounidense “aprovecha las capacidades de respuesta rápida, la colaboración de naciones socias y la cooperación regional dentro de nuestra área de responsabilidad, para apoyar los objetivos de seguridad nacional de los EE.UU., defender los acercamientos sureños de EEUU y promover la seguridad y la estabilidad regional”.
La base se levanta a corta distancia del estratégico Aeropuerto Internacional de Neuquén, sobre la Autovía Norte, que une a través de 20 kilómetros las cuatro principales ciudades de la región lindantes con Vaca Muerta, además de permitir el acceso a otra de las zonas de reservas acuíferas más importantes del país.
Un año antes, el entonces embajador interino de EEUU, Tom Cooney, recorrió el lugar, ratificó la realización de las obras y destacó las inversiones de empresas de su país en Vaca Muerta, entre otras Chevron y Exxon Mobil que cuenta con una concesión de 1275 km² y cuyo CEO entre 2006 y 2016 antes de saltar al equipo de Trump fue el ya mencionado RexTillerson, quien tuvo una compensación por sus servicios de U$ 180 millones.El dispositivo impulsado por el Comando Sur constituiría una herramienta esencial para la protección y vigilancia de esas inversiones.
· Bases en Tierra del Fuego. La ministra de Seguridad Patricia Bullrich y la gobernadora de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Rosana Bertone, firmaron el 31 de octubre 2017un acuerdo para desarrollar una base de vigilancia de explosiones nucleares en la ciudad de Tolhuin -donde ya funciona una estación de monitoreo enlazada a la red de la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBTO)- y un “polo científico” en la ciudad de Ushuaia, destinado a “apoyar tareas que se desarrollan en la Antártida”. La actividad se enmarca en el programa Ice Bridge (Puente de Hielo) de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio que se apoya en el trabajo de un avión P3 Orion, que cuenta con equipamiento de última generación de la marina de su país e incluye detectores de variaciones en el espectro magnético y la gravedad terrestre, cámaras infrarrojas y medidores que permiten determinar el grosor de la capa helada antártica.
Las bases constituyen el punto de partida de un complejo militar destinado a monitorear la conexión de los océanos Atlántico, Pacifico e Indico, los enlaces de los extremos Sur de América y África y las rutas hacia la Antártida, la mayor reserva de agua dulce congelada del mundo y el yacimiento de hidrocarburo de más volumen en el planeta.
Los propios estadounidenses ya anunciaron que luego de la prospección del mar antártico y el hielo terrestre, la campaña se extenderá hasta el 26 de noviembre, en una “iniciativa emocionante y ambiciosa para Ice Bridge, ya que las campañas duales nos permitirán continuar con los relevamientos de importantes áreas cercanas a la Península Antártica y ampliar significativamente nuestra cobertura de la vasta extensión de la Antártida Oriental" [7].
El punto de partida del acercamiento “científico” se dio en el marco de la visita del ex presidente Barack Obama en marzo de 2016 a la Argentina, durante la que redefinió la agenda de la relación de su país con los gobiernos suramericanos e impuso acuerdos de cooperación que incluyeron una apertura comercial irrestricta, asistencia en la Triple Frontera, asilo a refugiados sirios, la creación de Centros de Fusión de Inteligencia, cooperación de fuerzas de seguridad en el Comando Sur y en el ámbito nuclear y lucha contra el narcotráfico y terrorismo, un temario que poco después Donald Trump se encargaría de desarrollar y profundizar.
· Entrada de tropas extranjeras. El Poder Ejecutivo giró en 2017 y 2018 al Congreso nacional cerca de medio centenar de pedidos de autorización para que efectivos extranjeros entraran al país o fuerzas argentinas participaran en operativos fuera del país. El año pasado los senadores fueron permeables a la demanda y aprobaron los 23 operativos propuestos, sin dictamen de comisión y sin considerar si se involucraban a las fuerzas armadas en ejercicios destinados a situaciones seguridad interior como lucha contra el terrorismo, narcotráfico, narcoterrorismo o contrabando, que la legislación nacional prohíbe de modo explícito.
Fue en Diputados que distintos sectores de la oposición peronista lograron, por ejemplo, bloquear el ejercicio denominado “Cormorán”, programado para concretarse en la base bonaerense “Comandante Espora” de Bahía Blanca y en la base aeronaval “Almirante Zar” de la provincia de Chubut, donde la Armada masacró el 22 de agosto de 1972 a 16 de los 19 combatientes capturados en el aeropuerto chubutense de Trelew, tras su fuga de la cárcel de Rawson.
El 23 de julio de 2018 la Mesa de Entradas del Senado nacional recibió del PEN el programa para el período correspondiente entre 1° de setiembre de ese año y el 31 de agosto de 2019, en el que se repiten muchas de las propuestas del ejercicio anterior, a un costo estimado en $ 444 millones [8], calculados con un dólar un 30% por debajo de su valor actual. Entre ellas figuran las maniobras más cuestionadas en el período anterior:
- BOLD ALIGATOR (Coordinación EEUU): basado en escenarios de “respuesta a situaciones de crisis y/o amenaza”, en base a “disuasión, control del mar, de seguridad marítima y de respuesta humanitaria ayuda/desastre”.
- PANAMAX (Convocatoria 4ta Flota del Comando Sur de los EEUU): orientado “evitar que una fuerza terrorista afecte la libre navegación por el Canal de Panamá”.
- UNITAS (Acordado por el Acta de la Maritime Staff Talks entre EEUU y Argentina, Mayport, abril 2017. Dirigido por EEUU): con el propósito de “enfrentar amenazas a la seguridad en el hemisferio como el narcotráfico y el crimen organizado”.
- GRINGO GAUCHO (bilateral con EEUU): a desarrollarse al paso de un portaaeronaves de la Armada estadounidense y sus naves escolta, por las aguas jurisdiccionales argentinas, con la participación de 5.330 marines USA en el Mar Argentino. Sin fecha comunicada, es probable que se realice en simultáneo con la cumbre del G20, ya que Washington pretende completar su blindaje de seguridad de la reunión y desplegar una demostración de su poderío bélico en el Atlántico Sur, ante potencias competidoras como China y Rusia.
- TEAM WORK SOUTH (en Chile con participación de Gran Bretaña y EEUU): orientado al adiestramiento en guerra antisubmarina, guerra de superficie y defensa antiaérea.
Barras y estrellas desfilando en Buenos Aires
Durante una década y media los gobernantes de los principales países sudamericanos eligieron un camino de autonomía subregional, con esfuerzos en lograr su independencia económica con colaboración comercial y relaciones multipolares; sin cortar las relaciones con el supervecino hemisférico, le pusieron límites a los intentos estadounidenses de entramparlos en un tratado de “libre comercio” que solo beneficiaría a las empresas de ese país. En consonancia, trabajaron para convertir a la región en una “zona de paz” y, con la conformación de Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), avanzaron en una visión común y autónoma en materia de defensa.
En el momento mismo de su asunción en diciembre de 2015, Mauricio Macri dio un volantazo de 180 grados, se alineó con Washington y escaló esa relación hasta volver a depender del Fondo Monetario Internacional en el plano económico y del Comando Sur en el ámbito militar, con el agravante de retomar la senda doctrinaria de las dictaduras cívico militares al homologar de manera ilegal las cuestiones de “seguridad interior” con las de defensa, a través de la búsqueda de los “enemigos internos” que propone Washington.
Del mismo modo que la propuesta de Presupuesto 2019 de la Argentina fue redactada por el Poder Ejecutivo en base a las exigencias de ajuste del FMI que provocan un empobrecimiento general de la economía local, aumento de la pobreza y la indigencia a cifras de espanto, con desocupación, subocupación y trabajo precario a escalas de terror, el aparato de seguridad y represión se construye al compás de las propuestas que surgen del paradigma de las “nuevas amenazas”.
Con la misma lógica que usó para convertir en “terroristas” a pequeños grupos de mapuches interesados en alojarse en una mínima porción de sus propias tierras ancestrales -hoy en manos de terratenientes-, el gobierno aprovechará la realización del G20 para que EEUU despliegue sobre Buenos Aires, su espacio aéreo y el río sobre el que se recuesta la capital argentina, no solo su poderío militar sino, y sobre todo, su concepto de seguridad y su marca de control territorial hemisférico.
Como en la más espectacular película bélica, o hasta de ciencia ficción, durante la segunda quincena de noviembre y la primera semana de diciembre, la “Reina del Plata” tendrá un aspecto muy poco gardeliano bajo la parafernalia de “protección” estadounidense, con cobertura del “Carrier Strike Group” de su Armada operando desde aguas jurisdiccionales argentinas, con unos 65 aviones de combate F/A-18 Súper Hornet y E-2 Hawkeye con despegue desde un portaaviones, probablemente el USS Abraham Lincoln en camino a San Diego con sus 7.500 marines, de participación enmascarada bajo el ya mencionado ejercicio Gringo Gaucho, respaldado por al menos un crucero y dos destructores o fragatas.
Junto a la operación de sistema inhibidor de drones israelitas, el Aeropuerto Jorge Newbery será cerrado durante 3 días y el espacio aéreo sobre la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y sus proximidades totalmente restringido; también se desplegarán los helicópteros MH-60M del 160th Special Operations Aviation Regiment (SOAR) del Ejercito de los EEUU, que integran la comitiva del Presidente de su país.
En síntesis, la Argentina resignará el control de la situación ante su aliado estratégico, cuya comitiva ocupará, además de la sede de su embajada en el Palacio Bosch Alvear, tres hoteles de la ciudad. La bandera de las barras y las estrellas flameará sobre la ciudad, junto a los “fierros”del Complejo Militar Industrial que produce el 72,36% del total mundial del gasto armamentista, con u$s 918.000 millones de gasto anual.
Buenos Aires no será más que el escenario para que el presidente Donald Trump pueda mostrar los músculos de su intento de mantener la hegemonía global en base a un modelo de proteccionismo económico, con fortalecimiento militar y negacionismo del cambio climático. Sin embargo, la ministra Patricia Bullrich sabe que los grandes actores de la política mundial, por encima de las bravatas belicistas, estarán atentos a la forma en que el descontento, la desesperación y el hambre de argentinas y argentinos se manifieste en las calles ocupadas por gendarmes, policías y prefectos a su mando, con militares y marines cuidándoles las espaldas. Con el argumento bien aprendido, la movilización popular constituirá la “nueva amenaza” a la que, si no pueden disimular, buscarán enfrentar. Como ordena el Comando Sur.
Notas:
[1] Marcelo Koenig: Independencia: El hecho maldito del país colonial (http://ovejanegramedios.com.a r/libro-independencia-el-hecho -maldito-del-pais-colonial-de- marcelo-koenig.html)
[2] Department of Defense’s EEUU: National Defense Strategy (https://dod.defense.gov/Porta ls/1/Documents/pubs/2018-Natio nal-Defense-Strategy-Summary.p df?mod=article_inline)
[3] Carlos A Villalba: Obama pasa revista (https://vamosavolver.com.ar/2 016/02/26/obama-pasa-revista)
[4] Carlos A Villalba: La Argentina de Lewis (https://www.alainet.org/es/ar ticulo/188315)
[5] Stella Calloni: El “Golpe Maestro” de EEUU contra Venezuela (http://www.voltairenet.org/ar ticle201091.html)
[6] Banco Mundial: La Iniciativa del Acuífero Guaraní para la Gestión Transfronteriza del Agua Subterránea. http://siteresources.worldbank .org/INTWRD/Resources/GWMATE_S panish_CP09.pdf
[7] Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA): IceBridge (http://www.nasa.gov/mission_p ages/icebridge/index.html)
[8] Senado de la Nación: Operaciones Militares Conjuntas https://es.scribd.com/document /385791791/Operaciones-militar es-conjuntas#from_embed
CLAE
"Evacuation of South America", The Times, Londres, 14 de septiembre de 1807
Otros tiempos, otros imperios, distintas armas. De 1806 y 1807, de veleros y bergantines, de Beresford, Popham, Whitelocke la corona inglesa y una batalla por el control del comercio, la película salta al Siglo XXI, el Comando Sur del Ejército de EEUU, el disfraz de la “ayuda humanitaria” y las invasiones a la colaboración y la sumisión.
Ante los intentos británicos de hace más de dos siglos, el rechazo surge con facilidad, más aún frente al despojo malvinero; la sistemática invasión estadounidense, sin embargo, pasa desapercibida para muchos, mientras quienes gobiernan la Argentina, en lugar de aceites hirvientes les abren las puertas de las riquezas nacionales y les ofrecen la alfombra roja de un nuevo virreinato o, como sostiene el sociólogo Marcelo Koening, de este “gobierno de ocupación” [1].
Esa política se complementa con la construcción de un “enemigo interno”, recortado del manual actualizado del Comando Sur de los EEUU y pegado en las hojas del plan de negocios local, que necesita gendarmes allí donde hay hambre, frío y desesperación. Es una versión remozada de la Doctrina de la Seguridad Nacional, absolutamente funcional a la estrategia de política exterior de los EEUU, con control de los recursos estratégicos de la región, igual que lo fue el protocolo genocida que apuntó a “garantizar el orden” mediante la aplicación de técnicas de contrainsurgencia contra aquel “enemigo interior” con el que se pretendió justificar las represiones antipopulares de las dictaduras cívico-militares de los ´70, que desembocaron en genocidios y matanzas en países como Argentina, Brasil, Chile, Paraguay, Guatemala, El Salvador, y “reordenaron” los modelos productivos nacionales en beneficio del capital transnacionalizado, ávido en controlar recursos y globalizar sus mecanismos financieros.
El involucramiento de los militares en “guerras” contra “el terrorismo” y “el narcotráfico” es una consecuencia de esta perspectiva y constituye el pretexto para la intervención en tareas propias de la seguridad interior, como finalmente sucedió en la Argentina de Macri. Encuentros como el del Grupo de los 20 (G20) que se realizará en la Argentina entre el 30 de noviembre y el 1° de diciembre próximos, con la presencia de los líderes de las principales potencias mundiales, sirvió de cobertura a políticas de militarización interna basadas en versiones creadas en los propios laboratorios de comunicación oficiales, que inventan la existencia de “células” abocadas a la “preparación de acciones violentas” contra esa cumbre.
Por su parte, el gobierno de Donald Trump dio continuidad a los esfuerzos iniciados por Barack Obama por impulsar un nuevo liderazgo en Sudamérica, alternativo a la construcción subregional realizada desde comienzos de siglo por gobiernos soberanos, plasmada en organismos como el MERCOSUR, la UNASUR y la CELAC, con rechazo a las imposiciones del Fondo Monetario, decisiones políticas y económicas autónomas y relaciones internacionales multipolares. Desde el 10 de diciembre de 2015 Buenos Aires se transformó en una de las capitales de ese polo en nacimiento, con el presidente Macri convertido en vocero local de las directrices de Washington, sobreactuando posturas intervencionistas contra gobiernos constitucionales como el de Venezuela o ignorando violaciones constitucionales como las sucedidas en Brasil con la destitución de Dilma Rousseff o con la candidatura de Lula da Silva.
Los objetivos estratégicos de EEUU pasan por Oriente Medio, Corea, Rusia, la OTAN y China, y no por el Cono Sur de América. Sin embargo, Macri y sus ministros ahora achicados recibieron a un ejército de enviados del multimillonario que lidera la superpotencia occidental y aceptaron el consejo de no intimar con “nuevas potencias imperiales” como la República Popular de China que, a juicio del ex canciller Rex Tillerson, “está utilizando su política económica para meter a la región en su órbita”. En 2017 el comercio entre China y esta parte del mundo sumó u$s 244.000 millones, el doble de lo que se generó en toda la década anterior y desde 2015 el asiático constituye el principal socio comercial de Suramérica.
La decisión de Trump de entrar en “guerra comercial” con Beijing redefinió las prioridades, decidió ajustes en la relación con la región, intensificó el despliegue militar de EEUU y transformó, en el caso argentino, una estación aeroespacial destinada a monitorear el lado oscuro de la Luna en un objetivo militar al que es necesario “neutralizar” ante la posibilidad de que sea utilizado en ciberdefensa o ciberseguridad regional y, además, para la proyección económica y militar sobre el continente Antártico. Solo un mes después de que la instalación china emplazada en la localidad neuquina de Bajada del Agrio comenzase a funcionar, EEUU anunció que el Comando Sur financiaría un centro de respuesta a emergencias en la misma provincia patagónica, sospechado en realidad de constituir el embrión de una base castrense, similar a cualquiera de las 80 con las que cuenta en Latinoamérica y el Caribe.
América para los estadounidenses
La región reviste un valor significativo para Washington, ya no como “patio trasero” sino como “reserva estratégica” de los “bienes comunes” -que el capitalismo considera “recursos naturales” extraíbles y procesables sin límites- y de una potencialidad de producción alimentaria capaz de cubrir las demandas de un futuro que ya muestra las dentelladas del cambio climático.
En suma, el subcontinente es considerado de “baja prioridad estratégica” comparado con la importancia Europa, Medio Oriente y la región Indo-Pacífico; sin embargo,la nueva doctrina de seguridad regional lo presenta como “estratégicamente importante” para EE.UU. y su futuro económico por lo que,a su criterio,debe resguardarse ante la “influencia dañina de los actores extrahemisféricos”, en especial China,que “busca llevar la región a su órbita a través de inversiones y préstamos estatales” y está decidida, junto a Rusia, a conformar ”economías menos libres y menos justas, hacer crecer sus ejércitos y controlar la información y los datos para reprimir a sus sociedades y expandir su influencia” [2].
En consonancia, la Estrategia de Seguridad Nacional de Trump reclama administraciones que comulguen con los preceptos de su gobierno, de su Comando Sur y de las grandes corporaciones económicas. Los documentos oficiales remarcan que los intereses de su país “están mejor resguardados en un hemisferio de países estables, seguros y democráticos, que aumentan la seguridad y benefician a la economía norteamericana”.
Ese supuesto “futuro próspero para todos” se asienta sobre una base de “valores compartidos, gobiernos eficientes, sociedades libres y economías abiertas de mercado”, requisito que el presidente argentino, Mauricio Macri, intenta cumplir al pie de la letra.
El combate contra las drogas y el “narcoterrorismo”, la prestación de asistencia humanitaria, la realización de ejercicios y operaciones con participación de las fuerzas armadas locales en el teatro de la “seguridad interior”, son las “áreas de trabajo” definidas para alcanzar sus objetivos. En consonancia, las sucesivas administraciones estadounidenses siembran de bases la región, construyendo un auténtica muralla “protectora” de distintos recursos estratégicos que ya cuenta con enclaves en Chile, Colombia, Paraguay, Perú, las Islas Malvinas -usurpadas a la Argentina por Gran Bretaña- que alojan una base de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), y en distintos países de Centroamérica y el Caribe. A esa malla se agregan las cabezas de puente ya afianzadas en la Argentina actual.
Pobreza e inequidad, corrupción, terrorismo, criminalidad, tráfico de drogas y desastres “naturales”, son presentados como desafíos que amenazan aquellas metas. En realidad, cada ítem es una puerta por la que los cuadros del Comando Sur, el Departamento de Estado, la CIA y la DEA, los organismos de crédito y las embajadas con bandera de barras y estrellas, penetran para afincarse en los países que consideran importantes para alcanzar sus fines, definir políticas y alinear gobernantes u opositores [3].
En la Argentina, lo intentaron con fuertes presiones mantenidas incluso durante los gobiernos kirchneristas a través, por ejemplo, de donaciones a provincias, capacitaciones en EEUU o de la cooptación de cuadros de gestión en organismos de protección civil. La máxima expresión de esa maniobra fue el intento de instalar en la provincia de Chaco el primer “Centro de Respuesta a Emergencias”, financiado por una donación de la Embajada de EEUU, que la presidenta Cristina Fernández alcanzó a frenar en 2012, a instancias del organismo de asistencia humanitaria internacional de su cancillería, la comisión Cascos Blancos, que también puso sobre aviso de esas pretensiones al entonces gobernador de la provincial, Jorge Milton Capitanich, cuando el Ministerio del Interior, a cargo de Florencio Randazzo, ya había aprobado el “Programa de Fortalecimiento del Sistema Provincial de Emergencias”, a través de un convenio bilateral impulsado por el Comando Sur y su embajada, embozado tras la definición de “aporte a los programas sociales del gobierno” argentino.
La intención final y permanente era -y lo sigue siendo- instalar bases que le permita a EE.UU. reforzar su control sobre la cuarta reserva de agua subterránea del mundo, el Acuífero Guaraní, que comparten Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, y que ya ejerce desde su instalación paraguaya de Mariscal Estigarribia. La ocupación focalizada es el modelo de acción; la asistencia, ayuda o cooperación, con fines “humanitarios” o de “control” es la excusa; los bienes comunes, desde el agua, el petróleo y el gas, hasta el litio o el oro y, en especial, el acceso y control del continente Antártico, sus hielos y su subsuelo, son los verdaderos objetivos. Desde el 10 de diciembre de 2015 se aceleraron todos los procesos administrativos, aduanales, castrenses y diplomáticos para que las invasiones yanquis avancen sobre ellos.
Matriz ilegal
El despliegue militar de Washington sobre la Argentina va acompañado del uso de las Fuerzas Armadas locales en tareas de “seguridad interior” reñidas con las leyes que regulan su accionar; el instrumento utilizado para avanzar en esa dirección fueron la declaración de la “emergencia de seguridad” mediante el decreto 228/2016 y su prórroga mediante el decreto 50/2017.
En simultáneo, se autorizó con distintos pretextos y sin la aprobación parlamentaria que dispone la Constitución Nacional, la entrada de efectivos militares extranjeros. Los distintos pasos que dio el gobierno argentino terminaron de configurar una matriz ilegal apoyada en el ingreso de tropas no autorizadas por el Congreso, la validación sin concurso parlamentario de la instalación de bases militares operadas, financiadas o promovidas por diversos elementos de fuerzas armadas de países extranjeros; la superposición de políticas de defensa y de seguridad interior, hechos que se suman a decretos como el 820/2016, que modificó la Ley de Tierras encargada de fijar límites al traspaso de propiedad del suelo argentino a manos extranjeras y puso en disponibilidad grandes extensiones de bienes compartidos como los, los bosques y la zona núcleo productiva y la soberanía misma de la Nación [4].
La diputada nacional por Río Negro, Silvia Horne, perteneciente al bloque del Peronismo para la Victoria, precisó esta situación al presentar un proyecto de ley que rechaza la autorización del ingreso de tropas extranjeras al territorio nacional para participar en ejercicios previstos a partir del 1° de septiembre de este año y hasta el 31 de agosto de 2019. El reclamo también se opone ala injerencia de las fuerzas armadas en temas de seguridad interna dispuesta por el presidente Macri y a la instalación de una base militar de EE.UU. en Neuquén, entre otras medidas dispuestas por el gobierno nacional, pasando por alto al Congreso de la Nación.
Invasión “humanitaria”
La apertura macrista al despliegue militar estadounidense complementó su integración a la participación en la estrategia relacionada con la República Bolivariana de Venezuela a través de un dispositivo de “Unidades de Respuesta Sanitaria Argentina” en la frontera entre ese país y Colombia, bajo la cobertura “humanitaria” de Cascos Blancos, organismo redireccionado ahora hacia el injerencismo, violando todos los principios que debe respetar una misión de esas características según lo define Naciones Unidas al remarcar que “los actores humanitarios no deben tomar partido en las hostilidades y en las controversias de orden político, racial, religioso o ideológico”.
La situación fue denunciada por la analista internacional Stella Calloni, quien considera que la presencia de la misión argentina en esa frontera “genera controversia y alarma en algunos sectores que la interpretan como una avanzada injerencista contra Venezuela” y forma parte de los “planes intervencionistas aún no aplicados de los EEUU y del cerco político de países de la región contra el Estado que conduce Nicolás Maduro” en el marco del “Plan Maestro” del Comando Sur [5].
Los hechos condujeron al ex ministro de Educación de la Argentina, Daniel Filmus, hoy diputado del Frente para la Victoria, a presentar un pedido de Informes al Poder Ejecutivo, reclaman do información sobre el “despliegue asociado a sectores privados nacionales y extranjeros sobre territorio venezolano” en el que participan “organizaciones de presión política de los EEUU, vinculadas con la Central de Inteligencia (CIA) como el Center forStrategic and International Studies (CSIS)”, utilizando a “argentinas y argentinos que decidieron contribuir con sus saberes y su compromiso y terminaron formando parte de una acción regional, encabezada por el gobierno de los EEUU, la Central de Inteligencia y el Comando Sur de ese país y de la Organización de Estados Americanos presidida por Luis Almagro, hoy fuertemente enfrentado a Venezuela”.
El parlamentario, que también estuvo a cargo de la secretaría encargada de los asuntos relacionados con la recuperación de la soberanía sobre las islas del Atlántico Sur usurpadas por Gran Bretaña, sostuvo que la operación “se inscribe en el compromiso de la gestión Macri con los intentos del presidente Donald Trump de avanzar incluso con opciones militares sobre Venezuela, agregando nuevos hitos a la diplomacia cañonera que llevó a su país a invadir militarmente naciones soberanas como Granada (1983) y Panamá (fines de 1989) y al jefe de su IV Flota, contraalmirante Joseph Kernan, a amenazar con navegar las ´aguas marrones´ de los ríos soberanos de Latinoamérica, ante el firme rechazo de los entonces presidentes de Argentina, Cristina Kirchner, y Brasil, Lula da Silva”.
Junto ala propuesta de la diputada Horne, el pedido de Informes constituyela expresión formal más fuerte del rechazo a la sujeción del actual gobierno al injerencismo estadounidense en la Argentina y en la región. Afirma que la misión Cascos Blancos “parece un ficha de los intentos permanentes de Washington, su Comando Sur y sus aliados de generar modelos de intervención subsidiarios de la ´Doctrina de Seguridad Nacional´, de dramáticas consecuencias para los países de Latinoamérica, una maniobra reconocida por el propio jefe del Comando Sur, Almirante KurtTidd, en su documento “Golpe Maestro” y refrendada en agosto del año pasado en la reunión de Lima en la que se fijaron nuevas estrategias para ´enfrentar amenazas militares´ y ´atender´ la situación venezolana”.
Desembarco aliado
· Alianza. El 4 y 5 de febrero de 2018 el entonces secretario de Estado de EEUU, RexTillerson, se reunió con el presidente Mauricio Macri y su canciller Jorge Faurie y elogió el "liderazgo" de la Argentina en la región, como “paladín de la democracia" en el continente. Comenzó la planificación del dispositivo de seguridad para la Cumbre del G20, cuya organización el gobierno argentino delegó en los estadounidenses.
· TaskForce I. Dos días después de que el excanciller de Donald Trump expresara la prioridades de su gobierno en materia de “seguridad regional”, el ministro de Defensa argentino, Oscar Aguad, anunció la creación de una “Fuerza de Despliegue Rápido” integrada por miembros de las tres armas con el objetivo de prestar “apoyo logístico en la lucha contra el narcotráfico y el terrorismo”, proteger los “ recursos naturales ” y enfrentar las difusas “nuevas amenazas” que define el Comando Sur, entre las que cabría incluir a “grupos mapuches extremistas” , de acuerdo a la definición oficial y, tal vez, a los hambreados del ajuste del FMI.
El anuncio aceleró el sinceramiento de la decisión de permitir la participación de las FFAA en asuntos internos, algo explícitamente prohibido por la ley de Seguridad Interior, que solo la habilita para casos excepcionales como las que conducen a decretar el “estado de sitio”, con concurso parlamentario.
· TaskForce II en Misiones. Con el mismo libreto y 48 horas después la Administración para el Control de Drogas (DEA) de los EEUU, con anuencia de los ministerios de Defensa y Seguridad Interior de la Argentina, se comprometió a instalar otra fuerza de tareas, ahora en la provincia de Misiones y con el objetivo de “combatir el narcotráfico y el terrorismo” en la zona de la Triple Frontera, según dichos de la ministra Patricia Bullrich, una de las más entusiastas de la carrera armamentista del gobierno de Macri y jefa de sus acciones represivas, que condujeron por ejemplo a las muertes de Santiago Maldonado y Rafael Nahuel, en el contexto de la persecución del pueblo mapuche.
Las características de despliegue y expansión de las “task force” y su implantación acordada sobre el “Acuífero del Guaraní”, una de las mayores reservas de agua dulce en el mundo -cuya capacidad alcanzaría para abastecer a los 6.000 millones de habitantes del planeta durante 200 años-, permite suponer que la iniciativa constituye solo la semilla de una futura base de control de la zona, convertida en “hipótesis de conflicto”, a partir del cálculo de Naciones Unidas que sostiene que entre 2020 y 2030 el 90% de la población mundial no tendrá acceso al agua potable, pura y sana [6].
En febrero de 2004 el Pentágono planteó el despliegue de sus fuerzas armadas alrededor del planeta, con el fin de controlar los recursos que considera estratégicos para la supervivencia de EEUU como potencia rectora, en especial el agua. El “terrorismo”, cuya presencia en la zona fue desmentida hasta por Washington, no es más que la excusa para el desembarco de marines y una de las tantas prendas macristasde sujeción a su estrategia de control supranacional.
En el mes de julio, como refuerzo a la maniobra, el Ministerio de Seguridad destacó cuatro lanchas artilladas israelíes Shalgag MKII junto a asesores de esa nacionalidad, con el fin declarado de patrullar mil kilómetros de aguas de los ríos Paraguay y Paraná, localizados en la “Triple frontera” compartida con Brasil y Paraguay.
· Inteligencia militar secreta. El Ministerio de Defensa permitió la realización en territorio nacional de ejercicios militares conjuntos con EEUU durante las jornadas del 2 y 3 de mayo de 2018, invocando “razones de seguridad de Estado” para no especificar
públicamente en qué provincia del litoral se realizó el operativo que contó con la presencia de “ técnicos de defensa y del área de inteligencia militar” estadounidenses. La operación consistió en el traslado de un camión cargado de supuestas armas químicas de “destrucción masiva” y analizar posibles acciones coordinadas para “evitar una catástrofe”.
El ejercicio en cuestión estuvo destinado en realidad a capacitar a las fuerzas armadas argentinas en acciones de seguridad interior, donde “terrorismo” y “narcotráfico” son instaladas como las nuevas amenazas a conjurar.
· Base estadounidense en Neuquén. El 11 de mayo EEUU retomó la construcción de una base en esa provincia, autorizada en 2012 por el entonces gobernador Jorge Sapag y cuya ejecución se paralizó a consecuencia del escándalo provocado por un intento semejante en Chaco, con duras críticas de la Cancillería argentina y protestas callejeras.
La sede patagónica fue donada por el Comando Sur bajo el paraguas “humanitario”, a pesar de que los propios documentos de ese organismo reconocen que la estructura militar estadounidense “aprovecha las capacidades de respuesta rápida, la colaboración de naciones socias y la cooperación regional dentro de nuestra área de responsabilidad, para apoyar los objetivos de seguridad nacional de los EE.UU., defender los acercamientos sureños de EEUU y promover la seguridad y la estabilidad regional”.
La base se levanta a corta distancia del estratégico Aeropuerto Internacional de Neuquén, sobre la Autovía Norte, que une a través de 20 kilómetros las cuatro principales ciudades de la región lindantes con Vaca Muerta, además de permitir el acceso a otra de las zonas de reservas acuíferas más importantes del país.
Un año antes, el entonces embajador interino de EEUU, Tom Cooney, recorrió el lugar, ratificó la realización de las obras y destacó las inversiones de empresas de su país en Vaca Muerta, entre otras Chevron y Exxon Mobil que cuenta con una concesión de 1275 km² y cuyo CEO entre 2006 y 2016 antes de saltar al equipo de Trump fue el ya mencionado RexTillerson, quien tuvo una compensación por sus servicios de U$ 180 millones.El dispositivo impulsado por el Comando Sur constituiría una herramienta esencial para la protección y vigilancia de esas inversiones.
· Bases en Tierra del Fuego. La ministra de Seguridad Patricia Bullrich y la gobernadora de Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur, Rosana Bertone, firmaron el 31 de octubre 2017un acuerdo para desarrollar una base de vigilancia de explosiones nucleares en la ciudad de Tolhuin -donde ya funciona una estación de monitoreo enlazada a la red de la Organización del Tratado de Prohibición Completa de los Ensayos Nucleares (CTBTO)- y un “polo científico” en la ciudad de Ushuaia, destinado a “apoyar tareas que se desarrollan en la Antártida”. La actividad se enmarca en el programa Ice Bridge (Puente de Hielo) de la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio que se apoya en el trabajo de un avión P3 Orion, que cuenta con equipamiento de última generación de la marina de su país e incluye detectores de variaciones en el espectro magnético y la gravedad terrestre, cámaras infrarrojas y medidores que permiten determinar el grosor de la capa helada antártica.
Las bases constituyen el punto de partida de un complejo militar destinado a monitorear la conexión de los océanos Atlántico, Pacifico e Indico, los enlaces de los extremos Sur de América y África y las rutas hacia la Antártida, la mayor reserva de agua dulce congelada del mundo y el yacimiento de hidrocarburo de más volumen en el planeta.
Los propios estadounidenses ya anunciaron que luego de la prospección del mar antártico y el hielo terrestre, la campaña se extenderá hasta el 26 de noviembre, en una “iniciativa emocionante y ambiciosa para Ice Bridge, ya que las campañas duales nos permitirán continuar con los relevamientos de importantes áreas cercanas a la Península Antártica y ampliar significativamente nuestra cobertura de la vasta extensión de la Antártida Oriental" [7].
El punto de partida del acercamiento “científico” se dio en el marco de la visita del ex presidente Barack Obama en marzo de 2016 a la Argentina, durante la que redefinió la agenda de la relación de su país con los gobiernos suramericanos e impuso acuerdos de cooperación que incluyeron una apertura comercial irrestricta, asistencia en la Triple Frontera, asilo a refugiados sirios, la creación de Centros de Fusión de Inteligencia, cooperación de fuerzas de seguridad en el Comando Sur y en el ámbito nuclear y lucha contra el narcotráfico y terrorismo, un temario que poco después Donald Trump se encargaría de desarrollar y profundizar.
· Entrada de tropas extranjeras. El Poder Ejecutivo giró en 2017 y 2018 al Congreso nacional cerca de medio centenar de pedidos de autorización para que efectivos extranjeros entraran al país o fuerzas argentinas participaran en operativos fuera del país. El año pasado los senadores fueron permeables a la demanda y aprobaron los 23 operativos propuestos, sin dictamen de comisión y sin considerar si se involucraban a las fuerzas armadas en ejercicios destinados a situaciones seguridad interior como lucha contra el terrorismo, narcotráfico, narcoterrorismo o contrabando, que la legislación nacional prohíbe de modo explícito.
Fue en Diputados que distintos sectores de la oposición peronista lograron, por ejemplo, bloquear el ejercicio denominado “Cormorán”, programado para concretarse en la base bonaerense “Comandante Espora” de Bahía Blanca y en la base aeronaval “Almirante Zar” de la provincia de Chubut, donde la Armada masacró el 22 de agosto de 1972 a 16 de los 19 combatientes capturados en el aeropuerto chubutense de Trelew, tras su fuga de la cárcel de Rawson.
El 23 de julio de 2018 la Mesa de Entradas del Senado nacional recibió del PEN el programa para el período correspondiente entre 1° de setiembre de ese año y el 31 de agosto de 2019, en el que se repiten muchas de las propuestas del ejercicio anterior, a un costo estimado en $ 444 millones [8], calculados con un dólar un 30% por debajo de su valor actual. Entre ellas figuran las maniobras más cuestionadas en el período anterior:
- BOLD ALIGATOR (Coordinación EEUU): basado en escenarios de “respuesta a situaciones de crisis y/o amenaza”, en base a “disuasión, control del mar, de seguridad marítima y de respuesta humanitaria ayuda/desastre”.
- PANAMAX (Convocatoria 4ta Flota del Comando Sur de los EEUU): orientado “evitar que una fuerza terrorista afecte la libre navegación por el Canal de Panamá”.
- UNITAS (Acordado por el Acta de la Maritime Staff Talks entre EEUU y Argentina, Mayport, abril 2017. Dirigido por EEUU): con el propósito de “enfrentar amenazas a la seguridad en el hemisferio como el narcotráfico y el crimen organizado”.
- GRINGO GAUCHO (bilateral con EEUU): a desarrollarse al paso de un portaaeronaves de la Armada estadounidense y sus naves escolta, por las aguas jurisdiccionales argentinas, con la participación de 5.330 marines USA en el Mar Argentino. Sin fecha comunicada, es probable que se realice en simultáneo con la cumbre del G20, ya que Washington pretende completar su blindaje de seguridad de la reunión y desplegar una demostración de su poderío bélico en el Atlántico Sur, ante potencias competidoras como China y Rusia.
- TEAM WORK SOUTH (en Chile con participación de Gran Bretaña y EEUU): orientado al adiestramiento en guerra antisubmarina, guerra de superficie y defensa antiaérea.
Barras y estrellas desfilando en Buenos Aires
Durante una década y media los gobernantes de los principales países sudamericanos eligieron un camino de autonomía subregional, con esfuerzos en lograr su independencia económica con colaboración comercial y relaciones multipolares; sin cortar las relaciones con el supervecino hemisférico, le pusieron límites a los intentos estadounidenses de entramparlos en un tratado de “libre comercio” que solo beneficiaría a las empresas de ese país. En consonancia, trabajaron para convertir a la región en una “zona de paz” y, con la conformación de Unión de Naciones Suramericanas (UNASUR), avanzaron en una visión común y autónoma en materia de defensa.
En el momento mismo de su asunción en diciembre de 2015, Mauricio Macri dio un volantazo de 180 grados, se alineó con Washington y escaló esa relación hasta volver a depender del Fondo Monetario Internacional en el plano económico y del Comando Sur en el ámbito militar, con el agravante de retomar la senda doctrinaria de las dictaduras cívico militares al homologar de manera ilegal las cuestiones de “seguridad interior” con las de defensa, a través de la búsqueda de los “enemigos internos” que propone Washington.
Del mismo modo que la propuesta de Presupuesto 2019 de la Argentina fue redactada por el Poder Ejecutivo en base a las exigencias de ajuste del FMI que provocan un empobrecimiento general de la economía local, aumento de la pobreza y la indigencia a cifras de espanto, con desocupación, subocupación y trabajo precario a escalas de terror, el aparato de seguridad y represión se construye al compás de las propuestas que surgen del paradigma de las “nuevas amenazas”.
Con la misma lógica que usó para convertir en “terroristas” a pequeños grupos de mapuches interesados en alojarse en una mínima porción de sus propias tierras ancestrales -hoy en manos de terratenientes-, el gobierno aprovechará la realización del G20 para que EEUU despliegue sobre Buenos Aires, su espacio aéreo y el río sobre el que se recuesta la capital argentina, no solo su poderío militar sino, y sobre todo, su concepto de seguridad y su marca de control territorial hemisférico.
Como en la más espectacular película bélica, o hasta de ciencia ficción, durante la segunda quincena de noviembre y la primera semana de diciembre, la “Reina del Plata” tendrá un aspecto muy poco gardeliano bajo la parafernalia de “protección” estadounidense, con cobertura del “Carrier Strike Group” de su Armada operando desde aguas jurisdiccionales argentinas, con unos 65 aviones de combate F/A-18 Súper Hornet y E-2 Hawkeye con despegue desde un portaaviones, probablemente el USS Abraham Lincoln en camino a San Diego con sus 7.500 marines, de participación enmascarada bajo el ya mencionado ejercicio Gringo Gaucho, respaldado por al menos un crucero y dos destructores o fragatas.
Junto a la operación de sistema inhibidor de drones israelitas, el Aeropuerto Jorge Newbery será cerrado durante 3 días y el espacio aéreo sobre la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y sus proximidades totalmente restringido; también se desplegarán los helicópteros MH-60M del 160th Special Operations Aviation Regiment (SOAR) del Ejercito de los EEUU, que integran la comitiva del Presidente de su país.
En síntesis, la Argentina resignará el control de la situación ante su aliado estratégico, cuya comitiva ocupará, además de la sede de su embajada en el Palacio Bosch Alvear, tres hoteles de la ciudad. La bandera de las barras y las estrellas flameará sobre la ciudad, junto a los “fierros”del Complejo Militar Industrial que produce el 72,36% del total mundial del gasto armamentista, con u$s 918.000 millones de gasto anual.
Buenos Aires no será más que el escenario para que el presidente Donald Trump pueda mostrar los músculos de su intento de mantener la hegemonía global en base a un modelo de proteccionismo económico, con fortalecimiento militar y negacionismo del cambio climático. Sin embargo, la ministra Patricia Bullrich sabe que los grandes actores de la política mundial, por encima de las bravatas belicistas, estarán atentos a la forma en que el descontento, la desesperación y el hambre de argentinas y argentinos se manifieste en las calles ocupadas por gendarmes, policías y prefectos a su mando, con militares y marines cuidándoles las espaldas. Con el argumento bien aprendido, la movilización popular constituirá la “nueva amenaza” a la que, si no pueden disimular, buscarán enfrentar. Como ordena el Comando Sur.
Notas:
[1] Marcelo Koenig: Independencia: El hecho maldito del país colonial (http://ovejanegramedios.com.a
[2] Department of Defense’s EEUU: National Defense Strategy (https://dod.defense.gov/Porta
[3] Carlos A Villalba: Obama pasa revista (https://vamosavolver.com.ar/2
[4] Carlos A Villalba: La Argentina de Lewis (https://www.alainet.org/es/ar
[5] Stella Calloni: El “Golpe Maestro” de EEUU contra Venezuela (http://www.voltairenet.org/ar
[6] Banco Mundial: La Iniciativa del Acuífero Guaraní para la Gestión Transfronteriza del Agua Subterránea. http://siteresources.worldbank
[7] Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA): IceBridge (http://www.nasa.gov/mission_p
[8] Senado de la Nación: Operaciones Militares Conjuntas https://es.scribd.com/document
CLAE
La inestabilidad neoliberal en Latinoamérica
Estabilidad,
confianza, certidumbre y eficiencia son las cuatro promesas más
repetidas por cualquier proyecto neoliberal. ¿Se cumplen? ¿Es un
gobierno neoliberal capaz de dar estabilidad a un país? ¿Saben cómo
generar confianza y certidumbre? ¿Logran tener economías eficientes?
Veamos qué sucede en Latinoamérica. Empecemos por Argentina.
Crear un buen eslogan es siempre más fácil que estabilizar la economía de un país en un ambiente de fuerte restricción externa. El macrismo se desgasta a mucha más velocidad de lo previsible porque demuestra que no sabe gobernar ni gestionar. En algo menos de tres años consiguió que el país esté patas arriba. La economía no va, se mire por donde se mire. La inflación apunta este año 2018 a estar por encima del 40% según las últimas estimaciones oficiales, a pesar de que la tenían calculada en el 15% a fines del año pasado. La economía se contraerá por encima del 2%, aunque habían pronosticado que crecería por encima del 3%. La liberalización cambiaria provocó una devaluación que no tiene fin: en este tiempo lo llevaron de 10 pesos hasta casi 40, y veremos cómo acaba. La inversión extranjera jamás llegó. Se prometieron dólares que era imposible de producirlos en casa, y sólo han podido ser obtenidos parcialmente, con una deuda eterna con el mundo. El Fondo Monetario Internacional pide más ajuste: más recortes sociales, menos salarios, provocando así que la demanda interna pierda toda su fuerza como motor económico. La tasa de interés va por el 60%: espaldarazo ideal para que la economía financiarizada acabe con la economía real. La industria se desmorona. La balanza comercial es cada día más deficitaria tras la liberalización de las importaciones.
El cuadro macroeconómico del neoliberalismo en Argentina no resiste a ningún test de equilibrio ni eficiencia. Mauricio Macri y Cambiemos trajeron consigo justamente lo contrario de aquello que siempre promete: incertidumbre y desconfianza. La inestabilidad no sólo es económica, también lo es política y social. Las protestas crecen y se extienden a casi todos los sectores gremiales. La marcha de las mujeres demostró también la incapacidad del Gobierno para entender que está surgiendo otra nueva mayoría que refleja un sentido común cada vez más protagónico en la sociedad argentina. Tampoco les funciona el oído; se alejaron de todo lo que pasa en la calle. El timbreo como apuesta publicitaria está bien, pero no les sirve para que la ciudadanía resuelva sus problemas. Están atrapados en sus propios anuncios mientras que la inestabilidad afecta a la gente.
Pero no es únicamente en Argentina donde neoliberalismo e inestabilidad se dan la mano. Brasil es otro buen ejemplo de ello. Con elecciones a la vista y un presidente no electo desde hace años, este país presenta un largo etcétera de sucesos que conforman un panorama ciertamente inestable. Su economía no crece. El real se devalúa. El país se ha militarizado para frenar protestas. Y Naciones Unidas desautoriza que se impida a Lula ser candidato a presidente.
Otro caso es el de Perú, que aunque su macroeconomía es estable, el sistema político y judicial hace aguas por todas partes. Posee un presidente no electo tras el caso de corrupción que sacó a Kuczynski de su condición. Tiene a otros tantos ex presidentes también en la cárcel o prófugos por haberse enriquecido ilegalmente. El sistema judicial está completamente podrido. El actual fiscal general está con múltiples casos en su contra. La mayoría de la ciudadanía no cree en sus instituciones.
Es fácil seguir dando ejemplos de países que bajo la gestión neoliberal no saben generar ni confianza ni certidumbre. Colombia es otro país con una economía real raquítica, desindustrializada progresivamente, con productividad muy baja, sin demanda interna que logre generar crecimiento sostenido, y con indicadores sociales más propios de países en guerra. Y con un conflicto cada vez más difícil de resolver por la llegada de Iván Duque a la presidencia. Y, mientras tanto, las muertes de lideres sociales continúan. Chile es otro destino no tan ideal como lo presentan. Con una economía que no despega, y en medio de continuos paros nacionales por parte de una gran diversidad de sectores, el país tampoco muestra un marco de estabilidad. Y no olvidar a México, cuyo neoliberalismo ha hecho que la economía siga estancada, con alta inflación, fuertemente endeudado, con un sector petrolero venido a menos luego de las últimas reformas, y con pobreza y desigualdad de carácter estructural que, además de ser injustas, suponen un freno a cualquier intento de reactivación económica.
Se mire por donde se mire, el neoliberalismo no sabe gobernar, ni siquiera bajo sus propias premisas. Dime de qué presumes y te diré de qué careces. Si las agencias de calificación de riesgo hicieran bien su trabajo, desde criterios estrictamente ortodoxos, les daría a todos ellos una nota muy negativa.
La verdadera experticia del neoliberalismo es comunicar lo que no sabe hacer. Ni estabiliza; ni da certeza ni confianza; y tampoco logra consolidar economías eficientes.
Crear un buen eslogan es siempre más fácil que estabilizar la economía de un país en un ambiente de fuerte restricción externa. El macrismo se desgasta a mucha más velocidad de lo previsible porque demuestra que no sabe gobernar ni gestionar. En algo menos de tres años consiguió que el país esté patas arriba. La economía no va, se mire por donde se mire. La inflación apunta este año 2018 a estar por encima del 40% según las últimas estimaciones oficiales, a pesar de que la tenían calculada en el 15% a fines del año pasado. La economía se contraerá por encima del 2%, aunque habían pronosticado que crecería por encima del 3%. La liberalización cambiaria provocó una devaluación que no tiene fin: en este tiempo lo llevaron de 10 pesos hasta casi 40, y veremos cómo acaba. La inversión extranjera jamás llegó. Se prometieron dólares que era imposible de producirlos en casa, y sólo han podido ser obtenidos parcialmente, con una deuda eterna con el mundo. El Fondo Monetario Internacional pide más ajuste: más recortes sociales, menos salarios, provocando así que la demanda interna pierda toda su fuerza como motor económico. La tasa de interés va por el 60%: espaldarazo ideal para que la economía financiarizada acabe con la economía real. La industria se desmorona. La balanza comercial es cada día más deficitaria tras la liberalización de las importaciones.
El cuadro macroeconómico del neoliberalismo en Argentina no resiste a ningún test de equilibrio ni eficiencia. Mauricio Macri y Cambiemos trajeron consigo justamente lo contrario de aquello que siempre promete: incertidumbre y desconfianza. La inestabilidad no sólo es económica, también lo es política y social. Las protestas crecen y se extienden a casi todos los sectores gremiales. La marcha de las mujeres demostró también la incapacidad del Gobierno para entender que está surgiendo otra nueva mayoría que refleja un sentido común cada vez más protagónico en la sociedad argentina. Tampoco les funciona el oído; se alejaron de todo lo que pasa en la calle. El timbreo como apuesta publicitaria está bien, pero no les sirve para que la ciudadanía resuelva sus problemas. Están atrapados en sus propios anuncios mientras que la inestabilidad afecta a la gente.
Pero no es únicamente en Argentina donde neoliberalismo e inestabilidad se dan la mano. Brasil es otro buen ejemplo de ello. Con elecciones a la vista y un presidente no electo desde hace años, este país presenta un largo etcétera de sucesos que conforman un panorama ciertamente inestable. Su economía no crece. El real se devalúa. El país se ha militarizado para frenar protestas. Y Naciones Unidas desautoriza que se impida a Lula ser candidato a presidente.
Otro caso es el de Perú, que aunque su macroeconomía es estable, el sistema político y judicial hace aguas por todas partes. Posee un presidente no electo tras el caso de corrupción que sacó a Kuczynski de su condición. Tiene a otros tantos ex presidentes también en la cárcel o prófugos por haberse enriquecido ilegalmente. El sistema judicial está completamente podrido. El actual fiscal general está con múltiples casos en su contra. La mayoría de la ciudadanía no cree en sus instituciones.
Es fácil seguir dando ejemplos de países que bajo la gestión neoliberal no saben generar ni confianza ni certidumbre. Colombia es otro país con una economía real raquítica, desindustrializada progresivamente, con productividad muy baja, sin demanda interna que logre generar crecimiento sostenido, y con indicadores sociales más propios de países en guerra. Y con un conflicto cada vez más difícil de resolver por la llegada de Iván Duque a la presidencia. Y, mientras tanto, las muertes de lideres sociales continúan. Chile es otro destino no tan ideal como lo presentan. Con una economía que no despega, y en medio de continuos paros nacionales por parte de una gran diversidad de sectores, el país tampoco muestra un marco de estabilidad. Y no olvidar a México, cuyo neoliberalismo ha hecho que la economía siga estancada, con alta inflación, fuertemente endeudado, con un sector petrolero venido a menos luego de las últimas reformas, y con pobreza y desigualdad de carácter estructural que, además de ser injustas, suponen un freno a cualquier intento de reactivación económica.
Se mire por donde se mire, el neoliberalismo no sabe gobernar, ni siquiera bajo sus propias premisas. Dime de qué presumes y te diré de qué careces. Si las agencias de calificación de riesgo hicieran bien su trabajo, desde criterios estrictamente ortodoxos, les daría a todos ellos una nota muy negativa.
La verdadera experticia del neoliberalismo es comunicar lo que no sabe hacer. Ni estabiliza; ni da certeza ni confianza; y tampoco logra consolidar economías eficientes.
URUGUAY
El Partido Comunista reclama la expulsión de Luis Almagro del Frente Amplio
El Partido Comunista emitió una declaración ante "las gravísimas declaraciones del secretario general de la OEA", respecto a que no se debe descartar una intervención militar en Venezuela.
RECHAZO
- LR21
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, manifestó recientemente desde Colombia que no se debe descartar “una intervención militar” en Venezuela para “derrocar” al gobierno de Nicolás Maduro, al que responsabiliza de provocar una crisis humanitaria y migratoria.
Esas declaraciones fueron rechazadas por representantes de todas las fuerzas políticas de Uruguay.
Desde el Partido Comunista emitieron un comunicado de rechazo en el que anuncian que pedirán la expulsión de Almagro del Frente Amplio.
El texto del PCU declara “su rechazo firme a esta nueva muestra de servilismo e irresponsabilidad de Almagro, transformado desde hace tiempo en un peón del imperialismo yanqui, al servicio de las peores cosas”.
Y agrega “que Almagro actúa como operador de Trump, Pompeo y de los planes explícitamente anunciados por el jefe del Pentágono, en el mismo país, Colombia, que acaba de entrar a la OTAN y tiene bases militares yanquis en su territorio”.
Ante esa situación el PCU reclama públicamente “la expulsión de Almagro de nuestro Frente Amplio, porque su conducta, promoviendo la guerra y la agresión contra un pueblo hermano, viola los principios históricos de la política internacional de nuestro país y los del FA, de defensa de la paz, la soberanía y la autodeterminación de los pueblos”.
El senador del Partido Comunista Juan Castillo dijo a El Espectador que la actitud de Almagro es lamentable.
“Cada vez que uno siente que vienen noticias de Almagro, de la OEA, tiene que estar preparado para lo peor, la capacidad de asombro me parece que ya esta altura no tiene límites”, dijo, y consideró que lo que está haciendo Almagro prácticamente “es clamar por una intervención armada”.
En ese sentido criticó que utilice a un organismo como la OEA para ese fin: “en vez de estar ayudando, contribuyendo para la pacificación de un país, para que haya diálogo, para poder recomponerse toda la estructura de las libertades públicas, de la democracia plena, del entendimiento entre un país y su pueblo, está utilizando un instrumento, una organización del tamaño, del tipo de la OEA solamente para fomentar el enfrentamiento en el país y la intervención de ese pueblo hermano”.
El legislador dijo que todos los nacionalistas están de acuerdo a que el régimen de Maduro es malo para los venezolanos pero que de ninguna manera eso reivindica un uso de la fuerza para derrocar al mandatario.
Desde el Partido Colorado José Amorín Batlle dijo al mismo medio que Almagro es un luchador interesante por la democracia, pero consideró que hacer declaraciones de ese tipo es “un poco apresurado y que el camino es presionar entre todo el bloque americano”.
Amorín dijo no tener claro a que se refiere el director de la OEA con una fuerza armada ni a qué país pertenecería.
El dirigente de Unidad Popular Eduardo Rubio anunció por su parte que la dirección del Partido hará una declaración este lunes sobre el tema.
Según remarcó a El Espectador hay unanimidad en el bloque popular en el más enérgico rechazo a la figura del ex canciller uruguayo, quien consideraron “se sacó completamente la careta”, y lo calificaron como “peón del imperialismo”.
El secretario general de la OEA, Luis Almagro, manifestó recientemente desde Colombia que no se debe descartar “una intervención militar” en Venezuela para “derrocar” al gobierno de Nicolás Maduro, al que responsabiliza de provocar una crisis humanitaria y migratoria.
Esas declaraciones fueron rechazadas por representantes de todas las fuerzas políticas de Uruguay.
Desde el Partido Comunista emitieron un comunicado de rechazo en el que anuncian que pedirán la expulsión de Almagro del Frente Amplio.
El texto del PCU declara “su rechazo firme a esta nueva muestra de servilismo e irresponsabilidad de Almagro, transformado desde hace tiempo en un peón del imperialismo yanqui, al servicio de las peores cosas”.
Y agrega “que Almagro actúa como operador de Trump, Pompeo y de los planes explícitamente anunciados por el jefe del Pentágono, en el mismo país, Colombia, que acaba de entrar a la OTAN y tiene bases militares yanquis en su territorio”.
Ante esa situación el PCU reclama públicamente “la expulsión de Almagro de nuestro Frente Amplio, porque su conducta, promoviendo la guerra y la agresión contra un pueblo hermano, viola los principios históricos de la política internacional de nuestro país y los del FA, de defensa de la paz, la soberanía y la autodeterminación de los pueblos”.
El senador del Partido Comunista Juan Castillo dijo a El Espectador que la actitud de Almagro es lamentable.
“Cada vez que uno siente que vienen noticias de Almagro, de la OEA, tiene que estar preparado para lo peor, la capacidad de asombro me parece que ya esta altura no tiene límites”, dijo, y consideró que lo que está haciendo Almagro prácticamente “es clamar por una intervención armada”.
En ese sentido criticó que utilice a un organismo como la OEA para ese fin: “en vez de estar ayudando, contribuyendo para la pacificación de un país, para que haya diálogo, para poder recomponerse toda la estructura de las libertades públicas, de la democracia plena, del entendimiento entre un país y su pueblo, está utilizando un instrumento, una organización del tamaño, del tipo de la OEA solamente para fomentar el enfrentamiento en el país y la intervención de ese pueblo hermano”.
Más rechazos
El diputado del Partido Nacional Gustavo Penades también rechazó en diálogo con El Espectador las afirmaciones de Almagro y señaló que “eso va en contra de la historia del Uruguay”.El legislador dijo que todos los nacionalistas están de acuerdo a que el régimen de Maduro es malo para los venezolanos pero que de ninguna manera eso reivindica un uso de la fuerza para derrocar al mandatario.
Desde el Partido Colorado José Amorín Batlle dijo al mismo medio que Almagro es un luchador interesante por la democracia, pero consideró que hacer declaraciones de ese tipo es “un poco apresurado y que el camino es presionar entre todo el bloque americano”.
Amorín dijo no tener claro a que se refiere el director de la OEA con una fuerza armada ni a qué país pertenecería.
El dirigente de Unidad Popular Eduardo Rubio anunció por su parte que la dirección del Partido hará una declaración este lunes sobre el tema.
Según remarcó a El Espectador hay unanimidad en el bloque popular en el más enérgico rechazo a la figura del ex canciller uruguayo, quien consideraron “se sacó completamente la careta”, y lo calificaron como “peón del imperialismo”.
Declaración del PCU: Condena a Almagro y su propuesta de invasión a Venezuela
Ante las gravísimas declaraciones del secretario general de la OEA,
Luis Almagro, que dijo este viernes en Colombia, "en cuanto a una
intervención militar para derrocar al régimen de Maduro, yo creo que no
debemos descartar ninguna opción".
El PCU expresa:
Su rechazo más firme a esta nueva muestra de servilismo e
irresponsabilidad de Almagro, transformado desde hace tiempo en un peón
del imperialismo yanqui, al servicio de las peores cosas.
Que Almagro actúa como operador de Trump, Pompeo y de los planes
explícitamente anunciados por el jefe del Pentágono, en el mismo país,
Colombia, que acaba de entrar a la OTAN y tiene bases militares yanquis
en su territorio.
Que hacemos responsable a Almagro de cualquier agresión que se produzca
y de sus consecuencias para el pueblo venezolano y para la paz en el
continente.
Que estas manifestaciones confirman que la OEA, como a lo largo de toda
su historia, sólo es un instrumento de desestabilización y agresión y
un peligro para la paz y la democracia.
Que solamente manteniendo y fortaleciendo las experiencias de unidad e
integración latinoamericanas como la UNASUR y la CELAC se puede
construir la independencia y la paz para nuestros países y pueblos.
Que el PCU reclama, públicamente, la expulsión de Almagro de nuestro
Frente Amplio, porque su conducta, promoviendo la guerra y la agresión
contra un pueblo hermano, viola los principios históricos de la política
internacional de nuestro país y los del FA, de defensa de la paz, la
soberanía y la autodeterminación de los pueblos.
Que el PCU promoverá pronunciamientos, del FA y de nuestro gobierno, de
condena a la conducta de Almagro y a los planes del imperialismo
yanqui.
Que el PCU llama a nuestro pueblo a organizar la solidaridad con el
hermano pueblo de Venezuela y repudiar cualquier intento de agresión
yanqui o de sus mandaderos que conforman el Grupo de Lima.
15 de septiembre de 2018Comité Ejecutivo Nacional
Partido Comunista de Uruguay
Justicia citó al “Charleta” Gundelzoph en causa por torturas
El represor podría ser conducido por la Policía.
El represor Jorge Gundelzoph, alias el
Charleta fue citado por la Justicia en la causa que investiga las
torturas y violaciones a los derechos humanos en el centro clandestino
de reclusión La Tablada y de la Dirección de Inteligencia. Gundelzoph
militó en la Unión de la Juventud Comunista (UJC) y luego se convirtió
en colaborador de la dictadura en la Dirección de Inteligencia. Con los
años se retiró de la policía y terminó siendo funcionario de la secta
Moon, llegando a ser vicepresidente del directorio del desaparecido
diario Ultimas Noticias.
Las audiencias están a cargo de la jueza penal de 25° turno, María Noel Tonarelli.
Pablo Chargoñia, abogado de las víctimas, dijo hace
unas semanas que “la denuncia fue presentada en 2011”, razón por la cual
la jueza “dispuso una serie de audiencias con represores y con víctimas
de la tortura, y con personas que originariamente tenían militancia
política y pasaron a colaborar con la represión”.
Indicó que también están indagados en la causa
Wellington Sarli, que actualmente está en Chile y Jorge Grau. En el caso
de Grau y Gundelzoph la jueza dispuso su conducción por la Policía
luego de verificar que fueron citados y no comparecieron.
López (COFE): “El control de las fronteras es una responsabilidad de todos”
PORTAL PIT-CNT
José Lorenzo (Joselo) López, Secretario General de la Confederación de Obreros y Funcionarios del Estado (COFE), denunció los problemas que existen hoy, a la hora de llevar adelante los controles correspondientes, en la Aduana, la Aviación Civil, la de Migraciones, la de Agricultura y Pesca. Manifestó la preocupación existente ante “los controles y fiscalizaciones que debe realizar el Estado en el territorio nacional; fundamentalmente en lo que se refiere a la frontera. Todo esto es producto del ajuste fiscal que viene llevando adelante el gobierno y que determina un achique del Estado en áreas estratégicas. Algo que parece ser la única y verdadera reforma del Estado que ha llevado adelante el Poder Ejecutivo”.
Destacó el dirigente de COFE que “no se están llenando las vacantes en lugares imprescindibles y estratégicos para el país como lo son a modo de ejemplo, la frontera seca la cual involucra a varios organismos estatales tales como el Aduanas, Migraciones, Dirección de Transp.orte, paso de fronteras del Ministerio de Defensa, MGAP entre otros . En las últimas horas se han conocido determinadas declaraciones públicas que cuestionan los controles y los mismos no se han podido realizar a raíz de la política que lleva adelante el Poder Ejecutivo de no contratar nuevo y más personal para cubrir las necesidades básicas de estos servicios. Es realmente preocupante que no se llenan las vacantes que se han generado desde hace años y es mas preocupante aún la perspectiva hacia el futuro ya que muchos trabajadores que cubren esos controles tienen causal jubilatoria. Cada vez hay menos personal y la administración central ve debilitado gran parte de los sectores estratégicos que cubre”.
López fue categórico al momento de señalar que “la madre de todas las reformas que planteo el gobierno se convirtió en que la montaña parió un ratón y la verdadera Reforma es esta, achicar el Estado en lugares estratégicos y necesarios para el control, la fiscalización y la defensa de la soberanía nacional. Luego la gente se cuestiona porque pasan determinadas cosas y estas cosas pasan porque no hay controles y se siguen desarticulando esas áreas. A esto se le suma el hecho de que las condiciones de trabajo de los pocos que quedan son muy complicadas. Por ejemplo en Paysandú en el puente Paysandú Colon las condiciones de trabajo son paupérrimas, existen problemas de falta de personal, de salud y de higiene y seguridad”.
José Lorenzo (Joselo) López, Secretario General de la Confederación de Obreros y Funcionarios del Estado (COFE), denunció los problemas que existen hoy, a la hora de llevar adelante los controles correspondientes, en la Aduana, la Aviación Civil, la de Migraciones, la de Agricultura y Pesca. Manifestó la preocupación existente ante “los controles y fiscalizaciones que debe realizar el Estado en el territorio nacional; fundamentalmente en lo que se refiere a la frontera. Todo esto es producto del ajuste fiscal que viene llevando adelante el gobierno y que determina un achique del Estado en áreas estratégicas. Algo que parece ser la única y verdadera reforma del Estado que ha llevado adelante el Poder Ejecutivo”.
Destacó el dirigente de COFE que “no se están llenando las vacantes en lugares imprescindibles y estratégicos para el país como lo son a modo de ejemplo, la frontera seca la cual involucra a varios organismos estatales tales como el Aduanas, Migraciones, Dirección de Transp.orte, paso de fronteras del Ministerio de Defensa, MGAP entre otros . En las últimas horas se han conocido determinadas declaraciones públicas que cuestionan los controles y los mismos no se han podido realizar a raíz de la política que lleva adelante el Poder Ejecutivo de no contratar nuevo y más personal para cubrir las necesidades básicas de estos servicios. Es realmente preocupante que no se llenan las vacantes que se han generado desde hace años y es mas preocupante aún la perspectiva hacia el futuro ya que muchos trabajadores que cubren esos controles tienen causal jubilatoria. Cada vez hay menos personal y la administración central ve debilitado gran parte de los sectores estratégicos que cubre”.
López fue categórico al momento de señalar que “la madre de todas las reformas que planteo el gobierno se convirtió en que la montaña parió un ratón y la verdadera Reforma es esta, achicar el Estado en lugares estratégicos y necesarios para el control, la fiscalización y la defensa de la soberanía nacional. Luego la gente se cuestiona porque pasan determinadas cosas y estas cosas pasan porque no hay controles y se siguen desarticulando esas áreas. A esto se le suma el hecho de que las condiciones de trabajo de los pocos que quedan son muy complicadas. Por ejemplo en Paysandú en el puente Paysandú Colon las condiciones de trabajo son paupérrimas, existen problemas de falta de personal, de salud y de higiene y seguridad”.
Se adjunta comunicado de COFE:
Montevideo 4 de setiembre de 2018
COFE ALERTA A LA POBLACIÓN EN GENERAL
“Nuestro trabajo son tus derechos y seguridad”
FRONTERAS DESCARNADAS, RESPONSABILIDAD DE TODOS COFE
comunica a la ciudadanía la realidad de algunas instituciones encargadas
del control de las fronteras, no con el ánimo de alarmar, sino de
alertar. Pero claramente, a corazón abierto, porque los sindicatos
sufren y los trabajadores se ven embargados por la impotencia cuando se
observa lo que ocurre y no existe una conciencia acorde para enfrentarlo
y revertirlo. Particularmente, se exponen aquí las falencias de la
Dirección Nacional de Aduanas (DNA), la Dirección Nacional de Aviación
Civil (DINACIA), la Dirección Nacional de Migraciones (DNM) y el
Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca (MGAP) que rayan en la
omisión más preocupante de sus cometidos.
Dirección Nacional de Aduanas (DNA)
La DNA es una de esas instituciones que debe velar por la
seguridad de la sociedad uruguaya y en particular también apoyar al
desarrollo económico del país a través del control de las mercaderías
que cruzan sus fronteras. Según su misión, promueve la facilitación y
seguridad en el comercio, vigilando y fiscalizando la importación,
exportación, tránsito, circulación, almacenamiento y permanencia de las
mercaderías en todo el territorio nacional, combatiendo los ilícitos
aduaneros y el incumplimiento de la normativa aduanera, sin perjuicio de
los demás cometidos que le asignen las leyes y reglamentos,
desarrollando su gestión dentro de los principios de legalidad,
integridad, eficiencia, eficacia, profesionalismo y transparencia, en
pos de salvaguardar los derechos de los habitantes de nuestro país..
Ahora bien, la realidad Aduanera hoy se encuentra en una
situación crítica y preocupante, en tanto el diseño actual de la DNA, y
en particular la falta de personal, no permite cumplir a cabalidad sus
cometidos, atentando así contra la viabilidad de todas las premisas
antes mencionadas.
En la actualidad la DNA cuenta con 716 funcionarios
presupuestados, de los cuáles 256 tienen 60 o más años, existiendo una
carencia crítica de personal, que se agravará en el corto plazo.
Cuando se atiende a temas candentes como el tráfico de
dinero, drogas o armas por el territorio nacional, cuando terceros
países reclaman información sobre tales tráficos, o cuando el
empresariado nacional reclama por el contrabando, ya sea de combustibles
o por la competencia desleal de otras mercancías, y particularmente,
aquellas cuya calidad alimenticia pudiera estar en tela de juicio, la
falta de personal es clara y significativa.
La absoluta falta de control en determinados puestos de
vigilancia denunciada por el sindicato a la DNA no es tenido en cuenta
por su Dirección. Cabe resaltar que Aduanas cuenta con 38 puestos de
control donde deben cubrirse horarios nocturnos, con condiciones
laborales adversas, cumpliendo funciones a la intemperie, con frío,
calor, lluvia, sin vestimenta apropiada, sin señalización y sin
terminales informáticas imprescindibles para el cumplimiento de las
tareas.
Por estos días se pone en la palestra el caso de un puerto
privado en Carmelo (Puerto Camacho) indicado en Argentina como parte de
la llamada ‘ruta del dinero K’, donde los controles aduaneros son a
demanda, es decir, cuando se solicitan. Por similares investigaciones se
señaló antes el caso del aeropuerto de Melilla, mismo que funciona en
un horario acotado (de 7 a 19 horas), sin funcionarios en las noches
dado que no se autorizan vuelos si bien a menudo se denuncian
actividades. Sin embargo, nada se dice de los muchos resguardos
clausurados recientemente, entre otros: Batovi, La Coronilla, Puente
Mauá, Nuevo Berlín, Santa Lucía; todos importantísimos cruces de
fronteras que ya no están operativos y sin fiscales en los depósitos
intraportuarios.
Vale subrayar que, si la Aduana no cumple sus funciones
básicas de contralor del tráfico de mercancías por las fronteras,
ajustando ese tráfico a las leyes vigentes del país y la región, no solo
están en riesgo los inconvenientes aparejados por los tráficos
ilegales, ya sean drogas, armas, dinero o personas; sino que se generan
múltiples inconvenientes que pueden ir desde la caída de la
competitividad económica, la crisis, el desempleo o hasta conflictos
diplomáticos con países vecinos. Los cambios macroeconómicos derivados
del reciente desplazamiento del tipo de cambio en Argentina, ya es
denunciado por las autoridades de los departamentos fronterizos y el
empresariado nacional que se ve afectado por las compras del otro lado
de la frontera. Eso sin duda, se reflejará en una caída de la actividad
económica en el país, el empleo, los salarios, en fin, pone en riesgo la
estabilidad económica o quizás política.
Los análisis de riesgos llevados a cabo por la misma
Dirección Nacional muestran que la frontera uruguaya es débil y
vulnerable para los controles de ingresos de dinero, armas, drogas e
incluso tráfico de personas. Con la plantilla de funcionarios actual de
la DNA, es imposible tener un país y por ende una sociedad segura en los
aspectos fiscalizadores que le competen.
Todavía hay tiempo para tomar conciencia de la importancia
de estos cometidos que hoy no se realizan a cabalidad por la falta de
personal, de infraestructura tecnológica, de adecuación de la estructura
administrativa a los actuales desafíos, de abandono de puestos
esenciales en pasos de frontera expuestos al tráfico ilegal. Se conocen
las restricciones económicas, pero los controles fronterizos son parte
central en el resguardo de la soberanía nacional, es también una
cuestión de seguridad externa y seguridad interior, y es
fundamentalmente, más bienestar para la ciudadanía, más defensa de
derechos y sus formas de vida.
Dirección Nacional de Aviación Civil (DINACIA)
Otra de las dependencias del Estado que se encargan de la
seguridad de las fronteras, y por ende también, de la seguridad de la
población, es la DINACIA porque de ella depende la fiscalización de los
cielos y también la seguridad aeronáutica del país que va mucho más allá
de que los aviones y otros objetos con motor que puedan volar. La
DINACIA (Dirección Nacional de Aviación Civil e Infraestructura
Aeronáutica) tiene por Misión, entre otras cosas: “Ejecutar la política
aeronáutica civil de la República de acuerdo a las normas...
supervisando en forma continua la seguridad operacional y ejerciendo la
dirección y contralor de las actividades aeronáuticas civiles”.
Demás está decir, que mantener esa “seguridad operacional”
de todos los aeropuertos y regular toda la operativa de la aviación
civil en el país, requiere de una mano de obra formada y certificada por
los organismos
internacionales, entrenada y eficiente, con capacidad de
control de todo el territorio y apoyada en un sistema de infraestructura
tecnológica acorde para tales fines.
En las recientes denuncias de tráfico de dinero desde
Argentina que involucran a Uruguay como destino final o de tránsito, se
ponen al descubierto las falencias que tienen los controles del sistema
de aviación civil, ya no solo en el cuidado y supervisión de los
tráficos ilegales por los cielos o posibles aterrizajes clandestinos
sino en varios de los aeropuertos importantes del país. Al igual que el
ejemplo de Aduanas, este caso amerita una readecuación del cuidado de
los espacios aéreos del país, para que éste no sirva a negocios ilícitos
o incluso que pusiera en riesgo la seguridad nacional del territorio.
Invertir en la misión que cumple la DINACIA, es proteger la
seguridad de los habitantes, la inserción internacional de un país que
se auto-promueve como de libre circulación de personas y mercancías a
través de sus aeropuertos libres, que se proyecta como un espacio
turístico y geográfico de acogida para visitantes, es deber de todos
exigir la excelencia de este servicio para tener el derecho de disfrutar
luego de sus beneficios.
Sin embargo, la DINACIA cuenta con apenas 478 funcionarios,
donde el 46,44% ya tiene causal jubilatoria y el 27,8% tiene más de 61
años.
Valga puntualizar la dificultad que presenta el enclave
institucional de la DINACIA en el Ministerio de Defensa Nacional,
especialmente porque su estructura administrativa, supeditada a mandos
jerárquicos, lineales y autoritarios de corte burocrático militar,
genera rigideces en las decisiones sin permitir una auditoría constante e
independiente de los mandos como lo exige la dinámica de los tiempos
que corren.
Tomar en serio la realidad de la DINACIA hoy, debatir sus
necesidades (ya sea de ingreso de personal, de formación y de
infraestructura tecnológica), señores integrantes del Poder Ejecutivo,
señores Parlamentarios, Ciudadanos todos, es una cuestión de seguridad
nacional, y es también una cuestión de derechos.
Dirección Nacional de Migraciones (DNM)
Al Ministerio del Interior le competen "los servicios
internos relativos a la migración, contralor y vigilancia de la entrada,
permanencia y salida de personas”. Particularmente, al caso de la DNM,
“es responsable de poner en ejecución las disposiciones vigentes sobre
migración”.
Uruguay es un país de fronteras abiertas, donde en los
últimos años se potenció la inmigración, en especial provenientes de
América Latina, de varios países que sufren inestabilidad económica y
sus habitantes buscan nuevos horizontes laborales. El país se
caracteriza por su pequeña población, baja natalidad, pero a su vez por
ser un lugar históricamente de acogida para la población inmigrante,
buena parte somos hijos o nietos de esos inmigrantes. Asimismo, se
vuelve una opción más que apetecible para la llegada de personas por la
relativa facilidad en que se consigue la residencia y se hacen ingentes
esfuerzos para agilizar los trámites requeridos para obtener la
documentación necesaria para incorporarse al mercado laboral.
Sin embargo, la falta de controles fronterizos hace al país
vulnerable a las organizaciones ilegales de tráfico o a la trata de
personas para actividades que ponen en riesgo los derechos fundamentales
de tales personas. Varias denuncias en los últimos años documentaron la
trata laboral, particularmente trabajadoras domésticas o fabriles
procedentes de Bolivia; se procesaron organizaciones por tráfico de
chicas con destino al ejercicio de la prostitución desde República
Dominicana u otras organizaciones que lucran vendiendo ilusiones falsas
de trabajos muy bien pagos en el país.
La DNM es una parte fundamental del cuidado de las
fronteras, especialmente, el tránsito de personas que entran, salen o la
calidad en la que permanecen en el país. Actualmente la DNM cuenta con
31 Puestos de Control establecidos a lo largo y ancho del territorio,
incluyen puertos, aeropuertos, puentes, controles terrestres, para
cumplir el cometido de documentar la entrada y salida de personas del
territorio nacional. Asimismo, existen otros 10 puertos deportivos donde
llegan yates, veleros, lanchas deportivas, que no cuentan con control
migratorio alguno y cuyo registro dependen de la voluntad e iniciativa
del propio pasajero de concurrir a los puntos habilitados para registrar
sus movimientos migratorios.
Sabido es por múltiples denuncias, que en el país existen
lo que se llama a menudo “agujeros negros” donde los pasajeros que
entran al país tienen la opción de seguir una ruta libre de controles
migratorios. Especialmente, la frontera seca con Brasil está
extremadamente expuesta por la fragilidad particular y la ubicación
misma de sus controles. El folklore fronterizo muestra que cualquier
lugareño, podrían guiar a cualquier interesado en eludir los controles
con meros desvíos que no insuman costos de dinero o tiempo. En el argot
popular estos “agujeros negros” es fácilmente encontrarlos en los pasos
fronterizos de Rivera, Chuy, Rio Branco y Aceguá.
De los 31 puestos de control existentes habilitados con que
cuenta la DNM, 11 de ellos operan a “requerimiento”, lo que claramente
le quita eficiencia, seguridad y garantía a los controles que realiza la
división de migraciones. Estimaciones del propio sindicato, AFUMIGRA,
denuncia un déficit de personal del entorno de 350 funcionarios para dar
cumplimiento a cabalidad de los cometidos de la división.
El sindicato, AFUMIGRA, desde 2011 viene denunciando la
falta de personal para atender la operativa normal que le compete a la
DNM, agilizando el pasaje y la documentación de las personas, con una
atención adecuada y con los requerimientos de la normativa vigente. Y
particularmente, ha planteado formas de reestructurar la ubicación de
los controles para que no se potencien las entradas y salidas de
personas que escapan a la documentación migratoria que las leyes
obligan.
Ministerio de Ganadería Agricultura y Pesca (MGAP)
Este es otro de los casos tipificados por alerta máxima,
que también tiene que ver con el cuidado de las fronteras por el tráfico
de materias primas, animales y manejo responsable de los recursos
naturales que, especialmente por la falta de personal está incumpliendo
funciones básicas de su razón de ser.
La Misión del MGAP (Ministerio de Ganadería Agricultura y
Pesca) que lo define dice que: “...le compete fijar y ejecutar las
políticas que contribuyen al desarrollo de los sectores agropecuarios,
agroindustrial y pesquero, asegurar, promover y controlar el
abastecimiento al mercado interno de alimentos y materias primas en
cantidad, calidad y oportunidad, como procurar la inserción de la
producción en los mercados regionales, extra-regionales; así como el uso
y manejo sustentable de los recursos naturales, y la mejora de la
calidad de vida de la población en general y en particular de la rural”.
Como se aprecia en la definición de sus potestades el MGAP,
en un país que es esencialmente agroexportador, que vive del usufructo
de sus riquezas naturales y del desarrollo agroindustrial, que tiene un
buen nombre ganado con toda ley basado en su estabilidad institucional
que asegura la calidad de sus productos que ofrece al mundo es una
herramienta central.
Sin embargo, de los 1700 funcionarios que tiene el MGAP,
hay 900 que tendrán más de 60 años a diciembre de 2019, por lo cual la
situación se agravará en los próximos años.
En Industria Animal son 341 funcionarios de los cuales 157
tienen causal jubilatoria. En Barreras Sanitarias sólo son 100
funcionarios para controlar todos los pasos de fronteras del país. La
frontera seca con Brasil tiene la mayor carencia de recursos humanos al
igual que las realidades antes mencionadas de DNA, DINACIA y DNM. La
estimación de la misma Administración sostiene que por cada paso de
frontera se debe contar con 6 funcionarios para cubrir las guardias al
menos con dos funcionarios por turno, la realidad actual es en Rivera (0
funcionarios), Chuy (2), Río Branco (2), Bella Unión (4), Masoller (0),
Aceguá (1), entre otros.
Los controles de laboratorio, tanto animal como vegetal, no
pueden cumplir con las tareas de controles sanitarios en territorio, ya
que en muchos departamentos hay solo dos ayudantes y un veterinario. No
debería esperarse a que algún mercado de alta exigencia suspenda la
habilitación de las plantas frigoríficas, ya sea por falta de personal
para controlarlas o por omisiones en el Laboratorio Oficial y en los
Servicios de Sanidad Animal en el campo.
Si se aspira a mantener el invaluable activo que implica el
respeto de los mercados internacionales por los productos uruguayos,
debe necesariamente tomarse en serio el control sanitario de las
fronteras, particularmente porque se sabe que enfermedades como la
brucelosis, aftosa y algún tipo de sarna que se creía erradica del país
son moneda corriente allende fronteras. ¿Cómo se asegurará el estatus
sanitario si no alcanzan los funcionarios que lo vigilan? ¿Cómo será
posible mantener una adecuada competitividad frente a mercados
internacionales cada vez más exigentes?
La situación es grave en todos los servicios del MGAP sin
excepción. Salvaguardar la “marca país” que a menudo se destaca,
controlar las extensas fronteras y cuidar la sanidad animal, cuidar los
suelos de complejos productivos que utilizan una dotación intensiva en
químicos altamente contaminantes, no solo defender la competitividad
externa sino también la salud de la población a través de la calidad de
bienes que consume el mercado interno, es también garantizar derechos y
preocuparse por la seguridad de todos.
Consejo Directivo Nacional de COFE