jueves, 14 de marzo de 2013

Francisco I: elegido como Papa Jorge Bergoglio, un colaborador de la dictadura Argentina//Recordando con ira: Jorge Bergoglio en la dictadura argentina por Horacio Verbitsky//Plan sistemático de robo de bebés: Declarará Bergoglio (Tiempo Argentino - 19 de mayo de 2011)//Jorge Bergoglio entregó a sus propios sacerdotes//Bergoglio y la guerra sucia desde la sede central de los jesuitas durante la dictadura argentina//La dimisión del Papa y la Teología de la Liberación//ARGENTINA: ONCE REPRESORES CONDENADOS POR CRIMENES DE LESA HUMANIDAD COMETIDOS EN CAMPO DE MAYO//“Honra la memoria” cadena perpetua al dictador Bignone//Uruguay:Juicio por abuso contra mujeres durante la dictadura continúa pese a fallo de la SCJ//La jueza penal Julia Staricco citó para este martes a varios militares, acusados por delitos cometidos durante la dictadura//Los jueces Carlos García y Pedro Salazar, resolvieron continuar adelante con las denuncias que tienen en sus despachos


Francisco I viene a disputar consenso social

http://2.bp.blogspot.com/-P7Lr4pJiMbg/UUECL3pF4mI/AAAAAAAAgKU/Ap8rD4ED1Qw/s288/bergoglio.jpg
Julio C. Gambina (especial para ARGENPRESS.info)

La Iglesia es parte del poder mundial, y no sólo del poder económico. La Iglesia disputa históricamente el consenso de la sociedad. Es una realidad a considerar en tiempos de crisis capitalista, considerada también una crisis de civilización, ya que esta civilización contemporánea está ordenada por el régimen del capital, o sea, por la explotación del hombre por el hombre, por la depredación de la Naturaleza.

Cuando el sistema mundial estaba desafiado por el avance de los pueblos y el socialismo (como forma que intentaba ser alternativa del orden mundial) se abrió camino la teología de la liberación, en abierta confrontación con el poder institucional de una Iglesia retrógrada. Así, la Iglesia de los pobres se mostraba desde el sur del mundo, más precisamente desde Nuestramérica. La Iglesia oficial no podía negar este rumbo que se abría paso entre los curas de base y habilitó un gran debate mundial en el seno de la Iglesia.

Los rumbos de la ofensiva popular tocaban la puerta de la Institución. La respuesta contemporánea de la Institución Iglesia fue acompañando la ofensiva capitalista para recuperar el poder del régimen del capital. Esa ofensiva se materializó en los 80´ contra el socialismo y los pueblos, abriendo el camino al poder reaccionario de los Ratzinger y los Bergoglio.

Hace 40 años que el neoliberlismo se ensayó en nuestros territorios con las dictaduras y el terrorismo de Estado, para luego extenderse por todo el orbe. La Iglesia en la Argentina, salvo honrosas y escasas excepciones acompañaron a la genocida dictadura en ese parto neoliberal, aunque ahora hablen contra la pobreza y la ética.

Un PAPA polaco llegó a la Iglesia para acompañar el principio del fin de la experiencia socialista, aunque se discuta el mismo carácter de aquella experiencia. El capitalismo mundial necesitaba del Este de Europa. Alemania así lo entendió. EEUU también. Sin el este de Europa, aún ya abandonado el proyecto socialista originario, el mundo dejó de ser bipolar y se constituyó el rumbo unipolar del capitalismo, transnacional y neoliberal.

El rumbo unipolar está siendo desafiado por el cambio político en Nuestramérica y el resurgir del socialismo, sea de la mano de la revolución cubana o por los procesos específicos que emergen en algunos países (Venezuela o Bolivia), incluso en variados movimientos políticos, sociales, intelectuales, culturales, en nuestra región.

Con la muerte de Chávez y millones movilizados para constituirse en sujetos por el cumplimiento del legado revolucionario y socialista de Hugo Chávez, la Iglesia lanza al ruedo el símbolo de un Jefe de la Iglesia nacido en el sur y compenetrado con el proyecto del norte.

El PAPA argentino, Francisco I, viene a cumplir el proyecto del poder mundial para disputar el consenso de la sociedad, especialmente de los pueblos. No solo se trata de sustentar posiciones contrarias al matrimonio igualitario, o contra el aborto, ampliamente difundidas por el obispo Bergoglio, sino de gestar una conciencia de disciplinamiento hacia el orden contemporáneo, reaccionario, de dominación transnacional.

Nuestramérica es hoy laboratorio del cambio político. La Iglesia institución quiere intervenir en este proceso, y no para empujar esos cambios, sino para frenarlos. La disputa es por las conciencias. Es una batalla de ideas, por el cambio, o por el retroceso. Les preocupa el efecto Chávez en la región. Les preocupa la sucesión política en Venezuela y la capacidad de extender el rumbo socialista. Necesitan disputar el consenso.

Pero, por más intentos institucionales por acompañar la ofensiva del capital contra el trabajo, los trabajadores y los sectores populares, incluida la iglesia de los pobres, el movimiento religioso popular, persiste en la búsqueda por organizar la sociedad del vivir bien (Bolivia), el buen vivir (Ecuador), el socialismo cubano, o la lucha por la emancipación social de gran parte de la sociedad de abajo en Nuestramérica.

El PAPA Francisco I viene por lo suyo. Los pueblos debemos continuar nuestra búsqueda y experimentación por una nueva sociedad, por otro mundo posible, ese que se construye en la continua lucha contra la explotación, por la emancipación social, contra el capitalismo y el imperialismo, por el socialismo.

Julio C. Gambina es Presidente de la Fundación de Investigaciones Sociales y Políticas, FISYP.
Publicado por ARGENPRESS




En Argentina, Bergoglio fue criticado por su actitud frente a la dictadura

Publicado el 3/13/13 • en Contrainjerencia
bergoglio
Jorge Mario Bergoglio es el nuevo Papa, de ahora en adelante conocido como Francisco I, ante la algarabía de los católicos, sin embargo en Argentina tiene varios críticos, sobre todo por su actitud frente a la dictadura militar.
Nacido en Buenos Aires en 1936, Bergoglio, era hijo de emigrantes italianos. Ingresó en 1958 a la congregación Compañía de Jesús y de 1973 a 1979 fue provincial de los jesuitas en Argentina y un año después se convirtió en rector del seminario donde estudió.
Sin embargo la gran crítica que se le hace es que en la dictadura militar que azotó argentina, y en la que varios jesuitas alzaron su voz de protesta contra este régimen, por lo que fueron perseguidos,  Bergoglio guardó silencio y se mantuvo alejado de cualquier tema político.
La frase que enunciaba cada vez que se le preguntaba su opinión sobre este tema es que el lugar de los sacerdotes eran las iglesias.
Bergoglio fue acusado en un libro de haber denunciado ante la dictadura argentina a dos  sacerdotes, Orlando Yorio y Francisco Jalics, considerados subversivos.
El libro titulado La Isla del Silencio, escrito por el periodista argentino Horacio Verbitsky señala que descubrió documentos oficiales de los archivos del Estado Argentino en los que se demostrarían las graves acusaciones contra Bergoglio.




Bergoglio, flamante Francisco I, acusado de colaborar con la dictadura

A la derecha del padre

imagen

13.03.2013 21:52

Jorge Bergoglio, el flamante Francisco I, fue denunciado por sus vínculos con la última dictadura argentina. Organizaciones de Derechos Humanos acusan a Bergoglio de haber colaborado con los militares, y de no interceder ante la detención de dos jesuitas que fueron torturados en la ESMA.

El flamante papa Francisco I, Jorge Bergoglio, ha sido cuestionado varias veces por organismos de Derechos Humanos de la vecina orilla. El periodista argentino Horacio Verbistsky realizó varias investigaciones y publicó decenas de artículos en los que revela una connivencia entre buena parte de las jerarquías eclesiásticas y los militares durante la dictadura que se prolongó entre 1976 y 1983.

En su libro "El silencio", Verbitsky, hoy periodista de Página/12, señala a Bergoglio como cercano a los militares, y revela que fue determinante en la detención de Orlando Yorio y Francisco Jalics, dos sacerdotes jesuitas, que permanecieron en calidad de desaparecidos durante 5 meses en la ESMA, donde fueron torturados. Ambos curas, de trabajo social en la zona de Bajo Flores, aparecieron pasado ese período desnudos y drogados en un descampado.

Verbistky recordó, en una nota publicada en Página/12 en 2010, que en el libro "Iglesia y dictadura", firmado por Emilio Mignone, director del Centro de Estudios Legales y Sociales (CELS), se habla de la "siniestra complicidad" de la Iglesia con los militares, que se encargaron de cumplir la tarea sucia de limpiar el patio interior de la Iglesia, con la aquiescencia de los prelados".

El autor sostiene que, en 1976, el presidente de la Conferencia Episcopal, Adolfo Servando Tortolo, resolvió en una conferencia con los miembros de la Junta Militar que, antes de detener a un sacerdote, las Fuerzas Armadas darían aviso al obispo responsable, y que "en algunas ocasiones" esos obispos dieron "luz verde" a las detenciones. "El 23 de mayo de 1976 la Infantería de Marina detuvo en el barrio del Bajo Flores al presbítero Orlando Yorio y lo mantuvo durante cinco meses en calidad de desaparecido. Una semana antes de la detención, el arzobispo [Juan Carlos] Aramburu le había retirado las licencias ministeriales, sin motivo ni explicación. Por distintas expresiones escuchadas por Yorio en su cautividad, resulta claro que la Armada interpretó tal decisión y, posiblemente, algunas manifestaciones críticas de su provincial jesuita, Jorge Bergoglio, como una autorización para proceder contra él. Sin duda, los militares habían advertido a ambos acerca de su supuesta peligrosidad".

Por esa causa, Bergoglio compareció ante la Justicia argentina en 2010. También fue nombrado en una causa que investiga el robo de bebés.

Montevideo Portal



Bergoglio ocultó la complicidad del Episcopado argentino con la Junta Militar del dictador Videla

El hoy papa Francisco omitió, en su transcripción de la reunión que mantuvieron dos cardenales y un obispo con los generales golpistas, que la Conferencia Episcopal expresó su apoyo al régimen militar porque "su fracaso llevaría, con mucha probabilidad, al marxismo"

PÚBLICO Madrid 13/03/2013 21:00 Actualizado: 13/03/2013 23:42
Documento original de la reunión entre el Episcopado argentino y la Junta Militar.

Documento original de la reunión entre el Episcopado argentino y la Junta Militar.

Jorge Mario Bergoglio, nuevo Papa con el nombre de Francisco, ocultó la complicidad del Episcopado argentino con la Junta Militar del dictador Jorge Rafael Videla, en un libro en el que omitió de la transcripción de los documentos originales las frases comprometedoras, según la investigación realizada por el periodista Horacio Verbitsky.

En el original, un memorándum sobre la reunión celebrada el 15 de noviembre de 1976 entre la Comisión Ejecutiva de la Conferencia Episcopal Argentina (integrada por los cardenales Raúl Primatesta y Juan Carlos Aramburu, y monseñor Vicente Zazpe) con la Junta Militar, se expone que "el objeto de la reunión" es "ante todo, aclarar la posición de la Iglesia" sobre el golpe de Estado de ocho meses antes y el régimen dictatorial consiguiente. Como se reproduce en su versión original, tal como está archivado ese memorándum en la sede episcopal de la calle Suipacha (“Reunión de la Junta Militar con la Comisión Ejecutiva de la CEA, 15.IX.1976”. Comisión Ejecutiva de la CEA. Caja 24, Carpeta II. Documento 10.937).

Los cardenales muestran "adhesión y aceptación" del "proceso emprendido y encabezado por las Fuerzas Armadas"En el blog de Verbitsky Iglesia y Dictadura, también se puede leer la transcripción de Bergoglio treinta años después en un libro que prologó con la frase “no debemos tener miedo a la verdad de los documentos”. En esa transcripción, el hoy Pontífice suprimió el concepto central expresado en la introducción, de “aclarar la posición de la Iglesia” y que dejaba bien claro: “De ninguna manera pretendemos plantear una posición de crítica a la acción de gobierno” dado que “un fracaso llevaría, con mucha probabilidad, al marxismo”, por lo cual “acompañamos al actual proceso de re-organización del país”. El documento original expresa de forma explícita la “comprensión, adhesión y aceptación” episcopal de ese "proceso", "emprendido y encabezado por las Fuerzas Armadas". 


En su análisis, Verbitsky escribe:


El cotejo permite advertir el cambio en la numeración de la minuta, en cuya edición oficial se omitió que incluso a solas los tres miembros de la Comisión Ejecutiva Episcopal atribuyeron la represión sin ley a niveles intermedios, mientras destacaban “los notables esfuerzos del gobierno en pro del país” y la “imagen buena de las supremas autoridades”. Para no verse obligados a “un silencio comprometedor de nuestras conciencias que, sin embargo, tampoco le serviría al proceso” o “un enfrentamiento que sinceramente no deseamos” la Iglesia propuso abrir “un canal de comunicación” con la Junta Militar. Esa prueba de promiscuidad con la dictadura, que en el original está encabezada por el título “Lo que tememos”, fue suprimida en la recopilación de Bergoglio.

Al año siguiente, el obispo Oscar Justo Laguna, reconoció la “total ineficacia” de esa Comisión de Enlace que integraba, en una nota manuscrita a Zazpe. Sin embargo, las amables reuniones mensuales continuaron durante todo el régimen militar. Al comentar esa carta, en 2002, otro miembro de la Comisión, Carlos Galán, le escribió a Laguna: “¡Quién nos diera poder vivir de nuevo con la experiencia adquirida”. Fantasía vana. Sólo se vive una vez.



Francisco I: elegido como Papa Jorge Bergoglio, un colaborador de la dictadura Argentina

Posted by on Miércoles, marzo 13, 2013 · La República es
bergoglio-300x152
Los 1000 millones de católicos ya tiene nuevo jefe espiritual, elegido por 115 cardenales en su mayoría retrogrados, homófobos y machistas, lo que explica la elección del nuevo Papa, Jorge Bergoglio, un declarado colaborador de la dictadura en Argentina
Bergoglio ha hecho afirmaciones como que “la ley sobre el matrimonio gay es una «movida» de Satanás” .
En las pasadas semanas, desde el Arzobispado de Buenos Aires se habían pronunciado a favor de su elección diciendo que  “ojalá que, esta vez sí, el Vaticano sepa valorar no solo los silencios cómplices sino la entrega a los grupos de tareas de algunos sacerdotes”, refiriendose a la colaboración del obispo con la dictadura Argentina.
Bergoglio conocía además el robo sistemático de bebés durante la dictadura.
Jorge Mario Bergoglio llegó al sacerdocio a los 32 años, casi una década después de perder un pulmón por una enfermedad respiratoria y de dejar sus estudios de química. Pero pese a su ingreso tardío, en menos de cuatro años llegó a liderar la congregación jesuita local, un cargo que ejerció de 1973 a 1979. Su ascenso coincidió con uno de los períodos más oscuros de Argentina, lo que le deparó fuertes críticas: la dictadura militar que gobernó el país entre 1976 y 1982. El cuestionamiento remite al secuestro de dos jesuitas detenidos clandestinamente por el gobierno de facto por hacer tareas sociales en barriadas de extrema pobreza. Según la acusación, Bergoglio les retiró la protección de su orden religiosa. Ambos párrocos sobrevivieron a un encierro de cinco meses.


Los gráficos de Gabriel Carbajales




Memoria

Recordando con ira: Jorge Bergoglio en la dictadura argentina

El rol del ahora cardenal Bergoglio en la desaparición de sacerdotes y el apoyo a la represión dictatorial es confirmado por cinco nuevos testimonios. Hablan un sacerdote y un ex sacerdote, una teóloga, un seglar de una fraternidad laica que denunció en el Vaticano lo que ocurría en la Argentina en 1976 y un laico que fue secuestrado junto con dos sacerdotes que no reaparecieron. La iracunda reacción de Bergoglio, quien atribuye al gobierno el escrutinio de sus actos.

horacioverbitsky Escrito por: Horacio Verbitsky
Periodista Página/12
Miércoles 13 de marzo de 2013 | 18:36

Jorge Bergoglio
Cinco nuevos testimonios, ofrecidos en forma espontánea a raíz de la nota “Su pasado lo condena”, confirman el rol del ahora cardenal Jorge Bergoglio en la represión del gobierno militar sobre las filas de la Iglesia Católica que hoy preside, incluyendo la desaparición de sacerdotes. Quienes hablan son una teóloga que durante décadas enseñó catequesis en colegios del obispado de Morón, el ex superior de una Fraternidad sacerdotal que fue diezmada por las desapariciones forzadas, un seglar de la misma Fraternidad que denunció los casos al Vaticano, un sacerdote y un laico que fueron secuestrados y torturados.

Teóloga con minifalda

Dos meses después del golpe militar de 1976 el obispo de Morón, Miguel Raspanti, intentó proteger a los sacerdotes Orlando Yorio y Francisco Jalics porque temía que fueran secuestrados, pero Bergoglio se opuso. Así lo indica la ex profesora de catequesis en colegios de la diócesis de Morón, Marina Rubino, quien en esa época estudiaba teología en el Colegio Máximo de San Miguel, donde vivía Bergoglio. Por esa circunstancia conocía a ambos. Además había sido alumna de Yorio y Jalics y sabía del riesgo que corrían. Marina decidió dar su testimonio luego de leer la nota sobre el libro de descargo de Bergoglio.
Marina Rubino vive en Morón desde siempre. En el Colegio del Sagrado Corazón de Castelar daba catequesis a los chicos y formaba a los padres, que le parecía lo más importante. “Una vez por mes nos reuníamos con ellos. Era un trabajo hermoso. Esta experiencia duró quince años”. También dio cursos de iniciación bíblica “en todos los lugares no turísticos de la Argentina. Teníamos una publicación, con comentarios a los textos de los domingos, queríamos que las comunidades tuvieran elementos para pensar”. Desde que se jubiló da clases de telar, en centros culturales, sociedades de fomento o casas.
No quiso ingresar al seminario de Villa Devoto porque no le interesaba la formación tomista, sino la Biblia. En 1972 comenzó a estudiar Teología en la Universidad del Salvador. La carrera se cursaba en el Colegio Máximo de San Miguel. En primer año tuvo como profesor a Francisco Jalics y en segundo a Orlando Yorio. Mientras estudiaba, coordinaba la catequesis en el colegio Sagrado Corazón de Castelar, donde también estaba la religiosa francesa Léonie Duquet. “Eran tiempos difíciles. Por hacer en el colegio una opción por los pobres tomándonos en serio el Concilio Vaticano II y la reunión del CELAM en Medellín perdimos la mitad del alumnado. Pero mantuvimos esa opción y seguimos formando personas más abiertas a la realidad y al compromiso con los más necesitados sosteniendo que la fe tiene que fortalecer estas actitudes y no las contrarias.” El obispo era Miguel Raspanti, quien entonces tenía 68 años y había sido ordenado en 1957, en los últimos años del reinado de Pío XII. Era un hombre bien intencionado que hizo todos los esfuerzos por adaptarse a los cambios del Concilio, en el que participó. Después del cordobazo de 1969 repudió las estructuras injustas del capitalismo e instó al compromiso con “la liberación de nuestros hermanos necesitados”. Pero el problema más grave que pudo identificar en Morón fue el aumento de los impuestos al pequeño comerciante y el propietario de la clase media. “Muchas veces hubo que discutir y sostener estas opciones en el obispado y monseñor Raspanti solía terminar las entrevistas diciéndonos que si creíamos que había que hacer tal o cual cosa, si estábamos convencidos, él nos apoyaba”, recuerda Marina. Sus palabras son seguidas con atención por su esposo, Pepe Godino, un ex cura de Santa María, Córdoba, que integró el Movimiento de Sacerdotes para el Tercer Mundo.
Marina cursaba teología en San Miguel de 8.30 a 12.30. No le habían dado la beca porque era mujer, pero como era la coordinadora de catequesis en un colegio del obispado, Raspanti intercedió y obtuvo que una entidad alemana se hiciera cargo del costo de sus estudios. Tampoco le quisieron dar el título cuando se recibió, en 1977. El director del teologado, José Luis Lazzarini, le dijo que había un problema, que no se habían dado cuenta de que era mujer. Marina partió en busca de quien la había recibido al ingresar, el jesuita Víctor Marangoni:
–Cuando me viste por primera vez, ¿te diste cuenta o no de que era mujer?
–Sí, claro, ¿por qué? –respondió azorado el vicerrector ante esa tromba en minifalda.
–Porque Lazzarini no me quiere dar el título.
Marangoni se encargó de reparar ese absurdo. Marina tiene su título pero nunca se realizó la entrega oficial.
Bergoglio comulga a Videla

La desprotección

Un mediodía, al salir de sus cursos, “lo encuentro a monseñor Raspanti parado en el hall de entrada, solo. No sé por qué lo tenían allí esperando. Estaba muy silencioso, le pregunté si esperaba a alguien y me dijo que sí, que al padre provincial Bergoglio. Tenía el rostro demudado, pálido, creí que estaba descompuesto. Lo saludé, le pregunté si se sentía bien, y lo invité a pasar a un saloncito de los que había junto al hall”.
–No, no me siento mal, pero estoy muy preocupado –le respondió Raspanti.
Marina dice que tiene una memoria fotográfica de aquel día. Habla con voz calma pero se advierte el apasionamiento en sus ojos grandes y expresivos. Pepe la mira con ternura.
“Me impresionó verlo solo a Raspanti, que siempre iba con su secretario”, dice. Marina sabía que sus profesores Jalics y Yorio y un tercer jesuita que trabajaba con ella en el colegio de Castelar, Luis Dourron, habían pedido pasar a la diócesis de Morón. Yorio, Jalics, Dourron y Enrique Rastellini, que también era jesuita, vivían en comunidad desde 1970, primero en Ituzaingó y luego en el Barrio Rivadavia, junto a la Gran Villa del Bajo Flores, con conocimiento y aprobación de los sucesivos provinciales de la Compañía de Jesús, Ricardo Dick O’Farrell y Bergoglio. “Le dije que Orlando y Francisco habían sido profesores míos y que Luis trabajaba con nosotros en la diócesis, que eran intachables, que no dudara en recibirlos. Todos estábamos pendientes de que pudieran venir a Morón. Ninguno de los que conocíamos la situación nos oponíamos. Raspanti me dijo que de eso venía a hablar con Bergoglio. A Luis ya lo había recibido, pero necesitaba una carta en la que Bergoglio autorizara el pase de Yorio y Jalics.”
Marina entendió que era una simple formalidad, pero Raspanti le aclaró que la situación era más complicada. “Con las malas referencias que Bergoglio le había mandado él no podía recibirlos en la diócesis. Estaba muy angustiado porque en ese momento Orlando y Francisco no dependían de ninguna autoridad eclesiástica y, me dijo:
–No puedo dejar a dos sacerdotes en esa situación ni puedo recibirlos con el informe que me mandó. Vengo a pedirle que simplemente los autorice y que retire ese informe que decía cosas muy graves.
Cualquiera que ayudara a pensar era guerrillero, comenta Marina. Acompañó a su obispo hasta que Bergoglio lo recibió y luego se fue. Al salir vio que tampoco estaba en el estacionamiento el auto de Raspanti. “Debe haber venido en colectivo, para que nadie lo siguiera. Quería que la cosa quedara entre ellos dos. Estaba haciendo lo imposible por darles resguardo.”
La teóloga agrega que le impresionó la angustia de Raspanti, “que si bien no podía ser calificado de obispo progresista, siempre nos defendió, defendió a los curas cuestionados de la diócesis, se llevaba a dormir a la casa episcopal a los que corrían más riesgo y nunca nos prohibió hacer o decir algo que consideráramos fruto de nuestro compromiso cristiano. Como buen salesiano se portaba como una gallina clueca con sus curas y sus laicos, cobijaba, cuidaba aunque no estuviera de acuerdo. Eran puntos de vista distintos, pero él sabía escuchar y aceptaba muchas cosas”. Uno de esos curas es Luis Piguillem, quien había sido amenazado. Regresaba en bicicleta cuando se topó con un cordón policial que impedía el paso. Insistió en que quería pasar, porque su casa estaba en el barrio y un policía le dijo:
–Vas a tener que esperar porque estamos haciendo un operativo en la casa del cura.
Piguillem dio vuelta con su bicicleta y se alejó sin mirar hacia atrás. De allí fue al obispado de Morón, donde Raspanti le dio refugio. Los militares dijeron que se había escondido bajo las polleras del obispo. Pero no se atrevieron a buscarlo allí.
–¿Raspanti era consciente del riesgo que corrían Yorio y Jalics?
–Sí. Dijo que tenía miedo de que desaparecieran. No pueden quedar dos sacerdotes en el aire, sin un responsable jerárquico. Pocos días después supimos que se los habían llevado.

De Córdoba a Cleveland

Otro testimonio recogido a raíz de la publicación del domingo es el del sacerdote Alejandro Dausa, quien el martes 3 de agosto de 1976 fue secuestrado en Córdoba, cuando era seminarista de la Orden de los Misioneros de Nuestra Señora de La Salette. Luego de seis meses en los que fue torturado por la policía cordobesa en el Departamento de Inteligencia D2 pudo viajar a Estados Unidos, adonde ya había llegado el responsable del seminario, el sacerdote estadounidense James Weeks, por quien se interesó el gobierno de su país. Este año se realizará en Córdoba el juicio por aquel episodio, cuyo principal responsable es el general Luciano Menéndez. Ahora Dausa vive en Bolivia y cuenta que tanto Yorio como Jalics le dijeron que Bergoglio los había entregado.
Al llegar a Estados Unidos supo por organismos de derechos humanos que Jalics se encontraba en Cleveland, en casa de una hermana. Dausa y los otros seminaristas, que estaban iniciando el noviciado, lo invitaron a dirigir dos retiros espirituales. Ambos se realizaron en 1977, uno en Altamont (estado de Nueva York) y otro en Ipswich (Massachusetts). Recuerda Dausa: “Como es natural, conversamos sobre los secuestros respectivos, detalles, características, antecedentes, señales previas, personas involucradas, etc. En esas conversaciones nos indicó que los había entregado o denunciado Bergoglio”.
En la década siguiente, Dausa trabajaba como cura en Bolivia y participaba de los retiros anuales de La Salette en Argentina. En uno de ellos los organizadores invitaron a Orlando Yorio, que para esa época trabajaba en Quilmes. “El retiro fue en Carlos Paz, Córdoba, y también en ese caso conversamos sobre la experiencia del secuestro. Orlando indicó lo mismo que Jalics sobre la responsabilidad de Bergoglio.”

Los asuncionistas

Yorio y Jalics fueron secuestrados el 23 de mayo de 1976 y conducidos a la ESMA, donde los interrogó un especialista en asuntos eclesiásticos que conocía la obra teológica de Yorio. En uno de los interrogatorios le preguntó por los seminaristas asuncionistas Carlos Antonio Di Pietro y Raúl Eduardo Rodríguez. Ambos eran compañeros de Marina Rubino en el Teologado de San Miguel y desarrollaban trabajo social en el barrio popular La Manuelita, de San Miguel, donde vivían y atendían la capilla Jesús Obrero. De allí fueron secuestrados diez días después que los dos jesuitas, el 4 de junio de 1976, y llevados a la misma casa operativa que Yorio y Jalics. A media mañana Di Pietro llamó por teléfono al superior asuncionista Roberto Favre y le preguntó por el sacerdote Jorge Adur, que vivía con ellos en La Manuelita.
–Recibimos un telegrama para él y se lo tenemos que entregar –dijo.
De ese modo, consiguió que la Orden se pusiera en movimiento. El superior Roberto Favre presentó un recurso de hábeas corpus, que no obtuvo respuesta. Adur logró salir del país, con ayuda del nuncio Pio Laghi, y se exilió en Francia. Volvió en forma clandestina en 1980, convertido en capellán del autodenominado “Ejército Montonero” y fue detenido-desaparecido en el trayecto a Brasil, donde procuraba entrevistarse con el papa Juan Pablo II. El mismo camino del exilio siguió uno de los detenidos en la razzia del barrio La Manuelita, el entonces estudiante de medicina y hoy médico Lorenzo Riquelme. Cuando recuperó su libertad la Fraternidad de los Hermanitos del Evangelio le dio hospitalidad en su casa porteña de la calle Malabia. En comunicaciones desde Francia con quien era entonces el superior de los Hermanitos del Evangelio, Patrick Rice, Riquelme dijo que quien lo denunció fue un jesuita del Colegio de San Miguel, quien era a la vez capellán del Ejército. Está convencido de que ese sacerdote presenció las torturas que le aplicaron, cree que en Campo de Mayo.

El ablande

También como consecuencia de la nota del domingo aceptó narrar su conocimiento del caso un fundador de la Fraternidad seglar de los Hermanitos del Evangelio Charles de Foucauld, Roberto Scordato. Entre fines de octubre y principios de noviembre de 1976, Scordato se reunió en Roma con el cardenal Eduardo Pironio, quien era prefecto de la Congregación vaticana para los religiosos, y le comunicó el nombre y apellido de un sacerdote de la comunidad jesuita de San Miguel que participaba en las sesiones de tortura en Campo de Mayo con el rol de “ablandar espiritualmente” a los detenidos. Scordato le pidió que lo transmitiera al superior general Pedro Arrupe pero ignora el resultado de su gestión, si tuvo alguno. Consultado para esta nota Rice, quien también fue secuestrado y torturado ese año, dijo que eso no hubiera sido posible sin la aprobación del padre provincial. Rice y Scordato creen que ese jesuita se apellidaba González pero a 34 años de distancia no lo recuerdan con certeza.

Iracundia

Como cada vez que su pasado lo alcanza, Bergoglio atribuye la divulgación de sus actos al gobierno nacional. Esta semana reaccionó con furia, durante la homilía que pronunció en una misa para estudiantes. En lo que su vocero describió como “un mensaje al poder político”, dijo que “no tenemos derecho a cambiarle la identidad y la orientación a la Patria”, sino “proyectarla hacia el futuro en una utopía que sea continuidad con lo que nos fue dado”, que los chicos no tienen otro horizonte que comprar un papelito de merca en la esquina de la escuela y que los dirigentes procuran trepar, abultar la caja y promover a los amigos.


EL PAPA ARGENTINO
El perfil del nuevo Pontífice


Página 12

El flamante papa Francisco I es un jesuita con una sólida formación académica que ocupa desde 1998 la arquidiócesis de Buenos Aires. Fue presidente durante dos períodos de la Conferencia Episcopal Argentina y mantuvo una relación tensa con el Gobierno nacional, especialmente durante la discusión por la ley de Matrimonio Igualitario. Sobre su figura pesan sospechas por su actuación durante la dictadura.

Bergoglio nació en Buenos Aires el 17 de diciembre de 1936, en el seno de una familia de origen italiano. Hincha fanático de San Lorenzo de Almagro, comenzó su carrera en la Iglesia con 21 años tras haber estudiado ciencias químicas. A esa misma edad, debido a una grave pulmonía perdió parte del pulmón derecho. Fue ordenado sacerdote el 13 de diciembre de 1969 y, en plena dictadura militar argentina, entre 1973 y 1979, fue enviado a Alemania, de donde pasó a la iglesia de la Compañía de Jesús de Córdoba.

Por entonces se lo acusó de haberle retirado la protección de su orden religiosa a dos jesuitas durante la dictadura militar. Bergoglio aseguró que poco antes del golpe de Estado el 24 de marzo de 1976 les advirtió del peligro y les ofreció a ambos refugio en la casa de los jesuitas. Pero los dos curas, Orlando Dorio y Francisco Jalic, que hacían tareas sociales en barrios humildes de Buenos Aires, habrían rechazado esta oferta, según Bergoglio. Dos meses después fueron secuestrados por los militares y mantenidos presos durante cinco meses en el temible centro clandestino de detención de la ESMA.

Asumió en 1998 la arquidiócesis de Buenos Aires y durante el consistorio del 21 de febrero de 2001, el papa Juan Pablo II lo nombró cardenal. Ocupó la presidencia de la Conferencia Episcopal durante dos períodos hasta que abandonó el cargo porque los estatutos le impedían seguir. Durante este periodo, fue conocido por la tensa relación que mantuvo con los gobiernos de Néstor Kirchner y de Cristina Fernández de Kirchner.

En 2008, durante el conflicto entre el Ejecutivo y las patronales agropecuarias por las retenciones móviles, Bergoglio llegó a pedir a Cristina un "gesto de grandeza" ante la protesta de los empresarios rurales, además de denunciar "homogeneización" del pensamiento y "crispación social".

Luego, en 2010, la cúpula de la Iglesia argentina libró lo que el arzobispo llamó una "guerra de Dios" contra el gobierno, al tratar de evitar por todos los medios de evitar la aprobación de la ley que reconoce el matrimonio entre personas del mismo sexo. Bergoglio encabezó manifestaciones, movilizó a los sacerdotes en defensa de la "unidad familiar" y convocó a vigilias frente al Parlamento. "No se trata de una simple lucha política; es la pretensión destructiva al plan de Dios", dictaminó por entonces Bergoglio, acérrimo opositor al matrimonio igualitario y el aborto, al aclarar su posición en una carta.



 

¿Quién es Jorge Bergoglio? 

Dossier del Blog El Muerto
http://kaosenlared.net/media/k2/items/cache/4a716e62bb39c5670fd252c061b4496c_XL.jpg

publicado por Kaos en la Red
Miércoles, 13 de Marzo de 2013 22:27
Habemus papam
http://elmuertoquehabla.blogspot.nl/2013/03/habemus-palam.html
"El 31 de julio de 1973, Bergoglio fue elegido provincial, que es el punto máximo del escalafón de la Compañía de Jesús, una orden caracterizada por la obediencia y disciplina cuasi militar. Un informe de inteligencia de la Side especializado en el seguimiento de los temas y los actores eclesiásticos de la época –que se conserva en un archivo de la Cancillería– sostiene que Bergoglio se proponía limpiar la Compañía de “jesuitas zurdos”. Una de sus primeras decisiones como Provincial fue entregar la Universidad del Salvador a una asociación civil formada por laicos que militaban en Guardia de Hierro junto con él. Hacia fines de 1974, el ahora cardenal entregó la Usal a dos dirigentes de Guardia de Hierro: Francisco Cacho Piñón, que fue nombrado rector, y Walter Romero, jefe del Estado Mayor de la poderosa agrupación política, como operador oculto en la Universidad.

Jorge Bergoglio y Criminal de Lesa Humanidad Massera

En ese sentido, el nombramiento de Massera como doctor “honoris causa” de la Usal se produjo casi exactamente un mes después de que los sacerdotes Orlando Yorio y Francisco Jalics fueron encontrados drogados y semidesnudos en un campo de Cañuelas. Los dos curas que desempeñaban su labor pastoral en una villa del Bajo Flores, habían permanecido casi seis meses secuestrados en la Esma.

Durante el juicio a las Juntas realizado en julio de 1985, el sacerdote Orlando Yorio –que estuvo cautivo en la Esma entre mayo y octubre de 1976– declaró: “Bergoglio nunca nos avisó del peligro que corríamos. Estoy seguro de que él mismo les suministró el listado con nuestros nombres a los marinos”.

El religioso –que falleció en agosto de 2000– repitió en más de una oportunidad: “No tengo indicios para pensar que Bergoglio nos liberó, al contrario. A mis hermanos les avisó que yo había sido fusilado, no sé si lo dijo como cosa posible o segura, para que fueran preparando a mi madre. Cuando quedé en libertad, Bergoglio me confesó que dos veces lo visitó un oficial de la policía para avisarle sobre nuestro fusilamiento. Fuera del país, en el New York Times se publicó la noticia de nuestra muerte, la Cruz Roja internacional tenía esa información”, narró Yorio. A su juicio, Bergoglio “tenía comunicación con el almirante Massera, le habrían informado que yo era el jefe de los guerrilleros y por eso se lavó las manos y tuvo esa actitud doble. No esperaba que no pudieran encontrar nada para acusarme ni que saliera vivo”.


Jorge Bergoglio y Criminal de Lesa Humanidad Videla
El padre Yorio sostenía que Bergoglio estuvo presente en la casa operativa de la Armada en la que pasaron varios meses luego de salir de la Esma. “Una vez nos dijeron que teníamos una visita importante. Vino un grupo de gente a la que no pudimos ver porque estábamos con los ojos vendados, pero Francisco Jalics sintió que uno era Bergoglio”, afirmó el sacerdote.

El padre Yorio no sólo se basó en las percepciones sensoriales de su compañero de cautiverio. El propio Bergoglio reconoció ante otros familiares haber visto a Yorio y Jalics durante su secuestro y dio detalles que resultaron ser correctos.

En su libro Iglesia y dictadura, editado en 1986, cuando Bergoglio no era conocido fuera del mundo eclesiástico, Emilio Mignone lo mencionó como ejemplo de “la siniestra complicidad” eclesiástica con los militares, que “se encargaron de cumplir la tarea sucia de limpiar el patio interior de la Iglesia, con la aquiescencia de los prelados”. Según el fundador del Centro de Estudios Legales y Sociales, “en algunas ocasiones la luz verde fue dada por los mismos obispos”.

Fuentes de Guardia de Hierro, la organización que más tarde se convirtió en el brazo político del masserismo, sostienen que Bergoglio intercedió ante Massera por los dos sacerdotes y que la distinción académica de la Universidad de El Salvador fue una contraprestación de Bergoglio al marino. Sin embargo, los testimonios de Yorio y Jalics desmienten esta teoría. Siempre aseguraron haber sido liberados gracias a una gestión del militante cristiano por los derechos humanos y ex presidente del Cels, Emilio Mignone, vía el cardenal Eduardo Pironio.

El padre Yorio le tenía tanto miedo a Bergoglio que en 1992, cuando Antonio Quarracino lo nombró obispo auxiliar, Yorio se mudó al Uruguay, donde residió hasta su muerte. El controvertido y vidrioso papel que jugó Bergoglio en el secuestro de los dos sacerdotes le trajo consecuencias para su carrera. El año 1979 marcó otro capítulo misterioso en la vida de Bergoglio. Mientras la historia oficial asegura que en ese entonces el ahora cardenal estaba terminando su tesis en Alemania, otras fuentes sugieren que estuvo enclaustrado como castigo en un convento jesuita en algún país europeo.

A mediados de 1988 lo confinaron a una parroquia de la provincia de Córdoba, donde sólo daba misa y confesaba.

Otro de los puntos oscuros en torno a la vida de Bergoglio es que nunca quiso presentarse ante la Justicia. Cuando se realizó el juicio a las Juntas, Yorio pidió que compareciera y fue citado pero rehusó presentarse, argumentando que estaba enfermo en Córdoba. Esa actitud de Bergoglio explica las razones personales por las que ha volcado todo el peso de la Iglesia en contra de la revisión judicial de los crímenes cometidos durante la dictadura militar.

Pero aquel confinamiento al silencio serrano fue interrumpido abruptamente en 1992 por la providencial llamada de Quarracino que lo nombró obispo coadjutor y su heredero cardenalicio. “Líbreme el Señor de alzar la mano contra el ungido del Señor”, era y es la frase de cabecera de este maquiavélico pastor de la Iglesia que traicionó a sus hermanos y los entregó a la desaparición y la tortura por la Junta Militar en aras de una insaciable ambición de poder."




Jorge Bergoglio y el robo de bebes
Plan sistemático de robo de bebés: Declarará Bergoglio


La Iglesia y la dictadura militar
Acerca de la violencia y lo sagrado
 
El concepto de ‘guerra santa o justa’ legitimaba el asesinato, la tortura, la ‘recuperación’ de hijos de ‘subversivos’. La legitimación católica, sagrada a estos exterminios, quitaba culpa a los ejecutores.

Estos días se mencionó –una vez más– el conocimiento que tiene el actual cardenal de Buenos Aires Jorge Bergoglio sobre lo sucedido durante la dictadura, en particular sobre el robo de bebés. Su actuación como superior de la orden de los jesuitas en esos años le permitió tener un conocimiento amplio y directo de lo que sucedía.

Conocía el mundo de las FF AA, pues uno de sus objetivos personales era “evangelizar a los centuriones”, ya que se suponía iban a hacerse cargo por largas décadas de los gobiernos en América Latina.

Es fundamental que declare todo lo que conoce y que presente a la justicia los archivos institucionales completos de la Compañía de Jesús de esos años.

Y no estaría mal que se eliminen este y otros privilegios a las autoridades eclesiásticas.

El caso hay que verlo en un horizonte de sentido más amplio. Recordemos que –hoy, como ayer y como hace miles de años– hay múltiples memorias que se disputan conflictivamente el pasado del mundo cristiano.

En los testimonios de la CONADEP y en los juicios de lesa humanidad encontramos a un grupo de víctimas que se manifestaba católico –como la mayoría de la población– y afirmaba que su acción social, política, cultural o político-militar provenía de una ética católica que los había llevado a la acción solidaria con los pobres. Esa ética había sido socializada en parroquias y pastorales del movimiento católico fruto de la renovación y efervescencia de esos años.
Esa memoria católica exige que no haya impunidad, sino verdad, justicia y condena a los responsables.

Del mismo modo, los miembros de la Junta Militar o los grupos de tareas invocan –entre otros– a Dios y recomendaciones de sacerdotes para explicar esa “guerra contra el comunismo, contra la subversión”.

Sus familiares, defensores y el Círculo Militar piden “una memoria completa de lo ocurrido durante la agresión subversiva”.

Sería fácil utilizar categorías binarias: decir que unos católicos eran progresistas y otros reaccionarios; unos liberadores y otros opresores.

El tema es mucho más profundo dado que lo religioso, lo político y lo social tienen vínculos amplios y diversos imposibles de ignorar. Más que separar hay que recordar las complejas intersecciones entre esos espacios y las continuidades de lo cristiano-católico en el proceso histórico hasta hoy.

El concepto de “guerra santa o justa” legitimaba el asesinato, la tortura, la “recuperación” de hijos de “subversivos”.

La legitimación católica, sagrada a estos exterminios, quitaba culpa a los ejecutores, aliviaba la responsabilidad, justificaba la violencia para expurgar “los pecados de la sociedad”.

El asesinato masivo de “subversivos” agradaba a Dios y abría las puertas del cielo.

Muchos militares “confesaron”, mejor dicho, declararon en los juicios abiertos (otra vez se pasa de un registro religioso a otro de derecho) que no les era sencillo cumplir las órdenes de exterminio y pedían a algún sacerdote que los “bendijera” en esa misión “justa y santa”.

El religioso cumplía aquí el rol fundamental de autoridad sagrada por el vínculo personal con los victimarios.

Pero su “misión salvífica” no se acaba allí, también denunciaba. Los archivos de la DIPBA muestran informes de esos sacerdotes contra otros que asumían posturas sociales y políticas públicas contra la complicidad estatal-católica.

En la revista Puentes de la Comisión Provincia de la Memoria se publicaron numerosos testimonios: En el Pozo de Arana se vio al padre Luis Astolfi, capellán del Regimiento 7. El sacerdote Aldo Vara visitaba el centro clandestino de Bahía Blanca. En el campo de Guerrero vieron al vicario José Medina, que fue obispo de Jujuy. Federico Gogalá de la diócesis de San Miguel visitaba a embarazadas en Campo de Mayo. Quienes estuvieron en Caseros recuerdan a los padres Silva y Cacabelos, que ejercían la tortura psicológica, igual que Von Wernich.

Y las ex presas de Devoto escucharon a Hugo Bellavigna, a quien bautizaron ‘“San Fachón” decir “primero soy penitenciario, segundo capellán y tercero sacerdote”.
Otras denuncias recaen sobre el ex nuncio Pío Laghi por su paso por Tucumán. El propio monseñor Plaza fue visto en centros clandestinos.

Cuando la violencia recurre a lo sagrado y viceversa debemos ser precisos en la comprensión y unánimes en el rechazo. Y eso debe estar presente en el recorrido legal e histórico que hagamos.

Los juicios de lesa humanidad, rehacer memorias desde las víctimas y la construcción histórica plural de los contextos sociales, simbólicos y religiosos constituyen tres modalidades diferentes de relacionarnos con nuestro pasado, donde cada una posee su propia racionalidad. Estas tres dimensiones no están separadas sino que coexisten, se disputan y se deslegitiman mutuamente para presentarse cada una de ellas como “la verdadera y única”.

A lo largo de la historia los actores se volcaron de lleno a marcar fronteras simbólicas que dieran sentido a identidades construidas sobre la propia trayectoria.

Esto exigió un activo “trabajo de memoria” en pos de la construcción de un linaje para reinventar la “memoria autorizada”, fundada también en una tradición construida, en el compromiso personal asumido con una comunidad concreta o simbólica. La memoria no es sólo el pasado ni la utopía sólo del futuro.

“Luchar por la memoria”
no es simplemente rehacer un pasado sino disputar el control de los imaginarios sociales. Poner en juego la dupla memoria-utopía, pasado-esperanzas colectivas, que se retroalimentan y completan.

En un momento de la historia donde pareciera que se vive un presente continuo y urgente, sin lazos sociales con el ayer ni el mañana, se hace urgente la disputa simbólica de la organización y el dominio del tiempo colectivo. La memoria es un horizonte político, un horizonte de conflicto y un horizonte utópico.

- Por Doctor Fortunato Mallimaci y Miembro de la Comisión por la Memoria. Tiempo Argentino - 19 de mayo de 2011





Jorge Bergoglio entregó a sus propios sacerdotes
DENUNCIÓ NORA CORTIÑAS

Nora Cortiñas, integrante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, afirmó que "la Iglesia fue partícipe de la dictadura" militar, al declarar hoy como testigo en el juicio oral y público por delitos de lesa humanidad cometidos en la órbita de la ESMA.

Nora Cortiñas, integrante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora, afirmó que "la Iglesia fue partícipe de la dictadura" militar, al declarar hoy como testigo en el juicio oral y público por delitos de lesa humanidad cometidos en la órbita de la Escuela de Mecánica de la Armada (ESMA). "(Jorge) Bergoglio (actual arzobispo de Buenos Aires y en aquella época Provincial de la Compañía de Jesús) entregó a los propios sacerdotes", dijo la testigo ante el Tribunal Oral Federal Cinco (TOF 5) a cargo del juicio que se realiza en los tribunales de Comodoro Py 2.202, en el barrio Retiro, de esta capital.
"Todos permitieron que torturaran a las embarazadas, pero después se oponen al aborto", agregó Cortiñas al referirse al "desprecio" que padecieron las "madres" por parte de la "alta jerarquía católica y de políticos" en el período en que las juntas militares gobernaron de facto al país tras el golpe de estado del 24 de marzo de 1976.
La testigo comenzó su relato recordando que su hijo Gustavo Cortiñas fue secuestrado el 15 de abril de 1977 y que desde entonces permanece desaparecido.
La mujer brindó detalles de cómo, junto a otras familiares de detenidos-desaparecidos, formó lo que luego fue la organización "Madres de Plaza de Mayo" y los obstáculos y riesgos que tuvieron que afrontar, en particular durante los primeros años.
En tal sentido mencionó los casos de "madres" que fueron privadas de la libertad (y luego aparecieron muertas) como los casos de Azucena Villaflor -fundadora de la organización- y Esther Careaga.
"La represión fue terrible" y "se llevaban a los hijos, a los hijos de los hijos y a las madres que buscábamos a nuestros hijos", enfatizó Cortiñas.
La testigo también aludió al ex capitán de fragata Alfredo Astiz, uno de los sometidos a juicio, cuando mencionó al "hombre joven, apuesto, siempre tostado" y de físico "muy deportivo" que, bajo el falso nombre de Gustavo Niño, en julio de 1977 se infiltró entre las "madres" argumentando que tenía un hermano desaparecido.
"Ibamos a diarios y agencias", comentó Cortiñas, quien dio precisiones sobre la primera solicitada publicada por la organización, con las identidades de desaparecidos.
La mujer también contó las "sugerencias" que recibieron (entre ellas las del ex vicario castrense Emilio Grasseli, a quien la querella pidió que sea citado a declarar) para abandonar la búsqueda de los hijos, "pero todavía seguimos", destacó Cortiñas.
"Nos trataban como las ‘madres comunistas’ y de los subversivos" y "tal vez buscaban que nos volviéramos locas, pero cada día estábamos con mayor claridad", señaló la testigo.
"Se los llevaron -a los hijos desaparecidos- porque querían un país para todos" y para que las autoridades de facto pudieran "implementar un sistema económico neoliberal brutal, que generara pobres muy pobres y ricos muy ricos", agregó Cortiñas.
Cortiñas también mencionó al ex ministro de Economía, José Alfredo Martínez de Hoz "no como el civil que fue puesto por los militares, sino como el civil que puso a los militares".
Además de Astiz, son juzgados el ex jefe de inteligencia de la ESMA, Jorge “Tigre” Acosta, el ex canciller almirante Oscar Montes, Ricardo Cavallo, Juan Azic, Carlos Capdevilla, Julio César Coronel, Adolfo Donda, Juan Carlos Fotea, Manuel García Tallada, Pablo García Velazco, Alberto González, Antonio Pernías, Jorge Radice, Juan Carlos Rolón, Raúl Scheller y Ernesto Weber.
A los procesados se los acusa por un total de 85 delitos de lesa humanidad, entre ellos, además de los casos de Villaflor y Careaga, los de las monjas francesas Alice Domon y Leonie Duquet y el periodista Rodolfo Walsh.
El TOF 5, presidido por Daniel Obligado, está integrado por los camaristas Ricardo Farías y Germán Castelli.

Video relacionado

Visión Siete: Plan sistemático de robo de bebés: Declarará Bergoglio

http://youtu.be/pRhYfAHOiCI

Visión Siete: "Esperamos que Bergoglio cuente todo lo que sabe"

http://youtu.be/HWkFHB0cvgk

Publicado por Blog El Muerto


"Habemus Papam" - Bergoglio y la guerra sucia desde la sede central de los jesuitas durante la dictadura argentina

“La patota salió del Colegio Máximo"



Por Horacio Verbitsky| Página 12

Un laico católico y un ex jesuita revelan las relaciones de Bergoglio con Massera y la represión. Una patota operativa golpeó a la novia del primero dentro del Colegio Máximo para que revelara dónde encontrarlo. 

El sacerdote manejaba el auto de Bergoglio, quien le contó sus encuentros con Massera y le habló del plan político del ex dictador. Una monja y una ex religiosa hablan del rol de Bergoglio en el secuestro de Yorio y Jalics.


El médico Lorenzo Riquelme, hoy de 58 años y residente en Francia, dice que la patota que lo secuestró y lo torturó en 1976 salió de la sede principal de la Compañía de Jesús, donde vivía y era principal responsable el superior provincial Jorge Mario Bergoglio. Riquelme tenía militancia en la Juventud Peronista y en el movimiento cristiano vinculado con los curas del tercer mundo. Para averiguar dónde encontrarlo golpearon a su novia, que trabajaba en el Observatorio de Física Cósmica de San Miguel, dentro del predio del Colegio Máximo. Riquelme cree que se trató de un grupo operativo de la Armada que tomó posiciones allí después del golpe. En esos apremios participó un sacerdote que con autorización de Bergoglio era capellán militar de la Escuela de Suboficiales General Lemos, en la vecina guarnición de Campo de Mayo. El ex jesuita Miguel Ignacio Mom Debussy, hoy de 63 años, hizo los votos el 13 de marzo de 1976 y Bergoglio fue su padrino de ordenación el 3 de diciembre de 1984. En los viajes entre San Miguel y la Ciudad de Buenos Aires en los que le hacía de chofer, Bergoglio le habló del proyecto político del jefe de la Armada, Emilio Massera, y le comentó que se había reunido con él varias veces.

El mago González

El Observatorio fue un lugar de encuentro de la militancia en los últimos años de la década del 60 y los primeros de la siguiente. Mucha gente de la zona almorzaba en su comedor, que era muy barato, y pasó a ser punto de reunión y de discusiones políticas. Entre quienes pasaron por allí estuvo Marcelo Kurlat, El Monra, uno de los dirigentes de las FAR, que luego del golpe murió al resistirse al secuestro por el grupo de tareas de la ESMA. El periodista Horacio Ríos trabajaba en la Municipalidad de San Miguel (hoy General Sarmiento), militaba en la JTP e integraba la comisión directiva del sindicato municipal. Su madre y su hermano trabajaban en el Observatorio. Ríos ayudó a crear una comisión interna muy combativa, que entre 1973 y 1975 logró importantes reivindicaciones. Los jesuitas no estaban muy conformes con que la efervescencia política de la que habían participado afectara sus propias instituciones. La esposa de Ríos era Graciela Podestá, quien entre 1999 y 2003 fue diputada bonaerense por el Frepaso. El ex jesuita Alberto Sily narra que poco antes del golpe muchos científicos y técnicos del Observatorio recibieron cartas con amenazas de la Triple A y cinco de los principales se exiliaron, en Uruguay y en México. Podestá y Ríos recuerdan a un jesuita de apellido español, que no trabajaba en el Observatorio pero vivía en el Colegio Máximo, que siempre “llegaba con dos tipos armados con FAL”.

Ese fue el sacerdote que participó en los apremios a la novia de Riquelme. Su nombre era Martín González. Mientras la golpeaban, González le sugería que colaborara. “El torturador malo y el torturador bueno”, dice Riquelme. Antes que comenzara a operar la Triple A ese sacerdote se comportaba “como una ovejita” pero luego del golpe “pasó a ser un lobo”, dice Graciela Podestá. Mom Debussy se sorprendió al conocer ese rol. “Lo considerábamos muy bueno. Nos divertía con sus actos de prestidigitación. Cuando murió lo afeité y lo coloqué en el cajón”. Para Riquelme fue más que una sorpresa: “Era como si mi padre me hubiera traicionado, como una violación. Nosotros teníamos una agrupación de scouts, de la que González era capellán. Hacía magia, nos sacaba pañuelos de la oreja, nos enseñaba los trucos”. Ambos consideran imposible que estos hechos pudieran ocurrir sin aprobación de Bergoglio, quien ejercía un control absoluto sobre todo lo que ocurría en su sede. “Cuando asumió como provincial, en julio de 1973, mudó la curia provincial, que estaba en la calle Bogotá, de Caballito, al Colegio Máximo, para controlar mejor a los novicios y a los profesores. Allí se apropió del departamento del rector, y lo redecoró. Constaba de despacho, dormitorio y baño. Decía que cada uno es libre de hacer de su culo un florero, pero controlaba todo, desde la mentalidad a lo que hacías, se metía en las habitaciones individuales, revisaba cada cosa”, relata Mom Debussy.




Mom Debussy
se define como “la oveja negra de una familia de la oligarquía”. Por vía paterna desciende de Juan Martín de Pueyrredón y su abuelo materno era hermano del músico francés Claude Debussy. Su madre fue fundadora de la Democracia Cristiana, “de la línea garca de Manuel Ordóñez”. Eligió ser jesuita porque se llamaba Ignacio y era “la orden más aristocrática y combativa”. Riquelme, en cambio, proviene de una familia humilde y creció en el Barrio La Manuelita, a pocas cuadras del Máximo. “Pasaba el día con los jesuitas”, evoca. Cuenta que en “el pequeño Vaticano” que era San Miguel “todos se conocían. También los milicos vivían allí. Iban a misa en el Colegio Máximo y sus hijos estudiaban en los colegios católicos. Muchos militantes del Peronismo de Base vivían en el Barrio Villa Mitre y trabajaban en el Colegio Máximo, durante los años culminantes del progresismo católico, en 1972 y 1973. Había también ex seminaristas. Estaban en comunidades orientadas por el sacerdote italiano Arturo Paoli”. Bergoglio se encargó de suprimir ese fenómeno. En la primera congregación provincial que presidió, en abril de 1974, dijo que los jesuitas debían evitar lo que llamó las “ideologías abstractas no coincidentes con la realidad” y reaccionar con “sana alergia cada vez que se pretende reconocer a la Argentina a través de teorías que no han surgido de nuestra realidad nacional”. Mom Debussy recuerda que hacia fines de 1974, “Bergoglio nos mandó a una manifestación de Isabelita en la Plaza de Mayo”. María Estela Martínez de Perón salió al balcón “vestida de rosa y habló de anular contratos con la Siemens. Al frente de nuestro grupo puso al maestro de novicios Andrés Swinnen. Tuvimos que ir todos con una bandera argentina”. Bergoglio era amigo personal del coronel Vicente Damasco, a quien visitaba en su casa de la calle Asunción, en Villa Devoto. Damasco fue encargado de la custodia de Juan D. Perón y profesor de Planeamiento y Organización en la sede San Miguel de la Universidad jesuita del Salvador. Con el asesoramiento de Bergoglio elaboró un proyecto de reforma constitucional. El primero de sus ocho principios orientadores decía que “la Divinidad es la medida de todas las cosas”.

El proyecto de Massera

“Ahora dice que viaja en subte y colectivo. En la larga década en que yo lo serví no iba a ningún lado sin el auto, ni siquiera a los barrios que estaban a pocas cuadras, como La Manuelita”, refuta Mom Debussy, quien subrayó y anotó su ejemplar de El jesuita, la autobiografía que Bergoglio acaba de publicar en su descargo. Los viajes más largos eran entre San Miguel y la Ciudad de Buenos Aires. Varias veces le comentó encuentros con el miembro de la Junta Militar Emilio Massera. “Me dijo que quería proteger a los novicios y estudiantes (dos veces aparecieron milicos cuando yo estaba en el noviciado, nos hicieron salir, nos apuntaron. Después no nos acosaron más). Estaba en negociaciones con él porque quería que la Marina comprara el Observatorio de Física Cósmica, lindero al Colegio Máximo”. No se llegó a un acuerdo y en diciembre de 1977 lo compró la Fuerza Aérea. Varias personas que trabajaban allí “fueron secuestradas y cuando recuperaron su libertad, fueron despedidas por Bergoglio”, dice Riquelme. “Hay quienes dicen que los protegía, porque les pagó el último sueldo”.

A Mom
Debussy, Bergoglio también le habló en los viajes del proyecto político de Massera.

–¿Con simpatía?

–Seguro que con disgusto no. Le parecía bien que fuera contra Videla.

Yoga y oración


En La Manuelita estaba la parroquia Jesús Obrero. Allí se instaló el sacerdote Jorge Adur, quien era integrante de Montoneros, con tres seminaristas de la orden asuncionista que estudiaban teología en la Facultad que funcionaba en el Máximo. Con Adur tenían un vínculo afectivo pero no político, porque “para ellos toda la política era el diablo. Nos lo habían dicho a los pibes del barrio para desaconsejarnos la militancia. Meditaban diez horas por día, hacían yoga y oración. Pensaban irse a la Patagonia por un año a meditar. Eran contemplativos, como Jalics”, dice Riquelme. Dos de esos seminaristas, Carlos Antonio Di Pietro y Raúl Eduardo Rodríguez, fueron capturados el 4 de junio de 1976, en un operativo del Ejército y la policía con armas y uniformes a la vista. Adur no había ido a dormir esa noche al barrio. “Por la mañana los vecinos se turnaron para esperarlo en la parada de colectivo y avisarle para que se fuera.” Diez días después, “un grupo del Ejército me levantó a mi y a Haydé Balmaceda, de la Unidad Básica de La Manuelita, que era ayudante de una clínica. Creo que el lugar al que nos llevaron era una comisaría, a veinte minutos del Camino Negro, donde nos tuvieron encapuchados. Tenía celdas, baño y sala de torturas, con electricidad. Nos torturaron y nos preguntaron por esos curas y por la posta sanitaria de Montoneros”. Dos días después los sacaron en un camión, a las 4 de la mañana. Riquelme se cayó sobre una persona, que le preguntó:

–¿Quien sos?

–Lorenzo.

–¡Que suerte, no quería morir sola! –le respondió Balmaceda.

Los llevaron a un descampado y los hicieron arrodillar. “Yo quería morir de pie y gritando alguna consigna heroica como en las películas. Pero tenía la garganta cerrada. Me pegaron un empujón y se fueron. Pensé que estaba muerto. Haydé me decía que nacimos de nuevo el mismo día y que la gordura la salvó de que la violaran.”

Guardias con FAL

Durante los días de ausencia de Riquelme, el capellán Martín González le dijo a su novia: “Este se fue a curar guerrilleros”. La detuvo en el Colegio el grupo de marinos que se habían instalado en el Observatorio. Mientras le pegaban, González participaba. “Decí dónde está, mejor que hables porque si no no puedo hacer nada por vos”. Riquelme se había refugiado en la casa de una compañera de facultad, hija de un militar. A las nueve de la noche la novia no pudo resistir más. Lo llamó por teléfono al número que él le había dado, le preguntó dónde estaba y le pidió que la esperara allí. “Veinte minutos después caen y me levantan. Encapuchado, me llevan hasta una casa operativa, creo que en Bella Vista. No me creían que ya había estado secuestrado, me torturaban y me decían que había estado curando gente.” A la madrugada lo sacaron de allí. Uno lo asía del brazo.

–¿Qué va a pasar? –preguntó Riquelme

–No sé, están decidiendo –le respondió.

Lo llevaron hasta una ruta y lo tiraron en una zanja. “Cuando se van me levanto, camino y reconozco que estoy a 200 metros del Colegio Máximo, en el barrio que está enfrente.” Recién días después, Riquelme pudo hablar con su novia. “Me cuenta que me entregó porque González le dijo que colaborara. Yo lo conocía desde que fui boy scout. Siempre venía de la Escuela Lemos con chofer en una F100 del Ejército, acompañado por dos guardias con FAL. Nunca pude acercarme para hablar con él.” Graciela Podestá recuerda que el sacerdote de apellido español comentó: “Espero que esto sirva de lección”.

El uso de armas era habitual en el predio jesuita. “Bergoglio nos mandaba a hacer guardia nocturna con carabinas .22 y balas de plomo, cuando se recuperó la pileta de natación de los fondos del Máximo y hubo algún intento por bañarse de la gente del barrio aledaño, donde hacíamos catequesis y visitábamos las casas”, recuerda Mom Debussy. Riquelme fue uno de los jóvenes que lo intentaron. “El hermano Rivisic me tiró con la 22, porque me metía en la piscina. Me pasó cerca de la pierna y me dijo que la próxima vez me tiraba a pegar”, recuerda.

Almuerzo con granadas

En el Observatorio “había gente izquierdosa. Mariano Castex llevó ahí a muchos profesores de Exactas reprimidos en la noche de los bastones largos, curas progres, ex seminaristas. La Marina lo limpió. En 1975 hubo un Congreso controlado por el SIDE y la Marina”, dice Riquelme. Sus recuerdos coinciden con los de Mom Debussy. Ellos no se conocen y las entrevistas se realizaron por separado. “Bergoglio invitaba al Colegio Máximo a oficiales de Campo de Mayo, que venían de uniforme. Una vez llegaron varios con ropa de combate y unas granadas redondas colgando. Los recibió en el comedor viejo del tercer piso, que después el mismo Bergoglio clausuró. Estábamos cenando y llegaron con un capellán”, recuerda Mom Debussy. Podestá y Ríos cuentan que en el barrio corren historias sobre cuerpos enterrados en las adyacencias del Colegio Máximo y su viejo cementerio. Según esa leyenda un cuidador del Colegio y varios vecinos vieron fantasmas de gente sangrante.

Después del segundo secuestro, Riquelme se fue a vivir en una casa de la calle Malabia al 1400, en la Ciudad de Buenos Aires, que pertenecía a la Faternidad de Hermanitos del Evangelio Charles Foucauld. Allí vivían los curas Jesús y Mauricio Silva Iribarnegaray. Mauricio trabajaba como barrendero municipal. El 22 de mayo de 1977, Riquelme se fue de la Argentina hacia Francia, donde aún vive. Su hija, nacida en París, se apasiona por entender aquella época. Desde hace dos años estudia Ciencias Políticas en la Argentina. “Mauricio me acompañó al aeropuerto. A él lo secuestraron quince días después”, y sigue desaparecido. En París, participó en la denuncia de las atrocidades de la dictadura. “Adur estaba deprimido. Algunos padres le escribieron que era un sinvergüenza que vive en el dorado exilio y a mi hijo lo mataron. Por eso aceptó ese rol ridículo de capellán del llamado Ejército montonero. Lo secuestraron en 1980 cuando llegó con documentos falsos e intentó ir a Brasil para acercar a las Madres de Plaza de Mayo al papa”. Desde París, Riquelme le hacía el control telefónico. Cuando Adur dejó de llamar, Riquelme avisó a los asuncionistas, que son dueños del diario La Croix, pero recién al cabo de una semana aceptaron publicar una nota en condicional. “Me decían que Adur sabía lo que le podía pasar. Jesús también sabía, les contesté”.

El Silencio

Cuando la publicación más importante de Alemania, Der Spiegel, se refiere al “papado fallido” de su compatriota Joseph Ratzinger (el mismo término que la Inteligencia estadounidense aplica a los estados con vacío de poder en los que justifica su intervención), el primado de la Argentina y arzobispo de Buenos Aires, cardenal Jorge Bergoglio, emprende una operación de lavado de imagen con la publicación de un libro autobiográfico. El ostensible propósito de “El Jesuita”, como se titula, es defender su desempeño como provincial de la Compañía de Jesús entre 1973 y 1979, manchado por las denuncias de los sacerdotes Orlando Yorio y Francisco Jalics de que los entregó a los militares. Ambos estuvieron secuestrados cinco meses a partir de mayo de 1976. 

En cambio nunca reaparecieron las cuatro catequistas y dos de sus esposos secuestrados dentro del mismo operativo. Entre ellos estaban Mónica Candelaria Mignone, hija del fundador del CELS, Emilio Mignone, y María Marta Vázquez Ocampo, de la presidente de Madres de Plaza de Mayo, Martha Ocampo de Vázquez.
Es el cardenal quien vincula su descargo con la elección papal. Su libro narra que cuando la vida de Juan Pablo II se apagaba y el nombre de Bergoglio figuraba en los pronósticos de los periodistas especializados “volvía a agitarse una denuncia periodística publicada unos pocos años atrás en Buenos Aires” y que “en las vísperas del cónclave que debía elegir al sucesor del papa polaco, una copia de un artículo con la acusación, de una serie del mismo autor, fue enviada a las direcciones de correo electrónico de los cardenales electores con el propósito de perjudicar las chances que se le otorgaban al purpurado argentino”. Bergoglio dice en su libro que nunca respondió la acusación “para no hacerle el juego a nadie, no porque tuviese algo que ocultar”. No explica qué cambió ahora.

Pastores y lobos

En realidad la primera versión del episodio no se debe a ningún periodista sino a Emilio Mignone. En su libro Iglesia y dictadura, editado en 1986, cuando Bergoglio no era conocido fuera del mundo eclesiástico, Mignone ejemplificó con su caso “la siniestra complicidad” con los militares, que “se encargaron de cumplir la tarea sucia de limpiar el patio interior de la Iglesia, con la aquiescencia de los prelados”. Según el fundador del Centro de Estudios Legales y Sociales, durante una reunión con la Junta Militar en 1976 el entonces presidente de la Conferencia Episcopal y vicario castrense, Adolfo Servando Tortolo, acordó que antes de detener a un sacerdote las Fuerzas Armadas avisarían al obispo respectivo. Agrega Mignone que “en algunas ocasiones la luz verde fue dada por los mismos obispos. El 23 de mayo de 1976 la Infantería de Marina detuvo en el barrio del Bajo Flores al presbítero Orlando Yorio y lo mantuvo durante cinco meses en calidad de desaparecido. Una semana antes de la detención, el arzobispo [Juan Carlos] Aramburu le había retirado las licencias ministeriales, sin motivo ni explicación. Por distintas expresiones escuchadas por Yorio en su cautividad, resulta claro que la Armada interpretó tal decisión y, posiblemente, algunas manifestaciones críticas de su provincial jesuita, Jorge Bergoglio, como una autorización para proceder contra él. Sin duda, los militares habían advertido a ambos acerca de su supuesta peligrosidad”. Mignone se pregunta “qué dirá la historia de estos pastores que entregaron sus ovejas al enemigo sin defenderlas ni rescatarlas”.

La llaga abierta
 
Publiqué la historia en esta misma columna, el 25 de abril de 1999. Además de la opinión de Mignone, la nota incluyó la de quien fue su colaboradora en el CELS, la abogada Alicia Oliveira, quien dijo lo que ahora repite en el libro: que su amigo Bergoglio, preocupado por la inminencia del golpe, temía por la suerte de los sacerdotes del asentamiento y les pidió que salieran de allí. Cuando los secuestraron, trató de localizarlos y procurar su libertad, así como ayudó a otros perseguidos. A raíz de aquella nota, Orlando Yorio se comunicó conmigo desde el Uruguay, donde vivía. Por teléfono y correo electrónico refutó las afirmaciones de Bergoglio y Oliveira. “Bergoglio no nos avisó del peligro en ciernes” y “tampoco tengo ningún motivo para pensar que hizo algo por nuestra libertad, sino todo lo contrario”, dijo. Los dos sacerdotes “fueron liberados por las gestiones de Emilio Mignone y la intercesión del Vaticano y no por la actuación de Bergoglio, que fue quien los entregó”, agregó Angélica Sosa de Mignone, Chela, la esposa durante medio siglo del fundador del CELS. Sus testimonios se incluyeron en la nota “La llaga abierta”, que se publicó el 9 de mayo de 1999. También se transmitieron allí las posiciones de Bergoglio y del otro cura secuestrado aquel día, Francisco Jalics.

Cuestion de Estilo

En su libro, Bergoglio dice ahora que Yorio y Jalics “estaban pergeñando una congregación religiosa, y le entregaron el primer borrador de las reglas a los monseñores Pironio, Zazpe y Serra. Conservo la copia que me dieron”. Bergoglio también me entregó una copia a mí. Expresa el tipo de dudas y conflictos que fueron comunes en un alto número de sacerdotes a partir del Concilio Vaticano II, con “la crisis de las congregaciones religiosas, los signos de los tiempos modernos, la coincidencia con el sentir de la búsqueda de los jóvenes y la confirmación espiritual que sentimos en nuestro actual modo de vivir”. El problema en este caso era cómo compatibilizar “el estilo ignaciano de la vida religiosa” con “la vida moderna pedía un estilo nuevo”. La minuta agrega que las Congregaciones Apostólicas están organizadas de modo que sus superiores “parecen preocuparse más por las obras que por la atención espiritual de sus súbditos”. En cambio ellos idealizan el modelo de las fundaciones monásticas y plantean que “la comunidad se una en torno de una búsqueda espiritual y de un proyecto de vida y no en torno de obras”. Esto plantea una “incompatibilidad personal” a los sacerdotes subordinados a la disciplina de su congregación.

En su carta al padre Moura, Yorio menciona esa minuta como respuesta a la presión de Bergoglio para que disolvieran la comunidad en el Bajo Flores. Agrega que a Pironio, Zazpe y Serra les dejaron “un esbozo de estructuración de vida religiosa en caso de que no pudiéramos seguir en la Compañía y fuese posible realizarla fuera”, lo cual no implica que quisieran salir de ella. En un viaje posterior a la Argentina, Pironio le dijo que no había consultado el tema en Roma porque Bergoglio “lo había ido a ver para decirle que el padre general era contrario a nosotros”. Zazpe respondió que “el provincial andaba diciendo que nos echaba de la Compañía” y Serra le comunicó que le retiraban las licencias en la Arquidiócesis, porque Bergoglio había comunicado “que yo salía de la Compañía”.

Según Bergoglio, el superior jesuita Pedro Arrupe dijo que debían elegir entre la comunidad en que vivían y la Compañía de Jesús. “Como ellos persistieron en su proyecto y se disolvió el grupo, pidieron la salida de la Compañía”. Agrega Bergoglio que la dimisión de Yorio fue aceptada el 19 de marzo de 1976. “Ante los rumores de inminencia del golpe les dije que tuvieran mucho cuidado. Recuerdo que les ofrecí, por si llegaba a ser conveniente para su seguridad, que vinieran a vivir a la casa provincial de la Compañía”, dice Bergoglio. Agrega que nunca creyó que estuvieran involucrados en actividades subversivas. “Pero por su relación con algunos curas de las villas de emergencia, quedaban demasiado expuestos a la paranoia de la caza de brujas. Como permanecieron en el barrio, Yorio y Jalics fueron secuestrados durante un rastrillaje.”

Papelitos

Bergoglio también niega haber aconsejado a los funcionarios de Culto de la Cancillería que rechazaran la solicitud de renovación de pasaporte de Jalics, que él mismo presentó. Según Bergoglio el funcionario que recibió el trámite le preguntó por “las circunstancias que precipitaron la salida de Jalics”. Dice que le respondió: “A él y a su compañero los acusaron de guerrilleros y no tenían nada que ver”. El cardenal agrega que “el autor de la denuncia en mi contra revisó el archivo de la Secretaría de Culto y lo único que mencionó fue que encontró un papelito de aquel funcionario en el que había escrito que yo le dije que fueron acusados de guerrilleros. Había consignado esa parte de la conversación pero no la otra en la que yo le señalaba que los sacerdotes no tenían nada que ver. Además el autor de la denuncia soslaya mi carta, donde yo ponía la cara por Jalics y hacía la petición”.

Nada fue así. En notas publicadas aquí y en mis libros El Silencio y Doble juego, narré la historia completa y publiqué todos los documentos, comenzando por la carta por cuya omisión Bergoglio reclama. Luego sigue la recomendación del funcionario de Culto que lo recibió, Anselmo Orcoyen: “En atención a los antecedentes del peticionante, esta Dirección Nacional es de opinión que no debe accederse”. El tercer documento es el definitorio. Ese papelito, firmado por Orcoyen, dice que Jalics tenía actividad disolvente en comunidades religiosas femeninas y conflictos de obediencia, que estuvo con Yorio en la ESMA (detenido, dice, en vez de secuestrado) “sospechoso contacto guerrilleros”. El punto más interesante es el siguiente, porque remite a intimidades de la Compañía de Jesús, vistas desde la óptica de Bergoglio, que no había ninguna necesidad de confiar al funcionario de la dictadura: “Vivían en pequeña comunidad que el Superior Jesuita disolvió en febrero de 1976 y se negaron a obedecer solicitando la salida de la Compañía el 19/3”. Agrega que Yorio fue expulsado de la Compañía y que “ningún obispo del Gran Buenos Aires lo quiso recibir”. La Nota Bene final es ilevantable: dice Orcoyen que estos datos le fueron suministrados “por el padre Jorge Mario Bergoglio, firmante de la nota con especial recomendación de que no se hiciera lugar a lo que solicita”. 

(*) La plana mayor jesuita en 1976. De izquierda a derecha, Víctor Zorzín, Rector del Colegio Máximo; Andrés Swinnen, Maestro de Novicios; Jorge Bergoglio, Prepósito Provincial; Carlos Cravena, Ministro del Colegio Máximo o vice superior, e Hipólito Salvo, ex Provincial en la Argentina.

Pubblicato da a 16:20




"Buenos oficios"

La complicidad de Iglesia católica y dictadura en Argentina

Videla habló con una revista de Córdoba sobre la complicidad de la Iglesia Católica con la dictadura militar. El rol de Laghi y Primatesta y el testimonio de un ex sacerdote. No sólo asesoraron a la Junta sobre cómo manejar la cuestión de los detenidos-desaparecidos. También le ofrecieron sus “buenos oficios” para informar a algunas familias del asesinato de sus hijos garantizando que no lo hicieran público. Se comprende por qué hasta hoy la Iglesia no ha excomulgado a Videla.

horacioverbitsky Escrito por: Horacio Verbitsky, Página/12
Lunes 23 de julio de 2012 | 16:17

El ex dictador Jorge Videla dijo que el ex nuncio apostólico Pío Laghi, el ex presidente de la Iglesia Católica de la Argentina Raúl Primatesta, y otros obispos de la Conferencia Episcopal asesoraron a su gobierno sobre la forma de manejar la situación de las personas detenidas-desaparecidas. Según Videla la Iglesia “ofreció sus buenos oficios” para que el gobierno de facto informara de la muerte de sus hijos a familias que no lo hicieran público, de modo que cesaran la búsqueda. Esto confirma el conocimiento de primera mano que esa institución tenía sobre los crímenes de la dictadura militar, como consta en los documentos secretos cuya autenticidad el Episcopado reconoció ante la justicia hace dos meses. Pero además muestra un involucramiento episcopal activo para que esa información no trascendiera tampoco por comentarios de los familiares de las víctimas, de cuyo silencio la Iglesia era garante.
Diálogos en la cárcel
El reportaje con la revista cordobesa El Sur, que edita en Río Cuarto Hernán Vaca Narvaja, se realizó antes de los concedidos al periodista español Ricardo Angoso y al argentino Ceferino Reato, pero sólo se divulgó esta semana. Fue realizado en tres partes por el periodista Adolfo Ruiz, en la cárcel de alta seguridad de Bouwer, donde el ex jefe de la Junta Militar estuvo detenido entre el 26 de junio y el 23 de diciembre de 2010, mientras se extendieron las audiencias del juicio por los crímenes de lesa humanidad cometidos en la cárcel de Córdoba conocida como UP1. Videla fue condenado en ese proceso a prisión perpetua por los asesinatos de 31 prisioneros dentro de la cárcel o mediante fraguados intentos de rescate en ocasión de traslados. Videla recibió a Ruiz el 6 y el 13 de agosto y el 18 de octubre de 2010 en el locutorio de la cárcel de Bouwer, cuyos dos mil internos superan el número de pobladores de esa pequeña ciudad, que hasta hace dos años fue el depósito de los residuos domiciliarios de Córdoba. Antes de comenzar puso como condición que sus palabras recién se difundieran cuando dejara la provincia, como consta en la carta manuscrita que se reproduce aquí.
Como en aquellas otras entrevistas y en sus alegatos judiciales, Videla justificó el plan que aplicó la Junta Militar por los “decretos de aniquilación” firmados por el ex presidente interino Italo Luder, que constituyeron “una licencia para matar concedida por un gobierno democrático”. Cuando el periodista le inquirió si esa licencia incluía las torturas, el robo de bebés y el saqueo de los bienes de las víctimas, dijo que esas “bajezas humanas” se debieron al gran “poder y libertad de acción otorgados al Ejército”, situación en la cual “es inevitable que muchos utilicen esas libertades en beneficio propio”. Agregó que con los juicios él y sus camaradas pagan el costo de “no haber blanqueado” los métodos dispuestos entonces. Videla sostiene que “hacia el final de mi mandato, entre el ’80 y el ’81, se llegó a evaluar la posibilidad de publicar la lista, blanquear los desaparecidos”. Explica que “no era tan fácil, porque además íbamos a estar expuestos a la contra pregunta. Si a una madre le decíamos que su hijo estaba en la lista, nadie le impediría que preguntara ¿dónde está enterrado, para llevarle una flor? ¿quiénes lo mataron? ¿por qué? ¿cómo lo mataron? No había respuestas para cada una de esas preguntas, y creímos que era embochinchar más esa realidad, y que sólo lograríamos afectar la credibilidad. Entonces en ese momento no se quiso correr ese riesgo”. El razonamiento es idéntico al que Videla suministró a la Comisión Ejecutiva del Episcopado, cuando los obispos le transmitieron que el método de la desaparición de personas produciría a la larga “malos efectos”, dada “la amargura que deja en muchas familias”. Pero la fecha es muy anterior a la que menciona el dictador. Ese diálogo tuvo lugar el 10 de abril de 1978 durante un almuerzo de Videla con la Comisión Ejecutiva del Episcopado, que presidía el arzobispo de Córdoba Primatesta y que también integraban los arzobispos de Santa Fe y de la Capital Federal, Vicente Zazpe y Juan Aramburu, como vicepresidentes.
Primatesta hizo referencia a las desapariciones producidas durante la Pascua de 1978, “en un procedimiento muy similar al utilizado cuando secuestraron a las dos religiosas francesas”. Videla respondió que “sería lo más obvio decir que éstos ya están muertos, se trataría de pasar una línea divisoria y éstos han desaparecido y no están. Pero aunque eso parezca lo más claro sin embargo da pie a una serie de preguntas sobre dónde están sepultados: ¿en una fosa común? En ese caso, ¿quién los puso en esa fosa? Una serie de preguntas que la autoridad del gobierno no puede responder sinceramente por las consecuencias sobre personas”, es decir para proteger a los secuestradores y asesinos. El detalle de este diálogo consta en una minuta que los tres arzobispos redactaron en la sede del Episcopado en cuanto concluyó el almuerzo para enviarla al Vaticano. La autenticidad de ese texto fue reconocida por la Conferencia Episcopal, que hoy preside el arzobispo de Santa Fe, José Arancedo, ante una consulta de la jueza federal de San Martín, Martina Forns, luego de su publicación aquí. Pero en el reportaje con El Sur, Videla describe un grado de complicidad de la Iglesia Católica con los crímenes de su gobierno superior a lo que se conocía y con un carácter institucional que comprende tanto al Episcopado local como a la sede central en Roma. No se trata sólo de callar lo que sabían para no “hacer daño al gobierno”, como dijo Primatesta aquel día de 1978, sino incluso de asesorar a la Junta Militar y garantizar que tampoco los familiares de las víctimas contaran lo que había ocurrido con sus hijos. Lo que sigue es la transcripción textual del tramo de la entrevista sobre el tema:
–No deja de llamar la atención la forma en que se refiere a la situación de los desaparecidos. Hace sentir que para usted es un tema pendiente.
–La desaparición de personas fue una cosa lamentable en esta guerra. Hasta el día de hoy la seguimos discutiendo. En mi vida lo he hablado con muchas personas. Con Primatesta, muchas veces. Con la Conferencia Episcopal Argentina, no a pleno, sino con algunos obispos. Con ellos hemos tenido muchas charlas. Con el nuncio apostólico Pío Laghi. Se lo planteó como una situación muy dolorosa y nos asesoraron sobre la forma de manejarla. En algunos casos, la Iglesia ofreció sus buenos oficios, y frente a familiares que se tenía la certeza de que no harían un uso político de la información, se les dijo que no busquen más a su hijo porque estaba muerto.
–No parece suficiente.
–Es que la repregunta es un derecho que todas las familias tienen. Eso lo comprendió bien la Iglesia y también asumió los riesgos.
Hasta la expresión impersonal escogida por Videla (“se lo planteó”, “se les dijo”) trasluce la identidad entre Iglesia y Dictadura.
El rol de Laghi
La minuta para el Vaticano también muestra el conocimiento de la Iglesia sobre el secuestro de las religiosas francesas Alice Domon y Léonie Duquet. Sin embargo, cuando la superiora de las monjas en la Argentina, Evelyn Lamartine, y la religiosa Montserrat Bertrán recurrieron a Laghi, el nuncio las miró “como si fuéramos bichos asquerosos, y nos dijo: ‘Nosotros no sabemos nada, por algo habrá sido’. Montse se arrodilló y le rogó que hiciera algo. El se la sacó de encima, instintivamente, describe Evelyn, que entonces pensó: ‘Dios no se olvida de lo que dijiste’”. Su testimonio fue recogido por María Arce, Andrea Basconi y Florencia Bianco, cuya investigación fue publicada por Clarín en 2007. Un obispo y una madre superiora llegaron desde Francia para interesarse por Alice y Léonie, pero Primatesta ordenó desmentirlo y explicar que sólo venían a pasar Navidad. En 1995, bajo la conmoción de las revelaciones del ex capitán Adolfo Scilingo sobre el asesinato de prisioneros arrojados al mar, la esposa del secuestrado periodista Julián Delgado, María Ignacia Cercós, contó que el Comandante en Jefe de la Armada Armando Lambruschini consultó con Laghi acerca del destino de 40 detenidos-desaparecidos en la ESMA, que su antecesor, Emilio Massera, le había entregado al retirarse. Lambruschini no quería matarlos pero temía que si los dejaba en libertad contaran lo padecido en la ESMA, tal como ocurrió, y le preguntó a Laghi qué hacer. Según Cercós, el concimiento de Laghi sobre lo que sucedía en aquel campo de concentración llegaba hasta la nómina de los prisioneros que aún quedaban con vida. Ante el pedido de María Ignacia, Laghi consultó esa lista y “me dijo que Julián no estaba entre ellos. Quiere decir que tenía pleno acceso a la información”. En aquel momento, el propio Massera defendió a Laghi de tales “noticias calumniosas” y dijo que se preocupó en forma permanente por la suerte de “los llamados desaparecidos”. El problema es que Laghi había elegido la estrategia opuesta: negar que hubiera conocido la índole y la extensión de las violaciones a los derechos humanos. Dijo que “no tenía ni micrófonos ni espías que fuesen a los cuarteles a ver lo que los militares hacían”. Sus amigos Oscar Justo Laguna (quien al morir este año estaba procesado por la justicia federal de San Nicolás, por haber mentido en su testimonio sobre el asesinato de su colega Carlos Horacio Ponce de León), Alcides Jorge Pedro Casaretto, Carlos Galán, Domingo Castagna y Emilio Bianchi di Carcano sostuvieron que declaraciones como la de María Ignacia Cercós podrían “reinstalar entre nosotros no ya la violencia de las armas sino la de la venganza”. La esposa de Julián Delgado dijo entonces que durante años estuvo agradecida a Laghi por sus gestiones. “Pero ahora sé que no puedo perdonarle su silencio cómplice. Me siento un monstruo por haber escuchado esas cosas sin reaccionar.” El propio jefe máximo de aquella Junta Militar, sin el menor asomo de crítica, confirma tres décadas después el asesoramiento de Laghi sobre el secreto más horrendo y peor guardado de la dictadura.
La Eucaristía
Recuerdos coincidentes tienen muchos sacerdotes que en aquellos años frecuentaron a Laghi. Uno de ellos, Hugo Collosa, de Rafaela, le narró al periodista Carlos del Frade que Laghi visitó esa ciudad santafesina luego de la muerte de su obispo, Antonio Alfredo Brasca, incendiado por un cáncer en 1976. La enfermedad se adelantó a las Fuerzas Armadas, que lo tenían en su lista corta de aversiones. En el Obispado se reunían las agrupaciones laicas que militaban en los barrios más humildes y las del peronismo revolucionario, que tenían algunos miembros en común, entre ellos un sacerdote. Brasca se había manifestado en apoyo del movimiento de Sacerdotes por el Tercer Mundo junto con los obispos Enrique Angelelli, Ponce de León y Alberto Devoto. “Laghi vino a maltratarnos”, dice Collosa, quien ya no es sacerdote. “No tenía ninguna intención de discutir el perfil del nuevo obispo ni mucho menos que se siguiera la línea de Brasca. Lo llevamos a almorzar en un comedor para chicos de la ciudad y allí, a varios sacerdotes, nos contó de los vuelos de la muerte, de los secuestros, las desapariciones y las torturas. Es decir que ellos ya sabían lo que estaba pasando con lujo de detalles desde mucho antes que 1978. Y hablaba con fundamento de lo que hacía cada una de las tres armas. Nosotros ya habíamos sufrido el secuestro del padre Raúl Troncoso que militaba en barrio Fátima, y estábamos muy preocupados. Después lo mandaron a Cassaretto que hizo una pastoral totalmente distinta a la de Brasca y bien cercana a los sectores dominantes de la ciudad”. La primera entrevista de Videla con el periodista cordobés se interrumpió cuando lo trasladaron al Hospital Militar para tratarse de una incipiente bronquitis. Formaba parte de la comitiva que buscó a Videla “un hombre canoso que venía, cáliz y alba en mano, a darle la Eucaristía”. Es decir que pese a las sucesivas condenas por los más graves delitos, la Iglesia Católica no consideró necesario excomulgarlo, pena eclesiástica que impide la recepción de los sacramentos y se aplica a los pecados graves. El no considerar como tales los delitos de Videla certifica la prolongación en el tiempo de la complicidad eclesiástica con ellos.


 ARGENTINA: UN TRIBUNAL ORAL SEñALO QUE LA IGLESIA TODAVIA ES “RETICENTE” AL ESCLARECIMIENTO DE LOS CRIMENES DEL TERRORISMO DE ESTADO

Una complicidad que se mantiene con los años

El nuncio apostólico Pío Laghi con los jerarcas de la última dictadura, Jorge Rafael Videla y Leopoldo Galtieri.


Los magistrados que juzgaron a los responsables del asesinato de los sacerdotes Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville en La Rioja destacaron, en los fundamentos del fallo, la connivencia de la jerarquía eclesiástica con la última dictadura.

 Por Irina Hauser - Página 12

El tribunal oral que juzgó en La Rioja el asesinato de los curas Carlos de Dios Murias y Gabriel Longueville habló de manera taxativa de la “complicidad” de la Iglesia Católica con los crímenes de la última dictadura, algo novedoso en los juicios contra represores. En los fundamentos de la sentencia que condenó a prisión perpetua al ex jefe del III Cuerpo de Ejército Luciano Benjamín Menéndez, al vicecomodoro Luis Fernando Estrella y al ex comisario riojano Domingo Benito Vera, los jueces señalaron la “indiferencia” pero también la connivencia de la jerarquía eclesiástica con el aparato represivo, y en este caso en particular con el ataque dirigido a los sacerdotes del movimiento tercermundista caracterizado por su trabajo con los sectores sociales desprotegidos. Recordaron que las denuncias sobre persecuciones que llevaban los miembros de la pastoral riojana nucleados en torno del obispo Enrique Angelelli a las autoridades de la Iglesia fueron ignoradas en aquel entonces pero además, advirtieron, aún “persiste” una “actitud reticente de autoridades eclesiales e incluso miembros del clero al esclarecimiento de los crímenes que ahora juzgamos”.

El 18 de julio de 1976 un grupo de hombres que se presentaron con credenciales de la Policía Federal se llevó a De Dios Murias y al francés Longueville en la casa parroquial de la Iglesia El Salvador. Les dijeron que debían declarar para la liberación de unos presos, en particular del intendente Cacho Corzo. Los subieron a un Ford Falcon oscuro, y se estima que en el ínterin pudieron haberlos interrogado, pero rápidamente, no más de media hora después del secuestro, fueron ejecutados. Según el tribunal oral, el breve lapso transcurrido muestra que el objetivo era matarlos. Sus cuerpos aparecieron con vendas en los ojos y marcas de tortura dos días después, cerca de las vías del tren. Quince días después fue asesinado el obispo de la provincia, Enrique Angelelli, en un falso accidente, cuando llevaba documentación precisamente sobre la persecución a los curas. Buena parte de esos papeles fueron rescatados y sirvieron de prueba en el reciente juicio oral.

“No se trató aquí de hechos aislados y fuera de contexto, presididos por móviles particulares. Por el contrario, claramente, el asesinato de Murias y Longueville debe interpretarse y comprenderse precisamente en el contexto de un plan sistemático de eliminación de opositores políticos (...) Murias y Longueville formaban parte de un grupo de la Iglesia considerado ‘enemigo’ y ‘blanco’”, dice un tramo de la sentencia, de 417 páginas, que firmaron los jueces José Camilo Quiroga Uriburu, Jaime Díaz Gavier y Carlos Julio Lascano, mientras que como cuarta jueza actuó Karina Perilli. Los autores materiales, explica el tribunal, eran “personas extrañas a la población de Chamical (con tonada de afuera, aporteñada, porte militar)”, lo que demostraría, razonan, que iban con una orden. La Iglesia Católica, agregan para completar el cuadro, estaba al tanto del escenario de ataques y posibles asesinatos a curas tercermundistas de La Rioja, cuya historia devino un caso paradigmático.

Menéndez y Estrella fueron condenados como coautores “mediatos” de los crímenes, en función de una teoría penal según la cual pueden ser considerados “autores” quienes, aunque no intervengan directamente en los hechos, dominan su realización a través del aparato de poder de organización estatal. Al ex comisario Vera, en cambio, le adjudican una participación directa. Para ilustrar el espectro de influencia de Menéndez, ya antes del golpe de Estado, los jueces recuerdan que hubo tres hombres de la diócesis riojana (Rafael Sifré, Carlos Di Marco y el viceobispo Esteban Inestal) que fueron especialmente buscados fuera de su área, detenidos y torturados en Mendoza, y se les advirtió sobre el futuro asesinato de Angelelli.

Aunque Menéndez negó haber tenido encuentro alguno con Angelelli, que llevaba sus reclamos donde podía por la persecución a los curas riojanos, el tribunal considera probado por testimonios y documentos que sí existió, y que el cardenal Raúl Primatesta incluso ofició como nexo. Por distintas vías, el ataque y hostigamiento al movimiento de curas del Tercer Mundo fue puesto en conocimiento de las autoridades eclesiásticas, que hicieron oídos sordos.

–Me están matando a los corderos –recuerda el fiscal Carlos Gonella que le dijo Angelelli a Primatesta, en una reunión que fue celebrada el mismo mes del asesinato de Murias y Longueville.

–Eso le pasa por meterse con esas cosas –fue la respuesta, que aludía al trabajo corporativo que realizaba en unidades familiares.

Durante el juicio oral, ya la fiscalía y las querellas plantearon la importancia de esos contactos en los que Angelelli y otros sacerdotes transmitían la situación de la diócesis de La Rioja a los responsables de la Conferencia Episcopal en busca de una solución, para entender el papel que jugó la Iglesia Católica. El tribunal oral sostiene en su sentencia que, de los documentos y cartas dirigidos a las autoridades más los relatos de testigos que participaban de la pastoral de Angelelli, “surge dramáticamente un reclamo que hasta el día de hoy, evidentemente, no sienten satisfecho y expresa una pública denuncia a la jerarquía de la Iglesia argentina, a la que atribuyen indiferencia, cuando no complicidad, ante episodios gravísimos de violaciones a los derechos humanos y eran evidentes y manifiestos para toda la sociedad, particularmente ante la persecución y violentas agresiones de que eran objeto sacerdotes y laicos de la iglesia riojana. “Los pecados cometidos –recordaron varios testigos que decía el vicario castrense, Victorio Bonamín, sin que ningún superior lo desautorizara– deben pagarse con sangre.”

El tribunal hace hincapié en el intercambio epistolar que Angelelli mantuvo con monseñor Vicente Zaspe, el arzobispo de Santa Fe, “enviado por el Vaticano –precisan los jueces– para apoyar, interceder e intentar recomponer la relación del obispo de La Rioja con las autoridades del régimen militar”. Allí Zaspe informaba acerca de un encuentro con el dictador Jorge Rafael Videla apenas ocurrido el asesinato de Murias y Longueville, del que participaron Primatesta y el nuncio apostólico Pío Laghi.

Parte de los documentos de los archivos secretos de la Iglesia que fueron revelados por el periodista Horacio Verbitsky, y que dan cuenta de cómo el Episcopado asumió un rol de asesoramiento para con las Fuerzas Armadas respecto de cómo y qué decir frente a la desaparición de personas, son especialmente señalados por el tribunal. La sentencia repasa una reunión (del 10 de abril de 1978) documentada entre la comisión ejecutiva de la Conferencia Episcopal, representada por el cardenal Primatesta, el obispo Vicente Zaspe y el cardenal Juan Aramburu, en la que el dictador Jorge Rafael Videla dijo que estaba preocupado porque los obispos habían usado la expresión “presos políticos” y la repercusión que eso podría tener en el plano internacional. Cuando hablaron de “el problema de los desaparecidos” y el reclamo de los familiares, Aramburu dijo: “El problema es qué contestar para que la gente no siga arguyendo”. Videla, en una entrevista, incluyó a Pío Laghi entre quienes le daban asesoramiento.

“Así como numerosos testigos y habitantes del pueblo de Chamical manifiestan que aún hoy subsiste un trasfondo de miedo en esa sociedad, es penoso observar que pareciera que ese temor, o peor aún, alguna forma de velada objeción al accionar de aquella Iglesia comprometida con los débiles sociales y desposeídos, todavía persiste y se manifiesta en la actitud reticente de autoridades eclesiales e incluso del clero, al esclarecimiento de los crímenes que ahora juzgamos”, señala otro tramo de la sentencia. Los jueces relataron, como ejemplo, que cuando quisieron ir a inspeccionar la parroquia de Chamical, que en la época de los hechos ocupaban las Hermanas Josefinas y desde la cual fueron secuestrados Murias y Longueville, no pudieron entrar porque el párraco mandó decir que estaba haciendo “ejercicios espirituales”, a pesar de que había sido notificado de la medida.

“Seguramente –se juegan los jueces– los miembros del pueblo de Dios, así como la generalidad de la sociedad argentina, esperan de una institución de tanta significación como la Iglesia Católica una actitud de más nítido y claro repudio a los mecanismos y a quienes de una manera u otra permitieron y consintieron la comisión de gravísimos hechos como los que ahora juzgamos.”



#Habemusfacha: Jorge Mario Bergoglio, homófobo y colaborador de la dictadura militar argentina

por Kaos. Con Las Iglesias hemos topado
Miércoles, 13 de Marzo de 2013 21:59

#Habemusfacha: Jorge Mario Bergoglio, homófobo y colaborador de la dictadura militar argentina
Cuando los curas jesuitas alzaron su voz contra los abusos de la dictadura, el nuevo pontífice guardó silencio y se postró a los pies del fascismo. Se le acusó de denunciar y entregar a la dictadura a dos sacerdotes torturados y desaparecidos. Furibundo opositor al matrimonio igualitario.
Agencias/Prensa/Kaosenlared
Jorge Mario Bergoglio es el nuevo Papa, de ahora en adelante conocido como Francisco I, ante la algarabía de los católicos, sin embargo en Argentina tiene varios críticos, sobre todo por su actitud frente a la dictadura militar.
 
Ncacido en Buenos Aires en 1936, Bergoglio, era hijo de emigrantes italianos. Ingresó en 1958 a la congregación Compañía de Jesús y de 1973 a 1979 fue provincial de los jesuitas en Argentina y un año después se convirtió en rector del seminario donde estudió.
 
Sin embargo la gran crítica que se le hace es que en la dictadura militar que azotó argentina, y en la que varios jesuitas alzaron su voz de protesta contra este régimen, por lo que fueron perseguidos,  Bergoglio guardó silencio y se mantuvo alejado de cualquier tema político.
 
La frase que enunciaba cada vez que se le preguntaba su opinión sobre este tema es que el lugar de los sacerdotes eran las iglesias. 
 
En 1998 fue nombrado como Obispo de la diócesis de Buenos Aires y en el 2001 cardenal. 
 
¿Cómplice directo de torturas y asesinato?
Jorge Mario Bergoglio, fue acusado en su día de colaborar con la dictadura militar argentina,  sobre todo después de declarar hace dos años como testigo en el juicio de la Escuela Mecánica de la Armada (ESMA) tras supuestamente delatar y retirar la protección a dos sacerdotes jesuitas desaparecidos en la misma.
El exarzobispo de Buenos Aires siempre negó las acusaciones.
Bergoglio era el superior de los jesuitas en Argentina y retiró, en mayo de 1976, la licencia religiosa a los curas Francisco Jalics y Orlandio Yorio, dos subordinados suyos en la Compañía de Jesús que habían adoptado una posición activista en la defensa de los derechos de los pobres.
Ambos sacerdotes fueron secuestrados por un grupo de la ESMA poco después de perder la protección por orden del nuevo Papa, y se les envió a la Escuela Militar donde fueron torturados. Los curas, según el periodista Horacio Verbitsky, sospecharon que Bergoglio los había delatado.
Robo de bebés
Jorge Mario Bergoglio también fue a llamado a declarar como testigo, por petición de la Fiscalía y las Abuelas de Plaza de Mayo, en el juicio por el plan sistemático de robo de bebés nacidos en cautiverio durante la dictadura.
Se le llamó a declarar después de que otra testigo, Estela de la Cuadra, presentase varias misivas que su padre le había enviado a Bergoglio para que le ayudase en la búsqueda de su hija desaparecida y su nieta. Según informó el periódico argentino Página/12, Estela de la Cuadra preguntó al Tribunal: "¿Cómo es que Bergoglio dice que hace solo diez años que sabe del robo de bebés? ¿Por qué no lo citan?".
Enfrentado al gobierno argentino por el matrimonio igualitario
Como miembro de la Conferencia Episcopal Argentina --que llegó a presidir durante dos períodos--, ha atacado a los gobiernos de los Kirchner por sus políticas y diferentes posturas respecto a los católicos. La última polémica fue en 2012, con la aprobación del matrimonio homosexual en el país sudamericano.
   Durante el mandato de Néstor Kirchner, entre 2003 y 2007, el presidente argentino mantuvo enfrentamientos dialécticos con Bergoglio, a quien Néstor llegó a considerar como de la oposición. Los medios de comunicación argentinos hablan de una relación "conflictiva" que se rebajó durante la Presidencia de Cristina, aunque los enfrentamientos nunca llegaron a desaparecer.
   Después de que Néstor Kirchner ganara las elecciones en 2003, Bergoglio criticó "el exhibicionismo y los anuncios estridentes" del nuevo mandatario. El entonces presidente se negó a acudir a varias de las ceremonias encabezadas por Bergoglio y desde la Conferencia Episcopal se aseguró que no había relaciones entre la Iglesia y el Ejecutivo argentino.
   Las malas relaciones y los enfrentamientos verbales llevaron a Néstor a criticar abiertamente a la Iglesia. "Nuestro Dios es de todos, pero cuidado que el diablo también llega a todos, a los que usamos pantalones y a los que usan sotanas", apostilló Kirchner.
   Con la llegada de Cristina Fernández al poder, las relaciones mejoraron, gracias a los contactos que la presidenta mantuvo con la Iglesia para preparar el viaje de 2009 al Vaticano. Pero las buenas relaciones comenzaron a romperse después de que Bergoglio acusase al Gobierno de Fernández de alimentar la "crispación social" y denunció que "desde hace años el país no se hace cargo de la gente".
   Sin embargo, con el anuncio en 2010 de que el Gobierno aprobaría una ley para legalizar el matrimonio homosexual, las relaciones empeoraron aún más. Bergoglio envió una misiva a toda la Iglesia argentina en la que pedía que en las ceremonias religiosas se mencionara "el bien inalterable del matrimonio y la familia".
   Cristina Fernández desechó la idea de que fuera un asunto religioso. "Me preocupa el tono que ha adquirido el discurso, se plantea como una cuestión de moral religiosa y atentatoria del orden natural, cuando en realidad lo que se está haciendo es mirar una realidad que ya está", indicó la mandataria durante el trámite parlamentario.
“No seamos ingenuos: no se trata de una simple lucha política; es la pretensión destructiva al plan de Dios. No se trata de un mero proyecto legislativo (éste es sólo el instrumento) sino de una movida del Padre de la Mentira que pretende confundir y engañar a los hijos de Dios”, aseguró el entonces cardenal.
#Habemusfacha


Habemus Facham

Posted by on Jueves, marzo 14, 2013 · La República es
HABEMUSFACHAM
Javier Parra
Se abrió la puerta y ahí estaba, vestido de blanco inmaculado, con las manchas del pasado bien lavadas con lejía (o sosa caustica), para que no parezca que en el pasado tuvo algo que ver con las desapariciones de bebés en la dictadura, como si no hubiera dado nunca de comulgar al dictador Videla, como si nunca le hubiera entregado a aquellos religiosos progresistas, como si nunca hubiera colaborado con la dictadura que hizo desaparecer a más de 30.000 personas y como si nunca hubiera hecho declaraciones contra los homosexuales, llamándolos poco menos que “hijos de Satanás”.
Ahí estaba Jorge Bergoglio, ahora Francisco I, rodeado de los que ya podríamos llamar “hombres de Paco”, apareciendo  ante los fieles con un aspecto más austero y sin alardes de riqueza y lujo, haciendo un guiño a quienes piden una renovación de la iglesia y más apego con el pueblo.
Es el primer Papa Latinoamericano, y no es casual. No es casual como en su día no lo fue la elección de Karol Wojtyla para actuar como punta de lanza de 1000 millones de católicos contra el bloque socialista en 1978. Ahora el peligro no viene del Este, sino del Sur, del Sur de América, donde los pueblos hace años que han optado por su propia emancipación sin esperar a ningún Mesías llegado del cielo.  El peligro es Venezuela, es Bolivia, es Ecuador, Brasil, Argentina… el peligro sigue siendo Cuba. América entera.
Seguramente veamos a un Papa aparentemente más apegado a las causas sociales, aparentemente más misericorde para contrarrestar los procesos revolucionarios; para hacer creer a los pueblos que la Iglesia les dará mendrugos de pan suficientes para que no se mueran de hambre y para evitar que los pueblos sigan queriendo asaltar el cielo en lugar de ganárselo con oraciones y poniendo la otra mejilla.
Francisco I, el Papa Cómplice, es también el primer jesuita en ser elegido como sumo pontífice, y a buen seguro que intentará cumplir con el cometido que le ha sido encomendado, cuidando la apariencia externa pero persiguiendo lo que ya analizaron con certeza Napoleón o Voltaire. No le dejaremos.
“Los Jesuitas son una organización Militar, no una orden religiosa. Su jefe es el general de un ejército, no el mero abad de un monasterio. Y el objetivo de esta organización es Poder, Poder en su más despótico ejercicio, Poder absoluto, universal, Poder para controlar al mundo bajo la voluntad de un sólo hombre [El Superior General de los Jesuitas] El Jesuitismo es el más absoluto de los despotismos y, a la vez, es el más grandioso y enorme de los abusos.”
NAPOLEÓN
“Es cierto que el gran emperador YungChêng, el más sabio y el más magnánimo que tal vez haya tenido China, ha expulsado a los jesuitas; pero esto no lo hizo por ser intolerante; fue, al contrario, porque lo eran los jesuitas.” 
[...]
“Los japoneses eran los más tolerantes de todos los hombres: doce religiones pacíficas estaban establecidas en su imperio; los jesuitas vinieron a ser la decimotercera, pero pronto, al no querer ellos tolerar ninguna otra, ya sabemos lo que sucedió: una guerra civil”
VOLTAIRE


Otro mundo posible

Desafíos para el nuevo Papa

freibetto
Escrito por: Frei Betto
Fraile dominico brasileño, teólogo de la liberación.
Lunes 11 de marzo de 2013 | 20:36 - La República uy
Se dan muchas especulaciones con respecto al cardenal que será elegido sucesor de Benedicto 16. En rigor, cualquier varón bautizado en la Iglesia Católica podría ser candidato.
Aunque haya apuestas en torno a los ‘papables’, y alguien tenga premoniciones, suelen fallar. Una excepción fue precisamente el cardenal Ratzinger, que era el teólogo del papa Juan Pablo 2°, presidente de la Congregación para la Doctrina de la Fe, decano del colegio cardenalicio y gozaba, en cuanto teólogo, de cierta ascendencia sobre la mayoría de cardenales, y fue elegido pontífice en 2005, a los 78 años.
Hay indicios de que ahora será elegido un cardenal más joven. La Iglesia no puede asumir cónclaves tan seguidos. Mi generación acompañó las elecciones de Juan 23 (1958), Pablo 6° (1963), Juan Pablo I (1978), Juan Pablo 2° y Benedicto 16 (2005).
La elección del polaco Karol Woytila, en 1978, les arrebató a los italianos el monopolio del papado, que duró 456 años. Y fue reiterado por la elección de su sucesor, el alemán Joseph Ratzinger.
De nuevo Italia tratará de recuperar la sede romana. Entre los italianos los nombres más citados son los dos cardenales Gianfranco Ravasi, de 70 años, presidente del Pontificio Consejo de Cultura, y Ángelo Scola, de 71 años, arzobispo de Milán. Ravasi, hombre de la poderosa Curia Romana, es visto como buen teólogo y persona espiritual. Juan Pablo 2° y Benedicto 16 lo escogieron para predicar el retiro anual de Cuaresma. Scola es políglota, vinculado al movimiento Comunión y Liberación y es tenido por conservador.
¿Podría el futuro papa ser un no europeo? Europa estará presente en la Capilla Sixtina con 60 cardenales. Y bastarán 77 votos para elegir al nuevo pontífice. Sería una sorpresa grande la elección de un papa no europeo. Por desgracia la Iglesia Católica todavía es demasiado eurocéntrica. Hay incluso entre los europeos quien mira a los demás continentes como sucursales. Continúan los resabios de siglos de colonialismo.
Si Benedicto 16 fue un papa de transición, su sucesor tendrá que habérselas con la difícil misión de poner a la Iglesia al ritmo de la posmodernidad. Un cardenal conservador seguiría los pasos de Benedicto 16 y mantendría la barca de Pedro al margen de los tiempos actuales.
¿Cuáles son los mayores desafíos que deberán ser enfrentados por el nuevo papa? Primero implementar las decisiones del concilio Vaticano I, celebrado hace ya 50 años. Eso significa remover la estructura piramidal de la Iglesia, flexibilizar el absolutismo papal, instaurar un gobierno colegiado. Sería saludable que el Vaticano dejara de ser un Estado y el papa jefe de Estado, y que fueran suprimidas las nunciaturas, representantes diplomáticas del Vaticano. La Santa Sede debe confiar más en las conferencias episcopales, que representan a los obispos de cada país.
Otro desafío es terminar con el tabú en materia de moral sexual. Aún ahora está prohibido discutir ese tema al interior de la Iglesia. Hablando con rigor, a los católicos les está prohibido mantener relaciones sexuales que no tengan la intención de procrear; contraer segundas nupcias después de un divorcio; usar preservativos; admitir el aborto en ciertas circunstancias; aprobar la unión de homosexuales; defender el cese del celibato obligatorio para el clero; y el acceso de las mujeres al sacerdocio.
Resultado de todo esto: la doble moral. Una es la de la doctrina oficial; y otra la practicada por los fieles. Y los escándalos de pedofilia como reflejo de la supuesta coincidencia entre vocación al sacerdocio y vocación al celibato. En la Iglesia primitiva la distinción era nítida. Y en el evangelio de Marcos, en el capítulo primero, consta que Jesús curó a la suegra de Pedro, de donde se deduce que Pedro tenía esposa… lo que no fue óbice para ser escogido como cabeza de la Iglesia.
Un tercer desafío es la relación de la fe con la ciencia. Benedicto 16 rehabilitó a Teilhard de Chardin (1881-1955), sacerdote jesuita y renombrado científico, vetado durante toda su vida de publicar ningún libro. Y Juan Pablo 2° pidió perdón, en nombre de la Iglesia, por haber condenado ésta a Galileo y a Darwin, abandonando la teoría creacionista sostenida por la doctrina católica y admitiendo el evolucionismo.
Pero falta por profundizar en las filas católicas el debate sobre el uso de células troncos, la nanotecnología, la fertilización de embriones y otros temas concernientes a la biotecnología y a la bioética. La ciencia se emancipó de la religión y corre el peligro de abandonar los parámetros éticos, en el caso de que los potenciales proveedores de dichos parámetros se divorcien de ella.
El cuarto desafío son los diálogos ecuménicos, entre las diversas iglesias cristianas, y el interreligioso, de la Iglesia Católica con las denominaciones religiosas no cristianas. Para el ecumenismo Roma debe admitir que su obispo es pastor universal de los católicos pero no de los cristianos. Y si el obispo de Roma sirve de referencia para la fe de los católicos, no debiera exceder su autoridad directa sobre las iglesias extendidas por todo el mundo.
En cuanto al diálogo interreligioso, es importante abrirse al mundo musulmán, abandonando prejuicios que lo identifican con el fundamentalismo. La teología de la Iglesia debe mucho a los islamistas como Averroes y Avicena, que abrieron la puerta para el conocimiento de Aristóteles, cuya filosofía respalda al tomismo. Añádase también la importancia del diálogo con el budismo y el ateísmo.
Ser papa es un honor. Pero también una cruz, muy bien expresada en el mejor y más evangélico de los títulos del romano pontífice: siervo de los siervos de Dios.


El Foro de Curas de Madrid:

"Los obispos se rodean del Íbex-35 y no son libres" 

por D. Fernández
Viernes, 01 de Marzo de 2013 07:20

El Foro de Curas de Madrid: "Los obispos se rodean del Íbex-35 y no son libres"
120 sacerdotes madrileños firman un texto crítico con los obispos, el poder político y el económico. Denuncian el silencio de la jerarquía eclesiástica ante el paro, los desahucios, la corrupción, mientras se rodea de empresarios imputados para financiarse.
Es una carta más, pero su contenido en contundente, inequívoco y acusador. Los obispos españoles se alían con el poder y dejan de lado las necesidades reales de los ciudadanos. Quien lo dice es el Foro de Curas de Madrid, un grupo de 120 sacerdotes madrileños muy críticos con la jerarquía Eclesiástica y con el poder político y económico.
Evaristo Villar, 71 años, es uno de sus portavoces. Lleva 43 años en el sacerdocio. Es teólogo, escritor, y dirige las revistasÉxodo y Utopía, además de la Redes Cristinas. Críticos, muy críticos, no dudan en utilizar la palabra, su única arma, para denunciar las injusticias que ven. No se definen como curas de izquierdas ni de derechas, “lo que está claro es con la derecha no estamos en absoluto”, señala Evaristo.
“Podríamos decir que estamos más allá de la izquierda. Nuestras propuestas sociopolíticas y económicas son… digamos proféticas”. “Si se nos quiere definir, no estamos de acuerdo con el sistema capitalista ni con el neoliberalismo. Nosotros tendemos hacia algo que no existe, que quizás podría definirse como ecosocialismo: respeto por la tierra y la ciudadanía. Nuestras posturas son humanas, y las defendemos y animamos con la palabra”.
Con esta carta de presentación, su último comunicado, emitido el lunes 25 de febrero (http://forocurasdemadrid.org/), es un ataque directo a la clase política y económica de nuestro país y a la Jerarquía eclesiástica, “de la que no esperamos respuesta, solo silencio. Nos ignoran. Nunca contestan a nuestras cartas”.
La Conferencia Episcopal nos ignora. Nos responden con silencio"En este último texto aseguran que "ven con preocupación, dolor y rabia cómo más de cinco años después de que comenzara la crisis económica la situación que están viviendo muchas de las familias de nuestros barrios, gente de clase media y baja, es cada vez más angustiosa y desesperante al tiempo que salen a la luz un día tras otro casos decorrupción política y económica a gran escala, protagonizados con frecuencia por algunos de los que generaron la crisis o de los que se la están haciendo pagar a los más desfavorecidos de la sociedad, especuladores financieros, empresarios, gestores de lo público o banqueros, unidos por un mismo afán, el de ganar cuanto más dinero mejor pagando al Estado en impuestos lo menos posible”.

"La corrupción invade todas las instituciones"

Villar tiene claro por qué han hecho ahora este comunicado. “Estamos indignados, como muchos ciudadanos. Vemos a nuestro alrededor paro, gente sin pensiones, sin casa, sin trabajo, sin país porque tienen que emigrar, sin comida, buscando en los contenedores. Son seres humanos y lamentablemente hay gente que hace negocio con esta situación: estafan, no pagan a Hacienda… Vemos que la gente que acude a nosotros está angustiada. Todo esto nos duele”, explica a 20minutos.es
“La corrupción invade todas las instituciones del Estado, todas. ¿Qué está pasando en este país? Éramos un país de gente solidaria y generosa que de repente se ha despertado con unos ladrones que no están robando los sueños.

Desahucios, banca y amnistía fiscal

Tampoco permanecen impasibles ante uno de los principales dramas sociales que ha puesto de manifiesto la crisis, los desahucios: “Este Gobierno se ha burlado de la gente. Hay muchas casas vacías y se echa a la gente a la calle. La solución política solo ha servido para reírse de la gente. Al final, es la ciudadanía quien soluciona estos temas. Lo hemos visto en el último caso de la mujer de 85 años a la que iban a desahuciar en A Coruña”.
En su texto, en el que no eluden ningún tema de actualidad, hablan claramente de compraventa de favores políticos. “Se ayuda más a la banca que a la población. La gente les importa un bledo. El PSOE, por ejemplo, debería ser más valiente y abandonar el Parlamento. Se legisla en contra de la gente. Lo que hay ahora es una legalidad injusta que los políticos honestos no deberían apoyar. ¿Y la Constitución?, ¿Para qué sirve? Es un Gobierno contra el pueblo”. En cuanto a la amnistía fiscal, Villar lo tiene claro: “¿Qué busca”, primar a los ladrones”.

Protestas callejeras y clase política

“Hay que tener la cabeza fría y las ideas claras. No se debe llegar nunca a la violencia, pero hay que actuar con toda la fuerza posible. Este tipo de democracia no vale, en el que solo de vota cada cuatro años y luego no se cumple el programa ni se representa al pueblo. No estamos de acuerdo con las listas cerradas”.
“El otro día se vio como diputados de la Asamblea de Madrid estaban jugando en sus escaños. Es una imagen deplorable. Hay un gran desprestigio de la clase política. Nos falta más cultura política, pero a toda la sociedad. Aquí sobrevive el pícaro, el que más miente, el que no paga el IVA, el Bárcenas. Estamos es una dinámica de pícaros”.

La jerarquía eclesiástica

El Foro de Curas de Madrid es tremendamente crítico también con la Conferencia Episcopal.“Somos gente de Iglesia, pero críticos. Mientras la ciudadanía se echa a la calle para defender el Estado del Bienestar, es lamentable que la jerarquía eclesiástica mantenga silencio. Los obispos sí protestan por la sexualidad, los matrimonios gays, la concepción de la vida. En estos temas sí, con sus pancartas, pero en temas de justicia y dignidad no dicen nada. A nosotros nos queda la palabra, la libertad para decirla. Por encima de las Instituciones están las personas y el mensaje de Jesús. Nosotros, antes de hacer públicas nuestras cartas, se las enviamos a Rouco Varela. Nunca nos contestan. Así responden a nuestras críticas. Nos ningunean, nos dan silencio”.
Según Villar, los obispos tienen un problema. Los obispos se rodean del Íbex-35. Como el ejemplo de la Jornada Mundial de la Juventud de 2010. Se rodearon de empresarios y se los llevaron a ver al papa. Ahora muchos de ellos están en prisión, o imputados o son sospechosos, y otros se salvan porque son muy poderosos. La Iglesia se financia con esta gente y no es libre; está cubierta por las tinieblas y no puede dar el mensaje de Jesús”.

La renuncia del papa

Benedicto XVI celebró este miércoles su último acto público en el Vaticano como papa, ya queeste jueves 28 abandona el cargo por propia voluntad. “Valoro positivamente su renuncia a un poder absoluto. Él se ha dado cuenta que ese poder no es eterno, como han hecho otros papas. Todo un modelo de Iglesia se cae con esta decisión. Este modelo monárquico e infalible ha fracasado, ha entrado en crisis. El papa es una persona enferma, débil, no tiene por qué seguir llevando esta tarea”, explica Villar.
¿Por qué lo ha dejado? “Está claro que hay una lucha por el poder. Hay corrupción sexual, nepotismo y compra de cargos. Es un basurero donde hay de todo. Creo que esto ha influido también en su decisión de renuncia".

Pederastia, celibato y castidad

“Benedicto XVI, antes de ser papa, trató de ocultarlo. Incluso con amenazas. Pero cuando llegó al papado implantó la tolerancia cero y priorizó las denuncias, aunque hay cardenalesque siguen en funciones a pesar de sus escándalos. Pero en general la gestión de este tema ha sido débil. La Iglesia pecadora y escandalosa suele estar cerca del poder”.
En cuanto al celibato y la castidad, tienen una postura clara: “Lo respetamos. Es una postura de fe. Es justo reconocerlo. Otra cosa es que la fe imponga el celibato. El celibato es una legislación posterior de la Iglesia. Por ejemplo, no existe en la rama oriental del catolicismo.Teológicamente no es exigente ni necesario. Además es un desperdicio de capital humano, porque muchos sacerdotes bien preparados lo dejan por este motivo. Es ruinoso incluso económicamente, porque malgastas el dinero que has invertido en formar a buenos sacerdotes. Es un déficit en la cuenta de los últimos papas, que no han querido abordar este tema”.
http://www.20minutos.es/noticia/1743816/0/evaristo-villar/foro-curas-madrid/papa/



Señores cardenales: ¿qué opinan de los desahucios?

Publicado el 13 de marzo de 2013
Principia Marsupia
vaticano Crédito de la fotografía: Reuters
Soy profundamente ateo, pero ¿y si la jerarquía vaticana olvidase sus espectáculos absurdos y debatiese los asuntos que preocupan a la sociedad?
Permitidme un ejemplo. Durante siglos, la Iglesia consideró que aquellos que aceptasen interés a cambio de un préstamo no merecían sepultura cristiana. La Biblia contiene pasajes muy elocuentes al respecto:
Deuteronomio 23:19,
No exigirás de tu hermano interés del dinero, ni interés de comestibles, ni de cosa alguna de que se suele exigir interés.
Salmos 15:5,
Quien su dinero no dio con interés.
El que hace estas cosas, no resbalará jamás.
Nehemías 5:6-8,
Cuando oí su clamor y estas palabras, me enojé mucho.
Después de meditarlo bien, reprendí a los nobles y a los oficiales. Y les dije:
—¿Exigís interés a vuestros hermanos?
Ezequiel 18,
Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: [...]
Y el hombre que fuere justo, e hiciere según el derecho y la justicia [...]
que no prestare dinero a interés ni tomare usura; [...]
apartare su mano del pobre, interés y usura no recibiere;
Tomás de Aquino, siguiendo un argumento de Aristóteles, escribió que el préstamo con intereses es “una violación de la ley moral natural”. El Concilio de Trento decretó que “el préstamo con intereses es un pecado de igual gravedad que el homicidio”.
Este asunto resultó de vital importancia en la historia de Europa. Calvino consideraba que la interpretación católica era errónea y que los préstamos a intereses razonables no eran incompatibles con los textos bíblicos. Max Weber explica que esta fue una de las razones por las que el capitalismo floreció en el norte del continente.
Señor Rouco y compañía, ¿qué tal si se dejan de fumatas y nos explican su posición sobre los desahucios, por ejemplo?


La dimisión del Papa y la Teología de la Liberación.

http://kaosenlared.net/media/k2/items/cache/f279b670e018740a773820524651f68a_XL.jpg
por Txanba Payés
Martes, 19 de Febrero de 2013 01:34

Algo que se supone no tiene que ver conmigo, sin embargo, es la reflexión que prefiero hacer sobre la Teología de la Liberación y la renuncia del Papa. Porque me interesa proponer como única opción la TL para América latina y los pueblos del Sur venga el Papa que venga.

La renuncia, dimisión del Papa y la Teología de la Liberación. 
 
La renuncia al papado de Benedicto XVI ha pillado a todos por sorpresa.  Nadie la espera y menos a una agrego yo, los más cercanos a él. Todos los medios y expertos desde fuera de la iglesia han escrito ya un sinfín de especulaciones,  sutiles elogios y alabanzas al todavía pontífice por su decisión.
 
Los más conservadores argumentan que lo hace porque es un gran hombre y demuestra con su renuncia la humanidad y la sencillez que posee a pesar de su privilegiado y de sus amplísimos  conocimientos sobre teología. Otros, por el contrario, arguyen que la renuncia se debe a la lucha interna que hay en la jerarquía. Sin embargo la inmensa mayoría de católicos que desconocen e ignoran esas luchas internas, ven en su dimisión, la despedida de un "santo padre".
 
Al margen de alharacas y panegíricos que se escuchan a diario, huelga recordar que las circunstancias sociales, económicas y políticas dentro y fuera del Vaticano, da igual quien sea el papa. Las luchas internas que subyacen por el control de unos de los estados más pequeños del mundo, desconocido por la inmensa mayoría de las personas. Al igual que en los imperios, grandes o pequeños, en la jerarquía católica (vocablo de origen imperial), también hay quienes dominan y controlan a los súbditos. 
 
La mayoría del Colegio cardenalicio sigue la línea ya impuesta por el anterior Papa Juan Pablo II que junto al Cardenal Ratzinger hoy Benedicto XVI, se encargaron de realizar durante más de 30 años, toda una urdimbre hermenéutica clásica conservadora, aislando y anatematizando, con métodos poco cristianos, a todo aquel teólog@, cura, religios@ y laic@s que no compartiera su espíritu conservador como auténticos inquisidores.
 
También es sabido que tanto el anterior como el actual Papa se han rodeado de una pléyade  de miembros del opus y otras corrientes conservadoras a fines (Carismáticos, Focolares, Comunión y liberación, Kikos, legionarios de Cristo...). Entre todos ellos han acallado aquel teólog@, cura, religios@,  laic@ que hablara y apostara por continuar con el legado del Concilio Vaticano II que fue, no lo olvidemos,  el que abrió las puertas y ventanas  vaticanas para que la brisa de las realidades sociales del mundo entrara a dar aires nuevos a la jerarquía de la iglesia y a ella misma. Víctimas de estos "líderes vaticanistas" son los teóricos, creadores y militantes de la Teología de la Liberación.
 
La renuncia de Benedicto XVI no va a cambiar en nada la roto tus que en tesoros momentos mantienen las élites conservadoras de la iglesia respecto a esta Teología que, para ellos, es marxismo denominado teología. El problema, según ellos, estriba en que la TL utiliza el materialismo histórico como método para una hermenéutica teológica pegada a la realidad económica, política y social.  El delito de la TL es poner en el centro de esa interpretación teológica a los pobres. Insisten en que la opción que hizo el Jesús histórico por los más pobres de su tiempo no  es la que debería de hacer la actual iglesia. Con la opción de la TL obviamente se estaría volviendo a los valores de las primeras comunidades cristianas, y, sin embargo, la objeción que hace esta jerarquía es que con tal opción de tomar partido. La Teología de la Liberación toma partido, y yo con ella, al denunciar al capitalismo neoliberal como el medio paradigmático de explotación del pobre.
 
La TL contempla el término "pobre" no sólo desde un punto de vista económico, que también lo hace, si no que en esa categoría teológica entran todos los excluidos por este sistema capitalista neoliberal: los indios, lo negros, la mujer indígena... Y  es que la TL pone todo su énfasis como preferencial en los pobres y marginados, enfrentándose a todo tipo de poder fáctico. 
 
La TL considera que tanto el Dios Judío del Antigua Testamento como Jesús el Galileo en el Nuevo Testamento, optaron por los pobres y oprimidos. El primero, Dios-Yavé, con la liberación de los israelitas optó por los oprimidos y no por el faraón. Y en el Jesús histórico se ve cómo esa opción queda reflejada cuando en la parábola del juicio final al ser juzgados los hombres no se les preguntará por cuanto rezaron en sino más bien por cuanto hicieron en pro de sus semejantes: “dar de comer al hambriento, vestir al desnudo (...) estuve sediento y me diste de beber, estuve en la cárcel y me visitaste,...".
 
La situaciones, pues, son antagónicanicamente opuestas en este momento. Viendo cómo y con quién está la actual jerarquía de la iglesia se pude deducir al margen de quien salga elegido, la opción ganadora de la iglesia seguirá siendo la de mantener el estatus quo de las oligarquías y burguesías tanto a nivel mundial como las de cada  país o región. 
 
Y es que con el Papa que se va como el Papa que venga, la iglesia seguirá inmersa en su lucha interna por unos intereses mezquinos más que religiosos teológicos, solidarios, etc. Hay dos maneras de ser iglesia: una la que va de la mano con el status quo actual, conservadores,  y la otra, la que propone aquellos que defienden - y hacen - Teología de la Liberación. 
 
Y es que,  ellos, los teólogos de la liberación, seguirán  insistiendo y resistiendo junto a los pobres y marginados del planeta, por más que la jerarquía actual - como la que venga - se encargue de prohibir, ocultar y reprimir, esa propuesta teológica, de allí mi  "vademécum"  particular se resista a seguir en mi pequeña biblioteca de donde extraigo las siguientes citas:
 
“Me atrevo a decir  que no importa que la Teología de la Liberación muera, en tanto que no sigan muriendo los pobres, pero que mientras haya pobres, habrá teología de la liberación”. Pablo Richard
 
“La pobreza entendida como opresión revela muchos rostros: el de los indígenas que desde su sabiduría ancestral concibieron una fecunda teología de la liberación indígena; la teología negra de la liberación que resiente las marcas dolorosas dejadas en las naciones que fueron esclavistas; el de las mujeres sometidas desde la era neolítica a la dominación patriarcal; la de los obreros utilizados como combustible de la maquinaria productiva. A cada opresión concreta corresponde una liberación concreta”. Leonardo Boff.
 
 “El punto de partida de la Teología de la Liberación es la experiencia humana que, ante el atroz espectáculo de la maldad humana, que pone a la mayoría de la humanidad a la orilla de la muerte y de la desesperación, se rebela y busca corregirla. Y la experiencia cristiana que, basada en la misma realidad, ve, desde el Dios cristiano revelado en Jesús, que esa atroz situación de maldad e injusticia es la negación misma de la salvación anunciada y prometida por Jesús, una situación que ha hecho, de lo que debiera ser reino de gracia, reino de pecado” Ignacio Ellacuría (Teólogo mártir por la liberación del pueblo, Nueva Utopía, 1990, pp.153-154).


Víctimas de abusos sexuales pidieron al Vaticano retirar de la lista de papables a doce cardenales


La Red de Supervivientes de Víctimas de Abusos por parte de Sacerdotes aseguró que son impugandos por su actuación. Entre los cuestionados se encuentra el argentino Leonardo Sandri.
Mediante su portavoz, el Vaticano afirmó:"no les corresponde a ellos decir quién va o no al cónclave".
Cuando todo se prepara para que, previsiblemente, el próximo lunes comience el cónclave en el que se elegirá al sucesor de Benedicto XVI en el trono de Pedro, el escándalo por los abusos sexuales vuelve a sacudir al Vaticano con el pedido de separación de una docena de los cardenales que participarán de la elección.
El reclamo fue hecho por una asociación de víctimas de abusos sexuales y entre los señalados para evitar que sean "papables" por no haber actuado con suficiente decisión contra casos de pederastia, se encuentra el mexicano Norberto Rivera Carrera, el hondureño Oscar Rodríguez Maradiaga y el argentino Leonardo Sandri.
En un comunicado emitido en Roma, la asociación estadounidense Red de Supervivientes de Víctimas de Abusos por parte de Sacerdotes (SNAP) consideró que dichos purpurados supondrían "la peor elección en términos de protección a la infancia, curación de las víctimas y lucha contra la corrupción".
En lo que SNAP califica de "docena sucia", aparecen también los cardenales estadounidenses Timothy Dolan, Donald Wuerl y Sean O´Malley; el australiano George Pell; el checo Dominik Duka; el canadiense Mac Ouellet; así como el ghanés Peter Turkson y los italianos Angelo Scola y Tarcisio Bertone, cardenal secretario de Estado del Vaticano.
"Instamos al Colegio Cardenalicio a no elegir a ninguno de estos 12 como próximo papa", afirmó el director de la asociación, David Clohessy, señalando que algunos cardenales aparecen en la lista por su actuación y otros por "comentarios públicos hirientes o engañosos" sobre los casos de abusos, informó la agencia DPA.
En su comunicado, la asociación de víctimas consideró que lo peor en el escándalo de pederastia en la Iglesia católica "está todavía por llegar" ya que, según SNAP, los casos de abusos sexuales por parte de sacerdotes católicos siguen ocultos en la mayoría de países, excepto en Estados Unidos y unos pocos países europeos.
La respuesta del Vaticano fue escueta y a través del portavoz de la Santa Sede, Federico Lombardi, quien preguntado por periodistas afirmó: "No les corresponde a ellos decir quién va o no al cónclave".
Télam
MOVIMIENTO TAMBIEN SOMOS IGLESIA-CHILE
JESUS FUE AYER EN EL TEMPLO Y AHORA:"UN INDIGNADO"
Enviado por Enrique Orellana

ARGENTINA: CRISTINA MURIAS, HERMANA DE UNO DE LOS CURAS ASESINADOS

“Querían destruir la pastoral”


“Fue parte del mismo paquete”, dijo, sobre el crimen de Angelelli.
Imagen: Télam


Murias cuenta que “los propios curas que declararon” en el juicio admitieron que hubo “un matrimonio entre la cúpula de la Iglesia y los militares” y que la jerarquía eclesiástica “abandonó” a los sacerdotes de La Rioja.

 Por Laura Vales

Cristina Murias es la hermana de Carlos, uno de los curas asesinados en El Chamical. Desde Córdoba, donde vive, dice que los testimonios aportados en el juicio oral por los homicidios de su hermano y de Gabriel Longueville serán valiosos en el próximo juicio por la muerte del obispo Enrique Angelelli, “porque fue todo parte del mismo paquete: a mi hermano y a Gabriel los matan el 18 de julio, a monseñor Pedernera el 25 de julio y a Angelelli el 4 de agosto. Querían destruir la pastoral del obispo”. Parte de esos testimonios se refirieron al papel que tuvo la cúpula de la Iglesia. “Los propios curas que declararon lo dijeron: hubo un desposorio entre la cúpula de la Iglesia y los militares.”

“Lo dijo el padre que fue el superior de los capuchinos”, apunta Murias, del otro lado del teléfono.

–¿Qué palabra usó?

–Dijo que hubo un desposorio, un matrimonio entre las dos cúpulas. También Antonio Puigjané, que habló por videoconferencia. Todos sabemos que la Iglesia los abandonó. Angelelli fue a pedir ayuda, y en aquel momento (Vicente) Zazpe le mandó a decir: “Díganle al pelado que lo único que puedo hacer es rezar”. Y Zazpe era el vicepresidente de la Conferencia Episcopal, ¿cómo que lo único que podía hacer era rezar?

–El juicio oral terminó en diciembre con tres condenas. ¿Se sintió conforme con el fallo?

–Con el fallo sí, pero hay que aclarar que la causa llegó mutilada al juicio oral, porque el juez de instrucción (Daniel Herrera) Piedrabuena no proveyó ninguna de las pruebas que pedimos. La causa tendría que haber llegado a juicio teniendo entre los acusados a (Albano) Harguindeguy y Eduardo Menem, que fue el instigador de toda la persecución a la pastoral del obispo Angelelli. El (Menem) fue ministro de gobierno de la dictadura y fue director periodístico del diario El sol, desde donde se hacía campaña contra el obispo. No hay que olvidar que la persecución a toda esa pastoral comenzó en el año ’70, ’71. ¿Y quiénes eran los mentores? Los cruzados de la fe, un grupo de ultracatólicos que defendían a los terratenientes. Y los mentores de eso eran los Menem. Por otro lado, inmediatamente después del juicio, la Cámara de Casación les dio a los condenados el beneficio de la prisión domiciliaria.

–¿Cuántos quedaron en prisión?

–De los tres, solamente uno, el comisario (Domingo) Vera. A (Luis Fernando) Estrella y (Luciano Benjamín) Menéndez, Casación les dio la prisión domiciliaria con el argumento de la falta de fundamentos, porque por la feria judicial la lectura de los fundamentos de la sentencia se pasó para febrero.

–Ahora, con la difusión de los fundamentos, ¿esto podría cambiar?

–No sé. Hay un criterio que nos deja atadas las manos, porque como querellantes no tenemos derecho a pedir ni a apelar las medidas coercitivas. Quiere decir que nosotros no podemos apelar.

–El juicio por el asesinato de su hermano, ¿va a ayudar en la causa de Angelelli?

–Sí, lo más valioso es lo que declaran los curas o ex curas y la gente que trabajaba en la pastoral, que ante un tribunal que eran dos jueces de Córdoba, porque tanto Gabriel como mi hermano eran cordobeses, se animaron a declarar. Todo eso es ahora un instrumento público.

–¿Por qué mataron a su hermano?

–La pastoral del obispo estaba centrada en ser la voz de los que no la tienen. Conseguían que a las empleadas domésticas no se las tratara como esclavas, porque les pagaban con la comida y ropa vieja, ayudaron a crear el sindicato minero, peleaban contra el apropiamiento de las sierras, porque todo el norte del país no tiene títulos de propiedad, son propiedades ancestrales. Entonces pasaba como pasa ahora, llegaban con la compra de 50 mil hectáreas hecha en Buenos Aires, fraguadas obviamente, y los desalojaban. En el año ’73 se produce un acontecimiento que jamás había pasado: cuando llega el obispo a celebrar las fiestas pastorales de Anillaco lo apedrean, le tiran tomates, Amado Menem con altoparlantes incitaba al pueblo para que los corrieran, porque decían que ésos no eran cristianos. Tanto es así que el papa Pablo VI tuvo que mandar a un delegado personal con una nota afirmando que la pastoral del obispo era la pastoral de la Iglesia Católica, como un modo de dejar en claro que no eran comunistas ni eran foráneos... bueno, todo el que no era de La Rioja era considerado foráneo.

–Hablaba de cómo la jerarquía de la Iglesia le dio la espalda a Angelelli. Ustedes, como familiares, ¿también recurrieron a la Iglesia por ayuda?

–Jamás, ni la Iglesia se acercó ni nosotros le pedimos nada, porque sabíamos perfectamente lo que era (Raúl) Primatesta. También el obispo (de La Rioja, Roberto) Rodríguez, que ahora está por renunciar, antes de que llegue el juicio por Angelelli, se negó sistemáticamente a ofrecer pruebas, hasta que este tribunal oral le ordenó que abriera los documentos de la curia, porque ahí consta la persecución a la pastoral, con todas las modificaciones que pudo haber con todos los obispos que siguieron.

–Así como se juzga a los militares, ¿también deberían ser juzgados los hombres de la Iglesia que tuvieron responsabilidad en los crímenes del terrorismo de Estado?

–Casi todos los que intervinieron en aquel entonces están muertos: Primatesta, (Antonio) Plaza, (Juan Carlos) Aramburu... pero creo que la Justicia podría condenar a la institución. Porque a las instituciones siempre las dejan a salvo, pero a las instituciones las manejan los hombres, los seres humanos, y lamentablemente acá fueron cómplices de la dictadura, o sea: denunciaron a gente, pedían las listas de los maestros en las escuelas de monjas que Primatesta las pasaba al Tercer Cuerpo. Todo eso se sabía y se sabe... ¿y que no haya sanción porque se murió? Tiene que haberla.




"Más que el Cónclave, lo importante es una renovación radical de la Iglesia"

Esther Vivas entrevista a Teresa Forcades, la mediática monja benedictina que desmonta los mitos del capitalismo y también de la Iglesia católica 

ESTHER VIVAS Barcelona 13/03/2013 11:15 Actualizado: 13/03/2013 13:17 Público
La religiosa Teresa Forcades, durante una rueda de prensa.

La religiosa Teresa Forcades, durante una rueda de prensa.

Presentar a Teresa Forcades resulta complicado. Podríamos decir que es monja benedictina, citar su currículum, que es doctora en teología y medicina, pero nos quedaríamos cortos. Teresa Forcades es mucho más que todo esto. Es una monja que rompe moldes. Muchos la conocieron cuando denunció los intereses de la industria farmacéutica tras la vacuna de la Gripe A. Tiempo después ocupó de nuevo las pantallas y las páginas de los medios de comunicación catalanes llamando a una huelga general indefinida y desmontando los mitos del capitalismo. Se ha pronunciado siempre en defensa de aquellos que el sistema criminaliza y persigue.
En sus charlas, ya sea ocupando una plaza, el hall de un hospital, en un teatro o en una sala de actos, centenares de personas, de todas las edades y perfiles sociales, esperan escuchar a la monja que dice las cosas por su nombre. Teresa Forcades ha conseguido que hoy hablar de anticapitalismo sea mucho más fácil. Y el monasterio de Sant Benet, en Montserrat, donde habita junto con otras 40 hermanas, se ha convertido en una puerta abierta a los que sueñan, luchan y no se resignan. Hablamos con ella con la excusa del Cónclave papal, para conocer qué defiende una monja siempre leal con los de abajo.
Esther Vivas. Estos días el foco mediático está puesto en el Cónclave que tiene lugar en el Vaticano para elegir un nuevo Papa. ¿Hay razones para que este tema sea noticia como lo es?
Teresa Forcades. Por una parte está justificado debido al impacto que tiene la Iglesia católica romana y la cantidad de gente que a nivel internacional forma parte de ella, pero no me parece adecuado el contenido de estas informaciones. Se habla de los detalles del Cónclave, de quién saldrá elegido. Cuestiones que en sí no son relevantes comparadas con la necesidad que tiene esta institución de una renovación radical, que visibilice, por ejemplo, la total falta de representatividad de las mujeres. Éste sí es un tema que creo merece un titular en la prensa internacional. Y no sólo el tema de las mujeres sino el cómo se toman las decisiones, cómo en la Iglesia católica hay un movimiento que se está organizando desde la base... Y los grandes medios de comunicación no están reflejando esta realidad plural.
EV. Entonces, ¿qué hacer?
TF. Me gustaría citar a la teóloga Mary Hunt, que propone que en la Iglesia católica tendríamos que hacer lo que se les enseña a los niños pequeños antes de cruzar la calle: primero párate, luego mira y después escucha. Y ella lo que propone es parar el proceso y que no se elija a un nuevo Papa, porque el proceso está desfasado. La manera en cómo se realiza no corresponde ni a los signos de los tiempos y ni a la demanda que nace desde el corazón de la institución. Creo que es una propuesta interesante: parar y luego mirar. Mirar cuál es la realidad de esta iglesia, que por una parte envejece y por la otra crece en zonas con poca representación en la toma de decisiones, qué pasa con el tema de las mujeres, qué pasa con el clericalismo. Mirar y luego escuchar. Y este escuchar implicaría establecer los mecanismos para que esta voz de las comunidades de base tuviera un peso en la toma de decisiones.
EV. Una de las limitaciones más claras de la Iglesia católica, como dice, es el papel subalterno que da a la mujer. Una mujer no puede dar la comunión, ser sacerdote, obispo, cardenal ni Papa. Al mismo tiempo, ha habido una ofensiva clara por una parte significativa de la Iglesia contra los derechos sexuales y reproductivos. Visto lo visto, ¿se puede ser monja y feminista?
TF. Se puede y además no soy la única. Antes ya he hablado de Mary Hunt, ella no es monja pero sí es teóloga de la Iglesia católica y feminista. Y hay diversos movimientos de teología feminista dentro la Iglesia.
EV. Y, ¿qué feminismo reivindica?
TF. El feminismo para mí es el planteamiento de la igualdad sin paliativos. El orden patriarcal es el orden que varones y mujeres juntos hemos construido y que estamos apoyando en la medida en que en nuestra vida adulta vivimos en continuidad con el proceso de subjetivación infantil. Y, ¿cuál es este proceso de subjetivación infantil? Es el que determina mi identidad personal y sexual en relación a la figura materna. La niña se identifica con la madre y el niño se distancia. Y en la vida adulta, hay mujeres que aún seguimos pensándonos como cuidadoras o como madres en general, no por el hecho de serlo o no, sino por sentir esa responsabilidad emocional hacia los demás. Mientras, los varones, que viven en continuidad con su patrón de subjetivación infantil, se siguen considerando, como adultos, como aquellos que son cuidados. Aquí es donde yo encuentro un fundamento que me ayuda a entender por qué la gran mayoría de órdenes sociales han respondido a un patrón patriarcal, donde las mujeres por el hecho de serlo se les ha privado de algo, ya sea representatividad política, religiosa o profesional. El reto es subjetivarse en la vida adulta sin referencia a la figura materna, esto es, atreverse a habitar el espacio inédito y original que me constituye como pieza única, superando toda etiqueta, incluidas las de género. 
EV. Así como en Grecia suman ya 29 huelgas generales desde que estalló la crisis, aquí los sindicatos mayoritarios acostumbran a pensárselo y mucho antes de convocar una. Usted, hace unos meses, hzo un llamamiento a "una huelga general indefinida". ¿Por qué?
TF. Exacto. Para mí el adjetivo fundamental es "indefinida". Ha llegado el momento ya no del análisis sino de la acción y de una acción que sea transformadora, no sólo simbólica. En Catalunya, la presente crisis ha situado a un 12% de la población en la miseria y en la pobreza extrema, según datos del Informe INSOCAT de enero del 2013. Se trata de personas que si no van a hacer cola en alguna parte no comen. Y a este 12% se le tiene que añadir el 18% de pobreza, de personas que tienen dificultades para llegar a final de mes. Entonces, si sumamos el 12% y el 18% nos da un 30%, que cumple la profecía maldita de Margaret Thatcher cuando nos hablaba de la sociedad de los dos tercios. Es decir, que para gobernar con éxito se debe de ignorar a un tercio de la población, sacrificarle, porque no es necesario para ganar las elecciones, y así se estabiliza la sociedad. Y en Catalunya esto es una realidad. Además, la pobreza ha aumentado sobre todo en las familias con niños pequeños.
Por lo tanto, esto significa que ha llegado el momento de la acción pero no de una acción simbólica sino de una acción contundente. Y el objetivo de la huelga general indefinida es el de hacer caer al Gobierno, un Gobierno que en lugar de gobernar en favor de los intereses mayoritarios y de las necesidades reales objetivas de la población gobierna en contra de estos intereses y a favor de unas minorías. Y tenemos suficientes datos concretos, como el rescate de la banca, lo que ocurre con los bancos que tienen pisos en propiedad y desahucian a la gente y tantos otros, que deslegitiman a este gobierno.
Y ésta es mi propuesta: organizarnos para una huelga general indefinida, derrocar al Gobierno y, entonces, abrir un período constituyente. No se trata solamente de derrocar a este Gobierno, a este partido, porque el problema es el sistema en sí, el sistema en el que nos encontramos tanto a nivel socio-económico y, también, político. Y para cambiar de raíz este sistema tan desigualitario es necesario un proceso constituyente, el órgano adecuado en democracia.
EV. Sí. Lo ha dicho más de una vez: "La Constitución está hecha por el pueblo. Y si tiene valor es porque refleja la voluntad del pueblo". Esto, evidentemente, hoy no pasa. La Constitución, como la democracia, está al servicio del capital. ¿Cómo empezar, pues, una dinámica de procesos constituyentes en el Estado español? ¿Cómo se hace?
TF. Lo que tiene el proceso constituyente es que a lo largo de la historia se ha hecho de muchas maneras pero hoy en día es imposible pensarlo de arriba abajo. No se trata de reunir a los máximos expertos y que hagan la súper propuesta que luego el pueblo tiene que ratificar sino que se trata de un cambio de paradigma, de modelo, que solamente es posible con la participación de la gente. Por lo tanto, el punto fundamental para mí es ese recuperar la subjetividad política. Esa capacidad política de intervenir y responsabilizarse por la calidad de nuestras relaciones sociales, de nuestro vivir conjunto. Y eso requerirá de una organización desde la base, con asambleas sectoriales, que luego pueden desembocar, en su momento, en un proceso constituyente convocado quizá por una candidatura que pueda ganar una mayoría social con este proyecto.
EV. Le hemos visto al lado de la revista CafèambLlet condenada injustamente por denunciar la corrupción y el "negocio" de la sociovergencia en la sanidad pública catalana. Has estado también ocupando el hall del hospital Sant Pau. Te has solidarizado con Enric Durán, perseguido por la justicia por "estafar" a quienes nos roban, la banca. Has estado, también, al lado de los huelguistas de hambre de Telefónica.
TF. La estrategia de cambio para que sea sólida tiene que ser profunda y a largo plazo, pero mientras hay unas urgencias sociales a las cuales no se puede dar la espalda y que implican una movilización inmediata. En Catalunya, la revista CafèambLlet ha destapado el caso de corrupción más importante en la historia de la administración catalana y se les ha silenciado, se les ha incluso abierto un proceso judicial y se les ha condenado a pagar una multa de diez mil euros. Me ha parecido que apoyarles era fundamental. Luego está el caso de Telefónica con esos despidos improcedentes. Tenemos que cambiar el marco en que esto se produce, pero ahora mismo hay gente en la calle que tiene esta lucha abierta y me parece necesario darles apoyo. Y lo mismo con las privatizaciones de la sanidad y con los recortes. Ésta sería la lucha de la asamblea del Hospital de Sant Pau y de tantos otros hospitales. Es necesario compaginar esa estrategia a largo plazo con la presión a corto plazo para que no se cierre un ambulatorio, no se apliquen recortes.
EV. Mucha gente te empezó a conocer a raíz del vídeo "Campanas por la Gripe A", colgado en Internet y que llegó a centenares de miles de visitas, y donde denunciabas los intereses económicos tras la vacunación por la Gripe A. Ahora vuelves a señalar a las farmacéuticas en un trabajo exhaustivo que has realizado sobre los efectos secundarios tan negativos de la vacuna del Virus del Papiloma Humano (VPH).
TF. La vacuna del VPH tiene un perfil riesgo/beneficio desfavorable. Es decir, que resulta una contradicción, a nivel científico, recomendarla. Y esto es lo que está haciendo la Administración. Éste es un mensaje que a mí me gustaría que recibieran todos los padres y madres que, en definitiva, son los responsables de decir si su hija se vacuna o no. Y es importante señalar, como explico en un documento con las debidas referencias científicas y en un vídeo, que la vacuna no ha demostrado su eficacia y, en cambio, hay posibilidad, aunque sea en un porcentaje de casos bajos, de efectos secundarios gravísimos, incluida la muerte. En el Estado español, ha habido un caso, en Asturias, donde esto ha ocurrido, una chica de 13 años que ya nadie la devuelve a sus padres ni a la vida.
EV. ¿Nos quieren enfermos?
TF. El mundo está organizado alrededor de intereses económicos . Ya lo dice el Evangelio: "No se puede servir a dos señores, no se puede servir a Dios y al dinero". No creo que haya gente que necesariamente nos quiera enfermos, pero sí que hay gente que quiere hacer negocio y cuanto más mejor. Si estar sanos fuese negocio, nos querrían sanos; que estar enfermos es negocio, pues, sí, nos quieren enfermos. Que la guerra es negocio, entonces, se pasa por delante de las consideraciones morales y se impulsa la guerra.
EV. Has hecho afirmaciones contra la banca, las farmacéuticas, el gobierno... Alguna vez no te han dicho eso de: "¿Por qué no te callas?". ¿Te han intentado silenciar? ¿Ha tenido consecuencias para ti y tu comunidad?
TF. Sí. En el momento en que he dicho, por ejemplo, que no quiero una Catalunya independiente financiada por La Caixa. Cuando mi comunidad ha necesitado un crédito para unas obras que queríamos hacer, pues, parece que esto ha tenido consecuencias negativas en cuanto que no sea posible obtenerlo. También es conocido que Marina Geli, consejera de Sanidad de la Generalitat, durante la campaña de la Gripe A, llamó al abad de Montserrat para decirle si podía conseguir que yo me callara. El abad llamó a la abadesa, la abadesa me llamó a mí, pero estas llamadas, del abad y la abadesa, no fueron de orden sino que fueron de decir... mira, bueno, ha pasado esto. La comunidad dejó la decisión en mis manos y yo decidí continuar. Otra consecuencia fue en unas jornadas de medicina preventiva en Cartagena, en el 2010, que me invitaron y cuando llegué, me informaron de que si el Congreso y su Comité Científico desearan invitarme al año siguiente esto no sería posible porque al saber que yo iba a hablar en esas jornadas dos compañías farmacéuticas, Sanofi-Aventis y GlaxoSmithKlein, retiraron su financiación.
EV. A veces se dice que el miedo ha empezado a cambiar de bando. Que la gente ha perdido, en parte el miedo, y se ocupan plazas, bancos, viviendas vacías. La gente se indigna, se rebela y desobedece. Pero aún mucha gente tiene miedo sobre todo a perder el trabajo, a no poder pagar la hipoteca, a que la echen de su casa? ¿Hay que vencer el miedo?
TF. Hay que tener más miedo a no hacer nada. El miedo de que si no hacemos nada la situación actual nos empuja, nos lanza a la miseria, tanto si abres la boca como si no. Yo creo que esta conciencia de que si no actuamos nos va a ir muy mal es importante. Miedo a que no actuar sea en negativo. Y, por lo tanto, sumarse a esta voluntad de cambio social, prepararnos a fondo para este cambio. Porque este cambio no solamente es posible sino que es mucho más favorable de lo que quizás algunas personas ahora imaginan. Un cambio sólido y favorable para los intereses de la mayoría.
Este sistema, citando la Biblia, es "un gigante con los pies de barro". Y así ha sido siempre. Impresiona, tiene apariencia, pero no tiene solidez. Por eso, a lo largo de la historia no ha habido suficiente con la fuerza policial, represora, militar, para evitar el cambio social. Siempre ha sido necesario un segundo factor que podemos llamar ideológico. El factor ideológico ha sido, precisamente, el convencimiento de la mayoría de que el cambio o bien no era posible o que nos saldría más caro que no decir nada. Siempre, a lo largo de la historia, ha habido momentos en que este factor ideológico se ha debilitado suficientemente como para que se produjeran dichos cambios. Y estoy hablando desde la Revolución francesa, a la consecución del sufragio universal. Todos los derechos adquiridos han pasado por una toma de conciencia de que ese miedo al cambio correspondía a unos intereses creados y no a una realidad objetiva. El cambio es posible.
EV. Manos a la obra.


LA MAFIA SACA DE CIRCULACIÓN A Ratzinger

:
por Rafael Plaza Veiga
El pasado 22 de febrero el Papa sustituía al subsecretario de Relaciones con los Estados, Ettore Balestrero, por alguien de su mayor confianza, Antoine Camilleri. Hace tiempo que el papa Ratzinger ha dejado de fiarse de su secretario de Estado, el cardenal Tarcisio Bertone, que trabajó con él muchos años en la Sagrada Congregación para la Doctrina de la Fe (antiguo Santo Oficio). A partir de hoy, Bertone toma las riendas de la Santa Sede como Camarlengo, encargado de organizar el Cónclave Cardenalicio que elegirá al nuevo Pontífice. No podrá ser papa.
La prensa italiana señalaba a Balestrero como "hombre fuerte" de Bertone en los asuntos referidos al IOR (Instituto para las Obras de la Religión, popularmente conocido como "la Banca Vaticana"). Il Corriere della Sera le califica de "poderosísimo". Benedicto XVI le ha destituido, nombrándole nuncio apostólico en Colombia... tras la investigación encargada a tres cardenales (uno de ellos el español Julián Herranz), que debió descubrir en Balestrero cuentas "no muy claras". El Papa había ordenado esta investigación tras la revelación de los informes secretos robados por su mayordomo y hechos públicos hace casi un año (Vatileaks) por un destacado periodista italiano.
Cobran cada día más sentido las recientes revelaciones del periódico italiano La Repubblica ("Los secretos de la Banca de Dios. Cómo el dinero ha envenenado el Vaticano"), del 21 de febrero pasado, que sitúa a Balestrero, junto a su jefe inmediato, Bertone, como uno de los máximos controladores de las finanzas de la Iglesia, uno de los puntos clave para entender su renuncia al Papado. El cardenal Bertone está resultando ser, desde el anuncio por parte de Joseph Ratzinger de su renuncia al Pontificado, objeto de las críticas de un importante sector de la Curia Vaticana: bien por su pésima gestión financiera (o por los secretos de la misma), bien por las luchas de poder que parece encabezar de cara a la sede pontificia.
El poderosísimo cardenal salesiano está desde hace un año en el ojo del huracán, desatado tras el robo y la filtración de los documentos secretos vaticanos hace cerca de un año, y que fueron desvelados por el periodista Gianluigi Nuzzi en su polémico libro Sua Santitá.
Paternidad cardenalicia
A todo esto habría que añadir las especulaciones, cada día más sorprendentes, acerca de la vida sexual de importantes jerarcas de la Curia (habrá que empezar a llamarlo el Vati-sex) entre los que parecen figurar, según se afirma en un reportaje publicado en el último número de la revista italiana Panorama ("Bertone, el agujero y el hijo del cardenal", firmado por Ignazio Ingrao) un purpurado muy cercano al secretario de Estado y que según el semanario "sería el padre" de un funcionario vaticano que hoy tendría en torno a los 30 años. Aunque no se indica su nombre, sólo se afirma que se trata de un miembro cualificado del organismo encargado de las finanzas de la Iglesia...
Esta presunta paternidad "cardenalicia" volvería, según el autor de la investigación, a poner en tela de juicio, ante Benedicto XVI, las "amistades peligrosas" de su secretario de Estado, aunque en junio del año pasado se vio en la necesidad de defenderle de críticas cada día más fuertes. La gota que ha colmado el vaso ha sido el descubrimiento de un lobby gay en el interior del Vaticano, que pone en evidencia la desordenada vida sexual de algunos de los jerarcas de la Iglesia. Lógicamente, el portavoz vaticano, Federico Lombardi, lo ha desmentido, calificándolo de "chismes, difamaciones y calumnias".
El diario italiano La Repubblica está reproduciendo algunas cartas de lectores donde se acusa a Bertone (y al actual secretario personal de Benedicto XVI y prefecto de la Casa Pontifica desde el pasado mes de noviembre, el, desde hace un mes, arzobispo alemán Georg Gänswein) de ser "los verdaderos responsables de las fugas de los informes secretos del Vaticano". Por su parte, Bertone acusa a los periodistas de ser "los responsables de la creación de un clima de mezquindad, mentiras y calumnias, y son inventores de fábulas y leyendas".
Frente a este clima tan turbio, en torno a filtraciones de secretos, corrupciones financieras y escándalos sexuales (revelados hace pocos días por el propio diario La Repubblica, y referidos al lobby gay en el que participan activamente altos dignatarios vaticanos), Benedicto XVI, aislado y atormentado, decidió renunciar al Pontificado, lo que anunció el pasado 11 de febrero. Anciano (86 años), enfermo, y solitario, tiene frente a sí a unos lobos disfrazados de hermanos. Particularmente su antiguo amigo Tarcisio Bertone, que se ha convertido en sospechoso número uno de las intrigas de la Curia, y al que no pocos cardenales, habitantes cotidianos de los estados pontificios, acusan de "ambición desmedida", de "relaciones peligrosas" y hasta de "influencias masónicas".
Ratzinger no ha visto con buenos ojos la "política exterior" de Bertone, que ha hecho y deshecho a su gusto en los temas de la diplomacia y las finanzas de la Iglesia. Tan sólo algunos cardenales como Ruini, Bagnasco y Scola intiman con Ratzinger y le advierten sobre el peligro Bertone.
Un programa de TV italiana divulgó hace un tiempo una supuesta carta del actual nuncio en Estados Unidos, monseñor Carlo María Viganó, en la que le informaba al Papa sobre diversos casos de corrupción en la Curia Vaticana y donde le pedía no ser removido de su cargo como secretario general del Governatorato (Departamento de Licitaciones y Abastecimientos). Viganó, sin embargo, sería destinado "lejos de Roma" por el cardenal Bertone. Según algunas fuentes, el Papa "llegó a llorar" por esta decisión... pero no se atrevió a contradecir a su secretario de Estado.
En otro momento saltó a la opinión pública la noticia de un supuesto complot para matar al Papa. El cardenal colombiano Darío Castrillón Hoyos, según esta segunda filtración, le escribió una carta a Benedicto XVI informándole sobre un reciente viaje a China del cardenal italiano Paolo Romeo, arzobispo de Palermo, quien había comentado en el país asiático que "el Papa moriría en 12 meses". Algunos interpretaron esto como su posible asesinato. No contento con esta predicción, Romeo aprovechó -siempre según la carta del cardenal colombiano- para contar supuestos secretos internos vaticanos, como que Bertone y Ratzinger "se llevan a matar" y que Benedicto XVI iba a dejarlo todo "atado y bien atado" para que su sucesor en la Silla de Pedro no fuera el cardenal Bertone, sino Angelo Scola, actual cardenal arzobispo de Milán.
Si a esto se añade que el jesuita Lombardi, portavoz del Papa, reconoció recientemente que "el Vaticano está sufriendo su particular Vatileaks", y que el propio L´Osservatore Romano publica que "Benedicto XVI es un pastor rodeado de lobos", uno se puede hacer una idea del siniestro clima que se respira en la cima más alta de la Iglesia.
"Sin justicia, ¿qué son los reinos, sino una banda de ladrones?", había dejado escrito Benedicto XVI en su primera encíclica, Deus caritas est. Quizá sin quererlo, podría estar anunciando la que se avecinaba. La publicación de los documentos confidenciales del Vaticano iba a confirmarlo.
La guerra interna en la cúpula de la Iglesia tiene ahora mismo un objetivo que recuerda el título de un film de Woody Allen: Coge el dinero y corre. Y un protagonista principal: Bertone. Según el diario La Repubblica, Bertone boicoteó sistemáticamente los intentos del Papa por limpiar la Banca Vaticana (el IOR), y adecuarla a las normas internacionales sobre el "lavado de dinero".
Apenas seis meses después de poner en marcha una comisión a este respecto (en 2011), ésta fue desmantelada por el propio Bertone, según revela la acreditada periodista italiana Concita de Gregorio, señalando que todos los miembros que formaban parte de aquella comisión habían sido apartados de sus puestos. Uno de ellos, el cardenal Atilio Nicora, que había sido nombrado por el Papa presidente de la Autoridad de Información Financiera de la Santa Sede. En su lugar se pondría "un hombre de confianza de Bertone".
El diario citado explica con una extensa precisión de datos el funcionamiento de las finanzas vaticanas, y su lectura provoca la sensación de estar contemplando una secuencia de El padrino. Tan sólo Paolo Cipriani, el hombre de Bertone en el IOR, conoce quiénes son los titulares de esas cuentas, quiénes lavan en el IOR su dinero, de dónde vienen y a dónde van los millones de dólares, euros y liras que allí se mueven. Para el diario La Repubblica, el IOR es hoy día "una gigantesca lavadora de dinero".
Benedicto XVI ha tirado la toalla. Primero fue la pederastia de cientos de curas y algunos obispos y cardenales, que culminaría con el descubrimiento de la vida y milagros del fundador de los Legionarios de Cristo, Marcial Maciel. Luego el Vatileaks, el robo y publicación posterior de los documentos secretos del Vaticano. Ahora, los tejemanejes de su secretario de Estado, el cardenal Bertone. Para acabar de rematarlo, salta el escándalo del Vati-sex.
Lo mejor que ha podido hacer Benedicto XVI es retirarse y "rezar". Pero le va a resultar muy difícil evitar que millones de creyentes puedan conocer la corrupción rampante en las más altas jerarquías de la Iglesia.



¿Qué Papa podemos esperar que no sea un Benedicto XVII?

por Leonardo Boff

2013-02-16

¿Cómo recibió usted la renuncia de Benedicto XVI?
R/ Yo desde el principio sentía mucha pena por él, pues por lo que conocía, especialmente de su timidez, imaginaba el esfuerzo que debería hacer para saludar al pueblo, abrazar a las personas, besar a los niños. Estaba convencido de que un día él aprovecharía alguna ocasión sensata, como los límites físicos de su salud y el menor vigor mental, para renunciar. Aunque se mostró como un papa autoritario, no estaba apegado al cargo de papa. Me sentí aliviado porque la Iglesia está sin un líder espiritual que suscite esperanza y ánimo. Necesitamos otro perfil de papa más pastor que professor, no un hombre de la Iglesia-institución sino un representante de Jesús que dijo: “si alguien viene a mí, no le echaré fuera” (Evangelio de Juan 6,37), podía ser un homoafectivo, una prostituta, un transexual.
2. ¿Cómo es la personalidad de Benedicto XVI ya que usted mantuvo cierta amistad con él?
R/ Conocí a Benedicto XVI en mis años de doctorado en Alemania entre 1965-1970. Oí muchas conferencias de él pero no fui alumno suyo. Él leyó mi tesis doctoral: “El lugar de la Iglesia en el mundo secularizado” y le gustó mucho hasta el punto de buscar una editorial para publicarla, un tocho de 500 páginas. Después trabajamos juntos en la revista internacional Concilium, cuyos directores se reunían todos los años en la semana de Pentecostés en algún lugar de Europa. Yo la editaba en portugués. Esto fue entre 1975-1980. Mientras los demás hacían la siesta, él y yo paseábamos y conversábamos sobre temas de teología, sobre la fe en América Latina, especialmente sobre San Buenaventura y San Agustín, de los cuales él es especialista y a los que yo hasta hoy frecuento a menudo. Después en 1984 nos encontramos en un momento conflictivo: él como juez mío en el proceso del ex-Santo Oficio movido contra mi libro Iglesia: carisma y poder(Vozes 1981. Sal Terrae 1982). Ahí tuve que sentarme en la silla donde, entre otros, se sentaron Galileo y Giordano Bruno. Me sometió a un tiempo de “silencio obsequioso”, tuve que dejar la cátedra y me fue prohibido publicar cualquier cosa. Después de esto nunca más nos volvimos a encontrar. Como persona es finísimo, tímido y extremadamente inteligente.
3. Como cardenal fue su Inquisidor después de haber sido su amigo: ¿cómo vio usted esta situación?
R/ Cuando fue nombrado Presidente de la Congregación para la Doctrina de la Fe (ex-Inquisición) me sentí sumamente feliz. Pensaba: finalmente tendremos un teólogo al frente de una institución con la peor fama que se pueda imaginar. Quince días después me respondió agradeciendo y decía: creo que hay aquí en la Congregación varios asuntos suyos pendientes y tenemos que resolverlos. Y es que prácticamente cada vez que publicaba un libro llegaban de Roma preguntas de aclaración que yo me demoraba en responder. Pero de Roma no viene nada que no haya sido enviado antes a Roma. Aquí en Brasil había obispos conservadores y perseguidores de teólogos de la liberación que enviaban las quejas de su ignorancia teológica a Roma con el pretexto de que mi teología podría hacer daño a los fieles. Ahí me di cuenta de que él ya había sido contaminado por el bacilo romano que have que todos los que trabajan en el Vaticano rápidamente encuentren mil razones para ser moderados y hasta conservadores. Y entonces más que sorprendido quedé verdaderamente decepcionado.
4. ¿Cómo recibió el castigo del “silencio obsequioso”?
R/ Tras el interrogatorio y la lectura de mi defensa escrita que está como anexo en la nueva edición de Iglesia; carisma y poder (Record 2008) son 13 los cardenales que opinan y deciden. Ratzinger es solo uno de ellos. Después someten la decisión al papa. Creo que el suyo fue un voto discrepante del de la mayoría, porque conocía otros libros míos de teología, traducidos al alemán, y me había dicho que le habían gustado e incluso una vez, delante del papa en una audiencia en Roma, hizo una referencia elogiosa. Yo recibí el “silencio obsequioso” como lo haría un cristiano ligado a la Iglesia: lo acogí con calma. Recuerdo que dije: “es mejor caminar con la Iglesia que solo con mi teología”. Para mí fue relativamente fácil aceptar la imposición porque la Presidencia de la Conferencia Nacional de Obispos de Brasil (CNBB, en portugués) siempre me había apoyado y dos de sus cardenales, don Aloysio Lorscheider y don Paulo Evaristo Arns, me acompañaron a Roma y participaron, en una segunda parte, del diálogo con el cardenal Ratzinger y conmigo. Ahí éramos tres contra uno. Algunas veces pusimos al cardenal Ratzinger en aprietos pues los cardenales brasileros le aseguraban que las críticas contra la teología de la liberación que él había hecho en un documento recientemente publicado eran eco de los detractores y no un análisis objetivo. Y pidieron un nuevo documento positivo. Él acogió la idea y realmente lo hizo dos años más tarde. Y nos pidieron también, a mí y a mi hermano Clodovis que estaba en Roma, que escribiésemos un esquema y lo entregásemos en la Sagrada Congregación. En un día y una noche lo hicimos y lo entregamos.
5. Usted dejó la Iglesia en 1992. ¿Le quedó alguna amargura de todo el affaire del Vaticano?
R/ Yo nunca dejé la Iglesia. Dejé una función dentro de ella, que es la de sacerdote. Seguí como teólogo y professor de teología en varias cátedras, aquí y fuera del país. Quien entiende la lógica de un sistema cerrado y autoritario, poco abierto al mundo, que no cultiva el diálogo y el intercambio (los sistemas vivos viven en la medida en que se abren e intercambian) sabe que si alguien como yo no se alínea plenamente a tal sistema será vigilado, controlado y eventualmente castigado. Es similar al sistema de la seguridad nacional que hemos conocido en América Latina bajo los regímenes militares de Brasil, Argentina, Chile y Uruguay. Dentro de esta lógica, el entonces Prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe (ex Santo Oficio, ex-Inquisición), el card. J. Ratzinger condenó, silenció, depuso de la cátedra o transfirió a más de cien teólogos. De Brasil fuimos dos: la teóloga Ivone Gebara y yo. Por entender la referida lógica, y lamentarla, sé que están condenados a hacer lo que hacen con la mayor buena voluntad. Pero como Blaise Pascal dijo: “Nunca se have el mal tan perfectamente como cuando se have con buena voluntad”. Sólo que esta buena voluntad no es buena, pues crea víctimas. No guardo ningún rencor o resentimiento pues tuve compasión y misericordia de aquellos que se mueven dentro de esta lógica que, a mi modo de ver, está a años-luz de la práctica de Jesús. Además, es cosa del siglo pasado, ya pasado. Y evito volver a ello.
6. ¿Cómo evalúa usted el pontificado de Benedicto XVI? ¿Ha sabido manejar las crisis internas y externas de la Iglesia?
R / Benedicto XVI fue un eminente teólogo, pero un papa frustrado. No tenía el carisma de dirección y animación de la comunidad, como lo tenía Juan Pablo II. Desgraciadamente, será estigmatizado de manera reduccionista como el papado donde aumentaron los pedófilos, los homoafectivos no fueron reconocidos y las mujeres fueron humilladas, como en EE.UU.donde se negó el derecho de ciudadanía a una teóloga por cuestión de género. Y también pasará a la historia como el Papa que criticó fuertemente la teología de la liberación, interpretada a la luz de sus detractores, y no a través de las prácticas pastorales y libertadoras de obispos, sacerdotes, religiosos, religiosas y laicos que hicieron una opción seria por los pobres contra la pobreza y a favor de la vida y de la libertad. Por esta causa justa y noble fueron mal interpretados por sus hermanos en la fe y muchos de ellos detenidos, torturados y asesinados por los órganos de seguridad del estado militar. Entre ellos se encontraban obispos como el obispo Angelelli de Argentina y el Arzobispo Oscar Romero de El Salvador. Dom Helder fue el mártir que no mataron. Pero la Iglesia es más grande que sus papas y continuará, entre sombras y luces, prestando un servicio a la humanidad, a fin de mantener viva la memoria de Jesús y ofrecer una posible fuente de sentido en la vida más allá de esta vida. Hoy sabemos por los Vatileaks que dentro de la Curia romana están enfrascados en una feroz lucha por el poder, especialmente entre la corriente Bertone, actual Secretario de Estado, y el ex-secretario Sodano, ya emérito. Ambos tienen sus aliados. Bertone, aprovechándose de las limitaciones del papa, construyó prácticamente un gobierno paralelo. Los escándalos de filtración de documentos secretos de la mesa del Papa y del Banco del Vaticano, usado por los millonarios italianos, algunos de la mafia, para lavar dinero y enviarlo fuera, afectaron mucho al Papa. Y se fue aislando cada vez más. Su renuncia se debe a los límites de la edad y de las enfermedades, pero agravadas por estas crisis internas que lo debilitaron y que él no supo o no pudo atajar a tiempo.
7. El Papa Juan XXIII dijo que la Iglesia no puede ser un museo, sino una casa con puertas y ventanas abiertas. ¿Cree usted que Benedicto XVI intentó transfomar la Iglesia de nuevo en algo así como un museo?
R / Benedicto XVI es un nostálgico de la síntesis medieval. Reintrodujo la misa en latín, escogió vestimentas de los papas renacentistas y de otros tiempos pasados, mantuvo los hábitos y ceremoniales palaciegos, a quien iba a comulgar le ofrecía primero el anillo papal para que lo besase y luego le daba la hostia, cosa que ya no se hacía. Su visión era restauracionista y es un nostálgico de una síntesis entre cultura y fe que existe muy visible en su Baviera natal, cosa que él comentaba explícitamente. Cuando en la Universidad donde él estudió, y yo también, en Munich, vió un cartel anunciándome como professor invitado para dar una conferencia sobre las nuevas fronteras de la teología de la liberación pidió al decano posponerla sine die. Sus ídolos teológicos son san Agustín y san Buenaventura, que mantuvieron siempre gran desconfianza de todo lo que venía del mundo, contaminado por el pecado y necesitado de ser rescatado por la Iglesia. Es una de las razones que explican su oposición a la modernidad a la que ve bajo la óptica del secularismo y el relativismo y fuera del ámbito de influencia del cristianismo, que ayudó a formar Europa.
8. ¿La Iglesia, a su juicio, va a cambiar la doctrina sobre el uso del condón y la moral sexual en general?
R/ La Iglesia debe mantener sus convicciones, aquellas que estima irrenunciables como el tema del aborto y la no manipulación de la vida. Pero debería renunciar al estatus de exclusividad, como si fuera la única portadora de la verdad. Debe entenderse dentro del espacio democrático, en el cual su voz se have oír junto a otras voces. Y las respeta e incluso está dispuesta a aprender de ellas. Y cuando sea derrotada en sus puntos de vista, debería ofrecer su experiencia y tradición para mejorar donde pueda mejorar y aligerar el peso de la existencia. En el fondo, ella tiene que ser más humana, más humilde y tener más fe, en el sentido de no tener miedo. Lo que se opone a la fe no es el ateísmo, sino el miedo. El miedo paraliza y aísla a las personas de los demás. La Iglesia debe caminar junto a la humanidad, porque la humanidad es el verdadero Pueblo de Dios. Ella lo muestra más conscientemente, pero no se apropia exclusivamente de esta realidad.
9. ¿Qué debe hacer el futuro Papa para evitar la emigración de tantos fieles a otras Iglesias, especialmente a las pentecostales?
R / Benedicto frenó la renovación de la Iglesia incentivada por el Concilio Vaticano II. No acepta que haya rupturas en la Iglesia, así que prefirió un punto de vista lineal, reforzando la tradición. Sucede que la tradición del siglo XVIII y XIX se opuso a todos los logros modernos, de la democracia, de la libertad religiosa y otros derechos. Él ha tratado de reducir la Iglesia a una fortaleza para defenderse de estas modernidades y veía el Vaticano como un caballo de Troya a través del cual podían entrar. No negó el Vaticano II, pero lo interpretó a la luz del Concilio Vaticano I, que está centrado en la figura del Papa con poder monárquico, absoluto e infalible. Así que se produjo una gran centralización de todo en Roma, bajo la dirección del Papa que, ¡pobre!, tiene que conducir una población católica del tamaño de la de China. Tal opción ha traído un gran conflicto en la Iglesia e incluso en episcopados enteros, como el alemán y el francés, y ha contaminado la atmósfera interna de la Iglesia con sospechas, creación de grupos, emigración de muchos católicos de la comunidad y acusaciones de relativismo y de magisterio paralelo. En otras palabras, en la Iglesia ya no se vivía una fraternidad franca y abierta, un hogar espiritual común a todos.
El perfil del nuevo Papa, en mi opinión, no debe ser la de un hombre de poder y ni un hombre de la institución. Donde hay poder no existe amor y la misericordia desaparece. Debería ser un pastor, cercano a los fieles y a todos los seres humanos, independientemente de su situación moral, política y étnica. Debería tener como lema las palabras de Jesús, que ya he citado: "Si alguno viene a mí, yo no le echaré fuera”, pues Jesús acogía a todos, desde a una prostituta como Magdalena hasta un teólogo como Nicodemo. No debería ser un hombre de Occidente que ahora se ve como un accidente de la historia, sino un hombre del vasto mundo globalizado que sienta pasión por los pobres y el grito de sufrimiento de la Tierra devastada por la avaricia consumista.
No debería ser un hombre de certezas sino alguien que animase a todos a buscar los mejores caminos. Lógicamente se orientaría por el Evangelio pero sin espíritu proselitista, con la conciencia de que el Espíritu siempre llega antes que el misionero y el Verbo ilumina a todo hombre que viene a este mundo, como dice el evangelista san Juan.
Debería ser un hombre profundamente espiritual y abierto a todos caminos religiosos para juntos mantener viva la llama sagrada que existe en cada persona: la presencia misteriosa de Dios. Y, por último, un hombre de profunda bondad, al estilo del Papa Juan XXIII, con ternura por los humildes y con firmeza profética para denunciar a aquellos que promueven la explotación y hacen de la violencia y de la guerra instrumentos de dominación de los demás y del mundo. Que en las negociaciones que los cardenales hacen en el cónclave y en las tensiones de las tendencias, prevalezca un hombre con este tipo de perfil. Cómo el Espíritu Santo obra ahí es misterio. Él no tiene otra voz ni otra cabeza que las de los cardenales. Que el Espíritu no les falte.
Leonardo Boff
__._,_.___

Un cónclave especial
Frei Betto

Al renunciar al trono de Pedro, el papa Benedicto 16 dio luz verde a la convocatoria del nuevo cónclave, que en marzo reunirá al colegio de cardenales para elegir a su sucesor.

Serán los 115 cardenales menores de 80 años los que participen en la elección, en Roma, aunque tengan alguna censura e incluso excomunión. Durante el tiempo que dure la reunión permanecerán aislados del mundo, recogidos en aposentos especiales, cercanos a la famosa Capilla Sixtina, que será el lugar de la elección.

El cónclave se inaugurará con una misa solemne celebrada en la basílica de San Pedro. Cada cardenal hará el voto de mantener en secreto la elección, y todos rezarán para que el Espíritu Santo inspire sus votaciones. A continuación se encerrarán.

El verdadero motivo del aislamiento de los cardenales, realizado por primera vez en 1268, con ocasión de la muerte de Clemente IV, es el acelerar la votación. Aquel cónclave estuvo reunido durante casi cuatro años sin que las divergencias políticas dieran paso a las luces del Espíritu Santo. Entonces, para apresurar a los cardenales a votar, fue necesario quitarle el tejado a la sala donde se reunían. Sus eminencias temieron más a los rigores del frío que a la claustrofobia. De ese modo se logró que en 1271 el cónclave eligiera a Teobaldo Visconti, que además era monje no sacerdote, y que adoptó el nombre de Gregorio 10.

Antes de que los cardenales se encierren, las salas y los apartamentos serán revisados para detectar posibles micrófonos, las puertas serán selladas, las ventanas cerradas y las cortinas extendidas.

En la Capilla Sixtina se pondrán seis candelas en el altar, donde estará colocado un cáliz sagrado, en el cual serán depositados los votos. Los cardenales entrarán a dicho lugar sin solideo. Las cabezas descubiertas y los baldaquinos simbolizan que la autoridad suprema se originará en dicha reunión y no pertenece a ninguno de ellos individualmente.

El voto es secreto. Habrá dos sesiones cada día, una por la mañana y otra por la tarde.

Cada cardenal depositará su voto en el cáliz sobre el altar. Después de cada sesión las papeletas serán quemadas. Si la votación no fue definitiva, se añadirá a las papeletas una substancia química para que al quemarlas origine un humo negro. El humo que sale por la chimenea del tejado del palacio del Vaticano es la señal para la multitud que espera en la plaza de San Pedro. Cuando la humareda es negra significa que la Iglesia permanece sin su figura principal.

Una vez elegido el nuevo pontífice, por dos tercios de los votos, el decano o el mayor de los cardenales le preguntará al elegido si acepta la elección y por qué nombre desea ser conocido. Esa costumbre procede del siglo 10 y es un recuerdo de que Jesús le cambió el nombre a aquel que iba a ser el primer jefe de la Iglesia, de Simón a Pedro.

En ese momento todos los baldaquinos color púrpura serán doblados, menos el que cubre el asiento del escogido. Los papeles de la votación se quemarán y el humo blanco avisará al pueblo que está en la plaza y al mundo que ha sido elegido un nuevo papa.

El elegido es llevado a una habitación cercana para vestirse con las ropas de papa (que los sastres ya tienen preparadas en tres tallas). Los cardenales le ofrecen su primer homenaje. El decano se asoma al balcón y grita: “Habemus papam!” (Ya tenemos papa). Entonces aparece el nuevo pontífice para bendecir a la multitud.

Como el cónclave que se acerca es especial, pues se hará teniendo vivo al papa anterior y además residiendo en el Vaticano, no se sabe en qué momento se saludarán el papa anterior y el nuevo. El ceremonial de la Santa Sede ha pensado minuciosamente en las rúbricas para responder a las innumerables situaciones que se pueden plantear: ¿será el papa renunciante quien deberá ir al encuentro del recién elegido o al contrario?, ¿ambos permanecerán dotados de infalibilidad en cuestiones de fe y de moral o sólo el nuevo pontífice?, etc. Pero se sabe ya, por ejemplo, que Benedicto 16 pierde su “anillo del pescador” y los zapatos rojos, aunque seguirá con derecho a vestir de blanco, costumbre adoptada por Pío V (1566-1572), el cual siguió vistiendo el hábito blanco de los frailes dominicos, congregación religiosa a la que pertenecía antes de ser ordenado obispo.

En fin, con dos papas vivos la Iglesia Católica será ahora el foco de atención por bastante tiempo. Ojalá sepa aprovechar la situación para hacer más transparente el mensaje de Jesús. (Traducción de J.L.Burguet)

- Frei Betto es escritor, autor de “Conversación sobre la fe y la ciencia”, junto con Marcelo Gleiser, entre otros libros. www.freibetto.org/> twitter:@freibetto.
Copyright 2013 – Frei Betto - No es permitida la reproducción de este artículo por cualquier medio, electrónico o impreso, sin autorización.Le invitamos a que se suscriba a todos los artículos de Frei Betto; de este modo usted los recibirá directamente en su correo electrónico. Contacto – MHPAL – Agência Literária (mhpal@terra.com.br)

http://alainet.org/active/62154


(Venezuela) Trácala mortal:

Capriles no llegará al final de la contienda, escríbanlo

Por: José Sant Roz | Lunes, 11/03/2013 11:42 AM Aporrea

Capriles estuvo reunido siete horas con la plana mayor de la ultra-derecha que funciona en Venezuela, y discutieron, arduamente, cómo proceder ante el desborde de pueblo que sigue a Maduro. Entre esa plana mayor se encontraban personajes del clero, asesores gringos y españoles.

Los dos puntos que se colocaron sobre la mesa fue: ir o no ir a las elecciones del 14 de abril. Los agentes gringos, que llevaban la voz cantante en la reunión, razonaron que de momento se debía plantear asistir al evento, porque millones de seguidores de la oposición requerían una orientación partidista perentoria ante el avasallante poder del gobierno. Que luego había que planificar una salida estratégica porque evidentemente está muy cuesta arriba vencer al candidato de Nicolás Maduro. Ahora bien, que esa salida debía estar muy bien fundamentada con hechos, con elementos jurídicos, con movilización internacional, con apoyo de los poderosos medios aliados a la SIP: medios estadounidenses y españoles sobre todo.

Un grupo de expertos en tensiones políticas, caos y desestabilización debe entregarse a diseñar el objetivo que conduzca a una salida “honrosa” del candidato. Pero que deje una estela de perturbación inmanejable constitucional y jurídicamente. Algo así como dejar sin lenguaje constitucional al la Nación.

En las manos de los expertos en estos traumas se encuentra la “airosa” salida de Capriles de la campaña. Hay que tener en cuenta que para estos crímenes en los que caen muchos inocentes, el imperio norteamericano es implacable. Otra vez se pondrá en marcha esa categoría de eventos terribles que puedan tratar de torcer el rumbo democrático de la república. Conmociones que ya hemos vivido en el pasado, o quizá mucho más refinadas y en las que se haga lo imposible por hacer ver que en ellas nada tiene que ver la oposición.

Puede ser:

1- Sabotajes eléctricos.

2- Mayor especulación y acaparamiento de alimentos.

3- Accidentes en los aeropuertos, y grandes tragedias como las de Amuay el año pasado.

4- Introducción de virus o plagas terribles.

5- Asesinato de dirigentes tanto de la oposición como de la revolución.

6- Sabotajes al metro de Caracas.

7- Pero PRINCIPALMENTE organizar alguna gran masacre de seguidores de Capriles en algún acto público, provocada por ellos mismos, que “obliguen” al candidato a no continuar en una campaña “evidentemente ventajista, sangrienta, dirigida por un oprobioso régimen dominado y supeditado al poder criminal de Fidel Castro y el terrorismo internacional”.

Alertemos a todo nuestro pueblo a no caer en provocaciones.

A mantenernos vigilantes, firmes y serenos ante las más terribles circunstancias y adversidades.

Ojo avizor, carajo.

jsantroz@gmail.com




COLUMNA: El último triunfo de Chávez fue el fracaso de Estados Unidos

Publicado originalmente el 3 de marzo de 2013 en el diario La Nación de Chile y en el portal ContraPunto de El Salvador
El presidente venezolano dejó como principal legado a un continente, América Latina, que por primera vez “se mira a sí mismo” más allá de las diferencias ideológicas de la región
Patricio Zamorano
Hicieron guardia de honor junto al féretro del presidente Hugo Chávez los presidentes de Cuba, Raúl Castro; de Costa Rica, Laura Chinchilla; de Chile, Sebastián Piñera; de Nicaragua, Daniel Ortega; de Bolivia, Evo Morales; de Ecuador, Rafael Correa; el primer ministro de Dominica, Roosevelt Skerrit; el primer ministro de San Vicente y Las Granadinas, Ralph Gonsalves; el presidente de Colombia, Juan Manuel Santos; de República Dominicana, Danilo Medina; de El Salvador, Mauricio Funes; de Guatemala, Otto Fernando Pérez Molina; el de Guyana, Donald Ramotar; de Haití, Michelle Martelly; el primer ministro de Antigua y Barbuda, Baldwin Spencer; el presidente de Honduras, Porfirio Lobo; la primera ministra de Jamaica, Portia Simpson-Miller; el presidente de México, Enrique Peña Nieto; el de Panamá, Ricardo Martinelli; el de Perú, Ollanta Humala; el primer ministro de Santa Lucía, Kenneth Anthony; el primer ministro de San Cristóbal y Nieves, Denzil Douglas; el presidente de Surinam, Desiré Delano Bouterse; el de Uruguay, José Mujica; el príncipe de Asturias, Felipe De Borbón; el presidente de Bielorrusia, Alexander Lukashenko; el presidente de Guinea Ecuatorial, Teodoro Obiang, y representaciones de China y Rusia. También estuvieron presentes la presidenta de Argentina Cristina Fernández y de Brasil, Dilma Rousseff. Todos ellos junto al presidente Iraní, Mahmud Ahmadinejad, potente enemigo en el ideario militarista de Washington. Un minuto de silencio se le ofreció en Naciones Unidas.
Fueron 14 años tanto de lucha retórica frontal como en términos políticos reales entre Washington y Caracas. Hubo de todo: acusaciones de intervencionismo constante contra la diplomacia de Estados Unidos, la CIA y otras agencias estadounidenses de “promoción de la democracia” que alimentaban las esperanzas de la oposición venezolana para lograr quebrar la hegemonía y altísimo apoyo popular del chavismo. Salvo el rechazo de las reformas constitucionales que impulsaba Chávez en 2007, la oposición no logró nunca amenazar el apoyo electoral mayoritario de los venezolanos al proyecto bolivariano.
Estados unidos ejerció un gran abanico de herramientas para intentar contrarrestar al bolivarianismo chavista dentro y fuera de Venezuela, y el gobierno de Chávez respondió con la misma fuerza. Aunque Estados Unidos pretendió no reaccionar a la retórica “anti-imperialista” de Chávez, en lo concreto el país caribeño estuvo permanentemente en las preocupaciones de los pasillos del poder de Washington. Durante el golpe de Estado de 2002 Estados Unidos no realizó una condena inmediata al gobierno de facto. A través de los años también ha acusado al gobierno de Chávez con informes de varias agencias y ministerios, entre ellos el Departamento de Estado y el Pentágono, de posibles nexos con grupos terroristas, o con la guerrilla de las FARC, amenazando constantemente, junto a congresistas, con agregar a Venezuela a la lista de estados que apoyaban al terrorismo. Vinculó en forma alarmista a Venezuela como entrada de Irán a América Latina, y de todos los movimientos árabes del abanico opositor al rol de Estados Unidos en el Medio Oriente (la clase política conservadora de EU aún no entiende que Irán no es percibido en general como una amenaza en América Latina, excepto en el caso de Argentina por el posible vínculo con el criminal atentado contra la AMIA). Washington también publicaba constantemente memos en que acusaba a Venezuela de facilitar el trabajo de los narcotraficantes. Toda la estrategia perseguía crear un efecto aislacionista contra Venezuela y frenar el avance del bolivarianismo.
Venezuela respondió con sus propias medidas. Expulsó a la DEA acusándola de hacer más daño que beneficios en su relación de “inteligencia” con los grupos narcotraficantes, y continuó sin embargo extraditando narcos al propio Estados Unidos y a Colombia. Denunció la campaña anti-chavista del gobierno de EU y otras instituciones de ese país en cada foro internacional que pudo. Los vínculos con Irán, lejos de minimizarlos, los desarrolló al máximo, privilegiando la conexión entre países petroleros con una amenaza política en común. En efecto, el apoyo venezolano permitió a Irán impulsar varios proyectos de integración con varios países de la región. Respecto de las FARC, Chávez colaboró invitado por los gobiernos de Uribe y Santos de Colombia en varios esfuerzos de paz con la guerrilla, como lo destacó esta semana el propio presidente Juan Manuel Santos.
¿Consiguió Estados Unidos aislar a Venezuela del continente y del mundo? Ciertamente Venezuela y su proyecto político tuvo poca repercusión en Europa y en zonas del Asia Pacífico, con la excepción de Rusia y China. Pero avanzó enormemente en América Latina y entre los focos mundiales de oposición a la intervención militar de Estados Unidos, especialmente en Medio Oriente. Pero pese a todos esos esfuerzos del país del norte, Chávez fallece con una enorme legitimidad que se respiró claramente en la cantidad impresionante de presidentes presentes en Caracas este pasado viernes, incluidos aliados muy cercanos de derecha de Estados Unidos, como Martinelli, Piñera, Santos y Lobo; moderados como Funes, Peña Nieto y Rousseff; y por supuesto el gran grupo de presidentes de izquierda más lógicamente cercanos como Castro, Correa, Morales, Mujica, Fernández, Umala, Ortega. No solo se reflejó durante las horas del funeral de Estado: el chavismo perdurará por muchos años en Unasur y CELAC, las múltiples entidades de agrupación continental que tienen en común la no presencia de Estados Unidos y Canadá, creando un diálogo comunitario que por primera vez en la historia tiene una mirada Sur-Sur, que cruza todas las tendencias: desde el neoliberalismo al estatismo, con todos sus matices, y que trasciende también problemas fronterizos (la Nicaragua de Ortega y la Colombia de Santos, en pugna marítima, honrando en el mismo salón a Chávez; lo mismo el Chile de Piñera, la Bolivia de Morales y el Perú de Umala, enfrascados en problemas territoriales).
Como resumen de los dos grandes logros de estos 14 años de gobierno de Chávez, la mayoría de los líderes de América Latina y el mundo coinciden en el énfasis central en la agenda social que desarrolló el gobierno de Venezuela para los sectores más vulnerables (política ya fundamental que ha permeado a todo el continente). El segundo factor, en los esfuerzos concretos y perdurables en la integración latinoamericana, con un trabajo directo de Chávez en el fortalecimiento del Grupo de Río, la creación de Unasur, y el surgimiento de CELAC, todos como alternativas a la debilitada OEA, el único foro de las Américas donde Estados Unidos aún tiene voz y voto.
Estados Unidos debe reconocer la gran deuda que ha tenido en función de la integración de las Américas. El pasado de constante intervencionismo a democracias y autoritarismos, directo o indirecto, explícito o clandestino, ha tenido un costo ineludible. El surgimiento del chavismo bolivariano será difícil de contrarrestar con una política basada en la añeja e inútil ecuación de la guerra fría, analizando el continente en los términos ideológicos “comunismo-capitalismo” a los que la clase política washingtoniana está acostumbrada a juzgar a América Latina.
Sólo así entenderán y aliviarán su escozor político al ver que el “aliado de derecha” Santos se haya asociado con el “enemigo de izquierda Chávez” para reintegrar a Honduras a la OEA, o la petición de apoyo a Chávez para encontrar la paz con las FARC. O que el “derechista” Piñera honrara la labor fundamental de Chávez en la integración latinoamericana en la CELAC, o que Chile, ignorando completamente el embargo estadounidense, le entregue la presidencia de este último organismo a Cuba en Santiago por un año, con un buen apretón de manos y votos sólidos de apoyo. O que todo el continente, con excepción de la ausencia desapercibida de los hermanos poderosos del norte, honre solemnemente la figura del humilde llanero venezolano, que llegó a ser el “compañero presidente Chávez” custodiado en capilla ardiente por la casi totalidad de los presidentes de la América morena.


Jordania: En Amman, palestinos ofrecen multitudinaria despedida al presidente Chávez

http://kaosenlared.net/media/k2/items/cache/d6bf8cfe1032e8bf70477d3cba986708_XL.jpg
por Carlos de Urabá
Miércoles, 13 de Marzo de 2013 12:12

Desde el inicio de su gobierno Chávez se convirtió en el adalid del pueblo palestino. Con razón por la embajada de Venezuela han pasado miles de sus incondicionales procedentes de los campos de refugiados de Baqa'a, Ajlun, Irbid, Wahadad, Jabel Hussein o Zarqa a rendirle el tributo póstumo.
En toda América Latina y el mundo entero se alzan las voces de duelo y consternación por la muerte prematura de Hugo Chávez, un gladiador por la justicia y la libertad de los más desfavorecidos.
Todo comenzó el mismo noche de su fallecimiento con la convocatoria de una vigilia nocturna que reunió a cientos de personas en el exterior de la embajada venezolana en Amman-Jordania en la que se pronunciaron responsos y encendieron veladoras. Fue un acto espontáneo y estremecedor que jamás podrá borrarse de nuestra memoria.
« Hay que mantener la serenidad, este no es el final pues hoy comienza el nuevo gobierno de Hugo Chávez »- declaran los portavoces diplomáticos, « Se inicia un nuevo período en el que la revolución bolivariana afianzará aún más el espíritu de solidaridad con los pueblos oprimidos de la Tierra » « La América Latina mestiza, negra, criolla que representa Hugo Chávez debe sentirse orgullosa de tan digno heredero de Bolívar y el Che Guevara ». La revolución bolivariana se va a radicalizar, será más beligerante y rebelde en homenaje a su memoria. Con valentía Hugo Chávez reivindicó a una humanidad empobrecida y despreciada, quiso cambiar el curso de historia obstinado en construir una sociedad mas justa e igualitaria. Este guerrero antimperialista que le plantó cara al capitalismo explotador y genocida se transforma en un mito que servirá más que nunca de ejemplo a las futuras generaciones.
Desde Jordanía hemos sido testigos de la multitudinaria despedida que le han ofrecido los ciudadanos palestinos quienes lo reconocen como su hijo más preciado. Todos se siente huérfanos ante la prematura muerte de su máximo protector y amigo.
Estas muestras de cariño al comandante se han extendido también por Cisjordania y Gaza donde el pueblo ha salido a las calles a rendirle sus postrer despedida. Tenemos noticias que en Jerusalén, Jenín, Ramala, Nablus, Hebrón, Tulkarem, Gaza, en el Líbano, Siria o Egipto la consternación es igualmente abrumadora.
Desde el inicio de su gobierno Chávez se convirtió en el adalid del pueblo palestino. Con razón por la embajada de Venezuela han pasado miles de sus incondicionales procedentes de los campos de refugiados de Baqa'a, Ajlun, Irbid, Wahadad, Jabel Hussein o Zarqa a rendirle el tributo póstumo.
Hemos sidos testigos de escenas de dolor desgarradoras protagonizadas por mujeres, hombres jóvenes, niños o ancianos que lo consideran uno más de su familia; el padre, el hermano o el abuelo. Palestina está de riguroso luto. No podíamos imaginar que se iban a producir tales expresiones de cariño y hondo respeto por parte de la comunidad Palestina residente en Jordania. La bandera venezolana ondea a media asta mientras sus incondicionales con el puño en alto se desviven en elogios « Ha pasado a la inmortalidad » « hay una nueva estrella en el cielo que alumbra la libertad de los pueblos » los dolientes confiesan bañados en lágrimas.
Hugo Chávez se distinguió en un luchador contra el sionismo genocida y asesino. Es una gran paradoja que su entrega haya superado a la de sus propios hermanos de sangre. Parece increíble que el presidente de un país que se encuentra a miles de kilómetros de distancia, ajeno por completo a esa realidad, perteneciente a otra cultura, lengua y religión dispares haya asumido tal compromiso. Todos reconocen la valentía de este latinoamericano universal que tras la ofensiva sionista « Plomo Fundido » sobre Gaza en 2008-2009 rompió relaciones con Israel expulsando a su embajador de Caracas. Este es un hecho inédito en América Latina donde su gobernantes son más proclives a priorizar los lazos de dependencia con EEUU o Europa. Pero Hugo Chavez por dignidad se negó a agachar sumiso la cerviz ante los poderosos.
Hugo Chávez ha ingresado con todos los honores en el panteón de los mártires y héroes palestinos. Por eso se hacen presente aquí sus deudos a brindarle un sentido pésame al que tampoco han faltado la mayoría de los representantes diplomáticos acreditados en el reino Hachemita. El embajador Fausto Fernández Borge y su esposa Filomena, Husam Al Aisami y el personal de la embajada completamente abatidos han ejercido de anfitriones en esta hora aciaga recibiendo las muestras de condolencia para con el pueblo venezolano.
En la embajada de Venezuela en Jordania la afluencia de ciudadanos jordanos y palestinos es de tal magnitud que sus puertas permanecerán abiertas el tiempo que sea necesario para que nadie se quede sin a firmar el libro de condolencias y despedir como se merece al comandante de la Revolución Bolivariana. Hemos visto pasar políticos, intelectuales, artistas, militares, profesores, estudiantes, obreros, sindicalistas, refugiados, en fin, una interminable peregrinación nunca vista. Todo lo resumiremos con la frase pronunciada por una mujer anónima cubierta con un pañuelo palestino: « Comandante, hoy estás más vivo que nunca. Siempre te llevaremos en lo más profundo de nuestro corazón y nuestra alma »


CONDENAS A CADENA PERPETUA POR "DELITOS COMUNES" (lo de "delitos comunes" es la burda falsificación de la Suprema Corte de Justicia de Uruguay para no condenar a los criminales de lesa humanidad, están solos: QUE SE VAYA LA CORTE!)

ARGENTINA: ONCE REPRESORES CONDENADOS POR CRIMENES DE LESA HUMANIDAD COMETIDOS EN CAMPO DE MAYO

“Esto fue como volver un poco a la vida”


Los familiares y compañeros de las víctimas acompañaron la lectura de la sentencia con las fotos de los desaparecidos.


El juicio se realizó por 23 víctimas, entre ellas siete mujeres embarazadas. También se juzgó a los apropiadores de la nieta Catalina de Sanctis Ovando. Recibieron perpetua cinco de los once imputados, entre ellos Santiago Omar Riveros y Reynaldo Bignone.

 Por Alejandra Dandan - Página 12

En la sala entró el ex teniente Carlos Macedra, el hombre que estuvo a cargo del Batallón Esteban de Luca de Boulogne en 1976. Cuando se sentó, desde las primeras filas, entre las fotos de los desaparecidos levantadas por familiares y militantes, alguien dijo, como para presentarlo: “¡Es el asesino de mi tía!”. Santiago Omar Riveros, el señor todopoderoso de los crímenes de Campo de Mayo, y Reynaldo Bignone, segundo señor, decidieron no entrar a la sala de audiencias de San Martín. Junto a los otro acusados, permanecieron en un protegido espacio vecino, fuera del alcance de las fotos con los ojos de las víctimas. A las dos de la tarde, el Tribunal Oral Federal 1 de San Martín, integrado por Daniel Cisnero, Daniel Petrone y presidido por Héctor Sagretti, leyó la sentencia del juicio que se llevó a cabo desde agosto del año pasado por 23 víctimas, entre las cuales había siete mujeres embarazadas. El tribunal condenó a prisión perpetua a cinco de los once imputados: Riveros, Bignone y los máximos responsables de la zona, en juicio por primera vez; Luis Sadi Pepa y Eduardo Corrado, directores de la Escuela de Comunicaciones del Comando de Institutos Militares de Campo de Mayo, y el ex teniente Carlos Macedra, uno de los represores más simbólicos de este juicio, autor del disparo que mató por la espalda a María Florencia “Kitty” Villagra, de la UES. Los otros cuatro acusados recibieron penas de entre 16 y 25 años. Los apropiadores de la nieta Catalina de Sanctis Ovando, Carlos del Señor Hildalgo Garzón, oficial de Inteligencia del Batallón 601, y María Francisca Morillo fueron condenados a 15 y 12 años respectivamente.

Entre los condenados hay varios con prisión domiciliaria, entre ellos el torturador del Campito Carlos Eduardo José Somoza, alias el “Gordo 2”, sobre quien la fiscalía volvió a pedir la revocación del beneficio porque violó el código de salidas. Los jueces le revocaron ese estado, pero como sucede en varios juicios, la cárcel efectiva será efectiva sólo cuando las condenas queden firmes.

Las dos salas de los tribunales de San Martín inauguradas para este juicio estaban repletas. Cuando Sagretti leyó la condena a prisión perpetua de Macedra, la sala estalló en un aplauso. “Tengo muchas ganas de hablar con mi otra hermana que está en Bariloche para contarle la noticia”, dijo a la salida Julia Elena Villagra, la hermana más grande de Kitty. “Todo esto fue como volver un poco a la vida, yo no podía ni leer el diario, no le creía nada a nadie, no podía volver a vivir. Algo empezó a cambiar a partir de que me contaron que Macedra estaba en la cárcel, por ahí soy muy puntual con esto, pero no me cerraba el dolor. Yo la crié conmigo a mi hermana, para mí era también una hija, quizá si ella no estuviera muerta, yo no estaría con vida, porque la hubiese ido a buscar como Daniel (Cabezas) buscó a su hermano Gustavo”, dijo sobre el compañero de volanteada de Kitty, con el que ella estaba el 10 de mayo de 1976 cuando le pegaron el tiro por la espada y sigue desaparecido. “Ahora a creer en este proceso de justicia –dijo ella–, porque se puede, lo hemos podido hacer.”

Una radio abierta de Sutecba trasmitió durante todo el día desde la vereda. Por esa mesa, instalada en el centro de la calle, pasó temprano Catalina de Sanctis. Allí contó su historia, la de su apropiación y la restitución de 2008. “Decidí en este juicio asumir este rol y ser querella en la causa de mi apropiación”, dijo. Arriba, sobre una bandera colgada en las paredes, se leía: “Como a los nazis los iremos a buscar”. En la calle, se iban concentrando las organizaciones políticas y sociales de la zona que sostuvieron este juicio a lo largo del año con la convocatoria a estudiantes y maestros de la zona. Por la radio habló el compañero de Catalina, Rodrigo, otro de los testigos del juicio. “Yo la vi a Catalina y la veo hoy día y veo realmente quién es, tiene mucho más vida, es mucho más alegre: es Catalina, el nombre que le pusieron sus padres.” Ese escenario, que sacaba el juicio al medio de la calle, terminó a las dos de la tarde transmitiendo lo que iba ocurriendo desde adentro del edificio.

http://kaosenlared.net/media/k2/items/cache/c53d7e24f3197cd319c67df697a6b592_XL.jpg

Las condenas

Las condenas coincidieron con los pedidos de la fiscalía a cargo de Marcelo García Berro y en líneas generales con las querellas. Riveros y Bignone, los jefes máximos del área, recibieron perpetuas por allanamiento ilegal, robo agravado, privación ilegal de la libertad, tormentos y por los homicidios de Kitty Villagra y Domingo García, el esposo de Beatriz Recchia, la madre de Juliana y embarazada cuando la secuestraron.

En jerarquía, les siguió Eugenio Guañabens Perelló, director de la Escuela de Apoyo para el Combate General Lemos de Institutos Militares en 1977, en juicio por la desaparición de María Eva Duarte y Alberto Aranda. Fue condenado a 16 años de prisión.

Sadi Pepa y Oscar Corrado, los directores de la Escuela de Comunicaciones del Comando de Institutos Militares de Campo de Mayo, que también llegaron a juicio por primera vez, fueron condenados a perpetua. Sadi Pepa fue juzgado por el caso de Beatriz Recchia y Domingo García. Lo condenaron por el allanamiento ilegal a la casa de los dos, secuestro y tormentos de ambos y el homicidio de Domingo. Corrado, en cambio, llegó a juicio, como Macedra, por el secuestro y desaparición de Gustavo Cabezas y el homicidio de Kitty Villagra. Fue otro de los casos emblemáticos del juicio. Diseñó una estrategia para intentar demostrar que para el 10 mayo de 1976 ya había sido trasladado y se desempeñaba como administrador general en ENTel, la vieja compañía de teléfonos del Estado. Para sostener esa teoría declararon muchos de sus compañeros de fuerza. Los testimonios de Stella Segado, actual directora del área de Derechos Humanos del Ministerio de Defensa, y de la perito Claudia Belingeri, de la Comisión Provincial por la Memoria, permitieron demostrar que el 10 de mayo de 1976 seguía en Comunicaciones y que cambió de área el 21 de junio de 1976. Los jueces lo condenaron a perpetua.

Macedra llegó al juicio identificado por los colimbas que participaron del operativo del 10 de mayo en la plaza de Martínez. Lo condenaron a perpetua por el secuestro y tormentos de Gustavo y el homicidio de Kitty.

Otro de los grupos de represores condenados por primera vez y como autores directos fueron quienes actuaron dentro del centro clandestino El Campito de Campo de Mayo. Entre ellos, dos gendarmes: Julio San Román, alias “Cacho”, y Hugo Miguel Castagno Monge, alias “Yaya”, los de la custodia. Con ellos fue condenado Carlos Eduardo José Somoza, alias el “Gordo 2”, oficial de inteligencia del Ejército, uno de los interrogadores-torturadores más violentos del centro clandestino. El tribunal condenó a los gendarmes a 20 años de prisión y a Somoza a 25 años por la condición de torturador. Los tres fueron juzgados por los siete casos de mujeres embarazadas, secuestradas con sus compañeros, que dieron a luz en cautiverio y permanecen desaparecidas. Entre ellas, Ana María Lanzillotto, cuya historia dio entrada durante el juicio a lo que fue la caída de la dirección del PRT-ERP en julio de 1976, con la causa madre aún en instrucción.

Juliana García Recchia estuvo ahí, intentando dar otro cierre. Ramiro Menna, el hijo de Ana María Lanzilotto y del Gringo Domingo Menna, que aún busca a un hermano o hermana, escribió en un mensaje a uno de sus tíos: “Que se haga justicia”. Alba Lanzillotto, hermana de Ana María, recordó los años de lucha: “Es bueno que le den una condena alta. Estos juicios son posibles por la lucha de 30 años que lleva este pueblo y un gobierno que empuja a tomar conciencia”. Julia Elena Villagra, la hermana de Kitty, recibía el llamado de Bariloche. “¡Perpetua, perpetua!”, dijo en una explosión de alegría. Catalina Ovando explicó: “No celebro que ellos vayan a la cárcel, pero celebro que no haya impunidad y que la Justicia los haya encontrado culpables. Agradezco a mis abuelos que me buscaron toda la vida; la sociedad tiene que entender que la apropiación no es un gesto de amor”.

Argentina

“Honra la memoria” cadena perpetua al dictador Bignone y nuevas condenas

Los querellantes por la megacausa Campo de Mayo, entre los que se encuentran las Abuelas de Plaza de Mayo, afirmaron que la sentencia dada a conocer contra el ex dictador Bignoni y otros represores, “es reparadora y honra la memoria” de muchos desaparecidos.

Miércoles 13 de marzo de 2013 | 11:26 La República
Reynaldo Bignone / AFP
El último dictador argentino Reynaldo Bignone, de 85 años,  fue condenado a prisión perpetua por crímenes de lesa humanidad, en la cuarta sentencia que recibe desde que en 1983 presidió la llamada “transición argentina”, tras la que el país recuperó su democracia. Bignone fue hallado culpable de secuestro, tormentos y desapariciones, en el centro de detención que funcionaba en el mayor cuartel de su país.

Más torturadores recibieron penas perpeturas

Cuatro represores –Santiago Omar Riveros, Luis Sadi Pepa, Eduiardo Corrado y Carlos Macedra- también fueron remitidos de por vida a prisión, mientras que Carlos José Somoza recibió 25 años de cárcel, Hugo Castagno Monge y Julio San Román 20 años, y Eugenio Guañabens 16 años.
También se remitió al matrimonio de Carlos del Señor Hidalgo y María Francisca Morillo -15 y 12 años de cárcel- por la apropiación de María Catalina Sánchez Ovando, recuperada por las Madres de Plaza de Mayo y cuyos padres fueron desaparecidos.
Durante el juicio se revelaron también aspectos del destino de otras embarazadas que fueron capturadas por la dictadura: Isabel Acuña, Miryam Ovando, Susana Stritzler, Beatriz Recchia, Marta Graciela Álvarez, Ana María Lanzilotto y María Eva Duarte, están en la lista de desaparecidas, y presuntamente dieron a luz en alguna de las maternidades que funcionaban en Campo de Mayo. El destino de las criaturas, si es que sobrevivieron, hasta el momento no ha podido ser determinado.


Portada de la diaria

El ex dictador argentino Reynaldo Bignone. La Justicia argentina condenó a cadena perpetua a Bignone, último presidente de la dictadura militar, por los crímenes de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino de Campo de Mayo. (archivo, diciembre de 2011) Foto: Leo la Valle, Efe

El ex dictador argentino Reynaldo Bignone. La Justicia argentina condenó a cadena perpetua a Bignone, último presidente de la dictadura militar, por los crímenes de lesa humanidad cometidos en el centro clandestino de Campo de Mayo. (archivo, diciembre de 2011)
Foto: Leo la Valle, Efe

No prescriben

Reynaldo Bignone, ex dictador argentino (1982-1983), recibió una condena perpetua por crímenes de lesa humanidad.
Familiares de desaparecidos y militantes por los derechos humanos que esperaban ayer en la sala del Tribunal Oral Federal Nº 1 de la localidad bonaerense de San Martín aplaudieron y se abrazaron al escuchar la sentencia. Supieron que fue condenado a prisión perpetua el último dictador argentino, Reynaldo Bignone (1982-1983).
La sentencia fue emitida en un juicio por crímenes de lesa humanidad cometidos en el cuartel de Campo de Mayo, en las afueras de Buenos Aires, que funcionó como un centro de detención clandestina de la dictadura que se extendió desde 1976 hasta 1983.
La misma pena que recibió Bignone fue dispuesta por el tribunal para otros cuatro represores: Santiago Riveros (que fue el jefe en esa dependencia), Luis Sadi Pepa, Eduardo Corrado y Carlos Macedra, informó CIJ, la agencia de noticias del Poder Judicial de Argentina. Otros seis acusados recibieron penas de 12 a 25 años de prisión.
En esta causa se los juzgó por los crímenes cometidos contra 23 de las víctimas que pasaron por Campo de Mayo. Entre ellas, se cuentan siete mujeres embarazadas que dieron a luz en ese centro de detención o en otras dependencias clandestinas y que siguen desaparecidas. Entre los condenados se encuentran un ex oficial de inteligencia, Carlos del Señor Garzón, y su esposa, María Francisca Morillo, por apropiarse de uno de esos bebés, una niña. Se trata de Laura Catalina de Sanctis Ovando, hija de Miryam Ovando y Raúl de Sanctis, que recuperó su identidad en 2008.
Durante el juicio, De Sanctis acusó a Garzón y a su esposa de ser cómplices de la muerte de sus padres y pidió a la sociedad argentina que tomara “conciencia de la real responsabilidad de estas dos personas”. Dijo que esperaba que la sentencia sirviera para “honrar la memoria” de sus padres, recordó el diario Página 12. Ayer Garzón fue condenado a 15 años de cárcel y Morillo a 12.
Este expediente judicial, llamado “megacausa” por la cantidad de casos que reúne, se propone también recabar información sobre lo ocurrido con las 23 víctimas, que en su mayoría están desaparecidas.
De Sanctis, la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo y la Secretaría de Derechos Humanos fueron algunos de los querellantes en este juicio que comenzó en agosto y que llegó ayer a la etapa de dictar un castigo para los imputados. Ellos reclamaban como castigo la prisión de por vida para Bignone y los demás represores que ayer fueron condenados a esa pena. El tribunal anunció que leerá los fundamentos de su sentencia recién el 14 de mayo.
Para Bignone, de 85 años, esta condena se suma a las de 25 años de prisión que recibió en 2010 y 2011, una por crímenes perpetrados en Campo de Mayo y otra por los que se cometieron en el hospital público Posadas, también en las afueras de Buenos Aires. El año pasado el ex dictador fue condenado a 15 años de cárcel en la causa por robo sistemático de bebés.


ARGENTINA: SANTIAGO OMAR RIVEROS Y REYNALDO BIGNONE ENCABEZAN LA LISTA

Los veteranos y los debutantes

Los represores Reynaldo Benito Bignone y Santiago Omar Riveros recibieron otra condena a perpetua.
Imagen: Télam

Página 12

Entre los condenados hay siete represores que hasta el momento no habían sido juzgados. También están los jerarcas, que ya acumulan cinco penas: el último dictador y el jefe de Institutos Militares de Campo de Mayo.

Para algunos de los genocidas sentenciados ayer fue la primera condena. Para otros, como Reynaldo Benito Bignone y Santiago Omar Riveros, fue la quinta. El último dictador y ex general de división, de 85 años, fue condenado ayer a prisión perpetua por crímenes contra la humanidad perpetrados en Campo de Mayo. Este militar, que en 1983 condujo la transición de la dictadura a la democracia, ya había recibido perpetua en 2010 y en 2011, a las que suma otras dos sentencias, a 25 y 15 años respectivamente. Y Riveros acumuló también su condena número cinco.

El 8 de marzo de 2007, Bignone pasó la noche preso en el Instituto Penal de las Fuerzas Armadas en Campo de Mayo, casualmente (o no tanto) junto a Riveros. En octubre de 2006, se había permitido instar a “los jóvenes” a terminar lo que el terrorismo de Estado no había podido y poco después sacaron su retrato del patio de honor del Colegio Militar.

Antes de ser el último presidente de facto, Bignone se desempeñó como director de esa institución, desde diciembre de 1975, y como segundo comandante de Institutos Militares, en 1977. Sucedió a Leopoldo Fortunato Galtieri tras la derrota de Malvinas y fue el encargado de borrar las pruebas de la represión. A través del decreto 2726/83, ordenó la destrucción de documentación referida a los secuestros y las desapariciones cometidas por sus subordinados y llegó a ser enjuiciado por este delito, pero lo salvó el indulto menemista. En marzo de 1976 encabezó el operativo que convirtió al Hospital Posadas en un centro clandestino. En 1980 asumió como jefe de Campo de Mayo y, según cuentan las víctimas, dijo que “en la guerra sucia hay inocentes que pagan por los culpables”. Cuando llegó la democracia fue imputado por secuestros y tormentos y su primer encarcelamiento se produjo en 1984, por la desaparición de los conscriptos Luis García y Luis Steimberg, pero la ley de obediencia debida le devolvió la libertad. La segunda vez que la perdió fue en 1999, cuando el ex juez Adolfo Bagnasco lo responsabilizó por haber otorgado la garantía de impunidad al plan sistemático de apropiación de menores. El ex magistrado le concedió el arresto domiciliario, pero Bignone no tuvo reparos en confesar en una entrevista que salía “todos los días”. Y no violó el beneficio, sus salidas estaban autorizadas por el juzgado: dos veces por semana nadaba en el Círculo Militar, iba al Hospital Militar (“es mi country”, dijo) y asistía a las reuniones de una institución para discapacitados a la que pertenece su hijo.

Durante muchos años los crímenes de lesa humanidad cometidos en Campo de Mayo fueron identificados con el apellido de este genocida. Santiago Omar Riveros es el autor de la frase “hicimos la guerra con la doctrina en la mano y las órdenes escritas de los comandos superiores”. La pronunció a modo de despedida en la Junta Interamericana de Defensa el 24 de enero de 1980, y está citada en el prólogo del Nunca Más. En 2007, la Cámara de Casación le anuló el indulto que le había dictado el ex presidente Carlos Menem en 1989, y tras la anulación de las leyes de impunidad no paró de sumar juicios. Fue juzgado en Italia, en ausencia, por la desaparición de tres ciudadanos italianos y también está imputado en la nueva megacausa que se inicia por el Operativo Cóndor.

Entre los condenados figuran Carlos del Señor Garzón y María Francisca Morillo, acusados por la apropiación de María Sánchez Ovando. También están Carlos Somoza, Eugenio Guañabens Perello, Sadi Pepa y Oscar Corrado.





Susana Escudero, Margarita Lagos, Beatriz Benzano y Ana Amorós, ayer, en la puerta del juzgado.
Susana Escudero, Margarita Lagos, Beatriz Benzano y Ana Amorós, ayer, en la puerta del juzgado. Foto: Pedro Rincón

Sin aviso

Juicio por abuso contra mujeres durante la dictadura continúa pese a fallo de la SCJ; primer oficial indagado no se presentó.
Ayer tenía que presentarse a declarar como indagado el ex oficial del Regimiento de Caballería Nº 9 Julio Litovsky, citado por la jueza penal de 16º Turno, Julia Staricco, pero el militar retirado no concurrió. La magistrada tiene a cargo la causa que investiga maltrato y abuso sexual contra 28 mujeres detenidas en diferentes dependencias militares durante la última dictadura. La denuncias fueron presentadas en octubre de 2011 e involucran no solamente a quienes cometieron los delitos sino también a los oficiales que no actuaron para evitarlos.
Se trata de la primera citación a un militar retirado por violaciones a los derechos humanos, después del fallo de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) que hace algunas semanas declaró inconstitucional la norma interpretativa de la Ley de Caducidad.
El abogado patrocinante de la denuncia, Federico Álvarez Petraglia, explicó a la diaria que existe alguna posibilidad de que la citación “no le haya llegado” a Litovsky, pero si se comprueba que “efectivamente la recibió y no fue por propia voluntad, corresponde que sea conducido”, un procedimiento que le compete a la Policía.
En el marco de esta misma causa está previsto que hoy a las 13.30 declare Héctor Lascano, el jueves debería hacerlo Orosmán Pereyra y en los primeros días de abril, Jorge Pajarito Silveira, Ariel Ubillos, José Nino Gavazzo y Gilberto Vázquez.
Pero los denunciados son más de 100, incluyendo militares, policías, médicos y enfermeras que operaron en una veintena de lugares, tales como centros de detención clandestinos, establecimientos carcelarios, Hospital Militar y diversas unidades castrenses. Es la primera denuncia vinculada a delitos de este tipo que involucra a personal militar femenino.
Álvarez Petraglia opinó que el reciente fallo de la SCJ “no afecta directamente este proceso” y además “no dice que haya que archivar los expedientes”. En este caso, “de una forma u otra, la jueza y la fiscal están mostrando sin decirlo que entienden que estos delitos no prescribieron, que son de lesa humanidad y por eso continúan con la instrucción”, agregó el abogado.
Sin embargo, advirtió que “seguramente la defensa de los militares va a pedir en estos días la prescripción”. Estos pedidos podrían generar resoluciones en primera instancia o requerir la intervención de instancias superiores. Por ejemplo, si el Tribunal de Apelaciones comparte los fundamentos de la SCJ y entiende que estos delitos están prescriptos “puede acoger los pedidos”, explicó Álvarez Petraglia. La presentación de estos recursos “no detiene la instrucción”, pero si se interponen recursos de inconstitucionalidad, sí hay “un efecto suspensivo”, añadió el abogado.
Pero como hay un expediente formado por cada denunciado, el efecto de estos recursos sólo afectaría al expediente del indagado que presenta el recurso de inconstitucionalidad y para que el juicio se paralice se deberían presentar “tantos recursos como expedientes existen”, concluyó Álvarez Petraglia.
Luis Rómboli- La Diaria


Derechos Humanos

Jueza Penal sigue adelante con delitos de la dictadura y citó a militares

Otra valiente jueza

La jueza penal Julia Staricco citó para este martes a varios militares, acusados por delitos cometidos durante la dictadura, pese al fallo de la Suprema Corte de Justicia que declaró la inconstitucionalidad de la ley interpretativa de la Caducidad.

Martes 12 de marzo de 2013 | 12:21 La República
Denunciantes de la causa / sdr.liccom.edu.uy
Se trata de la investigación de la denuncia presentada por 28 mujeres por las violaciones y abusos a que fueron sometidas durante su detención en distintos centros clandestinos a partir de 1973. El caso presentado en 2012, por el ex juez Federico Álvarez Petraglia ha sido confirmado para seguir adelante, por la jueza Staricco la cual entendió que la sentencia de la Corte no afecta la cuestión. “En esta denuncia ninguno de los denunciados presentó recurso de inconstitucionalidad”, afirmó al diario El Observador.

Los militares y los centros de tortura

Este marte está previsto que comparezca Julio Litovsky, oficial  actuante en el Regimiento de Caballería Nº 9. El miércoles debe presentarse Héctor Lascano. El jueves Asencio Lucero; el viernes Orosmán Pereyra. Después habrá un paréntesis que concluirá el 2 de abril cuando está citado Ariel Ubillos.
También en abril vuelven a comparecer militares que ya están procesados: el primero de abril, Jorge “Pajarito” Silveira; el día tres de abril, José “Nino” Gavazzo y al día siguiente Gilberto Vázquez .
La lista total de denunciados supera los 100 militares y policías que cumplían funciones en distintos regimientos militares donde fueron cometidas las violaciones y otras atrocidades. En la lista aparecen el Regimiento de Caballería Nº 9, el Regimiento de Caballería Nº 4, La Tablada, la cárcel del Pueblo, el Regimiento de Artillería Nº 1, el cuartel La Paloma, el Batallón de Ingenieros Nº 1, Regimiento de Infantería Nº 1, el cuartel de Paso de los Toros, el Batallón de Infantería Nº 5 de Mercedes, Policía de Investigaciones de Mercedes, Cárcel de Paso de los Toros, Jefatura de Policía de Salto, Cuartel de Infantería Nº 7, Penal de Punta de Rieles, Hospital Militar y Jefatura de Policía de Montevideo.


Derechos Humanos

Otros dos jueces continúan adelante las causas a imputados de la dictadura

Los jueces Carlos García y Pedro Salazar, resolvieron continuar adelante con las denuncias que tienen en sus despachos, por delitos cometidos durante la dictadura, pese al dictamen de la Suprema Corte de Justicia que declaró inconstitucional la ley interpretativa de la Caducidad.

Miércoles 13 de marzo de 2013 | 09:56
Los magistrados se suman a la jueza penal Julia Staricco, la primera en seguir adelante con las investigaciones a los militares, y citó para este mes y para abril próximo a varios imputados por torturas y otros crímenes.
El Juez Carlos García, tiene a estudio la denuncia de un grupo de detenidos que fueran torturados por policías de la Dirección de Inteligencia de los “años del plomo” y dispuso varias citaciones entre los indagados.
Por su parte el Juez Pedro Salazar, citó a indagados por una docena de casos vinculados a la dictadura, todos provenientes de juzgados del interior, donde fueron declinados. Los magistrados dijeron que seguirán adelante y si deben emitir sentencia “opinarán sobre los argumentos esgrimidos por la Suprema Corte de Justicia”, según publica el diario El Observador.

En duda los casos que tenía la jueza Mota

Mientras tanto los cincuenta casos de violaciones a los Derechos Humanos, sobre los que trabajaba la jueza Mariana Mota –trasladada a la Justicia Civil- están aún pendientes, ya que la ahora magistrada a cargo de los mismos –Beatriz Larrieu- no ha tomado decisión al respecto.
La mayoría de los magistrados aún parece tener dudas sobre la actitud a seguir en estos casos, e incluso varios dieron vista de las denuncias a los fiscales respectivos, para que emitan una opinión.
Los fiscales tampoco tienen opinión uniforme: los hay que opinan se debe seguir investigando, mientras otros entienden que las causas deben ser archivadas.
Por su parte los abogados de quienes impulsan las denuncias por tortura durante la dictadura, evalúan una acción conjunta que les permita seguir adelante.



Campaña en las redes por delitos de la dictadura

En las redes tampoco hay olvido

imagen

12.03.2013 22:07

Familiares de detenidos desaparecidos lanzaron campaña en reclamo del esclarecimiento de delitos cometidos durante la dictadura.

Varias organizaciones que agrupan a hijos y familiares de detenidos desaparecidos durante la dictadura impulsan una campaña en reclamo del esclarecimiento de los crímenes cometidos en esa época y cuya resolución podría dificultarse tras el fallo de la Suprema Corte de Justicia sobre la inconstitucionalidad de la ley que impide la prescripción de los delitos llevados a cabo en el marco del terrorismo de Estado.

La campaña consta de dos videos que ya circulan a través de las redes sociales en los que hijos y familiares de varios detenidos desaparecidos, entre ellos Julio Castro y Ramón Peré, recuerdan lo sucedido y el impacto que causó en su vida, así como lo que significa la imposibilidad de continuar las investigaciones.

Además, los videos recuerdan palabras del propio presidente José Mujica durante el acto realizado el 21 de marzo de 2012 en el marco del cumplimiento de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos a raíz de la denuncia de Macarena Gelman. Allí, el mandatario señala que "el Estado reconoce que en el pasado se cometieron acciones violatorias de los Derechos Humanos".


Montevideo Portal



Opinión - ANÁLISIS-GABRIEL PEREYRA

Los DDHH, una jueza y la palabra final sobre la libertad

ANÁLISIS-GABERIEL PEREYRA. La jueza Staricco sigue adelante con la investigación más allá del fallo de la Corte

+ Gabriel Pereyra @gabrielhpereyra - 12.03.2013, 12:23 hs - ACTUALIZADO 12:27 Texto:El Observador
La decisión de la jueza Julia Staricco sobre las violaciones a los derechos humanos ocurridas durante la dictadura (DDHH) es de esas cosas que, si bien refiere a hechos del pasado (parece que pasarán décadas y seguiremos con el asunto en agenda) tienen un valor presente sobre un asunto que no solo está en el tapete en Uruguay, sino también en otros países de la región: la independencia del Poder Judicial con los gobiernos de turno.

La jueza decidió seguir investigando una denuncia por abusos sexuales cometidos durante la dictadura (1973-1985) a pesar de que un fallo de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) declaró inconstitucional la ley que hacía imprescriptibles los delitos cometidos en ese período.

Lejos de la posibilidad de enviar a alguien a prisión, luego del fallo de la SCJ los juicios se encaminan a liberar a militares que fueron presos en base a esa ley, ahora inconstitucional por decisión de la Corte.

Los sucesivos fallos de la SCJ contra leyes impulsadas por el gobierno son una señal de esa independencia que en otras naciones no abunda. Pero esto, no lo olvidemos, no es un asunto técnico, es política.

Los jueces son dueños de sus causas, y una cosa es los que piensan los cinco magistrados que integran la SCJ hoy y otra lo que piensan los jueces.

En esa diferencia de opiniones quizás estribe la respuesta a la pregunta de ¿quién nos defiende de la palabra final de la Justicia?

Una misma ley puede representar dos universos legales opuestos: un día la ley de Caducidad es inconstitucional y luego ya no lo es. Y detrás de esa diferencia lo que hay es la libertad de la gente, hoy a favor o en contra de estos represores, pero mañana puede ser contra cualquier ciudadano.

Debería erizar la piel de todos la idea de que un inocente acusado erróneamente reciba el no final de la SCJ. ¿Es el fin del sistema, el fin del camino, el fin de la libertad?

Por eso, y más allá de lo que se piense sobre ese pasado violento que nos heredaron, en algún sentido es bueno saber que hay jueces que se resisten a esos fallos finales, a esas palabras finitas; y porque su accionar, en el acierto o en el error, es un camino que seguramente no logrará la Justicia, porque al final se impondrá el fallo del órgano superior, pero puede dar algunos pasos hacia la verdad de lo que hicieron unos tipos que debían defender a la patria y terminaron violando mujeres.




UdelaR ética y justicia ante Suprema Corte de Justicia
Universidad de la República: Documento
“No puede caer una losa de impunidad y olvido sobre los crímenes de la dictadura uruguaya”, señala una declaración aprobada el 5 de marzo por el Consejo Directivo Central (CDC) de la Universidad de la República (Udelar). “Ello tiene que ver con el pasado, con el presente y con el futuro, pues la impunidad incide en los comportamientos cotidianos, institucionales y personales”.

Tras recibir al catedrático Alberto Pérez Pérez y al antropólogo José López Mazz -“para analizar la situación y perspectivas de las investigaciones judiciales acerca de lo acontecido durante la dictadura en materia de Derechos Humanos”-, el CDC resolvió por unanimidad llamar “a todos los compatriotas de buena voluntad a buscar caminos ética y jurídicamente correctos para que la verdad y la justicia sigan abriéndose paso, y se afirmen en el país que queremos legarles a las generaciones que vienen”.

Texto de la resolución

1)Tomar conocimiento y agradecer las exposiciones realizadas en Sala por el Dr. Alberto Pérez Pérez y por el Lic. José López Mazz en relación con la situación y perspectivas de las investigaciones judiciales acerca de lo acontecido durante la dictadura en materia de Derechos Humanos.

2) Hacerlas llegar, conjuntamente con la versión taquigráfica de las consideraciones efectuadas en Sala durante el tratamiento del asunto, a todos los Servicios y colectivos universitarios.

3) Al respecto, emitir la siguiente:

Declaración del Consejo Directivo Central sobre las perspectivas de la verdad y la justicia en materia de los atentados a los derechos humanos cometidos durante la dictadura:

1.De acuerdo a lo que establecen su trayectoria histórica y el artículo 2 de su Ley Orgánica, la Universidad de la República tiene entre sus fines “defender los valores morales y los principios de justicia, libertad, bienestar social, los derechos de la persona humana y la forma democrático-republicana de gobierno.” En esa perspectiva, el Consejo Directivo Central quiere hacer un aporte al análisis de resoluciones recientes y gravitantes de la Suprema Corte de Justicia vinculadas con la investigación de violaciones de los derechos humanos pues, de acuerdo al texto legal ya mencionado, a la Universidad incumbe asimismo “contribuir al estudio de los problemas de interés general y propender a su comprensión pública”.

2.Con esos fines que le fijan su vocación tradicional y el mandato legal la UDELAR ha cumplido antes, durante y después de la dictadura. A este último respecto se destacan los ingentes esfuerzos, realizados por equipos universitarios a pedido de la Presidencia de la República, tanto en la investigación histórica sobre la dictadura y el terrorismo de estado en el Uruguay como en la investigación arqueológica sobre Detenidos Desaparecidos. En ese marco, durante casi ocho años ya, se ha revisado documentación en archivos estatales y realizado excavaciones en predios y sedes militares que han permitido hallar los restos de varios conciudadanos.

3.Esta declaración se formula respetando las competencias constitucionales de cada Poder del Estado y procurando colaborar a afianzar el Estado de Derecho a partir del más correcto, eficiente y transparente funcionamiento de la Justicia del Poder Judicial como tal. La declaración responde a la preocupación estudiantil, transmitida a este Consejo por los delegados del orden respectivo, y respaldada por las delegaciones de los ordenes de docentes y egresados. Como corresponde a la envergadura de las resoluciones a las que se refiere y a la complejidad de los problemas que tales resoluciones suscitan, la declaración se aprueba en el Consejo Directivo Central tras un período de análisis, reflexión e intercambio de ideas, durante el cual varios Consejos de Facultad han tomado posición pública al respecto

4.En cumplimiento del fallo condenatorio para el Uruguay de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, el gobierno nacional reconoció la responsabilidad del país en el llamado “caso Gelman”, ejemplo extremo de las violaciones a los Derechos Humanos ocurridas durante la dictadura en Uruguay y en la región. Preocupa a la Universidad que el cumplimiento integral de ese fallo se vea obstaculizado. Para formular esta preocupación, el CDC toma especialmente en cuenta los pronunciamientos relacionados con el tema de la Institución Nacional de Derechos Humanos y Defensoría del Pueblo (INDDHH), cuyos cometidos y facultades fueron establecidos por la Ley No. 18.446, de 24/12/2008.

5.Como lo afirma una declaración de la INDDHH “los esfuerzos realizados por la sociedad uruguaya para fortalecer el estado de derecho y consolidar la democracia han sido ingentes y constantes en estos últimos treinta años. Entre esos esfuerzos, es reconocida la larga lucha de víctimas, familiares y organizaciones sociales, sindicales y religiosas por la verdad y la justicia en relación a las gravísimas violaciones a los derechos humanos que tuvieron lugar en el país durante el terrorismo de estado. En los últimos años hubo algunos avances innegables en la materia. Sin embargo, para la INDDHH, ese proceso da muestras de haber comenzado lenta, pero constantemente, a detenerse”.

6.Uno de los hechos que apuntan en ese sentido es el reciente traslado a un Juzgado Civil de la Jueza Mariana Mota, que se ha especializado en la materia penal vinculada con los derechos humanos y en cuyo Juzgado Penal están radicadas la mayor parte de las causas en las que se investigan violaciones a los derechos humanos cometidas durante la dictadura. Ese traslado suscita el riesgo de que se demore gravemente la administración de justicia.

7.Dicho traslado ha sido dispuesto por la Suprema Corte de Justicia sin haber explicado con claridad a la ciudadanía sus motivaciones. Como lo recuerda la declaración de la INDDHH, el Comité de Derechos Humanos de las Naciones Unidas “enfatizó que la movilidad de los jueces no puede quedar librada a la discrecionalidad de las autoridades, pues podría exponer a los jueces y comprometer su independencia e imparcialidad”.

8.Ante otra resolución de la Suprema Corte de Justicia - la que reputa inconstitucional los artículos 2do y 3ero de la llamada “ley interpretativa” de la Ley de Caducidad - la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos expresó preocupación porque se “puedan restablecer las sombras de la impunidad en un país que ha comenzado a conciliarse con la verdad y la justicia, para el pleno cumplimiento de sus obligaciones derivadas del derecho internacional”.

9.Resoluciones del tipo de la antes mencionada exponen al país a nuevas condenas, como la emanada de la Corte Interamericana de Derechos Humanos y de la opinión pública internacional. Uruguay, como nación y como pueblo, no se lo merece. Los crímenes del nazismo, cuando han transcurrido alrededor de setenta años desde que fueron cometidos, siguen siendo investigados y juzgados. Así lo reclaman con todo derecho quienes se sienten ligados a las víctimas, y también la conciencia del mundo. No puede caer una losa de impunidad y olvido sobre los crímenes de la dictadura uruguaya. Ello tiene que ver con el pasado, con el presente y con el futuro, pues la impunidad incide en los comportamientos cotidianos, institucionales y personales.

10.La Universidad de la República llama a todos los compatriotas de buena voluntad a buscar caminos ética y jurídicamente correctos para que la verdad y la justicia sigan abriéndose paso, y se afirmen en el país que queremos legarles a las generaciones que vienen.

4) En función de la exposición del Dr. Alberto Pérez Pérez y de la Declaración aprobada, este Consejo Directivo Central solicita a todos los ámbitos de la institución que tengan aportes para hacer en la materia, que estudien los problemas planteados y contribuyan a enfrentar la impunidad, encontrando caminos para la verdad y justicia.

Votos afirmativos: (19 en 19)

LA ONDA® DIGITAL



(CRYSOL) 14 de marzo: Día del Liberad@




El próximo jueves 14 de marzo se cumplen 28 años de la liberación de los últimos presos políticos de la dictadura luego de la aprobación por parte del parlamento de la Ley 15 737 al reinstaurarse la institucionalidad democrática en marzo de 1985.

Como todos los años, Crysol celebrará en esa jornada el Día del Liberad@.

La detención masiva de ciudadanos, la tortura y la prisión prolongada en condiciones inhumanas y degradantes fue la metodología deliberadamente seleccionada por las fuerzas armadas y el terrorismo de Estado para aniquilar y destruir a quienes consideraban sus opositores, para aterrorizar a la población y perpetuarse en el gobierno.

Los apremios físicos y psicológicos, las torturas, incluyeron los abusos sexuales, en la mayoría de las mujeres, tal como ha quedado demostrado en las denuncias que se presentaron ante la justicia y que se están tramitando.

Durante dicho período, Uruguay fue el país del mundo que tuvo la mayor cantidad de presos políticos en relación a su población. Según Amnistía Internacional, más de 7.000 uruguayas y uruguayos sufrieron prisión prolongada por razones gremiales, sociales, ideológicas o políticas.

Al amparo de la Ley de Seguridad del Estado (Ley 14 068), votada por el Parlamento en julio de 1972, aprobada ante las presiones ejercidas por los mandos militares de la época, más de 6.000 uruguayos fueron juzgados y condenados por la Justicia Militar, un órgano dependiente, sometido a las jerarquías castrenses, violentando todas las garantías legales y constitucionales.

Según estudios realizados por SERPAJ, en promedio, los sometidos a la Justicia Militar demoraron 102 días en ser presentados ante un Juez Sumariante, que en la mayoría de los casos formaba parte del equipo de interrogadores en las unidades militares. Los procesados recluidos en los Penales emblemáticos de Paso de Los Toros, Libertad y Punta de Rieles, estuvieron un promedio de 6,6 años en condiciones diseñadas para la destrucción física, psíquica y psicológica.

La liberación de los presos políticos fue un hito en la lucha del pueblo uruguayo por reconquistar la libertad y la democracia. Miles de uruguayos salieron a las calles para celebrar su liberación, para recibirlos y reintegrarlos a la sociedad.

El 14 de marzo, Día del Liberad@, es un día de festejo, de conmemoración, de reencuentro. También es un día de reivindicación colectiva de nuestro accionar, de nuestro protagonismo militante, de nuestra lucha, de nuestro enfrentamiento al régimen autoritario de Pacheco Areco y al terrorismo de Estado dentro y fuera del país.

Las expresas y los expresos políticos, desde nuestra liberación hace 28 años, nos hemos comprometido activamente, junto a los trabajadores y los sectores populares, junto a todas las organizaciones de DDHH, en contribuir activamente a generar las condiciones que impidan que la tragedia que vivió nuestro país, nunca más vuelva a repetirse.

Este jueves 14 de marzo, a la hora 12 nos reuniremos en el Memorial de los Detenidos Desaparecidos, en el Parque Vaz Ferreira, en el Cerro, para entonar las estrofas del Himno Nacional en su honor y homenajearlos.

En la tarde, de 15 a 17 horas, nos concentraremos en la Plaza Independencia para dar lectura a una proclama, reclamando a todos los poderes del Estado, al sistema político en su conjunto, Verdad, Memoria, Justicia y reivindicando los derechos de todas las víctimas del terrorismo de Estado de acuerdo a la Resolución 60/147 de la Organización de las Naciones Unidas.

Llamamos a todas y a todos los expresos políticos, a nuestros familiares y amigos, a la ciudadanía en general, a participar en las actividades.