BRASIL
"Los militares saben que el gobierno de Bolsonaro no terminará bien". Entrevista a João Pedro Stedile
por Joao Pedro Stedile
11/05/2019 - SIN PERMISO
El economista fue uno de los
fundadores del Movimiento Sin Tierra (MST), a fines de la década de
1970, y actualmente integra su dirección. Además, es parte de Vía
Campesina y de la alianza Frente Brasil Popular, que desde 2015 integra
decenas de organizaciones provenientes del ámbito político, juvenil,
feminista, sindical y pastoral.
¿Cuál es su lectura del momento que vive Brasil?Es un momento muy complejo en la coyuntura brasileña, porque se conjugaron varios factores. En primer lugar, hay una profundización de la crisis del capitalismo a nivel internacional, que se refleja en Brasil, y esta crisis ha llegado a la economía brasileña: ha aumentado la desigualdad social y los problemas políticos. Esta crisis, que paralizó la economía desde 2012 hasta hoy, trajo como consecuencia una nueva correlación de fuerzas entre las clases dominantes. En las últimas elecciones, el candidato natural de los empresarios era [el gobernador de San Pablo, Geraldo] Alckmin, que no despegó. Entonces la burguesía brasileña tuvo que apelar a esa fórmula de la extrema derecha que representa Jair Bolsonaro. Ganaron las elecciones porque hubo una manipulación de la voluntad popular, porque hubo un montón de dinero involucrado, pero sobre todo, por la manipulación vía Whatsapp, que tuvo incluso asesoría ya comprobada del grupo de campaña de Donald Trump y del servicio de inteligencia de Israel. Por eso el vínculo ideológico tan arraigado entre Bolsonaro, Estados Unidos e Israel. Él cometió un gafe al hacerlo público y notorio. Debe haber sido el único presidente de una nación extranjera que estando en Washington fue a visitar las oficinas de la CIA y [el ministro de Justicia, Sérgio] Moro, al FBI, como agradeciendo los servicios prestados.
¿Pero no representa el voto de los brasileños?
Es un gobierno que no tiene una base social en Brasil. La sociedad brasileña no es de extrema derecha. Puede tener un sector conservador, pero la amplia mayoría de la sociedad brasileña es progresista, independiente de la vocación partidista. Entonces llegamos a una situación política en la que la crisis se agravó, porque tenemos un gobierno que no representa a la sociedad. Es sostenido por una pequeña base social, representada por los neopentecostales, que son entre 8% y 10% de la población, y por el poder económico, representado por el capital financiero y las grandes corporaciones internacionales. El gobierno está aplicando un programa que no resuelve ningún problema de la sociedad brasileña; al contrario, se están agravando los problemas de desempleo, desigualdad social, incluso de violencia, sobre todo contra la juventud por parte de la Policía Militar en todos los estados.
¿Cuál es el plan de este gobierno?
El plan es únicamente atender las necesidades del capital, que básicamente podríamos resumir en: acelerar la apropiación privada de los bienes de la naturaleza, de las inmensas riquezas que hay en Brasil, como las reservas petrolíferas del presal –que prácticamente ha sido privatizado del todo– o como el mineral de hierro. Cada semana hay una noticia de desnacionalización o de apropiación de recursos naturales. La semana pasada, la mayor mina de cobre que teníamos en Goiás fue comprada por un grupo de Canadá.
La segunda línea del plan es privatizar los servicios públicos. Transformar en mercancía lo que es el derecho de la población. Privatizar la educación, la salud, el transporte. Anunciaron que acelerarán la privatización del Correo.
Y la tercera base del programa es retirar los derechos de la clase trabajadora, para aumentar el lucro de esas grandes empresas. Ahí entra el decreto que corta la contribución sindical y los derechos de los sindicatos. También la reforma de jubilaciones, que va a excluir a la mitad de la población brasileña. Ofrecen 400 reales al mes a los más pobres, desvinculando incluso beneficios de seguridad social y el reajuste del sueldo mínimo, ya aprobado. Quieren pasar el sistema de jubilación al sistema financiero. Quieren privatizarlo. Lo que [el ministro de economía Paulo] Guedes dice, Bolsonaro lo repite como loro. El verdadero objetivo es transferir parte de los trabajadores a la jubilación privada, redireccionando a los bancos 388.000 millones de reales al año, que hoy van al sistema público de pensiones.
Los trabajadores que ganan un poco más, como profesores universitarios, bancarios, petroleros, serán inducidos a hacer aportes privados, contribuyendo con 300, 400, 500 reales al mes para los bancos. Los bancos no pagarán nada por ese ahorro compulsivo, con la promesa de que dentro de 30, 40 años devolverán ese dinero en forma de una jubilación complementaria.
¿Y cómo enfrentar ese contexto?
Es un contexto muy difícil, pero hay señales de que la clase trabajadora se viene reunificando para enfrentar ese período adverso. Nosotros como MST participamos en varias articulaciones, sea con las centrales sindicales o con el Frente Brasil Popular, que reúne a 80 movimientos. Tenemos una unidad de la clase trabajadora en torno a algunos puntos para enfrentar esa ofensiva del capital. Primero, la lucha Lula Libre, porque Lula fue secuestrado para impedir que fuera candidato. Él es el principal líder de la clase trabajadora brasileña. Su liberación no es una cuestión sólo de si es inocente, o de dinero público, sino que se trata del líder de la población, necesita ser liberado para ejercer el papel de liderar al pueblo brasileño e impedir ese desmontaje que está ocurriendo en el actual gobierno. El gobierno de Bolsonaro se caga de miedo de liberar a Lula. Lula es preso del capital, no es preso de Moro, porque Lula suelto puede aglutinar a las grandes masas y provocar reacciones populares contra esas medidas del gobierno. La clase trabajadora todavía está asustada, derrotada, por la crisis económica, que nos impone una alta tasa de desempleo que afecta la autoestima de la clase trabajadora, millones de desempleados. La clase trabajadora sabe que fue derrotada en las elecciones de octubre y la liberación de Lula le daría un nuevo ánimo.
El segundo punto que unifica todas las fuerzas es la lucha contra la reforma del sistema de pensiones.
Y el tercer punto que unifica a toda la clase trabajadora es lo que llamamos la lucha por la soberanía nacional y popular, o sea, impedir que privaticen Petrobras, Eletrobras, las estatales en general. Están queriendo privatizar todas, alrededor de 180.
Estas tres banderas están unificando a la clase obrera, entre los dirigentes y la militancia. Pero estos temas aún no están motivando la movilización popular. Nuestra esperanza es que con la unidad de las organizaciones, de los dirigentes, lentamente lleguemos a la base, al pueblo.
Y para eso hay que mantener un estímulo permanente de organización de la lucha popular.
¿Cómo mantener ese estímulo?
La Corte Suprema permitió que Lula dé entrevistas. Eso es importante, pues le permitirá hablar con la población. El 1º de mayo hubo actos unificados en todas las capitales, por primera vez desde la dictadura, lo que tiene una simbología importante, porque antes cada central hacía su acto.
El 15 de mayo será marcado por una huelga nacional de los profesores, que aunque no paran la producción, hablan con los alumnos, que hablan con sus padres. Si la huelga tiene éxito, eso tendrá repercusión en la opinión pública.
Hay señales en la categoría de camioneros, muy divididos y pulverizados, de que la cuestión del transporte no está resuelta, y es posible que algunos sectores paren, lo que tendría respaldo del movimiento popular.
En el horizonte está la idea de una huelga general, cuando se acerque la votación de la reforma de jubilaciones, que puede ser a finales de junio, julio, o agosto, después del receso parlamentario. Debemos convocar en las votaciones de la cámara una huelga general de toda la clase trabajadora. Hay unidad sobre la idea de la huelga, pero la fecha va a depender de cómo vamos a construir.
Finalmente, como un calendario de reacción de la clase trabajadora, está marcado el 14 de agosto, una fecha tradicional de los movimientos del campo, la llamada Marcha de las Margaritas, que originalmente comenzó con las mujeres del campo. Nos identificamos todos, y ahora van miles de mujeres y hombres, en Brasilia, con el foco principal de impedir la reforma.
¿Cuál es la frontera más agresiva del agronegocio?
Regiones más despobladas, como Piauí y el oeste de Bahía. Es fácil para ellos ir avanzando. Las fronteras agrícolas donde hay más población son Mato Grosso, el sur de Pará y Rondônia.
El cambio que hubo en nuestra táctica es que antes hacíamos ocupaciones de tierra para presionar al Instituto Nacional de Colonización y Reforma Agraria (INCRA) a resolver los problemas. Ahora adoptamos la táctica de denunciar a la sociedad que el INCRA está parado, que el gobierno de Bolsonaro no hace nada. Las manifestaciones tomaron otro carácter, fueron en las capitales. Nos movilizamos en prácticamente todos los estados. Hicimos marchas, en algunos estados ocupamos el INCRA, entramos. Y hubo hasta una simbología. En la época de Lula y Dilma nunca habíamos logrado marcar el 17 de abril en una sesión solemne en la Cámara de Diputados. Este año lo conseguimos, quizás por que Rodrigo Maia [presidente de Congreso] quiere probar que tiene independencia del gobierno. Marcó el día en una sesión solemne en homenaje a los Mártires de Carajás y al Día de la Reforma Agraria.
¿Cuál sería el interés de una maniobra del presidente del Congreso?
Quiere mostrar que el Legislativo es diferente. Mantener cierta independencia del Ejecutivo y distancia de Bolsonaro. Tal como los militares. Es verdad que los militares aumentaron mucho su presencia en el gobierno de Bolsonaro, pero el gobierno está compuesto de tres bloques de poder distintos, que no necesariamente dialogan entre ellos. Está el bloque de los militares, que se adueñaron del INCRA. Está el bloque de los Chicago Boys, que es comandado por Guedes, que representa a los banqueros. Y está el bloque de los neopentecostales, formado por Bolsonaro, el ministro de educación, el canciller; es el bloque más ideológico. Pero los tres bloques no se hablan. Porque ellos no tienen un proyecto único, ganaron las elecciones por manipulación, no por un proyecto elegido por el pueblo.
Los tres bloques que están en el poder tienen contradicciones entre ellos. Los militares, aunque son un bloque más cohesivo, no quieren identificarse con ese discurso ideológico de Bolsonaro. Contradictoriamente, esos mismos militares no mostraron señales de que quieran criminalizar el MST. Por el contrario, las señales que recibimos de ellos es que quieren hablar con nosotros. El grupo de Bolsonaro quiere guerra, dice que “sin tierra bueno es sin tierra muerto”. Dice que va a acabar con las escuelas de los “sem terrinhas”, que no son del MST. Las escuelas son municipales. Bolsonaro ni tiene poder para cerrarlas. Sólo las alcadías pueden cerrar una escuela en un asentamiento; en Brasil hay 5.700 alcadías, y cada una tiene un partido diferente, un poder diferente, una correlación de fuerzas. Bolsonaro es tan ignorante que ni siquiera sabe quién rige sobre las escuelas que están en el asentamiento. Pero hace ese discurso ideológico. No hay una injerencia del MST en la escuela.
¿Cuáles son los sectores militares que estarían buscando contacto con el MST?
Todos. Porque ellos saben que Bolsonaro es un peso muerto. Saben que la mayoría de la población lo ridiculiza. El núcleo de los militares quiere apartar su imagen de Bolsonaro, porque saben que su gobierno no va a terminar bien. Tienen que preservarse a medio plazo para sustituirlo. Creo que Bolsonaro no va a terminar su mandato. Porque es tan ridículo, tan patético, que no tiene sentido ni para la burguesía. En algún momento, así como la burguesía sacó a [Fernando] Collor, que ya no le interesaba más, va a sacar a Bolsonaro. Creo que el sector militar se está preservando porque el vicepresidente es de ellos, [Hamilton] Mourão. Cuando la crisis se haga insostenible ellos lo sacarán y asumirá Mourão.
¿Usted prefiere a Mourão?
No, no preferimos a nadie. Preferimos a Lula [risas]. Es una pelea de ellos, aunque, por supuesto, haciendo la lectura de los tres grupos, los militares tienen más juicio. Porque los Chicago Boys de Guedes sólo quieren el plan ultraliberal, que es privatizar, quitar los derechos de los trabajadores y la jubilación privada. Y el segundo bloque, el de los neopentecostales, son locos, no dialogan. Uno habla en AM y otro en FM. No tienen conexión. Cómo hablar con un tipo que no quiere que haya escuelas para los niños de los sin tierra. ¿Los niños no son ciudadanos?
El presidente sólo dice idioteces. Dijo: “aprueben las pensiones, si no Brasil va a convertirse en Argentina”. Y él es aliado del gobierno de Mauricio Macri. Es tan tonto. Imagino que Cristina [Fernández] va a usar esa frase en su campaña. Él dijo que no quiere una Argentina de Macri para Brasil. Por las incongruencias que tienen entre los tres bloques, creo que el gobierno de Bolsonaroo no tiene futuro. Además, todos los indicadores de la coyuntura internacional muestran que la crisis económica va a continuar por mucho tiempo. Y mientras no se resuelva la crisis económica internacional, no hay gobierno nacional que tenga futuro, porque el papel del gobierno es resolver los problemas de la población, y si esos problemas económicos se agravan, la crisis se transforma en política, y el gobierno no tiene moral.
Fue lo que le sucedió a Macri, que fue elegido con un discurso parecido al de Bolsonaro pero aún es una derecha civilizada. Pero si Argentina no resuelve el problema de la crisis económica, no hay discurso ideológico que sostenga un gobierno. Ellos no entienden que los gobiernos no funcionan por ideología, no entienden que tienen la misión institucional de resolver los problemas del pueblo. Si los problemas se agravan, el pueblo reacciona. La población más pobre, que es la neopentecostal, le reclama al pastor. Por eso muchos parlamentarios de la base del gobierno ya se están manifestando contra la reforma de la Previdencia. Yo ya estoy oyendo evangélicos renegar de Bolsonaro. Para ellos, que no tienen ideología, la reacción va a ser el negativismo, el anarquismo. Pero la clase trabajadora es más organizada.
A propósito, el encuentro en octubre en el Vaticano sobre la Amazonia ha generado preocupaciones en la agencia de inteligencia brasileña.
Es parte de la ignorancia de los militares: imaginar que el Vaticano puede tener alguna injerencia sobre la Amazonia. El encuentro sobre la Amazonia refleja la preocupación del papa por el cambio climático. Y él sabe que la Amazonia no es alardeo brasileño, sino el lugar dónde está el 30% del agua potable, la mayor biodiversidad en el mundo. Ellos están preocupados por la preservación. Será mucho más un debate ideológico sobre cómo proteger la Amazonía de los intereses del capital. Al contrario de lo que piensan, quien quiere la extranjerización de la Amazonía es Bolsonaro. Creo que la iniciativa es muy buena, y se trata de poner en práctica lo que el papa, también en diálogo con obispos que viven en la Amazonia, escribió en la encíclica. En el MST distribuimos la encíclica a cada militante, porque es la principal contribución de reflexión crítica, por no decir marxista, sobre los problemas del medioambiente. Porque el marxismo, como vivió otro tiempo, nunca tuvo una elaboración teórica más precisa sobre el problema del medioambiente. Entonces le digo a nuestra clase: “¿Querés leer un texto marxista sobre el medioambiente? ¡Lean la encíclica del papa!”. Porque de hecho es una crítica reflexiva del capital, eso es dialéctica marxista, entender cómo es el movimiento del capital. Lo contradictorio es que un papa tenga que hacerlo.
dirigente del Movimiento de los Trabajadores Rurales Sin Tierra (MST) y del Frente Brasil Popular.
¿BRASIL POR ENCIMA DE TODO?
Bolsonaro entrega Base de Alcántara a Trump y reafirma subordinación a los EE. UU.
Acuerdo de Salvaguardas Tecnológicas (AST) fue firmado este martes (18) por representantes de los dos países
Los Estados Unidos avanzaron, este martes (18), en dirección a la utilización restringida de la Base de Alcántara (en el estado de Maranhão)
en Brasil. El acuerdo fue firmado por los ministros Ernesto Araújo
(Relaciones Exteriores) y Marcos Pontes (Ciencia y Tecnología) y por
representantes del gobierno americano, después de casi 20 años de
negociación entre los dos países. El presidente Jair Bolsonaro (PSL)
acompañó la firma. El documento aún debe ser aprobado por el Congreso
Nacional.
El Acuerdo de Salvaguardas Tecnológicas (AST), que concede el uso comercial del centro de lanzamiento, fue detenido dos veces por los brasileños: en el Congreso Nacional, en 2001, durante el gobierno de Fernando Henrique Cardoso, y por medio de plebiscito realizado en la misma época. En 2016, el gobierno de Temer se empeñó en aprobarlo, pero no lo consiguió.
La propuesta original del gobierno estadounidense prohibía la utilización de la base por el Brasil debido a la confidencialidad tecnológica, imponiendo una sumisión brasileña al país extranjero, que detenta el 80% del mercado espacial. En el nuevo texto, la expresión “área segregada” fue sustituida por “área restringida”, para intentar contener las críticas que cuestionan la autonomía del país ante el acuerdo comercial con los Estados Unidos.
Flávio Rocha, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Federal de ABC (UFABC), afirma que ahora los Estados Unidos tienen acceso al lugar más estratégico – de todo el mundo – para lanzamiento de satélites. El especialista en geopolítica y seguridad internacional entiende que el acuerdo está motivado por una política "ultra-neoliberalizante".
“Se busca un alineamiento geopolítico a todo costo, a corto plazo, con los Estados Unidos”, evalúa Rocha, que es enfático al afirmar que la negociación de la base de Alcántara coloca la soberanía del país en peligro. “El mayor riesgo que veo en esto es una pérdida de autonomía política e ideológica del país para desarrollar una serie de tecnologías que serían de interés nacional. Son tecnologías que nos permitirían escoger socios estratégicos, socios para desarrollar toda una gama de ciencia y tecnologías, que podrían colocar a Brasil en un nivel distinto del que está hoy en la comunidad científica mundial”, complementa.
Durante las tentativas realizadas por el gobierno Temer, en entrevista con Brasil de Fato en 2017, Ronaldo Carmona, investigador de Geografía de la Universidad de São Paulo (USP), alertó sobre el riesgo de la presencia estadounidense en el país. Según él, el interés de los EE. UU. es contener la emergencia de nuevas potencias.
"Los EE. UU. siempre maniobraron en el sentido de disminuir la capacidad estratégica de que Brasil sea un país que tenga mayor autonomía y condición de afirmarse como una potencia entre las naciones", dice Carmona.
Acompañe en el site de Brasil de Fato la repercusión del nuevo acuerdo entre EE. UU. y Brasil.
El Acuerdo de Salvaguardas Tecnológicas (AST), que concede el uso comercial del centro de lanzamiento, fue detenido dos veces por los brasileños: en el Congreso Nacional, en 2001, durante el gobierno de Fernando Henrique Cardoso, y por medio de plebiscito realizado en la misma época. En 2016, el gobierno de Temer se empeñó en aprobarlo, pero no lo consiguió.
La propuesta original del gobierno estadounidense prohibía la utilización de la base por el Brasil debido a la confidencialidad tecnológica, imponiendo una sumisión brasileña al país extranjero, que detenta el 80% del mercado espacial. En el nuevo texto, la expresión “área segregada” fue sustituida por “área restringida”, para intentar contener las críticas que cuestionan la autonomía del país ante el acuerdo comercial con los Estados Unidos.
Flávio Rocha, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad Federal de ABC (UFABC), afirma que ahora los Estados Unidos tienen acceso al lugar más estratégico – de todo el mundo – para lanzamiento de satélites. El especialista en geopolítica y seguridad internacional entiende que el acuerdo está motivado por una política "ultra-neoliberalizante".
“Se busca un alineamiento geopolítico a todo costo, a corto plazo, con los Estados Unidos”, evalúa Rocha, que es enfático al afirmar que la negociación de la base de Alcántara coloca la soberanía del país en peligro. “El mayor riesgo que veo en esto es una pérdida de autonomía política e ideológica del país para desarrollar una serie de tecnologías que serían de interés nacional. Son tecnologías que nos permitirían escoger socios estratégicos, socios para desarrollar toda una gama de ciencia y tecnologías, que podrían colocar a Brasil en un nivel distinto del que está hoy en la comunidad científica mundial”, complementa.
Durante las tentativas realizadas por el gobierno Temer, en entrevista con Brasil de Fato en 2017, Ronaldo Carmona, investigador de Geografía de la Universidad de São Paulo (USP), alertó sobre el riesgo de la presencia estadounidense en el país. Según él, el interés de los EE. UU. es contener la emergencia de nuevas potencias.
"Los EE. UU. siempre maniobraron en el sentido de disminuir la capacidad estratégica de que Brasil sea un país que tenga mayor autonomía y condición de afirmarse como una potencia entre las naciones", dice Carmona.
Acompañe en el site de Brasil de Fato la repercusión del nuevo acuerdo entre EE. UU. y Brasil.
Edición: Lu Sudré | Traducción: Pilar Troya
Lo esperado: Bolsonaro cede a Washington uso de la base de Alcántara
Los
gobiernos de Estados Unidos y Brasil firmaron hoy en Washington el
Acuerdo de Salvaguardas Tecnológicas (AST) para el uso de la base de
lanzamientos aeroespaciales de Alcántara, en el norteño estado brasileño
de Maranhao.
El alquiler de esa instalación, lugar privilegiado para el
lanzamiento de satélites, fue tentado en el Gobierno de Fernando
Henrique Cardoso (1995-2002), pero resultó rechazado por el Congreso
Nacional de Brasil, por representar una amenaza a la soberanía del
gigante país sudamericano.
Otras voces en Brasilia impungan nuevamente el suscrito convenio, al alegar que Alcántara representa el mejor lugar del mundo para colocar misiles y satélites en órbita, y Washington muestra mucho interés para utilizar la base con fines militares. Preocupa que la zona sea administrada por Estados Unidos.
El acuerdo fue firmado por los ministros brasileños Ernesto Araújo, de Relaciones Exteriores, y Marcos Pontes, de Ciencia, Tecnología, Información y Comunicaciones, y por el secretario asistente de la Oficina de Seguridad Internacional y No proliferación del Departamento norteamericano de Estado, Christopher Ford, durante el evento Brazil Day, organizado por empresarios en la Cámara de Comercio de Estados Unidos.
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, quien comenzó este lunes una breve visita oficial a esta potencia norteña, participó en la ceremonia y rubricó el documento.
Para entrar en vigor, el acuerdo deberá ser ratificado por el Congreso Nacional de Brasil.
Otras voces en Brasilia impungan nuevamente el suscrito convenio, al alegar que Alcántara representa el mejor lugar del mundo para colocar misiles y satélites en órbita, y Washington muestra mucho interés para utilizar la base con fines militares. Preocupa que la zona sea administrada por Estados Unidos.
El acuerdo fue firmado por los ministros brasileños Ernesto Araújo, de Relaciones Exteriores, y Marcos Pontes, de Ciencia, Tecnología, Información y Comunicaciones, y por el secretario asistente de la Oficina de Seguridad Internacional y No proliferación del Departamento norteamericano de Estado, Christopher Ford, durante el evento Brazil Day, organizado por empresarios en la Cámara de Comercio de Estados Unidos.
El presidente brasileño, Jair Bolsonaro, quien comenzó este lunes una breve visita oficial a esta potencia norteña, participó en la ceremonia y rubricó el documento.
Para entrar en vigor, el acuerdo deberá ser ratificado por el Congreso Nacional de Brasil.
El eje Washington-Brasilia
por Ángel Guerra Cabrera
LA HAINE - 22/03/2019
Actitud genuflexa ante el régimen de Trump
El
giro a la derecha y al neoliberalismo 3.0 en la mayoría de los países
de América del Sur está ejerciendo una considerable influencia en favor
de los intereses imperialistas de EEUU en América Latina y el Caribe.
Esta voltereta, que encuentra y encontrará creciente resistencia
popular, está marcada por una actitud genuflexa ante Washington de los
gobiernos de Chile, Argentina, Paraguay, Ecuador, Colombia y, por
supuesto, Brasil. Todos ellos enjaezados, como si fuera un paseo por un
jardín, al carro de guerra trumpiano contra Venezuela.
El encuentro entre Bolsonaro y Trump en la Casa Blanca lo pone de relieve, con ribetes de grotesca caricatura. No ahorraron palabras ni gestos de mutua admiración el visitante ni el anfitrión. Bolsonaro no podía creer el verse junto a Trump en la mismísima Casa Blanca. Recibido nada menos que por quien ha proclamado su modelo, rebosaba felicidad por todos los poros. Debe considerarse que Steve Bannon, el activista principal de la internacional ultraderechista The Movement, fue quien dirigió la campaña de ambos en las redes digitales. Bannon fue acogido en la embajada de Brasil en Washington por el político carioca en una cena a la que también asistió su referente intelectual, el astrólogo Olavo de Carvalho, uno de los creadores del acomodaticio término marxismo cultural, además de renombrados personajes de la ultraderecha estadunidense. Fue en esa cena donde Bolsonaro espetó: yo siempre soñé con liberar a Brasil de la ideología de izquierda. Y añadió: caminábamos hacia el socialismo y el comunismo. Fuera de este baño de ideología derechista el ex militar parece regresar con las alforjas vacías.
La dictadura militar brasileña, que Bolsonaro se ufana de admirar, aunque le reproche no haber matado más, nunca llegó al grado de obsequiosidad y supeditación a Washington que ha mostrado el capitán de la reserva. Ha sido público y notorio el descontento en la cúpula del ejército brasileño y al menos de parte del generalato, por la entrega de la base aeroespacial militar de Alcántara para lanzar satélites puntillosamente denominados comerciales en las notas oficiales, como si las trasnacionales espaciales estadunidenses y el Pentágono no fueran casi la misma cosa. Los mandos del ejército brasileño son extremadamente conservadores, pero se oponen a una intervención militar en Venezuela y, al parecer, esa es su raya roja con el presidente Bolsonaro.
Al hacer su primera visita oficial a Washington en lugar de a Buenos Aires, como fue la norma durante décadas, Bolsonaro dio una puñalada por la espalda a Argentina, pero no conforme, le asestó una segunda al comprometerse a comprar anualmente a la potencia del norte 750 mil toneladas de trigo libres de aranceles, sin molestarse siquiera en anunciarlo a los señores del agronegocio en Argentina ni al Mercosur, lo que ha ocasionado ya airadas reacciones al otro lado del río de la Plata.
En la primera visita de un presidente de Brasil a la CIA se discutió el tema de la base de Alcántara y uno puede imaginar cuánto se habrá hablado sobre Venezuela y Cuba. Después de su reunión con el capitán, Trump dejó muy claro cuáles son las prioridades de ambos: “Hoy hablamos sobre Venezuela. Brasil ha liderado el proceso de retorno de ese país a la democracia. Fue una de las primeras naciones en reconocer al legítimo presidente Juan Guaidó… Los militares venezolanos deben cesar su apoyo a Maduro, que es una marioneta de Cuba”. La muy errónea mirada a la verdadera situación política de Venezuela y Cuba predominante en la pandilla de maleantes y fanáticos que maneja la política de EEUU hacia América Latina podría llevar a consecuencias trágicas. Estos personajes no conciben la existencia de sólidos valores culturales y políticos en los pueblos. Mucho menos en los de Venezuela y Cuba, que han demostrado un patriotismo, una conciencia de su papel en la historia y una capacidad de resistencia pocas veces vistos en la historia de la lucha antimperialista. Todo lo que se le ocurre a la pandilla es redoblar las mismas recetas de sanciones y más sanciones que ya demostraron su fracaso a lo largo de seis décadas.
Calcularon mal el resultado del 23F con su desvergonzada ayuda humanitaria, del sabotaje terrorista contra el sistema eléctrico, que ellos imaginaban bastarían para derrumbar a Maduro. No pueden entender que Venezuela y Cuba sí están de verdad entre los países más democráticos del mundo y, por consiguiente, ni comprenden el sincero fervor democrático del chavismo con el que Maduro ganó limpiamente la presidencia, ni el referendo constitucional, Cuba, hecha un gran Parlamento, en el que la isla ratificó su rumbo socialista y su voluntad de cuidarlo y mejorarlo.
Veremos quién se cansa primero. Si EEUU y la derecha con su dogma injerencista, o los pueblos, que llevan la llama bolivariana de la lucha en el corazón. Apuesto por los pueblos.
@aguerraguerra
El encuentro entre Bolsonaro y Trump en la Casa Blanca lo pone de relieve, con ribetes de grotesca caricatura. No ahorraron palabras ni gestos de mutua admiración el visitante ni el anfitrión. Bolsonaro no podía creer el verse junto a Trump en la mismísima Casa Blanca. Recibido nada menos que por quien ha proclamado su modelo, rebosaba felicidad por todos los poros. Debe considerarse que Steve Bannon, el activista principal de la internacional ultraderechista The Movement, fue quien dirigió la campaña de ambos en las redes digitales. Bannon fue acogido en la embajada de Brasil en Washington por el político carioca en una cena a la que también asistió su referente intelectual, el astrólogo Olavo de Carvalho, uno de los creadores del acomodaticio término marxismo cultural, además de renombrados personajes de la ultraderecha estadunidense. Fue en esa cena donde Bolsonaro espetó: yo siempre soñé con liberar a Brasil de la ideología de izquierda. Y añadió: caminábamos hacia el socialismo y el comunismo. Fuera de este baño de ideología derechista el ex militar parece regresar con las alforjas vacías.
La dictadura militar brasileña, que Bolsonaro se ufana de admirar, aunque le reproche no haber matado más, nunca llegó al grado de obsequiosidad y supeditación a Washington que ha mostrado el capitán de la reserva. Ha sido público y notorio el descontento en la cúpula del ejército brasileño y al menos de parte del generalato, por la entrega de la base aeroespacial militar de Alcántara para lanzar satélites puntillosamente denominados comerciales en las notas oficiales, como si las trasnacionales espaciales estadunidenses y el Pentágono no fueran casi la misma cosa. Los mandos del ejército brasileño son extremadamente conservadores, pero se oponen a una intervención militar en Venezuela y, al parecer, esa es su raya roja con el presidente Bolsonaro.
Al hacer su primera visita oficial a Washington en lugar de a Buenos Aires, como fue la norma durante décadas, Bolsonaro dio una puñalada por la espalda a Argentina, pero no conforme, le asestó una segunda al comprometerse a comprar anualmente a la potencia del norte 750 mil toneladas de trigo libres de aranceles, sin molestarse siquiera en anunciarlo a los señores del agronegocio en Argentina ni al Mercosur, lo que ha ocasionado ya airadas reacciones al otro lado del río de la Plata.
En la primera visita de un presidente de Brasil a la CIA se discutió el tema de la base de Alcántara y uno puede imaginar cuánto se habrá hablado sobre Venezuela y Cuba. Después de su reunión con el capitán, Trump dejó muy claro cuáles son las prioridades de ambos: “Hoy hablamos sobre Venezuela. Brasil ha liderado el proceso de retorno de ese país a la democracia. Fue una de las primeras naciones en reconocer al legítimo presidente Juan Guaidó… Los militares venezolanos deben cesar su apoyo a Maduro, que es una marioneta de Cuba”. La muy errónea mirada a la verdadera situación política de Venezuela y Cuba predominante en la pandilla de maleantes y fanáticos que maneja la política de EEUU hacia América Latina podría llevar a consecuencias trágicas. Estos personajes no conciben la existencia de sólidos valores culturales y políticos en los pueblos. Mucho menos en los de Venezuela y Cuba, que han demostrado un patriotismo, una conciencia de su papel en la historia y una capacidad de resistencia pocas veces vistos en la historia de la lucha antimperialista. Todo lo que se le ocurre a la pandilla es redoblar las mismas recetas de sanciones y más sanciones que ya demostraron su fracaso a lo largo de seis décadas.
Calcularon mal el resultado del 23F con su desvergonzada ayuda humanitaria, del sabotaje terrorista contra el sistema eléctrico, que ellos imaginaban bastarían para derrumbar a Maduro. No pueden entender que Venezuela y Cuba sí están de verdad entre los países más democráticos del mundo y, por consiguiente, ni comprenden el sincero fervor democrático del chavismo con el que Maduro ganó limpiamente la presidencia, ni el referendo constitucional, Cuba, hecha un gran Parlamento, en el que la isla ratificó su rumbo socialista y su voluntad de cuidarlo y mejorarlo.
Veremos quién se cansa primero. Si EEUU y la derecha con su dogma injerencista, o los pueblos, que llevan la llama bolivariana de la lucha en el corazón. Apuesto por los pueblos.
@aguerraguerra
La solución de la crisis no es alinearse con Estados Unidos
por Leonardo Boff
2019-05-12
El proceso actual de globalización revela, a mi modo de ver, dos tendencias básicas: la globalización monopolar hegemonizada por Estados Unidos, con el respaldo por las grandes corporaciones económico-financieras. Marcada por la homogeneización de todo. Dicho en un lenguaje pedestre, sería una hamburguerización del mundo: la misma hamburguesa con la misma fórmula, consumida en USA, en Rusia, en Japón, en China y en Brasil.
La otra tendencia es multipolar, prevé varios polos de poder, con distintos centros decisorios, pero todos dentro de la misma Casa Común, una, compleja, amenazada de ruina. China hegemoniza esta tendencia. Predomina la monopolar. El “America first” de Trump significa “sólo América”. Sólo ella tiene intereses globales –dicen–, y se arroga el derecho de intervenir allí donde esos sus intereses están amenazados, o pueden ser extendidos, ya sea mediante guerras directas o delegadas, como Trump pretendía con Brasil ante la crisis en Venezuela, sin considerar los contratos y leyes internacionales.
La estrategia de EEUU, radicalizada después del atentado a las Torres Gemelas, es garantizar su hegemonía mundial mediante los medios de destrucción masiva en primer lugar (pueden matar a todo el mundo), y después por la economía capitalista y por la ideología (Hollywood desempeña un gran papel en eso), que es una forma de guerra blanda (guerra híbrida) pero efectiva para conquistar mentes y corazones por la vía simbólica y por el imaginario, bajo el supuesto signo de la democracia y de los derechos humanos.
Pero el gran medio de dominación es la economía de carácter capitalista neoliberal. Ésta tiene que ser impuesta a todo el mundo (China se dejó ganar por ella para fortalecerse económicamente). Esto se hace a través de las grandes corporaciones globalizadas y sus aliados nacionales. Ésta es la gran arma, pues la otra, la bélica, funciona como disuasión y como un espantapájaros, pues puede destruir a todos, inclusive a quien la usa.
Quien gane la carrera de la innovación tecnológica, especialmente la militar pero también la económica, conseguirá la hegemonía mundial. ¿Qué tiene que ver todo esto con la actual situación política y económica de Brasil? Tiene todo que ver. Con el presidente Jair Bolsonaro se hizo una opción clara por la alineación irrestricta y sin contrapartida con las estrategias de hegemonía mundial de EEUU.
En los altos niveles militares y en las élites adineradas se esgrime el siguiente argumento: no tenemos ninguna posibilidad de ser una gran nación, aunque tengamos todas las condiciones objetivas para ello. Hemos llegado tarde, y no participamos del pequeño grupo que decide los caminos del mundo. Hemos sido colonia y se nos impone una recolonización para abastecer de materias primas naturales (commodities) a los países avanzados. Es forzoso incorporarse al más fuerte, en este caso Estados Unidos, como socio agregado con las ventajas económicas concedidas al selecto grupo transnacionalizado que da sustentación a esta opción. Aquí faltó una inteligencia más soberana para buscar un camino propio en relación dialéctica con las grandes potencias actuales.
Las grandes mayorías pobres no cuentan. Son ceros económicos. Producen poco y no consumen casi nada. De la dependencia pasan a la prescindencia.
¿Cuál es el cambio que ha ocurrido en Brasil en los últimos años? La cúpula superior del ejército, los generales que tienen tropa a su mando (éstos son los que cuentan) habrían abrazado esta tesis. Habrían dejado en segundo plano un proyecto de nación autónoma. La seguridad de la cual son responsables estaría garantizada ahora por EEUU con su aparato militar y sus más de 800 bases militares repartidas por todo el mundo. Esta adhesión implica también incorporar la economía de cariz liberal (entre nosotros, ultraliberal) y la democracia representativa, aunque sea de baja intensidad.
Con el actual Presidente, Brasil ha sido ocupado por los militares. El excapitán, hecho jefe de Estado, es la cabeza visible de este proyecto, implantado abruptamente en Brasil. Para esta diligencia se hace necesario debilitar todo lo que nos hace un país-nación: la industria debe entrar en un ritmo lento y ser sustituida por las importaciones; las instituciones con signos democráticos y nacionalistas, mantenidas, pero hechas ineficientes; las universidades públicas, desmontadas, para dar lugar a las privadas y asociadas a las grandes empresas, pues éstas necesitan cuadros formados en ellas para poder funcionar.
Las pequeñas peleas internas entre el astrólogo de Virginia y los militares son irrelevantes. Ambos tienen el mismo proyecto básico de adhesión a Estados Unidos y al neoliberalismo, pero con una diferencia. Los olavistas son toscos, rudos, con un lenguaje vulgar. Los militares acuden con aires de educación y de civismo, queriendo inspirar confianza, pero tienen el mismo proyecto de base. También la misma adhesión a EEUU. Resignados, admiten que en la nueva guerra fría entre EEUU y China, tenemos que optar por EEUU o ser tragados por China, renunciando así a un camino soberano en medio de las tensiones entre las grandes potencias.
Veo dos vías de enfrentamiento, entre otras:
La vía ecológica: todos estamos dentro del antropoceno, era en la que el ser humano está desestabilizando aceleradamente todo el sistema-vida y el sistema-Tierra. Los sabios y científicos nos advierten que, si no cambiamos, podremos conocer un desastre ecológico social que puede destruir gran parte de la biosfera y de nuestra civilización. Así el propio sistema capitalista y su cultura perderían sus bases de sustentación. Los supervivientes tendrían que pensar en un plan Marshall global para rescatar lo que quedara de la civilización y restaurar la vitalidad de la Madre Tierra.
La vía política: una masiva manifestación popular, un tsunami de gente en las calles, protestando y rechazando ese modelo anti-pueblo y anti-vida. Los generales se sentirían atrapados por las acusaciones de anti-patriotismo, provocando una división interna entre los que apoyan a las calles y los que se resisten. Los políticos lentamente irían adhiriéndose porque no verían otra alternativa. De esta forma podría surgir un movimiento alternativo y contrario al orden vigente.
Podría haber mucha violencia en ambos lados. No sería descartable una intervención norteamericana, ya que sus intereses son globales, especialmente teniendo como objetivo la Amazonia. Queda por saber si Rusia y China tolerarían esta intervención. Lo peor que podría suceder sería crear una especie de Siria en nuestro territorio. El escenario es sombrío pero no imposible, se sabe que hay halcones en los órganos de seguridad que no descartan esa posibilidad.
A nosotros nos cabe secundar la vía política con los riesgos que implica. No perdamos la oportunidad de confiar en nuestras virtualidades, especialmente en lo que concierne a la riqueza ecológica, y de tener importancia en la determinación del futuro de la humanidad y del planeta vivo, la Tierra.
Lo más importante es presentar una alternativa viable de otro tipo de Brasil, soberano, con una democracia participativa, justo, abierto al mundo y dispuesto, por su capital natural, a ser la mesa puesta para las hambrunas del mundo entero.
Leonardo Boff
Bolsonaro ordena realizar conmemoración para celebrar golpe militar de 1964 en Brasil
El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, un militar retirado, ordenó realizar una conmemoración para celebrar el golpe de Estado contra el gobierno de Joao Goulart, perpetrado el 31 de marzo de 1964 y que tuvo la complicidad de Estados Unidos (EE.UU.).
El portavoz del Gobierno de Bolsonaro, Otávio Rego de Barros, señaló que el mandatario instruyó al Ministerio de Defensa a realizar “las conmemoraciones adecuadas en relación al 31 de marzo de 1964”.
La fecha fue incluida en la orden del día de las Fuerzas Armadas “y cada comandante decidirá cómo se debe hacer (la conmemoración)”, escribió en Twitter Joice Hasselman, una de las dirigentes del partido del presidente en la Cámara de Diputados.
Para Bolsonaro, lo que ocurrió el 31 de marzo de 1964 no fue un golpe militar, sino una movilización de sectores sociales junto con los militares, ha dicho el vocero presidencial.
El experto belga Eric Toussaint, en un artículo publicado en el sitio de la Agencia Latinoamericana de Información (ALAI), afirmó que en 1964 los militares brasileños golpistas contaron con el “apoyo activo” de EE.UU, del Banco Mundial (BM) y del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Reveló que en abril de 2014, la organización no gubernamental estadounidense National Security Archive (NSA) publicó “una impresionante serie de documentos oficiales desclasificados que demuestran la complicidad de Washington con el ejército brasileño que derrocó al régimen democrático de Goulart”.
En tanto, el Ministerio Público Federal brasileño advirtió el martes en un comunicado que Bolsonaro podría cometer un delito por “festejar un régimen inconstitucional y responsable de graves crímenes de violación a los Derechos Humanos”.
(Tomado de Telesur)
El portavoz del Gobierno de Bolsonaro, Otávio Rego de Barros, señaló que el mandatario instruyó al Ministerio de Defensa a realizar “las conmemoraciones adecuadas en relación al 31 de marzo de 1964”.
La fecha fue incluida en la orden del día de las Fuerzas Armadas “y cada comandante decidirá cómo se debe hacer (la conmemoración)”, escribió en Twitter Joice Hasselman, una de las dirigentes del partido del presidente en la Cámara de Diputados.
Para Bolsonaro, lo que ocurrió el 31 de marzo de 1964 no fue un golpe militar, sino una movilización de sectores sociales junto con los militares, ha dicho el vocero presidencial.
El experto belga Eric Toussaint, en un artículo publicado en el sitio de la Agencia Latinoamericana de Información (ALAI), afirmó que en 1964 los militares brasileños golpistas contaron con el “apoyo activo” de EE.UU, del Banco Mundial (BM) y del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Reveló que en abril de 2014, la organización no gubernamental estadounidense National Security Archive (NSA) publicó “una impresionante serie de documentos oficiales desclasificados que demuestran la complicidad de Washington con el ejército brasileño que derrocó al régimen democrático de Goulart”.
En tanto, el Ministerio Público Federal brasileño advirtió el martes en un comunicado que Bolsonaro podría cometer un delito por “festejar un régimen inconstitucional y responsable de graves crímenes de violación a los Derechos Humanos”.
(Tomado de Telesur)
Jueza brasileña prohíbe a Bolsonaro celebrar el golpe de 1964
La jueza Ivani Silva da Luz, de la corte federal de Brasilia,
prohibió la conmemoración este domingo del golpe de Estado de 1964,
propuesta por el presidente Jair Bolsonaro, que aviva la polémica en el
país.
Al atender una solicitud de urgencia de la Defensoría Pública de la Unión, la magistrada reiteró la necesidad de “serenidad y equilibrio de las instituciones” y que las Fuerzas Armadas se “abstenga de llevar a efecto cualquier evento en conmemoración a la implantación de la dictadura en Brasil (golpe de 1964), prohibiendo especialmente el dispendio de recursos públicos para ese fin, so pena de multa”.
El lunes el portavoz de la Presidencia, general Otavio Rego Barros, afirmó que “nuestro presidente ya determinó al Ministerio de Defensa que haga las conmemoraciones debidas en relación con el 31 de marzo de 1964“.
Tras cuestionamientos y fuertes críticas a sus declaraciones, Bolsonaro recula y comenta entonces que su Gobierno intenta rememorar y no conmemorar el golpe, aunque sostiene que no hubo dictadura.
“No es conmemorar. Es rememorar, revisar lo que está equivocado, lo que está bien, y usar eso para el bien de Brasil en el futuro”, aclaró el político de extrema derecha.
Comentaristas políticos aseguran que el terrorismo de Estado, ejecutado por la dictadura, tuvo el mando del alto escalón de las Fuerzas Armadas y fue financiado directamente por empresarios y entidades, que se beneficiaron con el régimen castrense y actualmente están en la élite económica del país y en la estructura del gobierno.
La víspera, la justicia confirió una medida cautelar para prohibir que los militares realicen la lectura de un documento referente al 31 de marzo 1964 que comenzó como una insurrección para deponer a un presidente, João Goulart, legítimamente elegido por el voto popular.
En una nota oficial, el Ministerio Público Federal indicó por su parte que el derrocamiento de Goulart resultó una “ruptura violenta y antidemocrática del orden constitucional” y el golpe instauró “un régimen de restricción a los derechos fundamentales y de represión violenta y sistemática a la disidencia política”.
Asimismo el relator de la ONU para la promoción de la verdad, la justicia y la reparación, Fabián Salvioli, calificó de inmoral e inadmisible la conmemoración del aniversario 55 del golpe de Estado de 1964 en Brasil.
Salvioli respondió de esta forma a la decisión de Bolsonaro de proponer al Ministerio de Defensa recordar la asonada del 31 de marzo que desembocó en una dictadura de 21 años.
“Los intentos de revisar la historia y justificar o perdonar las graves violaciones de los derechos humanos del pasado deben ser claramente rechazados por las autoridades y por la sociedad en su conjunto’, señaló el relator en un comunicado”.
Al atender una solicitud de urgencia de la Defensoría Pública de la Unión, la magistrada reiteró la necesidad de “serenidad y equilibrio de las instituciones” y que las Fuerzas Armadas se “abstenga de llevar a efecto cualquier evento en conmemoración a la implantación de la dictadura en Brasil (golpe de 1964), prohibiendo especialmente el dispendio de recursos públicos para ese fin, so pena de multa”.
El lunes el portavoz de la Presidencia, general Otavio Rego Barros, afirmó que “nuestro presidente ya determinó al Ministerio de Defensa que haga las conmemoraciones debidas en relación con el 31 de marzo de 1964“.
Tras cuestionamientos y fuertes críticas a sus declaraciones, Bolsonaro recula y comenta entonces que su Gobierno intenta rememorar y no conmemorar el golpe, aunque sostiene que no hubo dictadura.
“No es conmemorar. Es rememorar, revisar lo que está equivocado, lo que está bien, y usar eso para el bien de Brasil en el futuro”, aclaró el político de extrema derecha.
Comentaristas políticos aseguran que el terrorismo de Estado, ejecutado por la dictadura, tuvo el mando del alto escalón de las Fuerzas Armadas y fue financiado directamente por empresarios y entidades, que se beneficiaron con el régimen castrense y actualmente están en la élite económica del país y en la estructura del gobierno.
La víspera, la justicia confirió una medida cautelar para prohibir que los militares realicen la lectura de un documento referente al 31 de marzo 1964 que comenzó como una insurrección para deponer a un presidente, João Goulart, legítimamente elegido por el voto popular.
En una nota oficial, el Ministerio Público Federal indicó por su parte que el derrocamiento de Goulart resultó una “ruptura violenta y antidemocrática del orden constitucional” y el golpe instauró “un régimen de restricción a los derechos fundamentales y de represión violenta y sistemática a la disidencia política”.
Asimismo el relator de la ONU para la promoción de la verdad, la justicia y la reparación, Fabián Salvioli, calificó de inmoral e inadmisible la conmemoración del aniversario 55 del golpe de Estado de 1964 en Brasil.
Salvioli respondió de esta forma a la decisión de Bolsonaro de proponer al Ministerio de Defensa recordar la asonada del 31 de marzo que desembocó en una dictadura de 21 años.
“Los intentos de revisar la historia y justificar o perdonar las graves violaciones de los derechos humanos del pasado deben ser claramente rechazados por las autoridades y por la sociedad en su conjunto’, señaló el relator en un comunicado”.
Artistas e intelectuales brasileños exigen que se prohíba la conmemoración del golpe
El cantante y compositor Chico Buarque, uno de los íconos de la música brasileña, firmó una carta para pedir que se prohíba la conmemoración del golpe militar de 1964, propósito que aviva hoy la polémica en el país.
Firmada también por el Premio Nobel de la Paz 1980, el argentino Adolfo Pérez Esquivel, la misiva se remitió al Supremo Tribunal Federal. Tal información fue publicada en la columna de la reconocida periodista Mônica Bergamo.
“Un gobierno constitucional no festeja golpe o tortura”, indica el documento, suscrito por cerca de 100 personas, entre ellas intelectuales, artistas, juristas y políticos.
El lunes el presidente Jair Bolsonaro orientó a los cuarteles que celebrarán mañana el golpe castrense de 1964 que depuso al presidente João Goulart, legítimamente elegido por el voto popular.
Bolsonaro después se retractó y negó haber dado orden para conmemoración. “No fue conmemorar, fue rememorar, revisar lo que está mal, lo que está bien y usarlo para el bien de Brasil en el futuro”.
(Con información de Prensa Latina)Firmada también por el Premio Nobel de la Paz 1980, el argentino Adolfo Pérez Esquivel, la misiva se remitió al Supremo Tribunal Federal. Tal información fue publicada en la columna de la reconocida periodista Mônica Bergamo.
“Un gobierno constitucional no festeja golpe o tortura”, indica el documento, suscrito por cerca de 100 personas, entre ellas intelectuales, artistas, juristas y políticos.
El lunes el presidente Jair Bolsonaro orientó a los cuarteles que celebrarán mañana el golpe castrense de 1964 que depuso al presidente João Goulart, legítimamente elegido por el voto popular.
Bolsonaro después se retractó y negó haber dado orden para conmemoración. “No fue conmemorar, fue rememorar, revisar lo que está mal, lo que está bien y usarlo para el bien de Brasil en el futuro”.
Bolsonaro cancela "por decreto" la identificación de restos de desaparecidos de la última dictadura militar de Brasil
Publicado: 22 abr 2019 22:50 GMT - RT
Por decreto, el presidente dio de baja al
Grupo de Trabajo Perus, encargado de analizar cuerpos enterrados en
fosas comunes en un cementerio de Sao Paulo.
Un decreto emitido por el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro,
ha cancelado las tareas de identificación de restos de desaparecidos
durante la última dictadura militar en ese país (1964-1985), que llevaba
adelante el Grupo de Trabajo Perus en el cementerio homónimo, situado
en la zona oeste de Sao Paulo.
El decreto 9.759, firmado el pasado 11 de abril, extingue y limita, a partir del 28 de junio, órganos colegiados vinculados al gobierno federal que hayan sido creados por decreto y que no sean disciplinados por ley.
Al poner fin a consejos y comisiones dependientes del Estado, el Gobierno suspendió la actividad del colectivo de antropólogos forenses que, desde 2014, analizaba unas 1.047 cajas con restos óseos extraídos de fosas comunes, hallados enterrados en el citado cementerio como 'NN'.
El
grupo dependía de la Comisión de Muertos y Desaparecidos Políticos, del
Ministerio de la Mujer, de la Familia y de los Derechos Humanos, y
tenía la misión de concluir la identificación de víctimas de la represión política
durante la dictadura militar, un trabajo iniciado en 2014, durante la
presidencia de Dilma Rousseff, tras una orden de la Justicia Federal y
del Ministerio Público.
Fuentes del Ministerio consultadas por la prensa local aún no dieron precisiones respecto a la continuidad o no de los trabajos de identificación, aunque señalaron que la cartera "está evaluando, estudiando y proponiendo algo dentro de los parámetros del decreto", informó el medio Estadão.
Según la fiscal regional de la República, Eugenia Gonzaga, con esta medida el Gobierno de Bolsonaro "está implosionando todo un sistema volcado a la justicia". De acuerdo a la funcionaria judicial, que representa el Ministerio Público Federal (MPF), el decreto no alcanza sólo al equipo de antropólogos de Perus, sino también al Grupo de Trabajo Araguaia, en la Amazonia brasileña.
Creada por ley federal, la comisión no puede ser alcanzada por el decreto, pero, según Gonzaga, los grupos de trabajo y equipos técnicos de expertos necesarios para los trabajos fueron extinguidos por el decreto de Bolsonaro: "Aunque hay fondos previstos y determinación judicial para que el trabajo sea hecho, no hay nadie hoy que pueda firmar un documento o contratar a quien sea para realizar los trabajos", explicó.
La
medida fue duramente cuestionada por referentes de la oposición y de
los derechos humanos. Manuela Davila, excandidata a vicepresidenta por
el Partido Comunista de Brasil, señaló en su cuenta de Twitter: "Tenemos
un presidente que idolatra a torturadores y no tiene ningún compromiso
con la democracia".
El libro 'Derecho a la memoria y a la verdad', publicado por la Secretaría de Derechos Humanos de la Presidencia de la República durante el Gobierno de Lula da Silva, señala que al menos 475 personas murieron o desaparecieron por motivos políticos durante la dictadura militar de ese país sudamericano.
El decreto 9.759, firmado el pasado 11 de abril, extingue y limita, a partir del 28 de junio, órganos colegiados vinculados al gobierno federal que hayan sido creados por decreto y que no sean disciplinados por ley.
Al poner fin a consejos y comisiones dependientes del Estado, el Gobierno suspendió la actividad del colectivo de antropólogos forenses que, desde 2014, analizaba unas 1.047 cajas con restos óseos extraídos de fosas comunes, hallados enterrados en el citado cementerio como 'NN'.
Fuentes del Ministerio consultadas por la prensa local aún no dieron precisiones respecto a la continuidad o no de los trabajos de identificación, aunque señalaron que la cartera "está evaluando, estudiando y proponiendo algo dentro de los parámetros del decreto", informó el medio Estadão.
Según la fiscal regional de la República, Eugenia Gonzaga, con esta medida el Gobierno de Bolsonaro "está implosionando todo un sistema volcado a la justicia". De acuerdo a la funcionaria judicial, que representa el Ministerio Público Federal (MPF), el decreto no alcanza sólo al equipo de antropólogos de Perus, sino también al Grupo de Trabajo Araguaia, en la Amazonia brasileña.
Creada por ley federal, la comisión no puede ser alcanzada por el decreto, pero, según Gonzaga, los grupos de trabajo y equipos técnicos de expertos necesarios para los trabajos fueron extinguidos por el decreto de Bolsonaro: "Aunque hay fondos previstos y determinación judicial para que el trabajo sea hecho, no hay nadie hoy que pueda firmar un documento o contratar a quien sea para realizar los trabajos", explicó.
El libro 'Derecho a la memoria y a la verdad', publicado por la Secretaría de Derechos Humanos de la Presidencia de la República durante el Gobierno de Lula da Silva, señala que al menos 475 personas murieron o desaparecieron por motivos políticos durante la dictadura militar de ese país sudamericano.
Brasil oficializa su retiro de Unasur tras recibir la presidencia pro tempore del bloque
Publicado: 16 abr 2019 03:32 GMT - RT
El Ministerio de Relaciones Exteriores
indicó que la decisión tendrá efectos cuando transcurran seis meses, a
partir de este lunes.
El
Gobierno de Brasil denunció este lunes el tratado de la Unión de
Naciones Suramericanas (Unasur) para formalizar su salida del bloque
regional, una decisión que ya han tomado Argentina, Ecuador y Colombia,
mientras que Paraguay, Chile y Perú suspendieron su participación en el
organismo.
"El gobierno brasileño denunció este lunes el Tratado Constitutivo de la Unasur, con lo que formalizó su salida de la organización", reza un comunicado divulgado por la Cancillería.
El Ministerio de Relaciones Exteriores indicó que la decisión tendrá efectos cuando transcurran seis meses, a partir de este lunes. Brasilia hizo el anuncio tras asumir la presidencia pro tempore del mecanismo, que este lunes fue traspasada por Bolivia.
En la nota diplomática, el Gobierno de Jair Bolsonaro recuerda que el pasado 22 de marzo participó en la creación del Foro para el Progreso y el Desarrollo de América Latina (Prosur), y señala que Unasur atraviesa una "prolongada crisis".
De
las doce naciones que conformaban la Unasur, organización creada en
2008, solo Uruguay, Guyana, Bolivia, Surinam y Venezuela mantienen su
adhesión.
La incipiente Prosur, impulsada principalmente por el presidente de Chile, Sebastián Piñera (que será presidente pro témpore de la nueva entidad), y su par colombiano, Iván Duque, es la apuesta de algunas naciones para crear un nuevo bloque que sustituya a Unasur.
Prosur tiene como antecedente el llamado Grupo de Lima, cuyos 14 integrantes, salvo México, han desconocido el nuevo mandato del presidente Nicolás Maduro en Venezuela, y apoyado al diputado opositor Juan Guaidó, quien se autoproclamó "presidente encargado" del país suramericano. El propio Duque sostuvo que la naciente organización coordinará acciones conjuntas para que "termine" el gobierno del líder chavista.
En abril del año pasado, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay y Perú, seis de los 12 países que conformaban la Unasur, enviaron una carta a Bolivia, país que ostentaba la presidencia pro témpore del bloque, para pedir la reactivación del organismo, debido a su "parálisis".
"El gobierno brasileño denunció este lunes el Tratado Constitutivo de la Unasur, con lo que formalizó su salida de la organización", reza un comunicado divulgado por la Cancillería.
El Ministerio de Relaciones Exteriores indicó que la decisión tendrá efectos cuando transcurran seis meses, a partir de este lunes. Brasilia hizo el anuncio tras asumir la presidencia pro tempore del mecanismo, que este lunes fue traspasada por Bolivia.
En la nota diplomática, el Gobierno de Jair Bolsonaro recuerda que el pasado 22 de marzo participó en la creación del Foro para el Progreso y el Desarrollo de América Latina (Prosur), y señala que Unasur atraviesa una "prolongada crisis".
La incipiente Prosur, impulsada principalmente por el presidente de Chile, Sebastián Piñera (que será presidente pro témpore de la nueva entidad), y su par colombiano, Iván Duque, es la apuesta de algunas naciones para crear un nuevo bloque que sustituya a Unasur.
Prosur tiene como antecedente el llamado Grupo de Lima, cuyos 14 integrantes, salvo México, han desconocido el nuevo mandato del presidente Nicolás Maduro en Venezuela, y apoyado al diputado opositor Juan Guaidó, quien se autoproclamó "presidente encargado" del país suramericano. El propio Duque sostuvo que la naciente organización coordinará acciones conjuntas para que "termine" el gobierno del líder chavista.
En abril del año pasado, Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Paraguay y Perú, seis de los 12 países que conformaban la Unasur, enviaron una carta a Bolivia, país que ostentaba la presidencia pro témpore del bloque, para pedir la reactivación del organismo, debido a su "parálisis".
Un Brasil sin gobierno ni rumbo
Por:
Eric Nepomuceno
Desde que asumió la presidencia de Brasil, en el primer día de 2019, el capitán reformado Jair Bolsonaro hizo de todo un poco, excepto gobernar.
Mejor dicho: desde que asumió la presidencia Bolsonaro no dejó, ni un
solo día, de dar clarísimas muestras de que no tiene la más remota
capacidad para ocupar el puesto al que fue llevado por los electores
brasileños.
Nada más típico de un ser descalificado política, ética y moralmente lo que ocurrió el pasado carnaval. Abucheado por todas las calles de todas las ciudades del país, Bolsonaro difundió, en las redes sociales, una escena escatológica protagonizada por dos hombres. Fue un burdo intento de desmoralizar al carnaval, pero el resultado fue desastroso.
El video fue visto por al menos tres millones de personas y le llovieron críticas por todos los costados. La ausencia absoluta de respeto confirmó que el capitán carece de los modales que se espera de un presidente. La repercusión en todo el mundo reforzó las críticas a la inusitada iniciativa del capitán, provocando reacciones no solo en el gobierno sino también en el mercado financiero, con la valorización del dólar y la caída de la Bolsa.
Se observan quejas inclusive entre sus potenciales aliados en el Congreso, que piden al belicoso capitán que no sea tan agresivo en sus redes sociales y aproveche la popularidad de que todavía disfruta para ayudar a difundir las reformas consideradas esenciales e impopulares, principalmente la de las jubilaciones. Entre las muchas advertencias que llegaron al despacho presidencial una es preocupante: tal como andan las cosas, no habrá cómo alcanzar los votos necesarios para imponer esa reforma.
Pero hay un sector del gobierno, en especial, que disfraza cada vez menos el malestar provocado no solo por el presidente, sino también por sus tres hijos y algunos de sus ministros: el núcleo integrado por los militares.
Entre los más distintos niveles de la estructura del gobierno, hay 103 militares de alto rango distribuidos entre ministerios, gobiernos estatales, consejos de empresas de capital mixto, universidades y hasta hospitales. Y, claro, el vicepresidente también es un general; jubilado, pero general.
Hubo un palpable malestar cuando Bolsonaro afirmó que la democracia es un favor que la sociedad le debe a las Fuerzas Armadas. El principal portavoz de los uniformados, el vicepresidente Humberto Mourão, trató de matizar las palabras del capitán presidente, pero el desastre ya estaba consolidado.
Los desatinos de los tres hijos de Bolsonaro han sido objeto de duras críticas de los militares, muchas de ellas lanzadas en público. Para enturbiar aún más la atmósfera, existen dudas concretas referentes a las relaciones entre los hijos presidenciales y las “milicias” de Río, como son llamados los grupos de exterminio que dominan buena parte de la ciudad.
El excéntrico ministro de Relaciones Exteriores, Ernesto Araujo, un diplomático de carrera discreta y sin cualificación alguna para asumir el puesto al que fue designado por un astrólogo descerebrado transformado en guía intelectual de la familia Bolsonaro, ya fue públicamente puesto bajo la tutela de los militares.
Ha sido desautorizado un sinfín de veces por el vicepresidente, general Humberto Mourão. Lo que muchos se preguntan después de dos meses de desgobierno es cuándo esa tutela se extenderá a otros ministros y más, hasta el mismo Bolsonaro.
La tensión es evidente y las críticas se multiplican en los medios hegemónicos de comunicación, los mismos que dieron pleno respaldo al golpe institucional que destituyó a la presidenta Dilma Rousseff, al gobierno cleptómano de Michel Temer y a la elección del capitán. También la sacrosanta entidad llamada “mercado” se muestra cada vez más reticente con relación al presidente.
Recluido en su núcleo familiar, frente a una colección de ministros que se turnan a la hora de producir estupideces de manera incesante, pasados 60 días en la presidencia Bolsonaro asiste, impávido, a la lenta corrosión de su popularidad. Todavía dispone de apoyo, pero es el presidente con menor aprobación en sus dos meses iniciales desde 1995.
Entre los militares hay, además de profunda irritación, un temor creciente: que los desastres provocados por el capitán presidente los contamine a punto de arrastrar su imagen entre la opinión pública. También les preocupa la forma cada vez más veloz de pérdida del capital político de que el presidente todavía disfruta, amenazando de manera decisiva los puntos considerados esenciales del programa de gobierno elaborado, en muy buena parte, por ellos.
La tensión entre dos grupos nítidos –el clan Bolsonaro y parte esencial de sus ministros, por un lado, y los militares y ministros considerados pragmáticos por otro– se elevó rápidamente en las últimas semanas. Por casualidad, se detectó en las redes sociales una sensible baja en el número de simpatizantes de Bolsonaro.
No hay en el horizonte ninguna señal de que ese panorama cambie. ¿Hasta cuándo Brasil seguirá sin gobierno ni rumbo?
(Tomado de Rebelión)
Nada más típico de un ser descalificado política, ética y moralmente lo que ocurrió el pasado carnaval. Abucheado por todas las calles de todas las ciudades del país, Bolsonaro difundió, en las redes sociales, una escena escatológica protagonizada por dos hombres. Fue un burdo intento de desmoralizar al carnaval, pero el resultado fue desastroso.
El video fue visto por al menos tres millones de personas y le llovieron críticas por todos los costados. La ausencia absoluta de respeto confirmó que el capitán carece de los modales que se espera de un presidente. La repercusión en todo el mundo reforzó las críticas a la inusitada iniciativa del capitán, provocando reacciones no solo en el gobierno sino también en el mercado financiero, con la valorización del dólar y la caída de la Bolsa.
Se observan quejas inclusive entre sus potenciales aliados en el Congreso, que piden al belicoso capitán que no sea tan agresivo en sus redes sociales y aproveche la popularidad de que todavía disfruta para ayudar a difundir las reformas consideradas esenciales e impopulares, principalmente la de las jubilaciones. Entre las muchas advertencias que llegaron al despacho presidencial una es preocupante: tal como andan las cosas, no habrá cómo alcanzar los votos necesarios para imponer esa reforma.
Pero hay un sector del gobierno, en especial, que disfraza cada vez menos el malestar provocado no solo por el presidente, sino también por sus tres hijos y algunos de sus ministros: el núcleo integrado por los militares.
Entre los más distintos niveles de la estructura del gobierno, hay 103 militares de alto rango distribuidos entre ministerios, gobiernos estatales, consejos de empresas de capital mixto, universidades y hasta hospitales. Y, claro, el vicepresidente también es un general; jubilado, pero general.
Hubo un palpable malestar cuando Bolsonaro afirmó que la democracia es un favor que la sociedad le debe a las Fuerzas Armadas. El principal portavoz de los uniformados, el vicepresidente Humberto Mourão, trató de matizar las palabras del capitán presidente, pero el desastre ya estaba consolidado.
Los desatinos de los tres hijos de Bolsonaro han sido objeto de duras críticas de los militares, muchas de ellas lanzadas en público. Para enturbiar aún más la atmósfera, existen dudas concretas referentes a las relaciones entre los hijos presidenciales y las “milicias” de Río, como son llamados los grupos de exterminio que dominan buena parte de la ciudad.
El excéntrico ministro de Relaciones Exteriores, Ernesto Araujo, un diplomático de carrera discreta y sin cualificación alguna para asumir el puesto al que fue designado por un astrólogo descerebrado transformado en guía intelectual de la familia Bolsonaro, ya fue públicamente puesto bajo la tutela de los militares.
Ha sido desautorizado un sinfín de veces por el vicepresidente, general Humberto Mourão. Lo que muchos se preguntan después de dos meses de desgobierno es cuándo esa tutela se extenderá a otros ministros y más, hasta el mismo Bolsonaro.
La tensión es evidente y las críticas se multiplican en los medios hegemónicos de comunicación, los mismos que dieron pleno respaldo al golpe institucional que destituyó a la presidenta Dilma Rousseff, al gobierno cleptómano de Michel Temer y a la elección del capitán. También la sacrosanta entidad llamada “mercado” se muestra cada vez más reticente con relación al presidente.
Recluido en su núcleo familiar, frente a una colección de ministros que se turnan a la hora de producir estupideces de manera incesante, pasados 60 días en la presidencia Bolsonaro asiste, impávido, a la lenta corrosión de su popularidad. Todavía dispone de apoyo, pero es el presidente con menor aprobación en sus dos meses iniciales desde 1995.
Entre los militares hay, además de profunda irritación, un temor creciente: que los desastres provocados por el capitán presidente los contamine a punto de arrastrar su imagen entre la opinión pública. También les preocupa la forma cada vez más veloz de pérdida del capital político de que el presidente todavía disfruta, amenazando de manera decisiva los puntos considerados esenciales del programa de gobierno elaborado, en muy buena parte, por ellos.
La tensión entre dos grupos nítidos –el clan Bolsonaro y parte esencial de sus ministros, por un lado, y los militares y ministros considerados pragmáticos por otro– se elevó rápidamente en las últimas semanas. Por casualidad, se detectó en las redes sociales una sensible baja en el número de simpatizantes de Bolsonaro.
No hay en el horizonte ninguna señal de que ese panorama cambie. ¿Hasta cuándo Brasil seguirá sin gobierno ni rumbo?
(Tomado de Rebelión)
Histórica unión sindical en el Día de los Trabajadores en Brasil y anuncio de huelga general
Los sindicatos realizaron por primera vez en la historia un acto unificado el Primero de Mayo para expresar su rechazo a la reforma de la seguridad social y anunciaron una huelga general para el próximo 14 de junio.
Histórica unión sindical en el Día de los Trabajadores en Brasil y anuncio de huelga general
BRASIL
02 de mayo de 2019, 12:42hs - LR21La resistencia sindical en Brasil a la reforma de la seguridad social
presentada por el ministro de economía de Bolsonaro, Paulo Guedes, fijó
para el 14 de junio una gran huelga general.
Este 1° de mayo, en el marco del Día Internacional de los Trabajadores, dieron la primera muestra de unión y resistencia al lograr por primera vez reunir a todas las centrales sindicales del gigante sudamericano.
La Central Única de Trabajadores (CUT) –fundada en 1983, y ligada al Partido de los Trabajadores– y la Força Sindical –creada ocho años más tarde, como contrapeso a la CUT– lideran la movilización.
“Nunca hemos vivido una situación como esta”, dijo Sérgio Nobre, secretario general de la CUT, “ver un sistema de seguridad social siendo desmontado, como quiere el Gobierno. Lo que está sucediendo en Brasil es un retroceso civilizatorio”.
Por su parte el presidente de Força Sindical, Miguel Torres, calificó a la propuesta de reforma de “nefasta”, y aseguró que perjudica a los más pobres. En ese sentido llamó a luchar por mejorar el sistema de la seguridad social con “políticas destinadas al desarrollo y a la creación de empleo”.
Actualmente la reforma de la seguridad social está siendo analizada por una Comisión Especial, luego de haber sido aprobada en la Comisión de Constitución y Justicia y de Ciudadanía. Serán cuarenta sesiones antes de pasar a las votaciones finales en las dos Cámaras.
Los sindicatos reclaman a su vez que realmente no se ha generado un amplio debate en la sociedad para que el trabajador pueda formar una opinión y comprender las medidas.
El principal acto este miércoles fue en Sao Paulo y reunió cerca de 200 mil personas, según organizadores. Allí los dirigentes de todas las centrales sindicales criticaron al equipo económico del Bolsonaro y reforzaron la importancia de la huelga del 14 de junio.
Guillermo Boulos, dirigente del Movimiento de los Trabajadores Sin Techo (MTST), y excandidato presidencial, destacó que la unión de todos los trabajadores y trabajadoras en la huelga general será una acción importante en la defensa de los derechos de la población.
“Aquí comienza la lucha que va a parar la reforma de la Previdencia el 14 de junio. Brasil va a parar contra ese proyecto que quiere destruir la previsión pública. Ellos no quieren afrontar privilegios, eso es mentira. Ellos están atacando derechos”, expresó.
El mandatario afirmó que el decreto reúne una serie de medidas que permitirán restringir “el papel del Estado en el control y la fiscalización de la actividad económica”.
“Ese es el compromiso de mi Gobierno con la plena libertad económica, una manera de proporcionar, por mérito propio, y sin interferencias del Estado, el engrandecimiento de cada ciudadano”, expresó.
Bolsonaro manifestó su confianza en que “unidos” el país “superará las dificultades iniciales, naturales en las transiciones de Gobierno, especialmente si las concepciones políticas son antagónicas”.
“Brasil eligió la esperanza, razón por la cual estaré siempre atento para no decepcionarles. Es mi compromiso con ustedes, en este Día del Trabajo”, dijo.
En su discurso Bolsonaro no hizo ninguna mención a la reforma del sistema de pensiones y jubilaciones propuesta por su Gobierno.
Este 1° de mayo, en el marco del Día Internacional de los Trabajadores, dieron la primera muestra de unión y resistencia al lograr por primera vez reunir a todas las centrales sindicales del gigante sudamericano.
La Central Única de Trabajadores (CUT) –fundada en 1983, y ligada al Partido de los Trabajadores– y la Força Sindical –creada ocho años más tarde, como contrapeso a la CUT– lideran la movilización.
“Nunca hemos vivido una situación como esta”, dijo Sérgio Nobre, secretario general de la CUT, “ver un sistema de seguridad social siendo desmontado, como quiere el Gobierno. Lo que está sucediendo en Brasil es un retroceso civilizatorio”.
Por su parte el presidente de Força Sindical, Miguel Torres, calificó a la propuesta de reforma de “nefasta”, y aseguró que perjudica a los más pobres. En ese sentido llamó a luchar por mejorar el sistema de la seguridad social con “políticas destinadas al desarrollo y a la creación de empleo”.
Actualmente la reforma de la seguridad social está siendo analizada por una Comisión Especial, luego de haber sido aprobada en la Comisión de Constitución y Justicia y de Ciudadanía. Serán cuarenta sesiones antes de pasar a las votaciones finales en las dos Cámaras.
Los sindicatos reclaman a su vez que realmente no se ha generado un amplio debate en la sociedad para que el trabajador pueda formar una opinión y comprender las medidas.
El principal acto este miércoles fue en Sao Paulo y reunió cerca de 200 mil personas, según organizadores. Allí los dirigentes de todas las centrales sindicales criticaron al equipo económico del Bolsonaro y reforzaron la importancia de la huelga del 14 de junio.
Guillermo Boulos, dirigente del Movimiento de los Trabajadores Sin Techo (MTST), y excandidato presidencial, destacó que la unión de todos los trabajadores y trabajadoras en la huelga general será una acción importante en la defensa de los derechos de la población.
“Aquí comienza la lucha que va a parar la reforma de la Previdencia el 14 de junio. Brasil va a parar contra ese proyecto que quiere destruir la previsión pública. Ellos no quieren afrontar privilegios, eso es mentira. Ellos están atacando derechos”, expresó.
“Libertad económica”
Por su parte el presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, llamó a la “libertad económica” durante un mensaje a la nación pronunciado con motivo del Día Internacional del Trabajo, en el que celebró la firma de un decreto que establece garantías de “libre mercado” a través de reglas generales para disminuir la burocracia de las empresas, entre otras medidas.El mandatario afirmó que el decreto reúne una serie de medidas que permitirán restringir “el papel del Estado en el control y la fiscalización de la actividad económica”.
“Ese es el compromiso de mi Gobierno con la plena libertad económica, una manera de proporcionar, por mérito propio, y sin interferencias del Estado, el engrandecimiento de cada ciudadano”, expresó.
Bolsonaro manifestó su confianza en que “unidos” el país “superará las dificultades iniciales, naturales en las transiciones de Gobierno, especialmente si las concepciones políticas son antagónicas”.
“Brasil eligió la esperanza, razón por la cual estaré siempre atento para no decepcionarles. Es mi compromiso con ustedes, en este Día del Trabajo”, dijo.
En su discurso Bolsonaro no hizo ninguna mención a la reforma del sistema de pensiones y jubilaciones propuesta por su Gobierno.
Las universidades públicas brasileñas plantan cara a la extrema derecha de Bolsonaro
Desde sus publicaciones, y a través de creación de
espacios de diálogo, conferencias y debates públicos combaten las pautas
de crispación propagadas por el nuevo Gobierno.
Carteles
contra el presidente Bolsonaro en el Campus de Praia Vermelha de la
Universidad Federal de Río de Janeiro (UFRJ). | Víctor David López
RÍO DE JANEIRO
14/04/2019 13:09 - VÍCTOR DAVID LÓPEZ
@VictorDavLopez - PÙBLICO
Las universidades públicas brasileñas están tomando el papel opositor a las políticas de la extrema derecha de Jair Bolsonaro que la izquierda no está consiguiendo construir
en el Congreso Nacional. Aún en estado de shock desde la detención del
expresidente Lula da Silva hace un año, y desde el ascenso a propulsión
del nuevo presidente, los partidos progresistas sienten el empuje de profesores, asociaciones de estudiantes y sindicatos de los centros de enseñanza superior.
Este cara a cara contra Bolsonaro no ha
surgido ahora, ni con la toma de posesión del primero de enero: nació ya
durante la campaña electoral, en septiembre y octubre de 2018. Ayudó
indirectamente la acción de la Justicia, que prohibió pancartas –“Facultad de Derecho Antifascista” decía una en la Universidade Federal Fluminense– e hizo suspender eventos –como el aula pública titulada “Aplastar el fascismo”,
en la Universidade Federal da Grande Dourados–. De tal magnitud fue el
ataque a las instituciones públicas de enseñanza superior que algunas de
ellas publicaron comunicados como el de la Universidade Estadual de Campinas,
en São Paulo. “La autonomía universitaria y la libertad académica
constituyen pilares indispensables para que las universidades cumplan su misión social”,
explicaba la nota oficial de la rectoría, “razón por la cual los
poderes públicos deben garantizar y promover el respeto a estas
prerrogativas”.
La verdadera oposición a Bolsonaro está en las universidades públicas brasileñas
Los
adjetivos que definían el discurso de Bolsonaro estaban
mayoritariamente extendidos entre la prensa internacional ya desde la
campaña electoral, pero muy pocos medios locales han colocado en sus
publicaciones impresas las palabras que el periódico InformAndes
–editado por el Sindicato Nacional de Docentes de Instituciones de Enseñanza Superior, ANDES– ha incluido en sus portadas en los últimos meses. Mientras publicaciones de tirada nacional blanqueaban la ideología del candidato
tras vencer en los comicios del pasado mes de octubre, con reportajes
sobre su clan familiar o sobre la primera dama, InformAndes llegaba a
los pasillos de las facultades alertando de la “extrema derecha”,
y examinando en sus artículos cómo “parte del electorado de Bolsonaro
demuestra afinidad con prácticas políticas y discursos fascistas, muchas
veces incitados por el propio presidente electo”. En el Campus de
Maracanã de la Universidade Estadual de Río de Janeiro (UERJ), aún se
podían encontrar hace tan solo unas semanas ejemplares de la incendiaria
edición de noviembre.
El Sindicato Nacional de Docentes de Instituciones de Enseñanza Superior (ANDES) se opone desde el principio hasta el final a la propuesta gubernamental que está más de actualidad en estos días: la controvertida reforma de la seguridad social.
ANDES organizó el 4 de abril una conferencia en la cual su presidente,
Antonio Gonçalves, dudaba mucho de que con esta reforma se ahorre tanto
como el nuevo Gobierno sugiere. En lugar de modificar las pensiones y la
edad de jubilación, Gonçalves emprendería “una reforma tributaria, progresiva y no regresiva”.
Respondiendo a Público en esa conferencia, el
presidente del sindicato reconoció que no existe en el Congreso “una
oposición de izquierda grande, organizada, orgánica”. La presión externa
a los parlamentarios, sin embargo, está haciendo que una parte de los
que aprobarán o bloquearán la reforma de la seguridad social se esté
dando cuenta de que “este Gobierno no tiene legitimidad” para presentar esta medida. “Durante la campaña”, y en esto se basa el sindicato, “esto ni se debatió”.
Fernando Maranhão, coordinador de la Federación de
Sindicatos de Trabajadores de Universidades Brasileñas (FASUBRA), que
acompañaba a Gonçalves en la conferencia, protestó de que el gobierno
esté trabajando “desde el punto de vista del individualismo”, y entiende que esta enmienda “culmina la tercerización y la reforma laboral” aprobadas por el expresidente Michel Temer.
Las universidades públicas han respondido al unísono, así mismo, contra la decisión de Bolsonaro de ordenar a los cuarteles la conmemoración del golpe militar de 1964,
que dio paso a una dictadura que se alargó 21 años. Precisamente fue el
ministro de educación, Ricardo Vélez Rodríguez, uno de los que más
apoyó la celebración, ya que es un firme seguidor del régimen militar.
La Universidade Federal de Río de Janeiro (UFRJ) vio como sus centros se
llenaron de carteles homenajeando a profesores perseguidos por el Ejército
en los años de plomo. Los firmaba su sindicato de docentes. El ministro
de educación, por cierto, acaba de ser cesado debido a la pésima
gestión durante los noventa y ocho días que ha permanecido al frente de
la cartera.
Creación de espacios de diálogo contra las pautas de crispación
El esfuerzo de las universidades públicas brasileñas
se centra también en la creación de espacios de diálogo, y en la
organización de conferencias y debates públicos que combatan las pautas de la crispación
propagadas por la extrema derecha. Es el caso de la Universidade
Federal de Minas Gerais, en Belo Horizonte, que el pasado 3 de abril
dedicó más de dos horas y media en el auditorio de la facultad de
educación a detallar la necesidad del mantenimiento y perfeccionamiento
del sistema de reserva de cuotas étnico-raciales para acceso a
sus carreras. El presidente Bolsonaro ha criticado y desprestigiado el
sistema –que está consiguiendo cambiar poco a poco el aspecto de las
aulas– en numerosas ocasiones, con el argumento, utilizado por muchos,
de que "eso es una manera de dividir a la sociedad” y que todo el mundo
es “igual ante la ley”.
Las universidades públicas
tratan de crear espacios de diálogo, conferencias y debates
públicos que combatan las pautas de la crispación propagadas por el
nuevo Gobierno
La tesis principal de los que,
como Bolsonaro, se posicionan en contra de estas acciones afirmativas
es que “las razas no existen”, como indicaba en su disertación el
profesor y sociólogo Rodrigo Ednilson de Jesus, “y si no existen las
razas no tiene sentido la creación de una política basada en ellas”. En
cambio, según su punto de vista, “lo que se estaba discutiendo eran políticas públicas para la población negra”. Nadie discutía sobre razas, “sino sobre la desigualdad socioeconómica”
que golpea a los más vulnerables y les roba, entre otras cosas, el
derecho a formarse para el futuro, lo cual perpetúa la desigualdad
histórica. “El discurso racista coloniza nuestro pensamiento haciéndonos
presentar una antítesis”, remataba el sociólogo.
Más costoso fue que la UFRJ sacara adelante el
viernes 5 de abril en la Facultad Nacional de Derecho el debate que
llevaba por título “Es tiempo de resistir”, y que estaba
organizado por el colectivo estudiantil “RUA- Juventude
Anticapitalista”. En el último altercado registrado hasta a fecha, el
partido de Jair Bolsonaro (Partido Social Liberal, PSL) intentó censurar el acto
en el que estaba anunciada la participación del diputado de la
oposición Marcelo Freixo (Partido Socialismo y Libertad, PSOL). Según el
partido de Bolsonaro, que exigía a la UFRJ la cancelación de la
jornada, el objetivo de la misma era “defenestrar la persona del
Presidente de la República”, lo cual, utilizando “equipamientos públicos
para favorecer una entidad privada, como un partido político”,
evidenciaba “una ilegalidad”.
La universidad, los organizadores y el invitado resistieron la intimidación y
el acto se mantuvo, con aumento de medidas de seguridad dada la
sobreexposición involuntaria que el intento de censura produjo. “Hay una
fragilidad de la concepción democrática”, declaró Marcelo Freixo, que
también es profesor. “Voy a tratar la reforma de la seguridad social y
me concierne, como diputado miembro de la comisión de la Constitución y
justicia de la Cámara, hablar donde quiera que sea sobre el tema. Esta intentona representa mucho retroceso. Deberían formar parte de una secta y no de un partido político”.
URUGUAY
Madres y Familiares de Uruguayos Detenidos Desaparecidos
Conferencia de Prensa – 24a. Marcha del Silencio
Montevideo, 13 de mayo de 2019.
Madres y Familiares de Uruguayos
Detenidos Desaparecidos invita a la conferencia de prensa a realizarse
el próximo jueves 16 del corriente, a las 11 hs. en la Asociación de la
Prensa Uruguaya (San José 1330), con motivo de la 24ª. Marcha del
Silencio.
Será muy grato contar con su presencia.
En este mundo todos tienen alguna historia que contar
Rubén Olivera dice tanto con sus silencios como con sus palabras,
siempre justas, precisas, cuidadas, elegidas con sutil perfección. La
música está a resguardo de inclemencias temporales con su trabajo
curador y la memoria respira justicia con su paso por el tiempo. Su voz
imprescindible nos habla de justicia y de futuro, de mirarnos en el
espejo para reconocernos como sociedad, con las arrugas propias del
dolor y el amor acumulados.
Cada 20 de mayo es siempre para Rubén Olivera. Acaso porque los otros días no son ajenos al dolor para quienes están rotos de ausencia secuestrada. “Una cosa son los dolores y alegrías del ser humano como protagonista y otra es cuando se logra tomar distancia para mirar en contextos más amplios cuando se perciben como episodios de algo mayor, cuando pensamos la visión política de la vida, con el ser humano intentando cambiar, moldear una sociedad humanizada y las fuerzas que reaccionan contra eso”. Olivera recibió al Portal del PIT-CNT en las oficinas del Centro Nacional de Documentación Lauro Ayestarán (CDM) entre libros, partituras, grabaciones y ficheros que conservan materiales del archivo del gran musicólogo adquiridos por el Estado uruguayo. El músico, docente, autor y comunicador, se desempeña como secretario ejecutivo del CDM, continuando la obra de su amigo fallecido en 2017, el musicólogo Coriún Aharonián, quien fue además investigador emérito del Sistema Nacional de Investigadores del Uruguay.
“Soy de la generación que empezó a militar –años más, años menos- en la década del 60, esa que se vino como una tromba cargada de expectativas de cambio. En el plano de la cultura artística y específicamente en la música que era mi opción, intentó diferenciarse de la potente música argentina que llegaba con mucha fuerza acá, con la búsqueda de un tronco uruguayo y al mismo tiempo, con la fuerza de la expresión más politizada. Así fue que la música uruguaya en esa década de diferenció y se politizó. Así tuvimos a todos los grandes maestros -de la canción de propuesta como decía Daniel Viglietti- en el texto y en la música, en los dos lenguajes. Fue una generación maravillosa de búsqueda, así como la música toda es maravillosa, tuvimos aquí en los años 60 una conjunción de un público que reclamaba algo a la música y la música que estuvo a la altura con lo que reclamaba ese público politizado. Y no fue solamente una música de acompañamiento circunstancial sino que estuvo llena de hallazgos estéticos y lenguajes que se encontraron. Después de ese acompañamiento a la épica del momento, a partir de 1985 aproximadamente vino una segunda etapa un poco más confusa por aquello que el enemigo pasó a ser más difuso, y vino la mezcla de seguir buscando esa nueva sociedad pero a la vez con el protagonismo de la memoria sobre lo que ocurrió. Y si miramos un poco más en perspectiva, vemos que el mundo comenzó a hablar en clave de derechos humanos”. A partir de entonces y cargando las secuelas que dejó la dictadura, se comenzó a recorrer el camino de la memoria, verdad, justicia y nunca más. “Las consignas de los inicios hasta la de esta 24º Marcha del Silencio no han cambiado mucho, se sigue reclamando contra la impunidad, se sigue intentando explicar y volver a explicar. En casi todos los años, en los días previos a cada marcha ha habido episodios grotescos, ahora aparece (José) Gavazzo pero en otras ocasiones fueron otros sucesos, siempre aparece algo” recordó.
La mirada generacional
Olivera piensa que la construcción de la memoria y el reclamo por verdad y justicia, debe trascender las fechas puntuales. “A veces cuando los temas se reducen a un día resulta más sencillo poder abordarlos, el 1º de mayo, el 8 de marzo, son días simbólicos de reivindicación muy visibles pero el problema está en los otros días, cómo lograr sostener esa búsqueda porque en definitiva todo esto se sustenta en la medida que exista el apoyo popular. Ahora estamos en un momento en el que la derecha está volviendo a los gobiernos, y los gobiernos de izquierda han obtenido resultados a medias, incluso a veces maquillan la realidad y cuando no lograron cambios de fondo eso les compromete su propio futuro”. En cuanto al recambio generacional y la continuación del trabajo por la memoria, verdad y justicia desde la perspectiva artística, Olivera recordó que la canción más politizada no es la que necesariamente habla de temas sociales, mientras se haga buen arte, eso ya es subversivo. Cuando yo visitaba al Choncho (Jorge Lazaroff) en el hospital me decía que teníamos que volver al panfleto (risas) y dar menos vueltas para decir ciertas cosas. En definitiva lo que creo es que habría que estudiar cuál es el contexto social que promueve que haya una masa grande de jóvenes que acceda a la militancia, incluidos los terrenos artísticos, porque si miramos hacia atrás uno a veces no sabe bien si los grandes referentes nuestros eran músicos que hacían militancia o militantes que hacían música porque para ellos era natural hacer una canción de texto romántico o una sobre las cosas que estaban pasando, Ahora todos estamos más entretenidos, en un mundo duro, que genera ilusiones y que precisa de fantasías para sobrevivir, nos entretienen pero desde la cultura tenemos que dar esa batalla. En mis clases siempre digo que hay músicas que tienen a la atención y otras a la distensión, pero el ser humano también necesita distensión porque nadie puede vivir en una situación de vigilia permanente y a veces cuando no hay salidas políticas claras para ver hacia dónde se puede encaminar esa tensión es más fácil tomar ciertos rumbos, por eso es importante -como dicen colegas y amigos- ir generando insumos alternativos. Hay que seguir generando visiones críticas, análisis, insumos. Por ejemplo el país no se puede permitir el lujo de no conocer a Lauro Ayestarán por eso es importante el trabajo que podamos realizar aquí generando alternativas”.
Familiares
“Cada 20 de mayo vamos en silencio, los familiares no tomamos los carteles de nuestro familiar, simbólicamente tomamos otro porque todos son nuestros hermanos, nuestros parientes, cumplimos con recogimiento ese momento, alegrándonos por la cantidad de jóvenes que cada año se incorporan y van a marchar en silencio y el 21 de mayo la historia sigue, hay que seguir intentando. Asumiendo incluso la existencia de esa retórica perversa que habla este o aquel otro y dan un dato suelto; esa realidad que está tan escondida y tan presente como en las más de 100 personas que todavía están enterradas en algún lado de Uruguay, mientras hay un montón de gente que sabe y no abre la boca”.
Gavazzo
“Los que estamos en esto, hemos venido siguiendo declaraciones y contradicciones. Esto (que sostuvo José Nino Gavazzo en la entrevista del diario El País) que en todas las guerras se torturó ya se lo había dicho a una periodista Iván Paulós a la salida de la dictadura. Los militares empezaron procesando por vilipendio a la moral de las Fuerzas Armadas, siguieron luego diciendo que era verdad pero que (los delitos) estaban prescriptos o diciendo que iban a defender a la familia militar porque habían recibido órdenes y terminaron diciendo que los que habían sido (responsables) ya no estaban, es decir, fuimos siguiendo todos los cambios de discurso, hasta el propio Gavazzo cuando incluí su voz en el espectáculo Memoria para armar, leyendo un parte de la época sobre el primer vuelo y diciendo una sarta de mentiras” recordó. “Ese tipo de discursos no sorprenden” aseguró. Olivera citó a Jean Lartéguy cuando escribió sobre el sistema que llamaba a sus mercenarios para realizar el trabajo sucio para luego negar los hechos. “Todo está dominado por un sistema capitalista que tiende a cambiar sus políticas para mantener sus ganancias y la estructura de dominación y esa es la verdad macro. A lo largo de la historia hay gente que se alinea para defender eso y hay gente que lo combate, por eso hay que vivir cada momento del tiempo pero tratando de mantener la mirada crítica y la distancia para comprender que somos parte de un proceso, para poder lograr seguir generando insumos en el lugar que nos tocó, por aquello que cantaba Numa (Moraes) que para morirme con mi pena más vale me muriera en rebeldía”.
Cada 20 de mayo es siempre para Rubén Olivera. Acaso porque los otros días no son ajenos al dolor para quienes están rotos de ausencia secuestrada. “Una cosa son los dolores y alegrías del ser humano como protagonista y otra es cuando se logra tomar distancia para mirar en contextos más amplios cuando se perciben como episodios de algo mayor, cuando pensamos la visión política de la vida, con el ser humano intentando cambiar, moldear una sociedad humanizada y las fuerzas que reaccionan contra eso”. Olivera recibió al Portal del PIT-CNT en las oficinas del Centro Nacional de Documentación Lauro Ayestarán (CDM) entre libros, partituras, grabaciones y ficheros que conservan materiales del archivo del gran musicólogo adquiridos por el Estado uruguayo. El músico, docente, autor y comunicador, se desempeña como secretario ejecutivo del CDM, continuando la obra de su amigo fallecido en 2017, el musicólogo Coriún Aharonián, quien fue además investigador emérito del Sistema Nacional de Investigadores del Uruguay.
“Soy de la generación que empezó a militar –años más, años menos- en la década del 60, esa que se vino como una tromba cargada de expectativas de cambio. En el plano de la cultura artística y específicamente en la música que era mi opción, intentó diferenciarse de la potente música argentina que llegaba con mucha fuerza acá, con la búsqueda de un tronco uruguayo y al mismo tiempo, con la fuerza de la expresión más politizada. Así fue que la música uruguaya en esa década de diferenció y se politizó. Así tuvimos a todos los grandes maestros -de la canción de propuesta como decía Daniel Viglietti- en el texto y en la música, en los dos lenguajes. Fue una generación maravillosa de búsqueda, así como la música toda es maravillosa, tuvimos aquí en los años 60 una conjunción de un público que reclamaba algo a la música y la música que estuvo a la altura con lo que reclamaba ese público politizado. Y no fue solamente una música de acompañamiento circunstancial sino que estuvo llena de hallazgos estéticos y lenguajes que se encontraron. Después de ese acompañamiento a la épica del momento, a partir de 1985 aproximadamente vino una segunda etapa un poco más confusa por aquello que el enemigo pasó a ser más difuso, y vino la mezcla de seguir buscando esa nueva sociedad pero a la vez con el protagonismo de la memoria sobre lo que ocurrió. Y si miramos un poco más en perspectiva, vemos que el mundo comenzó a hablar en clave de derechos humanos”. A partir de entonces y cargando las secuelas que dejó la dictadura, se comenzó a recorrer el camino de la memoria, verdad, justicia y nunca más. “Las consignas de los inicios hasta la de esta 24º Marcha del Silencio no han cambiado mucho, se sigue reclamando contra la impunidad, se sigue intentando explicar y volver a explicar. En casi todos los años, en los días previos a cada marcha ha habido episodios grotescos, ahora aparece (José) Gavazzo pero en otras ocasiones fueron otros sucesos, siempre aparece algo” recordó.
La mirada generacional
Olivera piensa que la construcción de la memoria y el reclamo por verdad y justicia, debe trascender las fechas puntuales. “A veces cuando los temas se reducen a un día resulta más sencillo poder abordarlos, el 1º de mayo, el 8 de marzo, son días simbólicos de reivindicación muy visibles pero el problema está en los otros días, cómo lograr sostener esa búsqueda porque en definitiva todo esto se sustenta en la medida que exista el apoyo popular. Ahora estamos en un momento en el que la derecha está volviendo a los gobiernos, y los gobiernos de izquierda han obtenido resultados a medias, incluso a veces maquillan la realidad y cuando no lograron cambios de fondo eso les compromete su propio futuro”. En cuanto al recambio generacional y la continuación del trabajo por la memoria, verdad y justicia desde la perspectiva artística, Olivera recordó que la canción más politizada no es la que necesariamente habla de temas sociales, mientras se haga buen arte, eso ya es subversivo. Cuando yo visitaba al Choncho (Jorge Lazaroff) en el hospital me decía que teníamos que volver al panfleto (risas) y dar menos vueltas para decir ciertas cosas. En definitiva lo que creo es que habría que estudiar cuál es el contexto social que promueve que haya una masa grande de jóvenes que acceda a la militancia, incluidos los terrenos artísticos, porque si miramos hacia atrás uno a veces no sabe bien si los grandes referentes nuestros eran músicos que hacían militancia o militantes que hacían música porque para ellos era natural hacer una canción de texto romántico o una sobre las cosas que estaban pasando, Ahora todos estamos más entretenidos, en un mundo duro, que genera ilusiones y que precisa de fantasías para sobrevivir, nos entretienen pero desde la cultura tenemos que dar esa batalla. En mis clases siempre digo que hay músicas que tienen a la atención y otras a la distensión, pero el ser humano también necesita distensión porque nadie puede vivir en una situación de vigilia permanente y a veces cuando no hay salidas políticas claras para ver hacia dónde se puede encaminar esa tensión es más fácil tomar ciertos rumbos, por eso es importante -como dicen colegas y amigos- ir generando insumos alternativos. Hay que seguir generando visiones críticas, análisis, insumos. Por ejemplo el país no se puede permitir el lujo de no conocer a Lauro Ayestarán por eso es importante el trabajo que podamos realizar aquí generando alternativas”.
Familiares
“Cada 20 de mayo vamos en silencio, los familiares no tomamos los carteles de nuestro familiar, simbólicamente tomamos otro porque todos son nuestros hermanos, nuestros parientes, cumplimos con recogimiento ese momento, alegrándonos por la cantidad de jóvenes que cada año se incorporan y van a marchar en silencio y el 21 de mayo la historia sigue, hay que seguir intentando. Asumiendo incluso la existencia de esa retórica perversa que habla este o aquel otro y dan un dato suelto; esa realidad que está tan escondida y tan presente como en las más de 100 personas que todavía están enterradas en algún lado de Uruguay, mientras hay un montón de gente que sabe y no abre la boca”.
Gavazzo
“Los que estamos en esto, hemos venido siguiendo declaraciones y contradicciones. Esto (que sostuvo José Nino Gavazzo en la entrevista del diario El País) que en todas las guerras se torturó ya se lo había dicho a una periodista Iván Paulós a la salida de la dictadura. Los militares empezaron procesando por vilipendio a la moral de las Fuerzas Armadas, siguieron luego diciendo que era verdad pero que (los delitos) estaban prescriptos o diciendo que iban a defender a la familia militar porque habían recibido órdenes y terminaron diciendo que los que habían sido (responsables) ya no estaban, es decir, fuimos siguiendo todos los cambios de discurso, hasta el propio Gavazzo cuando incluí su voz en el espectáculo Memoria para armar, leyendo un parte de la época sobre el primer vuelo y diciendo una sarta de mentiras” recordó. “Ese tipo de discursos no sorprenden” aseguró. Olivera citó a Jean Lartéguy cuando escribió sobre el sistema que llamaba a sus mercenarios para realizar el trabajo sucio para luego negar los hechos. “Todo está dominado por un sistema capitalista que tiende a cambiar sus políticas para mantener sus ganancias y la estructura de dominación y esa es la verdad macro. A lo largo de la historia hay gente que se alinea para defender eso y hay gente que lo combate, por eso hay que vivir cada momento del tiempo pero tratando de mantener la mirada crítica y la distancia para comprender que somos parte de un proceso, para poder lograr seguir generando insumos en el lugar que nos tocó, por aquello que cantaba Numa (Moraes) que para morirme con mi pena más vale me muriera en rebeldía”.
Uruguay presentó pruebas que involucran a 13 militares en el Plan Cóndor
Fueron
presentadas ante la corte romana que investiga el operativo de
represión combinada llevada adelante por las dictaduras del Cono Sur.
Foto Archivo.
Pruebas
presentadas por el gobierno uruguayo demuestran de forma contundente la
participación de 13 militares uruguayos en crímenes de lesa humanidad
durante la dictadura (1973-1985).. Las pruebas fueron presentadas ante
la Tercera Corte de Asís, en Roma, Italia
Los
documentos precisan la participación de estos militares en la
organización del terrorismo de Estado a nivel continental, denominado
Plan Cóndor.
Durante la apelación que se desarrolló
en esa corte romana, el equipo de abogados de Uruguay presentó pruebas
que identifican a los militares que cometieron delitos, como torturas y
desapariciones forzadas, en el marco del Plan Cóndor, juicio que impulsa
el Estado uruguayo en las cortes italianas.
Con el
nombre de Plan Cóndor se denomina a la coordinación de las acciones
ilegales cometidas por militares bajo las órdenes de, fundamentalmente,
las dictaduras de Uruguay, Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Bolivia.
Estas acciones incluyen desde vigilancia y seguimiento hasta capturas,
interrogatorios con torturas, desapariciones forzadas y asesinatos.
Los
militares uruguayos juzgados en Italia son José Ricardo Arab Fernández,
José Nino Gavazzo, Juan Carlos Larcebeau Aguirregaray, Pedro Antonio
Mato Narbondo, Luis Alfredo Maurente Mata, Ricardo José Medina Blanco,
Ernesto Avelino Ramas Pereira, José Sande Lima, Jorge Alberto Silveira
Quesada, Ernesto Soca, Jorge Néstor Tróccoli Fernández, Gilberto Vázquez
Bissio y Ricardo Eliseo Chávez Domínguez.
Esta
apelación subsana “una carencia importante de presentación de prueba en
la causa” en 2015, dijo Toma a Radio Uruguay, al finalizar la instancia
judicial. Para el jerarca, en la jornada se demostró de forma amplia y
contundente las responsabilidades de los imputados. En julio se conocerá
el resultado del juicio y, con posterioridad, la fundamentación del
fallo.
La presentación fue realizada por el abogado
Andrea Speranzoni. “Creo muy seriamente que logramos convencer a los
magistrados en esta segunda instancia acerca de la razón que expone
Uruguay, como parte civil” de este juicio, expuso Toma.
Pruebas abrumadoras
Sobre
las pruebas que implican al ex capitán de navío Jorge Tróccoli, la
parte acusadora entregó nuevos elementos que lo ubican en la
planificación de operaciones de terrorismo de Estado desde noviembre de
1977 hasta mayo de 1978, tanto en la sede del comando de Fusileros
Navales (FUSNA), en Uruguay, como en la Escuela de Mecánica de la Armada
(ESMA), en Argentina.
En el caso de José Nino
Gavazzo, Toma subrayó que las pruebas “son abrumadoras” para
identificarlo como comandante en jefe del Plan Cóndor en el Servicio de
Información de Defensa (SID). “El capricho de los hechos, entendemos, va
a llevar, inexorablemente, a una condena procesal, que esperamos con
toda lógica”, finalizó.
Mesa Representativa del PIT-CNT resolvió paro general parcial para el 22 de mayo
En solidaridad con los trabajadores del gas, la Mesa Representativa
del PIT-CNT resolvió un paro general parcial para el día 22 de mayo.
Según explicó el secretario general de la central, Marcelo Abdala, no es adecuado que una empresa como Petrobras que ya anunció su intención de retirarse del país lo haga efectuando despidos. “Esto se arregla con diálogo y negociación, pero queremos que sea sin despidos sobre la mesa” remarcó.
El paro general parcial del 22 será de 9 a 13 horas e incluirá una movilización una movilización desde la explanada de la Intendencia de Montevideo hasta las oficinas de Petrobras en la Ciudad Vieja.
Abdal también señaló que en su opinión, en caso que la empresa suspenda los despidos los trabajadores posiblemente levantarían las medidas de lucha, incluida la huelga de hambre que desarrollan actualmente dos trabajadores, ya que un tercer trabajador que había comenzado la medida tuvo que suspenderla por recomendación de los médicos ante su delicado estado de salud. El secretario general del PIT-CNT dijo que en caso que Petrobras suspenda los despidos, posiblemente el sindicato del gas también daría una señal para abrir un espacio de diálogo para posibilitar una transición razonable. “Yo creo que sí” confió.
Según explicó el secretario general de la central, Marcelo Abdala, no es adecuado que una empresa como Petrobras que ya anunció su intención de retirarse del país lo haga efectuando despidos. “Esto se arregla con diálogo y negociación, pero queremos que sea sin despidos sobre la mesa” remarcó.
El paro general parcial del 22 será de 9 a 13 horas e incluirá una movilización una movilización desde la explanada de la Intendencia de Montevideo hasta las oficinas de Petrobras en la Ciudad Vieja.
Abdal también señaló que en su opinión, en caso que la empresa suspenda los despidos los trabajadores posiblemente levantarían las medidas de lucha, incluida la huelga de hambre que desarrollan actualmente dos trabajadores, ya que un tercer trabajador que había comenzado la medida tuvo que suspenderla por recomendación de los médicos ante su delicado estado de salud. El secretario general del PIT-CNT dijo que en caso que Petrobras suspenda los despidos, posiblemente el sindicato del gas también daría una señal para abrir un espacio de diálogo para posibilitar una transición razonable. “Yo creo que sí” confió.
Obrero del gas que realizaba huelga de hambre es internado por recomendación médica
Uno de los tres obreros de la empresa MontevideoGas que se encuentran realizando una huelga de hambre debió abandonar la medida de lucha y fue internado por recomendación médica.
Foto: Sindicato del gas.
CONFLICTO
11 de mayo de 2019, 17:59hs - LR21El pasado 30 de abril, tres empleados de MontevideoGas (subsidiaria
de Petrobras) iniciaron una huelga de hambre frente a las oficinas del
Ministerio de Industria, Energía y Minería “en defensa del servicio de
gas natural”.
Rechazan el envío a seguro de paro de unos 20 empleados y el anuncio de 37 despidos.
Además consideran que la decisión de la empresa afectará a 45.000 usuarios y a 250 trabajadores.
Los obreros que iniciaron la medida de lucha son: Oscar Castro de 54 años, Ernesto Sasías de 42 y Maximiliano Camaño de 27 años.
Este sábado 11 de mayo, cuando se cumplen 11 días del inicio de la huelga de hambre, Ernesto Sasías debió abandonar la medida y fue internado en Impasa, por expresa recomendación médica.
“El compañero Ernesto Sasías debe abandonar la huelga de hambre por recomendación médica y recibe la solidaridad y el apoyo de todo el movimiento sindical y del movimiento social. ¡Arriba Sasías! ¡Arriba el movimiento obrero, arriba el sindicato del gas!”, expresó la Unión Autónoma de Obreros y Empleados del Gas (UAOEGAS) en su cuenta de Facebook.
Rechazan el envío a seguro de paro de unos 20 empleados y el anuncio de 37 despidos.
Además consideran que la decisión de la empresa afectará a 45.000 usuarios y a 250 trabajadores.
Los obreros que iniciaron la medida de lucha son: Oscar Castro de 54 años, Ernesto Sasías de 42 y Maximiliano Camaño de 27 años.
Este sábado 11 de mayo, cuando se cumplen 11 días del inicio de la huelga de hambre, Ernesto Sasías debió abandonar la medida y fue internado en Impasa, por expresa recomendación médica.
“El compañero Ernesto Sasías debe abandonar la huelga de hambre por recomendación médica y recibe la solidaridad y el apoyo de todo el movimiento sindical y del movimiento social. ¡Arriba Sasías! ¡Arriba el movimiento obrero, arriba el sindicato del gas!”, expresó la Unión Autónoma de Obreros y Empleados del Gas (UAOEGAS) en su cuenta de Facebook.
Momento en el que el trabajador del gas es trasladado por una unidad de emergencia médico móvil.
Petrobras anunció la intención de “bajar el costo laboral equivalente a 30 puestos de trabajo, por tanto los siete despidos son el comienzo”, indicó gremio.
“Sabemos que el objetivo es desprenderse de 110 trabajadores de los 164”, denunció el sindicato del gas.
En dicho marco, no se descarta realizar un paro general parcial.
Asimismo, destacaron la solidaridad de los distintos gremios, del PIT-CNT y de la Mesa Representativa del Frente Amplio, con la lucha de los trabajadores del gas.
Solicitaron que el Poder Ejecutivo “se planteé la necesidad de una salida organizada de Petrobras, lo que debe implicar no afectar los puestos de trabajo ni a los usuarios del servicio de gas”.
Analizan realizar un paro general parcial
El sindicato informó que el viernes pasado se comprobó, más allá de los esfuerzos del PIT-CNT para lograr levantar los despidos, que la empresa ya comenzó con su plan de recorte.Petrobras anunció la intención de “bajar el costo laboral equivalente a 30 puestos de trabajo, por tanto los siete despidos son el comienzo”, indicó gremio.
“Sabemos que el objetivo es desprenderse de 110 trabajadores de los 164”, denunció el sindicato del gas.
En dicho marco, no se descarta realizar un paro general parcial.
Asimismo, destacaron la solidaridad de los distintos gremios, del PIT-CNT y de la Mesa Representativa del Frente Amplio, con la lucha de los trabajadores del gas.
Solicitaron que el Poder Ejecutivo “se planteé la necesidad de una salida organizada de Petrobras, lo que debe implicar no afectar los puestos de trabajo ni a los usuarios del servicio de gas”.