¿Qué pasará cuando "la cataclísmica bomba" de la deuda global "explote"?
Publicado: 29 abr 2019 19:49 GMT - RT
La deuda global aumentó en 3,3 billones de
dólares en 2018 y asciende en la actualidad a 243 billones de dólares,
según un reciente informe.
Una
vez que "la cataclísmica bomba" de la deuda mundial "explote",
estallará una crisis que hará que los gobiernos "caigan", los individuos
"se empobrezcan" y las empresas "implosionen", vaticina el analista Mac
Slavo en un nuevo artículo para el portal SHTFplan.
La deuda global aumentó en 3,3 billones de dólares en 2018 y asciende actualmente a los 243 billones de dólares, según un informe difundido este mes por el Instituto de Finanzas Internacionales. Se trata de una cifra tres veces mayor que el producto interno bruto (PIB) total del mundo, es decir, que el valor de todos los productos y servicios del planeta.
El sistema basado en la deuda está "irremediablemente quebrantado", pero aún está siendo respaldado "por las mentiras de los banqueros centrales" y los gobiernos que desean mantener su "poder sobre otros", se lamenta Slavo.
Según argumentaba al respecto el experto financiero John Mauldin en Forbes, se trata de un "comportamiento clásico de la adicción", cuando los bancos centrales crean una deuda "con poca consideración por la forma en que se utilizará".
Además, el analista apunta que, en caso de que se produzca "algún tipo de evento cataclísmico" y no haya una red eléctrica para acceder a los bitcóins, estos no tendrían "ninguna utilidad".
Por lo tanto, Slavo concluye que "la diversificación es clave" para afrontar una potencial crisis, ya que, cuando estalle la burbuja de la deuda, "es posible que usted desee tener varias opciones a su disposición".
La deuda global aumentó en 3,3 billones de dólares en 2018 y asciende actualmente a los 243 billones de dólares, según un informe difundido este mes por el Instituto de Finanzas Internacionales. Se trata de una cifra tres veces mayor que el producto interno bruto (PIB) total del mundo, es decir, que el valor de todos los productos y servicios del planeta.
El sistema basado en la deuda está "irremediablemente quebrantado", pero aún está siendo respaldado "por las mentiras de los banqueros centrales" y los gobiernos que desean mantener su "poder sobre otros", se lamenta Slavo.
"Comportamiento clásico de la adicción"
A juicio del autor del artículo, EE.UU., con más de 72 billones de dólares de endeudamiento en todos sus sectores, está "contribuyendo masivamente" a este problema, al igual que "un sistema monetario irresponsable adicto a la impresión de dinero y a la emisión de crédito".Según argumentaba al respecto el experto financiero John Mauldin en Forbes, se trata de un "comportamiento clásico de la adicción", cuando los bancos centrales crean una deuda "con poca consideración por la forma en que se utilizará".
¿Solución?
El portal CCN estima que el bitcóin, una criptomoneda descentralizada, podría ser una forma de resolver el problema de la deuda. En este sentido, Slavo señala que, en efecto, esta podría ser la respuesta, ya que "nadie puede imprimir mágicamente un bitcóin de la nada". Sin embargo, su preocupación es que el bitcóin es "una mercancía" que solo tiene valor "si alguien la quiere", puntualiza.Además, el analista apunta que, en caso de que se produzca "algún tipo de evento cataclísmico" y no haya una red eléctrica para acceder a los bitcóins, estos no tendrían "ninguna utilidad".
Por lo tanto, Slavo concluye que "la diversificación es clave" para afrontar una potencial crisis, ya que, cuando estalle la burbuja de la deuda, "es posible que usted desee tener varias opciones a su disposición".
La madre de todas las crisis
por Jorge Cerletti
LA HAINE - 10/05/2019
Varias voces convergen sosteniendo la pronta aparición de una crisis financiera global
La
de Eric Toussaint es una de esas voces connotadas. “Ya se unieron todos
los ingredientes de una nueva e importante crisis financiera
internacional. Los dirigentes de los bancos centrales lo saben y también
los dirigentes de instituciones como el FMI, la OCDE Y el Banco de
Pagos Internacional (BPI). Por consiguiente, la prensa especializada le
está dedicando numerosos artículos. Uno de los factores que dirigen la
economía hacia una nueva crisis internacional de gran envergadura es la
enorme acumulación de deudas de las grandes empresas privadas y la
utilización que se hace de las mismas”.
Yanis Varoufakis habla de la desesperanza que se empeña en retornar. “El renacimiento del capitalismo en la posguerra y en particular el ímpetu hacia la globalización financiarizada después de la Guerra Fría resucitaron la fe en las capacidades autorreguladoras de los mercados. Hoy, más de diez años después de la crisis financiera global de 2008, esta fe conmovedora está otra vez hecha añicos, ahora que vuelve a afirmarse la tendencia natural del capitalismo al estancamiento. El ascenso de la derecha racista, la fragmentación del centro político y el aumento de tensiones geopolíticas son meros síntomas de la descomposición del capitalismo”.
Raymond Goldsmith ha acuñado una definición de crisis financiera: “un deterioro agudo, breve y ultra cíclico de todos o de la mayoría de los grupos de indicadores financieros: tipos de interés a corto plazo, precios de los activos (valores, propiedades inmobiliarias, terrenos), insolvencia comercial y quiebras de las instituciones financieras”. Por su parte Miguel Angel Ramos Estrada ha trazado una anatomía de las crisis económicas financieras: “Expansión económica, relajación del crédito, aumento del endeudamiento, importante aumento del valor de los activos (con la creación de burbujas), inicio de una política monetaria más restrictiva, caída en el precio de los activos y recesión económica.”
Mónica Peralta Ramos diseña un recorrido paralelo transitado por crisis y endeudamiento. “Hacia 2008 el PIB global era cercano a los 58 billones de dólares (trillions) y la deuda total ascendía a los 100 billones de dólares (trillions). La crisis financiera produjo corridas bancarias a nivel mundial. El peligro principal residía en la posible implosión de los grandes bancos americanos y europeos fuertemente endeudados con activos tóxicos, es decir irrecuperables. Para superar la crisis, la Reserva Federal y la banca central de los principales países del mundo implementaron una política de facilitación monetaria con tasas de interés cercanas a cero. Esta política inundó el mundo de dólares baratos y permitió salvar a los grandes bancos, pero a costa de incrementar los problemas que originaron la crisis financiera. Diez años después la deuda global había crecido a 250 billones de dólares (trillions) mientras el PBI global había ascendido a 80 billones de dólares”.
El capital es un sistema que es causa de sí mismo, por ende, sus personificaciones cuando emprenden la tarea de encontrar el paliativo perdido, al analizar la situación no van más allá de dar una pretendida respuesta desde los efectos. “Desde 2010, aprovechándose de la política de bajas tasas de interés adoptada por los bancos centrales de los países más industrializados (Reserva Federal de los EEUU, Banco Central Europeo, Banco de Inglaterra, Banco de Japón, Banco de Suiza….), las grandes empresas privadas han aumentado masivamente su endeudamiento. En los EEUU, por ejemplo, la deuda de las empresas privadas no financieras ha aumentado en 7 800 millardos de dólares entre 2010 y mediados de 2017”, sostiene Eric Toussaint.
El capital es un sistema que tiene una determinación central: expansión guiada por la acumulación. El capital monopólico globalizador no encuentra en la actualidad el nivel de acumulación requerido en el ámbito productivo, ¿entonces qué destino le dieron las empresas a los cuantiosos préstamos recibidos?
Compraron sus propias acciones en bolsa, con las consiguientes ventajas especulativas; sube el precio de la empresa y remuneran a sus accionistas sin pasar por la ventanilla donde se abonan los impuestos. Compraron obligaciones emitidas por otras empresas privadas, así como títulos públicos.La firma Apple tenía ella sola en 2017 créditos sobre otras empresas por un montante de 156 millardos de dólares, lo que representa el 60% del total de sus activos. Ford, General Motors y General Electric compraron igualmente deudas de otras empresas. El 80% de los activos de Ebay y el 75% de los activos de Oracle son créditos sobre otras empresas. Al menos la mitad de estos créditos encuentran calor de hogar en paraísos fiscales.
Las crisis fiscales dejan en los pueblos huellas de dolor, Argentina 2002 es una diáfana ilustración sobre el particular; la economía se contrajo 11 %, la moneda se devaluó de un peso por dólar a cuatro; la inflación alcanzó en ese año 41 %; los salarios cayeron 24 %; y la tasa de pobreza llegó hasta 57 % . Se estimó que 4 de cada 10 argentinos llegaron a vivir con un dólar o menos por día.
Si bien la atención de las mentes se ocupa prioritariamente de la crisis financiera no se debe soslayar la crisis sistémica sustrato de las amenazas a la continuidad de la humanidad. “La crisis que se desarrolla con toda gravedad en nuestra época histórica es estructural precisamente en el sentido de que no puede ser barrida del camino ni siquiera gracias a los muchos billones de las operaciones de rescate del Estado capitalista. Así, la crisis estructural del sistema cada vez más profunda, junto con el fracaso demostrable de las medidas remediales intentadas en forma de aventurerismo militar y financiero en una escala antes inimaginable, hacen que el peligro de la autodestrucción de la humanidad resulte mayor que nunca”, teoriza István Meszáros.
Cuando decimos estructural señalamos que afecta a la totalidad de un complejo social, nada queda por fuera de ella. Se puede argumentar que crisis y capital son viejos compañeros de ruta, que el capital superó el escollo y salió fortalecido creando una situación que podríamos llamar como la “existencia natural” del sistema. En efecto, el capital emergió fortalecido luego de superar a cada una de ellas, sin embargo, como hemos dicho la presente crisis tiene otras características.
La actual crisis estructural se evidencia bajo cuatro aspectos:
- es de carácter universal, afecta a todas las esferas del sistema. De cobertura global, no confinada a un conjunto de países como sucedió en anteriores oportunidades;
- permanente, en su escala temporal. Se desarrolla de forma reptante, sin que deban descartarse convulsiones vehementes.
Una compleja maquinaria creada por las personificaciones del capital procura desplazar las contradicciones; en el pasado funcionó de manera exitosa y en la actualidad es cada vez más requerida y con menores resultados. El Estado es parte central de esta maquinaria, como se observó con toda claridad en el salvataje realizado por el gobierno de EstadosUnidos a los bancos involucrados en la crisis hipotecaria inmobiliaria.
A diferencia de otros autores y corrientes, para Marx-Mészáros la crisis anida en el interior del sistema y tiene repercusiones en los límites y otras externalidades. Si observamos el desarrollo de la crisis vemos que afecta tres dimensiones internas y centrales del sistema: producción, consumo, circulación/distribución; estas dimensiones en el pasado reciente han tendido a fortalecerse y expandirse mutuamente, dinamizando la reproducción del capital; en el presente esas dimensiones han comenzado a ocluirse. Las limitaciones inmediatas de cualquiera de estas dimensiones podían ser superadas gracias a la interacción recíproca con las otras. Una barrera inmediata para la producción podía ser superada mediante la expansión del consumo. Con el carácter destructivo que reviste la producción capitalista, su expansión, que requiere de mayores recursos materiales y humanos, agudiza las contradicciones.
Voceros del capital afirman que el sistema se las arregló para superar anteriores crisis y que algo similar ocurrirá con la presente; por supuesto, no respaldan con razones estos deseos. El colapso de algunos mecanismos y determinaciones acentúan la crisis de control y dominación. Otro aspecto que ilusiona a estos voceros es la inmensa fuerza represiva del capital; olvidan que nada se resuelve con el uso exclusivo de la fuerza: el nazismo, el estalinismo, a lo que se podría agregar las agresiones a Irak y Afganistán, son una prueba de la esterilidad de la fuerza en el momento de desplazar contradicciones.
En esa misma línea se encuadran las esperanzas depositadas para refrenar las contradicciones en base a intentos políticos autoritarios; se debe tener presente que el capital es eficiente movilizando los recursos de una sociedad fragmentada, no es un sistema de unificación de la emergencia, se requiere del sistema una intervención positiva, más aún cuando el proceso productivo está perturbado, por ende la emergencia sólo puede tener un carácter transitorio, jamás ser la condición permanente de una futura normalidad. El capital configura una sociedad dividida por intereses antagónicos y es dentro de esa fragmentación que el sistema encuentra sus mejores cauces para la auto reproducción. Importantes contradicciones internas de partes del sistema y sus mutuas relaciones crean vallas para el manejo de la crisis:
Las contradicciones sociales/económicas del capital avanzado: Crisis en EEUU y en la Unión Europea signadas por un elevado desempleo, pérdida del hogar para un elevado número de trabajadores, recesión, secesionismo, decadencia social y política, pobreza creciente.
Las dimensiones internas y las contradicciones inherentes de la auto expansión del capital configuraron desde sus orígenes una unidad contradictoria, ya que una tenía que sojuzgar a la otra; por ejemplo, subordinar la producción al intercambio, en la medida en que la reproducción ampliada de cada una pudiese realizarse sin perturbaciones, cada una de las dimensiones se fortalecía y el conjunto funcionaba en armonía. Cuando las perturbaciones no pueden ser superadas se tornan acumulativas, estructurales.
Otro aspecto alarmante de la crisis estructural es el hecho de que las falencias de la sociedad civil (para la reproducción del sistema) repercuten de forma ostensible en las instituciones políticas, se requieren garantías políticas nuevas, que el estado capitalista se ve en graves dificultades para proporcionar. Vivimos una auténtica crisis de dominación, basta mirar la realidad desde los ángulos más diversos para comprobarlo.
La reproducción ampliada del capital, a lo que todo lo demás debe quedar subordinado, se alza como un obstáculo para la satisfacción de las necesidades humanas. Los gastos militares de los EEUU impuestos por la lógica de la “acumulación por el pillaje” se cuentan por billones de dólares mientras mil millones de seres humanos sufren hambre. Los millones de personas que padecen necesidades alimentarias en el mundo podrían ser alimentados más de 50 veces con los presupuestos destinados al armamento.
La producción capitalista procurando su reproducción ampliada ha entrado en una fase de destrucción sistemática de la naturaleza; a su vez, el incremento e incorporación de la tecnología torna devastador su preocupante poder de destrucción de la vida en el planeta,
Ha quedado atrás la ilusión de Marx de ver en el desarrollo capitalista un aporte civilizatorio, la destrucción es el sino de la producción capitalista. El alto nivel de productividad alcanzado genera una contradicción insoluble del capital expresada en un desempleo estructural, el sistema crea las condiciones materiales para el desarrollo de los individuos para negarlas inmediatamente en tiempo de crisis en interés de su propia supervivencia.
Todos estos fenómenos socioeconómicos deben ser observados bajo la crispación generada por una latente y presente guerra comercial.
- Contradicciones sociales, económicas y políticas en Europa del Este; estados al borde de la desintegración.
- Rivalidades y tensiones entre los principales países capitalistas, competencia intensificada por la crisis. En 1974 Alemania Federal y Japón lanzaron al mercado productos industriales a un precio notablemente inferior al que tenían los mismos productos fabricados en EEUU, los costos de Norteamérica eran superiores. Desde entonces los salarios en EEUU se hallan a la baja procurando las empresas mejorar su situación competitiva. El dólar, la moneda que EEUU emite según sus necesidades, ha participado de manera activa en la puja: cuando EEUU debe pagar desciende su cotización, cuando EEUU es acreedor asciende el valor del dólar.
- Dificultades para mantener el sistema de dominación neocolonial. La búsqueda de la tasa de ganancia en un “Tercer Mundo” con elevada tasa de explotación llevó a la radicación de capitales del mundo avanzado en países emergentes originando un desarrollo desnaturalizado, pero desarrollo al fin y la desindustrialización en los países de origen. Esta situación, más el fracaso de las políticas neoliberales (especialmente en Latinoamérica y El Caribe.
- Por otra parte, como se ha sostenido líneas atrás, el éxodo empresarial incrementó los problemas laborales y sociales en los países centrales. En Detroit, que fue una ciudad industrial, alrededor del 50 % de las viviendas carecen de moradores.
- Desde algunos círculos -con tintes reformistas- del capital se ha alentado la ilusión de hallar los recursos para una expansión económica en la reasignación de presupuestos destinados al gasto militar. Los anhelos se frustraron por diversas cuestiones. Una de ellas es el inmenso peso económico y por ende el poder político del complejo militar/industrial, además el “complejo” desplaza una porción importante de la economía de las azarosas sendas del mercado a las seguras y rentables finanzas estatales y tanto o más importante, gran parte de la producción armamentística tiene una tasa de utilización cero, lo cual contribuye a dinamizar la economía formal.
- Desarrollar el Tercer Mundo apareció como una alternativa apetecible; sin embargo, una vez más la realidad se encargó de disipar las ilusiones, los países emergentes ya están integrados al capital y cumplen dentro de él una función vital a través de la división internacional del trabajo; se debe señalar que, si fuese posible la convivencia de un Tercer Mundo desarrollado con los países capitalistas avanzados, lo único que se lograría sería incrementar los problemas del capital. Entre otros factores cabe señalar el deterioro del medio ambiente que provocaría la industrialización del Tercer Mundo bajo los mismos parámetros que siguió el desarrollo en los países metropolitanos.
Mirando desde Los Andes
La sociedad que estructura el capital es una formación de antagonismos y contradicciones permanentes, en el marco de la crisis estructural del sistema estos aspectos que inducen al individualismo han sido analizados con mirada certera por cientistas sociales enrolados en la cosmovisión del Buen Vivir, forjada por los pueblos andinos.
“Estamos ante la presencia de una gran crisis global, que amenaza tanto a la vida comunitaria como al planeta mismo”, sostienen desde el Buen Vivir y continúan. Responsable de este proceso que amenaza la humanidad es la codicia de los grandes dueños del dinero, que han expandido por todo el mundo sus empresas transnacionales, la cultura occidental, el sistema capitalista.
Una crisis profunda está en desarrollo. Son cada vez más evidentes determinadas tendencias que se interrelacionan y potencian entre sí:
- El cambio climático, que se manifiesta en sequías o inundaciones, olas de intenso calor o frío polar; huracanes y tornados cada vez más frecuentes, que asolan especialmente a poblaciones pauperizadas. En proyección, el cambio climático generará transformaciones en el organismo de todos los seres vivos. La actividad humana es la principal responsable del calentamiento detectado a partir de 1950, particularmente ocasionado por los “patrones de consumo” implantados a partir de la revolución industrial. Se estima que la emisión de dióxido de carbono proveniente de la quema de combustibles fósiles era de 3 millones de toneladas en 1751: en 2006, se emitieron a la atmósfera 8.379 millones de toneladas a la atmósfera. Desde 1860, Europa y Norteamérica han aportado el 70% de emisiones de CQ2, los países empobrecidos sólo el 25%. Forman parte de la crónica periodística diaria las noticias sobre la desaparición de las masas de hielo en el Ártico y en la Antártida, o en las cumbres de montañas de Asia, África y Latinoamérica. Acompañan esta información prospectivas sobre la subida del nivel de los mares, inundaciones en zonas costeras, y sequías progresivas en África subsahariana, regiones andinas de Sudamérica, o próximas al Himalaya. Las consecuencias son conocidas o previsibles:
. La desaparición de especies vegetales y animales, hambrunas, enfermedades, desplazamiento de poblaciones, conflictos sociales, desertificación.
. El agotamiento de los recursos naturales del planeta. La sobreexplotación que realizan las naciones más desarrolladas, que consumen un 30% más de lo que la Tierra puede regenerar, amenaza la vida en el planeta y la supervivencia de culturas que tradicionalmente han vivido en equilibrio con la naturaleza.
- La crisis del agua. La urbanización y los procesos industriales producen un mayor consumo de agua tanto de superficie como subterránea, con su correlato en un 15 a 30% de insostenibilidad de las extracciones para riego. Sin agua, la vida es imposible. Hemos interferido en el ciclo hidrológico mismo, hemos destruido cuencas hidrográficas imprescindibles para la reproducción de la vida. En EEUU la agricultura industrial, y las plantas de generación de energía atómica consumen cuatro quintas partes del agua que usa todo el país. En el sur del planeta se consume con el riego el 85% del total del agua utilizada. Si le sumamos procesos extractivos como la minería, la situación se define con rasgos sumamente críticos. La presión sobre la Tierra se intensifica; implementamos seis formas fundamentales de explotación: extrayendo el agua subterránea de los acuíferos mediante equipos de tecnología reciente, con una rapidez que supera la reposición natural de la misma; exportando “agua virtual” de las cuencas hidrográficas, incorporada en las materias primas o en los productos industriales; desviándola por tuberías, para abastecer grandes ciudades o para cultivos en zonas semiáridas, desprotegiendo así el ecosistema de origen; mediante la deforestación, que altera el ciclo del agua, creando “islas de calor”.
- La crisis en la producción de alimentos, incidida por el cambio climático y por la utilización de productos agrícolas para la obtención de combustibles. Se reduce progresivamente la reserva mundial de alimentos, encarecidos además por la utilización de agroquímicos en la cadena de producción, y por los costos de transporte. El aumento de precios de los alimentos fue constante en los últimos 50 años, tendencia que muy probablemente se mantendrá. Una gestión inadecuada de los recursos hídricos pone en riesgo la seguridad alimentaria mundial. Cuencas fluviales hasta hoy potentes productoras de alimentos están al límite de la sobreexplotación. El cambio climático incide en sequías y en inundaciones, sobre todo en regiones tropicales áridas y semiáridas los agricultores no podrán prever cuál será el flujo de agua disponible, agravando la situación de poblaciones que ya padecen inseguridad alimentaria. La más afectada será la agricultura de secano, esta comprende el 96 por ciento del total de la superficie agrícola en el África subsahariana, el 87 por ciento en América del Sur y el 61 por ciento en Asia. En zonas semiáridas de los márgenes, se pierden cosechas por la sequía; especies animales se ven afectadas en sus posibilidades de vida por la misma causa. Millones de productores y de consumidores se verán damnificados por la disminución en el rendimiento de alimentos. A esto se suman los problemas sanitarios generados por la utilización de agua contaminada - la única disponible-en las regiones más pobres del mundo
- La crisis en la generación de energía, por el fin de la era de energía barata - petróleo, gas. No han adquirido desarrollo suficiente las energías alternativas, y se duda sobre las magnitudes que puedan suministrar en relación con las energías tradicionales. Esto tendría como correlato la incapacidad del actual sistema industrial para sobrevivir, y la necesidad de un rediseño cualitativo y cuantitativo de la producción, cambios en los modos de vida, y en los proyectos urbanísticos de las ciudades.
- La crisis financiera mundial, con la consecuente reducción del crecimiento económico. Esta corriente lo atribuye al estancamiento en la producción de petróleo desde 2005, sumado a la desaceleración de la producción causada por el cambio climático. La posibilidad de retomar la etapa de crecimiento se verá probablemente frustrada por el estancamiento en la producción de petróleo, con el concomitante incremento de su precio, por lo que la crisis puede prolongarse hacia el futuro.
- La crisis del tiempo: el tiempo global de la producción industrial, del ciber espacio y las telecomunicaciones “chocan brutalmente contra el tiempo de la vida, ocasionando una tremenda colisión de tiempos entre el tiempo cíclico de la naturaleza y el tiempo lineal de la historia, el tiempo del reloj”
Estas tendencias, combinadas, constituyen una explosiva y amenazante amalgama que puede terminar con la vida, no sólo de la civilización gestada por el occidente “desarrollado”, sino también de los hombres y demás seres vivientes; los golpes más peligrosos e inmediatos caerán primero en las regiones más indigentes. Los esfuerzos de los gobiernos por dar respuesta a esta crisis global aparecen como inadecuados.
Los intentos de las empresas e industria de reformar sus políticas se encuentran imposibilitados por imposiciones estructurales que sólo consideran la expansión y las ganancias.
Los modelos dominantes del capitalismo y del socialismo priorizan el crecimiento económico rápido y la acumulación colectiva e individual de la riqueza, para responder a un consumismo insaciable demandante de la visión ocultando graves e insolubles problemas. Desencanto y lucidez transitan el mismo camino. El ser humano para ser lo que es debe cambiar siempre y la imposibilidad de cambio real muta en resistencia. A todo esto, la tendencia conservadora cobra primacía en la sociedad, para que el yo cobre certeza es preciso cerrarse a toda alternativa de cambio. Se persigue a todos los que proyectan los cambios necesarios, el suicidio tiene rango colectivo.
En la vida moderna la pérdida de sentido de la vida genera un vacío cultural, la cultura, aunque sea muy “expresiva”, no expresa nada, es cobertura de vaciedad. La dinámica del comercio cultural, la gran producción, no son muestras de excelencia, sino de decadencia. Nada dura en ese universo, salvo la insatisfacción que ni el consumismo logra atenuar.
Consumismo, adicción, pilares de un mercado que digita, consagra y denosta. El ánimo de los seres humanos alberga indiferencia, insensibilidad, sinsentido; se pretende cubrir el vacío con objetos. Un sinnúmero de formas pretende conferir sentido a la existencia.
Reinan las apariencias, desaparece lo sustancial y esencial. Ganan espacio en la consideración social lo frívolo y superfluo, aunque sin explicitarse. Ese universo de frivolidad se puebla con cosas y mercancías que postergan al ser humano, la fetichización impera en todos los órdenes de la cotidianidad. La conciencia queda inmovilizada, su inercia produce retraso mental. La voluntad, que es el poder real, no se manifiesta, ni proyecta. Proyectarse significa exponerse, mostrar de lo que se es capaz, persuadir, convencer. Todo lo contrario de la fuerza que clausurando a los demás se clausura. La vida, el bienestar de todos es considerado imposible por los poderosos.
Estos modelos de consumo exagerado no pueden extenderse a toda la población mundial porque provocaría daños inmediatos irreversibles. Son los principales causantes de la Crisis Global; ante las evidencias del daño ambiental continúan con su expansión, con la explotación irracional de los recursos aún en las regiones más lejanas del planeta, e incluso buscan ganancias en acciones presuntamente medioambientalistas.
La crisis avanza y las amenazas a la paz mundial se acrecientan. Las naciones- estado demandan recursos naturales escasos para sobrevivir, las guerras por el petróleo ya han comenzado.
De acuerdo con Rafael Bautista (2011), 500 años de Modernidad han derivado en un sistema socioeconómico que sume en la pobreza al 80 % de los habitantes del planeta; mientras niega la capacidad regenerativa de la propia naturaleza.
Las derivaciones sociales de la crisis sistémica crean situaciones paradójicas; en efecto, en la era de las comunicaciones deambulamos en una sociedad de sordos, no somos capaces de escucharnos. La incomunicación devalúa las relaciones humanas, perdemos humanidad, las relaciones se mercantilizan, todo pasa por el rasero individualista de los intereses utilitarios. Con esas actitudes las personas contribuyen a la destrucción de la vida. Como dice Rafael Bautista, “todos, al perseguir su bienestar exclusivamente particular, colaboran en el malestar general”. Se generaliza la competencia, las aspiraciones chocan entre sí, no existe la comunidad, los seres humanos se atomizan.
La sociedad se sumerge en un continuo desequilibrio, algo debe cambiar siempre para que nada cambie, la moda es el reflejo de lo social, variaciones de lo mismo, la vida pierde sentido y el sin sentido da origen al cambio superficial, lo sustancial es ignorado y las apariencias cubren todo: no es factible cuando el tema concierne a la posibilidad de mejorar la economía de los pobres, inviable, cuando se propone ampliar el horizonte democrático. Es que el poder precisa relativizar la importancia de los pueblos en la construcción de su propia vida “porque sólo hay ejercicio del poder cuando hay sobre quien ejercerlo”, manifiesta Rafael Bautista. La sempiterna dialéctica del amo y el esclavo.
La importancia de la acción personal se percibe en toda su magnitud cuando se constata que la transformación real es transformación del sujeto, desde allí se dinamiza el cambio estructural. La historia se hace conciencia, condición insoslayable para proyectar futuro. Los sueños perseguidos habitan nuestro interior, no proceden de afuera, se carece del conocimiento que les otorga visibilidad; las respuestas a las preguntas que nos acucian anidan en nuestros pechos. El resplandor moderno de las mercancías ajenas nos coloniza la subjetividad. En ese contexto, nadie podía enseñar como Buen Vivir, los que lo sabían soportaban el extenuante peso del sometimiento estructural. “La estructura de las luchas indígenas se puede condensar en un afán que manifiesta el deseo de vivir-de-otro-modo; esto quiere decir: vivir como se vive ahora no es vida, vivir de modo digno no es posible en la forma de vida actual”, sostiene Bautista. “No hay ningún paraíso para recuperar, se trata de retomar una estructura ética que expresa un modo de vida más racional, más humano, más digno. Recuperar recuperándonos como sujetos, viviendo una buena vida con plenitud moral y rebosante de belleza”, sostienen desde los Andes.
Dejar atrás la tolerancia represiva
La crisis estructural trae aparejada una crisis de dominación para el capital. “En el transcurso del desarrollo humano, la función del control social ha sido enajenada del cuerpo social y transferida al capital que, por consiguiente, adquirió el poder de agrupar a las personas en un esquema jerárquico estructural funcional, de acuerdo con el criterio de una mayor o menor participación en el necesario control sobre la producción y la distribución”, sostiene I. Meszáros.
En el marco del proceso de globalización, concentración y expansión el poder de control asumido por el capital se va retransfiriendo de facto al cuerpo social. Aflora una contradicción fundamental entre una incipiente pérdida de control y la forma de control establecida. Si miramos debajo de la superficie de los acontecimientos vemos que el control del capital se va esfumando y el paisaje de las calles presenta como un hecho habitual a movimientos sociales protestando por las consecuencias de las políticas instrumentadas por los gobiernos. Poderosas presiones sociales inciden en el cambio producido hasta en el vocabulario de políticos y el surgimiento de corrientes identificadas a tientas con propuestas de cambio.
En EEUU, el gendarme del sistema se producen fenómenos hasta hace poco tiempo impensados. Según un sondeo realizado por Gallup en el 2018, solo un 45 % de los estadounidenses de entre 18 y 29 años de edad está a favor del capitalismo y un 51% apoya el socialismo. Además, el estudio GenForward, realizado por científicos de la Universidad de Chicago, reveló que de los cuatro grandes grupos raciales, sólo los blancos eligen mayoritariamente —un 54%— el sistema económico actual, mientras que los ciudadanos de origen africano, asiático y latino simpatizan predominantemente con el socialismo.
«Hemos encontrado una tendencia preocupante hacia la normalización de la connotación positiva del ‘socialismo'», afirmó con amargura la fundación Víctimas del Comunismo (VOC), comentando su propio estudio, que corroboró, en general, los datos de Gallup.
Un socialismo que navega en ambigüedades, aún en los conceptos y mentes de sus dirigentes. Bernie Sanders, precandidato a presidente por el Partido Demócrata, ha dicho: «No creo que el Gobierno deba poseer los medios de producción, pero sí creo que la clase media y las familias trabajadoras, que producen la riqueza de EE.UU., merecen un trato justo. Creo en las compañías privadas que prosperan, invierten y crecen en EE.UU. en lugar de enviar sus trabajos y ganancias al extranjero». Julia Salazar, estrella en ascenso del socialismo democrático elegida el año pasado en el Congreso del estado de Nueva York, sostiene que el objetivo final del movimiento debe consistir en la supresión del capitalismo: «Un socialista democrático reconoce que el sistema capitalista es inherentemente opresivo y está trabajando activamente para desmantelarlo y para empoderar a la clase obrera y a los marginados en nuestra sociedad».
Suben a la superficie los límites del capital tanto en lo militar como en lo ecológico, de cara al peligro de un aniquilamiento nuclear y una marcada destrucción del medio ambiente, el sistema colisiona con los propios límites de la existencia humana. El capital fiel a su naturaleza procura obtener ganancias de esta situación.
Instituciones de relevante importancia en el control social y el encasillamiento ideológico de las personas pierden el favor de los pueblos con cada aparición del sol, nos referimos a la iglesia, la educación, la familia.
En el capital, lo que hoy se incrusta en el ámbito de la libertad, mañana se inserta en una de las tantas contradicciones. En la década de los `60 del siglo pasado la píldora anticonceptiva era un símbolo de libertad sexual, en especial en lo que concernía a la mujer. “…la típica familia nuclear occidental, la pareja casada con hijos, se encontraba en franca retirada. En los EEUU, estas familias cayeron del 44 por 100 del total de hogares al 29 por 100 en veinte años (1960-1980 ); en Suecia, donde casi la mitad de los niños nacidos a mediados de los años ochenta eran hijos de madres solteras… En determinados casos, dejó de ser incluso típica. Así, por ejemplo, en 1991 el 58 por 100 de todas las familias negras de los EEUU estaban encabezadas por mujeres solteras, y el 70 por 100 de los niños eran hijos de madres solteras”, decía Eric Hobsbawm. Aparecían fuertes indicadores de la pérdida de vigencia de la familia nuclear, el gran reproductor ideológico del capital.
El presidente francés E. Macron estimó que podía lograr una tregua con los movimientos sociales que vienen cuestionando su gestión, refugiándose en el sentimiento religioso de los franceses que esperaba estarían sensibilizados por la destrucción de la catedral de Notre-Dame. Desde esa perspectiva postergó el discurso que debía pronunciar para comunicar los resultados del llamado debate nacional. No hubo tregua y las ciudades francesas volvieron a vestirse de amarillo.
«Los chalecos amarillos agradecen a todos los generosos multimillonarios donantes para salvar a Notre-Dame y proponen que ofrezcan lo mismo a los Miserables, publicó en su Facebook Jerôme Rodrigues, referente de los “chalecos”. No hubo tregua y durante las marchas pudieron escucharse a los chalecos gritar revolución en repetidas oportunidades. Un cartel decía: «El capitalismo es el cáncer del planeta, Macron es un tumor y los chalecos amarillos, el remedio», «No escuchan a la gente, y de repente, sacan del bolsillo millones para las piedras», «La piedra tiene más valor que el ser humano».
La escuela es uno de los mayores espacios de socialización. “La enseñanza general básica, es decir la alfabetización elemental, era, desde luego, algo a lo que aspiraba la práctica totalidad de los gobiernos … La gran expansión económica mundial hizo posible que un sinnúmero de familias humildes -oficinistas y funcionarios públicos, tenderos y pequeños empresarios, agricultores, y en Occidente hasta obreros especializados prósperos- pudiera permitirse que sus hijos estudiasen a tiempo completo”, sostenía Eric Hobsbawm refiriéndose a los años dorados del capitalismo en el Siglo XX. En la actualidad 264 millones de niños no concurren a la escuela, por cierto, una institución muy criticada por los contenidos que imparte y por su estructura de funcionamiento.
Los datos socioeconómicos que arroja la crisis dificultan encontrar un calificativo para ellos: 821 millones de ciudadanos pasan hambre (12,9% de la población mundial); 1.100 millones viven en condiciones de extrema pobreza (14,5%), 2.800 viven en situación de pobreza (36,8%). La nutrición deficiente es causa de muerte del 45% de los niños menores de 5 años: 3,1 millones de niños mueren anualmente por esta causa (8.500 por día); 66 millones de niños asisten a clase con hambre en los países subdesarrollados. Cifras suministradas por Unicef. Además, 2.100 millones de personas no tienen acceso a agua potable, 4.000 millones (más de la mitad de la población mundial) carece de saneamiento seguro según la Organización Mundial de la Salud. En el mundo hay alrededor de 350 millones de personas que “no existen”, que no tienen ningún tipo de registro de su vida, que no son sujeto de estadísticas.
Pisando este territorio los apologistas del capital se esfuerzan en alimentar el pensamiento iluso con pretendidas e infalibles tautologías sosteniendo que las contradicciones económicas y sociales son sólo los efectos de “expectativas crecientes”. Se empeñan en eludir las causas, un ejercicio frecuente realizado por los intelectuales de derecha. Con la expresión “expectativas crecientes” hacen mención ínsita de la pasada superioridad del capital sobre otros sistemas de reproducción metabólica.
Meszáros recurre a una interesante metáfora para ilustrar el presente del sistema. “Hubo una vez en que al desarrollo del capitalismo le convenía dejar escapar de la botella al genio de la implacable conversión de todas las cosas en mercancías mercadificables, aunque este acto necesariamente acarrease el socavamiento y desintegración final de las instituciones religiosas, políticas y educacionales que eran vitales para el mecanismo de control de la sociedad de clases. Hoy, sin embargo, el status quo quedaría mejor servido con una restauración de todas las instituciones de control que fueron socavadas y desintegradas”.
El propio Meszáros señala que “cuando el sistema no logra controlar las manifestaciones de disidencia y al mismo tiempo no es capaz de entendérselas con sus causas originarias, en estos períodos de la historia aparecen en escena no solamente figuras y remedios fantasiosos, sino también los “realistas” del rechazo represivo de toda crítica.” Se pasa de la “tolerancia represiva” a la defensa liberal de la represión.
Por su parte el liberal en lo económico y neo fascista en lo político-social, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, afirmó durante un discurso dirigido a militares en la sede de la Marina, en Río de Janeiro, que la democracia y las libertades existen “cuando las Fuerzas Armadas así lo quieren”
Whitney Webb, periodista de MintPress News y residente en Chile, ha investigado lo concerniente a los peligros de fraude en las próximas elecciones presidenciales argentinas. Se ponen de manifiesto espurios esfuerzos para poner en consonancia a los órganos de control político con las necesidades de articulación de la economía capitalista. Entre esos esfuerzos se destacan las maniobras para darle continuidad a los proyectos más retrógrados burlando hasta las propias leyes del sistema. El territorio argentino sería el escenario de una de esas burdas maniobras, protagonista principal un empresario con todas las características de esa profesión, Eduardo Elsztain, de 30 años, que cuando vivía en Nueva York tuvo una reunión con el rico financiero húngaro-estadounidense George Soros. Aunque Elsztain no tenía experiencia y era desconocido en ese momento, Soros vio algo que le gustaba en el ambicioso argentino, tanto que le dio 10 millones de dólares sin pensarlo dos veces.
La inversión de Soros no sólo cambió el destino de Elsztain, sino también el de Argentina. Con esos 10 millones en fondos recién asegurados, Elsztain y su socio cercano Marcelo Mindlin transformaron la empresa de los abuelos de Elsztain -Inversiones y Representaciones SA («Investments and Brokerage, Inc.», más conocida por su acrónimo en español IRSA)- en el imperio comercial más grande de Argentina. De hecho, a través de IRSA, Elsztain se ha convertido no sólo en el mayor propietario de tierras y desarrollador de bienes raíces, sino también en la fuerza dominante en la masiva industria agrícola y de carne de res, su industria de extracción de oro y su sistema bancario. Como resultado ha sido llamado por sectores de la prensa argentina simplemente «El terrateniente».
“A medida que la influencia de Elsztain, Mindlin y sus asociados se ha expandido tanto en Argentina como en Israel, este pequeño y unido grupo de poderosos multimillonarios se ha fijado ahora en consolidar para ellos y para sus partidarios aún más poderosos el poder político en Argentina. Aunque la presidencia de Macri ha visto crecer su influencia en formas nuevas y preocupantes, nuevas evidencias muestran que Elsztain, con el respaldo de la familia bancaria Rothschild, se ha fijado en el sistema de votación de Argentina. Durante los últimos años, el Gobierno de Macri ha estado promoviendo en gran medida la necesidad de sistemas de votación electrónica en Argentina, que -argumenta- son necesarios para modernizar el actual sistema de boletas electorales del país. Sin embargo, como se ha visto en otros países, incluido EE.UU., donde se han implementado tales sistemas, los resultados de las elecciones realizadas en sistemas de votación electrónica pueden manipularse fácilmente y tales manipulaciones son, de hecho, imposibles de detectar”, manifiesta Whitney Webb.
El especialista informático en elecciones Jonathan Simon dijo sobre la vulnerabilidad a la interferencia de tales sistemas de votación: “A menudo se apresuran a usar esos sistemas de votación con grandes promesas de velocidad, conveniencia y precisión, pero estos son completamente computarizados, particularmente aquellos que no proporcionan un registro en papel de los votos emitidos, y han resultado ser problemáticos, por decir lo menos, en todas partes donde se han empleado, incluyendo los EEUU y varios países europeos. De hecho, la tendencia ahora es deshacerse de ellos en favor del retorno a los sistemas basados en papel. Irlanda literalmente convirtió sus computadoras de votación en vertederos; Noruega, Alemania, los Países Bajos y, gradualmente, EEUU los han dejado fuera de servicio.
La razón es simple: como las computadoras, este equipo de votación es vulnerable no sólo a la piratería externa, sino a la manipulación interna. Es trivial programarlos para sumar, restar, cambiar votos, y esto es cierto ya sea que estén conectados a Internet o no. La peor parte es que no hay absolutamente ninguna forma de verificar o validar los resultados de las elecciones que se emiten con este equipo. Todo el hardware y software fue considerado como ‘propiedad’ corporativa y está prohibida su inspección por parte de cualquier persona, incluidos los gobiernos».
Mónica Peralta Ramos ha realizado un comentario sobre esta acción en la que se procura controlar los resultados del acto eleccionario con los proyectos y ambiciones del capital. “Hoy los objetivos del FMI son múltiples. No sólo busca condicionar al próximo gobierno, cualquiera sea su signo político, creando las condiciones que reproducen un endeudamiento permanente y asegurando así una permanente succión del excedente, los ingresos y la riqueza del país por parte del capital financiero internacional. Busca también maximizar la presencia del capital extranjero en la estructura productiva del país y en las áreas de recursos no renovables. Esto implica, entre otras cosas, desarmar el tinglado de la patria contratista y desarticular todas las prebendas y subsidios que les otorga el Estado. En Vaca Muerta podemos encontrar un pequeño ejemplo de lo que se busca. Como hemos visto en notas pasadas, hoy existe un enfrentamiento entre el gobierno y el grupo Techint por la apropiación de los subsidios estatales para la producción de gas no convencional. El FMI ha impuesto restricciones a su otorgamiento y busca sustituir los subsidios con más privatización y desregulación de la actividad privada. En los últimos tiempos el gobierno ha dado impulso a la conexión directa entre las empresas petroleras con inversiones en Vaca Muerta y las grandes corporaciones en Houston, Texas. Para ello se han impulsado vuelos directos y mensuales desde el aeropuerto de Neuquén, supuestamente fiscalizados por el gobierno provincial. Así, en lugar de subsidios estatales tenemos potenciamiento de lazos entre corporaciones petroleras en ambos países en un ámbito que asegura poca fiscalización del gobierno nacional. En este contexto, las próximas elecciones plantean alternativas que van más allá de un mero cambio de gobierno.”
Tiempos vendrán en que para salir de la crisis se planteen transformaciones radicales que afecten de manera irreversible los parámetros sistémicos del capital. Para hacer realidad estos deseos, es imprescindible la creación de un movimiento radical de masas que entre otros aspectos desarrolle una labor de educación política del pueblo.
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Yanis Varoufakis habla de la desesperanza que se empeña en retornar. “El renacimiento del capitalismo en la posguerra y en particular el ímpetu hacia la globalización financiarizada después de la Guerra Fría resucitaron la fe en las capacidades autorreguladoras de los mercados. Hoy, más de diez años después de la crisis financiera global de 2008, esta fe conmovedora está otra vez hecha añicos, ahora que vuelve a afirmarse la tendencia natural del capitalismo al estancamiento. El ascenso de la derecha racista, la fragmentación del centro político y el aumento de tensiones geopolíticas son meros síntomas de la descomposición del capitalismo”.
Raymond Goldsmith ha acuñado una definición de crisis financiera: “un deterioro agudo, breve y ultra cíclico de todos o de la mayoría de los grupos de indicadores financieros: tipos de interés a corto plazo, precios de los activos (valores, propiedades inmobiliarias, terrenos), insolvencia comercial y quiebras de las instituciones financieras”. Por su parte Miguel Angel Ramos Estrada ha trazado una anatomía de las crisis económicas financieras: “Expansión económica, relajación del crédito, aumento del endeudamiento, importante aumento del valor de los activos (con la creación de burbujas), inicio de una política monetaria más restrictiva, caída en el precio de los activos y recesión económica.”
Mónica Peralta Ramos diseña un recorrido paralelo transitado por crisis y endeudamiento. “Hacia 2008 el PIB global era cercano a los 58 billones de dólares (trillions) y la deuda total ascendía a los 100 billones de dólares (trillions). La crisis financiera produjo corridas bancarias a nivel mundial. El peligro principal residía en la posible implosión de los grandes bancos americanos y europeos fuertemente endeudados con activos tóxicos, es decir irrecuperables. Para superar la crisis, la Reserva Federal y la banca central de los principales países del mundo implementaron una política de facilitación monetaria con tasas de interés cercanas a cero. Esta política inundó el mundo de dólares baratos y permitió salvar a los grandes bancos, pero a costa de incrementar los problemas que originaron la crisis financiera. Diez años después la deuda global había crecido a 250 billones de dólares (trillions) mientras el PBI global había ascendido a 80 billones de dólares”.
El capital es un sistema que es causa de sí mismo, por ende, sus personificaciones cuando emprenden la tarea de encontrar el paliativo perdido, al analizar la situación no van más allá de dar una pretendida respuesta desde los efectos. “Desde 2010, aprovechándose de la política de bajas tasas de interés adoptada por los bancos centrales de los países más industrializados (Reserva Federal de los EEUU, Banco Central Europeo, Banco de Inglaterra, Banco de Japón, Banco de Suiza….), las grandes empresas privadas han aumentado masivamente su endeudamiento. En los EEUU, por ejemplo, la deuda de las empresas privadas no financieras ha aumentado en 7 800 millardos de dólares entre 2010 y mediados de 2017”, sostiene Eric Toussaint.
El capital es un sistema que tiene una determinación central: expansión guiada por la acumulación. El capital monopólico globalizador no encuentra en la actualidad el nivel de acumulación requerido en el ámbito productivo, ¿entonces qué destino le dieron las empresas a los cuantiosos préstamos recibidos?
Compraron sus propias acciones en bolsa, con las consiguientes ventajas especulativas; sube el precio de la empresa y remuneran a sus accionistas sin pasar por la ventanilla donde se abonan los impuestos. Compraron obligaciones emitidas por otras empresas privadas, así como títulos públicos.La firma Apple tenía ella sola en 2017 créditos sobre otras empresas por un montante de 156 millardos de dólares, lo que representa el 60% del total de sus activos. Ford, General Motors y General Electric compraron igualmente deudas de otras empresas. El 80% de los activos de Ebay y el 75% de los activos de Oracle son créditos sobre otras empresas. Al menos la mitad de estos créditos encuentran calor de hogar en paraísos fiscales.
Las crisis fiscales dejan en los pueblos huellas de dolor, Argentina 2002 es una diáfana ilustración sobre el particular; la economía se contrajo 11 %, la moneda se devaluó de un peso por dólar a cuatro; la inflación alcanzó en ese año 41 %; los salarios cayeron 24 %; y la tasa de pobreza llegó hasta 57 % . Se estimó que 4 de cada 10 argentinos llegaron a vivir con un dólar o menos por día.
Si bien la atención de las mentes se ocupa prioritariamente de la crisis financiera no se debe soslayar la crisis sistémica sustrato de las amenazas a la continuidad de la humanidad. “La crisis que se desarrolla con toda gravedad en nuestra época histórica es estructural precisamente en el sentido de que no puede ser barrida del camino ni siquiera gracias a los muchos billones de las operaciones de rescate del Estado capitalista. Así, la crisis estructural del sistema cada vez más profunda, junto con el fracaso demostrable de las medidas remediales intentadas en forma de aventurerismo militar y financiero en una escala antes inimaginable, hacen que el peligro de la autodestrucción de la humanidad resulte mayor que nunca”, teoriza István Meszáros.
Cuando decimos estructural señalamos que afecta a la totalidad de un complejo social, nada queda por fuera de ella. Se puede argumentar que crisis y capital son viejos compañeros de ruta, que el capital superó el escollo y salió fortalecido creando una situación que podríamos llamar como la “existencia natural” del sistema. En efecto, el capital emergió fortalecido luego de superar a cada una de ellas, sin embargo, como hemos dicho la presente crisis tiene otras características.
La actual crisis estructural se evidencia bajo cuatro aspectos:
- es de carácter universal, afecta a todas las esferas del sistema. De cobertura global, no confinada a un conjunto de países como sucedió en anteriores oportunidades;
- permanente, en su escala temporal. Se desarrolla de forma reptante, sin que deban descartarse convulsiones vehementes.
Una compleja maquinaria creada por las personificaciones del capital procura desplazar las contradicciones; en el pasado funcionó de manera exitosa y en la actualidad es cada vez más requerida y con menores resultados. El Estado es parte central de esta maquinaria, como se observó con toda claridad en el salvataje realizado por el gobierno de EstadosUnidos a los bancos involucrados en la crisis hipotecaria inmobiliaria.
A diferencia de otros autores y corrientes, para Marx-Mészáros la crisis anida en el interior del sistema y tiene repercusiones en los límites y otras externalidades. Si observamos el desarrollo de la crisis vemos que afecta tres dimensiones internas y centrales del sistema: producción, consumo, circulación/distribución; estas dimensiones en el pasado reciente han tendido a fortalecerse y expandirse mutuamente, dinamizando la reproducción del capital; en el presente esas dimensiones han comenzado a ocluirse. Las limitaciones inmediatas de cualquiera de estas dimensiones podían ser superadas gracias a la interacción recíproca con las otras. Una barrera inmediata para la producción podía ser superada mediante la expansión del consumo. Con el carácter destructivo que reviste la producción capitalista, su expansión, que requiere de mayores recursos materiales y humanos, agudiza las contradicciones.
Voceros del capital afirman que el sistema se las arregló para superar anteriores crisis y que algo similar ocurrirá con la presente; por supuesto, no respaldan con razones estos deseos. El colapso de algunos mecanismos y determinaciones acentúan la crisis de control y dominación. Otro aspecto que ilusiona a estos voceros es la inmensa fuerza represiva del capital; olvidan que nada se resuelve con el uso exclusivo de la fuerza: el nazismo, el estalinismo, a lo que se podría agregar las agresiones a Irak y Afganistán, son una prueba de la esterilidad de la fuerza en el momento de desplazar contradicciones.
En esa misma línea se encuadran las esperanzas depositadas para refrenar las contradicciones en base a intentos políticos autoritarios; se debe tener presente que el capital es eficiente movilizando los recursos de una sociedad fragmentada, no es un sistema de unificación de la emergencia, se requiere del sistema una intervención positiva, más aún cuando el proceso productivo está perturbado, por ende la emergencia sólo puede tener un carácter transitorio, jamás ser la condición permanente de una futura normalidad. El capital configura una sociedad dividida por intereses antagónicos y es dentro de esa fragmentación que el sistema encuentra sus mejores cauces para la auto reproducción. Importantes contradicciones internas de partes del sistema y sus mutuas relaciones crean vallas para el manejo de la crisis:
Las contradicciones sociales/económicas del capital avanzado: Crisis en EEUU y en la Unión Europea signadas por un elevado desempleo, pérdida del hogar para un elevado número de trabajadores, recesión, secesionismo, decadencia social y política, pobreza creciente.
Las dimensiones internas y las contradicciones inherentes de la auto expansión del capital configuraron desde sus orígenes una unidad contradictoria, ya que una tenía que sojuzgar a la otra; por ejemplo, subordinar la producción al intercambio, en la medida en que la reproducción ampliada de cada una pudiese realizarse sin perturbaciones, cada una de las dimensiones se fortalecía y el conjunto funcionaba en armonía. Cuando las perturbaciones no pueden ser superadas se tornan acumulativas, estructurales.
Otro aspecto alarmante de la crisis estructural es el hecho de que las falencias de la sociedad civil (para la reproducción del sistema) repercuten de forma ostensible en las instituciones políticas, se requieren garantías políticas nuevas, que el estado capitalista se ve en graves dificultades para proporcionar. Vivimos una auténtica crisis de dominación, basta mirar la realidad desde los ángulos más diversos para comprobarlo.
La reproducción ampliada del capital, a lo que todo lo demás debe quedar subordinado, se alza como un obstáculo para la satisfacción de las necesidades humanas. Los gastos militares de los EEUU impuestos por la lógica de la “acumulación por el pillaje” se cuentan por billones de dólares mientras mil millones de seres humanos sufren hambre. Los millones de personas que padecen necesidades alimentarias en el mundo podrían ser alimentados más de 50 veces con los presupuestos destinados al armamento.
La producción capitalista procurando su reproducción ampliada ha entrado en una fase de destrucción sistemática de la naturaleza; a su vez, el incremento e incorporación de la tecnología torna devastador su preocupante poder de destrucción de la vida en el planeta,
Ha quedado atrás la ilusión de Marx de ver en el desarrollo capitalista un aporte civilizatorio, la destrucción es el sino de la producción capitalista. El alto nivel de productividad alcanzado genera una contradicción insoluble del capital expresada en un desempleo estructural, el sistema crea las condiciones materiales para el desarrollo de los individuos para negarlas inmediatamente en tiempo de crisis en interés de su propia supervivencia.
Todos estos fenómenos socioeconómicos deben ser observados bajo la crispación generada por una latente y presente guerra comercial.
- Contradicciones sociales, económicas y políticas en Europa del Este; estados al borde de la desintegración.
- Rivalidades y tensiones entre los principales países capitalistas, competencia intensificada por la crisis. En 1974 Alemania Federal y Japón lanzaron al mercado productos industriales a un precio notablemente inferior al que tenían los mismos productos fabricados en EEUU, los costos de Norteamérica eran superiores. Desde entonces los salarios en EEUU se hallan a la baja procurando las empresas mejorar su situación competitiva. El dólar, la moneda que EEUU emite según sus necesidades, ha participado de manera activa en la puja: cuando EEUU debe pagar desciende su cotización, cuando EEUU es acreedor asciende el valor del dólar.
- Dificultades para mantener el sistema de dominación neocolonial. La búsqueda de la tasa de ganancia en un “Tercer Mundo” con elevada tasa de explotación llevó a la radicación de capitales del mundo avanzado en países emergentes originando un desarrollo desnaturalizado, pero desarrollo al fin y la desindustrialización en los países de origen. Esta situación, más el fracaso de las políticas neoliberales (especialmente en Latinoamérica y El Caribe.
- Por otra parte, como se ha sostenido líneas atrás, el éxodo empresarial incrementó los problemas laborales y sociales en los países centrales. En Detroit, que fue una ciudad industrial, alrededor del 50 % de las viviendas carecen de moradores.
- Desde algunos círculos -con tintes reformistas- del capital se ha alentado la ilusión de hallar los recursos para una expansión económica en la reasignación de presupuestos destinados al gasto militar. Los anhelos se frustraron por diversas cuestiones. Una de ellas es el inmenso peso económico y por ende el poder político del complejo militar/industrial, además el “complejo” desplaza una porción importante de la economía de las azarosas sendas del mercado a las seguras y rentables finanzas estatales y tanto o más importante, gran parte de la producción armamentística tiene una tasa de utilización cero, lo cual contribuye a dinamizar la economía formal.
- Desarrollar el Tercer Mundo apareció como una alternativa apetecible; sin embargo, una vez más la realidad se encargó de disipar las ilusiones, los países emergentes ya están integrados al capital y cumplen dentro de él una función vital a través de la división internacional del trabajo; se debe señalar que, si fuese posible la convivencia de un Tercer Mundo desarrollado con los países capitalistas avanzados, lo único que se lograría sería incrementar los problemas del capital. Entre otros factores cabe señalar el deterioro del medio ambiente que provocaría la industrialización del Tercer Mundo bajo los mismos parámetros que siguió el desarrollo en los países metropolitanos.
Mirando desde Los Andes
La sociedad que estructura el capital es una formación de antagonismos y contradicciones permanentes, en el marco de la crisis estructural del sistema estos aspectos que inducen al individualismo han sido analizados con mirada certera por cientistas sociales enrolados en la cosmovisión del Buen Vivir, forjada por los pueblos andinos.
“Estamos ante la presencia de una gran crisis global, que amenaza tanto a la vida comunitaria como al planeta mismo”, sostienen desde el Buen Vivir y continúan. Responsable de este proceso que amenaza la humanidad es la codicia de los grandes dueños del dinero, que han expandido por todo el mundo sus empresas transnacionales, la cultura occidental, el sistema capitalista.
Una crisis profunda está en desarrollo. Son cada vez más evidentes determinadas tendencias que se interrelacionan y potencian entre sí:
- El cambio climático, que se manifiesta en sequías o inundaciones, olas de intenso calor o frío polar; huracanes y tornados cada vez más frecuentes, que asolan especialmente a poblaciones pauperizadas. En proyección, el cambio climático generará transformaciones en el organismo de todos los seres vivos. La actividad humana es la principal responsable del calentamiento detectado a partir de 1950, particularmente ocasionado por los “patrones de consumo” implantados a partir de la revolución industrial. Se estima que la emisión de dióxido de carbono proveniente de la quema de combustibles fósiles era de 3 millones de toneladas en 1751: en 2006, se emitieron a la atmósfera 8.379 millones de toneladas a la atmósfera. Desde 1860, Europa y Norteamérica han aportado el 70% de emisiones de CQ2, los países empobrecidos sólo el 25%. Forman parte de la crónica periodística diaria las noticias sobre la desaparición de las masas de hielo en el Ártico y en la Antártida, o en las cumbres de montañas de Asia, África y Latinoamérica. Acompañan esta información prospectivas sobre la subida del nivel de los mares, inundaciones en zonas costeras, y sequías progresivas en África subsahariana, regiones andinas de Sudamérica, o próximas al Himalaya. Las consecuencias son conocidas o previsibles:
. La desaparición de especies vegetales y animales, hambrunas, enfermedades, desplazamiento de poblaciones, conflictos sociales, desertificación.
. El agotamiento de los recursos naturales del planeta. La sobreexplotación que realizan las naciones más desarrolladas, que consumen un 30% más de lo que la Tierra puede regenerar, amenaza la vida en el planeta y la supervivencia de culturas que tradicionalmente han vivido en equilibrio con la naturaleza.
- La crisis del agua. La urbanización y los procesos industriales producen un mayor consumo de agua tanto de superficie como subterránea, con su correlato en un 15 a 30% de insostenibilidad de las extracciones para riego. Sin agua, la vida es imposible. Hemos interferido en el ciclo hidrológico mismo, hemos destruido cuencas hidrográficas imprescindibles para la reproducción de la vida. En EEUU la agricultura industrial, y las plantas de generación de energía atómica consumen cuatro quintas partes del agua que usa todo el país. En el sur del planeta se consume con el riego el 85% del total del agua utilizada. Si le sumamos procesos extractivos como la minería, la situación se define con rasgos sumamente críticos. La presión sobre la Tierra se intensifica; implementamos seis formas fundamentales de explotación: extrayendo el agua subterránea de los acuíferos mediante equipos de tecnología reciente, con una rapidez que supera la reposición natural de la misma; exportando “agua virtual” de las cuencas hidrográficas, incorporada en las materias primas o en los productos industriales; desviándola por tuberías, para abastecer grandes ciudades o para cultivos en zonas semiáridas, desprotegiendo así el ecosistema de origen; mediante la deforestación, que altera el ciclo del agua, creando “islas de calor”.
- La crisis en la producción de alimentos, incidida por el cambio climático y por la utilización de productos agrícolas para la obtención de combustibles. Se reduce progresivamente la reserva mundial de alimentos, encarecidos además por la utilización de agroquímicos en la cadena de producción, y por los costos de transporte. El aumento de precios de los alimentos fue constante en los últimos 50 años, tendencia que muy probablemente se mantendrá. Una gestión inadecuada de los recursos hídricos pone en riesgo la seguridad alimentaria mundial. Cuencas fluviales hasta hoy potentes productoras de alimentos están al límite de la sobreexplotación. El cambio climático incide en sequías y en inundaciones, sobre todo en regiones tropicales áridas y semiáridas los agricultores no podrán prever cuál será el flujo de agua disponible, agravando la situación de poblaciones que ya padecen inseguridad alimentaria. La más afectada será la agricultura de secano, esta comprende el 96 por ciento del total de la superficie agrícola en el África subsahariana, el 87 por ciento en América del Sur y el 61 por ciento en Asia. En zonas semiáridas de los márgenes, se pierden cosechas por la sequía; especies animales se ven afectadas en sus posibilidades de vida por la misma causa. Millones de productores y de consumidores se verán damnificados por la disminución en el rendimiento de alimentos. A esto se suman los problemas sanitarios generados por la utilización de agua contaminada - la única disponible-en las regiones más pobres del mundo
- La crisis en la generación de energía, por el fin de la era de energía barata - petróleo, gas. No han adquirido desarrollo suficiente las energías alternativas, y se duda sobre las magnitudes que puedan suministrar en relación con las energías tradicionales. Esto tendría como correlato la incapacidad del actual sistema industrial para sobrevivir, y la necesidad de un rediseño cualitativo y cuantitativo de la producción, cambios en los modos de vida, y en los proyectos urbanísticos de las ciudades.
- La crisis financiera mundial, con la consecuente reducción del crecimiento económico. Esta corriente lo atribuye al estancamiento en la producción de petróleo desde 2005, sumado a la desaceleración de la producción causada por el cambio climático. La posibilidad de retomar la etapa de crecimiento se verá probablemente frustrada por el estancamiento en la producción de petróleo, con el concomitante incremento de su precio, por lo que la crisis puede prolongarse hacia el futuro.
- La crisis del tiempo: el tiempo global de la producción industrial, del ciber espacio y las telecomunicaciones “chocan brutalmente contra el tiempo de la vida, ocasionando una tremenda colisión de tiempos entre el tiempo cíclico de la naturaleza y el tiempo lineal de la historia, el tiempo del reloj”
Estas tendencias, combinadas, constituyen una explosiva y amenazante amalgama que puede terminar con la vida, no sólo de la civilización gestada por el occidente “desarrollado”, sino también de los hombres y demás seres vivientes; los golpes más peligrosos e inmediatos caerán primero en las regiones más indigentes. Los esfuerzos de los gobiernos por dar respuesta a esta crisis global aparecen como inadecuados.
Los intentos de las empresas e industria de reformar sus políticas se encuentran imposibilitados por imposiciones estructurales que sólo consideran la expansión y las ganancias.
Los modelos dominantes del capitalismo y del socialismo priorizan el crecimiento económico rápido y la acumulación colectiva e individual de la riqueza, para responder a un consumismo insaciable demandante de la visión ocultando graves e insolubles problemas. Desencanto y lucidez transitan el mismo camino. El ser humano para ser lo que es debe cambiar siempre y la imposibilidad de cambio real muta en resistencia. A todo esto, la tendencia conservadora cobra primacía en la sociedad, para que el yo cobre certeza es preciso cerrarse a toda alternativa de cambio. Se persigue a todos los que proyectan los cambios necesarios, el suicidio tiene rango colectivo.
En la vida moderna la pérdida de sentido de la vida genera un vacío cultural, la cultura, aunque sea muy “expresiva”, no expresa nada, es cobertura de vaciedad. La dinámica del comercio cultural, la gran producción, no son muestras de excelencia, sino de decadencia. Nada dura en ese universo, salvo la insatisfacción que ni el consumismo logra atenuar.
Consumismo, adicción, pilares de un mercado que digita, consagra y denosta. El ánimo de los seres humanos alberga indiferencia, insensibilidad, sinsentido; se pretende cubrir el vacío con objetos. Un sinnúmero de formas pretende conferir sentido a la existencia.
Reinan las apariencias, desaparece lo sustancial y esencial. Ganan espacio en la consideración social lo frívolo y superfluo, aunque sin explicitarse. Ese universo de frivolidad se puebla con cosas y mercancías que postergan al ser humano, la fetichización impera en todos los órdenes de la cotidianidad. La conciencia queda inmovilizada, su inercia produce retraso mental. La voluntad, que es el poder real, no se manifiesta, ni proyecta. Proyectarse significa exponerse, mostrar de lo que se es capaz, persuadir, convencer. Todo lo contrario de la fuerza que clausurando a los demás se clausura. La vida, el bienestar de todos es considerado imposible por los poderosos.
Estos modelos de consumo exagerado no pueden extenderse a toda la población mundial porque provocaría daños inmediatos irreversibles. Son los principales causantes de la Crisis Global; ante las evidencias del daño ambiental continúan con su expansión, con la explotación irracional de los recursos aún en las regiones más lejanas del planeta, e incluso buscan ganancias en acciones presuntamente medioambientalistas.
La crisis avanza y las amenazas a la paz mundial se acrecientan. Las naciones- estado demandan recursos naturales escasos para sobrevivir, las guerras por el petróleo ya han comenzado.
De acuerdo con Rafael Bautista (2011), 500 años de Modernidad han derivado en un sistema socioeconómico que sume en la pobreza al 80 % de los habitantes del planeta; mientras niega la capacidad regenerativa de la propia naturaleza.
Las derivaciones sociales de la crisis sistémica crean situaciones paradójicas; en efecto, en la era de las comunicaciones deambulamos en una sociedad de sordos, no somos capaces de escucharnos. La incomunicación devalúa las relaciones humanas, perdemos humanidad, las relaciones se mercantilizan, todo pasa por el rasero individualista de los intereses utilitarios. Con esas actitudes las personas contribuyen a la destrucción de la vida. Como dice Rafael Bautista, “todos, al perseguir su bienestar exclusivamente particular, colaboran en el malestar general”. Se generaliza la competencia, las aspiraciones chocan entre sí, no existe la comunidad, los seres humanos se atomizan.
La sociedad se sumerge en un continuo desequilibrio, algo debe cambiar siempre para que nada cambie, la moda es el reflejo de lo social, variaciones de lo mismo, la vida pierde sentido y el sin sentido da origen al cambio superficial, lo sustancial es ignorado y las apariencias cubren todo: no es factible cuando el tema concierne a la posibilidad de mejorar la economía de los pobres, inviable, cuando se propone ampliar el horizonte democrático. Es que el poder precisa relativizar la importancia de los pueblos en la construcción de su propia vida “porque sólo hay ejercicio del poder cuando hay sobre quien ejercerlo”, manifiesta Rafael Bautista. La sempiterna dialéctica del amo y el esclavo.
La importancia de la acción personal se percibe en toda su magnitud cuando se constata que la transformación real es transformación del sujeto, desde allí se dinamiza el cambio estructural. La historia se hace conciencia, condición insoslayable para proyectar futuro. Los sueños perseguidos habitan nuestro interior, no proceden de afuera, se carece del conocimiento que les otorga visibilidad; las respuestas a las preguntas que nos acucian anidan en nuestros pechos. El resplandor moderno de las mercancías ajenas nos coloniza la subjetividad. En ese contexto, nadie podía enseñar como Buen Vivir, los que lo sabían soportaban el extenuante peso del sometimiento estructural. “La estructura de las luchas indígenas se puede condensar en un afán que manifiesta el deseo de vivir-de-otro-modo; esto quiere decir: vivir como se vive ahora no es vida, vivir de modo digno no es posible en la forma de vida actual”, sostiene Bautista. “No hay ningún paraíso para recuperar, se trata de retomar una estructura ética que expresa un modo de vida más racional, más humano, más digno. Recuperar recuperándonos como sujetos, viviendo una buena vida con plenitud moral y rebosante de belleza”, sostienen desde los Andes.
Dejar atrás la tolerancia represiva
La crisis estructural trae aparejada una crisis de dominación para el capital. “En el transcurso del desarrollo humano, la función del control social ha sido enajenada del cuerpo social y transferida al capital que, por consiguiente, adquirió el poder de agrupar a las personas en un esquema jerárquico estructural funcional, de acuerdo con el criterio de una mayor o menor participación en el necesario control sobre la producción y la distribución”, sostiene I. Meszáros.
En el marco del proceso de globalización, concentración y expansión el poder de control asumido por el capital se va retransfiriendo de facto al cuerpo social. Aflora una contradicción fundamental entre una incipiente pérdida de control y la forma de control establecida. Si miramos debajo de la superficie de los acontecimientos vemos que el control del capital se va esfumando y el paisaje de las calles presenta como un hecho habitual a movimientos sociales protestando por las consecuencias de las políticas instrumentadas por los gobiernos. Poderosas presiones sociales inciden en el cambio producido hasta en el vocabulario de políticos y el surgimiento de corrientes identificadas a tientas con propuestas de cambio.
En EEUU, el gendarme del sistema se producen fenómenos hasta hace poco tiempo impensados. Según un sondeo realizado por Gallup en el 2018, solo un 45 % de los estadounidenses de entre 18 y 29 años de edad está a favor del capitalismo y un 51% apoya el socialismo. Además, el estudio GenForward, realizado por científicos de la Universidad de Chicago, reveló que de los cuatro grandes grupos raciales, sólo los blancos eligen mayoritariamente —un 54%— el sistema económico actual, mientras que los ciudadanos de origen africano, asiático y latino simpatizan predominantemente con el socialismo.
«Hemos encontrado una tendencia preocupante hacia la normalización de la connotación positiva del ‘socialismo'», afirmó con amargura la fundación Víctimas del Comunismo (VOC), comentando su propio estudio, que corroboró, en general, los datos de Gallup.
Un socialismo que navega en ambigüedades, aún en los conceptos y mentes de sus dirigentes. Bernie Sanders, precandidato a presidente por el Partido Demócrata, ha dicho: «No creo que el Gobierno deba poseer los medios de producción, pero sí creo que la clase media y las familias trabajadoras, que producen la riqueza de EE.UU., merecen un trato justo. Creo en las compañías privadas que prosperan, invierten y crecen en EE.UU. en lugar de enviar sus trabajos y ganancias al extranjero». Julia Salazar, estrella en ascenso del socialismo democrático elegida el año pasado en el Congreso del estado de Nueva York, sostiene que el objetivo final del movimiento debe consistir en la supresión del capitalismo: «Un socialista democrático reconoce que el sistema capitalista es inherentemente opresivo y está trabajando activamente para desmantelarlo y para empoderar a la clase obrera y a los marginados en nuestra sociedad».
Suben a la superficie los límites del capital tanto en lo militar como en lo ecológico, de cara al peligro de un aniquilamiento nuclear y una marcada destrucción del medio ambiente, el sistema colisiona con los propios límites de la existencia humana. El capital fiel a su naturaleza procura obtener ganancias de esta situación.
Instituciones de relevante importancia en el control social y el encasillamiento ideológico de las personas pierden el favor de los pueblos con cada aparición del sol, nos referimos a la iglesia, la educación, la familia.
En el capital, lo que hoy se incrusta en el ámbito de la libertad, mañana se inserta en una de las tantas contradicciones. En la década de los `60 del siglo pasado la píldora anticonceptiva era un símbolo de libertad sexual, en especial en lo que concernía a la mujer. “…la típica familia nuclear occidental, la pareja casada con hijos, se encontraba en franca retirada. En los EEUU, estas familias cayeron del 44 por 100 del total de hogares al 29 por 100 en veinte años (1960-1980 ); en Suecia, donde casi la mitad de los niños nacidos a mediados de los años ochenta eran hijos de madres solteras… En determinados casos, dejó de ser incluso típica. Así, por ejemplo, en 1991 el 58 por 100 de todas las familias negras de los EEUU estaban encabezadas por mujeres solteras, y el 70 por 100 de los niños eran hijos de madres solteras”, decía Eric Hobsbawm. Aparecían fuertes indicadores de la pérdida de vigencia de la familia nuclear, el gran reproductor ideológico del capital.
El presidente francés E. Macron estimó que podía lograr una tregua con los movimientos sociales que vienen cuestionando su gestión, refugiándose en el sentimiento religioso de los franceses que esperaba estarían sensibilizados por la destrucción de la catedral de Notre-Dame. Desde esa perspectiva postergó el discurso que debía pronunciar para comunicar los resultados del llamado debate nacional. No hubo tregua y las ciudades francesas volvieron a vestirse de amarillo.
«Los chalecos amarillos agradecen a todos los generosos multimillonarios donantes para salvar a Notre-Dame y proponen que ofrezcan lo mismo a los Miserables, publicó en su Facebook Jerôme Rodrigues, referente de los “chalecos”. No hubo tregua y durante las marchas pudieron escucharse a los chalecos gritar revolución en repetidas oportunidades. Un cartel decía: «El capitalismo es el cáncer del planeta, Macron es un tumor y los chalecos amarillos, el remedio», «No escuchan a la gente, y de repente, sacan del bolsillo millones para las piedras», «La piedra tiene más valor que el ser humano».
La escuela es uno de los mayores espacios de socialización. “La enseñanza general básica, es decir la alfabetización elemental, era, desde luego, algo a lo que aspiraba la práctica totalidad de los gobiernos … La gran expansión económica mundial hizo posible que un sinnúmero de familias humildes -oficinistas y funcionarios públicos, tenderos y pequeños empresarios, agricultores, y en Occidente hasta obreros especializados prósperos- pudiera permitirse que sus hijos estudiasen a tiempo completo”, sostenía Eric Hobsbawm refiriéndose a los años dorados del capitalismo en el Siglo XX. En la actualidad 264 millones de niños no concurren a la escuela, por cierto, una institución muy criticada por los contenidos que imparte y por su estructura de funcionamiento.
Los datos socioeconómicos que arroja la crisis dificultan encontrar un calificativo para ellos: 821 millones de ciudadanos pasan hambre (12,9% de la población mundial); 1.100 millones viven en condiciones de extrema pobreza (14,5%), 2.800 viven en situación de pobreza (36,8%). La nutrición deficiente es causa de muerte del 45% de los niños menores de 5 años: 3,1 millones de niños mueren anualmente por esta causa (8.500 por día); 66 millones de niños asisten a clase con hambre en los países subdesarrollados. Cifras suministradas por Unicef. Además, 2.100 millones de personas no tienen acceso a agua potable, 4.000 millones (más de la mitad de la población mundial) carece de saneamiento seguro según la Organización Mundial de la Salud. En el mundo hay alrededor de 350 millones de personas que “no existen”, que no tienen ningún tipo de registro de su vida, que no son sujeto de estadísticas.
Pisando este territorio los apologistas del capital se esfuerzan en alimentar el pensamiento iluso con pretendidas e infalibles tautologías sosteniendo que las contradicciones económicas y sociales son sólo los efectos de “expectativas crecientes”. Se empeñan en eludir las causas, un ejercicio frecuente realizado por los intelectuales de derecha. Con la expresión “expectativas crecientes” hacen mención ínsita de la pasada superioridad del capital sobre otros sistemas de reproducción metabólica.
Meszáros recurre a una interesante metáfora para ilustrar el presente del sistema. “Hubo una vez en que al desarrollo del capitalismo le convenía dejar escapar de la botella al genio de la implacable conversión de todas las cosas en mercancías mercadificables, aunque este acto necesariamente acarrease el socavamiento y desintegración final de las instituciones religiosas, políticas y educacionales que eran vitales para el mecanismo de control de la sociedad de clases. Hoy, sin embargo, el status quo quedaría mejor servido con una restauración de todas las instituciones de control que fueron socavadas y desintegradas”.
El propio Meszáros señala que “cuando el sistema no logra controlar las manifestaciones de disidencia y al mismo tiempo no es capaz de entendérselas con sus causas originarias, en estos períodos de la historia aparecen en escena no solamente figuras y remedios fantasiosos, sino también los “realistas” del rechazo represivo de toda crítica.” Se pasa de la “tolerancia represiva” a la defensa liberal de la represión.
Por su parte el liberal en lo económico y neo fascista en lo político-social, el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, afirmó durante un discurso dirigido a militares en la sede de la Marina, en Río de Janeiro, que la democracia y las libertades existen “cuando las Fuerzas Armadas así lo quieren”
Whitney Webb, periodista de MintPress News y residente en Chile, ha investigado lo concerniente a los peligros de fraude en las próximas elecciones presidenciales argentinas. Se ponen de manifiesto espurios esfuerzos para poner en consonancia a los órganos de control político con las necesidades de articulación de la economía capitalista. Entre esos esfuerzos se destacan las maniobras para darle continuidad a los proyectos más retrógrados burlando hasta las propias leyes del sistema. El territorio argentino sería el escenario de una de esas burdas maniobras, protagonista principal un empresario con todas las características de esa profesión, Eduardo Elsztain, de 30 años, que cuando vivía en Nueva York tuvo una reunión con el rico financiero húngaro-estadounidense George Soros. Aunque Elsztain no tenía experiencia y era desconocido en ese momento, Soros vio algo que le gustaba en el ambicioso argentino, tanto que le dio 10 millones de dólares sin pensarlo dos veces.
La inversión de Soros no sólo cambió el destino de Elsztain, sino también el de Argentina. Con esos 10 millones en fondos recién asegurados, Elsztain y su socio cercano Marcelo Mindlin transformaron la empresa de los abuelos de Elsztain -Inversiones y Representaciones SA («Investments and Brokerage, Inc.», más conocida por su acrónimo en español IRSA)- en el imperio comercial más grande de Argentina. De hecho, a través de IRSA, Elsztain se ha convertido no sólo en el mayor propietario de tierras y desarrollador de bienes raíces, sino también en la fuerza dominante en la masiva industria agrícola y de carne de res, su industria de extracción de oro y su sistema bancario. Como resultado ha sido llamado por sectores de la prensa argentina simplemente «El terrateniente».
“A medida que la influencia de Elsztain, Mindlin y sus asociados se ha expandido tanto en Argentina como en Israel, este pequeño y unido grupo de poderosos multimillonarios se ha fijado ahora en consolidar para ellos y para sus partidarios aún más poderosos el poder político en Argentina. Aunque la presidencia de Macri ha visto crecer su influencia en formas nuevas y preocupantes, nuevas evidencias muestran que Elsztain, con el respaldo de la familia bancaria Rothschild, se ha fijado en el sistema de votación de Argentina. Durante los últimos años, el Gobierno de Macri ha estado promoviendo en gran medida la necesidad de sistemas de votación electrónica en Argentina, que -argumenta- son necesarios para modernizar el actual sistema de boletas electorales del país. Sin embargo, como se ha visto en otros países, incluido EE.UU., donde se han implementado tales sistemas, los resultados de las elecciones realizadas en sistemas de votación electrónica pueden manipularse fácilmente y tales manipulaciones son, de hecho, imposibles de detectar”, manifiesta Whitney Webb.
El especialista informático en elecciones Jonathan Simon dijo sobre la vulnerabilidad a la interferencia de tales sistemas de votación: “A menudo se apresuran a usar esos sistemas de votación con grandes promesas de velocidad, conveniencia y precisión, pero estos son completamente computarizados, particularmente aquellos que no proporcionan un registro en papel de los votos emitidos, y han resultado ser problemáticos, por decir lo menos, en todas partes donde se han empleado, incluyendo los EEUU y varios países europeos. De hecho, la tendencia ahora es deshacerse de ellos en favor del retorno a los sistemas basados en papel. Irlanda literalmente convirtió sus computadoras de votación en vertederos; Noruega, Alemania, los Países Bajos y, gradualmente, EEUU los han dejado fuera de servicio.
La razón es simple: como las computadoras, este equipo de votación es vulnerable no sólo a la piratería externa, sino a la manipulación interna. Es trivial programarlos para sumar, restar, cambiar votos, y esto es cierto ya sea que estén conectados a Internet o no. La peor parte es que no hay absolutamente ninguna forma de verificar o validar los resultados de las elecciones que se emiten con este equipo. Todo el hardware y software fue considerado como ‘propiedad’ corporativa y está prohibida su inspección por parte de cualquier persona, incluidos los gobiernos».
Mónica Peralta Ramos ha realizado un comentario sobre esta acción en la que se procura controlar los resultados del acto eleccionario con los proyectos y ambiciones del capital. “Hoy los objetivos del FMI son múltiples. No sólo busca condicionar al próximo gobierno, cualquiera sea su signo político, creando las condiciones que reproducen un endeudamiento permanente y asegurando así una permanente succión del excedente, los ingresos y la riqueza del país por parte del capital financiero internacional. Busca también maximizar la presencia del capital extranjero en la estructura productiva del país y en las áreas de recursos no renovables. Esto implica, entre otras cosas, desarmar el tinglado de la patria contratista y desarticular todas las prebendas y subsidios que les otorga el Estado. En Vaca Muerta podemos encontrar un pequeño ejemplo de lo que se busca. Como hemos visto en notas pasadas, hoy existe un enfrentamiento entre el gobierno y el grupo Techint por la apropiación de los subsidios estatales para la producción de gas no convencional. El FMI ha impuesto restricciones a su otorgamiento y busca sustituir los subsidios con más privatización y desregulación de la actividad privada. En los últimos tiempos el gobierno ha dado impulso a la conexión directa entre las empresas petroleras con inversiones en Vaca Muerta y las grandes corporaciones en Houston, Texas. Para ello se han impulsado vuelos directos y mensuales desde el aeropuerto de Neuquén, supuestamente fiscalizados por el gobierno provincial. Así, en lugar de subsidios estatales tenemos potenciamiento de lazos entre corporaciones petroleras en ambos países en un ámbito que asegura poca fiscalización del gobierno nacional. En este contexto, las próximas elecciones plantean alternativas que van más allá de un mero cambio de gobierno.”
Tiempos vendrán en que para salir de la crisis se planteen transformaciones radicales que afecten de manera irreversible los parámetros sistémicos del capital. Para hacer realidad estos deseos, es imprescindible la creación de un movimiento radical de masas que entre otros aspectos desarrolle una labor de educación política del pueblo.
www,dariovive.org
¿Nos acercamos a una nueva crisis financiera global?
por Eduardo Lucita
LA HAINE - 10/03/2019
La economía mundial se está debilitando más
rápido de lo previsto, sin embargo no hay acuerdo entre los analistas
sobre la profundidad de este debilitamiento
¿Vamos a una desaceleración controlada o a una recesión en 2020?
En nuestra nota anterior (https://lahaine.org/bQ2F) señalábamos que la economía mundial entraba en tiempo de definiciones para sus perspectivas de largo plazo. También que según como se resolviera la coyuntura actual podría definir esa perspectiva.
Un rasgo distintivo de esta coyuntura es la incertidumbre, resultado de incógnitas tanto políticas como económicas. Entre las primeras el Bréxit, los nacionalismos ultraderechistas en Europa, las tensas relaciones de EE.UU. con China y con Corea y el caso Venezuela. Entre las segundas el deterioro de las relaciones comerciales, la alta volatilidad de los mercados, la suba de la tasa de interés y la desaceleración china.
El FMI calculó que en 2018 el PBI mundial creció un 3,7%, un porcentual menor al del período anterior al 2008 (5,5%) pero superior al registrado en los años posteriores a la crisis. Esto es más notorio en los países avanzados (2,4% frente al 3% anterior).
Según detallara el analista Jorge Castro, “el producto norteamericano creció 3,5% en 2018 sobre la base de un combo que combinó recupero de la tasa de inversión por repatriación de capitales con mejoras en los indicadores de productividad; con aumento del salario real en condiciones de pleno empleo, 3,7 de desocupación (la menor en tres décadas) y baja inflación.
En zona de riesgo
Sin embargo según el economista y ex diputado portugués Francisco Louca hay tres datos indicadores de posibles riesgos para 2019: a) se amplía la desregulación neoliberal a nivel mundial, lo que hace cada vez más vulnerables a los Estados nación; b) se siguen estimulando los centros especulativos con lo que se sigue privilegiando al capital financiero y la acumulación en pocas manos y c) continua la acumulación de deudas (estatales, privadas o corporativas) que ya supera el 300% del PBI mundial.
Por su parte los analistas Oscar Ugarteche y Alfredo Ocampo ponen el acento en cuatro puntos específicos de la economía norteamericana:
En tanto que un reciente informe del Citigroup afirma que “una desaceleración en EE.UU. afectaría el crecimiento global y su impacto sería mayor al de la anterior crisis financiera”; según este informe Argentina, México, Canadá y Taiwan, serían los países más expuestos.
Continuidad de la crisis
Sucede que las causas principales que llevaron a la crisis del 2008 no han desaparecido. Las grandes corporaciones multinacionales han continuado acumulando ganancias a pesar del bajo crecimiento de la economía global, esta acumulación no es resultado de una mayor actividad productiva, sino de la financiarización, de la especulación o de la apropiación de recursos naturales y bienes comunes, que de conjunto operan como soporte de la acumulación capitalista pero que al mismo tiempo por su superdesarrollo acentúan las contradicciones del sistema.
Es que esta fase de la mundialización capitalista que conocemos como globalización ha inaugurado un nuevo modo de dominación que conlleva fuertes implicancias político-sociales: concentración de la riqueza; incremento de las desigualdades sociales; agudización de la crisis climática; guerras localizadas y fortalecimiento del sistema de endeudamiento a nivel global. Todo producto de la generalización de las políticas neoliberales.
Sin embargo este nuevo orden está inconcluso, requiere desmontar toda la arquitectura de gobernanza construida a la salida de la II Guerra Mundial y reemplazarla por otra asentada en un nuevo equilibrio de poderes entre las potencias, especialmente entre EE.UU. y China.
Mientras esto se discute ¿estaremos en los prolegómenos de una nueva crisis financiera global?
* Integrante del colectivo EDI (Economistas de Izquierda).
laarena.com.ar
En nuestra nota anterior (https://lahaine.org/bQ2F) señalábamos que la economía mundial entraba en tiempo de definiciones para sus perspectivas de largo plazo. También que según como se resolviera la coyuntura actual podría definir esa perspectiva.
Un rasgo distintivo de esta coyuntura es la incertidumbre, resultado de incógnitas tanto políticas como económicas. Entre las primeras el Bréxit, los nacionalismos ultraderechistas en Europa, las tensas relaciones de EE.UU. con China y con Corea y el caso Venezuela. Entre las segundas el deterioro de las relaciones comerciales, la alta volatilidad de los mercados, la suba de la tasa de interés y la desaceleración china.
El FMI calculó que en 2018 el PBI mundial creció un 3,7%, un porcentual menor al del período anterior al 2008 (5,5%) pero superior al registrado en los años posteriores a la crisis. Esto es más notorio en los países avanzados (2,4% frente al 3% anterior).
Según detallara el analista Jorge Castro, “el producto norteamericano creció 3,5% en 2018 sobre la base de un combo que combinó recupero de la tasa de inversión por repatriación de capitales con mejoras en los indicadores de productividad; con aumento del salario real en condiciones de pleno empleo, 3,7 de desocupación (la menor en tres décadas) y baja inflación.
En zona de riesgo
Sin embargo según el economista y ex diputado portugués Francisco Louca hay tres datos indicadores de posibles riesgos para 2019: a) se amplía la desregulación neoliberal a nivel mundial, lo que hace cada vez más vulnerables a los Estados nación; b) se siguen estimulando los centros especulativos con lo que se sigue privilegiando al capital financiero y la acumulación en pocas manos y c) continua la acumulación de deudas (estatales, privadas o corporativas) que ya supera el 300% del PBI mundial.
Por su parte los analistas Oscar Ugarteche y Alfredo Ocampo ponen el acento en cuatro puntos específicos de la economía norteamericana:
1) Entre los años 2008 y el tercer trimestre de 2017 el PBI creció por debajo de su potencial, pero a partir de esta última fecha ese crecimiento está por arriba de ese potencial (casi 5% en el tercero y cuarto trimestre de 2018, con un anual de 3,7%). En su opinión esto no puede durar mucho tiempo más porque se recalentaría la economía con las consecuencias previsibles.Para estos autores estos cuatro puntos indicarían la posibilidad de un recalentamiento de la economía estadounidense lo que llevaría a nuevos aumentos de la tasa de interés y a la apreciación del dólar lo que aumentaría el déficit comercial. Adicionalmente un dólar más fuerte atraería nuevos capitales de los países emergentes y reduciría el precio de los commodities, afectando especialmente a América Latina.
2) La tasa de desempleo se mantuvo por debajo de su nivel natural durante todo 2017 y 2018. Constatan que algo similar ocurrió en los momentos previos a las tres últimas recesiones: 1990, 2001 y 2008, con un desplazamiento de más o menos un año.
3) Las diferencias entre los rendimientos de los bonos del Tesoro a diez y dos años. Hay menos riesgo en los bonos de largo plazo que en los de corto, esta es una anomalía que se verificó en las últimas recesiones, con más-menos un año y medio de anticipación.
4) Por primera vez desde 2008 se da una tasa de interés positiva.
En tanto que un reciente informe del Citigroup afirma que “una desaceleración en EE.UU. afectaría el crecimiento global y su impacto sería mayor al de la anterior crisis financiera”; según este informe Argentina, México, Canadá y Taiwan, serían los países más expuestos.
Continuidad de la crisis
Sucede que las causas principales que llevaron a la crisis del 2008 no han desaparecido. Las grandes corporaciones multinacionales han continuado acumulando ganancias a pesar del bajo crecimiento de la economía global, esta acumulación no es resultado de una mayor actividad productiva, sino de la financiarización, de la especulación o de la apropiación de recursos naturales y bienes comunes, que de conjunto operan como soporte de la acumulación capitalista pero que al mismo tiempo por su superdesarrollo acentúan las contradicciones del sistema.
Es que esta fase de la mundialización capitalista que conocemos como globalización ha inaugurado un nuevo modo de dominación que conlleva fuertes implicancias político-sociales: concentración de la riqueza; incremento de las desigualdades sociales; agudización de la crisis climática; guerras localizadas y fortalecimiento del sistema de endeudamiento a nivel global. Todo producto de la generalización de las políticas neoliberales.
Sin embargo este nuevo orden está inconcluso, requiere desmontar toda la arquitectura de gobernanza construida a la salida de la II Guerra Mundial y reemplazarla por otra asentada en un nuevo equilibrio de poderes entre las potencias, especialmente entre EE.UU. y China.
Mientras esto se discute ¿estaremos en los prolegómenos de una nueva crisis financiera global?
* Integrante del colectivo EDI (Economistas de Izquierda).
laarena.com.ar
La agobiante deuda de EE.UU.: pronostican que rozará el 150% del PIB hacia el 2050
Publicado: 28 abr 2019 13:33 GMT | Última actualización: 28 abr 2019 14:37 GMT - RT
La estimación elaborada en el Congreso se
suma a una revelación de la Junta Directiva de la Fed, que establece en
más de 72 billones de dólares el endeudamiento actual de todos los
sectores.
Una
gráfica de la dinámica de la deuda pública estadounidense difundida
esta semana por la Oficina Presupuestaria del Congreso de EE.UU. muestra
un auge en desarrollo desde el año 2010 comparable solo con la II
Guerra Mundial. La previsión para la década del 2030 supone que superará
el pico correspondiente a la principal contienda del siglo XX e irá más
allá exponencialmente.
Una explicación dice que ese previsible crecimiento constante de la deuda en poder del público se debe a los déficits persistentemente grandes. Se estima que en el año 2029 el índice llegará al 93% del PIB anual y hacia el 2049 ascenderá al 150%: una cifra jamás vista en el pasado. Con algunas enmiendas en la legislación vigente podría producirse un aumento aún mayor, alude el pronóstico.
Mientras tanto, la espiral de deuda va mucho más allá de la cifra básica de 22 billones de dólares correspondiente a la deuda en poder del público. El endeudamiento de todos los sectores, incluidos los bonos, préstamos y obligaciones intergubernamentales, ha superado los 72 billones de dólares, según estimó en marzo pasado la Junta de Regentes del Sistema de la Reserva Federal.
Una vez dividido el enorme monto de la deuda por el número de habitantes de EE.UU. (329 millones, según el censo nacional), sería casi de 220.000 dólares por persona.
Durante los últimos 40 años, el Tesoro de EE.UU., los estados y el sector financiero han estado endeudándose a un ritmo vertiginoso, con un énfasis especial en torno al año 2008, cuando comenzó la crisis financiera mundial.
La deuda bruta subió desde 5 billones de dólares a principios de la presidencia de Ronald Reagan hasta los 29 billones cuando George W. Bush asumió el cargo. A continuación la cifra casi se duplicó hacia la crisis, alcanzando los 54 billones de dólares, y desde entonces se ha incrementado otros 18 billones.
El mes pasado, EE.UU. volvió a alcanzar el techo de deuda pública establecido. El Departamento del Tesoro tendrá ahora que tomar medidas extraordinarias para evitar que el país incumpla el próximo límite de la deuda a finales de septiembre o a principios de octubre.
Una explicación dice que ese previsible crecimiento constante de la deuda en poder del público se debe a los déficits persistentemente grandes. Se estima que en el año 2029 el índice llegará al 93% del PIB anual y hacia el 2049 ascenderá al 150%: una cifra jamás vista en el pasado. Con algunas enmiendas en la legislación vigente podría producirse un aumento aún mayor, alude el pronóstico.
Mientras tanto, la espiral de deuda va mucho más allá de la cifra básica de 22 billones de dólares correspondiente a la deuda en poder del público. El endeudamiento de todos los sectores, incluidos los bonos, préstamos y obligaciones intergubernamentales, ha superado los 72 billones de dólares, según estimó en marzo pasado la Junta de Regentes del Sistema de la Reserva Federal.
Una vez dividido el enorme monto de la deuda por el número de habitantes de EE.UU. (329 millones, según el censo nacional), sería casi de 220.000 dólares por persona.
Durante los últimos 40 años, el Tesoro de EE.UU., los estados y el sector financiero han estado endeudándose a un ritmo vertiginoso, con un énfasis especial en torno al año 2008, cuando comenzó la crisis financiera mundial.
La deuda bruta subió desde 5 billones de dólares a principios de la presidencia de Ronald Reagan hasta los 29 billones cuando George W. Bush asumió el cargo. A continuación la cifra casi se duplicó hacia la crisis, alcanzando los 54 billones de dólares, y desde entonces se ha incrementado otros 18 billones.
El mes pasado, EE.UU. volvió a alcanzar el techo de deuda pública establecido. El Departamento del Tesoro tendrá ahora que tomar medidas extraordinarias para evitar que el país incumpla el próximo límite de la deuda a finales de septiembre o a principios de octubre.
Trump ordena aumentar los aranceles a todas las importaciones chinas restantes por valor de 300.000 millones de dólares
Publicado: 10 may 2019 22:50 GMT | Última actualización: 11 may 2019 02:03 GMT - RT
El representante de EE.UU. en las
negociaciones comerciales con China, Robert Lighthizer, ha anunciado la
medida.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha ordenado elevar las tarifas a todas las importaciones chinas restantes,
según comunicó este viernes el representante de EE.UU. en las
negociaciones comerciales con China, Robert Lighthizer. La medida
afectará a los productos importados por un valor aproximado de 300.000
millones de dólares.
"El presidente nos ha ordenado también empezar el proceso de elevación de las tarifas a básicamente todas las importaciones restantes provenientes de China, que se valoran aproximadamente en 300.000 millones de dólares", afirmó Lighthizer.
Según la publicación en el sitio web de la oficina de los representantes comerciales de EE.UU., los detalles acerca de la decisión del mandatario norteamericano serán revelados el próximo lunes.
No obstante, el inquilino de la Casa Blanca afirmó este viernes a través de su cuenta personal en Twitter que Washington y Pekín mantuvieron unas negociaciones comerciales "sinceras y constructivas" que continuarán en el futuro. Además, recordó que EE.UU. decidió aumentar los aranceles aplicados a las importaciones chinas, añadiendo que el futuro de esta medida dependerá del progreso en las negociaciones entre Washington y Pekín.
Por su parte, el vice primer ministro chino, Liu He, precisó que ambas partes sostuvieron negociaciones "francas y constructivas" y acordaron reunirse en Pekín en el futuro para "continuar las consultas". El funcionario aseguró que su país "no puede hacer concesiones" a EE.UU. en los puntos claves de las negociaciones y también hizo hincapié en que China tendrá que tomar represalias contra el aumento de los aranceles estadounidenses.
Washington y Pekín se han visto envueltas en intensas negociaciones desde el año pasado por un acuerdo para abordar las preocupaciones de Estados Unidos sobre el superávit comercial de China y el presunto robo de propiedad intelectual. Trump y su homólogo chino Xi Jinping acordaron una tregua arancelaria el pasado 1 de diciembre para dar tiempo a sus negociadores principales para llegar a un acuerdo.
"El presidente nos ha ordenado también empezar el proceso de elevación de las tarifas a básicamente todas las importaciones restantes provenientes de China, que se valoran aproximadamente en 300.000 millones de dólares", afirmó Lighthizer.
Según la publicación en el sitio web de la oficina de los representantes comerciales de EE.UU., los detalles acerca de la decisión del mandatario norteamericano serán revelados el próximo lunes.
Aumento del 10 % al 25 %
A partir de este 10 de mayo se han incrementado del 10 % al 25 % las tarifas para una serie de mercancías chinas importadas a EE.UU. por valor de 200.000 millones de dólares al año. El pasado domingo, Trump también amenazó con imponer "en breve" aranceles del 25 % a otros productos chinos por 325.000 millones de dólares que, de momento, no están sujetos a impuestos.No obstante, el inquilino de la Casa Blanca afirmó este viernes a través de su cuenta personal en Twitter que Washington y Pekín mantuvieron unas negociaciones comerciales "sinceras y constructivas" que continuarán en el futuro. Además, recordó que EE.UU. decidió aumentar los aranceles aplicados a las importaciones chinas, añadiendo que el futuro de esta medida dependerá del progreso en las negociaciones entre Washington y Pekín.
Por su parte, el vice primer ministro chino, Liu He, precisó que ambas partes sostuvieron negociaciones "francas y constructivas" y acordaron reunirse en Pekín en el futuro para "continuar las consultas". El funcionario aseguró que su país "no puede hacer concesiones" a EE.UU. en los puntos claves de las negociaciones y también hizo hincapié en que China tendrá que tomar represalias contra el aumento de los aranceles estadounidenses.
Washington y Pekín se han visto envueltas en intensas negociaciones desde el año pasado por un acuerdo para abordar las preocupaciones de Estados Unidos sobre el superávit comercial de China y el presunto robo de propiedad intelectual. Trump y su homólogo chino Xi Jinping acordaron una tregua arancelaria el pasado 1 de diciembre para dar tiempo a sus negociadores principales para llegar a un acuerdo.
Wall Street abre a la baja tras las amenazas de Trump de aumentar los aranceles a China
Publicado: 6 may 2019 13:42 GMT | Última actualización: 6 may 2019 14:14 GMT - RT
El Dow Jones y el S&P 500 registran
caídas cercanas al 1,3 %, y el índice Nasdaq abrió con una pérdida de
2,23 %.
La Bolsa de Valores de Nueva York (NYSE) ha reflejado en su apertura este lunes una caída de la confianza de los inversionistas luego de que el presidente de EE.UU., Donald Trump, amenazara con aumentar las barreras arancelarias contra China.
Según informa Reuters, el promedio industrial Dow Jones abrió con una pérdida de 344,3 puntos, cerca de un 1,3 %, para situarse en los 26.160,6. El índice S&P 500, por su parte, registró un total de 2.908,8 puntos tras una caída de 1,25 %, y el compuesto Nasdaq abrió con 7.981,8 por un tropiezo de 2,23 %.
Trump ha acusado a China de ser la mayor causa de pérdidas comerciales de EE.UU., una sorpresiva declaración realizada tras días de negociaciones comerciales con el gigante asiático. El domingo, el mandatario había lamentado que esas discusiones "continúan, pero muy lentamente", ya que Pekín "intenta renegociar".
El inquilino de la Casa Blanca advirtió entonces que los aranceles aplicados a importaciones chinas valoradas en 200.000 millones de dólares aumentarán este viernes del 10 % al 25 %, y amenazó con imponer "en breve" aranceles del 25 % a otros productos chinos valorados en 325.000 millones de dólares que, de momento, no están sujetos a impuestos.
Según informa Reuters, el promedio industrial Dow Jones abrió con una pérdida de 344,3 puntos, cerca de un 1,3 %, para situarse en los 26.160,6. El índice S&P 500, por su parte, registró un total de 2.908,8 puntos tras una caída de 1,25 %, y el compuesto Nasdaq abrió con 7.981,8 por un tropiezo de 2,23 %.
Trump ha acusado a China de ser la mayor causa de pérdidas comerciales de EE.UU., una sorpresiva declaración realizada tras días de negociaciones comerciales con el gigante asiático. El domingo, el mandatario había lamentado que esas discusiones "continúan, pero muy lentamente", ya que Pekín "intenta renegociar".
El inquilino de la Casa Blanca advirtió entonces que los aranceles aplicados a importaciones chinas valoradas en 200.000 millones de dólares aumentarán este viernes del 10 % al 25 %, y amenazó con imponer "en breve" aranceles del 25 % a otros productos chinos valorados en 325.000 millones de dólares que, de momento, no están sujetos a impuestos.
Golpe a Wall Street: El Dow Jones pierde más de 600 puntos ante tensiones comerciales entre EE.UU. y China
Publicado: 7 may 2019 18:48 GMT | Última actualización: 7 may 2019 19:52 GMT - RT
Los índices Nasdaq y S&P 500 han perdido por su parte más del 2 % de su valor este martes.
Los
precios de las acciones han caído bruscamente este martes después de
que el representante de Comercio de EE.UU., Robert Lighthizerun,
indicara la misma jornada que esta semana Washington aumentará los aranceles para los productos chinos, lo que decepcionó a los operadores, que esperaban que la amenaza que Donald Trump publicó a través de un tuit el fin de semana fuera solo una táctica de negociación.
El promedio industrial Dow Jones ha cotizado 588 puntos a la baja, mientras que el índice S&P 500 ha caído un 2,1 %. Se trata de la peor caída de ambos desde el 3 de enero. El Nasdaq Composite, por su parte, ha disminuido un 2,3 %. En general, los 30 componentes del Dow Jones cayeron y los 11 sectores del S&P se negociaron a la baja en la venta masiva.
También las acciones del fabricante de maquinaria para la construcción Caterpillar y la constructora de aviones estadounidense Boeing han caído un 2,4 % y un 3,8 % respectivamente. Además Boeing se encontró por debajo de su promedio móvil de 200 días por primera vez desde enero.
El sector tecnológico se ha visto igualmente afectado, ya que los fabricantes de chips, que son especialmente vulnerables a la subida de aranceles, llevaron el mercado a la baja. El ETF de VanEck Vectors Semiconductor ha disminuido un 2,7 % y KLA-Tencor ha registrado una caída del 7,5 %.
Este domingo, el presidente estadounidense advirtió que los aranceles aplicados a importaciones chinas valuadas en 200.000 millones de dólares aumentarán el próximo viernes de 10 % a 25 %. Además, amenazó con imponer "en breve" aranceles del 25 % a otros productos chinos por 325.000 millones de dólares que, de momento, no están sujetos a impuestos.
China, por su parte, está considerando retirarse de las conversaciones comerciales programadas para esta semana con funcionarios de Estados Unidos luego de que el presidente Donald Trump amenazara a Pekín con subir los aranceles.
El viceprimer ministro chino, Liu He, tenía previsto llegar a Washington el próximo miércoles con una delegación de alrededor de 100 personas, por lo que iba a ser la última ronda de negociaciones entre ambos países.
Por su parte, el representante de Comercio de los EE.UU., Robert Lighthizer, y el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, visitaron la semana pasada Pekín para un encuentro que calificaron como productivo.
Sin embargo, una fuente de CNBC, citando a fuentes familiarizadas con el asunto, señaló que es probable que el viceprimer ministro chino cancele el viaje. Funcionarios chinos cancelaron un viaje a fines de septiembre de 2018 en circunstancias similares.
El promedio industrial Dow Jones ha cotizado 588 puntos a la baja, mientras que el índice S&P 500 ha caído un 2,1 %. Se trata de la peor caída de ambos desde el 3 de enero. El Nasdaq Composite, por su parte, ha disminuido un 2,3 %. En general, los 30 componentes del Dow Jones cayeron y los 11 sectores del S&P se negociaron a la baja en la venta masiva.
También las acciones del fabricante de maquinaria para la construcción Caterpillar y la constructora de aviones estadounidense Boeing han caído un 2,4 % y un 3,8 % respectivamente. Además Boeing se encontró por debajo de su promedio móvil de 200 días por primera vez desde enero.
El sector tecnológico se ha visto igualmente afectado, ya que los fabricantes de chips, que son especialmente vulnerables a la subida de aranceles, llevaron el mercado a la baja. El ETF de VanEck Vectors Semiconductor ha disminuido un 2,7 % y KLA-Tencor ha registrado una caída del 7,5 %.
Este domingo, el presidente estadounidense advirtió que los aranceles aplicados a importaciones chinas valuadas en 200.000 millones de dólares aumentarán el próximo viernes de 10 % a 25 %. Además, amenazó con imponer "en breve" aranceles del 25 % a otros productos chinos por 325.000 millones de dólares que, de momento, no están sujetos a impuestos.
China, por su parte, está considerando retirarse de las conversaciones comerciales programadas para esta semana con funcionarios de Estados Unidos luego de que el presidente Donald Trump amenazara a Pekín con subir los aranceles.
Intensas negociaciones
Washington y Pekín se han visto envueltas en intensas negociaciones desde el año pasado por un acuerdo para abordar las preocupaciones de Estados Unidos sobre el superávit comercial de China y el presunto robo de propiedad intelectual. Trump y su homólogo chino Xi Jinping acordaron una tregua arancelaria el pasado 1 de diciembre para dar tiempo a sus negociadores principales para llegar a un acuerdo.El viceprimer ministro chino, Liu He, tenía previsto llegar a Washington el próximo miércoles con una delegación de alrededor de 100 personas, por lo que iba a ser la última ronda de negociaciones entre ambos países.
Por su parte, el representante de Comercio de los EE.UU., Robert Lighthizer, y el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, visitaron la semana pasada Pekín para un encuentro que calificaron como productivo.
Sin embargo, una fuente de CNBC, citando a fuentes familiarizadas con el asunto, señaló que es probable que el viceprimer ministro chino cancele el viaje. Funcionarios chinos cancelaron un viaje a fines de septiembre de 2018 en circunstancias similares.
El Dow Jones pierde 700 puntos en medio de una escalada en la guerra comercial entre China y EE.UU.
Publicado: 13 may 2019 14:10 GMT | Última actualización: 13 may 2019 17:37 GMT - RT
Las acciones de Wall Street han caído este
lunes tras el anuncio de Pekín sobre nuevos aranceles que se impondrán
en productos estadounidenses.
Los
precios de las acciones han caído bruscamente este lunes en la apertura
de Wall Street, después de que el Ministerio de Finanzas chino anunciara un plan de represalias ante la última tanda de aranceles impuestos por Washington.
A partir del 1 de junio, Pekín introducirá nuevas tarifas sobre las importaciones estadounidenses por un valor de 60.000 millones de dólares. La medida se produce después de que la Administración Trump elevara la semana pasada los aranceles a las importaciones chinas del 10 % al 25 % por valor de 200.000 millones de dólares al año.
Los inversores están preocupados ante la posibilidad de que continúe la disputa comercial entre Washington y Pekín. Por lo tanto, el promedio industrial Dow Jones ha bajado casi 700 puntos, o un 2,7 %. El S&P ha caído un 2,6 %. El Nasdaq Composite, por su parte, ha disminuido un 3,5 %.
Las empresas centradas en la tecnología, la industria y el consumidor son las más afectadas por las pérdidas. Apple ha bajado un 4.4 %, mientras que Caterpillar ha perdido un 4 %.
A partir del 1 de junio, Pekín introducirá nuevas tarifas sobre las importaciones estadounidenses por un valor de 60.000 millones de dólares. La medida se produce después de que la Administración Trump elevara la semana pasada los aranceles a las importaciones chinas del 10 % al 25 % por valor de 200.000 millones de dólares al año.
Los inversores están preocupados ante la posibilidad de que continúe la disputa comercial entre Washington y Pekín. Por lo tanto, el promedio industrial Dow Jones ha bajado casi 700 puntos, o un 2,7 %. El S&P ha caído un 2,6 %. El Nasdaq Composite, por su parte, ha disminuido un 3,5 %.
Las empresas centradas en la tecnología, la industria y el consumidor son las más afectadas por las pérdidas. Apple ha bajado un 4.4 %, mientras que Caterpillar ha perdido un 4 %.
Peor caída de Wall Street en cuatro meses en medio de la escalada de la guerra comercial entre EE.UU. y China
Publicado: 13 may 2019 20:24 GMT | Última actualización: 13 may 2019 21:15 GMT
Wall Street ha cerrado este lunes con
fuertes pérdidas tras anunciar Pekín que impondrá aranceles del 10 al 25
% sobre productos estadounidenses por valor de 60.000 millones de
dólares
Las acciones de Wall Street han cerrado este lunes con fuertes pérdidas, marcando su peor registro en cuatro meses en medio de la escalada de la guerra comercial entre EE.UU. y China, informa The New York Times.
El promedio industrial Dow Jones ha perdido 617 puntos este lunes, informa Reuters. Por su parte, el S&P ha caído un 2,42 % y el Nasdaq Composite un 3,40 %. El Nasdaq registró su mayor pérdida de porcentaje diario en lo que va de año, mientras que el Dow Jones y el S&P 500 experimentaron su pérdida más notable desde el 3 de enero de este año.
Las pérdidas de Wall Street se registran después de que Pekín anunciara este lunes que impondrá aranceles del 10 al 25 % sobre productos estadounidenses por valor de 60.000 millones de dólares, medida que entrará en vigor el 1 de junio. Las nuevas tarifas afectarán a alrededor de 4.500 productos estadunidenses.
El nuevo incremento de aranceles sobre mercancías estadounidenses llega en respuesta a la orden del presidente de EE.UU., Donald Trump, de elevar las tarifas a todas las importaciones chinas restantes, lo que afectará a los productos importados por un valor aproximado de 300.000 millones de dólares.
El Ministerio de Comercio de China dice lamentar "profundamente" el aumento arancelario de EE.UU. y argumenta que no tenía más remedio que tomar contramedidas.
El promedio industrial Dow Jones ha perdido 617 puntos este lunes, informa Reuters. Por su parte, el S&P ha caído un 2,42 % y el Nasdaq Composite un 3,40 %. El Nasdaq registró su mayor pérdida de porcentaje diario en lo que va de año, mientras que el Dow Jones y el S&P 500 experimentaron su pérdida más notable desde el 3 de enero de este año.
Las pérdidas de Wall Street se registran después de que Pekín anunciara este lunes que impondrá aranceles del 10 al 25 % sobre productos estadounidenses por valor de 60.000 millones de dólares, medida que entrará en vigor el 1 de junio. Las nuevas tarifas afectarán a alrededor de 4.500 productos estadunidenses.
El nuevo incremento de aranceles sobre mercancías estadounidenses llega en respuesta a la orden del presidente de EE.UU., Donald Trump, de elevar las tarifas a todas las importaciones chinas restantes, lo que afectará a los productos importados por un valor aproximado de 300.000 millones de dólares.
El Ministerio de Comercio de China dice lamentar "profundamente" el aumento arancelario de EE.UU. y argumenta que no tenía más remedio que tomar contramedidas.
Asesor económico de la Casa Blanca: "Los aranceles de EE.UU. a los productos de China afectarán a ambos países"
Publicado: 13 may 2019 09:21 GMT | Última actualización: 13 may 2019 09:30 GMT - RT
Larry Kudlow admitió que dicha medida de
EE.UU. afectará a la economía de China, pero al mismo tiempo perjudicará
a las empresas y consumidores estadounidenses.
El
asesor económico de la Casa Blanca, Larry Kudlow, afirmó el pasado
domingo, en el marco de una entrevista con la cadena Fox News, que "ambas partes sufrirán" por el aumento de las tarifas a las importaciones chinas impuestas por Washington.
El presentador Chris Wallace precisó durante su conversación con Kudlow que no es China quien paga y afronta las consecuencias de la subida de los aranceles a los productos importados, sino "los negocios y consumidores de EE.UU.". "Sí, en cierta medida", admitió Kudlow, quien indicó que "de hecho, ambos lados pagarán".
En ese contexto, el asesor económico explicó que a pesar de que China no paga directamente las tarifas impuestas por la administración Trump, su PIB sufrirá un impacto debido a la "disminución del mercado de exportación". "Ambas partes sufrirán", subrayó.
Las
declaraciones de Kudlow contradicen a las palabras del presidente de
EE.UU., que ha declarado que son los exportadores chinos quienes se
verán obligados a pagar las tarifas. "Las conversaciones con China
continúan de una manera muy agradable. No hay necesidad de correr,
en lo absoluto, ya que los aranceles en este momento están siendo
pagados a EE.UU por China", tuiteó el mandatario el pasado viernes.
Por su parte, el Ministerio de Comerco de China señaló el viernes que "lamenta profundamente" el aumento arancelario de EE.UU. a sus exportaciones y agregó que no tiene más remedio que tomar contramedidas al respecto.
Washington y Pekín se han visto envueltas en intensas negociaciones desde el año pasado por un acuerdo para abordar las preocupaciones de Estados Unidos sobre el superávit comercial de China y el presunto robo de propiedad intelectual. Trump y su homólogo chino Xi Jinping acordaron una tregua arancelaria el pasado 1 de diciembre para dar tiempo a sus negociadores principales para llegar a un acuerdo.
El presentador Chris Wallace precisó durante su conversación con Kudlow que no es China quien paga y afronta las consecuencias de la subida de los aranceles a los productos importados, sino "los negocios y consumidores de EE.UU.". "Sí, en cierta medida", admitió Kudlow, quien indicó que "de hecho, ambos lados pagarán".
En ese contexto, el asesor económico explicó que a pesar de que China no paga directamente las tarifas impuestas por la administración Trump, su PIB sufrirá un impacto debido a la "disminución del mercado de exportación". "Ambas partes sufrirán", subrayó.
La guerra arancelaria de EE.UU. contra China
A partir de este 10 de mayo se incrementaron del 10% al 25% las tarifas para una serie de mercancías chinas importadas a EE.UU. por valor de 200.000 millones de dólares al año. Además, este viernes se dio a conocer que Trump ordenó también elevar las tarifas a todas las importaciones chinas restantes, medida que afectará a los productos importados por un valor aproximado de 300.000 millones de dólares.Por su parte, el Ministerio de Comerco de China señaló el viernes que "lamenta profundamente" el aumento arancelario de EE.UU. a sus exportaciones y agregó que no tiene más remedio que tomar contramedidas al respecto.
Washington y Pekín se han visto envueltas en intensas negociaciones desde el año pasado por un acuerdo para abordar las preocupaciones de Estados Unidos sobre el superávit comercial de China y el presunto robo de propiedad intelectual. Trump y su homólogo chino Xi Jinping acordaron una tregua arancelaria el pasado 1 de diciembre para dar tiempo a sus negociadores principales para llegar a un acuerdo.
El 'arma nuclear' china en la guerra comercial: Golpear la economía de EE.UU. con la venta de sus bonos del Tesoro
Publicado: 14 may 2019 20:05 GMT - RT
Analistas sostienen que el paso puede ser el
último recurso de Pekín, que culminaría la escalada de tensiones
comerciales con Washington y perjudicaría también a su propia economía.
Este
lunes el editor jefe del periódico estatal chino Global Times, Hu
Xijin, escribió en su cuenta de Twitter que además de que Pekín
podría dejar de adquirir recursos energéticos y productos agrícolas de
EE.UU., así como reducir contratos para la compra de aviones Boeing y
restringir el comercio bilateral de servicios en medio de la guerra
arancelaria con Washington, muchos especialistas chinos también estudian
"la posibilidad de deshacerse de los bonos del Tesoro de EE.UU. y cómo
hacerlo específicamente".
De momento China posee 1,13 billones de dólares en bonos del Tesoro,
que solamente es una fracción de un total de los 22 billones de dólares
de la deuda nacional de EE.UU., pero que constituye un 17,7 % entre todos los países que invirtieron en ello.
En el caso de que el Gobierno chino decida reducir su papel en el mercado, la economía estadounidense, que depende en gran medida de la compra de sus valores por entidades soberanas, podría verse perturbada. Algunos analistas incluso compararon este potencial paso con un arma nuclear, cuyo uso conllevaría consecuencias para todas las partes.
Robert Tipp, jefe de estrategias de inversión y de bonos globales de PGIM Fixed Incom, comentó a CNBC que ha hablado del tema con distintos expertos, y sostuvo que se trataría de "una opción nuclear autodestructiva" que por un lado puede servirle a China como una "moneda de cambio", pero al mismo tiempo "pone en peligro el valor de algo en lo que están profundamente involucrados".
Para el economista Sung Won Sohn, presidente de SS Economics, esta opción es "la mayor arma que tienen" los chinos y a la que "van a recurrir" en caso de la presión de Washington, mientras que Kim Rupert, director general de análisis de renta fija global en Action Economics, opina que "China a lo mejor seguirá utilizándolo como una amenaza", pero que en realidad la venta de los bonos del Tesoro los perjudica más a ellos que a EE.UU., dañando su propio "portafolio".
Otra pregunta que surge ante la hipotética posibilidad de que China se deshaga de todos los valores estadounidenses es adónde destinará la gran suma invertida en ellos. Los bonos del Tesoro de EE.UU. son consideraros como unos de los más rentables del mundo debido a sus relativamente bajos riesgos y una inversión óptima y segura.
En ese sentido, el codirector de bonos globales de Janus Henderson, Nick Maroutsos, señaló a CNBC que mover los activos así "parece muy desafiante ahora", aunque posible. "Podría suceder de manera muy gradual en un período de entre 6 y 12 meses", indicó Maroutsos, agregando que es muy poco probable que China lo haga rápido.
En el caso de que el Gobierno chino decida reducir su papel en el mercado, la economía estadounidense, que depende en gran medida de la compra de sus valores por entidades soberanas, podría verse perturbada. Algunos analistas incluso compararon este potencial paso con un arma nuclear, cuyo uso conllevaría consecuencias para todas las partes.
Robert Tipp, jefe de estrategias de inversión y de bonos globales de PGIM Fixed Incom, comentó a CNBC que ha hablado del tema con distintos expertos, y sostuvo que se trataría de "una opción nuclear autodestructiva" que por un lado puede servirle a China como una "moneda de cambio", pero al mismo tiempo "pone en peligro el valor de algo en lo que están profundamente involucrados".
Para el economista Sung Won Sohn, presidente de SS Economics, esta opción es "la mayor arma que tienen" los chinos y a la que "van a recurrir" en caso de la presión de Washington, mientras que Kim Rupert, director general de análisis de renta fija global en Action Economics, opina que "China a lo mejor seguirá utilizándolo como una amenaza", pero que en realidad la venta de los bonos del Tesoro los perjudica más a ellos que a EE.UU., dañando su propio "portafolio".
Otra pregunta que surge ante la hipotética posibilidad de que China se deshaga de todos los valores estadounidenses es adónde destinará la gran suma invertida en ellos. Los bonos del Tesoro de EE.UU. son consideraros como unos de los más rentables del mundo debido a sus relativamente bajos riesgos y una inversión óptima y segura.
En ese sentido, el codirector de bonos globales de Janus Henderson, Nick Maroutsos, señaló a CNBC que mover los activos así "parece muy desafiante ahora", aunque posible. "Podría suceder de manera muy gradual en un período de entre 6 y 12 meses", indicó Maroutsos, agregando que es muy poco probable que China lo haga rápido.
- Este lunes Pekín anunció que impondrá aranceles del 10 al 25 % sobre productos estadounidenses por 60.000 millones de dólares, medida que entrará en vigor el 1 de junio. Las nuevas tarifas afectarán a alrededor de 4.500 productos estadounidenses.
- Previamente, Donald Trump elevó las tarifas a todas las importaciones chinas restantes, lo que afectará a los productos importados por un valor aproximado de 300.000 millones de dólares. El Ministerio de Comercio de China lamentó "profundamente" el aumento arancelario de EE.UU. y argumentó que no tenía más remedio que tomar contramedidas.
"Caos absoluto en los mercados mundiales": Advierten las consecuencias de la 'opción nuclear' de China frente a los bonos de EE.UU.
Publicado: 16 may 2019 04:46 GMT - RT
Pekín ha recortado en aproximadamente 4 % su
participación en el mercado de bonos de Washington durante los últimos
12 meses.
Tras
el anuncio de que Pekín estaría estudiando la "posibilidad de
deshacerse de los bonos del Tesoro de EE.UU.", Sourabh Gupta, miembro
principal del Instituto de Estudios China – América, con sede en
Washington, dijo a RT que si bien la medida sería contraproducente para el gigante asiático, también tendría consecuencias devastadoras para los mercados financieros globales.
Varios analistas han catalogado esta eventual decisión como la 'opción nuclear' de China, motivada por los aranceles impuestos por EE.UU. en el marco de la guerra comercial que libran ambos países desde hace varios meses.
"En ese caso, habría un caos absoluto en los mercados mundiales de divisas, y posteriormente en los mercados de valores globales", agregó el experto. Respecto a las tasas de interés, Gupta señaló que después de una volatilidad inicial importante, los efectos se tornarían "menos intensos".
De momento, China posee 1,13 billones de dólares en bonos del Tesoro, que si bien son solamente una fracción del total de los 22 billones de dólares de la deuda nacional de EE.UU., representan un 17,7 % de lo invertido entre todos los países en ello.
Pekín ha recortado en aproximadamente 4 % su participación en el mercado de bonos de Washington durante los últimos 12 meses, pero todavía ocupa el primer lugar entre los acreedores extranjeros.
Sin embargo, el especialista cree que aun si el conflicto comercial empeorara drásticamente, el país asiático no dejará por completo de comprar
la deuda de la nación norteamericana. "Hasta que China se
internacionalice y fotalezca por completo su moneda, simplemente no
puede alejarse de los mercados de deuda de EE.UU.", afirmó el experto,
tras señalar que "hay mejores vías para las represalias".
En este contexto, William L. Anderson, profesor de la Escuela de Negocios de la Universidad Estatal de Frostburg, dijo a RT que los consumidores estadounidenses ciertamente sentirían la presión. Además, calificó el conflicto comercial como "innecesario y destructivo" y consideró que "tiene sus raíces en la administración de Donald Trump".
Varios analistas han catalogado esta eventual decisión como la 'opción nuclear' de China, motivada por los aranceles impuestos por EE.UU. en el marco de la guerra comercial que libran ambos países desde hace varios meses.
"En ese caso, habría un caos absoluto en los mercados mundiales de divisas, y posteriormente en los mercados de valores globales", agregó el experto. Respecto a las tasas de interés, Gupta señaló que después de una volatilidad inicial importante, los efectos se tornarían "menos intensos".
De momento, China posee 1,13 billones de dólares en bonos del Tesoro, que si bien son solamente una fracción del total de los 22 billones de dólares de la deuda nacional de EE.UU., representan un 17,7 % de lo invertido entre todos los países en ello.
Pekín ha recortado en aproximadamente 4 % su participación en el mercado de bonos de Washington durante los últimos 12 meses, pero todavía ocupa el primer lugar entre los acreedores extranjeros.
En este contexto, William L. Anderson, profesor de la Escuela de Negocios de la Universidad Estatal de Frostburg, dijo a RT que los consumidores estadounidenses ciertamente sentirían la presión. Además, calificó el conflicto comercial como "innecesario y destructivo" y consideró que "tiene sus raíces en la administración de Donald Trump".