Publicado: 15 may 2019 01:47 GMT - RT
Aunque la tensión entre Washington y Teherán
recuerda a los expertos el período previo a la invasión de Irak en
2003, un conflicto bélico con Irán "sería muy diferente" y mucho peor,
alertan diversos analistas.
EE.UU.
e Irán se hallan "preocupantemente cerca" de un conflicto armado, y su
disputa actual "ha recordado a muchos observadores" el período previo a
la invasión de Irak liderada por Washington en 2003, escribe el analista
de The Washington Post Adam Taylor.
Sin embargo, y a pesar de varias similitudes, un eventual conflicto bélico entre Washington y Teherán "sería muy diferente en muchos aspectos, y casi con seguridad sería sustancialmente peor", pronostica este experto, quien enumera una serie de diferencias tanto entre el actual Irán y el Irak de 2003, como en la forma en que se desarrollaría una guerra.
Por otro lado, una estimación de 2005 sugirió que el Ejército iraquí tenía menos de 450.000 efectivos cuando comenzó la invasión, mientras que los cálculos recientes indican que Irán cuenta con 523.000 efectivos militares activos, a los que se suman 250.000 de la reserva.
Asimismo, su ubicación en el centro de Eurasia es "particularmente importante para el comercio", enfatiza el analista, precisando que alrededor de un tercio del tráfico petrolero del mundo pasa por el estrecho de Ormuz, que limita con Irán y Omán, por lo que su posible bloqueo "podría hacer que las exportaciones mundiales diarias de petróleo se reduzcan en un 30 %, aproximadamente".
La Armada de Irán también tiene "una ventaja real" contra EE.UU., pues "no necesita grandes naves o armas de fuego" para bloquear el estrecho de Ormuz, pudiendo usar minas o submarinos para forzar el cese del comercio.
Adicionalmente, el analista hace hincapié en el programa de misiles balísticos de Irán, descrito por el Proyecto de Amenaza de Misiles del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales como "el arsenal misilístico más grande y más diverso en Oriente Medio". Taylor agrega a esto el arsenal de 130.000 cohetes que se estima tiene Hezbolá, para asegurar que "la amenaza de la tecnología de misiles iraní se extiende más allá de las fronteras del país".
Frente a esa circunstancia, Taylor recuerda que la invasión de Irak involucró a 150.000 soldados estadounidenses, junto con decenas de miles de efectivos de naciones aliadas. El costo financiero de la guerra de Irak se fijó en más de dos billones de dólares en 2013, mientras que el número de los fallecidos entre 2003 y 2011 se estima en aproximadamente 400.000 personas.
El analista sotiene asimismo que, aunque los planificadores militares estadounidenses "saben todo esto", el Gobierno de EE.UU. no puede admitir que no tiene "buenas opciones" para enfrentarse militarmente a Irán, ya que si lo aceptara eliminaría la amenaza de una acción militar y "disminuiría la presión" que Washington espera mantener sobre Teherán.
Así, el exdiplomático norteamericano James Jatras advierte que el jefe de la Casa Blanca "traicionaría todo lo que prometió" al electorado si se sumergiese en otro conflicto potencialmente infinito, en especial cuando las consecuencias de la guerra con Irán –en términos de muerte y destrucción– serían "literalmente incalculables".
Por otro lado, una guerra con Irán pondría en riesgo a los aliados regionales de Washington –Israel y Arabia Saudita–, ya que es casi "al 100 %" seguro que si Washington atacara territorio iraní, la República Islámica lanzaría un ataque contra ambos países, asevera Foad Izadi, profesor de comunicación política en la Universidad de Teherán. En este caso, los israelíes y los saudíes querrían que la lucha contra Irán se prolongara "hasta el último soldado estadounidense", añade Izadi, quien así alerta que ese conflicto podría tener "efectos duraderos durante décadas".
En la misma línea, Vladímir Sazhin, miembro del Instituto de Estudios Orientales de la Academia de Ciencias de Rusia, afirma que las dos partes saben que "nadie" ganaría en caso de una gran guerra, y que esta supondría "un desastre para Oriente Medio".
Sin embargo, y a pesar de varias similitudes, un eventual conflicto bélico entre Washington y Teherán "sería muy diferente en muchos aspectos, y casi con seguridad sería sustancialmente peor", pronostica este experto, quien enumera una serie de diferencias tanto entre el actual Irán y el Irak de 2003, como en la forma en que se desarrollaría una guerra.
Un país más grande
Por otro lado, una estimación de 2005 sugirió que el Ejército iraquí tenía menos de 450.000 efectivos cuando comenzó la invasión, mientras que los cálculos recientes indican que Irán cuenta con 523.000 efectivos militares activos, a los que se suman 250.000 de la reserva.
Una ubicación estratégica
Asimismo, su ubicación en el centro de Eurasia es "particularmente importante para el comercio", enfatiza el analista, precisando que alrededor de un tercio del tráfico petrolero del mundo pasa por el estrecho de Ormuz, que limita con Irán y Omán, por lo que su posible bloqueo "podría hacer que las exportaciones mundiales diarias de petróleo se reduzcan en un 30 %, aproximadamente".
Una fuerza mayor
La Armada de Irán también tiene "una ventaja real" contra EE.UU., pues "no necesita grandes naves o armas de fuego" para bloquear el estrecho de Ormuz, pudiendo usar minas o submarinos para forzar el cese del comercio.
Adicionalmente, el analista hace hincapié en el programa de misiles balísticos de Irán, descrito por el Proyecto de Amenaza de Misiles del Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales como "el arsenal misilístico más grande y más diverso en Oriente Medio". Taylor agrega a esto el arsenal de 130.000 cohetes que se estima tiene Hezbolá, para asegurar que "la amenaza de la tecnología de misiles iraní se extiende más allá de las fronteras del país".
Un gran costo
Frente a esa circunstancia, Taylor recuerda que la invasión de Irak involucró a 150.000 soldados estadounidenses, junto con decenas de miles de efectivos de naciones aliadas. El costo financiero de la guerra de Irak se fijó en más de dos billones de dólares en 2013, mientras que el número de los fallecidos entre 2003 y 2011 se estima en aproximadamente 400.000 personas.
El analista sotiene asimismo que, aunque los planificadores militares estadounidenses "saben todo esto", el Gobierno de EE.UU. no puede admitir que no tiene "buenas opciones" para enfrentarse militarmente a Irán, ya que si lo aceptara eliminaría la amenaza de una acción militar y "disminuiría la presión" que Washington espera mantener sobre Teherán.
Efectos "desastrosos" durante décadas
Por su parte, otros varios expertos consultados por RT opinan que una guerra estadounidense contra Irán sería catastrófica tanto para la región como para la presidencia de Trump.Así, el exdiplomático norteamericano James Jatras advierte que el jefe de la Casa Blanca "traicionaría todo lo que prometió" al electorado si se sumergiese en otro conflicto potencialmente infinito, en especial cuando las consecuencias de la guerra con Irán –en términos de muerte y destrucción– serían "literalmente incalculables".
Por otro lado, una guerra con Irán pondría en riesgo a los aliados regionales de Washington –Israel y Arabia Saudita–, ya que es casi "al 100 %" seguro que si Washington atacara territorio iraní, la República Islámica lanzaría un ataque contra ambos países, asevera Foad Izadi, profesor de comunicación política en la Universidad de Teherán. En este caso, los israelíes y los saudíes querrían que la lucha contra Irán se prolongara "hasta el último soldado estadounidense", añade Izadi, quien así alerta que ese conflicto podría tener "efectos duraderos durante décadas".
En la misma línea, Vladímir Sazhin, miembro del Instituto de Estudios Orientales de la Academia de Ciencias de Rusia, afirma que las dos partes saben que "nadie" ganaría en caso de una gran guerra, y que esta supondría "un desastre para Oriente Medio".
Candidata demócrata Tulsi Gabbard: "Trump acercó a EE.UU. a una guerra con Irán, y esta sería mucho peor que la de Irak"
Publicado: 13 may 2019 04:47 GMT | Última actualización: 13 may 2019 08:24 GMT - RT
La veterana de la guerra de Irak señaló que
el actual mandatario no cumplió con la responsabilidad principal del
presidente, que es mantener a salvo al pueblo estadounidense.
Tulsi Gabbard, candidata a la Presidencia de EE.UU. y veterana de la guerra de Irak, señaló
el pasado viernes, a través de su cuenta en Twitter, que el presidente
de Estados Unidos, Donald Trump, "socavó" la seguridad nacional y acercó
el país a la guerra con Irán.
"La principal responsabilidad del presidente es mantener a los estadounidenses a salvo. Trump fracasó, socavando nuestra seguridad nacional al romper el acuerdo nuclear iraní, amenazando con una acción militar, acercándonos a la guerra con Irán, la cual será mucho peor que la guerra de Irak", ha aseverado la congresista demócrata.
El pasado miércoles, el presidente de Irán, Hasán Rohaní, anunció que su país reducirá el cumplimiento del JCPOA (Plan de Acción Integral Conjunto y Completo), del cual EE.UU. se retiró el 8 de mayo de 2018 con el argumento de que no ha impedido "el enriqueciendo de uranio" por parte de Irán, al que acusó de violar los términos del pacto y de buscar de forma activa hacerse con armamento nuclear.
Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, declaró este 9 de mayo que su país responderá a cualquier ataque de Irán o sus aliados contra los intereses de EE.UU. o sus ciudadanos. Precisó que "el régimen en Teherán tiene que entender que cualquier ataque de ellos o sus aliados" recibirá una "respuesta rápida y decisiva" por parte de EE.UU.
"La principal responsabilidad del presidente es mantener a los estadounidenses a salvo. Trump fracasó, socavando nuestra seguridad nacional al romper el acuerdo nuclear iraní, amenazando con una acción militar, acercándonos a la guerra con Irán, la cual será mucho peor que la guerra de Irak", ha aseverado la congresista demócrata.
El pasado miércoles, el presidente de Irán, Hasán Rohaní, anunció que su país reducirá el cumplimiento del JCPOA (Plan de Acción Integral Conjunto y Completo), del cual EE.UU. se retiró el 8 de mayo de 2018 con el argumento de que no ha impedido "el enriqueciendo de uranio" por parte de Irán, al que acusó de violar los términos del pacto y de buscar de forma activa hacerse con armamento nuclear.
"Respuesta rápida y decisiva"
El pasado jueves, el presidente de EE.UU., Donald Trump, instó a las autoridades iraníes a dialogar sobre el abandono del programa nuclear por parte de la República Islámica. Además, señaló que no podía descartar una confrontación militar debido a las crecientes tensiones entre los dos países.Por su parte, el secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, declaró este 9 de mayo que su país responderá a cualquier ataque de Irán o sus aliados contra los intereses de EE.UU. o sus ciudadanos. Precisó que "el régimen en Teherán tiene que entender que cualquier ataque de ellos o sus aliados" recibirá una "respuesta rápida y decisiva" por parte de EE.UU.
El Pentágono podría enviar 120.000 militares a Oriente Medio para contrarrestar a Irán
Publicado: 14 may 2019 03:16 GMT | Última actualización: 14 may 2019 04:04 GMT - RT
Un plan militar actualizado prevé un gran
despliegue de soldados en Oriente Medio por si Irán atacara a las
fuerzas estadounidenses o acelerara el desarrollo de armas nucleares,
informa The New York Times.
El
secretario interino de Defensa de EE.UU., Patrick Shanahan, presentó
este jueves en una reunión con los principales asistentes de Seguridad
Nacional del presidente Trump un plan militar actualizado que prevé
enviar hasta 120.000 soldados a Oriente Medio por si Irán ataca a las
fuerzas estadounidenses o acelera el desarrollo de armas nucleares,
informa The New York Times citando a funcionarios de la Administración.
El diario ha hablado con más de media docena de funcionarios de seguridad nacional familiarizados con los planes actualizados. Según estas fuentes, las revisiones fueron ordenadas por partidarios de la línea dura encabezados por John Bolton, asesor de Seguridad Nacional de Trump.
El tamaño de la fuerza planeada ha sorprendido a muchos participantes de la reunión, ya que esa cantidad de militares se acerca a la que estuvo involucrada en la invasión de 2003 en Irak, señala el periódico.
Sin embargo, los funcionarios precisaron que el plan militar actualizado no contempla una invasión de Irán, lo que requeriría muchos más soldados.
El 5 de mayo, el asesor de seguridad nacional de EE.UU., John Bolton, anunció el despliegue en Oriente Medio del grupo de combate del portaviones USS Abraham Lincoln, así como el de un grupo operativo de bombarderos B-52 para mostrar a Irán que "cualquier ataque contra los intereses estadounidenses o de sus aliados se enfrentará con una fuerza implacable".
El 10 de mayo, el secretario interino de Defensa de EE.UU., Patrick Shanahan, aprobó el despliegue en Oriente Medio de una batería del sistema de defensa aérea estadounidense Patriot y del buque de transporte anfibio USS Arlington. Estas fuerzas adicionales se unirán a las que antes fueron enviadas a la zona "en respuesta a los indicios de una incrementada disposición iraní a llevar a cabo operaciones ofensivas contra las fuerzas de EE.UU. y sus intereses".
Por su parte, el comandante de la Guardia, Hossein Salami, dijo en una sesión parlamentaria este domingo que Washington ha iniciado una guerra psicológica. El general mayor Salami destacó que la vulnerabilidad de los portaaviones estadounidenses evitará que el país norteamericano se arriesgue a tomar medidas militares contra Irán.
Este 10 de mayo, el jefe adjunto de asuntos políticos de la Guardia Revolucionaria dijo que Washington "no se atreverá a lanzar una acción militar" contra Irán y aseguró que su país no va a sostener conversaciones con los estadounidenses. Según sus palabras, Teherán "ve a EE.UU. como poco confiable".
El diario ha hablado con más de media docena de funcionarios de seguridad nacional familiarizados con los planes actualizados. Según estas fuentes, las revisiones fueron ordenadas por partidarios de la línea dura encabezados por John Bolton, asesor de Seguridad Nacional de Trump.
El tamaño de la fuerza planeada ha sorprendido a muchos participantes de la reunión, ya que esa cantidad de militares se acerca a la que estuvo involucrada en la invasión de 2003 en Irak, señala el periódico.
Sin embargo, los funcionarios precisaron que el plan militar actualizado no contempla una invasión de Irán, lo que requeriría muchos más soldados.
Las fuerzas desplegadas en Oriente Medio por EE.UU.
Las noticias sobre el supuesto plan llegan en medio de un despliegue militar de Washington en Oriente Medio y mientras la tensión con la República Islámica va en aumento.El 5 de mayo, el asesor de seguridad nacional de EE.UU., John Bolton, anunció el despliegue en Oriente Medio del grupo de combate del portaviones USS Abraham Lincoln, así como el de un grupo operativo de bombarderos B-52 para mostrar a Irán que "cualquier ataque contra los intereses estadounidenses o de sus aliados se enfrentará con una fuerza implacable".
El 10 de mayo, el secretario interino de Defensa de EE.UU., Patrick Shanahan, aprobó el despliegue en Oriente Medio de una batería del sistema de defensa aérea estadounidense Patriot y del buque de transporte anfibio USS Arlington. Estas fuerzas adicionales se unirán a las que antes fueron enviadas a la zona "en respuesta a los indicios de una incrementada disposición iraní a llevar a cabo operaciones ofensivas contra las fuerzas de EE.UU. y sus intereses".
Respuesta de Irán
Este domingo, Amirali Hajizadeh, el jefe de la división aeroespacial de la Guardia Revolucionaria de Irán, señaló que la presencia militar de EE.UU. en la región no es una "amenaza", sino una "oportunidad". "Si [los estadounidenses] hacen un movimiento, les golpearemos en la cabeza", advirtió Hajizadeh.Por su parte, el comandante de la Guardia, Hossein Salami, dijo en una sesión parlamentaria este domingo que Washington ha iniciado una guerra psicológica. El general mayor Salami destacó que la vulnerabilidad de los portaaviones estadounidenses evitará que el país norteamericano se arriesgue a tomar medidas militares contra Irán.
Este 10 de mayo, el jefe adjunto de asuntos políticos de la Guardia Revolucionaria dijo que Washington "no se atreverá a lanzar una acción militar" contra Irán y aseguró que su país no va a sostener conversaciones con los estadounidenses. Según sus palabras, Teherán "ve a EE.UU. como poco confiable".
Irak, Corea del Norte y ahora Irán: ¿Por qué John Bolton puede ser la persona más peligrosa del mundo?
Publicado: 17 may 2019 21:07 GMT - RT
La tensión no ha dejado de crecer en Oriente
Medio desde que Washington decidiera reforzar su contingente militar en
el Golfo Pérsico, lo que se debe a la postura del asesor de Seguridad
Nacional de EE.UU., según el periodista Ben Armbruster explica en The
Guardian.
La actual escalada de tensión entre EE.UU. e Irán,
que se acerca cada vez más a una posible guerra, se debe a la postura y
la política que impulsa el asesor de Seguridad Nacional de EE.UU., John
Bolton, según afirma Ben Armbruster en un artículo para The Guardian.
De acuerdo con el periodista, Bolton le dio a Trump el impulso final para retirar en 2018 a EE.UU. del acuerdo nuclear con Irán, que comprometía a Teherán a no desarrollar un programa de esa naturaleza. El Plan de Acción Conjunto y Completo fue el mayor obstáculo para la campaña de Bolton en favor de una guerra que derrocara al régimen iraní, porque "eliminó un pretexto que fue extremadamente útil para empezar la guerra en Irak hace 17 años".
Según el autor, el objetivo principal de Estados Unidos en Irán es el cambio de régimen, y ahora, tras poner fin a dicho tratado, Washington puede usar las sanciones, la retórica belicista y maniobras militares, lo que ya ha puesto a EE.UU. más cerca de la guerra con ese país. Al mismo tiempo, justifica sus acciones con el alegato de que adopta una política de "presión máxima" para alcanzar un "mejor acuerdo" nuclear con Teherán.
El pasado 5 de mayo John Bolton anunció el despliegue en Oriente Medio del grupo de combate del portaaviones USS Abraham Lincoln, así como el de un grupo operativo de bombarderos B-52, para mostrar a Irán que "cualquier ataque contra los intereses estadounidenses o de sus aliados se enfrentará con una fuerza implacable". Según Bolton, se adelanta esta acción en respuesta a "un número de indicadores y advertencias preocupantes y crecientes".
Sin embargo, varios funcionarios han comentado que la Administración de Trump ha exagerado la amenaza iraní para hacerla ver más grave de lo que pudiera ser. Asimismo, el comandante adjunto de la Coalición Internacional contra el ISIS, el británico Christopher Ghika, había ya negado la existencia de una amenaza mayor por parte de Teherán, asegurando que tal afirmación iba "en contra" de la información de la inteligencia estadounidense y de sus aliados "respecto a las fuerzas respaldadas por Irán en la región".
Bolton no mostró ninguna preocupación por las consecuencias catastróficas que pudo haber causado una guerra con Corea del Norte cuando estaba en la Administración de Bush. "Yo no hago la guerra. Hago política", afirmó entonces.
Y ahora como miembro de la Administración de Trump, el asesor de Seguridad Nacional presionó también para que EE.UU. se retirara de un tratado crucial sobre armas nucleares con Rusia, añade el periodista.
De acuerdo con el periodista, Bolton le dio a Trump el impulso final para retirar en 2018 a EE.UU. del acuerdo nuclear con Irán, que comprometía a Teherán a no desarrollar un programa de esa naturaleza. El Plan de Acción Conjunto y Completo fue el mayor obstáculo para la campaña de Bolton en favor de una guerra que derrocara al régimen iraní, porque "eliminó un pretexto que fue extremadamente útil para empezar la guerra en Irak hace 17 años".
Según el autor, el objetivo principal de Estados Unidos en Irán es el cambio de régimen, y ahora, tras poner fin a dicho tratado, Washington puede usar las sanciones, la retórica belicista y maniobras militares, lo que ya ha puesto a EE.UU. más cerca de la guerra con ese país. Al mismo tiempo, justifica sus acciones con el alegato de que adopta una política de "presión máxima" para alcanzar un "mejor acuerdo" nuclear con Teherán.
El pasado 5 de mayo John Bolton anunció el despliegue en Oriente Medio del grupo de combate del portaaviones USS Abraham Lincoln, así como el de un grupo operativo de bombarderos B-52, para mostrar a Irán que "cualquier ataque contra los intereses estadounidenses o de sus aliados se enfrentará con una fuerza implacable". Según Bolton, se adelanta esta acción en respuesta a "un número de indicadores y advertencias preocupantes y crecientes".
Sin embargo, varios funcionarios han comentado que la Administración de Trump ha exagerado la amenaza iraní para hacerla ver más grave de lo que pudiera ser. Asimismo, el comandante adjunto de la Coalición Internacional contra el ISIS, el británico Christopher Ghika, había ya negado la existencia de una amenaza mayor por parte de Teherán, asegurando que tal afirmación iba "en contra" de la información de la inteligencia estadounidense y de sus aliados "respecto a las fuerzas respaldadas por Irán en la región".
Tensión entre EE.UU. y Corea del Norte
Además, el periodista resalta que ya antes, como miembro de la Administración de George Bush, Bolton también desempeñó un papel fundamental en el colapso del antiguo acuerdo con Corea del Norte sobre su programa nuclear, impulsado por Bill Clinton. Asimismo, públicamente llamó a emplear el "modelo de Libia" contra Corea del Norte. Y meses antes de sumarse a la Administración de Trump, publicó en The Wall Street Journal un artículo en el que pedía una intervención militar inmediata y la guerra preventiva en ese país asiático.Bolton no mostró ninguna preocupación por las consecuencias catastróficas que pudo haber causado una guerra con Corea del Norte cuando estaba en la Administración de Bush. "Yo no hago la guerra. Hago política", afirmó entonces.
Y ahora como miembro de la Administración de Trump, el asesor de Seguridad Nacional presionó también para que EE.UU. se retirara de un tratado crucial sobre armas nucleares con Rusia, añade el periodista.
Alfredo Jalife-Rahme: "EEUU podría entramparse en un mega Vietnam en Medio Oriente"
GPS Internacional
14:08 17.05.2019 - SPUTNIK NEWS
El analista geopolítico dialogó con 'GPS Internacional' acerca de las tensiones entre Washington y Teherán.
"El
canciller iraní es considerado pro-occidental, porque los iraníes
también tienen ese lado que no les ha beneficiado en absoluto y tienen
el lado más nacionalista que son los Guardianes de la Revolución a los
que EEUU está asestándole a cada rato sanciones", indicó Jalife-Rahme.
"No veo ninguna guerra en el radar. No
solamente el canciller Zarif se encuentra en Japón para dar un mensaje
muy claro de que no quieren la guerra y pedir la mediación de aquel país
que puede ser muy benéfica, sino que también el mismo Trump, según
recoge el Washington Post que es del establishment, abiertamente dice
que no quiere la guerra", agregó.
"El secretario de Estado, Mike Pompeo, va de desastre en
desastre porque no es diplomático. EEUU carece de diplomáticos lo cual
es muy peligroso. A veces las cosas se resuelven por la guerra y otras
por el arte de la negociación que maneja Trump, pero tampoco le están
saliendo muy bien porque vemos que no ha podido ni con China, ni con
Corea del Norte, ni con la Unión Europa", subrayó el analista.
"Trump se salió en forma unilateral y rompió un acuerdo
firmado por las otras cinco superpotencias, todo con tal de desmarcarse
de lo que ha hecho Obama, porque quizás su gran contrincante en el
primer martes de noviembre de 2019 sea Joe Biden", puntualizó
Jalife-Rahme. "Entonces los iraníes en un momento dado estaban esperando
que se decantase la situación interna de EEUU, que allí es donde hay
que ver la política y no en el exterior", añadió.
"Trump junto a Pompeo y Bolton acaban de salir
de una micro Bahía de Cochinos en Venezuela y habría que imaginar si se
entrampan ahora en un mega Vietnam en el Medio Oriente", dijo
Jalife-Rahme en entrevista con Sputnik y radio M24.
Tres variantes de una guerra de EEUU contra Irán
©
AFP 2019 / Brendan Smialowski
22:03 15.05.2019 SPUTNIK NEWS