martes, 10 de septiembre de 2013

CHILE ANTES DEL GOLPE (entrevista de Marta Harnecker a MIGUEL ENRíQUEZ sec gral.del MIR - agosto 1973)//El balance del MIR en voz de un militante histórico// Entrevista exclusiva: Así se planeó y ejecutó la emboscada contra Pinochet el 7 de septiembre de 1986 por Dick Emanuelsson //Destierro político en democracia: La historia del chileno Hugo Marchant//Brasil: Contrapoder popular por Frei Betto//Canciller ruso: El ataque con armas químicas en Siria fue un montaje//El gran tabú estadounidense De lo que (no) hablamos cuando hablamos de crímenes de guerra//EEUU solo se detendrá cuando los muertos estén en su propio jardín//CALVO OSPINA / El derrocamiento de Allende, contado por Washington//Argentina,La memoria en ruinas: El kirchnerismo y los Centros Clandestinos de Detención

Brasil: Contrapoder popular


por Frei Betto

Adital 09.09.2013


Reducidas las manifestaciones, cuyo punto álgido se alcanzó en junio, ahora tenemos en varios lugares del país ocupaciones de espacio público: ayuntamientos, asambleas legislativas, calles frente a las casas de los políticos, etc.
Nuestras autoridades están sorprendidas y asustadas. Antes contaban con la colaboración de los grandes medios, que no daban importancia a las manifestaciones puntuales o las criminalizaba incluso, y la policía actuaba contra ellas con acción preventiva y represiva.
Ahora nuevos actores, difíciles de controlar, entraron en escena. Es el caso de las movilizaciones convocadas a través de las redes sociales. Se evita el bloqueo de los grandes medios por medio de iniciativas como la red Ninja (Narrativa Independiente, Periodismo y Acción).
Lo nuevo de ahora es la inversión del poder político. El contrapoder popular. Hasta junio las autoridades y los partidos dictaban la pauta política en la que la población debía ser encuadrada. La clase política, desde la altura de su elitismo, pensaba que sólo debía prestar atención al pueblo de dos en dos años, en los períodos electorales. Consideraba la política como una rueda gigante movida por un mecanismo de alianzas y pactos partidistas y cuyos ocupantes miraban desde la cumbre a la plebe ignorante.
De repente, los movimientos sociales decidieron recurrir a la democracia directa y ocupar espacios que por derecho son ‘casas del pueblo’, frecuentemente usurpadas por quienes deberían representarnos, como en el caso de la CPI de las empresas de autobuses en Rio de Janeiro, en la cual la mayoría de quienes la integran se manifestó contraria a su instalación. Es el zorro investigando quién ataca al gallinero…
He ahí lo incómodo: el movimiento social escapa al control gubernamental. El poder público lo ignoraba o, cuando mucho, la asumía. Los pocos representantes de esos movimientos en las esferas legislativas y ejecutivas no tenían ni voz ni voto. Basta con recordar la paralización de los proyectos de reforma agraria en el Congreso Nacional y en el gobierno federal.
Los movimientos sociales buscaban una alternativa: la pacífica insurrección popular. Violada a veces por vándalos que eran policías infiltrados o le hacían el juego a la derecha, y cuyas máscaras debieran ser arrancadas por quien prefiere la no violencia activa. Mi generación salió a las calles a pecho descubierto a manifestarse contra la dictadura.
El riesgo político de este proceso (y protesta) popular es confundir el suprapartidismo con el nefasto antipartidismo. Los partidos políticos son, como el Estado, un mal necesario. Si es cierto que muchos traicionan sus orígenes y discursos, chapotean en la corrupción, establecen alianzas promiscuas, hacen en la vida pública lo que hacen en la privada… la solución no es medirles las costillas y fruncir el ceño, ondeando la bandera del voto nulo.
Aquel a quien le disgusta la política acaba siendo gobernado por el que no le disgusta. Y precisamente lo que desean los malos políticos es que haya bastante disgusto, para que ellos puedan hacer y deshacer a su antojo. Lo que más temen es la interferencia de nuevos actores en la esfera política y el baile de los escaños en las elecciones.
La alternativa es la reforma política. Es una demanda urgente. No sólo para decidir si el voto será distrital o si las campañas deberán ser financiadas por recursos privados. La reforma necesita incluir también exigencias, como el fin del voto secreto en el parlamento, el fin del secreto de las tarjetas de crédito de los poderes de la República, de los arreglos público-privados, de los préstamos de recursos públicos a boca de caja y en el silencio de la noche, de la privatización de bienes estatales y públicos, etc.
La reforma política, si no se hace a fondo, permitirá que continuemos teniendo elecciones viciadas por el poder económico, por el "te doy aquí, me das allá”, por los arreglos en la cúpula, por el porcentaje de votos dados al candidato honesto pero que acaban contabilizados a favor del candidato corrupto.
La reforma política deberá también incluir mecanismos de transparencia en el ejercicio de la actividad política, de modo que la soberanía popular pueda ejercer control sobre el desempeño de los políticos y de las instituciones públicas.
Peor que aquel presidente-dictador a quien le disgustaba el olor del pueblo es el político que se llama demócrata y detesta la proximidad del pueblo, prefiriendo que éste sea mantenido a distancia por las fuerzas policiales.
[Frei Betto es escritor, autor de "Calendario del poder”, entre otros libros. www.freibetto.org - twitter:@freibetto.


Canciller ruso: El ataque con armas químicas en Siria fue un montaje

Publicado el 9/09/13 • en Contrainjerencia
Siria montaje
RIA Novosti – El supuesto ataque con armas químicas perpetrado el 21 de agosto cerca de Damasco fue una puesta en escena, declaró hoy el ministerio de Exteriores ruso, Serguéi Lavrov.
“Existen datos relativos a lo ocurrido el 21 de septiembre que apuntan, a nuestro juicio, a que fue una puesta en escena”, afirmó Lavrov durante una reunión en Moscú con su homólogo sirio, Walid Mualem.
El canciller ruso citó el testimonio de la madre Agnes, superiora de un monasterio en Siria, que en una entrevista reciente afirmó que el presunto ataque fue un montaje de los rebeldes. Lavrov se refirió también a las informaciones recabadas por Carla del Ponte, miembro de la comisión internacional de investigación sobre Siria, que apuntan a que los propios rebeldes han empleado armas químicas.
Subrayó además que Rusia insistirá en que los inspectores de la ONU regresen a Siria lo antes posible para concluir la investigación de todas las denuncias sobre el uso de armas químicas. “El secretario general de la ONU ya ha dicho que pronto ordenará el regreso de los inspectores (a Siria). Tenemos sospechas de que alguien puede intentar impedir estos planes, y vamos a esforzarnos para que los inspectores concluyan su misión”, aseveró Lavrov.
Un informe de la Inteligencia de EEUU señaló al régimen sirio como responsable del ataque del 21 de agosto que, según el documento, causó 1429 muertos, 426 de ellos niños. Tras conocerse el informe, el presidente Barack Obama solicitó al Congreso la autorización para atacar Siria que los legisladores debaten esta semana.
© RIA Novosti.
Destrucción de armas químicas en el mundo
Los planes de Washington de usar la fuerza contra el régimen sirio han divido la comunidad internacional, aunque cada vez son más los países que coinciden con Rusia en que la solución militar llevaría al “auge del terrorismo tanto en Siria como en países vecinos” y a un aumento drástico de refugiados, afirmó el jefe de la diplomacia rusa.
Sin embargo, pese a la gravedad de la situación en Siria, aún existen posibilidades de una solución política, insistió Lavrov, al tiempo de instar a que la oposición siria se sume a la segunda conferencia de paz en Ginebra propuesta por Rusia y EEUU. También llamó a Washington a que se centre en el arreglo político en lugar de preparar una acción militar.
Moscú por su parte seguirá adelante con sus esfuerzos para organizar el foro, aseguró el ministro. “Rusia ha mantenido en los últimos años contacto con todos los grupos opositores sin excepción, y seguiremos adelante con esta labor”, dijo.
A su vez, el canciller sirio Walid Mualem reafirmó que Damasco está dispuesto a participar en la conferencia de Ginebra 2, y advirtió de que el ataque contra Siria puede impedir su celebración.
© RIA Novosti.
Posibles fuerzas de ataque a Siria
Mualem agradeció, en nombre de Bashar Asad, la posición sobre Siria que el presidente Vladímir Putin defendió durante la reciente cumbre del G20, y advirtió de que el ataque contra su país podría reforzar las posiciones de los yihadistas en Siria.
“Si, tal como sospechamos, el objetivo de la agresión contra Siria es debilitar al Ejército sirio en interés de Al Qaeda, tenemos todo el derecho de preguntarnos en qué consiste el verdadero propósito de EEUU que pretende desencadenar una agresión en el lado del (islamista) Frente Al-Nusra”, resumió.


Consejo de Seguridad de Rusia: “Si el Congreso de EE.UU. autoriza atacar Siria, será ilegal”

9 septiembre 2013 Cubadebate
bandera rusia
Si el Congreso de EE.UU. autoriza el ataque en Siria, será una agresión, ha declarado el secretario del Consejo de Seguridad de Rusia, Nikolai Pátrushev.
“El Congreso [de EE.UU]. no tiene derecho a autorizar un ataque a otro Estado, porque no ha habido una agresión contra EE.UU. en este caso”, señaló Pátrushev, recordando que las acciones militares contra otros países solo pueden ser autorizadas por el Consejo de Seguridad de la ONU.
(Noticia en construcción con información de RT)


Militar e Inteligencia

Rusia pide a Damasco poner armas químicas bajo control internacional

9 septiembre 2013 Cubadebate
Serguei Lavrov.Serguei Lavrov.
El canciller Serguei Lavrov anunció hoy la propuesta de Rusia de establecer control internacional sobre los arsenales químicos en Siria, en un esfuerzo adicional por evitar un ataque militar contra el país árabe por parte de Estados Unidos. Lavrov presentó la propuesta en una comunicación urgente ante la prensa, luego de sus conversaciones este lunes con su par sirio, Walid Muallen.
“Hemos mantenido hoy un encuentro con el canciller sirio, Walid Mualem, pero luego ha llegado la declaración de Kerry de que si el Gobierno de Bashar al Assad acepta poner sus arsenales químicos bajo el control internacional, no habrá intervención. No sabemos si Siria aceptará, pero si esto permite evitar una acción militar, Moscú se pondrá a trabajar en ello”, ha insistido Lavrov.
“Nos dedicaremos a convencer a Damasco de que elimine las armas químicas y se incorpore a la unión de los países del mundo que se oponen al uso de este armamento”, ha puntualizado Lavrov, quien además ha añadido que ya ha remitido la petición por escrito a su homólogo sirio, Walid al Muallem, quien todavía se encuentra en la capital rusa.
El secretario de Estado de EE.UU., John Kerry, ha declarado este lunes que Al Assad podría resolver la crisis vinculada con los ataques químicos simplemente entregando “cada una de las unidades” de sus arsenales químicos a la comunidad internacional durante la próxima semana. Cabe destacar que horas después Washington afirmó que en realidad Kerry no estaba ofreciendo a Damasco una salida concreta, sino que usó un “argumento retórico” para decir que no se puede confiar en un dictador tan cruel como Al Assad conocido por tergiversar los hechos.
(Con información de Prena Latina y RT)


Militar e Inteligencia

Obama asegura que en las nuevas condiciones el ataque militar quedaría “completamente” suspendido

9 septiembre 2013 Cubadebate
Barack Obama. Foto: AFP.Barack Obama. Foto: AFP.
El presidente de EE.UU., Barack Obama, ha asegurado que si su homólogo sirio acepta la propuesta rusa de poner bajo control internacional las armas químicas, la opción de un ataque militar quedaría “completamente” suspendida.
Obama ha concedido una ronda de entrevistas con seis cadenas de televisión para tratar el tema de una posible intervención militar limitada de EE.UU. en Siria.
“Considero esto un avance modestamente positivo”, dijo Obama en una entrevista a ‘ABC News’. “Vamos a ver si podemos encontrar un lenguaje que evite el ataque, pero que cumpla con nuestros objetivos clave para garantizar que no se usan esas armas químicas”, agregó.Aunque Obama dijo que “espera fervientemente que esto se pueda resolver de forma no militar”, al mismo tiempo declaró a Fox News que una posible solución diplomática en Siria no significa que el Congreso rechace una acción militar. “Creo que es importante para nosotros no levantar el pie del acelerador, cuando se trata de asegurarnos de que entiendan que queremos decir lo que decimos”, subrayó Obama.Obama sugirió que la disposición de Siria a buscar una solución diplomática podría dar al Congreso más tiempo para decidir si le otorga autoridad para atacar. “No creo que puedan ver una sucesión de votaciones esta semana o en cualquier momento en un futuro inmediato”, dijo Obama.Asimismo, el líder de la mayoría demócrata en el Senado, Harry Reid, ha suspendido la votación antes prevista para este 11 de septiembre sobre la acción militar en Siria, mientras la comunidad internacional discute la propuesta de Rusia sobre la resolución del conflicto. (Con información de RT)


Mejor Imposible

Viñetas de Alfons López

Solos o acompañados

09 sep 2013
alfons-capitolio


Militar e Inteligencia

Washington admite que no posee “evidencia confiable” contra Al Assad

9 septiembre 2013 Cubadebate
Jefe de Gabinete de la Casa Blanca, Denis McDonough, revela información. Foto: Archivo. Jefe de Gabinete de la Casa Blanca, Denis McDonough, revela información. Foto: Archivo.
La Administración del presidente Barack Obama admitió este domingo que no posee “pruebas confiables”, ni mucho menos “irrefutables”, que confirmen la responsabilidad del presidente sirio, Bashar al Assad, en los supuestos ataques con armas químicas que habrían sido perpetrados el pasado 21 de agosto en las afueras de Damasco.
El jefe de Gabinete de la Casa Blanca, Dennis McDonough, afirmó que su Gobierno carece de una “evidencia irrefutable que esté más allá de toda duda razonable”, para convencer a los ciudadanos y los congresistas de apoyar la iniciativa de Obama de intervenir militarmente en Siria.
El principal asesor de Obama, no obstante, reiteró las acusaciones contra Damasco, alegando que “una prueba de sentido común” dicta que Damasco es el autor del ataque.
“Éste no es un tribunal de justicia, las labores de inteligencia no operan así. La prueba del sentido común dice que Al-Assad es responsable de esto (el ataque) y debemos obligarlo a rendir cuentas”, señaló.
Una vez más, Washington basa sus acusaciones en polémicas grabaciones de videos colgadas en internet -desde un día antes del ataque- que muestran a decenas de supuestas “víctimas” del gas sarín. Los videos fueron colgados por facciones terroristas que luchan por derrocar a Al-Assad.
En ese sentido, McDonough se defendió diciendo que “nadie impugna la inteligencia, nadie duda de lo que dice la inteligencia”, apartando el hecho de que no existen pruebas veraces que respalden sus acusaciones.
AL respecto, La Casa Blanca afirma una y otra vez que tiene como prueba presuntas conversaciones por radio entre los oficiales del Ejército de Siria, en las que -presuntamente- los interlocutores se atribuyen la responsabilidad del ataque. No obstante, Washington ni siquiera ha hecho públicos estos materiales.
Estados Unidos se niega a esperar los resultados de investigaciones de los inspectores de la Organización de Naciones Unidas que, a petición de Damasco, realizaron pesquisas en el territorio sirio para dar con el verdadero responsable del uso de armas químicas el pasado 21 de agosto.
Washington, junto a Londres París, Ankara y Tel Aviv dicen contar con las pruebas “necesarias” -y desconocidas- que apuntan al Gobierno sirio como el autor de esta agresión.
Los gobiernos de Rusia, China, Irán, Líbano y algunos de América Latina denuncian que las “falsas acusaciones” tienen como fin “legitimar una injerencia armada” en el país árabe.
EN el caso de Moscú, afirman que el Gobierno de EE.UU. Miente, ya que las pruebas del uso de armas químicas presentadas “no son convincentes ni concluyentes”.
“Nos enseñaron algunos materiales que no eran concretos, no contenían ni coordenadas geográficas, ni nombres, ni evidencias de que las muestras hubieran sido tomadas por profesionales”, detalló el canciller ruso, Serguei Lavrov, días atrás.
(Con  información de Telesur)


Exrehén de rebeldes sirios: “Orquestaron el ataque y esperan bombarderos de la OTAN” (actualidad.rt.com)

7 septiembre, 2013

Mataron, lo grabaron, lo subieron a Internet y se sentaron a esperar los bombarderos de la OTAN

La periodista ucraniana Anhar Kóchneva, secuestrada durante cinco meses por los rebeldes sirios, sostiene que el ataque químico cerca de Damasco fue organizado por los insurgentes para conseguir el apoyo extranjero.
La zona donde reside la periodista está a unos pocos kilómetros de Guta oriental, el suburbio de Damasco donde supuestamente se llevó a cabo un ataque con armas químicas, del que la oposición acusa a las fuerzas gubernamentales. El día del supuesto ataque “el viento soplaba en nuestra dirección a una velocidad de unos 20 metros por segundo” cuenta Kóchneva en su blog, publicado en la web de la emisora rusa Ejo Moskvi.
“Ahora imagínense qué habría sucedido si una nube tóxica hubiera cubierto la ciudad”, señala la periodista, explicando que los residentes de su barrio seguramente lo habrían sentido, al igual que sienten el olor a quemado desde los cercanos lugares de combate.
Sin embargo, destaca, no hubo intoxicados en Damasco, territorio que está totalmente controlado por el Gobierno, ni tampoco en las áreas que están bajo el control de los insurgentes. La periodista cuenta que en los últimos dos años, los sirios se han convertido en aficionados a fotografiar, pero, a pesar de esto, las únicas pruebas de la supuesta muerte de 1.300 personas y la intoxicación de otras 3.600 son unos videos cuestionados por muchos expertos en el tema.
“¿Dónde están los cuerpos? ¿Dónde están los intoxicados? ¿Por qué no se nos ha mostrado nada de esto?”, pregunta la periodista.
Además, relata, “en Siria hablan de que los niños que salen en el video son los mismos que habían sido secuestrados en los pueblos cercanos a la ciudad costera de Latakia” o bien “hijos de los kurdos que apoyan el Gobierno”.
“Mataron, lo grabaron, lo subieron a Internet y se sentaron a esperar los bombarderos de la OTAN. Porque sin los bombarderos de la OTAN no podrán llevar a buen término la revolución contra la voluntad del pueblo”, denuncia Kóchneva.
Los sirios ya bromean de que Barack Obama conoce la geografía de Siria mejor que la de EE.UU., dice la exrehén, contando uno de los chistes: “-Señor Obama, tenemos un problema en Deraa. –¿En el centro o cerca de la estación ferroviaria?”
¿Dónde están los cuerpos? ¿Dónde están los intoxicados? ¿Por qué no se nos ha mostrado nada de esto?
Anhar Kóchneva, periodista y bloguera ‘freelance’ que trabajaba para medios rusos y ucranianos, fue secuestrada a primeros de octubre del 2012 cerca de la ciudad siria de Homs.
Los secuestradores, que eran miembros del Ejército Libre Sirio, amenazaron en varias ocasiones con matarla si no pagaban un rescate 50 millones de dólares. Más tarde la suma fue reducida hasta 300.000 dólares. Los rebeldes dijeron que planearon ejecutar a Kóchneva el 16 de diciembre, pero que decidieron “darle una segunda oportunidad”. Después de pasar más de 150 días en cautiverio, algo que mermó profundamente su salud, Kóchneva se escapó. La periodista caminó 15 kilómetros por una zona montañosa antes de toparse, en un golpe de suerte, con unas personas que le ayudaron a llegar a una zona controlada por las fuerzas gubernamentales.


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El gran tabú estadounidense

De lo que (no) hablamos cuando hablamos de crímenes de guerra


Traducido para Rebelión por Germán Leyens
“Cuando se firma una acreditación de seguridad y se hace un juramento hay que respetarlo. No es opcional”. (Steven Bussi, de la neoconservadora Fundación Heritage, sobre Chelsea Manning [conocida anteriormente como Bradley])
¿Es verdad? ¿No importa lo que se pida a un individuo con acreditación de seguridad? ¿No importa lo que vea y sepa, tiene que ignorar su conciencia y obedecer órdenes? Pero Steven, amigo mío, debes saber que después de la Segunda Guerra Mundial muchos alemanes utilizaron, por cierto, como excusa que “obedecieron órdenes”. Los victoriosos aliados ejecutaron, por cierto, a muchos de ellos.
Sus sentencias de muerte fueron determinadas por el Tribunal Militar Internacional de Núremberg, Alemania, que declaró que “los individuos tienen deberes internacionales que trascienden las obligaciones nacionales de obediencia. Por ello los ciudadanos individuales tienen el deber de violar las leyes interiores para impedir que ocurran crímenes contra la paz y la humanidad”.
Además, el Principio IV de Núremberg señala: “El hecho de que una persona actúe bajo las órdenes de su Gobierno o de un superior no le exime de la responsabilidad bajo las leyes internacionales, siempre que se demuestre que tenía posibilidad de actuar de otra forma”.
Manning, y también Edward Snowden, tenían alternativas morales y las escogieron.
Hay que señalar que Barack Obama se ha negado a enjuiciar a aquellos que bajo el gobierno de Bush estuvieron específicamente involucrados en la tortura –declara– porque estaban obedeciendo órdenes. ¿Nunca ha oído hablar ese hombre “educado” del Tribunal de Núremberg? ¿Por qué no le da vergüenza repetir una y otra vez ese argumento?
Imagino que en los últimos tres años que Manning ha tenido que vivir incomunicado, torturado y humillado, aumentando considerablemente sus dificultades personales ya existentes, la idea del suicidio habrá asaltado su mente en numerosas ocasiones. Ciertamente me habría pasado a mí si hubiera estado en su posición. En los futuros miles y miles de días y largas noches de encarcelamiento esos pensamientos pueden acompañar frecuentemente a Manning. Si los pensamientos se convierten en deseo, y el deseo se hace insoportable, espero que esa valerosa joven mujer encuentre un camino para realizarlo. Toda persona tiene ese derecho, incluso los héroes.
EE.UU. y sus perros falderos europeos pueden haber ido demasiado lejos para su propio bien en sus intentos de controlar toda comunicación disidente exigiendo información total de compañías involucradas en mensajería encriptada, presionando para cerrar varias de esas firmas, obligando al avión del presidente boliviano a aterrizar, destruyendo los ordenadores de un importante periódico, deteniendo al compañero de un periodista durante nueve horas en un aeropuerto, apoderándose de los registros telefónicos de periodistas de Associated Press, amenazando con enviar a la cárcel a un periodista del New York Times si no revelaba la fuente de una filtración, mintiendo desvergonzadamente a altos niveles, ocultando micrófonos en la Unión Europea y en las Naciones Unidas, realizando vigilancia sin límites conocidos… ¿Dónde terminará? ¿Será contraproducente en algún momento y permitirá que EE.UU. vuelva a su nivel normal de Estado policial? El 24 de julio, una ley que habría limitado el poder de la NSA fue derrotada solo por 217 votos contra 205 en la Cámara de Representantes.
¿Y durante cuánto tiempo seguirá manchando su imagen Amnistía Internacional al negarse a declarar lo que es obvio? Que Chelsea Manning es una Prisionera de Conciencia. Si se va al sitio en la Web de Amnistía y se busca “prisioneros de conciencia”, se encontrarán destacados muchos nombres, incluidos varios cubanos. ¿Puede haber alguna conexión entre la omisión de Manning con el hecho de que la directora ejecutiva de Amnistía Internacional EE.UU., Suzanne Nossel, llegó a su posición proveniente del Departamento de Estado de EE.UU., donde fue Vicesecretaria Adjunta para Organizaciones Internacionales?
Una llamada telefónica a la oficina de Amnistía en Nueva York no consiguió suministrarme alguna explicación de la omisión de Manning. Sugiero que los lectores traten de lograrla de AI en sus países.
Mientras tanto, en la otra destacada organización internacional de derechos humanos, Human Rights Watch, Tom Malinowski, director de la oficina en Washington de HRW, ha sido nombrado por Obama Secretario Adjunto de Estado para Democracia, Derechos Humanos y Laborales. ¿Realmente es demasiado esperar que un alto funcionario de una organización de derechos humanos se niegue a trabajar para un Gobierno que ha sido el principal violador de los derechos humanos en todo el mundo durante más de medio siglo? Y si ese nombramiento le parece demasiado repelente, basta con que considere la tortura, el mayor ejemplo de la crueldad humana. ¿Qué gobierno ha estado más íntimamente involucrado con ese horror que EE.UU.? Enseñándolo, suministrando manuales y equipamiento, creando centros de tortura en gran parte del mundo, secuestrando a personas para llevarlas a esos sitios (“entregas”), incomunicación, alimentación forzada, Guantánamo, Abu Ghraib, Bagram, Chile, Brasil, Argentina, Chicago…
¡Dios nos perdone!
William Blum es autor de Killing Hope: U.S. Military and CIA Interventions Since World War II, Rogue State: a guide to the World’s Only Super Power . Su último libro es: America’s Deadliest Export: Democracy. Contacto: BBlum6@aol.com 
Fuente: http://www.counterpunch.org/2013/09/06/what-we-dont-talk-about-when-we-talk-about-war-crimes/
rCR


Militar e Inteligencia

Rebeldes planean ataque químico contra Israel desde territorio controlado por Assad (+ Video)

9 septiembre 2013 Cubadebate
rebeldes sirios

Según una serie de fuentes, los rebeldes sirios planean lanzar un ataque contra Israel desde el territorio controlado por las fuerzas de Al Assad haciendo uso de armas químicas. El objetivo sería generar una provocación a gran escala.

Esta noticia surge horas después de que el canciller ruso, Serguéi Lavrov, propusiera a Siria poner su arsenal de armas químicas bajo el control internacional para su posterior destrucción, a fin de prevenir un posible ataque militar contra el país árabe que desde hace más de dos años está siendo azotado por la guerra interna.
Moscú también instó a las autoridades sirias a unirse a la Organización para la Prohibición de las Armas Químicas. La oferta fue presentada al ministro de Exteriores sirio, Walid al Muallem, quien se reunió con Lavrov en Moscú este lunes.

“No sabemos si Siria aceptará la oferta, pero si la imposición de un control internacional sobre las armas químicas almacenadas en el país puede ayudar a evitar los ataques militares, inmediatamente vamos a empezar a trabajar con Damasco”, dijo Lavrov.

El Ministerio de Relaciones Exteriores de Siria ha saludado la iniciativa de Moscú, “basada en la preocupación del Gobierno sirio por la vida de nuestro pueblo y la seguridad de nuestro país”, agregó Muallem.


EEUU solo se detendrá cuando los muertos estén en su propio jardín

Publicado el 9/09/13 • en Contrainjerencia
adevertencia
De ejecutarse un ataque militar contra Siria, los aliados del país árabe tomarían medidas de represalia, así ha declarado este domingo el presidente sirio, Bashar al-Asad, durante una entrevista concedida a la cadena estadounidense de CBS.
Estas declaraciones del mandatario árabe se han producido en medio de la retórica belicista que ha adoptado Occidente contra el Gobierno sirio, acusándole de autorizar el uso de armas químicas en un ataque realizado el pasado mes de agosto en los suburbios de la capital siria de Damasco, alegaciones rechazadas de forma vehemente por el Ejecutivo del país árabe.

Los aliados de Siria ya están prontos para atacar y estarían ya distribuídos en todo el mundo listos para recibir la señal de Siria. No habrá perdón para ninguno de los amigos de EEUU más influyentes, señalan algunas fuentes. Precisamente una fuente que solicitó el anonimato afirmó, para dejar constancia que “no habrá blanco excluído” de  los ataques. Al preguntar el cronista qué se refería, la fuente dijo: “Si golpean civiles, morirán civiles, si golpean instalaciones públicas atacaremos instalaciones públicas de cualquier parte del mundo, y si deciden utilizar terrorismo de Estado tendrán terrorismo por siempre” y si mueren niños sirios, morirán niños occidentales”….”EEUU solo se dentendrá cuando la guerra llegue a su jardín” dijo.
ASSAD DESMIENTE HABER UTILIZADO METERIAL QUIMICO ALGUNO EN SU PAÍS
“No hay evidencia de que haya utilizado armas químicas contra mi propio pueblo”, ha afirmado Al-Asad durante la entrevista, celebrada en el palacio presidencial.
Ha asegurado firmemente que las pruebas aportadas por el Gobierno de Washington no son concluyentes.
Se trata de la primera entrevista que concede el presidente sirio a un medio estadounidense en más de dos años del conflicto que aqueja al Estado árabe.
La entrevista íntegra, conforme al periodista estadounidense Charlie Rose, será emitida este lunes por la mañana en el programa “The Charlie Rose Show” de la CBS.
La crisis siria se ha profundizado después de que el pasado 21 de agosto, los terroristas acusaran al Gobierno sirio de haber matado a unas 1300 personas en un ataque con armas químicas en una zona cerca de Damasco.
Sin embargo, el Gobierno y el Ejército sirios han rechazado esas acusaciones y aseguran que no han utilizado armas químicas en ningún punto de su territorio.


Atilio Borón: "Obama salió con las manos vacías del G20"

Por: Telam | Lunes, 09/09/2013 04:11 PM

Atilio Borón

Atilio Borón

Credito: Yvke Mundial

09-09-13.-El politólogo analizó los resultados de la Cumbre del G20 realizada la semana pasada en San Petesburgo, Rusia y aseguró que “Obama esperaba conseguir un mandato para poner fin a lo que él llama `atrocidades` que suceden en Siria".

Borón señaló que “Obama esperaba conseguir un mandato para poner fin a lo que él llama atrocidades que suceden en Siria, pero salió con las manos vacías. Sus aliado tradicionales le han dado la espalda, difícilmente el parlamento británico vote el ataque y Ángela Merkel está muy muy tímida. El único que da la nota es Francoise Hollande”.

En declaraciones a FM Nacional Rock, Borón analizó las causas de un probable ataque a Siria por parte de Estados Unidos y sostuvo que “acá hay muchos intereses en juego. Cada uno de los misiles tomahawk que piensan lanzar vale un millón cuatrocientos mil dólares. El cálculo es que van a tirar no menos de 500, por lo que estamos hablando de más de 700 millones de dólares. Para el complejo militar industrial ya esto es un negocio fenomenal”.

En paralelo a esto, agregó que “también juega el lobby petrolero. Si bien Siria tiene menos petróleo que Argentina, por allí pasan dos grandes oleoductos para abastecer a Europa que están en disputa. Uno está promovido por Irán, Irak, Rusia y Siria. Y el otro promovido por Estados Unidos Arabia Saudita y Turquía. Lo que clarifica los alineamientos de estos países”.

Finalmente, el académico argentino analizó la propuesta del presidente norteamericano para que sea el Congreso quién autorice el ataque en Medio Oriente y presagió que “va a ser difícil que Obama consiga los votos en el Congreso porque se hace cada vez más difícil vender las guerras. Obama dijo que si no lo acompaña el Congreso lo va a hacer igual. Esto habla del deterioro de la calidad democrática de Estados Unidos, y se parece más a un emprendimiento mafioso para ciertos grupos económicos".




Periodista italiano retenido en Siria oyó que el ataque de gas fue de los rebeldes

Por: Agencias | Lunes, 09/09/2013 12:10 PM 

El periodista italiano Domenico Quirico

El periodista italiano Domenico Quirico

Credito: Agencias

09-09-13.-El periodista italiano Domenico Quirico, que permaneció secuestrado cinco meses en Siria, declaró hoy que llegó a escuchar una conversación de sus captores en la que decían que “la operación con gas en dos barrios de Damasco” fue perpetrada por los rebeldes para provocar la intervención militar de Occidente.
opinan los foristas

Quirico ofreció su testimonio al diario turinés “La Stampa”, del que es corresponsal, en respuesta a las declaraciones realizadas por su compañero de cautiverio, el profesor universitario belga Pierre Piccinin da Prata, quien en una intervención en una radio de su país, recogida por los medios italianos, aseguró que el Gobierno de Bachar al Asad no utilizó gas sarín en la periferia de Damasco.”Es una locura decir que yo sé que no fue Asad el que utilizó el gas”, afirmó Quirico, quien anoche volvió a Italia después de ser liberado tras cinco meses de cautiverio.

Quirico señaló que desconocían todo lo que estaba sucediendo en Siria durante su secuestro y, “por tanto, también el ataque con gas en Damasco”.

Sin embargo, explicó que en una ocasión pudieron escuchar desde la habitación en la que permanecían retenidos y a través de una puerta entreabierta, una conversación en inglés por Skype (llamadas por internet) entre tres personas.

Quirico subrayó que desconoce los nombres de los participantes en la conversación, pero que uno de ellos se presentó como un general del Ejército de liberación sirio, mientras que no había visto nunca al hombre que le acompañaba, y que tampoco sabe nada del tercer interlocutor con el que hablaban a través de internet.

“En esa conversación -precisó Quirico- decían que la operación con gas en los dos barrios de Damasco había sido perpetrada por los rebeldes como provocación, para inducir a Occidente a intervenir militarmente y que, en su opinión, el número de muertos era exagerado”.

Quirico reiteró que desconoce si lo dicho en esa conversación “es cierto”, insistió en que desconoce la identidad de los tres participantes en la misma y en que no dispone de elementos para asegurar que las afirmaciones estuvieran basadas en hechos reales o si eran habladurías.

“Es importante tener presente las condiciones en las que nos encontrábamos y no hay que olvidar que éramos prisioneros que escuchaban cosas a través de las puertas. No tengo elementos para juzgar (…) Es un locura decir que yo sé que no fue Asad el que utilizó el gas”, concluyó el periodista.

El pasado 29 de abril “La Stampa” denunció la desaparición de Quirico, tras no tener noticias del periodista en veinte días y explicó que la última vez que habían contactado con él fue después de que lograra entrar en Siria desde el Líbano para realizar una serie de reportajes en la zona de Homs.

Anoche el diario anunció que el periodista había sido liderado y que iba a viajar de regreso a Italia de forma inmediata.

Domenico Quirico, de 62 años, cuenta con una sólida trayectoria profesional en zonas de conflicto y ha sido enviado de “La Stampa” en Sudán, además de ser el encargado de cubrir la primavera árabe en países como Túnez y Egipto y la crisis alimentaria en el Cuerno de África.




Militar e Inteligencia

Naciones Unidas: Acción militar en Siria puede extender conflicto al resto de la región

9 septiembre 2013 Cubadebate

Consejo de Seguridad de la ONU. Foto: Archivo. Consejo de Seguridad de la ONU. Foto: Archivo.
Una respuesta militar o seguir con suministro de armas pueden extender el conflicto en Siria al resto de la región, advirtió hoy la responsable de derechos humanos de la ONU.
“Esta terrible situación reclama una acción internacional, pero una respuesta militar o continuar con la provisión de armas puede encender una conflagración regional que resultaría en más muertes y miseria”, declaró la alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos, Navi Pillay.
Al inaugurar la última sesión del año del Consejo de Derechos Humanos, Pillay advirtió que tras dos años y medio de conflicto “no hay salidas fáciles ni obvias”, excepto una negociación inmediata de “pasos concretos para poner fin al conflicto”.
“Este no es el momento para que poderosos Estados mantengan sus desacuerdos sobre cómo actuar, o para que los intereses geopolíticos se antepongan a su obligación legal y moral de salvar vidas”, enfatizó.
Del uso de armas químicas contra civiles del que se acusa a las fuerzas del régimen de Bashar Al Assad, señaló que poca duda puede quedar de que efectivamente se utilizaron, aunque “las circunstancias y responsabilidades quedan por ser clarificadas”.
Navi PillayNavi Pillay, alta comisionada de la ONU para los Derechos Humanos.
Recordó que hace dos años, cuando inauguraba una sesión similar del Consejo de Derechos Humanos, daba cuenta de una cifra de 2.600 muertos por los enfrentamientos entre las fuerzas opositoras y el ejército del régimen sirio, mientras que ahora los fallecidos por esta razón superan los 100.000.
Aparte están las 4,25 millones de víctimas de esta guerra civil que han sufrido desplazamiento forzado y los dos millones de refugiados en los países vecinos.
(Con información de EFE)


CALVO OSPINA / El derrocamiento de Allende, contado por Washington

Publicado el 9/09/13 • en Contrainjerencia
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HERNANDO CALVO OSPINA – Desde 1961, apenas posesionado, el presidente John F. Kennedy nombró un comité encargado de las elecciones que se desarrollarían en Chile tres años después. Según la investigación de la Comisión Church del Senado estadounidense[1], estuvo compuesto de altos responsable del Departamento de Estado, la Casa Blanca y la CIA. Este Comité fue reproducido en la embajada estadounidense en Santiago, capital chilena. El objetivo era impedir que el candidato socialista, Salvador Allende, ganara los comicios [2].
Allende era un marxista convencido de que por la vía pacífica se podía llegar al gobierno, y, desde ahí, darle un vuelco a las estructuras del Estado en beneficio de las mayorías empobrecidas. Expresaba que para lograr tal objetivo se debía nacionalizar las grandes industrias, priorizando las que estaban en manos estadounidenses, al ser éstas las que explotaban los recursos estratégicos. Estos, y otros ideales sociales, lo convirtieron en un indeseable para Washington: podría servir de ejemplo para los pueblos de otras naciones latinoamericanas.
Para hacerle oposición, varios millones de dólares fueron distribuidos entre los partidos políticos de centro y de la derecha para que realizaran su propaganda. Al momento de elegir el candidato a la presidencia, Washington decidió apoyar a Eduardo Frei, del partido Demócrata Cristiano, un personaje que impuso a sus otros financiados.
En total, la operación costó unos veinte millones de dólares, una suma inmensa para la época, al punto de sólo poderse comparar con lo gastado en las elecciones presidenciales estadounidenses. Es que Washington no tanto invirtió en el candidato Frey, sino que realizó toda una campaña de propaganda anticomunista a largo plazo.
La Comisión del Senado dijo: “Se explotaron todos los medios posibles: prensa, radio, películas, volantes, folletos, correos, banderolas, pinturas murales.” La Comisión reconoció que la CIA realizó, por intermedio de sus partidos comprados y varias organizaciones sociales, una “campaña alarmista” donde el objetivo principal fueron las mujeres, a las cuales se les aseguraba que los soviéticos y los cubanos llegarían para arrebatarle a sus hijos si ganaba Allende. Afiches distribuidos masivamente mostraban a niños llevando en la frente un tatuaje con la hoz y el martillo. La tradición religiosa también fue manipulada al máximo para que se temiera al “comunismo ateo e impío.”
La operación psicológica funcionó por encima de las expectativas: Frei logró el 56% de votos, mientras que Allende el 39%. La CIA, según la Comisión del Senado, aseguró que “la campaña de inculcar miedo anticomunista había sido la más eficaz de todas las actividades adelantadas.”
Fue una operación psicológica, con carácter de guerra, cuya base eran los planes aplicados en Guatemala que terminaron derrocando al presidente Jacobo Arbenz, en junio de 1954 [3]. Una operación que en Chile no se desmanteló con el triunfo de Frei, porque, a pesar de todo, la cantidad de votos logrados por Allende fue alta. Y el vencido tenía todas las intenciones de presentarse a las futuras elecciones.
En sus Memorias William “Bill” Colby, jefe de la CIA entre 1973 y1976, cuenta que durante las elecciones presidenciales de 1970, “la CIA debió dirigir todos los esfuerzos contra el marxista Allende. Ella se encargó de organizar una vasta campaña de propaganda contra su candidatura.” [4] La operación se llamó “Segunda Vía”. Todo por orden directa del presidente Richard Nixon.
Henry Kissinger, el consejero para la Seguridad Nacional del presidente, expresaría durante una reunión del Consejo de Seguridad sobre Chile, el 27 de junio de 1970: “Yo no veo por qué debemos quedarnos indiferentes, mientras un país cae en el comunismo por culpa de la irresponsabilidad de su pueblo.” [5] O sea, la soberana decisión de los ciudadanos no podía ser válida si no estaba en concordancia con los intereses estadounidenses. Durante esta reunión se decidió sumar trescientos mil dólares a la operación de propaganda que ya se adelantaba.
Según la Comisión Church del senado, Richard Helms, jefe de la CIA desde 1966, envió a dos oficiales de la CIA, a los que conocía desde los primeros preparativos de invasión a Cuba, como responsables; ambos especialistas de la guerra psicológica y la desinformación; con importante participación en el golpe de Estado en Guatemala, y acababan de desembarcar de la guerra en Indochina: David Atlee Phillips y David Sánchez Morales. La Comisión del Senado dijo que una de las consignas que englobaba la campaña era: “La victoria de Allende significa la violencia y la represión estalinista.”
Pero el 4 de septiembre de 1970 Allende ganó las elecciones. Escribe Colby que “Nixon entró en cólera. Él estaba convencido de que la victoria de Allende haría pasar a Chile al campo de la revolución castrista y anti-americana, y que el resto de América Latina no tardaría en seguirle los pasos.” Prosigue el ex patrón de la CIA: Nixon convocó a Helms “y le impuso muy claramente la responsabilidad de evitar que Allende asumiera sus funciones.” En la misma reunión Nixon encargó a Kissinger darle un seguimiento estricto al complot.
Es que quedaba una posibilidad para evitar que Allende asumiera la presidencia: había triunfado pero con una mayoría relativa, debido a que las fuerzas de izquierda se habían dividido, carcomidas por la campaña mediática y/o el dinero que la CIA logró inyectar a ciertos grupos. Por tanto el Congreso chileno se debía reunir el 24 de octubre para decidir entre Allende y Jorge Alessandri, candidato del partido conservador y quien obtuviera la segunda votación. El plan de Washington era, entonces, comprar el voto de congresistas para que no confirmaran el triunfo del socialista. Helms envió a un “grupo de trabajo” que mantuvo una “actividad frenética” durante seis semanas”, según relata Colby. Esto tampoco funcionó y Allende sería declarado ganador de las elecciones.
Los operarios especiales de la CIA tomaron contacto con responsables políticos y militares para seleccionar aquellos que podrían estar listos para actuar contra Allende, “y determinar con ellos la ayuda financiera, las armas y el material que fuera necesario para barrerlo de la ruta hacia la presidencia”, según Colby.
La mayor esperanza se centró en las Fuerzas Armadas, pero todo dependía de su comandante, el general René Schneider. El problema que encontró la CIA es que este militar había expresado claramente que su institución respetaría la Constitución. Y Colby, en sus Memorias, reconoce con una naturalidad espeluznante: “Entonces era un hombre a matar. Se organiza contra él una tentativa de secuestro que termina mal: fue herido al oponer resistencia y muere poco después debido a las heridas.”
Según la Comisión Church el 22 de octubre, muy temprano en la mañana, la CIA entregó a conspiradores chilenos metralletas y municiones “esterilizadas”, denominadas así porque en caso de investigación no es posible determinar su origen. Horas después se produjo el atentado. Tres días después moriría Schneider, “el hombre a matar”. Inmediatamente el presidente Nixon envió un cínico mensaje a su homólogo chileno: “Yo quisiera hacerle parte de mi dolor ante este repugnante acto.” El sucesor de Schneider sería un tal general Pinochet.
El 3 de noviembre de 1970 Allende se posesionó como presidente: Nixon no le envió el regular mensaje de felicitación que exige el protocolo diplomático, ni el embajador estadounidense asistió a la investidura.
Ahora correspondía preparar la desestabilización del nuevo gobierno, lo cual se encargaría a la Dirección del Hemisferio Occidental de la Agencia. Una dependencia que desde 1972 tuvo como director a un oficial con gran experiencia en operaciones clandestinas: Ted Shackley. Y éste nombró a su hombre-sombra, Tom Clines, para que se concentrara en el “caso Allende”, teniendo bajo su responsabilidad a los viejos colegas Sánchez Morales y Atlee Phillips.
En marzo del siguiente año Bill Colby vuelve a ser el superior de Shackley y Clines como subdirector de Operaciones Especiales. Este trío regresaba de estar al frente de la guerra sucia en Indochina, muy particularmente en Vietnam.
Desde 1972 este equipo de la CIA, en Washington y Chile, fue desarrollando la operación más perfeccionada de desinformación y sabotaje económico que hasta ese momento se conociera en el mundo. Colby confesó que fue una “experiencia de laboratorio que demostró la eficacia de la inversión financiera para desacreditar y derrocar a un gobierno.” [6]
No fue todo. Según la Comisión del Senado estadounidense, la estación de la CIA en Santiago se dedicó a recoger toda la información necesaria para un eventual golpe de Estado. “Listas de personas a detener; infraestructuras y personal civil que debían ser protegidos con prioridad; instalaciones gubernamentales a ocupar; planes de urgencia previstos por el gobierno si se diera un levantamiento militar.” [7]
Según el ex funcionario del Departamento de Estado, William Blum, esta información sensible de Estado fue obtenida a partir de la “compra” de altos funcionarios y de dirigentes políticos de la coalición partidaria de Allende, La Unidad Popular [8] . Mientras que en Washington los empleados de la embajada chilena se quejaban de la desaparición de documentos, no sólo de la sede diplomática sino de sus propios domicilios. Sus comunicaciones fueron sometidas a escucha. Un trabajo realizado por el mismo equipo que muy poco después se involucraría en el Watergate. [9]
La acción contra Allende necesitó de una campaña internacional de difamación e intrigas. Buena parte de ella fue encargada a un inexperto en política exterior y casi desconocido político, aunque viejo conocido del presidente Nixon y de los hombres que adelantaban la operación: George H.W. Bush. Esa tarea la realizó como embajador en la ONU, función que ocupaba desde febrero de 1971. Cuando fue nombrado para el cargo nadie quiso recordar que pocos meses antes había logrado, como representante a la Cámara de Texas, que se restableciera en ese Estado la pena de muerte para los “homosexuales reincidentes”.
El 11 de septiembre de 1973 se da el sangriento golpe de Estado contra el gobierno de Allende, encabezado por el general Augusto Pinochet, y se desata una terrible represión. Aunque Shackley había dejado su cargo poco antes de aquel fatídico día, fue la figura clave en el operativo. Su biógrafo afirma: “Salvador Allende murió durante el golpe. Cuando el humo se disipó, el General Augusto Pinochet, dirigente de la Junta Militar, estaba en el poder dictatorial, debido en parte al arduo trabajo de Shackley [...]” [10]
Casi un mes después, el 16 de octubre, Henry Kissinger recibiría el Premio Nobel de la Paz… Al año siguiente del golpe, mientras la dictadura seguía ensangrentando a la nación, el presidente Gerald Ford declaraba que los estadounidenses habían actuado “por los mejores intereses de los chilenos y, obviamente, para los de Estados Unidos.” [11]
Mientras que en 1980 el ex presidente Nixon escribiría: “Los detractores se preocupan únicamente por la represión política en Chile, e ignoran las libertades fruto de una economía libre […] Más que reclamar la perfección inmediata en Chile, deberíamos apoyar los progresos realizados.” [12]
(* Con algunos pocos cambios, este es un capitulo tomado del libro “El Equipo de Choque de la CIA”. El Viejo Topo, Barcelona, 2010.)
Notas:
1- Comisión especial presidida por el senador Frank Church: “Alleged Assassination Plots Involving foreign Leaders.” November, 1975. U.S. Government printing office 61-985, Washington, 1975.
2- Cover Action in Chile, 1963-1973. The Select Committe to Study Governmental Operations with Respect to Intelligence Activities, US Senate. Washington, 18 décembre 1975.
3- El presidente estadounidense Dwight David Eisenhower autorizó a la CIA el derrocamiento de Arbenz, aplicando un plan integral, inédito hasta ese momento en el continente, que contenía acciones de guerra sicológica, mercenaria y paramilitar, cuyo nombre en clave fue PBSUCCESS. Ver: Cullather, Nick. “Secret History: the CIA Classified Accounts of its Operations in Guatemala, 1952-1954″. Stanford University. 1999.
4- Colby, William. “30 ans de C.I.A.” Presses de la Renaissance. París, 1978.
5- Newsweek. Washington, 23 septembre 1974.
6- New York Times. 8 septembre 1974.
7- Cover Action in Chile, 1963-1973. Ob. Cit.
8- Blum, William. “Les guerres scélérates”. Parangon, París 2004.
9- Watergate se llamaba el edificio donde ese encontraban las oficinas del Partido Demócrata. Ilegalmente, en 1972 el presidente Nixon ordenó que fueran puestas bajo escucha. Ante las pruebas y el escándalo el presidente debió renunciar en agosto de 1974. Ver: Marchetti, Victor y Marks, John. “La CIA et le culte du renseignement”. Ed. Robert Laffont. París, 1975.
10- Corn, David. Blond Ghost, “Ted Shackley and the CIA’s Crusades”. Simon & Schuster. New York, 1994.
11- New York Times. 17 septembre 1974.
12- Nixon, Richard. “La vraie guerre”. Albin Michel. París, 1980.


El recuerdo de Pinochet parte Chile

La derecha del presidente Piñera y la izquierda de la candidata Bachelet conmemoran por separado el 40 aniversario del golpe de Estado

El País es Santiago de Chile 9 SEP 2013 - 20:43 CET
El fuego de un cóctel molotov alcanza a dos policías durante las manifestaciones del domingo en Santiago de Chile. / IVAN ALVARADO (REUTERS)
A dos días de que se cumpla en Chile el 40 aniversario del golpe de Estado liderado por Augusto Pinochet, la derecha en el Gobierno y el centroizquierda de la oposición conmemoraron este lunes por separado la fecha. El 11 de septiembre de 1973, el presidente constitucional Salvador Allende murió tras el bombardeado de aviones de la Fuerza Aérea al palacio de La Moneda durante la toma del poder por parte del Ejército.
Los actos —celebrados con minutos de diferencia y a sólo dos kilómetros de distancia— fueron encabezados por la expresidenta Michelle Bachelet, de un lado, y del otro por el actual presidente conservador, Sebastián Piñera, dejando de manifiesto las profundas diferencias que existen entre ambos bandos 23 años después del fin de la dictadura militar (1973-1990).
La decisión de no asistir a la ceremonia oficial en el palacio presidencial de La Moneda por parte del bloque opositor provocó una áspera polémica durante los últimos días, alimentada por el clima electoral previo a las elecciones presidenciales y parlamentarias de noviembre próximo. Durante los últimos 10 días, además, actores sociales y políticos de diversos sectores —incluido Piñera— realizaron declaraciones de perdón y reconocimientos de errores previos y posteriores al golpe de Estado.
Michelle Bachelet dio comienzo a la jornada cuando llegó a las 9.30 horas al Museo de la Memoria y los Derechos Humanos, en el centro de Santiago de Chile. La socialista hoy lidera la coalición Nueva Mayoría: un conglomerado de centroizquierda que —en un hecho inédito desde el retorno a la democracia en 1990— desde abril pasado incluye al Partido Comunista. La exdirectora de ONU Mujeres recorrió acompañada por su madre las salas del recinto donde hay una fotografía de su padre, Alberto Bachelet, general de la Fuerza Aérea juzgado por traición a la patria que murió encarcelado a causa de un infarto en marzo de 1974.
“Este ejercicio de verdad y de reconocimiento no es autocomplaciente ni victimizante, es para conocer la verdad”, dijo Bachelet en su discurso, en el que además destacó que la verdad y la justicia son dos condiciones básicas para la reconciliación del país. “Tenemos la necesidad de conocer qué pasó con las víctimas”, señaló la candidata presidencial de la Nueva Mayoría, la gran favorita en todas las encuestas para ganar los comicios del 17 de noviembre próximo.
Con la ausencia de Patricio Aylwin —el primer presidente de la etapa democrática, quien se excusó por motivos de salud—, al acto asistieron alrededor de 500 invitados, entre los cuales destacaron los exmandatarios Eduardo Frei y Ricardo Lagos. Antes del comienzo de la ceremonia, Lagos aseguró que aún falta un diagnóstico común de lo ocurrido para superar las divisiones. “Debería haberse hecho un solo acto para demostrar que, a 40 años, puede haber coincidencias”, señaló Lagos. El acto oficial en el palacio La Moneda comenzó sin representantes de la oposición y sólo tres de los nueve candidatos presidenciales que habían sido invitados.
Frente a unas 200 personas —funcionarios destacados, miembros del poder judicial, Fuerzas Armadas e iglesias—, Piñera apeló a un espíritu de reconciliación al recordar el clima político previo al golpe de Estado y reconoció la gravedad de las violaciones de los derechos humanos. La dictadura dejó 3.214 ejecutados políticos. De ellos, 1.000 permanecen desaparecidos.
“El 11 de septiembre de 1973 un violento golpe de Estado puso término a la Unidad Popular y puso inicio a 17 años de régimen militar. Sin embargo no fue algo súbito, sorpresivo, sino que fue el desenlace previsible, pero no por ello inevitable de una agonía de los valores de la sociedad chilena”, dijo Piñera, quien comentó que el Gobierno de Salvador Allende “reiteradamente quebrantó la legalidad y el estado de derecho”.
En el plano de las responsabilidades, Piñera reiteró sus críticas de la semana pasada a los medios de comunicación “que se limitaron a entregar la versión oficial de los hechos” y al poder judicial. “Muchos de nosotros que pudimos hacer mucho más en la defensa de los derechos humanos nos alcanza una cuota de responsabilidad. Estoy seguro de que si volviéramos atrás, la inmensa mayoría de los actores se comportaría mucho mejor”, dijo el mandatario de derecha, que con estas palabras marcó un hito en su sector en materia de reconocimiento de errores y omisiones durante la dictadura.
Al margen de los actos oficiales, la ciudad de Santiago se prepara estos días para desórdenes públicos provocados por manifestaciones no autorizadas al calor de la conmemoración del golpe.

Tiempos de ‘mea culpa’

R. CEA, Santiago de Chile
Desde hace 10 días, actores políticos de la derecha oficialista chilena y de la oposición y miembros del poder judicial, entre otros, han realizado declaraciones —individuales o colectivas— en las cuales reconocen “errores” u “omisiones” en su desempeño durante los 17 años de la dictadura militar de Augusto Pinochet.
El primero en pronunciarse fue el senador Hernán Larraín, líder histórico de la Unión Demócrata Independiente (UDI), el partido de la derecha más conservadora. Miembro de la Corporación de Amigos de Colonia Dignidad —comunidad alemana ubicada 300 kilómetros al sur de Santiago que sirvió como centro de detención durante la dictadura—, Larraín pidió perdón por lo hecho “o por omitir lo que debía hacer”. El senador provocó críticas públicas de los partidarios más radicales de su partido.
Luego fue el senador socialista Camilo Escalona quien aseguró que no tenía problemas en pedir perdón por los excesos que pudo haber cometido antes del golpe de Estado. Entonces tenía 18 años y era líder estudiantil del colegio en que cursaba el último año de educación secundaria.
La declaración que generó más reacciones fue el texto de dos cuartillas de la Asociación Nacional de Magistrados del Poder Judicial, agrupación que reúne al 70% de los jueces del país. “Ha llegado la hora de pedir perdón a las víctimas, a sus deudos y a la sociedad chilena por no haber sido capaces en ese trance crucial de la historia”, se lee en el documento que —elogiado por el presidente Sebastián Piñera— interpelaba a sus superiores de la Corte Suprema a pronunciarse en un sentido parecido. Dos días después, el pleno del máximo tribunal del país reconoció “graves acciones y omisiones”, pero no pidió perdón.
Según la Comisión Interamericana de Derechos Humanos de la OEA, entre 1973 y 1983 los tribunales chilenos acogieron sólo 10 de los 5.400 recursos de amparo presentados por personas detenidas de manera ilegal o que temían por integridad física debido a la brutal represión de la Junta Militar de Pinochet contra la oposición.


CHILE ANTES DEL GOLPE
MIGUEL ENRÍQUEZ, EL MENOS MUERTO DE TODOS - ____________________________________________________________________________ Debates de Hoy: [b]"MIGUEL ENRÍQUEZ, EL MENOS MUERTO DE TODOS"[/b] [i]Por un talud abierto en la pared Te está mirando el ojo de tu pueblo Para saber Si eres aquel Que empuñará las armas de Miguel.[/i] Sábado 5 de octubre de 1974, la vela del día está a medio consumir, como un niño temeroso corre despacio el viento por Calle santa Fe, allá en la comuna de San Miguel. Pequeño el piano que descansa sobre una mesa delicada y barretin, como pequeña es la máquina de escribir que va martillando bemoles negros sobre la hoja blanca, procurando no elevar los tonos de las notas que van pulsando el ruido de las teclas. Las palabras se unen y se abrazan en una canción de protesta, de reclamo, de grito callado que espera ir a posarse sobre las bocas que enmudecen de tanto terror. Acordes que pretenden levantar y unir las voces en contra de la Dictadura gorila golpista y grosera de Pinochet y compañía. Martes 11 de septiembre, Salvador Allende no acepta planes de retirada, ni huidas por patios traseros, ni fugas por pasajes escondidos. Se queda. Entremedio del fuego envía una sola frase al Secretario General de Mir; ¡Ahora es tu turno Miguel! Ese mismo 11, se reúnen en la fábrica metalúrgica Indumet, dirigentes socialistas, comunistas y miristas. Hay que hacer, levantar y coordinar la Resistencia armada Insiste Miguel, sabiendo que sobre su hombros descansan las esperanzas, tanto de Allende, como de el pueblo en su conjunto también. Los del Partido Comunista insisten, en que hay que esperar, los militares no se atreverán a cerrar el Congreso, los medios de comunicación, “desde allí se les debe enfrentar y luchar” exclaman. Miguel golpea la mesa, insiste y maldice. Hay que luchar, no nos podemos quedar sólo a mirar. Y por las calles de Santiago, interminables hileras de rostros asombrados, desconcertados, idos, como sonámbulos que no escuchan los aviones, ni las balas rugir, deambulan con preguntas y un nudo el pecho que va ahorcando las gargantas. Sólo unos pocos se desempolvan de miedo y terror. La reunión queda a medio terminar. Fuerzas armadas comienzan a cercar la fábrica. Un temporal de balas se deja caer sobre los presentes. A punta de balazos los dirigentes rompen el cerco, algunos compañeros y obreros quedan aceitando con su sangre la vieja fábrica que nunca más se levantará. Ya ha pasado el mediodía de ese abominable 11, ya poco se puede hacer, los hechos están consumados, quemados y despedazados. Meses antes de la asonada militar, el Movimiento de Izquierda Revolucionaria vociferaba a los cuatro vientos que las condiciones serían desastrosas si el pueblo no pasaba a la ofensiva. Se fraguaba una intervención sangrienta por parte de la Burguesía. Había que actuar. El 11, una frágil flor de cristal se rompe en mil pedazos. Las esquirlas se rompían en llanto allá en La Moneda, esquirlas que también herían y cortaban con su trazo a lo largo y ancho de un país. El barco se hundía en un mar de llamas y ciertas ratas corrían con sus maletas bajo el brazo el mismo día o a los días siguientes. Mientras tanto, cientos se iban a las embajadas y de allí directo al extranjero. Donde un alto porcentaje, hasta el día de hoy, actuaron y actúan como méritos parásitos de la lucha que otros dieron, de esos que se quedaron. Míralos ahora, empresarios, fanáticos cristianos, renegados, relavados, apóstoles de apostasías, es decir paradigmas y estigmas de traición e inconsecuencia. Y Miguel es claro y decidido. El mir no se asila. El Mir se queda y combate. Irse sería como desertar, como abandonar la lucha, dejar botado al pueblo a su suerte. Miguel pasa a ser clandestino, destino de millones de chilenos. Parapetado en trincheras invisibles al ojo del halcón trabaja incansablemente. Mientras tanto, él estudia, analiza, lee y relee cientos de recortes de noticias, de informaciones que puedan dar luces a las causas más directas del golpe, de cómo serán las siguientes acciones. Grandes clásicos le soplan ciertas ayudas y él saca ciertas respuestas que se van haciendo más y más claras. Uno a uno van cayendo sus amigos, sus amigos compañeros. El Rumor de la muerte anida en cada boca. Las puertas se cierran, las ayudas desaparecen. Las espaldas se multiplican, las bienvenidas ya no existen, se oye insistente el cerrar de puertas. Los que no caen muertos, se rompen en la tortura y con dedos quebrados apuntan y señalan a los que quedan. Las caras son todas extrañas, las calles son bocas de lobo donde pernocta la muerte... Texto completo en http://kontrainformador.blogspot.com ____________________________________________________________________________ "Miguel Enríquez, El Menos Muerto De Todos" Ningún Derecho Reservado © Psikodelia 2001-2009 DEBATES DE HOY ____________________________________________________________________________ - Fotolog
MIGUEL ENRíQUEZ secretario general del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) analiza la situación en entrevista con Marta Harnecker.
(Enríquez cayó combatiendo a la dictadura el 5 de octubre de 1974)

Revista Chile Hoy Nº 59,
27 de julio-2 de agosto 1973


Ch. H
.: En nuestros reportajes en la base hemos comprobado que en gran medida se han superado las divisiones en el seno de la izquierda. En muchos casos han sido los propios comunistas los que han planteado la integración del MIR a las nuevas tareas.
- ¿A qué atribuye usted esta situación?

- Miguel Enríquez: El frustrado intento golpista del viernes 29 de junio creó una nueva situación política y generó la inmediata respuesta de la clase obrera y el pueblo. Los trabajadores tomaron conciencia de que sus conquistas y libertades estaban amenazadas. Amplios sectores de trabajadores se activaron profundizando la contraofensiva revolucionaria y popular en desarrollo.

Esta se expresó en la toma masiva de fábricas y fundos, en la elevación de los niveles de organización y conciencia de las masas, en el fortalecimiento y multiplicación de nuevas formas de organización independiente de las masas: cordones industriales, comandos comunales, comandos de abastecimiento, consejos comunales campesinos. Se desarrollaron y multiplicaron también los órganos de defensa y autodefensa de las masas. ‘En esta fase, la inmediatamente posterior al intento golpista, se colocó objetivamente en el primer plano de la lucha contra el golpismo.

De esta forma, por encima de las diferencias de apreciación en cuanto a la táctica concreta, la valoración de las formas de organización y defensa de masas a impulsar, que existían y existen a nivel de las direcciones políticas, la activación y radicalización de la clase obrera y el pueblo arrastró al conjunto de la izquierda a nivel de base a una política de acción común. Al menos, en esta fase, los trabajadores impusieron la necesidad de niveles de unidad y contraofensiva frente al enemigo de clase. Este proceso coincidió en el tiempo con la política y táctica que veníamos impulsando: el desarrollo de una contraofensiva revolucionaria y popular, la reagrupación de los revolucionarios y la acción común con el resto de la izquierda, todo lo cual cristalizó, repito, en esta fase, en un mayor grado de unidad de la izquierda tras políticas revolucionarias, o al menos, en una táctica más ofensiva y en el fortalecimiento de la acción común.

- Ch.H.: Por qué dice usted “en esta fase” ¿Ha cambiado esa situación posteriormente?

- M.E.: En realidad, la situación ha ido modificándose en algunos aspectos en las últimas semanas. La aventura golpista del grupo armado del PN abortada el viernes 29 de junio generó una respuesta que evidenció una enorme fortaleza de la clase obrera y el pueblo, que se expresó también en la actitud de la su oficialidad y tropa de las Fuerzas Armadas y en las posiciones de la oficialidad anti golpista. Esto obligó a los sectores abiertamente golpistas del PN, del PDC y de las FF.AA. a replegarse y a subordinarse a los sectores que, bajo conducción freísta, levantaron una táctica diferente: la táctica del emplazamiento. La táctica del emplazamiento militar y del chantaje político e institucional sobre el Gobierno busca golpear, desarticular, dividir y desmoralizar a la clase obrera, a los trabajadores y a la vanguardia; radicalizar progresivamente el contenido del emplazamiento, obligar al Gobierno a una capitulación que puede revestir distintas formas, para después derrocarlo y aplastar y reprimir a los trabajadores y a la izquierda.

Esta política reaccionaria aleja la percepción del golpismo como hecho inmediato a los ojos de las masas y la izquierda, hace aparecer a las clases patronales haciendo exigencias políticas que confunden y desarman a sectores de la izquierda. Así, mientras por un lado las masas se radicalizan y con ellas extensos sectores de la izquierda asumen una política más radical resistiendo la capitulación, por otro lado se generan las condiciones para que otros sectores, los vacilantes y los reformistas recalcitrantes, intenten una vez más la conciliación de clases. Hoy, bajo las banderas de la “normalización” de la producción y del país, del diálogo y el consenso mínimo, los partidarios de la implementación de un proyecto de conciliación de clases como salida política a la actual situación intentan construir las condiciones para el diálogo proponiéndose la devolución de las grandes empresas tomadas por los trabajadores, tolerando incursiones represivas contra trabajadores movilizados en cordones y comandos, permitiendo el desalojo policial de fábricas tomadas, abriendo querellas en contra de organizaciones revolucionarias, tentándose con la represión. Mientras paralelamente algunos como Gladys Marín, se encargan de asumir la defensa política de la conciliación a través de la deformación de nuestras políticas y de mal intencionadas críticas a nuestras posiciones. Pero, al mismo tiempo, la clase obrera, el pueblo y los sectores más radicales de la izquierda, siguen exigiendo e impulsando la táctica de la contraofensiva, planteándose una acción común y llevándola a cabo en la práctica.

- Ch.H.: Pero el análisis de la actual coyuntura ¿permite otra salida?

M.E.: Los reformistas recalcitrantes, e incluso los centristas, sostienen sus políticas sobre dos premisas: plantean que si bien la situación es “difícil”, ésta tiende a “normalizarse”, y que por otra parte no hay fuerza suficiente para desarrollar una contraofensiva A partir de estas premisas, atadas luces falsas, concluyen que la tarea fundamental es ganar tiempo, dar un paso atrás para luego dar dos adelante, tener un respiro, una tregua.

En realidad, las fuerzas golpistas civiles y uniformadas no han sido desarticuladas, al contrario, se fortalecen descaradamente en la más absoluta impunidad. La táctica del emplazamiento y del chantaje está en pleno desarrollo, entregándole rendimientos más que suficientes a las clases patronales y fortaleciendo progresivamente sus posiciones. La clase obrera y el pueblo, si bien en la última semana han continuado llevando adelante su táctica de contraofensiva, también han sufrido importantes golpes, como consecuencia de la política de “respiro” que del 29 acá impulsan los sectores reformistas recalcitrantes y vacilantes del Gobierno y la UP: desalojos, allanamientos y devolución de empresas. La situación es muchísimo más grave que en todas las coyunturas agudas anteriores, en la medida en que las clases patronales han logrado esta vez llevar masivamente el enfrentamiento político y social desde el terreno civil al interior de los cuarteles. Dos bloques sociales y políticos se han constituido, toman posiciones, se amenazan y acechan el uno al otro. No es posible pretender volver a la “normalidad” anterior. Sólo será posible eliminar la amenaza golpista desarticulando y aplastando ahora a los sectores civiles y uniformados comprometidos en la política del golpe. A su vez, esto será factible sólo si se acumula aceleradamente fuerzas, donde es posible acumularla: el movimiento de masas y la oficialidad y suboficialidad antigolpista de las FF.AA. La única táctica que puede permitir esta acumulación de fuerzas consiste en desarrollar ahora una extensa contraofensiva revolucionaria y popular. Una táctica dilatoria que permita ganar tiempo puede ser correcta, pero sólo en determinadas situaciones y siempre que ello no implique debilitar nuestras propias fuerzas y este no es el caso de la coyuntura actual.

La correlación de fuerzas producida inmediatamente después del intento golpista abortado es la mejor que se ha creado en los últimos años. La correlación de fuerzas es todavía buena, y es posible, si se implementa una táctica adecuada, mejorarla enormemente y en forma rápida. Nunca antes se había desarrollado una activación y radicalización de la clase obrera como la generada en las últimas semanas; sectores del movimiento campesino, de los pobladores y el movimiento de masas en provincias han desarrollado considerablemente sus niveles de conciencia y organización. Mediante una táctica revolucionaria es posible multiplicar esta fuerza enormemente y a corto plazo. La oficialidad antigolpista, la suboficialidad y la tropa de todas las ramas de las FF.AA. han sido capaces, hasta aquí, de neutralizar los intentos golpistas del 29 de junio y los posteriores en el interior de los cuarteles. La debilidad de la clase obrera y el pueblo no se originó ni se origina en una correlación de fuerzas favorables. Se desarrolló y se está desarrollando una táctica defensiva y vacilante que debilita al pueblo; que en la búsqueda de ganar tiempo está terminando por dar tiempo a las clases patronales para articularse, para fortalecerse, para pasar a la ofensiva, emplazar al Gobierno, hacerlo capitular y golpear a la clase obrera y el pueblo.

- Ch.H.: ¿Por qué la derecha les atribuye a ustedes la responsabilidad de las acciones de los cordones industriales cuando en ellos predomina la acción de otros partidos?

- M.E.: Si bien el MIR orgánicamente no es fuerza mayoritaria, entre los trabajadores, ha tenido un enorme crecimiento, especialmente en la clase obrera durante los últimos meses. Más aún, las políticas y tácticas que nosotros y los sectores más radicalizados de la izquierda levantamos en 1971 (expropiación de fundos de más de 40 hectáreas, extensión del Área Social más allá de las noventa empresas, control obrero en el área privada, dirección obrera en el área social, expropiación de la Cámara Chilena de la Construcción, distribución igualitaria y equitativa y expropiación de las grandes distribuidoras, comandos comunales y poder popular, lucha contra la ley de control de grupos armados, derecho a voto de los suboficiales y soldados de las Fuerzas Armadas y Carabineros, etc.), se han transformado en las políticas y tácticas predominantes en el seno de la clase obrera y el pueblo.

Es decir, la influencia política del MIR en el seno de las masas se ha extendido en forma considerable. De esta manera es comprensible que las clases patronales dirijan su artillería contra los destacamentos de vanguardia de los trabajadores, contra las organizaciones capaces y sobre todo dispuestas a conducir a la clase obrera y las masas en todos los enfrentamientos. Al mismo tiempo les interesa, para su trabajo político en el cuerpo de oficiales, crear la imagen de un movimiento de masas conducido por una caricatura de nuestra organización, que simbolice la anarquía y el caos. A esto cooperan los sectores reformistas recalcitrantes de la izquierda que ante la ofensiva reaccionaria abren diálogo con sectores patronales y se interesan por diferenciarse públicamente de los sectores revolucionarios, como una manera de contribuir al dialogo.

- Ch.H.: Ustedes han puesto el acento en la formación de los comandos comunales.
¿Cuál es el papel que le asignan a estas organizaciones de masas?

- M.E.: Desde hace dos años venimos impulsando el desarrollo de formas de organización de masas que, enfrentando el orden burgués, generen embrionariamente formas de dualidad de poder, único camino que permite cristalizar la acumulación de fuerzas que se ha venido desarrollando. Si bien al principio esto no tomó forma concreta a nivel de masas, a fines de 1972 frente a las agresiones patronales desde las trincheras de la institucionalidad burguesa, el movimiento de masas y extensos sectores de la izquierda tomaron conciencia de la necesidad de organizar su propio poder y lo impulsaron desde la base, generando las formas de Poder Popular ya conocidas.

Entendemos estas organizaciones de Poder Popular, articuladas fundamentalmente alrededor de los comandos comunales. Se trata de unir orgánicamente al pueblo, de articular a la clase obrera con el resto de las clases y capas explotadas, para que de esta manera pueda la clase obrera ejercer efectivamente su papel de vanguardia y dirección en el seno del pueblo: entre pobladores, estudiantes y campesinos.

Para ello es necesario, a partir de los niveles orgánicos actuales de los trabajadores (cordones industriales, consejos comunales campesinos, comandos de abastecimiento, JAP y almacenes populares), organizar los comandos comunales como una democracia directa, con generación democrática de las direcciones, levantando un programa comunal, impulsando la acción directa de las masas y exigiendo al Gobierno apoyar la lucha del pueblo, desarrollando la lucha antiburocrática, exigiendo primero cuentas a los funcionarios públicos y luego removiéndolos como formas de lucha contra el aparato de Estado capitalista.

En el desarrollo del Poder Popular se han dado dos desviaciones: los que de una manera explícita o implícita se han opuesto a él, con espíritu sectario o con el propósito de mantener niveles de hegemonía o monolitismo burocrático en el movimiento de masas, estableciendo su oposición a los comandos comunales, sosteniendo que estos generan “paralelismo sindical”, insistiendo que la CUT es suficiente para organizar y representar los intereses del pueblo. (La CUT no ha logrado estructurar nacionalmente una eficiente organización comunal; la CUT por sus objetivos, carácter y estructura, no incorpora a pobladores, campesinos y estudiantes).

La otra deformación ha consistido en restringir en la práctica el desarrollo del Poder Popular al desarrollo de los cordones industriales, cuestión que siendo necesaria no es suficiente, pues sólo aprovecha los niveles de organización que ya tiene la clase obrera y no organiza ni incorpora a las otras capas del pueblo. Se renuncia así, en esta forma, a acumular fuerza política y orgánica en estas capas, manteniendo dividido al pueblo y retardando y dificultando su unidad.

Después del intento golpista del 29 pasado, la activación de los trabajadores atravesó a la clase obrera y a todas las capas del pueblo, fortaleciéndose y multiplicándose todas las formas de organización independientes y autónomas de la clase y las masas; cordones industriales, consejos campesinos, comités de vigilancia y defensa, etc., generándose también comandos comunales en muchas comunas del país.

Era, y todavía es, el momento de impulsar el desarrollo de los comandos comunales y así lo estamos haciendo.

- Ch.H.: ¿Cuál es la posición de ustedes frente a los cordones industriales?

- M.E.: Recientemente sectores políticamente más radicales y consecuentes de la UP, buscando resistir las vacilaciones de ciertos sectores con influencia en la CUT, se atrincheraron orgánicamente en los cordones, impulsaron un trabajo restringido a la clase obrera organizada, dificultando así, implícitamente, el desarrollo de los comandos comunales. Llamaron también a un coordinador de cordones, sectorizando a este coordinador, al dejar fuera a los comandos comunales, a los consejos campesinos, a los comités coordinadores, a pesar que en octubre del 72 llegó a funcionar un coordinador provincial amplio. Esta iniciativa tuvo como consecuencia inmediata la aparición del paralelismo sindical (en algunas comunas hay ya dos cordones industriales), condujo en algunos casos al aislamiento de los cordones y de la clase obrera de las otras capas del pueblo y en otros casos retardó la unidad de todos los explotados. De esto se han aprovechado tendencias más vacilantes y burocráticas de la izquierda sindical para desarrollar una ofensiva contra la organización del Poder Popular y para fortalecerse transitoriamente dentro de los partidos y estructuras sindicales.

- Ch.H.: ¿Cuál es la relación que debe existir entre la CUT y los cordones?

- M.E.: Nosotros impulsamos el desarrollo de cordones industriales con una estructura democrática como organismos territoriales de base de la CUT, que coordinen la acción de los sindicatos a nivel de comuna, área, localidad.

Somos partidarios también de la coordinación provincial de los comandos comunales (los consejos comunales campesinos, los cordones en proceso de transformación en comandos) y pensamos que un coordinador provincial de las organizaciones del naciente poder popular debe constituirse a la brevedad en Santiago. La salida que estamos impulsando frente a la situación creada es constituir rápidamente, a partir de los cordones industriales existentes, comandos comunales, para asegurar el desarrollo y extensión del poder popular. Por otra parte, pensamos que la CUT, independientemente, debe impulsar la transformación y democratización de la actual estructura sindical, organizando los cordones industriales como órganos territoriales de base, e impulsar a través de cada cordón la lucha por no devolver las grandes empresas, por imponer la dirección obrera. La CUT debe igualmente impulsar la organización de los sindicatos únicos por rama, como base necesaria del control obrero. Por otra parte la CUT debe apoyar la organización de los comandos comunales.

- Ch.H.: Hace mucho tiempo que ustedes están planteando la necesidad de la integración de los soldados a las tareas del pueblo. Últimamente han acentuado esta campaña insistiendo en la necesidad de democratizar las FF.AA., en el derecho a voto de los soldados, haciendo ver que los soldados también son explotados, y últimamente en la necesidad de que los soldados no obedezcan las órdenes golpistas...

- M.E.: Nosotros, a diferencia de otros de la izquierda, hemos venido proponiendo que se termine al interior de las FF.AA. con las discriminaciones que aún persisten en ellas, como la restricción de los derechos ciudadanos de los suboficiales, clases y soldados. Prueba de la necesidad y vigencia de esta tarea es que algunos de estos aspectos están contenidos en el Programa de la UP y fueron reconocidos públicamente como problemas por el anterior  Ministro de Defensa y por Altos Mandos.

Hemos planteado también que se resuelvan los problemas de ingreso y abastecimiento de los miembros de las FF.AA., especialmente de los suboficiales, clases y soldados, a costa de las ganancias de las clases patronales.

Ahora, después del intento del alzamiento del 29 de junio, hemos alertado acerca de la actitud de adoptar frente a quienes incitan al golpismo. La prensa reaccionaria, el PDC y el PN, e incluso algunos altos oficiales, públicamente han sostenido que nuestros llamados tienen por objetivo destruir las FF.AA. y que son abiertamente sediciosos. Parece el mundo al revés. Nosotros hemos llamado y seguiremos llamando a que ningún miembro de las FF.AA. obedezca a las incitaciones golpistas de la oficialidad más reaccionaria.

¿Qué quieren? ¿Que llamemos a obedecer las incitaciones al golpe?

M.E.:El reclamo contra nuestro llamado recuerda las quejas del delincuente que por anticipado reclama de la posible disposición de su víctima a resistir.
Nosotros no llamamos a la desobediencia permanente, sino a desobedecer toda incitación al golpe de Estado, cuestión que hasta el Código Militar
contempla. Quienes protestan en contra de nuestro llamado, con o sin uniforme, harían mejor en asumir y señalar con valor que lo que exigen es impunidad y obediencia al golpismo. Lo que hacemos es uso de una legítima forma de lucha y resistencia del pueblo ante la amenaza cavernaria y represiva del golpismo.

¿Cuál es el fundamento de nuestro llamado?

M.E.: Que el 29 de junio un grupo de oficiales reaccionarios incitaron al golpismo, lo consumaron, fracasando después. Que uno de los jefes políticos del intento golpista, después de huir, en carta pública afirma que había otros oficiales y unidades comprometidas junto a otros sectores políticos y parlamentarios.
¿Dónde están esos oficiales? ¿Es que en días esos oficiales golpistas se han convertido en adoradores de la legalidad y del antigolpismo?

Por otra parte, no se ha informado de oficiales detenidos o removidos en otras unidades fuera del Blindado N. 2. Este no es un problema que sólo interesa a las FF.AA., están en juego la vida y el destino de millones de trabajadores.

-
CH.H.: Hay una serie de querellas y detenidos por las FF.AA. por la propaganda que ustedes han desarrollado.

- M.E.: Eso es cierto, algunos oficiales reaccionarios se han permitido abusos y excesos. El almirante Huerta, en Valparaíso, no ocultó su molestia cuando Investigaciones le demostró que la bomba colocada en su casa la había colocado una organización de ultraderecha. En Concepción el abuso fue más allá, llevando a cabo provocaciones y luego querellas contra nuestra organización, cortaron el pelo a jóvenes y humillaron a muchachas. ¿Por qué el jefe de la III División, Gral. W. Carrasco, en vez de querellarse contra los universitarios no investiga qué cosas discute el coronel Luciano Díaz Medina, jefe de Estado Mayor del Cuartel General de su división, con Patria y Libertad? El movimiento de masas de San Antonio ha mostrado el camino correcto cuando todas las organizaciones de masas de San Antonio han denunciado públicamente los abusos del teniente coronel Manuel Contreras Sepúlveda, comandante de Tejas Verdes, y exigen al Gobierno su remoción.

- Ch.H.: Cuando se aprobó la Ley de Control de Armas ustedes la calificaron de ley maldita, ¿qué opina usted de la actitud de Figueroa que hace algunos días pidió una modificación de dicha ley calificándola en los mismos términos que ustedes?

- M.E.: Esta es una ley reaccionaria presentada por el PDC, que si bien mereció al principio observaciones por parte de la UP, en su tramitación los parlamentarios de izquierda en general se abstuvieron; y, cuando el Gobierno tuvo en su mano la posibilidad de vetarla, adujo mañosamente error en el veto, quedando así sin posibilidad de insistir en éste; posteriormente, en el mes de octubre del año pasado, disponiendo de varios días, prefirió promulgarla en menos de 24 horas. Nosotros combatimos públicamente esta ley y la denominamos la “nueva ley maldita”. Que recientemente Luís Figueroa, vistas las consecuencias de su aplicación, la impugnó y señaló la necesidad de modificarla, si bien puede ser ya tarde, nos parece altamente positivo. Tarea urgente del movimiento de masas y del conjunto de la izquierda es denunciar el verdadero carácter de esa ley y luchar por su derogación o modificación. Actualmente, después de un intento reaccionario y golpista, después del robo de armamento pesado del Ejército por Patria y Libertad, después que éstos desatan una ola de atentados y terrorismo, y después de que el PN y el freísmo maniobran públicamente para generar un golpe de Estado, absurdamente las Fuerzas Armadas allanan fábricas, locales de la CUT y de partidos de izquierda. Más grave aún, algunos oficiales, como por ejemplo de la Armada, hacen despliegues de tropa y armamento que resultan ridículos cuando terminan recogiendo coligües y así no expresan más que el propósito de amedrentar a los trabajadores. Otros oficiales aprovechan de golpear y humillar a los trabajadores y cuando esto es publicado, otros, como el comandante en jefe de la Fuerza Aérea, amenazan públicamente con encarcelar a quienes lo publican. Todo esto obedece a la táctica que levantan las clases patronales, que impedidas de desatar el golpismo inmediato con la fortaleza de los trabajadores y la magnitud del antigolpismo en las Fuerzas Armadas, por el abuso de esta ley buscan desarticular a la clase obrera y colocar a las Fuerzas Armadas en contra del pueblo.


- Ch.H.: ¿Qué opina usted del diálogo que se está abriendo con la DC?

- M.E.: Bajo la apariencia de un diálogo que busca la pacificación del país, en realidad se está proponiendo que los trabajadores, teniendo la fuerza suficiente, renuncien a la realización de sus objetivos. Recientemente se han venido construyendo las condiciones para este diálogo: la devolución de empresas intentada por la política del Ministro Cademártori, la tolerancia al desalojo policial de algunas fábricas por el Ministro Briones, órdenes de reprimir manifestaciones callejeras de los trabajadores por este mismo Ministro, que llamando al diálogo con sectores patronales, antes que dialogar con los obreros del Cordón Vicuña Mackenna, prefirió ordenar su represión, querellas contra el MIR de las Intendencias de Iquique y Concepción, ataques calumniosos e injuriosos de dirigentes de las Juventudes Comunistas al MIR. En realidad, este diálogo buscando un consenso mínimo esconde un proyecto de capitulación ante las exigencias de las clases patronales.

La DC es un partido burgués y reaccionario, el diálogo con su dirección desarma a los trabajadores. Si este proyecto de capitulación cristaliza, sus consecuencias serán gravísimas: se dividirá la izquierda, se generará la división de la clase obrera y el pueblo, y la ofensiva reaccionaria no sólo no será paralizada; sino que, cumplido su objetivo táctico de debilitar y dividir el campo de los trabajadores, cobrará nuevos bríos y caerá sobre los trabajadores y el mismo Gobierno con toda la fuerza y energía reaccionaria y golpista. Si de ganar tiempo y de paralizar la ofensiva reaccionaria se trata, esto sólo se logrará impulsando una vasta y extensa contraofensiva revolucionaria y popular que paralice al golpismo, que incorpore a los obreros democratacristianos y, sin renunciar a los objetivos de la clase obrera y el pueblo permita seguir tomando posiciones, impulsando, en los hechos, el programa revolucionario del pueblo, luchando por la democratización de las FF.AA. y desarrollando y fortaleciendo el poder popular, condiciones todas ellas que permitirán crear las condiciones para imponer un verdadero gobierno de los trabajadores.


De: Red Latina sin fronteras <redlatinasinfronteras@yahoo.es>
Enviado: sábado, 7 de septiembre de 2013 18:46
Asunto: 4 partes: Andrés Pascal Allende, redex secretario general del MIR


Entrevista_4 partes
TV Chile:  Andrés Pascal Allende, ex secretario general del MIR
 

 

 

COMENTARIOS acerca de Pascal Allende
---------- Mensaje reenviado ----------
De: Red Latina sin fronteras <redlatinasinfronteras@yahoo.es>
Fecha: 9 de septiembre de 2013 07:34
Asunto: COMENTARIOS acerca de Pascal Allende

De: Andres Figueroa <periodistafigueroa@yahoo.es>
Para: Red Latina sin fronteras <redlatinasinfronteras@yahoo.es>
Enviado: Domingo 8 de septiembre de 2013 16:11
Asunto: Re: 4 partes: Andrés Pascal Allende, redex secretario general del MIR

Hermanos: como ex militante del MIR en mi adolescencia, en el tramo final de la tiranía pinochetista -cuando fue el golpe en el 73, yo apenas aprendía a caminar-, debo decirles que Pascal Allende o "El pituto" (como se le llamaba al interior del MIR por su relación familiar directa con Allende y cuando en Chile "pituto" significa 'tener santos en la corte') sólo ofrece UNA versión de lo que fue el MIR desde su nacimiento, su papel en la UP y luego en los años de resistencia antidictatorial. Que tenía un papel privilegiado por su situación como secretario general después de la caída en combate de Miguel Enríquez, y las caídas de Edgardo Enríquez en Argentina y el temprano asesinato durante la tortura de Bautista van Schouwen (los menciono porque de acuerdo a decisiones internas, a los últimos mencionados les cabía el rol de dirección máxima del MIR de caer Miguel Enríquez), no está en discusión. En alguna oportunidad, Pascal aventuró una historia del MIR por entrega capitulada a la revista Punto Final. Sin embargo, nunca la concluyó.

Yo sé muy poco, porque cuando milité en el MIR era apenas un escolar a mediados de los 80', y entonces la crisis de esa organización era terminal. Eso lo supe mucho después, claro está. De Pascal nos llegaban sus SiPONA (análisis de la Situación Política Nacional) desde el extranjero y yo sólo lo conocí en persona bien entrado los 90', bajo los gobiernos civiles. Me reservo mi opinión.

¿Por qué les escribo esto? Porque no hay duda que el bloque dominante en el poder y sus expresiones políticas, tanto de la derecha tradicional como de la Concertación, quieren aprovechar el simbolismo emotivo de la conmemoración de 40 años del golpe con el objetivo de construir un relato de conveniencia sobre el pasado reciente que apuntale la hegemonía de los que mandan, opaque, trastoque, anecdotice y caricaturice las luchas concretas e históricas del pueblo de Chile, y, dirigiéndose específica y estratégicamente a los jóvenes actualmente en lucha en mi país de origen, se fortalezca la falsa idea de la unidad nacional -imposible en una sociedad dividida en clases sociales de intereses antagónicos irreconciliables-, el 'nunca más' (será nunca más cuando se acaben las causas que provocan la ausencia de igualdad y libertad en el Chile de hoy y de ayer), la 'reconciliación nacional', el olvido, la amnesia, el acomodo y la resignación. Lo anterior resulta extraordinariamente grave para el porvenir necesario y pendiente de la emancipación y la generación de las fuerzas sociales autoconcientes destacadas para ella. Sin compartir ni explicarme jamás las relaciones sociales y el devenir mediante teorías conspirativas, en este caso, resulta demasiado evidente el objetivo del imperialismo y sus capataces en Chile.
De hecho, el canal de TV por donde habla Pascal es de ultraderecha. Como de ultraderecha es el 90 % de los medios de comunicación de consumo masivo en Chile.




Destierro político en democracia: La historia del chileno Hugo Marchant
Photo courtesy of Luis Fernando Arellano, Flickr
Hugo Marchant

por Andrés Figueroa Cornejo

Rebelión

“Y bien: concedo que al final ganaron la batalla,
Que falta conocer el resultado de la guerra.
Pero confieso que yo no extravié un grano de polen
Puesto que de esta tierra no me podrán apartar.”

Patricio Manns

Dos veces antes, Hugo Marchant Moya intentó ingresar a Chile. Pero el 2006 y el 2009 las campañas se organizaron muy lejos del país y con un insignificante apoyo interno. En cambio, el miércoles 30 de noviembre de 2011, Hugo -ex combatiente de la resistencia política y militar contra la dictadura, ex militante del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), y parte del último destacamento al que había sido reducida esa agrupación por la Central Nacional de Informaciones (CNI) en el primer tercio de la década de los 80’ del anterior siglo- se encontró en el aeropuerto chileno con la posibilidad real de entrar a su territorio natal.

A comienzos de los gobiernos civiles de la Concertación que coincidieron matemáticamente con los albores de los 90’, a los presos políticos “implicados en casos emblemáticos” en la lucha antidictatorial (como el atentado frustrado a Pinochet) se les trocó los consejos de guerra por penas de extrañamiento. De alrededor de 30 antiguos prisioneros políticos, restan 8 en el exilio y Hugo Marchant informa que ‘entre el 2012 al 2014 vamos a quedar 4: Jorge Palma Donoso, Carlos Araneda Miranda, Carlos García Herrera y yo, que tengo hora para el 2017’.

Hugo (58 años, casado, 4 hijos, dos de su mujer y dos en común, Javiera y Juan Manuel), participó en el ajusticiamiento y muerte del general e Intendente de Santiago del gobierno militar, Carol Urzúa, en la mañana del 30 de agosto de 1983. El 11 y 12 de ese mismo mes se había realizado la cuarta protesta nacional contra la junta castrense. Sólo en la capital fueron asesinadas 29 personas, hubo más de 200 mil heridos y un millar de detenidos, sin anotar los allanamientos masivos, con tortura incluida, a poblaciones populares. Por su investidura pública como jefe de la jurisdicción de la comuna de Santiago, Carol Urzúa talló como uno de los responsables políticos del crimen y la represión. Marchant sería detenido e iniciado su periplo de terror a una semana de la ejecución de Urzúa. De la captura de Hugo, su tortura de espanto, su consejo militar y castigo de fusilamiento, su celda por 10 años, y su destierro dictado por la administración concertacionista del demócratacristiano y furioso alentador del golpe de Estado de 1973, Patricio Aylwin, han transcurrido más de 28 años.

Sin embargo, en esta ocasión, Hugo relata que ‘cuando llegué a la cabina de Policía Internacional en el aeropuerto, pasé mi pasaporte finlandés. Noté lo que había aparecido en la pantalla del computador por el rostro que puso el funcionario y su inmediato llamado a un comisario. Él me comunicó que tenía prohibición de ingresar a Chile. Yo le replique que ya lo sabía y que mi presencia era y es parte de una campaña porque estoy cumpliendo una condena injusta en el extranjero. Los abogados que están con mi causa –Alberto Espinoza y Alejandra Arriaza- solicitaron que me dejaran un día en el aeropuerto, mientras la comisión de derechos humanos del parlamento hacía la solicitud al Ministerio del Interior para que me permitieran el ingreso a Chile. Sólo pedían 24 horas para que el juzgado correspondiente tomara resolución. Desde el Ministerio y por orden explícita de Sebastián Piñera se dio una rotunda negativa y se extendió el mandato de que debía devolverme por donde llegué. Mi pasaporte fue entregado al vuelo que me retornó a Buenos Aires el 1 de diciembre. En la capital argentina compré de nuevo pasaje para Chile, y en cuanto pisé otra vez el aeropuerto en Santiago, me comunicaron que el juez me había suspendido la pena de extrañamiento y otorgado el permiso de ingreso por razones humanitarias, como consta en el oficio número 392 / 2011 de la Corte de Apelaciones, firmado por el Ministro de Fuero, Joaquín Billard Acuña. Pero la policía me metió en el mismo avión de regreso a la Argentina. Las autoridades del aeropuerto esgrimieron que el decreto por el caso Carol Urzúa debía contar con el permiso del Presidente de la República. Y aquí estoy en Buenos Aires, contigo, a un costado del Obelisco.’

‘MI CABEZA NUNCA SALIÓ DE CHILE’

Mientras la mañana bonaerense del domingo 4 de diciembre pone el sol en clave vertical, Hugo Marchant explica que las campañas previas contra el destierro ‘no tuvieron efectos prácticos. Además coexistían lecturas encontradas respecto de sus contenidos. Algunos compañeros planteaban que la Concertación nos había traicionado y por tanto, tenía una deuda con nosotros. Yo en cambio, postulaba que las banderas de los Derechos Humanos pertenecen al campo popular, es decir, la Concertación no podía traicionar algo que no era parte de su naturaleza política. Todo lo que hemos logrado ha sido resultado de la lucha; nunca ha sido por “buena voluntad” de las clases dominantes. En esas dos campañas quedé en minoría.’

-¿Y esta última campaña?

‘La organizamos con mi compañera, Silvia Aedo. Como el movimiento estudiantil está en pie de lucha, pensamos agregarnos con nuestras reivindicaciones. Compramos los pasajes en Finlandia hace tres meses y se creó en el camino con muchos el Comité Fin al Destierro Ahora. De más está decir que los recursos son escasísimos.’

-¿Qué pensabas hacer durante el eventual permiso para estar en Chile?

‘Ir a encontrarme inmediatamente con Guillermo Rodríguez, “El Ronco” (http://www.rebelion.org/noticia.php?id=64759), para conversar. Salir a caminar y visitar viejos amigos con mi hija. Participar de alguna movilización social, mirar las caras, escuchar a la gente. En fin, abandonar al ermitaño que dejé en Finlandia.’

-¿Qué lectura haces de lo acontecido hasta hoy?

‘Que cuando el Estado carece de fundamentos impone la represión. Como ocurre contra los movimientos sociales y populares.”

-¿Y ahora qué?

“La cancha está bien rayada. Los abogados no han detenido su labor. El viernes 2 de diciembre interpusieron un recurso de amparo a mi favor. Mi batalla por retornar a Chile no ha terminado.”

-¿Por qué alguien que lleva casi 20 años fuera de Chile en un país tan desarrollado como Finlandia todavía busca retornar?

‘A mí la dictadura no me derrotó. Yo me siento tan revolucionario como toda la vida. Y estoy retratado en los libros que ha escrito Guillermo Rodríguez. Finlandia me recibió en noviembre de 1992 con los brazos abiertos, pero allí yo he vivido como un ermitaño. Primero trabajé paleando nieve y en la actualidad me desempeño como gestor inmobiliario. Estudié sin terminar, Ingeniería en Automatización e Informática, pero nunca logré hacer la práctica profesional por mis antecedentes. Pero más allá de la calidad de vida que ofrece Finlandia, hacer lo que uno quiere no tiene precio. Mi vida no tiene sentido si no participo de la lucha política de mi pueblo. Mi cabeza nunca salió de Chile.”

“HUGO, NOSOTROS CONFIAMOS HARTO EN TI”

Mientras el periodista paladea una gaseosa, Hugo enciende un cigarrillo de humo sin raíz y piloteando su máquina del tiempo recuerda que ‘Desde los tres años de edad yo viví en la población La Palmilla de la comuna de Conchalí (zona norte de Santiago pobre) con mi familia. Esos terrenos entonces eran viñedos. Mi madre compró un sitio ahí. Ella trabajaba de obrera en una fábrica de calzado, y se le pasaba pensando en voz alta. Era muy activa en la población, en la junta de vecinos. Mi padre en su juventud fue militante del Partido Comunista. Corría comienzos de los 60’ y en mi casa se hablaba mucho de política. Mi madre siempre fue allendista. Yo trabajaba con ella en un taller que había donde vivíamos. En la secundaria, a los 13 años, fui elegido presidente de curso en el Liceo de Hombres Nº 12, muy cerca de la Municipalidad de Conchalí. Entonces era nuevo el establecimiento. Por mi parte no tenía ningún apuro de militar en algún partido político; no entendía las discusiones de los muchachos más grandes y mis ideas tampoco encajaban mucho. Yo pensaba que los cambios debían ser profundos. Me acuerdo que mi hermana trabajaba de empleada doméstica en la calle Vitacura (avenida de adinerados) y me impactaba mucho cómo vivía la gente rica. Me costaba comprender que mi madre laborara de 12 a 14 horas diarias en la fábrica, que mi padre también trabajara en la construcción, mientras en casa apenas teníamos para comer. Carecíamos de alcantarillado, el piso era de tierra y el techo de fonola. Sacábamos el agua de un ramal. ¡Y además había gente todavía mucho más pobre que nosotros: personas, niños, jóvenes, que nos pedían a nosotros para comer!’

Hugo aplasta el cigarrillo con el zapato y relata que ‘cuando tenía 8 años, mi madre llegó una noche de la fábrica mientras mi hermana la esperaba con una taza de agua caliente, y se echó a llorar, contándole a mi hermana que “Don Jesús”, el jefe de producción de la fábrica le propuso que yo pudiera comenzar a ir a la empresa donde me instalarían un tablero de diseñador y pasarme lápices, porque era posible que hubiera heredado las habilidades manuales de ella. “No quiero para ninguno de mis hijos el trabajo miserable que tengo”, dijo. A mí se me grabó ese episodio.’

También evoca que ‘en la época de la guerrilla boliviana (años 60’) escuché por radio la lectura de la carta de un joven chileno dedicada a su novia para ser publicada en caso de que muriera en esa decisión. Me impactó mucho que un muchacho de Chile partiera a pelear de esa forma a otro país y hubiera caído en combate. Yo tenía 14 años de edad. Comencé a madurar la convicción de que yo no sería del Partido Socialista ni del Comunista, grandes organizaciones que no habían logrado realizar transformaciones de fondo en la sociedad. Entonces la revista Punto Final imprimía en sus ediciones “El mini-manual del guerrillero urbano”, del brasilero Carlos Marighella. Por primera vez tengo noticias de la existencia del MIR; que se hablaba de la lucha por el poder, que estaba Cuba, Vietnam, el barrio alto, mi población. Cuando apareció el Frente de Estudiantes Revolucionarios en 1971 (FER, brazo estudiantil de masas y parapartidario del MIR) en mi liceo, me incorporé de inmediato. Había algo que me chocaba en el FER, eso sí. El muchacho encargado, súper infantilmente, andaba uniformado con un abrigo azul marino, bototos, pelo largo, lentes oscuros y una pistola inútil. Él decía que era un militante “clandestino”’, y agrega que ‘Yo leía la documentación del MIR y me sentía interpretado por ella. Entonces había que ser “simpatizante” primero que militante. El joven “clandestino”, frente a mis solicitudes de ingreso, me informó que antes que todo había que “asumir tareas”. Yo estaba dispuesto, claro. En mi liceo campeaba la Democracia Cristiana y venían las elecciones de la Federación de Estudiantes Secundarios (Feses). Por la noche un pequeño grupo empapelamos el establecimiento. El director del liceo me envió a buscar al día siguiente. Mientras esperaba mi expulsión, recibí a cambio un “última vez” y la colocación de paneles de propaganda por agrupación al interior del recinto escolar. Asimismo, participé en un par de asambleas pro MIR para los jóvenes de liceo. A una de ellas asistió Nelson Gutiérrez (fallecido por una dolencia hepática y diabetes el 11 de octubre de 2008 en Concepción, Chile). Quedé tremendamente impresionado ante un análisis de la situación política que hizo. ¡Era primera vez que le entendía a alguien y me sentía plenamente identificado! En otra oportunidad oí hablar a Bautista van Schouwen (líder del MIR, detenido el 13 de diciembre de 1973, según El Mercurio, y posteriormente desaparecido) y quedé con la boca abierta. En fin, terminó 1971 y yo aún no podía ser militante del MIR. Salí ese año del liceo e hice el servicio militar.’

-¿Para qué?

‘Quería conocer las fuerzas armadas por dentro, en especial, con la Unidad Popular en el gobierno. Lo hice en la Infantería de Marina. Los primeros 4 meses permanecí de recluta en el Fuerte Borgoño en Talcahuano, donde pocos años después torturarían a los marinos democráticos. Los dos comandantes de compañía que estaban en mi época, el capitán Koeller y el teniente Cáceres, luego serían los señores del horror. Fui de los conscriptos mejor calificados de toda la compañía, y hasta me condecoraron. Elegí irme el último año del servicio militar a Iquique (Norte Grande). En el regimiento era fuerte la discusión política. Nació una gran simpatía con los sargentos y los cabos, en especial con el Sargento 1º Flores. Cierta vez nos dijo “¿Ustedes creen que esa cagada de uniforme y fusiles es para ir a pelear contra los bolivianos y peruanos? No huevones. Es para hacer lo mismo que el ejército contra los mineros en la matanza de la Escuela Santa María en 1907, donde asesinaron a mi abuelo.” Como yo siempre tuve facilidades para las matemáticas y había que enseñar a la tropa, y, por supuesto, era un muchacho de izquierda, hicimos rápida amistad con el Sargento Flores. Dentro de la suboficialidad el grueso era allendista, mientras que en la oficialidad pasaba lo contrario. En 1972 la burguesía y el imperialismo organizaron el paro de octubre para desestabilizar a la UP. Días antes, el Sargento Flores me aclaró que toda la preparación militar oficial fue echa para atacar al pueblo y que “si nos envían a la calle, la salida es sin regreso”. La Infantería de Marina operaba en unidades pequeñas y sobre objetivos concretos. Un cabo democrático, dependiente del entramado antigolpista diseñado por el Sargento Flores, y con quien saldría en la patrulla llegada la ocasión, me instruyó sobre la manera de reducir a los soldados “obedientes” del mando oficial. Todo el paro de octubre estuvimos en disposición combativa. El 72 acabó mi servicio militar y en la despedida, Flores me dijo “Hugo, nosotros confiamos harto en ti. Pórtate bien”. Nunca más supe de toda esa gente.”

‘EL PODER POPULAR ERA LA LUCHA DE CLASES DESPLEGADA HASTA DENTRO DE LOS PARTIDOS’
El mediodía rebota en el Obelisco cuando Hugo narra que ‘De vuelta a Santiago las cosas habían cambiado notablemente. En mi población funcionaba el Comité de Abastecimiento Directo. Todas las señoras estaban muy bien organizadas y a mí me habían reservado el cargo de delegado. En La Palmilla estaban todos juntos y revueltos: comunistas, socialistas, lo que hubiera, creando poder popular. Vecinos que jamás había visto mover un dedo u opinar sobre algo, ahora se encontraban activos y politizados.’

-¿Cuál era la contradicción esencial en el campo popular en ese momento?

‘Hablo de lo que mejor conocí. De las poblaciones La Palmilla, La Pincoya, Juanita Aguirre. Los sectores más avanzados estaban empeñados en construir poder popular, formular sus propias organizaciones de poder. Y por otro lado, algunos sectores del PC, el PS, el MAPU, el MIR y la Democracia Cristiana estaban asociados excepcionalmente allí, unidos en el discurso contra el poder popular y con el apoyo obsecuente, acrítico, al gobierno de la UP. Los partidos estaban cruzados por esta discusión en su interior. Era la lucha de clases desplegada dentro de los partidos.’

-¿Qué rol asumiste en tu territorio?

‘Se realizó una asamblea en la población dirigida por militantes del PC, el PS, MIR, MAPU y DC. Ellos sostenían que, en materia de distribución de mercadería, había que sostener una buena relación con los comerciantes porque de lo contrario llegaría el fascismo. La asamblea estaba cocinada, claro. Yo solamente podía hablar con el compromiso de apoyar la mesa que conducía el encuentro. Como estaba la DC, se había eliminado la palabra “compañero” de las intervenciones. Entonces decidí subirme a un mueble, pedir la palabra y defender las posiciones que consideraba más justas, como la promoción del poder popular. Desde entonces los vecinos comenzaron a invitarme a todas las asambleas, mientras comenzaron a llegar militantes del Ejército de Liberación Nacional (ELN), anarquistas, expulsados del MIR, etc. El objetivo era prepararnos para resistir el golpe de Estado que era inminente. ¿Pero cómo conseguir armas si no teníamos recursos? En medio de esa dinámica, se dio el “tanquetazo” el 29 de junio de 1973 (ensayo y toma de temperatura de las FFAA para realizar el golpe poco después). Allí, casi por accidente, participé en mi primera acción operativa. La idea era partir al barrio rico de Santiago, robar un auto y venderlo inmediatamente para comprar armas. En la acción misma -donde había militancia graneada o sin militancia como yo-, los otros compañeros se amilanaron e instintivamente tomé la iniciativa. Ahí me di cuenta con sorpresa para mí mismo, que las cosas con las que me comprometía las asumía sin vacilaciones. Desde la salida del servicio miliar no paré más. En las noches nos enfrentábamos a los grupos de ultraderecha de Patria y Libertad y la Brigada Rolando Matus que se tomaban los locales de las poblaciones. El tiempo tenía una dimensión distinta. Era como vivir muchos días en una hora. Y esta situación se repetía en otras poblaciones también. Abajo, las fronteras de los partidos políticos se habían transgredido en los hechos. Las políticas y discursos de Allende en orden a que el pueblo es el propio sujeto de las transformaciones, se volvieron una realidad masiva. Fue el movimiento “natural” que desplegó la propia UP. La gente sola entendió que “ahora es cuando”.’

-¿Y el MIR?

‘Mi opinión, madurada en los años posteriores, es que el MIR, habiendo surgido como una generación revolucionaria, no logró superar lo que el propio MIR criticaba. En un partido revolucionario siempre va a expresarse también la ideología burguesa. Por eso, la lucha ideológica al interior del partido es una cuestión crucial. Es preciso el centralismo democrático y los congresos para readecuar las tácticas según el curso de la lucha de clases. Pero en el MIR las decisiones se tomaban en el estrecho ámbito del Comité Central únicamente. Es más, yo considero que el MIR no fue capaz de romper con la escuela estalinista. Ya en 1971 recuerdo que un militante del MIR me confidenció que estaba “la cagada” adentro porque un sector quería integrar la Unidad Popular y otro, no. (Mucho después, estando en el exilio en Viena, conocí dos miristas que ilustraban esa pugna. Uno era militante en el momento del golpe, seguía adentro, y el otro, Enrique Leiva, que había sido director de la Escuela de Derecho de la Universidad de Valparaíso, se había retirado en 1979. Era socialista y había participado en la fundación del MIR. Enrique siempre me alabó la conciencia de clase y me criticó la mala formación intelectual. Empezó haciéndome leer novelas de García Márquez. Luego me anunció que ya era hora de entrar a textos más contundentes y me confió el “¿Qué hacer?” de Lenin. Paso a paso comencé a entender las cosas, recién entre el 75 / 76, luego del golpe de Estado).’

-Ya llegaba 1973…

‘En el 73 comenzaron a manifestarse las vacilaciones, enmascaradas de argumentos políticos que le hacían el quite a la lucha frontal y a su preparación. En ese devenir, caí detenido y encerrado en la cárcel pública a fines de agosto de ese año mientras hacía propaganda, lanzando por la noche unos panfletos muy sencillos. 5 días antes del golpe terminó nuestra condición de incomunicados. Como no estábamos encargados reos, podíamos salir en libertad. El “Conejo” Grez –uno de los 119 asesinados por los servicios de Inteligencia de la tiranía en 1975 en Argentina-, anarquista y estudiante de Filosofía, que era de armas tomar y a quien el propio Miguel Enríquez expulsó del partido, con pistola en mano le exigió al responsable político del PS en Conchalí que gestionara nuestra salida de la cárcel. El sábado 8 de septiembre ya estábamos en la calle de nuevo, ¡con la fortuna de que los días lunes los tribunales no funcionaban!’

-¿Qué hiciste?

‘Me fui a la casa de mi polola y el martes fue el golpe, donde sufrí uno de los días más tristes de mi vida. En la población Juanita Aguirre los compañeros se me fueron encima a demandarme las armas prometidas para la resistencia. “Armas no hay”, les dije. Un grupo quería amotinarse con piedras y barricadas. No me quedó otra que pedirles que por favor no lo hicieran, que lo único que quedaba era replegarse y aprender a luchar en otras condiciones. Finalmente los convencí y se fueron todos. Con el “Conejo” Grez y otros pocos nos dedicamos a meter en las embajadas a los “cadáveres políticos” que resultaban muy peligrosos si caían en manos de los milicos. El encargado militar del PS de Conchalí, con entrenamiento en Cuba, ya se había deshecho de las armas que guardaba. Nos advirtió sin enrojecer que si “no me protegen, yo voy hablar”, así que lo trasladamos a una embajada. En eso nos la llevamos al principio. En la Plaza Chacabuco existía un restaurante donde nos reuníamos alrededor de 12 personas de Recoleta, la Pincoya, Conchalí, en un apartado. Era gente dispuesta a seguir luchando y que provenía de la Vanguardia Organizada del Pueblo (VOP), del ELN, del PS, del PC, de todo. En eso andábamos hasta que hubo la oportunidad de sacar al exilio –por intermedio de varios dirigentes del PS- gente que estaba mal, y a otros más jóvenes que estuvieran dispuestos a regresar. Era noviembre del 73’. Así que con unos pocos nos asilamos en la embajada de la India y sacamos la cabeza en Austria con Leonel Carreño.  Marcovich se fue a Bélgica. En Austria esperé largamente mi contacto para irme a Cuba, pero no pasó nada. Así es que me puse a trabajar remuneradamente.’

EDUARDO FERNÁNDEZ Y ENRIQUE LEIVA  
Hugo Marchant propone un paréntesis hecho de materiales de agradecimiento y homenaje. ‘A mediados de los 70 comencé a estudiar con Enrique Leiva. Y cuando, tiempo después, le conté que había solicitado mi ingreso al MIR, Leiva se enojó. Le expliqué que había estado todo ese período con la maleta hecha, que era joven, que debía elegir entre el PC y el MIR, que conocía los problemas internos, pero que el partido lo hacía uno también. Corría fines de 1977. Entonces Leiva me reveló asuntos del MIR que jamás me había comentado, como que la distancia de estatura política entre Miguel Enríquez y el resto de la militancia era sideral (con la excepción de Bautista van Schouwen), y que Miguel equivocó la puntería cuando sobrevaloró su capacidad y no permitió que el partido se depurara íntegramente. “Por eso me fui”, sentenció Leiva, y agregó que le puntualizó a Miguel, “¿Qué pasa con la derecha del partido? ¿Con Nelson Gutiérrez? Porque la derecha puede adquirir formas tanto ultraizquierdistas, como abiertamente derechistas”.’

Y Marchant expone su memoria como una mano que sostiene algo que no se puede ver. ‘El otro mirista viejo que conocí bien fue al porteño Eduardo Fernández, que se desempeñaba en la unidad de Inteligencia que dirigía Andrés Pascal en el partido, y que fue de los que salió “sin permiso” de Chile. De hecho, Fernández partió a París a ofrecer explicaciones a Edgardo Enríquez (hermano de Miguel, tercer hombre del MIR, detenido y desaparecido en Buenos Aires, Argentina, el 10 de abril de 1976) que el dirigente no aceptó y lo envió a reunir dinero para la organización. A Pascal Allende le pasó otro tanto con Edgardo. En esa época llegó a Austria Erik Zott. Cuando cayó José Bordás, asumió la jefatura militar Zott, como tercer o cuarto hombre del partido. Había sobrevivido a la destrucción de la dirección del MIR en Valparaíso, y al centro de torturas de Colonia Dignidad. Eduardo Fernández y Enrique Leiva eran amigos, ambos provenían de Valparaíso y se conocían bien. Yo participaba de sus conversaciones, llenas de anécdotas y entretelones de los primeros años del MIR. Leiva se quitó la vida a fines de los 90’ y Fernández en 1986. Una frustración profunda y signada por la incomprensión los llevó a esa decisión, yo creo.’

LA OPERACIÓN RETORNO

-¿Y la famosa y trágica Operación Retorno?

‘En mi calidad de simpatizante del partido, pasó un compañero de la dirección regional a preguntar quién estaba dispuesto a retornar a Chile para hacerse parte de la resistencia. El hombre se entrevistó con cada uno de los miembros del local al que pertenecía y por fin me comunicó que yo había sido reclutado para cumplir las tareas del regreso. Al comienzo éramos 8 los comprometidos, pero a medida que se aproximaba la fecha de volver a Chile, se reducía la cifra. Al final quedé solo y partí a recibir entrenamiento durante un año 4 meses en Cuba, donde me especialicé en logística, en el marco de un plan general que contemplaba una estructura de células clandestinas de trabajo. En esa especialidad éramos 5 compañeros, de los cuales reingresaríamos a Chile, dos.’

-¿Y luego de Cuba?

‘Volví a Austria para recibir las últimas instrucciones y despedirme. A solas, Enrique Leiva me dijo “te envidio”. Cada uno de los compañeros me manifestó lo mismo y alguno agregó que “simplemente no tengo el valor”. En el caso de Erik Zott fue distinto. “Lo único que puedo hacer es contarte mi experiencia”, y se largó en ese trámite. Él había alcanzado a conocer el trabajo de la Inteligencia de la dictadura y esa conversación fue riquísima.’

-Ya estabas listo para Chile…

“A los 27 años de edad, en noviembre de 1980 llegué a Chile. Volvimos varios compañeros que luego murieron en el intento guerrillero de Neltume y con quien participé en los cursos en Cuba. Mi teatro de operaciones fue en Santiago en la Fuerza Central, laborando en las tareas de logística.’

-Hay quienes plantean que la Inteligencia francesa, fogueada en Argelia, tenía permeado al MIR y sabía los detalles del retorno a Chile…

‘De eso no sé nada concreto. Lo que sí sé es que Nelson Gutiérrez había anunciado públicamente la Operación Retorno, incluso cuando todavía se estaba reclutando a la gente. La actividad era clandestina, pero no era difícil ubicarnos. Además que los servicios de Inteligencia europeos son muy sofisticados. A ello hay que añadir las dificultades que reportaba la falta de recursos de la organización, y que se conocía a quienes volverían. Nos manteníamos compartimentados, pero de vez en cuando todos parábamos en el mismo sitio.’

-¿Cómo estaban las cosas en Chile?

‘Me encontré con lo que más o menos imaginaba. Los compañeros me corearon “bienvenido al frente” y que cuánto dinero llevaba. De los US$500 que traía me solicitaron 400. La organización se encontraba arruinada. No existían casas de seguridad, armas, ni fachadas. Nunca caminé tanto en mi vida. Carecía de medios hasta para el transporte público.’

-Pero pocos años después se voltearía el reflujo apabullante del movimiento popular con la crisis de la deuda…

‘En efecto. Sin embargo, en enero de 1981 la dictadura le dio un duro golpe a las Fuerzas Centrales del MIR cuando capturaron a Carlos García y detuvieron a buena parte de la militancia, entre ellos a “El Ronco”. Yo pienso que teníamos una concepción muy equivocaba de cómo operaba el enemigo. La dirección y cuadros medios del partido padecían un mal causado por los casos de Leonardo “Barba” Schneider (ex mirista, tornado en funcionario d el Servicio de Inteligencia de la Fuerza Aérea , SIFA ) , “El Fanta”, y otros, porque frente a los golpes que recibíamos, siempre buscaban una infiltración que pudiera explicar lo sucedido. Yo estimaba, por ejemplo, que si la represión nos detectaba, de inmediato nos mataría. Y que si ello no ocurría, era porque la tiranía nos había olvidado. Sin embargo, la realidad era muy distinta. Tanto ellos, como nosotros, cometimos errores. Después, ya en la cárcel, se dio una profunda discusión en el marco de cómo había sido diezmado el partido.’

-¿No tuviste encuentros casuales en el país?

‘En 1983 en Santiago, accidentalmente, me topé con el antiguo compañero que se disfrazaba de clandestino en los tiempos de mi secundaria en el FER y que nunca me permitió ingresar a militar al MIR. Él me dio una mirada entre que me ubicaba y no, y yo lo abordé con un saludo directo. Inmediatamente me respondió que “yo ya no soy el que tú crees. Ahora soy empresario, tengo una fábrica de pantalones y mi estadía en el MIR sólo fue la que tú conociste (1971). Sabía que andabas clandestino en el país y nunca me lo imaginé…” A lo que le contesté un simple “cómo nos cambia la vida”.’

-La resistencia reforzada ya se hallaba preparada para actuar…

‘En 1980 comenzaron a realizarse las primeras acciones contundentes, como el ajusticiamiento del Teniente Coronel Roger Vergara (director de la Escuela de Inteligencia del Ejército), las recuperaciones de dinero en distintos bancos y al mismo tiempo, y otras. Yo no participé en ninguna de ellas porque mi trabajo se centraba exclusivamente en la unidad de aseguramiento de la organización.’

-¿Cómo evalúas la iniciativa general del MIR en ese período?

‘Pésima. Pero para mí no era ninguna sorpresa, porque la Operación Retorno fue mal preparada desde el inicio. Lo más terrible es que por parte de la dirección del partido se efectuó una sobrevaloración de las condiciones para el tipo de lucha que emprendimos. El primer contingente del MIR que cayó justo después del golpe fue víctima de torturas atroces. Yo no puedo creer que de las mil personas que hayan pasado por esa experiencia, todas resistieran la represión salvaje. Hubo gente, claro, como Guillermo Rodríguez que salió de todo eso para continuar reagrupando compañeros y seguir la pelea. Son varios, es cierto. Pero son más quienes no estuvieron dispuestos a pagar los costos. También hay una buena cantidad que llevó adelante un buen trabajo en la retaguardia, en el exilio. Entonces para la Operación Retorno, la dirección dibujó proyectos de dimensiones imposibles ante los recursos humanos con que el MIR contaba. Faltaba la unidad ideológica necesaria y, por tanto, la disposición combativa para la misión. Por lo demás, ningún partido revolucionario tiene a todas sus fuerzas capacitadas para actuar en primera línea. El arte al respecto, es emplear a cada hombre y mujer en el mejor lugar que le corresponde, atendiendo sus habilidades. La Operación Retorno fue un derroche de oro. La dirección estaba empecinada en que los planes se cumplieran a como diera lugar. Y las debilidades eran palpables.’

-¿Pero no manifestaste lo que señalas?

‘Tuve una discusión con Arturo Villavela. A él me correspondía informarle sobre mi preparación logística y cómo concebía la tarea. A Villavela le molestó que fuera tan voluminoso el documento que le presenté. Abrió la primera página de mi informe y me indicó que yo tenía “serios problemas”, y que “tú tienes que considerar que en Chile estamos frente a una dictadura militar y el ejército es profesional; y la única alternativa de triunfo que tenemos es a través de un ejército popular, profesional y revolucionario. Eso está concebido en nuestra estrategia”.’

-¿Por qué te hizo esas puntualizaciones?

‘Porque de acuerdo a mi análisis, a los estudios y la experiencia que había acumulado, quien hace la revolución son las masas. Por lo tanto, y según el contexto del Chile de entonces, por muy desolador que fuera el reflujo popular y terrible la dictadura, tendrían que emerger determinadas condiciones objetivas que dieran lugar a la irrupción popular mediante formas históricamente conocidas. Por eso para mí era preciso desarrollar desde ya toda clase de prototipo de lucha directa y armada para, estratégicamente, llegar a armar al pueblo. Se trata de intervenciones efectivas, exitosas, simples, con la convicción de que el propio pueblo será capaz de realizar políticas concretas mejores. Es decir, nuestra labor era crear condiciones mínimas materiales para que el pueblo contara con algo más que la piedra y el fuego para enfrentar al enemigo. En ese punto, Villavela me espetó que yo “estaba loco”. Le repliqué que de dónde saldrían los miembros de ese supuesto ejército revolucionario del pueblo. Finalmente quedamos en seguir la discusión después.’

DESESPERACIÓN Y DEBACLE

No deja de mirar a los ojos Hugo cuando sintetiza que ‘En noviembre de 1982 lo único que quedaba de la Fuerza Central del MIR era nuestra unidad, la de aseguramiento. Y algo de la unidad financiera que dirigía Ginio Sperger. Aquí es imprescindible entender la relación que existía entre el hombre y el aparato. Hay un tipo de militante que jamás realizó trabajo público, de masas, que siempre se mantuvo al interior del aparato partidario, cautelando su funcionamiento endógeno. Y esta reflexión era vital porque la represión nos había castigado con acierto extraordinario. La situación política cambiaba diametralmente. Irrumpieron las marchas contra el hambre y las primeras protestas sociales. Es decir, la organización debía corregir su actuación, hacer un trabajo profundo en el pueblo. Pero ya la crisis en el MIR era honda.’

-¿Y tú en medio de la crisis?

‘De los tres años que estuve clandestino (80 / 83) muy escasamente participé en una reunión partidaria. Creo que fueron 4 veces. Un partido revolucionario debe siempre ser una organización de cuadros políticos, es decir que el militante condensa la política del partido, el militante es el partido. Mientras tanto, en la dirección se sufría una dura pelea entre Nelson Gutiérrez, Hernán Aguiló y Hugo Ratier, como efecto de que el MIR estaba aislado del pueblo y la represión nos vapuleaba neurálgicamente. Sobre todo en la primera línea de combate y no en otro lado. En ese escenario nos llegó el mensaje de que había una postura muy fuerte al interior de la dirección que estimaba que entre nosotros existía un infiltrado, porque no se explicaba por qué la unidad a la que yo pertenecía todavía sobrevivía (!). A mí me pareció, por lo menos, descabellado. Pero yo tampoco contaba con argumentos fidedignos para fundamentar lo contrario. La escuadra financiera, 22 compañeros, se fue del partido casi en el acto. Paralelamente, en diciembre de 1982, apareció un artículo muy breve en el diario La Segunda (hijo vespertino de El Mercurio) donde se imprimió que el MIR estaba reducido a su mínima expresión y que no quedaba más que una sola unidad, fuertemente armada y militarmente bien calificada, y se mantenía dirigida por un ex cabo de la Aviación, como era la verdad. La dirección sacó de Chile a ese compañero rápidamente.’

-¿Qué hacer ante un cerco tan hábil sobre ustedes?

‘Se le ocurrió a la dirección que se realizara una operación de alta envergadura para ver cuál era la situación real.’

-¿Qué? ¿Planear una acción fuerte para detectar una eventual infiltración?

‘Jorge Palma Donoso, el jefe de la unidad, me dijo que preparara armamento y que nos acuartelaríamos por un día y una noche. En la reunión, discutimos a “calzón quitado”. Lo más probable era que ya estuviéramos encuadrados por la dictadura. Todos convenimos en no aceptar salir en esas condiciones “con una cruz en la frente”. Sin embargo, según nosotros, el enemigo era incapaz de concebir solamente un tipo de acción por nuestra parte. No le interesaban los bancos ni la voladura de torres. Lo que no tenía contemplado supuestamente era que ajusticiáramos a uno de los suyos. Por tanto, asumimos el desafío de realizar una acción antirepresiva. Pero tenía que ser “diversionista” en términos de Inteligencia. Es decir, debíamos realizar maniobras que se leyeran como que estábamos apenas marcando el paso para mantenernos. No asaltar bancos, sino hacer operaciones de poca monta, como recuperar recursos en gasolineras, tanto para financiar la acción grande, como para distraer a la Inteligencia de la tiranía. El objetivo era montar una estructura clandestina nueva a partir del trabajo político que cada uno de nosotros tenía. En ese momento nos dimos cuenta que la cantidad de personas que confiaba en la resistencia era enorme. Asimismo, constatamos que constituíamos una fuerza operativa altamente cohesionada en lo ideológico-militar, y con potente disposición moral de combate. Confiábamos plenamente en una operación que significara una demostración de fuerza. En lo práctico, no trabajaríamos bajo ninguna fecha fija. El momento sería cuando tuviéramos preparados todos los requerimientos.’

-¿Qué curso tomaron las cosas?

‘Yo laboraba con Carlos Araneda. Asaltamos bombas bencineras, hicimos escuelas con la gente. Nosotros queríamos que el enemigo mostrara sus cartas. Como el golpe que daríamos sería duro, la respuesta sería peor. Incluso pensamos en que la operación no pudiera realizarse simplemente porque nos estuvieran esperando o nos capturaran antes de hacer nada. Nuestra apuesta principal estaba en la compartimentación. Ninguno de nosotros debía ni tenía cómo llegar a la dirección, ni tampoco entre los propios compañeros del equipo. Con la dirección el único que se vinculaba era el “Chico” Palma y se suponía que estábamos completamente desconectados. Los contactos eran mínimos.’

-Todo iba tal como lo organizaron hasta ese instante…

‘Así fue hasta el “Día D”. Todo el mundo se acuarteló y se realizó la operación tal cual estaba planificada.’

-¿Qué hizo la dictadura?

‘ La represión respondió cayendo sobre Fuenteovejuna y Jaraqueo (nombres de las calles donde habitaban militantes que fueron asesinados por agentes de la Inteligencia pinochetista, mientras otros ofrecieron resistencia armada), y capturaron al “Chico” Palma, Carlos Araneda y a mí. Mi turno ocurrió el 7 de septiembre de ese mismo año, a las 13:45, en San Pablo, muy cerca de Bandera. Yo venía llegando de un contacto realizado con Carlos Araneda en el cementerio de Maipú. Cuando viajaba hacia otro punto, noté algo extraño en el microbús así es que me bajé sin mirar hacia atrás. Vi a un policía de gendarmería que al advertirme abrió los ojos desmesuradamente. Iba a sacar mi arma cuando una mano me paralizó un brazo, otra mano el otro brazo, otra me jaló del pelo e inmediatamente me hicieron lo mismo en las piernas. Me metieron a un automóvil donde se percataron entre recriminaciones de las armas que llevaba encima, y me golpearon hasta dejarme anestesiado. “A la vida, no más”, me dije. En mi detención participaron alrededor de 30 agentes. Ahí comenzó el episodio con la Central Nacional de Informaciones (CNI).’

-¿Te trasladaron al cuartel de la CNI instantáneamente?

“Sí. Al principio me encerré en el discurso de que era un mero simpatizante de la resistencia, hasta que apareció un nuevo personaje que gritó “¡Qué va a ser simpatizante este huevón. Aquí yo soy el jefe y termina el hueveo!” Deletreó mi nombre completo, mi nombre político correcto (“Manuel”), y a cada uno de los compañeros con los que trabajaba. Me consultó sobre Carlos García y si sabía lo que le había pasado. Yo respondí que no lo conocía personalmente, pero sí lo que le había ocurrido. Carlos fue detenido con su mujer a quien, torturándola en la “parrilla”, le arrojaron a su bebé mientras le aplicaban electricidad. El tipo, amenazándome, me dijo que acababa de tener en sus brazos a mi hija Javiera de 7 meses de vida. (Tiempo después, el propio Carlos García me contó que había soportado la tortura dos días). Entonces el funcionario me preguntó “¿Qué trato quieres hacer conmigo?”. Yo le repliqué, “¿qué trato podemos hacer si me tienes engrillado, con los ojos vendados, tienes a mi hija y mi mujer, y estoy en tu cuartel? ¿Qué capacidad de negociación puedo tener en estas condiciones?” Me dio un palmetazo y me espetó que “reconozcas lo que hiciste”. “¿Quieres que reconozca lo que yo hice en el ajusticiamiento de Carol Urzúa?”, manifesté, en tanto me corrigió “¡Mi general Carol Urzúa, concha de tu madre!”. “No tengo ningún problema”, terminé y me trasladaron a una celda.’

-¿Qué hiciste?

‘En el calabozo me puse a pensar y pensar. Pasaron repartiendo comida y comí para asombro de mis captores. Ocurría que en esas condiciones el cuerpo me demandaba alimento por el desgaste energético. Incluso podía dormir, a menos que me despertaran. Cuando salí de la CNI, la doctora que me realizó el chequeo médico, me preguntó en qué fecha y hora estábamos. Acerté en la fecha y erré por 15 minutos de atraso en la hora. Me guiaba por la rutina de los milicos.’

-¿Qué pensaste?

‘Que la CNI decidía quién vivía y quién moría. En los periódicos ya había aparecido que habría pena de muerte para los autores del caso. Y a la CNI le interesaba corroborar quiénes habían efectuado todas las operaciones ligadas a los asaltos a gasolineras, el tema de los automóviles e información surgida por distintas vías. Y fundamentalmente, papeles con formas de escribir que encontraron en casa de Hugo Ratier y otros. Ahora, yo creo que cometimos un error grave cuando estábamos planificando el asalto a la segunda bomba de bencina. Éramos tres. Uno debía encontrar los lugares apropiados. El modo era el siguiente: nosotros reducíamos al taxista y luego lo llevábamos a un sitio donde meterlo en el portamaletas. Para el caso, fue en la comuna de La Florida que tenía calles anchas. Era mediodía, hacía mucho calor y no había un alma. Salvo un grupo de personas que nos topamos que estaba haciendo unos trabajos en la vía. Nos cercioramos de estar bien armados y llegamos al lugar convenido. Yo planteé que nos encontrábamos bajo vigilancia, pero mis compañeros me contradijeron. Cada una de esas operaciones tuve que relatarlas con lujo de detalles a la CNI. E intentaba alargar al máximo las historias para que ganaran tiempo afuera. En un momento, uno de los agentes se molestó y me dijo que estaba mintiendo. ¿Pero por qué si conocían todo a través de sistemas de micrófonos? De hecho, el día que partí a acuartelarme justo antes de la acción, en el microbús, mientras me revisaba el cuerpo, me di cuenta de que me había quedado con las llaves de mi casa y como todavía tenía tiempo, me devolví tomando un transporte de vuelta para regresárselas a mi compañera. Los agentes de la CNI me recordaron el episodio, pero ellos lo interpretaron como una medida conciente de mi parte de contrachequeo. Nada que ver. Yo concluí que en realidad me querían vivo para fusilarme después. Es decir, efectivamente, la CNI nos tenía encuadrados. Y el único vínculo con que contaban para llegar a la dirección éramos nosotros, porque no quedaba nadie más activo.’

Silvia Aedo (al centro), junto a los abogados de derechos humanos Alberto Espinoza (izq) y Alejandra Arriaza (der).
A más de 21 años del retorno a la democracia, decenas de compatriotas, inculpados de crímenes
con confesiones obtenidas bajo tortura, cumplen una condena de destierro que les prohíbe retornar a Chile.

EL EXILIO SIN REINO

-¿No consideraste que la dictadura de algún modo, les permitió realizar lo planificado?

‘Algunos piensan eso. Sin embargo, yo creo que no fue así. Me baso en que la prensa de la época ya nos consideraba aniquilados y que sólo quedaba una base del MIR. Y que cuando comenzamos las acciones de poca monta, el régimen únicamente se dedicó “a mantenernos” y que, por tanto, nunca podríamos dar un golpe serio. Es más, yo estimo que con la operación mayor los sorprendimos. Hubo acciones que no salieron ni en los periódicos ni en los interrogatorios. Yo creo que el ajusticiamiento de un general –que no estaba en su lógica- le generó un verdadero problema a la tiranía. A algunos generales, hasta ese momento, sólo la dictadura los había eliminado. Y además cometimos un desacierto. Después de la acción nosotros debimos haber regresado al lugar de acuartelamiento y esperado ahí lo que ocurriera. Pero luego de la operación cada uno se fue para su casa.’

-¿Y políticamente?

‘La Operación Retorno dio cuenta nítidamente de que existían diversos esfuerzos y proyectos al interior del partido, y que las diferencias al final se resolvían por consenso. Convivían estrategias insurreccionalistas, de guerra popular prolongada, tesis más conspirativas, etc. La dirección del MIR no se detuvo en la reacción represiva que recibiríamos en las condiciones de fragilidad en que nos encontrábamos. La dirección se obsesionó con una teoría basada en golpear con lo que hubiera, y blandió el argumento de la infiltración para explicar las innumerables bajas de compañeros y zanjar problemas en su interior. Pagaron y seguimos pagando muchos la ausencia de discusión colectiva. Y los sobrevivientes de la acción habríamos sido fusilados sino fuera por el movimiento social en alza y el surgimiento del Frente Patriótico Manuel Rodríguez en ese período ( http://www.rebelion.org/noticia.php?id=113276 ) .’

MIENTRAS TANTO

Hugo Marchant Moya tiene tras de sí el Obelisco. Su estadía en Buenos Aires quiere ser pasajera porque necesita volver a Chile, a esa lengua tumefacta que obliga a vivir de costado justo antes de caer al Pacífico. Hugo Marchant Moya lleva tanto gastando vista en fotografías, relatos a miles de kilómetros de su adolescencia y juventud, atrapado en el exilio, esa palabrota vieja y de rejas insondables, disciplinaria, castigo político que inventaron los griegos para equipararla con la pena capital .

Hugo nunca ha dejado de regresar a Chile. ‘Estuve preso desde el 7 de septiembre de 1983 hasta el día que partí al destierro. No fui liberado con el fin de la dictadura simplemente por la derrota política que sufrimos. Para la Concertación, bajo ningún punto de vista era posible la legitimidad de nuestra lucha. La salida de Pinochet había sido pactada y dentro de las condiciones y las convicciones de la Concertación, no estaban contempladas transformaciones en el modelo económico. Por un lado se sacaba de La Moneda al Capitán General, y por otro lado, la Concertación ofrecía gobernabilidad y obtenía la administración ejecutiva del mismo ultraliberalismo reinante. De hecho, en una entrevista, luego de haber sido el primer Presidente elegido en las urnas post dictadura, Patricio Aylwin consultado por nuestro indulto a cambio del destierro, dijo que nosotros no estábamos en libertad, estábamos recibiendo nuestro castigo; y que los presos políticos éramos simples delincuentes con algún nivel de conciencia social.’

‘Vaya conciencia social’, piensa el periodista, y piensa en la solidaridad que se está organizando en ese mismo momento en Chile y en otros costados del planeta. También, con vergüenza, piensa en sus propios dolores, en sus muertos y sus militancias siempre atrasadas. Y contempla, con una libreta y un retrato fotográfico enmarcado de Gabriela Mistral bajo el brazo, a Hugo mientras se devuelve sobre sus pasos y le da un saludo como el de Guillermo Rodríguez la última vez que lo vio, en medio de una marcha de más de 100 mil estudiantes en Santiago de Chile, hace 4 meses atrás que parecen años.




La historia de Ricardo Parra y su hermano Avercio
El primer asesinato político por tortura en democracia





por Andrés Figueroa Cornejo

Rebelion

“Arauco tiene una pena que no la puedo callar, son injusticias de siglos que todos ven aplicar, nadie le ha puesto remedio pudiéndolo remediar”   Violeta Parra

Ricardo Parra Contreras, hijo único de Ricardo Parra Flores, pregunta y pregunta desde los 16 años a su tío Avercio Parra que cómo murió su padre realmente. Ahora Ricardo Parra hijo tiene 24 años, y las interrogantes sobre las oscuras circunstancias en que fue asesinado su padre se tornan graves y apremiantes.

Avercio, el menor de los tíos y el que sabe la verdad, pero la ha enmudecido o tergiversado para postergar el dolor, ha tomado la decisión después de dos décadas, de liberar los hechos. Para Avercio, y está pensando en sí mismo, es la pieza faltante en la carrera de un revolucionario nacido y criado en Cañete –territorio mapuche-, un sobreviviente de la dictadura, un instintivo combatiente que estuvo en los orígenes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria, MIR, en los años 60 del siglo pasado, resistió la dictadura militar más sangrienta y dura de Chile y hoy, en otoño de 2011, es el Coordinador Nacional de la Confederación de Sindicatos de Trabajadores Independientes de Ferias Libres.

Avercio no es un arrepentido. En la actualidad, la lucha social lo sitúa como dirigente de trabajadores que sufren la represión concertada de la gran venta al detalle, los supermercados, y el Estado a través de los municipios. En fin, sólo ha cambiado la forma del combate.

Pero lo cierto, es que Ricardo Parra, 9 meses mayor que su hermano Avercio, no murió por causas corrientes, en una cama tranquila, o como un delincuente.

En marzo de 1990, asumió el primer gobierno civil después de la dictadura con Patricio Aylwin. Avercio, ya retirado del MIR, junto con otros compañeros con los cuales todavía mantenía contacto, decidió salir de la clandestinidad luego de una autorización gubernamental para que pudieran volver a la vida civil ‘normal’ todos los perseguidos políticos de Pinochet.

En agosto del 91, Nina, esposa de Avercio, lo convenció de que ya era hora de que su madre, Teresa Flores, conociera a sus nietos. Hacía 23 años que no la veía y partieron a Cañete. Con el reencuentro y los paseos por la ciudad “me di cuenta que habían ojos que andaban permanentemente observándome. Hasta en las partes públicas tenía carabineros cerca siempre”. Vio a su hermano Ricardo Parra que padecía una enfermedad que lo invalidaba para trabajar o escribir. Apenas podía caminar. A las dos semanas volvió a Santiago, quedando pendiente una visita a su hermana Eliana en Purén. En el segundo viaje, Avercio aprovechó de pasar a Cañete de nuevo. “Salimos con mi hermano Ricardo a recorrer el campo, pero ahora era más evidente el seguimiento. Y me topé accidentalmente con el ‘Loco Aguayo’, el mismo colaborador de la DINA que me reconoció en el lugar de torturas de Villa Grimaldi, y me dijo, “Estás vivo todavía, huevón” y añadió que “en La Moneda encontramos una foto tuya con Allende”. Se trataba de una fotografía que yo me había sacado muy niño con Salvador Allende en la campaña para las elecciones de 1964, donde mi padre me hizo llevarle un ramillete de flores a la Tencha.” Después, Avercio se reunió con su primer profesor de escuela y se despidió de su hermano Ricardo. Antes de irse, le obsequió una parca que andaba trayendo.

Tres meses más tarde, ya en Santiago, un llamado telefónico de una de sus hermanas le conminó a partir urgente a Cañete porque “Parece que mataron a Ricardo”. Otra hermana, Elba, le comunicó que “dicen que lo agarró un tal ‘Loco Aguayo’ junto a la policía”. En Cañete, Averció encontró a su madre deshecha. “Ahí me contaron que Aguayo delante de la policía, le preguntó a Ricardo que ‘¿dónde está la cagada de tu hermano?’. Lo detuvieron e interrogaron primero en Cañete. Luego lo llevaron a Purén y de vuelta a Cañete, donde mi madre. Roto por las torturas recibidas fue llevado al hospital regional de Concepción. Yo vi su cuerpo y su cabeza destrozada. El registro de defunción Nº 1135 del 8 de octubre de 1991 como causa de muerte sólo dice ‘sepsis generalizada’. De allí fuimos al juzgado de Cañete, donde el juez Juan Alberto Petit ironizó con mi presencia luego de tantos años sin verme. Yo le manifesté que únicamente buscaba justicia para mi hermano. Petit secamente sentenció que ‘lo que buscan aquí, no lo van a encontrar’. En Concepción una radio local nos entrevistó y mi hermano fue enterrado en Cañete.”

La madre de Ricardo, Teresa Flores, declaró a El Siglo que el 19 de julio de 1991 el miembro de Investigaciones de la subcomisaría de Lebu, José Tapia González con el ‘Loco Aguayo’, detuvieron a la víctima, lo mantuvieron en custodia 20 minutos en la Tercera Comisaría de Carabineros de Cañete y se lo llevaron a Investigaciones de Lebu. Allí Ricardo fue “violentamente golpeado en la cabeza en numerosas ocasiones, e incluso recibió patadas cuando estaba en el suelo. Luego de ser mojado y baldeada la celda, lo colocaron en posición de pie y le aplicaron el tormento de la gota de agua en la cabeza durante toda la noche…(cuando volvió lastimosamente y por sus propios medios a su casa en Cañete) el doctor Patricio Cruz le diagnosticó un severo traumatismo en un hueso parietal del cráneo”. Del hospital de Cañete fue trasladado al de Concepción. De allí Ricardo sólo salió muerto.

En Santiago, Avercio se entrevistó con el ministro de Justicia de Patricio Aylwin, el democratacristiano Francisco Cumplido, quien luego de recibir la documentación y el relato de los hechos, le contestó que el asesinato de su hermano era ‘un caso común’, que ya el país estaba en democracia y que el caso fue cerrado en Cañete. “No está cerrado en ninguna parte”, le respondió Avercio, “aquí hay una herida abierta y la democracia está matando al pueblo. Lo que le faltó a Pinochet, lo está haciendo la democracia.” Entonces Francisco Cumplido le advirtió que Avercio no podía hacer acusaciones a la democracia que había salvado a los marxistas. “A mí no me salva nadie. A lo mejor los marxistas lo han salvado a usted.” Así terminó la cita infructuosa.

Sin embargo, en el 2003, bajo el gobierno de Ricardo Lagos Escobar, los carabineros Julio Pino Ubilla y Miriam Solís Fernández, desertaron de la institución y se fueron a Gran Bretaña a demandar asilo. En Londres, los ex uniformados denunciaron que carabineros seguía torturando gente con la anuencia de sus oficiales. Según el diario La Nación de la época, Miriam Solís afirmó que “es muy difícil que nuestros compañeros se atrevan a denunciar lo que sigue pasando a diario dentro de Carabineros, aún en esta democracia chilena que es tan falsa”. Dentro del listado que entregaron los ex policías respecto de personas muertas como resultado de la tortura, está Ricardo Parra.

“El caso de mi hermano demostró la continuación de la dictadura después de Pinochet: torturas, cárceles secretas, detenciones arbitrarias, venganza y muerte. Hoy mismo la democracia emplea la violencia contra los sindicatos, los jóvenes que disienten, contra los mapuche, como la usaron contra mi hermano, contra un hombre inocente”, declara Avercio Parra.

Esta es la historia del horror y la resistencia, de la venganza política y la voluntad de lucha de un pueblo; la historia del espanto y la ternura.

Avercio
A mediados de 1960, Cañete era un pueblo muy pequeño que no alcanzaba los 4 mil habitantes, y que estaba dividido entre mapuche y chilenos. De hecho, sus alrededores eran puramente mapuche. No existían fuentes de trabajo, empresas, ni hospitales. Se sobrevivía de lo que producía el campo.

“Yo vengo de una familia donde mi padre, Juan Bautista, era mapuche y un ferviente luchador político”, relata Avercio, “y en su juventud fue presidente de sindicatos del carbón de Lota y Curanilahue. Juan Bautista siempre nos enseñó a sus hijos que la vida había que mirarla con firmeza y con mucha solidaridad. Mi papá era comunista y durante el gobierno del radical Gabriel González Videla, cuando fue proscrito el Partido Comunista, Juan Bautista, defendiéndose, perdió una mano al estallarle una carga de dinamita. Estuvo oculto en el monte y al tiempo regresó a la ciudad donde de la minería, pasó a convertirse en zapatero. Cuando me reencontré con él, me enseñó que la sociedad está dividida entre ricos y pobres. Y que nosotros éramos pobres.”

Avercio era el menor de 8 hermanos y se crió un período con su madre. Por diferencias con ella, abandonó la casa a los 13 años y se fue a un pueblo en la provincia de Arauco. A los 15 años, en 1965, ingresó a una fuerza revolucionaria llamada “Campesinos por la Libertad”, que fue la organización que antecedió al Movimiento Campesino Revolucionario del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR), después. El 67, el MIR, con Miguel Enríquez a la cabeza, comenzó a adquirir la forma de una organización marxista-leninista y político-militar. El hermano mayor de Avercio, Sofanor Parra, en tanto, hacía trabajo al interior del pueblo mapuche, y años más tarde integró el MCR, el brazo de masas campesino del MIR. En 1977 su cuerpo abatido por agentes de la dictadura militar sería hallado en la Vega Central de Santiago.

En sus derroteros, hacia la segunda mitad de los 60, Marcia Merino o la ‘Flaca Alejandra’, que en 1974 se convirtió en delatora y colaboradora de los servicios de inteligencia de la tiranía, preparó a Avercio y lo integró al MIR, “cuando todavía era una gran luchadora en Arauco”.

Las corridas de cercos

Avercio estaba en calidad de ‘simpatizante’ del partido cuando comenzaron las “corridas de cercos” del pueblo mapuche, una política determinada por el MIR durante el gobierno del DC, Eduardo Frei Montalva.

“Los mapuche se estaban quedando sin tierras. Yo ya estaba en la ciudad y pasaba por pequeños cursos y discusiones. Al principio no entendía nada: lo único que sabía era que había que recuperar lo que otros nos quitaban.”

Sólo tenía tercer año de preparatoria cuando en 1966 Avercio conoció a Luciano Cruz –líder mítico del MIR- quien solicitó al partido su traslado para trabajar con él en el campo. En calidad de aspirante del MIR, Avercio se convirtió en ayudante de Luciano, sobre todo como enlace entre él y la Dirección del MIR. Bajo el gobierno de Frei Montalva hubo una gran revuelta en territorio mapuche, donde murieron tres originarios en Tirúa. En esos momentos, la gente del MIR se hallaba en la zona de Arauco y Nahuelbuta preparando lo que serían las ‘corridas de cerco’, con un equipo de topógrafos y abogados. Cuando se enteraron de la matanza, se trasladaron al sector y “comprobamos que la represión caía duramente contra el pueblo mapuche”. En ese momento se resolvió que había llegado la hora de actuar y se realizó la primera corrida de cercos en un sitio llamado ‘El Paso de los Patos’, en Arauco.

-¿Qué era una corrida de cercos?

“Si nosotros calculábamos que una comunidad mapuche tenía 10 hectáreas de terreno y el patrón había corrido 20 para él, nosotros recuperábamos lo que el patrón había robado y un poco más, y el resto lo distribuíamos a los mapuche inmediatamente. Entregábamos media hectárea para cada uno, instalábamos la ruca y la cerrábamos como propiedad de los mapuche de hecho. Entonces también actuaban jóvenes abogados que venían de la Universidad de Concepción. Yo recuerdo a uno no tan joven, de apellido Castañeda, que le decíamos ‘El Castaño’. Años después supe que la dictadura lo había matado en Paicaví. En fin, expandimos las corridas de cerco a lo largo de toda la provincia de Arauco y más allá. En Temuco seguimos, junto al compañero miembro del Comité Central del MIR, Miguel Cabrera, ‘El Paine’. Y en Valdivia, las corridas se realizaron con José Gregorio Liendo, el ‘Comandante Pepe’.”

El partido entonces le dio una nueva misión a Avercio en Concepción –al borde de 1968- como enlace con Miguel Enríquez. En esos instantes se había efectuado una expropiación porque la organización carecía de recursos para seguir funcionando. Era preciso hacer llegar el dinero a Santiago y a la misma Concepción, que eran las ciudades donde el MIR tenía presencia significativa. Bautista van Schouwen –otro de los dirigentes máximos del MIR- le pidió a Avercio una tarea especial: ir con un maletín a un punto (contacto) en la propia ciudad de Concepción. Esperando el punto en calle Caupolicán con Barros Arana, fue detenido por la policía, lo metieron a un vehículo, y en un lugar desconocido fue torturado, siendo embutido en un tambor con agua al que le daban martillazos. Querían saber quién era su jefe y qué estaba pasando en el sur.

“Me callé y terminé en el juzgado, donde fue la última vez que vi a mi padre. Yo tenía 17 años y había quedado en muy malas condiciones. El juez resolvió entregarme a mi mamá. Mi padre sólo me dijo ‘¿Ves esa vuelta que está allá? Por allí te vas a ir y no vas a volver nunca más. Tú elegiste la revolución. Ahora sigue tu camino.’”

La maduración

Al poco andar, Avercio se reconectó con el MIR en Lebu. Retornó a Arauco, y entonces el partido dispuso que debía partir a Santiago a estudiar, donde terminó su Sexto de Humanidades en el Liceo Valentín Letelier. En la Capital, en 1968, comenzó a realizar trabajo poblacional en la zona norte de Santiago, en Conchalí, a través de su participación en el GPM 8 (Grupo Político-Militar 8).

Protagonizó las primeras tomas de terrenos, como las que devinieron en la población Última Hora, El Barrero, y otras. De pobladores, pasó al Frente de Trabajadores Revolucionarios (FTR), otra estructura de masas del MIR, donde Avercio integró la Dirección Regional junto a José Carrasco Tapia (‘Pepone’) –asesinado el 7 de septiembre de 1986 por agentes de la Inteligencia pinochetista-, la ‘Flaca Alejandra’, y otros.

“Empecé a trabajar en la construcción para ir formando sindicatos, dándole énfasis al FTR. Estábamos en lo mejor. El trabajo de masas crecía rápidamente. Y el 69, el partido me envía con Bautista van Schouwen, Humberto Sotomayor, Andrés Pascal, José Carrasco, siempre en Santiago. Una parte era de la Comisión Política y otra del Comité Central. Mi pega era como la del ‘chico de los mandados’ y enlace de confianza entre la CP y el CC. En 1970 fui enviado a Cuba a hacer algunos cursos de especialidad. Volví en 1971 ya entendiendo mucho mejor las cosas.”

A su regreso se encontró con que en el MIR se había producido un quiebre. Con otros compañeros, Avercio fue parte de la formación del Movimiento Revolucionario Manuel Rodríguez (MR2). La crisis tenía antecedentes viejos por concepciones diversas que existían respecto de lo político y lo militar. Había un sector que decía que el partido no podía convertirse en una fuerza militar porque no tenía la capacidad suficiente para ello, y otro señalaba que si bien, el MIR no podía transformarse en un ejército popular, sí debía estar preparado para dar respuesta al enemigo cuando fuera golpeado. Pero no existía ninguna de las dos condiciones. Finalmente, en 1972, por acuerdo de direcciones, el grupo organizado en el MR2 volvió al MIR, sin condiciones.

El golpe

En el intertanto, Avercio se fue a Concepción a cumplir labores de Inteligencia, y en 1973 retornó a Santiago a hacerse cargo de la comunicaciones de la Dirección. Con otro equipo del MIR, él asesoraba la seguridad interna del Presidente Salvador Allende, distinta al GAP. No estaban en ninguna locación fija, “estábamos en todas partes”

Días antes del golpe, cuya inminencia el mismo Miguel Enríquez –Secretario General del MIR- había anunciado en el Teatro Caupolicán, Miguel fue conminado a salir de Chile y a preparar las casas de seguridad.

“Nosotros ya sabíamos del golpe el 14 de agosto de 1973 por los movimientos de tropas en Santiago (en Peldehue y el regimiento Buin, particularmente). El problema era que la izquierda no nos hizo caso. Los socialistas nos dijeron que éramos unos paranoicos, infantilistas, y otras cosas por el estilo. Nosotros nos concentramos en la seguridad de la Dirección del partido, fundamentalmente de Miguel, Edgardo Enríquez y Bautista van Schouwen, que era la sucesión política del MIR. Entonces llegó el golpe de Estado y nosotros no estábamos preparados. Nos reunimos con Miguel, se negó a salir del país y destacó una comisión a la Argentina donde iba Edgardo Enríquez, a una reunión de la Junta Coordinadora Revolucionaria donde estaban el  Partido Revolucionario de los Trabajadores - ERP (Argentina), el MIR (Movimiento de Izquierda Revolucionaria - Chile), el MLN -- Tupamaros (Movimiento de Liberación Nacional -Uruguay) y el ELN (Ejercito de Liberación Nacional - Bolivia). Yo partí a Buenos Aires un día antes. Uno de los objetivos era que Edgardo Enríquez se quedara afuera.”

Avercio volvió en el mismo mes de octubre del 73 a Chile. Se reunió con José Carrasco para laborar en la documentación nueva para sus compañeros ante la persecución sistemática e inclemente de la dictadura contra todos los opositores al régimen y especialmente, contra los militantes de las organizaciones de izquierda. Se formaron talleres de comunicación, realizándose un trabajo de hormiga. Al poco tiempo, ‘Javier’, encargado del sistema de espionaje del partido y llevando las placas de las cédulas de identidad en su poder, murió en un enfrentamiento casi en las narices de La Moneda.

“Ya el 30 % del Comité Central estaba en manos de la Inteligencia de la Fuerza Aérea. Miguel se comunicó con los militares y les señaló que mientras más compañeros aprisionaran, más se sumarían a la lucha. A fines de 1974 cae la ‘Flaca Alejandra’, y en el 75 debo asumir la reconexión del partido a nivel nacional. Había que recuperar a algunos, salvar a otros. Yo ya tenía en el cuerpo dos enfrentamientos. El primero en calle Esperanza con Agustinas, que fue mi primera experiencia violenta, mi prueba de fuego. Naturalmente, sentí miedo. El otro enfrentamiento lo tuve en un control en Providencia con Tobalaba.”

Entonces, Avercio vivía en Compañía con Miguel de la Barra, casi al frente de donde estaba en esa época la Embajada de Estados Unidos. Se le encomendó avisarle a Humberto Sotomayor que debía salir de la casa de Vicuña Mackenna donde estaba oculto. Luego, el ‘Coño’ Molina le indicó que debía citarse con Miguel Enríquez, quien le pidió que limpiara la piscina que había en el paradero 24 de Gran Avenida.

“Y en el punto, justo aparecen dos carabineros, que yo creo fue fortuito, y comenzó una balacera mientras sacaban a Miguel del lugar. En fin, aseamos la piscina. Revisamos milímetro por milímetro, para que en caso de problemas se instalaran los francotiradores.”

Luego viajó al sur. Avercio estaba viviendo con una pareja que tenía tres meses de embarazo. En la zona recuperó parte de la militancia y las estructuras. Y pensando en que sería la última vez que tendría la posibilidad, pasó por Cañete, chequeó la casa de su madre para asegurarse de que nada pasara. Así, estuvo una noche lluviosa con ella. Le preguntó qué ocurriría si lo mataban en alguna parte donde la familia no supiera. “Yo le respondí que la muerte es una cosa que uno no busca, sólo llega.” Al día siguiente tomó con su mujer el bus a Santiago, cargado con tarros con grasa, queso de cabeza y tres metros de longaniza.

La caída

“Yo siempre tuve una memoria fotográfica muy buena”, cuenta Avercio, “además me levantaba a las 06:00 hrs. a recoger los diarios. Sin embargo, llegando a Santiago, no tomé esas precauciones que eran una costumbre para mí. Tampoco llamé a la gente que trabajaba conmigo. Sólo pasé a buscar el auto con mi mujer y eché toda la comida del sur arriba. Y cuando voy pasando por San Antonio con Merced, me topé con el local llamado ‘El Dante’ donde bajé a comprarle un completo a mi señora. En un kiosco, ahí mismo, había un diario en cuya portada aparecía la cara enorme de un compañero que sabía más o menos donde yo vivía, pero, desconcentrado, no me detuve a leerlo. Y entonces comencé a cometer una seguidilla de errores. Me percaté de que había muchos vehículos transformados en ambulancias, pero no le di importancia. Después advertí que había personas barriendo por ambas aceras, y comerciantes en carritos que no eran usuales en el barrio. Estacioné el auto, bajé los paquetes, y nos fuimos al ascensor. Lo único que atine a hacer fue a sacar mi pistola 765 y pasarle bala, me la puse en la espalda, y abroché a mis bolsillos dos granadas que llevaba. Mi mujer iba adelante, mientras yo cargaba los bultos con alimentos. Mientras ella hurgueteaba en su cartera buscando las llaves del departamento, la puerta se abrió y un grupo de tipos se arrojó sobre ella. Solté la comida inmediatamente, saqué la ametralladora que traía, los cargadores, y salí del edificio a enfrentar lo que me esperaba: policías con armamento de guerra. Comencé a disparar, mientras corría hacia calle Andrés Bello donde me encontré con otro hombre parapetado que disparaba para todas partes. Allí cometí un nuevo error. Me metí al Hotel Foresta, y tomé a un gringo como defensa, pensando que a él no lo matarían. Pero, ¿a dónde ir? Ya había llegado mucha prensa, muchos uniformados y el ruido de las sirenas ensordecía. Y con el gringo a cuestas, salí del hotel para cometer un nuevo error: me fui al cerro Santa Lucía, considerando que era el mejor lugar para cubrirme; pero nunca pensé que las balas se acaban. Solté al gringo y, sin saber si me entendería, le dije que muchas gracias. Cuando las cosas ya se veían muy mal, por primera vez en mi vida me encomendé a Dios, me dije Patria o Muerte, lancé una granada y me eché a correr cerro abajo en dirección a la calle Ismael Valdés Vergara porque ahí estaba la embajada de Suiza y el MIR tenía una suerte de convenio con esa embajada. Mi objetivo era entrar a la zona de la sede diplomática. A todo esto, ya me había dado cuenta de que la represión era muy cobarde. Yo estaba solo frente a una cantidad que jamás conocí en número. Y pasó algo particularmente extraño en mi carrera. El único sujeto que estaba a unos 10 metros de distancia atrás, y que sin problemas podría haberme reventado a balazos con el fusil que llevaba, me gritaba ‘corre, corre, corre’, y nunca me disparó. Yo mientras, llegué a Miguel de la Barra con la punta de diamante, a la altura de calle Monjitas. Cruzando la calle a la embajada, se me estancó la pistola. La golpee contra un grifo que todavía existe, pero no hubo caso. Lo único que me quedaba eran tres balas en el fusil AKA que tenía. Las disparé, y en la esquina, por primera vez, me llovieron contra mi suerte las balas enemigas desde un edificio. Tiré las armas vacías que traía conmigo. Caí a tres metros de la embajada. Una horda de tipos se me arrojó encima y me cubrieron con frazadas. Era el 25 de julio de 1974. Los periodistas me gritaban, preguntando mi nombre, si era extranjero o chileno. Yo repetí mil veces ‘Me llamo Avercio Parra’. En ese momento me tomó el Servicio de Inteligencia de Carabineros (Sicar) y me llevó a un cuartel recién hecho en calle General Mackenna con Teatinos. Allí yo creo que no supieron tratarme, no supieron interrogarme. Sólo se dedicaron a golpearme brutalmente y a preguntarme una y otra vez dónde estaba Miguel Enríquez. Terminé inconciente, y tengo entendido que estuve en el cuartel unos 10 días.”

Luego Avercio fue transportado al diario El Clarín que había sido transformado en una locación de tortura en calle Dieciocho. Una semana y media después fue mudado a una casa de monjas que estaba en San Bernardo. En ese emplazamiento le aplicaron sólo químicos que le provocaron largas y sombrías alucinaciones. Al parecer a los agentes de la dictadura tampoco les dio resultado ese método y lo volvieron a El Clarín. Estuvo dos meses en ese sitio. “Yo únicamente preguntaba por el estado de mi mujer y les aseguraba que ella no tenía nada que ver con mi opción política. Mis guardianes me decían que mi hijo iba a nacer con la cara mitad mía y mitad de su jefe.”

Un día cualquiera Avercio escuchó que gritaban que sacaran al ‘Indio’, que se iba el ‘Indio’. Lo ubicaron de frente a la muralla, le levantaron la capucha y alguien dijo que apuraran los papeles para que el detenido se fuera. Y entonces llegó la policía secreta de la tiranía, la Dirección de Inteligencia Nacional, la DINA en pleno: el ‘guatón’ Osvaldo Romo, Tulio Pereira, Manuel Contreras, Pedro Espinosa, la ‘chica Carola’ (Alicia Gómez, ex militante del Partido Socialista que se convirtió en colaboradora de la DINA). Osvaldo Romo preguntó que dónde estaba el ‘Indio’. Indicaron a Avercio, y Romo replicó con garabatos a los policías, martillándoles que tenían en sus manos al que él consideraba el segundo hombre del MIR. La ‘chica Carola’ le repuso la capucha a Avercio, lo arrojaron al interior de una camioneta, “y por el aire cordillerano, supe que me llevaban a Villa Grimaldi”.

A partir de ahí, solamente se concentraron en preguntarle dónde estaba Miguel Enríquez, que él sabía dónde se ocultaba, que quién venía en el mando después de él.

“A mí se me ocurrió una idea que a muchos, en esas condiciones, les parecerá una niñería. Les conté que yo no sabía nada y que era evangélico. Obviamente, Romo no me creyó, y recomenzaron las torturas”, evoca Avercio. En los interrogatorios del horror estuvieron Manuel Contreras, Tulio Pereira, Pedro Espinosa, Romo y entre ellos, la ‘Flaca Alejandra’. Todos lo castigaron con escarnio bíblico. Al tiempo, ya no le ordenaban qué tenía que hacer, “yo me sacaba la ropa solo”. Fue hipnotizado, le colocaron pentotal (‘el suero de la verdad’), lo quemaron con cigarrillos; fue fusilado falsamente, lo colgaron de un poste hasta dislocarle los hombros, y sintió morirse dos veces.

A los 15 días, alrededor de mayo de 1975, fue transferido a la torre de Villa Grimaldi, “de donde no se salía más con vida”. Allí se encontró con José Carrasco Tapia y Víctor Toro Ramírez. “Víctor Toro me dijo que algún día la patria me recordaría si llegaba a morir, y si no, que recordara a los que estuvieron conmigo. Y nos callamos para siempre. Ya no supe más de mi vida. Ese fue el instante en que ‘me fui’. El resto, fueron sesiones de tortura.”

Entonces Averció inventó a sus verdugos que uno de los puntos de contacto a los tres meses de desaparecer o pasar un imprevisto lo tenía en Concepción, en la calle Caupolicán, en un restaurante que se llamaba ‘El Chiquitito’, y que debía llegar solo, con un diario, y tener una cajetilla de cigarrillos Lucky sobre la mesa. Cuando eso no resultó, ideó que tenía un segundo punto de recambio en la medialuna de Arauco. Como lo que dijo no existía, después de los viajes fallidos, la ira de los agentes de la DINA hizo que lo ataran a la parte trasera de una camioneta y la echaran a andar a toda carrera. Cuando ya estaba destruido, lo devolvieron en helicóptero a Santiago.

En Villa Grimaldi, estando en una casona preso que quedaba después de la piscina, fue convocado a la oficina de Manuel Contreras, el director de la DINA. Le retiraron la capucha porque “hoy día eres fiambre”. Le pusieron un café delante y Contreras le ofreció que entregara a Miguel y que trabajara con ellos. “Yo no quería más y le respondí que se podía ir a la mejor parte de su mamá. Nuevamente me dieron hasta que se cansaron”, rememora Avercio.

De pronto, la suerte se hizo su amiga. Viajó a Chile la autoridad de la OEA en materia de Derechos Humanos, el argentino Alejandro Orfila , a realizar una observación a los campamentos de prisioneros políticos. Los carceleros se desesperaron y se llevaron a los reos velozmente a Tres Álamos donde había una pieza grande que le llamaban ‘el caserón de los incomunicados’. Antes, en Villa Grimaldi, Avercio se encontraba con unos 20 compañeros. Entonces un agente de la DINA, el coronel Walter Miralles, ‘El Choclo’, les ordenó formarse y tomarse de las manos, y el prisionero Víctor Muñoz Urrutia junto a un argentino, ‘el Pescadito’, que estaban en mejores condiciones que Avercio, lo sacaron de la cama, lo elevaron como pudieron y lo metieron dentro del montón hasta el vehículo donde los transportaron a Tres Álamos.

“Apenas llegamos al pabellón de incomunicados, un compañero informó al pabellón de libre plática que yo estaba allí. Entonces José Carrasco pide que me pongan donde pueda hablar conmigo y, en clave, me pregunta ‘¿Cómo estamos en el agua?’, y yo le respondo que soy ‘Carlos’.”

Providencialmente, mientras ocurrió esto, apareció el Cardenal Raúl Silva Henríquez, a quien le informaron dónde se encontraba Avercio Parra, desaparecido hacía 4 meses.

Avercio habló con el Cardenal y con el sacerdote Cristián Precht. Y Orfila de la OEA visitó Tres Álamos, y todos los que estaban incomunicados fueron tirados al pabellón 3 de libre plática, donde había un buen grupo de presos.

“De golpe se me olvidó la idea de morir. Esto ocurrió un viernes y el domingo tuve visita de mi familia. Pero al martes siguiente la DINA me fue a buscar otra vez. Ahora se ensañaron al extremo conmigo, arrojándome ácido en la cara, dejándome sin ver durante dos semanas. Por primera vez me quebré. Entre sueños vi a mi padre recordándome sus palabras de jamás hablar. Estaba tan hecho trizas que me llevaron a la Clínica Alemana, y de vuelta en Tres Álamos empecé a ver de a poco. El doctor Leiva hizo que mi cama quedara al lado de la suya. Yo deliraba toda la noche.”

A los dos meses Avercio fue llevado al Consejo de Guerra junto a José Carrasco, Nelson Aramburu, Víctor Toro, Víctor Muñoz Urrutia, ‘El Paine’, y tres prisioneros más. Los esposaron y fueron arrojados a una especie de microbus. Posteriormente se presentó un vehículo y preguntaron cuál de todos era el ‘Indio’. Allí lo encadenaron, lo echaron adentro del auto y “yo pensé que era el fin”. Llegó a la Fiscalía donde se encontraban los demás y a las 02:30 de la madrugada lo hicieron ingresar a la sala. Ahí estaba el coronel Cristian Labbé (actual alcalde de Providencia, en Santiago de Chile).

“Me dijo que estaba cansado y que no daba más. ‘Te devuelvo a Villa Grimaldi, te mando a fusilar, o me dices la verdad. ¿De quién son estas armas?, me interrogó. Yo respondí que mías. Y de nuevo: ‘¿Dónde está Miguel?’ Yo repliqué que Miguel Enríquez había caído en un enfrentamiento, combatiendo, como un verdadero comandante de la revolución. Y si quería, ahora le podía decir dónde estaba.”

La resurrección

Labbé casi le dio 200 años de presidio y Avercio, de Tres Álamos fue trasladado a Puchuncaví, y en la amnistía de la tiranía dictada en 1978, fue expulsado del país. Eran 16 los de su grupo. Ahí recién supo que su mujer había perdido al hijo que esperaba y que estaba en Inglaterra. De Santiago, partieron a Buenos Aires, luego a Paraguay, y por intervención de la Iglesia, los dejaron en Río de Janeiro donde estaba la Dirección del partido, que lo envió a Suecia. Allí fue apadrinado por un sindicato de trabajadores. Lo atendieron en un hospital, le arrancaron esquirlas de bala que tenía en la cabeza, y las balas que agujereaban sus piernas.

“Al tiempo me visitó Andrés Pascal para decirme que tenía que irme a Cuba”, reseña Avercio, “allá me trataron tres meses sanitariamente y luego partí a Punto Cero a unos cursos. Más tarde me tomó el G8 donde estudié Inteligencia. Me fui a la Unión Soviética, regresé a Checoslovaquia y de ahí viajé a Nicaragua a pelear contra la contra en el Frente Sur. A los dos meses me hicieron viajar a Francia, y la Dirección me envió a Chile. Pascal me comunicó que el partido estaba quebrado económicamente y que debía encargarme de un equipo para realizar actividades de refinanciamiento de la organización. En Chile, esas iniciativas complejas y riesgosas resultaron un éxito. Regresé a Francia con mi gente después de sus realizaciones y me aguardaba otra tarea: ingresar a las fuerzas que iban a insertarse en Neltume (por la cordillera desde Argentina) y Nahuelbuta (por el Golfo de Arauco) para iniciar la lucha guerrillera contra la dictadura militar. De retorno al país, reconectamos al partido que había recibido un golpe. En tanto, asumí en el área militar el cargo de ayudante suplente de Arturo Villavela, después de ‘José’. Y otra vez el partido estaba desfinanciado, en medio del regreso al país de un gran numero de compañeros que participarían en la guerrilla del sur. ¿Pero, cómo una cantidad más que importante de recursos había desaparecido en 6 meses? Otra vez tuve que ingeniármelas para refinanciar la operación.”

En 1981 había fracasado el proyecto guerrillero, con un enorme saldo en vidas preciosas, y la represión le pisaba los talones a Avercio en Santiago. Él se emparejó con Nina que ya tenía una pequeña hija, y con quien tuvo un hijo. Ella pasó a la clandestinidad donde nació Miguel Ernesto. Entonces la represión descubrió su casa en calle Bellavista con Dardignac, donde tuvo que repeler un ataque. Más tarde, los encontraron en otra vivienda ubicada en calle Bolivia, en El Salto; y después otra casa en Valdivieso, arriba del cerro, donde Avercio debió resistir con armas más pesadas para sacar a la familia con vida. “Nina siempre fue muy valiente”, dice Avercio mientras se bebe un vaso de agua de un trago.

El quiebre

Finalmente, Avercio salió del país para regresar tres meses después, y ya las cosas “estaban hechas un desastre”. Habían matado a Villavela, a ‘José’ (oficial Montonero), al chico Palma. Viajó a Argentina donde se le había pedido a Nelson Gutiérrez que se hiciera cargo de las fuerza militar del MIR en Chile, pero él no quiso. Y en 1983 se efectúa un activo o Congreso donde se quebró el partido entre Andrés Pascal, y Nelson Gutiérrez con Hernán Aguiló.

“Nuestros propios errores nos llevaron a la debacle del partido”, piensa en voz alta Avercio, “para mí, los miristas en el extranjero no quisieron asumir sus tareas en Chile; y los que estábamos en Chile, no tuvimos la capacidad suficiente para revertir la crisis. Yo me quedé con Pascal, y gran parte del Comité Central, con la idea de no exponer más vidas y tratar de reorganizar el partido. Con el tiempo me volví a reunir con Pascal y otros compañeros, también en Argentina, donde ya se veía el tipo de salida que tendría la dictadura. Yo el 80 había obtenido la nacionalidad sueca, cuestión que me salvó de la policía alemana en un viaje en tren donde llevaba dinero y propaganda. En 1984 ya me descolgué de toda vida militante y me interné en Chile por el paso de Los Libertadores. Me mantuve clandestino hasta el gobierno de Aylwin.”

La venganza político –criminal y la justicia necesaria

Cuando el sobrino de Avercio, el joven Ricardo Parra lea la presente crónica, conocerá por primera vez los hechos que terminaron con la venganza política y las causas profundas que gatillaron las torturas policiales que mataron a su padre en 1991. También sabrá de las andanzas detalladas de su único tío, ese a quien tanto pregunta por qué no hay justicia para su padre. Porque Ricardo padre no sólo fue víctima de torturas atroces bien documentadas, siendo un minusválido. Él jamás militó en partido alguno antes, durante o después de la dictadura.

El dolor tiene de silencio y de misterio. Y también la justicia debe tener su hora y su plaza. Avercio Parra Flores, militante revolucionario en la Unidad Popular, sobreviviente de la resistencia contra la dictadura más feroz de la historia chilena, y hoy, dirigente sindical, piensa que las cosas no pueden guardarse en un baúl en la hondura rotunda de Arauco. Su familia tiene sed de justicia. Y sólo rescatando la memoria auténtica de las motivaciones perversas y políticas que terminaron con la muerte de Ricardo Parra Flores, podrá mirar el futuro sin tanto tormento.

“Que todos sepan la verdad”, dice Avercio, y sus ojos mapuche dicen también que no cejará de luchar hasta que exista justicia para su hermano y para los pobres de la Tierra.



Lanzamiento en la CUT del libro de Guillermo Rodríguez
El balance del MIR en voz de un militante histórico


Guillermo Rodríguez, "El Ronco"

Guillermo Rodríguez, "El Ronco"


por Andrés Figueroa Cornejo

Rebelión

“Confieso yo, que siendo militante del MIR, a mi regreso me integré a la Resistencia Popular y recibí la tarea privilegiada de aportar en un frente concreto: la lucha armada. Y para mi propio orgullo, mi Partido me destinó a la vanguardia del pueblo, a las milicias de la Resistencia. Porque para la Resistencia está claro que la dictadura se sostiene apoyada sólo en el poder de las armas de las Fuerzas Armadas. Y es por eso que luchamos por desarrollar una fuerza popular, que sea social, política y militar, porque sabemos que sólo construyendo el ejército de la Resistencia, superior al de las FFAA, lograremos derrocar a la dictadura. Es por ello que elegimos desarrollar la guerra revolucionaria, porque ello nos permite luchar en todos los frentes. Legal y clandestino. Con la propaganda y las armas. Porque mediante la guerra revolucionaria vamos desarrollando, en pequeños combates, nuestras fuerzas para ir alcanzando el desarrollo de muchas fuerzas, uniendo al pueblo, organizándolo para que luche hoy por sus derechos, pero que se capacite, al mismo tiempo, para los combates decisivos. Me declaro culpable de ser un miliciano y de estar absolutamente convencido que sólo la guerra del pueblo nos hará libres. A ello me dediqué el escaso tiempo que permanecí libre en Chile. Desarrollando las milicias populares, que no son otra cosa que grupos de obreros, estudiantes, campesinos, jóvenes y adultos, hombres y mujeres, que toman las armas para hacer efectivo el derecho a rebelión”

Escrito por Guillermo Rodríguez hace 30 años, en el contexto de su defensa ante el Consejo de Guerra de la dictadura pinochetista en Chile que se le seguía por luchar en la Resistencia Popular como militante del MIR.

El Movimiento de Izquierda Revolucionaria chileno, MIR, entre 1965 y 1973 fue sinónimo de edificación de poder popular, acción directa, reivindicación de la lucha armada, guevarismo (en su clave anticapitalista y antiimperialista a la vez), crítica resuelta al reformismo de las izquierdas tradicionales de la época, y la definición de los pobres del campo y la ciudad como sujetos de transformaciones profundas. El MIR fue, entre muchas cosas, la constelación orgánica de diversos grupos de inspiración revolucionaria para la toma del poder y la construcción del socialismo en Chile. En este caso, el precio de la rebeldía organizada fue altísimo. Desde los primeros momentos de la dictadura militar, el MIR fue el objetivo de exterminio prioritario del pinochetismo; es decir, del gobierno golpista de la burguesía aliada al imperialismo norteamericano. Más de 700 militantes, hombres y mujeres, pagaron con su vida la convicción y la práctica de la lucha más definitiva contra el capital. Miles fueron torturados, miles fueron exiliados.

Guillermo Rodríguez es un sobreviviente del MIR. Una autoridad ética incuestionable para el conjunto de la izquierda chilena. A los 16 años ingresó al Movimiento de Izquierda Revolucionaria; a los 19 era parte de la guardia personal del Presidente Salvador Allende. Aportó a la formación del poder popular en el cordón industrial Cerrillos-Maipú en los últimos tiempos de la Unidad Popular Guillermo Rodríguez, el “Ronco” (por un envenenamiento que sufrió por agentes del Estado que dañaron para siempre su garganta y capacidad vocal), participó en la resistencia armada desde el mismo 11 de septiembre de 1973; estuvo preso en el Estadio Nacional, y exiliado en Canadá desde donde regresó a Chile a cumplir tareas partidarias como responsable de las milicias de resistencia popular en Santiago. Luego sería hecho prisionero nuevamente.

Autor de la novela “Hacia el final de la partida”, el jueves 13 de marzo, en la sede de la Central Unitaria de Trabajadores –como una forma de homenajear al legendario forjador de la unidad de los trabajadores chilenos, Clotario Blest- lanzó su último texto “De las Brigadas Secundarias a los Condones Industriales”, un libro que retrata su participación personal en el período más alto de la luchas de clases en Chile, por un lado, y donde realiza un balance propio de la historia del MIR hasta el golpe de Estado de 1973.

A salón repleto y con la presencia de Manuel Vergara, padre de tres revolucionarios chilenos asesinados por el Estado en sus luchas por la emancipación de los pobres, el texto fue presentado por un compacto de panelistas significativamente pertinentes para el evento.

LAS PREGUNTAS Y LOS GRANDES TEMAS

En las intervenciones, el profesor Marcelo Cornejo, a partir del libro realizó una serie de preguntas desde los cuestionamientos actuales de la nuevas generaciones rebeldes del país y en perspectiva de relevar las claves para la construcción de una organización política de carácter revolucionario.

Por su parte, el historiador y académico de la Universidad de Santiago, Igor Goicovic, planteó que el texto de Guillermo Rodríguez propone temas que abrazan nuevas investigaciones en profundidad sobre a aspectos ligados al Movimiento Campesino Revolucionario (frente de masas del MIR en el mundo rural y mapuche); a la relación entre el Partido, los frentes intermedios y los frentes de masas; a la cotidianidad de la militancia revolucionaria y a los hitos de resistencia armada ocurridos inmediatamente después del golpe. Asimismo se refirió al rol de la vanguardia, la construcción de la fuerza social revolucionaria y al papel que le toca a la violencia política en un proyecto revolucionario.

LOS PROBLEMAS POLÍTICO MILITARES DEL MIR

Renato Betancurt, ex militante del MIR, poeta, escritor, y amigo del autor realizó la siguiente reflexión en torno al libro.

“A pesar del final sombrío, no se trata de una crónica opresiva, ni desalentadora. Por el contrario, estamos ante el despliegue de una historia humana que provoca entusiasmo y en cierto modo, incredulidad, para quienes no vivieron esa época. (…) El libro también despierta un vivo interés por cuestionar la realidad contada, particularmente respecto de las efectivas posibilidades que tenía la mayoría del pueblo para alcanzar el umbral de una sociedad mejor, justa, igualitaria, democrática y revolucionaria. (…) Quedan planteadas preguntas…sobre los aciertos y errores del MIR. ¿Era posible que la mayoría del movimiento social avanzara en términos de conciencia y organización hacia una coyuntura de generación real de un poder alternativo al poder detentado por las clases dominantes? (…) ¿El problema político militar fue enunciado e implementado correctamente por los revolucionarios o se cayó, más bien, en unas concepción elitista, sin entender la necesidad de la implementación extensa, urgente, amplia, política, desde una perspectiva miliciana del pueblo en armas? ¿Acaso no jugó muchas veces en contra del avance del pueblo en conciencia y organización la prevalencia de un modelo conspirativo, aparatista y elitista, respecto de las tareas técnico-militares entre los revolucionarios? Otros temas candentes…dicen relación con la democracia interna en la organización interna de los revolucionarios y acerca de la capacidad democrática de estos para resolver diversas controversias tácticas, e incluso de índole estratégica, lo cual podría ejemplificarse con la no realización de un Congreso interno que arrojará luces respecto del desempeño adecuado del período y permitiera una decisiva participación de la militancia proveniente de los frentes de masas. Por otro lado, la generación de dirigentes entre los revolucionarios, ¿Era efectivamente democrática y los criterios y métodos empleados para elegirlos fueron, a la luz de los hechos y del tiempo, los más adecuados y efectivos? (…) El libro es un relato apasionado, convocándonos no sólo a observar el pasado, sino que a pensarlo críticamente con la finalidad de reiterar en los hechos la posibilidad de construir y alcanzar un mundo mejor. (…) Este libro es un alegato que alienta la necesidad de volver a ser capaces de mirar la realidad con la intención de intervenir en ella para modificarla.”

UNA MIRADA EN PROFUNDIDAD

Rafael Agacino, economista, filósofo, y actual miembro del Colectivo de Trabajadores, sintetizó en un agudo análisis, arrancando del texto, el decurso de las tramas profundas de la vida del MIR.

“En el libro hay una relación entre la epopeya, la épica y la tragedia. (…) Cuando uno termina el libro la pregunta que surge es la relación entre la historia y mi biografía, pero pensando en el futuro. El texto tiene 15 capítulos. Los tres primeros capítulos pasan del Liceo, la Brigada Secundaria Mirista y la participación de Guillermo en el Grupo Político Militar 1 (GPM 1). Si uno leyera desde atrás el texto, es decir: capítulo 15, “El Estadio Nacional”; capítulo primero, “Liceo”; capítulo 14, “El 11 de septiembre en Maipú”; capítulo segundo, “Mi incorporación a la Brigada Secundaria Mirista”; capítulo 13, “Día de incertidumbre”, después del “tacnazo” del 29 de junio de 1973 (ensayo del golpe militar que fue aplacado). (…) Si uno mirara el texto desde esa perspectiva, el libro es una transición de desinserción de la vida juvenil del “Ronco” a la incorporación de un gran proceso histórico que está discurriendo. Esa desinserción, ese alejamiento de los amigos, ese comprender que en el deseo tengo que incorporarme a la lucha política, y que la lucha política se funda en ética, y la ética exige compromiso, y el compromiso significa un madurar forzado debido a ese proceso histórico que llama. El año 1965, 67, hacia el año 1973 es para la generación que hoy tiene 60 o 50 años, la desinserción de su juventud. (…) Es lo que ocurre en las primeras acciones de resistencia en la comuna de Maipú, cuando se escucha el borbardeo a La Moneda , y donde la infraestructura, las comunicaciones, todo lo que tenía que estar dispuesto, no está. Y, por lo tanto, hay que tomar decisiones sobre la marcha. Decisiones que significan miedo, audacia para tratar de colocarse a la altura de los acontecimientos. Decisiones que pueden ser erradas. Y esas indecisiones venían del momento de incertidumbre que antes había provocado el “tacnazo”; el momento que, en realidad, esta gran tendencia de constitución de sujeto que va abriendo camino, que disputa espacios al poder burgués creando poder popular, por desinteligencia de la política y de sus dirigentes, por ciertas capitulaciones que se hacen en torno a ese día crucial y donde no se pasa a la ofensiva, parece provocar esa inmovilización que nos deja en vilo al momento del golpe que ocurre pocos meses después. (…) Los primeros capítulos del libro son la epopeya, son el MIR que va creando política. No la epopeya ingenua. Es la epopeya de generaciones de jóvenes, de generaciones de viejos que van cuajando un proyecto y creando política. Es la epopeya de aquellos momentos estelares de la lucha de clases en que los sujetos populares, por primera vez, sienten que constituyen un colectivo en el cual residen las posibilidades de abrir futuro y construir una nueva sociedad. Es la epopeya de la posibilidad histórica. (…) Pero también hay otro MIR. El MIR que queda en medio de un proceso inconcluso. El texto de Guillermo termina en el capítulo 15, después que un teniente de la Fuerza Aérea admite la posibilidad de que el “Ronco” comience “a cooperar”, a “hablar”. Es el darse cuenta que ya la derrota de ese proceso, es total. Es el momento en que esa gran lucha contra la patronal y la burguesía, se pierde. Y aquí comienza otro MIR. El MIR que está muy presente en las generaciones posteriores. Es el MIR de la tragedia, es el MIR que va desde “el MIR no se asila” hasta el MIR que resiste, el MIR que sigue sobreviviendo, con la memoria partida, trizada, que reclama justicia por nuestros muertos y por la impunidad que recorre las calles hasta la actual sociedad. Es el MIR de los sobrevivientes, que sobrevive con los ausentes, presentes. Es el MIR que gatilla este sentimiento de haber estado anclado en un momento de la historia, pero que fue derrotado. Y entonces surgen todas esas preguntas que nos dicen “¿Por qué no ganamos? ¿Por qué fuimos derrotados?”. Ahí está, entonces el MIR de la epopeya revolucionaria, y luego, el MIR de la tragedia. Uno podría preguntarse que cuando la historia queda suspendida el 11 de septiembre de 1973, y uno se queda mirando largos minutos la bandera que se quema en La Moneda incendiada, “¿Dónde estábamos nosotros?” Es el tiempo de Miguel (Enríquez), dice Allende, yo me quedo en La Moneda ; soy consecuente con mi espíritu republicano, defiendo la democracia y las prerrogativas de un Estado democrático. Es absolutamente coherente, pero ¿Dónde estábamos nosotros que nos preparamos infinitamente para ese momento, para el momento crucial cuando todo se decide; donde todas las circunstancias históricas se nuclean en minutos, donde de ahí para adelante se define un futuro de vida o un futuro de muerte? A veces pienso que ese MIR trágico que llevamos en nosotros, aunque no lo reconozcamos, tal vez sea simplemente una penitencia. Como no estuvimos cuando debíamos estar, nos quedamos. Y nos quedamos con una épica fundante que significa resistir y resistir. Es la moral de quedarse, de estar con el pueblo. Pero no es la ética del MIR épico de ganar. Ahora es el MIR trágico. Son nuestros muertos, presentes. Somos los sobrevivientes de una experiencia sobre la cual no terminamos de ajustar cuentas aún.

Si uno mira esta historia, se pregunta cuál es el lugar que hoy, personal y colectivamente, ocupamos. Creo que aquí hay elementos de ruptura y de continuidad. La continuidad está asociada a un fundamento ético de la política; una percepción crítica de lo que fue la construcción del socialismo; la idea de entender la política como entrega personal donde juego mi espíritu y cuerpo; donde la consecuencia no es una “epopéyica necrofílica”, sino más bien, la construcción moral de las relaciones transparentes, humanas, comunitarias, que deben engendrar y caracterizar la sociedad del futuro. Pero también hay ruptura. Porque la epopeya del MIR, científica, política, racional, realista, que advierte los peligros, ya no puede ser reproducida hoy en los mismos términos. Porque han pasado más de 40 años, y este país cambió. Masas completas de campesinos han dejado de existir. Segmentos de la clase obrera, como los ligados al carbón y los portuarios, han desaparecido. Las clases medias son distintas. Nuestra juventud tiene códigos diferentes. ¿Es que nosotros podemos dialogar con esta realidad actual a través de la tragedia o la remembranza de esa epopeya? Una gran fortaleza que tiene el texto del “Ronco” es que se puede comenzar a escribir un balance histórico del MIR, que se demanda no sólo por los caídos, sino porque el MIR siempre fue promesa radical de futuro.”

LAS PALABRAS DEL AUTOR

Finalmente, fue el propio Guillermo Rodríguez quien selló el lanzamiento de su libro destacando los objetivos del relato histórico y biográfico.

“Elegí la sede de la CUT para presentar mis libro, porque, más allá de la mirada crítica que se pueda tener de lo que hoy es la CUT , es y sigue siendo una instancia importante de los trabajadores. (…) La historia de la experiencia del MIR antes y durante la experiencia de la Unidad Popular puede haber sido resuelta en un balance colectivo, pero eso ya no es posible. Yo decidí, entonces, “tirarme al agua”, dar la cara, y con este texto, meterme a las patas de los caballos. Sobre todo porque en este tiempo parece estar pasado de moda, estar desfasado cuando se habla de historia. Yo escribí este libro porque “estoy pegado” con el pasado. Y estoy pegado a compañeros que nos interpelan, nos preguntan, y uno va caminando y en una esquina se los encuentra. Y se acuerda que allí hicimos un “punto”, y que en esa calle levantó una barricada, y pasa por otra calle y se acuerda que allí asesinaron a fulano. Y ocurre que en Chile, ya los perfiles de los compañeros se van diluyendo, borrando, desapareciéndose para la historia del pueblo. Aún van quedando algunos mitos. En el mejor de los casos, se les reconoce como “víctimas de la represión”, y se les despoja de sus ideas y de su proyecto. Pero aquí está el “Guatón Renato”; esto es lo que decía “El Santo”. Y como soy porfiado, he querido traer a través del relato a estos populáricos. No me interesa traer aquí a los dirigentes, muchos de los cuales hoy son renegados, grandes empresarios. Prefiero hablar de los que estábamos haciendo la pega abajo, en la base, en la militancia. Uno está aburrido de leer la historia contada por otros. Porque muchas veces se escribe sin relación a la realidad que vivimos los que estábamos haciendo la construcción en terreno. Estoy aburrido de que nos falsifiquen la historia, la mitifiquen, que oculten pedazos vitales de esta historia. Porque hoy están escribiendo una historia de la reconciliación, “masticable” por todo el mundo, donde no existe la lucha de clases, ni violencia, ni sujetos populares. Y en esta historia oficial, también ocurre que, por ejemplo se pone de “malo” a Pinochet, encubriendo y lavando a toda una clase social, a toda la articulación social y política que estuvo detrás del golpe de Estado. Por eso la actual idea de la política está basada en “el arte de los consensos”, de “lo posible”, donde, en realidad, se niega a la política como la síntesis de las contradicciones de clase y sus expresiones. (…) Y además ha comenzado a surgir una historia sobre los movimientos sociales, poniendo a un lado a los actores políticos, como si fuera todo espontáneo. Importa rescatar los proyectos políticos. También me interesaba escribir este trabajo porque, a partir de las derrotas, las nuevas generaciones de constructores comienzan a conocer la historia de manera tergiversada y sin profundidad. (…) Estas visiones, para mí, son parte de una operación de la clase dominante, a escala planetaria, para ahondar la derrota. (…) ¿Quién puede negar la crisis ideológica que hoy vivimos? ¿Quién puede negar los grados de confusión que hoy existe en la izquierda? ¿Quién puede negar la dispersión en la que nos encontramos? ¿Quién puede negar que nos falta un proyecto común que nos convoque a todos para golpear juntos? Hoy incluso, es posible escuchar que la clase obrera ya no es la clase motriz de las transformaciones, y que hay buscar otros sectores, cuando basta leer los diarios nada más, para darse cuenta que son los trabajadores quienes están empujando la lucha. Entonces yo decidí contar mi experiencia. Rescatar toda esta historia, en el sentido de aquello que nos pueda servir para la construcción hoy. La idea es aportar a cuestiones no resueltas, como la edificación de un proyecto político, reconstruir fuerza social revolucionaria, resolver el problema de identidad de clase, poner al pueblo al centro del quehacer político y no a la “vanguardia”, a la “organización”, al “grupito”. Atender las dinámicas del pueblo y su maduración. En fin, recoger lecciones de la historia.

Estoy convencido que sí podemos construir fuerza social revolucionaria, que sí podemos construir proyecto propio, que no podemos contentarnos con sólo ser vagón de cola de los intereses de otros sectores. Ya podemos decir que en Chile no hay burguesía progresista alguna. (…) Nosotros, como pueblo, vamos a estar sometidos una y mil veces a la contradicción que es fundamental: reforma o revolución. (…) Con mi libro quise entregar “pistas” a los compañeros que construyen hoy. Y evoco las discusiones que hubo al interior del MIR sobre cuestiones estratégicas. Que si la lucha será a través de una insurrección, o guerra popular o guerra popular prolongada. Temas que tienen que ver con el poder. (…) En el último tiempo hemos venido escuchando a quienes dicen que el MIR era “pura pequeña burguesía”. Otros dicen que estábamos “locos”. Otros declaran que, además de locos, nos hicimos parte de la “cultura de la muerte”. Entonces también escribo el libro para decir que estoy orgulloso de haber participado en el MIR. Me siento orgulloso de haber sido parte de un pueblo en lucha. Y por eso este libro relata a una generación “aperrada”, generosa, honesta, limpia, clara. Pero muchos ensucian esa generación con su propio cambio personal. (…) Es la hora de sembrar unidad y construir un pueblo en lucha.”

Andrés Figueroa Cornejo (Polo de Trabajador@s por el Socialismo)




Invitación a Acto por el 11 de Septiembre 
El próximo 11 de septiembre se cumplen 40 años del golpe de estado en Chile que derrocó al gobierno popular de Salvador Allende. En este contexto, el Movimiento de Solidaridad Nuestra América, la Asociación Salvador Allende en México, el Comité de Solidaridad con Bolivia, la Coordinadora Mexicana de Solidaridad con Venezuela, el Movimiento Mexicano de Solidaridad con Cuba, El Frente para la Victoria de Argentina y el Frente Amplio de Uruguay en México, estamos organizando un evento para esa fecha en el Museo de la Ciudad de México.
En dicho acto queremos recordar y reflexionar sobre el golpe perpetrado en Chile, y en otros países de nuestra América en ese periodo, y alertar sobre la vigencia de los golpes de estado inducidos por el imperialismo y sus cómplices locales en este siglo XXI; como lo muestran los casos de Honduras y Paraguay. Asimismo, los intentos fallidos en Venezuela, Bolivia y Ecuador.
ACTO POLÍTICO CULTURAL
“A CUARENTA AÑOS: TENER MEMORIA PARA EL FUTURO”
11 de Septiembre de 2013, 18:00 horas
Museo de la Ciudad de México
(Pino Suárez #30, Esq. República de El Salvador), Centro Histórico, México, D.F.
Expositores:
Ana Esther Ceceña, Observatorio Latinoamericano de Geopolítica, México;
Jorge Mansilla, Ex Embajador del Estado Plurinacional de Bolivia;
Ibraim Ford, Comité del Frente Amplio de Uruguay en México;
Patricia Vaca Narvaja, Embajadora de Argentina en México;
General Hugo García, Embajador de la República Bolivariana de Venezuela en México y
Darío Salinas, Asociación Salvador Allende.
Se proyectarán videos referentes a momentos claves de la historia de Nuestra América.
Música y Canto:
Grupo Semillas.
Movimiento Mexicano de Solidaridad con Cuba web: mmsc.org.mx
correo: solidaridad.cuba@gmail.com
facebook: facebook.com/mmsc1996/
síguenos en twitter: @_mmsc



Entrevista exclusiva: Así se planeó y ejecutó la emboscada contra Pinochet el 7 de septiembre de 1986

por Dick Emanuelsson

Lunes, 09 de Septiembre de 2013 02:43
Este es el relato de cómo se planeó y ejecutó la emboscada contra el general Pinochet que casi le costó la vida al tirano.
REPORTAJE CHILE 1973-2013
Así se planeó y ejecutó la emboscada contra Pinochet el 7 de septiembre de 1986
·        Desde Suecia a Chile para eliminar al Dictador
·        “1986, el año decisivo contra la Dictadura que cambiaría el rumbo de la historia de Chile”

Por Dick Emanuelsson

El 11 de septiembre serán los 40 años desde el Golpe de Estado en Chile. El reportero en Latinoamérica, Dick Emanuelsson, entrevistó hace unos meses a César Bunster Ariztia, segundo hombre de la logística en lo que el 7 de septiembre de 1986 fue “la Operación Siglo XX”. Este es el relato de cómo se planeó y ejecutó la emboscada contra el general Pinochet que casi le costó la vida al tirano.
 

VIDEO / AUDIO:

Entrevista a Cesar Bunster (1,07 horas):

http://youtu.be/o_a67cxeuys

AUDIO: https://app.box.com/s/i16a4tza5h6rf0xqc8ed

Entrevista a Cesar Quiroz, oficial y miliciano del FPMR:

http://youtu.be/J-zCIRJxrQQ

AUDIO: https://app.box.com/s/zkxvb5dh0fdu2nt6v9wh

 

Un preludio a la lucha armada. . .

SANTIAGO de Chile 2013 / Se sentía en el aire el frío y la humedad del invierno chileno. Corrían los días del mes de septiembre de 1986. En Chile se sentía que algo estaba pasando. La pregunta fue: ¿Qué?

El tono en las transmisiones de las emisoras como Radio Moscú o Radio Habana se escuchaba cada noche con más optimismo. Esos canales radiales, manejados por chilenos en exilio, eran invalorables para informar sobre lo que pasaba en el país ya que los medios chilenos actuaban bajo control del régimen. No sólo informaban, en realidad fueron organizadores colectivos para la lucha antifascista contra la dictadura que había derrocado el gobierno de Unidad Popular y al presidente Salvador Allende, en un Golpe de Estado sangriento el 11 septiembre de 1973.
 
En 1983 fue el año cuando el pueblo chileno perdió su miedo ante la dictadura. Ya había llegado yo en el mes de julio del mismo año. Para cada Protesta Nacional que se realizaba cada mes a partir del mes de marzo de 1983, se adhirieron más sectores a la lucha frontal contra el régimen militar.
 
Durante diez años la dictadura había controlado a Chile con una mano de hierro. Habían sucedido protestas públicas pero esporádicas. Mas, a partir del 8 de marzo de 1983, el pueblo comenzó a levantarse. El 18 de agosto de ese año, ante la amplitud y la beligerancia de las protestas, Pinochet mandó al Ejército a tomar las calles para derrotar la resistencia en las poblaciones, los asentamientos populosos y nidos de la lucha clandestina y antifascista. Sólo en Santiago fueron asesinadas 28 personas en la noche entre el 18 y 19 de agosto, cuando los pobres reconquistaron el poder en sus barrios proletarios. Sólo las balas asesinas pudieron frenar el levantamiento.


Sergio Buschmann

Un Sergio Buschmann en Nicaragua Sandinista
 
ANTES DE ARRIBAR A CHILE, en julio de 1983, había hecho una gira y reportes periodísticos en la Nicaragua liberada para el diario de Suecia donde trabajaba. La última noche antes de partir hacia Chile, me topé con Sergio Buschmann. Él había ingresado a las Juventudes Comunistas de Chile (JJCC) en el año 1962. El 11 de septiembre de 1973 fue detenido y llevado al Estadio de Santiago donde se encontraba también el legendario cantautor Víctor Jara. Buschmann fue liberado unos días después, pero en 1975 fue detenido nuevamente. La iglesia Católica lo salvó esta vez y lo ayudó a salir de Chile, llegando a Suecia a principios de 1976.
 
Allá vivía en un barrio que se llama Fittja, mayoritariamente poblado por turcos, árabes, curdos e inmigrantes. Pero la vida tranquila del “Svensson” no era algo para Buschmann. Después de la Revolución Sandinista, el 19 de julio de 1979, Buschmann dirigió el compás hacía Centroamérica donde peleó como combatiente en el Ejército Popular Sandinista. La tarea era impedir la contrarrevolución y la invasión organizada por los gringos a través de los “Contras”. También organizó un grupo de teatro junto con salvadoreños exiliados y algunos nicaragüenses. Llevó el grupo a Suecia en donde presentó una obra sobre la suerte del revolucionario salvadoreño Roque Dalton.
 

Pertenecía al Partido Comunista de Chile que tenía un agitado trabajo político y financiero en el exilio. No se quedó sin tarea en Nicaragua porque recibió la tarea del Comité Central de su partido para participar en la construcción de la Milicia Rodriguísta, FPMR, Frente Patriótico Manuel Rodríguez, llamado así en tributo al abogado que se convirtió en guerrillero y lideró la lucha armada contra el colonialismo español.
 
Durante esa noche en Managua, era julio de 1983, entre cervezas y enchiladas, Buschmann me contó de los preparativos finales sobre “la Vuelta a Chile”. “Fíjate a final de este año, habrá noticias en Chile y en el mundo”.
 
Los pueblos latinoamericanos respiraban un nuevo aire después del triunfo sandinista y la intensificación de las luchas guerrilleras en El Salvador y Guatemala. Gran parte de los países del continente estaban gobernados por regímenes militares y la esperanza era grande en cuanto a que los años de horror fascista en países como Chile, Argentina, Uruguay, Brasil o Bolivia irían a su final.

El derecho a la “Rebelión Popular”
 
PERO LAS DICTADURAS NO SE CAEN POR SI MISMAS. Buschmann y otros chilenos que habían combatido junto con los sandinistas, planeaban el regreso a Chile para allí retomar la lucha político-militar contra la dictadura militar.
 
Luis Corvalán

El secretario del Partido Comunista, Luis Corvalán, había llegado a Estocolmo ya el 16 de noviembre de 1980. Habló en un acto semiclandestino en el colegio de Erik Dahlbergskolan en la capital sueca a donde fui invitado por la organización partidaria en Suecia. Corvalán lanzó públicamente la consigna “Con la Razón y la Fuerza” y el derecho a “la Rebelión Popular”.
 
“Se hacen humo las ilusiones respecto de una presunta liberalización del régimen. Se cierran los caminos para la evolución gradual con que algunos han soñado. En estas circunstancias, no tenemos dudas de que el pueblo de Chile sabrá encontrar el modo de sacudirse el yugo de la tiranía. Las masas irrumpirán de una u otra manera hasta echar abajo al fascismo. Pinochet no podrá mantenerse en el poder por el tiempo que pretende. El derecho a la rebelión pasa a ser cada vez más indiscutible”.
 
“El derecho a la rebelión es, por así decirlo, un derecho sagrado. No es un invento de los comunistas. Hace ya dos siglos que fue incorporado a la declaración de independencia de los Estados Unidos. Lo reconoce la encíclica Populorum Progressio frente a las dictaduras”.
 
Los centenares de chilenos del exilio presentes en el acto estallaban en júbilo. La consigna que dio el pueblo chileno fue el derecho a levantarse con “Todas las Formas de Lucha” contra la tiranía. Eso fue como un catalizador de la lucha antifascista.


4 de Septiembre de 1983, el día del triunfo de la presidencia de Salvador Allende 1970. En la foto la tumba
de Allende en Viña del Mar, donde fue enterrado después el golpe militar. Posteriormente fueron
trasladados los restos de Allende a Santiago.
 
Muchos de los exiliados comenzaron a concretizar lo que habían soñado durante los años en el exilio; el retorno para participar en la pelea frontal contra la dictadura. Varios de los presentes en ese acto de 1980 en Estocolmo darían posteriormente sus vidas por la causa revolucionaria.
 
Lo que no había mencionado el líder comunista fue público el 14 diciembre de 1983; FPMR, un movimiento creado por el Partido Comunista nació y su tarea combinada era político-militar. Ya había una herramienta para tumbar al régimen militar. El hecho confirmó las palabras de Buschmann del mes de julio 1983.

El complemento de necesidad histórica

LA NOTICIA CAYÓ COMO UNA BOMBA. El Pentágono dio la orden a la embajada estadounidense en Santiago de iniciar sus intrigas para dividir la Resistencia y aislar a la izquierda. El frente en Chile contra la dictadura era bastante amplio y en ello había democratacristianos hasta militantes del MIR. Pero el núcleo de la lucha era de la izquierda, principalmente comunista-socialista y partes del MIR que habían logrado sobrevivir a las desapariciones y asesinatos en los primeros años después del Golpe de Estado. La CIA maniobraba habilidosamente con la meta de aislar la izquierda revolucionaria, y principalmente el Partido Comunista.
 
La Casa Blanca sabía que la dictadura caería más temprano que tarde. Por lo cual se trataba de reemplazar al Dictador con un régimen que respondiera a los intereses económicos y políticos de los Estados Unidos.
 
Pero el Dictador no quería escuchar y no estaba dispuesto a participar en unos “experimentos democráticos”. Por lo cual fue necesario tratar de tumbarlo con otros métodos.


A las 18:26 horas el 7 de septiembre de 1986,
un comando especial del FPMR emboscó al Dictador en la cuesta “Las Achupallas”, camino al Cajón del Maipo, a 40 kilómetros de Santiago, cuando éste regresaba de su residencia gigantesca de verano.
 
Las primeras granadas de los lanzacohetes M72 LAW tocaron sus objetivos de los cinco carros blindados que hacían parte de la comitiva dictatorial. Varios carros fueron blancos con éxito mientras las granadas que fueron disparados contra el carro del tirano, no explotaron. Cinco de los 25 escoltas de las Fuerzas Especiales del Ejército chileno fueron dados de bajas mientras 12 fueron gravemente heridos en la emboscada.
 
Con la certeza que el Dictador había sido eliminado, los 30 guerrilleros del FPMR regresaron hacia el centro de Santiago en carros alquilados. La noticia de que Pinochet había sido muerto en la emboscada comenzó a regarse en Chile. Los pobres en las poblaciones salieron a las calles para celebrar la muerte. Pero demasiado temprano.



“1986 el Año Decisivo contra la Dictadura”

Cesar Bunster y Cesar Quiróz, ex miliciano y oficial del FPMR, respectivamente

– En 1986 VIVIAMOS EN CHILE LO QUE SE
denominaba “El Año Decisivo de la Lucha contra la Dictadura”. Así lo había planteado nuestro partido. Era una consigna que reflejaba el ánimo de la gran mayoría de los chilenos de esa época y la decisión que existía era derrotar de una vez y para siempre a la dictadura ese año. No era una consigna inventada o que había salido del aire, sino que era el producto de una lucha ascendente que se venía dando con mucha fuerza desde hacía muchos años.
 
Lo dice CESAR BUNSTER. Vivía en Inglaterra en el momento del Golpe de Estado de 1973 ya que su padre era embajador de Chile en Gran Bretaña. Trece años después regresó a Chile en donde fue uno de los conspiradores como segundo al mando de la logística en la planeación de una de las más espectaculares acciones armadas durante la dictadura chilena.
 
Cuando nos encontramos en Santiago en el mes de abril, vi a un hombre lleno de inspiración de continuar la lucha aunque las formas de lucha de hoy son totalmente diferentes a las de aquella época.
Recuerda los oscuros días después del golpe en donde fueron desaparecidos o asesinados dos direcciones del partido y de la Juventud Comunista, pero que fueron reemplazados por nuevos cuadros del partido. Estos lograron reforzar la lucha política y orgánica que a principios de la década de los 80’s ya comenzaba a dar frutos. Pero se necesitaba un nuevo elemento más de las declaraciones y manifestaciones pacíficas.

Jaqueline, una mujer de solo 21 años que fue baleada por los carabiñeros en un día de
Protesta Nacional cuando éstos atacaron a los pobladores en La Victoria.

– Ya en esa lucha masiva y popular multifacética de 1986, se había implementado el elemento armado. Por todas partes de la sociedad chilena había lucha contra la dictadura. Pero el elemento militar jugó un papel creciente y era esperado por todo el movimiento social. La gente en las poblaciones esperaba que el Frente Patriótico, la organización que fue creada por el Partido Comunista para encabezar la lucha armada contra la dictadura… Por ejemplo, en los paros nacionales, esperaban la voladura de las torres de alta tensión para que la oscuridad protegiera las expresiones de rebeldía de la gran masa popular.
 
Se dice que las acciones armadas de la Milicia Rodriguista eran elementos que andaban mano a mano con la lucha social.
 
– Nunca fue una lucha armada que estuviera aislada de las masas sino muy a la par del movimiento social, ni quedándose atrás, ni tampoco acelerándose con acciones que no iban a ser comprendidas y que no representaban el momento político que se estaba viviendo.
El tirano representaba todo lo malo, lo cruel y genocida de la dictadura, era el símbolo, subraya Bunster, por lo cual era legítimo de ajusticiarlo.
 
– Era la cabeza de la cúspide de un aparato genocida de Estado pero que seguía cumpliendo, incluso en esa época, un papel fundamental para mantener la unidad de la Dictadura. Por lo tanto era absolutamente necesario intentar ajusticiar. . . De dar ese golpe mortal a la cabeza.
 
¿La consigna era, como dicen los comunistas colombianos; “la Combinación de Todas las Formas de Lucha de Masas” para golpear al tirano?
 
– Así es. Cuando nuestro partido lanzó la consigna de “Rebelión Popular”, después fue afinando y profundizando obviamente el acontecer de la lucha, planteó muy claramente que había llegado el momento para optar todas las formas de lucha. No sólo como una necesidad política y ética, sino como una necesidad que surgía del pueblo que estaba luchando. Cualquier pueblo del mundo, o cualquier persona que sale de su casa en la mañana, y hay alguien que está esperando afuera para pegarte con un palo en la cabeza todos los días, tu puedes aceptar eso 3 ó 4 veces pero va llegar el momento inevitablemente en que vas a salir con un palo también para defenderte.

Los dos jóvenes quemados vivos


Como ejemplo de que el régimen no aceptaba una transición “a las buenas”, está el caso de Rodrigo Rojas y Carmen Gloria Quintana.
Eran dos jóvenes que el 2 de julio de 1986 se preparaban para participar activamente en el Paro Nacional ese día. Fueron sorprendidos y detenidos cuando los dos jóvenes estaban armando una barricada en una de las vías de Santiago. La patrulla del ejército era encabezada por el teniente Sergio Fernández Dittus.
 
Los dos jóvenes fueron terriblemente golpeados por los militares que finalmente rociaron gasolina a los cuerpos de los dos que fueron encendidos. Los dos cuerpos, aparentemente muertos, fueron tirados a la paila de la camioneta de la patrulla. En las afueras de Santiago fueron botados al suelo, creyendo que estaban muertos.
 
Lo que no sabía el teniente, es que Carmen Gloria todavía estaba viva mientras Rodrigo sí estaba muerto. Fue llevada al hospital y salvada de morir. Posteriormente fue sacada de Chile por la inmensa solidaridad nacional e internacional y voló a Canadá donde le hicieron varias cirugías en el rostro y brazos.
 
El hermoso rostro de una joven mujer de tan sólo 18 años había sido deformado. Fue ilustrativo el odio fascista por el cual fue víctima. Fue la acumulación de una política de barbarie fascista contra la cual el pueblo chileno creó una herramienta, como fue el FPMR, que dos meses después ejecutó la emboscada contra el Dictador.

Elisabeth Escobar Moncada, una de las víctimas en la "Operación Albania" en donde un comando de la
inteligencia militar asesinó a doce integrantes del FPMR el 16 de junio de 1987.

De Suecia a Chile

¿Cómo se hizo la selección de los combatientes para la emboscada?
 
– El FPMR ya tenía una experiencia que quizás no era tan largo en términos de años. Pero sí muy rica en términos de del accionar que había ido desarrollando y el vínculo que tenía con el resto del movimiento social. A nosotros en el Frente, yo creo que es verdad decir que nunca nos faltaban combatientes, nos sobraban. Y no quiero exagerar. Pero debido a la extracción que tenían nuestros combatientes, y me acuerdo que era difícil encontrar compañeros o compañeras que tenían licencia para conducir por que eran “cabros” (muchachos en Chile) muy jóvenes que venían de las poblaciones de extracción muy popular. Por eso te digo que combatientes no nos faltaba.
 
– Para responderte concretamente la pregunta; la selección de los fusileros eran compañeros con muchísima experiencia del enfrentamiento directamente con la dictadura. Nadie fue aprendiendo a combatir a la dictadura o a la lucha armada en esa acción. Sería ilógico. Seleccionaron compañeras y compañeros con experiencia. Los que encabezaron la emboscada en términos militares, fueron efectivamente oficiales graduados en Bulgaria, como el caso del José Valenzuela Levi (Comandante Ernesto), que en el 1987 fue asesinado en la “Operación Albania”. Era un cuadro formado en Bulgaria como oficial formal pero que tuvo su gran experiencia (político-militar) en Chile. Los combatientes eran otra “cantera”.

Jose Valenzuela Levi, máximo jefe en la emboscada contra Pinochet  e Ignacio Valenzuela Pohorecky, ambos con pasado en Suecia y asesinados en en la "Operación Albania".
 
José Valenzuela Levi había crecido en Suecia donde su madre era profesora en la Universidad de Estocolmo. Cuando llegó la noticia que José Valenzuela había sido asesinado por un comando del CNI (policía política secreta) en Santiago el 15 de junio de 1987, entrevisté al padre que entonces vivía en la ciudad universitaria de Uppsala.
También el Rodriguista Ignacio Valenzuela Pohorecky (no pariente de José), que fue asesinado en la misma operación, había vivido en Suecia y retornó a Chile para incorporarse en la lucha miliciana contra la dictadura.
 

Lucha militar y entrenamiento en “lucha irregular”

¿Por qué Cesar Bunster, una persona pública, graduado en la Universidad de Cambridge en Inglaterra en sociología y que incluso se había afiliado en el exilio a la Juventud Comunista chilena y que hervía por regresar a Chile y luchar contra la dictadura?
 
– La historia mía es un poco similar a mucha juventud chilena de esa época. Pero es la época que nos tocaba vivir, eran las circunstancias. Como muchos jóvenes vibrábamos por lo que pasaba acá y tratábamos de entender y aportar. Toda Centroamérica estaba en llamas. Queríamos venir acá (a Chile) y hacer un aporte concreto.
 
– Me gradué de sociólogo el 1982 y la idea era regresar inmediatamente a Chile. Pero como mi padre había sido embajador de la Unidad Popular en Inglaterra, nunca quisieron darnos pasaporte.
 
Cecilia Magni

– “Si no puedo volver a Chile, me voy a America Latina”, pensé. Me fui a México en noviembre de 1982. Por fin me dieron el pasaporte (en 1986). En México insistí a la dirección de la Juventud Comunista preparación militar que anteriormente, durante los estudios, me habían negado con el argumento que “necesitamos también universitarios, profesionales”.
 
– Pero por fin pude obtenerlo y fui además capacitado en Cuba en “lucha irregular”, que no es lo mismo como “lucha militar”, sostiene Bunster.
 
Viajó a Nicaragua Sandinista para ser “capacitado” con el destino final: Chile.
 
En Chile entró en contacto con Cecilia Magni, “Comandante Tamara”, que sería el mando superior de Bunster dentro de la organización del FPMR. Le daba a Cesar Bunster tareas concretas como hacer inteligencia, registrar y documentar movimiento de personas, militares u otros objetivos entre el enemigo.

“Pocas posibilidades de sobrevivir. . .”

Los encuentros con Cecilia Magni y los reportes que se intercambiaban lo hicieron generalmente en el Paseo Ahumada, un paseo en el pleno centro de Santiago. Uno de esos reportes a Magni fue la localización del terreno y la carretera en donde se iba a ejecutar la “Operación Siglo XX” contra la Comitiva de Pinochet, acción que en ese momento era desconocido por Bunster.
 
Se acercaba el “Día D” y la Comandante Tamara reunía a los seleccionados para la acción en donde informaba que era pocas posibilidades de sobrevivir. No tenía mandato de informar sobre el contenido pero agregó que la acción cambiaría la historia y el rumbo de Chile. Hizo la pregunta a cada uno de los 30 combatientes si quería retirarse. Ninguno rechazó su participación.
 
– La muerte para nosotros en esa época era como un amigo que estaba siempre presente. No era algo nuevo. Que te hablaban de que al día siguiente te iban a matar, era una realidad desde hacía mucho tiempo. Con lo cual uno convivía, aprendí a vivir con esa posibilidad. Y no era que buscáramos la muerte o que queríamos morir, no era así. La muerte a veces forma parte de la vida, un acompañante que uno traía bajo el brazo.
 
El primer intento de ajusticiar al Tirano el 30 de agosto de 1986 tuvo que ser cancelado por que el general cambió la rutina por la muerte del ex presidente Jorge Alessandri y bajó antes del domingo. La acción fue postergada una semana.
 
Era peligroso quedarse en la casa que Bunster había alquilado con los 30 guerrilleros, además había un cuidador que vivía en la casa. La decisión fue llevarlos más arriba de la cordillera e instalarlos como internados religiosos.
 
– Además había compañeros que había estudiado para ser sacerdotes, dice Bunster y se ríe, por lo cual sabía los cantos y las charlas que había que dar, o los ritos a seguir.

El último discurso de Salvador Allende

7 SEPTEMBER 1986, 18:35 horas: Los guerrilleros, bajo el mando de José
Valenzuela, Comandante Ernesto, ya habían tomado sus posiciones en las trincheras y esperaban la comitiva de Pinochet. Todos ya sabían cuál era la misión. Se había hecho una formación militar primero en la casa donde se escuchaba el último discurso de Salvador Allende. La adrenalina fluía en las venas de los 30.
 
– Fue un momento de mucho solemnidad.
 
Todos tenían sus tareas específicas. La intercepción en la carretera con la casa rodante de la caravana se hizo como se había planificado. Lo único que no resultó fue la neutralización de los dos motoristas que encabezaban la comitiva. La idea, dice Bunster, era dejarlos pasar y ahí interferir con la casa rodante y en el otro momento darlos de baja. Uno logró salir ileso y siguió la carretera y su rumbo a una estación de policía que existía más delante donde avisó sobre la emboscada. Lo demás funcionó; detener la caravana y abrir fuego.
 
Para eso se habían destinado diez lanzacohetes norteamericanos modelo M72 LAW, dos para cada carro blindado y polarizado.
 
– Lo que no resultó fue el armamento de lanzacohetes, no estalló la granada que tocó el auto de Pinochet, golpeó el vidrio. Y por lo tanto se salvó.


Policías en formación militar para la comitiva guerrillera

Cinco de los 25 escoltas del general habían muerto en la emboscada, doce más estaban heridos gravemente. “Los demás se escaparon como ratas”, dice César Quiroz, que en esa época también era del Frente y que había sido graduado como oficial militar en Bulgaria.
El comando del FPMR creía que el dictador había sido eliminado y manejaban en carros que César Bunster había alquilado, parecidos a los de la comitiva de Pinochet, en dirección hacia Santiago. Las pipas de los fusiles M-16 los tenían afuera las ventanas de los carros. Éstos tenían luces de la policía en los techos y con sirenas para dar una imagen que era la caravana del general que venía.
 
César Bunster:
– La salida de esa zona era como la más riesgosa. Por algo se llama “Cajón del Maipú”. Hay una sola salida donde se hizo la emboscada y había que bajar directo e inevitablemente cruzarse por un cuartel policial donde, además, tenía una barrera que bajaban normalmente. Sabíamos que habría mucha confusión después de la emboscada.
 
– Y efectivamente así funcionó. Los policías que estaban advertidos por ese motociclista que logró escapar, habían bajado la barrera en el cuartel policial. Pero cuando vieron acercarse esta columna, donde se veía que venía con mucha gente armada con los fusiles asomados por las ventanas, y con balizas luminosas en los techos más las sirenas, se confundieron y levantaron la barrera, se cuadraron y lograron pasar todos los compañeros y compañeras.
 
– Así que todo funcionó, menos lo más importante, resume Bunster y casi sonroja ante el hecho que el Dictador se salvó con una mano herida.
 
Cuando los 30 milicianos del Frente llegaron a la entrada de Santiago se disolvieron en parejas y subieron a los “micros”, los autobuses del transporte público hacia en dirección al centro de Santiago donde desaparecieron a diferentes casas de seguridad que ya estaban asignados de antemano. Para el Frente era lo más seguro, sostiene Bunster por que “ahí se diluye”.
 
En caso de heridos había una clínica clandestina con personal adecuado por cualquier emergencia. Pero todos estaban ilesos.
 
En la noche apareció el general Pinochet en cadena nacional, sacudido y nervioso, acusando, como siempre, al “terrorismo internacional, Moscú y a los comunistas”. Comenzó una impactante cacería de bruja contra toda oposición política en un estado ya muy militarizado.

El carro y la casa rodante que interrumpieron el camino para la caravana de Pinochet
 

La Nueva Vida durante 18 años

César Bunster

Para César Bunster comenzó una vida clandestina bajo otro nombre que duró 18 años. Terminó esa vida en el 2004, pese a que la dictadura había entregado formalmente el poder al gobierno de la Concertación, un gobierno centro-socialdemócrata. La CIA y la embajada estadounidense tuvo éxito en su intención de excluir quizás la fuerza más consecuente en la lucha contra la dictadura militar durante los 17 años de régimen militar, de romper el núcleo del gobierno de Salvador Allende que era la alianza estratégica socialista-comunista.
 
Pero muchos de los milicianos que participaron, tanto en la emboscada como en otras acciones contra la dictadura, fueron detenidos y encarcelados uno tras otro. Pero los organismos de la inteligencia y de seguridad demoraron meses, dice Bunster, antes que lograron detener cinco de los fusileros en la emboscada.
 
– Por desgracia la única cara pública era la mía. Pero eso ya lo sabíamos, que vendría una búsqueda bien intensa.
 
Con la “transición” de 1990, comenzó otra época que era complicada, dice Bunster. La estructura y los grupos de apoyo al FPMR ya habían comenzado de desarmarse un tiempo después de la emboscada, pero sobre todo cuando el FPMR se dividió en 1987 y se creó el FPMR “autónomo”. Pero Bunster u otros compañeros no acompañaron la división y se mantuvieron fieles a la línea del Partido Comunista y convirtieron el FPMR en el “Movimiento Patriótico Manuel Rodríguez”.
 
– La guerra contra la dictadura había terminado (1990). Sin embargo éramos muchos que necesitábamos la estructura de apoyo para no sufrir las consecuencias por haber participado en esas luchas por que la guerra había terminado pero las consecuencias se mantenían.
 
– Mi identificación falsa no era muy robusta. Opté por solicitar a un medio hermano mío, de parte de madre, que vivió toda su vida y murió en Suecia, que él viniera a Chile y me entregara su identidad para que yo pudiera usar su (carné de) identidad. Y así viví tantos años con la identidad de mi medio hermano.
 
– Eso me obligó a cresparme el pelo (rizar el cabello). Cada tres meses tenía que ir a una peluquería hacerme rolos y sentarme con ese aparato, dice y hace gestos con las manos para ilustrar donde se metía la cabeza, y se dirige a César Quiroz y los dos se ríen de acordar los momentos “delicados” entre las señoras presentes al lado de Bunster. Era obligado tener barba por que tengo la pera partida y tenia que usar también los dientes postizos. No los usaba todo el tiempo pero. . . Así estuve durante 18 años.
 
Dice que a pesar de todo vivía una vida normal.
 
– Muchos psicólogos me han dicho que ¡”oye, tu eres un caso de estudio”! No, yo me levantaba en la mañana, preocupado de pagar la vivienda, el préstamo al banco, pero claro, obviamente no fue una vida normal. Mis hijos, por ejemplo, supieron a los 14 años que su papá no se llamaba “Enrique” sino César. Que no tenía el pelo crespo y claro, para ellos fue un choque y uno también choca con la realidad.
 
Dice que lo anormal durante estos 18 años era el hecho que no pudo participar en la vida del Partido Comunista. Pero después de 18 años, un día sí pudo entrar a la sede del Comité Central del PCCh y su plan era de “saludar al presidente del partido”.

– Entré y se me quedó mirando un poco como diciendo “¿qué es lo que me quiere decir?” Yo no tenía nada que decirle sino que le dije: “¿Sabes compañero? Vengo a saludarle no más”. Duró apenas dos minutos. . .


49 prisioneros del FPMR lograron fugarse el 31 de enero de 1990

El Escape en el túnel en el techo. . .

31 de enero 1990: cuarenta y nueve presos políticos del FPMR logran escapar de la Cárcel Pública de Santiago. Los presos cavaron un túnel que se extendía bajo tierra, desde la prisión hasta las cercanías del Río Mapocho, a sólo 100 metros de la cárcel. Era literalmente una obra de ingeniería. La mayoría lograron alcanzar la libertad, varios salieron al exilio.
 
Sergio Buschmann, con quien me había topado en Managua en el mes de julio de 1983, donde contaba sobre los preparativos de la construcción del FPMR, regresó efectivamente a Chile a final del 1983. Tuvo la tarea del partido de crear una empresa en el sector de la pesca como fachada para introducir un gran arsenal de armas en el norte, 650 kilómetros de Santiago. Se habla de 3000 fusiles M-16, ametralladoras y lanzacohetes, capaces de tumbar tanques.
 
Pero fue detenido el 26 de agosto de 1986, sólo doce días antes de la emboscada a Pinochet. Fue llevado a la cárcel en Valparaíso donde se fugó con tres otros milicianos del FPMR el 7 de agosto de 1987.
 
El escape fue tan espectacular como el de sus camaradas del túnel en Santiago. Los cuatro Rodriguistas se escaparon por los techos en una noche de neblina, lluvia y tormenta. Cinco mil policías y organismos de seguridad iniciaron la búsqueda del siglo en la ciudad del puerto más grande de Chile durante una semana pero todo fue en vano.

La cárcel en Valparaíso donde Sergio Buschmann se fugó con tres otros milicianos del FPMR el 7 de agosto de 1987
 
Me acuerdo de la entrevista que le hice a Buschmann cuando arribó nuevamente a Suecia después de la fuga y relató a los lectores sobre la tortura de que él fue víctima como tantos otros miles de chilenos por la dictadura.
 
– Como preparativo para el interrogatorio, me vistieron con un overol donde metieron ratas en las mangas de los brazos y las piernas que fueron cerradas. Las ratas se volvieron locas y desesperadas cuando no pudieron salir y me mordieron. Así fue el tratamiento de los presos políticos de esa época, decía Buschmann.
 

La fuga en helicóptero de la Cárcel de Alta Seguridad

El canasto y el helicóptero utilizado en el rescate

Otro preso Rodriguista que logró escaparse en forma espectacular fue Mauricio Hernández Norambuena o “Comandante Ramiro”, uno de los mandos de los fusileros en la emboscada contra Pinochet.
 
El escenario era de película: Un helicóptero se acercó y voló encima de la Cárcel de Alta Seguridad de Santiago. Era el 30 de diciembre de 1996, un día antes del Año Nuevo. El helicóptero bajó una canasta blindada donde entraron los presos políticos Hernández Norambuena, Ricardo Palma Salamanca, Pablo Muñoz Hofmann y Patricio Ortiz Montenegro, que fueron rescatados bajo las balas disparadas por los guardianes de la cárcel.

 

El Dictador no era intocable. . .

Mural en La Victoria

A PESAR DE TODO, el valor simbólico político de la acción fallada contra el dictador era enorme. La imagen de Pinochet como intocable había sido rota con la emboscada. Me acuerdo las impresiones y los relatos de la gente de varias giras en Chile durante el régimen militar, desde Arica en el norte hasta Chiloé en el sur, cuando los chilenos en común comentaban la acción armada contra el general. Los ojos se transformaron en expresiones de sueños o de nostalgia cuando comentaron la pregunta “¿Qué pensó usted cuando supo sobre la emboscada contra el general Pinochet?
 
En una de las más combativas poblaciones en santiago, La Victoria, se desfilaron muchachitos desde los 10 años hasta arriba, varios con fusiles de madera que soñaban con ser milicianos Rodriguistas e incorporarse en la lucha frontal contra el Dictador. Las paredes estaban pintadas con murales en homenaje al FPMR y la lucha antifascista.
 
Pero La Victoria no era una excepción, sino reflejaba el ánimo y espíritu de combatir con la combinación de “Todas las Formas de Lucha de Masas”.
 
– Un elemento principal era eliminar a Pinochet para darle curso a la sublevación. Si se hubiese ajusticiado a Pinochet se habrían dado las orientaciones que estaban planificadas de antemano de pasar a la ofensiva y tratar de terminar ese mismo día con la Dictadura. Era como el inicio de la ofensiva final. Pero era un elemento clave de deshacerse de Pinochet por lo que se iba a producir adentro de las FF.AA., el ánimo de la gente, es decir, había muchos factores.
 
– Aunque no se cumplió el motivo, fue acertado políticamente de hacerlo. Rompió el mito que era intocable la Dictadura. Creo que entregó algo al pueblo de Chile que es histórico y que va a estudiarse en generaciones más, es el hecho que éste pueblo, al igual que todos los pueblos del mundo, estaba dispuesto de arriesgar la vida para recuperar la democracia, para no permitir una dictadura eterna que con sangre y fuego había llegado al poder en éste país, que había chilenas y chilenos que estaban dispuestos de tomar las armas, como hicieron los que lucharon por nuestra independencia en este continente, para hacer prevalecer la democracia y la justicia. Es un valor que tuvo esa acción y creo que va a estar escrito.
 
– Yo creo, además, que se prendió las luces de alerta en Casa Blanca. Recordamos que Centroamérica estaba en llamas. Por lo tanto fue una aportación al término de la dictadura. Los norteamericanos después de esa acción, se dieron cuenta que Chile podría irse de las manos y encenderse como ocurrió en Guatemala, El Salvador y como había ocurrido un poco antes en Nicaragua. “Había que sacar al Dictador”, resume Cesar Bunster lo que fue políticamente la “Operación Siglo XX”
 
Hoy se sabe que la embajada gringa en Santiago de Chile comenzó una intensa actividad en donde invitaron a los líderes de los socialistas de diversas fracciones, socialdemócratas y los demócratas cristianos para que se unieran y aislar a la izquierda revolucionaría. Y tuvieron temporalmente éxito.
 
TODAVÍA ESTAN AHÍ, los murales en La Victoria, protegidos por sus pobladores que con estas pinturas hacen su homenaje a la Milicia Rodriguista y los combatientes.
 
Por que estaban dispuestos de dar lo más valioso, la vida, el “Año decisivo en la lucha contra la dictadura” que cambiaría la historia de Chile.
 
Dick Emanuelsson, 2013


*  *  *

HIMNO FPMR (escúchalo en audio)

Por Patricio Manns

Patricio Manns

(Marcha escrita para el FPMR, grupo clandestino creado por el Partido Comunista de Chile a comienzos de los 80 para combatir arma en mano el gobierno militar. El estribillo está basado parcialmente en el transcurso melódico de “Canción para Luciano”):

Como la sombra de la memoria viva
vuelve al combate frontal Manuel Rodríguez;
alto y duro como un rayo interminable
en contra del mismo tirano inmemorial.
Vuelve encendiendo la guerra necesaria,
trae en las manos el fuego que castiga,
viene y va con sus milicias invisibles
para señalar que un hombre nuevo crecerá.
La patria está tan mal,
Manuel la pondrá en pie
doblegando la noche sin gloria,
elevando al hombre hasta su historia,
ayudando al pueblo en la victoria
con la urgencia de su dignidad.
Al Frente Patriótico Manuel Rodríguez ven,
a conquistar con él
la vida, el pan, la paz.
Con el Frente Patriótico descubre la unidad
que al que divide hoy, la historia enterrará,
a las milicias rodriguistas únete
porque esta vez la patria va a vencer.
Si un combatiente te pide el pan y el vino,
si un rodriguista detiene su caballo,
no pongas un candado en tu conciencia
ni niegues tu mano a los que en la calle están.
Él es un claro Rodríguez por su padre,
es un Manuel y es tu hermano por la patria.
A la lucha va con otros cada día,
empuñando las armas que nos libertarán,
porque la patria está tan mal, el Frente la alzará,
doblegando la noche sin gloria,
elevando al hombre hasta su historia,
ayudando al pueblo en la victoria
por la urgencia de su dignidad.

Así se planeó y ejecutó la emboscada contra el dictador Pinochet

http://youtu.be/J-zCIRJxrQQ
http://youtu.be/o_a67cxeuys




Chile, Ayseninos no claudican: Convocan para este martes a una manifestación en las afueras del SEA por votación de represa río Cuervo

  • En la Coordinadora Regional Anti Represas de Aysén expresaron que “es temerario proyectar instalar mega infraestructuras en un área de cruzada por una falla activa y rodeada de volcanes, inestabilidad geológica que ya ha costado la vida a una decena de ayseninos”.
  • En este sentido, recordaron que la lucha por una Patagonia sin represas no es para que un estudio de impacto ambiental como el de río Cuervo de Energía Austral “no sea aprobado por una institucionalidad deficiente como la que tenemos, nuestra lucha es para que el proyecto no se materialice”.
La Coordinadora Regional Anti Represas de Aysén convocó para estemartes 10 de septiembre a las 08:30 horas a una manifestación en las afueras del Servicio de Evaluación Ambiental en Coyhaique (Avenida Ogana 759) , a la misma hora en que está proyectado comience la sesión de la Comisión de Evaluación Ambiental que votará el proyecto de represa río Cuervo de Energía Austral.  La invitación es para concentrarse en el lugar todas las personas que consideran que el proyecto de Energía Austral representa un riesgo para los habitantes de Aysén además de ser incoherente con la visión de desarrollo sustentable de una parte importante de los ayseninos, refrendada en sistemáticas estrategias de desarrollo regional y los planes de ordenamiento territorial.
En la organización explicaron que el objetivo es “hacerse presente en una decisión que, lamentablemente, no tiene ninguna legitimidad para los habitantes de la región, toda vez que este proyecto, con la anuencia de las autoridades políticas, ha obviado importante aspectos técnicos vinculados con el riesgo geológico donde se pretende levantar un embalse de 13 mil hectáreas”.  En este sentido puntualizaron que “es temerario proyectar una mega infraestructuras en un área cruzada por una falla activa y rodeada de volcanes, inestabilidad geológica que ya ha costado la vida a una decena de ayseninos”.
Para la coordinadora “todo esto se suma a que la zona del río Cuervo es de una calidad ambiental de excepción, con prácticamente nula intervención humana, lo cual la convierte en un área esencial para la conservación.  Además, los impactos sociales y culturales que traería la llegada de miles de trabajadores externos no se condicen con lo que muchos queremos para un Aysén reserva de vida”.
Por esto, el llamado es a todos quienes comparten la mirada de sustentabilidad para Aysén a reunirnos este martes 10 de septiembre a partir de las 08:30 horas en las afueras del Servicio de Evaluación Ambiental para hacer saber nuestro rechazo a esta iniciativa” explicaron.
Recalcaron que, de todas formas, “no tenemos mayor confianza en la decisión que adoptará la Comisión de Evaluación Ambiental, toda vez que ya en mayo de 2012 le dio el visto bueno a la represa río Cuervo en forma ilegal según constató la propia Corte Suprema.  Porque lo que está claro es que en Aysén no luchamos para que un estudio de impacto ambiental como éste no sea aprobado por una institucionalidad deficiente como la que tenemos, nuestra lucha es para que el proyecto no se materialice”.
Por Patricio Segura
El Ciudadano
La coordinadora
La Coordinadora Regional Anti Represas de Aysén está conformada por más de 20 organizaciones: Agrupación de Defensores del Espíritu de la Patagonia (Cochrane); Agrupación Antukulef (Chile Chico); Agrupación Chonke (Caleta Tortel); Agrupación Mañíos y Baguales (Villa Mañihuales); Agrupación de Defensores de la Cuenca del Murta; Agrupación Herederos de la Patagonia (Villa Cerro Castillo); Agrupación de Defensores de la Cuenca del Palena (La Junta); Autoconvocados (Villa Amengual); Agrupación Cultural y Ambiental Río Pascua (Villa O’Higgins); Comunidad Indígena Guaquel Marimán (Puerto Aysén); Colectivo Newentru Domo (Puerto Aysén); Colectivo Prisma (Puerto Aysén); Agrupación Wallmapu (Puerto Aysén); Colectivo Jóvenes Coyhaiquinos; Agrupación Nacional Jóvenes Tehuelches; Partido Ecologista Verde en Aysén; Coalición Ciudadana por Aysén Reserva de Vida; Corporación Privada para el Desarrollo de Aysén; Corporación Costa Carrera; Mujeres Unidas por los Ríos Libres; Comité Oscar Romero; Agrupación de Ingenieros Forestales por el Bosque Nativo capítulo Aysén, y Asociación de Reporteros Independientes de la Patagonia.



Espacio sobre Argentina
coordinado por Abel Bo

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La memoria en ruinas: El kirchnerismo y los Centros Clandestinos de Detención 

por Hijos la Plata
Lunes, 09 de Septiembre de 2013 03:02

O se legitima a la clase dominante, que retribuye generosamente con cargos y prebendas, o se sostiene una crítica del orden establecido.
El Estado argentino se ha dedicado a gestionar los ex Centros Clandestinos de Detención con la misma ambigüedad con que encara el resto de sus políticas de Derechos Humanos. En particular se han dedicado a privilegiar algunos lugares por sobre el conjunto de la ex dependencias militares y policiales del Terror de Estado, a “resignificarlos” como si se tratara de cualquier galpón cultural, a marcarlos como prebenda que premie el apoyo a su proyecto político, o bien como simples emprendimientos inmobiliarios públicos o privados.
Desde junio de 2011 existe una ley nacional (N° 26.691) que declara Sitios de Memoria a los lugares que funcionaron como centros clandestinos de represión ilegal hasta diciembre del ‘83. Claro, el articulado destaca que la ley comprende sólo los lugares sobre los que existen “pruebas suficientes sobre su funcionamiento como CCD” y que la constatación se hará sobre la base del informe de CONADEP, del Archivo Nacional de la Memoria (ANM) y los testimonios en procesos judiciales.
La responsabilidad de la secretaría de DDHH de Nación en este tema es central, no sólo porque gestiona el ANM, sino porque según la ley es autoridad de aplicación de políticas que completen las investigaciones sobre los Sitios, actualizar su nómina, gestionar la cesión de los espacios, preservarlos, recuperarlos y transmitir la memoria histórica de lo que allí sucedió.
Ocurre que, a través de la Red Federal de Sitios de Memoria, la Secretaría que conduce Martín Fresneda se ha dedicado exclusivamente a lo que denominamos la política de “la baldosa y la foto”. Al 24 marzo 2013, el área de prensa de la Secretaría informa triunfalmente que “ya suman 60 los lugares señalizados en todo el país por estar vinculados al terrorismo de Estado”, es decir que, aun siendo la señalización una acción sesgada del organismo por sobre su responsabilidad de investigar y preservar los espacios, sólo han señalizado el 10 % de los 600 CCD identificados por la CONADEP hace 28 años.
Cuatro experiencias concretas ilustran la desidia que señalamos sobre los Sitios de Memoria:
BIM3
Lo ocurrido con el predio del ex Batallón de Infantería de Marina N°3 (BIM3), ubicado en 122 y 52, límite entre La Plata y Ensenada, muestra un camino de desidias abonado con negocios inmobiliarios del Estado.
El accionar represivo de la Armada en la zona operaba a través de denominado “Grupo de Tareas Nº 5”, desde el BIM3 y en conjunto con el Hospital y Liceo Naval, el destacamento de Subprefectura de Río Santiago y, por lo menos, el CCD “La Cacha”. Los marinos tuvieron fuerte participación en la intervención de sindicatos y fábricas de la zona del parque industrial de Berisso y Ensenada, como Swift y Astilleros.
El BIM3 funcionó durante los primeros 3 años de la dictadura bajo el mando de los comandantes de la infantería de Marina Eduardo Fracassi, Roberto Wulff  de La Fuente y Oscar Abriata, y han sido identificados decenas de represores como los vicealmirantes Luis Mendía, Antonio Vañek, Pedro Santamaría, Juan Lombardo, el capitán de Fragata Biglioni (alias “Pato”) y el capitán de corbeta Galindez (alias “Lobo” o “Bruto”). Las denuncias de ex enfermeras del Hospital Naval sobre nacimientos clandestinos en el predio, y de ex detenidos sobre el paso de detenidos desde y hacia otros CCD, son conocidas por la justicia desde hace décadas.
No habiendo resguardado nunca la Justicia las 9 hectáreas del lugar como prueba judicial, la Marina se desprendió de los terrenos en diciembre de 2000 y los cedió a un holding empresario chileno, que propuso instalar un centro comercial con hipermercado, cines, y patio de comidas. El proyecto generó una disputa entre La Plata y Ensenada por la instalación de hipermercados, que se destrabó cuando la Provincia evaluó negativamente el impacto ambiental de la iniciativa.
En julio de 2001 desde HIJOS La Plata y la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos presentamos en la Cámara Federal un recurso de no innovar sobre el predio hasta que se completen las investigaciones. Tres años más tarde se propuso instalar una alcaldía para alojar presos, a lo que se Ensenada se opuso con un proyecto de expropiación.
En octubre de 2005 HIJOS y AEDD enviamos una carta al Secretario de DD.HH. nacional, Eduardo Luis Duhalde, donde sumábamos información sobre los represores de la FT5 y exigíamos que el presidente Kirchner expropiara para  investigarlo y darle uso educativo y cultural. Nada de eso sucedió.
En 2006 el gobernador Solá firmó el proyecto para la expropiación del terreno. Por entonces, el rector de la Universidad de La Plata, Gustavo Azpiazu, comenzó a gestionar la construcción de las facultades de Psicología y Humanidades en el predio, junto con el debido “Museo de la Memoria”. Para ello consiguió 15 millones de pesos permutando con YPF SA el complejo que la empresa tenía en Florencio Varela, y donde funcionaban laboratorios del Centro Tecnológico y el Centro Regional de Estudios Genómicos de la UNLP, por  un terreno de las mismas dimensiones que la Universidad tenía en Berisso y donde la petrolera instaló la Estación de Bombeo del Poliducto La Plata-Puerto Rosales. Grandes negocios para ambas partes.
En julio de 2010 Scioli completó la cesión de los terrenos del BIM al nuevo rector,  Fernando Tauber, con la obra de la nuevas facultades ya adjudicadas. En enero de 2011, al inauguar la Universidad de Florencio Varela en los ex predios de YPF, la presidenta anunció que los fondos para construir en el ex BIM3 finalmente estaban disponibles. Y en Abril de 2012 se inauguró la nueva sede de la Facultad de Psicología, mientras el Dr. Tauber declaraba: “hoy comienza a tomar forma un viejo anhelo de nuestra comunidad”. Seguramente se refería menos al ideario de Memoria, Verdad y Justicia que a la continuidad del proyecto inmobiliario en la nueva sede de la facultad de Humanidades, obra que se estima inaugurada para los primeros meses de 2014, y que está mucho más avanzada que la causa N°35 por los crímenes de la “FT5”, que duerme su siesta impune en el tribunal del hoy renunciado Juez Corazza, y tiene sólo 9 represores procesados desde septiembre de 2011.

ARANA
En la provincia de Buenos Aires los funcionarios kirchneristas vienen injuriando la memoria de los CCD de manera repetida. Así sucedió con el predio del Destacamento de Arana, en las afueras de La Plata, donde el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) anunció el hallazgo de restos óseos calcinados en abril de 2008 en las excavaciones realizadas en torno de un muro que divide el patio interior del exterior del lugar. Casi instantáneamente, la entonces secretaria de Derechos Humanos, Sara Derotier de Cobacho, adelantó que el gobierno provincial pretendía que el lugar "se convierta en un Museo de la Memoria porque allí están las cenizas de los militantes populares". Inmediatamente, el espacio “Justicia Ya” de La Plata comenzó a solicitar al gobernador Scioli y al juez Corazza la necesidad del desalojo de la policía bonaerense del destacamento policial, ya que la dependencia continuaba funcionando regularmente, y entendiendo que la tarea principal era conservar las excavaciones efectuadas por el EAAF y poder avanzar en la realización de excavaciones pendientes y peritajes sobre el interior del lugar, ello resultaba, cuando menos dificultoso en el estado de ocupación del inmueble. Tras una larga insistencia, en 2009 el Juzgado de Corazza solicitó al ejecutivo bonaerense el desalojo del Destacamento de Arana. Sin embargo, la iniciativa oficial sobre el predio siguió adelante. Voceros de la secretaría anunciaron por entonces que la obra se realizaba “con el objetivo de preservar la prueba judicial”.  Derotier de Cobacho consideró que “Arana es memoria, es respeto por nuestros desaparecidos, por los sobrevivientes y por sus familiares. Es la forma que hoy tiene el estado provincial de acompañarlos y decirles esto jamás va a volver a ocurrir”. “Justicia Ya” respondió con un comunicado titulado “No al museo del horror” donde afirmó su repudio a cualquier proyecto de memorialización que implique la convivencia con las fuerzas represivas y la exhibición de restos humanos, ya que “la presencia y ocupación del lugar por la misma fuerza que lo convirtió en un centro de tortura y exterminio (…) significa una gravísima afrenta a la verdadera justicia y por lo tanto a la memoria colectiva de toda la ciudadanía”.  Desoyendo toda las críticas de los organismos, el gobernador Scioli  apuró su agenda en medio de la campaña electoral, y el 6 de octubre de 2011, tras inaugurar obras de un laboratorio en teleconferencia con la presidenta Cristina Fernández, participar de un “encuentro con la militancia 2.0”, en exclusiva comitiva oficial  y con la policía funcionando en la entrada del predio, presentó las obras de Arana. La prensa de gobernación difundió un escueto comunicado donde se afirmó que “la tecnología adoptada permite minimizar el impacto producido sobre el terreno a preservar, dada la sensibilidad y las características de los hallazgos”. En verdad el gobierno de la provincia invirtió 758.000 pesos para montar la iluminación y el mejorado del camino de acceso, más una estructura flotante de hierro y vidrio sobre las fosas halladas. Para minimizar los reclamos de los organismos, pero con el “museo del horror” ya inaugurado, Scioli afirmó que se comprometían a trasladar la presencia policial del edificio que funciona delante de las nuevas obras, cosa que aún hoy no se realizó.
La medida fue una muestra más de cuál es la verdadera política de Derechos Humanos de la gestión Scioli, que pretende darse aires progresistas cuando es en realidad la conducción política de la fuerza de seguridad más corrupta y asesina de nuestro país. Medidas como esta afectan la memoria de los sobrevivientes y la búsqueda de los familiares mucho más de lo que el Estado parece contemplar.
CAMPOMAR

El grandioso negociado que pende sobre el predio de la ex fábrica textil Campomar de Valentín Alsina, partido de Lanús,  sintetiza la impunidad con tres actores: la Justicia desestima las denuncias acumuladas por un grupo de vecinos sobre el funcionamiento del predio en dictadura, una empresa privada socia del kirchnerismo realiza allí un jugoso emprendimiento inmobiliario, y el poder político local y nacional convalidan la situación de impunidad.
En julio del año pasado la presidenta anunció en videoconferencia el lanzamiento del proyecto “Nuevo Valentín Alsina”, un emprendimiento de departamentos suntuarios con que el intendente Darío Díaz Perez pretende disfrazar la vista del ingreso a su partido desde Capital Federal. La construcción es regenteada por la empresa Electroingeniería, una ex humilde firma cordobesa fundada en los ’70 por los hermanos Ferreyra que, de dedicarse a construir tableros eléctricos, pasó con el kirchnerismo a conformar el poderoso Grupo Eling SA que realiza tendidos eléctricos interprovinciales y grandes emprendimientos como Yaciretá, Termozulia y el Corredo Amazónico a Bolivia.
Auspiciada por el Banco Provincia y el municipio de Lanús, la empresa promociona el emprendimiento como “Edificios en Altura con Calidad de Vida, una importante oportunidad para adquirir un inmueble en un lugar estratégico del país. Ubicado a 15´ del Obelisco”. La inmobiliaria “Díaz Perez” de la familia del intendente ofrece los departamentos a estrenar desde 200 mil dólares.
Con este panorama, los vecinos se decidieron a investigar el pasado del predio. Establecieron que en Valentín Alsina era vox pópuli que en la ex fábrica Campomar funcionó un centro clandestino de detención, que en el predio fueron hallados dos cráneos humanos (uno entre el ‘80 y ‘82 y otro en abril del ‘84), que en ocasiones descendían en el terreno helicópteros con personal militar, que en las calles que circundan a predio se hallaron en dictadura ropas manchadas de sangre, y aportaron un testigo ex detenido desaparecido que afirma haber sido alojado en el predio en su paso por 3 CCD de la zona.
Con esa información, y el patrocinio de la Comisión Provincial por la Memoria (CPM) presentaron una medida de amparo ante la Cámara Federal de La Plata, encargada de investigar los CCD del “Circuito Camps”.
En septiembre pasado los jueces Vallefín, Compaired, Nogueira, Calitri y Alvarez otorgaron una medida cautelar para preservar el predio. Mientras incorporaron informes de la CPM, de la SDHN, el EAAF, receptaron testigos e hicieron un reconocimiento del lugar. Luego la Cámara decidió extender la cautelar, pero delimitó el alcance de la medida sólo sobre parte del predio. Allí mandaron a Gendarmería a pasar un georradar que detecta remoción del terreno, pero sin control judicial. Finalmente, los jueces a los que nunca les alcanzan las pruebas para investigar a los genocidas concluyeron en que no hay prueba suficiente para afirmar que el lugar fue un CCD y habilitaron a la empresa a continúa construyendo con el compromiso de informar a la Cámara si se encontraba algo. Sin embargo, el camarista platense Leopoldo Schiffrin opinó en disidencia que como no se agotaron los medios investigativos y existe duda razonable sobre la utilización del predio para tareas represivas en dictadura, no se justifica plenamente el levantamiento de la medida de no innovar. Los vecinos piden que se termine de investigar como se debe.
En diciembre pasado la política de la placa y la foto llegó a Valentín Alsina: en un acto con presencia del intendente, de funcionarios de las secretarías de DDHH de Nación y provincia, y de ex detenidos acólitos del gobierno K, se señalizó la Comisaría 3ra de Valentín Alsina como ex CCD y actual Sitio de Memoria. Obviamente, no hubo ni una palabra sobre Campomar, ubicada a 5 cuadras de allí. Nadie querría arruinar un acto político para perder un gran negociado.

LA ESMA

Pero sin dudas el punto cúlmine de la gestión de los espacios de Memoria como cotos del circooficialista es lo que sucede en la ex ESMA. Desde la Agrupación HIJOS La Plata repudiamos oportunamente la afrenta a la memoria de los 30 mil compañeros detenidos desaparecidos realizada el fin de año pasado en el predio por el elenco de intrépidos y obsecuentes funcionarios kirchneristas del Ministerio de Justicia y la Secretaría de DDHH de la Nación, que realizaron, defendieron (y minimizaron el cachetazo que significó hacer) “un asado” en uno de los mayores lugares de exterminio de la última dictadura. Frente a esta canallada, acompañamos a la Asociación de Ex Detenidos Desaparecidos en su reclamo por un debate serio respecto al destino de los espacios de memoria.
En la “Propuesta para el predio de la ESMA y el campo de deportes” que la AEDD hizo en 2004, mientras se discutía ampliamente los futuros usos del espacio cedido por el Estado Nacional el 24 de marzo de ese año, se aportaban criterios sólidos y fundamentados para lo que se avizoraba como una utilización desmedida del predio. Los compañeros decían claramente que para revertir tantos años de políticas de impunidad implantadas desde el Estado era clave el reconocimiento pleno de la existencia de centros clandestinos de desaparición y exterminio “sin desvirtuar su significación como tales a través de su utilización para otras actividades” y que “no puede ni debe diluirse lo que allí ocurrió detrás de otras actividades, aunque se trate de prácticas que estén vinculadas a los DDHH en su concepción más general”. Desde entonces, la Asociación se oponía a lo que se venía perfilando como “la instalación de instituciones educativas u oficinas públicas”, porque “se establecería un movimiento rutinario y cotidiano de alumnos, profesores, funcionarios, empleados, público y proveedores e implicaría la instalación de la infraestructura necesaria (bares, kioscos, comedores, guarderías infantiles, playas de estacionamiento) que vaciarían de contenido los lugares donde se planificó, se puso en marcha y se concretó un genocidio”. Y se sugería que “no se produzca ningún cambio al tejido histórico de valor cultural”, y que en caso de darse “los cambios que se realicen sean esencialmente reversibles” y “tengan un impacto mínimo”.
Nada de esto fue tenido en cuenta al calor de la almoneda que la cooptación kirchnerista realizó sobre amplios sectores del movimiento de Derechos Humanos, y que puede observarse hoy mismo con la instalación en el predio del “Espacio Cultural Nuestros Hijos” regenteado por la Asociación Meldorek-Madres de Plaza de Mayo, la “Casa de la Militancia”, arriendo del sector oficialista de hijos de desaparecidos cedido por la ministra Alicia Kirchner, el “Centro Cultural Haroldo Conti” que tutela la presidenta y gobierna el obsekuente Eduardo Jozami, el “Archivo Nacional de la Memoria” asignado al ex abogado respetable Ramón Torres Molina, el Canal Encuentro del cineasta oficial Tristán Bauer, el “Instituto Espacio Para la Memoria” integrado por representantes del ejecutivo y legislativo a la par de algunos organismos kirchneristas, y otros kioscos que todas las organizaciones oficialistas recibieron como medida de prenda por su incondicional apoyo al gobierno.
Alak y Fresneda pretenden continuar ahora la avanzada con un proyecto de “Puesta Museográfica” que prevé hasta la alocada idea de ubicar una fuente en el sótano del Casino de Oficiales de la ex ESMA. Y los HIJOS Kapital mostraron recientemente su respeto a la historia y significación del espacio con la realización de un video en el predio, donde los propios referentes de la organización cantan loas a la presidenta disfrazados para un carnaval carioca.

El debate sobre las formas de uso de los sitios de memoria no está cerrado, mucho menos ante la carnavalesca disputa que los sectores oficialistas realizan sobre los espacios. Pero este escándalo nos remite a otra discusión más profunda, que tiene que ver con el rol de los organismos de DDHH en una coyuntura como la actual. Debate que, cada vez más, no escapa a su planteamiento en términos antagónicos: o se legitima a la clase dominante, que retribuye generosamente con cargos y prebendas, o se sostiene una crítica del orden establecido. Pero la crítica no se hace desde los despachos ministeriales, o los espacios físicos recuperados al Estado de ayer para legitimar al de hoy, sino que emerge desde la exploración teórica y práctica, en la formación y en las calles, sobre cómo inscribirse en el campo de la liberación humana. Aquella liberación que no puede ser contenida en los estrechos marcos de la caricatura de la realidad en que la obsekuencia pretende encerrar a los luchadores sociales.
 


EL MEGAJUICIO POR LOS DELITOS COMETIDOS EN EL CENTRO CLANDESTINO DE LA PERLA

Los crímenes firmados por su autor


El represor Héctor Pedro Vergez, alias “Vargas” o “Gastón”.

Ante el Tribunal Oral Federal Nº 1 de Córdoba varios testigos contaron cómo los propios represores se ufanaban de haber asesinado y torturado. Sara Osatinsky relató que Héctor Vergez le describió “paso a paso” los homicidios de su marido y sus hijos.

Por Marta Platía - Página 12

Desde Córdoba

“¿Se van a acordar de mí cuando llegue Nuremberg? ¿Se van a acordar de que yo los ayudé?”, solía repetir, como en un ruego, el represor José Carlos González, alias “Juan XXIII” o “Monseñor”: un torturador que fue jefe de La Perla en 1978 y cuya personalidad oscilaba entre sus pulsiones místico-adoctrinantes y el crimen sistemático. A diferencia de los que se sintieron impunes hasta no hace mucho y supusieron que jamás habría juicio y castigo para sus delitos, él era consciente de que estaba cometiendo crueldades equiparables a las de los nazis, y creía que a todo crimen sobreviene un castigo. Pero que quede claro: no por eso dejaba de perpetrarlos u ordenarlos. “Sí, era un tremendo cursillista –lo describió, entre otros sobrevivientes, Graciela Geuna–. Parecía tener escrúpulos, pero aun así seguía. El solía contar que se confesaba y también que su confesor lo absolvía.” Que la Iglesia lo absolvía. Como a tantos otros criminales de lesa humanidad. González, quien murió impune en la década del ’90, sí logró que los que salieron con vida del holocausto cívico-militar lo recordaran en este Nuremberg argentino, pero no precisamente para agradecerle. No en el sentido “salvador” que esperaban él o los demás represores por el supuesto favor de una violación no tan feroz, de un golpe o de una humillación menos.

A lo largo de las 72 audiencias que lleva el juicio, varios testigos describieron atroces crueldades no sólo porque las padecieron en carne propia, sino porque fueron los mismos criminales los que se solazaron contándolas como si fuesen hazañas. Algunos hasta casi las firmaron: como si se tratara de un artista que firma una obra de arte. Total –solían repetir en los campos de concentración– hablaban “con muertos vivos”. Uno de los casos más aberrantes de este tipo de perversión con sello de origen fue el que sufrió Sara Solarz de Osatinsky: la viuda del reconocido militante Marcos Osatinsky, cuyo asesinato en Córdoba mencionó Rodolfo Walsh en su legendaria Carta abierta a la Junta Militar de 1977. Sara atestiguó que fue el represor Héctor Pedro Vergez, alias “Vargas” o “Gastón”, el que no le ahorró ni media pena, quien le relató el itinerario de sangre y muerte que diezmó a su familia y que, hace algunos días, Sara contó ante el Tribunal Oral Federal Nº 1 de esta provincia.

La única sobreviviente de la familia de Marcos Osatinsky viajó desde Suiza para dar su testimonio. Sara, de 77 años, recordó que el mismísimo Vergez la fue a buscar a la ESMA, donde la mantenían torturada y cautiva, con el fin de trasladarla a Córdoba para asesinarla: “El me dijo que el apellido Osatinsky tenía que ser borrado de la faz de la Tierra en Córdoba –remarcó–. Y me contó paso a paso cómo mataron a mi marido Marcos; a mi hijo Mario, de 19 años, y a José, el menor, de 15”. Sobre José, incluso, Vergez le enrostró a la madre una queja de asesino frustrado: “Al más chico lo mató la policía... Desgraciadamente no fuimos nosotros. Nos ganaron de mano”. Los “no-sotros” de Vergez eran sus cómplices y sicarios del Comando Libertadores de América (CLA), la versión cordobesa de la Triple A.

En la sala de audiencias, lo de Sara fue a veces insoportable. Pero con la energía de quien despertó todos estos años, día por día cuidando cada bocanada de vida para llegar a este momento, ella declaró durante más de cinco horas con las fotos de sus amados sobre su escritorio. “El (Vergez) me dijo que querían borrar nuestro apellido de la faz de la Tierra. Pero no pudieron, y acá estoy yo para dar testimonio por los míos, por mí”, dijo Sara, y el represor pegó su barbilla contra el pecho, la boca ajustada en una mueca que ya no pudo destrabar.

“¿Y usted cómo es que sabe todo eso?”, preguntó el juez Julián Falcucci. “Es que Vergez me contó todo. El me buscó en la ESMA y habló, habló... Me contó cómo habían torturado a Marcos (Osatinsky) en el D2, en el Campo de la Ribera. Cómo lo habían llevado una vez a una quinta para picanearlo, pero que como se les cortó la electricidad y no pudieron, entonces lo ataron al paragolpes de un auto y corrieron carreras con su cuerpo torturado. Me dijo: ‘su marido es un hombre muy recto, ¿sabe? No le pudimos sacar ni una palabra’. Y que cuando ya estuvo muerto y lo llevaban en un cajón rumbo a Tucumán para entregárselo a sus familiares para que lo enterraran, él y los del Comando Libertadores de América se robaron el cajón, lo abrieron y dinamitaron el cuerpo”. Sara aseguró que ella tuvo “una especie de premonición el día que mataron a Marcos (21 de agosto de 1975). Nadie tuvo que avisarme. Me desperté de golpe, oí una sirena de la policía y supe que ya estaba muerto.” Algo parecido le sucedió con el asesinato de su hijo Mario: “Este hombre (Vergez) me contó que lo rodearon a él y a tres amigos en una casa en La Serranita. Que con megáfonos les dijeron que salieran. Ellos escaparon por detrás. Uno de los muchachos conocía muy bien la zona y huyeron por el monte. Pero en la madrugada, cuando subieron a la ruta cerca de Alta Gracia, como todos los caminos estaban tomados por los militares, los estaban esperando y los acribillaron. Yo estaba en casa. De pronto por la radio una voz dijo ‘Alta Gracia’ y me desmayé. Caí seca al piso. Cuando volví en mí, lloraba a los gritos”.

Con Sara ya secuestrada y cautiva en la ESMA, Vergez tampoco se ahorró ironías en la descripción de la feroz cacería humana en la que asesinaron a José, de 15 años, el hijo más pequeño de los Osatinsky. La laceró repitiéndole que “desgraciadamente” la policía se les había adelantado a los suyos, los del CLA. “José todavía iba a la secundaria, era nada más que un chico –se quebró la madre–. Me contó que lo corrieron por los techos de las casas del barrio. Que lo acribillaron.” Con los ojos fijos en la foto del hijo, Sara contó que, a diferencia de Marcos y Mario, “a él no pude llorarlo. No quería creer que estaba muerto. Recién en 1984, cuando lo encontraron en una fosa común y me avisaron, pude hacer el duelo... La doctora María Elba Martínez (una de las abogadas decanas en la defensa de derechos humanos de Córdoba, que murió el 17 de agosto pasado) me llamó y me dijo que habían identificado sus restos... Le pedí a ella que lo enterrara. Yo ya estaba en el exilio”. Pero los restos no pudieron ser sepultados. Ocurrió que a último momento –y aún no está claro por qué– “alguien” dio una orden y las bolsas con los huesos de él y de otras víctimas de la represión fueron incineradas. La querella del abogado Claudio Orosz y la fiscalía de Facundo Trotta pidieron que se investigara la cadena de autoridades: desde el intendente hasta el director del cementerio, ya que “en 1984 Córdoba vivía en democracia”.

Sara nunca fue trasladada a Córdoba. Pero el detalle de los crímenes de sus dos hijos y esposo se fijaron en su memoria nada menos que por la palabra de quien se adjudicó la autoría. Y en este punto Héctor Pedro Vergez parece llevar la delantera a sus cómplices, aunque no es el único cultor de esta perversión ególatra. También por su propia boca se conocería paso a paso cómo masacraron a la familia de Mariano Pujadas: uno de los 19 jóvenes acribillados en Trelew en 1972. El testigo Gustavo Contepomi, quien declaró desde España por videoconferencia, denunció la existencia de “un documental catalán” en el que los periodistas fueron guiados por “una voz” que él creyó reconocer “como uno que se hacía llamar Gastón, y que por las indicaciones, lugares y precisiones que les daba a los documentalistas no podría ser de alguien que no fuera partícipe necesario en la masacre”: la madrugada del 14 de agosto de 1975 en que un comando del CLA mató al padre, la madre, el hermano y dos cuñadas del joven Pujadas. Al respecto, las testigos Cecilia Suzzara y Liliana Callizo coincidieron: “Vergez siempre se jactaba de cómo los habían tirado en un pozo y los dinamitaron”; al tiempo que Callizo implicó también a Barreiro en esta matanza.

Es que entre la horda afecta a reclamar el derecho de autor también se cuenta el represor Ernesto “Nabo” Barreiro, quien, entre otros crímenes, no habría tenido reparos en descerrajarle en la cara al sobreviviente Jorge De Breuil mientras lo atormentaba en el Campo de La Ribera: “¿Te gustó la orgía de sangre que hicimos con tu hermano?”, refiriéndose al fusilamiento de Gustavo De Breuil, asesinado junto al abogado Miguel Hugo Vaca Narvaja (h.) y a Higinio Toranzo en un simulacro de fuga. Una frase-tortura que De Breuil remarcó en sus testimonios ante el Tribunal. Otros, como el pertinaz violador Miguel Angel “Gato” Gómez, gustaba de quitarles la venda a sus víctimas antes de ultrajarlas y les lanzaba: “Mirame bien, yo soy el Gato, tu torturador”. O José “Chubi” López, quien le ordenó a Graciela Geuna que lo mirara “porque cuando te podamos matar te voy a matar yo. Y cuando te mate, lo último que vas a ver son mis ojos”. O el relato de una noche en La Perla, cuando ante Patricia Astelarra el represor “Luis Manzanelli y otros contaron como una anécdota cómo habían asesinado en la ruta al obispo (de la Rioja, Enrique) Angelelli, y cómo lo habían dejado tirado en el pavimento, con los brazos abiertos en cruz”. Reconocido por su saña en la sala de tortura, Manzanelli solía presumir de que “todos, absolutamente todos los que pasaron por aquí han pasado por mis manos”. También por su propia boca, y en su afán por ensuciar a los sobrevivientes, el represor civil Ricardo “Fogo” Lardone terminó admitiendo, en pleno juicio, haber participado en “lancheos”: recorridas por la ciudad para secuestrar gente y alimentar así la maquinaria de terror, tortura y muerte de La Perla.



URUGUAY


Gráfico de El Muerto


Comunicado de Prensa


Ante el aumento de la gradación de la violencia estatal en Procedimientos Policiales

Ante el aumento de la gradación de la violencia estatal en Procedimientos Policiales Amparado en la Ley de Procedimientos Policiales -aprobada en el año 2008-, el Estado viene desarrollando, operaciones y procedimientos que exacerban el poder punitivo y la violencia institucional, limitando y anulando garantías establecidas en la Constitución, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la Convención Americana de Derechos Humanos.

La expansión de la vigilancia policial -simbólica e instrumentalmente-, se materializó en las manifestaciones políticas realizadas el 14 de agosto y 24 de agosto, y también en los hechos ocurridos recientemente en el barrio Santa Catalina.

Estos hechos se integran a una construcción en movimiento de políticas más punitivas y represivas, entre las cuales se cuentan la aprobación de la ley 19.120 (que modifica las faltas establecidas en el Código Penal), el aumento de mínimos de privación de libertad para delitos gravísimos y nuevas tipificaciones en la Justicia Penal Juvenil, y los anteproyectos de Internación Compulsiva y Código Infraccional Juvenil, la aplicación de las medidas de seguridad curativas y educativas previstas en el art. 92 del Código Penal en casos de consumo de alcohol en espacios públicos.”

Algunos errores legislativos y de gestión en el Ministerio del Interior son los que han fortalecido las bases de este estado policial desbocado al que venimos asistiendo. Sin embargo, también asistimos a duros golpes contra espacios históricos de corrupción policial (Cayma) lo que evidentemente afecta muchos de sus intereses y quizás sea una más de las razones de esta escalada represiva.

Todos estos mecanismos solo refuerzan e instalan la nueva economía política del miedo surgida en los años noventa, y por ende, del castigo. Controlar a los “peligrosos”, contribuye –junto a otros factores- a sostener el discurso perverso del poder punitivo y por consiguiente el de la seguridad, donde se exige y consigue que sus controlados (nosotros) demanden mayor control y que, cuanto más discriminatorio, arbitrario y brutal sea el poder que sufrimos por parte de los delincuentes, más poder sea el que reclamemos en contra de ellos (los otros).1

Esta lógica coloca a la víctima en el lugar del victimario, invirtiendo los papeles, convenciendo incluso a los victimarios como causantes de su desgracia, y por lo tanto, de la legitimidad que se actué sobre ellos, para corregirlos y castigarlos.

La construcción de una sociedad, basada en el pleno acceso a los derechos, supone un proyecto común a todos y todas. Para lograr esto no se debería aplicar una política de amortiguación. Por un lado se aprueban y promueven políticas de inclusión y derechos (despenalización del aborto, matrimonio igualitario, y media sanción de ley de regulación de la marihuana), y por otro lado, se continúa criminalizando a los grupos y poblaciones más vulneradas (en particular a los adolescentes y jóvenes).

Convocamos a la reflexión y discusión de todos estos acontecimientos. De ello dependerá de que nos acerquemos a un Estado Social, evitando que el Estado Policial
se siga expandiendo.

Instituto de Estudios Legales y Sociales
Servicio Paz y Justicia-Uruguay

1 ZAFFARONI, Raúl, La mujer y el Poder Punitivo, en Vigiladas y Castigadas, Seminario Regional “Normatividad Penal y Mujer en América Latina y el Caribe”, Comité Latinoamericano para la Defensa de los Derechos de la Mujer CLADEM, Lima, 1993, en: Revista de Pensamiento Penal, Pág. 10.





10 setiembre 2013
Las dos instituciones, que son de las principales de Uruguay en materia de defensa de los derechos humanos, emitieron ayer un comunicado en el que cuestionaron con dureza al Ministerio del Interior, sobre todo por los últimos procedimientos policiales en relación a las recientes movilizaciones de grupos de izquierda.
En la marcha del 14 de agosto, en la que se conmemoró el día del Mártir Estudiantil, la Policía infiltró al menos a dos agentes en la movilización, según surge del expediente judicial tramitado por la jueza penal Julia Staricco, quien procesó sin prisión a dos jóvenes que causaron disturbios.
En tanto, en la marcha del 24 de agosto por los incidentes del Hospital Filtro de 1994, la Policía detuvo a una decena de manifestantes a los que dejó en libertad horas después, según denunció la dirigente de la organización Plenaria, Memoria y Justicia, Irma Leites.
Por otro lado, a principios de este mes vecinos del barrio Santa Catalina (al oeste de Montevideo) denunciaron un presunto caso de abuso policial en la detención de seis jóvenes que fueron demorados en un operativo en la vía pública.
Ielsur y Serpaj, en un comunicado conjunto que difundieron ayer, sostienen que esos tres episodios demuestran "la expansión de la vigilancia policial" tanto "simbólica e instrumentalmente".
Según las instituciones, "amparado" en la ley de Procedimiento Policial vigente desde 2008 el Estado "viene desarrollando, operaciones y procedimientos que exacerban el poder punitivo y la violencia institucional, limitando y anulando garantías establecidas en la Constitución, el Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y la Convención Americana de Derechos Humanos".
De acuerdo con la visión de Ielsur y Serpaj, los últimos episodios "integran a una construcción en movimiento de políticas más punitivas y represivas", entre las cuales también mencionan la nueva normativa sobre faltas y el proyecto de ley que plantea elevar de cinco a diez años el plazo de internación de menores que cometan delitos gravísimos.
"Algunos errores legislativos y de gestión en el Ministerio del Interior son los que han fortalecido las bases de este estado policial desbocado al que venimos asistiendo", sostienen las organizaciones sociales.
Por otro lado, Ielsur y Serpaj también advierten "duros golpes" del Ministerio del Interior contra la corrupción policial "lo que evidentemente afecta muchos de sus intereses y quizás sea una más de las razones de esta escalada represiva".
"La construcción de una sociedad, basada en el pleno acceso a los derechos, supone un proyecto común a todos y todas. Para lograr esto no se debería aplicar una política de amortiguación. Por un lado se aprueban y promueven políticas de inclusión y derechos (despenalización del aborto, matrimonio igualitario, y media sanción de ley de regulación de la marihuana), y por otro lado, se continúa criminalizando a los grupos y poblaciones más vulneradas (en particular a los adolescentes y jóvenes)", considera el comunicado.
En el texto se citan trabajos doctrinarios del jurista argentino Eugenio Raúl Zaffaroni, actual ministro de la Corte Suprema del vecino país.

OBSERVADORES.

Ayer en el Consejo de Ministros, el titular de Interior Eduardo Bonomi, explicó el alcance de la función policial en las marchas del 14 y el 24 de agosto.
Según explicó tras la reunión el secretario de la Presidencia, Homero Guerrero, Bonomi hizo referencia al informe que presentó Interior respecto a ambas marchas. En ese sentido, señaló que en ninguna de las movilizaciones hubo "infiltrados de la Policía, sino observadores".
Guerrero dijo que el concepto de infiltrado es distinto al de observador, ya que el primer término designa a "alguien que participa de la marcha haciéndose pasar por integrante del grupo con el objetivo de cambiar el sentido o el normal transcurso de la protesta".
En cuanto a la marcha del 24 de agosto, dijo que antes de su inicio la Policía procedió a detener a un total de doce personas a quienes les incautó "martillos, gas pimienta, pinturas, aerosoles de colores y pirotecnia. Todos los detenidos fueron liberados luego de finalizada la marcha", recordó.

CRÍTICAS.

Los procedimientos policiales en torno a las últimas marchas generaron críticas hacia las autoridades del Ministerio del Interior incluso desde la interna del Frente Amplio.
"Estos operativos generan rechazo e indignación, no deben ser parte de una política del Ministerio del Interior bajo un gobierno democrático, por tanto el ministro y autoridades deben hacerse responsables de estos hechos", indicó la Juventud del Partido Socialista (PS) en un comunicado divulgado la semana pasada.
En el mismo sentido, el diputado y secretario general del PS, Yerú Pardiñas, expresó: "No se pueden generar enfrentamientos y violencia y el hecho de poner policías infiltrados es una alternativa de riesgo y genera preocupación".
Por su parte, el diputado Luis Puig (PVP), sostuvo: "Cuando el Frente asumió dijo que no iba a haber infiltraciones en las manifestaciones populares, como se hizo históricamente, por tanto es un profundo error lo que se está haciendo y debe ser aclarado".
Desde su cuenta de Facebook, el senador y secretario general del Partido Comunista, Eduardo Lorier, pidió "investigar si hubo prácticas incompatibles con la profundización democrática" en los hechos denunciados por los detenidos en la marcha del Hospital Filtro.
A su vez, el Comité Central de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) repudió la actuación policial generada por las infiltraciones y represiones policiales en las marchas del 14 y 24 de agosto.

Violencia, cánticos y pintadas

"Fui asignado al servicio por la manifestación por Líber Arce. Se concentraban a las 17.30 o a las 18 horas frente a la Facultad de Derecho. Estuve desde el comienzo allí. Se juntó mucha gente, entre 700 y 800 personas", declaró el jueves 15 de agosto ante la jueza Julia Staricco uno de los policías que se infiltró en la marcha de la noche anterior, en recuerdo al mártir estudiantil Líber Arce, asesinado en 1968.
Indicó que, junto con un compañero, "íbamos en el interior de la marcha hasta que en determinado momento notamos una conducta violenta con pintadas y cánticos contra el Estado e insultos", relató.



LA VENGANZA DE LEANDRO
por Hugo Bruschi


No es la primera vez ni será la última tampoco, que la embajadora norteamericana ha dado que hablar. Esta nueva forma de diplomacia que ha encontrado el imperio, para estrechar vínculos que favorezcan sus intereses, implica necesariamente un buen manejo del idioma del país de destino, a la hora de las designaciones. Los diplomáticos que hablaban con acento "gringo", despertaban cierto malestar cuando de ingerencia en los asuntos internos se trataba. Para ello nada mejor que un diplomático cuyo idioma materno sea el mismo que habla la casa. Las ventajas son innumerables: Facilidad de inserción, fluidez en las comunicaciones, asimilación cultural y adaptación a las costumbres. Nadie podrá negar, que en materia de intromisión se hayan dejado aspectos descuidados. Sin dejar de lado claro está, que el nivel del diplomático siempre guarda relación, con el país en el que prestará servicios. En el caso de esta chica embajadora, podríamos decir que no constituye ninguna excepción a la regla. Con otras palabras, no se necesita más. Sin embargo a los efectos de las expectativas en torno a la misión, calza como anillo al dedo. Entre asados y candombes - no olvidemos su afrodescendencia - ella participa en la farándula gubernamental más como anfitriona que como invitada. Simplemente se siente en su casa. Ha sido invitada a importantes reuniones en donde se manejan cuestiones económicas y futuras inversiones. Sentada junto a gobernantes y hombres de negocio, entre comidas y buenos vinos, ella comprueba como la bebida rebaja las tensiones y muchas veces la gente se introduce en los fueros más íntimos de sus deseos e intenciones. Y ella como una gran oreja que todo lo percibe y traslada a la memoria, seguirá sonriendo y opinando para que en el fondo, todos sepan quien manda. Para que nadie se salga del libreto o se olvide de sus deberes. Nunca antes como ahora, embajador alguno ha tenido tanta influencia y participación en cuestiones que tendrían que ser de reservado manejo, como esta embajadora. Sus funciones han alcanzado áreas, que en otros tiempos estaban reservadas a los organismos que estudian los riesgos de inversión. La embajada también ahora otorga certificados de buena conducta. Pero a pesar de todas estas cosas, podemos hablar de ingerencia o intromisión en asuntos internos del país? YO DIGO QUE NO.

Aquí estamos ante la misma situación creada con la llegada de Bush. Actos condenando su presencia, discursos inflamados, pero ni una sola palabra sobre quienes lo invitaron. Salvo está, contadas y dignas voces de rechazo tanto a su presencia como a sus anfitriones, como debía ser. Porque Bush no vino solo verdad?
En tiempos en donde el mundo político, pareciera estar compitiendo por el "Lacayo de oro", que entrega el imperio en forma de buenas notas, un diputado blanco está molesto por algunas declaraciones de la embajadora. Incluso estaría gestionando una respuesta de todo el Partido. Bienvenida sea su indignación Sr. Iturralde. En materia de entrega, servilismo y sumisión, hemos visto lo suficiente durante los gobiernos de su Partido, del Colorado y de este auto-denominado de izquierda, que ya nada nos asombra. El clima se ha vuelto irrespirable y yo quisiera otorgarle un crédito a su legítima protesta, una cuota de credibilidad a sus intenciones. Ud. y su Partido tienen un referente histórico olvidado y traicionado. Alguien que ofreció su vida por la dignidad y la soberanía. No quiero sospechar que detrás de sus palabras, se escondan espectativas electorales ni populismo de último momento. Si está decidido realmente a seguir en estos derroteros, Ud. merece el respeto de mucha gente que esperó la misma indignación en otras tiendas. Pero le voy a dejar una advertencia: Leandro Gómez sospechó con razón que tiempo después, muchos llegarían haciendo gárgaras con la palabra que le costó la vida y lo harían más por los votos que por la Patria. Y tuvo la precaución minutos antes de ser asesinado por "los orientales" de entonces, de guardar esas palabras que exigían un sacrificio, en lo más íntimo de su ser y se las llevó a la tumba. De tal modo permanecen guardadas, que quien pretenda desempolvarlas del olvido, tendrá que primero llegar hasta allí y pedir perdón. Y luego sí, acompañar todos sus actos con esas palabras que jamás debimos abandonar.