miércoles, 18 de octubre de 2017

EE.UU. se lanza a la caza de pandilleros de la Mara Salvatrucha en tres países de Centroamérica // Habla la Mara Salvatrucha: La Policía y las pandillas se preparan para una guerra en El Salvador // “Noriega - Panamá 1989”, el nuevo escenario para perpetrar la invasión imperial de Venezuela por Carlos E. Lippo // La ampliación del campo de batalla: la guerra (civil) contra la región // ARGENTINA: A 78 días de la desaparición de Santiago Maldonado Encontraron un cuerpo en el río Chubut // URUGUAY: AEBU se moviliza y toma medidas por reestructura del BROU // Se movilizan trabajadores del gas natural // FUS anuncia paro para el próximo 1º de noviembre

EE.UU. se lanza a la caza de pandilleros de la Mara Salvatrucha en tres países de Centroamérica

Publicado: 2 oct 2017 23:21 GMT - RT
El llamado Triángulo Norte centroamericano dialoga con Estados Unidos para hacer frente a un enemigo común.
EE.UU. se lanza a la caza de pandilleros de la Mara Salvatrucha en tres países de Centroamérica
Inspección policial en la carretera Panamericana en Santa Tecla, El Salvador.
Jose Cabezas / Reuters
Honduras, Guatemala y El Salvador, países que conforman el llamado Triángulo Norte de Centroamérica, coordinan con Estados Unidos operaciones conjuntas contra los pandilleros de la Mara Salvatrucha y su rival Barrio 18.
Con ese fin, adelantan conversaciones en la ciudad de Miami (Florida, EE.UU.) los fiscales de Honduras, Óscar Chinchilla; Guatemala, Thelma Aldana; y El Salvador, Douglas Meléndez, con el fiscal general adjunto de Estados Unidos, Rod Rosenstein. El objetivo es dar "seguimiento" a una estrategia regional contra las pandillas y el narcotráfico, reportó el portal ContraPunto.
El portavoz del Ministerio Público hondureño, Yuri Mora, declaró que el propósito es dialogar sobre las lecciones aprendidas, las acciones a futuro y la información que se va a compartir entre las cuatro naciones. Asimismo, se busca delinear una  estrategia conjunta entre Estados Unidos y los países del Triángulo Norte para "dar certeros golpes a estas bandas del crimen organizado y el narcotráfico".

Una de las zonas más violentas del mundo

Honduras, Guatemala y El Salvador conforman una de las zonas más violentas del mundo, debido al flagelo que allí representan las pandillas, el narcotráfico y el crimen organizado.
Grupos delincuenciales como los de la Mara Salvatrucha (MS13) y Barrio 18 azotan a las tres naciones y son responsabilizadas por los altos índices de homicidios.
Por lo pronto, la Fiscalía General estadounidense informó que más de 3.800 miembros de las MS13 y Barrio 18 han sido imputados judicialmente en Estados Unidos y Centroamérica como parte de la denominada Operación Escudo Regional.
Entre los pandilleros enjuiciados, más de 70 fueron sometidos a tribunales estadounidenses, principalmente en California, Maryland, Massachusetts, Nueva York, Ohio y Virginia.
Entretanto, las autoridades de Guatemala han imputado a 284 miembros de pandillas, mientras que en Honduras fueron incautados 14 establecimientos y 11 vehículos de lujo y detenidos 12 miembros de MS-13 que se dedicaban al lavado de dinero.
A su vez, en El Salvador es donde más imputaciones se han dictado:  3.477, que resultaron en más de 1.400 arrestos, agregó la Fiscalía General estadounidense.


Habla la Mara Salvatrucha: La Policía y las pandillas se preparan para una guerra en El Salvador

Publicado: 2 oct 2017 13:59 GMT | Última actualización: 3 oct 2017 07:46 GMT - RT
"No nos vamos a meter con cualquier 'hijueputa' policía, así nomás porque sí, si ellos se meten con nosotros, entonces como sea vamos a acabar con ellos; si ellos no entienden, entonces les caemos hasta que entiendan". Hablamos con un integrante de la Mara Salvatrucha sobre cómo sobrevivir en la ciudad de El Salvador.
Habla la Mara Salvatrucha: La Policía y las pandillas se preparan para una guerra en El Salvador
Tres policías en Cojutepeque, El Salvador, el 16 de junio de 2016.
Jose Cabezas / Reuters
"Efectivamente, la Policía realiza ejecuciones extrajudiciales de manera sistemática", afirma Guadalupe Echevarría, jefa antipandillas de la Fiscalía General de El Salvador, en medio del alza en la cifra de muertes vinculadas a las pandillas, al menos 60 decesos violentos en el fin de semana del 23 y 24 de septiembre de 2017. No puede sino aceptar esta realidad, las más recientes masacres (Finca San Blas, por ejemplo) llevadas a cabo por la policía demuestran que para la corporación de seguridad no hay otra salida que eliminar físicamente al enemigo. "Se necesita que nos den más herramientas y que el Gobierno no esté del lado de los criminales", afirma un oficial de policía frente al cuerpo de un taxista asesinado por la pandilla conocida como Mao Mao, uno de los 29 asesinados de aquella jornada en que conversamos.
Un policía acordona la escena de un crimen: un panadero fue ejecutado, aparentemente por no querer pagar la cuota que una pandilla le impuso. / RT / Heriberto Paredes
Sin embargo, en un comunicado emitido por la Policía Nacional Civil, encabezada por el Comisionado Howard Cotto, el 28 de septiembre de 2017, la dependencia afirma que ha habido una disminución de los homicidios ocurridos en el municipio de San Salvador, capital del país. Según cifras dadas por este comunicado, de enero a septiembre de 2017 se han reportado "175 hechos de violencia, 173 menos en comparación con el mismo periodo de 2016, en el que hubo 348, lo que significa una reducción del 50 % en los homicidios", dicta el documento al que RT tuvo acceso.
Pero en las calles la situación es diferente, la gente tiene miedo sin importar que se trate de un barrio adinerado o de una colonia pobre; la percepción acerca de la violencia y la seguridad apunta a que no se puede caminar con tranquilidad, se tienen que seguir reglas de protección y sobre todo, no se puede desobedecer la palabra de la pandilla y de la mara. Durante un recorrido nocturno por distintas zonas reportadas como escenarios de asesinato, es posible verificar que a pesar de que las instituciones forenses registran el deceso, se hace la revisión de la escena del crimen y se levanta el cuerpo conforme a la ley, al final, las cifras son distintas, son menores.
La prensa local también registra los asesinatos diarios, trata de dar explicaciones a cada caso y, en voz de un reportero gráfico ―que prefirió el anonimato―, también de argumentar acerca de las razones de tanta violencia en el país: "Se trata de crímenes relacionados con pandillas o porque no se paga la renta o porque se tiene alguna cuenta pendiente, sea con el Barrio 18 o con la MS13, pero ahora hay un incremento de los asesinatos de policías y militares porque hay una ofensiva de las pandillas y están demostrando su poder".
Aumentan los homicidios a pesar de las cifras positivas de la Policía Nacional Civil. / RT / Heriberto Paredes
Desde enero y hasta finales de septiembre de este año van 17 militares asesinados y 33 policías ejecutados en su día de descanso, justo cuando no tienen posibilidad de defenderse. Por su parte, la PNC se muestra hermética y se cuida de no dar declaraciones a la prensa, a pesar de que RT solicitó alguna postura oficial respecto a esta situación. "El Gobierno tiene interés de que las cosas sigan así, sino, de dónde les van a llegar ayudas económicas al país", revela el mismo policía con quien se logró conversar, hasta ahora la única declaración emitida por alguien de esa institución.
La población salvadoreña vive con temor, vive en una geografía que está definida por el control territorial que tienen las pandillas. A veces se trata de colonias enteras dominadas por la MS13 o por el Barrio 18, pero en otras ocasiones, como en el centro de la capital, se trata de calles intercaladas en las que para transitar se tiene que tener un conocimiento preciso. Para sobrevivir en esta ciudad, hay que seguir la consigna sagrada: "Ver, oír y callar".

Habla la Mara Salvatrucha 13

El pasado 26 de septiembre de 2017, a través de un memorándum, el comisionado César Baldemar Flores Murillo, subdirector general de la Policía Nacional Civil, informó que existe un acuerdo mediante el cual las dos principales pandillas en El Salvador ―Mara Salvatrucha 13 (MS13) y el Barrio 18― establecerían una unificación para combatir a la Policía Nacional Civil y al Ejército. En el documento se alerta a agentes policiales, personal militar, empleados gubernamentales como directores, ministros, diputados, fiscales y alcaldes de acciones terroristas como quema de autobuses, gasolineras y contra puestos policiales. Un dato curioso es que en el memorándum no se garantiza la seguridad de los elementos policiales y se les invita a tomar "las medidas necesarias para su autoprotección".
Guadalupe Echeverría, jefa anti pandillas de la Fiscalía General de El Salavdor. / RT / Heriberto Paredes
"Nosotros sabemos cuándo viene la policía, cuando ellos vienen a nuestra zona, nosotros estamos conectados. Nosotros lo que hacemos es cuidar el territorio que controlamos, aunque a veces hay gente a la que no le gusta. Para nosotros el enemigo es la otra pandilla, a veces la jura [policía] se mete con nosotros, y nosotros no nos vamos a dejar matar. Si nos tiran nosotros respondemos", explica en entrevista para RT, Wilson, integrante de la 'clica' Pinos Locos Salvatrucha, parte de la estructura de la Mara Salvatrucha 13, y tal vez esta sea la explicación que aclare la actual ofensiva contra los miembros de las instituciones de seguridad.
A pesar de las constantes denuncias de cobro de renta a diversos sectores de la población, Wilson afirma: "No cobramos renta a la gente normal, a los empresarios sí les pedimos una cooperación, pero no nos metemos con la gente de nuestro territorio, hay otras pandillas que sí lo hacen, pero la Mara no".
"Hay gente ―amplía Wilson― que se ha desviado del camino y anda como nosotros, pero para nosotros ya no son lo mismo, Mara solo hay una y ellos ya no son parte, usan el número 503 para identificarse". Entre la prensa y algunos oficiales de policía se habla extraoficialmente de una parte de la MS13 que se ha dividido, pero hasta el momento solo se trata de versiones aisladas. Sin embargo, los dichos de Wilson convierten esto en una toma de postura respecto a lo que podría consolidarse como otra organización en medio de un contexto altamente violento.
"No nos vamos a meter con cualquier 'hijueputa' policía, así nomás porque sí, si ellos se meten con nosotros, entonces como sea vamos a acabar con ellos; si ellos no entienden, entonces les caemos hasta que entiendan. Estamos todo el tiempo pendientes de lo que pasa, no andamos en las calles, sino que con gente de confianza monitoreando todo el tiempo" completa Wilson.
En las calles es posible respirar un cierto estado de alerta por parte de la policía. El Gobierno salvadoreño, además, decidió colocar algunos vehículos rápidos tipo Hummer en puntos que considera estratégicos. Por su parte, la población continúa asumiendo las reglas de cada pandilla y cuida mucho de no meterse en las colonias que le resultan contrarias. Es sin duda, un ejercicio de geografía del cual pende la vida.
Entre las versiones que circulan en la prensa y entre los oficiales de la policía que patrullan ciertos sectores, está aquella que afirma que la existencia de la pandilla identificada con el 503, y que podría ser una disidencia de la MS13, es parte de una estrategia gubernamental para dividir y causar confusión y de esta manera debilitar de algún modo a una de las pandillas con más alto control territorial en El Salvador. De ser esto cierto, esta versión se convertiría en una posible explicación del aumento de ataques a los cuerpos de seguridad estatales y a la posible unificación de pandillas de la cual se tiene conocimiento ahora.
Heriberto Paredes


Honduras: Antípodas de la violencia del Estado policial militar

Foto G. Trucchi | Rel-UITA
Por Juan Almendárez Bonilla

sábado, 4 de marzo de 2017

El 28 de junio 2009 ocurrió el Golpe de Estado militar de Honduras, patrocinado por empresas multinacionales mineras, hidroeléctricas, la oligarquía local y la geopolítica de la ocupación militar estadounidense.

El 24 de agosto, 2009, el gobierno de facto aprueba la Ley General de Aguas y deroga todos los decretos sobre las áreas protegidas. Entre el 2010 y el 2013 se aprueba el proyecto hidroeléctrico "Agua Zarca" que pretende generar 21.3 MW mediante concesión del río Gualcarque, río sagrado para la cultura lenca. Energía que no es para los pueblos lencas sino para el negocio de las transnacionales.


Ante la protesta mundial, doce días después del asesinato de Berta Cáceres, el 3 de marzo 2016, los bancos FMO de Holanda con 15 millones de dólares y el FINNFUND (Banco Finlandés) con cinco millones de dólares de inversión decidieron la suspensión temporal (no cancelación) del proyecto hidroeléctrico.

Honduras es clasificada como uno de los países mas pobres y explotados de America Latina, con la tasa de homicidios por cada/100 mil habitantes mas alta en el mundo y la tasa de impunidad mayor del 90 por ciento. Mas del treinta por ciento del territorio esta concesionado a empresas mineras, hidroeléctricas y megaproyectos turísticos, agro combustibles, transgénicos y la explotación de la biodiversidad del bosque.

La política del Estado hegemonizada por la articulación de la geopolítica, el capital multinacional y la oligarquía local ha puesto  en venta, los territorios de Honduras favoreciendo la degradación y destrucción ambiental lo que se refleja en la pobreza, desigualdad social emigracion de las comunidades y en forma inhumana ha conducido a la creación de zonas especiales de desarrollo para el crecimiento del capital.

La seguridad de los proyectos depredadores esta garantizada por la militarización de la sociedad, las bases militares estadounidenses y un sistema de seguridad e inteligencia que tiene la asesoría de policías latinoamericanas y estadounidenses y la privatización de la seguridad. El sistema jurídico se caracteriza por ser punitivo, inquisitivo, persecutorio y falto de credibilidad.

¿Cuál es la realidad existente en Honduras?

Para analizar los crímenes y violaciones de los derechos de las comunidades, defensores y defensoras de los derechos humanos y ambientales es importante partir del contexto histórico de Honduras y América Latina y sus relaciones de Estados Unidos de América, primera potencia militar en el mundo y considerar que los hechos recientes que se han incrementadu a partir del Golpe de Estado Militar.

¿Cuál era el objetivo inmediato y estratégico de este Golpe Militar?

Primero: Hacer retroceder el avance del proceso social de Honduras que lo acerca a una lucha por la emancipación y soberanía de los pueblos de América Latina para romper con los tratados desiguales de libre comercio y lograr el camino de la auto determinación. Por consiguiente, este golpe se enmarco en una estrategia geopolítica militar y en una defensa de los intereses del capital transnacional.

Segundo: No obstante, de que Honduras es un país ocupado por Estados Unidos desde la década de los ochenta, con el Golpe de Estado se produce lo que hemos llamado la guerra total contra el pueblo en resisrencia y movilizacion.

Desde hace 11 años a partir de 2000 a 2011 han muerto de forma violenta 46,450 compatriotas y del 2014 a 2016 la mortalidad alcanzo la cifra aproximadamente 18,486 personas. ( Diario Heraldo 7 de abril del 2014 ).

Para garantizar este proceso violento de acumulación por desposesión se militarizaron todas las instituciones del Estado se privatizo la Salud, la Educación y Honduras se fue convirtiendo en un instrumento de la hegemonía militar de Estados Unidos en América Latina cuya política es obstaculizar los procesos de autodeterminaciones de los pueblos de Venezuela Bolivia,Ecador Cuba y Nicaragua.

Progresivamente se fue construyendo un Estado Policial Militar bajo el pretexto de la lucha contra el narcotráfico y la existencia de los grupos de jóvenes organizados inicialmente en los Ángeles durante la post guerra centroamericana. Estos grupos han sido estigmatizados como maras.

Es de destacar que el narcotráfico fue fortalecido por la corrupción de la CIA en el proyecto de IránContraGate y otros asuntos en el negocio de las armas En el marco de esta política armamentista se desarrolló un fuerte aparato de Seguridad del Estado y una política carcelaria punitiva y aparecio otra figura criminal: los sicarios

Paradójicamente a pesar de que el Estado hablara de democracia y de honestidad en sus políticas, la corrupción fue un componente que produjo escándalos nacionales e internacionales y ha contribuido a la política contra el narcotráfico y la justificación del mercado de las armas. Estos han sido indicadores para que el pueblo hondureño no tenga credibilidad en el sistema jurídico y en las políticas de Seguridad y en Defensa de Honduras.

En este marco de violencia Honduras se ha convertido en un experimento de guerra y golpes de estado militar. El manual de tortura de la CIA en la guerra de Irak fue antes utilizado en Honduras. A pesar de la gran pobreza y desigualdad el Estado de Honduras continúa gastando en armas en la guerra contra su propio pueblo. En el año 2016 gasto 4.800 millones en lempiras, que equivalen aproximadamente 205 millones de dólares en equipamientos israelí incluidos buques de guerra y patrullas. (Diario Heraldo 19 de Diciembre del 2016.)

Para lograr mayor eficiencia y eficacia en la política del Estado Policial Militar, se produjo la reorganización de la administración de la justicia del Estado, fundamentado en la inteligencia y manejo de la informacion que tiene como fin el control y vigilancia de las fuerzas opositoras y de los verdaderos defensores y defensoras de los de los Derechos Humanos y del Ambiente, lo cual contribuye a la impunidad y a generar trauma terror y tortura.

Estas situaciones señaladas anteriormente fueron legalizadas por un sistema jurídico y por códigos penales que contribuyeron a crear condiciones para que las llamadas cárceles de Maxma Seguridad; que se transformaran en centros de máxima tortura y que los cuerpos militares y policiales fueran los guardaespaldas de las empresas multinacionales. La seguridad se privatizo y existen más de 80,000 hombres y mujeres en los aparatos de seguridad privada que exceden el número de efectivos de los cuerpos militares y policiales. La militarización de las instituciones llego a tal grado que se desarrolló un proyecto llamado “Guardianes de la Patria” por medio del cual se encargara de la educación de más de 75,000 niños y adolescentes para que el entrenamiento militar prevenga la delincuencia (según algunos analistas este proyecto es un indicador de una política fascista que existe en Honduras).

Las hegemonías de las instituciones militares prácticamente están controladas por el Comando Sur.El ejército perdió su autonomía. Sin embargo, el Comando Sur expresa con cinismo que no hay bases Militares en Honduras y que su misión es humanitaria, defensora de los derechos humanos y contribuye a la salud mediante brigadas médicas militares.

El sistema jurídico y la Corte Suprema de Justicia no tienen credibilidad en el país porque sus fallos no están basados en el respeto a la ley y a los principios éticos.

El Congreso Nacional de la República a desnaturalizado el espíritu de una democracia representativa. Las leyes emitidas han favorecido a las empresas multinacionales sean estas mineras, hidroeléctricas o agro combustibles. Los tratados comerciales que han aprobado con los países dominantes han sido nocivos para el desarrollo del país. Todas estas situaciones se marcan en un proceso progresivo de empobrecimiento, explotación y enfermedad. Las epidemias en Honduras son la desigualdad social y la corrupción.

En síntesis, la violencia es extremadamente racista, patriarcal ,contra los derechos de la mujer  y las comunidades LGBT. El capital transnacional ha contrbuido al cierre de las empresas nacionales y al mayor sufrimiento de las comunidades. La corrupción en Salud es el mejor testimonio porque se estima que aproximadamente se produjo un desfalco de 7,000 millones de lempiras que equivalen a 295 millones dólares.

¿Es posible una investigación ética y justa en el caso del asesinato de Berta Cáceres y los dirigentes indígenas de COPINH, MILPHA, Margarita Murillo, el dirigente Tolupan José de los Santos Sevilla, campesinos del Aguan  y las defensoras y los defensores de los derechos humanos y medio ambiente?

Al no existir credibilidad en las instituciones de justicia, Ministerio Publico, en los aparatos policiales, militares y en el Comisionado Nacional de los Derechos humanos se formulan las siguientes preguntas:

¿Es posible que  se conozca la verdad de los autores materiales e intelectuales sean nacionales e internacionales que participaron en el crimen de Bertha Cáceres, los miembros del Copinh, los dirigentes Lencas de Milpah, dirigentes Tolupànes, campesinos,abogados, periodistas, maestros y maestras de la resistencia, estudiantes de secundaria y profesores universitarios?

¿Qué garantía ofrece comisiones internacionales que podrian perticipar en las investigaciones criminales cuando estén están vinculadas a los intereses del Pentágono y de las Empresas transnacionales?



“Noriega - Panamá 1989”, el nuevo escenario para perpetrar la invasión imperial de Venezuela

por Carlos E. Lippo

Una de las primeras veces que escribimos sobre este tema fue en mayo del año 2013, pocas semanas después de la desaparición física del Comandante Chávez y de la victoria electoral del Presidente Maduro. En aquella ya lejana oportunidad presentábamos un análisis que con base en consideraciones económicas, políticas y geopolíticas intentaba demostrar que la invasión yanqui era un hecho casi fatal y que la decisión de invadirnos ya había sido tomada en El Pentágono, quedando sólo por determinarse, cuándo invadirían y de qué forma lo harían, temas asaz importantes para poder diseñar y desarrollar en forma conjunta, gobierno y pueblo revolucionario, los planes requeridos para contrarrestar la agresión.

Tratando de aproximarnos al conocimiento de cómo habría de producirse la inexorable invasión escribimos otro artículo (1), publicado en marzo de 2.014, en el cual definíamos un conjunto de escenarios de invasión factibles, al tiempo que evaluábamos su factibilidad de ocurrencia en las circunstancias de aquellos días. Dichos escenarios, formulados con arreglo al análisis de algunas de las innumerables invasiones realizadas por el imperio desde la segunda mitad del siglo XX, los hemos identificado con los siguientes nombres:  “Guatemala 1954 – Cuba 1961”; “República Dominicana 1965”; “De aplicación del TIAR”; “De aplicación de Principios de Derecho Internacional y/o Doctrinas Militares de los Estados Unidos”; “Libia 2011 y Siria, desde el 2012”; y “De instauración de un gobierno contrarrevolucionario que solicitaría la intervención”.

En otro artículo posterior a éste realizamos una actualización de la factibilidad de ocurrencia de estos escenarios (2); así mismo en otro más reciente llegamos a formular un nuevo escenario que denominamos “El Falso Positivo Colombiano” (3), que por cierto ha alcanzado altos niveles de factibilidad a partir de unas declaraciones del embajador gringo en Colombia (4), Kevin Whitaker, según las cuales su gobierno contempla la posibilidad de una “aventura militar por parte de los venezolanos en contra de sus vecinos”, cuando lo que realmente viene ocurriendo desde hace algún tiempo, es que las provocaciones colombianas en la frontera han hecho sonar las alarmas de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) en no pocas oportunidades.

Dos recientes declaraciones de un alto funcionario del gobierno de Trump de nombre William Brownfield,  a las cuales nos habremos de referir en detalle más adelante, nos han obligado a formular un octavo escenario que hemos dado en llamar “Noriega-Panamá, 1989”, desarrollado a partir del conocimiento de la extremadamente cruenta invasión gringa a ese hermano país, iniciada el 20 de diciembre de 1989.

Como muchos podrán recordar en esa misma fecha más de 26 mil soldados estadounidenses dotados con recursos de artillería pesada de última generación, las criminales municiones de uranio empobrecido entre ellos, invadieron por tierra y mar a Panamá con el propósito declarado de hacer preso al general Manuel Antonio Noriega quien era requerido por la justicia norteamericana por presuntos delitos de narcotráfico; y ello a pesar de las excelentes relaciones que éste tenía con la Agencia Central de Inteligencia (CIA), desde sus tiempos de jefe de la inteligencia militar del régimen revolucionario del comandante Omar Torrijos Herrera, a quien sucedió a raíz del sospechoso “accidente” aéreo que le costase la vida.

Juzgar si Noriega era o no reo del delito de narcotráfico es algo que escapa del alcance de estas notas. Lo que sí está suficientemente probado es que sus relaciones con los Estados Unidos comenzaron a deteriorarse en 1984, cuando les ordenó el retiro del territorio panameño de la inefable “Escuela de las Américas”, en la que se formaban militares latinoamericanos, él mismo entre ellos, en el combate a la insurgencia de izquierda, tachada apriorísticamente de terrorista (5). Siendo necesario apuntar que dichas relaciones se hicieron insostenibles a partir del 15 de diciembre de 1989, cuando la Asamblea Legislativa otorgó poderes especiales a Noriega designándolo jefe del gabinete de guerra, mientras que declaraba a la República de Panamá en estado de guerra contra los Estados Unidos de América, que desde hacía largo tiempo le venía aplicando una salvaje guerra económica.

Un documento secreto de los Estados Unidos, filtrado años después por un ex asesor de política exterior gringo, confirma que el verdadero objetivo de esta ocupación militar que se mantuvo durante dos años, era intentar abolir los tratados Torrijos-Carter. "Nuestro objetivo es desestabilizar el país sin arriesgar nuestra presencia e influencia allí, y al mismo tiempo tener una base legítima para abrogar los Tratados Torrijos-Carter", dice el texto del Memorándum Secreto-Sensitivo del Consejo de Seguridad Nacional, del 8 de abril de 1986 (6).

El mismo ex asesor probó que además de mantener el control sobre el Canal, Estados Unidos perseguía el objetivo de alejar a Japón de la posibilidad de trabajar en la ampliación del mismo, algo que negociaba el gobierno del comandante Omar Torrijos y continuaba negociando Noriega, tal como lo confirmase él mismo en una entrevista concedida en 1993.
Entrando ahora en materia sobre los motivos que nos han inducido a formular este octavo escenario de invasión, es necesario decir que a William Brownfield, un conocido funcionario diplomático gringo altamente injerencista, a la sazón secretario adjunto de estado de EE UU para seguridad y lucha antinarcóticos, le ha dado por acusar a Venezuela de ser un narcoestado; siendo necesario apuntar que este funesto personajillo ha sido también asesor político del comandante en jefe del Comando Sur de Estados Unidos en Panamá en1989 y1990, justamente durante los años de la invasión; ha sido embajador en Venezuela y Colombia; y está actualmente nominado por Rex Tillerson para el cargo de subsecretario de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, algo así como el vicecanciller gringo para Latinoamérica.

En efecto, el pasado 12 de septiembre Brownfield, durante una audiencia sobre Colombia en una comisión del senado gringo dedicada a supervisar los programas contra el narcotráfico que el gobierno estadounidense desarrolla en otros países, hizo la consideración de que su gobierno cree que no habrá una solución democrática para la crisis política y económica de Venezuela, mientras el narcotráfico siga penetrando por “completo” cada uno de los estamentos de poder del país, incluido el propio gobierno de Nicolás Maduro (7); para luego subir el tono en una conferencia de prensa telefónica celebrada el pasado día 22 (8), en la que declaró impúdicamente que Venezuela era un narcoestado, para luego desdecirse de manera vergonzante señalando que “sólo se acercaba a serlo”. Siendo el caso que Brownfield más que nadie debería saber que en 2016 la ONU declaró a Venezuela “territorio libre de cultivos ilícitos” (9), por séptimo año consecutivo, y que también nos ha hecho innumerables reconocimientos por nuestros éxitos en el combate al narcotráfico durante los últimos años. Toda una campaña de infundios que viniendo de quienes viene tiene que tener como propósito el intentar justificar una violenta agresión.

Y es que el imperio no nos perdona el hecho de que el Comandante Chávez ordenase el retiro de Venezuela de la Administración de Control de Drogas de EEUU (DEA) en el año 2005,  ya que la inefable agencia gringa estaba usando como máscara la lucha contra las drogas, tanto para apoyar al mismo narcotráfico como para hacer inteligencia en contra el gobierno; y mucho menos nos perdona el haberla puesto en evidencia como el mayor de los carteles de la droga a escala mundial.

En verdad asigno al escenario “Noriega-Panamá 1989” una baja probabilidad de ocurrencia en la Venezuela actual, ya que nuestro país dista mucho de satisfacer los 3 requisitos, que a decir de Noam Chomsky, busca Washington satisfacer para iniciar una aventura bélica de tal envergadura, esto es; que el país elegido como posible víctima tiene que estar prácticamente indefenso en términos militares, como ocurría con Panamá en 1989, con Afganistán en 2001, con Irak en 2003 y con Libia en 2011; que se pueda producir un consenso de la opinión mundial favorable a la guerra; y que se pueda presentar al país elegido para la invasión como un mal supremo que habría que parar o exterminar (10).

No obstante debo decir que no he formulado este escenario sólo con fines didácticos. Lo he hecho con el fundamental propósito de llamar la atención sobre un tipo de agresión que sí podría intentar el imperio una vez que lograse instaurar a nivel mundial la matriz mediática de que Venezuela es un narcoestado, que no es otra que un ataque puntual ejecutado con el propósito de secuestrar al Presidente Maduro, en ocasión de alguna de sus muy frecuentes actividades de calle, para someterlo ilegalmente a la justicia norteamericana y/o a la justicia penal internacional controlada por ellos. Tal ataque podría ser realizado directamente por un grupo de las fuerzas especiales del imperio o, preferentemente, por un grupo paramilitar local que hiciese el trabajo bajo su coordinación, tal como hicieron en noviembre de 1950 el secuestro del comandante Carlos Delgado Chalbaud, a la sazón presidente de la junta militar de gobierno, acción que devino después en un magnicidio.

En apoyo a esta hipótesis podemos señalar la terrible suerte corrida a manos de las fuerzas del imperio, por otros líderes revolucionaros de talla mundial, como Sadam Hussein (2006) y Mohamad Gadafi (2011), a causa de haber intentado sustituir al dólar como moneda de pago de las exportaciones petroleras de sus respectivos países, tal como lo ordenase hacer el camarada Maduro hace poco tiempo; así como la implícita amenaza de muerte proferida por Trump en su discurso ante la Asamblea General de la ONU, al acusarlo irresponsablemente de ser un dictador en tan magno escenario (11).

Ya para finalizar estimo oportuno señalar que aquellos lectores que después de haber llegado hasta este párrafo consideren haber leído un artículo de política ficción, no deben perder de vista que poco tiempo después de su llegada a la Casa Blanca, la CIA propuso a Trump que ordenase una invasión de Venezuela “tipo Bahía de Cochinos”, tal como lo declarase en una entrevista a la televisión local de Washington, Steve Bannon, ex asesor del actual Consejo de Seguridad (12); siendo precisamente “Bahía de Cochinos”  (Cuba 1961) el primero de los escenarios de invasión que hemos formulado.
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Patria o muerte!
¡Venceremos!


Caracas, septiembre 25 de 2017


Este no es otro artículo maximalista

La ampliación del campo de batalla: la guerra (civil) contra la región

por Diego Sequera
A estas alturas de la partida humana, los operadores narcotizados de la maquinita del capital tienen que quedarse con lo que queda: lo que sigue pegado a la olla de los recursos. El territorio se agotó, la materia prima mengua, y el envase político que lo gestionaba alcanzó irremisiblemente sus últimas consecuencias. Con el pie en el acelerador, en los límites, no es descabellado imaginar que la especie está más cerca que lejos del final de la autopista.
Abril 26 de 2016, 6:54 pm MISION VERDAD

Lo vertebradamente humano, eso que se transmite, que acumula lo mejor en lo cultural, ético y espiritual, que pervive en el tiempo y se hace lo afirmativo, hasta el día de hoy es la última cuña entre la minoría demente que controla la economía y los patrones de consumo de globalistán; entre lo que en seco actúa como el poder, y el abultado resto de nosotros. Y entre una escala y otra, median las armas, el conflicto y avanza triunfalmente la antipolítica, la fractura interna y externa de las relaciones sociales en general y en todas las direcciones.
No hay versión más avanzada del nihilismo absoluto que la farándula, y su programa político económico siempre será el fascismo con el apellido del momento (postfordista, financiero, territorial, etc.), hoy declaradamente rodando sobre la autopista neoliberal hacia la nada.
Cuando en Brasil la semana pasada cada diputado, en pleno impeachment, expresaba su voto afirmativo contra la presidenta Rousseff, reseña The Economist, lo hicieron por "los principios de la cristiandad", "por los masones de Brasil", "por la paz en Jerusalém", "por mi madre Lucimar", "por mi mujer y mi hija, que son mi principal electorado", "por los productores rurales, porque si no pueden cultivar, no habrán almuerzos ni cenas", entre otro dechado de frases inorgánicas para la historia, pero fértiles para la telestupidización.
Resumió el 22 de abril Eric Nepomuceno: "En la patética sesión en que se aprobó la apertura de su juicio político, 29 diputados votaron 'por la familia', 27 'por Dios', uno por 'mi hija', otro 'por mi nieta', otro 'para impedir el cambio de sexo en los niños' y la lista de absurdos es larga y nauseabunda. Poquísimos mencionaron los supuestos crímenes de responsabilidad que habrían sido cometidos por la presidenta".
La reversión política es total en la Argentina, que desde el poder se dio un golpe de Estado contra toda conquista social, laboral, o de justicia; y mientras recordamos que Macri celebró su victoria bailando Enrique Iglesias, en Venezuela, cuyo parlamento celebró el "día de la juventud" invitando como orador de orden a un oligofrénico con un cuarto de hemisferio funcional y con unas celebradas relaciones con las mafias mayameras.
Esos son los contornos llamémosle "culturales", en algunas de sus minucias, del "rostro público" del poder que acecha: Capriles con friso en la cara porque le salió mal el pilin, Ramos Allup regurgitando por la ayuda venezolana a Ecuador, el homenaje del diputado Jair Bolsonaro al torturador estrella de la dictadura militar que también torturó a Dilma Rousseff al lanzar su voto a favor del impeachment, y Paul Singer, el pran mayor de los fondos buitres que recién acaba de ganar cómodamente un arreglo contra Argentina, llamó a Macri "el campeón de las reformas económicas" en un artículo dentro de un especial que el Times le dedica a las 100 personas "más influyentes" del mundo. Detrás del espectáculo se mueve quien en realidad manda.
El poder tradicional tendrá ese rostro estúpido, pero esa estupidez es la que está forzando a pasos enormes la inserción regional dentro de la contrarrevolución neoliberal: lo que fuera de la teorización habitual se sintetiza en cuerpo político en lo que ya estamos viendo en otras regiones en fases más adelantadas: el modelo de ser humano que se necesita es uno que migre, sin raíz ni suelo, sin identidad, perfectamente explotable hasta lo último, y con un rosario de "derechos" mal vestidos.
Esencia del asedio no convencional: llevar a la población contra el Estado

A sus debidas sociedades, las condenas por abundancia

"Una jaula vuela por su canario", escribió Kafka. Y cuadra al pelo si se piensa que esos dechados de virtudes ciudadanas que son "las clases dirigentes" no están solas, sino que son expresión directa de una franja sociocultural y una suma de reflejos sintomáticos (no necesariamente permeada por la lucha de clases per se, según se gradúen los orígenes de la alienación de acuerdo a su composición).
El "cambio" como un llamado a la Arcadia del consumo sobre un paisaje de fondo inalterado se destila en una presunta enunciación política sin sustancia: juzgar a la presidenta brasileña en nombre de doña Lucimar, el austericidio desembozado y en esteroides contra la población argentina, el desmantelamiento interno de los resortes culturales venezolanos tienen cómplice. La contrarrevolución entra por la cocina del alma. Y eleva a clave dirigencial a Freddy Guevara.
La "mejor Venezuela" necesita "gerentes". Y, según quieren decir, los "mejores gerentes" están presos por "pensar distinto". Por lo tanto, por elemental contrapartida, los actuales gobiernos, dentro de los actuales Estados, son incapaces y además enemigos de toda "excelencia": se restringen a medrar en los pasillos empegostados de la corrupción, mientras sus poblaciones descienden sin freno alguno hacia la "crisis humanitaria". La esencia del asedio no convencional: ejecutar por las vías que sean el vuelco que lleve a la población contra el Estado y el gobierno de su país, y sin nada tangible fuera de lo farandulero como soporte político, fuera del agotamiento de la guerra diaria.
En su proceso de debilitamiento, igual que en Brasil y en Argentina (sólo que ahí con una facilidad escandalosa y extrema), se inocula la aceptación de ese relato por vía de agotamiento, de minado interno de la vivencia diaria, vía la administración del miedo, de la experiencia actual en contraste con los niveles de tranquilidad de cuatro años atrás.
Cuando se cuenta con un sistema inmunológico funcional en términos mediáticos, la aceptación del preterido intento de imponer ese sentido común por encima de cualquier otro pierde eficacia. Fuera de la madeja que significa la confrontación política desde el lenguaje, todavía existe una reserva capaz de distinguir, a pesar del cansancio, ya no las señales propiamente del malestar, sino el carácter de amenaza que tiene la bienintencionada neolengua de los factores en torno a la MUD.
Y esto no vino de gratis.

Los procesos de descomposición, la guerra hacia adentro y la fractura social del alma

Sostienen varios pensadores post-soviéticos, con una seriedad difícil de desafiar, que la Perestroika no fue lo que se contó, sino que, antes de la debacle, las naciones del bloque sufrieron un proceso de desmantelamiento interno que permitió que el desenlace posterior a la Perestroika fuera el que fuera, muy a contrapelo de la occidental y extremadamente consolidada creencia (en Occidente) de cuáles fueron las causas aparentes y los motivos de la "apertura" y posterior derrumbamiento de la Unión Soviética. Y ni Chernóbil, ni la guerra en Afganistán, ni la bajada de los precios del petróleo.
La URSS desmantelada: un modelo para armar
El historiador Andréi Fursov rememora cómo a partir de 1987, luego de una serie de aperturas arancelarias en materia de exportación, la población general se volcó a rematar y vender al exterior cuanto producto manufacturado saliera de la industria y el protegido mercado interno (todo mucho más barato en relación a Europa) para rematarlo a precio de divisa extranjera en el exterior.
El proceso alcanzó, irremediameblemente, una cota de reflujo y agotamiento. Se había desmembrado el mercado interno y el saqueo alcanzó a las reservas de oro, vía otra medida de liberalización, a la que le acompañó el soltar las amarras del control de precios. La dinámica ya estaba instalada, y todo, en tiempos de vacas flacas (1989), llevó a que prevaleciera una "economía sumergida", que a su vez "condujo a la entrada activa en la vida política de una poderosa nueva generación dedicada al crimen organizado".
Paralelo al proceso de descomposición (infra)estructural, también se replica, "culturalmente", adentro hacia afuera del tejido de una sociedad a la que se le conduce hacia el "cambio de régimen", la infección por envilecimiento de todas las esferas sociales, que paulatinamente y de acuerdo a su mecanismo de alcance a la masa monetaria (ahí, sin duda, según la clase social a la que pertenezca) se convierte la sociedad toda en una suma por asociación de mercachifles, de grupos individualizados a su mínima expresión, la desunificación definitiva; un pueblo absolutamente expuesto a agresiones multidimensionales (en el cuerpo, simbólicas, físicas, jurídicas, económicas, etc.).
Ya hemos visto y denunciado el sustrato moral del golpe en Brasil, la condición política monocelular de Macri y la ausencia de carcajada en el abismo de la MUD. Todas señales expresivas de cómo avanzan los procesos destituyentes en general, a la espera del punto de aceleración que liquide la experiencia latinoamericana de los últimos tres lustros.
Y en un escenario envilecido, el mejor activo que se tiene es a esa misma población y sus escalas, donde la gradación moral sitúa a quienes todavía defienden el derecho a la historia que se entraña en la alternativa emergente contra el gran suicidio nacional, tutelado desde muy afuera y desde muy arriba.

Corrupción, nado sincronizado y coreografía de la guerra

El eje central que dinamizó los cambios pesados sobre el territorio continental, el eje pensado por el Comandante, constituido por Venezuela-Brasil-Argentina, está sufriendo procesos golpistas que se ejecutan desde una fracción del Estado, desde una hacienda con lógica gamonalera del uso del poder constituido conquistado a fuerza de votos, producto de descomunales campañas de guerra híbrida que, torciéndole el cuello al cisne (de dudoso plumaje) del "juego democrático", combinando todas las formas de lucha, en Argentina colocó a Macri como presidente, en Brasil no ha habido paso mal dado por Dilma por el cual no le hayan hecho imposible la gobernanza, en Venezuela se tradujo en una disminución significativa del voto chavista, más que un incremento sustancial de la oposición.
Cada cual en su respectivo escenario, lo que se cuajó en 2013 en Brasil como inicio, la guerra abrasadora e incesante contra Venezuela, la histerización política argentina que logró el triunfo del microfraccionalismo, están derivando en este punto que puede perfectamente llamarse muerto. Puede llamarse forzado codo de la historia.
Se envenenaron los conceptos de DDHH y corrupción, son recursos destituyentes
Pareciera que la armonización de las tres crisis (en términos de países, que son mucho más amplias) quieren derivar en casi el mismo punto, casi al mismo tiempo. Y lo estamos viendo en tiempo real, en HD y cuatro dimensiones; mientras la respuesta política opera como si fuera 2006, mientras que el enemigo ataca con una sofisticación de 2017.
Y en el centro de este conflicto de altísima intensidad se dinamiza a partir del paradigma "moral". El 1% hace rato que echó el cálculo, y sus estrategas y operadores saben que el actual coroto llamado Estado-nación y "política tradicional" ha alcanzado su grado más elevado de crisis por descomposición general. Y quien esté en el coroto del Estado producto del antidesarrollo, sea en el capitalismo periférico o central, está irremisiblemente bañado en mierda y en menos de seis grados de separación vinculado con el tránsito de lo que se ha generalizado como "corrupción".
Del mismo modo que se envenenó el concepto "derechos humanos", la corrupción y la denuncia selectiva son recursos francotiroteables dentro del proceso destituyente.
Todos son corruptos, digámoslo en términos fulminantes y generales, pero ellos tienen mejores medios para ocultar lo suyo, defender lo propio y magnificar los actos de ostentación de su contrario.
Sobre esa premisa se magnifica la evolución al punto muerto, toda vez que el resto de recursos de la guerra no convencional se encargan de hacer el resto: el caso de megacorrupción conocido como Lava Jato en Brasil fue producto directo del espionaje de la Agencia Nacional de Seguridad (NSA, sus siglas en inglés) contra dirigentes del gobierno brasileño, del partido y en especial de las autoridades en materia económica, los motivos de la victoria electoral de Macri y los evidenciados planes del Comando Sur contra Venezuela que armonizan con cada uno de los campos en los que se desenvuelve la crisis venezolana.
Los tres escenarios políticos, en lo inmediato, además de inciertos se vislumbran de pronóstico reservado: Michel Temer, el vicepresidente golpista de Brasil, cuenta con 2% de aprobación, con una crisis económica severa, una clase política secularmente criminal sin credibilidad alguna y una calle revuelta a extremos impredecibles.
En Argentina, los Panamá Papers parecen haber sentenciado la coronación de Macri como bujía necesaria pero desechable, desde su profundo abismo de desprestigio alcanzado en menos de 100 días.
En Venezuela, la incompetencia de una clase político-partidocrática que ganó las elecciones en parte nariceado por los jefes directos, en parte por la incapacitación política que permitió que la mediocridad y la confianza extrema prevalecieran sobre el análisis político del momento, hoy en día se avanza vía Asamblea Nacional a un intento de parálisis, relativamente limitado pero sentenciado por el tribunal mediático como total, toda vez que el recrudecimiento económico e inflacionario avanza, sobre un terreno ahora allanado y abonado sobre la sangre del asesinato político de moda.
La guerra civil, mientras más apunte a la vorágine, mejor
Los tres escenarios derivan en lo mismo: en la supresión política, en la ingobernabilidad, en la búsqueda de que cuaje la confrontación directa desde abajo, sin mediaciones institucionales, puesto que se pueden encontrar incapacitadas por parálisis.
Confrontaciones en el que es una táctica deliberada la supresión absoluta de mediaciones políticas. La guerra civil. Que mientras más apunte a la vorágine, mejor.
Mientras que en medio de la refriega, y de la forma que sea, se logren controlar el Arco Minero y la Faja Petrolífera, la Cumbre Pre-Sal y la industria brasileña, y todavía se pueda convertir el norte argentino en Afganistán, vía sojización, extranjerización y transgenización de los suelos, todo vale.

La parranda a dentelladas de la plutocracia

"Las sanciones de la ONU destruyeron a la sociedad iraquí, y la guerra, al Estado", le declaró un político de la nación mesopotámica a un periodista británico hace un par de años atrás, cuando el Estado Islámico lo arrollaba todo. Y de ahí se desprende una verdad que no por evidente debe ser omitida: primero se descalabra la vida interna de un país vía su rutina económica y su dimensión financiera. Luego, debilitada la nación, se arrasa con todo.
Es, históricamente demostrado, un patrón de agresión fijo, que ha permanecido en el tiempo, que ha sufrido niveles de experimentación y ampliación de su radio, que se le conoce la devastación de sus efectos -y se promueven hasta sus últimas consecuencias- sin consideración humana alguna fuera del argot del marketing político.
Todo nuevo escenario represivo es un laboratorio humano, y la evolución de la guerra en Siria, los resultados en Libia, el antecendente yugoslavo, la carta centroamericana de la desaparición y la guerra irregular, la actualización en maras/paracos/trenes se orientan a la misma fractura civilizatoria.
En el marco de la guerra nos hicieron retroceder a una fase de pensar político pre-ideológica, hay una severa crisis de cartografía, dado que así como se llega, de facto, a la osamenta política gobierno-Estado-nación-contrato social, del mismo modo lo actual rebasa los confines del mapa, precisamente por falta de nombramiento e identificación de los rasgos sociales del proceso actual.
Algo que no le pasa a Moisés Naím, esa personificación venezolana del 1%, que actualmente concibe al poder como algo que "se conquista rápido, es más difiícil de mantener, y más fácil de perder", análogo a una partida de caballos, que, siguiendo esa lógica, siempre dependerá del ludópata. Pero algo de cierto tiene, Naím sí es indiscutiblemente un ideólogo, y uno avanzado. El poder político ahí es correlato de la lógica de la economía de casino, de la ultraespeculación, de la gran lavadora de activos universal.
Por eso para él Venezuela es un Estado fallido.
Ramos Allup sabe que en el lenguaje bélico está el preludio de la sangre

La guerra en todas partes

Según el jefe de las fuerzas armadas suizas, general André Blattmann, Europa está a un paso de la guerra civil. En otoño de 2015, el ejército suizo condujo unos ejercicios militares bajo el nombre código "Connex 15". "El escenario asumía la desintegración de la zona económica europea y los países que hacen frontera con Suiza", reseñó el periodista polaco Konrad Stachnio.
Pero no todo se queda ahí: en la misma dirección han hablado el actual jefe del ejército sueco, general Anders Brännström, advirtiendo que en poco tiempo reventará una guerra en Europa, "contra un enemigo bien entrenado". Lo mismo el jefe del ejército noruego, que ya habló de tener que defender el país "hasta con las armas", mientras que soldados daneses se entrenan en situaciones de enfrentamiento en los que el adversario serían masas de inmigrantes.
Y es que no sólo el continente americano sufre la guerra de la plutocracia (Estados Unidos vive, también, su propio proceso interno de guerra contra su población). Las "democracias fuertes" de Europa, gracias en gran medida a la eurocracia de la Unión controlada por las élites vía Goldman Sachs, pretenden sacarle rédito colateral a la militarización de la crisis de refugiados. Los atentados recientes en capitales occidentales, centros de poder global, describen a ese enemigo bien entrenado. Que además cuenta con las estructuras nunca desactivadas de la trama negra del Gladio.
Bashar Jafari, embajador de la República Árabe Siria ante la ONU y jefe de la delegación del gobierno en Ginebra, lo ha dicho demoledoramente: "Somos víctimas del terrorismo europeo". No refiriéndose exclusivamente al papel cómplice de gobiernos y servicios de inteligencia en su tránsito a lo largo de Europa, vía Turquía, hasta Siria. Sino de un hecho más sencillo: son ciudadanos europeos, es un terrorismo producto de la actual "fábrica social" europea. En perfecta colusión, además, con el auge de movimientos fascistas antimigrantes que se complementan mientras la izquierda, como Hamlet postmo, ni siquiera supera la discusión sobre el papel de la OTAN.
El proceso de desmantelamiento es general. En momentos en que se acabaron los territorios inexplorados, "no-capitalistas" según la categorización de Mihail Kazim aludiendo a los territorios que todavía no se explotan, todo se mueve dentro de lo que queda en materia de recursos, poder, fuerza bruta y población expuesta.
A lo que, como si no fuera suficiente, habría que agregarle una capa más dentro de la escala de peligros: todo conflicto actual es, a su vez, un proceso de blanqueo y legitimación de necesidades dentro del mercado (trasnacional) de armas, salud, reconstrucción de infraestructura, telecomunicaciones, etc.
Seth Ferris alega que todas las guerras del momento, sobre todo en las ofensivas encubiertas (Venezuela) o no declaradas abiertamente como intervención, se dan para que no se obstruya el sistema circulatorio del mercado de las armas. La mayoría de los conflictos restringidos a situaciones en apariencia muy focalizadas como Macedonia o el actual conflicto entre Armenia y Azerbayán apuntan en la misma dirección: blanquean el flujo de armamento obsoleto para que en los conflictos de mayor envergadura sigan fluyendo contratos y armas en este caso nuevas.  Y donde fluyen las armas, fluyen los servicios de inteligencia interesados en ese tráfico.
Visto así, ¿cuánto se puede acoplar en este sentido a los recursos que al día de hoy manejan las organizaciones paracas en Venezuela, las mal llamadas megabandas?
Vivimos es una antesala. Reversible, sin duda. Pero definitivamente la consigna que tanto blandió el Foro Social Mundial de "globalicemos la lucha, globalicemos la esperanza", en su fase de farsa, se traduce en "la lucha" globalizada, pero difícilmente con esperanza. Si acaso, somatizada.
El rumbo hacia ese vacío total es claro.
Ramos Allup lo sintetizó en una invitación al "buen morir". Ramos Allup sabe que en el lenguaje bélico está el preludio de la sangre. Ramos Allup no sabe qué vendría después del golpe.
El común denominador del "caos creativo" y la ingobernabilidad deliberada que force a que no se diriman políticamente las posiciones encontradas, sino que se desborden dentro de los elementos ulteriores de su propia conflictividad y sus propios incentivos foráneos, parecieran destacar una agenda en la que esa línea que cruza del Cabo San Román, atraviesa el Amazonas y culmina en Tierra del Fuego se rompa bajo la misma modalidad violenta.

Donald Trump y la industria de la guerra: Nada ha cambiado

por Marcelo Colussi
Marcelo Colussi

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Donald Trump enfatiza aún más la política exterior militarizada de los Estados Unidos. Foto: AP.
Donald Trump enfatiza aún más la política exterior militarizada de los Estados Unidos. Foto: AP.
“El presidente habló sobre cómo durante su administración los Estados Unidos serán testigos de la mayor acumulación militar en la historia del país. ¿Quién se beneficia? El Pentágono, los contratistas de defensa y los trabajadores en algunos estados particulares”
Donald Abelson, Universidad de Ontario.
Durante su campaña presidencial Donald Trump tuvo la osadía (¿bravuconada?, ¿estupidez quizá?, ¿mal cálculo político?) de preguntarse si era conveniente continuar la guerra en Siria y la tirantez con Rusia. Probablemente cruzó por su cabeza la idea de poner énfasis, en lo fundamental, en el impulso a una alicaída economía doméstica, que paulatinamente va haciendo descender el nivel de vida de los ciudadanos estadounidenses comunes. Sus afiebradas promesas de hacer retornar a suelo patrio la industria deslocalizada (trasladada a otros puntos del mundo con mano de obra más barata), no parecen haber pasado de vano ofrecimiento. Unos pocos meses después, a menos de un año de su administración, puede verse cómo la política exterior estadounidense sigue siendo marcada por el todopoderoso complejo militar-industrial, y las guerras se suceden interminables. Y el presidente es su principal y alegre defensor.
A unos pocos días de su asunción como primer mandatario, el 27 de enero emitió el “Memorando Presidencial para Reconstruir las Fuerzas Armadas de Estados Unidos”, una más que clara determinación de concederle poderes ilimitados a la omnipotente industria militar de su país. En la Sección 1 de dicho documento, titulada “Política”, puede constatarse que “Para alcanzar la paz por medio de la fuerza, será política de los Estados Unidos reconstruir las Fuerzas Armadas”. El mensaje no deja lugar a dudas. Casi inmediatamente después de la firma de ese memorando, comienzan los grandes negocios de la industria bélica.
Empresas fabricantes de ingenios militares como Lockheed Martin (especializada en aviones de guerra como el F-16 y los helicópteros Black Hawk, la mayor contratista del Pentágono), Boeing (productora los bombarderos B-52 y los helicópteros Apache y Chinook), BAE Systems (vehículos aeroespaciales, buques de guerra, municiones, sistemas de guerra terrestre), Northrop Grumman (primer constructor de navíos de combate), Raytheon (fabricantes de los misiles Tomahawk), General Dynamics (quien aporta tanques de combate y sistemas de vigilancia), Honeywell (industria espacial), Dyncorp (monumental empresa que presta servicios de logística y mantenimiento de equipos militares) –compañías todas que para el año 2016 registraron ventas por casi un billón de dólares, teniendo incrementos desde el 2010 de un 60% en sus ganancias– se sienten exultantes: la “guerra infinita” que iniciara algunos años atrás con la “batalla contra el terrorismo”, no parece detenerse. La necesidad perpetua de renovar equipos y toda la parafernalia militar asociada promete ingentes ganancias. Todo indica que esa rama industrial sigue marcando el paso de la política imperial.
No hay dudas que la pujanza de la economía estadounidense no es hoy similar a lo que fuera en la inmediata post guerra de 1945 y esos primeros años de triunfalismo desbordado (hasta la crisis del petróleo en la década de los 70), cuando era la superpotencia intocable. Ello no significa que está agotado el imperio estadounidense, pero sí que comienza un lento declive. De ahí que la omnímoda presencia militar en el mundo le puede asegurar el mantenimiento de su supremacía como poder hegemónico al aparecer nuevos actores que le hacen sombra (China, Rusia, Unión Europea, BRICS), al par que dinamizar muy profundamente su propia economía (3.5% de su producto bruto interno lo aporta el complejo militar-industrial, generando enormes cantidades de puestos de trabajo).
El 23 de febrero, un mes después de haber tomado posesión de su cargo en la Casa Blanca, Donald Trump declaraba provocador –fiel a su estilo– que Estados Unidos estaría reconstruyendo su arsenal atómico, dado que “se había quedado atrás” en términos comparativos con Rusia, y “será el mejor de todos” para asegurar que se colocaría “a la cabeza del club nuclear”.
Para darle operatividad a sus altisonantes declaraciones propuso un aumento de casi 17% del presupuesto de las fuerzas armadas. Ello podrá hacerse sacrificando con drásticas reducciones presupuestos sociales, tales como educación, medio ambiente, inversión en investigación científica, cultura y cooperación internacional.
El actual presupuesto para las fuerzas armadas es de 639 mil millones de dólares, lo que representa un 9% más de lo destinado a gastos militares en el último ejercicio fiscal del ex presidente Barack Obama. Esa monumental cifra está destinada, básicamente, a la adquisición de nuevas armas estratégicas, a renovar profundamente la marina de guerra y a la preparación de tropas.
Paralelo a esta presencia de la industria bélica en los planes estratégicos de la presidencia, es digno de mencionarse cómo determinados personeros militares han ido ocupando puestos determinantes en toda la administración de Trump. Su jefe de despacho es John Kelly, general de los marines; el asesor de Seguridad Nacional es el general Herbert McMaster, veterano de las guerras de Irak y de Afganistán, muy respetado dentro de la jerarquía militar del Pentágono; el Secretario de Defensa es el general Jim Mattis, igualmente otro marine, conocido por su nada amigable apodo de “Perro loco”, polémico comandante de las tristemente célebres operaciones en Irak y Afganistán, entre las que está la masacre de Faluya, en Irak, en el año 2004 (un virtual criminal de guerra).
Junto a esta presencia determinante de la casta militar, Donald Trump ha dado lugar al ingreso masivo de altos ejecutivos del complejo militar-industrial en puestos claves de su gobierno. Así, por ejemplo, puede mencionarse a la actual Secretaria de Educación, la multimillonaria Betsy Devos, hermana del ex militar y fundador de la empresa contratista de guerra Blackwater, Erik Prince. En otros términos: los generales y los fabricantes de la muerte son quienes fijan la geoestrategia de la principal potencia mundial. La destrucción, patéticamente, es buen negocio (¡para unos pocos!, claro está).
La militarización y la entrada triunfal de la industria bélica es pieza clave de la política del actual presidente de Estados Unidos. Ello puede apreciarse, además, en la estrategia de seguridad interna, por cuanto Trump rescindió un decreto ejecutivo de la presidencia de Barack Obama que prohibía el equipamiento militar a las policías locales. De este modo, el complejo militar-industrial podrá producir y vender a los cuerpos policiales armas de alto calibre, vehículos artillados y lanzagranadas. El negocio, sin dudas, marcha viento en popa.
Si en algún momento se pudo haber pensado que la llegada de Trump con su idea de revitalizar la economía doméstica detendría en alguna medida el papel de hiper agente militar y gendarme mundial de Estados Unidos –lo que sí impulsaba la candidata Hillary Clinton–, la realidad mostró otra cosa. Dos fueron los hechos que, de una vez y terminantemente, evidenciaron quién manda realmente: el innecesario bombardeo a un base aérea en Siria –el 7 de abril– (operación militar absolutamente propagandística, sin ningún efecto práctico real en términos de operativo bélico), y unos días más tarde –el 13 de abril– el lanzamiento de la “madre de todas las bombas”, la GBU-43/B, el más potente de todos los explosivos no nucleares del arsenal estadounidense, en territorio de Afganistán (supuesto escondite del Estado islámico, igualmente operación más mediática que militar, sin ninguna consecuencia real en términos de operativo castrense).
Es más que evidente que en esta fase de capitalismo global e imperialismo desenfrenado, la estrategia hiper militarista garantiza a la clase dominante de Estados Unidos una vida que la economía productiva ya no le puede asegurar. Los nuevos enemigos se van inventando, ahora que la Guerra Fría y el fantasma del comunismo desaparecieron. Ahí están entonces, a la orden del día, “la lucha contra el terrorismo”, “la lucha contra el narcotráfico”, y seguramente en un futuro cercano “la lucha contra el crimen organizado”. Como dijera en el 2014 el por ese entonces Secretario de Defensa en la presidencia de Barack Obama, León Panetta: “La guerra contra el terrorismo durará no menos de 30 años.”
El guión ya está trazado. No importa quién sea el ocupante de la Casa Blanca: los planes deben cumplirse. Si en algún momento el errático Donald Trump pudo haber hecho pensar que no era “un buen muchacho” que seguía lo establecido, la tozuda realidad (léase: los intereses inamovibles de quienes dirigen el mundo) lo pusieron en cintura.
¿Habrá guerra para rato entonces? De todos nosotros depende que ello no sea así. El llamado Reloj del Juicio Final, elaborado por el Boletín de Cientistas Atómicos de Estados Unidos, fue adelantado medio minuto para indicar que estamos a dos minutos y medio (en términos metafóricos) de un posible holocausto termonuclear si se sigue jugando a la guerra. El complejo militar-industrial estadounidense se siente omnipotente: juega a ser dios, juega con nuestras vidas, juega con el mundo. Pero un pequeño error puede producir la catástrofe. En nombre de la supervivencia de la especie humana y del planeta Tierra debemos luchar tenazmente contra esta demencial política. Lo cual es decir, en definitiva, luchar contra el sistema capitalista. Es evidente que dentro de estos marcos es más fácil el exterminio de toda forma de vida que el encontrarle solución a los ancestrales problemas de la humanidad. En ese sentido, entonces, son hoy más premonitorias que nunca las palabras de Rosa Luxemburgo: “socialismo o barbarie”.
(Tomado de Rebelión)


La política exterior de Donald Trump

Publicado el 17 Septiembre 2017 Escrito por Immanuel Wallerstein - EL CLARÌN DE CHILE
Donald Trump se aproxima al final de su primer año como presidente de Estados Unidos. Ahora todo mundo –simpatizantes, oponentes, aun los indiferentes– parecen coincidir en una cosa. Sus pronunciamientos y sus acciones son impredecibles. Ignora los precedentes y se comporta en modos que constantemente sorprenden a la gente. Los simpatizantes encuentran esto refrescante. Los oponentes lo encuentran aterrador.
No obstante, muy pocos han comentado en torno a lo que creo es su logro más singular. Se ha manejado con la treta de ser el actor más impredecible en la escena estadunidense y mundial, y al mismo tiempo como el actor más predecible.
Es deliberado que se rodea de una panoplia de asesores que lo empujan en direcciones opuestas en extremo. Constantemente despide a alguno de ellos y designa a otros. Ningún individuo parece durar mucho. El resultado es que a todo mundo le deja claro que la decisión final es suya –y suya solamente. Puede acceder por un tiempo a lo que los asesores le sugieren, pero algunas veces deshace al día siguiente lo aconsejado. Esto es lo que lo hace ver tan impredecible.
Pero al final revierte siempre su decisiones hacia lo que algunas veces se le llama sentimientos de tripa, sea el asunto de la atención a la salud, la inmigración, la reducción de impuestos o la acción militar. Eso es lo que lo hace tan predecible. El resultado final es siempre el mismo. Cualquiera que lo observe o trabaje con él o se le oponga debe por tanto ser capaz de predecir a dónde va a terminar estando. Y para casi todo el mundo, dónde Donald Trump termina no es donde les gustaría que un presidente de Estados Unidos fuera.
Trump y Estados Unidos se enfrentan con un gran número de asuntos acerca de los cuales existen fuertes y divisorias opiniones en ambos lados. Estas divisiones resultan intratables para muchos. No para Donald Trump. Él cree en sí mismo y en su habilidad para completar sus agendas nacional y mundial. Para él nada es intratable.
En septiembre de 2017, las dos decisiones más urgentes de política exterior tuvieron que ver con Corea del Norte e Irán. En ambas, el conflicto con Estados Unidos gira en torno a un asunto crucial: las armas nucleares. Corea del Norte las tiene. Irán no las tiene, pero al menos algunos de los principales actores internos piensan que es esencial que Irán las adquiera.
La posición oficial estadunidense es que Corea del Norte debería desmantelar su armamento nuclear y que Irán debería cesar cualquiera y todas las actividades que se muevan en la dirección de adquirir tales armas. Estas posturas no son nuevas o inventadas por Donald Trump. Han sido la posición pública de Estados Unidos, de todos los presidentes previos, por algún tiempo ya.
Lo que es diferente con Trump es que se niega a admitir lo difícil que es conseguir estos objetivos de Estados Unidos y lo peligroso que sería perseguirlos mediante acciones militares. Por tanto, los presidentes previos han buscado soluciones (así llamadas) diplomáticas. En el caso de Irán, la diplomacia pareció funcionarle al presidente Obama con el acuerdo firmado por ambos países (y otras potencias). En contraste, la diplomacia ha logrado hasta ahora muy poco en el caso de Corea del Norte.
En ambas situaciones, los sentimientos de tripa de Donald Trump parecen claros. Quiere usar las acciones militares para forzar a Corea del Norte a que desmantele sus armamentos nucleares. Quiere retirarse del acuerdo con Irán y utilizar una amenaza militar para obtener su renuncia permanente del desarrollo de armamentos nucleares.
Hay dos preguntas en torno la política exterior de Trump. ¿Puede de hecho disponer que se comiencen acciones militares? Y si puede, ¿podrán lograr las acciones militares lo que él confía lograr?
Donald Trump prometió a sus simpatizantes que probaría ser un amigo verdadero de los militares estadunidenses otorgándoles puestos clave en su administración y buscando expandir los fondos de las fuerzas armadas. Lo ha hecho. En su último reciclaje de su personal, colocó a un militar, John Kelly, en la posición de jefe del Estado Mayor con amplios poderes para cambiar al personal y servir de filtro para acceder al presidente.
Por supuesto los militares aprecian obtener más fondos. Pero es curioso que la mayoría de sus asesores militares son relativas palomas. Sí favorecen una expansión de fondos para los militares. Pero todos parecen creer que las guerras son en verdad un recurso final, uno que tiene enormes e inevitables consecuencias negativas. Tienen un aliado en el secretario de estado, Rex Ti- llerson. Siempre que Trump ha seguido su consejo y ha proferido su retorica más áspera, eso le parece de lo más incómodo ejercerla por más de un breve momento. Siempre regresa a sus fundamentos.
La primera pregunta es si Trump puede de hecho lanzar acciones militares serias. Esto sería menos fácil de lo que imagina. Los burócratas militares tienen toda suerte de modos para desacelerar, inclusive frenar, acciones con las que ellos no están de acuerdo. En el régimen de Trump, de hecho son impulsados a hacer esto por otro rasgo peculiar de la personalidad de Donald Trump. Le gusta asumir el crédito de los éxitos y culpar de los fracasos a los demás. Así que por si fuera el caso que las acciones militares fracasaran, está subcontratando las decisiones reales de los militares. Si hubiera un fracaso bien puede culparles. En caso de éxito será el primero en reclamar el crédito exclusivo. Sin embargo, subcontratar necesariamente significa retrasos e invita al sabotaje.
Son diferentes los casos de los dos países. Corea del Norte tiene de hecho bombas, unas que sí pueden alcanzar el territorio de Estados Unidos. Es más, la inteligencia estadunidense parece estar diciendo que Corea del Norte está mejorando su capacidad militar a un ritmo muy rápido. El régimen de Trump habla ahora de una guerra preventiva –el oxímoron más maravilloso inventado alguna vez. Si Estados Unidos lanzara una guerra preventiva, uno puede tener la certeza de que Corea del Norte responderá de manera importante.
En contraste, Irán no cuenta con armamento nuclear. Públicamente insiste en que no tiene la intención de adquirirlos. Por lo menos la mitad de las autoridades parece lista a renunciar a cualquier esfuerzo encaminado a adquirirlos permanentemente, a cambio de varias clases de beneficios económicos. Va a ser más difícil renunciar al acuerdo de lo que Donald Trump cree. Por una razón: tiene cosignatarios –Alemania, Francia, Italia y la Unión Europea– que han dicho que no van a ceder ante tal renuncia.
Pero por el momento suspendamos la pregunta de si funcionaría una acción militar y preguntémonos por sus consecuencias. En el caso de Irán, es muy probable que los aliados mundiales más importantes de Estados Unidos en Europa, por no hablar de Rusia y China, en el futuro aumentarían la distancia que tomen –no sólo del régimen de Trump, sino de Estados Unidos como país. Un camino no diplomático probaría ser un desastre diplomático.
En Corea del Norte, las consecuencias serían todavía más grandes. Supongamos que Estados Unidos bombardea todas las locaciones conocidas donde existen armamentos nucleares en Corea del Norte. Que algunas bombas fallan en dar en el blanco.
Además, parece que Estados Unidos no tiene siquiera la lista completa de las locaciones. Corea del Norte puede ser capaz de lanzar una bomba desde un submarino. Imaginemos por un momento que tras una guerra preventiva, Corea del Norte quedara con una sola bomba. ¿A quién la lanzaría?
En cualquier caso, las bombas estadunidenses de su guerra preventiva y la bomba con que respondería Corea del Norte resultarían en un despliegue nuclear de increíble magnitud y dispersión geográfica. Bien podría ocurrir que los resultados de tales bombas soplaran por todo el océano Pacífico e infligieran tremendos daños a vidas en Estados Unidos. El hecho es que el resultado final de Trump puede no ser un triunfo. Puede ser solamente un desastre humano de dimensiones mundiales.
Sin duda, el lector no quiere saber mi predicción de lo que de hecho va a ocurrir. Es triste decirlo, impredecible.
Traducción: Ramón Vera Herrera
© Immanuel Wallerstein


Moscú: "El Pentágono construye complejos para realizar un ataque global instantáneo"

Publicado: 12 oct 2017 19:28 GMT | Última actualización: 12 oct 2017 20:57 GMT - RT
EE.UU. está reforzando sus sistemas de defensa antimisiles para tener la posibilidad de utilizar armas nucleares "con costos mínimos", ha afirmado el Ministerio de Defensa de Rusia.
WOJTEK RADWANSKI / AFP
Según este organismo oficial ruso, el sistema global de defensa antimisiles de EE.UU. "reduce el umbral para el uso de las armas nucleares y crea una ilusión de impunidad para el empleo inesperado de armamento estratégico".
En concreto, el portavoz del Ministerio de Defensa de Rusia, Alexánder Yemelyánov, ha manifestado que Washington "quiere engañar a la comunidad internacional sobre las posibilidades reales de sus sistemas de defensa antimisiles".
Yemelyánov ha asegurado que "el Pentágono ha empezado a construir complejos" con los que EE.UU. podría realizar "un ataque global instantáneo" y ha estimado que "los planes de despliegue de armamento estadounidenses amenazan el potencial de disuasión de Rusia".

"Es un incentivo para la carrera armamentística"

"El despliegue del sistema de defensa global antimisiles" por parte de EE.UU. "destruye de manera sistemática el actual sistema de seguridad internacional", ha lamentado Yemelyánov.
"El sistema de defensa antimisiles de EE.UU. es un incentivo para el desarrollo de capacidades de misiles en todo el mundo y provoca una nueva carrera armamentística", ha agregado este vocero oficial ruso.

"Amenaza al territorio ruso"

Actualmente, EE.UU. posee 60 misiles antibalísticos en Europa y otros 150 en la región Asia-Pacífico. Para 2022, EE.UU. tendrá más de 1.000 misiles antibalísticos y, en el futuro, superará el número de ojivas de misiles intercontinentales de Rusia, ha desglosado Alexánder Yemelyánov.
Este representante ruso ha añadido que Washington podría lanzar sus misiles de crucero desde bases militares que se encuentran en Rumania y Polonia y, de ese modo, amenazar a todo el territorio europeo de Rusia.




Encontraron un cuerpo en el Río Chubut

El hallazgo se produjo en el tercer rastrillaje en el marco de la investigación por Santiago Maldonado.

Redacción - Martes 17 de Octubre de 2017

Personal de Prefectura encontró este martes al mediodía un cuerpo en el Río Chubut. Según los datos hasta esta ahora, el cadáver estaba enganchado entre las ramas a 1500 metros de la guardia del Pu Lof de la comunidad mapuche. Los anteriores operativos se habían extendido sólo a 1000 metros.
El hallazgo sucedió durante el tercer rastrillaje pedido por la fiscalía, esta vez con la participación de perros adiestrados para rastrear cuerpos en el agua, en la investigación a cargo del juez federal de Rawson, Gustavo Lleral y en el primer rastrillaje consensuado con la comunidad mapuche.
Todavía no se conoce ningún detalle oficial acerca de la identificación del cuerpo.
El secretario de Derechos Humanos de la Nación, Claudio Avruj, partió hacia Esquel junto a Patricia Bullrich con la inbtención de reunirse allí con los familiares de Santiago Maldonado, quienes también viajan hacia el lugar de los hechos donde se encontrarán con el perito forense que los representa, el doctor Alejandro Incháustegui. Mientras tanto, la autopsia estaría cargo del equipo de Antropología Forense Nacional, que se traslada desde Bariloche.
Este es el tercer rastrillaje que se realiza en el marco de la causa. El primero fue ordenado por el juez federal de Esquel, Guido Otranto y se realizó el jueves 7 de septiembre en un exhaustivo procedimiento en los márgenes del río Chubut y aguas abajo de donde se sitúa el predio ocupado por la comunidad mapuche en Leleque. Se llevó a cabo con 300 efectivos de la policía y se investigó 800 metros. En aquel momento, el juez había descartado de plano la posibilidad de la existencia de un cuerpo en el río Chubut.


URUGUAY
El presidente del Consejo del Sector Financiero de AEBU, Matías Arbizu, explicó a República Radio que la reestructura del Banco de la República consta de varias partes.
Las dependencias del Banco se dividen en categorías, y el pasaje a la categoría microbanca implica “la eliminación de determinadas jerarquías y la dependencia deja de tener la autonomía que ostentaba y pasa a depender de otra dependencia”. Agregó que “el segundo paso es el cierre parcial de la dependencia, y al día de hoy tenemos 26 dependencias -agencias y sucursales- catalogadas microbancas; de ellas, 21 han cerrado parcialmente, es decir pasaron a atender entre dos y tres veces a la semana. Las cinco restantes son las que el Banco en este momento insiste en pasarlas a la misma modalidad”.
“Lo que los trabajadores hemos detectado antes del año 2013, incluso, es que se le retira la categoría a la dependencia y se la pasa a microbanca, y en adelante esa dependencia no puede volver a desarrollarse ni a crecer”, agregó. En ningún momento vuelven a crecer o desarrollarse, y “el futuro será el cierre parcial y esa es una de las situaciones” que denuncian.
La segunda situación, también atada a esta circunstancia, es “el pasaje de la actividad, de la operativa o el negocio a manos de los corresponsales”, que son empresas privadas que lo que “están haciendo es tomar la operativa del Banco República a su cargo” explicó el dirigente. Hoy se hace a través de una actividad administrativa en la operativa de caja pero con la posibilidad a corto plazo de brindar otro tipo de servicio sustituyendo prácticamente el trabajo del propio banco.
Lo que además está sucediendo en estas localidades es que el BROU ha tomado varias resoluciones que hace que los trabajadores que operan a través de sus redes cada día puedan hacerlo menos por las restricciones que está poniendo. Por ejemplo, “no se puede retirar de caja más de 30 mil pesos, ni se puede depositar menos de 160 mil sino hay que hacerlo a través de un autómata o a través de la atención de un corresponsal. De alguna manera se está expulsando a los clientes, usuarios y trabajadores fuera de la propia operativa del BROU”.
Para los trabajadores “es totalmente contradictorio con la Ley de Inclusión financiera”, porque si lo que se intenta es “incluir a los trabajadores en realidad se los está expulsando de la Institución y la educación financiera está cada vez más lejos”, alegan. “Esta es una de las grandes preocupaciones que tenemos los trabajadores del banco, porque aparte del negocio, de la operativa y ganancia del banco hacia un privado, esto también implica un aumento en los costos de la Institución por lo que se paga en comisiones, pero los trabajadores ganan menos, ya que quien trabaja para la empresa privada dentro del BROU cobra un salario menor de un trabajador bancario realizando la misma tarea. Y esto es precarización del trabajo”.
Consultado sobre si esta situación se daba solo en Montevideo, el dirigente explicó que el sistema de corresponsales se daba en todo el país. En referencia a los cierres parciales se da en el Interior, “con ataque más feroz a la red física del banco, y a la expulsión de los usuarios a estos canales privados”, respondió.
En su opinión, el sindicato no se está oponiendo a que el banco tenga corresponsales como complementación a la tarea normal del Banco. Es lógico que para el Banco es beneficioso estar en lugares donde no está presente a través de los corresponsales, y “el sindicato no se opondrá” a la medida.
Sin embargo, “en lugares donde el banco sí está presente, ocurre que cierran las puertas al usuario varios días a la semana para forzarlos a que recurran a los corresponsales, en definitiva es un traslado del negocio y no una complementación de servicios”, agregó.
Las autoridades del Banco no han dado fundamentaciones ni para los cierres parciales, ni para pasaje a microbancas ni para el resto de las privatizaciones dentro de la Institución. “No han presentado números que indiquen otra cosa ni hay justificado nada de lo realizado”.
El año pasado “nos decían que el cierre parcial iba a significar un ahorro de costos y aumentos en el negocio del Banco. Lo cierto es que podemos identificar que en ninguna de las sucursales cerradas parcialmente hay un ahorro de costo significativo o que el negocio haya mejorado allí, todo lo contrario. Si el banco no ahorra y no hay negocios y lo único que crece es la operativa a través de los corresponsales, nos preguntamos ¿quién está ganando? El Banco no, son los privados”.
En Montevideo se denuncia el tema de las fusiones, y el BROU “pretendía en junio fusionar 10 dependencias, y resolver el cierre de 5”, manifestó. Por medio de negociaciones este planteo “se fue modificando y se llegó al planteo de que sean cuatro dependencias, pero de estas una es la del Mercado Modelo, Unión, Sayago y Paso Molino. Paso Molino y Unión son las dos que más cuentas de inclusión abrieron, es decir en la capital las que tienen mayor afluencia de público, ubicadas en barrios obreros y con mayor incidencia en los trabajadores”, aclaró el dirigente.
Negociación y contacto con la vicepresidenta
Los trabajadores se movilizaron y lograron mantener una reunión con la vicepresidenta de la República, Lucía Topolansky, y se llegó a un nuevo ámbito de negociación, que tendrá lugar el próximo 20 cuando se reinstale nuevamente.
Hoy habrá paro en el departamento de Colonia desde las 16.30 horas, y un acto en Colonia Miguelete a las 19.00 horas, que fue organizado entre los trabajadores y los pobladores de la localidad, que es una de las sucursales afectadas por el cierre parcial.
El jueves 19 de octubre realizaremos otra movilización con las mismas características en el Mercado Modelo, con un acto en la puerta de la agencia, ya que esta sucursal es una de las que estaría cerrando al fusionarse con la Agencia Unión.
El planteo concreto realizado a Topolansky fue la reinstalación de un ámbito de negociación lo que se logró. También se explicó la situación puntual del Banco República, fundamentalmente en lo que refiere al Interior y la respuesta de los pobladores a quienes hemos informado, hemos recogido la opinión de los trabajadores y su respaldo en porcentajes muy alto.
En referencia al perjuicio a las fuentes laborales, Arbizu expresó que se verá afectada a corto plazo ya que no se cubren las vacantes, y en definitiva lo que se hace es privatizar la operativa dentro del propio banco, se traslada a manos privadas con otras condiciones y lo que vemos es un ajuste por parte del gobierno y una precarización del trabajo”.
¿Cómo están las cuentas del Banco República?
El BROU “sigue ganando”, desde 2006 a la fecha ha tenido muy buenos números; este es el primer año desde entonces pierde con respecto a la suma de la banca privada.
En su observación, “si el pasaje de la operativa de las localidades a los corresponsales, implica la expulsión de los clientes y usuarios a ser atendidos por alguien que, no solamente es corresponsal del Banco República sino también de la banca privada, lo que estamos haciendo es alentándolo a que el cliente sea atendido fuera del Banco. Esa puede ser una explicación, la otra puede ser la Inclusión Financiera, por la que los trabajadores pueden elegir el banco que quieran, más allá de que el BROU fue el que más obtuvo cuentas.
Finalmente expresó: “Seguimos luchando en defensa de todos los uruguayos, en contra de esta reestructura que demuestra el achique del Banco de la República, que avanza hacia la atención de los usuarios a través de privados”.


Los trabajadores del gas natural –nucleados en Uoegas- tienen previsto concurrir este martes 17 a la hora 10, junto al exsenador Juan Raúl Ferreira, el cantautor Mario Carrero, los diputados Luis Puig y Gerardo Núñez, la Onajpu, al Secretariado Ejecutivo del PIT/CNT a oficializar la propuesta de crear la Comisión en Defensa del Patrimonio Nacional.
La misma tendrá el objetivo de trabajar para generar propuestas y acciones movilizativas en torno al papel de las multinacionales con relación al Estado uruguayo.
Además, este miércoles 18 a las 11hs., los trabajadores del sector pararán y se movilizarán frente a la embajada de Brasil para reclamar una respuesta a la solicitud de dejar sin efecto las demandas arbitrales entabladas contra el Estado uruguayo por parte de Petrobrás.


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Marcha de los trabajadores del gas. Foto: Pablo Vignali (archivo, octubre de 2016)

La Uaoegas realizará mañana un paro con movilización frente a la embajada de Brasil por la demanda de Petrobras

La Unión Autónoma de Obreros y Empleados de la Compañía del Gas (Uaoegas) hará mañana a las 11.00 un paro parcial acompañado de movilización, frente a la embajada de Brasil en Uruguay, en Bulevar Artigas y Avenida Rivera, en reclamo del cese de las demandas arbitrales de la empresa energética Petrobras contra el Estado uruguayo.
Hace un mes, los integrantes del sindicato y distintas personalidades de la política y la cultura, como el senador José Mujica, el cantautor Mario Carrero y el actor y director Héctor Guido, presentaron al embajador Hadil Fontes da Rocha Vianna una carta en la que pedían el cese de la demanda de la estatal brasileña Petrobras contra Uruguay. Como respuesta, el sindicato sólo recibió, en todo este tiempo, una nota del presidente de Petrobras Uruguay, en la que se reafirma que las demandas serán mantenidas “más allá de la voluntad de negociación”, comunicó Uaoegas.
La empresa brasileña pretende llevar al Estado a un arbitraje internacional a raíz de sus conflictos con Montevideo Gas (distribuidora de gas en la capital) y Conecta (distribuidora en el departamento de Canelones). Sostiene que las condiciones en las que fueron establecidas sus concesiones no perduraron, y que el gobierno uruguayo tomó decisiones que afectaron su rentabilidad.


URGENTE!!! LOS TRABAJADORES DEL MTOP DECIMOS BASTA!!!

17 Oct
AFUSEC




La Federación Uruguaya de la Salud (FUS) resolvió convocar a un paro de actividades en la salud privada en todo el país para el día 1° de Noviembre de 8 a 15 hs. con movilización hacia el Ministerio de Trabajo, donde se desarrollará el acto central.
En un comunicado firmado por su secretario general Jorge Bermúdez, la FUS expresa que:
“1 – Ante el desconocimiento por parte de las patronales del sector del Convenio Colectivo vigente en lo que respecta a las nuevas categorías sin abrir el laudo, luego de 11 reuniones que resultaron infructuosas donde quedó claro que las patronales no estaban dispuestas a una discusión seria para permitir acuerdos. Entendemos que estas acciones son parte de la estrategia empresarial para debilitar los ámbitos de Negociación Colectiva, la defensa de la Negociación Colectiva es un elemento central de nuestro programa.
2- Nos solidarizamos con los compañeros de COMETT 33, esta institución propone realizar una triangulación de servicios en conjunto con Casa de Galicia y Servicios Médicos SRL de Minas, y conjuntamente inicia una campaña destinada a despedir mediante presiones y acoso permanente a los 25 trabajadores no médicos de esa institución, repudiamos esta actitud antidemocrática que viola los convenio vigentes y atenta contra la libertad de trabajo y la libertad sindical.
3- Ante la falta de definiciones por parte del MSP sobre los planteos que la FUS junto a las organizaciones que integramos el frente social en defensa de la salud de la población, realizamos en el Diálogo Nacional en Salud que convocó el gobierno a propuesta de nuestra Federación y tomando en cuenta que el propio Presidente de la República señala públicamente la importancia de avanzar en la reforma de la salud, esta Dirección Nacional reclama al MSP la convocatoria inmediata a la reinstalación del Dialogo Nacional en Salud, para instrumentar propuestas concretas que vayan en dirección de la profundización de los cambios en la salud, para una mejor salud para todos los uruguayos. Una vez más la FUS reafirma su compromiso, en defensa las fuentes laborales y de la unidad de los trabajadores para enfrentar a las patronales, y de proponer y participar de los cambios en la salud, para lograr una salud de calidad para la gente.