por Jorge Zabalza
El Che Guevara en el Paraninfo de la Universidad en Montevideo
Publicado en el Semanario Voces
Homenaje a Ana María Silva, Aníbal De Lucía, Carlos Muniz y Washington Rodríguez Beletti .
Entonces yo tenía 17 primaveras y era un paisanito buscando acomodo en la vida. Fidel, Camilo y el Ché eran los héroes de la película que imaginaba vivir algún día, herederos de las historias de José Artigas y Aparicio Saravia, mis favoritos criollos de las epopeyas patrias.
Ernesto Guevara vino a la reunión del C.I.E.S en Punta del Este. Cuba fue el único país que cacheteó a los gringos y su Alianza para el Progreso, un malévolo recurso para la colonización. Varios insoportables se dedicaron a repudiar la presencia del Che Guevara. Benito Nardone dijo que se estaba haciendo un homenaje al ‘paredón’ y César Batlle Pacheco propuso ‘sacarlo de una oreja’.
Llegada del Che a Montevideo el 4 de agosto de 1961
Mi opinión se había formado escuchando a los personajes pueblerinos que hacían trastienda en la farmacia de mi tío Roberto, integraban la Comisión minuana de apoyo a la Revolución Cubana y ya habían logrado que Carlos Puebla y su ‘en eso llegó Fidel’ resonaran en las sierras de Minas.
Con la excusa de que disertara el desarrollo económico en América Latina, el tema debatido en el hotel San Rafael, la Universidad invitó a Ernesto Guevara. Mario Cassinoni, el entonces rector, escudó la invitación en la autonomía universitaria recientemente conquistada. Escándalo tremendo.
El 17 de agosto de 1961 a las 20:45, Guevara entró al paraninfo por la puerta de Tristán Narvaja. Un rato después el Ché entabló el diálogo con la hipnotizada platea. El confuso sonido metálico de los altavoces quebraba en la explanada el reverente silencio de los varios miles que no pudimos entrar.
Ya había respirado anteriormente el ahogo de la muchedumbre que festejó el triunfo electoral del herrero-ruralismo (noviembre de 1958) y de la que despidió a Luis Alberto de Herrera en abril de 1959. Sin embargo, en el frío de esa noche invernal de 1961, por vez primera entré en comunión con el gentío que convirtió la avenida 18 de julio en templo de la Revolución. La misma pasión que seis años más tarde me conmovió hasta la médula cuando, al influjo de la voz tonante de Fidel, un millón de personas despedimos al guerrillero heroico en la Plaza de la Revolución.
Desarrollo y planificación
Atrapado por el clima que lo rodeaba, sin muchas vueltas, Ernesto Guevara fue directo a la almendra. Afirmó que el real desarrollo económico de Cuba sólo pudo ser después de la reforma agraria y la estatización de las industrias y los bancos, “(…)” el desarrollo económico impetuoso de los pueblos se logra cuando éstos pueden expresarse a través de las instituciones políticas directamente, a través de la conducción de sus fábricas y de todos sus medios de producción”[1]. Desarrollo económico es desarrollo de vida digna de un pueblo que se hizo dueño de sí mismo luego de al ejército de Batista y de liberar la economía de los caprichos de los mercados. De otra manera el mentado desarrollo queda en simple crecimiento de las rentas de la clase propietaria, aunque se lo pretenda disimular con cifras y versos macroeconómicos.
El desarrollo sólo puede lograrse si es planificado, “(…) “la real planificación, la planificación de todos los medios de producción del país, (que) solamente se puede hacer con dos condiciones básicas: que los trabajadores hayan conquistado el poder político, como fundamental, y la otra es que sean los dueños de los medios de producción’. Sin embargo, para Guevara no eran suficientes esas condiciones: “(…) ‘Nosotros llamamos solamente planificación cuando todos los trabajadores, todos los obreros en las fábricas, los campesinos en las cooperativas, los trabajadores de todo tipo pueden discutir los planes, discutirlos una y otra vez, analizarlos, desmenuzarlos, y aprobarlos en asambleas de producción”. Para construir el mundo de la dignidad la gestión de la política y la producción debe ser ejercicio directo de poder popular, sin burocracias intermediarias que se arroguen la representación del pueblo.
Una participación popular que “en condiciones de países capitalistas es muy difícil, los obreros no quieren discutir con el patrón ni les interesa aumentar la producción para que aumenten las ganancias del patrón, y el patrón tiene miedo a los obreros”. También es cierto que tampoco hubo participación directa en países que se decían socialistas. A los trabajadores no les interesaba discutir con los estalinistas que, por su parte, tenían mucho temor a abrir las compuertas de la autogestión y el poder popular. El desarrollo económico y el entusiasmo por participar directamente fue una consecuencia de la entrada en revolución del pueblo cubano.
Entrar en revolución
“(…) “Porque los pueblos pueden hacer realizaciones enormes cuando están llevados por la llama revolucionaria, cuando están en una situación especial de su historia, cuando todas las pequeñas satisfacciones de la vida diaria se pierden, se transforman y se nota un cambio cualitativo en el pueblo que entra en revolución. Martí llamaba a eso ‘entrar en revolución’.
Ya no importan las horas de trabajo, no importa lo que se vaya a ganar, no importan los premios en efectivo, lo que importa es la satisfacción moral de poder contribuir al engrandecimiento de la sociedad, la satisfacción moral de estar poniendo algo de uno en esa tarea colectiva y ver como gracias a su trabajo, gracias a esa pequeña parte del trabajo individual, que se junta con millones de trabajo individuales, se hace un trabajo colectivo armónico, que es el reflejo de una sociedad que avanza.
Ese es el espíritu que hoy hay en nuestro pueblo. Es el espíritu de un pueblo que se ha descubierto a sí mismo, como todos los pueblos en revolución”.
Las dudas surgen de inmediato en estos tiempos de paños fríos, ¿los pueblos latinoamericanos podremos alguna vez ‘entrar en revolución’? ¿descubrirnos a nosotros mismos y adueñarnos del poder político y de los medios de producción? Lo cierto que los actuales discursos de izquierda están orientados a adormecer las pasiones revolucionarios, todos ellos, en sus diferentes versiones, hacen la apología de las formalidades vacías de democracia, solamente se proponen encubrir los cotidianos y despiadados rebencazos a lo Itapebí.
Dos de cada tres niños montevideanos viven en los asentamientos cuyo control político ejerce la guardia republicana. Ocupó Casavalle durante una semana pese a que el ministro de la policía reconoció que el tiroteo entre bandas duró apenas un minuto. ¿Cuál es la finalidad de segregar la pobreza en territorios dominados por la policía, cuya población pide más patrullaje? El progresismo conciliador apunta a disciplinar cimarrones y a desalentar resurrecciones. Con el mismo objetivo, los ‘actores’ del espectáculo ‘político’ entretienen y divierten a sus víctimas, peleándose a quién es más democrático, ético y transparente. Con gracia sin igual, los filósofos de feria inducen en los miserables la idea de que su brutal realidad sólo puede ser cambiada mediante el voto quinquenal, delegando el poder en parlamentarios, ministros y jueces.
Ni siquiera los defensores de oficio en las redes sociales pueden impedir que esa brutal realidad -abundo en el uso del término- vaya decantando en las consciencias y la lucha de clases termine por horadar hegemonías y encantamientos. La película del progresismo ya la vivimos en el Uruguay Batllista. En los manuales sagrados no está escrito que los pueblos deban entrar en revolución, pero, sin embargo, cada tanto lo hacen. Después de todo, hoy se levantan en Cataluña los nietos de los republicanos fusilados por los franquistas. ¡Vaya a saber que deberán hacer nuestros nietos!
Conferencia del CIES en Punta del Este, Uruguay
“Hasta donde se pueda ir”
Guevara era muy poco dogmático acerca del uso de la violencia revolucionaria. Distaba de prescribir la lucha armada como solución mágica. Señaló que “(…) “si las aspiraciones del pueblo, esas aspiraciones de desarrollo económico que son, en definitiva, las aspiraciones de bienestar en cualquier forma que sea y como quiera llamársela, la aspiración del pueblo a su bienestar se puede lograr por medios pacíficos, eso es lo ideal y eso es por lo que hay que luchar”.
Es el problema fundamental de la teoría revolucionaria. Alienados que sólo ven el mundo deformado por las pantallas, la mujer de pueblo, el hombre de pueblo, desearían de corazón que las revoluciones necesarias ocurran mientras ellas y ellos toman mate bajo la sombra de los transparentes. ¿Cómo hacerlos entender la necesidad de hacer la revolución? ¿Cómo contribuir a que superen por sí mismos el estado de alienación y pasividad? Mientras tanto, los revolucionarios no pueden romper todas las vitrinas como un elefante en el bazar. Los tiempos de paños fríos son tiempos de batalla de ideas.
El poder ejecutivo colegiado -la marca en el orillo de la Suiza de América- estaba muy desconforme con el recibimiento dado a Ernesto Guevara por la Universidad. El mismo 17 de agosto el gobierno hizo pública una declaración que decía: “El Consejo Nacional de Gobierno establece que no estima ajustado a las reglas de la hospitalidad diplomática otorgada a quienes participaron en una reunión de carácter internacional, el intervenir
dentro del país, de evidente sentido político”. El texto pudo ser más contundente, pero su redactor, el consejero Héctor Paysé Reyes, debió conciliar entre el fascismo de Benito Nardone, vinculado a las bandas que ya operaban en Uruguay, y el nacionalismo de cuño herrerista, no menos reaccionario, pero todavía embanderado con el principio de autodeterminación. La polémica entre los partidos gobernantes estalló cuando Eduardo Víctor Haedo, presidente de la república por ese año, invitó al Ché a tomar mate en su chalé. Las fotos dieron vuelta el mundo. El Uruguay parecía un paraíso de amplitud y tolerancia.
Cuando Eduardo Víctor Haedo, presidente de la república por ese año, invitó al Ché a tomar mate en su chalé.
Para no comprometer a los organizadores de esa noche, que sabía histórica, el Che debió ser muy cuidadoso al tocar la realidad política del Uruguay: “se tendrá una manera de pensar u otra, y es lógico, y yo sé que los miembros del gobierno de Uruguay no están de acuerdo con nuestras ideas. Sin embargo, nos permiten la expresión de estas ideas aquí, en la Universidad y en el territorio del país que está bajo el gobierno uruguayo. De tal forma que eso es algo que no se logra ni mucho menos, en los países de América”.
Era la careta de derechos y libertades que Uruguay mostraba al exterior. Pocos años antes, en 1958, Raúl Sendic, inmerso en la lucha de los trabajadores del campo, había señalado que las fauces del fascismo asomaban tras esa careta apenas calentaba la lucha de clases[2]. Guevara no tuvo acceso a esta visión tan particular de la realidad uruguaya, que tan sólo dos años después provocaría la expropiación de los fusiles del Tiro Suizo y el comienzo de todo.
Guevara recomendó que “ustedes tienen algo que hay que cuidar, que es, precisamente, la posibilidad de expresar sus ideas; la posibilidad de avanzar por cauces democráticos hasta donde se pueda ir; la posibilidad, en fin, de ir creando esas condiciones que todos esperamos algún día se logren en América, para que no haya explotación del hombre, ni siga la explotación del hombre por el hombre”. El término clave es ‘hasta donde se puede ir’. Advertía que el avance por cauces democráticos debe detenerse antes de la conciliación de clases. Ni un metro demás. ¿Acaso alguien puede creer que el Ché vino a oficiar de bombero? La línea roja se ubicaba mucho más acá de lo que pensaban los partidos tradicionales de la izquierda. Fueron tan herejes los tupamaros que desarrollaron operaciones guerrilleras que la gente aceptó cuando todavía regían las formalidades de la democracia burguesa.
Al salir Guevara de la Universidad, la realidad mordió las consciencias: un grupo fascista lo atacó y asesinó al compañero Arbelio Ramírez. Parecía detonado el primer disparo de la confrontación que caracterizó la siguiente década, era urgente organizarse para enfrentar la ofensiva que vendría.
“El recurso definitivo”
“La fuerza es el recurso definitivo que le queda a los pueblos. Nunca un pueblo puede renunciar a la fuerza, pero la fuerza solamente se utiliza para luchar contra el que la utiliza en forma indiscriminada”. La violencia ocupó un lugar central en el pensamiento de Ernesto Guevara -varios de sus libros y artículos se dedican al arte de la guerra- pero ese aspecto hoy está ausente del análisis de sus ideas. Parece que no hubiera sido un comandante guerrillero y que fue a Bolivia a leer libros y escribir un diario personal.
El uso cotidiano de la violencia para someter justifica de por sí el empleo del recurso definitivo de los pueblos. Siempre fue así, o ¿contra qué se rebelaron Jesús y Espartaco? ¿en reacción a qué fue la Revolución Francesa? ¿Eran una fiesta las ‘mitas’ y ‘encomiendas’ o Tupac Amarú y Tupac Katari se rebelaron contra una forma de esclavitud?
El ‘Estado de Derecho’ es, en realidad, un estado de terrorismo de baja intensidad, ¿dónde está Julio López? ¿dónde está Santiago Maldonado? ¿quién asesinó a Ronald Scarzella? ¿y a Fernando Morroni y Roberto Facal? ¿Cuál es el mensaje del ejército brasilero al ocupar las favelas de Río de Janeiro? ¿o el del Ministerio de Policía que ocupa durante una semana el barrio Casavalle para reprimir un tiroteo que duró un minuto? La idea es convencer a la población de que, por muchas libertades que les dejemos disfrutar, ‘seguimos estando’, continuamos vigilantes, dispuestos a torturar otra vez, a violar, asesinar y desaparecer más gente.
Ese terrorismo cotidiano, que no siempre necesita del rebenque, engendra una bronca subterránea que lucha por salir a la superficie de la pasividad. Su existencia fundamenta la teoría guerrillera de Ernesto Guevara. Aunque el espíritu insurreccional se manifieste en la militancia mucho antes que las grandes mayorías populares, retraso que explica la existencia de vanguardias, la diferencia es apenas una cuestión de tiempos. Para Guevara, la instalación de un foco guerrillero -que no es foquismo- creaba condiciones que hacían posible que las broncas salieran del pecho de las clases populares y se transformaran en fuerza incontenible.
En 1961 la percepción expresada por Raúl Sendic en ‘El Sol’ no tuvo eco popular pues era mucha la distancia entre ambos grados de consciencia y rebeldía. Raúl fue un ´precursor. En cambio, en 1969, a dos años del asesinato del Ché Guevara, la derrota en la toma de Pando -tres compañeros asesinados y veinte capturados- pudo transformarse en crecimiento masivo del MLN (T), porque la consciencia de varios sectores estaba muy próxima a la del movimiento revolucionario. Los tupamaros desperdiciamos ese potencial con formas militaristas de acción.
Jorge Zabalza
[1]Todas las citas del discurso de Guevara están tomadas de la pág. 587 y sgs. de la compilación ‘Para dar vuelta el mate’ de Asdrúbal Pereira Cabrera, Rumbo Editorial, Montevideo, julio de 2011.
[2] Raúl Sendic. Semanario ‘El Sol’ 7 de febrero de 1958. Montevideo.
Discurso de Ernesto Che Guevara en Montevideo ( 1961).
https://youtu.be/BneBkDZsat8
Ernesto "CHE" Guevara
Discurso del Che en la Universidad de la República. Uruguay
Texto íntegro del
discurso pronunciado por el Dr. Ernesto Guevara en el Paraninfo de la
Universidad de la República, en Montevideo, el 17 de agosto de 1961.
Queridos amigos; compañeros todos:
Cuando
recibimos las atenciones del Gobierno uruguayo en las playas de Punta
del Este agradecíamos todas esas manifestaciones, todos los cuidados y
todas las deferencias que para nosotros se ha tenido durante estos días;
pero sentíamos que nos faltaba algo, y ese algo era precisamente el
contacto con el pueblo. (APLAUSOS).
Pensando
en alta voz, compañeros, diría que nosotros estamos malcriados por el
contacto con el pueblo y que no podemos dejar de tenerlo; nos sentimos
mal cuando estamos en cualquier lugar donde no podemos dialogar con él y
no podemos dar nuestra experiencia pequeña y recibir la enorme
experiencia y la enorme dosis de sabiduría que el pueblo nos confiere
todos los días. Y algo quizás más importante: cada vez que un gobernante
revolucionario se reúne con el pueblo, se anudan más honda, más
profundamente, los lazos que lo ligan a ese pueblo y a un compromiso
tácito que se ha adquirido, que no está escrito en ningún libro, que no
está firmado por ninguna delegación, pero sin embargo todas las
conciencias lo conocen y en todo el pueblo está claro y está firme.
A
veces en nuestro país se reúnen multitudes de un millón de personas;
hay momentos en que, como en este recinto, no se oye apenas un ruido y
todos están pendientes de la palabra de Fidel, por ejemplo. (APLAUSOS)
Pero hay momentos en que el pueblo pide también su participación en la
discusión colectiva; grita, a veces baila, salta, aclama, demuestra, en
fin, de mil maneras, sus emociones, y las demuestra de tal forma que
nosotros los hombres de gobierno sabemos qué es lo mejor, qué es lo que
más le interesa al pueblo, qué es lo que más le gusta, cuál es el camino
más justo y por dónde hay que seguir.
Por
eso recurrimos quizás demasiado seguido al pueblo. A veces en
asambleas, a veces en diálogos directos en las fábricas, con los
obreros, con estudiantes como ustedes, pero siempre tratando de que
nuestra voz y la voz de la gente puedan intercambiarse y que las ideas
se intercambien así, que no haya limitación de categoría, limitación de
estrados, ni ningún tipo de limitación para que las ideas vayan y vengan
entre todo el pueblo y nosotros.
Creo
que por eso hemos podido hacer algunas cosas en nuestro país
(APLAUSOS); no todo lo que quisiéramos hacer, mucho menos de lo que
quisiéramos hacer, menos de lo que se hubiera podido hacer también, pero
hemos podido avanzar gracias a ese contacto continuo.
El pueblo lo sabe todo
Por
eso, en esa misma forma, siguiendo ese ejemplo que ya hemos aprendido y
aprovechando el hecho de que ustedes, reunidos aquí, demuestran el
mismo entusiasmo, la misma pasión que las multitudes que se reúnen en La
Habana, me voy a permitir desarrollar el tema que hoy vamos a tratar en
esa forma de diálogo entre alguien que ha aprendido un poquito en la
práctica y el pueblo que lo sabe todo, que lo ordena todo y que lo da
todo. (APLAUSOS)
Los
técnicos dirán que esta era una conferencia sobre desarrollo económico, y
encontrarán que no hay mucha similitud entre lo que hemos dicho hasta
ahora y el tema del desarrollo económico. Sin embargo, están íntimamente
ligados, porque el real desarrollo económico, el desarrollo económico
impetuoso de los pueblos, se logra cuando estos pueden expresarse a
través de las instituciones políticas directamente, a través de la
conducción de sus fábricas y de todos sus medios de producción.
Las tasas de desarrollo
Por
eso cuando se hablaba en la última Conferencia de las tasas de
crecimiento que iba a tener América, nos encontramos que eran muy
pequeñas para nuestro país. Naturalmente que no vamos a enjuiciar la
Conferencia, que no es de nuestra competencia en este momento;
simplemente hacemos referencia a esa tasa de crecimiento del 2,5% anual,
que ha sido considerada por lo menos aceptable por los pueblos hermanos
del continente.
Nosotros
presentamos una tasa de crecimiento anual del 10% como aspiración; es
decir, cuatro veces más, y lo hicimos porque la Revolución Cubana tiene
responsabilidades muy grandes y no puede presentarse con datos que
después la realidad no sancione, porque nosotros pensamos tener un
desarrollo aún más impetuoso que un 10% anual; el 10% es el mínimo, es
simplemente la seguridad que tomamos para hacer una afirmación
categórica en una conferencia internacional.
¿Y
cómo se logra ese desarrollo? Bien, hay tres grandes líneas a través de
las cuales se logra el desarrollo económico acelerado.
En
Cuba -y me atrevo a afirmar que en la mayoría de los países de América
que son fundamentalmente agrícolas o agrícola-ganaderos- se inicia el
desarrollo económico con la Reforma Agraria y la adecuada distribución
de las tierras. (APLAUSOS)
Bueno,
ya no puedo decir el desarrollo económico en general, sino voy a
referirme al desarrollo económico de Cuba, tratando de apuntar lo que
hay de especial, de específico, en nuestro pueblo, y es lo que es
general a todos los procesos de desarrollo. Nosotros hicimos la Reforma
Agraria, entregamos la tierra en pequeñas parcelas a aquellos
arrendatarios que durante muchos años habían trabajado en ella y en
realidad habían pagado varias veces con su trabajo.
Pero
los grandes latifundios de nuestra tierra no fueron sancionados; fueron
entregados en cooperativas o granjas estatales, para que los obreros
agrícolas trabajaran sobre ella y pudieran crear riquezas en una forma
más ordenada. Con la Reforma Agraria se abrió el capítulo de la
diversificación de nuestra agricultura, que era una agricultura de
monocultivo, y daba por resultado un país de monoproducto. Nuestro país
tenía la caña de azúcar como única fuente de divisas, y como el 25% de
todo su ingreso nacional. De tal forma que hoy en los campos en donde
anteriormente no había nada más que caña, y en todo caso algunos
potreros para criar ganado, empezó la agricultura a diversificarse.
Se
ha creado un nuevo mercado, porque todos esos campesinos que antes
vivían una existencia subhumana, ingresan ahora al mercado. Nosotros
tenemos -y a veces los periódicos traen las noticias- dificultades en el
abastecimiento de algunos productos de primera necesidad. ¿Por qué?
Pues, sencillamente, por una razón: porque hay control de precios por
parte del Estado de esos productos, y porque, a pesar de haber aumentado
su cantidad, el aumento del consumo es tan bárbaro que es imposible
alcanzarlo.
En tal
forma, en otros países se regula muy fácilmente esta diferencia entre la
oferta y la demanda. Se deja que juegue libremente la ley de la oferta y
la demanda, suben los precios del artículo que escasea, el que tiene
menos no compra, y automáticamente se ha resuelto el problema, sin que
llegue al conocimiento de nadie prácticamente.
Nosotros
entendemos que, cuando hemos iniciado el camino de la justicia social,
no podemos hacer que el comer o no comer carne dependa del tener o no
tener dinero. El derecho a comer es el derecho de todo el mundo.
(APLAUSOS)
Es una utopía, hacer una revolución sin sacrificios
Por
eso, simplemente, se racionan algunos alimentos como los aceites, las
grasas de todo tipo, que actualmente faltan por el bloqueo
norteamericano (SILBIDOS); la carne, tenemos algunos problemas también
con la carne, y a veces se presentan algunos problemas con artículos de
primera necesidad, que no podemos producir en las cantidades que nuestro
pueblo necesita y que exige en forma creciente.
Por
ejemplo, a veces tenemos dificultades en los zapatos; debemos reducir
algunos compromisos de exportación para poder mantener la cantidad de
zapatos necesaria para nuestro pueblo. Nosotros tenemos un ejército
popular muy grande (APLAUSOS), que a veces tiene que ponerse en pie de
guerra -como sucedió en el mes de abril- total, y prácticamente a cada
hombre capaz de empuñar un arma hay que dársela, y naturalmente hay que
darle zapatos -botas especiales-, hay que darle una serie de atenciones.
Por
todo ello, hemos tenido dificultades, naturalmente que las hemos
tenido. Sería, realmente, una utopía pensar que a noventa millas del
territorio norteamericano se puede hacer una revolución social que
cambie totalmente la estructura del país, que cambie todas las
relaciones de producción que inaugura una nueva etapa -incluso venimos a
asegurarlo en América toda- y que todo eso se haga sin sacrificios. En
realidad, hemos tenido, para la magnitud de la tarea emprendida, pocos
sacrificios.
Claro
que las circunstancias históricas son muy diferentes, a los ejemplos
anteriores que se pudieran citar. Nosotros hemos podido emprender el
desarrollo económico en unas condiciones especiales en la historia de la
humanidad, y cuando la correlación de fuerzas va cada días más
inclinándose a favor de las fuerzas de la paz, de las fuerzas que
quieren el progreso de los pueblos. (APLAUSOS) Por eso no debimos
nosotros pagar el mismo precio tan exagerado que han pagado otros
pueblos del mundo -tan alto, porque nunca es exagerado el precio de la
libertad, pero no tan alto. (APLAUSOS)
La industrialización da la pauta del desarrollo
Bien,
continuando con el proceso de desarrollo. Inmediatamente que se ha
logrado en un país -como en cualquiera de los nuestros- hacer una
Reforma Agraria, aumentar el mercado interno considerablemente, hay que
hacer toda una serie de leyes tributarias, de leyes de protección
fiscal, que aseguren que la industria nacional vaya a desarrollarse y
emprender la tarea de industrialización del país.
Es,
naturalmente, la industrialización la que da la verdadera pauta del
desarrollo. De acuerdo a cómo vaya el proceso industrial así irá el
desarrollo del país. Y otra vez nosotros podemos decir que anunciamos
tasas de desarrollo muy altas, con toda responsabilidad y las podemos
anunciar porque las condiciones, en el mundo actual, son muy diferentes.
Otros
pueblos han tenido que construir todo mediante su propio esfuerzo, han
tenido que restringir hasta las comodidades más elementales para lograr
una industria pesada, que es la base indispensable del desarrollo de los
pueblos. Nosotros iniciamos el camino de nuestra industrialización
pesada con créditos exteriores a largo plazo.
Pero
esos créditos son dados de tal forma que no comprometen la dignidad
nacional (APLAUSOS), ni comprometen el futuro mediante obligaciones
onerosas para pagar los préstamos. Hasta ahora, podemos decir -para
hablar en términos reales, absolutos, para no pecar de la más mínima
dosis de optimismo- que tenemos 357 millones de dólares asignados en
préstamos industriales.
Es
decir, que cada uno de los dólares prestados, que es parte de una
maquinaria, va a producir riquezas inmediatamente. No se hacen, ni
nuestro país admite, préstamos para otra cosa que no sea producir
riquezas. (APLAUSO)
Esa
es la tarea fundamental que hay que proponerse en los programas de
desarrollo. Un programa de desarrollo que empiece por ver el número de
escuelas, de casas o de caminos que se va a hacer, es irreal. El
desarrollo social es algo realmente imprescindible y es por lo que todos
luchamos. Es, prácticamente, ridículo pensar que solamente se va a
luchar por el desarrollo económico simple, y que va a ser el desarrollo
económico en sí un fin. Eso no es así.
Sentido del desarrollo económico
El
desarrollo económico es nada más que el medio para lograr el fin, que
es la dignificación del hombre. (APLAUSOS) Pero para lograr ese fin, hay
que producir, porque si se empieza a hacer las casas antes de construir
las fábricas de cemento, va a haber un momento en que no va a haber
riquezas para que esas casas puedan siquiera ser habitadas, no va a
haber trabajo para el hombre que la habite, no va a haber ninguna
garantía de que la familia de ese hombre, al que se le ha dado una casa,
pueda comer todos los días gracias al trabajo de sus miembros.
Por
eso hay que empezar por el principio, que es el aumento de los medios
de producción. No quiere decir esto que ahora, o que en Cuba -para dar
un ejemplo específico- vayamos a dedicarnos única y exclusivamente a
construir fábricas, a hacer con más rapidez cada día las 205 fábricas
que están plneadas hasta estos momentos, a ponerlas a producir solamente
y que nos vamos a olvidar de los deberes que tenemos para con nuestro
pueblo.
Eso también sería absurdo.
El comercio exterior
Bien,
otra condición indispensable para el desarrollo es el lograr mercados
estables y cada vez mayores, y además diversificar el comercio exterior.
Es
una tarea a la cual nosotros nos dimos desde los primeros momentos del
Gobierno Revolucionario, tratando de hacer contacto con todos los países
del mundo que pudieran comprar nuestro producto único prácticamente,
como es el azúcar. Así Cuba ha desarrollado relaciones muy amplias con
todos los países socialistas. (APLAUSOS)
Desgraciadamente
el estado de guerra en que se vive en el Caribe, ha hecho que estos
mercados no hayan sido logrados mediante una expansión real del
comercio, sino sustituyendo por toda una serie de mercados que se
perdieron y el más importante para nosotros, el mercado norteamericano,
que ya ha sido definitivamente cerrado a fines del año pasado...
(GRITOS) No le voy a decir, felicitaciones no, porque a nuestro pueblo
le cuesta eso. Naturalmente que lo aceptamos, es lógico que si hay que
pagar ese precio se pague tranquilamente... (APLAUSOS) Pero no le hace
bien a nuestro pueblo, ni le hace bien tampoco, aunque parezca mentira,
dado el tamaño de nuestro mercado, no le hace bien a los Estados Unidos.
Hay, por ejemplo, en los mataderos de Chicago, que son enormes; la
manteca de cerdo es un subproducto, en Cuba se consume prácticamente
manteca de cerdo solamente, como aceite, como grasa, y todo eso venía
directo de Chicago en vagones tanques; al embargar Estados Unidos esas
ventas, nos produce a nosotros un daño, pero también... naturalmente
ustedes no tienen por qué tener esa curiosidad, pero si ven los precios
de la manteca en el mercado de Chicago, verán que se han ido abajo,
porque ahora ellos, en Estados Unidos, siguen la ley de la oferta y la
demanda, tienen mucho más oferta y no tienen dónde colocar la manteca.
De
tal forma... (GRITOS) Miren, compañeros, ustedes dicen: "que se la
coman ellos", pero es que pasa una cosa, la experiencia demuestra que
ellos no se la comen, sino que a veces dicen que ayudan a otro país,
entregan sus excedentes y hay un tercero damnificado. (APLAUSOS)
De
modo que de todas maneras no es bueno el estado de guerra. Nosotros,
con toda nuestra dignidad, hemos anunciado repetidas veces, la
disposición del gobierno cubano para tratar seriamente los problemas del
intercambio con los Estados Unidos y con algunos otros países con los
que hemos tenido problemas, desgraciadamente no se ha podido hacer
todavía. Bien, de todas maneras frente a la agresión imperialista,
frente al bloqueo que nos ha impedido traer materias primas, que nos
impide traer una gran cantidad de piezas de repuestos, nuestro pueblo
tuvo que ingeniarse y desarrollar su inventiva.
El bloqueo norteamericano
Para
nosotros ha sido una de las más grandes experiencias el bloqueo, porque
ustedes, los uruguayos, no se pueden imaginar la situación de
dependencia que existía en Cuba. Prácticamente Cuba era, simplemente,
una parte del territorio de Estados Unidos. Allá los ingenieros de una
fábrica, por ejemplo, no sabían cómo era un repuesto; conocían el
repuesto por una sigla; ellos pedían el XZ21, por ejemplo, y le venía
entonces de New York el XZ21. Cuando nosotros cambiamos los mercados,
imagínense eso en cientos y cientos de fábricas: no podíamos ir a pedir a
mercados nuevos, que no tenían todas esas claves, el XZ21, que no
significa nada; y había que examinar la pieza, dibujarla, hacerla a
veces, crearla en la forma en que mejor pudiéramos, sustituirla por otro
sistema otras veces, y, en algunos otros casos, se podía hacer
compatible con algunos de los productos de nuestros nuevos mercados.
Esto
nos costó que las fábricas se paralizaran, muchas anduvieran a un ritmo
menor. A veces, la materia prima específica para cada fábrica no
existía, había que detenerla o caminar a un ritmo menor. Este año ha
sido un proceso de aprendizaje contínuo, donde hemos tenido que
desarrollar las inventivas populares al máximo, para lograr que no se
paralizaran nuestros centros de trabajo. Y, también, como estábamos en
una situación de guerra, y como la paralización de cada centro de
trabajo era el producto de esa guerra, nosotros subsidiábamos en cada
caso a todos los obreros que se vieran obligados a cesar en su trabajo,
mientras duraran las causas.
Afortunadamente
en el momento actual solamente tenemos en reparación tres fábricas, que
están paradas, todas las demás fábricas de Cuba están caminando...
(APLAUSOS) y podemos decir con orgullo que a pesar de las dificultades,
este año la producción global de nuestra industria aumentó un 10% sobre
la del año pasado, comparando seis meses de producción... (APLAUSOS)
Este debiéramos haber aumentado lo menos el 20%, pero las
circunstancias, las presiones exteriores, la falta en muchas ocasiones
de técnicos suficientes, hizo que no pudiéramos alcanzar nuestras metas
reales, las que nos habíamos fijado, que eran un poco más del 20% de
aumento global.
Cuidar la estabilidad de los precios
Bien,
hemos dicho tres cualidades esenciales, la de los mercados, los nuevos
mercados, la industrialización y el desarrollo agrícola, empezando por
una reforma agraria. No debe olvidarse nunca que hay que cuidar mucho un
factor para que el desarrollo pueda hacerse ordenado y pueda realmente
rendir los frutos que de él se esperan, que es la estabilidad de los
precios, si los precios empiezan a correr una carrera con el aumento de
los salarios sobre el aumento de la producción en general, ocurre que el
desarrollo poco a poco se va deteniendo. Naturalmente que los precios
no tienen un valor en sí, los precios son el reflejo de una serie de
situaciones. Pero es muy importante vigilar, porque cuando los precios
tienen tendencia a aumentar está indicando enseguida al gobernante que
por algún lugar hay una lucha entre la oferta y la demanda, no hay una
armonía total, que se está produciendo menos o que ha aumentado mucho la
demanda y hay que ir a corregir de alguna forma las causas que provocan
el aumento de precio. Esa es la importancia de fijarlos y nosotros
tenemos los precios fijos en nuestro país. De tal forma, que ya todo lo
que se logre de aumento en los salarios es aumento real del nivel de
vida de los obreros, de los trabajadores de todo tipo.
El poder político y los medios de producción en manos de los trabajadores
Bien,
con todos estos elementos se puede entrar a hacer la planificación del
desarrollo porque el desarrollo tiene que ser armonioso para que pueda
rendir sus frutos. No se puede en un momento dado hacer una reforma
agraria completa y avanzar por la diversificación agrícola, al máximo;
nos encontramos que se necesitan una serie de procesos industriales que
ayuden a la agricultura. Así se puede aprobar, y esa tarea de
planificación es muy importante para que todo se pueda realizar
armónicamente.
Sin
embargo, de planificación se ha hablado mucho. En general, es una de las
tantas palabras que están actualmente en boca de todos y cuyo uso es un
poco indiscriminado. Nosotros consideramos que la real planificación,
la planificación de todos los medios de producción del país, solamente
se puede hacer con dos condiciones básicas: que los trabajadores hayan
conquistado el poder político -cosa fundamental- (GRANDES APLAUSOS), y
la otra es que sean los dueños de los medios de producción.
La planificación
En
tal forma sí se puede hacer una planificación completa. Y además,
cuando se llega a esto hay que considerar que se necesita una conducción
centralizada y capaz de tomar decisiones, porque el trabajo de
planificación es muy arduo.
Nosotros
estamos en este momento en el primer año; mejor dicho, en los
preparativos para iniciar el primer año del cuatrienio del primer plan, y
es muy dura la tarea.
Este
año planificamos la producción en forma anual simplemente, y hemos
podido ver todos nuestros errores e ir corrigiéndolos con el transcurso
de los meses, pero la tarea de planificar es muy difícil y por eso se
necesita una conducción centralizada, que tenga una clara idea de las
metas.
La tarea de
planificar, además, demanda el concurso inexcusable de toda la población
del país. Nosotros llamamos solamente planificación cuando todos los
trabajadores, todos los obreros de una fábrica, los campesinos en las
cooperativas, los trabajadores de todo tipo, pueden discutir los planes,
discutirlos una y otra vez, analizarlos y aprobarlos en asamblea de
producción.
En tal
forma se podrá luego lograr un verdadero plan de desarrollo, pero para
que discuta la gente, para que los obreros, los trabajadores y los
administradores de las fábricas discutan. Se necesita que haya una
relación muy directa, porque en condiciones de países capitalistas es
muy difícil, los obreros no quieren discutir con el patrón ni les
interesa aumentar la producción para que aumenten las ganancias del
patrón, y el patrón tiene miedo a los obreros.
Nosotros,
como prácticamente el 85% de la producción está en manos del pueblo,
podemos discutir. Nos reunimos muy seguido para discutir, y poder
entonces fijar los planes.
El
proceso de planificación es muy largo, y muy difícil. Yo creo que si
intentara explicárselos, solamente podría crear el caos y no llegaría a
hacerme entender, porque la planificación no es una cosa teórica, no se
puede explicar en una pizarra; la planificación es algo práctico, que
nace de las relaciones de producción, que es impulsada por la necesidad
del Estado que está en proceso de desarrollo, tratando de hacerlo lo más
rápidamente posible.
De
tal forma que si no se está en contacto con el problema, es muy difícil
explicarlo. Por lo tanto, no voy a caer en el pecado de pretender dar
una conferencia sobre planificación. Es muy interesante; algún día
algunos de ustedes, estudiantes de Ciencias Económicas, tendrán que
verlo en la práctica, es su trabajo; sin embargo, no se puede teorizar
sobre eso, es algo del trabajo cotidiano.
Lo que sí puedo es darles una idea de lo que se está haciendo en Cuba en materia de industrias, sobre todo.
Nosotros
tuvimos un enfoque que, más o menos, se puede expresar así: la base del
desarrollo es la industria pesada, pero la industria pesada no se puede
lograr por el desarrollo interno del país, si no es un país muy grande,
si no es con grandes sacrificios. Tenemos que recurrir entonces a los
grandes países industrializados, para que nos den la asistencia técnica y
de equipos necesaria. De tal forma que hicimos contacto con todos los
países del mundo.
Por
ejemplo, los norteamericanos solamente vendían fábricas a condición de
que fuera a empresas privadas, si no, no las vendían; otros quería una
serie de garantías imposibles de ofrecer; otros querían que se les
pagara en dólares, y nosotros no teníamos tantos dólares.
Los convenios con los países socialistas
Con
los países socialistas firmamos, al fin, convenios, en donde se paga en
productos de nuestro país y a largo plazo. De tal forma que podemos
asegurar que en este cuatrienio vamos a tener instalada la producción ya
de 700 mil toneladas de acero, lo que nos colocará por lo menos en el
primer lugar de América, por habitante, considerando los niveles
actuales de producción. Si de aquí a 1965 hay otros países que producen
mucho más acero, puede ser que no quedemos en primer lugar; pero, desde
una cifra insignificante que teníamos el año pasado, hasta las 700 mil
toneladas, hay una gran diferencia que será cubierta con créditos de la
Unión Soviética. (GRANDES APLAUSOS)
Además,
hemos desarrollado el níquel, que es un mineral estratégico muy
importante, estratégico en sentido militar y estratégico en sentido
industrial también, porque se hacen con él los aceros especiales para
las fábricas químicas, y se va a invertir una cantidad de 200 millones
de dólares, de los cuales 100 millones en equipo aportará también la
Unión Soviética, y los otros 100 millones nosotros mismos.
Seremos
el segundo país del mundo en la producción global de níquel.
Produciremos, además, cemento en cantidades de 2,5 millones de toneladas
anuales; también seremos el primer país de América, holgadamente,
después de este cuatrienio. Produciremos también más electricidad por
habitante que ningún país de América, al final del cuatrienio.
Desarrollaremos 205 fábricas, la mayoría de ellas para suplir el consumo
interno, y algunas pocas para ir preparándonos a nuestra tarea de ser
países exportadores de productos terminados.
El objetivo, un país industrial
Es
decir, que nuestra tarea en este plan cuatrienal es simplemente
convertirnos en un país agrícola con una cierta base industrial y pasar
al quinquenio siguiente a ser un país agrícola-industrial; y después, si
el trabajo de nuestro pueblo lo permite y las condiciones se dan, nos
convertiremos en un país industrial. (APLAUSOS)
Ya
en el año 1965 Cuba estará fabricando sus propios barcos, de por lo
menos 6 mil toneladas, y quizá de 10 mil toneladas; es decir que, barcos
de gran tonelaje, hechos en Cuba, por obreros cubanos, ya con técnica
cubana, empezarán a surcar todos los mares del mundo, a los fines del
primer Plan Cuatrienal de desarrollo. (APLAUSOS)
Porque
los pueblos pueden hacer realizaciones enormes cuando están llevados
por la llama revolucionaria, cuando están en una situación especial de
su historia, cuando todas las pequeñas satisfacciones de la vida diaria
se pierden, se transforman, y se nota un cambio cualitativo en el pueblo
que entra en revolución; Martí llamaba a eso "entrar en revolución".
(APLAUSOS)
Ya no
importan las horas de trabajo, no importa lo que se vaya a ganar, no
importan los premios en efectivo, lo que importa es la satisfacción
moral de contribuir al engrandecimiento de la sociedad, la satisfacción
moral de estar poniendo algo de uno en esa tarea colectiva y ver cómo
gracias a su trabajo, gracias a esa pequeña parte del trabajo
individual, que se junta en millones y millones de trabajos
individuales, se hace un trabajo colectivo armónico, que es el reflejo
de una sociedad que avanza. (APLAUSOS)
El espíritu revolucionario cubano
Ese
es el espíritu que hay hoy en nuestro pueblo, es el espíritu de un
pueblo que se ha descubierto a sí mismo, como todos los pueblos en
revolución, que se ha dado cuenta que no hay nada negado a nuestros
pueblos, que no es cierto que haya pueblos técnicos y pueblos no
técnicos, que haya pueblos industriosos y pueblos haraganes, que haya
pueblos cultos y pueblos incultos. Hay nada más que situaciones,
situaciones que están regidas por condiciones económicas, pero que se
pueden romper, y que en este momento en el mundo avanzan muy rápidamente
hacia la ruptura total de los viejos sistemas y hacia la comprensión de
que el hombre es hermano del hombre, en todo el universo. (PROLONGADOS
APLAUSOS)
Por todo
eso, compañeros, Cuba puede avanzar ahora a ritmos desconocidos en
América, prepararse para ese nuevo futuro que todos queremos, un futuro
donde la ciencia y la técnica sean puestas totalmente al servicio del
hombre, donde todos los adelantos técnicos, todas las nuevas máquinas
que se inventen, sirvan para aumentar el bienestar del hombre y no para
aumentar su sumisión, para aumentar su hambre, para provocar desempleo.
(GRANDES APLAUSOS) Y en nuestro país, por imperio de ese nuevo clima que
se vive, se ha aprendido incluso, en el curso de nuestro desarrollo
revolucionario, el valor de la solidaridad.
Los de América Latina, pueblos aislados
Nosotros
éramos pueblos aislados. Cuando nos lamentábamos de los mercados que
habíamos perdido olvidé decir los mercados que nunca tuvimos junto a
nosotros, como son los mercados de América Latina para cada uno de
nosotros. ¿Por qué? Porque nos aislaban, sencillamente; porque siempre
se dedicaban a hacer que nos ignoráramos unos a los otros.
Por
eso Artigas era desconocido en Cuba, y Martí era desconocido en
Uruguay. Por eso los héroes continentales no alcanzaban esa magnitud
real, esa magnitud de hombres de América que tienen, y se circunscribían
a determinados pueblos. Por eso todavía en América tratan de discutir
si es más grande o menos grande, y a quién pertenecen San Martín o
Bolívar, sin contar con que San Martín y Bolívar son hombres de América.
San
Martín, que murió exactamente hace ciento once años hoy, era un hombre
de América (APLAUSOS); como Bolívar, no podemos decir que perteneciera a
un país, como Martí no nos pertenece. Son productos de nuestra
civilización, de nuestro sustrato cultural, producto de todo lo que ha
madurado durante años y años, de lo que se ha agregado al indígena
primitivo, con el negro que se trajo, con el español que vino a
colonizar, con las razas de otros lugares del mundo, por nuestras
condiciones sociales específicas, y que han creado este hombre americano
que habla prácticamente el mismo lenguaje y que, de todas manera, se
entiende siempre en cualquier lugar donde se exprese.
Se aprende a estar unidos para luchar contra el enemigo común
Nosotros
hemos aprendido hoy ese valor. Ahora saben nuestros obreros lo que
significa que un terremoto deje sin casa, sin trabajo, sin medios de
ninguna clase, a los obreros de Chile. (APLAUSOS); y nuestros obreros
inmediatamente se movilizan, van ellos -no el Gobierno-, los obreros,
nuestros pueblos, a buscar medios para auxiliar a sus hermanos.
Porque
ahora se aprende, como se aprende siempre en revolución, que no puede
haber desunión, que no podemos luchar contra los grandes enemigos
separados unos de otros (APLAUSOS); que solamente hay un enemigo común
en este momento, que es el que reúne todas las enemistades que puedan
caer sobre nuestro pueblo; es el que significa pobreza, es el que
significa opresión de cualquier tipo; el que significa asesinato, el que
significa opresión política, el que significa opresión económica, el
que significa distorsión de nuestro desarrollo, el que significa
incultura, todo eso lo significa el imperialismo. Entonces, no podemos
nosotros luchar desunidos, podemos, unos por aquí y otros por allá; eso
lo aprendimos bien en Cuba.
Aprendimos,
ya en el ejército de la Revolución, que cuando hay un hombre herido o
vejado en Chile, en la Argentina, en cualquier lugar de América, se está
afectando la dignidad nuestra, la dignidad de toda América. (APLAUSOS)
Realmente,
compañeros, creo que en las últimas palabras decía que se han separado
del tema del desarrollo económico. (APLAUSOS) Quería decirles esto, para
hacerles una advertencia y pedirles un favor revolucionario. Cuando
recibí esta gentil invitación, hace unos cuantos días, la consulté con
el Presidente Haedo, y el Presidente entendió que era correcto que
estuviéramos aquí, y nos pidió que hiciéramos todo lo posible porque no
se produjera ninguna clase de incidentes que pudieran manchar esta
conferencia, este diálogo, esto que hemos tenido hoy ustedes y nosotros.
Yo
entiendo que es para mí de elemental cortesía el solicitárselos
encarecidamente a ustedes, solicitar que sea una demostración de las
nuevas etapas a que están llegando -no digamos los movimientos
revolucionarios, para no ponerles nombre demasiado atrevido- los
movimientos populares de toda América, conscientes de la importancia que
tienen, y conscientes de que no es necesario extremar la fuerza para
lograr lo que uno persigue.
La fuerza es el último recurso
La
fuerza es el recurso definitivo que queda a los pueblos. Nunca un
pueblo puede renunciar a la fuerza, pero la fuerza solamente se utiliza
para luchar contra el que la ejerce en forma indiscriminada. (APLAUSOS)
Y
nosotros -les podrá parecer extraño que hablemos así, pero es cierto-,
nosotros iniciamos el camino de la lucha armada, un camino muy triste,
muy doloroso, que sembró de muertos todo el territorio nacional, cuando
no se pudo hacer otra cosa. Tengo las pretensiones personales de decir
que conozco América, y que cada uno de sus países, en alguna forma, los
he visitado, y puedo asegurarles que en nuestra América, en las
condiciones actuales, no se da un país donde, como en el Uruguay, se
permitan las manifestaciones de las ideas.
Se
tendrá una manera de pensar u otra, y es lógico; y yo sé que los
miembros del Gobierno del Uruguay no están de acuerdo con nuestras
ideas. Sin embargo, nos permiten la expresión de estas ideas aquí, en la
Universidad y en el territorio del país que está bajo el Gobierno
uruguayo. De tal forma que eso es algo que no se logra, ni mucho menos,
en los países de América.
Ustedes
tienen algo que hay que cuidar, que es precisamente la posibilidad de
expresar sus ideas; la posibilidad de avanzar por cauces democráticos
hasta donde se pueda ir; la posibilidad, en fin, de ir creando esas
condiciones que todos esperamos algún día se logren en América, para que
podamos ser todos hermanos, para que no haya la explotación del hombre
por el hombre ni siga la explotación del hombre por el hombre,
(APLAUSOS) lo que no en todos casos sucederá lo mismo -sin derramar
sangre, sin que se produzca nada de lo que se produjo en Cuba, que es
que cuando se empieza el primer disparo, nunca se sabe cuándo será el
último. Porque no hubo un último disparo el último día de la Revolución;
hubo que seguir disparando. Nos dispararon, tuvimos que ser duros,
tuvimos que castigar con la muerte a alguna gente; nos volvieron a
atacar, nos han vuelto a atacar una vez más, y nos seguirán atacando.
El camino pacífico
Y
esta lucha, en esta forma tan enardecida que a veces divide -incluso-
hasta a miembros de la familia, naturalmente que permite una
construcción muy rápida del país, naturalmente que hace que nuestro país
marche a un ritmo terriblemente acelerado, pero también deja una serie
de secuelas que después cuesta curar. Y no es bueno ni es bonito, porque
hemos tenido que hacerlo y no nos arrepentimos, naturalmente, y creemos
que lo que hemos hecho lo hemos hecho respondiendo a la justicia.
(APLAUSOS) Pero si esas aspiraciones del desarrollo económico -que son,
en definitiva, las aspiraciones de bienestar en cualquier forma que sea y
como quiera llamársele-, la aspiración del pueblo a su bienestar se
puede lograr por medios pacíficos, eso es lo ideal y eso es por lo que
hay que luchar. (APLAUSOS)
Bien,
compañeros: hemos tenido un diálogo irregular, no muy académico; si
ustedes no se ofenden, muy cubano en su forma de expresión, de
intercambio. (APLAUSOS) Quisiera decirles que la impresión y el recuerdo
que nos llevamos del pueblo uruguayo será imborrable. No son palabras,
no valdría la pena decir palabras protocolares. Quizás es que no son
nada más que pueblo, y sobra lo de uruguayo, porque todos los pueblos
del mundo... (APLAUSOS PROLONGADOS Y GRITOS DE "CUBA, CUBA")
En
todo caso, podemos decir que de estas reuniones, del intercambio que
hemos tenido estos días mis compañeros y yo con el pueblo uruguayo, nos
llevamos un recuerdo imborrable, y que ese recuerdo servirá -como sirve
siempre el recuerdo del pueblo y de los diálogos con el pueblo-, para
indicarnos todos los días que nuestro compromiso es todavía más grande
que con el de seis millones y medio de cubanos, que nuestro compromiso
ha trascendido las fronteras de nuestra Isla, que se ha afincado en
muchos lugares de América y que debemos todos los días trabajar y todos
los días perfeccionarnos. Nosotros, sin embargo, debemos perfeccionarnos
todos los días, cada vez con más ahínco, para ser dignos de ese
compromiso que hemos contraído en estos días con ustedes. Nada más.
(OVACION) (GRITOS DE: "CUBA, CUBA", "SALUDOS A FIDEL", "CUBA SI, YANQUIS
NO")
(Tomado de EL POPULAR del lunes 21 de agosto de 1961, pp. 2 y 6. Subtítulos de la redacción del diario)
El Che, 50 años después
por Emir Sader
Sociólogo y científico político brasileño, es coordinador del Laboratorio de Políticas Públicas de la Universidad Estadual de Rio de Janeiro (UERJ).
Ya han pasado 50 años desde que Fidel Castro anunció que la noticia
de la muerte del guerrillero era cierta. Para una militancia política
que había nacido bajo su cercana presencia, sus palabras y su ejemplo,
fue difícil de asimilar.
Cómo seguir luchando sin saber si, en algún lugar del mundo, él está luchando también. Sin contar con su ánimo, con su voluntad, con su enérgica presencia, con sus inquebrantables ganas de transformar el mundo revolucionariamente. Sin embargo, Fidel nos ayudaba a sacar fuerza de aquella pérdida.
Sus últimas imágenes nos dolían en lo más hondo. Sentíamos que lo habíamos abandonado, que había estado solo, encerrado, sin posibilidad de romper el cerco levantado por fuerzas monstruosas. Pero había que seguir adelante. No fue fácil. La primera reacción fue seguir el camino empezado por el Che, Fidel y sus compañeros. Fue una grave pérdida pero todo apuntaba a que la lucha no había cambiado por ello.
Sin embargo, no solo fue una pérdida personalmente durísima, fue también la derrota de un proyecto para potenciar y coordinar desde Bolivia los núcleos guerrilleros ya existentes y los que empezaban a desarrollarse. Tanto fue así, que, en una reunión del Comité General, el Partido Comunista de Cuba mostraba las consecuencias de la derrota de la ruptura del aislamiento de la Revolución, buscando alianzas de otro orden que permitieran consolidar la victoria de 1959. Poco después, Cuba estableció lazos estratégicos con la URSS y el campo socialista que apuntaron a la ruptura de aquel aislamiento y apostaron por la revolución latinoamericana.
A su vez, surgía en Chile la sorprendente experiencia socialista pero por vías muy distintas. Salvador Allende tenía un libro que le había regalado el Che con una dedicatoria que decía que los dos peleaban “por el mismo objetivo, por caminos distintos”.
El golpe en Chile hizo que el “nuevo topo latinoamericano” – como llamé a ese fenómeno en un de mis libros – retomara el camino anterior. Con la victoria de la guerrilla en Nicaragua y el surgimiento de núcleos similares en El Salvador y Guatemala, parecía que la vía guerrillera tomaba nuevo impulso.
Pero un cambio mayor a escala mundial, hizo que los caminos de la izquierda latinoamericana tuvieran que cerrar un capítulo. El fin de la URSS cerró un período histórico y planteó la hegemonía imperial norteamericana como un fenómeno mundial, aparentemente sin fronteras. Los movimientos guerrilleros salvadoreño y guatemalteco asumieron las consecuencias y trataron de reciclarse hacia la vida institucional. Finalmente, las guerrillas colombianas hicieron algo similar.
La izquierda latinoamericana volvería a aparecer como fuerza determinante en nuestra historia con la resistencia al neoliberalismo y la construcción de alternativas al nuevo modelo hegemónico del capitalismo. Sus nuevos líderes se reconocen en los líderes del período anterior, entre ellos sobretodo en Fidel y el Che, pero saben que las condiciones de lucha han cambiado, se han vuelto más difíciles, con caminos más complejos de trillar.
La izquierda del siglo XXI es antineoliberal, lucha por la democratización del Estado, la idea misma de revolución adquiere otro sentido, como argumenta Álvaro García Linera. si alguna fuerza latinoamericana apelara al enfrentamiento armado, seguramente sería aplastada. La profundización revolucionaria de la democracia, transformando su mismo carácter, es la vía que trilla la izquierda latinoamericana del siglo XXI.
El Che vivió la lucha guerrillera, el camino de la ruptura revolucionaria, y la Revolución Cubana como la mejor expresión victoriosa. Y su imagen sigue muy vigente para la izquierda del siglo XXI.
Primero, el ejemplo de militante dedicado a la lucha por la transformación revolucionaria de nuestras sociedades. Indisolublemente vinculado a esto, el carácter profundamente ético de la vida de un militante y del proyecto de transformación de la sociedad. En tercer lugar, la conciencia de que el objetivo de esas transformaciones era la ruptura con el capitalismo y la construcción del socialismo. Y todo ello en el marco del internacionalismo, de la solidaridad con la lucha de todos los pueblos del mundo.
No olvidemos la imagen del Che, esa foto impresionante mirando los destrozos de la acción terrorista que hizo volar un barco de origen belga en el puerto de Habana, barco que llevaba armas para que Cuba pudiera defenderse de las agresiones norteamericanas. Esa es la foto más vista en el mundo. Es su mirada, el vigor de su forma de ver las cosas, esa imagen que acompañó y sigue acompañando a todos los que luchan y son solidarios con todos los que quieren un mundo mejor, mas humano, mas a la medida de los valores que el Che inculca con su ejemplo, con sus palabras, con su vida, aun 50 años después de aquella dolorosa noticia de su muerte.
Cómo seguir luchando sin saber si, en algún lugar del mundo, él está luchando también. Sin contar con su ánimo, con su voluntad, con su enérgica presencia, con sus inquebrantables ganas de transformar el mundo revolucionariamente. Sin embargo, Fidel nos ayudaba a sacar fuerza de aquella pérdida.
Sus últimas imágenes nos dolían en lo más hondo. Sentíamos que lo habíamos abandonado, que había estado solo, encerrado, sin posibilidad de romper el cerco levantado por fuerzas monstruosas. Pero había que seguir adelante. No fue fácil. La primera reacción fue seguir el camino empezado por el Che, Fidel y sus compañeros. Fue una grave pérdida pero todo apuntaba a que la lucha no había cambiado por ello.
Sin embargo, no solo fue una pérdida personalmente durísima, fue también la derrota de un proyecto para potenciar y coordinar desde Bolivia los núcleos guerrilleros ya existentes y los que empezaban a desarrollarse. Tanto fue así, que, en una reunión del Comité General, el Partido Comunista de Cuba mostraba las consecuencias de la derrota de la ruptura del aislamiento de la Revolución, buscando alianzas de otro orden que permitieran consolidar la victoria de 1959. Poco después, Cuba estableció lazos estratégicos con la URSS y el campo socialista que apuntaron a la ruptura de aquel aislamiento y apostaron por la revolución latinoamericana.
A su vez, surgía en Chile la sorprendente experiencia socialista pero por vías muy distintas. Salvador Allende tenía un libro que le había regalado el Che con una dedicatoria que decía que los dos peleaban “por el mismo objetivo, por caminos distintos”.
El golpe en Chile hizo que el “nuevo topo latinoamericano” – como llamé a ese fenómeno en un de mis libros – retomara el camino anterior. Con la victoria de la guerrilla en Nicaragua y el surgimiento de núcleos similares en El Salvador y Guatemala, parecía que la vía guerrillera tomaba nuevo impulso.
Pero un cambio mayor a escala mundial, hizo que los caminos de la izquierda latinoamericana tuvieran que cerrar un capítulo. El fin de la URSS cerró un período histórico y planteó la hegemonía imperial norteamericana como un fenómeno mundial, aparentemente sin fronteras. Los movimientos guerrilleros salvadoreño y guatemalteco asumieron las consecuencias y trataron de reciclarse hacia la vida institucional. Finalmente, las guerrillas colombianas hicieron algo similar.
La izquierda latinoamericana volvería a aparecer como fuerza determinante en nuestra historia con la resistencia al neoliberalismo y la construcción de alternativas al nuevo modelo hegemónico del capitalismo. Sus nuevos líderes se reconocen en los líderes del período anterior, entre ellos sobretodo en Fidel y el Che, pero saben que las condiciones de lucha han cambiado, se han vuelto más difíciles, con caminos más complejos de trillar.
La izquierda del siglo XXI es antineoliberal, lucha por la democratización del Estado, la idea misma de revolución adquiere otro sentido, como argumenta Álvaro García Linera. si alguna fuerza latinoamericana apelara al enfrentamiento armado, seguramente sería aplastada. La profundización revolucionaria de la democracia, transformando su mismo carácter, es la vía que trilla la izquierda latinoamericana del siglo XXI.
El Che vivió la lucha guerrillera, el camino de la ruptura revolucionaria, y la Revolución Cubana como la mejor expresión victoriosa. Y su imagen sigue muy vigente para la izquierda del siglo XXI.
Primero, el ejemplo de militante dedicado a la lucha por la transformación revolucionaria de nuestras sociedades. Indisolublemente vinculado a esto, el carácter profundamente ético de la vida de un militante y del proyecto de transformación de la sociedad. En tercer lugar, la conciencia de que el objetivo de esas transformaciones era la ruptura con el capitalismo y la construcción del socialismo. Y todo ello en el marco del internacionalismo, de la solidaridad con la lucha de todos los pueblos del mundo.
No olvidemos la imagen del Che, esa foto impresionante mirando los destrozos de la acción terrorista que hizo volar un barco de origen belga en el puerto de Habana, barco que llevaba armas para que Cuba pudiera defenderse de las agresiones norteamericanas. Esa es la foto más vista en el mundo. Es su mirada, el vigor de su forma de ver las cosas, esa imagen que acompañó y sigue acompañando a todos los que luchan y son solidarios con todos los que quieren un mundo mejor, mas humano, mas a la medida de los valores que el Che inculca con su ejemplo, con sus palabras, con su vida, aun 50 años después de aquella dolorosa noticia de su muerte.
Guatemala se debate entre su segundo 15-M y el atrincheramiento de las élites
Los movimientos sociales se preparan para una
protesta de largo alcance ante la crisis que estalló a finales de agosto
por casos los casos de corrupción de los políticos del país
Viernes: El alcalde de Guatemala, Álvaro Arzú, irrumpe en una rueda de prensa de la fiscal general, Thelma Aldana,
en la que se le acusa de corrupción. Sábado: Decenas de personas
participan en una concentración en la plaza de la Constitución. Exigen
la marcha del presidente, Jimmy Morales, la renuncia de 107
diputados que firmaron el denominado “pacto de corruptos” y una nueva
Ley Electoral y de Partidos Políticos. Domingo: Decenas de manifestantes
exigen ante la sede de la Comisión Internacional contra la Impunidad
en Guatemala (CICIG) la salida de su máximo responsable, el colombiano Iván Velásquez.
Martes: el ministerio de Relaciones Exteriores revoca la visa de
Velásquez por un fallo de forma y mantiene la tensión hacia el
comisionado.
Este es el resumen de cinco días que simbolizan la crisis abierta en Guatemala desde
finales de agosto. Mientras los movimientos sociales se preparan para
una protesta de largo alcance, la derecha y las élites se atrincheran.
Todo ello dentro de un país considerado por EEUU como parte de su patio
trasero y con graves problemas de desigualdad y violencia.
“Quiero ver la cara a esos dos”. Con rostro furibundo,
Arzú, presidente de Guatemala entre 1996 y 2000 y alcalde de la capital
desde entonces, se plantó el viernes 6 de septiembre en la rueda de
prensa en la que la fiscal general, Thelma Cabrera, y el comisionado
Velásquez, anunciaban la solicitud de antejuicio contra el primer edil.
Es decir, que pedían que se le levante la inmunidad del cargo para poder
investigarle. Tanto el Ministerio Público (MP) como la CICIG le acusan
de financiar su campaña ilícitamente a través de una cooperativa
de Byron Lima, un exmilitar que terminó encarcelado y llegó a ser
considerado el tipo que más mandaba en las prisiones. Murió en 2016 en
un extraño suceso en la cárcel de Pavón, en Fraijanes. Antes de acabar
encerrado, vinculado al asesinato de monseñor Juan Gerardi (responsable
del informe “Guatemala: nunca más” sobre violaciones de Derechos Humanos
durante la guerra), formó parte de la guardia personal del alcalde.
En el país centroamericano, envuelto en corrupción, cada año hay más pobres y estos cada vez sufren peores condiciones de vida
En
una escena insólita, Arzú trató de intervenir ante los periodistas,
mientras Cabrera y Velásquez trataban de mantener el tipo y continuaban
su comparecencia. Al final, en una especie de rueda de prensa paralela,
el alcalde llegó a asegurar que esta era una venganza por haberse
opuesto a un “golpe de Estado” contra el presidente, Jimmy
Morales. Se refería a las dos solicitudes de antejuicio por financiación
ilegal que el mandatario ha evitado en septiembre gracias a los votos
del Congreso. Todavía tiene otro requerimiento para ser investigado que
tiene que analizar la Corte Superior de Justicia y, posteriormente, los
diputados, que son los que tienen la última palabra a la hora de retirar
la inmunidad.
El señalamiento de Arzú por parte de MP y CICIG solo es
el punto y seguido de un proceso que comenzó en agosto, cuando Morales
declaró “non grato” a Velásquez y trató de forzar su expulsión del país.
Guatemala es el país menos violento del Triángulo Norte de Centroamérica,
la zona con mayor tasa de homicidios del mundo al margen de los países
en guerra. En el último año, entre julio de 2016 y junio de 2017, un
total de 26 guatemaltecos por cada 100.000 perdieron la vida de forma
violenta, según datos de la Policía Nacional Civil y el Instituto
Nacional de Ciencias Forenses. En Honduras fueron 51’9 por cada 100.000.
En El Salvador, 60’9 por cada 100.000.
En Guatemala, en el año 2014, un 59’3% de la población
se encontraba en situación de pobreza, según datos de la Encuesta de
Condiciones de Vida del Instituto Nacional de Estadística. De ellos, un
23,4% padecía pobreza extrema. Lo dramático es que estas cifras
aumentaron casi un 10% desde 2004. Es decir, que cada año hay más pobres y estos cada vez sufren peores condiciones de vida.
Un mes de locura
Que un alcalde interrumpa la rueda de prensa de una
fiscal que se dispone a acusarle y trate de intimidar a la funcionaria
es una escena insólita en casi cualquier contexto y país. En este,
conociendo los antecedentes, no debería sorprender tanto. El 29 de
agosto, en los primeros compases de la crisis, Arzú compareció en un
acto en el que decenas de alcaldes respaldaron a Jimmy Morales. “Firmé la paz, pero también puedo hacer la guerra”,
amenazó. El primer edil fue uno de los signatarios en 1996 de los
Acuerdos de Paz que pusieron fin a 36 años de conflicto armado interno.
Para entender un poco el alcance de la crisis, hagamos una retrospectiva a toda velocidad.
Las protestas de 2015 conocidas como la "primavera chapina" forzaron la marcha del entonces presidente y vicepresidenta
En
el último mes hemos tenido: un presidente acusado de financiamiento
ilegal y de cobrar bonos opacos del Ejército; un presidente que, ante
estas acusaciones, trata de expulsar al comisionado de la ONU encargado
de investigar la corrupción, los actos de la conmemoración de la
independencia interrumpidos por manifestantes que exigían la cabeza del
jefe de Gobierno; unos diputados que aprueban una reforma del Código
Penal que despenaliza buena parte de los delitos de corrupción; un paso
atrás de los diputados, que en 48 horas se desdicen de las reformas
aprobadas; un “rodea el Congreso” que mantiene a la mayoría de miembros
de la asamblea encerrados durante horas y un paro masivo contra la
corrupción.
Ahora, toca momento de “impasse”. Pero es evidente que nada se ha solucionado.
Lo que en el último mes se visualiza es la ruptura entre un importante
sector de la sociedad guatemalteca y buena parte de la clase política
como representación de “un modelo agotado”, en palabras de Helen Mack,
de la Fundación Myrna Mack.
De fondo, el recuerdo de las protestas de 2015, una
ola de movilización que forzó la salida de Otto Pérez Molina y Roxana
Baldetti (entonces presidente y vicepresidenta), posteriormente
encarcelados por corrupción. Entonces se le calificó como la “primavera chapina”.
Los activistas miran con simpatía otros movimientos internacionales de
protesta, como el 15-M, aunque Guatemala tiene sus propias
características.
Paradojas del destino. El primer momento de fuertes
protestas sociales en la capital tras el conflicto bélico se cerró con
la victoria en las urnas de Jimmy Morales. Un outsider, antiguo
actor, que se presentó como “ni corrupto ni ladrón” y cuya figura está
muy cuestionada, precisamente, por la sombra de la corrupción.
El origen de la crisis está en la pugna entre Jimmy Morales y la CICIG. Aunque lo que se ha abierto es la Caja de Pandora del debate sobre un Estado inexistente en buena parte del territorio, agujereado por la corrupción y que da la espalda a amplias mayorías populares, que (mal)viven por debajo de lo aceptable. Es posible que, a día de hoy, el presidente se arrepienta de haber abierto una guerra de incierto desenlace.
El origen de la crisis está en la pugna entre Jimmy Morales y la CICIG. Aunque lo que se ha abierto es la Caja de Pandora del debate sobre un Estado inexistente en buena parte del territorio, agujereado por la corrupción y que da la espalda a amplias mayorías populares, que (mal)viven por debajo de lo aceptable. Es posible que, a día de hoy, el presidente se arrepienta de haber abierto una guerra de incierto desenlace.
Las vuvuzelas rugen
“No queremos disculpas, queremos que se vayan”.
Esta fue una de las principales consignas que se escuchó en las masivas
movilizaciones de los días 14, 15 y 20 de septiembre. La última de
ellas, una gran protesta que, según datos de la Procuraduría General de
los Derechos Humanos, llegó a reunir a 200.000 personas entre la marcha
de la capital y las celebradas en los departamentos. Juntos pero no
revueltos, dos sectores bien diferentes confluyeron en las
manifestaciones. Por un lado, indígenas y campesinos, agrupados en
organizaciones como el Comité de Unidad Campesina (CUC) o el Comité de
Desarrollo Campesino (Codeca), así como por las autoridades ancestrales.
Por el otro, sectores urbanos ligados a organizaciones surgidas hace
dos años, como Justicia Ya o la batucada del pueblo y que han encontrado
en Lenina García, recién elegida secretaria general de la Asociación de
Estudiantes Universitarios (AEU) de la Universidad San Carlos un nuevo
liderazgo. Esta institución había permanecido secuestrado por un grupo
mafioso durante los últimos 16 años y, tras su recuperación, es uno de
los más activos en las protestas.
Los campesinos, por la mañana, y los estudiantes y
funcionarios, por la tarde, mantuvieron la plaza llena, entre consignas
contra la corrupción y por la renuncia del presidente y los diputados y
el rugido de las vuvuzelas, que es algo así como la BSO apócrifa de las
protestas.
Las movilizaciones han dado paso a la coordinación. Y
no es fácil. “Hay sectores urbanos que tienen una agenda conservadora.
Nosotros no nos centramos en temas coyunturales”,
considera Neftalí López, representante de Codeca. Esta organización es
vetada por buena parte del empresariado para cualquier tipo de
negociación. Les acusan de “delincuentes” y de “robar la luz eléctrica”
por su acompañamiento a comunidades que se declaran en resistencia y se
niegan a pagar el fluido eléctrico.
La Asamblea Ciudadana pretende forzar la marcha de los diputados, condenar los casos de corrupción y una nueva ley de partidos
A
pesar de todo, el lunes se presentó la Asamblea Ciudadana contra la
Corrupción y la Impunidad, que agrupa a los rectores de la URL y la
Universidad Rafael Landívar, organizaciones sociales, grupos campesinos y
sectores urbanos. Sus reivindicaciones son las mismas de la plaza, pero
añaden un objetivo a largo plazo: el desarrollo de una Asamblea
Plurinacional Constituyente. “El Estado actual no es incluyente”,
explica Lenina García. Cerca del 60% de la población de Guatemala es
indígena. Tras Bolivia, es el segundo país de América Latina con mayor
proporción de pueblos originarios. El acceso al agua, a la salud, a la
educación o el modelo económico basado en el extractivismo son asuntos
que amplias capas de la sociedad quieren incluir en el debate.
Desde 2015, la plaza se convirtió en símbolo del
descontento. La gran novedad hace dos años fue la reacción de los
sectores urbanos y las clases medias, que se manifestaron por primera
vez en muchísimo tiempo. Campesinos e indígenas, por el contrario, son
sociedades con un mayor grado de movilización. Es lógico, teniendo en
cuenta que sus condiciones de vida son muchísimo más precarias.
La estrategia de la asamblea, que se presentará oficialmente el 14 de octubre en diferentes plazas del país, se basa en la movilización para presionar a los diputados y forzar su marcha, los recursos judiciales para que las distintas instancias les retiren de sus puestos por corrupción y la elaboración de una nueva ley de partidos. Con ella pretenden romper las barreras que limitan el acceso a los cargos públicos a las élites de siempre. En el horizonte, las elecciones de 2019.
La estrategia de la asamblea, que se presentará oficialmente el 14 de octubre en diferentes plazas del país, se basa en la movilización para presionar a los diputados y forzar su marcha, los recursos judiciales para que las distintas instancias les retiren de sus puestos por corrupción y la elaboración de una nueva ley de partidos. Con ella pretenden romper las barreras que limitan el acceso a los cargos públicos a las élites de siempre. En el horizonte, las elecciones de 2019.
La derecha se atrinchera y enseña los dientes
“Mi país es soberano, aquí no manda un colombiano”.
La pancarta, colocada frente a la sede de la CICIG, es muestra de la
dialéctica de la derecha contra la presencia de la institución de la ONU
en el país. El domingo, unas 200 personas se concentraban para exigir la salida de Iván Velásquez,
jurista colombiano con una gran tradición en defensa de los Derechos
Humanos. En el fondo, lo que muchos quieren es que se marche con todo su
equipo y que la CICIG desaparezca.
La CICIG es una institución que venía prevista en el Acuerdo Global de Derechos Humanos firmado en 1994, dos años antes de que se pusiese fin al conflicto armado. Sin embargo, no se desarrolló hasta 2006, tras un pacto entre el Gobierno de Guatemala y la ONU. Su objetivo es investigar “cualquier manifestación de fuerzas ilegales de seguridad y maquinaria clandestina de seguridad”. Estos aparatos mutaron hacia estructuras mafiosas de control y saqueo del Estado. Por eso, desde hace tres años, la CICIG apoya al MP en investigaciones que terminan con altos funcionarios imputados por corrupción.
La CICIG es una institución que venía prevista en el Acuerdo Global de Derechos Humanos firmado en 1994, dos años antes de que se pusiese fin al conflicto armado. Sin embargo, no se desarrolló hasta 2006, tras un pacto entre el Gobierno de Guatemala y la ONU. Su objetivo es investigar “cualquier manifestación de fuerzas ilegales de seguridad y maquinaria clandestina de seguridad”. Estos aparatos mutaron hacia estructuras mafiosas de control y saqueo del Estado. Por eso, desde hace tres años, la CICIG apoya al MP en investigaciones que terminan con altos funcionarios imputados por corrupción.
Esto ha generado una reacción por parte de élites y
sectores conservadores, que tradicionalmente han controlado la
administración. Hablan de “golpe de Estado” cuando las investigaciones
salpican a Jimmy Morales y terminan estableciendo una delirante lógica
por la cual la ONU y EEUU (principal financista de la CICIG), tendrían
un plan para convertir Guatemala en una especie de sucursal de la
Venezuela bolivariana.
Los movimientos sociales presionan para transformar un Estado que nunca promulgó lo firmado en los Acuerdos de Paz
Una
de las acusaciones contra la CICIG es que se trata de un instrumento
que sirve a la agenda de EEUU. Esta afirmación la realizan también
líderes de la izquierda, como Thelma Cabrera, presidenta de Codeca. Sin
embargo, el hecho de que la extrema derecha militarista sea la gran
detractora de la institución ha terminado ubicando a los sectores
populares como sus defensores. A nadie se le escapa que Washington tiene
sus propios intereses en la región. Estos se concentran en el blindaje
de la frontera para impedir el paso de migrantes centroamericanos (que
huyen tanto de la pobreza como de la violencia) y la lucha contra el
narcotráfico. Por el momento, es un aliado de los movimientos sociales
en la lucha contra la corrupción. Si triunfa la idea de la Asamblea
Plurinacional Constituyente y se modifican las bases del Estado en clave
de justicia social, habría que ver si esta alianza se mantiene.
Conscientes de que la crisis política no va a
resolverse mirando hacia otro lado, sectores empresariales y
conservadores tratan de limitar las reformas a cuestiones técnicas.
Mientras, los movimientos sociales presionan para transformar un Estado
que hace dos décadas firmó unos Acuerdos de Paz que nunca se
implementaron en lo referido a la justicia social. Todo ello, en el
patio trasero de un EEUU. Y con la nueva administración de Donald Trump,
uno nunca sabe qué significa esto.
Maduro insta a votar el 15-O contra los fascistas y la injerencia de Trump en Venezuela
“Nadie en el mundo hace política destruyendo su propio país, donde la política sea destruir los servicios públicos” pero en Venezuela lo hace la oposición fascista, señaló el Mandatario nacional, durante la conducción de su programa Los Domingos Con Maduro, realizado desde el Palacio de Miraflores.
Sostuvo que el pueblo venezolano el próximo domingo tendrá la oportunidad de realizar “un voto muy importante”. “Todo el que esté votando debe sentir que está votando por la paz de su región”, afirmó.
VOTO ANTITRUMP
También, el jefe de Estado subrayó que las y los electores deberán realizar “un voto antiTrump” en rechazo a las sanciones impuestas por el presidente estadounidense y a su injerencia en los asuntos políticos del país.“Cada voto que usted ejerza es un voto para decirle a Trump no te metas en en los asuntos internos (…) todo el que salga a votar debe sentir que es un voto contra (Donald) Trump”, invitó el Presidente.
“En esta coyuntura vota por la soberanía, por la paz. Además todo el que vote está ratificando a la Asamblea Nacional Constituyente, su voto es un voto por la Constituyente, por la paz”, enfatizó
Texto/Freidder Alfonzo
Foto/Prensa Presidencial
Elías Jaua Milano: La victoria del chavismo este 15-O es garantía de paz y estabilidad del país
“La victoria del 15 de octubre es garantía de estabilidad y de independencia, es garantía, y nos permite darle un claro mensaje al mundo que ya basta de tantas agresiones, de tanta injerencia y de las amenazas del imperio norteamericano. El pueblo venezolano dará un claro mensaje de respeto”, dijo desde la ciudad de Los Teques, donde sostuvo un encuentro con la organización política de Altos Mirandinos.
Sobre el estado Miranda, sostuvo que en la entidad se vienen realizando una serie de actividades, visitas casa por casa y asambleas con las bases populares, que han sido impulsadas por el candidato a la Gobernación, Héctor Rodríguez.
“Aquí en Miranda hemos estado haciendo una serie de asambleas. Hoy venimos a afinar estrategias con la maquinaria 4×4, las Ubch (Unidades de Batalla Bolívar-Chávez), los CLP (Círculos de Lucha Popular), los jefes de calle del Clap y vemos una gran motivación y una gran conciencia para recuperar Miranda”, dijo.
Llamó al chavismo a no caer en triunfalismo y movilizar a todo el pueblo mirandino el 15-O para garantizar la victoria de la paz con Héctor Rodriguez.
“El chavismo es una gran fuerza que tiene a millones de mujeres y hombres, a cientos de movimientos sociales, pero no podemos olvidarnos del casa a casa y del contacto con la gente. Hay que asegurar la motivación ese día para garantizar la victoria electoral”, indicó.
Este lunes, las fuerzas revolucionarias de los municipios Guaicaipuro, Carrizal y Los Salias se concentraron en la plaza Bolívar de Los Teques, y desde allí impulsaron una caminata multitudinaria en apoyo a Héctor Rodríguez, hasta llegar a las instalaciones del Centro de Economía Social de Ali Primera, donde Jaua se dirigió a la militancia revolucionaria y a todo el pueblo mirandino.
Texto/AVN
Foto/Archivo
¡Alerta, el Secretario General de la OEA está promoviendo una intervención militar en Venezuela!
por Carlos E. Lippo
Desde
su propia creación la OEA, esa vetusta organización que habrá de
cumplir el año próximo 70 años de infausta existencia, ha cohonestado
todos los golpes de estado promovidos por los Estados Unidos para
derrocar gobiernos legítimamente constituidos que no han sido de su
gusto, no menos de 32 en este período (1),
al aceptar en su seno sin mayores trámites a los representantes de los
respectivos gobiernos de facto, comenzando por el golpe militar
propinado a Don Rómulo Gallegos, primer presidente venezolano electo por
votación universal, directa y secreta, en noviembre de 1948, hasta
terminar con el reciente golpe de estado parlamentario propinado a Dilma
Rousseff en la República Federativa de Brasil. Aunque sólo fuera por esto, la OEA tendría bien merecido el apodo de “Ministerio de Colonias de los Estados Unidos”, con
el cual se refiriese a ella el excanciller de Cuba Raúl Roa en medio de
aquel denigrante proceso que terminó con la exclusión de su país del
sistema interamericano, en enero de 1962.
Pero no es sólo esto, es que diez intervenciones armadas estadounidenses en países latinoamericanos (1 y 2),
dos de ellas autorizadas por los gobiernos de turno en Colombia (con
fuerzas militares de todo tipo) y en Méjico (con fuerzas policiales), no
por autorizadas menos letales, no provocaron la más mínima reacción de
rechazo en el seno de la OEA. Siendo necesario destacar que: en el caso
de la invasión a la República Dominicana, en 1965, la OEA no sólo dio su
beneplácito sino que la acompaño con fuerzas militares reclutadas entre
los países miembros; y algo similar ocurrió en el caso de la invasión a
Haití, en el 2010, producida con la excusa de prestar ayuda humanitaria
en ocasión de un terremoto que muchos dicen que fue generado por los
mismos gringos y que fue sostenida hasta el 2015, “apoyando” al
MINUSTAH, misión de la ONU desplegada en Haití desde el 2004, cuando
dieron el golpe al presidente legítimo Jean-Bertrand Aristide.
Bajo
la consideración de hechos como los señalados en los párrafos
anteriores no puede generar extrañeza alguna la hostilidad manifiesta en
contra de la Revolución Bolivariana, demostrada por los secretarios
generales de la organización anteriores a Luis Almagro: César Gaviria
Trujillo (Colombia) y José Manuel Insulza (Chile).
En
efecto, Gaviria Trujillo fue comisionado el 13 de abril de 2002 estando
el golpe en pleno desarrollo, para trasladarse a Venezuela en ayuda del
golpista Carmona Estanga sólo que a su llegada, dos días más tarde, ya
el Comandante Chávez había sido restituido en el poder por la unión
cívico militar. Sin embargo, creyéndose un verdadero procónsul del
imperio fungió de “facilitador” de la mesa que se estableció para
dialogar con la oposición representada por aquel esperpento antecesor
de la actual MUD que se llamó la Coordinadora Democrática, con
posiciones descaradamente favorables a ella y se mantuvo entre nosotros
prácticamente de manera permanente hasta después del referéndum
revocatorio de agosto de 2004, al cual concurrieron como observadores
(figura que ya no existe en nuestra legislación electoral), la propia
OEA y el Centro Carter.
Y
por su parte Insulza, satisfaciendo las exigencias del imperio propició
dos hechos absolutamente rocambolescos para atacar nuestra revolución;
se trata de: la admisión de una falsa denuncia interpuesta personalmente
por Álvaro Uribe Vélez en julio de 2010, dos semanas antes de dejar el
cargo, según la cual existían campamentos de la insurgencia colombiana
en territorio venezolano, argumento que nuestra delegación desmontó
fácilmente puesto que las coordenadas de ubicación de los campamentos
señaladas por Uribe, correspondían a territorio colombiano (3);
y un derecho de palabra que intentó conceder a la dirigente opositora
venezolana María C. Machado, para intervenir en el Consejo Permanente
con base en una acreditación que la hacía representante alterno de
Panamá, iniciativa que debía materializarse en marzo de 2014 en pleno
auge de las acciones terroristas perpetradas en Venezuela con el nombre
de “La Salida”, pero que fue bloqueada por una clamorosa victoria venezolana de 22 votos contra 11 más una abstención (4).
Aun
en el marco definido por las actuaciones de secretarios generales tan
cipayos y sumisos al imperio no deja de resultar realmente excepcional
la conducta del secretario Almagro, quien antes de tomar posesión del
cargo, se arrastró impúdicamente ante sus jefes imperiales al fijar su
posición en relación a la infame orden ejecutiva de Obama que nos
calificaba de amenaza inusual y extraordinaria para la seguridad de su
país, que no fue otra que excusar al imperio con la misma argumentación
que lo hizo aquel funcionario de medio pelo del departamento de estado
que aseguró que en realidad no representábamos tal amenaza sino que se
trataba de un problema de redacción, pues para emitir el dichoso decreto
se había utilizado un documento proforma que es el usual en los casos
de amenazas reales. En aquella oportunidad Almagro declaró a TeleSur (5)
en una entrevista celebrada el 09 de abril en el marco de la VII Cumbre
de las Américas en la que Venezuela recibió el apoyo unánime de los
países miembros de UNASUR y CELAC, palabras más, palabras menos, que el
decreto había sido hecho de “manera automática” ya que se repitió lo mismo que se había dicho en los casos de otros países.
Juzgo innecesario describir la cantidad de intentos que ha hecho el secretario Almagro por aplicarnos la llamada “Carta Democrática”
de la OEA, que se traduciría en un tutelaje del país impuesto por una
fuerza militar multiestatal, elaborando para ello cuatro informes
totalmente falaces, carentes del más mínimo rigor ético; en relación a
este bastardo proyecto estimo que basta con señalar que cada vez menos
países miembros respaldan las propuestas que a nombre del imperio ha
intentado aprobar tanto el en el Consejo Permanente, como en la 47°
Asamblea General de la OEA, celebrada en Cancún, Méjico en junio del
presente año, en la que la propuesta del imperio fue apoyada por sólo 13
de los 34 países miembros.
A
partir de este último fracaso y como quiera que el amo imperial, que ha
dado muestras suficientes de no atreverse a invadirnos por sí mismos,
no cesa de presionarle y él parece haber sentido desde siempre una
especie de obsesión fatal por la Revolución Bolivariana, se ha enfocado
en el logro de dos objetivos que a su juicio habrían de servir de eficaz
catalizador para provocar la intervención militar que está promoviendo;
tales objetivos son: una condena del gobierno de Venezuela en
instancias internacionales por el tema de una presunta violación
sistemática de los derechos humanos; y la conformación de un gobierno
venezolano paralelo ficticio, que desde el exterior del país solicitase
la intervención. Después de tantos fracasos no ha inventado nada
nuevo este judas latinoamericano procedente de la cantera uruguaya, ya
que como se recordará ambos argumentos fueron los más utilizados para
justificar la invasión a la Libia de Gadafi en el 2011.
Almagro
ha tenido que recurrir a instancias internacionales diferentes de la
Corte Interamericana de Derechos Humanos, dependiente de la OEA, debido a
que desde septiembre de 2013 no formamos parte de este ominoso tribunal
en virtud de la denuncia de la Convención Interamericana de Derechos
Humanos que oportunamente hiciese el Comandante Chávez un año antes (6); siendo oportuno recordar que los Estados Unidos, como es su costumbre, nunca han suscrito la citada convención.
Que
se encuentra tenazmente abocado a lograr nuestra condena en instancias
internacionales es algo demostrable a partir de los siguientes hechos:
- El nombramiento del exfiscal jefe de la Corte Penal Internacional, Luis Moreno Ocampo, como asesor especial de la OEA en temas de crímenes de lesa humanidad (7), el pasado mes de julio, con el propósito de elaborar un informe que sirva para sustentar la acusación con base a lo previsto en el “Estatuto de Roma”; siendo oportuno señalar que el tarifado Moreno Ocampo es el mismo funcionario que logró la condena de Gadafi en la CPI (2011) bajo la absurda acusación de que el líder libio suministraba grandes cantidades del fármaco “Viagra” a sus soldados para que procediesen a violar salvajemente a las mujeres libias de los territorios en rebeldía.
- Su comparecencia, hace pocos días, ante la Comisión Europea para la Democracia, con sede permanente en Venecia, para tratar el “tema” de Venezuela, después de haberle enviado sus falaces informes. La extrema complacencia con la que el propio Almagro reseña la noticia se basa en que dicha instancia, íntimamente vinculada a la OTAN, ya se ha pronunciado de manera preliminar en contra de nuestra Asamblea Nacional Constituyente (8).
Que
está intentando por todos los medios a su alcance de instalar un
gobierno venezolano paralelo con sede en Washington es algo que no
necesita demostración a partir del reconocimiento público otorgado a un
grupo de abogados venezolanos, prófugos de la justicia venezolana en los
Estados Unidos por haber intentado usurpar las funciones del Tribunal
Supremo de Justicia de Venezuela, que comenzarían a funcionar como el
TSJ venezolano en el exilio desde uno de los locales de la OEA, a partir
de esta misma semana (9).
Como Almagro reconoce y aúpa ampliamente a la Asamblea Nacional de
Venezuela declarada en desacato por el TSJ legítimo, sólo le faltaría
conformar un gobierno paralelo ficticio a la usanza del Consejo Nacional
de Transición de Libia, para completar los principales órganos de un
pretendido estado venezolano en el exilio.
En
verdad que sólo es posible augurarle al secretario Almagro el más
rotundo fracaso a raíz de estas nuevas gestiones, que consideramos son
producto de la enorme presión que el imperio le genera en medio de su
gran frustración por no haber podido doblegarnos después de tantos años
de la artera guerra de cuarta generación que nos viene aplicando desde
que declaramos el carácter antiimperialista de nuestra revolución.
Decimos que tales gestiones están destinadas al más rotundo fracaso por las siguientes razones:
- La declaración conjunta sin precedentes en apoyo de Venezuela, suscrita por 63 países en el marco del 36° periodo de sesiones del Consejo de Derechos Humanos de la ONU (10), hace nugatorio el que Moreno Ocampo pueda demostrar con su informe que la situación de los derechos humanos en Venezuela amerite una investigación por parte de la CPI, y más aun a raíz del hecho de que este corrupto funcionario está siendo imputado por la propia CPI, al ser acusado de actuar en contra de los intereses de la misma al defender al magnate petrolífero libio Hassan Tatanaki (11).
- Resulta más que evidente que Venezuela está fuera del alcance de la Comisión de Viena, ya que la misma está conformada por los 47 miembros del Consejo de Europa y otros 14 países: Argelia, Brasil, Chile, Corea del Sur, Costa Rica, Estados Unidos, Israel, Kazajistán, Kosovo, Kirguizistán, Marruecos, México, Perú y Túnez, entre los cuales obviamente no nos encontramos.
- Es muy poco lo que puede lograr en materia de “justificación” de la invasión un gobierno instalado en Washington, sin jurisdicción alguna sobre ninguna porción del territorio venezolano.
A
juicio nuestro, el hecho de que el secretario Almagro debe tener plena
conciencia de esta situación, es el que determina que se haya lanzado
sin recato alguno a solicitarle la invasión al propio comandante en jefe
del Comando Sur, el almirante Kurt Tidd, en ocasión de la celebración
de un evento latinoamericano promovido por el gobernador del Estado de
Florida, un obsesivo antivenezolano, tal como orgullosamente lo reseñase
el propio secretario en su cuenta Twitter (12), mostrando la fotografía que ilustra este artículo.
A
partir de todo lo expuesto en estas notas es que nos atrevemos a
señalar, como ya lo ha sugerido el Fiscal General de la República
Bolivariana de Venezuela, Tarek William Saab (13), que Luis Almagro está promoviendo una intervención armada en Venezuela por parte del imperio y sus aliados.
¡Hasta la Victoria Siempre!
¡Patria o muerte!
¡Venceremos!
(8) http://www.notiactual.com/luis -almagro-presento-la-comision- venecia-resumen-la-situacion-v enezuela/
Caracas, octubre 09 de 2017
Oscar Andrade, Secretario de Organización del PIT-CNT, fue categórico al afirmar que la concentración de hoy a la 18 horas frente a la embajada de Estados Unidos (EEUU), en defensa de la paz, la democracia y la libre autodeterminación de los pueblos, es “una manifestación que apunta a la no injerencia en la autodeterminación de los pueblos y por la paz; ya que son valores sustanciales para cualquier proceso social” que se quiera llevar adelante.
El integrante del Secretariado Ejecutivo de la central y Secretario General del Sindicato Único Nacional de la Construcción y Anexos (Sunca) recordó que “las declaraciones y las acciones del presidente de EEUU, Donald Trump, nos muestran que van en contra de la autodeterminación y la paz. Esto nos preocupa mucho, ya que se debe recordar que tiene un gasto militar sumamente alto y tiene una historia negra en injerencias en América Latina”.
“No se puede ignorar que EEUU cuenta con unas 900 bases militares desparramadas por el mundo, que tiene al Comando Sur y a la Cuarta Flota controlando la región, que ha demostrado su prepotencia a lo largo de la historia, como el empleo de bombas atómicas en Hiroshima y Nagasaki”.
Andrade agregó que hoy en América Latina se están llevando adelante procesos muy importantes como lo es el “diálogo de paz en Colombia, entre otros. Por eso la concentración frente a la embajada de EEUU es en reclamo de que ese país no lleve adelante ninguna injerencia, porque va en contra de la política que impulsamos: el que América Latina es un continente de paz”.
“A esto le sumamos el hecho de que hoy los límites materiales del proceso de producción son cada vez más duros. Sin embargo tenemos un 35% de reserva del agua dulce, las mayores reservas de petróleo, siete de los 10 principales países en el sector de la minería, la mitad de la biodiversidad, etcétera. Todo esto nos pone como países de mucho riesgo y por eso es que, junto a otras organizaciones sociales y estudiantiles, nos planteamos manifestarnos en contra de la injerencia de EEUU y la paz en América Latina”.
Adelantó el miembro de la dirección del movimiento sindical que la actividad del jueves forma parte de la preparación de la “Jornada Continental, por la democracia y contra el neoliberalismo” que se desarrollará entre jueves 16 y sábado 18 de noviembre en el Uruguay. En este encuentro participarán miles de representantes de diferentes organizaciones y movimientos de América. “El propósito es encontrar caminos de unidad de los pueblos para llevar adelante las transformaciones sociales”.
Este jueves paran COETC y UCOT en protesta por pérdidas de puestos de trabajo y rebajas salariales
La Asociación Sindical de Cooperativistas y Obreros del Transporte (ASCOT) realiza este jueves 12 de octubre un paro de actividades con movilización en la explanada de la Intendencia de Montevideo, como medida de protesta por “las pérdidas de puestos laborales y rebajas salariales”.
La medida de ASCOT afecta las líneas urbanas y suburbanas de los servicios de COETC y UCOT.
En el marco del paro, los trabajadores realizarán una asamblea en la explanada de la Intendencia capitalina.
ASCOT manifestó su rechazo a las políticas que significan “pérdidas de puestos de trabajo y rebajas salariales”.
Los trabajadores aseguran que con las medidas de reforma que pretende implementar la Intendencia de Montevideo, entre la que se encuentra la desaparición de la figura del guarda, se perderán unos 1.800 puestos de trabajo. Cuestionan, además, que a ello se suma la modificación de la paramétrica.
“Difícil situación económica de la Intendencia”
A través de un comunicado de prensa el sindicato manifestó que los trabajadores se encuentran ante un “nuevo ataque en contra de la estabilidad laboral”.Afirman que las autoridades departamentales “culpabiliza a los trabajadores y hacen que las consecuencias de la reestructura recaigan sobre los obreros”.
“Los trabajadores afirmamos que esta reforma no es hacia la gente sino que por el contrario es una reforma que va a priorizar los servicios más rentables postergando a los sectores de los barrios marginados y en los horarios de baja rentabilidad”, indicaron.
Manifestaron también que es una reforma “generada por la difícil situación económica de la Intendencia y no está sustentada en ningún estudio real profundo y objetivo de la situación del transporte”.
Por otro lado, el sindicato exige que se cumpla con el reintegro a la actividad laboral de los 21 trabajadores que pertenecieron a la ex RAINCOOP.
“También seguimos preocupados porque aún sigue habiendo un grupo de compañeros de la ex RAINCOOP en la bolsa de trabajo, estando desde hace 16 meses en el seguro de paro para los cuales en ninguno de los organismos del Estado ha generado una sola posibilidad laboral”, denuncia el sindicato.
Funcionarios postales se declararon en conflicto
La Asociación de Funcionarios Postales del Uruguay (AFPU) se
declaró en conflicto, según expresa un comunicado emitido ayer por el
sindicato de trabajadores del Correo Uruguayo. La decisión responde “a
delicados problemas de gestión” que han venido denunciando “desde hace
tiempo” y que “repercuten de manera directa y sistemática en el servicio
que el Correo Uruguayo brinda a los ciudadanos”. Para AFPU, la falta de
“acierto en la gestión” ha llevado a que hoy falte personal, se
malgasten “recursos financieros con millonarias tercerizaciones”, y haya
“proyectos de inversiones nunca vistos carentes de planes operativos y
estratégicos”.
El sindicato lamenta que “los ámbitos de negociación instalados” con la empresa pública “no han logrado avances”, y por eso “la asamblea general ha resuelto declararse en conflicto y facultar a la Mesa Nacional [de AFPU] a implementar las medidas de lucha que estime pertinentes”.
El sindicato lamenta que “los ámbitos de negociación instalados” con la empresa pública “no han logrado avances”, y por eso “la asamblea general ha resuelto declararse en conflicto y facultar a la Mesa Nacional [de AFPU] a implementar las medidas de lucha que estime pertinentes”.