EDICIÓN ENTERAMENTE DEDICADA A ARGENTINA
La Guerra de las Malvinas, 30 años después
LAS MALVINAS, SON ARGENTINAS !!
Nota de tapa › A 30 años de Malvinas
LA OTRA GUERRA
Cuatro ex conscriptos, veteranos de guerra, cuentan sus experiencias en las islas, donde fueron testigos y víctimas de maltratos, hambrunas, congelamientos, estaqueadas y otras torturas aplicadas por sus propios jefes
EL PAIS › EDGARDO ESTEBAN, PERIODISTA Y EX COMBATIENTE, AUTOR DE ILUMINADOS POR EL FUEGO
“Cuesta entender que también fuimos víctimas”
Esteban explica que escribió su libro para “exorcizar los fantasmas”. Argumenta que lo que sucedió en las islas siguió la misma lógica de la dictadura. Y que espera que los organismos de derechos humanos se sumen a su lucha.Por Fernando Cibeira
Página 12 / Cubadebate
Si se compara, por ejemplo, con la producción literaria y, sobre todo, cinematográfica de Estados Unidos de la guerra en Vietnam, se concluirá que las realizaciones argentinas que cuenten lo sucedido en Malvinas son escasas. En ese panorama yermo como el suelo de las islas, Iluminados por el fuego, el libro del ex soldado y periodista Edgardo Esteban que luego fue una película dirigida por Tristán Bauer y protagonizada por Gastón Pauls, fue algo así como un hito. Además fue el trabajo que difundió en forma masiva el maltrato que habían sufrido los soldados durante el conflicto, un tema que sólo se comentaba sotto voce.
–Cuando la Presidenta plantea lo del Informe Rattenbach y la humanización de la guerra, también se descubre que la Argentina mantiene dos patas. Por un lado, si algo le ha dado credibilidad a esta gestión en el mundo ha sido su política de derechos humanos. Que en estos días Videla haya hablado de esa manera de los Kirchner en cierta forma es algo que dignifica lo que han hecho. Y en Malvinas es como que siempre hubo una nebulosa. Estaba la “gesta” de Malvinas, los “héroes” de Malvinas. Hasta para los propios organismos de derechos humanos siempre fue una cosa que no se tocaba, como si la dictadura hubiera terminado el 2 de abril. Este año hubo dos ex combatientes hablando en el acto del 24 de Marzo, lo que para nosotros marca un cambio, un punto de inflexión. No podíamos hablar de Malvinas, cuesta entender que también fuimos víctimas.
–Es raro que hayan tenido que pasar 30 años para que recién ahora comiencen a difundirse algunas denuncias de abusos y torturas que no se conocían. –Había mucho miedo. Hay que pensar que no éramos muchos los ex combatientes que contábamos lo que había sucedido; yo empecé a hablar en el ’85.
–¿Cuándo salió Iluminados por el fuego? –En el ’93, aunque había empezado a escribir cosas en el ’85. Lo hice porque necesitaba sacar mi dolor interior, exorcizar mis fantasmas, reconstruir mi vida. Había empezado a hacer terapia, control mental, estudié teatro, busqué mil alternativas, pero no encontraba la manera de desahogar lo que me angustiaba, que era el silencio al que me habían obligado los militares. Cuando nos fuimos de la colimba, nos hicieron firmar en una declaración jurada que no podíamos hablar de Malvinas porque era una cuestión de Estado. Era condición para que te dieran la baja.
–¿Lo de ser periodista surgió como consecuencia de la guerra? –Sí, yo antes de la guerra quería ser agrimensor, por eso allá en Malvinas manejaba los mapas. Cuando caemos prisioneros de los ingleses, nos llevan al puerto y había un barco. Venían las lanchas y nos decían que se llamaba Canberra. Yo les preguntaba a los suboficiales si volvíamos en el Canberra y me respondían: “Déjese de hablar boludeces”, porque según los diarios nosotros lo habíamos hundido. Cuando cruzamos la bahía y llegamos al barco y vemos la magnitud que tenía, fue una gran decepción. Me di cuenta de que la gran derrotada en una guerra es la verdad. Ahí me generó la inquietud con el periodismo. Lo mismo cuando escuchábamos la radio: cuando nos bombardeaban, decían que la zona había estado tranquila.
–¿Por la radio escuchaban las noticias que no sucedían? –Sí, a veces bombardeos que no eran o ataques que no existían. Ahí empecé con el periodismo y después con el libro como manera de exorcizar los fantasmas. Yo pensé que ahí cerraba una etapa, pero no. Ahí empezaron los insultos y las amenazas, para algunos pasé a ser un traidor a la Patria. ¿Cómo iba a hablar de que los soldados teníamos miedo, que teníamos hambre, que nos hacíamos pis, que nos estaqueaban y nos torturaban, de los abusos de todo tipo? Pasé de ser un buen soldado, porque yo era dragoneante y tenía orden de mérito, a ser el peor. Lo que más me dolió es que en la Unidad donde hice el servicio militar soy un NN: pusieron un monumento y en vez de llamarme Edgardo Esteban me pusieron Eduardo Estebani. Fueron tan perversos que después me mandaban la foto a casa marcándome que yo no estaba, que era Eduardo Estebani. Pero ya estaba en la lucha, había que seguir. Lo entrevisté a Tristán Bauer por un documental que hizo sobre Eva Perón, le regalé mi libro y le dije que iba a ser su próxima película. Aunque la primera persona que me dijo que de Iluminados... tenía que hacerse una película fue León Gieco. Por eso la única condición que le puse a Tristán fue que si hacía la película, la música tenía que ser de León Gieco, cosa que pasó. Y creo que fue la película lo que multiplicó el debate.
–¿Este debate te parece que ayuda a aliviar a los ex combatientes o también les remueve cosas escondidas? –A mí me parece que exorcizar los fantasmas siempre es bueno. Hubo dos cosas que a mí me ayudaron mucho: escribir el libro y volver a las islas en 1999. Fui el primer ex combatiente que volvió. Al volver me di cuenta de que la guerra había quedado en el ’82. Me fascina que la semana pasada hayan viajado 60 ex combatientes, que hayan ido a correr, a pescar, a acampar.
–¿Qué es lo que tranquiliza, recorrer esos lugares y ver que no hay guerra? –Claro. Como sería bueno que los kelpers vinieran a la Argentina continental y vean que acá no están ni Videla, ni Galtieri, que éste es otro país. El paradigma que marca la Presidenta es el de la paz. Yo no creo en las guerras, éste es un momento maravilloso para América latina y Malvinas también es Latinoamérica.
–En todos estos años, ¿volvió a encontrarse con alguno de sus jefes en la guerra? –Sí, cuando escribí el libro, fui a comer en la Escuela Superior de Guerra con todos los oficiales y suboficiales con los que había estado. Fueron cuestionadores porque decían que no podía contar lo que salía en el libro.
–Lo que cuesta entender es cuál era la lógica con la que actuaron en las islas. Por ejemplo, ¿por qué negarles comida, por qué no alimentarlos como correspondía? –Cuando quedo detenido en un depósito de YPF en Puerto Argentino, era un mar de comida. No había una logística. Mismo en el Informe Rattenbach, escrito por la dictadura en definitiva, se habló de los errores, de la incapacidad y la improvisación que hubo. Creo que el objetivo era tocar, conseguir el sistema de las tres banderas y volver, no era quedarse tanto tiempo. Pensar que nos rendimos el 14 de junio, una semana antes del invierno. Era inimaginable pensar en dormir en esos pozos con temperaturas mucho más severas y con nieve. Era la crónica de un final de guerra anunciado. Si los militares hubieran pensado en una guerra, no nos hubieran dado el armamento nuevo que nos dieron en Campo de Mayo cuando volvimos, mientras que nos llevamos a las islas armamento oxidado. No había ninguna lógica de combate.
–En ese encuentro que tuvieron, ¿los oficiales y suboficiales no reconocieron sus culpas? –No, estaban sorprendidos porque yo siempre fui un soldado prolijo, con diploma de honor. Después dijeron cosas injustas que nunca les respondí porque estoy muy orgulloso de lo que hice, la vida me ha premiado y me ha dignificado. Lo que me duele de estos treinta años es que ningún oficial hizo una autocrítica de lo que sucedió en Malvinas, que no hayan pedido perdón. Algún día van a pagar el daño que han hecho porque se atendieron solamente 300 soldados en el Hospital Militar, pero hubo más de 400 suicidios que no tuvieron ningún tipo de contención. Se apresuraron en dar las bajas porque no sabían cómo contener toda esa carga emocional que traíamos. Eramos pibes de 18 años que nos creíamos inmortales, porque a esa edad pensás en vivir, tener tu pareja, estudiar. Ellos nos dejaron la cruz de la muerte para toda la vida.
–¿Usted vio estaqueamientos? –Sí, el 90 por ciento eran por hambre. Algunos por quedarse dormidos en una guardia o llegar tarde a una formación. Eran perversos. Cuando nos bailaban nos hacían arrastrar; no podía ser que nos hicieran arrastrar en la turba mojada, con la poca ropa que teníamos. Chicos de 18 años que los dejaban toda la noche atados de pies y manos, los hacían correr cinco minutos para que no se congelaran y después los volvían a atar sobre el suelo mojado. La mayoría eran de la clase nueva, que tenían unos pocos días de instrucción. Cuando uno empieza a escuchar ahora las historias, ve que Iluminados por el fuego fue una puntita para que todo esto saliera a la luz. Es una etapa nueva. Ojalá que los organismos de derechos humanos puedan entendernos, acompañarnos y hacernos parte de este proceso de cambio que ha tenido la Argentina.
–¿Imagina que las denuncias pueden terminar en un juicio a los jefes militares, como ocurre con las desapariciones o los robos de bebés? –Creo que va a costar mucho más, pero a la larga todo llega. Yo puedo mirar todos los días a mis hijos a los ojos. Escribí el libro con mi mujer embarazada. Tocaba esa panza y me metía de nuevo en las profundidades de la muerte. Y cuando se hizo la película, mi mujer esperaba a mi tercer hijo. Hay que apostar a eso, a esa construcción de vida. La guerra tiene que servirnos como una experiencia positiva en medio de toda la tragedia. Algunos quieren venir a contarnos una historia de Rambo, ellos hablan de la guerra como si la hubiésemos ganado. Tenemos héroes de guerra, sí; pero algunos de esos fueron represores en la ESMA y en la Base Naval de Mar del Plata. Y no asumen ese horror.
EL PAIS › EL EX SOLDADO SILVIO KATZ CUENTA LOS VEJAMENES QUE SUFRIO POR PARTE DEL OFICIAL EDUARDO FLORES ARDOINO
“Me hizo comer entre el propio excremento”
Después de pasar años callado, Katz acusó a Ardoino por torturas y discriminación: en su caso los abusos eran mayores por su condición de judío. “Fui víctima de una injusticia y quiero justicia, nada más”, dice.
Imagen: Bernardino Avila
Por Victoria Ginzberg
Página 12
Silvio Katz tenía 19 años y le faltaban quince días para que le dieran la baja del servicio militar que cumplía en el Regimiento de La Tablada cuando le comunicaron que se iba para el sur. Se suponía que iba a quedar en el continente, pero terminó en las Malvinas. Al Silvio Katz de 19 años lo mató Eduardo Flores Ardoino. No era un soldado inglés, era el oficial de su compañía. Y lo mató porque era judío.
“Volví de la guerra y nunca más fui a bailar, para ir al cine tardé meses, en reír tardé más. Para reírme con ganas, pasaron tres o cuatro años. Uno a veces crece de golpe, dicen que se queman etapas. A mí, me incendiaron etapas”, asegura el Silvio Katz, de 49.
Estuvo años callado, sin compartir con nadie lo que había vivido en la guerra. No se animaba. Y no creía que pedir explicaciones era algo que pudiera hacer, que buscar justicia no era una excentricidad sino su derecho. Hace tres años sumó su denuncia a la de otros ex colimbas que estuvieron en las islas. Acusó a Ardoino por torturas y discriminación, porque todos los maltratos que sufrieron sus compañeros fueron más y peores para él, porque era judío.
–Limpien el armamento y vos, judío de mierda, apurate –mandó Ardoino apenas llegados a Malvinas.
Katz abrió los ojos sorprendido. El oficial acababa de dar la orden, así que era imposible que estuviera rezagado. Poco después supo que ese tipo de maltrato verbal era una muestra muy mínima del odio del militar. “En ese momento no me di cuenta, pero si reviso para atrás, lo veo y hasta el peinado nazi tenía, se peinaba con la gomina para atrás, tenía ese porte de sacar pecho... Rápidamente –cuenta– pasé de ser un judío de mierda a ser un judío traidor, un judío cagón y un judío homosexual.”
El “lago de los lamentos” era un charco grande de agua casi congelada, con una capa de hielo arriba. Cuando Ardoino decidía que alguno de sus subordinados había cometido una falta, los obligaba a sumergir las manos entre diez y veinte minutos, hasta que se les atrofiaran los dedos. Katz, por judío, tenía que poner también la cabeza, que se le acalambraba.
Lo destinaron a la bahía de los Elefantes. Con sus compañeros, cavaban pozos donde intentaban dormir cuando no estaban inundados, buscaban quebrar la barrera del frío con varias camisas y los primeros días comían un pasable guiso. Pero pronto el alimento viró hacia una especie de sopa insípida con un par de arvejas.
“Un muchacho que ahora vive en Uruguay y yo fuimos una vez a buscar comida al pueblo –cuenta Katz–. Ardoino nos sacó lo que habíamos comprado para todos y nos estaqueó. Era como Túpac Amaru sin caballos. Ponen cuatro estacas en el suelo y te ponen con los brazos y las piernas estiradas a diez centímetros del suelo. Veinte grados bajo cero y vos con calzoncillos y una remera de manga corta. Y te dejan horas. A mi compañero, porque era ‘rebelde’, le puso una granada en la boca que si llegaba a escupirla volábamos los dos. Y a mí, por ser judío, me hizo orinar por mis compañeros.”
–¿Y los otros soldados se prendían? –Algunos sí, una minoría. La gran mayoría me apoyaba. No al punto de salir a defenderme, porque era muy complicado, porque si me defendían los ponían a ellos en ese castigo. Siempre hablábamos de que, si se armaba el lío, el primer tiro era para él. Cuando yo volvía de un castigo llorando o mal, me decían “Quedate tranquilo que esta bala se llama Eduardo Flores Ardoino”. Pero en el momento no se podía hacer nada, era imposible reaccionar. Los militares de mayor rango estaban en el pueblo, no les importaba y en todo caso si te quejabas decían: “De qué se queja, cagón, sea hombre”. Ser torturado era supuestamente para ser hombre. Era imposible, no teníamos quién escuche.
Como no les daban de comer, un día cazaron un cordero. Ardoino se los sacó. Muchos protestaron. Los sometieron al castigo de la mano en el agua helada. Pero a Katz no, porque era judío: “Me llevó donde defecábamos, me tiró la comida, me apuntó con una pistola y me hizo comer entre el propio excremento. Ahora lo cuento como si nada, pero estuve 22 años viéndolo. Era una imagen que no se me iba de la cabeza”.
La risa, el pánico
Mientras duró la guerra, todos los días Katz tenía miedo de morir. Miedo de que Ardoino terminara de asesinarlo. “Al Silvio Katz de 19 años lo mató”, dice.El 14 de junio de 1982 los militares argentinos se rindieron ante las fuerzas del Reino Unido. Ese día, Katz dejó de tener miedo. A su oficial, de todas formas, había dejado de verlo un par de días antes, cuando les tocó entrar en combate. “Cuando se supo que la isla estaba tomada por los ingleses y que había combates en todos lados, nos dimos vuelta y ya no estaba. Quedamos a la buena de algún suboficial que estaba ahí. Ibamos a los lugares donde los radiooperadores nos decían que había que cubrir, pero sin el oficial a cargo. Lo volví a ver en el pueblo, cuando entregamos las armas. El vino hacia nosotros, no sé cómo apareció, diciendo ‘mis soldados, los perdí, qué preocupado estaba’. Fue de Fellini. En ese momento me sentí aliviado porque había terminado todo y la vida de él me importaba muy poco ya que en el pueblo, delante de los demás, no me iba a poder castigar. Había terminado algo más que la guerra.”
Los ingleses los hicieron prisioneros, pero para Katz el gran enemigo de la guerra fue un oficial argentino.
–Nos meten en unos galpones de comida. Había cajas enormes llenas de comida, carne en lata, cigarrillos, whisky chiquito. La pasábamos comiendo, tomando, fumando. Nos mirábamos y nos reíamos. Ahí sí nos reíamos. Estuvimos desde el 14 hasta el 17. No sabíamos de qué nos reíamos.
–De lo absurdo, tal vez. –Claro. Y se corría la bola de que nos iban a fusilar a todos. Vino uno y dijo: “Dicen que nos van a fusilar a todos”. Y sí, también decían que estábamos ganando. Incluso, morir con la panza llena después de dos meses de no comer no nos importaba. Creo que fue la primera vez en mucho tiempo que sentí alivio y lo disfruté. Dejamos de lado la tensión, el dolor, no nos importaba nada.
–¿Quién decía que estaban ganando? ¿Ustedes qué sabían sobre el desarrollo de la guerra? –No nos llegaban las cartas de los familiares, pero nos llegaba la revista Gente. Y la revista Gente decía que estábamos ganando. Eran revistas de las que se regalan. Pero en la mayoría de los grupos había una radio chiquita. Las radios argentinas eran muy difíciles de sintonizar, pero podíamos escuchar radio Carhué y radio Colonia, que son uruguayas y que decían que nos estaban rompiendo el tuges. Algunos militares decían “dejen de escuchar esa estupidez, esta gente qué sabe, es la envidia porque el pueblo argentino entró en combate”. Y los soldados estaban cagados mal. Hay gente que dice que no sintió miedo. Yo sentí pánico.
En el barrio
Silvio creció en un hogar no practicante. Celebraban las fiestas y hacían una que otra visita al templo. Su padre murió cuando él tenía nueve años y desde ese momento la religión fue volviéndose cada vez más ajena. Su madre quedó a cargo de tres varones y su principal preocupación era llevar el pan a la mesa. Trabajaba hasta catorce horas por día como cajera de un negocio de lencería, en Once. El estudio no era el fuerte de Silvio, que fue cadete, encargado de un depósito, empleado de un maxikiosco y que hoy trabaja en la cocina de un colegio.Silvio Katz vive en Boedo, en un piso modesto, con su mujer y sus dos hijos, de siete y diez años. En la mesa redonda del comedor hay unas tacitas de porcelana con la silueta de las islas pintadas en negro, que su señora hace en un taller de arte del barrio. “Yo siempre viví en este barrio –cuenta– y no sé si hay algún otro judío porque no le pregunté la religión de nadie y no me la preguntaban a mí. O por ahí la sabían y cuando jugábamos a la pelota me decían ‘dale, rusito, pasala’, pero no era xenófobo o racista, era como yo le podía decir ‘tano’ a otro. Pero cuando atacaban a los judíos o hablaban mal de los judíos, yo me sentía muy judío. Y en Malvinas me pasó. Mientras más me atacaban, más judío me sentía.”
Colectivo 26. La guerra había terminado hacía tres o cuatro meses. Silvio volvía a su casa y vio por la ventanilla a Ardoino: campera verde, la misma postura, las manos en los bolsillos, el pelo engominado. Se paralizó y del miedo se hizo pis. “Sentí todo el miedo de vuelta, como si hubiera vuelto a la guerra”, confiesa. Solo dejó de sentirse martirizado cuando empezó a hablar: “Contarlo fue liberador. A muchos nos pasó que la familia decía ‘no lo hagan hablar, que le hace mal’. Y fue peor.”
Silvio volvió a las islas en 2001, a partir de un acontecimiento fortuito. Una marca de cigarrillos organizó un concurso cuyos premios eran viajes a distintos lugares, entre ellos, a las Malvinas. “Yo trabajaba en un maxikiosco y vendíamos cigarrillos sueltos, así que abríamos paquetes todos los días. El dueño raspó uno, salió Malvinas y me lo regaló. Fui con mi señora. Para mí, fue dejar una bolsa llena de piedras, fue poder levantar los hombros de nuevo, fue ver el lugar en paz, el campo, y no ver a alguien torturado, estaqueado. Fue el inicio de la búsqueda de estar bien, como estoy hoy. Mi señora volvió embarazada, mi primer hijo se gestó ahí. El viaje me liberó.”
Hoy, Katz está a la espera de que avance el expediente en el que denunció a su superior y a que se declaren delitos de lesa humanidad las torturas con las que los militares argentinos sometieron a los colimbas. Espera también algún gesto de las instituciones de la comunidad judía (“nos ignoraron todo este tiempo, pero ahora fuimos a pedir que nos reconozcan y el 11 de abril la DAIA nos va a hacer un homenaje”) y del Estado: “Nosotros estamos buscando el gran abrazo con la gente. Pero no quiero estar reivindicado en la misma fiesta con los militares. Me quejé toda la vida de que por culpa de que los primeros gobiernos nos mezclaron, hubo gente que pensaba que no-sotros teníamos que ver con la dictadura, con los desaparecidos”.
La vida nueva de Katz implicó terapia, tomar conciencia de que le habían hecho un gran daño y de que correspondía exigir justicia. “Hay veteranos que no quieren que la causa judicial siga, gente que cree que nos estamos victimizando. Estoy orgulloso de haber defendido a mi país, pero soy víctima de lo mismo de lo que estoy orgulloso. No quiero que el día de mañana venga mi hijo y me diga ‘por qué del que te torturó a vos nadie sabe, nadie se ocupa, qué hiciste vos por mantener tu dignidad’. No quiero ponerme en el lugar de andar llorando por los rincones, pero fui víctima de una injusticia y quiero justicia, nada más.” A treinta años de la guerra, Silvio Katz tiene 49 años y está vivo.
EL PAIS › PEDRO BENITEZ, UNO DE LOS SOLDADOS TORTURADOS POR SUS JEFES EN LAS ISLAS
“El enemigo estaba entre nosotros”
A los 48 años, Benítez es uno de los denunciantes en la causa por apremios ilegales en la guerra de Malvinas. Estaba en el servicio militar y lo trasladaron a las islas. Pasó hambre, fue humillado por los suboficiales que lo mandaban. Espera justicia.Por Nora Veiras
Página 12
Pedro Benítez empezó a trabajar a los 9 años, dejó la escuela en quinto grado, cuando la escritura todavía le era esquiva. En el verano del ’82 era soldado conscripto en el Regimiento 3 de La Tablada. Estaba en Ezeiza haciendo la instrucción y se empezó a comentar que “iba a haber una guerra como la que casi se hace con Chile. Se decía que nos iban a llevar a nosotros. No lo creíamos. ‘¿Quién nos va a llevar a nosotros?’. Eramos la clase ’63, teníamos apenas un mes de instrucción. Nosotros decíamos que llevarían a los grandes, los de la ’62”. Se equivocaron.
“Nos pusieron en fila, nos cargaron en camiones Unimog y nos llevaron al cuartel de La Tablada. La gente se acercaba y nos decía: ‘Pobres, van a las Malvinas, a la guerra’. Nos daban de todo, comida, lo que tenían.” El fin de semana de Pascua lo pasó sentado espalda con espalda con otro compañero en el Palomar esperando el avión que los llevaría al sur. “Nos cargan en un Boeing sin butacas sentados en el piso. Estábamos todos apretados, éramos muchísimos. Faltaba el aire. Nunca había viajado en avión, éramos muy pobres, no teníamos un mango, nada.”
Escala en Río Gallegos y otro avión “cortito” hasta las islas. De ahí a cavar para hacer los pozos de zorro, armar las carpas. “En Puerto Argentino, la Infantería nos da raciones de comida fría, en latitas. Nos dan la orden de ir a la primera fila, a buscar posiciones en la isla Soledad. Yo estuve casi siete días sin salir, en la trinchera. No sabía. Mi jefe no me conocía. Empezaba a faltar la comida, teníamos hambre, hasta que un día con González, otro soldado, empezamos a buscar. Una mina explosiva había matado una vaca y los de la clase ’62 la habían carneado por orden de sus jefes, lo único que había quedado era el hígado, que tenía piedras, ya estaba medio verde, el hígado iba de aquí para allá. Con González sacamos lo de adentro y lo cocinamos apenas. Con un hueso medio podrido hicimos como una pasta, salía olor a queso. Comíamos eso. Teníamos hambre.”
Hambre es la palabra que hilvana su relato. Las bombas que caían incesantes a partir de la una de la madrugada y el frío paralizante pasan a segundo plano. Uno de esos días eternos, Benítez le pregunta a otro compañero si podía sacar un poco de grasa para hacer chicharrón de un pedazo de carne que tenía el sargento fuera de la trinchera. Le dice que no y él, acostumbrado a obedecer, no hace nada. “La carne desapareció y mi compañero le dijo al sargento que yo había andado rondando. Le juré por mi madre que no había sido yo.” La mirada se le empieza a enturbiar.
Castigo
El sargento le ordena al cabo que lo estaqueara a Benítez y lo dejara tres días sin comer. Al lado de su trinchera, clavan las estacas y lo atan. De las 10 de la mañana a las 7 de la tarde lo dejaron crucificado. “El cabo me pisó con el taco del borcego la mano con la que decía que afané y con el pie, la cabeza. ‘Así que usted es un ladroncito’, me decía. Y a los otros les gritaba: ‘Al que se le acerque, lo voy a estaquear también’. Un soldado, cuando no lo vieron, vino corriendo y me mandó un chicharrón caliente en la boca, lo enfrié con la saliva y me lo tragué. No me acuerdo quién me desató.”A partir de ese momento, el cabo, a quien Benítez identificó ante la Justicia, no paró de acosarlo. Le ordenaba hacer guardia todo el tiempo, tirarse a la trinchera llena de agua helada, quedarse con los pies sumergidos. “Un día vino un voluntario repartiendo queso y dulce, yo y otros dos que estábamos castigados comimos. Entonces nos hizo arrodillar y nos empezó a dar como martillazos en las manos y en la nuca con el sable de la bayoneta. En ese momento le llevaron a él un guiso de arroz y nos decía: ‘¿Saben cómo está? Riquísimo y ustedes se lo están perdiendo’.” Las lágrimas le brotan incontenibles.
“Para combatir con un inglés tenés que estar comido. Yo no podía levantar un cajón de municiones, temblaba. Fui con ochenta kilos y volví con cuarenta. Un día el cabo me pone el arma en la cabeza y me dice: ‘¿Si lo mato?’. Yo le dije: ‘Por ahí una bala me salva la vida’. Decían que el enemigo iba a atacar, pero el enemigo estaba ahí adentro, estaba entre nosotros. Te juro por mis hijos. Dios y la Virgen saben que yo no toqué nada.” El llanto renace.
En Puerto Argentino entró a una cocina donde un sargento estaba preparando un guiso para su grupo. Cuando terminó de repartirles a sus soldados le llenó una lata Nido que Benítez había encontrado. “Tenía tanta hambre que sentía que el paladar se me descocía.”
La rendición
“‘Boina que baje van a tener que matar’, nos dijeron. Los ingleses estaban bajando de Mont Longdon. Tenía mucho miedo de morir, de encontrar a un inglés cuerpo a cuerpo. Me había subido a un tractor, rompí el vidrio para poder tirar, pero me estaba congelando. Me bajé y encontré en una casa de los kelpers una lata de peras. No mordía, tragaba. Capaz venía un inglés, pero por lo menos iba a estar con el estómago lleno.”Pedro estuvo los dos meses en Malvinas sin sacarse los borceguíes. Sentía los pies hirviendo, helados, pinchazos, casi no podía caminar. “Cuando terminó la guerra nevaba, estaba todo blanco, una tristeza, un soldado por acá, otro por allá. Me daba lo mismo morir. Estaba amarillo, con diarrea, iba de cuerpo sangre.”
“Cuando los ingleses nos toman prisioneros nos meten en los galpones que habíamos ocupado no-sotros: estaban llenos de comida. Barras de queso, dulces, naranjas. Tenía tanta desesperación que agarré una barra de queso y casi me peleo con otro soldado por agarrar otra. Dormimos tres días arriba de comida que no nos habían repartido.”
Después de tres días ahí, los trasladaban en dos barcos: el Canberra y el Norland. “En el Canberra se fue el cabo mío. No te imaginás la liberación”, dice y remarca con un gesto como si un monstruo hubiese salido de su cuerpo.
En el Norland les toman los datos, les sacan todo lo que llevan y lo ponen sobre una mesa, excepto a él. Arrastrándose casi, Benítez se acerca para completar esa especie de requisa y un inglés sólo atina a regalarle un chocolate. Lo llevan a la enfermería y le sacan los cordones de los borceguíes. Vuelve con los heridos y se encuentra con Silvero, el soldado que le ayudaba a escribir las cartas para su mamá. Un inglés “como de dos metros me sube a cococho y así me baja del barco a la camilla. Recién en el Hospital Naval de Puerto Madryn me sacan los borceguíes. Una doctora me dice: ‘Mordé un lápiz, te los tengo que sacar’. Era todo un coágulo de sangre, olor a podrido, la carne se descocía. Después me baño, tenía todo como una costra. Me tocaba, era todo hueso, todo flaco”.
Campo de Mayo sería el próximo destino. Sus padres lo buscaban y nadie daba con él. A los otros soldados los iban a ver y a él no. Una enfermera le pregunta dónde vivía y dio la casualidad de que era vecina de su barrio en José C. Paz. Es esa mujer la que le avisa a su mamá.
Reencuentro
“Mi vieja ahí nomás se fue a verme. ‘¡¿Qué te hicieron, hijo?! Yo te voy a sacar adelante’, me decía. Yo no hablaba, balbuceaba, la lengua se me trababa de la debilidad que tenía.” El llanto otra vez les gana a las palabras.Benítez tenía pie de trinchera, principio de gangrena. Le dicen a su mamá que le tienen que amputar el pie. “Ella le pidió a la doctora que la dejara hacerme masajes. Me frotaba con un líquido con el que frotaban a los caballos. Mi vieja era del campo, nos curaba siempre con yuyos. Me masajeó hasta que empecé a mover los dedos. Me salvó mi vieja de que me cortaran el pie.”
Estuvo ocho meses internado en Campo de Mayo. Cuando salió fue al cuartel a buscar el documento de identidad y se encontró con el cabo que lo había torturado en la guerra. Le ordenó hacer salto de rana, Benítez se resistió, lo encerró en un cuartito y lo molió a palos: “Me pegó tanto que me quedó incrustado el Rosario que tenía colgado en el pecho. Me voy a mi casa, digo que me duele el pecho y mi mamá me empieza a hacer masajes. Me dice; ‘¿A vos te están pegando?’. Le pido que no le cuente a mi papá porque ella sabía que los militares son mandados a hacer para desaparecer gente”.
A la semana le devuelven la libreta y Benítez se recluye otros siete meses en su habitación. No quería salir. Tenía terror. Un teniente coronel va con su secretaria a visitarlo, le preguntan al padre si había contado algo de la guerra. “No, si no habla nada”, repite el hombre y el teniente coronel advierte entonces que la casa estaba sin terminar: “Escríbanle una carta a la señora Amalia de Fortabat que ella les va a dar los materiales”, les dice el oficial. Ajeno al perverso vínculo de negocios y terrorismo de Estado, Benítez se muestra agradecido porque los materiales llegaron.
Durante años, el miedo le impidió hablar. Encontró trabajo en el ferrocarril y se terminó jubilando de portero. Treinta años después espera que juzguen a esos militares que lo convirtieron en víctima. No hay reparación para tamaño dolor. Cabe pedirle perdón.
EL PAIS › LA HISTORIA DEL EX SOLDADO PABLO DE BENEDETTI
Frío y hambre en las islas
Cuando lo llevaron a Malvinas tenía 19 años y casi no había recibido instrucción militar. Sufrió “castigos” en pozos de agua helada y estuvo cerca de un año sin caminar. Nunca pudo recuperarse.Por Laura Vales
Página 12
La
línea de trincheras no estaba lejos del pueblo. Al llegar a las islas,
habían dividido a la compañía en secciones y grupos. A Pablo De
Benedetti lo llevaron junto a otros treinta conscriptos por el camino
que pasa detrás del hospital de Malvinas, y ahí los hicieron cavar. El
argot militar llama “pozos de zorro” a esas zanjas de 1,60 de
profundidad por dos metros de ancho, sobre las que se pone un techo
disimulado por tierra y pasto para que cuando pasen los aviones no los
descubran. En esos pozos iba a dormir durante casi toda la guerra.
Estaban a menos de un kilómetro de los containers llenos de comida, pero
esto no hacía gran diferencia con estar en cualquier otro lugar de las
islas, porque lo que les mandaban no alcanzaba nunca. No les daban de
comer bien, no comían todos los días. Y el resultado era el único
posible: tenían hambre.
Pablo había cumplido 19 años, y hasta el día que entró a Campo de Mayo para hacer el servicio militar, dos meses y medio antes de la guerra, había vivido en Olivos. Nunca le había faltado nada: los De Benedetti eran dueños de una farmacia, abierta por el abuelo y heredada por el padre, y gracias a ella la familia tenía una situación acomodada. Pasó la infancia en una casa de dos plantas, con cinco hermanos. Era el más chico de los varones, y el único al que le tocó hacer la conscripción.
Un día, ya en las islas, junto con un compañero, robó un pedazo de carne de un cordero que había visto matar y faenar a los oficiales. Se la comieron cruda. Esa fue la primera vez que el sargento, un tipo bajito y de bigotes de apellido Romero, le ordenó como castigo meterse en uno de los pozos de zorro que con la lluvia se había llenado de agua helada. Dos meses más tarde, por efecto de los sucesivos congelamientos, a Pablo lo sacarían de Malvinas sin poder caminar. Por el resto de su vida tendría que tomar, diariamente, medicación para las piernas.
Después todo pasó muy rápido: el miércoles anterior al Jueves Santo los mandaron a sus casas a las siete de la tarde y les dijeron que al otro día a las seis de la mañana tenían que presentarse de nuevo en el cuartel, que fueran a avisar a sus familias que se iban a la guerra. El se tomó un colectivo a su casa. Cuando sus padres lo vieron llegar, creyeron que le habían dado el fin de semana largo libre para pasar en familia las Pascuas. No podían entender cuando les dijo que iba a Malvinas.
El padre repetía que no podía ser, que él recién había entrado a hacer la conscripción. “No tenés instrucción militar, no sabés nada, ¿cómo vas a ir a la guerra?”, preguntaba. Llamó a un pariente lejano que se había retirado 30 años atrás. Finalmente, junto con la madre, llamaron a los hermanos para darles la noticia. Esa noche se quedaron todos despiertos, y a la mañana siguiente lo acompañaron a Campo de Mayo. Pablo los volvió a ver el sábado. El domingo ya no le permitieron visitas, pero a través de los alambrados del cuartel vio que estaban todos los padres tratando de saludarlos porque ya se iban.
Mucho después, se daría cuenta de que había tenido un primer pantallazo de lo que vendría cuando llegó a las islas. Desde el aeropuerto habían ido caminando al pueblo, para pasar la primera noche en unos galpones. En el camino, cuando atravesaron Puerto Stanley, ahora rebautizado Argentino, los hijos de los kelpers, nenes chiquitos, se asomaban por las ventanas o salían a los jardines de sus casas. Un militar les ordenó que les apuntaran con sus armas, para que se metieran dentro. Eran chicos de cuatro o cinco años, pero si alguno de ellos no apuntaba, el militar les apuntaba a ellos.
Después fue que los mandaron atrás del hospital de Malvinas. Había una calle de tierra, y más allá una bajada donde hicieron los pozos de zorro. Ahí dormían y durante el día los llevaban a hacer campos minados a la costa. Los pozos, con la lluvia, se iban llenado de agua.
En las islas, las noches son cerradas. Hay mucha tormenta, mucha lluvia. Una de esas noches oscuras, con una lluvia que no dejaba ver a medio metro, le tocó hacer guardia. Sabía que cerca había otro compañero, aunque no veía dónde estaba. Le gritó varias veces, pero no escuchó otra cosa que el ruido de unas ráfagas de viento tremendas. A la mañana siguiente apareció el sargento. “Los estuve buscando anoche y no los encontré”, recriminó. Como no los había encontrado, los acusó de haber hecho abandono de guardia. De nuevo al pozo.
No solamente tenían problemas de comida sino también de agua potable. A veces, cuando no tenían, tomaban agua de los charcos. Por los campamentos circulaba de boca en boca, entre los soldados, otro tipo de información. Se sabía que había oficiales y suboficiales que dormían en casas, porque habían ocupado las de los kelpers. Un capitán se instaló en una con un cocinero. A la casa entraban a dormir también un teniente primero y un suboficial mayor.
De sus superiores, el más violento era el sargento Romero. Una vez le puso un Fal en la cabeza y se lo gatilló en falso. Otros castigos eran los típicos del repertorio sádico militar, salto de rana carrera march al lado del campo minado, subir al monte y volverlo a bajar. Pero lo peor para él era el agua congelada de los pozos. El sargento lo dejaba 15 minutos, a veces media hora, con los pies metidos en el agua y después no le permitía secarse.
El verdugueo se contagiaba hacia abajo. Otro día, en un momento de descanso, Pablo vio a 100 metros un camioncito que estaba dando agua a los soldados. Fue a buscar para llenar la cantimplora. Cuando volvió, lo acusaron de abandonar la guardia. Esa vez el que lo metió en el pozo con agua no fue el sargento sino un cabo primero, Monjes.
En mayo ya lo metían en el pozo por cualquier cosa. No había razones puntuales: era por todo esto y además por mirar mal, o por contestar. Y hubo un momento en que a él ya le importó todo tres carajos. “Tiene un arma pero yo también tengo un arma, si agarra el arma yo agarro también la mía y lo mato”, pensaba de noche, mientras intentaba inútilmente dormir un rato.
Una tarde consiguió que lo llevaran con el capitán médico de su compañía, que le dio medicamentos y la indicación de que no podía volver a estar con la ropa mojada. Tenía que mantenerse al lado de una fogata, con calor. Cuando volvió a las posiciones, el sargento le sacó el blister con los medicamentos. “Yo sé cómo se cura esto”, le dijo. Y lo mandó de nuevo al pozo.
El 30 de mayo terminaron de minar los campos y los sacaron de donde estaban para llevarlos de nuevo a los galpones. Fue su primer golpe de suerte, porque cuando el médico de su nuevo destino lo vio, directamente lo mandó al hospital de Malvinas. En el hospital, para sacarle los borceguíes, los enfermeros tuvieron que cortar el cuero, porque la hinchazón de los pies y las piernas era tal que no había otra forma de sacárselos. Tenía las dos manos recubiertas por una cáscara sucia, como marrón, hecha de cascaritas minúsculas de piel necrosada. En esas condiciones lo embarcaron para tratarlo en el continente. Para impedir la gangrena, le tenían que lavar las piernas con Pervinox y cepillo tres veces por día. El dolor era tal que lo agarraban entre cuatro enfermeras mientras el pateaba y puteaba. No le podían poner una sábana encima para dormir porque no aguantaba el dolor.
Pero mejoró cuando llegó a Puerto Belgrano. En el hospital seguía habiendo un clima de guerra y, alegando cuestiones de secreto militar, no lo autorizaban a llamar a su familia. Pablo pidió una silla de ruedas, dijo que iba al baño, fue directamente al office de las enfermeras y agarró un teléfono. En su casa, lo atendió la madre. Esa misma noche sus padres viajaban a Puerto Belgrano. Todavía no era seguro que pudiera conservar las piernas y, sin embargo, cuando los vio entrar a la sala, Pablo sintió que ya se había salvado.
En el ’83 se metió con todo en el tema de los veteranos de guerra. Iba a dar charlas en los colegios, donde contaba algunas de estas cosas, hasta que en el ’86 lo amenazaron con que iban a matar a su hijo, el primero. Los habían seguido, y el tipo que hacía las amenazas le dijo por teléfono hasta el nombre de la plaza a donde lo llevaban a jugar. “Es muy feo llegar a tu casa y encontrar que tu hijo no está más”, era el tipo de mensajes que encontraba en el contestador cuando salía.
Gobernaba Raúl Alfonsín y, aunque buscó protección en varias reuniones con funcionarios, era evidente que el gobierno no podía hacer demasiado. El aparato de los servicios de Inteligencia de la dictadura estaba intacto. Por un tiempo, decidió cuidarse. Lo mismo le había pasado al volver, en el hospital de Puerto Belgrano, donde un militar visitaba a los convalecientes para preguntarles por su experiencia en las islas. Pablo hizo verbalmente la denuncia contra el sargento y el cabo, pero pronto se dio cuenta de que quedaría en la nada. Incluso quisieron volver a mandarlo a Campo de Mayo “a terminar” el servicio militar.
Volvería a denunciar lo que vivió en la guerra después del 2007, cuando un grupo de ex soldados presentó formalmente una demanda por torturas ante la Justicia Federal. Todo es ahora parte del expediente que está a consideración de la Corte Suprema, que debe decidir, pasados treinta años, si –como argumentan las defensas de los militares– son delitos prescriptos. O si, por el contrario, se trata de crímenes de una gravedad tal que la Justicia no puede ponerles fecha alguna de vencimiento.
Pablo había cumplido 19 años, y hasta el día que entró a Campo de Mayo para hacer el servicio militar, dos meses y medio antes de la guerra, había vivido en Olivos. Nunca le había faltado nada: los De Benedetti eran dueños de una farmacia, abierta por el abuelo y heredada por el padre, y gracias a ella la familia tenía una situación acomodada. Pasó la infancia en una casa de dos plantas, con cinco hermanos. Era el más chico de los varones, y el único al que le tocó hacer la conscripción.
Un día, ya en las islas, junto con un compañero, robó un pedazo de carne de un cordero que había visto matar y faenar a los oficiales. Se la comieron cruda. Esa fue la primera vez que el sargento, un tipo bajito y de bigotes de apellido Romero, le ordenó como castigo meterse en uno de los pozos de zorro que con la lluvia se había llenado de agua helada. Dos meses más tarde, por efecto de los sucesivos congelamientos, a Pablo lo sacarían de Malvinas sin poder caminar. Por el resto de su vida tendría que tomar, diariamente, medicación para las piernas.
Alambrado
La Escuela de Ingenieros de Campo de Mayo es el destacamento donde hizo su carrera militar Leopoldo Fortunato Galtieri. En febrero de 1982, en el lugar ya se preparaban para la guerra. Los militares les hablaban a los colimbas todo el tiempo de la posibilidad de ir a defender a la patria. Incluso antes de Malvinas les hacían la cabeza con Chile. Una vez concretado el desembarco en las islas, la intensidad de ese lavado de cerebro pasó al máximo. “Ustedes tienen que pensar que van a defender a sus padres, a sus hermanos, a sus amigos”, les decían. También que si ellos no iban, la guerra podía llegar a Buenos Aires y matar a sus familiares.Después todo pasó muy rápido: el miércoles anterior al Jueves Santo los mandaron a sus casas a las siete de la tarde y les dijeron que al otro día a las seis de la mañana tenían que presentarse de nuevo en el cuartel, que fueran a avisar a sus familias que se iban a la guerra. El se tomó un colectivo a su casa. Cuando sus padres lo vieron llegar, creyeron que le habían dado el fin de semana largo libre para pasar en familia las Pascuas. No podían entender cuando les dijo que iba a Malvinas.
El padre repetía que no podía ser, que él recién había entrado a hacer la conscripción. “No tenés instrucción militar, no sabés nada, ¿cómo vas a ir a la guerra?”, preguntaba. Llamó a un pariente lejano que se había retirado 30 años atrás. Finalmente, junto con la madre, llamaron a los hermanos para darles la noticia. Esa noche se quedaron todos despiertos, y a la mañana siguiente lo acompañaron a Campo de Mayo. Pablo los volvió a ver el sábado. El domingo ya no le permitieron visitas, pero a través de los alambrados del cuartel vio que estaban todos los padres tratando de saludarlos porque ya se iban.
En el pozo
A Malvinas los mandaron a hacer campos minados. Ninguno de los soldados de su grupo sabía nada de minas: sólo les habían dado, tres días antes de subirlos al avión, una clase informativa de 20 minutos. Tuvieron que aprender a hacer campos minados en el terreno.Mucho después, se daría cuenta de que había tenido un primer pantallazo de lo que vendría cuando llegó a las islas. Desde el aeropuerto habían ido caminando al pueblo, para pasar la primera noche en unos galpones. En el camino, cuando atravesaron Puerto Stanley, ahora rebautizado Argentino, los hijos de los kelpers, nenes chiquitos, se asomaban por las ventanas o salían a los jardines de sus casas. Un militar les ordenó que les apuntaran con sus armas, para que se metieran dentro. Eran chicos de cuatro o cinco años, pero si alguno de ellos no apuntaba, el militar les apuntaba a ellos.
Después fue que los mandaron atrás del hospital de Malvinas. Había una calle de tierra, y más allá una bajada donde hicieron los pozos de zorro. Ahí dormían y durante el día los llevaban a hacer campos minados a la costa. Los pozos, con la lluvia, se iban llenado de agua.
En las islas, las noches son cerradas. Hay mucha tormenta, mucha lluvia. Una de esas noches oscuras, con una lluvia que no dejaba ver a medio metro, le tocó hacer guardia. Sabía que cerca había otro compañero, aunque no veía dónde estaba. Le gritó varias veces, pero no escuchó otra cosa que el ruido de unas ráfagas de viento tremendas. A la mañana siguiente apareció el sargento. “Los estuve buscando anoche y no los encontré”, recriminó. Como no los había encontrado, los acusó de haber hecho abandono de guardia. De nuevo al pozo.
No solamente tenían problemas de comida sino también de agua potable. A veces, cuando no tenían, tomaban agua de los charcos. Por los campamentos circulaba de boca en boca, entre los soldados, otro tipo de información. Se sabía que había oficiales y suboficiales que dormían en casas, porque habían ocupado las de los kelpers. Un capitán se instaló en una con un cocinero. A la casa entraban a dormir también un teniente primero y un suboficial mayor.
De sus superiores, el más violento era el sargento Romero. Una vez le puso un Fal en la cabeza y se lo gatilló en falso. Otros castigos eran los típicos del repertorio sádico militar, salto de rana carrera march al lado del campo minado, subir al monte y volverlo a bajar. Pero lo peor para él era el agua congelada de los pozos. El sargento lo dejaba 15 minutos, a veces media hora, con los pies metidos en el agua y después no le permitía secarse.
El verdugueo se contagiaba hacia abajo. Otro día, en un momento de descanso, Pablo vio a 100 metros un camioncito que estaba dando agua a los soldados. Fue a buscar para llenar la cantimplora. Cuando volvió, lo acusaron de abandonar la guardia. Esa vez el que lo metió en el pozo con agua no fue el sargento sino un cabo primero, Monjes.
En mayo ya lo metían en el pozo por cualquier cosa. No había razones puntuales: era por todo esto y además por mirar mal, o por contestar. Y hubo un momento en que a él ya le importó todo tres carajos. “Tiene un arma pero yo también tengo un arma, si agarra el arma yo agarro también la mía y lo mato”, pensaba de noche, mientras intentaba inútilmente dormir un rato.
Salvado
Empezó a tener congelamientos en los pies y las manos. Lo primero que sucede con la exposición a temperaturas bajo cero de manera prolongada es que se hinchan las piernas y los pies. La piel se pone tirante y el hueso de los tobillos desaparece como recubierto por una capa de gomaespuma. La piel hinchada se le lastimaba. Le dolían los pies, le costaba caminar y al mismo tiempo era como si no tuviera sensibilidad. Dejaba de sentir los dedos.Una tarde consiguió que lo llevaran con el capitán médico de su compañía, que le dio medicamentos y la indicación de que no podía volver a estar con la ropa mojada. Tenía que mantenerse al lado de una fogata, con calor. Cuando volvió a las posiciones, el sargento le sacó el blister con los medicamentos. “Yo sé cómo se cura esto”, le dijo. Y lo mandó de nuevo al pozo.
El 30 de mayo terminaron de minar los campos y los sacaron de donde estaban para llevarlos de nuevo a los galpones. Fue su primer golpe de suerte, porque cuando el médico de su nuevo destino lo vio, directamente lo mandó al hospital de Malvinas. En el hospital, para sacarle los borceguíes, los enfermeros tuvieron que cortar el cuero, porque la hinchazón de los pies y las piernas era tal que no había otra forma de sacárselos. Tenía las dos manos recubiertas por una cáscara sucia, como marrón, hecha de cascaritas minúsculas de piel necrosada. En esas condiciones lo embarcaron para tratarlo en el continente. Para impedir la gangrena, le tenían que lavar las piernas con Pervinox y cepillo tres veces por día. El dolor era tal que lo agarraban entre cuatro enfermeras mientras el pateaba y puteaba. No le podían poner una sábana encima para dormir porque no aguantaba el dolor.
Pero mejoró cuando llegó a Puerto Belgrano. En el hospital seguía habiendo un clima de guerra y, alegando cuestiones de secreto militar, no lo autorizaban a llamar a su familia. Pablo pidió una silla de ruedas, dijo que iba al baño, fue directamente al office de las enfermeras y agarró un teléfono. En su casa, lo atendió la madre. Esa misma noche sus padres viajaban a Puerto Belgrano. Todavía no era seguro que pudiera conservar las piernas y, sin embargo, cuando los vio entrar a la sala, Pablo sintió que ya se había salvado.
Décadas después
Volver a caminar normalmente le llevó cerca de un año, aunque nunca llegó a recuperarse del todo. Los cuatro años siguientes a su regreso de Malvinas los pasó con problemas de presión alta. Sufría de dolores de cabeza muy fuertes; todo era emocional. El tratamiento psicológico no se lo dieron ni las Fuerzas Armadas ni el Estado, lo pagó él por su cuenta. Con eso fue mejorando y, de a poco, dejó de tener los episodios de presión.En el ’83 se metió con todo en el tema de los veteranos de guerra. Iba a dar charlas en los colegios, donde contaba algunas de estas cosas, hasta que en el ’86 lo amenazaron con que iban a matar a su hijo, el primero. Los habían seguido, y el tipo que hacía las amenazas le dijo por teléfono hasta el nombre de la plaza a donde lo llevaban a jugar. “Es muy feo llegar a tu casa y encontrar que tu hijo no está más”, era el tipo de mensajes que encontraba en el contestador cuando salía.
Gobernaba Raúl Alfonsín y, aunque buscó protección en varias reuniones con funcionarios, era evidente que el gobierno no podía hacer demasiado. El aparato de los servicios de Inteligencia de la dictadura estaba intacto. Por un tiempo, decidió cuidarse. Lo mismo le había pasado al volver, en el hospital de Puerto Belgrano, donde un militar visitaba a los convalecientes para preguntarles por su experiencia en las islas. Pablo hizo verbalmente la denuncia contra el sargento y el cabo, pero pronto se dio cuenta de que quedaría en la nada. Incluso quisieron volver a mandarlo a Campo de Mayo “a terminar” el servicio militar.
Volvería a denunciar lo que vivió en la guerra después del 2007, cuando un grupo de ex soldados presentó formalmente una demanda por torturas ante la Justicia Federal. Todo es ahora parte del expediente que está a consideración de la Corte Suprema, que debe decidir, pasados treinta años, si –como argumentan las defensas de los militares– son delitos prescriptos. O si, por el contrario, se trata de crímenes de una gravedad tal que la Justicia no puede ponerles fecha alguna de vencimiento.
EL PAIS › OPINION
Héroes estaqueados
Por Mario Wainfeld
Página 12
“Una mañana, el capitán Gustavo Hantín,
que se soñó joven, seductor y dueño de una
fortuna inagotable, despertó en calma, tolerante
y bondadoso con el mundo y sus inexplicables
azares. Dispuso, afeitado y limpio, que
cesara el estaqueamiento de Ramón Vera.
Dispuso que Ramón Vera descansara. Dispuso
que, desde esa mañana, Ramón Vera le
lustrara las botas.
Los soldados que envejecían, indiferentes a
los azares inexplicables del mundo, escucharon
al capitán Gustavo Hantín ordenar, sereno,
sobrio, afeitado, limpio, que Ramón Vera le
lustrase las botas un día y otro también,
tarde y noche...”
Andrés Rivera, “Estaqueados”.
Las torturas cometidas por militares argentinos durante la dictadura, en suelo argentino, son consideradas crímenes de lesa humanidad, por lo tanto imprescriptibles.
Las torturas cometidas por militares argentinos durante la guerra de Malvinas en las islas no son consideradas crímenes de lesa humanidad por los tribunales. Así lo decidió un fallo de la Cámara de Casación, la más alta instancia que se ha expedido hasta ahora. La Corte Suprema podría analizar esa sentencia y eventualmente revocarla, si hiciera lugar a un recurso interpuesto por las víctimas.
Suena paradójico, posiblemente porque lo es. Muchas paradojas genera y atesora Malvinas. Por añadir otra: las denuncias y relatos de torturas provienen de conscriptos argentinos, tal parece que a los británicos (como prescriben las leyes de la guerra y principios humanitarios) los trataron mejor.
- - -
Todos lo que combatieron fueron héroes, propone una lectura sin matices, sin memoria, falaz. El primer héroe de la historia oficial, cronológicamente, fue el capitán de Fragata Pedro Edgardo Giachino. Giachino participó en el operativo comando del desembarco y fue herido de muerte. No hubo bajas inglesas.
En ese momento, se creía que no habría represalias bélicas. El militar caído en una gesta patriótica fue ensalzado por la narrativa militar, su imagen se dejó ver en la tele. Se lo condecoró post mortem. Sus restos fueron traídos a la Argentina. Fue un despliegue costoso, posible porque se pensaba que sería inusual: los que murieron después quedaron enterrados en las islas, muchos en tumbas sin nombre.
En tiempos posteriores, a medida que se descorrieron los velos de la impunidad y del silencio, se denunció, con pruebas y testimonios contundentes, que Giachino había sido un represor, de los grupos de tareas de la ESMA. A esa altura muchas escuelas llevaban su nombre. Legalmente no pueden avanzar causas penales contra personas fallecidas. Giachino es, pues, técnicamente inocente. Cada quien dirá, según su imaginario, si merece el rango de héroe.
El caso no es excepcional, como lo demuestran los reportajes que se publican en esta misma edición. Muchos protagonistas de Malvinas lo fueron también del terrorismo de Estado. Algunos, como Alfredo Astiz, se condujeron con cobardía en la guerra internacional. Otros, añadiendo complejidad a la complejidad, fueron valientes. En ese conjunto, algunos torturaron en Malvinas como lo habían hecho en el continente.
No parece que sea justo llamarlos “héroes” o englobarlos con quienes padecieron mucho o dejaron todo.
- - -
Muy contados dirigentes políticos se diferenciaron de la dictadura tras el desembarco. El ex presidente Raúl Alfonsín fue el más descollante por su trayectoria ulterior y por la claridad de sus argumentos. Sería impropio decir que esa postura le valió su merecida victoria electoral en 1983. En ese entonces, Malvinas estaba fuera de la agenda: de eso no se hablaba. Pero sí pesó mucho su posición frontal contra la dictadura, la propuesta de un relato y una Argentina diferentes.
Pero, como de paradojas hablamos, Alfonsín mentó (en una jornada infausta por demás) a los “héroes de Malvinas”. Lo hizo para mitigar el impacto de la negociación con los carapintadas, que estaba anunciando. Era un elogio a los golpistas, incluidos varios represores.
El mandatario suponía que la multitud que le pedía firmeza, al mismo tiempo valoraba “la gesta” y a sus protagonistas. Y posiblemente, en eso, el menos malvinero de los líderes argentinos intuía bien. No le bastó para conformar a la sociedad. Mirado en perspectiva, a ese tramo le faltó complejidad aunque, por ahí, no distaba mucho del sentido común dominante.
- - -
No faltará, ni falta, quien diga que estaqueados hubo siempre. El insuperable cuento de Andrés Rivera que se cita en el epígrafe da cuenta de eso y enlaza el siglo XIX con el XX. No se resigna a la continuidad, más vale. De eso se trata, de eso se debe hablar.
En el siglo XXI la perversa tradición no puede servir como argumento exculpatorio, para unificar a víctimas y verdugos.
Todo lo que pasó en Malvinas fuerza, con tres décadas de perspectiva, a desmenuzar, a desentrañar, a asumir la complejidad de lo real. Es indebido, ahistórico y hasta perverso simplificar, englobar, nombrar con las mismas palabras a quienes obraron muy distinto en Malvinas y durante la dictadura.
mwainfeld@pagina12.com.ar
Página 12
que se soñó joven, seductor y dueño de una
fortuna inagotable, despertó en calma, tolerante
y bondadoso con el mundo y sus inexplicables
azares. Dispuso, afeitado y limpio, que
cesara el estaqueamiento de Ramón Vera.
Dispuso que Ramón Vera descansara. Dispuso
que, desde esa mañana, Ramón Vera le
lustrara las botas.
Los soldados que envejecían, indiferentes a
los azares inexplicables del mundo, escucharon
al capitán Gustavo Hantín ordenar, sereno,
sobrio, afeitado, limpio, que Ramón Vera le
lustrase las botas un día y otro también,
tarde y noche...”
Andrés Rivera, “Estaqueados”.
Las torturas cometidas por militares argentinos durante la dictadura, en suelo argentino, son consideradas crímenes de lesa humanidad, por lo tanto imprescriptibles.
Las torturas cometidas por militares argentinos durante la guerra de Malvinas en las islas no son consideradas crímenes de lesa humanidad por los tribunales. Así lo decidió un fallo de la Cámara de Casación, la más alta instancia que se ha expedido hasta ahora. La Corte Suprema podría analizar esa sentencia y eventualmente revocarla, si hiciera lugar a un recurso interpuesto por las víctimas.
Suena paradójico, posiblemente porque lo es. Muchas paradojas genera y atesora Malvinas. Por añadir otra: las denuncias y relatos de torturas provienen de conscriptos argentinos, tal parece que a los británicos (como prescriben las leyes de la guerra y principios humanitarios) los trataron mejor.
- - -
Todos lo que combatieron fueron héroes, propone una lectura sin matices, sin memoria, falaz. El primer héroe de la historia oficial, cronológicamente, fue el capitán de Fragata Pedro Edgardo Giachino. Giachino participó en el operativo comando del desembarco y fue herido de muerte. No hubo bajas inglesas.
En ese momento, se creía que no habría represalias bélicas. El militar caído en una gesta patriótica fue ensalzado por la narrativa militar, su imagen se dejó ver en la tele. Se lo condecoró post mortem. Sus restos fueron traídos a la Argentina. Fue un despliegue costoso, posible porque se pensaba que sería inusual: los que murieron después quedaron enterrados en las islas, muchos en tumbas sin nombre.
En tiempos posteriores, a medida que se descorrieron los velos de la impunidad y del silencio, se denunció, con pruebas y testimonios contundentes, que Giachino había sido un represor, de los grupos de tareas de la ESMA. A esa altura muchas escuelas llevaban su nombre. Legalmente no pueden avanzar causas penales contra personas fallecidas. Giachino es, pues, técnicamente inocente. Cada quien dirá, según su imaginario, si merece el rango de héroe.
El caso no es excepcional, como lo demuestran los reportajes que se publican en esta misma edición. Muchos protagonistas de Malvinas lo fueron también del terrorismo de Estado. Algunos, como Alfredo Astiz, se condujeron con cobardía en la guerra internacional. Otros, añadiendo complejidad a la complejidad, fueron valientes. En ese conjunto, algunos torturaron en Malvinas como lo habían hecho en el continente.
No parece que sea justo llamarlos “héroes” o englobarlos con quienes padecieron mucho o dejaron todo.
- - -
Muy contados dirigentes políticos se diferenciaron de la dictadura tras el desembarco. El ex presidente Raúl Alfonsín fue el más descollante por su trayectoria ulterior y por la claridad de sus argumentos. Sería impropio decir que esa postura le valió su merecida victoria electoral en 1983. En ese entonces, Malvinas estaba fuera de la agenda: de eso no se hablaba. Pero sí pesó mucho su posición frontal contra la dictadura, la propuesta de un relato y una Argentina diferentes.
Pero, como de paradojas hablamos, Alfonsín mentó (en una jornada infausta por demás) a los “héroes de Malvinas”. Lo hizo para mitigar el impacto de la negociación con los carapintadas, que estaba anunciando. Era un elogio a los golpistas, incluidos varios represores.
El mandatario suponía que la multitud que le pedía firmeza, al mismo tiempo valoraba “la gesta” y a sus protagonistas. Y posiblemente, en eso, el menos malvinero de los líderes argentinos intuía bien. No le bastó para conformar a la sociedad. Mirado en perspectiva, a ese tramo le faltó complejidad aunque, por ahí, no distaba mucho del sentido común dominante.
- - -
No faltará, ni falta, quien diga que estaqueados hubo siempre. El insuperable cuento de Andrés Rivera que se cita en el epígrafe da cuenta de eso y enlaza el siglo XIX con el XX. No se resigna a la continuidad, más vale. De eso se trata, de eso se debe hablar.
En el siglo XXI la perversa tradición no puede servir como argumento exculpatorio, para unificar a víctimas y verdugos.
Todo lo que pasó en Malvinas fuerza, con tres décadas de perspectiva, a desmenuzar, a desentrañar, a asumir la complejidad de lo real. Es indebido, ahistórico y hasta perverso simplificar, englobar, nombrar con las mismas palabras a quienes obraron muy distinto en Malvinas y durante la dictadura.
mwainfeld@pagina12.com.ar
EL PAIS › OPINION
Malvinas: prejuicios y deudas
Por Federico Lorenz *Página 12
Poco
después de la derrota, un teniente primero escribió, en un formulario
que luego sería parte de la masa documental para el Informe Rattenbach,
que “en nuestro ejército existió un desconcepto sobre cómo debe vivir el
soldado, generalmente se piensa que el que más sufre la fatiga y la
incomodidad es el más apto o más preparado para combatir y en conclusión
no es así. El hombre es una joya que ponen en nuestras manos y que
debemos mantener en las mejores condiciones hasta que llegue el momento
de combatir”. La traducción de la percepción del joven oficial a un
relato histórico sobre la guerra que incluya posibles abusos y
violaciones a los derechos humanos es parte de la tarea pendiente en
relación con la guerra de Malvinas. Hacerla llevará a identificar
responsables y culpables de improvisaciones y delitos que fueron tan
conducentes a la derrota como los británicos.
Si esto ha recuperado visibilidad se debe, entre otras cosas, al impulso dado a la memoria, la verdad y la justicia desde el 2003. Pero esto no debe bloquear la reflexión acerca del abandono al que los sectores críticos de la dictadura militar sometieron a los soldados de Malvinas, conscriptos casi ocho de cada diez, durante treinta años.
La denuncia de los vejámenes está en el ADN de las primeras agrupaciones de ex combatientes, junto con la reivindicación de la defensa de la soberanía nacional en una guerra. Esa combinación de elementos, perturbadores en el marco de la transición a la democracia, bloqueó la solidaridad de actores sociales (organismos de derechos humanos, intelectuales) que compartían, sin embargo, buena parte de su repertorio ideológico y también la denuncia de las conductas criminales de la dictadura. Militantes de izquierda y de derechos humanos, o genéricamente, buena parte del progresismo, resolvieron su perplejidad elaborando un modelo de ex soldado que les permitía explicar de forma satisfactoria esa incómoda presencia. La memoria de la guerra alejó a los jóvenes ex soldados de los afectados directos por el terrorismo de Estado: vestidos de verde, reivindicando su experiencia (aunque denunciando a sus jefes), ¿hasta qué punto no fueron vistos como títeres de los militares?
Esta pregunta debe ser respondida tanto en relación con 1982 como con el presente. Persisten fuertes elementos paternalistas, que tienen que ver con imaginarlos “meloneados” por sus jefes (una forma aparentemente más benigna que el estigma de “locos de la guerra”). Paternalismo que reforzó, inconscientemente, la caracterización autoritaria de los jóvenes de los ’70: ingenuos, manipulados por sus jefes guerrilleros que los enviaron a morir. Alimentada por estereotipos que ignoran el fuerte peso simbólico que la guerra y las ideas de patria y pertenencia tienen para millares de jóvenes de aquellos años, que vivían alejados de los grandes centros urbanos donde la matriz para imaginar a los jóvenes era la de la clase media. Peligrosamente, el clasismo que alimentó el maltrato de muchos oficiales (“la gente del campo es más dócil y se la banca más”) tuvo su eco en otras tipificaciones, que explicaron la adhesión a la experiencia bélica mediante la inexperiencia, la ingenuidad y la falta de educación.
Estos prejuicios, clasistas y racistas, sólo podrán ser desmontados cuando haya investigaciones que nos permitan elaborar una historia social de la guerra de Malvinas. Las agrupaciones de ex combatientes del NEA, por ejemplo, destacan la elevada proporción de soldados de los pueblos originarios. ¿Podemos homologar sus experiencias con las de conscriptos de regimientos urbanos?
Los 30 años de Malvinas exigen un profundo ejercicio de introspección por parte de los sectores comprometidos con la democracia y los derechos humanos, una asunción de responsabilidades que les permita desandar la injusta brecha que una amplia mayoría construyó entre los jóvenes ex soldados y ellos. Sólo entonces la traducción de las reflexiones del teniente será completa y en clave democrática y de justicia. Mientras tanto, los ex soldados se han apropiado del repertorio y la lucha por los derechos humanos y los enarbolan para reivindicar su dignidad como seres humanos y, también, defensores de la soberanía nacional.
* Historiador.
Si esto ha recuperado visibilidad se debe, entre otras cosas, al impulso dado a la memoria, la verdad y la justicia desde el 2003. Pero esto no debe bloquear la reflexión acerca del abandono al que los sectores críticos de la dictadura militar sometieron a los soldados de Malvinas, conscriptos casi ocho de cada diez, durante treinta años.
La denuncia de los vejámenes está en el ADN de las primeras agrupaciones de ex combatientes, junto con la reivindicación de la defensa de la soberanía nacional en una guerra. Esa combinación de elementos, perturbadores en el marco de la transición a la democracia, bloqueó la solidaridad de actores sociales (organismos de derechos humanos, intelectuales) que compartían, sin embargo, buena parte de su repertorio ideológico y también la denuncia de las conductas criminales de la dictadura. Militantes de izquierda y de derechos humanos, o genéricamente, buena parte del progresismo, resolvieron su perplejidad elaborando un modelo de ex soldado que les permitía explicar de forma satisfactoria esa incómoda presencia. La memoria de la guerra alejó a los jóvenes ex soldados de los afectados directos por el terrorismo de Estado: vestidos de verde, reivindicando su experiencia (aunque denunciando a sus jefes), ¿hasta qué punto no fueron vistos como títeres de los militares?
Esta pregunta debe ser respondida tanto en relación con 1982 como con el presente. Persisten fuertes elementos paternalistas, que tienen que ver con imaginarlos “meloneados” por sus jefes (una forma aparentemente más benigna que el estigma de “locos de la guerra”). Paternalismo que reforzó, inconscientemente, la caracterización autoritaria de los jóvenes de los ’70: ingenuos, manipulados por sus jefes guerrilleros que los enviaron a morir. Alimentada por estereotipos que ignoran el fuerte peso simbólico que la guerra y las ideas de patria y pertenencia tienen para millares de jóvenes de aquellos años, que vivían alejados de los grandes centros urbanos donde la matriz para imaginar a los jóvenes era la de la clase media. Peligrosamente, el clasismo que alimentó el maltrato de muchos oficiales (“la gente del campo es más dócil y se la banca más”) tuvo su eco en otras tipificaciones, que explicaron la adhesión a la experiencia bélica mediante la inexperiencia, la ingenuidad y la falta de educación.
Estos prejuicios, clasistas y racistas, sólo podrán ser desmontados cuando haya investigaciones que nos permitan elaborar una historia social de la guerra de Malvinas. Las agrupaciones de ex combatientes del NEA, por ejemplo, destacan la elevada proporción de soldados de los pueblos originarios. ¿Podemos homologar sus experiencias con las de conscriptos de regimientos urbanos?
Los 30 años de Malvinas exigen un profundo ejercicio de introspección por parte de los sectores comprometidos con la democracia y los derechos humanos, una asunción de responsabilidades que les permita desandar la injusta brecha que una amplia mayoría construyó entre los jóvenes ex soldados y ellos. Sólo entonces la traducción de las reflexiones del teniente será completa y en clave democrática y de justicia. Mientras tanto, los ex soldados se han apropiado del repertorio y la lucha por los derechos humanos y los enarbolan para reivindicar su dignidad como seres humanos y, también, defensores de la soberanía nacional.
* Historiador.
EL PAIS › CFK ENCABEZARA HOY EL ACTO CENTRAL PARA CONMEMORAR A LOS CAIDOS Y LOS VETERANOS DE LA GUERRA
El homenaje y el reclamo de diálogo
En Ushuaia, la Presidenta hablará al mediodía ante gobernadores, ministros, funcionarios y legisladores. Ex combatientes de todo el país iniciaron ayer una vigilia en esa ciudad. También habrá actos en diversas provincias.
En la plaza Islas Malvinas, CFK inaugurará un cenotafio con los nombres de los 649 soldados muertos.
A las 12 de hoy está previsto que comience el acto que encabezará la
presidenta Cristina Fernández de Kirchner, en Ushuaia, en conmemoración
del 30º aniversario de la guerra de
Malvinas. “Va a ser un homenaje a los soldados caídos en las islas y una
profundización del reclamo de diálogo hacia los ingleses”, señaló a
Página/12 un funcionario integrante de la comitiva que acompañará a la
Presidenta en Tierra del Fuego. Ex combatientes de todo el país
iniciaron ayer una vigilia en la plaza donde se realizará el acto
oficial en honor de los 649 muertos que dejó el enfrentamiento bélico
con Gran Bretaña, en abril de 1982.
“La gesta de los soldados y la hermandad y solidaridad latinoamericana durante la guerra y en el presente por el apoyo al reclamo de soberanía van a ser pilares en el acto”, confió a este diario una fuente de la Casa Rosada. En la costanera de la ciudad de U-shuaia ya está todo listo para el acto recordatorio de la guerra por la soberanía de las islas Malvinas. En el Día del Veterano de Guerra, Fernández de Kirchner se trasladará desde El Calafate –donde pasó el fin de semana con su familia– para ser la oradora principal en el acto que compartirá con la gobernadora de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos, provincia que comprende a las islas y el territorio nacional de la Antártida. Una importante comitiva acompañará a CFK con la intención de jerarquizar el acto: estarán el canciller Héctor Timerman y el ministro del Interior, Florencio Randazzo; el gobernador socialista de Santa Fe, Antonio Bonfatti; embajadores, diputados y senadores, entre otros.
La plaza Islas Malvinas en la capital de Tierra del Fuego fue remodelada para la ocasión. La Presidenta dejará inaugurado un cenotafio con los nombres de los 649 soldados muertos en el desarrollo del conflicto. Esculpido en granito negro y acompañado por una escultura con el contorno de las islas, tendrá una llama eterna delante, en homenaje a los caídos. Además, un monolito recordará en particular a los 325 muertos del crucero General Belgrano, hundido por los ingleses un día después de haber zarpado del puerto que se encuentra a cien metros de la plaza, donde hacían base las naves argentinas.
Ayer comenzó la tradicional vigilia en las ciudades de U-shuaia y Río Grande, con la presencia de los ex combatientes de todo el país. Desde las 17, en carpas instaladas en las plazas, se proyectaron documentales y los visitantes pudieron observar muestras con armas utilizadas durante la guerra, así como fotos del conflicto. Anoche, a las 23.59, se esperaba en Ushuaia el reemplazo de la bandera de 16 metros de alto por 32 de ancho –que da inicio a la vigilia del 2 de Abril– que se cambia todos los años porque la acción del viento patagónico la deja hecha jirones. Ya durante el acto, la Presidenta izará la bandera y dará comienzo al homenaje a los caídos treinta años atrás.
El conflicto diplomático por Malvinas se intensificó en los últimos tiempos a partir de un documento firmado por los países de Latinoamérica –además de Paraguay, Uruguay y Brasil, integrantes del Mercosur–, en el que se comprometían a no recibir en sus puertos a barcos con “la bandera ilegal de las islas Malvinas”. Luego, el primer ministro inglés, David Cameron, fue subiendo el tono, subrayando la incondicionalidad con los isleños de parte del gobierno británico. El apoyo de los países sudamericanos al reclamo argentino tuvo su corolario la semana pasada, cuando un buque de la marina inglesa iba a atracar en puerto peruano, pero por directivas del presidente Ollanta Humala no se le permitió el arribo.
Hubo homenajes oficiales en Santa Cruz, Chubut, Río Negro, Mendoza, La Pampa, Corrientes, Santiago del Estero, Córdoba, Salta, Jujuy, San Luis, entre otras provincias. En Capital, autoridades militares realizaron un acto en la Plaza San Martín, en Retiro. Más tarde, agrupaciones de izquierda marcharán desde Santa Fe y Pueyrredón hasta la Embajada del Reino Unido para reclamar “la soberanía irrestricta” de la Argentina sobre las islas Malvinas.
“La gesta de los soldados y la hermandad y solidaridad latinoamericana durante la guerra y en el presente por el apoyo al reclamo de soberanía van a ser pilares en el acto”, confió a este diario una fuente de la Casa Rosada. En la costanera de la ciudad de U-shuaia ya está todo listo para el acto recordatorio de la guerra por la soberanía de las islas Malvinas. En el Día del Veterano de Guerra, Fernández de Kirchner se trasladará desde El Calafate –donde pasó el fin de semana con su familia– para ser la oradora principal en el acto que compartirá con la gobernadora de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos, provincia que comprende a las islas y el territorio nacional de la Antártida. Una importante comitiva acompañará a CFK con la intención de jerarquizar el acto: estarán el canciller Héctor Timerman y el ministro del Interior, Florencio Randazzo; el gobernador socialista de Santa Fe, Antonio Bonfatti; embajadores, diputados y senadores, entre otros.
La plaza Islas Malvinas en la capital de Tierra del Fuego fue remodelada para la ocasión. La Presidenta dejará inaugurado un cenotafio con los nombres de los 649 soldados muertos en el desarrollo del conflicto. Esculpido en granito negro y acompañado por una escultura con el contorno de las islas, tendrá una llama eterna delante, en homenaje a los caídos. Además, un monolito recordará en particular a los 325 muertos del crucero General Belgrano, hundido por los ingleses un día después de haber zarpado del puerto que se encuentra a cien metros de la plaza, donde hacían base las naves argentinas.
Ayer comenzó la tradicional vigilia en las ciudades de U-shuaia y Río Grande, con la presencia de los ex combatientes de todo el país. Desde las 17, en carpas instaladas en las plazas, se proyectaron documentales y los visitantes pudieron observar muestras con armas utilizadas durante la guerra, así como fotos del conflicto. Anoche, a las 23.59, se esperaba en Ushuaia el reemplazo de la bandera de 16 metros de alto por 32 de ancho –que da inicio a la vigilia del 2 de Abril– que se cambia todos los años porque la acción del viento patagónico la deja hecha jirones. Ya durante el acto, la Presidenta izará la bandera y dará comienzo al homenaje a los caídos treinta años atrás.
El conflicto diplomático por Malvinas se intensificó en los últimos tiempos a partir de un documento firmado por los países de Latinoamérica –además de Paraguay, Uruguay y Brasil, integrantes del Mercosur–, en el que se comprometían a no recibir en sus puertos a barcos con “la bandera ilegal de las islas Malvinas”. Luego, el primer ministro inglés, David Cameron, fue subiendo el tono, subrayando la incondicionalidad con los isleños de parte del gobierno británico. El apoyo de los países sudamericanos al reclamo argentino tuvo su corolario la semana pasada, cuando un buque de la marina inglesa iba a atracar en puerto peruano, pero por directivas del presidente Ollanta Humala no se le permitió el arribo.
10:16 › A 30 AñOS DE LA GUERRA DE MALVINAS
El recuerdo a los caídos, en todo el país
Además del acto central en Tierra del Fuego en conmemoración del trigésimo aniversario de la Guerra de las Islas Malvinas, los gobiernos provinciales junto con los centros de excombatientes conmemoran a los caídos y veteranos del conflicto bélico de 1982. En Ciudad de Buenos Aires, autoridades militares realizaron un acto en la Plaza San Martín.Hubo homenajes oficiales en Santa Cruz, Chubut, Río Negro, Mendoza, La Pampa, Corrientes, Santiago del Estero, Córdoba, Salta, Jujuy, San Luis, entre otras provincias. En Capital, autoridades militares realizaron un acto en la Plaza San Martín, en Retiro. Más tarde, agrupaciones de izquierda marcharán desde Santa Fe y Pueyrredón hasta la Embajada del Reino Unido para reclamar “la soberanía irrestricta” de la Argentina sobre las islas Malvinas.
Santa Cruz.
Unas 200 personas entre veteranos, autoridades y público cantaron a la
medianoche el himno nacional frente al monumento a los Héroes de
Malvinas en Río Gallegos. Al mediodía, el gobernador santacruceño Daniel
Peralta y el intendente de Río Gallegos, Raúl Cantín, encabezaron el
acto central e inauguraron salas en el Museo Provincial de Guerra
Malvinas Argentinas.
Chubut. Tras compartir con los veteranos de guerra la vigilia realizada en Trelew, el mandatario provincial Martín Buzzi participó de un acto en la localidad de Sarmiento, donde se homenajeó a los caídos y excombatientes de Malvinas.
Río Negro.Durante el acto oficial por el Día Nacional de los Veteranos y Caídos en Malvinas, el gobernador rionegrino, Alberto Weretilneck, dijo que "para la recuperación de las islas el único camino es el de diplomacia y paz". El mandatario estuvo acompañado por agrupaciones de veteranos y delegaciones de centros similares de toda la provincia, a quienes se les entregarán diplomas de reconocimiento,
Santa Fe. Por la mañana se realizó un acto homenaje en la Plaza del Soldado Argentino, y como cierre, la Banda Sinfónica local interpretó un repertorio en memoria de los caídos durante la Guerra de 1982. Además, el Centro de Excombatientes y el Ministerio de Innovación y Cultura local organizó un recital de música popular frente a la sede de la entidad, con la participación de Orlando Vera Cruz y el veterano de Malvinas, Sergio Buscemi.
Salta.Al participar del desfile cívico militar en recuerdo de los caídos en Malvinas, el gobernador, Juan Manuel Urtubey, afirmó que los argentinos vamos a recuperar las Islas Malvinas "desde el amor, el diálogo y en memoria de los que ya no están".
La Pampa. Tras la vigilia con bailes folclóricos el gobernador, Oscar Mario Jorge, encabezó esta mañana el acto que recuerda los 30 años de la guerra de Malvinas. El mandatario estuvo acompañado por integrantes del Centro de Veteranos de Guerra y el ministro de Gobierno, César Rodríguez quienes respaldaron la política que lleva adelante el gobierno nacional por la recuperación de Malvinas.
Santiago del Estero. En la plaza Sarmiento de la capital provincial, el Centro de Excombatientes de Malvinas realizó el acto principal. Además, se inauguró una muestra fotográfica en el Centro Cultural del Bicentenario.
Córdoba.El La vicegobernadora, Alicia Pregno, presidió el acto central en la ciudad de Oncativo, a 78 kilómetros al sur de la capital provincial, respondiendo al pedido formulado por la Región Centro de ExCombatientes de Malvinas y del intendente de Oncativo, Osvaldo Vottero.
Misiones.El gobernador Maurice Closs encabezó el acto central en la localidad de El Dorado, cuyo intendente es el veterano de Malvinas Norberto Aguirre.
San Luis. En homenaje a los caídos en la guerra de Malvinas, la Municipalidad capitalina y los centros de excombatientes realizan en la ciudad de San Luis la ceremonia central en la plazoleta "Los Halcones del Cielo", donde será izada una bandera Argentina con las Islas Malvinas que permanecerá allí hasta el próximo año.
Chubut. Tras compartir con los veteranos de guerra la vigilia realizada en Trelew, el mandatario provincial Martín Buzzi participó de un acto en la localidad de Sarmiento, donde se homenajeó a los caídos y excombatientes de Malvinas.
Río Negro.Durante el acto oficial por el Día Nacional de los Veteranos y Caídos en Malvinas, el gobernador rionegrino, Alberto Weretilneck, dijo que "para la recuperación de las islas el único camino es el de diplomacia y paz". El mandatario estuvo acompañado por agrupaciones de veteranos y delegaciones de centros similares de toda la provincia, a quienes se les entregarán diplomas de reconocimiento,
Santa Fe. Por la mañana se realizó un acto homenaje en la Plaza del Soldado Argentino, y como cierre, la Banda Sinfónica local interpretó un repertorio en memoria de los caídos durante la Guerra de 1982. Además, el Centro de Excombatientes y el Ministerio de Innovación y Cultura local organizó un recital de música popular frente a la sede de la entidad, con la participación de Orlando Vera Cruz y el veterano de Malvinas, Sergio Buscemi.
Salta.Al participar del desfile cívico militar en recuerdo de los caídos en Malvinas, el gobernador, Juan Manuel Urtubey, afirmó que los argentinos vamos a recuperar las Islas Malvinas "desde el amor, el diálogo y en memoria de los que ya no están".
La Pampa. Tras la vigilia con bailes folclóricos el gobernador, Oscar Mario Jorge, encabezó esta mañana el acto que recuerda los 30 años de la guerra de Malvinas. El mandatario estuvo acompañado por integrantes del Centro de Veteranos de Guerra y el ministro de Gobierno, César Rodríguez quienes respaldaron la política que lleva adelante el gobierno nacional por la recuperación de Malvinas.
Santiago del Estero. En la plaza Sarmiento de la capital provincial, el Centro de Excombatientes de Malvinas realizó el acto principal. Además, se inauguró una muestra fotográfica en el Centro Cultural del Bicentenario.
Córdoba.El La vicegobernadora, Alicia Pregno, presidió el acto central en la ciudad de Oncativo, a 78 kilómetros al sur de la capital provincial, respondiendo al pedido formulado por la Región Centro de ExCombatientes de Malvinas y del intendente de Oncativo, Osvaldo Vottero.
Misiones.El gobernador Maurice Closs encabezó el acto central en la localidad de El Dorado, cuyo intendente es el veterano de Malvinas Norberto Aguirre.
San Luis. En homenaje a los caídos en la guerra de Malvinas, la Municipalidad capitalina y los centros de excombatientes realizan en la ciudad de San Luis la ceremonia central en la plazoleta "Los Halcones del Cielo", donde será izada una bandera Argentina con las Islas Malvinas que permanecerá allí hasta el próximo año.
3:03 › "HERMANITA, VUELVE A CASA..."
CFK: "Memoria, verdad y justicia"
Página 12Al encabezar el acto central por el 30º aniversario de la guerra de las Islas Malvinas, la presidenta Cristina Kirchner expresó su reconocimiento a "los hombres que sobre sus pechos lucen las medallas y condecoraciones que supieron conseguir con honor y valor en el campo de batalla, pero fundamentalmente en memoria de los cientos de jóvenes que dieron su vida por la patria", y se preguntó: "¿Por qué será que la historia siempre se lleva a los jóvenes en los momentos difíciles?". Además, exhortó a Gran Bretaña a respetar "todas y cada una de las resoluciones de Naciones Unidas" y, al reivindicar los valores de "memoria y verdad", agregó: "La justicia, porque es injusto que subsistan enclaves coloniales como el que tenemos aquí. Justicia para que no sigan depredando nuestro medio ambiente, nuestros recursos naturales ictícolas y petroleros, para que se respete la integridad territorial y para los que aún no han podido ser identificados". En ese sentido, la Presidenta agregó que el viernes pasado dirigió una carta al titular de la Cruz Roja Internacional "para lograr la identificación de los argentinos y los ingleses que aún faltan", porque "cada madre tiene el derecho inalienable de enterrar a sus muertos, poner una placa y llorar".
Acompañada por el vicepresidente Amado Boudou, miembros del gabinete nacional, los gobernadores de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos; de Santa Cruz, Daniel Peralta; y de Santa Fe, Antonino Bonfatti; y otros funcionarios y dirigentes, CFK hizo referencia al informa Rattenbach, desclaficado semanas atrás, al señalar que "nos debíamos la verdad de lo que había sucedido, una verdad dolorosa, pero una verdad encendida de gestos heroicos", porque "la gran derrotada en esa guerra fue la verdad", expresó.
En el
inicio de su discurso, CFK sonrió frente a el grito de: "La Presidenta
malvinera" y recordó que de esa forma la llamaba el expresidente Néstor
Kirchner. “Valientes son los que avansan aún con miedo”, indicó la
mandataria al remarcar que su presencia en Ushuaia, para conmemorar el
día del Veterano de Guerra, representaba "el reconocimiento de un pueblo
argentino que no olvida".
Acompañada por el vicepresidente Amado Boudou, miembros del gabinete nacional, los gobernadores de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos; de Santa Cruz, Daniel Peralta; y de Santa Fe, Antonino Bonfatti; y otros funcionarios, Cristina hizo referencia al informa Rattenbach, desclaficado semanas atrás, al señalar que "nos debíamos la verdad de lo que había sucedido, una verdad dolorosa, pero una verdad encendida de gestos heroicos", porque "la gran derrotada en esa guerra fue la verdad", expresó.
Además, aseguró que el conflicto bélico "no fue una decisión del pueblo argentino", en referencia a la última dictadura militar encargada de elucubrar, como coronamiento de su plan macabro, la guerra contra Gran Bretaña. "Memoria y verdad entonces, y fundamentalmente que se descorra el telón que pretende hacer creer al Reino Unido que aquella decisión fue del pueblo argentino", advirtió CFK y agregó: "Tampoco teníamos libertad los argentinos. Había presos sin nombre y apellido, y había detenidos desaparecidos que nunca volverán a aparecer".
"Queremos justicia para la región y una zona desmilitarizada. No queremos tambores ni cascos de guerra", señaló la Presidenta y destacó que "esto ha dejado de ser una causa nacional, de los argentinos, para pasar a ser, también, de todos los paises de la Unsaur y de los que se alzan a favor del diálogo".
Ya sobre el cierre de su discurso, la jefa del Estado reiteró que la historia de la usurpación de las islas "comenzó hace 180 años y no hace 30", y adelantó quebuscará inaugurar el museo de Malvinas, a construirse en el predio de la exESMA, en agosto del año próximo, cuando se cumpla un nuevo aniversario de la ocupación. "Memoria, verdad y justicia para nuestros derechos, para que podamos tener un mundo mejor y más seguro", finalizó.
De esta manera, la Presidenta dejó inaugurado un cenotafio con los nombres de los 649 soldados muertos en el desarrollo del conflicto. Además, un monolito recordará en particular a los 325 muertos del crucero General Belgrano, hundido por los ingleses un día después de haber zarpado del puerto que se encuentra a cien metros de la plaza, donde hacían base las naves argentinas.
Acompañada por el vicepresidente Amado Boudou, miembros del gabinete nacional, los gobernadores de Tierra del Fuego, Fabiana Ríos; de Santa Cruz, Daniel Peralta; y de Santa Fe, Antonino Bonfatti; y otros funcionarios, Cristina hizo referencia al informa Rattenbach, desclaficado semanas atrás, al señalar que "nos debíamos la verdad de lo que había sucedido, una verdad dolorosa, pero una verdad encendida de gestos heroicos", porque "la gran derrotada en esa guerra fue la verdad", expresó.
Además, aseguró que el conflicto bélico "no fue una decisión del pueblo argentino", en referencia a la última dictadura militar encargada de elucubrar, como coronamiento de su plan macabro, la guerra contra Gran Bretaña. "Memoria y verdad entonces, y fundamentalmente que se descorra el telón que pretende hacer creer al Reino Unido que aquella decisión fue del pueblo argentino", advirtió CFK y agregó: "Tampoco teníamos libertad los argentinos. Había presos sin nombre y apellido, y había detenidos desaparecidos que nunca volverán a aparecer".
"Queremos justicia para la región y una zona desmilitarizada. No queremos tambores ni cascos de guerra", señaló la Presidenta y destacó que "esto ha dejado de ser una causa nacional, de los argentinos, para pasar a ser, también, de todos los paises de la Unsaur y de los que se alzan a favor del diálogo".
Ya sobre el cierre de su discurso, la jefa del Estado reiteró que la historia de la usurpación de las islas "comenzó hace 180 años y no hace 30", y adelantó quebuscará inaugurar el museo de Malvinas, a construirse en el predio de la exESMA, en agosto del año próximo, cuando se cumpla un nuevo aniversario de la ocupación. "Memoria, verdad y justicia para nuestros derechos, para que podamos tener un mundo mejor y más seguro", finalizó.
De esta manera, la Presidenta dejó inaugurado un cenotafio con los nombres de los 649 soldados muertos en el desarrollo del conflicto. Además, un monolito recordará en particular a los 325 muertos del crucero General Belgrano, hundido por los ingleses un día después de haber zarpado del puerto que se encuentra a cien metros de la plaza, donde hacían base las naves argentinas.
18:08 › A 30 AñOS DEL GUERRA DE MALVINAS
Gran Bretaña continúa con su plan de militarización
Página 12El destructor de la Marina Británica HMS Dauntless zarpará el miércoles rumbo al Atlántico Sur para una misión de seis meses, anunció el ministerio de Defensa británico al cumplirse el trigésimo aniversario del inicio de la guerra en el archipiélago. El buque, equipado con misiles de defensa antiaérea Sea Viper, partirá desde su puerto base de Portsmouth, en el sur de Inglaterra, para iniciar un "despliegue de rutina previamente planeado", informó la cartera de Defensa. Argentina denunció en febrero ante la ONU el envío de este barco y del príncipe Guillermo para una misión en las islas --tarea que ya finalizó-- como parte la "militarización" del conflicto por parte del Reino Unido.
El
HMS Dauntless, que entró en servicio en noviembre de 2010, efectuará así
su primer despliegue operativo en reemplazo de la fragata HMS Montrose,
que patrullaba la zona desde hacía varios meses.
El HMS Montrose provocó a finales de marzo tensiones entre el Reino Unido y Perú, después de que el gobierno peruano anulara la visita prevista de la fragata al puerto de Callao en solidaridad con la reivindicación argentina.
Las tensiones entre Argentina y el Reino Unido se agudizaron desde que los países del Mercosur decidieron en diciembre prohibir el ingreso en sus puertos de buques con bandera del archipiélago, bajo dominación británica desde 1833.
El primer ministro británico David Cameron consideró que la represalia tomada por los países latinoamericanos es un "acto de agresión" destinado, según él, a "robar la libertad" de los habitantes de las islas.
El HMS Montrose provocó a finales de marzo tensiones entre el Reino Unido y Perú, después de que el gobierno peruano anulara la visita prevista de la fragata al puerto de Callao en solidaridad con la reivindicación argentina.
Las tensiones entre Argentina y el Reino Unido se agudizaron desde que los países del Mercosur decidieron en diciembre prohibir el ingreso en sus puertos de buques con bandera del archipiélago, bajo dominación británica desde 1833.
El primer ministro británico David Cameron consideró que la represalia tomada por los países latinoamericanos es un "acto de agresión" destinado, según él, a "robar la libertad" de los habitantes de las islas.
17:43 › UN ATAQUE DESLEAL
Tres décadas sin arrepentimiento
Página 12El vicealmirante británico sir Tim McClement, oficial naval responsable de coordinar el ataque de torpedo que hundió al crucero argentino General Belgrano que se encontraba fuera de la zona de exclusión durante la Guerra de Malvinas, aseguró: "No tengo dudas en mi cabeza que hundir al Belgrano fue absolutamente correcto". "En la guerra hay que tomar decisiones duras y la gente muere", destacó.
McClement
era el segundo en comando en el submarino HMS Conqueror que disparó los
torpedos contra el buque argentino, provocando la muerte de 323
soldados. Entonces, la primera ministra británica Margaret Thatcher fue
duramente criticada por ese hundimiento, ya que el General Belgrano se
encontraba fuera de la zona de exclusión y se dirigía en dirección
opuesta a las Islas Malvinas.
Pero el vicealmirante McClement, de 60 años y que reside en el tranquilo pueblo de Wickham, en el condado inglés de Hampshire, defendió ese ataque con torpedos: "No tengo dudas en mi cabeza que hundir al Belgrano fue absolutamente correcto, primero por una cuestión de supervivencia en el caso que ese buque atacara nuestros portaaviones, y segundo demostraba la intención de los argentinos",
McClement, en una entrevista al periódico "Portsmouth News", señaló que después del hundimiento, la Marina argentina "fue disuadida de participar del conflicto". Y al referirse a la pérdida de vidas argentinas, el vicealmirante británico respondió: "Ellos la empezaron, así que todas las vidas perdidas fueron culpa del gobierno argentino".
En medio del dolor por el 30º aniversario del inicio de la guerra de Malvinas y la creciente tensión diplomática, Gran Bretaña anunció que pasado mañana zarpará rumbo al Atlántico Sur uno de sus más sofisticados barcos de guerra.
Según confirmó a la agencia EFE un portavoz del Ministerio de Defensa británico, el HMS Dauntless (que en castellano significa intrépido), un destructor equipado con misiles antiaéreos, viajará para realizar “tareas rutinarias de patrulla”.
El HMS Dauntless, cuyo envío a las islas había sido anunciado por Londres el pasado 31 de enero, es uno de los seis nuevos destructores tipo 45 con que cuenta la Royal Navy (marina británica) y está equipado con un avanzado sistema de navegación que hace difícil que pueda ser detectado por radar. Estos barcos llevan, además, misiles antiaéreos de alta tecnología Sea Viper y pueden transportar a unos 60 efectivos militares, además de contar con una cubierta para acomodar a helicópteros tipo Chinook.
El buque partirá este miércoles del puerto de Portsmouth, en el sur de Gran Bretaña, para cumplir una misión que se prolongará seis meses, en sustitución de otro buque británico, añadió el portavoz de Defensa, quien además detalló que pasará primero por Africa del Sur y, una vez en el Atlántico Sur, sustituirá al HMS Montrose, el barco que hacía tareas de vigilancia en aguas cercanas a las islas Malvinas.
Según información de la marina británica, es un buque Tipo 45, armado con misiles supersónicos Sea Viper (víbora del Mar), capaces de interceptar una pelota de golf viajando a tres veces más que la velocidad del sonido. Puede lanzar ocho misiles al mar o al aire capaces de destruir aviones o misiles en diez segundos.
TERRA / WIKIPEDIA – En el año 1982, Argentina y el Reino Unido se enfrascaron en una lucha por las Islas Malvinas, territorio ubicado frente a las costas del país sudamericano. Dicha guerra trajo como consecuencia 255 militares británicos fallecidos, más de 650 argentinos y la pérdida de la soberanía por parte del gobierno albiceleste.
30 años después, Argentina busca recuperar la soberanía de las Islas Malvinas (llamadas Falkland por los ingleses), pero el Reino Unido no lo permitirá. Por ello, el Ministerio de Defensa británico decidió enviar a uno de sus buques de guerra más moderno de la Royal Navy (RN), el destructor “HMS Dauntless, Tipo 45″
Los destructores Tipo 45 tienen 152,4 m de longitud, una manga de 21,2 metros y un calado de 7,4 m, pudiendo desplazar 7 350 toneladas a una velocidad superior a los 29 nudos.
Aquí les presentamos algunas de sus características en cuanto a su armamento y sensores:
Antiaéreo
• Sistema de misiles Sea Viper
Radar de seguimiento aéreo multifunción SAMPSON
Radar de vigilancia aérea 3D S1850M
48 × misiles MBDA Aster (mezcla de Aster 15 y Aster 30) en seis lanzadores verticales SYLVER A50 de 8 celdas (Systeme de Lancement Vertical).
Cañones
• 1 × Cañón de BAE Systems de 4,5 pulgadas Mk 8 mod 1. Los Darings están diseñados para mejorar y dar cabida a uno de 155 mm que está siendo estudiada por la RN.
• 2 × cañones Oerlikon de 30 mm KCB en montajes simples DS-30B
• 2 × minicañones y hasta × 6 ametralladoras de propósito general
• 2 × Phalanx de 20 mm (CIWS) para defensa aérea cercana
Antibuque
• Equipado “para pero no con” 2 × cuádruples lanzadores de misiles antibuque RGM-84 Harpoon.
• El helicóptero Lynx HMA 8 embarcado es capaz de transportar misiles antibuque Sea Skua.
• El arma naval de 4,5 pulgadas Mark 8 tiene un papel antibuque
Antisubmarino
• Sonar MFS 7000
• El helicóptero embarcado Lynx HMA 8 o helicóptero Merlin HM1 es capaz de transportar torpedos Sting Ray. El helicóptero Merlin HM1 está equipado con su propio sonar sumergido y lleva sonoboyas.
Ataque a tierra
• El Tipo 45 tipo tal y como está no tiene capacidad de misil de ataque a tierra y el lanzador SYLVER A50 actualmente no cuenta con capacidad para disparar un misil. Sin embargo, si la necesidad llegara a plantearse, sería posible instalar el lanzador estadounidense Mk. 41 para disparar el BGM-109 Tomahawk.
• El arma naval de 4,5 pulgadas Mark 8 tiene un papel de apoyo (NGS) de fuego naval. La actualización propuesta de un cañón de 155 mm incrementaría el alcance y efecto explosivo, así como dar uniformidad en la logística con los cañones de 155 mm del ejército y la posibilidad de un desarrollo conjunto de munición avanzada para uso entre ramas en el futuro.
Contramedidas
• El sistema de señuelo Seagnat permite la atracción y distracción de las armas guiadas por radar, a través de medios activos y pasivos. Un dispositivo de ‘suplantación’ por infrarrojos está previsto para futuras ampliaciones.
• Sistema de contramedidas naval flotante (reflectores angulares) Airborne Systems IDS300.
• Sistema de señuelo de torpedo activo, Surface Ship Torpedo Defence System (SSTD).
Comunicaciones
• Sistema de comunicaciones totalmente integrado (FICS45) – sistema de comunicaciones internas y externas combinado suministrado por Thales y SELEX Communications Ltd.
Oceanografía y meteorología METOC
• El sistema Metoc de BAE Systems comprende el sistema de sonido de aire superior (Upper Air Sounding System) utilizando radiosondas lanzables Skycom Telecom Ltd (Gales) y Graw Radiosondes (Alemania), así como un sistema de recepción vía satélite climatológico y un sistema batimétrico. Estos sensores proporcionarán a cada buque una conciencia medioambiental para tareas como la propagación de radar, balística y en general de auto-apoyo a la producción de datos meteorológicos y oceanográficos de forma autosuficiente.
Aeronaves
• 1-2 helicópteros Lynx HMA 8 – misiles antibuque Sea Skua y torpedos Sting Ray o 1 helicóptero Merlin con torpedos Sting Ray, sonar sumergido y sonoboyas.
• La cubierta de vuelo del Tipo 45 es lo suficientemente grande como para acomodar aeronaves del tamaño del Chinook.
Otros
• El Tipo 45 tiene espacio suficiente para embarcar 60 Royal Marines y su equipo.
La Cancillería argentina alertó este miércoles que el Reino Unido “guardó silencio”, frente al requerimiento argentino de que brinde garantías respecto de la ausencia de armamento nuclear en el marco del despliegue militar británico en el Atlántico Sur.
Pero el vicealmirante McClement, de 60 años y que reside en el tranquilo pueblo de Wickham, en el condado inglés de Hampshire, defendió ese ataque con torpedos: "No tengo dudas en mi cabeza que hundir al Belgrano fue absolutamente correcto, primero por una cuestión de supervivencia en el caso que ese buque atacara nuestros portaaviones, y segundo demostraba la intención de los argentinos",
McClement, en una entrevista al periódico "Portsmouth News", señaló que después del hundimiento, la Marina argentina "fue disuadida de participar del conflicto". Y al referirse a la pérdida de vidas argentinas, el vicealmirante británico respondió: "Ellos la empezaron, así que todas las vidas perdidas fueron culpa del gobierno argentino".
En medio del dolor del 30º aniversario, Londres confirma el envío a Malvinas del Dauntless
Publicado el 4/03/12 • en ContrainjerenciaEn medio del dolor por el 30º aniversario del inicio de la guerra de Malvinas y la creciente tensión diplomática, Gran Bretaña anunció que pasado mañana zarpará rumbo al Atlántico Sur uno de sus más sofisticados barcos de guerra.
Según confirmó a la agencia EFE un portavoz del Ministerio de Defensa británico, el HMS Dauntless (que en castellano significa intrépido), un destructor equipado con misiles antiaéreos, viajará para realizar “tareas rutinarias de patrulla”.
El HMS Dauntless, cuyo envío a las islas había sido anunciado por Londres el pasado 31 de enero, es uno de los seis nuevos destructores tipo 45 con que cuenta la Royal Navy (marina británica) y está equipado con un avanzado sistema de navegación que hace difícil que pueda ser detectado por radar. Estos barcos llevan, además, misiles antiaéreos de alta tecnología Sea Viper y pueden transportar a unos 60 efectivos militares, además de contar con una cubierta para acomodar a helicópteros tipo Chinook.
El buque partirá este miércoles del puerto de Portsmouth, en el sur de Gran Bretaña, para cumplir una misión que se prolongará seis meses, en sustitución de otro buque británico, añadió el portavoz de Defensa, quien además detalló que pasará primero por Africa del Sur y, una vez en el Atlántico Sur, sustituirá al HMS Montrose, el barco que hacía tareas de vigilancia en aguas cercanas a las islas Malvinas.
Según información de la marina británica, es un buque Tipo 45, armado con misiles supersónicos Sea Viper (víbora del Mar), capaces de interceptar una pelota de golf viajando a tres veces más que la velocidad del sonido. Puede lanzar ocho misiles al mar o al aire capaces de destruir aviones o misiles en diez segundos.
Las colonias del siglo XXI
Written by Marcha
Entre paraísos fiscales y bases militares, los enclaves coloniales británicos en todo el mundo han sido centro de controversias internacionales Resumen Latinoamericano/Marcha - De los 16 enclaves coloniales que aún persisten en el mundo, 11 están bajo la órbita del Reino Unido, incluidas nuestras Islas Malvinas. Para los británicos se trata de 'territorios de ultramar'; según la ONU son 'territorios no autónomos' y están en el centro del debate del Comité de Descolonización, creado para resolver los casos de estos 'países sin gobierno propio', como los define el artículo 73 de la Carta de las Naciones Unidas en 1946. Además de Malvinas, el Reino Unido administra la economía y las relaciones internacionales de Anguila, a 240 km de Puerto Rico; Bermudas, en el Atlántico Norte; Gibraltar, en la península Ibérica; Islas Caimán, al noroeste de Jamaica; Islas Turcas y Caicos, al norte de Haití; Pitcairn, en la Polinesia; Islas Vírgenes Británicas, al este de Puerto Rico; Montserrat, al sudeste de Puerto Rico; Santa Elena, isla al oeste de la costa africana, y Tokelau, en el Océano Pacífico Sur. En la mayoría de los casos se trata de pequeños archipiélagos o islas que juntas no llegan a sumar 350.000 habitantes pero que han dado de que hablar en la historia reciente de la potencia colonial. Sin representación parlamentaria, pero con un gobernador elegido por 'Su Majestad', estos enclaves coloniales británicos no aportan grandes recursos económicos -al contrario, en muchos casos se convierten en un gasto para la corona-, pero sí se han revelado como estratégicos para negociar con otras potencias -Estados Unidos obtuvo el arriendo de partes de territorios de Bermuda y de las Islas Turcas y Caicos para construir bases militares estratégicas en el Caribe-, y siete de ellos son considerados como paraísos fiscales según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). En la mayoría de los casos, el modelo político permite un cogobierno entre un primer ministro, elegido por el voto de los habitantes de la colonia, y un gobernador impuesto por el Reino Unido. Sin embargo, en varias ocasiones este sistema ha fracasado y la balanza se inclinó hacia el lado de los intereses británicos. Caribe, entre narcotráfico y paraísos fiscales En 1985 la noticia del arresto de Norman Saunders, primer ministro de las Islas Turcas y Caicos y su ministro de Desarrollo, Stafford Missick, generó fuertes repercusiones en el Reino Unido. En Miami se lo acusó de recibir 30.000 dólares de agentes encubiertos estadounidenses para que las islas se convirtieran en lugar de tránsito de los aviones que transportaban cocaína desde Colombia hacia Estados Unidos. Fue el punto de partida para una serie de investigaciones que demostraron que las islas se convirtieron en uno de los principales puntos para el transporte del narcotráfico centroamericano. Bajo el mandato del ex gobernador Martin Bourke, en los años '90 se intensificó el rol de la isla en el comercio de drogas y el laxismo con que las autoridades enfrentaron el problema, causando la irritación de la corona -el excéntrico Bourke llegó a dar todos los detalles a la revista británica Offshore Finance Annual admitiendo no tener ningún plan para contrarrestar el delito-. En esos mismo años, el gobierno compartido entre el gobernador y un primer ministro elegido en elecciones, llegó a hundir los barcos de inmigrantes haitianos que se acercaban a las costas de las islas. Sin embargo, el principal atractivo de las Islas Turcas y Caicos es el extremadamente permisivo sistema tributario, que las convirtieron en una de las sedes favoritas de decenas de miles de empresas offshore. Con siete bancos para una población de 15.000 habitantes, las Islas Turcas y Caicos han profundizado en los últimos años su tendencia a hospedar todo tipo de negocios. A partir de una serie de denuncias de corrupción que envolvieron al ex primer ministro Michael Misick, el Reino Unido dictó una resolución que suspendió la participación de los isleños en el gobierno de la colonia y trasladó todo el poder al gobernador elegido por la reina. Esta actitud provocó la preocupación de los países agrupados en la Comunidad del Caribe (CARICOM), que además de denunciar el “intento de recolonización de las islas”, advirtieron acerca de que “a imposición del gobierno directo contraviene totalmente el desarrollo de las prácticas de buen gobierno, incluida la mejora de la gestión fiscal y administrativa, en las Islas Turcas y Caicos”. Algo muy parecido es lo que pasa hoy en las Islas Caiman, otro enclave colonial británico que está en la cima del listado de paraísos fiscales junto con Suiza y Luxemburgo. De los más de 270 bancos activos en las islas, sólo 19 están habilitados para operar en las finanzas internas. El resto están dedicados a ofrecer servicios a empresas y particulares extranjeros. A través de una serie de reformas en la legislación de la isla, a partir de la comprobación de casos de lavado de dinero y financiación del narcotráfico, el Reino Unido promovió la circulación de la información fiscal de las islas hacia Londres, estando constantemente al tanto de los grandes movimientos financieros que allí ocurren. A la lista de enclaves coloniales del Reino Unido considerados como paraísos fiscales, se le suman Anguila, Bermudas, Gibraltar, las Islas Vírgenes Británicas y Montserrat. Resistencias Las recientes presentaciones argentinas en diversos foros internacionales acerca de la soberanía de las Islas Malvinas, reavivaron la discusión acerca de la descolonización de los territorios sobre los cuales Gran Bretaña tiene injerencia directa. Sin embargo, son muy pocos los lugares donde haya una real disputa acerca de la soberanía, o existan movimientos que reclamen la independencia. La estrategia de la corona se basa en proclamarse como simple administradora de los intereses económicos de sus colonias, dejando a los residentes cierto margen de libertad política. Así como en 1982, el Reino Unido planteó la necesidad de recuperar las Malvinas a través de la intervención militar, las fuerzas armadas británicas intervinieron para aplastar los intentos de independencia en otras colonias. En Anguila, en 1969, los paracaídistas ingleses sofocaron la rebelión surgida a partir de un referéndum que declaró a la isla independiente. Dos años más tarde se impuso una constitución que otorgaba cierta autonomía a la isla pero la mantenía bajo el dominio británico. En las Bermudas, en 1973, el gobernador Richard Sharples y su ayudante de campo fueron asesinados por activistas del Black Beret Cadre, un grupo vinculado a los movimientos del Black Power que se desarrollaron en los años '70 en el Caribe y Norteamérica. En su declaración, el principal acusado del asesinato, Erskine Durrant "Buck" Burrows, aseguró que el objetivo era “buscar que la población, los negros en particular, tomen conciencia de la maldad y la perversidad del sistema colonial en la isla. En segundo lugar, el motivo era mostrar que estos colonos son personas comunes como nosotros que comen, duermen y mueren como cualquier otra persona y que no necesitamos vivir en el miedo y el temor”. Sin embargo en 1995 el 75% de la población votó en contra de la independencia en un referendum constituido ad hoc. Junto con Malvinas, Gibraltar es quizás el único territorio que hoy vive una real disputa por la soberanía. El estado español reclama a Gran Bretaña la tenencia del Peñón situado en la punta más austral de la Península Ibérica, aunque las negociaciones, en este momento, han llegado a un punto muerto. En este contexto, la disputa por la soberanía de las Islas Malvinas se convierte en el principal escenario en que se lleva a cabo la batalla por la descolonización. Las islas son quizás el único enclave colonial británico con posibilidades de desarrollo desligado del turismo y la especulación financiera. La pesca, la ganadería y la reciente posibilidad de extraer petróleo de las costas de las Malvinas las convierten en la colonia más codiciada de las 11 que hoy sigue manteniendo el Reino Unido. De sostenerse la disputa en los ámbitos internacionales, la resolución podría sentar un precedente histórico para el resto, una posibilidad que la corona no parece querer transitar. |
Así es el destructor naval HMS Dauntless que Londres se propone enviar a Malvinas
Publicado el 1/31/12 • en ContrainjerenciaTERRA / WIKIPEDIA – En el año 1982, Argentina y el Reino Unido se enfrascaron en una lucha por las Islas Malvinas, territorio ubicado frente a las costas del país sudamericano. Dicha guerra trajo como consecuencia 255 militares británicos fallecidos, más de 650 argentinos y la pérdida de la soberanía por parte del gobierno albiceleste.
30 años después, Argentina busca recuperar la soberanía de las Islas Malvinas (llamadas Falkland por los ingleses), pero el Reino Unido no lo permitirá. Por ello, el Ministerio de Defensa británico decidió enviar a uno de sus buques de guerra más moderno de la Royal Navy (RN), el destructor “HMS Dauntless, Tipo 45″
Los destructores Tipo 45 tienen 152,4 m de longitud, una manga de 21,2 metros y un calado de 7,4 m, pudiendo desplazar 7 350 toneladas a una velocidad superior a los 29 nudos.
Aquí les presentamos algunas de sus características en cuanto a su armamento y sensores:
Antiaéreo
• Sistema de misiles Sea Viper
Radar de seguimiento aéreo multifunción SAMPSON
Radar de vigilancia aérea 3D S1850M
48 × misiles MBDA Aster (mezcla de Aster 15 y Aster 30) en seis lanzadores verticales SYLVER A50 de 8 celdas (Systeme de Lancement Vertical).
Cañones
• 1 × Cañón de BAE Systems de 4,5 pulgadas Mk 8 mod 1. Los Darings están diseñados para mejorar y dar cabida a uno de 155 mm que está siendo estudiada por la RN.
• 2 × cañones Oerlikon de 30 mm KCB en montajes simples DS-30B
• 2 × minicañones y hasta × 6 ametralladoras de propósito general
• 2 × Phalanx de 20 mm (CIWS) para defensa aérea cercana
Antibuque
• Equipado “para pero no con” 2 × cuádruples lanzadores de misiles antibuque RGM-84 Harpoon.
• El helicóptero Lynx HMA 8 embarcado es capaz de transportar misiles antibuque Sea Skua.
• El arma naval de 4,5 pulgadas Mark 8 tiene un papel antibuque
Antisubmarino
• Sonar MFS 7000
• El helicóptero embarcado Lynx HMA 8 o helicóptero Merlin HM1 es capaz de transportar torpedos Sting Ray. El helicóptero Merlin HM1 está equipado con su propio sonar sumergido y lleva sonoboyas.
Ataque a tierra
• El Tipo 45 tipo tal y como está no tiene capacidad de misil de ataque a tierra y el lanzador SYLVER A50 actualmente no cuenta con capacidad para disparar un misil. Sin embargo, si la necesidad llegara a plantearse, sería posible instalar el lanzador estadounidense Mk. 41 para disparar el BGM-109 Tomahawk.
• El arma naval de 4,5 pulgadas Mark 8 tiene un papel de apoyo (NGS) de fuego naval. La actualización propuesta de un cañón de 155 mm incrementaría el alcance y efecto explosivo, así como dar uniformidad en la logística con los cañones de 155 mm del ejército y la posibilidad de un desarrollo conjunto de munición avanzada para uso entre ramas en el futuro.
Contramedidas
• El sistema de señuelo Seagnat permite la atracción y distracción de las armas guiadas por radar, a través de medios activos y pasivos. Un dispositivo de ‘suplantación’ por infrarrojos está previsto para futuras ampliaciones.
• Sistema de contramedidas naval flotante (reflectores angulares) Airborne Systems IDS300.
• Sistema de señuelo de torpedo activo, Surface Ship Torpedo Defence System (SSTD).
Comunicaciones
• Sistema de comunicaciones totalmente integrado (FICS45) – sistema de comunicaciones internas y externas combinado suministrado por Thales y SELEX Communications Ltd.
Oceanografía y meteorología METOC
• El sistema Metoc de BAE Systems comprende el sistema de sonido de aire superior (Upper Air Sounding System) utilizando radiosondas lanzables Skycom Telecom Ltd (Gales) y Graw Radiosondes (Alemania), así como un sistema de recepción vía satélite climatológico y un sistema batimétrico. Estos sensores proporcionarán a cada buque una conciencia medioambiental para tareas como la propagación de radar, balística y en general de auto-apoyo a la producción de datos meteorológicos y oceanográficos de forma autosuficiente.
Aeronaves
• 1-2 helicópteros Lynx HMA 8 – misiles antibuque Sea Skua y torpedos Sting Ray o 1 helicóptero Merlin con torpedos Sting Ray, sonar sumergido y sonoboyas.
• La cubierta de vuelo del Tipo 45 es lo suficientemente grande como para acomodar aeronaves del tamaño del Chinook.
Otros
• El Tipo 45 tiene espacio suficiente para embarcar 60 Royal Marines y su equipo.
Argentina advierte que Londres mantiene el silencio sobre armas nucleares en la región
Publicado el 3/28/12 • en ContrainjerenciaLa Cancillería argentina alertó este miércoles que el Reino Unido “guardó silencio”, frente al requerimiento argentino de que brinde garantías respecto de la ausencia de armamento nuclear en el marco del despliegue militar británico en el Atlántico Sur.
Un comunicado emitido por la cancillería hace referencia a la no
respuesta de Gran Bretaña a las denuncias formuladas por el canciller
Héctor Timerman, en el marco de la Cumbre de Seguridad Nuclear que tuvo
lugar en Seúl, entre el 26 y el 27 de marzo.
El martes, en su discurso, Timerman denunció el envío de un submarino
nuclear británico con capacidad para portar armas nucleares a Malvinas,
zona cuya soberanía es objeto de una disputa reconocida por las
Naciones Unidas, y declarada zona libre de armamento nuclear, a la vez
que exigió al Reino Unido que confirme la ausencia de armas nucleares en
la región.
Desde el ministerio de Relaciones Exteriores se informó que el viceprimer ministro y delegado del Reino Unido en la citada Conferencia se limitó a calificar la denuncia argentina de “insinuaciones infundadas sin basamento”.
En esa dirección, desde el Palacio San Martín se destacó que el funcionario británico “guardó silencio frente al requerimiento argentino de que Gran Bretaña brinde garantías respecto de la ausencia de armamento nuclear en el marco del despliegue militar británico en el Atlántico Sur”.
Además, se agregó que “igual temperamento asumió el Representante Permanente Británico ante la Organización de las Naciones Unidas, en respuesta a la denuncia formulada por el Gobierno argentino el pasado 10 de febrero ante el Consejo de Seguridad de la ONU, señalando que el Reino Unido no informaba sobre los movimientos de su armamento nuclear”.
“La República Argentina recuerda que el gobierno británico ya violó los acuerdos que, en Seúl, dijo haber respetado siempre”, según se señala en el comunicado.
Además, se recordó que en 2003, el gobierno del Reino Unido admitió que algunos buques de la Fuerza de Tareas -que operó durante la guerra de 1982- “contaban con armamento nuclear, las cargas nucleares de profundidad WE177, que no fueron desarmadas de los buques al momento de la partida de la flota hacia el Atlántico Sur”.
En el mismo texto se señala que el Reino Unido “también reconoció que durante el curso de la campaña militar tales armas nucleares fueron transbordadas, ya dentro de la zona libre de armas nucleares, a otros navíos por razones de seguridad y que durante esos transbordos algunos de los contenedores de las armas nucleares sufrieron daños externos”.
El comunicado enviado desde la Cancillería concluye con la reiteración por parte del Gobierno argentino de su “preocupación de que el Reino Unido viole nuevamente la zona libre de armas nucleares en el Atlántico Sur, tal como ya lo hizo en el pasado en forma secreta, y no respete el compromiso internacional de comunicar los incidentes con material nuclear”.
En esa dirección, el Gobierno exhorta, “una vez más, al Reino Unido a que confirme la ausencia de armas nucleares en el Atlántico Sur y se avenga a cumplir con las resoluciones de las Naciones Unidas, que instan al Reino Unido y la Argentina a concluir pacíficamente la situación colonial de la Cuestión Malvinas”.
Desde el ministerio de Relaciones Exteriores se informó que el viceprimer ministro y delegado del Reino Unido en la citada Conferencia se limitó a calificar la denuncia argentina de “insinuaciones infundadas sin basamento”.
En esa dirección, desde el Palacio San Martín se destacó que el funcionario británico “guardó silencio frente al requerimiento argentino de que Gran Bretaña brinde garantías respecto de la ausencia de armamento nuclear en el marco del despliegue militar británico en el Atlántico Sur”.
Además, se agregó que “igual temperamento asumió el Representante Permanente Británico ante la Organización de las Naciones Unidas, en respuesta a la denuncia formulada por el Gobierno argentino el pasado 10 de febrero ante el Consejo de Seguridad de la ONU, señalando que el Reino Unido no informaba sobre los movimientos de su armamento nuclear”.
“La República Argentina recuerda que el gobierno británico ya violó los acuerdos que, en Seúl, dijo haber respetado siempre”, según se señala en el comunicado.
Además, se recordó que en 2003, el gobierno del Reino Unido admitió que algunos buques de la Fuerza de Tareas -que operó durante la guerra de 1982- “contaban con armamento nuclear, las cargas nucleares de profundidad WE177, que no fueron desarmadas de los buques al momento de la partida de la flota hacia el Atlántico Sur”.
En el mismo texto se señala que el Reino Unido “también reconoció que durante el curso de la campaña militar tales armas nucleares fueron transbordadas, ya dentro de la zona libre de armas nucleares, a otros navíos por razones de seguridad y que durante esos transbordos algunos de los contenedores de las armas nucleares sufrieron daños externos”.
El comunicado enviado desde la Cancillería concluye con la reiteración por parte del Gobierno argentino de su “preocupación de que el Reino Unido viole nuevamente la zona libre de armas nucleares en el Atlántico Sur, tal como ya lo hizo en el pasado en forma secreta, y no respete el compromiso internacional de comunicar los incidentes con material nuclear”.
En esa dirección, el Gobierno exhorta, “una vez más, al Reino Unido a que confirme la ausencia de armas nucleares en el Atlántico Sur y se avenga a cumplir con las resoluciones de las Naciones Unidas, que instan al Reino Unido y la Argentina a concluir pacíficamente la situación colonial de la Cuestión Malvinas”.
Cientos de Argentinos se manifiestan
frente a embajada británica
Publicado el 4/03/12 • en ContrainjerenciaCientos de argentinos se manifestaron el lunes frente a la embajada británica en Buenos Aires, capital, en el trigésimo aniversario de la guerra entre Argentina y el Reino Unido por la soberanía de las islas Malvinas.
Los participantes, que al inicio de la protesta quemaron la bandera del Reino Unido, coreaban eslóganes antibritánicos y lanzaron piedras y bombas caseras contra el edificio de la embajada del Reino Unido, mientras las fuerzas de seguridad usaron balas de plástico, gas lacrimógeno y cañones de agua para dispersar a los manifestantes.
Los participantes además irrumpieron en el edificio de un banco británico en Argentina al cumplirse los 30 años de la guerra por el archipiélago.
“Ratificamos que las Islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur forman parte indisoluble de nuestro territorio, y que el camino que debemos seguir como pueblo es de la unidad latinoamericana con posiciones firmes”, anunciaron en un comunicado.
Las autoridades argentinas han instado en varias ocasiones al Reino Unido a iniciar las conversaciones sobre la soberanía de las islas, sin embargo, las autoridades británicas se niegan a mantener diálogos al respecto.
El Reino Unido alega que iniciará el diálogo con Argentina, siempre y cuando los tres mil habitantes del archipiélago lo soliciten al gobierno británico.
HISPAN TV
EL PAIS › A 30 AñOS DE MALVINAS > AGRUPACIONES DE IZQUIERDA EN LA EMBAJADA BRITANICA
Marcha con incidentes
Los incidentes generaron la reacción policial en la embajada.
Página 12
La
protesta frente a la Embajada del Reino Unido, organizada por grupos
políticos de izquierda por el 30º aniversario de la guerra de Malvinas,
terminó con incidentes entre los policías que custodiaban la sede
diplomática ubicada en Recoleta y un grupo de manifestantes de las
agrupaciones Quebracho, Partido Comunista Revolucionario (PCR) y la
Corriente Estudiantil Popular y Antiimperialista (CEPA). Hubo heridos y
detenidos, aunque a nivel oficial no se informó la cantidad. La embajada
británica condenó la “violencia” e instó al Gobierno a “cumplir la ley”
respecto de los manifestantes que protagonizaron los incidentes.
El epicentro del enfrentamiento fue en Pueyrredón y Guido, donde militantes del maoísta PCR y de la CEPA arrojaron a la policía bombas incendiarias tipo molotov, piedras, palos, tuercas y proyectiles de acero con “gomeras”. Antes de esos violentos incidentes, los manifestantes habían forcejeado con miembros de la Guardia de Infantería, tiraron abajo las vallas de seguridad que había puesto la custodia y pretendieron llegar hasta la puerta de la representación diplomática británica, ubicada en Luis Agote al 2400.
La protesta había sido convocada por esas agrupaciones con las siguientes consignas: “Fuera ingleses de Malvinas. Fuera imperialistas de América latina. Soberanía irrestricta de la Argentina sobre las Malvinas y el Atlántico Sur. Por la Segunda Independencia Nacional. Para parar la entrega de nuestra soberanía que continúa con el gobierno de Cristina Kirchner”. La del PCR y la CEPA fue una de las varias manifestaciones que todo el día realizaron partidos y grupos de izquierda para repudiar el inicio de la guerra de Malvinas, iniciada hace 30 años por la dictadura del ex general condenado Leopoldo Galtieri.
En un comunicado, la embajada británica condenó “las acciones violentas llevadas a cabo por una minoría durante la manifestación de hoy”, y advirtió que espera que el Gobierno “siga cumpliendo con sus obligaciones” y que “haga cumplir la ley a los manifestantes que cometen actos criminales” porque “todos los estados están obligados, por la Convención de Viena, a proveer protección apropiada a las misiones diplomáticas”.
Las protestas comenzaron cerca del mediodía en el cruce de Del Libertador y Ramos Mejía, en Retiro; Las Heras y Pueyrredón, en Recoleta; en Agote al 2400, y en una de las sedes de la entidad bancaria HSBC de avenida Coronel Díaz. Allí los activistas de Quebracho, con los rostros tapados, arrojaron pintura, huevos y residuos, y luego en la embajada prendieron fuego una bandera inglesa. “Ratificamos que las islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur forman parte indisoluble de nuestro territorio, y que el camino que debemos seguir como pueblo es de la unidad latinoamericana con posiciones firmes”, dijo esa agrupación. Aunque no participaron de los incidentes, habían convocado a manifestarse el Movimiento al Socialismo (Nuevo MAS) y el Frente de Izquierda integrado por el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) y el Partido Obrero (PO), que también marcharon hacia la embajada británica “por la expulsión del imperialismo de Malvinas y de todo el continente, por la unidad socialista de América latina y la unidad internacional de la clase obrera contra el imperialismo”.
El epicentro del enfrentamiento fue en Pueyrredón y Guido, donde militantes del maoísta PCR y de la CEPA arrojaron a la policía bombas incendiarias tipo molotov, piedras, palos, tuercas y proyectiles de acero con “gomeras”. Antes de esos violentos incidentes, los manifestantes habían forcejeado con miembros de la Guardia de Infantería, tiraron abajo las vallas de seguridad que había puesto la custodia y pretendieron llegar hasta la puerta de la representación diplomática británica, ubicada en Luis Agote al 2400.
La protesta había sido convocada por esas agrupaciones con las siguientes consignas: “Fuera ingleses de Malvinas. Fuera imperialistas de América latina. Soberanía irrestricta de la Argentina sobre las Malvinas y el Atlántico Sur. Por la Segunda Independencia Nacional. Para parar la entrega de nuestra soberanía que continúa con el gobierno de Cristina Kirchner”. La del PCR y la CEPA fue una de las varias manifestaciones que todo el día realizaron partidos y grupos de izquierda para repudiar el inicio de la guerra de Malvinas, iniciada hace 30 años por la dictadura del ex general condenado Leopoldo Galtieri.
En un comunicado, la embajada británica condenó “las acciones violentas llevadas a cabo por una minoría durante la manifestación de hoy”, y advirtió que espera que el Gobierno “siga cumpliendo con sus obligaciones” y que “haga cumplir la ley a los manifestantes que cometen actos criminales” porque “todos los estados están obligados, por la Convención de Viena, a proveer protección apropiada a las misiones diplomáticas”.
Las protestas comenzaron cerca del mediodía en el cruce de Del Libertador y Ramos Mejía, en Retiro; Las Heras y Pueyrredón, en Recoleta; en Agote al 2400, y en una de las sedes de la entidad bancaria HSBC de avenida Coronel Díaz. Allí los activistas de Quebracho, con los rostros tapados, arrojaron pintura, huevos y residuos, y luego en la embajada prendieron fuego una bandera inglesa. “Ratificamos que las islas Malvinas, Georgias y Sandwich del Sur forman parte indisoluble de nuestro territorio, y que el camino que debemos seguir como pueblo es de la unidad latinoamericana con posiciones firmes”, dijo esa agrupación. Aunque no participaron de los incidentes, habían convocado a manifestarse el Movimiento al Socialismo (Nuevo MAS) y el Frente de Izquierda integrado por el Partido de los Trabajadores Socialistas (PTS) y el Partido Obrero (PO), que también marcharon hacia la embajada británica “por la expulsión del imperialismo de Malvinas y de todo el continente, por la unidad socialista de América latina y la unidad internacional de la clase obrera contra el imperialismo”.
0:04 › A 30 AñOS DEL GUERRA DE MALVINAS
Unasur llevó el reclamo a la ONU
La secretaria general de UNASUR, María Emma Mejía, se reunió en Nueva York con su homólogo de la ONU, Ban Ki-moon, donde le presentó una declaración de apoyo de los doce países de la región al reclamo de Argentina por la soberanía de las Islas Malvinas. "Ban nos ha reiterado su disposición a mediar para que ambas partes se sienten a negociar y se comprometió a renovar sus esfuerzos para conseguirlo", senaló Mejía.
El
texto entregado por Mejía al secretario general de la ONU --firmado por
los ministros de Exteriores de Unasur en la última reunión en Asunción--
hace un llamamiento al Reino Unido para que discuta con la Argentina
"la disputa por soberanía" y califica de "anacrónica situación colonial
en suelo americano".
La gestión de Unasur ante el secretario general de la ONU se produce en el día en que se cumple el 30 aniversario del inicio de la guerra de las Malvinas entre Argentina y el Reino Unido, un conflicto en el que murieron 255 militares británicos y más de 650 argentinos.
La secretaria general de Unasur señaló que confía en que haya una respuesta a la comunicación pedida por los cancilleres sudamericanos y entendió como un "histórico momento" el que vive Sudamérica: "Un subcontinente que jamás ha estado tan unido como ahora... Es una región sólida e integrada, que depone sus diferencias ideológicas en aras a un bien común y fortalece sus procesos internos".
La gestión de Unasur ante el secretario general de la ONU se produce en el día en que se cumple el 30 aniversario del inicio de la guerra de las Malvinas entre Argentina y el Reino Unido, un conflicto en el que murieron 255 militares británicos y más de 650 argentinos.
La secretaria general de Unasur señaló que confía en que haya una respuesta a la comunicación pedida por los cancilleres sudamericanos y entendió como un "histórico momento" el que vive Sudamérica: "Un subcontinente que jamás ha estado tan unido como ahora... Es una región sólida e integrada, que depone sus diferencias ideológicas en aras a un bien común y fortalece sus procesos internos".
Argentina. Vejámenes a excombatientes en Malvinas: El Chaco se suma al pedido para que sean declarados imprescriptibles
Desde la Secretaría de Derechos Humanos aseguran que las tácticas utilizadas contra soldados argentinos fueron las mismas técnicas de terrorismo de Estado usadas durante la dictadura.
CHACO DIA POR DIA
El
gobierno provincial tramita un recurso para que los vejámenes y
simulacros de fusilamiento a excombatientes chaqueños en Las Islas
Malvinas, sean considerados delitos de lesa humanidad. El encargado de
concretar dicha gestión ante la Corte Suprema de Justicia es el
secretario de Derechos Humanos, José Luis Valenzuela, quien junto a
letrados del organismo al que pertenece, se encuentra en Buenos Aires.
“Entendemos
que las tácticas utilizadas contra algunos de los soldados argentinos,
como metodología disciplinaria en las islas de parte de algunos
oficiales superiores, fueron las mismas metodologías que utilizó la
dictadura durante el terrorismo de estado”, aseguró el funcionario.
En
este contexto, dio a conocer que una causa similar se inició en el 2007
en Tierra del Fuego, la cual tuvo un fallo favorable, pero la Cámara de
Casación negó esta opción. A raíz de lo cual, la Corte Suprema es la
encargada de resolver este tema, y es a partir de esta situación que la
Secretaría de Derechos Humanos del Chaco se presenta como querellante al
considerar que lo ocurrido son crímenes de lesa humanidad.
Los pedidos ante la Corte Suprema
La
Comisión Provincial por la Memoria de Buenos Aires, acompañada por el
Centro de Ex Combatientes Islas Malvinas (Cecim) de La Plata, realizó
una presentación similar el martes pasado ante la Corte Suprema de
Justicia para que considere “crímenes de lesa humanidad” y, por lo
tanto, “imprescriptibles”, a las torturas que ex combatientes en
Malvinas denunciaron que sufrieron por parte de sus jefes militares.
“La
cuestión de la guerra de Malvinas no puede disociarse del régimen que
la produjo: la dictadura militar. Ni sus métodos ilegales en el
territorio continental de los utilizados en las Islas”, aseguró la
Comisión.
Los
representantes del organismo bonaerense, entre ellos el Premio Nobel de
la Paz Adolfo Pérez Esquivel, concurrieron al Palacio de Tribunales, y
allí presentaron un recurso para ser aceptados como Amicus Curiae (amigo
de la Corte) en la causa de violaciones a los derechos humanos durante
el conflicto armado con Gran Bretaña de 1982.
Esta
iniciativa respalda el pedido efectuado días atrás por el fiscal
general ante la Cámara Nacional de Casación Penal, Javier De Luca, quien
solicitó al máximo tribunal que resuelva si las torturas y vejámenes
denunciados por los soldados argentinos durante la guerra de parte de
sus superiores deben ser considerados delitos de lesa humanidad o
crímenes de guerra.
La
causa judicial contiene cerca de cien denuncias contra oficiales de las
Fuerzas Armadas, pero la investigación quedó paralizada porque la
Cámara de Casación sostuvo que los delitos habían prescripto.
Publicado por ARGENPRESS
EL PAIS › A 30 AñOS DE MALVINAS > OPINION
Genocidas: de los centros clandestinos a las Malvinas
Por H.I.J.O.S.*Página 12
Los
30 años de la guerra de Malvinas nos convocan como pueblo a un debate
necesario y fundamental para la construcción y fortalecimiento de la
democracia, y el ejercicio ciudadano de la memoria.
Desde la Agrupación H.I.J.O.S. manifestamos nuestro apoyo al reclamo emprendido por el gobierno nacional por la soberanía de Malvinas, desde la certeza de que el camino que se está eligiendo es el del diálogo, la paz y que tiene el apoyo de nuestros países hermanos de Latinoamérica.
Este 2 de abril nos encuentra con un pedido de revisión de algunos aspectos de esa guerra, que fue planeada por los mismos genocidas que torturaron, secuestraron, violaron, robaron bebés y desaparecieron a compañeros.
Hay al menos tres aspectos que queremos destacar. El primero es que esa guerra fue decidida por un gobierno anticonstitucional, no por uno que haya llegado por el voto popular. Fue una decisión tomada por la Junta Militar integrada por Galtieri, Anaya y Lami Dozo. El segundo: los jefes de las Fuerzas Armadas argentinas eran genocidas y llevaron a las islas las prácticas criminales que aplicaban en los más de 500 Centros Clandestinos de Detención, Tortura y Exterminio (CCDTyE) que funcionaron en nuestro país. Algunos de esos represores fueron condenados posteriormente en el Juicio a las Juntas y en los juicios que se desarrollan en la actualidad. El tercero: esos crímenes, cometidos contra combatientes argentinos, son delitos de lesa humanidad que no deben quedar impunes. Por eso, la causa debe avanzar en la Justicia.
Uno de los máximos responsables de lo que pasó en la guerra fue Mario Benjamín Menéndez, entonces gobernador de facto de Malvinas. En 1977 fue director de la Escuela de Suboficiales Sargento Cabral de Campo de Mayo, uno de los campos de exterminio más atroces del país. En 1979 fue comandante de la Brigada de Infantería de Montaña VI de Neuquén, teniendo a su cargo los CCDTyE que funcionaron en la zona. Se trata del primo del genocida Luciano Benjamín, condenado por crímenes de lesa humanidad.
Recientemente, la presidenta de la Nación, Cristina Fernández, anunció la excelente decisión de crear el Museo de Malvinas en el predio donde funcionó la ESMA, hoy Espacio para la Memoria y para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos. Algunos preguntaban qué tenía que ver la ESMA con Malvinas. Nosotros respondemos: TODO. Muchos de los jefes que tuvieron a cargo a los soldados colimbas en las islas fueron los que integraron la patota de la ESMA como, por ejemplo los ya condenados a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad, Rolón, Astiz, Pernías o Acosta. Como así también los que están detenidos esperando nuevo juicio, como Corbetta, Damario, Daviou y Binotti. Fueron ellos. Fueron los mismos: iban de los centros clandestinos a las Malvinas. Osvaldo Jorge García, Juan José Lombardo, Omar Edgardo Parada, Juan Ramón Mabragaña, Jorge Enrique Perren, Edgardo Aroldo Otero, José Julio Sarcona, Francisco Lucio Rioja, Antonio Oscar Pereyra, Walter Oscar Allara, Pedro Giachino, son sólo algunos de los nombres de quienes trasladaron a las islas las prácticas que aplicaban a detenidos-desaparecidos.
¿Cómo no pensar que quienes torturaron a militantes indefensos, violaron a detenidas y detenidos-desaparecidos y robaron bebés, no volverían a cometer los delitos más atroces con nuestros soldados? ¿Por qué pensar que quienes entregaron nuestro país al capital financiero y extranjero iban a defender después nuestra patria?
Queremos hacer un reconocimiento a todos aquellos pibes colimbas que pusieron su cuerpo, fueron torturados por sus superiores y hasta dieron su vida por nuestra patria. Durante décadas fueron negados, olvidados, marginados. Hoy son reconocidos por el Estado y el pueblo. Los acompañamos en su pedido de justicia para que las aberraciones y torturas que sufrieron no queden impunes y en su reclamo para que los 123 cuerpos NN que hoy están en el Cementerio de Malvinas sean identificados.
Por eso, a 30 años, reclamamos bien fuerte ¡Memoria, Verdad, Justicia, Democracia y Soberanía!
* Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio.
Desde la Agrupación H.I.J.O.S. manifestamos nuestro apoyo al reclamo emprendido por el gobierno nacional por la soberanía de Malvinas, desde la certeza de que el camino que se está eligiendo es el del diálogo, la paz y que tiene el apoyo de nuestros países hermanos de Latinoamérica.
Este 2 de abril nos encuentra con un pedido de revisión de algunos aspectos de esa guerra, que fue planeada por los mismos genocidas que torturaron, secuestraron, violaron, robaron bebés y desaparecieron a compañeros.
Hay al menos tres aspectos que queremos destacar. El primero es que esa guerra fue decidida por un gobierno anticonstitucional, no por uno que haya llegado por el voto popular. Fue una decisión tomada por la Junta Militar integrada por Galtieri, Anaya y Lami Dozo. El segundo: los jefes de las Fuerzas Armadas argentinas eran genocidas y llevaron a las islas las prácticas criminales que aplicaban en los más de 500 Centros Clandestinos de Detención, Tortura y Exterminio (CCDTyE) que funcionaron en nuestro país. Algunos de esos represores fueron condenados posteriormente en el Juicio a las Juntas y en los juicios que se desarrollan en la actualidad. El tercero: esos crímenes, cometidos contra combatientes argentinos, son delitos de lesa humanidad que no deben quedar impunes. Por eso, la causa debe avanzar en la Justicia.
Uno de los máximos responsables de lo que pasó en la guerra fue Mario Benjamín Menéndez, entonces gobernador de facto de Malvinas. En 1977 fue director de la Escuela de Suboficiales Sargento Cabral de Campo de Mayo, uno de los campos de exterminio más atroces del país. En 1979 fue comandante de la Brigada de Infantería de Montaña VI de Neuquén, teniendo a su cargo los CCDTyE que funcionaron en la zona. Se trata del primo del genocida Luciano Benjamín, condenado por crímenes de lesa humanidad.
Recientemente, la presidenta de la Nación, Cristina Fernández, anunció la excelente decisión de crear el Museo de Malvinas en el predio donde funcionó la ESMA, hoy Espacio para la Memoria y para la Promoción y Defensa de los Derechos Humanos. Algunos preguntaban qué tenía que ver la ESMA con Malvinas. Nosotros respondemos: TODO. Muchos de los jefes que tuvieron a cargo a los soldados colimbas en las islas fueron los que integraron la patota de la ESMA como, por ejemplo los ya condenados a prisión perpetua por delitos de lesa humanidad, Rolón, Astiz, Pernías o Acosta. Como así también los que están detenidos esperando nuevo juicio, como Corbetta, Damario, Daviou y Binotti. Fueron ellos. Fueron los mismos: iban de los centros clandestinos a las Malvinas. Osvaldo Jorge García, Juan José Lombardo, Omar Edgardo Parada, Juan Ramón Mabragaña, Jorge Enrique Perren, Edgardo Aroldo Otero, José Julio Sarcona, Francisco Lucio Rioja, Antonio Oscar Pereyra, Walter Oscar Allara, Pedro Giachino, son sólo algunos de los nombres de quienes trasladaron a las islas las prácticas que aplicaban a detenidos-desaparecidos.
¿Cómo no pensar que quienes torturaron a militantes indefensos, violaron a detenidas y detenidos-desaparecidos y robaron bebés, no volverían a cometer los delitos más atroces con nuestros soldados? ¿Por qué pensar que quienes entregaron nuestro país al capital financiero y extranjero iban a defender después nuestra patria?
Queremos hacer un reconocimiento a todos aquellos pibes colimbas que pusieron su cuerpo, fueron torturados por sus superiores y hasta dieron su vida por nuestra patria. Durante décadas fueron negados, olvidados, marginados. Hoy son reconocidos por el Estado y el pueblo. Los acompañamos en su pedido de justicia para que las aberraciones y torturas que sufrieron no queden impunes y en su reclamo para que los 123 cuerpos NN que hoy están en el Cementerio de Malvinas sean identificados.
Por eso, a 30 años, reclamamos bien fuerte ¡Memoria, Verdad, Justicia, Democracia y Soberanía!
* Hijos e Hijas por la Identidad y la Justicia contra el Olvido y el Silencio.
Música y no balas
Osvaldo Bayer junto al músico inglés David Chew y al argentino Blas Rivera.
Por Osvaldo Bayer
Página 12
Acaba
de terminar marzo, el mes de la memoria. Recordar para no repetir. Para
aprender definitivamente. Preguntarse el porqué de la época más
humillante de nuestra historia. El tiempo más perverso desde aquel
glorioso Mayo de 1810.
De pronto, la Muerte Argentina. Desaparición. Videla, Massera, Agosti. Robo de niños. Viola, Galtieri, Etchecolatz. Campos de concentración. Menéndez, Bussi. Y los civiles de siempre: Martínez de Hoz, Costa Méndez. Pero ahora, el recuerdo vibrante de la tragedia. La tierra vibró en este marzo.
Aquellos jóvenes luchadores. Desaparecidos. Sospechados de desear que la democracia fuese para todo el pueblo. No a las estancias de los miles de hectáreas y a los niños descalzos con hambre ya en los ojos.
Por eso, desaparecidos. En el tiempo en el que en esta tierra siempre con semillas era administrada por Martínez de Hoz. Sí, la línea directa del fundador de la Sociedad Rural. Y al que no le guste, se lo tira vivo desde aviones militares al mar. Argentina, Argentina.
De la universidad puntana a la Plaza Pringles, sí, a pocas cuadras. La APDH, siempre presente, ha puesto a la vista los retratos cada vez más jóvenes de los desaparecidos sanluiseños. Presentes para siempre. De los desaparecedores, nada. Ni siquiera tienen una ortiga en sus tumbas. Si les ponen lápidas, ahí va a estar siempre el escupitajo del desprecio.
Sí, porque la verdad y la ética triunfan, aunque se las quiso retrasar con obediencias debidas y puntos finales.
Ahora, los treinta años de Malvinas. Para recordar esa tragedia recurrimos al arte para interpretar la síntesis de la realidad vivida. Recordar siempre Malvinas.
Para eso nos reunimos en el escenario con el músico inglés sir David Chew y el argentino Blas Rivera. Violoncello y saxo. Y acompañándolos en piano un latinoamericano, el uruguayo Fernando Goicochea. Música para unir lo humano. Y logramos unirnos en esa palabra trágica: Malvinas. El inicio, la palabra: la historia de la tragedia relatada con poesía. Luego, música argentina y británica: Piazzolla, John Lennon, McCartney, Contursi... y muchos más. Juntos. La guerra. Entro al escenario y muestro mi tristeza. Han muerto jóvenes. El ogro imperialista que en el pasado fue el mayor traficante de esclavos e invadió y ocupó regiones enteras con un sello colonialista, ahora nos despedazaba jóvenes con el cobarde y mortífero fuego militar. Y nuestros generales desaparecedores se escondían y se rendían en cuanto sonaba el primer tiro. Con un dictador borracho que se creía Dios con el vaso de whisky en la mano. General Galtieri. General de la Nación. La tragedia. Fui nombrando uno por uno a los jóvenes soldados que no volvieron de Malvinas. Traté de describir sus sueños, sus comienzos en la edad del amor. De pronto, la guerra, el matar o ser muerto. La única disyuntiva. A la edad de 18 años... 19... 20. Matar hombres o ser muertos por hombres. Sin sentido. La muerte uniformada. Y mientras tanto, el hambre. No llegaba la comida para los soldados argentinos. Los generales y sus civiles se habían olvidado de organizar los alimentos para la tropa. La tropa. Los soldaditos argentinos debían robar comida para poder sobrevivir. Los oficiales argentinos se quedaban con la carne, los suboficiales con las papas y para los soldados había, no siempre, un caldo.
Leo textos del Informe Rattenbach. Esas páginas, muestra de dignidad y coraje civil ante la mafiosa cúpula dictatorial. Ahí está descarnadamente la verdadera cara del desastre militar. Leo las declaraciones del general Martín Balza que actuó como coronel de artillería en las islas, quien acaba de denunciar: “La cobardía y la impericia de la mayoría de los altos mandos militares que condujeron política y militarmente el conflicto bélico. Los miembros de la Junta militar y otros mandos que visitaron la isla y se fotografiaron en ellas se borraron cobardemente cuando comenzó el ruido del combate y silbó la ametralladora”. Al desnudo. San Martín, Belgrano, Juana Azurduy. No: Galtieri, Menéndez, Astiz.
En el escenario leo los nombres de los soldaditos muertos: Roberto Estévez, Víctor Bengo, René Blanco, Jorge Ron, Pedro Florentino Larrosa... uno por uno, pido al público que nos tomemos el tiempo de verlos desfilar allí mismo, frente a nosotros. Aquí, ahora. De ver cómo eran sus sonrisas, cómo nos miraban sus ojos, algunos ya con los colores del primer amor, la alegría del primer trabajo... Antonio Cayo, Manuel Olivera, Antonio Lima, Omar Rupp, Heriberto Avila... 657, 657, 657. Muertos.
Humillados. El fiscal general ante la Cámara General de Casación Penal, Javier de Luca, acaba de declarar que “la Corte Suprema debe resolver si las torturas y vejámenes que sufrieron los soldados por parte de sus propios oficiales durante la guerra de Malvinas deben ser considerados delitos de lesa humanidad o crímenes de guerra. La causa judicial que contiene cerca de cien denuncias por estacamientos, muertes por hambre e incluso el asesinato de un soldado por oficiales de las Fuerzas Armadas, debe abrirse ya”.
Torturar a los propios soldados. Casi todos porque se pusieron a buscar comida. El hambre los acosaba.
Leo el nombre del último caído: Heriberto Acosta. El general Galtieri se sirve su último vaso de whisky en ejercicio del poder, allí en su cómodo despacho. Creía que las Malvinas iban a ser la tabla de salvación que ayudaría a que se olvidaran sus infames crímenes. Desaparición. La Muerte Argentina. El más pérfido método de la Historia para eliminar a los rebeldes del sistema.
Otra vez el rostro de los jóvenes soldados muertos hace treinta años ya: 1, 2, 3, 4, 5... 653, 654, 655, 656, 657. En vez de una vida plena de futuros, la muerte. En vez de hacerlos recorrer los caminos plenos de flores de esas que nos regala la naturaleza y hacerles probar las sabrosas frutas del arte y la convivencia, no, el hambre y la muerte. En vez de sueños, el vientre abierto, desgarrado por las ametralladoras... y los que quedaron vivos ven todas las noches aparecer el rostro transido de dolor de los compañeros que no volvieron.
Recurramos al arte para encontrar el camino de poder explicarnos esto. El silencio domina al público. Ni una voz, ni el llanto de un niño. Es cuando entran los músicos: el inglés, el argentino y el latinoamericano de origen uruguayo. La música: Astor Piazzolla, John Lennon. Melodías. Los tangos. Los Beatles. Un saxo, un violoncello, un piano. Todo es sonido: vuelan los pensamientos. Instrumentos musicales en vez de cañones, ametralladoras, balas, balas.
Las manos del músico inglés acarician sonidos como para tapar culpas. El saxo argentino arranca sonidos que buscan ecos que sirvan de protesta y consuelo.
Final: los músicos se miran, se dan la mano y luego no pueden contenerse y se abrazan. El público guarda silencio. Un silencio demasiado tenso que finalmente estalla en aplausos que se desparraman por todos lados como agua de montaña. El consuelo. Aquí, el único camino para vencer a la muerte. El arte.
De pronto, la Muerte Argentina. Desaparición. Videla, Massera, Agosti. Robo de niños. Viola, Galtieri, Etchecolatz. Campos de concentración. Menéndez, Bussi. Y los civiles de siempre: Martínez de Hoz, Costa Méndez. Pero ahora, el recuerdo vibrante de la tragedia. La tierra vibró en este marzo.
Aquellos jóvenes luchadores. Desaparecidos. Sospechados de desear que la democracia fuese para todo el pueblo. No a las estancias de los miles de hectáreas y a los niños descalzos con hambre ya en los ojos.
Por eso, desaparecidos. En el tiempo en el que en esta tierra siempre con semillas era administrada por Martínez de Hoz. Sí, la línea directa del fundador de la Sociedad Rural. Y al que no le guste, se lo tira vivo desde aviones militares al mar. Argentina, Argentina.
De la universidad puntana a la Plaza Pringles, sí, a pocas cuadras. La APDH, siempre presente, ha puesto a la vista los retratos cada vez más jóvenes de los desaparecidos sanluiseños. Presentes para siempre. De los desaparecedores, nada. Ni siquiera tienen una ortiga en sus tumbas. Si les ponen lápidas, ahí va a estar siempre el escupitajo del desprecio.
Sí, porque la verdad y la ética triunfan, aunque se las quiso retrasar con obediencias debidas y puntos finales.
Ahora, los treinta años de Malvinas. Para recordar esa tragedia recurrimos al arte para interpretar la síntesis de la realidad vivida. Recordar siempre Malvinas.
Para eso nos reunimos en el escenario con el músico inglés sir David Chew y el argentino Blas Rivera. Violoncello y saxo. Y acompañándolos en piano un latinoamericano, el uruguayo Fernando Goicochea. Música para unir lo humano. Y logramos unirnos en esa palabra trágica: Malvinas. El inicio, la palabra: la historia de la tragedia relatada con poesía. Luego, música argentina y británica: Piazzolla, John Lennon, McCartney, Contursi... y muchos más. Juntos. La guerra. Entro al escenario y muestro mi tristeza. Han muerto jóvenes. El ogro imperialista que en el pasado fue el mayor traficante de esclavos e invadió y ocupó regiones enteras con un sello colonialista, ahora nos despedazaba jóvenes con el cobarde y mortífero fuego militar. Y nuestros generales desaparecedores se escondían y se rendían en cuanto sonaba el primer tiro. Con un dictador borracho que se creía Dios con el vaso de whisky en la mano. General Galtieri. General de la Nación. La tragedia. Fui nombrando uno por uno a los jóvenes soldados que no volvieron de Malvinas. Traté de describir sus sueños, sus comienzos en la edad del amor. De pronto, la guerra, el matar o ser muerto. La única disyuntiva. A la edad de 18 años... 19... 20. Matar hombres o ser muertos por hombres. Sin sentido. La muerte uniformada. Y mientras tanto, el hambre. No llegaba la comida para los soldados argentinos. Los generales y sus civiles se habían olvidado de organizar los alimentos para la tropa. La tropa. Los soldaditos argentinos debían robar comida para poder sobrevivir. Los oficiales argentinos se quedaban con la carne, los suboficiales con las papas y para los soldados había, no siempre, un caldo.
Leo textos del Informe Rattenbach. Esas páginas, muestra de dignidad y coraje civil ante la mafiosa cúpula dictatorial. Ahí está descarnadamente la verdadera cara del desastre militar. Leo las declaraciones del general Martín Balza que actuó como coronel de artillería en las islas, quien acaba de denunciar: “La cobardía y la impericia de la mayoría de los altos mandos militares que condujeron política y militarmente el conflicto bélico. Los miembros de la Junta militar y otros mandos que visitaron la isla y se fotografiaron en ellas se borraron cobardemente cuando comenzó el ruido del combate y silbó la ametralladora”. Al desnudo. San Martín, Belgrano, Juana Azurduy. No: Galtieri, Menéndez, Astiz.
En el escenario leo los nombres de los soldaditos muertos: Roberto Estévez, Víctor Bengo, René Blanco, Jorge Ron, Pedro Florentino Larrosa... uno por uno, pido al público que nos tomemos el tiempo de verlos desfilar allí mismo, frente a nosotros. Aquí, ahora. De ver cómo eran sus sonrisas, cómo nos miraban sus ojos, algunos ya con los colores del primer amor, la alegría del primer trabajo... Antonio Cayo, Manuel Olivera, Antonio Lima, Omar Rupp, Heriberto Avila... 657, 657, 657. Muertos.
Humillados. El fiscal general ante la Cámara General de Casación Penal, Javier de Luca, acaba de declarar que “la Corte Suprema debe resolver si las torturas y vejámenes que sufrieron los soldados por parte de sus propios oficiales durante la guerra de Malvinas deben ser considerados delitos de lesa humanidad o crímenes de guerra. La causa judicial que contiene cerca de cien denuncias por estacamientos, muertes por hambre e incluso el asesinato de un soldado por oficiales de las Fuerzas Armadas, debe abrirse ya”.
Torturar a los propios soldados. Casi todos porque se pusieron a buscar comida. El hambre los acosaba.
Leo el nombre del último caído: Heriberto Acosta. El general Galtieri se sirve su último vaso de whisky en ejercicio del poder, allí en su cómodo despacho. Creía que las Malvinas iban a ser la tabla de salvación que ayudaría a que se olvidaran sus infames crímenes. Desaparición. La Muerte Argentina. El más pérfido método de la Historia para eliminar a los rebeldes del sistema.
Otra vez el rostro de los jóvenes soldados muertos hace treinta años ya: 1, 2, 3, 4, 5... 653, 654, 655, 656, 657. En vez de una vida plena de futuros, la muerte. En vez de hacerlos recorrer los caminos plenos de flores de esas que nos regala la naturaleza y hacerles probar las sabrosas frutas del arte y la convivencia, no, el hambre y la muerte. En vez de sueños, el vientre abierto, desgarrado por las ametralladoras... y los que quedaron vivos ven todas las noches aparecer el rostro transido de dolor de los compañeros que no volvieron.
Recurramos al arte para encontrar el camino de poder explicarnos esto. El silencio domina al público. Ni una voz, ni el llanto de un niño. Es cuando entran los músicos: el inglés, el argentino y el latinoamericano de origen uruguayo. La música: Astor Piazzolla, John Lennon. Melodías. Los tangos. Los Beatles. Un saxo, un violoncello, un piano. Todo es sonido: vuelan los pensamientos. Instrumentos musicales en vez de cañones, ametralladoras, balas, balas.
Las manos del músico inglés acarician sonidos como para tapar culpas. El saxo argentino arranca sonidos que buscan ecos que sirvan de protesta y consuelo.
Final: los músicos se miran, se dan la mano y luego no pueden contenerse y se abrazan. El público guarda silencio. Un silencio demasiado tenso que finalmente estalla en aplausos que se desparraman por todos lados como agua de montaña. El consuelo. Aquí, el único camino para vencer a la muerte. El arte.
EL PAIS › A 30 AñOS DE MALVINAS > OPINION
La gran estafa
Por Luis Bruschtein
Página 12
“El
pueblo argentino no decidió esa guerra”, afirmó la Presidenta en su
discurso desde Ushuaia. Se ha discutido mucho sobre el respaldo popular a
la guerra, expresado en la famosa movilización ante la cual habló
Galtieri desde los balcones de la Casa Rosada. Pero la Presidenta usó el
verbo decidir y no el verbo apoyar. Porque las dos cosas son ciertas:
el pueblo fue puesto frente al hecho consumado de la guerra que
decidieron los militares de la dictadura y apoyó un hecho que no había
decidido.
Desde el punto de vista de las responsabilidades, es diferente “decidir” que “apoyar”. Sin embargo, ese sujeto social definido como pueblo, que en este caso equivaldría a la sociedad (con las excepciones que confirman la regla), respaldó esa decisión. Treinta años de democracia, el juicio a los represores, el Informe Rattenbach y los testimonios coincidentes sobre los maltratos que sufrieron los ex conscriptos demostraron que la guerra fue una gran estafa. Una estafa para los soldados que lucharon con valentía en una causa para la que habían sido convocados, una estafa a los que hicieron donaciones solidarias que nunca llegaron a los soldados. Como no podía ser de otra manera con una dictadura de esa calaña, la guerra fue una gran estafa al pueblo argentino.
Sobre la base de una reivindicación justa, legítima y sentida, la dictadura montó una farsa que fue la continuidad de sí misma. Con el mismo cinismo que habló de los desaparecidos cuando ellos mismos los habían secuestrado, habló de la soberanía en las Malvinas, cuando en realidad la decisión de la guerra fue pura especulación para su supervivencia. Con el mismo sadismo que torturó a los prisioneros políticos, torturó a sus mismos soldados, que los llegaron a odiar más a ellos que al enemigo inglés. Hay hilos de continuidad entre los testimonios de los ex conscriptos veteranos de guerra y los relatos de los sobrevivientes de los campos de concentración.
Lo único que podía hacer la dictadura era más de lo mismo y, sin embargo, usando una reivindicación legítima, pudo engañar y estafar al pueblo argentino y sumar a la mayoría de sus políticos, intelectuales y gremialistas de izquierda, de centro y de derecha. Hasta la misma conducción de Montoneros, en un gesto entre trágico y patético, se ofreció como voluntaria para ir a combatir a las islas. Sin embargo, el sentimiento popular por la recuperación de las Malvinas no alcanza a explicar por sí solo la posibilidad de ese engaño. Hay un contexto histórico, y sobre todo una cultura política de época, que ayuda a completar ese mecanismo.
Para una sociedad como la argentina de aquella época, sin tradición democrática y con una cultura de violencia para resolver sus conflictos, la dictadura no estaba tan lejos como ahora. Era una sociedad esencialmente ambigua y contradictoria para hablar de democracia y de violencia, una sociedad que había formado a las Fuerzas Armadas como el Partido Militar de una minoría, una sociedad que había naturalizado los golpes militares, las proscripciones y la represión, que había silenciado fusilamientos y bombardeos, una sociedad que había sacrificado en la hoguera de la violencia a lo mejor de una generación y se disponía a hacerlo nuevamente con los jóvenes conscriptos que eran entregados en guarda a los torturadores.
La idea de sociedad no está centrada en este caso tanto en las personas sino más en los valores que ordenaban las actitudes de las personas, porque hasta las rebeldías estaban regidas por parámetros donde las ideas de democracia o de resolución pacífica de los conflictos no aparecían muy valoradas.
Aunque todavía haya quienes siguen manteniendo su respaldo a la guerra, lo concreto es que esa confusión creada por la dictadura con respecto a las Malvinas al decidir la guerra favoreció finalmente a los británicos y fue letal para los argentinos. Por eso resulta tan importante la decisión estratégica de unir el concepto de democracia al reclamo por las Malvinas.
Desde el punto de vista de las responsabilidades, es diferente “decidir” que “apoyar”. Sin embargo, ese sujeto social definido como pueblo, que en este caso equivaldría a la sociedad (con las excepciones que confirman la regla), respaldó esa decisión. Treinta años de democracia, el juicio a los represores, el Informe Rattenbach y los testimonios coincidentes sobre los maltratos que sufrieron los ex conscriptos demostraron que la guerra fue una gran estafa. Una estafa para los soldados que lucharon con valentía en una causa para la que habían sido convocados, una estafa a los que hicieron donaciones solidarias que nunca llegaron a los soldados. Como no podía ser de otra manera con una dictadura de esa calaña, la guerra fue una gran estafa al pueblo argentino.
Sobre la base de una reivindicación justa, legítima y sentida, la dictadura montó una farsa que fue la continuidad de sí misma. Con el mismo cinismo que habló de los desaparecidos cuando ellos mismos los habían secuestrado, habló de la soberanía en las Malvinas, cuando en realidad la decisión de la guerra fue pura especulación para su supervivencia. Con el mismo sadismo que torturó a los prisioneros políticos, torturó a sus mismos soldados, que los llegaron a odiar más a ellos que al enemigo inglés. Hay hilos de continuidad entre los testimonios de los ex conscriptos veteranos de guerra y los relatos de los sobrevivientes de los campos de concentración.
Lo único que podía hacer la dictadura era más de lo mismo y, sin embargo, usando una reivindicación legítima, pudo engañar y estafar al pueblo argentino y sumar a la mayoría de sus políticos, intelectuales y gremialistas de izquierda, de centro y de derecha. Hasta la misma conducción de Montoneros, en un gesto entre trágico y patético, se ofreció como voluntaria para ir a combatir a las islas. Sin embargo, el sentimiento popular por la recuperación de las Malvinas no alcanza a explicar por sí solo la posibilidad de ese engaño. Hay un contexto histórico, y sobre todo una cultura política de época, que ayuda a completar ese mecanismo.
Para una sociedad como la argentina de aquella época, sin tradición democrática y con una cultura de violencia para resolver sus conflictos, la dictadura no estaba tan lejos como ahora. Era una sociedad esencialmente ambigua y contradictoria para hablar de democracia y de violencia, una sociedad que había formado a las Fuerzas Armadas como el Partido Militar de una minoría, una sociedad que había naturalizado los golpes militares, las proscripciones y la represión, que había silenciado fusilamientos y bombardeos, una sociedad que había sacrificado en la hoguera de la violencia a lo mejor de una generación y se disponía a hacerlo nuevamente con los jóvenes conscriptos que eran entregados en guarda a los torturadores.
La idea de sociedad no está centrada en este caso tanto en las personas sino más en los valores que ordenaban las actitudes de las personas, porque hasta las rebeldías estaban regidas por parámetros donde las ideas de democracia o de resolución pacífica de los conflictos no aparecían muy valoradas.
Aunque todavía haya quienes siguen manteniendo su respaldo a la guerra, lo concreto es que esa confusión creada por la dictadura con respecto a las Malvinas al decidir la guerra favoreció finalmente a los británicos y fue letal para los argentinos. Por eso resulta tan importante la decisión estratégica de unir el concepto de democracia al reclamo por las Malvinas.
Un hombre y su hijo ayer en el acto conmemorativo por los 30 años del inicio del conflicto contra Reino Unido, en la plaza Islas Malvinas de Ushuaia (Argentina). Foto: EFE, Leo La Valle
Aunque pasen los años
Argentina y el Reino Unido recordaron ayer el inicio de la guerra de Malvinas.La guerra de las Malvinas tiene también otros dos nombres: guerra del Atlántico Sur y Falklands War, según quién la mire. Ese conflicto, que marcó un giro en la historia de sus dos participantes, cumple 30 años y sigue presente, aunque hoy la diplomacia sustituyó las armas en los reclamos de soberanía.
El 2
de abril de 1982 Argentina estaba en dictadura y Reino Unido era
gobernado por la primera ministra Margaret Thatcher. Ese día, la Junta
Militar decidió desde Buenos Aires la toma de las islas Malvinas, un
archipiélago situado unos 740 kilómetros al este de las costas
argentinas. Así empezó una guerra que desembocó en la derrota argentina
el 14 de junio del mismo año.
Dijo que su país “sigue comprometido incondicionalmente con defender” el derecho de los habitantes de las islas a la autodeterminación, un “principio fundamental que estaba en juego hace 30 años”.
El punto culminante de las conmemoraciones británicas fue una misa en el National Memorial Arboretum de Staffordshire, en el centro del país, en un monumento que recuerda a los caídos en las guerras británicas. Durante la ceremonia, a la que asistieron ex combatientes y familiares de víctimas, se prendió una vela que arderá durante 74 días, el tiempo que duró la guerra, en homenaje a los caídos.
Antes
de que se descubriera en los últimos años la riqueza petrolera de la
zona, la desaparición de gran parte de las ballenas que vivían en las
aguas en torno a las islas deterioró el negocio del aceite de esos
cetáceos y esto disminuyó el interés británico por las Malvinas. Además,
la tenencia del archipiélago era más bien un problema para el gobierno
británico, que las tenía en su poder desde 1833, cuando sus fuerzas
militares las ocuparon porque eran un punto de fricción en sus
relaciones comerciales con América Latina. Por eso en 1974 el Reino
Unido ofreció al gobierno de Juan Domingo Perón establecer un
“condominio” en las islas. La iniciativa, plasmada en un documento no
oficial que fue publicado por el diario argentino La Nación, buscaba
“poner fin a las disputas sobre la soberanía de las islas Malvinas”.
Perón falleció el 1º de julio de 1974, tres semanas después de haber recibido la propuesta, que según el ex embajador argentino Carlos Ortiz de Rozas lo había entusiasmado. Con la asunción de su viuda, María Estela Isabelita Martínez, como presidenta y luego con la dictadura que comenzó el 24 de marzo de 1976, las posibilidades de negociar se alejaron.
En 1982 la dictadura argentina se enfrentaba a una fuerte inflación y crecientes protestas sociales. La Junta Militar decidió ocupar las islas Malvinas para intentar mejorar su imagen y generar un consenso nacional basado en el patriotismo. Además apostó al poco interés que tenían en ese momento los británicos por el archipiélago. Pero no contó con el carácter de la Dama de Hierro, Thatcher, que justo atravesaba un momento interno delicado debido a sus impopulares reformas económicas.
La guerra dejó 649 militares argentinos, 255 británicos y tres civiles isleños muertos. Además se le atribuye haber acelerado el final de la dictadura argentina, debilitada por la derrota, y permitido que Thatcher fuera reelecta en 1983, fortalecida por la victoria.
En un ámbito político polarizado, el tema Malvinas trasciende los partidos y genera unión nacional. El gobierno lo coloca en la agenda desde hace meses, sumando el argumento de la defensa de los recursos naturales y la soberanía no sólo sobre las tierras sino sobre las riquezas petroleras que hay en las aguas que rodean las islas. Adelantándose a las conmemoraciones de ayer, la administración de la presidenta Cristina Fernández logró primero el apoyo unánime a su reclamo de parte de los países de la región, mediante la Unión de Naciones Suramericanas. Después subió el tono diplomático: denunció al Reino Unido ante la ONU y también a las empresas petroleras que operan en esos territorios ante las Bolsas de Valores de Nueva York y de Londres, para que éstas evalúen si su accionar es legal como para cotizar en esos ámbitos.
Ayer, en la ciudad de Ushuaia, la presidenta argentina encabezó un acto para conmemorar el inicio de la guerra, que en su opinión fue “un error” y “no fue una decisión del pueblo argentino”. Pidió un diálogo “en paz”, y ayuda a la Cruz Roja Internacional para que “interceda” ante el Reino Unido para poder identificar a los soldados de los dos países caídos durante la guerra que están enterrados en el archipiélago. También anunció su intención de inaugurar un museo de las Malvinas el año que viene, en el predio que fue de la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA), utilizado durante la dictadura como centro de tortura. En lo que pareció ser una respuesta al gobierno británico (ver recuadro), Fernández insistió en que la ofensiva militar de 1982 fue obra de la dictadura, que no respetaba la libertad de los argentinos.
Sobre el actual conflicto repitió que “de los 16 enclaves coloniales que existen en el mundo, diez de ellos son del Reino Unido” y que “no es posible” que el derecho internacional “pueda ser violado por los poderosos” que tienen la potestad de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU. Fernández reclamó también “justicia para que no se sigan depredando” el “medio ambiente” y los “recursos naturales ictícolas y petroleros, y para que se respete la integridad territorial” argentina.
Todas las provincias argentinas realizaron ayer actos y vigilias para conmemorar el aniversario. En la ciudad de Buenos Aires, el acto central fue en el monumento de la plaza San Martín, en Retiro, donde figuran los nombres de los 649 soldados que murieron en la guerra. En la Plaza de Mayo, ex combatientes iniciaron el domingo una vigilia y colocaron cruces en honor a los fallecidos. En una manifestación frente a la embajada británica, en el barrio de Recoleta, integrantes de la organización Quebracho protagonizaron incidentes con la Policía Federal, con la que intercambiaron piedras y bombas molotov por gases lacrimógenos, chorros de agua y balas de goma. Hubo varios heridos, aunque al cierre de esta edición las autoridades no habían precisado cuántos.
Antes, en el acto central, la presidenta destacó que el reclamo por la soberanía de Malvinas “no empezó hace 30 años” sino que “es una historia que va a cumplir 180 años el año próximo”, en referencia a la fecha en que los británicos ocuparon esos territorios, por lo que el tema seguirá en agenda un tiempo más.
Desde el norte
También en el Reino Unido hubo conmemoraciones por los 30 años del comienzo de la guerra. El primer ministro británico, David Cameron, dijo que ayer era “un día de conmemoración y reflexión”. Agregó: “Un día para recordar a todos los que perdieron la vida en el conflicto: los miembros de nuestras fuerzas armadas y también los argentinos que murieron”.Dijo que su país “sigue comprometido incondicionalmente con defender” el derecho de los habitantes de las islas a la autodeterminación, un “principio fundamental que estaba en juego hace 30 años”.
El punto culminante de las conmemoraciones británicas fue una misa en el National Memorial Arboretum de Staffordshire, en el centro del país, en un monumento que recuerda a los caídos en las guerras británicas. Durante la ceremonia, a la que asistieron ex combatientes y familiares de víctimas, se prendió una vela que arderá durante 74 días, el tiempo que duró la guerra, en homenaje a los caídos.
Perón falleció el 1º de julio de 1974, tres semanas después de haber recibido la propuesta, que según el ex embajador argentino Carlos Ortiz de Rozas lo había entusiasmado. Con la asunción de su viuda, María Estela Isabelita Martínez, como presidenta y luego con la dictadura que comenzó el 24 de marzo de 1976, las posibilidades de negociar se alejaron.
En 1982 la dictadura argentina se enfrentaba a una fuerte inflación y crecientes protestas sociales. La Junta Militar decidió ocupar las islas Malvinas para intentar mejorar su imagen y generar un consenso nacional basado en el patriotismo. Además apostó al poco interés que tenían en ese momento los británicos por el archipiélago. Pero no contó con el carácter de la Dama de Hierro, Thatcher, que justo atravesaba un momento interno delicado debido a sus impopulares reformas económicas.
La guerra dejó 649 militares argentinos, 255 británicos y tres civiles isleños muertos. Además se le atribuye haber acelerado el final de la dictadura argentina, debilitada por la derrota, y permitido que Thatcher fuera reelecta en 1983, fortalecida por la victoria.
Casi como ayer
El reclamo de soberanía de las islas Malvinas es un tema que sigue vigente en Argentina. Incluso las voces disonantes, que surgieron en los últimos meses para respaldar la postura británica de tomar en cuenta la opinión de los isleños que se consideran británicos, no niegan que lo ideal sería que el archipiélago fuera argentino.En un ámbito político polarizado, el tema Malvinas trasciende los partidos y genera unión nacional. El gobierno lo coloca en la agenda desde hace meses, sumando el argumento de la defensa de los recursos naturales y la soberanía no sólo sobre las tierras sino sobre las riquezas petroleras que hay en las aguas que rodean las islas. Adelantándose a las conmemoraciones de ayer, la administración de la presidenta Cristina Fernández logró primero el apoyo unánime a su reclamo de parte de los países de la región, mediante la Unión de Naciones Suramericanas. Después subió el tono diplomático: denunció al Reino Unido ante la ONU y también a las empresas petroleras que operan en esos territorios ante las Bolsas de Valores de Nueva York y de Londres, para que éstas evalúen si su accionar es legal como para cotizar en esos ámbitos.
Ayer, en la ciudad de Ushuaia, la presidenta argentina encabezó un acto para conmemorar el inicio de la guerra, que en su opinión fue “un error” y “no fue una decisión del pueblo argentino”. Pidió un diálogo “en paz”, y ayuda a la Cruz Roja Internacional para que “interceda” ante el Reino Unido para poder identificar a los soldados de los dos países caídos durante la guerra que están enterrados en el archipiélago. También anunció su intención de inaugurar un museo de las Malvinas el año que viene, en el predio que fue de la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA), utilizado durante la dictadura como centro de tortura. En lo que pareció ser una respuesta al gobierno británico (ver recuadro), Fernández insistió en que la ofensiva militar de 1982 fue obra de la dictadura, que no respetaba la libertad de los argentinos.
Sobre el actual conflicto repitió que “de los 16 enclaves coloniales que existen en el mundo, diez de ellos son del Reino Unido” y que “no es posible” que el derecho internacional “pueda ser violado por los poderosos” que tienen la potestad de veto en el Consejo de Seguridad de la ONU. Fernández reclamó también “justicia para que no se sigan depredando” el “medio ambiente” y los “recursos naturales ictícolas y petroleros, y para que se respete la integridad territorial” argentina.
Todas las provincias argentinas realizaron ayer actos y vigilias para conmemorar el aniversario. En la ciudad de Buenos Aires, el acto central fue en el monumento de la plaza San Martín, en Retiro, donde figuran los nombres de los 649 soldados que murieron en la guerra. En la Plaza de Mayo, ex combatientes iniciaron el domingo una vigilia y colocaron cruces en honor a los fallecidos. En una manifestación frente a la embajada británica, en el barrio de Recoleta, integrantes de la organización Quebracho protagonizaron incidentes con la Policía Federal, con la que intercambiaron piedras y bombas molotov por gases lacrimógenos, chorros de agua y balas de goma. Hubo varios heridos, aunque al cierre de esta edición las autoridades no habían precisado cuántos.
Antes, en el acto central, la presidenta destacó que el reclamo por la soberanía de Malvinas “no empezó hace 30 años” sino que “es una historia que va a cumplir 180 años el año próximo”, en referencia a la fecha en que los británicos ocuparon esos territorios, por lo que el tema seguirá en agenda un tiempo más.
Marina González
La Diaria
La Diaria
Mundo - GUERRA DE LAS MALVINAS
Cristina Fernández pidió ayuda para identificar a las víctimas
La presidenta argentina instó al diálogo y dijo que “cada uno (de los caídos) merece tener su nombre en una lápida”
+ EFE - 02.04.2012, 14:13 hs
- ACTUALIZADO 07:18
Texto:
-El Observador
La presidenta argentina, Cristina Fernández, apostó este lunes por el "diálogo" para resolver el conflicto con el Reino Unido por la soberanía de Malvinas y adelantó que pidió a la Cruz Roja Internacional colaboración para el reconocimiento de los soldados sin identificar enterrados en las islas.
Fernández encabezó en Ushuaia, la capital de Tierra de Fuego y para los argentinos también la capital de Malvinas, un acto con un marcado carácter nacionalista en conmemoración del 30º aniversario de la toma de las islas por tropas argentinas que hizo estallar una guerra contra el Reino Unido, el 2 de abril de 1982.
"No queremos tambores de guerra", dijo la presidenta argentina, que defendió el diálogo para buscar una salida al conflicto.
Fernández adelantó además que, el pasado viernes, envió una carta a la Cruz Roja Internacional para pedir su intercesión ante el Reino Unido para facilitar la identificación de los soldados caídos en la guerra y enterrados como no identificados en el cementerio de Darwin, en Malvinas.
"Cada uno merece tener su nombre en una lápida, cada madre tiene el derecho inalienable (...) de enterrar a sus muertos, ponerle una placa y llorar frente a esa placa", dijo Fernández, arropada por buena parte de su Gabinete y por decenas de veteranos de la guerra.
La guerra entre Argentina y Reino Unido por la soberanía de Malvinas concluyó con la rendición argentina el 14 de junio de 1982 y dejó cerca de 900 muertos, en su mayoría argentinos.
EL PAIS › A 30 AñOS DE MALVINAS > OPINION
El tema uno del Gobierno
Por Martín Granovsky
Página 12
El
discurso pronunciado ayer por la Presidenta en Ushuaia permite comprobar
una tendencia ya en desarrollo. Por un lado, la cuestión de la
soberanía sobre las Malvinas es, para el gobierno argentino, el eje de
la política exterior. Por otro lado, la importancia que le atribuye
Cristina Fernández de Kirchner es tal que las Malvinas ocupan el primer
lugar en la articulación institucional del Estado. Al menos de modo
explícito, en el último año ningún otro tema de importancia mereció por
parte del Ejecutivo el mismo nivel de persistencia, exposición pública
de tácticas y estrategias, tejido de alianzas internacionales y
explicación de matices a los argentinos. Ni siquiera, por ejemplo, el
sistema de transporte público.
Naturalmente, nadie puede decir que Malvinas es el único tema que preocupa al Gobierno. Por citar dos casos, Cristina presentó en sociedad la reforma del Código Civil acompañada por dirigentes de la oposición y de los ministros de la Corte Suprema Ricardo Lorenzetti y Elena Highton de Nolasco. Y sus funcionarios y gobernadores afines vienen desplegando maniobras que podrían significar un cambio en la situación jurídica de YPF.
Sí puede afirmarse que ninguna otra cuestión mereció en el último tiempo un enfoque tan completo por parte del Poder Ejecutivo. Esa visión prioritaria e integral puede ser un signo de dos cosas. Una, que las Malvinas fueron tomadas como el símbolo máximo de otras políticas. Otra, que el diferendo de las islas en sí mismo ocupa el primer lugar en la agenda pública de la Presidenta, quien suele referirse al conflicto como “nacional, regional y global” y al que acostumbra relacionar con el cuidado de los recursos naturales, en particular el petróleo.
La instalación del tema en la agenda internacional consiguió desmontar un fantasma: que la Argentina es una amenaza militar para el Reino Unido. Dos veces, una de ellas a cargo nada menos que del ministro de Defensa del Reino Unido, llegaron declaraciones confirmando desde Londres que la Argentina no compró aviones desde la guerra. Con esos datos es imposible hilvanar un discurso bélico desde Gran Bretaña, imposibilidad que sintoniza con la insistencia de la Presidente en que la Argentina critica la militarización del Atlántico Sur y que no se propone compensarla con una carrera armamentista o una ofensiva bélica sobre las islas.
En términos de examen histórico –uno de los terrenos para el que resultan útiles las fechas redondas– aparece cada vez clara en los documentos la necesidad de Margaret Thatcher de consolidarse como líder nacional en 1982 y llegar a una victoria bélica. Simon Jenkins escribió en el diario The Guardian de Londres una interesante columna con este título: “Sin el capitán Astiz, no habría existido esa cosa llamada thatcherismo”.
Jenkins recuerda que Astiz, con la fachada de unos comerciantes de chatarra, desembarcó en Georgias del Sur nada menos que el 24 de marzo. Su presencia alertó a los británicos y puso en peligro el plan diseñado por la Marina para mayo y junio, que consistiría en quitar de su puesto al gobernador, sin sangre, y negociar. No fue así y las acciones bélicas escalaron, incluyendo por cierto el hundimiento del Belgrano, que proporcionó a la dictadura y al gobierno británico la coartada perfecta para no negociar. Thatcher, que estaba en un nivel muy bajo de popularidad a comienzos de 1981 y a merced del crecimiento de los socialdemócratas, quedó en carrera y en 1982 consiguió una brecha de diez puntos de popularidad, que ya no le serían esquivos hasta el final. Ese nivel de aceptación popular le permitió llevar a la práctica un plan de financierización desindustrializadora, antisindical y privatizador. La dictadura, herida por sus enfrentamientos internos, por el desgaste y por la guerra perdida, no pudo completar la misión que había empezado. Sería continuada por una de sus víctimas, Carlos Menem, que curiosamente cerró su campaña de 1989 prometiendo durante un gran acto en La Matanza que recuperaría las Malvinas incluso con sangre. Afortunadamente no lo hizo, pero sí terminó la reestructuración conservadora de la Argentina.
martin.granovsky@gmail.com
Naturalmente, nadie puede decir que Malvinas es el único tema que preocupa al Gobierno. Por citar dos casos, Cristina presentó en sociedad la reforma del Código Civil acompañada por dirigentes de la oposición y de los ministros de la Corte Suprema Ricardo Lorenzetti y Elena Highton de Nolasco. Y sus funcionarios y gobernadores afines vienen desplegando maniobras que podrían significar un cambio en la situación jurídica de YPF.
Sí puede afirmarse que ninguna otra cuestión mereció en el último tiempo un enfoque tan completo por parte del Poder Ejecutivo. Esa visión prioritaria e integral puede ser un signo de dos cosas. Una, que las Malvinas fueron tomadas como el símbolo máximo de otras políticas. Otra, que el diferendo de las islas en sí mismo ocupa el primer lugar en la agenda pública de la Presidenta, quien suele referirse al conflicto como “nacional, regional y global” y al que acostumbra relacionar con el cuidado de los recursos naturales, en particular el petróleo.
La instalación del tema en la agenda internacional consiguió desmontar un fantasma: que la Argentina es una amenaza militar para el Reino Unido. Dos veces, una de ellas a cargo nada menos que del ministro de Defensa del Reino Unido, llegaron declaraciones confirmando desde Londres que la Argentina no compró aviones desde la guerra. Con esos datos es imposible hilvanar un discurso bélico desde Gran Bretaña, imposibilidad que sintoniza con la insistencia de la Presidente en que la Argentina critica la militarización del Atlántico Sur y que no se propone compensarla con una carrera armamentista o una ofensiva bélica sobre las islas.
En términos de examen histórico –uno de los terrenos para el que resultan útiles las fechas redondas– aparece cada vez clara en los documentos la necesidad de Margaret Thatcher de consolidarse como líder nacional en 1982 y llegar a una victoria bélica. Simon Jenkins escribió en el diario The Guardian de Londres una interesante columna con este título: “Sin el capitán Astiz, no habría existido esa cosa llamada thatcherismo”.
Jenkins recuerda que Astiz, con la fachada de unos comerciantes de chatarra, desembarcó en Georgias del Sur nada menos que el 24 de marzo. Su presencia alertó a los británicos y puso en peligro el plan diseñado por la Marina para mayo y junio, que consistiría en quitar de su puesto al gobernador, sin sangre, y negociar. No fue así y las acciones bélicas escalaron, incluyendo por cierto el hundimiento del Belgrano, que proporcionó a la dictadura y al gobierno británico la coartada perfecta para no negociar. Thatcher, que estaba en un nivel muy bajo de popularidad a comienzos de 1981 y a merced del crecimiento de los socialdemócratas, quedó en carrera y en 1982 consiguió una brecha de diez puntos de popularidad, que ya no le serían esquivos hasta el final. Ese nivel de aceptación popular le permitió llevar a la práctica un plan de financierización desindustrializadora, antisindical y privatizador. La dictadura, herida por sus enfrentamientos internos, por el desgaste y por la guerra perdida, no pudo completar la misión que había empezado. Sería continuada por una de sus víctimas, Carlos Menem, que curiosamente cerró su campaña de 1989 prometiendo durante un gran acto en La Matanza que recuperaría las Malvinas incluso con sangre. Afortunadamente no lo hizo, pero sí terminó la reestructuración conservadora de la Argentina.
martin.granovsky@gmail.com
EL PAIS › A 30 AñOS DE MALVINAS > TRAS LA DERROTA EN MALVINAS, LA DICTADURA DE BRASIL TEMIA LA CAIDA DE GALTIERI
Los recelos por las Madres
Documentos de la Cancillería brasileña de los ’80 dan cuenta de los temores de la dictadura de João Baptista Figueireido ante el fracaso de sus pares argentinos. Las negociaciones para liberar a Alfredo Astiz, capturado por los ingleses.João Baptista Figueireido en ocasión de una visita a Argentina junto a Jorge Videla.
Desde Brasilia
Página 12 Luego de la rendición argentina en Malvinas, la dictadura brasileña mostró preocupación frente al derrumbe del régimen de Galtieri y la amenaza de una transición acelerada a la democracia, según lo revelan documentos a los que tuvo acceso este cronista, en los que se recela de las Madres de Plaza de Mayo y el retorno de los “subversivos”.
El Ministerio de Relaciones Exteriores brasileño elaboró un documento sobre el nuevo escenario político interno que se perfilaba tras la caída de Galtieri y la asunción de Reynaldo Bignone, mientras crecía la indignación popular sobre la suerte de los combatientes en Malvinas.
“La pose del presidente Bignone, impuesto aisladamente por el Ejército, da inicio a una nueva fase de la posguerra de Malvinas”, señala un texto de la Cancillería fechado el 1º de julio de 1982.
“La falta de definición sobre el destino de un número considerable de efectivos enviados a Malvinas puede contribuir para ampliar el movimiento denominado Madres de Plaza de Mayo, que congrega a familiares de subversivos cuyo destino es ignorado.”
Los problemas de los ex combatientes, “cuyo destino no está esclarecido... ya viene siendo explotado por grupos contrarios al gobierno, que buscan influenciar a la opinión pública contra el régimen militar”.
La irrupción de políticos opositores y expresiones de repudio de la población eran vistas con aprehensión por Brasilia, que en otro cable advierte sobre la inestabilidad que amenazaba a la dictadura instalada en Buenos Aires desde el 24 de marzo de 1976.
Un documento del Ministerio del Ejército, fechado el 17 de junio de 1982, señala que “la repercusión negativa en la opinión pública” de la derrota de Malvinas es “aprovechada por grupos comprometidos con la subversión que provocaron la manifestación del 15 del corriente (junio)”. Antes de ello, el 12 de abril de 1982, otro reporte “confidencial” del Ejército expone su preocupación por la posición de Montoneros. Dice el informe del Ejército que “Mario Firmenich, secretario general de Montoneros, exiliado en Cuba, manifestó su apoyo a la ocupación de Malvinas, ofreciéndose a luchar con las tropas y propuso la formación de un Gobierno de Emergencia Nacional”.
Como se ve, la dictadura brasileña dio su respaldo a sus pares de la Argentina, sobre todo por la afinidad de los regímenes políticos, y recibió la derrota con preocupación. La Argentina se había convertido en el peor modelo de transición acelerada a la democracia.
El dictador João Baptista Figueireido (1979-1985), mentor de la ley de (auto)amnistía y arquitecto de la retirada lenta, gradual de los militares, se espantaba frente al desplome de sus colegas rioplatenses.
Al mismo tiempo que recelaba de las Madres de Plaza de Mayo y la reaparición de los “subversivos”, la diplomacia brasileña mantenía conversaciones con el gobierno de Margaret Thatcher para la liberación del capitán de Marina argentino, Alfredo Astiz.
Así lo indica una serie de telegramas enviados por el entonces embajador en Londres, Roberto Campos, quien intercedió para la liberación del represor de la ESMA Astiz, que fue deportado desde Londres hacia Argentina en un avión que hizo escala en Río de Janeiro, a bordo del cual viajaron diplomáticos brasileños.
En algunos de los telegramas entre Campos y la Cancillería se hace mención a que la liberación de Astiz no era sencilla y hubo varios encuentros con funcionarios británicos para que esto ocurra. Se consigna, además, que Campos guardaba una vieja amistad con el canciller argentino durante la guerra, Nicanor Costa Méndez, que dejó el cargo tras el fin de la contienda.
Hecho prisionero en las islas Georgias del Sur, Astiz era requerido por la Justicia de Francia y Suecia, debido a la desaparición de dos monjas y una adolescente, según se informa en los cables diplomáticos, revelados a fines de 2011 por el diario Folha de São Paulo.
Página 12 Luego de la rendición argentina en Malvinas, la dictadura brasileña mostró preocupación frente al derrumbe del régimen de Galtieri y la amenaza de una transición acelerada a la democracia, según lo revelan documentos a los que tuvo acceso este cronista, en los que se recela de las Madres de Plaza de Mayo y el retorno de los “subversivos”.
El Ministerio de Relaciones Exteriores brasileño elaboró un documento sobre el nuevo escenario político interno que se perfilaba tras la caída de Galtieri y la asunción de Reynaldo Bignone, mientras crecía la indignación popular sobre la suerte de los combatientes en Malvinas.
“La pose del presidente Bignone, impuesto aisladamente por el Ejército, da inicio a una nueva fase de la posguerra de Malvinas”, señala un texto de la Cancillería fechado el 1º de julio de 1982.
“La falta de definición sobre el destino de un número considerable de efectivos enviados a Malvinas puede contribuir para ampliar el movimiento denominado Madres de Plaza de Mayo, que congrega a familiares de subversivos cuyo destino es ignorado.”
Los problemas de los ex combatientes, “cuyo destino no está esclarecido... ya viene siendo explotado por grupos contrarios al gobierno, que buscan influenciar a la opinión pública contra el régimen militar”.
La irrupción de políticos opositores y expresiones de repudio de la población eran vistas con aprehensión por Brasilia, que en otro cable advierte sobre la inestabilidad que amenazaba a la dictadura instalada en Buenos Aires desde el 24 de marzo de 1976.
Un documento del Ministerio del Ejército, fechado el 17 de junio de 1982, señala que “la repercusión negativa en la opinión pública” de la derrota de Malvinas es “aprovechada por grupos comprometidos con la subversión que provocaron la manifestación del 15 del corriente (junio)”. Antes de ello, el 12 de abril de 1982, otro reporte “confidencial” del Ejército expone su preocupación por la posición de Montoneros. Dice el informe del Ejército que “Mario Firmenich, secretario general de Montoneros, exiliado en Cuba, manifestó su apoyo a la ocupación de Malvinas, ofreciéndose a luchar con las tropas y propuso la formación de un Gobierno de Emergencia Nacional”.
Como se ve, la dictadura brasileña dio su respaldo a sus pares de la Argentina, sobre todo por la afinidad de los regímenes políticos, y recibió la derrota con preocupación. La Argentina se había convertido en el peor modelo de transición acelerada a la democracia.
El dictador João Baptista Figueireido (1979-1985), mentor de la ley de (auto)amnistía y arquitecto de la retirada lenta, gradual de los militares, se espantaba frente al desplome de sus colegas rioplatenses.
Al mismo tiempo que recelaba de las Madres de Plaza de Mayo y la reaparición de los “subversivos”, la diplomacia brasileña mantenía conversaciones con el gobierno de Margaret Thatcher para la liberación del capitán de Marina argentino, Alfredo Astiz.
Así lo indica una serie de telegramas enviados por el entonces embajador en Londres, Roberto Campos, quien intercedió para la liberación del represor de la ESMA Astiz, que fue deportado desde Londres hacia Argentina en un avión que hizo escala en Río de Janeiro, a bordo del cual viajaron diplomáticos brasileños.
En algunos de los telegramas entre Campos y la Cancillería se hace mención a que la liberación de Astiz no era sencilla y hubo varios encuentros con funcionarios británicos para que esto ocurra. Se consigna, además, que Campos guardaba una vieja amistad con el canciller argentino durante la guerra, Nicanor Costa Méndez, que dejó el cargo tras el fin de la contienda.
Hecho prisionero en las islas Georgias del Sur, Astiz era requerido por la Justicia de Francia y Suecia, debido a la desaparición de dos monjas y una adolescente, según se informa en los cables diplomáticos, revelados a fines de 2011 por el diario Folha de São Paulo.
El cachetazo inglés y el fantasma de Belgrano
Lunes 2 de abril de 2012, por Carlos del Frade *Agencia CTA
Cuentan los periodistas ingleses que cuando el general Jeremy Moore, al frente de sus tropas, se topó con el jefe argentino, Mario Menéndez, no pudo contener su indignación y le dio una bofetada. Incluso esto se desliza en las propias memorias del inglés.
* Periodista. Agencia de Noticias Pelota de Trapo (APE)
No era para menos.
Moore estaba impresionado por el heroísmo de los muchachos menores de veinte años que hambreados y con fusiles de la década del cincuenta habían resistido mucho más allá de la lógica los embates de la tercera potencia de Occidente apoyada por la primera, Estados Unidos.
Cuando llegó hasta Menéndez lo vio de punta en blanco, campera térmica, rasurado con precisión y sus borceguíes tan lustrados como si fueran un espejo. Muy lejos de la realidad de los soldados argentinos. Allí estalló la indignación y vino el cachetazo.
En las batallas de Vilcapugio y Ayohuma, en cambio, el último en retirarse del campo de batalla fue Manuel Belgrano. Se había quedado con la bandera y la defendió como pudo hasta que los suyos terminaron por abandonar esos lugares del Alto Perú. Una de las banderas que hoy tiene el gobierno de Evo Morales parece ser aquella sostenida por Belgrano.
Todavía se ven, dicen los estudiosos, las manchas de sangre de aquel abogado, político y economista que se había suicidado materialmente para enamorar a los demás de sus ideas de revolución, independencia e igualdad.
Al hombre que lo habían acusado de no saber nada del arte de la guerra, sus soldados y los del enemigo lo admiraban por su coraje y su astucia en el campo de batalla.
Belgrano decía que la principal idea donde descansa el principio de la disciplina es tomar conciencia que se defiende al pueblo y que jamás debe ofenderse a la gente.
Menéndez, en cambio, era el representante de un ejército que durante más de un siglo se había ocupado de reprimir a las mayorías y había olvidado la premisa fundamental de defenderlas de los ataques exteriores.
La diferencia entre Belgrano y Menéndez también explica el resultado en Malvinas, treinta años después.
Moore estaba impresionado por el heroísmo de los muchachos menores de veinte años que hambreados y con fusiles de la década del cincuenta habían resistido mucho más allá de la lógica los embates de la tercera potencia de Occidente apoyada por la primera, Estados Unidos.
Cuando llegó hasta Menéndez lo vio de punta en blanco, campera térmica, rasurado con precisión y sus borceguíes tan lustrados como si fueran un espejo. Muy lejos de la realidad de los soldados argentinos. Allí estalló la indignación y vino el cachetazo.
En las batallas de Vilcapugio y Ayohuma, en cambio, el último en retirarse del campo de batalla fue Manuel Belgrano. Se había quedado con la bandera y la defendió como pudo hasta que los suyos terminaron por abandonar esos lugares del Alto Perú. Una de las banderas que hoy tiene el gobierno de Evo Morales parece ser aquella sostenida por Belgrano.
Todavía se ven, dicen los estudiosos, las manchas de sangre de aquel abogado, político y economista que se había suicidado materialmente para enamorar a los demás de sus ideas de revolución, independencia e igualdad.
Al hombre que lo habían acusado de no saber nada del arte de la guerra, sus soldados y los del enemigo lo admiraban por su coraje y su astucia en el campo de batalla.
Belgrano decía que la principal idea donde descansa el principio de la disciplina es tomar conciencia que se defiende al pueblo y que jamás debe ofenderse a la gente.
Menéndez, en cambio, era el representante de un ejército que durante más de un siglo se había ocupado de reprimir a las mayorías y había olvidado la premisa fundamental de defenderlas de los ataques exteriores.
La diferencia entre Belgrano y Menéndez también explica el resultado en Malvinas, treinta años después.
(5411) 4383-3349 / 3305 / 3426 (int. 150 / 154) - prensa@ctanacional.org
3/4/2012 - 01:38 | Opinión
¿Recuperación, gesta, locura, aventura
o qué cosa fue el 2 de abril?
¿Recuperación, gesta, locura, aventura
o qué cosa fue el 2 de abril?
EMILIO MARIN
Lo bueno de la historia es que, más allá de las distintas interpretaciones, las cosas ya no se pueden borrar. Por ejemplo, es casi seguro que Santiago de Liniers habría querido que la historia se congelara en su lucha contra las invasiones inglesas de 1806 y 1807. No le habría agradado que esa historia siguiera hasta la revolución de 1810, que lo encontró alineado con la España, al punto que fue fusilado en agosto de ese año por orden de Mariano Moreno. El héroe de 1806 fue luego virrey y terminó arcabuceado. Ese periplo personal en nada afectó a la historia del naciente país, que reivindica la resistencia popular contra los británicos de Popham y Beresford, pero también el proceso independentista de mayo de 1810.
Esa distinción de lo objetivo y subjetivo viene a cuento de la polémica sobre cómo valorar el 2 de abril. Leopoldo F. Galtieri fue un militar alineado con el imperio norteamericano durante casi toda su vida y fue el tercer dictador de la dictadura militar de 1976. Los dos primeros, Videla y Viola; el cuarto, Bignone.
Pero por las razones que fuera, ese gobierno dictatorial decidió la ocupación de Malvinas en 1982 y eso fue apoyado por la abrumadora mayoría de la población, la misma que odiaba la represión ilegal y la política económica inaugurada por José A. Martínez de Hoz.
Por la fuerza.
La primera ministra británica Margaret Thatcher, con el apoyo de su aliado mayor, Estados Unidos, entonces gobernado por el ultrarreaccionario Ronald Reagan y su vice George H. Bush, lanzó un operativo militar para recuperar las islas. Y allí sobrevino la guerra propiamente dicha, con el hundimiento del crucero ARA General Belgrano el 2 de mayo de ese año 1982.
La primera pregunta es si tenía razón Argentina (fue con Galtieri pero pudo ser con cualquier otro gobernante, militar o civil) en recuperar el archipiélago por la fuerza. El "Operativo Rosario" fue casi incruento, porque el único muerto fue un oficial argentino, el capitán Pedro Giachino. No se derramó sangre inglesa.
La respuesta es afirmativa. Transcurridos 149 años desde la ocupación de la fragata Clio inglesa de 1833, cuando ya había un gobierno patrio en Buenos Aires y la gobernación de Buenos Aires había designado funcionarios en las islas, etc, era tiempo más que suficiente para poner el pie en Puerto Argentino. La "vieja raposa" londinense no había aceptado sentarse a negociar con Argentina pese a la resolución 2065, de 1965, adoptada por la ONU.
El desclasificado Informe Rattenbach, que es híper crítico con los altos mandos argentinos en cuanto a la conducción de la guerra, reivindica el desembarco del 2 de abril.
¿Recuperación o locura?
El citado Informe dice en los puntos 286 y 287: "Con ese acto, la nación reivindicaba un objetivo histórico y mostraba su determinación de hacer respetar sus derechos sobre un territorio irredento. Además, estas justas aspiraciones habían sido reconocidas sucesivamente por las Naciones Unidas a partir del año 1965 siendo sistemáticamente resistidas por Gran Bretaña. Al cabo de 17 años de infructuosas negociaciones y 149 de reclamaciones, la ocupación militar se daba como un recurso extremo para denunciar y comprometer ante el mundo a una potencia colonialista que se negaba obstinadamente a negociar con seriedad el futuro de las islas".
Opuestos a ese Informe, los intelectuales del "Grupo de los 17" (Beatriz Sarlo, Jorge Lanata, Luis A. Romero y otros desmalvinizadores) quedan retratados como una quintacolumna interna al servicio del Foreing Office. Desde su aparición el 23 de febrero pasado vienen negando la recuperación de tres décadas atrás y hasta han criticado al pueblo argentino por su apoyo a ese desembarco.
Si se pudiera volver la historia a treinta años atrás, se vería más nítidamente quiénes se oponían a la recuperación: las embajadas del Reino Unido y Estados Unidos, empresas como la anglo-holandesa Shell, el ex presidente Arturo Frondizi y el aspirante Raúl Alfonsín, quien estimaba que una derrota de las armas argentinas podía favorecer sus chances electorales. La mayoría de los radicales, empero, estuvo en sintonía nacional, incluidos aquellos que no venían del viejo tronco, como Rodolfo Terragno.
Hermanita perdida.
Las mujeres de organismos de derechos humanos, tan perseguidos por el terrorismo de Estado, tejían bufandas en Plaza de Mayo para los soldados con la consigna "las Malvinas son argentinas y los desaparecidos también".
Esas islas a las que Atahualpa Yupanqui cantó como "La hermanita perdida" no son sólo un fortísimo sentimiento argentino, extirpado en los del "G-17", sino también latinoamericano y caribeño. Hoy en día se leen pronunciamientos solidarios con la soberanía argentina por el Mercosur y la Unasur, que no permiten el amarre en puertos de navíos con la bandera de las "Falklands", ni de buques de guerra, como ocurrió en el puerto del Callao, Perú.
Los desmalvinizadores querrán interpretar eso como un apoyo nuevo, en democracia. No es así. En 1982 la guerra de Malvinas fue una correcta línea divisoria a nivel mundial, donde los agresores británicos y norteamericanos tuvieron a su lado países europeos, incluyendo la Francia "socialista" de Francois Mitterrand. Y a favor de Argentina militaron los latinoamericanos, sobre todo Cuba, Uruguay, Perú, Panamá, Venezuela y México, más China y URSS.
El 3 de junio de ese año, Fidel Castro recibió por segunda vez al canciller Nicanor Costa Méndez en La Habana, reiterando su apoyo y dando ciertos consejos para la lucha contra la flota inglesa. En la capital cubana deliberaba el Movimiento de Países No Alineados, que avaló la posición argentina.
Treinta años atrás y hoy, los hechos pintan más para "recuperación", en vez de una "locura" condenable.
No todos fueron capituladores.
Izar la bandera celeste y blanca en Puerto Argentino fue una decisión correcta. A partir de allí había dos alternativas: volverse a Buenos Aires, dejando un pequeño contingente; o bien defender la plaza con todas las armas.
La Junta Militar optó por lo segundo. ¿Cuánto influyó la movilización social en respaldo a la recuperación, cuánto su errónea idea de que el Departamento de Estado le salvaría la ropa y cuánto su ignorancia de creer que con 11.000 soldados las islas eran casi inexpugnables?
La historia comenzada el 2 de abril tornó a una guerra más bien clásica, en un escenario aeronaval. Y los altos mandos argentinos eran los más ineptos para esa alternativa; desde Juan C. Onganía y el golpe de 1966, las FFAA estaban consustanciadas con la Doctrina de la Seguridad Nacional.
Galtieri, por ejemplo, había sido titular del II Cuerpo de Ejército con asiento en Rosario, con práctica de terrorismo de Estado en la provincia de Santa Fe y las del Litoral. Mario B. Menéndez, gobernador interino de las islas, tenía conocimientos de represión en el "Operativo Independencia" de Tucumán, o sea, en las torturas de la "Escuelita" de Famaillá. No tenían la menor idea de una guerra como la de Malvinas.
Peor aún, varios mandos, en vez de apuntar sus armas contra el enemigo inglés, hicieron hacer pasar hambre a sus soldados y los estaquearon como si estuvieran en la ESMA o La Perla.
Sobre esa base de hechos ciertos, más el capitulacionismo de muchos oficiales y altos jefes desde que los británicos y gurkhas armaron la cabeza de playa en Bahía de San Carlos, se desarrolló la versión -casi oficial aquí-, de que las tropas habían defeccionado. Que nunca combatieron contra la flota del almirante Jeremy Moore y los comandos de tierra del general Julian Thompson. Que esa contienda nunca podía ganarla Argentina por la disparidad militar. Etc.
Cotejo.
Que no se ganó, es un hecho, categoría mencionada al principio de esta nota como aspecto decisivo de la historia. Este año la TV británica mostró informes de que el resultado bien pudo ser diferente, si las armas argentinas hubieran estado en buen estado. Muchas bombas MK-17 dieron en barcos pero sólo dos estallaron (una contra el HMS Ardent y otra contra el Antelope). Mitterrand no quiso vender más misiles Exocet, que hundieron el HMS Sheffield.
El cotejo de las bajas de uno y otro bando indican que murieron 643 argentinos y 255 británicos. Si se descontaran los 323 marinos ahogados en el "Gral Belgrano", resultaría que en las islas murieron 320 argentinos y 255 ingleses. Estos números hablan de paridad, fuera del crimen de guerra contra el crucero.
Gran Bretaña fletó 40 buques de guerra. El 65 por ciento fue averiado y el 20 por ciento hundido o destruido, como los HMS Sheffield, Coventry, Ardent, Antelope, Sir Galahad, Sir Tristam y el Atlantic Conveyor. Otros fueron muy averiados como el Brilliant, Plymouth y Sir Lancelot.
No sólo pelearon los "pobres muchachos": aquellos barcos fueron hundidos por aviadores de la Fuerza Aérea, entre ellos 36 oficiales que murieron. También se destacaron simples soldados, como Oscar Poltronieri, primer conscripto que en la historia condecorado con la medalla al Heroico Valor en Combate por sus misiones en el monte Dos Hermanas. Como recomendaba Mao Tsé Tung, a la hora de la crítica no se debe tirar el agua sucia con el bebé por la bañadera. Sólo el agua sucia...
Argentina:
de guerra relámpago por Malvinas a su "Tratado de Versalles"
de guerra relámpago por Malvinas a su "Tratado de Versalles"
01 de abril 2012 | 06:36 Rusia Today
El 2 de abril marca el 30º aniversario de la recuperación militar de las Islas Malvinas en
el Atlántico Sur por la Argentina durante el régimen cívico-militar
entonces en el poder. Una guerra relámpago que terminó 74 días más
tarde, el 14 de junio, con la rendición de las fuerzas argentinas ante
la fuerza de tareas británica. Aquello preparó el camino para lo que
algunos años más tarde se transformaría en el "Tratado de Versalles
Argentino".
Fracaso diplomático
Muchos recordarán cómo la junta militar presidida por el general
Leopoldo Galtieri ocupó las desoladas Islas Malvinas; cómo Margaret
Thatcher inmediatamente despachó una flota de guerra de 127
embarcaciones con sus naves insignia, los portaviones Invincible y Hermes
a la cabeza junto a docenas de caza-bombarderos para recuperar las
islas; cómo el general Alexander Haig, secretario de Estado del
presidente norteamericano Ronald Reagan hizo de cuenta que era
"mediador" en el conflicto mientras el secretario de defensa Caspar
Weinberger enviaba equipamiento militar, armamento y pertrechos por
miles de millones de dólares –aviones de combate, visores nocturnos,
millones de litros de combustible, equipos de guerra y apoyo logístico–
para dar urgentísimo apoyo al esfuerzo bélico británico, lo que también
incluyó el uso de sus satélites militares secretos y de sus bases en la
Isla Ascensión en el Océano Atlántico a mitad de camino entre Londres y
las Malvinas.
La guerra
Muchos también recordarán las sangrientas batallas de aquella contienda
que se inició el 2 de mayo cuando un submarino nuclear británico, el Conqueror, recibió la orden de Londres de hundir al crucero argentino ARA General Belgrano ocasionando
la pérdida de 323 marineros argentinos mientras el mismo se hallaba
navegando fuera de la zona de exclusión unilateralmente dispuesta por
los ingleses y en dirección contraria al teatro de guerra. Poco
después, la Argentina atacaría a toda la flota de guerra británica
hundiendo las naves Sheffield, Atlantic Conveyor, Coventry, Ardent y Antelope. En total, murieron 649 combatientes argentinos y 255 británicos. El resto es historia…
Treinta años después, escuchamos ecos de aquel conflicto en las
vulgares rencillas verborrágicas entre la presidente argentina Cristina
Kirchner y el premier británico David Cameron, con acusaciones mutuas de
explotación y derechos sobre el petróleo, "soberanía",
"descolonización" y "remilitarización de Atlántico Sur". Como dijera en
mi artículo en RT Español de fecha 11 de febrero, "¡Risas inglesas sobre Islas Malvinas!", todo esto no es más que "mucho ruido y pocas nueces…".
La derrota
Porque el verdadero quid de la cuestión es que –igual que con todas las
naciones derrotadas en guerra por EE. UU., el Reino Unido y sus
aliados– Argentina también habría de sufrir su "Tratado de Versalles",
igual al que le fuera impuesto a la derrotada Alemana en 1919 tras la
Primera Guerra Mundial por esos mismos aliados victoriosos,
ocasionándole horrendo sufrimiento económico, financiero, social y
político que aseguró que pocos años después Adolfo Hitler y su
movimiento nacionalsocialista recibiera masivo apoyo popular del pueblo
alemán. También aquí, el resto es historia…
Pero los Aliados han aprendido muchas lecciones desde entonces. Al
igual que con Alemania, Austria, Japón, Italia e Irak, a la Argentina
también era preciso castigarla, sin embargo en lugar de ocuparla
militarmente, a la Argentina se la obligó a tragar una píldora casi
igual de amarga…
Se le impuso la "democracia" en su falsa variante anglo-norteamericana,
profusamente financiada por los Dueños del Poder Global y sus sátrapas
locales, y taladrada en los cerebros de cada argentino a través de sus
poderosos multimedios locales y globales.
Con la imposición de aquella "democracia" en diciembre 1983, los
sucesivos presidentes desde Raúl Alfonsín (el "Sr. Hiperinflación
1989"), pasando por Carlos Menem (gerenciador local del "Tratado de
Versalles Argentino") y Fernando De la Rúa (el "Sr. Colapso Financiero
2001"), hasta Néstor y Cristina Kirchner en los últimos nueve años,
todos le garantizaron a los Dueños del Poder Global tres cosas
fundamentales para ellos:
(1) Que la Argentina siempre se mantendría de rodillas antes sus victoriosos enemigos;
(2) Que la Argentina jamás investigará el origen ilegítimo e ilegal de
su enorme Deuda Externa iniciada bajo el régimen ilegal cívico-militar,
sino que pagará y pagará década tras década, y
(3) Que la Argentina desmantelaría, desintegraría y destruiría sus
fuerzas armadas tanto material como moralmente, de manera de transformar
a Argentina en un país total y absolutamente desarmado ante un mundo
terriblemente peligroso.
Todo ello, resultado del "Tratado de Versalles Argentino".
Para empezar, el presidente Alfonsín hizo juzgar de manera pública y
bochornosa a miles de militares por violaciones de los derechos humanos,
una tarea necesaria sin dudas pero desnaturalizada a través de un
vasto, complejo y completo ejercicio de guerra psicológica que tuvo como
resultado que el pueblo argentino terminase odiando a sus instituciones
militares, en lugar de limitarse a expulsar a los criminales que se
habían infiltrado en sus filas. Ello tuvo el efecto de destruir a las
Fuerzas Armadas institucionalmente.
¿Puede imaginarse lo que ocurriría si EE. UU., Gran Bretaña, Francia e
Israel decidiesen juzgar pública y ampliamente a sus militares por los
genocidios perpetrados en África, Irak, Afganistán, Libia, Palestina,
Serbia y Panamá? No, no…. Eso solo le ocurre a los ejércitos vencidos:
alemanes, italianos, japoneses, árabes y argentinos. Y todo luego
reforzado por películas de historia-ficción hábilmente urdidas por las
usinas de guerra psicológica de Hollywood dedicadas a taladrar los
cerebros de todo el mundo.
Un nuevo "Versalles"
En realidad, este Versalles argentino tiene nombre propio: "Tratado
Anglo-Argentino de Promoción y Protección de Inversiones" suscripto en
Londres el 11 de diciembre de 1990, y promulgado por el Congreso
argentino el 4 de noviembre de 1992 (Ley No. 24.184). Así, se coronó una
larga serie de negociaciones entre Argentina y el Reino Unido que en
febrero 1990 llevó a la suscripción de un acuerdo formal mediante el
cual el entonces presidente Carlos Menem y su ministro de relaciones
exteriores –el notorio miembro de la Comision Trilateral y protegido de
Rockefeller y Soros- Domingo Cavallo, operarían como gerenciadores
locales, promoviendo los intereses británicos y norteamericanos en el
país.
Ese acuerdo y tratado le darían al Reino Unido el control sobre las
fuerzas armadas argentinas, especialmente en la región de la
inmensamente rica Patagonia, donde ya existen vastas inversiones
estadounidenses, británicas e israelíes (Art. 5); nuestra economía se
abriría y desregularía en forma irrestricta (Art. 12) de manera que
empresas estatales pudieran ser vendidas y privatizadas a precio vil
(petróleo, minería, ferrocarriles, autopistas, líneas aéreas,
electricidad, gas, agua, fondos de pensiones, servicios postales,
seguros, reaseguros, bancos… Su grito de guerra de entonces parecía ser "¡Si se mueve, privatícenlo!"). Mientras tanto, a los "inversores" extranjeros se les daba todo tipo de protección, derechos y asistencia.
Aquel Tratado con el Reino Unido fue rápidamente sucedido por tratados
similares suscritos con Estados Unidos (Ley 24.184), y luego Francia,
Alemania, España, Holanda, Dinamarca, Suecia, Canada, Australia…
Hitos clave
El presidente Menem resultó ser un arma muy efectiva en manos del Reino
Unido y Estados unidos, en contra de la Argentina. Su canciller Guido
Di Tella llegó a la vergonzosa bajeza de describir las relaciones entre
Argentina y Estados Unidos como "carnales". Es fácil adivinar quién
estaba arriba y quién debajo…
Algunos hitos clave que condujeron al "Versalles Argentino":
Agosto 1989: Se sanciona la Ley de Reforma del Estado No.
23.696 que prepara el camino para las privatizaciones y desregulación,
promoviendo el reciclaje de los altamente devaluados bonos de la Deuda
Externa argentina para que los mega-bancos globales los pudieran
utilizar para adquirir activos del Estado Nacional, tomándolos a su
valor total nominal;
Septiembre 1989: La Reina Isabel II recibe en Londres en
audiencia privada y secreta al entonces senador Eduardo Menem (hermano
de Carlos);
Noviembre 1989: La Reina abre las sesiones del Parlamento
británico refiriéndose específicamente a las reanudadas relaciones
diplomáticas con la Argentina señalando que abrirían enormes
oportunidades comerciales para el comercio británico;
Noviembre 1989: Lord Montgomery encabeza una misión comercial
británica a la Argentina para inventariar empresas públicas, recursos
energéticos, alimentarios, mineros y otros en la Argentina. ¡Regresó a
Londres con una gran sonrisa!
1991: Domingo Cavallo, ahora ministro de Economía, planifica
con el secretario del tesoro estadounidense Nicholas Brady, el así
llamado Plan Brady de canje de bonos de Deuda Externa. Tan redituable
resultó este proceso para banqueros y corporaciones globales que cuando
George Bush (padre) pierde las elecciones de 1992 y Brady se retiró del
Gobierno, fundó una consultora en materia de deuda pública
latinoamericana asociándose a Daniel Marx, el subsecretario clave de
Cavallo en el proceso de canje de la Deuda Externa argentina.
Las lecciones de esta historia…
Resulta mucho mejor (y es más fácil) evitar la ocupación militar de
naciones derrotadas, imponiéndoles en su lugar la variante
anglo-norteamericana de la "democracia". Ello se logra financiando a
los peores elementos políticos locales – a los más traidores –
catapultándolos a puestos clave: presidentes, ministros, senadores,
diputados, jueces, y gobernadores. Luego, todo lo que necesitan hacer
es asegurarse que hagan exactamente lo que los Dueños del Poder exigen
que hagan.
A esto le llaman "democracia", y funciona realmente bien…. ¡Para los Dueños del Poder Global, se entiende!
Ah, y también es importante asegurarse que los medios de difusión locales y globales jamás le recuerden a la opinión pública:
(a) Que han sido derrotados;
(b) Que por más que a un "Tratado de Versalles" se lo llame por cualquier otro nombre, siempre tendrá el mismo gusto amargo; y
(c) Que la "democracia" al estilo inglés y norteamericano es un Caballo de Troya sumamente peligroso.
Adrian Salbuchi para RT Español
Adrian Salbuchi es analista político, autor, conferencista y comentarista en radio y TV de Argentina. www.asalbuchi.com.ar
Políticos e Intelectuales Argentinos!!
Basta de infantilizar al Pueblo. Malvinas son OTAN y Petróleo hace 30 años. Ustedes callan, disimulan y no la enfrentan .Si lo hicieran, todos entenderían, que fue hacer Galtieri a las Islas
por Hersh Zakheim
Domingo, 01 de Abril de 2012 13:45
Kaos en la Red
Kaos en la Red
Se cumplen 30 años del Plan OTAN para establecer su base en
Malvinas y los Anglo Yanquis explotar su Petróleo y Pesca. 30 años
cumple la fabula, que políticos e intelectuales vienen contando, sobre
la motivación de esa Guerra, y ahora con el Informe Rattenbach, acaban
de multiplicar la apuesta
La verdad que a veces me admiro de mi propia paciencia, para
volver sobre este tema. Este es el quinto artículo sobre el mismo.
Desde luego que fue publicado solo por los medios alternativos,
pero en ningún medio masivo. Ni lo va a ser, dado que cuenta a los
Argentinos, la verdadera motivación de la Guerra de las Malvinas.
Motivación, permanentemente disimulada por los Gobiernos que
sucedieron a la Junta Criminal del 76. Alfonsín, Menen, De la Rúa,
Duhalde, Kirchner Néstor y Kirchner Cristina .La razón es simple, son
Gobiernos que gestionan el Sistema Capitalista y en consecuencia no se
atreven , ni tienen particular interés en enfrentar a la OTAN, brazo
armado del Capitalismo Internacional.
Sin ir más lejos Cristina Kirchner, acaba de descubrirnos la existencia del “Capitalismo Serio “.
Serio…. pero no boludo, miren si se va a atrever a clarificar los
motivos de la OTAN, para llamar a su empleado Galtieri a Washington en
Octubre y Noviembre de 1981 y darle las órdenes para que ocupe las
Islas teatralmente, sin Ejército en serio.
Y enviarle al par de días, a nada menos que el secretario de
Estado, en dos viajes consecutivos para terminar el acuerdo de las Tres
Banderas.
Plan perfecto el de las Tres Banderas ,la Base para la OTAN, el
Petróleo y la Pesca para las compañías privadas Anglo Yanquis , una
punta de la Isla con la Banderita Argentina, para disimular y arreglado
el asunto Naciones Unidas .
Claro que el borracho de Galtieri y sus compinches de la Junta,
nunca pensaron que el Pueblo Argentino iba a reaccionar así, hacia casi 6
años que lo matoneaban sin asco. Pero ya no les quedaban fuerzas a esa
altura para reprimirlo ni podían enfrentarlo contándole la verdad, así
que siguieron metiéndose en un conflicto que nunca había sido pensado
por sus Organizadores, para la guerra en serio.
Pero qué problema había…. los muertos como siempre los iba a poner
el pueblo, especialmente los campesinos trabajadores jóvenes del
Interior, no los generales ni sus familias ni la oligarquía argentina y
sus hijos que habían puesto en el mando a estos Generales, cuando
organizaron el golpe.
Pero los de la OTAN no tenían tiempo para perder, estaban ocupados
en aquellos años, en muchos lugares del mundo, estableciendo las bases
militares que hoy cubren buena parte del Planeta.
Así que pusieron en marcha su Plan B y se vinieron con todo
ayudados entre otros por Pinochet y nos mataron 900 muchachos y
armaron la excusa que buscaban, por las buenas o por las malas ,para
justificar su presencia permanente en las Islas.
Parece mentira que en estos 30 años, la mayor parte de la
Intelectualidad Argentina, politólogos, escritores, periodistas,
cinematografistas, siguieron haciéndole el juego, a los intereses de
aquellos, que siempre intentan blanquear al Capitalismo, de sus sucias
intenciones.
Ocultando la verdad, detrás de tontas afirmaciones, sin ningúna
atadura a la lógica histórica, como estas que siguen y que avergüenzan a
los propios intelectuales que las cubren .
Duda Normal: Como pudo Galtieri creer que Estados Unidos iba a apoyar a la Argentina en un conflicto con Inglaterra?
Respuesta estúpida: Que esperas de un borracho
Duda normal: Como pudo pensar Galtieri , que aun siendo títere
fiel del Gobierno de Reagan y colaborando con este en sus ataques a los
patriotas de Nicaragua y El Salvador y ayudando a torturar a los
luchadores populares latinoamericanos , USA se iba a hacer la tonta en
este ataque directo, a su Socia Eterna y Madre Patria Inglaterra ?
Respuesta estúpida: es que Galtieri tenía dos neuronas.
Duda Normal: como fueron a las Islas de un día para el otro , a
provocar a Inglaterra ,USA y la OTAN ,con un Ejército sin armas, sin
ropa, sin alimentos y sin instrucción?
Respuesta más que estúpida: Estaban desesperados porque la
Dictadura se venía abajo y de esa forma iban “a recuperar el prestigio”
Duda Normal: Las Islas están en un lugar estratégico
privilegiado. Controlan la Antártida, el paso Transoceánico del
Magallanes, y desde la Isla una base de Misiles, puede amenazar y
controlar todo el Cono Sur de Latinoamérica. Y es una excelente Base
militar contra la Unión Soviética.
Además desde los años 70, las prospecciones hechas en el subsuelo
marino de las Islas, detecto petróleo en cantidades fabulosas. Sin
hablar de la Pesca mas abundante del mundo. Pero hay resoluciones en
las Naciones Unidas para que se converse sobre la devolución . Como
podemos hacer para instalar la base OTAN, explotar el Petróleo y la
Pesca ,por nuestras compañías privadas De tal forma que los Argentinos
no puedan reclamarla y acabar con el Problema Naciones Unidas.
Que tal una agresión Argentina armada teatralmente contra las Islas ??
Que tal una agresión Argentina armada teatralmente contra las Islas ??
Aprovechando que hay una Dictadura Militar en caída libre, y que
un Gobierno Elegido por el Pueblo con su Parlamento en funcionamiento,
no podría realizar este ataque. Luego proponemos el Plan Tres Banderas y
todo en orden.
Respuesta lógica: Para eso mandaron a Galtieri a ocupar las Islas
Al cumplirse 30 años y en respetuosa memoria de los Muchachos
Argentinos ,que fueron llevados a una Guerra Falsa , asesinados y que
aun hoy son víctimas , de la criminal solidaridad entre Capitalistas
Internacionales y sus Cipayos Intelectuales Argentinos ,de todo color y
toda época, que se burlan de su Pueblo, para facilitar los negocios
de sus amos .
Hersh Zakheim
PS: si tienen tiempo y ganas les dejo los enlaces de los otros artículos anteriores
1er. Articulo : http://old.kaosenlared.net/ noticia/no-habra-llegado-hora- contar-verdaderas-razones- guerra-malvinas
2.o Articulo: http://www.kaosenlared.net/ america-latina/item/4755- argentinos-hoy-malvinas-es- otan-y-su-base-militar-y-el- petróleo-para-los-anglo- yanquis-esas-fueron-las-órdene
4.o articulo; http://www.kaosenlared.net/ america-latina/item/10218- malvinas-cristina-sabe-que-la- lucha-no-es-solo-contra- inglaterra-allí-manda-la-otan- y-mientras-sigue-con-la-d
En
los discursos del ex presidente Kirchner y la actual presidenta, se
pueden hallar indicios de la conducta paradójica del gobierno nacional
(y provinciales) frente a Malvinas, pretendiendo construir soberanía
mientras son entregados al extranjero meramente como mercancías recursos
naturales estratégicos del país, como en megaminería e hidrocarburos.
No es casual que el gobierno considere a los recursos naturales dentro
del área de 'Protección' Nacional, y no de Defensa Nacional.
Simultáneamente con la fuerte militarización de la base británica Mount
Pleasant, entra oficialmente en operaciones la primera base paramilitar
del Comando Sur de los Estados Unidos en territorio continental
argentino. Encubierta como centro de respuestas a emergencias naturales,
se trata de un centro de Inteligencia militar, monitoreo y
adoctrinamiento de la población civil dirigido por el coronel Edwin
Passmore, activo de Irak, Afganistán y Kuwait y expulsado de Venezuela
por espionaje.
Pero
Malvinas trasciende a la dictadura militar y es mucho más que un
archipiélago, es la punta del iceberg en la lucha de las grandes
potencias por ocupar y controlar los últimos espacios no explotados del
planeta, y una oportunidad para que Argentina no sea un Estado menor en
el orden jerárquico de un mundo multipolar...
Publicado por ARGENPRESS
Un juez ordenó reabrir la papelera bajo control de los trabajadores
Martes 3 de abril de 2012, por Prensa Agrupación Germán Abdala *
Lima 609 - Ciudad de Buenos Aires - República Argentina
(5411) 4383-3349 / 3305 / 3426 (int. 150 / 154) - prensa@ctanacional.org
Fallo a favor en la Justicia por la Ley Antiterrorista
Martes 3 de abril de 2012, por Corresponsalía Tucumán *Agencia CTA
La Cámara Federal de Apelaciones de la provincia de Tucumán, resolvió otorgar el recurso de casación interpuesto contra la sentencia que no hace lugar a la acción de Hábeas Corpus y pedido de inconstitucionalidad de la llamada Ley Antiterrorista.
A partir de esta de decisión será la Cámara Nacional de Casación Penal la encargada de revisar el fallo que desestimó, de manera injusta y carente de fundamento jurídico, el Hábeas Corpus y pedido de inconstitucionalidad aludido.
Es importante informar que el recurso fue concedido tanto a favor de las diversas organizaciones gremiales, políticas y sociales que presentaron la acción -entre las que se encuentra la Central de Trabajadores de la Argentina de Tucumán- como así también a favor de la Fiscalía General de la Provincia de Tucumán.
Fuente: www.ctatucuman.org
La ayuda de Pinochet a Thatcher durante la guerra de Las Malvinas en un libro
Martes, 03 de Abril de 2012 09:02
The Independent
El Clarín de Chile
El Clarín de Chile
Edward
Cecil Parkinson, un ex ministro del gabinete de la premier Margaret
Thatcher (1979-1990), reveló ayer en Londres que el gobierno británico
recibió del dictador chileno Augusto Pinochet (1973-1989) información de
los servicios de inteligencia de Chile, que llevó a los militares
británicos a decidir el hundimiento del barco de guerra argentino General Belgrano, donde murieron 323 marinos, el 2 de mayo de 1982.
Parkinson,
estrecho colaborador de Thatcher, hizo estas revelaciones en un libro
sobre historia de su país, de próxima aparición, titulado Real Britannia.
Estos hechos podrán ser confirmados en diciembre próximo, cuando los archivos históricos de 1982 queden abiertos al público
Argentina renunció a la fuerza militar disuasiva para recuperar Malvinas y el espacio austral, Gran Bretaña y Estados Unidos no
Gustavo Herren (especial para ARGENPRESS.info)
En
2003, al principio de su mandato cuando debía exponer su perfil
económico ante el poder real local y global, Néstor Kirchner anunciaba
la reconstrucción en Argentina de '...un capitalismo nacional'; lo
propio hizo Cristina Kirchner en 2007, cuando se refirió a '...un
capitalismo con fuerte participación estatal'. Coherentemente, en 2011
durante la reunión del G20, habló de la responsabilidad social en la
economía capitalista en Argentina y la necesidad de volver en el marco
mundial a un verdadero capitalismo, un capitalismo en serio que regule a
los sectores financieros que estén fuera de control, además de
considerar al consumo como parámetro relevante. Las menciones pueden
tener cierta obviedad pero no son triviales, ya que muestran una
concepción de país que en última instancia no está basada en una tercera
posición peronista, ni en un socialismo sino en el mismo capitalismo,
lo que implica no salir de un sustrato axiomático unívocamente definido,
como es el modo de producción capitalista y el gran capital como
condición necesaria, la asimetría estructural por su acumulación, y la
propiedad privada y de los grandes medios de producción.
Por
otro lado, la Presidenta mencionó que '...Argentina no es un país
imperialista ...somos un país con una independencia razonable'. Estas
afirmaciones dan una aproximación respecto a la ubicación del país en la
Estratificación Jerárquica Internacional. La posición de los Estados en
el contexto mundial, se puede establecer desde el punto de vista de su
capacidad y voluntad para proyectar poder económico y militar e
influenciar sobre las relaciones, autodeterminación y soberanía de los
demás Estados, lo cual configura un orden jerárquico relativo. La
política exterior argentina estará entonces acotada según una posición
de país en la escala internacional, que una mayoría de las dirigencias
de los Estados menores asume prefijada e inamovible, y dentro de la
lógica y dinámica del capitalismo mundial.
En
América Latina, a pesar de los cambios de tendencias ideológicas en las
máximas dirigencias después del fracaso para los pueblos del
capitalismo liberal de mercado, no son pocos los países cuyas
autoridades a cambio de gobernabilidad siguen insertándose en el mercado
internacional en base a las ventajas comparativas, como exportadores de
recursos naturales no renovables y materias primas asociadas a un
tímido desarrollo industrial. La alta demanda mundial y el alto precio
coyuntural de determinadas commodities, beneficia a estos procesos
extractivistas que históricamente, durante el capitalismo mercantil en
los siglos XVI a XVIII han resultado en un fracaso brutal para los
desarrollos regionales, al no poder concretarse una vigorosa producción
de manufacturas e industrialización con generación de conocimiento
propio en gran escala dirigido, a las necesidades de los pueblos. Con el
agravante, que las grandes potencias en connivencia con las quintas
columnas, los traidores y corruptos locales, sabotean sistemáticamente
esta clase de desarrollo endógeno, como fue el histórico caso del
Paraguay industrial del mariscal Solano López, hacia mediados del siglo
XIX. Fracaso que fue confirmado recientemente por el mismo Banco
Mundial, cuando a través de su vicepresidenta para América Latina y el
Caribe, Pamela Cox, elogió el proceso extractivista latinoamericano '...
Los países de la región llegaron a estar entre los más prósperos del
mundo gracias a la producción de metales preciosos, azúcar, caucho,
granos, café, cobre y petróleo ...la explotación de los recursos
naturales no ha sido una maldición para la región y las perspectivas a
corto plazo son halagadoras por los altos precios del mercado ...Las
exportaciones de bienes primarios siempre han activado las economías de
la región, llenando las arcas de los gobiernos, y América Latina puede
derivar beneficios significativos por ser yacimiento minero y granero de
las economías centrales'. Justamente, Latinoamérica debería hacer
exactamente lo contrario de lo que 'elogia y recomienda' el Banco
Mundial, herramienta de los intereses occidentales del norte
imperialista. Sin embargo, la exportación de materias primas con bajo
valor agregado constituye en promedio el 25% de los ingresos fiscales
(con casos que alcanzan al 50%). Con la reserva de Brasil, que ha
iniciado una expansión como potencia regional escalando en el marco de
la multipolaridad global, los principales países con economías
regionales relevantes tienen un impacto significativo de sus materias
primas en los ingresos fiscales de al menos un 10%. Argentina (a través
de las exportaciones agropecuarias y la minería en auge), Chile (cobre,
frutas y madera), Colombia (petróleo), México (hidrocarburos), Perú
(minería), Venezuela (hidrocarburos), sin descartar a Ecuador y Bolivia.
El
caso de la actual industrialización argentina, es una muestra del rol
prioritario que el gobierno asigna al gran capital. Si bien se opone a
la des-industrialización liberal que tuvo su máximo destructivo en los
'90 con un país de servicios, la actual industrialización toma como
impulsor para el desarrollo nacional al capital extranjero.
Salvo
en unas pocas ramas del mercado interno (como calzado, indumentaria,
cuero, algunos electrodomésticos, cierta parte de la actividad
metalmecánica agrícola entre otros) el eje se desplazó desde la
importación casi total hacia el ensamblado, en que la mayor parte de la
tecnología proviene del exterior sin transferencia relevante, creando
así una alta dependencia, con el agregado que la integración nacional en
el valor de estos productos es baja. Se confunde, tal vez
deliberadamente, la producción e industria 'nacional' con esta clase de
pseudo-industrialización. Un caso testigo es la industria automotriz con
sus plantas fabriles de multinacionales extranjeras. La ciencia y la
tecnología son condición necesaria para la cadena de valor pero no
bastan, ya que el gobierno deja actuar al capitalismo concentrador por
naturaleza, dentro de las principales cadenas de valor, que termina
estructurando las relaciones de poder internas al inhibir y subordinar
al gran capital el desarrollo de los pequeños actores locales.
Hacia
finales de los 60's cuando aún no se conocían los potenciales recursos
energéticos en la región marítima austral, un sector del gobierno
británico comenzó a tratar discretamente con autoridades argentinas el
traspaso de soberanía de Malvinas. La predisposición para negociar fue
rápidamente entorpecida por sectores conservadores con negocios en el
archipiélago. A principios de los '70, Londres propuso al gobierno del
general Perón el condominio de las islas. Sin embargo, en 1976 poco
tiempo antes del derrocamiento, el gobierno de Isabel Perón había
expulsado al embajador de Inglaterra por la intromisión del buque RRS
Shackleton enviado para prospección petrolera, que exactamente a los 143
años de la expulsión de los argentinos (3 de enero de 1833) arribaba a
las islas con el hijo del explorador antártico Sir Ernest Shackleton a
bordo, y que fue obligado por la fuerza naval argentina a replegarse a
Puerto Argentino. Sin embargo, la misión británica fue completada luego
del golpe cívico-militar, interviniendo British Petrolleum (BP) y
empresas estadounidenses como Western Geophysical y Geophysical Services
Inc. Como resultado, el geógrafo y político Lord Edward Shackleton
publicó un informe económico que tuvo impacto en la política exterior
británica en la región y marcó un punto de inflexión, al plantear la
probable existencia de significativos yacimientos de hidrocarburos en
los alrededores de las islas, con una futura rentabilidad según sea su
precio internacional : '...Una riqueza enorme, compuesta de proteínas,
gas natural y petróleo podría ocultarse en la zona que rodea a las Islas
Falkland (Malvinas)... Se obtuvieron suficientes pruebas geológicas
como para asegurar que habrá gran interés en la exploración del petróleo
frente a sus costas, así como del gas que allí se encuentra.'
A
partir de aquí el gobierno británico tomó una posición rígida, que como
resultado neto empantanaba sistemáticamente toda negociación sobre
soberanía con Argentina.
Una
alternativa considerada por el gobierno militar de facto con Galtieri y
su quinta columna liberal, a la que pertenecía su ministro de economía
Roberto Alemann representante de los bancos suizos, era que como
colorario de una breve ocupación a las islas se negociara una soberanía
compartida, recurriendo a la mediación de Estados Unidos. Sin embargo,
la confianza en el gran país del Norte dada por la visión e Inteligencia
estratégica del gobierno militar de facto no tardó en materializarse,
pero con el envío en 1982 para Gran Bretaña de, entre otros, 200 misiles
aire-aire Sidewinder que mataron a la mayoría de los pilotos
argentinos, 150 Harriers repintados en isla Ascensión, misiles
antibarcos Harpoon, sistemas de cañones de defensa aérea Vulcan Phalanx,
8 sistemas antiaéreos Stinger, parque de munición de 40 mm de alto
poder, parque de munición para morteros de 60 mm trazadores, parque de
munición variado, antiparras para visión nocturna, sistemas Snake de
radar de rastreo de misiles aire-tierra, más de 12 millones de galones
de gasolina para aviones; también facilitó el uso de satélites y
aeronaves de reconocimiento U-2 y SR-71; puso en órbita un satélite Big
Bird, equipado con una cámara fotográfica con poder de resolución del
orden de 10 centímetros, y a disposición de Londres el portaviones
Forrestal. Al punto tal que John Lehman, secretario de Marina de Estados
Unidos en 1982 y principal colaborador de Caspar Weinberger (secretario
de Defensa de Estados Unidos, condecorado por Londres en 1988 con el
título de 'caballero' por su apoyo incondicional y asistencia durante la
Guerra de Malvinas), expresó años más tarde: '...Sin la asistencia
militar norteamericana, Gran Bretaña no hubiera podido reconquistar las
Islas Malvinas durante la guerra con Argentina en 1982. Gran Bretaña
debería haberse retirado de las Islas, si el gobierno de Ronald Reagan
le hubiera negado respaldo. El resultado hubiera sido muy diferente de
no ser por el flujo de datos de Inteligencia, ayuda logística, respaldo
técnico, comunicaciones, y elementos como el SideWinder, suministrado
por los Estados Unidos'. Como comentario, para entender para qué sirven
los ejercicios militares conjuntos con Estados Unidos, en vísperas de la
guerra el ex jefe del Estado Mayor de Defensa de Gran Bretaña, Lord
Lewin, solicitó a su colega de la Marina estadounidense, John Lehman, un
cálculo de la eficiencia operacional de las fuerzas argentinas,
sabiendo que ambos realizaban maniobras conjuntas de manera regular.
Lewin declaró: '...como respuesta me envió prácticamente un libro, que
fue extremadamente útil, particularmente acerca de las tácticas
argentinas de guerra submarina'.
En
1986, los ingleses que controlaban 12 millas náuticas alrededor de
Malvinas decidieron extender unilateralmente su jurisdicción a 200
millas, para explotar el potencial pesquero. El gobierno de Alfonsín,
con el canciller Caputo, opuso tibias protestas formales en la ONU que
fueron ignoradas por Inglaterra, lo que consolidó la maniobra ilegal.
Desde los Acuerdos-Tratados firmados en 1995 por el gobierno de Menem,
con Cavallo como canciller, la Argentina pasó a compartir la soberanía
en los hidrocarburos descubiertos alrededor de Malvinas, pero Gran
Bretaña licitó en forma unilateral las concesiones de explotación.
Buenos Aires respondió con una débil protesta en el marco de la política
de 'relaciones carnales'. En 2007 el acuerdo fue derogado por el
presidente Néstor Kirchner. En 2009, el Reino Unido hizo una
presentación ante la ONU en donde extendió a 350 millas el borde externo
de la plataforma continental de islas Malvinas, Georgias del Sur y
Sandwich del Sur. Lo propio ha hecho Argentina como Estado ribereño.
Con
la estructura capitalista de consumo exponencial, la lucha feroz por el
Atlántico Sur y la Antártida es un hecho. A diferencia de los Estados
menores, las grandes potencias no planifican en términos de
micro-historia, sino de macro-procesos históricos es decir, la
geoestrategia para las próximas décadas. La política aparentemente
autoritaria y caprichosa de Londres de 'no negociar', es una estrategia
en la que está ganando tiempo para ocupar espacios en cuanto al reparto
de áreas de influencia en el proceso de multipolaridad global y
configuración de nuevas potencias emergentes, como Brasil y China, que
están cambiando su posicionamiento en la estratificación jerárquica
internacional. Por lo tanto Gran Bretaña se despliega en el corredor
oceánico Isla Ascensión- Malvinas -Georgias del Sur- Antártida y
fortifica la base aeronaval Malvinas que controla el Cabo de Hornos,
paso vital si fuera bloqueado el canal de Panamá, y sirve de apoyo para
la ruta Atlántico-Indico sobre la costa africana y el Cabo de Buena
Esperanza, junto con las islas Tristán da Cunha y Santa Helena (hoy
parte de los territorios ingleses de ultramar), que serían claves si
fuera obstruido el canal de Suez. Mientras tanto, su socio histórico
Estados Unidos, busca presencia con el Comando Sur (USSOUTHCOM). En
Argentina gracias al gobernador del Chaco Jorge Capitanich, educado en
Estados Unidos, y cipayo que manifestó '...Desde América del Sur vemos
con tristeza que Estados Unidos no nos considere un aliado', y con la
cooperación del ex-ministro Aníbal Fernández, cristalizó después de
cuatro años un caballo de Troya. Fue inaugurado oficialmente en el
aeropuerto de la capital del Chaco, el Centro de Seguridad Cooperativa
(Cooperative Security Location; CSL) de ayuda para control de
catástrofes, publicitado como una iniciativa humanitaria en la nueva
alianza estratégica con Estados Unidos. Se trata en realidad, de un
verdadero puesto de avanzada para-militar encubierto y de Inteligencia
del USSOUTHCOM, a cargo del coronel Edwin W. Passmore, activo de Irak,
Afganistán y Kuwait, y expulsado de Venezuela por espionaje. En 2009 la
Ministra de Defensa Garré hizo desalojar al grupo de militares
estadounidenses que ocupaba desde 1960, un piso en el edificio Sede del
Ejército Argentino, a cuyo cargo estaba el mismo Coronel Passmore.
También estuvo Implicado en el incidente de Ezeiza a principios de 2011,
cuando como agregado militar intentó introducir material clandestino
para espionaje y armamento de guerra de las Fuerzas Especiales de la 7
Brigada de Paracaidistas del Ejército de Estados Unidos (en Carolina del
Norte), oculto en una aeronave C-17 Globemaster III de transporte
militar pesado estratégico y táctico. Por su parte el consejero de la
Embajada estadounidense Jefferson Brown, afirmó respecto del CSL
'...Este es uno de los proyectos más importantes que el gobierno
norteamericano tiene con Argentina. Se trata del primer Centro de
respuesta a emergencias que demandó una inversión de 3 millones de
dólares y que fue ejecutado a través de la donación de la Embajada de
Estados Unidos'. El paquete de entrega firmado con los Estados Unidos,
también incluye una inversión en el Chaco de 100 millones de dólares por
la empresa Forbes Energy para producir bioetanol a partir de la caña de
azúcar. La planta del combustible incluye la siembra de 50 mil
hectáreas.
En el
Atlántico Sur, el USSOUTHCOM desplegó la IV Flota Naval que opera en las
bases aeronavales de uso práctico conjunto, como Ascensión y Malvinas
(ya que los intereses estadounidenses también participan en el negocio
petrolero en este área), avanzando en la ocupación del propio continente
antártico con asentamientos de la Guardia Costera, la proyección de su
poder aéreo, y hasta una base en actividad permanente (Amundsen-Scott,
hasta ahora catalogada como estación científica) situada casi sobre el
mismo eje de rotación terrestre: el Polo Sur geográfico.
Respecto
de Inglaterra, una causa coyuntural para la militarización del
Atlántico Sur está asociada al manejo por la administración Cameron de
la crisis política y la revuelta social interna por la desocupación,
pero otra causa de fondo es que desde 2000 la producción de
hidrocarburos en el Mar del Norte está decreciendo. Sus principales
compañías petroleras como BP y Shell lo están abandonando, buscando
yacimientos mas rentables en Irak, Oriente Medio, Asia Central y en
Africa (el último en Libia). El Reino Unido está pasando de exportar a
importar gas. Está previsto el paulatino cierre y desmantelamiento de
las plataformas petroleras del Mar del Norte hasta el 2035. Los
potenciales hidrocarburos en el mar malvinense podrían sustituirlos,
pero además junto con la pesca, constituyen el vértice de la proyección
de los derechos que pretende Gran Bretaña para la exploración y
explotación energética del Atlántico Sur y del océano y continente
antártico. En este continente helado, futura fuente mundial de agua
dulce, se han detectado también yacimientos de hidrocarburos y minerales
(en especial abundante carbón justamente en la región central del Polo
Sur). Londres suscribió al Tratado Antártico que congela para los
países, hasta 2048 la explotación minera y la militarización de aquellos
territorios insulares y continentales al sur del paralelo 60 grados
sur, pero sin que implique la renuncia de la soberanías reclamadas, sin
embargo hay presiones muy fuertes por parte de las corporaciones y sus
gobiernos para liberar antes de esa fecha los recursos del continente, y
algunas naciones podrían renunciar al Tratado antes de tiempo.
La
situación actual en el Atlántico Sur es que aquellas islas situadas al
norte del paralelo 60 grados sur, no están sujetas al Tratado Antártico y
en la actualidad están bajo control militar inglés y reclamadas solo
por Argentina, como las Georgias del Sur donde hubo escaramuzas durante
la guerra de Malvinas, y actualmente existen dos bases con unas pocas
decenas de efectivos, y las Sandwich del Sur actualmente deshabitadas, y
donde funcionó la base argentina Corbeta Uruguay (isla Morrell del
grupo Thule) hasta junio de 1982. Por el Tratado Antártico, las demandas
de soberanía de las islas al sur del paralelo 60 permanecen congeladas.
Así en las islas Orcadas del Sur existe una base argentina y una
estación británica, en las Shetland del Sur próximas a la península
Antártica, una docena de países tienen 17 bases, Argentina tiene 3,
Inglaterra ninguna. En la Antártida, Argentina tiene 4 bases
permanentes, Inglaterra 2.
Hay
al menos tres medios con los que un país puede aplicar presiones a otro
para reclamar sus derechos: el diplomático, el militar (que no
necesariamente implica una ofensiva sino el manejo del factor disuasivo)
y el económico.
El
gobierno de Argentina, parece aplicar una variante de la teoría de la
interdependencia compleja entre los países, asumiendo que la disuasión
económica es mas efectiva que la militar, y más aún renunciando a esta
última lo que por un lado da una señal de garantía para la operación de
las grandes multinacionales. Pero en su concepción de política exterior
insertada en el capitalismo mundial, la disuasión en la dimensión
económica no deberá ir mucho más allá del plano político y
propagandístico de forma de no bloquear significativamente los flujos
del gran capital, lo que se puede observar por ejemplo en el
reconocimiento integral y tratamiento de la deuda externa, llamada
'soberana' por la presidenta de la Nación. Al menos desde hace una
década, la acumulación capitalista global viene migrando en gran parte
desde el sector financiero y el mercado de capitales a los sectores
hidrocarburífero, megaminero y agrícola. Respecto de los dos primeros,
existe en Argentina un entretejido complejo de capitales británicos y
estadounidenses que operan con 'banderas de compromiso' de corporaciones
de terceros países. El anonimato característico del capitalismo, le
otorga a estos grupos anglo-estadounidenses, generalmente dueños de
bancos internacionales y fondos de inversión, la impunidad suficiente
para minimizar su perfil diversificándose en una variedad compleja de
empresas, como las megamineras que operan en el territorio continental
argentino. Pero ocurre que además, son dueños de las petroleras
transnacionales que exploran en lo que llaman zona económica exclusiva
Falkland (Malvinas). Se puede advertir en los hechos, la debilidad de
las presiones económicas aplicadas por el gobierno nacional y los
provinciales por ejemplo en la ambigua aplicación de la ley 26.659/2010
que prohíbe a los Estados nacionales, provinciales y municipales
contratar empresas que tengan intereses, filiales o conexiones con
empresas que se encuentren explorando hidrocarburos en Malvinas. O en
los permisos de exploración en el mar argentino entre las islas y el
continente que el gobierno concedió a una unión transitoria de empresas,
que incluye a Repsol, Pan American Energy, Petrobras todas con mayoría
de capital accionario de fondos estadounidenses y británicos, utilizando
además buques ingleses de la empresa Stena (que no dudan en arriar
bandera falsa) cuyo armador es el mismo que hizo logística a los buques y
submarinos nucleares de la marina británica durante la guerra de
Malvinas.
En la
década del Bicentenario de Argentina, en el 30º aniversario del comienzo
de la guerra anglo-argentina de Malvinas y a 180 años de la invasión
británica a las islas, cuando comience la explotación de los
hidrocarburos por los ingleses y las multinacionales al parecer hacia
2014, es probable que la diplomacia argentina logre algún tipo de
negociación sobre las islas, incluso de soberanía compartida, pero no
está garantizado que no sea a costa de replicar y amplificar la entrega
como mercancías y el saqueo de los recursos del Atlántico Sur,
facilitado con la logística de los puertos argentinos y del continente.
Sin
embargo, el gobierno parece advertir que la disputa bilateral por
Malvinas es una amenaza que afectará a América del Sur (y Africa) de
modo que lanzó una defensiva diplomática proyectando el problema
Malvinas a nivel de bloque regional y global, buscando en la ONU
adhesión de al menos los países con disputas en los 16 territorios de
ultramar británicos, como el caso de España con Gibraltar. Mientras
Argentina desde su perspectiva en el orden mundial respeta el Derecho
Internacional, estructurado en buena parte por y para las grandes
potencias, Inglaterra una de ellas utiliza el garrote y se reserva el
derecho de no respeto. La confrontación creciente por los recursos
naturales mundiales entre el occidente y el oriente boreal (China) por
la marcación de territorios de influencia, incluye que algunas de las
grandes potencias europeas atlantistas hayan 'pulverizado' parte de
Libia, y pretendan el nuevo orden geopolítico del Gran Oriente Medio con
la ofensiva imperialista-neocolonialista contra Irán, que es apoyada
por el gobierno argentino, sin embargo dentro de esta misma
confrontación del Norte entra la militarización del Atlántico Sur. El
intento que los buques de Malvinas tengan su propia bandera, junto con
el argumento británico por la autodeterminación de los malvinenses,
representaría desde el punto de vista soberano de Argentina una
verdadera secesión territorial y fue bien rechazado por la diplomacia
argentina y la solidaridad latinoamericana. Pero las presiones en el
campo diplomático y económico no son suficientes para un problema de la
magnitud de Malvinas.
El
reparto geográfico por las grandes potencias occidentales para la
explotación por sus multinacionales y el control del espacio estratégico
de las futuras rutas y corredores económicos conlleva necesariamente, a
la militarización de la región por parte de aquellas, aunque no sea el
deseo de algunos países sudamericanos y del gobierno argentino que con
una visión sesgada, mantienen estancadas a las Fuerzas Armadas
argumentando la falta de hipótesis de conflicto regional en el marco de
la integración latinoamericana. La militarización del Atlántico Sur ya
es un hecho. Londres anunció en un documento que la reducción del 8% en
el presupuesto para las áreas de defensa y seguridad no afectará las
bases de Malvinas, Gibraltar, Chipre ni Diego García con capacidad
operativa conjunta con otros países '...estas bases militares permiten
que nosotros y nuestros aliados tengamos un amplio alcance geográfico y
son plataformas de apoyo logístico para fuerzas desplegadas ...y
seguirán siendo esenciales en nuestra capacidad para desplegar fuerza
militar en el mundo y responder a circunstancias estratégicas
cambiantes'.
Dijo la
presidenta de Argentina sobre Malvinas: '...Somos un pueblo pacífico...
De lo que se trata es de defender nuestros recursos naturales... Cuando
las grandes potencias los necesitan van por ellos, estén donde estén.'
Si
las máximas autoridades consideraran a las Malvinas como argentinas con
una planificación estratégica de proyección macro-histórica y no solo
en un plano político, las actividades de Inglaterra constituirían de por
sí una hipótesis de conflicto por la brutal exacción colonial de
nuestros recursos nacionales.
Paradójicamente
la disuasión por la fuerza militar renuncia al uso de la fuerza, ya que
actúa como guerra psicológica no militar sobre el potencial agresor
obligándole a evaluar si en un eventual conflicto el resultado neto
estará a su favor. Londres utiliza la disuasión por castigo (típica de
la guerra fría) mostrando en el área austral volumen ofensivo, poder de
fuego y de maniobra, con capacidad suficiente como para superar a las
Fuerzas Armadas argentinas enteras en su estado actual y producir una
respuesta devastadora para los centros neurálgicos del enemigo.
Argentina puede aplicar la disuasión por negación, mostrando que un
ataque provocaría una resistencia tal que haga extremadamente difícil
sino imposible alcanzar sus objetivos y demande un costo económico
sumamente alto.
Para
beneplácito de los ingleses, la actual doctrina militar argentina es
puramente defensiva, excluyendo también la disuasión militar. La única
causa que reconoce el Estado argentino para establecer una hipótesis de
conflicto es un ataque militar exterior de otro Estado. Para el
Ministerio de Defensa, hoy la Argentina no tiene hipótesis de conflicto,
no tiene enemigos regionales ni extra-regionales. Lo que hay es un
proceso de cooperación sobre todo regional, en una región de paz.
Considera que los recursos naturales están incluidos dentro de la
protección nacional, no de la defensa nacional, de modo que en este
sentido no hay amenazas concretas que habiliten actividad militar
alguna. Si elementos foráneos saquean nuestros recursos naturales y
energéticos utilizando medios pacíficos no son vistos como enemigo
externo, sino que dentro del Derecho Internacional solo se debería
reclamar su propiedad o negociar. Se adopta una actitud
pseudo-pragmática que supone que con los 'grandes' lo único que se puede
hacer es negociar, sin perturbar significativamente los flujos del gran
capital internacional y menos desafiar la dinámica del orden mundial
establecido.
La
extensión de la jurisdicción marítima británica en 1986, con el trazado
de la llamada 'zona económica exclusiva' especialmente alrededor de las
mismas islas Malvinas que varía entre 250 y 400 kilómetros, no es solo
por intereses para la explotación comercial. Un radar en la isla
occidental, Gran Malvina, a unos 700 kilómetros del continente, situado
sobre uno de sus montes más elevados como el monte Adam de unos 700
metros sobre el nivel del mar, podría detectar, una aeronave en vuelo
rasante a unos 100 kilómetros de distancia como máximo, debido a la
curvatura de la Tierra. Si el radar se transportara en una plataforma
aérea (como un AWACS; Airborne Warning And Control System) a unos 9.000
metros de altura su horizonte aumentará a unos 350 kilómetros. De manera
que una aeronave tipo AWACS con trayectoria de vuelo sobre el perímetro
Oeste de la zona económica exclusiva británica, puede monitorear la
actividad aérea a muy baja altura sobre la costa continental argentina y
el estrecho de Magallanes.
A
pesar que la cultura que difunde el imperialismo y el colonialismo
enseña exactamente lo contrario, con solo observar a Gran Bretaña se
comprueba que las grandes potencias mundiales actúan simultáneamente en
las tres dimensiones de presión, diplomática, económica y militar,
siendo la disuasión militar una herramienta complementaría
indispensable, que para Argentina debería ser acompañada de un vigoroso
impulso genuinamente nacional en la producción para la defensa.
En
1975, los entonces nuevos submarinos de ataque argentinos clase 209,
realizaban campañas de 50 días en el mar en inmersión permanente sin
ningún apoyo externo. Su área de operaciones frecuentemente era la bahía
de Puerto Argentino (Puerto Stanley), internándose más allá del faro
San Felipe (Cape Pembroke) a profundidad de periscopio para relevar
fotográficamente los accesos. También permanecían posados en el lecho
arenoso de Bahía de la Anunciación (Berkeley Sound), inmediatamente al
norte de Puerto Argentino. Hoy día, los submarinos de ataque ingleses a
propulsión nuclear como el HMS Sceptre, HMS Tireless, HMS Turbulent (que
actuó en el último ataque de la OTAN a Libia) son los que operan
impunemente dentro del mar Argentino, a pesar del Derecho Internacional.
Publicado por ARGENPRESS
Azul: Trabajo autogestionado
Un juez ordenó reabrir la papelera bajo control de los trabajadores
Martes 3 de abril de 2012, por Prensa Agrupación Germán Abdala *
Después
de seis meses de lucha y tres de toma de la fábrica Papelera Azuleña,
los 17 trabajadores volverán a sus puestos. El Juez de la quiebra
decretó la intervención judicial de la empresa y la reanudación de la
actividad productiva, en sintonía con la cautelar planteada por los
empleados -aún no resuelta en Tribunales- que piden gestionarla bajo
control obrero.
La
lucha se vio fortalecida horas después, cuando el Concejo Deliberante
aprobó una resolución por unanimidad, pidiendo al Ejecutivo municipal
que les otorgue una ayuda económica de 1.500 pesos mensuales a cada
obrero. Y que convoque a un Comité de Crisis para alcanzar soluciones
globales a esta empresa azuleña. El recinto del Legislativo se vio
colmado por militantes de agrupaciones que apoyan a los obreros
papeleros, con banderas, bombos y redoblantes. "Papelera es de los
trabajadores, y al que no le gustase jode, se jode", cantaron a viva
voz.
Este triunfo popular es el fruto de una lucha codo a codo de los papeleros y las organizaciones populares que los apoyan, como ATE y la CTA Regional Azul, Agrupación Germán Abdala, la APDH-Azul; el Partido Obrero, la UJS, SUTEBA, Juventud Radical, Judiciales, Centros de Estudiantes del Instituto Superior de Formación Docente Dos y del Colegio Normal.
Los papeleros recibieron la noticia del fallo judicial de la vuelta al trabajo el pasado lunes, de boca del abogado Jorge Moreno, que desde el Partido Obrero aporta su trabajo solidario, en equipo con el abogado de ATE-CTA, Benencia.
Los trabajadores festejaron este triunfo, en la planta que produce bobinas de papel para cajas, entre abrazos, lágrimas y cánticos alusivos a esta pequeña victoria. Y recordaron a Cristian “Pachi” Lara, joven operario que semanas atrás se quitó la vida en la fábrica en medio del conflicto y que dejó a su compañera y sus cuatro pequeños hijos.
El fallo judicial ordenó la intervención de la empresa y su puesta en marcha, con la designación de un contador como administrador, que será asistido por un delegado obrero y otro de la patronal, en el improbable caso que se presentara.
“Este es un triunfo de los trabajadores que no quieren más dilaciones, llevan seis meses sin salarios en una situación desesperante y no son ayudados por el municipio”, afirmó Vanina Zurita, secretaria general de la seccional Azul de ATE y titular de la CTA Regional Azul en la Agrupación Germán Abdala.
“Está en conformación la Cooperativa de Trabajo Pachi Lara, en homenaje al compañero, que llevará adelante la gestión obrera, porque esta lucha se gana compañeros”, expresó Zurita.
La dirigente añadió que “Se han hecho gestiones junto a los papeleros en Capital Federal y La Plata, donde recorrimos distintos ministerios y organismos cooperativos, a fin de obtener subsidios y ayudas para eficientizar el trabajo. Esta fábrica funcionaba con 35 operarios y hoy son 17, por lo que se van a incorporar en el mediano plazo otros operarios”.
La papelera inició actividades en 1957. La última gestión empresarial dejó una deuda con los trabajadores cercana al millón de pesos; y otra deuda importante por servicios, ART, aportes sindicales, obra social y por impuestos a las administraciones nacional, provincial y municipal.
En diciembre pasado los papeleros dijeron basta y ante la falta de pago tomaron la planta. Las multitudinarias marchas y movilizaciones callejeras y a Tribunales, acompañados por el pueblo de Azul, lograron torcer la suerte adversa y hoy Papelera tiene destino de recuperada.
Fuente: www.germanabdalacta.org
Este triunfo popular es el fruto de una lucha codo a codo de los papeleros y las organizaciones populares que los apoyan, como ATE y la CTA Regional Azul, Agrupación Germán Abdala, la APDH-Azul; el Partido Obrero, la UJS, SUTEBA, Juventud Radical, Judiciales, Centros de Estudiantes del Instituto Superior de Formación Docente Dos y del Colegio Normal.
Los papeleros recibieron la noticia del fallo judicial de la vuelta al trabajo el pasado lunes, de boca del abogado Jorge Moreno, que desde el Partido Obrero aporta su trabajo solidario, en equipo con el abogado de ATE-CTA, Benencia.
Los trabajadores festejaron este triunfo, en la planta que produce bobinas de papel para cajas, entre abrazos, lágrimas y cánticos alusivos a esta pequeña victoria. Y recordaron a Cristian “Pachi” Lara, joven operario que semanas atrás se quitó la vida en la fábrica en medio del conflicto y que dejó a su compañera y sus cuatro pequeños hijos.
El fallo judicial ordenó la intervención de la empresa y su puesta en marcha, con la designación de un contador como administrador, que será asistido por un delegado obrero y otro de la patronal, en el improbable caso que se presentara.
“Este es un triunfo de los trabajadores que no quieren más dilaciones, llevan seis meses sin salarios en una situación desesperante y no son ayudados por el municipio”, afirmó Vanina Zurita, secretaria general de la seccional Azul de ATE y titular de la CTA Regional Azul en la Agrupación Germán Abdala.
“Está en conformación la Cooperativa de Trabajo Pachi Lara, en homenaje al compañero, que llevará adelante la gestión obrera, porque esta lucha se gana compañeros”, expresó Zurita.
La dirigente añadió que “Se han hecho gestiones junto a los papeleros en Capital Federal y La Plata, donde recorrimos distintos ministerios y organismos cooperativos, a fin de obtener subsidios y ayudas para eficientizar el trabajo. Esta fábrica funcionaba con 35 operarios y hoy son 17, por lo que se van a incorporar en el mediano plazo otros operarios”.
La papelera inició actividades en 1957. La última gestión empresarial dejó una deuda con los trabajadores cercana al millón de pesos; y otra deuda importante por servicios, ART, aportes sindicales, obra social y por impuestos a las administraciones nacional, provincial y municipal.
En diciembre pasado los papeleros dijeron basta y ante la falta de pago tomaron la planta. Las multitudinarias marchas y movilizaciones callejeras y a Tribunales, acompañados por el pueblo de Azul, lograron torcer la suerte adversa y hoy Papelera tiene destino de recuperada.
Fuente: www.germanabdalacta.org
* Equipo de Comunicación de la Agrupación Germán Abdala de la CTA de la Provincia de Buenos Aires
(5411) 4383-3349 / 3305 / 3426 (int. 150 / 154) - prensa@ctanacional.org
Movimiento de ocupación fabril y autogestión obrera en Argentina
Mario Hernandez (especial para ARGENPRESS.info).
Para emancipar a las masas trabajadoras, la
cooperación debe alcanzar un desarrollo
nacional y, por consecuencia, ser fomentada
por medios nacionales. Pero los señores de
la tierra y los señores del capital se valdrán
siempre de sus privilegios políticos para
defender y perpetuar sus monopolios
económicos. (...) La conquista del poder
político ha venido a ser, por lo tanto, el gran
deber de la clase obrera"
Carlos Marx
“Jaque al patrón, todo el poder al peón”
Afiche pegado por los trabajadores de
Grissinópoli en la cartelera.
A
lo largo del 2002 había cobrado fuerza y repercusión política un
fenómeno social que si bien tenía antecedentes históricos en el mundo y
en nuestro propio país, de poco servían para analizar lo que estaba
sucediendo en la Argentina ya que no formaba parte de una ofensiva
general de los trabajadores ni tampoco de una política de Estado. (1)
Si
bien la caída del gobierno neoliberal de Fernando de la Rúa había sido
producto de la movilización popular del 19/20 de diciembre del año
anterior, la resistencia, movilización y la lucha popular comienzan
mucho antes en las localidades de Tartagal, Cutral Có y Mosconi, en los
piquetes que cortan las rutas a lo largo del país, los paros generales,
la lucha de estatales y docentes, etc.
Este
proceso permite pegar el salto de la resignación, del irse para la casa
y ceder conquistas, a tomar las empresas y garantizar el empleo.
Las
organizaciones sindicales habían tenido escasa participación y el
gobierno peronista de Duhalde que sucedió a la Alianza
radical-frepasista lejos estaba de alentar este tipo de experiencias.
Los
movimientos de trabajadores desocupados organizados a lo largo de la
segunda mitad de la década anterior concentraban sus demandas en la
necesidad de ayuda oficial y en el mejor de los casos en
micro-emprendimientos autogestionados que limitaban su repercusión a los
participantes directos.
Había
surgido un multitudinario movimiento asambleario que nucleaba a vecinos
de la Ciudad y el Gran Buenos Aires pero sus demandas se orientaban a
reclamos ciudadanos de índole diversa y, lo más importante, los
trabajadores ocupados se mantenían pasivos bajo el control de la
burocracia sindical, a pesar del impacto de la devaluación que había
reducido sus salarios a la mitad y de condiciones de trabajo que habían
empeorado bajo la espada de Damocles que representaba la amenaza de la
desocupación que afectaba de una u otra forma a más de la mitad de la
población económicamente activa. (2)
En
medio de este panorama fueron ocupadas y puestas a producir por sus
trabajadores, con distintos grados de efectividad, más de 150 empresas
medianas y pequeñas que habían intentado cerrar sus patrones mediante
procesos de quiebra o el llamado a convocatoria de acreedores. (3)
Era
común escuchar que a partir de mediados de los '90, la creciente
presión tributaria, la constante alza del costo de los servicios
públicos, las altas tasas de interés y la pérdida del mercado frente a
las importaciones producto del régimen cambiario, sumadas a la
inestabilidad política desde mediados del 2000 que generó una retracción
en el consumo interno, dejaron a las firmas locales sin oxígeno. Con
estos argumentos analistas económicos y periodistas formadores de
opinión intentaban explicar la actitud empresaria y concluían que eran
los propios dueños los que no intentaban recuperar la empresa dada la
inestabilidad económica y financiera del país, siendo los obreros los
que por la obvia necesidad de mantener su fuente de trabajo se lanzaban a
ocupar y hacer producir las empresas.
Es
cierto que las tomas de los trabajadores fueron resultado de la
necesidad, no de la ideología y tuvieron por objetivo inmediato la
defensa del puesto de trabajo y en ese sentido asumen una postura
defensiva frente a la situación de cierre o vaciamiento de la empresa.
Pero
una vez tomadas las fábricas, los trabajadores más politizados
propusieron, en asambleas, organizar la producción y las ventas sin los
patrones. Estas experiencias atrajeron a profesionales y estudiantes
quienes ofrecieron consejo técnico. La lucha y la práctica de la
autogestión fueron creando más conciencia de clase después de la
ocupación y desde este punto de vista aparecen también como formas
ofensivas a diferentes niveles:
a)
la gestión de la producción por parte de los trabajadores dando lugar a
la intervención en decisiones tales como la inversión en equipamiento
tecnológico, las condiciones de trabajo, la administración de los
tiempos de descanso y los ritmos productivos.
b)
se construyen una serie de demandas que exceden el reclamo puntual y
apuntan a la definición de una política pública orientada al sector para
acceder, por ejemplo, a la seguridad social. Por otra parte se
extienden los reclamos a la definición de políticas públicas orientadas a
la industria nacional.
Esta
reacción como clase nos señala un cambio frente al cierre de miles de
empresas durante los noventa. Uno de los aprendizajes más destacados de
las empresas recuperadas será el hecho de demostrar que los trabajadores
pueden llevar adelante la producción por sí mismos y no dependen de la
patronal.
Aquí
aparece la centralidad de la clase obrera, diluyéndose el mito de la
función social de los empresarios y gerentes en cuanto a su capacidad de
organizar la producción.
Los
trabajadores se vieron en la necesidad de crear una organización que no
solo sea capaz de garantizar la producción, sino que pueda resistir los
embates de los distintos poderes del Estado que han buscado por
diferentes medios sofocar estas experiencias a través del hostigamiento,
las amenazas de desalojo, etc.
Como
prueba de lo dicho, en abril de 2011 una sentencia del Tribunal de la
Cámara Comercial-Sala A, declaró la inconstitucionalidad de la Ley de
expropiación Nº 2969 sancionada por la Legislatura de la Ciudad de
Buenos Aires en diciembre 2008 dando la tenencia provisoria del inmueble
a los trabajadores de IMPA. Esta ley fue aprobada por 52 de los 54
legisladores. Sin embargo, el 31 de marzo se presentaron funcionarios
judiciales haciéndose pasar por personas interesadas en el bachillerato
popular que funciona en la fábrica mientras comentaban el valor del
inmueble y su excelente ubicación.
Ante
la presencia de los trabajadores en el juzgado, al día siguiente, la
jueza Isabel Míguez, reconoció que había ido por “curiosidad” y ese
mismo día sacó el fallo confirmando la inconstitucionalidad.
Recientemente,
el 23 de diciembre del año pasado, el Jefe de Gobierno de la CABA,
Mauricio Macri, vetó la Ley 4008 que había prorrogado por 6 años la
vigencia de normas que dejaban en el Ejecutivo de la Ciudad la
expropiación definitiva a favor de los trabajadores donde funcionan las
empresas de gestión obrera, afectando a 29 empresas y poniendo en riesgo
más de 2000 puestos de trabajo directos. (4)
Pero la limitación que este proceso es incapaz de superar por sí mismo es la lógica del mercado y su anarquía.
Las
empresas autogestionadas tienen la ventaja de no pagar todo el trabajo
improductivo de gerentes, representantes, etc., pero a su vez, dada la
necesidad de supervivencia se encuentran envueltas en la lógica del
mercado y de la competencia y pueden actuar generando condiciones de
auto-explotación, trabajando por bajos salarios, en condiciones
insalubres, con altos ritmos y condiciones de flexibilidad por debajo
del convenio colectivo de la rama o directamente explotando a terceros.
(5)
Aquí se abre el
desafío de desarrollar el proceso de trabajo mediante métodos en los que
se considere y reconozca el saber obrero, se tienda a recalificar los
puestos de trabajo, revertir las estrategias empresarias que fomentan
formas de explotación a otros trabajadores como son la tercerización y
subcontratación, y a desarrollar una política que tienda a la
eliminación de los accidentes de trabajo y que tenga en cuenta la salud
de los trabajadores.
En
una mirada más estratégica las empresas recuperadas trascienden la
producción y se constituyen, en algunos casos, en ejes de organización
popular a partir de la articulación de distintas formas de lucha. Así
encontramos la formación de centros culturales, bibliotecas, centros
educativos, proyectos de construcción de viviendas, etc.
A su vez, en algunas empresas se piensa en darle una nueva orientación a la producción.
Ya
no basta producir mercancías porque se colocan en el mercado, sino que
empieza a generarse una producción orientada hacia las necesidades
sociales, como la provisión de alimentos para comedores populares y la
confección de indumentaria para trabajadores de la educación y la salud.
El caso Brukman
El
grupo Brukman estaba conformado por 3 empresas: Brukman Construcciones,
Brukman Hermanos de electrodomésticos y Confecciones Brukman. Las 2
primeras empresas ya habían quebrado y en 1999 se modificó la razón
social de la última por Cebex S. A. a la que se declaró en quiebra un
año después. La empresa solicitó convertirla en concurso preventivo de
acreedores para lo cual la ley exige presentar los balances de los
últimos 3 años. Nunca se presentaron. Tampoco los libros contables. Sin
embargo, el juzgado favoreció a la empresa convirtiendo la quiebra en
concurso. A partir de ese momento comienza un endeudamiento creciente
que según palabras de su apoderado, el abogado Jaime Muszkat, alcanzaba
"unos cinco millones de pesos", de los cuales, "2 millones 700 mil
pesos" correspondían a deudas con el Estado, según Miryam Bregman,
abogada de los trabajadores. Pero mucho antes, desde mediados del '95,
los obreros recibían vales semanales en lugar del sueldo mensual.
"Nos
daban vales de $ 100 semanales, que después se convirtieron en 90, 80,
70 y al final 5 y 2 pesos", recuerda el costurero Macario Avello, "a mí
todavía me deben $ 4.800 ($ 1 = U$S 1). En los últimos años teníamos que
trabajar gratis los sábados como "aporte" voluntario, bajo la amenaza
de cierre" y "todo el tiempo nos apuraban para que entreguemos 1000
trajes por semana para que ellos pudieran cobrar un cheque que después
nunca aparecía", agrega Amalia.
Los
Brukman tampoco realizaban aportes jubilatorios, no pagaban cargas
sociales ni jubilaciones desde 1999. Habían emitido 218 cheques sin
fondo por un total de $ 750.000 y la AFIP-DGI les reclamaba más de $
400.000 por no pagar impuestos. La Aseguradora de Riesgos de Trabajo les
rescindió el contrato por falta de pago en setiembre del 2001. Dos
meses después, cuando murió Marcelo Rojas, empleado de 28 años, no le
pagaron el seguro de vida ni el fallecimiento. "Para velarlo -explicó
Sara, su madre-, la única ayuda que recibí fue la de los empleados, que
juntaron $ 100 y me los acercaron".
El
14 de diciembre de 2001 cobraron el último vale y fueron citados por el
Jefe de Personal para 4 días después. Cuando volvieron, los patrones
habían desaparecido.
"En
realidad nunca fue una toma pensada -comenta Celia Martínez. Fue por
accidente. Nosotros nos quedamos esperando que nos trajeran la plata que
nos habían prometido. Ya había comentarios de que querían cerrar la
empresa y eso nos asustaba más. Como no vinieron más, entre el 18 de
diciembre a la noche y el 19 tomamos el mando hasta que nos pagaran. No
pedíamos todo lo atrasado en aguinaldo y vacaciones sino un vale mínimo
de 50 ó 100 pesos para poder seguir porque se venía Navidad. Después se
llenó de compañeros la vereda, los que querían entrar entraron y los que
no se quedaban afuera. Y así fue como comenzó todo".
Cerámica Zanón S.A.: la planta de cerámicos y porcellanato más grande de América Latina
El
fenómeno del control obrero o la gestión obrera directa de las fábricas
viene desarrollándose desde los márgenes en fábricas que poseen niveles
bajos o medios de producción. Una de las más importantes es Zanón.
Los
obreros de Cerámicas Zanón, ubicada en la provincia de Neuquén, se
sorprendieron cuando después de 2 días de trabajo, habían realizado un
10% de la producción mensual, unos 100.000 metros y tenían la cantidad
de material suficiente para pagar los sueldos de todo el personal y los
servicios, trabajando sin patrón ni supervisores que les marquen el
ritmo o les den órdenes.
"Producir
sin el patrón es una satisfacción inexplicable. El saber que
desarrollás el producto, que lo ves prensar, decorar, salir en una caja.
El saber que lo que hiciste es tuyo es un orgullo muy lindo, te obliga a
hacer las cosas mejor, es un buen incentivo", comenta uno de los
trabajadores y agrega: "antes la persona que trabajaba en una máquina
estaba como atada, no podía fumar, no podía tomar nada, no podía ir al
baño. A las 3 horas de estar sentado, haciendo una tarea minuciosa que
se repite miles de veces por día, comenzabas a dormirte. Ahora, cada vez
que te cansás, tomás un mate, prendés un cigarrillo, estirás las
piernas".
Esa es la
situación en todos los sectores. Una especie de liberación de energías y
creatividades, de alivio por no tener el ojo del patrón en la nuca y
poder trabajar en libertad.
Un
viejo encargado, Manotas, señalaba: "Acá hay mucha capacidad, están
experimentando, haciendo nuevos modelos". Se refiere a las series
Mapuche y el Obrero. El Obrero es un cerámico compacto, de decoración
simple, pensado para abastecer a un mercado de menor poder adquisitivo.
La serie Mapuche, en homenaje a los pueblos originarios, es de una
fineza en el diseño que sorprende a los entendidos.
Además,
en todos los sectores se está produciendo un ahorro muy grande. Un buen
ejemplo es el laboratorio, lugar sagrado y prohibido donde sólo
entraban hombres de guardapolvo que comían en comedores separados y no
tenían ningún contacto con los obreros. Eran, en su mayoría, ingenieros y
técnicos químicos, que ganaban un poco más de sueldo que los operarios y
tratados en forma diferenciada. Allí se elaboraban los pigmentos que
luego se utilizarían para decorar los cerámicos, los materiales más
caros que no se pueden derrochar en lo más mínimo. Nada podía fallar
porque la menor tonalidad, el menor detalle, significan miles de
cerámicos tirados a la basura.
Con
la ayuda de un técnico, y en reemplazo de un ejército de ingenieros, 3
trabajadores pusieron manos a la obra. Trabajaban en el sector pulido y
en selección de material, nunca habían imaginado tener a su cargo tanta
responsabilidad. Primero hablaron con el técnico, aprendieron las
fórmulas, los trucos y luego hablaron con cada compañero de cada línea
porque "nadie conoce el trabajo mejor que ellos" y así aprendieron la
mayoría de los procesos. En las líneas de producción, donde antes
anónimos trabajadores pasaban las horas en silencio, descubrieron al
ingeniero colectivo que hace marchar la fábrica.
Reynaldo,
antiguo trabajador de la línea, está encargado de mantenimiento del
gas. Su primer conquista fue "que no haya más olor a gas, ni pérdidas
que aumenten el consumo y pongan en peligro la fábrica".
También
la organización del trabajo cambió muchísimo con la gestión obrera.
Antes había un ejército de supervisores -uno cada dos obreros-, armados
de planillas y handies. La burocracia era tremenda. Algunos tenían la
tarea de buscar en los tachos de basura restos de yerba mate para
delatar a quienes la habían consumido. La prohibición de tomar mate
dentro del perímetro de la fábrica fue el primer reglamento que
derrumbaron los trabajadores. Otra de las resoluciones adoptada por la
asamblea de trabajadores fue elegir coordinadores por sector que se
reúnen 3 veces por semana acompañados por un trabajador que va rotando
para que todo el mundo esté informado. "Que te propongan como
coordinador es un orgullo, pero seguís siendo uno más, acá no hay
niveles jerárquicos, simplemente sentís más obligaciones", sigue el
relato Manotas, "la gente no está presionada. Cada uno sabe lo que tiene
que hacer. Es muy distinto al trato con el patrón que viene y te ordena
hacé esto o aquello sin ninguna información. Acá sabemos
todo,
lo que se gasta en luz, en gas, en sueldo. Yo tengo mi visión pero
también cuenta la del resto. Ellos conocen el sector. Yo no les puedo
decir lo que tienen que hacer, es la suma de un montón de voluntades y
lo que uno trata de coordinar es todo ese esfuerzo". (6)
Tirando vallas, construyendo el futuro
El
desalojo violento de las trabajadoras de Brukman, en abril de 2002,
ordenado por 2 jueces de la ex-dictadura militar, cumplido a rajatabla
con la participación de 1.500 efectivos de la Policía Federal,
dependiente del Ministerio del Interior y bajo la atenta mirada de sus
ex-dueños, fue una muestra contundente de las dificultades que
enfrentaba el movimiento de empresas autogestionadas.
La
fábrica había sido desalojada por la policía en dos oportunidades
anteriores y vuelta a recuperar por el accionar conjunto de los
trabajadores, movimientos de desocupados y de DD. HH., asambleas
barriales, jóvenes y partidos políticos de izquierda.
En
esta última oportunidad, según la orden judicial, el desalojo debía
realizarse "bajo secreto de sumario", es decir, en forma clandestina y
sin derecho a defensa y con la realización de "previas tareas de
inteligencia" para determinar el momento oportuno, dejando expresa
constancia de que "no hay supremacía de la vida y la integridad física
frente a los intereses económicos".
El
21 de abril a las 17:30 las trabajadoras intentaron recuperar la
fábrica acompañadas por cerca de 10.000 manifestantes que fueron
duramente reprimidos y perseguidos hasta 25 cuadras de la fábrica. Tres
días después se instalaba un acampe en la esquina y la "vigilia obrera"
se prolongó durante varios meses reclamando:
* Fuera la policía de Brukman
* Restitución de la fábrica a los trabajadores
*
Expropiación sin pago inmediata y definitiva de inmuebles, maquinarias y
marcas de Brukman Confecciones, para que los trabajadores continúen con
la producción bajo gestión obrera
* Que el Estado garantice como mínimo los salarios de convenio colectivo del sector
*
Por la entrega de un subsidio no reintegrable de $ 150.000 como capital
inicial de trabajo para ampliar y diversificar la producción e
incorporar más trabajadores actualmente desocupados
*
Que el Estado compre la producción en función de las necesidades de
hospitales, escuelas y otras instituciones, así como de la población
carenciada
En marzo
de 2002, la Legislatura porteña había rechazado un Proyecto de Ley que
contemplaba estas reivindicaciones, reiteradas por los trabajadores en
octubre del mismo año ante la Comisión de Desarrollo Económico donde
señalaban "no estar cerrados a alternativas intermedias" aunque
rechazaban la idea de aceptar un "microemprendimiento" como sugerían las
autoridades nacionales y de la Ciudad de Buenos Aires.
También Zanón pasó por duros ataques.
A
un año de la ocupación (octubre 2002), la fábrica fue atacada por una
banda de unas 50 personas, la mayoría jóvenes que habían sido reclutados
entre la "barra brava" del club Cipolletti y barrios pobres de la zona,
encabezada por Oscar Montes, un ex-obrero electricista y ex-secretario
general del sindicato ceramista de Neuquén durante más de una larga
década. Dos años después que fuera desplazado por una asamblea, estaba
nuevamente en las puertas de Zanón comandando un grupo de civiles con el
objetivo de entorpecer la producción y presionar por una salida
judicial que favoreciera a la antigua patronal que invirtió $ 5000 por
día para financiar lo que no había podido lograr legalmente: el desalojo
violento.
Enfrente
se agrupaban 700 personas, entre obreros, familiares y organizaciones
solidarias que defendían todo el perímetro de la fábrica.
Después
de 4 días de enfrentamientos, en medio del festejo de los trabajadores,
los atacantes se retiraron sin haber logrado su objetivo.
En
abril de 2003 la patronal vuelve a intentar el desalojo apoyada en un
fallo de la justicia nacional que ordena a los síndicos la toma de
posesión y elaboración de un inventario.
La posibilidad de desalojo movilizó a la comunidad neuquina en defensa de los 270 puestos de trabajo y los 40 nuevos creados.
El
amplio arco de alianzas sociales y políticas incluyó al obispado de
Neuquén y a la Pastoral Social que exigieron a los 3 poderes públicos
preservar los puestos de trabajo y convocaron a "todos los cristianos y
ciudadanos a sumarse con una actitud no violenta en defensa del trabajo
digno y de la paz". Consultado por la prensa sobre la actitud de la
iglesia católica, el obispo Marcelo Melani sostuvo: "Hoy, los
trabajadores de Zanón, dan una muestra de que es posible a partir de su
esfuerzo de 17 meses, de su entusiasmo y de su inteligencia, llevar
adelante una fábrica que brinda un trabajo digno para ellos y sus
familias".
Asimismo,
el sindicato de docentes de Neuquén (ATEN) pidió a los maestros que
procuraran sumar a los padres al apoyo gremial brindado a los obreros,
utilizando el cuaderno de comunicaciones de sus alumnos. A ellos se
sumaron la Central de Trabajadores Argentinos (CTA), los docentes
universitarios (ADUNC) y la Federación Universitaria del Comahue (FUC),
que junto a organizaciones de trabajadores desocupados, resolvieron un
paro provincial con movilización, cortes y ocupaciones en caso de
intento de desalojo.
La
solidaridad cruzó el puente que separa la provincia de Neuquén de la
vecina Río Negro, donde los docentes nucleados en la UNTER se
pronunciaron a favor de los obreros y también en repudio al intento de
desalojo.
El 8 de
abril, 1500 manifestantes impidieron por tercera vez el acceso a los
síndicos. Al día siguiente los hornos volvieron a encenderse y la
producción de la planta se puso nuevamente en marcha.
Alentados
por el triunfo los trabajadores presentaron en la Legislatura
provincial un Proyecto de Ley de estatización bajo control obrero,
acompañado por un petitorio con más de 40.000 firmas. En uno de sus
últimos párrafos sostiene:
"Zanón
es del pueblo, dicen los obreros ceramistas y repite la comunidad de
Neuquén. La cesión de tierras provinciales, los beneficios y promociones
industriales, los créditos multimillonarios impagos otorgados por el
estado nacional y provincial, las compras millonarias de producción y,
principalmente, el trabajo acumulado de los obreros, hicieron grande
esta fábrica en que la patronal sólo ha demostrado capacidad para
concretar lock out y concursarla... Es por eso que no corresponde
indemnización alguna como consecuencia de la presente expropiación”.
Finalmente
la Ley fue aprobada por la Legislatura provincial el 12.8.2009
arrancada con la lucha y la organización de desocupados, comisiones
internas, delegados y organizaciones de izquierda y de Derechos Humanos,
artistas y estudiantes, y un enorme apoyo de la comunidad en contra de
la opinión de las cámaras empresarias y la CGT local.
El
gobernador Sapag dilató la finalización del trámite de expropiación que
hasta el día de hoy no se ha concretado impidiendo, entre otras cosas,
el acceso a créditos para la renovación de tecnología.
Así empresas expropiadas con Zanón o el Hotel Bauen corren el riesgo de ser rematadas y sus trabajadores desalojados.
En
el caso de Zanón cabe destacar que en la actualidad ocupa 430
trabajadores sin haber recibido ayuda provincial ni nacional como
sucedía con sus anteriores propietarios privados. Tienen 40 trabajadores
imputados en causas judiciales.
El
pasado 1 de octubre cumplieron 10 años de gestión obrera y lo
festejaron con un festival. 16.000 jóvenes, trabajadores y artistas,
colmaron el histórico playón de la fábrica. Esta jornada fue transmitida
vía Internet en más de 70 países y seguida por más de 12.000 personas
en diferentes lugares del mundo.
“No
nos conformamos con un solo Zanón, en medio de una crisis económica
internacional, el control obrero toma mayor importancia, tiene que ser
un ejemplo para esos millones de compañeros en el mundo que ven cerrar
sus fuentes de trabajo, Zanón no es una utopía…”, (7) sostuvo Alejandro
López, trabajador de la fábrica y actual legislador provincial por el
Frente de Izquierda junto a Raúl Godoy, otro de los referentes de la
fábrica.
Pero el
momento más esperado, fue ver a Manu Chao subiendo al escenario: “Es un
orgullo para mí estar esta noche con los trabajadores y trabajadoras de
Zanón, gracias a ellos por existir”, dijo tanto al principio como al
final de su participación que duró casi dos horas y media.
En
la provincia de Neuquén también funcionan bajo control obrero otras 2
fábricas de cerámicos: Cerámica del Valle y Stefani. Esta última cumplió
en mayo un año de gestión obrera, siendo la única fábrica sobreviviente
en la localidad de Cutral-Có donde antes funcionaba la petrolera
estatal YPF. Allí son 9 los trabajadores que enfrentan causas penales y
35 los procesados. Un referendum por la expropiación recibió el apoyo
masivo de la población.
IMPA. El primer paso de una larga marcha
Fundada
en el año 1918 por empresarios alemanes en el barrio porteño de
Almagro, fue la primera empresa en fabricar aluminio. Nacionalizada al
finalizar la Segunda Guerra Mundial por Juan Domingo Perón, allí se
fabricaron los únicos aviones a reacción que se hicieron en América
Latina. En 1961, el gobierno desarrollista de Frondizi decidió que se
convirtiera en cooperativa siendo manejada por su directiva como una
empresa privada.
Para
1997, la competencia del monopolio Aluar redujo a un puñado los más de
500 trabajadores que la planta supo tener. Ante el peligro de cierre
inminente y con la electricidad cortada por falta de pago ocuparon la
planta con la ayuda de activistas sindicales vinculados a la Unión
Obrera Metalúrgica (UOM) de Quilmes, instalaron una olla popular con
apoyo de vecinos y comerciantes del barrio, expulsaron a la vieja
dirigencia cooperativa y eligieron un nuevo Consejo de Administración.
Lejos
estaban los días de 1964 en que alrededor de 3.000.000 de trabajadores
ocuparon cerca de 4000 empresas en Argentina. Tampoco formaba parte del
juego de presiones al poder político que por aquellos años manejaba con
maestría el Secretario General de los metalúrgicos, Augusto Timoteo
Vandor. Apenas eran 15 obreros con problemas de sueldo.
"A
veces no nos daban nada y otras 2, 3 ó 5 pesos. Finalmente, unas 50
personas, entre trabajadores y otros que habían sido despedidos, tomaron
la fábrica durante 18 días hasta que la Comisión Directiva aceptó que
fueran los propios trabajadores quienes controlaran la empresa. Lo
hicimos por desesperación", afirma Oracio Campos, un mecánico de
laminación de 65 años que fue elegido como presidente de la cooperativa,
"no teníamos adonde ir y nos jugamos. Nos salió bien y hoy podemos
contar el cuento".
Al
poco tiempo, tomaron 2 decisiones estratégicas: comprar chatarra de
aluminio para abaratar costos y eludir la competencia de Aluar y b)
incorporar un excedente de viejo personal en tareas de mantenimiento. La
decisión fue tomada por una asamblea que consideró que luego de 30 ó 40
años de servicio en la empresa y ante el robo de la jubilación, era más
digno que trabajaran en la fábrica que darles un subsidio para que se
quedaran en sus casas. Esta lógica pone patas para arriba la del
capitalismo orientado por una conducta de clase exactamente opuesta.
Además,
como en Zanello, todos los trabajadores cobraban lo mismo, sin importar
el cargo que ocupen. Si mejora la facturación, aumenta lo que recibe
cada uno "a cuenta de resultados". Aunque formaron equipos y, como en
Zanón, sustituyeron a los capataces por coordinadores de áreas o taller
que son los encargados de repartir el trabajo, en algunas secciones
funcionan de forma vertical "porque el mercado les exige tomar
decisiones muy rápidas".
Actualmente,
la principal producción de IMPA es vajilla descartable, pomos para
dentrífico, envolturas de golosinas y bandejas de catering.
"Ocupar, resistir y producir"
IMPA
constituye una de las referencias centrales del Movimiento Nacional de
Empresas Recuperadas (MNER) que se organizó en los primeros meses del
2002, reuniendo unas 100 firmas.
Defienden
la forma jurídica cooperativa ya que según uno de sus voceros,
"facilita el acceso al crédito y el reconocimiento legal necesario para
desarrollarse como empresas rentables". (8)
En
la provincia de Buenos Aires lograron que se sancione la Ley 5708 que
permite al gobierno expropiar los bienes inmuebles y cederlos en
comodato a los trabajadores y, según sea el caso, en donación. A
setiembre del 2002 se habían realizado unas 20 expropiaciones bajo esta
legislación.
Por
aquel tiempo, también la Legislatura de la Ciudad de Buenos Aires votó
la expropiación de 2 fábricas que funcionaban autogestionadas por sus
trabajadores: la imprenta Chilavert y la fábrica de materia prima de
postres helados Ghelco. Estas nuevas leyes dispusieron 2 tipos de
expropiación: a) temporaria -por 2 años-, de los edificios donde
funcionaban y b) definitiva, en el caso de las maquinarias y otros
bienes imprescindibles para la producción. Los equipos son cedidos en
comodato a las cooperativas de los trabajadores y durante 2 años el
gobierno pagará el alquiler de los edificios a los acreedores de cada
quiebra, luego de este período las cooperativas tendrán prioridad en la
compra de la fábrica.
Frente
a las empresas autogestionadas por sus trabajadores que reclamaban la
estatización bajo control obrero, como son los casos de Brukman y Zanón,
Jorge Abelli, otro de los dirigentes del MNER, sostenía que la
propuesta cooperativa supone no delegar las tareas de dirección en
instancias ajenas al colectivo obrero, que pasa por asumir todas y cada
una de las responsabilidades y riesgos, incluyendo la comercialización
de los productos y enfatiza: "no parece oportuno entregarle las empresas
que hemos recuperado y puesto en funcionamiento con mucho esfuerzo a
este Estado mafioso", al mismo tiempo, marca los límites del movimiento:
"Nosotros siempre tomamos empresas quebradas, nunca las que todavía
están funcionando, porque nuestro objetivo es librarnos del destino
marginal que significa estar desempleados". (9)
Precisamente,
al ser una experiencia restringida y al no generalizarse al conjunto de
la industria y los servicios, está siempre presente la amenaza de
perder la posición conquistada. Tal vez en este sentido, el planteo de
Zanón y Brukman sobre la estatización fue un salto en relación a las
experiencias de las otras ocupaciones que organizaron cooperativas. (10)
Más
allá de esta valoración, es indudable que todas estas experiencias, se
trate de formas cooperativas o no, demuestran que sus protagonistas
comienzan a librarse de las viejas costumbres de pasividad, sumisión y
obediencia dentro de la vida económica. Afirman la cooperación y la
solidaridad, superando el sentimiento de impotencia frente al patrón. Se
inicia un proceso de desajenación, de emancipación en el sentido real
del término y ponen en discusión la cuestión del dominio del capital
sobre las máquinas y el trabajo. En ese sentido tienen un enorme valor
pedagógico.
Fábricas abiertas a la comunidad
"La
Fábrica, Ciudad Cultural", centro cultural autogestionado en IMPA, en
el que funcionan talleres y cursos, se realizan fiestas, funciones de
teatro, cine, etc., representa un buen intento de articulación con la
comunidad. Este espacio funciona desde 1999.
El
5 de mayo de 2011 dieron comienzo a las actividades de la Universidad
de los Trabajadores con la clase inaugural del seminario “Historia del
movimiento obrero” dictada por su coordinador, el ex rector de la
Universidad de las Madres de Plaza de Mayo, Vicente Zito Lema. También
funciona un bachillerato popular con 250 alumnos.
En los salones del Hotel Bauen también se realizan actividades promovidas por organizaciones sociales y políticas.
Otro
buen ejemplo es el Centro Cultural de La Toma que funciona en el ex
supermercado Tigre de Rosario, “puesto en funcionamiento por sus
trabajadores en lucha por los puestos de trabajo” en julio de 2001 a
partir de un proceso de vaciamiento iniciado por su propietario,
Francisco “Don Pancho” Regunaschi, presidente de la Cámara de
Propietarios de Supermercados, 3 años antes.
En
este caso utilizaron el dinero que el Estado destinaría para los
subsidios de desempleo en la creación de un supermercado comunitario.
Luego concretaron la apertura de un comedor universitario y popular
avalado por autoridades universitarias.
También
funciona un Centro de Comercialización de la Economía Solidaria con la
participación de artesanos, instituciones y organizaciones de
emprendedores.
Asimismo
albergan a una serie de cooperativas de trabajo y organizaciones: El
Puente (psicólogos en La Toma), Mesa Coordinadora de Jubilados,
Asociación Argentina de Actores (delegación Rosario), Sindicato de
Guardavidas (CTA), Cooperativa de Trabajo del MTL, una Librería Obrera
instalada por la Fundación Federico Engels, el Instituto Movilizador de
Fondos Cooperativos tiene un local de atención al público, funciona un
teatro, etc.
Ya en un
plano político, la constitución de la Mesa Coordinadora del Alto Valle,
que agrupó a los obreros ceramistas de Zanón con el Movimiento de
Trabajadores Desocupados (Neuquén), el Sindicato de Televisión, gremios
docentes de la zona, universitarios, personal de los hospitales y
organismos de DD. HH., si bien de alcance regional, fue central en la
defensa y apoyo a la lucha por la expropiación de la fábrica.
Aunque
debemos resaltar que los intentos de coordinación a través del MNER,
los Encuentros de Fábricas Ocupadas y Trabajadores en Lucha organizados
por Brukman y Zanón o las Asambleas de Trabajadores Ocupados y
Desocupados organizadas por el Bloque Piquetero Nacional, se mostraron
insuficientes y de hecho agruparon a las distintas experiencias de
acuerdo a referencias políticas que en más de una oportunidad actuaron
como verdaderos "corralitos" que impidieron a los trabajadores una
verdadera solidaridad.
Nuestra
Lucha, periódico de los trabajadores de Brukman y Zanón, con la
intervención del Cuerpo de Delegados de Luz y Fuerza (Córdoba) y de
Supermercado Tigre (Rosario), fue otra expresión de los esfuerzos por
vincular las fábricas autogestionadas por sus trabajadores con los
movimientos de desocupados, asambleas barriales y el movimiento obrero
ocupado.
Si bien
estos trabajadores no fueron la vanguardia social del proletariado,
concentrado en las grandes empresas de la siderurgia, automotrices, las
alimenticias, los servicios y el transporte, actuaron como su vanguardia
política, superando la división entre economía y política en el seno de
estas experiencias y dando un salto en la conciencia obrera muy
importante.
Notas:
1)
La autogestión fue la doctrina oficial del régimen socialista yugoslavo
entre 1950 y la desintegración de la Federación. En Chile, bajo el
gobierno de Allende (1970-3) más de 125 fábricas estaban bajo el sistema
de autogestión. En Bolivia, surgió de la revolución popular de 1952 el
control obrero sobre las minas entre 1953/63. También en Alemania
Oriental (1945-53).
En Argentina, las ocupaciones
de fábrica a partir de mediados de los noventa se proponen la
recuperación de la fuente de trabajo. En este sentido, son diferentes de
las ocupaciones previas que se planteaban como medio de confrontación
para negociar cuestiones salariales, condiciones de trabajo, despidos,
etc.
Durante la década del ’70, se conformaron
comisiones de control obrero luego de un proceso de ocupación motivado
por condiciones de trabajo en los astilleros Astarsa (Tigre) en 1973. En
el caso de la papelera Mancuso-Rossi de La Matanza, los trabajadores,
luego de denunciar la malversación de fondos, lograron controlar la
producción a través de una comisión de control obrero que contó con la
aprobación del Ministerio de Trabajo. La petroquímica PASA, en Rosario,
en el mismo período.
Otro ejemplo lo constituye la puesta en marcha de la producción durante la ocupación de la planta Ford de Pacheco en 1985.
En
los primeros años ’50 con la crisis del sector externo y su impacto
sobre el mercado local, son numerosas las ocupaciones, especialmente en
la rama textil. La ocupación de las textiles Produtex, Royaltex y Medias
Paris forma parte de esta experiencia histórica. En el primer caso los
trabajadores recorrían los barrios con los camiones de la empresa
vendiendo lo producido. En Medias Paris una asamblea de trabajadores
decidió, frente a la caída de la demanda en el mercado local, enviar una
delegación a Uruguay para comerciar la venta de su producción.
En
el período 1958-1962, con la crisis del modelo de acumulación de
capitales por la vía externa, una nueva oleada de ocupaciones se
desenvuelve como es el caso del Frigorífico Lisandro de la Torre en
1959. Son destacadas en esos años la ocupación del Ingenio Santa Lucía,
en Tucumán, que en una semana de producción alcanzó el record histórico.
La ocupación y puesta en funcionamiento de la automotriz Kaiser, el 15
de enero del 63, los trabajadores retuvieron a todo el personal
jerárquico desde capataces para arriba, y luego pusieron en marcha la
producción sin ellos. La textil Piccaluga, en Avellaneda, que funcionó
durante tres meses bajo control obrero y las ocupaciones llevadas a cabo
durante el plan de lucha de la CGT de 1964.
Entre
las experiencias pioneras en el actual período se encuentra el
Frigorífico Yaguané en La Matanza y la cooperativa CIAM (ex Aurora,
planta Avellaneda) impulsada por la UOM de Avellaneda, ambas del año
1996, el frigorífico San Lorenzo en 1997 y la metalúrgica IMPA en 1998.
2)
Para la toma de empresas el sindicato resulta el principal ausente en
la mayoría de los casos adoptando una posición crítica que deslegitima
la ocupación. En pocos casos, algunas seccionales resultan un actor
central que impulsa la recuperación, como es el caso de la Unión Obrera
Metalúrgica (UOM) de Quilmes o la Asociación de Empleados de Comercio de
Rosario a través de su Comisión Gremial.
3) De
acuerdo al Programa Facultad Abierta de la UBA, coordinado por Andrés
Ruggeri, en la actualidad el total de empresas recuperadas son 205 y
ocupan a 9400 trabajadores.
En una reciente
entrevista realizada a Eduardo Murúa, referente de IMPA, en FM La Boca
de la Ciudad de Buenos Aires, declaró la existencia de 330 empresas
recuperadas que agrupan a 15/16000 trabajadores. Sostuvo que “hasta 2003
había 170 empresas recuperadas y a pesar del crecimiento económico y
del PBI siguieron cayendo fábricas y algunas fueron ocupadas por sus
trabajadores. Este nuevo método de lucha está instalado en el movimiento
obrero argentino. Cada vez que cierra una fábrica los trabajadores
están preparados para quedarse con la empresa. Quizás fue lo mejor que
hicimos: crear conciencia”. Entrevista realizada por el autor para el
programa radial “Metrópolis”.
4) En la mencionada entrevista, Eduardo Murúa (IMPA) aclaró que: “Este veto no anula la Ley de expropiación que sigue vigente”.
5)
Un buen ejemplo de esta situación lo constituye el trabajo a façon
donde la explotación es ejercida por parte de un patrón que aparece
enmascarado como “cliente” y es aceptado por los trabajadores a falta de
una mejor alternativa en el mercado. En algunas ramas esta es una
política habitual pero en la mayoría de las empresas bajo gestión obrera
se convirtió en una necesidad durante un largo período ante la ausencia
de capital de giro y de no tener acceso al crédito bancario que le
permitiera financiar la producción propia. Esta suerte de patrón oculto,
entrega la materia prima y retira el producto terminado, fija el precio
de la mano de obra y los gastos generales e impone también los ritmos
de producción, así como controla toda la cadena de distribución.
En
la medida que la gestión obrera logró sostener la producción en el
tiempo y formar un pequeño capital como para financiarla ya son muchos
los casos que en distintas proporciones combinan trabajo a façon y
producción propia.
6) El último censo del
Programa Facultad Abierta (2009/10) constata que solo el 8% de las
empresas recuperadas toma todas sus decisiones por medio del Consejo de
administración. En la mayoría de los casos éste se desempeña como
representante de la cooperativa y administrador cotidiano del día a día
más que como una autoridad equivalente a un directorio de empresa.
El
grueso de las empresas recuperadas por sus trabajadores recurre a la
asamblea. El 88% declara hacerlas en forma periódica. El 44% una vez por
semana y el 35% en forma mensual.
7) Diversos
encuentros permitieron tomar conocimiento de la dimensión y el impacto
de estas experiencias, que superan los estrechos marcos de las fronteras
nacionales y están instaladas en diversos países latinoamericanos.
Eduardo Murúa recuerda su colaboración para recuperar una empresa grande
de papel en Venezuela y la relación con el presidente Hugo Chávez que
hizo posible poder entrelazar empresas recuperadas de Uruguay, Brasil,
Venezuela y Argentina en un encuentro en Caracas en el 2005. (Entrevista
enero 2012).
8) El 95% de las empresas
recuperadas se conforman bajo la forma jurídica de cooperativa. Según
Andrés Ruggeri, es el tipo de organización legalmente válida de mejor
adaptación a las características autogestionarias adoptadas por las
empresas recuperadas, de fácil trámite y de ciertas ventajas impositivas
y jurídicas. Además, posibilita ejercer el control de la planta sin
heredar las deudas dejadas por los empresarios.
9)
En la entrevista ya mencionada Eduardo Murúa sostuvo: “Nosotros no
participamos nunca dentro del movimiento cooperativo porque siempre
quisimos y estuvimos dentro de la lucha del movimiento obrero. Dentro
del marco de las cooperativas hay de todo. Algunas se adaptan totalmente
al sistema y son de productores. Aunque es un sistema superior al
capitalista algunas se adaptan totalmente. También siempre fuimos muy
críticos de la autogestión porque no creemos que sea la salvación.
Nosotros creemos que los medios de producción más importantes deben
estar en manos del Estado y planificados por nuestro pueblo. No creemos
en la cooperativa como salida para un nuevo modelo. Ahora en el caso de
estas 330 empresas pequeñas la autogestión puede servir como una
semillita para ver lo nuevo, para instalar conciencia en el pueblo que
no hacen falta patrones para producir y que el trabajo es más importante
que el capital que solo es trabajo acumulado. Me parece que cuando los
pueblos aprendamos eso podemos tener una salida”.
10)
Una serie de empresas se nuclean en torno al Movimiento Nacional de
Empresas Recuperadas (MNER), constituido en 2001. A comienzos de 2003 el
MNER sufrió una fractura interna de la que surgió el Movimiento
Nacional de Fábricas Recuperadas (MNFR), constituido luego en ONG. A
diferencia del primero donde “una fábrica recuperada se convierte en un
espacio de resistencia”, en el MNFR el eje está puesto en la
recuperación de las fuentes de trabajo frente al desempleo por sobre el
carácter cuestionador del proceso.
Por otro
lado, una serie de casos se nuclean en torno a la Federación de
Cooperativas de Trabajo (FENCOOTRA), que se integra con cooperativas de
trabajo en la provincia de Buenos Aires a fines de la década del ’80 y
recupera una tradición ligada al cooperativismo y al mutualismo. Otro
nucleamiento es la Federación Nacional de Cooperativas de Trabajo
Reconvertidas (FENCOOTER) más cercana a los organismos gubernamentales
como el Instituto Nacional de Economía Social (INAES), constituida en
agosto de 2002 y con un alcance reducido en lo que respecta al número de
fábricas que alberga.
Finalmente, encontramos
una serie de casos que articularon su discurso en un fuerte
cuestionamiento a la propiedad privada y al sistema capitalista, con la
significativa participación de algunos partidos políticos de izquierda,
distintas organizaciones de derechos humanos y vinculándose también a
distintas organizaciones de desocupados. La estrategia para este sector,
representado por Brukman y Zanón, se centró en la constitución de un
frente de unidad entre los sectores de trabajadores ocupados y
desocupados y la estatización con control obrero de las fábricas.
Bibliografía:
-
Fernández Alvarez, María Inés, “Sentidos asociados al trabajo y
procesos de construcción identitaria en torno a las ocupaciones y
recuperaciones de fábricas de la CABA: un análisis a partir de un caso
particular” en El trabajo frente al espejo. Continuidades y rupturas en
los procesos de construcción identitaria de los trabajadores,
Battistini, Osvaldo (comp.), Prometeo libros, Buenos Aires, 2004.
-
García Allegrone, Verónica, Partenio, Florencia y Fernández Alvarez,
María Inés, “Los procesos de recuperación de fábricas: una mirada
retrospectiva” en El trabajo frente al espejo. Continuidades y rupturas
en los procesos de construcción identitaria de los trabajadores,
Battistini, Osvaldo (comp.), Prometeo libros, Buenos Aires, 2004.
- Ghioldi, Carlos, La Toma, la lucha continúa…, Ediciones del Centro Cultural de La Toma, Rosario, 2010.
- Hacher, Sebastián, “Relato de un viaje al interior de Cerámicas Zanón”, Buenos Aires, diciembre 2002.
-
Hernandez, Mario, “Argentina. El movimiento de autogestión obrera”,
ponencia presentada en las III Jornadas de Investigación
Histórico-Social de Razón y Revolución - Facultad de Ciencias Sociales,
Buenos Aires, 14-15/11/2003.
- Lucita, Eduardo, “Fábricas ocupadas y gestión obrera en Argentina. Ocupar, resistir, producir”, Buenos Aires, octubre 2002.
- Lucita, Eduardo, “Empresas bajo gestión obrera: la crisis como desafío”, Buenos Aires, abril 2005.
- Mandel, Ernest, Control obrero, consejos obreros, autogestión, Ediciones Era, México, 1974.
-
Martínez, Josefina, “Fábricas ocupadas y gestión obrera directa.
Apuntes para una reflexión histórica y teórica”, Rosario, octubre 2002.
-
Martínez, Oscar y Vocos, Federico, “Las empresas recuperadas por los
trabajadores y el movimiento obrero” en Produciendo realidad. Las
empresas comunitarias, Carpintero, Enrique y Hernandez, Mario (comp.),
Editorial Topía, Buenos Aires, 2002.
- Petras,
James y Veltmeyer, Henry, “Autogestión de trabajadores en la perspectiva
histórica” en Produciendo realidad. Las empresas comunitarias,
Carpintero, Enrique y Hernandez, Mario (comp.), Editorial Topía, Buenos
Aires, 2002.
- Ruggeri, Andrés y otros, Las
empresas recuperadas en Argentina. Informe del tercer relevamiento de
ERT, Programa Facultad Abierta, Facultad de Filosofía de Letras, UBA,
2010.
- Ruggeri, Andrés, “Autogestión obrera en
Argentina: problemas y potencialidades del trabajo autogestionado en el
contexto de poscrisis neoliberal” en Cooperativas y socialismo. Una
mirada desde Cuba, Harnecker Piñeiro, Camila (comp.), Editorial Caminos,
La Habana, 2011.
Tucumán
Fallo a favor en la Justicia por la Ley Antiterrorista
Martes 3 de abril de 2012, por Corresponsalía Tucumán *Agencia CTA
La Cámara Federal de Apelaciones de la provincia de Tucumán, resolvió otorgar el recurso de casación interpuesto contra la sentencia que no hace lugar a la acción de Hábeas Corpus y pedido de inconstitucionalidad de la llamada Ley Antiterrorista.
A partir de esta de decisión será la Cámara Nacional de Casación Penal la encargada de revisar el fallo que desestimó, de manera injusta y carente de fundamento jurídico, el Hábeas Corpus y pedido de inconstitucionalidad aludido.
Es importante informar que el recurso fue concedido tanto a favor de las diversas organizaciones gremiales, políticas y sociales que presentaron la acción -entre las que se encuentra la Central de Trabajadores de la Argentina de Tucumán- como así también a favor de la Fiscalía General de la Provincia de Tucumán.
Fuente: www.ctatucuman.org
* Equipo de Comunicación de la CTA Tucumán
¿Qué hay tras la demonización de la Argentina de Cristina Fernández de Kirchner en El País?
Artículo perteneciente a la sección de 3i "desmontando los medios"
César Pérez Navarro - Tercera Información | 03-04-2012
En una palabra: Repsol-YPF. En una frase: políticas que tienen al socialismo y, por tanto, a la nacionalización de los recursos estratégicos como reacción al desastre del ensayo neoliberal que condujo a Argentina al colapso y al corralito.
La petrolera YPF, empresa nacional de petróleos argentinos, fue privatizada en 1999 por el gobierno ultraliberal de Carlos Menem, y comprada por Repsol de forma irregular al aprovecharse de la deuda externa argentina. Durante 2011 ha empleado sus beneficios en capitalizar la multinacional, es decir, agregar el beneficio al capital y suscribir nuevas acciones en lugar de invertir en un aumento de la producción que palíe la demanda interna en Argentina. El gobierno Kirchner se vio obligado a importar combustibles por unos 9.000 millones de dólares en 2011 debido a la falta de respuesta por parte de Repsol-YPF. El ejecutivo argentino informa de que “la caída de producción de petróleo y gas en el país por parte de la multinacional fue del 18% y 11%, respectivamente durante la última década”.
Todos estos datos no aparecen publicados en los medios de PRISA. El País se limita a hablar de la capitalización de la transnacional confundiendo al lector, como si fuese positiva para paliar la demanda interna (1): ”(…) Brufau indicó que la “elevada capitalización” que propone la empresa es una “clara muestra de su alta sensibilidad hacia la situación actual”, en referencia al déficit energético que sufre Argentina (…)”, y da la vuelta a la situación afirmando en sus titulares que “Argentina mantiene en vilo a Repsol” (2) cuando es Repsol la que mantiene en vilo al gobierno argentino.
No sólo eso. Si de lo que hablamos es de reducción de la pobreza, que es el principal índice de carácter social, el Informe de Panorama social de América Latina 2011 presentado el pasado 29 de noviembre de 2011 en Chile por CEPAL, estima que la pobreza en Latinoamérica ha caído al nivel más bajo de los últimos 20 años, siendo la Argentina de los Kirchner el país que más a reducido su pobreza entre 2002 y 2010 (-36,8%). Venezuela y Perú son los otros dos países con mayores reducciones de la pobreza en el mismo período, dato que PRISA nunca ha ofrecido en los últimos años en sus medios de comunicación.
Silenciando estos índices, El País insiste en un gobierno argentino de “discurso populista” o en las “amenazas de nacionalización” hacia Repsol YPF, “razones suficientes para que la comunidad internacional retire su confianza en la estabilidad regulatoria argentina“. El último párrafo no tiene desperdicio;
Pero volvamos al enunciado: ¿Qué hay tras la demonización de la Argentina de Cristina Fernández de Kirchner en El País?
Otra vez intereses económicos. Repsol YPF invierte cada año cantidades millonarias en medios del grupo PRISA, básicamente en publicidad. Son los mismos intereses, que unidos a una red de confluencias entre las grandes empresas españolas de los sectores financiero, energético y comunicativo, cuyos grupos y directivos a título individual comparten acciones e inversiones. A esto se une que otros negocios de PRISA, como sus editoriales, libros de texto (Santillana) o cadenas de radio encuentran menos mercado en países que aplican políticas socialistas. Pero se da el caso que el mayor accionista de Repsol YPF -La Caixa- que cuenta con un 10,58% del capital de la petrolera, también es uno de los principales bancos acreedores de la voluminosa deuda -refinanciada en 2011- del grupo mediático. De su último préstamo puente que vencerá en 2013 participan HSBC, Santander, Banesto, Caja Madrid, La Caixa, BNP Paribas y Natixis, pero en 2009, ya se detectaba un entusiasmo particular por parte de La Caixa en incentivar las inversiones hacia el grupo PRISA (4), porque ya desde antes este banco formaba parte de sus principales acreedores.
Pero el grupo de comunicación ya se mostraba cinco años antes reticente a publicar un artículo crítico con Repsol titulado Accionistas y el Tercer Mundo Corporation, llegando finalmente a censurar su publicación. El autor del mismo explicaba como “una periodista de El País interpretó como interesante el artículo y aceptó vehicularlo hacia su publicación con el supuesto que aunque apuntara directamente a REPSOL, el peso e independencia corporativa de El País iban a permitir, al fin y al cabo, que saliera a la luz. El artículo por tanto cruzó satisfactoriamente la primera línea y se acercó a la segunda con una sugerencia amistosa de la periodista: ‘rebaja el número de referencias a la palabra REPSOL’. El texto íntegro llegó a la segunda línea, el consejo de redacción, a quien gusto el contenido y el estilo general del artículo. Sin embargo se hacía efectiva la ‘recomendación’. Esta vez era una recomendación del estilo de las utilizadas por el FMI, sinónimo de amenaza. Sin placer alguno fue rebajado al mínimo el número de referencias directas a dicha palabra clave sin que ello alterara el objetivo del artículo, y entregado de nuevo cruzaba definitivamente la segunda línea. Faltaba la última, la del redactor jefe. Dos semanas después, respondía éste no por escrito sino a través de la periodista y por teléfono: ‘Lamentablemente REPSOL no puede aparecer en el artículo, ni una sola vez”.
La petrolera YPF, empresa nacional de petróleos argentinos, fue privatizada en 1999 por el gobierno ultraliberal de Carlos Menem, y comprada por Repsol de forma irregular al aprovecharse de la deuda externa argentina. Durante 2011 ha empleado sus beneficios en capitalizar la multinacional, es decir, agregar el beneficio al capital y suscribir nuevas acciones en lugar de invertir en un aumento de la producción que palíe la demanda interna en Argentina. El gobierno Kirchner se vio obligado a importar combustibles por unos 9.000 millones de dólares en 2011 debido a la falta de respuesta por parte de Repsol-YPF. El ejecutivo argentino informa de que “la caída de producción de petróleo y gas en el país por parte de la multinacional fue del 18% y 11%, respectivamente durante la última década”.
Todos estos datos no aparecen publicados en los medios de PRISA. El País se limita a hablar de la capitalización de la transnacional confundiendo al lector, como si fuese positiva para paliar la demanda interna (1): ”(…) Brufau indicó que la “elevada capitalización” que propone la empresa es una “clara muestra de su alta sensibilidad hacia la situación actual”, en referencia al déficit energético que sufre Argentina (…)”, y da la vuelta a la situación afirmando en sus titulares que “Argentina mantiene en vilo a Repsol” (2) cuando es Repsol la que mantiene en vilo al gobierno argentino.
“(…) Ahora, Repsol ha accedido a dejar sus beneficios en el país, a invertirlos en recapitalizar la empresa. Pero Fernández quiere más, mucho más (…)”.A la confusión entre recapitalizar la multinacional, acción que no se traduce en beneficio alguno para Argentina, hay que sumar hoy otro ataque directo en el editorial “Por el mal camino. Cristina Fernández degrada la economía argentina con sus amenazas veladas de nacionalizaciones” (3), donde la antítesis a la privatización se entiende como una “degradación de la economía”, y se habla de “fracaso de la gestión económica”;
“(…) Hay muchas razones para suponer que Cristina Fernández de Kirchner y su Gobierno están intentando esconder el fracaso de su gestión económica detrás de una fachada de nacionalismo. La economía argentina está al borde del colapso (…) Argentina corre el riesgo de una ruina a corto plazo. Y la exaltación patriótica es un mal camino. Hoy, los inversores extranjeros en Argentina operan bajo una amenaza permanente de exacción o nacionalización (…)”.Duras y contundentes afirmaciones que en ningún momento se amparan en cifras. Si consultamos los principales índices macroeconómicos de Argentina, observaremos que el editorial miente cínicamente. El PIB de Argentina creció en 2011 al 7,5% en un momento de crisis sistémica mundial, remontando el 6,8% de 2008 y acercándose a los niveles anteriores, que superaban el 8%. Se sitúa en el puesto 28 del mundo en cuanto a crecimiento del producto interior bruto. “¿Borde del colapso? ¿Ruina a corto plazo?”. Entonces ¿qué adjetivos debemos usar para la economía española, cuyo PIB fue del -0,1% en 2011 (puesto 190 del mundo según CIA World Factbook) y está entrando en recesión? Por no comparar la tasa de desempleo. En Argentina es del 7,90%, y no ha dejado de bajar desde el año 2003 (21,5%), punto de inflexión y fin de las políticas ultraliberales que ahora sufrimos en Europa.
No sólo eso. Si de lo que hablamos es de reducción de la pobreza, que es el principal índice de carácter social, el Informe de Panorama social de América Latina 2011 presentado el pasado 29 de noviembre de 2011 en Chile por CEPAL, estima que la pobreza en Latinoamérica ha caído al nivel más bajo de los últimos 20 años, siendo la Argentina de los Kirchner el país que más a reducido su pobreza entre 2002 y 2010 (-36,8%). Venezuela y Perú son los otros dos países con mayores reducciones de la pobreza en el mismo período, dato que PRISA nunca ha ofrecido en los últimos años en sus medios de comunicación.
Silenciando estos índices, El País insiste en un gobierno argentino de “discurso populista” o en las “amenazas de nacionalización” hacia Repsol YPF, “razones suficientes para que la comunidad internacional retire su confianza en la estabilidad regulatoria argentina“. El último párrafo no tiene desperdicio;
“(…) No es propio de un país del G-20 suprimir concesiones de explotación a una empresa extranjera sin ofrecer argumento alguno para ello o amagar con la nacionalización para satisfacer el chovinismo exaltado de los gobernadores de las provincias. Obama ha anunciado que suspenderá las preferencias comerciales de que gozaba Argentina; la Unión Europea, Estados Unidos, Japón, México y otros 10 países han denunciado ante la Organización Mundial de Comercio las políticas proteccionistas de Argentina. La señora Kirchner tiene un problema con la economía de su país, con su política energética y con su balanza de pagos. Si quiere solucionarlos con patrioterismo económico, comete un grave error”.La falta de rigor y los ataques al gobierno argentino no se reducen, por supuesto, a este editorial. Otros muchos textos recientes “No llores por mí, Repsol”; “El tango del expolio” (editorial), etc., se han redactado en clara defensa de Repsol y contra los intereses del pueblo argentino.
Pero volvamos al enunciado: ¿Qué hay tras la demonización de la Argentina de Cristina Fernández de Kirchner en El País?
Otra vez intereses económicos. Repsol YPF invierte cada año cantidades millonarias en medios del grupo PRISA, básicamente en publicidad. Son los mismos intereses, que unidos a una red de confluencias entre las grandes empresas españolas de los sectores financiero, energético y comunicativo, cuyos grupos y directivos a título individual comparten acciones e inversiones. A esto se une que otros negocios de PRISA, como sus editoriales, libros de texto (Santillana) o cadenas de radio encuentran menos mercado en países que aplican políticas socialistas. Pero se da el caso que el mayor accionista de Repsol YPF -La Caixa- que cuenta con un 10,58% del capital de la petrolera, también es uno de los principales bancos acreedores de la voluminosa deuda -refinanciada en 2011- del grupo mediático. De su último préstamo puente que vencerá en 2013 participan HSBC, Santander, Banesto, Caja Madrid, La Caixa, BNP Paribas y Natixis, pero en 2009, ya se detectaba un entusiasmo particular por parte de La Caixa en incentivar las inversiones hacia el grupo PRISA (4), porque ya desde antes este banco formaba parte de sus principales acreedores.
Pero el grupo de comunicación ya se mostraba cinco años antes reticente a publicar un artículo crítico con Repsol titulado Accionistas y el Tercer Mundo Corporation, llegando finalmente a censurar su publicación. El autor del mismo explicaba como “una periodista de El País interpretó como interesante el artículo y aceptó vehicularlo hacia su publicación con el supuesto que aunque apuntara directamente a REPSOL, el peso e independencia corporativa de El País iban a permitir, al fin y al cabo, que saliera a la luz. El artículo por tanto cruzó satisfactoriamente la primera línea y se acercó a la segunda con una sugerencia amistosa de la periodista: ‘rebaja el número de referencias a la palabra REPSOL’. El texto íntegro llegó a la segunda línea, el consejo de redacción, a quien gusto el contenido y el estilo general del artículo. Sin embargo se hacía efectiva la ‘recomendación’. Esta vez era una recomendación del estilo de las utilizadas por el FMI, sinónimo de amenaza. Sin placer alguno fue rebajado al mínimo el número de referencias directas a dicha palabra clave sin que ello alterara el objetivo del artículo, y entregado de nuevo cruzaba definitivamente la segunda línea. Faltaba la última, la del redactor jefe. Dos semanas después, respondía éste no por escrito sino a través de la periodista y por teléfono: ‘Lamentablemente REPSOL no puede aparecer en el artículo, ni una sola vez”.
(1) Repsol-YPF invertirá sus beneficios en capitalizar la empresa. http://economia.elpais.com/economia/2012/03/ 21/actualidad/1332361806_ 233611.html
(2) http://internacional.elpais.com/internacional/2012/ 04/02/actualidad/1333392670_ 721929.html
(3) http://elpais.com/elpais/2012/04/02/opinion/1333392978_ 373776.html
(4) La Caixa recomienda invertir en Prisa pese a su “elevado” riesgo financiero. http://www.elconfidencial.com/ comunicacion/caixa-recomienda- invertir-prisa-elevado-riesgo. html
Gobierno argentino decidió tomar el control de importante empresa petrolera
31 Marzo 2012
Cubadebate
El gobierno de Argentina tomará el control de la empresa petrolera YPF, una decisión sin “marcha atrás”, según confirmaron fuentes oficiales al periódico Página 12.
Los funcionarios explicaron al diario que: el modelo de negocios de la empresa no cierra con las necesidades energéticas del país. Su política de distribución de dividendos es cuatro veces mayor a la media de la industria petrolera. En consecuencia, el volumen de inversiones es insuficiente no sólo para aumentar la oferta de hidrocarburos en una economía que aspira al desarrollo, sino para evitar una caída constante en el nivel de reservas.
El Estado sudamericano gasta cada vez más para cubrir las importaciones de energía, y la perspecta del problema es un agravamiento en los próximos años.
Al parecer, la Casa Rosada estudia dos posibilidades: la expropiación o la intervención, con compra de una porción de las acciones. Lo que sí constituye una realidad es el mal manejo de la empresa YPF a manos de Repsol y la intervención de cierto capital privado argentino.
El secretario de Programación Económica, Axel Kicillof; el secretario de Energía, Daniel Cameron, y el subsecretario de Coordinación del Ministerio de Planificación, Roberto Baratta, trabajan en los proyectos referentes al tema.
El primero consiste en enviar al Congreso una ley que declare de interés público la producción de hidrocarburos. Con eso se iría armando un paraguas legal frente a futuros -y muy probables- juicios, para no pagar por las acciones valores de mercado y para evitar que el dinero abonado en pesos salga del país transformado en dólares.
(Tomado de Página 12)
UOM Villa Constitución
Sigue la lucha por reabrir Paraná Metal
Martes 3 de abril de 2012, por Redacción *Agencia CTA
La UOM
Villa Constitución informó que el viernes pasado la viceministra de
Trabajo de la Provincia de Santa Fe, Nora Ramírez se reunió con
representantes de este sindicato y de empresas contratistas de Paraná
Metal en el ámbito de la Secretaría de Trabajo local. Habrá una asamblea
este miércoles.
Al
término del encuentro el Secretario Administrativo de esta seccional,
Leandro Del Greco explicó: “La instancia era poner a la viceministra al
último detalle ya que siempre mantenemos un contacto fluido con ella por
distintas cuestiones y siempre le vamos refrescando lo que va pasando
con Paraná Metal”.
“Le informamos todo lo que se fue desarrollando en esta última semana en materia de negociación. La viceministra nos planteó que está bien que sigamos negociando, que sigamos intentando buscar soluciones, que ella se va a consustanciar más con el tema y va a empezar a actuar en forma personal, va a empezar a hablar con las empresas contratistas de Paraná Metal para encontrar una solución pacífica a este problema”.
“Si bien estuvimos en una manifestación lo que nosotros queremos es encontrar una solución concreta y real para los trabajadores. Hemos analizado cuáles son las distintas alternativas que vemos factible, en un posible acuerdo o acercamiento. Le planteamos que la parte más dura es la empresarial, tanto las contratistas como Paraná Metal, en función que lo que estamos reclamando es lo que le corresponde al compañero: o trabajo o la indemnización si no está el trabajo, o un mix, si hay trabajo seguirán trabajando”.
“Le planteamos varias alternativas, lo que nosotros vamos a hacer es pasar en limpio y hacer una propuesta formal, porque hasta el momento las reuniones son en el ámbito de la Secretaría (de Trabajo) pero no se llevan actas, no estamos dentro de la formalidad pero sí vamos avanzando”.
“Teníamos pensado hacer una asamblea hoy (por el viernes) pero la hemos pospuesto hasta el día miércoles, a las 18 nuevamente, en función de ver cuáles son los avances para darle algún tiempo a la viceministra para que ella también pueda gestionar ante la empresa. También va a hablar ante el Ministerio de Trabajo de la Nación planteándole que necesitamos alguna colaboración en esta instancia”.
“Por lo que dijo, Nora se va a juntar con las empresas contratistas que va a ser citadas y vamos a ver cómo sigue después del lapso que los mismos compañeros nos dieron para ver cómo se podía destrabar la situación”.
Consultado sobre si el conflicto con los trabajadores contratistas puede afectar la reapertura indicó que “nosotros no descartamos, nada. Estamos hablando con los compañeros propios de Paraná Metal que están adentro, sabemos que están siendo presionados para que descrean, primero de la organización y también para que el conflicto de contratistas lo resuelvan solamente ellos. Nosotros decimos que este es un problema de los trabajadores porque la patronal en esta está unida, está pidiendo un esfuerzo a los trabajadores”.
Recordó que “el compañero propio hizo un enorme esfuerzo, el que quedó, al relegar más de la mitad de su sueldo tiene la perspectiva de trabajo y de crecimiento. Al compañero de empresa no le dejan nada, ni laburo y también le están negando la indemnización que sí tuvo el compañero propio. Nosotros luchamos, bregamos y peleamos para que todos estuviéramos adentro. Hoy Paraná Metal sigue cerrada. Nosotros queremos que la planta abra, pero acá hay 160 familias, no es solamente un capricho de un grupo de compañeros o de la organización. Acá estamos defendiendo los derechos de 160 familias. Ojalá todo se desarrolle en el marco de la tranquilidad, de la diplomacia, pero si a los trabajadores no les queda otra alternativa utilizaremos las herramientas de acción directa”.
Fuente: www.uomvc.blogspot.com
“Le informamos todo lo que se fue desarrollando en esta última semana en materia de negociación. La viceministra nos planteó que está bien que sigamos negociando, que sigamos intentando buscar soluciones, que ella se va a consustanciar más con el tema y va a empezar a actuar en forma personal, va a empezar a hablar con las empresas contratistas de Paraná Metal para encontrar una solución pacífica a este problema”.
“Si bien estuvimos en una manifestación lo que nosotros queremos es encontrar una solución concreta y real para los trabajadores. Hemos analizado cuáles son las distintas alternativas que vemos factible, en un posible acuerdo o acercamiento. Le planteamos que la parte más dura es la empresarial, tanto las contratistas como Paraná Metal, en función que lo que estamos reclamando es lo que le corresponde al compañero: o trabajo o la indemnización si no está el trabajo, o un mix, si hay trabajo seguirán trabajando”.
“Le planteamos varias alternativas, lo que nosotros vamos a hacer es pasar en limpio y hacer una propuesta formal, porque hasta el momento las reuniones son en el ámbito de la Secretaría (de Trabajo) pero no se llevan actas, no estamos dentro de la formalidad pero sí vamos avanzando”.
“Teníamos pensado hacer una asamblea hoy (por el viernes) pero la hemos pospuesto hasta el día miércoles, a las 18 nuevamente, en función de ver cuáles son los avances para darle algún tiempo a la viceministra para que ella también pueda gestionar ante la empresa. También va a hablar ante el Ministerio de Trabajo de la Nación planteándole que necesitamos alguna colaboración en esta instancia”.
“Por lo que dijo, Nora se va a juntar con las empresas contratistas que va a ser citadas y vamos a ver cómo sigue después del lapso que los mismos compañeros nos dieron para ver cómo se podía destrabar la situación”.
Reapertura
Con respecto a la posible reapertura de Paraná Metal, Del Greco aseguró que desde la gerencia de la empresa “No nos quieren dar esa información, nos tiran datos sueltos. Sabemos que están entrando compañeros y al resto le están pagando una suspensión. Nosotros estamos yendo a hablar con algunos compañeros y vemos que algunas tareas se hacen, de limpieza; hubo algunas muestras para terminales, pero más que eso no sabemos. Nos dicen que hay un plan de inversiones, otro de reparaciones, pero la verdad que nunca jamás lo hemos visto y no sabemos a qué se refieren cuándo hablan de eso. Hasta ahora no hemos visto”.Consultado sobre si el conflicto con los trabajadores contratistas puede afectar la reapertura indicó que “nosotros no descartamos, nada. Estamos hablando con los compañeros propios de Paraná Metal que están adentro, sabemos que están siendo presionados para que descrean, primero de la organización y también para que el conflicto de contratistas lo resuelvan solamente ellos. Nosotros decimos que este es un problema de los trabajadores porque la patronal en esta está unida, está pidiendo un esfuerzo a los trabajadores”.
Recordó que “el compañero propio hizo un enorme esfuerzo, el que quedó, al relegar más de la mitad de su sueldo tiene la perspectiva de trabajo y de crecimiento. Al compañero de empresa no le dejan nada, ni laburo y también le están negando la indemnización que sí tuvo el compañero propio. Nosotros luchamos, bregamos y peleamos para que todos estuviéramos adentro. Hoy Paraná Metal sigue cerrada. Nosotros queremos que la planta abra, pero acá hay 160 familias, no es solamente un capricho de un grupo de compañeros o de la organización. Acá estamos defendiendo los derechos de 160 familias. Ojalá todo se desarrolle en el marco de la tranquilidad, de la diplomacia, pero si a los trabajadores no les queda otra alternativa utilizaremos las herramientas de acción directa”.
Fuente: www.uomvc.blogspot.com
* Equipo de Comunicación de la CTA Nacional
Lima 609 - Ciudad de Buenos Aires - República Argentina
(5411) 4383-3349 / 3305 / 3426 (int. 150 / 154) - prensa@ctanacional.org
Lima 609 - Ciudad de Buenos Aires - República Argentina
(5411) 4383-3349 / 3305 / 3426 (int. 150 / 154) - prensa@ctanacional.org
ECONOMIA › OPINION
La mezquindad de los de siempre
Por Florencia Saintout y José Clavijo *Página 12
Que
La Nación hable de atentado contra la cultura sin haber mencionado jamás
la gigantesca quema de libros sucedida durante la dictadura (una de las
más grandes de la historia de Occidente), que afectó al Centro Editor
de América Latina, es repudiable y se inscribe en una misma línea de
tantos ocultamientos. Pero que Plataforma 2012, grupo de intelectuales
que conocen al dedillo el mundo editorial argentino, saque un comunicado
de siete párrafos sin hacer mención a la concentración editorial, suena
más a mezquindad que al comprometido trabajo que se espera de los
intelectuales.
Muchos de los integrantes de este grupo de intelectuales editan o han editado en empresas españolas que operan en Argentina. El 90 por ciento de las grandes editoriales argentinas son filiales de empresas españolas.
Durante el período 1940/50 se vivió en Argentina lo que se llamó época de oro, ya que se llegó a liderar el mercado hispanoparlante. Es durante esta época que surgen numerosas empresas, editores, libreros y talleres gráficos. Es también entonces cuando se registra el mayor crecimiento en la industria del libro. Según Octavio Gettino, en su trabajo Las industrias culturales en la Argentina, durante el período comprendido entre 1936 y 1939, la producción editorial fue de 22 millones de libros y ascendió a 250 millones entre 1940 y 1949; esa producción se elevó entre 1950 y 1959 a 283 millones, para bajar a 238 millones entre 1960 y 1969, siendo el pico más alto en esta etapa en 1953, con un total de casi 51 millones de ejemplares.
En los inicios de los ’70 la actividad editorial volvió a aumentar, conociéndose este período como de consolidación. Alcanzó su punto más alto en 1974, con casi 50 millones de ejemplares editados y una tirada promedio de 10 mil ejemplares por título. Tras el inicio de la dictadura militar se produjo una fuerte caída: se pasó de los 41 millones de ejemplares en 1976 a los 31 millones en 1979.
En estos años oscuros se persiguió y asesinó a editores, periodistas y escritores; se practicó la censura y la destrucción de toneladas de material de lectura (Marx, García Márquez, Trotsky, Perón, los cuadernos del Centro Editor de América Latina, entre otros). Ni el diario Clarín, ni La Nación, que hoy hablan de atentado contra la cultura por la defensa del mercado editorial nacional, hicieron mención alguna durante aquellos años, a las atrocidades cometidas por la dictadura en el campo de la cultura.
Entre los años 1980 y 1989 se produjeron casi 176 millones de libros, pero la inestabilidad económica durante el gobierno de Raúl Alfonsín generó dificultades en la cadena de comercialización, hecho que derivó en la crisis de muchas de estas editoriales.
Es durante la década del ’90 que se produce la transnacionalización y una fuerte concentración del mercado, que combinó la aparición de nuevos actores, la venta de empresas locales a capitales extranjeros y la fusión de grupos empresariales. Nuevas empresas ingresaron al mercado, firmas nacionales fueron adquiridas por capitales extranjeros y grupos empresariales se fusionaron.
Los medios de comunicación siguen ocultando hoy –amparados en lo que conciben como libertad de prensa y que oculta su impunidad de empresa– la verdadera defensa que están realizando de la concentración.
En Chile se produjo un fenómeno de similares características, donde seis empresas (el denominado G6) concentran el 80 por ciento de las ventas editoriales del país.
Hoy veinte firmas centralizan el 86 por ciento del mercado editorial nacional. La asimetría no es sólo en algunos campos de la economía, también es visible en las industrias culturales.
Las grandes editoriales, en lugar de trabajar con las imprentas locales, lo hacen en el exterior, lo que les implica una ganancia extra de un 30 por ciento, debido a la exención del IVA que alcanza a los libros importados.
Argentina adquiere mayormente libros de España, donde están las sedes de las empresas que funcionan en territorio argentino. En España, la industria editorial cuenta con una serie de beneficios (estímulos, subvenciones, legislación y esquema fiscal) que favorece las exportaciones. Lo que se traduce en una diferencia de cuatro libros que exporta América latina contra doscientos que importa de España.
Según la investigación El comercio de libros entre España y América Latina: disonancia en la reciprocidad, de Elena Enríquez Fuentes, sólo unos cuantos países han iniciado trabajos para combatir sus debilidades; entre ellos se encuentran Colombia, Argentina, Brasil y Ecuador, cuyas legislaciones contemplan apoyos para el desarrollo de la industria editorial y derecho a la información, la producción científica, artística y cultural. Pero los límites a las importaciones desiguales son para los medios de comunicación concentrados, y para Plataforma 2012, un atentado cultural. También la Argentina importa libros confeccionados en China por grupos empresariales nacionales, que eligieron producir en Oriente por una simple ecuación de costos y beneficios comerciales.
La Cámara Argentina del Libro firmó un acuerdo el año pasado con la ministra de Industria, Débora Giorgi, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, el Ministerio de Economía y la Secretaría de Cultura, donde se comprometió a equilibrar la balanza comercial de sus socios durante el 2012.
El acuerdo, que tiene por objetivo promover la industria editorial nacional y las exportaciones de libros argentinos, prevé compensar parte de las importaciones realizadas por editoriales, distribuidoras y librerías socias con exportaciones de otros socios de la Cámara. Sin embargo, tanto los diarios Clarín como La Nación aseguran que la importación y entrega de libros a domicilio fue prohibida por una disposición de la cartera de Moreno.
Tomar casos puntuales de científicos, docentes o usuarios que tuvieron que pagar “X” dinero por ingresar tal libro es chicana política. Pero además es de una clara pereza intelectual (y llama la atención que lo hagan aquellos que se han formado en las ciencias sociales y que deberían saber un principio básico de las mismas, que es que el hecho social no puede ser explicado por la experiencia de un individuo aislado).
Son los medios de comunicación y los grupos de intelectuales quienes deberían hacer un análisis complejo sobre el tema, y no sólo ver la forma de obtener rédito político. No hubo discusión, ni la habrá para estos medios, sobre la concentración editorial, sobre la producción intelectual en el país ni sobre la protección de la producción nacional. Es lamentable que tomen esas posiciones tan mezquinas cuando tanto está en juego en un horizonte marcado hacia el logro de la igualdad y diversidad cultural para todos los argentinos.
* Docentes de la Universidad Nacional de La Plata.
Muchos de los integrantes de este grupo de intelectuales editan o han editado en empresas españolas que operan en Argentina. El 90 por ciento de las grandes editoriales argentinas son filiales de empresas españolas.
Durante el período 1940/50 se vivió en Argentina lo que se llamó época de oro, ya que se llegó a liderar el mercado hispanoparlante. Es durante esta época que surgen numerosas empresas, editores, libreros y talleres gráficos. Es también entonces cuando se registra el mayor crecimiento en la industria del libro. Según Octavio Gettino, en su trabajo Las industrias culturales en la Argentina, durante el período comprendido entre 1936 y 1939, la producción editorial fue de 22 millones de libros y ascendió a 250 millones entre 1940 y 1949; esa producción se elevó entre 1950 y 1959 a 283 millones, para bajar a 238 millones entre 1960 y 1969, siendo el pico más alto en esta etapa en 1953, con un total de casi 51 millones de ejemplares.
En los inicios de los ’70 la actividad editorial volvió a aumentar, conociéndose este período como de consolidación. Alcanzó su punto más alto en 1974, con casi 50 millones de ejemplares editados y una tirada promedio de 10 mil ejemplares por título. Tras el inicio de la dictadura militar se produjo una fuerte caída: se pasó de los 41 millones de ejemplares en 1976 a los 31 millones en 1979.
En estos años oscuros se persiguió y asesinó a editores, periodistas y escritores; se practicó la censura y la destrucción de toneladas de material de lectura (Marx, García Márquez, Trotsky, Perón, los cuadernos del Centro Editor de América Latina, entre otros). Ni el diario Clarín, ni La Nación, que hoy hablan de atentado contra la cultura por la defensa del mercado editorial nacional, hicieron mención alguna durante aquellos años, a las atrocidades cometidas por la dictadura en el campo de la cultura.
Entre los años 1980 y 1989 se produjeron casi 176 millones de libros, pero la inestabilidad económica durante el gobierno de Raúl Alfonsín generó dificultades en la cadena de comercialización, hecho que derivó en la crisis de muchas de estas editoriales.
Es durante la década del ’90 que se produce la transnacionalización y una fuerte concentración del mercado, que combinó la aparición de nuevos actores, la venta de empresas locales a capitales extranjeros y la fusión de grupos empresariales. Nuevas empresas ingresaron al mercado, firmas nacionales fueron adquiridas por capitales extranjeros y grupos empresariales se fusionaron.
Los medios de comunicación siguen ocultando hoy –amparados en lo que conciben como libertad de prensa y que oculta su impunidad de empresa– la verdadera defensa que están realizando de la concentración.
En Chile se produjo un fenómeno de similares características, donde seis empresas (el denominado G6) concentran el 80 por ciento de las ventas editoriales del país.
Hoy veinte firmas centralizan el 86 por ciento del mercado editorial nacional. La asimetría no es sólo en algunos campos de la economía, también es visible en las industrias culturales.
Las grandes editoriales, en lugar de trabajar con las imprentas locales, lo hacen en el exterior, lo que les implica una ganancia extra de un 30 por ciento, debido a la exención del IVA que alcanza a los libros importados.
Argentina adquiere mayormente libros de España, donde están las sedes de las empresas que funcionan en territorio argentino. En España, la industria editorial cuenta con una serie de beneficios (estímulos, subvenciones, legislación y esquema fiscal) que favorece las exportaciones. Lo que se traduce en una diferencia de cuatro libros que exporta América latina contra doscientos que importa de España.
Según la investigación El comercio de libros entre España y América Latina: disonancia en la reciprocidad, de Elena Enríquez Fuentes, sólo unos cuantos países han iniciado trabajos para combatir sus debilidades; entre ellos se encuentran Colombia, Argentina, Brasil y Ecuador, cuyas legislaciones contemplan apoyos para el desarrollo de la industria editorial y derecho a la información, la producción científica, artística y cultural. Pero los límites a las importaciones desiguales son para los medios de comunicación concentrados, y para Plataforma 2012, un atentado cultural. También la Argentina importa libros confeccionados en China por grupos empresariales nacionales, que eligieron producir en Oriente por una simple ecuación de costos y beneficios comerciales.
La Cámara Argentina del Libro firmó un acuerdo el año pasado con la ministra de Industria, Débora Giorgi, el secretario de Comercio Interior, Guillermo Moreno, el Ministerio de Economía y la Secretaría de Cultura, donde se comprometió a equilibrar la balanza comercial de sus socios durante el 2012.
El acuerdo, que tiene por objetivo promover la industria editorial nacional y las exportaciones de libros argentinos, prevé compensar parte de las importaciones realizadas por editoriales, distribuidoras y librerías socias con exportaciones de otros socios de la Cámara. Sin embargo, tanto los diarios Clarín como La Nación aseguran que la importación y entrega de libros a domicilio fue prohibida por una disposición de la cartera de Moreno.
Tomar casos puntuales de científicos, docentes o usuarios que tuvieron que pagar “X” dinero por ingresar tal libro es chicana política. Pero además es de una clara pereza intelectual (y llama la atención que lo hagan aquellos que se han formado en las ciencias sociales y que deberían saber un principio básico de las mismas, que es que el hecho social no puede ser explicado por la experiencia de un individuo aislado).
Son los medios de comunicación y los grupos de intelectuales quienes deberían hacer un análisis complejo sobre el tema, y no sólo ver la forma de obtener rédito político. No hubo discusión, ni la habrá para estos medios, sobre la concentración editorial, sobre la producción intelectual en el país ni sobre la protección de la producción nacional. Es lamentable que tomen esas posiciones tan mezquinas cuando tanto está en juego en un horizonte marcado hacia el logro de la igualdad y diversidad cultural para todos los argentinos.
* Docentes de la Universidad Nacional de La Plata.
Analía Aucía Foto: Pablo Nogueira
Para empezar a hablar
La Justicia argentina avanza en la investigación sobre la violencia sexual en el marco del terrorismo de Estado.Desde fines de 2011 los fiscales argentinos tienen instrucciones de que los abusos sexuales cometidos durante la dictadura no se incluyan entre las prácticas de tortura sino como un delito específico, como otro crimen de lesa humanidad, con el objetivo de darles una visibilidad que hasta ahora no han tenido. Ése fue uno de los resultados del trabajo de varias organizaciones de la sociedad civil. Una de ellas fue el Comité de América Latina y el Caribe para la Defensa de los Derechos de la Mujer (Cladem), en el que trabaja la abogada argentina Analía Aucía.
El
Cladem publicó en 2011 el libro Grietas en el silencio. Una
investigación sobre la violencia sexual en el marco del terrorismo de
Estado. Ese trabajo y las acciones ante la Justicia impulsadas por el
Cladem y otras organizaciones pusieron en evidencia el carácter masivo
que tuvieron esos delitos durante la dictadura argentina y sirvieron de
base para que la Procuraduría General de la Nación instruyera a sus
fiscales sobre la -aún escasa- jurisprudencia que existía sobre el tema
en el país y la necesidad de tratar los delitos de violencia sexual ya
no como “tormentos” sino como crímenes de lesa humanidad, acorde a las
figuras específicas que hay para la violencia sexual en las normas
argentinas, y tomando en cuenta la legislación internacional que se
aplica a estos casos.
La abogada argentina Analía Aucía que participó en la investigación del Cladem, es también profesora de la Facultad de Derecho de la Universidad de Rosario y asesora en materia de género y diversidad sexual de la Secretaría de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Santa Fe. Visitó Montevideo la semana pasada con motivo del taller subregional del Cladem “Construyendo puentes para saldar las deudas de los Estados: La violencia sexual contra las mujeres en terrorismo de Estado y situaciones de conflicto armado interno”. En ese marco, dialogó con la diaria.
php?option=com_rokdownloads& view=file&Itemid=115&id=1179: cladem-argentina-amicus- curiae-causa-riveros]
que presentamos en una primera causa, en la provincia de Buenos Aires
[en febrero del 2010, en la causa “Riveros”, en un tribunal de San
Martín]. Un Amicus Curiae significa en latín “amigo de la corte”; es
alguien que no es parte del proceso -no somos ni representantes de la
víctima ni del Estado- sino una parte externa interesada en cuestiones
que se están dilucidando en el juicio y que tiene algo para decir por su
experticia, su trayectoria. De esa forma se presentó una serie de
argumentos, jurídicos, sociológicos y el Amicus Curiae fue tomado por un
fiscal de la provincia de Santa Fe, que usó esos argumentos. Alguna
prensa amiga, que se interesa por el tema de los derechos humanos -estoy
hablando de Página 12- le empezó a dar difusión, en el marco de una
serie de charlas y entrevistas en los periódicos. Al poner el tema en
agenda -no sólo fue obra del Cladem- se logró que la Procuraduría
General de la Nación, a cargo de todas las unidades fiscales de derechos
humanos, emitiera [en octubre de 2011] un instructivo destinado a todos
los fiscales [ver adjunto] en el que se indica cómo tienen que
investigar y sancionar la violencia sexual. Ese instructivo cita los
trabajos de todas las organizaciones que en estos últimos dos años
estuvimos trabajando el tema, retoma otro Amicus Curiae nuestro
presentado en Mendoza el año pasado y declara que los delitos sexuales
deben ser juzgados como delitos autónomos, no subsumibles al delito de
tortura, porque es claro que violar con picana es tortura, pero también
es violación. Además de la tortura, hay que agregar otro delito, porque
si no, se invisibilizaba la violencia sexual.
La abogada argentina Analía Aucía que participó en la investigación del Cladem, es también profesora de la Facultad de Derecho de la Universidad de Rosario y asesora en materia de género y diversidad sexual de la Secretaría de Derechos Humanos del Ministerio de Justicia y Derechos Humanos de la provincia de Santa Fe. Visitó Montevideo la semana pasada con motivo del taller subregional del Cladem “Construyendo puentes para saldar las deudas de los Estados: La violencia sexual contra las mujeres en terrorismo de Estado y situaciones de conflicto armado interno”. En ese marco, dialogó con la diaria.
-¿Cuánto se sabe de la violencia sexual en el terrorismo de Estado? Las propias víctimas hablan poco del tema.
-Están empezando a hablar, por lo menos en Argentina. Cuando hablamos de terrorismo de Estado no hablamos de un conflicto armado sino de un contexto represivo, que es diferente. En los países del Cono Sur que estuvieron bajo la égida del Plan Cóndor no hubo ningún conflicto armado, ninguna guerra, sino terrorismo de Estado. Es decir que el Estado aplicó, utilizando agentes de policía, militares y civiles de derecha, en alianza y con el apoyo económico y logístico de Estados Unidos, mediante la CIA, métodos terroristas para combatir lo que consideraban el enemigo interno: las fuerzas sociales de izquierda que de muchas maneras se oponían a la implantación de determinado modelo político. La represión, en su sentido amplio, usa diferentes métodos para atacar a diferentes víctimas, mostrar lo que el Estado puede hacer e infundir temor, lo que le permite docilizar al resto de la sociedad y controlarla. La violencia sexual hacia las mujeres siempre fue un instrumento de represión, de conquista, siempre estuvo presente en cualquier conflicto y contexto represivo, como en la Segunda Guerra Mundial, en los Balcanes... Es moneda corriente el querer apropiarse del cuerpo de las mujeres.-¿A qué se debe esto?
-Los contextos represivos no son neutrales al género. La desigualdad de género que existe en cualquier momento no conflictivo se recrudece en estos períodos por diferentes razones o quizá con diferentes objetivos. Por lo general las mujeres somos vistas como un cuerpo apropiable, somos objetificadas por una mirada patriarcal tanto por parte del Estado como de la sociedad en general. Tanto nuestro cuerpo como nuestra sexualidad parece que estuvieran disponibles, en el imaginario social, para satisfacer los deseos masculinos que serían irreprimibles. En el marco del terrorismo de Estado hubo un especial ensañamiento con las mujeres vinculado a su participación social y política. Las que pertenecían a determinados movimientos sociales y políticos, que tenían una adscripción sindical, etcétera, eran vistas como mujeres que transgredían el rol vinculado a lo doméstico, al de ser esposas y madres, que la cultura y la sociedad les atribuye.-¿Eran doblemente castigadas?
-Claro, porque eran doblemente transgresoras. Transgredían los valores occidentales y cristianos que las Fuerzas Armadas querían preservar; para eso se instalaron todas las dictaduras en América Latina, para imponer un modelo occidental y cristiano que rechazara la invasión comunista. Además de transgredir esto, de ser ciudadanas irrespetuosas de la ley y el orden, transgredían su espacio propio, construido culturalmente. Para los represores, los varones militantes eran un par, por supuesto con una desigualdad de poder que les permitía torturarlos, violarlos también, y una serie de cosas que tienen que ver con los métodos represivos.-Los abusos sexuales a los hombres son todavía menos conocidos.
-Porque el tabú es mucho mayor. Las cuestiones de estereotipos y características de género que se juegan en la violación son distintos para mujeres y varones. Lo que pasa es que, si bien los varones también sufrieron violencia sexual -por lo menos es lo que muestran los testimonios que hemos relevado en nuestra investigación-, la violencia sexual hacia las mujeres fue masiva, sistemática y tuvo especial ensañamiento. Había mensajes de género, los represores daban lecciones a las mujeres, las sermoneaban por haber transgredido sus roles. Cuando estaban siendo torturadas y les decían “¿viste lo que te pasó, puta de mierda?”, hay una connotación clara: una mujer que se sale del rol tradicional de estar revolviendo la olla de guiso es una puta. Lo es si sale a la calle, si va al sindicato o a un partido político, y mucho más en los años 70. Estas relaciones de género también estaban presentes en las propias organizaciones sociales y en la guerrilla, que las reproducían.-¿El abuso sexual era una manera de conseguir información?
-A muchas mujeres las violaban y las penetraban con picana sin que hubiera ningún tipo de interrogatorio. Esto demuestra que los objetivos del terrorismo de Estado a la hora de torturar o de aplicar violencia sexual no eran sólo obtener información sino también quebrar a las víctimas, mandar un mensaje a la sociedad, destruir un sector social de juventud, de gente comprometida, militante, con ganas de cambiar las cosas. Por eso muchas de esas personas fueron luego liberadas.-Hoy se empieza a hablar un poco más de la violencia sexual. ¿Cómo se traslada esto a la Justicia? No debe de ser fácil para un juez preguntar sobre el tema.
-La mayor invisibilidad proviene del propio Poder Judicial. Eso es lo más complicado. Preguntar sobre una violación sexual no es lo mismo que preguntar sobre un simulacro de fusilamiento o sobre la aplicación de picana en los talones. Cualquier persona puede decir con facilidad que la torturaron, que le hicieron submarino, el plantón…-Tampoco es tan fácil hablar de eso.
-Claro, pero es más fácil que decir “fui violada”. Desde el Cladem se empezó el trabajo de a poco, con un recurso, un Amicus Curiae [http://www.cladem.org/index.-La violencia sexual en el marco del terrorismo de Estado se considera crimen de lesa humanidad.
-Claro. Si no estaría prescripta. Te lo digo como si fuera claro, pero no es tan claro. Uno de los objetivos de nuestra investigación fue demostrar que son crímenes de lesa humanidad y, por lo tanto, imprescriptibles.-¿Todos los jueces aplican el instructivo? ¿Hay medidas de acompañamiento para el personal judicial?
-Todavía es un problema el de cómo sensibilizar a los jueces. Tienen muchas resistencias aún a la hora de aplicar lo que la sociedad mayoritariamente acepta: que hubo tortura, que hubo persecución y desaparición forzada. El propio Estado debería capacitar a sus funcionarios, a sus jueces y juezas, pero no lo está haciendo. Que haya emitido ese documento es un primer paso. Que haya jueces en Argentina que hayan condenado por violencia sexual como un delito autónomo es otro paso importante y va teniendo efecto en el resto. No tenemos una Justicia, ni una sociedad, que esté preparada para tratar este tipo de delitos, para que las víctimas puedan declarar en un espacio de intimidad y de privacidad. No se trata de exponer a las víctimas en un espacio de revictimización, si es que no quieren denunciar. La idea es que las mujeres se sientan acompañadas; que la Justicia no haga oídos sordos; que cuando una mujer diga “cometieron fechorías conmigo”, sepa entender que no está diciendo “me aplicaron picana en la sien”, está diciendo otra cosa. Tiene que ser una Justicia con mirada de género, que sepa que la desigualdad de género está presente en todos lados y que comprenda que forma parte de las relaciones entre mujeres y varones. Una Justicia con mirada de género debe saber respetar cuando no se quiere hablar, pero cuando sí se tira alguna información, avanzar y apoyar a la víctima a que declare, hacerla sentir contenida, respetada.
Marina González
La Diaria
La Diaria
EL PAIS › MILITARES, POLICIAS Y EL ABOGADO JUAN MARIA TORINO, APRESADOS EN LA CAUSA POR EL CIRCUITO CAMPS
Detienen a un ex juez, amigo de Smart
En el marco de la investigación por la represión en la Brigada de Investigaciones de San Justo, quedó preso Torino, quien fue secretario del entonces ministro de Gobierno Jaime Smart, y en 2002 renunció a la Justicia por denuncias de coimas.Juan María Torino fue secretario de Gobierno bonaerense de Jaime Smart (foto) durante la dictadura.
Por Alejandra Dandan
Página 12
En La
Plata cobró impulso la causa de la Brigada de Investigaciones de San
Justo, uno de los centros clandestinos del circuito Camps, por donde
pasaron entre otros los delegados secuestrados de Mercedes Benz. A lo
largo del mes de marzo, la Justicia federal detuvo a 24 personas entre
los que se encuentran militares del Primer Cuerpo del Ejército;
torturadores de la Policía Bonaerense que fueron identificados por
primera vez, y civiles que integraron el gobierno de la provincia de
Buenos Aires. Entre estos últimos, el nombre más emblemático es el de
Juan María Torino, secretario del entonces ministro de Gobierno Jaime
Smart y próspero abogado que ingresó a la Justicia en los ’90 y salió
cuando era parte del Tribunal Oral Federal 1 porteño y renunció en medio
de un escándalo por un pedido de coimas. Las detenciones habían sido
largamente reclamadas por el fiscal federal Hernán Schapiro y la
querella encabezada por Norberto Liwski, sobreviviente de ese centro
clandestino. Pese a haberse realizado, no parecen desactivar sin embargo
un tema de fondo que tiene como eje numerosos reclamos que las
querellas y la Procuración General de la Nación vienen haciendo por el
retraso de las causas en el juzgado de Arnaldo Corazza, donde está
radicada esta causa.
La causa de la Brigada de San Justo está en manos del juzgado federal de Corazza, que está con problemas de salud y dejó la investigación de los expedientes de lesa humanidad en manos de uno de los secretarios. El trabajo viene siendo objeto de reclamos y presentaciones de los organismos de derechos humanos y de la fiscalía, porque advierten demoras inexplicables en los últimos tiempos.
A comienzos de marzo, cuando se iba a celebrar una audiencia con la Cámara de Apelaciones para resolver las demoras en la causa de la Brigada de San Justo, el juez subrogante Manuel Blanco aceleró las detenciones. Las órdenes comenzaron a ejecutarse el 6 de marzo, y hasta la semana pasada del total de 31 detenciones pedidas por el fiscal se habían realizado 24. Entre ellas, hay 15 represores que ya estaban detenidos por otras causas. Y nueve personas que fueron detenidas por primera vez. Son principalmente los policías de la Brigada de San Justo y también Juan María Torino, detenido en la línea que intenta avanzar en las investigaciones sobre la actuación de los civiles con la represión.
Torino fue popularmente conocido en el año 2002, cuando un narco condenado a 16 años de prisión por tráfico de 50 kilos de cocaína lo acusó de haberle solicitado una coima a su familia de unos 200 mil dólares para mejorar su situación procesal. En aquel momento, el entonces juez decidió apartarse del Tribunal con una decisión que le evitó someterse a un jury. De acuerdo con la información de la fiscalía, de Torino dependieron las órdenes que impartió la Secretaría de Gobierno de la provincia de Buenos Aires a la policía regenteada durante la dictadura por Ramón Camps. Torino era el secretario de Gobierno de Jaime Smart, juzgado ahora en el juicio oral por los crímenes en el circuito Camps y otro de los imputados de esta causa.
Además, el juzgado ya indagó a los militares con jurisdicción sobre la Brigada que están condenados o juzgados en otros juicios. Son el general del Ejército Jorge Olivera Rovere, subjefe del I Cuerpo del Ejército; el general Héctor Humberto Gamen de la Brigada de Infantería 10 de La Plata; el coronel Hugo Pascarelli y Rodolfo Enrique Godoy del Grupo de Artillería Mecanizada 1 de Ciudadela. También fueron indagados los integrantes del Destacamento de Inteligencia 101 con asiento en La Plata y los policías de la Brigada de Investigaciones de San Justo, entre ellos Rubén Alfredo Boan, una de las personas señaladas entre los torturadores más severos.
Liwski es uno de los sobrevivientes de la Brigada, integrante del Codesedh (Comité para la Defensa de la Salud, la Etica y los Derechos Humanos) y parte de los querellantes nucleados en Justicia Ya! para impulsar la causa. “La causa por la Brigada de San Justo es importante porque encierra en un mismo expediente varios ejes de la represión”, indica a Página/12. “El primero es Mercedes Benz, porque los delegados secuestrados pasaron por San Justo y fueron torturados en ese lugar. Además, el 1º de julio de 1978, Rubén Lavallén, que era uno de los jefes de la Brigada, pasa a retiro y el 2 de julio es designado jefe de Seguridad de esa empresa. Y es la misma persona que se apropió de Paula Logares.”
En segundo lugar, otra de las características del centro es que fue una de las bases de coordinación del Operativo Cóndor. Personas como los padres de Paula Logares que habían sido secuestrados en Uruguay estuvieron detenidas ahí, antes de ir al Pozo de Banfield. Otro eje de la Brigada menos conocido, dice Liwski, es que fue el lugar que muestra el feroz ataque a los movimientos populares y la organización comunitaria de salud: “La Matanza había adquirido desde 1973 una fuerza muy importante como sede de experiencias de organizaciones de mucho peso, y una de ellas era la que estábamos desarrollando en un centro de salud del que fui director en el Complejo de Vivienda de Crovara y Camino de Cintura. Hubo una cosa muy clara del ataque represivo a las organizaciones que trabajábamos ahí y veníamos desarrollando programas de salud de atención primaria y con mujeres que desarrollaban un trabajo muy importante. Se había formado una guardería y un club de madres, y la organización tenía una presidenta llamada Cirila Benítez, de nacionalidad paraguaya, y fue detenida desaparecida el 24 de marzo de 1976, y llevada para su tortura a la Brigada de San Justo, donde estuvo 45 días antes de pasar a disposición del Poder Ejecutivo. La persecución se desató porque preocupaba qué generaban estos movimientos populares. No hay que olvidarse de que ahí enfrente estaba la sede del Regimiento III de Infantería de La Tablada, con lo cual antes del golpe ya habían surgido amenazas”.
La causa de la Brigada de San Justo está en manos del juzgado federal de Corazza, que está con problemas de salud y dejó la investigación de los expedientes de lesa humanidad en manos de uno de los secretarios. El trabajo viene siendo objeto de reclamos y presentaciones de los organismos de derechos humanos y de la fiscalía, porque advierten demoras inexplicables en los últimos tiempos.
A comienzos de marzo, cuando se iba a celebrar una audiencia con la Cámara de Apelaciones para resolver las demoras en la causa de la Brigada de San Justo, el juez subrogante Manuel Blanco aceleró las detenciones. Las órdenes comenzaron a ejecutarse el 6 de marzo, y hasta la semana pasada del total de 31 detenciones pedidas por el fiscal se habían realizado 24. Entre ellas, hay 15 represores que ya estaban detenidos por otras causas. Y nueve personas que fueron detenidas por primera vez. Son principalmente los policías de la Brigada de San Justo y también Juan María Torino, detenido en la línea que intenta avanzar en las investigaciones sobre la actuación de los civiles con la represión.
Torino fue popularmente conocido en el año 2002, cuando un narco condenado a 16 años de prisión por tráfico de 50 kilos de cocaína lo acusó de haberle solicitado una coima a su familia de unos 200 mil dólares para mejorar su situación procesal. En aquel momento, el entonces juez decidió apartarse del Tribunal con una decisión que le evitó someterse a un jury. De acuerdo con la información de la fiscalía, de Torino dependieron las órdenes que impartió la Secretaría de Gobierno de la provincia de Buenos Aires a la policía regenteada durante la dictadura por Ramón Camps. Torino era el secretario de Gobierno de Jaime Smart, juzgado ahora en el juicio oral por los crímenes en el circuito Camps y otro de los imputados de esta causa.
Además, el juzgado ya indagó a los militares con jurisdicción sobre la Brigada que están condenados o juzgados en otros juicios. Son el general del Ejército Jorge Olivera Rovere, subjefe del I Cuerpo del Ejército; el general Héctor Humberto Gamen de la Brigada de Infantería 10 de La Plata; el coronel Hugo Pascarelli y Rodolfo Enrique Godoy del Grupo de Artillería Mecanizada 1 de Ciudadela. También fueron indagados los integrantes del Destacamento de Inteligencia 101 con asiento en La Plata y los policías de la Brigada de Investigaciones de San Justo, entre ellos Rubén Alfredo Boan, una de las personas señaladas entre los torturadores más severos.
Liwski es uno de los sobrevivientes de la Brigada, integrante del Codesedh (Comité para la Defensa de la Salud, la Etica y los Derechos Humanos) y parte de los querellantes nucleados en Justicia Ya! para impulsar la causa. “La causa por la Brigada de San Justo es importante porque encierra en un mismo expediente varios ejes de la represión”, indica a Página/12. “El primero es Mercedes Benz, porque los delegados secuestrados pasaron por San Justo y fueron torturados en ese lugar. Además, el 1º de julio de 1978, Rubén Lavallén, que era uno de los jefes de la Brigada, pasa a retiro y el 2 de julio es designado jefe de Seguridad de esa empresa. Y es la misma persona que se apropió de Paula Logares.”
En segundo lugar, otra de las características del centro es que fue una de las bases de coordinación del Operativo Cóndor. Personas como los padres de Paula Logares que habían sido secuestrados en Uruguay estuvieron detenidas ahí, antes de ir al Pozo de Banfield. Otro eje de la Brigada menos conocido, dice Liwski, es que fue el lugar que muestra el feroz ataque a los movimientos populares y la organización comunitaria de salud: “La Matanza había adquirido desde 1973 una fuerza muy importante como sede de experiencias de organizaciones de mucho peso, y una de ellas era la que estábamos desarrollando en un centro de salud del que fui director en el Complejo de Vivienda de Crovara y Camino de Cintura. Hubo una cosa muy clara del ataque represivo a las organizaciones que trabajábamos ahí y veníamos desarrollando programas de salud de atención primaria y con mujeres que desarrollaban un trabajo muy importante. Se había formado una guardería y un club de madres, y la organización tenía una presidenta llamada Cirila Benítez, de nacionalidad paraguaya, y fue detenida desaparecida el 24 de marzo de 1976, y llevada para su tortura a la Brigada de San Justo, donde estuvo 45 días antes de pasar a disposición del Poder Ejecutivo. La persecución se desató porque preocupaba qué generaban estos movimientos populares. No hay que olvidarse de que ahí enfrente estaba la sede del Regimiento III de Infantería de La Tablada, con lo cual antes del golpe ya habían surgido amenazas”.
VERGÜENZA
Se llamaba Jorge Rafael Videla; pidió cambiar su nombre
Un argentino de 33 años llamado Jorge Rafael Videla, como el exdictador
preso por violaciones a los derechos humanos, fue autorizado por un juez
a cambiar su nombre.
El magistrado Raúl Arrazola señaló en su fallo que en ese caso "se encuentran objetivamente afectados derechos de raigambre constitucional como la dignidad, el honor, la salud, el trabajo y el desarrollo persona, con un hondo desmedro de la personalidad del actor".
El afectado, que nació en plena dictadura, eligió conservar el nombre y el apellido Jorge Videla, pero eliminó Rafael y agregó el apellido materno Schiel.
El cambio de filiación fue aceptado por el juez Arrazola después que el interesado demostró, con testigos, los problemas que le ocasionó en su vida tener el mismo nombre que el exdictador.
El magistrado consideró "legítima" la petición y "justos los motivos del pedido", pero antes el peticionante debió probar, entre otras cosas, que no tenía deudas porque de existir estas obligaciones el cambio de nombre podría implicar un fraude.
En su presentación, el afectado dijo que debió soportar reacciones de terceros, lo que lo llevó a sentir temor, pánico y vergüenza, al punto que no quería salir a la calle.
También señaló al juez fue objeto de constantes humillaciones, discriminación y burlas en trámites normales de gestión, en la escuela, en la universidad y en actos eleccionarios.
AFP
El magistrado Raúl Arrazola señaló en su fallo que en ese caso "se encuentran objetivamente afectados derechos de raigambre constitucional como la dignidad, el honor, la salud, el trabajo y el desarrollo persona, con un hondo desmedro de la personalidad del actor".
El afectado, que nació en plena dictadura, eligió conservar el nombre y el apellido Jorge Videla, pero eliminó Rafael y agregó el apellido materno Schiel.
El cambio de filiación fue aceptado por el juez Arrazola después que el interesado demostró, con testigos, los problemas que le ocasionó en su vida tener el mismo nombre que el exdictador.
El magistrado consideró "legítima" la petición y "justos los motivos del pedido", pero antes el peticionante debió probar, entre otras cosas, que no tenía deudas porque de existir estas obligaciones el cambio de nombre podría implicar un fraude.
En su presentación, el afectado dijo que debió soportar reacciones de terceros, lo que lo llevó a sentir temor, pánico y vergüenza, al punto que no quería salir a la calle.
También señaló al juez fue objeto de constantes humillaciones, discriminación y burlas en trámites normales de gestión, en la escuela, en la universidad y en actos eleccionarios.
AFP
El País Digital
Argentina: Ejecutivo provincial tendrá que informar sobre presencia de Comando Sur
Publicado el 3/29/12 • en ContrainjerenciaEn la sesión de este miércoles, la iniciativa de Carlos Martínez tuvo pleno respaldo para que el Ejecutivo provincial responda al pedido de informes sobre el convenio que permitió la construcción del Centro de Emergencias en el Aeropuerto de Resistencia.
El paso legislativo pretende obtener claridad y obtener información acabada sobre el acuerdo celebrado por el gobierno provincial en abril de 2008, el monto donado por los Estados Unidos y el costo que tuvo la obra, y si este aporte fue efectuado por la Embajada del país del norte o el Comando del Cono Sur. Como así también las posibilidades y condiciones de personal estadounidense en el lugar.
En prinicipio, el presidente del bloque oficialista, Ricardo Sánchez, intentó oponerse a la iniciativa impulsada por el legislador de Libres del Sur, Carlos Martínez. Pero éste le indicó que el tema había sido acordado en Labor Parlamentaria y que si insistía en la negativa de no aprobar el Pedido de Informes, demostraría la intención de que “había algo que ocultar”.
Luego, cambió la posición del bloque oficial y la iniciativa se aprobó sobre tablas con el voto unánime de los diputados presentes en el Recinto.
El día, anterior, el ministro de Gobierno, Juan Manuel Pedrini, recorrió al mediodía la obra del Centro de Emergencias acompañado de medios locales. Uno de ellos le preguntó si el gobierno estaba dispuesto a responder un Pedido de Informes, y la respuesta del funcionario fue afirmativa. “No hay ningún problema en hacerlo”, respondió. Ahora, el Ejecutivo tendrá la oportunidad – más allá de los cruces mediáticos – poner claro sobre oscuro en el citado convenio.
Poco días después de conocerse públicamente la reunión que había celebrado el Ejecutivo en Casa de Gobierno con la Unidad del Comando Sur del Ejército de EE.UU., el entonces dirigente de Ctera nacional se refirió a la misma señalando que “existe una intencionalidad clara de injerencia en la región”.
“El Secretario de Educación y Estadísticas de la CTERA Sergio Soto y referente de UTrE. CTERA – CTA, se refirió a la presencia de representantes del Comando Sur del Ejército de los EEUU, los cuales mantuvieran presuntamente días atrás una reunión, en la Casa de Gobierno del Chaco, con fuerzas locales de seguridad, referentes de Defensa Civil y aparentemente también con integrantes de Gendarmería Nacional y Prefectura Naval, diciendo que: “no puede pasar por alto esta presencia visto que está claro que –aunque de manera más adornada- existe una intencionalidad clara de injerencia en la región, más aún si se tiene en cuenta que existe un proyecto estratégico de control territorial, sobre los recursos naturales y monitoreo sobre la población, acciones todas desplegadas por estos grupos. Los ciudadanos tenemos el derecho de estar informados, no creemos que la presencia este apéndice del Ejército Imperial se encuentre solo con fines de brindar asesoramiento técnico y profesional para ayuda humanitaria en situaciones de emergencia y ante la eventualidad de catástrofes”, sostuvo por entonces el hoy integrante del gobierno de Jorge Capitanich.
Fuente: CHACO DIA POR DIA.
Argentina, La Pampa. El obispado no abre los archivos de los años de la represiónNorberto G. Asquini (LA ARENA)
En
los últimos años la causa judicial por la represión ilegal llevada
adelante en La Pampa por el grupo de tareas de la Subzona 14 condujo a
que documentación que antes no se conocía pudiera salir a la luz. Por
ejemplo, después de años de afirmar que no había expedientes en la
Jefatura de Policía, varios legajos y prontuarios fueron entregados a la
Secretaría de Derechos Humanos después de la presentación de los
querellantes en la nueva investigación abierta por el Juzgado Federal
por secuestros y torturas en la provincia.
Publicado por
ARGENPRESS
Sin
embargo, todavía hay sitios con documentos a los que no se pueden
acceder. Uno importante es el archivo de la Diócesis de Santa Rosa. Pero
no sólo puntualmente por el material que pueda contener como prueba
para una causa judicial, sino también para el rescate histórico de la
institución en La Pampa.
El
autor de la nota consultó al obispo Mario Poli sobre el acceso a esa
información. Hasta ahora, no hubo un estudio sobre la creación del
obispado en 1957, la actuación de Jorge Mayer (1957-1972) ni la de
Adolfo Arana (1973-1983). El funcionario religioso respondió que no se
podía acceder a la documentación y que sólo se desclasificaban los
archivos de la diócesis con más de 60 años de antigüedad. Por lo que se
pudo saber extraoficialmente es que son contadas las personas que han
podido tener contacto con esos papeles, los más antiguos que se
conservan, y siempre bajo la mirada atenta del obispo en la búsqueda de
material histórico.
Concepción de la historia
Llama
la atención que un obispo como Poli, formado académicamente, ya que es
doctor en Historia, y que ha tenido a cargo cátedras de estudios
superiores sobre historia no permita el acceso. Y ello a pesar de
haberse formado en los tiempos posconciliares. Para el eclesiástico, la
concepción de la historia de la Iglesia católica es que sólo se debe
"abordar desde la fe", según sus palabras. Por eso se traba su
tratamiento como institución política o desde la misma religiosidad.
Esos
archivos no sólo pueden dar cuenta de cuál fue la postura de la Iglesia
pampeana durante los tiempos del terrorismo de Estado, sino abordar
toda una etapa previa. Un ejemplo es la apertura que hubo con Mayer
apenas terminado el Concilio Vaticano II a mediados de la década de 1960
y la incorporación de sacerdotes catalanes a la diócesis, algunos de
los cuales tuvo posiciones militantes y hasta adhirieron al Movimiento
de Sacerdotes para el Tercer Mundo.
Naturalización
La
apertura de archivos eclesiásticos no es la norma en la Iglesia
católica argentina. El periodista Horacio Verbitsky en su historia
institucional que le llevó cuatro tomos tuvo que hacerse con una copia
no oficial de los expedientes del Episcopado ya que no le permitieron
acceder a ese material.
En
2009, durante una entrevista, Verbitsky afirmó que los obispos "no
escribieron ellos su historia porque la estrategia es la naturalización,
la deshistorización. Es decir, la Iglesia asume la característica de la
estampita o del crucifijo: está siempre presente pero no se ve.
Participa en todo pero la estrategia es que no se vea".
Y
continúa: "Dentro de esa estrategia de naturalización, la Iglesia es
muy cerrada sobre sus archivos. A pesar de declaraciones como las de
Bergoglio, que dice que no hay que temerle a la verdad de los
documentos, cuando publican documentos los mutilan. Los censuran y pocas
veces publican documentos. Niegan el acceso a investigadores, mienten:
dicen que no existen documentos".
La
Iglesia católica, su cúpula, ha sido un actor absolutamente central de
la política argentina con participación en el derrocamiento de Juan
Domingo Perón o en las dictaduras militares del general Juan Carlos
Onganía o del denominado Proceso de Reorganización Nacional. De hecho, y
tomando un ejemplo más cercano y de nuestros días, su papel fue
preponderante en el veto que el gobernador Oscar Mario Jorge aplicó a la
ley que buscaba establecer en la provincia un protocolo para los
abortos no punibles en el año 2007. Y con argumentos conservadores.
Los otros
Pero
si la norma ha sido el ocultamiento, la generalización no sirve a todo
el análisis. Hay ejemplos sobre la apertura de documentación desde la
misma cúpula eclesial. Los archivos de la Iglesia le pertenecen a la
institución, por lo tanto son particulares, de ahí que no sean de acceso
libre para el público. En muchos obispados, en general, no hay problema
con la consulta a archivos de más de 70 años, porque se considera que
las personas involucradas ya han fallecido y su apertura no
afecta la reputación de ninguna persona viva. Pero sigue siendo una decisión local su consulta por parte de investigadores.
El
caso de Córdoba es paradigmático. Gustavo Morello, sacerdote e
historiador del papel de la Iglesia en el Terrorismo de Estado, indica
que el Archivo de la Arquidiócesis de Córdoba facilitó al Archivo
Provincial de la Memoria de esa provincia una serie de documentos
vinculados a los años 70, que muestran el hostigamiento a sectores
católicos cordobeses a partir de 1972. En esa provincia la ley
provincial de la memoria pidió a todas las instituciones que tuvieran
archivos vinculados a la represión ilegal que cedieran copias y así lo
dispuso el obispo. Entre esa información se encontraron memos, notas y
cartas enviadas y recibidas por el Arzobispado que hablaban sobre cómo
se dio la represión ilegal contra miembros de la iglesia.
Por
su parte, los archivos salesianos, si bien son de las instituciones,
son de consulta pública. Y hay obispos que han tenido otra actitud con
respecto a la revisión de la historia. En 2010, en Jujuy, se realizaron
las Primeras Jornadas Internacionales de Historia de la Iglesia y la
Religiosidad. En el acto de cierre, el por entonces obispo de esa
provincia, Marcelo Palentini, hoy fallecido, estuvo presente dando su
visto bueno al rescate histórico de la institución no sólo de hace tres
siglos, sino también de los tiempos actuales.
SÁBADO
31
de marzo de 2012
Por Leónidas Ceruti, historiador.
En el Congreso Normalizador de la CGT “Amado Olmos”, para los días 28,
29 y 30 de marzo de 1968, las distintas corrientes del movimiento obrero
chocaron entre sí. El Congreso se transformó en una verdadera batalla
contra la dictadura, contra el participacionismo y el colaboracionismo
de los burócratas. En él tuvieron cabida las aspiraciones de lucha de
los trabajadores, y su voluntad de impulsar la lucha antidictatorial.
El sindicalismo desde el golpe del 66
Sindicalistas como Vandor, Coria y
Alonso conspiraron activamente para el derrocamiento del presidente
Illía. Luego, su presencia en la asunción del gobierno dictatorial, y
posteriormente a los pocos días, la firma del convenio de los
metalúrgicos en la Casa de Gobierno, fue otro símbolo, de la relación de
Vandor con los militares golpistas.
Entre las primeras medidas tomadas por
la dictadura que afectaron a la clase obrera estuvo la suspensión por
cuatro meses del decreto 969/66, dictada por el gobierno de Illía, que
promovía el pluralismo y la federalización de los sindicatos, y se
devolvió la personería gremial a varios sindicatos que habían sido
sancionados durante el gobierno radical. Posteriormente, se promulgo la
ley 16.936 de “arbitraje obligatorio”, medida duramente criticada por
los sindicalistas, ya que la misma limitaba el derecho de huelga.
Además, Onganía, ordeno que fuesen intervenidos varios gremios como el
Sindicato de Prensa y Canillitas, Sindicato Unidos Portuarios Argentinos
(SUPA), Trabajadores del Pescado de Mar del Plata, Municipales de
Córdoba, Empleados del Tabaco.
La política anti-popular que llevó a
cabo el gabinete económico, más la represión que se ejerció a los
reclamos obreros, hicieron añicos el galanteo entre algunos sindicatos y
el gobierno. En distintas provincias del país, se iniciaron protestas
obreras que de a poco inauguraron un tiempo de sangre y plomo.
La policía, siguió reprimiendo varias
manifestaciones de trabajadores: como la de Luz y Fuerza de Buenos
Aires, o la de los gremios del riel, como la Unión Ferroviaria y La
Fraternidad.
Los desocupados comenzaron a pulular
como resultado del despido de miles de trabajadores. La FOTIA
(Federación de Obreros y Trabajadores de la Industria Azucarera) en
Tucumán, por tal motivo, decidió convocar a una huelga. Córdoba no se
quedó atrás, y a fines de enero de 1967 los obreros de la fábrica de
automóviles IKA (Industrias Kaiser Argentinas), dieron inicio a los
paros al conocer que 950 operarios habían quedado sin trabajo.
En febrero de ese año, la CGT presionó
al gobierno anunciando un plan de lucha. Pero los militares
contraatacaron con rapidez: se denuncio la existencia de un plan
terrorista, se interrumpió el diálogo con la central obrera y se
suspendió la personería gremial de varios gremios (FOTIA, Unión
Ferroviaria, UOM, FOETRA y otros). El plan de lucha planteado naufragó.
Cuando a escasos días de su asunción del
dictador Onganía, registraba entre sus medidas la disolución de los
partidos políticos y de intervención a las universidades nacionales,
muchos se preguntaron con los matices lógicos ¿porque no la CGT?. Los
golpistas estaba cumpliendo un compromiso, y en virtud de ello, la
central obrera se negaba a tomar partido en el problema universitario y
apoyaba sin reservas la disolución de las agrupaciones políticas.
La designación de Rubens San Sebastián
para la Secretaría de Trabajo, a mediados de octubre 1966, constituyó un
rudo golpe para los sectores “rupturistas”, y a partir de ese instante
se ratifico y robusteció el compromiso de “conciliación”. Dentro de la
CGT el compromiso fue piloteado por Vandor, que estaba al frente de las
62 Organizaciones, y de esa manera lograba consenso entre los gremios
“no alineados” e “independientes”. El gobierno buscaba un “pacto
social”, pero cuando se promulgo la ley de arbitraje obligatorio, muchos
creyeron ver un acto de fuerza, pero la CGT lo recibió con serenidad.
Los anunciados reordenamientos
portuarios y ferroviarios, para modificar la infraestructura de los
puertos (reequipamiento) y de los ferrocarriles (transformación del
sistema de transporte) provocaron sendos conflictos. Se agregaron a los
conflictos los azucareros tucumanos.
Augusto Timoteo Vandor
|
A pesar de las expectativas y del apoyo
de los jerarcas sindicales hacia el nuevo gobierno, producto de las
disposiciones tomadas en materia de legislación laboral y del plan
económico, sectores del sindicalismo respondieron con paros como en
General Motors, empleados de farmacia, lecheros, papeleros, textiles,
metalúrgicos, transporte, portuarios, maestros, construcción. En Tucumán
los enfrentamientos de los obreros de los Ingenios azucareros, con las
patronales y la política impulsada desde el gobierno llevaron a la
ocupación de diferentes empresas, manifestaciones, asambleas, hasta
choques armados, lo que origino una fuerte represión, con la trágica
muerte de Hilda Guerrero de Molinas.
Desde mediados de octubre se llevo
adelante durante más de dos meses una huelga portuaria, contra la
racionalización del personal, nuevas reglamentaciones del trabajo. Los
dirigentes de la CGT no los apoyaron ni se solidarizaron con los
huelguistas. Durante el conflicto se realizaron manifestaciones, actos y
se instalaron dos comedores para portuarios funcionaron en Dock Sur y
La Plata. Con el gremio intervenido, muchos trabajadores fueron
despedidos, y la CGT reacciono demasiado tarde y convoco a un paro
general para el 14 de diciembre.
En medio del clima creado por la huelga
portuaria se convocó al Comité Central Confederal de la CGT para el 30
de noviembre. Allí se vio que dirigentes de importantes federaciones ya
no adherían a lo que se llamaba la “expectativa esperanzada” en el
gobierno de Onganía.
El propio Vandor tuvo que confesar que
“después del discurso del presidente hemos visto claramente la pata de
la sota, y no tenemos ningún tipo de esperanzas”. Lorenzo Pepe, de los
ferroviarios, agrego “Ante la política de libre empresa del gobierno,
los trabajadores debemos plantearnos nuestros propios objetivos y salir a
la lucha”.
De esa manera se llegó al primer paro
general a nivel nacional durante el gobierno de Onganía, el 14 de
diciembre de 1966. La medida se acato en las fábricas industriales, el
comercio, los bancos, los ferrocarriles. La CGT no propagandizo la
huelga, y “algunos de sus dirigentes, como Vandor, Prado y Cardoso,
tergiversaron sus objetivos, haciendo creer que era para apoyar a los
“hombres buenos” del gobierno y repudiar a los “malos”.
La CGT decidió a principios del 67, dos
medidas que terminaron en un rotundo fracaso como fueron el Plan de
Lucha del 22 de febrero y el paro general del 1º de marzo. La dictadura
contesto con dos medidas: la intervención de más gremios, entre otros la
UOM, Unión Ferroviaria, Sindicato Único Petroleros del Estado y refloto
el decreto 969/66 de Illía.
Raimundo Ongaro y Agustín Tosco
|
La agresión hacia las conquistas
históricas de la clase obrera continuó en los años venideros. Agustín
Tosco las sintetizo en estas líneas “retiro de personería a sindicatos,
desconocimiento de las representaciones laborales en organismos del
estado, imposición del arbitraje obligatorio, anulación del salario
mínimo, vital y móvil, legislación contra el derecho de huelga,
anulación de la ley 1884 de indemnización reduciendo sus montos a la
mitad, cesantías, suspensiones, rebajas, de categorías, perdidas de
salario, suspensión de la estabilidad en varias convenciones colectivas
de trabajo: aumento de la edad para jubilarse y régimen de alquileres de
libre contratación”.
Luego, del fracaso de las iniciativas de
la central obrera a comienzos del 67, creció la relación de los
sindicatos colaboracionistas con el gobierno. Por su parte, Vandor
decidió dar batalla por la conducción del peronismo, y lanzó su célebre
frase: “para salvar a Perón, hay que estar contra Perón”.
La CGT debió efectuar una suerte de
modificación para delinear una nueva estrategia. Así es como las dos
alas de las 62 Organizaciones se unificaron bajo la hegemonía de Vandor,
pero surgió un sector llamado “Nueva Corriente de Opinión”, liderado
por José Alonso (del Sindicato del Vestido), Rogelio Coria (de la
Construcción) y Juan José Taccone (de Luz y Fuerza), que planteaban
dejar de lado los métodos de presión y colaborar abiertamente con el
régimen militar.
Amado Olmos
|
El Congreso Normalizador de la CGT
Citado el Congreso Normalizador de la
CGT, “Amado Olmos”, para los días 28, 29 y 30 de marzo de 1968, las
distintas corrientes del movimiento obrero chocaron entre sí. El lugar
elegido fue la sede de la Unión Tranviarios, al que asistieron 290
delegados sobre 447 en condiciones de participar, de 39 federaciones. La
gran mayoría de los delegados, presionadas por las bases, concurrieron
con un espíritu de legítima hostilidad hacia los jerarcas
colaboracionistas y participacionistas. Éstos comprendieron que serían
repudiados, y no se presentaron. Los congresales de Luz y Fuerza,
construcción, metalúrgicos, comercio, vitivinícolas, petroleros y otros
recibieron orden de no concurrir a las el fin de frustrar el quórum e
imponer la postergación del Congreso.
La Comisión de Poderes, desafiando las
pretensiones del gobierno, aceptó las credenciales de los delegados de
los gremios intervenidos: Unión Ferroviaria, químicos, prensa,
portuarios, telefónicos y azucareros.
La Comisión de Delegados sostuvo que el
congreso no era lo bastante representativo para sesionar, pero la
protesta generalizada de la sala obligó a presidir el congreso.
Posteriormente se retiraron nueve miembros de esa comisión, lo mismo que
los delegados del vestido, aguas gaseosas, SOEME y madera.
Raimundo Ongaro en el Congreso Normalizador
|
El Congreso Normalizador de la CGT se
transformó en una verdadera batalla contra la dictadura, contra el
participacionismo y el colaboracionismo de los burócratas. En él
tuvieron cabida las aspiraciones de lucha de los trabajadores, y su
voluntad de impulsar la lucha antidictatorial.
Tanto vandoristas como
participacionistas se valieron de una “chicana” política (según éstos,
sólo podían concurrir los sindicatos en condiciones estatutarias) y la
CGT quedó definitivamente quebrada en dos partes. Se retiraron del
congreso tanto vandoristas como colaboracionistas, constituyendo la “CGT
de Azopardo”, que paso a ser la “CGT oficialista y colaboracionista”,
mientras que el resto de los gremios conformaron la CGT de los
Argentinos (CGTA) o de Paseo Colón.
Los participacionistas levantaron la
consigna “Primero la unión, después la lucha”, mientras que la CGTA
comandada por Ongaro, les respondieron planteando “Primero la lucha,
después la unión”.
Los Rosariazos
|
La CGT de los Argentinos: Nación para luchar
Algunas de las resoluciones adoptadas por la CGTA, aquel 30 de marzo de 1968, fueron:
a) Por una CGT única, libre e independiente de sectores extraños a los trabajadores, que no renuncie a su autodeterminación.
b) Por la libertad de Eustaquio Tolosa y
de quienes sufren injusta privación de libertad, y para que se
devuelvan a los representantes que habían elegido los trabajadores las
organizaciones intervenidas, restituyéndose también las personerías
canceladas o retiradas.
c) Para que cesen los desalojos y el
drama de las “villas de emergencia”, se garanticen planes de tierra y
vivienda, por la defensa de la educación en todas sus etapas al acceso
del pueblo, por la asistencia integral de la salud para la familia
argentina, por el respeto a dignas normas de previsión social y a los
derechos de los trabajadores.
d) Por la defensa de las fuentes de
trabajo, la plena ocupación, y que la industria y el comercio nacional
no sean liquidados al capital exterior, cuyos organismos financieros
anhelan mantenernos en el papel de países productores de materias
primas, precisamente cuando nos hallamos en los umbrales de la era
tecnológica.
e) Por la derogación de la ley 17.224, y
para que se discutan los Convenios de Trabajo, reajustándose los
salarios de acuerdo a la suba del costo de la vida, y para el cese de la
mal llamada racionalización administrativa.
f) Los trabajadores argentinos apoyamos
fervorosamente la normalización institucional, con plena vigencia de las
libertades y derechos constitucionales, y para que las trasformaciones c
cambios que requiere una Argentina con real crecimiento y desarrollo
sean decididas únicamente con la voz y el voto del pueblo argentino,
respetándose su soberana voluntad.
Huelga, de Ricardo Carpani
|
El gobierno y los ex dirigentes de la
CGT se pusieron de acuerdo para desconocer la validez del congreso. En
tanto que el primero se negaba a que la dirección surgida del congreso
tomase posesión del edificio y los bienes de la CGT, la dirección que
caduco citó al Comité Central Confederal para el 5 de abril de 1968, y
con la presencia de 93 delegados de 58 organizaciones resolvió
"suspender a todos los gremios participantes en el congreso de la calle
Moreno" y convocar un nuevo congreso de la CGT.
De tal modo, como hemos comentado
quedaron constituidas en los hechos dos centrales obreras: la
oficialista, que fue denominada "CGT de Azopardo" por mantener la sede
central de Azopardo 802 y la CGTA también llamada CGT de Paseo Colon, ya
que fijo su residencia en la sede de la Federación Gráfica Bonaerense,
Paseo Colón 731, que se denominó CGT de los Argentinos (CGTA).
Raimundo Ongaro hablando ante los compañeros
|
La dirección de la CGTA quedó integrada
así: Secretario General, Raimundo Ongaro (Gráfico); Secretario Adjunto,
Amancio Pafundi (UPCN); Secretario de Hacienda, Patricio Datarmine
(Municipal); Prosecretario de Hacienda,, Enrique Coronel (La
Fraternidad); Secretario Gremial e Interior, Julio Guillan (Telefónico);
Prosecretario, Benito Romano (POTIA); Sec.de Prensa, Cultura,
Propaganda y Actas. Ricardo De Luca (Navales); Secretario de Previsión
Social, Antonio Scipione (Ferroviario); Vocales: Pedro Avellaneda (ATE),
Honorio Gutiérrez (UTA), Salvador Mangare (gas del Estado), Enrique
Bellido (Ceramista), Hipólito Ciocco (empleado textil), Jacinto Padín
(SOYEMEP), Eduardo Arrausi (viajantes), Alfredo Lettis (Marina
mercante), Manuel Veiga (edificios de renta), Floreal Lencinas
(Jaboneros), Antonio Márchese (calzado) y Félix Binettí (Carbonero).
Todo el conglomerado de fuerzas
políticas, sindicales y estudiantiles que se expresaron en la CGTA lo
hicieron tras un programa antiimperialista, antimonopolista y
antioligárquico.
Rodolfo
Walsh, Enrique Coronel, José Vázquez, Ricardo de Luca y Raimundo
Ongaro, principales orientadores del periódico de la CGT de los
Argentinos
|
En abril, un sector del Movimiento
Obrero de Rosario y del Cordón Industrial, lanzó una convocatoria
titulada “Por una CGT... sin compromisos o ataduras espurias”, donde se
afirmaba: “Asumimos la responsabilidad que el momento nos exige, UNIR en
torno a esta Regional de la CGT, a todos los que, sin compromisos o
ataduras espurias, entendemos que a los trabajadores se los arma de fe y
de ansias de lucha, con posiciones claras, que no dividen, sino que
unifican y sirven para hacer surgir dirigentes leales a las ideas e
intereses del pueblo trabajador.”
Posteriormente, el 17 de ese mes, un
plenario de 27 gremios, presidido por Héctor Quagliaro, conformó la “CGT
de los Argentinos Regional Rosario”, que adhirió a la Central Obrera
que lideraba Raimundo Ongaro, aprobando lo resuelto en el Congreso
Normalizador.
Previo a la apertura de dicha asamblea,
se leyeron entre otras las adhesiones del Sindicato de Prensa, del
reverendo padre Santiago MacGuirre, de la Unión de Mujeres Argentinas,
del Centro de Estudiantes de Ciencias Medicas, Bioquímica, Farmacia y
Ramas Menores, del Movimiento de Liberación Nacional, Rama femenina del
Justicialismo y Frente Estudiantil Nacional.
Luego, Quagliaro, dado el clima de
efervescencia entre los delegados obreros, los invito a debatir el tema
que los convocaba, que aprobaron la conformación de la CGTA Regional
Rosario. Los gremios que lo hicieron fueron: Asociación Trabajadores del
Estado (ATE), filial Rosario y filial Borghi, Sindicato de Minería,
Asociación Bancaria, Federación Gráfica Rosarina, La Fraternidad,
Sindicato del Seguro, Sindicato de Jaboneros y Afines, Sindicato de
Obreros ceramistas, Sindicato de Viajantes, Luz y Fuerza, Gas del
Estado. Unión Ferroviaria del Ferrocarril Mitre, Belgrano de Puerto
Rosario, de Santa Fe y Villa Constitución, Sindicato Químico Papelero,
Sindicato de Panaderos, Federación de Obreros y Empleados de Correos y
Telecomunicaciones (FOE CYT) Sindicato de Marítimos, Industrias
Químicas, Sindicato de Obreros Mosaístas, Sindicato de Operadores
Cinematográficos y Sindicato de Obreros de Calzado.
Periódico de la CGT de los Argentinos
|
El Programa del 1º de Mayo de 1968
Los principios económicos, sociales y
políticos, de la CGTA, quedaron de manifiesto cuando dieron a conocer el
“Mensaje a los trabajadores y el pueblo. Programa del 1º de Mayo de
1968”, que siguió el camino de otros documentos del sindicalismo como el
de La Falda (1957) y el de Huerta Grande (1962). El que pasaría ha ser
un documento histórico de la clase obrera, fue ampliamente divulgado
entre los sindicatos, activistas gremiales y políticos, fue redactado
por Rodolfo Walsh, mientras que Ongaro le dio los últimos retoques.
El 1º de mayo de 1968, la CGTA presento
el programa en un acto encabezado por Raimundo Ongaro y Agustín Tosco,
en el Córdoba Sport Club. Una de las sorpresas del acto fue la presencia
del ex-presidente Arturo Illia, que se abrazo con Ongaro y Tosco ante
los aplausos de los concurrentes.
Entre los principales párrafos del mismo
encontramos los siguientes planteos “Durante años nos han exigido
sacrificios. Nos pidieron que aguantáramos un invierno: hemos aguantado
diez. Y cuando no hay injusticia que reste cometerse con nosotros, se
nos pide irónicamente que “participemos”. Les decimos, ya hemos
participado y no como ejecutores sino como víctimas. (..) Agraviados en
nuestra dignidad venimos a alzar viejas banderas de lucha. (..) El
aplastamiento de la clase obrera va acompañada de la liquidación de la
industria nacional, la entrega de todos los recursos, la sumisión a los
organismos financieros internacionales. (..) Este es el verdadero rostro
de la libre empresa, de la libre entrega, filosofía oficial del
régimen. Este poder de los monopolios que amenaza a las empresas del
Estado. Es el FMI el que fija el presupuesto del país. Es el Banco
Mundial el que planifica nuestras industrias claves, Es el Banco
Interamericano de Desarrollo el que indica en qué países podemos
comprar. La participación que se nos pide, además de la ruina de la
clase obrera, el consentimiento de la entrega. Y eso no estamos
dispuestos a darlo los trabajadores argentinos.”
“La historia del movimiento obrero,
nuestra situación concreta como clase y la situación del país nos llevan
a cuestionar el fundamento mismo de esta sociedad la compraventa del
trabajo y la propiedad privada de los medios de producción. (..) La
estructura capitalista del país, fundada en la absoluta propiedad
privada de los medios de producción, no satisface sino que frustra las
necesidades colectivas, no promueve sino que traba el desarrollo
individual. De ella no puede nacer una sociedad justa ni cristiana.
(...) Los trabajadores de nuestra patria, compenetrados del mensaje
evangélico de que los bienes no son propiedad de los hombres sino que
los hombres deben administrarlos para que satisfaga las necesidades
comunes, proclamamos la necesidad de remover a fondo aquellas
estructuras. Para ello retomamos pronunciamientos ya históricos de la
clase obrera argentina, a saber: La propiedad sólo debe existir en
función social, Los trabajadores, auténticos creadores del patrimonio
nacional, tenemos derecho a intervenir no sólo en la producción sino en
la administración de las empresas y la distribución de los bienes, Los
sectores básicos de la economía pertenecen a la Nación. El comercio
exterior, los bancos, el petróleo, la electricidad, la siderurgia y los
frigoríficos deben ser nacionalizados, Los compromisos financieros
firmados a espaldas del pueblo no pueden ser reconocidos, Los monopolios
que arruinan nuestra industria y que durante largos años nos han estado
despojando, deben ser expulsados sin compensación de ninguna especie,
Sólo una profunda reforma agraria, con las expropiaciones que ella
requiere, puede efectivizar el postulado de que la tierra es de quien la
trabaja, Los hijos de obreros tienen los mismos derechos a todos los
niveles de educación que hoy gozan solamente los miembros de las clases
privilegiada”.
La CGTA aglutino a distintos sectores
que reflejaban el pensamiento de distintos agrupamientos y de la base
social obrera. Entre las distintas posiciones se destacaron:
Direcciones
sindicales ideológicamente social-cristianos, políticamente vinculados
al peronismo como el ongarismo en el movimiento obrero, la UNE en el
movimiento estudiantil, sacerdotes del Tercer Mundo, etc.
Direcciones
sindicales, que eran expresión de sectores de raíz ideológica
nacionalista, que se enrolaban en el “peronismo duro” como telefónicos,
sanidad, etc.
Direcciones
sindicales influenciadas por el radicalismo y los socialistas
democráticos, expresados en ferroviarios (Scipioni), viajantes
(Arrausi), etc.
Sectores sindicales que respondían a la política del Partido Comunista
Grupos
políticos con posiciones radicalizadas, que no escapaban a la
influencia del Partido Comunista Revolucionario (PCR), Partido
Revolucionario de los Trabajadores, ex Movimiento de Liberación
Nacional, etc. Dicha central obrera fue el producto de un complejo
conjunto de circunstancias, pero reflejaba en esencia la conjugación de
elementos como fueron por un lado la presión social del proletariado que
fue adoptando posiciones antidictatoriales y la necesidad de expresarse
en una organización sindical para su lucha económica ante las medidas
que la dictadura tomaba.
“Más vale honra sin sindicatos que
sindicatos sin honra” y “Unirse desde abajo y organizarse combatiendo”,
fueron las consignas que encarnaron el espíritu que dio origen a dicha
central.
En su corta vida, fue además un espacio
de encuentro “en la acción entre ese activismo y grupos de
intelectuales, profesionales y artistas”. El semanario de CGTA se
convirtió en un instrumento central de ese intento. Dirigido por Rodolfo
Walsh, y denominado simplemente “CGT”, editó 55 números entre mayo de
1968 y febrero de 1970. Llegó a editar un millón de ejemplares y sus
páginas sirvieron, por ejemplo, para publicar por primera vez, dividida
en varias notas, la investigación de Walsh sobre el asesinato del
dirigente metalúrgico de Avellaneda Rosendo García: “¿Quién mató a
Rosendo?”, un análisis del significado político, y de los métodos de
acción del vandorismo.
La CGTA fue también el escenario en el
que se desarrollaron experiencias de militancia artística como los
artistas plásticos que dieron lugar a “Tucumán Arde”, las del pintor
Ricardo Carpani, o las del Grupo Cine Liberación.
Partiendo de la situación de crisis de
la industria azucarera en Tucumán, del cierre de ingenios, de pobreza en
aumento, de altísimos índices de mortalidad infantil, conviviendo junto
a un grupo de familias “tradicionales” propietarias de grandes
extensiones de tierras, de ingenios, que invertían sus enormes ganancias
para consumos suntuarios o inversiones especulativas fuera de la
provincia, un conjunto de artistas plásticos de Rosario y Buenos Aires
entre ellos Roberto Jacoby, Pablo Suárez, Beatriz Balve de Buenos Aires y
Juan P. Renzi y Rubén Naranjo de Rosario, viajan a la zona, para
desarrollar un trabajo de documentación y registro de testimonios con la
población (fotos, filmaciones, grabaciones, etc.) y se vinculan con
obreros, estudiantes y sindicalistas ligados a la regional de la CGTA,
al Sindicato de Trabajadores Azucareros (FOTIA), gremio docente, etc.
Posteriormente, realizan dos muestras
denominadas “Tucumán Arde”. En Rosario se llevo a cabo el 3 de noviembre
de 1968, en el local de la CGTA, Córdoba al 2100, “al cruzar el pasillo
de entrada a la sede sindical, el público se veía obligado a optar
entre pisar los nombres de los dueños de los ingenios, o esquivarlos
dificultosamente. En las paredes estaban pegados los afiches de la
campaña callejera, recortes de periódicos que daban cuenta de lo decían
los medios sobre la situación provincial, diagramas que ponían en
evidencia las relaciones entre el poder económico y el poder político
local, cartas de pobladores y maestras...Grandes carteles colgantes,
pintados a mano sobre tela, con diversas consignas, entre las que
predominaban “Visite Tucumán, Jardín de la Miseria, No a la
tucumanización de nuestra patria o Tucumán, no hay solución sin
liberación”, atravesaban el pasillo y el interior del hall central.
(....) numerosos paneles sobre los que desplegaban fotografías ampliadas
a tamaño mural que testimoniaban la situación de miseria que se vivía
en la provincia”. Además se proyectaban cortos y audiovisuales
elaborados con materiales recogidos durante el viaje, y se repartían
folletos sobre la situación tucumana.
Argentina. Afloran los límites del modelo: Un balance de los Economistas de Izquierda
AFLORAN LOS LÍMITES DEL MODELO
Un balance de los Economistas de Izquierda
Resumen y gacetilla
Un nuevo documento suscripto por
integrantes y simpatizantes de la red EDI, Economistas
de Izquierda, titulado “Afloran los límites del modelo” traza un balance de
la etapa, analizando desequilibrios estructurales, problemas de coyuntura e
interpretaciones en disputa.
En la primera parte del texto
describen como se consumó la depredación
de los yacimientos petroleros y estiman necesario anular las concesiones
nacionalizando YPF sin indemnización, para recomponer el auto-abastecimiento de
combustible. También critican el sistema de gestión que destruyó los
ferrocarriles y consideran necesaria la re-estatización bajo control de los
trabajadores y usuarios, para financiar el transporte de pasajeros con los
réditos del transporte privado de cargas.
El
documento detalla los efectos destructivos de los emprendimientos mega-mineros
y propone derogar la legislación neoliberal vigente, fijando estrictas normas
para garantizar la elaboración local de las materias primas. Se analiza también
como forjar un esquema de agricultura diversificada que supere el cultivo
sojero, mediante la reconstitución de la Junta Nacional de Granos y la
nacionalización del comercio exterior.
Los
firmantes del texto estiman que el proceso de reindustrialización se ha
estancado en un marco de concentración, extranjerización, remisión de
utilidades y baja inversión. Consideran que el salario formal se recuperó, pero
subrayan la gran distancia que existe entre esa recomposición y el avance de la
productividad o las ganancias. Subrayan que el ingreso promedio continúa por
debajo de la canasta familiar y que los jubilados siguen relegados.
La segunda
parte del documento destaca que más allá de los vaivenes cíclicos, persiste una
gran desigualdad social, acentuada por el abandono de los proyectos de mayor
progresividad impositiva. Señala, además, que el intento de implementar
políticas pro-empresariales mediante la denominada “sintonía fina”
chocaría con las mejoras sociales y se alejaría de una agenda progresista.
El texto
detalla como la continuidad de la inflación erosiona los ingresos populares e
interpreta que la carestía obedece a la primacía de altos patrones de
rentabilidad, concertación oligopólica y baja inversión. Propone formas
efectivas de control de precios a partir de evaluaciones de los costos. Destaca
la gravedad que presenta la fuga de capitales y propone drásticas medidas para
frenar este drenaje.
El escrito
también evalúa que el superávit fiscal se ha extinguido y estima que el uso de
los recursos del ANSES para el financiamiento oficial es una bomba de tiempo.
Considera que ese bache no se corrige con aumentos de tarifas, ni retomando el
endeudamiento externo que siempre asfixió a la Argentina. Estima que los bancos
lucran con la intermediación sin proveer créditos de largo plazo y propone otra
política en la órbita financiera.
En la
tercera parte del documento se polemiza con los enfoques neoliberales que
suelen objetar el “populismo”, presentando las restricciones económicas
del entorno como un dato inamovible. Recuerda que todos los gobiernos
precedentes recurrieron al endeudamiento y al sobre-gasto público e ilustra
como la crisis capitalista internacional en curso, descoloca las convocatorias
a “imitar al resto del mundo”. Destaca que estos llamados disfrazan la
reintroducción de políticas de ajuste.
Pero el
documento también crítica a los economistas oficialistas que fantasean con la
auto-propulsión del consumo, olvidando el soporte de rentabilidad que
caracteriza al capitalismo. Cuestiona la expectativa de forjar un modelo de
“capitalismo serio”, remarcando que todas las variantes de este sistema impiden
la igualdad social. Resalta, además, que en los hechos el “capitalismo de amigos”,
camino elegido para forjar un sujeto nacional burgués, es la antítesis del
ideal promocionado.
En
contraposición a ese proyecto, el documento de EDI concluye presentando el nuevo cuadro de situación que están
creando las demandas instaladas por los movimientos sociales, las
organizaciones gremiales y las asambleas ciudadanas.
Marzo 2012
Claudio Katz, Eduardo Lucita, Jorge Marchini, Guillermo
Gigliani, Jose Castillo, Alberto Teszkiewicz, Julio Gambina, Mariano Féliz,
Jorge Orovitz Sanmartino, Martín Ogando, Sergio García, Hugo Azcurra, Guillermo Almeyra, Martín Kalos Ariel
Slipak, Facundo Lastra.
AFLORAN LOS LÍMITES DEL MODELO
Un balance de los Economistas de Izquierda
Transcurrida una década del reemplazo de la convertibilidad se
generalizan los interrogantes sobre el rumbo de la economía. Las etapas de
expansión sin obstáculos (2003-2008) y desajustes controlados (2009-2011) han
quedado atrás y ganan visibilidad las grietas del modelo. Hidrocarburos,
minería y ferrocarriles son áreas críticas, la sojización se afianza, la
recuperación del empleo productivo pierde dinamismo y son numerosas las
obstrucciones que enfrenta la reindustrialización.
La creciente extranjerización y concentración de la economía, el fracaso
del intento de recreación de un sujeto burgués nacional, el dominio de las
formadoras de precios, son rasgos cada vez más acentuados, mientras que la
disputa por el excedente y la fuga de capitales, alimentan el proceso
inflacionario y la perdida de competitividad deteriora las exportaciones
industriales y amenaza el nivel de empleo.
Hay sin duda problemas de coyuntura. Cualquiera sea la evaluación del impacto
que pueda depararnos la crisis capitalista mundial,
ya nadie habla del “blindaje argentino”. El balance de divisas ve reducir su
superávit y la situación fiscal se deteriora. Sin incrementar los recursos de
la Tesorería habrá dificultades para repetir la receta del 2009 y sortear la
caída de la actividad que se avecina, con gasto público o expansión del
consumo.
¿Se agotó el modelo económico actual? ¿Hay margen para el desarrollo en
un esquema que preserva el extractivismo? ¿Alcanzaron un techo las mejoras
sociales y las importantes conquistas populares de los últimos años? En lo que sigue planteamos un balance poniendo énfasis en
los problemas más acuciantes que enfrenta la economía argentina.
PARTE 1: LOS
DESEQUILIBRIOS ESTRUCTURALES
La
depredación de los hidrocarburos
La situación energética
del país no está colapsada, pero ha llegado a un límite que marca un estado de
crisis aguda. Este se expresa en la debilidad de la producción
hidrocarburífera; en la insuficiencia tanto de la capacidad de refinación
instalada como de las redes de transmisión y distribución de los fluidos.
También en lo embrionario de las energías alternativas. Pero en un país cuya
matriz energética es fuertemente dependiente de los hidrocarburos (90%), sobre
todo del gas, es allí donde se concentra el núcleo duro de la crisis latente.
Argentina es un
país que tiene petróleo, lo sabemos desde hace ya más de 100 años, pero no
puede decirse sea un país petrolero, puesto que el nivel de sus reservas comprobadas
no permite esa caracterización. Sin embargo a fines de los ochenta logró el
autoabastecimiento y pocos años después se transformó en un país exportador. En
rigor se exportaban reservas (se calcula se exportaron algo así como el 50% de
las comprobadas en petróleo y el 15% de las de gas) y el resultado ha sido inequívoco: pérdida
del auto-abastecimiento y conversión de Argentina en importador neto de
gas natural, fuel y gas oil.
Así la balanza
energética ya no exhibe excedentes de 2041 millones de dólares como en el 2010,
en 2011 el balance fue negativo en 2931 millones (fuente INDEC). Lo que se
preanuncia son fuertes desbalances crecientes. Las importaciones de gas
boliviano se duplicaron y los subsidios del Estado al sector energético
aumentaron en forma exponencial. El problema no se limita a amenazas de cortes
en verano o falta de gas en invierno. Ha emergido un gran obstáculo para toda
la economía, derivado de la escasez estructural de combustible.
Así las reservas
bajaron de 20 años, en los ’90, a 10 en 2009 y de 17,2 años, en el 2000, a 7,8
años, en 2009, respectivamente. Este desmoronamiento fue un resultado directo de
la ausencia de exploraciones. En la década de los ‘80 se incorporaron 1026
pozos, en el decenio posterior 989 y en el siguiente 484.
REPSOL es el
principal responsable de este desplome. Se apoderó de YPF cuando el barril que
actualmente ronda los 100 dólares sólo costaba 20 y dedicó su gestión a vaciar
los pozos ya descubiertos. Giró sistemáticamente utilidades al exterior e
invirtió en otras regiones (EEUU, Brasil, México, Caribe, África). Argentina
figuró siempre como la principal fuente de ingresos de la compañía y la renta
del subsuelo nacional fue destinada a abrir negocios en otras latitudes.
En sus propios
balances se informa que esos lucros surgieron del vaciamiento de los pozos ya
existentes. Esa extracción aseguró un altísimo nivel de rentabilidad. Sólo en
el período 2008-2010 la empresa obtuvo beneficios netos por 13.380 millones de
pesos y distribuyó el 90 % de esas ganancias.
Un fraude
complementario fue perpetrado por los capitalistas argentinos aliados del
gobierno (familia Eskenazi). Ingresaron a la compañía adquiriendo el 25 % de
las acciones, con fondos surgidos de la distribución de las utilidades. No
pusieron un solo peso y financiaron su compra con créditos solventados en el
vaciamiento de la empresa[1].
El gobierno
participó directamente de esta operación. Destrabó obstáculos legales y
sancionó ajustes de precios en los surtidores. Supuso que esta
“argentinización” permitiría recuperar el control sobre un sector devastado por
las privatizaciones. Pero el remedio fue peor que la enfermedad, puesto que los
empresarios nacionales acentuaron el parasitismo de los ibéricos.
En los últimos
meses este desastre comenzó a repercutir sobre la economía y obligó al gobierno
a presionar por un incremento del abastecimiento. El oficialismo se enojó con
sus viejos socios, quitó subsidios a las empresas (programas petróleo, refino y
gas plus), denunció sobreprecios en el gasoil, cuestionó prácticas monopólicas
(vender más caro a los transportistas que en los surtidores) y obligó a
liquidar las divisas de exportación. Además, votó en el directorio de YPF
contra el reparto de dividendos, amenazó con introducir fuertes regulaciones y
desplegó una retórica muy beligerante (“no podemos volver a la época del
Virreinato”).
Están por verse los
resultados de esta confrontación. Las empresas siempre recurrieron al
desabastecimiento para lograr mayores precios, creando reyertas con todos los
gobiernos. El problema actual tiene otro alcance, puesto que se agotaron los
pozos existentes. Se requieren inversiones de gran porte para buscar nuevos
yacimientos o para explotar afluentes de elevado costo de extracción. La nueva
cuenca de Neuquén podría aumentar significativamente las reservas comprobadas.
Pero contiene combustible no convencional, cuya extracción entraña enormes
riesgos ambientales y exige gastos dos o tres veces superiores al promedio
actual.
Lo ocurrido con
ENARSA demuestra la total inconsistencia de iniciativas oficiales sin recursos
ni financiación. Esa empresa está constituida por un grupo de oficinas sin
actividad real. Es titular de áreas off shore, pero no realizó operaciones
significativas.
REPSOL no parece orientada a modificar sus políticas
empresariales por las presiones del gobierno. Tampoco se muestra dispuesta a
contraer deuda para subsanar el incumplimiento de sus viejos compromisos. Ni
siquiera concretaría inversiones significativas si se alinean los precios locales del combustible con
los niveles internacionales[2]
Algunos
funcionarios gubernamentales comienzan a
buscar asociaciones privilegiadas con otras empresas (como Pan American), otros
grupos (Bridas) y otros financistas (chinos). Pero un cambio de favoritismo no
resolvería el problema de las inversiones faltantes.
La
necesidad de la anulación de las concesiones y de la nacionalización surgen del simple
incumplimiento de contratos, que estipulan la obligación de realizar las
inversiones, que al no realizarse han llevado al vaciamiento de los recursos y a
la emergencia energética actual. No sólo
el país tiene argumentos jurídicos de sobra para adoptar esta decisión, sino
que también puede litigar en tribunales internacionales por el fraude que ha cometido
REPSOL. Obviamente esta controversia no podría procesarse en el ámbito del CIADI,
que ya tiene preparados dictámenes a favor de
las transnacionales antes del comienzo de cualquier juicio[3].
La
re-nacionalización de YPF es una alternativa considerada por todos los actores
del sector. Incluso ha trascendido que los principales artífices de la
privatización menemista habrían propuesto alguna modalidad de estatización que
favorezca a REPSOL. Los Economistas de
Izquierda sostenemos que hay que prestar mucha atención a la eventualidad
de otra estafa, a través de alguna recompra de la compañía con fondos públicos,
que terminaría siendo funcional a otros negocios privados.
Algunos proyectos
en danza señalan la desventaja padecida por haber perdido la compañía estatal
que mantuvieron Brasil, Uruguay o México. También se remarca el giro estatista
que prevalece a escala internacional, desde el momento que 16 de las 20 mayores
empresas del mundo pertenecen al sector público[4].
Asimismo es posible concebir distintos modelos de gestión futura, otorgando
suma relevancia a una asociación petrolera
sudamericana.
Pensamos
que es necesario estar atentos a los movimientos del gobierno y a las acciones
que tome, que por el momento no parecen demasiado definidas, pero para nosotros
resulta indispensable
precisar si la renacionalización incluirá o no indemnizaciones. En el primer caso se aceptaría la estafa realizada
y el país quedaría sin fondos para
realizar las inversiones postergadas para explotar y extraer lo recursos. No
basta acuñar una nueva denominación (YPF Federal) o hacer ondear la bandera de
la recuperación energética. Hay que detallar cómo se instrumentará ese
objetivo. La compra de la empresa (al contado, en cuotas o con deuda), abonando
parcial o totalmente su precio bursátil (11.000 millones de dólares según la
actual cotización accionaria en New York (Clarín 14.3.12), introduciría un quebranto de las finanzas públicas.
Para quiénes
integramos EDI la única respuesta
progresiva y transformadora a esta situación es la anulación inmediata de las
concesiones, la re-nacionalización sin indemnización de YPF y la devolución
constitucional de la propiedad del subsuelo que la Nación, Pacto de Olivos
mediante, delegó a las provincias con la Reforma Constitucional del ‘94. Esta
reforma fue perfeccionada por la llamada Ley Corta de fines del 2006, iniciativa del gobierno de entonces que el
Congreso Nacional sancionó junto con exenciones impositivas inéditas a la
actividad.
La transferencia del
dominio que el Estado nacional históricamente tenía sobre los yacimientos y los
permisos de exploración y concesiones a los estados provinciales, otorgó a los gobernadores la capacidad de
negociar con las compañías abriendo así todo tipo de connivencias a espaldas
del país. Para nosotros el destino de los hidrocarburos debe estar en manos del
conjunto de la población y la gestión de este sector estratégico debe desenvolverse
con transparencia y plena información pública.
Claro
que la re-nacionalización y la recuperación para el Estado nacional de la
propiedad del subsuelo debieran ser acompañada de un replanteo de todo el
sistema fiscal, caso contrario se corre el riesgo de desfinanciar a las
provincias, particularmente en sus programas de educación y salud.
Consideramos estas
medidas como indispensables para reconstruir el abastecimiento.
Por otra parte
remarcamos la estrecha vinculación entre la crisis energética y los actuales
problemas de Cuenta Corriente. El problema energético obliga a gastar en
combustibles los dólares que se necesitan para importar insumos y bienes de
capital. Para nosotros es una contradicción que está inscripta al interior del
propio modelo neodesarrollista y que expone una vez más las dificultades
estructurales del sector externo.
El
colapso ferroviario
La decadencia del
sistema ferroviario viene de larga data, puede situarse un punto de inflexión
en el inicio de la década del ’60 con el Plan Larkin, primer intento de
redimensionar la empresa a favor del transporte carretero, luego se suceden
años de marchas y contramarchas, de
sucesión de políticas contradictorias que acentuaron su deterioro. La destrucción lenta pero continuada en el tiempo
fue funcional a los intereses del transporte carretero, especialmente a las
multinacionales de la industria automotriz. Esta opción llevó a la dilapidación
de recursos escasos y muestra la irracionalidad capitalista y sus dramáticas consecuencias
sobre la pérdida de vidas humanas, la polución y la degradación ambiental.
Pero en esta
historia de décadas puede recortarse un período claramente diferenciado, el que
se inicia a mediados de los’90 con las privatizaciones y que llega hasta
nuestros días.
En poco menos de tres
años bajo la figura de la concesión, la empresa estatal –monopólica y con
déficit de servicios- se transformó en numerosas empresas de derecho privado.
De 39.000 km en operación quedaron 22.000, de los que solo se explotan unos
7.500. De 95.000 trabajadores ferroviarios quedan en actividad unos 14.000.
Pero hoy se transportan más pasajeros/km. y más toneladas/km que en aquellos
años. La productividad y el beneficio empresario han crecido exponencialmente y ha sido la renegociación de los contratos a principios de
la administración kirchnerista la que ha perpetuado estas condiciones.
Los servicios
rentables – los de carga- quedaron concesionados a grupos económicos que solo
incorporan mejoras tecnológicas y operativas hasta donde les resulta funcional
a sus propios intereses. Los de pasajeros de mediana y larga distancia son casi
inexistentes, los que tibiamente se repusieron lo hacen en pésimas condiciones
de confort y seguridad. Pero son los servicios suburbanos de pasajeros los que
están en el límite de sus posibilidades.
No obstante el
carácter prebendario de la privatización, la gestión privada de las empresas no
ha cumplido con los pliegos licitatorios. No han invertido, no pagan los
cánones establecidos ni los inventarios que se les transfirieron a precio vil y
el Estado asigna año a año mayores partidas presupuestarias para subsidiarlas.
El colapso de las
líneas San Martín, Roca y Belgrano Sur, así como los accidentes que se sucedían
en la línea Sarmiento anticipaban lo que podía suceder. A pesar de esto el
gobierno nacional al tener que hacerse cargo de las líneas colapsadas no encontró
mejor solución que darlas en gerenciamiento a los mismos grupos empresarios que
se beneficiaron de la privatización ferroviaria y que continúan explotando
otros servicios. Una suerte de asociación ilícita (Cirigliano, Roggio,
Techint), con la activa participación de la mafia sindical que perpetró el asesinato
de Mariano Ferreira.
No hubo inocencia
en esta selección. Los Cirigliano recolectaron aportes para las campañas
electorales del oficialismo, se hicieron cargo del manejo de empresas fantasmas
por petición gubernamental (Safe, Fly) y pusieron su flota privada de jets para
el transporte de funcionarios.
La reciente
tragedia de Once demostró que lo que se anticipaba no era en vano. La muerte de
51pasajeros estuvo precedida por centenares de fallecidos en las líneas que
gestionan los responsables del crimen. Ya es sabido que los frenos y los
para-golpes no funcionan y que los vagones o vías están completamente
obsoletos. Las formaciones circulan bajo amenaza de sanción a los trabajadores
que denuncien los riesgos operativos. Todas las compañías incumplen normas de
seguridad para abaratar costos y aumentar los ingresos con el número de
pasajeros transportados.
Pero el caso
Cirigliano es particularmente escandaloso. Utilizó los subsidios para solventar
un emporio de colectivos, carrocerías, inmuebles y aseguradoras, dentro y fuera
del país. En pocos años convirtió su pequeño emprendimiento en un poderoso
grupo, destruyendo los ferrocarriles que compiten con sus intereses en el transporte
automotor. Realizó incluso maniobras financieras (depósitos
en dólares, compra de títulos) con el dinero público que debía utilizar para la
gestión ferroviaria.
Estos desfalcos
contaron con la complicidad directa de los funcionarios. Nadie
puede alegar desconocimiento. Inspectores, trabajadores, delegados y agrupaciones opositoras se cansaron de presentar denuncias,
así como la Asociación del Personal de Dirección (APDFA) que describieron
reiteradamente la violación de las normas de seguridad. Jaime cajoneó estas
advertencias y Schiavi mantuvo el ocultamiento. Frente a estos antecedentes es
inadmisible la presentación del Estado como querellante ante jueces dóciles al
poder. No hay que olvidar el armado de causas judiciales por parte de Aníbal
Fernández contra los delegados combativos, que anticiparon lo que finalmente
sucedió. Para encubrir los desfalcos de las empresas culpaba a los trabajadores
de “sabotaje”.
Muchos opositores de
la derecha y partidos tradicionales que desempolvan estas denuncias suelen silenciar su
propia participación en el desguace que inició el menemismo en los ‘90,
continúo la Alianza y perfeccionó la administración provisional de Duhalde, con
un decreto que exoneró a las compañías por el incumplimiento de las
inversiones.
La conmoción social
creada por la tragedia de Once y la reacción de los afectados abre una
oportunidad de revertir el desastre ferroviario. En la historia argentina
reciente esa movilización de los familiares ha sido determinante para imponer
justicia, especialmente cuando el gobierno culpa a las víctimas, atribuye el
desastre a la irresponsabilidad de pasajeros colgados, que se agolpan en las
salidas o llenan los vagones en los días laborales. Además, designa a un ex menemista para gestionar la intervención de
TBA y despide con elogios a Schiavi.
Impedir la
impunidad es un punto de partida para reconstruir el ferrocarril. En lugar de
otro parche en los contratos vigentes se necesita un cambio de raíz, que
erradique por completo el modelo de privatización que el gobierno quiere
conservar y la derecha pretende reforzar con demagogia y aumentos de tarifas[5].
Los objetivos
explícitos de la privatización proponían la eliminación del déficit y la
modernización de los servicios por medio de inversiones privadas, luego de casi
dos décadas de privatización los
resultados muestran su inocultable fracaso con el agravante que se ha perdido
el carácter público de estos servicios y el interés social general implícito en
ellos no es tenidos en cuenta. La lógica del capital, como era de prever
prioriza la ganancia por sobre todas las cosas.
A la luz de esta
comprobación la propuesta alternativa de re-estatizar el ferrocarril bajo
control de profesionales, trabajadores y usuarios suscita crecientes
adhesiones. Esta administración permitiría eliminar el despilfarro y la
corrupción. Actualmente se ha duplicado el gasto en subvenciones para manejar
sólo el 15% de los servicios ferroviarios tradicionales.
Para los Economistas de Izquierda la
re-estatización sin fondos perpetuará los problemas. Es necesario definir como
se financiarán las inversiones que necesita el sistema. El patrimonio de
Cirigliano y de todos los grupos que se enriquecieron demoliendo el ferrocarril
debería aportar a esta reconversión. Lo que robaron debe ser devuelto en obras.
Pero la principal fuente de recursos se encuentra en las seis líneas de alta
rentabilidad que transportan mercancías. El transporte de carga debe financiar
al de pasajeros, mediante la estatización de esos corredores privados. Para
nosotros sólo aplicando este criterio comenzaría a erradicarse el manejo de un
estado bobo, que gestiona actividades a perdida para asegurarle a los privados
los segmentos de gran lucro.
Sostenemos que otra
fuente de financiación debería provenir de medidas impositivas tendientes a
asignar a cada modo de transporte terrestre su rol en el marco de un Plan
Nacional de Transporte (reivindicación histórica de los gremios ferroviarios)
que articule y complemente, en función de sus costos de operación, las
distancias y el beneficio público, los distintos modos alternativos.
Resistencias
a la megaminería
Un tercer campo de
tensiones ha salido a flote en las movilizaciones contra la mega-minería. Este
rechazo se verifica en varias provincias, despierta simpatía popular y suscita
el acompañamiento de muchos intelectuales y artistas. La conciencia ambiental
que irrumpió en los cortes contra las pasteras de Gualeguaychú, ha resurgido. Argentina comienza así
a alinearse con las batallas ambientalistas que se
desarrollan en Latinoamérica.
La demolición del
ambiente que produce la mega-minería es aterradora. El viejo socavón para
buscar metales en el subsuelo ha sido reemplazado por dinamita a cielo abierto.
La contaminación del agua potable se generaliza con el uso de cianuro, ácido sulfúrico, mercurio u otras sustancias para
procesar para procesar el mineral. El encarecimiento de los precios internacionales
incentiva este sistema de explotación que habría consumado ya una reducción del
30% del agua generado en los glaciares[6].
Como el agua no
alcanza para compatibilizar la minería con la agricultura, el gobernador de La
Rioja optó por la demolición del subsuelo a costa de los alimentos. Frente a semejante
elección, la demanda “Famatina no se toca” constituye una genuina exhortación a
la vida.
El pretexto oficial
para sostener el negocio minero (“desarrolla el interior”)
debe ser impugnado. Basta observar el saqueo consumado durante los últimos doce
años en Catamarca por la empresa Bajo La Alumbrera. En un sólo ejercicio la
compañía facturó más que en toda su inversión inicial. Pagó impuestos
irrisorios, multiplicó por diez sus ganancias y forjó una “economía de enclave”
para extraer un concentrado de la roca, que deshidrata en Tucumán y exporta
desde Santa Fe[7].
El modelo vigente
en este sector representa una modalidad extrema del neoliberalismo. Las
compañías están exentas del pago del impuesto al cheque y a los combustibles,
gozan de estabilidad fiscal por 30 años, adquieren importaciones sin aranceles
y pagan ínfimas regalías (2,5 a 4%)[8].
Algunos voceros de
las empresas afirman que la actividad generó 250.000 empleos, cuando las cifras
oficiales sólo indican 23.374 trabajadores. En Bajo La Alumbrera se crearon por
ejemplo sólo 480 puestos de trabajo y el gasto en sueldos representa el 2,5%
del monto exportado. La adquisición de insumos locales ha sido también insignificante
y no se erigió en la región una sola escuela o centro de salud.
El emprendimiento
de la Barrick es más escandaloso. Utilizando el tratado firmado con Chile en
1997 forjó en Pascua Lama un país virtual a ambos lados de la Cordillera. La
empresa opera con un acuerdo tributario secreto y abona los sueldos de los
gendarmes en un territorio sin aduanas. La empresa se dispone a depredar
durante un cuarto de siglo un dique de agua de 340 hectáreas y 400 metros de
profundidad. ¿Los discursos sobre Malvinas no deberían ser acompañados por la
recuperación de la soberanía sobre ese territorio? Las Malvinas son argentinas,
pero la región cordillerana también forma parte de nuestro territorio[9].
El negocio de las
compañías extranjeras se asienta en un sistema de complicidades entre
universidades (Tucumán), sindicatos y elites provinciales. El centro de esta
red se ubica en el entorno presidencial (Mercado, Mayoral) y sus agentes
incluyen por igual a gobernadores K y anti-K. Algunos son voceros directos de
las mineras (Gioja) y otros olvidaron la demagogia contra las empresas al asumir
la gestión provincial (Beder Herrera). Este sometimiento a las compañías se ha
consumado, además, al frente de administraciones de distinto signo político
(Corpacci).
El legado menemista
en esta actividad es evidente, pero fue Néstor Kirchner quién permitió a las
compañías liquidar divisas en el exterior (2004) e incentivó la ampliación de
los proyectos que aumentaron un 90% entre 2003 y 2009. La publicitada foto con
los hombres de Barrikc Gold no fue ajena al veto que dispuso Cristina Fernandez
de Kirchner de la ley de protección a los Glaciares. El amparo presidencial a
los gobernadores tiene precedentes en la empresa estatal de Santa Cruz, que
comparte ganancias con las mineras del lugar.
Pero la actitud más
patética en los debates sobre minería se verificó entre los intelectuales
progresistas que justificaron la represión, la acción de las patotas y la
aplicación de la ley anti-terrorista contra los manifestantes. Algunos repiten
el relato infantil de las empresas (“la minería contribuye al desarrollo
regional”) y otros sueñan con subsanar las “anomalías” actuales con la
participación de los estados provinciales en nuevas compañías mixtas. En los
hechos esa oficialización del negocio sólo convalidaría el saqueo en curso.
Algunos pensadores
han cruzado todos los límites, al recurrir a una denigración cínica del
ambientalismo. Justifican la mega-minería argumentando que todas las
actividades productivas contaminan y cuestionan la autoridad de “los
narcisistas porteños” para opinar sobre un emprendimiento del Noroeste[10].
Este curioso
federalismo supone que algunos argentinos pueden opinar y otros no sobre
acontecimientos que involucran a todo el país. Si uno vive en Buenos Aires no
puede hablar mal de la mega-minería de San Juan, pero está habilitado a emitir
elogios del modelo depredador que rige en Chile o Perú. Como “todos contaminan”,
parecería que el reciclado individual de un plástico, tiene la misma
envergadura que la aniquilación de las reservas de agua potable. Como “el
ecologismo es berreta” tampoco hay que prestar atención a los ejemplos
internacionales de prohibición de la minería a cielo abierto que impusieron los
pobladores de Montana, Wisconsin o Colorado. O que el
parlamento europeo prohibió en todo su territorio este tipo de explotación y conminó
al Consejo de Ministros ha hacer efectiva esta disposición.
Otros intelectuales
oficialistas consideran que llegó el momento de “abrir el debate” sobre
minería. Pero este descubrimiento olvida que hace muchos años se discute el
tema en el interior. Con grandes campañas de denuncia lograron nueve leyes
provinciales restringiendo la mega-minería, un plebiscito de rechazó en Esquel
(2006) y varios repudios de universidades (Córdoba,
Rio Cuarto) a la fondos de Bajo la Alumbrera. Esta acción se desarrollo
confrontando con todos los intentos de estigmatizar y criminalizar a los
asambleístas y esta resistencia y permitió, además, la sanción de una
nueva ley de protección de los glaciares apoyada por 300 asambleas
ambientalistas y bloqueada por la justicia de varias provincias[11].
Ninguno de estos
movimientos rechaza la actividad minera. Sólo objetan su variante demoledora.
Esta resistencia converge con protestas similares en otros países
sudamericanos, pero con una diferencia esencial: Argentina
no necesita de este tipo de minería para sostener su economía. Implementa a
pura pérdida el modelo extractivista que rige en toda la región, desde que la
innovación tecnológica, la especulación con materias primas y el crecimiento de
China revalorizaron la extracción de metales.
El ingreso de
divisas que genera ese sector no es vital para nuestra balanza comercial,
tampoco aporta demasiado al PBI. Para EDI es
imprescindible exigir la elaboración local de las materias primas. Argentina no
necesita una minería de exportación, sino procesos de extracción asociados a la
reindustrialización de la economía.
Para nosotros derogar
la ley vigente es el punto de partida para cualquier replanteo de la minería. Hay 12 proyectos en operaciones, tres en
construcción y 340 iniciativas a
futuro. El país está a tiempo de garantizar la protección ambiental prohibiendo
el cianuro, la voladura de cerros y todas las maniobras de las empresas,
para poder desarrollar la actividad con licencia y control social y de acuerdo a los intereses nacionales. Al
igual que en los hidrocarburos este problema involucra a toda la nación y no
puede quedar sujeto a decisiones locales. La contaminación nunca se limita al
radio geográfico original de las explotaciones. Si hay consultas o plebiscitos
para definir cursos de acción deben participar todos los ciudadanos. El derecho a la vida, al ambiente saludable y a las
culturas pre- existentes forman parte de nuestra noción de desarrollo.
El fin
del conflicto con el agro
La fragilidad
estructural de la economía argentina radica en su enorme dependencia del
cultivo de la soja que ha expandido su preeminencia. Ya ocupa el 56% de la
tierra cultivable y avanza con deforestación (un millón de hectáreas entre 2002
y 2006) y agro-tóxicos (300 millones de litros por año). Este predominio no se
extiende sobre áreas vacías. Hay desalojo de campesinos y pobladores
originarios, concentración de la tierra en la región extra-pampeana y abrupta
reducción del número de explotaciones (24% menos desde 1988).
La reconciliación
en curso entre el gobierno y los agro-sojeros tiende a dejar atrás un fuerte
conflicto. Este reencuentro quedó sellado durante el lanzamiento del nuevo plan
agro-alimentario, que reafirma el esquema
sojero. Se promueve un aumento general de la
producción (157 millones de toneladas en 2020), para consolidar el avance
registrado entre el 2002 y el 2010 (de 70 a 100 millones de toneladas) con más
superficie sembrada e incrementos de productividad. Pero el programa sólo habla
del volumen proyectado. No dice cuántos productores sobrevivirán, en un modelo
que incrementa la preeminencia de las grandes compañías y los pools de siembra[12].
La Mesa de Enlace
cajoneó la demanda de bajar las retenciones para elogiar este plan. Este viraje
obedece a la continuidad de un negocio floreciente. La tonelada de soja que se
cotizaba a 160 dólares en 2001 alcanzó en estos días nuevamente los 500; el
precio de la tierra subió 120% en la última década y se registran ganancias sin
precedentes por hectárea sembrada. Quiénes ganan fortunas no están motivados
para la protesta.
El gobierno
distendió, además, las relaciones con el sector satisfaciendo parte de sus
pedidos. Se reiniciaron las compensaciones la actividad láctea y ganadera, se
autorizaron aumentos de precios (carne, leche, pollo, pan) y se asignaron reintegros
por adversidades climáticas. Así los conflictos se desplazaron hacia el interior
del sector (tensiones por la distribución del trigo entre productores,
molineros y exportadores)[13].
Este clima pos-electoral explica la aceptación
general de una ley de tierras que había suscitado divergencias. Los
beneficiarios de un modelo de exclusión, desigualdad y desarraigo coincidieron
en proteger su principal recurso de la competencia foránea. Prefieren asegurar
la presencia de muchos Grobocopatel y pocos Benetton en el agro-negocio.
Los sojeros
continúan presionando por asegurar su liderazgo de la economía. Proponen
actualizar la inserción internacional de Argentina como “granero del mundo”,
ampliando las actividades alimentarias para erigir el “país-góndola del siglo XXI”. Demandan
prioridad para el sector, precio pleno de los productos y liberación de
mercados[14].
Claro que subsisten
áreas de fricción con el gobierno (ley de arriendos, manejo de la ONCCA,
subsidios por sequía, tipo de cambio efectivo), pero ha desaparecido la
confrontación del 2008. Los puentes con el gobierno han quedado reabiertos,
desde el momento en que, tomando nota de la fuerte movilización del agro, se renunció
a sostener el financiamiento de las arcas públicas incrementando el flujo de
renta agraria con mayores retenciones. El oficialismo ha cajoneado también las
propuestas de restaurar la Junta Nacional de Granos para recrear una
agricultura diversificada. Sólo insisten en atenuar el impacto interno de los
altos precios de exportación con un programa de perpetuación del status quo,
que genera cuestionamientos dentro del propio espectro gubernamental[15]. Mientras tanto continúa el negocio clave de las
grandes exportadoras que controlan el comercio de granos y oleaginosas.
Los agricultores
empobrecidos son las víctimas de un cultivo transgénico con efectos ambientales
impredecibles. Ningún gobernador protege a campesinos expropiados. Estos
sectores rara vez son catalogados como “pequeños productores”. Esta denominación
se utiliza en cambio para describir a los capitalistas medianos de la Pampa,
que manejan significativas inversiones, como contratistas y/o propietarios de
actividades sojeras. Para nosotros es importante clarificar el uso de ese
concepto, frente a tantos proyectos de segmentación de las retenciones para
productores de 600, 1500 o 2500 toneladas. Estos sectores participan de la
actividad más rentable del país y no necesitan ningún auxilio del Estado. Un
cambio en los porcentajes del impuesto debería en todo caso legislarse al
interior del propio sector, sin ningún costo para el resto de la sociedad. Si
baja lo aportado por un productor medio, que aumente la contribución del más
poderoso.
Para los Economistas de Izquierda un escenario agrario favorable a las mayorías
populares exige discutir otro temario: cómo se regularán los precios y
mercados, de qué forma se reconstituirá una Junta Nacional de Granos y cómo
debería operar en la actualidad un comercio exterior nacionalizado.
La
reindustrialización frenada
La recomposición
del tejido industrial -que el gobierno presenta como su prioridad estratégica-
se ha estancado. Es cierto que el sector manufacturero creció
significativamente en la última década (más del 80%), por una combinación de
los vaivenes cíclicos y políticas
estatales activas. La intención neo-desarrollista de restaurar la gravitación
de este segmento no logra anclaje en la realidad económica. La industria ocupa incluso un lugar menor que en los años ‘90 y ‘80
Tampoco se ha
modificado la escasa diversificación del sector. Tres ramas concentran el 75%
de la actividad (automotriz, metalurgia y minerales no metálicos) y la fuerte
recuperación de los puestos de trabajo, no alcanzaron aún a superar el nivel de
empleo predominante en 1997. Las ramas más dinámicas operan con tecnologías
intensivas que exigen poca mano de obra y las cinco actividades que en los ‘90
reunían el 60% de la producción, hoy concentran el 67% del total[16].
Estos resultados
obedecen en gran medida al elevado grado de concentración que impera en la
industria y también a la ausencia de un plan
estratégico para el sector. El valor bruto de producción de las 200 firmas
líderes trepó del 20% en los ’90 al 28% actual. Ese núcleo de compañías maneja,
además, el 73% de las exportaciones totales (2003-09), en un marco de gran
consolidación de la extranjerización consumada bajo el menemismo. Esta primacía
ha registrado cambios muy leves en la última década. De las 500 principales
empresas que explican el 68% de las utilidades totales, 338 son foráneas[17].
El efecto de esta
preeminencia es una fuerte transferencia de utilidades al exterior bajo el
amparo de la actual legislación de inversiones extranjeras y los casi 50
convenios bilaterales de inversión que dan total libertad a las multinacionales.
Esa remisión determina periódicas tensiones cambiarias, que el gobierno
responde con exhortaciones (ahora también con controles). Pero no hay ninguna
medida de fondo para revertir el nocivo sistema de protección de inversiones
que impuso el Banco Mundial[18].
Todos los balances
empresarios indican elevadas ganancias de los industriales bajo el modelo
actual. Pero estos informes también destacan que la tasa de reinversión local
ha sido efímera. Algunas evaluaciones señalan que entre las 500 mayores firmas
ese porcentual bajó del 24,7% (1993-2001) al 14,7% (2002-2009), mientras el
déficit comercial de la industria crecía hasta generar el agujero actual
(20.000 mil millones de dólares en 2010). Las importaciones se expanden a un
ritmo muy superior a las ventas externas, junto a una decreciente integración
de componentes nacionales[19].
Los viejos
problemas de una industria dependiente, fracturada y deficitaria se han
acentuado con la creciente internacionalización del sector. Estos
desequilibrios son muy visibles en la rama automotriz, que ha reducido la
incorporación local de partes (45% en promedio), al cabo de un prologando
desguace de los abastecedores nacionales. Las pautas de inversión en esta
actividad son particularmente irracionales, puesto que se establecen en función
del mercado externo sin considerar, por ejemplo, la prioridad del transporte
público nacional.
Algunos economistas K consideran que estas
limitaciones no desmienten la vigencia de un “modelo productivo con inclusión
social[20].
Pero evitan registrar que el gobierno se limita a convalidar una lógica
capitalista de pura rentabilidad, que avala la fabricación de autos (en lugar
de trenes) o la construcción de torres en Puerto Madero (en desmedro de
viviendas en los barrios populares).
La expectativa
neo-desarrollista de “profundizar el
modelo” en una dirección industrialista se está disipando en favor de la
“sintonía fina”. Muchos simpatizantes del modelo reconocen, que para
contrarrestar la presión hacia la especialización agro-exportadora se
requerirían drásticas medidas estatales, que por ahora son solo potenciales[21].
Salarios
en dos velocidades
Los economistas del
gobierno afirman que el “modelo devolvió dignidad a los trabajadores, creó
millones de puestos de trabajo y aumentó el salario real”. Esta caracterización
atribuye ese resultado exclusivamente a la política económica. Obvian señalar
que es el efecto combinado de políticas estatales (reimplantación de paritarias)
con múltiples condicionantes (coyuntura internacional favorable, recuperación
cíclica de la ocupación y los ingresos, conquistas de la movilización social).
En el sector formal
el salario aumentó 285% en promedio entre diciembre del 2001 y julio 2010. Según el índice de
inflación que se tome para realizar la comparación (INDEC, cálculos
provinciales, estimaciones privadas), ese incremento se ubica por encima o por
debajo de la carestía. Entre los economistas existe cierto consenso en evaluar
que ha predominado cierta paridad entre las dos variables. Pero en el mismo
período se registró un aumento de la productividad muy superior al incremento
de los salarios
reales y por esta razón los costos salariales decayeron. El contraste es
más significativo si la evaluación se realiza comparando con los beneficios. Las
ganancias de las empresas se duplicaron en la última década y su patrimonio es
200% mayor que en el 2003. La “tracción del modelo por los salarios” -que
ponderan algunos simpatizantes del curso actual- es discutible o debe relativizarse
ante semejante expansión de la tasa de ganancia[22].
Durante la última
década ha sido significativa la consolidación de la fractura del mercado laboral iniciada en
los ’90, no sólo entre los trabajadores formales e informales, sino también al
interior de la estructura formal. Siendo que la precarización se extiende por
el conjunto. Mientras que el 20% de los trabajadores mejor remunerados del
sector privado capta el 52% de la masa salarial, el 20% ubicado en la base
percibe el 5,2% de ese total[23].
Esta subdivisión
explica la centralidad que han alcanzado ciertas demandas de la CGT sobre el
mínimo no imponible y las asignaciones familiares, así como el frustrado
proyecto sindical de distribuir las elevadas utilidades entre el personal de
cada empresa. Para los Economistas de Izquierda
la constatación de la continuidad de esta fractura obliga a considerar esas
demandas cegetistas, y darle prioridad a la exigencia de salarios mínimos
iguales a la canasta familiar, para comenzar a cerrar la brecha al interior de
los trabajadores.
En la actualidad se
computan 11.800.000 asalariados, de los cuales 7.8 millones registra en el
sector formal y 4.0 millones en el informal. El salario promedio sobre el que
se realizan los aportes jubilatorios llega a los 5,500 pesos, pero el 55% de esos
trabajadores percibe hasta 4000, muy alejado de la canasta familiar estimada
entre 5.000 y 6.000 pesos. En el otro extremo 1.4 millones gana entre $7.000 y
30.000 o más pesos al mes. Los trabajadores no registrados ganan como mínimo un
30% menos que los registrados. Esta fragmentación se percibe también al
interior de los trabajadores del sector público, entre los del Estado nacional
y los que laboran en los Estados provinciales y municipales. (Fuente: INDEC y
Dirección Nacional de Programación Económica)
Así el modelo ha
consolidado la categoría del “trabajador pobre” (que no cubre la canasta
familiar), frente a la figura del “desocupado pobre” que prevalecía en la
crisis del 2001. La reducción de la informalidad, de 44% a 34.2% (2003-11) es
significativa, pero se relativiza cuando se la compara con la tasa de
crecimiento de la economía en el mismo período.
En este contexto se
verifican situaciones extremas de explotación no sólo entre trabajadores rurales (jornadas de trabajo de 16 horas que ahora podrán
revertirse con la sanción de la ley que reglamenta los horarios), carpas en
lugar de viviendas, escasa alimentación. Los padecimientos de los tercerizados
o de los costureros que trabajan en los galpones son igualmente dramáticos. El
Gran Buenos Aires vuelve a concentrar una enorme masa de desposeídos del
interior y países vecinos, que
sobreviven con trabajos miserables. El gobierno afirma que atenúa estas
desventuras con un gasto social mayúsculo. Pero este reconocimiento no hace más
que confirmar el asistencialismo que contiene al modelo y contradice su
identificación con la inclusión social o el trabajo genuino. La asignación por hijo
representa efectivamente una innegable conquista popular, que ha otorgado
cobertura a millones de desamparados, sin embargo no alcanza a todos los carenciados y su monto
queda periódicamente erosionado por la
inflación.
No
hay que sobredimensionar el costo real de ese auxilio, que en líneas generales
se asemeja al vigente en la mayoría de los países latinoamericanos. Estas
semejanzas permiten comprobar que el
capitalismo como sistema resigna, en
esta fase, un determinado porcentaje del PBI para atenuar
los efectos de la acumulación y
reproducción en este período histórico.
No obstante esta
conquista social ha recibido igualmente críticas gorilas (“los pobres se lo
gastan en droga”) y objeciones malintencionadas a su implementación (“el
sistema es desorganizado”). Para nosotros lo central radica por un lado en la
carencia de un financiamiento genuino -que se reemplaza con, entre otros, fondos de la ANSES- por lo tanto en la
dependencia de recursos presupuestarios muy variables. La reiterada propuesta
de sostener el programa asistencial con transformaciones impositivas, que
suscribimos, jamás fue escuchada por el oficialismo, mientras persiste la falta
de una real universalidad.
También la cuestión
de los jubilados suscita confusiones. El gobierno suele concentrar todos sus dardos
polémicos contra los derechistas que hacen demagogia, demandando los aumentos
que negaron bajos sus administraciones. Estos opositores nunca explicitan cómo
financiarían las mejoras. El oficialismo destaca que expandió la cobertura
hasta el 95% de la población y estableció un sistema de movilidad periódica de
los haberes. Ambos son avances significativos, pero
esto no quita que el mínimo se sitúa en la mitad de la canasta básica de un
retirado y que el promedio de ese ingreso apenas alcanza al 40% del promedio de
los activos. Tampoco aclara qué sucederá con la enorme masa de trabajadores
informarles que no aportan a la seguridad social.
Los economistas K
suelen reciclar viejos fantasmas neoliberales (“aumentará el trabajo en negro
por aumento del costo laboral”) cuando se les propone reimplantar las
contribuciones patronales eliminadas por Cavallo. Por el contrario los Economistas de Izquierda sostenemos que
esta reposición de fondos permitiría como mínimo elevar las jubilaciones
mínimas al 82% del salario mínimo, avanzando así hacia el 82% móvil rompiendo con la continuada violación de un
derecho popular.
PARTE 2: LOS
PROBLEMAS DE LA COYUNTURA
Desigualdad social y política tributaria
Los estudios
oficiales intentan demostrar que “el modelo reduce la desigualdad”. Destacan
que la diferencia entre el 10% más rico y el 10% más pobre se redujo de 37 a 16
veces (2003 -2010), que el índice Gini declinó de 0,54 a 0,39% y que la
participación de los trabajadores en el ingreso mejoró de 34,5 a 44,9% (2003-2010) [24].
Estos cambios han
seguido una pauta cíclica determinada por el nivel de actividad y los vaivenes
del mercado laboral. Si se considera un período prolongado (y no la sesgada
comparación tras el colapso del 2001) se verifica que el coeficiente Gini
prácticamente no cambió entre 1994 y 2010.
Hubo un fuerte
empeoramiento en el período 1994-2002 y una importante recuperación posterior,
que sitúa el promedio actual muy cerca del vigente en 1995. No desconocemos la
evolución de estos ocho años pero nos parece las
comparaciones significativas hay que establecerlas con la marca histórica del
“fifty-fifty” de los años 50 o 70, que se encuentran muy lejos de los
resultados generados por el modelo en curso[25].
En cualquier debate
sobre este tema aparece la dificultad de los indicadores construidos con datos
del INDEC, estos no tienen fiabilidad alguna desde el 2007. Las estadísticas
sobre la distribución funcional del ingreso (división del producto entre
salarios y ganancias) quedaron, además, discontinuadas desde 1975. Pero si se
toma la distribución personal del ingreso que mide el Gini y la participación
de los diferentes deciles de la población en el ingreso total se confirma la
escasa variación en el largo plazo. La fractura entre clases medias/medias y
altas y trabajadores de buenos ingresos que consumen y sectores bajos que
subsisten no se ha modificado.
Existen otras
formas de evaluar la desigualdad mediante contrastes de la evolución de
salarios con el producto, las ganancias o la productividad. En este contrapunto
la persistencia de la inequidad salta a la vista.
Parte
de esa desigualdad que señalamos son las dificultades que encuentran los
sectores populares para acceder a servicios de educación, salud y comunicación
de calidad. Un párrafo aparte merece la situación de la vivienda. Durante estos
años han aumentado los emprendimientos
constructivos, pero los episodios del Parque Indoamericano
o los de Jujuy y Formosa han dejado en evidencia la insuficiencia de los mismos.
La comparación con
los balances de las empresas que cotizan en Bolsa es más chocante aún. La
rentabilidad empresaria superó los niveles previos a la devaluación en un 90%,
se duplicó en el período 1996-2008 y se mantuvo elevada incluso en la caída
recesiva del 2009. Algunas estimaciones destacan que las ganancias promediaron
en el inicio del modelo (2002-06) un 35,8% frente a 23.9% de la convertibilidad[26].
Quiénes integramos EDI sostenemos que la desigualdad no
puede reducirse en forma significativa sin tocar esas ganancias. Suponer que
ambas pueden progresar simultáneamente, aumentando así el bienestar de todos
los actores económicos es una ilusión tan inconsistente, como la teoría
neoliberal del derrame. Se ignora que el sistema
del capital se basa, y es a su vez la fuente, de las desigualdades sociales.
Los propios
“representantes del pueblo” recrean abiertamente la desigualdad cuando se
auto-otorgan aumentos de dietas legislativas, que obviamente nadie toma como
parámetro para las negociaciones paritarias. El escándalo que suscitan esos
privilegios suele oscurecer que el epicentro de la brecha social se ubica en el
sector privado, dónde hay gerentes con sueldos mensuales de 2 a 10 millones de
pesos. Es una hipocresía justificar estas remuneraciones con argumentos de
libertad en el sector privado. Todas las empresas surgieron y operan mediante
el sostén directo o indirecto del sector público. La desigualdad que se
proyecta al Estado proviene del mercado.
En muchos de los
economistas oficialistas se ha consumado un giro conservador para justificar
esta continuidad, han naturalizado que el IVA se mantenga en los altísimos
porcentajes actuales, mientras persisten gravámenes muy reducidos al
patrimonio. Ni siquiera se modificó el régimen de exención a la renta
financiera, los privilegios a la compra-venta de empresas o la exención del
impuesto a las ganancias a los magistrados. Afirman que la reforma impositiva
se ha ejecutado de hecho, mediante el crecimiento económico, la presión
tributaria y la creciente participación del comercio exterior en el pago de
distintas tasas. Esta tesis sintoniza con la presentación del mínimo imponible
a los salarios como un acto de justicia[27].
Pero este enfoque
iguala para abajo y frustra cualquier
reducción de la desigualdad. En vez de penalizar a los ricos se justifica el
achatamiento de ingresos de los sectores medios. Los viejos cuestionamientos a
la estructura tributaria regresiva son olvidados en pos de un bienestar que
surgiría del simple funcionamiento del modelo.
Por el contrario
para quiénes integramos EDI las
brechas sociales comenzarían a atenuarse con una reforma que instaure una mayor progresividad
tributaria y con una asignación transparente y efectiva, sin mediaciones
políticas punteriles, de los mayores recursos genuinos que se recauden.
¿Cual
es el sentido de la sintonía fina?
El gobierno ha
decidido enfrentar las limitaciones del modelo con políticas pro-empresariales
de incentivo a la inversión privada. Por esta razón la presidenta emite
mensajes de colaboración a los socios capitalistas y convocatorias al reencuentro
a los sectores antes enfrentados. Esta postura amigable hacia sojeros,
industriales y banqueros coincide con agresiones a los sindicatos y
advertencias a los movimientos sociales. Las promesas de modificar la ley de
riesgos de trabajo convergen con las críticas a los huelguistas que
“extorsionan”.
El objetivo de esta
reorientación es sustituir el impulso que hasta ahora brindó la demanda, por la
inversión. Esta variable quedó desfasada de los restantes componentes del
desenvolvimiento capitalista. Aunque subió de un ínfimo piso (11% en 2002) a un
promedio significativo (23-24% en 2010-11), la mejora no alcanza para sostener
el nivel de actividad de los últimos años[28].
Se ha trabajado al límite de la
capacidad instalada de las plantas, exprimiendo los recursos existentes y sin ampliarlos
con emprendimientos de largo alcance. Por esta razón los aumentos de
productividad obedecen más a la subsistencia de elevados niveles de explotación que a la
renovación de los equipos. Muchas
estimaciones destacan que la actividad industrial usufructuó en la última
década de las inversiones acumuladas en el decenio anterior[29].
El gobierno ha
chocado con la sucesión de conflictos que generan las políticas estatales en
las decisiones empresarias. Por un lado se exhorta a incorporar libremente
capital en las firmas y por otro se limita la posibilidad de girar dividendos y
regalías y se trata de frenar la fuga de capitales. Por un lado se estimulan el
consumo y la producción y por el otro se fijan cupos de importaciones y se negocian
precios. Estas contradicciones no son resultantes de una perversión
intervencionista, ni tampoco ejercicio del doble discurso, como aseguran
variados gurúes neoliberales. Estas contradicciones son el resultado objetivo
de los desequilibrios que enfrenta la economía nacional. El gobierno
simplemente afronta necesidades opuestas. Debe inducir la inversión para
incrementar la oferta y frenar el alza de precios y al mismo tiempo debe
intervenir para limitar el desbarajuste energético o el desbalance comercial.
Esta mayor
intervención estatal es maliciosamente interpretada como un acto de hostilidad hacia
los empresarios (“enfrentamientos con las corporaciones”), cuando en realidad no es más que una típica
forma de arbitraje, para asegurar la continuidad de la actividad económica
fomentando ciertas ventajas y afectando algunos privilegios. Como siempre ha
ocurrido, el silencio complaciente de los beneficiados contrasta con la ruidosa
queja de los desfavorecidos. El primer grupo alaba la recuperación del poder
estatal y el segundo despotrica contra la violación del libre-mercado.
El gobierno presenta su gestión como equidistante de los trabajadores y
los capitalistas. Pero es muy difícil
sostener esta argumentación cuando se ensaya un giro pro-empresario que, de
sostenerse en el tiempo, alejaría al oficialismo de la agenda progresista. Se declara prescindente en la negociación colectiva de los salarios,
pero ha intentado imponer un tope. No se
conoce algo similar en relación a la rentabilidad de los empresarios. La
legitimidad de las ganancias no es puesta en duda por un gobierno que rechaza
las demandas de la CGT (ley de distribución de las ganancias, aumento del
mínimo no imponible, ampliación de las asignaciones familiares) y se niega a
considerar el costo de la canasta familiar como base para fijar el salario
mínimo o en una negociación salarial. El insulto a los docentes -repitiendo
viejas falsedades de la derecha sobre la jornada laboral y las vacaciones- como
antes con la “tendinitis” a los trabajadores del subte o la acusación de extorsivas
a las huelgas, forman parte de esta estrategia.
La denominada
“sintonía fina” encubre este mayor favoritismo hacia las clases dominantes.
Incluye la implementación de medidas que no tienen la envergadura de un ajuste
brutal, como en el 2001-02, ni tampoco el alcance de la agresión imperante en Europa
en la actualidad, pero que frenan la continuidad de mejoras sociales que
alientan los partidarios de la “profundización”. El modelo inaugurado en el
2003 ha ingresado en una nueva etapa, tal vez caracterizada por una línea
defensiva frente al posible impacto de la crisis mundial y el agotamiento de
ciertas variables internas, cuyas tendencias al menos hasta ahora se
contradicen con el fuerte apoyo político del 54% obtenido en las elecciones.
Inflación
por ganancias y presión cambiaria
La inflación
concentra todos los desequilibrios de la etapa actual, pero la manipulación de
los índices impide conocer su magnitud. Las evaluaciones técnicas que se han
hecho del manejo del INDEC arribaron a conclusiones demoledoras sobre esa
distorsión. Si se toma en cuenta la evolución de los precios calculada por los
institutos provinciales, el incremento osciló en el 2010 y 2011 en torno al 25%. Pero
el principal problema no radica en el cómputo sino en el propio fenómeno inflacionario,
que se ha estabilizado muy por encima del promedio internacional o regional.
La carestía provoca
un deterioro de los ingresos populares que socava las mejoras salariales y de
ingresos sociales. Este impacto ha sido muy significativo en alimentos y
vivienda y comienza a extenderse a los servicios. La carestía neutraliza la
asignación por hijo y tiende a situar nuevamente el porcentaje de la pobreza en
torno al 30% y la indigencia cerca del 15%[30].
Muchas causas se
conjugan para producir el resultado inflacionario, pero los precios
esencialmente aumentan para mantener las altas tasas de rentabilidad de las
grandes empresas. Esta es la principal razón del flagelo. Los grupos
capitalistas más concentrados aseguran beneficios con remarcaciones que sólo
ellos pueden disponer. La inflación actual no obedece como en el pasado al
quebranto fiscal (como sostienen los neoliberales), ni expresa una pugna
distributiva (como piensan algunos economistas K). Refleja fuertes
restricciones de la oferta por insuficiencia de inversiones en un período de
alta rentabilidad empresaria.
Los precios son
empujados hacia arriba por una baja provisión de productos frente a una demanda
recompuesta. Resulta imposible satisfacer con la misma capacidad instalada los
nuevos pedidos de compra. La inflación muestra así cómo el modelo, a pesar de
todas las prebendas otorgadas, no logra expandir el abastecimiento de
mercancías.
Existe una crítica
liberal a este resultado que enfatiza el impacto adverso de la intervención
estatal sobre el comportamiento de los precios. Esta postura da lugar a una
andana de insultos contra el secretario de comercio, que se ha convertido en el
principal blanco de la presión mediática. El objetivo de la campaña anti-
Moreno es recrear un ambiente favorable a la “libertad de precios”, es decir a
la impunidad de las grandes empresas para remarcar sin ninguna restricción.
Cualquier planteo progresista debe situarse en las antípodas de esta actitud, sin
olvidar que ha sido Moreno el que destruyó el sistema estadístico nacional y los
cuadros profesionales y técnicos, formados por el Estado durante décadas y que
gozaban de prestigio y respeto internacional.
Desde hace varios
años el gobierno intenta infructuosamente atenuar el ascenso de los precios, a
través de negociaciones con las cúpulas empresarias. Los capitalistas prometen
pero nunca cumplen. Disfrazan los incrementos o los distribuyen en distintos
puntos de las cadenas de comercialización. Algunos economistas K suponen que
esta distorsión se auto-corregirá mediante la continuidad de un alto consumo
que arrastrare a la inversión. Pero aquí aflora una ingenuidad simétrica al
imaginario neoclásico, que espera ampliaciones automáticas de la demanda por un
efecto expansivo de la oferta. Con la versión invertida de la teoría del derrame
se supone que los capitalistas responderán a la continuada corriente de compras
con espontáneas inversiones, sin evaluar riesgos o rentabilidades.
La nueva apuesta
oficial se orienta a inducir una baja paulatina de la inflación, mediante topes
salariales que induzcan a la inversión. Pero hasta ahora los grupos formadores
de precios mantienen una actitud conservadora, que no modificarán por el simple
efecto de las exhortaciones.
Sostenemos que la
batalla contra la inflación no fracasa por exceso de controles, sino por el
carácter timorato de esa supervisión. Un programa popular de superación del
flagelo inflacionario debería basarse en presupuestos más realistas. Para
nosotros el control debe hacerse especialmente sobre los costos de producción y de intermediación. Esta acción también
requeriría asegurar la desvinculación de los precios locales de las
cotizaciones internacionales.
Como la inflación
se ubica por encima del 20% y la valorización anual del dólar no supera el 7,
tal vez el 10% este año, se ha consumado un desfasaje que genera tensiones
cambiarias. Más que un “retraso del tipo de cambio” se ha producido un
“adelanto de la inflación”. Este tipo de brechas arrastra una larga historia en
Argentina y frecuentemente acompañó las etapas de recuperación
pos-devaluatoria.
Recordando estas
experiencias llueven las advertencias contra la repetición de la tablita de
Martínez de Hoz o la convertibilidad de Cavallo. El establishment propone
equilibrar el precio del dólar con las tradicionales medidas de empobrecimiento
de la población. No invierten, pero se lamentan del “deterioro de la
competitividad”. No mejoran el abastecimiento local, pero objetan el control de
las importaciones que ejerce el gobierno para resguardar los dólares.
En diciembre pasado
se verificó la primera pulseada para definir cuál será el ritmo y la magnitud
del ajuste cambiario. Los grandes grupos exigieron celeridad, el gobierno
rechazó esta imposición y ganó la pulseada, con medidas de corto plazo
respaldadas en el alto nivel de las reservas. Fijó restricciones a la compra
minorista de dólares, restauró la obligación de las empresas mineras y
petroleras de liquidar localmente las divisas de las exportaciones e introdujo
ciertos controles impositivos. También evaluó la posibilidad de recrear los
viejos desdoblamientos del mercado cambios, entre operaciones comerciales,
financieras y de turismo. Esta posibilidad está latente si la Cuenta Corriente
(ingreso y salida de divisas) viera declinar su superávit en forma
significativa.
El modelo está
afectado por una fuga estructural de capitales, que se verifica en la casi duplicación
de las salidas del 2010 (21.500 millones de dólares frente a 11.400). Esta
sangría ya suma 87.380 millones desde 2003, es decir un monto muy relevante
frente a reservas que totalizan algo más de 47.000 millones.
La salida de fondos
triplica a las de Brasil o México. Ya hay 134.000 millones de dólares en el
exterior frente a un PBI estimado en 430.000 millones. Esta cifra ha crecido en
forma constante desde el 2001 cuando era de 81.875 millones[31].
Como en otros
gobiernos, se intenta contrarrestar la fuga con medidas administrativas
(declaraciones juradas de operaciones) y convocatorias a la “confianza en el
país”. Pero la inefectividad de estas respuestas salta a la vista. Las
transferencias tienden actualmente a incrementarse para compensar los efectos
de la crisis europea. Se estima que 6000 millones de dólares salieron el año
pasado por pedidos de las casas matrices a sus filiales. Por esta razón la
reinstauración de restricciones a la remisión de utilidades se ha tornado
impostergable. Amparados en 50 tratados bilaterales de Inversión (TBI) que
permiten el libre flujo de fondos, las compañías manejan el movimiento de
capitales a su arbitrio, sin ninguna restricción efectiva.
Algunos economistas
afines al kirchnerismo solicitan restaurar la legislación de los años 70, que
establecía plazos mínimos de inmovilización de fondos, otorgando al Estado
facultades para bloquear los giros en situaciones críticas. Pero hasta ahora el
gobierno no se atrevió a implementar una elemental medida de resguardo
nacional.
Fisco,
deuda, bancos
El superávit fiscal
que acompañó durante varios años al modelo ha quedado atrás y comienza a
reaparecer el viejo desbalance que tradicionalmente acosó a las finanzas
públicas. Sin los auxilios del BCRA y los intereses
del Fondo que administra la ANSES, las cuentas oficiales cerrarían con un rojo
creciente
Las agudas
complicaciones que enfrentaron varias provincias (Santa Cruz, Rio Negro) para
pagar sueldos o cumplir con los contratos son ilustrativas del bache fiscal. El
Estado nacional monopoliza el 70% de la recaudación y gotea en forma
discrecional los fondos excedentes. El financiamiento público con ahorros del
ANSES es una bomba de tiempo. Descapitaliza a un organismo que debería afrontar
ante todo la mora en la liquidación de las jubilaciones. Diariamente esa
institución recepta más de 500 demandas por incumplimiento de esa obligación.
El gobierno afirma que maneja con seriedad esos recursos, pero en los hechos ha
bloqueado la difusión de 211 informes de la Auditoría General de la Nación.
La magnitud del
problema fiscal salió a flote con el plan de recorte de subsidios a los
concesionarios de servicios públicos. El déficit generado por esos pagos y las
transferencias a las empresas crecieron en forma exponencial desde el 2003,
bajo una maraña inmanejable de disposiciones.
No es consistente
la presentación oficial de estas erogaciones, como una exigencia del período
pos-convertibilidad para sostener el consumo con bajas tarifas. Estos precios
auxiliaron también durante años las residencias de la clase alta y actividades tan
suntuarias como los hipódromos y los casinos. En los hechos simplemente se
mantuvo el esquema de privatización menemista para prorrogar los compromisos
contraídos con los concesionarios.
La decisión
posterior de “argentinizar” estas erogaciones con transferencias a empresarios
amigos acentuó el despilfarro de recursos. El Estado perdió fuentes de
recaudación y garantizó duopolios (como
telefónica y Telmex que eludieron la prestación universal). Las ventas de
paquetes accionarios a grupos nacionales (como el ingreso de Electro-Ingeniería
a Metrogas) no aportaron ningún beneficio al sector público[32].
Frente al crítico
escenario actual el gobierno ha decidido achicar las pérdidas que ocasionan los
subsidios, reduciendo los mismos con un
previsible impacto en las tarifas. Las boletas de electricidad, gas y agua que llegan a los barrios de altos ingresos con
incrementos de 150-400% ilustran
las consecuencias que podrían tener aumentos significativos de las tarifas.
Seguramente el
ajuste será gestionado con tanteos y evaluaciones de la reacción popular y por
esta razón el anuncio inicial de mantener las viejas tarifas para el 10-15% de
la población fue posteriormente extendido al 65%. Pero si es así el déficit
persistiría y habría que recortar por otro lado.
Los funcionarios
diseñan planes para diferenciar las tarifas asistenciales, que se mantendrían
invariables de los nuevos precios que afectarán al resto de la población. Pero
en el caso del transporte es evidente que no sólo los receptores de ayuda
social requieren el subsidio. Es una necesidad de la mayoría de los pasajeros
para ir a trabajar. Los ministros hablan todo el tiempo de “ajustes
redistributivos” pero sin aclarar nunca cual es el costo de los servicios que
obligaría a introducir los aumentos. Este secreto es resguardado de cualquier
auditoría, para ocultar los enormes lucros de los concesionarios.
El desbalance
fiscal induce a muchos funcionarios a reconsiderar la opción del endeudamiento.
La deuda pública bruta del Estado en 2011, computando los intereses adeudados
al Club de París y el monto de los bonistas que no aceptaron el canje, ronda
los 188.000 millones de dólares, un 44% del PBI.
Un 40% de ese monto está pesificado y en gran medida circula dentro del propio
sector público. Aunque esta gravitación de la deuda inter-estatal transfiere el
riesgo al sistema previsional, existe una significativa reducción de la carga
en relación al producto, las exportaciones o las reservas. Si se considera la
deuda “exigible”, esto es la expresada en moneda extranjera en manos de
privados y organismos, esta en el orden del 13% del PBI. También los pagos de
intereses son muy inferiores a la media del pasado o a la hipoteca que
actualmente enfrenta cualquier país desarrollado[33].
Sin embargo los
servicios de la deuda de este año alcanzan a 15.000 millones de dólares, los
vencimientos de capital se refinanciarán y los intereses de la parte de deuda
en moneda extranjera se pagaran con reservas. Cuando la presidenta justifica la
inexistencia de inversiones públicas por los pagos que heredó el Estado de esa
catástrofe (19.641 millones de dólares en BODEN 2012), está justificando una
erogación que deberían haber soportados los bancos responsables del corralito.
Alertamos que el
re- endeudamiento implicaría retomar el ciclo que tantas veces asfixió a la
Argentina, sería por demás contradictorio con el planteo oficial de
“desendeudamiento”, que utiliza divisas del Banco Central para cancelar
compromisos externos.
Los injustificados
egresos que afronta el Estado se reducirían anulando las concesiones de
servicios públicos y los ingresos adicionales que requiere el fisco podrían surgir
de una reforma impositiva progresista. Esta solución ha sido hasta ahora
ignorada por el gobierno que se debate entre la alternativa de cortar gastos
con ajuste o mantenerlos con nueva deuda y mayores
adelantos del BCRA. Así hay un fuerte debate en su interior sobre el
rumbo a seguir. El retorno al mercado financiero es tanteado desde hace meses
con aproximaciones al FMI y negociaciones de la deuda pendiente con el Club
Paris. Este pasivo trepó, sin ninguna justificación, de 2260 millones de
dólares a unos 8.000, si se computan los intereses devengados. Pero repitiendo
la cancelación anticipada al FMI se discute pagar toda la cuenta, sin realizar ninguna
revisión de un pasivo que mayoritariamente fue contraído por la dictadura y
está muy sospechado[34].
El chisporroteo que opuso al gobierno con los
economistas del establishment sobre la forma de encarar esos pagos, usar
reservas o ajustar el presupuesto, se ha reactivado con la reciente reforma de
la Carta Orgánica del Banco Central. La derecha ha puesto el grito en el cielo
por este cambio afirmando que pretende financiar el bache fiscal con emisión. Exigen
retomar una estricta correspondencia de los pesos en circulación con las
reservas en divisas, pero jamás tuvieron esta disciplina cuando gobernaron y el
rigor que demandan ahora obedece al interés de los acreedores, que buscan
asegurar sus cobros con mayor respaldo del Estado en moneda extranjera.
La estricta
proporción que exigen para la emisión no es un antídoto de la inflación, en la
coyuntura actual la carestía tiene raíces más estructurales que monetarias. Ese
peligro efectivamente reaparecería si la persistente carencia de inversión
conduce a un desborde de monetarización del gasto público.
La propuesta oficial
parte de erradicar una rémora de la dictadura ligada a la idea de la
convertibilidad, aunque ha negado la erradicación de otra rémora, la Ley de
Entidades Financieras aún vigente. En concreto la reforma amplía la
disponibilidad de fondos que el BCRA puede transferir a la Tesorería, tanto para
el pago de deuda como para tapar baches financieros. Pero en los últimos años
esta flexibilización se ha instrumentado en la práctica sin ningún cambio de
legislación. Un objetivo central para el gobierno es ampliar el bajísimo nivel de préstamos de largo plazo –
y poder orientarlos- en un marco de alta liquidez con el fin de ampliar el
financiamiento del Estado.
Al cabo del proceso
de reorganización del sector financiero que siguió al 2001, la concentración de
la actividad bancaria se ha incrementado. De las 400 entidades que había en los
años ‘70 sólo quedan 90 y las primeras 12 manejan más del 50% de los créditos y
depósitos. La depuración del sistema se ha consumado, pero la expansión
crediticia no se vislumbra por ningún lado. Los bancos realizan excelentes
negocios con tarjetas para sostener el consumo, pero no aportan préstamos
hipotecarios. Han amasado enormes utilidades en los últimos años mediante
operaciones de intermediación y manejo de la deuda pública. Pero el porcentaje
del crédito en relación al PBI se reduce al 12% (frente al 45% de Brasil)[35].
La reforma del BCRA
también intenta reactivar el crédito con algunas regulaciones, resaltando la
vigencia de un giro internacional hacia mayores supervisiones. Pero lo que ha
imperado en Europa y Estados Unidos desde el 2008 es un generalizado socorro a
los banqueros con fondos públicos, que no debería ser tomado como referencia
para ningún cambio del sistema.
En cualquier caso,
los problemas que enfrenta el modelo en la esfera productiva no serán resueltos
con artilugios monetarios. La iniciativa se ubica, además, muy por detrás de otra
propuesta oficialista de anular ley de entidades financieras vigente, para
asignarle a la actividad financiera un status de servicio público.
Para los Economistas de Izquierda es
indispensable ampliar la autonomía monetaria, pesificar la economía y recrear
el crédito. Pero estos requerimientos están obstruidos por los desequilibrios
estructurales del modelo actual. La mayor flexibilidad en el uso de reservas
que habilita la reforma debiera utilizarse
para respaldar proyectos productivos y
no el pago de la deuda. La suspensión unilateral de los pagos y la auditoría e
investigación de la deuda es una propuesta que mantiene su vigencia, que
debiera ser acompañada por las medidas de nacionalización requeridas para
comenzar así a forjar el sistema bancario que necesita el país.
PARTE 3: INTERPRETACIONES EN DISPUTA
El cinismo de la retórica neoliberal
La oposición
neoliberal no ha logrado remontar el desprestigio que arrastra por aplicación del modelo privatista de los ‘90.
Pero apuesta a la desmemoria que pavimentan los medios de comunicación enfrentados
al gobierno. Estos grupos enrarecen el clima político, esperando usufructuar el
desgaste del oficialismo. El mensaje neoliberal repite las muletillas de
siempre. Atribuye todas las desgracias de la economía al intervencionismo, que
sofoca los mercados y a la corrupción que impide una gestión eficiente. No les
resulta muy difícil publicitar denuncias contra funcionarios impresentables,
mientras ocultan cuidadosamente los pecados de sus protegidos (como Macri).
La andanada
reaccionaria incluye acusaciones de “chavismo” y gran indignación contra las
medidas que “ahuyentan los capitales”, “deterioran la confianza” o “extorsionan
a las empresas”. Salvaguardar los intereses de los grandes grupos económicos es
el lei motiv de una campaña con fuertes ingredientes de demagogia. La defensa
de los jubilados contra la rapiña de un gobierno “obsesionado por la caja” es
un ítem infaltable en el discurso de varios legisladores. Que sin sonrojarse
apoyaron la privatización del sistema previsional y se opusieron a la nacionalización
de las AFJP.
Los economistas
neoliberales se muestran indignados con el “populismo” del gobierno. Consideran
que el oficialismo genera inflación y desinversión, al promover un crecimiento que
no toma en cuenta las restricciones de la economía[36].
Siguiendo todas las prescripciones del manual neoclásico este diagnóstico asume
las limitaciones del entorno capitalista, como un dato inamovible. Sólo
recuerda la flexibilidad de esos condicionamientos cuando un equipo neoliberal se aposenta en el
Ministerio de Economía.
También es
corriente presentar al “populismo actual” como una variante de sus modalidades
tradicionales (Perón) o de versiones proclives al endeudamiento (Menen). Se
supone que las tres vertientes refuerzan su manejo del poder con dádivas,
clientelismo y manipulación[37].
¿Pero los restantes gobiernos de las últimas décadas no recurrieron a los
mismos instrumentos? ¿Los militares fueron ajenos al endeudamiento? ¿Los
radicales prescindieron del gasto público? Si se juzga a esas administraciones
con el mismo parámetro de evaluación del populismo, se debería concluir que ese
“mal” afectó a todas las administraciones contemporáneas. A partir de esta constatación populismo no
quiere decir absolutamente nada.
Los neoliberales
tampoco presentan ejemplos de experiencias correctivas. Sugieren que la
enfermedad podría curarse con más preeminencia del mercado, como si el menemismo
o la Alianza no hubieran existido. Algunos continúan postulando la conveniencia
de imitar las políticas de aperturismo y privatización que rigen en “el resto
del mundo”[38]. Pero
no aclaran cuáles son los ejemplos a seguir. Frente al desempleo y el empobrecimiento
que golpea a las economías desarrolladas, ya no resulta tan sencillo elogiar a
Estados Unidos. Luego del socorro europeo a los bancos no es fácil repetir que
los argentinos somos irresponsables en el manejo de las finanzas. Ponderar el
curso seguido por Brasil, Chile o Uruguay no suscita ya ningún entusiasmo.
Con una retórica
más cautelosa los neoliberales promueven los ajustes de siempre. Consideran que
la emisión se ha desbocado, que el atraso cambiario obliga a devaluar y que el congelamiento
de tarifas es anti-natural. Postulan enfriar la economía y achicar el poder de
compra[39].
Se hacen eco de todas las prioridades de los banqueros: ampliar reservas,
recrear el superávit fiscal y acordar con el Club de Paris. Esta política
exigiría también un recorte del consumo popular, que se ha expandido demasiado
para los parámetros de la derecha. Por eso despotrican contra la “fiesta de
compras” de los últimos años, recordando el peligroso antecedente de otros
períodos de “plata dulce” y “desborde salarial” [40].
Esta mirada festeja el consumo suntuario de
acaudalados como un dato normal de la existencia humana y se indigna con las
corrientes de compras que superan el mínimo requerido por los trabajadores para
subsistir. Derrochar la renta de la soja en departamentos de Puerto Madero es
un juicioso acto de libertad, recuperar el nivel de consumo popular es un
pecado de lesa economía.
El ajuste que
pregonan apunta también a favorecer al agro-negocio. Algunos proclaman
abiertamente esta intención propiciando el regreso a formas del libre-comercio,
para erradicar protecciones aduaneras y limitaciones a las exportaciones[41].
Esta postura expresa los viejos intereses del lobby agrario contra sectores
industriales que usufructúan de las restricciones comerciales. Desde el mismo
campo se lanzan las críticas contra los “empresarios prebendarios” receptores
de subsidios, que los dueños de la tierra siempre consideraron propios. Estos
cuestionamientos ilustran cómo los capitalistas se resisten a compartir con los
recién llegados, el acceso privilegiado a la tesorería estatal.
Su predica también
incluye contundentes pronósticos de colapso de la economía K, que obviamente
hasta ahora no se han verificado. Como nadie recuerda los desaciertos de esos
presagios, la previsión de un gran desplome continúa suscitando el mismo golpe
de efecto[42]. Es difícil
predeterminar el desemboque de las tensiones que acumula el modelo en el marco
de la actual crisis mundial pero las debilidades estructurales, los
desequilibrios y las inequidades de la economía argentina la tornan
peligrosamente dependiente de los vaivenes internacionales.
Para el EDI la izquierda debe desligarse de
cualquier identificación involuntaria con esos mensajes neoliberales. No basta
con separaciones categóricas en el programa y la conducta, hay que erradicar
cualquier semejanza en las caracterizaciones y los discursos. Una crítica progresista al
gobierno debe situarse en las antípodas de los planteos neoliberales para
evitar la intencionada mezcla de ambos planteos que hacen los medios de
comunicación hegemónicos.
Interpretaciones
kirchneristas
Los defensores del
modelo rechazan la teoría del “viento de cola” para explicar el crecimiento de
los últimos años. Consideran que el motor de este avance fue una política
oficial de estímulo a la demanda doméstica. A veces recogen estudios que
contrastan lo ocurrido en Argentina con Chile y Perú, para señalar que sólo
4,1% del crecimiento del 7,1% (2003-10) obedeció a variables externas. En
realidad, el ciclo ascendente ha obedecido a tres procesos convergentes: un
inédito aumento de los precios de las exportaciones, la política económica
expansiva y la recuperación de la tasa de ganancia que siguió al brutal ajuste
del 2001-02 (desvalorización general de salarios y capitales). En pocos países
se presentó esta combinación de circunstancias.
Es indudablemente válido cuestionar la simplificación
neoliberal, que atribuye la recuperación sólo a condiciones externas
favorables. También es correcto polemizar con los diagnósticos inconsistentes
del establishment, que un día describe las oportunidades históricas que rodean a la Argentina y al otro
diagnostica la explosión de la economía nacional. Pero la versión oficialista
retrata un milagro de políticas activas, totalmente abstraído del contexto
global y de la rentabilidad objetiva que recuperó el capital. Supone que el
modelo es virtuoso por sí mismo y que auto-genera crecimiento, recaudación
fiscal y demanda[43].
El carácter sesgado
de esta evaluación ha salido a flote en el último período. La visión
pro-gubernamental ignora estos límites, al suponer que la economía K se
regenera con impulsos virtuosos de la demanda. Consideran que este empuje del
consumo garantiza la continuidad del buen sendero[44].
Pero este supuesto simplemente olvida la naturaleza capitalista de la economía
argentina y su consiguiente dependencia de los patrones de lucro que impone la
acumulación. Si el sistema pudiera auto-propulsarse mediante simples mejoras
del poder adquisitivo, resultarían innecesarios los eslabones que vinculan a
esa demanda con la rentabilidad y la inversión. La ingenuidad keynesiana suele
omitir esos nexos.
Los capitalistas no
son agentes pasivos que reaccionan ante estímulos de la demanda. Exigen un
nivel de ganancia determinado por la competencia y los costos. El escenario
pos-crisis (2003-07) de una economía empujada por las ventas ha quedado atrás y
los incentivos que exigen los dueños del poder, explican la política
pro-empresarial del gobierno. Este giro desorienta al progresismo, que
identifica el empuje del modelo con una redistribución del ingreso difícil de
corroborar. Resaltan incrementos del salario formal, ignorando lo ocurrido con
la productividad, los precios y los costos laborales. Suponen que el sueño
socialdemócrata de un empresariado benevolente ha comenzado a realizarse, sin
notar que el repunte del consumo se ha situado por detrás del engrosamiento de
las ganancias. Algunos enfoques más acotados atribuyen el ciclo ascendente de
la última década al des-endeudamiento. Pero este desahogo de la economía por
alivios financieros no fue gratuito, ni solventado por acreedores. Derivó de un
brutal proceso de confiscación de ahorros, que en gran medida consumaron los
mismos grupos económicos que lideran la recuperación. Algunos entusiastas del
curso actual contrastan la realidad argentina con el desplome europeo y
convocan al aprendizaje internacional de nuestros logros. Destacan especialmente
el papel de la presidenta en las reuniones del G 20 y sus recomendaciones de
políticas anti- ajuste[45].
Pero olvidan que
los políticos de la clase dominante argentina implementaban en los ‘90, los
mismos atropellos que se llevan a cabo en el viejo Continente. La identidad que
se verifica actualmente entre social-demócratas y conservadores europeos, es
muy semejante al parecido que tenían los radicales con los justicialistas, hace
una década. Los gestores del capitalismo deben hacer lo que el sistema exige en
cada período, frecuentemente los mismos personajes lideran ajustes y encabezan
reactivaciones.
En lugar de
registrar esta complementariedad, los economistas K resaltan la oposición
ficticia que ha puesto en boga la presidenta, al contrastar el modelo argentino
de “capitalismo serio” con el esquema neoliberal de “anarco-capitalismo”. Ciertos
analistas interpretan que esa diferencia distingue un proyecto de país
igualitario de un sistema gobernado por la primacía del mercado[46].
¿Pero cuál es el
modelo de país que esperan desenvolver los progresistas K? Hasta hace poco
tiempo ese norte estaba representado por el modelo social alemán. Actualmente
resulta difícil sostener esa reivindicación, a la luz del atropello que están
consumando los banqueros germanos en Grecia y la sobreexplotación del trabajo
en Alemania. Encontrar un sustituto es aún más complicado, puesto que los
modelos asiáticos de explotación de la fuerza de trabajo son incompatibles con
cualquier ideal de justicia social. La dificultad para presentar un modelo
capitalista a emular radica que en que todas las variantes de este sistema se
basan en la competencia, el beneficio y la explotación, es decir en tres rasgos
antagónicos con la igualdad. El capitalismo “serio” como el “anárquico” son dos
modalidades de la inequidad vigente.
La
resignación de los economistas K.
Un problema no
menor del modelo en su fracaso en el intento de crear una burguesía nacional
desde el Estado. El esquema de subsidios, contratos privilegiados y favores
mutuos con Cirigiliano, Eskenazi, Cristóbal López o Eurnekian, dio lugar al “capitalismo de
amigos” incompatible con el objetivo de un sistema competitivo arbitrado por el
Estado.
Esa relación con
socios privilegiados es traumática y ha generado situaciones de “capitalismo de
ex amigos”. Pero los enojos sólo modifican el lugar de los grupos preferidos y en
la mayoría de los casos abren un paréntesis hasta nuevas reconciliaciones.
La relación de los
funcionarios con Technit es un ejemplo del rumbo que adoptan estas
asociaciones. Al principio prevalecieron estrechas relaciones con la empresa,
reforzadas con la intermediación presidencial en la indemnización de SIDOR
(Venezuela). Luego aparecieron los conflictos por corrupción y la queja oficial
ante la predilección de la firma por invertir en el exterior. Sobrevinieron
también tensiones por la presión de los representantes estatales en el
directorio, pero ahora se vislumbra un nuevo reencuentro. En esta secuencia de
reproches nunca se revisa el oscuro enriquecimiento de la empresa desde los
años ‘70 mediante incontables favores oficiales[47].
El trasfondo del
problema radica en las dificultades que enfrenta el equipo K para erigir un
capitalismo nacional, sin la vieja burguesía nacional que priorizaba el mercado
interno. Este sector perdió relevancia y actualmente predominan los grupos
transnacionalizados. Cuando se satura el área en que operan estos sectores,
tienden a buscar salidas en el exterior. Esta conducta es coherente con el
comportamiento habitual de toda la burguesía local que realiza pocas
inversiones, renueva su rentabilidad remarcando precios y fuga capital ante
cualquier inconveniente. Como reconoce un conocido promotor del industrialismo:
“Piedra libre para quien encuentre a la burguesía nacional” [48].
Muchos
simpatizantes del curso actual han ingresado al gobierno en los últimos meses,
con cargos de gran relevancia en el área económica. Han pasado del sostén
externo a la gestión directa desde los ministerios y las secretarías. Ya no se
agrupan en centros de estudio sino que actúan como funcionarios, asumiendo la
defensa integral del modelo. Con este cambio ha desaparecido el sentido
limitadamente crítico que mantenían desde el llano. Existe una significativa
diferencia entre acompañar con reparos el proyecto oficial y asumir la
instrumentación directa de un esquema capitalista, que perpetúa la dominación
de los privilegiados.
Desde el poder se
percibe como mayor nitidez la inexistencia de la burguesía nacional, que
Kirchner imaginaba como sujeto transformador de la economía. Ciertos analistas
todavía confían en la aparición de este segmento y en su papel conductor de un
“desarrollo con inclusión social” [49].
Pero salta a la vista la ausencia de ese agente y la consiguiente preeminencia
de los mismos grupos dominantes que manejan el poder económico desde hace
décadas. No hay otro capitalismo diferente al que impera en país. Esta
configuración no se ha modificado bajo la gestión de Alfonsín, Menen, De la
Rúa, Duhalde o los Kirchner.
Frente a esta evidencia muchos economistas K
tienden a resignarse o a esperar cambios de menor alcance. Mantienen la expectativa
de disciplinar a los grupos económicos, a través de presiones asentadas en la
“articulación de las mayorías populares”. Suponen que por este camino la
política tendrá preeminencia sobre la economía[50].
Pero como esta esperanza choca una y otra vez con el mismo muro, el paso del
tiempo afianza la convalidación del status quo. En los hechos ningún sector
burgués de importancia se somete al dictado oficial. Mantienen la cortesía y
prometen cumplir con las exhortaciones gubernamentales, pero en la práctica
hacen negocios contrarios al interés general. No han modificado su vieja
costumbre de aumentar precios, fugar capitales y desinvertir.
Frente a esta
constatación hay quienes han comenzado a reconsiderar estrategias de
crecimiento más basadas en la asociación con el capital extranjero, que en la
promoción de los capitalistas locales. Esta opción es evaluada con la esperanza
de repetir el camino asiático o la concertación con las empresas
transnacionales, que se implementó en Singapur o Irlanda. Un test en esta
dirección ha sido el generalizado aval al negocio minero.
Este viraje hacia
la convalidación de la asociación multinacional tiende a reforzarse, a medida
que avanza la integración con el principal socio de la región. La corriente
unidireccional de adquisiciones argentinas por parte de firmas brasileñas ha
comenzado a compensarse con ciertos movimientos inversos. Ya no sólo ingresan
al país Petrobras, Camargo Correa, Am Bev, Fibroi o Banco do Brasil, sino que
Techint, Eurnekian, Pescarmona, Grobo y Arcor colocan capitales en el principal
mercado de Sudamérica. El resultado de este empalme es la creciente
transnacionalización de las compañías involucradas, en desmedro de objetivos de
desarrollo establecidos a escala nacional. La incidencia de cualquier exhortación
gubernamental decrece, en proporción a la envergadura internacional que alcanza
su interlocutor empresario.
La historia económica argentina está signada
por los infructuosos intentos que realizaron los gobiernos peronistas para
apuntalar desde el Estado el fortalecimiento de una burguesía industrial competitiva. El fracaso
de este propósito siempre condujo a virajes conservadores (Perón en 1953-54 y
Perón-Isabel en1974-75). La gran incógnita a develar en la próxima etapa es si
estamos frente la repetición de esa secuencia[51].
PARTE 4: CUADRO DE SITUACIÓN Y PROYECTO
Hay un nuevo cuadro de
situación en el país y con el año 2012 debuta una experiencia política
distinta a lo vivido en la última década. Las nuevas demandas que tienden a
ganar relevancia son en gran medida instaladas por movimientos sociales,
organizaciones gremiales y asambleas ciudadanas, pero también por una realidad
que muestra el estallido de contradicciones y problemas estructurales del
modelo.
Por primera vez el gobierno es desafiado por
la realidad y emergen propuestas de izquierda, que erosionan la estrategia
oficial de presentar cualquier conflicto, como una disputa entre el pasado neoliberal y el presente progresista.
Sustraerse a esa falsa disyuntiva es el gran desafío que enfrenta el movimiento
popular.
Los trabajadores,
los estudiantes y los jóvenes que reclaman lo suyo pueden así avanzar en la
construcción de una alternativa propia para conquistar esos reclamos. Las
prioridades inmediatas ya han salido a la superficie: salarios ajustados por
inflación; paritarias sin topes; agricultura diversificada; minería limitada
con procesamiento de productos; re-nacionalización de los hidrocarburos; estatización de los ferrocarriles bajo control de
trabajadores y los usuarios, reindustrialización con empleo productivo y
reforma impositiva integral. Salida del CIADI, nueva ley de inversiones
extranjeras y revisión de todos los convenios bilaterales sobre las mismas,
suspensión de los pagos de la deuda externa y nacionalización de la banca y el
comercio exterior.
Un punto central a
tomar por los distintos colectivos es la derogación de la Llamada Ley
Antiterrorista. Por medio de la sanción de la Ley 26.734, se incorporó al Código Penal una agravante
genérica, y una reformulación al tipo penal de financiamiento del terrorismo
dentro del Capítulo de los “Delitos contra el orden económico y financiero”. El
origen de esta ley ha sido cumplir con una exigencia del GAFI (Grupo de Acción
financiera Internacional) para combatir el lavado de dinero y el financiamiento
del terrorismo en nuestro país pero la indefiniciones en su articulado hacen
que esta ley pueda ser aplicada a las protestas sociales.
En las batallas por
estas demandas se puede ir más allá de una sociedad gobernada por el lucro,
regida por la explotación y signada por la desigualdad. Se puede construir otra
economía, distanciada del capitalismo liberal o regulado, y más próxima a los
ideales de igualdad anticapitalistas. Reivindicar abiertamente esas metas
pos-capitalistas es un aliciente para luchar todos los días por un futuro de
genuina justicia.
Los Economistas de Izquierda afirmamos que
los problemas de largo alcance, así como algunos que se manifiestan en la
coyuntura, tienen un origen estructural, propios de un capitalismo dependiente
como el nuestro. Abordar estos problemas con la convicción de superarlos
requiere enfocarlos desde una orientación anticapitalista y en ese marco
discutir las prioridades de una agenda transformadora que llevará a enfrentar a
las corporaciones y el imperialismo.
Economistas de Izquierda
Marzo 2012.
Claudio Katz, Eduardo
Lucita, Jorge Marchini, Guillermo Gigliani, Jose Castillo,
Alberto Teszkiewicz, Julio Gambina, Mariano Féliz, Jorge Orovitz
Sanmartino,
Martín Ogando, Sergio García, Hugo Azcurra, Guillermo Almeyra, Martín
Kalos,
Ariel Slipak, Facundo Lastra.
[1] La Nación 27-2-2012.
[2]Como siempre reclamaron sus voceros. Ver por ejemplo: Montamat Daniel
“El ajuste del relato llegó a YPF” La Nación 23-2-2012.
[3]Ver informe de Cash-Página 12, 4-3-2012.
[4] Varios autores en Página
12, 29-1-2012 y Clarín 20-2-2012
[5] Un ejemplo en Diego Cabot, “El galimatías de los subsidios millonarios”,
La Nación 25-2-2012.
[6] Clarín, 17-1-2012
[7] “Los números detrás de la furia contra la minería de Andalgalá”, La
Nación, 19-2-2012
[8] Página 12, 19-2-2012.
[9] Ver la documentación expuesta por Bonasso, Miguel: Economía argentina:
nuevo colonialismo La Nación, 19-10-2011.
[10] Brienza Hernán, “Famatina hay que pensarla”, Tiempo Argentino,
11-2-2012.
[12] Ver: Arancibia Fabiana, “Extranjerización y modelo agropecuario”
Rebelión, 24-9-2011.
[13] Clarín, 22-1-10
[14]Ver Guadagni, Aldo: “Para avanzar hay que mirar lejos”, La Nación,
21-6-10, Grobocopatel, Gustavo: “Proteínas como arma de negociación con el
mundo”, La Nación, 5-8-10
[15] Martínez, Enrique: “La macro y la micro”, Página 12, 1-9-10.
[16]Clarín, 28-12-2010, Página 12, 15-1-11
[17]-Schorr Martin, aesta.blogspot.com/201,23-3- 2011,
Página 12, 4-12-11
[18]Ver informe de este régimen en Página 12, 11-10.
[19] Clarín, 28-12-2010.
[20] Seijo Rubén, “La economía kirchnerista”, Página 12, 13-2-2011
[22] Ver Pagina 12,11-10-10.
[23] Clarín, 18-5-10.
[24] Navarro Roberto, “Una mejora de distribución”, Página 12, 31-1-11.
[25] Lindemboin Javier, “El reparto mejora y está como en 1995”, La Nación,
15-5-2011. También La Nación, 20-9-2011
[26]Ver Tavosnaska Andrés, “Ganan como nunca y no reparten”, Página 12, 14-9-10.
[27] Página 12, 6-2-2011 y 24-4-2011.
[29] Página 12, 30-5-2011.
[30] Clarín, 3-10-10.
[31]Clarín, 4-7-2010, Página 12, 30-8-10.
[32] Ver Clarín, 29-12-10.
[33] Página 12, 18-9-2011.
[34]Clarín, 18-9-10
[35] Página 12, 15-8-10.
[36] Rozenwurcel Guillermo, “El populismo económico siempre es
auto-destructivo”, Clarín 8-2-2012.
[37] Zaffore Carlos,“Cristina tiene nostalgias de Menen” Clarín 8-2-2012.
[38] Llach Lucas, “Cuando se jodió la economía K”, La Nación, 5-2-2011.
[39] Llach, Juan: “Todavía se está a tiempo de enmendar los errores”, La
Nación, 8-11-2011, Kohan, Guillermo:
“Bienvenidos al estatismo”, La Nación, 19-7-2010.
[40] Llach, Juan: “Hipotecando el futuro”, La Nación, 22-3-2011.
[41] Gerchunoff, Pablo: “La economía kirchnerista ha terminado”, La Nación,
15-1-2012.
[42] Por ejemplo Pagni, Carlos: “Señales de que el modelo ha muerto” La
Nación, 7-3-2011
[43]Scaletta, Claudio: “La eficacia del modelo” Pagina 12, 24-4-2011.
[44] Navarro, Roberto: “Es difícil frenar una locomotora” Pagina 12,
25-2-2012.
[45] Informes del programa de
TV 6, 7, 8. Palomino, Héctor:
“Percepción del establishment”. Página 21-2-2011
[46] Peralta Ramos, Mónica: “Sintonía fina, el comienzo de una nueva
etapa”, Pagina 12, 23-1-2012.
[47]Ver “La resurrección de un viejo conflicto” Página 12, 26-4-2011.
[48] Muchnik, Daniel: “Nuestra burguesía nacional”, La Nación, 13-9-2011.
[49]Bernal, Federico: “Conflicto con grupos económicos y desarrollo
nacional”, Página 12, 22-5-2011.
[50] Wierzba, Guillermo: “Neo-progresistas del establishment” Página 12,
22-1-2012. Romero, Ricardo: “Respuesta” Página 12, 15-1-2011.
[51] Ver antecedentes Ámbito Financiero, 16-2-2012.