miércoles, 13 de septiembre de 2017

La fábrica de opio de Estados Unidos: ¿Para qué han asesinado a 160.000 personas? // Petrodólar: descanse en paz // CATALUNYA: ENTREVISTA, Raül Romeva: "Incluso en un marco de obstrucción, estamos en condiciones de hacer el referéndum" // Julio Anguita: “Malditas las siglas que impiden que haya unidad” - Conferencia íntegra // Francia: La reforma laboral de Macron es un "golpe de Estado social" para la oposición de izquierda // Chile: ¿Dónde está Allende, a 44 Años de su Muerte? // Uruguay: La frase del Tribunal que dividió las aguas y volteó a Raúl Sendic

La fábrica de opio de Estados Unidos: ¿Para qué han asesinado a 160.000 personas?

Publicado: 9 sep 2017 11:18 GMT | Última actualización: 9 sep 2017 11:40 GMT - RT
¿Para qué se ha desplazado a 300.000 personas, asesinado a 160.000 y desaparecido a 30.000? O, incluso, ¿para qué han perdido la vida casi 600 soldados y marinos? ¿Para que luego de 10 años se haya incrementado en 750% el cultivo de amapola?
La fábrica de opio de Estados Unidos: ¿Para qué han asesinado a 160.000 personas?

Un soldado mexicano con una ametralladora de alto calibre mientras vigila un edificio federal, México, 1 de noviembre de 1997.
Str Old / Reuters
En 10 años, México ha sembrado de opio un territorio más grande que el de países completos como Singapur o Baréin. Incluso, mayor que el de regiones como Hong Kong. Datos del Estado Mayor de la Secretaría de la Defensa Nacional mexicana (Ministerio de Guerra) dan cuenta de más de 171.000 hectáreas de adormidera –o amapola– detectadas y destruidas por el Ejército Mexicano.
Sin embargo, la cifra real de hectáreas labradas con amapola en México podría ser muy superior, pues la mayoría de los sembradíos no son 'descubiertos'. Sus productos –opio, morfina y, sobre todo, heroína– terminan en las calles y centros nocturnos recreativos de Estados Unidos, principalmente, y Europa.
La amapola se ha vuelto tan común en las zonas serranas mexicanas que algunos grupos campesinos la llaman "maíz bola". El término hace referencia al alimento base de la dieta mexicana (maíz) y al bulbo de la flor de la amapola (bola), donde se contiene la sustancia opiácea de la planta. Los violentos cárteles del narcotráfico se disputan las zonas de cultivo y las rutas de trasiego.
Un hombre sostiene un bulbo de amapola para mostrar cómo extraer la savia en un campo del estado de Guerrero, México, 3 de enero de 2015. / STRINGER Mexico / Reuters
Conforme más territorio es usado para la siembra de la amapola, la violencia se incrementa exponencialmente. Regiones hasta hace algunos años armónicas hoy viven secuestros, asesinatos y desplazamientos forzados. Algunas comunidades indígenas –como las rarámuris de la Sierra Tarahumara, las tepehuanas de la sierra duranguense y las me’phaa de la Montaña de Guerrero– viven en medio del fuego cruzado entre sicarios de los cárteles, soldados, marinos y policías federales.
El 'Informe Mundial sobre las Drogas 2017' ya daba cuenta del crecimiento vertiginoso del número de hectáreas sembradas de amapola en México. Publicado por la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODCC, por su sigla en inglés), ese informe señaló a México como el tercer productor mundial del opiáceo. El primer lugar indiscutible lo ostenta Afganistán. El segundo, Myanmar.
Y es que, desde que empezó la fingida guerra contra las drogas, cada vez más territorio mexicano se utiliza para el cultivo de estupefacientes.
En 2005, antes de la puesta en marcha de la actual política antidrogas, en México se sembraban apenas 3.500 hectáreas de amapola, señala el informe de las Naciones Unidas. En contraste, según los datos del Estado Mayor de la Defensa Nacional mexicana, en 2015 se detectaron 26.248 hectáreas y, en 2016, 22.211 hectáreas sembradas con la adormidera.
Dos soldados mexicanos en Sinaloa, el 8 de diciembre de 2011. / Bernardo Montoya / Reuters
En los últimos 10 años se ha sembrado amapola en 26 de los 32 estados que integran la República Mexicana. En las paupérrimas sierras de Guerrero, Sinaloa, Chihuahua y Durango cada año crece el área de cultivos ilegales, principalmente de opio.
De las 171.353 hectáreas sembradas con amapola detectadas y destruidas por el Ejército Mexicano, 48.470 fueron sembradas en los últimos 2 años.
Los datos muestran el fracaso de la estrategia antidrogas vigente en México. ¿Para qué se ha desplazado a 300.000 personas, asesinado a 160.000 y desaparecido a 30.000? O, incluso, ¿para qué han perdido la vida casi 600 soldados y marinos? ¿Para que luego de 10 años se haya incrementado en 750% el cultivo de amapola? Las cifras señalan que el narcotráfico debe enfrentarse de otra manera. Y es que no hay fuerza que pare la 'moda' del consumo de opio en Estados Unidos, donde medio gramo de heroína se vende –en promedio– en 70 dólares.
Zósimo Camacho


Petrodólar: descanse en paz

Publicado: 9 sep 2017 19:18 GMT RT
En este episodio de Keiser Report, Max y Stacy se preguntan si le ha llegado su hora al petrodólar. China prepara un precio de referencia del petróleo en yuanes respaldado en oro. ¿Será este el último clavo en el ataúd del dólar? En la segunda mitad, Max entrevista a Michael Pento, de PentoPort.com, para discutir acaloradamente sobre las características de las criptodivisas y sus diferencias con el oro y vaticinar futuros desplomes del mercado.
Mientras el demoledor huracán Irma sigue desplazándose por el Atlántico rumbo a Estados Unidos y arrasa todo lo que encuentra a su paso por el Caribe, en el mundo de las divisas "no hay mayor tormenta que la de Categoría 7 que está arrasando el dólar", asegura Stacy Herbert.
China se prepara para acordar un contrato de futuros de crudo denominado en yuanes y convertible en oro de manera inmediata en el mercado de Shanghái, y esto puede considerarse como un intento de liberarse del dólar estadounidense, que actualmente reina en el mercado petrolero, sostienen Stacy y Max.
Max Keiser destaca que China ha hecho lo mismo que Rusia y adquirió oro "de manera agresiva". "Ahora tienen una cobertura y pueden deshacerse de los dólares, los desechan en el mercado, y si todo el mundo prescinde de los dólares, las repercusiones para el oro son magníficas", razona Max.
"El dólar estaba respaldado por el oro y después pasó a estar respaldado por el petróleo", resume Stacy la situación que ahora puede cambiar a favor de la moneda china que, a su vez, puede convertirse en un nuevo patrón oro.
Al mismo tiempo, Max recuerda que los intentos previos de comerciar con petróleo utilizando otra divisa que no fuera el dólar no acabaron con éxito. "Saddam Hussein intentó comerciar con petróleo en euros y fue asesinado, Muamar Gadafi intentó comerciar con petróleo en euros y fue asesinado también", sostuv Max como ejemplo.


CATALUNYA

ENTREVISTA, Raül Romeva: "Incluso en un marco de obstrucción, estamos en condiciones de hacer el referéndum"

El conseller de Asuntos Exteriores de la Generalitat reconoce que, en caso de victoria del 'Sí' en la consulta del 1 de Octubre, el reconocimiento internacional del nuevo estado "no vendrá de la noche a la mañana". Piensa, sin embargo, que Catalunya está en condiciones de afrontar este periodo" y que "debería ser lo más corto posible, por interés de todos, de España, de Europa e incluso del resto del mundo".
Raül Romeva, conseller d'Afers i Relacions Institucionals i Exteriors
Raül Romeva, conseller d'Afers i Relacions Institucionals i Exteriors
Durante 10 años y dos legislaturas, Raül Romeva (Madrid, 1971), se ganó el reconocimiento como uno de los diputados más trabajadores en el Parlamento Europeo. También ganó significación como una destacada voz crítica independentista dentro de Iniciativa per Catalunya-Verds (ICV). Este carácter transversal seguramente lo hizo el candidato perfecto para encabezar la lista de Junts pel Sí (JxSí) en las elecciones del 27S. Su experiencia europea lo hacía igualmente idóneo para convertirse en la cara del proceso independentista en la importante batalla ante la comunidad internacional, como conseller de Asuntos Exteriores. Y del factor internacional del referéndum -y del postreferèndum- ha hablado en profundidad con Públic. Insistiendo constantemente en una misma idea: que la política internacional responde exclusivamente a hechos y "realidades", y que el reconocimiento internacional de una Catalunya independiente no sería una excepción. Una manera elegante -como es el propio Romeva- de referirse más o menos entre líneas a lo que muchos llamarían 'hechos consumados'.

¿Hasta dónde cree que llegará la presión del Estado para intentar impedir el referéndum?

Honestamente, no lo sé. No sé qué pueden hacer. Sé lo que nosotros estamos en condiciones y lo que estamos determinados a hacer, como Govern y como sociedad, que es permitir que todo el mundo, piense lo que piense, tenga el proyecto de país que tenga, pueda expresarse. Y, obviamente, escuchar el resultado e implementarlo.

¿El Govern está preparado para una posible intervención por la fuerza, como requisar urnas o papeletas? ¿Se trabaja en este escenario?

Yo lo que constato es que la gente, a nivel de calle, de sociedad e incluso de Parlament, está mucho más tranquila. No hay tensión, ni dificultad de convivencia. Esto es un relato artificial.
'Nosotros tenemos las herramientas para hacer el referéndum'
Por lo tanto, se me hace muy difícil imaginar un escenario como éste. En cualquier caso, repito, nosotros tenemos las herramientas para hacer el referéndum. En estos momentos tenemos un mandato legal para hacerlo. De hecho, siempre lo hemos tenido, ahora lo único que hemos hecho es ratificarlo en el marco de la legalidad catalana. Y hay una demanda social para resolver esto por la vía democrática, y no a través de ninguna otra. Desde esta triple perspectiva, creo que no hay alternativa a que el 1 de octubre la gente vaya a votar.

A falta de tres semanas para el 1-O, hay todavía dudas sobre aspectos organizativos, tales como cuántas mesas habrá o qué ayuntamientos colaborarán. Más de la mitad de municipios del país han dejado claro que apoyarán, pero esto no está tan claro en el área metropolitana de Barcelona. ¿La Generalitat está preparada para cubrir estos vacíos?

Del todo. La Generalitat está preparada para que todos puedan ejercer libremente y con seguridad su derecho a expresarse y votar. Esto es un hecho. Es una cuestión que me parece absolutamente relevante, porque demuestra que, a pesar de no sólo la falta de colaboración, sino directamente la obstrucción por parte del Estado, no se podrá impedir la celebración de este referéndum.

¿Estamos preparados para hacer un referéndum efectivo? Sí. Tenemos el marco legal, el decreto de convocatoria y el de normas complementarias. De hecho, y en términos prácticos, la comunidad de la Catalunya en el exterior ya ha comenzado a votar, lo cual me parece significativo y hay que ponerlo de manifiesto. Tenemos miles de personas que se han ofrecido como voluntarios, como agentes electorales. Tenemos más de 500 ayuntamientos que han manifestado su voluntad de colaborar ... esta es la realidad que tenemos.

Si vamos a casos concretos, el Ayuntamiento de L'Hospitalet o el de Santa Coloma ya han dicho que no colaborarán. ¿Cómo se hará el referéndum en estas ciudades?

Se hará. Se hará. ¿Alguien cree que en L'Hospitalet no se podrá votar? En Barcelona se votará, en L'Hospitalet se votará, en Cornellà, en Lleida, en Tarragona se votará, claro que sí. ¿Qué razón objetiva hay para que no se pueda votar? ¿Qué razón objetiva hay para que la gente no pueda expresarse libremente y democráticamente? Ninguna. En este sentido, no tengo ninguna duda. ¿Son los términos en los que hubiéramos querido hacerlo? No. Pero la carga de la prueba está donde está.

Nosotros, lo que estamos demostrando, lo que hemos demostrado y lo que demostraremos es que, en un marco de no colaboración en algunos ámbitos, e incluso de obstrucción, estamos en condiciones de hacerlo. ¿Qué más garantías de capacidad podemos ejercer? Lo que me preocupa es que estamos normalizando situaciones que son inaceptables. ¿Es normal que la presidenta del Parlament esté bajo una querella por haber permitido un debate? ¿Verdad que no? A partir de ahí, ¿el problema es una urna o una mesa electoral? Pongámonos en un marco superior.

En qué marco?

En un marco de legitimidad, de principios fundamentales. Internacionalmente, ¿es un problema votar en un referéndum de autodeterminación? No. ¿La ley lo permite? Sí. ¿El derecho europeo lo impide? No. Ya se demostró en el caso de Escocia. Situémonos en este marco. Situarse en el marco de una urna o una mesa es mirarse el dedo y no mirar la luna. Me parece que encallarnos en pequeñeces es perder de vista la trascendencia del problema global, y no nos ayuda a resolverlo. Lo que tenemos que hacer es superarlo por arriba, hablando de lo que realmente tenemos que hablar: del derecho legítimo de la gente a expresarse en un sentido u otro, y de ser respetada. Tan sencillo como esto.

Se han dado órdenes a los cuerpos policiales para que impidan el referéndum. Esto incluye los Mossos. ¿El Govern tiene controlada su reacción?

Todo el mundo sabe la importancia de lo que estamos haciendo, y eso me parece especialmente importante. Los servicios de la administración pública saben también que hay unas normas que debemos respetar todos, desde la situación que se ha establecido con la nueva ley del Referéndum y los decretos que se derivan, y éste es el escenario en el que nos movemos. No tengo ninguna duda que esta será la norma. También hemos explicado muchas veces que aquí no se obliga a nadie a hacer nada. Hay una responsabilidad colectiva para que todos puedan expresarse el día 1 de octubre. Esto lo podemos garantizar.
Raül Romeva en un moment de l'entrevista amb diari Públic
Raül Romeva en un momento de la entrevista con diari Públic

Una parte de la estrategia del Gobierno central ante el 1-O se centra en lo que podríamos llamar represión económica, dirigida a personas concretas. ¿Hay capacidad de resistencia en este terreno?

Nos centramos mucho en cuestiones de carácter puramente circunstancial. Creo que hay entender cuál es ahora el verdadero problema. Ninguno de los intentos de los últimos meses o años para intentar detener esta demanda -por vía judicial, por vía de querellas, del Tribunal de Cuentas o de amenazas- no ha funcionado. No han funcionado y no funcionarán. Este tipo de medidas se han demostrado no sólo ineficaces para detener cualquier cosa, sino que lo que han hecho es dotarnos de cada vez más argumentos para decir que, si lo mejor que puede ofrecer el Estado es este tipo de reacciones, se trata de un proyecto muy poco estimulante.

Me gustaría que el Estado hiciera una propuesta que permitiera que mucha gente pudiera interesarse y defenderla. No está pasando esto. Tenemos dos realidades. Por un lado, una propuesta democrática, que es la que se concreta en el 1-O. Por otro lado, tenemos unas estructuras de un Estado, heredero de un régimen del 78 que se ha demostrado absolutamente enfermo en muchos sentidos, que lo único que hace es amenazar, querellarse y poner en riesgo la propia esencia del estado de derecho, desmenuzando la separación de poderes.

Tenemos dos opciones entre las que debemos elegir: democracia -que no significa independencia, significa votar- y mantener un statu quo que se ha mostrado absolutamente superado. Cualquier cosa que no sea afrontar este debate en términos democráticos, preguntando a la gente, no resolverá nada en absoluto.

Sobre esta apelación al diálogo, el presidente Puigdemont ha dicho que estaría dispuesto a negociar hasta el 'último minuto de la prórroga'. Si ahora hubiera algún tipo de propuesta razonable desde el Estado, ¿podría esto hacer variar el calendario?

Lo que pasa es que esta pregunta, en condicional, hace años que la estamos planteando. Quizás que pasemos del condicional a los hechos. ¿Hay alguna propuesta? ¿Alguna oferta? Dejemos de especular sobre qué pasaría si hubiera una propuesta. Si hay alguna, que se ponga encima de la mesa. En todos estos años, incluso meses, se ha insistido por nuestra parte, y muy particularmente por parte del President, para sentarse con el presidente Rajoy y hablar de ello, de los términos, de cómo debemos afrontar esta situación. Y la respuesta ha sido no sólo negativa, sino hostil.

Ya no estamos en tiempo de hipótesis, estamos en tiempo de hacer frente a la realidad. Creo que la pregunta, en todo caso, deberíamos hacérsela a la otra parte. Preguntarnos a nosotros "qué haríamos si", cuando hace años que estamos pidiendo afrontar esto en términos negociados y pactados, y la respuesta es en el mejor de los casos una sala vacía, cuando no toda la artillería judicial y policial ... llega un momento que nosotros ya no podemos especular más. La realidad es la que es.

Una parte importante de este choque de legitimidades es la batalla de la opinión pública internacional. El soberanismo coincide en que la estaba ganando, en los últimos meses. ¿Cree que esto sigue siendo así, tras el pleno de la semana pasada en el Parlament?

¿Cómo se mide eso? Entra dentro del terreno de las subjetividades. Lo que me parece a mí, desde lo que yo conozco, es que existe cada vez más la conciencia de que el problema no radica en el hecho de que el 80% de la sociedad catalana quiera votar. Éste no es el problema. El problema es que, ante esta situación, no hay una propuesta por parte del gobierno del Estado, una voluntad de sentarse alrededor de una mesa. Esto es lo que sorprende.

Lo que también sorprende mucho es la negativa y la hostilidad ante las reiteradas ofertas del Govern de la Generalitat para pactar los términos de este debate. Esto hace que se entienda más porque hemos optado por la vía por la que hemos optado.

No nos hagamos trampas. El debate parlamentario de la semana pasada no ha seguido ningún mecanismo que no se haya seguido en otros lugares. Incluso en el Congreso. La reforma del Tribunal Constitucional o el relevo del rey se hicieron mediante lectura única. Cuando el Parlamento ha pedido debatir, sólo debatir la cuestión, nos hemos encontrado no sólo con tres grupos llevando la propuesta al Tribunal Constitucional, sino directamente con una querella contra la Mesa.

No se puede desubicar el debate de estos dos días de todos estos precedentes. ¿Que esto debería haberse hecho de otra manera? Es que lo llevamos planteando durante muchos años. Se ha hecho lo que se podía hacer. Si normalizamos el hecho de que una presidenta del Parlament tenga que hacer frente a querellas por permitir un un debate parlamentario, ¿en qué situación dejamos la democracia? Lo que pretendemos precisamente con este gesto es recuperar la esencia de la lógica y del debate parlamentario. En el marco español, es evidente que esto era imposible. Por lo tanto, había que cambiar el marco, que es lo que hemos tenido que hacer.

Tiene aliados internacionales el independentismo?

La gente. El mejor aliado que puedes tener, también a nivel internacional, es demostrar que esto es inevitable y creíble. A nivel internacional se reacciona ante los hechos. No a razones, intenciones o deseos. A hechos.

¿Qué es un hecho? Que en estos momentos hay una demanda masiva, de mucha gente que quiere resolver una cuestión por la vía democrática. ¿Es mayoritaria? Algunos pensamos que sí, y que ya se demostró el 27S. Como eran elecciones y no referéndum, hay quien cuestiona que fuera mayoritaria. Muy bien, pues hagámoslo en forma de referéndum. Ningún problema. Así sabremos si, con la lógica y las reglas del juego de aquellos que dudan, tenemos la mayoría. Este es el principal aliado internacional.
'Las relaciones internacionales no se mueven en el terreno de las simpatías, sino en el de los hechos'
Y la reacción estará en función de lo que ocurra aquí. Las relaciones internacionales no se mueven en el terreno de las simpatías, sino en el de los hechos. Las realidades son las que determinan los cambios. No es un problema de marcos legales ni de razones, es un problema de realidades. Si hay una participación masiva el 1-O, y el resultado es claro, en un sentido u otro, obviamente la reacción internacional vendrá condicionada por ello. No se trata de esperar lo que harán desde fuera, sino de hacer lo que tenemos que hacer. Las reacciones vendrán a partir de lo que hagamos nosotros, no al revés.

Acaba de decir que la comunidad internacional reaccionará ante una participación masiva. La ley del Referéndum no marca ningún umbral de participación. ¿Cree que habrá que establecer, en la práctica, un porcentaje mínimo?

Una de las cosas que propusimos hablar con el gobierno de España, además de fecha y pregunta, era el mínimo de participación. En un escenario acordado, esto habría sido absolutamente normal. No hay un escenario acordado.

Las propias recomendaciones de la Comisión de Venecia -que no son normas sagradas, son recomendaciones-, establecen que, en un escenario no acordado, establecer un mínimo de participación se desaconseja, porque puede condicionar que se produzca un llamamiento al boicot, a la abstención.

Esto no excluye que la voluntad, la obsesión que debemos tener como Gobierno y como sociedad es que la participación sea la máxima. Esto es lo mejor que le puede pasar a este país. En primer lugar, porque todo aquel que no quiera que esto termine con la consecución de un nuevo estado, tiene una vía para expresarse: Que es una papeleta y una urna, poner un 'No' y, si son mayoría, se acaba la cuestión y se termina el debate: dimisión de este Govern y nuevas elecciones, y la vida continuará. Si en cambio sale que 'sí', obviamente habrá que escuchar también esta voz. Pero seamos conscientes de que dependerá de la gente que quiera participar.

Quien no quiera participar, pues no será contado. Al final se contarán 'síes' y 'noes'. Si hay más 'noes' que 'síes', gana el 'No'. Si hay más 'síes' que 'nos' gana el' sí '. Esta es la realidad. Quien no quiera participar, legítimamente tiene todo el derecho de no hacerlo. Pero entonces, lógicamente, deberá asumir el resultado. En democracia, eso es lo mínimo que se puede exigir. Insisto, nosotros hemos planteado acordar los términos de este referéndum, y ha habido una negativa constante incluso a sentarse a hablar. Ahora no pueden imponernos unas reglas aquellos que no han querido ni siquiera sentarse a hablar de estas reglas.

¿Qué papel tendría la comunidad internacional en el periodo de negociación que se abriría tras una hipotética victoria del 'Sí'?

En este tipo de procesos, hay dos términos absolutamente asociados: democracia y negociación.

El resultado del referéndum dará un nuevo mandato y un nuevo escenario que habrá que abordar en términos de voluntad negociadora. Supongamos que sale que 'Sí', y como bien dice la ley del Referéndum, el Parlament proclama la independencia de Catalunya 48 horas después de tener los resultados finales. A partir de aquí comienza el proceso de creación del nuevo Estado. Esto requiere el reconocimiento internacional, nadie es ingenuo y ya sabemos que no vendrá de la noche a la mañana.

También creo que, desde el punto de vista de las potencialidades y capacidades, está fuera de duda que este es un país que está en condiciones de afrontar este periodo. Y debería ser lo más corto posible, por interés de todos, de Catalunya, de España, de Europa e incluso del resto del mundo.
'Desde 1991 ha habido 53 referéndums de autodeterminación, la mitad de los cuales no contaban con el acuerdo del Estado matriz'
Desde 1991 ha habido 53 referendos de autodeterminación, la mitad de los cuales no contaban con el acuerdo del Estado matriz -no estamos haciendo nada tan extraordinario, y todos ellos han dado lugar a un proceso de negociación cuando el resultado ha sido favorable a la independencia. Desde el punto de vista racional, todo lo que no pase por democracia y negociación, difícilmente tendrá ningún recorrido.

¿Y la comunidad internacional no ve diferente un referéndum acordado de uno unilateral?

No. Al final, lo que cuenta son los hechos. Es evidente que es preferible, siempre, un escenario acordado. Facilita las cosas a todo el mundo. Es lo que nosotros hubiéramos querido y para lo que hemos estado trabajando durante todo este tiempo. Pero, al mismo tiempo, en todos estos casos en los que no ha habido acuerdo previo, también ha habido un reconocimiento.

Siete de los actuales miembros de la Unión Europea no existían como Estado hace 25 años. Muy pocos de ellos han seguido un proceso acordado. Sólo hay un caso, el de Chequia y Eslovaquia. Y ahora son estados absolutamente normales, reconocidos, y justamente ahora uno de ellos, Estonia, preside el Consejo de la UE.

Quiero decir que, si tenemos un poco de perspectiva histórica y dejamos de mirarnos el dedo para mirar la Luna, la realidad se acaba imponiendo. Nosotros siempre hemos defendido acordar los términos. No lo hemos conseguido cuando se trataba de obtener una respuesta positiva por parte del Estado español. Hay que asumirlo, pero esto de ninguna manera nos puede impedir llevar a cabo el mandato democrático que tenemos. Si no, difícilmente podremos resolver el problema. Esto fuera se entiende, y se entiende cada vez más.

Dentro del soberanismo hay quien confía en que será la comunidad internacional la que forzará al Estado a negociar, en caso de proclamación de la independencia

No ponemos la carga de la prueba en lo que pase fuera. A mí no me encontrará ninguna frase ni ningún escrito en el que diga que desde fuera han de hacer tal cosa, porque creo que no es correcto. La historia nos demuestra que en casos similares no ha ocurrido casi nunca. Siempre ha habido reacción a un hecho. Si el hecho no se produce, no hay que reaccionar a nada.

La lógica, a nivel internacional, es el pragmatismo, e incluso el mantenimiento del statu quo. Por tanto, no podemos presumir nada hasta que no pasen cosas.¿ De quién depende que pasen cosas? De nosotros.

En este sentido, ¿tiene Catalunya la fuerza necesaria para afirmar y hacer efectiva su independencia, en caso de victoria del 'Sí'? ¿En aspectos prácticos, como el control del territorio o la capacidad para recaudar impuestos?

La capacidad institucional existe. De hecho, lamentablemente hemos tenido un escenario triste, con el ataque que sufrimos el 17 de agosto, en el que ya se demostró de manera clara, en diferentes frentes, que tenemos la capacidad de reaccionar con todas las garantías de un Estado en un aspecto tan sensible como es la seguridad.

También hemos demostrado, por activa y por pasiva, que a pesar de que ha habido una manifiesta obstrucción y voluntad de obstruir por parte del Estado en muchos ámbitos, tampoco lo ha conseguido. Económicamente, es evidente que aquí hay una capacidad y un dinamismo incuestionable.
'El día D más uno, el cambio será muy poco visible desde el punto de vista de lo cotidiano'
Lo mismo ocurre desde el punto de vista de la acción exterior, la proyección internacional o el turismo. El día D más uno, el cambio será muy poco visible desde el punto de vista de lo cotidiano. Porque ya tenemos todas las herramientas. Sólo falta la soberanía, que cuando el Parlament de Catalunya vota una cosa, lo que sea, se acepte. Que no ocurra que cuano toma decisiones -a veces por unanimidad-, y desde el Congreso o incluso desde el Tribunal Constitucional, un actor no elegido democráticamente, se puedan tumbar. No es un problema de capacidad. El problema es que no nos dejan.

Hay, sin embargo, dudas de que Catalunya pueda tener suficiente capacidad coercitiva en este escenario. Por ejemplo, ¿cómo puede hacer para que la banca obedezca a las autoridades catalanas y no a las españolas?

Por la vía de los hechos. Es la realidad la que se ha de acabar imponiendo. Lo que no tiene ningún recorrido es que el Estado pretenda imponer, como está haciendo, una convivencia forzada y artificial en términos institucionales.

Al final llega un momento en el que hay que clarificar. Hay toda una serie de aspectos que responden a la voluntad de querer ejercer o no. Alguien nos dice "si Catalunya es independiente, las empresas se irán". En primer lugar esto está por ver. Y segundo que, en cualquier caso, y aquí sí uso el condicional, seguramente muchas otras vendrían a ocupar este espacio.

Y lo mismo ocurre con la banca. Al final, las realidades se acaban imponiendo. Y me baso en la experiencia histórica. En Catalunya hay casi 6.000 empresas internacionales, que lo que quieren es un marco claro, de estabilidad. ¿Quién les ofrece este marco de estabilidad? Si Catalunya decide que debe ser un Estado, la capacidad institucional que tenemos, como gobierno, garantiza perfectamente dotarnos de este marco de estabilidad. Se ha demostrado, insisto, en un aspecto tan sensible como el de la seguridad.

¿Necesitamos la tutela del Estado español para hacer funcionar ámbitos tan básicos como la enseñanza, la sanidad, la seguridad o el transporte? No. A nadie le interesa, tampoco a las empresas multinacionales, un escenario de incertidumbre permanente. Habrá toda una serie de actores -multinacionales, sector financiero, otros estados- que reclamarán que se encuentre una solución. ¿En base a qué? En base a la realidad, a lo que se produzca. Tenemos que poner mucho énfasis en la negociación, a nadie se le escapa que tendremos que negociar. La pregunta es en qué términos se producirá esta negociación. Y aquí es donde se imponen los hechos, la realidad. Y al final los que importa son las legitimidades. No la fuerza.

En este escenario, ¿qué tipo de presión cree que hay que ejercer desde Catalunya para obligar al Estado a sentarse a negociar, sean movilizaciones ciudadanas u otros métodos?

Si el 1-O la mayoría decide crear un Estado nuevo, España estará obligado a negociar en la medida que esto afectará directamente sus propios intereses. Hasta ahora ha habido una tendencia a creer que esto no pasaría. Cada vez que el Estado ha dicho "esto no pasará", al final se lo ha tenido que encontrar. Si alguien cree que este escenario puede mantenerse eternamente, es que no ha leído bien la realidad. Desde esta perspectiva, el Estado tendrá que hacer la lectura que el resultado del 1-O es imparable.

¿Está diciendo que, simplemente declarando la independencia y ejerciéndola, el Estado se verá obligado a negociar?

No sé qué hará. Lo que sí sé es que, hasta ahora, la no negociación no ha dado ningún resultado positivo. Esto es un hecho. Ni por Catalunya, ni para el Estado, ni para Europa. La no negociación no es una opción. Hubiera sido mucho mejor una negociación 'ex ante'. Si no han querido, la deberán hacer 'ex post'. Porque lo que sí hay es una determinación clara, por parte de Catalunya, que esto lo tenemos que resolver democráticamente. Tanto si sale que 'sí' como si sale que 'no'. En una negociación, uno debe dejar muy claros los términos. La fuerza más grande de esta negociación debe ser el mandato popular, si éste existe el 1-O.
'No es un tema sólo de España y de Cataluña, aquí hay muchos intereses en juego'
Aceptaríamos una mediación internacional en todo este proceso? No hay problema, lo hemos dicho muchas veces. El problema no lo tenemos nosotros. No es un tema sólo de España y Catalunya, aquí hay muchos intereses en juego. Estoy hablando de 6.000 empresas multinacionales, de 17 millones de turistas, de importaciones y exportaciones que afectan a muchos ámbitos, de un aspecto geoestratégico ... Si el resultado del 1-O claro, por mucho que el Estado español no quiera negociar, tú no puedes mantener una situación irresuelta 'in aeternum'.

En este escenario de negociación, hay quien cree que el Estado, tal vez forzado por la comunidad internacional -o por "la realidad", como insiste usted- podría proponer un nuevo referéndum, en este caso, acordado

Repito: es una hipótesis. Puede suceder esto y mil otras cosas. Queríamos pactar los términos del referéndum y el Estado no ha querido. Hemos hecho lo que teníamos la obligación democrática de hacer. Lo que pase como consecuencia de ello, lo valoraremos cuando pase. Si esta es una reacción, la discutiremos. Porque obviamente habría que ver los términos. El problema es que estamos hablando siempre de posibles propuestas del Estado, pero no vemos ninguna. No podemos estar moviéndonos permanentemente en el marco de la especulación.


Julio Anguita: “Malditas las siglas que impiden que haya unidad” - Conferencia íntegra 👏

Publicado 10 set. 2017

Intervención íntegra de Julio Anguita en el Círculo de Bellas Artes de Madrid con motivo de la presentación de su libro ‘Atraco a la memoria', escrito junto con Juan Andrade. El ex-coordinador federal de IU Julio Anguita se mostró decepcionado con la falta de unidad de las fuerzas rupturistas de cara a las elecciones generales del próximo 20-D. “Malditas las siglas que impiden que haya unidad”, afirmó un Anguita que no quiso profundizar demasiado en la cuestión y tampoco mencionó explícitamente a qué marcas se refería aunque destacó que él también tenía siglas. “Esto lo aprenderemos con dolor la noche del 20-D”, añadió. El profesor hizo estas declaraciones en el marco de la presentación de un nuevo libro escrito junto al historiador Juan Andrade. Bajo el título “Atraco a la memoria” se pretende realizar un recorrido histórico por la vida política del ex-dirigente de IU. En el acto estuvo arropado por Alberto Garzón, Lara Hernández, secretaria de convergencia de IU, Manolo Monereo o Tania Sánchez, candidata de Podemos en las generales. Pablo Iglesias, secretario general de Podemos estaba invitado al acto pero no pudo asistir, según fuentes de este partido. Preguntado expresamente al término de su intervención por la situación de cara a las generales en la izquierda, Anguita señaló que ya hablará el día 21 de diciembre. “No voy a entrar en enfrentar a unos contra otros”, afirmó en referencia, sin nombrarlos, a IU y Podemos. En este sentido destacó que ha comprobado que cuando ha hecho alguna declaración al respecto de estas cuestiones se ha utilizado para enfrentar. “Soy de las personas que más utilizan”, comentó Anguita quien sí dejó su sentimiento claro. “He asistido con dolor a que no se ha podido cuajar algo más grande”, sentenció. Para Anguita, las siglas “no son dioses ni altares, son instrumentos y por encima de ellas hay objetivos superiores”. Además anunció que no va a participar en la campaña electoral de IU ni en ninguna otra y que ya se lo había dicho al propio Garzón. Señaló al respecto que hace muchos años tomó la decisión de no participar en ninguna campaña y que sólo lo ha vulnerado una vez, este año en Andalucía. “Lo que pienso de Alberto (Garzón) está claro”, destacó pidiendo que no se sacaran interpretaciones erróneas sobre su ausencia en mítines.

Texto completo (muy interesante), aquí: https://www.cuartopoder.es/espana/201... Por permitirme la publicación de este vídeo, envío desde aquí mi agradecimiento al canal: cuartopodervideos Reconocimiento / Atribución… Vídeo: Intervención íntegra de Anguita en la presentación de 'Atraco a la memoria' URL: https://www.youtube.com/watch?v=094Eb... Licencia Atribución de Creative Commons (reutilización permitida): https://support.google.com/youtube/an... NOTA: Este vídeo se grabó con fecha: 12/11/2015

VIDEO

https://youtu.be/E_UQRYp4pr0

Twitter: Pedro Sánchez honra la memoria de Allende y un tuitero le recuerda que el PSOE vendió armas a Pinochet

Las contradicciones del socialismo obrero español, al descubierto en Twitter. El líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha querido honrar la memoria de Salvador Allende, presidente socialista de Chile entre 1970 y 1973, el día en el que se cumplen 44 años de su asesinato tras el golpe de Estado de Pinochet, que entonces ocupaba el puesto de comandante en jefe del Ejército.
Hasta ahí todo normal. Pero la memoria y, sobre todo, la hemeroteca a veces juegan una muy mala pasada. Y esta ha sido una de ellas. Un tuitero, Jonathan Martínez, ha recordado a Pedro Sánchez que el PSOE de Felipe González no dudó en realizar millonarias ventas de armamentos al gobierno dictatorial de Augusto Pinochet, que había asesinado al recordado Allende, cuando una buena parte de la comunidad internacional le dio la espalda.
El tuitero ha acompañado su mensaje de una noticia de El País del 12 de abril de 1987, que comienza de la siguiente manera: "La mitad de los aviones militares fabricados en España y vendidos en América Latina prestan servicio en las tres ramas de la defensa nacional chilena." Y detalla: "Morteros, lanzacohetes y granadas, pistolas, explosivos, armas cortas, ametralladoras y sistemas de puntería también figuran entre las compras chilenas a España". Ahí es nada.
El texto recuerda que la historia de los "desiguales intercambios de armas entre España y Chile comenzó cuando tras el golpe de Estado de 1973" perpetrado por Pinochet. Fue entonces cuando el país andino sufrió el embargo a la compra de armas por parte de los países que tradicionalmente habían venido suministrando material bélico a Chile. Pero ahí estaba España y la dictadura franquista para ayudar a Chile y con la llegada del socialista Felipe González al poder, en 1982, nada cambió.
"Con el primer Gobierno del PSOE, concretamente en 1984, ENAER adquirió otros 21 aviones C-101, que, a razón de seis anuales, fueron ensamblados en Chile con un aporte de un 20% de componentes tecnológicos propios", recuerda el artículo, que también se hace eco de las críticas a la España de González por vender material antidisturbios al dictador Pinochet. "En este sentido, las acusaciones políticas contra el Gobierno de Felipe González se han venido sucediendo en los últimos años", dice el artículo, que cita un alto directivo de la firma comercial chilena Kenrick y Compañía, SA, para asegurar que en 1986 España vendió a Chile 40 tanquetas antidisturbios.
"Los contratos logrados por España en 1982 dan una idea de la magnitud de las compras chilenas, que en dicho año superaron los 80 millones de dólares. En realidad, hasta 1984, Chile representó casi el 20% de las exportaciones bélicas totales españolas", sentencia el artículo.
Cabe recordar que en septiembre de 2015, el expresidente del Gobierno español, Felipe González, aseguró que en la Venezuela de Nicolás Maduro se respetan menos los derechos humanos que en la dictadura de Augusto Pinochet. Así se pronunció durante una rueda de prensa junto a la esposa del líder opositor Leopoldo López: "Visité a dos condenados por la dictadura, que salieron después, en pleno estado de sitio en Chile. Pues el estado de sitio del Chile de Pinochet respetaba mucho más los derechos humanos que el paraíso de paz y prosperidad de Maduro", expresó González.



Francia: La reforma laboral de Macron es un "golpe de Estado social" para la oposición de izquierda

El presidente de Francia emitirá un decreto que flexibiliza al máximo el sector del trabajo.

Maximiliano Lugani > Desde París - Domingo 10 de Septiembre de 20

Era una de sus promesas de campaña y la está cumpliendo. La reforma laboral ideada por el presidente francés Emmanuel Macron comienza a tomar color y con ella empiezan a medirse las fuerzas políticas. Los partidos de izquierda y los trabajadores son los que se oponen a esta medida que flexibiliza el mercado laboral al máximo, con el supuesto objetivo que busca Macron para bajar el desempleo, que hoy alcanza al 10 por ciento. "Estemos o no de acuerdo y por más que no lo haya votado, está haciendo lo que prometió", dice una joven estudiante como conformándose ante una promesa cumplida.
Si bien el representante de En Marcha sigue sosteniendo que es de centro, esta medida lo hace ubicarse a él mismo dentro de las políticas sostenidas por los partidos de la más rancia derecha. El modo en que esta reforma será aprobada, a través de un decreto, lo denota. El Consejo de ministros adoptará los cinco textos de la reforma antes de que termine septiembre y en las semanas siguientes el Parlamento, con mayoría absoluta del gobierno, lo deberá ratificar.
¿De qué tratan estas medidas? En primer lugar, la reforma permitirá a las pymes de menos de 50 trabajadores a negociar directamente con el personal las condiciones laborales sin necesidad de que intervenga un delegado sindical. El gobierno argumenta que en este tipo de empresas apenas hay representanres gremiales, lo que obliga a plegarse a los acuerdos sectoriales. La medida es aplaudida por los pequeños empresarios y rechazada por las centrales sindicales.
La reforma también modifica los despidos colectivos ligados a la crisis. Hasta ahora, para lanzar un plan de reestructuración debido a los problemas financieros de una multinacional hay que tener en cuenta su situación en todos los países donde está presente. El nuevo texto permitirá que la empresa pueda hacerlo si certifica que su situación económica es dificultosa sólo en Francia. Se cree que una legislación tan beneficiosa atraerá a los inversores extranjeros.
Otro punto importante es el límite fijo que le pone a las indemnizaciones por despido, algo que el año pasado no pudo ser aprobado debido a las idas y vueltas del gobierno de François Hollande por el estallido social que causó.
El tope de las indemnizaciones era decidido en el organismo de arbitraje laboral. Ahora habrá un techo fijo de acuerdo a los años trabajadores y el salario obtenido. Para una persona que haya trabajado hasta diez años y fue despedida sin causa, obtendrá una indemnización de un mes de salario por año trabajado. Entre los diez y los treinta años, será medio mes más de salario, con un tope de 20 meses. 
No se entiende el alcance de la reforma laboral sin tener en cuenta que es el primer capítulo de una serie de reformas, que incluirán el seguro de desempleo y la formación profesional, tratados en los próximos años. Sin embargo, la gran patronal Medef (Movimiento de Empresas de Francia), considera la reforma como "tímida e insuficiente".
"Se ha confirmado uno de nuestros temores", sostuvo Philippe Martínez, el secretario general de la CGT, una de las principales centrales sindicales, que llamó a los trabajadores a una marcha el próximo martes. Lo llamativo es que los otros dos sindicatos de mayor presencia en Francia, CFDT y Fuerza Obrera, no se sumarán a la marcha por los derechos de los trabajadores que se ven afectados por esta reforma. 
Quien tomó la voz y se plantó como máxima oposición fue Jean-Luc Mélenchon, líder de La Francia Insumisa. En uno de sus discursos, arengó al pueblo "a tomar Paris contra el golpe de Estado social el día 23 con una masiva manifestación".
Por su parte, Macron sigue sosteniendo su discurso de acuerdo a los números. "Somos el único país de Europa que en los últimos 30 años no pudo frenar el desempleo masivo", dijo en una entrevista exclusiva a la revista Le Point..
"Esta es una prueba para Macron y para la sociedad, ya que para los países vecinos, Francia es incapaz de reformar sus políticas públicas sin que haya una guerra social", sostuvo Christian Lequesne, investigador del Centro de Estudios de Relaciones Internacionales.
Reformar las leyes laborales en Francia es caminar por campo minado. El expresidente socialista François Hollande, cuando intentó hacer una reforma laboral más ambiciosas que la de Macron el año pasado, se enfrentó a meses de protesta en las calles, de las cuales muchas fueron violentas.
Se avecinan tiempos de cambio en Francia. Si bien la imagen del presidente bajo notoriamente a un 40% de aprobación por parte de la ciudadanía, sigue con la idea de profundizar todas sus promesas de campaña. 
El termómetro será la calle: una fuerza política de izquierda liderada por Mélenchon se ubica como la máxima oposición. De las centrales trabajadoras, sólo una saldrá a las calles. Con este panorama, la reforma de 200 páginas del Código de Trabajo pasará sin sobresaltos por encima del pueblo francés y la Asamblea.  «


CHILE
Otras miradas

Allende, Unidad Popular y el camino a seguir en España

11 Sep 2017

Miguel Guillén Politólogo. Autor del libro ‘Podemos-Izquierda Unida. Del desamor a la confluencia’
Aquí va todo el pueblo de Chile
aquí va la Unidad Popular
campesino, estudiante y obrero
compañeros de nuestro cantar.
Venceremos, venceremos,
con Allende en septiembre a vencer.
Venceremos, venceremos,
¡La Unidad Popular al poder!

Pasear por delante de la Moneda te despierta un escalofrío difícil de describir. Lo mismo que visitar el mausoleo de Salvador Allende en el Cementerio General de Santiago o las exposiciones del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos. O la tumba de Víctor Jara. O pasar con el coche por delante del Estadio Nacional. Cualquiera que haya visitado estos lugares sabe de qué hablo. Ahora que se cumplen cuarenta y cuatro años del ignominioso golpe de estado de Pinochet y la muerte de Allende, me parece un buen momento para recordar el proyecto colectivo que representó la Unidad Popular liderada por el histórico y recordado político y médico chileno. Un proyecto que superaba las siglas históricas de los partidos de izquierdas y populares con el objetivo claro de alcanzar la victoria electoral merced a una unidad necesariamente multiplicadora. Una unidad que sirvió, primero, para contagiar ilusión y elevar la moral de las clases populares de todo Chile allá por 1970, y después para ganar las elecciones y llevar en volandas a Salvador Allende hasta la presidencia de la república, con el horizonte claro de explorar la vía chilena al socialismo. La revolución con saber a vino tinto y empanadas. Aquel sueño, como sabemos, se truncó violenta y abruptamente el 11 de septiembre de 1973.
Aquella Unidad Popular creada en 1969 estuvo formada en un inicio por partidos tan dispares como el Partido Socialista (PS), el Partido Comunista (PCCh), el Partido Radical (PR), el Movimiento de Acción Popular Unitario (MAPU), el Partido de Izquierda Radical (PIR) y la Acción Popular Independiente (API). La Central Única de Trabajadores (CUT) también la apoyaba. Además, los simpatizantes independientes del proyecto formaron los llamados Comités de la Unidad Popular (CUP), en los barrios, fábricas, etc. Allende, como es bien sabido, pertenecía al Partido Socialista. El proyecto troncal consistía en hacer caminar el país hacia el socialismo por la vía democrática, algo inédito que despertó las simpatías de gran parte de la izquierda a nivel mundial. Mientras tanto, los sectores más privilegiados del poder, en Chile y fuera de sus fronteras, vieron peligrar sus intereses. Como es bien sabido, el papel del gobierno de Estados Unidos, con el presidente Nixon a la cabeza y Henry Kissinger en la secretaría de estado, fue clave en el golpe militar de 1973, como también lo fue durante los años de gobierno de la Unidad Popular, con la promoción de un embargo al cobre chileno y la negación de créditos externos.
Cabe recordar que Salvador Allende, revolucionario y demócrata al mismo tiempo, fue el primer presidente marxista del mundo que accedió al poder a través de elecciones. En el programa de la Unidad Popular destacaban propuestas como la estatización de las áreas consideradas clave de la economía, la nacionalización de la minería del cobre, la aceleración de la reforma agraria, el congelamiento de los precios de las mercancías, el aumento de los salarios de todos los trabajadores y la modificación de la constitución. El reto era mayúsculo, indudablemente, más si cabe teniendo que afrontar el sabotaje promovido por los poderosos enemigos del proyecto colectivo de la Unidad Popular, en Chile y en el extranjero.
A principios de los años 70 del siglo pasado (como hoy), los medios de comunicación chilenos estaban en manos de la derecha. Pero las calles no. Por eso se pintaron murales por todo el país con motivos de la Unidad Popular y en particular de Salvador Allende. “Los medios son suyos, pero los muros son nuestros”, decían. Esta bella metáfora creo que nos debe servir para aprender algo, cuarenta y tantos años después y al otro lado del Atlántico. Porque no tenemos los medios ni los bancos ni las eléctricas. Para construir una alternativa al Partido Popular, para desalojar a Rajoy de la presidencia del gobierno, ha quedado demostrado que las diferentes sensibilidades de las izquierdas deben cooperar y dejar de dedicar su valioso tiempo a atacarse entre ellas. El mal endémico de las izquierdas, que se dice… No me cansaré de explicar que las fuerzas alternativas y populares deberían profundizar en la confluencia: Podemos, Izquierda Unida, Equo, En Comú, En Marea, Compromís, etc. etc. deben seguir su proceso de colaboración y dar un paso más en lo que fue la coalición electoral de Unidos Podemos. Sin perder cada partido su autonomía ni su identidad, sólo faltaría. Pero con un horizonte claro: provocar una suma multiplicadora que sirva para ganar el poder y gobernar para la gente común.
Tengo la sensación, equivocada quizás, de que no se ha prestado toda la atención que merecía al hecho de que en el PSOE se vuelve a reivindicar “la izquierda”. Ni a la derrota de Susana Díaz en las primarias. Sí, la intención de presentarse como auténtica izquierda frente al auge de Unidos Podemos es clara y a algunos les puede parecer incluso cínica. Pero no me parece anecdótico que el partido vuelva a hablar de izquierda y de plurinacionalidad después de que la candidata de González y Guerra fuera humillada por las bases del partido. Y a pocos se nos escapa que sin el surgimiento de Podemos nada de esto hubiera sido posible. Ahora, pese a la desconfianza mutua y a las rencillas del pasado reciente, creo que las direcciones del PSOE y Unidos Podemos tienen claro que deben aunar esfuerzos para desalojar al PP del poder. Como mi querido y antiguo profesor Vicenç Navarro, que trabajó para Salvador Allende, ha explicado muchas veces aquí en Público, la desunión de las izquierdas representa un obstáculo para resolver el atraso social de nuestro país.
Allende y su ejemplo de dignidad nos deben servir para recordar que nunca es fácil luchar contra el poder establecido. Pero si Chile alguna vez soñó con la victoria fue gracias a la unidad de gente diversa y común que vio claro que no había más camino que la cooperación. Si en España se quiere vencer no hay más camino que profundizar en la confluencia de Unidos Podemos, primero, y cooperar lealmente con el PSOE después. Mal que a algunos les pueda pesar.


¿Dónde está Allende, a 44 Años de su Muerte?

Publicado el 10 Septiembre 2017 Escrito por Rolando H. Vergara  - EL CLARÌN DE CHILE

De prisa viajan las nubes grises en el cielo cerrando el paso a los tenues rayos de sol y el viento frío de Abril, arrebata de los árboles las primeras hojas doradas que anuncian la llegada del otoño a la ciudad de Santiago.
En la Alameda, miles de estudiantes, trabajadores y ciudadanos de la capital marchan exigiendo cambios profundos en el modelo político del país caracterizado por las inmensas desigualdades sociales.
Alegres y sonrientes van los líderes estudiantiles y laborales que encabezan la primera movilización social del año y junto a ellos, hombro con hombro, sobresale la figura inconfundible de Allende, imitada genialmente por un participante.
¿Y dónde esta Allende? A 44 años del combate heroico del Presidente Salvador Allende en el Palacio de la Moneda, un 11 de Septiembre de 1973, por la dignidad del pueblo chileno, por la democracia, y el socialismo, Allende continúa obstinadamente entre nosotros.
Como en aquella fría mañana de Abril, Allende aparecerá de nuevo en la Alameda y en cada una de las movilizaciones de los estudiantes para conseguir educación pública, de calidad y gratuita.
Pero Allende acompañará también a los humildes, a los trabajadores, a los campesinos, a los indígenas, a las mujeres y estudiantes de otros lugares de nuestra América Latina y el mundo, que defienden sus derechos y luchan por construir sociedades más justas e igualitarias.
Y en estos días, a 44 años de su desaparición física, Allende está más presente que nunca en la América Latina socialista y soberana. Allende vive y lucha, en este mismo instante, junto a la Revolución Bolivariana de Venezuela.
El hombre que imagino el socialismo del siglo XXI no ha muerto, continua más vigente, más imprescindible y más apreciado que nunca en las luchas democráticas y revolucionarias de los pueblos latinoamericanos por conseguir transformaciones político-sociales profundas y reinstalar el socialismo como solución y alternativa para los grandes problemas de la humanidad.1
El Comandante Hugo Chávez, visionario y audaz revolucionario bolivariano, entendió mejor que nadie el desafío de Allende y lo señalo, poco antes de morir, en un sentido tributo al Presidente Mártir.
“Algunos (…) teorizaron diciendo que era imposible la vía al socialismo por ese camino, por el camino electoral, por la vía pacifica. Pasaron los años y yo creo que lo que esta ocurriendo hoy en America Latina reivindica el intento de Allende y del pueblo chileno. No es [sensato decir} que o sea viable por la vía pacifica ir construyendo los senderos del socialismo”. 2
La Revolución Bolivariana en Venezuela confirman la plena vigencia, viabilidad y justeza del “camino Allendista” para construir el socialismo en libertad, pluralismo y democracia. La Revolución Bolivariana, de manera categórica, es el paradigma del Socialismo del Siglo XXI.
No es pura casualidad que Venezuela, en estos días, este siendo agredida y amenazada militarmente por las políticas intervencionistas de Donald Trump y gobierno de los Estados Unidos en confabulacion con la derecha económica y política venezolana.
La estrategia golpista diseñada y financiada por el Departamento de Estado y el Comando Sur de Defensa de los EEUU contempla el desarrollo de una agresión encubierta, llamada guerra de cuarta generación, contra el Gobierno de la Republica Bolivariana; y que en el curso de los últimos meses ha ido adoptando diversas formas, tales como la psicológica, comunicacional, internacional, institucional y la violencia insurreccional.
El objetivo estratégico del imperio y la contrarrevolución venezolana, no es otro que lograr la derrota del proyecto histórico de la Revolución Bolivariana, recuperar el poder político para la oligarquía, implantar un programa económico neoliberal antipopular y desatar la represión masiva contra el movimiento popular.
En este complejo escenario el Presidente Nicolás Maduro y el Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), se plantean retomar la iniciativa destinada a resolver la crisis política y los más apremiantes problemas que vive el país, convocando al pueblo venezolano a elecciones libres para la realización de una Asamblea Nacional Constituyente (ANC). La propuesta del gobierno y el chavismo es una iniciativa incuestionablemente democrática y de claro protagonismo popular, que puso en marcha la participación de los trabajadores, de los movimientos sociales y el pueblo en general en la solución de la grave crisis que vive el país.
La convocatoria del poder constituyente originario del pueblo es un acto de auténtica democracia participativa, que provoco las iras del imperio expresada en insolentes declaraciones del Gobierno de los Estados Unidos y otros gobiernos derechistas de América Latina, exigiendo la cancelación de la convocatoria a la Asamblea Nacional Constituyente y acusando de dictadura al Gobierno de la República Bolivariana.
“La ANC, señaló Maduro, fue convocada para la paz, pero ahora ante la amenaza imperial el pueblo la elegirá para activar y desplegar la defensa de la independencia, la dignidad y la soberanía”.
Como es sabido, las elecciones para elegir los integrantes de la Asamblea Nacional Constituyente se realizaron de acuerdo a la Constitución y las leyes del país y concito la participación entusiasta de más de 8 millones de venezolanos y venezolanas.
Hablando desde la Plaza Bolívar de la ciudad de Caracas, luego que el Consejo Nacional Electoral (CNE) entregara los primeros resultados de la elección, el presidente Nicolás Maduro refiriéndose a la ANC dijo que “no solo tiene la fuerza constituyente nacional, sino que tiene la fuerza de la legitimidad, la fuerza moral de un pueblo que de manera heroica, en condiciones de guerra, salió a votar, a decir, queremos paz y tranquilidad”. 3
La Asamblea Nacional Constituyente, como lo han demostrado los hechos recientes,  ha sido una acertada iniciativa de la Revolución Bolivariana para neutralizar la contrarrevolución oligárquica e imperialista, ha sido la respuesta justa de una revolución socialista que encarna los valores humanistas, pluralistas, libertarios y democráticos del socialismo del siglo XXI que imaginó Salvador Allende.
Por eso es vergonzosa y repudiable la posición de la Presidenta Michelle Bachelet y su gobierno, quienes calificaron de ilegitima la Asamblea Constituyente. De igual manera, es absolutamente condenable la actitud lacaya de algunos dirigentes, que en una clara traición a los principios del verdadero Partido Socialista de Chile en el cual milito Allende, se sumaron a los ataques del imperio y los gobiernos ultraderechistas del continente en contra de Venezuela.
Entonces, ¿dónde esta Allende? Consecuente con su compromiso latinoamericanista y su intransigente posición antiimperialista, Allende ni por un instante habría dudado en estar al lado de la Revolución Bolivariana levantando su voz para defenderla y para condenar las agresiones imperialistas.
Decisivos son los días que se viven en Venezuela en su lucha por consolidar el proceso revolucionario bolivariano iniciado por Hugo Chávez. Sin embargo el pueblo venezolano seguirá avanzando y encontrara su camino hacia la victoria. Con la misma fe y convicción de Salvador Allende quien con premonitorio acierto en medio del fragor de su ultimo combate en La Moneda, anunciaría que “Así se escribe la primera página de esta historia. Mi pueblo y América escribirán el resto”.
El autor es profesor e investigador del Latin American Research Institute, Canadá.
Notas:
1. Véase, Rolando H. Vergara, “Allende y la Alternativa a Construir”, http://piensachile.com/2014/09/allende-y-la-alternativa-construir/
2. Hugo Chávez, Conferencia de Prensa del Presiente en el Hotel Alba, Caracas, Venezuela, 11 de septiembre 2012.
3. Nicolás Maduro, Venezolana de Televisión, Caracas, Venezuela, 18 de Julio de 2017


URUGUAY
Por: Gustavo Carabajal
Lo que no pudo la famosa denuncia periodística del título universitario; lo que no consiguió la oposición con la Comisión Investigadora de la gestión de Ancap; lo que no lograron las recurrentes investigaciones de prensa, ni las fuertes críticas de algunos dirigentes opositores o del propio Frente Amplio; lo que no consiguió la investigación judicial con cientos de folios acumulados en voluminosos expedientes y decenas de declaraciones testimoniales o indagatorias; lo que no pudieron las redes sociales con una sistemática crítica, a veces merecida y otras estratégicamente programada para el “linchamiento” público . Lo que no pudo todo eso, y nada de eso, lo logró una sola frase del informe del Tribunal de Conducta del Frente Amplio sobre el uso de las tarjetas corporativas.
Creer o reventar. Un escueto escrito de poco más de ocho carillas, con una sola alusión lapidaria que dividió al Frente Amplio y que dice: “Un enriquecimiento indebido de monto poco importante es también una violación de principios que deben considerarse fundamentales”.
Eso bastó para que por primera vez en la historia, el vicepresidente de la República presentara la renuncia y desatara la peor crisis institucional que enfrentara el país en los últimos años.
Una sola frase pudo más que millones de palabras, porque acabó separando las aguas hasta un punto irreconciliable. “Se afectaron los principios y eso amerita una severa sanción”, se escuchó decir en la Torre Ejecutiva y repetir luego a varios sectores del Frente que preparaban fuertes argumentos contra el vicepresidente.
Obviamente no puede atribuirse solo a eso la decisión final de Sendic, pero sin dudas, fue la gota que rebosó la copa, la cereza de la torta para una larga lista de fuertes acusaciones que fueron minando su imagen social y política.
¿Que detrás hubo una estrategia para socavar paso a paso su resistencia? ¿Que la feroz interna del Frente se agarró de esa piola para tirar con fuerza y dejarlo maniatado y sin defensa posible? Todo es factible, pero tampoco pueden ignorarse los errores cometidos por el propio Sendic y su círculo rojo.
Porque no solo hubo falta de pericia para pilotear la tormenta y decisiones equivocadas para esgrimir una defensa, sino también torpezas que costaron muy caro. Es cierto que se lo puso bajo la lupa con total intención y que solo faltaba decir que le debía al quiosquero de la esquina, pero nadie puede negar que cometió errores.
La historia le dirá al Frente Amplio si fue un acierto o un error someterlo deliberadamente a 5 días de escarnio público y dejarlo al borde del abismo. La justicia será la que finalmente resuelva si Raúl Sendic cometió o no, enriquecimiento ilícito. Y la sociedad la que absuelva o condene políticamente al hijo del Bebe Sendic.
Lo que seguramente no pasará, será que el Frente recupere la calma, porque quedaron demasiadas heridas que demorarán mucho tiempo en cicatrizar y porque la oposición está allí para meter el dedo en la llaga. Habrá que seguir navegando en medio de la tormenta, y buscar el camino de la unidad, aunque hoy parece una utopía.


Tras conocerse la renuncia de Raúl Sendic, comenzaron a sucederse las preguntas de cómo sería el trámite parlamentario para que se efectivice la renuncia.
Para entender mejor esta situación, LA REPÚBLICA consultó al abogado constitucionalista y exsenador del FA, José Korzeniak.
El experto recordó que el cargo de vicepresidente y todo lo que sucede con él, incluida la renuncia, “son temas del Poder Legislativo, que es el que integra, y no del Ejecutivo. Es el presidente de la Asamblea General y del Senado, por lo que él tiene que renunciar ante el órgano principal legislativo, que es la Asamblea General”.
Sendic este lunes presentará la renuncia formal ante el Legislativo y tras esto se acciona todo una proceso para convocar a la AsambleaGeneral, para la cual “no hay un tiempo requerido”, aunque se especula que sería esta semana.
Acotó que “normalmente se espera que se cite para un día donde se puede contar con la mayor concurrencia o el más alto quórum, y la renuncia se acepta por mayoría simple (la mitad más uno), ya que no se necesita ninguna especial”.
Con relación al trámite de asunción del nuevo vicepresidente, Korzeniak explicó que “constitucionalmente se da cuando el vicepresidente no está y asume directamente, sin precisar ningún mecanismo, el que por cumplir con los requisitos, lo puede hacer, y en este caso al no poder el primero de la lista del lema más votado, que es José Mujica, que fue presidente de la República hace menos de 5 años, quien sigue en la lista es Topolansky, quien asume en esa Asamblea General que resolverá aceptar o no la renuncia de Sendic y ya queda en ese cargo. En esta Asamblea General no debe estar Sendic por reglamento del Senado. Si se quiere se puede hacer una reunión especial se hace, pero no es necesario por Constitución”.
Otro aspecto que el constitucionalista aclaró es que “al renunciar Sendic y asumir Topolansky, como el vice no tiene suplente no va a entrar uno por él. Sin embargo, al asumir Lucía, su suplente ingresa al Senado”.
Pasando en limpio, la 711 queda con un senador menos y el MPP gana uno, quien sería el hoy director general de Secretaría del Ministerio del Interior, Charles Carrera.
De los beneficios como senador, el experto indicó que “los pierde todos, fueros y demás” y añadió que “no tiene derechos que emanen desde el Ejecutivo, por lo menos en lo que marca la Constitución. No sé si hay algo previsto por otro mecanismo”.


Entropía representativa y grupos de presión: surge el partido Nacional-Globalista

por Ricardo Viscardi
2a. quincena, agosto 2017 -
12.8.17

Entropía representativa

Uno de los politólogos más serios advierte, en un artículo sugestivamente titulado “El suicidio de las ballenas”, que los cetáceos representativos pueden autoeliminarse.1 La partidocracia uruguaya pone, ante la creciente defección de la población, todas sus esperanzas en la pulsión electoral, ya desde hace décadas asistida por la multa en moneda corriente. Antes que encontrarse en riesgo de extinción electoral, la especie partidocrática se encuentra amenazada, según Bottinelli, por una crisis de credibilidad pública que puede generar alteraciones permanentes en las bases nutrientes del medio ambiente social.

Conviene observar que el diagnóstico del experto no parece en sí mismo arriesgado, sobre todo si se tiene en cuenta que el propio planeta parece dirigirse en masa hacia un cataclismo biopolítico del mismo tenor. Quizás en su momento no se prestó los oídos que merecía a los ayes que provenían del propio presidente en ejercicio, cuando en aquel temprano 1995 en que amanecía la web multimedia, ya anunciaba desde su egregia cúspide que “los medios y las encuestas son más poderosos que los estados y los gobernantes”.2 Al día de hoy nos encontramos con que el mismo augur proclama que “The house of cards” ha propiciado el descrédito del sistema de partidos en EEUU, de forma que ha favorecido indirectamente el irresistible ascenso de Donald Trump. ¿Qué decir del ocaso, en la cuna misma de la democracia política moderna, de los partidos históricos (post-gaullistas y socialistas), desplazados por un partido cuyos militantes celebran sus asambleas partidarias a teclado batiente?

Vaticinamos desde ya, que mantenido a flote por los salvavidas idiosincráticos que propician las dos máximas rectoras de nuestro ethos político (“no le hagas el juego a...” y “podría haber sido peor”) el sistema de partidos uruguayo logrará una atinada y propicia reconversión, destinada a salvar lo único que queda por delante: la fachada. Ahora, sólo la partidocracia sabe lo que le queda por detrás del frente (sin que lo anterior signifique alusión ninguna a un reconocido Tribunal de Conducta Política que juzga al vicepresidente en ejercicio). Si el demos hace mutis incluso por la urna (según lo sostiene Bottinelli, estaríamos ante una crisis de credibilidad, no de electorado), entonces los representantes públicos quedan -famélicos ante el faltante de nutrientes- a la merced de algunas mafias institucionales convenientemente maquilladas de opinión pública. Quizás la mejor estampa de esa liquefacción representativa sea la actual competencia entre el MPP y el Partido de la Gente, que según refiere el politólogo antes citado, pugnan entre sí por ganar la misma base social ideológicamente decorticada.3

Grupos de presión

El ser se manifiesta, según Heidegger, por los sentimientos opuestos del júbilo y la angustia.4 Otro tanto podría decirse, respecto a la democracia representativa, de los grupos de presión: tanto podían encaramarse en los lugares más propicios a la manipulación cuando la representación gozaba del mayor prestigio, como denotar ahora la cruel ausencia de todo piso real, cuando ponen en ridículo la legitimidad delegada.

En Francia se hizo famosa la curiosa coincidencia partidaria de los funcionarios de una comuna (que correspondería a una alcaldía de nuestro actual sistema municipal): todos eran miembros del Partido Comunista. Quizás los partidos comunistas hayan ofrecido el mejor ejemplo de un grupo de presión que aprovechó, en su momento, el “júbilo” simbólico de la democracia representativa. La autoridad “organizativa” del disciplinamiento que infundían, se revestía tanto de la legitimidad social del presente como de la fatalidad histórica del futuro. Esa estrategia de grupo de presión en las estructuras institucionales no logró, en el caso de los partidos comunistas, sortear la propia declinación del paradigma que los auspiciaba. El modelo cayó, por dentro y por fuera de fronteras, aplastado bajo el peso del propio realismo socialista que proclamaba.

En el polo inverso de la falencia representativa parece situarse al presente la encrucijada del sistema de partidos. En un reciente evento partidario un orador protestó contra la ostentación de la bandera de la diversidad en la propia sede central del Partido Nacional. Calurosamente aplaudido por los asistentes según el informe periodístico, se vio sin embargo cuestionado por una tímida defensa de la diversidad de género por parte de algunos oradores, que sostuvieron “que los blancos (nacionalistas) somos diversos”.5 Parece difícil que una diversidad que apunta a la pluralidad de géneros y otra que sostiene la ortodoxia binaria en la materia, puedan sumarse sin diversificarse nuclearmente. ¿Que percepción de la entidad partidaria nacionalista posibilitó que la bandera de la diversidad de género ondeara en la sede de un partido cuyas bases parecen tan lejos de la flamígera diversidad? ¿O se trató, ante todo, de sumar un jirón más de base social?

Parece incuestionable que este tipo de polémicas o contradicciones aumenta la irradiación de las reivindicaciones transversales a la sociedad, por encima de las pertenencias macro-sociales que trasunta la ideología. Desde el punto de vista del incremento de la incidencia de los movimientos sociales y de opinión en el conjunto de la escena pública, estamos indudablemente ante una buena noticia. Pero al mismo tiempo este escenario plantea la pregunta acerca de la tergiversación que pueden sufrir las reivindicaciones de los movimientos sociales cuando degeneran en posiciones explotadas, con fines particularmente institucionales, por grupos de presión enquistados en la estructuras (macro)representativas, particularmente las estatales.

El problema que se plantea no consiste en saber si una tendencia de opinión puede cometer o no un exceso o incurrir en un desliz respecto a los propósitos que la animan, llevada por el impulso de la convicción. Los lamentos por los “excesos” del pasado siempre fueron -en particular desde la Revolución Francesa, de la parte de ex-revolucionarios (o entre nosotros de “guerrilleros arrepentidos”) una señal de adhesión al poder, cuando no provenían directamente de los sectores conservadores (como ocurrió, en el Uruguay, al fin del período totalitario, con monsergas contra el “violentismo”).

El problema consiste, por el contrario, en que desnaturalizadas por el sello de la impronta institucional, las reivindicaciones sociales más sentidas por un trasfondo movilizado de la sociedad puedan confundirse con dictados soberanos. Hacia fines del año pasado una militante de la “nueva agenda de derechos” renunciaba a la estrategia partidaria como vía adecuada para la transformación de la sociedad, desencanto que se comentó desde este blog con tono irónico. La ironía apuntaba a denunciar la fatal infelicidad de un “matrimonio de conveniencia”: las estructuras de representación del todo social no pueden hacer lugar a desbordes reivindicativos, sin alterar ipso facto la media representativa de un equilibrio general que constituye su propia razón de ser.6

Hoenir Sarthou cuestionó más recientemente, en el sentido inverso a ese estado de equilibrio representativo, la pretensión de hacer lugar a formas de sensibilidad que obviamente no son ampliamente compartidas por el común.7 Difícilmente Sarthou se oponga, desde una columna que se denomina “Indisciplina Partidaria”, a que un colectivo, una orientación dentro de la sociedad, o una familia adopten determinadas pautas de educación sexual. Seguramente la denominación “indisciplina partidaria” se asociaría, ante todo, con la idea de que un órgano colectivo no puede esgrimir pautas claramente sectoriales sin ofender un campo de libertades compartidas. A no ser que ese colectivo esté definitivamente entregado, en su desamparo representativo, a grupos de presión que quieren marcar desde lo alto el camino. Quienes así lo pretendan, pueden desde ya tomar ejemplo de los partidos comunistas del pasado, a costa, es cierto, de no considerar lo que queda de tales aparatos en el presente.

Surge el partido Nacional-Globalista

Aquejado quizás por la angustia que domina a todo especialista, que aspira a mejorar el dominio de su saber cuando lo ve en vías de deterioro, Bottinelli se pregunta por la solución que podría poner coto a la descomposición de los organismos partidarios. Entiende que nada sería tan propicio a una salida exitosa como una alianza entre sectores que reeditara, en clave de diversidad ideológica, el contexto del antiguo consenso que primó durante la hegemonía batllista.8 Bottinelli no parece tener en cuenta el antecedente que significó el MLN-Tupamaros en tal sentido, en cuanto sin definirse ideológicamente, se proponía al mismo tiempo reunir detrás de un proyecto de Liberación Nacional, a sectores ideológicamente diversos (marxistas-guevaristas, battlistas-colorados, blancos-nacionalistas, cristianos de izquierda, socialistas tercermundistas, etc.). Incluso el MPP no ha hecho otra cosa, liderado por Mujica, que intentar contraponerse al sector del Frente Amplio que proviene de la izquierda tradicional (que el MLN consideró siempre un adversario táctico), mientras por otro lado el mismo Mujica no cesaba de hacerle guiñadas a los sectores ex-wilsonistas, como lo señalamos oportunamente en este blog.9

El problema no consiste en que la clase política no atisbe que su supervivencia exige recomponer el bloque político que gobernara durante la “sociedad batllista”, sino en considerar bajo qué condiciones, al presente, una configuración representativa puede consolidarse como efecto de los asuntos públicos. La crisis de la representación es ante todo una crisis del vínculo presencial entre los individuos. La índole genuina de la representación está más cerca del término “presencia” de lo que cierta doxa empirista-cuantitativista cree: no existe representación sin condición presencial en el punto de partida del proceso representativo. Eso es efectivamente lo que la artefactualidad del presente social excluye, en aras de la virtualidad de los vínculos interpersonales.10 Con una economía penetrada por el capital transnacional (que incluso el desarrollismo progresista presenta como desideratum) y una sociedad atravesada por formas de mediación a distancia (léase redes sociales y plataformas mediáticas), la condición de la delegación representativa, en cuanto exige la cohesión orgánica y nacional de una totalidad social-territorial, luce como un despojo obsoleto.

La articulación mundialista exige, con tales bases del presente, que el campo interno al país luzca como una variante sucedánea del paradigma globalizador. Esa articulación requiere a su vez subordinar los movimientos sociales y de opinión a normas de “corrección política”. Normativamente supeditados a las estructuras estatales y porosos, desde allí, a las orientaciones que imprimen los organismos internacionales (bancarios, comerciales, jurídicos, universitarios, etc.), los movimientos de la base social se reducirían a un contexto menor y manejable, de grupos de presión enquistados en las estructuras institucionales.

La matriz mundialista fue infundida en el Uruguay por el conflicto en torno a la industria de pasta de papel instalada por la empresa Botnia. Conviene tener en cuenta que una neta mayoría de la opinión pública creyó estar defendiendo una reivindicación nacional contra la Argentina, cuando en realidad defendía una estrategia transnacional contra un movimiento ambientalista. El campo Nacional-Globalista11 ya está configurado entre nosotros y no parece provenir del ámbito politológico un planteo alternativo. Quizás porque la politología de la alternativa no podría abrirse paso sin cuestionar el rol de las estructuras del Estado en el presente de la globalización, ni dejar de considerar como esas estructuras se ven llevadas, para sostener una fachada representativa, a hacer lugar a grupos de presión.

Como lo señala Gonzalo Ferreira,12 al quedar como presidente de la Asamblea General en caso de renuncia de Sendic, Mujica (desde ya, con el pulgar hacia abajo respecto al vicepresidente) se encontraría en la mejor situación para manejar el contexto de las políticas de alianzas. Recuérdese en particular el idilio personal que mantuvo durante su presidencia con el Congreso de Intendentes, donde se encontraba concentrada (y sigue así en este período de gobierno) la mayor incidencia política del Partido Nacional. Conviene asimismo recordar que le ha arrastrado el ala a ese sector, acompañado de su gobierno, a partir de la celebración del bicentenario de la independencia, con el intendente blanco de Soriano.13 Se cumpliría así el sueño el antiguo político “blanco” que Mujica nunca dejó de ser: demostrar que la auténtica transformación pasa por el nacionalismo. Esa orientación significa, en cuanto prospere a través de un devenir de “políticas de Estado”, nutridas a su vez de “corrección política” en el curso de la mundialización, el surgimiento del Partido Nacional-Globalista.

1 Bottinelli, O. “El suicidio de las ballenas” Factum (01/07/17) http://www.factum.uy/analisis/2017/ana170701.php
2 Pereira, G. “Sanguinetti cree que los medios son “más fuertes” que los estados y los gobernantes” (14/09/95) Búsqueda, Montevideo, p.10.
3Ver al respecto la afirmación al final del video: Bottinelli, O. (entrevistado por N. Fernández) “El gobierno no tiene una idea-fuerza clara en este período” (julio 2017) Factum http://www.factum.uy/entrevistas/2017/ent170710b.php
4Heidegger, M. (1951) El ser y el tiempo, Fondo de Cultura Económica, México, p.151.
5Diario Atlas (11/07/17) http://www.diarioatlas.com.uy/?p=33676
6“El bolero políticamente correcto” http://ricardoviscardi.blogspot.com.uy/2016/12/elbolero-politicamente-correcto-2a.html
7Ver Sarthou, H. “El sexo en la escuela”, Voces (27/07/17) Montevideo, p.5 y posteriormente “Error y diversidad” Voces (02/08/17) http://semanariovoces.com/error-diversidad-hoenir-sarthou/
8Bottinelli, O. (entrevistado por N. Fernández) “El gobierno no tiene una idea-fuerza clara en este período” (op.cit.supra)
9“Bicentenario, Patria Gaucha y Patria Chaucha: no es lo mismo pero da igual” http://ricardoviscardi.blogspot.com.uy/2011/05/bicentenario-patria-gaucha-y-patria_312.html
10Respecto al artefacto dice Derrida: “(...antes que saber de que está hecho, hay que saber que está hecho...)”: la materialidad es desplazada por la inteligencia programadora. Ver Derrida, J. (1998) Ecografías de la televisión, Eudeba, Buenos Aires, p.15.
11Nacional-Globalismo: el título de uno de los capítulos de Viscardi, R. (2013) Contragobernar, Maderamen, Montevideo.
12 Ferreira, G. “Una ayudita de Mujica” El Observador (27/07/17) http://www.elobservador.com.uy/una-ayudita-mujica-n1103683
13 “Bicentenario, Patria Gaucha y Patria Chaucha: no es lo mismo pero da igual” (op.cit.supra)

Publicado por Ricardo Viscardi