Publicado: 20 ene 2018 06:41 GMT - RT
El 20 de enero de 2017, el magnate Donald Trump asumió la presidencia de EE.UU., luego de ganar las elecciones dos meses antes.
"A partir de este día, una nueva visión gobernará nuestra tierra. A partir de este día, solo EE.UU. será la prioridad. EE.UU. primero", expresó Trump en su discurso inaugural, en el que "recuperar" a su país era la prioridad.
Más que cumplir con su eslogan "EE.UU. primero", el mandatario parece haber hecho, con su 'egolatría', un show de la política mundial; puesto que sus dichos, banalidades y torpezas ocupan más titulares que sus acciones concretas.
A un año de haber ingresado a la Casa Blanca hacemos un balance de sus promesas electorales y la realidad de su gobierno actualmente.
El actual mandatario había dicho que era necesario cubrir los 2.000 kilómetros de frontera, de los 3.000 que comparten, que no están amurallados. En la primera semana en la presidencia, firmó el decreto que ordena el levantamiento del muro, pero hasta el momento no se ha hecho nada.
Hace unos días solicitó al Congreso estadounidense la aprobación de 18.000 millones de dólares para levantar cerca de 1.100 kilómetros de nuevas vallas limítrofes y otras de reemplazo, expandiendo así el actual muro de 1.052 kilómetros a casi 1.600.
El muro ha sido uno de los principales puntos en discordia con el Gobierno mexicano, y Trump lo ha usado en otra de sus banderas proselitistas, que fue la renegociación o retirada del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con Canadá y México.
Para el mandatario, México tiene que aceptar pagar la construcción del muro a cambio de que Washington se mantenga en las negociaciones para continuar en el TLCAN. "Los 20.000 millones de dólares del muro son 'cacahuetes' comparado con lo que obtiene México de Estados Unidos a través del Tratado de Libre Comercio", dijo.
Este ha sido uno de los fracasos en su primer año. Trump ha enviado al Congreso la American Healthcare Act (AHCA), que ha sido denominada Trumpcare, para revocar la Obamacare. Esa iniciativa no ha contado con el apoyo del órgano legislativo hasta ahora.
Ante ello, el mandatario ha emitido una orden ejecutiva para suprimir ayudas públicas que sostenían parte de la cobertura de la Obamacare.
Sin embargo, Trump sostiene un férreo discurso contra los inmigrantes y una lucha por concretar medidas en su contra. Han aumentado las redadas y detenciones a inmigrantes en todo el territorio estadounidense.
"Llama la atención una política de castigo y de persecución a los migrantes de países extranjeros que tratan de vivir en los EE.UU. y de ganarse el sustento, con una política de expulsiones, de freno a las migraciones y de limitación de sus derechos", dice el analista internacional José Antonio Egido.
"¿Por qué estamos recibiendo a toda esta gente de países de mierda?", fue la última declaración más discriminatoria de Trump, pronunciada a principios de este año.
En concreto, el 8 de enero reciente, la administración Trump canceló el Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés), un programa especial que evita la deportación, para unos 200.000 inmigrantes salvadoreños. A estos migrantes se les dio un plazo de 18 meses para abandonar el país o que encuentren una forma de obtener una residencia legal. En noviembre pasado se puso fin al TPS para 60.000 haitianos y para 2.500 nicaragüenses.
El año pasado, Trump había cancelado la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), que protege a unos 800.000 jóvenes que llegaron de niños a EE.UU. Pero recientemente un juez federal bloqueó la decisión del mandatario.
La ley establece reducción de impuestos para las personas, pero solo hasta 2025; y un recorte, este sí de manera permanente, para las corporaciones, de entre 21 a 35 %. En definitiva, se beneficia de esta normativa solo el 1 % de los que más tienen en EE.UU.
Egido señala que esta medida lo que logra es "reforzar el poder de la clase económicamente dominante, de los más ricos de los EE.UU.", y a su vez aumenta "la desigualdad de esa sociedad".
"Sin duda ha sido una política exterior desastrosa, llena de derrotas en lo político, en lo estratégico", señala Tajeldine, porque —dice— Trump planteaba una política exterior pragmática, "de una revisión profunda y estratégica", y dedicada a "reconstruir las relaciones con otros países con los cuales históricamente EE.UU. ha estado enfrentado".
Egido menciona que 'América Primero' era algo demagógico "porque la riqueza, el poder, la hegemonía, la agresividad de los EE.UU., su riqueza industrial, su desarrollo tecnológico siempre ha estado, inevitablemente, vinculado a proyectos de expansión internacional".
"Hay, en su política exterior, un intento de frenar la pérdida de hegemonía y la decadencia de la presencia, del prestigio, de la capacidad militar y económica de los EE.UU. en el mundo que no está consiguiendo resultados", dice Egido.
Entre las decisiones, políticas y medidas que han generado mayor revuelo internacional y que han dejado en evidencia esa política "desastrosa" están:
"Las relaciones con Centroamérica y Suramérica han empeorado con la administración de Donald Trump", menciona Tajeldine, también en parte por la revisión de los TLC.
Trump ha sido el único presidente estadounidense que ha contemplado la posibilidad de una invasión a Venezuela; pero no ha encontrado apoyo en Latinoamérica, "especialmente de Brasil, inclusive, de Colombia, que históricamente se han mostrado como los más serviles a la política exterior de EE.UU. han marcado un poco de distancia a esa política belicista", dice el especialista.
El mandatario también dio marcha atrás al avance que habían tenido las relaciones de EE.UU. con Cuba durante la era Obama.
"Hay otro elemento novedoso en su política exterior que es la intranquilidad, la molestia, la confusión que reina dentro del campo de los aliados tradicionales de los EE.UU. en el marco de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)", dice Egido. Un ejemplo ha sido el desacuerdo del presidente francés, Emmanuel Macron, a las medidas de Trump, cuando todos los dirigentes franceses desde Jacques Chirac "habían sido obsecuentes seguidores de la política exterior norteamericana".
Otro paso, que parece haber sido en falso, fue el abandono en 2017 de varios tratados internacionales a los que Washington estaba suscrito:
washington
"A partir de este día, una nueva visión gobernará nuestra tierra. A partir de este día, solo EE.UU. será la prioridad. EE.UU. primero", expresó Trump en su discurso inaugural, en el que "recuperar" a su país era la prioridad.
Más que cumplir con su eslogan "EE.UU. primero", el mandatario parece haber hecho, con su 'egolatría', un show de la política mundial; puesto que sus dichos, banalidades y torpezas ocupan más titulares que sus acciones concretas.
A un año de haber ingresado a la Casa Blanca hacemos un balance de sus promesas electorales y la realidad de su gobierno actualmente.
1.- México: Muro y TLCAN
Construir, o más bien ampliar, el muro en la frontera sur de EE.UU. con México fue una de las promesas más sonadas durante la campaña de Trump; en las que insistía, además, que el país latinoamericano pagaría la obra.El actual mandatario había dicho que era necesario cubrir los 2.000 kilómetros de frontera, de los 3.000 que comparten, que no están amurallados. En la primera semana en la presidencia, firmó el decreto que ordena el levantamiento del muro, pero hasta el momento no se ha hecho nada.
Hace unos días solicitó al Congreso estadounidense la aprobación de 18.000 millones de dólares para levantar cerca de 1.100 kilómetros de nuevas vallas limítrofes y otras de reemplazo, expandiendo así el actual muro de 1.052 kilómetros a casi 1.600.
El muro ha sido uno de los principales puntos en discordia con el Gobierno mexicano, y Trump lo ha usado en otra de sus banderas proselitistas, que fue la renegociación o retirada del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) con Canadá y México.
Para el mandatario, México tiene que aceptar pagar la construcción del muro a cambio de que Washington se mantenga en las negociaciones para continuar en el TLCAN. "Los 20.000 millones de dólares del muro son 'cacahuetes' comparado con lo que obtiene México de Estados Unidos a través del Tratado de Libre Comercio", dijo.
2.- Obamacare / Trumpcare
Trump habló de derogar la Ley de Protección al Paciente y Cuidado de Salud Asequible, conocida como Obamacare —por haber sido impulsada por el exmandatario Barack Obama—, que busca asegurar medicamente a toda la población.Este ha sido uno de los fracasos en su primer año. Trump ha enviado al Congreso la American Healthcare Act (AHCA), que ha sido denominada Trumpcare, para revocar la Obamacare. Esa iniciativa no ha contado con el apoyo del órgano legislativo hasta ahora.
Ante ello, el mandatario ha emitido una orden ejecutiva para suprimir ayudas públicas que sostenían parte de la cobertura de la Obamacare.
3.- Deportar a millones de inmigrantes
La deportación de inmigrantes no ha resultado como Trump pretendía. En su campaña prometió deportar hasta a tres millones de personas durante su gestión de cuatro años; pero en su primer año de mandato deportó 226.119 personas, unas 165.000 menos que Barack Obama en el mismo período (en 2009).Sin embargo, Trump sostiene un férreo discurso contra los inmigrantes y una lucha por concretar medidas en su contra. Han aumentado las redadas y detenciones a inmigrantes en todo el territorio estadounidense.
"Llama la atención una política de castigo y de persecución a los migrantes de países extranjeros que tratan de vivir en los EE.UU. y de ganarse el sustento, con una política de expulsiones, de freno a las migraciones y de limitación de sus derechos", dice el analista internacional José Antonio Egido.
"¿Por qué estamos recibiendo a toda esta gente de países de mierda?", fue la última declaración más discriminatoria de Trump, pronunciada a principios de este año.
En concreto, el 8 de enero reciente, la administración Trump canceló el Estatus de Protección Temporal (TPS, por sus siglas en inglés), un programa especial que evita la deportación, para unos 200.000 inmigrantes salvadoreños. A estos migrantes se les dio un plazo de 18 meses para abandonar el país o que encuentren una forma de obtener una residencia legal. En noviembre pasado se puso fin al TPS para 60.000 haitianos y para 2.500 nicaragüenses.
El año pasado, Trump había cancelado la Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA, por sus siglas en inglés), que protege a unos 800.000 jóvenes que llegaron de niños a EE.UU. Pero recientemente un juez federal bloqueó la decisión del mandatario.
4.- Reforma Fiscal: Más para los más ricos
El presidente estadounidense prometió y cumplió con sus pares, los empresarios. En diciembre se aprobó y entró en vigencia una reforma fiscal que contempla la mayor reducción de impuestos en los últimos 30 años en EE.UU.La ley establece reducción de impuestos para las personas, pero solo hasta 2025; y un recorte, este sí de manera permanente, para las corporaciones, de entre 21 a 35 %. En definitiva, se beneficia de esta normativa solo el 1 % de los que más tienen en EE.UU.
Egido señala que esta medida lo que logra es "reforzar el poder de la clase económicamente dominante, de los más ricos de los EE.UU.", y a su vez aumenta "la desigualdad de esa sociedad".
5.- Política exterior: Los mismos enemigos, menos aliados
La política exterior de Trump también estaba regida, según lo dicho en su campaña, por el eslogan de 'América Primero', pero al parecer se trató de un "fiasco", concuerdan los analistas internacionales Egido y Basem Tajeldine."Sin duda ha sido una política exterior desastrosa, llena de derrotas en lo político, en lo estratégico", señala Tajeldine, porque —dice— Trump planteaba una política exterior pragmática, "de una revisión profunda y estratégica", y dedicada a "reconstruir las relaciones con otros países con los cuales históricamente EE.UU. ha estado enfrentado".
Egido menciona que 'América Primero' era algo demagógico "porque la riqueza, el poder, la hegemonía, la agresividad de los EE.UU., su riqueza industrial, su desarrollo tecnológico siempre ha estado, inevitablemente, vinculado a proyectos de expansión internacional".
"Hay, en su política exterior, un intento de frenar la pérdida de hegemonía y la decadencia de la presencia, del prestigio, de la capacidad militar y económica de los EE.UU. en el mundo que no está consiguiendo resultados", dice Egido.
Entre las decisiones, políticas y medidas que han generado mayor revuelo internacional y que han dejado en evidencia esa política "desastrosa" están:
- Medio Oriente: El haber reconocido a Jerusalén como capital de Israel; lo que desató fuertes manifestaciones en varios países, a tal punto que el presidente de Turquía, Recep Tayyip Erdogan, señaló que Trump busca "una nueva ola de operaciones contra el mundo islámico".
- Corea del Norte: "Trump ha sido responsable, claramente, por sus declaraciones y por sus acciones de una descomunal escalada de amenazas y de tensión en la península coreana", dice Egido.
- Rusia y China: siguen siendo las mayores amenazas para Washington, según lo ha dejado claro Trump en su Estrategia de Seguridad Nacional, presentada en diciembre, donde las definió como "potencias revisionistas". Con Moscú, el mandatario ha manifestado querer recomponer las relaciones, pero no ha habido ningún avance. Con Pekín tampoco se ha caminado mucho, pese a que Trump se reunió con el presidente chino, Xi Jinping, en varias oportunidades el año pasado.
- Siria: Actuación en contra del gobierdo de Bashar Al Assad; como por ejemplo el ataque contra la base siria de Shayrat, en la provincia de Homs. Trump se declaró la victoria contra los terroristas, que claramente fue de Rusia.
- Irán: Trump ha amenazado con abandonar el acuerdo nuclear firmado con Irán por considerar que tiene "fallas significantes" y ha aumentado sanciones contra entidades y funcionarios iraníes.
- Incapacidad de reducir a silencio la política exterior de Corea del Norte.
- Incapacidad de derrotar al gobierno de la República Árabe Siria y, en el territorio sirio, a Rusia, Irán y Hezbolá.
- Incapacidad de limitar el desarrollo de la política exterior y el prestigio creciente de Rusia.
- Incapacidad de frenar el desarrollo económico de una China dispuesta a ocupar el espacio que tradicionalmente había ocupado EE.UU.
"Las relaciones con Centroamérica y Suramérica han empeorado con la administración de Donald Trump", menciona Tajeldine, también en parte por la revisión de los TLC.
Trump ha sido el único presidente estadounidense que ha contemplado la posibilidad de una invasión a Venezuela; pero no ha encontrado apoyo en Latinoamérica, "especialmente de Brasil, inclusive, de Colombia, que históricamente se han mostrado como los más serviles a la política exterior de EE.UU. han marcado un poco de distancia a esa política belicista", dice el especialista.
El mandatario también dio marcha atrás al avance que habían tenido las relaciones de EE.UU. con Cuba durante la era Obama.
"Hay otro elemento novedoso en su política exterior que es la intranquilidad, la molestia, la confusión que reina dentro del campo de los aliados tradicionales de los EE.UU. en el marco de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN)", dice Egido. Un ejemplo ha sido el desacuerdo del presidente francés, Emmanuel Macron, a las medidas de Trump, cuando todos los dirigentes franceses desde Jacques Chirac "habían sido obsecuentes seguidores de la política exterior norteamericana".
Otro paso, que parece haber sido en falso, fue el abandono en 2017 de varios tratados internacionales a los que Washington estaba suscrito:
- En enero, firmó una orden ejecutiva para salir del Acuerdo Transpacífico de Cooperación Económica (TPP, por sus siglas en inglés), que había sido firmado en febrero de 2016 por 12 países que representan el 40 % de la economía mundial.
- En junio, Trump retiró a EE.UU. del Acuerdo Climático de París, alcanzado en 2015 por 193 países para trabajar en la reducción de las emisiones para paliar los efectos del cambio climático en todo el planeta.
- En octubre, se retiró de la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco).
Un año de Trump en la Casa Blanca, 12 meses y 5 luchas: un año frente a Trump
Sólo hace un año que Donald Trump es presidente de
EEUU, pero estos doce meses han dado para mucho, y entre tuits y
partidos de golf, Trump nos ha regalado muchas frases para la historia,
así como momentos extraños de postverdad (o “Alternative facts” como
dijo su secretaria de prensa Kellyanne Conway) en los que nos hemos
centrado en si su inauguración fue más grande que la de Obama o no (no
lo fue) y así uno tras otro hasta casi acostumbrarnos.
Este año también nos ha dado muchos personajes y tramas que parecen sacados de una novela de misterio: el general Flynn y sus peculiares conexiones con Rusia;
el breve pero intenso y extraño paso de Anthony Scaramucci por el
puesto de jefe de prensa; las fascinantes intrigas de palacio entre Steve Bannon, el yerno Kushner, y el ex jefe de gabinete Reince Priebus; y las escaramuzas verbales con Kim Jong Un sobre el tamaño de sus respectivas armas nucleares , que si no fuera por el verdadero peligro que representa para la población civil hasta podría tener su gracia.
La presidencia de Donald Trump será memorable
sí o sí, está claro. No sólo por estas historias más o menos extrañas
que parecen sacadas de un guión televisivo, sino también por una larga
lista de declaraciones muy preocupantes (como sus ataques verbales constantes a la libertad de prensa o las recientes descalificaciones racistas hacia Haití y los países africanos y, lo peor de todo, por el retroceso de derechos para miles de personas.
Llegados a este punto, ¿qué hacemos?
¿Esperamos a que pasen estos años sin más intentando que nos afecte lo
menos posible? ¿Cruzamos los dedos para que no pase nada malo?
¡No!
Desde Amnistía Internacional hemos estado
batallando desde el principio, igual que hacemos siempre con cualquier
otro presidente menos dado a la polémica, para defender los derechos
humanos sin tregua. Hacemos aquí repaso a las cinco luchas clave de este
año.
El travel ban, muslim ban y sus múltiples variaciones
Hemos luchado junto a muchísimos activistas de Estados Unidos contra la prohibición de entrada a personas de varios países de mayoría musulmana
en todas sus diferentes fases, sin despistarnos cada vez que le daban
un repaso a esta decisión discriminatoria intentando hacerla más
aceptable. Cada vez que se ha intentado discriminar a musulmanes e
impedir que los refugiados puedan empezar una nueva vida en EEUU, cada
vez que se han puesto trabas a que las personas que huyen de la
violencia en Centroamérica puedan solicitar asilo, cada vez que familias
que han logrado escapar de situaciones límite han sido separadas en centros de detención para migrantes
y tratadas poco menos que como criminales, hemos estado protestando y
luchando para que se respeten los derechos de todas las personas.
A Trump la tortura le gusta un montón
Antes de su presidencia, Donald Trump declaró su intención de seguir utilizando el centro de detención de Guantánamo y aumentar su población de detenidos en ese limbo legal. Además coqueteó con la tortura y la defensa de sus pretendidas cualidades, prometiendo autorizarla si era investido presidente.
Guantánamo sigue ahí 16 años después con 41
hombres, cifra que no se ha movido desde que Barack Obama dejara de ser
presidente. Donald Trump no inventó Guantánamo ni las violaciones de
derechos humanos que allí se han producido, pero la impunidad total que
ha habido hasta ahora ha permitido que lo herede y potencialmente repita
los mismos crímenes. De momento parece que Trump no está cumpliendo con
su promesa electoral, y seguiremos vigilantes para que así siga siendo y
ninguna persona más entre en Guantánamo, sino que los hombres que allí siguen, mayoritariamente sin cargos ni juicio, sean transferidos o juzgados en juicios justos ante tribunales ordinarios.
Discriminación y racismo por la puerta grande
De manera más o menos discreta, el Gobierno de EEUU ha dado abundantes pasos atrás en la protección de muchos colectivos discriminados: han eliminado las protecciones antidiscriminación
para las personas, incluyendo las protecciones para los estudiantes
transexuales o las medidas antidiscriminación en el lugar de trabajo.
Además, están tomando muchas decisiones que limitan gravemente la libertad de las mujeres, han eliminado las normas de protección a las víctimas de violencia sexual y resulta especialmente preocupante el empecinamiento en no dejar que las menores migrantes en custodia del gobierno puedan acceder a los servicios de aborto si así ellas lo deciden, por mencionar algunas cosas así a vuelapluma.
Además, de manera más o menos velada, tanto Trump como diferentes personas cercanas a él han excusado la violencia supremacista blanca, han restado importancia a los ataques de odio contra judíos, musulmanes, afroamericanos, o miembros de la comunidad LGBTI, y han negado que exista un problema racial en la actuación de muchos cuerpos policiales del país, a pesar del incesante número de muertos a manos de la policía, mayoritariamente personas negras.
No podemos dejar de denunciar todas estas situaciones, luchar contra cada uno de esos retrocesos y exigir públicamente responsabilidades.
Además, están tomando muchas decisiones que limitan gravemente la libertad de las mujeres, han eliminado las normas de protección a las víctimas de violencia sexual y resulta especialmente preocupante el empecinamiento en no dejar que las menores migrantes en custodia del gobierno puedan acceder a los servicios de aborto si así ellas lo deciden, por mencionar algunas cosas así a vuelapluma.
Además, de manera más o menos velada, tanto Trump como diferentes personas cercanas a él han excusado la violencia supremacista blanca, han restado importancia a los ataques de odio contra judíos, musulmanes, afroamericanos, o miembros de la comunidad LGBTI, y han negado que exista un problema racial en la actuación de muchos cuerpos policiales del país, a pesar del incesante número de muertos a manos de la policía, mayoritariamente personas negras.
No podemos dejar de denunciar todas estas situaciones, luchar contra cada uno de esos retrocesos y exigir públicamente responsabilidades.
Irresponsabilidad internacional
A pesar del gravísimo impacto que tiene el cambio climático en los derechos humanos,
EEUU se retiró de los acuerdos de París, pasando de ser abanderado en
esta lucha a uno de los pocos países que se niega a aceptar el desafío
que supone para nuestro futuro.
Además, el gobierno de Trump ha recortado
enormemente los fondos destinados a la ONU, a la ayuda exterior no
militar, han recortado y despreciado públicamente el uso de la
diplomacia, por un lado. Por el otro, ha eliminado casi cualquier
restricción a la venta de armas a Arabia Saudí a pesar de que se están usando para cometer violaciones de derechos humanos en la guerra de Yemen.
“Amigos” problemáticos
Donald Trump ha mostrado su admiración por
muchos líderes internacionales que cometen crímenes y graves violaciones
de derechos humanos contra las poblaciones de sus países. En muchos
casos estas declaraciones públicas han sido recibidas como un
espaldarazo y un apoyo tácito de uno de los países más poderosos del
mundo. Por eso, cuando Trump invita a Duterte a la Casa Blanca como a un amigo sin tener en cuenta lo que está haciendo en Filipinas, alaba las virtudes de Vladimir Putin sin querer escuchar lo que está pasando en Rusia o dice admirar el trabajo de Al-Sisi en Egipto, estos líderes y otros reciben el mensaje de que pueden seguir sin respetar los derechos humanos de sus ciudadanos.
¿Abrumador? Tomémonos esta situación como
un reto, como un desafío en el que seguir defendiendo los derechos
humanos día a día sin dejarnos llevar por el ruido ni el vodevil. Asóciate a Aministía Internacional y te mantendremos alerta de nuestro intenso trabajo sobre Estados Unidos.Administración Trump enfrenta su primer “shutdown” de Gobierno
El shutdown o cierre de Gobierno en los Estados Unidos,
situación que cesa la prestación de los servicios públicos, menos
aquellos considerados “esenciales”, tuvo lugar en la jornada de este
viernes 19 de enero.
“No negociaremos el estatus de los inmigrantes ilegales mientras los demócratas mantienen a nuestros ciudadanos legales rehenes”, advirtió la Casa Blanca en medio del cierre.
La Administración estadounidense entró en el primer cierre desde octubre de 2013 tras no reunir los votos demócratas suficientes en el Senado para aprobar la ley de financiamiento provisional hasta el 16 de febrero.
En octubre de 2013, 800.000 empleados públicos fueron licenciados sin remuneración por 16 días.
La ley de presupuesto anterior caducó a la medianoche hora de Washington (5H00 GMT del sábado).
El cierre coincide con el primer aniversario del presidente norteamericano Donald Trump.
Por su parte, la Casa Blanca advirtió, en medio del cierre parcial, que no negociará con los demócratas el estatus de los “dreamers” o “soñadores” para lograr nuevos fondos.
“No negociaremos el estatus de los inmigrantes ilegales mientras los demócratas mantienen a nuestros ciudadanos legales rehenes de sus irresponsables demandas”, se lee en un pronunciamiento de la Casa Blanca.
Agregó que los demócratas sostienen una conducta de “perdedores obstruccionistas, no de legisladores”.
En cambio, los servicios esenciales seguirán siendo prestados. Esto incluye a las Fuerzas de Seguridad y a las Fuerzas Armadas. Sus agentes no percibirán ningún salario mientras dure el shutdown, pero igualmente deberán presentarse a trabajar. Los que también deberán asistir a sus empleos, pero sí recibirán su paga por tratarse de funcionarios civiles, son los que se desempeñan en otros sectores sensibles, como el control de la aviación comercial, la seguridad social y el correo. También los congresistas y senadores.
¿Cómo se llegó a esta nueva crisis?
Para entender cómo se llegó a esta situación límite hay que remontarse a lo que pasó con las negociaciones sobre el acuerdo migratorio, que rozaban el éxito la semana pasada. Pero saltaron por los aires tras una reunión con Trump, aumentando la tensión entre los dos partidos.
Los senadores demócratas han aumentado la presión sobre los republicanos y la Casa Blanca para aprobar un acuerdo bipartidista junto con los presupuestos, que incluya un camino a la ciudadanía para los 800.000 jóvenes indocumentados conocidos como dreamers, cuyo alivio de la deportación expira en marzo por orden de Trump.
No obstante, el texto de la Cámara Baja incluye una extensión de seis años de los fondos para el Programa de Seguro Médico para niños (CHIP, por sus siglas en inglés). Eso deja en una complicada situación a los demócratas, ya que se trata de una cuestión por la que llevan peleando varios meses, después de que los republicanos permitieran que expirara su financiación.
“Los demócratas han secuestrado a los trabajadores de los Estados Unidos, incluidos los hispanos, porque no permiten que se tramite un proyecto de ley de gasto sin condiciones”, dijo el jueves una alta funcionaria de la Casa Blanca en conferencia telefónica, bajo anonimato.
Respecto al contenido del acuerdo migratorio, la misma fuente indicó que la objeción de la Casa Blanca radica en que a su juicio son insuficientes los fondos planteados para la construcción del muro con México, que los senadores acordaron fijar en algo más de 1.000 millones de dólares, por los 18.000 que pide el Ejecutivo.
Pero los demócratas parecen haberse cansado de negociar presupuestos temporales -este, de aprobarse, sería el cuarto en lo que va de año fiscal-, y de que no sean escuchadas sus demandas, tanto es así que han llegado a considerar un juego sucio el hecho de que los conservadores negocien con los fondos destinados a la salud infantil.
“No negociaremos el estatus de los inmigrantes ilegales mientras los demócratas mantienen a nuestros ciudadanos legales rehenes”, advirtió la Casa Blanca en medio del cierre.
La Administración estadounidense entró en el primer cierre desde octubre de 2013 tras no reunir los votos demócratas suficientes en el Senado para aprobar la ley de financiamiento provisional hasta el 16 de febrero.
En octubre de 2013, 800.000 empleados públicos fueron licenciados sin remuneración por 16 días.
La ley de presupuesto anterior caducó a la medianoche hora de Washington (5H00 GMT del sábado).
El cierre coincide con el primer aniversario del presidente norteamericano Donald Trump.
Por su parte, la Casa Blanca advirtió, en medio del cierre parcial, que no negociará con los demócratas el estatus de los “dreamers” o “soñadores” para lograr nuevos fondos.
“No negociaremos el estatus de los inmigrantes ilegales mientras los demócratas mantienen a nuestros ciudadanos legales rehenes de sus irresponsables demandas”, se lee en un pronunciamiento de la Casa Blanca.
Agregó que los demócratas sostienen una conducta de “perdedores obstruccionistas, no de legisladores”.
Qué consecuencias tiene un “shutdown”
A los fines prácticos, el cierre afecta a los servicios públicos y a las agencias estatales no esenciales. Todas ellas permanecen cerradas y sus empleados son temporalmente suspendidos, ya que no se les puede pagar por su trabajo. Se estima que en 2013 esto afectó a unos 85.000 trabajadores del sector público federal. Esto alcanza al personal administrativo y de mantenimiento de organismos que van desde zoológicos y museos hasta agencias federales como las que regulan el alcohol, el tabaco y las armas de fuego.En cambio, los servicios esenciales seguirán siendo prestados. Esto incluye a las Fuerzas de Seguridad y a las Fuerzas Armadas. Sus agentes no percibirán ningún salario mientras dure el shutdown, pero igualmente deberán presentarse a trabajar. Los que también deberán asistir a sus empleos, pero sí recibirán su paga por tratarse de funcionarios civiles, son los que se desempeñan en otros sectores sensibles, como el control de la aviación comercial, la seguridad social y el correo. También los congresistas y senadores.
¿Cómo se llegó a esta nueva crisis?
Para entender cómo se llegó a esta situación límite hay que remontarse a lo que pasó con las negociaciones sobre el acuerdo migratorio, que rozaban el éxito la semana pasada. Pero saltaron por los aires tras una reunión con Trump, aumentando la tensión entre los dos partidos.
Los senadores demócratas han aumentado la presión sobre los republicanos y la Casa Blanca para aprobar un acuerdo bipartidista junto con los presupuestos, que incluya un camino a la ciudadanía para los 800.000 jóvenes indocumentados conocidos como dreamers, cuyo alivio de la deportación expira en marzo por orden de Trump.
No obstante, el texto de la Cámara Baja incluye una extensión de seis años de los fondos para el Programa de Seguro Médico para niños (CHIP, por sus siglas en inglés). Eso deja en una complicada situación a los demócratas, ya que se trata de una cuestión por la que llevan peleando varios meses, después de que los republicanos permitieran que expirara su financiación.
“Los demócratas han secuestrado a los trabajadores de los Estados Unidos, incluidos los hispanos, porque no permiten que se tramite un proyecto de ley de gasto sin condiciones”, dijo el jueves una alta funcionaria de la Casa Blanca en conferencia telefónica, bajo anonimato.
Respecto al contenido del acuerdo migratorio, la misma fuente indicó que la objeción de la Casa Blanca radica en que a su juicio son insuficientes los fondos planteados para la construcción del muro con México, que los senadores acordaron fijar en algo más de 1.000 millones de dólares, por los 18.000 que pide el Ejecutivo.
Pero los demócratas parecen haberse cansado de negociar presupuestos temporales -este, de aprobarse, sería el cuarto en lo que va de año fiscal-, y de que no sean escuchadas sus demandas, tanto es así que han llegado a considerar un juego sucio el hecho de que los conservadores negocien con los fondos destinados a la salud infantil.
El empeño de Trump contra los 'dreamers' provoca el cierre del Gobierno de EEUU
Los parlamentarios demócratas han forzado el cierre
de las actividades gubernamentales a partir de la medianoche (6.00 en
España) con su oposición frontal a aprobar el Presupuesto en el
Congreso, tras condicionar su voto a que Trump y los republicanos
accedieran a regularizar a los cerca de 800.000 jóvenes indocumentados
conocidos como "soñadores".
El Gobierno de Estados
Unidos inició esta medianoche un cierre parcial de sus actividades por
la falta de fondos para financiarlas después de que republicanos y
demócratas no alcanzasen un acuerdo presupuestario en el Congreso, a
causa del empeño del presidente Donald Trump en no regularizar a los
casi 800.000 jóvenes indocumentados conocidos como "dreamers" o
"soñadores".
Este cierre administrativo de la mayor parte de las
actividades gubernamentales, por falta de fondos, coincide con el primer
aniversario de Trump en la Casa Blanca y es el primero que se produce con un presidente que cuenta con la mayoría absoluta de su propio partido en el Capitolio.
La última vez que el Gobierno de Estados Unidos tuvo que cerrar por falta de fondos fue en octubre de 2013, con Barack Obama en la presidencia del país, un parón que se alargó durante 16 días.
En 2013, Obama mandó a más de 800.000 trabajadores
públicos -los considerados "no esenciales"- a sus casas suspendidos de
empleo, cerró museos y parques nacionales y canceló tratamientos
experimentales en los centros médicos de investigación federales.
El Pentágono advierte de que algunas de sus operaciones militares también quedarán suspendidas por falta de fondos
A
la espera de comprobar las consecuencias prácticas del presente cierre,
el jefe del Pentágono, James Mattis, advirtió de que algunas
operaciones militares quedarán suspendidas a la espera de fondos, aunque la falta de presupuesto no afectará a la guerra de Afganistán ni contra el Estado Islámico.
Los demócratas, que forzaron el cierre con su
oposición a las cuentas en el Congreso, habían condicionado su voto a
que Trump y los republicanos accedieran a regularizar a los cerca de
800.000 jóvenes indocumentados conocidos como "dreamers" o "soñadores".
Después de la medianoche del viernes al sábado, la Casa Blanca emitió un comunicado en el que advirtió de que "no negociará" con los demócratas el estatus de los "soñadores" para lograr nuevos fondos y calificó a la oposición de "perdedores".
"No negociaremos el estatus de inmigrantes ilegales
mientras los demócratas mantienen a nuestros ciudadanos legales rehenes
de sus insensatas demandas. Este es un comportamiento de perdedores obstruccionistas, no de legisladores", comunicó la Casa Blanca.
El Gobierno de Trump dijo que solo "reabrirá las
negociaciones sobre la reforma migratoria" una vez los demócratas
desbloqueen las cuentas.
Un año de Trump en la Casa Blanca: ¿Qué sucede durante un cierre del Gobierno de Estados Unidos?
El último cierre de las operaciones oficiales del
Gobierno estadounidense se produjo en octubre de 2013, durante la
presidencia de Barack Obama, y duró más de dos semanas. Más de 800.000
empleados federales fueron suspendidos de empleo y sueldo. Esto es lo
que sucedió entonces, y lo que estiman las autoridades que ocurrirá
ahora.
Esta madrugada
(medianoche en EEUU) el Gobierno estadounidense paralizó oficialmente
sus operaciones, cerrando las actividades de sus departamentos y
agencias federales, por falta de acuerdo en el Congreso para asignar los
fondos públicos necesarios para su funcionamiento. Pero ¿qué sucede
exactamente cuando se cierra el Gobierno federal de EEUU por falta de financiación?
En los cierres del Gobierno estadounidense,
los empleados gubernamentales son vulnerables a la posibilidad de acabar
recibiendo una suspensión en forma de baja temporal no remunerada.
Otros trabajadores "esenciales", incluidos los que se ocupan de la
seguridad pública y la seguridad nacional, siguen trabajando, algunos
con paga, otros sin ella.
El último cierre en octubre de 2013 duró más
de dos semanas. Más de 800.000 empleados federales fueron suspendidos.
Esto es lo que sucedió entonces, y lo que estiman las autoridades que
ocurrirá ahora.
Ejército: baja sin paga para 400.000 empleados civiles
El Departamento de Defensa explicó este
viernes que un cierre no afectaría la guerra de los militares
estadounidenses en Afganistán o sus operaciones contra los militantes
islamistas en Irak y Siria.
Todo el personal militar en servicio activo
se mantendría en estado de servicio normal, pero no se le pagaría por el
período del cierre hasta que el Congreso disponga de los fondos
asignados. El personal civil en operaciones no esenciales sí recibirá
una baja temporal.
En el último cierre, el personal militar
continuó con su estado normal de servicio, pero aproximadamente la mitad
de los 800.000 empleados civiles del Departamento de Defensa recibieron
la baja sin paga. Casi todos fueron convocados una semana después de
que el Departamento de Defensa implementara la Ley Paga a Nuestro Ejército, que había sido aprobada poco antes por el Congreso.
Justicia: 95.000 de los 115.000 funcionarios trabajan
Si el cierre ocurre a medianoche, el
Departamento de Justicia, con muchos trabajadores "esenciales", tiene un
plan de contingencia frente a un cierre oficial del Gobierno, según el
cual alrededor de 95.000 de los casi 115.000 empleados del departamento
seguirían trabajando.
Tribunales: fondos para tres semanas de funcionamiento
Los tribunales federales, incluido el
Tribunal Supremo, permanecieron abiertos en 2013. La Oficina
Administrativa de los Tribunales de EEUU ha explicado que los tribunales
federales podrían continuar funcionando normalmente durante
aproximadamente tres semanas sin fondos adicionales.
Préstamos: solicitudes hipotecarias y créditos aplazados
El procesamiento de hipotecas y otros
préstamos se retrasó cuando los prestamistas no pudieron acceder a los
servicios del gobierno, como los ingresos y la verificación del número
de la Seguridad Social. La Administración de Pequeños Negocios no pudo
procesar aproximadamente 700 solicitudes (un total de 140 millones en
préstamos) hasta que terminó el cierre.
Bolsa: despidos masivos tras una semanas de cierre
La Comisión del Mercado de Valores del
Gobierno bursátil se financia a sí misma mediante la recaudación de la
industria financiera, pero su presupuesto es establecido por el
Congreso. Se ha dicho en el pasado que podría continuar las operaciones
temporalmente en un cierre. Pero tendría que despedir a los trabajadores
si el Congreso pasara semanas antes de aprobar nuevos fondos.
Si ocurre un cierre, la Commodity Futures
Trading Commission tendría que despedir al 95 por ciento de sus
empleados de inmediato. Una portavoz de la agencia dijo que el regulador
de derivados podría llamar personal adicional, sin embargo, en caso de
emergencia del mercado financiero.
Impuestos: 4.000 millones en devoluciones retrasadas
Hace cinco años, Hacienda despachó al 90
por ciento de su personal, según el Center for American Progress. Un
total de 4.000 millones en reembolsos de impuestos acabaron
temporalmente demorados, de acuerdo con la Oficina de Administración y
Presupuesto (OMB).
Seguridad Social: retrasos para los nuevos solicitantes
Hace cinco años se emitieron cheques de
Seguridad Social y discapacidad sin cambios en las fechas de pago y las
oficinas de campo permanecieron abiertas pero ofrecieron servicios
limitados, y hubo retrasos en el proceso de revisión para los nuevos
solicitantes.
Atención médica: ensayos clínicos suspendidos
En 2013, los registros de los recién
creados intercambios de seguros de salud de Obamacare comenzaron según
lo programado. El programa de seguro de salud de Medicare para los
ancianos continuó en gran parte sin interrupciones.
Un programa en los Centros para el Control y
la Prevención de Enfermedades de EEUU para rastrear los brotes de gripe
se suspendió temporalmente. Cientos de pacientes no pudieron
inscribirse en los ensayos clínicos de los Institutos Nacionales de
Salud, de acuerdo con la OMB.
Infancia: programas de educación infantil paralizados
Durante el anterior cierre gubernamental,
seis programas de los servicios federales de educación infantil, Head
Start, permanecieron cerrados nueve días en Alabama, Connecticut,
Florida, Misisipí y Carolina del Sur. 6.300 niños resultaron afectados.
Viajes: demoras en el procesamiento de pasaportes
Los viajeros aéreos y por tren no sufrieron
un gran impacto porque los oficiales de seguridad y los controladores
de tránsito aéreo permanecieron en el trabajo. El procesamiento de
pasaportes continuó con algunas demoras.
Parques nacionales: dos días para abandonarlos
En 2013, los parques nacionales cerraron y
los visitantes nocturnos tuvieron dos días para partir, lo que resultó
en una pérdida de 750.000 visitantes diarios, según la Asociación Para
la Conservación de Parques Nacionales. El Servicio de Parques Nacionales
estimó que el cierre costó 500 millones de dólares en visitantes
perdidos en áreas alrededor de los parques y los museos Smithsonian de
la capital.
Turismo: barricadas en el Lincoln Memorial
Sitios turísticos populares de Washington,
DC, como el Smithsonian cerraron en 2013, y se instalaron barricadas en
el Lincoln Memorial, la Biblioteca del Congreso y los Archivos
Nacionales. El Zoológico Nacional cerró, para desdicha de visitantes, y
seguidores de su popular "Panda Cam" –que retransmitía imágenes de los
pandas del Zoo, y que tuvo que suspender sus operaciones–.
Correos: normalidad absoluta
En cambio, las entregas del servicio de
correos continuaron como de costumbre porque el Servicio Postal de EEUU
no recibe dólares de impuestos para las operaciones diarias.
Primer año de la presidencia de Trump acaba con masivas marchas en su contra y cierre del Gobierno
Publicado: 20 ene 2018 22:15 GMT | Última actualización: 20 ene 2018 23:30 GMT - RT
Un año después de la toma de posesión de
Donald Trump como presidente de EE.UU. la fecha deja poco espacio a la
celebración: el cierre del Gobierno y multitudinarias manifestaciones en
diferentes ciudades de EE.UU.
La convocatoria la han hecho muy diversas organizaciones civiles, entre las cuales se cuenta, por ejemplo, "Marcha de las Mujeres", colectivo que el 21 de enero de 2017 logró la movilización de unos tres millones de personas en todo EE.UU., apenas un día después que Trump asumiera la presidencia.
Este sábado, sus seguidores se han congregado en Chicago, Illinois, donde han marchado desde Congress Parkway hasta la Plaza Federal. Se ha esperado una asistencia similar o mayor a la del año pasado, que en esa ciudad alcanzó a 250.000 personas.
En Nueva York, donde 400.000 personas marcharon en 2017, las autoridades anunciaron el cierre de calles en el Upper West Side y el Midtown, para la movilización de este sábado.
Se han programado manifestaciones, además, en San Francisco, Los Ángeles y San Diego, California; así como en Filadelfia, Pensilvania, donde la consigna será "resistimos, persistimos y nos levantamos".
Las manifestaciones de este año están marcadas por el auge de movimientos contra el abuso sexual, como #MeToo y #Time'sUp.
I marched in D.C. last year, and will be hitting the streets of New York tomorrow.
We march for #Equality.
We march because #TheFutureisFemale .
We march to #Resist.
We march because #TimesUp
We march FOR OUR LIVES.
#WomensMarchNYC
#WomensMarch
#WomensMarch2018
Masiva convocatoria en Las Vegas
El domingo 21 será la manifestación central, convocada por "Marcha de las Mujeres".Si bien la marcha principal del año pasado se realizó en Washington DC, este año el centro de las protestas se ubicará en Las Vegas, Nevada, informó AFP.
La consigna que acompañará las protestas es "el poder a las urnas", con la cual buscan instar a más ciudadanos a participar en las elecciones legislativas de mitad de mandato, que se realizarán en noviembre de este año.
"En 2018 debemos transformar nuestro trabajo en acciones, antes de las elecciones de mitad de mandato", dijo Tamika Mallory, co-presidenta de Marcha de las Mujeres, a AFP.
Las organizadoras consideran que Nevada es un "estado clave para que el resultado de las elecciones influya en el Senado en 2018".
El cierre del Gobierno
La madrugada de este sábado fue dado por iniciado el cierre del Gobierno federal de EE.UU., luego de que el reloj marcara la medianoche sin un acuerdo entre republicanos y demócratas en torno a su financiamiento provisional.La Administración federal ha entrado en 'shutdown' por segunda vez en poco más de cuatro años: el cierre parcial del 2013, cuando los republicanos rechazaron financiar el 'Obamacare', le costó al gobierno de Barack Obama unos 24.000 millones de dólares, duró 16 días y afectó a más de 800.000 empleados.
Una cifra similar de trabajadores afectados se proyecta para este 'shutdown', que se extenderá hasta que los legisladores no se pongan de acuerdo sobre el presupuesto. El impacto económico para el país norteamericano también promete ser de grandes proporciones.
Además, la reputación del Partido Republicano se está viendo seriamente afectada, ya que se trata del primer cierre del Gobierno de EE.UU. que se efectúa con el mismo partido que está al frente de la Casa Blanca y ambas cámaras del Congreso.
La falta de financiación también ha puesto en duda los planes de Trump de asistir al próximo 48 Foro Económico Mundial, que se celebrará del 23 al 26 de enero en Davos (Suiza). El mandatario estadounidense tenía planeado defender sus políticas económicas ante los asistentes a dicha exclusiva cita anual en los Alpes suizos.
Multitudinaria marcha de mujeres invade las calles de los Estados Unidos
“El Gobierno cerró. Nosotras no!”
La histórica Women’s march, movimiento que reunió el pasado año una cifra de cientos de miles de mujeres
que marcharon en contra del mandatario Donald Trump, vuelven en una
nueva marea violeta a inundar las calles de los Estados Unidos, acción
prevista para todo el fin de semana.
Este 21 de enero se cumplirá un año de aquella histórica manifestación, y a partir de hoy las feministas, el colectivo LGBTI, la comunidad migrante y el activismo afro, entre muchos otros sectores opositores, encabezan una segunda edición de la marcha que busca convertir la furia y el entusiasmo en capital político.
Las marchas en distintos puntos del país comenzarán hoy a partir de las 15.30 pm (hora local). Además de la concentración en Las Vegas, que se espera que sea multitudinaria, habrá grandes manifestaciones en ciudades como Nueva York, Los Ángeles, Chicago. En Nueva York, por ejemplo, cuidad en la que el año pasado marcharon 400 mil personas, la concentración comenzará a partir de las 16 (hora local) en el Central Park, luego atravesará el parque y continuará a lo largo de la Quinta Avenida.
El 21 de enero del año pasado las mujeres marcharon en Washington al día siguiente de la asunción de Donald Trump en un grito de hartazgo contra sus discursos de odio, misóginos, racistas y xenófobos, que en este año de gobierno se han traducido en políticas. Un año después la marcha se ha convertido en un símbolo y un punto de encuentro crucial para feministas, organizaciones de izquierda, ambientalistas, y se ha posicionado como una fuerza política de cara a 2018.
Este año además habrá que sumarle el impulso generado por el #MeToo, la avalancha de denuncias por abuso de poder y sexual que se originó en Hollywood a partir de las acusaciones contra el productor Harvey Weinstein.
Para mañana, cuando se cumpla un año de esa marcha inaugural, las organizadoras preparan un evento para registrar votantes llamada #PowerToThePolls. Ese evento tendrá su punto neurálgico en Las Vegas (a diferencia de 2017 cuando fue en Washington DC). Están programadas oradoras como Alicia Garza, una de las fundadoras del movimiento Black Lives Matter, Cecile Richards, presidenta de la Planned Parenhood -fundación que protege los derechos reproductivos en ese país-, y la senadora del estado de Nevada Catherine Cortez Masto.
“El slogan elegido, #PowerToThePolls, busca alentar a las mujeres a registrarse para votar y elegir mujeres del espectro progresista en cargos electivos de cara a las legislativas de noviembre de este año. En esta oportunidad se va a buscar también que las consignas sean más amplias y abarcativas, ya que un sector de la población considera que en la marcha del 2017 los reclamos giraban fundamentalmente en torno a las necesidades de las mujeres blancas, hetero y de clase de media”, le relató a Página12 desde las calles de Nueva York -donde actualmente reside-, Magalí Brozio, economista argentina y una de las creadoras del sitio Economía Feminista.
“La marcha de hoy no es explícitamente opositora a Trump o por lo menos no se centra excluyentemente en ello, aunque muchas de las consignas ponen de relieve este carácter. Sí es verdad que hay una campaña muy fuerte vinculada a lo electoral”, apunta Brosio. En este sentido, continúa la economista, resulta crucial recordar que “las mujeres de color, latinas, lesbianas, trans, indígenas, entre otras, sufren distintas formas de desigualdad que se solapan y refuerzan por lo que sus necesidades deben ser jerarquizadas dentro del movimiento y la marcha. Y esa visión del mundo sin duda atraviesa gran parte de la Women’s march de este año”.
(Con información de Página 12)
Este 21 de enero se cumplirá un año de aquella histórica manifestación, y a partir de hoy las feministas, el colectivo LGBTI, la comunidad migrante y el activismo afro, entre muchos otros sectores opositores, encabezan una segunda edición de la marcha que busca convertir la furia y el entusiasmo en capital político.
Las marchas en distintos puntos del país comenzarán hoy a partir de las 15.30 pm (hora local). Además de la concentración en Las Vegas, que se espera que sea multitudinaria, habrá grandes manifestaciones en ciudades como Nueva York, Los Ángeles, Chicago. En Nueva York, por ejemplo, cuidad en la que el año pasado marcharon 400 mil personas, la concentración comenzará a partir de las 16 (hora local) en el Central Park, luego atravesará el parque y continuará a lo largo de la Quinta Avenida.
El 21 de enero del año pasado las mujeres marcharon en Washington al día siguiente de la asunción de Donald Trump en un grito de hartazgo contra sus discursos de odio, misóginos, racistas y xenófobos, que en este año de gobierno se han traducido en políticas. Un año después la marcha se ha convertido en un símbolo y un punto de encuentro crucial para feministas, organizaciones de izquierda, ambientalistas, y se ha posicionado como una fuerza política de cara a 2018.
Este año además habrá que sumarle el impulso generado por el #MeToo, la avalancha de denuncias por abuso de poder y sexual que se originó en Hollywood a partir de las acusaciones contra el productor Harvey Weinstein.
Para mañana, cuando se cumpla un año de esa marcha inaugural, las organizadoras preparan un evento para registrar votantes llamada #PowerToThePolls. Ese evento tendrá su punto neurálgico en Las Vegas (a diferencia de 2017 cuando fue en Washington DC). Están programadas oradoras como Alicia Garza, una de las fundadoras del movimiento Black Lives Matter, Cecile Richards, presidenta de la Planned Parenhood -fundación que protege los derechos reproductivos en ese país-, y la senadora del estado de Nevada Catherine Cortez Masto.
“El slogan elegido, #PowerToThePolls, busca alentar a las mujeres a registrarse para votar y elegir mujeres del espectro progresista en cargos electivos de cara a las legislativas de noviembre de este año. En esta oportunidad se va a buscar también que las consignas sean más amplias y abarcativas, ya que un sector de la población considera que en la marcha del 2017 los reclamos giraban fundamentalmente en torno a las necesidades de las mujeres blancas, hetero y de clase de media”, le relató a Página12 desde las calles de Nueva York -donde actualmente reside-, Magalí Brozio, economista argentina y una de las creadoras del sitio Economía Feminista.
“La marcha de hoy no es explícitamente opositora a Trump o por lo menos no se centra excluyentemente en ello, aunque muchas de las consignas ponen de relieve este carácter. Sí es verdad que hay una campaña muy fuerte vinculada a lo electoral”, apunta Brosio. En este sentido, continúa la economista, resulta crucial recordar que “las mujeres de color, latinas, lesbianas, trans, indígenas, entre otras, sufren distintas formas de desigualdad que se solapan y refuerzan por lo que sus necesidades deben ser jerarquizadas dentro del movimiento y la marcha. Y esa visión del mundo sin duda atraviesa gran parte de la Women’s march de este año”.
(Con información de Página 12)
Mujeres contra Trump: Women's March convoca su primer congreso en EEUU para organizarse contra el gobierno de Trump
Unas 5.000 personas se reúnen este fin de semana en
Detroit para definir estrategias y objetivos que permitan convertir la
movilización en un movimiento político que socave el poder de Trump en
las próximas elecciones de 2018.
Tras las masivas manifestaciones convocadas por Women's March,
que reunieron a cerca de cuatro millones de personas en Washington y
otras 650 marchas a lo largo y ancho de Estados Unidos sólo un día
después de que Trump ganara las elecciones, una pregunta quedó en el aire: ¿Y ahora qué?
La respuesta parece estar más cerca de conocerse. Casi nueve meses después, las organizadoras de la marcha han convocado este fin de semana la primera Convención de Mujeres (Women's Convention) que espera reunir a cerca de 5.000 personas en Detroit. Su objetivo es generar apoyo y movilización ante las próximas elecciones de 2018 que
se producen a mitad del mandato y que renovarán a todos los miembros
del Congreso y a un tercio de los del Senado de aquel país. Son las
conocidas como midterm elections.
"Necesitamos retomar el poder de organización que tuvimos el pasado mes de febrero y convertirlo en un poder político" afirmó Bob Bland, copresidenta nacional de la Women's March, a medios de Estados Unidos. "Nuestro
objetivo es que la gente salga de este evento con nuevos bríos
revolucionarios, conexiones y conocimientos para organizarse
políticamente".
El evento no es menor. La última conferencia de mujeres que se realizó en Estados Unidos tuvo lugar hace 40 años, cuando unas 20.000 personas se reunieron en Houston en la Conferencia Nacional de Mujeres (Women's National Conference)
en 1977. Entonces, tal como ahora, el principal reto de las
organizadoras era aunar un amplio y disperso movimiento bajo un objetivo
común.
Según varios expertos recogidos por
distintos medios de Estados Unidos, el problema del movimiento va a ser
el de aunar distintos intereses y sensibilidades. Las organizaciones de
mujeres no son monolíticas, por lo que el reto principal de la
Convención será cómo unir a una amplia coalición de personas con
diferentes perspectivas, prioridades y agravios. Lo que reveló la elección de Trump es una profunda separación de clases y razas entre las votantes femeninas. Un 53% de las mujeres blancas votaron por Trump, mientras que aproximadamente el 94% de las mujeres negras votaron en contra de él, según las encuestas que se realizaron a pie de urna.
Desde las elecciones de Estados Unidos, la Women's March
ha tenido que hacer frente a múltiples tensiones relacionadas con el
tema racial y acusaciones de excluir a las mujeres de color.
Aparentemente éste será un temas central en la Convención de este fin de semana. La página web del evento
afirma expresamente que se centrarán en "trabajar por la liberación
colectiva para mujeres de todas las razas, etnias, edades,
discapacidades, identidades sexuales, expresiones de género, estados de
inmigración, creencias religiosas y estados económicos".
Sólo hay un objetivo político claro de cara a las próximas elecciones de 2018: conseguir 40 escaños en el Congreso de Estados Unidos,
por lo que la Convención tendrá, además, un foco muy práctico para
entrenar a los participantes en activismo político, liderazgo y
organización de campañas para cambiar el sentido del voto de amplias
zonas del país que en los comicios de 2016 dieron la victoria a Trump,
pero que tradicionalmente han sido bastiones demócratas.
La elección de Detroit como ciudad para
organizar el evento no es casual y responde a esta estrategia. La ciudad
tiene un gran simbolismo por la desigualdad de ingresos y la brutalidad
policial que ha vivido en los últimos años. Pero Mitchigan (el estado
al que pertenece), junto con Pensilvania y Wisconsin, ayudaron a Trump a
llegar a la presidencia, a pesar de ser tradicionalmente demócratas.La 'Marcha de las Mujeres' toma las calles de 250 ciudades del mundo exigiendo cambios políticos y sociales
Bajo el lema "mira hacia atrás, marcha hacia
adelante", las organizadoras renuevan el activismo tras un año de
gobierno de Trump y esperan registrar a un millón de votantes para tener
un impacto en las próximas elecciones en EEUU. Madrid y Barcelona se
suman a las movilizaciones.
La Marcha de las
Mujeres (Women´s March) vuelve a las calles. Cuando se cumple un año de
la elección de Donald Trump como presidente de Estados Unidos, se espera que decenas de miles de personas, principalmente mujeres, se manifiesten en las calles de unas 250 ciudades de aquél país y del resto del mundo a lo largo del fin de semana.
El movimiento, fortalecido en sus demandas y
su activismo gracias a los masivos casos de abusos sexuales conocidos
gracias a la campaña #Metoo y a la decisión de Trump de expulsar del
país a los conocidos como los Dreamers, han espoleado el activismos y las demandas de cambios sociales y políticos de calado.
Será la segunda Marcha de las Mujeres y se
espera que sean particularmente masivas en ciudades como Nueva York, Los
Ángeles, Washington, Chicago o Pensilvania, Pero también hay marchas y
concentraciones convocadas en ciudades de todos los continentes.
El cierre del Gobierno Federal que se anunció este sábado, no ha disuadido a las manifestantes para tomar las calles. De hecho, el motivo de este cierre gobierno, la
discrepancia entre republicanos y demócratas sobre el futuro de los
cerca de 800.000 jóvenes indocumentados, se ha convertido en una de las
reivindicaciones del movimiento este fin de semana.
Personalidades como la presentadora y activista por los derechos LGTB, Ellen DeGeneres o la actriz y cantante Alyssa Milano,
están siendo algunas de las voces activas en redes sociales llamando a
la manifestación. Alyssa Milano ha escrito en su cuenta de twitter: .@realDonaldTrump.
No necesitabas hacer esto, pero lo hiciste. Así que hoy... Yo marcho
por los 'dreamers' a los que no has protegido. Y por los niños a los que
dejaste en una situación de vulnerabilidad. Su mensaje ha tenido hasta ahora más de 7.000 comparticiones y 22.000 likes.
"La gente estaba locamente loca el
año pasado y están bastante locos este año", dijo Tamika Mallory,
copresidenta de la junta de Women's March.
Al igual que el año pasado, se espera que
miles de manifestantes se pongan "sombreros de coño" de punto rosa, que
fueron creados como una referencia burlona a un comentario hecho por
Trump sobre genitales femeninos y rápidamente se convirtió en un símbolo
del empoderamiento de las mujeres y la oposición al nuevo presidente en
el primeros días de su administración.
Las mayores marchas se esperan el sábado en
Washington y Nueva York, con 10,000 y 37,000 personas registradas en sus
respectivas páginas de Facebook. Pero es probable que la cantidad de
participantes sea muy inferior a la cifra estimada de 5 millones que
marcharon el 21 de enero de 2017 e hicieron de esa una de las mayores
protestas masivas en la historia de Estados Unidos.
Un millón de nuevos votantes
"El año pasado la manifestación fue para
mostrar que las mujeres estaban juntas y generar la conciencia de que no
estábamos solas. Este año, en cambio, el mensaje es una marcha a la
acción: estás marchando, asegúrate de estar registrada para votar y
llega a las urnas", declaró al New York Times Katherine Siemionko,
fundadora de Women's March Alliance una organización sin ánimo de lucro
que organiza la movilización en Nueva York.
El objetivo de las organizadoras es
canalizar el descontento y conseguir que un millón de personas se
registren para votar en las próximas elecciones de mitad de mandato,
en el que se tiene que renovar el 100% del congreso y un 30% de los
miembros del Senado, para conseguir un cambio de fuerzas en Washington y
que más mujeres ocupen posiciones de poder en las instituciones.
En Estados Unidos sólo pueden votar
aquellas personas que previamente se hayan registrado para votar, por lo
que conseguir que más votante se apunten es clave.
Las activistas afirman que las políticas de Trump, que han hecho retroceder los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y el acceso al aborto hasta límites desconocidos en anteriores gobiernos republicanos, están impulsado a muchas mujeres al activismo por primera vez. La Gag Rule
(ley mordaza) impulsada por el presidente de Estados Unidos, supone de
facto, un freno total a los fondos públicos y muchos privados a
financiar cualquier tipo de políticas de políticas de control de
natalidad, anticonceptivos o abortos en el país y fuera de Estados
Unidos.
Las marchas serán seguidas por más eventos
el domingo, incluido en Las Vegas, que fue elegido por los organizadores
para honrar a la ciudad donde el tiroteo masivo más mortífero en la
historia moderna de los Estados Unidos tuvo lugar el pasado mes de
agosto. Nevada también es un estado clave en el campo de batalla en las
elecciones de mitad de período de 2018.
Movilizaciones en España
En España, al igual que en otras ciudades
del mundo, hay convocadas movilizaciones en apoyo de esta iniciativa.
Las pincipales tendrán lugar en Madrid y Barcelona durante la tarde del
próximo domingo, con las que las organizadoras quieren "revitalizar" el
proyecto.
Madrid acogerá una concentración a partir
de las16.30 horas en la Plaza Isabel II, próxima a la estación de metro
de Ópera, donde activistas "contarán sus historias y debatirán sobre
cómo afrontar el año 2018" bajo el lema 'Look Back, March Forward'
('Mirando hacia atrás, avanzando hacia adelante'), de acuerdo a la
convocatoria de Madrid Resistance en Facebook.Un año loco en la Casa Blanca
Razón tenía Melania Trump cuando rompió en llanto al
enterarse de la noticia de que su esposo había sido electo como el 45to
presidente de los estadounidenses. Algunas fuentes dicen que sus
lágrimas eran por no querer ser Primera Dama. Otros especulan que ella
lo conoce bien y sabía lo que venía. Al parecer sus
sentimientos no la han hecho quedar mal. Este sábado, Donald Trump
arriba a su primer año en el Despacho Oval con una cifra récord de
impopularidad para los primeros 12 meses de mandato. El 65% de los
norteamericanos los rechaza, superando a fenómenos de la política como
Reagan y Bush hijo.
Los últimos 365 días revelaron que el multimillonario neoyorquino no pretendía llegar a la presidencia, sino impedir que Hillary ganara. El sueño de Trump sigue siendo que en un futuro, no muy lejano, su hija Ivanka se convierta en la primera mujer presidenta de los Estados Unidos.
Durante su primer año se trazó un objetivo concreto, borrar toda huella de su antecesor Barack Obama. Mostró una maestría insuperable rompiendo acuerdos, al punto de que a apenas 72 horas después de su investidura retiró a Estados Unidos del Tratado Transpacífico y desde el 20 de enero hasta la fecha ha puesto en jaque otros considerados históricos, entre ellos: el que sirve de base a la OTAN, el pacto migratorio de la ONU, la Unesco y el acuerdo climático de París, alegando, en este último caso, que el calentamiento global no existe.
Los medios dicen que convierte sus eslóganes en decreto y no están muy lejos de la realidad. Las revelaciones del libro Fuego y Furia del periodista Michael Wolf así lo demuestran. No por gusto la Casa Blanca trató de censurarlo y la editorial se vio obligada a adelantar su lanzamiento. Quizás por eso rompió todos los pronóstico de venta y ha causado fuertes reacciones a lo interno.
Según revela Steve Bannon en el texto: de lunes a viernes, a eso de las seis de la mañana, a veces con una McDonalds en la mano y una coca-cola light esperando, @realDonaldTrump lanza su metralla en Twitter; 140 caracteres sin asesoramiento ninguno. Estos han ido desde llamar Hombrecohete al líder de Corea del Norte hasta calificar de agujeros de m….. a El Salvador, Haití y los países africanos. Esas barbaridades políticas las hace, según gente cercana a él, desde la cama, en pijama y casi siempre solo. Después les toca a sus asesores arreglar el arrebato.
Ahí dentro de esa habitación, donde por demás duerme sin Melania, con la televisión encendida y el móvil en la mano, el rey de la telerrealidad se crea su trono. Desde la red social más política del planeta lanza lo que puede ser una amenaza al juez que ha paralizado su veto migratorio, un ataque a los medios críticos, una acusación de espionaje a Barack Obama o un insulto a un jugador negro de fútbol americano.
En un año se estiman más de 2.300 tuits. Publicando mensajes como estos cualquiera pensaría que tiene un tornillo flojo. “Irán está jugando con fuego, no valoran lo “amable” que fue el Presidente Obama con ellos. ¡Yo no!” o la ya célebre frase “Mi botón nuclear es mucho más grande y poderoso”, dirigida a Kim Jong-un. Su impulsividad ha provocado un debate en el senado, que no se veía desde 1976, sobre quitarle los códigos de lanzamiento.
Según de Washington Post, el inquilino de la Casa Blanca es conocido también como el presidente de las cinco mentiras diarias. Un estudio de The Fact Checker revela que Trump ha pronunciado más de mil declaraciones falsas o engañosas, lo que equivale a un promedio de casi cinco mentiras al día. Corea del Norte, Rusia, Hillary Clinton y México ocupan los primeros lugares en sus obsesiones por mentir.
Cuba no está cerca de ser una de esas obsesiones, por suerte, pero lo cierto es que desde su campaña anunció que revertiría lo avanzado por el gobierno de Obama. Ya en el poder emitió una orden ejecutiva desde Miami para borrar los pocos acuerdos ya existentes. Sin embargo esto no le bastó y como para ponerle la tapa al pomo llegaron los “ataques sónicos” que, hasta ahora, solo existen en la cabeza de él, de Marcos Rubio y de Bob Menéndez.
Lo que sorprende de Trump es como una barbaridad supera la otra, aunque parezca imposible. Así sucedió con el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel, algo que no se había atrevido a hacer nadie, incluyendo los más conservadores. Los analistas dicen que lo hace para ocultar las derrotas a lo interno. Entre estas no haber podido sustituir el Obamacare, la lentitud en la construcción del Muro y las duras críticas que recibió tras su visita a San Juan.
Lo más preocupante es que aun conserva la base electoral que lo llevó a la mansión de 1600 Pennsylvania Avenue. Sus defensores se escudan en el crecimiento del PIB cercano al 3 %, La reforma tributaria aprobada en el Congreso recientemente, la más ambiciosa en los últimos 30 años y la desregulación del país. Menos mal que de los 365 días del año, Trump ha pasado más de 100 de vacaciones, sino estuviera más enredado de lo que está.
¿Cómo terminará esta saga de locuras? Brady Lee, psiquiatra que ya estudia su comportamiento, pudiera tener la respuesta de hasta dónde puede llegar, y hasta dónde el establishment lo dejará hacer. Ya se acercan elecciones legislativas que a lo mejor cambian el panorama y Trump pudiera pasar a la historia como el segundo presidente destituido en Estados Unidos. ¿Será este 2018 otro año loco en la Casa Blanca? Por lo visto en estos días, promete.
Los últimos 365 días revelaron que el multimillonario neoyorquino no pretendía llegar a la presidencia, sino impedir que Hillary ganara. El sueño de Trump sigue siendo que en un futuro, no muy lejano, su hija Ivanka se convierta en la primera mujer presidenta de los Estados Unidos.
Durante su primer año se trazó un objetivo concreto, borrar toda huella de su antecesor Barack Obama. Mostró una maestría insuperable rompiendo acuerdos, al punto de que a apenas 72 horas después de su investidura retiró a Estados Unidos del Tratado Transpacífico y desde el 20 de enero hasta la fecha ha puesto en jaque otros considerados históricos, entre ellos: el que sirve de base a la OTAN, el pacto migratorio de la ONU, la Unesco y el acuerdo climático de París, alegando, en este último caso, que el calentamiento global no existe.
Los medios dicen que convierte sus eslóganes en decreto y no están muy lejos de la realidad. Las revelaciones del libro Fuego y Furia del periodista Michael Wolf así lo demuestran. No por gusto la Casa Blanca trató de censurarlo y la editorial se vio obligada a adelantar su lanzamiento. Quizás por eso rompió todos los pronóstico de venta y ha causado fuertes reacciones a lo interno.
Según revela Steve Bannon en el texto: de lunes a viernes, a eso de las seis de la mañana, a veces con una McDonalds en la mano y una coca-cola light esperando, @realDonaldTrump lanza su metralla en Twitter; 140 caracteres sin asesoramiento ninguno. Estos han ido desde llamar Hombrecohete al líder de Corea del Norte hasta calificar de agujeros de m….. a El Salvador, Haití y los países africanos. Esas barbaridades políticas las hace, según gente cercana a él, desde la cama, en pijama y casi siempre solo. Después les toca a sus asesores arreglar el arrebato.
Ahí dentro de esa habitación, donde por demás duerme sin Melania, con la televisión encendida y el móvil en la mano, el rey de la telerrealidad se crea su trono. Desde la red social más política del planeta lanza lo que puede ser una amenaza al juez que ha paralizado su veto migratorio, un ataque a los medios críticos, una acusación de espionaje a Barack Obama o un insulto a un jugador negro de fútbol americano.
En un año se estiman más de 2.300 tuits. Publicando mensajes como estos cualquiera pensaría que tiene un tornillo flojo. “Irán está jugando con fuego, no valoran lo “amable” que fue el Presidente Obama con ellos. ¡Yo no!” o la ya célebre frase “Mi botón nuclear es mucho más grande y poderoso”, dirigida a Kim Jong-un. Su impulsividad ha provocado un debate en el senado, que no se veía desde 1976, sobre quitarle los códigos de lanzamiento.
Según de Washington Post, el inquilino de la Casa Blanca es conocido también como el presidente de las cinco mentiras diarias. Un estudio de The Fact Checker revela que Trump ha pronunciado más de mil declaraciones falsas o engañosas, lo que equivale a un promedio de casi cinco mentiras al día. Corea del Norte, Rusia, Hillary Clinton y México ocupan los primeros lugares en sus obsesiones por mentir.
Cuba no está cerca de ser una de esas obsesiones, por suerte, pero lo cierto es que desde su campaña anunció que revertiría lo avanzado por el gobierno de Obama. Ya en el poder emitió una orden ejecutiva desde Miami para borrar los pocos acuerdos ya existentes. Sin embargo esto no le bastó y como para ponerle la tapa al pomo llegaron los “ataques sónicos” que, hasta ahora, solo existen en la cabeza de él, de Marcos Rubio y de Bob Menéndez.
Lo que sorprende de Trump es como una barbaridad supera la otra, aunque parezca imposible. Así sucedió con el reconocimiento de Jerusalén como capital de Israel, algo que no se había atrevido a hacer nadie, incluyendo los más conservadores. Los analistas dicen que lo hace para ocultar las derrotas a lo interno. Entre estas no haber podido sustituir el Obamacare, la lentitud en la construcción del Muro y las duras críticas que recibió tras su visita a San Juan.
Lo más preocupante es que aun conserva la base electoral que lo llevó a la mansión de 1600 Pennsylvania Avenue. Sus defensores se escudan en el crecimiento del PIB cercano al 3 %, La reforma tributaria aprobada en el Congreso recientemente, la más ambiciosa en los últimos 30 años y la desregulación del país. Menos mal que de los 365 días del año, Trump ha pasado más de 100 de vacaciones, sino estuviera más enredado de lo que está.
¿Cómo terminará esta saga de locuras? Brady Lee, psiquiatra que ya estudia su comportamiento, pudiera tener la respuesta de hasta dónde puede llegar, y hasta dónde el establishment lo dejará hacer. Ya se acercan elecciones legislativas que a lo mejor cambian el panorama y Trump pudiera pasar a la historia como el segundo presidente destituido en Estados Unidos. ¿Será este 2018 otro año loco en la Casa Blanca? Por lo visto en estos días, promete.