sábado, 13 de enero de 2018

Trump llama “países de mierda” a El Salvador, Haití y países africanos // El mundo responde a las declaraciones de Trump // Trump niega haber dicho “países de mierda”. Senador demócrata responde: “Si lo dijo y varias veces” // Embajador de EEUU en Panamá renuncia incapaz de seguir bajo administración Trump // Estadounidenses armados hasta los dientes patrullan la frontera con México //URUGUAY: Casavalle: tres meses bajo toque de queda

Logo for dark background
Noticias Internacionales Independientes

Presidente Trump llama “países de mierda” a El Salvador, Haití y países africanos

12 Ene. 2018

H1 trump shole
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, generó indignación a nivel internacional el jueves a raíz de un comentario racista en el que dijo que Estados Unidos debería limitar la inmigración desde Haití, El Salvador y países africanos para favorecer la inmigración proveniente de países con población mayoritariamente blanca. En una reunión con legisladores en la Casa Blanca, se informó que Trump dijo: “¿Por qué queremos que venga toda esta gente de África? Esos países son un agujero de mierda…deberíamos recibir más gente de Noruega”.
Trump realizó sus más recientes comentarios racistas justo después de que su gobierno anunciara que pondrá fin al estatus de protección temporal para alrededor de 250.000 inmigrantes salvadoreños que viven en Estados Unidos al menos desde 2001. El año pasado, el gobierno de Trump anunció que también revocaría el estatus de protección temporal de decenas de miles de inmigrantes haitianos, nicaragüenses y sudaneses que viven en Estados Unidos.
Los comentarios de Trump provocaron la inmediata condena internacional. Las siguientes son las palabras del activista comunitario haitiano René Civil, desde Puerto Príncipe.
René Civil afirmó: “Donald Trump es más que un cáncer para el mundo. Y no solo en todo el mundo, sino especialmente para la población estadounidense. Es un presidente desestabilizador, un presidente que utiliza lenguaje vulgar, que es inaceptable”.
Los comentarios de Trump provocaron que el periódico New York Daily News publicara un titular encima de una versión caricaturizada del emoticón de “caca”, con el titular “MIERDA EN LUGAR DE CEREBRO”, Trump lanza insulto racista despiadado contra inmigrantes”.
Visite democracynow.org para más información sobre los comentarios racistas del Presidente Trump y para escuchar la entrevista desde Florida con la aclamada novelista haitianoestadounidense Edwidge Danticat.


Trump, sobre los inmigrantes: "¿Por qué recibimos a gente de países de mierda?"

Publicado: 12 ene 2018 01:39 GMT | Última actualización: 12 ene 2018 04:56 GMT - RT
El presidente de Estados Unidos realizó un polémico comentario durante una reunión en la que se trataba la situación de inmigrantes provenientes de El Salvador, Haití y distintos países africanos.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, realizó un polémico comentario durante una reunión sobre asuntos de inmigración en la que se trataba la restauración de la protección para inmigrantes provenientes de El Salvador, Haití y de países africanos, como parte de un acuerdo bilateral de migración, según AP.
"¿Por qué estamos recibiendo a toda esta gente de países de mierda?", afirmó Trump este jueves durante una reunión en el Despacho Oval. El comentario tomó por sorpresa a varios de los presentes, de acuerdo con fuentes cercanas.

Trump llama a El Salvador y Haití ‘países de mierda’ - Hoy Mismo

Publicado el 12 enero 2018 - VIDEO:
https://youtu.be/tQAORTbPdfk
El senador Dick Durbin explicaba al presidente los distintos puntos de la propuesta que consistían en acabar con la deportación de jovenes migrantes y reforzar la seguridad fronteriza, además de permitir a los ciudadanos de países que hayan sufrido desastres quedarse en EE.UU., como es el caso de Haití. A lo que Trump respondió: "¿Para qué necesitamos más haitianos? Llévenselos", informó una fuente próxima a The Washington Post. 
Además de no mostrar su apoyo, la Casa Blanca agregó que "deberíamos traer a más personas de lugares como Noruega".
Imagen ilustrativa
Apoyando la opinión del presidente, el portavoz de la Casa Blanca Raj Shah destacó que "ciertos políticos de Washington eligen luchar por países extranjeros, pero el presidente Trump siempre luchará por el pueblo estadounidense".
Otras medidas que se propusieron en la reunión fueron la eliminación del programa de Lotería de Visas de Diversidad, así como priorizar a los países que ya se encuentran en el sistema, informó un funcionario de la Casa Blanca. En ese caso, podría haber otras formas de solicitar el visado.

Trump tacha de ‘agujeros de mierda’ a El Salvador y Haití

Publicado el 12 enero. 2018

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, no cesa sus declaraciones escandalosas sobre los inmigrantes procedentes de los países latinoamericanos y africanos.
Tacha de ‘agujeros de mierda’ a El Salvador y Haití y expresa su preferencia para recibir a inmigrantes noruegos.

Durante una reunión que mantuvo el jueves en la Casa Blanca con dos congresistas sobre los planes proteccionistas para más de un millón de inmigrantes indocumentados que se encuentran desde niño en el país norteamericano, conocidos como “dreamers”, (soñadores), rechazó ofensivamente la propuesta. “¿Por qué tenemos a toda esta gente de países (que son un) agujero de mierda viniendo aquí?”, fue la reacción del magnate neoyorquino, según ha confirmado el diario estadounidense The Washington Post, citando a dos fuentes familiarizadas con el encuentro.

Trump prosiguió diciendo que preferiría la llegada de más inmigrantes de Noruega que de esas naciones, haciendo referencia a El Salvador, Haití, Nicaragua y Sudán, cuyos ciudadanos han sido retirados, entre otros países, del programa de Estatus de Protección Temporal (TPS,por sus siglas en inglés) de EE.UU. “¿Para qué queremos a haitianos aquí? ¿Para qué queremos a toda esta gente de África aquí?”, preguntó antes de articular la ofensa.

Los legisladores, que buscaban otorgar visados a algunos de los mencionados inmigrantes, quedaron sorprendidos por los comentarios del mandatario, tal como afirma el diario. Curiosamente, un portavoz de la Casa Blanca, Raj Shah, defendió en un comunicado las declaraciones de Trump que a su juicio opta por proteger a la nación estadounidense en vez de “luchar por países extranjeros”, medida adoptada por “ciertos políticos de Washington”. “Como otras naciones que tienen inmigración basada en méritos, el presidente Trump está luchando por soluciones permanentes que hacen a nuestro país más fuerte al recibir a quienes pueden contribuir a nuestra sociedad, hacer crecer nuestra economía y asimilarse en nuestra gran nación”, comunicó el vocero.

El insulto del presidente de EE.UU. provocó la renuncia de la asociación haitiana estadounidense American Haitian Foundation. El director ejecutivo de la fundación, Jack Davidson, aseveró que se siente “avergonzado” de que Trump sea el jefe del Gobierno de Estados Unidos. “Los comentarios del presidente son ignorantes, racistas, con una completa desconsideración por la dignidad humana del pueblo haitiano”, criticó el número uno de la entidad, con sede en el estado estadounidense de Tennessee.

La política migratoria de Trump que afecta a varios países en el mundo ha generado un aluvión de rechazos y críticas tanto dentro de EE.UU. como de todo el mundo. Los críticos vinculan al racismo la postura del inquilino de la Casa Blanca hacia los inmigrantes.

¡Suscríbete a HispanTV! https://www.youtube.com/user/hispantv... El grupo de HispanTV les recuerda a los seguidores de nuestra página en Youtube de que en el caso de que no se suban nuevos vídeos, en 48 horas, esto significa que han bloqueado el acceso de este canal a su cuenta en YouTube. De ser así, haga Clic en el siguiente enlace para obtener nuestra nueva dirección en YouTube: http://htv.mx/kHn

VIDEO:

https://youtu.be/WveayfLptdI


El mundo responde a las declaraciones de Trump sobre Haití, El Salvador y África

|CUBADEBATE
Donald Trump se refirió despectivamente a los emigrantes provenientes de Haití, El Salvador y el continente africano. Foto: EFE.
Donald Trump calificó como “agujeros de mierda” a El Salvador, Haití y varios países africanos. La frase es ofensiva, obscena e increíblemente despectiva, mucho más si tenemos en cuenta que fue pronunciada por un Jefe de Estado.
Varios países, incluidos los dos al que se refirió directamente, han respondido a las palabras del magnate. También dentro de su propio país las declaraciones crearon indignación. El presidente de los Estados Unidos quiso negar lo que dijo, pero ni siquiera tuvo la cortesía de pedir perdón. En fin, otra de Trump.

Diario del Vaticano califica de “duros y ofensivos” comentarios de Trump sobre migrantes


Los comentarios del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, contra países beneficiarios del Programa de Protección Temporal (TPS) fueron “duros y ofensivos”, además de suscitar “polémicas e indignación”, advirtió hoy “L’Osservatore Romano”.
El diario oficial vaticano colocó en la portada de su edición vespertina de este viernes la negativa de la Casa Blanca a aceptar el consenso bipartita alcanzado en torno al TPS y tituló: “Ningún acuerdo sobre los ‘dreamers’ (‘soñadores’)”.
En un largo artículo constató que “más de 700 mil personas corren el riesgo de una repatriación forzada” y calificó de “baldazo de agua fría” la noticia. Además, se refirió con algunos adjetivos a los comentarios despectivos proferidos por el presidente contra algunos países.
“Justo durante la reunión con senadores de la Casa Blanca, con base en reconstrucciones de los medios estadunidenses, Trump usó palabras particularmente duras y ofensivas hacia los inmigrantes de El Salvador, Haití y algunos países africanos”, escribió la publicación.
“Expresiones que han inmediatamente suscitado polémicas e indignación. La Casa Blanca no desmintió las reconstrucciones, la ONU criticó las palabras de Trump definiéndolas chocantes”, agregó.
La publicación del Vaticano destacó cómo en los últimos días “subió notablemente” la tensión sobre el tema migratorio en Washington luego que el miércoles un juez federal bloqueó la suspensión del TPS dispuesta por el mandatario.

Comunicado oficial: “La dignidad de los salvadoreños se respeta”


"La dignidad de los salvadoreños se respeta", manifiesta Min. , en San Miguel, ante expresiones lamentables atribuidas a Pdte. de EUA, y por las que envió nota de protesta a Gob. de ese país.
El Gobierno de El Salvador ha enviado una nota de protesta a EE.UU. en respuesta a las “lamentables” declaraciones atribuidas al presidente de EE.UU., Donald Trump, sobre los inmigrantes de ese país, así como de Haití y de países africanos.
La Cancillería salvadoreña ha explicado en un comunicado que esperó “prudentemente” a que se produjera un pronunciamiento oficial de Washington para “aclarar o desmentir” estas declaraciones. Sin embargo, únicamente a través de las redes sociales han trascendido algunas reacciones de Trump que confirman “implícitamente” el uso de términos duros “en menoscabo de la dignidad de El Salvador” y de otros países.
La Cancillería expresa su “profundo rechazo” a estas afirmaciones y confirma que ha mandado a Washington una nota de protesta en la que ha destacado “el alto valor de los salvadoreños y las salvadoreñas”. Ademas, en este documento la Cancillería ha recordado a EE.UU. su contribución a la reconstrucción del Pentágono tras el 11-S, así como a la de Nueva Orleans tras el devastador huracán Katrina, además de su papel en numerosas misiones de paz a nivel internacional.
Finalmente, el país centroamericano demanda “respeto a la dignidad de su noble y valiente pueblo” en el marco de los principios que rigen las relaciones entre ambos países.

Gobierno haitiano califica las palabras de Trump como “desagradables y abyectas”

El gobierno de Haití consideró este viernes “inaceptables” y “racistas” las declaraciones del presidente Donald Trump, quien se habría referido a esa y a otras naciones como “países de mierda”.
“El gobierno haitiano condena con la mayor firmeza estas declaraciones desagradables y abyectas que, de ser probadas, serían inaceptables en todos los sentidos porque reflejan una visión simplista y racista completamente equivocada”, señaló en un comunicado.
En la nota, Haití dijo estar “profundamente indignado y sobresaltado por el tenor de las declaraciones, que no han sido desmentidas oficialmente”.

Donald Trump intenta aclarar: “Nunca dije nada despectivo sobre los haitianos”

El presidente de EE.UU., Donald Trump, aseguró que nunca ha dicho “nada despectivo” sobre los haitianos aparte de que el país “es un país muy pobre y problemático”, en referencia a las informaciones sobre un supuesto comentario polémico sobre los inmigrantes que el mandatario hizo este jueves.
“Nunca he dicho nada despectivo sobre los haitianos aparte de que Haití, obviamente, es un país muy pobre y problemático. Nunca dije ‘llévenselos'”, ha asegurado el presidente estadounidense en su cuenta de Twitter.
El mandatario estadounidense ha acusado a los demócratas de inventarse sus ataques contra los haitianos, y ha amenazado con “registrar reuniones futuras”.
“Desafortunadamente, ¡no hay confianza!”, se ha lamentado Trump, después de afirmar que tiene “una relación maravillosa” con los haitianos.

Tuit de Trump:

“Nunca dije nada despectivo sobre los haitianos aparte de que Haití es, obviamente, un país muy pobre y problemático. Nunca dije “sácalos”. Hechos por demonios. Tengo una relación maravillosa con los haitianos. Probablemente tendré reuniones futuras. Desafortunadamente, ¡no hay confianza!”

Alarma en el Congreso de EEUU tras ofensas de Trump

El Congreso de los EEUU reaccinó ante las declaraciones ofensivas de su presidente. Foto: AFP.
Las recientes declaraciones irrespetuosas del presidente estadounidense, Donald Trump, sobre África, El Salvador y Haití alarmaron a los congresistas presentes en el encuentro con el mandatario, señala The New York Times.
Las observaciones de Trump, el último ejemplo de su inclinación a los comentarios con matices racistas que denigran a los inmigrantes, dejaron alarmados y desconcertados a los miembros del Congreso de ambos partidos que asistieron a la reunión en la Sala del gabinete, estima el comentario del periódico neoyorquino.
Tales expresiones dieron continuidad a otras similares del mandatario el año pasado en un encuentro en la Oficina Oval con sus principales asesores, ocasión en que se quejó de la necesidad de admitir a los haitianos en el país, al señalar que todos tenían SIDA, así como nigerianos, de quienes dijo que ‘nunca regresarán a sus cabañas’.
Por otra parte, según medios de prensa internacionales, el portavoz de la oficina de Derechos Humanos de la ONU en Ginebra, Rupert Colville, calificó de escandalosas, vergonzosas y racistas las palabras de Trump.
En este contexto, los congresistas republicanos alistan desde hace varios días un proyecto de ley en la Cámara de Representantes para reducir el número de indocumentados que entran a Estados Unidos y permitir la detención de menores que cruzan la frontera con sus padres.
Prominentes figuras del partido rojo preparan la iniciativa con una visión sobre el tema que, según expertos, choca de forma agresiva con los recientes anuncios de supuesta apertura de Trump respecto a la búsqueda de una legislación integral y bipartidista sobre el tema.
Auspiciada por directivos del Comité Judicial y el de Seguridad Nacional de la Cámara baja, la propuesta incluye medidas drásticas contra la inmigración irregular que pudieran chocar de plano con los intereses de los demócratas.
(Con información de PL/ RT/ Notimex)

Críticas a Trump por llamar "agujeros de mierda" a El Salvador, Haití y varios países africanos

El presidente estadounidense reaccionó así cuando dos senadores le plantearon un proyecto de ley migratorio que otorgaría visados a algunos de los ciudadanos de países que han sido retirados recientemente del programa TPS.
Trump.
Manifestación contra Donald Trump.
El presidente estadounidense, Donald Trump, llamó este jueves "agujeros de mierda" a El Salvador, Haití y varios países africanos, y sugirió que preferiría recibir en Estados Unidos más inmigrantes de Noruega en lugar de los de esas naciones, informó este jueves el diario The Washington Post.
"¿Por qué tenemos a toda esta gente de países (que son un) agujero de mierda viniendo aquí?", afirmó Trump durante una reunión con legisladores en la Casa Blanca, de acuerdo con el diario, que cita a dos fuentes familiarizadas con el encuentro.
Trump reaccionó así cuando dos senadores le plantearon un proyecto de ley migratorio que otorgaría visados a algunos de los ciudadanos de países que han sido retirados recientemente del programa de Estatus de Protección Temporal (TPS), como El Salvador, Haití, Nicaragua y Sudán.
Trump sugirió entonces que Estados Unidos debería traer a más inmigrantes de países como Noruega, con cuya primera ministra se reunió este miércoles, de acuerdo con el Post.
Los comentarios de Trump dejaron impactados a los legisladores presentes en la cita, según el diario, que no aclara si el presidente se refería también a Nicaragua con su exabrupto, y tampoco identifica a los países africanos afectados.
El periódico Los Ángeles Times confirmó el informe del Post, y agregó que, antes de proferir el insulto, Trump exclamó: "¿Para qué queremos a haitianos aquí? ¿Para qué queremos a toda esta gente de África aquí?".
Preguntado al respecto, un portavoz de la Casa Blanca, Raj Shah, no negó que Trump hubiera hecho esas declaraciones. "Ciertos políticos de Washington eligen luchar por países extranjeros, pero el presidente Trump siempre luchará por el pueblo estadounidense", dijo Shah en un comunicado citado por varios medios.
Sin embargo, tras la polémica levantada, Trump aseguró haber utilizado "un lenguaje duro" en su conversación. "El lenguaje utilizado por mi en la reunión de DACA fue duro, pero ese no fue el lenguaje empleado. Lo que fue realmente duro fue la extravagante propuesta hecha, un gran paso atrás para DACA", dijo el mandatario en su cuenta de Twitter, al comentar el Programa de Acción Diferida (DACA), que protege a jóvenes inmigrantes llegados a EEUU como niños.

Los políticos exigen disculpas

El embajador de Haití en Estados Unidos, Paul Altidor, consideró este jueves una "agresión" los comentarios de Trump. El embajador aseguró a la cadena MSNBC que su Gobierno ha presentado una petición formal al Ejecutivo estadounidense para que explique las palabras del presidente de EEUU. 
Según recoge la cadena MSNBC, Altidor aseguró que su Gobierno condena "vehementemente" los comentarios de Trump al considerar que están "basados en estereotipos" y, en base a ello, el diplomático añadió contundente: "O el presidente ha sido mal informado o no ha sido bien educado".
El diplomático aseguró que la embajada de Haití en Washington ha recibido quejas de muchos ciudadanos estadounidenses de ascendencia haitiana que piden a Trump que se disculpe. "Los haitianos luchamos junto a los soldados estadounidenses en la guerra de la independencia de Estados Unidos y seguimos siendo grandes contribuyentes a la sociedad estadounidense", destacó Altidor, según recoge MSNBC.
Políticos demócratas y republicanos condenaron también las "racistas" y "divisivas" declaraciones. "Los comentarios (del presidente) son desagradables, divisivos, elitistas y contrarrestan los valores de nuestra nación", consideró en un comunicado la legisladora Mia Love, la primera mujer afroamericana del Partido Republicano en ser elegida para el Congreso y cuyos padres huyeron de Haití en 1973.
Dentro del Partido Republicano, también expresaron repulsa el senador por Oklahoma, James Lankford, y el gobernador de Ohio, John Kasich, una figura moderada dentro del partido y que compitió contra Trump en las primarias por la nominación republicana para las elecciones de 2016. "Estados Unidos fue construido sobre la espalda de los inmigrantes de todas partes del mundo. Debemos honrar esa historia, no rechazarla", señaló Kasich en su perfil de Twitter.
Asimismo, nada más hacerse públicos los comentarios, numerosos legisladores de la oposición demócrata criticaron al mandatario. En un comunicado, la presidenta del Caucus Hispano del Congreso, la demócrata Michelle Luján Grisham, llamó al resto de legisladores, demócratas y republicanos, a rechazar con fuerza la declaración "vil" de Trump que "erosiona la fibra moral" que une al pueblo estadounidense.
"Estos comentarios del presidente de Estados Unidos son sorprendentes y vergonzosos. Lo siento, pero no pueden ser definidos de otra manera que como racistas", afirmó en una rueda de prensa el portavoz de la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas, Rupert Colville. "No se puede rechazar un país entero o un continente como 'agujeros de mierda', cuyas poblaciones enteras, que no son blancas, no serán bienvenidas", agregó.

Contra la "lotería de los visados"

El proyecto de ley negociado por seis senadores bipartidistas eliminaría la llamada "lotería de visados" que cada año asigna 50.000 visas a ciudadanos de países con una baja tasa de emigrantes en Estados Unidos, un mecanismo que beneficia mayoritariamente a países de África.
Según dijo a Efe una fuente del Senado que pidió el anonimato, la mitad de esos visados se reasignarían a los que hasta ahora estaban protegidos por el TPS y la otra mitad estaría reservada a inmigrantes que demostraran cualidades profesionales que merecieran su entrada en Estados Unidos, el famoso "mérito" que defiende Trump.
El acuerdo también abriría un camino a la ciudadanía para más de un millón de jóvenes indocumentados que llegaron al país de niños, conocidos como "dreamers" ("soñadores" en español), y concedería más de 1.000 millones de dólares para proyectar y construir una barrera física en la frontera con México.

"Un vago desmentido"

Tras el revuelo causado por sus palabras, Trump ha negado en su cuenta de Twitter haber usado "ese lenguaje" en la reunión del presidente con varios legisladores. Sin embargo, el senador demócrata Dick Durbin, uno de más activos en la lucha por los derechos de los inmigrantes indocumentados, confirmó este viernes que Donald Trump sí calificó como "agujeros de mierda" a varios países como El Salvador, Haití y otras naciones africana.
"El presidente comenzó a tuitear esta mañana negando haber usado esas palabras. No es cierto. Él dijo esas cosas llenas de odio y las dijo repetidamente", señaló en declaraciones a los medios Durbin, quien se encontraba en la citada reunión con Trump.
"Le dije al presidente: '¿Se da cuenta de cuán doloroso es ese término para tanta gente? Los afroamericanos creen haber emigrado encadenados a los Estados Unidos. Cuando habla así les duele personalmente'. A lo que él contestó: 'Oh, esa es buena'", explicó Durbin.

Trump niega haber dicho “países de mierda”. Senador demócrata responde: “Si lo dijo y varias veces”.

Redacción Sin Fronteras

WASHINGTON, 12 de enero. — En un intento por huir del tsunami de reacciones de condena que generó con sus ofensivas palabras contra inmigrantes y países —como Haití, El Salvador o Guatemala— a los que se refirió como “agujeros de mierda”, el presidente tuiteó hoy que "esas no fueron las palabras usadas”.
Pocos minutos después, el senador demócrata por Illinois, Dick Durbin, quien fue testigo directo del encuentro en la Casa Blanca, respondió mediante un comunicado:
“El presidente si dijo agujeros de mierda y no una sino varias veces”.
Los intentos de Donald Trump por desmentir y tratar de dejar atrás uno de los episodios más bochornosos de su presidencia caían en saco roto a primera hora de este viernes.
Personas consultadas por medios como la agencia AP, la cadena CNN, The Washington Post y Th New York Times sobre la conversación dijeron que Trump cuestionó por qué Estados Unidos debería aceptar más inmigrantes de Haití y de "países de mierda" en África y no de lugares como Noruega.
Las personas no estaban autorizadas a describir la conversación y hablaron con la condición de no ser identificadas.
De acuerdo con las personas al tanto de la conversación, durante la misma reunión Trump rechazó un acuerdo bipartidista sobre el programa Acción Diferida para los Llegados en la Infancia (DACA por sus siglas en inglés).
El DACA fue promulgado durante el gobierno del presidente Barack Obama y suspendió temporalmente la deportación de unos 800.000 jóvenes inmigrantes que llegaron al país siendo niños, traídos por sus familiares, y que ahora viven en Estados Unidos sin autorización legal.
Trump tuiteó el viernes: "El lenguaje que usé en la reunión de DACA fue rudo, pero éstas no fueron las palabras usadas. Lo que fue realmente rudo fue la extravagante propuesta hecha ¡Un gran revés para el DACA!".
La despectiva descripción de Trump de todo un continente sorprendió a los legisladores que asistieron a la reunión e inmediatamente revivió las acusaciones de que el presidente es racista. La Casa Blanca no negó el comentario de Trump, pero emitió un comunicado en el que afirmó que el presidente apoya las políticas de inmigración que acogen a "aquellos que puedan contribuir a nuestra sociedad".
Los comentarios de Trump se dieron mientras dos legisladores le describían los detalles de un acuerdo que protegería de la deportación a cientos de miles de jóvenes migrantes sin papeles de residencia, conocidos como “dreamers”, y reforzaría la seguridad en la frontera con México.
Los senadores esperaban que Trump apoyara su acuerdo y con ello terminara con una disputa que se ha extendido durante meses sobre cómo proteger a los “dreamers”, pero la Casa Blanca rechazó la medida propuesta, enviando nuevamente el tema a la incertidumbre a ocho días de un plazo que amenaza con paralizar el gobierno.
Durante su reunión, el senador Dick Durbin explicó que, como parte de la medida propuesta, se pondría fin a la lotería de visas que ha beneficiado a personas de países africanos y de otras naciones, explicaron las fuentes, aunque podría haber otra forma de que solicitaran el visado. Durbin apuntó que se permitiría que la gente que huyó de desastres en sus países de origen _incluidos los salvadoreños, guatemaltecos y haitianos_ se quedara en Estados Unidos.
Entonces Trump cuestionó específicamente por qué Estados Unidos querría admitir a más personas de Haití. También mencionó a los países africanos y preguntó por qué más personas de “países de mierda” deberían tener permitido entrar en Estados Unidos, señalaron las fuentes.
El presidente insinuó que preferiría que Estados Unidos permitiera la entrada a más personas de países como Noruega. Trump se reunió esta semana con la primera ministra noruega Erna Solberg.
La noche del jueves, Trump presionó por “un gran muro” y criticó la postura migratoria de los demócratas, al resaltar las dificultades de cualquier negociación.
“Los demócratas parecen determinados a que entren personas y drogas a nuestro país por la frontera sur, poniendo en riesgo miles de vidas en el proceso. Es mi deber proteger las vidas y la seguridad de todos los estadounidenses”, escribió en Twitter. “Debemos construir un gran muro...”.
Los comentarios de Trump fueron llamativos incluso para los estándares de un presidente que ha sido acusado por sus opositores de actitudes racistas y que ha roto en repetidas ocasiones el decoro público que sus predecesores en general mostraban.
Trump ha afirmado sin tener alguna evidencia que Barack Obama, el primer presidente negro de Estados Unidos, no nació en el país. Ha dicho que los inmigrantes mexicanos “traen crimen” y son “violadores”. Y afirmó que había “muy buenas personas en ambos bandos” luego de los hechos de violencia que se dieron tras un mitin de supremacistas blancos en Charlottesville, Virginia, en los que murió una persona.
La representante demócrata Kathleen Rice publicó la palabra “racista” en su cuenta de Twitter luego de que se dieran a conocer los comentarios del mandatario.
No solo los demócratas objetaron las palabras de Trump. La representante republicana Mia Love, hija de inmigrantes haitianos, dijo que los comentarios de Trump eran “insensibles, divisivos, elitistas y van en contra de los valores de nuestra nación”. Agregó que “como líder de nuestra nación, su comportamiento es inaceptable” y que Trump debe de disculparse con los estadounidenses “y con los países que tan maliciosamente denigró”.
Trump ha dicho de sí mismo que es “la persona menos racista que podrían conocer”.
Con información de AP


Embajador de EEUU en Panamá renuncia incapaz de seguir bajo administración Trump

Redacción Sin Fronteras

Washington, 12 enero.— En medio de la tormenta desatada por los comentarios derogatorios de Donald Trump contra naciones de Africa, El Caribe y Centroamérica, el embajador de Estados Unidos en Panamá, John Feeley, hizo hoy pública su renuncia.
“Como oficial de servicio exterior firmé un juramento de servir fielmente al presidente y su administración de una manera apolítica, incluso cuando no estoy de acuerdo con ciertas políticas”, indicó Feeley en su carta de renuncia.
“Mis instructores dejaron en claro que si creía que no podía hacer eso, estaba obligado a renunciar. Ese momento ha llegado”, agregó el funcionario quien había sopesado detenidamente esta decisión y la comunicó desde diciembre pasado a sus superiores en el Departamento de Estado.
La renuncia de Feeley fue confirmada desde los cuarteles del Departamento de Estado en Foggy Bottom, mediante un comunicado en el que aseguró que la renuncia de Feeley se debe a “razones personales” y se hará efectiva a partir del 9 de marzo.
La jefa adjunta de la misión diplomática, Roxanne Cabral, asumirá el puesto hasta que se nombre un nuevo embajador.
Feely, un expiloto de helicópteros del Cuerpo de Infantería de Marina y diplomático de carrera, fue confirmado como embajador en la nación centroamericana en diciembre de 2015.
Un periódico local de Panamá informó sobre la renuncia de Feely en la madrugada del jueves, previo a las declaraciones irrespetuosas del mandatario estadounidense quien la víspera calificó a África, El Salvador y Haití como “países de mierda” y que han levantado una ola de rechazo por su carácter racista y xenófobo.

Noruegos desairan a Trump con negativa para emigrar a EU

AP - STAVANGER, Noruega, 12 de enero — Los noruegos generalmente viven más años que los estadounidenses. El país nórdico tiene un generoso sistema de salud pública y pensiones. Y, aunque es caro, fue nombrado el año pasado el lugar más feliz de la Tierra.

El presidente estadounidense Donald Trump dice que Estados Unidos debería aceptar a más noruegos, pero ¿le sorprende a alguien que haya más estadounidenses yéndose a Noruega?
El país de 5,2 millones de habitantes que raramente aparece en los titulares amaneció el viernes con la noticia de que Trump quiere más inmigrantes de Noruega, y no de Haití y países africanos, a los que se refirió con un soez término despectivo.
Los comentarios se produjeron luego que Trump se reunió el miércoles con la primera ministra noruega Erna Solberg en Washington. Sus declaraciones fueron vistas en Oslo como racistas y contrarias a los valores noruegos de inclusión.
"Eso dice mucho sobre lo que Trump piensa que es ser estadounidense. Más sobre etnia que sobre valores comunes”, dijo Hilde Restad, profesora asociada de asuntos internacionales y ex residente en Estados Unidos.
Añadió que los noruegos generalmente no querían ser “elogiados por este presidente estadounidense de esta forma”.
Henrik Heldahl, comentarista del portal político Amerikansk Politikk, dijo que el sentimiento habría sido bienvenido en Noruega si Trump hubiese usado palabras diferentes para referirse a Haití y los países africanos.
Dijo que “pudo haber sido un elogio y una linda despedida para Erna Solberg”, dijo Heldahl. “Pero la forma en que lo dijo garantiza que la reacción aquí será muy negativa”.
La emigración de Noruega a Estados Unidos alcanzó su pico en 1882, cuando casi 29.000 noruegos mayormente pobres cruzaron el Atlántico. En el 2016, sin embargo, apenas 1.114 noruegos se mudaron a Estados Unidos, mientras que 1.603 estadounidenses se mudaron a Noruega.
Ahora, es improbable que los comentarios de Trump desaten un éxodo de uno de los países más ricos del mundo.
Noruega, con recursos petroleros abundantes, es cuarta en el mundo en PIB per cápita, de acuerdo con el Banco Mundial, comparado con Estados Unidos, que fue octavo. Noruega tiene además un sistema universal de salud pública, bajo desempleo y un fondo de un billón de dólares financiado por sus recursos petrolíferos y gasíferos que ayuda a pagar pensiones generosas y otros programas sociales.
Los noruegos tienen además una esperanza de vida de 81,8 años como promedio, lo que les coloca 15tos en el mundo, de acuerdo con la Organización Mundial de Salud. Estados Unidos es 31ro, con una expectativa de 79,3 años.
La televisora nacional noruega TV2 salió a las calles de Oslo el viernes a preguntarle a la gente si se querían mudar a Estados Unidos. Ninguna persona dijo que lo haría.
"Definitivamente no”, dijo un hombre no identificado.
Una mujer respondió: “Si eligen a un nuevo presidente”.


"Agujeros de mierda"

  Foto/AFP

J. Jaime Hernández

Resulta sorprendente la forma en que demócratas y republicanos. Líderes de opinión y cancillerías de gobiernos en todo el mundo se han llevado las manos a la cabeza escandalizados por el hecho de que el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, haya utilizado el término “agujeros de mierda” para referirse a países de Africa, o a naciones como Haití, El Salvador o Guatemala.

Lo cierto es que, en muchos sentidos, lo que dice Trump es lo que piensan muchos aunque, es de justicia decirlo, no todos en Estados Unidos.

El término “agujeros de mierda”, o “agujeros infernales”, ha estado presente en el lenguaje de políticos, militares, amas de casa, trabajadores de cuello blanco y obreros de todo pelaje desde que Estados Unidos abrazó la tesis del “excepcionalismo” (o del hegemonismo que cobró bríos tras el fin de la Segunda Guerra Mundial) como mejor coartada para alimentar y emboscar al viejo demonio racista y reclamar su liderazgo moral, militar, comercial y financiero en todo el mundo.

No digo que el excepcionalismo sea intrínsecamente malo. Desde que Abraham Lincoln hizo de esta doctrina el mejor recurso para “apelar a los mejores ángeles de nuestra naturaleza” y superar una guerra civil mientras reunificaba a la nación, también demostró que el discurso del excepcionalismo, le permitiría definir el papel de Estados Unidos en todo el mundo.

Desde entonces, generación tras generación de políticos, lo mismo liberales que conservadores,  explotaron la doctrina del excepcionalismo y, con ella, el convencimiento de que la Unión Americana representaba “la mejor esperanza para la la paz y la prosperidad” en el concierto internacional.

De hecho, el excepcionalismo ha sido uno de los más valiosos baluartes del marketing estadounidense para presentarse a sí misma como la democracia más avanzada en el planeta. El invento les ha servido, incluso, para avalar su papel como la potencia militar con licencia para matar e intervenir hasta el último rincón del planeta.

El problema es que, en el proceso de internacionalizar el excepcionalismo de Estados Unidos en todo el mundo, la política exterior de Washington perdió el rumbo. El excepcionalismo se transformó en hegemonismo. Y en un poderoso recurso para lavar el rostro del neoliberalismo más inhumano y depredador.

Los fallidos intentos de Barack Obama para dejar atrás la era del hegemonismo y el unilteralismo no sólo fracasaron miserablemente. Ahí tenemos, como consecuencia, la eternización de la guerra contra el terrorismo (con los “agujeros infernales” que dejó EU en Afganistán, Irak o Yemen) y el infierno que atizó su indefinición durante la guerra en Siria, con millones de refugiados buscando puerto seguro en Turquía, Líbano, Egipto y distintas naciones de la Unión Europea.

Los fracasos de Obama, o sus errores por omisión, sólo le dieron aliento a los supremacistas blancos y a personajes como Donald Trump que supo aprovechar la sensación de agravio entre el electorado blanco y conservador ,y la nostalgia de Estados Unidos como potencia hegemónica y militar.

Hoy sabemos que estos resabios le permitieron a Trump triunfar contra todo pronóstico en las elecciones presidenciales del 2016 y convertirse en campeón de un movimiento de reivindicación racial y en una pesadilla para millones de inmigrantes en Estados Unidos.

Precisamente, el tema del excepcionalismo (disfrazado de racismo) se ha convertido en el rasero para juzgar a millones de inmigrantes, particularmente los de origen mexicano. Para considerarles, en muchos casos, incapaces de asimilarse al “American way of Life”.

Como ejemplo, la disparatada tesis del profesor de Harvard Samuel Huntington, autor del libro “Choque de Civilizaciones”. En el año 2004, Huntington publicó un artículo en la revista Foreign Policy.

Bajo el título de The Hispanic Challenge (el desafío hispano) Huntington se convirtió, al igual que hoy lo hace Trump desde su cuenta de twitter y la oficina oval de la Casa Blanca, en el primer intelectual en “racionalizar” el odio racista hacia la comunidad hispana en particular e inmigrante en general:

“La afluencia de inmigrantes hispánicos amenaza con dividir Estados Unidos en dos pueblos, dos culturas y dos idiomas. A diferencia de los pasados grupos de inmigrantes (léase los que llegaron de Europa), los latinos no se han asimilado a la cultura mayoritaria de Estados Unidos; en lugar de eso han creado su propia política y sus enclaves lingüísticos, desde Los Angeles hasta Miami.

“Para EU sería peligroso pasar por alto este reto”, aseguró Huntington para dar munición a los grupos de nativistas incrustados en el partido republicano, o dar bríos a impulsos racistas encabezados por James Gilchrist, creador del movimiento de los Minuteman, o a Joe Arpaio, el alguacil de Maricopa, Arizona.

Todos ellos, por cierto, precursores de personajes como Donald Trump en la vieja práctica de agitar el odio racista y supremacista (emboscadas tras la noble idea del “excepcionalismo”) para atizar lucha racista contra los inmigrantes, particularmente los de piel morena.

Para demonizar, como ha hecho Trump, a inmigrantes de México, a los que ha acusado de ser narcotraficantes o violadores. O para reducirlos poco menos que a infrahumanos provenientes de “agujeros de mierda” en países de Africa o de América Central.

Siguiendo con esta misma línea de argumentación, para demostrar que la tentación de pintar a otras naciones menos desarrolladas como “agujeros de mierda” o “agujeros infernales” siempre ha estado presente entre algunos sectores mostrencos o retardatarios de EU, quizá valdría la pena evocar la audiencia senatorial celebrada el 9 de mayo de 2013 para discutir la seguridad fronteriza en los límites de México y Canadá.

Durante esa audiencia, el senador republicano por Carolina del Sur, Lindsay Graham (el que ahora critica ferozmente a Trump por sus comentarios derogatorios), sostuvo que si los mexicanos seguían cruzando ilegalmente la frontera con EU, era porque huían de “un agujero infernal” en México:

“La gente que cruza nuestra frontera sur lo hace porque vive en agujeros infernales. Y a muchos no les gusta eso. Quieren venir y vivir aquí. El problema es que no podemos recibir a todos aquellos que viven en agujeros infernales”, aseguró Graham en un pronunciamiento que no causó el vendaval que ha ocasionado Trump en esta ocasión.

Entre otras cosas porque Graham no era presidente, pero su intervención dejó en claro que la opinión de un nutrido grupo de miembros del Congreso ha sido compartida desde hace mucho tiempo con la de personajes como Donald Trump.

Particularmente, en el caso de México, pero también sobre naciones que se han convertido en recurrentes fuentes de emigración hacia EU desde el continente Africano, o desde El Caribe y América Central.


Estadounidenses armados hasta los dientes patrullan la frontera con México

Publicado: 8 ene 2018 16:42 GMT | Última actualización: 9 ene 2018 00:31 GMT - RT
En la frontera entre EE.UU. y México un grupo de voluntarios armados que patrullan los lugares más remotos bajo el argumento de la lucha contra el narcotráfico se ha convertido en objeto de críticas.
Tim Folley es un exsoldado que dejó su vida en la gran ciudad para mudarse al desierto que separa Arizona de México. En 2011 fundó el Grupo de Reconocimiento Fronterizo de Arizona con una misión muy clara.
"Queremos dañar la estructura económica los Carteles de la droga lo más posible", la resume Foley. Para ello los casi 250 voluntarios que se han unido a su causa patrullan este árido terreno en busca de traficantes de droga, pero también de inmigrantes indocumentados… Y lo hacen armados hasta los dientes.

"Les preguntamos si llevan algún arma y les registramos"

"Cuando vemos a un grupo de ilegales, normalmente somos cuatro o cinco personas armadas con armas largas. No les apuntamos pero las tenemos en modo preventivo. Les preguntamos si llevan algún arma y les registramos", explica Foley. Y continúa: "les decimos que dejen caer los fardos de droga y les decimos que se alejen de los fardos. Puede que encontremos armas. Por ejemplo una vez encontré una 380 semiautomática, otras pistolas…".
Desde su puesto de control, donde pasa días monitoreando la zona, muestra las imágenes de supuestos traficantes que llama "mulos profesionales". "Esto son 20 kilos en las mochilas, llevan suelas especiales para borrar las huellas y ropa de camuflaje…", asegura.

¿Lucha contra narcotráfico o sentimientos racistas?

Sin embargo, numerosas asociaciones de derechos humanos han criticado a estos grupos, denunciando que no tienen potestad de arrestar a indocumentados y que se basan en sentimientos racistas y antimigración.
Foley contesta sus detractores con contundencia: "¡ahora somos demasiado políticamente correctos! ¡Todos tienen miedo de dañar los sentimientos de esta gente! ¡Esta actitud políticamente correcta nos está matando y va a destruir el país! Está destruyendo todos los países, ¡mira Europa!".
Es más, insinúa que las asociaciones que dejan agua en el desierto como ayuda humanitaria para aquellos que cruzan son cómplices del narcotráfico. "Se hacen llamar 'humanitarios', pero es interesante ver cómo es posible que los coyotes sepan donde está el agua... Están utilizando esta 'cubierta' humanitaria pero son cómplices en inmigración ilegal y tráfico de drogas", denuncia.

"Van a causar problemas"

Los miembros del Grupo de Reconocimiento Fronterizo de Arizona han sido catalogados como racistas, xenófobos o miembros de la milicia armada. Sin embargo, ellos se consideran a sí mismos como un grupo ciudadano que intenta ayudar a la patrulla fronteriza a luchar contra la actividad ilegal en este área tan remota del país. Por su parte, las autoridades se muestran contrarias a que personas particulares se involucren de esta manera tan directa.
"Hay miles de personas de la patrulla fronteriza y oficiales de los tres niveles de Gobierno para detener este problema y, aun así, tenemos retos. Imagínense una persona o un grupo que no tiene experiencia. Es peligroso y no van a tener éxito, al contrario, van a causar problemas", asegura Tony Estrada, sheriff del condado fronterizo de Santa Cruz, en Arizona.
Así pues, mientras unos los defienden y otros muchos los critican, Tim Folley y sus voluntarios aseguran que seguirán patrullando la frontera mientras por ella crucen drogas y personas de forma ilegal.




URUGUAY

Infogad bild 1
El barrio Casavalle, el martes. Foto: Alessandro Maradei

Casavalle: tres meses bajo toque de queda

En setiembre se inició una disputa armada en Casavalle entre dos clanes “familiares”. Rebasaron el límite de lo conocido por vecinos y autoridades políticas, que intervinieron el 20 de diciembre. El barrio era silencio, miedo y violencia multiplicándose. Aterrorizaron cada casa. Hoy, la violencia a simple vista desapareció, el miedo está en retirada pero latente, y el silencio sigue.
La escuela era el último territorio neutral en Casavalle, uno de los barrios más jóvenes y con menos oportunidades de Montevideo (ver recuadro). Pero durante todo noviembre, llena de niños enmoñados, recibió balaceras salpicadas. Las más graves fueron entre los días 13 y 14. Un adolescente fue herido en una pierna a las 12.45, en pleno cambio de turno. Los proyectiles golpearon al jardín de infantes y la escuela. El día 17, a las 16.30, otra ráfaga por Leandro Gómez y Martirené, sobre el patio de la escuela. El 28 los impactos llegaron al fondo de la escuela.

Rápido, furioso y salvaje: genealogía del conflicto

Para el Ministerio de Interior (MI), el desembarco de diciembre en Casavalle fue el “problema de seguridad más grave desde 2005”, explicó un alto funcionario de la secretaría de Estado. La causa tendrá una acusación fiscal el 20 de febrero. Los integrantes de “la familia uno”, que no fueron detenidos en el operativo, están requeridos. Debajo de ellos tenían una columna de adolescentes (y no tanto) que salían entre motos y metralletas por trabajo sucio: extorsión, desalojo violento, rapiñas, hurtos y otros delitos. Además, tenían un “laboratorio” para cortar cocaína y cinco kilogramos de cocaína que, vendidos al menudeo en Montevideo, significarían casi 90.000 dólares. La “otra banda”, un numeroso clan, creció en octubre de 2015 al asesinar a Welligton _Tato_ Rodríguez Segade, un referente de la barra brava de Peñarol. Se metió en el barrio 40 Semanas, donde, según la Policía, competían por algún pedazo del mercado de distribución de pasta base. Esta banda se alió con Luis Alberto Betito Suárez para el tráfico, la extorsión y todos los “negocios” conexos. El 16 de octubre de 2016 apareció el cuerpo calcinado de la esposa de Segade dentro de un auto. Había sido secuestrada en Sayago frente a sus hijos y un sobrino. El sobrino delató a los asesinos (los de “la otra banda”) y se fue a Italia, donde, según una fuente del MI, administraba el tráfico de cocaína desde Uruguay a aquel país y también la trata de personas. Al año del secuestro y del asesinato, el sobrino fue asesinado bajo la misma modalidad: en junio de 2017 volvió de Italia y el mismo día lo prendieron fuego junto a un amigo y una conocida adentro de un auto, abandonado en Casavalle. Los de “la otra banda” se sintieron más poderosos. El 25 de setiembre, cuando unos fueron por las armas de los otros, empezaron la guerra, los desalojos y los tiros en el barrio las 24 horas. A dos años y medio del inicio de los conflictos, la Policía les adjudica 23 asesinatos. En diciembre se divulgó un video en el que jóvenes disparaban armas de grueso calibre y amenazaban. Fueron quienes asesinaron, cuatro días después de la difusión del video en redes sociales, a un integrante de la “otra banda”, dijeron fuentes del MI. Desde el MI se explicó a _la diaria_ que los negocios de estas bandas incluyen tráfico de drogas, extorsión, hurtos y rapiñas en bandas organizadas. Algunas de las personas desplazadas de sus hogares, que al principio no querían colaborar con la investigación judicial, pasaron al sistema de testigos protegidos. La seccional 17, duramente criticada por los vecinos, cambiará toda su cúpula y buena parte del personal en los próximos días, informaron desde el MI. En el operativo no participó nadie de la seccional.
Antes de la agresión a la escuela, las balas ya habían cruzado la cancha de básquet de la plaza pública y habían silbado en dirección al Centro Cívico, ubicado al lado de las escuelas 248 y 178. También se incrustaron en la vecina 319. Primero circularon audios de Whatsapp amenazantes. “Ojo, negra, que van para ahí. Están todos armados, van a tirotear la comisaría”, decían anónimos impunes. Aunque el asalto no ocurría, el audio circulaba y generaba estado de alerta, dimes y diretes.
Del miedo al vacío
En Casavalle prefieren no hablar. “Mantenerse al margen”, dice alguien. “Nadie comenta nada, hablar hace daño”, dice otra persona. “Antes, si teníamos que señalar a un chorro, lo hacíamos. Ahora no podés”, comenta un poblador con 25 años en el barrio.
“Acá no pasó nada”, hace de avestruz una vecina sentada en la sombra de la plaza que increpa a sus hijas con la mirada. Las niñas en silencio, sin mover el labio, ni el párpado, ni el pómulo, ni el cuello, niegan mirando para abajo y tratan de volver a lo que hacían con sus manos.
La plaza inaugurada en 2014 se vació en setiembre. Estaba todo el día llena de niños, jóvenes, madres y abuelas. Una aprovechaba para rezarle a su virgencita. A partir de setiembre, esa plaza que se construyó para la vida y convivencia fue escenario de conflicto. Pasó a ser uno de los campos de amedrentamiento elegidos por los clanes convencidos de que todo se arregla a los tiros.
Un puñado de jóvenes se paseaba con metralletas en moto, revólveres en la cintura tirando a troche y moche, día y noche. Durante más de 85 días. Sol a sol. Los vecinos se encerraban en sus casas, sobre todo de tarde, cuando empezaban las ráfagas de la metralleta.
“He visto de todo. Que prendan fuego quioscos, autos, que increpen al policía. Que anden a los tiros arriba de los techos, que rodeen casas. Pero como esos días, nunca”, recuerda una señora que trabaja como empleada doméstica.
“Una especie de venganza” se apoderó del barrio, explica alguien que, como casi todos los entrevistados, no quiere su nombre en este artículo. “Era por el territorio y quién mandaba más en el barrio”, cree un hombre que nació en Casavalle y hace años se mudó porque no soportó la violencia creciente. “Mucha gente buena se fue del barrio. Muchas familias no quisieron volver”, se lamenta una doña.
“Con una señora se ensañaron, era parienta de uno de las bandas. Le sacaron las cosas para afuera varias veces”. Asustaban armados, entraban, gritaban, pateaban electrodomésticos y muebles en casas de humildes trabajadoras que se hacen cargo de toda la prole. La señora es una abuela que mantiene a sus nietos. Menos a uno, que eligió el aparente camino fácil. “Los propios vecinos les dijeron que la corten y no le rompan más las cosas. A veces no lastimaban, pero rompían todo”, dice alguien todavía en desconcierto.
Tiros no, metralleta
Los pistoleros en moto le decían al caminante que se corriera. “Vecina, cierre que se va a dar”, peseteaban en un tono fanfarrón pretendidamente amable. La doña se encerraba y al rato: ¡Tra! ¡Tra! ¡Tra! ¡Tra! ¡Pah! ¡Tra! ¡Tra! ¡Tra! ¡Pah! Tiraban “todo tipo de proyectiles que no sé descifrar, pero eran varios”, recuerda una persona.
“No eran tiros. Eran metralletazos. No se tiraban con tiros. Sentías aquello y un tendal de madres corrían a buscar a las criaturas, a los chicos que venían del liceo, o iban a esperar a los hijos bajar del ómnibus”, dice una añosa vecina.
“Un día mi hijo salió a sacar la basura, empezaron los tiros y salí desesperada. Había llegado una moto y como si nada les disparaban a tres muchachos que estaban en la plaza”, dice la madre de un hombre adulto. Los vecinos se sentían desarropados. “Creíamos que todo estaba en calma y no: había que salir corriendo”, evoca, adusta, una abuela casavallense. “Vivimos unos días bastante feos; de repente tenía que ir a buscar a mi nieta a la escuela porque tenía miedo. Ella salía a las cuatro y media de la tarde y se oían tiros. Las madres salían a la escuela y los sacaban antes de hora. En (algunas) escuelas (privadas) llamaban por teléfono para que fueran a buscar a los chiquilines”, enfatiza, con bronca, una jubilada del trabajo doméstico. Cuando sonaban las descargas, las abuelas intentaban despistar a los nietos, distraerlos para disimular el miedo.
Vecinos y vecinas no iban al almacén o daban tremenda vuelta con tal de no pasar por la plaza, donde además vive una de las familias conflictivas que recibían y echaban balazos a cada rato. Los vecinos no salían a charlar. Ni sacaban la sillita al zaguán.
“Entraban por acá, salían por allá con metralleta. Gurises. Son gurises y son los menos. Pero inspiran miedo y terror. No te digo que viviera aterrada, tenía más miedo por mi nieto, a veces lo sacaba de casa para meterlo en lo de una tía”, dice, todavía preocupada, una abuela matrona.

Otro Casavalle es posible

Casavalle concentra el mayor número de homicidios no aclarados del país, según cifras del Ministerio del Interior de 2017. Las relaciones laborales y la vivienda están signadas por la precariedad. El barrio está hacinado, además tiene la mayor cantidad de personas por hogar de la capital (3,9), y concentra la mayor cantidad de ex presos del país. Casavalle es un barrio humilde como cualquier otro, donde más de la mitad de sus habitantes no cuenta con otro medio de transporte que sus pies, según la _Memoria del Plan Casavalle_ en 2015. Uno de cada cuatro de sus habitantes fue violentado por robos o hurtos, 75% en su propio barrio. Uno cada cinco sufrió un robo en su propia casa. El desempleo entre varones y mujeres de 14 a 19 años alcanza a uno cada tres. Más de la mitad de los casavallenses no cree poder hacer algo para modificar su entorno. En 1959 la Intendencia de Montevideo construyó la Unidad Casavalle. 540 casas. Eran soluciones habitacionales transitorias que terminaron siendo para siempre. En algún momento los residentes dejaron de pagar alquiler, luz, agua. Algunas familias que habían recibido las casas de algún político, de manera poco clara, las fueron “vendiendo” o permitieron que alguien construyera al lado. Los violentos desalojos tienen un ancla en la “no formalidad de un título de propiedad. Nadie puede demostrar que es dueño de esa vivienda. Lo que parece una cuestión delictiva nace de una cuestión irregular”, explicó a _la diaria_ la alcaldesa del Municipio D, Sandra Nedov. La solución para el barrio pasa en gran medida por atender a los niños que viven en hogares donde las estrategias de supervivencia probablemente atenten contra su desarrollo pleno, sostiene. “El Estado tiene que atender a esos niños y adolescentes para que esa realidad no se reproduzca. Si esos niños quisieran vivir otra realidad, ¿tienen la posibilidad?”, pregunta la alcaldesa. Habla de innovar en Casavalle en educación, en capacitación para el trabajo, en urbanismo. “Hay cosas que se pueden pensar solidariamente”, opina sobre la necesaria voluntad política para ensayar una salida. Pensando en salidas fue que las maestras decidieron abrir la escuela durante el operativo del 20 de diciembre. “Nunca cerramos, la escuela tiene que abrir y trabajar. Cuando hay dificultades salimos y vemos la manera de construir la mejor escuela”, dice la directora de la escuela 168, Shirley Young. Para la directora y las maestras, que deciden lo grueso en colectivo, el objetivo es buscar caminos para que la escuela “sea un espacio distinto, que refuerce las oportunidades”.
La vecina dejó de ir a rezar el rosario a la plaza y relojear a los gurises entre cuenta y cuenta. “Los chiquilines no podían estar afuera. Era una desolación total el barrio. Llegaba la tardecita y no veías un alma”, recuerda una comadre. Los muy jodidos “no respetaban nada”, dice una señora mayor. Tenían una “actitud de no me toques porque te denuncio”. Los pistoleros en motocicleta mandoneaban impunes: “¡Correte!”, “¡Andá para el costado!”. Los pocos peatones que caminaban por la calle Gustavo Volpe se hacían a un lado y silbaba la metralla en la oreja y sentían vibrar el caño de escape acelerando en el esternón. “No había hora, podía ser al mediodía o durante la noche. […] No se sabía cuándo iban a disparar”, recuerda otra persona.
Balas y propaganda
“La balacera fue para crear un efecto de amedrentamiento, de propaganda. Llegaban las ráfagas y todo el mundo se iba para adentro, era como la campana del recreo”, compara Shirley Young, directora de la escuela 168 de Casavalle.
El barrio se movía o no en función de la metralla. Era “una situación de miedo, shock y vaciamiento de los espacios públicos”, destaca la directora.
Los enfrentamientos armados decantaron en el desalojo forzoso de 77 personas en 25 hogares entre setiembre y diciembre pasado, por el simple hecho de tener algún grado de parentesco con alguien de la barra opuesta. El 20 de diciembre, el operativo más grande que recuerde la historia de la Policía democrática llegó a Casavalle con 68 órdenes de allanamiento y tres fiscales coordinando la intervención. 600 efectivos por aire y tierra hicieron más de 70 detenciones, sin tirar un solo tiro. “Porque ellos no tiraron”, aseguró un alto funcionario del Ministerio del Interior a la diaria.
Una calma tensa, pero calma al fin, parece haberse apoderado de la plaza. Los vecinos empiezan a recuperar su espacio. En la tarde del sábado, alguien le contó a alguien más que la plaza parecía la de antes por la cantidad de vecinos que había. Aunque no esté llena las 24 horas, los vecinos de a poco se sienten con confianza.
Desde el 20 de diciembre, sólo “un sacadito” tiró unos cuetazos que se escucharon una tarde. Enseguida llegó la Republicana y se terminó la pavada. Ahora hay dos policías en la plaza y el PADO dando vueltas. “Antes no había ninguna seguridad, ni siquiera con la Policía ahí enfrente de la plaza”, dice un vecino.
Una empleada doméstica de día libre se conecta al wifi del Centro Cívico sentada en su reposera. Whatsappea bajo la sombra de un joven fresno en la plaza. No quiere hablar. Excepto para decir: “No sé qué vocero de la Policía dijo que no se van a ir. Le tomo la palabra. Le voy a creer. Ojalá que no se vayan”.
Una señora admite que al haber “más patrullero”, la cosa está tranquila. “De a poco, si Dios quiere, va a volver la normalidad”, confía la señora, que todavía no pudo volver a rezar en la plaza.