martes, 23 de enero de 2018

Vergüenza mundial: La riqueza de ocho personas igual a la de 3.600 millones de pobres // ¿Cuánto dinero se quedó el 1% de las personas más ricas del mundo en 2017? // Un viaje a través de una tierra de pobreza extrema: bienvenido a Estados Unidos // Centenario Revoluciòn de Octubre: En defensa de la revolución rusa Por Eduardo Almeida // URUGUAY: Un reclamo que se convirtió en político: Consignas políticas “antigobierno” de opositores, empresarios y militares

Vergüenza mundial: La riqueza de ocho personas igual a la de 3.600 millones de pobres

Publicado el 22 Enero 2018 Escrito por Agencias - EL CLARÌN DE CHILE
La desigualdad en el ingreso siguió en aumento el año pasado. Sólo ocho empresarios, todos varones, poseen una riqueza que equivale al ingreso de 3 mil 600 millones de personas, la mitad más pobre de la humanidad, reveló la organización humanitaria Oxfam, en un reporte publicado a propósito de la realización, esta semana, del Foro Económico Mundial, que reúne en esta ciudad a la élite de la política y los negocios del mundo.
La súper concentración de riqueza sigue imparable. El crecimiento económico sólo beneficia a los que más tienen, denunció.
Las cifras mostradas en el reporte revelan que el uno por ciento más rico de la población posee más que el restante 99 por ciento. Esa minoría registró además 82 por ciento del crecimiento patrimonial global el año pasado. La lista de multimillonarios aumentó más que nunca entre 2016 y 2017.
La desigualdad social es una traba para la eliminación de la pobreza en el mundo, advirtió Jörn Kalinski, de Oxfam Alemania. Es veneno para nuestra sociedad, agregó. Oxfam alabó los avances en la lucha contra la pobreza extrema. Según datos del Banco Mundial, la cifra de personas que cuentan con menos de 1.9 dólares al día se redujo a la mitad entre 1990 y 2010, y bajó todavía más desde entonces. Aun así, la creciente desigualdad de ingresos impide que el número de personas que salen de la extrema pobreza sea más elevado. La ONG también criticó la reciente reforma fiscal de Estados Unidos.
A pesar de que los líderes mundiales se hayan comprometido con el objetivo de reducir la desigualdad, la brecha entre los más ricos y el resto de la población se amplía, señaló Oxfam. Investigaciones de la ONG revelan que, en los pasados 25 años, el uno por ciento más rico de la población ha percibido más ingresos que el 50 por ciento más pobre de la población en su conjunto.
“El boom de los multimillonarios no es signo de una economía próspera, sino un síntoma del fracaso del sistema económico”, afirmó la directora de Oxfam, Winnie Byanyima. Desde 2010, es decir, en plena crisis tras el estallido de la burbuja financiera en 2008, la riqueza de la élite económica aumentó como media de 13 por ciento por año, precisó.
El pico se alcanzó entre marzo de 2016 y marzo de 2017, periodo en el que se produjo el mayor aumento en la historia del número de personas cuya fortuna sobrepasa los mil millones de dólares, a un ritmo de nueve nuevos multimillonarios cada año.
Oxfam basa sus cálculos en datos del banco Credit Suisse y de la revista estadunidense Forbes.
Las mil 810 personas con una fortuna superior a mil millones de dólares estadunidenses que integran la lista Forbes de 2016 poseen en conjunto 6.5 billones (millones de millones) de dólares, la misma riqueza que 70 por ciento de la población más pobre de la humanidad.
Si los milmillonarios mantienen su nivel de rentabilidad, dentro de 25 años ya tendremos el primer billonario en el mundo, alguien con una fortuna de al menos 1 billón de dólares (aproximadamente, el equivalente al PIB de España).
En América Latina, la riqueza de los multimillonarios creció en 155 mil millones de dólares el año pasado. Dicha cantidad de riqueza sería suficiente para acabar casi dos veces con toda la pobreza monetaria por un año en la región, de acuerdo con Oxfam.
Para la organización, las mujeres obreras son las que se encuentran en lo más bajo de la pirámide. En todo el mundo, ellas ganan menos que los hombres y están sobrerrepresentadas en los empleos peor pagados y los más precarios.
En América Latina las mujeres laboran casi el doble de horas que los hombres en trabajos no remunerados.



¿Cuánto dinero se quedó el 1% de las personas más ricas del mundo en 2017?

Un pequeñísimo club de personas sumamente adineradas tienen en su poder mucho más dinero que el 99% de la población mundial. Estos son los datos de la distribución de la riqueza en 2017.

Foto: Pexels
Foto: Pexels
Nunca antes los ricos han sido tan ricos como en 2017. La distribución de la riqueza en el mundo es cada vez más dispar, porque mientras una gran parte de la población mundial vive en extrema pobreza y al borde de la hambruna, otro petit comité de multimillonarios acaparan el 82% de la fortuna mundial.
Así lo denunció la organización Oxfam, que publicó el informe “Premiar al trabajo, no la riqueza”. “Los países en desarrollo pierden 100 mil millones de dólares cada año por la evasión de impuestos a través de paraísos fiscales”, dice la directora de Oxfam, Winnie Byanyima para quien el boom de millonarios en 2017 no es un signo de prosperidad de la economía mundial sino un síntoma del fracaso del sistema económico global.
“Es un dinero que debería destinarse a la educación de los niños, la salud y los empleos de los jóvenes. Pero está escondido en paraísos fiscales, sin gravamen”, agrega Byanyima.

Más dinero en menos manos

Según Oxfam, alrededor de 7.6 billones de dólares están en las cuentas bancarias de una minoría sumamente privilegiada, que están ocultos en los enmarañados y oscuros paraísos fiscales que facilitan la evasión impositiva.
La organización hizo un llamado a los líderes reunidos en Davos a tomar medidas enérgicas contra la evasión de impuestos a los más ricos y a cerrar la brecha salarial de género, para crear una sociedad que pueda ser llamada “igualitaria”.
El trabajo no es una garantía para salir de la pobreza, recuerdan, pues la precarización del trabajo es la “herramienta” con la que se ha abierto más y más la brecha entre la minoría de ricos que concentran el dinero del mundo y la mayoría de pobres que se esfuerzan cada día para subsistir.
Oxfam hizo hincapié en la administración del presidente estadounidense Donald Trump, que asistirá también al Foro Económico Mundial de Davos, y a quien señalaron como uno de los responsables de profundizar la desigualdad no solo a nivel local de EE.UU. sino también a nivel internacional.
Tras una campaña electoral en la que se prometió ayudar a la sociedad con una economía más justa, Trump nombró un gabinete enteramente conformado por hombres blancos multitudinarios (y alguna que otra mujer en puestos secundarios) que concentran la misma cantidad de plata que 100 millones de estadounidenses. Además, la reciente reforma fiscal aprobada en el Congreso de los Estados Unidos recortó impuestos a grandes corporaciones y a las más abultadas fortunas del país.

Mujeres y jóvenes sostienen la pirámide

Hay dos poblaciones especialmente rezagadas en la carrera por quedarse con algo de la riqueza mundial. Se trata de los jóvenes y las mujeres, que se encuentran en la base de la pirámide de distribución y reciben mucho menos que otros grupos sociales.
La brecha salarial promedia mundial entre hombres y mujeres es del 23%, mientras que los jóvenes reciben pagos miserables por empleos precarios que no les garantizan un futuro mejor. El salario anual obtenido por un joven de 26 años que accede por primera vez a un empleo es hoy un 33% inferior al ganado en 2008, concluye el documento.
Lee el informe completo haciendo click aquí.


Un viaje a través de una tierra de pobreza extrema: bienvenido a Estados Unidos (Primera Parte)(+Video)

Por: Ed Pilkington
| CUBADEBATE
En el corazón de la misión especial de Philip Alston, Relator de la ONU para la Pobreza, hubo una pregunta: ¿pueden los estadounidenses disfrutar de los derechos humanos fundamentales si no pueden cumplir con los estándares básicos de vida? Alston, quiere saber por qué 41 millones de estadounidenses viven en la pobreza. The Guardian se unió a él en una misión especial de dos semanas en el corazón oscuro de la nación más rica del mundo
Pobreza en Estados Unidos. Foto: The Guardian
El Relator de Naciones Unidas sobre extrema pobreza y derechos humanos se embarcó en una gira de costa a costa por los Estados Unidos para hacer que la nación más rica del mundo ´-y su presidente-, respondan por las dificultades que soportan los ciudadanos más vulnerables de Estados Unidos.
La gira hizo paradas en cuatro estados, así como en Washington DC y el territorio estadounidense de Puerto Rico. Se enfocó en varias de las barreras sociales y económicas que hacen que el sueño estadounidense sea simplemente una quimera para millones: desde la indigencia en California hasta la discriminación racial en el sur profundo, el abandono acumulado en Puerto Rico y el declive de los empleos industriales en Virginia Occidental.
Con 41 millones de estadounidenses oficialmente en la pobreza según la Oficina del Censo de los EE. UU. (otras estimaciones ponen esa cifra mucho más alta), uno de los objetivos de la misión de la ONU será demostrar que ningún país, por muy rico que sea, es inmune al sufrimiento humano inducido por la creciente desigualdad.

Los Angeles, California, 5 de diciembre de 2017

Estamos en Los Ángeles, en el corazón de una de las ciudades más ricas de Estados Unidos, y el General Dogon, vestido de negro, es nuestro guía turístico. Junto a él pasea otro hombre alto, de pelo gris y elegantemente vestido con jeans y chaqueta. El profesor Philip Alston es un académico australiano con un título formal: Relator Especial de las Naciones Unidas sobre la extrema pobreza y los derechos humanos.
El general Dogon, un veterano de estas calles de Skid Row, avanza a grandes zancadas, pasando por encima de una rata muerta sin hacer ningún comentario y bordeando un cuerpo envuelto en una gastada manta naranja que yace en la acera.
Los dos hombres continúan cuadra tras cuadra de tiendas desvencijadas y refugios de lona improvisados. Hombres y mujeres se reúnen fuera de las estructuras, en cuclillas o durmiendo, algunos en grupos, la mayoría solos como extras en una película distópica de bajo presupuesto.
Llegamos a una intersección, que es cuando el general Dogon se detiene y le presenta a su invitado la opción. Señala hacia el final de la calle, donde los relucientes rascacielos del centro de Los Ángeles se alzan en una promesa de riquezas divinas.
El Paraiso.
Luego gira hacia la derecha, revelando el tatuaje de “poder negro” en su cuello, y lleva nuestra mirada de nuevo al estallido de Skid Row en el centro del centro de LA. De esa manera se encuentran 50 bloques de humillación humana concentrada. Una pesadilla a simple vista, en la ciudad de los sueños.
Alston gira a la derecha.
Entonces comienza un viaje de dos semanas en el lado oscuro del Sueño Americano. El centro de atención del relator de la ONU, un árbitro independiente de los estándares de derechos humanos en todo el mundo, ha caído en esta ocasión en los EE. UU., culminando el viernes con el lanzamiento de su informe inicial en Washington.
Philip Alston, Relator de la ONU, en las calles de Los Angeles. Foto: Dan Tuffs para The Guardian
Su misión de investigación en la nación más rica que el mundo haya conocido le ha llevado a investigar la tragedia en su núcleo: los 41 millones de personas que oficialmente viven en la pobreza.
De ellos, nueve millones tienen cero ingresos en efectivo: no reciben un centavo en sustento.
El viaje épico de Alston lo ha llevado de costa a costa, la privación a la privación. Comenzando en Los Ángeles y San Francisco, recorriendo el sur profundo, viajando a la mancha colonial de Puerto Rico y luego de vuelta al devastado país carbonífero de Virginia Occidental, ha explorado el daño colateral de la dependencia de los Estados Unidos de la empresa privada con exclusión del público ayuda.
The Guardian tuvo un acceso sin precedentes al enviado de la ONU, lo siguió mientras cruzaba el país, asistiendo a todas sus paradas principales y siendo testigo de la pobreza extrema que está investigando de primera mano.
Piense en ello como tiempo de amortización. Como dijo el propio relator especial de las Naciones Unidas: “Washington tiene mucho interés en señalar los fallos de la pobreza y los derechos humanos en otros países. Esta vez estoy en los Estados Unidos “.
La gira llega en un momento crítico para Estados Unidos y el mundo. Comenzó el día en que los republicanos en el Senado de los EE. UU. votaron a favor de amplios recortes de impuestos que ofrecerán una bonanza para los superdotados a la vez que aumentan los impuestos a muchas familias de bajos ingresos. Los cambios exacerbarán la desigualdad de riqueza que ya es la más extrema en cualquier nación industrializada, con tres hombres, Bill Gates, Jeff Bezos y Warren Buffet, que poseen tanto como la mitad de todo el pueblo estadounidense.
A los pocos días de la visita de la ONU, los líderes republicanos dieron un gran paso adelante. Anunciaron planes para recortar programas sociales claves en lo que equivale a un ataque contra el estado de bienestar ya de por sí raído.
“¡Buscar! Miren esos bancos, las grúas, los condominios de lujo que suben “, exclamó el general Dogon, que era un homeless en Skid Row y ahora trabaja como activista local con Lacan. “Aquí abajo, no hay nada”. Ves las tiendas una detrás de la otra, no hay lugar para que la gente vaya “.
David Busch es un hombre sin casa en Venice Beach, Los Angeles. Foto: Dan Tuffs para The Guardian
California fue un punto de partida adecuado para la visita de la ONU. Es un ejemplo de la gran riqueza generada en el boom tecnológico del 0,001%, y el aumento resultante en los costos de la vivienda que ha disparado la indigencia. Los Ángeles, la ciudad, por mucho, con la población más grande de habitantes de las calles en el país, está lidiando con cifras de crisis que aumentaron un 25% el año pasado a 55,000.
Ressy Finley, de 41 años, estaba ocupada esterilizando el balde blanco que usa para bañarse en su tienda en la que ha vivido durante más de una década. Ella mantiene su sala de estar, una masa de colchones y mantas gastadas y algunas posesiones variopintas, lo más limpio que puede en una batalla perdida contra ratas y cucarachas. Ella también soporta olas de chinches, y tiene grandes verdugones en su hombro para probarlo.
Ella no recibe ingresos formales, y lo que gana reciclando botellas y latas no es suficiente para pagar el alquiler promedio de $ 1,400 al mes por una habitación pequeña de una habitación. Un amigo le trae su comida cada dos días, el resto del tiempo depende de misiones cercanas.
Lloró dos veces en el curso de nuestra breve conversación, una vez cuando recordó cómo los trabajadores sociales le quitaron a su hijo pequeño de sus brazos debido a su adicción a las drogas (ahora tiene 14 años, nunca lo volvió a ver). La segunda vez fue cuando aludió al abuso sexual que la puso como una niña en el camino hacia las drogas y la falta de vivienda.
Teniendo en cuenta todo eso, es notable lo positivo que queda Finley. ¿Qué piensa ella del Sueño Americano, la idea de que todos puedan hacerlo si se esfuerzan lo suficiente? Ella responde al instante: “Sé que voy a lograrlo”.
¿Una mujer de 41 años que vive en la acera en Skid Row va a llegar?
“Claro que lo haré, siempre que conserve la fe”.
¿Qué significa “hacerlo” para ella?
“Quiero ser escritor, poeta, emprendedor, terapeuta”.
Ressi Finley, quien vive en una carpa en la 6th street en Los Angeles. Foto: Dan Tuffs para The Guardian
Robert Chambers ocupa el siguiente pedazo de acera junto a Finley’s. Ha creado un área alrededor de su tienda de paletas de madera, lo que pasaría en Skid Row como una casa jardín.
Tiene un letrero que dice “Homeless Writers Coalition”, el nombre de un grupo que dirige para dar dignidad a las personas sin hogar contra lo que él llama los aspectos “animalísticos” de sus vidas. Él se refiere a la falta de baños públicos que obliga a las personas a hacer sus necesidades en las calles.
Las autoridades de Los Angeles han prometido brindar más acceso a los baños, un tema crítico dado el brote mortal de hepatitis A que comenzó en San Diego y se está extendiendo en la costa oeste, cobrándose 21 vidas principalmente por falta de saneamiento en campamentos de personas sin hogar. Por la noche, los parques y servicios locales están cerrados específicamente para mantener alejados a los desamparados.
Skid Row ha utilizado nueve baños por la noche para 1.800 personas que van a la calle. Esa es una proporción muy inferior a la exigida por la ONU en sus campamentos para los refugiados sirios.
“De hecho, es inhumano, y, al final, adquirirás la psicología animal”, dijo Chambers.
Él ha estado viviendo en las calles por casi un año, tras haber violado sus términos de libertad condicional por posesión de drogas y, a su vez, ser expulsado de su apartamento de bajo costo. No hay ayuda para él ahora, dijo, no hay cuestión de “hacerlo”.
“¿La red de seguridad? Tiene demasiados agujeros para mí “.
De todas las personas que se cruzaron con el Relator de la ONU, Chambers fue el más desdeñoso del sueño americano. “La gente no se da cuenta, nunca mejora, no hay recuperación para personas como nosotros”. Tengo 67 años, tengo una enfermedad del corazón, no debería estar aquí. Puede que no sea mucho más tiempo “.
Eso fue una gran cantidad de mal karma para absorber en el primer día, y se estremeció incluso a un estudioso experimentado de dificultades como Alston. Como relator especial de la ONU, ha informado sobre la extrema pobreza y su impacto en los derechos humanos en Arabia Saudita y China, entre otros lugares. ¿Pero Skid Row?
“Me sentía bastante deprimido”, le dijo a The Guardian más tarde. “El interminable redoble de historias de terror. En cierto punto, uno se pregunta qué puede hacer alguien al respecto, y mucho menos a mí “.
Y luego tomó un vuelo hasta San Francisco, al distrito de Tenderloin, donde se congregan personas sin hogar, y entró a la iglesia de San Bonifacio.
Lo que vio allí fue un analgésico para su alma.
Continuará….

Reportaje sobre la mendicidad en Skid Row – www.20minutos.com

Publicado el 25 de marzo 2015
Este vídeo dibuja la realidad del barrio del centro de Los Ángeles conocido como Skid Row, la zona de mayor densidad de desamparados de Estados Unidos. Un reportaje de Aitana Vargas para 20minutos.com: http://www.20minutos.com/noticia/2205...

VIDEO:
https://youtu.be/FDcu6r44fMw
(Tomado de The Guardian / Traducción de Cubadebate)



Un viaje a través de una tierra de pobreza extrema: bienvenido a Estados Unidos (Segunda Parte)

| CUBADEBATE
En el corazón de la misión especial de Philip Alston, Relator de la ONU para la Pobreza, hubo una pregunta: ¿pueden los estadounidenses disfrutar de los derechos humanos fundamentales si no pueden cumplir con los estándares básicos de vida? Alston, quiere saber por qué 41 millones de estadounidenses viven en la pobreza. The Guardian se unió a él en una misión especial de dos semanas en el corazón oscuro de la nación más rica del mundo
Después de recorrer los suburbios de Los Angeles, tomó un vuelo hasta San Francisco, al distrito de Tenderloin, donde se congregan personas sin hogar, y entró a la iglesia de San Bonifacio. Lo que vio allí fue un analgésico para su alma.
La iglesia de San Bonifacio en San Francisco, abre todos los días de 6 de la mañana a 3 de la tarde, para que las personas sin casa descansen un rato. Foto: David Levene para The Guardian
Alrededor de 70 personas sin hogar dormían silenciosamente en bancos en la parte posterior de la iglesia, ya que se les permite hacer todas las mañanas de lunes a viernes, con fieles rezando armoniosamente frente a ellos. La iglesia les da la bienvenida como parte del concepto católico de extender la mano amiga.
“Encontré a la iglesia sorprendentemente edificante”, dijo Alston. “Fue una escena tan simple y una idea tan obvia. Me llamó la atención: el cristianismo, ¿de qué se trata si no es esto?
Fue una gota rara de altruismo en la costa oeste, que compite contra un mar de hostilidad. En los últimos años, se han aprobado más de 500 leyes contra personas sin hogar en las ciudades de California. A nivel federal, Ben Carson, el neurocirujano nombrado por Donald Trump como secretario de vivienda de los EE. UU., está diezmando los gastos del gobierno en viviendas asequibles.
Tal vez el detalle más revelador: aparte de San Bonifacio y su iglesia hermana, ningún otro lugar de culto en San Francisco acoge a las personas sin hogar. De hecho, muchos han comenzado, incluso en esta temporada de buena voluntad, a cerrar sus puertas a todos los que se acercan simplemente para excluir a las personas sin hogar.
Como Tiny Gray-Garcia, ella misma en las calles, se lo describió a Alston, hay una actitud predominante con la que ella y sus compañeros tienen que lidiar todos los días. Ella lo llamó la “violencia de mirar hacia otro lado”.
Esa veta cruel -la violencia de apartar la mirada- ha sido una característica de la vida estadounidense desde la fundación de la nación. El desprendimiento del yugo del gobierno desmesurado (la monarquía británica) llegó a equipararse en la mente de muchos estadounidenses con los derechos de los estados y la idea individualista de hacerlo por su cuenta, una opinión que está bien para los afortunados que lo hagan , menos feliz si naces en el lado equivocado de las pistas.
Contrarrestar eso ha sido la convicción de que la sociedad debe proteger a los suyos contra los caprichos del hambre o el desempleo que informaron el New Deal de Franklin Roosevelt y la Gran Sociedad de Lyndon Johnson. Pero en los últimos tiempos, los vientos dominantes han soplado fuertemente en la dirección de “tú estás solo, amigo”. Ronald Reagan estableció la tendencia con sus recortes de impuestos de los años ochenta, seguido por Bill Clinton, cuya decisión de 1996 de eliminar los pagos de asistencia social para las familias de bajos ingresos sigue castigando a millones de estadounidenses.
El ataque acumulativo ha dejado a familias con problemas, incluidos los 15 millones de niños oficialmente en la pobreza, con un apoyo mucho menor que en cualquier otra economía industrializada. Ahora se enfrentan tal vez a la mayor amenaza de todas.
Como el propio Alston ha escrito en un ensayo sobre el populismo de Trump y el desafío agresivo que plantea a los derechos humanos: “Estos son tiempos extraordinariamente peligrosos. Casi todo parece posible “.
Coy Cotley, de 63 años, en su lugar de vida como homeless, hecho de cajas de cartón, sobre una acera de Tenderloin, San Francisco, Estados Unidos. Foto: Ed Pilkington para Guardian
(Tomado de The Guardian / Traducción de Cubadebate)


Cien años se cumplen de la Revolución de Octubre de 1917.

En defensa de la revolución rusa

Por Eduardo Almeida
KAOS EN LA RED - Publicado en: 6 noviembre, 2017
Noche del 25 de octubre de 1917 (7 de noviembre en el calendario gregoriano). Los regimientos dirigidos por el Comité Militar Revolucionario de Petrogrado cercan el Palacio de Invierno, sede del gobierno de Kerensky. Exigen la rendición de los batallones que aún lo defienden. Prácticamente sin resistencia, los soldados se rinden.

En aquella misma noche se instala el Congreso de los Soviets, aún con el rugido de las batallas. En la sesión del día siguiente, aparece Lenin. Según Victor Serge: “Ni bien apareció, lo envolvió una aclamación inmensa. Esperó tranquilo a que terminase, paseando la mirada por aquella multitud victoriosa. Y luego, apoyando ambas manos en el pupitre, sus anchos hombros ligeramente inclinados hacia el auditorio, con sencillez, sin un ademán, dijo: ‘Damos comienzo a la tarea de construir la sociedad socialista’.”
Una insurrección obrera acababa de cambiar la historia de Rusia y de todo el mundo: la revolución rusa, que en 2017 conmemora 100 años.
Por primera vez la clase obrera tomó y ejerció el poder, mostrando que la dominación de las clases dominantes no es una “decisión divina”, un “hecho natural”. El poder de los soviets se mostró como un ejemplo revolucionario de otro Estado, diferente de todos los conocidos hasta entonces.
El partico bolchevique se hizo una referencia mundial para la vanguardia de las luchas. Los partidos obreros socialdemócratas se rompieron en todo el mundo, con sus alas izquierdas golpeando a las puertas de la III Internacional. Ocurrió en aquellos años una reorganización política revolucionaria del proletariado nunca más vista en la historia.
Esos tiempos fueron borrados de la memoria de los trabajadores de todo el mundo. Hoy, lo que es reproducido en todos los momentos es la identidad de la revolución rusa con el estalinismo.
Esa es una falsedad histórica, la sustitución de la revolución rusa por la contrarrevolución política que transformó el régimen obrero en una monstruosidad burocrática.
Recordar lo que fueron los siete primeros años de esa revolución es, así, muy importante. Pero para eso es necesario remover la gruesa camada de polvo de la propaganda imperialista y estalinista.
Revivir la fantástica experiencia de un nuevo poder, un nuevo Estado. Una democracia mucho más amplia que cualquier democracia burguesa existente.
Algunas verdades sobre la revolución rusa
La revolución rusa derribó un Estado burgués y construyó otro, proletario. Se trataba de una experiencia inédita en la historia.
Los dos meses de existencia de la Comuna de París fueron largamente estudiados por los bolcheviques, que de allí sacaron conclusiones fundamentales para su victoria en 1917. Pero la Comuna duró solo dos meses. Ahora, se trataba de tomar el poder y mantenerlo. Fue lo que ocurrió en los siete primeros años de la revolución, una experiencia histórica riquísima y fascinante.
El nuevo Estado se apoyaba en los consejos (soviets). Los soviets locales era la base de ese poder, directamente ligados a los trabajadores de las fábricas, en los lugares de trabajo y vivienda.
El objetivo fundamental era vincular las actividades cotidianas de las masas con los problemas fundamentales del Estado, de la economía. Así, buscaban evitar que la administración de esas cuestiones fuesen privilegio de una burocracia aislada de las masas. Los mandatos podían ser revocados en cualquier momento, los cargos públicos eran electos, los salarios de los funcionarios no podían ser mayores que los de un obrero medio.
En la democracia burguesa, las masas votan cada 4 o 5 años, individualmente, y el representante electo hace lo que quiere hasta las próximas elecciones. En la república soviética, los trabajadores debatían cotidianamente los asuntos de Estado, elegían a sus representantes, que podían ser revocados en cualquier momento.
Los representantes eran elegidos directamente: en las ciudades, un representante cada 25.000, en los campos cada 125.000. Todos podían elegir y ser elegidos, menos los burgueses. Existía plena libertad para los partidos presentes en los soviets. Eso incluía los que estaban en el gobierno (bolcheviques y socialistas-revolucionarios de izquierda en un primer momento), y también los mencheviques y socialistas-revolucionarios de derecha, hasta que ellos pasaron a la lucha armada contra la revolución y fueron ilegalizados.
Al contrario de la democracia burguesa, que divide el poder (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) para que la burguesía pueda maniobrar y decidir en las sombras, el poder de los soviets era global y directo. Los consejos discutían, decidían y aplicaban directamente sus resoluciones.
Los representantes de los soviets locales se reunían en los soviets regionales, que también elegían representantes para el Congreso de los Soviets, siempre con revocabilidad en todo momento.
Los trabajadores rusos discutieron y decidieron en sus soviets los rumbos de la economía, de la paz y de la guerra (incluyendo el trato de Brest-Litovsk), la organización del Ejército Rojo.
Eso no tiene nada que ver con la democracia burguesa que es en realidad una dictadura del capital. La burguesía controla las grandes empresas y puede financiar las campañas electorales de los partidos de la “situación” y de la “oposición”. La burguesía controla los medios de comunicación (TVs, diarios, canales de internet) y puede influenciar directamente la opinión pública.
El pueblo vota, pero no decide nada. Gane quien gane, la burguesía es la ganadora. Aunque sean elegidos los partidos reformistas (como el PT, Syriza o Podemos), ellos ya están domesticados y de acuerdo con los planes de la burguesía.
Es por eso que entra un gobierno, sale un gobierno, [pero] los planes económicos neoliberales se mantienen iguales. Una oposición es elegida para cambiar los planes económicos y después mantiene la misma cosa. Solo de allí a 4 o 5 años, el pueblo va a votar de nuevo, para ser nuevamente engañado.
En la revolución rusa, los burgueses fueron expropiados y los recursos del país fueron puestos a disposición de los trabajadores. Lo que pesaba en la discusión era la fuerza de las ideas y no del capital. Los partidos burgueses (siempre que no defendiesen la lucha armada contra el régimen) podían candidatearse, pero no tenían tras de sí la fuerza del dinero.
Ese control de los representantes desde los lugares de trabajo y vivienda eran la mayor expresión de esa democracia obrera.
Esa es, también, la mejor manera de evitar la plaga de la corrupción, presente en todos los otros Estados. Si no existe control de la base y revocabilidad de los representantes, no existe posibilidad de evitar la corrupción.
Como Lenin decía, comparando la democracia burguesa con el régimen soviético: “La burguesía gusta calificar de ‘libres’, ‘iguales’, ‘democráticas’ las elecciones hechas en esas condiciones para ocultar que la propiedad de los medios de producción y el poder político siguen en manos de los explotadores y por eso no se puede hablar de libertad efectiva, igualdad efectiva para los explotados, o sea para la inmensa mayoría de la población” (Democracia y Dictadura).
Ese nuevo Estado era, como todo Estado, una dictadura. Solo que una dictadura del proletariado, de los trabajadores y no de la burguesía. Aseguraba amplia democracia para los trabajadores, y también su defensa como Estado contra los ataques inevitables de la burguesía y del imperialismo.
Eso tuvo una expresión militar durísima. El nuevo Estado fue atacado por todos lados, por el ejército blanco y por tropas de 14 países, incluyendo las mayores naciones imperialistas. Y venció.
Incluso en esas condiciones de guerra civil, fue el régimen más democrático para la clase obrera y para el pueblo que la historia jamás conoció.
No por casualidad, de esa libertad, de esa efervescencia, nació un arte incitante, crítico y muchas veces genial, que marcó la historia en varios terrenos. No existía ningún arte “oficial”, en la medida en que el Estado y el partido bolchevique se negaban categóricamente a eso. Solo aseguraban los medios para que todas las corrientes floreciesen.
En el cine, Eisenstein y Dziga Vertov quebraron la narrativa lineal hollywoodiana. Maiakovski y Alexander Blok rompieron las reglas de la poesía. En las artes plásticas, Malevitch y su suprematismo reflejaba la ebullición europea del surrealismo, expresionismo y futurismo. En las palabras de Maiakovski: “Sin forma revolucionaria no hay arte revolucionaria”.
La revolución rusa fue también la demostración histórica de que solo así se puede derrotar radicalmente las opresiones. La lucha de las mujeres tuvo un avance histórico con el derecho al divorcio, al aborto y al salario igual al de los hombres, mientras los restaurantes, lavanderías y guarderías comunitarias atacaban las bases de la esclavitud del trabajo doméstico. Todas las leyes contra los homosexuales fueron abolidas junto con la legislación zarista. El casamiento entre homosexuales fue aprobado por las cortes soviéticas. La opresión sobre las nacionalidades de la Rusia zarista se transformó en una unión libre, la URSS.
La expropiación de la burguesía y la planificación de la economía provocaron el mayor cambio ya visto en la historia económica. La URSS, uno de los países más atrasados de Europa y de Asia, se transformó el país con un desarrollo de la economía que ningún otro país tuvo, en algunas decenas de años.
Ese hecho desenmascara la ideología de la “ineficiencia de las estatales”, una de las bases de la política privatizadora del neoliberalismo. La propiedad privada de las grandes empresas, al buscar la ganancia, trae miseria para los trabajadores, la anarquía en la producción y las crisis cíclicas. La combinación entre la estatización de las grandes empresas y la planificación de la economía posibilitaron un avance gigantesco de la URSS.
Incluso después de la contrarrevolución estalinista, las ventajas de la economía estatizada y planificada todavía se imponían. En el decir de Trotsky: “Ya no hay necesidad de discutir con los señores economistas burgueses: el socialismo ha demostrado su derecho a la victoria, no en las páginas de El Capital sino en una arena económica que constituye la sexta parte de la superficie del globo; no en el lenguaje de la dialéctica son en el del hierro, del cemento y de la electricidad”.
Uno de los ejemplos más categóricos de eso es el contrapunto de la evolución de la URSS con la del capitalismo durante su mayor crisis, la de 1929. Mientras el mundo capitalista enfrentaba su mayor depresión, con retrocesos de muchos países entre 20% en el PIB anual, la URSS creció su industria a 16% por año entre 1928 y 1940.
Esa es la verdad histórica, que fue suprimida de la memoria de los trabajadores de todo el mundo. Eso es lo que queremos restablecer en la conmemoración del centenario de la revolución rusa.
¿Bolchevismo y estalinismo son la misma cosa?
Los bolcheviques siempre depositaron todas sus esperanzas en la revolución internacional y, en particular, europea. La revolución rusa consiguió quebrar la cadena capitalista en su eje más débil, la Rusia atrasada. Pero la estrategia socialista presupone la planificación internacional de la economía y no el “socialismo en un solo país”. Solo el desarrollo de las fuerzas productivas en escala internacional puede dar las bases materiales para el avance en dirección al socialismo.
El socialismo es internacional por naturaleza, y solo puede triunfar definitivamente derrotando al capitalismo en escala mundial.
No obstante, la revolución fue derrotada en Alemania en 1919, y en Hungría. En el ’23, nueva derrota en Alemania, y en el ’27 en China. La revolución rusa quedó aislada.
Por otro lado, el proletariado ruso tuvo que enfrentar y derrotar los ejércitos de los mayores países imperialistas. Pero pagó por eso un precio caro, con buena parte de los obreros (y en particular de su vanguardia) muerta en los campos de batalla.
El aislamiento mundial no permitió que esa economía pudiese avanzar más allá de cierto punto. El proletariado, desgastado por la pérdida de sus mejores combatientes, no pudo sostener el régimen creado en 1917. Del propio proletariado nació la burocracia, que se aprovechó del reflujo de la revolución mundial y del aislamiento de la revolución rusa para “asaltar” el poder.
El atraso económico ruso generó tendencias burocráticas, que fueron desarrolladas, en la genial imagen de Trotsky: “La autoridad burocrática tiene como base la pobreza de artículos de consumo y la lucha de todos contra todos que de allí resulta. Cuando hay bastantes mercancías en el almacén, los parroquianos pueden llegar en cualquier momento; cuando hay pocas mercancías, tienen que hacer cola en la puerta. Tan pronto como la cola es demasiado larga se impone la presencia de un agente de policía que mantenga el orden. Tal es el punto de partida de la burocracia soviética. “Sabe” a quién hay que dar y quién debe esperar.
A primera vista, la mejoría de la situación material y cultural debería reducir la necesidad de los privilegios, estrechar el dominio del “derecho burgués” y, por lo mismo, quitar terreno a la burocracia, guardiana de esos derechos. Sin embargo, ha sucedido lo contrario: el crecimiento de las fuerzas producidas ha ido acompañado, hasta ahora, de un extremado desarrollo de todas las formas de desigualdad y de privilegios, así como de la burocracia.”

La contrarrevolución estalinista cambió completamente el régimen de los soviets. La democracia interna fue suprimida en el partido bolchevique y después en los soviets. La vieja guardia bolchevique fue presa y, en su mayoría, asesinada. Muchos fueron juzgados en los “procesos de Moscú” y fusilados. Trotsky fue asesinado en el exilio, en 1940. Toda y cualquier oposición en el soviets pasó a ser perseguida y aniquilada.
El ambiente artístico dejó de ser libertario y polémico, al imponerse una censura estúpida y reaccionaria. El “realismo socialista” se tornó el “arte oficial”, en realidad, una pieza de propaganda del régimen. Filmes, carteles y cuadros ultrarrealistas exaltaban al pueblo, el trabajo… y a Stalin. Maiakovski se suicidó en 1930, Malevitch murió abandonado en 1935.
Las conquistas contra las opresiones fueron frenadas. La URSS se transformó de nuevo –como en la Rusia zarista– en una “prisión de los pueblos”.
La III Internacional dejó de ser una palanca para la revolución mundial y se transformó en un brazo obediente de la burocracia soviética, hasta ser disuelta por Stalin en 1943, como demostración de buena voluntad con el imperialismo.
La propaganda imperialista gusta de igualar estalinismo y bolchevismo, en lo que es ayudada por todo el aparato estalinista. Esa es una maniobra ideológica esencial para apagar los primeros años de la revolución rusa.
Sin embargo, el estalinismo fue el agente y la expresión de la derrota de la revolución. Solo se impuso a través de una verdadera guerra civil. La dictadura estalinista masacró a más de 700.000 personas, comenzando por la mayoría del Comité Central (CC) que dirigió la revolución de 1917.
La restauración del capitalismo fue la última gran traición del estalinismo
El estalinismo fue el mayor aparato contrarrevolucionario en el interior del movimiento obrero de toda la historia. Tenía la autoridad usurpada de la revolución rusa y una enorme suma de recursos por el control del aparato del Estado de la URSS (y después de los otros Estados obreros burocratizados). Podía convencer o corromper a gran parte de la vanguardia que surgía en todo el mundo.
La ideología oficial del estalinismo combinaba la construcción del “socialismo” en la URSS (“socialismo en un solo país”) con la coexistencia pacífica con el imperialismo. Eso llevó a grandes derrotas de los procesos revolucionarios.
La dirección ya estalinizada de la III tuvo responsabilidad en la derrota de la revolución de 1923 en Alemania y de 1927 en China. Después, el estalinismo facilitó la victoria de Hitler en Alemania al negarse a la política de frente único en el llamado “tercer período” ultraizquierdista. Hizo un giro a la derecha para la política de los frentes populares (coaliciones con las burguesías “progresistas”, táctica nunca más abandonada), llevando a la derrota de la revolución española.
En la posguerra, Stalin determinó que los PCs de Francia e Italia entregasen el poder a la burguesía que había tenido su poder destruido con la derrota del nazi-fascismo. Así, el estalinismo posibilitó que el imperialismo sobreviviese en el centro de Europa.
Los reflejos sobre la economía del Estado obrero ruso enseguida se hicieron sentir. El fracaso de la estrategia del “socialismo en un solo país” era evidente. En un primer momento, esos límites fueron relativos, posibilitando aún un gran crecimiento de la economía. Pero luego se transformaron en absolutos.
Al no extenderse la revolución mundial, la economía rusa quedaba más y más sometida al control del imperialismo. El mismo Trotsky, que evalúa la superioridad de la economía planificada soviética, en una previsión genial afirma:
“ El papel progresista de la burocracia soviética coincide con el período dedicado a introducir en la Unión Soviética los elementos más importantes de la técnica capitalista. El trabajo de imitación, de injerto, de transferencia, de aclimataciones, se ha hecho en el terreno preparado por la revolución. Hasta ahora, no se ha tratado de innovar en el dominio de las ciencias, de la técnica o del arte. Se pueden construir fábricas gigantes según modelos importados del extranjero por mandato burocrático, y pagándolas, es cierto, al triple de su precio. Ahora bien, cuanto más lejos se vaya, más se tropezará con el problema de la calidad, que escapa a la burocracia como una sombra. Parece que la producción está marcada con el sello gris de la indiferencia. En la economía nacionalizada, la calidad supone la democracia de los productores y de los consumidores, la libertad de crítica y de iniciativa, cosas incompatibles con el régimen totalitario del miedo, de la mentira y de la adulación.
Tras el problema de la calidad se plantean otros, más grandiosos y complejos, que se pueden abarcar bajo la rúbrica de la acción creadora técnica, cultural e independiente. Un filósofo antiguo sostuvo que la discusión era la madre de todas las cosas. En donde el choque de las ideas es imposible, no pueden crearse nuevos valores.”

La economía de la URSS y de los otros Estados obreros burocratizados entraron en decadencia en la década de 1960 del siglo pasado. Progresivamente, las burocracias fueron profundizando los lazos de dependencia económica de esos Estados con el imperialismo, en particular por el mecanismo de la deuda externa. Junto con eso fueron poco a poco introduciendo reformas económicas con más y más elementos de mercado en esas economías.
Los trabajadores cada vez más descontentos se rebelaron contra las dictaduras estalinistas. Las revoluciones políticas en Alemania (1953), Hungría (1956), Checoslovaquia (1968) y Polonia (1980) pusieron al estalinismo en una fuerte crisis. Pero esas revoluciones fueron derrotadas por la represión directa de las tropas de la URSS o de las burocracias estalinistas.
La burocracia, al final dejó de lado planes parciales de reformas y avanzó para la restauración del capitalismo en esos países. Las burocracias comandaron el proceso de restauración desde los Estados, comenzando por Yugoslavia, en la década de 1960, China hacia finales de los años de 1970, y en la URSS con la posesión de Gorvachov en 1985-1987.
Los levantes ocurridos en la URSS y en el Este europeo en la década de 1990 se dieron ya contra la caída brutal del nivel de vida (rebaja salarial, hiperinflación, desabastecimiento, especulación desenfrenada) determinada por la restauración del capitalismo. Las masas se enfrentaron con las dictaduras estalinistas, que ya en aquel momento comandaban Estados burgueses. El aparato mundial del estalinismo acabó siendo derrotado por la acción de la masas.
La restauración del capitalismo fue la última traición del estalinismo a causa del proletariado mundial. El imperialismo se aprovechó de eso para lanzar la gigantesca campaña de que el “socialismo murió”, igualando estalinismo y socialismo. Esa campaña busca mostrar el capitalismo como única alternativa para la humanidad y la democracia burguesa como el objetivo general de todos los pueblos.
No obstante, la crisis económica mundial de 2007-2008 estremeció la ideología neoliberal. Cada día que pasa revela más y más la verdadera cara de la explotación capitalista. Existen claros aspectos de barbarie en la realidad cotidiana.
Socialismo o barbarie
La mayoría de los trabajadores opina que una revolución socialista hoy es imposible. Nosotros queremos recordar la frase de Trotsky: “La revolución es imposible… hasta que se torna inevitable”.
Los trabajadores hoy se enfrentan con fuerte caída de sus salarios, la precarización de la mayor parte de la fuerza de trabajo (solo un cuarto con empleos estables), pésimas condiciones de salud y educación públicas. Ya no está presente, ni siquiera en los países imperialistas, la expectativa de ascenso social del pasado.
El planeta, en pleno siglo XXI, vive una profunda decadencia económica, cultural, moral y ecológica. Los refugiados por las guerras llegan a 60 millones de personas; el desempleo dejó de afectar a una minoría de la población que el capitalismo usaba como “ejército industrial de reserva” para alcanzar a poblaciones enteras. La mitad de los habitantes son pobres y miserables. Una nueva crisis recesiva mundial se anuncia en el horizonte.
La violencia contra las mujeres, negros y homosexuales alcanza niveles absurdos. Existen claras señales de barbarie en la periferia de cada una de las grandes ciudades del mundo. El calentamiento global amenaza el futuro del planeta.
Al llegar el centenario de la revolución rusa, una conclusión se impone: más que nunca, la disyuntiva que existe es: socialismo o barbarie. O el proletariado retoma el ejemplo de la revolución rusa, o el capitalismo conducirá inevitablemente el mundo hacia la barbarie.
Junto con los elementos crecientes de barbarie, se profundizan las señales de inestabilidad económica y política en grandes partes del planeta. Existe una polarización social, económica y política creciente, que puede provocar nuevos procesos revolucionarios.
Los reformistas dicen que una revolución socialista no es posible porque “no está en la conciencia de las masas”. Nos gustaría recordar las palabras de Lenin sobre este tema, en polémica con los reformistas de aquella época:
“Pero cuando se trata de apoyar y desarrollar ahora la efervescencia revolucionaria que comienza entre las masas, entonces Axerold responde que esa táctica de las acciones revolucionarias de masas ‘aún tendrían alguna justificación si estuviésemos inmediatamente en vísperas de una revolución social, como ocurrió, por ejemplo, en Rusia, donde las manifestaciones estudiantiles de 1901 anunciaban la aproximación de batallas decisivas contra el absolutismo’. Pero en el presente momento, todo esto es una ‘utopía’…”.
“El inefable Axerold olvida simplemente que en 1901 en Rusia nadie sabía ni podía saber que la primera ‘batalla decisiva’ tendría lugar cuatro años más tarde –no olvide: cuatro años más tarde– y no sería ‘decisiva’. Y no obstante, solo nosotros, marxistas revolucionarios, teníamos razón en esa altura: nosotros no ridicularizamos a los Kritchevski y los Martinov, que apelaban inmediatamente al asalto. Nosotros solo aconsejábamos a los obreros a expulsar de todas partes a los oportunistas y a apoyar, intensificar y alargar con todas sus fuerzas las manifestaciones y otras acciones revolucionarias de masas. La situación actual en Europa es perfectamente análoga: sería insensato apelar al asalto “inmediato”. Pero sería vergonzoso autodenominarse socialdemócrata y no aconsejar a los obreros a romper con los oportunistas y consolidar, profundizar, alargar e intensificar con todas sus fuerzas el movimiento revolucionario y las manifestaciones que se inician.  La revolución nunca cayó del cielo ya pronta, y en el inicio de la efervescencia revolucionaria nunca nadie sabe si esta conducirá y cuándo a una revolución ‘verdadera’, ‘auténtica’.”
Lenin escribió estas palabras poco menos de dos años antes de la revolución de octubre, cuando luchaba en posición absolutamente minoritaria contra los partidos socialdemócratas que capitulaban a las burguesías imperialistas en guerra.
No estamos profetizando ninguna revolución socialista en pocos años. Evidentemente, falta un largo camino para la construcción de una dirección revolucionaria con influencia de masas sobre el proletariado, como fue el partido bolchevique. Estamos polemizando con los reformistas que hacen de todo para atrasar la conciencia de los trabajadores y después argumentan con el “atraso en la conciencia” para decir que la revolución es imposible. Con el mismo método leninista, defendemos el estímulo a las luchas directas de los trabajadores y que ellos rompan con esas direcciones reformistas.
Aprender de la revolución rusa…
Para nosotros, la revolución rusa es más que un hecho histórico, aunque notable. Es una referencia sobre qué hacer para cambiar el mundo.
La mayoría de lo que van a conmemorar el centenario de la revolución de 1917 van a referirse a ella como un hecho del pasado, casi una reliquia. Para nosotros es un modelo para la acción.
Los bolcheviques estudiaron profundamente la Comuna de París para poder asumir el desafío de hacer una revolución en Rusia. Tenemos que estudiar la revolución rusa, aprender de sus aciertos y errores, caso, como queremos, un día esté propuesto reeditar una nueva revolución socialista.
No tenemos ninguna pretensión en este artículo inicial, de asumir ese desafío. Nuestro objetivo es otro, el de instigar a todos los revolucionarios a hacerlo colectivamente.
Solo queremos en este momento tocar apenas dos temas, de las muchas enseñanzas de la revolución rusa. La primera es la de la lucha de los bolcheviques contra los reformistas. La segunda es de cómo la revolución rusa casi fue derrotada por la democracia burguesa.
Sin combatir el reformismo es imposible avanzar para la revolución
Lenin decía que sin superar la influencia política del reformismo sobre la clase obrera, es imposible la victoria de la revolución.
Esa evaluación leninista es opuesta a una comprensión muy común entre los activistas. Muchos piensan que la “izquierda” es una especie de familia que incluye sectores más a la izquierda y otros más a la derecha. Pero todos serían parte de la misma familia.
Lenin opinaba lo opuesto. Los reformistas son los representantes de la presión de la burguesía sobre el movimiento obrero. Sin que los trabajadores rompan con el reformismo, la revolución es imposible. Eso no significa dejar de lado las tácticas necesarias de unidad de acción y frente único en el movimiento de masas. Pero ellas deben estar al servicio de disputar la dirección de las luchas y la conciencia del movimiento de masas contra los partidos reformistas.
La experiencia de la revolución rusa demuestra eso. Los reformistas mencheviques y socialistas-revolucionarios tuvieron la mayoría en los soviets durante buena parte del año 1917. Durante todo ese período se recusaron a romper con la burguesía y tomar el poder. Persiguieron y arrestaron a dirigentes bolcheviques. No concordaban con terminar la guerra, no expropiaron las tierras a los latifundistas. Solo cuando los bolcheviques consiguieron mayoría en los soviets fue posible tomar el poder y hacer la revolución rusa.
Trotsky sintetiza bien nuestra comprensión sobre el reformismo:
“Las tres tendencias del movimiento obrero contemporáneo –reformismo, comunismo y centrismo– derivan inexorablemente de la situación objetiva del proletariado bajo el régimen imperialista de la burguesía.
El reformismo es la corriente surgida de los estratos superiores y privilegiados del proletariado, que refleja sus intereses. Especialmente en algunos países, la aristocracia y la burocracia obreras conforman una capa muy importante y poderosa con una mentalidad que en la mayoría de los casos es pequeñoburguesa en virtud de sus condiciones de existencia y formas de pensar; pero deben adaptarse al proletariado sobre cuyas espaldas se encaramaron. Los más elevados de estos elementos llegan al poder y bienestar supremos por los canales del parlamentarismo burgués. (…) La etapa imperialista de la evolución, que agrava constantemente las contradicciones, frecuentemente obliga a la burguesía a transformar a los principales grupos reformistas en verdaderos activistas de sus monopolios y maniobras gubernamentales.
Esta es la característica del nuevo –y mucho mayor– grado de dependencia de los reformistas respecto de la burguesía imperialista y le da un sello mucho más particular a su psicología y a su política, haciéndolos aptos para tomar directamente el timón de los asuntos del Estado burgués. A esta capa superior de “reformistas” es a quienes menos se aplica la frase “no tienen nada que perder sino sus cadenas”. Todo lo contrario: para todos estos primeros ministros, ministros, intendentes, diputados y líderes sindicales, la revolución socialista significaría la expropiación de sus posiciones privilegiadas. Estos cancerberos del capital no protegen únicamente la propiedad en general, sino principalmente su propiedad. Son los enemigos encarnizados de la revolución de liberación del proletariado.” (¿Qué es el centrismo?, 1930)
Hoy el reformismo ya no defiende como en el pasado una “vía parlamentaria para el socialismo”. Defiende simplemente reformas dentro del capitalismo por vía electoral.
Al llegar al poder, la socialdemocracia compone gobiernos burgueses, que aplican rígidamente los planes neoliberales de la burguesía. Ese fue el camino seguido por la socialdemocracia europea, el PASOK griego, y el PSOE español, que llevaron a esos partidos a crisis enormes.
Para ocupar el espacio político dejado por la crisis de la socialdemocracia, surgen nuevos partidos reformistas como Syriza (Grecia), Podemos (Estado español), PSOL (Brasil) y Frente Amplio (Costa Rica). Esos partidos tienen la misma estrategia parlamentaria de la socialdemocracia.
La experiencia de Syriza en el gobierno griego es bien ilustrativa. Después de electo para contraponerse a los planes de la Unión Europea, después de un plebiscito en que el pueblo griego repudió esos planes, Syriza aplicó el plan neoliberal más duro ya vivido por el país.
El PT brasileño también repitió el camino de la socialdemocracia, comandando gobiernos burgueses por trece años en el Brasil. Eso provocó la ruptura de la mayoría de los trabajadores con ese partido. Cuando el PT perdió su base entre los trabajadores, la burguesía que había cogobernado con el PT, derribó su gobierno por el impeachment.
El PSOL, un nuevo partido reformista, se presenta buscando ocupar el espacio abierto por la crisis petista. Fue parte del campo burgués alrededor del gobierno petista, apoyando el gobierno “contra el golpe de la derecha”. No existió ningún golpe. Existieron dos campos burgueses (el de la oposición burguesa de derecha y el del gobierno petista) con el PSOL y todo el reformismo alineado con uno de ellos.
Marcelo Freixo, uno de los mayores exponentes del PSOL, al presentarse para las elecciones municipales de Rio de Janeiro, presentó el “Compromiso con Rio”, un texto semejante a la “Carta a los brasileños” de Lula en 2002, en que se comprometía a respetar todos los contratos hechos con la burguesía, de “equilibrio fiscal”.
El reformismo –el viejo y el nuevo– cumplen en el siglo XXI el mismo papel de brazos de la burguesía en el movimiento de masas. La enseñanza de la revolución rusa se mantiene: sin derrotar el reformismo, no existe posibilidad de victoria de la revolución.
Democracia burguesa y revolución
Trotsky tiene un famoso texto, llamado “Lecciones de Octubre”, en que justamente llama a los activistas a estudiar la revolución de octubre. En este libro, él toca un momento clave en que la revolución estuvo al borde de perderse.
En setiembre, poco menos de un mes antes de la insurrección de octubre, el Comité Central bolchevique se dividió sobre la política para el Pre-parlamento. Según Trotsky: “Ya vimos cómo los derechistas concebían el desarrollo de la revolución: los soviets transferían progresivamente sus funciones para las instituciones calificadas (municipalidades, zemstvos, sindicatos y, finalmente, Asamblea Constituyente), abandonando, por eso mismo, la escena política. Por la vía del Pre-parlamento, el pensamiento político de las masas debería encaminarse para la Asamblea Constituyente, coronación de la revolución democrática.
Ahora, los bolcheviques ya estaban en mayoría en los soviets de Petrogrado y de Moscú; nuestra influencia en el ejército crecía día a día. Ya no se trataba de pronósticos ni de perspectivas sino de la elección de la vía por la cual sería necesario encaminarse”.
O sea, los mencheviques reformistas apuntaban el camino de la disolución del poder dual en las instituciones de la democracia burguesa, apuntando para el Pre-parlamento y la Constituyente. El ala derecha del CC bolchevique defendía ese camino y llegó a ser mayoría en este tema. Solo la presión abierta de Lenin consiguió girar el CC y forzar a los bolcheviques a abandonar el Pre-parlamento. Poco más de un mes después, tomaban el poder.
Esa, lamentablemente, no fue la suerte de la revolución alemana de 1919. El fin de la guerra y la derrota alemana trajeron una crisis brutal al país, con la caída de la monarquía y la posesión de un gobierno socialdemócrata. Consejos obreros se generalizaron en Alemania. No obstante, el primer congreso de los consejos de obreros y soldados, en diciembre de 1918, votó (por 344 a 98 votos) contra la moción de dar a los consejos el más alto poder legislativo y ejecutivo, y mantener el sistema de los consejos “como fundamento de la Constitución de la República socialista”. Al contrario, votó por la convocatoria de una Asamblea Constituyente. Allí comenzó a ser derrotada la revolución.
Para los que aún creen que revolucionarios y reformistas son una “familia”, aunque con “diferencias”, es bueno recordar que el gobierno socialdemócrata alemán mató a Rosa Luxemburgo y a Karl Liebknecht en 1919.
La democracia burguesa fue usada para desviar la revolución y derrotarla innumerables veces desde entonces. Fue así con la revolución portuguesa de 1974-1975 y con la revolución en América Central a finales de la década de 1970.
Esta se tornó la principal política del imperialismo a partir del gobierno Carter en los EEUU, y fue fundamental para desviar las revoluciones en América Latina a inicios del siglo XXI, en el Ecuador, Bolivia y la Argentina.
La presión de la democracia burguesa sigue afectando fuertemente a la izquierda en este momento. El acuerdo de paz entre las FARC y el gobierno colombiano es parte de eso. Es parte del mismo tipo de acuerdo que llevó a las direcciones guerrilleras de Nicaragua y El Salvador a la integración en la democracia burguesa.
¿El socialismo es una utopía?
Muchos trabajadores creen que el socialismo es apenas una utopía. No ven cómo la humanidad podría alcanzar ese nivel. Eso hace recordar un pasaje de Trotsky:
“La base material del comunismo deberá consistir en un desarrollo tan alto del poder económico del hombre que el trabajo productivo, al dejar de ser una carga y un castigo, no necesite de ningún aguijón, y que el reparto de los bienes, en constante abundancia, no exija –como actualmente en una familia acomodada o en una pensión “conveniente”– más control que el de la educación, el hábito, la opinión pública. Hablando francamente, es necesaria una gran dosis de estupidez para considerar como utópica una perspectiva a fin de cuentas tan modesta.
El capitalismo ha preparado las condiciones y las fuerzas de la revolución social: la técnica, la ciencia, el proletariado. Sin embargo, la sociedad comunista no puede suceder inmediatamente a la burguesa; la herencia cultural y material del pasado es demasiado insuficiente. En sus comienzos, el Estado obrero aún no puede permitir a cada uno “trabajar según su capacidad”, o en otras palabras, lo que pueda y quiera; ni recompensar a cada uno “según sus necesidades”, independientemente del trabajo realizado. El interés del crecimiento de las fuerzas productivas obliga a recurrir a las normas habituales del salario, es decir, al reparto de bienes según la cantidad y la calidad del trabajo individual.
“Marx llamaba a esta primera etapa de la nueva sociedad “la etapa inferior del comunismo”, a diferencia de la etapa superior en la que desaparece, al mismo tiempo que el último espectro de la necesidad, la desigualdad material (Trotsky, La revolución traicionada).

Hoy, el desarrollo de las fuerzas productivas ya posibilitaría terminar con el hambre en escala mundial. Eso ya sería un avance cualitativo en todo el mundo.
Pero aún estaríamos abajo de las necesidades de los trabajadores, que van mucho más allá de la comida. Las necesidades varían de acuerdo con la propia evolución de la técnica. Según Trotsky: “Es cierto que la URSS sobrepasa, actualmente, por sus fuerzas productivas, a los países más avanzados del tiempo de Marx. Pero, en primer lugar, en la competencia histórica de dos regímenes, no se trata tanto de niveles absolutos como de niveles relativos: la economía soviética se opone al capitalismo de Hitler, de Baldwin y de Roosevelt, no al de Bismarck, Palmerston y Abraham Lincoln. En segundo lugar, la amplitud misma de las necesidades del hombre se modifica radicalmente con el crecimiento de la técnica mundial: los contemporáneos de Marx no conocían el automóvil ni la radio ni el avión. Una sociedad socialista sería inconcebible en nuestros tiempos sin el libre uso de todos esos bienes.”
Actualizando a Trotsky, una sociedad socialista hoy sería inconcebible sin el libre uso de smartphones y de computadoras. Pero también es innegable que el desarrollo de las computadoras, de la internet y de los medios de comunicación facilitan mucho la administración de las empresas y de las instituciones. Una república apoyada en consejos soviéticos hoy podría con más facilidad incorporar a las masas trabajadoras en el control del Estado y de la sociedad.
Somos realistas… por eso somos revolucionarios
Nos acusan, muchas veces, de no ser “realistas” por defender una revolución. Queremos decir que exactamente por ser realistas defendemos una revolución socialista como la rusa de 1917.
¿Qué defienden los “realistas”? En general defienden el camino de las reformas del capitalismo, en alianza con sectores “progresistas” de la burguesía por las elecciones. Pero, ¿eso es ser realista? ¿Qué cambios se consiguen a través de estos medios?
Ese fue el camino intentado por los reformistas. Muchos tuvieron esperanzas en el reformismo del PT, de cambios por dentro del Estado, por elecciones. Quien fue cambiado por el Estado burgués fue el PT, hoy un partido más que aplica el neoliberalismo e incorpora la corrupción de todos los partidos burgueses.
Otros tuvieron esperanzas en el nacionalismo burgués del chavismo, llamado socialismo del siglo XXI. De socialista, Chávez no tenía nada. Era un nacionalismo burgués que se negaba a enfrentar el imperialismo y avanzar para el socialismo. Miremos la situación actual de Venezuela.
El mismo camino está siendo seguido con el nuevo reformismo de Syriza en Grecia, y puede ser recorrido con Podemos, el PSOL y el Frente Amplio.
No es ese nuestro camino. Defendemos el ejemplo de la revolución rusa. El “realismo” de los nuevos y viejos reformismos no lleva a ningún cambio de fondo, ninguna ruptura con el capitalismo. Esa sí es una utopía, una utopía reaccionaria.
Las masas trabajadoras están luchando en muchas partes del mundo. En Medio Oriente, Europa y América Latina, planes neoliberales cada vez meas duros obligan a los trabajadores a salir a la movilización. Los trabajadores derrocan gobiernos, pero muchas veces surgen otros iguales o aún peores.
La opresión brutal de dictaduras como la siria obliga a los pueblos a una lucha heroica. Los palestinos se enfrentan contra el Estado nazi-fascista de Israel.
El camino realista de la revolución es muy difícil, lleno de idas y vueltas. Muchas derrotas, pocas victorias. Pero es el único camino posible.
Solo a través de la movilización revolucionaria de la clase obrera y demás sectores explotados podremos un día acabar con el capitalismo, con la miseria, el hambre, el desempleo, todo tipo de opresión, con los pésimos servicios de salud y educación para los trabajadores, como hizo la revolución rusa.
Para avanzar en ese sentido, es necesario superar la crisis de dirección revolucionaria, o sea, el predominio de las direcciones reformistas y la debilidad de las direcciones revolucionarias.
Nuestro mayor homenaje a la revolución rusa es seguir su ejemplo hoy. Y transformar lo imposible en posible.
Traducción: Natalia Estrada.
https://litci.org/es/menu/lit-ci-y-partidos/en-defensa-de-la-revolucion-rusa/


URUGUAY
“No es que estamos dando manija… esta movilización hay que entenderla, que si hay algo que no tiene es política partidaria”, aseguró el senador Luis Lacalle Pou procurando tapar los comentarios que asocian la marcha de los productores con una “marcha contra el gobierno”, impulsada por algunos dirigentes del Partido Nacional.
Sin embargo, cuestionó al presidente Vázquez por el tema productores y aseguró que “al gobierno le quedan 600 y pico de días”. “Hoy no me fijé para no hacerme mala sangre (…) no nos podemos aguantar”, agregó con ironía.
También las organizaciones empresariales que en más de una ocasión cuestionaron las medidas del gobierno se sumaron a la marcha. En un comunicado, la Cámara Regional de Empresarios y Comerciantes del Este acusó al Gobierno de imponer condiciones que hacen cada vez más difícil el desarrollo del trabajo honesto.
Afirman que el país es rehén de grupos incapaces que solo saben explotar al que produce con altos costos energéticos e impuestos impagables, y subsidian a los monopolios extranjeros con ventajas abusivas. También en un comunicado el Centro Comercial e Industrial de Salto informó que asistirá al encuentro.
Además, la Asociación de la Industria Frigorífica del Uruguay (Adifu) y a Cámara de la Industria Frigorífica (CIF) se sumaron en las últimas horas.
Vínculos con la oposición
Los vínculos entre la oposición y la movilización se hacen cada día más notorios en el Interior y en Montevideo. Entre los 6 productores movilizados más mediáticos se destacan varios referentes del Partido Nacional. Uno de los que ha tomado protagonismo mediático en los últimos días ha sido Sebastián da Silva, quien es senador suplemente del Partido Nacional y que en algunas instancias ha ocupado la banca. También ha relucido el nombre de Santiago Bordaberry, hermano del ex líder del Partido Colorado, Pedro Bordaberry.
Además, hay algunos otros que también se agregan a la lista de productores que usualmente salen a declarar criticando al Frente Amplio: el militante por el Partido Nacional, Fermín Puig, suele enviar mensajes motivadores para la movilización.
Otro nombre que se suma a la lista es el de Diego Irazábal, director de desarrollo de la Intendencia de Flores, quien retwitteó la siguiente declaración del diputado blanco Pablo Abdala: “El oficialismo todo debería tener un mínimo de humildad y el máximo de respeto por las movilizaciones agropecuarias, pues ellas nacen de gente trabajadora. Pero además que reconozcan que de ningún modo un gobierno progresista puede dar tantas vueltas para recibir a los que producen”.
En términos generales, los mensajes suelen ser críticos con la gestión de la “izquierda” o de “los comunistas”. También se aboga a que existe “mucha soberbia por parte del gobierno” y se suele intentar ridiculizar a algunas de los dirigentes del Frente Amplio como son Mujica o Astori.
También militares
Incluso sectores de militares se sumaron cn consignas anónimas al reclamo: “Estimados camaradas y amigos, nos vivimos quejando de estos gobiernos y el abuso permanente de las mayorías parlamentarias que le dan impunidad al FA. Estas movilizaciones son expresiones que el pueblo encuentra para rebelarse contra esa impunidad y contra la mediocridad que destruye al país.
El campo fue el detonante pero ahora ya trascendió abarcando todas las ramas de la actividad nacional. El FA llegó al gobierno con una crisis y sólo se irá con otra. Es imprescindible participar del evento del 23 como manifestación de democracia directa, en sustitución momentánea del Parlamento que hoy es su fortaleza.
Vivimos una especie de dictadura legislativa-sindical y la ofensiva hacia las FFAA no se detendrá porque todos sabemos qué significan para ellos: el obstáculo que no han podido remover en 13 años de poder. El impuesto es tan solo una de las medidas que promoverán para seguir debilitándolas. Lo de Durazno es mucho más importante de lo que nos puede parecer. La enorme preocupación del gobierno y en particular de su núcleo dura, confirma que debemos seguir por ese camino”, expresaron.
No se suman
La Asociación de Free Shops fue convocada por Cámara Nacional de Comercio a no abrir los comercios mañana y a acompañar las movilizaciones, pero la institución decidió apostar al diálogo y a la agenda de trabajo que mantiene con el Gobierno y especialmente los ministerios de Relaciones Exteriores, Economía y Trabajo, por lo que aclaró que no adhiere a la medida.
Manifestaciones en Durazno y Montevideo
La marcha convocada por los productores por las “altas tarifas del Estado”, pidiendo aumentar el dólar, rebajar el gasoil y las tarifas de energía eléctrica, se convirtió en los últimos días en un pronunciamiento contra la política económica y social del gobierno.
Las convocatorias para hoy son en Durazno y en Montevideo. Mientras que en el Interior será sobre la hora 16, en la Capital se realizará a las 15:30 en el monumento al Gaucho, sobre la avenida 18 de Julio. Cabe mencionar que en todos los departamentos del país hay una línea de transporte organizada para viajar directo a Durazno.
En la oportunidad leerán una proclama y buscarán conformar un diálogo directo con el gobierno, según lo expresado por Marcelo Nogué a “Radio Montecarlo”. Asimismo, “La Diaria” señala que los periodistas Jorge Landi y Walter Abella leerán la proclama de los productores.
Benech: “Detrás está la política”
El ministro de Ganadería, Enzo Benech, dijo que detrás de la movilización de los productores rurales, está la política. El jerarca afirmó que lamentablemente van a seguir desapareciendo productores rurales porque es algo que ocurre en todo el mundo. La diferencia con Uruguay -agregó- es que en “los países desarrollados” subsidian a los productores para que no dejen el campo. El ministro dijo que Uruguay no tiene recursos para hacer lo mismo y que la forma de atender la situación es con “políticas diferenciales” para cada sector.
Moreira: “Es contra el FA”
La senadora Contanza Moreira afirmó a “El Observador” que “el campo se prepara para el 2019, y esto es un ensayo general de orquesta". Según sus palabras, el paro del campo es "contra el FA". Asimismo consideró que la presión tributaria “es más que moderada” "Estamos ante una batalla distributiva que no es, como se suele creer, entre el campo y la ciudad, sino entre capitalistas y trabajadores y, peor aún, entre dueños de la tierra y productores.
Si no apreciamos estas contradicciones y luchamos políticamente por abrir la caja negra de este conflicto, podemos quedar rehenes de una demanda especulativa, inorgánica, y de la que sólo puede sacar partido la derecha", agregó.
Consideró que la demanda de los productores es “insostenible” ya que la política del Frente Amplio “les permitió obtener extraordinarias ganancias en los últimos 15 años”.
Andrade: “Hay operadores que están sacando tajada”
El secretario general del SUNCA, Oscar Andrade dijo a LA REPÚBLICA que atrás del conflicto con los productores rurales hay “sectores oligarcas” que buscan instalar “la lógica económica que vivimos en los ’90 y que nos llevó a la crisis del 2002”. A su vez, el exlegislador cuestionó porqué se apunta a las políticas sociales y ningún productor se refirió a la reforma de la caja militar, que cuenta con un déficit de casi 500 millones de dólares anuales.
Para Andrade es “claro que hay operadores políticos del interior que están intentando sacar tajada de este conflicto”. Hay “algunos casos con vinculaciones muy fuertes entre los sectores de la derecha y algunos representantes de este movimiento”.
Un sector se pronuncia contra el FA y la ideología de género
El movimiento “Ciudadanos Orientales” promociona la organización de la marcha en Montevideo. Uno de sus videos publicados en Facebook se titula “5 razones para que no votes por la izquierda idiota”. Su presidenta, Claudia Bengoa, se ha visto fotografiada junto a altos dirigentes del Partido Nacional.
Una de las organizaciones que se puso a la cabeza de la organización de la marcha en Montevideo es “Ciudadanos Orientales”, quienes en las redes sociales y en su página web no dudan en enviar mensajes irónicos y duros contra el Frente Amplio. Asimismo, es frecuente encontrar en la página de Facebook de dicha organización declaraciones en contra del feminismo, la comunidad LGBT, el gobierno, la izquierda y los inmigrantes, especialmente los cubanos y los venezolanos, los cuales son considerados como aquellos que “pueden apoyar o instruir militarmente al Frente Amplio en su famoso ejército propio”.
Asimismo, los mensajes que se emiten desde las redes y la organización “Ciudadanos Orientales”, aluden a “pegarle al Frente Amplio”: “No alcanza con pegarle al FA. Hay que demostrar que somos distintos. No solo decirlo”, “Soplan vientos de rebeldía desde el campo… El pueblo ha comenzado a despertar y ahora veremos quién es el que realmente manda”. Incluso, el 15 de enero adjuntaron un video titulado “5 razones para que no votes por la izquierda idiota”.
Entre sus numerosas actividades, realizaron una marcha el 18 de noviembre del año pasado en contra de “la ideología de género en las escuelas”, con el título “A mis hijos no los tocan”. “¿Soy nene o nena?” “Ideología de género no va”.
Asimismo, según “La Diaria”, otra organización que llama a movilizarse en Montevideo es el blog “Comento por la libertad”, que se proclama “contra la dictadura sindical en general y en la enseñanza en particular”.


El PIT-CNT apunta a la convocatoria de una mesa de diálogo entre empresarios y trabajadores agropecuarios para buscar salidas diferenciadas al conflicto rural.
Este martes la central sindical mantendrá una reunión con la Unión Nacional de Asalariados, Trabajadores Rurales y Afines (Unatra) para conocer de primera mano las necesidades y dificultades que tiene el sector.
Fernando Pereira, presidente del PIT-CNT, dijo a radio Uruguay que no todos los productores tienen las mismas dificultades y que el núcleo es muy heterogéneo. Planteó, asimismo, la necesidad de una mesa de diálogo.
Pereira agregó que la agenda de los productores “autoconvocados” es incumplible. “No es una agenda de negociación, es de imposición”, sentenció.
La incapacidad de la oposición
En tanto, desde el partido de gobierno –Frente Amplio (FA)- siguen surgiendo voces contrarias con los reclamos del campo, más que nada por la forma y quienes lo motivan.
En ese contexto, el diputado del Partido Socialista (PS) Roberto Chiazzaro entiende que existe un móvil político detrás de las movilizaciones de los productores agropecuarios.
Añadió el legislador en radio Monte Carlo que esos grupos de ruralistas se movilizan debido a la “incapacidad de las fuerzas políticas de la oposición”.

Tengo una grieta

Fernando Pereira no ve salida en el conflicto del agro si continúa la “polarización”

El dirigente sindical le pidió a los productores autoconvocados que conduzcan sus reclamos a través de las gremiales.

21.01.2018 17:29 - MONTEVIDEO PORTAL

Tengo una grieta
Foto: Juan Manuel López
Fernando Pereira, presidente del PIT-CNT, se expresó a través de una publicación en su cuenta de Facebook sobre el conflicto que mantienen los productores rurales con el gobierno. El sindicalista apuntó a generar un dialogo y dejar de lado "expresiones duras" que profundizan la "polarización".
Pereira explicó que "el agro no es homogéneo" y que, de hecho, hay dificultades de distinto tipo, "lo que requiere un análisis sector por sector para encontrar soluciones adecuadas". El dirigente enfatizó en que en el sector hay, aproximadamente, 80 mil trabajadores, 40 mil pequeños y medianos productores y 20 mil patrones: "Constituye una parte importante del PBI nacional y de las exportaciones", explicó.
En segundo lugar, apuntó, que el "mecanismo de polarizar" posiciones "tienden a generar brechas innecesarias".
"He leído en estos días frases de los productores auto convocados, planteando que el PIT CNT es el ISIS del Uruguay, que el Uruguay no tiene que tener políticas hacia los pobres, y que si tiene que correr sangre que corra. Pienso que estas posiciones no son representativas del sentir de la sociedad uruguaya y que no contribuyen en nada a los debates de fondo sobre las necesidades de los productores rurales, sus propuestas e inquietudes", comenzó.
"Las respuestas también son duras, terratenientes, oligarcas que andan en camionetas 4x4, golpeadores, etc.", siguió. "Si esta polarización continúa no va a existir una solución en el corto plazo, y cuando se resuelva va a ser con muchas heridas", sentenció.
"Se trata entonces de entender que hay miles y miles de pequeños y medianos productores, que no son terratenientes ni nada que se les parezca, en algunos casos sus ingresos no superan los 30 mil pesos, esto hay que entenderlo y abordarlo. Pero también hay que entender que hay sectores en dificultades y que las respuestas no pasan por recortar políticas sociales que benefician a sectores históricamente postergados de nuestra población", escribió.
En ese sentido, Pereira llama a un diálogo, "en el que entendemos deben estar las organizaciones empresariales del sector rural, el gobierno y los representantes de los trabajadores rurales".
En ese mismo camino, el dirigente pidió a los productores auto convocados que conduzcan sus demandas a través de las organizaciones empresariales, y la construcción "de una plataforma con intención negociadora". Pereira enfatizó en que "algunas de las propuestas no son de negociación", como "que el Estado baje sus gastos un 20 %".
"No me olvido ni por un instante, la contradicción de intereses existentes en el medio rural, ni tampoco la necesidad de negociar soluciones sobre todo a los que menos espalda tienen para absorber las dificultades. Parece ser ele mejor camino el del diálogo y la negociación entre las partes", finalizó.  
Montevideo Portal

Por: Constanza Moreira, Senadora
En el año 2008, “el campo” (nombre demasiado genérico para referir a un factor de producción tan atravesado por las contradicciones del capitalismo periférico y las desigualdades de clase) le dio un buen sacudón a la política argentina. Resistiendo la política de retenciones móviles a las exportaciones de granos, organizaciones empresariales representativas de la producción agro-ganadera realizaron un lock out patronal o paro agropecuario.
El conflicto tuvo importantes costos para el gobierno de Cristina Fernández (que no impidieron su reelección años después) pero tuvo la virtud de poner de manifiesto un conflicto productivo y social que enfrentaba al trabajo con el capital y al gobierno con las presiones de la vieja y nueva “oligarquía agraria” (riquísima, autoritaria, despótica).
Este verano, “el campo uruguayo” ha decidido dar su propia lucha distributiva, cuyos objetivos y agenda distan de estar bien definidos, pero cuyas movilizaciones han sorprendido hasta a ellos mismos. Mientras que en algunos departamentos del país la filiación partidaria de buena parte de sus acólitos está clara (es un paro “contra el gobierno”), en otros, las movilizaciones han contado con pequeños o medianos productores y una “clase media agraria” difícil de cuantificar.
La pregunta acerca de cuánto de este conflicto es real -material- y cuánto simbólico (político, superestructural, ideológico), no es fácil responder. Pero es claro que estamos ante una batalla distributiva que no es precisamente entre “el campo y la ciudad”, sino entre capitalistas y trabajadores, y peor aún, entre dueños de la tierra y productores. Si no apreciamos estas contradicciones y abrimos la “caja negra” del conflicto, podemos quedar rehenes de una demanda especulativa, inorgánica, y de la que sólo puede sacar partido la derecha.
Las manifestaciones de estos días han puesto en cuestión, asimismo, las políticas cambiaria, fiscal, laboral y social del gobierno, es decir, casi todo. Pero la misma política económica los llevó, en el pasado, a obtener extraordinarias ganancias. Y ahora que el agro enfrenta dificultades (como todo el país las enfrenta, y buena parte de la región), ninguna de las políticas cuestionadas parecen ser parte sustancial del problema.
Empecemos con el tema de los “costos”: si éstos son altos, la rentabilidad de los empresarios rurales se deteriora. Los costos no han crecido, pero como otras cosas han decrecido (el precio de los commodities, la demanda externa, entre otros), ahora los precios parecen altos. Pero la demanda sobre los costos energéticos sólo enmascara un pedido de subsidio, ya que éstos siempre han sido altos, especialmente durante los gobiernos blancos y colorados y no parece haber solución rápida a este problema.
¿Qué se está pidiendo entonces? ¿Que el Estado les subsidie los costos energéticos? ¿Y por qué el Estado habría de subsidiárselos a ellos y no al resto de la ciudadanía? Allí lo único que parece apropiado es separar a los sectores y empresarios que están en verdaderos apuros, de los que sólo protestan porque ya no pueden obtener las pingües ganancias del pasado.
Sobre la política fiscal, los argumentos son ya tan manidos y conocidos que poco puede agregarse. Evidentemente, ni el IRAE, ni el IRPF, ni el Impuesto a Primaria afecta la rentabilidad del sector, ya que la presión impositiva sobre el agro en Uruguay es más que moderada y la presión tributaria sobre el factor “tierra” muy inferior a la que requeriría una política de redistribución de activos que permitiera superar la desigualdad endémica del país. Sin duda, un abaratamiento de todos estos “costos fiscales” los ayudaría, pero el agro no atraviesa una situación difícil como resultado de la presión fiscal del Uruguay.
La gota que colmó el vaso de la paciencia de muchos uruguayos y uruguayas fue la disputa contra las políticas sociales del MIDES. El gasto destinado a las políticas sociales para los más pobres es ínfimo, y lo que sí compromete el presupuesto es el gasto en educación, salud y seguridad social. Pero “el campo” no elegirá comprarse un conflicto con jubilados y trabajadores, maestros y alumnos, usuarios de la salud y médicos, so pena de perder apoyo.
El problema de la renta de la tierra
En un reciente artículo especializado escrito por Gabriel Oyhantçabal y Martín Sanguinetti , los autores sostienen que “el campo” es uno de los factores determinantes de la desigualdad en Uruguay, y el hueso duro de roer de cualquier política que pretenda distribuir factores de producción (como la tierra y el capital) y no meramente ingresos. Allí se argumenta que en la crisis de 2002, los dueños de la tierra y los capitalistas (los que la producen, sea que las posean o no) lograron mantener su participación relativa en el producto nacional a costa de los asalariados. Aunque entre 2004 y 2013, los años de “oro”, todos ganaron, quienes más ganaron fueron los dueños de la tierra.
El aumento del valor de la misma es determinante en esta ecuación y fija la “renta de la tierra”, que es clave en el desarrollo de un país agropecuario como el nuestro. Ahora que el ciclo expansivo se agotó, la rentabilidad disminuyó, y “no nos dan los costos” es la forma elíptica que emplean para decirlo. Pero el gobierno no tiene la culpa, y es aquí cuando la movilización se vuelve político-partidaria (e irracional).
Es el proceso de acumulación del capital en el agro en un contexto no expansivo de la economía lo que está en juego, y una parte del problema es la renta de la tierra (como dijo un productor movilizado, en un programa en la televisión: “y…nos va a salir más barato arrendar que producir”). Oyhantçabal y Sanguinetti señalan que, dada la política de reducción de la presión tributaria que ya ensayó el gobierno, hoy “se vuelve transparente la forma en que el “el sector ‘exige’ una masa extra de ganancias para remunerar a los terratenientes”.
Ahora bien, si las soluciones para “salvar al agro” -propuestas por ellos mismos- son por la vía de reducir los ingresos de los trabajadores, recortar los gastos en salud y educación, o vender las empresas públicas (para reducir costos o -peor aún- “hacer caja”), lo que se pretende es volver atrás. A lo mismo que condujo al país al atraso, la recesión y las crisis cíclicas de la última mitad del siglo XX.
No, esa no puede ser la solución. La rentabilidad del sector no puede asegurarse sobre la base del “ajuste del cinturón” del resto del país (el agro no es “quien produce” la riqueza del Uruguay, es una parte de ese proceso, en el que hay otros sectores dinámicos y, sin duda, capital humano). Por fortuna, hoy no hay condiciones políticas para someterse a una presión tan perversa. Pero el campo se prepara para 2019 y esto es un ensayo general de orquesta.
Al gobierno le competerá la difícil tarea de negociar lo negociable con los sectores más afectados, buscar soluciones más o menos genuinas que signifiquen algo más que poner instrumentos financieros a disposición (como el crédito), y tener mucha paciencia. Deberá separar las presiones de quienes fueron enriquecidos por las súper rentas del pasado y ahora pujan por su ganancia, de aquellos que ven efectivamente comprometida su producción.
Y unos y otros deberán tener claro que el proceso de plusvalor que no surge del proceso productivo sino del monopolio privado de la tierra, como apuntan Oyhantçabal y Sanguinetti, es una de las limitantes más importantes del desarrollo uruguayo y está hoy en el centro del problema.
Al movimiento “del campo”, en plena fase de evolución, le corresponderá entender la verdad más simple de la política: para ganar hay que convencer. Hoy la mayoría de la población no entiende bien cuáles son sus reclamos ni cuán legítimos, ya que percibe que han amasado una gran cantidad de dinero en la última década.
La alianza “de clases” entre productores familiares y terratenientes (y asalariados) en nombre “del campo” es falaz y solo puede ser coyuntural, pero la izquierda debe saber cómo y cuándo actuar. Si como resultado del conflicto la población tuviera que enfrentar cualquier conflicto de desabastecimiento, la balanza no se va a inclinar ciertamente a su favor y habrán perdido la primera mitad de su batalla que hoy se juega en la política de la protesta pública.


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Tomás Casas, en el lanzamiento de la campaña contra la bancarización obligatoria. Foto: Andrés Cuenca (archivo, agosto de 2017)

Comerciantes aseguran que alcanzaron casi la mitad de las firmas para promover plebiscito contra la “bancarización obligatoria”

A la vez que el plebiscito contra la “bancarización obligatoria” que impulsa el mediático abogado Gustavo Salle parece ahogarse en la indiferencia de los uruguayos, algunos comerciantes que son parte de la Comisión ProPlebiscito, que lanzó una iniciativa con fines similares, aseguran que llevan adelante una enérgica recolección de firmas y esperan utilizar la concentración de mañana en Durazno como una oportunidad para aumentar sus apoyos.
En declaraciones a la diaria, Salle dijo que la recolección “no viene muy bien”. “No tengo el apoyo de ningún sindicato ni de ningún partido político”, dijo el abogado, que además sostuvo que muchos políticos “salieron a hacer ruido, pero luego, frente a los banqueros, tienen que hacer buena letra”. Según Salle, la campaña que lidera lleva entre 30.000 y 40.000 firmas, lo que es algo más de 10% de las requeridas para llevar adelante el plebiscito. El abogado sostuvo además que los comerciantes “se bajaron del caballo” y “se llamaron a cuarteles de invierno”. “Tiraron la toalla; al menos es lo que yo veo en la calle. Lo que al principio fue una movilización ahora se desactivó por completo, y ellos podrán decir lo mismo de nuestra campaña, y es cierto”, dijo. Para Salle “el pueblo está en otra, y principalmente los jóvenes”, ya que “existe todo un aparato que busca distraer a la juventud”.
Pero a diferencia de lo dicho por Salle, los comerciantes que conforman buena parte de la Comisión ProPlebiscito, lanzada en agosto del año pasado, aseguran que ya han reunido algo menos de la mitad de las firmas requeridas y confían en que durante este año lograrán recolectar las que resta. “La Cámara Regional de Comerciantes del Este [Crece] está en su totalidad juntando firmas, junto a jubilados y asociaciones agrarias, y estas ya deben de andar en el orden de las 100.000”, dijo Tomás Casas, del Centro Comercial e Industrial de Lavalleja. “Las primeras se consiguieron en una dinámica rápida, y las que siguieron se obtuvieron más esporádicamente”, describió. Para que la reforma se logre llevar a cabo es necesario juntar las firmas de al menos 10% del padrón electoral, lo que, según el gremialista, son cerca de 260.000 firmas. Casas incluso aseguró que varios grupos se han ido adhiriendo a la campaña, y entre las recientes incorporaciones mencionó la de la Confederación Empresarial del Uruguay, que nuclea a 22 asociaciones, cámaras y centros comerciales e industriales del interior del país.
A pesar de que con las fiestas y el verano la campaña de promoción del plebiscito se enlentenció, Crece considera que la movilización de “autoconvocados” que se realizará mañana en Durazno será una oportunidad excelente para promover el plebiscito. “Hay que aprovechar la movida del martes. Mucha gente va a firmar”, vaticinó Rafael Rivero, del Centro Comercial e Industrial de Cerro Largo. En una misma línea, Casas sostuvo que la estrategia será ir a Durazno para “revitalizar nuestra lucha”. De hecho, el gremialista y también dirigente del Partido Nacional recordó que el plebiscito que promueve Crece, junto a la Coordinadora Nacional de Jubilados y Pensionistas del Uruguay, la organización Ciudadanos Orientales, la Nueva Central de Trabajadores (escindida del PIT-CNT) y otros colectivos, no sólo impide la bancarización obligatoria y establece que el papel moneda siempre va a tener “poder cancelatorio”, sino que además contiene una “serie de artículos que corrigen problemas que nos han llevado a estas situaciones”, como la “prohibición de impuestos encubiertos a través de las tarifas públicas”. En efecto, la propuesta de la Comisión ProPlebiscito está muy lejos de referirse únicamente a la Ley de Inclusión Financiera que se pretende cambiar. La iniciativa busca modificar los artículos 24, 36, 53 y 58, y no todos los cambios mencionan directamente la bancarización. Por ejemplo, el artículo 24 dice: “El Estado, los Gobiernos Departamentales, los Entes Autónomos, los Servicios Descentralizados y, en general, todo órgano del Estado, serán civilmente responsables del daño causado a terceros, en la ejecución de los servicios públicos, confiados a su gestión o dirección”. La comisión propone agregar que “queda comprendido en el inciso anterior, el establecimiento por mandato legal de mecanismos impuestos por el Estado tendientes a asegurar su funcionamiento o contralor. Se evitará la aplicación de toda práctica que implique una forma de tributación encubierta”.
Los opositores a la Ley de Inclusión Financiera planean, además, acelerar su campaña durante el segundo semestre de 2018. “Se va a intensificar la campaña allí. Vamos a salir con publicidad, al menos en esta zona del país, para darle un empujón más grande a la campaña y no dejar que se enfríe el tema en la segunda mitad del año”, dijo Rivero.